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LA CLAVE PARA IGNORAR LA VERDAD ESTÁ EN EVITAR CONOCERLA Andrés Menjívar Andrés Menjívar Y ejerce todo el poder de la pri- mera bestia en presencia de ella; y hace a la tierra y a los morado- res de ella adorar la primera bes- tia, cuya llaga de muerte fue curada. Apocalipsis 13:12. Las Dos Bestias El Cambio Histórico Imperceptible El surgimiento de

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HERMENÉUTICA Andrés Menjívar

LA CLAVE PARA IGNORAR LA VERDADESTÁ EN EVITAR CONOCERLA

Andrés Menjívar

Andrés Menjívar

Y ejerce todo el poder de la pri-mera bestia en presencia de ella;y hace a la tierra y a los morado-res de ella adorar la primera bes-tia, cuya llaga de muerte fuecurada.Apocalipsis 13:12.

Las DosBestias

El Cambio Histórico Imperceptible

El surgimiento de

1

El surgimiento de

LAS DOS BESTIAS©2017 Derechos Reservados. Andrés Menjívarwww.iglededios.org - [email protected]

A menos que se indique lo contrario, el texto bíblico fue tomado de la Reina Valera Antigua.

INTRODUCCIÓNVarias bestias simbólicas son mencionadas en los libros

de Daniel y Apocalipsis. En ambos libros estas bestiasson las mismas; Apocalipsis menciona una quinta, la cualdespierta más curiosidad e interés entre los lectores yaque acertadamente ha sido identificada desde hace si-glos como la Religión Cristiana, es a saber la Iglesia.

El interés por conocer el significado de esta figura sim-bólica no es producto de la simple curiosidad sino de lapercepción de la cual estamos dotados, que sin teneruna idea clara de qué representa y cómo influye en elmundo despierta no solo curiosidad sino cierto grado detemor.

Nuestro presentimiento nos dice que esa figura sim-bólica no fue mostrada como simple referencia a algunacosa de segunda importancia sino como una organiza-ción en que los habitantes de la tierra están involucrados.

Lamentablemente, aunque la curiosidad y el temorhacen a muchos pensar acerca de las horribles cosas quesucedieron, o que han de suceder, esa curiosidad no essuficiente para motivarles a escapar del futuro tenebroso.

Otras personas piensan en que «más adelante» cam-biarán su estilo de vida para entregarse a obedecer a Je-sucristo, para escapar de los grandes eventos mundialesque están por venir.

Es interesante observar cómo los eventos han transcu-rrido marcando a la humanidad con diferentes experien-cias haciendo que el mundo tome diferentes rumbos.

De todas maneras a través de las páginas de este Es-tudio el lector podrá fácilmente visualizar la posición enque se ha ubicado a sí mismo en relación a esta quintabestia. Comencemos mirando someramente cómo fueque la primera bestia se originó y cuándo ésto sucedió.

Capítulo 1Los Etruscos

El origen de la primera bestia no es mencionado enla Santa Escritura sino en la historia. En el relato bíblicose le describe como un impresionante animal que ya haalcanzado madurez, horriblemente deformado, con dien-tes de hierro y uñas de metal (Dan 7:19), con siete cabe-zas, diez cuernos, cuerpo de leopardo, pies de oso yboca de león; es la única bestia de la cual se describensus acciones sumamente violentas y crueles. Pero lo másgrotesco de este animal alcanza su punto culminante alleer Apocalipsis 13:2 y descubrir que su formación,poder y alcances fueron proporcionados por el diablo o

dragón. Pero aún más sorprendente es saber que aun-que desapareció hace ya muchos siglos, continúa vivo,lo cual es verdaderamente intrigante hasta el grado deque para entender eso se hace necesario compaginar elrelato de las Escrituras proféticas con la historia. Basadosen estos dos puntos fuertes comencemos a mirar algunosdetalles necesarios que eventualmente nos conducen aconocer el origen de la primera bestia.

El Imperio Romano no nació como tal, más bien el tí-tulo de imperio le fue agregado muchos siglos despuésque los etruscos poblaron la región italiana.

¿Quienes fueron los Etruscos? La Wikipedia, y otrasfuentes de información dicen:

Los orígenes de los etruscos no están claros. Sepueden destacar cuatro teorías al respecto:La teoría orientalista, propuesta por Heródoto,

que cree que los etruscos llegaron desde Lidiahacia el siglo XIII a. C. Para demostrarlo se basa enlas supuestas características orientales de su reli-gión y costumbres, así como en que se trataba deuna civilización muy original y evolucionada, com-parada con sus vecinos.La teoría autóctona, propuesta por Dionisio de

