las civilizaciones perdidas

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Un paseo por algunas de las diferentes civilizaciones perdidas

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Page 1: Las Civilizaciones Perdidas

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Page 2: Las Civilizaciones Perdidas

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Page 3: Las Civilizaciones Perdidas

AxumUnas ruinas envueltas en las leyendas de la reina de Saba

y del Arca de la Alianza, que según la tradición se encuentra aqu[

situadas en un pe-queño distrito de I

cercano a la frón- I

cantidad de información sobre este pueblo,pero sí que da valiosas pistas acerca de la im-portancia comercial del Imperio axumita. El

escritor romano Plinio el Joven (siglo I d. C.),por eje mplo, se refiere a Axum como la

"ventana del mundo".En Adulis, el puerto del reino, los

palacios y las iglesias de basalto de-notaron la riqueza que los intercam-

bios comerciales proporcionaban. Por

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por Marla Font

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tera de Eritrea. La zona vi- +=Lve de estos vestigios del pa- -rjsado y de las innumerables - :'

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leyendas que los envuelven.Una de las más lucrativas para el turismo gi-ra en torno a la figura de la reina de Saba.

Según se cuenta en el relato épico etíopeKebrlt Negasl, o libro de la gloria de los muer-tos, la famosa reina vivió en la ciudad de Axummucho antes de que ésta fuera la capital delglorioso reino axumita. Su hijo Menelik, frutode la esporádica relación con el no menos fa-moso rey Salomón de Israel, trajo desde Jeru-salén e I Arca de la Alianza a la ciudad. El Arca,también llamada Thbot, custodia las Tablas dela Ley que Dios entregó a Moisés. Según lacreencia etíope, este mítico objeto descansaen la catedral de Santa María de Sión. Está vi-gilada por un monje: el único que la ha visto yque guardará celosamente el tesoro hasta quese designe su sucesor.

LLEGADOS DEt REIN(I DE SABA

Los orígenes de Axum son enormemente in-ciertos y no existe acuerdo en la comunidadcientífica. Por las inscripciones en altares, tro-nos tallados en íbice y estatuas femeninas depiedra caliza encontradas en las llanuras etío-pes, se sabe que a mediados del I milenio a.

C. llegaron hasta aquí, procedentes del otrolado del mar Rojo, los sabeanos, una comuni-dad de comerciantes procedente del sur deArabia y del Yeme n. La fusión de la culturasemítica sabeana y la autóctona sería el ger-men del reino de Di'amat, el verdadero em-brión de la civilización axumita.

La primera mención de Axum como capitaldel territorio se encuentra en un documentogriego del siglo I a. C., en el que se describe alregente Zoskales como "el que reina a las ciu-dades de tierra adentro y costeras desde sumetrópolis, Axum". Ninguna de las fuentesdocumentales antiguas proporciona una gran

30 ARQUEoLoGÍA

,allí pasaban los tesoros naturales de todaAfrica: oro, esmeraldas, obsidiana, marfil,

|" pieles de animales, inciensos, resinas... A

+

ÉpoclEntre el siglo t

cambio, los barcos volvían con metalistería,armas, vinos, aceite, cristalería o telas. Se co-

merciaba con Roma, Egipto, la India, Sri Lan-ka... En definitiva, con cualquie ra que necesi-tara traspasar el mar Rojo.

Con todo este poder en sus manos, el reinofue conquistando territorios a lo largo de lacosta de Eritrea v a lo ancho de la llanura etío-

a. C. y el t d. C., pe. En Marara, al norte de la capital, la arqui-Axum deviene tectura a base de piedra calizay los innumera-en capital del bles objetos de la vida cotidiana halladosreino' El declive de muesiran la afanosa acrividad agrícola v ga-se sitúa en el":: :"" - : nadera de los pobladores del interior.srqlo vil, con la -,;,"r;;i¿;"]- El gran descubrimiento de la cultura axumi-

irt;;. ta se produjo con los viajes de los portuguesesen el siglo xv. Marineros, esrudiosos de todo

zottA tipo y misioneros de este país empezaron a in-La costa de teresarse por Etiopía y penetraron en su inte-Eritrea y norte rior. El padre Alvares, capellán de la embajadade laactual porruguesa en Etiopía, en su libro I/erdadeiratlropra' InJarmagño das Terras do Preste Joño (publica-

do en Lisboa en 1540), hizo las primeras des-cripciones detalladas de las ruinas de la ciudadde Axum. No se olvidó de mencionar, por su-puesto, las leyendas relacionadas con la reinade Saba y el Arca dela Llianza.

PRIMERAS PRflSPECCIf¡NESLas excavaciones exhaustivas llegarían muchomás tarde. Primero, la expedición alemana deEnno Littmann, en 1906, corroboró que alre-dedor del siglo ul d. C. esta civilización viviósus años dorados. Despues, entre 1972 y 1974,llegaron las investigaciones del British Institu-te in Eastern Africa, dirigidas por Neville

Page 4: Las Civilizaciones Perdidas

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Estelas como ésta, er¡gidas durante los siglos ilr y rv d. C., se alzan a lo largo de las ru¡nas de Axum. La mayor sobrepasa los treinta metros de altura.

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Page 5: Las Civilizaciones Perdidas

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Tras sus huellasLas ruinas de la ciudad de Axum. además de fabulosos obeliscos,albergan numerosos restos bañados en leyendas.

Catedral de Santa María de Sión

Colina de

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El santuario más sagrado

del cristianismo eiíope.Según la creencia, alberga

e Arca de la Alianza, El

emperador Fassilidas or-denó erigir la actua tg esia

en 1635, sobre las ru nas

de un templo del slqlo v

Existen restos de otrosediflc os que, a pesar deque se desconoce su fun-ción, se han bautizado con

nombres ctados en ant-guas crón cas: Enda Se-nnon ,EndaMkaely Ta'akha Maryam

y el del sudesteAlgunos presentancomplejos grabados,i usiones de la arqui-tectura de la épocaque tamb én se em-p earon en las tumbascercanas: puertascon cerrojos,ventanas, vigas que

falsean estructurasde soporte,,,

Campos de estelas

Algunos de estos obe-liscos, levantados so-bre las tumbas de os

reyes. alcanzaban os

33 m de altura, Hoycasi todos yacen des-p omados en e suelo,

aunque todavia puedeverse alguno en pie.

Hay cuatro campos: el

de Gud t , el princi-pal , el de norte

(lhit¡icli v StLrrrrt \lLruro-Hlr'. Sc ccntrrrron cr.r

lrt rt¡rertrrrr v rnírlisis cle lrrs tumbrrs prcsiclirlrspor irrt.jestLtosos oltcliscos. [ -r"rr-r clc cllrrs. llrr-r-nrtcllt cl \ Ilrtrsoleo. cs uni.l dc lrrs nr'Jrs gl'rtnclcs rcor.r.tplcjrrs cle toclrrs lrs nccrriprilis clc.\rtrnr(mírs clc 22.5 nretrris currclrrtclos)..j rrnro crin lrr

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Page 6: Las Civilizaciones Perdidas

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Tumba de los A¡cos de l¡drilloy Tumba de la Puerta Falsa IEILa llamada Tumba delos Arcos de Ladrillo es-tá decorada con relievesque representan tres cu-riosos arcos de herradu-ra. En la de la PuertaFalsa, el grabado en la

cotina (h Mraú eaho

fachada imita una puer-ta de tamaño real, Am-bas fueron estudiadasen profundidad por laexpedición de Chittick yMunro-Hay en los años

setenta.

Tumba de f{efas Mawcha ElUno de los monu-mentos funerariosmás espectacularesde la ciudad, descu-bierto por la expedi-

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ción de Littmann en

1906, es la tumbadel rey Nefas Maw-cha (siglo rrr d. C.).

La tumba resultó

gravemenie dañadacuando la mayor es-tela de Ia ciudad se

desplomó sobre sus

restos.

redes de granito, Asi-mismo, las ruinas deuna mansión situada al

oeste de 4¡unr gPJ 5e¡,según los locales, las

del palacio donde vivió

esta reina mil años an-tes de Cristo.

T1.€Gwrgio ,6ñ

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Tumbas de Kaleb y Gabra Masgal IE¡

A dos quilómetros al norte del campo de estelasmás importante se encuentran las ruinas de latumba del rey Kaleb y su hijo Gabra Masgal. Unaestrecha y empinada escalera baja hasta dos cá-

maras funerarias,donde se encontra-ron varios ataúdesde piedra. Según la

leyenda, en el siglovt, el rey Kaleb abdi-có en favor de su hi-jo y decidió vivir los

últimos 26 años desu vida como un er-mitaño, totalmenteaislado.

El baño de la ruina de Saba $ffi

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!ffi a.ffi El embalse de donde

los axumitas obtenían

agua es localmente co-nocido como El baño

de la reina de Saba por-que, según la leyenda,

nadaba en este peque-ño lago rodeado de pa-

axurnitas diseñaran las llamadas casas-tumba,más pequeñas, cuadradas, con acceso y rodea-das de un pequeño patio a modo de foso. LaTurnba de la Puerta Falsa y la Tümba de losArcos de Ladrillo son los nombres que estosarqueólogos dieron a dos de estos monumen-tos funerarios (nombres que se refieren a losrelieves que las decoran). Dentro de ellas se

hallaron exquisitos objetos que acompañarona los muertos hacia el más allá: cerámicas, ar-rnas de hierro y finos vasos de cristal.

ESCATERAS HACIA Et CIET(l

Los restos más impresionantes de las ruinasde Axum son, sin duda, las estelas u obeliscosconstruidos entre los siglos III y I\'. Se alzan a

más de veinte mecros del suelo, agrupados encuatro zonas de la ciudad. Son muchas las con-jeturas que los arqueólogos han hecho de es-tos monolitos, pero la teoría más aceprada esque fueron "escaleras hacia el cielo" para losreyes, cuyas tumbas se construían bajo estasestelas. De las deidades que podían estar in-

ARqUEOLOGIA 33

Page 7: Las Civilizaciones Perdidas

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Un conflicto de alturaCasi 25 metros de obelisco,tallado por las cuatro caras,

constituyen el motivo de unapugna histórica entre los go-biernos italiano y etíope. Drr-

rante la aventura colonial deBenito Mussolini en tierrasabisinias, en 1932 el Ejércitoitaliano se lo llevó de Axum y

lo instaló enlaPiazzadi PortaCapena para conmemorar el

quince aniversario de la mar-cha del D¡ce sobre Roma, En

esta ubicación ha sufrido du-rante décadas los efectos de

la polución de la capital italia-na. Es el segundo más altoque se mantiene en pie detodos los que se erigieron en

Axum y Etiopía lo reclama devuelta. Hace dos años el go-bierno de Silvio Berlusconiaccedió a devolverlo, El obe-lisco ha sido desmanteladoen tres partes y, según las úl-timas noticias, se encuentraen un aeropuerto militar a laespera de encontrar un avión

con capacidad suficiente pa-ra transportarlo,

volucradas en estos monumentos nada se sa-be. NIucho más altos que la mavoría de los fa-mosos obeliscos egipcios, todos están cons-truidos con piezas de una piedra de aparienciasimilar al granito y enormemente resistente aldesgaste de las lluvias.El grupo de estelas más impresionante es el

ubicado en el norte de la ciudad, donde se al-zabatn grupo de siete, los más altos. Sólo unose mantiene en pie, cinco están derrumbadosy uno se encuentra en Roma. Algunas de lasestelas tienen labrada su superficie -v termi-nan en una punta redondeada en la que sepueden ver agujeros en los que posiblemen-te se clavaban objetos simbólicos. En su ba-se, una bandeja hecha de la misma piedra don-de se depositaban regalos y ofrendas para elespíritu del que había muerto.

tA IIEGAIIA DEt CRISTIANISMflLos axumitas movían una gran cantidad dedinero en su actividad cotidiana. Unaprueba indiscutible de su poderío es elhecho que Axum fue el único esta-do africano fuera de las dependen-cias del Imperio romano que acuñó supropia noneda. De plata, bronce, yhasta recubiertas por una fina ca-pa de oro, en ellas se fueron es-cribiendo los nombres de losreyes, lo que ha pe rmitido a

los arqueólogos completar lalista de gobernantes.

Los reversos de las mone-das revelan que durante elreinado deEzana, en el siglotv, se adoptó el cris-tianismo. Se dejóde lado el símbolo de

En esta pág¡na,corona que un

emperadoretíope depos¡tó

en la catedral deSanta María

de Sión. En las¡guiente,

encuentro entreSalomón y la

reina de Saba.Miniatura del

s¡glo xx.

Arabia, la luna creciente del dios Alemkah, ve mpezaron a acuñarse con la cruz cristiana ycon inscripciones que rezan a Cristo, va fueraen griego o en el idioma local, el Ge'ez.

Estas monedas no sólo eran un medio de pa-go, sino que servían también de rudimentariosmedios propagandísticos de la nueva religión.En algunas de las piezas de los primeros añosposteriores a la conversión pueden leerse fra-ses a favor de la adopción del cristianismo,como "Esto complace a la gente" (escrita al-rededor del símbolo de la cruz) o "Nledianteesta cruz, Él nos conquistará".

Según las crónicas rofiranas r-bizantinas, laconversión del Rev al cristianismo se produ jocon la llegada de un sirio llamado Frun-rentius(llamado Abba Salama en los relatos etíopes).En un primer momento fue hecho prisionero,pero al fin consiguió que el rey Ezana y su cor-fe abrazaran la nuer.a fe.

E[ DECTIVE

En el siglo t'll, el profeta \lahoma reci-bió sus revelaciones v empezó su mi-sión. La rápida expansión del islam a

lo largo de Arabia 1, Egipto rompió lasrelaciones comerciales entre Axum y cl

mundo mediterráneo. Empezaba elperíodo más oscuro. Adernás, uncambio climático que originó laescasez de lluvias en el norte deEtiopía pudo propiciar la emi-gración desde la ciudad ante lapobreza de los cultivos.

Poco a poco, Axum fue desa-pareciendo de las rutas comer-ciales y se convirtió en un pe-

queño y solitarioreducto, centro

del cristianismo or-

34 ARQUEOTOGiA

la antigua religión del sur de

Page 8: Las Civilizaciones Perdidas

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todoxo etíope, rodeado de zonas rápidamenteislamizadas. A finales del siglo x, poco queda-ba de la que fue una de las civilizaciones másesplendorosas de Africa. En los siglos siguien-!es, sin embargo, muchos de los gobernantesde Etiopía mirarían hacia Axum, el embriónde su Estado, y allí, en la catedral de SancaMaría de Sión, depositarían sus coronas mu-chos de los emperadores.

UN FINAT DE TEYENDA

Como tantos otros elementos en Axum, el fintambién cuenta con su propia leyenda. La na-rración tiene como protagonista a una reina

Buena parte de la historia de Axumse ha reconstruido gracias a la lecturade las inscripciones en las monedas.

guerrera llamada Gudit (Judith). Según la his-toria popular etíope, esta reina forastera atacósin piedad el Imperio: su ejército neutralizó laArmada real y destruyó casas e iglesias, come-tiendo pillajes a gran escala a su paso. Cómono, la capital se llevó la peor parte. Se habla de

inmensa destrucción en la catedral de SantaN,Iaría de Sión, en los ter.r-rplos, en las lumbas,v hasta se le atribuven derribos de algunas delas más altas estelas. El origen de esta leyendaes oscuro v confuso. Lo rnás probable es queGudit fuera oriunda de las rebeldes )¡ paganastierras del sur de Etiopía v que supo aprove-charse del estado de declive del Imperio axu-mita. Sea cual sea la verdadera hisroria, uncampo de estelas en las ruinas de Axum fuebautizado c.on ei nombre de tan temida reina.

Paralelas a todas las leriendas v al impactoturístico que puedan tener, las excavacionesvan sucediéndose. Una de las más modernas.

llevada a cabo por la expedi-ción británica de David Phi-llipson durante 1998, abrió in-terroganles nuevos, centradossobre todo en cómo vivían lospobladores axumitas que no

formaban parte de la elite social. Mientras se

buscan las respuestas, en las llanuras de unolos países más pobres del mundo todavía pue-de escucharse, a lo lejos, el tintineo de las mo-nedas de los mercaderes, comprando y ven-diendo en la próspera Axum.

A las ruinas deAxum se llega des-de Addis Abeba (a1.000 km) mediantevuelos interioies(con destino a Gon-der, Adwa, Adigrai oMekele). El viaje sesuele completar conuna visita a Yeha,.atan sólo 55 km deAxum. M¡ís inf.:

www.tourethio.com

Museo de Axum.Situado en el mismoaplazamiento que las

ruinas.

tvturuno-H¡Y StuarlAksum: An Africanüvilizationof Late Antiquity.Edinburgo: Edin-burgh UniversityPress,1991.

PHTLLTPSoNI David W.

Ancient Elhiopia:Aksum. Itsanteedenb andsuccesorc, Londres:British MuseumPress, 1998,

i

Aksum, an.africancivilizaüon of late .

antiqu¡ty.http://useÉ.vnettieUalíghVaksum/mhakf.húml(en inglés).

Page 9: Las Civilizaciones Perdidas

OlmecasMucho antes que incas y mayas, en Mesoamérica existió una

esplendorosa civilización de la que aún hoy poco se sabe,

I término olme-ca (habitante de laregión del hule ) se

utiliza para designar unacultura arqueológica que tuvo su

apogeo entre 1200 y 600 a. C., en la zona delgolfo de México. Considerada como la primeragran civilización del área, sus logros anticipanlos llamados rasgos mesoamericanos, como laescultura monumental, el trabajo dei jade o ladiferenciación social.

Lo primero que se conoció de los olmecasfue su arte, concretamente las cabezas colosa-les de piedra (la primera fue descubierta en1807). Más restos fueron saliendo a la luz du-rante los siglos xtx y >(x, pero no se los recono-ció como una cultura nueva y se los llegó a con-fundir con vestigios mayas.

AVANGES EI¡ Et SABER

La civilización olmeca surgió y se desarrollódentro de los límites de los actuales estados deVeracruz y Tábasco, al sur del actual México,una región de clima tropical, con notables va-riaciones geológicas y ecológicas. Tias su for-mación, esta cultura raspasó esas fionteras: se

han hallado restos en otros estados mexicanos(Michoacán , Oaxaca, Chiapas), así como enGuatemala, El Salvador, Costa Rica y Hondu-ras (de descubrimiento reciente).

