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Los reyes han sido infi eles desde antiguo. Y siempre hubo indulgencia con sus amoros. Algunas concubinas han sido pblicas y poderosas, asesoraron a los monarcas en cuestiones de Estado, les dieron hijos... Otras, ms discretas, los manejaron tambin a su antojo desde la alcoba. Un nuevo libro recoge los casos ms 'sonados' de estas mujeres que han (re)escrito la Historia. Son muchas ms que Ana Bolena, Camilla Parker Bowles... P O R F T I M A U R I B A R R I

Los reyes han sido infi eles desde antiguo. Y siempre hubo indulgencia

LAS AMANTES QUE CAMBIARON LA HISTO

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LA PRIMERA AMANTE OFICIAL

DE UN REY A G N S S O R E L

Y C A R L O S V I I D E F R A N C I A

Enamor de tal manera a Carlos VII de Francia

que el monarca os hacer pblica su relacin

con ella. l era feo y desgarbado, pero culto, amable y seductor. Ella, muy atractiva. Adems,

Agns vena de Npoles y llev un rayo de luz a la

entonces lgubre corte francesa. No extraa

que Carlos VII prefi riera a la joven (se llevaban 20 aos) a su legtima

esposa, la piadosa y poco agraciada Mara de

Anjou, una mujer muy frtil que le dio al rey

doce hijos. El romance fue intenso, pero breve:

Agns muri en 1450, a los 28 aos, tras el

parto de su cuarta hija con el rey. Ella le leg ocho aos de alegra.

l le regal el castillo de Beaut, de ah que

Agns haya pasado a la Historia como 'dama

de la belleza'.

P O D A S E R H I JA D E L P RO P I O rey... o de la reina. Voltaire crea que sor Luisa Mara Teresa era uno de los muchos bastardos de Luis XIV. Otros sostenan que la chiquilla era fruto del amor furtivo entre la reina Mara Teresa y su joven paje negro. El escndalo de la monja negra es solo uno de los muchos que jalonan la historia de las monarquas. Mara Pilar Queralt del Hierro recoge en el libro Reinas en la sombra, las peripecias amorosas de otros monarcas.

Algunos reyes llegaron a oficializar sus relaciones extramaritales, sobre todo los franceses, inventores de un nuevo cargo en la corte: la matresse-en-titre o amante oficial del rey, que tena una asignacin econmica, apartamentos en palacio, un lugar en el protocolo y mucho poder. As vivieron, entre otras, Madame de Pompadour o Madame du Barry.

Ha habido monarcas muy fogosos

onmocin en el convento de las benedictinas de Moret cuando la

marquesa de Maintenon, institutriz de los hijos ilegtimos del monarca francs Luis XIV, presenta a una joven negra para que tome los hbitos. La muchacha aporta una pensin del rey.

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Madame de Pompadour

y Madame du Barry tuvieron un lugar destacado en la

corte. Se reconoci su poder

los e las del

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al

acio,o poder.

LA DIVA Y EL REY E L E N A S A N Z Y A L F O N S O X I I

Ella era una cantante lrica famosa y l, un monarca joven que acababa de quedarse viudo. l sinti el fl echazo en el palco del Teatro Real de Madrid

cuando ella subi a cumplimentarlo tras la interpretacin de la pera La favorita, de Donizetti, una premonicin.Alfonso XII y Elena Sanz protagonizaron una intensa pasin que acab con la paciencia de la reina Mara Cristina de Habsburgo, con quien l se cas en segundas nupcias sin dejar por ello de frecuentar a Elena. La relacin cont incluso con el visto bueno de Isabel II la madre del rey, que haba sufragado los estudios de Elena en el colegio de Nias Hurfanas de Legans.Alfonso XII le escribi encendidas cartas de

amor, le puso un piso en Madrid donde la visit con regularidad, a ella y a los dos hijos que tuvieron: Alfonso y Fernando. La reina Mara Cristina, harta de la abierta infi delidad de su marido, pidi a Cnovas del Castillo que interviniera. Funcion. Elena Sanz se tuvo que marchar de Espaa en 1882. Pero Mara Cristina no consigui del todo su objetivo: Alfonso XII tuvo otras amantes, la soprano Adelina Borghi, conocida como la Biondina (era rubia); Blanca Espronceda (hija del poeta); Adela Almerich...

