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MEDIEVALISMO, 19, 2009, 287-331 · ISSN: 1131-8155 LAS MILICIAS CONCEJILES CASTELLANAS A FINALES DE LA EDAD MEDIA. UN ESTADO DE LA CUESTIÓN Y ALGUNOS DATOS PARA CONTRIBUIR A SU ESTUDIO JUAN MANUEL BELLO LEÓN * Resumen Es bien conocido por la historiografía española cómo, al menos desde el siglo XII, las huestes con- cejiles participaron con frecuencia en distintas campañas militares desarrolladas durante la Recon- quista. Esas obligaciones militares de los vecinos del reino de Castilla han sido, además, bien divulgadas gracias al esfuerzo de muchos investigadores y a la abundante documentación que con- servan algunos archivos municipales relacionados con esa contribución. Este trabajo intenta ofrecer una muestra de lo que se ha publicado sobre la aportación del vecindario a aquellas campañas y, sobre todo, proporcionar algunas estimaciones sobre la distribución geográfica y la evolución del nú- mero de combatientes. Con documentación procedente de los archivos andaluces y del Archivo Ge- neral de Simancas, se exponen nuevos datos que permitirán evaluar mejor la participación de las ciudades castellanas en el esfuerzo militar que desarrolló el reino a lo largo del siglo XV. Palabras clave Castilla en el siglo XV. Ejército medieval. Historia militar. Andalucía en el siglo XV. Abstract Spanish historiography is well acquainted with the fact that, at least since the twelfth-century, coun- cil hosts often participated in the diverse military campaigns carried out during the Reconquest. Fur- thermore, such military duties of the Castilian neighbours have been properly spread thanks to the scientific work of many historians and to the abundant quantity of documents kept at the city council archives related to this particular obligation. This work tries to offer a sample of what has been pub- lished so far on the contribution of town neighbours to those campaign and, above all, to provide some estimate on the geographic distribution and evolution of the number of combatants. The infor- mation comes from Andalusian archives as well as from the Simancas General Record Office, and it will allow us to assess the participation of Castilian towns in the military efforts undertaken by this Kingdom throughout the fifteenth-century. Keywords Fifteenth-century Castile, Medieval Army, Military History, Fifteenth-century Andalusia. Résumé C’est bien connu par l’historiographie espagnole qu’au moins dès le XII e siècle les osts des conseils participèrent souvent à de différents campagnes militaires qui eurent lieu pendant la reconquête. Ces obligations militaires de la population du royaume de Castille ont été, en plus, très divulguées grâce à l’effort de beaucoup de chercheurs et à la documentation abondante que conservent quelques ar- chives municipaux mis en relation avec cette contribution. Ce travail essaye d’offrir un prélèvement de tout ce qui a été publié sur l’apport du voisinage de ces campagnes et, surtout, on essaye d’appor- ter quelques estimations sur la distribution géographique et l’évolution du chiffre de combattants. Avec la documentation extraite des archives andalous et de l’Archive Général de Simancas on ex- pose de nouveaux données qui permettront de mieux évaluer la participation des villes castillanes à l’effort militaire que le royaume développa au XV e siècle. Mots-clés Castille au XV e siècle. Armée médiévale. Histoire militaire. L’Andalousie au XV e siècle. * Profesor titular de Historia Medieval, I. U. CEMYR. Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas. Universidad de La Laguna. E-mail: [email protected]

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MEDIEVALISMO, 19, 2009, 287-331 · ISSN: 1131-8155

LAS MILICIAS CONCEJILES CASTELLANAS A FINALESDE LA EDAD MEDIA. UN ESTADO DE LA CUESTIÓN Y

ALGUNOS DATOS PARA CONTRIBUIR A SU ESTUDIO

JUAN MANUEL BELLO LEÓN*

ResumenEs bien conocido por la historiografía española cómo, al menos desde el siglo XII, las huestes con-cejiles participaron con frecuencia en distintas campañas militares desarrolladas durante la Recon-quista. Esas obligaciones militares de los vecinos del reino de Castilla han sido, además, biendivulgadas gracias al esfuerzo de muchos investigadores y a la abundante documentación que con-servan algunos archivos municipales relacionados con esa contribución. Este trabajo intenta ofreceruna muestra de lo que se ha publicado sobre la aportación del vecindario a aquellas campañas y,sobre todo, proporcionar algunas estimaciones sobre la distribución geográfica y la evolución del nú-mero de combatientes. Con documentación procedente de los archivos andaluces y del Archivo Ge-neral de Simancas, se exponen nuevos datos que permitirán evaluar mejor la participación de lasciudades castellanas en el esfuerzo militar que desarrolló el reino a lo largo del siglo XV.

Palabras claveCastilla en el siglo XV. Ejército medieval. Historia militar. Andalucía en el siglo XV.

AbstractSpanish historiography is well acquainted with the fact that, at least since the twelfth-century, coun-cil hosts often participated in the diverse military campaigns carried out during the Reconquest. Fur-thermore, such military duties of the Castilian neighbours have been properly spread thanks to thescientific work of many historians and to the abundant quantity of documents kept at the city councilarchives related to this particular obligation. This work tries to offer a sample of what has been pub-lished so far on the contribution of town neighbours to those campaign and, above all, to providesome estimate on the geographic distribution and evolution of the number of combatants. The infor-mation comes from Andalusian archives as well as from the Simancas General Record Office, and itwill allow us to assess the participation of Castilian towns in the military efforts undertaken by thisKingdom throughout the fifteenth-century.

KeywordsFifteenth-century Castile, Medieval Army, Military History, Fifteenth-century Andalusia.

RésuméC’est bien connu par l’historiographie espagnole qu’au moins dès le XIIe siècle les osts des conseilsparticipèrent souvent à de différents campagnes militaires qui eurent lieu pendant la reconquête. Cesobligations militaires de la population du royaume de Castille ont été, en plus, très divulguées grâceà l’effort de beaucoup de chercheurs et à la documentation abondante que conservent quelques ar-chives municipaux mis en relation avec cette contribution. Ce travail essaye d’offrir un prélèvementde tout ce qui a été publié sur l’apport du voisinage de ces campagnes et, surtout, on essaye d’appor-ter quelques estimations sur la distribution géographique et l’évolution du chiffre de combattants.Avec la documentation extraite des archives andalous et de l’Archive Général de Simancas on ex-pose de nouveaux données qui permettront de mieux évaluer la participation des villes castillanes àl’effort militaire que le royaume développa au XVe siècle.

Mots-clésCastille au XVe siècle. Armée médiévale. Histoire militaire. L’Andalousie au XVe siècle.

* Profesor titular de Historia Medieval, I. U. CEMYR. Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas.Universidad de La Laguna. E-mail: [email protected]

1. Las milicias concejiles castellanas en la historiografía hispana

El estudio de las milicias que se formaron en las ciudades castellanas a lo largo delos últimos siglos medievales cuenta con una larga tradición. Tanto que incluso po-dríamos remontarla a épocas en las que la historia militar era el objetivo de muchoseruditos y profesionales de la docencia e investigación. Así pues, hemos de ser cons-cientes de enfrentarnos a un tema que cuenta con una amplia bibliografía que nospermite conocer muchos aspectos sobre su organización, sobre el papel que desem-peñaron en la cambiante frontera castellana y sobre sus logros y carencias comoinstrumento militar1.

Además de algunas referencias insertas en crónicas e historias de los siglos XV alXVII, y sin necesidad de remontarnos a épocas altomedievales y a estudios quemarcaron un camino a seguir2, las primeras páginas que podemos tomar comoejemplo de lo que ha sido el estudio de las milicias castellanas las podemos en-contrar en los trabajos de M. Groizard y Nicolás Tenorio. El primero daba a co-nocer en 1909 y en un pequeño artículo publicado en el Boletín de la RealAcademia3 un documento de 1418 que afectaba a la llamada cofradía de balleste-ros de Calahorra, germen, según el autor, de la milicia concejil de aquella ciudad

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1 Panoramas generales con amplia bibliografía pueden verse en los trabajos de GARCÍA FITZ, F.: “Lasguerras de cada día” en la Castilla del siglo XIV”, Edad Media. Revista de Historia, nº 8 (2007),pp. 145-181 y, más reciente, “La Reconquista: un estado de la cuestión”, Clío y Crimen, nº 6 (2009),pp. 142-215. Fuera de nuestro período de estudio ha trabajado mucho el tema José Contreras. Amodo de ejemplo véase CONTRERAS GAY, J.: “Las milicias en el Antiguo Régimen. Modelos, caracte-rísticas generales y significado histórico”, Crónica Nova, nº 20 (1992), pp. 75-103. El primero de losautores citados, García Fitz, fue autor de un amplio epígrafe dedicado al ejército y la guerra inserto enel trabajo de GONZÁLEZ JIMÉNEZ, M.: “Historia política y estructura de poder. Castilla y León”, La His-toria Medieval en España. Un balance historiográfico (1968-1998), Pamplona, 1999, pp. 175-283.2 Me refiero a los trabajos que desarrollaron Sánchez Albornoz, sus discípulos y todos aquellos quedesde una línea jurídico-institucional se ocuparon de las actividades militares durante el proceso dereconquista hasta el siglo XIII. Sirvan de ejemplo los trabajos de SÁNCHEZ ALBORNOZ, C.: “El ejér-cito y la guerra en el reino asturleonés (718-1037)”, Ordinamenti militari in Occidente nell’alto me-dioevo. Sttimane di Studio del Centro Italiano di Studi sull’altomedioevo, Spoleto, 1968, tomo I,pp. 293-428; el de PALOMEQUE TORRES, A.: “Contribución al estudio del ejército en los Estados de laReconquista”, Anuario de Historia del Derecho Español, nº 15 (1944), pp. 205-25, o el de GÁRATE

CÓRDOBA, J. M.: Espíritu y milicia en la España Medieval, Madrid, 1967. Para ver otros objetivos ymetodología y, desde luego, un trabajo que supera lo conseguido por autores anteriores, debe consul-tarse la tesis de García Fitz si queremos conocer el desarrollo de la guerra en la alta y plena EdadMedia. Véase Castilla y León frente al Islam. Estrategias de expansión y tácticas militares (siglos XI-XIII), Sevilla, 1998.3 GROIZARD CORONADO, M.: “Las milicias locales en la Edad Media”, Boletín de la Real Academiade la Historia, nº LV (1909), pp. 353-362.