La información sobre este pueblo proviene,casi exclusivamente, de cuatro o cinco yaci-mientos que han sido mínimamente investiga-dos, pero aún hay mucho trabajo por hacer. Lavisión que se tiene de la cultura olmeca es aúnincompleta y muy fragmentada: lograr unaimagen de conjunto topa con un clima con fre-cuentes lluvias que, sumado al paso del tiem-po, ha borrado buena parte de los restos.

Se cree que fue una sociedad con especiali-zación del trabaj o (agricultores, comerciantes,recolectores, alfareros, escultores...) y queefectuó contribuciones fundamentales en elcampo del saber: poseían un calendario, idea-ron un sistema de escritura jeroglíficia y nume-ración con puntos y rayas (desarrollado poste-riormente por los mayas y del cual se conservaun famoso ejemplo en la llamada estela C de

36 ARquEoLocÍA

Tres Zapotes, fechada en 291 a. C. y descu-bierta por_Matthew Stirling en 1939). Asímis-mo, también se cree que practicaron las obser-

vaciones astronómicas.La historia del descubrimiento de la

j- civilización olmeca se remonta a

, .:,-- ,.. 1807. En ese año, el Boletín de laSociedad Nlexicana de Ge-

ografía y Estadística pu-blicó un artículo de José

", Nlaría Nfelgar y Serrano

,.-,' , be za colosal en la región de

....< i - San Andrés Tüxtla (Veracruz).

' En 1890, George E Kunz la re-t-'.,-' lacionó con diversas hachasa votivas

i' ' ) halladas en la zona. Creyó que podíanpertenecer a un mismo pueblo: una civi-

lización aún desconocida y sin nombre.

f¡CUTT(IS TRAS t(ls MAYAS

En 1925 se efectuó una exploración de enver-gadura, a cargo del danés Frans Blom 1, el etnó-grafo estadounidense Oliver La Farge, quienesatribuveron sus descubrimientos a la civiliza-ción mava. Un año más tarde, el alemán Her-mann Bever fue el primero en caracte rizar conel vocablo olmeca el estilo de las esculturas ylas hachas votivas del sur de Veracruz. Etimo-lógicamente la palabra significa "habitante delpaís de la goma, de I hule", y está compuestopor los vocablos náhuacl (la lengua de variasculturas mesoamericanas, incluidos los aztecas)olli (goma) y rnécatl(estirpe).

La costa sur de México fue durante décadasel lugar donde los arqueólogos centraron suspesquisas de este pueblo, hasta que en 2002un grupo de científicos estadounidenses quetrabajaba en Guatemala e ncontró un extensodepósito de jade azul que se cree fue minadopor los olmecas. De este modo se demostróque la influencia de este pueblo se extendióhacia el sur, un hecho que se ha confirmado en2004 al hallarse vestigios olmecas en zonas tanalejadas como la actual Honduras.

A partir de 1800 a. C., en diversos puntos deMesoamérica comienza un proceso de trans-formación que lleva al surgimiento de clases

por Choni Fernández

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Épocn

La cultura ol-meca se formóalrededor de1200a.C.ydesapareció en

el siglo t a, C.

201{A

El núcleosecree que estu-vo en la costadel golfo deMéxico, aunque

su influenciallegó hasta el

valle de Méxi-co, por el norte,y Honduras,por el sur.

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Page 10: Las Civilizaciones Perdidas

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Escultura en jade que representa un enano eunucoide, sin genitales, hallado en el Cerro de las Mesas. Museo de Antropología de Méx¡co.

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Page 11: Las Civilizaciones Perdidas

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Arriba, altarcon figurasedenteemergiendode un nicho(en el parquemuseo de LaVenta). A laderecha,estela halladaen el s¡tio deVillahermosa.

sociales, al nacimiento de las ciudades y poste-riormente de los estados. Hacia 1500 a. C. lastierras bajas tropicales de la costa del golfo deMéxico estaban habitadas por pequeñas co-munidades agrícolas que posiblemente com-partían un mismo tronco lingüístico. Hacia1200 a. C. en esa región se había desarrolladouna cultura hegemónica, la olmeca.

En una superficie aproximada, según las in-vestigaciones arqueológicas, de unos veintemil kilómetros cuadrados v un terreno tan fértilque podía propiciar tres cosechas al año, las eli-tes gobernantes pudieron disponer de la sufi-ciente mano de obra para construir sus centrosceremoniales, de tal grandeza, que no teníanen ese momento parangón en toda Mesoaméri-ca. Ties ciudades en particular son las que de-bieron de ocupar una posición privilegiada:San Lorenzo, La Venta y Ties Zapotel

ARTE

Las manifestación artística más conocida de losolmecas la constituyeron sus cabezas colosales,pero también fueron duchos en otras creacio-nes en piedra, de una perfección que práctica-mente no igualaría ninguna cultura mesoame-ricana posterior. Construyeron altares de piedra(que algunos investigadores consideran tronosy que después seguirían tallando los mayas),en los que plasmaron magistralmente un con-traste entre alto ,rr bajorrelieve, así como figurasde bulto redondo que emergen de una especiede cueva. Las estelas, por su parte, son grandesbloques de piedra con una caralabrada en ba-jorrelieve, donde aparecen personajes rica-mente ataviados, componiendo escenas.

Asimismo, trabajaron enormes estatuas debulto redondo de personajes de carácter antro-pomorfo y fantástico, generalmente en cucli-llas o sedentes, a veces con un niño en el rega-zo. En algunos casos, los pies y manos han sido

3s AReuEoLocfA

Page 12: Las Civilizaciones Perdidas

Tras sus huellasLos asentamientos principales se encuentran en la costa del golfo de México, en los estados mexicanos deTabasco y Veracruz. Sin embargo, existen restos de influencia olmeca en zonas más alejadas.

La Venta

Explorada en 1932 por laexpedición estadounidenseliderada por Matthew WStirling y Philip Drucker,quienes afirmaron que erael verdadero hogar de la ci-vilización olmeca. Hallaron

cuatro cabezas colosales,

varios monumentos (como

el Gran Altar, en la imagen)y estatuillas de jade. Se

trata de uno de los mejores

ejemplos del urbanismotemprano mesoamericano,

cuya extensión llegó a serde varios kilómetros cua-drados y su población de

hasta 20.000 habitantes.

Los edificios, de los queapenas queda rastro algu-no, obedecen a una alinea-ción norte-sur, con plazas

alargadas situadas de ma-nera intercalada.

Íatilco ct, _ ciudad'de México

Gualup¡ta iib' chatcaaingo& &¿asBocas

.. if-i:li.j,::lá5 .. - -

MIcHoAcAN

¡ Cueva de" Juxtlahuaca

jAcapulco. GUERRERO

Trcs Zapotes

Es uno de los centros mesoa-mericanos más importantespara los estudiosos, puestoque fue ocupado por culturassucesivas entre 1300 a. C. y1 .1 00 d. C. La ocupación olme-ca tuvo su auge después deque La Venta entrara en decli-

¿b El v¡ejo

)Veracruz

VERACRUZ,, ,l'''rr i:Y

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Laguna de {llos cerros &

SanLorcnzot-.Tenochtttlan'* :-'

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!GUATEMALA

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a san Isidro" P¡edra Parada

C Guatemalaél Los Naranjos

HONDURAS

Teguc¡galpa J

ve y San Lorenzo Tenochtitlánfuera arrasado. En la actuali-dad, en el yacimiento se han

hallado 49 monumentos de di-versa índole, dos cabezas colo-sales (una de ellas, la primeraque fue descubierta, en 1 862)y cinco estelas,

EL SALV

San Lo¡enzo Tenochtitlán

Descubierto y excavado en I945 por Stirling y Drucke¡ los

mismos que exploraron La Venta. En 1964 Michael D. Coeretomó sus trabajos y descubrió que San Lorenzo fue un

centro anterior a La Venta, pero que resultó abandonado.En 1990, el Proyecto Arqueológico San Lorenzo Tenochti-tlán había localizado ya más de cuarenta monumentos. En

mayo de 1994 apareció la décima cabeza colosal y en

1995 cinco esculturas más.

Page 13: Las Civilizaciones Perdidas

ron antecedentes de

A los recién nacidos, seguramente de la clase las divinidades de

alta, se les comprimía e-l cráneo con tablas y ven- ::ilT'ff:';:T:',':das y se les arrancaban los dientes anteriores ;;;;;.;.

"E;'ii",,o

que estas conserva-

tallados como garras. En sus rostros, unas líne-as paralelas representan los ojos, y, en muchasde las figuras, el labio superior a veces estávuelto hacia arriba para dejar ver dos colmillos.

Los olmecas se distinguieron también por laelaboración de pequeñas esculturas en piedraverde (jade o jadeíta), como las de la Ofrenda 4de La Venta (tal como la llaman propiamentelos investigadores). Fechada entre 900 v 300 a.

C., se trata de un grupo de figurillas de jade vserpentina dispuestas en semicírculo alrededorde otra y seis hachas que representan estelas.

Otro de sus telrras comunes fue el mundo in-fantil, con sus famosas figuritas conocidas porel nonrbre de bcblJace.

La mavor parte de figuras que se conocenhov día proceden de ¡'acimientos desconoci-dos. Han ido a parar a museos o coleccionesparticulares despr-rés de ser saqueadas de su lu-gar de origen, un episodio común en el siglopasado, durante los primeros tiempos del des-cubrimiento de esta cultura.

REUGIÚN

Se trata de uno de los aspectos más desconoci-dos de esta cultura. Lo que los arqueóiogos en-tienden por religión ohneca, de mornento, sonsólo interpretaciones de los sírnbolos que noshan llegado de su arte. Algunos investigadores

cree n ver claramente deidades sobrenaturalescon atributos de jaguar, cocodrilo, serpiente otiburón, aunque no puedan definir de qué di-vinidad se trata y cuál era su patronazgo. Otrosarqueólogos, sin embargo, defienden que lasrepresentaciones olmecas no son propiamentedioses, sino un conjunto de metáforas que sim-bolizarían elementos de su entorno, como porejernplo el trueno o la tierra.

Otro punto de debate entre los especialistases, en el caso de que las representaciones seande dioses, dilucidar hasta qué punto estos fue-

ron ciertos símbolos ohnecas, pero algunos in-vestigadores aducen que su significado pudovariar con los siglos.

VIDA C(lTIflIANAHasta hace relativamente poco tiempo habíaescasa. o ninguna, información sobre patronesde asentar-niento y métodos de subsistencia yagricultura, va que la arqueología olmeca es

muv reciente y las investigaciones se han cen-crado tradicionalmente en sus esculturas yconstrucciones ceremoniales. Recientemente,sin embargo, las líneas de investigación hancambiado y se han empezado a estudiar asen-tamientos de la vida cotidiana, con sus vivien-das v basureros. San Andrés es uno de los asen-tarnientos ubicados en el cauce del río Palma,

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En la páginas¡guiente,

escultura sedentetallada en basalto,

que quizárepresente a un

sacerdote olmeca.

Page 14: Las Civilizaciones Perdidas

HffiLrb*:

en los alrededores de La Venta. r'allí se han en-contrado restos de maí2, huesos de pescado, al-rnejas de agua dulce v otras especies de fannafluvial (corno el róbalo v el rnojarro). hr,resos devenado, perro v cocodrilo. En tnenores cantida-des se han hallado restos de otros animales, co-rno el conejo, el pécari, el mapache r-el pato.

A raíz de estos descubrimientos los arqueólo-gos afirman qr-re la población dependía de lacornbinación de recursos locales acuáticos. lacaza\ la agricultura intensiva. Practicaron elcomercio, con intercambios con regiones mur-distantes, en las que influveron en sus manifes-taciones artísricrs r religiosas.

CRÁNE(lS DEFf¡RMADOS

Parece clue la indur.nentaria oll.neca estabaforrnada por Lrn número básico de piezas. Elhombre llel'aba un taparrabos, a teces Llna es-pecie cle falda corta v eventualrnel-rte Lln rnan-to. La mujer vestía una falda, también llarnadal-ruipil, v se dejaba los pechos al descubierto. Elbenigno clirna no hacía necesario llevar l-nás

vestido. Personas de uno u otro sexo podían ircalzadas con huaraches.

Practicaban la defonnación del cráneo, com-prirniendo la bóveda craneal a los recién naci-dos con r-rnas tablillas v vendas. como tan-rbiér-r

lo hicieron las culturas prehispánicas del áreaperllana (paracas v nazca). Ader-nás, se arranca-ban los dientes anteriores. Esras prácticas posi-

**)

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blernente obedecían a signos de reconocir.r-rien-

to de la clase dominante.La ornal.nentación corporal estaba forr-nada

por brazaletes. collares. per-rdientes. pectoralesr-elementos para la nariz (con toda segr-rridadse perforabar-r el tabique nasal para insertar jo-vas). En la cabeza ller-aban tocados rígidos decuero o tejido (seguraulente los dignatarios), así

como turbantes que cubrían cabezas afeitadas(si se da por r'álido el aspecto de la esculturadenorninada el Luchador de Urpanapa).

El estr,rdio exhaustivo de la civilización olme-ca es rnul reciente, se inició hace poco más desesenta años. Quedan! por tanto, muchos as-pectos por descubrir, cono por ejer-r-rplo, hastadónde llegó su área de influencia. Reciente-rrrente, en enero de 2004, se han encontrado enel oriente de Hondr-rras vestigios de esta cultu-ra. La directora de Investigaciones Arqueológi-cas del IHA (Instituto Hondureño de Antropo-logía), Carmen Julia Fajardo, ha comunicadoqr-re los últimos hallazgos se han hecho en losdepartamentos de El Paraíso v Olancho, fronte-rizos a Nicaragua. En arnbos se han encontradocLle\ras, osamentas, cerár-r-rica v calzadas de pie-dra. Dichas osamer-ltas presentau la deforma-ción craneal propiarnente olmeca, así pues todoindica que lo hallado pertenece a esta cultura.La Agencia de Cooperación Alemana (GTZ) va

ha ofrecido su apovo financiero para investigarestos últirnos hallazgos.

El parque museo de

La Venla, en el esta-do de Tabasco, estásituado a 1 29 km deVillahermosa. lv1ás

inf .:www.securcd,gob.mx/patrimonio/parque_Jmuseo.htm

Museo de América.Madrid, Vasijas y fFgurillas olmecas, asícomo de otras cultu-ras precolombinas.Más inf.:

htg://museodeamerica.mcu,es

nrvr, Anionio. O/me-cas, mayas, azte-cas: las grandescivilizaciones delNuevo Mundo. Mrlán: Biblioteca Editri-ce,2003.

oe u ruerute, Bea-friz., Cabezas colo-sa/es o/mecasMéxico D.F: El Cole-gio Nacional, 1992,

(WM).:Hrsto¡raanügua de México,t/o/. L México D, ñ:rNAH,2000.

Instituto Nacionalde Arqueología eHistoria de México.www.inah,gob,mx

Page 15: Las Civilizaciones Perdidas

Paracas r NazcaEn los inhóspitos desiertos del sur de Perú, dos civilizaciones

florecieron mucho antes de que emergiera el lmperio inca

por Choni Fernández

A partir de 700a. C., en el actualPerú, anres que en ¡':-ninguna otÍazona de Su- ' 4,.-¡"

damérica, se produjeron una se- -:'

(maí2, maní, frijoles...) y un ajuar más elabora-do que en el período anterior: plumas, conchas,brazaletes, armas, penachos...

Los mantos son sudarios con bordados' simbólicos, de hasta 20 m de longitud y-\.-, i , . 4mdeancho. Decalidadlinica,

. l*'i :r, i-, para su confección se utilizó algo-: -\. )l- -- l^-^ r^ rr^-^^., dón y lana de llama o vlcu-

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ña. Sorprende la rique-za y armonía de los

' colores: los análisismuestran la presencia

de hasta 22 colores y 190gradaciones en un solo

manto. Los pigmentos utili-zados eran tanto de origen ani-

mal como vegetal, y se han conser-vado casi inalterados debido,

probablemente, al clima desértico de lazona. La iconografía gira en torno al mundo

natural y su influencia sobre la vida humana.Así, se advierten escenas con cambios de esta-ción, épocas de cosecha, siembra, y aparecenlas especies animales que convivían con ellos:zarcillos, halcones, felinos, reptiles, cérvidos,cetáceos. . .

La muerte era omnipresente en la vida delos paracas, hasta el punto que empleaban añosenteros en confeccionar un manto para sus mo-mias. Su método de subsistencia era la agricul-tura, y la utilización de lana de llama y alpacaindica que estaban conectados de alguna ma-nera con las zonas montañosas andinas. Por lasdiferencias en los enterramientos se deduceque existía una fuerte gradación social. Poco eslo que se sabe de sus asentamientos, aunquealguna estructura de adobe con tejado de pajase ha descubierto recientemente (2002).Poralgunas escenas bordadas en los mantos se sa-be que guerrearon con algunos pueblos veci-nos.

NACIMIENTfl ilAZCAHeredera directa de la anterior es la culturanazca (cuyo nombre en quechua significa do-lor, sufrimiento). Se desarrolló desde 100 a 600d. C., fechas relativas, pues todavía se discutenlas dataciones mediante carbono 14. Fueron un

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rie de cambios, tanto de índole económica co-mo social, que condujeron a la aparición de losEstados tempranos, conocidos por los historia-dores como jefaturas o señoríos.

La costa peruana se caracteriza por la exis-tencia de dos pisos ecológicos bien diferencia-dos. Por un lado, la chala, entre la orilla del mary los 500 m de altitud, de clima seco. Por otro,la yunga, entre los 800 y 2000 m, una región decerros pe lados y grandes masas arenosas, declima desértico y prácticamenre sin precipita-ciones. Fue en esa yunga donde se desarrollóla cultura paracas, en la península del mismonombre y donde sopla un viento también co-nocido como paracas. El investigador Julio C.,en 1925, descubrió este pueblo y separó su his-toria en dos períodos: paracas Cavernas y para-cas Necrópolis, según e I patrón de enterra-miento.

