i. para mejorar los programas radi of cos ed ucat...

52
Técnicas I. para mejorar los programas radi of Óni cos ed ucat ¡vos por James M. Theroux

Upload: buihanh

Post on 06-Feb-2018

222 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Técnicas I .

para mejorar los programas radi of Óni cos ed ucat ¡vos por James M. Theroux

Page 2: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

ISBN 92-3-301562-9 Edición francesa 92-3-201562-5 Edición inglesa 92-3-1 O 1562-1

Publicado en 1978 por la Organización de las Nac1ont.s Unidas para la Educación, la CiencIa \ la Cultura 7. placc de Fontenoy, 75700 Paris, Francia Conipuectn e impreso en los talleres de la Unesco

c Uncsco I97X

Page 3: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Prefacio

Desde hace bastantes ailos, la promoci6n del uso con fines educativos de los medios de comunica- ci6n social viene siendo una de las preocupacio- nes capitales de la Unesco. El mandato recibido por la Organizaci6n a este respecto ha sido ex- presado repetidas veces por la Conferencia Ge- neral de la Unesco en diversas reuniones a lo largo de los años yconfirmado reiteradamente en las Conferencias Regionales de Ministros de Edu- caci6n y de Ministros de Comunicaci6n.

Dado que los hechos en lo que al costo, efec- tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente interes que despierta la utilizaci6n de dicho medio con fines de educaci6n y desarrollo, parece apropiado considerar de nuevo esta cuesti6n teniendo en cuenta los pro- gresos realizados durante los dos últimos dece- nios en las esferas de lapedagogfa, la ciencia de la comunicaci6nyla psicolog€a, y haciendo la de- bida referencia a algunos de los m& importantes proyectos de ensefianza por radio en vIas de rea- lizaci6n en la actualidad.

El presente estudio forma parte de numero- sas publicaciones de la Unesco sobre metodos, materiales y tecnicas en el campo de la educa- ci6n. Se propone presentar los conocimientos y prLcticas actuales en lo que se refiere a la con- cepci6n de programas para la radio. Puesto que no existen f6rmulas mBgicas para elaborar pro- gramas educativos eficaces, esta obra debiera

servir para estimular las facultades creadoras de todos aquellos que intervienen en la formula- ci6n y producci6n de programas radiof6nicos educativos, incluidos los especialistas de las ma- terias ensefiadas, los planificadores del desarro- llo, los guionistas, los directores de producci611 y los generalistas denominados "productores de radio".

El autor, Dr. James M. Theroux, es Direc- tor del Proyecto de Investigaci6n de Programas de Radio, del Centro de Educaci6n Internacional de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Mass. 01003 (Estados Unidos de AmCriCa).

cuentra siempre en perpetuo cambio. Por ello es de desear que los lectores se dirijan a la Unesco,

La situaci6n de toda actividad cultural se en-

Divisi611 de Estructuras, Contenidos, MCtodos y TBcnicas de Educaci6n

Place de Fontenoy 75700 - Paris (Francia)

(E D/SCM /MM T )

para comunicar sus sugerencias encaminadas a mejorar los programas de radio.

Las opiniones expresadas en el presente do- cumento y la selecci6n e interpretaci6n de los hechos son las del autor y no reflejan necesaria- mente los puntos de vista de la Unesco.

3

Page 4: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Indice

PBginas

Jntroducci6n. ............................... 5

I. Formatos efectivos. ........................ 9

II. Disefio del programa ........................ 16

III. MCtodos para mejorar los programas ............... 28

Referencias ................................ 47

4

Page 5: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Introducción

En tanto que la televisi6n -la gran moda de los Últimos dos decenios- empieza a perder parte de su fascinación, no pocos comentaristas hallan jus- tificado recomendar un más amplio uso de la ra- dio con fines pedag6gicos. Wilbur Schramm es- cribe: "Si hubiera que elegir un vehículo de ins- trucci6n al que deben prestar m8s atenci6n.. . todos los paises que consideran necesario rees- tructurar sus sistemas de educacih, quizas de- biera recomendarse, en primer lugar, la radio". Philip Coombs señala que es "evidentemente err& neo no continuar explotando las econ6micas posi- bilidades educativas de la radio". Emile McAnany dice que las ventajas de la radio la convierten en "uno de los recursos m8s prometedores que po- see la mayoría de los paises" para el desarrollo de sus zonas rurales. DespuCs de asistir a una reuni6n de un grupo de trabajos practicas orga- nizado por el Unicef, John Balcom b observó: "To- dos se mostraron de acuerdo en que, en la actua- lidad, la radio es el único medio de comunicaci611 social que merece tal nombre en la mayoría de los países en desarrollo".

E n apoyo de tales afirmaciones podemos adu- cir pruebas evidentes. Los argumentos en favor del uso educativo de la radio se clasifican en tres categorias según los criterios a que respondan: 1) costo; 2) eficacia; 3) viabilidad.

Costo. Según los c8lculos m8s frecuentes, la TV cuesta de cuatro a cinco veces m5s que la ra- dio. Naturalmente, ese cálculo se basa en el su- puesto de un volumen comparable de público, lo cual es poco realista ya que la relativa escasez de receptores de TV hace dificil que este medio consiga nunca un extenso auditorio. En NIger, por ejemplo, se establecieron ambiciosos planes para un sistema de TV educacional pero nunca hi- cieron uso de 61 más de 800 alumnos, por lo me- nos durante los primeros ocho años de funciona- miento. El costo anual por estudiante ascendi6 a 1.480 d6lares, cifra sorprendente si se considera que es varias veces superior al ingreso per ca- pita en ese pais. Cierto es que algunos proyectos para el uso pedag6gico de la radio tambiCn han fracasado, pero nunca alcanzaron tal costo.

Evidentemente existen grandes diferencias en cuanto al costo de producci6n. En un extremo del espectro, un espacio televisivo de una hora en la

-

televisibn comercial de los Estados Unidos cues- ta 400.000 d6lares. En el otro extremo, en Indonesia, una lecci611 radiof6nica de lengua in- glesa de una hora puede producirse por menos de 60 d6lares, incluyendo los sueldos de los locuto- res, numerosos efectos sonoros y diversos for- matos. El programa Sesame Street producido en los Estados Unidos tiene un costo de unos 75.000 d6lares por hora.

Algunos comentaristas señalan los costos de la radio en comparaci6n con los de la enseñanza directa en clase. Cuando se utiliza la radio en vez de un maestro, el costo es muy inferior (el grado de economia depende del tamaño de la au- diencia del programa radial). usa como complemento de la enseñanza directa (lo que es normalmente el caso) -esto es, si la radio se emplea para mejorar la calidad de la instrucci6n escolar-, el costo total de la ense- ñanza es superior.

Jamison (1 97 3) calcula que el aumento del número de alumnos de 30 a 35 en una clase puede compensar el costo de 30 minutos de instrucci6n por radio en dos materias por dia. TambiCn afir- m a que mientras que el aumento de alumnos no influir5 peyorativamente sobre la calidad de la enseñanza, parece comprobarse que la radio la mejora.

Eficacia. Se admite generalmente que la ra- dio cuesta menos que la televisi6n, pero existen dudas sobre su eficacia. Según Schramm, "Nada parece indicar que la TV sea, en general, supe- rior a la radio". Dice adem5s que la labor que se realiza con un medio es m8s importante que el medio mismo.

ce no menos posibilidades pedag6gicas que los mCtodos tradicionales de enseñanza. Constantine (1964) ha116 que los alumnos de un curso radiof6- nico de ciencias adquirì'an en 12 meses los cono- cimientos correspondientes a un periodo de 14 meses. los estudiantes recibian instrucci6n tan satisfac- toriamente por medio de la radio como en las lecciones en clase. La Corporaci6n Japonesa de Radiodifusi6n (NHK, 1956) ha organizado clases por radio para la enseñanza de la lengua inglesa y de música en los grados 3, 5 y 7: los resultados

Cuando la radio se

Diversos estudios confirman que la radio ofre-

Heron (1946) organiz6 un curso en el que

5

Page 6: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

de los cursos radiales eran iguales o superiores a los de las clases directas. El Proyecto de In- vestigaci6n sobre la Radio Escolar, de la Univer- sidad de Wisconsin (1942) compar6 la ensefianza complementaria por radio de elementos de músi- ca impartida a dos grupos: uno de ellos recibi6 enseñanza d'e un maestro durante 40 minutos complementada con 25 minutos de enseñanza por radio; el segundo grupo s6lo recibi6 instrucci6n del maestro durante 65 minutos, sin complemen- to de radio. Los alumnos del primer grupo pasa- ron casi todas las pruebas con mejores resulta- dos que los del segundo, y con iguales resultados en las pruebas restantes. Lumley (1933) ha116 que la pronunciaci6n de los alumnos de cursos por radio era mejor que la de los de clases directas.

Una de las pruebas mPs importantes de la efectividad de la radio se ha realizado en Tailan- dia, país en que ese medio se utiliza en escala masiva para la instrucci6n. Todas las semanas, mPs de un mi116n de estudiantes escuchan por lo menos una lecci6n por radio, ya sea en ciencias sociales, música o lengua inglesa. El prop6sito del programa de ciencias sociales es ayudar a los alumnos a desarrollar actitudes y asimilar valores id6neos en el contexto de la cultura tai. E n 26 de 10s 28 temas que componi'an la prueba de actitudes relativas al grado 3, los alumnos de los cursos de radio alcanzaron puntuaciones su- periores a los restantes (Schramm, 1973). El objetivo de los cursos de música es ensefiar a los alumnos a cantar, a conocer canciones e instru- mentos musicales. Las clases de radio resulta- ron superiores a las directas en todos los aspec- tos. La ejecuci6n de los grupos de radio era tambi6n mas uniforme, lo que parece indicar que los estudiantes menos capacitados reciben más ayuda. El objetivo de los cursos de ingles era conseguir la comprensi6n del lenguaje habla- do. En este caso no se observaron diferencias en los resultados entre los distintos vehículos de enseñanza. Los resultados que aquí se presentan son los de un estudio realizado por vez primera en 1969 y repetido en 1972 con prácticamente las mismas constataciones.

Aunque se pueden señalar indicaciones en contrario, especialmente en los estudios de com- paración entre la TV y la radio, parece 16gico concluir que los alumnos aprenden tanto de la ra- dio como de la enseñanza directa y, en la mayo- ría de los casos, de la televisi6n.

significa la facilidad con que cabe llevar a la practica los proyectos de uso pedag6gico de la radio o con que se puede extender su Am bit0 de acci6n.

llones de receptores de radio, distribuidos por todos los rincones del globo. años se ha duplicado el número de aparatos en AmCrica Latina, triplicado en Africa y cuadru- plicado en Asia. Casi todo el mundo estará de acuerdo en que la radio es el medio de comunica- ci6n social más universalizado. Evidentemente, esta proliferaci6n de receptores convierte a la radio en un vehículo id6neo para establecer co- municaci6n con gigantescos sectores de la

Viabilidad. E n nuestro contexto "viabilidad"

Se calcula que en el mundo hay unos mil mi-

En los últimos diez

poblaci6n mundial. El gran número de estacio- nes transmisoras repartidas por todo el mundo permite ajustar este medio a la gran diversidad de idiomas que caracteriza a algunos países.

nicos tales como la necesidad de corriente el&- trica, o de barreras educacionales, como el al- fabetismo. revel6 que aunque el 8870 de los hogares no dis- ponían de electricidad, en el 87% había recepto- res de radio. La televisi6n no puede aspirar a llegar hasta las masas rurales por lo menos has- ta dentro de un decenio; la radio ya lo ha conse- guido.

Un estudio de la Unesco (1975) relativo a 110 países señala que los programas educativos ocu- pan el 2, 5% del tiempo total de emisi6n de las 6.700 estaciones transmisoras de los países en desarrollo. En otro estudio (España, 1971) sobre los habitos de escucha en las zonas rurales se señala que s610 una pequeña proporci6n de la audiencia potencial escucha los contados progra- mas educativos que se emiten, debido a la com- petencia que a estos hacen los programas de en- tretenimiento. extender las actividades educativas de la radio deber&n, por consiguiente, procurar, por un la- do, aumentar la proporci6n de los programas educativos y, por otro, hacer estos mas atrayen- tes para el público.

para concebir program as radiof6nicos que alcan- cen y enseñen a los oyentes a quienes van dirigi- dos. El supuesto básico es que la calidad del programa es factor determinante. Cuando deci- mos que un programa es de alta calidad signifi- camos que cumple los prop6sitos de su productor, que consigue el deseado impacto sobre la audien- cia. Quizas sería mejor decir que el programa es "efectivo". Pero dada tal definici6n de la ca- lidad, bien podemos dudar de la validez de aque- llas competiciones en que un jurado selecciona los "mejores" programas sin tener conocimiento de c6mo esos programas lograron influir sobre los auditorios a que iban dirigidos. Al mismo tiempo, "calidad" significa algo mas que la ob- tenci6n de un cambio mensurable en la audiencia. ¿Por que? Porque los productores de radio ylos educadores persiguen siempre m á s finalidades que las que abiertamente definen y hacen objeto de comprobaci6n. m a para alcanzar esos objetivos inexpresados te- nemos que hacer uso de ciertos juicios o intui- ciones de orden profesional. Por ejemplo, supon- gamos que en este estudio se han deslizado exce- sivos errores tipográficos. A pesar de los mismos, es de suponer que el mensaje que contiene llegará al lector y que, por consiguiente, el estudio pue- de considerarse "efectivo". Pero como esos errores son causa de incomodidad, el editor se esfuerza por evitarlos. Lo mismo puede decirse de la produccidn de programas radiof6nico.s en la que el productor generalmente procura conseguir el inexpresado propbsito de complacer al oyente suministr5ndole un placer estetico, aunque ello no contribuya de modo mensurable a los objetivos expresos.

La radio salta por encima de obstáculos tec-

En una aldea de Uganda, una encuesta

Todos aquellos a quienes interese

La presente monograffa considera mCtodos

Cuando preparamos un progra-

6

Page 7: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Como se vera mas adelante, no hay pruebas convincentes de que "agradar al oyente" significa "enseñarle mejor". Y cada año los programas educativos radiof6nicos deben depender menos de conseguir "audiencias cautivas" (esto es, oyentes obligados a escuchar, como los alumnos de una clase). E n la actualidad, los programadores de emisiones pedagógicas deben ofrecer programas suficientemente atractivos para inducir al oyente casual a que los eschuche en su casa. Asi, el mensaje educativo resulta a veces secundario ya que "oído que no escucha poco podrá aprender".

educativos de radio variaran en funci6n de cual de esos dos aspectos de la calidad se procure mejo- rar. Si se trata del primero, ello supone que aún no se ha "captado" un público, lo que es siempre condición previa. Si se trata del segundo, presu- ponemos ya la existencia de oyentes interesados a quienes debemos procurar inducir o estimular un cambio en sus nociones, actitudes o comporta- miento.

Antes de considerar c6mo se pueden mejorar los programas de radio, debemos formar una no- ci6n de los resultados que cabe esperar de tal es- tudio. Algunos especialistas no parecen dar gran importancia al papel que la programación repre- senta en una campaña de educaci611 por radio: los trabajos publicados están repletos de informes sobre los aspectos estructurales de la radio edu- cativa -tipo de auditorio, materias de ensefianza, costo del equipo, tipo de materiales auxiliares, horario de las emisiones, etc., etc.- pero es di- ficil hallar un análisis de lo que la radio en efecto transmite: el programa mismo. Con todo, hay indicaciones de que los programas varian consi- derablemente en efectividad. Consideremos pues los datos existentes a la luz de dos objetivos, las dos vertientes de la calidad de que hemos hablado: atraer un nutrido público y producir un efecto en ese público.

Las tkcnicas para mejorar los programas

Los programas de calidad pueden atraer grandes auditorios. Uno de los Dropramas m8s v L . æ

populares del Reino Unido, "The Archers", co- menz6 con el formato de dramatizaciones educa- tivas destinadas a los agricultores, pero estaba tan bien realizado que pronto resultó tambiCn atrayente para el público urbano. Al ir disminu- yendo la poblaci6n agricola, el contenido de in- formación que transmitian los diálogos fue redu- cikndose; sin embargo, "The Archers'' es famo- so por su superior atracción a otros programas culturales o educativos.

E n Tabacundo (Ecuador) un programa para campesinos producido por los propios campesi- nos alcanzó enorme popularidad. Llamado "El mensaje del campesino", consistia en entrevistas y músicas grabadas sobre el terreno. A diferen- cia de "The Archers". el contenido educativo aument6 con el paso del tiempo, pero no por ello perdió el programa su popularidad. Este progra- m a estaba realizado por no profesionales y sirve para demostrar que algunas series educativas pueden resultar más atrayentes que otras; tam - bien nos obliga a reconsiderar la importancia del profesionalismo para la producci6n de program as de calidad. El elemento clave en las emisiones

ecuatorianas fue el uso de voces populares y de materiales de la localidad.

Un conocido ejemplo tomado de la televisi6n de los Estados Unidos, el programa "Sesame Street", prueba concluyentemente que las tCcni- cas de las emisiones comerciales pueden utili- zarse tam bien para produafr.atrayentes progra- mas educativos. E n los Estados Unidos, el 80% de los niños (porcentaje sin precedentes) siguen este programa.

Los programas de calidad son mas eficaces pedagbgicamente. Antes de aducir pruebas cita- remos algunas afirmaciones de distinguidos es- pecialistas de tCcnicas pedag6gicaa. Wilbur Schramm apoya la noci6n del empleo de fondos para mejorar los programas cuando escribe: "Un visitante de otro planeta quedarla asom- brado al ver cuAnto dinero se invierte para adquirir instrumentos y equipo de muy eleva- do costo en vez de emplear esos fondos para producir mas efectivos programas para su transmisi6n con*medios modestos (v. g. , la radio)" (1967)

E n un informe de la Fundacibn Ford se dice: "La clave para conseguir una efectiva tecnolo- gia educativa son los programas. Si no se realizan las necesarias investigaciones sobre los programas, la promesa que encierran la televisi6n y la radio educativas no quedara plenamente realizada nunca. 'I En cuanto a las pruebas, la Universidad

Stanford, en cooperacih con el Gobierno de Nicaragua, esta desarrollando un plan de ense- ñanza de matemgticas elementales por radio. So- bre dicho plan se basa la plena labor de la ense- ñanza de matemáticas en el primero y segundo grados de numerosas escuelas del pais. La cui- dadosa vigilancia del progreso de los alumnos ha convencido a los productores de los programas que en tanto que algunos de Cstos son efectivos, otros no lo son tanto. AsI, por ejemplo, si sólo el 20% de los alumnos son capaces de responder correctamente en un test relacionado con un de- terminado programa, Bste debe modificarse hasta que se consigan resultados mas favorables. Esta revisi6n puede consistir en aumentar los ejerci- cios sobre la materia enseñada o en cambiar la estrategia de enseñanza. De esta manera, con esta vigilancia cotidiana, el personal del proyec- to ha podido observar que la calidad del progra- m a significa una gran diferencia. Otras pruebas que confirman esto proceden de su evaluaci6n de final de curso que señala que los alumnos de las clases radiofónicas consiguen mejores resulta- dos que los de clases directas ordinarias (Searle, 1976).

tividad de diferentes estilos de los programas de radio. Aunque los resultados se contradicen a veces, puede asegurarse con confianza que no tc- dos los programas tienen la misma efectividad pedag6gica. Por ejemplo, Theroux (1975) halla que los concursos son un 40% más efectivos que las charlas radiofónicas para transmitir infor- mación sobre cuestiones sanitarias y de nutri- ción. Los estudios de Lumsdaine (1961) y Schramm (1972) confirman que, en igualdad de

En numerosos estudios se compara la efec-

7

Page 8: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

otras circunstancias, los programas que estimu- lan la participacibn de los oyentes instruyen me- jor que los que no lo hacen asi'. Otras pruebas de este tipo se incluyen en el Capítulo II.

Al parecer, pues, la calidad es factor im- portante en la radio educativa. La cuesti6n es: ¿cómo conseguir esa calidad? Al considerarla, debemos tener en cuenta que asi como el produc- tor est& encargado de realizar programas, sobre 61 recae tambiCn la responsabilidad de la buena calidad de los mismos. El presente estudio se dirige, por consiguiente, de manera principal a los productores de programas de radio. Funda- mentalmente, hay dos m6todos que ayudan al productor a mejorar sus programas. El primero es ampliar sus posibles opciones para el diseño

de los programas. En los Capítulos I y II se tra- tan las posibilidades existentes en relaci6n con los formatos, las estrategias pedagógicas y la estructura del contenido educativo.

El segundo mCtodo consiste en facilitar al productor informaci6n sobre las cualidades y defectos de los programas ya realizados. Esto significa establecer un sistema de retroalimen- taci6n a partir de los oyentes, de sus colegas y colaboradores. Tal sistema puede servir para revisar los programas ya existentes y restruc- turar los futuros. En el Capitulo III se presen- ta un procedimiento 6til para el acopio siste- matico de informacibn procedente de los distintos tipos de público a los que se destinan los pro- gramas.

8

Page 9: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

CAPITULO I

Formatos efectivos

PREGUNTA:

RESPUESTA:

¿Qu6 es peor que una clase aburrida? La misma clase dada por radio

No es el contenido lo que distingue un programa educativo radial de todos los demás tipos; el "for- mato" o estilo de las emisiones educativas es tambih decisivo. Desgraciadamente, dichos pro- gramas se caracterizan muy a menudo por la inexistencia de tkcnicas imaginativas que motiven y sujeten la atencibn de un auditorio. Asi, el es- tilo de un programa pedag6gico es muchas veces una barrera frente a aquellos que se interesan realmente en el contenido. Los formatos de es- caso interCs en su presentaci6n suponen un serio problema cuando el oyente no esta "cautivo", es- to es cuando no esta en una clase o en una escue- la, sino en su casa o en otro lugar en donde pue- de dejar de escuchar.

El principal prop6sito de este Capitulo es describir diversas estrategias o "formatos" de presentaci6n. Como algunos de Cstos son efecti- vos para ciertos tipos de programa pero no para otros, el capitulo se divide en nueve secciones, cada una de ellas centrada en un tipo de finalidad distinto a que se puede destinar un programa ra- dial. Esta lista de nueve finalidades es resultado de un estudio de emisiones radiales en todo el mundo que puede considerarse bastante completo. En cada secci6n se estudiaran primero las estra- tegias generales adecuadas a la finalidad de que se trate y a continuaci6n se consideraran los ejemplos mas notables.

COMO TRANSMITIR INFORMACION Y CONOCIMIENTOS

Cuanto mBs se modernice una sociedad mBs de- pende de los medios radiales de comunicaci6n para transmitir informaci611 sobre sucesos tanto lejanos como inmediatos. En consecuencia:una gran proporci6n de las nociones que se forman las gentes sobre lo que es importante, interesan- te, nocivo, etc., tienen su origen en la radio, sobre todo en los paises en desarrollo, en los que la televisión no est5 generalizada debido a la

inexistencia de redes el6ctricas. la radio es como un "vigia" que transmite infor- maci6n a las gentes. En esos paises, con una elevada proporci6n de analfabetos, la radio es, muchas veces la fuente principal de informacio- nes. Así sucede en el PakistBn, por ejemplo (Khan, 1973).

Veamos algunos de los procedimientos mBs efectivos para transmitir informaci611 por la ra- dio. La charla de un experto se considera desde hace mucho como el metodo mAs eficaz para im- partir informaci611 y conocimientos sobre una determinada materia. Sin embargo, todos tene- mos clara conciencia de los problemas que se plantean. Para retener la atenci6n del público y transmitir asï efectivamente la informacih, las emisiones radiales educativas deben ser distrai- das ademas de informativas. ¿En quC formatos se combinan esas dos cualidades esenciales? Un ejemplo es el programa de preguntas y respues- tas con contenido educativo, mBtodo de reciente desarrollo. Este "quiz show" puede resultar muy interesante e informativo dado que las preguntas y respuestas se centran sobre un determinado te- ma. La atencidn del auditorio queda así prendida en el interCs natural que despierta toda competi- ci6n y tambiCn como resultado de todos los me- dios de estimulaci6n que pueden emplearse: cam - panas o carracas para las respuestas acertadas y equivocadas, aplausos para despertar una sen- saci6n de presencia de un público, etc. Para que la informaci611 ''penetre'' en el público es necesa- rio repetir los datos y, en tal caso, presentarlos en contextos distintos. Estos programas, que a veces se desarrollan en distintas fases en las que cambian las reglas o aumentan los premios, son muy convenientes para esta repetici6n de la in- formaci6n.

La eficacia de un tal programa para trans- mitir informaci6n ha quedado demostrada por medio de investigaciones realizadas entre los estudiantes de la Universidad de Massachusetts (Theroux, 1975). Se transmiti6 la misma infor- maci6n por medio de una charla radiada y de un "quiz show" a dos grupos distintos de oyentes, con un tercer grupo testigo que no recibi6 informa- ci6n. Los resultados mostraron que los oyentes de la charla hablan retenido menos informaci6n

En este sentido,

9

Page 10: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

que el otro grupo (el grupo testigo alcanz6 natu- ralmente un punteo inferior a los otros dos). Las preguntas y respuestas habían conseguido "pren- der" la atenci6n de la audiencia mucho m6s efec- tivam ente.

Para ser m6s eficaz, un tal programa educa- tivo debe parecerse a los preparados exclusiva- mente con fines de entretenimiento. El presen- tador o maestro de ceremonia debe ser un profe- sional, y debe establecerse asimismo un sistema de puntos para las respuestas acertadas que man- tenga el espíritu de competici6n. Los participan- tes deben ser representativos del público al que esta destinado el programa de modo que pueda identificarse fácilmente con aquellos.

Estos programas pueden transmitir datos concretos, especialmente en cuestiones sobre las que el público tiene ya algunos conocimientos. Por consiguiente, este m6todo sirve para "repa- sar" o "consolidar" informaci611 ya transmitida anteriormente en otros programas pedag6gicos mas convencionales. Una descripci6n del mCtodo de preparaci6n de uno de estos programas educa- tivos, completa con un gui6n modelo, puede ha- llarse en un articulo nuestro publicado en Radio for Education and Development, obtenible en el Banco Mundial, Washington (McAnany, 1977).

COMO DESPERTAR EL INTERES

¿Que interesa a un público? Mas concretamente, LquC mensajes y estilos de presentaci611 induci- rán a una persona a escuchar un programade ra- dio? Esta última pregunta implica que nuestro prop6sito es satisfacer al oyente y que tal satis- facci6n puede obtenerse a traves de nuestro men- saje y estilo de presentaci6n. a otras dos preguntas: ¿que mensajes causan sa- tisfaccih? ¿que estilos? Naturalmente, las respuestas a tales preguntas variaran según las diferentes culturas y grupos sociales a que se refieran. Con todo, podemos indicar ciertas ge- neralidades que parecen validas en multitud de casos.

''mensaje" entendemos aqui principalmente "in- formaci6n". La informaci6n relacionada con ne- cesidades basicas insatisfechas es siempre in- teresante. Pueden ser ejemplos de tales necesi- dades las de alimentos, vivienda, seguridad, estimulo intelectual o afectivo, salud, propia es- timaci&, espiritualidad y conocimiento de otros. El productor del programa debe saber cuáles de esas necesidades basicas siguen insatisfechas. Consideramos insatisfecha una necesidad cuando un público manifiesta un deseo consciente de sa- tisfacerla.

santes? Aqui entramoa en el terreno del espec- t6culo o de las diversiones. Naturalmente, el teatro es la forma mds común de tales activida- des, aparte de la música. Pero ¿que es el tea- tro o "representaci6n dialogada"? Esta cuesti6n es muy importante ya que los elementos de tea- tralizaci6n surgen en una gran variedad de es- tilos de presentaci6n.