Halicarnaso, que consideraba a los etruscos comooriundos de la península itálica. Para argumentarlo,esta teoría explica que no hay indicios de que sehaya desarrollado la civilización etrusca en otros lu-gares y que el estrato lingüístico es mediterráneo yno oriental.Teoría de un origen nórdico, defendida por mu-

chos anales del siglo XIX y primera mitad del XX;se basa sólo en la similitud de su autodenominacióncon la denominación que los romanos dieron a cier-tos pueblos celtas que habitaban al norte de losAlpes, en lo que actualmente es el Este de Suiza yOeste de Austria: los ræthii o réticos, tal origen su-puesto sólo en parofonías está ya descartado.La teoría actualmente más fundamentada viene

a ser, en cierto modo, una mezcla de la de Heró-doto y la de Dionisio de Halicarnaso: habrían lle-gado inmigrantes orientales los cuales fueronincluidos por los nativos, o los nativos incluyeron alos inmigrantes del este.Se considera, por varios rasgos culturales (por

ejemplo, el alfabeto), un fuerte influjo cultural deri-vado de alguna migración procedente desde el su-roeste de Anatolia hacia el centro de Italia. Talinflujo cultural se habría extendido sobre pueblos

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autóctonos ubicados en lo que actualmente es laToscana.Como se puede ver, es muy difícil establecer el origen

de los primeros asentamientos humanos que sirvieron debase para lo que siglos más tarde llegaría a ser Roma; setorna aún más difícil pues se incluye la fantasía mitológicaque envuelve a sus habitantes cuyos principales prota-gonistas son Rómulo y Remo cuya historia se cuenta dela manera siguiente:

Numitor fue destituido por su hermano Amulio,que acabó con todos los hijos varones de éste yconvirtió a su única hija, Rea Silvia, en una virgenvestal para que así al tener un voto de castidad, notuviera descendientes, pero el dios de la guerra,Marte, se enamoró de la bella muchacha y la se-dujo; de su unión se engendraron dos gemelos, Ró-mulo y Remo. (Varrón llegó incluso a calcular lasfechas exactas de cuándo fueron concebidos (24 dejunio de 772 a. C.) y de su nacimiento (24 de marzode 771 a. C.).Amulio, temeroso de tener en el futuro dos posi-

bles rivales, ordenó su asesinato pero el hombreencargado del infanticidio no pudo y los abandonóa su suerte en el río Tíber. La corriente llevó la cestadonde estaban a un pantano llamado Velabrum, enun lugar entre las colinas Palatino y Capitolio lla-mado Cermalus. Ahí fueron cuidados y alimentadospor una loba llamada Luperca y un pájaro carpin-tero, los animales sagrados de Marte. Poco des-pués los encontró el pastor Fáustulo, que eraporquerizo de Amulio, y decidió criar en secreto alos niños con su esposa Acca Larentia. Sólo una vezque crecieron se les reveló su verdadera identidady éstos decidieron tomar justicia. Mataron a Amulioy liberaron de su encierro a su abuelo, que fue re-puesto en su trono.Rómulo y Remo partieron de Alba Longa, pues

querían gobernar, pero no derrocar a su abuelo.Marcharon al lugar donde el pastor los había en-contrado y ahí discutieron dónde fundar su ciudad:Rómulo quería construir Roma en el Monte Palatinoy Remo en el Aventino. Además la ley de la primo-genitura no podía aplicarse en este caso, por lo quelos nuevos habitantes debían elegir al rey de otramanera. Se decidió que el que viera más buitres ga-naría el mando. Remo vio seis pero Rómulo eldoble y triunfó. Rómulo trazó los límites de la ciu-dad y ordenó que nadie los traspasara durante lasceremonias, pero Remo le desafió y los traspasó,por lo que tuvieron una discusión que rápidamentedegeneró en pelea, siendo éste herido y muriendopoco después a causa de las heridas. Rómulo en-terró a su hermano en el lugar donde quería fundarRemoria. Roma fue fundada oficialmente entoncesel 21 de abril de 753 a.C.El origen de los primeros habitantes de Roma—los

Etruscos, hasta el día de hoy es incierto, no ha podidoser fehacientemente identificado; pero como quiera quesea, está fuera de discusión que los primeros pobladores

de la región italiana fueron la base para la que siglos mástarde llegaría a convertirse en Roma. De estos primeroscolonizadores proviene la mitología acerca de Rómulo yRemo que, al igual que otros reyes del pasado, se pro-clamaron, o fueron proclamados, descendientes de launión entre dioses y humanos. Otra narración similardice:

La leyenda dice que Ascanio, hijo del héroe tro-yano Eneas (hijo de Venus y de Anquises), habíafundado la ciudad de Alba Longa sobre la orilla de-recha del río Tíber. Sobre esta ciudad latina reinaronmuchos de sus descendientes hasta llegar a Numi-tor y a su hermano Amulio. Éste destronó a Numitory, para que no pudiese tener descendencia que ledisputase el trono, condenó a su hija, Rea Silvia, aser sacerdotisa de la diosa Vesta para que perma-neciese virgen. A pesar de ello, Marte, el dios de laguerra, engendró en Rea Silvia a los mellizos Ró-mulo y Remo. Cuando éstos nacieron y para salvar-los fueron arrojados al Tíber dentro de una canastaque encalló en la zona de las siete colinas situadacerca de la desembocadura del Tíber, en el mar.Una loba, llamada Luperca, se acercó a beber y lesrecogió y amamantó en su guarida del Monte Pa-latino hasta que, finalmente, les encontró y rescatóun pastor cuya mujer los crió. Ya adultos, los melli-zos repusieron a Numitor en el trono de Alba Longay fundaron, como colonia de ésta, una ciudad en laribera derecha del Tíber, en el lugar donde habíansido amamantados por la loba, para ser sus Reyes.Se dice que la loba que amamantó a Rómulo yRemo fue su madre adoptiva humana. El términoloba, en latín lupa, también era utilizado, en sentidodespectivo, para las prostitutas de la época.De esa manera, sea cual sea la historia de los verda-