PABACAS, f¡BSESIflI¡AllflS PflR tA MUERTE

En Cavernas (a partir de 700 a. C.) los enrerra-mientos consistían en cámaras funerarias de te-cho abovedado excavadas en la roca, que alcan-zanhasta ocho metros de profundidad. Allí seamontonaban los cadáveres en posición flexio-nada y envueltos con unos tejidos relativamen-te sencillos en forma de fardo. Los cráneos pre-sentan deformaciones artificiales y hay unaincipiente momificación. La momia esrá acom-pañada de un sencillo ajuar funerario, con al-gún objeto de oro y cerámicas.

En Necrópolis (desde 400 a. C. hasta 100 a.

C) los fardos funerarios (de los cuales se hanhallado muchos más que en el caso anterior)se encuentran directamente bajo tierra, en ho-yos rectangulares sin techo. Los cuerpos pre-sentan la misma posición que en Cavernas, pe-ro los tejidos son más espectaculares: son losfamosos mantos. También aquí están presen-tes la momificación y las deformaciones crane-ales, así como signos evidentes de trepanación.Junto a los fardos se depositaron alimentos

42 ARquEoLocÍA

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ÉpocnLas culturas

Paracas y naz-

ca se sucedie-ron, por esteorden, entre700 a. C.

y 600 d. C.

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Costa sur dePerú, en los va-lles de Chinca,Pisco, lca, Naz-

ca y Lomas.

Page 16: Las Civilizaciones Perdidas

Momia nazca de un varón en pos¡c¡ón sedente. Lleva tocado, oreieras, nariguera, tubeta, brazalete y tobillera.

ARqUEOLOGiA 43

Page 17: Las Civilizaciones Perdidas

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ptrebIo bítsicrrruente costero. con asent¿rmien-[os i)or cle'bajo cie los 1000 nt, en cl vallc clc Rícr(irrrncle. Flste estír irri.qaclo por Lluos currntos rí-os clispcrsos. ¡roco clrLrclalosos v cur'o trlrzrrclocliscLrrre eu pertc pur cl sLrbsuelo.

[-r grrtn ¡tirrirclojir estliltl cll clLte. pcse I unentofno sum|lmcnte seco. sLr base cconrir]ricirfire le aericultrlra. es clecir. Lrir iulténtico rcto.

. Los cultivos lLreron ¡rosibles supliendo lascscllsLis prcci¡r itecirtr-rcs colt ulte tccnolO.qía.

-r con.cirlrt uonro puc¡uios. basrtcla en la Lrtili-

fu zrre i<in dc ururrrlcs cle riego r-galcr'írrs sLrbre-#)7 rrrinerls q1¡¡L' rr¡rrovcchribar-r las a.qr,res cle la

Sd" ..p. frc,iiic,r lpor cloncle corrían los ríris).

W OiLrrs rcrir'itlrriles fucron lrr pesca v el ma-

.', rircltret' crr el nrrrr: cn lls representaciones' sobre cerírr.uicirs ap¿lrecen ballenas. pcces.

rcdcs... Thurbión perece scr (¡le hub<l rrlgocle caza colro ectiviclrrcl com¡rIe r.r.rcr-rterirr.

SIN GRANDES CIUtlADES

lll conocimie nto cle la sociedad uazca es l'nuvlimitrtclo. Estír clrro clLre estlbl jcrarclLrizrrcll.

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A'd'Arr¡ ba,necrópolis tW

nazca deChauch¡lla, donde seexhiben blanquísimosféretros desecados por laacción natural del sol.Abajo, máscara de metalrepujado perteneciente alm¡smo pueblo.

44.\ltQLrr,OLOGi_\

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Page 18: Las Civilizaciones Perdidas

Las líneas nazcaSon uno de los grandes prodigios de la Antigüedad que aún están envueltos en el misterio: surcos sobrela tierra que, vistos desde el aire, se revelan como precisas figuras antropomorfas o geométricas,

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La manifestación cultural más famo-sa de la cultura nazca son las llama-

das, precisamente, lineas nazca,

visitadas anualmente por multitud de

turistas de todo el mundo. Se tratade dibujos trazados sobre la tierraubicados en las pampas de Nazca,

Ingenio, Palpa y Socos, cubriendo un

área de 350 km'. Los dibujos se

efectuaron mediante surcos de unos

30 cm de profundidad con los cua-les se obtenia un contraste de colo-res: la capa superior de la pampa es

ro1iza, mientras que la tierra que sale

a la superficie tras la excavación es

amarilla. Se han descubierto más de

10.000 trazos, entre formas antro-pomorfas, zoomorfas y geométricas.Algunas de ellas superan los 90 mde longitud, por lo que sólo son re-

conocibles vistas desde el aire.

¡ DESCUBRIMIENTO

Extrañas marcas en el suelo ya des-pertaron la curiosidad de los con-quistadores españoles. El cronista

Cieza de León, hacia 1540, ya ob-servó unas "señales" sobre la arenadel desierto. Sin embargo, el descu-brimiento propiamente dicho llegó

en el siglo xx. Primero fue Toribio To-

ribio Mejía Xesspe quien, en 192f,se percató de la existencia de una

largas líneas rectas, Posteriormente,Paul Kosok descubrió que esos tra-zos eran parte de monumentales di-bujos, gracias a que sobrevoló lazona en 1941, Kosok fue el gran es-pecialista en esta manifestación ar-

tística, sucedido por la alemanaMaria Reiche, quren luchó encona-damente para que fueran declaradasPatr monio de a Humanidad por laUnesco (1o que ser produjo en'l 994), Reiche, a gran dama de 1as

líneas nazca, llegó por primera vez a

Perú en 1932 para ejercer comoinstitutriz. Ouedó prendada y, tras

una estancia en su Alemania natal,

volvió al paG sudamericano para

quedarse para siempre. Conocló a

Los arqueólogos PauL Kosok y Julio

C. Tello, que se encontraban traba-jando sobre las líneas. Su nivel de

conocimiento llegó a ser tan alto que

cuando Kosok abandonó Perú la de-jó como encargada de las investiga-ciones, Fa lec ó en junio de 1998 a

los 95 años, Hoy, sin e a, su gran va-

ledora, las líneas han quedado amerced de vandalismo y la indife-rencia de os estudiosos, Los turis-tas, sin embargo, ilegan en gran

número pa'a s-b'se er -n pequeñoavión desde el cual contemplar los

impresionantes dibujos.

r ¿OUÉ SIGNIFICAN?

En 1949 Maria Reiche publicó E/

misterio de las Pampas,libro en que

explicaba que las figuras son un ca-lendario astronómico relacionadocon la agricultura, Sin embargo, éstano es la única interpretación, aunquesí la mayoritaria hasta hace poco,

Las últimas investigaciones han con-cluido que, sin embargo, exlste una

más que razonable coincidencia en-tre los lugares por los que discurrenríos subterráneos y el lugar dondese trazaron los geoglifos (así se lla-

man propiamente las lineas). De es-ta manera, cabría pensar que los

dibujos qu zás eran un punto de re-

ferencia para para situar los lugares

donde se podia obtener agua, Esta

teoría se presenta como bastanterazonable, pues no hay que olvidar

que la zona es prácticamente un de-sierto y que, a pesar de ello, la formabásica de subsistencia de los nazca

fue la agricultura,

Arriba, líneaconocida comoGran Col¡brí, undibujo de unsolo trazo de95mdelongitud. Aba¡o,la bautizadacomoCandelabro.

Page 19: Las Civilizaciones Perdidas

Tras sus huellasLos restos de las culturas paracas y nazcat principalmente sus famosas momias,han aflorado en los desiertos del sur de la costa peruana,

Gahuachi

Es el mayor, y casi único, asenta-miento nazca que se conoce, En-tre los principales vestigiosdestacan una construcción pira-midal y diversos pequeños habi-táculos de adobe. Su función estodo un misterio. Algunos autoresapuntan a que Cahuachi era una

especie de capital de los nazca, ellugar donde se alzaban los princi-pales edificios ceremoniales yque, probablemente, tambiénacogía un cierto número de habi-tantes. Otros investigadores, encambio, opinan que sólo se trata-ba de un centro ceremonial,

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,1 Restos Prpcolombinos de cultura Nazca

t?: ¡ss195 Prgcolombinos de cultura paracas

Península Pa¡acas

En esta lengua de tierraes donde floreció la cultu-ra paracas. Los yacimien-tos más significativos sonlos de Cerro Colorado y

Cavernas. Éstos fueron,precisamente, los cemen-terios que primero se des-cubrieron y que hicieronaflorar esta civilización en

la historia. Los halló el ar-queólogo peruano Julio C.

Tello en 1925. En total sedesenterraron 429 t ar dosfunerarios, algunos de loscuales contenían hasta 1 6mantos, además de otroselementos, como esclavi-nas, turbantes, paños yadornos.

46 ARQUEOLOGÍA

Page 20: Las Civilizaciones Perdidas

Cráneos deformadosPresiones con tablillas y trepanaciones eran prácticas habituales entre los nazcasy paracas, tanto para identificar a una clase social como por motivos medicinales,

La deformación craneana fue unapráctica común en muchas cultu-ras del Viejo Mundo. Con todaprobabilidad se efectuaba para

diferenciar a las clases dirigentes

del resto. Se realizaba básica-mente con unas tablillas y a mo-

hadillas atadas fuertemente a los

lados de la cabeza para presionar

la caja craneana.

I r-a rRepr¡,¡acróHEntre los nazca,el tratamiento de

las heridas craneales (recibidas

durante una batalla, por ejemplo)era la trepanación. Consistia en

agujerear la cabeza liberando la

presión o retirando las esquirlas

producidas en los choques. Se po-

día llevar a cabo por dos métodos:por incisión con un objeto cortantecuyo agujero tapaban con una pie-

za metálica, generalmente oro; o

por raspado, produciendo peque-

ños agujeros en torno a un círculo

que se extraía después,

I LOS TUMIS

Para todo ello se utilizaban cu-chillos de obsidiana (llamados

tumis) de diferentes tamaños,

así como hilos, algodón y ven-das. Era una artesanía quirúrgi-ca primitiva, Como anestésicoutilizaban la chicha fermentadacon hojas de coca, el zumo devilca (otra planta alucinógena y

sedante) y la coca cachada (es

decir, masticada con cal quema-

da), E, exito oe tales operacro-nes era alto, ya que en algunoscráneos se han llegado a en-cort.a' f,asta cir^co trepanacio-nes diferentes (lo que con todaseguridad significa que el pa-

ciente sobrevivió tras cada una

de las intervenciones),

Museo de Arquéo-logía, Antropologíae Historia.Lima. En este museo,

el principal del país,

se encuentran cerámicas y textiles detodas las civilizacio-nes precolombinasperuanas. Más inf.:

h@://mnaah.pe ru-cultural.org.pe

elq¡¡n rn¡nc¡, José.Las culturas preeo-Iombinas de Améri-ca. Madrid: Alianza2000.

srr-vlo Fernando. Losgeoglifos de Nasca.'extrañas formas depoder. Lima: Univer-sidad de Lima, '1995.

Museo de América.Madrid. Mantos demomias paracas ycerámicas nazca,

Más inf.:

htlp.://museodeamerica.mcu.es

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como lo demuestran, al igual que entre los pa- te último considerado un núcleo irnporcanteracas, las diferencias en los patrones de ente- incluso desde época paracas, con una octlpa-rramiento. No de bieron de existir grandes ción continr-rada.concentraciones de población, ya que los yaci-mientos de mayor tamaño parecen ajustarse CERAMICA NAZCA

más a la idea de centros ceremoniales que de El arte nazca es uno de los más reconociblesciudades propiamente dichas. Como ejemplo del mundo andino. Lo n-rás destacado, sin du-cabe destacar Cahuachi, que no tiene ninguna da, es su cerárnica, descubierta y catalogada

se desconoce si los nazca fundaron grancles t'Jil"X'3i'3'J,1:.,.T:,T,.i;

ciudades, pues los restos que se conocen características pictóricas'

parecen ni¿r centros ceremoniales ::: l$3Í.[1::'il1i-guru, aonrorneaclas apare-

evidencia de carácter urbano y sí hallazgos de cen sobre fondo blanco, negro, rojo oscuro yofrendas ligadas al culto y las ceremonias. rojo. Pueden aparecer respresentados anima-

lJna misión arqueológica del Centro Italiano les, plantas, humanos, formas geométricas, an-

Srudi e Richerche Archeologiche Precolom- tropomorfas... Los nazca practicaron el horrorbiane (CISRAP) trabaja en la región de Ica vacui, el horror al vacío: toda la superficie de

desde 1982. En diciembre de 2002 se inició las cerámicas estaba decorada, bien prolongan-uno de los proyecros arqueológicos más impor- do el dibujo central o bien con dibujos de re-tantes llevados a cabo en territorio peruano: el lleno, como ciempiés o monstrllos de largasdesenterramiento del centro ceremonial más lenguas. La pintura se aplicaba antes de cocergrande del mundo (24km-). Desde agosto de la cerámica; de esta manera se conseguía unese mismo año el proyecto ha continuado con acabado más fino v duradero que si era decora-

las excavaciones de Cahuachi y Estaquería, es- da después.

Page 21: Las Civilizaciones Perdidas

SumeriosLa primera civilización de la historia, olvidada por la Biblia y los textos clásicos,

permaneció sepultada hasta hace poco más de un siglo,por Felip Masó

"li '.

I término sume-rio es una desig- ,-'.r*\.,*- je de la Biblia ni en las fuentes clásicas se ha-nación que el fi- :" '

\ I ce la más mínima refe rencia a los sumerios.lólogo Jules Oppert ,

\".--.... Nadie podía imaginar hace poco más de un

empleó en 1869 para refe- t' ¡'i, \. siglo que toda una nueva civilización. total-H empleó en 1869 para refe- t- ./ír. i,.- siglo que toda una nueva civilización, total-rirse a un pueblo cuyas inscripcione s ;i " - *'%* F* mente desconocida, aparecieraplasmaban una lenguá que no

"L lu u"u- i i l"'

-\# i. d. golpe. y no se trataba

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diu y qu" vivió en i rui¿" Nlesopotamiu --/ i -J.

un pueblo iletrado,(el actual sur de Irak) durant" .it.r"., y "..- -.,-!., falto de documentos es-el segundo milenio a. C. El término deriva- ' critos o con apenas re s-ba de la palabra acadia sl'tumer (de origen des- ros de una culiura mate-conocido), que se utilizaba para referirse al sur ' rial, sino todo lo concrario:de Mesopotamia. Los sumerios, sin embargo, !. se trataba, ni más ni menos,conocían su territorio como ki-en-gi, que signi- ,'' de la primera civilización defica "hogar". i'- '- ", la historia__-- "-ó-._ '

Se ha calificado muchas veces a los siglosxvtll y xtx como la época de la arqueología ro- EL 0LVIflA[l0 SURmántica, porque durante este período se lleva- Botta v Lavard iniciaron hacia mediadosron a cabo los primeros viajes y las primeras Épocn del siglo xtx sus excavaciones en el norte deexcavaciones en Oriente. Rodeadas por una El nacimiento N,Iesopotamia, centrándose en Nebi Yunusaureola de exotismo, aventura y peligro, fue- delacivilzación (Nínive), Khorsabad (Dur Sharrukin) o Nim-ron coronadas por espectaculares descubri- sumera,con la rud (Calah), mientras que la región de la Bajamientos. creación de las Mesopotamia quedó piácticaménte oh'idada.

ciudades y el Sólo fue ¡on rondeadoi superficialmente algu-tA BESURRECCIÚN IlE MES0P0TAM|A :"u:?:::::* nos cells (ur, uruk, Larsa, Eridu) po, purr."d.tlombre s como el diplomárico francés Paul i1?ltiil']11" los ingleses k. Lof,r, ).J. E. Taylor. ño r"

"*-Émile Botta (el primei europeo que excavó en ;li:TJ":'¿t. "uuó .n profundidad, puesro que en esros ya-

Mesopotamia y descubrió el palacio del re1, fin de su in- cimientos no ocurrió ló mismo que e n los asi-asirio Sargón en 1843), el británico Austen fluenciasefe- rios, en los que apenas remover la tierraHer-IJy I ayard (el primero en dar con la ciudad cha a finales aparecían imponenies restos de palacios conde Nínive) o el alemán Robert Koldewey (el del r mitenio, rélieues y colósales esraruas.más famoso investigador de Babilonia) se vie- con el llamado El descubrimiento más destacado de los pri-ron arrastrados por la fascinación de las civili- lmperio neosu- meros sondeos en el sur fue e I mosaico dezaciones asiria y babilónica, que resucitaban merio. Uruk, hallado por Loftus. Se trara de unos co_en todo su esplendor a cada nuevo golpe de z'NA nos de arcilla

-d" ,nor 10 cm de longitud in-

pico que daban. e;á'fr/".ooo- crustados por su parte cónica sobre uña super-Si bien estos primeros "excavadores" (la ar- #;-::, J, ficie de barro, dl manera quel a purr" piunu

queología propiame nte dicha, con un matiz ".trrl

iá¿ -

de I cono era lo único visible; al e siar pintadossiste mático y científico, aún no había hecho de diferentes colores y situarse todos ál mismoacto de presencia) sólo conocían la existencia nivel, daban la impresión de un mosaico. K.de estos pueblos por las breves referencias bí- Loftus los halló formando parte de las colum-blicas y clásicas, su fe y su esfuerzo fueron re- nas del recinto de entrada d-el Templo de Ean-compensados al ir descubriéndolos bajo esas na. Esre hallazgo, aunque impresionante, nocolinas artificiales tan típicas de Oriente, los podía comperiñon los del norte. En vista dete lls. esto, las próspecciones en los tells del sur fue-

La historia del descubrimiento de la civili- ron abanáonádur y los arqueólogos prefirieronzación sumeria es, si cabe, aún más meritoria, seguir con las mucho más productivas excava-puesto que en esta ocasión no existían prue- ciones en el norte.

48 ARquEorocÍA

Page 22: Las Civilizaciones Perdidas

Una de las estatuas del ensi Gudea halladas en Tello. Museo del Louvre, París.

ARqUEOTOGiA 49

Page 23: Las Civilizaciones Perdidas

Tras sus huellasAmenazados por los continuos conflictos bélicos en lrak,civilización sumeria se extienden por los valles de los ríos

los restos de laTigris y Éufrates.

Kish

Nombre del conjunto de

asentamientos de lng-harra, Uhaimir y otrosmenores,aunos 15kmal este de Babilonia, Tu-

vo una gran importanciadurante el lll milenio a.