Esto nos conduce

¿Qu& mensajes causan satisfacci6n? Por

¿Qué estilos de presentaci6n resultan intere-

El elemento clave de la

teatralizaci6n es la conflictividad. to crea un clima de tensi6n y esa tensi6n puede resolverse mediante la comicidad. "conflicto-tensi6n-resoluci6n" parece, por con- siguiente, intrínsecamente interesante.

Un buen ejemplo de c6mo se puede des- pertar interCs por medio de teatralizaciones es una serie -de emisiones de Radio Kenya (Kaufman, 1975). Este espacio se presenta los domingos por la tarde, que se considera el pe- riodo radial de mgxima escucha, se est6 convir- tiendo en uno de los programas de entretenimien- to m&s populares, y las familias se reúnen tanto en las ciudades como en las aldeas para escu- charlo. Tituladas "Alimentad a vuestros hijos", en estas emisiones trabajan dos actores y dos actrices que son los m8s famosos del país,lo que explica la popularidad del programa. En este ca- so, la informaci611 sobre educaci6n sanitaria se transmite haciendo uso de elementos c6micos.

a transmitir la noci6n de que los huevos son un alimento de gran valor nutritivo para los niños. En ese episodio, un inspector de sanidad, repre- sentado por Kipanga Ahtumani, visita el hogar de un viejo, Mzee Pembe y su mujer M a m m a Njeri. Kipanga pregunta donde esta Mzee y M a m m a le responde que ha ido a la ciudad a vender huevos. El inspector pregunta luego con qu6 alimenta M a m m a a sus hijos, si venden los huevos. Con pan y puches. Kipanga dice entonces que debian guardar para si algunos huevos, ya que son me- jor alimento que el pan y los puches.

hacerlo todo bien, a pesar de las dificultades que le crea su marido. El consejo del inspector so- bre los huevos la convence y en adelante procu- rar6 guardar los huevos en vez de venderlos en el mercado para comprar pan. Alguien le dice que su marido se guarda parte del producto de los huevos para comprar cerveza que se bebe con una jovencita de la ciudad. Cuando Pem be regre- sa a su casa se produce una calurosa disputa en- tre el matrimonio y M a m m a termina diciendo que el viejo ya no ir8 m8s a vender huevos. misma los vendera o los consumirá en casa.

El episodio deja sin resolver el conflicto, pero queda bien claro que los hijos comer8n los huevos, con los otros alimentos, y que Mzee tam- bien tendra un poco de cerveza.

Todo conflic-

Esta f6rmula

En 1975, un espacio de 15 minutos se dedic6

El personaje femenino de este serial sabe

Ella

COMO MOTIVAR EL DESEO DE CAMBIO

Rogers define las "aspiraciones" como deseos de futuros estados o situaciones (Rogers, 1969). Es- ta orientaci6n hacia el futuro es lo que falta muy a menudo en los paises en desarrollo, donde no pocas veces, las gentes muestran gran fatalismo y temor a todo cambio. Este fatalismo y renun- cia a las posibles mejoras significan que las gen- tes viven más bien en el pasado y en el presente que en proyecci6n hacia el futuro. E n los países en desarrollo es necesario estimular las aspi- raciones tanto personales como nacionales. Un país no se desarrollar6 hasta que su poblaci6n pueda imaginarse un futuro mejor y se halle

10

Page 11: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

dispuesta a trabajar para hacerlo realidad. Una visión del futuro puede suministrar la energía ne- cesaria para materializar nuestras aspiraciones.

Los cambios no se producen sin dificultades y de manera eficiente a menos que las gentes de- seen realmente cambiar. Para estimular tal deseo se necesita una cierta cantidad de informa- ción. Así, el creciente flujo de información ha- cia las regiones rurales sembrará las semillas del cambio y crear5 el clima necesario para el desarrollo.

noticias, la radio puede elevar las aspiraciones de los pueblos en desarrollo. Dia tras día llega hasta la entera poblaci6n o, al menos, a los sec- tores a que va destinada, y constituye instrumen- to esencial para informar a un auditorio sobre la importancia de una determinada noción o proyec- to. Es una fuerza liberadora en tanto que arran- ca a las gentes de las ligaduras de su aislamiento y lejanía, llevándolas desde el nivel de una so- ciedad de tipo tradicional al de situaciones en las que es posible concebir estados y modos de vida muy diferentes de los ya conocidos. Al tratar de las actitudes de los aldeanos de la India hacia el futuro, Rao (1966) explica que, cuando, gracias a la comunicación, se ampliaron sus horizontes pudieron distinguir el pasado del presente. Como ejemplo, Schramm cita los medios de comunica- ción social sovieticos, incluida la radio, que des- de hace decenios vienen transmitiendo numerosas noticias sobre la industrialización y el desarrollo nacional, inculcando en los diversos pueblos de la URSS una conciencia de pertenecer a una pode- rosa nación que progresa hacia una economía más sólida y un mejor estilo de vida (Schramm, 1969).

para elevar las aspiraciones y crear un deseo de cambio? Parecería posible acudir a una diversi- dad de metodos para producir los resultados ape- tecidos, incluidas las charlas por personalidades conocidas, entrevistas con un oyente y presenta- ciones teatralizadas. En una charla, el confe- renciante debe procurar aportar información completa sobre los diversos estilos de vida y ex- plicar el merito de las transformaciones que se proponen. En las entrevistas y conversaciones, el entrevistado explicará sus propias experien- cias personales de los cambios, debiendo descri- bir las ventajas que desde los primeros momen- tos se producen. mayor confianza en lo que dice uno de los suyos que en las afirmaciones de un experto. Las pre- sentaciones teatralizadas deberán centrarse en algún personaje típico y pueden describir la his- toria de un Bxito. La acción que en ellas se re- presente debe resultar familiar al auditorio.

Las "tribunas radiof6nicas" del Pakistan pueden citarse como ejemplo del uso efectivo de la radio para motivar a los agricultores a elevar el nivel de sus aspiraciones y desarrollar en ellos el deseo de transformar los métodos de cultivo que aplican. Desde su iniciaci6n en 1966, esos programas han hecho uso de charlas, entre- vistas y teatralizaciones, transmitiendose as1 muy Útil informaci6n sobre m6todos agrícolas,

Debido a la rapidez con que distribuye las

¿Qu6 tecnicas o formatos deben emplearse

Las gentes del campo ponen

acompañada regularmente de elem entos cultura- les y otros de esparcimiento.

Los programas de estas "tribunas" se basa- ron en los modelos establecidos en el Canadá y en la India. Su prop6sito es fortalecer las cam- pañas en pro del aumento de la producci6n de ali- m entos, buschdose mediante esos programas transmitir útiles informaciones a los agricultores en los mAs alejados rincones del país. El Presi- dente de la nacibn inauguró la campaña con un mensaje, lo que signific6 un notable estímulo pa- ra la motivación de los oyentes.

las tkcnicas agrícolas, la radio señaló el hecho de que gran parte de los abonos utilizados se te- nía que importar del extranjero. La reacción del público radioescucha fue sorprendente: la de- manda de semillas mejoradas y de fertilizantes aumentó de tal modo que result6 imposible sumi- nistrar las cantidades pedidas. de los peligros de elevar las aspiraciones de la poblaci6n.

Una investigaci611 ha mostrado que existfa una significativa relación entre el nivel de aspi- raciones del campesino y su participación en las tribunas radiofónicas. Los participantes en Cstas se sentían motivados y se consideraban capaces de hacer cosas que podian introducir cambios fa- vorables en su modo de existencia (Khan, 1973).

AdemQs de suministrar informaci611 sobre

Ahí reside uno

COMO ESTIMULAR LAS DISCUSIONES

E n tanto que la capacidad informativa de la radio es bien conocida, no se reconoce en el mismo grado su capacidad para estimular las discusio- nes y facilitar las decisiones. Ese estimulo pue- de realizarse mediante la transmisión de la in- formación en dos fases. Lazarsfeld (1944) ha116 que 'I.. . las ideas pasan muy a menudo desde la radio y la prensa a los conductores de opinión y de estos a las secciones menos activas de la po- blaci6n". Esta doble fase es el resultado de que la informaci6n pasa de persona a persona, siendo la radio el medio conductor de este proceso. Cuando un auditorio oye algo nuevo por la radio aumenta el interks y la curiosidad y con frecuen- cia se producen discusiones alrededor de la nue- va idea.

El tipo de programa que estimula la discu- si6n es aquCl que evita "dar todas las respuestas". Si los expertos en un tema reivindican completa autoridad dentro de ese tema, los legos no harán sino pedir que el experto les aclare sus ideas. El diálogo y la discusión s610 son posibles cuando una cuestión, problema o pregunta se presentan al público para que este las examine. Por medio de una discusión en un grupo o de un debate se puede aclarar el problema y sugerir diversas so- luciones. Lo importante es no "dar la soluci6n", porque entonces el oyente ya no tiene nada que hacer.

tos en Honduras (White, 1976) donde especialis- tas en la direcci6n de debates estimulan diálogos y discusiones en los que participan los miembros de la comunidad; para ello definen los problemas

En este terreno se han obtenido notables 6xi-

11

Page 12: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

de desarrollo que se plantean a esa comunidad, situándolos en un contexto social mas amplio y sugiriendo procedimientos para movilizar la ac- tividad común de las gentes con miras a una SO- luci6n. En los programas de alfabetizaci6n se presentan palabras corrientes (p. ej. "casa") y se organizan discusiones alrededor de las mis- mas pero en un plano personal (" $6mo podemos mejorar nuestra casa? ").

En este metodo, en vez de imponerse solu- ciones de los problemas se identifica simplemen- te a éstos y se invita a los miembros de la comu- nidad a sugerir sus soluciones. Los guias elegi- dos para las discusiones son miembros tipicos de esa comunidad y por consiguiente pueden identi- ficarse con ella. No recomiendan que se tomen medidas determinadas, pero ofrecen sugerencias y dejan que el grupo inicie la acci6n que conside- re adecuada. En breve, la finalidad de estimular la participaci6n comunal y la acci6n social se ob- tiene por medio de un proceso de retroalimenta- ci6n a traves de los grupos de discusi6n.

Otra tCcnica para estimular las discusiones con posterioridad a la emisi6n del programa es la teatralizaci6n de argumentos (como por ejem- plo los conocidos programas transmitidos en America Latina con el titulo "Jurado Trece") en que, despuCs de presentar a los personajes ydes- arrollar la trama, la obra termina antes de lle- gar a la soluci6n del conflicto o dilema, quedando para un jurado (cuyas discusiones se transmiten asimismo por radio) dicha soluci6n. El jurado se divide en dos campos opuestos de seis perso- nas que presentan los puntos de vista en conflicto. Los oyentes participan en discusiones de grupos, o individualmente en su propia conciencia, y al preferir una u otra soluci6n emiten el voto del I l . jurado número trece", quien decide el veredicto.

E n Tabacundo (Ecuador) encontramos una tecnica algo diferente para estimular las discu- siones. El elemento clave es un "facilitador" que actúa en cada aldea con un magnet6fono con el que las gentes, despuCs de escuchar una emisi6n ra- diofhica, graban sus opiniones. Esta grabaci6n se transmite luego a las aldeas donde se hicieron las grabaciones. Cuando se prepar6 un progra- m a radiof6nico basado en este metodo se ha116 que esas emisiones facilitaban canales de comu- nicaci& entre los miembros de las comunidades en que se habían grabado las respuestas y los de las comunidades vecinas. Por ejemplo, en una aldea, tras haber debatido problemas sanitarios, se decidió construir un centro sanitario. La gra- baci6n del debate se transmiti6 a aldeas vecinas, que recibieron asi motivaci6n para discutir SUS pro pias nec es idades.

COMO ESTIMULAR LA .4CCION

La finalidad m a s importante y dificil de conse- guir en los proyectos de desarrollo es obtener un cambio de comportamiento de las gentes. Por lo general se supone que una vez que se ha transmi- tido la necesaria informaci6n, creado un conoci- miento, despertado un interes y elevado un nivel de aspiraciones, las gentes se lanzaran a la

acci6n. Pero ello no es de ningún modo así. La experiencia ha mostrado que aun en el caso de gentes interesadas y motivadas pueden producir- se resistencias a adoptar ciertas medidas y cam- biar determinadas practicas. Pero el cuadro no es totalmente desesperanzador: ciertos métodos para estimular la acci6n han resultado eficaces. Podemos mencionar algunos ejemplos.

ta gratuita de fertilizantes como estímulo para que los campesinos cambien ciertos m6todos de cultivo. La radio ha servido para anunciar esos estímulos. E n Guatemala (Colle, 1975),la oferta de vacuna gratuita de las gallinas no s610 sirvi6 para estimular la introducci6n de tal practica si- i10 que se utiliz6 como metodo para averiguar cuantos oyentes seguían esa campaña. En el caso de los incentivos, la naturaleza del producto es m5s importante que el medio. Asi, la radio no consigui6 convencer a las poblaciones de ciertas regiones de la India a que consumieran granos importados debido al extraño gusto de éstos,a pe- sar de que se ofrecian gratuitamente.

Modelos. A veces, el ejemplo de una perso- nalidad importante puede estimular las acciones de otros. Así, cuando la Primera Dama de los Estados Unidos, Betty Ford, relat6 a los medios de informaci6n la historia de su cancer de m a m a y recomend6 a todas las mujeres que se some- tieran a examenes medicos, millones de oyentes siguieron tal consejo.

Incentivos. A menudo se ha utilizadola ofer-

- Tácticas de intimidaci6n. Los efectos dañi-

nos del tabaco, del alcohol y de los excesos gas- tron6micos se han presentado con aterradores detalles por la radio y la televisi6n. Los distin- tos tipos de oyente responden de diferente mane- ra a este enfoque. En algunos influye de manera de cis iva.

Razones. La mavoria de los educadores es- timan muy efectivo el metodo de convencer con razones. Desgraciadamente, tal convencimiento no parece influir mucho sobre la conducta, como demuestra la campaña de planificaci6n de la fa- milia realizada en la India.

En Tanzania se ha hecho amplio uso de la radio para hacer participar las masas rurales en actividades educativas y de des- arrollo. Desde 1967 se vienen organizando tri- bunas radiof6nicas con la principal finalidad de movilizar a la poblaci6n para que tome parte ac- tiva en su propio desarrollo político, social y econ6mico. El principio basic0 es hacer llegar el mismo mensaje a cada uno de los habitantes en todos los rincones del país. Dado que todo men- saje transmitido personalmente por colaborado- res individuales puede deformarse y resultar en gran variedad de interpretaciones, se consider6 que la radio era el medio mAs apropiado.

Cada campaña trat6 de un solo tema y dur6 varias semanas. Esta concentraci6n y brevedad puede quizas explicar el 6xito conseguido en Tanzania en esta labor de estímulo. Al parecer, la concentraci6n en un solo tema produjo una in- tensificaci6n de interCs, pudiendo enfocarse las energias de los grupos sobre determinados pun- tos. m a de la operaci6n. En la mayor parte de las

Presiones sociales.

Otro factor de Cxito fue la envergadura mis-

12

Page 13: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

aldeas, la mayoria de los habitantes particip6 en la campaña, lo que signifie6 una presión de orden social, ademas de las exhortaciones del Gobi'er- no. En este caso, el elemento organizativo del uso de la radio result6 más importante que el contenido o el estilo de los programas.

COMO ESTIMULAR UN SENTIMIENTO DE PERTENENCIA

En toda nueva naci6n, lo primero que general- mente se exige de los medios de comunicaci6n social, y especialmente de la radio, es que incul- quen en el público un sentimiento de pertenencia a la nación que sirva para contrarrestar las ten- dencias centrífugas que amenacen la unidad na- cional. La radio puede emplearse para disemi- nar cultura y música, que son vinculos en tanto que significan vivencias en común. Otros vincu- los son las noticias, el conocimiento de persona- lidades celebres, las voces reales de los conna- cionales, y las informaciones sobre el pais y su pasado.

vinculos a las ciudades y aldeas? Deben emitir- se programas informativos sobre actividades de desarrollo. Las entrevistas con un miembro de la comunidad o con una personalidad conocida tambi6n ofrecen una interesante experiencia en común. Ademas, los locutores mismos de las estaciones de radio terminan por ser conocidos y recibidos con afecto por los oyentes. Una pre- sentación teatralizada que trate de una situaci611 real en una aldea y ofrezca personajes en que los aldeanos puedan reconocerse tam bien servira pa- ra crear este sentimiento de pertenencia. En el Pakistán, al iniciarse los programas de tribunas radiof6nicas agricolas, la mayoria de los actores Vivian en una localidad en que predominaba un dialecto caracteristico. Result6 que los campe- sinos de otras localidades pensaban que el pro- grama se destinaba s610 a esa regi6n y no a todo el pals. Esto subraya los posibles problemas que puede plantear la extensi6n del sentimiento de pertenencia más allá de las fronteras de un determinado grupo lingilistico o cultural.

El programa radiof6nico escolar de Taba- cundo (Ecuador) es un buen ejemplo de c6mo la radio puede crear un sentimiento de pertenencia y participaci6n, al menos dentro de una regi6n (Hoxeng et al. 1976). Uno de los objetivos del programa era aumentar el respeto hacia el cam- pesino y su estilo de vida. do que las voces de campesinos dominaran en las emisiones, produciendose además, como re- sultado secundario, una comunicacibn m& inten- sa entre las distintas aldeas.

Los magnet6fonos de cassette grabadoras se utilizaron para recoger materiales para los pro- gram as, entrevistando los colaborador e s volun- tarios de las localidades a los campesinos, y recogiendose luego las grabaciones para ser montadas y transmitidas por la estaci6n de radio a un vasto auditorio. El contenido de los progra- mas fue cambiando al irse acostumbrando los campesinos a este medio. El primer programa

iC6mo pueden ofrecerse por radio esos

- Ello se obtuvo hacien-

consisti6 en saludos más o menos estereotipados, junto con un poco de música ejecutada por un gru- po de una de las comunidades. En programas ul- teriores la música sigui6 formando parte impor- tante, pero el contenido referente al desarrollo comunal adquiri6 mucha mayor importancia.

Para investigar los resultados de estos pro- gramas y saber hasta qu6 punto se alcanzaban los prop6sitos perseguidos se distribuy6 un cuestio- nario en 1972-1 973 cuyos resultados mostraron que la colaboraci6n de los campesinos en la pre- paraci611 de los programas contribuia a crear un sentimiento de pertenencia y una mayor partici- paci6n en los asuntos de la localidad.

Los resultados mostraron asimismo que las voces de los campesinos al expresar sus opinio- nes producían un mayor impacto que los progra- mas similares preparados por locutores profe- sionales, debido quizas a que los oyentes se po- dian identificar con los campesinos participantes en el programa. El Padre Barriga, director del proyecto, estima que la expresi6n directa de los campesinos indica un activo interes en la vida comunitaria y expresa una satisfacci6n con la existencia rural como opci6n distinta de la vida urbana.

COMO ESTIMULAR LA PARTICIPACION DEL AUDITORIO

Evidentemente, los objetivos de los programas educativos radiofónicos y de las t6cnicas de pre- sentaci6n de los mismos de que hemos tratado en paginas anteriores s610 pueden alcanzarse si el auditorio presta atención al programa. Muchos programas educativos no aciertan a utilizar t6c- nicas que consigan atraer la atención de un pdbli- CO numeroso. Una tecnica apropiada a tal fin es presentar el programa de tal manera que provo- que una mayor participación de los oyentes.

para tal objeto. El oyente termina aburriendose si escucha continuamente la misma voz. cambios de voz y de estilo ayudan a mantener la atencih, asi como los cambios de sonidos y de estilos de transici6n. Tambi6n son Útiles las can- ciones locales cantadas por voces bien conocidas; todo ello añade interes y atracci6n al programa.

Otro metodo es leer por el micr6fono cartas que han enviado a la estaci6n los oyentes. Por ejemplo, en la serie "Tribuna Radiof6nica" del Pakistán se incluyó un nuevo programa de emi- siones agrIcolas en 1969. El formato utilizado era de preguntas y respuestas, lo que permitia la participaci6n de los agricultores y la selecci6n por estos de los temas. El resultado fue el ma- yor exit0 hasta entonces conocido en el pais en cuanto al nfimero y nivel de los oyentes. Los agricultores enviaron centenares de preguntas semana tras semana y escuchaban las emisiones para esperar las respuestas.

Una serie de programas radiof6nicos de en- señanza de matematicas realizado en Nicaragua hace pleno uso de este principio de la activa par- ticipaci6n de los oyentes (Searle, 1976). Este proyecto recibe el apoyo de la Agencia de los

Un programa de variedades sirve muy bien

Los

13

Page 14: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y tiene a su cargo la preparación de los planes de estudio para las clases de aritmetica elemental. Las lecciones, según describe la Dra. Barbara Searle, Directora del Proyecto, com binan la instrucción auxiliada por computadG ra y los mBtodos utilizados en los programas "Sesame Street". Se parece a Bstos en el empleo de secuencias cortas (dos minutos) e independien- tes. Cada una de las ocho o diez secuencias que componen una lecci611 difiere de las que la prece- den y siguen en cuanto al contenido y al modo de respuesta (p. ej. contestando de viva voz o con palmadas). Lo que se busca es mantener activos a los alumnos y suministrar variedad. Esas lec- ciones se asemejan a la instrucci6n computadori- zada y se diferencian de "Sesame Street" en que los alumnos no deben escuchar pasivamente las emisiones. Por tkrmino medio tienen que res- ponder a las instrucciones del maestro una vez cada 15 segundos. Estas respuestas deben ser tan variadas como frecuentes e incluyen contesta- ciones de viva voz o escritas, mediante palmadas según los esquemas numbricos, agrupando tapo- nes sobre los pupitres, .cantando, pataleando e imitando al locutor. Este tipo de participaci6n del oyente sirve muy bien para mantener la aten- ci6n de mbs del 90% de los alumnos durante los 30 minutos de los programas diarios.

COMO CAMBIAR ACTITUDES

Todo cambio impodante en la existencia de una persona introduce cierto grado de inestabilidad en la organizaci6n de sus actividades, actitudes y creencias. tales como la radio, no son por SI solos muy efi- caces para cambiar actitudes muy arraigadas. Pero sí es posible. a traves de esos medios, in- fluir sobre actitudes de no tanto arraigo.

más eficaz atacar esas convicciones de flanco que en un asalto frontal. siste en crear una nueva opini6n que acabe por desplazar a la antigua. rectos deben evitarse contra las creencias fir- memente enraizadas ya que pudieran llevar a un fortalecimiento de tales creencias.

Es evidente que si el oyente está ya conven- cido de que aprender a leer es algo deseable es entonces mucho más fhcil convencerle de la con- veniencia de asistir a una clase o escuchar un programa radiof6nico o realizar cualquier otro esfuerzo para aprender a leer. si podemos convencer a; público de que la intro- ducci6n de nuevas prácticas sanitarias o agrfco- las sólo supone un cambio minimo de anteriores y hondamente arraigadas costumbres, será mas fácil introducir los deseados cambios de actitud.

¿De que tecnicas de persuasi6n se dispone? La más común es emplear programas radiof6ni- cos con una serie de charlas que expliquen los meritos de las nuevas ideas. cionado para ello debe gozar de suficiente repu- taci6n y de la confianza de los oyentes. Tambien son de utilidad las entrevistas con miembros de

Los medias de comunicaci6n social,

Ciertas investigaciones nos indican que es

El ataque de flanco con-

Los ataques frontales di-

De igual manera,

El locutor selec-

la comunidad que relaten por el micr6fono sus propias experiencias.

Las personalidades pol€ticas o religiosas pueden influir sobre las decisiones que se tomen dentro de una comunidad. Por consiguiente, una serie de mensajes dirigidos a tales personalida- des pueden tener marcado efecto con miras a al- canzar los ob jet ivo s buscados.

Otra tecnica efectiva para cambiar las acti- tudes de las masas son los anuncios o avisos bre- ves. Richard Manoff (1975), en su artículo "Potential Uses of Mass Media in Nutrition Pro- grams" critica la noci6n de que las tecnicas de la propaganda comercial s610 deben utilizarse pa- ra promover ventas. Reconoce que la radio y la televisi6n son esencialmente vehículos de entre- tenimiento y que aun los programas de noticias sirven más para el esparcimiento que para la in- formaci6n. alcanzan popularidad pues no poseen ni los recur- sos econ6micos ni el personal experimentado ne- cesario para introducir elementos de verdadero atractivo para el público. Esos programas edu- cativos son operaciones para una sola vez, gene- ralmente sobrecargadas de nociones y de infor- maci6n. De ello resulta que lo que consiguen es transmitir s610 una noci6n muy general de la ma- teria de que se trate, quedando el auditorio con un recuerdo superficial e impreciso de algunas de las nociones presentadas. Cualquier impacto que quepa alcanzar queda borrado con el tiempo. La tecnica de la propaganda comercial se basa en una ingeniosa metodologfa que puede emplearse para superar los inconvenientes y debilidades (desde el punto de vista pedag6gico) de los pro- gramas radiof6nicos de 15 6 30 minutos de dura- ci6n. Su elemento central es el mensaje breve, que debe s610 durar un minuto o menos y que se concibe como una inserci6n en el programa. Esto permite alcanzar a los oyentes elegidos allí don- de se encuentran: escuchando o viendo los pro- gramas mhs populares. "reunir" un auditorio propio.

interrupci6n minima. Con todo, debe estar cui- dadosamente concebido para transmitir la infor- maci6n deseada y producir la mbxima impresi6n, tener el adecuado impacto emotivo y poderse re- petir varias veces a lo largo del di'a, asi como durante dias, semanas y meses. No debe presu- poner ni interés ni conocimiento previo en el oyente, ya que su finalidad es despertar ambos como efecto de su "intrusi6n" en los programas de entretenimiento m 8s populares entre el público.

Manoff describe c6mo los medios de comu- nicacidn social pueden utilizarse del modo des- crito en cuatro esferas importantes relacionadas con ¡a nutrici611 -hábitos alimentarios, higiene y sanidad, agricultura y comercializacibn de ali- mentos- y dirigirse a tres grupos principales de oyentes: los agricultores, las madres y los fa- bricantes de productos alimenticios. En cada una de las situaciones el objetivo es el mismo: cambiar una actitud, un hábito o una práctica de la manera m8s rapida posible.

Esta tecnica de publicidad comercial ha sido empleada con Bxito para cambiar los hhbitos

Los programas educativos rara vez

As€ no es necesario

Como el mensaje es breve, s610 produce una

14

Page 15: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

alimentarios de las madres en Nuevo MBxico, los sanitarios en Brasilia y los metodos de cultivo de los agricultores del Alto Volta y del Brasil. Naturalmente, ciertos cambios se prestan mejor que otros a esta tCcnica. En Ecuador, se consi- guió que el 90% de la población comprase sal yo- dada cuando antes sólo un 10% lo hacía. Cambiar el tipo o la marca de sal que se consume es un problema pequeño y fácil: el más apropiado para esa clase de publicidad. Actualmente se siguen recogiendo datos sobre los resultados de campa- ñas similares y es de esperar que en el futuro se disponga de nociones mas claras sobre las posi- bilidades de esta tecnica de publicidad.

COMO PRESENTAR T E M A S DELICADOS

La radio tiene ventajas y desventajas cuando se trata de presentar temas delicados. Por lo gene- ral, las gentes no se inclinan a compartir en pG- blico cuestiones fntimas. Sin embargo, si lo ha- cen en la radio ello significa que es algo social- mente aceptable. Lo cual es especialmente cierto cuando algún personaje conocido del mundo de la política o de la religión presenta su testimonio en favor de la noción que se propugna. Por ejemplo, la televisiónyla radio de los Estados Unidos vie- nen insistiendo desde hace mucho tiempo sobre el peligro del cáncer de m a m a y la necesidad de que las mujeres se sometan a exámenes medicos. Pero, como ya se ha indicado, sólo cuando la es- posa del Presidente Ford trató de ese problema por las ondas comenzaron a presentarse en gran número en las clfnicaslas solicitudes de examen.