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4 TENORIO CEREZO, N.: El concejo de Sevilla. Estudio de la organización político-social de la ciudaddesde su reconquista hasta el reinado de D. Alfonso XI (1248-1312), Sevilla, 1901 (reed. de 1995). 5 TENORIO CEREZO, N.: “Las milicias de Sevilla”, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, tomoXVII (1907), pp. 222-263. Recientemente D. Kirschberg y el ya citado García Fitz han hecho un am-plio análisis de este trabajo, al que consideran el primer estudio riguroso sobre el funcionamiento deuna milicia ciudadana durante los siglos XIV y XV. Véase KIRSCHBERG, D. y GARCÍA FITZ, F.: Tresobras sobre la Sevilla del siglo XIV. Nicolás Tenorio y Claudio Sanz Arizmendi, Sevilla, 2009 (es-pecialmente pp. 24-32).

y que decidía organizarse según el modelo ya puesto en práctica en localidades deMadrid y La Rioja. Lo más interesante de este breve trabajo, además del docu-mento señalado, es el llamamiento que el autor hace a la necesidad de sacar a laluz la abundante documentación relacionada con las milicias que atesoran los ar-chivos municipales del reino de Castilla. Como luego veremos, aquella llamadano cayó en saco roto.

Pocos años después de publicar su trabajo más conocido4, el jurista y erudito in-vestigador Nicolás Tenorio daba a conocer su estudio de las milicias concejileshispalenses5. Su trabajo lo articuló en torno a varios epígrafes en los que analizóla organización de las milicias tras la concesión del fuero de Toledo, las reformasintroducidas por Alfonso XI sancionadas en las Cortes de 1348 y que permitió laorganización de los llamados caballeros de cuantía, las normas que recogía unaordenanza de la ciudad de 1432 –que publica en el apéndice– y que establecía laforma de celebrar los alardes en Sevilla y su tierra y, finalmente, la descripción deun caso concreto de la participación de las milicias; la correspondiente a la que serealizó en 1405 cuando se supo en la ciudad que el soberano nazarí preparaba unaserie de cabalgadas en la frontera, lo que obligó a colocar guardas en los castillosy atalayas acostumbrados y a repartir entre la ciudad y su tierra un contingente dedos mil hombres entre caballeros, lanceros y ballesteros. Influenciado por co-rrientes positivistas y por su formación jurídica, Tenorio nos dejó un trabajo conel que volvía a demostrar su familiaridad con el archivo municipal hispalense, suconcepción de esta institución militar, a la que atribuyó una escasa –o al menoslenta– evolución a lo largo de los siglos y la idealización de unas milicias quecontribuyeron, según él, a la grandeza de la ciudad.

La milicia de los concejos castellanos no volvió a centrar el interés de los investi-gadores hasta que muchos años después el profesor Ladero Quesada transformaraprofundamente nuestros conocimientos sobre el ejército medieval. Desde luegofueron muchos los estudios que se hicieron de los concejos del reino, especial-

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mente de aquellos que ocuparon un lugar importante en el proceso de Reconquistahacia el sur. En el seno de estos trabajos no era extraño encontrar un epígrafe dedi-cado a los aspectos militares de una sociedad de frontera que tenían como objetivocompletar la explicación del origen de unas oligarquías urbanas que basaban unaparte de su dominio social e institucional en los servicios militares.

Pero, como ya dije, fue el profesor Ladero en los años sesenta del pasado siglo elque marcó un hito de referencia para el estudio de los elementos que conformaronlas huestes castellanas. Su estudio sobre el cerco de Baza y su posterior tesis doc-toral sobre la conquista del reino de Granada se sumergieron en terrenos que ha-bían preocupado en muy pocas ocasiones a la historia militar6. El ejército comofabuloso consumidor de alimentos y otros bienes, el respaldo financiero del quedispuso la monarquía para afrontar la guerra, el esfuerzo realizado por los pue-blos y tierras del valle del Guadalquivir y el análisis de los diversos elementosque integraban el ejército, son algunos de los capítulos de una obra que se ha re-velado como imprescindible para la historia castellana bajomedieval. Y es en laparte dedicada al estudio de las huestes reales donde Ladero se ocupa de las obli-gaciones militares de los concejos, demostrando la regularidad de la contribuciónde los municipios andaluces y murcianos y las peculiaridades de la participación delas milicias concejiles de los regimientos del norte y centro peninsular.

Abierto el camino, la producción historiográfica sobre la participación de los ele-mentos urbanos en diversos conflictos se multiplica. Los trabajos de James Po-wers7 centrados en las milicias concejiles anteriores a Alfonso X, y el análisis dela contribución de muchas ciudades a las últimas décadas de la guerra de Gra-nada, son el reflejo del interés de un tema que cuenta con abundante documenta-ción y modelos de estudio.

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6 LADERO QUESADA, M. A.: Milicia y economía en la Guerra de Granada: el cerco de Baza, Vallado-lid, 1964 y Castilla y la conquista del reino de Granada, Valladolid, 1967. Sobre la base de estas apor-taciones el profesor Ladero ha publicado otros trabajos relacionados con la organización del ejércitocastellano. Sirvan de ejemplo: “Formación y funcionamiento de las huestes reales en Castilla duranteel siglo XV”, La organización militar en los siglos XV y XVI. Actas de las II Jornadas Nacionales deHistoria Militar, Málaga, 1993, pp. 161-172 ; “La organización militar de la Corona de Castilla du-rante los siglos XIV y XV”, La incorporación de Granada a la Corona de Castilla, Granada, 1993,pp. 195-227 y ¡Vencidos! Las guerras de Granada, Madrid, 2002.7 POWERS, J.: A society organizad for war. The Iberian Municipal Militias in the Central Middle Ages,1000-1284, Los Ángeles-Londres, 1988, y “Alcance y provisión: las milicias municipales en campañaa lo largo de la frontera de la reconquista Ibérica”, Historia Económica y de las Instituciones Financie-ras en Europa. Trabajos en homenaje a Ferrán Valls i Taberner, Málaga, 1990, pp. 3419-3433.

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8 BENITO RUANO, E.: “Aportaciones de Toledo a la Guerra de Granada”, Al-Andalus, nº (1960), pp. 41-70.Esos documentos forman parte de un legajo que recoge las reales cédulas y provisiones que descri-ben los servicios prestados por Toledo desde 1407 a 1597. Véase MARTÍN, A. y RODRÍGUEZ MOLINA,M.: “Catálogo de Reales Cédulas y provisiones referentes a las milicias”, Anales Toledanos, nº 35(1998), pp. 55-76.9 SUÁREZ ÁLVAREZ, Mª. J.: “Aportaciones asturianas a la Guerra de Granada”, Asturiensa Medievalia,nº 1 (1972), pp. 307-356.10 La autora publica, íntegramente, el correspondiente al pago de 276 peones que sirvieron en la cam-paña de 1491.

La historiografía y la documentación han confirmado la importante aportación demuchas de las villas y ciudades de las dos Castillas, de Galicia o de Cantabria a losllamamientos reales para las campañas militares desarrolladas durante el siglo XV.También que, desde los Reyes Católicos, esas tropas no fueron reclutadas directa-mente por los concejos sino que fue la monarquía quien, a través de la Herman-dad establecida en 1476, organizó el llamamiento de unos contingentes que, engeneral, mantuvieron un número de efectivos muy importante. De todas las loca-lidades estudiadas del centro y norte peninsular, al menos tres ofrecen datos quehacen posible el análisis de la evolución de la participación de las huestes conce-jiles. Me refiero a los casos de Toledo, Asturias y Madrid.

Un conjunto de quince documentos permitió a Eloy Benito confirmar la aporta-ción, en hombres y pertrechos, de Toledo, matizando lo que ya se conocía a travésde cronistas y obras decimonónicas8. En este sentido, el artículo de don Eloy fuepionero (es anterior a los citados trabajos de Ladero Quesada) ya que, aprove-chando el rico legado documental del archivo municipal de la ciudad, pudo ofre-cer la transcripción íntegra de cartas de apercibimiento, reales cédulas ordenandoel repartimiento de peones, o licencias concedidas a la ciudad imperial para quepudiera imponer sisa a los mantenimientos para, con ello, poder pagar el sueldode los que participaban en la guerra.

El caso de Asturias fue estudiado por María Jesús Suárez, quien, en un artículodado a conocer en 1972, analizaba los repartimientos efectuados en la regióndesde 1485 (no se tienen noticias referidas a participaciones anteriores) cuando lacorona emprendió las campañas para la toma de Cártama, Casarabonela y Coín9.Pero serán los datos que ofrecen los llamados “fenecimiento de cuentas” –corres-pondientes a los años 1487, 1489 y 1491– los que le proporcionan los mejorestestimonios de los servicios ofrecidos por Asturias ya que en ellos se registran lospagos efectuados a los peones que no habían recibido la totalidad de su salario10.Todos ellos le permiten afirmar que la región aportó un considerable número de

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infantes que, además, en algunos casos, estuvieron en campaña durante más desiete meses11.