C,, cuando el título de

Rey de Kish equivalía al

de Rey de Sumer. Lasprincipales excavacio-

nes fueron llas de H, de

Genounillac (1 91 2) y S.

Langdon (1 923-33).U'

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qrBagdad

i lLs¡pparllippurNombre moderno de la antigua ciudad de Nibru, a unos I80 kmal suroeste de Bagdad, Era la más santa de las ciudades sume-rias, sede del dios Enlil, la principal deidad mesopotámica,

,.-.;.".0N¡ppur t

Shuruppak t{1

ñ",,é, -.,

:, Nlna sirara

lr¿fur¡ * a' ) a.-.-""".'I j'-

_ " &Uruk

Fara

Nombre moderno de laantigua ciudad de Shu-ruppak, situada a unos20 km al sureste deNippur y, según la tradi-ción, hogar de Utna-pishtim, el Noé

mesopotámico supervi-

viente del Diluvio Uni-versal. A pesar decontar con restos ante-riores, su gran épocafue el Dinástico Antiguolll. (2250-2350 a. C.),

SUMERI(¡S, At FIN

En 1877 el vicecónsul francés en Basora, Er-nest de Sarzec, inició la que sería la primeracampaña de excavación concienzuda de un ya-cimiento sumerio. El yacimiento excavado fueTello, donde bajo capas de tierra de adobesdeshechos se escondía la anrigua ciudad deGirsu, la capital de Lagash durante el períodoNeosumerio (2112-2004 a. C).

Las excavaciones duraron 24 añ.os y el resul-tado fue espectacular: se descubrieron gran nú-

mero de estatuas de diorita del ensi Gudea: erala primera vez que un hombre volvía a mirar a

la cara a un sumerio después de más de 4.000años. Ensi era un título que significaba prínci-pe o gobernador; Gudea fue el ensi de la ciu-dad-estado de Lagash enue 2141 y 2122 a. C. ypasó a la posteridad, tal como reflejan numero-sos textos, por su piedad. De Gudea han llega-do hasta la actualidad otras muchas estatuas dediorita, una piedra dura de color negro o verdeprocedente de los actuales Irán u Omán.

50 ARQUEOLOGÍA

Page 24: Las Civilizaciones Perdidas

Sippar

Nombre antiguo de la más sep-tentrional de las ciudades su-merias (actualmente AbuHabbah). Ocupada desde el pe-

ríodo Uruk, fue sede de un im-portante culto al dios sol

Shamash y tuvo un carácterpredominantemente co¡nercial.

De sus etapas paleo y neobabi-lónica procede la mayor docu-mentación epigráfica hallada deestos períodos.

Uruk

Nombre acadio de la ciudad sume-ria de Unug, la actual Warka, sltua-da al sur de lrak. La ciudad fue la

sede de reyes legendarios comoGilgamesh, Enmmerkar o Lugalza-gesi, protagonistas de destacadosepisodios de la historia mesopotá-mica y emplazamiento de míticostemplos como el de Eanna, consa-grado a la diosa lnanna/lhsiar

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\...."....i....)\

rufiifrn q

\\\

llr-Lagash

\ \ ' Ciudad-estado formada por la'. : ' misma Lagash (moderna Al-Hi-

- " ) (Zurghul), Lagash es uno de los

.,) yacimientos más grandes de

,-,r todo el Próximo Oriente, con

I una extensión de 600 ha. Girsu

",,, ,- . , fue la primera ciudad sumeria

i i.. enserexcavad4en 187f,porel francés Ernest de Sazec.

)'-\\, l=t.\

EtiduNombre antiguo da-do al conjunto desiete tells conocidoshoy como AbuShahrain, situados a24km al sureste deUr, Según la ListaReal Sumeri4 fue laprimera ciudad don-

de apareció la mo-narquía, Las excava-

ciones constatanuna espectacularsecuencia estarti-gráfica de más de15 templos que se

remontan al período

Ubaid (5500 a. C.).

Las prospecciones en Tello también sacaronalaluz vasos de plata, cerámicas, estelas e in-finidad de objetos realizados en un estilo nun-ca antes visto. El descubrimiento de mayorimportancia fueron, sin embargo, miles de ta-billas escritas en cuneiforme que, una vez des-cifradas, darían voz a todas aquellas extrañaspiezas que iban surgiendo de las entrañas dela tierra. Los hallazgos de Tello motivaron a

los estudiosos a girar sus ojos hacia el sur yempezaron a enviar misiones de prospección.

ARqUEOLOGiA sl

Page 25: Las Civilizaciones Perdidas

Las tumbas reales de UrHalladas por el británico Leonard Woolley, estos'enterramientos suponen el gran hallazgo del pueblosumerio, tanto por los objetos rescatados como por los restos de masivos sacrificios humanos,

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[$ ruum DE L/a RETNA

La primera de las espectacu-lares tumbas que se excava-ron fue bautizada como 800.En una zanja hallaron cincocuerpos, uno al lado del otro,

con puñales de cobre atadosa la cintura, De ahí se accedíaa un espacio rectangular de

tierra batida donde se encon-traron diez cuerpos más, demujeres, colocados en dos hi-leras y ricamente adornadoscon tocados de oro, collaresde cuentas de lapislázuli y

cornalina, Enfrente de estoscuerpos aparecieron huesosde asnos y bueyes, así comorestos de carros decoradoscon oro y lapislázuli, En la cá-mara funeraria principal se

halló un ataúd de madera conlos resios de una mujer, ata-viada con un complejo vestidodel que sólo quedaban las

cuentas de oro, plata y pie-dras preciosas y un riquísimoy complicadís- |mo tocado. A dflos pies y a la 1"1

cabeza del i

féretro se ' ':,'\ .tl

encontraron \

Cabritillo trepando,Gran Foso de la Muerte,

Gran Lira, una cabeza de torode materiales preciosos. El ri-tual de enterramiento no teníanada que envidiar a la tumba800. Seis soldados colocadosen dos hileras, con cascos ylanzas de bronce, Dos carros,

cada uno tirado por tres bue-yes. Nueve mujeres ataviadas

La Gran Lira,hallada en laTumba del Rey.

con elaborados,l tocados de oro.

l\ lapislázuli y cor-I nalina, Más dei , 30 soldados

los esqueletosde las que qui-zá fueran susdamas o sir-vientas preferidas,La cámara estabarepleta, asimismo, ,

de ricas ofrendasde todo tipo: vasos

de oro, vasijas deplata, jarros,.. En un

cilindro de lapislázuli

se descubrió una inscripcióncon el nombre de la ocupanteprincipal de este enterramien-to: "Pu-abi, ia reina'i

Kfr ruMil DEr REY

La exploración de esta tumba(la 789) reveló que la cámarahabía sido saqueada en la An-tigüedad, Pese a ello, aquíseencontró la conocida como

52 AReuEoLocíA

' ," 'on lanzas y

puñales de oro,

i plata y bronce. Ajuzgar por el rico

ajuar, Woolley no

dudó en atribuir la

tumba a un rey.

Se cree que lareina de la tumba800 y el monar-ca de la 789 for-

maban pareja.

fil enmr rosoDE LA MUERTE

Bautizada como 1232 estatumba recibe el sobrenombrede Gran Foso de la lVuertedebido a la gran cantidad decádaveres halldos: 6 hombresy 68 mujeres, ordenados en

hileras. Estos féretros obede-cían a un ritual complejo desacrificio humano para honrar

Plano de las Tumbas Reales de Ur.

a un rey o una reina. Este actoera aceptado como un privile-gio. En esta gran tumba se

hailaron las dos famosas es-culturas de unos cabritosrampantes apoyados sobreuna planta.

fl ruuer779Es una de las tumbas másgrandes exploradas por Woo-tley, dividida en cuatro cáma-

ras. Aquí se halló uno de los

ob.jetos más representativosdel arte sumerio: el Estandar-te de Ur, Se trata de una pieza

trapezoidal de madera deco-rada con incrustaciones de la-pislázuli, nácar y cornalina. En

uno de sus lados largos se re-presenta una batalla y, en el

otro, el festejo de la victoria.

En las caras laterales apare-cen escenas satíricas.

Page 26: Las Civilizaciones Perdidas

s{

Los primeros en llegar fueron los alemanes,que iniciaron sus excavaciones en 1888 en elyacimiento de Shuruppak (moderna Fara). Enla misma época un equipo americano iniciótambién excavaciones en Nippur (Nibru), elcentro religioso más importante de Sumer ylugar donde eran coronados los reyes. Aquífueron halladas también gran cantidad de ta-blillas de todo tipo (literario, religioso, jurídi-co...), entre las que se encuentran las de la cé-lebre Lista Real Sumeria, documento clave

para la historia de este pueblo. Se trata de 15

tablillas en las que se encuentra narrada deforma lacónica e hiperbolizada la secuenciade gobernantes de Mesopotamia, desde lainstauración de la realeza en Eridu duranteel período del Dinástico Antiguo I (2900-2700 a. C.) hasta el momento de la redaccióndel documento (siglo xtx a. C).

De este modo, a lo largo del último deceniodel siglo xIX y el primero del xx las excavacio-nes en el sur de Mesopotamia se hicieron másfrecuentes y cada vez se localizaban nuevasciudades. Entre las excavaciones más destaca-das están las de Tello (interrumpidas sólo porlas guerras mundiales), las de Kish, Eridu, Sip-par y Uruk. Este último asentamiento se re-

veló como uno de los más importantes de lahistoria del Próximo Oriente v dio nombre alperíodo que vio florecer la civilización sume-ria, el período Uruk (3750-3150 a. C.), con laaparición de la ciudad v la escritura.

LAS PIRÁMI DES MES(¡POTÁM ICAS

Del período Uruk datan los primeros ejemplosde zigurat, la construcción mesopotámica porexcelencia. Se trata de plataformas diseñadascomo pirámides escalonadas, en cuya cúspide

Los zigurat, las pirámides escalonadas de los ::"'ü:lJ:".ti."#:#Ji:sumeiios, estabán coronadas por un templo |:::i:ii:,:':::lili;l:un principio constaban dey podían llegar a los siete pisos de altura un solo piso; más adelante,

a partir del ttt milenio, yaaparecen los zigurat típicos, las cuales puedenllegar hasta los siete pisos de altura.

Están construidos con adobes de dos tipos;el núcleo son adobes secados al sol, mientrasque el exterior eran ladrillos cocidos y, en al-gún caso, esmaltados de diferentes colores,representando los planetas. Para subir se uti-lizaban escaleras, siendo lo más típico el queexistiera una escalera central y dos laterales,que llegaban hasta el primer o segundo piso,y otro tramo central que desde ahí ascendíahasta el templo. En la Antigüedad, práctica-mente todas las ciudades importantes teníanuno o dos zigurat, de los cuales conocemos suexistencia a partir de los restos arqueológicoso de los textos. Entre los más conocidos se

El arqueólogobritánicoLeonard Woolleytraba¡ando enuna excavaciónen Ur.

AReuEoLocfA s3

Page 27: Las Civilizaciones Perdidas

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En la páginasiguiente,

¡magen de diosasumeria con

inscripciones encuneiforme

alrededor de sucabeza.

encuentra el de Babilonia, cuvo nombre eraEntemenanki, "la cas del fundamento delcielo y de la tierra", de donde procede el mirode la Torre de Babel. De ella, sin embargo,apenas queda su impronta. En cambio, losmejor conservados son los de Ur y ChogaZambil (en el antiguo Elam, hoy Irán.

Al período Uruk le sucedió el bautizadocomo período Dinástico Antiguo I, en el quese crearon las unidades políticas por excelen-cia, las ciudades-estado. Este período termi-nó, según se relata en la Lista Real, con elDiluvio Universal.

tAS Sf|RPRESAS DE UR

El segundo gran momento de la arqueologíasumeria llegó en 1922, el mismo año del ha-llazgo de la tumba de Tütankhamón. Casual-mente, también se traró de un descubrimiento

el área sagrada donde se encuentra el especta-cular zigurat de la ciudad. Sin embargo, losprincipale s descubrimientos llegarían de lamano de Woolley, que, entre 1922 y1934, exca-vó el área del cementerio que: unas dos miltumbas, entre las cuales se hallaban las famo-sas tumbas reales de Ur.

Et ARflUEÚTflGO RIGURf¡Sf¡

Woolley ya pertenecía a una generación deverdaderos arqueólogos, enrre los cuales pri-maba más el espíritu científico que el avenru-rero. La búsqueda del tesoro arqueológico,propia de mediados y finales del xtx, había si-do sustituida por el rigor y el ansia de conoci-miento. Uno de los principales rasgos de Woo-lley era su gran profesionalidad, cosa quedemostró en el descubrimiento de estas tum-bas: a pesar de que el primer año de excava-

ción había identificadoya algunos de los sepul-cros de los reyes, esperócinco años a que tanto élcomo su equipo (forma-do básicamente por ára-

bes) tuviesen la suficiente experiencia comopara no provocar excesivos e innecesarios da-ños en las mejores tumbas jamás encontradasen Oriente.

Decidió cubrirlas de nuevo y duranre esoscinco años se dedicó a excavar el resto de tum-bas, más sencillas. Ello le permirió pracricar lametodología de su excavación y resolver losproblemas con los que se podía encontrar enlas tumbas principales, entre los que destaca-

Evans no exploró de inmediato las TumbasReales de Ur. Esperó a tener suficientesdatos para, así, no estropear el yacimientofunerario, el de las tumbas reales de Ur, cuyoartífice, Leonard Woolley, era mmbién británi-co, como Howard Carrer, el arqueólogo ligadopara siempre al faraón niño.

El yacimiento de Ur se halla en la localidadde Tell Muqair y había sido ya explorado muysuperficialmente por J. E. Táylor a mediadosdel xtx, sin que efectuara ninguna excavaciónde importancia. Después llegaron los trabajosde H. R. Hall, quien consiguió individualizar

54 ARqUEoLoGÍA

Page 28: Las Civilizaciones Perdidas

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ba la cues-tiíin cle I a

conser\-¿1clol1cle los ¿lrtefactosrlrgírnicos (com0 lOs

de rnaclcr¿). En 1927 ','?¡ ';'* ":cmpczaron los clcscrrbrr-lliclttos mírs scr-rslrciona-les: un ptrñal de oro r.uacizocon el mango clc lapislirzLrli vuna fllncle cle oro elabrlr:rda conlas mírs clelicaclas l conrplejas fili-grarlas, coprrs, r'asos, lanzas. objetosdc oro r platrr ricr,rntente decoraclos c¡ue

aparccíar-r por prinrera vez alttc los cljiis cle

los lrclucrilr)gos y que hecían pcltstr en lasl-naravillas que poclíar-r ocrrltarsc cn lils tLlmbilspor abrir.

SACRIFICItlS HUMAN(lSEn 1clZll, se abrió la prir.ncra cle las tuurbas rca-les (conocida pol cl núr.uer<i ti00 por los espe-cialistas). La sorprcsir luc rnar'úscula. tanto porkls tcsoros (lue se desente rraron como por losrestos dc s¿crificios htrr.uanos rituales, sir-r pa-rangón en lir zonir. El dcscLrbriuriento cle estasturr-lbas cleió patcntc cl clcr aclo graclo cultural\, técnico clue alcanzó csta civilizacitin, lo cualobligó a la c<luruniclacl científica a girar sLrs ojoshricia el srlr lrcsopotiullico v a llei ¿rr a cabo

c i,l ltl -pañaslrclueoló-

gicas clue han sidorealizadas dc fbrnr¿t r.r.rírs o ntenos coll-

tirruada hasta el estalliclo de los cor-rflic-tos intern¿rcionales de Irak. L)e todas uraneras.la cxcalación durante ur-r siglo de I país cle Str-rrer no sólo ha devuelto a esta cililización a lahistclria, sino quc la ha colclcaclo en uno clc l<ls

prirrcipales lugarcs en interés histórico clelr.nundcl. ¿rl ser ésta la vcrdaclera cuna de la civi-lización, lugar cle nacirnie nto de algunos cle lcls

m¿rvores logros cle la hur.uanidacl, cor-no la vidarurbana. la escritura. la rueda. el sistema sera-gesinral y otros. cle los cualcs aún ht¡r- solloshcrccleros v en los cluc ascntanros l¿rs bases cle

luucsta sclciecl¿cl.

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-{-*. \---*-,..{r{t\r.:

British Museum.Londres. Aquí pue-den verse muchas delas piezas encontra-das por expedicionespatrocinadas por el

museo, como el Es-tandarte de Ur, Másinf.: www.the british-museum,ac,ukl

Universíty ofPennsylvania Mu-seum, Philadelphia.Este centro poseeuna colección de

200 obletos halladosen ias tumbas realesde Ur. ltineran por di-versas ciudades nor-teamericanas hasta2006, Más inf,:

wwwmuseum,upenn.edu/

KHURT, A. El OrientePróximo en la Anti-güedad. Barcelona:Crítica,2000.

eenRo¡ A. Sumer.

Madrid:Aguila¡1981.

posromE, J. N. LaMesopotamia ar-carca. Madrid; Akal,1 999.

Roux, c.: MesoPo¿a-m¡a. Histoda políti^ca, económica yculturai. Madrid:Akal, 1990,

Page 29: Las Civilizaciones Perdidas

HititasCitado ya en la Biblia, el pueblo que puso en jaque alfaraón Ramsés ll

sólo entró en la historia tras los descubrimientos del siglo xrx,

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asta mediados '.'del siglo xlx laúnica fuentecle informaciónsobre los hititas era

la Biblia, con todas las reservas queeste documento presenta como fuentehistórica. En ell¿r se puede leer una dobledescripción de este pueblo. En primer lu-gar, en los hechos previos a la monarquíaisrae lita (antes del siglo x a. C.), los hititas-llamados "hijos de Jet"- se presentan co-mo uno más de los pueblos que habitabanOriente Próximo, v se hace una vaga refe-rencia a que sus tierras se extendían desdeel Líbano al río Eufrates. Estas informacio-nes, sin embargo, no permiten suponer queeste pueblo tuviera una entidad mayor queotros que también vivían en la región, comolos jebuseos o los quineos.