U n enfoque directo al introducir los temas delicados puede tener a veces un efecto negativo. El público se resiste contra toda noción que con- tradiga directamente sus opiniones. E n tales ca- sos conviene utilizar un ataque indirecto. Quizás el m8s efectivo sea una presentaci6n teatralizada humorfsticamente. La comicidad puede suavizar y hacer aceptable una cuestibn que por su carga emocional sea dificil discutir. Por ejemplo, en los Estados Unidos se prohibe en no pocas ciuda- des prósperas la construcción de viviendas ba- ratas con objeto de alejar de ellas a las capas sociales de nivel inferior. En una regi6n se pre- sent6 un programa sobre "Rumplehousin", per- sonaje caído en estado cataleptic0 durante muchos años. Cada diez años se despertaba y observa- ba los progresos que se realizaban en su ciudad,

llamada "Atardecer". Cada diez alios oía noticias asombrosas sobre el progreso de la educaci&, de las instalaciones recreativas, etc. Pero cuan- do Rumplehousin pregunta acerca de las viviendas de bajo costo, las gentes de Atardecer siempre responden "Bueno, esa cuesti6n la tenemos en estudio". Como era-euidente que no podian tener en estudio una tal cuegtión sin llegar a resolverla durante 50 arios, su hipocresía quedaba revelada por medio de esta historia humorfstica. Presen- tada de tal manera, el auditorio al que iba diri- gida la crítica estaba dispuesto a escucharla.

E n Ghana se ha hecho uso de teatralizacio- nes más serias para tratar de temas delicados. Robert Russell, del Proyecto de .Educaci611 no Formal patrocinado por la Universidad de Massachusetts, organi26 a los habitantes de una aldea para que representasen un drama sobre su necesidad de disponer de un terreno para cons- truir una clinica. E n la vida real, el propietario del terreno se negaba atcreiierlo. El drama rela- taba su historia y en 61 el hijo del propietario muere mordido por una víbora por no haber dón- de asistirlo. Posteriormente, el propietario, que había escuchado el programa, cedió el terreno para una clínica.

grama "SalsafSoul Medicine Show", producido por el personal de radio del campus ofrece un metodo totalmente diferente de enfocar temas delicados. Ese programa se propone fomentar m6todos sanos de comida y de bebida, temas so- bre los que las gentes no reciben consejos de buen grado. Por consiguiente el programa "Medicine Show" presenta breves mensajes humorIsticos en los que se intercalan fragmento.; de mhsica "pop". Por ejemplo, al tratar del tema de la cerveza, el locutor anuncia que la primera persona que tele- fonee al estudio para decir -correctamente- quC es la "substancia misterio" ganará un disco. La "substancia misterio" i(una palabra) es un líquido de 150 calorias por vaso, sin valor nutritivo, de la que el norteamericano medio bebe anualmente 67 litros y para cuya publicidad gastan los anun- ciantes millones de d6lares, "con el prop6sito de que Vd. beba aún m8s". La "substancia misterio'' es, naturalmente, la cerveza. Al presentar esos datos en el contexto de una adivinanza, se evitan las apariencias de una predica y de una coerci6n de los oyentes. Los sermones y las imposiciones serían un obstaculo para que el oyente aceptase el mensaje.

En la Universidad de Massachusetts, el pro-

15

Page 16: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

CAPITULO I I

Diseño del programa

Hemos considerado hasta ahora el formato de los programas radiof6nicos. Pero como todo forma- to puede presentar variaciones de estilo y calidad pasaremos en este capitulo a analizar en mas de- talle el diseño o concepci6n del programa. basta con describir un programa por su formato. Por ejemplo, saber que un programa consiste en un debate de grupo no nos indica nada sobre su calidad de entretenimiento, su oportunidad, su credibilidad, etc. Necesitamos por consiguiente un conjunto de tkrminos que nos describan los in- finitos aspectos de cualquier programa, indepen- dientemente de cual sea su formato.

Finalmente, si lo que buscamos es mejorar las comunicaciones radiof6nicas de contenido educativo, esos terminos deberin comprenderse corno elementos de conceptos explanatorios: conceptos que relacionan las variables de los pr- gramas con el impacto que producen sobre el público.

Cada tCrmino puede comprenderse como una característica o variable de un programa, algo que el productor del mismo puede manipular para conseguir un efecto deseado. Es más: cada va- riable debe sugerir una pregunta. Así, el t6rmi- no o variable "longitud" puede llevarnos a pre- guntar si el auditorio daba muestras de fatiga al terminar el programa. El t6rmino "ritmo" pue- de conducir a preguntarnos si el público no hubis ra preferido un desarrollo mAs lento o la presen- taci6n de m&s ejemplos para aclarar los concep- tos que le presentaba el locutor.

de estas variables estimular& a los productores de programas a preguntarse no s610 m&s pregun- tas sino tambiCn de mayor pertinencia sobre las razones del Cxito o el fracaso de un programa.

Siempre que ello ha sido posible, nuestras observaciones y consejos se basan en investiga- ciones y estudios empíricos, aunque hasta ahora muy pocos se han realizado sobre la radio. Ha- cia la fecha en que se pudo disponer de los recur- sos financieros necesarios para las investigacio- nes sobre este medio, la radio había quedado ya un tanto sobrepasada por la televisi6n, lo que explica que s610 se disponga de tan contados da- tos sobre la relaci6n causal entre las presenta- ciones meramente auditivas y los resultados de

No

Esperamos que el conocimiento consciente

las mismas en el público. Sin embargo, por for- tuna, gran parte de las investigaciones sobre te- levisi6n lo son asimismo sobre la radio: esto es, la mayoría de las variables independientes que se someten a ensayo no tienen gran relaci6n con el componente visual de la televisi6n. Se han reali- zado estudios sobre: el nivel de dificultad, el uso de elementos humoristicos, el grado de comple- jidad, el prestigio del locutor, la frecuencia y tipo de preguntas, el grado de repetici6n, la or- ganización del contenido, el grado de participa- ci6n del oyente o telespectador, el uso del silen- cio, etc., etc. Todas esas características son comunes a la radio y la televisi6n.

nes m8s bien sirven para plantear nuevos proble- mas que para aportar soluciones sencillas, los r a dioe duc ado r e s no de ben cons ide rar de sace r tado basar generalizaciones sobre el diseño de los programas para radioescuchas utilizando los re- sultados de los estudios sobre el cine y la televi- sión. Es m&s, nuestro prop6sito en este punto no es establecer "leyes de pedagogía radiof6nica" sino m8s bien sugerir orientaciones provisiona- les. Las que presentamos en las siguientes p&- ginas son resultado de una combinaci6n de inves- tigaciones, enseñanzas derivadas de la experien- cia, e intuiciones.

Dado que los resultados de las investigacio-

ORIENTACIONES GENERALES

Satisfacción de las necesidades del auditorio

Los radioyentes sienten necesidades de orden físico, afectivo, intelectual y espiritual. Los programas relacionados con las necesidades emo- cionales son generalmente los de mayor influencia sobre el público. El mdtodo m6s seguro de esta- blecer un vrnculo con las necesidades emociona- les es hacer participar al oyente en una vivencia ficticia mediante una escenificaci6n cantada, re- presentada o narrada. Es esencial evitar el error de creer que toda informacidn relacionada con una necesidad b&sica es de por si interesante, lo cual rara vez es cierto. La m;is eficaz estra- tegia es que el programa mismo satisfaga una necesidad en vez de dirigir al radioyente hacia otro lugar donde pueda satisfacerla.

16

Page 17: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Preguntas: oyentes deja de satisfacer el programa? iC6mo se sabe? LES elprograma del agrado del oyente? ¿Se rie &te, suspira, hace de- ducciones, subraya algún elemento?

¿Que necesidad concreta de los ---

Oportunidad

Los mensajes radiales pueden hallarse directa o indirectamente relacionados con sucesos que des- pierten la atenci6n del oyente. Tales mensajes son, por consiguiente, oportunos. Parte del va- lor del interCs de esos sucesos relacionados que- da transferido al mensaje radial "oportuno". Por ejemplo: un mensaje sobre higiene comunicado por un corredor olímpico será más oportuno y efectivo si se transmite poco después de las Olim- piadas. Los mensajes sobre los resultados de nuevas semillas deberán, del mismo modo, trans- mitirse en el momento de la siembra.

Preguntas: programa con acontecimientos nacionales o locales recientes? ¿Existe algún otro acon- tecimiento más vital con el que pudieran rela- cionarse? Q u 6 recientes son los sucesos relacionados?

¿De qué modo se relaciona el

Sensibilidad a las caracteristicas del auditorio

Esta sensibilidad se refiere al grado en que en un programa se tienen en cuenta las predisposicio- nes del auditorio respecto del mensaje. Si de lo que se trata es de cambiar la actitud de un público respecto de determinada noci6n o práctica, tiene especial importancia que el productor del progra- m a conozca bien la predisposici6n de dicho público. El oyente puede tener opiniones positivas, negati- vas o mixtas, o no tener opini6n alguna respecto de determinado tema. E n cada uno de esos casos la estrategia del programa habrá de ser diferente. Por ejemplo, si los oyentes se hallan favorable- mente dispuestos hacia la inoculaci611 de las galli- nas será más conveniente diseñar un programa que sirva para disipar ciertos temores en vez de insistir sobre los ya bien conocidos beneficios de la inoculaci6n. Los oyentes están ya convencidos de que el metodo es satisfactorio en algunos ca- sos, pero no están seguros de que sirva para sus gallinas. Si esa es su máxima preocupaci6n con- vendrá buscar un enfoque que los tranquilice. - Preguntas: ¿Qu6 opiniones tiene el oyente-

tipo sobre lo que el programa procura pre- sentarle? ¿De qu6 manera tiene el programa en cuenta esas opiniones? ¿Hay otra manera de concebir el programa? ¿Seria mejor o peor esta segunda manera en relaci6n con las predisposiciones de los oyentes? ¿Por qu6?

Efecto m ult i plic a dor

Quien utiliza como medio de comunicaci6n un pro- grama radiof6nico espera que los oyentes trans - mitirán a otras personas el mensaje que han oido por la radio. E n efecto, a veces un programa se prepara para un cierto grupo de público con la intención de que el mensaje llegue hasta otro gru- po: por ejemplo, los padres. Un caso clásico es el metodo de publicidad comercial de cereales para el desayuno en los Estados Unidos; la publi- cidad se dirige a los niños para que éstos presio- nen a sus padres a que compren al producto. En

algunas sociedades, los consejos agricolas se di- rigen a las mujeres quienes, a su vez, persuaden a los hombres. En Tanzania se pide directamente a los oyentes que procuren conseguir la coopera- ci6n de quienes no hayan escuchado el programa.

Preguntas: ¿Podrá este programa motivar a los oyentes a transmitir el mensaje recibido a otras personas? ¿De que modo puede mo- dificarse el programa para aumentar la pro- babilidad de tal transmisih?

Realism o/Credibilidad

El problema aqui es si los actores ylocutores pro- fesionales tienen la misma fuerza comunicativa que una persona que transmite un mensaje espon- táneamente y sin ensayos previos. En algunas par- tes del mundo, una voz profesional de cuidada pro- sodia consigue credibilidad; en otras no. En los paises de alta saturaci& de medios de comunica- ci6n social aumenta la frecuencia de la utilizaci6n del "hombre de la calle" para transmitir mensajes y testimonios, debido principalmente a la decre- ciente confianza en los locutores profesionales.

Preguntas: ¿Qu6 porcentaje del público creerá que es verdad lo que dice el locutor? ¿Hasta qu6 punto expresa ese locutor sus propias experiencias?

Localizaci6n

La radio tiene la ventaja sobre la televisi6n de que se pueden utilizar receptores baratos en infinidad de lugares. Pocas cosas hay más satisfactorias para el público que escuchar por la radio una voz conocida. La localizaci6n significa aqui el grado en que se escuchan voces conocidas, músicaynoti- cias. Es siempre preferible esta cualidad de lo- calizaci6n al profesionalismo de los locutores (vease en el Capitulo I el ejemplo del Ecuador).

Preguntas: ¿Qu6 proporci6n del programa corre a cargo de personas cuya voz es simi- lar a la de un oyente tipico? ¿Qu6 proporci6n de los ejemplos, música, nociones o mensa- jes pudieran haberse originado en el distrito donde se va a transmitir el programa?

Longitud/ Duraci6n

¿Qu6 longitud debe tener un programa? puesta no es sencilla. Con un auditorio altamente motivado ylo productores experimentados, el pro- grama puede ser largo: quiz& 30 minutos; en otros casos no debiera exceder de 15 minutos. Otro factor que debe tenerse en consideraci6n es el contenido del programa. Cuanta más informa- ci6n contenga por unidad de tiempo m& breve debe ser. Es mejor dar al auditorio menos que mAs de lo que espera.

La res-

Preguntas: ¿Qu6 proporci6n de los radioyen- tes prestan atenci6n durante la primera cuar- ta parte del programa? durante la última? público escucha el programa, ¿cuántas veces es probable que el oyente se distraiga?

¿Que proporci6n En el entorno en que el

Participacibn del oyente

Algunas personas se pueden dormir mientras ven la televisibn o escuchan la radio. Pero es muy raro que alguien se duerma en mitad de una con- versación con un amigo. La raz6n está en que la

17

Page 18: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

conversaci6n exige que tanto el que habla como el que escucha participen físicamente, por medio de movimientos de la boca y de gestos, y mental- mente, por medio de la interpretaci611 de lo que se dice y de la preparaci6n de la respuesta. La radio tambi6n puede ser como una conversaci6n entre dos interlocutores. Un programa efectivo exigirá al oyente que piense, proponikndole pre- guntas y presentándole problemas, etc. En los programas para niños se puede hasta pedir a los oyentes que hagan ejercicios gimnásticos.

¿Cuántas veces invita este pro- Pregunta: grama al oyente a participar fisica o mental- mente?

Despertar la atenci6n

Todo profesional sabe que el primer minuto de su presentaci611 es el más importante. Los locuto- res de radio que SB dirigen a un auditorio ''no cautivo'' u ocasional deben prestar doble atenci6n a este principio. El primer minuto decidirá al oyente a continuar escuchando esa estaci6n o a buscar otra. ¿Que puede hacer un productor en ese primer minuto para prender la atenci6n del oyente? tivo, música, preguntas provocadoras, voces ex- trañas. Debe evitarse, sin embargo, hacer re- ferencia al tema del programa ya que el oyente tarda por lo menos 30 segundos en formarse una idea de lo que se le está diciendo.

¿Es el primer minuto distinto del

Soluciones típicas son: un diálogo emo-

Pregunta: resto del programa?

Vivacidad

Aunque muy recomendada por los Droductores experimentados, es difIcil definir la vivacidad. Probablemente los momentos de máxima vivaci- dad de la radio son los de la publicidad comer- cial. anuncios para adaptar algunas de sus tkcnicas. Los oyentes pueden res de anuncios y sentir c6mo se les transmite electr6nicamente cierto entusiasmo por el pro- ducto anunciado.

Los educadores harán bien en estudiar esos

la sonrisa de los locuto-

Preguntas: rio, aburrido? si6n de interesarse por lo que dicen? blan con naturalidad, con entusiasmo? pronuncian con demasiado cuidado, como si estuvieran leyendo?

¿Es el programa demasiado se- ¿Dan los locutores la impr&

¿Ha- ¿O

Aprender con agrado

Una noci6n hoygeneralmente aceptada es que una enseñanza agradable aumenta la atencibn y reten- tiva del alumno. Las escasas investigaciones que sobre este punto se han realizado no dan resulta- dos concluyentes. Lumsdaine (1958) y McIntyre (1954) hallaron que si se añade un elemento de comicidad a las peliculas educativas no se consi- gue un mejor aprendizaje. Sin embargo, uno de los participantes señal6 ligeros pero significativos progresos en las clases de la Universidad de California en las que los profesores hicieron uso de guiones preparados por escritores humoristicos profesionales. Anderson (1 976) ha observado una

mayor atenci6n de los alumnos cuando se usan rimas, aliteraciones y "cam bios pros6dicos".

Parece evidente que un programa "interesan- te" será pedag6gicamente m á s efectivo que uno que no despierte interCs. Twyford (1951) presen- ta, sin embargo, pruebas en contrario. A ve- ces la caracteri'stica interesante de un programa oculta el mensaje que se desea transmitir (Gallagher, 1975b). Al parecer no existe una relaci6n precisa entre lo "agradable" y el valor pedag6gico. Naturalmente, un programa debe ser interesante si se busca que un auditorio ca- sual que escucha en su hogar aprenda algo de 61. De lo contrario, la gente no escucha.

Pregunta: ¿Qu6 porcentaje de oyentes consi- dera interesante el programa?

Formatos

E n relaci6n con el uso de formatos de entreteni- miento, los resultados de las investigaciones son tambikn poco concluyentes. VanderMeer (1 953) hall6 que una conferencia acompañada de música y otros efectos sonoros no resultaba m á s eficaz que una sin adornos. Por otra parte, Theroux (1975) señala que los grupos de estudiantes se- leccionados al azar aprendian un 40% m& sobre nutrici6n escuchando un programa de preguntas y respuestas que los que escuchaban una lecci611 corriente. La comparaci6n de distintos m6todos (lecciones, charlas, grupos de discusi6n, teatra- lizaciones, soluci6n de problemas) no señalan una ventaja clara de los que pudikramos denominar "formatos de mayor atracci6n" (Gallagher, 197 5a). Sin em bargo, resulta claro que un educador no debe aburrir un auditorio l'no cautivo" que puede apagar la radio. Y aun con un público "cautivo" resulta difícil hacer que aprenda con programas que no le agraden.

Estos contradictorios resultados de los estu- dios sobre formatos y caracter divertido de un programa subrayan la necesidad de descripciones más precisas de las presentaciones radiales. Los formatos (esto es: charlas, conversaciones, etc.) son variables globales. Cada uno de ellos debe descomponerse en sus variables constituyentes antes de que puedan hacerse generalizaciones Úti- les sobre el impacto de un programa Único.

LOS LOCUTORES

Número

Por lo general, cuantos más mejor, siempre que el oyente no necesite recordar el papel o perso- nalidad de cada locutor. En programas teatrali- zados, un gran número de actores terminará por confundir al público, lo cual tambi6n se aplica a las discusiones de grupo. Pero es raro que un locutor único pueda presentar efectivamente un programa entero, aunque algunos, de gran per- sonalidad, si lo consiguen.

Pregunta: añadir o de suprimir una voz?

¿Cuál pudiera ser el efecto de

Prestigio

Los resultados de los estudios sobre el efecto del prestigio de los locutores son poco concluyentes.

18

Page 19: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Scollon (1956) y T. Skinner (1963) encontraron que los oyentes no aprendian m5s de un locutor pres- tigioso. Skinner halló, sin embargo, que los oyen- tes aprendian mds de un locutor a quien estima- ban muy eficaz. Kishler (1951) señal6 un progre- so considerable de los oyentes que escuchaban las enseñanzas de un profesor de gran prestigio. Hovland (1953) indica que un locutor veraz a jui- cio de los oyentes puede persuadir mejor a 6stos.

Rogers (1973) estudió el poder de persuasión de locutores similares a su auditorio (hom6filos) y disímiles (heterófilos). Un locutor hom6filo es más persuasivo en cuestiones tkcnicas cuando puede convencer a los oyentes de que es distinto (heterófilo) de ellos en un solo respecto: un su- perior conocimiento de la cuesti6n técnica de que se trate.

heter6filo es el personaje célebre. El empleo de "celebridades" puede resultar conveniente cuando el producto o la noción que se desea promover presentan relativamente poco interes para el oyente.

Ambos extremos producen buenos resultados: las personas muy celebres y las personas corrien- tes sin especial prestigio. los grados intermedios.

Naturalmente, un caso especial de locutor

Conviene evitar todos

Pregunta: ¿Desear5 el auditorio oir al locu- tor por ser quien es o por lo que representa?

Expertos

Los expertos se usan quizas con excesiva frecuen- cia en la radio educativa. Decimos eso no porque no sean Útiles los conocimientos especializados sino porque las personas que los poseen no son necesariamente disertadores eficaces. E n la Universidad de California los guiones preparados por profesores han sido presentados a veces por actores profesionales. Es inexcusable lanzar por las ondas un locutor aburrido.

m o se ofreci6 para una serie de clases radiofóni- cas, prepar6 los guiones y los ley6 61 mismo. La reacci6n de los oyentes no se hizo tardar: "Sep- ro que sabe de lo que habla, pero lo dice de un modo que nos entra por un oído y nos sale por el otro". Ahora, un campesino de Tabacundo ensa- ya con el autor el gui6n hasta que lo comprende perfectamente, y a continuaci6n lo lee por el mi- crófono (Hoxeng et al., 1976).

Pregunta: ¿Se puede entender al experto y es agradable escucharlo?

E n Tabacundo (Ecuador) un experto agr6no-

-

Per sonal id ad

Los productores de radio deben ofrecer a sus lo- cutores suficientes oportunidades para que expre- sen su personalidad. A veces los temas son tan importantes que el locutor parece insignificante. O por lo menos eso piensa el productor. La per- sonalidad se expresa cuando el locutor habla de lo que siente acerca de lo que est5 diciendo, ha- ciendo, etc. Si el locutor aparece ante el micr6- fono a intervalos regulares durante largos perio- dos, no debe revelar mucho sobre si' propio en ningún programa dado, pero el efecto cumulativo

de los rasgos de su personalidad resultar5 muy atrayente para-s" público.

Pregunta: ¿Conocen los oyentes al locutor por lo menos tan biemcomo a un conocido oc as ional?

Intenciones

¿Que motiva el deseo del locutor de .comunicarse con su público? El productor debe buscar locu- tores que realmente desean prestar un servicio al oyente, compartir con 61 lo que saben o sienten. Un mCtodo de comprobar la motivación de un lo- cutor que se dirige a un phblico rural es pregun- tarle cuando estuvo comiendo por última vez en el hogar de un campesino.

Pregunta: ~ Q u 6 servicio directo, de persona a persona, ha prestado el locutor a un miem- bro del auditorio al que se dirige el pro- gram a?

Respeto

Las emisiones destinadas a las zonas rurales na- cen, por lo comhn, en las ciudades. Las gentes de la ciudad sienten generalmente prejuicios con- tra los campesinos. Si el locutor desea no caer en un tono condescendiente deber5 respetar a su público y evitar el sentimiento de superioridad que tiene sus raices en una educaci611 y una exis- tencia urbanas. con sencillez, sin un tono de condescendencia. Al productor le corresponde encontrarlas. Ademgs, una voz demasiado fuerte en el micrófono puede producir una impresi6n de desden en el locutor.

Pregunta: ¿Podria pensar un oyente adulto que el programa es m6s bien de tono infantil?

Muy pocas personas saben hablar

Familiaridad

Durante una conversación tenemos plena concien- cia de quien es nuestro interlocutor. Lo llama- mos por su nombre y le decimos "tú.", llvo~" o "usted" ('LQue le parece a usted? I').. 'El locutor de radio debe procurar mantener la atenci6n de su público estableciendo tambien un contacto perso- nal. (¿Comprenden ustedes lo que quiero decir? ). Así, el locutor procurará dirigirse personalmen- te, de manera directa, al oyente.

Pregunta: ¿Cuantas veces utiliza el locutor durante el programa la palabra "ustedes" pa- ra dirigirse a su auditorio?

DicciÓn/Claridad

La pronunciaci6n de un profesional es mucho m8s cuidada que la de empleo común en las conversa- ciones. Los productores de radio pueden rebajar ese nivel de precisión sin que el público encuen- tre mds diffcil comprender lo que se dice. Las cualidades mds importantes de un locutor son, en efecto, el respeto que despierte, sus buenas in- tenciones y su personalidad.

Preguntas: ¿Qué porcentaje del público pue- de comprender (oir bien las palabras) al lo- cutor? Si la prosodia del locutor no alcanza el nivel profesional, ¿molesta ello al público? ¿A qu6 proporci6n del mismo?

19

Page 20: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Ritmo de locuci6n Espontaneidad

No existen f6rmulas sencillas para determinar la velocidad a que debe hablar el locutor. Para la mayoria de los temas, la velocidad normal de lo- cuci6n (1 50 palabras por minuto) es conveniente, aunque la mayoria de los oyentes pueden compre% der una locucibn el triple de Apida. E n progra- mas casuales, no informativos, es preferible un ritmo mds veloz. Mediante la tecnica de la locu- ci6n mnem6nica (habla artificial reconstituida) se ha demostrado que un ritmo muy rbpido puede ser dramático y efectivo si el contenido de informa- cibn que se transmite es escaso. do se aumenta la velocidad de locuci6n debe aumentarse tam bien el número de repeticiones.

Adembs, cuan-

Pregunta: ¿Pierden interes los oyentes por- que no pueden seguir lo que se dice o porque se aburren con lo que oyen?

Variaci611 del ritmo de locucibn

Sea cual fuere el ritmo normal de locucibn, es muy importante que todo locutor cambie de ritmo con frecuencia. Estas variaciones deben hallar - se relacionadas con el sentido de lo que dice: el ritmo serd lento cuando explique algo dificil y m bs rápido cuando repita lo ya dicho. El ritmo lento da enfasis dramBtico, en tanto que uno rapido puede servir para las secuencias de poco conte- nido informativo.

Pregunta: @Antas veces vari6 el locutor durante el programa su ritmo de locuci6n? --

Forma

Los programas de estructura formal (por ejem- plo un debate de grupo con un presidenteque apli- ca ciertas reglas sobre el tiempo permitido a ca- da participante, etc.) son, por lo general, menos per sonale s , es pont bne os, anim a dos y convince n - tes. Son tambien, sin embargo, m8s solemnes, precisos y moderados. En la radio son raras las ocasiones para tales programas "formales", que se reservan principalmente para celebraciones solemnes. Los oyentes prefieren generalmente la espontaneidad.

Pregunta: ¿Se interrumpen los participantes entre sí mientras hablan? (Si la respuesta es negativa se tratara probablemente de un programa "formal").

Presentaci6n del locutor

La reacci6n de un auditorio frente a un locutor depende en gran medida de la presentaci6n que se haga de este. Las presentaciones deben per- seguir principalmente provocar curiosidad sobre lo que la persona puedz decir mbs bien que des- cribir a esta. Otros elementos importantes de una presentacibn son aqukllos que sirven para in- crementar el credito que el pdblico pueda prestar al locutor.

Preguntas: ¿Sirve la presentaci611 para aumentar la curiosidad del público sobre lo que haya de decir el locutor? presentacibn nuevos datos sobre el locutor?

¿Suministra la

La antitesis de un programa espontsne0 es uno a base de gui6n. pueden leer un gui6n de manera que parezca es- pontbnea, pero en la mayori'a de los casos el re- sultado suena artificioso. Durante mucho tiempo el popular programa norteamericano "Today" se- guia un gui6n, mCtodo que se ha abandonado re- cientemente, consiguiendose así aumentar el nú- mero de oyentes. Evidentemente, ciertos pro- gramas, como las teatralizaciones, tienen que seguir un gui6n. Pero la sensaci6n de incerti- dumbre caracteristica de todo programa no ensa- yado previamente parece despertar intrínseca- mente el interes de los oyentes.

L'Suena" el programa natural y

Los locutores experimentados

Pregunta: es pontbneo?

TECNICAS DE ESTUDIO

¿En directo o grabado?

S610 para algunos tipos de programa es ventajosa la presentaci611 en directo: los reportajes de su- cesos reales. Por ejemplo, muchos más oyentes escucharán la transmisi6n del fútbol en directo que la de la grabaci6n del encuentro una semana m5s tarde. Lo mismo puede decirse de un dis- curso politico. Por consiguiente debe procurarse evitar que el oyente "sienta" que el programa es- td grabado (incluyendo fechas, horas, etc. ). público prefiere pensar que lo que estb escuchan- do es una presentaci611 en directo. ¿Para qu6 re- velarle que está grabado?

El

Preguntas: ¿Preferiria el pitblico una emi- si6n en directo de este programa? ¿Se repe- tir5 esta misma emisih, lo que significa que los elementos en directo (como la indicaci6n de la hora) resultarian poco funcionales?