deros líderes que llevaron a los Etruscos a convertirse enla base del futuro imperio romano nunca será conocidapues la historia verdadera está mezclada con mitología.

Capítulo 2Roma

Generalmente es aceptado que la fundación de Romaocurrió por el 753 a.C., lo cual viene siendo por el tiempodel reinado de Jotam Rey de Judá, (748-732 a.C.), sinembargo, para que llegara a constituirse en imperio ten-drían que transcurrir varias centurias.

Las principales formas de gobierno de Roma, o evolu-ción política, se divide en tres partes: Monarquía (753-509 a.C.) República (509-27 a.C.) Imperio (27 a.C. - 476d.C.).

Desde su aparecimiento como imperio Romano mani-festó agresividad y mucha fuerza contra sus enemigoshasta convertirse en el imperio más extenso de la tierra,aunque no el más rico, ya que el imperio persa le aven-tajó en riquezas, por el contrario, a Roma se le mencionateniendo dificultades económicas incluso para pagar asus ejércitos. De esta bestia Daniel 7:7 dice:

Después de esto miraba yo en las visiones de la

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noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terri-ble, y en grande manera fuerte; la cual tenía unosdientes grandes de hierro: devoraba y desmenu-zaba, y las sobras hollaba con sus pies: y era muydiferente de todas las bestias que habían sido antesde ella, y tenía diez cuernos.Aunque es mencionada por Daniel bajo la imagen de

una bestia terrible, Roma entra de lleno en la escena bí-blica en el tiempo de Augusto César, que es mencio-nado por Lucas 2:1. Su agresividad profetizada empiezaa ser notoria cuando en el año 70 dC., destruyó el tem-plo de Jerusalem, con lo cual dio por finalizada la activi-dad del sacerdocio levita, lo cual había sido profetizadopor Daniel 9:24-27, Mateo 24:15 y Lucas 21:20. Al mismotiempo aniquiló a un número no específico de judíos quealgunos suponen fue de unos dos millones, mientras queotra enorme cantidad fue llevada en esclavitud. A partirde esa notable profecía cumplida en el año 70 e.C. lasreferencias proféticas acerca de Roma se pueden encon-trar en el libro de Apocalipsis.

Al profeta Juan le fue mostrada esta bestia subiendodel mar, lo cual, siendo un panorama simbólico, significaque nació o se formó entre las naciones como los otrosreinos puesto que aguas significan pueblos, muchedum-bres, naciones y lenguas, Apoc. 17:15, pero lo intere-sante no es de dónde surgió sino su origen que estáfuertemente ligado al dragón o diablo que siendo su pro-tector y fortaleza se encuentran ligados de por vida hastaque venga el momento en que serán lanzados al lago defuego.

Capítulo 3Persecuciones

El texto de Daniel 7:7 describe un animal grotesco,misterioso, cuya sola descripción despierta profunda cu-riosidad y deseos de saber acerca de su actividad. A másde todo esto es interesante observar que, aunque Romapersiguió a la iglesia de Dios, semejante persecución noocurrió frecuentemente ni tampoco fue a nivel de todoel imperio; la mayoría de veces fueron persecuciones lo-cales y de corta duración. Roma no estaba interesada enlos dioses de las naciones subyugadas sino en su lealtad.De haber sido una persecución en todo el Imperio y porlargo período la predicación del evangelio y la expansiónde la iglesia de Dios habría afrontado muchas dificulta-des. Es de notar que algunas veces la persecución fuemotivada por la terquedad de los judíos que a menudocausaban disturbios contra el Imperio, como en el casomencionado en Hechos 18:2, siendo Claudio (41-54 d.C.)el emperador.

Y hallando a un Judío llamado Aquila, natural delPonto, que hacía poco que había venido de Italia,y a Priscila su mujer, (porque Claudio había man-dado que todos los Judíos saliesen de Roma) sevino a ellos.La actitud judía era insolente y hasta temeraria puesto

que se atrevían a oponerse al imperio más grande de latierra; lamentablemente la iglesia, que en aquel entoncesse componía de sólo judíos, era involucrada y vista con

el mismo recelo puesto que los romanos no hacían dife-rencia entre judíos ni sabían de diferencias de adoraciónentre ellos. Aparte de esa incomodidad las EscriturasGriegas del Nuevo Pacto muestran a la iglesia trabajandolibremente en la predicación del evangelio en varias ciu-dades incluyendo la capital del Imperio, es decir Roma.

