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Entre la Libertad y la Sumisión Estrategias de Liberación de los Esclavos
En la Gobernación de Popayán durante la Independencia, 1808-1830
JUAN IGNACIO ARBOLEDA NIÑO
Monografía de grado
para optar al título de Historiador
Directora CLAUDIA LEAL LEÓN
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
BOGOTÁ
2006
2
A Cornelia, casada (pero sin marido) A Manuel de Jesús Gato, con medio dedo menos del pie A Manuel, recién nacido en 1819 A la Reyna Negra que trajo a las américas la libertad para los esclavos Y a los demás protagonistas sin rostro de esta historia inconclusa
3
Tabla de contenido
Introducción…………………………………………………………………………..4
1. La Esclavitud en la Gobernación de Popayán a Finales del Siglo XVIII y Comienzos del Siglo XIX……………..………….……………………………………………..…13
2. Fugas, Rebeliones, Compras y Libertades Espontáneas……………….………..…..20
3. Lealtad, Insurgencia o Indiferencia……………………………………………….…34
4. La Respuesta de la Elite……………………………………………………………..50
5. De la Devastación a la Permanencia………………………..……………………….53
Memoria de un Olvido………………………………………………………………58
Bibliografía….……………………………………………………………………….61
4
Introducción
Mi mirada se posó sobre mi mano. La reconocí; era una mano morena, etíope,
y mientras que mis labios seguían severamente cerrados, pegados uno a otro, negándose a la palabra y a la bebida,
trepó hacia ellos desde dentro una sonrisa, una sonrisa orgullosa, africana…
Walter Benjamin Haschisch
En 1816 Juan Camilo Torres, capitán de una cuadrilla de esclavos de propiedad de
la familia Torres de Popayán, se presentó ante el teniente gobernador Balverde en Guapi.
El capitán de la cuadrilla pidió al gobernador que se llamara a una serie de testigos que
confirmara “los servicios que tenemos echos [25 esclavos de la mina] a nuestro soberano
en todo el tiempo de la insurgencia manejándonos con la mayor realidad, y ciendo
encontra delos enemigos del Rey”1. Estos esclavos, de la mina de San Juan en el río
Micay en el Pacífico, buscaban resaltar su lealtad a la Corona durante la guerra por la
Independencia para lograr su libertad. No era novedoso que los esclavos buscaran
acceder a la libertad, pues desde la Colonia éstos se fugaron, organizaron revueltas,
compraron su libertad e hicieron méritos para que sus amos los liberaran
espontáneamente. Lo novedoso fue la forma como los esclavos aprovecharon la
coyuntura política que generó la Independencia para liberarse por otros caminos.
Este trabajo pretende aportar algunas ideas sobre el complejo universo de
conflictos y estrategias de los esclavos en la provincia de Popayán durante el proceso de
Independencia (1808-1830). Para ello el primer paso es reconocer que los esclavos tenían
intereses y proyectos propios, es decir, que no fueron simples actores pasivos de las
1 Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura 6598.
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guerras de independencia2. Su principal anhelo fue buscar su libertad y para lograrlo
tuvieron que comprender y manejar la nueva coyuntura. El caso de Juan Camilo Torres
genera interrogantes alrededor de la naturaleza de las estrategias de los esclavos de la
Gobernación de Popayán. ¿Por qué escogieron los esclavos de la mina de San Juan
combatir al lado de los realistas? ¿Fueron éstos y otros esclavos engañados por las
promesas de libertad de realistas y patriotas para engrosar los ejércitos? ¿Cómo
aprovecharon los esclavos de la Gobernación de Popayán la coyuntura de la
Independencia para buscar la libertad? ¿Qué pasó con los medios para lograr la libertad
utilizados desde la Colonia? Para buscar respuesta a este tipo de interrogantes resulta
pertinente la línea de análisis propuesta en varios trabajos basados en estudios
subalternos, que tratan sobre la participación de esclavos, negros y mulatos en el Caribe y
el Pacífico colombianos durante la Independencia.
La importancia de los estudios subalternos, que surgieron a mediados de la década
de los años 80 en la India, radica en su interés por rescatar las voces de aquellos que se
encuentran bajo el control de los grupos dominantes. En el prefacio de Selected Subaltern
Studies, Ranajit Guha, autor indio y uno de los principales exponentes de esta corriente,
define a los subordinados como grupos o individuos que poseen “the general attribute of
subordination whether this is expressed in terms of class, caste, age, gender and office or
in any other way”3. Entender la relación entre los grupos dominantes y los subordinados
es uno de los objetivos centrales de los estudios subalternos en tanto que “subordination
2 Almario, Oscar. “ Muchos actores, varios proyectos, distintas guerras: La independencia en la Gobernación de Popayán y las provincias del Pacífico, Nueva Granada, 1809-1824”, ponencia presentada en la Cátedra de Historia de Iberoamérica: el proceso de la Independencia, Quito, diciembre 2003. 3 Guha, Ranajit. Selected Subaltern Studies, Oxford University Press, Oxford, 1988, Pág.35.
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cannot be understood except as one of the constitutive terms in a binary relationship”4.
Pero ni los subordinados ni los grupos dominantes son homogéneos5: su heterogeneidad,
diferenciación interna y múltiples conflictos hacen necesario que se especifique quién se
estudia y porqué es subordinado o dominante.
Uno de los primeros problemas que enfrenta cualquier estudio subalterno que
indague el pasado es encontrar las fuentes para su realización. Florencia Mallon señala
que “the recovery of subaltern practices, beliefs and actions necessitated the use of new
documents but especially of new methods for reading old documents”6. Y es que no es lo
mismo hacer un trabajo sobre los subalternos en el presente que en el pasado: hoy
podemos acceder a los subordinados, hablar con ellos, hacerles preguntas; en cambio,
para un estudio histórico los documentos están escritos, en la mayoría de los casos, por y
para la elite y por lo tanto mucha de la información existente sobre los subalternos se
deriva de representaciones que la clase dominante ha construido sobre ellos. En las
relecturas de esos documentos debe persistir un intento por encontrar el porqué de esas
representaciones.
En las últimas dos décadas, los historiadores que estudian América Latina se han
apoyado en los estudios subalternos para proporcionar nuevas perspectivas al problema
de la cultura política en la región. Los libros de Florencia Mallon y James Sanders,
Peasant and Nation y Contentious Republicans, son dos ejemplos destacados7. Ambos
buscan analizar la presión que ejercieron los grupos populares sobre los grupos
4 Ibíd. Pág. 35. 5 Sanders, James. Contentious Republicans, Duke University Press, Durham, 2004. 6 Mallon, Florencia. “ The Promise and Dilemma of Subaltern Studies: Perspectives from Latin American History” en The American Historical Review, Vol. 99, No 5, Dec. 1994, Pág. 1497. 7 Mallon, Florencia. Peasant and Nation: The Making of Postcolonial Mexico and Peru, University of California Press, Berkeley, 1995. Sanders, James. Contentious Republicans, Duke University Press, Durham, 2004.
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dominantes en épocas de confrontación con el fin de lograr sus intereses. Florencia
Mallon estudió los movimientos populares durante el período de formación de los estados
nacionales en cuatro regiones, dos de México y dos del Perú. Mallon propone que para
lograr entender esos cuatro movimientos populares se debe formular una nueva
definición de nacionalismo que tenga en cuenta la cultura política popular. El estudio
comparado de Florencia Mallon fue uno de los primeros trabajos en usar los estudios
subalternos en Latinoamérica. Por su parte, en su estudio sobre el suroccidente
colombiano a mediados del siglo XIX, James Sanders analizó la participación política de
tres grupos subalternos específicos -los afrocolombianos, los indígenas y los inmigrantes
antioqueños- durante las guerras civiles. Pero los trabajos que tienen mayor relevancia
para este estudio son aquellos que analizan la participación de negros, mulatos y esclavos
en el proceso de Independencia en Colombia. Sus autores son Alfonso Múnera, Marixa
Lasso y Aline Helg, en caso del Caribe, y Oscar Almario en el caso del Pacífico.
Alfonso Múnera dedica el último capítulo de su libro El Fracaso de la Nación a
analizar la participación de los artesanos mulatos en el proceso de Independencia de
Cartagena. El autor argumenta que la historiografía de la Independencia ha pasado por
alto la participación de los sectores populares. Con el fin de mostrar el papel central de
los mulatos artesanos de Cartagena, el autor parte de la definición de subalternos que
hace Ranajit Guha. Múnera nos enseña cómo, más allá de resistir los proyectos de la elite,
los artesanos mulatos impusieron sus intereses y proyectos sobre los demás: “durante los
años de la primera independencia (1811-1815)”, nos dice el autor, “los mulatos fueron
capaces de jugar un papel de liderazgo”8. Ellos no fueron actores pasivos que seguían las
órdenes de la elite dividida, los mulatos artesanos tuvieron dirigentes propios: “en este 8 Múnera, Alfonso. El Fracaso de la Nación, Ancora Editores, Bogotá, 1998, Pág. 19.
8
relato el pueblo no es llevado a la plaza por los líderes criollos sino por sus líderes o
comisionados mulatos, previa negociación con aquéllos [la elite]. Negros, mulatos y
zambos armados de machetes, en número crecido, impusieron en el gobernador la idea de
que no tenía sentido oponerse [a sus demandas]”9. Múnera también muestra cómo una de
las principales metas de los artesanos mulatos era la lucha por la igualdad: “el gran logro
de los mulatos en la convención fue el de plasmar en la Constitución lo que España les
había negado: la igualdad de derechos de todos los hombres libres, al margen del color de
su piel y del grado de su educación”10. Aquí podemos ver que el proyecto de los
artesanos mulatos no fue tan extremo como el de Haití: ellos no buscaron un cambio
radical, ni trataron de unirse alrededor del color de piel, querían gozar de las mismas
condiciones que los criollos y españoles. En su trabajo Múnera resalta cómo la elite actuó
bajo presión de los mulatos, quienes prácticamente forzaron a declarar la Independencia.
En tres artículos que se desprenden de su tesis doctoral Marixa Lasso, al igual que
Múnera, estudia la independencia de Cartagena resaltando el papel que en ella jugaron los
mulatos. Se centra en este grupo porque “Cartagena tenía un gran número de pardos
libres y una cantidad relativamente pequeña de esclavos”, además, los pardos “no
solamente disfrutaban de la libertad sino también de igualdad jurídica”11. Pero hay que
ser cuidadosos con esta igualdad jurídica porque muchas veces no significaba una
igualdad de condiciones; por ejemplo, era muy difícil que un mulato accediera a la
universidad u ocupara cargos importantes. Por otro lado, Marixa Lasso resalta la
importancia de la asamblea de Cádiz para entender la participación política de los
9 Ibíd. Pág. 178. 10 Ibíd. Pág. 202. 11 Lasso, Marixa. “ Haiti as an Image of Popular Republicanism in Caribbean Colombia, Cartagena Province (1811-1830)” en The International impact of the Haitian Revolution in the Atlantic World, David Geggus (ed.), University of South Carolina Press, Charleston, 2001.
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mulatos durante la Independencia. Para asegurar el apoyo de las colonias españolas ante
la invasión de Francia, la Junta de Cádiz declaró que América era parte de la nación
española. Pero esta declaración generó un debate sobre la representación de los territorios
americanos: todos aceptaban que la participación debería ser proporcional, pero los
americanos insistían en la inclusión de todos los hombres libres, lo que les aseguraría
mayor número de representantes e implicaba aceptar una igualdad racial. Los españoles
en cambio no querían otorgarle representación a los mulatos y negros libres. Así, aunque
“equality did not become an intrinsic part of patriotic discourse overnight”, “racial
discrimination became linked to Spanish oppression and despotism, racial harmony to a
new era of republican virtue”12. Esto produjo una alianza entre los mulatos y la elite
criolla en contra de las autoridades españolas. Aunque Lasso también describe la presión
que ejercieron los mulatos sobre la elite para que declarara la independencia, resalta
como la elite criolla y los mulatos se aliaron para poder derrotar a las autoridades
españolas13.
El libro más reciente de Aline Helg, Liberty and Equality in Caribbean Colombia,
se centra en el Caribe colombiano y los grupos subalternos durante la Independencia.
Esta autora busca comprender porqué los negros, los mulatos libres y los esclavos no se
organizaron en torno a la raza y desafiaron el poder de la elite blanca a través de una
alianza. Una de las explicaciones que Helg propone es que “the small white elite…was
too weak and divided to articulate a racial ideology as a means of oppression”14. Tambien
argumenta que las clases bajas de color escogieron distintas formas de resistencia y
12 Ibíd. Pág. 62. 13Lasso, Marixa. “ Revisting The Independence Day” en After Spanish Rule: Postcolonial predicaments of the Americas, Guerrero, Andres y Thurner Mark (eds.), Duke University press, Durham, 2003. 14 Helg, Aline. Liberty and Equality in Caribbean Colombia 1770-1835, The University of North Carolina Press, Chapel Hill, 2004, Pág.8.
10
adaptación que no llevaron, como en el caso de Haití, a una revuelta generalizada con
base en la raza. Estas formas de resistencia y adaptación son “a combination of
individual, local, and/or transient strategies such as flight, legal action, patronage
networks, ritual kinship, manipulation of elite divisions, negotiated support for political
leaders, and shows of force”15. Helg también señala que las divisiones y debilidades de la
elite, que la hacían negociar con las clases bajas, ayudaron a que se dieran esas formas de
resistencia y adaptación, que aunque eran usadas ampliamente por los subalternos,
tuvieron un impacto limitado en las estructuras económicas y socioraciales del Caribe.
A diferencia de los autores mencionados, en dos de sus artículos, Oscar Almario
trabaja el proyecto libertario de los negros esclavos del Pacífico colombiano y resalta
cómo el proyecto mayor de las luchas independentistas –la lucha entre patriotas y
realistas- estuvo acompañado por proyectos menores, como el de los esclavos. El autor
define los proyectos menores como “proyectos de origen local y provincial, agenciados
por diversos actores sociales”16. En el contexto de la Gobernación de Popayán, Almario
analiza dos proyectos menores distintos: por un lado, los proyectos de las distintas
ciudades. En particular busca explicar como el hecho de que Cali apoyara la causa
patriota y Pasto la realista no fue fortuito, sino el resultado de procesos históricos. Por
otro lado, analiza el proyecto libertario de los esclavos de las minas del Pacífico.
