esperanza para las grandes ciudades

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20 Prioridades de las regiones Las uniones trazan sus metas en el proyecto de evangelismo de las grandes ciudades. 11 Desafío sudamericano Evangelizar a más de trescientos millones en ocho países 18 Ciudad de Buenos Aires La capital argentina es la prioridad número uno Edición especial - Evangelismo integrado 2013 Esperanza para las grandes ciudades

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Edición Especial - Evangelismo integrado 2013

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Page 1: Esperanza para las grandes ciudades

20 prioridades de las regiones

Las uniones trazan sus metas en el proyecto de evangelismo de las grandes ciudades.

11 desafío sudamericano

Evangelizar a más de trescientos millones en ocho países

18 Ciudad de buenos Aires

La capital argentina es la prioridad número uno

Edición especial - Evangelismo integrado 2013

EsperanzaEsperanzaEsperanzapara laspara laspara las

grandes ciudades

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2 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

Nuestro mayor desafío

Comunión, relaciones y misión son la base de una iglesia discipuladora. Te

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UNA VISIÓN PARA LA IGLESIAPreparar discípulos maduros es el

ideal de Dios para todos los que forman parte de su pueblo. A fin de cuentas, él no desea recibir

solo miembros bautizados o registrados en una iglesia, sino discípulos que desa-rrollen una vida plena y productiva en la Tierra y se conviertan en ciudadanos del Reino de los cielos. Esa visión del discipu-lado se confirma en las más de 250 veces que se menciona la palabra “discípulo” en el Nuevo Testamento, siempre refi-

riéndose al compromiso de ser como el Maestro (Mat. 10:25; Luc. 6:40).

Cuando una persona comprende el valor de ser un discípulo y está dis-puesta a pagar el precio del discipulado, entiende que fue establecido un modelo de vida diferente en la “Gran comisión” que Jesús dejó a su pueblo, pues “el pri-mer objetivo que él definió para la igle-sia fue usar su poder y su autoridad abar-cadores para hacer discípulos, sin tomar en cuenta las distinciones étnicas: de to-

das las ‘naciones’ (Mat. 28:29)” (Dalas Wi-llard, A grande omissão: as dramáti-cas consequências de ser cristão sem se tornar discípulo, Mundo Cristão, [La gran omisión: las dramáticas con-secuencias de ser cristiano sin conver-tirse en discípulo] pp. 18, 19).

Por otro lado, ¡las corrientes históricas nos conducen hacia un gran peligro! Una vez que no hacemos discípulos de nues-tros convertidos, corremos el riesgo de practicar la “Gran omisión”, en lugar de la “Gran comisión”. Esta es una realidad preocupante, confirmada por la evasión y la fragilidad espiritual de nuestros miem-bros. John Wesley, el gran predicador del

siglo XVIII, ya decía que “la iglesia no cam-bia el mundo cuando genera convertidos, sino cuando genera discípulos” (Grupos pequeños, grandes soluciones, p. 59).

Rescatar el concepto y la filosofía del discipulado no es una opción para la Iglesia Adventista del Séptimo Día de hoy. ¡Es una necesidad! Las iglesias sa-ludables dan prioridad a su proceso de discipulado, y lo hacen de manera sen-cilla. “Teniendo en mente este objetivo, Jesús utilizó una forma de enseñanza a sus discípulos que enfatizaba el método práctico. Los instruyó didácticamente y con su propio ejemplo. Así, Jesús se convirtió en “el contenido, el maestro, el ambiente y la verdad visible…” (Val-berto Cruz e Fabiana Ramos, Grupos pequeños: para a igreja crescer inte-gralmente, [Grupos pequeños: para que la iglesia crezca integralmente] p. 33).

¡La iglesia necesita de esta visión para crecer mucho y bien! ¡La visión de un proceso discipulador que permea la vida de la propia iglesia y que la hace crecer feliz y saludable! Un proceso que con-duzca a cada uno de sus miembros y nuevos conversos de un nivel inicial ha-cia la madurez y la productividad, ha-ciendo que disminuya el número de es-pectadores y aumente el de productores. A fin de cuentas, ser productivo es una de las verdaderas pruebas del discipu-lado cristiano: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:8).

Este es un concepto sencillo y revo-lucionario. Si alguien entiende de sen-cillez es Jesús. En su libro Iglesia senci-lla, Thom Rainer y Eric Geiger afirman que Jesús entró en un escenario religioso complicado y contaminado. Estaba obs-truido por las diversas facciones del ju-daísmo (saduceos, fariseos, herodianos, celotes y esenios), hasta el punto de desa-rrollar un sistema religioso con 613 leyes. Eran 248 mandamientos positivos, según la visión de ellos uno para cada parte del cuerpo humano, y 365 mandamientos ne-gativos, uno para cada día del año. Jesús entró en escena y convirtió lo complejo en algo sencillo, presentando el meollo de la ley en dos mandamientos: amar a Dios y al prójimo (Mat. 22:37-40). Con esto, el Señor Jesús no estaba rebajando la norma o aboliendo la ley; estaba presentando su esencia en una única declaración sencilla. Esta era una característica de Cristo: ser sencillo y prudente (Mat. 10:16).Re gis tro Na cio nal de la Pro pie dad

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IMPRESO EN LA AR GEN TI NA− 1 0 6 0 9 6 −

AdventistaRevistaPro hi bi da la re pro duc ción to tal o par cial de es ta pu bli ca ción (tex to, imá ge nes y di se ño), su ma ni pu la ción in for­má ti ca y trans mi sión ya sea elec tró ni ca, me cá ni ca, por fo to co pia u otros me dios, sin per mi so pre vio del edi tor.Fotos de este número: Víctor Diego Trivelato ­ Arte sobre foto Shutterstock.Co la bo ra do res es pe cia les en Su da mé ri ca: Erton Köhler, Magdiel Pérez Unión Argentina: Carlos U. Gill Unión Bo li via na: Stanley Arco Unión Chi le na: Eber Liessi Unión Ecua to ria na: Leonel Lozano Unión Paraguaya: Ignacio Kalbermatter Unión Peruana del Norte: Orlando Ramos Unión Peruana del Sur: Abimael Obando Unión Uruguaya: Carlos Sánchez Bra sil: Ru bens Les sa. Otras di vi sio nes: Wi lliam Johns son, Roy Adams, Bill Knott, Steve Chavez, Carlos Medley, Kimberly Luste Maran y Bonita Shields.Re vis ta Ad ven tis ta. Edi ta da e im pre sa men sual men te, me dian te el sis te ma off set, por su pro pie ta ria, la Aso­cia ción Ca sa Edi to ra Su da me ri ca na, de la Igle sia Ad ven tis ta del 7º Día. Re dac ción, ad mi nis tra ción, ta lle res y ventas: Av. San Mar tín 4555, B1604CDG Flo ri da Oeste, Bue nos Ai res, Rep. Ar gen ti na. Te lé fo no: (54­11) 5544­4800 Fax (54­11) 4760­0416. Domicilio legal: Uriarte 2429, C1425FNI, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.Correo electrónico: aces@aces .com.ar

La presente publicación se ajusta a la cartografía oficial establecida por el Poder Ejecutivo Nacional a través del Instituto Geográfico Nacional, por Ley 22.963 y fue aprobada por Expediente GG12 0967/5

RE VIS TA MEN SUAL DE LA IGLE SIA

AD VEN TIS TA DEL 7º DíA EN LA

DI VI SIóN SU DA ME RI CA NA.

AñO 112 (EdiCióN ESPECiAl)

di rec tor: Marcos Blanco

Redactor: Pablo Ale

Prue bas: Gabriela S. Pepe | Pablo M. Claverie

director de diseño: Osvaldo Ramos

dia gra ma ción: Ivonne Leichner

Ge ren te Ge ne ral: Gabriel Cesano

Ge ren te Fi nan cie ro: Marcelo R. Nestares

director Editorial: Marcos Blanco

Ge ren te de Comercialización: Sixto Minetto

Ge ren te de Pro duc ción: Julio Ciuffardi

Gerente de logística: Le roy Jour dán

Gerente de EducACES: Gabriel Boleas

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siglo XVIII, ya decía que “la iglesia no cam-bia el mundo cuando genera convertidos, sino cuando genera discípulos” (Grupos pequeños, grandes soluciones, p. 59).

Rescatar el concepto y la filosofía del discipulado no es una opción para la Iglesia Adventista del Séptimo Día de hoy. ¡Es una necesidad! Las iglesias sa-ludables dan prioridad a su proceso de discipulado, y lo hacen de manera sen-cilla. “Teniendo en mente este objetivo, Jesús utilizó una forma de enseñanza a sus discípulos que enfatizaba el método práctico. Los instruyó didácticamente y con su propio ejemplo. Así, Jesús se convirtió en “el contenido, el maestro, el ambiente y la verdad visible…” (Val-berto Cruz e Fabiana Ramos, Grupos pequeños: para a igreja crescer inte-gralmente, [Grupos pequeños: para que la iglesia crezca integralmente] p. 33).

¡La iglesia necesita de esta visión para crecer mucho y bien! ¡La visión de un proceso discipulador que permea la vida de la propia iglesia y que la hace crecer feliz y saludable! Un proceso que con-duzca a cada uno de sus miembros y nuevos conversos de un nivel inicial ha-cia la madurez y la productividad, ha-ciendo que disminuya el número de es-pectadores y aumente el de productores. A fin de cuentas, ser productivo es una de las verdaderas pruebas del discipu-lado cristiano: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:8).

Este es un concepto sencillo y revo-lucionario. Si alguien entiende de sen-cillez es Jesús. En su libro Iglesia senci-lla, Thom Rainer y Eric Geiger afirman que Jesús entró en un escenario religioso complicado y contaminado. Estaba obs-truido por las diversas facciones del ju-daísmo (saduceos, fariseos, herodianos, celotes y esenios), hasta el punto de desa-rrollar un sistema religioso con 613 leyes. Eran 248 mandamientos positivos, según la visión de ellos uno para cada parte del cuerpo humano, y 365 mandamientos ne-gativos, uno para cada día del año. Jesús entró en escena y convirtió lo complejo en algo sencillo, presentando el meollo de la ley en dos mandamientos: amar a Dios y al prójimo (Mat. 22:37-40). Con esto, el Señor Jesús no estaba rebajando la norma o aboliendo la ley; estaba presentando su esencia en una única declaración sencilla. Esta era una característica de Cristo: ser sencillo y prudente (Mat. 10:16).

Por eso, instituyó su declaración para la iglesia de ayer, y esta declaración con-tinúa siendo la misma para la iglesia de hoy: “Hagan discípulos”. Apenas una de-claración, sencilla y poderosa, capaz de transmitir poder y la permanente com-pañía celestial.

¡Regresar al modelo radical de hacer discípulos es urgente! Necesitamos dejar de crear consumidores, o personas que entran en la iglesia y permanecen desco-nectados por no entender nunca su papel en el cuerpo de Cristo. Debemos dejar en claro que nuestro desafío es ganar el ma-yor número posible de personas, pero in-sistir en que nuestra tarea no termina en el bautisterio. Hacer discípulos de la espe-ranza debe ser nuestro objetivo principal.

En el año 2013, queremos motivar a la iglesia a avanzar unida en sus grandes movimientos y, especialmente, junto a las grandes ciudades. Pero necesitamos en-fatizar un proceso discipulador sencillo, que lleve a cada adventista en Sudamérica a buscar el discipulado como su gran es-tilo de vida. Un proceso que incluya a la iglesia como un todo, llevando a sus áreas y sus ministerios a enfatizar el discipulado como el principio de nuestras acciones.

Usaremos las tres palabras que expre-san la visión de una iglesia discipuladora: comunión, relaciones y misión. En verdad, están interconectadas y son in-separables. Serán los pasos de nuestra jornada en producir discípulos de la es-peranza. Con estas palabras esenciales, queremos que cada adventista en Sud-américa comprenda que:

Comunión significa dedicar la primera hora para estar en la presen-cia de Dios;

Relaciones incluye la participación en un ambiente de comunidad dentro de un Grupo pequeño;

Misión lleva al compromiso de tes-tificar a alguien, de acuerdo con los do-nes espirituales.

Para cada paso de esta jornada disci-puladora, se desarrollarán diferentes ac-ciones que puedan traer como resultado nuestro objetivo principal de hacer dis-cípulos saludables. El objetivo es que los diferentes ministerios contribuyan con acciones alineadas con el proceso disci-pulador. Será un verdadero movimiento de evangelismo integrado para que el propósito, el lenguaje y las acciones de la

iglesia lleven a cada adventista en la Divi-sión Sudamericana a desarrollar comu-nión, relaciones y misión.

Los nuevos conversos recibirán au-tomáticamente esta visión y serán inte-grados en el ciclo del discipulado. Cada nuevo miembro deberá ser acompa-ñado por un discipulador, que trans-mitirá, por palabras y ejemplo, su cono-cimiento de Cristo. Los nuevos en la fe pasarán por tres fases, a fin de madurar y ser reproductivos. Ellas serán:

1. Conversión: Es la fase de los estudios bíblicos, cuando el nuevo discí-pulo aprenderá a conocer y amar a Dios, y a tener comunión con él.

2. Confirmación. En esta etapa, el discípulo profundizará su conoci-miento doctrinal y será orientado a re-lacionarse con otros, participando de un Grupo pequeño para ser pastoreado y crecer en la experiencia cristiana.

3. Capacitación: Dentro de este proceso, al discípulo se lo incluirá en la Escuela Misionera, donde descubrirá y desarrollará sus dones espirituales para testificar de Cristo y cumplir la misión.

Esta es una nueva visión para la iglesia. Nueva no porque sea desconocida, sino porque necesita ser priorizada y puesta en práctica. Nueva visión, porque quere-mos mucho más que números, queremos personas transformadas que permanez-can como pámpanos en la vid. “Morar en Cristo es elegir únicamente el carácter de Cristo, de modo que los intereses de él se identifiquen con los tuyos. Mora en él para ser y hacer sólo lo que él quiere. Estas son las condiciones del discipulado y, a me-nos que las cumplas, nunca podrás hallar descanso” (Mensajes selectos, t. 1, p. 129).

Por lo tanto, el discipulado es funda-mental para la evangelización en peque-ñas y grandes ciudades, donde las per-sonas, debido al trajín de los grandes centros urbanos, podrán ser sensibiliza-das por el ejemplo de verdaderos discípu-los transformados a imagen y semejanza de Jesucristo. El discipulado, por lo tanto, tiene una íntima relación con la misión adventista, que incluye, según esta publi-cación, la evangelización de grandes áreas urbanas: las grandes ciudades.

Únase a nosotros para explorar esta vi-sión de Dios para la iglesia, haciendo discí-pulos maduros en el camino rumbo al cielo, alcanzando nuestra gran esperanza.

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4 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 20124 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

integrado que establezca acciones con-tinuas y resultados permanentes. Así, unidos a la iglesia mundial, podremos avanzar con osadía para que no haya más demora y veamos en breve regre-sar a Cristo en las nubes de los cielos. A fi n de cuentas, “estamos en el tiempo de espera. Pero, este período no ha de usarse en una devoción abstracta. El es-perar, velar, y ejercer una vigilancia ac-tiva han de combinarse” (Servicio cris-tiano, p. 107).

La misión está en nuestras manos, las personas ya están “reunidas” en los grandes centros, y las señales indican que el tiempo será breve. ¿Por qué es-perar? Para los que poseen la gran es-peranza, el llamado es claro: “En prepa-ración para la venida de nuestro Señor, hemos de hacer una gran obra en las grandes ciudades. Tenemos que pre-sentar un solemne testimonio en esos grandes centros” (Eventos de los últi-mos días, p. 122).

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Esperanza para las grandes ciudades

Elena de White y el ministerio urbano

Ese es nuestro “certifi cado de na-cimiento” registrado en Apoca-lipsis 10. Para cumplir la misión encomendada, debemos alcan-

zar a las personas donde estén, y esto in-cluye a las grandes ciudades. Si, por un lado, los centros urbanos y las metró-polis secularizan a las personas, por el otro, facilitan nuestro acceso. Además de esto, viviendo en estos lugares, están más necesitadas, inseguras, confusas y solitarias, y aumentan nuestra respon-sabilidad de presentarles la verdad bí-blica que salva, alimenta, acoge y trae esperanza. ¡Este es hoy nuestro mayor desaf ío! El Pr. Mark Finley acostumbra a decir que “Jesús ama a las ciudades. Las ama porque es en ellas que están las per-sonas, y él ama a las personas”.

