fichas de orientación vocacional

Fichas de Orientación Vocacional

“Descubriendo tu llamado”

Elaborado por: Pbro. Rubén Alanís

Cortesía de Escucha y Discernimiento Vocacional.

Ficha N°1 - Orientación Candidatos

Acompañamiento Juvenil Vocacional

Lunes 30 marzo 2020

“Es el proceso gradual por el que una persona va reconociendo su propia identidad, elabora

su proyecto de vida y va optando ante sí mismo, el mundo, los otros y Dios”

1.3 Una comunidad significativa

Para los jóvenes su primer punto de referencia es la vida

familiar

1.4 Un ambiente de calidad humana y cristiana

El ambiente es el primer educador, en el que la riqueza

de valores

se «contagia y respira» casi sin darse cuenta. Los

ambientes cálidos

cautivan y enamoran, más allá de los discursos y las

teorías.

Un ambiente en el que el joven se sienta acogido,

valorado y

protagonista, siempre respetado y apreciado, porque

todas las

vocaciones son un maravilloso regalo de Dios.

1.1 El «conocimiento» de los diferentes caminos vocacionales

Nadie se enamora de lo que no conoce. Y conocer significa experimentar, estas

experiencias van desde el testimonio de personas concretas, hasta el contacto

más profundo.

Los jóvenes quieren testigos, no maestros; y si aceptan maestros es porque son

testigos. Descubrir las diferentes vocaciones no desorienta, enriquece y

posibilita un discernimiento más profundo.

1.2 Un itinerario de educación en la fe

Se necesitan procesos que le vayan haciendo crecer, itinerarios en los que no

faltan momentos fuertes para personalizar la fe:

♦Experiencias de voluntariado: Compromisos, campos de trabajo, acompañado

antes, durante y después de su realización.

♦Experiencias de interioridad: Convivencias cristianas, retiros, pascuas,

campamentos.

♦Experiencias de discernimiento vocacional: Semanas Vocacionales, fines de

semana en un monasterio, encuentros de oración, y orientación vocacional.

♦Experiencia de acompañamiento espiritual: Es interesante el trabajo en un

entorno familiar

♦Experiencia de un proyecto personal de vida: El proyecto personal debe ser

la base del dialogo con el acompañante.

† Realiza tu propio itinerario de educación en la fe y redacte cada una experiencia:

1.Experiencia de Voluntariado:

2.Experiencia de interioridad:

3. Experiencia de discernimiento vocacional:

4.Experiencia de acompañamiento espiritual:

5.Experiencia de un proyecto personal de vida:

†Por lo indicado en este apartado, ¿cómo va nuestra comunidad (parroquial, familiar,

religiosa…)? ¿Qué p podría mejorar? ¿Somos, como comunidad, signos del amor de Dios?

† Meditar estos textos: Jn 1,39; 2 Cor 2,15; Lc 24,32.

† Por concretar más. Imagina que un joven entra en tu familia cristiana o comunidad

religiosa, ¿qué “veía” y «olería»?

† ¿Qué otras experiencias podríamos hacer con nuestros grupos para realizar con ellos

auténticos procesos de la fe?

Ficha N°2 - Orientación

Candidatos


Martes 31 marzo 2020

“Es el proceso gradual por el que una persona va reconociendo su propia

identidad, elabora su proyecto de vida y va optando ante sí mismo, el mundo, los otros

y Dios”

1.5 TU VIDA: Un libro en Blanco.

Esta es la noticia a grandes rasgos. El llamado libro blanco llega a Europa desde Estados Unidos con aires de best- seller.

Se trata de volúmenes muy bien encuadrados, con lujosas portadas de piel y dorados lomos, y unas trescientas páginas… en blanco.

En portada puede uno - con un leve pago adicional- grabar su propio nombre y el título que piensa dar a su libro. El contenido del libro

queda a disposición del propio autor.

Hasta le sugieren al autor una larga lista de posibilidades. Se le dice que en las albas paginas puede verter su diario íntimo, recetas de cocina

o cocteles, recuerdos de viajes y vacaciones, notas profesionales y apuntes de recientes lecturas, pensamientos, máximas o citas, reseñas

de espectáculos o muestra de actividades deportivas, historia familiar y amistades. Se invita a acompañar estas páginas con fotografías e

imágenes, y a convertirlo en el libro de oro del hogar en el que figuran las firmas y dedicatorias amables de los amigos.

Puesto en la biblioteca, el nombre del autor confraternizará con el de otros celebres autores (si hay biblioteca en casa).

Por razones varias parece que el libro en blanco va a ser un éxito.

Parafraseando a Cervantes, para el que «no hay libro malo que no contenga algo bueno», creemos que no habrá libro en blanco que no

contenga, en ciernes, algo positivo, una semilla que si se hace crecer y fructificar pueda mejorar nuestro mundo.

† De lo antes leído ¿Qué sugiere como parábola de vida?

† Tu vida: ese libro casi en blanco

-Título: ¿Qué título le has puesto o le pondrías al libro de lo que ha sido, es y quiere ser tu vida?

-Introducción. Escribe tu propia presentación; dinos como es el autor, quien eres tú:

• Valores, actitudes positivas, riquezas interiores, inquietudes, cualidades de todo tipo (físico,

psíquico, intelectual, afectivo, relacional, espiritual, vocacional)

• Escribe también tus paginas grises: momentos difíciles, pruebas y tu reacción

• No olvides algo sobre los mejores momentos, tus grandes alegrías.

• .

Empieza a Redactar:

† Unas páginas para los amigos. Deja que los amigos y personas de tu confianza te escriban

cómo te ven.

† Arranca páginas, ¿Hay páginas de las que estás arrepentido, que te gustaría no haber

«escrito»?

† La vida: don-regalo de Dios y tarea nuestra (Gen 1,26-31; Mt 25,14-31; Lc 19,22-26)

¿Vives así tu vida? Tu historia ¿la consideras historia de salvación? ¿Sabes leer con mirada

creyente?

¿Qué piensas hacer con las páginas que aun te quedan por escribir? A Madre Teresa de

Calcuta le

gustaba decir que ella quería ser un lápiz en manos de Dios. ¿Y tú?

† Ora algunas páginas de tu libro blanco, de tu vida. Puede ayudarte la lectura oracional del

Salmo 139.


Candidatos


Miércoles 01 abril 2020



4.1 SÓLO SE VIVE UNA VEZ.

Apreciado amigo:

Supongo que te sorprenderá volver a recibir noticias mías tras todos estos meses. Ante todo, decirte que, gracias a Dios, después de

tanto tiempo de búsqueda, me siento feliz de poder dedicarme en cuerpo y alma a algo que me llena.

Estoy inmerso en el mundo de los marginados, toxicómanos y delincuentes, trabajando las 24 horas del día por su reinserción, por su

integración en la sociedad, conviviendo con ellos e intentando ayudarle. ¡Es muy difícil, pero al mismo tiempo gratificante!

Hace pocos días llego un ex futbolista de un gran club de primera división, famosos años atrás y que ha perdido todo: miles de

millones, parejas, amigos, trabajo… Y ha pasado de todo eso a nada. Es un ejemplo viviente de la fugacidad de tantas cosas a las que

damos importancia. Su caso ha calado fuerte entre los que vivimos aquí.

No sabes hasta qué punto me han servido tantas cosas que aprendí en el ambiente salesiano y muchísimas veces cito a Don Bosco

en mis conversaciones con los chavales.

No he de negarte que el empezar a trabajar aquí fue duro. Me costaba mucho integrarme, el que confiaran en mí y no me vieran

como un (funcionario) que viene a ganarse un sueldo. Poco a poco fui asentándome y conviviendo día a día con sus problemas como

la abstinencia, el sida, la cárcel, desarraigos familiares y todo lo que te puedas imaginar. Realmente una cosa era la teoría y el contacto

esporádico con estos problemas y otra el vivirlos diariamente.

Pero como decíamos alguna vez: «sólo se vive una vez» (quizá esta sea la frase que más les recuerdo a los chavales) y ahora

verdaderamente por primera vez en mi vida, después de tantos años, no tengo la impresión de estar desaprovechándola.

Sinceramente, soy feliz.

Procuro de vez en cuando «desconectar» marchando a casa, manteniendo mi antiguo ritmo de oración personal (insiste

mucho a los jóvenes en su importancia). Ella es la que da fuerzas, el motor y el combustible al mismo tiempo. Sin ella no

hay sentido. Al principio cuesta, pero al final es como un torrente que te arrastra. ¡Vale la pena!

En fin, podría estar días enteros hablando de esta experiencia y no quiero cansarte.

Te dejo ya, Pepe. Hoy han llegado cuatro chavales nuevos y tres de ellos en un estado lamentable. Hoy quizá dormirán por

el efecto de la droga, pero mañana empezara a apretar el «mono» y tendremos «fiesta nocturna», y otra vez a luchar. Y es

cada quince días viene gente nueva y los casos se repiten. ¡Insiste a tus muchachos sobre el privilegio real de este

problema! Que no caigan NUNCA en la tentación de probarlo ya que las consecuencias les desbordaran.

Espero seguir contando con tu amistad y por supuesto, ponerme a tu disposición por si alguna vez puedo serte útil en algo.

Recibe un cordial saludo.

Jorge Vicente

† ¿Qué sentimientos y reflexiones despierta en ti esta carta?

† ¿Conoces jóvenes como estos de los que habla Jorge? ¿Por qué crees que se llega a

situaciones así?

¿Cómo prevenir?

† ¿Qué «palabra de Dios» va resonando en estas líneas? ¿En qué paginas evangélicas, hechos

o dichos de

Jesús, os hace pensar?

† Tienes que hacerte una fotografía que diga quién eres. ¿Dónde te harías la foto,

rodeado de que

objetos, solo o con quiénes?

† ¿Puedes decir, como Jorge, que eres feliz con lo que haces, con la vida que llevas? ¿Qué

influencia tiene en tu vida la oración personal?

† Conozco a Jorge y no le ha sido fácil descubrir su vocación, el sentido de su vida. ¿Qué

haces tú por descubrirlo?

5.1 SI VOLVIESE A VIVIR.

«El otro día alguien me pregunto:

-Si usted volviese a nacer, ¿viviría de otra manera?

Sin pensarlo mucho, le respondí que no. Luego, reflexione con más calma y… creo que, si se me hubiera dado la posibilidad de volver a

empezar la vida, habría charlado menos y escuchado más. No habría dejado de invitar a cenar a los amigos solo porque el mantel tuviera

una pequeña mancha o porque la funda del sofá estuviera desteñida.

