la politica en breve
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resumen de un excelente texto para entender el bneoliberalismo en ArgentinaTRANSCRIPT
Queda hecho el dep6sitoque prevee la ley llJ .,
© 1997 Talleres Graficos CondorSarmiento 138,Junin, endoza
"Dedicado a lamemoria de mi Padref quien desde alguna
lej(lJUl y ethea di-mensi6n seguirci por sieJupre proyectando
Sll ejcmplo."
"A mi esposa Patricia, quien me alent6 desde el principia,
cU<H'ldoeste trabajo era solo parte de una vaga idea.
A mis hijos: Manuel (7) y Florencia (5), can qUlenes
cohdianamente aprendo que siempre hay un lugar en el mundo
donde construir alga.
A "Chichi" Capdevila de Palmieri, mi mmna, todo un
fel1l:nnenode mujer, y a mis hennanas Alejandra y Viky, porque
siempre estan.
Al eSCfitor Alberto Labrador, y a su esposa "Coca",
LjllltTH='S son Inis suegras, y nunca retacearon en regalarnos parte
de su espacio y de su tiempo.
A Gisella Cansio, quien con mucha paciencia corrigi6 los
errores en que incurri.
Al amigo y escritor Eduardo Gregorio, quien despues de
haher lefdo el primer borrador me convenci6 de que valla la
pena.
A Carlos BrizueIa, otro gran amigo, quien me facilit6 su
P.e. y soport6 con hidalguia cada envestida de mi ignorancia al
respecto.
A Rizziero Catapano, con quien juntos intentamos mejorar
el estilo dentro de las Iimitaciones que ofrece este trabajo. Pero
fundamentahnente por ser un amigo, mas alIa del tiempo.
Al Colegio Secundario N° 4-134, con quien compartimos
durante 1994 una experiencia educativa inoIvidabie.
Al e.E.N.s. 3-418 y a todos sus trabajadores de Ia
educaci6n, que me brindaron el ambito propicio y Ia solidaridad
para el desarrollo personal.
Finalmente a Inis aiumnos, quienes supieron contenerme
en muchos momentos de angustia."
Por su colaboraci6n, ya sea desde sus empresas 0
sim.plemente en sus actitudes solidarias, hicieron posible esta
edici6n:
Julio Odar, Raul "Pato" Bernabe y Adrian Mignini. Carlos
Crotta, Eduardo Laurenti, Aldo Perez, Osvaldo "Valdi"
Rodriguez y Pedro Carricondo.
A Ruben Tejeda, y Edgardo Spuri, por sus gestiones en
fclVorde este libro.
Tmnbien a todos aquellos, que desde el anonimato,
alentaron y creyeron que esta propuesta podria configurar un
hecho culturahnente valido.
En nuestro pais el Estado Nacional recien se consolido en
1880. Sin embargo, como todo producto de las acciones humanas,
el proceso fue mucho mas sinuoso que esta simple afinnaci6n.~
Estado y Sociedad confonnaron una Argentina compleja en la
que los avances fortalecieron los valores de la delnocracia, la
igualdad y el progreso, mientras que los retrocesos dejaron
mano~asque aun duran en el tejido social.
Con los avances logramos la ampliaci6n de la ciudadania
politica, la escuela publica y el hospital publico, partidos
puliticos y elecciones, movilidad y seguridad social. Con los
retrclIo°t:'SOSy desencuentros se sucedieron las crisis politicas, los
golpes de estado, las proscripciones a los partidos politicos, las
persecuciones alas organizaciones obreras, la intolerancia y 1£1
represi6n. Los actores sociales y politicos fueron definiendo
reglas t.acitas de juego, muchas de las cuales se han do
modificando en estos catorce· mos de ejercicio de 10s derechos
deU"lOCl'Clticos.Pero el aprendizaje social y el aprendizaje politico
no siempre marcharon juntos y eso se expreso en Iff labilidad de
nllestm cultura democnitica, en el fnigil equilibrio de poderes y
It)S l'onsiguientes avances de un Poder Ejecutivo fuerte sobre el
resto de 1asinstifuciones dell"lOCraticas.
En estos tiempos, en los que el credo de un economicismo
('\busivo conlleva el sacrificio y la exclusion de muchos para el
beneficio y la participacion de pocos. Hoy, cuando las fuerzas
neoconcervadoras abogan pOl'un Estado desertor y minimo cuyo
correlato inevitable es una democracia elitista, cuando
propugnan una vision puramente instrumental de la politica
despojandola de valores como la justicia, la igualdad, la
solidcHidad. Hoy cuando una "eficiencia" mal entendida y
pxdtlyente produce una progresiva y destructiva fragmentacion
ell nllestra sociedad, es imprescindible recuperar a la politica
La historia de la humanidad demuestra que el espiritu de
In denlocracia y los ideales de la tolerancia y la libertad han sido
siempre superiores a toda dictadura. Tambien demuestra que
mas tarde 0 mas telnprano los progralnas neoconservadores son
programas sin futuro, porque ni siquiera pueden cumplir con los
fines para los que se fonnularon. No solo son insolidarios,
llwquitativos y amorales. Son, para medirlos con el rasero de sus
\'pigonos, ll1eficientes pOl' naturaleza. Porque no se puede
gobernar, no se puede crecer, no se puede vivir en sociedad si
esa sociedad no existe como comunidad pluralista, igualitaria en
sus posibilidades, participativa, con el mercado como mecanismo
prim<'lJ'iode distribuci6n de bienes y servicios perotambien con
~IJ
I
Ul1 Estado que priorice el interes general pOl' enCllua de las
pcuticularidades.
Clportesque estimulen la discusi6n de ideas, de interpretaciones
sobre nuestro pasado, nuestro futuro y nuestro presente. Y es
desd e esta perspectiva que, mas alIa de Las caincidencias a diferencias
con lo expuesta en este libra, el mismo constituye un nuevo aporte
peHd la discusi6n y la revalorizaci6n de la politica como una
adividad humana y social. Una actividad que aun negada,
reprimida, 0 defenestrada, resurge siempre con fuerza para
l'onstituir, desde una perspectiva etica, una voluntad de
intenrenci6n que haga posible todo 10necesario para una vida
"... EI ahora es el momento en que el presentese esta convirtiendo en elfutllYO. No podemoslimita11los a estlldiar el pasado. Sabemos que
omrri6 en el pasado, pero sOlo pod,'emoscomprobar los resultados, companindolos
con el preseute y el fllbtro proximo ..."
El objetivo de la presente obra, lejos de querer demostrar
algunas verdades relativas, es intentar que el lector desnude
aquellos postulados, que a juicio personal, nos ubican ante la
presencia, muchas veces, de mentiras evidentes. Todo ello
partiendo desde el consenso que implica el sIstema democnitico.
La importancia de la politica como ciencia se ha
desvalorizado a traves del tiempo, 10 que dio lugar ala aparici6n
de fen6menos socio - politicos, econ6micos y culturales que
negaron el valor etico e intrmseco de esta disciplina.
La economia, sin olvidar su importante sentido en la
busqueda integral del hombre, lleg6 a monopolizar todos los
aspectos de la vida cotidiana, conviertiendose en una institucion
pOl' demas axial.
La delnocracia COlno sistema, las autocracias como
antisistemas, la educacion como practica de la libertad, en
l'ontraposicion al concepto de adoctrinamiento; la solidaridad
l'Ulnoan::ion superadora del individualismo exacerbado; como
tiS! tambien aspectos de la globalizacion economica y los partidos
politicos, de quienes creemos, son el vehiculo natural de la
deullxracia, senin algunos de los teulas que abordarelnos con el
noble proposito de seguir buscando la concrecion del hombre
con10proyecto, a su vez principio y fin de su propia existencia.
1. La Democracia: un sistema imperfecto pem perfectible.
2. AutoritaTismo y totalitarismo: Los antisistemas.
Muchos han sido los intentos de querer aproximarnos a
Llnd definici6n del concepto de democracia.
Desde los pensadores griegos, hasta las revoluciones que
luego plasmaron el constitucionalismo moderno, todo el espectro
ideo16gico se organiz6 en torno a el para irradiar las bondades
que se supone trae consigo la aplicaci6n pnictica de este
concepto.
Sin embargo, existen desviaciones que atenmn contra el
siste1l1.ay minan el camino hacia la cristalizaci6n de 10 que
pod riamos llamar el afianzamiento del estilo democnitico de
Hay aspectos filos6ficos inherentes a este problema como
In moral y la etica que escaparian a nuesb'o analisis si 10
nbordaramos en profundidad. No obstante, trataremos de
acercarnos mediante sus correlatos politicos, sociales y
econ6micos con el fin de esclal'eccr un poco mas 10 relativo al
telna que nos ocupa.
Asi e11tonces podemos decir que la Democracia, nuis alla
lie nmmciar una forma de estado, supone Laconstrucci6n de un sistema
/Jn~ndoen eLconsenso minimo garantizado, Laparticipaci6n activa de Los
Con todo ello no podelllos dejar de hacer mencilin nlgunC1
d ius d ishntos tipos de democracias que surgieron a partir Lie lC;
La primera de ellas, Democracia directa 0 pura, se encuentra
pnkticamente extingtlida; ya que su ambito de aplicaci611estaba
reselvado a pequeftas comunidades dande la tatalidad de 105
\'iudadanos participahan activamente en la toma de decisiones
del estado.
Como antecedente hist6rico mas lejano, encontramos a la
Polis griega como el ejemplo clasico, donde 5610los ciudadanos,
que eran el sector social dominante, se reunlan en "Asamblea"
para decidir cuestiones fundamentales del quehacer polItico.
En la actua.lidad, 5610en algunos cantones suizos persiste
<,sm n1.odalidad, mas como un slmbolo de sus tradiciones
\'ulturales y polIticas, que como una realidad tangible; ya '.:/.1.11' el
. sistema polItico moderno, debido a su propia complejicldJ,
requiere de una mayor actividad en las ftmciones del estado.
Democracia indirecta 0 representativa: Con la evoll ~i6n 1 .
ideas y de las instituciones polIticas, este tipo de d( 1.'1011 :.I "
consolida fundamentalmente a partir de las revolucione~,
americana (1776) y la francesa (1789), ambas puramente liberales;
cuyo antecedente fue el Bill de Derechos de la revoluci6n inglesa
de 1688.
Es el modelo imperante en la mayoria de los paises
m lsh'ializados, en donde las falencias propias de ellas son
: -illl dodas por 105 altos niveles socio econ6micos. Tambien se
oce como sistemas Demo - liberales.
Democracia semidirecta: Esta es una combLf1aci6n0 resulta
ser una smtesis de los dos anteriores; es decir que a ·los elementos
de la democracia indirecta (Poder Ejecutivo, Legislativo, y
Judicial) se les incorporan algunos propios de la democracia pura' .
o directa como el referendum, la iniciativa popular, la
revocatoria popular, etc., cuyo objetivo es hacer que el pueblo
participe con mayor protagonismo en la toma de decisiones.