Almario, además, intenta explicar cómo el Pacífico pasó de ser una de las regiones más
importantes para la explotación de oro durante la Colonia, a ser una región marginal
después de las guerras de Independencia. Para ello argumenta que durante la
15 Ibíd. Pág.8. 16 Almario, Oscar. “ Muchos actores, varios proyectos, distintas guerras: La independencia en la Gobernación de Popayán y las provincias del Pacífico, Nueva Granada, 1809-1824”, ponencia presentada en la Cátedra de Historia de Iberoamérica: el proceso de la Independencia, Quito, diciembre 2003.
11
Independencia los esclavos en el Pacífico lograron la libertad, aunque ésta no fuera
reconocida legalmente. Esto permitió que los antiguos esclavos se apropiaran del
territorio que ocupaban impidiendo la producción minera y modificando las relaciones
sociales, que hasta el momento se habían basado en la esclavitud y la minería. Según
Almario, durante la Independencia se precipitó la disolución de la esclavitud en el
Pacífico “a pesar de los intentos de los esclavistas republicanos por mantenerla y
reproducirla”17. Pero nunca analiza en qué consistieron esos intentos de los esclavistas ni
tampoco la razón por la que la esclavitud continuó siendo tan importante hasta mediados
del siglo XIX.
Tres de los trabajos que estudian la participación de sectores subalternos durante
la Independencia en Colombia se centran en los mulatos libres del Caribe, debido a su
importancia social y económica. Sólo el trabajo de Almario estudia el caso de los
esclavos del Pacífico, que constituían la mano de obra para la explotación de las minas de
oro. El papel de las elites y su relación con los mulatos y esclavos se presenta con
variados matices: mientras que Múnera señala cómo los criollos y españoles cartageneros
fueron presionados por los mulatos, Marixa Lasso resalta la alianza que surgió entre
criollos y mulatos en contra de las autoridades españolas. Por otra parte, Aline Helg
analiza las consecuencias que tuvo la debilidad de la elite para evitar que la raza se
convirtiera en una categoría base para establecer alianzas durante las guerras de
independencia. Finalmente, Oscar Almario sólo menciona que las elites payanesas
hicieron algunos intentos por controlar a los esclavos, pero no analiza el carácter ni las
consecuencias de dichos intentos.
17 Almario, Oscar. “ Racialización, etnicidad y ciudadanía en el Pacífico neogranadino 1780-1830”, copia prestada por el autor.
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Esta tesis busca estudiar el papel jugado por los esclavos en Popayán y el Pacífico
durante las guerras de independencia. Con ello refuerza el sector de afrodescendientes
menos estudiado y, además, amplia el análisis del proyecto libertario de los esclavos de
las minas del Pacífico a los esclavos de las otras regiones de la Gobernación de Popayán.
Si bien es cierto que cada región tuvo características propias, un fenómeno importante
que se dio en la Gobernación, fue la integración de la ciudad de Popayán, el valle del
Cauca y el Pacífico a través de la mano de obra esclava.
Por otra parte, esta tésis busca tener más en cuenta a la elite para entender la
permanencia de la esclavitud y las diferencias que hubo entre los proyectos libertarios del
Pacífico y los de otras regiones de la Gobernación de Popayán. Para analizar porqué
continuó la esclavitud es necesario integrar más los intereses y acciones de la elite
payanesa que, a pesar de perder el control de las minas y devastadas sus haciendas, siguió
dependiendo de la mano de obra esclava. En cuanto a las diferencias del proyecto
libertario del Pacífico con los de otros lugares de la Gobernación de Popayán, cabe
resaltar que, aunque Oscar Almario trata los distintos intereses que coexistían dentro de la
Gobernación, no hace un análisis que superponga los dos proyectos menores, tanto el de
los esclavos como el de las distintas ciudades y provincias. Tal superposición haría
posible entender qué tipo de proyectos libertarios de esclavos hubo en zonas como Cali o
qué ocurrió en zonas disputadas como Popayán.
Para llevar a cabo la tesis se consultó el Archivo Central del Cauca, donde se
revisó la sección de la Independencia y los archivos notariales de Popayán entre los años
de 1808 y 1830, periodo que cubre esta tesis. Por último, se examinaron los fondos
13
Arboleda y Mosquera, que contienen documentos privados de estas dos familias como
cartas personales, listas de esclavos e inventarios correspondientes al periodo estudiado.
La tesis está organizada de la siguiente manera: En la primera sección se presenta
un contexto de la esclavitud en la Gobernación de Popayán a finales del siglo XVIII y
comienzos del siglo XIX. En la siguiente sección se hace un breve recuento de las formas
mediante las cuales los esclavos podían acceder a la libertad durante la Colonia - fugas,
revueltas, compras de libertad y libertades espontáneas-, y se analiza cómo continuaron
durante la Independencia. En la tercera sección se analiza cómo la Independencia abrió
otro camino para que los esclavos accedieran a la libertad. Se intenta caracterizar los
procesos que se dieron en las tres regiones en que se centra esta tesis: el altiplano de
Popayán, el Valle del Cauca y el Pacífico. En la cuarta sección se examina la respuesta de
la elite para controlar a los esclavos. En la quinta sección, y de manera más que todo
descriptiva, se muestra qué efectos tuvieron las distintas formas de acceder a la libertad
por parte de los esclavos en las tres regiones mencionadas. La tesis cierra con una
reflexión sobre la importancia de trabajar el tema de la participación de los esclavos
durante la independencia, y como es uno de los varios intentos que se están haciendo para
consolidar una comunidad y una memoria afrocolombiana.
1. La Esclavitud en la Gobernación de Popayán a Finales del S iglo XVIII y Comienzos del S iglo XIX
Para analizar los medios mediante los cuales los esclavos de la Gobernación de Popayán
accedieron a la libertad durante la Independencia de la Nueva Granada (1808-1830) es
importante tener en cuenta la organización esta Gobernación, y las funciones económicas
y sociales de los esclavos. Durante la Colonia la Gobernación de Popayán se caracterizó
14
Mapa basado en Atlas Bachillerato. Universal y de Colombia. Bogotá. Editorial Norma. 1993. Pág.. 92.
Hecho por Paula Rodríguez.
15
por ser una sociedad esclavista y a mediados del siglo XIX se convirtió en el centro de la
lucha por la abolición de la esclavitud en la Nueva Granada.
La Gobernación de Popayán fue una de las más grandes de la Nueva Granada.
Estaba dividida en varias subregiones limitadas, por lo general, por accidentes
geográficos. Contaba con el altiplano de Popayán, el altiplano de Pasto, el valle del Patía,
el valle del Cauca, la costa Pacífica y un amplio territorio de selva amazónica. Según
Germán Colmenares, la presencia o ausencia de mano de obra indígena ayudó a definir
los patrones de tenencia de tierra, sus formas de explotación y las relaciones sociales en
cada una de estas subregiones18.
En el altiplano de Popayán, en el valle del Cauca y en el Pacífico, donde hubo
poco acceso a mano de obra indígena se introdujeron esclavos. Aunque en el altiplano de
Popayán existía una comunidad indígena numerosa, sus relaciones con los hacendados
fueron difíciles y complejas, por lo que éstos complementaron la mano de obra indígena
con la compra de esclavos19. Los esclavos también fueron importantes en la ciudad de
Popayán, donde desempañaron tareas domésticas y realizaron trabajos artesanales como
la carpintería y la herrería. En el valle del Cauca la escasez de población indígena motivó
la introducción de esclavos africanos como fuerza de trabajo. A finales del siglo XVIII
gran parte de los esclavos de esta subregión se destinaban para las tareas de siembra de
caña, ganadería y manejo de los trapiches en las haciendas. La importancia del Pacífico y
del Chocó radicó en las explotaciones mineras que se hicieron básicamente a partir de
18Colmenares, Germán. “ Castas, Patrones de doblamiento y conflictos sociales en las provincias del Cauca” en La Independencia: ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985. 19 Colmenares, Germán. “ Castas, Patrones de doblamiento y conflictos sociales en las provincias del Cauca” en La Independencia: ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogota, 1985, Pág. 140.
16
Mapa basado en Atlas Bachillerato. Universal y de Colombia. Bogotá. Editorial Norma. 1993. Pág.. 92.
Hecho por Paula Rodríguez.
17
mano de obra esclava; en el Chocó los indígenas proveyeron a los reales de minas de
algunos bienes básicos como la comida20.
En las subregiones de Pasto, el Patía y la zona amazónica la institución de la
esclavitud no fue tan importante. El altiplano de Pasto estaba bastante aislado y aunque
dependía administrativamente de Popayán, tenía más relación social, cultural y
económica con el territorio de Quito. Por esto mismo, y a pesar de las limitaciones
económicas, las elites de Pasto controlaban la región. Además, la fuerte presencia de
comunidades indígenas hizo innecesaria la introducción de mano de obra esclava21. El
valle del Patía tuvo unas características bastante particulares y complejas. Desde el siglo
XVIII era visto como “una especie de anti-sociedad con valores opuestos a los de la
sociedad hispanizada”22. Y, aunque existió mano de obra esclava, esta subregión se
caracterizó por ser refugio de esclavos huidos de toda la Gobernación de Popayán. Por
último, la basta zona amazónica permaneció como una región marginal a los intereses de
la elite payanesa y con muy poca presencia de población esclava.
La Gobernación de Popayán tuvo el mayor número de esclavos en toda la Nueva
Granada. Según el censo de 1778 había 18.761 esclavos sobre un total de 100.366
personas en la Gobernación de Popayán, lo que corresponde al 18% de la población. Este
porcentaje era alto para finales del periodo colonial. En la provincia de Cartagena, por
ejemplo, donde la esclavitud fue importante para el funcionamiento de las haciendas, los
20 Cantor, Eric Werner. Ni Aniquilados, Ni Vencidos, ICANH, Bogotá, 2000, Pág. 17. 21 Minaudier, Jean Pierre. “ Pequeñas Patrias en la Tormenta: Pasto y Barbacoas a finales de la Colonia y en la Independencia” en Historia y Espacio, Vol. III, Nos 11/12, 1987. McFarlane, Anthony. Colombia Antes de la Independencia, El Áncora editores, Bogotá, 1997. 22 Zuluaga, Francisco. “ Clientelismo y guerrillas en el valle del Patía, 1536- 1811” en La Independencia, ensayos de historia social: Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985, Pág. 114.
18
esclavos representaban apenas el 8% de la población. En la provincia de Santa Fe el
porcentaje de esclavos era ínfimo, tan solo el 1.3% de la población23. La Gobernación de
Popayán a finales del siglo XVIII tenía un mercado de esclavos que no dependía de
nuevas importaciones porque se surtía de esclavos nacidos en la Gobernación. El
mercado payanés siguió siendo importante en el siglo XIX. Según Pablo Rodríguez cerca
del 65% de los esclavos comerciados en la región durante el largo periodo de 1675-1850
se vendieron durante el periodo de 1780-1850. Este mercado autosostenible se caracterizó
por la venta de esclavos individualmente, debido a la desintegración de cuadrillas24.
Según Anthony McFarlane, la economía neogranadina en el siglo XVIII tuvo dos
ejes: por un lado, la agricultura de subsistencia destinada a satisfacer mercados locales y,
por el otro, la economía minera que permitía el comercio exterior. En el caso de la
Gobernación de Popayán estos dos ejes tuvieron una importancia significativa. Los
metales preciosos se explotaban en las minas del Pacífico, el Chocó y el valle del Cauca.
Las haciendas del valle del Cauca se destinaban a satisfacer las necesidades de las minas,
mientras que las haciendas del altiplano de Popayán se destinaban a producir y abastecer
el mercado local de Popayán25. Ambos sectores utilizaron mano de obra esclava. Por un
lado, se usó para la explotación de oro, que fue el producto que impulsó toda la economía
de esta Gobernación. Según Germán Colmenares, hubo dos ciclos importantes de
explotación de oro en la Gobernación de Popayán: el primero de 1550 a 1630 y el
segundo de 1680 a 1800. Este segundo ciclo de explotación se generó, en gran parte,
gracias a la apertura de la frontera del Chocó que incorporó nuevos yacimientos, con lo
23 Tovar, Hermes. Convocatoria al poder del número, Archivo General de la Nación, Bogotá, 1994, Págs. 74-79. 24 Rodríguez, Pablo. “ Aspectos del comercio y la vida de los esclavos. Popayán 1780-1850” en Boletín de antropología, Universidad de Antioquia, Medellín, No. 23, Pág. 13. 25 McFarlane, Anthony. Colombia Antes de la Independencia, El Áncora editores, Bogotá, 1997.
19
que también se reactivaron minas en otras regiones gracias a la introducción de un mayor
numero de esclavos. Por otro lado, la mano de obra esclava se uso en las haciendas del
valle del Cauca que surgieron para suplir a las minas. Este nuevo tipo de haciendas de
trapiche (distinta a la hacienda del altiplano) se creo por la ampliación y reactivación del
sector minero. Este proceso fue liderado por a elite payanesa y fue hecho con base en
mano de obra esclava26.
¿En que se ocupaban los esclavos? Los esclavos trabajaban en cuatro sectores: la
minería, las haciendas, el servicio doméstico y el trabajo artesanal. La minería fue el
sector que más demandó mano de obra esclava; los esclavos se organizaban en grupos de
trabajo que se denominaban cuadrillas y que con el tiempo pasaron a ser la forma de
organización social y familiar de los esclavos en las minas. Según Mario Diego Romero,
aunque al principio las cuadrillas estaban compuestas básicamente de hombres, la presión
social hizo necesaria la introducción de mujeres27. Los esclavos vivían en los “reales de
minas”, como se denominaba al conjunto de casas organizadas, por lo general, alrededor
de una capilla. La familia fue ganando importancia como la forma de organización e
identificación de los esclavos durante el siglo XVIII. Aunque los amos se encargaban de
proveerles algunos alimentos, los esclavos tenían que producir gran parte de éstos, para lo
cual se les asignaba un pedazo de tierra y se les daba el día sábado28. La desintegración
de las cuadrillas comenzó a finales del siglo XVIII, cuando la producción de oro en
26 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999. 27 Romero, Mario Diego. El poblamiento negro en la costa centro sur del Pacífico colombiano: Siglo XVIII, Cali, 1990. 28 Díaz, Zamira. “ La fuerza de trabajo en el Cauca grande: 1810-1830” en La Independencia, ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985, Pág. 49.