Transiciones

Muchos programas pierden oyentes en el momen- to de las transiciones. El oyente ha estado pres- tando atenci6n a un determinado tema y preferi- ria un momento de descanso, a veces largo. Las buenas transiciones son aqukllas que le permiten ese descanso y al mismo tiempo mantienen tensa su atencibn. A veces la mejor soluci6n es una frase musical de cinco segundos, ya que ofrece un cambio -lo que significa descanso- y mantiene su atenci6n para el enlace con la secci6n siguien- te del programa.

Otro metodo es lanzarse directamente alnue- vo tema, programa o secuencia. DespuCs de dos horas de f6tbol nos sentimos inclinados a apagar la televisibn cuando sabemos que va a empezarla publicidad comercial. Algunos productores pre- fieren enlazar directamente con el programa si- guiente y captar la atenci6n del público antes de iniciar el intervalo publicitario.

Preguntas: ¿Qu6 cansancio revelan los oyen- tes? iCudntos ha perdido el programa duran- te la transicih? iSignific6 la transici6n un intervalo agradable ademBs de un descanso?

20

Page 21: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Efectos sonoros

Se han escrito libros enteros sobre los efectos sonoros. glas sencillas. Los efectos sonoros deben ser autosuficientes: la narración no debe explicarlos ni repetirlos. Un exceso de efectos sonoros pue- de confundir y enojar al oyente. Deben utilizarse para dar rapidez a la acci6n suprimiendo la nece- sidad de palabras, o para crear un ambiente. Uno de los efectos sonoros mAs eficaces es el balbu- ceo de un beb6.

Aqui mencionaremos sólo algunas re-

Pregunta: ¿Qu6 partes del guión pueden sus- tituirse con efectos sonoros?

relación de predominio entre el locutor central y un personaje entrevistado alejando a Bste del mi- crófono. el volumen es igual para ambas voces, el efecto es, con todo, diferente. Quiz5s la regla más conveniente sea: lo más cerca posible del micr6- fono pero sin causar siseos ni crujidos.

Aunque por medio de ajustes tCcnicos

Pregunta: ¿Se pueden acercar los locutores del programa aún m8s al micrófono?

Música

¿Qué tipos de música son apropiados y en quB momentos? ¿Qu6 efectos pueden conseguirse? ¿Cómo emplear la música para las transiciones? Con excesiva frecuencia se usa la música como fondo, como suavizador, en lugar de utilizarla para intensificar emociones. Breves fragmentos de música oportunamente insertados pueden re- forzar los elementos emotivos del gui6n. prendente que en los programas educativos se haga tan escaso uso de música que el oyente pue- de escuchar en su propio tocadiscos. auditorio organizado (cautivo) las secuencias mu- sicales no deben comprender mAs del 10% del programa. Pero para atraer un público "libre" en una emisi611 corriente, el programa debe con- tener, por lo menos, un 90% de música. Diver- sas proporciones, tales como 50150, 70130 6 40160 no parecen ser satisfactorias para nadie. El oyente que busca información no aprende lo suficiente; el que busca distracción no encuentra bastante entretenimiento.

Es sor-

Para un

Preguntas: ¿Con qué propósito se emplea la música en este programa? ¿Es música co- nocida del oyente?

Volumen

Por lo general, el productor no puede determi- nar el volumen al que haya de emitirse su pro- grama. El equipo de transmisión normaliza el volumen y eleva o desciende los bajos y altos se- gún la norma. desee crear efectos de volumen. constante adormece las emociones. drá asustarnos un león si el volumen de su rugi- do es como el del maullido de un gatito? Schwartz (1975) ha propuesto el método del "só- nido absoluto" para extender el espectro de volu- men radiofónico.

Esto no ayuda al productor que

iC6mo po-

Tony

Un volumen

Pregunta: cala de volúmenes para intensificar los ele- mentos emotivos del programa?

¿Cómo puede aumentarse la es-

Distancia del micrófono

Aunque no existan pruebas cientfficas de que los oyentes puedan discernir ligeras diferencias de distancia del locutor al micrófono, no pocos de los locutores profesionales aseguran que "cuanto m&s cerca, mejor". Se puede establecer una

Calidad de la producci6n

El único estudio sobre la calidad de la producci6n (Ellery, 1959) muestra que Bsta no tiene relación con la efectividad de un programa. Al parecer, un mal montaje, las mezclas imperfectas y otros detalles tCcnicos tienen mayor importancia para el productor que para el público.

Pregunta: ¿Qu6 defectos tiene la producción que hagan imposible la comprensi6n del pro- gram a?

DISEÑO PEDAGOGICO

Actividad corporal

Los radioyentes pueden moverse libremente. Es- te es un factor que los productores deben saber aprovechar. Los movimientos corporales entra- Aan cambios de ritmo para los oyentes y ayudan a mantener la atenci6n. Los ejercicios ffsicos pueden emplearse en gran medida en los progra- mas infantiles. En el caso de los adultos, este procedimiento debe limitarse a movimientos ta- les como la búsqueda de determinadas caracte- rísticas de la habitación en que se encuentra el oyente.

Los estudiantes pueden participar de muy diversas maneras durante una emisión radiof6ni- ca. Una tBcnica que ha producido notables resul- tados es interrumpir el desarrollo del tema en diversos puntos (incluso en la mitad de una frase) y sugerir a los oyentes que adivinen lo que iba a decir el locutor. El maestro radiofónico de un programa de enseñanza de matem5ticas en Nicaragua provoca la participación de sus estu- diantes utilizando metodos como los descritos.

Pregunta: ¿Qu6 actividades corporales po- drfa estimular el programa?

Preparaci6n previa

Tanto el interCs como la receptividad de un pro- grama pueden aumentarse si antes se prepara a los oyentes. de un auditorio es estimular su curiosidad sugi- riCndole que adivine lo que va a ser el contenido del programa. La receptividad significa que los oyentes asimilan m5s r5pida y completamente lo que se les presenta; la preparación adecuada pa- ra aumentar la receptividad consistir5 en ofre- cer al psblico antecedentes e informaci6n sobre el tema que se vaya a tratar.

Una manera de despertar el interCs

Pregunta: ¿Qu6 información relacionada con un determinado programa se facilitó previa- mente a los oyentes?

21

Page 22: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Organización del contenido

POCOS estudios se han llevado a cabo para deter- minar si la organización lógica del contenido de un programa facilita el aprendizaje. Quiz5.s ello se deba a la dificultad de cuantificar tal variable. En tanto que Leboutet (1956), Niedermeyer (1969) y Brown (1970) han señalado los favorables efec- tos de ordenar lógicamente las secuencias de un programa, Gage no observa diferencias mensu- rables en el aprendizaje cuando las secuencias de una charla se alternan aleatoriamente. Según cier- tas investigaciones, los estudiantes que perciben el sistema de organización del contenido mejoran su nivel de aprendizaje. puede ajustarse a los siguientes metodos: 1) in- troducciones que explican el tema que va a pre- sentarse (Gagne y Rohwer, 1969; Anderson, 1967; Ausubel y Fitzgerald, 1962); 2) indicacio- nes que señalan al oyente los puntos más impor- tantes (Gagne y Rohwer, 1969; May, 1965; Allen, 1967); 3) designaciones explicitas de los puntos de mayor y menor importancia; 4) anuncio de las transiciones más importantes.

Esta forma de ayuda

Preguntas: ¿Cree el oyente que ''no se va a perder" durante el desarrollo del programa? Esto es, ¿comprende c6mo se relaciona el punto de que se está tratando con otros pun- tos ya tratados o que se han de tratar?

-

Participaci6n del oyente

Además de su actividad fisica durante la recep- ción del programa, el radioyente debe participar tambien mentalmente. Un programa que exija al oyente una actividad mental ser5 siempre esti- mulante. E n los programas teatralizados esta participación toma la forma de procurar averi- guar o comprender ciertos elementos del drama: I I ¿Quien es el asesino? I I I I ¿Por qu6 trata tan mal a su marido? 'I " Q u 6 hará ahora?'' Tal partici- pación mental o afectiva puede tambien estimu- larse en formatos no teatralizados. La cuesti6n es presentar una nueva idea o problema que sig- nifique un reto pero que sea inteligible.

vocar la participación de los oyentes, ya sea de forma explicita (escribiendo a la emisora) o im- plicita (realizando una tarea mental). Schramm (1972) cita numerosas investigaciones (p. ej. Lumsdaine, 1961; Michael y Maccoby, 1961) que indican que la activa participaci6n de los oyentes es la directriz de producción que más fuerte y constante apoyo encuentra en los trabajos de in- vestigación.

Preguntas: ¿Qu6 esquemas de pensamiento estimula este programa? ¿De que manera procura la participación de los oyentes?

Algunos estudios subrayan los efectos de prc-

Familiar ida d

En general, el 80% tanto dP1 contenido como del estilo de un programa debe resultar familiar a los oyentes. cidos es menor que la indicada pueden producir- se dificultades de comprensión o de aceptación por parte de los oyentes. Si el porcentaje

Si la proporción de elementos cono-

asciende hasta un 95% se puede aburrir al oyente. El arte está en encontrar el equilibrio adecuado para un auditorio dado.

Preguntas: mentos nuevos y conocidos en un programa? ¿Hasta que punto es familiar a los oyentes el estilo o el formato de un programa?

$u51 es la proporci6n de ele-

Independencia de las secuencias

Los radioyentes encienden y apagan sus recepto- res. La atenci6n crece o disminuye. Los pro- gramas radiofónicos deben estar concebidos de manera que un oyente que encienda su radio pue- da comprender en un lapso de 60 segundos de qu6 se trata. Los programas pueden construirse a base de secuencias de tres o cuatro minutos re- lativamente independientes entre si. Esto signi- fica que cada secuencia debe transmitir una idea, sentimiento o elemento de diversión que tenga atractivo .

Pregunta: Elijanse al azar cinco puntos "de entrada" en el programa: ¿cuánto tarda el oyente en comprender de qu6 se trata en ca- da uno de ellos?

Pr e gun t as

No hay una f6rmula mhgica que nos indique el nú- mero y tipo de preguntas que deben hacerse en un programa radiofónico. Las preguntas retóri- cas (de respuesta predeterminada) son Útiles co- m o indicaci6n del contenido del programa pero no estimulan mentalmente al radioyente, que es la función de una autentica pregunta. En general, este metodo de preguntas no se usa tan amplia- mente como se debiera.

m5s utilizado para provocar la participaci6n men- tal del oyente. Lumsdaine, May y Hadsell (1958) añadieron 4, 5 minutos de preguntas que provoca- ban la participaci6n de los oyentes a una película de 8, 5 minutos y hallaron que los estudiantes aprendian más con este programa de 13 minutos que viendo dos veces la versión original de la pe- licula (17 mxutos en total). En otras investiga- ciones (p. ej. Allen, 1970) se han señalado las ventajas de incluir preguntas; en algunos casos se han estudiado los diversos efectos de la ubica- ci6n de las preguntas (antes o despues) y del tipo de las mismas (de orden inferior o superior).

Con todo; este metodo es probablemente el

Preguntas: ¿Cuántas preguntas se introducen en el programa? ¿Con que finalidad: como introducci6n del tema; para subrayar cier- tos aspectos; como repaso; para comprobar lo aprendido; para estimular mentalmente; para provocar una discusi6n?

Relación con otros moeramas o actividades

Un programa radiofónico no es algo totalmente independiente sino que se inserta en un contexto de todo un sistema de comunicación que puede incluir otros programas de radio, materiales im- presos y aun entrevistas personales. Es eviden- te que la efectividad de una determinada emisión puede aumentarse si el productor tiene en cuenta

22

Page 23: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

ese contexto y construye su programa sobre la base de lo que ya existe.

Pregunta: ¿De qué modo se relaciona o se puede relacionar el programa con otras acti- vidades o tendencias existentes en el contex- to de comunicaci6n?

Concentración _.

Algunos programas obligan al oyente a concen- trarse más de lo que éste desea. EI productor deberá determinar tanto el nivel Óptimo de con- centración como su distribución a lo largo del programa, En general, los radiopedagogos exi- gen demasiado del oyente y le ofrecen largas se- cuencias didácticas sin interrupciones ni descan- sos. El sentido común nos dice que en la segunda parte de un programa deben introducirse más descansos que en la primera.

Preguntas: ¿Que porcentaje del programa exige concentración del oyente? ¿Cuál es la secuencia ininterrumpida mas larga que exi- ge concentracibn?

Densidad de información _.

La densidad de informaci6n de un programa ra- diofónico puede definirse como la cantidad de in- formación que se transmite por minuto. E n gene- ral esta densidad debe ser, por lo menos, un 50% menor que en los materiales impresos. Además, la densidad debe depender del tema: cuando más técnico sea éste más baja debe ser la densidad de inform ación.

Pregunta: ¿Cuántas nociones, datos o unida- des de información se presentan en el pro- grama?

Resúmenes

¿Con que frecuencia debe resumirse la informa- ción que presenta un programa? La respuesta es: más de lo que generalmente se cree. Los resú- menes ayudan a la memoria, ademas de auxiliar al oyente cuya atenci6n haya podido distraerse temporalmente. E n algunos programas, la inser- ci6n de resúmenes cada tres o cuatro minutos no significa una frecuencia excesiva.

Preguntas: ¿Cuántos resúmenes tiene el pr- grama? iC6mo se han espaciado? --

Repeticiones

Como en el caso de los “resúmenes, las repetich nes dentro de un mismo programa son más efi- caces que lo que generalmente se cree. E n un gui6n radiof6nico se deben introducir por lo me- nos el cuádruple de repeticiones que en los es- critos para ser impresos, debido principalmente a que el auditorio no tiene la posibilidad de volver atrás para enterarse de algo ‘que se le escapó la primera vez. Naturalmente, debe procurarse que las repeticiones parezcan algo diferentes cada vez, cambiando para ello algunas palabras, o uti- lizando voces distintas o presentando el tema des- de un punto de vista diferente, etc. Por lo gene- ral, los educadores no repiten la información

suficientemente porque subestiman la tolerancia a la repetición del oyente. Los productores de- berán realizar experimentos para determinar cuál sea la más eficaz espaciaci6n de las repeti- ciones. A veces conviene espaciarlas a lo largo de todo el programa; en otras ocasiones es más Útil concentrarlas al final. No existen reglas in- falibles.

Pregunta: ¿Cuántas veces se repite en el programa el mensaje principal?

Dramatizaci6n

Casi todo programa educativo puede ganar en efectividad dramatizándolo un poco, lo cual no quiere decir que hay que utilizar actores o intro- ducir un argumento. Drama significa tensi6n de- rivada de un conflicto de cualquier clase. El cho- que entre opiniones diferentes puede resultar dramático. desconocido- tambi6n entraña drama. veces los educadores no aprovechan las posibili- dades inherentes en las situaciones conflictivas simplemente porque no alcanzan a identificar ex- plícitamente el carácter del conflicto. Por ejem- plo: un elemento dramático inherente a la infor- mación sobre las prácticas agricolas es la lucha contra la naturaleza, la batalla por la supervi- vencia.

La investigación -lucha contra lo No pocas

Pregunta: ¿Qu6 conflictos son inherentes al mensaje del programa?

Concreción

El escritor de guiones radiofónicos debe ser con- creto. tivos y verbos vividos, más bien que adjetivos. Tambien que cada afirmación debe ir apoyada por numerosos ejemplos o ilustraciones. Las metá- foras y analogías tam bien son eficaces.

Pregunta: ¿Contiene el programa conceptos abstractos no acompañados de aclaraciones?

Esto significa que debe emplear substan-

Tipo de mensaje

Algunos programas consiguen mejor que otros estimular al oyente para que piense analíticamen- te. Los que se limitan simplemente a transmitir información no obtienen tal resultado. Para pro- vocar ideas originales y creativas, el productor debe hacer algo más que informar y aconsejar. EI uso de preguntas no retóricas con varias res- puestas posibles, de di&logos, de discusiones y de otras tecnicas similares puede conducir al oyente a pensar por si mismo.

Pregunta: soluciones o estimula al oyente a buscar otras por sf mismo?

¿Contiene el programa todas las

Inform ación retroactiva

No es necesario que todos los programas procu- ren estimular un pensamiento independiente. A veces lo que se busca es transmitir información real y objetiva de manera directa. E n tales pro- gramas es conveniente informar retroactivamente al oyente informándole de sus propios progresos

23

Page 24: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

en la labor de retenci6n y comprensi6n de lo que se le enseña. Esto implica poner a prueba los conocimientos que va adquiriendo el oyente por medio de preguntas y darle inmediatamente las contestaciones justas para que 61 pueda juzgar sus resultados. Muchas investigaciones han m o s trado que esta informaci6n retroactiva correctiva mejora la enseñanza (Lumsdaine, 1963; Anderson, 1967; Michael y Maccoby, 1961; Tobias, 1973). Hay indicaciones de que esa informaci611 correc- tiva debe ser siempre inmediata y precisa (esto es: las respuestas correctas deben darse por en- tero).

Pregunta: ¿Tiene el oyente la posibilidad al terminar el programa de comprobar cuánto ha aprendido?

Emociones

Así como en un programa se pueden variar las voces, el ritmo y el volumen, tambi6n se puede variar el tono afectivo. Muchos programas ra- diof6nicos educativos carecen por completo de notas o situaciones emotivas; sin embargo, los mejores contienen una variedad de coloraciones y tonos afectivos, con lo que se consigue despertar el interes y mantener la atencidn del oyente.

Pregunta: ¿Que emociones se expresan en el programa?

E n este CapItulo hemos venido considerando las características de un programa que el pro- ductor puede manipular para alcanzar los resul- tados deseados. Las observaciones presentadas se basan en la experiencia y en algunos manuales reputados sobre pro duc ci6n ra diofhica. Quizás llegue un dia en el que las decisiones relativas a la configuraci6n de un programa radiof6nico se basen en ciertos principios científicos más bien que en enseñanza de la experiencia y en intuicio- nes. Por ahora son escasos y de dudoso valor los estudios sobre el diseño del programa, dadas las características de las emisiones radiof6nicas en cada situaci6n especifica. Los resultados de las investigaciones realizadas pueden, sin em - bargo, ser Útiles para estimular a los producto- res a realizar sus propias investigaciones yaven- turarse así más all5 de los terrenos trillados.

¿De qu6 manera se pueden utilizar durante la preparaci611 de los programas los conocimientos que hemos reseñado? Para ciertos tipos de pro- grama puede ser útil preparar listas de las re- glas o criterios que deban aplicarse a esos pro- gramas: por ejemplo una lista para las presen- taciones teatralizadas, otra para las charlas, etc. Cada lista contendría algunos de los elementos que hemos estudiado en este Capítulo, pero no todos. lizamos nosotros para levaluar los anuncios ra- diofhicos de un minuto de duraci6n. Debe te- nerse en cuenta que ni las reglas ni los criterios de que hemos hablado son rigidos ni pueden refe- rirse a todas las situaciones. den violarse en ocasiones, pero es importante tener una buena raz6n para ello.

Como ejemplo se incluye la lista que uti-

Todos ellos pue-

DIRECTRICES PARA LOS ANUNCIOS RADIOFONICOS (de 60 segundos o menos)

1.

2.

3.

4.

5.

6.

7.

8.

9.

1 o.

11.

12.

13.

14.

15.

La primera frase no debe contener informa- ción importante o nueva (los oyentes a menu- do no prestan atenci6n a la primera frase) pero debe despertar la atenci6n (por medio de una voz poco usual o especialmente atra- yente, una pregunta interesante o una inten- sificaci6n emotiva). De los 60 segundos, no más de 40 deben ser palabras; el resto ser5 música, efectos so- noros o silencio. El mensaje o contenido debe tener un 90% de elementos ya conocidos y s610 un 10% de nue- va información. Un diálogo o una teatraliza- ci6n se prestan bien a Bsto. La estructura basica de un mensaje no tea- tralizado es :

~ Frase introductoria

Contenido ya conocido

Frase puente

Nueva información

Evftense palabras extrañas o difíciles y jerga especializada. Evítense conceptos imprecisos o abstractos (p. ej. "progreso humano"). Búsquese la claridad y la concisi6n. Usense ejemplos. No se presente m8s de una sola noci6n. Pro- cúrese ser sencillo y crear impresiones. Rehúyase enseñar hechos. Procúrese emitir sonidos espontáneos, na- turales, vitales. Evftese dar la impresión de lectura de un gui6n. El locutor debe ser sincero. La manera de presentar el mensaje causará una importante impresi6n y será recordada por los oyentes en tanto que las palabras mismas quedarán olvidadas. Lo que quede en la memoria del oyente se formulará en sus propias palabras. Evftense los sermones (p. ej. "Esto no debe hacer se' ) . Repítase el elemento clave del mensaje va- rias veces. Repítanse las palabras clave. Procúrese transmitir una experiencia agra- dable al oyente. Esto no significa necesaria- mente halagarlo; el tono puede ser de reto, de provocaci6n o de estímulo mental del oyente; pero la experiencia debe ser memo- rable. Los elementos que se pueden manejar son: voces, música, nociones o mensajes,y efectos sonoros. Con cualquiera de ellos puede obtenerse el efecto deseado. Procúrese incluir una diversidad de sonidos (esto es: más de una voz, una frase musical o un efecto sonoro). No se eviten las voces de personas comunes y corrientes. tividad cuando ''suenan'' naturales. Una voz ruda es eficaz si es sincera. Cuando proce- da, conviene utilizar voces de niños.

Los testimonios ganan en efec-

24

Page 25: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

"MENSAJE PARA LOS AGRICULTORES" - PROGRAMA VARIADO

Número de código del objetivo

Secuencia del programa Dia 1 Dia 2 Día 3 Dla 4 Dia 5

Música 1.10 1.10 1.20 1. 30 1.40 1.20 1. 30 1.40 1. 50

Br e ve 1.11 1. 23 1.31 1.23 1.50 teatralización 1.32 1.40 1. 51

1.41 1. 52

Charla 1.10 1.10 1.20 1.30 1.10 1.11 1.20 1.31 1.40 1.20 1.12 1.22 1.32 1.41 1.30

1.22 1.34 1.42 1.40

Entrevista 1.10 1.20 1. 30 1.41 1.10 1.11 1. 23 1.34 1.42 1.20 1.13 1.23 1.10 1.43 1. 50

CAMPAÑA DE PROPAGANDA AGRICOLA

Medio Dia 1 Dia 2 Dia 3 Dia 4 Dïa 5

Charla 1.10 1.10 1.20 1. 30 1.40 radiofónica 1. 20 1. 30 1.40 1. 50

Anuncio 1.11 1. 23 1. 31 1.23 1. 50 radiofónico 1.32 1.40 1. 51

1.41 1. 52

Diario 1.10 1.10 1.20 1.30 1.10 1.11 1.20 1.31 1.40 1.20 1.12 1.22 1. 32 1.41 1. 30

1.22 1.34 1.42 1.40

Reunión 1.10 1.20 1.30 1.41 1.10 1.11 1.23 1.34 1.42 1.20 1.13 1. 23 1.10 1.43 1. 50

Objetivo

A B

C

< 20 minutos >

Secuencia 1 2 3 4 5 6 7 8 9

25

Page 26: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

ORGANIZACION DE UN PROGRAMA DE ENSEÑANZA POR RADIO

Otro método Útil para la efectiva preparación de programas es organizar el contenido de los mis- mos. Mencionaremos dos modelos que pueden servir, según los casos, para satisfacer especia- les necesidades. El primero se basa en los tra- bajos de Royal D. Colle (1976), de la Universidad Cornell; el segundo corresponde al Proyecto de Enseñanza por Radio de MatemBticas que se des- arrolla en Nicaragua.

realizar lo que é1 denomina la "planificación del mensaje", que significa la planificaci6n de lo que quiere decirse, y la "planificación de los med% de comunicación", o sea la determinación d e s - m o y cuándo debe decirse.

El Profesor Colle describe sistemas para

-- Planificación del mensaje

Tiene por objeto ayudar al guionista a dar reali- dad a los propósitos de quienes han concebido el programa. En esencia, la labor consiste en enu- merar todas las unidades de información cuya transmisi6n es necesaria para cumplir los obje- tivos del programa. Por ejemplo, supongamos que el propósito general del programa es:

Enseñar a los agricultores a utilizar el cr6dito para aumentar su producci6n agricola.

A partir de esta definición general se pueden es- tablecer objetivos mhs concretos, a los que se dará un número de código:

O b j e t ivo s

1. O Disipar los temores de los agricultores res- pecto de la solicitud de creditos.

2. O Instruir a los agricultores sobre la obtención de crCditos.

3. O Explicar las ventajas de la utilización de crbditos.

--

Respecto del Objetivo 1. O, el organizador del plan establece una lista de los puntos impor- tantes.

Toda la información relacionada con ese Objetivo debe indicarse; de otro modo, los puntos que parecen evidentes al organizador del plan pue- den escapar a la atención del guionista. El sis- tema de codificación sirve para organizar y registrar las informaciones. Por ejemplo, to- dos los hechos relacionados con el Objetivo 1.0 llevarán un número inicial "1" (p. ej. 1.1, I. 2, 1.3, 1.4). En un nivei de mayor detalle, los hechos relacionados con 1.4, tambih tendran un número de código que comienza con 1.4 (p. ej. 1.41, 1.42).

-

Puntos principales del Objetivo 1. O

1.10 La imposibilidad de reembolsar un crédito del Estado no lleva al deudor a la cárcel.

1.20 82 agricultores de la región han recurrido al credito sin tropezar con difi- culta de s.

1. 30 Si el agricultor no puede reembolsar elcr6- dito no se le despoja de sus tierras.

1.40 La utilizaci6n de créditos no va contra los m andam ientos religiosos.

1.41 El sacerdote apoya la. utilización de créditos.

Además de concretar la informaci6n que de- be introducirse en el guión, el organizador del plan debe añadir observaciones generales que ayuden al guionista a elegir el estilo de presenta- ción más adecuado. den referirse a las normas culturales vigentes, a las actitudes reconocidas en relación con ciertos t.emas, o a datos socioeconómicos sobre el audi- torio a que va dirigido el programa. Por ejemplo:

Observaciones generales respecto del Objetivo 1 .O

B1. O1 Los campesinos no se fian de los agentes de los servicios de credito.

B1. 02 Algunos sacerdotes han predicado contra los creditos.

B1.03 Las mujeres en el hogar pueden influir sobre las decisiones del cabeza de familia.

Dichas observaciones pue-

Planificación de los medios de comunicación

Una vez que el contenido total del programa se halla detallado y codificado, las distintas unida- des de información deben agruparse y coordinar- se (repartikndolas entre las distintas emisiones y en el interior de cada una de éstas). Para ello es útil hacer uso de un cuadro como el que m á s abajo se indica. L a información puede asi locali- zarse y organizarse en secuencias para conseguir el desarrollo lógico de los temas, establecer el grado adecuado de repeticiones y el orden más satisfactorio de estrategias (p. ej. : informar - motivar - estimular).

La planificaci6n de los medios puede también significar la coordinación de los medios de comu- nicación social; por ejemplo, radio, folletos, reuniones, carteles, etc. El mismo tipo de cua- dro empleado para los programas individuales (véase el "Mensaje para los agricultores") puede utilizarse para coordinar el contenido de los men- sajes de los distintos medios. una campaña sólo se haga uso de la radio.

Es raro que en

La enseñanza por radio de las matemáticas en Nicaraeua

En Masaya (Nicaragua) USAID presta asistencia a un proyecto de desarrollo mediante el que se procura impartir por medio de la radio enseñan- za de aritmética elemental. El contenido del plan de estudios se ha organizado de la manera siguiente (obsérvese la similitud con la "planifi- caci6n del mensaje"): cada objetivo educativo (p. ej. : contar hasta diez) se descompone en sus componentes o subobjetivos (p. ej. : contar hasta tres). Un objetivo importante (p. ej. "A") y sus subobjetivos (Al, AZ) forman un "elemento" in- dependiente. ta de un subobjetivo. Dentro de un programa de 30 minutos, la variedad de contenido se obtiene

Cada secuencia de dos minutos tra-

26

Page 27: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

incluyendo unidades de inform aci6n (subobjetivos) de distintos "elementos".