Finalmente queda el caso de Madrid, conocido por los trabajos de Carmen Pescador,Eloy Benito y Carmen Losa. La primera, a pesar de dedicar un amplio estudio al con-cejo y sus milicias, se detiene fundamentalmente en presentarnos una descripción delorigen del poblamiento de la ciudad, en los privilegios y fuero que le otorgaron distin-tos monarcas desde el siglo XI y en las obligaciones guerreras que pesaban sobre undeterminado sector de aquella población; la de los caballeros villanos. Por su parte, lasbreves referencias a la organización militar de Madrid que Carmen Losa dedica en sumonumental tesis doctoral sobre el concejo de la citada villa, nos confirman que Ma-drid participó en muchas campañas desarrolladas durante el siglo XV ya que se cono-cen numerosos llamamientos al servicio de armas para hidalgos y caballeros, asícomo varios alardes que permiten evaluar los efectivos disponibles. Pero sin duda, denuevo es un trabajo de Eloy Benito el que aporta la mejor información al respecto12.Madrid, como otras localidades del reino, formó parte de una de las demarcaciones dela Hermandad organizada a partir de 1476. A través de esta institución la villa cana-lizó los recursos económicos disponibles para la conquista y, el citado profesor, nosofrece una detallada descripción de las contribuciones de Madrid y los concejos de sutierra para las campañas de la toma de Ronda, Marbella, Málaga, etc.

Si el panorama en lo que respecta al conjunto de estudios sobre las milicias con-cejiles en general es notable, en el caso de las correspondientes a las ciudades an-daluzas no es menor. Andalucía, vanguardia de la frontera durante varios siglos ysobre la que recayó el peso de la mayor parte de las operaciones militares caste-llanas desde mediados del siglo XIII, también cuenta con muchos estudios queprofundizan en el conocimiento de aquella institución militar13.

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11 El importante número de tropas que Asturias envió a diversas campañas emprendidas por la corona caste-llana nos quedan confirmadas por la contribución del Principado en los enfrentamientos armados que se pro-dujeron entre Castilla y Francia por el control de Bretaña. Véase URIA MAQUA, J.: “Aportaciones asturianasen la campaña de 1490 de la guerra de Bretaña”, Asturiensia Medievalia, nº 5 (1986), pp. 231-240.12 BENITO RUANO, E.: “Aportaciones de Madrid a la Guerra de Granada”, Anales del Instituto de Es-tudios Madrileños, nº 8 (1972), pp. 15-104.13 Un panorama general en GONZÁLEZ JIMÉNEZ, M.: “Las milicias concejiles andaluzas (siglos XIII-XV)”, La organización militar en los siglos XV y XVI. Actas de las II Jornadas Nacionales de His-toria Militar, Málaga, 1993, pp. 227-241. En este punto también hay que recordar que don Juan deMata Carriazo dedicó muchas páginas a dar noticias de la participación sevillana en las campañasque alentaron los Reyes Católicos contra el reino de Granada. Véase SUÁREZ FERNÁNDEZ, L. y CA-RRIAZO ARROQUIA, J. de M.: La España de los Reyes Católicos (1474-1516). Tomo XVII, vol. I de laHistoria de España dirigida por Ramón Menéndez Pidal, Madrid, 1969.

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14 SÁNCHEZ SAUS, R.: “Sevilla y la guerra de Granada (1446-1452). Participación política y militar”,Gades, nº 9 (1982), pp. 285-310, y “Las milicias concejiles y su actuación exterior: Sevilla y la gue-rra de Granada (1430-1439)”, Estudios de Historia y Arqueología Medievales, nº III-IV (1984),pp. 55-78.15 MONTES ROMERO-CAMACHO, I.: “Un gran concejo andaluz ante la guerra de Granada: Sevilla entiempos de Enrique IV (1454-1474)”, En la España Medieval, nº 5 (1984), pp. 595-651.

Discípulos de Miguel A. Ladero y de Manuel González –Rafael Sánchez Saus eIsabel Montes– publicaron, casi en paralelo y utilizando los mismos fondos archi-vísticos, varios trabajos sobre la participación de Sevilla en la defensa de la fron-tera y en la guerra durante las décadas centrales del siglo XV. El primero, con dosartículos14, centró su investigación en las campañas que se desencadenaron contrael reino de Granada entre 1430 y 1452; operaciones que se desarrollaron con el ob-jetivo de mantener el prestigio militar castellano, desviar la atención de la nobleza,siempre dispuesta a contestar el poder real –especialmente durante la minoría deJuan II– y castigar el apoyo que Muhammad IX prestó a Aragón en la guerra quemantuvo contra Castilla en 1429 y 1430. Adoptando una secuencia cronológicaanual, el autor ofrece los repartimientos que se hicieron en Sevilla y su tierra paracada una de las empresas, poniendo de relieve las obligaciones de abastecimiento,los mecanismos de recaudación y el contingente de caballeros y peones que seaportaron.

Por su parte el trabajo de Isabel Montes15 analiza las campañas que Enrique IVllevó a cabo contra Granada entre 1455 y 1458, con incursiones en Archidona,Antequera, Marbella, Estepota, Moclín, la vega de Granada, etc. y la ofensiva dealgunos nobles (entre otros Lucas de Iranzo) tras la ruptura de la tregua pactada.Pero la profesora Montes va mucho más allá de la descripción de los hechos mili-tares y con el respaldo de una abundante documentación analiza los grupos socia-les sevillanos y su relación con la guerra, el proceso de formación de la miliciaconcejil y la aportación –con exhaustivos cuadros estadísticos– de hombres ymantenimientos a varias de aquellas campañas.

Además de los trabajos de Hipólito Sancho de Sopranis en los que siempre sepueden encontrar referencias a las relaciones entre Jerez de la Frontera y Granadaes a los profesores Juan Abellán y García Guzmán a los que debemos el conjuntode artículos más numeroso y mejor documentados sobre el protagonismo de laciudad en las relaciones con aquel reino. Buen conocedor de la historia jerezana–además de la murciana, como luego veremos–, el profesor Abellán ha publicadovarios estudios en los que ha demostrado cómo la guerra condicionó la vida deuna ciudad que durante mucho tiempo estuvo en la vanguardia de la frontera. Co-

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menzó su interés por estos temas con un breve artículo en el que seleccionaba va-rios documentos que afectaron al comercio cerealístico desde Jerez y su relacióncon las necesidades de abastecimiento de las tropas castellanas que participabanen la guerra. Apoyándose en el rico archivo municipal, especialmente en sus actascapitulares, continuó con su estudio de la participación de Jerez en el contexto delas treguas que concertó Juan II con el sultán de Granada como consecuenciade la inestabilidad de Castilla, para pasar luego a un detallado estudio de las apor-taciones humanas y materiales de la ciudad, describiendo los mecanismos de re-cluta, los sueldos pagados y los repartimientos hechos para las movilizacionesque se hicieron en los albores del reinado de Enrique IV16. Finalmente tres artícu-los suyos completan el estudio de la intervención militar jerezana en Granada; elprimero analiza el repartimiento de víveres y hombres que afectó a la ciudad condestino a las talas dirigidas por el adelantado Diego de Ribera en tierras malague-ñas17. En los dos últimos Juan Abellán describe la intervención de las milicias je-rezanas en las campañas para sofocar el levantamiento de las Alpujarras (enero1500) y el posterior de las Serranías de Ronda y Villaleunga18.

Por su parte, la profesora García Guzmán nos ha ofrecido dos artículos que contribuyena completar la historia del vínculo entre Jerez y la guerra de Granada19. En el primero es-tudió la participación de las huestes concejiles en las incursiones y talas que se realiza-ron en Baza y Guadix en los primeros meses de 1436 y en el fallido intento que hizo elconde de Niebla para conquistar Gibraltar; en el segundo, aprovechando una vez más lariqueza del archivo municipal jerezano y las posibilidades que ofrecen los conocidoscomo contratos de sustitución20 –de los que luego hablaré–, estudia los preparativos quese hicieron en Jerez para acudir al cerco de Baza en la primavera de 1489.

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16 ABELLÁN PÉREZ, J.: “Notas sobre el comercio del trigo y la guerra de Granada”, Actas del I Colo-quio de Historia de Andalucía, vol. II, Córdoba, 1982, pp. 349-356; “Jerez, las treguas de 1450 y laguerra civil granadina”, en LÓPEZ DE COCA CASTAÑER, J. E. (ed.): Estudios sobre Málaga y el Reinode Granada en el V Centenario de la Conquista, Málaga, 1987, pp. 9-17 y Relaciones castellano-na-zaríes. Jerez en los inicios del reinado de Enrique IV, Cádiz 1985.17 ABELLÁN PÉREZ, J.: “Jerez de la Frontera en la última tala del Adelantado Diego Gómez de Ribera(1434)”, Anuario de Estudios Medievales, nº 18 (1988), pp. 487-494.18 ABELLÁN PÉREZ, J.: “La presencia y aportación de Jerez de la Frontera en la rebelión mudéjar delas serranías de Villaluenga y Ronda (1501)”, Anaquel de Estudios Árabes, nº 11 (2000), pp. 19-35,y “La participación de Jerez de la Frontera en la sublevación mudéjar de las Alpujarras (1500)”, Es-tudios sobre Patrimonio, Cultura y Ciencias medievales, nº V-VI (2003-2004), pp. 155-167.19 GARCÍA GUZMÁN, Mª.: “Jerez en las relaciones castellano-nazaríes. Aportación humana y econó-mica en 1436”, Revista de Historia y Arqueología Medievales, nº 5-6 (1985-86), pp. 191-204 y “Laconquista de Baza vista desde Jerez de la Frontera”, Estudios sobre patrimonio, cultura y cienciasmedievales, nº 7-8 (2005-2006), pp. 163-185.20 Sobre la importancia de este tipo de contratos para la formación de las milicias concejiles véase lo quedicen COLLANTES DE TERÁN SÁNCHEZ, A.: “Aspectos económicos de la guerra: los contratos de servicio

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militar”, y PINO GARCÍA, J. L. del y CÓRDOBA DE LA LLAVE, R.: “Los servicios sustitutivos en la Guerra deGranada: el caso de Córdoba (1460-1492)”, ambos trabajos en Actas del IV Coloquio de Historia Medie-val de Andalucía, Almería, 1988, pp. 173-183, el primero y pp. 185-210, el segundo.21 SÁNCHEZ SAUS, R. y MARTÍN GUTIÉRREZ, E.: “Ordenanzas jerezanas del siglo XV sobre la milicia con-cejil y la frontera de Granada”, Historia. Instituciones. Documentos, nº 28 (2001), pp. 377-390.22 GONZÁLEZ JIMÉNEZ, M.: “Aportación de Carmona a la Guerra de Granada”, Historia. Instituciones.Documentos 1 (1974), pp. 87-110.23 RUFO YSERN, P.: “Participación de Écija en la Guerra de Granada (1482-1492)”, Historia. Institu-ciones. Documentos 21 (1994), pp. 423-451.