20
regiones como el Chocó comenzó a descender, y se vio acelerada con las guerras de
independencia29.
A pesar de que la minería demandó la mayor parte del trabajo esclavo, éste
también fue importante en los trabajos de las haciendas, en las labores domésticas y en
los trabajos artesanales de la Gobernación de Popayán. En las haciendas los esclavos
sembraban y cortaban caña, trabajaban en el trapiche y ayudaban en la ganadería.
También se les daba el día sábado libre y una porción de tierra por familia para su
cultivo. La esclavitud en las haciendas del valle del Cauca fue ganando importancia desde
finales del XVIII debido al declive de la minería. Los esclavos domésticos gozaron de
mejores condiciones, por lo general vivían cerca de los amos y mantenían una relación
directa con ellos. Trabajaban como sirvientes domésticos y una familia importante de la
elite payanesa podía llegar a tener hasta 20 en la casa. Los esclavos tuvieron la
oportunidad de especializarse en trabajos artesanales como la carpintería, la sastrería, la
peluquería y la zapatería, entre otros, lo que generó jerarquías entre ellos30. Algunas
veces los esclavos lograban especializarse como recompensa a su buen comportamiento y
fidelidad.
La elite esclavista payanesa fundó su poder en el control de las tierras y la mano
obra, mediante el cual tenía acceso a créditos otorgados principalmente por la iglesia. A
través de estos créditos la elite pudo aumentar, a comienzos del siglo XVIII, las compras
de esclavos. En su trabajo sobre Tomás Cipriano de Mosquera, William Lofstrom señala
dos puntos importantes que ayudan a entender la lógica de las elites a finales del XVIII y
principios del XIX: en primera instancia, que la estructura familiar por excelencia entre la
29 Rodríguez, Pablo. “ Aspectos del comercio y la vida de los esclavos. Popayán 1780-1850” en Boletín de antropología, Universidad de Antioquia, Medellín, No. 23. 30 Jaramillo Uribe, Jaime. Ensayos de historia social, Ediciones Uniandes, Bogota, 2001, Pág. 17.
21
elite payanesa era la familia extensa en cabeza de un patriarca. El objetivo de la familia
no era solamente social sino también económico, buscando así concentrar la riqueza, fin
con el que se fundaron los mayorazgos. En éstos un patriarca concentraba todas sus
propiedades para que las administrara el hijo mayor, quien a su vez debía responder por
sus hermanos. En segundo lugar, demuestra cómo la endogamia en el matrimonio fue
otra estrategia para conservar y afianzar las fortunas familiares31. En Popayán del siglo
XVIII y comienzos del XIX no era raro ver matrimonios entre primos hermanos con el
fin de mantener el poderío familiar32.
Las relaciones entre amos y esclavos fueron bastante complejas, desde el temor
recíproco hasta las demostraciones de cariño. Había relaciones amorosas, especialmente
entre los amos y las negras y mulatas esclavas, pero detrás de las relaciones amorosas
estaba la promesa de libertad y también su frecuente incumplimiento33. También estaban
los casos de amor hacia una esclava que se convertía en parte de la familia y a la que, en
demostración del cariño, el amo le daba la libertad espontánea. Ésta consistía en el
otorgamiento de la libertad por parte del amo a su esclavo sin que mediara ningún pago34.
Pero con frecuencia los amos sentían odio o temor hacia sus esclavos. En muchas
ocasiones los esclavos superaban numéricamente a los amos y éstos temían a las
revueltas que, aunque no fueron frecuentes, representaron un temor constante en la
sociedad esclavista de Popayán35. A principios del XIX este temor se vio cristalizado en
31 Lofstrom, William. La vida intima de Tomas Cipriano de Mosquera, El Áncora Editores, Bogotá, 1996, Pág. 35. 32 Arboleda, Gustavo. Diccionario biográfico y genealógico del antiguo departamento del Cauca, Biblioteca horizontes, Bogotá, 1962. 33 Jaramillo Uribe, Jaime. Ensayos de historia social, Ediciones Uniandes, Bogota, 2001, Pág. 36. 34 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999, Pág. 74. 35Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999. Pág, 76.
22
la revolución de Haití que, aunque lejana, sirvió de advertencia a todos los esclavistas de
América. Pero los esclavos también le tuvieron miedo a sus amos y en especial a los
mayordomos y capitanes, quienes muchas veces se sobrepasaban en los castigos y
abusaban de los esclavos36.
Desde la Colonia la Gobernación de Popayán se caracterizó por ser una sociedad
esclavista37. A través del trabajo esclavo se integraron las minas del Pacífico y del Chocó
con las haciendas del valle del Cauca, buscando reducir los costos de explotación al
producir los suministros agrícolas necesarios para las minas. Este proceso fue dirigido
por la elite payanesa que vivía en la ciudad. Las guerras de independencia tuvieron un
impacto bastante fuerte en la liberación de la mano de obra esclava, lo que afectó las
formas de tenencia y explotación de la tierra.
2. Fugas, Rebeliones, Compras y Libertades Espontáneas
Una de las formas en que se evitaron las fugas y revueltas de esclavos en la Nueva
Granada fue abriéndoles oportunidades para lograr mejoras en su condición de esclavitud
o incluso acceder a la libertad. El Código Carolino (1789) recopiló varias leyes que
promulgó la Corona española a lo largo del periodo colonial para llenar el vacío sobre el
gobierno de los esclavos. Éste hizo parte de una serie de reformas administrativas que
realizó el gobierno Borbón en el siglo XVIII38. Según David Chandler, las leyes del
Código Negro se basaban en las Siete Partidas (promulgadas en 1348), que le otorgaban
al esclavo algunos derechos y al amo unos deberes. En las leyes se reconocía la
36 Jaramillo Uribe, Jaime. Ensayos de historia social, Ediciones Uniandes, Bogota, 2001, Pág. 31. 37 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999. Pág. xvii. 38 Chaves, Maria Eugenia. Maria Chiquinquirá Díaz una esclava del siglo XVIII, Colección Guayaquil y el Río, Guayaquil, 1998, Pág. 115.
23
naturaleza humana del esclavo y su derecho a ser tratado en consecuencia39. El amo debía
proveer alimentación, vestido y días de descanso al esclavo, y además debía observar
ciertos limites en los castigos que impartía. Para verificar el cumplimiento de estos
deberes y derechos las autoridades debían realizar visitas. Los esclavos podían denunciar
a sus amos por el incumplimiento de las leyes e incluso pedir el cambio de amo. En las
leyes también se legitimó el derecho a la búsqueda de la libertad de los esclavos mediante
la compra y a otorgar la libertad espontánea por parte del amo40.
Desde la Colonia los esclavos tuvieron cuatro caminos para acceder a la libertad:
las fugas, las revueltas, la libertad por compra y la libertad espontánea. Sólo éstas dos
últimas estaban amparadas por el derecho colonial. En este capítulo se hace un breve
recuento las formas mediante las cuales los esclavos podían acceder a la libertad durante
la Colonia y se analiza cómo continuaron durante la Independencia.
Las Fugas
Aunque las fugas fueron un fenómeno constante a lo largo del periodo colonial,
no fueron el principal método para buscar la libertad41. La fuga no sólo consistía en
escapar del amo, sino también en encontrar un espacio de subsistencia. Así se dio la
fundación de los palenques, poblaciones conformadas por esclavos huidos que se
localizaban en regiones apartadas a los centros poblados. Dentro de los palenques existía
39 Chandler, David. “ Family Bonds and the Bondsman: The Slave Family in Colonial Colombia” en Latin America Research Review, Vol. 16, No. 2, 1981, Pág. 118. 40 Chaves, Maria Eugenia. Maria Chiquinquirá Díaz una esclava del siglo XVIII. Colección Guayaquil y el Río, Guayaquil, 1998, Pág. 117. Tovar, Hermes. De una chispa se forma una hoguera: esclavitud, insubordinación y liberación (1780-1821). Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja, 1992, Pág. 20. 41 German de Granda cita unas listas de esclavos de minas en el Pacífico colombiano de comienzos del siglo XVIII en las que entre 179 esclavos solo aparecen 3 huidos. De Granda, German. “ Onomástica y Procedencia Africana de Esclavos negros en las Minas del Sur de la Gobernación de Popayán (S. XVIII)” en Revista Española de Antropología Americana, Madrid, VI, 1991.
24
una organización social donde se elegían las autoridades, se conformaban cabildos y se
establecía el culto religioso42.
Los palenques fueron motivo de preocupación no sólo para los amos, sino
también para el Estado colonial43. Aunque en la Gobernación de Popayán la región en la
que este fenómeno se dio con más fuerza fue el Valle del Patía, ubicado entre Popayán y
Pasto. En este lugar, tal como lo explica Francisco Zuluaga, se conformó una sociedad
sui generis que atraía esclavos huidos de Panamá, el Chocó y el valle del Cauca44. El
refugio más importante de la región del Patía la constituyó el palenque El Castigo. Por lo
general los esclavos de El Castigo continuaron dependiendo de la minería como forma de
subsistencia, lo que implicaba que mantuvieron contactos con el exterior. Aunque los
palenques resistieron la intervención de las autoridades civiles coloniales, en algunos
casos buscaron la presencia de autoridades religiosas, como el caso del palenque El
Castigo donde, a mediados del siglo XVIII, sus habitantes buscaron la presencia de un
cura45.
Durante la Independencia las guerras generaron una inestabilidad en las relaciones
entre amos y esclavos. A medida que se agudizaban las batallas los esclavos tenían más
posibilidades de fuga. Los amos y los administradores abandonaron las haciendas para
refugiarse en la ciudad o enlistarse en los ejércitos. Sin embargo, es muy difícil dar cifras
definitivas del fenómeno de las fugas, tanto en la Colonia como durante la
Independencia. Según Zamira Díaz, la disminución de la mano de obra en el valle del 42 Jaramillo Uribe, Jaime. Ensayos de historia social. Ediciones Uniandes, Bogotá, 2001, Págs. 42 y 43. 43Ibíd. Págs. 42 y 43. 44 Zuluaga, Francisco. “ Clientelismo y guerrillas en el valle del Patía, 1536- 1811” en La Independencia: ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985. 45 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800. Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999, Pág. 80. Zuluaga, Francisco. “ Clientelismo y guerrillas en el valle del Patía, 1536- 1811” en La Independencia: ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985, Pág. 120.
25
Cauca durante el periodo de la Independencia se dio a consecuencia de que los esclavos
aprovecharon el momento de confusión para fugarse. Por ejemplo, en la hacienda de
Perodías se habían fugado los esclavos más productivos y sólo quedaban 14 esclavos, de
los cuales ocho eran mayores de 50 años, uno era mayor de 40 años, era casado y estaba
enfermo, los cinco restantes eran mozos, pero tres estaban inválidos para trabajar, otro
muy enfermo, quedando sólo uno sano, pero casado46.
En 1845, Sergio Arboleda, descendiente de una familia esclavista de Popayán,
envió varias cartas a los que fueran los administradores de las haciendas de su padre, José
Rafael Arboleda, localizadas en Caloto, en el valle del Cauca, preguntándoles por el
estado de éstas entre 1811 y 1821. El panorama era similar: muchos esclavos fugados y
los que quedaban estaban lisiados o enfermos47.
Pero como advierte Germán Colmenares hay que ser muy cuidadoso para evitar
una imagen de destrucción absoluta y medir las consecuencias en el largo plazo. Por
ejemplo, en una lista realizada en 1819 en la mina de José Rafael Arboleda del río
Timbiquí para el traslado de 296 esclavos, se señala sólo a dos esclavos huidos. La lista
fue hecha por el administrador de la mina y no hay muchas razones para dudar de su
veracidad pues, como apunta Taussig, estas listas fueron hechas con fines económicos y
personales. Los dos esclavos huidos son hombres, hijos de esclavas pertenecientes a la
lista, uno de 24 años y el otro de 15 años48.
La edad y la condición de los esclavos huidos dan algunas pistas sobre quiénes se
fugaban. En el caso mencionado arriba es evidente que ninguno de los dos esclavos
46 Díaz, Zamira. “ La fuerza de trabajo en el Cauca grande: 1810-1830” en La Independencia: ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985, Págs. 57-58. 47 Archivo Central del Cauca, Fondo Arboleda, signaturas 382, 453 y 913. 48 Archivo Central del Cauca, Fondo Arboleda, signatura 451. Taussig, Michael. My Cocaine Museum, The University of Chicago Press, Chicago, 2004, Pág. 92.
26
estaba enfermo o lisiado; ambos se encontraban en la edad de mayor capacidad de
trabajo. Al parecer ninguno de los dos estaba casado ni tenía hijos que lo ataran al grupo.
Aunque estas características no dan un perfil de todos los esclavos huidos, sí pueden dar
algunas pistas sobre las consideraciones que podía tener un esclavo a la hora de fugarse.
Al estar enfermo o lisiado le sería más difícil trabajar para conseguir su sustento,
mientras que si permanecía esclavizado tendría asegurada su ración diaria. El estar
casado o tener hijos, no impedía fugarse pero creaba un vínculo que sería muy
complicado mantener como fugitivo.
Las Rebeliones
Aunque a lo largo del periodo Colonial hubo pocas rebeliones, éstas representaron
el mayor temor de los esclavistas de Popayán. Por lo general las rebeliones se dieron en
las regiones mineras, principalmente en el Chocó, donde existía poca presencia del
Estado y de las fuerzas militares. Estas se generaron, en gran parte, por los excesos de
los castigos de mineros y mayordomos, y fueron de carácter localizado, es decir, no
abarcaron varias cuadrillas, porque los reales de minas estaban alejados unos de otros49.
La sublevación de los esclavos de Mungarra y Tadó en 1728 constituye un
ejemplo de las rebeliones en la Gobernación de Popayan. En febrero llegó a Novita la
noticia de que esclavos de Mungarra y Tadó habían matado a sus amos. En marzo se supo
la noticia en Popayán, donde residían varios mineros del Chocó, y pronto se aprobó una
contribución de mil patacones y el envío de tropas. Cuando se aplacó la rebelión, se
ejecutaron a los cabecillas y se recomendó el establecimiento de un pie de fuerza
49 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999, Pág. 76-78.
