especial del 30 de septiembre

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16 Páginas | Ecuador VIERNES 30 SEPTIEMBRE 2011 30-S Trece horas de tensión. El Ecuador observó en vivo los hechos que pusieron en riesgo la democracia. Toda la jornada, con la evolución de sus acontecimientos, derivó en el intento de magnicidio, que habría dado la vuelta a la historia. La Policía Nacional desde ese día no pudo ser ya la misma. Durante tres décadas en su interior se gestaron graves deformaciones institucionales y evidentes actos de corrupción. En esta investigación periodística se expone las causas que llevaron a la sublevación, así como un enfoque de la crisis y sus consecuencias hasta hoy. Varios gendarmes y testigos revelan hechos y documentos que explican la red oculta que se tejió antes, durante y después de ese fatídico día. EL DÍA QUE TRIUNFÓ LA DEMOCRACIA LA RED OCULTA DEL INFORME ESPECIAL

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Especial del 30 de Septiembre

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Page 1: Especial del 30 de Septiembre

16 Páginas | Ec u a d o rVIERNES 30 SEPTIEMBRE 201 1

30-STrece horas de tensión. El Ecuador observó en vivo los hechos que pusieron en riesgo la

democracia. Toda la jornada, con la evolución de sus acontecimientos, derivó en el intento demagnicidio, que habría dado la vuelta a la historia. La Policía Nacional desde ese día no pudo serya la misma. Durante tres décadas en su interior se gestaron graves deformaciones institucionales

y evidentes actos de corrupción. En esta investigación periodística se expone las causas quellevaron a la sublevación, así como un enfoque de la crisis y sus consecuencias hasta hoy. Variosgendarmes y testigos revelan hechos y documentos que explican la red oculta que se tejió antes,

durante y después de ese fatídico día.

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA

LA REDO C U LTA

DEL

INFORME ESPECIAL

Page 2: Especial del 30 de Septiembre

30-02El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

El tránsitoCon la aprobación del Códigode Organización Territorial, la

planificación, regularización y controldel tránsito, hasta ese momento a

cargo de la Policía, pasaron amanos de los municipios.

La decisión causó malestar entrelos policías, quienes exigían

continuar al frente de esa tarea.En la reunión del 16 de

septiembre, el general FlorencioRuiz propuso hacerlo bajo la

supervisión del Municipio.

En esa reunión los uniformadoscuestionaron la falta de

reconocimiento a su labor:“Tenemos un manual de

procedimiento, pero los policíasde tránsito pasamos 6 a 8 horas

parados bajo sol o lluvia,debemos tener un merecidod e sc a n so ”, dijo un sargento.

DenunciasLos correos e l e c t ró n i co s

empezaron a circular entre lospolicías desde 2007 y alertaban

sobre un supuesto perjuicioen el pago de remuneraciones

y cesantías.

Antes del 30-S, las denunciasiban desde inculpaciones graves(“hay generales que tienen susmanos manchadas de sangre”)

hasta que la cúpula policial(“novel, indecisa, empírica”) fue

nombrada sin mérito alguno.

El grupo de oficiales que hacíalas denuncias a través de los

correos electrónicos expresaba suvoluntad de colaborar con la

Fiscalía, siempre y cuando se lesofrecieran garantías necesarias,es decir, incluirlos en el sistema

de protección de víctimasy testigos.

EL PROCESO INTERNO QUE LLEVA AL 30 DE SEPTIEMBRE DE 2010

El mando

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Quince días antes se “co c i n ó ” lasublevación, a pesar de la resis-tencia de algunos policías. Más de100 gendarmes, entre oficiales, cla-ses y policías, se congregaron en elauditorio del Regimiento Quito Nº1, el 16 de septiembre de 2010,invitados por el entonces coman-dante de Policía, Freddy Martínez.El motivo: explicar el contenido delproyecto de Ley de Servicio Público(Losep) que en ese momento setramitaba en la Asamblea.

La cita arrancó antes de las09:00. En la mesa central estabansentados los generales FlorencioRuiz, Oswaldo Yépez, Jaime Vaca,Euclides Mantilla, Nelson Argüello,Carlos Arcos, Rodrigo Suárez y elcoronel Julio Cueva, en represen-tación del alto mando.

La idea era absolver las dudassobre la ley, pero antes de abrir eldebate, el general Martínez se re-firió a otros temas que, a su criterio,estaban “dañando” la imagen de lainstitución. Fustigó a los autores delos correos electrónicos (a los que

tuvo acceso este diario) que desdehace varios días circulaban entrelos uniformados, con denuncias depresuntos actos de corrupción encontra de la cúpula y del coman-dante general.

“Usted nunca debe callar cuandoconozca de actividades ilícitas,desde el comandante para abajo.¡Denúncielo! No caigamos en lo quesiempre hacemos: ir a un cibercafépara escribir pestes del mando y delcomandante. Es lo más fácil, lanzarla piedra y esconder la mano”, ex-presó Martínez.

En esos “pa sq u i n es ”, como loscalificó Martínez, se ventilaron va-rias irregularidades que involucra-ban a miembros de la cúpula: pro-blemas de alcoholismo, cobro porpases, uso indebido de los recursosde la institución, entrega discre-cional de becas y viajes para fa-miliares de los altos mandos, una

mala administración de comisaria-tos y la Cooperativa de la Policía,además de beneficios a las esposasde los generales acusados.

Los correos estaban firmados porun grupo de oficiales: 10 coroneles, 6tenientes coroneles, 4 mayores, 5 ca-pitanes, 5 tenientes y 3 subtenientes.Entre sus pedidos estaba la depu-ración urgente de la cúpula policial,auditar a la Fundación para el De-sarrollo y Bienestar del Policía (Fun-debip) y los comisariatos. Lo mássensible, según los gendarmes quehablaron a nombre de la tropa, fue laforma en que eran tratados los ex GAOy los juicios penales que pesaban encontra de algunos de sus mandos.

Martínez rechazó casi todas lasacusaciones y aseguró que las crí-ticas obedecían a su propuesta decambiar el antiguo modelo insti-tucional: “¿Quiénes eran nuestrosgenerales? Con excepciones, esta-ban listos para chupar y embo-rracharse con el mejor whisky (…).Los que estamos aquí sentados de-bemos dar el ejemplo, porque ustedno sabe lo que pasaba antes: en-trábamos bien puestos las corba-titas a una ceremonia y salíamosdesgarbados, borrachos... Los ge-nerales y coroneles nos obligaban aestar con la botella. Eso está cam-biando”. Y enfatizó, autocriticán-dose: “No era el teniente (ahorageneral) Martínez el único que to-

Cuando el general Freddy Martínez -en ese entonces comandante general- se dirigió a sus subalternos, recibió insultos y hasta le lanzaron agua. Ahí perdió todo control sobre ellos.

maba. No tomar (como ahora) de-bería ser motivo de exaltación y node censura, menos aún de formacobarde con pasquines”.

Recordó los maltratos físicos ypsicológicos que sufrían los cadetesdurante los años de entrenamiento:“Era un sistema viciado, donde ha-bía el riesgo de matar al cadete, perohemos cambiado. ¿Cómo podían sa-lir buenos elementos, si formába-mos policías resentidos?”.

Pero entre los presentes la preo-cupación era otra: cómo apoyar asus compañeros, ex agentes del de-sarticulado Grupo de Apoyo Ope-racional (GAO), que días atrás fue-ron detenidos por la desaparicióndel ciudadano George Cedeño, du-rante un operativo realizado el 30de septiembre de 2009.

“No abandonen a los detenidosde la Cárcel 4. Mi pedido es que loscompañeros sean defendidos por

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA

El ex comandanteFreddy Martínezcongregó a uncentenar depolicías paraexplicar la Losep

Un grupo de 32oficiales firmó doscorreos, en los quese acusaba decorrupción a lacúpula policial

La crisis institucional de la Policía es cuestionada por suspropios mandos y por personal de tropa desde hace varios años.El 16 de septiembre se produce el primer llamado de alerta

Page 3: Especial del 30 de Septiembre

-S

abogados de la Policía. Si nosotrosaplicamos ciertos procedimientospoliciales es por sacar adelante a lainstitución, más aún cuando el Go-bierno nos ha quitado varias cosas:la Navidad, la alegría de nuestroshijos. Como usted dijo, mi coman-dante, han surgido varios rumores yeso trae consecuencias”, reclamó unsargento segundo en la reunión.

Otro sargento, en cambio, cues-tionó la reapertura de casos, dis-puesta por el ex ministro del In-terior, Gustavo Jalkh, en los que sepresumía la violación de derechoshumanos por parte de la Policía.

Al respecto, el general Ruiz dijo:“Los procedimientos que estén enduda deben ser investigados porasuntos internos y por las auto-ridades competentes, y en el casoCedeño hay dudas (...). Entoncescreemos que es viable una inves-tigación, de la que la Policía saldráfo r ta l e c i d a ”.

A consecuencia de ese caso y deotras denuncias, el Gobierno re-solvió desarticular al GAO en oc-tubre de 2009, lo que ocasionó unaserie de conflictos al interior de laPolicía. Unos los apoyaban y otroslos responsabilizaban de abusos,torturas y extorsiones. Ese tipo deprácticas se denunciaba en los mis-mos correos electrónicos por partede ciertos agentes, “en contra depersonas honestas y serias, con lafinalidad de entregar resultados alcosto que fuere”.

A esas demandas se sumaron lostemores por una posible supresiónde bonificaciones económicas quelos uniformados recibían por añosde servicio y méritos, una vez queentre en vigencia la Losep. “¿Tra -bajaremos solo ocho horas como losdemás funcionarios públicos?,¿tendremos compensaciones ex-tras?, ¿cómo afectará a los po-licías?”, preguntó el teniente co-ronel Pablo Rodríguez.

Él aseguró que se estaban ce-rrando las posibilidades para que elEjército y los policías puedan reac-cionar en contra de la ley, que laAsamblea debía conocer el 29 deseptiembre de 2010. Pero anuncióque Ruiz trabajaba en una estrategiapara evitar un “perjuicio” a lospolicías. Quizá esta afirmación ex-plica lo que el asambleísta RolandoPanchana denunció a la prensa:quien cabildeaba en la Asamblea erael general Ruiz.

El general Oswaldo Yépez tam-bién les informó que sería difícilganar a través de la Asamblea, por loque una comisión de actuarios ela-boraría una tabla de compensacio-nes equivalente a lo que recibíanpor condecoraciones: “Ayer huboun acercamiento con un general della Fuerza Aérea, quien está lide-rando el tema y ha dispuesto que sereúnan actuarios de la Policía y lasFF.AA. para presentar un comu-nicado conjunto”.

Con el compromiso de garantizaruna investigación transparente a losex GAO, concluyó la reunión antesde las 11:00, pues Martínez dijo quetenía una cita con el Presidente de laRepública. Y anunció que dos díasdespués presentaría a Jalkh su pro-puesta, en la inauguración del cuar-tel del GIR, en Manta.

Los días posteriores se realizarondistintas reuniones y cabildeos en laAsamblea con el propósito de man-tener los incentivos económicos co-mo parte de las condecoraciones.Los más preocupados eran los uni-

formados de tropa: varios de elloshablaron con los asambleístas de lacomisión que procesó la ley.

Pero en la Asamblea, la escoltalegislativa también estaba pendien-te. Algunos legisladores creen que laprimera advertencia ocurrió el 23de septiembre, cuando unos 40maestros afines al Movimiento Po-pular Democrático (MPD), ingre-saron violentamente al pleno, bur-lando la seguridad policial.