Además de todos estos trabajos sobre la participación de Jerez en las campañasgranadinas, la ciudad cuenta con un estudio que permite conocer las circunstan-cias que rodeaban la movilización de una hueste municipal. Me refiero al análisisque han hecho Sánchez Saus y Martín Gutiérrez de sendas ordenanzas que el con-cejo xericiense aprobó en 1450 y 1482, coincidiendo, en ambos casos, con mo-mentos de dificultad en la frontera y con la amenaza de expediciones musulmanascontra la parte occidental de la misma21. Las ordenanzas establecen la forma en laque los ciudadanos serán convocados (repique a rebato de las campanas de SanDionís), cómo habrá de salir el pendón de la ciudad, quiénes guiarán a la hueste,la forma en que se organizarán las cuadrillas o quiénes les acompañarán (escriba-nos, pregoneros, herradores, carpinteros, etc.). En definitiva, y como reconocenlos autores, una visión más viva de lo que suponía la guerra –o la amenaza de lamisma– en la sociedad más próxima a la frontera.

Sevilla y Jerez no son las únicas localidades andaluzas que han visto analizada sucontribución a la Guerra de Granada. La riqueza de otros archivos municipales yfuentes indirectas han permitido considerar la participación, entre otras, de Car-mona, Écija o Jaén.

Además de Sevilla, Carmona, de la mano del profesor González Jiménez, fue unode los primeros lugares que centró el interés de los historiadores para el estudio dela participación de las milicias concejiles22. Tomando como base su Memoria de Li-cenciatura, el conocido profesor pudo ofrecer algunas precisiones sobre el es-fuerzo humano y material de la villa a las campañas que se incrementaron desdela ruptura de hostilidades en 1482 hasta el último de los llamamientos antes de latoma de Granada.

Una buena conocedora de la documentación real, la profesora Paulina Rufo, nosha ofrecido un detallado estudio de la aportación de Écija a las campañas grana-dinas23. No obstante, el conocimiento de la milicia concejil astigitana tropieza con

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dificultades semejantes a las de otras localidades ya que la ciudad no conserva ensu archivo municipal ningún alarde con el que poder cuantificar el número de per-sonas que participaron en las campañas que se desarrollaron a partir de los añosochenta del siglo XV. En cualquier caso, a partir de las cartas de apercibimientoPaulina Rufo ha podido documentar las fuerzas solicitadas a Écija en más de 30empresas desplegadas entre 1482 y 1492, demostrando que la villa aportó un vo-lumen de combatientes que osciló entre los 100-150 caballeros y 1.000 peones. Elcaso de Jaén24 es más concreto ya que el estudio que se ha realizado sobre su con-tribución se limita al análisis de una pieza documental fechada en 1491 –referidaexclusivamente a la collación de Santiago– y que muestra un magnífico ejemplode lo que fue la elaboración de todo el proceso que llevaba la formación de lahueste concejil; elaboración del padrón, repartimiento de maravedíes y su distri-bución por barrios, contribución humana y pesquisa sobre las circunstancias querodearon el cumplimiento del mandamiento real.

Al igual que Andalucía, Murcia es otra comunidad que cuenta con numerosos tra-bajos sobre las milicias concejiles que se organizaron en aquel territorio. El riquí-simo archivo municipal murciano y la situación geográfica de la región –en laperiferia de Castilla y vecina del reino de Granada– son dos factores que ayudana comprender el conocimiento que tenemos de aquellos hechos y su participaciónen las campañas de la conquista del reino nazarí.

Abrieron el camino los trabajos de Bosque Carceller y Torres Fontes. El primerocon una obra que, pese a los años transcurridos desde su primera edición y a que va-rios aspectos de las figuras de los adelantados Fajardo y Chacón se han superado,sigue siendo importante (especialmente por su apéndice documental) para conocerla participación de las milicias municipales murcianas desde las campañas de 1482hasta las guerras con Francia por el control del Rosellón25. El segundo lo hizo cen-trándose en las características de la caballería de alarde, destacando los servicios queestaban obligados a prestar, la forma en que se realizaron los distintos llamamientos(lugares de concentración, autoridades que los presidían, requisitos de los que sepresentaban, fraudes cometidos, etc.) y los alardes efectuados entre el reinado deJuan II y Reyes Católicos26. Años después, el interés por valorar y analizar la contri-

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24 Véase TORRES DELGADO, C.: “El reino nazarí de Granada. Contribución de Jaén a la Guerra deGranada, año 1491”, Cuadernos de Estudios Medievales, nº X-XI (1982-1983), pp. 239-281.25 BOSQUE CARCELLER, R.: Murcia y los Reyes Católicos, Murcia, 1953. Hay una segunda edición,muy asequible, publicada por la Real Academia Alfonso X en 1994.26 TORRES FONTES, J.: “La caballería de alarde murciana en el siglo XV”, Anuario de Historia del de-recho Español, tomo XXXVIII (1968), pp. 31-86.

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27 ABELLÁN PÉREZ, J. y ABELLÁN PÉREZ, J. Mª. “Aportación de Murcia a la rebelión morisca de la Al-pujarra almeriense: el cerco de Velefique (octubre de 1500-enero de 1501)”, Cuadernos de EstudiosMedievales, nº IV-V (1979), pp. 27-39.28 Véase ABELLÁN PÉREZ, J.: “Repercusiones socio-económicas de la guerra de Granada en Murcia(1488)”, Miscelánea Medieval Murciana, nº 7 (1981), pp. 85-102; “Contribución humana de la Her-mandad de Murcia a la guerra de Granada (1487-1489)”, Miscelánea Medieval Murciana, nº 10(1983), pp. 19-43; “Aportación humana de Murcia a la última fase de la guerra de Granada (1491-1492)”, Estudios de Historia y de Arqueología Medievales, nº 3-4 (1984), pp. 79-92; ABELLÁN

PÉREZ, J. y ABELLÁN PÉREZ, J. Mª: “Contribución de Murcia al abastecimiento de Alhama de Gra-nada (1483-1485)”, Gades, nº 9 (1982), pp. 5-18. Estos, y otros trabajos, el autor los ha recopilado ensu libro Murcia, la Guerra de Granada y otros estudios (siglos XIV-XVI), Cádiz, 2001.29 MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Mª.: “La cabalgada de Alhama (Almería) en 1500”, Miscelánea MedievalMurciana, nº XI (1984), pp. 67-102.

bución de Murcia a las campañas contra el reino de Granada lo retoma el ya citadoJuan Abellán. En primer lugar, dirigiendo su interés hacia el esfuerzo humano y ma-terial que hicieron Murcia y Lorca para controlar el alzamiento morisco de 1500 y1501 en Velefique, siendo uno de los primeros trabajos en el que se analizó a las mi-licias concejiles en otras campañas que no fueran las estrictamente dedicadas a laconquista de Granada27. Luego estudiando la abundante documentación que el con-cejo murciano generó en sus deliberaciones desde febrero de 1491 hasta diciembrede aquel año relacionadas con los servicios militares que las tropas de la ciudadprestaron a los reyes para proseguir la guerra y culminar el cerco de Granada. Pocodespués, el mismo Abellán vuelve a estudiar la contribución murciana, en este casoanalizando cómo afectó a la ciudad el repartimiento que dispuso la Junta General dela Hermandad celebrada en diciembre de 1482 destinado al abastecimiento de la re-cién conquistada Alhama y talas que harían en otras zonas del reino de Granada. Lasnecesidades de mantener este enclave estratégico para los objetivos castellanos y elmantenimiento de la población obligaron a los reyes a buscar nuevos subsidios enlas ciudades del reino; es el origen del análisis que efectúa Abellán de los reparti-mientos de 1484 y 1485 con los que contribuyó Murcia y su región al manteni-miento de la ciudad de Alhama28. Finalmente, la hermana del citado profesor, JuanaAbellán, estudió al año siguiente la contribución murciana a las campañas de 1487,1488 y 1489, centradas en el asedio de Málaga y conquista de Baza.

Con otros objetivos y características, pero también sobre Murcia, es el estudio deMaría Martínez29 dedicado a la cabalgada que efectuaron las milicias de la ciudadsobre la localidad de Alhama (Almería) el 28 de enero de 1500. El objetivo básicodel artículo es –además de presentar el desarrollo de esta acción militar– dete-nerse en la descripción del botín obtenido y de las subastas que se realizaron enMurcia y Mula de los objetos que formaron parte del mismo.