Particularmente creo que esta ultima es la alternativa mas
"democratica", ya que en instancia superadora, perfecciona las
fallas intrinsecas que tiene la democracia representativa, y a su
vez, factibiliza en tenninos concretos los aspectos ideales de la
delnocracia pura 0 directa; y 10 que es aun mas, se convierte, en
funci6n de su propia dialectica, en la base de 10 que la evoluci6n
ha dado en llamar: La Democracia Social. Esto, debe hacerse
extensivo a los pIanos econ6mico y politico, cuya condici6n
fundamental es la existencia de un estado no dependiente, pues de
10 contrario la aplicaci6n de este criterio democrati:.:.oy social no
traspasara los limites precarios de la formalidad.
A proposito de esto, Maurice Duverger (1) dice: " ... La
democracia pluralista corresponde a un grado elevado de
industrializaci6n. Afinnar que los pueblos libres son ricas
expresa, con una formula brutal, pero apenas exagerada, una
verdad fundam~ntal. Aplicar un sistema pluralista a naciones
cuya mayor parte de la poblacion se haya casi famelica y es
inculta y analfabeta, pnkticamente resulta imposible.
Bajo la apariencia de los procedimientos modernos, los
viejos regimenes de la autocracia feudal, continuan funcionando
en la pnktica. Lejos de ayudar a derribarlos, estos
procedimientos democniticos pueden incluso servir para
prorrogarlos pOl'medio de la simulacion".
De esta forma, 10 eArpresadopOl'Duverger nos da la idea
de como un concepto puede ser relativisado a partir de
situaciones en donde el sistema politico no sea capaz de contener
plenamente a todos sus miembros. Es pOl'ello que la izquierda
mmxista radicalizada, ve a la delnocracia social solo COlnoLill
i:1Spt:'l'tOencubierto de la burguesia capitalista, y desde el otro
extremo ideologico, la ultraderecha conservadora, encuentra en
el pluralislno de esta vertiente democnHica al enemlgo
disimulado: El comuniSlno.
Personalmente creo que quienes intentan jaquear a la
democracia social se encuentran en alg-un punto de sus
singulares filosofias, circunstancialmente jlilltos, aunque pOl'
rdzunes diferentes. Esto tal vez nos indique, que la delnocracia
so('ial, atm con sus imperfecciones, resulta ser el camino mas
[c)Vurc1hie hade. la concrecion integral y superadora del hombre,
Muchos autores utilizan como equivalentes los h~rminos
alltol'ital'ismo y totalitarismo. SUl embargo, y aunqlle
pertenezcan a la esfera del sistema autocratico, existen
carClctel'isticasque 10 diferencian, algunas de ellas se potencian y
en <:-1111hoscasos, el objetivo a desb'uir y con metodologias
diversas aunque concurrentes, sielnpre es el mismo: La
Oemocracia.
El autoritarismo y el totalitarismo no necesariamente son
privativos de un sector ideologico detennulado; se puede dar, y
de hecho la historia asi 10 demuestra, que tanto uno conlO otro
sean representantes de los nuevos fundamentalismos
extremistas. La Alemania nazi de Hitler, la Italia fascista de
Mussolu,i, la Espai1.ade Franco, La ex UR.S.S. - sobre todo en
hpmpos del dictador Stalin -, la ChUla de hoy, como asi tambien
1<1J11<1yuriade los paises latinomnericanos, se debatieron
pendulannente entre autoritarismos y totalitarismos. En el caso
de Cuba, si bien no seria apropiado eximirla de esta
categorizacion, hay factores que deben ser analizados
cuidadosamente para poder comprender la verdadera dimension
de "lm pais que posee uno de los mejores sistemas de salud del
plcmetay a su vez, soporta un bloqueo internacional salvaje, que
10 aisla inhumanamente de la comunidad internacional.
En cuanto alas diferencias entre estos dos conceptos,
sl1rgiran seglin la intensidad de la penetraci6n del ideal
autocnitico en el conjunto social.
En un estado totalitario, tanto la propaganda como el
aparato oficial - linica opci6n de prensa -, juegan un papel
fundamental, yaque introducen en el cuerpo socialla idea de la
existencia de un enemigo publico latente. Par ejemplo: los judios
;->11 tel Alemania nazi.
En el autoritarismo, los niveles de dominaci6n hacia la
sociedad son mas debiles, 10 que permite, no pOl' acci6n
dem.ocnitica del sistema, un minima de oposici6n tangible que se
puede advertir en la sociedad, aunque de manera desorganizada.
En ambos casas - autoritarismo y totalitarismo -, el papel
de 1£1 critica esm controlado a censurado; siendo el
antiintelectuahsmo otra caraderistica de estos modelos.
Asimismo, se destaca como rasgo importante del
dntisistema autoritario, el mOlnento socioecon6mico en que
lrnunpe. Las crisis econ6micas han sido siempre el puente
natll1'al que conduce a ellos. A esto debemos agregarle la
aceptacion entusiasta de la clase media, que en este contexto, ve
peligrar su ascenso social. Si a 10 expuesto, sumamos la
existencia de un partido politico nazional de caracteristicas
fundamentalistas que se exprese en tenninos de /I Orden,
Seguridad 0 Ser Nacional", obtendremos el marco ideal para la
concrecion de este sistema 0 modelo.
Entonces, es evidente que si recordamos 10 expresado en
el punto referido a la democracia, y por definicion negamos sus
ab'ibutos basicos, solo este simple esfuerzo intelectual nos
pondra en teoria, £rente a 10 que denominamos antisistemas 0
enemigos del sistema democratico.
Resulta necesario aclarar que las diferencias mencionadas
enb'e autoritarismo y totalitarismo de ninguna manera nos
acercan a posiciones tan radicalizadas como las sustentadas por
la Nueva Derecha. Muy por el conb'ario, creemos que esta
corriente de pensamiento de la cual Norman Podhoretz y Guy
Sonnan(2), son sus representantes mas conspicuos en los pIanos
social, politico y economico, constituye la justificacion teorica que
impulso la puesta en marcha de los autoritarismos practicados en
Latinoamerica, donde los golpes de estado, siguiendo los
postulados de la Doctrina de Seguridad Nacional, significaron el
mal menor frente al mal mayor que representa la amenaza
marxista, entendida como el -(micosistema totahtario.
3. Educaci6n y Politica: los olvidos conscientes del modeloconservador
1. LA SOLIDARIDAD: una acdon para el cambio.
El hombre en su aspecto biopsicosocial, logra su
\'onl'1'eci6ncuando libera esta energia en funci6n del otro. S6lo
poclentos l'ealizarnos a partir de la realizaci6n con el otro,
imverativo etico que constituye la puesta en marcha que
m.otoriza el funcionmniento de Ids instituciones.
Estas, no son la suma de voluntades individuales que
indiferentes achian en forma mconexa; pOl' el contrario, la
\'j'lstdlizaci6n de un objetivo comienza a lograrse a partir de la
tomClde conciencia critica de la realidad, que en cadena solidaria
propone pennanentelnente la acci6n para el cmnbio.
Este hecho tiene su correlato en los pIanos politico, social y
econc'nnico.
Anterionnente, y desde una perspectiva estrictamente
cn1to16gi\.'d,deciamos que el hombre s6lo logra realizarse con el
ntro,
Pues bien, transitando los distintos estadios de la
pdrli\'lpal:i6n social, encontrmnos que modelos y sistelnas
respond en por definici6n alas caracteristicas anunciadas.
Asi, el conservadurismo como sistema hace hincapie
fundmnentalmente en el eficientismo econ6mico, aislando al
hombre de su compromiso con el todo, 0 10 que es mas grave,
desintegrando su verdadera dimension etico - valorativa.
En otros tenninos, un modelo basado en la maximizacion
de la eficiencia y en la 1/ gula" mercantilista, nos lleva
inexorablemente al umbral de un destino politicamente
dutoritario, economicamente concentrador y socialmente
excluyente.
Es por ello que a 10 expuesto debemos confrontar un
modelo que sea capaz de contenernos a todos, y pOl'extension,
construir un sistema cuya" base sustancial encuentre en la
solidaridad a la racionalidad del Poder del Estado. Un estado
llue no sea axiologicamente neutral, pOl' el contrario, debe
reconocer como parte fundamental de su propia naturaleza y
existencia el compromiso etico que sintetiza la legitimacion de la
libertad y de la igualdad como resultante de la linea de acci6n
que impone la justicia.
hombre de su compromiso con el todo, 0 10 que es mas grave,
desintegrando su verdadera dimension etico - valorativa.
En orros terminos, un modelo basado en la maxin"lizacion
de la eficiencia y en la "gula" mercantilista, nos lleva
inexorablemente al umbral de un destino politicamente
C1utoritario, economicamente concentrador y sociahnente
excluyente.
Es pOl' ello que a 10 expuesto debemos confrontar un
modelo que sea capaz de contenernos a todos, y pOl'extension,
consb'uir un sistema cuya base sustancial encuentre en la
solidaridad a la racionalidad del Poder del Estado. Un estado
ll"ue no sea axiologicamente neutral, por el contrario, debe
reconocer como parte fundamental de su propia naturaleza y
existencia el compromiso etico que sintetiza la legitimacion de la
libertad y de la igualdad como resultante de la linea de accion
que impone la justicia.
Raul Alfonsln, (3) en una aguda revision socio politica,
distingue tres tipos de estados:
d. El estado justo: correspondiente a los sistemas que extreman su
fundcnnentalismo, como pueden ser el comunismo y los
fdscism.os, e1evando al Estado a 1a categoria de deidad, y al
hombre, al de la mera uniformidad.
h. E1 estado legitimo: basado en los principios rectores del
constitucionalismo democnitico y, pOl'10 tanto, a la democracia
como sistema y continente de 1as re1aciones humanas,
perfectibilizando e1estado de bienestar.
Co E1estado del realismo politico: cuyo soporte ideologico es e1
mode1o neoconservador, el cual escondido tras e1antifaz de una
dpmocracia formal, desnaturaliza al hombre como sujeto
dt'lnunAtico esencia1, para introducirlo mecanicmnente a1
eficientismo economicista de 1a estricta competencia del
mercado. En este contexto, SI intentaramos definir al
postmodernismo inmediatamente surgiria con certeza cierta
prob1ematica conceptual: 1aconfusa idea acerca de que todavia
no encontrmnos 10sautenticos 1imites de la modernidad, 0 mas
aun, si reahnente fonnmnos parte de ella.