Como se lee en las Escrituras, la iglesia de Dios fue ori-ginalmente judía, los primeros convertidos fueron144.000, o sea 12.000 de cada tribu y la observancia delos mandamientos y de la fe en Cristo eran la base de sufe como testifica Apocalipsis. 14:12. De hecho, aunquelos redimidos por Cristo estaban lejos de compartir la ter-quedad judía contra Roma el haber sido israelitas hacíaque el Imperio los tuviera como sospechosos junto conlos revoltosos. Semejante terquedad judía fue conocidapor nuestro Señor quien de antemano previno a su igle-sia huir de Jerusalem cuando viniera la destrucción delaño 70 E.C. (Mateo 24:15-21).

Esta expulsión de judíos, en la cual Aquila y Prisca (Pris-cila) fueron forzados a salir de Roma no parece habercausado dolor a la iglesia, por el contrario, motivó su cre-cimiento.

El siguiente emperador que se ensañó contra la iglesiafue Nerón (54-68 d.C.). La persecución ordenada por élmás que todo se debió a sus planes perversos pues de-seaba destruir Roma por medio de un enorme incendiopara luego reconstruirla según sus caprichos.

No teniendo una excusa significante que justificara susmalévolos planes optó por culpar a la iglesia de Dios conlo cual desató una feroz persecución en aquella ciudad.No se puede saber cuántos días duró esa persecución.Algunos historiadores piensan que en los días de su rei-nado Pablo fue decapitado; aunque Lucas, que escribióHechos, no reporta su muerte, el relato de Hechos ter-mina diciendo:

Pablo empero, quedó dos años enteros en sucasa de alquiler, y recibía á todos los que á él ve-nían.Predicando el reino de Dios y enseñando lo que

es del Señor Jesucristo con toda libertad, sin impe-dimento. Hechos 28:30-31.Nada se dice acerca de que Pablo haya sido conde-

nado a muerte en los días de Nerón, sino que es la tra-dición católica la que dice eso, en otras palabras,seguramente nunca conoceremos la verdad de la muertede los Apóstoles pues las fuentes que se poseen son sólotradiciones católicas, mismas que afirman que Pedrotambién murió en Roma crucificado cabeza abajo lo cualno se puede comprobar excepto por la tradición católica.Es incierto que Pablo haya muerto por orden de Nerón(54-68 dC), puesto que la carta a los Hebreos mencionaal templo y al sacerdocio levita funcionando. Si Pablo es-cribió esa carta como algunas evidencias internas dicenentonces su muerte no pudo haber ocurrido en los díasde Nerón. Se debe recordar que el templo y el sacerdo-cio terminaron en el año 70 dC.

Volviendo al asunto de la persecución. Otros empera-dores que arremetieron contra la iglesia de Dios, fueron:Domiciano, 81-96. Trajano, 98-117. Marco Aurelio, 161-

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180. Septimio Severo, 193-211. Decio, 249-251. Vale-riano 253-260. Diocleciano, 284-305.

Otra de las causas, de persecución contra la iglesia deDios, aparte de haber sido incluida junto con los judíosrevoltosos, fue su negativa a rendirle culto al emperadoren turno. En un imperio tan extenso era muy difícil queel emperador conociera pormenores de sus subyugados,sin embargo, algunos servidores públicos los espiabanpor medio del ejército y, según los informes recibidos,así procedían apresando castigando o enviando a Romaa los convictos para ser condenados a muerte como enel caso de Plinio el Joven que informaba al emperadorTrajano contra el pueblo de Dios que se reunía en un «díaespecífico» para adorar al Señor Jesús y que se negabana rendirle culto a la estatua del emperador. La carta de Plinio a Trajano.

Por el año 111 EC., la iglesia de Dios en Bitinia fue cas-tigada por dos razones: Por no rendir culto al emperadorTrajano y por adorar al Señor en sábado. Si todo el con-tenido de esta carta es genuino, es decir, libre de altera-ciones, pareciera como que Plinio evitó mencionar el díasábado y en su lugar reportó que los cristianos se reuníanen «un día declarado». Obviamente este día no era do-mingo, de otra manera no habría habido inconvenientesen mencionarlo por lo especial que el día del sol era paralos romanos; la iglesia de Dios no se reunía en ese díacomo la Iglesia y los evangélicos hoy en día hacen vanapropaganda.

La traducción al Español de esta carta mencionadaaquí proviene del Inglés que a su vez fue traducida delLatín (su lengua original). La traducción al Español deesta carta, hecha desde el punto de vista católico quese encuentra en la Internet, cambia el significado de lapalabra stato die «día dado» (o sea día específico) y lotraduce como «días señalados», sugiriendo que no eraun día específico sino varios días a la semana.

