krivitsky- el gran camuflaje

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Page 1: Krivitsky- El Gran Camuflaje
Page 2: Krivitsky- El Gran Camuflaje

AUMQUE EL GRAN ESTALLIDO de la guerra civil eepahola en ju l io 193G,fue seguido por una amplia ravolucidn oocial en la zona nntifranquiata-mas profunda en algu- nos aspectos que la revolucibn bolchevique en sus primera etapas-, millonea de per60- nas de criterio que vivian fuera de Espa- !la fueron mantenidas en 19 mas completa ignorancia, no shlo de su profundidaa y alcance,sino incluso de 8u txist8nciar@%- ciaa a una politica de duplicidad y disimu- lo,de la que no existe pararelo en la hia- toria.

Los m i s destacados en la practica de es- te engdo y en desfigurar dentro de fa pro- pia Espaha el verdadero caracter de la ra- volucih fueron los COMtTNISTAS,quc aunque en exigua minoria al iniciarse la guerra ci- vi1,utilizaron de modo taxi eficaz las mul- tiples oportunidades que este conflicto pre- sentaba, que antes de la terminacidn del mismo en 1939,se habia convertido,tras una fachada dernocr&tica,en la fuerza gobernan- te dentro del campo izqW.erdista..,"

('*La Revolucih Espailola,Las Izquierdas y la Lucha por el Poder.-B.BOLLOTEN,)

La respuesta se encuentra en parte en las 32 paginas del presente folleto que nos ha parecido conveniente reeditar,afin de re- frescar la memoria de los olvidadizos y ha- cer conocer a las nuevas generaciones a8- pectos de lo que Pué la guerra civi,para al- gunas naciones vamigastl.

ANTECEDENTES

La historia de la interveiicion soviéticii cn España es to&via el mayor misterio de 1:t grnri t~-iigeíiia española que tor;~ ahorii ir sil fin. El intindo sabe que hubo intervencibri soviética en España, pero este simple hecho 11s lodo lo que sabe. I nora el por qité Stalin intervino en España, como clpsur.ro 7 16 alli sus activitlntles, quient.s eran los hombres

:I iza- q l in ie t rás rle la escciiu estaban ericasg~itlox de SII re 1' ción y lo qiie obtuvo de su aventura en España.

Ociirre, precisamente, qtie soy yo el itriico s~ipervivierilc en l b 1 extranjero del grii!)o (Ir emp1e:icIos y oficiiiles del ejCrcito soviktjco ericai.g;irlo personl-tluiciile tic orga- nizar la intervención sovi6tica en Ejspañ:~ y t:inibiEn yct cl iinico libre en estos momentos de poder exponer cstc epi- sudio dram8tic.o e histórico conlcrnpor.&neo ciigno tlc w r conocido. Coiiici Jefe del Soviet Military Inicl1jgexic.c cle I:t Europa Ocrideiital esl~iliü en el intringiilis rle 1ocl:i.i Lis resoliiciones (le c:irácter inter~i;icic~ii;~l toriiatla.; por el Krenilin. 'í'eniii rii iiiis mino? 10s yi-inciynlt..; resoi.leh (1' lu politica extrtinjerw ile St:ilin (le 1:i riial forinahn p u r l ~ la tiiestión española.

Yo fit6 por' iner;t i.;isii;iliti;itl ( 1 1 ~ la r iaw tic1 Esi:tdo de Stalin fuese a panir. a los lc.j:ino% lmeriirs c~~y;~ñolcs. 1)estlc I:t subida de H~tlei. a1 ~ ~ c ~ l e r eii l!K%I, 1:r politic.;t csli.:riljertt wgtiida pcir St;iliii ha c ; i t l o tlesnstros:i, motivud:i por el teiiior al ais1:iinieiito. Cogido critre la crecirntc amenaza iiipc~nes:~ cn el Este y 1:r ;iqwri:iz:t cilemnntt en r l Oeste, Stalin Fué :t 1;1 c m a {te un a l i ~ ~ t l o frierlr r n l i ~ 1:ii grurit'ics potencias del ikiuntlo. 'l'otlos sus csfuerms ptirit llegar w irn acuerdo con Hitler, eran cstiinirlados iiii:rs w c c s y tiesai- idos olr;is. Niic~aiiienle fr;ití, de i~est:tl>lec.c~r el :iritigiic, iralwtio ziii.i~l¿i cwn Fr:incia, pero 110 le fiit: posil~le ubterici. la estrecha alianza en la forrii:~ qiic 61 cspei.:ih:i. SLIS jllfen- tos tlz darse la iixtno ron Gruii H i ~ l ; t ñ ; t t~ivierun ;t i l i i niellos Fxito. En 193.5 Antfioiiy Edeii y 1.1 Presidente Izaval htibi:iii hecho iiJ1d vibita oficia1 ;t )lo\i.ii. i?l (:omir;irio de Rela- ciones Exterioreu Litvinof. 11al)ia estado W:ishiligton, Iogrando el rerorioriniierilo iiorlcamér'icanu y luego habi:, ,jugado un papel de primera n~agnitud en Ginebrit. Consi- guió un renombre rnunciial pero esto es todo lo (Iite ol>tiivo. 1,ondres no ueria entrar en coro ~romisos foriiiales y el

apoyarse. 'E. tratado con rancia era un sustk inuy intlrlile en clac

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MOSCU Y MADRID

Stalin, en busca de seguridad y después de la subleva- ción de Franco dirigid su mirada hacia España. Su actua- ridn fué muy lenta, como todas las su as. Al principio T trdopih una posición espectante y de tan eo. Stalin queris estar seguro que la victoria de Franco no seria facil ni r i ida.

kntooees, aaiia intervino en ~spaíia con la iden de hacer de Madrid un vasallo del Krenilin. C m un tal vasallo, obtendria, por un lado estrechas relaciones con Paris y Londres y por el otro, refonaria su posición ~t un tra- tado con Berlin y Roma. Una ver dueño de gp'afia, FSi- cidn de vital y estratdgica importancia para Francia y m i l Bretaña, su nave del Estado encontraría la seguridad que deseaha y entonces vendria a ser .una potencia con la que hahria que contar y iin aliado codiciado.

Pero Stalin, al reves 'de Mussolini, queria jugar en España sin arriesgar nada. La intervención sovjética ptitlo, en ciertos momentos, haber sido decisiva si Stalin hubiese orri~saailo del Iado gcibernamental lo que Mussolini hizo

,i a. Hash sc del &o de Franco. Pero Stalin no arrirsgá ng d asegur6 con anterioridad que habia hastante oro en e! Banco tic España ara cubrir con creces el costo de su ayuda material n $adrid. Stalin procur6 siempre por tod(~s los medios evitar ue la Unitrn Soviética se viera rnvudt:i 1 en una confltigrsci n. Su intervencibn fue bajo la consi na 'I de : 4 Mantenerse fuera del alcance del fuego de la arti Ie- ria. 9 Esta consigna trazd nuestra Iinea de conducta durante toda nuestra campaña de intervencitn.

&'*

El diu 19 de Julio de 1936. en que el general Franco se sublevd contra el Gobierno de Es añ:i, nie encontraba cn i mi oficina ceiitr;tl de La Haya ( olanula). Vivia afli con mi esposa y un hijo de corta edad, haciéndome prisar como anticuario austríaco. La simiilaciiin d e anticuario justifi- caba admirablemente mi lujosa residencia, los fondos cuan- tiosos que me siiniinistrahan y mis frecuentes via~es a distinto5 puntos de Europa.

Casi todas mis energias las hahia dedicado a organizar una red de servicin policiaco secreto en Alemania. Los esfuerzos de Stalin para conseguir un acuerdo con Hitler fracasaban siempre. El trslatlo Alemán-lttilo-Japoncs que entonces :iczthab:i de negociarse en Rerlin, tenia al Krernlin sumamente preocupado. Secretamente, yo estaba siguiendo de cerca las negociaciones.

Al primer estruendo de los cañones del otro lado de los Pirineos des late un agente a Hendaya en la fronter:~ Franco-Es &la y otro a Lisboa a fin d e orgnnizir rl ser- vicio secre f o de informacibn en el territorio de Franco,

Estas no eran para mi sino medidas rutinarias. No hahi;i recibido instruccxones de Mosc6 referentes a España y no existia en ese tiem o contacto entre mis a entes y el gobierno de ~ a d r i d : Como jefe responsable ! el servicio secreto europeo del gobierno sovi6tico, jpxwaba s~mple- mente obtener informes y comunicarlos a Moscú.

Mis agentes de Berliit, Roma, Hamliiirgo, Hremcn, Giiie- tira y Ndpoles, me inform:iban escriipulosamente de In inniensa aytttin material que Franco rccibia de Italia y Alemania.

Todos esos informes los envialia ;11 Krernlin rl(intIe erxri recibidos con silencio. No obsbrnte, no recibir\ inslrucciories referentes a España.

Solamente el Comintern - La 1ntern;tcional í;omunista con ramificaciones en todov los paises iicl riiiliict(~ --- rom- pió el silencio de Moscii.

Desde hacia mucho liempo, IU oficin:~ cttntr:iI t lvl Cuiii:!i tern h a h sido relegrtdn r i irn humilde suburbio y w s i ~ t t i i ~ i - fiestos earecian de toda influencia en nuestros cor~scjus privados. El rnisnio Staliri 1i:ihia ciilific*;itlo c1estleños:~znen~c :iI (hminlern de x lavachkti - aglutinante - y este c:ili- ficntivo er:i el apodo que se le daba en 1;1\ altns rsfcl.,is soviéticas.

Desde la unlorchi~ Iulninosa (le 1:: que teiii>t qtrc preri<ler la revducibn mundial, el Coiiiintern h:thia degenerado a poco menos y t e a un siniple accesorio .le I:t poli tic:) extran- jera de Stalin. A propia convenienci:~ po<liit ciiiplew la x lavachka p:ir:l promover en cunhpier p i s u i ~ i : igi t; i - ci6n interior en contrii tlr uii gobierno Iiostil o cre:tr ambiente sobre determinado problema in1ernacion;il.

En 1935, puso en jiiego al Comintern p - : t est:iblecer cn el mundo 1s nueve poljtiw del c Frente Popilnr 4 . 1311 todos los paises denlorráiic.os los ;rfili;tdos tlihri ~'\in;ldt)s del Partido Comiinistti cesaron su opositión al go b ierno y en wrnbre (le la * deniocrm~i B juntarm w s f~c rzas a las de otros partidos. La 16rnicii consiste en elegir, con la :iyuda de unos incautos y otros varios crédulos un gobierno riacional de sim ?tia hacia la Ifnicin Soviétic:l. En Francia el Frente ~ o ~ u k r eleva il Iron B l im a1 poder, pero fue León Blum quien con la ayuda de Londres, creo la politica de no-intervenci6o en Esy~ñ:?.

Uimitror, secretario genera1 del Cominter~i en Moscb, heroe del juicio sobre el incendio del Heichtag, que se habia infiitrado en el rSgimen, lo cual rnotivd 1:) rre:icidn del Nazismo en Alemania, er:i tambifn encsrgiulo del Pnr- tido Ccmunists Español, el cual despties de.cinco aiios de

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una propa anda muy costosa y con toda clase de agita- ción revo !? ucionaria solamente habia podido reunir 3.000 wriiuriistas en España.

Las or %inizaeiones obreras csy;iñoluh :tl igii:iI (111': Ldos los parti$od politicos niits avaiizsdos, r e iiianlciii;,n ulisii- nadamente anticornunistas. La República Española, des- pués de cinco años de existencia. no habia reconocido uiiri al gobierno sovietico ni tenia relaciones diplomaticas con Mo~e.8.

