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FAMILIA Y EL CONSUMO DE RIESGO DE ALCOHOL EN SUS
ADOLESCENTES DE SECUNDARIA
-PROYECTO DE INTERVENCIÓN-
Gustavo Ibarra Hurtado [email protected] Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí.
RESUMEN
Es un estudio encabezado desde la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí (BECENE) en colaboración con alumnos de la Facultad de Enfermería y Nutrición de la UASLP. Investigación aplicada, cuantitativa, en dos etapas, la primera busca influencia del tipo de familia como factor de riesgo o protección hacia el consumo de riesgo de alcohol de sus hijos adolescentes de una secundaria pública en la capital de San Luis Potosí, con la aplicación del instrumento AUDIT validado para población adolescente mexicana, correlacionado con un ítem sobre composición familiar, validado estadísticamente con diferencia de medias y ANOVA p: < .05. Las familias protectoras hacia el consumo de riesgo de alcohol fueron la nuclear, nuclear modificada; en tanto que la familia extensa modificada se constituyó como factor de riesgo. Una segunda etapa aplicando Consejo Breve con padres y alumnos para modificar el consumo de riesgo de alcohol de sus adolescentes, pre experimental, pre y postest, aplicando T de student para muestras independientes. La efectividad de la intervención: muestra una modificación leve del consumo de riesgo de alcohol de los adolescentes, resultando no significativa estadísticamente (p: >.05) y sin diferencia en la comparación de medias.
Palabras clave
Tipología familiar, consumo de alcohol, adolescentes, consejo breve.
Planteamiento del problema
Antecedentes
La familia como marco contextual socializador primario es el elemento más importante
para intervenir, así como para prevenir el consumo de alcohol. El sistema familiar
desempeña un papel básico en el desencadenamiento de conductas antisociales, por lo
que se puede afirmar que los procesos de socialización familiar tienen relación directa con
la generación o prevención de conductas de consumo del alcohol (Peñafiel, 2009)
Está comprobado que el sistema familiar desempeña un papel importante en el
desencadenamiento de conductas de consumo, de abuso, y de adicción. De manera que
la función de ésta como agente de prevención se basa en el hecho de que los más jóvenes
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adquieren sus primeros valores, creencias, actitudes y hábitos en el seno del hogar, bien
es sabido que las prácticas de salud y el desarrollo de estilos de vida saludables, modelos
educativos adecuados y la transmisión de valores son factores de protección que pueden
ser desarrollados desde la familia (ibídem)
Algunos estudios han señalado que tanto la ausencia de uno de los padres del seno
familiar como el hecho de que uno de ellos vuelva a casarse influye como factor de riesgo
que permite predecir el consumo futuro por parte de los hijos. En cuanto al número de
hermanos, las investigaciones demuestran que no afecta a la protección, siendo más
importante la calidad atencional de la educación, que la cantidad de ésta, para conseguir
una buena formación-protección (Peñafiel, 2009).
La Encuesta Nacional de Adicciones (ENA, 2011) refiere que la edad promedio para
iniciar el consumo de alcohol actualmente es entre 12 y 15 años, la mayoría de las veces
con una ingesta que puede evolucionar a ser riesgoso o dañino para la salud.
El consumo de alcohol en población adolescente es una problemáticas que nos
preocupa en los diferentes sectores a nivel mundial principalmente en México, de acuerdo
con la ENA 2011, es precisamente en la adolescencia cuando se ha detectado a nivel
general el inicio de esta práctica y que ha aumentado el nivel de consumo entre ambos
sexos. En la misma encuesta se reconoce que la dependencia y los problemas asociados
afectan a una parte importante de la población mexicana, siendo el alcohol la droga que
genera una mayor problemática en nuestro país (Lloret, 2001)
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA 2008) el estado de San Luis
Potosí se encuentra por arriba de la media nacional, cuyas cifras se ubican en un consumo
de abuso-dependencia alto; estas en la población de entre 12 a 17 años (6.9 %), al igual
que el Estado de México, Nuevo León, Michoacán y el Distrito Federal (ibídem).