Como se verá en el cuadro, ninguna secuen- cia "A" precede o sigue inmediatamente a otra "A", y lo mismo se aplica a los demas "elemen- tos". Ademas de la variedad de contenido as€ ob- tenida, cada secuencia obliga a los niños a reali- zar una actividad corporal. La secuencia 1 puede

exigir una respuesta oral, por lo que el 2 exigirá una actividad distinta (escribir o dar palmadas).

Este Proyecto de Enseñanza por Radio de Matemáticas aplica dos principios que se reco- miendan en la literatura especializada: primero, los programas exigen la participaci6n activa de los oyentes; segundo, el plan del contenido está organizado sistemáticam ente.

Page 28: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

CAPITULO I I I

Métodos para mejorar los programas

I. CONOCIMIENTO DEL AUDITORIO

Pocos negarán el acierto de la máxima de un pro- ductor: "Conoce tu público". Sin embargo, ¿quien puede sentir la seguridad de que su informaci6n es exacta y su intuici6n acertada sobre las prefe- rencias y características de un determinado pú- blico? "Conocer" una persona o un grupo es un concepto relativo; por ello conviene que examine mos algunos ejemplos de quien conoce a quien y de que manera.

E n muchos paises de bajo nivel de industria- lizacih, los programas radiof6nicos rurales pro- ceden de las ciudades. Existe, por consiguiente, una señalada diferencia de modo de vida, clase social y educaci6n entre un productor de radio urbano tipico y el auditorio rural, diferencia qui- zás mayor que la que hay entre dos habitantes ur- banos de dos países distintos. Naturalmente, por regla general no es posible establecer las conse- cuencias de tales diferencias ya que muy pocas veces se mide la popularidad relativa de un pro- grama radiof6nico.

del productor y del radioescucha sean identicos no quiere decir que aquel elegirá con toda segu- ridad un tema y un estilo de presentaci6n que sa- tisfaga a este. Así, durante una investigaci6n se present6 a un grupo de 100 ejecutivos de empre- sas de publicidad (cuyos gustos y mentalidad co- rrespondían en general a los del público de clase media al que iban dirigidos los anuncios) una se- rie de programas de propaganda comercial que se proyectaba lanzar por radio en una determinada ciudad, pidiendose a dichos ejecutivos que hicie - ran pron6sticos sobre los resultados de la cam- pafia publicitaria. Al realizarse cuidadosas averiguaciones para determinar los efectos que dicha publicidad había e,jercido sobre el volumen de ventas del artículo aqunciado se observ6 que los ''expertos" no habían podido predecir la reac- ci6n del público ante la campaña. Asi, dado que los agentes de publicidad reconocen sus propias limitaciones, realizan estudios y comprobaciones, como parte de una determinada campaña publici- taria, para averiguar el exit0 que pueda tener un anuncio en una ciudad dada ymodificarlo, si resul- ta necesario, antes de lanzarlo a escala nacional.

Aun cuando los antecedentes y circunstancias

En un estudio sobre los programas infantiles de televisi6n (Becker, 1960) se incluye otro caso en el que los llamados "expertos" tenían un cono- cimiento muy limitado de las Características del auditorio. Se mostraron varios programas infan- tiles a dos grupos de adultos: uno de ellos for- mado por expertos de educaci6n preescolar y el segundo por madres de niños de poca edad. Am- bos grupos debían predecir el grado de interes que un auditorio infantil mostraría ante los pro- gramas. El interés real de los niños se midi6 mediante observaciones de árbitros. La conclu- si6n fue que "ni los pedagogos especializados en educaci6n preescolar ni las madres fueron capa- ces de predecir el grado de interes que habían de mostrar los oyentes infantiles". de este y otros estudios, los productores del pro- grama "Sesame street" decidieron llevar a cabo extensas investigaciones sobre las preferencias infantiles, hallando, por ejemplo, que los niños responden mucho más a dibujos animados donde hay mucha acci6n que a todo otro tipo de mensaje educativo. E n consecuencia "Sesame Street" in- corpor6 esa tecnica a sus programas. TambiCn se observ6 que la tasa de introducci6n de noveda- des (esto es, la proporci6n de objetos, activida- des o sonidos nuevos que se introducen en un programa) influye tam bien sobre la atenci6n del oyente.

den presuponer que conocen las características del auditorio al que se dirigen. cias acarrea tal hecho? resultar del acopio de informaci6n fidedigna? ¿Que inconvenientes tiene preparar un programa sin disponer de los datos necesarios?

Un ejemplo ilustrativo de las ventajas nos lo ofrece Egipto, donde se pidi6 a los padres que describiesen las situaciones de frustraci6n que habían experimentado durante una semana deter- minada. A base de las respuestas, los guionis- tas convirtieron esas situaciones en narraciones radiof6nicas que despertaron gran interés en los oyentes. Un mCtodo similar se ha utilizado con exit0 en Ohio. Los problemas típicos que se plan- tean a los padres se utilizaron en una serie de teatralizaciones tituladas "Perplejidades pater- nales" en las que el personaje central -padre o

Sobre la base

Es pues evidente que los productores no pue-

¿Qu6 consecuen- ¿Qué ventajas pueden

28

Page 29: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

madre- no sabe al final cómo resolver su proble- ma. tes a que ofrezcan consejo al "padre perplejo". Este programa alcanz6 un nivel muy elevado de participación de los oyentes.

Otro caso en el que se muestra la convenien- cia de recoger información sobre las caracteris- ticas del auditorio es el programa de enseñanza radiofónica de matemáticas de Nicaragua. La ca- racterística investigada fueron los conocimientos previos que posefan los oyentes. Antes de prepa- rar un programa sobre un tema determinado, los productores averiguaban cuántos niños conocfan ya las operaciones más elementales y el temaque se proponían enseñar. De esa manera, los pro- gramas se preparaban a un nivel que no aburriera al alumno medio. Naturalmente, si el productor descubria que casi todos los estudiantes conocian ya el tema, lo eliminaba de su programa y pasa- ba a otro más dificil, manteniendo así el interés de los alumnos.

Posiblemente el ejemplo más conocido de un programa basado en datos cuidadosamente reco- gidos sobre el público a que se destina es "Sesame Street". Más adelante describiremos c6mo los investigadores y productores enfocaron la labor de conocer las preferencias de los niños pequeños; de momento mencionemos solamente que con sus esfuerzos consiguieron un auditorio "no cautivo'' de 3.000.000 de oyentes.

E n cuanto al aspecto negativo, señalemos el caso de la campaña llevada a cabo en determina- do país para promocionar los metodos anticon- ceptivos. Los productores basaron una serie de programas teatralizados en lo que ellos suponian eran temores de fracaso y esperanzas de Cxito entre el público. El temor y la esperanza son in- gredientes muy efectivos para crear fuertes si- tuaciones dramáticas. Lo importante es deter- minar con precisi611 que temores y que esperan- zas siente la gente. Desgraciadamente, en este caso, lo que para los productores de los progra- mas parecia "temible" (una familia numerosa) resultaba para el público una garantia financiera contra la pobreza en la vejez. Ni que decir tiene que los programas no convencieron a muchos oyentes de la necesidad de utilizar metodos anti- conceptivo s.

secuencias prácticas de recoger informaci611 pre- cisa sobre el auditorio. Un programa basado en una definición precisa del público a que se desti- na atraerá mayor número de oyentes y consegui- rá transmitir más eficazmente su mensaje. Ade- más de las ventajas prdcticas de estas investiga- ciones, los usuarios de la radio ylos especialistas en cuestiones de desarrollo en general tienen ca- da dia más clara conciencia de las razones Bticas que exigen que se establezca un vfnculo más es- trecho entre los organizadores de servicios (in- cluidos los programas de radio) y los usuarios de los mismos (el público). Los habitantes de las aldeas tienen derecho a que se tengan en cuenta sus opiniones, ya que no a planificar ellos mis- mos los programas. Los recursos son escasos y deben utilizarse de la manera más provechosa posible. Además, las comunidades poseen un

DespuCs de la emisión se invita a los oyen-

Los ejemplos anteriores muestran las con-

instinto que les indica lo que es beneficioso y lo que es nocivo para ellas. Por consiguiente, no deben considerarse sólo como usuarios pasivos de servicios.

PREGUNTAS CLAVE SOBRE LAS CARACTERISTICAS DE UN AUDITORIO

Una vez establecidas las razones para el conoci- miento de un auditorio y las ventajas de tal cono- cimiento, conviene considerar m8s detalladam en- te el significado de nuestra afirmaci6n. ¿Qu6 es exactamente lo que el productor necesita conocer? ¿Hay algo -además de las estadisticas corrientes sobre edad, nivel de ingresos, etc.- cuyo conoci- miento ayudará a los productores a preparar pro- gramas eficaces? Para responder a tales pre- guntas debemos situar al oyente en su relación con el mensaje radial especifico y en el contexto general del sistema de comunicaci6n social y de su entorno. pueden influir sobre su eficacia otros factores con ella estrechamente relacionados, tales como los materiales impresos complementarios, u otros más remotos, como el ambiente politico. Esta perspectiva del "oyente inserto en su con- texto" representa el inicio de una visión sistemá- tica del desarrollo de los programas. Por "visi6n sistem ática" entendemos la consideración de to- dos los factores que pueden influir sobre un pro- grama o ser influidos por Bste, y la especifica- ci6n de las relaciones entre esos factores. La adopci6n de una visi6n sistemática significará por consiguiente que podemos definir los programas en funci6n de ciertas variables, que podemos es- tablecer sus efectos potenciales, y definir el con- texto o entorno en que el programa interactda con el oyente individual o influye sobre Bste. Lo que tenemos que hacer, por lo tanto, es definir las caracteristicas clave del programa, del oyente y del entorno. las variables que permiten describir un progra- ma. Consideremos ahora las cuestiones clave sobre el auditorio y sobre el entorno de la comu- nicaci6n social. Para mayor comodidad, dividi- remos las caracteristicas del auditorio según sus necesidades, conocimientos, actitudes, compor- tamiento y contexto de las comunicaciones so- ciales.

mas radiof6nicos deben responder a las necesi- dades de los oyentes. Pero, ¿que significa exac- tamente tal termino? Si partimos de la noci6n ideal de la situaci6n perfecta de un individuo, una necesidad podrá entonces definirse como lo que falta en la situacidn real de ese individuo para alcanzar la ideal y deseada. Algunos preferirán una definici6n ligeramente diferente diciendo que las necesidades -de alimentos, por ejemplo- existen incluso cuando la situaci611 perfecta sea real (esto es, los est6magos repletos y los gra- neros rebosando). Pero para nuestro propósito podemos considerar la necesidad como un deseo no satisfecho. Para ayudar a los programadores, esos deseos deben ser conscientes y capaces de ser expresados.

La radio no es un factor aislado;

En el Capftulo II ya hemos analizado

Necesidades. Nadie negará que los progra-

29

Page 30: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Se presupone que las personas se hallan mo- tivadas para satisfacer sus necesidades. Por consiguiente, todo productor de programas radio- fÓnicos que desee introducir un cambio en las ac- tividades de sus oyentes deberá prestar cuidadosa atención a las necesidades de 6stos. En todo in- tento para motivar un auditorio la clave está en la identificación de la "proposición Única", idea original que señala la única manera en que el programa radial y la informaci6n que Cste con- tiene pueden satisfacer las necesidades del audi- torio. De una u otra manera, la aceptabilidad de una noci6n o de una práctica depende del grado en que el público las considere relacionadas con sus propios deseos y necesidades.

hacerse sensorial, afectiva o racionalmente. Uno o todos estos enfoques deben hallarse insertos en la proposici6n Única. Por ejemplo, se puede ape- lar al deseo de maestrfa subrayando los "rápidos progresos" que pueden realizarse mediante un curso de capacitaci6n. El apoyo de los adultos se obtendrá si se les sugiere que aseguren el por- venir de sus hijos dándoles la mejor alimentación posible. Los mensajes del tipo "antes y despu6s" son eficaces con las personas que buscan resol- ver problemas apremiantes. Un mensaje sobre la importancia de hervir el agua para beber pue- de describir el estado de salud de una familia an- tes y despuCs de seguir la práctica de hervir el agua.

La caracterfstica clave de un auditorio es, por consiguiente, la presentación de sus necesi- dades. ¿Qu6 necesita ese auditorio? Posible- mente no quieren esos oyentes gastar tiempo y energia en hervir el agua, pero si quieren que sus hijos crezcan sanos. Las nuevas prácticas deben promocionarse sobre la base de los benefi- cios que aportan, no en terminos de algún m6rito intr€nseco del producto. ciertas prácticas tales como la limpieza forman parte realmente de un código Ctico, no de reglas sanitarias. El c6digo Ctico confiere a la limpieza un valor intrfnseco para aquellos que aceptan el código. Pero las personas cuyo c6digo 6tico no incluye la limpieza no resultarán motivadas por exhortaciones sobre el valor intrinseco de la lim- pieza. subrayar de qué manera la limpieza es un medio para conseguir un fin deseado por los oyentes.

un auditorio importante para la concepción de un programa radial es la cantidad de conocimientos que los oyentes poseen sobre el tema de que se trate. Si ya conocen lo que va a decirseles será muy dificil evitar que se aburran. Las nuevas informaciones y los nueTros conceptos suponen siempre un reto para el oyente, retos que pueden tener un efecto intrínsecamente motivador si no producen frustraci6n por resultar demasiado di- ffciles. Si los productores tienen noticia del ni- vel de conocimiento que los oyentes poseen sobre el tema podrán evitar falsas interpretaciones y sólo consum irán el tiempo necesario para tratar otros temas auxiliares, definir los terminos im- portantes y explicar los conceptos diffciles. NÓ- tese que los buenos articulos de las revistas

La alusión a las necesidades básicas puede

En algunas culturas,

En vez de ello, las exhortaciones deben

Conocimientos. Otra caracterfstica clave de

especializadas o t6cnicas (cuyos lectores se su- pone que poseen los conocimientos necesarios sobre los temas y la terminología) siempre dedi- can por lo menos un par de párrafos a describir el contexto y los antecedentes generales sobre los que se basa el artículo, de modo que incluso un lector no especializado pueda comprender el con- tenido.

Otro aspecto del conocimiento del oyente que tiene relación con la concepci6n de un programa es el nivel general de cultura, lo que a su vez indica el nivel de vocabulario y el de asimilaci6n de contenido que se puede presuponer en el sec- tor de público elegido. Los periódicos de los Estados Unidos estan escritos de modo que pueda comprenderlos un alumno de quinto grado, aunque el nivel medio de escolaridad en el pai's asciende hasta el duodecimo grado. periódicos saben muy bien que el error más gra- ve es escribir a un nivel superior al que puede com prender su público.

La cuestión clave para el productor de pro- gramas es determinar qu6 capacidades o aptitu- des debe tener su público para que saque provecho del programa. miembros de su auditorio esas aptitudes y capa- cidades? A veces una "capacidad" significa una manera de pensar. Por ejemplo, es importante saber de que manera el oyente categoriza los p r G blemas. ¿Piensa simplemente en terminos de "blanco o negro"? ¿O tiene un modo más flexible y adaptable de conceptualización? ¿Responde a los razonamientos o tiene para 61 más peso el prestigio de la autoridad tradicional? Las res- puestas a todas esas preguntas tienen mayor im- portancia desde el punto de vista de la concepción de un programa que otros datos menos relevado- res, como son las estadísticas de edad y de nivel de ingresos de los oyentes.

Actitudes. Un tercer grupo de caracteristi- cas que quedan fuera de los datos demográficos corrientes y que tienen importancia para la pre- paración de un programa son las actitudes y ex- pectaciones de un auditorio. diferentes oyentes que les va a suceder como con- secuencia de lo que se les presenta en el progra- ma? ¿Qu6 valor dan a tal resultado? Por ejem- plo, ¿espera o no el oyente asimilar la informa- ción o aprender la tarea que le presenta la radio? Además ide qu6 modo esas actitudes y expecta- ciones facilitan o dificultan la consecución de los objetivos del programa? Si una determinada ac- titud o expectación significa un obstaculo para la consecución de tal objetivo, el productor deberá averiguar por qu6 mantiene el oyente esa actitud o expectación. ¿Tiene un origen religioso, tra- dicional, o es sentimiento de seguridad, temor financiero, etc.? Por otra parte, como aspecto positivo, debemos saber qu6 factores atraen a nuestro auditorio. Por ejemplo, algunas culturas valoran el saber leer por el prestigio que confie- re, otras por las ventajas económicas que entra- ña, y en fin otras, por la posibilidad que otorga de leer textos sagrados.

Aunque existen dificultades para definir y cuantificar adecuadamente las actitudes y para establecer hip6tesis que relacionen las creencias

Los directores de esos

¿Poseen todos o sólo algunos

¿Qu6 esperan los

30

Page 31: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

y la conducta, a veces las actitudes pueden indi- car factores específicos en la substancia de un concepto o imagen que impiden que el auditorio se sienta atraïdo por tal concepto. Por ejemplo, los fabricantes de harinas de repostería que sólo necesitan ser mezcladas con agua descubrieron que las amas de casa experimentaban cierto sen- timiento de culpabilidad si usaban un producto que exigía de ellas tan poco esfuerzo y que, por consiguiente, equivalia a negarles su talento para hacer buenas tortas. Ello llevó a los fabricantes a suprimir el huevo en polvo de la mezcla, de modo que las cocineras tuvieran que añadirlo. Con tan ligero cambio -resultado de una investi- gación de actitudes- el producto pudo venderse satisfactoriamente.

Esta trivial an6cdota tiene importantes con- secuencias desde el punto de vista de la progra- mación radiofónica para el desarrollo. Tanto los productos como las prácticas que se promocionan influyen sobre la actitud de los usuarios y vice- versa. AsI, los programadores deben investigar las actitudes de su público antes de elegir el es- tilo de presentación. Por ejemplo, en las socie- dades en las que el que una madre amamante a su hijo es nota de baja condición social, toda cam- paña en favor del amamantamiento materno debe procurar elevar el valor social de tal práctica más bien que presentar otros argumentos racio- nales en su favor.

Uno de los métodos de evaluar las actitudes respecto de un determinado concepto (el tema del programa radial) consiste en determinar la fase de aceptaci6n popular que ha alcanzado dicho con- cepto, En la "fase inicial", cuando el concepto es todavía poco conocido, el programador prefe- rirá probablemente organizar una campaña que refuerce el conocimiento de los atributos del con- cepto o práctica que se desee promocionar. Por ejemplo, en la República Unida de Tanzania fue necesaria una campaña intensiva de informaci6n cuando se introdujo el concepto de autoayuda. La mayoría de los conceptos tienen que pasar por esa fase de iniciación. M á s tarde, el programa- dor debe comenzar a desarrollar los diversos modos en que sus nociones pueden satisfacer mejor las necesidades del auditorio. Cuando la práctica ha sido adoptada por considerables sec- tores del público, el concepto entra en la "fase de retención" durante la cual los programas persi- guen mantener el favor del público, empleando para ello los Últimos recursos de que se dispon- ga. En China, por ejemplo, los lemas de los car- teles sirven para recordar a las gentes los prin- cipios ideológicos que han aprendido por la radio.

tegia que ha de emplearse es el tipo de actitud que adoptará probablemente el oyente hacia la práctica que se desee promocionar. cuatro tipos de actitud, cada uno de los cuales exige una estrategia diferente.

Si una madre alimenta a su beb6 con bi- berón porque cree que es más nutritivo, mantie- ne una actitud personal. Para modificar tal tipo de actitud las estrategias generalmente utiliza- das son la persuasi6n racional y la información. Otra estrategia eficaz es el reparto de "muestras

Otro factor clave que determinará la estra-

Existen

1.

gratuitas", lo que es tambikn ejemplo de cómo los cambios de conducta preceden e inducen a los cambios de actitud en muchos casos. Ello se re- sume en la frase: "Pru6belo y le gustará".

que así adquiere prestigio ante sus amistades, 2. Si la madre usa el biber6n porque cree

mantiene una actitud interpersonal. se requiere crear una imagen del producto, lo

En ese caso

que significa dar a 6ste un "valor adicional". Ello se consigue asociando el producto con una perso- na o una noción altamente deseables aunque fun- cionalmente no relacionadas con 61. Por ejemplo, si un h6roe nacional apoya la idea añade prestigio a la misma.

3. Si el ideal que una mujer se forma de lo que debe ser una madre incorpora el concepto del uso del biberón, mantiene una actitud intraper- sonal. Para influir sobre tal tipo de actitud es preciso subrayar el atributo del producto que mejor se ajuste a las exigencias de la idea que de si mismo tiene el oyente. no relacionada con tal idea carecerá de fuerza persuasiva.

4. porque es más conveniente, mantiene una actitud impersonal. La estrategia entonces necesaria es de "tono menor" y se refiere mAs al cómo y el dónde obtener el producto que a las caracterís- ticas del mismo.

conocimiento de las actitudes de un auditorio res- pecto del contenido y estilo de un programa ayu- dará a conseguir una programacih atrayente y efectiva, no es menos verdad que las actitudes no constituyen orientaciones infalibles. Esta difi- cultad resulta de la complejidad básica del com- portamiento humano y de la imposibilidad de pre- decirlo. En un estudio sobre la relación entre las actitudes y el comportamiento referentes a los hábitos de compra se preguntó a centenares de clientes antes de entrar en un "supermercado" que nombrasen las marcas de los productos que se proponían comprar. Al salir del supermer- cado, los investigadores comprobaron la marca de los productos adquiridos, y result6 que s610 un 30% de los clientes se habfan comportado se- gún anunciaran. de opinión dentro del establecimiento.

que la gente dice y lo que hace es importante ob- servar ciertos comportamientos de un auditorio para contrastarlos con sus actitudes declaradas. Por ejemplo, si deseamos determinar qu6 tipode programa radiofónico quiere oir el público de una determinada regi6n de bem os reunir información sobre los programas que ya escuchan (considera- dos dentro del contexto de los existentes). A me- nudo la gente dirá, cuando se la pregunta, que prefieren programas informativos y sobre políti- ca y cuestiones públicas. Sin embargo, la obser- vacibn revela que esa misma gente nunca escucha tales programas. grama educativo porque estiman que deben pre- ferir tal programa, aunque en realidad no sea así.

Las preguntas sobre el comportamiento en tanto que opuesto a las actitudes tienen especial importancia cuando el oyente que participa en un

Toda la información

Si la madre usa el biber6n simplemente

Comportamiento. Si bien es cierto que el

El 70% restante habïa cambiado

Debido a esta falta de correlación entre lo

Dicen que prefieren un pro-

31

Page 32: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

programa de radio ha de sacrificar tiempo o di- nero. Un programa de radio no debe promover prácticas que debido a la imposibilidad de que el público las adopte sean poco realistas.

Naturalmente, el tipo de comportamiento de un auditorio que más importa determinar es el de sus hábitos de escucha. ¿Cuál es el entorno físico del oyente? $u casa o la escuela? ¿Es- cucha solo o en grupo? o con múltiples distracciones? ¿Cuando escucha? ¿Qu6 estaciones? ¿Qu6 tipo de programas? ¿Por que razones?

Hay grandes probabilidades de que los oyen- tes tengan arraigados hábitos de escucha que no cambiarán a menos que se les ofrezcan y promo- cionen nuevas y m8s atrayentes posibilidades. Es mejor partir de pautas de escucha ya existentes, bien sea produciendo nuevos programas según formatos bien establecidos o difundiendo las emi- siones en horas en que se sabe que el auditorio es receptivo al tipo de programa que se ha pro- ye c ta do.

¿En un entorno tranquilo

Contexto de comunicaciones sociales. El quinto y final tipo de datos que pueden influir so- bre las decisiones de los programadores tiene relaci6n con el complejo o contexto de las comu- nicaciones sociales. trictam ente de una característica del auditorio, pero sí es un factor que nos ayudara a compren- der por quC es probable que el oyente reaccione de determinada manera ante las ideas expuestas en un programa.

texto de comunicaciones sociales", pero se re- fiere a todos los factores que influyen sobre las modalidades de percepci6n de los medios de co- municaci6n social por el público. Un aspecto de dicho contexto es la tradicibn o mito existente en un momento determinado sobre los prop6sitos y fiabilidad de dichos medios. te de esos medios? se halle integrado habrá desarrollado cierto tipo de consenso al respecto. Así, se habrá creado una tradici6n que considere a los medios de co- municaci6n social como transmisores de verda- des o de propaganda, de esparcimiento o de edu- caci6n. Dichas expectaciones inf1uirA.n muy pro- bablemente sobre la interpretaci6n que los oyentes den a lo que escuchan. Si el público siente sos- pechas respecto de los medios de comunicaci6n será necesario tomar eficaces medidas para con- vencerlo de la fiabilidad del programa que se le presente. les dice simplemente por el hecho de que lo dice la radio, sera menos necesario utilizar persona- lidades de reconocida autoridad como locutores.

La comprensi611 del contexto de comunicach nes sociales tambiCn entraña la evaluaci6n de la gama total de experiencia respecto de los medios que posea un oyente tipico del auditorio a que va dirigido el programa. ¿Lee dicho oyente un dia- rio? audiovisuales relacionados con el program a edu- cativo que se transmite? haya visto la televisi6n anteriormente? ¿En quC grado ha sido promocionado el programa radial por otros medios de comunicaci6n social o por

No se trata en este caso es-

Es algo difícil definir el concepto de "con-

¿Que espera el oyen- La cultura o sociedad en que

Pero si los oyentes creen lo que se

¿Tiene acceso a materiales impresos o

¿Es probable que ya

otras personas. Las respuestas a tales pregun- tas servirán para indicar el grado de probabili- dad de que una persona sintonice su aparato para captar un determinado programa y, en ese caso, para darnos una idea de la interpretaci6n que da a lo que oye. Por ejemplo, si alguien ha tenido ya una experiencia negativa con la enseñanza por radio, ello puede presentar especiales problemas para los productores de un programa. Por otro lado, quien no tenga experiencia alguna tambiCn plantea problemas de otro tipo.

Otra faceta del contexto de las comunicacio- nes sociales se refiere a las condiciones en que tiene lugar la escucha en grupo. Naturalmente, no todos los programas educativos se escuchan en grupo, aunque Cste es, con toda seguridad,uno de los enfoques mas importantes. Uno de los fac- tores contextuales clave del grupo de escucha es su "dirigente", Las modalidades de su selecci6n y su propia opini6n de los oyentes que forman el grupo y de los programas tendrh influencia so- bre el grado y tipo de aprendizaje que se consiga en ese grupo.

Finalmente, cabe mencionar el clima socio- político del país como parte del contexto de co- municaciones sociales. Dicho clima incluye ele- mentos tales como las oportunidades de movilidad social y el estado de ánimo general del pais. LES optimista o m&s bien resignado y fatalista? El clima sociopolítico tambiCn tiene relaci6n con el grado de presiones sociales que pesan sobre el individuo para que acepte el programa de radio. Si existe un supuesto social de que la radio es im- portante porque los dirigentes del país -a nivel nacional o local- apoyan dicho medio, aumentará la participacibn del público y serán más marca- dos los beneficios que esta reciba. El ejemplo de la República Unida de Tanzania muestra que un am biente social positivo puede contribuir en gran medida al éxito de un programa radiofónico.

Resumen. En esta secci6n sobre las carac- teristicas del auditorio hemos indicado los ele- mentos de una visi6n sistemática del desarrollo programatico. cado los diversos factores que determinan la re- acci6n de un auditorio ante un programa radiof6- nico. Hemos analizado las necesidades, los co- nocimientos, las actitudes, el comportamiento y el contexto. Los diversos aspectos de esos fac- tores constituyen la informaci6n que los progra- madores deben poseer para conocer a su auditorio y poder así preparar programas eficaces y atra- yentes.