Aquellos redimidos ninguna sospecha habrían desper-tado si hubieran tenido sus reuniones en el día del solpuesto que todos los paganos se reunían en ese día in-cluyendo, por supuesto, al cristianismo católico. El sá-bado era aborrecido porque los que ahora se les llamapadres de la Iglesia lo aborrecían y estaban en contra dequienes lo santificaban y de ninguna manera vacilabanen declararlos herejes, o reportarlos como rebeldes ycontrarios a la las órdenes de los emperadores romanos,uno de esos que los espiaban era Plinio, fiel adoradordel sol y del emperador.

Gracias a la misericordia de Dios, de la larga lista deemperadores que tubo Roma en un período de 300años, sólo unos 10 o 12 arremetieron en contra de la igle-sia. A la gran mayoría de emperadores no les importabael culto ni el nombre de los dioses de los pueblos sub-yugados lo cual incluía al Dios que los judíos y la iglesiade Dios adoraban; Roma les daba libertad de culto. Lamás terrible persecución contra la iglesia de Dios fue de-satada por Diocleciano (284-305 dC.) quien al parecerfue su más encarnizado enemigo que se empeñó en des-truir a todos los redimidos.

Ahora bien, (y esto es importante tener en mente para

hilar mejor los hechos narrados en este Estudio), a partirlos últimos años del siglo II estaba empezando a ser no-torio un fenómeno que la historia tradicional, narrada porla Iglesia Católica, no cuenta o la cuenta de modo dife-rente, es decir, la existencia de dos grupos de iglesias.La tradición sólo menciona a la Iglesia (con I mayúsculacomo referencia a la Iglesia Católica). Sin embargo, Eu-sebio de Cesarea, en su Historia Eclesiástica, incidental-mente, se encarga de mencionar estos dos gruposcuando cuenta acerca del cambio de fecha de la Cenadel Señor. Obsérvense sus palabras:

11 Entre ellos está Ireneo, en la carta 371 escritaen nombre de los hermanos de la Galia, cuyo jefeera. Ireneo está por que es necesario celebrar úni-camente en domingo el misterio de la resurreccióndel Señor; sin embargo, con muy buen sentido, ex-horta a Víctor a no amputar iglesias de Dios enterasque habían observado la tradición de una antiguacostumbre, y a muchas otras cosas 372... Eusebio,Historia Eclesiástica V 24, 11.Víctor fue un obispo de la iglesia en Roma que tomó

el liderazgo de aquella iglesia y determinó que la resu-rrección de Cristo fuese celebrada únicamente en do-mingo, cosa que por ser contra la costumbre practicadadesde tiempos de los Apóstoles suscitó gran controver-sia.

Referente a Víctor, haciendo eco de las palabras de Eu-sebio, la Wikipedia dice:

Durante su pontificado, Víctor sentó las basespara la celebración de los concilios al ordenar a losobispos del orbe cristiano que se reunieran en sí-nodos para considerar —confiaba él— la condenade la celebración de la Pascua según la costumbrejudía que la celebraba el día 14 del mes de Nisánaunque no coincidiera en domingo.Los obispos de Asia Menor, encabezados por Po-

lícrates obispo de Éfeso, rehusaron abandonar lapráctica que, según ellos y tal y como le expresóPolícrates al papa en una carta que le envió hacia190 D.d J.C., esta práctica, conocida como cuarto-decimal fue la de los apóstoles Felipe y Juan, y lade Policarpo de Esmirna y Melitón de Sardes.Como respuesta, Víctor envió una carta a los obis-pos declarando excluidos de la comunión a las igle-sias de Asia. Esta decisión trajo un gran revueloentre los obispos. Entonces intervino Ireneo deLyon y, después de afirmar que él personalmentemantenía el domingo para la celebración de la Pas-cua, le rogaba al Papa Víctor a seguir la posición desus predecesores y que aceptara la duplicidad decostumbre.Parece ser que Víctor quiso imponer su voluntad

sobre la celebración dominical de la Pascua, puesBlasto, que era un fuerte defensor de la prácticacuartodecimal se separó de la Iglesia creando uncisma .Wikipedia. art. Víctor I.Mencionar esta cita de Eusebio no tiene la intención

de abordar un tópico diferente al del título de este Estu-dio, sino el de demostrar que a finales del siglo II se hizo

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EL SURGIMIENTO DE LAS DOS BESTIAS Andrés Menjívar

notorio un asunto que venía siendo incubado por el dia-blo, es decir, la formación de un grupo de congregacio-nes que decidió separarse de la enseñanza que desde elprincipio de la iglesia de Dios venía siendo practicada.¿Por qué se ha citado esto? para que el lector vea cómola iglesia de Dios fue anulada por los escritores católicosy en su lugar es ponderada la Iglesia Católica como laiglesia genuina. Curiosamente, al tiempo que algunosemperadores trataban de destruir a la iglesia de Dios, elCristianismo, o sea la Iglesia Católica, iba adquiriendofuerza.