La impresión sobre los hititas en la Biblia,sin embargo, parece cambiar en las narracio-nes de los reinados de David y su hijo Sa-lomón. Ahora se menciona, por ejemplo,que las rnujeres hititas forman parte del ha-rén real de Salomón (lo mismo que las de-más féminas de las más altas casas realesdel momento, incluso del Egipto faraónico)y se cita la fama de su poderoso ejército,que aterroriza a las tribus sirias.

n,lÁs lrrÁ DE rA BrBr.rA

[,as citas bíblicas, sin embargo, no eranprueba suficiente para dar crédito académi-co a la existencia de los hititas. La primeraevidencia con fundamento llegó con el des-cifrarniento de las inscripciones egipcias.En efecto, una vez se de scifraron los jero-glíficos, no sólo se pudo acceder al conoci-miento del país de los faraones, sino quetambién surgieron gran cantidad de datossobre las culturas con las que estuvo en con-tacto, y entre ellas, v de una manera muyespecial, el pueblo de Kheta, nombre con elque los egipcios designaron a los hititas.

El contacto rnás famoso entre ambos pue-blos fue la batalla de Qadesh, el choque en-tre los ejércitos del faraón Ramsés II y los

56 ARquEoLociA

hititas en el año 1300 a. C. Las hostilida-. des finalizaron con la firma de un tratado de^''-' paz en 1286 a. C. La narración de la batalla

\,- -de la cual Ramsés II se vanagloriaba der'-'\\\. una gran r.ictoria, aunque en realidad se sal-

", dó se guramente con empate-".*-,-_ir, . o una ligera ventaja hi-

por Fel¡p Masó

ZflNA

Península deAnatolia y norte

de Siria, En el

período finalel lmperio se

extendió tam-bién por a isla

de Chipre.

Épocn

La historia hi-tita se sueledividir en dos

periodos: e lm-perio Antiguo(desde finalesdel s, xvr'a, C.

hasta med a-dos del xv a, C,)

y el lmperioNuevo (hasta

el siglo xrr),

.. -,^ )

./

tita- se grabó en lasparedes de los tem-plos v su descifra-rniento contribuvó a

¿' ' dar ma-vor veracidada los pasajes bíblicos.

Pero no sólo la lectu-ra de los jeroglíficos egip-

l) cios contribuvó a devolver

a los hititas a la historia, sino tam-bién la lectura de los textos asirios

del siglo XII a. C. -escritos e n acadio-,en los que se pudo averiguar que el nombrecon el que ellos conocían los territoriosde Siria r,Anatolia era el de País de Hatti.De esta manera, tres fuentes de inforna-ción diferentes -la Biblia, 1as inscripcionesegipcias v los anales asirios- afirmaban laexistencia de un mismo pueblo -llamadoJet, Kheta y Hatti, respectivamente- ubica-do en una misma región, Anatolia v la Siriadel norte, desde por lo menos el siglo x a. C.

TAS PRIMERAS EXCAVACIflNES

Aceptada ya sin reser\ras la existencia deun gran reino hiti¡a en la Edad del Bron-ce N,Iedio y Final (entre 2100 v 1200 a. C.)a partir de los textos, faltaban ahora hallazgosmás contundentes. Los arqueólogos empe-zaroo a realizar investigaciones sobre el te-rreno, entre las que destacan las efectuadasa cargo del British N,Iuseum en Carquemish(1879), al sur de Türquía, o las de la misiónalemana enZinjirli (1882), al norte de Siria.

En ambas ciudades se halló un nuevo tipode arquitectura en piedra, caracterizada porel uso de sillares gigantescos y por los ortos-tatos, piezas de piedra de diferente tamañodecoradas con relieves -más toscos que losempleados por los asirios- que se colocabanen las partes bajas de las paredes de los pa-

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Page 30: Las Civilizaciones Perdidas

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Puerta de los Leones, una de las cinco entradas a la capital hitita, Hattusa.

ARqUEOLOCiA 57

Page 31: Las Civilizaciones Perdidas

Tras sus huellasEn el corazón de Turquía se encuentran los restosde la capital hitita, Hattusa, y de su principal santuario,Yazilikaya, un lugar de culto entre las rocas, /',f:-1':'

I " ""..,.. ". "..':t'-, nr"

Caquemish

Asentamiento hititasituado en la fronte-ra turco-siria, en laactual localidad deJerablus. Los prime-

ros trabajos arqueo-lógicos se iniciaron

en i876,acargodel British Museum,

Entre los especialis-

tas que participaron

destacan sir Leonard

Woolley (famoso por

sus descubrimientosen la ciudad sumeria

Oe Ur) y T. E. Law-rence, que pasó a

la leyenda posterior-mente como Law-rence de Arabia.

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Yazilikaya

Situado a 1,5 km al noreste

de Hattusa, la capital hitit4el asentamiento de Yazilika-ya se considera el santuarioprincipal de aquel pueblo.Aprovechando una estre-chez rocosa construyeron

un espacio natural para elculto. Decoraron las pare-des con inscripciones jero-glíficas y relieves de sus

principales divinidades, así

como también la de algúnrey, como Tudhaliya lV(1 227 -1 209 a C,), a quien

se le atribuye su construc-clón, Este santuario fuedescubierto por el explora-dor francés Charles FleixMarie Teixier, el mismo que

también avistó por primeravez las ruinas de Hattusa.

Sama'l

Actual Zinjidi, cerca dela frontera siria, Se han

hallado restos de unaciudad de planta circu-lar, con una acrópolisen su centro y edificiosdecorados con impre-sionantes relieves. Fue

excavada inicialmentepor el alemán RobertKoldewey, el arqueólo-go de Babilonia.

Tablilla conescritura hititacuneiforme.En la pág¡nasiguiente, elexplorador suizoJohann LudwigBurckhardt.

lacios reales hititas. Thas el estudio de todosestos datos, el misionero irlandés WilliamWright tuvo información suficiente para pu-blicar la primera gran obra sobre los hiritas,E/ imperio de los ltititas (1884).

Dos hallazgos más vinieron a ampliar elaún limitado conocimiento de este nuevopueblo. El primero fue el descubrimientoen 1887 de las llamadas cartas de Amarna, lacorrespondencia diplomática entre el Egip-to de los faraones Amenhotep III y IV y lossoberanos orientales, entre los que se en-

5s ARqUEoLoGÍA

Page 32: Las Civilizaciones Perdidas

''Kárhhüüúk"&_ ¡lb lvriz , Carquemísh

t Uerablus)z¡nj¡rti &' 4 *'*-. filB"ars¡l ^'¡ 'Íeil ehman *'

\ ,li,

,l ¿ Aleport+'

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- -C Hama-,S

Oadesf, *, - . 'JHoms,.\

.:):a

Hattusa

-. * Los primeros vestigios

se remontan al il mile-- nio a. C., aunque no

fue hasia el reinadode Hattusili I cuando

. se convidió en capital: del lmperio Antiguo.

Constaba de unaA acrópolis con palacios

'!

1

I Ahca Huyuk

Su esplendor se sitúa entre- 2000 y 1200 a, C. Se rodeó

de gruesos muros y torres, con

puedas decoradas con esfingesaladas y relieves de cacerías yprocesiones. Fue abandonadadurante la invasión de los Pue-blos del Mat hacia 1200 a. C.

y templos y una ciudad

baja con viviendas; to-do ello rodeado pormurallas y montañas,En el lmperio Nuevocreció y fue modifica-da: la acrópolis pasó

a ser un palacio y laciudad baja albergó un

complejo religioso de20.000 m'. Se accedía

a través de cinco puer-tas, decoradas con es-finges, leones o dioses

guerreros. Un túnel de

2 km conducía desdeel interior de las mura-llas al exterior.

Tauro

Q Damasco

En 1812, el viajero suizo

Johann Ludwig Burck-hardt, el descubridor de

Petr4 describió que en

Hama (Siria), incrusta-das en la pared del ba-zar,habia unas piedras

grabadas con unos je-roglíficos que no eranegipcios. La población

local desconocía su ori-gen y les atribuía pro-

contraban rambién los hititas, especialmen-te Shuppiluliuma, del que se conse rva unamisiva alfaraón Amenhotep IV para felici-tarle por su reciente nombramiento. Ade -más del contenido histórico, estas cartas re-velaron algo aún más sorprendente: todasestaban escritas en acadio, la lingua francade aquel tiempo, excepto dos, que lo es-taban en un idioma desconocido que pasóa denominarse lengua de Arzawa.

El misterio de esta nueva lengua se resol-vió con el segundo gran descubrimiento, el

de la capital del Imperiohitita, Hactusa, arrasada ha-cia 1200 a. C. a consecuen-cia de los disturbios provoca-dos por los Pueblos del NIar,de los que poco se sabe.

La primera noticia sobre la ubi-cación de Hattusa data de 1834,cuando Charles Fleix N4arie Teixier, unarquitecto y explorador francés que se en-contraba en la localidad turca de Boghazkoybuscando el antiguo asentamie nto romano

piedades curativas al

tocarlas. Posteriormen-te se hallaron jeroglífi-cos similares en Alepo(Sir¡a) e lvriz (Turquía),

Pese a no haber sidotraducidos, en 1880el historiador inglés Ar-chibald Henry Sayceatribuyó su autoría a

los hititas. En 1947 se

comprobó que era'cier-

to, al hallarse una ins-cripción bilingüe en je-roglíficos hitita y fenicio,

este último un idioma

conocido. Se des-cubría, además,que los hititas

utilizaron tan-to el sistemajeroglíficocomo el cu-neiforme.

ARQUEOLOCIA 59

Page 33: Las Civilizaciones Perdidas

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de Tavium, halló los resros de unas ruinasde un estilo arqr-ritectónico cornpletamenteinr-rsual 1', desde Iuego, en absoluto rotrlano.Las primeras excar.'acicines en Hattusa, sinembargo, no se llevaron a cabo hasta 1906,bajo la dirección del profesor Hugo \\rin-

ckler, del Institr,rto Arclueológico Alemán.Los resultados fueron espectaculares: ¿11

descubrir-niento de impresionanres puerrasdecoradas con hermosos relieves, del Pala-cio Re al v de nn gran nirnero dc ternplosv edificios públicos, se sumó el más increí-ble e importante hallazgo, el de un archivocorr más de diez rril tablillas.

Para sorpresa de los investigadores, lastablas reslrltaron estar redactadas hasta ensiete ler-rgnas diferentes, rodas en sistemacuneifome. De estas siete, sólo tres podíanser leídas v traducidas sin dificultad: el aca-dio, el sLturerio ), el hurrita. Los doculnentos

El mundo hititaT LA FAMILIA REAL

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lSrill?i'3;"xil:ilffi

'.f,ffi1 .- - r r''

"'lde conflicto casi constantecon sus vecinos, una de las

obligaciones de la corte hir

ta era la diplomacia, tal com

se encontraba la nobleza (que El rey Sulumal¡ ofrece una tibación. Balorretieve.durante el lmperio Antiguoformaba la asamblea llamada ron centros y rutas comercia- hitta contaba con divinidadesPanku) y los funcionarios. En- les para redistribu r metales autóctonas y otras muchastre estos últimos destacaban (sobre todo estaño), maderas añadidas, Esto la llevó a serlos gobernadores provinciales, o piedras (tanto preciosas conocida como la religlón deque informaban directamente como para la construcción). os mil dioses. Entre sus par-al rey de los asuntos que ata- Existió la esclavitud, pero en ticularidades, cabe señalarñían a cada comunidad

;ilL::J:'.5:ñ:5J;:., :Xi:J; l,"Ji::1ff,:i:il:r EScLAvtTUD L|MITADA que los esc avos fueran sim- un dios (en algún caso pudoLa base de la economía hitita ples posesiones, sino que dis- ser divinizado tras la muerte,la constituían ia agricultura (el f rutaban de algún derecho. nunca en vida), pero sícomorey era el propietario de la tte- un escogido por los dioses,

tuales, en los que el más mí-

nimo error o descuido, cons-ciente o inconsciente, se creíaqr,e podía acarrea. re.r'biescas[igos pa.a toda la coruni-dad. En algunas desgrac'as,a sabiendas de que é no ha-

bía cometido ninguna falta,debra irdaga' cuá había si-do y quién la habia cometido.Su búsqueda no se limitabaal mundo de los vivos, sinoque tambrén podia iratarsede un pecado cometrdo porun antepasado, no resueltoy heredado por é1,

rra pero podia cederla a cam- r Los MtL DtosEs la persona a la que se debíabio de ciertas prestaciones) y Como resultado de varias in- culpar de cualqu er mal della ganadería, Asimismo, desde fluencias culturales a lo largo pais, Era el encargado de rea-muy temprano se establecie- de mucho tiempo, a religión lizar los más importantes ri-

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".,tV¡:'{'{

60 ARquEoLocÍA

Page 34: Las Civilizaciones Perdidas

Los guerrerosEntre los siglos xtv y xn a. C., el ejércitohitita fue el más temido de Oriente Próximo.

Desde Ankara se or-ganizan visitas guia-das hasta las

ruinas de Hattusa yYazilikaya. Laexcursión ocupa to-do un día, dado quelos restos arqueoló-gicos están situadosa 200 km de la capi-tal turca. lnf.:

www.turkeytravelplanner.com

Museo de lasCivilizacionesAnatolias. Ankara.Posee la mayor co-leccrón de objetoshititas del mundo.Más inf,:

www.kultur.gov.tr

Pergamon-vordeasiatischesMuseum. Berlín,

Se conservan copiasen yeso de los relie-ves rupestres delprincipal santuariohitita, Yazilikaya.

BERNABÉ, A. y ÁLVAREZ

PEDROSA, J. A. Hisfo-ria y leyes de losl¡ftifas. Madrid: AkalOriente,2000.

eavce,l. El reino delos hititas.Madrid: Cátedra,2001.

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MAcouEEN, J. G. TheHittites and theircontemporaries inAsia Minon Lon'dres: Thames andHudson, 1986.

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'la:-i .-../ .:..rt

T SOLDADO DE INFANTER|A

Una unidad de diez soldados prestabaapoyo a un carTo de combate,

escntos en es-tos tres idio-mas fueron sLrficientes para que \\Iinckler -pudiera afirmar sin ninguna duda que laciudad exhumada no era otra que Hattusa.

Las tablillas en sllmerio, acadio v hurri-ta, no obstante, conformaban sólo una pe-queña parte del hallazgo. El grueso de ladocumentación estaba escriro también ensistema cuneiforme, pero en otras cuatrolenguas desconocidas. Una de ellas se des-cubrió más tarde; era una lengua del sustra-to local. el hatti. De las otras tres. en un pri-lner tTrorrento, sólo pudo deducirse que

I EL CARRO DE GUERRALa gran baza de los hittaseTa e caTTo de combate,más pesado que el desus oponentes, Su funciónera embestir las líneas ene-migas, Podía estar tripu-lado por tres soldados:un conducto¡ un escudero

Cola de cabello para

proteger la nuca.

F,

parecían constituir diferentes dialec-tos de una misma lengua indoeu-

ropea, aquella que \:a se había bautiza-do como lengua de Arzau'a.

No fue hasta 1914, molnento en que el fi-lólogo checo Bedrich Hroznv enrró a fomrarparte del equipo del profesor \\¡inckler,cuando se realizó la primera traducción deun idioma que va se podízr afirmar que era elhitita. Con ello, toda la documentación re-cuperada de las excar.aciones podía ser in-terpretada: aparecía la historia de los hititascontada por ellos n-iismos. LJn pueblo rena-cía definitivamente del olvido.

:#ff,

Page 35: Las Civilizaciones Perdidas

MinosLa primera cilización griega, cuna de la leyenda del minotauro,

se creyó un mundo de fantasia. Hasta que en el siglo xx enormes palacios fueron excavados.por Belén Romero

asta el siglo xx, defender la exis-tencia en la región del Egeo deuna civilización anterior a lagnega atcalca efauna cuestión espi-

nosa. Y es que hacerlo suponíadar credibilidad a unahipótesis sin más"ciencia" que la \que aportan tex- ttos más tributa- Irios de la fantasía Íy la leyenda quede la historia.

\

Sin embargo, y aun a falta de pruebas, unarqueólogo convencido de la veracidad de losrelatos de Hornero decidió hacerse suva esamisión, a la que dedicó vida r-fortuna. Pocodespués, ese polémico arqueólogo, de nom-bre Heinrich Schliemann, se convertía en unpionero al proclamar que en la isla de Cretapodía estar enterrado un eslabón perdido dela historia del mar Egeo.

No obstante, Schliemann, más conocidopor el descubrimiento de Tioya, no pudo ha-cer uso de su olfato y excavar en la isla, yaque por aquel entonces estaba sornetida alyugo turco. Habría que esperar doce añosdespués de su lnuerte, a 1900 y a la indepen-dencia griega para que otro arqueólogo obsti-nado, el británico sir Arthur Evans (1851-1941), diera con los restos de esa civilizacióndesconocida, a la que en honor al rey de Cre-ta Nlinos bautizó con el nombre de rninoica.Su descubrimiento abría la veda al esrudiode la Edad del Bronce en el Egeo.

E0rFrcr0s c0r0sArEsLos trabajos del inglés en la isla fueron muyprovechosos: en poco más de diez años emer-gieron de la tierra construcciones cuya es-tructura y ornamentación rompían con todolo conocido. Se trataba de unos edificios des-comunales en los que Evans vio auténticospalacios reales. El arqueólogo planteó unaposible cronología de esta civilización e nfunción de estas construcciones: Minoic<rAntiguo (2600-2100 a. C.), anterior a la exis-

62 ARquEoLocÍA

ZflNA

lsla de Creta.

No existeacuerdo acercade s L egaron

a colon zar

otras islas.

PERíODO

Se inicia en

2600 a. C. En-

tre los siglos xvy xtv a, C, se

produjo el de-clive por cau-sas aún no

aclaradas, qui-

zás una inva-

sión desd'e la

Grecia conti-nental o quizá

la explosión de

un volcán.

tencia de los palacios; N,linoicoNledio (2100-1600 a. C.), que se

inicia con la aparicrón en-)-- Cnosos de una cerá-'*r=-1, mica polícroma con

,-! rnotivos rojos y blan-' cos sobre un fondooscuro; v Nlinoico Re-ciente (1500-1,{50 a. C),

donde aparecen los segun-dos palacios, \-a que los primerosse vieron destruidos en 1700 a. C.

por un fuerte seísrlo.