27
permanente. Pero el cabildo de Popayán aprobó la creación de una guarnición sólo por el
término de un año50.
Los esclavistas de Popayán reaccionaron de una forma enérgica ante cualquier
rebelión, por el miedo a que se expandiera. Pero no fue sólo la reacción de los amos la
que impidió que las rebeliones se generalizaran, fue también el aislamiento geográfico en
que se encontraban muchos esclavos lo que impidió que se alzaran en una sola revuelta.
Durante la Independencia los esclavos aprovecharon la coyuntura política, y se
unieron a los realistas o patriotas para intentar legitimar su intención de libertad. El caso
más evidente de esto fue en el Pacífico donde los esclavos de algunas minas lucharon por
la causa realista en contra de sus amos patriotas. Este proceso se analizara en la siguiente
sección.
Las Manumisiones
La manumisión era un acto jurídico, que se realizaba ante un escribano público en
presencia de testigos, en el que el amo devolvía la “libertad natural” al esclavo. Se
formalizaba mediante un documento llamado Carta de Ahorro y Libertad. Aunque por lo
general se le daba la libertad a un solo esclavo, también se podían liberar dos o más
esclavos a la vez. Las manumisiones fueron una vía muy importante mediante la cual los
esclavos accedieron a la libertad. Estas estaban contempladas en el derecho colonial y
continuaron durante el periodo de la Independencia y la república hasta la abolición de la
esclavitud. Existían dos tipos de manumisión: la libertad por compra y la libertad
espontánea. Para poder comprar su libertad el esclavo debía reunir el precio de su avalúo
con el fruto de su trabajo o con la ayuda de familiares. En cambio, la libertad espontánea
50 Ibíd. 76-78.
28
era la forma en que un amo agradecía el trabajo, amor y lealtad de su esclavo, y se podía
otorgar con la condición de que se hiciera efectiva después de la muerte del amo. Las
manumisiones ayudaron a modificar la institución de la esclavitud. Los manumisos, a
pesar de ser libres, muchas veces siguieron asociados con sus amos y los otros esclavos,
lo que fue creando otro tipo de dominación que se diferenciaba de la esclavitud y de la
encomienda51.
Era muy importante protocolizar la libertad pues un ex-esclavo solo podía
demostrar su libertad con la Carta de Ahorro y Libertad. De acuerdo con Germán
Colmenares, la mayoría de las manumisiones de la Gobernación de Popayán otorgadas
entre 1680 y 1800 se registraron en la Notaría Primera de Popayán, es decir, que las
manumisiones otorgadas en sitios distantes eran muy raras52. Sin embargo, en el libro De
esclavizadores y esclavizados en la provincia de Citará, Sergio Mosquera recopila las
manumisiones concedidas en la Notaría Primera de Quibdó desde 1808 hasta 1830.
Según este autor, en Quibdó se formalizaron 307 manumisiones en este periodo53.
Debieron existir notarías en otras partes del Pacífico donde se formalizaron
manumisiones, pues en algunos documentos de la familia Arboleda aparecen esclavos
manumisos que no están registrados ni en Popayán ni en el Chocó, y cuyas libertades
tuvieron que ser formalizadas ante un notario54.
Durante la Independencia, entre los años de 1808 a 1830, hubo un total de 226
manumisiones registradas en la notaría de Popayán, en las que se liberaron 248 esclavos, 51 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999, Pág.73. 52 Ibíd. Pág.74. 53 Mosquera, Sergio. De esclavizadores y esclavizados en Citara. Promotora editorial de autores chocoanos, sin lugar, 1997, Pág. 78- 86. 54 Tovar, Hermes. De una chispa se forma una hoguera: esclavitud, insubordinación y liberación (1780-1821), Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja, 1992. Págs. 76 y77. Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, signaturas 5 y 379.
29
dando un promedio de cerca de 10 manumisiones al año. Las manumisiones aumentaron
en relación con el periodo de 1720 a 1800, en el que hubo un promedio anual de 6
manumisiones para un total de 47255. Además se debe tener en cuenta que en la
Gobernación de Popayán durante el periodo de la Independencia el número de esclavos
estaba decayendo, a comparación del periodo de 1680 a 1800 cuando estaba
aumentando56. Es decir, que la importancia del número de manumisiones sobre el total de
esclavos aumentó considerablemente.
Para esta tesis se recolectaron los registros notariales que se encuentran en el
Archivo Central del Cauca y se creo una base de datos, pues ningún otro trabajo sobre las
manumisiones se centra en el periodo estudiado (1808-1830)57. Aunque las
manumisiones contienen mucha información, el género y la edad del esclavo manumitido
son las dos variables que permiten agrupar la información. La diferencia de género es
relevante porque mujeres y hombres tenían funciones sociales y económicas distintas que
en muchas ocasiones determinaron el acceso a la libertad. La edad se ha organizado en
grupos así: 0-15 años, 15-40 años y 40 años en adelante. Los esclavos que se describen
como menores, mulaticos, negritos o que aparecen como hijos de esclavas han sido
agrupados en la categoría entre 0 y 15 años. Determinar hasta qué edad un esclavo era
considerado menor es muy difícil, pero a partir de los 15 años los esclavos ya eran
55 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999, Pág. 74. 56 Mientras que en el censo de 1778 se registraron un total de 18.761 esclavos en Popayán, en 1825 se registraron un total de 12.393. Tovar, Hermes. Convocatoria al poder del número, Archivo General de la Nación, Bogotá, 1994, Págs. 72, 94 y 95. Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999, Pág. 62. 57 La diferencia entre los periodos estudiados puede ser una de las razones por las que las conclusiones de esta sección difieren de las del trabajo de Pablo Rodríguez, que en su artículo señala por ejemplo que los hombres esclavos fueron los que mas se manumitieron. Rodríguez, Pablo “ La manumisión en Popayán 1800-1850” en Revista de Extensión Cultural, Universidad Nacional sede Medellín, Medellín, No. 7/10 (ENE/DIC), 1981.
30
capaces de cumplir todas las tareas asignadas. Entre los 16 y 40 años los esclavos
lograban mayor capacidad laboral y valoración económica. A partir de los 40 años su
capacidad de trabajo y su precio disminuían.
Manumisiones otorgadas en Popayán entre 1808 y 1830
Fuente: Archivo Central del Cauca, Notariales, Popayán, 1808-1830
La compra de la libertad
Durante las guerras de Independencia, entre los años de 1808 y 1830, se
registraron un total de 201 manumisiones por compra en la ciudad de Popayán, que
representan cerca del 80% de las manumisiones.
Más de la mitad de las manumisiones por compra corresponden a mujeres adultas.
De las 201 manumisiones 108 (53.7%) fueron obtenidas por mujeres, 58 (28.9%) por
hombres y 34 (16.9%) por niños. Pero esto no fue exclusivo de la coyuntura de la
Independencia, pues desde la Colonia el porcentaje de esclavas que compraba la libertad
era mayor al de los esclavos. Según Germán Colmenares, en el periodo de 1720 a 1800 se
registraron 334 manumisiones por compra en las que 143 (42.8%) fueron obtenidas por
esclavas frente a 97 (29%) esclavos y 94 (28.1%) niños58. Es importante señalar que
58 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista 1680-1800, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1999, Pág. 75.
Mujeres Hombres Niños Total Comprada 108 57 36 201 Espontánea 20 18 9 47 Total 128 75 45 248
31
aunque en el censo de 1825 se registraron un mayor número de esclavas (6.645) que de
esclavos (5.748) la diferencia no era tan marcada como en las manumisiones59.
¿Por qué consiguieron las mujeres esclavas más de la mitad de las manumisiones
por compra? Para Guido Barona esto se debió al papel de la mujer esclava en la sociedad
como centro de las relaciones de su grupo, a que las labores que se le asignaban, le
permitían mayor oportunidad de acceder a los recursos para la compra de su libertad, y a
que el precio de su avalúo era, por lo general, menor al de los hombres60. Además hay
que señalar que el porcentaje de mujeres esclavas era mayor al de los esclavos.
En 95 (47%) de las 201 manumisiones por compra se especifica la edad del
esclavo. En el 52% de estos casos los esclavos compraron la libertad cuando se
encontraban en el máximo de su capacidad laboral (16 a 40 años), en el 24% de los casos
cuando tenían más de 40 años, es decir, esclavos considerados viejos por su disminuida
capacidad de trabajo. Por último, en el 23% de las libertades por compra los beneficiarios
fueron niños esclavos. En la historiografía reciente sobre la manumisión ha surgido el
debate sobre el papel de las Cartas de Ahorro y Libertad: por un lado Sergio Mosquera
propone que las manumisiones fueron “una oportunidad que encontró el amo para darle
de baja a una mano de obra cansada, envejecida y poco productiva, recuperando algo de
la inversión” 61; por otro lado Pablo Rodríguez cuestiona el alcance de estas afirmaciones
y sostiene que la mayoría de las manumisiones, tanto por compra como espontáneas,
fueron conseguidas por esclavos en su máxima capacidad laboral. Lo que es importante
59 En el censo los esclavos aparecen agrupados por género y casados o solteros. En ningún momento se menciona nada respecto a los niños esclavos. Tovar, Hermes. Convocatoria al poder del número, Archivo General de la Nación, Bogotá, 1994, Págs. 94 y 95. 60 Barona, Guido. La maldición de Midas, Universidad del Valle, Cali, 1995, Pág. 45. 61 Mosquera, Sergio. De esclavizadores y esclavizados en Citara, Promotora editorial de autores chocoanos, 1997, Pág. 73.
32
señalar es que las manumisiones no fueron un medio por el cual los amos se libraron
exclusivamente una mano de obra poco productiva, porque como lo demuestra la
investigación de Pablo Rodríguez y el análisis de las manumisiones del periodo 1808-
1830 también las obtuvieron esclavos en su máxima capacidad laboral y niños esclavos.
Los precios de los esclavos eran muy elevados, a pesar de la disminución de su
valor durante las guerras de Independencia. A comienzos del siglo XIX el precio
promedio de los esclavos hombres entre 15 y 40 años era de 300 pesos y fue
descendiendo gradualmente hasta llegar a cerca de 180 pesos entre 1820 y 1830. Algo
similar pasó con el precio de las mujeres esclavas de la misma edad: a comienzos del
XIX era apróximadamente 250 pesos y llegó a ser cerca de 150 pesos entre 1820 y
183062. Cuando el amo y el esclavo no lograban acordar en el precio que debíase pagar,
se acudía a unos avaluadores. Estos eran ciudadanos de Popayán que tazaban el precio
del esclavo con base en su edad y salud. Si estaba enfermo o viejo su precio disminuía.
Por lo general los esclavos compraban su propia libertad, aunque en algunas
ocasiones los padres, cónyuges o familiares la compraban. Los menores siempre
dependían de la compra por parte de terceros pues aún no podían ahorrar dinero para
comprarla. De las 36 libertades por compra otorgadas a menores, se especifica el
comprador en 31 casos. En 12 ocasiones la compró la madre, en ocho el padre, en siete
ambos padres y en cuatro otras personas. En el caso de los esclavos adultos la compra por
parte de terceros fue menor, pero también participaron familiares como padres, hermanos,
cónyuges e hijos.
62 Rodríguez, Pablo “ La manumisión en Popayán 1800-1850” en Revista de Extensión Cultural, Universidad Nacional sede Medellín, Medellín, No. 7/10 (ENE/DIC), 1981.
33
Las dificultades que se presentaron durante las guerras de independencia pueden
ser la razón para que algunas libertades no se registraran en el momento en que el esclavo
compraba la libertad, sino después de haber vivido un tiempo en libertad. Por ejemplo, en
el año de 1824 Bernabé Vidal pareció ante el escribano público y testificó que “el 11 de
Junio del año de catorce [1814] nació en su poder un mulatito su esclavo llamado
Bernabé, y por quien recibió para su libertad la cantidad de cinquenta patacones; que por
las circunstancias en todo este tiempo de asuntos políticos, no ha podido verificar hacerle
su escritura”63.
De las 307 manumisiones que se registraron en la Notaría Primera de Quibdo, 223
fueron compras. La gran cantidad de manumisiones deja entrever que en el Chocó se
estaba logrando más fácilmente el ahorro necesario para la compra de la libertad. Esto se
debió, en gran medida, a que los esclavos pudieron trabajar más tiempo para reunir el
capital ante el abandono de las minas por parte de los amos. Al mismo tiempo, la falta de
control y el temor de los amos a perder su inversión los llevó a aceptar la compra de la
libertad. Es también importante señalar que el Chocó fue una región marginal con
respecto a los enfrentamientos entre los ejércitos realistas y patriotas, por lo que fue más
difícil que los esclavos tuvieran nuevas oportunidades de libertad como unirse a alguno
de los ejércitos. En cambio, regiones como el valle del Cauca, el altiplano de Popayán e
incluso el Pacífico fueron escenarios de las luchas independentistas. Esto puede explicar
que los caminos para acceder a la libertad en el Chocó fueran la compra, la libertad
espontánea y las fugas, aunque de estas últimas no haya datos específicos.
En algunos documentos de la familia Arboleda aparecen esclavos manumisos que
no están registrados ni en Popayán ni en el Chocó, y cuyas libertades tuvieron que ser 63 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1824, #3, 33.
34
formalizadas ante un notario. En el año de 1819 el administrador de la mina de San
Vicente, sobre el río Timbiquí en el Pacífico, perteneciente a José Rafael Arboleda, hizo
una lista de los esclavos. En una nota al pie el administrador anotaba que “el negro
Gregorio Mateo ha entregado en esta fecha una libra de oro en polvo, la misma en que lo
hemos tazado; en consideración a su dolor reumático en una pierna, a que tiene 54 años
de edad y a que esta ligado con negra libre llamada Marcelina”64. Pero éste no fue un
caso aislado; en otra lista del mismo año de la “jente del Chocó” hay un total de 66
esclavos y 27 manumitidos65. Por último en el año de 1830 José Rafael Arboleda elaboró
una lista de 29 esclavos que “se me han libertado”66. Por supuesto que dar una cifra
exacta del número de manumisiones es muy difícil porque no se sabe cuántas se
registraron en otras notarías, pero las 424 libertades por compra que se registraron en
Popayán y la notaría de Quibdó marcan un aumento considerable, con respecto al número
de manumisiones por compra en el periodo colonial.