Al día siguiente, Rolando Tapia,ex jefe de la escolta, se comprometióa investigar la falla operativa, pero

la disciplina y el sometimiento de laguardia policial a la autoridad yaquedó en duda.

El 29 de septiembre de 2010 laAsamblea dio trámite al veto pre-sidencial a la Losep. Antes de lasesión, Tapia se habría reunido conla entonces vicepresidenta Irina Ca-bezas para comentarle sobre lapreocupación de sus compañerosante la “eliminación de beneficios”que proponía la ley. Según Cabezas,esas dudas fueron transmitidas en-seguida a funcionarios de Gobierno,quienes le aseguraron que esas du-das fueron resueltas oportunamen-te en los distintos destacamentos.

Esa noche, el pleno se allanó agran parte del veto, con lo cual seeliminaron las bonificaciones porascensos a cambio del pago de horasextras, pero se mantuvo la entregade medallas y condecoraciones poractos heroicos. Una asambleísta dePAIS expresó: “El debate fue in-tenso. María Augusta Calle y Fer-nando Bustamante explicaron laimportancia de sostener el acuerdo

de la comisión con las FF.AA. Siem-pre nos hablaron del malestar quese generaría en los militares, peronunca de la Policía”.

Lo que no se aprobó fue la com-pra de renuncias obligatorias para elsector público, un aspecto que des-movilizó a los sindicatos, que ame-nazaban con protestas si pasaba elartículo. Días atrás, maestros, sa-lubristas, e incluso un grupo depolicías, se reunieron por el temor aperder algunos “p r i v i l eg i os ” y con elfin de establecer una estrategia co-mún que les permita resistir a lasintenciones de la Losep. Sin em-bargo, sus intereses particulares lesimpidieron consensuar posicionescomunes y conjuntas. Y ahí se rom-pió un posible acuerdo para hacerun frente común.

La resolución del pleno en esetema provocó que, esa misma no-che, la Presidencia analice la po-sibilidad de ir a la muerte cruzada(disolución de la Asamblea).

Mientras tanto, en la Tribuna delos Shyris, un grupo de esposas depolicías gritaba “¡Fuera Correa!”,con carteles en mano. Una ma-nifestación que sería la antesala del30-S, pues en la madrugada de esedía un grupo de sindicalistas y po-licías se reunió en las inmedia-ciones de la Universidad Central,pero la alianza no se concretó.

Los cabildeos en laAsamblea Nacionallos hicieron altosoficiales y la mismatropa, pero luegono informaron

Uno de los sublevados increpa a sus compañeros mientras Correa lo observa.

03El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

IrrupciónEn la sesión del 29 deseptiembre de 2010, cuando setrataba el veto a la Losep, ungrupo de policías de la escoltalegislativa ingresó al pleno yrodeó a la asambleísta RosanaAlvarado, de PAIS.

Su propósito era conocer si elproyecto de ley afectaba susderechos, como advertía unsector de la oposición.

Dora Aguirre, también m i l i t a ntede PAIS, se acercó a losgendarmes para informarlesque, por primera vez, recibiríanel pago de horas extras.

La explicación los tranquilizó enese momento, mientras quedesde la oposición les gritaban:“El pueblo uniformado tambiénes explotado”.

DifusiónPara la socialización de la Losep,el entonces ministro del Interior,Gustavo Jalkh, había dispuesto alos generales que acudan a losdiferentes destacamentos yrecintos policiales.

Una semana antes del 30-S,Jalkh acudió al Regimiento QuitoNº 1 para informarse del Sistema101 y Ojos de Águila, en dondeaprovechó para explicar elcontenido de la ley.

Después asistió al ascenso dealrededor de 150 clases y policías,evento al que también acudieronsus familias.

Allí se les explicó que los bonosque recibían con medallasy condecoraciones seríanincorporados a susre m u n e ra c i o n e s.

p i e rd e. . .Una reunión en el Regimiento Quito reveló otras motivaciones:

los juicios a los ex GAO, el informe de la Comisión de la Verdad,perder el control de tránsito y la grave corrupción interna

Page 4: Especial del 30 de Septiembre

30-04El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

TRECE HORAS DE TENSIÓN, GASES, SAQUEOS Y DESESTABILIZACIÓN

DemandasAntes del mediodía, un policía,

acompañado por el generalFlorencio Ruiz, expone un pliego

de peticiones y pide a suscompañeros deponer la medida.

Entre sus demandas está que laAsamblea no elimine los bonos y

las condecoraciones, que semantenga el Isspol y que lascesantías no sean en bonos.

Que no existan re p re s a l i a sadministrativas o judiciales encontra del personal sublevado

y, además, que los procesosjudiciales iniciados en contra depolicías por actos derivados del

ejercicio profesional tengan elrespaldo de la institución.

Piden mayores garantías para eldesempeño del policía y que se

respeten sus derechos humanos.

La reuniónAlrededor de las 11:00, un grupo

de asambleístas de la oposiciónse reúne en el hotel Le Parc, en

el norte de Quito.

La convocatoria fue realizada porel asambleísta alterno Guido Jalil.

Al sitio llegan Gilmar Gutiérrez yFausto Cobo (PSP), Enrique

Herrería (ex MG), Andrés Roche(MG), Fernando González (Ind.),Rafael Dávila (CC), Alfredo Ortiz,

Nivea Vélez (ADE), entre otros.

La reunión es privada. O b se r va npor televisión lo que ocurre en el

Regimiento Quito (más de doshoras) y consumen dos botellas

de whisky, sánduches y bocaditos.

La cuenta es pagada por Jalil, unode los estudiantes de la UniversidadCatólica de Guayaquil que en 2008

intentó agredir a Correa.

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Salen de misa de seis. Se enco-miendan a su patrona, la Virgen delCisne. En las afueras de la capilla,algunos gendarmes gritan consignasen defensa de la Policía. El coronelJosé Ribadeneira, sorprendido, lesincrepa: “No molesten y vayan at ra ba j a r ”. El Regimiento Quito Nº 1deja atrás el orden y se convierte ent r i n c h e ra .

Poco después de las 07:00 se hueleel humo de la quema de llantas y lasublevación comienza. Con gritos ypancartas en contra de la cúpulapolicial, aproximadamente 300 gen-darmes se amotinan en la puertaprincipal. En el resto del país lacoordinación empieza: tras la for-mación regular, salen a las calles, no acontrolarlas, sino para bloquearlas.

Un policía cuenta que durante laeucaristía el plan se habría con-solidado sobre la base de una es-trategia sin un líder único, sino convarios oficiales y algunos ex GAO.

En pocos minutos el ingreso prin-cipal a esa dependencia luce aba-rrotado: policías, esposas y fami-

liares se sublevaron. Su pedido:“Que les devuelvan la alegría anuestros hijos. Que nos entreguenlos juguetes de Navidad”. Pero tam-bién están presentes Gonzalo Pérez,Stalin López, Pablo Guerrero y Fi-del Araujo, entre otros.

El primer intento por persuadira los sublevados viene del entoncescomandante de Policía, FreddyMartínez. Parado sobre el techo deuna camioneta, quiere dialogar conla muchedumbre, pero los reclamosopacan sus palabras: “La semanapasada vinimos a conversar conustedes. Lo que dijimos es verdad.Si no me creen, este rato le llamo alMinistro del Interior”.

Le responden: “¡No hace nadapor la tropa! ¡Mentiroso! ¡Está conel Gobierno!”. Hasta le lanzan unabotella de agua.

Pasadas las 08:00, el entoncesministro del Interior, Gustavo Jal-

kh, recibe la noticia de Martínez:“Hay una actitud de brazos caídosen el regimiento”.

En esos instantes arriban variosbuses interparroquiales (uno es de lacooperativa Tumbaco, de disco nú-mero 9), llenos de policías, la ma-yoría de las unidades de vigilanciadel sur de Quito y de los valles.Levantan las manos, gritan consig-nas y son recibidos con euforia, in-cluso por personas de la terceraedad, probablemente familiares delos gendarmes. En minutos ya su-maban cerca de 3.000 policías.

Al salir de la terapia para surodilla, Rafael Correa recibió la no-ticia e inmediatamente se movilizócon su escolta hacia el regimiento.

Cerca de las 09:00, las caravanasde Correa y Jalkh coincidieron en elcuartel del Grupo de OperacionesEspeciales (GOE). Al constatar queahí no había revuelta, se dirigieronal regimiento, junto al GOE. AhíMartínez le menciona a Jalkh undato alarmante: “Quieren ir a abrirlas cárceles, especialmente la Cárcel4”. En ella se encontraban dete-nidos 17 ex agentes del GAO.

Antes de ingresar, Correa es ad-vertido por Martínez de que estánlanzando gases. El Presidente res-ponde enérgicamente: “Primero untiro en el pecho antes que traicionara la patria”.

Simultáneamente, en la base aé-

Correa fue agredido en varias ocasiones durante la revuelta policial. Además de ser rociado con gases lacrimógeno y pimienta, recibió puntapiés en su rodilla y golpes al retirarse.

rea, miembros de la FAE bloquean lapista, cierran las operaciones y ex-hiben carteles impresos: “En lasFuerzas Armadas la patria no es detodos, solo de los oficiales”. Al uní-sono gritaban: “La tropa unida ja-más será vencida”. Y hacia allá sedirige el ministro Javier Ponce.

Las llamadas entre ministros yautoridades se intensifican. GaloMora y Vinicio Alvarado, que yahabían llegado al regimiento, llamana Doris Soliz. Ella está reunida contodos los gobernadores en un se-minario en el hotel Crown Plaza.Había que movilizar a todos: “Emer-gencia total”. Y desde Guayaquilllegan las primeras noticias dra-máticas: los policías están en lascalles y los jefes de ciertas bandasdelictivas, informados sobre la su-blevación, inician los saqueos. Elsaldo fue de cinco muertos.

Alrededor de las 09:20, varios

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA

El comandanteMartínez informa aJalkh que quierentomarse lascárceles. En la 4están los ex GAO

Un policía intentatomar contactocon la FAE parabuscar apoyo, perosolo recibe unarespuesta negativa

“Este man deA partir de las 08:00 las instalaciones del Regimiento Quito

estaban controladas por más de tres mil policías insurrectos.A esa hora, ciertos políticos se habían reunido en ese lugar

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-S

militares también se adhieren a laprotesta en el complejo militar de LaRecoleta. Queman llantas y blo-quean la avenida Maldonado.

Cuando llega al regimiento, Co-rrea es recibido con gritos, ame-nazas, insultos y hasta gases la-crimógenos: “Estamos reclamandonuestros derechos. Nos han quitadolas condecoraciones que recibíamoscada cinco años, no cada mes”,exclama uno de ellos.

Pero un dato sorprende a quienessintonizan los canales de televisión.A las 09:19, el periodista FreddyParedes, de Teleamazonas, desde elRegimiento Quito, dice que lasFF.AA. se unen a la sublevación.

Dada la tensión, Correa intentahablar, pero siguen las agresiones ysu cuerpo de seguridad lo protege.

A las 09:45, en una caravanamotorizada llega a la base aérea elcapitán de Policía Francisco Zúñigay solicita: “Queremos hablar con eloficial a cargo”. La mirada del ae-rotécnico es de desconcierto. Seniega y Zúñiga se va. En ese instantees increpado por la prensa y en-tonces él responde: “¡No es unainsubordinación! Estamos defen-diendo nuestros derechos, luchan-do por nuestras familias”.