En sus diferentes versiones - la progresista y la
reaCl:ionaria - el pastmadernisl1w amenaza instalar de acuerda a su
wSlI/ouision una cultura "Light" en tada Las manifestacianes deL ser
!Luwana, hacienda que este per11lanezca expectante en su pasividad y
ncriticidad. Busca en definitiva provocar el triunfo de 10 estetico
subre 10etico
Este hecho necesariamente 10libera del compromiso con el
todo. As!, COlno una generacion pennanente de conducms
mL1 iv ill nales y aisladas, el poshnodernismo -version actualizada
dt' lit-'rto anarquismo individualism - minim.iza al hombre desde
sus centros de poder. De este modo, ya transfonnado en una
simple l.midad de conSUlno, comienza su march a inconsciente
hacia la despolitizacion, alejandose velozmente de la filosofia y
acercandose peligrosmnente a la tecnocracia.
ilddfCl en tenninos Inuy concretos la ilnportancia que tielle-
eel Lllc1d6ncomo subsistema totalizadof para la evoluci6n ~-
fl111ddnwnialm,ente a partir del sistema que contiene a 1a
sUl'icddd, Aquel sistema que expulsa alas grandes mayorias
f"lliJlulmesy pOl' consiguiente, deposita los beneficios en una elite
qut' nunca f,wOl'eCen1el cambio, instala la desigualdad y let
"L n conceFcIOIl bancaria de Ia educaci6n es For definicion lUi
ili:-ldlllll'l/to de 0l'resi6n, yn que en Ia contradicci6n educador -
".'killil!O, Iladie educa a nadic, ni tampoco nadie se educa a sf mismo,
',::,il{)} d collfrario, Ios homhres se educan entre sf en comuni6n y COil
!J/[l!lil(fl)/l dd Illllildo" (5)
[S pOl' ello que en los sistemas 0pl'esores la palabra
<;l1t'lkwdCl es prioritaria de un mundo pasivo, pues el
hdlll'cHismo, que se traduce en deposito informativo, l'uega e1
dijlClgoque es la expresi6n democratizada de la pa1abra,
"Es preciso que 1£1educaci6n este en su contenido, en sus
\ll'llgnllnC1sy en sus metodos, adaptadC1s £11fin que se persigue:
pern-litir al hOlnbre llegar C1ser sujeto, construirse contO persona,
trcH1sfonn,n allnundo, entablar con 105oh'os hombres relC1ciones
A todo ello podemos agregar que en esC1blisqueda, ld
l'ielKia dejara de ser oficial y desh'uira su neutrC1lidm'lideol()gil'd,
En oh'as palabras, pero con identico sentido critico,
Exequiel Ander Egg (6), afinna que la dominaci6n culturC1l se
denomind colonizaci6n pedag6gica, que sirve pC1rC1adornwcer y
trcmq1I ilizar £11 colonizado en su dependenciC1 culhHC1l e
IlltekdudL Se h'ata de un modo de educar para 1£1resigndci6n y
el inmovilismo.
El miS111,0Adanl. Smith - padre delliheralismo econcnnico -
k dsigna un 1'01imporhulte £11estado en 1£1funci6n educativa,
espel'i£icamente a 1£1escuela publica, como consecuencia de las
distorsi6n del sistema, ya que 1£1supuesta excelencia que ofrece
und enseii.anza rentada, da origen a un esquema desigual en el
En este sentido, se observa claramente el desprestigio
lh.'Clsiunadopar el neoconservadurismo a 1£1filosofia liberal, ya
que usurpa los aspectos mas progresistas de esta doctrina con el
proposito de lograr alg{tn eonsenso social debido a que
intrinsennnente, el eonservadurislno nunea fue, n1 10 es
,H1tenticamente demoenitico. Esta afinnaci6n se corrobora a
pcll"tirdel predetermiIlismo hist6rico de este modelo, donde 1a
propiedad privada, la libertad restringida y la inmovi!idad SO(i211
sun los indicadores esenciales para la construcci6n de un Estado
l,1I1ilLlSenteC01nodesertor de las necesidades del hombre.
De Tomas Hobbes a L. Strauss, como en la actualidad
r\()ht'rt Nozik y Guy Sonnan, han trabajado en perfecta sintonlc,
pMd log1"i:H10 que en Sl 1nisma es hoy una conhofH.hlyi6n
,"orKephwl: La revoluci6n conservadora mnericana. Ronald
Reagdll, figura emblematica de esta cbrriente de pensamiento
dlHdl1te 10s altos /80 !idero con dureza inusitada la ofensiva
Jll 'onl pitCllista.
En la Argentina desde 1989, en un provoeativo ataque de
ll"clVl'stiS1110politico, el "lnenelnislno", una suerte de
iusll,i,dismo poshnoderno, corporiza el ideario neoeonservador
!l(I,"wndodbandono de Ias hist6rieas banderas del peronismo y
,),mdi,'dndo la etiea en aras del pragtnatislno.
Finalmente tanto E. Fromm (7) como Paulo Frein),
("rislalizcm desde sus respeetivas obras, la ach1i:l1izacic)n
illdndolOgica a seguir; el primero, a partir de la alienaci6n de la
que es vidima el hombre en 10s paises desarrollados conlO
l~onsecuenciade la sociedad de Lonsumo, y el segundo desJe un
l'ontexto latin.oamericano, sobre la base de las desigualdades
polibnls, sociales y econ6micas.
2. LClglohalizaci6n econ6mica: La infonnaci6n como valorresh:iI1.gido.
Se ha dicho y con raz6n, que los partidos politicos son el
vehiculo natural de la Democracia.
Aunque no es ml intenci6n liberanne de las
especificaciones hist6ricas del caso, ya que el presente trabajo
tiene pOl'finalidad aproximar generalidades de cada tema para
lograr una comprensi6n relativamente global, respecto de los
partidos politicos, seria casi imposible intentar enumerarlos y
clasificarlos sobre todo en su aspecto cuantitativo. De tal modo,
nos renLitiremos a algunos estudiosos y politologos como punto
de partida. Asi, Carlos Fayt (8), dice: " Los partidos politicos
son la potestad publica institucionalizada ". En otras palabras,
t'sm asombrosa capacidad de sintesis nos ubica nipidamente
frente a uno de los conceptos anteriormente estudiados: La
DelTIocracia.
Veamos entonces. Como potestad publica entendemos el
poder que emana del pueblo - soberania popular -, par medio de
mecanismos electorales acci6n de votar -, que se
:institucionaliza,es decir se convierte en gobierno.
Tmnbien, aunque ya sin profundizar en el tema, podemos
decir que los partidos politicos respond en a una evoluci6n 0
t"tapas, a rasgos generales y a concepciones multidisciplinarias,
que 10 interpretan desde una visi6n psico16gica, hist6rica y
politica; incluyendo su naturaleza socio16gica- juridica. De aqui
podemos inferir que como control social, 105partidos politicos
constituyen el conflicto social organizado.
Desde otra perspectiva Maurice Duverger (9) en un
sentido mas amplio 105clasifica segu.n:
h. Me1nbrecia: Partidos de cuadros donde 10importante es la
calidad de sus miembros -partidos conservadores
pOl'ejemplo la U.ce.de...
miembros determina la amplitud de la base
participativa, pOl'ejemplo el Partido Socialista
Frances 0 La Uni6n Civica Radical.
Ahora bien, hasta aqui muy sinteticamente hemos hecho
menci6n a 1a op01·tunidad que tienen los partidos politicos de
(1l'ceder al gobierno, posibilitando la alternancia en el podel',
Sin embargo, si retomamos algunos de los conceptos
i:ul.terionnente tratados, la duda se nos presenmn:'i 51
ocasionalmente algunos de los partidos de los extremos
fundamentalistas - Comunismo, Fascismo, Nazismo - todos ellos
pertenecientes al sistema autocnitico, llegara al poder mediante
procedimientos democniticos - esto es a traves de elecciones
libres -, LCwil seria el desenlace? Probablemente la respuesta la
eI1lxmtmrlamos en la dictadura de partido tinico. La Alemania
nazi de Hitler fue un doloroso ejemplo, y la Argentina peronista
dt' 105 ClTIOS'40, un frustrado intento.
Tambien debemos aclarar que 10spartidos, pOl'su canicter
relativamente permanente, se diferencian de las facciones politicas,
las que como gl'UpOSinestables persiguen un interes politico 0
economico, propio de la sociedad estamental. Atin aSl, es cierto
que 1as facciones existen dentro de los partidos politicos; e
induso 1ahistoria observa que ellas pueden devenir en partidos
politicos. En este sentido el conflicto entre Unitarios y Federales
fue un ejenl.p10de ello.
Entonces, para aproximarnos a una definicion podemos
decir: II un partido politico esta formado par un conjunto de persulln~
que con una base organizativa y jerarquizada, unidos par el mismo
ideaL,y compartiendo los mismos objetivos politicos, intentan, mediante
LacOlllpetencia electoral, llegar aLpoder y desarrollar el plan de gobierno
anunciado" .
Pues bien, hasta aqui nos hemos ocupado en sintesis de 10
que pod riamos llt~_mar10spartidos politicos en su forma c1<isica0
tradicional.
En la actualidad, ya superado el conflicto Este - Oeste, la
maquinaria propagandistica neoconservadora se esfuerza por
convencernos de que ha llegad 0 el fin de Ias ideoIogias. Nada mas
alejado a la realidad 0, para utilizar un tennino mas proximo a la
era tecnologica, nada mas cercano a la realidad virtual.
Este abrupto final que para el neoconservadurismo
poshnodernista es traducido como la muerte de las ideologias, y
pOl' pxt~nsion de la politica, inaugura sobre la base del supuesto
h'iLmfocapitalista, un nuevo concepto antropologico: El sujeto
que lllaximiza el utilitarismo, inmerso en Ia probIenuitica de un sistema
t!ulldl' la propia pasividad proyecta Ios aspectos inconclusos de una
rea/idad fragmentada.
Yes a partir de esta vision que aparecen en escena nuevos
cKtoresque pondran en funcionamiento un aparato que intentanl
reemplazar el sentido etico del sistema politico de sustento
democnitico. Nos estalnos refiriendo a un hecho particulannente
peligroso: los "out-siders" de la politica 0 aquellos politicos sin
partido.
ElIas creen no necesitar la estructura organizativa de w,
~"'.-r~ 0 politico; es mas, el personalismo que representan esta en
.1:m alian homogenea con el autorital'ismo politico y la
,·01 •..-entl'aci6n econ6mica del poder. Su predica pennanente -
d'ltfnsa mezcla de populismo y valores inalcaltzables- que a la
I'0stn>se transfonnan en alttivalores, consiste en hacer apal'ecel' a
L· "mrupci6n y al estancamiento, como hijos dilectos de las
h'(llll,'iones clemocraticas. Esta hip6tesis llega al absul'do en
.. :';l.l ,dleg6l'ica y casi simulh~nea con la puesta en marcha de 10
'1 1e' pod rian'los llamal' "su politica del olvido social". 5610 y a
m,lllerElde conclusi6n, si pensamos en los ejemplos de Collor de
"\ldo en Brasil, Fujimol'i en Peru, el intento de Ross Perrot en
Estcidos Unidos, y Berlusconi en Italia, podremos verla ficcian
de esta abstracci6n axio16gica.