Las Libertades Espontáneas
Las manumisiones espontáneas fueron un medio para premiar la lealtad y servicio
de los esclavos o fueron motivadas por las relaciones de cariño y amor de un amo hacia
su amante o hijo. En su mayoría fueron concedidas a esclavos domésticos, pues éstos
convivían más tiempo con los amos lo que facilitaba crear un vínculo afectivo. También
se liberaron con motivo del matrimonio del esclavo o a niños esclavos como recompensa
a los servicios de su madre67. Esta podía ser efectiva en el momento que se registraba o
después de la muerte del otorgante. Durante la Independencia las manumisiones
64 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, Signatura: 379, Folio 7. 65 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, Signatura: 379, Folios 4 y 5. 66 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, Signatura: 5. 67Rodríguez, Pablo “ La manumisión en Popayán 1800-1850” en Revista de Extensión Cultural, Universidad Nacional sede Medellín, Medellín, No. 7/10 (ENE/DIC), 1981.
35
espontáneas representaron cerca del 20% de todas las registradas en la notaría de
Popayán, a diferencia del 29% de las registradas en el periodo de 1720 a 1800.
A diferencia de las manumisiones por compra, el género y la edad no influyeron
tanto en quienes recibían la libertad espontánea. Las mujeres esclavas se vieron más
beneficiadas por la libertad espontánea, pero la diferencia con los hombres y niños fue
mucho menor que en el periodo de 1680 a 1800. De los 47 esclavos beneficiados por este
tipo de manumisión, 20 fueron mujeres, 18 hombres y 9 niños. En cambio en el periodo
de 1680 a 1800 de los 138 esclavos a los que se les concedió la manumisión espontánea
61 eran mujeres, 29 hombres y 48 niños. La edad tampoco fue un factor que determinó
quiénes recibían la manumisión espontánea. La distribución por edades fue más
equitativa que la distribución de las manumisiones por compra. Pero debe anotarse que
muchas veces el otorgante ponía la condición de que el esclavo quedaría libre después de
su muerte.
Es importante señalar que en el periodo de la Independencia aumentaron las
manumisiones por compra y espontáneas. Es muy difícil dar una cifra definitiva de todas
las manumisiones que se otorgaron en la Gobernación de Popayán durante la
Independencia, si se tiene en cuenta que faltan registros notariales del Pacífico. Por lo
tanto es imposible saber que porcentaje de los esclavos accedieron a la libertad por
medios legales (libertad por compra y libertad espontánea) y cuantos accedieron por
medios no legales (fugas y rebeliones), pero sí se puede resaltar la importancia que tuvo
el acceso a la libertad por medios legales durante la Independencia. Con respecto al
género de los esclavos, las mujeres fueron las que más accedieron a la libertad por
medios legales. En cuanto a la edad, los esclavos en edad con mayor capacidad laboral
36
lograron comprar la libertad con mayor frecuencia que los demás, lo que hace difícil
sostener que las manumisiones fueron una forma de deshacerse de la mano de obra
esclava mayor de 40 años.
3. Lealtad, Insurgencia o Indiferencia
En 1808, con la invasión de Napoleón a la península ibérica y la abdicación del
Rey Fernando VII, se crearon las juntas de gobierno como organismos encargados de
gobernar en nombre del Rey. Estas comenzaron en España pero se reprodujeron a lo
largo de todo el continente americano. Una de las primeras Juntas de Gobierno en el
territorio americano fue la de Quito en 1809, que juró lealtad al Rey pero desafió la
autoridad de los gobernadores españoles. Miguel Tacón, gobernador de Popayán, lideró
la represión contra la Junta formada en Quito, lo que ayudó a que la ciudad de Popayán y
las provincias del sur se alinearan a favor de la causa realista, contando además con el
apoyo popular.
El antiguo enfrentamiento entre Cali y Popayán llevó a que el Cabildo de Cali,
que se reunió el 3 de julio de 1810, jurara lealtad al Rey Fernando VII pero rechazara la
autoridad de Miguel Tacón. En 1811 la elite criolla de Cali lideró la creación de una
Junta Provisional de Gobierno de las ciudades confederadas del Valle del Cauca, que
unió y organizó a las ciudades de Anserma, Buga, Cali, Caloto, Cartago y Toro. Esta
Junta comisionó al coronel Antonio Baraya para que organizara la defensa del Valle del
Cauca ante las constantes amenazas de Miguel Tacón.
Otro factor que determinó que Popayán y el sur de la Gobernación apoyaran a las
autoridades españolas mientras que el Valle del Cauca las cuestionaba fue el apoyo
37
popular. La influencia que ejerció Tacón en la opinión popular a raíz del levantamiento
de Quito hizo que la elite criolla de Popayán, que era conciente de las nuevas ideas
políticas, no enfrentara a las autoridades españolas. En cambio, en Cali, las elites criollas
de la ciudad habían contado con el apoyo popular en un enfrentamiento con españoles por
el control del cabildo, que se venía dando desde mediados del siglo XVIII68.
Hacia finales de marzo de 1811 se dio el primer enfrentamiento entre los realistas
y los patriotas en la batalla de Palacé, donde fue derrotado Miguel Tacón, comandante
realista. Éste se retiró al sur en busca de apoyo. Luego de recibir auxilios en Guayaquil,
Tacón se fue para Tumaco donde comenzó a reunir fuerzas. Se enfrentó, en 1812, a las
tropas patriotas en la batalla de Iscuandé, donde fue derrotado de nuevo. A pesar de estas
victorias tempranas los patriotas fueron derrotados en el sur por los pastusos. En 1813
Juan Sámano, comandante realista, comenzó a avanzar desde el sur y fue recuperando los
territorios ganados por los patriotas. A pesar de algunas derrotas, los realistas ganaron el
control de la Gobernación de Popayán en 1815 y lo aseguraron con la reconquista
española. Sólo hasta 1819, cuando comenzó la campaña hacia el sur de Bolívar, hubo
nuevos enfrentamientos.
En este proceso los esclavos no apoyaron a un solo bando, lo que sugiere que sus
intereses fueron diferentes a los de los realistas y los patriotas. Pero entonces, ¿por qué
participaron los esclavos en las luchas independentistas? ¿Qué determinó a qué bando
apoyaban? En esta sección se busca demostrar que el objetivo de los esclavos fue buscar
su libertad, sin importar en qué bando lucharan. Para entender qué determinó a cuál
bando se unieron los esclavos hay que tener en cuenta varios aspectos como la región, la
68 Garrido, Margarita. Reclamos y representaciones, Banco de la República, Bogotá, 1993.
38
relación con los amos, la situación antes y después de las guerras y el medio en que
fueron reclutados.
A continuación se analiza la participación de los esclavos en las tres regiones en
que se centra esta tesis. Para los casos del Pacífico y del altiplano de Popayán se usarán
dos juicios en que se pueden ver a que bando se unieron los esclavos y sus motivos. Para
el caso del Valle del Cauca no se encontró ningún documento que permita analizar la
participación de los esclavos, por lo que se propondrán algunas ideas a partir de
bibliografía secundaria.
El Altiplano de Popayán
Son escasos los documentos que hablan sobre la participación de los esclavos
durante las guerras de independencia. En el Archivo Central del Cauca se encuentra el
expediente seguido contra Juan Manuel Mosquera, esclavo de una hacienda del altiplano
de Popayán69. El documento es la presentación de la causa y en el se interroga al esclavo
preguntándole edad, oficio, estado, y porque se halla en el cuartel prisionero. A través del
análisis de este caso se proponen algunas ideas sobre la actitud de los esclavos durante las
luchas independentistas.
Poco antes de la batalla de Palacé, el 4 de marzo de 1811, Tacón decretó la
libertad de los esclavos que se presentaran al servicio de las armas del Rey. Uno de los
negros esclavos que respondieron la promesa de libertad hecha por Tacón fue Juan
Manuel Mosquera, esclavo de doña Maria Josefa Hurtado. Juan Manuel se encontraba en
el cañaduzal localizado en el curato de San Antonio, cerca de Popayán, cuando llegó un
negro esclavo del cañaduzal con el recado de Miguel Tacón. Juan Manuel y seis esclavos
más se fueron a la ciudad de Popayán a presentarse al servicio del Rey. 69 Archivo Central del Cauca, Independencia M I – 3j signatura: 6384.
39
En la batalla de Palacé Juan Manuel fue soldado de a pie con lanza. Tan pronto se
iniciaron los combates se escondió en el monte y se quedó allí hasta las siete de la noche.
Después de la batalla Juan Manuel se fue para la Horqueta, lugar de paso entre Pasto y
Popayán, donde se mantuvo cinco meses hasta que supo que Tacón venía del sur con
gente de Lima, por lo que decidió ir a Mercaderes donde lo encontró. De allí salieron para
Tumaco, pasando por el palenque El Castigo y Barbacoas. Tacon “se fue a Tumaco
siguiéndole el declarante [Juan Manuel]. Que alli con el motivo de no tener con que
mantenerse (le pidió) al gobernador le diese algún pres(tamo) quien le contestó se fuese a
trabajar porque ya no había dinero alguno”70.
Juan Manuel se mantuvo trabajando para Mariano Astudillo en un tabacal, y luego
de la derrota de los realistas en la batalla de Iscuandé, se presentó ante Ignacio
Rodríguez, comandante patriota, “asegurándole que era libre y exponiéndole que havia
sido soldado de Tacón, pidiéndole al mismo tiempo pasaporte para esta ciudad
[Popayán]”. Juan Manuel utilizó la oportunidad brindada por Tacón para lograr su
libertad, pero su estrategia no funcionó, pues unos soldados de Rodríguez lo reconocieron
como esclavo, por lo que el comandante lo llevó preso hasta Popayán. Una vez en la
ciudad y sin decirle a nadie Juan Manuel se fue para la hacienda El Guayabal, de su ama,
y se presentó ante el mayordomo de la hacienda, quien lo puso a trabajar.
Tiempo después Juan Manuel fue a La Horqueta, con permiso del mayordomo de
la hacienda, para conseguir una carga de maíz para su mujer. En el camino hacia Popayán
se encontró con unos Patianos realistas que lo retuvieron con el fin de impedir que le
avisara a los caleños patriotas que planeaban tomarse la ciudad. En esta ocasión Juan
Manuel no hizo parte de la toma defendiendo la causa realista. 70 Archivo Central del Cauca, Independencia M I – 3j signatura: 6384. Folio 3.
40
Este caso muestra una estrategia individual para acceder a la libertad. A pesar de
que un grupo de negros respondió al llamado de Tacón, cada uno tomo su propio camino.
El caso también es muy diciente en cuanto a la lealtad de los esclavos. Cuando Tacón fue
derrotado Juan Manuel no tuvo problema en intentar volver a Popayán, pero sí quiso
hacerse pasar como libre. Y más adelante, cuando tuvo nuevamente la oportunidad de
unirse a los patianos y defender la causa del Rey, no lo hizo. Es muy difícil intentar
generalizar a partir de un solo caso, pero este juicio es muy sugestivo: Juan Manuel
estaba interesado en obtener su libertad más que en apoyar la causa realista.
Tambien es interesante el resultado del proceso seguido contra Juan Manuel. El
Juez encargado de decretar el castigo del esclavo argumentoo que si bien “es cierto que
Juan Manuel Mosquera ha tomado las armas con(tra) la patria, substrayendose del
servicio de sus amos, según resulta de su confesion: es tambien cierto que la ignorancia,
la seduccion y el aliciente con (que) han procurado atraer a tales gentes, ha sido la causa
de estos atentados”71.
El Pacífico
El expediente seguido por Gerónimo Torres y por sus esclavos servirá para lanzar
algunas ideas en el caso del Pacífico. El expediente tiene tres partes: la primera es una
carta de 1811 de Torres, dueño de una mina de esclavos en el río Micay, a Miguel Tacón,
gobernador de Popayán, quejándose por la situación de insubordinación de los esclavos.
La segunda, en 1816, es una petición de los esclavos para que se llamen una serie de
testigos que confirmen su lealtad a la corona y así accedan a la libertad. La tercera es de
nuevo una carta de Torres en 1820 al gobernador de la provincia de Micay quejándose de
71 Archivo Central del Cauca, Independencia M I – 3j signatura: 6384. Folio 4.
41
la continua insubordinación de sus esclavos pesar de todos los esfuerzos hechos por
controlarlos.
En enero de 1811 Gerónimo Torres se dirigió al gobernador de Popayán Miguel
Tacón para informarle que “dos soldados desertores de las tropas de esa ciudad que
entraron en días pasados por la mina de San Juan, que tengo en la cordillera sur, me han
puesto en insurrección esa cuadrilla, asegurándoles que usted havia declarado ya la
libertad de los negros”72. Los problemas de Gerónimo Torres con los esclavos de su mina
en el río Micay no eran nuevos. En una carta de 1809 su hermano, Ignacio Torres, le
informaba que el estado de la mina era crítico y que “entrar a la mina en semejante
fermentación seria imprudencia en mi, principalmente quando otras ocasiones menos
malas e estado ya pronto a ser la victima de su furor [de los esclavos]”73.
Para Gerónimo Torres la forma de apaciguar el levantamiento era cerrar el camino
hacia la mina con el fin de cortar a los esclavos el suministro de víveres. Aunque éstos no
eran de vital importancia para los esclavos, tal medida podría ayudar a controlarlos. El
gobernador delegó el asunto en un asesor quien, en 1811, determinó que: “parece fácil el
restablecimiento de la subordinación de esa quadrilla, declarándose que jamás fue
expedida esa Providencia de libertad, ni puede expedirse contra las leyes y derecho que
fundan la servidumbre”74.
Sin embargo, a principios de marzo de 1811 el cabildo de Popayán bajo la
dirección de Tacón decidió decretar la libertad de los esclavos ante la inminente
confrontación con los patriotas. Cuando Tacón fue derrotado en la batalla de Iscuandé en
72 Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura: 6597. 73 Archivo General de la Nación, Fondo: Academia Colombiana de Historia, Sección: Camilo Torres, Caja: 7, Carpeta: 14, Folio: 16, 1809. 74 Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura 6597.