A esa misma hora, en la entradaal Palacio Legislativo, el sargentoMario Flores comunica a la prensaque la protesta es a nivel nacional:“En vista de la resolución tomadaayer por la Asamblea, no permi-tiremos el ingreso de nadie, ni dea sa m b l e í sta s ”. Detrás de él entranGilmar Gutiérrez y Luis Morales(Prian). Desde ese momento la ten-sión, los gritos, los reclamos, losgolpes y gases son la tónica durantemás de dos horas en la sede le-g i s l a t i va .

Finalmente el Presidente ingresaal regimiento y una delegación depolicías quiere hablar con él. Enmedio de gritos y empujones entrana una sala. Correa pide un mi-crófono para dirigirse primero a lamultitud. Son las 09:55, tiene laboca seca, se remoja los labios va-rias veces. Les dice a los policías,entre otras cosas, que los sueldos sehan duplicado, pero desde abajo legritan: “Eso hizo Lucio. Eso hizoLucio”. Su semblante cambia, sudedo índice señala a todos y res-ponde: “Ahí está, esa es la respuestaa todo lo que está pasando”.

Se calla por un momento, vuelvea enumerar lo recibido por la Policíay reconoce que no se puede resolvertodo: “Nunca antes se ha dado tantopresupuesto... Jamás me esperé estode una de las instituciones que máshemos apoyado”.

Su discurso lleva siete minutos y,ante el bullicio ensordecedor, tomaaire, eleva el tono de voz tras zafarsela corbata por segunda vez y diceenérgicamente: “Señores, si quierenmatar al Presidente, aquí está. Má-tenlo si les da gana. Mátenlo si tienen

poder. Mátenlo si tienen valor, en vezde estar en la muchedumbre co-bardemente escondidos. Pero segui-remos con una sola política de jus-ticia, de dignidad. No daremos ni unpaso atrás. Si quieren tomarse loscuarteles, si quieren dejar a la ciu-dadanía indefensa, si quieren trai-cionar su misión de policías, su re-glamento, ¡traiciónenlo...!”.

Y en un minuto más de alocucióndecide retirarse, cojeando, juntocon Jalkh. En esa sala habla porteléfono con el comandante de laFAE y recibe noticias de la situación

en el aeropuerto. Baja para hablarcon los policías, pero es bloqueado ygaseado. El helicóptero que supues-tamente lo rescataría no puede ate-rrizar. Son las 10:15. Lo rodean po-licías y lo protege su escolta. Dosmotocicletas lo embisten. Entre losgritos se escucha: “Este man de aquíno sale”. Y llueven más bombas,lanzan gas pimienta e intentan qui-tarle la máscara antigás.

Es llevado al hospital, por unsendero donde también es asediadoy gaseado. Recorre unos 300 me-tros. La puerta de paso al hospital

está cerrada. Cuando pasa, bajaunas gradas con ayuda de sus es-coltas e ingresa a la sala de ur-gencias del centro médico policial.Recibe los primeros auxilios, le danoxígeno y luego le ponen suero ytambién hielo en su rodilla.

Detrás de ellos, una turba depolicías se aglomera en el ingreso deEmergencia. “Sabemos que sigueadentro, un contacto me ha in-fo r m a d o ”, dice uno de los policías.Varios de ellos, al no poder ingresar,bloquean la entrada, pero tambiénrevisan las ambulancias para com-probar si Correa se va.

La primera evidencia de que Co-rrea está en peligro y, además, se-cuestrado es cuando él habla a tra-vés de la Radio Pública, alrededor delas 12:00. Cuenta que los gendar-mes intentan ingresar por los te-chos. En ese momento habría pe-dido un arma para defenderse, perosu seguridad se la niega.

Mientras esto ocurre en los al-rededores del hospital, casi a lamisma hora un grupo de policías,

encabezado por el entonces jefe delEstado Mayor, Florencio Ruiz, dauna rueda de prensa en el Regi-miento Quito, alertando a sus de-más compañeros del posible apro-vechamiento de la protesta por par-te de políticos. Ahí mismo llama adeponer la medida, pero no tieneacogida. En el hospital, otros gen-darmes exigen llegar hasta Correa,pero los médicos advierten el riesgoporque es el área de neonatología.

En Guayaquil y otras ciudades secontrolan los saqueos y protestaspoliciales, a la vez hay marchas deapoyo al Presidente y la atención seconcentra en su liberación.

En la Plaza Grande están con-centradas más de cinco mil per-sonas. Hay agitación. Desde Ca-rondelet, donde están reunidos losprincipales dirigentes de PAIS, setoma una decisión que cambia lasituación de espera: ir a rescatar alMandatario. Encabezados por Ri-cardo Patiño, unas tres mil personasavanzan a pie hacia el hospital y seencuentran con otro número mayorde gente que no se mueve de ahí sinohasta cuando Correa es liberado.

Dentro del hospital hay una du-da: un grupo de policías lo invita asalir con calle de honor. Analizada lasituación, todo indica que se tratade una trampa. Los encapuchadosde la puerta están armados.

En el Regimiento Quito, policías sublevados y agentes de seguridad se enfrent a ro n .

Res pa l d oPasadas las 14:00, el jefe delComando Conjunto de las FuerzasArmadas, Ernesto González,reitera su lealtad al Gobierno.

En rueda de prensa, invita a laPolicía Nacional y a la sociedadcivil, así como a ciertos elementosde la institución armada, a quedepongan su actitud para queretorne la calma.

Y reitera: “Respetamos el estadode derecho. Las FF.AA. somos unainstitución subordinada al interésnacional y a la autoridadlegítimamente constituida, comoes el Presidente de la República”.

Pero, además, solicita que la leysea revisada o dejada sin efectopara que los servidores públicos,policías y militares no seanafectados en sus derechos.

Los bloquesEl pleno de la Asamblea estáconvocado para las 17:00 del 30de septiembre. Previamente, loslíderes de varios bloques sereúnen con la presidentaencargada, Irina Cabezas.

La cita busca analizar la situacióndel país. Pero ante el anuncio delsecuestro de Rafael Correa en elHospital de la Policía, uno de lospresentes le propone: “Si elPresidente está retenido, elVicepresidente en Guayaquil y(Fernando) Cordero en España,¿por qué no asume usted elcontrol del Estado?”.

Según Cabezas, re c h a zórotundamente la propuesta. Conese antecedente, resuelvesuspender la sesión por “falta deg a ra nt í a s ”, pues la Asambleaestaba tomada por los policías.

La entrada aEmergencia esbloqueada y lospolicías armadosquieren llegarhasta Correa

05El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

aquí no sale”La demanda -de 9 puntos- incluye la investigación sobre los ex

GAO. En casi dos horas, Correa es insultado, golpeado y amenazado.En el hospital recibe atención, pero las salidas son bloqueadas

Page 6: Especial del 30 de Septiembre

30-

OPERACIÓN RESCATE

06El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

Los pasillos del Hospital de la Policía eran un laberinto de terrorcuando empezó el rescate. Muchas personas no sabían por dóndesalir ni dónde ocultarse. Desde las terrazas de la morgue, los

Una noche

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Un video, filmado desde un he-licóptero del Ejército, permite ubi-car a los francotiradores policiales.Están en los techos y azoteas de loscuatro edificios que rodean al Hos-pital de la Policía, en donde el pre-sidente Rafael Correa está retenidodesde las 10:40.

Con el sobrevuelo no caben másdudas: 1.500 policías insubordina-dos están desplazados en el Re-gimiento Quito, bloquean el hos-pital e interrumpen el tránsito en laavenida Occidental y la Mariana deJesús. Se interceptan sus comu-nicaciones y la Dirección de In-teligencia Militar detecta la inten-ción de atentar contra la integridaddel Presidente.

Ante ello, la consigna es rescatara Rafael Correa de forma inmediata.El operativo debía ser rápido parabeneficiarse del factor sorpresa,aplicando el principio de masa, perocon armamento no letal y con lafacultad de emplear el uso pro-gresivo de la fuerza. Solo parte delpersonal podía llevar armamento

letal, para emplearlo en caso de sern e cesa r i o.

En la habitación 302, el Jefe deEstado permanece con hielo en larodilla y se mantiene al tanto de loque ocurre afuera. Junto a él estánunos cuantos miembros de la Es-colta Presidencial y su asesor Fran-cisco Latorre, además de los mi-nistros de Finanzas y RelacionesLaborales, Patricio Rivera y Ri-chard Espinosa, respectivamente.También se hace presente el en-tonces comandante de Policía,Freddy Martínez.

Al mismo tiempo, miles de ciu-dadanos se alistan para el rescate yavanzan por la Av. Mariana de Je-sús. Son madres, abuelas, hijos,profesionales, estudiantes. Llevanen alto las fotos de Correa y exigenrespeto a la democracia.

Su presencia molesta a los su-blevados y empiezan los enfren-

tamientos. Hay gases por doquier,caen los heridos y son cada vez máslos asfixiados. Unos se repliegan enel hospital Metropolitano y otros serefugian detrás de muros y aceras delos edificios aledaños.

A través de la radiopatrulla losmensajes son cada vez más con-cluyentes: “¡Maten a Correa paraque se acabe esto!, ¡El man no salehoy!, ¡Mátenle, ahora es el momen-to!, ¡Que firme, si no sale muerto!”.

Al tanto de esas conversaciones,en el colegio militar Eloy Alfaro deQuito, se concentran unos 900 mi-litares, entre ellos 63 del GrupoEspecial de Operaciones Ecuador(GEO). Estos últimos tienen la mi-sión de rescatar al Presidente.

En Pusuquí, los agentes del Gru-po de Intervención y Rescate (GIR)planifican la incursión al hospital.Pero antes de salir el oficial a cargoaclara: “Nadie, absolutamente na-die, dispara. Si nos disparan, ¡quépena! Yo iré a la cabeza y si nosdisparan, hemos de caer. ¿Ustedescuchó a esta gente? ¿Cree que esuna actuación propia de la Policía?Están borrachos. Nosotros no ire-mos en contra de nuestros com-pañeros policías, porque no son to-dos, solo es una parte interesada enafectar a la institución y a nuestragente. Pero el que no quiera ir, queno vaya, no pasará nada”.

Y convencidos de su misión, se

encomiendan a Dios: “Señor, yo soypolicía. Si tú, Señor, me infundisteesta vocación, así como tú velas porel orden del mundo, yo también teayudo a cuidar al menos una partedel mismo”.

Estratégicamente ubicados, elGrupo de Apoyo Operacional (GOE),sigue de cerca el conflicto. Bajo elmando de Cristian Miño, los agentesde élite de la Policía preparan supropio plan de rescate, pese a quepor la radio, sus compañeros su-blevados los acusan de traición. Ladecisión de intervenir se tomacuando cae la noche.

“55 hombres salimos por atrásdel cuartel. Entramos al Regimientoy pasamos al hospital. Antes deentrar a Emergencia constatamosque solo habían civiles. Gracias aDios, no estaba ninguno de los com-pañeros, y sin pensarlo dos vecesavanzamos hasta el tercer piso”.

Durante el rescate y salida del hospital policial, Rafael Correa fue protegido por sus cercanos colaboradores, escoltas y personal del GEO, GIR y GOE, en una operación intensa.

Las víctimasEn la incursión militar hacia el

Hospital de la Policía resultóherido el soldado Jacinto Cortez.

Murió al día siguiente en elhospital del IESS.

El estudiante de Economía, JuanPablo Bolaños, recibió dos

disparos, uno letal en la cabeza yotro en la pierna. En el hospital

solo confirmaron su muerte.

El soldado Darwin Panchi fueasesinado mientras conducía el

vehículo de la Unidad deInteligencia Militar.

Durante la violenta jornada del30 de septiembre, también murióel policía Efrén Calderón, cuandointentaba evitar un saqueo en elsector de La Marín, en un hecho

confuso. Ese día hubo 274heridos en todo el país.