:. L-\ GLOBALIZACION ECONOMICA: la informacion como\ d lor restringido.
Todo 10 anterionnente expuesto a partir de una
~~t"rspeehvapolitica, y en 10que se refiere a los sistemas que pOl'
~1.1 nahll'aleza alejan al hombre de su compromiso con el todo,
El neocapitalismo, "lue se ve como unico gigante que ha
<..;( )brt-'vivido al conflicto sistemico, asegura que una vez
.'llll1l1ldLltl1a competencia mayor -lease socialismo-, el l'esultado
U1nl~'dialo es la globalizaci6n de la economia.
Asi, en un in.tento pOl' de£inil'la, podemos decir qUI' Iii
,... 'h7li:.ncicll1 econcJ11lica resp01uie (/ un nuevo modclo 0 sistellIa en dOJUic
, 'I/(('lifmcicin de la economr'a, bnsada en la rigurosidad ill/placahle de
:.>, :llc/c) ((11/10n:sultante fa selecci6nnaturaL que S{lPOI/C d predominio
, liins aptos. Esta suerte de paralelismo darwi11.iano es posihle n.
:./ ,ie' {Ill sistellIa politico cn.racterizado por La ofensiva autoritaria en
~-11 t'slos hem pos, uno de 10s aspectos Inas signified tivos
,J tncl111ieapolitiea, es la velocidad con Llue hdcen su
:l ft:'n0111enOS,que por su ilnportancia dentro del sislt'l1ld,
lll.odifiean IdSrelaciones de poder.
El avance tecno16gico, y pOl' extensi6n la infonnatizacion
Lll'l plnneta, hace que la comunicaci6n a h'cwes de 105 medios
Ahora bien, penselllos pOl' un 1110illentoen la verdadera
d inwnsi6n etico social que reviste el conocimiento como valor y
herramienta en la formClci6n llltegrc11 del hombre. Ese
conOl"i1l1ientoque deberia ser mulhdnecclol1ClI ,- ClbcHcativo, V
l"Oml)hi!, patrimonio de todos, esti hoy sole; Cldisposici6n de
gru pos financieros internacionales, qmenes potencian y
rubllslt'cen el sistema, e invariablemente alejan a la gente pOl' el
privndos del 1l1undo, y COlno tales son quienes esmn mas
<111si050SpOl' nueva informaci6n, Contrariamente, 105mercados
financieros globales se convierten en 105 \.1nicos realmente
general, de la graved ad que representa la infonnaci6n
unie!il'eccional.
En forma mas critica, Jose Maria Pasquini Duran (11),
prestigioso analista politico opina: " ...tal como esrn.n dadas las
cOlnunicaciones, en el contexto de la economia globalizada,
provoca enonnes desigualdades, pues se concentra la
informaci6n en megacorporaciones cuya unica meta en el
mercae!o es la rentabilidad, haciendo que esta 16gicaecon6mica
deJe fuerClcuestiones tan importantes como la integraci6n social y
territorial. .." .
Desde la perspectiva de las sociedades desarrolladas, Jean
Fnulcois Lyotard (12), dice: " ...5e sabe que el saber se ha
convertido en 10s ultimos tiempos en la principCl-lfuerza de
proe!ucci6n..." y continua: " ...en su forma de Inercancia
infonnacional, el saber ya es y sera aun mas, el envite Inas
im.portante en la competici6n mundial por el poder ...".
Todo ello nos dice imperativamente que los paises en via
de desarrollo como el nuestro deben instrumental' politicas
l'01l1.1Ul.icacionalese integradoras, basad as en el consenso entre
10sdiferentes sedores de la sociedad.
Los politicos tienen esta asignatura pendiente con el
conjunto social y con los tiempos que corren, pero volviendo a
Pasquini Duran: "...Es muy dificil que sean ellos quienes la
llnpulsen ya que aceptan y viven del sistema de comunicaci6n
Sin embargo y mas alla de la inevitabilidad de la
economia globalizada, tambien es posible que 105 beneficios de
este nuevo orden se hagan extensivos prioritariamente a quienes.permanecen fuera de el como simples espectadores de su propia
marginalidad.
Aunque para ello es preclso que quienes ostentan el
poder, en todas sus formas, comprendan que desde la
solidaridad tambien se logra la rentabilidad, 0 10 que es aim mas,
se instala un principio de justicia de alcance universal, en la
busqueda del desarrollo de una econOlniaa escala humana.
Por analogia interdisciplinaria, aunque sin rigurosidad
estricta, podemos decir que en la busqueda irracional de la
c:ntropin (oj se puede caer, involuntariamente 0 no, en un iatrogenia
!" que lesione la homeostasis (cj del sistema; principio fisico
-luuni(o que seguramente no compartiran quienes adhieren con
ic> l"asi l'eligiosa al neocapitalismo extremo. (Asi, aquellos que
~lIITn-coque seguramente no compartiran quienes adhieren con
:e casi religiosa a1 neocapitalismo extremo) As!, aquellos que
-efienden esta ultima posicion corren el riesgo de cometer el
crilegio cientllico de negar leyes de validez universal.
" £J1 trap ia: parte de la energia. de un cuerpo 0 de un sistema. de cuerpos que no puede ser
=- llS ormada en tra.bajo. De esto resulta que la. tota.lida.d de La.energia. disponible, tiende a
u ••• la revolttci6n no es la sublevaci6n conlu. el orden exislenle,sino la implanlaci6n de un orden que tel:giversa el tradicional ..."
Jose Ortega y Gasset (Larevoluci6n de las mas as)
1. REVOLUCION Y GOLPE DE ESTADO: la violencia en lapolitica.
Es muy frecuente encontrar, ya sea en los medios masivos
de eomunicacion, como en cierta literatura que se dice ser
espeeifica, a los rerminos "revoluci6n y golpe deestado" utilizados
en forma equivalente 0 indistinta.
No solo es erronea esta aplicacion, sino que ambos
criterios se hallan en conflicto, 0 mas aUn, la existencia de uno,
Aclarado esto podemos comenzar diciendo que la
Revoluci6n, desde una vision histOrica, supone un cambio
estructural, es decir total del sistema politico y como consecuencia de
eIloj de los subsistemas econ6mico y social.
Este es el caso de las revolueiones del siglo XX como
fueron por citar algunos ejemplos, la de Rusia d.e 1917 y la
cubana de fines de la decada del '50, euyo marco teorico fue el
comunismo de Karl Marx, y su metodologia la aceion directa,
vale acotar, el enfrentamiento armado, en la busqueda de la
dietadura del proletariado.
En contraposici6n a la revoluci6n aparece el concepto de
CoIpe de Estado, al cual podriamos intentar definir como una
irrupci6n vioIenta de Ios sectores miIitares en el poder. Este hecho
produce un quiebre en el orden institucional; pros~ribiendo no
s610 a 10s partidos politicos, sino a todas las instituciones del
sistema democnitico, como asi talnbien el consecuente
Es importante reconocer el clima sociopolitico en donde
acman estos dos fen6menos. La revoluci6n 10 hace desde la
dandestinidad en medio de la corrupci6n generalizada y de
enonnes desigualdades politicas, sociales y econ6micas, pOl'10
que considera a la acci6n violenta como la u.nica garantia de
snperar el conflicto.
El golpe de estado, en cambio, violenta la democracia
abortando los mecanismos previstos pOl' ella, que son los
encargados de controlar y superar la crisis.
Tambien resulta importante detenernos pOl'un momento
en el contexto internacional como factor decisivo en la
As! el comunismo tuvo pOl' premisa fundamental
/I exportar las revoluciones" mediante diferentes formas de
fu,anciamiento y adoctrinamiento. En este sentido la ex D.R.S.S.
fue la encargada de diagramar el mapa geopolitico que
u,variablemente reemplazaba estas revoluciones, en ocasiones
consolidadas, por la acci6n e>.rpansionista0 simplemente por
conversi6n escler6tica.
En relaci6n a los golpes de estado, los paises
latlllomnericanos, ricos en esta tragica e>.rperiencia,debieron
dlepl:ar 10 que se denomin6 la Doctrina de Seguridad Nacional,
IdeddCl por el Pentagono norteamel'icano, con el pl'op6sito de
justificar estos golpes y frenar el avance del marxismo en el
continente.
Unos y otros se vieron fortalecidos a partir de las
consecuencias politicas de la segunda guerra mundial. LCl
posterior guerra fria y la "detante", y por supuesto, los tratados
de Yalta y Postdam firmados por los paises beligerantes,
dividieron al mundo en una realidad dual 0 bipolar con
diferencias irreductibles, a las que llamaron con trivialidad
eufelnistica "coexistencia pacifica".
En ciencia politica existen tenninos que por su orden 0
ubicaci6n gramatical refieren conceptos distintos.
Hacemos esta aclaraci6n en virtud de la relaci6n
tennino16gica y conceptu.al que guardan con el presente capitulo.
Los conceptos a los que aludimos son:
Respeeto del terrorismo de estado, Julio Cesar de la Vega
(13) nos dice: "...ef terror como instrumento al que recurren 105
gohicrno;; para mantenerse en el poder, es siempre de canicler
rouservndor, pues su funci6n es 11lantener el status - quo, y elimi/1.nr
cUl1lquier cuestiona11liento pOl' parte de grupos conlestatarios, ya sean
los hombres que ejercen la autoridad 0 al orden que elios represelltan ... "
De este concepto podemos inferir que la metodologiCldel
tprl"orismo de estado es utilizado como forma de conb-ol social,
Jwdw que se verifica con facilidad en la mayoria de 105pai5es
ldtinomnericanos. Ese conb-ol es tan amplio que llega a todos 105
niveles de la sociedad. Junto a la propaganda, 1'1 ac...'i6n
psico16gica y la tecnologia a disposici6n de quienes gobiernan.
logrii una eficacia Sill precedentes, regulando la dosificacil'>n
nl'~'esaria para la total dominaci6n del cuerpo social.
Por su parte el estado terrorista, como otro aspecto del
tc'rruriSHlO internacional, a diferencia del anterior, hal'e
referencia casi con exclusividad al extremismo de izquierda
i..nstaladoen el poder, ya sea Inediante acci6n revolucionaria 0
por aeci6n expansionista de una potencia hegemonica.
Sin embargo, en la actualidad y con la incorporaci6n cd
escenano internacional del fundamentalismo islci11lico, est
concepto se ha hecho extensivo a algunos paises arabes, tal el
l'<iSO de Libia e Iran. Debemos aclarar que en nuestra intenci6n
de ser objetivos, y en virtud de nuestra cultura occidental es que
en 10spaises musuhnanes, las consideraciones de tipo religiosils
cH:kjuieren una significaci6n mayor en la busqueda de 105
objetivos de la naci6n islamica.
En tal sentido, se puede presentar cierto relativismu : d
que hay aspectos de la vida que mientras para la cultura c1rilbe
resultan ser trascendentales, para la visi6n occidental pueclen ser
interpretados como valores llevados a la categoria de fanahsll1l'.