Si bien se sabe el sistema familiar juega un papel fundamental para explicar la aparición
de diferentes conductas desadaptativas en los hijos. Los padres, intencionadamente o no,
son la influencia más poderosa en la vida de sus hijos (Pons, 1998)
Marco teórico
La familia como factor de riesgo y/o protección a la salud
Las experiencias primeras de relación del individuo con el mundo suceden en el grupo
familiar, es en este sentido que conserva su función formadora enlazada con elementos
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afectivos y de intimidad; es en este primer contexto de convivencia en donde se gestan
las bases para su irrupción en el mundo social.
La diversidad de contextos y experiencias que surgen en el proceso de socialización en
un ambiente específico proyectan una forma de concebir a la familia de manera dinámica,
en donde se tienen procesos que lejos de permanecer estáticos se encuentran en
constante creación y recreación mediante el transcurso de un ciclo de vida familiar, el
cambio de roles de sus integrantes conforme avanza su proceso de crecimiento, la llegada
y partida de hijos, las modificaciones (crisis y logros) socioeconómicas, la muerte y el
proceso de duelo, entre muchas otras (Marrero, 2004)
Entonces la familia es un grupo plurifuncional y polimórfico, insertado en una forma de
organización social que responde al contexto sociocultural imperante, lo que implica que
para su estudio se deban emplear herramientas que den cuenta de ese estatus dinámico
con el que se desempeña.
Además, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1995) la familia
coexiste en un contexto complejo e integrador, participando en la dinámica interaccional
de los contextos biológico, psicosocial y ecológico, dentro de los cuales se movilizan los
procesos fundamentales del desarrollo del adolescente, como una unidad psicosocial
sujeta a la influencia de factores socioculturales, cuya interacción la hace vulnerable a
caer en situaciones de crisis o en eventos y dinámicas disfuncionales, pero también
susceptible de convertirse en uno de los factores protectores, cuando funciona en forma
adecuada (Krauskopf, 2010).
La tipología familiar (Amaya, 2004) que se usó para el desarrollo del presente estudio
fue la siguiente:
Familias nucleares: Están constituidas por ambos padres biológicos y los hijos. Se
caracteriza por la presencia de dos generaciones de consanguinidad.
Familia nuclear modificada: Comprende las familias donde solo está el padre o la
madre con los hijos. Pueden ser hijos de diferentes uniones
Familia nuclear reconstruida: Familia en la que hay pareja, pero todos los hijos no son
del mismo padre o madre. Hay presencia de padrastro o madrastra.
Familia extensa: Está compuesta por miembros de tres o más generaciones: abuelos,
padres, hijos, nietos, etc.
Familia extensa modificada: Es aquella en que además de los padres e hijos está
vinculado otro miembro de consanguinidad de la generación de los padres o de los
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hijos: tíos, primos de los padres, sobrinos. También pueden ser personas de la
generación de los abuelos o nietos, con o sin la presencia de los padres.
Familia atípica: Está compuesta por miembros con o sin lazos sanguíneos y su
estructura no se enmarca en ninguna de las anteriores. Puede ser una familia de
hermanos, o primos, o un grupo de personas que sin lazos sanguíneos se considera
como familia.
La familia como factor de riesgo o protector se enuncia, de acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud como las diferentes posibilidades de desviarse de la salud y el
bienestar de parte de los individuos y los grupos, en particular el de la familia. Dichas
posibilidades se presentan o no, dependiendo del equilibrio existente entre sus esfuerzos,
recursos y necesidades (OMS, 2015)
Se entiende por riesgo a la probabilidad de experimentar una contingencia valorada
como desfavorable y al enfoque de riesgo como la estrategia sanitaria para reducir la
inequidad y sus efectos, en tanto que los factores de riesgo son los eventos orgánicos,
psíquicos, sociales o ambientales, cuya presencia aumenta la probabilidad de aparición
del daño; abarcando como medición de riesgo a la predicción de que ocurra un evento,
favorable o desfavorable cuando se conocen sus diferentes opciones (Friedman, Bowden
y Jones, 2003).