El sectorEl Hospital Metropolitano, el

edificio Meditrópolis, y lasviviendas aledañas se convirtieron

en un refugio improvisado.

Ahí se prestaba socorro a losciudadanos y uniformadosheridos. En la mañana era

común la asfixia, pero caída lanoche las heridas eran de bala.

Hasta el edificio M e d i t ró p o l i sllegó la ministra coordinadora de

la Política, Doris Soliz. Suintención era entrar a la

habitación de Correa, pero laviolencia se intensificó en las

calles y le fue imposible.

Como resultado del ataque,militares y civiles se refugiaron en

los domicilios de gente que, porvoluntad propia, ese día salió a

defender la democracia.

El ex comandanteFreddy Martínez sehabría arrodilladopara pedir que sedetuviera laincursión militar

A las 17:30,Inteligencia Militarnotifica que laintegridad delPresidente está enp e l i g ro. . .

Page 7: Especial del 30 de Septiembre

-S

Por la avenida Occidental llega unescuadrón del GIR. Sus compañerossublevados los reciben con insultos.Tratan de amedrentarlos lanzándo-les palos y llantas, pero la misión deellos es entrar al hospital. De formapacífica superan el tumulto.

Al poco tiempo, la presidentaencargada de la Asamblea, Irina Ca-bezas, consigue el “p e r m i so ” de lossublevados para ingresar a la ha-bitación de Correa. Un miembro delGIR, a quien identificó como FroilánJimenez, garantiza el acceso de suvehículo, un Nissan Patrol colorplata hasta la puerta de Emergencia.Ella viste una bata y mascarilla.

Una vez adentro, Correa es pues-to al tanto de las novedades: “Laoposición pide la derogatoria de laley y la amnistía para los suble-vados. Solo así le permitirán aban-donar el hospital”. La respuesta esenfática: “No cedas, Irina”.

En la calle la situación es crítica.Los civiles se aglomeran bajo elhospital, mientras los militares seacercan por dos rutas. Unos formanel primer anillo de seguridad y losmiembros del GEO ingresan pararescatar al Presidente. La emociónentre las personas es tal que en-tonan el Himno Nacional.

Ante el inminente riesgo de unenfrentamiento armado entre po-licías y militares, la tensión se apo-dera del hospital. Los periodistasque a lo largo del día aguardaron enlos pasillos del tercer piso, se ponena buen recaudo.

En la habitación de Correa elcomandante Martínez habría su-plicado que se detuviera la incur-sión militar. “Se arrodilló y no con-troló las lágrimas. Estaba preocu-pado por su gente, pero ya era tarde.Un miembro de la escolta presi-dencial le dijo que ya no era sudecisión, que se trataba de un asun-to de seguridad nacional”, contóuno de los presentes.

Durante la incursión, los mili-tares y miembros del GIR se en-cuentran en los pasillos por cuatroocasiones. En la puerta de la ha-bitación 302, los militares intentandesarmar al GOE. “¡Manos en lacabeza! ¡Arrodíllense!”. “De rodi-llas nunca”, les contestan.

Los unos no confían en los otros yhay hostilidad entre ellos, pero porun segundo reflexionan y se con-vencen de que su objetivo es elmismo. Lo que estaba claro es queno había coordinación entre ellos.

Cuando llegan hasta el Presiden-te, él se asegura: “¿Son del Ejér-c i to ? ”. Con esa certeza, le entreganun casco, una mascarrilla antigás yun chaleco antibalas, mientras locolocan en una silla de ruedas.

El Presidente estaba muy tenso.Temía por su vida. Se arregló lacamisa y la corbata. Se persignó ytodos salieron casi de inmediato trespisos hacia abajo, a ratos a oscuras.

Afuera, el Grupo Especial de Co-

mandos del Ejército se enfrenta acon francotiradores de la Policía,ubicados en la terraza de MedicinaLegal (morgue).

Quienes lo acompañaron minu-tos antes se echaron al piso cuandoescucharon las primeras detona-ciones. Una de ellas impacta en laventana. En varias tomas de la In-teligencia Militar se observan lasllamas que dejan las ráfagas.

En los corredores se escuchan losgritos de la gente y más de uno sedesmaya a consecuencia del gas la-crimógeno disperso en el ambiente.La idea era llevar a Correa al ve-

hículo blindado que esperaba en elacceso principal, pero el cruce defuego revela el peligro y los agentesespeciales deciden avanzar hacia lapuerta de Emergencia.

Ahí esperaba el vehículo de IrinaCabezas, resguardado por agentesdel GIR, que elevaban sus escudos.Pero al primer intento de evacuar eledificio los reciben con balazos.“Somos policías, ¡no disparen!”,gritan los del GOE y se replieganhacia la puerta.

Cuando creen que todo está con-trolado, apagan las luces, y en ti-nieblas embarcan al Primer Man-

datario. Su vehículo es protegidopor un escudo humano formado pormiembros del GIR, que confiados enque sus compañeros policías lesrespetarán la vida abandonan elhospital, pero apenas pasan el ac-ceso principal el cabo segundo Froi-lán Jiménez cae por la acera de laavenida Mariana de Jesús.

A partir de ese instante, el ataquerecrudece. “Recibimos fuego indis-criminado. Se reventó el vidrio pos-te r i o r ”, cuenta un oficial que par-ticipó en el operativo, quien aseguraque la subametralladora HK de 9mm que portaban los GEO causamenos daño que los fusiles M-16, de5,56 mm, que “usaban los policías”.

Otro soldado relata que una bala5,56 mm le dio en el pecho, perogracias a una alimentadora que por-taba en el bolsillo del chaleco an-tibalas no murió de contado. Esanoche hubo 11 GEO heridos.

Arrinconados y ocultos tras losmuros que protegen los edificioscercanos se esconden los civiles. Los

más avezados se confunden entrelos militares, que repelen el ataque.De a poco caen los heridos, sind i st i n c i ó n .

En un video aficionado, regis-trado por un ciudadano agazapadoentre los pilares del edificio Me-ditrópoli, se ve caer a un jovenmientras levanta sus manos.

Al interior del hospital se vivenminutos de terror. Policías armadosbuscan a los ministros que acom-pañaban al Presidente. Richard Es-pinosa se oculta en un baño, con untraje de médico y una mascarilla.Irina Cabezas es trasladada de ha-bitación en habitación para con-fundirse entre los pacientes. Cuan-do todo se calma es posible la eva-cuación general.

En las calles, los ciudadanos ce-lebran la salida de Correa. Los mi-litares son ovacionados por el ope-rativo y retornan a sus cuarteles.

En la Plaza de la Independencia, alas 22:00, miles de ciudadanos es-peran el arribo del Primer Man-datario. Con el semblante recupe-rado, se dirige al balcón más alto deCarondelet para agradecer el res-paldo ciudadano, pero también con-firma la muerte de Jiménez.

Desde allí rechaza la actuación delos policías sublevados y desacre-dita los “m ot i vos ” expuestos a lolargo del día. Y dice que en este día“Todos hemos perdido”.

Ecuador TVEl ataque al edificio de losmedios públicos, que ese día seenlazaron en respuesta al Decretode Estado de Excepción, fue laotra cara de la sublevación.

De forma violenta, un grupo deciudadanos ingresó al estudio deEcuador TV para pedir un espacioen donde pudieran expresar suopinión.

Entre ellos, se identificó a ciertosactivistas y dirigentes vinculadoscon algunos partidos políticos dela oposición. Fueron vistos elcoronel Galo Monteverde, cercanoal ex presentador de televisiónCarlos Vera; Max Marín; Pablo yJosé Luis Guerrero, cercanos aLucio Gutiérrez; y María AlejandraCevallos, legisladora alterna delPartido Social Cristiano.

El apoyoVarios mandatarios y organismosinternacionales rechazaronpública y privadamente laintentona golpista.

Por iniciativa del entoncessecretario de Unasur, NéstorKirchner, se reunieron en BuenosAires seis presidentes paracondenar cualquier intento ded e se st a b i l i za c i ó n .

En menos de ocho horas semovilizaron: de Bolivia, EvoMorales; de Uruguay, JoséMujica; de Venezuela, HugoChávez; de Perú, Alan García; deColombia, Juan Manuel Santos; yde Chile, Sebastián Piñera.

La Organización de EstadosAmericanos (OEA) tambiénrechazó el “intento de alterar lainstitucionalidad democrática”.

Los militares que entraron en el hospital afrontaron la resistencia policial.

Los funcionarios deGobierno sevistieron de médicosy enfermeras paraocultarse de loss u b l eva d o s

07El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

francotiradores no escatimaron con sus metrallas. Froilán Jiménezabrió la puerta para que entrara Irina Cabezas. El comandante de laPolicía lloró y rogó para que el enfrentamiento no fuera sa n g r i e n to

i nte n s a . . .

Page 8: Especial del 30 de Septiembre

Infografía: Bruno Carranza Peñ[email protected]

Calle Díaz de la Madrid

Avenida Mariana de Jesús

Nicolás Arteta y Calisto

OE 78

Hernando Alber

Juan

Ace

vedo

Pasaje Díaz

Mar

iscal

Suc

re

Mariscal Sucre

�Hospital

Metropolitano

�Morgue

de la Policía

Un día caótico y fatídico Los policías insurrectos calcularon mal: si la intención era convulsionar a todo el país con su supuesta protesta reivindicativa, con la llegada del presidente Rafael Correa al Regimiento Quito sus planes fallaron. La atención se concentró en ese espacio que se convirtió en el escenario de la protesta social, la violencia desatada y la incursión militar para el rescate. Durante 13 horas, la zona fue el centro del caos con bombas lacrimógenas, disparos desde varios puntos, agresiones a la ciudadanía y, al final, la muerte de militares, policías y civiles. La actuación del GIR y GEO, leales al Gobierno, dividieron a los gendarmes.

LA INSUBORDINACIÓN Y EL RESCATE

Fuente: Informe militar de la operación “Rescate” y datos de la Unidad de Investigación del diario El Telégrafo

iscal

S

r de la operac

Anillo Externo de SeguridadMilitares del Ejército Nacional

dotados con equipo antimotinesresguardaron esta área.

Anillo interno de seguridadMiembros de la 1ª División del Ejército

bloquearon a los policías apostadosen el exterior del hospital.

Grupo Especial de Operaciones(GEO)

GOE

EdificioMetropolitano

VandalismoUna camioneta de usomilitar fue utilizada para obstaculizar el acceso.

�Hospital

de la Policía

Ruta de e

vacu

ación

Ruta de evacuaciónRuta de evacuación

Ruta de evacuación

09:30Correa llega al Regimiento Quito Nº 1 para intentar dialogar con los policías sublevados, pero lo reciben con insultos.

El Mandatario logra salir del recinto con una máscara antigás y es trasladado hasta el Hospital de la Policía.

De allí ingresa en una camilla mostrando signos de asfixia por el gas lacrimógeno. Luego permanece cercado por los policías sublevados.

12:30Policías toman la sede de la Asamblea Nacional de Ecuador.

12:35Correa denuncia a la Radio Pública, desde la habitación 302 del hospital, que su gobierno es víctima de un intento de golpe de Estado por parte de sectores opositores.

13:00El Gobierno de Ecuador declara el estado de excepción para que los militares asuman las tareas de la Policía.

18:00En declaraciones a la Televisión Pública -las primeras tras cinco horas y media de ausencia en los medios-, Correa asegura que sigue gobernando Ecuador y descarta un diálogo con los policías sublevados.

21:00Policías insurrectos se enfrentan a bala con militares leales que se acercaban al hospital en el que estaba retenido Correa.