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Finalmente, el que estas líneas escribe, ha intentado estudiar la contribución deSevilla y su tierra, y en general de Andalucía30, durante los levantamientos mudé-jares que se produjeron en 1500 y 1501. De nuevo la amplia información disponi-ble en los archivos sevillanos (municipal y de protocolos) y las cuentasrelacionadas con estos sucesos conservadas en el Archivo de Simancas, me per-mitieron conocer a los efectivos que participaron en estas campañas, el costeaproximado de las mismas y las consecuencias derivadas de unos hechos que mo-dificaron profundamente las relaciones entre las comunidades musulmana y cris-tiana que vivían en el desaparecido reino nazarí.

En definitiva, la historiografía hispana conoce con bastante precisión las líneasbásicas de la organización y contribución de las huestes concejiles en las guerrasde la Reconquista. Y aunque no siempre se dispone de datos para épocas anterio-res al reinado de Enrique IV, hoy sabemos cuál fue el papel de las tropas munici-pales en muchas de las acciones que se desarrollaron a lo largo del siglo XV.

2. Consideraciones sobre el anexo documental

La enumeración de los trabajos dedicados a la organización de las milicias conce-jiles creo que pone de manifiesto que nos encontramos con un tema que cuentacon abundante documentación para su estudio. Es más, como reconocen muchoshistoriadores, la guerra de reconquista y la participación de las milicias concejilesson asuntos que han ocupado y preocupado a muchos medievalistas, de lo que sededuce que también contamos con una buena descripción de la documentaciónconsagrada a los protagonistas de una lucha que se desarrolló durante varios si-glos en toda la frontera castellano-andalusí31. Por mi parte voy a tratar de explicar,

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30 BELLO LEÓN, J. M.: “La aportación militar y económica de Sevilla y su tierra durante la subleva-ción mudéjar de 1500 y 1501”, Castilla y el mundo feudal. Homenaje al profesor Julio Valdeón, vol. II,Valladolid, 2009, pp. 137-155 y “Las milicias andaluzas en la sublevación mudéjar de 1500 y 1501”(en prensa).31 Hace ya tiempo que varios profesores han puesto de manifiesto la importancia de las fuentes dis-ponibles, casi todas de origen cristiano, para el estudio de las relaciones fronterizas y el análisis de laguerra contra el reino de Granada. El repertorio de esas publicaciones es muy amplio, así que me re-mito a varias en las que el lector podrá encontrar un panorama general de las fuentes narrativas y ar-chivísticas. Véase LÓPEZ DE COCA CASTAÑER, J. E.: “Sobre historia económica y social del reinonazarí de Granada. Problemas de fuentes y método”, Actas del I Congreso de Historia de Andalucía,tomo II, Córdoba, 1982, pp. 395-404, y “El reino nazarí de Granada y los medievalistas españoles.Un balance provisional”, La Historia Medieval en España, Un balance historiográfico (1968-1998),Pamplona, 1999, pp. 149-173. CABRERA MUÑOZ, E.: “La guerra de Granada a través de las crónicas cris-tianas”, en M. A. LADERO QUESADA (coord.), La incorporación de Granada a la Corona de Castilla,

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Granada, 1993, pp. 441-468; TORRES FONTES, J.: “La guerra de Granada. La documentación de los ar-chivos murcianos”, en LADERO QUESADA, M. A. (coord.): La incorporación… ob. cit. pp. 469-481; RO-DRÍGUEZ MOLINA, J.: “La documentación de los Reyes Católicos en los archivos andaluces: documentossobre la guerra de Granada”, en M. A. LADERO QUESADA (coord.), La incorporación… ob. cit. pp. 483-494. El reflejo de la guerra y de la frontera en la cronística anterior al siglo XV también ha sido estu-diada por autores como GARCÍA FITZ, F.: “La conquista de Andalucía en la cronística castellana delsiglo XIII: las mentalidades historiográficas en los relatos de la conquista”, Andalucía entre Orientey Occidente (1236-1492). Actas del V Coloquio de Historia Medieval de Andalucía, Córdoba, 1988,pp. 51-61. Una de las últimas reflexiones al respecto puede verse en GONZÁLEZ JIMÉNEZ, M.: “Fuen-tes para la historia de la frontera castellano-granadina”, Minervae Baeticae. Boletín de la Real Aca-demia Sevillana de Buenas Letras (2009), pp. 29-39. Y todo esto dejando de lado las fuentesiconográficas, que como las Cantigas de Alfonso X, la sillería del coro de la catedral de Toledo o ma-nuscritos iluminados también nos permiten conocer los acontecimientos que rodearon la conquistade Granada.32 En el primero se ha seguido una transcripción más ajustada al documento original, mientras que enel segundo, por su estado de conservación y para facilitar su lectura, he optado por actualizar losnombres y desarrollar todas las abreviaturas.33 A.G.S. Guerra Antigua, leg. 1313, documento nº 9. Además del alarde de Moguer, en este legajo se en-cuentran varios documentos –de las mismas características– también excepcionales. Así el detallado yextenso alarde de Baeza (estudiado por Josefa Parejo) o los de la villa de Zafra, Santa Olalla y Estepa.34 A.M.S. Sección 16, documento nº 831. Aunque aquí no se transcribe, el documento, además delbarrio de la Mar, incluye la relación de peones y caballeros del barrio de Francos y de la collación deSan Isidoro.

brevemente, el contenido de los documentos y tablas que forman parte del anexo,cuyo objetivo no es otro que el de ofrecer nuevos datos que complementen a losque ya conocemos sobre las milicias concejiles castellanas.

Como se puede ver, son dos los textos transcritos32. El primero corresponde a unode los alardes efectuados en varias localidades andaluzas en 1502 con el objetivo deconocer los efectivos militares disponibles33. He elegido el de la villa de Moguerporque el pueblo era lugar de señorío a finales de la Edad Media, lo que nos per-mite comprobar cuáles eran los efectivos disponibles en una villa de señorío y,por tanto, compararlos con los que podía ofrecer cualquier concejo de realengo dedimensiones y población semejante. Además, el documento ofrece múltiplesdatos sobre el tipo de armamento disponible, sobre los oficios desempeñados pormuchos de los residentes en la villa y la advertencia de que no se han podido ins-cribir a todos los vecinos debido a que muchos se encontraban faenando en aguasdel Atlántico, trabajando en Canarias o emigrados a Indias.

El segundo documento corresponde a una distribución de caballeros y peones enel barrio de la Mar de Sevilla34. Aunque el manuscrito no lleva fecha hay variosindicios que permiten situarlo en la primera mitad del siglo XV. Así puede dedu-

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cirse por el tipo de escritura, sin los caracteres cursivos propios de la segundamitad de aquella centuria, y, por otra parte, por el hecho de que no aparezca nin-gún espingardero entre los registrados, oficio militar –este último– que, como sa-bemos, comenzó a ser frecuente en los reclutamientos efectuados durante losúltimos años de la Guerra de Granada. Además, el interés del documento, frente aotros semejantes, reside en el hecho de que la distribución se hace calle por calley que para la mayoría de los inscritos se nos dice el oficio y la categoría militar ala que pertenecen.

Las catorce tablas estadísticas que forman parte del anexo pretenden ofrecer unamuestra de la evolución de la participación de las milicias concejiles en varias loca-lidades andaluzas a lo largo de la segunda mitad del siglo XV. Para elaborar las tablasnúmeros 1 a 10 he utilizado la rica documentación procedente de los archivos muni-cipales de Sevilla y Jerez, así como algunos datos procedentes de la bibliografía con-sultada. De entre toda esa documentación me gustaría llamar la atención sobre untestimonio excepcional: me refiero al repartimiento efectuado en 1482 en Sevilla ysu tierra para distribuir los caballeros y peones que reclamaba la corona35. Se trata deun amplio documento (más de 70 folios) en los que, para cada collación de Sevilla ytodos los pueblos de su tierra, se inscriben con nombres y apellidos todos los caba-lleros y peones repartidos para una de las campañas de 1482. Junto al nombre se re-gistra la ocupación militar que le corresponde y, en un porcentaje muy elevado, laprofesión que habitualmente desempeñaba. Además del buen estado en el que seconserva el documento, este repartimiento es excepcional porque nos permite identi-ficar a los que podían acudir a la hueste concejil y valorar la relación entre distintasprofesiones y ocupación militar (véase cuadro nº 10).

Las otras columnas de datos de ese mismo año (1482) se encuentran en un docu-mento –algo deteriorado– que registra un repartimiento de ballesteros, lanceros ypeones con palas y azadones que se hizo en Sevilla y su tierra para ir a la tala de“tierra de moros” (sin especificar dónde)36. Se trata de un expediente en el queuno de los repartimientos asignado al Aljarafe aparece anulado (por ello hemosutilizado el que no está tachado) y, en general, parece corresponder más a un bo-rrador que a una relación definitiva.

Los datos de 1484 corresponden a un repartimiento que se hizo en Sevilla el 26 demarzo del citado año atendiendo a la petición efectuada por los reyes para que las

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35 A.M.S. Sección 16, documento nº 412. Estos datos aparecen en la tabla señalados con un asterisco (*).36 A.M.S. Sección 16, documento nº 413.

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37 A.M.S. Papeles Mayordomazgo. Caja 73. Año 1484.38 Archivo Histórico Provincial Sevilla. Protocolos Notariales, legajos nº 3219, leg. nº. 2157 y leg.nº. 149939 Véase FLORES VARELA, C. J.: Sevilla, 1406. Un estudio socio-geográfico de la población, Madrid,1992.

milicias acudiesen a la tala de Málaga37. La Corona solicitó 5.000 peones (mitadballesteros y mitad lanceros), 300 jinetes, 600 cargas de harina y 400 de vino, ycomo se puede ver en la tabla, la demanda de los reyes no coincide con lo que real -mente se repartió. Al frente de la hueste se situarían Pedro de Rojas, lugartenientedel asistente de la ciudad, y el alcalde Juan Guillén. El documento también recogeun segundo repartimiento de bestias y harina efectuado en varias localidades deLa Campiña y el Aljarafe.