No tendría reparo en comer el bocadillo en el salón de estar y no me habría preocupado lo mas mínimo ensuciar el suelo con las migas

o con el chisporroteo de la chimenea encendida. Habría encontrado tiempo para escuchar al abuelo una y otra vez el relato de sus años

mozos.

Nunca habría dejado de bajar las ventanillas del coche un día de verano, por la simple razón de evitar el polvo, recién hecha la revisión

del vehículo y la limpieza de interiores. No habría dejado que aquel velón bonito que estrenamos en la cena de nochebuena se derritiese,

olvidado, en el cuarto trasero lo habría dejado que se consumiera, encendiéndolo a diario.

Me habría tirado sobre el césped del prado jugando con los niños sin preocuparme de las manchas del verde sobre el vestido. Habría

llorado o reído menos contemplado los seriales de la tele, y más observando la vida.

Habría dedicado más tiempo a compartir las responsabilidades de mi marido.


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Jueves 02 abril 2020



Me habría ido a la cama, cuando me encontraba mal, en vez de salir con fiebre al trabajo, como si, por faltar yo a la oficina,

se fuese a hundir el mundo. En lugar de no pegar el ojo, esperando que acabasen los nueve meses de embarazo, habría

vivido con amor cada momento, consciente de que aquella realidad maravillosa que iba creciendo en mi era la única ocasión

que se me presentaba de colaborar con Dios en la realización de un milagro.

Al hijo pequeño que me besaba emocionado, jamás le habría dicho: «¡Vale!» ¡Basta ya! Vete a lavarte que la mesa esta

puesta».

Habría dicho más veces: «Te quiero», y menos veces: «Lo siento».

Pero, sobre todo, si yo pudiera comenzar desde el principio, me apropiaría de cada minuto, lo miraría a fondo hasta llegar

a conocerlo en lo más íntimo, lo viviría en plenitud. ¡Y no dejaría que se me escapase de las manos!»

† Si este escrito lo leyese Jesucristo ¿Qué opinaría? Razonar las respuestas desde el

Evangelio.

† Si volviese a nacer… Hacer el propio listado con «cosas» que volverías a hacer y cosas que

no harías, y por qué.

† El futuro está en nuestras manos, por hacer. Concretar el modo de vivir algún aspecto de

la propia vida.


Candidatos


Viernes 03 abril 2020



6.1 TÚ, ¿QUÉ QUIERES SER?

«Los animales del bosque se dieron cuenta un día de que ninguno de

ellos era el animal perfecto:

los pájaros volaban muy bien, pero no nadaban ni escarbaban;

la liebre era una estupenda corredora, pero no volaba ni sabía nadar.

Y así todos los demás, ¿No habría manera de establecer una academia

para mejorar la raza animal? Dicho y hecho.

En la primera clase de carrera, el conejo fue una maravilla, y todos le

dieron sobresaliente.

Pero en la clase de vuelo subieron al conejo a la rama de un árbol y le

dijeron: “¡Vuela, conejo!”.

El animal salto y se estrelló contra el suelo, con tan mala suerte que se

rompió dos patas y fracaso también en el examen final de carrera.

El pájaro fue fantástico volando, pero le pidieron que excavara como el

topo.

Al hacerlo se lastimó las alas y el pico y, en adelante, tampoco pudo

volar; con lo que ni aprobó la prueba de excavación ni llego al

aprobadillo en la de vuelo»

† Visualice los dibujos y lea la parábola ¿Qué sugieren?

† ¿Querer es poder? ¿Qué condicionantes personales y ambientales dificultan la realización de los

propios deseos?

† La palabra de Dios nos invita a ser «Ser perfectos como el Padre celestial es perfecto» y nos dice que

estamos hechos a «imagen» de Dios. ¿Es posible? ¿Cómo?

† Centrarse en el tema del crecimiento personal, del ser lo mejor de uno mismo.

• Completar: Yo soy, puedo… Yo seré, podré… Yo no soy…

• Comunicar: «sueños» hechos ya realidad y como se han conseguido.

• Imaginarse anciano y comunicar lo ya realizado.

• El futuro que proyectas, ¿coincide con lo que piensan para ti tus padres, profesores…

y Dios?

Empiece a redactar aquí:

† Completar estas oraciones: Tu, Señor, me llamas a… Señor, haz de mi… Que mis

limitaciones, Señor…

Los talentos y posibilidades que Tu, Señor haz dado quiero…

† Elaborar un pequeño proyecto de vida que trace metas progresivas y evaluables en ese

camino de crecimiento personal.

7.1 REGALO

Ayer cuando me encontraba en la cocina preparando la cena, entro mi hija mayor. Me dio

un pedazo de papel escrito. Apartando la comida del fuego y tomando el papel entre mis

manos, comencé a leer.

Pesetas

Por haberme lavado los dientes durante toda la semana…….. 10

Por ir a comprar el pan………………………………………………………… 15

Por traer el vino y la gaseosa……………………………………………….. 5

Por cuidar del hermanito cuando saliste con papá al cine…… 25

Por ir a buscar las quinielas…………………………………………………. 10

Por tomarme las asquerosas medicinas………………………………. 15

TOTAL…………………………………………………………….. 80


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Sábado 04 abril 2020



Había terminado de leer. Ella estaba tan tranquila, moviendo su bolígrafo entre los dientes. Mientras la miraba, algo me

hizo sentir una profunda pena. Y al mismo tiempo, una serie de recuerdos se agolpaban en mi mete. Tomándole el bolígrafo,

di la vuelta al papel y comencé a escribir:

Pesetas

Por nueve meses que duro tu gestación…………………...….…….. »

Por ese parto que ahora dicen sin dolor……………………………… »

Por las lágrimas que pude derramar…………………………………… »

Por mis horas de desvelo e inquietud…………………………….…… »

Por los gastos del colegio y profesor……………………………………. »

Por los objetos que rompiste de valor…………………………………. »

Por la ropa que te compro sin cesar…………………………………….. »

Por los chicles, golosinas y demás……………………………………….. »

Después de leer mi mensaje, tenía lagrima en los ojos. Me abrazo muy fuerte y me dijo: «Mama, te quiero mucho». Tomo

el papel de entre mis manos y en grandes letras escribió: regalo. Regalo, regalo nada más, hija mía. Mi suma de amor te

quiero regalar. Yo nunca me fijo en la suma: ¡qué más da!

Cristina

† Escribe «cosas» que se regalan y «cosas» que se compran, con base la carta cristiana anterior.

† ¿Qué importancia concede nuestro mundo a la gratitud y gratuidad, valores que no «cotizan en

bolsa»? ¿Cómo educarlos?

† Haz por unos minutos el papel de Dios, de Cristo, y escribe la lista de regalos que Él ha hecho y hace a

la humanidad.

† Confeccionar las propias listas: «cosas» que a lo largo de la vida o de un día recibimos

gratis, las que gamos con nuestro esfuerzo, las que damos gratis. Comparar:

† La vocación nace del agradecimiento. Agradecer a Dios dones recibidos y ofrecerlos:

«Lo que recibisteis gratis, dadlo gratis». «Somos regalo de Dios para los demás.»


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Lunes 06 abril 2020



8.1 ¡FELICIDADES!

-Si. ¡Felicidades! Y no pongas esa cara.

Hoy no es Navidad, ni año nuevo, ni tu cumpleaños. Hoy es un día normal, pero un día para ti ¡QUÉ SUERTE!

-Felicidades porque estás vivo: respiras, caminas, tienes hambre y alimentos con saciarlo, tienes sed y fuentes donde beber.

Tus ojos están abiertos para percibir el brillo de mil colores.

Tus oídos registran los sonidos más variados.

Tu tacto, tu piel, experimenta el escalofrió de mil sensaciones ¡Felicidades!

Felicidades porque vives ahora y aquí; porque eres capaz de amar y ser amado, de gozar de paz y de darla.

-Felicidades porque poco a poco, con algún sufrimiento y con alegrías, vas a construyendo tu vida, en el día a día, con la piedra picada de

cada momento presente.

- ¿Verdad que vale la pena que te feliciten, aunque no sea un «día especial»?

Pero, ¿quieres decir que hoy no es un día especial? Tienes a tu lado personas que te aman y a las que amar.

¿O te falta alguna cosa? ¿Te podemos felicitar, o no? –Felicidades y no te agobies por el mañana

Vuestro Padre del cielo ya sabe lo que necesitáis, No os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones.

A cada día le bastan sus quebraderos de cabeza (Mt 6,32-34)

-Sí, ¡felicidades!, vive el hoy. Y recuerda: «no es feliz el que hace lo que quiere, sino el que quiere lo que hace» Vive en plenitud.

Sé positivo. Haz el bien y no te preocupes por el mañana.

† ¿A quién podríamos felicitar hoy y por qué? ¿Por qué te sientes de suerte hoy?

† Expresa tus sentimientos, reflexiones con lo antes leído (¡Felicidades!)

† ¿Por qué la gente, a la que no le suele faltar nada, no vive y no es más feliz?

† El Evangelio es un «manual de felicidad» Iluminar lo anterior con uno de estos textos: Mt

5,3-12; 6,32-34; Lc 1,45;11,28

† Agradecer a Dios, en un momento de oración, las pequeñas cosas del día y de lasemana.

Comprometerse a hacer este ejercicio oracional cada noche, aunque sea de forma breve


Candidatos


Martes 07 abril 2020



9.1 La alegría del jardín

«La alegría es una planta tierna, frágil. Da unas flores discretas, pequeñas y

sencillas con el “buen tiempo”. Crece con lentitud. No es de las plantas que le

guste mucho el sol. Se desarrolla en un clima normal, a partir de 15° requiere

humedad, como otras plantas, hay que cuidarla, de lo contrario se pone triste,

pierde hojas, se marchita y se muere. Puede ponerse en sitios muy diversos.