Capítulo 4Constantino

Según dice la historia, debido a enfermedades y de-bilitado, Diocleciano renunció como emperador deRoma en el año 305 dC., con su renuncia las persecucio-nes pronto terminarían.

Diocleciano nombró como sucesor a Maximiano, unode sus generales de confianza, pero debido a rivalidadeseste hombre tuvo que enfrentarse a luchas contra otrosque también aspiraban al trono, entre ellos a Constan-tino, hijo de Constancio Cloro que fue otro de los gene-rales de confianza de Diocleciano. A la muerte de supadre Constancio Cloro, Constantino fue nombrado em-perador por el ejército bajo su mando. Ya como empe-rador se dispuso a destronar a Majencio, hijo y sucesorde Maximiano al cual venció en la batalla cerca delpuente Milvio del año 312 y tomó el trono de Roma. Su-puestamente antes de iniciar esa batalla fue que Cons-tantino tuvo su famosa visión de la cruz.

Como estratega, Constantino, 306 337 d.C.,tuvo lagran idea de valerse del cristianismo para apaciguar a lasmasas que desestabilizaban al Imperio, esa acción fue sumás grande éxito. (pero tómese en cuenta que al men-cionar al cristianismo de ninguna manera se hace refe-rencia a los sucesores de la iglesia original sino al grupode congregaciones de las cuales Víctor había sido sulíder.

Aunque Eusebio de Cesarea pondera a Constantino almáximo como habiendo sido iluminado y grandementebendecido por Dios, no hay dudas que su obra llamadaVita Constantini (Vida de Constantino) no fue sino unmodo poco disimulado de recompensarlo por haberexaltado a la religión católica. Es interesante saber quealgunos eruditos ponen en duda que en realidad Cons-tantino se haya convertido en cristiano, una prueba deeso es que sólo hasta poco tiempo antes de su muerteaceptó el bautismo. Sería mucho imaginar que posteriora su bautismo haya empezado a perseverar en su nuevareligión ya que él nunca abandonó la adoración al sol alcual, se cree, estaba mirando en el momento en que tuvola «visión de la cruz»; además, se dice que en el día desu bautismo estaba en su lecho de muerte. Nunca nadieen sus días habría osado recomendarle abandonar su he-liolatría (adoración al sol), además, su devoción religiosaencajaba perfectamente con la de los obispos de la Igle-sia Católica que también fielmente adoraban al sol.

El que presenta Eusebio describe al hombre queadoró al Dios de su padre Cloro (presuponiendoEusebio abusivamente que era de los cristianosporque los favoreció en la persecución, cuando alo sumo sería un heliólatra monoteísta honrado.Prólogo a Vida de Constantino. Editorial Gredos). Sin embargo, Eusebio no es el único que describe am-

pliamente la «milagrosa» visión de Constantino, La His-toria de la Iglesia, por Sócrates Escolástico también lomenciona, y lo hace de la siguiente manera:

Maxentius oprimió gravemente al pueblo ro-mano, tratándolos como un tirano más que comoun rey, violando descaradamente a las esposas delos nobles, matando a muchas personas inocentesy perpetrando otras atrocidades similares. El empe-rador Constantino fue informado de esto, se es-forzó por liberar a los romanos de la esclavitud bajoél (es decir, Maxentius), y comenzó inmediatamentea considerar por qué medios podría derrocar al ti-rano. Ahora, mientras su mente estaba ocupadacon este gran tema, debatió qué ayuda de la divi-nidad debía invocar en la conducción de la guerra.Comenzó a darse cuenta de que el partido de Dio-cleciano no se había beneficiado en absoluto de lasdeidades paganas a quienes habían tratado de in-vocar; Pero que su propio padre Constancio, quehabía renunciado a las diversas religiones de losgriegos, había pasado por una vida mucho máspróspera. En este estado de incertidumbre, al mar-char a la cabeza de sus tropas, se le apareció unavisión sobrenatural, que trasciende toda descrip-ción. De hecho, alrededor de aquella parte del díaen que el sol después de posar el meridiano co-mienza a declinar hacia el oeste, vio una columnade luz en los cielos, en forma de una cruz, en la queestaban inscritas estas palabras, Por Esto Vencerás.La aparición de este signo golpeó al emperadorcon asombro y apenas creyendo en sus propiosojos, preguntó a los que lo rodeaban si contempla-ban el mismo espectáculo; Y como ellos declararonunánimemente que lo hicieron, la mente del empe-rador fue fortalecida por esta aparición divina y ma-ravillosa. A la noche siguiente, en su sueño, vio aCristo que le ordenó que preparara un estandartede acuerdo con el modelo de lo que había visto; yusarlo contra sus enemigos como un seguro trofeode victoria. En obediencia a este oráculo divino,hizo que se preparara un estandarte en forma decruz, que se conserva en el palacio hasta el pre-sente; y procediendo con más seriedad en sus me-didas, atacó al enemigo y lo venció ante las puertasde Roma, cerca del puente de Milvian, el propioMaxentius se ahogó en el río. Esta victoria se logróen el séptimo año del reinado del conquistador. Só-crates Escolástico. Historia de la Iglesia. Libro I, Ca-pítulo II.La narración de Sócrates es rayana y fantasiosa, que si

se toma la Sagrada Escritura como fuente para saber aquién, cómo y cuándo el Señor Dios se manifestaba en

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EL SURGIMIENTO DE LAS DOS BESTIAS Andrés Menjívar

visión, fácilmente se concluye en que el testimonio delemperador acerca de la visión que tuvo fue fraguado.Fácil es concluir en que esa visión de Constantino nuncasucedió.