En la siguiente secci6n consideraremos los diversos modos de recoger informaci6n sobre un auditorio y sugeriremos estrategias que ayuden al productor a compensar cualquier deficiencia en los datos que pueda poseer sobre su público.

Esto significa que hemos identifi-

METODOS PARA SUBSANAR DEFICIENCIAS EN EL CONOCIMIENTO DEL AUDITORIO

Probablemente el mejor procedimiento para re- coger datos sobre un determinado auditorio es realizar visitas peri6dicas a la zona donde &te resida. Esto parece sencillo, pero en la realidad

32

Page 33: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

existe un gran obstáculo y es que una oficina o un estudio son lugares mucho más confortables que un "jeep" en un camino lleno de baches o un duro banco en el corral de un campesino. Hay dos so- luciones posibles: la primera es convencernos de la gran utilidad de tales visitas; la segunda, establecer directrices detalladas para aprovechar lo mejor posible las visitas. Tales directrices nos ayudarán, ya que una de las razones para no visitar las zonas rurales es que cuando el perso- nal de radio ha llegado a ellas se encuentra sin una tarea bien definida.

Visitas peri6dicas a las zonas de escucha

La clave del 6xito está en localizar una o m8s personas en los pueblos con quienes el productor (o su representante) pueda establecer contacto fácilmente y con quienes se tenga confianza. Esto posiblemente significa que el productor tendrá que entrar en relación con alguna instituci6n que realice trabajos sobre el terreno en esa zona y conozca a las personas adecuadas en los pueblos. El personal de esa institución podrá acompañar al personal de radio cuando visite la zona y faci- litar la labor de 6ste presentándolo a los campe- sinos, para vencer as1 toda desconfianza que pu- diera causar la presencia de un desconocido. El productor o su representante deberán entrevis- tarse por lo menos con una persona y procurar realizar el mayor número posible de las tareas siguientes :

1.

2.

3.

4.

5.

6.

Despues de establecer contacto con la perso- na de la localidad cuya colaboración se consi- dera necesaria, explicarle el caracter de los programas educativos que se proyecta lanzar por la radio. Pedir a ese colaborador que informe a otras personas sobre los propuestos programas ra- diales mediante la distribución de una tarjeta que contenga: a. un grabado o dibujo lo suficientemente

atractivos para que la gente tenga ganas de colocarlo en una pared;

b. una breve descripcibn del programa que se va a radiar;

c. un calendario de las emisiones; d. el nombre, direcci6n e indicaci6n de la

frecuencia de la estaci6n emisora; e. una tarjeta postal separable, con la direc-

ción impresa, para que los campesinos puedan escribir a la estación emisora.

Preguntar al colaborador si estaria dispuesto a organizar un grupo de oyentes reuniendo a sus amistades para escuchar juntos el programa. Si el colaborador pertenece ya a un grupo de oyentes, estimularle a que continúe partici- pando. Preguntarle ademas si existen proble- mas dentro del grupo y si 61 mismo u otro participante desearian recibir capacitaci6n en los mCtodos de liderazgo de tales grupos. Estimularle a que escriba a la estaci6ny pro- curar que su carta se incluya en un programa. Preguntar al colaborador si desea escuchar una grabación que el productor o su representante

7.

8.

llevarán consigo. Despubs de oIr la grabaci6n deberá expresar su opinión y reacciones de acuerdo con un cuestionario preparado de an- t e m ano. Plantear al colaborador una serie de pregun- tas referentes a los hábitos de escucha, entre las que se podran incluir las siguientes: a.

b.

C. d. e. f.

g.

¿Posee alguien en su casa un receptor de radio? ¿Escucha Vd. alguna vez el receptor de otra per sona? ¿Con que frecuencia escucha Vd. la radio? ¿Qu6 estaciones escucha? ¿Por que? ¿A que horas escucha que estaci6117 ¿Escucha Vd. una sola estaci6n durante un periodo largo o cambia Vd. frecuentemen- te de estaci6n mientras escucha? Si ya se han transmitido algunos progra- mas, conviene plantear preguntas sobre lo que en ellos se ha dicho para comprobar en qu6 medida los oyentes asimilan elmen- saje. (Por ejemplo, si los programas tra- tan de cuestiones sanitarias, preguntar ¿Cuándo se debe hervir el agua? 'I) Tales

preguntas son un metodo de evaluaci6n. Preguntar al colaborador si esta dispuesto a colaborar hablando ante el micr6fono. En ese caso se le harán preguntas a diversos niveles de especificidad, dándole primero la oportuni- dad de que diga lo que quiera. A continuación las preguntas se referiran a los propósitos educativos del programa; por ejemplo: "iC6- m o decidió su comunidad construir esa letri- na? ", 'I ¿Dónde se obtuvieron los materiales? I'. Una pregunta mas general pudiera ser: "¿Que mejoras introduciria Vd. en su comunidad o en su casa?

Los datos así reunidos deben registrarse en un formulario normalizado antes de regresar a la Sede. guiente m odelo:

Dicho formulario puede ajustarse al si-

Informe relativo a una visita sobre el terreno

Persona entrevistada Fecha

Dire c c i6n

Entrevistador (nombre)

Lista de acciones a realizar:

1. Exolicar obietivo de la visita 2. Explicar caracter y propdsito de

los programas ~~

3. Solicitar la colaboraci6n del en- trevistado para la promoci6n de los programas Facilitar tarjetas para su distri- buci6n entre el vecindario Determinar si el entrevistado es- tá dispuesto a organizar un grupo de oyentes Estimular al entrevistado a parti- cipar y a escribir a la estación Recoger reacciones ante un pro- grama grabado

4.

5.

6.

7.

8. Preguntas al entrevistado

33

Page 34: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Apoyo y cooperación que puede esperarse del en-

Comentarios sobre el programa grabado:

Respuestas a las preguntas de la entrevista:

tr evistado :

1. 2. 3. etc.

Las organizaciones de radio más importan- tes pueden preferir realizar encuestas más sis- temáticas y rigurosas empleando encuestadores profesionales en vez de su propio personal. Este método suministrará datos cientificamente más fidedignos pero privará al productor del contacto directo y regular con los oyentes. Mientras plan- tea las preguntas que contiene su lista, el produc- tor recoge al mismo tiempo todo tipo de infor- maciones sobre las reacciones de los oyentes, sobre su vida de hogar, sus perspectivas, etc., etc. Las contestaciones a las preguntas son úti- les, pero es aún más importante el contacto que gracias a ellas se establece. Ciertos detalles in- cidentales, como la presencia de un niño enfer- mo, pueden ser valiosos al motivar al productor y ofrecerle perspectivas sobre su trabajo.

Encuestas sobre los oyentes

Si por la raz6n que sea el personal de la estaci6n de radio no puede o no quiere abandonar el estu- dio para realizar sus propias encuestas, la se- gunda soluci6n que se ofrece es encargar la en- cuesta a una organización competente y experi- mentada. seleccionar el personal idóneo (entrevistadores) para plantear las preguntas adecuadas (plan de la encuesta). En algunos paises en desarrollo exis- ten empresas que se hacen cargo de tales tareas a cambio de una remuneraci6n razonable, pero es raro encontrar una agencia de esa índole que dis- ponga de encuestadores experimentados en las zonas rurales. La mayor parte de las encuestas tienen una finalidad comercial, lo cual significa que se orientan más bien hacia los mercados ur- banos. Como la población rural participa en mucho menor grado en la economla monetaria no presenta mucho inter6s para las empresas comer- ciales ni por consiguiente para las agencias de son- deos y encuestas. bastante probable que los entrevistadores tengan que someterse a cierta labor de capacitación an- tes de llevar a cabo los trabajos.

La realización de encuestas en las zonas ru- rales no es tarea fácil, ni puede todo el mundo realizarla eficazmente. D e ser posible deber5 seleccionarse un grupo de candidatos entre los que se elegirh finalmente los más eficientes pa- ra llevar a cabo las entrevistas. Por "eficiente" entendemos aqui la rara capacidad de establecer rápidamente contactos con el entrevistado y gran- jearse su confianza. La formaci611 de los entre- vistadores deberá comprender la realizaci6n de entrevistas de práctica que se grabarán y serán analizadas por los profesores. Estos deberán

Lo m8s importante en este caso es

Ello significa que resultará

juzgar a base de dichas prácticas cuAles son los futuros entrevistadores más capaces.

Es conveniente seleccionar entrevistadores cuyos antecedentes y aun características fisicas sean similares a los de los que han de ser entre- vistados, ya que así resultará menor la descon- fianza inicial que suele despertar todo encuesta- dor. Tam bien será conveniente que vayan acom - paiiados de una persona de la localidad, lo que facilita las presentaciones y la creaci6n de una atm6sfera de confianza.

Como ya se ha indicado, las categorias ge- nerales de las características de un auditorio son sus necesidades, hábitos de escucha, conocimien- tos, actitudes y comportamientos. Las preguntas concretas que hayan de dirigirse a los oyentes dependerán en parte de la situaci6n local y de las limitaciones administrativas. Por ejemplo, tiene apenas sentido preguntar a un oyente cuales sean sus necesidades si los recursos de que se dispo- ne para satisfacerlas determinan de antemano que muchas de ellas no podrán atenderse.

Una vez que se haya decidido quC información es necesaria se puede preparar una lista de pre- guntas (instrumento de la encuesta). Debe tener- se en cuenta que toda lista tendrá siempre algún defecto. Debe pues ensayarse con un pequeno grupo antes de ser presentada a la muestra de po- blación elegida. Este ensayo previo revelará si algunas preguntas son ambiguas, redundantes u ofensivas, etc. La versi6n definitiva del instru- mento de la encuesta puede redactarse a base de los resultados obtenidos con la versión preli- minar.

A continuación ofrecemos sugerencias sobre las cuestiones que debiera plantearse el encar- gado de preparar la lista de preguntas durante la redacci6n de la misma.

Lista de caracterrsticas del auditorio

1. ¿Se han indicado implicita o expllcitamente los conocimientos o caracterlsticas que debe poseer el oyente para poder beneficiarse ple- namente del programa? Por ejemplo, ¿se considera importante que est6 libre de prejui- cios? (Si no se ha indicado explkitamente, debiera hacerse). ¿Se ha preparado una prueba que indique si los oyentes poseen los conocimientos necesa- rios para participar en el programa? ¿Depende el éxito del programa de alguna ap- titud o conocimiento tal como el de matemá- ticas, la lectura, etc.? En caso afirmativo iqu6 aptitudes o conocimientos son necesa- rios? ¿Qu6 debe conocer el oyente sobre el conteni- do del programa en relaci6n con su propia

experiencia, educaci6n, edad, motivacih, nivel socioecon6m ico?

¿Se interesan los oyentes por el contenido del programa?

2.

3.

4.

5.

34

Page 35: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

6.

7.

8.

9.

1 o.

Il.

12.

13.

14.

15.

16.

17.

18.

19.

¿Qué conocimientos poseen ya los oyentes sobre las materias del programa? ¿Qué efectos esperan los oyentes que sobre ellos produzca el programa? a. iC6mo valoran ese resultado? b. ¿Dificultan o facilitan esas expectativas

la consecuci6n de los objetivos del pro- grama?

¿Se observa alguna actitud que dificulte el logro de los objetivos del programa (esto es, que disminuya la receptividad de los oyentes al mensaje del mismo)? En caso afirmativo, ¿por qu6 mantienen los oyentes tal actitud? (Ejemplos de razones: religih, tradicih, seguridad, economla, empleo, etc. ) ¿Qu6 espera el auditorio oír por la radio? (Ejemplos: la verdad, propaganda, entrete- nimiento, enseñanzas, etc. ) ¿Escuchan los miembros de la audiencia so- los, en grupo, en la escuela, en casa, en otro lugar? ¿Necesitan los oyentes materiales escritos que complementen los programas? ¿Poseen los oyentes los recursos necesarios para poner en ejecuci6n los consejos que les pueda dar el programa? (Por ejemplo, si se les aconseja que se sometan peri6dicamente a examenes mkdicos, ¿hay clínicas y servi- cios médicos para todo el mundo? ) ¿Qué sacrificios de tiempo o de dinero deben realizar los oyentes tanto para escuchar el programa como para realizar lo que dste les recom iende? iC6mo se preparó u orient6 a los oyentespa- ra el programa? ¿Desearían los oyentes participar en el pla- neamiento o la producci6n del programa? ¿Tiene el oyente acceso a un receptor de ra- dio (¿en su casa? Len otro lugar? )? ¿Le es muy difícil obtener tal acceso? ¿Con que frecuencia escuchan los oyentes la radio? ¿Qu6 estaciones escuchan, por qu6 y a qu6 horas? ¿Son fieles a una estaci6n o cambian constan- temente de sintonfa?

Aparte de las visitas peri6dicas a las zonas de emisi6n de los programas y de las encuestas de oyentes, hay otros dos métodos que pueden ser- vir para compensar la falta de conocimientos sin que en SI mismos conduzcan a un aumento de los conocimientos de los productores. lanzar por las ondas una mayor proporci611 de material grabado por los mismos oyentes sobre el terreno. profesional tomado del auditorio.

El primero es

El segundo es utilizar personal no

Aumento de la proporci6n de material e'rabado sobre el terreno

Hay gran variedad de medios para aumentar tal proporción para incluirlo en los programas. El más corriente es que los productores vayan sobre el terreno a entrevistar al público. En Ecuador se probó otro m6todo consistente en entregar magnet6fonos de cassette a voluntarios de las

comunidades encargados de grabar todo lo que consideraran interesante y enviar una cinta sema- nal al estudio donde ese material bruto se mon- taba en un programa de 30 minutos (Hoxeng, 1976).

Naturalmente se podrá decir que un método tan inestructurado producir5 poco material de va- lor desde un punto de vista pedag6gico. En efecto, algunos de los primeros programas contenían muy pocos mensajes que se pudieran calificar de orien- tados hacia la promoci6n del desarrollo.

El primer programa consistía en comenta- rios acerca del sistema de enseñanza radiof6nica local, junto con algo de m6sica de un grupo de una de las comunidades. Como era de esperar, el tono general era solemne y embarazado. Un seminarista decfa:

Quiero colaborar con los campesinos tanto en el plano cultural como en el religioso para ayu- darlos a su progreso. M e propongo adquirir m8s experiencia para poder ser m8s Útil como sacerdote rural cuando vuelva a mi parroquia.

Uno de los encargados de los magnet6fonos de cas s e tt e s eñal6 :

Enviamos nuestros cordiales saludos al Padre Barriga, que es uno de nuestros queridos maes- tros de la radioescuela. Tam bien a nuestros camaradas de la provincia de Pichincha, al empezar este nuevo curso. Todo el mundo siente gran interes por los magnet6fonos, aun- que tienen miedo de hablar. Pero esperamos que poco a poco nos iremos haciendo a esta nue- va idea. Hasta ahora resulta un poco extraño.

Ya en el tercer programa se incluía mayor conte- nido relacionado con el desarrollo comunal. E n la comunidad de Ucshaloma, en las alturas mon- taflosas detrás de la ciudad de Tabacundo, se gra- b6 una reuni611 en la que la gente decidi6 reunirse el siguiente sabado para una "minga" (proyecto de trabajo comunal). El pueblo se ocupaba enton- ces de mejorar sus viviendas y habfa formado una cooperativa para construir en común una casa pa- ra cada socio. grabaron tambi6n los ruidos de la "minga", pu- diCndose oir el martille0 como fondo de las voces de los trabajadores que hablaban de sus progre- sos y necesidades.

el programa estaba dedicado especialmente a las Navidades y consistía en material preparado por un voluntario y algunos estudiantes. El primero, un agricultor, predicaba un serm6n; los estu- diantes leían algún pasaje de la Biblia y enviaban saludos a sus camaradas en diversos lugares del país.

En enero, un programa inclufa canciones en quechua, el dialecto indio local. Las mujeres participaban por primera vez en la emisi6n. Se leyeron varios poemas originales, acom panados de música especial para el caso. En febrero, los programas incluían entrevistas con el Presidente del Movimiento Indígena Nacional (MIN), Jos6 Quinde, quien describió los objetivos de esa or- ganizaci6n y los progresos realizados, mencio- nando una serie de reuniones con objeto de evaluar

Despues de grabada la reuni611

Un mes m8s tarde, hacia fines de diciembre,

35

Page 36: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

la utilidad del MIN desde el punto de vista de la poblaci6n indigena. Más música quechua prece - di6 a un nuevo elemento: la lectura por reci6n alfabetizados de las páginas del texto Cultivemos hortalizas, que servia de estímulo para otros alumnos para quienes la lectura en voz alta supo- nia todavfa un penoso esfuerzo.

E n resumen: con el tiempo fue aumentando el material del programa relacionado con el des- arrollo comunal, aumento que parece continuar. Hay asimismo indicaciones de que cuando el pro- grama informaba sobre un proyecto de desarrollo de una comunidad otras comunidades tambiCn es- cuchaban: posiblemente con mayor interbs que el hasta entonces mostrado por los programas so- bre el desarrollo comunal. Lo esencial es que las ondas transmitan voces populares, algo que hasta entonces no se habla hecho en esta regi6n. Los voluntarios dieron muestras de considerable capacidad para introducir innovaciones en el uso de los magnetbfonos. c6mo un grupo convenci6 a un ingeniero del Mi- nisterio de Recursos Hidráulicos a que se pres- tase a una entrevista para el programa. Sus de- claraciones sobre las posibilidades ydificultades de obtener agua corriente proporcionaron valiosa informaci6n a los miembros de numerosas co- munidades.

ducir y grabar escenificaciones con contenido moral o social en las que los participantes repre- sentan diferentes papeles y discuten problemas; esos programas se transmiten luego por las on- das a otras comunidades que se enfrentan con problem as sim ilares.

E n una comunidad se utiliz6 un magnet6fono para asegurarse de que las declaraciones de un funcionario de otro programa de desarrollo no quedarian olvidadas más tarde. El magnet6fono estaba oculto debajo de un poncho y s610 sali6 a relucir al final de la reuni611 en la que, al pare- cer, el referido funcionario prometi6 que se to- marian medidas inmediatas; al escuchar graba- das sus propias palabras 6ste comprendi6 que sus promesas no habían cardo ni en oídos sordos ni en una cinta muda.

Naturalmente, no se puede asegurar que un sistema tan libre como el utilizado en Ecuador tendrá tambiCn éxito en otros lugares. Es más, algunos programas de radio tienen objetivos muy precisos y no pueden permitirse el lujo de trans- mitir ideas del hombre de la calle no relaciona- das con tales objetivos. Por esa razon puede to- marse en consideraci6n el uso de otros dos sis- temas: el primero consiste en un formato de entrevista rígidamente astructurada y llevada a cabo por el personal de producci6n; el segundo, en una entrevista menos formalizada dirigida por un no profesional.

El objeto de todos estos métodos es que por medio de la utilizaci6n de voces del pueblo en el programa se compense la poca familiaridad del productor con el auditorio al que dirige su progra- ma. Cuando una persona "tTpicaff habla podemos estar seguros de que el nivel de su vocabulario y los temas de la conversacibn serán los más apro- piados para el público a que esa persona pertenezca.

El Padre Barriga relata

Algunas comunidades han comenzado a pro-

Utilizaci6n de personal no profesional del auditorio para que colabore con el de producci6n

Cuando el productor no est6 familiarizado con el estilo de vida de los oyentes convendd que bus- que alguien que le asesore. Para ello el colabo- rador deberá conocer bien dicho estilo de vida y, aunque no sea un profesional de radio, deberá asimismo saber expresar sus ideas y sentir hon- da compenetraci6n con el público de que se trate.

Los colaboradores no profesionales pueden participar en el planeam iento, producci6n, eva- luaci6n y promoci6n (publicidad) de los programas. El planeamiento comprende la selecci6n de los te- mas del programa, el momento de su emisih, el tipo de formato, etc. Un representante no profe- sional del auditorio puede ofrecer valioso aseso- ramiento en todas esas cuestiones. Naturalmente, una persona sola no representa la opini6n de to- dos, o bien puede interpretar err6neamente los sentimientos de los demás (o sus preferencias). Por consiguiente, el personal de producci6n de- ber& ponderar el asesoramiento recibido y hacer uso del mismo a la luz de su propia experiencia y de otras informaciones. Resultará evidente que el no profesional (a quien podriamos denominar "paraprofesional") puede suministrar informaci6n concreta sobre los horarios de trabajo del grupo que representa sin que por necesidad sea capaz de evaluar c6mo reaccionará ese grupo ante un programa radiofbnico de nuevo tipo.

Otro aspecto de la producci6n en el que pue- de colaborar eficazmente el paraprofesional es el de las grabaciones sobre el terreno. A veces la gente se resiste a hablar ante un micr6fono,y una persona de la localidad puede muy bien disipar esos temores. TambiCn puede ayudar a descubrir informaciones interesantes o nuevas fuentes de las mismas.

Finalmente, el colaborador paraprofesional también puede ser muy útil en la fase de edici6n o montaje del programa. No se trata aqui de la mera tarea material de cortar y montar las cin- tas grabadas, aunque tambiCn un paraprofesio- na1 puede capacitarse para tal labor; se trata más bien de un proceso final de evaluaci6n durante el cual el colaborador paraprofesional escucha la cinta antes de su transmisib y señala las partes que quizás no convenga incluir en el programa, por ejemplo porque suenan demasiado paternalis- tas, Una persona que proceda de la regi6n a la que se va a transmitir el programa percibirá mejor que un forastero ciertos aspectos negati- vos del mismo. Para este proceso de revisidn lo importante es hallar una persona que "no se muerda la lengua" cuando descubra algo inconve- niente en el programa. Las gentes de las zonas rurales se resisten a menudo a expresar opinio- nes criticas.

do se recurra a no profesionales para la prepa- racibn de un programa de radio es si deberá re- munerárselos por sus servicios. No hay reglas fijas, debiendo por otro lado considerarse diver- sos factores. Uno de ellos es la motivaci6n del colaborador; otro, la reacción que puede produ- cir en los oyentes si llegan a saber que uno de

Un problema que sin duda se presentará cuan-

36

Page 37: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

ellos recibe un sueldo. Desgraciadamente, en no pocas ocasiones esas dos consideraciones actúan de manera contradictoria entre sí: el pago es a veces necesario para motivar a los colaboradores no profesionales, pero al mismo tiempo ese pago puede crear un obstáculo entre el colaborador y los oyentes que representa haciendo que &tos pierdan fe en 6ly perdiendo 61 así su eficacia. Pe- ro como cada situación es diferente resulta esen- cial en cada caso reunir todos los datos posibles sobre el mismo antes de tomar una decisión.

II. DETERMINACION DE LAS REACCIONES DEL AUDITORIO

La información sobre las reacciones de un audi- torio debe reunirse antes y despubs de iniciar la preparación de los programas, El productor pue- de combinar así los datos recogidos con sus pro- pias nociones sobre la construcción de un progra- m a y decidir lo que conviene producir. Imagine- mos pues que el productor X conoce su auditorio, ha estudiado los trabajos especializados sobre el tema y tiene experiencia de una amplía variedad de formatos y t6cnicas de presentación. Ya tiene su programa grabado, pero aún siente dudas. "¿Ha elegido bien sus personajes? ¿No es la se- cuencia sobre medidas sanitarias demasiado pa- ternalista? ¿Comprenderán los oyentes las explicaciones so- bre el Manos? ¿No es el ritmo demasiado r8pi- do? ¿Son eficaces las preguntas?

¿Gustará el programa al público?

¿Q&es la evaluación formativa?

Llamamos "evaluación formativa" al proceso que nos ayuda a responder a tales preguntas. Parte del mismo es el acopio de datos que señalen al productor la necesidad de introducir mejoras. Se diferencia de la "evaluación sumativa", la cual s610 indica el grado en que el programa ha alcan- zado sus objetivos. La evaluación formativa pro- cura explicar el grado de Cxito considerando las variables que en 61 intervienen. Por ejemplo, si una serie de charlas tiene como propósito ins- truir sobre la prevención del tbtanos, la evalua- ción formativa podrá utilizarse para indicarnos si los oyentes prestan atención al locutor. atención y la simpatía que despierte el locutor son las variables que consideramos relacionadas con el objetivo didáctico del programa: combatir el t6tano s.

fórmulas o directrices de validez universal. Da- do que cada evento de comunicación tiene un obje- tivo, un público y un contexto diferentes, los pro- ductores necesitan un sistema para analizar su selección de estrategias frente a las condiciones específicas del caso que les interesa. La evalua- ci6n formativa suministra tal sistema. Sirve pa- ra facilitar información Útil en el proceso de creación, confirmando o contradiciendo las deci- siones tomadas por el productor, a quien pone en contacto con su auditorio.

La

E n la esfera de las comunicaciones no hay

Necesidad de la evaluación formativa

En una clase, el maestro puede muy bien percibir el grado de 6xito que obtienen sus explicaciones. Si vigila los rostros y los gestos de sus alumnos sabra si le prestan atención, y puede así confir- mar hasta qu6 punto les interesa lo que les expli- ca. com prenden puede hacerles preguntas. Tam bien puede ponerlos a prueba para saber si han apren- dido la lección. Por otra parte, los alumnos mismos, si encuentran dificultades, pueden pedir una explicación. Por consiguiente, el maestro puede en todo momento controlar el progreso del proceso de aprendizaje y tomar medidas en caso necesario: nuevas explicaciones, más ejercicios, m8s ejemplos, un diferente enfoque, una presen- tación mas detenida de la materia, etc. (Schramm, 1969).

El maestro que instruye por radio no tiene esa suerte. Sus alumnos pueden hallarse a miles de kilómetros de distancia: todo lo que 61 tiene ante sí es un micrófono. No percibe las reaccio- nes de su auditorio: no sabe si ríen con sus chis- tes o si se duermen durante su clase. hacer preguntas para comprobar si los oyentes comprenden lo que les est6 diciendo.

El que enseña por radio necesita, por consi- guiente, algo que sustituya la información directa que el maestro presente recibe en clase. Y ello es tanto mas importante cuanto que las "clases" del primero son muchísimo más numerosas que las del segundo. tiplicarse por un factor de un millón cuando se comete por radio.

Además, si siente alguna duda sobre si le

No puede

Un error de cálculo puede mul-

¿,Quien debe reunir informaci611 sobre las reacciones del auditorio?

El acopio de tales informaciones exige una plani- ficación cuidadosa dado que no es tan fácilmente asequible al maestro por radio. La solución ideal seria que cada proyecto de instrucción radiofóni- ca contase con los servicios de una persona dedi- cada exclusivamente a esa funcih, lo cual no es posible debido al elevado costo, excepto en el ca- so de importantes proyectos. Por lo tanto, el personal de la radio, especialmente el encargado de la preparación del programa deberá capacitar- se para llevar a cabo cierto tipo de evaluación formativa. E n la presente sección procuramos ofrecer una variedad de mCtodos para dicha labor.

Antes de pasar a considerar las diversas opciones de evaluaci6n form ativa, conviene men- cionar una fase preparatoria aplicable a cual- quier m6todo que se elija y que consiste en determinar clara y expllcitamente los objetivos del programa. La lista de preguntas que a con- tinuación se incluye puede servir al formular di- cha declaración de objetivos. Naturalmente, esta labor debe realizarse antes de grabar el progra- ma, pero en caso contrario convendrá, por lo menos, llevarla a cabo antes de toda evaluacih o acopio de información sobre las reacciones del auditorio.

37

Page 38: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

1.

2.

: .3.

4.

5.

6.