No hay dudas de que existen cora-zones abiertos en todos los lugares que necesitan recibir el mensaje, y debemos alcanzarlos. También están en ciudades menores, en los pueblos pequeños y en las comunidades rurales. Más especial-

mente, las grandes ciudades represen-tan desafíos y oportunidades sin prece-dentes. Necesitamos testifi car a todos, en lugares pequeños o grandes, pero las regiones urbanas necesitan una aten-ción especial.

Hace más de un siglo, Elena de White ya presentaba el desafío: “¿Quién se preocupa por las grandes ciudades?” (Jo-yas de los testimonios, t. 3, pp. 333). La respuesta también vino de la misma ins-piración profética: “Ha llegado el tiempo cuando los adventistas, como nunca an-tes, deben levantarse y resplandecer, porque ha venido su luz, y la gloria de Dios ha nacido sobre ellos” (El evange-lismo, p. 31).

Está delante de nosotros el momento profético en que Dios está levantando a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en todo el mundo para impactar los centros urbanos. Esta también es nuestra opor-tunidad para ampliar el foco en las gran-des ciudades sudamericanas a través de un proyecto especial de Evangelismo

Monte Sahlin, director de Investigación y Proyectos Especiales de la Asocia-ción de Ohio, en los Esta-

dos Unidos, encontró 107 artículos en el índex de Elena de White, en los que ella habla acerca del ministerio urbano. En 24 de ellos, se presentan instrucciones, llamando a la iglesia a salir de las ciuda-des y también a establecer nuestras ins-tituciones fuera de ellas. Por otro lado, el 75% de los artículos presentan instruc-ciones específi cas para que haya un mo-vimiento hacia adentro de las ciudades y se alcance a sus habitantes. Algunas citas llegan a ser impresio-nantes y apelativas: “La carga de las necesidades de nuestras ciudades ha descansado tan pesada-mente sobre mí que en ciertas oportunidades me he sentido morir” (El evangelismo, p. 30). Según George Knight, “Elena de White estaba

fuIMo s llAMAdos poR dIos pARA uNA MIsIóN EspECIAl: llEvAR lA EspERANzA dEl REgREso dE CRIsto A todo El MuNdo.

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Espíritu de profecía

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Elena de White y el ministerio urbano

Monte Sahlin, director de Investigación y Proyectos Especiales de la Asocia-ción de Ohio, en los Esta-

dos Unidos, encontró 107 artículos en el índex de Elena de White, en los que ella habla acerca del ministerio urbano. En 24 de ellos, se presentan instrucciones, llamando a la iglesia a salir de las ciuda-des y también a establecer nuestras ins-tituciones fuera de ellas. Por otro lado, el 75% de los artículos presentan instruc-ciones específi cas para que haya un mo-vimiento hacia adentro de las ciudades y se alcance a sus habitantes. Algunas citas llegan a ser impresio-nantes y apelativas: “La carga de las necesidades de nuestras ciudades ha descansado tan pesada-mente sobre mí que en ciertas oportunidades me he sentido morir” (El evangelismo, p. 30). Según George Knight, “Elena de White estaba

tan insatisfecha con la falta de progreso del adventismo, que llegó a cuestionar la conversión del presidente de la Asocia-ción General, Arthur G. Daniells, sugi-riendo que, ante lo que ella consideraba una falta de interés en el trabajo en las ciudades, él no estaba califi cado para li-derar a los adventistas. Ella llegó a negar-le una entrevista, hasta que él presentase estrategias agresivas para alcanzar a las miles de personas de las grandes ciuda-des” (http://missaourbana.net/index.php/missao-metropolitana-conselho-de-ellen-white-para-alcancar-as-Ciu-dads/).

Es interesante observar cómo ella ofrece una visión equilibrada sobre la forma de encarar la realidad de las gran-

des ciudades, reconociendo claramente que mucha gente vive dentro de ellas, incluso adventistas del séptimo día. Su abordaje sobre el tema podría ser lla-mado “dentro-fuera”. Según ella, dentro de las ciudades se debe realizar un mi-nisterio especial. Y fuera de ellas, se debe encontrar reposo y oportunidad para re-novar las fuerzas. Estar fuera de los gran-des centros es ideal para una salud física y espiritual; pero alcanzar a los habitan-tes de los grandes centros es la misión que está en nuestras manos. Para pre-sentar nuestra gran esperanza donde las personas están concentradas, tenemos

que trabajar con equi-librio, usando el con-cepto de “dentro-fuera”. En otras palabras, gozar del campo y alcanzar a las ciudades.

Por otro lado, existen repetidos men-sajes de Elena de White que orientan a la iglesia sobre el momento de dejar las

tenemos que trabajar con equilibrio, usando el concepto de “dentro-fuera”. En otras palabras,

gozar del campo y alcanzar a las ciudades.

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Los proyectos de ADRA y ASA están conectados con la propuesta de alcanzar personas en los grandes centros urbanos.

La obra médico-misionera incluye la evangelización de las grandes ciudades.

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grandes ciudades y huir hacia las comu-nidades rurales o lugares distantes de la tierra. Ella deja en claro que llegará el mo-mento en que nuestro trabajo en los gran-des centros disminuirá, hasta que final-mente sea cerrado. “El Espíritu Santo me ha instado a decir a los que se dedican a la obra del Señor, que se ha desaprove-chado el tiempo favorable para predicar nuestro mensaje en las ciudades, y que esta obra no se ha realizado. Me siento preocupadísima por la idea de que ahora debemos redimir el tiempo” (El evange-lismo, p. 27). “Estamos muy lejos de se-guir la luz que Dios nos ha dado concer-niente a la obra en las ciudades populosas. Se está aproximando el tiempo cuando se dictarán leyes que cerrarán puertas que ahora están abiertas al mensaje. De-bemos levantarnos para realizar un es-fuerzo ferviente ahora cuando los ángeles de Dios están esperando para asistir con su ayuda maravillosa a todos los que de-seen trabajar…” (El evangelismo, p. 28). “Trabajad sin tardanza en las ciudades, porque queda poco tiempo” (El evange-lismo, p. 29). Este es el momento de re-dimir el tiempo y aprovechar la prosperi-dad que Dios nos ha dado, al igual que la unidad de la iglesia, el foco misionero y la facilidad de los medios de comunicación.

Entre sus consejos sobre los medios de alcanzar los grandes centros, Elena

de White menciona repetidamente los proyectos y las actividades en el área de la salud que ella llama “obra médica mi-sionera”. Su visión de este tema no está restringida solo a la existencia de hospi-tales y clínicas, ni tampoco a los obre-ros asalariados que actúan en esta área. Ella presenta un ministerio que incluye a las instituciones adventistas de salud, pero también al evangelismo por me-dio de médicos predicadores, restauran-tes vegetarianos, literatura y cursos so-bre salud, y actividades de vida saludable en la comunidad, entre otros. “Al unirse los médicos con los ministros en la pro-clamación del evangelio en las grandes ciudades, sus labores combinadas influi-rán sobre muchas mentes a favor de la verdad para este tiempo” (El ministerio médico, p. 328). Estas eran herramien-tas poderosas en sus días, y continúan siendo instrumentos preciosos para es-tablecer contacto y atender las necesida-des de las personas.

Por otro lado, también surgirán nue-vos recursos durante nuestro caminar como iglesia, que pueden ser útiles y poderosos para alcanzar a las personas dentro de los grandes centros. Hoy, es-tán a nuestra disposición: literatura mi-sionera de buena calidad y bajo costo, una fuerte estructura de comunicación y medios, modernas escuelas, colegios

y universidades que influyen en la vida de miles de familias no adventistas, y un ejército de Grupos pequeños que ofre-cen amistad, relaciones y atención, que son fuertes necesidades de los habitan-tes de las grandes ciudades. Además de eso, ADRA y Acción Solidaria Adven-tista (ASA) pueden ayudar a aliviar el su-frimiento de muchos marginados, ofre-ciéndoles mejores condiciones de vida. Es una oportunidad especial para prestar atención al llamado: “Pensemos en la con-dición de los pobres en nuestras grandes ciudades”. Estos son algunos de los me-dios a través de los que podemos hacer relevante la presencia de la iglesia y alcan-zar muchos corazones. También se po-drán usar otras estrategias creativas. Lo importante es que todas las actividades realizadas se conviertan en verdaderos “centros de influencia”, o “medios de in-fluencia”, como Elena de White acostum-braba a llamarlos. Siempre debe mante-ner la visión clara de que, sin importar el perfil de un “centro de influencia”, su mi-sión primaria debe ser el servicio a la co-munidad, pero su verdadero compromiso es la salvación. El servicio siempre es un puente para la salvación. Al servir, ofre-cemos a las personas lo que ellas aparen-temente necesitan; al presentar la salva-ción, ofrecemos lo que ellas realmente necesitan. “La iglesia es el medio señalado

por Dios para la salvación de los hombres. Fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo” (Los hechos de los apóstoles, p. 9).

En esta obra, hay lugar para la parti-cipación de todas las fuerzas de la igle-sia. “La causa de Dios en la tierra nece-sita hoy día representantes vivos de la verdad bíblica. Los ministros ordenados

Los restaurantes vegetarianos son un buen ejemplo de centros de influencia.

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La obra médico-misionera incluye la evangelización de las grandes ciudades.

La distribución de millones de libros y revistas ha hecho la diferencia en la evangelización mundial.

Los centros de vida saludable contribuyen a la divulgación del mensaje adventista.

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por Dios para la salvación de los hombres. Fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo” (Los hechos de los apóstoles, p. 9).

En esta obra, hay lugar para la parti-cipación de todas las fuerzas de la igle-sia. “La causa de Dios en la tierra nece-sita hoy día representantes vivos de la verdad bíblica. Los ministros ordenados

solos no pueden hacer frente a la tarea de amonestar a las grandes ciudades. Dios llama no solamente a ministros, sino también a médicos, enferme-ros, colportores, obreros bíbli-cos, y a otros laicos consagra-dos de diversos talentos que conocen la Palabra de Dios y

el poder de su gracia, y los invita a consi-derar las necesidades de las ciudades sin amonestar. El tiempo pasa rápidamente, y hay mucho que hacer. Deben usarse todos los agentes, para que puedan ser sabiamente aprovechadas las oportu-nidades actuales” (Los hechos de los apóstoles, p. 129). Este llamado urgente debe incluir a cada frente de acción de la iglesia: diferentes departamentos, fá-bricas de alimentos, Nuevo Tiempo, es-

cuelas, colegios, universidades, ADRA, Acción Solidaria Adventista (ASA), alumnos de Teología, obreros jubilados, empresarios, profesionales liberales, an-cianos, adultos, jóvenes, niños, hombres y mujeres, líderes y miembros. Pero el mensaje inspirado da un realce impor-tante a la obra de nuestras publicacio-nes, colportores y casas publicadoras: “Libros que contienen la preciosa luz de la verdad presente yacen en los estan-tes de nuestras casas editoras. Deberían circular. Se necesitan colportores que vayan a las grandes ciudades con estos libros. Al ir de casa en casa, encontra-rán a personas que están hambrientas del pan de vida, a las cuales pueden ha-blar palabras oportunas” (El colportor evangélico, p. 24).

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CERCA dE 1880, lA IglEsIA AdvENtIstA EstAblECIó uN fuERtE éNfAsIs EN lAs CIudAdEs. EN Esos díAs, No éRAMos MuChos;

solo uN AdvENtIstA poR CAdA 89.768 hAbItANtEs dEl MuNdo, pERo CoN El INMENso dEsAfío dE CuMplIR CoN lA

MIsIóN quE dIos hAbíA ColoCAdo EN NuEstRAs MANos. pARA fACIlItAR lA CoMpRENsIóN dE NuEstRA tAREA, lA AsoCIACIóN

gENERAl CoMENzó A publICAR uN INfoRME ANuAl sobRE lA MIsIóN EN lAs CIudAdEs, quE duRó dE 1885 A 1899. EN 1886, yA INdICAbA 36 pRoyECtos MIsIoNERos EN dEsARRollo, quE

AbARCAbA 102 obRERos AsAlARIAdos y 224 voluNtARIos.

Evangelismo en un mundo de cambios

constantes

Algunos años después, entre 1908 y 1910, Elena de White renovó el énfasis en la conquista de las ciudades e insistió, de manera más clara en que la Iglesia Adventista estaba descuidando esta mi-

sión. Ya han pasado más de 100 años desde que ella escribió estas fuertes invitaciones, llamados, consejos y advertencias sobre el asunto. Desde entonces, cambiaron muchas cosas. Cerca del año 1900, el mundo tenía solo 12 ciudades con más de 1 millón de habitantes. Hoy, son más de 400, y 20 de ellas tienen una población superior a los 10 millones. Dia-riamente, cerca de 200 mil personas dejan el campo en di-rección a las ciudades y, por eso, desde 2008 más de la mi-tad de la población del planeta está concentrada en regiones urbanas. En el 2030, esta concentración alcanzará el 60% de la población mundial.

En América Latina, la si-tuación todavía es más desa-fiante: más del 70% de la po-blación ya vive en las áreas urbanas. En el 2030, el nú-mero de habitantes en estas áreas crecerá de 394 millo-nes a 742 millones de perso-nas. Por lo menos el 79% de la población urbana mun-dial estará viviendo en las ciudades y las metrópolis de los países en desarrollo, como los que tenemos en Sudamérica. Solo África y Asia tendrán casi 7 de cada 10 habitantes urbanos del planeta. ¡Esta realidad ne-cesita desafiarnos! En 1910, Elena de White insistió que “No hay cambio en los men-sajes que Dios ha enviado en el pasado. La obra en las ciudades es la obra esencial para este tiempo. Cuando se trabajen las ciudades como Dios desea, el resultado será la puesta en operación de un poderoso movimiento cual nunca se ha visto” (El ministe-rio médico, p. 403). Si esa obra era esencial en aquellos días, ¿cómo describiría la realidad y las necesidades de los gran-des centros de hoy?

Además de todos los consejos y los llamados inspirados que nos desafían a mirar con atención a las concentraciones urbanas, Gary Krause, director del área de Misión Global de la Asociación General, presenta por lo menos tres razones básicas para encarar esta realidad.

1. la realidad de los números. Por ejem-plo, en Estocolmo, Suecia, 410 adventistas viven en medio de una población de 1,25 millones de personas. En otras pa-labras, son más de 3 mil habitantes por cada adventista. En Calcuta, India, existen 558 miembros dentro de una pobla-ción de 15 millones de personas. Eso significa 1 adventista

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9Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

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Algunos años después, entre 1908 y 1910, Elena de White renovó el énfasis en la conquista de las ciudades e insistió, de manera más clara en que la Iglesia Adventista estaba descuidando esta mi-

sión. Ya han pasado más de 100 años desde que ella escribió estas fuertes invitaciones, llamados, consejos y advertencias sobre el asunto. Desde entonces, cambiaron muchas cosas. Cerca del año 1900, el mundo tenía solo 12 ciudades con más de 1 millón de habitantes. Hoy, son más de 400, y 20 de ellas tienen una población superior a los 10 millones. Dia-riamente, cerca de 200 mil personas dejan el campo en di-rección a las ciudades y, por eso, desde 2008 más de la mi-tad de la población del planeta está concentrada en regiones urbanas. En el 2030, esta concentración alcanzará el 60% de la población mundial.

En América Latina, la si-tuación todavía es más desa-fiante: más del 70% de la po-blación ya vive en las áreas urbanas. En el 2030, el nú-mero de habitantes en estas áreas crecerá de 394 millo-nes a 742 millones de perso-nas. Por lo menos el 79% de la población urbana mun-dial estará viviendo en las ciudades y las metrópolis de los países en desarrollo, como los que tenemos en Sudamérica. Solo África y Asia tendrán casi 7 de cada 10 habitantes urbanos del planeta. ¡Esta realidad ne-cesita desafiarnos! En 1910, Elena de White insistió que “No hay cambio en los men-sajes que Dios ha enviado en el pasado. La obra en las ciudades es la obra esencial para este tiempo. Cuando se trabajen las ciudades como Dios desea, el resultado será la puesta en operación de un poderoso movimiento cual nunca se ha visto” (El ministe-rio médico, p. 403). Si esa obra era esencial en aquellos días, ¿cómo describiría la realidad y las necesidades de los gran-des centros de hoy?