ORO CONVERTIDO EN HIERRO

Naturalrneiite, el (h i i i i~ te ra etlipreiidi6 L I I ~ ; ~ c-:rrn[)nrin virulenta contra Franco ,organiz;tniio eii I < ~ i o \ l t r s p:iistb:, gr;lnacs nlitines de r o ~ g u n d a y rei~:kuihiiilo fiii!d()\ ifiH'.t

&ls&i(1. 1.a Unión [ovieticn envi6 ririikis (Ir roiiiiiiiisl:i. cxtranieros quienes: exj)ulsutlos de strs i.csl>ccii\o\ 1)i i iSib\

vivianuen ~ i i s i a como f cfugi;tdos. Para ;dgiinos ~nt iguos liderrs del Cciinintcrn que prri;1;i-

necian fieles al postulado de unii revoliicibn mlin(li:il, 1;i ]u& en España significab:t ara ello\ iin riyo [le c>;\d5- ranza, pero esos antiguos rcvo t' twi<)ii;crio\ \iil,ci.\.i\icr>lcx r l la yriinera depur;i&h sangrienl;i rlcl i i i .ot . t1\i+ I\'.~!BIV,' ' r Zinovjev eran unos ciiantos tiiiior:ilos. 'fotl:i \ t i ~wl,tbrt~¡';.c no produjo niuniciones iii luique\ ni :i\ioni*\. iliiig:*ii 1

(fe 10s elementos (?e gtierr;t qric \l;rill'itl 1)ctIi;i :i qt ilo.; Y ti"'' lns potenci:is fascistas sutninistr.:iIi:in :r b'-;i':inc'o.

T ~ J confjdencias obtenitias so1)r.t. 1;i :iyiid.i i t i i l i i : ~ ~ . . ¡ t .

llalia y .ilern;iiiiit a Fr:tniw y 1:h :t»giisli~ri:i\ t l t ~ i , i , i i v i ~ ~ ~ (l.. los jefes revoluric,narios esli:4ñoll.\ (*TI ~it'~i(.iliii ili':t~i~(l:t : t i extranjero, no obtuvierun resln~i*st;t ;ilgttii:i 1).ii.1i1 th.1 Kremlin. La g1ieri.n ibivil espf io l :~ \e hhi:i ci>ii\x.rlitli) (. ! i

una enorme conflagrwií>ri g :tiin i~s i S!:iliri ~~criii:ii~cr.iit callacio e irimbvil.

Por toda JTtirnp y A~ni.i.ic:t los c ~ i > i i i i i i ~ i ~ l ; i ~ y \tts \íi1111:i- tizanles se prcgiiiital);~ rl P C ) ~ id 1:' I'nióii :511\iClir:i t i t t

hacia llarla par;i :lyutlar u la tlefr.n\:i t k 1:) revoiiii~itiii vspn- Gola, nlientras que ellos !wr si solos J~.vniilah:in l a o!)iiiiriii

a ivos. Fiiblicri y recabáhan don t ' A pesar & que el gobierno de M;ttii.iil 1jo\t'i:i ~.CWV\; IS

en oro en e] Banco de Eupañq 1 ~ 1 r \7;~10tn r l i . ' 7 0 0 . 0 1 1 f ~ . f ) 1 1 1 ) (1.1

dólares, 10s esfilerzos de la Rt>piihlira Esp:ifiid:i p r s c:oiii- rar armamento (le 1:i c.asa Vickers clr Ingl;ilr.rr;i, r l c l : ~

Fhbrirn Skodn de Che(*oeiloun(lui;i. ilc 1 : ~ (le Si.lienri(lt.r de Francia e inclusive de los )roduct~)roh ti159 inr1)ortaiitt.s de municiones de Alemania, &awa:iroii rlrhitlo n I:i no-inter- vencibn.

Esta era la situaci6n internaclional :i la qiic m i b :ig,entes

secretos tat:tbaii ojo avizor y sobre la c u d Ine rnvialian iriforinttrioiits rii profusión constante a La Haya, las i'etraniniil i:i itrgeiileriien te u Mosc\i. A tc~do lo cual Sta in peumnecia c:i~i:itio. 9"'

,\ fines de Agos,to y con íhl permiso de Moscfi tres altos t*rni)leatl(~u de la Hepriblicii Es ~ ñ o l r i llegaban en serreto ;i o d w i pasa aifqiiirir material de guerra sovieliro ofie- ciriido u cttmhio stirnas eriorrnes de oro español. En vez rle pwmitirseles llegar a Moscú fueron retenidos callada- ineritr en iin hotel de Odessi.

El juevcs 28 (le Agosto de 193G Stalin firmb un decreto por el cu:11 el Comisario dc Helaciones Exteriores proiiibia 0. 1:t exportticlón, reesport:icibn o trftnsito a España de 1oti;i d:ise d e ;irinainrnlos, rniiniciones, 1nateri:il clc guerra, RC~OP~:¡IIOS y I)UICOS de giierra B .

I2sk tlccreto fuB prib1ic:tdo y emitido por radio pasa cono- ciiitictnto tlr todo el niando, el próximo lunes. Este decreto oficial del soviet estab:~ en armonia con 1s politics tit. iio-intervencion de León Blum. Ello levant6 severas criti- c:is por parte de todos los grupos del occidente europeo y de América, donde el Comintern rocuraha a toda prisa crear un ambiente de simpatia en mor de la desesperada Re úhlica Española. f

entre tanto, Stalin convocb al Politbureau a sesión extraordinaria.

El Buró politico es la suprema autoridad del partido '

y or la tailto del gobierno sovidtico. Contra las decisiones dry Politbureau no hay a elaeibn osible. Tienen la fuerza B de una orden militar da a sobre e campo de batalla. P

En esta sesión del Politbureau Stalin se manifest6 en favor de una acción inmediata en España. En aquellos momentos, los primeros djas de Septiembre de 1936 h d ~ i n formado gobierno en Madrid el Frente Po ular C p Con la intensa ayuda del Comintern, Largo 8 aballero habia año'. formado un gobierno de coalición en el cual entraron dos miembros comunistas figurando él como Presidente del Consejo y Ministro de la Guerra. Largo Caballero era uno de los jefes socialistas. Al igual que Lebn Blum era par- tidario de la cooperacidn con el Soviet.

Stalin argüia que la vieja España habia desaparecido y iie la nueva España no podia subsistir por si sola. O ten-

I r ia que aliarse con Italia y Alemania o bien con los con- trarios de esas dos potenc~as. Stalin dijo 'que ni Francia ni In laterra podrian permitir que España que domina la entra a al Mediterraneo, fuera controlada por Roma y % Rerlin.

Para Paris y Londres, la amistad de España era asunto de primordial iniportancia. Stalin era de o i n i h ue él

odria crear en Espaíía un regimen controlaio por &oseh. gen España en el bolsillo podria realizar una alianza pemia- nente con Francia e Inglaterra. Al mimo tiempo su inter-

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vencibn haria avivar la fe de los partidarios del Soviet en el extranjero que hnhian sufrido un rudo golpe con la depu- ración de la vieja guardia Bolcheviqne. Con referencia a los 700.000.000 de d6lares de oro acw

mulados en España, e1 gobierno de Largo Caballero estabn dispuesto a invertirlo en material de guerra. La .cantidad de oro que podia transportarse a Rusia en pago de las municiones entregadas a España constituia un problema n estudiar sin demora por cuanto el gobierno sovi&ico se habia adherido oficialmente ri la politica de estricta no- intervenci6n.

El Politit-bureau se yronunci6 a favor de una acci6n inmediata. Stalin hizo hinc:ipié :i sus comisarios de qlle In ayuda a España Jor parte del Soviet, debia llevarse con iodo secreto con e 1 fin de eliminar toda posibilidad de que su gobierno se viera envnelto en un conflicto arrn:du. Su iíltima frase que debían tener presentr los reunidos por el Politit-bureau y que se retransrniti6 como iina orden n todos los em~leados fué : a Podulshe pt c urtilleiskauo ognia S ~an lene r se fuera del alcance del ...

Dos días des ués un enviado especial ue vino a Holanda P h? en avi6n me rajo instrucciones de oscú. Mis ordenes fueron : e Amplie inmediatamente sus actividades a fa uerra civil española. Movilice todos los agentes disponi-

Eles y de lodas Ins facilidad~s para la pronta creación de un sistema de compra y transporte de armamento a España. Sale un agente especial ara Paris para ayudarle en este trabajo. Se presentarh a Qd y trabajarh bajo su direcci6n. S

Al mismo tiempo, Stalin en Moscfi daba instrucciones n Yagoda, entonces jefe de la Ogpu, de establecer una rarni- ficacibn de la policia secreta soviética en España.

El 14 de Septiembre, Yagoda convoca una conferencia urgente de la Lubianka en su oficina central de Moscií en la que estaban presentes : el General Uritak del Estado Mayor del Ejkrcito Rojo; Prinovsky, actual zomisario de Marina, en aquel entonces Jefe de las Fuerzas Militares de la Ogpu, pero considerado ya en el seno de los ciirulos soviéticos como uno de los hombres de Stalin que miis prometia: y mi camarada Sloulsky, jefe del departamqnto extranjero de la Ogpu.

Supe por Sloulsky, con quien me encontraba con fre- cuencia en Paris y otros puntos, que en dicha conferencia babia sido nombrado un antiguo oficial de su mento para establecer la Ogpu en Ia España Este era Nikilsky, alias Schewed, alias Lyova,

La conferencia de la Lubienka uso tambidn bajo el con- P trol de la policia secreta soviética as actividades del Comin- teni en España. Decidid ~oordinafo armonizar las activi- dades del Partido Comunista Espanol-con la politica de la 50gpu.

Otras de Ins decisiones de &da conferencia iué que la policin de la Ogyu se hiciese cargo del movimiento (le voluntarios de cada pais hacia España. En el eomiie central de eadn partido comcinisla del mundo hay'un miembro que desempeña una mision secreta de la Ogpu.

En muchos aises, incluyendo los Estados Unidos, In * ra sa var lu re~olución española se nprecii, corntr pn P una nob e expedicibn intern:wiorial para rescatar In denlo-

cracia y mantener la justicia en numbre de la hiim:iiiid:~ti. Jdvenes de iodo el mundo se alistaban ~oluntarios para luchar en Es aña por estos irledes, Pero 1:i Esp:ifia R e p ~ i - Lilicana que fuehaba cunlra Franco, no estaba de ningún modo unda en irleolugias ni tr'icticas politicas. Estaba con+ tiluida por muchas fracciones demócrátas, anarrpist;is, socialistas y sindicalistas. 1.0s comunistas lo eran en gran niinoria. EI Grito de StaIin en asegurarse el control y hacer uso de i.1 como arma para conseguir una iilianzn Franco- Inglesa con el gobierno So~iktico, tlependi~t de que antes diera a1 traste con la pocieros:~ uposieión anticomunista en el campo gubernamental. Era pririiordiul, por lo tanlo, controlar el movimiento de estos voluntarios idealistas extranjeros hacia España, para evitar. tlue ellos s r iinicíckt~ con los elementos opuestos a la politica y ambiciones de Stalin.

EI principal problema de organizar los embarques de armamento rt Espaiia fue resuelto por Izi conferencia de la Lubianka con la décisi6n de llevarla a efecto iiiinult;i- neamente desde Rusia y desde el. exterior. La-labor en el extranjero se me encargó a mi, La relativa al interior fué atendida por Y~igoda personalmente. La de éste presciilaha mayores dificultades que la mia porque era absolutamenlc. necesario no dejar el menor rastro en territorio soviékico de la participación oficial de1 gobierno en el asunto.

ASTUCIA DIPLOMATICA

Yagoda, Ilam6 al capitán Oulansky de la Ogpu encar- ghdole que organizase un sindicato privado dc conicr- ciantes de niuniciones en la Unión Soviktica. El capit6ii Orilansky era un hombre excepcionalmente háhil en tra- bajos de servicios secretos. La Ogpii le habia confi~ido inclu- sive el servicio de escolta de Anthony Eden y del presidente Laval en su visita a la Uni6n Soviética.

Vd : encontrar& en Odesa rc tres españoles qiie destic. hace algiin tiempo se les han enfriado los pies 8 , ulijo Yagoda al cnpitin Ouiansky. r. Estan aqui para comprar armamento nuestro extraoficialmente. Constitriga tina firma de whcter privado y neutral parh tratar con ellos. .