No es demasiado «cara», está al alcance de todos, también de los bolsillos

pobres. Aquel que recibe, si la hace crecer, puede compartirla a su vez con

otros. Se multiplica con facilidad. Si la ves, sin fijarte demasiado, se puede

confundir con otras plantas que se le parecen, pero no son alegrías. Al

«quitarle» ramas (esquejes), hace que se aligere y se renueve la alegría. Hay

momentos de floración abundante. Aunque no aparezca la flor, la planta lleva

ese potencial de alegría dentro y lo sacara fuera en el «tiempo oportuno». No

soporta los extremos: ni un clima muy frio ni el excesivo calor, aunque

necesita sol. Su flor es de temporada, pero la planta pasa los inviernos con un

poco que se le cuide. No es una planta demasiado rara; aunque, a veces,

cuesta encontrarla. Hay floristerías que tienen plantas carismas, pero no

alegrías. No se puede tener oculta, hay que tenerla a la vista de todo el que

quiera mirarla. No irrita, sino que tranquiliza y serena. Se «reproduce» por

«esqueje», por ruptura, con dolor, con rompimiento, con sacrificio. El esqueje

mantiene toda la esencia de la planta. Puede pasar desapercibida, pero está.»

† Mencione parecidos entre la planta y la alegría

† Escriba el nombre de una planta que represente la alegría del ambiente, otra la de María

y una tercera la personal.

† Profundizar el tema de la alegría en el Nuevo Testamento: Fil 4,4-7; Gál 5,22; Rom 12,15; 1Pe 1,6;

Jn 15,11;16, 20-24; Mt2,10; 5,12; Lc 15; 2 Cor.9,7.

† Rellenar y comunicar el siguiente esquema: (Favor de ocupar sólo el espacio ya establecido, para no alterar el

documento)

La alegría

Del mundo De María Mi alegría

Cómo es Características

Dónde se «enraíza» Fundamentos, razones

Cómo se «alimenta» «Abonos», cuidados, etc.

Qué la «agosta» peligros, dificultades, etc.

Para quién es relación entre alegría y servicio

† La fuente más profunda del humor es la confianza en Dios. Cantar como oración el

Magníficat (Lc 1,46- 56)

† ¿Dónde puedes plantar tu alegría?

10.1 Nunca digas: «YA NO HAY NADA QUE HACER»

Cristopher se había desnucado al tirarse al mar. Le fue diagnosticada una tetraplejia completa, es decir, una parálisis permanente del cuello a los

pies. Le auguraron una esperanza de vida corta y siempre al filo de la muerte. Tenía 20 años, los médicos le dijeron que tendría que aprender a

vivir con sus limitaciones, que gracias a la tecnología podría leer, escribir con la boca…

Hoy en día, Cristopher sigue sin poder caminar, pero corre maratones en su silla de ruedas. Se desplaza, conduce su coche, es totalmente

autónomo. Está casado, trabaja, viaja, es feliz. Su historia es la de una resurrección del filo de la muerte a la vida de pleno derecho, de la inmovilidad

a la felicidad.

Y todo fruto de una lucha constante y ardua por hacer retroceder los límites de la parálisis. Un médico le fue rehaciendo poco a poco, durante dos

años, las articulaciones. Cada movimiento que lograba recuperar era un paso más hacia la autonomía, fue cuestión de riesgo, sufrimiento y valor.

Nunca hay que subestimar la capacidad de la mente y del cuerpo para regenerarse la energía vital es insospechada. La vida interior del ser humano

contiene el potencial capaz de transformar traumas en distintos grados de triunfo.

La amistad de alguna otra persona que había pasado por las mismas circunstancias y el amor de su novia, que en ningún momento quiso

abandonarle, fueron el apoyo necesario para vencer la desgracia.

La vida de Luis Moya, 41 años, está marcada por dos fechas. La primera corresponde a su ordenación sacerdotal; La segunda, al accidente que

unció su destino a una silla de ruedas.

En 1991 Luis Moya sufre un accidente. Iba a Madrid a Pamplona al volante de su coche. Queda tetrapléjico, con los «plomos» de su instalación

nerviosa fundidos, el cuerpo inmóvil, ni siquiera puede valerse de las manos. (No puede decir la misa solo, pero si concelebrar; y además predica,

confiesa, etc.)

Ficha N° 9 - Orientación

Candidatos





Burlada provisionalmente la muerte, tuvo que aprender a vivir en la inquietud más absoluta, abdicando de su libertad física y pasando a

depender de los demás. «Estás en manos de otros hasta para las necesidades más elementales y cuesta; sobre todo si, como era mi caso,

uno tiende a ser muy independiente. Y tienes miedo a molestar a los que te rodean o a ser pesado. Pero es imprescindible superarlo. O auto

compadecerte o pensar en lo que puedes hacer y no en lo que no puedes hacer. Y yo me dije: dispongo de la vida, de la cabeza, de la

inteligencia, de la voluntad, del corazón, es decir de los más importante.»

A los cuatro años del accidente ha podido empezar a dar clase a sus alumnos universitarios. Luis sólo conserva movilidad en la cabeza. Todo

lo hace con la boca y con el inestimable auxilio de la tecnología. Se pone al ordenador y mueve el curso soplando ante un dispositivo

conectado al sistema. Y estudia, prepara sus clases, redacta charlas, etc.

La actividad que realiza es tan similar a la que llevaba antes que echa pocas cosas en falta. «El deporte es una, me encantaba jugar a pala.

La otra son los bonsáis. Ahora me tengo que conformar con ver cómo otros los cultivan siguiendo mis indicaciones.»

Luis Moya asegura que el accidente le ha enriquecido. «He salido ganando. ¿En qué? En redescubrir a los demás, en apreciar más a la gente.

Hay quien se sorprende al verme contento y animoso, pero no soy más que la punta de un iceberg. Debajo están muchas personas que me

quieren y se vuelcan conmigo, que me hacen la vida agradable y son un estímulo.»

† Colocarse o imaginarse en una silla de ruedas. ¿Qué sentimientos y reflexiones te produce

una experiencia así?

† Buscarle otros títulos a este reportaje: vencer la adversidad, aprender a vivir, los hombre son

más grandes que las adversidades; y explica porque:

† Comparte brevemente un caso de superación: cercanos o lejanos, vistos o leídos.

† Sólo pueden ver bien los ojos que han llorado mucho. ¿Qué puede significar esta frase

¿El dolor, que ha hecho “ver” a Luis y a Christopher? ¿Aleja o acerca a Dios?

† Buscar en el Evangelio las actitudes y acciones de Jesús ante el necesitado

† ¿Qué dice todo esto a tu vida? ¿Qué harías tu ante algo así? ¿Cómo reaccionas ante

fracasos, sacrificios, renuncias, esfuerzos y derrotas? ¿Cómo andas de sentido del humor;

sabes relativizar tus “desgracias”?

11.1- LA VICTORIA DE CATY

Una chica mallorquina de 25 años, Caty Salom, afectada de una esclerosis lateral amiotrófica que deja invalida completamente a la persona,

ha conseguido, antes que la enfermedad acabase con su vida, escribir un libro de 165 páginas, Caty dictaba las letras con el movimiento

de sus párpados, siguiendo un código previamente aprendiendo por sus familiares. De esta manera han logrado transcribir el libro.

No sé si el libro llegará a editarse para el gran público. No es eso lo verdaderamente importante. Lo que vale la pena resaltar es el esfuerzo

de una joven por vencer sus enormes dificultades. ¡Cuánta fuerza de voluntad, cuánto espíritu de superación y cuánta constancia para

saltar un muro que parecía infranqueable!

Hay personas que con frecuencia se ahogan ante pequeñas dificultades o contrariedades sin importancia. Otras, como Caty, tienen la

valentía y el coraje de enfrentarse a su destino para no dejarse vencer por él.

Caty es una buena maestra de la tenacidad y la capacidad de esforzarse para conseguir lo que uno se propone en la vida. Cabe también

destacar el valor liberador y consolador de la escritura.

Cuando una dificultad nos ahoga podemos caer en la tentación de convertirla en el centro de nuestros pensamientos. Este pensamiento

reiterativo y el no distanciamiento hacen que la dificultad se agrande.

Una buena manera de vencer las dificultades es distanciarse de las mismas, verlas con perspectiva y hasta dejarse llevar por la imaginación

y la fantasía. Cuando una persona padece una enfermedad, aunque hay que admitir que en ocasiones esto resulta muy difícil, conviene

hacer el esfuerzo por apartarle del centro de atención de sus pensamientos para potenciar aquellas partes de su persona que no están

afectadas.

Caty ha sabido aprovechar su mente clara y el movimiento de sus parpados para dejar volar los sentimientos y la fantasía y reflejarlo todo

en un libro. De esta manera el sufrimiento se diluye y pasa a un segundo plano, en alguna medida, ante el deseo ilusionado de escribir que

se convierte en un verdadero centro de interés.


Candidatos





† Vive la experiencia de Caty. Crea un código. Una persona de tu familia comunica un

mensaje corto a los demás con el simple movimiento de los párpados. Analiza después lo

sucedido: sentimientos, acciones, reflexiones y comparte en el siguiente espacio.

† Buscar y contar casos reales de personas, pequeños “héroes” como Caty, que no se han

hundido ante ddificultades de muy distinto tipo.

† Hacer un doble listado de dificultades reales, de problemas gordos de jóvenes de nuestra

edad. En paralelo, escribir nuestras dificultades y problemas. Hacer “hablar “a las dos listas.

problemas reales problemas de jóve

† ¿Cómo reaccionó Cristo ante los problemas de los demás? Buscar en el Evangelio

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† ¿Qué problemas vives actualmente y cómo reaccionas ante ellos? ¿Cómo vas de

voluntad? ¿Cómo la educas, con qué medios la vas haciendo crecer?

† En un clima de oración, meditar esta frase u otra parecida: Los pobres son «palabra de Dios»,

sacramento vivo de Cristo. Leer si es necesario, Mt 25, 34-40)

12.1 - ¡AHORA!

«Había una vez un caracol que llegó al cielo. Venía de la tierra tras arrastrarse kilómetros y kilómetros, dejando tras de sí un rastro de baba por los caminos, y habiendo perdido trozos del alma por el esfuerzo.

Al llegar al cielo, san Pedro lo miró con compasión.

- ¿Qué vienes a buscar al cielo, pequeño caracol?

-Vengo a buscar la inmortalidad, la vida eterna.

El bueno de san Pedro no pudo aguantar la risa.

- ¿La inmortalidad? ¿Y qué harás con la inmortalidad?

- ¡No te rías! ¿No soy una criatura de Dios como los arcángeles? ¡Sí, soy eso, el arcángel Caracol!

La risa de Pedro se convirtió en carcajada:

- ¿Un arcángel? Los arcángeles llevan alas de oro, escudo de plata, espada flamante y sandalias rojas. ¿Dónde están tus alas, tu escudo, tu espada y tus sandalias?

-Están dentro de mí. Duermen. Esperan.

- ¿Y qué esperan, si se puede saber?