Además de todos los consejos y los llamados inspirados que nos desafían a mirar con atención a las concentraciones urbanas, Gary Krause, director del área de Misión Global de la Asociación General, presenta por lo menos tres razones básicas para encarar esta realidad.

1. la realidad de los números. Por ejem-plo, en Estocolmo, Suecia, 410 adventistas viven en medio de una población de 1,25 millones de personas. En otras pa-labras, son más de 3 mil habitantes por cada adventista. En Calcuta, India, existen 558 miembros dentro de una pobla-ción de 15 millones de personas. Eso significa 1 adventista

para más de 26 mil personas. En los Estados Unidos, el 80% de la población vive en áreas urbanas, pero solo una de cada tres de nuestras iglesias está localizada en esas áreas. En Pitts-burgh, Pensilvania, una región metropolitana de 2,4 millo-nes de habitantes, tenemos menos adventistas hoy de los que teníamos en 1948. Si miramos la proporción de adven-tistas por habitante en todo el mundo, los datos de 2010 in-dican que somos 1 por cada 405 personas. Si evaluamos esa misma situación, pero sacando los centros urbanos, la pro-porción será de 423 habitantes por cada adventista. Si con-tamos apenas las grandes ciudades, nuestra situación pasa a ser de 953 habitantes por adventista.

2. El contexto urbano. En muchos lugares del mundo, un pionero de Misión Global que realiza una cam-

paña misionera en una pe-queña comunidad reúne a casi toda su población. Si hi-ciera lo mismo en São Paulo, competiría con teatros, ci-nes, restaurantes, grandes centros comerciales, casas de espectáculos, clubes y varios otros lugares de di-versión. Para muchas de las personas que viven en estas regiones, la iglesia es algo fuera de lo común, como una reliquia de otro siglo. Por eso, “en las ciudades de la actualidad, donde existen tantas cosas que atraen y que agradan, no puede lograrse interesar a la gente por los esfuerzos comunes. Pasto-res señalados por Dios ha-llarán que es necesario po-ner a contribución esfuerzos extraordinarios a fin de cau-

tivar la atención de las multitudes. Y cuando tienen éxito en reunir a una gran cantidad de público, deben presentar men-sajes de un carácter tan ajeno a lo acostumbrado que la gente despierte y se sienta amonestada. Deben usar todos los me-dios que sea posible ingeniar para presentar la verdad en forma clara y distinta” (El evangelismo, p. 34).

3. El distanciamiento del adventismo de las grandes ciudades. Mientras que mucha gente vive en áreas urbanas, un gran número de iglesias e instituciones adventistas están localizadas lejos de ese campo misionero. En muchos casos, las iglesias urbanas, centrales o en regio-nes más centrales son frecuentadas por personas que no vi-ven en la misma región donde están localizadas. Muchos de sus miembros se trasladan desde la periferia para poder fre-cuentarlas. Lejos de su campo misionero, la iglesia se distan-cia de la realidad que necesita alcanzar. “Mi deber es decir que Dios está pidiendo con fervor que se realice una gran obra en las ciudades” (El evangelismo, p. 32).

América latina

1950 - 42% vivían en las ciudades2007 - 76% vivían en las ciudades2030 - 84% vivirán en las ciudadesAmérica Latina tendrá la segunda mayor concentración de habitantes en las grandes ciudades, solo detrás de Estados Unidos, que tendrá el 87%.

El mundo

1800 - 3% vivían en las ciudades1900 - 14% vivían en las ciudades1950 - 29% vivían en las ciudades2007 - 49% vivían en las ciudades2030 - 60% vivirán en las ciudades

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10 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

ción que habla en torno de 800 idiomas diferentes, Nueva York es un ejemplo de desafío que se han propuesto los líde-res adventistas mundiales.

El plan, en líneas generales, es que hasta el 2015, fecha de la Asamblea Anual que tendrá lugar en San Antonio, Estados Unidos, pastores y miembros sean capacitados para coope-rar de manera contundente en esa evangelización de las gran-des ciudades del mundo. “Nuestro mensaje bíblico a las ciu-dades nos unirá como un pueblo mundial y nos protegerá de aislarnos de la sociedad y unos de otros. Nuestro mensaje a las grandes ciudades del mundo es el de que otra ciudad está llegando: la Nueva Jerusalén, una ciudad de seguridad, espe-ranza y refugio en Dios”, afirma el Pr. Ted Wilson, líder mun-dial de los adventistas del séptimo día.

proyecto mundial

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El proyecto de evangelismo en las grandes ciudades es una iniciativa mundial promovida por la Asociación General, y tiene en cuenta la gran necesidad de alcan-zar más de la mitad de la población del planeta que

vive en ciudades de más de 200 mil habitantes. Si bien, histó-ricamente, los adventistas han trabajado en ciudades de gran tamaño desde hace décadas, la idea ahora es que se hagan es-fuerzos direccionados en un plan y una estrategia específicos para promover la evangelización en metrópolis y otras ciuda-des de gran concentración urbana.

El plan de la Asociación General abarca iniciativas en por lo menos 650 mayores ciudades del mundo con un realce es-pecial en ciudades como Nueva York, en los Estados Unidos. Con aproximadamente 19 millones de personas y una pobla-

Proyecto mundial alcanzará 650 grandes ciudades

El desafío sudamericano es evangelizar a más de trescientos millones

Ciudad País Población  Adventistas Habitantes por adventista

Tokio Japón 36.669.000 3.882  9.446São Paulo Brasil 20.262.000 118.533  171Bombay India 20.041.000 10.000  2.004Ciudad de México México 19.460.000 53.093  367Nueva York Estados Unidos 19.425.000 37.897  513Shanghái China 16.575.000 6.274  2.642C.A.B.A* Argentina 13.074.000 22.998  568Pekín China 12.385.000 3.300  3.753Río de Janeiro Brasil 11.950.000 17.865  669Manila Filipinas 11.628.000 30.775  378Osaka Japón 11.337.000 476  23.817Cairo Egipto 11.001.000 289  38.066Moscú Rusia 10.550.000 3.500  3.014Estambul Turquía 10.525.000 61  172.541

Somos una iglesia mundial y, a pe-sar de nuestros desaf íos locales y regionales, necesitamos com-prender el tamaño de la obra

que está delante de nosotros como pue-blo remanente. Jesús no regresará solo para Sudamérica, sino que “será predi-cado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las nacio-nes; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:14). Apenas una rápida visión de algunas de las mayores ciudades del planeta muestra el tamaño de este desaf ío que tenemos:

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Estadísticas

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El desafío sudamericano es evangelizar a más de trescientos millones

Ciudad País Población  Adventistas Habitantes por adventista

Tokio Japón 36.669.000 3.882  9.446São Paulo Brasil 20.262.000 118.533  171Bombay India 20.041.000 10.000  2.004Ciudad de México México 19.460.000 53.093  367Nueva York Estados Unidos 19.425.000 37.897  513Shanghái China 16.575.000 6.274  2.642C.A.B.A* Argentina 13.074.000 22.998  568Pekín China 12.385.000 3.300  3.753Río de Janeiro Brasil 11.950.000 17.865  669Manila Filipinas 11.628.000 30.775  378Osaka Japón 11.337.000 476  23.817Cairo Egipto 11.001.000 289  38.066Moscú Rusia 10.550.000 3.500  3.014Estambul Turquía 10.525.000 61  172.541

Somos una iglesia mundial y, a pe-sar de nuestros desaf íos locales y regionales, necesitamos com-prender el tamaño de la obra

que está delante de nosotros como pue-blo remanente. Jesús no regresará solo para Sudamérica, sino que “será predi-cado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las nacio-nes; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:14). Apenas una rápida visión de algunas de las mayores ciudades del planeta muestra el tamaño de este desaf ío que tenemos:

A pesar del tamaño de la misión que estos números presentan, y de una ta-rea que parece imposible, Dios nos ha dado pruebas de que, usando métodos sencillos o fuera de lo común, él puede generar verdaderas revoluciones misio-neras. “Los mensajeros de Dios en las grandes ciudades no deben desalen-tarse […]. Recuerden los que están em-peñados en el ministerio de salvar las almas que, a pesar de que son muchos los que no quieren escuchar los con-sejos que Dios da en su palabra, no se

apartará todo el mundo de la luz y la verdad ni de las invitaciones de un Sal-vador paciente y tolerante. En toda ciu-dad, por muy llena que esté de violen-cia y de crímenes, hay muchos que con la debida enseñanza pueden aprender a seguir a Jesús. A miles puede comuni-carse así la verdad salvadora…” (Profe-tas y reyes, p. 207).

La División Sudamericana atiende ocho países: Argentina, Bolivia, Bra-sil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Cada país tiene cultura, et-nia, y desafíos económicos y políticos bien definidos y claros. Ante esto, te-nemos una misma misión, pero rea-lidades sensiblemente bien diferen-tes. Son 315.754.766 habitantes frente a 2.037.772 (31/12/2011) adventistas del séptimo día. Esto significa 155 habitantes por adventista, o solo el 0,65% de la población. Estos números nos ayudan a analizar y entender el ta-maño de la misión que todavía tene-mos que cumplir en nuestras tierras. Dentro de este marco, están las gran-des ciudades, en las que necesitamos avanzar con osadía, fe y el poder del Espíritu Santo.

* Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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12 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

Cuando miramos nuestros cen-tros urbanos, reconocemos que mu-chos de ellos todavía tienen una escasa presencia adventista. Por eso, “Debe-mos […] hacer lo mejor, avanzando con toda la energía posible para establecer un comienzo en las grandes ciudades. Si en el pasado hubiéramos trabajado de acuerdo con los métodos del Señor, muchas luces que se están apagando se-guirán brillando con fuerza” (El minis-terio médico, p. 401).

¿Qué hacer ante esta situación? Solo nos queda aceptar el desafío de buscar

el poder del Espíritu Santo, elaborar pla-nes, unir fuerzas, enfocar energías, in-vertir recursos y creer en los milagros que Dios hará. “El Señor desea que pro-clamemos el mensaje del tercer ángel con poder en estas ciudades[...] Mien-tras trabajemos con toda la fuerza que el Señor nos concede, y con humildad de corazón, colocando nuestra entera confianza en él, nuestras labores no se-rán infructíferas […] y muchas almas se-rán salvadas. El Señor […] manda […] el poder de su Espíritu Santo para conven-cer y convertir. Todo el cielo respaldará

vuestras súplicas a la gente” (El evange-lismo, p. 32).

Para facilitar el conocimiento de las mayores ciudades de cada una de nues-tras uniones, y también la presencia de la iglesia en cada una de ellas, es impor-tante conocer algunos números. A con-tinuación, vea y analice cómo estamos, tanto en los grandes centros como en sus regiones metropolitanas. La realidad nos indica que, en la mayoría de los ca-sos, crecemos más alrededor de las me-trópolis que dentro de ellas. Llegó la hora de equilibrar esa situación.

Inapari Guayaramerin

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SanYgnacio

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Unión Centro-Oeste Brasileña

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SanYgnacio

Porto Alegre Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.409.351 4.092.000Adventistas 8.769 29.613Habitantes por adventista 161 138Iglesias y grupos 54 226Grupos pequeños 170 740Escuelas y colegios 4 12Clínicas 1 1

Curitiba Ciudad Región metropolitana Habitantes 1.751.907 3.462.000Adventistas 15.886 22.249Habitantes por adventista 110 156Iglesias y grupos 37 164Grupos pequeños 451 700Escuelas y colegios 9 11Clínicas 1 1

Unión Sur Brasileña

Campinas Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.080.113 2.818.000Adventistas 5.230 23.054Habitantes por adventista 207 122Iglesias y grupos 36 137Grupos pequeños 50 315Escuelas y colegios 1 7

Unión Central BrasileñaSão Paulo Ciudad Región metropolitana

Habitantes 11.253.503 20.262.000Adventistas 80.503 118.533Habitantes por adventista 140 171Iglesias y grupos 380 742Grupos pequeños 3.262 4.220Escuelas y colegios 24 37Clínica 1 1

GuarulhosHabitantes 1.221.979Adventistas 28.013Habitantes por adventista 44Iglesias y grupos 54Grupos pequeños 135Escuelas y colegios 2

Goiânia Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.302.001 2.173.141Adventistas 9.920 13.273Habitantes por adventista 131 164Iglesias y grupos 63 113Grupos pequeños 276 413Escuelas y colegios 5 5

Brasilia Ciudad Región metropolitanaHabitantes 175.000 3.930.071Adventistas 1.639 21.484Habitantes por adventista 107 183Iglesias y grupos 2 230Grupos pequeños 38 773Escuelas y colegios 1 7

Salvador Ciudad Región metropolitanaHabitantes 2.675.656 3.918.000Adventistas 25.776 35.763Habitantes por adventista 104 110Iglesias y grupos 219 355Grupos pequeños 1.085 1.516Escuelas y colegios 10 10

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13Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

vuestras súplicas a la gente” (El evange-lismo, p. 32).

Para facilitar el conocimiento de las mayores ciudades de cada una de nues-tras uniones, y también la presencia de la iglesia en cada una de ellas, es impor-tante conocer algunos números. A con-tinuación, vea y analice cómo estamos, tanto en los grandes centros como en sus regiones metropolitanas. La realidad nos indica que, en la mayoría de los ca-sos, crecemos más alrededor de las me-trópolis que dentro de ellas. Llegó la hora de equilibrar esa situación.

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Unión Centro-Oeste Brasileña

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Unión Sudeste Brasileña

Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

Doctor Pedro P. Pena

SanYgnacio

Campinas Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.080.113 2.818.000Adventistas 5.230 23.054Habitantes por adventista 207 122Iglesias y grupos 36 137Grupos pequeños 50 315Escuelas y colegios 1 7

Goiânia Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.302.001 2.173.141Adventistas 9.920 13.273Habitantes por adventista 131 164Iglesias y grupos 63 113Grupos pequeños 276 413Escuelas y colegios 5 5

Brasilia Ciudad Región metropolitanaHabitantes 175.000 3.930.071Adventistas 1.639 21.484Habitantes por adventista 107 183Iglesias y grupos 2 230Grupos pequeños 38 773Escuelas y colegios 1 7

Río de Janeiro Ciudad Región metropolitanaHabitantes 6.320.446 11.950.000Adventistas 20.677 37.845Habitantes por adventista 306 316Iglesias y grupos 223 327Grupos pequeños 463 1.052Escuelas y colegios 6 9Clínicas 2 2

Belo Horizonte Ciudad Región metropolitanaHabitantes 2.375.151 5.852.000Adventistas 9.200 16.567Habitantes por adventista 258 353Iglesias y grupos 40 182Grupos pequeños 440 1.056Escuelas y colegios 3 3

Unión Este BrasileñaSalvador Ciudad Región metropolitana

Habitantes 2.675.656 3.918.000Adventistas 25.776 35.763Habitantes por adventista 104 110Iglesias y grupos 219 355Grupos pequeños 1.085 1.516Escuelas y colegios 10 10

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Unión Nordeste Brasileña

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Villa Hayes

Doctor Pedro P. Pena

SanYgnacio

Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

Doctor Pedro P. Pena

SanYgnacio

Unión Norte Brasileña

Unión Noroeste Brasileña

Fortaleza Ciudad Región metropolitanaHabitantes 2.452.185 3.719.000Adventistas 10.697 13.655Habitantes por adventista 229 272Iglesias y grupos 73 146Grupos pequeños 350 1.642Escuelas y colegios 1 1

Recife Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.537.704 3.871.000Adventistas 9.454 19.575Habitantes por adventista 163 198Iglesias y grupos 42 237Grupos pequeños 188 713Escuelas y colegios 2 2

Belém Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.393.399 2.191.000Adventistas 16.450 24.183Habitantes por adventista 85 91Iglesias y grupos 115 185Grupos pequeños 390 836Escuelas y colegios 8 9Clínicas 1 1

São Luís Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.014.837 1.283.000Adventistas 17.754 22.692Habitantes por adventista 57 57Iglesias y grupos 156 211Grupos pequeños 641 713Escuelas y colegios 4 4

Manaus Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.802.014 2.062.344Adventistas 29.320 45.207Habitantes por adventista 61 46Iglesias y grupos 244 397Grupos pequeños 1.454 2.420Escuelas y colegios 9 13Hospital 1 1