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Puestu que en la HusiP SoriCticr nadie poedc comprar ni un simple revolver al gobierno, el cual es el iinieo fahri- eante de armas, la idea de .una firrna privada dr~licada al negocio de municiones en territorio soviEtico es tan

' absurda que ningún rii~<lsdano soviético podrin, f' o iin momento creer en ello. Pero esa farsa era un caso o vidado unte el extranjero en rivisibn de sobrevenir nl d una com- plieacibn internadona[ En realidrd, el trabajo el ~ i p i t h n Oulansky era el de organizar g dirigir una cadena de eon- tmbandistas de armas y Ilevarlo a cabo de una manera tan inteligente qiie no pudiera ser descubierto rastro algunii por agentes secretos Extranjeros.

ec Si tiene k i t 0 S , - - ie dijo Yagoda, a vuelva con un oinl en la solapa para rolocarle In r Orden de In Rnndera &'a v.

A1 capi th Oulanskg salido para Odcsa con instriiecionrs de tratar solamente a base de pago al contndo y con 1% informacibn de que las espaiides facilitarian sus propios barcos para transportar la municiones, las cuales natural- mente serian entregadas de los arsenales del E'brcito Rojo.

plenos poderes y 1 Iba provisto con documentación en la que se e otorgaban

ue se poninn ba'o su control Sobr las 4 I todas las autorida es de O esa, desde el Je e local de la policia secreta hasta el Presidente de la regi6n.

LOS INTERMEDIARIOS DE MARTE

El general Urisky representaba la Intelligence Service del Estado Mayor del EjBrcito Rojo en la conferencia de la LuhianKa. Era función propia de su departamento enten- der en la cuestibn tecnico militar de nuestra empresa. Fue su sección la iie determinó las cantidades y clases de tipo 9 que los arsena es debian proveer, fijar el número y perso- nal de los expertos militares, pilotos, oficiales de artilleria y tan uer a enviar a España. Concerniente n los asuntos de in 2 ole militar, estos hombres quedaron bajo las ordenes del Estado Mayor del EjCrcito Rojo; de todos modos eran vigilados por la policia secreta.

La intervencidn de Stalin en España estaba ya en mar- cha : Yo me puse en acciiin como si estuviese en el frente en verdaú, yo habia sido designado para activo servicio militar. Llamé a un agente importanfe de Londres, a otro de Estokolmo, un tercero de Suiza y dispuse que nos encon- traramos en Paris para celebrar una conferencia en unibn de un a ente especial desplazado .de Moscii. Este agente llamado kimin, e n experto en municioms y miembro de la sección militar de la Ogpu.

E] 21 de Septiembre y con absoluto secreto nos encon- Iramos en Pnris. Zimin, trajo instriicciones explicitas y con- cretas de que nosotros dehiamo$.evil~r toda posibilidad de inezclar al gobierno sovietico con nuestro traico de arma- mento. Dcbianios 1lev.r el asunto de las municiones a pri- vadamente B por medio de firmas comerciales creadas a este fin.

Nuestro primer paso fu6 estudiar la creación de una nueva red europea de empresas comerciales a arentemente

privadas e inde endimtbmente r, aparte %e las que ya teniamos, para de8carse a la importación y exportau6n de matrritiles tle guerra, lo cual se trata de una antigua pro- Icsibn en Europa.

El t$xilo dependia de la selección de personal apropiado. Contábamos yn con- elementos de esta clase. Algunos de ellos figuraban en las or anizaciones aliadas con los dis- tintos centros del Partido omunista en el extran ero, tales E como los ami os de la Unión Sovidtica y las muc as Li as 5 h para la Paz y a Democracia. La Ogpu y el Military ~nt&i- gence del Ejkrcito Rojo veian a ciertos miembros de estas sociedades como reservas de guerra, y como auxiliares del sistema de defensa sovi4tica. Nosotros padiamos escoger Iioinbres de los ya suficientemente probados en tabajos extraoficiales para la Uniiin Soviética. Unos cuantos eran aprovechados y arrivistas pero los m8s eran sinceros idea- listas. Todos ellos eran discretos, de confianza, contaban con Sns relaciones indispensables y eran- aptos para 'ugar un papel sin delatarse as1 mismos en ninguna oeasib. kmo- tros suministramos el capital, montamos sus obeinas y gar~ntizamos sus beneficios.

En el término de diez dias se establecid una red de fir- mas de importacicin y exportación de reciente conaSitacfon en Paris, Londres, Copenague, Atnsterdnm, Zurich, Varsovia, Praga, Bruselas y otras ciudades euro eas. En cada firma habia un socio comanditario que era t$ agente de la Ogpu. el cual suministraba el dinero y controlaba todas las opera- ciones. En caso de equivocarse pagaria su error w n la Pida. Mientras esas firmas recorrian los America para encontrar material problema del trana orte preocupaba m

% urgente. En ~sean&navia odian conseguirse barwo apm- piados para este objeto a uen precio. La dificultad con- sistia en conseguir permisos para el envio de armamento a Ea asa. Esperábamos consignar los envios a Frmcia y reedarcarloios desde Francia. para los uertos gubernamen- t a l ~ . Pem el Ministro de Relaciones Zxteriores de Francia

. se negd a conceder la documentaci6n de despacho. pero habia otra salida, Ia de proveerse (le documenta-

ci6n consular de otros gobiernos certificando que el arma. mento habin sido adquirido para importarlo a paisra

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De determinados consulados Latino-Américanos pudo con- seguirse un sinnlimero de certificados de importación y, de vez en cuando, tuvimos la suerte de obtener otros sirni- lares de consulados europeos y asiáticos.

Con tales certificados obtuvimos el despacho de ailna- nas. Los barcos continuaron, no Suramérica o China, sino para los puertos de la Espa

Hicimos grandes compras a coeslovaquia, a varias firmas d e Francia y a otras de Polo- nia y Holanda. Tal esta el comercio de municiones, qvy llegamos a comprar armamento de la Alemania Nazi. Envie un agente que representaba a una firma nuestra de Holanda :i Hamburgo, donde averiguamos que habia en venta una c:intidad de ftisiles y ametralladoras anlicuatfas. El director de la firma alemana solamente se interesaba por el precio, las referencias bancarias y la document:iei6n legal del embzirque. -

No todos los materiales que compramos eran de primera clase, ya que en Europa, v sobre todo en la actii:\lidtid, el armn~ncnto se vuelve anticuado muy r:tpidniiientc. Pero nuestro ol~jeto er;t el de suministrar nl gchitwic tlc 1,:irgo (Iabdlero fusile9 y cañones cyie dispar:isen y t.1 \iirilinis- trarlos sin demor:). La situatrion dc hlatlri(1 sc ;~gi.:)v:th:i.

8 mediados de Octrihre empezaran :t llegar c?rg;tmrnlos de armas a la España guh~rnnmentnl. TA aytitln soVi&tica se realiz6 de dos maneras. Mi organiz:iciBn eiiip1c:tb.t nnic:i- mente vapores extranjeros la mnyoria de Ins cwnles :irhola- han bandera eic;indinava.,u El Sindicato r2rivndo de Orlcsa B del capitfin Oulansky ernpezd utilizurirlo harcos cspiiriolcs si bien en nrlmPro limitado. Moscii debido a 1 : ~ insislencla de Stalin de giarrlar absoluto secreto m t c el miedo de verse enviielto en una guerra n o permitia aiilorizar barcos sovidticos provistos de documentación soviética. espe- cialmente despuh cpe los siihm:irinos y niisiliares eiupe- zaron a a twar y apresar huqiim mercantes en cl Mediter- raneo con destino a las costas españolas.

Sin embargo, el capSfhn Oiilansky era homhre (le recur- sos: T,lamb a Mueller, jefe He la Secci6n de Trnrispr>rtes de lo Ogpu para que le siimínistrara dociimentacidn de í1es- pacho frilsa y eutranjéra. El departamento de 3iiief~cr linbin llevado el arte de la fzlsificaci6n a una perfecci6n inin~a- ginable debido a los inagotables rectirsos del qohierno.

a Ah, se trata nada menos que de un nuevo campo de operaciones : forj:ir documentación de embarque - me declaró MueIler en Moscil cuando algunos meses después

le jaleé por haber recibido la condecoración de La Estrella Roja. B 2 Pensaba Vd que era cosa fhcil ? B - Preguntó. c Bt~itios trabajado diu y noche. B

Con esas documentaciones falsas, Im barcos soviéticos que llevaban materiales de guerra partían de Odesa bajo nuevos nombres y bandera extranjera y wnse uian pasar f el BBsforo, donde agentes de contraespionaje a embn e ita- liano guardaban una vigilancia contumaz. Cuando los 'I'rnnsportes llegaban facilmente a los puertos gubernamen- Lules y habian descargado sus cargamentos, sus nombres sv sustituian por sus primitivos nombres rusos y volvian i7 O d e s ~ bajo su propia bandera.

Madrid pedia desesperadamente aeroplanos. Moscii se hizo eco de ello dándome ordenes. Franco avanzaba sobre Iü ca ital; sus escuadrillas tle aviacibn italitiiiu y aleniaiia eran 4 as dueñas del aire. Nuestros aviadores y mecsinlcos i i :m llegantlo a &latlrid, pero los aeroplanos guberna~nen- L;:?rs eran ocos e inferiores. Tuve que huscar en cualquier punto de 8uropa una partida de aeroplanos de Irornbardeo y de c:iza que pudiera adquirirse rapidamente. Natural- titente, ninguna firma privada puede suministrar a raja- tulila tina considerable cantidad de aviones de guerra. Esto puctie sohmente hacrrlo un gobierno.

o Cun los rápidos adelantos de la aviacibn, era razonable scipo~~er que tin gobierno amigo consintiriti 13 venta de sus iil::wtttc)s (le itviació~i en liso, lo que le periililc ~iio!lernizar 5ii futhrz:t ukrea. A tal efecto me decidi :i visitar ti un go- I!ir!-no de tal iiaturaleza en el estc de Eui'opt el c.:iirl jiosci:~ ;iliwlerlor de 50 aviones ,(le cnrn l~ te de modeIv ;rntigiio f¿ibric;i<los thn Franriai. N:~lur:ilrneni~~, pilriz cw empresa se iic*cesitnh:i un :)gente rsceyc.iontt1. 'I'cnia 1):iia ello el hom- bre nppropiatlo. Er:i (le miigre ,iziil, hijo de itn:i antigua fami- i i t c .iristocrátic;i .errrwpe:i, rsid):i rel;icion;ido ion 10 mejor y !c.ni:* ii~mejuraldes ~cfercncins 1i:inrurirts. Ambos. él v su cuptri,:~ enin amigos irtcondiciun:iles de la Unión ~ovi&ica y enliisir4stas co1:il~orrrdores de la cíttisil gubernamental r7spnñc.l:t. Nos habia presl:ido algunos servicios y sitbiti que puclia contar con 61.

Le pcdi que iiir viniera a ver ti Holanda y Ir expuse 1n situaciói?. A1 diii siguiente se tr:isl:id6 :i la capital este europeo. Xqurlh noche Ilainó p r teléfono ;, mi agente de Paris, quien w SU vez 4lam6 a la Haya y dispuso q u e yo por 1:i lnafiallil del sig~lientt* dia r\pei.ase ilna Il;imacltl directa eii lugar y hora determinado Ci1:intio mi aristócrata me llamó, me dió en cuidadoso lenguaje de clave lin infarinc de su deplorable gestión.