El Grupo Especial de Comandos N° 9, elementos de la primera división del Ejército y de la unidad de tarea 4.2.4 fijaron y bloquearon a las fuerzas policiales que se encontraban atrincheradas en la parte externa del hospital, cubriendo el sector y permitiendo la aproximación de los vehículos con el personal del GEO.

Simultáneamente, miembros de la Brigada de Infantería N° 13, Batallón de Ingenieros N° 69, Escuela de Servicios y Especialistas del Ejército y Batallón de Comunicaciones N° 1, fuerzas que conformaban el cerco externo, bloquearon cualquier tipo de refuerzo que podían recibir elementos policiales. También apoyaban la salida de la población civil para facilitar las acciones del cerco interno.

21:35El Jefe de Estado es rescatado del Hospital de la Policía Nacional por elementos del GOE, GEO y GIR.Su salida se realiza en un Nissan Patrol.

21:50Desde un balcón del Palacio de Carondelet Correa pronuncia un emotivo discurso. Allí admite que ese día fue uno de los más duros de su vida y, sin duda, el más triste de sus casi cuatro años de gobierno.

RegimientoQuito 1

10:30Correa abandona el principal cuartel policial de Quito en medio de un tumulto y una nube de gas lacrimógeno.

7:30Cientos de policías ocupan y bloquean el Regimiento Quito y la pista del aeropuerto internacional Mariscal Sucre, en protesta -supuestamente- por la eliminación de incentivos y bonificaciones profesionales aprobada por la Asamblea Nacional a través de la Ley de Servicio Público.

Máscaras antigás

Cascos antimotines

QU I TO

Aeropuerto

Hospitalde la Policía

Fallecidosdurante balacera

� Froilán JiménezMiembro del GIR

� Jacinto CortezEquipo de avanzada

� Darwin PanchiUnidad de Inteligencia FF.AA.

� Juan Pablo BolañosEstudiante de economía

21:36Momento en que Froilán Jiménez, miembro del GIR, cumpliendo su deber como escudo de protección del Presidente, cae abatido en la salida del hospital.Municiones

halladas enlas víctimas Las balas 556 mm (conocidas en Estados Unidos como 223), modelo 193 (núcleo de plomo), son fabricadas para el fusil M16 A1. Mientras que las 223, modelo SS 109 penetrante (núcleo de acero), son para el M16 A2.

223 M SS 109

223 M 193

Francotiradores sublevados

N

Habitación 302Por más de 10 horas Correa se refugia en el tercer piso del hospital, resguardado por efectivos élite de las FF.AA. y de la Policía.

Escudosblindados

Nissan Patrol

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nando Alber

g

Unidad de Intervención63 efectivosdel Grupo Especial de Operaciones(GEO) accedieron al Hospital de laPolicía y rescataron al Presidente.

30-S08El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

09El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

Page 9: Especial del 30 de Septiembre

30-S10El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

USO INADECUADO DE BIENES PÚBLICOS

Las pérdidas superanel millón de dólares

La auditoría determinó que en algunos destacamentos habíagranadas y más municiones que las registradas. No se detectófaltantes, a pesar de que el 30-S se utilizó materiales de la entidad

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

A un año de los acontecimientos del30 de septiembre de 2010 no se halogrado establecer cuánto le costó alpaís la insubordinación policial.

En un intento por determinar siexistió o no un uso inadecuado delos bienes públicos, la Contraloríainvestigó el periodo comprendidoentre el 29 de septiembre y el 1 deoctubre de 2010; pero fue poco loque se avanzó.

La auditoría comparó los inven-tarios de armas, municiones, per-sonal, vehículos y blindados asig-nados a la institución con las imá-genes captadas por los medios decomunicación; pero fueron más lasdudas que las certezas.

Sobre los incidentes en la Asam-blea Nacional, por ejemplo, elmiembro de la escolta legislativa acargo del rastrillo (bodega) informóque por disposición de sus supe-riores entregó 18 bombas lacrimó-genas y una carabina lanza gasestruflite, pues le notificaron que ha-bía “manifestantes frente al edi-f icio”. A las 20:00 del mismo díatodos los bienes fueron restituidos,por lo que la auditoría concluyó queno se registró ningún faltante.

Otra de las inconsistencias evi-denciadas en el informe es que sehalló municiones y artículos an-timotines en exceso, es decir, que noconstaban en los registros de lai n st i tu c i ó n .

En la Jefatura de Seguridad dePichincha habían 15 granadas demano, 14 proyectiles de gas de cortoalcance y 2.350 municiones 9 mm.En el Comando de Tránsito se en-contró 54 granadas de mano, 95proyectiles de gas de largo alcance y12.910 municiones. El Grupo Ae-ropolicial tenía 100 municiones 9mm, la Escolta Legislativa 63 es-cudos antimotines y la DirecciónNacional Antinarcóticos 5 fusiles,entre otras dependencias.

También se determinó que des-pués de la jornada del 30-S losuniformados no devolvieron sus ar-mas en dotación y demás materialantimotines asignados, como co-rresponde después de concluir unturno. El ex director general de laPolicía justificó el hecho diciendoque por la gravedad de la situacióntodos los rastrillos fueron asegu-rados desde temprano, por lo que nose podía recibir el material como enuna jornada regular.

Pese a ello, la auditoría reco-mendó establecer controles más es-trictos y realizar verificaciones fí-sicas del material que ahí reposa.Además, sugirió tomar acciones co-rrectivas si se llegare a determinar

res p o n sa b i l i d a d es .La noche del 30-S, después de

que el Presidente de la Repúblicafue rescatado del Hospital de laPolicía, un blindado de la mismainstitución circuló por la avenidaMariana de Jesús para repeler a losmilitares que participaron en eloperativo, lo que quedó registradoen las tomas de televisión y fo-tografías de aquel día.

La Contraloría intentó identifi-car al conductor, pero fue inútil.Uno de los policías asignados a lavigilancia en el Regimiento Quitoaseguró que cerca de las 21:00 “per-

sonal desconocido” violentó las se-guridades del blindado de placasSU-216 desde el parqueadero de esadependencia, para llevarlo a las ma-nifestaciones y luego abandonarlofrente a la prevención.

Aunque se identificó a todo elequipo de uniformados que laboróesa noche, ninguno vio cuando elvehículo antimotines fue “s u st ra í -do”, pero en lo que sí coinciden esque sólo personal capacitado podríau t i l i z a rl o.

Los auditores constataron que elvehículo recibió varios impactos debala en la corona, parabrisas y cris-

tales laterales, pero no se determinóel costo de los daños.

Durante la jornada del 30-S lospolicías sublevados se desplazaronen motos y vehículos de la ins-titución, tanto en Quito como enotras ciudades. Incluso en el Re-gimiento Quito los motociclistas setomaron la pista para evitar queaterrice el helicóptero que debía res-catar al presidente Rafael Correa.

No obstante, la auditoría no logródeterminar responsabilidades. Enrecintos policiales no se registró elingreso o salida de los vehículos. Losnombres del personal eran inco-rrectos o no coincidían con el ve-hículo asignado.

Lo que sí estableció la inves-tigación es que el día en que laPolicía no laboró, representó uncosto de 1’386.732,38 dólares. Has-ta fines de noviembre de 2010, 19uniformados fueron sancionadoscon detención preventiva, 23 conmedidas cautelares y 98 a órdenesde los consejos de Generales, Su-perior y de Clases y Policías.

El informe también detectó in-consistencias en la entrega de do-taciones al personal y que los re-gistros de los rastrillos se realizande forma manual, es decir, que no severifica físicamente los materiales,equipos y municiones que ingresany salen de la institución.

La norma establece, por ejemplo,que un policía debe recibir 50 mu-niciones como dotación y 80 para lapráctica de tiro; pero la realidad esdiferente. Según el ex director deLogística, consultado por la audi-toría, ello se aplica de acuerdo a latarea del policía: “Los de Tránsito noson iguales a los de Antinarcóticos,ni estos a los de la Policía Judicial”.

Por eso era común que los uni-formados adquieran por su propiacuenta municiones de diferentescaracterísticas a las entregadas ofi-cialmente, por lo que el informeconcluyó que además de las uni-dades de rastrillo oficiales existían“mini rastrillos” i n d i v i d u a l es .

El mismo mecanismo operabacon la dotación de esposas, toletes ypistolas. No todos los tenían y loscontroles eran mínimos cuando al-guien reportaba una pérdida.

La investigación tomó más deseis meses, pero del informe final seestablece que el obstáculo para de-terminar responsabilidades fue lafalta de documentos que respaldenla gestión policial.

S u ste n toLas notas de prensa y tomas de

televisión contribuyeron paraidentificar los puntos de mayor

conflicto y los posiblesre s p o n s a b l e s.

La auditoría también analizó losinventarios de las armas,

municiones, vehículos y materialde dotación; información que fueproporcionada por la Dirección de

Logística y de Personal de lamisma institución.

El Ministerio Coordinador deSeguridad, la Central

Metropolitana Ojos de Águila yotras instituciones también

aportaron datos importantes.

Esa información fue contrastaday verificada con los registros de

otras dependencias, por ejemplo,de matriculación vehicular.

Más datosDurante la investigación, el

equipo de auditores recibió dosbombas lacrimógenas que fueron

recogidas en el desarrollo de losacontecimientos del 30 de

se pt i e m b re.

El propósito era identificar a lainstitución que las adquirió. Launa tenía inscrito en el centro:Defense Tecnology F515CS; y la

otra era marca Cóndor, loteA JO-K.

Sobre la primera, la Policía y elGrupo de Intervención y Rescate

(GIR) aseguraron que no formabaparte de su inventario. El GIR

incluso afirmó que no era partede su material de dotación.

De la segunda, la empresadistribuidora informó que un añoantes fue adquirida por las FF.AA.

El uso indebido de los vehículos de la Policía fue auditado por la Contraloría.

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA

El 30-S lasunidades policialesno registraron lasalida, destino yretorno de losvehículos oficiales

Page 10: Especial del 30 de Septiembre

AUNQUE LA PROTESTA NO FUE EFECTIVA EN TODAS LAS PROVINCIAS

La ciudadanía quedósin resguardo policial

Los destacamentos policiales de las principales ciudades del país sesumaron a la revuelta. Dejaron sus puestos de trabajo para quemarllantas, bloquear carreteras y elevar consignas en contra del Gobierno

30-S 11El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

“¿Cómo podemos actuar si los quenos dirigen son ex miembros deAlfaro Vive? ¿Cómo podemos ac-tuar si son ellos los que atacan a lospolicías? Este es solamente el iniciode una lucha combativa”, anunciabael teniente coronel de la Policía,Marcelo Vaca, ante decenas de gen-darmes que el 30-S se manifestaronen las calles de Guaranda.

Al parecer, la protesta era a nivelnacional: “Hemos llamado a la ciu-dad capital y el glorioso RegimientoQuito no dará un paso atrás hastaque se respeten nuestros derechos.También conocemos que el gloriosoRegimiento Guayas se ha tomado elPuente de la Unidad Nacional, parahacer escuchar nuestras voces... Lalucha de la Policía no es única,estamos apoyados por compañerosde la Comisión de Tránsito del Gua-yas y miembros de las FF.AA.”.

Según Vaca, a la protesta se ha-brían sumado también los estu-diantes de la Universidad Estatal deBolívar, funcionarios de la Prefec-tura y otros servidores públicos.

Actualmente el oficial es procesadoen la etapa de juzgamiento.

Es que mientras los policías in-surrectos se tomaban el Regimien-to Quito, en Guayaquil y otras ciu-dades se propagaba la protesta.