¿Estan los objetivos del programa relaciona- dos con alguna necesidad identificable del auditorio? iC6mo se ha determinado tal ne- cesidad? ¿Se determin6 mediante algún pro- cedimiento sistemgtico? ¿Hay alguna indicaci6n de que esos objetivos pueden alcanzarse? ¿Qu6 indicacih? $%mo cabe caracterizar esos objetivos? ¿Son claros, concretos, mensurables, im- portantes, generales, variados, etc. ? De- termínese el grado en cada caso. ¿Se han formulado los objetivos mediante tCrminos que describen procesos que no pue- den comprobarse (p. ej. "saber", "compren- der", "familiarizarse") o en tdrminos mas concretos y comprobables (p. ej. "afirmar", "escribir", "arreglar", "hacer una lista", etc.)? ¿Especifican los objetivos cosas que debe ha- cer el maestro en el programa? E s preferi- ble determinar primeramente qu6 resultados se espera obtener con los alumnos y luego decidir que debe hacer el maestro para con- seguir ese resultado (p. ej. "presentar las razones para hervir el agua'' a diferencia de "decir razones para hervir el agua"). ¿Concuerdan los objetivos concretos del pro- grama con los prop6sitos generales del mis- mo?

Hay varios mbtodos para aprender a expresar cla- ramente los objetivos. Una de las mejores obras sobre esta materia es el libro de Robert Mager (1 975) titulado Preparing Instructional Objectives. TambiCn servirá de Útil ayuda el procedimiento concebido por el Dr. Thomas Hutchinson, de la Universidad de Massachusetts, denominado Clarifying Fuzzy Objectives.

Pasemos a considerar una amplia gama de estrategias para el acopio de informaci6n sobre las reacciones del auditorio. El prop6sito de esos mktodos es señalar los puntos fuertes y los pun- tos dCbiles de un programa, una vez conocidos los cuales el productor podrá mejorarlo. Tal es el significado de la evaluaci6n formativa.

~. ~ - --

ESTRATEGIAS BASICAS PARA CONOCER LAS REACCIONES DEL AUDITORIO *

1. Ensayo previo de los programas

Ningún productor de radio, por muy experimen- tado que sea, podr5 tener plena confianza de que su programa cumplirá todos los objetivos pro- puestos. s610 despuCs de haber presentado ese programa a una muestra representativa del públi- co a que va destinado podrh estar seguro de su efecto. Este es el sentido y la utilidad de los en- sayos previos.

Conviene que todo programa se someta a un ensayo previo y a continunci6n se revise. Des- graciadamente esas operaciones exigen tiempo y son costosas. A menudo los productores se re- sisten a ellas cuando su calendario de trabajo es muy estricto. Por consiguiente, la soluci6n transaccional es poner a prueba algunos progra- mas prototipo, esto es, programas que puedan

realizarse con antelaci6n suficiente que permita someterlos a ensayo, y que sean suficientemente representativos para que los resultados de ia prueba puedan utilizarse para determinar el uso pedag6gico que ha de darse a la serie enter ..

pruebas previas son labor reservada a personas especializadas en ese tipo de trabajo, se trata esencialmente de un proceso muy sencillo. El prototipo se presenta a un grupo de oyentes; pero antes es necesario tener suficiente informa.ci6n sobre todo el auditorio para asegurarse de que el grupo de prueba es representativo de los demás grupos. Esto puede conseguirse seleccionando una muestra aleatoria del auditorio. tal seleccibn es muy pocas veces factible será necesario incluir en el grupo representativo per- sonas de todo tipo y preparaci6n. te es establecer tests basados en los objetivos del programa. trate sea completamente nueva para los oyentes, se acostumbra a realizar tests comparables antes y despuCs de haber escuchado el grupo de ensayo el programa para determinar los efectos que Cste pueda haber producido sobre los oyentes. De es- te modo puede tambiCn determinarse y medirse la atenci6n y el interCs de los oyentes (por medio de mCtodos que se describiran mas adelante). Si se observan casos de oyentes que no consiguen aprender o comprender lo que se les dice, se in- terrogara individualmente a 6stos para averiguar de qu6 procede el fallo pedag6gico. Los resulta- dos obtenidos y las recomendaciones pertinentes se presentar5n a continuaci6n a los productores de los programas.

Aunque se limita a un solo prototipo de una serie de programas, un ensayo previo realizado cuidadosamente y con la suficiente antelaci6n pa- ra poder aplicar los resultados al resto de la se- rie puede significar una diferencia notable en cuanto a la efectividad de un curso radiof6nico. Desgraciadamente en no muchos casos es posible realizar siquiera esta prueba de prototipos. La Universidad Abierta del Reino Unido sigue este procedimiento, del que trataremos más en detalle en la secci6n sobre los modelos de evaIuaci6n formativa.

Aunque generalmente se considera que etas

Pero como

El paso siguien-

A menos que la materia de que Bste

2.

Uno de los mCtodos mas comunes para obtener informaci611 sobre los efectos que un programa ejerce en los oyentes es traer a estos al estudio durante la producci6n. De este modo el produc- tor consigue muchas de las ventajas que tiene el maestro en su clase. Si la producci6n se graba en vez de emitirla en directo, el productor puede repetir secuencias de la misma para montarlas en las secciones menos satisfactorias. El núme- ro de alumnos presentes en el estudio no necesita ser muy elevado, pues con un grupo reducido pue- den conseguirse todos los efectos de una clase de 25. La ventajade este mCtodo es que los locuto- res o maestros pueden dirigir sus observaciones

*

Los alumnos en el estudio

Esta secci6n está adaptada de la obra de Schramm, 1969.

38

Page 39: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

a personas de carne y hueso en vez de un micr6- fono impersonal, lo que no pocas veces da como resultado un estilo de presentación más ani- mado.

3. Pruebas periódicas sobre el contenido de los programas -

Casi todos los proyectos de radio educativa reci- ben cierto tipo de reacciones como resultado de las pruebas que se realizan en las clases. Por lo general esta informaci6n llega al final del año escolar o de un trimestre, cuando el personal de producci6n ya no puede corregir las deficiencias que hayan podido advertirse, Sin embargo, hay proyectos que hacen utilizar eficazmente estas pruebas en las clases. Uno de ellos tiene lugar en Nicaragua y se describir& m6s adelante en la sección sobre modelos.

No hay razón para limitar las pruebas a una o dos por año. hículo para realizar esas pruebas, para lo que sería suficiente un espacio de cinco minutos por semana. Esta participación de la radio tiene la ventaja de que las preguntas que constituyen las pruebas se presentan de idkntica manera y al mismo tiempo a todas las clases. E s posible ademásque las pruebas sean breves y puedan ser corregidas por los mismos oyentes o por elmaes tro o instructor (mktodos de respuesta múltiple y de explicaciones breves), de modo que puedan co- nocerse rhpidamente sus resultados.

La radio misma puede ser el ve-

Los datos

pueden enviarse al centro de producción o ser utilizados por el maestro para determinar los te- mas o sectores en los que será preciso insistir durante la parte de la lección en que no intervie- ne la radio.

Para que un sistema de esa índole funcione efectivamente, ser6 necesario establecer una atmósfera en la que el maestro de clase o el vigi- lante de los grupos de oyentes no sienta que es a 61 a quien se somete a prueba sino que su labor consiste en facilitar información a los producto- res de la emisora para que mejoren los progra- mas. De igual modo, si son los alumnos los que han de calificar los resultados de las pruebas ser6 necesario separar a 6stas de las relativas a los cursos para impedir que los estudiantes su- cumban a la tentación de copiar las respuestas o registrar elevados grados falsos.

-

4. Observaciones periódicas de los instructores de cursos radiofónicos

E n numerosos proyectos, la persona que super- visa o vigila el grupo de oyentes, ya sea en una escuela o en otro lugar de reuni6n, debe llenar un cuestionario-informe que envía luego al personal de producción del programa. Para ahorrar tiem - PO, el cuestionario está concebido de modo que las respuestas pueden consistir en senales, en vez de tener que escribir una observación. A conti- nuaci6n se incluye un modelo de uno de esos cues- tionarios.

INFORME SOBRE UNA EMISION EDUCATIVA

SI NO Antes de la emisi6n - 1.

2. Las instrucciones eran claras

3.

Fue posible conseguir los materiales indicados

Se disponia de suficiente información para preparar un buen plan

Durante la emisión

4.

5. 6. Los alumnos mostraron interCs

7.

8.

La noción principal era clara

Los alumnos comprendieron la noci6n principal

Los alumnos podían oir bien lo que se decía

Los alumnos tuvieron suficiente tiempo para seguir las instrucciones que se les daba por la radio

Despues de la emisi611

9. Las actividades post-programa eran suficientes para mantener ocupados a todos los alumnos

Se dispuso de suficiente tiempo para realizar todas las actividades complementarias

10.

Observaciones

Indíquese de qu6 manera podría mejorarse la lección.

Inclúyase cualquier sugerencia sobre el programa.

39

Page 40: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Los problemas que puede plantear un cuestiona- rio de esa ì'ndole son: a) obtener respuestas de manera rdpida y regular de los vigilantes; b) ob- tener informaci& suficientemente detallada para permitir cambiar los programas, si procede; c) relacionar las observaciones, por lo común de carActer muy general, a determinados sectores del programa. La mejor soluci6n para obtener informaciones regulares es hacer visitas peri6- dicas a los grupos de escucha y establecer así una relaci6n personal con los supervisores de los mismos. Para obtener informaci611 mas detalla- da puede pedirse a dichos instructores que se con- centren en aspectos mas reducidos del programa, por ejemplo en las observaciones iniciales. Pero esto podría alargar de tal modo el cuestionario que dejaria de ser Útil; por consiguiente es mejor plantear distintas preguntas concretas a los dife- rentes grupos de instructores. Si su número es suficientemente elevado se obtendrA informaci611 detallada sobre numerosos aspectos del progra- ma. TambiCn es importante que los maestros no presenten observaciones sobre mas de un progra- m a al mismo tiempo, ya que en esos casos los cuestionarios resultan tan generales que pierden toda utilidad.

5. Observaci6n regular de los grupos de oyentes

La instrucci6n por radio es una especie de ense- ñanza en equipo en la que parte de la labor peda- g6gica recae sobre el personal del estudio, parte sobre el instructor del grupo de oyentes y parte sobre quienes hayan preparado los materiales impresos que complementan la emisi6n. Desgra- ciadamente, esos distintos sectores del equipo no se refinen con bastante frecuencia para estable- cer las adecuadas relaciones entre sus diferentes funciones. La observaci6n del funcionamiento de los grupos de oyentes puede servir para reunir informaci6n desde esas tres perspectivas.

Cuando un observador visita un grupo de oyentes puede no s610 preparar un informe sobre la opini6n que los instructores o maestros han formado de la enseñanza por radio sino tambiCn describir lo sucedido realmente durante su pre- sencia en el grupo: las reacciones de los oyentes, el desarrollo de la clase y, lo que es quizás de mayor importancia, la manera en que el instruc- tor conduce las actividades despuCs del programa.

Es altamente recomendable que todos los componentes del equipo de producci6n de progra- mas educativos realicen algunas de esas obser- vaciones. Cada uno de ellos se interesara prin- cipalmente en su propio sector de responsabilidad. Sin em bargo, algunos criticos han señalado el peligro de que la presencia de un observador en el grupo altere radicalmente el comportamiento del instructor o de los oyentes. realizados indican que, en efecto, dicho compor- tamiento se modifica en cierto grado, pero que es diffciil alterar las pautas bAsicas, aun queriendo.

6. Informes sobre actitudes

Varios de los mCtodos mencionados suministran informaci6n indirecta acerca de si los oyentes

Los estudios

les gusta el programa, sobre lo que en &te les agrada o desagrada, si los instructores lo encuen- tran satisfactorio, degradante o amenazador, y que les parece Útil o difícil, conveniente o incon- veniente en Cl. Las mismas cuestiones pueden aclararse directa y m4s sistemdticamente utili- zando "escalas de actitudes". establecerlas deben realizarse cuidadosa y hAbil- mente para no estimular las respuestas que pue- den considerarse en interCs propio o expresar lo que el instructor o el que realiza la prueba desean oir. Un mCtodo apropiado es que los sujetos del test indiquen el orden de preferencia, de modo que no todas las respuestas sean "bien". Debe pedirse a los sujetos que comparen dos progra- mas, dos secuencias o dos locutores e indiquen cual prefieren. Aunque el no preferido puede ser perfectamente aceptable, se habrL conseguido as€ informaci611 que puede ser útil para la producci6n de los programas.

Los tests para

7. Informes sobre problemas concretos

Muy a menudo, la informaci611 obtenida señala la existencia de problemas pero no ayuda a resol- verlos. Por ejemplo, los resultados de un test al final de un programa son excesivamente nega- tivos. O los alumnos muestran una total falta de interCs en un tema. Evidentemente se tropieza ah€ con problemas, pero para saber c6mo resol- verlos ser& necesario reunir mas informaci6n y aun ensayar una soluci6n para ver quC sucede.

Por lo general, este tipo de investigaci611 suele quedar desatentida porque exige tiempo y personal y porque se trata de una operaci611 fuera de lo ordinario. En efecto, los problemas no se plantean respetando un esquema regular. Además, tambi6n se necesita cierta imaginaci6n para de- terminar quC tipo de informaci6n nos revelara una posible soluci6n.

8. Examen por expertos de los programas y materiales

Aunque las informaciones más Útiles proceden de los estudios y observaciones sobre el uso real de los programas y de los materiales con ellos re- lacionados en los lugares mismos de recepci6n, tambien pueden obtenerse interesantes resultados mediante el examen por expertos de las grabacio- nes y materiales afines.

Tales examenes se realizan por lo general al final del curso, cuando se debe decidir quC pro- gramas se continuaran durante el curso siguiente. Esta decisi611 compete por lo general a los direc- tores de los proyectos o a sus superiores, pero es conveniente que otras personas expresen tam- bien su opini6n. Asi, los maestros, padres, alumnos -tanto los que han participado en el pro- yecto como los extrafios al mismo- pueden apor- tar nuevas ideas que sirvan para mejorar los programas.

Un excelente mCtodo para organizar este prc- ceso de examen colegiado es utilizar una lista con preguntas clave sobre la estructura y concepci6n del programa. el Capitulo II puede usarse con este fin.

La lista de variables incluida en

40

Page 41: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

CUESTIONES DE METODOLOGIA

Todos los metodos de evaluación formativa men- cionados pueden considerarse como modalidades de investigación. Por consiguiente su aplicaci6n puede juzgarse basándose en las normas del me- todo cienti'fico. E n la presente sección conside- raremos algunas de las cuestiones que pueden plantear los especialistas de ciencias sociales cuando se planifique un trabajo de evaluación for- mativa o se interpreten los datos recogidos en relación con un determinado proyecto. Es impor- tante recordar que el rigor metodológico es un ideal sometido a las limitaciones de tiempo, pre- supuesto, personal, medios y cultura. Con todo, la evaluación formativa puede resultar Útil sin ser forzosamente elegante.

ha seguido, en conjunto, las tradiciones experi- mentales y psicom etricas, cuyo enfoque general ha consistido en emplear metodos "controlados" y "objetivos" que reducen a un número manejable las variables objeto de examen. Esta insistencia en el control y la objetividad ha llevado a una pre liferaci6n de estudios que se han mostrado inca- paces de superar la considerable complejidad de los problemas que pretenden resolver. búsqueda de los acreditados significados estadis- ticos, los investigadores de los medios educati- vos han tendido a ignorar la inevitable dimensi6n humana de toda situación educacional. Al hacerlo así, han perdido de vista la realidad de la expe- riencia educativa, en la cual -desde el punto de vista de un productor de radio- "significaci6n" puede tener muy poco que ver con las diferencias ji-dos entre los sujetos de un test, y si mucho con las imágenes o asociaciones mentales que despierta una determinada unidad de enseñanza. La evaluación formativa, por otra parte, repre- senta una labor práctica que no cabe divorciar de las necesidades reales de información sentidas por los productores (Gallagher, 1976).

plicar sus resultados, pesar su importancia y situarlos en el contexto debido. si inevitablemente necesario luchar con la difi- cultad de interpretar debidamente cualquier in- formación cualitativa y subjetiva programada de que se disponga. acopio de información objetiva, fidedigna y re- presentativa no tenga interes, sino que la intui- ción y los juicios basados en la experiencia pro- fesional deben compensar nuestra limitada capa- cidad de aplicar el metodo cientifico al analisis de los programas de radio.

La calidad de la información o de los datos que recojamos no depende exclusivamente del tiempo o fondos que dediquemos a tal labor. Sean cuales fueren los recursos humanos y materiales empleados, siempre hay ciertas modalidades de recoger información m á s satisfactorias que otras. Consideremos ciertos principios clave.

I

La investigación sobre los medios educativos

En su

-

Para que la evaluación sea útil tiene que ex-

Para ello es ca-

Esto no quiere decir que el

Muestre0

Naturalmente, el metodo ideal de muestras es se- leccionar aleatoriam ente un segmento de tam año

apropiado de la población a la que se destine el programa. Como esto casi nunca puede realizar- se, el productor o evaluador deberá adaptarse a las circunstancias. Un procedimiento Útil es de- finir los tipos principales de oyentes sobre la ba- se del sentido general de las características del auditorio. Esta tCcnica, denominada a veces de "muestreo estratificado" exige un juicio previo sobre las variables del auditorio que habrán de influir sobre la manera en que el programa de radio afecte al mismo. Por ejemplo, si en ese público general figuran jóvenes y viejos y se es- tima que esos dos grupos reaccionarán de modo diferente ante el programa de manera regular y coherente, la muestra seleccionada deberá com- prender j6venes y viejos. Por otra parte, si existen razones para pensar que los diferentes grupos son similares, entonces no será necesario tener muestras de todos ellos. Imagínese que la regi6n a la que se dirige el programa está forma- da por 25 pueblos, todos bastante próximos unos de otros. El personal de la radio destacado so- bre el terreno informa que esos pueblos son ho- mogkneos, es decir que no existen diferencias sistematicas entre los tipos de personas en cada uno de ellos. E n tal caso no es necesario incluir un representante de cada pueblo en la muestra. Algunas de las caracteristicas que deben hallarse representadas en estas muestras estratificadas son la edad, el nivel de ingresos, grado de edu- caci6n y antecedentes etnicos.

tir razones para dividirla en dos o más grupos y dar un tratamiento distinto a cada uno de ellos. Supongamos, por ejemplo, que se desea contar con un grupo testigo a fin de poder comparar la efectividad de dos modos distintos de presentar cierta información. ra esta división en grupos es realizar una selec- ción aleatoria. Sin em bargo, cuando el grupo es pequeño -15 miembros o menos- es muy probable que la división produzca grupos no comparables. Una solución bastante satisfactoria de este pro- blema es igualar los grupos según uno o más cri- terios. Asi, por ejemplo, por cada mujer de buen nivel de instrucción que se incluya en el Grupo ne 1 habrá que incluir otra persona de ca- racteristicas similares en el Grupo ne 2. Estas tCcnicas de muestreo no producirán una completa aceptabilidad cientifica, lo que significa que no cabra suponer que los resultados puedan aplicar- se de manera general a toda la poblaci6n de la zona de que se trate, pero, con todo, serh más fidedignos que si no se emplean tales metodos.

Una vez seleccionada la muestra pueden exis-

El procedimiento normal pa-

Mediciones

Generalmente es cierto que toda medición e- creta de un comportamiento humano tomada en una situaci611 de espontaneidad natural es prefe- rible a las mediciones indiscretas tomadas en un laboratorio o un estudio. Por desgracia, los me- todos discretos aplicados en un laboratorio son costosos, prácticamente imposibles en una situa- ción natural. diera ser capacitar a paraprofesionales del dis- trito de que se trate para que realicen pruebas en

Una buena solución intermedia pu-

41

Page 42: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

los hogares, salas de clase y otras situaciones naturales con los materiales grabados. Antes de pasar a escuchar la grabación, el colaborador paraprofesional debe procurar establecer un cier- to conocimiento con los oyentes y obtener as€ in- formaci611 sobre su modo de vida y sus actitudes basicas respecto del tema de que va a tratar el programa.

verse sobre la importancia de hervir el agua de bebida, el colaborador puede empezar preguntan- do: " ¿Es buena el agua aqui? " " ¿Tienen lombri- ces los niños? I' Las respuestas se confirmarán mediante observaciones del entorno fisico y del comportamiento de las gentes. los oyentes escuchan la grabación, debiendo en- tonces el colaborador observar por la actitud del público si este presta atención al mensaje. Ter- minada la audición, el colaborador hace pregun- tas tales como: I I ¿Qu& se propone demostrar el programa? 'I ¿Que significado tiene? 'I I I ¿Les ha gustado? I' A lo largo de todo este proceso, el interrogador procura obtener información no sólo mediante manifestaciones verbales sino tambien deduciendola de otros signos no verbales.

Este enfoque eclectico es Útil en situaciones en las que los fondos disponibles son escasos o cuando los respondientes de las pruebas no se com portan espontsneamente durante los tests en laboratorio. De este modo pueden obtenerse da- tos de diversas clases: sobre el estilo de vidadel auditorio y sus actitudes y sobre la efectividad del mensaje.

Un problema que plantea este metodo es que su indiscreción intri'nseca puede generar actitu- des, además de medir las espontheas, aunque ello es menos probable que en el caso de las en- trevistas marcadamente estructuradas. Las pre- guntas que provocan respuestas matizadas sirven mejor para revelar las autenticas reacciones del auditorio. Desgraciadamente, son m As diffciles de organizar y de tabular.

Un procedimiento para que la observación o entrevista sea menos indiscreta es utilizar el modelo denominado "clinica del rumor". Consis- te en pedir al oyente que despuCs de haber escu- chado la grabación del programa haga un resumen del mismo a un amigo o pariente, que no ha ofdo el programa, añadiendo al mismo tiempo sus reacciones ante lo oído. Mientras realiza este relato, el observador escucha y toma nota. Las ventajas de este mCtodo parecen consistir en que permite al respondiente relatar con mayor tran- quilidad y exactitud lo que recuerda del programa y sus opiniones al respecto.

Uno de los problemas que plantean las tbcnicas de observación es que ccn ellas no siempre se con- sigue medir con exactitLLd el grado de atención que presta el auditorio. Como una persona puede es- cuchar la radio con los ojos cerrados yadoptando cualquier postura, es difi'cil decir si escucha O no.

Un mCtodo para medir en laboratorio la atención del oyente llamado de "detección de se- ñales", consiste en enviar mediante un aparato sencillo y a intervalos aleatorios grupos de se- ñales que el sujeto percibe tActilmente (con las

Por ejemplo, suponiendo que el programa

A Continuación,

yemas de los dedos). Este, mientras escucha un programa de radio, debe apretar un both cada vez que percibe la señal; si el sujeto presta aten- ción a la radio aumentard la probabilidad de que no perciba las señales tdctiles. Así, la atención a la radio está en razón inversa de los errores en el registro de percepciones de las señales tác- tiles.

Otro mCtodo es el denominado de "recuerdo", según el cual se presentan al sujeto tres o más secuencias de un programa; a continuación el sujeto debe recordar la información contenida en la secuencia nQ 2, midiendose la atención presta- da por la cantidad de información recordada. Es- te sencillo mBtodo es el mAs eficaz desde el punto de vista del costo de su aplicación.

Resumen

E n este Capftulo se han examinado los procedi- mientos que puede utilizar el productor para es- tablecer contacto con su público. conseguir toda la información posible sobre ese público antes de producir los programas y cono- cer sus reacciones relativas a los ya producidos. Es de lamentar -pero no por ello menos cierto- que aunque casi todo el mundo est6 de acuerdo en que tales intentos son muy valiosos pocas veces se llevan a cabo. Para terminar, describiremos brevemente tres casos en los que los productores han establecido estrecho contacto con su audi- torio. Estos ejemplos ilustrativos debieran ser- vir para instruir y estimular a todas las personas realmente interesadas en mejorar la calidad de los programas radiofónicos educativos.

Ello supone

TRES CASOS DE APT,TCACION DE LA EVALUACION FORMATIVA

Sesame Street

Probablemente el caso mejor conocido de aplica- ción de la evaluación formativa para obtener in- formación para un programa educativo es el de la serie televisiva Sesame Street. Los mCtodos uti- lizados por los investigadores y productores han resultado los mas completos (y costosos) de todos los programas. (Sin embargo, algunos investi- gadores de ese proyecto se han quejado de los numerosos cam bios que fue necesario introducir en sus metodologfas para ajustarse a las limita- ciones de fondos y de tiempo). E n el breve espa- cio de que disponemos sólo es posible describir la estructura basica empleada; los detalles so- bre metodologfa pueden encontrarse en num ero- sas publicaciones y en los documentos de uso in- terno del "Taller de Televisión Infantil" de la ciudad de Nueva York.

"Sesame Street" es una serie televisiva de programas de media hora para niños de corta edad. Está concebida modularmente; esto es, cada programa consta de varias partes indepen- dientes (módulos). El estilo, hoy conocido de muchos en todas las partes del mundo, es de rit- m o rapido y divertido.

42

Page 43: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Fijaci6n de los objetivos

Al producir un programa de "Sesame Street", la primera fase consiste en fijar con toda claridad los objetivos educativos de cada secuencia. Los investigadores colaboran con los productores y los especialistas en planes de estudios para ase- gurarse de que existe un consenso sobre los obje- tivos educativos que persigue el programa.

producción de "Sesame Street" son: 1) la rela- ci6n entre el ritmo y la duración del programa (esto es: a un determinado ritmo, ¿puede mante- nerse la atención hasta el fin del programa? ); 2) LcuBntas repeticiones son necesarias y dónde deben insertarse? ; 3) nfimero y tipo de elementos de enlace (por ej., indicaciones de los puntos principales y transiciones); 4) interes general del programa. los productores pueden tam bien investigar la can- tidad de instrucción que retienen los espectado- res. Los tests relacionados con los objetivos del programa se organizan tanto en el estudio como en los hogares y en las salas de clase.

para ayudar a los productores de programas. Me- diante un instrumento se puede determinar con toda precisión que punto de la pantalla atrae la mirada del niño en cualquier momento. Otros aparatos sirven para registrar el tiempo durante el que los niños miran a la pantalla sin prestar atención a un perturbador que deliberadamente procura distraerlos. Así, resulta muy conside- rable la cantidad de informaci6n que los investi- gadores han recogido sobre las caracterIsticas de los programas que mPs atraen a los nifios. Esos conocimientos han servido para hacer de "Sesame Street'' una de las series televisivas de mayor 6xito en la historia de ese medio de comunicaci6n social.

A base de los programas completos,

La moderna tecnologi'a electr6nica se utiliza

Ensayo previo del contenido educativo

La fase siguiente, una vez determinados clara- mente los objetivos, es analizar el contenido edu- cativo gracias al cual se piensa alcanzar esos objetivos. Este contenido educativo se puede so- meter a pruebas antes de pasar a la producción, para confirmar que es atrayente y comprensible. Las nociones clave del mismo se presentan a un reducido auditorio infantil, ya sea en forma im- presa u oralmente, a fin de determinar si hay ne- cesidad de explicaciones, ejemplos, repeticiones, etc., o de modificar el vocabulario.

Determinación del formato

Después de revisar el contenido educativo, el eva- luador o productor y su equipo comienzan los tests para seleccionar el formato que pueda re- sultar m& atrayente, lo cual puede hacerse pro- yectando secuencias de programas ya producidas a un auditorio infantil. Los investigadores halla- ron, por ejemplo, que el formato de "pelIcula de dibujos animados" era muy popular, asI como los formatos em pleados en la propaganda comercial. Los formatos asf elegidos se adaptaron a conti- nuación para los fines de "Sesame Street". En esas pruebas lo que se procura generalmente es medir tanto el atractivo como la inteligibilidad del formato. Algunas veces, un determinado formato (p. ej. las escenificaciones) puede gustar a un auditorio, pero éste no consigue retener el mensaje que se procuraba transmitir por medio de ese formato. E n algunos casos, el estilo de un programa puede ocultar su contenido.

Prueba previa de las secuencias del programa

Despues de haber perfeccionado el contenido y elegido un formato puede comenzar la produc- ción. a la producci6n no es necesario producir un pro- grama completo. Los productores de "Sesame Street", antes de contratar a los actores, pueden organizar una prueba cinematogrgfica de los mis- mos, o mostrar fotografias a un grupo de niños para que éstos señalen los que m8s les gusten. De la misma manera pueden realizarse pruebas de otros elementos del programa: música, hu- mor, ritmo de elocución, etc.