Además, bajo esta misma percepción, se tiene que al controlar los factores de riesgo
disminuye la probabilidad de daño y el refuerzo de los factores protectores aumenta la
posibilidad de una mejor salud para la familia y sus integrantes, convirtiéndose en factor
protector (ibídem).
El factor de riesgo se constituye entonces como los elementos averiguables y
comprobables de una persona o su grupo, asociados con la posibilidad de desarrollar un
proceso mórbido, por lo que la medición del riesgo y de sus cifras generales, pueden ser
aplicadas a diferentes elementos, entre ellos a la familia (ibídem).
Adolescentes, su concepto
El definir la adolescencia ha sido una tarea que implica no solo referentes biológicos de
aparición de rasgos de la pubertad hasta la reproducción sexual efectiva, sino que además
se toman elementos socioculturales, económicos, laborales, religiosos, entre otros.
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La adolescencia no se asume como un proceso meramente biológico, sino también
psicológico y social, que asume características diferentes en las múltiples estructuras
sociales y culturales en las que crecen y se desarrollan los jóvenes (Donas, 2001)
Por lo anterior, y para motivo de ubicar un rango en años que sea lo suficientemente
amplio para captar a los adolescentes desde un enfoque multicultural y multiregional
incluyente, se tomó entre los 10 a 19 años de edad, que es el periodo que la OMS
recomienda para clasificar a este grupo etario, rango que se toma en cuenta para
fundamentar el marco temporal general con suficiencia y amplitud en el que inscribió a
los adolescentes para la presente investigación; quedando definido de manera específica
en lo que denomina como: adolescencia inicial y media, en el rango de los 10 a los 16
años, que es justamente el marco temporal que abarca un alumno de educación
secundaria en nuestro país (OMS, 2015)
Clasificación del consumo de alcohol
La OMS (1995), clasifica el nivel de consumo en tres dimensiones:
Sin problemas. Cuando el consumo es nulo o mínimo, considerado también como
nivel: BAJO
Bebedor de riesgo. Es un consumo excesivo que si bien aumenta las probabilidades
de que la persona sufra consecuencias adversas (médicas, psiquiátricas, familiares,
sociales, etc.), todavía no se han producido; considerado también como nivel: MEDIO
Dependencia alcohólica. Conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales
y cognoscitivas en el cual el consumo de alcohol adquiere la máxima prioridad para el
individuo. Considerado también como nivel: ALTO.
La clasificación sugerida por la OMS, coincide con la fundamentación del instrumento
que se usa en esta investigación para la detección de los niveles de consumo de riesgo
de alcohol: Test de Identificación de Desórdenes en el Uso de Alcohol (AUDIT) (Babor,
Higgins - Biddle, Saunders y Monteiro, 2001), en donde se plantean puntuaciones de corte
que establecen tres categorías de consumo de riesgo de alcohol y está integrada por 10
preguntas el puntaje total se interpreta: 0 a 3 sin riesgo, de 4 a 7 empieza a tener
problemas (riesgo medio) y 8 o más significa riesgo elevado (Gunzerath, Faden, Zakhari
y Warren, 2004).
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Consejo Breve
De las diferentes formas de intervención que hacia el consumo de alcohol en
adolescentes se implementan, se tiene a la denominada intervención breve como una de
las técnicas que han demostrado ser efectivas y están siendo cada vez más valiosas en
el manejo de individuos con un consumo de riesgo y perjudicial de alcohol (Babor, T. y
Higgins-Biddle, J. 2001). Los resultados han demostrado su efectividad, debido entre
otros factores a su bajo costo y economía de tiempo, sobre todo por el tipo de población
al que está dirigido.