-Esperan el gran momento.

Pedro pensó que aquel caracol se había vuelto loco y le insistió:

- ¿Qué gran momento es ese?

- ¡Ahora! Respondió el caracol.

Al decir esto dio un gran salto, cruzó el umbral de la puerta del Paraíso, y se metió dentro. Ya nadie podría sacarlo de allí.»


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Lunes 13 abril 2020



† Sentimientos y reflexiones que sugiere la narración. ¿Qué puede significar cada símbolo: caracol,

baba, cielo, vida eterna, San Pedro, puerta del Paraíso, ángeles, alas, escudo, espada, sandalias?

Parecidos con ciertas vidas humanas ¿Qué «alas», por ejemplo, pueden hacer «volar» a las personas?

† Centrarse en dos «temas»: (Escribe breves ejemplos)

• Aquellas cosas que se llevan dentro y que esperan despertar.

• Esos «grandes momentos», esos ¡ahora! Que marcan la vida de las personas.

† ¡Ahoras! Del Evangelio. Analizar algún «gran momento», algún ¡ahora! Que marcó la vida

de Jesús o de algún otro personaje del Evangelio (Mt 4,1ss. 9,9; 17,1ss. Lc 2,11; 4,21; 19,9;

22,19-20; Jn 2,10)

† ¿Has conseguido decir alguno de esos ¡ahora! en tu vida? ¿Cuántos ¡ahora! has dicho que

no has cumplido?

† ¿Qué llevas dentro de ti que aún «duerme»? ¡Por qué no podría despertar ¡ahora! ?

† Agradecer a Dios algún ¡ahora! que cambió tu vida (una amistad, un compromiso

asumido, una experiencia vivida, un encuentro, un cambio, una decisión, etc.)

† Rezar a Dios con Fe, de corazón: «¡Ahora! me gustaría, Señor…»


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13.1- ¿Surf o Submarinismo?

Me fascina el surf, ese veloz galopar sobre la espuma para deslizarse por el tobogán de las rompientes olas.

La ligereza es un sueño permanente en el ser humano, un espejismo de omnipotencia y ubicuidad. Hay que ir rápido, más rápido. Como dice un autor: «cabalgar, cabalgar, cabalgar. De día, de noche, de día. Cabalgar, cabalgar, cabalgar. Y el alma se ha cansado tanto y el ansia es tan grande. Ya no hay montañas, apenas un árbol. Sobran los ojos».

Los ojos son confundidos por la prisa. Empezamos a despreciar todo aquello que nos exige tiempo: la reflexión, la lectura y no sólo la imagen, el diálogo trenzando de palabras razonadas, lo artesanal, el silencio que abre la puerta a la interioridad, etc.

Ahora no sólo podemos hacer surf en el mar. También podemos hacerlo en Internet. ¿Qué nos queda después de surfear por

la información? Un bobo espejismo de sabiduría.

Hay artistas amantes del surf, Mathieu que pintaba grandes murales en unas cuantas horas, creía que la velocidad permite alcanzar la liberación artística, porque evita que la reflexión mate la espontaneidad creadora. Leo en la prensa que Antoni Tápies ha producido en treinta y seis años de actividad 7.000 piezas, lo que, sin contar vacaciones ni gripes, concede menos de dos días a cada una de ella.

Esta seducción de lo apresurado, esta fascinación por el clip, la cultura del flash, la consigna, el eslogan, la frase contundente, el repente ingenioso, el cómic, llega a lo hilarante. Hay gente que busca la fórmula mágica para resolver todos sus problemas en un seminario de seis días, para ganar unas elecciones sin apenas programa político, pero con una publicación original, para conseguir la felicidad y el éxito con el mínimo esfuerzo físico o mental, etc.

¡La sabiduría del tiempo! Hay un tiempo para cantar y otro para callar, hay un tiempo para sembrar y otro para recoger. Tal vez el maíz y las peras y las discretas patatas del huerto sean buenos maestros de la

temporalidad. Necesitan del riego oportuno y del madurar lento. La naturaleza tiene sus propios ritmos.

Lo mismo ocurre con los asuntos humanos. Uno es el tempo de la ocurrencia y otro de la argumentación. La consigna es breve, el razonamiento largo. La comprensión súbita, pero el aprendizaje lento. El

enamoramiento fulgurante, el amor cuidadoso.

Hay que ser rápido en responder a la injusticia. Hay que ser paciente al escuchar. Hay que ser veloz en ejecutar lo decidido. Hay que tener calma para decidir. La eficacia es rauda, la ternura lenta. La prisa corta por lo sano,

prescinde de las formas, no se anda con contemplaciones, va derecha al grano.

Vistas a la carrera, todas las cosas son de usar y tirar. El sagaz Aristóteles decía que no se pueden experimentar muchos amores verdaderos, «porque la amistad necesita tiempo».

¡La sabiduría del tiempo! Conviene «ser atentos» con la realidad y saberla «taladrar» para no dejarse llevar por las meras apariencias. Nuestra cultura de la imagen fomenta el timo de la estampita, si no sabe analizar y decodificar. Somos un procesador de textos muy poco veloz. No nos podemos dejar llevar por las prisas. Alguien ha dicho que la impaciencia era el único pecado imperdonable, porque nos condena a la ceguera, a

la injusticia y a la violencia.

Ojalá estas reflexiones favorezcan no la práctica vital del surf, sino la del «submarinismo».

† Hablar, como símbolo, de estos dos deportes: el surf y el submarinismo.

† ¿Qué «deporte» practica la gente, con qué actitudes suele vivir: las del «surfista» o las del

«submarinista»? Ver las causas y sus consecuencias para la vida.

† El «lago de Galilea» no es apto para el surf. Jesús fue un amante del «submarinismo»: desde la

encarnación, a los 30 años de vida oculta; desde el análisis profundo que hace de los hechos, a las

actitudes con las que trata a las personas.

† Buscar alguna página evangélica en la que Jesús practique este otro submarinismo.

† Orar algunas escenas evangélicas en las que Jesús «práctica submarinismo». Meterse en

esas aguas con él. Hacer lo mismo con algún hecho de la propia vida.


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14.1 ¡Aún estás a tiempo!

† Lectura de imágenes, fijándose en los detalles.

† ¿Qué veis? ¿Qué sentís? ¿Qué pensáis? ¿Qué sugieren normalmente cada una de estas etapas de la

vida: la niñez, la juventud, la edad adulta, la ancianidad?

† ¿Por qué hay personas que actúan según las cuatro primeras viñetas? ¿Por qué hay jóvenes que

tienen miedo a optar (moratoria)y no se acaban de decidir?

† ¿Cómo aprender a tomar decisiones y a hacer opciones vocacionales a tiempo? ¿Qué

pensáis y decís vosotros?

† Cristo también vive las primeras etapas: niño (Lc 2,1-7); adolescente (Lc 2,41-42); joven-

adulto (Mt 4,1-11; 26,36-39) ¿Por qué y cómo aprende Cristo a tomar decisiones y a hacer su

opción vocacional? ¿Qué nos enseña?

† ¿Qué hacen y aconsejan otros personajes bíblicos?

Niño: Jer 1,1-10 Adolescente: 1Sam 3,1-10

Joven-adulto: Salm 119,9-18; Ecl 11,9.10.-12,1; 1 Jn 2,13-15

Mayor- anciano: Salm 90,10-17; Ecl 11, 7-8.12, 1-8; 1jn 2,13.14,17; Lc 2,2532.

† ¿En qué viñeta te ves representado? ¿Qué has dejado atrás? ¿Qué has hecho hasta ahora

en tu vida? ¿Qué deberías haber hecho y “ya es tarde para hacer”? ¿Qué puedes aún hacer?

¿Qué espera Dios de ti?

† Oración personal. En silencio, le pregunto a Dios.

“Señor ¿qué quieres que haga ahora? ¿Qué quieres que haga con mi vida, que

es el regalo tuyo, y con tu ayuda?

† Compromiso. Hoy es el momento justo para…




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15-1 ¿QUÉ VALORES TE MUEVEN?

Está bien tener ideales, utopías, valores que mueven la propia existencia. Son “altas cimas “que nos invitan a

superarnos. Son “metas finales” que motivan en la lecha. Son “norte” que guía nuestro caminar y le da sentido.

El peligro está en confundir ideal y realidad, en pensar que el sueño se hace realidad con sólo despertar. En imaginar que la “cima” se alcanza con sólo verla. En creer que un valor “dicho” es ya un valor “vivido”

Hay autores que hablan de la pedagogía del proceso. Este sentido de proceso exige: Saber a dónde se parte, cuál es mi realidad. Y conocerla sin tapujos, sin máscaras.

Saber a dónde se quiere llegar.

Aceptar el “camino” libre, consciente y responsablemente. No obligado por instancias externas; sino motivado

“desde dentro”

Debo entonces preguntarme: ¿Cuál es mi realidad? ¿Qué motivaciones mueven realmente mi vida? ¿Qué “escala de valores” hay en el fondo de mi obra y de mi ser?

Del “dicho” al “hecho”. Una cosa es lo que “decimos” y otra lo que “hacemos”.

† Hacer en primer lugar esta experiencia: “Tenéis diez minutos para programar personalmente una

semana de verano”. Apuntar el mayor número de detalles: actividades, tiempos, lugares, etc… Tras la

experiencia, viene el análisis de la misma en clave de valores reales que hay en el fondo de lo hecho

(¡y de lo olvidado!)

† Ordenar una lista de Valores, según estos criterios:

VALORES Mi lista real Mi lista ideal Otras listas La de Jesús Amistad Cultura Salud

Felicidad Servicio

Tranquilidad Confort Deporte

Diversión Riqueza Trabajo

Fe Éxito

Solidaridad Justicia Libertad

Seguridad Familia

Compromiso Iglesia Fama Paz

Oración

† Cómo los ordena y por qué:

† Leer estos textos bíblicos y pensad cómo los jerarquiza el Evangelio, la primera comunidad

cristiana, el mismo Jesús:

Mt 4,1-11; 4,1-11; 4,18-22; 5,1-12; 6,1-4; Hech 2,42-47; 4,32-35; Lc 6,1-5; Jn 13,1-17; Rom 12,3-21;

14,1-23; 15,1-6

-Una joven que aspire a la vida misionera

-Una joven que quiere ser sacerdote

-Una joven que se tome el seguimiento de Jesús en serio

† Para Dios nada hay imposible. Orad al Dios que “trastocó” la lista de valores de Mateo,

Pedro, Marta, etc. Pídele su ayuda para que puedas hacer con ÉL tu lista definitiva.