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1812 cerca de 400 esclavos que se acercaban por la costa para apoyar la causa realista
tuvieron que regresar a los reales de minas75. Miguel Tacón logró huir hacia Quito y
Perú, pero gran parte de sus oficiales fueron hechos prisioneros. Los patriotas ganaron
control sobre el Pacífico e intentaron someter la sublevación de las minas. El cabildo de
Cali había comisionado a un cura misionero para que les hiciera entender a los esclavos
la obediencia que merecían sus amos y las graves consecuencias que tendrían si
continuaban insubordinados76. Ignacio Torres, por su parte, propuso a su hermano
Gerónimo enviar a una persona para que viera lo que convenía hacer con los esclavos77.
Pero los esclavos resistieron la arremetida de sus amos insurgentes, a nombre de la causa
del Rey, aun después de la derrota de Tacón, según lo alegaron en la segunda parte del
expediente78.
En 1815 los realistas encabezados por Juan Sámano lograron derrotar a las tropas
patriotas y volvieron a controlar la Gobernación de Popayán. Manuel Valverde, uno de
los oficiales de Tacón hecho prisionero por los patriotas, fue encargado como Teniente
Gobernador de Micay. Fue ante Valverde que en 1816 se presentó Juan Camilo Torres,
esclavo capitán de la mina de San Juan, en nombre propio y de sus compañeros, para
pedir que se llamara a una serie de testigos que confirmara su lealtad a la Corona y se les
premiara con la libertad.
A los testigos se les hicieron las siguientes preguntas sobre los esclavos de San
Juan: 1) Si han defendido el camino de San Juan dos veces contra los ataques de los 75 Restrepo, Jose Manuel. Historia de la Revolución de Colombia, Editorial Bedout, Bogotá, Tomo I, 1942. Ocampo, Javier. “ El proceso político, militar y social de la independencia” en Nueva Historia de Colombia, Tirado, Álvaro (ed.), Planeta colombiana, Bogotá, 1998. 76 Zawadzky, Alfonso. Ciudades Confederadas del Valle del Cauca 1811. Imprenta Bolivariana, Cali, 1943, Págs. 128 y 134. 77 Archivo General de la Nación, Fondo: Academia Colombiana de Historia, Sección: Camilo Torres, Caja: 7, Carpeta: 14, Folio: 27, 1811. 78 Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura 6598.
43
insurgentes (los patriotas). 2) Si han auxiliado a las tropas insurgentes. 3) Si han sido
fieles a las ordenes de los señores jueces y curas que han seguido la justa causa del Rey.
4) Si cuando las tropas realistas pasaron por la mina los esclavos los abastecieron de
víveres. Los cinco testigos afirmaron la lealtad de los esclavos a la causa del Rey y su
rechazo a los insurgentes. Lo que Torres consideró en 1811 como un levantamiento de
los esclavos de Micay pasó a ser un enfrentamiento de los esclavos realistas contra sus
amos insurgentes.
El caso fue llevado en 1818 por el Procurador General Manuel Antonio Velasco
ante el Regidor del Cabildo de Popayán. Según el Procurador General se les debía
conceder la libertad a los esclavos, pues estos habían atendido el llamado de Tacón de
defender la causa del Rey, aunque no fuera presentándose al ejército sino defendiendo la
mina. Además, resaltaba el procurador, los esclavos se enfrentaron a los insurgentes con
pocas armas y guiados por su fidelidad a la causa realista, cuando “ninguna cosa les había
sido mas fácil que tomar, o formar un buque, recoger a sus familias y quanto les
suministrase la mina y mudarse, quando no a Guayaquil u otro puerto, al menos a una
isla, si su objeto hubiese sido sacudir la esclavitud”79. Pero el Procurador General fue más
allá y pidió no solo la libertad de los 23 negros bajo el mando del capitán Juan Camilo
Torres, sino que sus mujeres e hijos fueran avaluados para que compraran su libertad.
Pero la respuesta del Regidor del Cabildo de Popayán fue contundente: los
esclavos hicieron el deber de cualquier vasallo de la Corona, por lo que no debían ser
liberados. Además, sus acciones no justificaban el crecido desembolso que significaba la
libertad de 23 esclavos. Hay dos puntos importantes que resaltar: primero, los esclavos no
lograron la libertad porque en el año de 1813, cuando se les llamó al servicio del Rey, no 79 Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura 6598.
44
se presentaron sino que se quedaron en la mina y rechazaron dos ataques de lo patriotas
que querían subordinar de nuevo a los esclavos. Segundo, la libertad de los esclavos
significaba pagarles la libertad a los amos, compensándolos así por la pérdida de su
inversión. Este es un punto muy importante, pues tanto realistas como patriotas buscaron
el apoyo de los esclavos, pero tuvieron cuidado en mantener el orden del sistema
esclavista.
Un año después, en 1819 la situación del Pacífico era bastante crítica. Los
esclavos que antes habían defendido la causa realista, ahora no reconocían la autoridad
del Rey y rechazaban los intentos por someterlos. A Manuel Valverde, teniente
gobernador de Micay, se le había encargado organizar una expedición para controlar a los
esclavos de la mina de San Juan. Un mes después, Valverde elaboró un informe en el que
describía la difícil situación de las minas: había intentado dialogar con los esclavos pero
estos se negaron y cuando avanzó por el territorio fue atacado por las cuadrillas de negros
sublevados80.
En 1820 Gerónimo Torres, con ayuda del gobierno, logró ingresar a su mina y
durante 11 meses intentó controlar a sus esclavos. Ese mismo año escribió un informe en
el que relataba el fracaso de su objetivo y la impotencia y desesperación en que se
encontraba. Según Torres, cuando llegó a la mina encontró las herramientas y los plantíos
destruidos pero decidió no tomar represalias: “lejos de hacerles cargo alguno, ni aun la
mas leve reconvención por lo pasado, adopte un tratamiento suave complaciente y
80 Almario, Oscar “ Muchos actores, varios proyectos, distintas guerras: La independencia en la Gobernación de Popayán y las provincias de Pacífico, Nueva Granada, 1809-1824”, ponencia presentada en la Cátedra de Historia de Iberoamérica: El proceso de la independencia, Quito, diciembre 2003.
45
enteramente paternal: renové las herramientas… los continué en la posesión de sus
plantíos”81.
Torres fue más allá: les redujo el jornal a la mitad82, les permitió diversiones y
procuró corregir sus delitos sin mayor castigo sino la represión verbal. A pesar de todo
esto los esclavos se mantuvieron desafiantes al control de su amo hasta el punto que gran
parte de la cuadrilla andaba armada con lanzas y puñales83. Según Torres los esclavos se
habían sublevado por una “fabula alarmante e incidiosa de que habia venido a las
Americas una reyna negra trayendo la libertad para los esclabos, que tratavan los amos de
reclutarla, con cuyo habían comenzado a celebrar (¿?), y tomar medidas para sacudir la
obediencia”84. Esto no solo justificaba la búsqueda de libertad por parte de los esclavos
sino el levantamiento en contra de sus amos pues según el documento estos estaban
intentando reclutar a la reina negra que traía y justificaba la libertad de los esclavos.
Ante la imposibilidad de controlar la mina Gerónimo Torres proponía tres
soluciones para las cuales necesitaba la asistencia del Teniente Gobernador. La primera
era entrar a la mina y sacar a los dos cabecillas para venderlos y así darles un escarmiento
a los demás esclavos, y recoger las armas. La segunda opción era que “buscasen amo
todos lo esclavos de la mina que no quisiesen servirme” y la tercera opción era que “si no
81 Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura: 6596. Es evidente que los esclavos no solo gozaban de cierto grado de libertad sino que además tuvieron la capacidad de posesión de bienes. Esto ha sido tratado más ampliamente por Rafael Díaz, en su artículo “ ¿Es posible la libertad en la esclavitud? A propósito de la tensión entre libertad y esclavitud en la Nueva Granada”, en Historia Critica, No 24 (Julio/ Diciembre 2002). 82 Con jornal Torres se refiere a la jornada de trabajo: “ aun hice mas, me prive de las labores de la mina, por darles tiempo a que concluyesen las que tenian amenazadas, rebajandoles la mitad del jornal a las mujeres, y quasi otro tanto a los hombre” Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura: 6596. 83Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura: 6596. 84 Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura: 6596.
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se resolvían a dejarla [la mina] solicitasen comprador para ella”85. En una carta de 1821
Gerónimo Torres informa a su hermano que la situación de la mina no mejoraba: “la
necesidad me obligó a sepultarme en esa horrible e infernal mina de San Juan, en donde
he consumido mi paciencia, mi salud y mi dinero tal vez infructuosamente”86. Esto es lo
último que se sabe de la mina de los Torres.
No todas las cuadrillas de las minas del Pacífico se sublevaron. En 1816 José
Rafael Arboleda, descendiente de una de las familias esclavistas más importantes de
Popayán decidió refugiarse en su mina del río Timbiquí, cerca al río Micay. Los motivos
para dirigirse a su mina fueron varios: por un lado, huía de la represión de los realistas,
pues había apoyado a la causa patriota y, aunque fue llevado prisionero ante Morillo, sus
influencias y donativos le salvaron la vida. Por otro lado, se había quedado ilíquido
debido a las fuertes contribuciones impuestas por ambos ejércitos sobre sus haciendas. Lo
anterior hizo que José Rafael fuera a su mina para mejorar la producción de oro87.
A pesar de que un oficial de Calzada fue a la mina de Timbiquí y reclutó nueve
esclavos, los demás parecieron indiferentes a las luchas entre patriotas y realistas y no
buscaron su libertad uniéndose a las tropas del Rey88. Pero ¿por qué los esclavos de
Arboleda no se sublevaron y buscaron apoyo en la causa realista para enfrentarse a su
amo y lograr la libertad? Sólo se puede tratar de enunciar algunas posibles razones por las
cuales los esclavos de Arboleda no se unieron a la causa realista. Primero, la mina había
sido explotada por las tropas realistas con mano de obra esclava, por lo que no se les
85Archivo Central del Cauca, Independencia C III – 2g signatura: 6596. 86Archivo General de la Nación, Fondo: Academia Colombiana de Historia, Sección: Camilo Torres, Caja: 7, Carpeta: 15, Folio: 10, 1821. 87 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, Signatura: 403. 88 Archivo Centra del Cauca, Sala: Arboleda, Signatura: 382.
47
asoció con promesas de libertad89. Segundo, los esclavos de Arboleda no se habían
sublevado antes, por lo que no buscaron legitimar sus anhelos de libertad uniéndose a los
realistas. Tercero, Arboleda llevó esclavos del Valle del Cauca lo que pudo generar
división entre los esclavos y así evitar que se sublevaran90. Por último, Arboleda era parte
de una de las dinastías esclavistas más grandes de Popayán, por lo que es posible que
tuviera un mejor sistema de control y represión sobre los esclavos.
Lo más importante de este episodio es que demuestra que a pesar de que las
sublevaciones del Pacífico fueron abundantes, no lograron formar una sola gran rebelión.
El difícil acceso a las distintas minas hizo que más allá de una revuelta a nivel regional
muchos de los esclavos buscaran tener control sobre su mina y su territorio. Para esto se
opusieron a los distintos intentos de sus amos por someterlos y alegaron servicios a la
Corona pues la mayoría de sus amos hacían parte de la causa patriota. Por esta misma
razón los esclavos lucharon desde sus minas, afirmando su territorio, y no se enlistaron en
el ejército realista como soldados. Fue esto lo que argumentó el Regidor del Cabildo de
Popayán para negarles la libertad, pues antes que servirle a los ejércitos del Rey
cumplieron el deber de cualquier vasallo leal a la Corona.
En 1822 los ejércitos patriotas vencieron definitivamente a los ejércitos realistas
en el Pacífico. Muchos de los amos lograron un control menguado de sus minas a cambio
de concesiones muy grandes como las que propuso Gerónimo Torres. Sin embargo,
algunos esclavos continuaban sublevados. Uno de los primeros actos de represión
republicana contra las aspiraciones de libertad por parte de los negros esclavos del
Pacífico fue comandado por el coronel Manuel Ortiz, quien controló a los negros de la
89 Jurado Noboa, Fernando. Esclavitud en la costa Pacífica, Ediciones Abya-Yala, Quito, 1990, Pág. 389. 90 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, Signatura: 403.
48
mina de la Soledad en el río Telembí. Los cabecillas de esta sublevación se habían puesto
los nombres de Bolívar, Sucre y Santander en una clara alegoría a la Independencia de la
Nueva Granada91.
En el año de 1824 Agustín Agualongo, ferviente seguidor de la causa realista,
emprendió un ataque contra Barbacoas con una fuerza compuesta básicamente por
indígenas y negros escapados de las minas. El entonces teniente gobernador de
Barbacoas, Tomás Cipriano de Mosquera, ofreció la libertad a todos los esclavos que
apoyaran a la República. Tras los combates los republicanos triunfaron y el ejército de
Agualongo fue dispersado92.
La evidencia aquí expuesta, sugiere que en el Pacífico los esclavos buscaron
acceder a la libertad mediante una estrategia grupal, centrada en las minas, lo que llevó a
que reafirmaran su relación con el territorio y se apropiaran de él. Lo que comenzó como
una sublevación de esclavos paso, durante la Independencia, a ser un conflicto de
lealtades. A pesar de que los esclavos de las minas alegaron haber obedecido a las
autoridades españolas, tan pronto como se les negó la libertad desobedecieron los
intentos de sumisión y permanecieron sublevados contra patriotas y realistas. Pero
también es importante resaltar que las sublevaciones no fueron generalizadas en todas las
minas y que hubo esclavos que siguieron bajo el dominio de sus amos, como lo muestra
el caso de la mina de Timbiquí.
El Valle del Cauca
La situación del Valle del Cauca se analizara a partir de bibliografía secundaria
que tratan las guerrillas del británico Juan Runnel. Por lo general el análisis de estas
91 Díaz del Castillo, Idelfonso. “ El coronel Manuel Ortiz y Zamora” en Boletín de Estudios Históricos, Pasto, No. 21, 276. 92 Ortiz, Sergio Elias. Agustín Agualongo y su tiempo, ABC, Bogotá, 1958.
49
guerrillas se ha centrado en su comandante extranjero pero han pasado por alto que la
mayoría de guerrilleros eran esclavos huidos de las haciendas del Valle del Cauca.