De acuerdo con los mismos autores, se entiende por intervenciones breves a aquellas
prácticas cuyo objetivo es identificar un problema de alcohol real o potencial y motivar al
individuo a que haga algo al respecto; de forma tal que al reconocer el riesgo que conlleva,
se tenga la capacidad de tomar decisiones al respecto del consumo, bien sea conservar
en nulo o modificarlo hacia el no generar riesgo.
De igual forma, los mencionados autores ponen de manifiesto la eficacia de las
intervenciones breves, al analizar 32 estudios controlados que incluían alrededor de 6.000
pacientes, hallando que las intervenciones breves a menudo eran tan eficaces como los
tratamientos más amplios.
Preguntas de investigación
¿Cuáles son los tipos de familia a la que pertenecen los alumnos de esa secundaria
pública por escuela, grado y grupo escolar?
¿Cuáles son los niveles de consumo de riesgo de alcohol que presentan los alumnos
de esa secundaria pública por escuela, grado y grupo escolar?
¿Qué tipo de familia se constituye como factor de protección o de riesgo hacia el
consumo de alcohol en sus adolecentes de una escuela secundaria pública en la
capital de San Luis Potosí?
¿Cuáles son los resultados en la modificación de conductas de riesgo hacia el
consumo de alcohol de adolescentes de secundaria, derivados de un proceso de
intervención breve?
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Objetivos
Generales
Ubicar las familias que se constituyen como factor de protección o de riesgo hacia el
consumo de alcohol de sus adolescentes.
Modificar las conductas hacia el consumo de riesgo de alcohol en adolescentes de una
secundaria pública en SLP.
Específicos
Identificar los tipos de familia a los que pertenecen los alumnos de una escuela
secundaria pública.
Clasificar el nivel de consumo de riesgo de alcohol en los alumnos de una escuela
secundaria pública.
Reconocer a los tipos de familia como factor de riesgo o de protección hacia el
consumo de alcohol en sus adolescentes y modificar las conductas de riesgo hacia
dicho consumo.
Aplicar intervención breve para la modificación de conductas hacia el consumo de
alcohol en adolescentes de secundaria.
Clasificar el nivel de consumo de riesgo de alcohol posterior a la intervención, en los
alumnos de una escuela secundaria pública.
Reconocer a los tipos de familia posterior a la intervención, como factor de riesgo o de
protección hacia el consumo de alcohol en sus adolescentes y modificar las conductas
de riesgo hacia dicho consumo.
Evaluar la efectividad de la intervención breve para modificar las conductas hacia el
consumo de riesgo de alcohol.
Hipótesis
La familia nuclear se conforma como factor de protección ante el consumo de riesgo
de alcohol de sus adolecentes, al mostrar valores diferentes en ambas muestras
(alternativa).
La familia nuclear no protege el consumo de riesgo de alcohol en sus adolecentes, al
mostrar valores similares en ambas muestras(nula).
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La intervención breve modifica las conductas relacionadas con el consumo de riesgo
de alcohol de adolescentes de secundaria al mostrar valores diferentes en ambas
muestras (alternativa).
La intervención breve no modifica significativamente las conductas relacionadas con
el consumo de riesgo de alcohol de adolescentes de secundaria, al mostrar valores
similares en ambas muestras (nula).
Metodología.
Se utiliza un enfoque de Investigación aplicada, cuantitativo, correlacional (en la etapa de
catalogar a las familias como protectoras o de riesgo hacia el consumo de riesgo de
alcohol de sus adolescentes) y pre experimental, con la recolección de datos usando
temporalidad lineal en dos etapas: Pre test y pos test.
La recolección de datos correspondiente a la primera etapa de la investigación está
mediado por la aplicación del instrumento AUDIT modificado, integrado por 10 ítems al
cual se le agregó una pregunta con el fin de identificar el tipo de familia.
La segunda parte de la investigación consistió en aplicar una intervención breve se llevó
a cabo con los alumnos que cumplieron con los criterios de inclusión, exclusión y
eliminación mencionados en el apartado anterior.