16.1 SOS CUENTOS Y DOS HISTORIAS REALES

¿Bella o Bestia?

“Había una vez una muchacha muy bella que, raptada por una bruja feísima, vivía prisionera en una torre en la que no había espejos.

La bruja le repetía una y otra vez: Eres tan fea como yo.

Cada vez que veía a la bruja, la joven se decía: «Si soy como esa bruja, no quiero salir de esta torre». Y así seguía, viviendo en la torre, y cada vez más convencida de que era tan fea como la bruja. Pero un día, cuando estaba asomada a un ventanuco, vio a un príncipe encantador cabalgando sobre un caballo blanco. El príncipe se detuvo bajo la ventana y la miró sonriente. También ella le sonrió y, sin pensarlo dos veces, descolgó sus trenzas rubias por la ventana. El príncipe trepo por ellas, y de ese modo pudieron verse cara a cara y mirarse a los ojos del príncipe como en un espejo. Y se dio cuenta de que era muy bella y se sintió libre. La pareja, montada a la grupa del caballo, se alejó de la torre y de la bruja.»

¿Sapo o príncipe?

«Un día una bella princesa al caminar por el caminar por el bosque se encontró con un sapo que la saludó muy delicadamente. La princesa se asustó ante un sapo que hablaba su lengua, pero el sapo le dijo:

-Alteza, no soy un sapo de verdad. Soy un príncipe que la bruja transformó en sapo.

La princesa pregunto:

- ¿Hay algo que pueda hacer para romper ese maleficio?

-Sí. La bruja me dijo que, si encontraba una persona a la que yo amara y permaneciera conmigo tres días y tres noches, el

hechizo se rompería y yo volvería a ser príncipe.


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La princesa llevó consigo el sapo al palacio. Todo el mundo decía:

- ¿Qué criatura repugnante es ¿

-¡es un príncipe!

Y tuvo al sapo consigo día y noche, en la mesa, en la almohada mientras dormía. Al cabo de tres días y tres noches, al despertarse, la princesa vio a un joven príncipe, que besó su mano por haber roto el hechizo y haberle transformado en el príncipe que era.»

Confío en ti.

Loly era una chica con bastantes problemas. Provenía del tribunal tutelar de menores. Su madre era prostituta y su padre alcohólico. Tenía la cara desfigurada por las palizas que sus padres le habían dado. La llevan a unas colonias y la presentan al responsable de esta manera: “Es una chica muy, muy violenta, incapaz de trabajar en grupo, rebelde por sistema a toda autoridad. Se peleará con todos. Pero tú, tranquilo: mano dura y paciencia”.

El responsable, que se mueve siempre con este principio: “hay que confiar en las personas mientras no nos demuestren lo contrario”, nos relata:

“En cuanto la conocí, enseguida intuí que íbamos a tener una relación especial. Me sentía muy identificado con ella. Su situación me había hecho verla con ojos de comprensión y de afecto. Veía dentro de aquella Loly violenta a otra Loly capaz de amar y deseosa de ser amada. Ella también se dio cuenta-. Se sentía mirada de forma especial, como nunca la habían mirado. El tono de voz con que me dirigía a ella le sonaba a gloria. No eran gritos ni amenazas, sino palabras afectuosas y llenas de comprensión. Además, yo no escatimaba mis muestras de cariño, aunque también le exigía como a todos los demás. Y así, casi sin darnos cuenta, su actitud fue cambiando, se fue suavizando. Cuando se dirigía a mí su famosa agresividad no aparecía por ningún lado; y también hizo grandes progresos en el grupo”.»

Alguien confía en mi

A los alumnos de una escuela se les hace un test de inteligencia. Sin llegarlo a corregir, se comunica a un grupo de alumnos que se ha descubierto en ellos cualidades, “especialidades”. Sus nombres se pasan a los profesores. A partir de ese momento aumenta en ese grupo de alumnos la confianza en sí mismos; los profesores empiezan a creer más en ellos y a verles mejorar en todo.

Al cabo de un tiempo se pudieron comprobar científicamente los logros obtenidos por cada una de estos jóvenes, en los que se había depositado una confianza especial y a los que se habían hecho creer en sus posibilidades.

† Leer los dos cuentos, con sus símbolos y las dos historias. Comunicar después: sentimientos y

reflexiones

† Ver y comentar la película La bella y la bestia o Mi pie izquierdo basada en el hecho real de un

chico que, debido a una parálisis cerebral, sólo mueve su pie izquierdo y comprobar el poder

transformador de la confianza inquebrantable de su madre.

† Meditar la valoración y confianza que deposita Jesús en las personas, a través de alguno de estos

textos bíblicos:

Lc 1, 26-31 (María); Lc 5,1-12 (Vocación apóstoles); Lc 5, 17-26 (Paralitico); Lc 7, 36-50 (Simón y la pecadora);

Jn 4 (La Samaritana).

Al meditarlos, piensa que tú eres ese personaje, que Jesús te valora y confía en ti. Y pregúntate, en

esa oración: ¿Qué me dice y qué me pide Dios… a través de todo lo que Él me ha dado?

† ¿Te sientes representado en alguno de los casos? ¿Te aceptas y valoras? ¿Crees en tus

posibilidades, en lo que puedes llegar a ser? ¿Qué personas (padres, profesores, compañeros,

amigos… Dios) confían en ti?

† ¿Confías en y valoras a los que te rodean? ¿Sabes ver, valorar y agradecer su bondad?

† Orar sintiendo la mirada cariñosa de Dios sobre el hijo pródigo (Lc15); o de Cristo sobre

Pedro (Lc 22, 61)

Compromiso: Colocarse ante el espejo y decirse las cosas buenas (físicas, intelectuales,

afectivas, relacionales, espirituales) que uno ha recibido, sabiendo dar gracias a Dios por ellas,

y hacer un esfuerzo por pillar a los otros, no cuando hacen las cosas mal, sino en los aciertos.


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Lunes 20 abril 2020



17.1 - ¿QUÉ BUSCAS? ¡LA PIEDRA PRECIOSA!

El «hombre-de-Dios» había llegado a las afueras de la aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto llegó corriendo hasta él un habitante de la aldea y le dijo:

-La piedra. ¡La piedra! ¡Dame la piedra preciosa!

- ¿Qué piedra?, preguntó el “hombre de Dios”.

-La otra noche se me apareció en sueños el Señor Shiva, dijo el aldeano, y me aseguró que, si venía al anochecer a las afueras de la aldea, encontraría a un “hombre de Dios” que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre.

El “hombre de Dios” rebuscó en su bolsa y extrajo un diamante.

-Probablemente se refería a esto.

Y entregó el diamante aldeano.

-Lo encontré, añadió, en el sendero del bosque hace unos días. Puedes quedarte con él.

El hombre se quedó mirando el diamante con asombro. Y comentó:

- ¡Es un diamante! ¡Tal vez el mayor del mundo, pues es tan grande como la mano de un hombre! Lo cogió y se marchó.

Pasó la noche dando vueltas en la cama. Era incapaz de dormir. La libertad de aquel “hombre de Dios” le había hecho dudar de sus certezas.

Al día siguiente, al amanecer, fue a despertar al “hombre de Dios” que dormía tranquilo, y le dijo:

-Dame una “riqueza” que te permite desprenderte con tanta facilidad de este diamante.

† Colocar un “cofre” en el centro de tu habitación. En su interior, algunas postales de Jesús. Antes de

abrirlo, que tu familia “adivine” qué puede haber dentro. O que digan de qué lo llenaría cada uno.

† Leer la parábola hinduista, pero sin decir la última frase. Comentar su intencionalidad y crear un

final apropiado

† Analizar los símbolos: “hombre de Dios”, acampar bajo un árbol, habitante corriendo, el diamante,

la auténtica piedra preciosa, tener- ser, no dormir-dormir tranquilo, dudar de las propias certezas, etc.

† Comparar la parábola con estos textos evangélicos: Jn 1, 35-42; Mt 13,44-46

¿Qué buscan estos personajes? ¿Quién les ayuda a encontrarlo? ¿Por qué dejan todo y se quedan

con Jesús? ¿Qué hacen con “lo” descubierto? ¿Te pareces en algo a ellos?

† Vaciar los propios “cofres”, las propias vidas: comunicación personal, dando tiempo a prepararla.

¿Qué diamantes deseas encontrar en tu vida? ¿Quién te los ofrece? ¿Son auténticos o sospechas su

falsedad? ¿Has dado con Jesucristo? ¿Qué valor tiene en tu vida?

† Abrir el cofre y dar una postal a cada uno. Orar ante Jesús. Emplear frases cortas que

expresen los propios sentimientos:

-Gracias Señor, por los deseos más profundos de mi corazón, porque son insinuaciones que Tú

me haces….

-Quiero, Señor, oír y seguir tu voz…

-Ayúdame a descubrirte, Señor, como el valor primero…

-Tú me invitas a ir contigo, Señor, acepto tu invitación…


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Lunes 20 abril 2020



18.1 – HAGO LAS COSAS PORQUE….

1.Porque me gusta, me da la gana, me divierte

2.Porque no hay más remedio

3.Porque me mantiene en forma

4.Por inercia, dejarme llevar y hacer algo

5.Porque lo hacen los todos

6.Porque no quiero quedar mal

7.Por dinero

8.Porque es la moda, sale en la televisión

9.Porque no tengo otra cosa que hacer

10.Porque da fama, prestigio, poder

11.Porque me lo mandan, por obligación

12.Porque tengo miedo al castigo

13.Porque si no me falta algo; el hacerlo me llena por dentro

14.Porque soy así, es mi temperamento

15. Porque es mi deber

16. Porque me ayuda a ser persona

17. Porque estoy convencido de su valor

18. Porque he experimentado que vale la pena

19. Porque me puede ser útil para el futuro

20. Porque lo siento así y me interesa

21. Porque alguien lo necesita

22. Porque ayuda a hacer un mundo mejor

23. Por amor y amistad

24. Porque me ayuda a “ser” y en ello encuentro sentido y

felicidad

25. Porque es útil para mi formación

26. Porque con eso puedo ayudar a otros

27. Por ser coherente conmigo mismo

28. Por vocación: así hago rendir los “talentos” que Dios me ha

dado

29. Porque creo en Jesús y Él lo hizo así

30. Porque presiento que Dios me lo pide

31. Porque creo que Dios me ama

32. Porque quiero corresponder al amor de Dios

33. Porque creo que Dios me anima a hacerlo

34. Porque quiero colaborar con Dios

35. Porque otros (María, Dos Bosco…) han actuado así y han sido felices

36. Porque quiero hacer la voluntad de Dios

37. Por el Señor, en su nombre

38. Porque me ayuda a descubrir a Dios

39. Porque….

† Dar la lista y hacerla “hablar”: Descubrir motivaciones más profundas y eficaces. No todas mueven

de la misma manera: una cosa es el ideal y otra es la realidad.