Porto Velho Ciudad Región metropolitanaHabitantes 428.527 1.283.000Adventistas 26.357 22.692Habitantes por adventista 16 57Iglesias y grupos 304 211Grupos pequeños 960 713Escuelas y colegios 4 4

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Unión Norte Brasileña

Unión Argentina

Inapari Guayaramerin

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SanYgnacio

Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

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SanYgnacio

Unión Boliviana

Unión Paraguaya

RosarioHabitantes 1.193.605Adventistas 1.814Habitantes por adventista 658Iglesias y grupos 15Grupos pequeños 45Escuelas y colegios 1

CórdobaHabitantes 1.329.604Adventistas 3.473Habitantes por adventista 383Iglesias y grupos 31Grupos pequeños 46Escuelas y colegios 2

Ciudad de Buenos Aires Ciudad Región metropolitanaHabitantes 2.890.151 13.074.000Adventistas 4.225 22.998Habitantes por adventista 684 568Iglesias y grupos 18 166Grupos pequeños 98 399Escuelas y colegios 0 4Clínicas 1 1

Ciudad del EsteHabitantes 320.782Adventistas 250Habitantes por adventista 1.283Iglesias y grupos 1Grupos pequeños 12Escuelas 1

Asunción Ciudad Región metropolitanaHabitantes 542.043 2.030.000Adventistas 2.000 3.427Habitantes por adventista 271 592Iglesias y grupos 8 21Grupos pequeños 27 85Escuelas y colegios 1 1Clínicas 1 1

Santa Cruz de la Sierra Ciudad Región metropolitanaHabitantes 618.384 1.147,176Adventistas 4.132 11.004Habitantes por adventista 150 104Iglesias y grupos 27 89Grupos pequeños 116 236Escuelas y colegios 2 4

Cochabamba Ciudad Región metropolitanaHabitantes 1.651,436 1.894,70Adventistas 8.986 9.713Habitantes por adventista 184 195Iglesias y grupos 79 92Grupos pequeños 179 241Escuelas y colegios 3 4

La Paz Ciudad Región metropolitanaHabitantes 840.209 1.941,940Adventistas 8.122 23.810Habitantes por adventista 103 82Iglesias y grupos 63 201Grupos pequeños 105 191Escuelas y colegios 3 10

Map

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Rep

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edad

ley:

No 1

1.72

3

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16 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

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Unión Chilena

Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

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Unión Uruguaya

Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

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SanYgnacio

Unión Ecuatoriana

Santiago Región Metropolitana Provincia de Santiago Comuna de SantiagoHabitantes (estimativo) 7.003.122 6.883.563 227.360Adventistas 32.990 29.670 1.035Hab. por adventista 208 232 219Iglesias y grupos 205 176 7Grupos pequeños 548 490 21Escuelas y colegios 7 7 0

Valparaíso Región de Valparaíso Provincia de Valparaíso Comuna de Valparaíso

Habitantes (estimativo) 1.869.327 907.452 270.242Adventistas   2.915 1.630Hab. por adventista   311 165Iglesias y grupos   26 11Grupos pequeños   47 27Escuelas y colegios   1 1

Concepción Región del Bío Bío Provincia de Concepción Comuna de Concepción

Habitantes (estimativo) 2.236.443 1.334.928 229.665Adventistas 23.450 10.291 2.417Hab. por adventista 95 96 95Iglesias y grupos 150 58 15Grupos pequeños 325 148 47Escuelas y colegios 9 5 2

MontevideoHabitantes 1.292.348Adventistas 1.566Habitantes por adventista 825Iglesias y grupos 9Grupos pequeños 35Escuelas 4

QuitoHabitantes 2.239.191Adventistas 7.326Habitantes por adventista 306Iglesias y grupos 332Grupos pequeños 325Escuelas y colegios 3Clínicas 1

GuayaquilHabitantes 2.526.927Adventistas 6.667Habitantes por adventista 379Iglesias y grupos 304Grupos pequeños 376Escuelas y colegios 3

TrujilloHabitantes 804.296Adventistas 36.425Habitantes por adventista 22Iglesias y grupos 572Grupos pequeños 1.129Escuelas y colegios 4

LimaHabitantes 8.472.935Adventistas 61.803Habitantes por adventista 137Iglesias y grupos 652Grupos pequeños 2.489Escuelas y colegios 15Clínica 1

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17Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

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SanYgnacio

Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

Doctor Pedro P. Pena

SanYgnacio

Unión Peruana del Norte

Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

Doctor Pedro P. Pena

SanYgnacio

Unión Peruana del SurUnión Uruguaya

Unión Peruana del Norte y Unión Peruana del Sur Inapari Guayaramerin

Villa Hayes

Doctor Pedro P. Pena

SanYgnacio

MontevideoHabitantes 1.292.348Adventistas 1.566Habitantes por adventista 825Iglesias y grupos 9Grupos pequeños 35Escuelas 4

TrujilloHabitantes 804.296Adventistas 36.425Habitantes por adventista 22Iglesias y grupos 572Grupos pequeños 1.129Escuelas y colegios 4

Arequipa CiudadHabitantes 836.859Adventistas 10.054Habitantes por adventista 83Iglesias y grupos 82Grupos pequeños 715Escuelas y colegios 2

LimaHabitantes 8.472.935Adventistas 61.803Habitantes por adventista 137Iglesias y grupos 652Grupos pequeños 2.489Escuelas y colegios 15Clínica 1

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18 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

buenos Aires

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Ciudad de Buenos Aires, prioridad número unoEn la ciudad, apenas el 9,1% de la población se denomina evangélica, mientas que el 18% se dice indiferente a cualquier clase de religión. Esta es una de las fuertes dificultades para el crecimiento.

Cada gran ciudad sudamericana representa un desaf ío especial. Pero de entre ellas, una se des-taca por sus necesidades espe-

ciales: Buenos Aires, la capital argentina y, por extensión, su región metropolita-na. En función de su tamaño, influencia, secularización y desaf íos de crecimiento de la iglesia, fue escogida como la priori-dad número “uno” en las acciones de im-pacto junto a las grandes ciudades.

La presencia adventista en la región fue establecida en 1895, por el pionero Francisco Westphal, con el estableci-miento de la primera iglesia, que con-gregaba a cerca de 20 miembros. Solo en 1932 fue inaugurado el primer tem-plo, en Palermo, y en 1933 se realizaron los primeros bautismos en la nueva con-gregación. Ya han pasado 119 años desde los días del Pr. Westphal, y hoy la reali-dad es diferente. En la ciudad de Buenos Aires, que es la Capital Federal, viven 2.890.151 habitantes, y apenas tenemos 4.225 miembros, divididos en 18 con-gregaciones. En la región metropolitana, con sus 1.074.000 habitantes, alcanza-mos 22.998 miembros en 166 iglesias y grupos. La iglesia posee cuatro insti-tuciones educativas, con 977 alumnos, pero ninguna está dentro de los lími-

tes de la Capital Federal. En los últimos diez años, de 2002 a 2011, el número de miembros creció un 33% en toda la re-gión. Se abrieron 46 nuevas congrega-ciones y 7 distritos pastorales. Los diez-mos crecieron el 623%, con una media anual del 22,5%, y las ofrendas tuvie-ron un aumento del 504,95%, con una media anual del 22,5%. Solo para refe-rencia, la inflación estimada para 2011 estuvo alrededor del 28%. A pesar del crecimiento, es evidente que nuestra presencia dentro de la metrópolis, en especial en la Capital Federal, es extre-madamente desafiante. Somos apenas 1 adventista por cada 648 habitantes.

Buenos Aires es una metrópolis con mucho confort, atracciones especiales, turismo fuerte, intensa vida nocturna, gente con mente posmoderna, y toda clase de distracciones, presión, falta de tiempo y secularización, típicas de las grandes ciudades. Dentro de esta reali-dad, muchos parecen dejar a Dios fuera de sus planes, al estar tan ocupados con intereses personales. En la ciudad, ape-nas el 9,1% de la población se denomina evangélica, mientas que el 18% se dice indiferente a cualquier clase de religión. Esta es una de las fuertes dificultades para el crecimiento.

La realidad puede ser mejor com-prendida cuando observamos el creci-miento de otras denominaciones den-tro de la ciudad. En 1920, las religiones protestantes no pentecostales poseían solo 24 templos en la región metropoli-tana, y ninguno de ellos era adventista, pues recién inauguramos el primero en 1932. En el mismo período, los pente-costales tenían solo una congregación. En 1992, la realidad ya demostraba una inversión de los términos. Los no pen-tecostales poseían 90 templos, y varios de ellos eran adventistas, mientras que los pentecostales ya alcanzaban 120. En otras palabras, el 57% de los tem-plos evangélicos de la ciudad eran pen-tecostales, siendo que en 1920 ellos re-presentaban apenas el 4%. A pesar de no tener números más actuales, la rea-lidad ha indicado que el ritmo y el per-fil del crecimiento cambiaron. En los últimos 20 años, más de la mitad de los registros de nuevos cultos dentro del país, católicos, evangélicos y otros, está concentrado dentro de la ciudad y su región metropolitana. No hay duda de que la población está abierta a los temas espirituales. Si no presentamos la verdad, otros grupos aprovecharán esta puerta abierta, presentando un

mensaje superficial. Eso queda claro cuando vemos que, en todo el país, el 73% dice guardar los Mandamientos bíblicos, a pesar de que el menos ob-servado, con el 59%, es el Día de reposo.

Un escenario general de las religio-nes en el país presenta a la Iglesia Ad-

Page 19: Esperanza para las grandes ciudades

19Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

La capital argentina es uno de los mayores desafíos misioneros en Sudamérica.

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Buenos ejemplos en Buenos AiresUn ejemplo de proyecto, en el contexto

urbano de la capital argentina, viene de parte de los jóvenes. En el invierno de 2005, cuatro jóvenes adventistas de la iglesia de Liniers, Buenos Aires, no se pudieron quedar de brazos cruzados frente a la realidad. Decidieron que, de una vez por todas, pondrían en práctica el evangelio de Jesús. Allí nació Ayuda Urbana, una organización sin fi nes de lucro, cuyo propósito es prestar ayuda a las personas que viven en las calles y comunicarles el amor de Dios. En el comienzo, el proyecto era solo un lindo deseo. Pero después del primer viernes de noche que salieron a repartir alimentos y hablar a las personas sobre Dios, todo comenzó a tomar forma. En esa primera salida, visitaron a algunas personas que vivían debajo de un puente del barrio porteño de Liniers. Llevaron frutas, cuatro sándwiches y una bolsa de ropa.

Los jóvenes comenzaron a comprometerse con el ministerio: anotaban el nombre de las personas que ayudaban, para continuar orando por ellas; también detallaban, en un cuaderno, cuáles eran sus necesidades y, al siguiente viernes, regresaban con todo lo que habían recolectado para satisfacer específi camente sus necesidades. Con el tiempo, los jóvenes comenzaron a comprender el lenguaje de los “sin techo”, aprendieron a ponerse en el lugar de ellos. Comenzaron a abrazar a estas personas y a sentarse o arrodillarse a su lado para escuchar mejor sus problemas. Las personas veían que las trataban de igual a igual, que se preocupaban sinceramente por ellas… Y las barreras comenzaron a desvanecerse. Una vez que los jóvenes atendían sus necesidades físicas y emocionales, podían hablarles abiertamente de Jesús.

Cuando hablan de Jesús a las personas, también oran con ellas y entregan, al que sabe leer, las publicaciones de la Iglesia Adventista (unas 170 publicaciones por salida). También les ofrecen estudios sistemáticos de la Palabra de Dios. Muchos de ellos aceptan y, gracias a este trabajo de Ayuda Urbana, 36 personas están estudiado o estudiaron la Biblia, 38 asisten a la iglesia y 2 personas ya se han bautizado.

1. Implantar la visión del discipulado con énfasis en la comunión, las relaciones y la misión.

2. Establecer cuatro centros de infl uencia utilizando las siguientes instituciones de la iglesia:• Clínica Adventista Belgrano.• Restaurante Granix.• Escuelas adventistas.• Iglesias de la Capital Federal.

3. Envolucrar a 3.000 jóvenes en un gran movimiento de evangelismo con Misión Caleb.

4. Distribuir 300 mil DVD “La última esperanza”

5. Realizar un gran proyecto reencuentro, que abarque a 6 mil ex adventistas y lleve al bautismo a 500 de ellos.

6. Realizar un proyecto especial de evangelismo a través de la Radio Nuevo Tiempo, alcanzando a 4 millones de personas.

7. Organizar 167 campañas de evangelismo en el Gran Buenos Aires entre los meses de agosto y septiembre, con la participación de 75 pastores, 60 estudiantes de Teología y 40 evangelistas voluntarios.

8. Realizar una campaña de evangelismo de cosecha vía satélite desde Buenos Aires para todo el país, con el Pr. Luís Gonçalves en septiembre de 2013.

9. Llevar 3 mil personas al bautismo.10. Plantar cuatro nuevas iglesias.

IMpACtANdo lA CIudAd dE buENos AIREs - Los 10 desafíos para 2013

La realidad puede ser mejor com-prendida cuando observamos el creci-miento de otras denominaciones den-tro de la ciudad. En 1920, las religiones protestantes no pentecostales poseían solo 24 templos en la región metropoli-tana, y ninguno de ellos era adventista, pues recién inauguramos el primero en 1932. En el mismo período, los pente-costales tenían solo una congregación. En 1992, la realidad ya demostraba una inversión de los términos. Los no pen-tecostales poseían 90 templos, y varios de ellos eran adventistas, mientras que los pentecostales ya alcanzaban 120. En otras palabras, el 57% de los tem-plos evangélicos de la ciudad eran pen-tecostales, siendo que en 1920 ellos re-presentaban apenas el 4%. A pesar de no tener números más actuales, la rea-lidad ha indicado que el ritmo y el per-fi l del crecimiento cambiaron. En los últimos 20 años, más de la mitad de los registros de nuevos cultos dentro del país, católicos, evangélicos y otros, está concentrado dentro de la ciudad y su región metropolitana. No hay duda de que la población está abierta a los temas espirituales. Si no presentamos la verdad, otros grupos aprovecharán esta puerta abierta, presentando un

mensaje superfi cial. Eso queda claro cuando vemos que, en todo el país, el 73% dice guardar los Mandamientos bíblicos, a pesar de que el menos ob-servado, con el 59%, es el Día de reposo.

Un escenario general de las religio-nes en el país presenta a la Iglesia Ad-

ventista del Séptimo Día como una de las que posee el mayor número de tem-plos. Se dice que es “signifi cativa su dis-tribución en todo el país” y alcanza a los “sectores medios de la población” (Guía de libertad religiosa de Buenos Aires, Editorial Biblos, 2003, p. 270).

Page 20: Esperanza para las grandes ciudades

20 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

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20 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

Dise

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Unión Norte Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

ABA Belém 1.393.399ASPa Marabá 233.669AMa Sao Luís 1.014.837MOPa Santarém 294.580MSMa Imperatriz 247.505Límite de lecho y subsuelo.

Límite exterior del Rio de la Plata.

Límite lateral marítimo Argen-tino - Uruguayo.

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Page 21: Esperanza para las grandes ciudades

21Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012 21Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

prioridades

Las regiones de� nen sus prioridades

Más allá de las grandes metrópolis, con sus millo-nes de habitantes, cada Asociación o Misión del territorio sudamericano tiene una ciudad gran-de que, en 2013, deberá recibir atención espe-

cial. Cada una de ellas representa la mayor concentración de habitantes de la región y, al mismo tiempo, el mayor desaf ío lo-cal. Dentro del énfasis en los grandes centros, aquellas deberán recibir proyectos, apoyo e inversiones especiales, con el obje-tivo de ampliar y consolidar la presencia de la iglesia. En cada una de ellas, debemos comenzar a escribir una nueva histo-ria. No tenemos tiempo que perder. “Como pueblo, necesita-mos acelerar la obra en las ciudades” (El evangelismo, p. 26).

Unión Sudeste Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

AES Vitória 327.801AMC Belo Horizonte 2.375.151AME Governador Valadares 263.689AMS Juiz de Fora 516.247ARF São Gonçalo 999.728ARJ – ARS Rio de Janeiro 6.320.446ASES Vila Velha 414.586

Unión Este Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

AB Salvador 2.675.656

ABaC Feira de SantanaJuazeiro

556.642197.965

ABS ItabunaIlhéus

204.667184.236

MBS Vitória da ConquistaBarreiras

306.866137.427

MSe Aracaju 571.149

Unión Norte Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

ABA Belém 1.393.399ASPa Marabá 233.669AMa Sao Luís 1.014.837MOPa Santarém 294.580MSMa Imperatriz 247.505

Unión Noroeste Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

AAmO Porto Velho 428.527ASuR Ji-Paraná 116.610ACeAm Manaus 1.802.014AAmaR Boa Vista 284.313

Límite exterior del Rio de la Plata.