Además, se hizo llegar a los padres de familia de los alumnos seleccionados
información directa sobre el enfoque y formas de ubicar, detectar y conducir las decisiones
sobre las conductas de consumo de riesgo de alcohol que se pueden presentar y
modificar.
Resultados
Generales primera etapa
Se realizó una evaluación aplicando este instrumento a 211 estudiantes de secundaria de
los cuales 111 fueron hombres y 100 mujeres; en cuanto a la edad de estos estudiantes,
8 de ellos cuentan con 11 años de edad, 76 estudiantes con 12 años, 46 estudiantes 13
años, 61 estudiantes tenían 14 años y 20 estudiantes cuentan con 15 años, siendo la edad
predominante de los encuestados 12 años como se puede observar; en cuanto a los
grados donde se realizó la encuesta, 89 estudiantes pertenecen a primer grado, 45 a
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segundo grado y 77 a tercer grado, siendo el primer grado el grado de mayor
predominancia y más participación.
Se evaluó el riesgo de consumo de alcohol (tabla 1) tomando en cuenta el puntaje
obtenido en las encuestas, siendo el consumo sin riesgo (nulo) el más predominante con
170 alumnos en esta clasificación, seguido por el consumo de abuso (en riesgo) con un
total de 40 alumnos y en la clasificación de dependencia (perjudicial) con 1 alumno.
TABLA 1: Encuestados de la Esc. Sec. “Solidaridad” por riesgo de consumo de
alcohol
GRADO
Total 1 2 3
CONSUMO
DE
ALCOHOL
NULO 85 36 49 170
ABUSO 4 9 27 40
DEPENDENCIA 0 0 1 1
Total 89 45 77 211
Fuente: elaboración propia
En cuanto a la correlación entre la tipología familiar y el consumo de riesgo de alcohol
en la escuela secundaria “Solidaridad” (tabla 2), tenemos que en la familia que existe
mayor número de adolescentes consumidores de riesgo de alcohol nulos, fue en la nuclear
(padres e hijos biológicos) y en donde se manifiesta un adolescente con consumo de
dependencia es en la familia extensa (presencia de abuelos, padres, hijos, nietos, etc.).
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TABLA 2: Encuestados de la Esc. Sec. “Solidaridad” por riesgo de consumo de alcohol
según los tipos de familia
CONSUMOALCOHOL
Total
NULO ABUSO DEPENDENCIA
FAMILIA
NUCLEAR 107 32 0 139
NUCLEAR
MODIFICADA 26 1 0 27
NUCLEAR
RECONSTRUIDA 4 1 0 5
EXTENSA 13 0 1 14
EXTENSA
MODIFICADA 14 5 0 19
ATIPICA 6 1 0 7
Total 170 40 1 211
Fuente: elaboración propia
Para verificar el tipo de familia como factor de riesgo o protección hacia el consumo de
alcohol de sus adolescentes, se realizó una diferencia de medias con ANOVA de un factor
resultando estadísticamente significativa con: p= < .05, resultando que la familia que más
arriesga el consumo de alcohol de sus adolescentes es la extensa modificada (presencia
de abuelos, tíos, sobrinos y parientes en línea vertical y horizontal); en tanto que las
familias que más lo protegen son: Nuclear y Nuclear modificada.
Efectividad del consejo breve
De manera general, el comparativo con frecuencias mostrado en la Tabla 3, sobre la
tipología familiar y el consumo de alcohol de sus adolescentes, previo y posterior a la
intervención con Consejo Breve, arroja que sigue existiendo un caso de consumo de
alcohol clasificado como: Dependencia (alto, grave, perjudicial), pero ahora detectado en
una familia nuclear (padres e hijos biológicos); la familia nuclear reconstruida no tiene
casos de adolescentes con consumo de riesgo de alcohol en situación de abuso y
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dependencia, en tanto que el resto de las familias cuentan con casos de adolescentes con
consumo de riesgo de alcohol en situación de abuso.