Obtuvo una recomendaci6n para el Ministro de ]a Guerra. Al presentar al Ministro su tarjeta, que llevaba e] nombre de uno de 10s m h grandes héroes del mundo, le expuso lisa

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y llanamente su misión. e He venido aqui a comprar una cantidad de aviones de gwrra U su gobierno. Desearia saber si su excelencia permitiri~ su renta. Necesilamos comprar

. . cincuenta aviones por lo menos al precio que su excelencia indique. ,

El Ministro de la Guerra se levantó de su asiento. Se volvió yhlido. Miró nuevamente la tarjeta del visitante. Examinir la carta de recomendacidn y volviendose hacia mi agente le dijo secamente : a Le ruego salga inmediatamente de mi oficina. w -. i

Mi agente se levantd para marcharse pero no podia resig- narse al fracaso de su gstiOn sin hacer otro esfuerzo aña- diendo : a Perdoneme su excelencia. Permitame añadir una palabra. No hay nada misterioso en mi misidn. Se trata de ayudar al gobierno español. He venido nqui como repre- sentante de distintos grrrpos de mi pais que creen que noso- tros debemos por humanidad proteger a la República Espa- ñola. Creemos que su pais tiene .manifiesto interés en mantener las potencias fascistas fuera del Mediterraneo, privando al efecto que iieda Italia dominarlo. w P a Soy el ministro de a guerra, no un comerciante. o El ministro terminó friamente : a Buenos dias, señor. S

a Lo veo mal; mal del todo S, me dijo mi agente por teléfono.

Abandonelo como si se tratase de un mal negocio y a otra cosa B, lo dije, a le encontrar6 en el aeropuerto s.

a Aún no - me dijo -. No estoy dispuesto a abandonarlo todavia. w Tres dias después fui informado de que volvia a La Haya en avibn. Cuando salid de la cabina, vi que llevaba la cabeza vendada. Le vi agotado y le llevé rapidamente a mi coche.

Tan pronto estuvimos en 41 me dijo que habia tenido éxito; habia comprado los cincuenta aviones. Me explic6 :

Al dia siguiente de llamar a Vd, me pasaron en mi hotel. una tarjeta de un caballero que representaba el mejor Banco del pais. Le invité a ue entrase. No hizo referencia 1 alguna a mi visita al miniñ ro de la guerra, pero si dijo

ue 41 pensaba que yo deseaba comprar aviones de guerra. %e estar yo dispuesto a realizar la operación podriamos dis- cutir el asunto en su despacha.

__mC_

Zffi-ZAC E N EL MEDITERRANEO

Mi agente comprd los cincuenta aviones al obierno por 20.000 dblares cadi uno previa inapecfióe. ¡!m res &O al consignatario, ofreci6 escoger entre un pais Latino- R me- ricano o .Chino; d vendedor prefiiib China. e Le asegure

que la docuinentación estaria en regla y a favor del go- hierno chino. w

< Pero como se hizo vd eso + ? u - le pregunlC señ8- landa la venda que llevaba puesta en la frente.

r: Oh, fue un fuerte trompazo que me di al montar en éste maldito avión S - contestb riendose.

Inmediatamente tuvieron que hacerse diligencias para examinar y tasar los aviones. Fui a Paris y contrat6 para &te objeto a un fr~nc8s experto en aviacidn a dos inge-

I 7 nieros como ayudantes. Todos jartier~n para a capital del este europeo v dictaminaron avorablemente. Ord~né quta ilesmontnran los aviones y que los embalaran con' ?, t mayor ra idez.

bor iodo el mundo se exlsndia- un cl:~rnor di* 1 t ~ l . - . 1 angustia por el bombardeo sin pieclatl del indefwso Madrid. Mi org:tdizacibn obri, milagros en el rlpido transporte de los cinciienta aviones de taza y bombardeo. h niecliados de Octabre se cargaron en un barco noruego.

E n torrces recilii instrucciones concretas de 1CiosrÚ (le no permitir que el barco dejase su cargamento en R:ircelun:t. Jiajo ninguna circunstancia estos aviones debian pasar por C:itnluña que tenia-su propio gobierna dentro de España y era muy purecido al de un Estado independiente. El goliierno de Cataluña estaba dominado por revo- 1ricion:irios (le convicciones anti-stalinistas. Moscú no !cbni:i confi:inz.t en ellos aunque defendian tlcses- peradiiitiente uiio de los sectores mits vitales del fi-enlt. gribern:triient;il conlra terrible.. :i.t;qiies del ej4rcilo dc Franco.

Se .me orrien6 que enviase los tiviories al pwrltr de , l l i - cante. Pero a uel puerto ' e s t r i h ldoqiipado por lo\ 1r:trrcls de guerra de !Franco. El r:~pitón hizo rula para Alieant~ pero tuvo que retroceder von el fin de salvar el v:ipoi.. lntentd dirigirse a Rarc.elon:i lo que impidih mi agente (le abordo. Entre tanto la España giihcrnamerital Iiirhaba (lesesperadamente :i la vez que carecia desgraciadamente de avion.es. Mi agente de :ibarilo permitió y i t B hiciera rumbo a Marsella.

Este tlesarr.ollo fantástico era partq de la liatalla feroz pero callatla que hacia Stalin par:r consegiiir el control rwom- pleto del gobierno legal, una batalla $ue se Ijhraha entre los bastidores del teatro de la guerra. Si Stalin q u e r i ~ hacer de Es aña im pedn de su juego de ajedrez para ronseguir 1 una S lida alianza con Francia y Gran Bretaña debia retlu- cir a todo lo que fuera oposici6n en la Repiiblica Española. La fuerza principal de esta oposicibn estaba en Catali1ñ;i. Stalín estaba decidido a sostener con armamentos y hom- bres solo aquellos grupos de España que estuviesen dis- puestos a aceptar su direccibn sin reservas de ninguna clase. Estaba resuelto a no dejar que los catalanes pusieran

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mano a nuestros aviones con los ciinles hubieran podido conseguir una victoria militar que hubiera aumentado su prestigio y fuerza politica en las .filas republicanas.

Durante esos dias, mientras con una mano privaba a Baf- celona de ayuda militar con otra diri ia su primer mensaje E abierto a Josi. Diaz, 'efe del Partido omunistn de E?pnña. El- 16 de octubre ~ t a i i n telegrafió a Diaz : e Los ohrrros de la Unibn SoviCtica solo cumplen con su deber cuando toda la' ayuda de su fierza sirve a L s masas revolucionarias de España. La lucha española - continiiabti Stalin - no es un asunto privado de los españoles. es causa corniin de 1:q humanidad avanzada y .progresista. B Naturalmente, este mensaje fué enviado con vistas a los afiliados al Comintern y al Soviet por todo el mundo.

El barco noruego se desliz6 finalmente por entre el hlo- queo de Franco y descargh sus aviones en Alicante. Al mismo tiempo lleqaban de la Unión Soviética otros sumi- nistros de guerra incluyendo tanques y artilleria. Toda la España gubernamental vi6 que era de la Rusia Soviética de donde venia actualmente la ayuda. Los republicanos, socialistas, anarquistas, y sindicalistas no tenian otra cosa a ofrecer que teorias e ideales. Los comunistas producian cañones y aviones a emplear contra Franco. El prestigio del Soviet aumentaba. Los comunistas - satisfechos de esta oportunidad - sacaron de ella el mejor partido posible.

LA BRIGADA INTERNACIONAL

El 28 de octubre de 1936, Largo Caballero lanzó - como ministro de la guerra - una proclamaci6n a la República Española. Era una llamada a la victoria : 4. Por fin en este momento tenemos en nuestras manos un armamento for- midable; tenemos tanques y una poderosa aviacibn.

Largo Caballero, que habia abierto las puertas de par en par a los mensajes de Stalin, ignoraba de ue suerte y calibre era la mano que llegaba en, socorro 3 e España Republicana. No se daba cuenta de que esta ayuda serla la causa de su propia mida.

El movimiento de suministros de uerra hacia España Q iba al unisono con el movimiento mun la1 de hombres hacia Madrid. Voluntarios de las Islas Hrithnicas, de los Estados Unidos, del Canada, de Amdrica Latina, de Escandinavia

de los Balcanes; de toda Europa, hasta de la Alemania kui y Italia fascista; de Australia y d6 las Filipinas, esta- ban ansiosos or luchar por la causa gubernamental. La f a m ~ o i ~ r i ~ r b : Internnclonil ataba en vias de Iormaci6n.

En estos momentos, si Stalin queria controlar España a la que empezaba ya a sostener con armamento, era nece- sidad imperiosa organizar y dirigir estas cruzadas yenidas

' de lejos en grandes oleadas y amalgamarlas en una h x z a comiin. El gobierno de Frente Po ular de Largo Caballero P era una coalicibn de partidos po iticos anta onistas entre si. El reducido duro y disciplinado grupo t f e comunistas mandado por la Qgpu sostenian el gobierno de La~gb Ca- ballero pero no lo controlaban. Para Moscú era importante coger las riendas de la Brigada Internacional.

El núcleo central de la Brigada Internacional la forma- ban de quinientos a seiscientos comunistas extranjeros. Entre ellos no hahia un solo ruso. Mas tarde, cuando la Brigada se elevó a quince mil combatientes no se permitió enrolar a ningún ruso. firtencionalmente se levanto un muro im enetrable entre dicha$ fuerzas las unidades del Ejército flojo que hahian sido desplaza 2 as s Espefia m otros servicios. En cada pais, incluyendo loa Estados bni- dos, las agencias de reclutamiento para la brigada irrterna- cional estaban formadas por el partid^ Comunista de d a localidad. Algunos grupos independientes de socialistas y otros grupos avanzados intentaron wganizar coltimnas, pero la mayoria abrumadora de reclutas los alistaban 410s comunistas que los atraian por medio de una amplia red cuentemente i noraban en absoluto el controI que e'ecian f c fellow trave erp 2 (coiupañems viajeros), los cu es fre- los comunistas sobre ellos.

i En cada centro comunista importante del mundo la Og u

ha desplazado un agregado militar. Esfe akente y &e mas ue él, es enlace de uuibn entre el partido eomwiia& y el I%ilitsFy Intelligence del gobierno s?vi&ica -

EL TRAFICO DE PASAPORTB

Al ofrecerse un voluntario se le dirigia a una oficina secreta de alistamiento. Llenaba un cuestionario y se le decia que esperase aviso. La Ogpu estudiaba su historial politic0 y si parecia ace table se le volvia a llamar y a interrdgar por un agente e la Ogpu. 'Efitodces se k enviaba B a un mCdico comunista, a der posible, para su examen fisico. Si este era satisfactorio, se le silministraba con loa medios de desplazamiento y con instruckivnes de presen- tarse en EuPopa a determinada direccibn. Altl improvjcra7 mos u n , número de cont~oles secretos, donde nue&ror, agentes hacian mti nueva definitiva investigacidn de 4 4 uolldbnta En España mi iiFmyCo traipW n ~ i ra.pb "bil- R, la Ogpa que des cb detores mtte ioa vol#-

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tarios para limpiar a los sespcchosos de espionaje, eliminar aquellos otros cuyas ideals comunistas no eran de pura hor- ' tododa y vigilar sus lecturas y conversaciones.

Cuando los voluntarios lle ban a España ae les p i t aba P su asaporte qiie se les devo via raramente. Incluso cuando se henciaba a alguno, se fe deeia ue su asaporte se a P habia extraviado. Solo de los Estados .nidos 1 egaron unos dos mil voluntarios siendo de notar que los auténticos pasa- portes norteamericanos eran m-uy a reciados por la ofi- E cina central de la Ogpu en Moscú. asi todas las valijas diplom&ticas que llegaban a la Lubianka, procedentes de España contenian una remesa de pasaportes pertenecientes a individuos de la Brigada Internacional.