Page 22: Esperanza para las grandes ciudades

22 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 201222 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

Unión Argentina Unión Paraguaya

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

UP Asunción 542.043

Misión Ciudad HabitantesMES Guayaquil 2.526.927MEN Quito 2.239.191

Unión Ecuatoriana

Unión Peruana del Norte

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

APCE– MiCOP Lima – Norte 4.420.182ANoP Trujillo 804.296

MPN ChiclayoPiura

574.408450.363

MNO Tarapoto 117.184

Unión Chilena

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

AMCh – MSMCh Grande Santiago 6.883.563MChP Valparaiso 907.452ACSCh Concepción 989.422MPCh La Serena 427.794AACh Temuco 303.813MNCh Antofagasta 360.473MCCh Rancagua 214.344

Unión Peruana del Sur

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

APCS Lima - Sul 4.052.753MPS Arequipa 836.859MSOP Cuzco 358.052MLT Juliaca 225.146MAC Huancayo 323.054MOP Pucallpa 204.772

Unión Boliviana

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

MBO La Paz (área metropolitana) 1.552.156MBC Cochabamba 1.052.642MOB Santa Cruz 2.102.998

Unión Uruguaya

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

UU Montevideo 1.292.348Asociación o Misión Ciudad Habitantes

AC Florianópolis 421.240ACSR Porto Alegre, Zona Norte 706.990ASR Porto Alegre, Zona Sul 702.361ASP – ACP Curitiba 1.751.907ANP Londrina 506.701MOSR Santa Maria 261.031ANC Joinville 515.288

Unión Sur Brasileña

Unión Central Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

APL – APS São Paulo 11.253.503AP Santos 419.400APaC Campinas 1.080.113APSO Sorocaba 586.625APO Ribeirão Preto 604.682APV Guarulhos 1.221.979

Unión Centro-Oeste Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

APLaC Brasilia 2.570.160ABC Goiânia 1.302.001AMT Cuiabá 501.098MTO Palmas 228.332ASM Campo Grande 786.797

Unión Nordeste Brasileña

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

APe Recife 1.537.704

MPeC CaruaruPetrolina

314.912293.962

ACN FortalezaTeresina - PI

2.452.185814.230

MN Natal – RNJoão Pessoa - PB

803.739723.515

MisAl Maceió 932.748

1.Asociación General US$ 250.000

2.División Sudamericana y sus instituciones US$ 6.950.000

3. Unión Sur Brasileña US$ 12.000.000

4.Unión Central Brasileña US$ 10.000.000

5.Unión Centro-Oeste Brasileña US$ 4.000.000

6.Unión Sudeste Brasileña US$ 2.500.000

7.Unión Este Brasileña US$ 2.500.000

8.Unión Nordeste Brasileña US$ 2.500.000

9.Unión Argentina US$ 2.500.000

10.Unión Norte Brasileña US$ 2.000.000

11.Unión Noroeste Brasileña US$ 2.000.000

12.Unión Chilena US$ 2.000.000

13.Unión Peruana del Norte US$ 800.000

14.Unión Peruana del Sur US$ 800.000

15.Unión Ecuatoriana US$ 500.000

16.Unión Boliviana US$ 400.000

17.Unión Paraguaya US$ 150.000

18.Unión Uruguaya US$ 150.000

total general us$ 52.000.000

Recursos e inversionesEl llamado de Dios es claro con respecto a la obra

que debe realizarse en los grandes centros. Pero la res-ponsabilidad está en nuestras manos. Él desea orien-tar, bendecir y capacitar, pero necesitamos aplicar en esa dirección, de manera especial, los recursos que hemos recibido.

Para que este movimiento en los grandes centros pueda avanzar y esté bien estructurado, será preciso una gran inversión. Las propiedades, el alquiler o los proyectos especiales tienen un costo más elevado en estos lugares, en comparación con las ciudades más pequeñas. Para que algo realmente destacado pueda suceder, las uniones, los campos, las instituciones y la División Sudamericana están formando un fondo que deberá alcanzar los US$ 50 millones (cincuenta millones de dólares).

Los valores que aparecen a continuación son inver-siones realizadas por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en sus diferentes instancias y niveles, que inclu-yen la construcción de templos, escuelas, colegios y otros proyectos específi cos en las grandes ciudades.

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

AAC Rosario 1.193.605AAN Formosa 233.223AAS Neuquén 362.673

ABo

Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2.890.151

Partidos del Gran Buenos Aires 11.916.129

MANo Santiago del Estero - La Banda 333.866MOA Mendoza y Gran Mendoza 966.745

Page 23: Esperanza para las grandes ciudades

23Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012 23Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

Misión Ciudad HabitantesMES Guayaquil 2.526.927MEN Quito 2.239.191

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

APCE– MiCOP Lima – Norte 4.420.182ANoP Trujillo 804.296

MPN ChiclayoPiura

574.408450.363

MNO Tarapoto 117.184

Asociación o Misión Ciudad Habitantes

APCS Lima - Sul 4.052.753MPS Arequipa 836.859MSOP Cuzco 358.052MLT Juliaca 225.146MAC Huancayo 323.054MOP Pucallpa 204.772

1.Asociación General US$ 250.000

2.División Sudamericana y sus instituciones US$ 6.950.000

3. Unión Sur Brasileña US$ 12.000.000

4.Unión Central Brasileña US$ 10.000.000

5.Unión Centro-Oeste Brasileña US$ 4.000.000

6.Unión Sudeste Brasileña US$ 2.500.000

7.Unión Este Brasileña US$ 2.500.000

8.Unión Nordeste Brasileña US$ 2.500.000

9.Unión Argentina US$ 2.500.000

10.Unión Norte Brasileña US$ 2.000.000

11.Unión Noroeste Brasileña US$ 2.000.000

12.Unión Chilena US$ 2.000.000

13.Unión Peruana del Norte US$ 800.000

14.Unión Peruana del Sur US$ 800.000

15.Unión Ecuatoriana US$ 500.000

16.Unión Boliviana US$ 400.000

17.Unión Paraguaya US$ 150.000

18.Unión Uruguaya US$ 150.000

total general us$ 52.000.000

Recursos e inversionesEl llamado de Dios es claro con respecto a la obra

que debe realizarse en los grandes centros. Pero la res-ponsabilidad está en nuestras manos. Él desea orien-tar, bendecir y capacitar, pero necesitamos aplicar en esa dirección, de manera especial, los recursos que hemos recibido.

Para que este movimiento en los grandes centros pueda avanzar y esté bien estructurado, será preciso una gran inversión. Las propiedades, el alquiler o los proyectos especiales tienen un costo más elevado en estos lugares, en comparación con las ciudades más pequeñas. Para que algo realmente destacado pueda suceder, las uniones, los campos, las instituciones y la División Sudamericana están formando un fondo que deberá alcanzar los US$ 50 millones (cincuenta millones de dólares).

Los valores que aparecen a continuación son inver-siones realizadas por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en sus diferentes instancias y niveles, que inclu-yen la construcción de templos, escuelas, colegios y otros proyectos específi cos en las grandes ciudades.

La participación de cada institución deberá ser la siguiente:

Las inversiones deberán ser canalizadas hacia al-gunas iniciativas prioritarias, que van más allá de los proyectos regulares. Todas deberán tener como base el concepto de evangelismo integrado, e incluir cada área de la iglesia en la misión. “El Señor desea que las ciudades sean amonestadas por los esfuerzos unidos de obreros de diferentes capacidades” (Obreros evan-gélicos, p. 358).

1. Comprar terrenos en las regiones más desafi antes. “La luz dada reiteradamente por el Espíritu de Dios es: […] Entrad en las grandes ciudades, y cread interés entre los encumbrados y los humildes” (Testimonios para los ministros, p. 400).

2. Establecer diferentes centros de infl uencia. “Nuestros obreros deben presentar […] un claro resumen de nuestro plan de trabajo […] para establecer esta obra sobre una base fi rme. Algunos de ellos serán inducidos por el Espíritu Santo a invertir los recursos del Señor de una manera que hará pro-gresar su causa. Cumplirán su propósito ayudando a

crear centros de infl uencia en las ciudades grandes” (Obre-ros evangélicos, p. 374).

3. Establecer emi-soras de radio y tv Nuevo tiempo (ca-nal abierto, por cable o suscripción).

4. Realizar campa-ñas de evangelismo de cosecha, incluyendo a administradores, pasto-res, profesores, colportores, médicos y evangelistas vo-luntarios como Calebs, mu-jeres y músicos, entre otros. Cada gran ciudad puede te-ner una meta osada de evan-gelistas voluntarios capaci-tados para actuar en los proyectos. “¡Ojalá viéra-mos las necesidades de es-tas grandes ciudades como Dios las ve! Debemos hacer planes para colocar en esas urbes a hombres capaces que puedan presentar el mensaje del tercer ángel de una ma-nera tan poderosa que con-mueva el corazón” (El evan-gelismo, p. 32).

Page 24: Esperanza para las grandes ciudades

24 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 201224 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

plantación de iglesias

Ejemplo de templo en una metrópoli: iglesia central de Curitiba - Brasil.

Plantación de iglesias en las gRANdEsCIudAdEs

La plantación intencional de igle-sias en las grandes ciudades tie-ne base bíblica y en el Espíritu de Profecía. En textos como Jo-

nás 1:2 y 3:10, Dios ordena al profeta: “Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad…” En otras partes como Génesis 4:17, es posible observar que la primera ciudad fue establecida por Caín como una acto de rebeldía contra Dios. El plan original de Dios era que las perso-

nas no se concentraran en un solo lugar, por causa de la maldad que allí también había, sino que salieran a evangelizar las grandes ciudades.

Otro ejemplo viene de las ciudades estratégicas de Sodoma y Gomorra. Esa región había sido literalmente in-fectada por la maldad, incluso la fami-lia del único hombre piadoso, llamado Lot. En los tiempos actuales, la misión es entrar en las ciudades para proclamar la

verdad bíblica. Este es el tiempo en que los adventistas deben hacer allí su parte. Ahora es el tiempo de presentar el evan-gelio de salvación en esos lugares. El me-jor método es establecer centros de in-fl uencia para plantar iglesias.

Para alcanzar las grandes ciudades dentro del contexto de la plantación de nuevas iglesias, la estrategia pasa por los siguientes puntos:

Capacitación. Capacitar a las igle-sias existentes en la estrategia evangelís-ticas de establecer iglesias en las gran-des ciudades, conocer y trabajar con sabiduría en las mentes posmodernas y secularizadas.

Grupos pequeños. Tener como base para la plantación de iglesias a los Grupos pequeños, intencionalmente pre-parados para el inicio de una nueva iglesia.

Centros de infl uencia. Estable-cer en locales alquilados centros de in-fl uencia con el fi n de ofrecer ayuda para las grandes necesidades de los que viven en las grandes ciudades y, después, pre-sentar la gran esperanza. Algunos ejem-plos de centros de infl uencia podrían ser los encuentros de pareja y los progra-mas de salud.

Evangelismo urbano. Desarro-llar series de evangelismo público, te-niendo como base los Grupos peque-ños. Es necesario tener en mente el pensamiento secularizado y posmo-derno de la gente.

Iglesia madre. Fortalecer las igle-sias existentes para que puedan conver-tirse en generadoras de nuevas iglesias, trasplantando miembros que vivan en esos barrios, para iniciar la obra en nue-vos lugares.

El balance del primer año del pro-yecto en el ámbito sudamericano mues-tra que la estrategia intencional de plan-tar nuevas iglesias da resultado. En 2011, se establecieron 1.658 nuevas congrega-ciones relacionadas directamente con la

El secreto del éxitoEl Pr. Erton Köhler explica por qué la

plantación de iglesias alcanzó el éxito en tan poco tiempo de experiencia, espe-cialmente en la comparación con años anteriores. En su opinión, uno de los puntos fuertes del proyecto es la capa-citación previa de los pastores y los lí-deres de las iglesias mayores, las llama-das iglesias madre, que darán origen a las nuevas congregaciones. Otro aspecto resaltado por el líder adventista en Sud-américa es la estrategia de conectar la compra del terreno de la futura iglesia con el plantío. Eso disminuye los casos de apertura de iglesias en sedes preca-rias que desaniman a los nuevos miem-

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Page 25: Esperanza para las grandes ciudades

25Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

La iglesia madre ayuda a fortalecer a las nuevas congregaciones Cochabamba - Bolivia.

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Capacitación. Capacitar a las igle-sias existentes en la estrategia evangelís-ticas de establecer iglesias en las gran-des ciudades, conocer y trabajar con sabiduría en las mentes posmodernas y secularizadas.

Grupos pequeños. Tener como base para la plantación de iglesias a los Grupos pequeños, intencionalmente pre-parados para el inicio de una nueva iglesia.

Centros de infl uencia. Estable-cer en locales alquilados centros de in-fl uencia con el fi n de ofrecer ayuda para las grandes necesidades de los que viven en las grandes ciudades y, después, pre-sentar la gran esperanza. Algunos ejem-plos de centros de infl uencia podrían ser los encuentros de pareja y los progra-mas de salud.

Evangelismo urbano. Desarro-llar series de evangelismo público, te-niendo como base los Grupos peque-ños. Es necesario tener en mente el pensamiento secularizado y posmo-derno de la gente.

Iglesia madre. Fortalecer las igle-sias existentes para que puedan conver-tirse en generadoras de nuevas iglesias, trasplantando miembros que vivan en esos barrios, para iniciar la obra en nue-vos lugares.

El balance del primer año del pro-yecto en el ámbito sudamericano mues-tra que la estrategia intencional de plan-tar nuevas iglesias da resultado. En 2011, se establecieron 1.658 nuevas congrega-ciones relacionadas directamente con la

plantación de iglesias, mientras que la media histórica, de 2005 a 2008, a modo de ejemplo, llegaba a poco más de 700 iglesias establecidas cada año.

Hay por lo menos dos frentes que se pueden destacar. Uno es el relacionado con las iglesias fundadas en ciudades sin presencia adventista dentro de un tra-bajo pionero, y que involucra grandes es-fuerzos. Otro frente tiene que ver con las iglesias en regiones, o incluso barrios, que surgen a partir de un “empujón” de una congregación mayor en las inmediaciones. Las estadísticas muestran que, en 2011, el

35% de las iglesias fueron plantadas en mu-nicipios sin presencia adventista y el 65% en barrios de grandes ciudades.

Para el año 2015, la sede adventista para los 8 países sudamericanos pre-tende tener 9.000 iglesias abiertas bajo este proyecto. “La plantación de igle-sias, tal como ocurre, es una de las ac-tividades más sólidas realizadas hasta ahora. Antes, teníamos iniciativas ais-ladas. Ahora, trabajamos con un pro-pósito bien defi nido”, destaca el Pr. Er-ton Köhler, líder de la Iglesia Adventista en Sudamérica.

El secreto del éxitoEl Pr. Erton Köhler explica por qué la

plantación de iglesias alcanzó el éxito en tan poco tiempo de experiencia, espe-cialmente en la comparación con años anteriores. En su opinión, uno de los puntos fuertes del proyecto es la capa-citación previa de los pastores y los lí-deres de las iglesias mayores, las llama-das iglesias madre, que darán origen a las nuevas congregaciones. Otro aspecto resaltado por el líder adventista en Sud-américa es la estrategia de conectar la compra del terreno de la futura iglesia con el plantío. Eso disminuye los casos de apertura de iglesias en sedes preca-rias que desaniman a los nuevos miem-

bros y llaman poco la atención de la co-munidad local. “Hoy, en torno del 65% de las congregaciones fundadas en el terri-torio sudamericano ya comienzan con el terreno comprado o el predio inaugu-rado”, informa el presidente.

Otro secreto es la estructura de lide-razgo que migra de la iglesia mayor ha-cia la que se está estableciendo, gene-ralmente con decenas de miembros y una condición fi nanciera mejor, y uti-liza sus habilidades y experiencia para colaborar.