LA CRETA PAIACIAILa civilización minoica se expli-

ca, ante todo, por escos palacios, sinparangón en el mundo griego. De momento,se han rescatado cuatro principales: el deCnosos en el norte, el de Festos en el sur, elde Malia, excavado desde 1921 por la Escue-la Francesa, v el de Zakros, que probable -mente dependía del de Cnosos ,v cuvos rra-bajos dirigió a partir de 1961 el prestigiosoprofesor cretense Nicolás Platón. Considera-do el referente en la arqueología minoica, a

él se le debe una segunda propuesra de cro-nología basada en cuarro períodos: Prepala-cial (2600-2000 a. C.), Palacial Antiguo (2000-1700 a. C.), Palacial Recienre (1700-1400 a.

C.) y Postpalacial (1.100-1100 a. C.).Numerosas son las misiones que han exca-

vado en el territorio estrecho y alargado de laisla de Creta. Los hallazgos han puesto de re-lieve el innegable parenresco que rnanrienenentre sí esos cuatro palacios principales. Sinmurallas ni forrificaciones defensivas, se or-ganizan alrededor de un patio central rectan-gular (de 50 por 22 metros de media), en tor-no al cual se abren pórtic<ls columnados oescaleras monumentales. Pavimentados conlosas de piedra, las paredes interiores apare-cen decoradas en muchos casos con frescosde colores sobre motivos de la naturaleza, \avida marina o la celebración de especráculostaurinos, que se desarrollaban en el patiocentral: núcleo no sólo organizativo, sino pro-bablemente de relación social.

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Page 36: Las Civilizaciones Perdidas

Escultura de la de¡dad más representativa de la c¡vilización minoica, la diosa de las serpientes.

ARQUEOLOGÍA 63

Page 37: Las Civilizaciones Perdidas

Tras sus huellasAdemás del de Cnosos,situado en el norte, enCreta se encuentran losrestos de otros tresgrandes palacios.

Palacio de MaliaConstruido hacia 1800a. C., fue destruido acausa de seísos, comolos otros palacios, en

1700yen 1450a.C.De las ruinas, desta-ca un pequeño san-tuario en cuyos pilares

se puede contemplarel símbolo religioso mi-

noico, el hacha doble(/abrys, en griego).

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.i a'i- .'i izakros to

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En el ala occidental suelen aparecer, asi-mismo, una amplia zona de almacenamiento,una serie de pequeños recintos, seguramentededicados al culto religioso, y los talleres,destinados alaalfarcría o a la fabricación devasos de piedra. Cabe destacar que la mayo-ría de las estancias, que se reparten en dos ya veces tres pisos, en función del palacio,cuentan con grandes tragaluces para su ven-tilación e iluminación. Y lo que dejó estupe-factos a los investigadores: los palacios estándotados de una red de saneamiento impeca-ble, formada por unsa tuberías de terracotaque recogían las aguas sobrantes y funciona-ban a modo de alcantarillado.

agios"mkótaos!,. l. '.

E' T A -f.curn'la

:

Palacio de Zakrus

Descubierto en 1961 por

Nicolás Platón, fue construi-do en I700 a. C. y destrui-do en 1450 a. C. Fue, contoda probabilidad, un núcleode intercambio con el Próxi-

mo Oriente, gracias a su

emplazamiento en el extre-mo este de la isla. Fue uno

de los pocos sitios que no

sufrió ningún pillaje a lo lar-go de los siglos.

Todo ello hace pensar en un alto grado deorganización y desarrollo, aunque lo cierto esque el aspecto que ofrece un palacio minoicoes, sobre todo, el de un laberinto de habita-ciones, antesalas, vestíbulos, corredores y pa-sadizos que se interponen de manera asimé-trica y confusa. Como en el mítico laberintode Ariadna y el minotauro.

Et TABERINTO flEt MINOTAUR(¡

Cuenta la leyenda que el rey de la isla y delEgeo, Vlinos, ocultó en un laberinto al hijobastardo que su esposa, Pasifae, había conce-bido con un toro blanco. Mitad hombre mi-tad toro, se alimentaba de las ofrendas de

I

- 'bo&rrou

. lcueva'cde camares\../ :'' -.1 Festos

HagiaTriadat c'

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Palacio de Festos

Las excavaciones del arqueólogoitaliano Halbherr a partir de 1900han dejado al descublerto dos pala-cios en Festos. Los vestigios del pri-mero (1800-1700 a. C.) son todavíavisibles, aunque la mayor parte delas ruinas corresponden un segundopalacio, afectado hacia I450 a. C.

En la páginasiguiente, fresco

de los delfinesdel Salón de la

Reina delPalacio de

Cnosos.

por un nuevo seísmo. La superposi-ción de tos restos de ambas cons- r-:. -!--- - . .- t.:''=. . . ¿ -¡:,-r"'l'itrucciones hacomplicado mucho la ffi*1:¡-.---..i¿..-+,. , , , *f:*,::*,'1, '-t::,interpretación del yacimiento. b ::l .: t: i. . .

"., \- --\-V - &¿rr.

64 ARQUEoLoGÍA

Page 38: Las Civilizaciones Perdidas

carnc hur.nenir clel subr-ugirdo pueblo ate-niense. Sus r'íctirlas r-norían deloradas r-

llLlnca conseguían salir ccln vicla clc su guari-cla. IIasta la Ilegada del gran Tcsco. el rev cle

Atcnas. El \lonirrcir no sólo consigtrió nrtttaral rrinotauro r librar a Aren¿ls del vugo cre-tcnsc. sirro que taurLliór-r ptrdo abar-rclol-rar fii-cilncr-ltc el lirbelir-rto rehacierrdo el calrir.lo.gracias a un hilo rlue le había facilitado '\riacl-rrrr. lri.jrr rlcl lcr \[irrt's.

l,as referencias a csta lcr-encl¿r se multipli-can poi: cloqtrier en la r-navorí¿r cle escen¿ls cre-tcnscs! especialmente cn los legcnclarios co-rrcclores l¿rberínticos de los palacios, crrr-zr

e s trLl ctrl ra v fu r-rc i o n al i cl a cl s i gu c m o ti \'¿1n cl o

cliscusiones acaloradas. ¿Para c1uó serr'ía el

¡ralacio? ¿Qtrién lo l-rabitabarL,l hallazgo cle habitaciones de all-n¿rcena-

nliento pirla matcrias ¡rrinras r- rrlir.ne ntos, asícclr-no cle registros cscritos refelentes a m¿urLl-

flctrrras, apLlnta a rlue se trataba de centros¿rdlliinistratii os v religiosos en los c¡ue rcsiclíael Rer', con el título real de \lir-ros, r-su sé-

*

\-l^¿r.'i /i-,/' ,\-

r-',.'-lta'¿ -.) ) -.:;

\ri.-t.-¡r(.

Page 39: Las Civilizaciones Perdidas

Palacio de CnososSir Arthur Evans halló la joya arqueológica de Creta:un palacio de veinte mil metros cuadrados.

r ro5 FRESCOS

La Gran Sala del Tro-

no está presidida por

el asiento real de ala-

bastro, flanqueadopor una pintura mural

en la que dos grifosprotegen al Rey, El

Salón de la Reina, por

su parte, está adorna-do por el famoso fres-co de los delfines. En

el pasillo de la proce-

sión las pinturas re-presentan a más de500 personajes a ta-maño natural.

r áplr-lclo?La tesis de Evans deque Cnosos era un

palacio no la compar-ten todos los investi-gadores. Para HansGeorg Wunderlich,por ejemplo, era una

construcción funerariay las famosas bañeras

serían, en realidad,sarcófagos. Por ello,

además, el material

principal de construc-ción fue frágil yeso y

no alabastro.

quito. No obstante, para algunos estudiosos,como D. Faure, los palacios eran en realidadsantuarios o monasterios, mientras que losmonarcas residían en otros edificios próxi-mos más modestos (de esm manera, junto alPalacio de Cnosos, por eje mplo, se halla el

Pórtico escalonado.

El pasillo de la procesión, pintado

con lrescos donde aparecen más de

500 personaies de tamaño natuml,

des palacios podía funcionar como una uni-dad administrativa territorial, con un área deinfluencia de entre 1.000 y 1.500 km'z. Pero¿por qué el de Cnosos es mayor que el resto?Sus dimensiones, su esplendor arquitectóni-co y decorativo y su misma ubicación apun-

tan a que, al menos en de-terminados períodos del umilenio a. C., Cnososejercía el control sobre to-da Creta. Una tesis deunificación política que,

aunque no cuente con muchos adeptos, po-dría explicar la ausencia de murallas y una hi-potética falta de enemigos.

CflN ET EOEÍ¡ BAJfl CflNTRf¡TLa potencia minoica no contaba con rivales.Al menos en el mar, del que eran soberanos.

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Cuando Evans inició

los trabajos en Cno-sos a princlpios del si-glo xx, dio con losrestos de un palacio

que, construido enI800 a. C., seguia laestructura de un pala-

cio anterior datado en

2000 a. C. Destruidoen 1700 a,C. por un

seísmo, sus ruinas aún

muestran la magnifi-cencia de esa cons-trucción. Su superf icie

se estima superior alos 20,000 m2, por loque casi dobla la del

resto de palacios ha-

llados en la isla.

T TRES MIL

HABITACONES

Formado por más de

tres mil habitaciones,

cuenta con dos patios,

uno al oeste y el otroen el centro, acuyaiz'quierda y derecha se

levantaban las dosalas principales: la oc-cidental, con tres pisos

de altura, y la oriental,

con cinco.

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En la páginasiguiente, elarqueólogobritánico s¡r

Arthur Evans, elprincipal

explorador delpalacio de

Cnosos

Se han encontrado cerámicas minoicasen Egipto, por lo que se deduce que estepueblo comerció con el valle del NiloPequeño Palacio, con el cual está unido poruna calzada pavimentada).

En todo caso, de lo que no cabe duda es deque el palacio era un centro con funcionespolíticas, económicas y religiosas de alto ni-vel. Separados por una media de unos 35 o40 kilómetros, cada uno de los cuatro gran-

66 ARqUEOtOGÍA

Page 40: Las Civilizaciones Perdidas

[a Gran Sala del Trono, con un asiento rual de alabastro flanqueado por una

pintura mural en la que dos gdfos protegen al Rey y con bancos para el consejo real.

$r ,/*/,

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3ooooó'

Sala de las Hachas

de doble filo. Iaestancia, decorada

con este símbolo,

era la recepción

principal del palacio.

Patio cenlral. El Salón de la Feina,' .

adornado con un fnsco'de delfines y con terraza

y sala de bañ0.

Sus naves, que surcaban sin problemas elMediterráneo, controlaban las rutas comer-ciales en la cuenca del Egeo, por lo que mu-chos historiadores han utilizado para Creta elconcepto de "talasocracia" (gobierno de losmares). [Jn concepto al que, de alguna for-ma, también se refirió el historiador griegoTücídides (455-400 a. C.), quien en sus cró-nicas se refiere al rey cretense Minos como al"más antiguo en poseer una flota y en con-quistar el dominio del mar que hoy es griego;implantó su dominio en las [islas] Cícladas einstaló colonias en casi todas ellas".

Aunque no hay base arqueológica que apo-ye esa tesis colonial, sí están probados, porejemplo, los contactos con Egipto, ya que sehan encontrado cerámicas minoicas en eldelta del Nilo y algunos escarabeos egipciosen Creta. Asimismo, han aparecido cerámicas

minoicas en Chipre, Siria y di-versas islas de las Cícladas, dondese atestigua algún pequeño esra-blecimiento cretense. La riquezaminoica y su predominio comercialmarítimo no sólo reposaban en ce-rámicas u otras piezas de orfebrería,sino también en materias primas yproductos varios, como la madera, elvino, el aceite y las telas que inrer-cambiaban por cobre de Chipre, la-pislázuli de Palestina, esraño de Ana-tolia o alabastro y oro egipcios.

llE N(lBTES Y CAMPESINflsAunque ni los restos de escritura ni lamisma arqueología han ayudado a precisarcuál fue el sistema social en Creta, las cons-trucciones y tumbas inducen a pensar que

ARQUEoLoGÍA ó7

Page 41: Las Civilizaciones Perdidas

La escritura minoica

r S¡N DESCIFRAR

Tablillas de arcilla, sellos ygraffitis diversos evidencian el

uso de la escritura en la socie-

dad minoica, El primer sistema

conocido es una sucesión deideogramas que el arqueólogo

sir Arthur Evans denominó je-roglificos y quer aunque no se

han descifrado, se cree que

fueron utilizados para regis-tros administrativos (2000-1600 a. C.). A éste cabe

añadir un segundo sistema si-lábico llamado lineal A (1900-1450 a. C.), con 75 signosdiferentes que también conti-núan siendo un enigma.

r Et DISCO DE FESTOS

Entre los descubrimientosmás sonados destaca el del

arqueólogo italiano Luigi Per-

nier en 1908: un disco de ar-

cilla de 'l 6 cm de diámetrocon ambas caras escritas con

caracteres jeroglÍficos que se

desarrollan en espiral. Confor-man un total de 242 signosque, a su vez, componen 61

palabras, Fechado entre 1 450y 1200 a. C., sesabe que el

texto se confeccionó con 45cuñas diferentes y que se leía

de derecha a izquierda. Su

contenido, sin embargo, per-

manece sin descifrar.

sólo en Cnosos, el

sistema lineal B (1450-

1400 a. C.), que sí pudo serdescifrado en 1 953 por el jo-ven arquitecto inglés MichaelVentris. Autor.junto a JohnChadwick de Documentos enla Grecia Micénica (1956),

descubrió que la lineal B es

un dialecto griego predórico

adoptado por los micénicosque no sobrevivió a la caÍdadel mundo palaciego de esta

última civilización. Las tablillase inscripciones, como las ha-lladas en flilos en 1939 y en

Micenas en 1952, evidencianque el lineal B no tenía ni

usos literarios ni religiosos,sino meramente administrati-vos (i nventarios, catastros,censos, recuentos de cose-chas y rebaños,..),

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Aba¡o, terracotadecorada con

una escena desacrificio r¡tual(Hagia Triada).

En la páginas¡gu¡ente,

arriba, salarestaurada del

Palac¡o deCnosos, Aba¡o,

rec¡piente ritualen forma de

cabeza de toro.

existió una nobleza y una masa campesinaque vivía organizada en pequeñas aldeas o

ciudades, como la de Gurnia, en el golfo deMirabello, al nordeste de la isla. Ampliamen-te excavada, era una comunidad agrícola for-mada por unos setecientos habitantes. Suscasas aparecerl ofganizadas en bloques irre-gulares separados por callejones pavimenta-dos, con un pequeño palacio y un santuarioen el centro. Dentro de ellas, la disposiciónde las estancias sigue el mismo patrón que elde un palacio: todas aglutinadas en torno a

un núcleo central.

tA ¡MPORTANCIA DE tA MUJEH

Otra lectura interesante es la que ofrecenlos hallazgos de objetos cotidianos, los testi-monios pictóricos y, muy especialmente, lossellos y las figuras de terracota, entre las quedestacan las de la diosa de las serpientes. Llnemblema único de esta civilización que pare-ce evidenciar un cierto predominio soci4l de

1a mujer, tal v como ya atestiguó sir ArthurEvans a principios del siglo xx. En la actuali-dad, esa tesis no cuenta con el apoyo unáni-me de la comunidad científica, aunque algu-nos arqueólogos insistan en ella. Es el casode 1a inglesa Jane Hellen Harrison, paraquien la civilización minoica es además unclaro ejemplo de matriarcado.

Sea o no cierto, lo que sí atestiguan de ma-nera ecuánime esas representaciones feme-ninas de las diosas de las serpientes (sacerdo-tisas, reinas o sólo señoras) es la importanciadel culto religioso, tema central de muchosde los frescos que decoraban las paredes depalacio.

JUEGf¡S TAURINf¡S

Además de las efigies femeninas que re-cuerdan el culto a la diosa, también conocidacomo la Gran Dama del Laberinto, es evi-dente el peso crucial que tiene el dios-toro,evocación de la leyenda del minotauro. A élse le dedicaban ceremonias y monumentos,como el imponente monolito en forma dedos grandes cuernos de piedra situado en lavía procesional de Cnosos. Pero no sólo eso.A juzgar por los coloridos murales del Palaciode Cnosos, el toro también era el anfitriónindiscutible de las fiestas populares, gracias alos juegos taurinos que ponían a prueba elvalor de los jóvenes.

La celebración de las tauromaquias en lospatios sugiere nuevamente la idea de palaciocomo lugar de culto. Aunque no sería el úni-co: se han hallado gran cantidad de figuras deterracota que, a modo de ofrenda, eran depo-sitadas en cuevas y grutas sagradas lejos de

6s ARquEoLocÍA

Page 42: Las Civilizaciones Perdidas

los palacios. Se trata de santua- f ,. hecl-ro suponer un dor-nir-riorios apartados situados cerca de \ ¡,-:"-=1r_:i$. -,/ que. en todo caso, no durólas cimas de montañas v colinas.\' \ j*'¡igii'ffir.,6f mrrcho (aprorimadarnenre e nrrea menos de una hora caminando **$WW$$INEJ 1-150 r' 1380 a. C.). Lo qr,re sí sede los asentar-nientos. Activos du- -'..J

sabe con seguridad es que el Pala-ranre rodo el Nlinoico NIedio fk\SN}fu..W cio de Cnosos ardió por esa época,(2100-1600 a. C.), casi suman una ntssNnülffi quizá como consecuencia de una re-cincuentena'aunquenotodostie-w{Wr'uel¡acontralosconqrristadores.nenelmismopeso.Entreellos,wtftü|^\esateoríacabesunrarleunaSe-destacaeldelaCueuadeCa,rlar.s.wFFgu'-'a,'ro'palaciossedestrrtr'eronaen el monte Ida, vacimiento que des- .fl causa de una erupciór-r del lolcán Santo-taca por la calidad v cantidad de vesti- [ rín. Las ercalaciones que el profesor griegogios de cerámica que se han hallado

-|lp Spvridor-r \larinatos ller'ó a cabo en Akroriri

bajo las gruesas capas de ceniza de $.. (Thera-Sanrorini) sacaror-r a la luz Lln \¡a-los fuegos rituales. !l- cimiento espectacular v la certeza de que

una treutenda explosión a mediados del se-LA HIP0TESIS DEt FIN gundo milenio traUia ¿ividido la anrigua isla

Como ocurre con talltos otros detalle s sobre de Tera, al norte de Creta, en rres partes (holesta civilización, el final esrá envuelto en la Tera, 'lerasia r- Aspronisi). Según Nlarinaros.neblina. Que el poder n-rinoico entró en una cluien consagró su vida al r-acimienro donde

Las estancias delPalacio de Cnososestán abiertas al pú-blico, Dado el enor-me tamaño del

recinto la visita sepuede prolongarhasta cuatro horas,

Para llegar a Creta,la isla cuenta condos aeropuertos in-ternacionales (en

Khania e lráklio).