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EL SACRIFICIO MS DULCE M A R I A W A L E W S K A Y N A P O L E N

Maria Leczynski tena 18 aos cuando se cas con el conde polaco Anastase Colonna Walewski, de 58. El nieto menor de su marido le sacaba diez aos de edad. Pero el conde era riqusimo. La muchacha se cas por el bien de su familia: tena una madre viuda y varios

hermanos. Y despus se encam con Napolen Bonaparte, por el bien de Polonia. El emperador de Francia haba mostrado inters por ella. Como Maria no le corresponda, recibi una reprimenda, de su marido y del prncipe Poniatowski, ministro de la guerra polaco: vean en este romance la posibilidad de que Polonia se librara del yugo ruso y prusiano. Lo que para ella comenz como un sacrifi cio termin en amor sincero. Cuando Napolon cay, solo Maria fue a verlo a la isla de Elba; un gesto que no realizaron sus esposas, Josefi na y Mara Luisa de Austria. Adems, la condesa Walewska le dio un hijo.

CONCUBINA CON PERMISO DE SISSI K AT H A R I N A S C H R AT T Y F R A N C I S C O J O S I

Fue ntima amiga de Francisco Jos I, emperador de Austria. La relacin fue alentada por la emperatriz Elizabeth, Sissi: Le descansaba saber que ella podra gozar de su libertad mientras Francisco Jos estaba cuidado, protegido e ilusionado con Katharina, dice Mara Pilar Queralt del Hierro. Katharina, una actriz de prestigio, se mud a una lujosa villa cerca del palacio de Schnbrunn. Francisco Jos la vistaba cada maana, daban un paseo

y desayunaban en casa de ella. Sissi llamaba a Katharina buena amiga. La consideraba de la familia. Cuando, en 1889, muri Rodolfo, el heredero, Sissi la llam para que consolara a Francisco Jos. Y cuando la opinin pblica seal a Katharina como concubina real, la emperatriz la invit a tomar el t en palacio.

que han mantenido relaciones con dos hermanas, como hizo el rey Enrique VIII de Inglaterra, con Mara y Ana Bolena, y Pedro I de Brasil, con Mara Benedicta y Domitila de Castro. Y otros sinceramente enamorados que en cuanto fue posible se casaron con su amante: el zar Alejandro II de Rusia lo hizo con Katia Dolgoruki, aunque no consigui para ella el estatus de zarina.

Las infidelidades se aceptaban con indulgencia. Las de ellos. Las de las reinas consortes eran inaceptables: por

su cama solo deba pasar el rey para garantizar la sangre legtima de los herederos al trono. Si las reinas eran ellas, el linaje de la descendencia quedaba garantizado, pero haba un problema de decoro cuando se hacan evidentes embarazos que no encajaban. Le sucedi a nuestra Isabel II, que tuvo novios de todas las condiciones (el general Serrano, el cantante Jos Mirall, el compositor Emilio Arrieta, el coronel Gndara, el marqus de Bedmar...). Tantos amoros provocaron a la reina once embarazos oficialmente asumidos por su marido, su primo Francisco de Ass.

Desde Ana Bolena hasta Camilla Parker Bowles, las protagonistas de los 'reales' enredos amorosos han sido tan relevantes para la historia, o ms, que las esposas oficiales. Q

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PARA SABER MS

Q Reinas en la sombra. Mara Pilar Queralt del Hierro (Edaf).

Isabel II tuvo novios de todas

las condiciones y once embarazos

'ofi cialmente asumidos' por su marido

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UNA VIDA DE PELCULA L O L A M O N T E S Y L U I S I D E B AV I E R A

No era espaola, sino irlandesa. Tampoco fue buena bailarina, aunque se empe en serlo. Lo que s consigui es haber contribuido a la cada de un rey: Luis I de Baviera,

un sesentn tranquilote, casado y padre de diez hijos que entr en shock cuando conoci a Lola. Dicen que la bailarina fue a verlo para protestar del trato recibido en la pera de Mnich, l se qued estupefacto ante su belleza y le pregunt si era una obra de la naturaleza o del arte; ella respondi abrindose el vestido. Sali de aquel encuentro con un importante puesto en la pera muniquesa. El rey le consinti todo a aquella morena de ojos impresionantes y aires de diva que se gan a pulso la enemistad de Baviera entera. Luis tuvo que expulsarla:

enseguida, en 1848, cay l. Eliza Rosanna Gilbert (su verdadero nombre) sigui sus rocambolescas andanzas. Su vida parece inventada: se crio en la India; fue amante de Franz Liszt y de un rey; se cas varias veces (sin divorciarse); actu en Broadway en el espectculo Betty, la tirolesa, en el que contaba su vida; se exhibi en ferias ambulantes; abri un saloon del Oeste en un pueblo minero de California; milit en el Ejrcito de Salvacin, y acab sus das en Nueva York como indigente. Todo, en 42 aos.

los s eran ia

,

arazos