Varios policías y vigilantes de laComisión de Tránsito bloquearonel Puente de la Unidad Nacional, laavenida de las Américas y la ave-nida Portete, cerca a la Policía Ju-dicial. Su ausencia en las callesdejó pérdidas millonarias por losdesmanes que se produjeron.

Hasta el mediodía del 30 deseptiembre el puerto principal vi-vió un caos, por lo que la Marinahabría decidido intervenir paradespejar a los sublevados.

Ante el riesgo de un enfrenta-miento armado, los mandos poli-ciales de ese momento se habríancomprometido a que sus subalternosretomarían sus actividades con el fin

de evitar que la Marina actúe. Así, lasublevación empezó a perder fuerza yse concentró en la capital.

Los desmanes también se ex-tendieron a Macas. Fuentes infor-maron a este diario que el coronelOswaldo Chérrez de la Cueva, en-tonces comandante de Policía deMorona Santiago, también parti-cipó de las protestas.

Y con él estuvo Pepe Acacho, eldirigente indígena y director de laradio Arutam, que en septiembre de2009 participó en las manifesta-ciones donde murió el profesorshuar Bosco Wisuma.

Su familia y la comunidad in-dígena responsabilizaron de lamuerte a los policías que aquel díareprimieron a los manifestantes. Porese caso, Acacho fue arrestado unosdías por el presunto delito de te-rrorismo, al haber convocado a unamovilización a través de la radio.

En Cuenca también se intentóplegar a la protesta, pero fue poco loque se consiguió. Los mandos po-liciales impidieron cualquier inten-to de rebelión y los uniformadoslaboraron casi con normalidad.

Al norte del país los policías aban-donaron el puente internacional deRumichaca. Eso permitió el libretránsito peatonal y vehicular. Aun-que los fedatarios del Servicio deRentas Internas no dejaron de che-quear el paso de las mercancías.

El informeUna auditoría realizada por laContraloría General del Estadodeterminó que los gruposespeciales de la Policía delGuayas no se sumaron a lasp ro te st a s.

Según el reporte, el Grupo deIntervención y Rescate (GIR) sehizo cargo de la seguridadciudadana cuando suscompañeros policíasabandonaron las calles.

Lo mismo hizo el Grupo de ApoyoOperacional (GOE) de esa ciudad.Parte del personal se dirigió a laPenitenciaría del Litoral paraevitar intentos de fuga.

Otros acudieron a la Feria deDurán, en donde la instituciónmantenía un stand desde el díaa nte r i o r.

María Fernanda Restrepo luce un cartel en las inmediaciones del Regimiento Quito. Minutos después los ciudadanos fueron reprimidos por los policías que custodiaban la zona.

En Chimborazo, Tungurahua eImbabura los policías se sumaron ala causa. Con la quema de llantas yal grito de “la tropa, unida, jamásserá vencida”, paralizaron sus ac-t i v i d a d es .

La consigna era recuperar los“d e re c h os ” que ellos creían afec-tados con la Ley de Servicio Público;pero a la protesta también se su-maron algunos estudiantes, vincu-lados al Movimiento Popular De-mocrático. “El pueblo uniformadotambién es explotado”, se escucha-ba en las principales avenidas. Al-gunos cantones de Los Ríos tambiénse quedaron sin resguardo policial.

En Esmeraldas, en cambio, losinfantes de Marina del Comando deOperaciones Norte tuvieron que pa-trullar las calles desde las 11:30,ante la ausencia de los policías, pararesponder a la ola de asaltos que seprodujo ese día.

Otros sitiosEn Galápagos la situación semantuvo bajo control. En lasprimeras horas de la mañana seadvertía de un posiblelevantamiento, pero fueco nt ro l a d o.

La Contraloría constató que en laregión insular no hubo un maluso de los bienes públicos, comose presumía en el resto del país.

En la provincia de El Oro,específicamente en Huaquillas,los policías intentaron bloquear eltránsito vehicular, pero fuem o m e nt á n e o.

La ausencia de la Fuerza Públicadio paso a que una banda dedelincuentes asalte la agencia delBanco Nacional de Fomento en elcantón Santa Rosa. El orden sereinstauró por la tarde.

En Guaranda lospolicías sublevadosdecían tener elrespaldo deburócratas ye st u d i a nte s

En Macas, eldirigente indígenay director de radioArutam, PepeAcacho, apoyó alos sublevados

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA

Page 11: Especial del 30 de Septiembre

30-S12El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

LA CRISIS INTERNA DE LA POLICÍA LLEVA VARIOS AÑOS

Una cadena de líos ymandos irrespetados

En la última década se acumularon muchos problemas. Todos notuvieron una respuesta oportuna y estructural. Rencillas internas ydenuncias de corrupción aceleraron el deterioro institucional

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Desde el 2007, la crisis institucionalde la Policía se evidenció en el des-contento no solo de la tropa, sinotambién de los oficiales. Había pro-blemas acumulados, rencillas entrelos mandos, disputas entre los gruposoperacionales y hasta actos de co-rrupción no procesados.

La llegada del nuevo Gobierno, en2007, puso en alerta a algunos de susgenerales. Más de uno advirtió que lallegada de Rafael Correa traería con-secuencias. “Imaginamos un esce-nario de conflicto, pues los prin-cipales dirigentes, de algún modo,habían sido señalados como sub-versivos y hasta fichados”, dice ungeneral en servicio pasivo.

En el mismo año se crea unaComisión de Modernización de laPolicía, con el objetivo de renovar lainstitución en los campos operativos,administrativos y también en la ima-gen frente a la sociedad.

Una sospecha también se sembróentre los policías: la creación de laComisión de la Verdad apuntaba aquienes supuestamente habían vio-lado los derechos humanos. Huboreuniones entre los generales en ser-vicio pasivo y ellos apelaron a los delservicio activo a pronunciarse di-rectamente con las autoridades.

En 2008 se crea el Plan Nacionalde Seguridad Ciudadana, diseñadopa ra ser desarrollado durante dos años,al que se le asignó 320 millones dedólares para cubrir las necesidadeslogísticas. Aparentemente resolveríaalgunos problemas y se ahogaría cual-quier presión desde los mandos haciaabajo y viceversa. Algunos oficiales sequejan de que ese dinero no se invirtióadecuadamente y no cumplió a ca-balidad el propósito fijado.

En medio de esas circunstanciasocurrió el ataque a Angostura (mar-zo de 2008) y reveló el trabajo querealizaban ciertas unidades de laPolicía: coordinaban con entidadesextranjeras, cumplían órdenes y noreportaban a las autoridades civiles.Ahí se destituye a Bolívar Cisneros yse nombra a Jaime Hurtado comocomandante general, quien en mayode 2009 es reemplazado por FreddyMartínez.

Con esa designación comenzaron acircular rumores, había sospechasentre los mandos y hasta se hicieronevidentes los correos y panfletos quecirculaban entre los cuarteles y re-g i m i e n tos .

Una de las supuestas acusacionesera que la cúpula policial no gozabadel prestigio ni el reconocimiento conla tropa y los oficiales más jóvenes,como se evidenció en la reunión del16 de septiembre de 2010 en el mis-

mo Regimiento Quito, en la que setrataron esos temas y sobre los cualesMartínez hizo una evaluación au-to c r í t i ca .

Con la aprobación de la nuevaConstitución también llegaron otrosproblemas y reclamos.

Uno fue el paso de las compe-tencias del tránsito a los municipios.Según el asambleísta Virgilio Her-nández, ese cambio se sustentaba enuna serie de problemas que se acu-mularon: corrupción en el trámite delicencias, en la revisión vehicular,semaforización y entrega de permi-sos, regularización de taxis ilegales,

entre otros. Algunos policías apro-vechándose de los trámites de re-gularización de vehículos habrían in-vertido en cooperativas de taxi eje-c u t i vo.

Y cuando en junio de 2010 se hacepúblico el Informe de la Comisión dela Verdad, al interior de la Policíahubo reuniones y hasta elaboraronmanifiestos de protesta. Según elInforme, la Policía fue responsable de32 ejecuciones extrajudiciales, 9 de-sapariciones forzosas, 214 privacio-nes ilegales de libertad, 275 víctimasde tortura y 72 hechos de violenciasexual, desde 1988 hasta 2007.

Desde esos meses, además tam-bién se iniciaron acciones de in-teligencia para verificar la vincu-lación de ciertos policías con bandasdel crimen organizado y accionesdelictivas usando personal y arma -mento policial.

Uno de los principales casos fueel de la desaparición de Jordi Ce-deño, ocurrida el 30 de octubre de2009, en el sector El Inca, enQuito. Y eso dio lugar a una de-cisión trascendental y dura contrala Policía: la desarticulación delGrupo de Apoyo Operacional(GAO), además de la detención devarios de sus miembros, algunosson señalados como impulsadoresde varias acciones del 30-S.

A eso se suman otros eventos quegeneran más dudas entre ciertosmandos y autoridades civiles: elincremento de la inseguridad, laaparición del sicariato, como la pri-mera forma de homicidio en elEcuador. Pero había una pista quetodavía no tiene una indagacióncompleta y tampoco sanciones: en

algunos de esos delitos habrían par-ticipado gendarmes.

Pero lo que más sacudía a lainstitución en los últimos meses,previo al 30-S, fue la intensidad delas denuncias y acusaciones pu-blicadas en los correos y panfletos.Y hasta había rumores de que lasalida del comandante general Fred-dy Martínez era inminente. Igual sedecía que había aspirantes al cargoque hacían contactos, lanzabanmensajes y hasta que uno de ellos semandó a hacer tarjetas de presen-tación con el nuevo cargo.

Igualmente, denuncias de corrup-ción los pases, manejos arbitrarios defondos de las entidades ligadas a laPolicía, como empresas y comisa-riatos, sembraron la discordia, losmalos entendidos y hasta rencillascon tintes de venganza.

La llegada de Gustavo Jalkh pusoen otro escenario la situación po-licial: al plantear una definicióninstitucional sobre la base de cier-tos principios, todos supeditadosal mando civil, para transformar ala Policía en una entidad moderna,pero comunitaria, al servicio de laciudadanía, respetando los dere-chos humanos de los ciudadanos ytambién de sus miembros, no gustódel todo a varios mandos.

Y en ese momento se pide hablarcon el Presidente para expresar susreclamos. Pero eso ya no ocurrió.

Pro b l e m a sProblemas Judiciales. Desde hace

más de cinco años en la PolicíaNacional surgen roces con el

sistema judicial. Sus quejas sehan enfocado en que los juecesno han permitido que la Policía

separe a los malos elementos dela institución, a pesar de que

estaban comprobados sus lazoscon bandas delictivas.

Alrededor de 600 policías fueroninvestigados por sus conexionescon el crimen organizado, que a

decir de especialistas opera atodo nivel y la Policía no es la

excepción. Sin embargo, lamayoría de estos policías ha

regresado a la institución con losmismos derechos y beneficios,

debido a amparosconstitucionales que los protegen

de acuerdo a las leyes,impidiendo así la depuración.

C r í t i ca sLas principales críticas de la

ciudadanía aumentaron cuandogrupos de veedurías ciudadanascuestionaron el pago de policías

y jueces para que trabajen enespacios descentralizados de

atención y seguridad ciudadana.

Apoyo económico. Un porcentajede los impuestos que los

ciudadanos pagan en algunasciudades está destinado también

para apoyar logísticamente a laPolicía, especialmente a la que

realiza labor comunitaria.

Investigadores sociales afirmanque la poca investigación en lo

que se refiere a seguridadciudadana es uno de los

factores que no permite a laPolicía implementar las

estrategias correctas en cadasector del país.