En ese testimonio, quizás por inadventencia, el Altí-simo Señor es colocado como un oportunista que tomaventaja de la inutilidad de los dioses paganos y conven-ció a Constantino a que siguiera sus instrucciones parafabricar una cruz bajo cuyo amparo vencer a su enemigo.De esa manera un símbolo pagano de oprobio con elcual Roma mataba a los condenados a muerte fue reco-mendado por el Señor como amuleto milagroso. ¡Vayaqué cosas!

A los historiadores y comentaristas les es más acepta-ble concluir que en calidad de estratega Constantinonunca abandonó el paganismo, sencillamente no teníarazones para ello ya que en la religión que estaba favo-reciendo, la adoración al sol desde su inicio en el siglo IIhabía sido adoptada. Así, tomó a la Iglesia Católica comoun ejército espiritual y a la vez su representante para vol-ver a su favor las masas paganas inconformes contraRoma.

Por ese tiempo en que Constantino estaba afianzandoel poder, la Iglesia Católica se encontraba afanada atra-yendo a su seno a los paganos así que, con su idea,Constantino se convirtió en ganador y ahorró sendassumas de dinero que hubiera tenido que pagar a susejércitos para combatir tanto contra Majencio como con-tra las inconformidades de las masas paganas.

Es innegable que el Satán trabaja bien, conciliandoadecuadamente sus instrumentos que le son útiles; conese atinado procedimiento ambos, el emperador y laIglesia fueron los grandes ganadores.

A partir de esa jugada la Iglesia comenzó a adquirir elbasto poder que le hacía falta para consolidarse como lasucesora del Imperio Romano.

Tan satisfecho estaba Constantino por el buen resul-tado logrado sirviéndose de la Iglesia como un ejércitoespiritual que su siguiente paso fue otorgarle autoridadsobre las muchedumbres; de esa manera la Iglesia reci-bió autoridad sobre asuntos que competían al Imperio,de modo que los obispos impusieron su autoridad sobrelas masas paganas. No sólo le otorgó a la Iglesia podery autoridad sino que le hizo numerosas donaciones depropiedades y económicas y mandó construir majestuo-sos templos algunos de los cuales todavía están en ser-vicio.

Posiblemente los líderes de la Iglesia no contaban conque el emperador sería, en alguna manera, su líderpuesto que en asuntos eclesiásticos él tomó la máximaautoridad sin importar si ellos estaban de acuerdo o no.Como tal, tomó bajo su autoridad convocar y dirigir elprimer concilio de Nicea en el 325 EC, ordenando a losobispos dilucidar sobre la disputa entre Ario y Atanasio.De esa manera, un hombre cualquiera, sin haber hechoprofesión de la fe católica, pagano no bautizado y sin co-nocer nada de los negocios católicos, vino a ser el líderde la Iglesia. De esa manera tanto Constantino como losmiles de paganos vinieron a ser cristianos sólo de nom-

bre pero paganos en su diario vivir.En aquellos momentos de confusión católica referente

a asuntos de su doctrina, Constantino empezó a presio-nar a los obispos para solucionar la disputa referente a lanaturaleza de Cristo; para el grueso de obispos convo-cados el asunto en verdad fue engorroso puesto quenunca antes ningún humano se había atrevido a poner aCristo y al Padre Altísimo en un banco de trabajo paradeterminar «como debían ser». El asunto se hizo másgrotesco, blasfemo e irreverente a medida en que nuevasideas iban surgiendo, cambiando ideas, quitando esto yponiendo aquello.

Uno que otro obispo, antes de Nicea, apenas escribíaacerca del asunto (Teófilo de Antioquía, por ejemplo),pero tales comentarios no alcanzaban categoría de estu-dio conciliar. De esto sucedió que al llegar el momentode la reunión en Nicea los reunidos, ni en la primera reu-nión ni en las siguientes, tenían una idea clara del asuntotratado entre Ario y Atanasio y no sabían a quién favore-cer con su voto. Incluso el mismo Atanasio, siendo jovensin experiencia estaba confundido, y sus creencias, aun-que hoy se dice que fueron la base del «credo atana-siano» en realidad su fórmula únicamente se refería a larelación entre el Hijo y el Padre y nada mencionaba delEspíritu Santo como siendo tres en uno. Asimismo, sulibro, «La Encarnación del Verbo», contiene declaracionesque la Iglesia Católica rechazó, debido a lo cual hoy sedice que ese libro fue escrito por él mucho antes de lle-gar a Nicea. Claro que tratándose de Atanasio la Iglesiatenía que pensar cómo validar el pensamiento de suhéroe.