En este orden, oriente y occidente configuran diferenl-ias Lite
dificil superaci6n.
Retomando nuestro tema, la desaparici6n de la C.RS:=:.
como superpotencia, y por ende del comunismo como sist",~::'.:-
que competia con el capitalismo, ha hecho que el mar''.;,::;:-
residual existente, -caso Cuba-, sea identificado negativamente
como estado terrorism, especialmente pOl' cierm prensa y
literatura tendenciosa en alianza con grupos de presi6n y fadores
de podel', tanto politicos como econ6micos dependientes
obvimnente, de los Esmdos Unidos.
Los salvajes atenmdos contra la embajada de Israel y
conha la AMIA (Asociaci6n Mutual Israelita Argentina) hicieron
una vez mas que la irracionalidad descendierlOlhasta los limites
pato16gicos del fanatismo. Si bien algunos de los indicadores
seii.alanal Gobiel'no Irani como uno de los responsables de estos
crnnenes, que en definitiva son crnnenes conha el pueblo
argentino, este caso de terrol'ismo intel'nacional encuentra hasta
el momento una derivaci6n que altera la metodologia tradicional
<'11 lei nahualeza violenm de esta.sacciones.
Y es que en el caso de la AMIA, algunos resabios del
C1paratorepresor del terrorismo de estado que actu6 en la ultilna
dictadura Inilitar argentina, han selvido como en una alianza
diab6lica, a los fines enfermizos de un estado terrorista.
Esta brutal amistad -entre terrorismo de estado y estado
It'rrorista-, supone mucho mas que una combinaci6n explosiva al
Sl'fvi,'iu del terror y de la muerte; es probablemente la resultante
nociVa de la il'ldiferencia e meficacia de un gobierno cuyos sigI'loS
de corrupci6n, impunidad y ajuricidad Ie allanan el cammo a la
violencia en todas sus fonnas.
1. Ld am bivalencia de la religi6n: la contradicci6n liberaci6n -opresion.
1. LA AMBIV ALENCIA DE LA RELIGION: la contradicci6nliberaci6n - opresi6n.
Existe una ambiva1encia en e1 fen6meno religioso que
relCltivizae1concepto de Marx acerca de que " ... 1a religi6n es e1
hombre en un sentido parcial, ya que 1a religi6n posee aspectos
que pueden contribuir a movi1izar a 1a gente en contra de la
opresi6n. La experiencia 1atinoamericana a partir de 1a TeoLogia
de LaLiberaci6n es un ejemp10 de ello.
Tmnbien, aunque ya sm va10rar 1as cuestiones
programaticas de 10 que es e1 proyecto social, 1a revo1uci6n
anticapitalista en Iran, nos demuestra 1a importancia de 1a
POl' otra parte y desde una perspectiva estrictamente
llll.tll!6gicCI,Exequie1 Ander Egg, distingue 1a ideo10gia religiosa
de la ido - Logia religiosa, es decir 1a religion que crea ido10s y en
la cua1 el hombre se somete a ellos. En la misma linea, Erich
Fronnn interpreta a1 ido10 como una cosa en 1a que nos
proyectamos, sOlnetiendonos a nuestra creaci6n y cosificandonos
en una re1aci6nenajenante.
Es pOl' ello que 1a verdadera alienaci6n 1a encontramos
l'llcllldola religi6n y la moral hacen del hombre un sujeto pasivo
de 1a realidad, incapaz de transformarla y negando 1a
posibilidad de construir su historia, con 10cua1, como deciamos
antes, e1sujeto se convierte en objeto.
La farsa de encontrar Ia felicidad en respuestas metafisicas
e i1usorias a 10s problelnas reales y concretos, no hace mas que
favorecer al fortalecimiento de un sistema basado en las
La pobreza como estigma, hace que 1aresignaci6n ante 1as
u,justicias convenza al hombre de que Dios, en su u,fu,ita
bondac\ celestial, 10 recibira en su remo. Por ello es que la
religi6n institucionalizada en la Iglesia Cat6lica, hizo que en
tiempos de la edad media, se convirtiem en e1soporte ideo16gico
del feudalismo.
Hector Ruiz Nunez (14) dice: "...La caracteristica que se ha
Jlwntenido constante en La historia de La Iglesia ha sido su alianza con
los poderosos, con aquellos que establecen Las regLas de juego aentro de
Un hecho que refuerza 10 expresado fue el escandalo
financiero del Banco Ambrosiano, en donde el obispo Paul
Mmkcincus aparece como uno de los mayores responsab1es del
"affaire", notablemente uwestigado por David Yallop en su obm
"~Por vaLuntad de Dias ?".
_-,;:~\'lt>rc)Se intereses politicos y econ6micos en casi todo el
_l1~l:Idu,es oho ejempl0 que contrasta con la idea liberadora de la
>"li~iun de los humildes.
L:)s contradicciones en que ha caido groseramente la
19h"·,il1Cat6lica a 10largo de su existencia, ha hecho que mud'los
de sus seguidores se desplazaran a otras religiones 0
-;implen1ente renunClasen a su catolicismo para seguu en el
('nsticHlism.o.Tambien hay quienes responsabilizan a la jerarquia
lylesii.istica porIa proliferaci6n de sectas religiosas diseminadas
En el caso espedfico de la Argentina, a diferencias de
d1'llSpdises como Brasil 0 Chile en donde el comprom.iso social y
Li llf'(il111pOl' 10spobres es mayor, la Iglesia Cat6lica ha sido un
Es pOl' ello que el autor de "La cam oculta de la Iglesia"
Ll,>fine muy acertadamente el pensamiento i.nstitucloI"wl
\un asi, debemos aclarar que no es in.tenci6n nuestrC\
'lll)('er el trabajo y compromiso etico de quienes encuenhan
en Is Doctrina Social de la Iglesia un marco adecuado para la
acci6n eVaI'lgelizadora. Simplemente creemos que la religi6n
cucmtimtivamente mas importante del planeta dista muchas
veces, como instituci6n terrenal, rigida y jerarquizada, de la
• VC1l1h'Llardia que debiera imponer su destino transformad01' y
libt->rddoL
1.11.2
1.31.41.5
~ 1.6
El estilo politico de los notables.El estilo radical: el comienzo de una participaci6n
mas arnplia.El estilo peronista: los a~10S140.Menem: el gran simulador.El unipartidismo: paTtido unico y partidu
dominante.La conupci6n: del acto de conupci6n a 1£1 cleptocracia.
Los estilos politicos, el 1l11ipartidismo .y las fuerzas
politicas e11U?I'gelltes,son temas que deliberadamente he decidido
a/Jordar en la parte final del'presente trabajo, como asi tambien aspectos
lie la corrupcioll y de la politica en su relacion can el sistema social.
Circunscriptos al ambito nacional, aparecen 105 estilos y las
fllL'r:ns politicas en un in.temo por develar algunas de las causas que nos
l?(lstagaron his t6rica11len te.
Ell cua1lto al unipartidismo, su tratamiento se remite
l'.lcl/lsivnJllente n la original experiencia del pueblo mexicano durante
gran parte de este siglo.
R.especto de los militares, quzenes tambien lrrU11lplerOn en la
pol itica y se fIapoderaron de todo un estiLo", no haremos 11layores
coJlsideraciones ya que nuestra Labor abarca s6Lo a Los partidos poLiticos,
pOl' lIuis que algunos, incorrectamente, insistan en llamar a gran parte
tld 111ilitnrismo argentino, EL Partido Militar.
En taL caso, tanto las fuerzas armadas, como la Iglesia
Catolica y IDS silldicatos corresponden a la orbita especifica de Los
dcnominados: factores de poder, quienes junto a Los grupos de presi6n
senin objeto de estudio en el futuro.
POl' ultimo resulta necesario aclarar respecto de los partidos
polfticos, que si bien a cada partido Lecorresponde un estilo, pOl' razones
Izisfrjricu - facticas, s6Lo entenderemos como vciLidos aquellos que se
idcllt~ficnnm can un tiempo y un proceso, resultando en consccuencia,
sa protngonistas permnnente de Las marchas y contra11larChafi de
Iwcsh'a historia,
La realidad politica de LU1 pais genera hechos que en
forma aislada pueden ser interpretados como producto de esa
dinamicfl a la que nos hemos estado refiriendo en algunos
Sin embargo, y pOl' casual que estos parezcan, siempre
fonn,m parte de un universo mucho mas complejo. Asi como La
collducta de Los individuos es el resultado de factores externos e intenLOs
en eI proceso de socializaci6n, los partidos politicos son dueiios de
cstiLos, for11las propias y diferenciadas, en donde estas organizacionefi
tnwhen fundamentan la base de su existencia.
Es pOl' eso que a traves de nuestra historifl politica
<lparecen clarainente estilos que pOI'sus caraderisticas hacen de
n'f(-'rt->ntea gran pfll'te del espectro ideo16gico. Enos son:
3. El estilo peronista, tambien llalnado Fhurer Principen 0
principio del fhurer, correspondiente al peronismo de los
aiios '40.
Respecto de este ultimo, por tratarse de un movimiento
heterogeneo en el que convivieron dentro del mismo algunos
subestilos antag6nicos entre si, tambien de dificil comprensi6n,
es que 10 abordarelnos haciendo alguna referencia s6lo a manera
de infonnaci6n general.
Tambien llalnado estilo conservador, ambos terminos -
notable y conservador- aluden invariablelnente a condiciones de
privilegio social, politico y econ6mico de las minorias en su
relaci6n con el poder.
Desde sus comienzos, uno de los rasgos distintivos de este
estilo ha sido su capacidad de adecuaci6n alas diversas
circunstancias socio - politicas y econ6micas, con la misi6n
ulterior de oponerse a los call1bios que suponen una
tmnsfonnaci6n de la sociedad.
Te6ricos del conservadurismo hay pocos debido a que no
existe un sistema filos6fico que comprenda 0 interprete al
conservadora, que encuentra en Edmundo Burke (1729 - 1798) a
su m.aximoexponente y hasta podriamos llamarle refundador de
esta corriente de pensamiento, en virtud de que quienes siempre
encarnaron el poder fueron hostiles a los cambios. El estilo
conselvador tanto en Argentina como en muchos paises del
democniticos mientras que las instituciones y sus privilegios
esten garantizados, e incluso pueden adherir con fervor a los
golpes de estado en caso de que el sistema democnitico haga
tambalear el orden establecido.
j1wgmatico, motivo pOl' el cual tal vez, jamas se constituy6 en
una fuerza mayoritaria que este en condiciones de competir con
oh'as fuerzas la alternancia democratica en el poder .