Tabla 3 Comparativo familia / consumo de riesgo de alcohol de sus
adolescentes Previo y Posterior a la intervención: Consejo Breve
FAMILIA
CONSUMO ALCOHOL (fx)
Total NULO ABUSO DEPENDENCIA
Pre/post Pre/post Pre/post
NUCLEAR 107 56 32 11 0 1 139 68
NUCLEAR
MODIFICADA 26 13 1 2 0 0 27 15
NUCLEAR
RECONSTRUID
A
4 7 1 0 0 0 5 7
EXTENSA 13 4 0 1 1 0 14 5
EXTENSA
MODIFICADA 14 13 5 1 0 0 19 14
ATIPICA 6 5 1 1 0 0 7 6
Total 170 98 40 16 1 1 211 115
Fuente: elaboración propia
En lo que respecta específicamente a la efectividad de la intervención del Consejo
Breve en relación con la reducción del consumo de riesgo de alcohol en los estudiantes
de la secundaria “Solidaridad” (Tabla 4), en donde fue realizado el estudio, se tuvieron
resultados positivos, pero en baja proporción, dado que la diferencia de medias arroja una
mejoría leve, tomando en consideración que la medición que arroja el pretest es de ẋ=
1,20 y se redujo a ẋ= 1,17 de acuerdo con la medición del postest; además mediante la
aplicación de la prueba T de Student para muestras independientes no se obtuvieron
resultados estadísticamente significativos (p: >.05) y existe igualdad en la diferencia de
medias, asumiendo como aceptada la hipótesis negativa y en consecuencia no se puede
afirmar de manera estadística la modificación significativa del consumo de riesgo de
alcohol.
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Tabla 4 Tipología familiar y promedio de consumo de
riesgo de alcohol, previo y posterior a la intervención: Consejo Breve
Tipo de familia Pre. Post.
NUCLEAR 1,23 1,18
NUCLEAR
MODIFICADA 1,04 1,15
NUCLEAR
RECONSTRUIDA 1,20 1,00
EXTENSA 1,14 1,42
EXTENSA
MODIFICADA 1,26 1,07
ATIPICA 1,14 1,14
Total 1,20 1,17
Fuente: elaboración propia
Discusión de resultados
Se encontró como dato de gran relevancia, que entre los adolescentes de la escuela oficial
secundaria “Solidaridad” el consumo de alcohol se manifiesta, aunque en menor medida,
desde el primer año, lo que concuerda con la edad de inicio del consumo alrededor de los
12 años. (Nash et al. 2012; Sánchez et al.2008; Villatoro,et al 2007 ).
Por otra parte, los resultados de la presente investigación no concuerdan totalmente
con otros estudios que determinan como principal factor protector a las familias nucleares
en cuanto al consumo de alcohol de sus hijos adolescentes, (Acosta et al. 2011; Becoña,
2012; Jordán et al. 2009); ya en los resultados obtenidos muestran casos de niveles de
consumo de alcohol de riesgo desde los primeros años aumentado la frecuencia en
terceros años y al menos un caso de consumo de dependencia (consumo alto, perjudicial)
en este tipo de familias, lo que se considera grave.
Este hallazgo encontrado es relevante dado que la familia nuclear podría irse
modificando como factor protector en el consumo de alcohol para formar parte de una
familia de riesgo.
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Conclusiones
Los resultados obtenidos arrojan que en la muestra trabajada, el tipo de familia que
constituye como factor de protección hacia el consumo de alcohol, es la nuclear (nuclear
y nuclear reconstruida), y por último la familia extensa modificada en donde la protección
es menor y es inminente un riesgo de consumo de alcohol.
Cabe destacar que, en los resultados en la modificación de conductas de riesgo hacia
el consumo de alcohol de adolescentes de secundaria, derivados de un proceso de
intervención breve, se observaron cambios favorables en proporción leve, por lo tanto, se
confirmó la eficacia del uso de consejo breve en baja incidencia.
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