Las columnas en las que aparecen los datos de 1501 proceden de dos fuentes fun-damentales. Por un lado de un conjunto de 277 contratos que se encuentran en elArchivo Histórico Provincial de Sevilla, en su sección de Protocolos Notariales,formalizados para participar en las campañas de 1500 y 1501 y firmados entre losmeses de febrero y marzo de cada uno de estos años38 (tablas 11 a 14). Por otro delos que se encuentra en los Papeles del Mayordomazgo del archivo hispalense yque ya fueron utilizados por mí para elaborar el texto de los trabajos citados en lanota nº. 30.

Para completar el anexo y mi propuesta de datos que permitan evaluar la compo-sición de las huestes concejiles se muestran tres gráficos con los que se pretendecomparar el porcentaje (no el número total) de caballeros y peones disponiblespara cada barrio y collación de Sevilla en dos momentos concretos y separadospor un siglo de distancia. El histograma de 1405 corresponde a un alarde de eseaño, que he elegido por ser uno de los más completos del siglo XV ya que recogelos datos de todas las parroquias de la ciudad, y por ser, además, uno de los mejorconocidos y estudiados39. El de 1501 corresponde, una vez más, a los porcentajesextraídos de los datos de 1501 que aparecen en la tabla nº 1 y cuya procedencia yase ha explicado antes.

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ANEXO

Documento nº 11502, septiembre 25. MoguerAlarde que mandó hacer en Moguer don Pedro de Portocarrero, señor de la villa,tras la orden que recibió de la reina para que se supiera el número de caballeros,ballesteros, espingarderos y lanceros disponibles en la villa y su tierra. El alardese realizó el domingo 25 de septiembre, después de medio día, en presencia delcomendador y alcalde Martín Cerón y del escribano Pero Díaz de CastroArchivo General de Simancas. Guerra Antigua. Legajo 1313, documento nº. 9

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Los cavallerosGonçalo Alonso, regidor, a cavallo conuna lança e adarga.Diego del Puerto ?, viejo, a cavallo conunas coraças e capaçero e bavera elança e adarga.Juan de Bonares, a cavallo sin armasDiego Polido, a cavallo con unas coraças.Fernand Gomez, a cavallo sin armas.Rui Gomez, a cavallo sin armasRui García, a cavallo sin armasFrançisco de Cordova, a cavallo conuna lança(…) Alonso, a cavallo sin armasPero Benites, a cavallo sin armasJuan Beltran, a cavallo sin armasEl bachiller García, a cavallo sin armasAlonso Pinto hijo de Pero Pinto, a ca-vallo con unas coraças.Antón Pardo, a cavallo sin armasPero Martin de Veas, a cavallo sin armas

Las personas que tienen coraçasRuy Peres, pescadorJuan de la Plaça, otras e un capaçete ebaveraFrançisco Bermejo otras e una lança eun capaçeteDiego Dias, otras

Diego García Luys, otrasSu cunado de Antón Bueno, otras e uncapaçete e bavera e una lançaXristobal Facundo, otras

VallesterosGonçalo de Belmonte, una ballestaNicolás MuñosFrançisco Ruis, fijo de Antón FernándesPero Martin de VeasPero Martin BrevaAntón CanoFrançisco Martin BrevaPerianes Santanto ?Fernand MartinJuan de BetanzosXristobal BeltranFernand Alonso GodoyAntón Sanchez, carpinteroSantiagoManuel García, herreroXristóbal GallegoAndrés Martin, cordoneroAlonso Sánchez, carpinteroJuan de Tremadas ?Alonso Martin de VeasFrancisco (….)Martín Fernándes MarinMartín García, su fijo

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Sebastián RuisDomingo JuanAntón Martín EscasoAntón CamachoFrançisco Martin, mesoneroAndrés HernándesBartolomé de VeasXristobal CanoPero TiradoAlonso Martin de HuelvaAlonso García RangelFrançisco VasquezJuan SantosBartolomé VadilloDiego de SiguraRodrigo GarcíaPero Martín de la YslaGonçaloFernando de BelmonteGonçalo LazeroGonçalo de GarfíasAlonso Matin, mayordomoMorales, barveroFrancisco BeltránPero Martin de SantanderJuan Dias, hijo de Miguel HernándesLuys de MoguerAlonso MarquesSu hijo, la de Juan Quintero ?Luys GarcíaDiego Alonso NegrillosJuan LopesDiego PrietoGonçalianesAntón de AlmonteJuan NamoradoAlonso Peres, hijo de Xristoval PeresAlonso Beltrán, esparteroPero BeltránArines, el viejo, una ballesta

Alonso GallegoAlonso de MoguerAlonso Martín de la Coba, el moçoCorpachoJuan MartínFernán Peres, calafate

LançerosLázaro GarcíaJuan de GallegosFrancisco de Baeça, con un caxquetePero Alonso CavalleroGonzalo García OjuelosJuan del PicoGonzalo de Belmonte, el viejoManuel de XeresDiego GentilJuan SarmientoAlonso EstevanDiego RodriguesGaleoteGonçalo Alonso CalderaLogroñoLorenço de (…)Diego de Lepe, el moçoLorenço de (…)Juan Dias NegrillosJuan Alonso AlixandreJuan Cabezudo e un adargaFrancisco MiguelRodrigo de MoguerGarcía RodríguezDiego de Villa RealFrancisco CarrilloFrancisco OjuelosCamacho e un espadaGonçalo e un espadaDiego MartínDiego de la Barrera e un espadaFernando de Gibra ? e un espada

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Juan Peres CalvoRodrigo Quintero e un pavesPero CanoFernand MartínPero Dias e un pavesRui GomezMoralesJuan MendesMaestre JuanJuan Miguel RangelGerónimo RodríguezEl anzoleroGonzalo García de SanlúcarAlonso GarcíaGonzalo MexíaAntón Miguel, una lançaXristoval Orejón otra, e una tablachinaJuan Alvares, otra e un espadaAndrés GarcíaDiego SancudoLope MartínCarmonaAlonso García RengelJuan AriasJuan FrancoAlonso BartoloméAlonso SonbreroJuan HernándesRui Gomes, yerno de maestre AlonsoGonzalo BeltránFernad de SoriaJuan GrandePero CanoGarcía Miguel PardoMoralesRui GarcíaEl hijo de Francisco OlleroPerianesFernand Martín RoseteJuan Beltrán, el moço

Juan TarifeñoJuan NuezFernand Sanches, sastreTorres, una lança e un espadaGarcía Ximénes, una lançaXristóval MendesAlonso RiberosJuan Alonso HerreroPero Martín RoseteAlcaláJuan MarinPero AlvaresJuan, hijo de Juan B.Sebastián RodríguezXristoval Martín, vallesteroAlonso RominAlonso Sanches de la BarquetaAlonso de SevillaAlonso de MoguerFernand Cota, otra e un espadaXristoval de HojedaAlonso de JaenBartolomé barvero, otra e un espadaBenito GarcíaXristóval BivasBartolomé de Betanzos, dos pavesesJuan de ValenciaJuan VallesJuan TarifeñoFrancisco Ruis, albañilLuys de la BarreraMendozaNicolás FernándesLuys de Bervis, un espadaJuan Gómes, barveroFernand AlonsoAranda, una espadaAlonso Fernández de CordovaAlonso Herrero, una espadaBartolomé Sanches

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Juan OlleroAntón Ruis, yerno de SantanaPero VasquesJuan BrevaAlonso RamosPero Martín RoseteJuan de Carmona, una lança e un dardoRui GarcíaJuan de GamezPero Martín, albañilAntón NajarPero Fernández MedelGonzalo RodríguezFrancisco Ruis, el maestreDiego QuinteroJuan de XeresDiego SerranoDiego DiasJuan Rodríguez, gallegoDiego García Luys, una lançaPero Dias, el viejoXristóval ramosRui PeresMartín DiasJuan SalvadorAlonso Balasco ?Fernand BeltránFrancisco García, carpinteroGarcía ManuelLorenço García BrevaAntón RengelAlonso de SantarenFrancisco Rodríguez FicalloFernand Péres, ovejeroPero dias, labrador, el moçoJuan Dias, su hermanoPero Dias, labrador, el viejoJuan NuesAlonso de VargasJuan Martín Escaso

Gonzalo Martín, mesoneroPero Dias de HojedaDiego de SevillaJuan de la PalmaAlonso RuisJuan del RíoAlonso Martín BrevaBartolomé Rodríguez de VillarasaXristóval Rodríguez, yerno de JuanBermejoDiego Martín, odreroAntón CanoPero RuvioAlonso NuezJuan Martín BrevaJuan YnglésXristóval CalvoJuan MartínFrancisco Beltrán, yerno de VayonaGonzalo OlleroXristóval XiménesJuan de VeasManuel García ChapínSalinas, sastreJuan Alonso PimientaXristóval BeltránJuan Martín MondragónRui Lopes, carpinteroLorenço Domínguez, el moçoAntón MartínJuan PastorMartín González, viscocheroDiego Martín, hijo de Juan SanchesDiego el cuervoAntón BlancoDiego Martín, yerno de Antón Martínde CórdovaJuan Martín de SanlúcarXristoval Dias AlgrillosPero García de Bernal