† Ante una dificultad, ¿Qué motivos caen en seguida? ¿Cuáles son más fuertes? ¿Cómo ahondar las

motivaciones?

† Comentar esta frase: Cuando se tiene un para qué en la vida se es capaz de cualquier cómo. Poner ejemplos:

† La autenticidad de las motivaciones se comprueba en la vida real. ¿En qué hechos de mi vida se

notan unas motivaciones u otras?

†Meditar textos evangélicos: 1Pe 3.15; Col 3,17, Mt 7,24-27 Pensar por qué hacen las cosas: un niño, otros

jóvenes, mis padres, un misionero, Juan Bosco… Cristo

† ¿Qué motivos dominan en ti a la hora de hacer distintas cosas: estudiar, divertirte, orar, dedicar tu

vida a los demás, ser monitor o catequista, etc? Hacer la propia lista. Puntuarse de 0 a 5. ¿Qué ven los

demás en ti?

† Puede ayudaros la pregunta contraria: ¿Por qué no hago ciertas cosas? (oración, seguir una

determinada vocación, misa dominical, un servido de voluntariado).

Compromiso mensual: Analizar y orar las propias motivaciones de tu trabajo- estudio, diversión,

oración, vida-vocación de entrega.


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19.1 – TENTACIONES DEL CAMINANTE

1. La tentación de querer llegar a la “meta final” sin hacer camino; de querer la victoria sin la lucha, la felicidad sin la fidelidad diaria, el éxito sin

el esfuerzo. No reconocer ni aceptar que somos humanos, limitados, de «barro». Que no somos «Dios». (¡Hasta Cristo se hizo caminante!)

2. La tentación de querer hacer el camino con la felicitación y admiración de los demás. Hacerlo sólo cuando los demás nos ven, nos aplauden,

“reconocer” quiénes somos y qué hacemos, nos felicitan y nos lo agradecen.

3. La tentación de hacer el camino según lo hacen los demás, de quererlo recorrer como la mayoría. Él no sabe ir «contracorriente»,

obedeciendo –sin sentido crítico- las voces externas (televisión, moda, etc.).

4. La tentación sin querer hacer el camino sin los demás, sin contar con ellos, sin mirarles, sin echarles una mano cuando vemos que lo necesitan.

5. La tentación de pillar un “atajo”, dar un rodeo cuando en el camino «de Jericó» nos encontramos con el hermano herido, desnudo,

abandonado.

6. La tentación de la superficialidad: como aquel que “ve” la vida desde la ventanilla del tren, sin profundizar, sin implicarse en ella, como

espectador y no como actor.

7. La tentación del pesimismo; la del que todo lo ve “negro”, sin esperanza, sin horizontes, sin futuro; la del que se hunde tras la derrota.

8. La tentación de querer hacer el camino «a costa de» los demás, aprovechándose de ellos, dominándoles.

9. La tentación de querer hacer el camino cargando de «cosas y más cosas» que nos den seguridad, por si acaso. Ser incapaces de andar “ligeros

de equipaje”, viviendo de las apariencias: no de lo que se es, si no de lo que se tiene.

10. La tentación de no aceptar las «leyes del camino»: la necesidad de ir poco a poco, paso a paso, porque nos gusta lo inmediato. El no aceptar

el sudor, las caídas, las limitaciones personales.

11. La tentación de hacer el camino “endiosando” a ciertas personas, vendiéndose a ellas para que nos «saquen las castañas del fuego».

12. La tentación del inmovilismo, de la instalación de sentarse al borde del camino cuando nos viene la rutina, nos puede el desánimo, cuando

hemos sufrido una nueva caída y no tenemos ilusión para levantarnos y volver a empezar.

13. La tentación de abandonar cuando surgen las dificultades: de echar marcha atrás cuando las cosas se ponen difíciles y no salen según nuestros

cálculos; de volver al punto de partida. De retroceder por miedo a enfrentarse a la vida, por añoranza de tiempos (Egipcios) pasados.

14. La tentación del activismo. Las prisas, el inmediatismo; en detrimento del “stop”, la pausa, el silencio, la revisión, la oración.

15. La tentación de querer saciar la “sed” profunda de todo «caminante»; “sed” de felicidad, amor, de vida plena, de Dios… con sucedáneos o

aguas contaminantes.

16. La tentación de la indecisión: el no saber qué escoger, por dónde avanzar, qué “camino” (vocación) seguir porque hay que dejar otras cosas.

El vivir sin elegir, sin hacer nunca opciones fundamentales, sin decidirse por luchar contra todo más descubierto en el camino.

17. La tentación de querer hacer el camino “sin Dios”, sin sentir y aceptar su necesidad; contando sólo con nuestros planes (cualidades, voluntad,

perfecciones) Sin aceptar su «aliento», su espíritu.

18. La tentación de querer que Dios lo haga todo (o casi todo) por nosotros, en nuestro lugar. Que Dios esté a nuestro servicio, sea nuestro fetiche-

ídolo, nuestro soluciona-problemas, nuestra póliza de seguros.

19. La tentación del conformismo, del quedarse como se es y cómo se está; del no luchar por SER más, por llegar donde Dios quiere que uno llegue.

20. La tentación de pretender confundir las pequeñas “metas volantes” con la “meta final”. El no poner la “Meta” en Dios y por lo tanto caminar

sin descanso, porque, como decía Don Bosco, descansaremos en el Paraíso, en Dios

21. La tentación de pensar que uno va solo por la vida, la de creer que ni Dios va con él en el camino.

22. La tentación de pensar que se puede hacer el camino sin errores, tientos, pérdidas y extravíos; sin dar, a veces, con callejones sin salida.

23. La tentación …

† Tras hacer y analizar una experiencia de camino: leer, comprender las tentaciones del caminante.

Buscar las diferencias entre un caminante y un “turista”

† Los jóvenes de hoy, ¿qué tentaciones sienten más fuertemente? ¿Caen? ¿Las vencen? ¿Porqué?

† Leer los textos bíblicos de las tentaciones de Adán y Eva (Gen 3,1-13) y Jesucristo (Mt 4,1-11) y

comparar con la lista anterior. Buscar parecidos.

† ¿Cuáles son tus tentaciones más fuertes (en familia, trabajo, estudio, grupo de amigos, pareja,

relación con Dios, Iglesia, etc.? ¿Caes? ¿Porqué? ¿Qué tentaciones vas superando? ¿Cómo te sientes

tras la victoria?

† Los demás, sobre todo los “tirados en la cuneta”, ¿qué lugar ocupan en mi vida?

† Y las cosas, ¿qué? ¿Vas cargando o “ligero de equipaje”?

† Dios, ¿qué es y qué hace en tu camino vital? Repasa con Él tu vida.


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19.1 – TENTACIONES DEL CAMINANTE

1. Con dinero se puede comprar placer, pero no amor.

2. Con dinero se pueden comprar diversiones, pero no alegría.

3. Con dinero se puede comprar un esclavo, pero no un amigo

4. Con dinero se puede comprar una mujer, pero no el amor de una esposa.

5. Con dinero se puede comprar una casa, pero no un hogar.

6. Con dinero se puede comprar alimentos, pero no apetito.

7.Con dinero se pueden comprar medicinas, pero no salud.

8. Con dinero se pueden comprar diplomas, pero no cultura.

9. Con dinero se pueden comprar las notas, pero no el “saber”.

10. Con dinero se pueden comprar tranquilizantes, pero no paz.

11. Con dinero se pueden comprar favores, pero no perdón.

12. Con dinero se puede comprar la tierra, pero no el cielo.

13. Con dinero se pueden comprar títulos, pero no honradez.

14. Con dinero se puede comprar bienestar, pero no felicidad.

15. Con dinero se puede comprar diversión, pero no alegría.

16. Con dinero se pueden comprar “rezos”, pero no a Dios.

17. Con dinero se pueden lograr armas, pero no sembrar paz.

18. Con dinero se puede comprar droga, pero no sentido de vida.

19. Con dinero puedes someter esclavos, pero no hacer personas libres.

20. Con dinero….

21. Con dinero se pueden tener cosas y “pasarlo bien” (a veces), pero sólo amando a las personas podemos ser felices (siempre),

aunque en ocasiones no lo “pasemos tan bien”.

† Crea 5 frases “Con dinero se puede… pero no se puede…”

† Visión cristiana del dinero: Hch 2,42- 47; 4,32-35; Lc 12,13-21; 16,13.19-31; 19,1-10

Analizar el uso cristiano del dinero y su porqué, en estos ejemplos:

1. El joven que ayuda gratuitamente como monitor a niños y ancianos, el matrimonio cristiano que

parte de su presupuesto lo dedica a pobres.

2. Un religioso que vive el carisma de pobreza de Francisco de Asís, un misionero que busca ayudas

para escuelas y hospitales, etc.

1.

2.

3.

4.

5.

† LAS COSAS SON IMPORTANTES, PERO LA GENTE LO ES MÁS.

¿Dónde “comprar” lo que la gente necesita y no consigue el dinero? ¿A qué “precio”?

† “Hombre rico. Hombre pobre” (1 Re 3,1; 1-14; Sab 7,7-14)

El joven “rico” del Evangelio (Lc 18), ¿de qué era rico? ¿de qué era pobre?

† Tú, ¿eres rico o pobre? ¿en qué? ¿Cuentan los pobres en tu uso del dinero y de otros bienes:

cultura, salud, fe, etc.?

Tu ritmo de vida actual, ¿es cristiano? ¿te prepara para vivir la vocación misionera o la pobreza de

franciscana, si Dios te llama un día de una de esas vocaciones?



21.1 – EL OMBLIGO

«La naturaleza ha hecho bien al dar cada uno su ombligo.

El ombligo nos habla de aquellos primeros meses de nuestra existencia en los que dependimos de nuestra madre. Experiencia también de

“útero materno”, de bienestar, de “calor”, de protección, de pequeño “cielo” en la tierra. Experiencia también de pobreza y dependencia

total, de falta de autonomía y libertad personal.