La teoría de la plantación de iglesias, según expertos como el Pr. Emilio Ab-dala, es exitosa cuando la nueva congre-

gación pasa a existir dentro de un plan de sustentación fi nanciera, un liderazgo consolidado y un foco misionero claro.

Es por este motivo que las inversio-nes, en todos los aspectos, han sido las mayores que se hayan realizado por la Iglesia Adventista en Sudamérica. Ade-más de los recursos fi nancieros para la compra de terrenos y la creación de patrones de construcción de igle-sias, la inversión se realiza en entrena-miento, creación de una base a través de los Grupos pequeños, clases bíbli-cas y parejas misioneras, que dan sus-tento en términos de formación de fu-turos líderes.

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Proyecto de Evangelismo

2 0 1 3Las grandes ciudades son un énfasis anual, pero el crecimiento saludable y la acción integrada deben ser metas permanentes de todos nosotros. Dios tiene una visión para su

iglesia. La presentó en su co-misión a los primeros cristia-nos, cuando dijo: “Id… y ha-

ced discípulos” (Mat. 28:19). Su deseo, no obstante, es verla cumplida plenamente en nues-tros días. Como iglesia, en la División Sudamerica-na, queremos aceptar este desaf ío y, a través de una jornada de discipulado, formar cristianos maduros y comprometidos, disminuir la apostasía, desarrollar una iglesia saludable y preparar verdaderamente un pueblo para el encuentro con el Señor.

Nuestra visión de discipulado es sencilla, como debe ser sencillo el camino cristiano y el creci-miento espiritual. Está compuesta de solo tres ele-mentos: comunión, relaciones y misión. En otras palabras, signifi ca:

* Separar la primera hora para la comunión con Dios, usando los recursos devocionales que tenemos a disposición: la Biblia, la Lec-ción de la Escuela Sabática, las Meditaciones

diarias y los libros del Espíritu de Profecía. * Formar parte de un grupo pequeño, desa-

rrollando relaciones saludables de amor, estu-dio de la Biblia y crecimiento espiritual.

* Cumplir la misión, testifi cando a por lo menos una persona, de la esperanza bíblica del breve regreso de Jesús. Cada uno actuando de acuerdo con los dones espirituales.

Todas las diferentes iniciativas y los proyectos de la iglesia deben servir de apoyo y refuerzo a esa vi-sión, dando oportunidad para que nuestros discí-pulos crezcan en su caminar con Dios. Las acciones aisladas o independientes involucran pero no desa-rrollan y, por eso, necesitamos integrarlas dentro de esta visión. Ese es el plan inspirado para el cre-cimiento de la Iglesia Adventista del siglo XXI, que espera ver a Cristo regresar en su generación. Es el camino más sencillo y efi ciente para el crecimiento espiritual y la formación de cristianos maduros.

El proyecto de Evangelismo integrado para 2013 está estructurado dentro de esta visión de discipu-

lado. Presenta tres acciones que se aplican en primera ins-tancia al foco de impactar a las grandes ciudades, que es el objetivo mayor de la iglesia en el territorio de la División Sud-americana en 2013. Pero, al mismo tiempo, serán la base de la actuación para cada iglesia y miembro en todo nuestro territo-rio, independientemente de su tamaño o ubicación. Las gran-des ciudades son un énfasis anual, pero el crecimiento salu-dable y la acción integrada necesitan ser metas permanentes de todos nosotros.

Comunión: Continuaremos motivando a cada miembro de la iglesia a separar la primera hora de cada día para la comunión con Dios, buscando el bautismo del Espíritu Santo y la lluvia tardía. Esa es la base y también el inicio de nuestra jornada, dentro de la visión de reavivamiento y la reforma. Lo que comienza de rodillas permanece de pie. Cuando comenzamos con Dios, impactamos con poder a los que nos rodean, presentando nuestra gran espe-ranza. El énfasis principal se dará en los diez días de clamor por la lluvia tardía, del 28 de febrero al 9 de marzo. El último sábado, será una convocatoria a toda la iglesia para el ayuno y la oración.

plantación de iglesias, especialmente en las grandes ciudades. Cada Asociación o Misión ac-tuará fuertemente en la ciudad escogida a fi n de plantar nue-vas iglesias en regiones de clases sociales elevadas o más desa-fi antes. Al mismo tiempo, cada distrito pastoral plantará una nueva iglesia en el año.

Impacto esperanza. Es la oportunidad para salir a las calles y presentar nuestra gran esperanza. El día “E” (día de esperanza) será el 27 de abril, cuando terminaremos la en-trega del libro La gran esperanza en cada casa, con mapa en mano, para no saltearnos ninguna. “Miles de libros que con-tienen la preciosa luz de la verdad presente deben ser coloca-dos en los hogares de la gente en nuestras grandes ciudades” (Servicio cristiano, p. 189). En los lugares donde el libro ya fue entregado, vamos a distribuir el DVD La última espranza, presentado por el Pr. Luís Gonçalves.

Evangelismo integrado 2013

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27Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

Evangelismo vía satélite y por Internet. Será la cosecha principal, resultado del evangelismo de la amis-tad, las parejas misioneras, las clases bíblicas y los Grupos pe-queños. Durante la campaña, el Pr. Luís Gonçalves estará pre-dicando desde una casa para miembros y amigos que estarán reunidos en Grupos pequeños o en sus casas. En portugués, el programa será realizado del 17 al 23 de noviembre y, en es-pañol, del 24 al 30 de noviembre.

A pesar de tener un énfasis especial en las grandes ciudades, todos pueden participar de diferentes formas, de acuerdo con sus dones espirituales. Unidos, anunciaremos fuertemente la llegada de nuestra gran esperanza, formando discípulos ma-duros y reproductivos.

“Los miembros laicos de nuestras iglesias pueden realizar una obra que hasta ahora apenas ha sido iniciada por ellos. […] Deben sentir amor por las almas, preocupación por trabajar en su favor, y deben estudiar la manera de llevarlas a la verdad. Pueden distribuir nuestras publicaciones, celebrar reuniones en sus casas, llegar a conocer a sus vecinos e invitarlos a venir a esas reuniones. Así harán brillar su luz…” (Joyas de los tes-timonios, t. 3, p. 249).

En 2013, el orador del evangelismo vía satélite será el pastor Luís Gonçalves.

Como hojas de otoño, el mensaje del libro La Gran Esperanza está llegando a millones de personas en las

principales ciudades sudamericanas.

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diarias y los libros del Espíritu de Profecía. * Formar parte de un grupo pequeño, desa-

rrollando relaciones saludables de amor, estu-dio de la Biblia y crecimiento espiritual.

* Cumplir la misión, testifi cando a por lo menos una persona, de la esperanza bíblica del breve regreso de Jesús. Cada uno actuando de acuerdo con los dones espirituales.

Todas las diferentes iniciativas y los proyectos de la iglesia deben servir de apoyo y refuerzo a esa vi-sión, dando oportunidad para que nuestros discí-pulos crezcan en su caminar con Dios. Las acciones aisladas o independientes involucran pero no desa-rrollan y, por eso, necesitamos integrarlas dentro de esta visión. Ese es el plan inspirado para el cre-cimiento de la Iglesia Adventista del siglo XXI, que espera ver a Cristo regresar en su generación. Es el camino más sencillo y efi ciente para el crecimiento espiritual y la formación de cristianos maduros.

El proyecto de Evangelismo integrado para 2013 está estructurado dentro de esta visión de discipu-

lado. Presenta tres acciones que se aplican en primera ins-tancia al foco de impactar a las grandes ciudades, que es el objetivo mayor de la iglesia en el territorio de la División Sud-americana en 2013. Pero, al mismo tiempo, serán la base de la actuación para cada iglesia y miembro en todo nuestro territo-rio, independientemente de su tamaño o ubicación. Las gran-des ciudades son un énfasis anual, pero el crecimiento salu-dable y la acción integrada necesitan ser metas permanentes de todos nosotros.

Comunión: Continuaremos motivando a cada miembro de la iglesia a separar la primera hora de cada día para la comunión con Dios, buscando el bautismo del Espíritu Santo y la lluvia tardía. Esa es la base y también el inicio de nuestra jornada, dentro de la visión de reavivamiento y la reforma. Lo que comienza de rodillas permanece de pie. Cuando comenzamos con Dios, impactamos con poder a los que nos rodean, presentando nuestra gran espe-ranza. El énfasis principal se dará en los diez días de clamor por la lluvia tardía, del 28 de febrero al 9 de marzo. El último sábado, será una convocatoria a toda la iglesia para el ayuno y la oración.

Relaciones: El objetivo es incentivar a cada discípulo a experimentar la vida en comunidad, participando de un Grupo pequeño. A través de estos Grupos pequeños, realizaremos el programa de Semana Santa, del 24 al 31 de marzo, comen-zando en las casas, para terminar de viernes a domingo en la iglesia. Al mismo tiempo, los Grupos pequeños servirán de base para la plantación de iglesias, especialmente en las gran-des ciudades, pero también en cualquier distrito pastoral. “De igual importancia que el esfuerzo público es la obra de casa en casa en los hogares de la gente. En las ciudades grandes hay ciertas clases que no pueden ser alcanzadas por las reuniones públicas. Hay que buscarlas como el pastor busca a su oveja perdida” (Obreros evangélicos, p. 377).

Misión: Estimular a cada discípulo a usar sus dones y participar de programas de testifi cación, dentro de las siguien-tes iniciativas:

plantación de iglesias, especialmente en las grandes ciudades. Cada Asociación o Misión ac-tuará fuertemente en la ciudad escogida a fi n de plantar nue-vas iglesias en regiones de clases sociales elevadas o más desa-fi antes. Al mismo tiempo, cada distrito pastoral plantará una nueva iglesia en el año.

Impacto esperanza. Es la oportunidad para salir a las calles y presentar nuestra gran esperanza. El día “E” (día de esperanza) será el 27 de abril, cuando terminaremos la en-trega del libro La gran esperanza en cada casa, con mapa en mano, para no saltearnos ninguna. “Miles de libros que con-tienen la preciosa luz de la verdad presente deben ser coloca-dos en los hogares de la gente en nuestras grandes ciudades” (Servicio cristiano, p. 189). En los lugares donde el libro ya fue entregado, vamos a distribuir el DVD La última espranza, presentado por el Pr. Luís Gonçalves.

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Iglesia local

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CÓmo PUEDE PartiCiPar LaigLESia LoCaL“El señor llama hoy a los adventistas del séptimo día, en todo lugar, para que se consagren enteramente a él, haciendo todo lo que esté a su alcance para su obra, según las circunstancias en que se encuentren” (Joyas de los testimonios, t. 3, p. 350).

Esta es la visión detrás del pro-yecto mundial y sudamericano para impactar las grandes ciu-dades en 2013: el compromiso

dedicado y consagrado de cada miem-bro, de acuerdo con sus dones espiri-tuales y cada área de acción de la iglesia, dentro de una visión de evangelismo in-tegrado. Cada discípulo, al actuar den-tro de la visión de comunión, relaciones y misión, hace lo mejor para salvar a los otros y ver realizada nuestra gran espe-ranza. A medida que actuamos unidos y con el mismo foco, construimos una iglesia saludable y abrimos las puertas para la poderosa actuación del Espíri-tu Santo.

Podemos tener diferentes y creativas formas de actuar en este movimiento de impacto a los grandes centros. Pero algu-nas acciones más representativas serán:

1. Encuentros de empresa-rios, emprendedores y profe-sionales liberales. “Nuestros obre-ros deben presentar a estos hombres un claro resumen de nuestro plan de tra-bajo explicándoles lo que necesitamos […]. Algunos de ellos serán inducidos por el Espíritu Santo a invertir los recur-sos del Señor de una manera que hará progresar su causa. Cumplirán su pro-pósito ayudando a crear centros de in-fluencia en las ciudades grandes” (Obre-ros evangélicos, p. 374).

a. Encuentro de la Federación de Emprendedores Adventistas del Bra-sil. Presentación del proyecto los días 6

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Empresarios se movilizan en proyecto de evangelización de las grandes ciudades.

Los miembros locales también participarán a través del testimonio personal.

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Esta es la visión detrás del pro-yecto mundial y sudamericano para impactar las grandes ciu-dades en 2013: el compromiso

dedicado y consagrado de cada miem-bro, de acuerdo con sus dones espiri-tuales y cada área de acción de la iglesia, dentro de una visión de evangelismo in-tegrado. Cada discípulo, al actuar den-tro de la visión de comunión, relaciones y misión, hace lo mejor para salvar a los otros y ver realizada nuestra gran espe-ranza. A medida que actuamos unidos y con el mismo foco, construimos una iglesia saludable y abrimos las puertas para la poderosa actuación del Espíri-tu Santo.

Podemos tener diferentes y creativas formas de actuar en este movimiento de impacto a los grandes centros. Pero algu-nas acciones más representativas serán:

1. Encuentros de empresa-rios, emprendedores y profe-sionales liberales. “Nuestros obre-ros deben presentar a estos hombres un claro resumen de nuestro plan de tra-bajo explicándoles lo que necesitamos […]. Algunos de ellos serán inducidos por el Espíritu Santo a invertir los recur-sos del Señor de una manera que hará progresar su causa. Cumplirán su pro-pósito ayudando a crear centros de in-fluencia en las ciudades grandes” (Obre-ros evangélicos, p. 374).

a. Encuentro de la Federación de Emprendedores Adventistas del Bra-sil. Presentación del proyecto los días 6

al 8 de septiembre de 2012 en Fortaleza, Rep. del Brasil, durante la realización del encuentro anual, con la presencia del Pr. Ted Wilson, presidente de la Asociación General.

b. Encuentro de empresarios y pro-fesionales adventistas de habla his-pana. Los días 10 al 16 de febrero de 2013, con la presencia del Pr. Mark Fin-ley, con reuniones especiales en la capi-tal de cada país.Unión Paraguaya – 9 de febreroUnión Uruguaya – 10 de febreroUnión Argentina – 11 de febreroUnión Chilena – 12 de febreroUnión Boliviana – 13 de febreroUnión Peruana del Sur – 14 de febreroUnión Peruana del Norte – 15 de febrero

Unión Ecuatoriana – 16 de febrero2. Campañas locales para

compra de terrenos, construc-ción de nuevos templos y plan-tación de nuevas iglesias. Cada Asociación o Misión organizará sus campañas locales, con proyectos desa-fiantes y definidos, para que los miem-bros puedan colaborar. “De aquí en adelante, la obra de Dios debe avanzar rápidamente; y si su pueblo quiere res-ponder a su llamamiento, él hará a las personas pudientes voluntarias para dar de sus recursos, a fin de facilitar la termi-nación de su obra en la tierra […] en las grandes ciudades que están esperando el mensaje de la verdad” (Consejos so-bre mayordomía, p. 192).

3. las grandes iglesias ur-banas se dividen para plantar nuevas congregaciones en re-giones desafiantes. En regiones más nobles o aparentemente difíciles para la evangelización pública, el trabajo es demorado. Por eso, un núcleo de her-manos necesita aceptar el desafío de sa-lir de su iglesia y plantar una nueva igle-sia. A partir del momento en que existe un grupo de miembros seleccionado y un buen lugar de reuniones, se hace más fácil atraer a las personas de la región.

4. los adventistas testifican y evangelizan a amigos de su mismo nivel social y profesio-nal. Las personas que tienen afinidad terminan entendiéndose mejor y, como

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Las acciones sociales

hacen que la iglesia se

destaque en la

comunidad.

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¿Cómo será la promoción?

Como ha sucedido con todos los otros grandes pro-yectos de la iglesia, todas las fuerzas necesitan es-tar unidas para promover el proyecto de evangelis-mo integrado, y también para ejecutarlo. Vamos a

trabajar con:

1. Edición especial de la Revista Adventista, presen-tando el proyecto en el mes de febrero.

2. Edición especial de la Revista del Anciano y Mi-nisterio Adventista sobre plantío de iglesias en centros ur-banos y énfasis especial, en las demás ediciones, en la visión de reavivamiento, reforma, discipulado y evangelismo.

3. Diferentes promociones en la Guía de Estudio de la Biblia (lecciones de la Escuela Sabática).

4. Sitios de Internet, blogs y redes sociales administra-dos por la iglesia, promoviendo las cinco iniciativas principales.

5. Radio y TV Nuevo Tiempo, promoviendo y acompa-ñando los proyectos, como también alineando algunos de sus programas con los énfasis de la campaña.