Los estudiantes han sido tradicionales rivales de los policías en las luchas callejeras.

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Las denuncias decorrupción y hastala vinculación conbandas criminalesaceleraron la crisisi nte r n a

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NUEVA LEY ORGÁNICA DE LA POLICÍA ESTÁ EN MARCHA

Una reestructuraciónpara una nueva época

Las quejas del personal de tropa se deben al maltrato por parte delos oficiales. Y también los mandos demandan otro tipo de formación,pero agresiva. Los cambios legales, dicen, deben ser socializados

30-S 13El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Una Policía fracturada y desacre-ditada es la consecuencia del 30 deseptiembre de 2010. Un antes y undespués que marcó a los uniforma-dos. A un año de la revuelta policial, lainstitución aún debe lidiar, cada día,con las secuelas de la sublevación.

Su credibilidad sigue afectada y lacúpula no ha podido borrar la imagende golpistas que recae sobre los uni-formados. Policías, que prefierenocultar sus nombres, cuentan que enlas calles soportan los insultos de lagente que los llama “policías gol-p i sta s ”. “Perdimos autoridad y pres-tigio”, afirma uno de ellos.

Producto de la insubordinación seha identificado 100 gendarmes pro-cesados judicialmente por diversosdelitos, además de 1.300 trámites ysanciones disciplinarias que siguensu curso internamente.

Un policía que afrontó uno de losprocesos y fue absuelto, cuenta que lacúpula, en su afán de reivindicarsecon el gobierno, dio de baja a todos losinvolucrados, sin darles derecho a ladefensa de manera justa.

Policías retirados, activos y pa-sivos coinciden en una cosa:“Cuando pasa algo, la instituciónnos da la espalda inmediatamente.No importa cuánto uno le hayadado a la Policía, al menor ma-lentendido quedamos desprotegi-d os ”. Las investigaciones internassiempre encuentran a todos cul-pables, asegura otro policía.

Después de la sublevación, loscambios estructurales que el Go-bierno estaba implementando en di-versas instituciones también inclu-yeron a la Policía Nacional. El bo-rrador del Código Orgánico de laPolicía está siendo analizado para supróxima aprobación.

Entre las reformas consta la eli-minación de los Tribunales de Dis-ciplina, así como igualar las san-ciones de los policías con los ser-vidores públicos.

Investigadores sociales que si-

guen a profundidad los temas deseguridad, explican que se debe qui-tar definitivamente el carácter mi-litar a esta institución, ya que sutrabajo es directamente con la so-ciedad y tiene funciones específicas.Incluso aseguran que los cambiosdeben empezar por definir la doctrinay principios para la formación y pre-paración formal.

Una de las quejas de los policías esque hasta ahora han sido vejados,maltratados, casi torturados comoparte de su entrenamiento, lo que “síinfluye en una conducta extrema-damente represiva”.

Por su parte, el Primer Man-datario ha cuestionado duramentela actuación policial del 30 de sep-tiembre. En una de sus declara-ciones aseguró que “La Fuerza Pú-blica no puede ser deliberante. Ima-gínese el momento en que para to-mar una medida yo tenga que ir aconsultar a los policías o los ge-nerales de las Fuerzas Armadas.Absurdo. En todas partes del mundola Fuerza Pública es obediente”.

Algunos de los cambios que seplantean son los roles y tareas en-cargados a los gendarmes. Uno de lospuntos más cuestionados dentro de lainstitución es el planteamiento deque la protección de autoridades y elcontrol migratorio pase a manos deun grupo de civiles especializados enel tema.

Un ciudadano simpatizante de la Policía intenta poner derecho el cartel, cuando acudía a las instalaciones del Regimiento Quito para apoyar a los subleva d o s.

Sobre las funciones y responsa-bilidades de la Policía Judicial sediscute la posibilidad de la creaciónde un grupo de investigadores civiles,que serían personas con estudios endistintas ramas, quienes estarían en-cargados de recibir todas las pruebasy documentación que la entidad re-coja en asesinatos, fraudes y demáscasos. Así, este grupo sería el res-ponsable de realizar un trabajo ex-haustivo en la fase investigativa detodos los procesos.

Sin embargo, los uniformados hanexpresado su inconformidad, adu-ciendo que un civil no puede realizarun trabajo de esas características. Deigual manera señalan que pasar detareas administrativas y hasta bu-rocráticas a las operativas de se-guridad conlleva un nuevo entre-namiento para esos policías, puesafrontarían problemas que luego selos achacarían solo a ellos.

100 uniformadosfueron procesadospenalmente porhaberse sublevadoel 30 dese pt i e m b re

En la institución siguela inconformidad porlos cambiosestablecidos y lasnuevas tareasasignadas

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Pro cesosLas muertes de policías y civilesse encuentran en indagaciónprevia, según la Policía y elMinisterio del Interior.

Los policías con procesosadministrativos han apelado ladecisión de los consejosdisciplinarios de sancionarlos conla baja. Estos uniformados siguentrabajando, pero no utilizanuniforme y reciben un porcentajemenor en su salario.

Los uniformados procesados porrebelión son en total 47; sinembargo únicamente 15 seránllevados a juicio; aún se espera lafecha para que inicie el procesode juzgamiento. En las diferentesprovincias, los procesos seencuentran en etapa deapelación.

C a m b i osEl modelo actual que rige en lainstitución data de 1937. Elproyecto de Ley Orgánica de laPolicía está dividido en tres libros,para abordar y afrontar temascomo la prevención einvestigación y un renovadorégimen disciplinario.

El control migratorio de puertos yaeropuertos estará dirigido porciviles, según el proyecto.

Actualmente existen 174 tipos defaltas en los reglamentosdisciplinarios de la Ley Orgánicade la Policía; pero en la nuevanorma se establecerá 57. Lasnuevas Unidades Administrativaspara sancionar seránconformadas por policías ypersonal del Ministerio delInterior, garantizando respeto alos Derechos Humanos.

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30-S14El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

EL BALANCE HISTÓRICO DE LA INSTITUCIÓN

La Policía necesitacambios simbólicos

El 30-S revela una crisis institucional estructural que viene desde hace30 años. Su autonomía y fragmentación hicieron que su desarrollohistórico no guarde relación con los procesos de cambio del país

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Los hechos del 30 de septiembre del2010 pusieron a la institución po-licial en la palestra pública y social.Dejando serios cuestionamientossobre su labor y futura respon-sabilidad ciudadana.

Un análisis de la Policía desde suestructura y organización fue lo querealizó Fernando Carrión, expertoen seguridad de la Facultad La-tinoamericana de Ciencias Sociales(Flacso), en una entrevista realizadael 28 de septiembre de 2011 para laRadio Pública que se recoge a con-tinuación.

Los hechos ocurridos el 30-S noson de tipo causal, responden a unacrisis estructural de la instituciónde larga data que se pueden iden-tificar en dos momentos clave.

El primer momento se da en 1979cuando el país retornó a la de-mocracia, luego de la dictadura mi-litar. En el proceso se tomó encuenta solo a las Fuerzas Armadas,mas no a la Policía.

Y es que las Fuerzas Armadasdebían retornar a la democracia yser transformadas, por ser las cau-santes de los golpes militares.

Esta falta de intervención en elproceso democrático hizo que laPolicía tenga cierta autonomía, for-mándose desde los 80 en un cuerpomuy fuerte que se ha desarrolladohasta ahora así.

La independencia de la institu-ción le daba personalidad propia,personería jurídica, con sus normasy propios recursos, a diferencia delas Fuerzas Armadas que dependíandel Ministerio de Defensa.

El segundo momento se da en los90. El país comienza a jugar un rolprotagónico a partir de la imple-mentación del Plan Colombia en el2001, la integración de las áreas deproducción empiezan a articular loscarteles de México.

Así Ecuador se ubica en el con-texto internacional del narcotráficoy entra en una lógica de presencia demafias y organizaciones criminalesque empiezan a calar hondo en lasociedad nacional e incluso en elmismo Estado.

Con este escenario en el 2003 seproduce un aumento vertiginoso delnúmero de efectivos policiales, prác-ticamente desde ese año al 2006 setriplica el número de policías.

En el 2004, la misma Policíadecide establecer como política lamodernización de la institución.Recién en el 2007 el gobierno de laépoca le asigna recursos económi-cos: 330 millones de dólares, a car-go del Ministerio del Interior.

Los recursos fueron invertidos en

30.600 armas block, chalecos, ve-hículos, motos, etc.

La masiva incorporación de po-licías y su autonomía dio lugar aciertas distorsiones y hasta, se dice,la filtración de las mafias locales.

Grupos de élite importantes,como el GAO, operaban por sucuenta. Es decir, la Policía no soloactuaba independiente del Esta-do y la sociedad, sino que tam-bién al interior de la propia ins-titución estos grupos actuabansin control.

La cooperación internacional dedistintos países juega un rol clave

con el privilegio del combate a cier-to tipo de delitos. Por ejemplo, sepone en ese tiempo en agenda elterrorismo, coyoterismo y narco-tráfico. Paradójicamente el Ecuadorno tenía ampliamente este tipo dedelitos, pero en la Policía se for-maron grupos dedicados a esos pro-blemas y con muchos recursos.

La Policía, con respecto a losdelitos, gana autonomía frente alpoder público y al interior pierdecoherencia por el aparecimientode estos grupos de élite que ac-tuaban, prácticamente, de manerad i sc re c i o n a l .

Además, la institución tiene unconjunto de funciones: turismo, mi-gración y tránsito. Y estas accionesparalelas contribuyeron también ala alta fragmentación estructural.

La evolución histórica de la Po-licía Nacional caminaba a un ritmodistinto del proceso de transfor-mación del país y del proceso real delos delitos acorde a la sociedad. Asíperdió piso y legitimidad.

En este escenario, el nuevo go-bierno llega y actúa en dos frentes,dejando a la Policía en stand by.

Por un lado entra con sus po-líticas específicamente con lacreación del Ministerio del Inte-rior, que se dedicaba a la seguridady al vínculo con la Policía. Y se-gundo, se decide suprimir la au-tonomía de la institución y pierdeesa condición de ente con per-sonería jurídica, por lo que se su-bordina al poder político.

Estos cambios, entre otros, cau-saron la revuelta del 30-S.

Luego del fallido golpe, la ins-titución queda así: se abrió una

fractura con el mando cívico y po-lítico debido a que no se respetó a suMinistro del Interior, primero, y alPrimer Mandatario. Ocurrió unconflicto con las Fuerzas Armadas,que llegó y en 20 minutos solucionóel problema. Y, finalmente, el con-flicto con la ciudadanía.

Es decir, la Policía después del 30de septiembre queda muy mal pa-rada con este conjunto de conflictosa su alrededor.

Ahora ¿Cómo reconstruir su po-sición institucional? Se necesitauna nueva Policía consensuada des-de su interior, ya no con la propuestade modernización con más armas,sino con una nueva estructura ycomposición social que incluya di-versidad de género y equidad; queno sea solo la Policía de los blancos,mestizos y hombres; con una nuevanomenclatura de las jerarquías yuna nueva infraestructura, que yano sea bajo la estructura militar, decuarteles y regimientos.

Hay que dignificar la profesión,con cambios significativos y sim-bólicos: dejar de lado el camuflajede guerra, como uniforme, hay queimplementar otro, que no denoteque el policía está en guerra. Serequiere un gran consenso nacionalpara que en este proceso de tran-sición a la democracia la Policía seapartícipe y no sea dejada de lado,como sucedió en los 80.

Las mayores críticas a la institución han sido respecto de su concepción mili t a r.