Desde el puerto dePireo, en Atenas, un

ferry enlaza con lrá-klio (el trayecto duraquince horas).

Museo de lráklio.Alberga hallazgosminoicos de toda laisla como el disco deFestos, la diosa delas serpientes o el

sarcófago de HagiaTriada, además depiezas del períodoNeolftico.

BoARDMAN, J. ¿osgriegos en ultramar:comercio y expan-sión colonial antesde la era clásica.Madrid: Alianza, I975.

Hree rrus, R. A. fteGreek Bronze Age.Londres: British Mu-seum,1970.

The British Schoo/ afAthens.www,bsa.gla.acuAk¡tossos/vrtour. html

Se desconoce qué provocó el derrumbe [H:";;:,':;".';;:1,1:de la CiViliZaCión minOiCa. Se Cree que pUdO fe podría haber generado

ser debido a la explosión de un vol¿án ^

lJ,'.'Jr'"Ti",i',:'l'lf il1'l-dimiento minoico.

etapa de decadencia a parrir del siglo xv a. C.es una tesis que nadie disct¡te gracias a laspruebas que aporta la arqueología. Sin embar-go, sí son discuribles los rlotivos. ¿A qué sedebe el fin precipitado de esta civilización?

A la vista de las turnbas de guerreros conarnas )¡ armaduras, algunos historiadores l-ra-

blan de conquista por parte de la continentalN{icenas. LIna inte rpretación que corrobora lapresencia de nuevas formas de cerárnica lle-gadas desde la península griega v que han

Fuera por culpa de una guerra o de un vol-cán, lo cierto es que la cir.ilización del legen-dario rev Nlinos vio precipitado su fin paradar paso a Llna nueva época que va no tendríacorno epicentro una isla, sino la Grecia delcontinente. El fin de la civilización de losminoicos dio paso a la de los griegos nicéni-cos v determinó la ruina de Creta. Su prota-gonismo histórico quedaba así relegado a unsegundo plano, que sólo la arqueología recu-peraría muchos siglos después.

Page 43: Las Civilizaciones Perdidas

EtruscosAunque conocido desde hace siglos, este pueblo antecesor

de los romanos sigue envuelto en el misterio.

por Marta Font

lrededor del valle del río Po apa-reció una civtlización que rivalizócon el Imperio romano y el mun-do helenístico. Extendió sus

redes hacia el nortey parte del centro-sur de la pe-nínsula itálica creando Etruria,una potencia económi-ca, comercial y cultu-ral que ha dejadomúltiples rastros ar-queológicos de suexistencia. Aun así,el pueblo etrusco si-gue envuelto en el misterio:sus orígenes son motivo de controversia y su

lengua continúa sin descifrar.Mucho antes de que el Imperio romano

empezara a formarse, un pueblo guerrero -v

con gran variedad de recursos comenzó a de-sarrollarse en la actual región italiana de laToscana. Los etruscos, también denominadostirrenos, iniciaron una expansión terrirorial vpolítica que los situó como porencia hegemó-nica del norte y centro de la península itálicaentre los siglos rttt y v a. C.

Vivieron a caballo entre los griegos v los ro-manos; de los primeros fueron imitadores yherederos, de los segundos resultaron loseducadores y casi padres. Su poder se reflejaen la gran cantidad de yacimientos arqueoló-gicos esparcidos por toda Italia, y en las ex-quisitas representaciones artísticas y objeroscotidianos que se encuentran en las tumbas.Los etruscos, desde hace siglos, han sido uncodiciado objeto de estudio por sus peculiari-dades culturales, que muy poco tenían quever con los pueblos que les rodearon.

UN flRIGEN INCIERT(ILos antecedente s de la cultura etrusca debenbuscarse quizás en la cultura villanoviana.Esta última está representada por cien tum-bas, descubiertas casulamente por GiovanniGozzadini en 1853, en el pueblo boloñés deVillanova de Castenaso. En ellas se encontra-ron vasijas de arcilla de forma bicónica, obje-tos ornamentales del difunto allí sepultado,

zo ARquEoLocÍA

Épocn

La civilizac on

etrusca se ex-

tendió aproxi-madamenteentre los s glos

vttt y a. C. En

40 a, C, Etruriase convirtió en

una región más

del lmperio ro-

mano,

201'¡A

Norte y centro-sur de la penin-sula itálicd.

cerámicas, armas y estatuillas debronce que se asemejaban enor-

memente a los posterioresvestigios etruscos. Quizá se

habían encontrado-- los antecesores au-

) tóctonos del pueblo' tirreno, aunque elorigen exacto de estacivilización aún es mo¡i-

vo de controversia.Fuen¡es antiquísimas se ha-

cen eco del interés que el pue-blo etrusco suscitaba entre los es-

tudiosos, precisamente por elhalo de misterio que rodeaba

sus orígenes. Historiadores grie-gos v rornanos ya empezaron a lan-

zar sus propias tesis, como fue el caso delgriego Heródoto, que en sus HisÍorias plan-teó la posibilidad de que los etruscos fueranen realidad emigrantes del Asia N{enor, con-cretamente de la región de Lidia. Se justifi-caban así los aires orientales en algunas desus vasijas y pinturas y sobre todo su repenti-na aparición y rápida expansión. Una tesis si-milar sustuvo Helánico de Lesbos, quien teo-rizó que eran un pue blo nómada provenientedel \4editerráneo oriental.

TTEGADf¡S DE (¡RIENTE

Contradiciendo las anteriores teorías orienta-lizantes, Dioniso de Halicarnaso propuso latesis "autóctona", es decir, que los etruscoseran los pobladores indígenas de la zona, pro-tagonistas de una rápida y fructífera evolu-ción política y cultural. Durante siglos se hanido manteniendo estas opciones y se han aña-dido otras, como el posible origen de losetruscos enla zona de Retia, en la mesetasuiza situada al norte de I río Po.

Hoy en día las tesis actuales no difierenmucho de éstas. Por un lado, hay autores quemantienen las teorías orientales y otros queabogan por el origen indígena de los etruscoscomo evolución de los autóctonos villanovia-nos. Es probable que la respuesta esté en unamezcla de ambas. Los pobladores indígenas

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Page 44: Las Civilizaciones Perdidas

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Figura de flautista peñeneciente a un fresco de la Tumba de los Leopardos, en Tarquinia. Pr¡ncipios del siglo v a. C.

ARqUEOLOGIA 71

Page 45: Las Civilizaciones Perdidas

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Arr¡ba, Tumbade losRelieves,en Caere,datada enel siglo rv

a. C. Juntoa estaslíneas,balsamariode cerámicacon forma deguerrero acaballo.

de la zona podrían haber recibido fue rte s in-fluencias de Oriente gracias a los numerososintercambios comerciales con las coloniasgriegas y fenicias establecidas en el sur de lapenínsula itálica v en las islas de Córcega, Si-cilia v Cerdeña. Fueran cuales fueran sus orí-genes, todos los etruscólogos coinciden enseñalar el carácter de esta civilización medi-terránea, que va se intuía especial mucho an-tes de su etapa de auge y esplendor.

Et ESPTENf¡f¡R

La etrusca era una civilización excepcional-mente hábil en el comercio v artesanado, conuna alta sensibilidad artística abierta a todotipo de influencias y un dominio del arte dela guerra que la hacía tremendamente pode-rosa. Este carácter versátil propició que suexpansión fuera rápida y profunda.

Los primeros ase ntamientos de la civiliza-ción etrusca están datados a finales del sigloIX a. C, en el territorio comprendido entre losríos Arno y Po, en la actual Toscana. Su evi-dente superioridad, tanto cultural, comercialy militar, en relación con los pueblos vecinospropició que se lanzaran a la conquista de losterritorios de su entorno mediante la creaciónde enclaves a imagen y semejanza de las ciu-

z2 ARquEoLocÍA

Page 46: Las Civilizaciones Perdidas

Tras sus huellasPor todo el norte y centro de la península itálica se han desenterrado necrópolis etruscas. Este tipode construcciones han aportado prácticamente toda la información de este pueblo.

Tuscania

Fue la ciudad que mejor resistió la crisis en quequedó sumida Etruria a finales del siglo rv a, C.

La más fabulosa de las tumbas excavadas es laconocida como Dado, réplica de una típica casade la clase acomodada.

Taquinia

La colina de Monterozzi, dondese ubicó la necrópolis, albergamás de 200 tumbas decoradascon frescos de escenas cotidia-nas de la vida del difunto, jue-gos, bailes, banquetes, batallas o

cacerías. Así, encontramos laTumba de los Augures, con figu-ras que representan a adivinado-res y luchadores; la Tumba delas Leonas, que debe su nombrea las figuras de dos leonas en lapared principal del sepulcro; o laTumba de laCazay de la Pesc4en Ia que representaron esce-nas de aves y peces en el mo-mento de su captura.

-. ia.' ¡dria L?o

Spinafof

Bolonia ¿lólJf'' V¡llanova, de castenaso

4lo Alrl* .f Florertcia

volterra lf,o J¿bArezzoTOSCANA lfoCortona

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Tuscánia gdr. }¡ó _

Tarquín¡a )¡L Vulcis (viterbo)

."'u,!fi'i$JutioJRoma

LACIO

Veio

Es la ciudad etruscamás cercana a Roma.

Se conservan restosde la muralla, asíco-mo del santuario del

Portonaccio. El más

famoso hallazgo es la

estatua de Apolo,que orrgrnanamen-te se encontraba enel remate de estetemplo (hoy en el Mu-seo Nazionale de VillaGiulia, Roma).

Gerveted

Es famosa la Tumba Rego-lini-Galassi por los conteni-dos que se encontraron enel momento de su apertura,en 1836. Está situada en lanecrópolis de Sorbo y, enella, el general Galassi y elarcipreste Regolini descu-brieron calderos de broncedecorados con figuras fe-

meninas y tesoros de joye-ría en oro como un pectoral,que se colocaba en el pe-cho del difunto con diver-sos grabados y relieves.

También brazaletes y colla-res con diferentes tipos defiligranas y vasijas pulidascon el característico buch-hero nero de la cerámica

ITALIACAMPANlA

Capua ¡lo jlijB Nola

.) ttápoles

etrusca, Todo ello hizo pen-sar que la tumba era de un

miembro femenino de la eli-te social, o incluso de unaregente, ya que también seencontraron restos de loque podía ser un trono. En

Cerveteri también se en-cuentra la necrópolis deBandiiaccia (en la imagen).

Page 47: Las Civilizaciones Perdidas

Las misteriosas estatuasDe la escultura etrusca se han conservado diversosejemplares rodeados de un aura enigmática,

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T Et sARcÓFAGoDE rOS ESPOSOS

Se descubrió en una tumbade la necrópolis de Banditac-cia, en Cerveteri, construidaalrededor del año 520 a, C.

Hoy dÍa puede verse en el

Museo Nazionale de Villa Giu-lia (Roma). El sarcófago estáconstruido en terracota y en

la tapa se hallan representa-dos dos esposos, apoyados

en un triclinio (el asiento que

se utilizaba durante los ban-quetes). Puede verse cómo la

figura masculina apoya afec-tuosamente el brazo encimade los hombros de la figurafemenina, acentuando así la

alineación

equilibrada de las dos figuras,que siguen la característica tÉpica del arte escultóricoetrusco: líneas simples y rec-tas pero al mismo tiempo do-tadas de cieda sensación de

naturalidad y elegancia.

I LA OUIMERA DE AREZZO

Esta figura de bronce, datadaentre 380 y 360 a. C,, fue en-contrada en 1 553 delante de

la puerta de San Laurentino,

en la ciudad

de Arezzo, Mide 1,82 m de

largo y representa a una qui-mera, mezcla de león, cabra y

serpiente. Esta

bestia salvaje, se-

gún la mitologíaromanar fue aba-tida por Bellero-fonte, que

cabalgaba con su

caballo alado Pega-

so. Es uno de los máxi-

mos exponentes del arteetrusco, y en el momento de

su descubrimiento se convir-tió rápidamente en símbolo

del nacionalismo toscano,

Actualmente se encuentraen el Museo ArcheologicoNazionale de Florencia.

I L'ARRINGATORE

Ejecutada a finales del siglo tt

o inicios del r a. C., en la etapa

de plena decadencia etrusca,

esta efigie en bronce repre-senta una figura masculinavestida con toga. En su parte

inferior una inscripción lo

identifica como Aule Meteli,

un noble provenienie

de Chiusi o Cortona,

La pieza fue descu-bierta en los alrede-

dores del lago

Trasimeno, al surde Cortona, Lapostura de la fi-gurar con el brazo

derecho alzadoycon la palma dela mano extendi-da sugiere ciertoaleccionamiento,por lo que estaestatua es cono-cida como lAnin-gatore, el orador.

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dades-estado griegas. Empapados de culturahelénica pero conscientes de su propia exis-tencia como civilización, se extendieron rápi-damente por la península itálica hacia el nor-te, llegando a controlar los pasos alpinos, yhacia el este, alcanzando hasta el mismo lito-ral del mar Adriático. Por el sur, llegaron a

ocupar la mitad de la región de la Campania,

dominio etrusco en Roma, en aquel momen-to habitada también por sabinos y latinos.Asimismo, se le atribuyen una serie de mejo-ras en la ciudad, como la construcción de laCloaca Máxima y el Circo Máximo, un traza-do más racional de las calles y cambios en lasformas arquitectónicas de los templos.

tAS DÍ¡CE CIUDADES

Vlientras en la ciudadeterna se sucedieron di-versos caudillos de estirpetirrena, el resto de Etruria,cadavez más extensa, se

organizaba en áreas te rritoriales compuestaspor doce ciudades-estado. La más importantede estas ligas, y sede originaria de la estirpeetrusca, la formaban las urbes de Arezzo, Cae-re, Chiusi, Cortona, Perugia, Populonia, Rose-lle, Thrquinia, Veio, Vetulonia, Vulci y Volterra.En cada una de ellas gobernaba un lucumanes,un miembro de alguna familia de la elite no-ble. Estas ciudades estaban unidas por víncu-los sobre todo religiosos, no políticos, por loque el predominio de unas sobre otras Íaravezse producía.

En la ciudad de Roma quizás existieronreyes etruscos que gobernaion sobre otrospueblos, como sabinos y latinosaunque el objetivo más tentador fuera la re-gión del Lacio, con la presencia de la prome-tedora pero aún incipiente ciudad de Roma.

En Roma, en 616 a.C., subió al poder LucioThrquinio Prisco, hijo de un griego emigradoa Etruria y miembro de una destacada familiade Thrquinia. Quizá se trate de un personajelegendario, Io mismo que sucede con los otrosseis reyes que componen la primera monar-quía romana, aunque los historiadores anti-guos no dudaron en atribuirle fechas concre-tas y méritos. Con él parece que empezó e I

?4ARquEoLocÍA

Page 48: Las Civilizaciones Perdidas

Las tumbas o monumentos funerarios, asícomo todo lo que se ha hallado en su interior,son los pilares de la etruscología, ya que pocose conserva de los templos y todavía menosde las construcciones civiles. Esto demues-tra, según los arqueólogos, que para los etrus-cos la vida en la tierra era temporal y que, co-mo los egipcios, creían que lo importante eraconstruir tumbas fuertes y sólidas, llenas detodo lo que se podía necesitar para la vidaeterna.

De este modo, se encuentran las tumbas decámara, excavadas en el subsuelo, con largoscorredores con bóvedas falsas que llevan a lacámara sepulcral. Aquí se han hallado vasijasde metales preciosos, cerámicas y estatuas debronce. El más célebre de este tipo de sepul-cros es la Tümba Regolini-Galassi, en Caere.Otra tipología son las tumbas excavadas en laroca, muchas veces decoradas con frescos quenarran momentos de la vida del difunto, comola Tümba de los Augures, en Tárquinia, ciu-dad de donde procede la mayor parte de pro-ducción pictórica rescatada de este pueblo.

La apertura y estudio de las tumbas ha per-mitido a los arqueólogos reconocer a los

etruscos como grandes artesanos. Las piezasde cerámica, fácilmente reconocibles por suintenso fondo negro, pulido y brillante, sonfruto de un bruñido muy inte nso que de-mueStra su maestría. Además conocían a fon-do el tratamiento de los metales, como lo de-muestra la gran cantidad de piezas deorfebrería y platería, elaboradas con multitudde filigranas, qu€ utilizaban en sus ritos fu-nerarios y depositaron junto al difunto.

ESCUTTURA

La escultura fue una de las disciplinas máspracticadas por los tirrenos, influenciada almáximo por las corrientes helénicas. Del pe-ríodo arcaico, en el siglo vu a. C, datan las es-culturas más curiosas de aquella civilización:las tapas de sarcófago en terracota, En ellasaparecen las figuras de los difuntos y la máscélebre de todas es, sin lugar a dudas, la de laTümba de los Esposos, hallada en Caere.

En el período clásico, el bronce tomó elprotagonismo, y la Quimera, una de las pie-zas más conocidas del arte etrusco, encontra-da en Arezzo, es un buen ejemplo de ello.NIás adelante, en la conocida como etapa he-

Escena debanquete, en laTumba de losLeopardos deTarquinia.

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Page 49: Las Civilizaciones Perdidas

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le nística, los bronces a tamaño natural depersonajes públicos, esculpidos con gran va-riedad de detalles fueron las piezas preferi-das por los artistas etruscos.

tA IlECADEiICIAA la fulminante expansión de laEtruria le siguió una lenta y agó-nica decadencia cuyo iniciopuede marcarse en el año 509 a.