Esta región se convirtió en el centro de la causa patriota en el suroccidente de la Nueva
Granada. Desde 1811 una de las mayores preocupaciones de los habitantes del valle era
controlar los movimientos de los esclavos huidos que saqueaban las haciendas93.
Los realistas, bajo la dirección de Juan Sámano, volvieron a ganar y a consolidar
control sobre el Valle del Cauca durante la reconquista Española (1815-1817). Entonces
la región vivió un periodo de terror y represión por haber liderado el movimiento en
contra de la Corona. Desde 1816 tropas españolas ocasionaron estragos en las ciudades
confederadas del Valle y eran impopulares puesto que acababan con las haciendas,
exigían ganado y caballos y se llevaban gran parte de los esclavos, algunos para que
sirvieran en el ejército y otros para que trabajaran en la construcción de nuevos caminos.
Según Rebecca Earle, la construcción de caminos fue uno de los principales
motivos que provocó los enfrentamientos entre el ejército realista y los habitantes del
valle del Cauca. Para llevar a cabo la construcción de nuevos caminos las tropas realistas
confiscaron esclavos de las haciendas, lo que llevó a la producción agraria a un colapso.
Además, como los esclavos se fugaban de los trabajos en los caminos, el ejército realista
decidió cobrar un impuesto a los amos por cada esclavo fugado. Por ejemplo, el cabildo
de Buga se quejaba que entre 1815 y 1817 los esclavistas de la ciudad habían tenido que
pagar una suma cercana a los 5.000 pesos94.
93 Zawadzky, Alfonso. Ciudades Confederadas del Valle del Cauca 1811, Imprenta Bolivariana, Cali, 1943. 94 Earle, Rebecca. “ Popular Participation in the Wars of Independence in New Granada” en Independence and Revolution in Spanish America: Perspectives and Problems, McFarlane, Anthony y Posada Eduardo (eds.), Institute of Latin America Studies, London, 1999.
50
Algunos de los esclavos fugados de los caminos, más los esclavos fugados de las
haciendas, pasaron a conformar las guerrillas dirigidas por el inglés Juan Runnel y por
Antonio Alaix. Según Matthew Brown, en cuyo artículo se basa esta sección, Juan
Runnel llegó a Buenaventura en 1816. Aunque pudo estar vinculado con la causa realista
desde un principio, es posible que ante la paz que se vivía en esa época el inglés
empezara a trabajar como mayordomo en una hacienda95. En 1819, cuando llegaron los
ejércitos patriotas al valle del Cauca, Runnel comandaba una guerrilla de esclavos negros,
con la que jugó un papel decisivo en la batalla de San Juanito, en 1820, y tomó el control
de Cali cuando la ciudad fue amenazada por la reconquista realista. Pero la presencia de
Runnel y las guerrillas de negros esclavos pronto comenzó a ser percibida como una
amenaza. Varios testigos de la época, entre los que está Tomás Cipriano de Mosquera,
aludieron a los ataques de Runnel y sus nefastas consecuencias en la región.
A pesar de que el apoyo de Runnel había sido definitivo, una vez los patriotas
ganaron el control de las haciendas fue necesario recuperar la mano de obra esclava que,
en gran parte, se había fugado. Algunos de esos esclavos componían la guerrilla de
Runnel y fueron acusados de haber generado confusión y anarquía. Antonio Cifuentes fue
el encargado de reestablecer el control en el valle y el cabildo de Cali lo felicitó por “el
importante efecto de contener los desastres que causaban los negros de las haciendas, y
otros malvados acaudillados por el inglés Juan Runel”96. Aunque las guerrillas de negros
esclavos apoyaron la causa patriota, luego de derrotar a los esclavistas se convirtieron en
95 Brown, Matthew. “ Esclavitud, castas y extranjeros en las guerras de la Independencia de Colombia” en Historia y Sociedad, No 10, 2004. 96 Brown, Matthew. “ Esclavitud, castas y extranjeros en las guerras de la Independencia de Colombia” en Historia y Sociedad, No 10, 2004, Pág. 118.
51
un problema por amenazar el orden social y étnico y los intereses políticos y económicos
de las elites.
Es importante resaltar que la participación de los negros esclavos en el Valle del
Cauca fue grupal, asociados en las guerrillas dirigidas por Runnel, a diferencia del
altiplano de Popayán donde la participación fue individual. Pero también es importante
resaltar que los esclavos del valle no se apropiaron y defendieron un nuevo territorio
diferente a los palenques que existían desde la Colonia. Pronto estas guerrillas pasaron de
ser un aliado esencial para la causa patriota a convertirse en un problema social y
económico para la región.
En las tres regiones en que se centra esta tesis los esclavos participaron en las
guerras de Independencia de acuerdo a características locales y a las distintas relaciones
sociales. El caso del esclavo Juan Manuel Mosquera en el altiplano de Popayán sugiere
que la participación fue individual y no buscó reafirmarse sobre ningún territorio como
libre. Por otra parte, en el Valle del Cauca los esclavos fugados se unieron en guerrillas
que en un principio apoyaron a los patriotas en contra de los realistas. Después de la
derrota realista definitiva, estas guerrillas fueron percibidas como un problema por parte
de los patriotas. Por último, en la región Pacífico muchos esclavos se apoyaron en la
causa realista para poder legitimar sus intenciones de libertad contra sus amos patriotas.
Acá la participación fue grupal y además intentó, de forma más evidente que en otras
partes, reafirmarse sobre un territorio. Las consecuencias de estos distintos modos de
participación se trataran en la siguiente sección.
Huellas Patriotas y Realistas en las Manumisiones
52
Entre los años de 1816 y 1824 se registraron siete manumisiones en las que
esclavos o amos aludieron a sentimientos patriotas o realistas en las cartas de ahorro y
libertad. A pesar de ser un número muy bajo con respecto a las 248 manumisiones en
total de este periodo, muestran como la coyuntura política de la Independencia no solo
abrió nuevas formas de libertad sino que también ayudó a justificar la liberación de los
esclavos mediante los caminos legales. De estas 7 manumisiones 5 se dieron por la causa
realista y 2 por la patriota.
En 1816 el negro Juan Gregorio, esclavo de Doña Maria Josefa Hurtado, se
presentó ante el Gobernador y comandante General de la Gobernación de Popayán
solicitando la carta de Ahorro y Libertad “alegando los fieles servicios que ha hecho al
soberano”97. El Gobernador General expidió un decreto mandando a que se avaluara al
esclavo para que éste procediera a pagar los 175 pesos correspondientes. Al año siguiente
el negro Ignacio, otro esclavo de Doña Maria Josefa Hurtado, se presentó también ante el
Gobernador General y solicitó se le concediera su carta de libertad por los servicios
hechos al soberano desde el principio de la revolución. El Gobernador emitió un decreto
en el que mandaba se avaluara al negro98. Lo más es que hubo un interés por parte de los
esclavos por resaltar su lealtad y también un interés por parte de las autoridades españolas
por reconocer la lealtad de estos dos esclavos y ayudarlos a conseguir su libertad.
Las otras 3 manumisiones que se dieron en nombre de la causa realista fueron
espontáneas. En 1817 el Gobernador y Comandante General de la Gobernación de
Popayán mandó, a través del Procurador General, que se le otorgara la libertad al negro
Damazo, esclavo de Doña Maria Ignacia Arboleda por “los relevantes servicios que ha
97 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1816, #3, 22. 98 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1817, #3, 9.
53
hecho impelido de su fidelidad en defensa de la cauza sagrada del trono militando desde
el principio de la rebelión en dicha cauza”99. En 1819 dos vecinos de la ciudad de
Popayán otorgaron la libertad a su esclavo Antonio, negro de 30 años, cuando éste se
presentó servicio de las armas del Rey100; la escritura fue registrada en la ciudad de Pasto.
Por último en 1820 don Manuel del Campo y Larraondo premiaba la lealtad y amor de su
esclavo por la causa realista con la libertad101.
Las dos manumisiones que se justificaron a nombre de la causa patriota fueron
espontáneas. En 1822 el Coronel patriota Antonio Maix concedió la libertad a su esclavo
mulato porque lo acompañó durante tres años en persecución de enemigos españoles en
la montaña de Parraga102. En 1824 Don Antonio Arboleda liberó a su esclava Feliciana,
de 40 años, “en celebridad de las fiestas nacionales que recuerdan los principales
acontecimientos y gloriosos triunfos de nuestra republica de Colombia por la
Independencia de sus pueblos”103.
Durante la Independencia existió una nueva forma de justificar los motivos de las
manumisiones. Las huellas de sentimientos patriotas o realistas fueron variadas: por un
lado, se premió a los esclavos por sus servicios a nombre de alguna causa, también hubo
esclavos que hicieron cumplir las promesas de libertad o amos que condicionaron la
libertad de su esclavo a que este se presentara al servicio de las armas.
4. La respuesta de la Elite
99 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1817, # 1, 120. 100 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1819, # 2, 51. 101 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1820, # 3, 11. 102 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1822, # 1, 16. 103 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1824, #1, 2.
54
La elite esclavista de Popayán buscó controlar a los esclavos con el fin de evitar la
dislocación de la esclavitud y desarrolló estrategias con el fin de evitar que se liberaran.
La elite desarrolló cuatro estrategias: la primera, fue adherirse continuamente al bando
ganador y así evitar las fuertes contribuciones, no solo de esclavos, sino de ganado y
productos agrícolas. La segunda, fue trasladar los esclavos entre sus propiedades de
acuerdo con la situación de cada localidad. La tercera, fue esconder a los esclavos. Y la
cuarta, fue ocupar puestos burocráticos importantes en los procesos legales de la
liberación de esclavos. Pero cuando fue necesaria la incorporación de sus esclavos, los
amos intentaron vincularlos a sus ejércitos y así mantenerlos bajo control.
Algunos de los esclavistas de Popayán se fueron adhiriendo sucesivamente al
bando victorioso para escapar de las consecuencias de la guerra104. El caso más notorio es
el de José Maria Mosquera, padre de Tomás Cipriano. Al principio de las luchas
independentistas José Maria apoyó a la Corona y “debió comprometer su prestigio para
proteger la vida y la familia del mandatario español [Miguel Tacón], amenazada por los
enardecidos miembros de la Junta Revolucionaria”105. En 1814, después de la victoria de
Nariño en la batalla de Calibío, José Maria Mosquera cambió de bando y “aceptó a
regañadientes la Gobernación del Estado que, en forma obligante, le ofreció el general
Nariño”106. Esto le permitió a José Maria seguir controlando sus bienes y esclavos y,
además, mantenerlos produciendo en la medida de lo posible.
Pero los esclavistas también buscaron mover a sus esclavos de una zona en
peligro a otra más segura. Por ejemplo, José Rafael Arboleda sacó un gran número de
104 Colmenares, Germán. “ Castas, Patrones de poblamiento y conflictos sociales en las provincias del Cauca 1810-1830” en La Independencia: Ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985, Pág. 142. 105 Castrillón, Diego. Tomás Cipriano de Mosquera, Arco, Bogotá, 1979, Págs. 6 y 7. 106 Castrillón, Diego. Tomás Cipriano de Mosquera, Arco, Bogotá, 1979, Págs. 6 y 7.
55
esclavos del valle del Cauca en 1816 y los llevó a sus minas del Pacífico. Así, sacó a los
esclavos de las haciendas donde estaban siendo reclutados y se fugaban con mayor
frecuencia; y los llevó a la mina de San Vicente en el Pacífico donde los mantuvo bajo
control y los puso a trabajar en la explotación de oro. Sin embargo, en 1820 cuando la
situación en el Valle del Cauca se comenzó a controlar, Arboleda sacó a los esclavos de
la mina y los llevó a las haciendas que poseía en la región de Caloto. Los esclavistas, por
lo tanto, también movieron a sus esclavos de acuerdo al momento y la situación de las
distintas regiones donde tenían propiedades107.
Otra estrategia usada por los amos para mantener bajo control a los esclavos y
evitar que fueran reclutados fue esconderlos. En una carta de 1820 Valdez, comandante
del ejército patriota en el suroccidente, le describía al vicepresidente Francisco de Paula
Santander la difícil situación que enfrentaba para reclutar esclavos. Además de que
muchos eran inútiles o habían sido reclutados por el ejército realista, otros eran ocultados
por sus amos108.
Por último, otra forma de control por parte de los amos fue ocupar puestos
burocráticos importantes en los procesos de manumisión y liberación de los esclavos. El
cargo más relevante fue el de Procurador General, pues éste se encargaba de representar a
los esclavos ante la justicia. Por eso no resulta sorprendente que un esclavista tan
importante como José Rafael Arboleda ocupara el puesto en el año de 1823. Este cargo
107 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, Signaturas: 335 y 403. Almario, Oscar. “ Racialización, etnicidad y ciudadanía en el Pacífico neogranadino 1780-1830” copia prestada por el autor. 108Colmenares, Germán. “ Castas, Patrones de poblamiento y conflictos sociales en las provincias del Cauca 1810-1830” en La Independencia: Ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985, Pág. 145.
56
obligaba a defender los derechos de los esclavos, pero al mismo tiempo se pudo controlar
que los intereses de los esclavistas no se vieran afectados109.
Cuando los amos necesitaron el apoyo de los esclavos en las guerras los
reclutaron en sus ejércitos y así buscaron mantenerlos bajo control. En la batalla de
Calibío, en las afueras de Popayán, en 1814, José Rafael Mosquera y Mariano Mosquera
llevaron más de cien esclavos armados con machetes y fueron una fuerza decisoria de la
batalla. Para mantener bajo control a los esclavos, los amos mandaban al capitán o un
hombre de confianza que los cuidara110.
Pero a partir de 1819, con las campañas libertadoras comandadas por Bolívar en
el suroccidente de Colombia, el reclutamiento tuvo características diferentes. Se buscó
reclutar campesinos y esclavos por enlistamientos obligatorios a gran escala. En 1820
Bolívar mandó a reclutar 1.000 esclavos en Antioquia y 2.000 en el Cauca y Chocó, pero
Valdez, el general patriota del Valle del Cauca, mandó una carta al vicepresidente
Santander quejándose: “Hasta ahora se han tomado proporcionalmente y aseguro a V. E.
que aunque se verificase en todos los negros útiles de la provincia no alcanzarían a llenar
los deseos del Exmo. Señor presidente porque, la verdad, yo no sé de dónde puedan
sacarse tantos esclavos útiles”111.