¡Pero se estaba tan bien en aquel seno materno! Tal vez por eso seamos tan aficionados a “mirarnos el ombligo”.

En los momentos de desfallecimiento de tristeza desesperanza… sólo hace falta agachar la cabeza, abrir los ojos y enseguida uno sólo ve

el propio ombligo. El ombligo es algo amigable, misterioso, fraternal. El ombligo de los demás nos suele importar muy poco, ni siquiera el

de las chicas que lo llevan al aire. Y es que, para ombligo, el que cada uno tiene es el mejor y se convierte en el eje del mundo.

El ombligo parece que señale el centro de la propia persona y, cuando uno se convierte en el centro, todo lo demás gira en torno suyo y

llega a desaparecer. Mirar de cerca el propio ombligo, puedes hacer la prueba, impide muchas veces el ver más allá de uno mismo seguro

que Dios, cuando nos dio el ombligo, nos imaginó que le íbamos a dar tanta importancia.

Si nos volviese a crear, tras la experiencia, nos pondría el ombligo en medio de la frente. De esta manera estaríamos obligados a mirar a

los demás. Entonces veríamos que hay ombligos de negros y de los blancos, de enfermos y de sanos, de pobres y de ricos, de marginados

y de famosos, de tristes y de gente feliz, de… ¡Cuántos ombligos y qué diferentes! No me extraña que Dios no tenga ombligo. ¿Para qué, si

no tiene tiempo de mirárselo? ¿Para qué, si Él está siempre pendiente de nosotros?»


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† Empezar comunicando lo que sugiere el “ombligo”; mirando el propio ombligo durante un rato y

expresando sentimientos e ideas que sugiere la sencilla experiencia, o escribiendo una carta al propio

ombligo

† Atarse una cuerda a la cintura, como si fuese el propio cordón umbilical, y responder a estas

preguntas: ¿Qué “madres” han alimentado tu vida y te han hecho crecer? ¿A quiénes y cómo has

hecho tú de “madre”?

† Pintar a algunos miembros de tu familia un ombligo en la frente, mirar los otros ombligos. ¿Te

miras mucho el propio ombligo? ¿Sabes “descentrarte” para “mirar el ombligo de los demás? A Cristo

se le define como el para los demás. ¿En qué medida se puede decir esto de ti?

† Orar sintiéndose unido a Dios- Madre- Amor (se puede atar la cuerda, cordón umbilical, a una

imagen de Cristo); agradeciendo la vida que me dan tantas personas; pidiendo perdón por mirar

tanto el propio ombligo; ofreciéndose a ser “madre” para tantas personas que lo necesitan.



Ya desde pequeños se nos educa, muchas veces de forma inconsciente y sin que nosotros nos demos cuenta, a un amor condicional, no a un amor generoso y gratuito. Padres, educadores, amigos, pareja, etc. “decimos” con palabras o con hechos:

Te amaré si… Te querré si… -Si te estás quieto… -Si no das de que hablar… -Si no lloras… -Si no creas problemas… -Si comes bien… -Si pides perdón por… -Si no te ensucias… -Si aseguras y prometes que… -Si te portas como… -Si correspondes… -Si eres ordenado… -Si te lo mereces… -Si echas una mano… -Si eres buen chico… -Si ayudas… -Si eres fiel… -Si obedeces… -Si eres responsable… -Si apruebas… -Si… -Si haces… -… -Si vas a… -Si te juntas con… -Si te olvidas de… -Si dejas… -Si respondes y correspondes… -Si estás a la altura de…


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Lunes 27 abril 2020

† Empezar buscando, para que no se entienda mal al tema, algunas definiciones de amor y haciendo

una lista de cualidades de un amor maduro. Centrarse en la característica de la gratitud, el desinterés,

incondicionalidad… sin perder de vista las demás.

† Organizar un debate: el amor que se ve en la calle, ¿es interesado o desinteresado? ¿Puede darse

un amor incondicional, desinteresado, gratuito?

† Repasar distintos ambientes (trabajo, estudio, ocio, amigos, familia) y ver qué frases se oyen más.

† ¿Conoces ejemplos de amor desinteresado, incondicional, gratuito?

† ¿Te imaginas a Dios diciendo: “Te amaré si vas a misa, si… Te querré si eres bueno, si…”? ¿Cómo es

el amor del Dios que presenta Jesús en los Evangelios?

† En tu vida, ¿Qué frase “dices” más? ¿Tu amor se parece en algo al de Cristo?

† Si Dios te ama gratuitamente, ¿qué sentido tiene la oración, la misa y demás sacramentos, el llevar

una vida cristiana con sus sacrificios, la preocupación por los pobres, etc.? ¿Son cosas para “comprar”

a Dios y tener más “merito” ante Él? ¿Por qué hacer todas esas cosas?

† Orar sobre el tema. Puesto en presencia de Dios, nota cómo te habla el corazón y te dice: “Yo te

amo, aunque tú no…”. (Ves añadiendo lentamente las frases de arriba.)

Acabar la oración pidiendo a Dios-Amor-Gratuito ser “signo de su amor”.




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Miércoles 29 abril 2020 23.1 – Quiero perder las llaves de mi casa. Quiero perder las llaves de mi casa Y abandonar con ellas el sentimiento de propiedad cerrada. Me gustaría… Ojalá Que fueras tú quien las hallara. Tú que estás triste o soportas Una vida solitaria En ausencia de bienes y cariño, con exilio de amor y de palabras. E imagino mis llaves En una mano agrietada, dolorida, callosa, endurecida… en el trabajo atrapada. Y me pongo contento. O las veo en una mano enjoyada donde se lee riqueza, al poder acostumbrada; y pienso que el metal frío puede abrir una esperanza que signifique el inicio de conversión solidaria. O quizá pueda ocurrir Que mis llaves extraviadas Las recoja alguna mano suave Infantil, delicada que se despierta A la vida huérfana de mano hermana. Me da igual. Todos sois tú a los que abro mi casa.

† Comentar de manera breve el simbolismo de las llaves (que se ven y se tocan) y puertas diversas.

† El poema habla de puertas sin llaves. ¿Se dan en realidad?

† Meditar a Cristo, en Jn 10, como puertas sin llaves o casa de puertas abiertas. Entrar por su

“puerta”, sentirse a gusto en su casa, sentarse a su mesan conversar con Él.

† ¿Qué casa eres? ¿Qué puerta tienes? ¿A quién te abres o cierras? ¿Dejas entrar a Dios?

† Otras líneas de trabajo: Dónde están las llaves-claves de: la felicidad, el sentido de la vida, el Reino,

etc. Las “llaves” que abren: corazones, caracteres cerrados, etc.


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24.1 – El Secreto de la felicidad. La niña salió a dar un paseo. En su camino halló una mariposa, prendida entre las zarzas y agitando sus débiles alas. La niña cogió con todo cuidado a la mariposa y la echó a volar; ya libré la mariposa se convirtió en un hada que, agradecida, dijo a la niña: -Quiero agradecerte tu favor. Pídeme el deseo que más quieras y te lo concederé. Dime cuál es tu mayor deseo. La niña le dijo con sinceridad: -Quiero ser feliz. Indícame el camino de la felicidad. El hada se lo susurró al oído y se fue volando. Desde ese momento la niña empezó a ser profundamente feliz. Nadie en el pueblo era tan feliz como aquella niña. La gente empezó a interesarse y, curiosa, le preguntaba continuamente por el secreto. Pero la niña eludía siempre la respuesta diciendo que era un secreto, el secreto del hada. Así llego a anciana y seguía siendo la mujer más feliz del pueblo, una viejecita realmente feliz. Y eso que, en subida, como en la de las demás gentes, no faltaron dificultades. Temerosos de que muriera y se llevara el secreto a la tumba, las gentes del pueblo le insistían más que nunca para que le dijese el secreto. Al fin, un día, la viejecita sonriendo accedió a descubrírselo. Y les dijo: -Lo que el hada me susurró es muy sencillo. Para mí ha sido, a lo largo de toda mi vida, el secreto de mi felicidad. Ella me dijo: Aunque las personas parezcan autosuficientes, no lo son. Todos te necesitan. Ayuda y ama a todos, sobre todo a los más pobres, y serás feliz. Yo he procurado cumplirlo y he sido feliz.

† ¿Cuento o realidad? ¿Qué personas conocéis que hacen realidad este cuento?

† El Evangelio también propone “caminos de felicidad: Mt 5,3-12; Lc 1,48; 11,27. ¿Coinciden con el

propuesto en esta narración?

† ¿Qué necesidades y deseos (físicas, intelectuales, afectivas, espirituales) tienen las personas? ¿Las

ves satisfechas?

† Tú necesitas de otros. ¿De quiénes? ¿Dan respuesta a tus necesidades u deseos más profundos?

† Otros necesitan de ti. ¿Quiénes? ¿Todos, como dice el cuento?

¿Qué les ofreces? ¿Porqué?

† Dar un papel con la frase: “Dios te necesita”.

Dejar silencio o poner música de fondo. Invitar a pensar, orar… y a “responder” a Dios


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Jueves 7 mayo 2020



26.1 - ¿TERMÓMETRO O TERMOSTATO?

Soy “termómetro” 1.Cuando, sin sentido crítico, voy diciendo lo que los otros dicen, haciendo lo que los otros hacen y me contento con pensar y comportarme como hace la mayoría. 2.Cuando sigo incondicionalmente la moda, sea del “color” que sea. 3.Cuando me limito a criticar las cosas, pero sin hacer nada de lo que está en mis manos para cambiar lo que crítico. 4.Cuando el máximo objetivo de mi vida es tener y tener más, consumir más… según los cánones de la sociedad. 5.Cuando, en mi manera de vivir la fe cristiana, procuro que no se me “note” y me contento con vivirla mediocremente como hace la mayoría. 6.Cuando lo único que me mueve y preocupa a la hora de hacer las cosas es figurar y quedar bien. 7.Cuando me dejo llevar por el qué dirán y no influyo en el ambiente, sino que el ambiente me influye a mí. 8.Cuando no sé sobreponerme a las dificultades y no pienso que mi pesimismo puede hundir a la gente que es más débil que yo. 9.Cuando abandono ideales, convicciones y creencias por el esfuerzo y las contrariedades que comporta el luchar por ellos. 10. (Creado por el grupo)

Soy “termostato” 1.Cuando hablo y actúo después de haber pensado, y soy capaz, si hace falta, de “ir contracorriente”. 2.Cuando pienso y me comprometo según lo que creo razonable y justo; y, por consiguiente, no desdice de mi ser persona y de mi ser cristiano. 3.Cuando soy capaz de sacrificarme por hacer la familia y la sociedad, el país y la Iglesia un poco mejor de lo que los he encontrado. 4.Cuando el gran ideal mi vida es ser una persona libre y responsable, amar y servir a los otros, compartir lo que soy, sé y tengo con los que lo necesitan. 5.Cuando hago todo lo posible por ser coherente con mi fe, tanto en el aspecto personal como comunitario. 6.Cuando sólo me importa “hacer el bien” aunque esto, en momentos determinados, me suponga “quedar mal”. 7.Cuando siembro optimismo a mi alrededor porque sé mirar el lado positivo de las cosas, de los acontecimientos y de las personas. 8.Cuando me esfuerzo en hacer que la gente a mi lado se encuentre bien, en un “clima” de paz, de alegría, de familia. 9.Cuando, como las hormigas, voy “grano a grano” y paso a paso haciendo crecer mi ser persona y mi ser creyente. 10. (Creado por el grupo)

† Habla, escribe y exprésate sobre “personas-termómetro” y “personas-termostato”. Amplia la lista.