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“Para el cambio nose va a sacar a los41.000 efectivos, setrata de un procesode composicióng ra d u a l ”

A n tesFernando Carrión: “En el 30 de

septiembre lo peor fue tener a laPolicía en la lógica militar, en los

regimientos que son parte de unalógica de cuartel, una

concentración de 3.000 policíasno debería existir”.

“Esa autonomía significaba quela Policía tenía personalidad

propia para manejarse, su propiocuerpo, las Fuerzas Armadas nohan tenido eso, ellas dependían

del Ministerio de Defensa”.

“Hay que dignificar la profesión,por ejemplo, yo no quiero ser

policía porque es una profesiónque no está dignificada, desde eluniforme, a mi manera de ver amí me atrae más el uniforme dela Armada. Debe haber cambios

s i m b ó l i co s ”.

En el futuroFernando Carrión: “La Policíadebe estar regada por todo elterritorio, en grupos de 100 ó

200 policías cuando más. Si sehubiese desmilitarizado su

estructura, el 30 de septiembrehubiera sido otra cosa”.

“El tema de género. Por ejemplo,¿cuántas mujeres policías hay?Muy pocas. Eso significa que es

una institución machista y sucomposición es básicamente

b l a n co - m e st i za ”.

“Hace poco la Policía tenía trajede camuflaje. ¿Qué significa

esto? ¿Estamos en guerra? ¿Ycómo me voy a acercar a un

policía que está en guerra?¡Nunca!, si le cambias de

uniforme, le pones una buenagorra y una buena camisa, hay

cambios”.

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Las reflexiones del Presidente del Ecuador señalan una miradahistórica de lo que ocurrió el 30 de septiembre. Y con su enfoque sedefinen también algunas líneas conceptuales de su visión política

30-S 15El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Cuatro meses después del fallidogolpe de Estado, el presidente RafaelCorrea ofreció entrevistas al ex di-rector del diario francés Le MondeDiplomatique Ignacio Ramonet y alhistoriador ecuatoriano Juan Paz yMiño Cepeda. Aquí se ofrece unaedición para destacar lo más sig-nificativo de ellas.

Presidente ¿por qué considerausted que fue un golpe de Estadoy no un simple motín policiaco?En base a la sociología política la-tinoamericana. Dada por la historia,un motín por parte de una fuerzaarmada ya se considera golpe deEstado. Y las informaciones de in-teligencia posteriores me indicanque eso fue planificado con tressemanas de anticipación. Los po-licías fueron claramente utilizadosese día, en base a la desinformaciónsobre una ley que era beneficiosapara ellos, como ahora lo reconocenampliamente. Detrás, había todauna conspiración para desestabi-lizar al Gobierno.

¿Su vida corrió peligro en esem o m e n to ?En el hospital policial, por supuesto.En un momento dado trataron losinsurrectos de ingresar al tercer pi-so, nos habíamos refugiado en elúltimo reducto que pudimos en-contrar. Yo tenía una reducida se-guridad, cuatro o cinco personasestaban dispuestas a dar la vida porel Presidente. Cuando intentarontumbar la puerta yo pedí una pistolatambién para defenderme. Aunqueyo no sé disparar, tampoco iba apermitir que me asesinen tan fá-c i l m e n te.

¿Cuál fue la situación de sufamilia en esos momentos?A eso de las nueve de la mañana a miesposa le empiezan a mandar men-sajes con amenazas: “Te vamos am a ta r ”. “Hemos secuestrado a Mi-g u e l i to ”. “Ya vamos por ti, ya van lasm otos ”. Ella tuvo que salir a lacarrera y así fueron evacuados deforma urgente y enviados a un lugarseguro, que por razones de segu-ridad no puedo revelar. Entoncesnos pusimos en contacto, hablamosdos o tres veces con mi esposa. Ledije: “Cálmate, no pasa nada”, peroevidentemente no se lo creyó. Es-taba siguiendo todo por televisión.En un momento determinado, mehacen entrevistas. La mala fe con-funde el no estar secuestrado contener comunicación. O sea como yotenía comunicación, no estaba se-

cuestrado. ¡Por el amor de Dios!Estábamos retenidos a la fuerzacontra nuestra voluntad en el Hos-pital de la Policía.

¿Pensó usted que la “Revo l u c i ó nCiudadana” se podía terminarcon el magnicidio?Todos somos necesarios, pero na-die indispensable. Mi muerte hu-biera sido un golpe muy duro parala Revolución Ciudadana, pero esto

no depende de una persona, yoestaba seguro que iban a salir milesde ciudadanos a tomar la posta yque por nada se iba a detener larevolución emprendida.

¿Es casualidad que haya habidouna sucesión de golpes de Estadoen los países de la AlianzaBolivariana de los Pueblos deAmérica (ALBA)?No es casualidad. Claramente sonintentos de desestabilizaciónorientados a los gobiernos de ver-dadero cambio. Para la oligarquíalatinoamericana, para los gruposnorteamericanos más reacciona-rios, para los “h a l co n es ” n o r tea -mericanos, la democracia en Amé-rica Latina es buena hasta que ellosdigan que hay que cambiarla. Lademocracia no les interesa en ab-

soluto, lo que les importa es man-tener sus privilegios, sus posicionesde poder. Por eso, permanentemen-te, los países progresistas de la re-gión, los de verdadero cambio, te-nemos que soportar conspiracionescomo en Venezuela, Honduras y Bo-livia.

Transcurrido el tiempo ¿cómo vaese camino de respaldociudadano y social al régimen?Siempre hemos reconocido que elrespaldo ciudadano y social es in-menso, histórico, pero no orga-nizado ni orgánico. Este es un de-safío que hay que enfrentar en laasamblea del movimiento propo-niendo una nueva estructura, conprincipios, estatutos, una nuevadirectiva nacional, etc.

Nuestro origen político fue suigéneris, nuestro movimiento espon-táneo captó a la ciudadanía y de ahíhemos ido construyendo, a dife-rencia de Evo Morales que viene deuna lucha de muchos años de losmovimientos sociales y tiene unaestructura de base, y a diferencia deHugo Chávez que tenía el movi-miento Quinta República.

Ahora el desafío es transformarese inmenso apoyo ciudadano y so-cial en una fuerza organizada concapacidad de movilización para quedefienda su gobierno.

¿Usted cree que estos peligros dedesestabilización se hanincrementado? ¿Su gobierno creeestar más estable frente a ellos osiempre hay una especie de vigíaatrás en alerta a lo que puedave n i r?Los peligros siguen ahí. Y seguiránmientras seamos un peligro para elsistema, para los poderosos, para el

El Presidente comprobó personalmente la agresividad de la actitud de los pol i c í a s.

status quo. Recibimos conspiracio-nes porque estamos cambiando larelación de fuerzas en función de lasgrandes mayorías.

¿Cómo ve la perspectiva de sugobierno en relación alcorporativismo, se ha quitado esabase antigua de la sociedade c u a to r i a n a ?Se han hecho cambios históricos, laConstitución marcó un hito, el cam-bio de jugar en la cancha del neo-liberalismo, al ahora en donde sejuega en la cancha de una de lasconstituciones más progresistas delmundo. Aunque todavía no logra-mos un cambio radical respecto a larelación de fuerzas, porque aúnexiste corporativismo, hay cambiosimportantes. Para seguir progresan-do es necesaria la implementaciónde leyes y políticas públicas en con-j u n to.

Hay una frase de Trotsky quedice: “La revolución necesita ellátigo de la contrarrevolución”.¿Piensa usted acelerar,radicalizar la RevoluciónCiudadana?Por supuesto, estamos de acuerdo.No hay revolución sin contrarre-volución. El proceso de cambio enAmérica Latina tiene grandes re-sistencias que si no se manifiestanno es que dejaron de existir, estánesperando la oportunidad para li-quidar esos procesos de cambio portodos los medios, como lo demos-traron aquí el 30 de septiembre:

agrediendo, disparando, matando,rompiendo la Constitución, tomán-dose la Asamblea. A esa gente, loque menos le interesa es la de-mocracia y el bien público. Por su-puesto que, después de esto, hayque ser mucho más contundentes,eficaces, precisos para aplicar laRevolución Ciudadana.

La situación de la Policía. ¿Cómoestá ahora?Es dura. La Policía ha sido un cuerpoarmado que nunca ha tenido controldel poder civil. Uno de los factoresque desencadenaron el 30-S es quetocamos intereses muy fuertes queresponden dentro de la institución agrupos e incluso a otros gobiernos.Ahora hay un desafío enorme quee n f re n ta r.

“Los países deIberoamérica handeclarado, en laúltima cumbre deMar del Plata, surechazo al 30-S”

Uno de los factoresque causa el 30-S,es la prisión de exmiembros delgrupo represivoGA O

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA Textu a l

Rafael Correa : “En el RegimientoQuito, los reclamos no eran paraun alza salarial, sino por elrechazo a que estábamosinvestigando atentados a losderechos humanos y por traspasode competencia”.

“Como he hecho en muchasocasiones, fui personalmente aconversar, consensuar, explicar.Pero cuando llegamos, nos dimosenseguida cuenta de que setrataba de una trampa política:nos recibieron con violencia”.

“Si quieren mátenme, pero nodestruyan a la Patria. Esa parte lahan editado. No lo dicen losperiódicos. Era precisamente,porque ya sabíamos que otroscuarteles policiales se estabanuniendo a la protesta y queempezaron los saqueos”.

Lo íntimoRafael Correa: “Yo con la piernatodavía convaleciente. Insisto erael primer día que había dejado elandador; tenía muleta y 25puntos en mi rodilla derecha queestaba hinchada. Tenía unaprótesis. Estaba muy debilitado”.

“Yo pensaba más bien en lasvíctimas que podría haber entreciviles, militares y policías. Muydolido, más que conmigo, tal vezindignado porque nuncaesperamos eso de la Policía a laque tanto hemos ayudado”.

“Están tratando de introducirse ami habitación por los techosestos policías en rebelión. Si algome pasa, la responsabilidad esde ellos. Yo solo quiero decirlesque mi amor por la Patria esinfinito y donde esté siempreamaré a mi familia".

RAFAEL CORREA / PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

“Cambiamos larelación de fuerzas”

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30-S16El Telégrafo | viernes 30 de septiembre del 201 1

EDICIÓN GENERAL ORLANDO PÉREZ

R E DACC I ÓN GEOVANNA MELENDRES, ANA MARÍA CALERO,OMAR JAÉND I AG RA M AC I ÓN DEPARTAMENTO DE DISEÑO E INFOGRAFÍAF OTOS DEPARTAMENTO DE FOTOGRAFÍA

EL DÍAQUE TRIUNFÓLA DEMOCRACIA

Un especial de 30 díasDiario El Telégrafo desarrolló una investigación a partir de dos conceptos

periodísticos: indagar en los documentos, testimonios y evidencias, ydestacar lo más significativo de los acontecimientos en función de acercarse

a la verdad. En esa búsqueda se revelaron dos ejes temáticos: lo ocurridoel 30 de septiembre de 2010 fue producto de un proceso político y social

que empezó hace más de 10 años, cuando se colocó a la Policía por fueradel control y autoridad del poder civil y político; y, en el vértigo de los

acontecimientos, algunos policías exhibieron sus verdaderas intenciones yrazones (no aceptar el cambio institucional, desconocer los mandos para

imponer los de su conveniencia), para lo cual acudieron y recibieron apoyode ciertos políticos de la oposición. Asimismo, el llamado 30-S mostró a

una ciudadanía mucho más politizada y favorable a los cambios dentro delorden democrático. Desde el 1 de septiembre se publicó informes diarios

que ahora reproducimos para su conocimiento en formato JPG.