Algunas veces, dyan te mi estancia en Moscú en la r!- maverra de 1937, vi el contenido de ese correo en las o ici- nas de la seccibn extranjera de la O pu. Un dia llegó una k remesa de cerca de cien pasaportes, a mitad de ellos eran americanos. Habian pertenec~do U wldados muertos. Una

mot i~o para su celebrtra- los caidos son facilmente adaptados

de la Ogpu despuCs de haber semanas el historial familiar

Mientras la Brigada Internacional - ejdrcito del Comin- tern - se formaba a toda prisa en el freilte, las unidades puramente rusas del ejercito Rojo Ife aban cahdamente f y tomahan posiciones en la retaguar la del frente. Esta fuerza militar soviStica en España no pasb de los dos mil hombres, de los cuales solo los pilotos y oficiales de tan- ques vieron activo servicio. La mayoria de los riisos eran técnicos, hombres de e s t ~ d o mayor, instruct(yes militares, ingenieros, especialistas en montaje de industrias de guerra, expertos en quimica de guerra, mechicos de ovia- 66n, operadores .de radio y expsrlos artilleros. A estos hombres del Ejhrcito Rojo se les n art6 de la gente civil !' española tanto como fuk posible, se es acomocl6 en vivieii- das aparte, y-niinca se les permitiri mezclarse en ninguna forma con los grupos o figuras de relieve politici,. Se les vigilaba constantemente or la Ogpu a fin de gi~artlnr en secreto so presencia en Espíia evitar que wttlquiera herejia politica corrom@ese al Bj rcitu Rpjo.

Esta fuerza ex edicionmia estaba ~ J O el control per-

i[ 5 sonal del eneral an Bercin, una de las +dos figuras sovié-

ticas nom radas por Stalin para conducir su íntervencidn en España.

El otro era Arturo Staehevsky, enviado comercial sovié- tico con car8cter oficial y residencia en Barcelona. Estos eran los verdaderos hombres misteriosos de Moscú que fiinclonaban entre los hastidores del teatro de la guerra española, cuya misión permaneció completamente a la

sombra mientras se hacian dueños de todios los controles del obierno re ublicaao. t E general a r o i n hpbia servido durante inee sñor como jefe del Militar7 Intclli ence del Ej rcito Rojo, 9 a Nativo de Latvia, dirigid a la e ad de dieciseis años una

I banda de guerrilleros durante la Iucha revolucionaria contra e1 Zar. FucS herido, hecho prisionero y condenado a muerte en 1006, sin embargo, el gobierno za~ista canmut6

I dicha sentencia or la de cadena perpetua a Siberia, debido u su juventud. &cap6 y hacia ocultamente la vida de revo-

,iucionario cuando el Zar fu6 derribado. Bercin se incorpord al Ejdrcito Rojo bajo el mando de Trotsky, escalando una de las posiciones msis elevadas del alto mando. De gran estatura, canoso, de pocas palabras, el astuto Bercin fué seleccionado por Stafin para organizar Y diri r el e Orcito gubernamental. El 'efe comisario e ~ t J i n en España era Arturo dtaahevslq. Era $tl$ffen polaco. Bajo, p a g d o de si mismo, precia un hombre %e negocios. 0% cinhnente, era el enviado comercial soviético en Barcelona. St:ishevsky hnbia servido tnrnbih en el Ejército Rojo. Stalin le tlesignri para el trabajo de llevar las riendas de la politica y economia de la EspaRa gubernamental.

LAS INVENCIOMS DE LA WPlJ ,Mientras Bercin y Stashevsky operaban entre bastidores

la Brigada Internacional absorvia la mayor atención de la es ectacular campaña gubernamental. Para los correspon- P sa es de guerra extranjeros que se hallaban en el frente, era Emilio Kleher como una de las figuras mhs dramhticas de la héroica defensa de Madrid.

A 'Kleher se le present6 mundialmente en interviews y resrñas como el hombre fuerte u providerielal 3 a yuien el destino ha reservado un papel de suma importancia en la historia de España y del mundo. Su as ecto fisico viid coloi. :-> I:is leyendas creadas en torno a su f igura. Era alto y de facciones rudas impresionante pelo canoso ue desmentia sus cuarenta g un 350s. A Kleber se Ie intro 3 ujó rnundial- mente corno a soldado afortunado, naturalizado canadiense, nativo de Austria y que como prisionero de guerra aiistriaco en Rirsia, se hahia incorporadoa"la Guardia Blanca en sus luchas contra los Bolcheviques para convertirse mais tarde

- al- comunismo. Esta deseripcidn de Kleber fuC compuesta en Jas oficinas c ntrales de la Ogpu en Moseil, las cuales facilitaron a ~ l e t e r su talso asaporte canadiense. Kleher tuvo que moverle al dictado & la Ogpo. Sus interviews se

- Jas hacian los agentes del Kremlin. Yo conocia a ñieber, a

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su espesa e ,hijos, asi como a su hermano, desde hacia muchos años. ~ f & @ ~ m d e r a nombre de Kleber era d de Stern. Era native de Bokavina, entonces perteneciente a Austria y w a k i w a, Bqimania. Fué ofici'al durante la guerra mtin- a se:* W w prisionero par las luenas del Zar y se le qnpiAj~+ua*po d e 'eoncentraci6n de Krasnoyersk en la sihk ,aeY u& de la revolucih sovidticá se incorpori) ai p . h o l e %e , nique y al Ejército Raje luchando al lado

&)koYiet a iraves. de la guerra c i d rusa. Luego estudi6 eq:,la mdemia militar Frunzen del Ejército Rojo, de Ia qoit w griadub en 1924. Durante algún tiem o trabajamos 8 jwtoa en e el- Intelligence Departame~rt del atado Mayor. &' j@%';r EUeber fué destinado a la seccidn . milltar del CsaDzi&ma, aotmnbb. en calidad de iastreictor en sus escue- las m-k?Fu& enviado por e1 Comintern a China en mi&&e$ coMidbmialesl

BSPIONAJP EN ESPANA Kleber no. habib d m h 7 n n m m d XanadB ni relacio-

nado con la guardia blanca. Esta pequeña patraña sirvi6 ara ocultar el hecho de haber sido oficial del Estado

knpr del E.4rcito 8ojo. Ello hacia mbs~lausible su papel de jefe de t Brigada Internacional. n realidad y no obstante Ia a* dramática e se le designd, no tenia Y fuerza dgu& d&tto de In po itica soviética.

.wjnoviernbre de 1936 el eitado general del Comintern futl. noeobrqdo jefe su remo de las tropas gubernamentales en td sectoraorttt del i! rmte de Madrid. Yo salí de Marsttlh en avh5n&@a Bwt.rctahnri.'Un wche me llevó a un hotel de Ia pwta:viqja da fa &dad que hacia las veces de oficina central del Soviet en Barcelona. No se errnitia estar en dicho hotel a ning6n huesped extraño. Al l!' I encontré a Stas- hevdtf, nuestro enviado comercial y a su plana mayor y allí íMtdia y tnhph In plana mttFor de nuestra Intelli-

eqce Sehice en &aluña bajo la inspewidn del general La lov . I

Fui.a Barcelona para poner a mis agentes de la zona de Franco bajo las ordenes de3 Estado Mayor que esfaba enca@do .de las. operaciones militares que el general

-Berdn dirigia seqetarnen4.6, pues pensC que 1% informa- ci&e que se reciMa de ,la zona rebelde seria m85 atii teqe ICT &j1Mq4rid y Bwcelona que Ilñosctí, que as a don& iigt. a h r . . . . . si m i M&. aibin arganiiab efiurmekte niiestru

J.uato ds .Erpioeije en el campo enemigo. NUBII.

tros operadores de radio trabajaban sin interru cidn y diariamente se transmitía valiosa información del ado de Franco por medio de aparatos de radio portátiles.

S Mis primeras preguntas fueron naturalmente acerca de

'as Y osibilidades de una victoria militar. Su contestacidn fii6 a siguiente : a: Aqui las cosas están en un desorden horrible. Nuestro iinico consuelo es que las del otro lado están en un desorden peor.

El general Bercin Lrabpjaba infatigablemente para for- m:ir un ejercito de los milicianos indisciplinadoq y de sus unidades sin conevion a la vez que presionaba a Largo Caballero para la movilización general,

Bercin reunió a un grupo de oficiales del Estado Mayor ruso, para h x e r de ellos la piedra angular del mando mili- tar gubernnmentd. Tomb una parte principalisima en la organizarih ile la defensa de Madrid durante los dias sn iistiosos de noviembre y diciembre. Tanto habia disfra- za a o Rercin su iiIenEidad que s u . persona era solamente conocida en España por media docena de altos personajes del rdgimen.

Rercin insistia en el nombramiento de un Jefe militar supremo. El gobierno republicano, sostenido por partidos y fracciones celosas unas de otras, se resistia a establecer auloridad de tal naturaleza. Berzin encontró en el General - Miaja a un candidato aprop6sito buen soldado y sin ambi- ciones politicas, y en pocas sernanas- noviembre de 2936 - consigui6 el nombramiento en favor de Miaja, el cual se ha mantenido en el mando supremo desde entonces hasta e1 fin.

Entre tanto Arturo Stashevsky desplegaba todos sus esfuerzos para asegurar el control de las finanzas de la República en manos del Soviet, sentando la teoria de que la fuerza politica dimana de una base econhmica. Queria a España y a los españoles. Estaba encariñado con su cargo porque creia revivir sus experiencias de la revolucidn rusa de hacia veinte años.

Descubrib en Juan Negrin, Ministro de Hacienda del gobierno de Madrid, un coIabora&r que se prestaba con voluntad a sus planes financieros. Madrid se vi6 en la casi im osibilidrid de comprar armamento libremente en el mer- ca d' o mundial, ni imparta en que pais fuese. T4a Repiiblica Española habia depositado en los Bancos de Paris una cantidad considerable de sus reservas oro, en espera de importar materiales de erra de Francia. P e o surgid una Y tiificiiltad insu erable; os bancos franceses se negaron a desprenderse &l oro Que era psrje del Tesoro Nacional, porque Franco amenazaba con proceder contra ellos en el caso de una victoria. Tales reclamaciones tenian al Erernlin

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-leo-

sin cuidado. Stashevsky ofrecid enviar el oro español a la Rusia SovitStica y a cambio del mismo, suministrar arma- mento y municiones u Madrid. Por niediaci6n de Negrin Wro el convenio con el gobierno de Largo Caballero.

-- U. HOMBRE MAS RICO DEL MUNDO

Sea como fuere, en el extranjero se corrih rumor de la existencia de ese convenio. La prensa extram'era acus6 a d Largo Caballero de h a h r hipotecado parte e la reserva de oro nacional a cuenta de la ayuda soviética. El 3 de diciembre, mientras se preparaba e3 transporte del oro Moscú desmentia oficialmente que un convenio tal se hubiese consumado, de la misma manera que se desmentia constan- temente todas las noticias concernientes a la intervención sovi4tica en Espana. Entre nosotros y de una manera intima Ilarn8barnos irbnicamente a Stashevsky e el hombre más rico del mundo w debido al control que ejercia sobre la tesoreda española.

Durante mis conversaciones con Stashevsky en d mes de noviembre en BarceJona em ezaban ya a vislumbrarse los pr6ximos pmos de Stalin. E P no me ocultó el hecho $e ue Juan Ne in seria el prdximo Presidente del Conse~o

l e ~ n l s t m r . % aquel entonces todo el m~indo consideraba a Largo Caballero romo favorito del Kremlin. Pero Sta- chevsky hahia ya escogido a Negrin como sucesor.

Largo Caballero era radical de pura cepa, hombre de ideas revolacionarias. Ademls, no favorecia la actuación de la Ó 11, la cual bajo Orlov, empezaba ai efectrrar en P' España a arcihn de uradora de todos los disidentes inde- F endientes y antistn iniatas, loa cuales el partido ngrupa talo la denominarihn de trostkistas.

Por otrn parte, el doctor Negin, tenia todas las carhcte- risticas propias de nn politiro. Aunque profesor, era hom- bre de negocios con aspecto de comerciante. Era exactn- mente el tipo v e se a mtaha a la politica de Stalin acerca 1 del Frente Popular. A igual que el general Miaja, Negrin haria una buena impresibn a Londres, i a t i s y Ginebra. En el extranjero nersonifiraria la e cordura S 'y la e pro- piedad B de ln rniis:i repiiBlicann española 81 no atemori- z a ~ + ~ 3 nadie con arengas revolucionarias, Su esposa era rusa y como hombre pActico.el doctor Negrin deseaba la dcpuraci6n d e . 1 ~ u incontrolables B y < slborotadores .a a cargo de quien furqe, aunque este fuera Stalin.