En nuestro pais ha sido notoria la participaci6n de estos
sectores en gobiernos autoritarios. Esto ha llevado a que j1ULtO
con muchos liberales, de reaccionaria extracci6n conselvadora,
fonnen alianzas que, apelando al populismo intental1.reivindicar
nna imagen que siempre estuvo demasiado alejada del sistema
democratico.
la globalizacion de la economia. De este modo la polltica se
reduce a comportamiento s postmodernistas, siendo 10s
"yuppies" quienes se erigen en abanderados del exito.
En la Argentina del descontrol privatizador, el estilo de
Ius notables supo, como consecuencia de su 16gica pragmatica,
~,~~sE-.-'Z..,~~'~'Z...~\..~"""~~ """~\..~~~\..~~ ~~"""'~~~'V ,") "Q~~, ~~",~~ '\.'Q't,
sombras, recuperar parte del protagonismo perdido a causa de
su unpopularidad.
En la historia de nuestro pais, una modalidad excluyente
del estilo conservador durante mucho tiempo, fue la de recurrir a
las pnkticas de fraude electoral para ganar las elecciones.
Esto que tambien forma parte de su estilo, aunque mas no
seClen su aspecto hist6rico, Ie signific6 a los notables, sobre todo
Cl los menos reaccionarios, tener que ser identificados como
11lit'mbros de organizaciones que desprecian el sistema
dem<.xrclticoy en consecuencia, aspiran al modelo tecnocratico
autoritario.
En tal sentido y como resultado del nuevo orden
ulternacional, y pOl' ende de la economia globalizada, el
neoconservadurismo descarg6 en 1989 todo su virulento
potencial. Una nueva modalidad en el estilo de los notables
l'eemplazaria a la vieja: y siempre decadente concepci6n
filugolpista, haciendo del pragmatismo un nuevo intento pOl'
aniquilar las ideologias.
El golpe de estado, al igual que "La hora de La espada" de
Leopoldo Lugones, tenia sus minutos contados; era el tiempo de
asestar otro tipo de golpe, aunque igualmente certero: EL goLpe de
mercado, a goLpe de estado econ611lico.
2. EI estilo radical: el comienzo de una participaci6n mas
amplia.
Es dificil comenzar a definir el estilo que dio forma al
partido politico mas antiguo de America Latina, sin antes
menciOnar algunos aspectos de su origen, que inevitablemente 10
ubican a fines del siglo pasado, como un desprendim.iento
natural de sectores conservadores.
En aquellos ailos y hasta 1916 en que asumi6 la pnmera
presidencia Hip6lito Yrigoyen, la politica argentina giraba en
tOl'no al modelo conservador, quien en sentido verticalista
digitaba todos los puestos politicos. Asi Julio Cesar de la Vega
(15) expresa: "...Quizris sea esta una de Las causas fundanlentaLes de La
('SCIba participaci6n que ha tenido La mayoria de Los argentinas en La
nctividad poLitica, y mas a~ln del bajo grad a de politizaci6n que
caracteriza a la mayoria de Los ciudadanos ... " .
Tanto la inmigraci6n masiva (rica en experiencias de
lucha polltica y sindical) como la divisi6n internacional del
trabajo, con Argentina jugando un secundario rol
agroexportador, e Inglaterra reasegurando su dominio a traves
de la penetraci6n econ6mica, contribuyeron a la formaci6n de
l.illa conciencia participativa que si bien no se desarroll6
plenamente, estableci6 de igual modo las bases tanto del
radicalismo como del socialismo argentino.
El estilo radical en su aspecto policlasista experimenta en
base a esta condici6n, contradicciones que los llevan a ser
revolucionario en sus comienzos como primer movilniento
hist6rico, hasta convertirse en un partido aburguesado,
perdiendo su condici6n de mayoritario. Este hecho Ie abre las
puertas al peronismo, quien se erigini en eI nuevo protagonista
de la politica argentina.
La composici6n heterogenea de los dirigentes del
radicalismo, en donde militaban tanto representantes de la
oligarquia - terrateniente - conservadora, como asi tambien y
sobre todo, hombres de una clara concepci6n progresista, tal vez
hiciera que la historia de este partido se debatiera entre rupturas
tanto ideol6gicas como doctrinarias. Incluso la modalidad del
"dicntelis11lo", corpor:i-zadaen la figura del "puntero radical", fue
UIla pnktica frecuente.
Sin embargo, no se puede negar que la historia de este
j1artido centenario esrn estrechamente ligada a la historia del
pais, fundmnentalmente en los aspectos mas innovadores.
A II/pliar la participaci6n social, proponer una politica econ6mica con
:iClltido nacional, privilegiar la justicia social, practicar la neutralidad
IlItcrnacional, haber c01itribuido a la reforma universitaria, y
consLlstanciarse con los derechos humanos, son algunos de estos
aspectos que sumados a la acci6n de hombres de innegable
honestidad intelectual y publica como Alem, Yri~oyen, Balbul,
Illia, Alfonsm y muchos otros, hicieron del estilo radical una
pennanente refonnulaci6n de la etica Kraussiana.
A pesar de esto, existen aspectos muy criticables en el
estilo radical, especialmente en 10 que hizo a la participaci6n de
()lgunos de sus dirigentes en golpes de estado, 0 como
IUlIl'ionariosde gobiernos autoritarios, mas alIa que los motivos
hay em tenido par finalidad la transici6n democratica en su forma
menos tramnatica.
E1 espiritu conservador de algunos hombres del
radicalismo haria opacar el sustento democratico del partido. E1
mismo Julio Cesar de la Vega recurre a Gabriel del Mazo, quien
en su obra "El Radicalismo" asegura que la infiltraci6n
conservadora en la Uni6n Civica Radical es hist6rica. En tal
sentido el autar cita una carta del dirigente conservador
Justiniano Posse dirigida al doctor Ernesto H. Celesia: "...
Nosotros Ios viejos conservadores no nos haremos radicaIes, saIvo, es
claro excepciones; pero Los menos arraigados de nuestro partido y
particularmente, cierta morralla que nunca falta, si Io hara, y entonces
Ie aguaran el espiritu al vino, y el radicalismo perdera su fuerza
proveniente de Loshombres probados, particularmente de Ios probados de
epocas heroicas. Asi se aquietara y se infiltrara el espiritu conservador,
y ese sera eLtriunfo nuestro ... //
Hombres como Marcelo T. de Alvear, tal vez, reflejaron
dentro del radicahsmo ese espiritu conservador.
Hip6lito Yrigoyen, llegani por segunda vez a la
presidencia, pero la proyecci6n de la crisis del /29 entre otras
causas y el golpe de estado del 6 de setiembre de 1930
encabezado por Jose F. Uriburu, un general de clara tendencia
gennan6fila, pondnin fin a los objetivos transformadores de la
U.CR.. ASl dara comienzo una serie de contratiempos,
induyendo momentos hist6ricos de excepci6n como 10 fue el
peronismo, en donde la interrupci6n del orden constitucional por
10s golpes de estado postergara, como en una constante, el
afianzamiento del u.nico sistema capaz de contenernos a todos:
La democracia.
Seria casi una simplicidad intentar establecer un perfil que
Jineahnente nos diera como resultado el estilo del peronismo; 0
mas min, seriClun reduccionismo si quisieramos encasillar al
peronismo en un estilo detenninado. De 10 que si podemos estar
seguros es que nos encontramos en presencia de algo que va mas
alla de los limites y caracteristicas de un partido politico, donde
los aspectos sociol6gicos de un pais, producto de un momento
hist6rico mundial, seran las bases en donde se construira un
inedito fen6meno nacional: EI movimiento, cuya relaci6n lider -
pueblo inaugurara una nueva forma de hacer politica, antes
inexistente en nuestra historia.
La inteligencia y el pragmatismo de un lider carismatico
como 10 fue el general Juan Domingo Per6n, hizo que
aprovechara cada circunsmncia y momento hist6rico en favor de
posturas, muchas veces contradictorias, que 10 alejaron de las
personalidades de su tiempo. Mientras algunos se preparaban
para ser competentes como politicos, el se erigia como conductar.
EI escenario internacional de la decada del /40 mostraba
daramente tres ideologias en conflicto: el capitalismo, el
comunismo y el nazi - fascismo, aunque por circunstancias
especiales los dos pnmeros se aliaron en contra del tercero
durante la segunda guerra mundial.
Per6n, quien habia estado en Europa como agregado
militar argentino luego del golpe de estado a Yrigoyen, asimi16
ll1l1ydt:' cerca la concepci6n politica de Mussolini, la que en
ll1lKhusaspectos reforzaria 10que despues se denomin6 La tercera
po_-ici61l del 1JWvi111iento peronistn: Ulla equidismncia entre el
indiyidualismo capitalista y el colechvismo marxism. Aqui seria
-onveniente adarar que la Terce-ra Posicion nada hene que vel' con
el /V'louilJliento de Paises No ALineados, de surgimiento posterior, el
l-lwl Sllstenta fundamentalmente una actitud en bloque £rente a
las desigualdades impuestas pOl'las potencias hegem6nicas.
POl'otro lado, la concepci6n corporativista del fascismo
uifluy6 susmnciahnente en Per6n, sobre todo en 10que hizo a la
mgaruzaci6n de los sindicatos como brazo politico del
Inovimiento. Desde el poder, el general multiplic6 la idea -
fuerza de un estado omnilnodo que intentaria transfonnar los
aspectos de las estructuras sociales y econ6micas que hasta su
llegada, expulsaron alas grandes mayorias populaTes, ya que el
radicalismo habia perdido su capacidad de convocatoria y
movilizaci6n.
La propaganda oficialista, los medios de comunicaci6n
masivos adictos al peronismo, como as! tambien la exclusi6n y
persecuci6n de los sectores progyesistas opositores, sumados a la
ll,disimulada simpatia del Lider por las fuerzas del eje, fonnaron
parte de una campana, que desde la maqumaria del poder
estatal, poco tuvo de democratica y mucha de auto ritar ia.
Este y otros aspectos del movimiento, hizo que muchos
autores viesen al peronismo como una extensi6n continental del
Fhiirer Prmcipen 0 prmcipio del fhiirer de aquellos anos.
Precisamente en tiempo de la post - guerra, los salvoconductos y
pasaportes ap6crifos otorgados a jerarcas nazis, como tambien 1£1
contrataci6n de investigadores de muy dudoso intelecto cientllico
fueron un ejemplo de ello.
AtlTI asi, es preciso reconocer que gran parte de 1£1
1egislaci6n laboral - de mspiraci6n radical y socialista -
conh<ibuy6 a reivmdicar con relativa dignidad los derechos
sociales y politicos de los trabajadores postergados hasta ese
surgieron a la vida politica trantando de convalidar la doctrina
justiacialista.
Estas extremistas posturas van desde la patria socialista
montonera hasta el nacionalismo inspirador del G.O.D. (Grupo
de Oficiales Unidos), el nazi - fascismo de la alianza nacionalista
y la triple A (Alianza Anticomunista Argentina), pasando por un
neoperonismo 0 peronismo sin Peron, que se manifesto en la
decada del '60 durante el exilio del Lider. Precisamente Augusto
T. Vandor y algunos partidos provinciales tambien neo
peronistas fueron quienes, en acci6nconjunta con la c.G.T.,
contribuyeron a desestabilizar al gobierno radical del Dr. Illia.