En el caos de las guerras de independencia los amos desarrollaron estrategias para
mantener el control sobre sus esclavos, lo que deja ver la importancia de las esclavitud en
la gobernación de Popayán. Una de las principales consecuencias de la coyuntura de la
Independencia fue la escaces de mano de obra debido a las fugas de los esclavos, lo que
109 Archivo Central del Cauca, Notaría Primera, año 1823. 110 Castrillón, Diego. Tomás Cipriano de Mosquera, Arco, Bogotá, 1979, Pág. 7. 111Colmenares, Germán. “ Castas, Patrones de poblamiento y conflictos sociales en las provincias del Cauca 1810-1830” en La Independencia: Ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985.
57
hizo que los amos dependieran aun más de los esclavos que aun controlaban112. Los
efectos de las luchas independentistas se analizan en la siguiente sección.
5. De la Devastación a la Permanencia
La coyuntura de la Independencia tuvo efectos profundos sobre las distintas
subregiones de la Gobernación de Popayán, pero la elite payanesa continuó dependiendo
de la esclavitud como forma de trabajo por lo que buscaron mantener el control sobre los
esclavos. A continuación se analizarán de forma general los efectos de las luchas
independentistas con base en trabajos que estudian las distintas subregiones: el trabajo de
Zamira Díaz sobre el altiplano de Popayán y el Valle del Cauca, y el trabajo de Oscar
Almario sobre el Pacífico.
El altiplano de Popayán
En el altiplano los esclavos complementaron la mano de obra indígena de las
haciendas. Según Zamira Díaz, esto impidió que los hacendados tuvieran grandes
pérdidas a causa de la liberación de algunos esclavos e hizo posible una recuperación más
rápida de los daños sufridos durante la Independencia. Además, la estrategia individual
de libertad de los esclavos impidió que sus efectos fueran profundos. Aunque las
relaciones entre amos y esclavos domésticos no debieron variar mucho durante la
Independencia, es posible que en la ciudad aumentara el número de negros y mulatos
libres. Al poder acceder más a la compra de libertades, como se analizó en el segundo
capítulo, hubo un mayor número de libres.
El Valle del Cauca
112 Appelbaum, Nancy. “ Whitening the Region: Caucano Mediation and “ Antioqueño Colonization” in Nineteenth-Century Colombia”, en The Hispanic American Review, Vol. 79, No. 4 (Nov. 1999), Pág. 638.
58
A medida que se fue agudizando el conflicto entre realistas y patriotas las
exigencias sobre las haciendas del Valle del Cauca se fueron incrementando. Las tropas
no sólo se alojaban en los terrenos de las haciendas sino que tomaban el ganado y los
productos agrícolas para su alimentación. Pero, según Zamira Díaz, la crisis no fue sólo
de índole material sino social. Muchos de los esclavos que trabajaban en las haciendas se
fugaron o participaron en los ejércitos, por lo que se redujo la actividad agropecuaria. Por
ejemplo, en la hacienda La Bolsa, propiedad de la familia Arboleda, se solía recolectar un
diezmo anual que consistía de 50 cabezas de ganado, 200 fanegas de maíz y tres cargas
de cacao. Pero en 1812 el diezmo se redujo a una cabeza de ganado. Las exigencias se
fueron haciendo cada vez más grandes y los esclavos más productivos se fugaron, fueron
reclutados por alguno de los ejércitos o fueron trasladados por sus amos.
En la década de 1820, cuando la situación en el Valle del Cauca era más estable,
muchos hacendados optaron por el sistema de colonato. Cedieron pequeñas parcelas a
esclavos manumitidos y mestizos que comenzaron a sembrar tabaco, producto que tenía
una demanda local113. La elite comenzó a recuperar sus haciendas. Según el informe de
un mayordomo de los Arboleda “hasta el año del 21 al 22, no se beia una sola res en
dicha hacienda de Japio, y de dicho año de 22 para adelante, comenzó el señor su padre
Don José Rafael, a refaccionarla en labransas, algún ganado de cría y caballerías. Y los
mas útiles necesarios para dicha hacienda”114. Para esto Arboleda sacó de sus minas cerca
de 300 esclavos que llevó a las haciendas y minas del Valle del Cauca115.
113 Díaz, Zamira. Guerra y Economía en las Haciendas Popayán, 1780-1830, Departamento de Publicaciones de la Universidad del Valle, Bogotá, 1983, Pág. 88. 114 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, signatura: 382. 115Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, signatura: 335.
59
Pero el efecto más profundo ocasionado por las guerras de independencia fue el
aumento de la población negra libre o prófuga que se ocultó en los bosques y montes de
la región del Valle. Según Michael Taussig, desde finales del siglo XVIII y hasta la
abolición de la esclavitud, muchos esclavos fugados se refugiaron en palenques en los
bosques cercanos a las haciendas y cultivaron tabaco de alta calidad, produciendo cerca
de un doceavo del total del Valle116.
Pero la población libre se resistió en un comienzo a la rigidez del sistema
esclavista lo que fue creando nuevas formas de sujeción. En todo el Valle del Cauca
empezaron a surgir nuevas poblaciones de negros libertos, blancos pobres, mulatos y
mestizos, lo que “sugiere una resistencia por parte de la población libre, en medio de una
sociedad esclavista, a someterse a nuevas formas de sujeción”117. Esa resistencia de la
población libre hizo que hubiera una mayor dependencia por parte de los hacendados y
mineros en su mano de obra esclava.
El Pacífico
En la región minera del Pacífico la coyuntura de la Independencia agudizó el
proceso de desesclavización, para utilizar el término usado por Alamrio, y
territorialización de los negros esclavos, que se venía dando desde mediados del siglo
XVIII. Según Alamrio aunque en el periodo de la Independencia los esclavos del Pacífico
no lograron la libertad judicial, sí lograron una libertad de hecho, que impidió la
continuación de la producción minera esclavista y modificó las condiciones sociales para
su reproducción. Esto no quiere decir que no se pudieran continuar explotando las minas
116 Taussig Michael. The Devil and commodity fetishism in South America, The University of North Carolina Press, Chapel Hill, 1980, Pág. 47. 117 Colmenares, Germán. “ Castas, Patrones de poblamiento y conflictos sociales en las provincias del Cauca 1810-1830” en La Independencia: Ensayos de historia social, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1985, Pág. 152.
60
con mano de obra esclava, sino que a medida que avanzaba el proceso de
desesclavización se fue haciendo más difícil la producción minera esclavista.
Este proceso fue de la mano con la territorialización, que consiste en la continua
apropiación y construcción de un territorio individual y colectivo. Estos dos procesos se
ven reflejados en el caso de la libertad de los esclavos de la mina de San Juan: la
búsqueda de libertad de estos negros fue grupal y se afirmaba en un territorio en tanto los
esclavos lo defendieron en contra de la incursión de sus amos118. Estos dos procesos
pueden, según la hipótesis de Almario, ayudar a entender porqué el creciente sentido
libertario de los esclavos hizo que los grandes clanes esclavistas como los Arboleda y los
Mosquera, buscaran relocalizar a los esclavos en el valle del Cauca o venderlos en el Perú
o Panamá119.
El efecto más profundo de estos procesos que se dieron en el Valle del Cauca y el
Pacífico fue la dislocación del complejo mina-hacienda. El caso de José Rafael Arboleda
es, de nuevo, muy diciente: según el administrador de la mina de San Vicente en el río
Timbiquí José Rafael “nunca mas puso mano en ella por averse arruinado enteramente, la
que se halla hasta la fecha [1845]”120. En cambio Arboleda concentró sus esclavos en las
haciendas del Valle del Cauca y las minas de Caloto, que visitó en 1824 el viajero inglés
Hamilton y describía la explotación de oro que se hacía con cerca de 800 esclavos.
El decaimiento en la explotación de oro hizo que algunos dueños de minas
vendieran, abandonaran o dejaran sus propiedades en manos de cuidanderos. La mejor
118 Almario, Oscar. “ Desesclavización y Territorialización: el trayecto inicial de la diferenciación étnica negra en el Pacífico sur colombiano: 1749-1810”. En Afrodescendientes en las américas, Claudia Mosquera, Mauricio Pardo y Odile Hoffman (eds.), Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2002. 119 Almario, Oscar. “ Racialización, etnicidad y ciudadanía en el Pacífico neogranadino 1780-1830” copia prestada por el autor. 120 Archivo Central del Cauca, Sala: Arboleda, signatura: 382.
61
opción se volvió alquilar las minas a pequeños esclavistas o negros libres. Había dos
tipos de rentas: pagar una suma fija, como se dio en el Chocó, o dividir las ganancias
entre los trabajadores y los dueños a la mitad121.
No se pueden menospreciar los efectos que tuvo la búsqueda de libertad por parte
de los esclavos en cada subregión de la Gobernación de Popayán. Por un lado, la
búsqueda individual que caracterizó al altiplano de Popayán no tuvo grandes efectos en
las haciendas porque se continuaron explotando a partir del trabajo indígena. Por otra
parte, en el Valle del Cauca la creciente población negra huida se agrupó en guerrillas
que luego pasaron a vivir en los palenques y poblaciones de libres. Fue una acción grupal
pero que tuvo un proceso de territorialización diferente al del Pacífico.
121 Leal, Claudia. Black Forests the Pacific Lowlands of Colombia 1850-1930, tesis doctoral, Departamento de Geografía, Universidad de California, Berkeley, cap. 3: “ Gold and Platinum” (Pág. 75-80).
62
Memoria de un Olvido
Poco después de morir, Simón Bolívar fue llevado ante el tribunal de los
Ancestros donde fue acusado de no haber cumplido sus promesas de liberar a los
esclavos. Asustado, Bolívar buscó entre los que lo rodeaban hasta encontrar a su abuela
Josefa - quien representaba toda su “sangre negra”-, y sintió que revivían todos sus
olvidos. Así, Manuel Zapata Olivella, uno de los intelectuales afrocolombianos más
importantes, escribió una historia distinta a la oficial, en la que busca revindicar el pasado
de los afrocolombianos. Para esto se alejó de la historia tradicional y de los documentos
escritos por la elite sobre los esclavos, y relató la historia de los negros desde el punto de
vista de los negros122.
En medio de la plaza mayor de Bogotá se encuentra una placa que representa a
Bolívar entregando, literalmente, la abolición de la esclavitud a la que parecería ser una
familia de esclavos. ¿Por qué en un lugar tan importante se celebra un acto que nunca se
dio? Después de la Independencia, y con la necesidad de construir símbolos que ayudaran
a consolidar una comunidad imaginada y un Estado incipiente, se comenzó una
transformación de los héroes patrios en ídolos casi míticos. Los próceres pronto se
convirtieron en los forjadores de la Historia, siendo Bolívar la figura más majestuosa:
libertador de América y padre de la naciente Nación. Así, los espacios escogidos para
exponer tal grandeza fueron los monumentos, himnos, banderas, fiestas y
conmemoraciones oficiales.
122 Zapata Olivella, Manuel. Changó el gran putas, Letras americanas, Bogotá, 1992.
63
Pero más allá de cómo se glorifica a Bolívar, es interesante ver cómo se
representa a los esclavos. En la placa el esclavo está de rodillas abrazando los pies de
Bolívar y la esclava sostiene a su hijo de pecho inclinándose ante el Libertador, quien
sostiene en la mano un documento que dice “la abolición de la esclavitud”. Esta imagen
representa el papel que se le ha dado a los esclavos en su liberación: el de sujetos pasivos
y agradecidos que recibieron su libertad por las luchas y triunfos de otras personas. Y
esta imagen no ha estado confinada a monumentos públicos, también en los libros de
historia, desde José Manuel Restrepo hasta autores contemporáneos como Javier
64
Ocampo, se ha reforzado la imagen de unos esclavos pasivos y sumisos123. Pero en los
últimos años, y con trabajos tan importantes como los de Alfonso Múnera, Marixa Lasso,
Aline Helg, Oscar Almario y Segio Mosquera, esta imagen ha comenzado a cambiar.
Como se mostró en esta tesis, los esclavos forjaron sus propios caminos y aprovecharon
la coyuntura de la Independencia para concretar sus anhelos de libertad.
No sólo los trabajos académicos están intentando cambiar esas imágenes de la
historia oficial. En Guapi, en la costa Pacífica de Colombia, un grupo de jóvenes
afrocolombianos comenzó hace poco a cuestionar los lugares de la memoria en su
región124. Allá, donde la mayoría de los habitantes son descendientes de esclavos, se
venera el nombre de Julio Arboleda, uno de los mayores esclavistas de Popayán, y el
aeropuerto de Guapi y la escuela de Timbiquí llevan su nombre. Esto le llamó la atención
a Michael Taussig, quien estuvo en la región y le preguntó a la gente sobre Julio
Arboleda. Para su sorpresa todos decían lo mismo: que era una persona importante, que
negó haber nacido en Timbiquí y que nunca tuvo nada que ver con la esclavitud125.
El proceso iniciado por algunos jóvenes guapireños busca cambiar el nombre del
aeropuerto de Guapi y de la escuela de Timbiquí por nombres de líderes afrocolombianos
que, a su vez, permitan consolidar una comunidad y una memoria negra. Al apropiarse de
sus lugares de la memoria, buscan continuar con el proceso de gestación de una Nación
que desde 1991 se reconoce como diversa y pluricultural. ¿Cómo reconocer la memoria
123 Restrepo, José Manuel. Historia de la Revolución de Colombia, Editorial Bedout, Bogotá, 1942. 5 Tomos. Ocampo, Javier. “ El proceso político, militar y social de la independencia” en Nueva Historia de Colombia, Tirado, Álvaro (ed.), Planeta colombiana, Bogotá, 1998. 124 Según me informó Diana Campo, estudiante de Antropología de la Universidad del Cauca y quien está haciendo su tesis sobre las sexualidad de las mujeres en Guapi. 125Taussig, Michael. My Cocaine Museum, The University of Chicago Press, Chicago, 2004.
65
de un pueblo invisibilizado? ¿Cómo abrir oportunidades a gente excluida? ¿Cómo curar
años de olvido? Son cuestiones que plantean nuevos retos a los historiadores.
66
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