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Fernand Martín CabeçaMarcosAlonso Martín GaloteAlonso RodríguezFrancisco Martín de VeasAntón Martín de SantanderAlonso Fernández tarifeñoFrancisco MartínAntón ToçinoAlonso Fernándes, ladrilleroVasco de HojedaXristóval Rodríguez ColmilloDiego DiasAlonso Martín DescaçenaAlonso RodríguezAtón Martín EscasoPero NinoJuan Roldan, pescadorRodrigo alonso, colcheroFernand Peres BartoloméJuan DomínguezFrancisco SancristánFrancisco DiasAntón SantarenXristóval Dias, yerno de RiberosJuan de XeresMiguel FernándesJuan RuisFernando DiasAntón CamachoXristóval Martín NamoradoFrancisco Martín de las MonjasPero de Pineda, barveroFrancisco Fernández de CalaDiego Martín de MedinaJuan MondragónAlonso NuezXristóval VasquezGonzalo Rodríguez, pintorPer Asensio

Gonzalo Martín, toneleroAntón García de AlfaroAlvado de (…)Fernando de LeónMartín García, carpinteroFrancisco GalotePero MartinBartolomé RodríguezJuan de VeasGonzalo García ViñasPero Fernández de CarriónDiego García, molineroXristóval BuenoAlonso BenitesGonzalo Alonso ToçinoAlonso BuenoAlonso Domínguez de TriguerosAlonso Fernándes, cordoneroJuan RuisXristóval CaxcorroFernando BermejoJuan BivasManuel FernándesJuan García de la yslaGonzalo CaxcorroAlonso YnglésXristóval BeltranFrancisco Fernándes, cordoneroJuan Alonso, hortelanoXristóval Ruis, cordoneroAlonso GarcíaFernand Sanches, çapateroJuan GutierresPerianes, yerno de TordesillasEl moço de Juan DumbriaXristóval Fernándes, hortelanoFrancisco de la HuertaJuan Rodríguez valençianoPero Fernándes, pintor

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El qual dicho alarde fue fecho en la dicha villa de Moguer, en el dicho dia e mes e añosuso dicho, en presençia de mi el dicho Pero Dias de Castro, escribano público della,e de los testigos de yuso escriptos, de que fueron testigos presentes el comendador Be-cerra e Vasco Nuez e Benito de Villasana, criados del dicho señor don Pedro mi señor.E yo Pero Dias de Castro escribano público desta villa de Moguer por el mui magni-fico señor don Pedro Portocarrero mi señor la fize escribir (rúbricas).

Toda la otra gente desta villa de Moguer que no pareció en el dicho alarde esta enla mar, asi en las Yndias como a pescar y a otros puertos, asi de Canaria y por estacabsa no se hizo alarde a los absentes. Fecha el dicho dia e mes e año suso dicho.Pero Dias de Castro.

Documento nº 2Sin fecha. Siglo XVDistribución por calles de los caballeros, ballesteros y lanceros registrados en elbarrio de la Mar de SevillaArchivo Municipal de Sevilla. Sección 16, documento nº 831

MEDIEVALISMO, 19, 2009, 287-331 · ISSN: 1131-8155

Calle de la MarJuan Sánchez, zapatero, lanceroMateo Sánchez, ballesteroAlonso Sánchez, ballesteroPedro de Cabra, ballesteroAlonso de Luna, ballesteroAlonso de Cuadros, ballesteroAlonso de Jerez, lanceroDiego de Trujillo, ballesteroTomás Ramírez, ballesteroPero Fernando de (…) lanceroAlonso de Marchena, lanceroPedro de Triana, lanceroFrancisco López, correero, lanceroMiguel Ruiz, zapatero, lancero

La calle de zapateros (?)Becerril, lanceroDiego salteras, ballesteroNicolás de Mesa (…)Martín López, molinero, lanceroAlonso García, especiero, lancero

La calle del canda ……Juan Rodríguez, el cojo, lanceroAndrés Fernández, zapatero, lanceroFrancisco, vizcochero, lanceroFernand García, chapinero, lanceroJuan Martín, vizcaíno, ballesteroJuan Esteban, pregonero, lancero

La vuelta que se hace para la guardaCastañeda, lanceroPedro de Castellanos, caballeroAlonso de (…), lanceroAlonso Núñez, ballesteroLope de Olmedo, ballestero

Calle CastroJuan de (…) caballeroMarta Rodríguez, ballesteroCristóbal Rodríguez, lanceroUn genovés, lanceroGonzalo de Baena, tabernero, un caballoLuís García, hidalgo, lancero

Pero Rodríguez, herrador, lanceroMartín Guerra, lanceroMiguel, carpintero, lanceroManuel Gómez, ballesteroAlonso García, herrador, ballesteroJuan García, sillero, lanceroCristóbal de Prado, lanceroPero Gómez, guarnimentero ? ballesteroAlonso de Zamora, espadero, ballestero

TintoresBartolomé Barva, lanceroAlonso de Toledo, lanceroRui López, trapero (pasa de 60 años yno se ha de dar)Martín de Sevilla, lanceroDiego de Sevilla, lanceroFrancisco de Sevilla, ballesteroJuan de Morales, lanceroGonzalo de Carmona, lanceroMiguel de Medina, un caballoJuan Sánchez, lanceroJuan Díaz, corredor, lanceroCristóbal de CastellanosAlonso de Toledo, dorador, lanceroGonzalo del Algaba, lanceroGarcía Fernández, tabernero, lanceroFrancisco de Pineda, lanceroDiego Mateo, caballeroJuan de Andujar, ballesteroRuiz garcía, ballesteroRodrigo de Sevilla, lanceroFrancisco de Piedrahita, lanceroDiego Desplumas, tejedor, lanceroJuan de León, zapatero, lanceroJuan de Durango, se presentó por élAlonso Pérez, un caballoDiego Caro, el mozo, ballesteroDiego Caro, el viejo, ballesteroRodrigo de Cea, tabernero, lancero

Alonso García, espartero, ballesteroJuan García, espartero, lancero (…) tabernero, lancero (está herido)Antón Rodríguez Cabezudo, cómitreJuan García, espartero, ballestero

CesterosEl salinero, lanceroSancho Gutiérrez, lanceroBartolomé, bizcochero, , ballesteroPero García de Morillo, el viejoJuan Rodríguez, cestero, ballesteroAlonso Marín, marinero, ballesteroAntón Marín, lanceroDiego frutero, lanceroPero García de Morillo, lanceroGonzalo Muñoz, lanceroAlonso Ruiz, cordonero, lanceroSalvador, ballesteroJuan (…) lancero

Calle del arco que va a San TelmoAlonso del campo, lanceroXamarilla ¿, ballesteroBartolomé Ramírez, lanceroJuan de Taborda ?, lanceroLorente, barquero, lanceroJuan de (…), lanceroFrancisco García, barquero, lanceroJuan Grande, trabajador, lanceroLope de Ayala, lanceroBarjo (…) lanceroPero Martín, carretero, ballesteroJuan de Maya, carretero, lancero

La calle ancha de la CesteríaBartolomé Fernández, carretero, lanceroJuan García, carpintero, lanceroFernand García Montero, lanceroAntón Martín, carretero, ballestero

JUAN MANUEL BELLO LEÓN

308 MEDIEVALISMO, 19, 2009, 287-331 · ISSN: 1131-8155

LAS MILICIAS CONCEJILES CASTELLANAS A FINALES DE LA EDAD MEDIA

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Juan de Sevilla, lanceroManuel Fernández, marinero, lanceroFernand Rodríguez, barquero, lanceroJuan Manuel el viejo, lanceroCristóbal Rodríguez, marinero, lanceroJuan de Maceda, ballesteroEl molinero, el mozo, lanceroBartolomé de Tarifa, lanceroAlonso Fernández Serrano, barquero,lanceroBartolomé López, albañil, lanceroJuan Cristóbal, lanceroAntón Piñate, lanceroJuan de lino, cómitre, ballesteroAntón Jerónimo, lancero

El ArenalBartolomé García, marinero, lanceroDiego García, lanceroGonzalo Mira, tejedor, lanceroJuan Gallego, carretero, ballesteroJuan Fernández del Alcoba, ballesteroEl remolar, lanceroCristóbal Manuel, lanceroPedro de Hilguera, lanceroJuan Díaz (…) lancero

La CarreteríaAndrés López, candelero, lanceroGonzalo Fernández, especiero, lanceroDiego (…), barbero, lanceroPedro Vizcaíno, lanceroCristóbal López, cordonero, ballesteroAlonso Donato, tonelero, lanceroFernand García, cordonero, lanceroBartolomé García, tonelero, lanceroFrancisco Martín, tonelero, lanceroJuan Martín de Zuleta ?, lanceroAlonso de Córdoba, tabernero, lanceroBartolomé Pérez, tonelero, lancero

Alonso Pérez, tonelero, ballesteroJuan Gómez, tonelero, lanceroJuan de Maya, tonelero, lanceroDomingo Martín, tonelero, lanceroFernand García, tonelero, lanceroAlonso Díaz, tonelero, lanceroDiego Martín, tonelero, lanceroIñigo Martín, tonelero, ballestero

La RiberaEl rico, tabernero, lanceroAntón de Trochillo, cómitre, ballesteroAntón Fernández Rosero, lanceroAntón Fernández, carretero, lanceroJuan de Utrera, tabernero, lanceroNicolás Durango, ballesteroJuan Pérez, tonelero, lanceroLorenzo, tabernero, lanceroGonzalo Ruiz, tonelero (dice que estáen Alhama)Antón García, tonelero, lanceroJuan Martín de Morón, lanceroDiego Martín de Morón, lanceroDiego redondo, lanceroBartolomé López, cordonero, lanceroRui García de la Puebla, ballesteroJuan Martín de Morón, el mozo, lanceroJuan (…), ballesteroGuillén Fontana, lancero.