El comienzo de los mos '70 encontrani a un peronismo
sediento pOl' gobernar en sus distintas versiones eleCtorales: "la
del no", con aquel significativo lema: "Campora al Gobierno,
Per6n al Poder"; y posteriormente la "remake" "Peron - Peron".
Sin embargo los protagonistas ya no senin los mismos; el Lider,
dism.inuido fisicamente, no volveni a ser el que fue, y su esposa
lsabel Martinez no poseia el menor rasgo que la acercara a Eva
Duarte.
Los extremos violentos, del cual el mismo Peron fue
gestor, ya habian despertado, y el terrorismo de estado se
encargaria de instalar la pesadilla.
A partir de 1983, y hasta 1989, el peronismo cambi6 su rol
en el protagonismo politico argentino. Si bien no estaba
preparado para ser gobierno, su concepci6n del poder aunque
debilirnda por la orfandad heredada, se limit6 a una oposici6n
obstruccionista en forma sistematica. Incluso el intento
"democratico" de renovar las estructuras del Justicialismo a
partir de la derrota electoral de 1983, no fue otra cosa que 1a
aventura ilustrada de rearmarse en un sentido monolitico, hecho
tan fiel a su esencia. El comienzo de una marcha
desestabilizadora traducida en 14 paros generales e
innumerables huelgas sectoriales, se erunarc6 en la ofensiva
,utegorica de recuperarel poder. Tambien el ahogo financiero
g,jshonado en el exterior por algunos referentes de 10 que es el
menem.ismo, contribuy6 eficazm.ente, como factor de tension, a
sentar las bases de una economia con exclusi6n social. Sin
emba rgo, y a pesar de la lejania doctrinaria con aquel peronism.o
de los aiios '40, existe una convergencia conductal que perdura
en el tiempo: " el fanatismo psicosocial pOl'mantener el poder",
induso al costo de debilitar las institucicnes democraticas.
Como hemos visto a modo de smtesis, seria imprudente
encuadrar al peronislno en un estilo. En tal caso, podemos decir
que p1 Inovimiento iniciado por Per6n es una suma de estilos que se
JlOIll'l/ dl' manifiesto seg~ln circunstancias hist6ricas, politicas, sociales y
eco11.611licasy en Las que, como nadie, su Lider supo llenar eL vacio de
pocier dejado por La tradicionaL dirigencia poLitica.
Un apartado esperial mereceria el tratamiento de la figura,
hay transformada en -lito, de quien fuera por acci6n y
~'anvicci6n el esp .ritu combativo y revolucionario del
movim.iento obrero: Eva Per6n 0 simplemente Evita para las
ll1ayoriaspopulares.
Por razones estrictamente tcmaticas no vamos a ocuparnos
de S11 labor. Sin embargo, y s6lo a manera de ucronia, creemos
que dificilmente Pere hubiera logrado esa dimensi6n
trascendental, de no hab· r sido por el protagonismo politico de
esta mujer. Hoy, y 1 is aHa de los odios y diferencias
irreductibles de las que fue objeto, su figura permanece inc6lume
ala erosi6n en la memc,ria colectiva de todo un pueblo.
4. Menem: El gran simulador.
Pocos han sido 10s politicos capaces de generar en 1a
Argentina sentimientos que recorran tan definidamente 1a
dn,hiva1encia sensitiva de su pueblo.
La aventura de pretender definir a un lider como Menem,
resu1taria ill, esfuerzo que seguramente se agotaria en el mismo
intento, de no ser por el auxilio de otras disciplinas, ademas de la
politica.
Antiinte1ectua1 por antonomasia, e indefinido casi pOl'
definicion, Menem es para e1mundo de 1a imagen, 10que 1a luz
pel rCl e1prisma: Varialad concentrada.
Sus comienzos en La Rioja hicieron que acunara 1a figura
del ccHldillo, mezcla insa1ubre de mesianismo autoritario y
11i:1ll-'lTwlismopopulista y a la que el propio Peron definiera con
ircmical'apidez, de "pintoresca"
Una vez iniciado su transito hacia e1poder fue dejando a
t'ada paso, junto con su aut6ctono ropaje feudal, 1a insatisfaccion
que produce 1asimulacion y 1afrivolidad.
Ya 1egitimado por accion del voto popular, Menem
(-~nCLlentraen esta transferencia su propia vision de la
l ."Establishment". Incluso su renuncia £11 Islam y su desvio casi
esoterico al cristianismo cat6lico, configura un oportunismo de
dificil asimilaci6n cultural, sobre todo para quienes entienden
que los valores religiosos son irrenunciables, y mucho menos,
intercambiables como simples productos del mercado.
Probablemente el aspecto mas resistido de este estilo
U1J10Vadorsea el referido al nepotis11lo desenfrenado en el manejo
dt' cdgunos resortes del Estado.
Desde algunos miembros de Ia Corte Suprema de Justicia,
hasta embajadas de distinto peso en la gravitaci6n del concierto
internacional, Menem premia; siempre premia la "leal tad",
especialmente si ella cohabita en forma entmfiable con la
La marcha hacia una· democracia restringida, tuvo sus
l'Olll.it'HZOSen 1989, apareciendo nuevmnente en el horizonte,
n)])l.Ouna revelaci6n de su conciencia magica, la grotesca idea de
un nuevo mandato.
5. El Unipartidismo: partido imico y partido dominante.
El unipartidismo reconoce dos modalidades: el partido
l-lnico y el partido dominante.
Denominamos partido U11lCO a aquel que instala la
dictadura correspondiente a los extremos ideo16gicos ( fascismos
y COIHt.mismodel siglo XX),caraeterizados por la concentraci6n
absoluta y el continuismo perpetuo del poder.
El partido dominante, cuyo ejemplo mas elocuente estuvo
representado por el P.R.I. - Partido Revolucionario Institucional -
surgido a principios de siglo en apoyo ala revoluci6n mexicana,
es tambien el u.nico partido, pero a diferencia de la modalidad
anterior, no pennite que sus gobernantes puedan ser reeleetos,
prohibici6n que se hace extensiva a los funcionarios de cada
administraci6n. Esta particularidad proporciona al partido
dominante un imagen mas democratica que puede oscilar entre
posturas moderadas tanto de derecha como de izquierda, que si
bien ofrecen en el orden interno cierta estabilidad politica,
favorecen igualmente la propagaci6n y el fortalecimiento de la
,:orrupci6n.
En terminos e1ementa1es y coincidiendo con e1 Dr.
Mariano Grondona (16) podemos decir que La corrupci6n de un
siMt'1Jta politico surge cuando eL interes privado de Los juncionarios
irru11lpe en el recinto sagrado deL interes pubLico.
De tal l11.odo observamos que e1 fen6meno de 1£1
('orrupci6n tiene una re1aci6n directa con 10s sistemas politicos.
LI ,mrupci6n siempre existi6, Yprobab1emente existini siempre,
entt'nd idClno eOlno un estigIT1.aen su re1aci6n con 1a pobreza,
situcKi6n que debe ser modificada, sino pOl' aquella acertada
percepci6n de James Wilson acerea de que a1hombre ordinario Sf 10
JlOl1t'ante tentaciones extraordinarias.
Todos 10s paises se encuentran frente a 1a inevitabilidad
de hechos 0 aetos de corrupci6n, sin embargo, mientras que pard
algunos son s610 eso: Aetos, -que pOl' ser aislados- son
nnltrolados par el sistema, en paises como e1 nuestro, 1a
,()rrll~xi6n se insta1a en forma endemica, haciendo a1 sistemcl
lurru pto. En tal caso la "Cleptocracia" - que es pOl'definici6n el
gobierno de 10s ladrones-, emerge inexorable negando 1a
dim.ensi6n etica del Estado, y pOl'extensi6n, de sus instituciones.
En 1a Argentina, 1acorrupci6n tiene nombres, y pOl'sol-me'
tudo, Clpellidos. E1 mapa geopolitico de nuestro pais y su
consecuente organizaci6n econ6mica y social, responde en
muchos casos a verdaderos feudos, 10 cual supone obviamente,
estructuras de fuerte arraigo precapitalista, las que se valen del
temor como forma de control social.
La idea de encontrar a la corrupci6n generalizada, es decir
sistemica, como un mal tipicamente latino, esgrime una certeza
relativa, ya que en sus origenes este fen6meno fue privativo de
sistemas latifundistas, los que negaron sistematicamente la
posibilidad de transformar la realidad social, politica y
econ6mica. En este sentido la Ley de Enfiteusis configur6 su
marco juridico.
En la actualidad asistimos absortos a la singular generosida.d
lnenemista que hace publico el endeudamiento y privatiza la
rentabilidad, haciendo que el modelo, tal como 10 hemos
concebido, proyecte las falacias de una no tan nueva forma de
corrupci6n: La exclusi6n social par la concentraci6n del poder
econ6mico.
En una democracia representativa, puede ocm'rir que el
sistema de partidos politicos esre estructurado a partir del
predominio de dos 0 mas partidos.
En el primero de los casos, se denomina bipartidismo, y
como 10 indica el termino, a la existencia de dos partidos
mayoritarios que serm las alternativas de poder. Esto no
significa que no existan otras fuerzas politicas en competencia,
s6lo que estas no alcanzan una importante gravitaci6n electoral.
Es el caso de paises como Estados Unidos, donde el
Partido Republicano (conservador), y el Partido Dem6crata
(liberal) han monopolizado a traves del tiempo la representaci6n
exc1usiva de los ciudadanos, mientras que las diferencias de
dmbas fuerzas se reducen a cuestiones metodo16gicas 0 de
matices -estilos-, pero siempre dentro del sistema capitalista.
En el segundo caso, es decir, cuando hay mas de dos
partidos politicos con posibilidades de acceder al gobierno, el
sistema se denomina pluripartidista a multipartidista, como son los
ejemplos de Belgica,Holanda y los paises escandinavos.
En la Argentina, a traves de su historia la condici6n
bipartidista fue sensiblemente modifiCada debido a la aparici6n,
seglln el momento hist6rico, de fuerzas politicas a la que
podemos llamar emergentes.
Asi, el peronismo hace su aparici6n en la escena politica,
en gran parte debido al vacio dejado por la vieja dirigencia
dividida entre conservadores y radicales. En el caso de 10s
primeros pOl' carecer de sensibilidad social y vergonzosas
pnicticas politicas como el fraude electoral, y en el de los
segundos, la proscripci6n, la orfandad politica y su consecuente
falta de organizaci6n, como cierto olvido doctrinario, hicieron
que las demandas del pueblo no fueran interpretadas seg6.n 10s
tiempos que conian.