TERMÓMETRO:

•

TERMOSTATO:

•

† ¿Qué se dan más en nuestra sociedad: “termómetros” o “termostatos”? ¿Porqué?

† Analizar algún ambiente en concreto, viendo su influencia.

† Cristo fue un “termostato” que no dejó indiferente ni a las personas ni a los ambientes por donde

pasó. En este sentido, ¿qué páginas evangélicas te impresionan más?

† Nuestro grupo de fe, ¿qué es?, ¿por qué?, ¿en qué se nota?

† ¿Eres “termómetro” o “termostato”? ¿Cómo vas de cada uno de esos aspectos?

† ¿Cristo es en tu vida un “termómetro” que te va caldeando la mente y el corazón? (Lc 24) ¿Te ayuda

a ser más libre y a no dejarte “enfriar por el ambiente”, sino a hacerlo más cristiano: amable, alegre,

auténtico, solidario, comprometido, esperanzado, etc.?


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Viernes 8 mayo 2020



27.1 – EL TRONCO

El escultor contemplaba un tronco de madera noble que tenía delante. Entornando los ojos, descubrió en él, como al trasluz, una talla perfecta y luego otra y otra… en un desfile interminable. No eran seres imaginarios, no; eran reales: estaban allí dentro. Su oficio consistiría en rescatar a aquellas criaturas liberándolas de su prisión de madera. Pero al tomar la gubia se sintió totalmente paralizado. Desde el corazón de aquel tronco, millones de seres levantaban los brazos clamando por su liberación. Salvar a uno era abandonar a muchos. Pero no elegir era excluir a todos. Y, ¿Cómo renunciar a salvar a aquella única criatura que le era posible? Y sintió un estremecimiento, porque intuyó de pronto que el tronco era su propia vida; las figuras ocultas, los mil posibles modos de vivirla, y que él mismo debería elegir un único destino y tallarlo con sus propias manos.

† Leer la parábola. Hacer hablar a los símbolos: tronco, escultor, madera noble, dentro, liberar…

Profundizar en los temas que sugiere: las formas de mirar, los valores que cada persona lleva dentro,

cómo hacer realidad los sueños, artífices del propio destino, maneras de vivir la vida, etc.

† Comentar esta frase de Don Bosco: “En todo joven, aun en el peor, hay un punto positivo; y el

deber del educador es saberlo descubrir”.

† ¿Conocéis personas concretas en las que la parábola se ha hecho realidad?

† Buscar alguna figura del Evangelio con la que Jesús haga de buen escultor que sabe ver el interior

y sacar lo mejor que el otro lleva dentro.

† ¿Qué ven los demás en ti? ¿Y Dios? ¿Qué haces para hacer “nacer y crecer” esa imagen de Dios que

llevas dentro?

† Orar la presencia de Dios en la propia persona, con la ayuda de algunos versículos de san Juan (Jn

14,16.20.23)


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Jueves 21 mayo 2020



28.1 – El charco, el rio y el mar.

Eran unos peces que vivían en un pequeño charco de agua. Todo el día se lo pasaban peleándose: “Dame ese bicho”, “no, que lo he visto yo primero”, “te digo que me lo des: no me quites la cena”. Y así día tras día los pececitos se peleaban entre ellos. En un espacio tan estrecho que no hay mucho más que hacer, excepto nadar en círculo y pescar los pequeños bichos que hay en el agua. El charco de agua estancada se encontraba entre las raíces de un viejo roble, justo al lado de un río de agua corriente. La vida no parecía poder cambiar para los peces del charco. Pero una mañana, cuando estaban como siempre nadando en círculo y a la búsqueda de bichitos para comer, hubo un ruido súbito, “plas”: un pez maravilloso, lleno de colorido, había saltado al charco. Era un pez más grande, y tenía escamas azules, rojas y doradas. Y, cosa muy extraña para este charco, sonreía. Al principio, los peces, asustados, se amontonaron en la otra esquina del charco. Finalmente, uno se atrevió a preguntar: “¿De dónde vienes tú?”. “Vengo del mar”. “¡El mar!, ¿Qué es el mar?”. El pez de colores movió la cabeza incrédula: ¿nadie os ha dicho nunca nada del mar? Pues el mar… el mar es para lo que están hechos los peces… Cómo os lo podría explicar. No tiene límites. Un pez no tiene por qué estar dando vueltas todo el día en el mismo día en el mismo espacio, porque allí puede danzar con las mareas. Allí la vida no se vive en la sombra, porque el sol llena las olas de plata y carmesí. Y hay animales marinos espléndidos, como no os podéis imaginar. El mar no tiene límites. Y tiene un agua clara. El mar es para lo que los peces están hechos” Todos los peces se quedaron extrañados. Después de un buen rato, un valiente pececito se adelantó con una mirada de experiencia en su ojo: era un pez realista. Miró al charco y dijo: “Es fácil hablar de esas cosas sobre el mar. Pero hay que ser realistas. ¿Y qué es lo real? Obviamente, nadar en círculos y cazar bichitos en nuestro charco de siempre” Y con un tono de disgusto y compasión siguió: “Todos esos cuentos del mar son tonterías. Desde luego, te respeto a ti: seguramente tú lo habrás soñado y lo crees. Pero la vida es dura. Y hay que ser un pez realista para afrontarla”. El pez de colores sonrió: “No me entiendes. Yo he estado allí. He visto el mar. Es lo más maravilloso”. Pero antes de que terminara, el pez realista se alejó de él. Entonces se acercó un pez que tenía un tic nervioso en la cola. Era un pez asustado. Empezó a tartamudear: “Ya te entiendo, dices que lo único que hay acercándose al pez asustado; para uno que quiere llegar al mar, el camino es a través de ese río” El pez asustado gritó: “Sí, pero… ¿te has fijado en ese río que pasa al lado? Yo soy un pez pequeñito. El río es hondo y fuerte y ancho. A un pez como yo le arrastraría la corriente. Si yo saltara del charco, perdería el control. No, no puedo”.

El pez de colores le susurró: “Ten confianza en mí. Ten confianza en el río que te llevará a sitios muy bonitos”. Pero antes de acabar, el pez asustado ya se había marchado. Finalmente, se adelante un pez de figura solemne y docta. Había estado en una escuela para peces más tiempo que nadie. Era un pez teólogo. Con calma, se adelantó al centro del charco, se ajustó los anteojos, sacó del bolsillo un fajo denotas, sonrío, y dijo a todos: “Hermanos y hermanas; nuestro distinguido visitante ha expresado muchos puntos de vista que ciertamente merece tenerse en cuenta” Y haciendo una reverencia hacia el pez de colore continuó: “Con todo, mi querido amigo, también tenemos que conceder que estos peces que tan graciosamente habitan este humilde charco han expresado puntos de vista que también merecen consideración. Ser razonables”. Miró a sus notas y con una sonrisa continuó: “tenemos que resolver esta cuestión. ¿Por qué no formamos un grupo de discusión? Podríamos encontrarnos los martes a la siete, y esto seguro de que algún de los peces sería tan amable de traer café pastas”. Los ojos del pez de colores se pusieron tristes: “No, esto no va. Hablar es importante, pero la cosa es muy sencilla: lo que hay que hacer es saltar. Saltáis de este charco y os confiáis al río que os llevará hasta el mar. Además, el verano ya se acerca” Los peces murmuraron: “¿El verano se acerca?, ¿y qué importa eso?2 El pez de colores apuntó hacia el sol: “El verano se acerca. Las lluvias de la primavera llenaron este charco. Pero algún día se secará. Ningún charco dura siempre”. Los peces se quedaron boquiabiertos. El pez realista, con desprecio, comentó: “Eso es muy típico de vosotros, la gente religiosa. Cuando no sois capaces de convencer a la gente de lo que creéis, entonces tratáis de asustarla. Tú eres uno de esos fanáticos”. Y se marchó. Pero el pez de color, brillándole todos sus colores, el azul, el rojo y el oro, sonriendo amablemente, repitió: “Es muy senci llo: saltáis de ese charco y el río os llevará al mar. ¿Quién quiere venir conmigo?”. Al principio nadie se movió. Pero luego unos pocos peces se pusieron al lado. Y juntos saltaron al río, y la corriente les arrastró fácilmente en dirección al mar. Los restantes peces estuvieron quietos un tiempo. Entonces empezaron como siempre a nadar en círculo y a cazar los pequeños bichitos que había en el agua para comer.

-Morton Kelsey.

† Leer la parábola. Trabajar en profundidad los símbolos, buscando parecidos con el Evangelio y con

la realidad.

• Buscar, por ejemplo, parecidos entre: el charco y el mundo, Dios y el mar, el pez de colores y

Cristo (Flp 2,6-11; Lc 2)

• Comprobar si las distintas actitudes de los peces se dan en la realidad y en el Evangelio (Jn 6,5-

6; 24-28)

• ¿Cómo explicarías a un pez lo que es el mar, a un compañero quién es Dios?

† De todo lo dicho, ¿en qué te ves reflejado? ¿Qué pez eres? ¿Te has fiado de Jesucristo? ¿Has hecho,

aunque sea de forma sencilla, experiencia de mar, experiencia de Dios?

† Imagínate “como pez en el agua”, sumergido y bañado en Dios, eso es el Bautismo, y reza.

fichas de orientación vocacional

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