6. Artículo mensual con testimonios sobre el avance del proyecto en la Revista Adventista y ASN.

7. Seminario de plantación de iglesia en centros urba-nos, vía satélite, destinado a pastores y líderes. En portugués el 5 de marzo, y en español el 6 de marzo.

INFORMACIONES ADICIONALESRESPONSABILIDADES1. Discipulado: Ministerio Personal – Everon Donato2. Reavivamiento y Reforma – Vicepresidente de la DSA

a. Jornada Espiritual – Mayordomía Cristiana – Miguel Pinheirob. Diez días de oración – Coordinador de Reavivamiento y Reforma – Bruno Rasoc. Día de oración y ayuno – Ministerio de la Mujer – Wiliane Marroni

3. Impacto Grandes Ciudades – Presidente – Erton Köhlera. Fondo especial: Tesorero – Marlon Lopesb. Plantación de iglesias: Misión Global – Edison Choquec. Libro Misionero: Vicepresidente de la DSA – Almir Marronid. DVD: Evangelismo – Luís Gonçalves

4. Semana Santa: Ministerio Personal – Everon Donato5. Evangelismo vía satélite: Evangelismo – Luís Gonçalves

a. Promoción: Evangelismo – Luís Gonçalvesb. Estrategia: Ministerio Personal – Everon Donatoc. Coordinación: Asistente de la Presidencia de la DSA – Edward Heidinger

6. Promoción en la Lección de la Escuela Sabática y producción de revistas especiales: Asistente de la Presidencia de la DSA – Edward Heidinger7. Edición especial de la Revista Adventista: Asistente de la Presidencia de la DSA – Edward Heidinger y editoras8. Edición especial de las Revistas del Anciano y Ministerio Adventista: Asociación Ministerial – Carlos Hein9. Video promocional del proyecto: Comunicación – Edson Rosa y Evangelismo – Luís Gonçalves10. Propagandas: Comunicación – Edson Rosa11. Divulgación de noticias: ASN – Agencia Sudamericana de Noticias – Felipe Lemos12. Internet: Internet DSA – Rogério Ferraz13. Músicas especiales para el CD/DVD del Ministerio de la Música: Ministerio Joven – Areli Barbosa

resultado, crean un clima de aceptación y apertura, además de conocer mejor el abordaje para presentar nuestra esperanza. No podemos perder las oportu-nidades que esa afinidad social o profesional ofrece. “Los esfuerzos personales e individuales y el inte-rés por vuestros amigos y vecinos realizará más de lo que se pueda estimar” (El ministerio de la bon-dad, pp. 98, 99).

5. grupos de miembros que abren igle-sias en los barrios donde viven. Muchos de nuestros miembros viajan desde sus barrios, donde no hay iglesia establecida, hasta un lugar donde se pueden congregar. Esta es una realidad común en los grandes centros. Necesitamos despertar en nuestros hermanos el deseo de, finalmente, plan-tar una iglesia cerca de su casa. A fin de cuentas, ellos pueden transitar un largo camino para llegar a una iglesia, pero sus vecinos no harán lo mismo. “Los creyentes que se encuentran en ellas [gran-des ciudades] deben trabajar para Dios en el vecin-dario de sus moradas” (Testimonios para la igle-sia, t. 9, p. 104).

6. Convertir a la iglesia en relevante y útil a la comunidad donde está situada. Existen muchas carencias y necesidades en la co-munidad donde la iglesia está insertada, que fácil-mente pueden ser atendidas por nuestros pastores, miembros y profesionales. Muchas veces, por otro lado, estamos aislados, y la comunidad no se siente beneficiada por nuestra presencia allí. A medida que amamos y ayudamos, verdaderamente abri-mos las puertas para que vengan, nos visiten y se interesen por el mensaje. Se pueden realizar pro-

yectos de mejoras en la región donde la iglesia está inserta o será plantada, cursos de capacitación en las áreas más carenciadas, proyectos de salud, gru-pos de terapia familiar, entre otros. La lista puede ser grande y creativa. El papel de la Acción Solida-ria Adventista (ASA) dentro de estos proyectos debe ser fundamental.

7. Mantener la iglesia abierta diaria-mente. Muchas veces, cuando las personas necesi-tan o están disponibles, nuestras iglesias están cerra-das. Tenemos horarios de cultos adaptados a nuestra cultura y realidad. Pero ¿por qué no mantener la igle-sia abierta todos los días, poniéndola a disposición de las personas en el momento en que deseen un lugar de paz, refugio o apoyo? Nuestros templos son un patrimonio muchas veces caro y poco aprovechado. Invertimos mucho para construirlos y su uso se re-sume a pocas horas a la semana. Sus puertas pueden estar abiertas para proyectos sociales, cultos, conse-jeria o, sencillamente, como un lugar para la medi-tación personal. Voluntarios, profesionales liberales, amas de casa, jubilados o líderes locales pueden tur-narse en la atención diaria.

8. Informar sobre los servicios de la iglesia en nuestros impresos y medios de comunicación. Cada boletín de la iglesia, pequeño periódico, revista de circulación externa u otro material misionero puede tener un espacio para informar a la comunidad acerca de las diferen-tes actividades que ofrece la iglesia. Lo mismo puede suceder con nuestros programas de radio y televi-sión, o incluso sitios de Internet y redes sociales vol-cados especialmente al público externo.

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promoción

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¿Cómo será la promoción?

Como ha sucedido con todos los otros grandes pro-yectos de la iglesia, todas las fuerzas necesitan es-tar unidas para promover el proyecto de evangelis-mo integrado, y también para ejecutarlo. Vamos a

trabajar con:

1. Edición especial de la Revista Adventista, presen-tando el proyecto en el mes de febrero.

2. Edición especial de la Revista del Anciano y Mi-nisterio Adventista sobre plantío de iglesias en centros ur-banos y énfasis especial, en las demás ediciones, en la visión de reavivamiento, reforma, discipulado y evangelismo.

3. Diferentes promociones en la Guía de Estudio de la Biblia (lecciones de la Escuela Sabática).

4. Sitios de Internet, blogs y redes sociales administra-dos por la iglesia, promoviendo las cinco iniciativas principales.

5. Radio y TV Nuevo Tiempo, promoviendo y acompa-ñando los proyectos, como también alineando algunos de sus programas con los énfasis de la campaña.

6. Artículo mensual con testimonios sobre el avance del proyecto en la Revista Adventista y ASN.

7. Seminario de plantación de iglesia en centros urba-nos, vía satélite, destinado a pastores y líderes. En portugués el 5 de marzo, y en español el 6 de marzo.

lA INvItACIóN INspIRAdA

Las palabras de Elena de White, mensajera del Señor, dejan una invitación inspirada a cada adventista de Sudamérica: “¿No haremos todo lo que está de nuestra parte para hacer avan-zar la obra en todas nuestras grandes ciudades?” (Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 567). “¿Quiénes de entre los que profesan ser el pueblo de Dios harán esta obra sagrada y trabajarán por las almas que perecen por falta de conocimiento? El mundo debe ser amonestado. Me fueron se-ñalados muchos lugares donde se necesita hacer esfuerzos inspirados por una consagración fi el e incansable. Cristo está abriendo el corazón y la mente de muchos habitantes de nuestras gran-des ciudades” (Joyas de los testimonios, t. 3, p. 436). “La obra de Dios en esta tierra no po-drá nunca terminarse antes que los hombres y mujeres abarcados por el total de miembros de nuestra iglesia se unan a la obra, y aúnen sus es-fuerzos con los de los pastores y dirigentes de las iglesias” (Obreros evangélicos, p. 364).

INFORMACIONES ADICIONALESRESPONSABILIDADES1. Discipulado: Ministerio Personal – Everon Donato2. Reavivamiento y Reforma – Vicepresidente de la DSA

a. Jornada Espiritual – Mayordomía Cristiana – Miguel Pinheirob. Diez días de oración – Coordinador de Reavivamiento y Reforma – Bruno Rasoc. Día de oración y ayuno – Ministerio de la Mujer – Wiliane Marroni

3. Impacto Grandes Ciudades – Presidente – Erton Köhlera. Fondo especial: Tesorero – Marlon Lopesb. Plantación de iglesias: Misión Global – Edison Choquec. Libro Misionero: Vicepresidente de la DSA – Almir Marronid. DVD: Evangelismo – Luís Gonçalves

4. Semana Santa: Ministerio Personal – Everon Donato5. Evangelismo vía satélite: Evangelismo – Luís Gonçalves

a. Promoción: Evangelismo – Luís Gonçalvesb. Estrategia: Ministerio Personal – Everon Donatoc. Coordinación: Asistente de la Presidencia de la DSA – Edward Heidinger

6. Promoción en la Lección de la Escuela Sabática y producción de revistas especiales: Asistente de la Presidencia de la DSA – Edward Heidinger7. Edición especial de la Revista Adventista: Asistente de la Presidencia de la DSA – Edward Heidinger y editoras8. Edición especial de las Revistas del Anciano y Ministerio Adventista: Asociación Ministerial – Carlos Hein9. Video promocional del proyecto: Comunicación – Edson Rosa y Evangelismo – Luís Gonçalves10. Propagandas: Comunicación – Edson Rosa11. Divulgación de noticias: ASN – Agencia Sudamericana de Noticias – Felipe Lemos12. Internet: Internet DSA – Rogério Ferraz13. Músicas especiales para el CD/DVD del Ministerio de la Música: Ministerio Joven – Areli Barbosa

yectos de mejoras en la región donde la iglesia está inserta o será plantada, cursos de capacitación en las áreas más carenciadas, proyectos de salud, gru-pos de terapia familiar, entre otros. La lista puede ser grande y creativa. El papel de la Acción Solida-ria Adventista (ASA) dentro de estos proyectos debe ser fundamental.

7. Mantener la iglesia abierta diaria-mente. Muchas veces, cuando las personas necesi-tan o están disponibles, nuestras iglesias están cerra-das. Tenemos horarios de cultos adaptados a nuestra cultura y realidad. Pero ¿por qué no mantener la igle-sia abierta todos los días, poniéndola a disposición de las personas en el momento en que deseen un lugar de paz, refugio o apoyo? Nuestros templos son un patrimonio muchas veces caro y poco aprovechado. Invertimos mucho para construirlos y su uso se re-sume a pocas horas a la semana. Sus puertas pueden estar abiertas para proyectos sociales, cultos, conse-jeria o, sencillamente, como un lugar para la medi-tación personal. Voluntarios, profesionales liberales, amas de casa, jubilados o líderes locales pueden tur-narse en la atención diaria.

8. Informar sobre los servicios de la iglesia en nuestros impresos y medios de comunicación. Cada boletín de la iglesia, pequeño periódico, revista de circulación externa u otro material misionero puede tener un espacio para informar a la comunidad acerca de las diferen-tes actividades que ofrece la iglesia. Lo mismo puede suceder con nuestros programas de radio y televi-sión, o incluso sitios de Internet y redes sociales vol-cados especialmente al público externo.

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32 Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

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tockUNA VISIÓN MUNDIAL

MISIÓN EN LAS CIUDADES“ModElAR lA CoMpAsIóN dIlIgENtE dE CRIsto EN El sIglo XXI”. EvANgElIsMo uRbANo AMplIo

doCuMENto votAdo poR lA AsoCIACIóN gENERAl EN oCtubRE dE 2011

lAs CIudAdEs dEl MuNdo REpREsENtAN uN dEsAfío tREMENdo pARA lA IglEsIA AdvENtIstA dEl séptIMo díA. Más dE lA MItAd dE lA poblACIóN MuNdIAl vIvE EN CIudAdEs, y ApRoXIMAdAMENtE 200 MIl pERsoNAs dEjAN El CAMpo y sE MudAN A lAs CoMuNIdAdEs uRbANAs CAdA díA EN todo El MuNdo. Eso sIgNIfICA CERCA dE 70 MIlloNEs poR Año o 130 pERsoNAs poR MINuto. (www.woRldChANgINg.CoM)

EL DESAFÍO“Por primera vez en 2008 la población

mundial estuvo dividida en la misma pro-porción en áreas urbanas y rurales” (www.Population Reference Bureau, 2010). “Menos del 30% de los 2.5 billones de personas vivían en las ciudades en 1950. De acuerdo con las Nacio-nes Unidas, hasta el 2050 casi 70% de los estima-dos 10 billones de personas en el mundo, vivirán en las ciudades” (Christianity Today, Urban Urgency, agosto de 2010).

Por décadas, los adventistas del séptimo día fieles vi-vieron y compartieron eficientemente su fe en muchas de las grandes ciudades del mundo. La iniciativa Misión en las ciudades afirma con vehemencia el trabajo que esos consa-grados administradores, pastores y laicos realizaron y están realizando para Cristo en las áreas urbanas. Esto ayuda a in-centivar las actividades misioneras que existen y a fortalecer lo que Dios ya hizo por medio de su pueblo. No obstante, a pesar

de nuestros esfuerzos diligentes, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene una presencia relativamente pe-queña en la mayoría de las principales ciudades del mundo. Nuestro impacto en los grandes centros po-blados es inferior al deseo del Señor para su Iglesia. La misión está profundamente arraigada en el cora-

zón de Dios. Él “es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino

que todos procedan al arrepen-timiento” (2 Ped. 3:9). “[…]

el cual quiere que to-dos los hombres

sean salvos y vengan al

cono-

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33Revista Adventista I EDICIón ESPECIAL • 2012

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tockUNA VISIÓN MUNDIAL

MISIÓN EN LAS CIUDADES“ModElAR lA CoMpAsIóN dIlIgENtE dE CRIsto EN El sIglo XXI”. EvANgElIsMo uRbANo AMplIo

doCuMENto votAdo poR lA AsoCIACIóN gENERAl EN oCtubRE dE 2011

de nuestros esfuerzos diligentes, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene una presencia relativamente pe-queña en la mayoría de las principales ciudades del mundo. Nuestro impacto en los grandes centros po-blados es inferior al deseo del Señor para su Iglesia. La misión está profundamente arraigada en el cora-

zón de Dios. Él “es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino

que todos procedan al arrepen-timiento” (2 Ped. 3:9). “[…]

el cual quiere que to-dos los hombres

sean salvos y vengan al

cono-

cimiento de la verdad” (1 Tim. 2:4). El corazón divino siente compa-sión por los perdidos. La iglesia del Nuevo Testamento captó la visión de Cristo al alcanzar a las personas en las ciudades y al establecer igle-sias en Jerusalén, Antioquía, Éfeso, Roma y en el mundo mediterráneo.

CONSEJO DIVINOJesús ama las ciudades porque ama a las personas y las ciudades al-

bergan a la mayoría de ellas. Los evangelios describen la pasión incan-sable de Jesús por alcanzar a las personas que vivían en las ciudades de sus días.

“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinago-gas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfer-medad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo com-pasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mat. 9:35-38).

La estrategia esencial de evangelismo de Jesús de alcanzar a las multi-tudes estaba en la compasión amable y cortés. Vivía lo que enseñaba. El método de Cristo era simplemente satisfacer las necesidades en el nom-

bre del Padre y compartir el amor y la verdad del Padre en el mundo caído y herido del primer siglo. (Ver El ministerio de curación,

p. 102). Su estrategia para aquel siglo no cambió en el siglo XXI.Repetidas veces el Espíritu Santo impresionó la mente de

Elena de White con respecto a la necesidad de desarrollar pla-nes amplios y de visión para alcanzar a las multitudes que vi-ven aglomeradas en las grandes ciudades. Estas son dos de sus declaraciones más significativas en relación con nues-tro trabajo en las ciudades:

“No hay cambio en los mensajes que Dios ha enviado en el pasado. La obra en las ciudades es la obra esencial para este tiempo. Cuando se trabajen las ciudades como Dios desea, el resultado será la puesta en operación de un po-deroso movimiento cual nunca se ha visto” (El ministe-rio médico, p. 403).

“Se me ha seguido presentando la importancia de abrirnos paso en las grandes ciudades. El Señor ha es-tado instándonos a llevar a cabo este deber durante mu-chos años, y sin embargo vemos que comparativamente se ha realizado muy poco en nuestros grandes centros ur-banos. Si no llevamos a cabo esta obra en forma determi-nada, Satanás multiplicará las dificultades, las cuales no re-

sultará fácil vencer. Estamos muy atrasados en la obra que debiéramos haber llevado a cabo en estas ciudades descuida-

das por tanto tiempo. Ahora resultará más difícil llevar a cabo la obra de lo que hubiera sido hace pocos años. Pero si llevamos

a cabo la obra en el nombre del Señor, se romperán barreras y obtendremos victorias definidas” (Consejos sobre salud, p. 548).