Ademgs, el Dr. Neerin,~vid que la única salvacibn de su pais estnha en la más estrecha cooperacibn con la Unidn Sovibtica. No estaba interesado en reforma palitica alguna

pero si en la victoria de su gobierno. Como se habia pueslo en evidencia, la ayuda pr4ctica sblo podia venir de la Rusia Soviética y estaba dis uesto a sacrificar toda clase de consi- deraciones para la o l! tenci6n de dicha ayuda.

Todo ello se discutib durante mi estancia en Barcklona; . seis meses antes de la caida de Lar o Caballero. Stashevoky f le tomd todo ese tiempo en lIevar o a cabo pero al fin lo consiguid con la ayuda de un complot Iramado por la Ogpu en Barcelona. Marcelo Roaemberg, embajador ruso acre- . (litado en España, era el que se mostraba en público y le hablaba, pero el Kremlin nunca cunsíderó importante su representación. Callada y pr4cticaniente Stashevsky hacia el trabajo de Stalin.

EL REINADO DEL TERROR Mi camarada Sloutski, jefe del cl'epartamento extranjero

de la Ogpu, recibib ordenes especiales deMoscú de montar un sistema de policia secreto a hechura del de Rusia. Sloutski 11eg6 un dia o dos después de mi salida. En aquel entonces la Ogpu florecia en todo el territorio guberna- mental y se concentraba en Cataluña donde los grupos inde- pendientes eran fortisimos donde los verdaderos trotskis- tas teninn el cuartel genera de su partido. i

La organizacibn de Orlov sirvio a Sloutski de niricleo central. Con la ayuda de expertos llegados de Moscil y de comunistas españoles escogidos, mon t6 en España el sis- tema completo de la Ogpu.

a Allh disponen de buen material a, - me dijo, cuando una semana mfis tarde regres6 a Paris, - r pero carecen de experiencia. No podemos permitir que España se con- vierta ep refugio accesible a todos los elementos antiso- vidticos que han acudido de todo el mundo. Desputh de todo, ahora España es nuestra y forma parte del Frente SoviBtico. Debemos asegurarla para nosotros. 2 Se sabe. acaso, cuantos espias hay entre esos voluntarios ? en cuanto a los anarquistas y trotskistas, a pesar de ser soldados antifascistas, son enemigos nuestros. Son contrarevolucio- narios y debemos extirparlos de raiz. S

Sloutski habia hecho un valioso traba'o. En diciembre de 1836 el terror se enseiioreaba de d d d d . Barcelona y Valencia. La O u habia establecido sus yisiones espe- ciales propias. R n i a n tribunales y patrul as de eootml propias. Los que los formaban llevaban a cabo asesinatos- y detenciones. Llenaban calabozos ocultos y hacian razias a toda prisa. Naturalmente, funcionaban independiente-. mente del gobierno legal. El ministro de justicia no teriiri

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autoridad sobre la Ogpu. Esta era un imperio dentro de un imperio; era una fuerza ante la cual llegaban a temblar al na de las m h altas fiprad del gobierno de Largo Ca!llero. La Unidn SovlCLica parecia haber cercado la España gubernamental como si se tratara ya de una posesi* sovihtica.

El 16 de diciembre, Largo Caballero hizo una vibrante alocucibn desafiando avranco : e Madrid no caerh. Ahora va empezar la guerra por que ahora tenemos los materiales

erra necesarios. w A dia siguiente, el peribdico Pravda, ortavoz oficiitl de de Y S StaIin en MoscU hacia ex licita declaraci n de que la depu-

racidn en Catalaiia que Ksbia ya empezado, <; se Hevaria .a cabo con la misma energia que lo hahia sido en IR Unión - - Sovi4tic.a w .

La héroica y desesperada defensa de Madrid bubin lle- gado a su punto culminante. Lss escuadrillas de la w i u - cidn de Franco destruian la capital, sus tropas estaban casi en los suburbios. Pero los gubernamentales tcnian y:+ bombarderos y pilotos, tanques y artilleria. Niiestrn nyuil:? militar lleg6 a tiempo de salvar Madrid cuando casi todo estaba ya en las $arras de Franco. El general Rrrzin y sir Estado Mayor dirigian calladamente la Iiicha cn la cu:il cl eneral Miaja aparecia como General en Jefe, 1nienIr:is quc. beber, general dd Comitern la +nptiluba ante el mundo. Las brillantes hazañas de la Brigada Internn(.iond y 1:i

ayuda material recibida de la Union Sovi<:.lica, fnvorecih el crecimiento del Partido Comiinisl;i en Españ;i dc tal

manera gU e, en enero del 1037, el ndmero dc stis :ifili:tdos

excedi6 e 500.000. El haberse salvado Madrid elevO el prestigii~ sovi4:ico

enormemente. Al misino tiempo, ello (Ieterinin:il~;i t*l-fiii (le la primera parte de la intervenci6n tfe Stiilin en 1:i giierrn civil de España. El prohlerna de Staliniznr Es11añ;i sc vei:r favorecido de una manera resilelta. De ello se encag:tha la Ogpu, El. Comi tern habia sido relegatlo :i segiinrtcb tíwiii~i,..

El 4 de febrero de 1937, el general Klebrr fui. d ~ + - t . ' . ~ - 1 ,

del mando de la Brigada 1nternacion;il. Sr i i i l i inrbi i i

general del Comintern habia pasaido a Mglaga :I organizar la defensa gubernamental. Nunca ni& se supo de 61.

Algunas semanas después encontrAndoriie en nfosci~ me enteré que la desapariribn de Kleber estaba rel~cionrictti con la depirr:icih del E'ército Rojn y los ntinierosos :irres- los d~ Ir ofirislidiid de l'!i plana mayor ron (IIW esl i lh rela- cionado. Muchos de sus mejores camnt:itl:is ;wiis~dos de conspiración crm fusi1:iilos por los pelotones de ejecucidn de Stalin. Me :ipresurP a visitar al herniano de Kleber que habia sido llamado a regresar del extranjero en el mes de Ahril. El tambiPn dos dias después fife arrestado por la Ogpu.

LOS CUBERNA&IENTALES SE ENTERAN DE U OC)U La .desaparacidn del general del Comitern durante la

gran depuraci6n si nificaba sim lemente que 61 era de los

enterado. B que ya no eran 6ti es a Stailn. E staba adernhs, demaaiiaclo

Stalin decidh que el Comitern habia a. hecho BU tra- 3 bajo en Espaíía. Para eye tiempo, Berz n y Stashevsky tenian bien dominado al gobierno Jlemñol. La desaparici6n sin el menor rastro del general Klehr de los escenarios del Soviet y Comitern no di6 lugar a comentarios par parte de los que cantaron sus proezas en el mundo.

El éxito de la defensa de Madrid con armamento sovU- tico, di6 nueva ocasibn a la Qgpu de extender su poder. Se :irrestó a miles, incluyendo a muchos voluntarios extran- jeros que habian venido a luchar contra Franco. Cual ier ;rilica sobre m&twlos, cualquier opini6n contraria o %m- gradable pa.ra la dictadura de Stalin en la Rusia Sovi&!a, toda relacidn con hombres de beréticas creencias era considerada traicidn. La Ogpu empleaba todos cedimientos sumrisimos.

Ignoro el númera de antistalinistas fusilados en la I-ispaña gubernamental. Podria describir un sinniimero de casos pero nie limitaré a uno, ya que uizh la victima ailin vive. 1.0s escosos hechos que relatar ? acaso ayuden a su f:tniili:i a salvarle. Un 'ovén iniglhs ingeniero de radio lla- >nad<i Fiiend, tenia un hermano en Leningrado casado con iimi iniit:iiachii rusa. Era un antifascista entusiasta y con- sitieraha a -?a Rusia Soviética como la tierra de promisih. Consigiii6, despiiCs de muchos esfuerzos, ser admitido en 1.i' Unidn Soviética tlonde emplazb su residencia.

Al empezar la intervención soviética, fu6 desplazado a E y r ñ a en calidad de técnico de radio. Ea los comienzos de 1037 ei cuartel general de la Ogpii en Moscit recihi6 uha infvrmaribn que indicaba que Frlenrl demostraba simpa- lias trotskistas. Yo conoci al muchacho y no me cabe la menor tlud:i de que sentia iina verdadera devocihn para 1:i causa g,t!bernainental y la Unibn SoviCtica. Ciertamente, el se asocio con socialistas y otros elementos radicales lo cual al fin y al cabo, era natural para un joven inglés que no estaba enterado de la invisible MURALLA CHINA que separaba el personal rnso de los españoles..

Miis tarde, pregimtP w uno de los personajes de 13 Oggu, en Moscú acerca del muchacha a Io que me contest6 con evasivas..Por otras investi acionqs supe que Friend ha$$;l f sido llevado a Odesa en ca idad de prisionero. Se me relata' el engaño de que se le hizo objeto para cogerle. La Ogpii en España le condujo a un barco ruso con la excusa de que

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se le necesitaba para reparar el aparato de radio transmisor del va or. Frieqd no sospechaba ue la Og u le ibn a la zam tw fnr Qxtrcrgdo fue ¿leteni ! o y el I f de Abril frié pu&b'2lr lo$ calabozos de la Og u en Moscú. Hasta ahora su hermano de Leningrado y su ! amilia de Inglaterra i no- 8 ran su paradero. Nunca pude saber si habia sido fusi udo e por espia w o si se le tenia en a l g h campo de concen- tracion lejano.

En estos momentos yo recibia instrucciones con regula- ridad para li uidar nuestro trabajo de com ra y suministro de material % e guerra a España. Delibera 8 ament-e, nuestra ayuda se facilitaba en la medida justa que permitiese sos- tenerse en los frentes. Ella se efectuaba a modo de mazazo sobre la cabeza de Largo Caballero.

Desde Moscb, en donde se decidian los asuntos interforea de España, veia yo como se desarrollaba k crisis en el campo gubernamental y llegaba esta a su punto 4lgido.

En marzo de 1987, lei un informe confidencial del eneral Berzín i I oomianrio de guerra Voroehiloo, el cual 8u.6 asi mismo leido por Yezhov, nuevo jefe de la Ogpu. Tales info ea eran mturalmente transmitidos .unkamente para S& aünque iban dirigido8 a mi superior jerbquico.

- 25 - Despues de darle iina opinión optimista de l a siluaciOn mi11t:tr y 1:t del coniunrkrntt. en jefe, Generalisirno Miaja, 13erzin le informaba di3 10s resentimientos y protestns qilc se proclucian en las ultas esferas españolas en eonlr;i de la Ogpu. Le rnanifestaliaii que nuestros agentes de In Ogp~r comprometiun la autoridad del Soviet en España por inter- ferencia y espionaje injustificado en las cieprnt1enci:is ministeriales. reriniriaba haciendo tina demanda eri6rgic:i pira que Orlov regresara a España inmediat:imc-nte.

r Berzin tiene toda la razón :, --. fue el coment:irio que me hizo Sloutski ricsp~i6s de leer el irifornic. Sloiitskí, jefe del tleprtamento ttstr:injero de la Ogpii, se dal)a ctienla qne nuestros hombres se contliician en E:sp:+@ cctrnci .;i cstitvieran en p i s conqi~ist:do, llegando a tratar :i los jefes politicos españoles como seres inferiores. A1 prcgt~nLiirle si se poditt hacer iilgo para hacer regresar a Orlov, Sloiitslci nw di o que ello era tie fa cornpelencia de Yezbov. 'i, Yez ov, como gran niuriscal de la inmensa deyur:icibri que aquel entonces se llevaba :t cabo miraba a Españit como si fuera una provincia rusa.

Ademhs, los compañeros de Berzin en el Ejército Rojo ihan siendo detenidos por toda la Unión Soviktica, no estando su ropilt vida más segura que la de olru cual- quiera. La &sapariei6n de sus caniar,adas en las redes rlr la Ogpu significaba ue su informe habria sido visto con X . sospecha ep el Krem n.