Un hecho que refuerza 10exrpresado fue la disoluci6n en
1945 de la agrupaci6n F.O.R.J.A.-Fuerza de Orientaci6n Radical
de la Joven Argentina- y eI posterior desplazamiento de sus
miembros, ya en libertad de acci6n, hacia el movimiento
peronista. Arturo Jauretche (17), uno de los pensadores mas
agudos de su epoca, fue inspirador y uno de los dirigentes de
dicha organizaci6n.
Mas recientemente podemos mencionar las alianzas
politicas - tan circunsmnciales como efimeras - que en la elecci6n
del ano 1973 representaron un conjunto de fuerzas denominadas
de centro -aunque su verdadera ubicaci6n fue la derecha- y que
lograron un caudal de votos considerable.
Con la recuperaci6n de la democracia en 1983, tanto la
U.Ce.De. como el P.I. -ambos fagocitados por el menemismo-
tam.bien sorprendieron a propios y extranos. Incluso el MO.DIN,
l'Olnandado por el "CUltisistema" Aldo Rico, tuvo su
representaci6n popular como nunca antes 10 imagin6, aun en
bt'm.pos en que la "cosmetica" era su hernunienta para hacer
politica. Bondades del sistema.
Pero sin lugar a dudas las elecciones generales de 1995
encontraron en el Fre.Pa.So. -una alianza compuesta por
peronistas disidentes, socialistas, cristianos progresistas, ex
radicales, e independientes-, a la fuerza que rompi6 el
bipartidismo hist6rico practicado en la Argentina, logrando un
sorprendente segundo lugar, que desplaz6 a la U.CR..
Entonces y a manera de perspectiva hist6rica, entendemos
,1 IdS fuerzas politicas elnergentes como una resultante natural en el
desgaste politico de aquellas tradicionalmente mayoritarias. En este
desgaste concurren factores que interpretan al fen6meno mas
acabada1l1ente en su dimension cultural, sociopolitica, economica,
hist6rica y psicoL6gica; cuya c011lpLejidad escapa aL analisis de nuestra
obra.
Sil, embargo, hay una pregunta que estas fuerzas deben
hc1Cerse,y esta referida a la continuidad en el tiempo de su
propia existencia e identidad para evitar caer, COlnoen casos
cmtt'riores, en eso que Inuchos han llalnado "el sindro11le de La
tercera fuerza" .
1. Una aproximaci6n al sigI"lificadode la politica.
2. La apoliticidad: un peligroso signo de nuestro tiempo
Existen terminos pertenecientes al lenguaje cotidiano que
llevan consigo una gran carga emocional. Es por ello que al
l.'onceptode Politica resulta dificil precisarlo, mas aun si en este
intento queremos lograr cierto rigor en alcance de su significado.
La raiz etimol6gica de la palabra politica es de origen
griego - polis: Ciudad - Estado -, sin embargo procuraremos
completar el concepto con algunos de los diferentes usos que
derivan del tennino.
As! entonces cuando hablamos de politica podemos hacer
referencia tanto a la filosofia politica como a la ciencia politica; 0
d In politica en su faz tecnico - practica, es decir, a la politica
lomu <-ute. En tal sentido Ezequiel Ander Egg (18) nos explica
algunas de las derivaciones semanticas del vocablo: ..."La
Politica (en femenino) hace alusi6n a una actividad humana,
mientTas que 10 politico (en neutro) es una elipsis referida a la
cosa politica, que tiene su correlato en expresiones como 10
econ6mico, 10 social, ya que como estas, designa una realidad
interhumana, si bien su ambito se reduce a todo aquello que se
crea, mantiene 0 transfonna pOl' medio de la actividad
Sin caer en reduccionisluos que arriben a un destino
sinlplista de este caso, podemos asegurar que 10 cotidianu
tdlllbi~'n supone una dimensi6n politica, ya que el hombre en
relaci6n con ob-os hOlubres, despierta al mundo como el nahual
Con la evoluci6n de 105sistemas vemos la importancia que
ddql1iere la politica, la cual no puede ni debe ser ignorada, ya
Lj Lit' d tc' t'l1a surgiran decisiones que afecta.nin la convivencia
Slh-l"d en todos los niveles V anlbitos a 105cuales el hOlnbre se-'
Es pOl' todo ello que en el intento de aproxinlarnos a una
definicion que darifique el problema, diremos: La politica COULD
filosofia, ciellcia 0 praxis desigJUl - COil valoraciou tie SitS
alltollolllias com:eptltales - el ftl1ldmnellto axio16gico ell el
cstwtio cielltifico tie Los fellolllellos ell relacioll COil la tiimilllicil
ttel potier social; todo esto, ell el marco tie Las estmctllrllS
glllJCnUlmentales, 1Il0dificalldo 0 no el ordell tie couvivellcia.
lUt'lWionado:"La politica es la ciencia y el arte de 10concreto, de
10concreto total en orden al bien comun".
Entendida la apoliticidad como neutralidad politica,
reviste caracteristicas de ignorancia, irresponsabilidad y c011lplicidad.
Un peligroso signo de nuestro tiempo es la forma en que
los llcunados "apoliticos" bastardean y defenestran el concepto
dv poIitiG:l. Esta abstencion - 0 purismo cUiico- aleja al hombre
de lC1 dimension etica que impregna 10 politico, alentando el
descompromiso y la despolitizacion.
Asi, la ignorancia se hace presente cuando se desconoce
que la pmblematica sociopolitica y economica nos at:ailea todos.
T48mbien decimos que es una actitud irresponsable al
observar la apatia de quienes depositan interes en un mundo
reducido solo a los lunites egoistas de su propia existencia;
in.<.1ividualismo que crea pOl' otro lado la imagen falsa de ser
t'LJuidismntey objetivo respecto de la realidad.
Finalni.ente, la c011lplicidad emerge como resultante
insolidaria de la neutralidad y la apoliticidad, siendo la
pasividad posicion tomada a favor del orden establecido. Asi,
10s apoliticos se convierten en aliados inconscientes de un
sistema que profundiza la injusticia y la desigualdad.
Sill eUlbargo y ya a modo de conclusion, creemos que el
l'dificio de una realidad distinta solo se consITuye a partir del
ndvenimiento de un hombre nuevo, solidario, participativo y
critico. Aunque tambien 10 suficientemente ingenuo y
t'speranzado como para pensar que el cambio es posible.
Esta obra, que ha sido concebida desde el respeto que
lll.ereCe todo lector, y mas alla de las limitaciones que
seguramente se encontraran en ella, tiene pOl' {mica firwlidad
Clcercaralgunos aspectos elementales referidos a la teoria y a la
~'ienciapolitica, ya que debido a la magnitud y complejidad que
t-'ncierran estas disciplinas, seria imposible pretender abarccnlas
en SLl totalidad.
POl'0:.1"0 lado, es probable que 10 que hoy nos muestra con
certeza relativa La dinamica del fen611leno politico, maiiana sea
objeto de l.Ulacritica mas elaborada y profunda.
Muchos autores con sensibilidad y compromiso aseguran
que quienes escriben 0 intentan desarrollar una actividad
intelectual 10 hacen desde la angustia, ambito natural de las
imposibilidades del hombre. Sin embargo, tambien creo que es
,'ierlo que esa angustia debe general' conductas que
sistema politico, logre el desarrollo pleno del hombre. Quiero
creer que este h'abajo buscara enconh'ar ese sentido.
Pr610go.
Introducci6n.
Capihtlo I: 1. La democracia; un sistema imperfecto peroperfec tibIe.
2. Autoritarismo y totalitarismo: Los antisistemas.
C'pihdo II: 1. La solidaridad: una acci6n para el cambia.2. El posbnodernismo: una aventura del
neoconservadurismo.3. Educaci6n y Politica: Los olvidos conscientes del
modelo conservador.
(,lpill.llo III: 1. Los partidos politicos: Los vehiculos de lademoCl'acia.
2. La globalizacion econ6mica: La informaci6n comovalor restringido.
Capitulo IV: 1. Revoluci6n y golpe de estado: la violencia en lapolitica.
Clpitl.llo V: 1. La ambivalencia de la religi6n: La contradicci6nliberaci6n - opresi6n.
Capihllo VI: 1. Los estilos politicos: el caso Argentino1.1 - El estilo politico de los notables.1.2 - El estilo radical: el comienzo de una
pal'ticipaci6n mas amplia.1.3 - El estilo peronista: los aiios '40.1.4 - Menem: el gmn simulador1.5 - El unipartidismo: partido unico y partido
dominante.1.6 - La corrupci6n: del acto de cOlTupci6na la
cleptocracia.
(','pitulo VII: 1. Las £Uerzaspoliticas emergentes: el sll,drome de latercera fuerza.
Capitulo VIII: 1. Una apro>..imaci6nal significado de la politica.2. La apoliticidad: Un peligroso signa de nuestro
tiempo.
INDICEPag.
Pr6logo. 13In trod ucci6n. 17Capitulo I: 20Capitulo II: 30Capitulo III: 40Capitulo IV: 54Capitulo V: 64Capitulo VI: 70Capitulo VII: 92Capitulo VIII: 98Palabras Finales. 104
2. Sonnan Guy "La revoluci6n conservadora americana""La soluci6n liberal" - Edit. "Atlantida" Buenos Aires, 1985."El estado minimo"
3. Alfonsin Raul "Democracia y consenso" - Edit."Corregidor", Buenos Aires1996.
6. Ander Egg E. "Formas de alienaci6n en la sociedad burguesa"Edit. "Humanitas"
7. Fron:un Erich "El rniedo ala libertad" - Edit. "Plan eta - Agostini", 1985."El arte de ama(' - Edit. "Paidos" 1984
11. Pasquini Duran J. "Diario Uno" Mendoza Junio 1996
12. Lyotard Jean F. "La condici6n postmodema" Edit "Re{' 1991
13. De la Vega Julio C. "Diccionario Consultor Polftico" (azul) - Edit. "Librex"1987.
ESTA PRIMERA EDICION DE 2.000 EJEMPLARES DELA POLITlCA u "'-
de HUMBERTO ANTONIO PALMJERISE TERMINO DE IMPRIMIR EN JUNIN, MENDOZA
EN ELMES DE AGOSTO DE 1.997
HUMBERTO ANTONIOPALMIERI
Naci6 en Gra/. San Martin,Mendoza, el 16 de Noviem-bre de 1961.Es casado .con Patricia M.Labrador (34), Psic6loga, ytiene dos hijos: Manuel (8)
t Y Florencia (6).
I Estudi6 Ciencias Politicasen Buenos Aires y su pensa-
t miento ha sido rejlejadoJ tanto en articulos de dia-
rios capitalinos como en losde nuestra provincia.En la actualidad alterna suactividad comerdal (6ptica)con la docencia, desempe-iiandose como projesor dehistoria y sociologia en ~lnivel secundario.La "Politica en Breve", suprimer trabajo de impor-tancia, sera el comienzo deun nuevo desafio.