Para llegar a ciertas decisiones respecto

Ensayo previo de programas provisionales

Hay algunos aspectos que s610 pueden investigar- se en el contexto de un programa completo, no siendo suficientes para ello las secuencias. Al- gunos de esos aspectos investigados durante la

La Universidad Abierta

El modelo de evaluaci6n formativa utilizada por el "Taller de Televisión Infantil'' se basa, como hemos visto, en la realizaci6n de pruebas previas en cada una de las etapas de producción, lo cual es un método muy costoso. En contraste, la "Universidad Abierta'' del Reino Unido investiga los efectos de los programas ya producidos. El anaisis de los resultados que se obtienen median- te un programa tIpico permite a los investigado- res establecer directrices para la producci6n de programas futuros. Este modelo podrIa, al pa- recer, aplicarse en cualquier pais cuando s610 se disponga de limitados fondos y personal para la producción de programas educativos.

Margaret Gallagher (1975) denomina este metodo de la Universidad Abierta de "evaluación contextual"., en el sentido de que lo que se persi- gue es evaluar un determinado programa dentro de un amplio contexto de elementos de comunica- ción que incluyen: 1) otros programas anterio- res o posteriores al que es objeto de estudio; 2) los objetivos del productor (que pueden ser di- ferentes de los del resto del personal); 3) las actitudes, expectaciones, circunstancias físicas y razones del oyente para escuchar el programa; 4) los materiales impresos complementarios. Gracias a esta consideraci611 del programa den- tro de un contexto total, los productores e inves- tigadores podran discernir las causas de su exit0 o fracaso.

las siguientes: 1.

Las etapas de la evaluación contextual son

Seleccionar (en consulta con el productor) un programa tIpico ya producido.

43

Page 44: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

2.

3. 4.

5.

6.

7.

Leer todos los materiales impresos relacio- nados con el programa o con la serie (inclui- dos los manuales para maestros, hojas de ejercicios, etc. ). Escuchar el programa. Realizar una entrevista (no estructurada pre - viamente) con el productor para que explique/ evalúe las virtudes y defectos del programa, su finalidad y su función docente. Entrevistar al especialista que aportó el ma- terial del programa relativo al contenido. Con la aprobación y asistencia del productor reunir datos sobre el auditorio por lo menos en dos de los siguientes modos: a) cuestiona- rios; b) entrevistas; c) discusiones con gru- pos de oyentes; d) análisis del contenido del programa y de los materiales complemen- tarios. En consulta con el productor, redactar un in- forme en el que se interpreten los datos y se formulen recomendaciones.

Los metodos mencionados en la etapa 4 se desti- nan a determinar las actitudes, expectaciones, motivos y circunstancias del oyente. Además, se hacen preguntas para establecer la relación en- tre esas variables, los atributos del programa (por ej. el formato) y cierta medida del Bxito (por ej. tamaño del auditorio, grado de inteligibilidad) Mediante la correlación de los atributos del pro- grama y las caracteristicas de los oyentes, el investigador procura explicar el grado de Cxito en el logro de los objetivos del programa. Por ejemplo, como algunos estudiantes sólo estaban interesados en aprobar un examen de la Univer- sidad Abierta (motivo) y en ese examen no se ha- cian preguntas sobre lo que trataba el programa de radio (atributo del programa), muy pocos es- tudiantes escucharon la emisión (objetivo). Otro ejemplo: algunos estudiantes quedaron tan fasci- nados por los efectos sonoros que no captaron la noción principal que presentaba el programa.

El informe del investigador no se limita a la presentación de datos estadisticos sino que hace una sintesis de los datos tanto cuantitativos como cualitativos, teniendo para ello en cuenta las va- gas respuestas recibidas a las preguntas de los cuestionarios, su propia valoración intuitiva del programa y de los materiales complementarios y los promedios de respuestas a las preguntas de los cuestionarios que ofrecen diversas posibili- dades. Gallagher (1976, pág. 7) describe el procedimien- to de análisis de los cuestionarios:

Para ilustrar este tratamiento holistico,

En nuestros an5lisi.s hemos procurado consi- derar cada cuestionario como un todo m á s bien que desg1osar:lo en respuestas a las di- ferentes preguntas,, Asi, nos esforzamos por analizar y evaluar la reacci6n global de cada persona ante el programa de que se trate considerando la totalidad de sus res- puestas y comparando su reacci6n ante una determinada pregunta con sus respuestas a todas las demás. Esto permite formar- nos una imagen de los tipos de factores que parecen tener importancia tanto para los

estudiantes individuales como desde el punto de vista del dxito o fracaso del programa. Evidentemente, los datos que han de tratarse de tal modo no pueden precodificarse y anali- zarse en computadora sino que deben mane- jarse manualmente, lo cual es una labor sub- jetiva que lleva mucho tiempo. Sin embargo, el uso de una diversidad de mCtodos que su- ministran una variedad de diferentes fuentes de información ha ayudado a subrayar, expli- car o dar el debido peso a resultados que po- drian quizás parecer cuestionables si se ba- saran únicamente en una sola serie de datos.

Gallagher indica que cada evaluación contextual requiere por lo menos la labor de dos personas durante un mes. Dado que con dicho mBtodo se obtienen resultados de fácil generalización, tal costo continúa produciendo dividendos aún mucho despuCs de que los investigadores comienzan a trabajar en otro proyecto.

Proyecto para la ensefianza de las matemáticas por radio (Nicaragua)

Ya hemos mencionado varias veces este pro- yecto nicaraguense para la enseñanza de las ma- temáticas a los niños de los primeros grados es- colares. misi6n por radio un plan de estudios de matemá- ticas cuidadosamente concebido en el Institute

En este caso se adaptó para su trans-

for Mathematical Studies in the Social Sciences (IMSSS) de la Universidad Stanford. La directora del proyecto sobre el terreno, Jamesine Friend, utiliza dos mCtodos principales para obtener in- formaciones y criticas que le permitan modificar el contenido del plan de estudio y el estilo de pre- sentación. manal para medir los resultados obtenidos. segundo es la observación periódica en las salas de clase.

sirven para determinar cuánto tiempo se emplea en un determinado tema. realizan antes y despu6s de la enseñanza de un determinado tema u operación matemática, el personal puede saber que efecto ha producido la ensefianza entre uno y otro momento. A veces, un test previo indicará que los alumnos ya saben una determinada operación y en tal caso no es necesario dedicar una parte del programa a la misma. En otras ocasiones los resultados de las pruebas muestran que, aun despuCs de un consi- derable periodo de instrucción, menos de la mi- tad de los alumnos dominan el tema, por lo que deberá prestársele m ás atención que en lecciones sucesivas.

El personal de este proyecto halló que una de las maneras más Útiles de aprovechar la infor- mación de los tests semanales es para analizar los errores individuales que cometen los alum- nos. en los ejercicios de prueba proporciona a veces indicaciones sobre lo que los alumnos no han conseguido comprender y ello, a su vez, conduce a introducir cambios en la enseñanza del tema de que se trate.

Uno es la realización de un test se- El

Entre otras cosas, los resultados de los tests

Como estas pruebas se

La manera en que esos errores se cometen

44

Page 45: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Asi' como los tests estBn concebidos princi- palmente para evaluar los progresos cognosciti- vos resultantes de la enseñanza, con las observa- ciones directas en clase se persigue obtener in- formación sobre la manera en que los alumnos y los maestros reaccionan ante el proceso. Por "reacción ante el proceso" se entiende aquí accic+ nes tales como la comprensión de las instruccio- nes, la participación en los ejercicios, la apre- ciación de las bromas, etc., etc.

Esas observaciones corren a cargo tanto de observadores capacitados como, ocasionalmente, de miembros del equipo de producci6n. Los datos se reúnen en formularios especialmente prepara- dos para cada lecci6n (v6ase una muestra a con- tinuación). Las partes en italicas se refieren a una determinada lección. La parte en ro- manilla es siempre la misma para todos los programas. Los terminos de la columna de la izquierda indican cada secuencia del programa y aparecen en el orden de su presentaci6n. Los observadores, por lo general, no hallan dificil correlacionar el formulario de observaciones con el programa a que se refiere. Los espacios a la derecha de la designaci6n de cada secuencia con- tienen preguntas relativas a la misma para las que el personal de producción desea recibir respues- ta. El observador registra sus comentarios en el lugar apropiado del formulario. AdemBs de responder a las preguntas concretas sobre el in- terCs con que los alumnos han seguido el progra- m a y su participación en el mismo, los observa- dores deben tam bien registrar aspectos generales de la marcha de la clase, comprendida la calidad de recepcih, las actividades del maestro y los errores que haya podido haber en el programa o en los materiales impresos complementarios (Friend, 1976). Una de las variables mas impor- tantes estudiadas en estas observaciones del tra- bajo en clase es la duraci611 de las pausas desti- nadas a que los alumnos respondan a las instruc- ciones de la radio. La duraci6n de esas pausas,

elemento esencial para el adecuado ritmo de la lección, sólo puede investigarse por medio de la observaci6n directa en clase.

Estas observaciones resultaron ser la más fructifera fuente de informaci& sobre las leccio- nes (Searle et al., 1976). Debe señalarse además que los mktodos descritos -tests de los resulta- dos yobservaciones directas- se complementaron a veces mediante conversaciones con los maes- tros, directores de escuelas y otras personas interesadas.

Existe extensa literatura sobre este muy in- teresante proyecto en la que se describen muchos de los problemas que plantea el acopio de datos y se ofrecen posibles soluciones. Los lectores interesados en conseguir informaci6n adicional deberan dirigirse a la Dra. Barbara Searle, Ventura Hall, Stanford, California, 94305 (Estados Unidos de America).

-

CONCLUSION

Para mejorar la calidad de la enseñanza radio- f6nica es necesaria la intuici6n no menos que la experiencia profesional de los productores mBs capaces. Pero aun los mejores pueden sacar pro- vecho de un estudio sistematico de los principios sobre la formulaci6n de programas presentados en el Capitulo II. E incluso despubs de haber aplicado esos principios podran aún introducirse mejoras, las cuales pueden conseguirse mediante uno de los numerosos metodos de evaluaci6n for- mativa descritos en el presente Capitulo.

Sir Walter Perry, Presidente de la British Open University, declar6 con raz6n ante una conferencia internacional sobre la universidad a distancia, "Estimo que se han invertido ex- cesivos fondos en la adquisici6n de complica- dos instrumentos y aparatos y no bastantes en la producci6n y adecuada preparaci6n de los programas".

45

Page 46: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

2 d 2 u u

Lo a, r: a, m -Y

E - a

õ E/ -

m O L! (d

.3

-Y

5 8 E m O L O h m (d

.w

5 M a, L a m cd cd m (d .w m a, m a,

4

2 E cd

.rl

E 2 a,

a, v2

-

(d

!! L! ho O

L! a

a, d a, m a, & O & &

4

w

m a, 4

(d .rl L! a, (d CI

E m O d a, m a, L! O L! LI

4

w

m 'o, L! a, d

a, -0

a, >

.w .rl

,+ z

G u (d a u L!

2 .d

.rl .w

d

m O u .rl

s E E a, (d .w m a, L! O LI L! w

-. - Y9

0

a, d O O

(d

a, m Q

O

m rd L!

.A

2 6

d

I-

U9

h

m 2 .rl M ud a W a, E .3 .w d O O O u a

O L!

(d 3

L! O

a,

m cd u c a, 3 O a, m Cu 4

m cd d 3

a, W (d m d O u cd cd L M

O

L!

cd -a cd U O

O

.rl

Brl 42

.rl

d

E Cu

r-i

.3

42

E a

E u v

-.

46

Page 47: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Referencias

Allen, D. I. Some effects of advance organizers and level of questions on the learning and re- tention of written social studies material. Journal of Educational Psychology, 61, 333- 339, 1970.

Allen, W.H., Filep, R., and Cooney, S. Visual and audio presentation of machine-pro grammed instruction. USOE Final Report, Project No. 5-0724-2-12-1. UCLA Research Division, Department of Cinema, 1968.

Allen, W. H. &. Effectiveness of different combinations of visual and verbal presentation modes in teaching different kinds of learning tasks. USOE Final Report, Project No. 6- 1265. UCLA, 1970.

Allen, W. H. Intellectual abilities and instruction- al media design. 23, summer, 1975.

Anderson, D. Young children's attention to Se- same Street. Child Development, 1976.

Anderson, R. C. Educational psychology. An- nual Review of Psychology, 18, 103-164, 1967.

Ausubel, D, P., and Fitzgerald, D. Organizer, general background and antecedent learning in sequential verbal learning. Journal of Educa- tional Psychology, 53, 1962.

Becker, S., and Wolfe, G. Can adults predict children's interest in a television program? In The Impact of Educational Television. ed by W. Schramm. Urbana: University of Illinois Press, 1960.

quendes in mathematical materials on learning with programmed instruction materials. Jour- nal of Educational Psychology, 61, 41-45, 1970.

Cornell University: Department of Communi- cation, 1975.

ty: Department of Communication, 1976 (tra- bajo inédito).

Constantine, M. Radio in elementary school. Science Education, 48, 2, 1964.

Daube, S. C. India's Changing Villages, Human Factors in Community Development. London: Routledge and Kegan Paul, 1958.

Daube, S. C. Cultural factors in rural community development.

AV Communication Review,

Edit-

Brown, J. Effects of logical and scrambled se-

Colle, R. The Pila Communication Project.

Colle, R. Plastic butterflies. Cornell Universi-

The Journal of Asian Studies,

XVI, November 1956. Ellery, J. A pilot study of the nature of aesthe-

tic experiences associated with television and its place in education. Detroit: Wayne State University, 1959.

IMSSS, 1976 (unpublished paper). Friend, J. Closing the feedback loop. Stanford:

Gagne, R., and Rohwer, W., Jr. Instructional I

psychology. Annual Review of Psychologx, 20, 381-41 8, 1969.

Gallagher, M. Broadcast evaluation report No. 8: E221 : Radio plays. Milton Keynes: The Open University, 1975a.

Gallagher, M. Broadcast evaluation report No. 2: Cumbria case study. Milton Keynes: The Open University, 1975b.

at the Open University, Conference paper. Milton Keynes: The Open University, 1976.

Heron, W. A preliminary experimental compari- son of radio and classroom lectures. Speech

Gallagher, M. Programme evaluation methods

Monographs, 13, 1 94 6. Hovland, C., Janis, I., and Kelley, H. Commu-

nication and Persuasion. New Haven: Yale University Press, 1953.

Hoxeng, J. Tabacundo: battery-powered dialog. Technical Note No. 10. Amherst: Center for International Education, University of Massa- chusetts, 1976.

Jamison, D., and Klees, S. The cost of Instruc- tional Radio and Television for Developing Countries . Stanford: Stanford University, Institute for Communication Research, 1973.

Kaufman, B. Radio health dramas in Kenya. Nairobi: Unicef, 1975.

Khan, Muhammad A. The impact of farm radio forum in diffusion of innovations in Pakistan. American University of Beirut, Publication No. 51, January 1973.

Kishler, J. The differential prediction of learn- ing from a motion picture by means of indices of identification potential derived from atti- tudes toward the main character. State Col- lege, P.A. : The Pennsylvania State College, 1951.

New York: Meredith Press, 1944. Lazarsfeld, Paul F. et al. The People's Choice.

Leboutet, L. Recherches sur les emissions de

47

Page 48: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

télévision scolaire (lere s6rie). L'influence de la présentation des objets. Rapport de re- cherche du Centre Audio-visuel, Ecole Normale Superieure de Saint-Cloud, 1956.

Lerner, Daniel. The Passin? of Traditional So- ciety: Modernizing the Middle East. Glencoe, Ill. : The Free Press, 1958.

Quarterly Journal of Speech, June 1933.

instruction. Washington, D. C. : National Acad- emy of Sciences, National Research Council, 1961.

Lumsdaine, A., May, M., and Hadsell, R. Ques- tions spliced into a film for motivation and pu- pil participation. In Learning from Film. Edit- ed by M. May and A. Lumsdaine. New Haven: Yale University Press, 1958.

tice and audio-visual embellishments. In Learning from Film. Edited by M. May and A. Lumsdaine. New Haven: Yale University Press, 1951.

Lumsdaine, A. Instruments and media of instruc- tion. Edited by N. Gage. Chicago: Rand McNally, 1963.

grammed instruction. Washington, D. C. : National Academy of Sciences, National Re- search Council, 1961.

Mager, R. Preparing Instructional Objectives, 2nd edition. Belmont, Ca. : Fearon, 1975.

Manoff, Richard K. Potential uses of mass media

Lumley, F. Rates of speech in radio speaking.

Lumsdaine, A. Student response in programmed

Lumsdaine, A., and Gladstone, A. Overt prac-

In Handbook of Research on Teaching.

Lumsdaine, A., ed. Student response in pro-

in nutrition programs. Education, 5:2, 1973.

Journal of Nutrition

May, M. Enhancements and simplifications of motivational and stimulus variables in audio- visual instructional materials. Washington, D. C. : U. S. Office of Education, 1965.

McAnany, Emile G. Radio's Role in Development: Five Strategies of Use. Stanford: Stanford University, Institute of Communication Re- search, Information Center on Instructional Technology, Academy for Educational Develop- ment, Washington, D. C., September 1973.

McAnany, E., Spain, P., and Jamison, D. Radio for Education and Development. Washington, D.C. : The World Bank, 197'7.

Cold weather uniforms. Technical Report SDC 269-7-51. Naval Special Devices Center, 1954.

Mead, Margaret, ed. Cultural Patterns and Tech- nical Change. New York: Mentor (for Unesco), 1955.

cing the effects of student participation on ver- bal learning from films: Motivating versus practice effects, feedback, and overt versus covert responding. In Student Response in Programmed Instruction. Edited by A. Lumsdaine. Washington, D. C. : National Acad- emy of Sciences, National Research Council, 1961.

The effects of educational radio music class- room. Tokyo, 1956.

McIntyre, C. Training film evaluation FB254:

Port Washington, N. Y. : U. S.

Michael, D., and Maccoby, N. Factors influen-

NHK Radio-Television Cultural Research Institute.

48

Niedermeyer, F. et al. Learning and varying sequences of ninth-grade mathematics mate- rials. Journal of Experimental Education, 37, 61-66, 1969.

Pye, Lucien, ed. Communication and Political Development. Princeton: Princeton Universi- ty Press, 1967.

Rao, Y. V. Lakshmana. Communication and Development. Minneapolis : University of Minnesota Press, 1966.

Rogers, Everett M. Diffusion of Innovation. New York: The Free Press, 1962.

Rogers, E. Modernization among Peasants: The Impact of Communication. New York: Holt, Rinehart and Winston, 196 9.

Rogers, E. Communication Strategies for Family Planning. New York: The Free Press, 1973.

Schramm, W. What the research says. In Quali- ty in Instructional Television. Schramm. Honolulu: The Universitv Press of

Edited by W.

Hawaii, 1972.

vision. Stanford: Institute for communication Research, Stanford University, 1969.

Schramm, W. Feedback for instructional tele-

Schramm, W. Big Media - Little Media. Wash- ington, D. C. : Academy for Educational De- velopment, 1973.

Schramm, W., ed. Mass Communication. Urbana, Ill. : University of Illinois Press, 194 9.

Schramm, W. Mass Media and National Develop- ment: The Role of Information in the Develop- ing Countries. Stanford: Stanford University Press, 1969.

Schramm, W. The Process and Effects of Mass Communication. Urbana, Ill. : University of Illinois Press, 1955.

Schramm, W. et. TCcnicas modernas yplanea- miento de la educaci6n. Paris: Unesco, 1967.

Schwartz, Tony. - The Responsive Chord. Garden City, N. Y. : Anchor Books, 1973.

Scollon, R. Relative effectiveness of several film variables in modifying attitudes: A study of the application of films for influencing the acceptability of foods. Technical Report SDC 269-7-60. Port Washington, N. Y. : U.S. Naval Special Devices Center, 1956.

Searle, B., and Suppes, P. The Nicaragua radio mathematics project. Educational Eroadcast- ing International, 8:3, 1975.

Radio Mathematics Project: Nicaragua 1974 - 1975. Stanford: Stanford University, Institute for Mathematical Studies in the Social Sciences, 1976,

Shavelson, R. et al. The effects of position and type of question on learning from prose: The interaction of treatments with individual dif- ferences in learners. Research and Develop- ment Memorandum No. 98. Stanford: Stanford University, Center for Research and Develop- ment in Teaching, 1972.

Skinner, T. D. An experimental study of the ef- fects of prestige and delivery skill in educa- tional television. Abstracts of Doctoral Dis- sertations. Ann Arbor: University of Michi- gan, 1963.

Searle, B., Friend, J., and Suppes, P. The -

Page 49: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Spain, Peter. A survey of radio listenership in the Philippines. Stanford: Stanford University, Institute for Communication Research, 1971 (unpublished paper).

Theroux, J. The quiz show: A new tool for edu- cation. Educational Technology, January 1975.

Theroux, J. Quality in instructional radio. Pub- ~

lie Telecommunications Review, December 1976.

Theroux, J. Developing mass audiences for edu- cational broadcasting. Prospects, June 1977.

Theroux, J. A new context for broadcaster train- ing. Educational Broadcasting International, December 1976.

Tobias, S. Review of the response mode issue. Review of Educational Research, 43, 193-204, 1973.

Twyford, L. Film profiles. Pennsylvania State University Instructional Film Research Pro- gram. Technical Report SDC 269-7-23.

Port Washington, N. Y. : U. S. Naval Special Devices Center, 1951.

Unesco. Unesco Statistical Yearbook, Paris: Unesco, 1975.

VanderMeer, A. et al. A n investigation of the improvement of educational motion pictures and the derivation of principles relating to the effectiveness of these media. College of Education, Pennsylvania State Uni- versity, 1965.

Wedemeyer, Charles. Summary of telephone con- versation, March 16, 1976. Madison: Univer- sity of Wisconsin Extension.

Weiner, M., and Mehrabian, A. Language within Language: Immediacy, a Channel in Verbal

University Park:

Communication. New York: Appleton-Century- Crofts, 1968,

Welsh, Brian. A Handbook for Scriptwriters of Adult Education, 2nd revised edition. Bonn: Friedrich-Ebert-Stittung, 1973.

49

Page 50: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

Alemania (RepJblica Federal de)

Antillas Holandesas Argelia

Argentina Bolivia Brad

Colombia

Costa Rica Cuba Chile

República Dominicana Ecuador

El Salvador España

Estados Unidos de Amtrica

Filipinas Francia

Guatemala

Hondufas Jamarca

Marruecos

MCxico P M d

Paraguay Perd

Portugal Reino Unido

Uruguay Venezuela

PUBLICACIONES DE LA UNESCO: AGENTES GENERALES DE VENTA (lista abreviada)

S. Karger GmbH, Karger Buchhandlung. Angerhofstr. g, Postfach 2, D-8034 GERMERINO/MUNCHEN. “El Correo” edicirjn alemana solamente : Colmantotrasse 22, 5300 BONN. Para los mapas cienlijüos solamente : Ceo Center,

G.C.T. VanDorp & Co. (Ned. Ant.) N.V., Willemstad (Curaçao, N.A.). Institut pédagogique national, I t, .rue Ali-Haddad (ex-rue Zaâtcha), ALGER. Socibté nationale d’bdition et de diffusion (SNED) 3. boulevard Zimut-Youccf. h o m . EDILYR, Tucumán 16gg. P.B. “A”, 1050, BUENOS *ES. Los amigos del libro, casilla postal 4415, LLA PAZ; Perú 3712 (esq. EspGa), casilla postal 450, COCHABAMBA. Fundação Getúlio Vargas, Serviço de Publicaçòes, caixa postal 9.05!2-30-02, Praia de Botafogo 188, RIO DE JANEIRO, RJ (CEP zoooo). J. Oermdn Rodriguez N., calle 17, 6-59, apartado nacional 83, GIRARDOT (Cundinamarca); Editorial Losada Ltda., Calle 18A, mo 7-37, apartado a&eo 5819, apartado nacional 931, BoaoTÁ; Subdepósitos : Edificio La Ceiba. Oficina 804, MmELLfN. Libreria Trejos, S.A., apartado 1313, SAN Jak. Instituto Cubano del Libro, Centro de Importsción, Obispo 461, L HABANA I. Bibliofentro Ltda., casilla 1373t, Consritucrón n.O 7, SANTLAOO (21). Libreria Blasco, avenida Bolivar n.O 402, esq. Hermanos Deligne, SANTO D o m o o . RAID de Publicaciones, Garcia 420 y 6 de Diciembre, casilla 3853. QUITO. Libreria Cultural Salvadoreña. S.A., caUe Delgado n.o 117, apartado postal 2296, SAN SALVADOR. Ediciones Liber, apartado 17. Magdalena 8. ONDÁRROA (Vizcaya); DONAIRE, ronda de Outeiro 20, apartado de correos 341. L* CORWÑA; Libreria Al-Andalus, Roldana I y 3, SBMLU 4; Mundi-Prensa Libros, S.A., Castelló 37. MADRID I; LITEXSA, Libreria Tbcnica Extranjera, Tuset 8-10 (Edificio Monitor), BARCELONA.

Unipub, P.O. Box 433. Murray Hill Station, NEW YORK, N.Y. 10016. &reo da la Unarco” m español unicamrnts : Santillana Publishing Company. Inc., 575 Lexington Avenue, NEW YORK, N.Y. 10022 The Modern Book Co., 926 Rizal Avenue, P.O. Box 632, Librairie de L’Unesco, 7, place de Fontenoy, 75700 PARIS. CCP 12598-48. Comisión Guatemalteca de Cooperación con la Unesco, 3.. avenida 13-90, zona I, apartado postal 244, GUATEMALA. Libreria Navarro, 2.. avenida mo zo t, Comayagiiela, Tw3UCIOALPA. Saneter’s Book Store Ltd., P.O. Box d66, 101 Water Lane, KINOSTON. Todas las publicaciones : Librairie *‘Aux Belles Images”, 281, avenue Mohammed V, RABAT (CCP 68.74). Onicamenk “EI Correo” (para el luar@ doccnkl : Commission nationale marocaine pour l’Unesco, 20. Zen kat Mourabitine. -T (CCP 324.45). SABSA. Servicios a Bibliotecas, S.A., Insurgentes Sur neo 1032-401, Mkxico 12, D.F. Empresa de distribuciones comerciales S.A. (EDICO), apartado postal 4456. PANAMA zona 5. Agencia de Diarios y Revistas, Sra. Nelly A. de García Astillero, Pte. Franco roq, ASUNCI~N. Editorial Losada Peruana, Jirón Contumaza 1050. apartado 472. LIMA. Dias & Andrade, Livraria Portugal, rua do Carmo 70. LISBOA. Catálogos y malerial publicilario : H.M. Stationery Office, P.O. Box 569, LONDON SEI gNH ; Courmnunt bookshops : 49 High Holborn, LONDON WCrV 6 H B ; 50 Chichester Street, BELFAST BTI 4JY ; 258 Broad Street, BIRMINGHAM BI nHE ; 50 Fairfax Street, BRISTOL BSI 3DE ; 109 St. Mary Street, CARDIPF CFI IJW ; 13a Castle Street, EDINBURGH EH2 3 A R ; Brazenmose Street, MANCIESTER M60 8AS. Publicaciones périddicas y olrm publicacion8s : H.M. Stationery Office, P.O. Box 569, LONDON SEI gNH. Editorial Losada Uruguaya, S.A., Maldonado 1092, MONTEVIDEO. Libreria del Este, av. Francisco de Miranda 52, Edif. Galiph, apartado 60337. CARACAS.

Postfach 800830. 7000 STUTFOART 80.

Page 51: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

[B.SI ED.78/XXIV/30 S

Page 52: I. para mejorar los programas radi of cos ed ucat ¡vosunesdoc.unesco.org/images/0013/001340/134035so.pdf · tividad y viabilidad del uso de la radio se refiere explican el creciente

ISBN 92-3-30 1562-9