LA APISONADORA MOSCOVITA

En abril, Stashesvky 11eg6 a Moscll srü informar per- sonalmente r Stalip de Lu s i t~ i a r ih en &p&.

Stsshersky aunque Stalinista de cuerpo y alma y afiliado incondicional del partido liortodouo, también consideraba que la conducta de la Ogpu en los árnhitos giibernamcntales era un error. Al igual que el general Berzin, era opuestt~ a una depuración en España hecha al estilo ruso.

Stashevsky no perdonaba a los disidentes o trotskistas (le Rusia por lo que aprobaba los métodos de la Ogpu al enca- rarse con aquellos, si bien era de opini6n que la O pii no dcliin meterse con los &idos oliticos serios de 8spaiiii. Con preeauci6n insinu t' que ~tai>in odia acaso cambiar Ir

olitica de la Ogpu con respecto a d' spaña. El ran amo clt* h s i a precia estar de acuerdo con 61 y Stas evsky sali6 del Kremlin enteramente satisfecho.

f! Stashesvky y yo sostuvimos varias conversaciones, él

esperaba la caida próxima de Largo Caballero y la subida de Negrin al poder, el hombre que 61 habia apadrinado.

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a Grandes sucesos nos esperan en España B, - hizo resal- tar más de una vez.

Era evidente para algunos de nosotros que en España iban a desarrollarse acontecimientos de la mayor impor- tancia. El plan de Stalin habia progresado lo suficiente para hacer de España un vasallo del Kremlin y estaba ahora en condiciones para darle otro empujon. El Cominterri iba desa areciendo del ambiente. Herzin mantenia en sus manos e P control del Ejército Español. Stashevsky habia transferido la mayor arte de la reserva oro del Banco de España a Moscú. La Bgpu marchaba a todo gas. LB inter- vención rusa procedia de acuerdo con la consi na de Stalin : f *. Mantenerse fuera del alcance del fuego de a artílleria. 3 Hasta este momento habiamos evitado los riesgos de und guerra internacional. El objetivo de Stalin parecia estar a su alcance.

El obstáculo grande que se le interponía en sil camino era Cataluña. Los catalanes eran antistalinistas y ademhs constituian uno de los principales puntos de apoyo de Largo Caballero. Para conseguir. el control absoluto Stalin tenia todavia ue poner a Cataluiía bajo su dominio y echar 4 a Largo Cabal ero.

Stalin hahia designado a la Ogpu la labor de elevarle u la cumbre de España. Esto me fue revelado en un informr procedente de uno de los jefes de los grupos anarquistas rusos de Paris gue era un agente secreto de la- Ogpu. A éste se Ie habia enviado a Barcelona, en donde, por tratarse de un destacado anarquista gozaba de la confianza de los anarcosindicalistas del gobierno autónomo. Su misibn era la de actuar como agente provocador para incitar a los catalanes a lanzarse a actos ue justificaran la intervencióii del e'Crcito a manera de so ocar una revuelta en la reta- guar d ia.

P Su informe se componia de treinta Aginas por lo menos. P Como todas nuestros informes secre os habia sido trans-

crito en rollos diminutos de pelicula fotogriifica. En el cuartel general de Moscii existe un departamento es ecial provisto de los aparatos norteamericanos m$s mo ‘f ernos para revelar y ampliar esa clase de peliculas. Cada página de informe era impreso en un negativo ampliado.

El espia anarquista, informó detalladamente de sus entre- vistas con los distintos jefes del partido de cuya confianza gozaba y de las medidas que habra tomado para inducirles a cometer actos ?ue fueran una excusa para Ia O pu para aniquilarles. Tenia la seguridad de que pronto ha ria una revuelta en Barcelona.

fl

Se recibió otro informe de J o d Diaz, jefe del Partido Comunista Español y dirigido a Dimitrov, secretario del Comitern, Dimitrov lo envió inmediatamente al cuartel general de la Ogpu puesto que él sabia bien desde hacia

tiem o quien era su verdadero amo. Di,% acusaba a Imgo P Caba lero de ser un soñador y amigo de hacer frases, que nunca llegaria a ser un aliado de confianza ,de los stdi- nistas y ensalzaba a Negin. Seguidamente describía e! tra- bajo que hncian los comunistas entre los socialistas y los :in:trcosi~idicnlistas para minar su fuerza en el interior de sus organismos.

Estos informes mostraban rlaramsnte y le la Ogpu tra- maba aplastar los elementos r iiicontrola les s de J3arce- Iona y conseguir para Stalin el control de h situad6n.

LAS JORNADAS DE MAYO DE BARCELONA

El 2 de mayo, Sloutski me telefoneo al Hotel Savoy en donde me hospedaba y me pidio ue fuera a ver u n tlesta- cndn comunista espnfial 1lnmado8arci~. Este era jefe del servicio secreto del gobierno de la Repiihlica cuya sede estaba entonces en Valencia. Habia sido enviado a Rusia pnrH asistir a la celebracibn del primero de Mayo. Debido a I:i de nracibn que se efectuaba en aquel entonces se hahia di f erido la transmisi6n de un telegrama anunciando su llegada. Por este motivo nadie fué a esperarle, encontriin- dose completamente solo en el lejano hotel Nuevo hloscú. Sloutski, me pidi6 que excusara Ia negligencia lo mejor qiir pudiese.

Con otro camarada fui a visitar a Garcia encontrhndonos frente a un hombre de aspecto fuerte y pulcro y de unos treinta años. Garcia me dijo que su buen amigo Orlov habin tenido la delicadeza de pro~orciónarle estas pequeñas vacn- ciones en la capital sov~ética.

4 Me ha gustado venir 3, - me dijo, - e pero nadie vino a récibirme no pude obtener un +ase fars entrar a In Plaza Roja eIdia primero de Mayo. odo o que he podido ver de la revista fueron simples ojeadas a través del rio desde esta ventana.

Dimos la excusas de ri ot al camarada Garcia y lo Ilevn- mos a cenar al Savoy. & izo resaltar ue los trabajtiores 4 soviéticos, a juzgar por su aspecto en a calle, estaban en peores condiciones* que los traba'adores españoles aún durante la guerra civil. También d ahia observado escasez de siiministros y me preguntó por que el gobierno soviético no habia conseguido elevar el standar de vida de las masas.

Cuando vi a Sloutski le pregunté - 8 Por qu6 motivo se trajo aqui a ese español ? - 4 Orlov se lo quiere quitar de encima * - dijo Sloutski. r Debemos hacer que se divierta aqui hasta fines de mayo. S

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Habiendo leido los infornies rii siyriit.ra pregunl6 lo que &lov se proponia hacer en nicip. La\ iiolicias de Hurce- lona produjeron senstteih en li)clo ci mundo. Los iitii1:ti.e~ de los periuclicos aniincialian con gr:iritles titulos : HE- VUELTA ANARQUIS'I'A HN UAl{l;ELONrl.

Los corresponsales tcdegi~ufiahiri la imlicia de una cons- piración anlistalinista en la capital de c:~laliiñ;i, la 1nch;i

r la telefonica, taiiqiws, tiroteos y liliniiltos en las caiirs, &rricadas, hisilnniienlos. Hasta hoy, Iss jornadas de niilyt, en Barcelona aparecen en ln historia (le niiestrus dias coiiici una guerra fraticida entre anlifiwi $Las mienlr:is Pv:i nco atacaba en el frente. Segíin los p i ~ l e i oSiri:tlcs. íos rrwlii- cionarios catalanes preleritliari coiirj~rísl:ir u1evou:~irieiiLi~ VI poder eil el preciso rnonienttt que se nccesit~bii (le lotlas 1:is energias para resistir al fttscísnio. T A vcrsióri tJ:ttln a 1:1 prensa de la tr:igedi:i tle lJarcclon:& 3 de la que toclu cl mundo se hwia eco es de que se ii.:it:tba de iina rebrli6n hecha por algunos elcrnenlos inclinlrol:~bles yuc se haliiari introducido en las avanzadas del liartido atiarq~iista, con el fin de provocar disturbios en favor de los enemigos (fe la Repilibliea,

ESCENIFICACION DE UNA REVUELTA

Lo absurdo de &te informe salta de inmediato a fa vista. Los revolucionarios catalanes controlaban ya al gobierno. 8 Por qué habian de a; pretender conquistarlo w ?

El hecho es de que la revuelta de Barcelona era una conspiración fraguada con exito ~ o r la Ogpu. La 1ucli:t empezó por un ataque a la telefonica dirigido por los agentes de la Ogpu. A ello siguieron cinco san ~ i e n t o s dias: hubo m8s de quinientos muertos y m8s de mi b heridos. Por esta operación la Ogpu convirti6 a Cataluña en una cues- ti6n de vida o muerte para el gobierno de Largo Caballero.

Después de los sangrientos sucesos de Barcelona, los comunistas españoles dirigidos por Diaz pidieron la supre- sión de todos los otros partidos y organizaciones obreras de Cataluña; poner los periodicos, emisoras y lugares de reunión política o mitines, bajo la Ogpu y la inmediata y completa eliminacih de todo movimiento antistalinista en territorio gubernamental.

Largo Caballero no queria ceder a esas demandas y el día cinco de mayo se vi6 obligado a dimitir. El Dr. Juan Ne rin advino presidente del nuevo gobierno, tal como lo bafia planeado Stashevsky. Su gobierno fuf llamado el gobierno de la victoria. Negrin estuvo en el poder hasta el colapso del ejk~cito gubernamental en marzo de 1939. .

Al enterarse Garria de lo que ocurria en Barcelona, vino corriencto s verme cn m estado de gran excitacibn. Habia v:i cst:itlo eii I:i enili:ij;iil:i española. Queria re esar inme- P &itamente a Espiiíía. No pudia i-oniprender e por que no podia marcharse. Pei-o Sloutski no yodir permitirle Orluv en Barcelona no quería ver e por alli. Ver rtir: adera- inente, Garcin era un comunista proominente pero

!i re potfria causar Qstoroos. La O pii en Barcelona hacia m es y miles de prisioneros. Slouts i ofrecib a Garcia un viaje :ti Cuucaso y n trimea, insistiendo que el gobierno del Soviel qurria que Jo visitara todo. Pero Garcia queria volver :t r-asa. Pero, natiirdmente, no regresó.

En 1;i eriih:i':~rla rsp:tñoln Garria hizo relttrihn, con otros cii:ilro csprño i cs q i i ~ tan1hi6n c~nerian volver a casa. A estos c*ir;ilro sc lei h:+lii:l f:~cilitritlci tl t i i* grandes htibítariones en r * j Iiolc.1 >letriy~il. Se les Ilev<i :I visitar todos los nliisws <le ;ilosth2í centro y :rlrc~r!rtlort~\ (11.. 1:i cayild. H;ihian est~ilo eri í:i.iii~r;i. en el í:iii~c.:iso, en TAenit.igrado y Iiusta en la r.cprc1s;\ (le Niqirosl rci~i. fI:ibi:t n ycrnanecirlcr en la Unión Sovit~tíc;i rl~iraiitt: cinco nieses.

i)i;ii-iuriwnf t* i hun ;I I:1 rinhaj:itl:r española para saber noti- i i ; t \ tfe Esl:.iñ:t v 1r;ii:iban de (pie se les tlcvo1vier:iti siis p:~wpostes :I f i n tlr p d e r conw~:i i i~ t.1 perriiiso y:ira regre- \:)t. :t 511 ;::lis. Il:ikrl,i~irlo c S o r i t-114)s w*i wchP (p? se tlah:lii C , M - I I ~ : I ~ I P { i 1 : 8 CI*:~:) 1wisic)w IW. Sir so b i t ~ i o n o les podia 1 ~ ~ 4 1 : i i . .iy:i~1,1. :tigr,ri:i, ~titc~slo qutS t'l ntno de sil gobierno era Slaji 1 3 . l ' ~ - c , y ~ ? l t ) %ot~t&; q~~ ien i% er;m

, l t tlijii - kt j i r t-;>i~ros drl > l ~ ~ i r o tic I? \~~: i ih Vi I I ~ P S O ~ ~ ( Y 111 1.1 I * ~ ~ I ~ ~ ; < I I I c I I ~ ~ ~ ( 1 ~ < ) I X ~ . Se h t t ~ P ~ ~ S ~ H I O ir^ I ~ I V S C \ t l i !~ :, w~vlw c ~ ~ n l i ~ v ~ ! ~ l o Y- ~ ~ ~ ~ K I G I I N I O l:tx cifras. Y rtl~oiii oiiiciw volver :i W ~ ; I . . .\fi:rtliO qu~y)o~li; tn darse 1)q)r I ~ I I I Y < i ~ t i \ f i l t + t t ~ ) < \ i .aigiir~¿t vih>! r v q r ~ w h n .