La calle de Juan Martín de DurangoJuan de Lugo, tonelero, lanceroPero Fernández, ballesteroJuan Martínez de Durango, caballeroJuan de Vázquez, tonelero, lanceroRodrigo de Zamora, caballeroCristóbal García, lanceroPero Díaz, tonelero, lanceroJuan de Santa Clara, lanceroRodrigo Calderón, lancero

MEDIEVALISMO, 19, 2009, 287-331 · ISSN: 1131-8155

Pero García, cordonero, lanceroJuan Gómez, marinero, está en (…)Luís Martín, lanceroMartín García, hornero, lanceroJuan García, carpintero, lanceroGonzalianes, ballesteroFerrand Álvarez, lanceroCristóbal López, lanceroEspinosa, tonelero, ballesteroAntón Díaz, tonelero, lanceroJuan Gómez Catalán ?, lanceroJuan Gómez, tonelero, lanceroJuan de Toledo, zapatero, Lancero(…), lancero

Coritos ?Juan de (…), lanceroJuan de Toledo, lanceroGarcía de Sobarço ?, ballesteroGarcía del Castillo, lanceroMiguel Viscojera ?, lanceroFernando Vaca, lancero

La puerta del aceiteJuan Martínez de Segura, lanceroAndrés Carrillo, lancero

Pedro de Triana, ballesteroCristóbal García, cordonero, lanceroFernand Rodríguez, cordonero, lanceroGarcía, cordonero, lanceroAlonso de Alarcos, tonelero, lanceroPero García, tonelero, lanceroJuan de Zamora, tonelero, lanceroJuan de Toledo, mercader, ballesteroDiego Martín de Morón, lanceroPero García, tonelero, ballesteroAndrés Ruiz, tonelero, lancero

La calle del adarveMiguel Vizcaíno, lanceroJuan García de Guarnido, lanceroAndrés Cazador, lanceroGutiérrez González, lanceroRodrigo de Maya, ballesteroJuan de Évora, ballesteroPero Martínez de Zuleta, caballeroPero González, ballesteroJuan López, tonelero, ballesteroPero García, tonelero, lanceroJuan de Raya, ballesteroAlonso Pérez, tonelero

JUAN MANUEL BELLO LEÓN

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TABLA nº 10Distribución de oficios entre peones y jinetes en el repartimiento efectuado en Sevilla en 1482

Oficios Jin. Bal. Lan. Esp. Total Oficios Jin. Bal. Lan. Esp. Total

Aceitero 1 6 5 — 12 Hortelano — 7 8 — 15

Acemilero — 1 3 — 4 Joyero 1 3 2 — 6

Agujetero — 3 5 — 8 Jubetero — 4 4 — 8

Afinador — — 1 — 1 Labrador 1 7 8 — 16

Albañil — 6 12 — 18 Ladrillero — — 1 — 1

Albardero — 3 1 — 4 Lavandero — — 1 — 1

Atahonero 2 5 1 — 8 Latonero 1 — 2 — 3

Armero — — — 1 1 Leñador — — 1 — 1

Astero — 2 1 — 3 Marinero — 1 — 1

Batanero — 1 2 — 3 Mercader 1 — — 1 2

Barbero — 4 8 — 12 Mercero 1 — 1 — 2

Barquero — — 1 — 1 Mesonero 2 4 6 — 12

Batihoja 1 2 — — 3 Molinero — — 3 — 3

Bolsero — — 1 — 1 Montero ¿ — 1 1 — 2

Bonetero — 1 — — 1 Odrero — 6 3 — 9

Borceguinero 1 5 5 — 11 Ollero 1 5 9 — 15

Boticario 1 3 — — 4 Palominero — 1 — — 1

Broslador — 2 — — 2 Pastor — 1 6 — 7

Cabrero — 1 — — 1 Pellejero — 2 3 — 5

Calafate 1 1 2 — 4 Peraile — 4 2 — 6

Calcetero — 7 4 — 11 Pergaminero — — 1 — 1

Calderero — 2 1 — 3 Pescador — 2 1 — 3

Calero — 1 — — 1 Pichelero — 3 1 — 4

Candelero 2 5 1 — 8 Pintor — 3 8 — 11

Carbonero — — 2 — 2 Platero — 3 6 — 9

Carnicero 1 2 4 — 7 Pregonero — 1 — — 1

Carpintero 1 12 17 — 30 Remolar 1 — — — 1

Cerrajero — 4 — — 4 Ropero — 3 6 — 9

Ceracero — 1 — — 1 Sastre — 7 14 — 21

Cestero — 1 1 — 2 Sayalero — 2 1 — 3

Chapinero 1 7 3 1 12 Sedero — 4 6 — 10

Cómitre — 1 — — 1 Serrador — 7 5 — 12

Cordonero 1 6 10 — 17 Sillero — 6 4 — 10

Corredor 4 — 1 — 5 Tabernero 4 5 8 — 17

Correero — 7 11 1 19 Tamboril — — 2 — 2

Cuadrillero — — 1 — 1 Tejedor — 2 17 — 19

Cuchillero — 3 3 2 8 Tejero 1 — — — 1

Curtidor 1 8 2 1 12 Tendero — — 1 — 1

TABLA nº 10Distribución de oficios entre peones y jinetes en el repartimiento efectuado en Sevilla en 1482

Oficios Jin. Bal. Lan. Esp. Total Oficios Jin. Bal. Lan. Esp. Total

Dorador 1 3 5 — 9 Tintor — 5 6 — 11

Escribano — — 1 — 1 Tonelero — 4 1 — 5

Espadero — 2 4 — 6 Toquero 1 — 3 — 4

Espartero — 6 5 — 11 Tornero — 1 — — 1

Especiero — 1 3 — 4 Trabajador — 13 32 — 45

Frenero — — 4 — 4 Trapero — — 1 — 1

Frutero — 4 5 — 9 Tundidor — 6 5 — 11

Galeote — 3 — — 3 Vaquero — 2 — — 2

Herrador — 2 4 — 6 Vidriero — 2 — — 2

Herrero — 1 2 — 3 Violero — 2 1 — 3

Hojero 1 1 — — 2 Yeguerizo — — 1 — 1

Hornero — 1 1 — 2 Zapatero — 15 16 1 32

Fuente: A.M.S. Sección XVI, documento nº 412.

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TABLA nº 12Vecindad en Sevilla declarada por los contratados para las campañas de 1500 y 1501

Vecindad Sevilla Año 1500 Año 1501 Total

San Julián 1 0 1

Santa María la Blanca 0 1 1

San Alfonso 3 1 4

San Bartolomé 1 1 2

Triana 2 1 3

Santa Catalina 3 — 3

San Nicolás 3 1 4

San Juan 4 — 4

San Isidro 3 1 4

San Estéban 4 0 4

San Andrés 4 0 4

San Martín 4 0 4

San Pedro 2 3 5

Omnium Sanctorum 5 2 7

San Román 4 4 8

San Miguel 7 1 8

La Magdalena 9 8 16

San Lorenzo 14 3 17

San Vicente 18 1 19

San Salvador 17 8 25

Santa María 34 10 44

Santiago 1 0 1

Santa Cruz 1 1 2

La Cestería 2 0 2

Sevilla(sin especificar) 5 — 5

Estante Sevilla 6 8 14

Fuente: A.H.P.S. Protocolos Notariales. Legajos nº nº 3219, nº. 2157 y nº. 1499

TABLA nº 13Procedencia, fuera de Sevilla, de los contratados para las campañas de 1500 y 1501

Vecindad 1500 1501 Total

Villadiego 1 — 1

Pastrana 1 — 1

Olmedo 1 — 1

Málaga — 1 1

Madera ? 1 — 1

Guarda 1 — 1

Guadalcanal — 1 1

San Ginés (?) 1 — 1

Francia — 1 1

Paterna ? 1 — 1

Espinosa 1 — 1

Cuenca 1 — 1

Cotes ? 1 — 1

Carmona 1 — 1

Cáceres 1 — 1

Badajoz 1 — 1

Aznalcázar 1 — 1

Almonte 1 — 1

Alcalá del Río 1 — 1

Ginés 1 — 1

Trigueros — 1 1

Valencia 1 — 1

Val de Laguna 1 — 1

Utrera — 1 1

Trujillo 1 — 1

Frejenal 1 1 2

Jerez de la Frontera 1 1 2

Segovia 1 1 2

Écija 2 — 2

Toledo 1 1 2

Córdoba 2 — 2

Plasencia — 2 2

Comares — 2 2

Granada 2 — 2

Aljarafe 3 — 3

Fuente: A.H.P.S. Protocolos Notariales. Legajos nº nº 3219, nº. 2157 y nº. 1499

TABLA nº 14Vecindad de los que contratan para las campañas de 1500 y 1501

Vecindad 1500 1501 Total

Sevilla(sin especificar) 26 — 26

Barrio de Génova 1 — 1

Santiago 1 1 2

Santa María la Blanca — 1 1

Santa Catalina 1 — 1

San Román 1 — 1

San Bartolomé Nuevo 1 — 1

San Marcos — 1 1

San Alfonso 2 3 5

San Isidro 3 — 3

San Miguel 3 — 3

San Estéban 4 — 4

La Cestería 4 — 4

San Martín 5 — 5

Barrio de la Mar 5 — 5

San Bartolomé 5 1 6

San Andrés 2 5 7

Santa Cruz 5 2 7

San Pedro 7 1 8

Omnium Sanctorum 7 2 9

Triana 12 5 17

La Magdalena 11 6 17

San Lorenzo 16 5 21

San Vicente 24 4 28

San Salvador 17 13 30

Santa María 37 19 56

Fuente: A.H.P.S. Protocolos Notariales. Legajos nº nº 3219, nº. 2157 y nº. 1499