APLICAR EL CONSEJO DIVINO La visión divina inspirada de Elena de White sobre el ministerio en

las ciudades incluye evangelismo urbano amplio, integrando los aspec-tos físico, mental, social y espiritual en el modelo del ministerio de Je-sús. Ella observa a pastores y laicos unidos en la misión, departamen-tos y ministros cooperando juntos, escuelas de capacitación de laicos en las iglesias, retiros de capacitación en los centros de la ciudad y en áreas rurales trabajando al unísono para ejercer impacto en las ciuda-des para Jesús. Eso incluye la participación de cada entidad y miem-

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das está más allá de nuestra capacidad de cumplirla. Ninguna estrategia ela-borada cuidadosamente alcanzará el blanco de Dios. Solamente cuando el Es-píritu Santo dé vida a nuestros planes y nos capacite, nuestras acciones serán efi-cientes. La renovación espiritual está en el centro de todo lo que hacemos. El rea-vivamiento es lo más importante por-que: “Es únicamente la obra realizada

con mucha oración y santificada por el mérito de Cristo, la que al fin habrá re-sultado eficaz para el bien” (El Deseado de todas las gentes, p. 329). El llamado a alcanzar las ciudades es personal. Es un llamado para tener una experiencia per-sonal profunda con Cristo y un llamado a la intercesión ferviente, como también

Nueva York es uno de los desafíos mundiales de evangelización.

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bro de la iglesia en todas las estrategias visionarias para alcanzar el mayor nú-mero posible de personas.

La propuesta en este documento in-cluye una acción amplia y constante para alcanzar a las personas que viven en las ciudades, que comprenda promo-ver el reavivamiento espiritual, estable-cer amistades, estrechar relaciones, dar testimonio personal, ocuparse en el mi-nisterio de la salud, Mi-nisterio Joven, servicio a la comunidad, grupos en los hogares, distribu-ción de literatura, cen-tros de influencia, mi-nisterio a los deficientes y los menos favoreci-dos, acción misionera a través de los medios de comunicación, evange-lismo público y planta-ción de iglesias. Incluye todas nuestras institu-ciones médicas y edu-cativas. Abarca la parti-cipación activa de cada segmento de la iglesia, incluyendo administra-dores, directores de de-partamentos, pastores, educadores, trabajado-res del área de la salud, capellanes, colportores, y lo más importante, los miembros laicos. Incen-tiva a cada miembro de la iglesia que vive en las ciudades, y a los que vi-ven en sus alrededo-res, a integrarse activa-mente para compartir su fe. Insta a cada miem-bro de la iglesia mundial a orar fervorosamente para que el Espíritu de Dios despierte el interés espiritual en los corazo-nes que viven en esos grandes centros metropolitanos, y prepare un ambiente receptivo para el mensaje de Dios para los últimos días.

No podemos estar satisfechos cuando 10 millones de personas en las ciudades no conocen a Cristo y desconocen to-talmente su mensaje para los últimos días de la Tierra. Sabemos que la tarea de alcanzar esas multitudes aglomera-

a una planificación e implementación amplia. En el fundamento del reaviva-miento y la reforma está establecido to-talmente, pero solo será posible por el poder del Espíritu Santo.

APLICACIÓN DEL CONSEJO DIVINO: EL PLAN

Este plan considera iniciativas am-plias de evangelismo en más de 650

de las principales ciuda-des del mundo de 2012 a 2015; comienza con la ciudad de Nueva York. ¿Por qué Nueva York? Porque es uno de los mayores centros de po-blación e influencia en el mundo. El área me-tropolitana de esta ciu-dad, la mayor de los Es-tados Unidos, cuenta con aproximadamente 19 mi-llones de personas distri-buidas en más de 6.720 m2. Nueva York ejerce un impacto significa-tivo en comercio, finan-zas, comunicación, arte, moda, investigación, tec-nología, educación y en-tretenimiento globales. En Nueva York se hablan cerca de 800 idiomas, lo que la convierte en la ciu-dad con mayor diversidad de lenguas en el mundo. Alberga la sede de las Na-ciones Unidas. Todos los países miran y están re-presentados en la ciudad de Nueva York. Si alcan-zamos a las personas en Nueva York, estaremos alcanzando culturas de todo el mundo.

Al hablar acerca de la ciudad de Nueva York, la

mensajera del Señor declara: “Se debería continuar esta obra con el

poder del mismo Espíritu que nos guió en su establecimiento. Los que tienen que soportar la responsabilidad del tra-bajo en el gran Nueva York debieran te-ner la ayuda de los mejores obreros que pudieran conseguirse. Establézcase aquí un centro de trabajo para Dios, y que todo lo que se haga en él constituya un

símbolo de la obra que el Señor desea realizar en el mundo” (Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 39).

La Asociación General, la División Norteamericana, la Unión del Atlántico, la Unión Columbia, la Asociación de la Gran Nueva York, la Asociación Nordeste, la Asociación de Nueva Jersey y la Asociación Este Allegherny están coope-rando para desarrollar estrategias amplias de evangelismo y de visión para la ciudad de Nueva York, que incluyan planes para nutrir el reavivamiento espiritual, equipar a los miembros de la iglesia para una acción misionera amplia y con múltiples facetas en el evangelismo personal y público, en plantar igle-sias y en fortalecer a los miembros nuevos sobre fundamen-tos firmes. Es un imperativo que inspiremos y equipemos a los miembros de iglesia para participar activamente en un pro-grama de evangelismo firme y continuo que no termine con una reunión grande de evangelismo público. El énfasis conti-nuo en el evangelismo urbano, bajo la guía del Espíritu Santo, alcanzará constantemente más personas para el Reino.

El enfoque principal de la Misión en las ciudades es llevar a cabo, en junio de 2013, entre 150 y 200 reuniones de evange-lismo en la ciudad de Nueva York, con el blanco de alcanzar a los diversos grupos étnicos de idiomas diferentes. Las divi-siones de todo el mundo están invitadas a enviar algunos de sus mejores evangelistas a participar en ese emprendimiento masivo, que será la culminación de la preparación continua, intensa y firme de las actividades de evangelismo de siembra. De acuerdo con lo indicado, estas actividades continuarán des-pués de junio de 2013. Durante ese mes de acción misionera se llevará a cabo la Escuela Internacional de Capacitación en Evangelismo Urbano Amplio. Enfocará todos los aspec-tos y las actividades misioneras de la misión en la ciudad, y es-tará conducida por evangelistas locales y extranjeros durante las series de evangelismo.

Como parte del plan general para este quinquenio, en un futuro próximo, cada una de las trece divisiones elegirá una ciudad en su territorio; se basará en el calendario incluido en este documento y desarrollará estrategias amplias, definidas y aplicables en su respectiva División. Será necesario prepa-rar los planes maestros para alcanzar a esas grandes áreas ur-banas, como también los presupuestos.

El blanco del plan general es que cada División conduzca su campaña principal de evangelismo de cosecha en una ciu-dad de su División hasta inicios del 2014.

Como parte del plan, cada una de las cerca de 130 uniones, en un futuro próximo, y de común acuerdo con los líderes de su División, elegirá una ciudad en el territorio de la Unión y desarrollará estrategias amplias para alcanzar a las personas en sus respectivas ciudades. Las estrategias serán detalladas y los planes de acción implementados, en armonía con la di-versidad cultural y el carácter propio de cada Unión. Se ha-rán investigaciones y se analizarán entre los que se dedican al evangelismo urbano. El blanco para cada Unión es conducir una serie principal de evangelismo de cosecha en sus ciuda-des-blanco durante el último trimestre de 2014.

Nuevamente, como parte del plan general, cada una de las más de 500 asociaciones/ misiones/campos elegirán una ciu-dad en su territorio y desarrollarán estrategias amplias para alcanzar a las personas en las ciudades designadas. La admi-

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nistración de la Asociación/Misión/Campo, junto a los pas-tores locales, desarrollará planes que alcancen tanto a las ciu-dades elegidas como a las iglesias locales para una iniciativa de evangelismo amplia en 2015, poco antes del Congreso de la Asociación General en San Antonio.

Para llevar a cabo una iniciativa de tal envergadura, será necesario involucrar a los administradores, los directores de departamentos y los laicos; integrar a las iglesias y las institu-ciones, las asociaciones y a los ministerios de apoyo, adultos y jóvenes, hombres y mujeres, niños; todos nosotros. Todo esto representa más de 650 reuniones de evangelismo en las prin-cipales ciudades. Aunque haya un componente fuerte de co-secha, esa iniciativa es una estrategia que abarca e insta a cada entidad de la iglesia a dar prioridad a la misión y a alcanzar a los perdidos, especialmente en los centros de población urba-nos; con fundamentos firmes y continuos.

UN LLAMADO DIVINO Y UN COMPROMISO PERSONAL

El corazón de Dios está quebrantado por las personas per-didas en las ciudades y en las grandes áreas metropolitanas del mundo. Colocar esos planes en acción exigirá visión y fe; pero ¿podemos hacer menos de lo que nos pide el Señor? ¿Podemos estar satisfechos cuando 10 millones en las ciu-dades ignoran totalmente a Jesús y su amor? ¿Podemos es-tar satisfechos con nuestros índices de crecimiento actua-les, cuando la mayoría de la población de la Tierra desconoce las verdades esenciales de Dios y los tres mensajes angélicos en esta hora crítica de la historia de la Tierra? Que nuestro corazón esté en sintonía con el de él y participe con él en su misión de alcanzar a las ciudades. Que el anhelo de su cora-zón sea el anhelo del nuestro. Que con ojos ungidos divina-mente podamos mirar más allá de lo que se puede y podrá realizar. Que por la fe captemos la visión y veamos decenas de miles de adventistas del séptimo día activamente parti-cipando en el testimonio y la misión, y en hacer discípulos para el Maestro. Que cada departamento esté centralizado en la misión. Que cada iglesia tenga vivo el espíritu misio-nero. Que miles de nuevas iglesias surjan en las principales ciudades y que decenas de miles de nuevos creyentes se re-gocijen en la gloriosa esperanza del mensaje de los tres án-geles. Recuerde que: “Cuando se trabajen las ciudades como Dios desea, el resultado será la puesta en operación de un po-deroso movimiento cual nunca se ha visto” (El ministerio médico, p. 403). Dios prometió un movimiento poderoso. Él cumplirá su promesa si nos sometemos a él con humildad y depositamos nuestros planes a sus pies; fieles a su instruc-ción en la Biblia y en el Espíritu de Profecía, y rogamos que el Espíritu Santo nos conceda el poder para cumplir la ta-rea que el Cielo nos confió. Anticipemos con entusiasmo la segunda venida de Cristo, cuando miles de millones de sal-vos de las grandes ciudades y de las áreas rurales ascende-rán juntos para encontrarse con el Señor en el aire; y serán llevados al hogar en la Nueva Jerusalén, la ciudad perfecta y segura, preparada para el pueblo de Dios; para vivir con él por toda la eternidad. Dediquémonos a los grandes planes de Dios para la Misión en las ciudades.

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a una planificación e implementación amplia. En el fundamento del reaviva-miento y la reforma está establecido to-talmente, pero solo será posible por el poder del Espíritu Santo.

APLICACIÓN DEL CONSEJO DIVINO: EL PLAN

Este plan considera iniciativas am-plias de evangelismo en más de 650

de las principales ciuda-des del mundo de 2012 a 2015; comienza con la ciudad de Nueva York. ¿Por qué Nueva York? Porque es uno de los mayores centros de po-blación e influencia en el mundo. El área me-tropolitana de esta ciu-dad, la mayor de los Es-tados Unidos, cuenta con aproximadamente 19 mi-llones de personas distri-buidas en más de 6.720 m2. Nueva York ejerce un impacto significa-tivo en comercio, finan-zas, comunicación, arte, moda, investigación, tec-nología, educación y en-tretenimiento globales. En Nueva York se hablan cerca de 800 idiomas, lo que la convierte en la ciu-dad con mayor diversidad de lenguas en el mundo. Alberga la sede de las Na-ciones Unidas. Todos los países miran y están re-presentados en la ciudad de Nueva York. Si alcan-zamos a las personas en Nueva York, estaremos alcanzando culturas de todo el mundo.

Al hablar acerca de la ciudad de Nueva York, la

mensajera del Señor declara: “Se debería continuar esta obra con el

poder del mismo Espíritu que nos guió en su establecimiento. Los que tienen que soportar la responsabilidad del tra-bajo en el gran Nueva York debieran te-ner la ayuda de los mejores obreros que pudieran conseguirse. Establézcase aquí un centro de trabajo para Dios, y que todo lo que se haga en él constituya un

símbolo de la obra que el Señor desea realizar en el mundo” (Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 39).

La Asociación General, la División Norteamericana, la Unión del Atlántico, la Unión Columbia, la Asociación de la Gran Nueva York, la Asociación Nordeste, la Asociación de Nueva Jersey y la Asociación Este Allegherny están coope-rando para desarrollar estrategias amplias de evangelismo y de visión para la ciudad de Nueva York, que incluyan planes para nutrir el reavivamiento espiritual, equipar a los miembros de la iglesia para una acción misionera amplia y con múltiples facetas en el evangelismo personal y público, en plantar igle-sias y en fortalecer a los miembros nuevos sobre fundamen-tos firmes. Es un imperativo que inspiremos y equipemos a los miembros de iglesia para participar activamente en un pro-grama de evangelismo firme y continuo que no termine con una reunión grande de evangelismo público. El énfasis conti-nuo en el evangelismo urbano, bajo la guía del Espíritu Santo, alcanzará constantemente más personas para el Reino.

El enfoque principal de la Misión en las ciudades es llevar a cabo, en junio de 2013, entre 150 y 200 reuniones de evange-lismo en la ciudad de Nueva York, con el blanco de alcanzar a los diversos grupos étnicos de idiomas diferentes. Las divi-siones de todo el mundo están invitadas a enviar algunos de sus mejores evangelistas a participar en ese emprendimiento masivo, que será la culminación de la preparación continua, intensa y firme de las actividades de evangelismo de siembra. De acuerdo con lo indicado, estas actividades continuarán des-pués de junio de 2013. Durante ese mes de acción misionera se llevará a cabo la Escuela Internacional de Capacitación en Evangelismo Urbano Amplio. Enfocará todos los aspec-tos y las actividades misioneras de la misión en la ciudad, y es-tará conducida por evangelistas locales y extranjeros durante las series de evangelismo.

Como parte del plan general para este quinquenio, en un futuro próximo, cada una de las trece divisiones elegirá una ciudad en su territorio; se basará en el calendario incluido en este documento y desarrollará estrategias amplias, definidas y aplicables en su respectiva División. Será necesario prepa-rar los planes maestros para alcanzar a esas grandes áreas ur-banas, como también los presupuestos.

El blanco del plan general es que cada División conduzca su campaña principal de evangelismo de cosecha en una ciu-dad de su División hasta inicios del 2014.

Como parte del plan, cada una de las cerca de 130 uniones, en un futuro próximo, y de común acuerdo con los líderes de su División, elegirá una ciudad en el territorio de la Unión y desarrollará estrategias amplias para alcanzar a las personas en sus respectivas ciudades. Las estrategias serán detalladas y los planes de acción implementados, en armonía con la di-versidad cultural y el carácter propio de cada Unión. Se ha-rán investigaciones y se analizarán entre los que se dedican al evangelismo urbano. El blanco para cada Unión es conducir una serie principal de evangelismo de cosecha en sus ciuda-des-blanco durante el último trimestre de 2014.

Nuevamente, como parte del plan general, cada una de las más de 500 asociaciones/ misiones/campos elegirán una ciu-dad en su territorio y desarrollarán estrategias amplias para alcanzar a las personas en las ciudades designadas. La admi-

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Seminario vía satélite sobre plantación de iglesias en centros urbanosEspañol: 6 de marzoPortugués: 5 de marzo

10 días de clamor por la lluvia tardíaDel 28 de febrero al 9 de marzo

Día mundial de oración y ayuno9 de marzo

Semana SantaDel 24 al 31 de marzo

Impacto Esperanza27 de abril

Evangelismo vía satéliteEspañol: del 24 al 30 de noviembrePortugués: del 17 al 23 de noviembre

PRINCIPALES FECHAS 2013