Con ;ciilt*i.ioritf,i, t 1i.ti;:;r i islt> t b i t 1;t ~ ~ R S : I 11t: MOSI~I'I imi lista tlt* ; , lttty t-iviltlc..rdi~~ cliic. I i . t l t i i r 1 uitio :igi.:tci:tdns con I:t ~mltw ( 1 ~ 1:) l % : ~ t h l ~ ~ : , t l3oj:t. f < n t i ~ n 1 1 1 0 ~ lwhi:~ a lg~~nos :icititltic~ r r t tc l r t w c w i r i',ttnifi.ii I x. Se i i u - c~r~irrii) p r íyntar ;I S!r-iitski. c . i i , i f i r;i t l v i y i t b i o i . a r i tirt.i.il«rir~ rjiw hnhi~n rt.,ilix;ido 1~1s:i oir)rg:!t Ivs t.\l:3-, ( t w:it.~:i~i:t*~ itt~tirlt~~~or:ii-ioncri. M+ c~riil~dti t p b 104 ito~r~ltvt~, t h j ~ ~ l t ~ 'ic 11i1-hn dislinri6ii h.iI)iirii sitio los Lieftxs (1(* un y ~ i b t ) ~ b < p t ~ i a l ( I r* twinh agentes 1!t4:11+:iílo~ \ 11:b ~~oní'i.11w:t f l i i ~ t ~ ~ ~ ~ s t111r:inIr (SI tnes de tlicirniht. l i ; i l ) i * i i i 5i1lti riit i ; t r l i s , . I Otii*<:i I):II-:~ I S ~ h i w rn ralitl:rtI t k traba jat lwt i~ del ittiirllr,

I'ii:i eiionnr c.:inti~l:i~f 1 1 t h orc~ ti:tl)í:i 1Icg:iiio :r O11cs;i pro- cetl.eiite dr 1Ssp:rTi:i. 5l;iliii no cwfi:i!i,i tt n d i r sino :r los ~ n h s altos tbiiiplwlo.; de .;ti !)oliri:i ueci.ct;i cl trubnio (le dcwV:irgar el prericws mct:il, por miedo de q i i c r rio w suliii~i.:~ itna 1~alabr:i (?e dio. I.rimivg6 :t Y~zliov qiie prrsonaliiie;,!i* seleccionase 10s konihres p r i t tlirlio comelido. 'i'oh la

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cperacibn se Ilev6 a cabo con tal extraordinario aecreto qut: esta fué la primera vez que yo supe de ella.

LA COSECHA DORADA Uno de mis camaradas que habia formado parte de esta

expedici6n exce cional, me describia la escena de O d e s ~ . Toda la vecindaa del muelle habiu sido evacuada y rodeadi) de cordones de tropas especiales. Por entre eso espacio desocupado ue va del mueIle a la linea (le tren, los m8s altos emplea 3 os de la Oupa htibim atrunsportado los cajones de oro sobre sus espal&ts. Durante diiis y diar estuvieron haciendo el traslado del oro colocAníiole en vagones de carga que fueron luego conducitfos tt Moscú bajo escolta.

Intent6 darme un chlculo de la cantidad de ora que habian descargado en Odesa mientras atravesábamos la enorme plaza Roja. Me señalo unn superficie de varios acres de terreno a nuestro alrededor y dijo : a Si todas las ca'as de oro q u ~ a ilamos en los almacenes de Oiiesii sc co 1 ocasen una al fa $ o de otra en esta plnza la ciil>i.iriun tlc uno a otro extremo. S

El tesoro que Stalin ohtiivo en Espiiñ~ se elew eon scgu- rldad s cientos de millones de dólares, td vez u c riinicntos. Poco des u& de la caida de Largo Caballero esta a yo sen- P b tado en a oficina de Slouski cuando son6 el teléfono, Era una llamada de la Seccidn Especial. Querian saber si 1:1 señorita Stashevsky hubia salido de la Unidn Sovi&tic:i.

Sloutski que era amigo de Stashevsky v sli familia, quedo reocuyado. Por otro teldfoiio llanió a[ Uep:trl:imenlo de

besaportes. Cuando col 6 el rece tor suspiro tranquila- % i mente. La señorita Stas evsky ha ia pasado la frontera. y as6 esta informacibn a la Seccion Especial.

Loa dos sabiamos ue dicha liarnada no significaba nada bueno para Stashevs 1 y. Se había reintegrado a su puesto de Barcelona y Regina, su esposa, estaba en Paris traba- 'ando en el pabelldn sovi6tico de la ex osicibn. Stashevsky /o habia dispuesto todo para que su Rit. de 19 aaos, se fuera con su madre ara trahajar jun s. La muchacha llegó a Paris al cabo $ e un mes, en Junio recibi6 instruc- ciones de regresar a Moscii Ileviindose consigo ciertos obje- tos exhibidos en el abell6n soviético. Sin sospechar nada 2 regresb h 1:i Uni6n oviEtica rlonde quetlo en rehén respon- diendo por su padre.

Al mismo tiempo. se orden6 a su padre que regresase de España. Esto era en Julio de 1937. Yo me encontraba de regreso en Paris. Estuve constantemente teiefoneando a la señora Stashevsky para saber cuando Ilegaria su esposo. Un dia me dijo que t l y el general Berzin se habian encon-

trado, pero fué solamente el tiempo judo que media entre la llegada y salida de trenes continuando 41 hacia Mosciit a toda risa. Ella no podía disimular su ansiedad. En el mes de Sunio. Stalin habia barrido casi todo el alto mando de Ejhrcito Ro'o con el mariscal Tkhachevsky a la cabeza. La depursddn sovihtica era una monstruosidad enorme

de dimensiones inimaginables. A la señora Stashevsky la veia constantemente. No tenia

noticias d-e su hija ni de su esposo. Empez6 por telefonear n su casa de Moscb. Sabia que si eIlos no estaban algun amigo estaria en ella. Durante algunos dias y noches hizo llamar constantemente desde su casa a conferencia telefb nica. La respuesta era siempre Ja misma : a No contestan. * Dos semanas pasaron si noticias. A primeros de agosto,

la señora Stashevsky recibid una nota lachica de su esposo ididndole que lo empaquetara todo y regresara a Moscd.

bespués de sus llamadas telefónicas eomprendia ella que indudablemente la carta habia venido de la cdrcel. Lo emya- qnetó todo regresó a la Union Soviética a juntarse con iodo lo que 3 e quedaba en este mundo. E1 general Berzin también desapareció. El fusilamiento

de los jefes del alto mando del Ejercito Rojo le auguraron nlala suerte. A1 igual que Stashevsky, Berzin, babia estado intimamente relacionado con los comisarios generales B depurados, desde el comienzo de la revoluci n soviética hace cerca de veinte años. Contra éste hecho, sus 6aitos en España y su rigurosa y obediente lealtad de nada le wlie- ron. Hasta hoy, Berzin figura entre el gran nilmero de jefes soviéticos que han desaparecido y cuyo destino uno puede solamente suponerse pero, acaso, no saberse nunca tie cierto.

En aquel entonces, en el verano de 1937, precisamente cuando parecia conseguido su objetivo en la lejana España, el Jap15n arremeticí contra China. La amenaza contra la Unibn SoviPtica en Extremo oriente se hizo alarmante. Las fuerz:ts j:iponesris toniaron Peipiny, homhurdearoti Shsn- ghay, avanzaron solire Nankin. El gobierno de Chi:in$-Kai- Shek hizo la paz con Moscú y solicitd la ayuda soviética.

EL ECLIPSE RUSO Simultaneamente, laa potencias fascistas se volvieron

mas y r n b agresivas en el Oeste. Italia y Alemania inter- vinieron descaradamente en favor de Franco. La situación militar de la Re ablica Española se a ~ r a v 6 progresiva- mente. Si Stalin ? uera a capitalizar sus 4xitoa en Españn, tendriri que rendir toda el esfuerzo necesario pnrn poder

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derrotar a Franeo y sus aliados. Ahora ucria menos que nunca arriesgarse u una mayor coiitiendu.<hcsdr el coniiciiixo de es;i aventura el leiiiu por el ai.iut:ttlo h ~ b i u sitio Maiite- nerse fuera del alcance del fuego de la artilleria a . Eslu consigna se hizo mks imperativa despues de Ia invasión de China por el Japbn y sus amenazas en la frontera sibe- rima.

El rol de Stalin iba eclipsAndose. Stalin habia iiilerveni&~ con la esperanza de que podria con la ayuda de u11 rCginie11 español de vasallaje, construir un puente desde M o b c l i ü Londrés y Paris. Fracas6 su ~i~aniohni. Leon Blurn y Anthony Eden dimitieron. Paris y Loiidres adoplüioli w i i

actitud tnhs amistos;z hacia Frwncct. Eii 1938 Slaliti sc retirU gradtialiiiente del circulo de wriUii de Espur'i:r. l'odu lo que obluvo de su avenliiru fuG el oro esp:iñol. No iiabitc podido conseguir su ohjetivu yl.Iiiwrtlial, tlc sacar 1i1 iiave drt Eslado Soviético tic su uidaiilieiilo de enlrc las graiides potencias del iuundo.

E l General iCrivitsky,deatacada personalf- dad superviviente d e l a gran d e p u r a c i h efec- tuada en e l E j é r c i t o Rojo,prest& sue servi- c i o s en e l Departamento d e l MiLit-y Znte- lXfgence sov ié t i co muy cerca de quince a- fios,,hasta mayo I93j.Iba con frecuenciu a l ext ranjero en miai4n confidencial de la ma- yot importancia,Después fu6 nombrado Direc- t o r d e l I n s t i t u t o Sovi6tico de Industrias de Guerra,cargo que desempenb durante í933 y 1934, Al aho s iguiente ae l e confi& e l de J e f e Mil i ta ry Service I n t e l l i g e n a e para e l oes te de Europa y como t a l eetuvo encarga- do de las act ividades s o v i é t ~ c a s en e l ex- t r a n j e r o desde 19% a l 'Y3T7,llevadas a ca- bo en e l mayor 8tcrato.Krivitsky rompio sus re lac iones con Stalin a ultimas de noviembre 1937,despu&a de lo8 fusi lamientos a l por ma- yor de l o s generales de mas rango d-l BjÓr- o i t o Rojo,con 2.0s que estuvo relacionado durante dieciocho aAos.Los agentes de l a OCiPD en h a n c i a l e h ic ieron abgeto de dlbs aterrtados.Huyendo de l a veganza de S t a l i n , Krivitsky fu8 a l o s Estados Unidos en ca- l idad de refugiado y decidido a dar f i n a toda act ividad p o l i t i c a , a i bien continua d e n d o fiel creyente del verdadero comu- nismo.. ,

Krivi tsky,el primer o f i c i a l del E j h - a i t o Rojo que hace phblico su h i s t o r i a l , poaee l a s referencia8 de primera mano del t a j e maneje d e l gobierno eovi&tico.Su t r a - bajo const i tuye e1 informe de l a fnterven- ci&n de STALIN en Espaha.

W. G. Krivitsky