C. con la caída del rey Tárqui-nio el Soberbio en Roma,expulsado por la noble-za qúe estableció la Re-púb1ica. Más allá de unsimple cambio político, sig-nificaba el inicio de una iden-tidad latina que surgió en todosu esplendor siglos después,con el poderoso Imperio romano.A este prime r golpe se añadieronuna serie de derrotas en diversas con-tiendas, como la sufrida en la batallade Cuma (474 a. C) contra los ejérci-tos sicilianos y de la magna Grecia, enla que los etruscos perdieron el dominio de laCampania, o las primeras oleadas de invaso-res galos, que infligieron severos golpes a lasciudades situadas más al norte.

La faka de cohe sión de las ciudades-estadoetruscas y la ausencia de una unidad políticaclara pudieron favorecer el desmembramien-to de Etruria. La puntilla final fueron lascontinuas guerras que se dieron desde el si-glo v a. C. entre Erruria y Roma por el domi-nio de la región del Lacio. Las ligas de ciuda-

des tirrenas quedaron enormemente debili-tadas, hasta el punto de que, después de casidos siglos de lucha, en el año 40 a. C, Etru¡iase convirtió en la región VII del ya poderosí-simo Imperio romano.

Aun derrotados, las influencias de la rica vexquisita cultura etrusca determi-

naron muchos aspecros de la vi-da social y pública de los roma-

nos. No fue el caso de su lengua,impenetrable , cuyos orígenes y

secretos siguen todavíasin descifrar.

IlESCUBRIMIENTflEl interés por el mundo an-

tiguo v por el cole ccionismode antigüedades que trajo con-

sigo el Renacimiento llevó a unresurgir de la culrura etrusca. El

descubrimiento esporádico detumbas y de inscripciones alimentó,en el siglo xv y principios del xvr, losescritos de reconstrucciones fantásti-

cas de, por ejemplo, el padre Annio deViterbo (1432-1502), que se arrevió a ligar lahistoria etrusca con las narraciones bíblicas,llegando a establecer que el pueblo etruscotenía raíces semíticas v era descendiente di-recto delNoé del Génesis.

Aunque Annio de Viterbo manipuló a suantojo las fuentes y la falta de rigurosidad desus teorías en seguida fue descubierta, locierto es que senró las bases de la etruscolo-gía gracias a su pasión desmedida por todo loque rodeara a este pueblo. Contagió su em-

En esta pág¡na,recipiente

conocido comostamnos, con

una escena deun guerrero y

una mujer. En lapágina siguente,

tumbas enforma de

túmulo, en lanecrópol¡s de

Banditaccia(Cerveteril.

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El alfabeto etrusco secompone de entre20 y 26 letras di-ferentes, depen-diendo delperíodo. Es pa-recido al alfabe- Ito griego, aunquelas estructuras gra-maticales no tienenningún parecido. Des-pués de la conquista romanade Etruria, la lengua etruscacayó en desuso en favor dellatín, La inexistencia de lite-ratura etrusca o de inscrip-

ciones bilingües continúasumiendo a los paleolingüis-tas en el desconocimientocasi absoluto de esta lengua,

Mapa celestey calendar¡o en forma de

hígado de bronce,Siglo rrr a. C.

Una lenzua indescifrableCon un alfabeto piíecido al griego, la lengua etrusca esun gran reto para los paleolingüistas,

La lengua etrusca continúasiendo un enigma para losestudiosos. No está relacio-nada con la familia de laslenguas indoeuropeas, y lasinscripciones halladas en lastumbas, que representan laúnica fuente posible de ob-tener información de la len-gua hablada en Etruria, nohan sido suficientes para po-der aclarar del todo estemisterio, Como mucho, sehan podido descifrar nom-bres propios de personalida-des políticas o religiosas,

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Page 50: Las Civilizaciones Perdidas

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'4':,' 1.

Dos necrópoliste vF

sita obligada son la

de Tarquinia (un au-téniico mundo subte-rráneo) y la deCerveteri (construF

da como una ciudadde túmulos sobre tie-rra). Ambas están si-tuadas a mediocamino entre Floren-cia y Roma. Existendiversas empresasespecializadas en itFnerarios por EtruriaMésinf.twww.fu iis-matoscana,it

Museo Nazionale diVílla Giulia. RomaSu pieza estrella esel sarcófago de los

Esposos. Más inf.:

wwwarcheologia.benicultunli;Mpagedatlante/S7í.htrtl

Museo Archeologi-co Nazionale. Flo-rencia Poseealgunas de las piezas

más famosas, comoel Vaso Franqois o laOuimera de Arezzo.

Másinf.:www,fr ren-zemusei.iUar cheo-Iogico

Mr¡seo G¡¡arnaoi,Voltena Piezas de lacultura vilanoviana ymás de seiscientasurnas funerariasetruscas agrupadaspor temas. Más inf,twww.comunevol|c'lra.pi.it/english/museiitlmebu.html

BoRRELU, E y racon,M. C. Eür¿scos.Barcelona Elect42003.

ToREL!, Mario: Írisüo-r¡b delos ef¡¡scosBarcelona: Crftic4r 996.

día de los habitantes deEl gran número de yacimientos ha Etruria, aunque las lí-

dificultado su control. Más de 340 mil piezas l,',i'--g'-l,ll:,'-:ls'"ió'se han recuperado en los últimos años 3:iliT:'É::i1il':;::

recientes, como las de

peño a otros estudiosos como Giorgio Vasari,que ahondó en la arquitectura y las arte s fi-gurativas etruscas v relató el descubrimientode la famosa Quimera de Arezzo en su obraLas tidas de lo-¡ ná¡ exce/ente¡ pirtlores, estul-torer ), arquitecto-t.

HACIA UN ESTUfl|O $ISTEMÁilC(IEn el siglo xvu se dio una segunda oleada dear,rge de la etruscología v se fundó en 1726 laAcademia Etmsca de Cortona, que se rrans-formó en el centro principal de investigacio-nes. Además, el estudioso escocés Thomas

Dempster publicó entre 1616 ,v 16191a obraDe E¡rurin Rcgtli. rrna rigurosa \ exrensa pa-norámica del mundo errusco de la que bebie-ron mnchos otros estudiosos.

La unificaficación italiana en el siglo xlxsupuso la creación de organismos oficialesque sistemaúzaron y controlaron las prospec-ciones arqueológicas en toda la ancigua Etru-ria. Es en este período cuando se excava enlas necrópolis de Thrquinia, Vetulonia, Narcey Bolonia; se descubren los antecedentes vi-llanovianos; se revela el singular poblado conplanta regular v los restos del Templo deN,larzabotto; salen a la luz las singulares de-coraciones de las tumbas de Orvieto; v se re-emprenden las excavaciones (ahora de mane-

ra profesional) en los grandes centros de la li-ga elrusca como Caere, \'eio, Populonia r'Roselle, entre otros.

LA SITUACIIiN ACTUAT

La mavoría de vacimientos etruscos que hanllegado hasta nuestros días consisten en !um-bas o templos religiosos, las construccionesrnás sólidas que han resistido al paso de lossiglos. Los objetos encontrados en los sepul-cros v las múlriples manifestaciones escultu-rale s v pictóricas llenan los museos de todaItalia. Con todo ello, poco se sabe del día a

La Piana (al sudeste de Siena), comenzadasen 7982, esrán de stinadas a arrojar más luzsobre la organización social v diaria de las co-munidades rirrenas.

LJn gran problema con el que se enfrenranlos investiadores es el del tráfico ilegal depiezas. La vasta cantidad de enclaves que se

esparcen por la península itálica dificulca elcontrol del expolio por parre de las autorida-des. En treinta años se han recuperado 340mil piezas provenientes de excavacionesclandestinas. Hechos que pulverizan parasiempre datos esenciales que sirven para re-construir la historia de los etruscos. Para mu-chos, la civilización más influvente y rica enmatices que ha habitado Italia.

Page 51: Las Civilizaciones Perdidas

TartessosLa primera civilización ibérica fue un enigma hasta el siglo xx.

Hoy sigue sin localizarse la capital de aquel reino,por Dav¡d Suárez

urante siglos, Tártessos ha sido unmisterio. Las fuentes clásicasgriegas e incluso la Bibliamencionan un rico reinocon una gran ca-

pital en el extremo occiden-tal del Mediterráneo al quedan el nombre deTartessos. Alenta- 7dos por la aventu- ?ra arqueológica, /muchos investi- ;gadores han acu-dido al sur de la pe-nínsula ibérica paraencontrar la "Tioya de Occidente" sin éxito al-guno. Hoy sabemos que la cultura de Tar¡essosexistió y que es el punto de partida civilizarorioen la península, aunque hasta la fecha no se

hayan encontrado los grandes monumentosanunciados por los textos anriguos.

El descubrimiento del maravilloso Tesoro deElCarambolo en la localidad de Camas (Sevi-lla) en septiembre de 1958 vino a confirmar lasteorías que hablaban de un pueblo próspero,que en contacto con fenicios y griegos había lo-grado un notable esplendor entre los siglos vttly vt a. C. De esta modo se ponía de manifiestola existencia de una civilización presenre ennumerosas citas clásicas, sobre todo griegas. In-cluso la Biblia parece hacer re ferencia a e steantiguo reino peninsular si damos crédito a lasreferencias sobre una tal Tarschisch.

BÚSOUEDA INFRUCTUt¡SA

Hasta 1958 buena parte de los esfuerzos porencontrar evidencias arqueológicas tartésicashabían sido infructuosos. Especialmenre, losllevados a cabo por el alemán Adolf Schulten,quien hacia 1920 y notablemente influenciadopor el éxito de la arqueología filológica de sucompatriota Schliemann (descubridor conrrapronóstico de Tioya), gastó muchos años en lainfructuosa búsqueda de la capital de un granreino perdido en torno a los parajes del Cotode Doñana. Thmbién otro extranjero, el anglo-francés Jorge Bonsor, se vio atraído por el mis-terio tartésico y, pese a algunos hallazgos bie-

zs ARquEotocfA

EPOCA

Empezó a ges-tarse hacia el

año 1 200 a, C.

Su ocaso se

fecha a media-dos del siglo vt

a. C., con la he-gemonía de los

cartagineses.

z0t¡ASu núcleo prin-cipal estuvo en

el bajo Guadal-quivir, aunqueen su esplen-dor se extendiópor buena.par-te del sur de lapenÍnsula.

nintencionados para su época (fina-les del siglo xtx), se perdió en un

laberinto de incógnitas al darcrédito a las teorías que liga-

ban Tartessos con ellegendario país de lasCasicérides, e n Cor-

nualles (Inglaterra).Hoy sabemos que hubo

una cul¡ura tartésica en elbajo Guadalquivir, desarrollada

hacia 1200 a. C. gracias a la explota-ción de los abundantes recursos mi-

nerales de la zona. Una cultura que tu-vo su momento de máximo apogeo

en los siglos vut y vt a. C. y que dejóllegar su influjo por casi toda la mi-

tad sur de la península (como lo de-muestran los restos hallados en Extremadura,sur de Castilla la Mancha e, incluso, en torno a

la cuenca del río Segura, en Nlurcia). El es-plendor de trtessos coincidió con el conracrocontinuado con los foceos (griegos procedenresde las costas de Asia Nlenor) r., sobre todo, conlos colonizadores fenicios.

SIN GRANDES M{lNUMENTOSUno de los inconvenientes para los historiado-res es que la cultura tartésica carece de grandesconjuntos arqueológicos. Pese a la imagen deopulencia que dejan traslucir los relaros míti-cos, hasta el momento se deduce que quizásesta cultura era bastante modesta en cuanto a

construcciones arquitectónicas. En cualquiercaso, quienes han insistido en la búsqueda degrandes restos han fracasado.

Los investigadores sitúan la propia capiraldel reino en algún punto de las antiguas maris-mas del Guadalquivir. Sin embargo, no hayevidencia alguna de esa localización -como pe-nosamente ya pudo constarar Schulten-. Ade-más, la zona de marismas es, casi por defini-ción, un lugar de continuos cambios físicos(producidos tanto por la acción humana comopor la naturaleza),lo que aún imposibilita másla conservación de restos arquitectónicos. Lacapital, según describe Manuel Bendala, espe-cialista en arqueología clásica y culturas ibéri-

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Page 52: Las Civilizaciones Perdidas

Pend¡ente de oro de est¡lo orientalizante procedente del Tesoro de La Aliseda (Cáceres). S¡glo vlt a. C.

\RQLIEOLOCIA 79

Page 53: Las Civilizaciones Perdidas

Tras sus huellas

La caprichosa casualidadpermitió que el 30 de sep-tiembre de 1958, unosobreros que trabajaban enla ampliación de la sedede la Real Sociedad de TFro de Pichón de Sevill4 enla población de Camas,toparan con una serie deobjetos de oro, la mayoría

de los cuales se encontra-ban entenados dentro deuna gran vasija"

El descubrimiento del lla-mado Tesoro de El Caram-bolo (doblemente casual,ya que su hallazgo se pro-dujo por una decisión de

El núcleo principaldeTartessos debió de si-tuarse en el bajo Gua-dalquivir. Sin embargo,se han hallado restosde este pueblo enotros puntos del sur,

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última hora antes de darpor finalizadas las obras)supuso una auténtica re-volución y, desde el primermomento, se atribuyó a la

cultura de Tartessos,

El episodio renovó el in-terés por un pueblo per-dido de la historia y delque no se encontrabanapenas datos arqueológi-cos que sostuvieran unateoría sólida, El tesoroconsta de una veintenade piezas de oro destina-das, según se cree, al or-nato de una imagen deculto (quizá un toro).

OCEANO ATLANTICO

Territorio de Tartessos

Territorio de influenc¡a máxima

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cas,"debía estar situada en un profundo lagointerior (conocido como Lacus Ligusrinus o Si-nus Thrtessi), circundado de pequeñas alturasen las que se arracimaban los establecimientos

tartésicos al abrigo del marabierto y junto a ríos y este-ros que permitían una fácil

comunicación con el interior".La proximidad entre la capi-

tal tartésica y el asentamientofenicio de Gadir sirvió paraque ambos pueblos esrable-

cieran sus alianzas (y, dichosea de paso, también sus ten-

siones) y dieran curso a sus abun-dantes relaciones comerciales. Feni-

cios y tartésicos mantuvieron duranteaños un acuerdo por el que los primeros

distribuían los productos de los segundos(principalmente estaño, indispensable para lafabricación del bronce, el metal predominanteen aquella época) por todo el Mediterráneo.

Para conocer la cultura tartésica los investiga-dores tienen que recurrir obligatoriame nre a

fuentes literarias externas. Se han encontrado

80 AReuEoLocÍA

Page 54: Las Civilizaciones Perdidas

j cáceres

Lolrosán Jto.

J GranadaI

Almería

lvlálaga ¿J

rnuy pocos textos propios \,, además, es imposi-ble entenderlos, puesto que se desconoce la ra-íz lingtiística. El principal vestigio arqr-reológi-co tartésico lo constituven objetos de todo tipo(vasijas, estelas funerarias, monedas, figurillasde bronce, cinturones...), a partir de los cualesse lran uazado teorías dispares respecto al ori-gen, evolución y ocaso de aquel reino.

Actnalmente se establecen dos grandes perí-odos en la historia de Tártessos. en función de

j| Valencia

El centro ceremonial deCancho Roano se en-cuentra en el términomunicipal de Zalameade la Serena (Badajoz),

un núcleo aparente-mente alejado del focomás intenso de culturatartésica, La dataciónse sitúa en torno al si-glo vi a. C. y se calculaque se abandonó haciael siglo tv a.C,

Se han localizdo tres

edificios superpuestos.

El primero construido en

el período orientalizante.

Otro del que hay docu-mentados hasta tres al-tares de adobe. Y un

tercero, fechado a me-diados del siglo v a. C.,

que se encuentra bas-tante visible. El edificiofue intencionadamentedestruido, incendiado ysellado con tierra. No se

han hallado objetos de

culto, que quizá se tras-ladaron a un nuevo cen-tro ceremonioso.

investigadores! que durante mucho años consi-deraron esos vestigios tartésicos corno propiosde los pneblos colonizadores.

E,l descr-rbrimiento de El Carambolo fue elacicate definrtivo para que se empezara a estu-diar a un pueblo que se rer,eló como la primerarnanifestaciór-r cultural autócrona de la penín-sr-rla ibérica. En torno a trtessos los pueblospeninsulares desarrollaron la prirnera escritura

-probablqmente por influencia de los feni-cios-. la sofisticación dela agricr-rltura v crearonlos primeros centros nr-banos. Fue tal el impulsodel hallazgo del Tesorode El Carambolo que en

1968 (sólo diez años después del descubri-miento) se celebró el primer simposio inrerna-cional sobre cultura tartésica; Lln encuentroque se repitió en 1993. Los investigadores, sibien no han podido aclarar todos los misteriosque aún giran en torno a Thrtessos, sí que pare-cen tener claro que la reconstrucción de aquelmnndo deberá hacerse sin el descubrimienrode grandes restos monumentales.

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A 92 km de Mérida, enTalamea de la Serenajunto al río Ganch4 seencuentra el santuariode Cancho Roano.Más información:www.zalameacom

Museo Arqueológicode Sevilla. Se exhi-ben, entre otros obje-tos de estacivilización, reproduc-ciones de las piezas

del Tesoro del Caram-bolo,

Museo ArqueológicoNacional. Madrid, Aquíse exponen las joyas yotros objetos del Te-soro de La Aliseda(Cáceres),

¡n¡NEoul, Carmen etal. Argantonia, rey deIarfessos. Sevilla:Fundación El Monte,2000.

aEruo¡L¡, Manuel,Iarfesros, iberos yce/tas. Madrid: Temas

de Hoy 2000,

farfessos,www.antropos.gal*on.com/html/farÍessos.áfm

Méridaj I Ciudad Real

AÑAAlbacete I * cn¡niin¡w,,

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Uno de los misterios de la cultura tartésica essu escritura. Se desconoce su raíz lingüísticay, por ello, aún no puede comprenderse

los objetos hallados. El primero se ha llarnadogeométrico v abarca aproximadamente desde1200 has¡a 750 a. C. El segr-rndo es el períodoorientalizante, fechado entre 750 y 550 a. C.,en el que l¿r cultura tartésica recibe influenciascontinuadas de los pueblos procedentes delLev¿rnte mediterráneo, colro los griegos foceos

), muv especialmente, los fenicios. Precisa-mente esos trazos orientales confundie¡on a los

¿ Alicante