En la primera disputa Atanasio fue declarado vencedory Ario salió al exilio. Pero su bando no se cruzó de brazosy consiguió que se realizara otra reunión en la cual salie-ron vencedores, de modo que Atanasio fue enviado alexilio y Ario restituido en su posición.

Unas siete veces Atanasio fue enviado al exilio y otrastantas Ario pues la polémica era encarnizada sobre untema pagano que los conciliares no entendían pero quesegún los planes del dragón o diablo, ya por el siglo IIIera necesario incluirlo como dogma la Iglesia.

Por el modo en que los escritores de la Iglesia cuentansobre este asunto, el emperador se mostraba más a favorde la enseñanza de Ario, de un Dios que vino a ser Padresólo hasta que trajo a su Hijo a su lado; mientras que Ata-nasio proponía un Hijo que nunca hubo cuando no exis-tía. Aunque Constantino favoreció grandemente alcristianismo católico es bien conocido que sólo hastacuando estaba en su lecho de muerte pidió el bautismo,para lo cual pidió los oficios de un obispo ariano, ese en-cargo lo llevó a cabo Eusebio de Nicomedia.

Mientras se llevaba a cabo la disputa entre ambasideas, Ario murió sin conocerse las causas, dejando libreel paso para que el bando de Atanasio prevaleciera y ladoctrina de la Trinidad pudiera ser arreglada sin ningunapresión, agregándole o quitándole elementos según laimaginación de los conciliares atanasianos. Se dice quepudiera ser arreglada agregándole o quitándole puestoque el elemento base para la Trinidad fue la imaginación

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EL SURGIMIENTO DE LAS DOS BESTIAS Andrés Menjívar

filosófica griega, nada de versículos de la Biblia.El problema es que resulta del todo ilógico afir-

mar del Hijo la divinidad y del Espíritu Santo la crea-turalidad; porque en la Escritura no se dice que elHijo sea consubstancial al Padre, y en el fondo nisiquiera directamente que sea Dios igual al Padre.Sino la Iglesia ha llegado a definirlo a partir de lasatribuciones (directamente salvíficas) hechas al Hijoque son las mismas hechas al Padre. Pero son tam-bién las atribuciones al Espíritu Santo, como la crea-ción, la santificación y el dar vida. Peligra pues launidad trinitaria, que queda reducida a una concor-dancia de voluntades: hay un claro retorno al tipode unidad divina que Arrio enseñaba. (Carlos Igna-cio González, S.J. El Desarrolla Dogmático de losConcilios Cristológicos. Pág. 89).En verdad la posición adoptada y defendida por Ata-

nasio y su bando no era más que un absurdo ante lo cuallos obispos conciliares no hallaban qué hacer. Pero lasamenazas de excomunión fueron la mejor arma conciliarcontra quienes rechazaran la idea atanasiana, como lomuestra la declaración que forma parte de el credo trini-tario en la cual se anatemiza a quienes no creen en la Tri-nidad compuesta por la Iglesia.

También es interesante conocer que aunque Constan-tino hizo grandes concesiones a la Iglesia Católica nuncala oficializó como la iglesia del Imperio, solamente la pro-tegió, la legalizó y la colmó de grandes posesiones y au-toridad posiblemente en recompensa por el gran trabajorealizado a su favor en el mundo pagano.

Fue Teodosio 347- 395 d. C., quien oficializó el Cris-tianismo como la religión del Estado y prohibió los cultospaganos, promoviendo de esa manera que el Cristia-nismo se extendiera por todos los rincones del Imperio.Se cree que ya a mediados del siglo IV el 50% de la po-blación romana era cristiana, con lo cual la Iglesia acelerósu dominio completo sobre todo el Imperio. Obsérveseque se habla del Cristianismo establecido por la IglesiaCatólica y no de la iglesia de Dios, la cual, por razonesobvias, aparte de la mención hecha en las Escrituras Grie-gas del Nuevo Pacto, los escritores de la Iglesia Católicanunca la mencionan excepto en una o dos breves citas.

Esta, como se mira más adelante, fue una gran jugadadel dragón o diablo sobre la cual nadie de quienes gus-tan de estudiar profecías han puesto atención. Al haberusado las mentes de Constantino y de Teodosio a favorde los líderes de la Iglesia el diablo no estaba favore-ciendo a pueblo de Dios haciendo que la paz por fin vi-niera sobre las naciones, o para darle descanso de lapersecución ordenada por Diocleciano; el diablo en nin-gún momento hace cosas buenas, más bien estaba pre-parando lo que más tarde serían siglos en los cuales laIglesia perseguiría, torturaría y daría muerte quienes nose sujetaran a sus órdenes. Como dijera Tertuliano contraPraxeas: «Algunas veces su propósito ha sido destruir laverdad defendiéndola», o sea, el astuto diablo engaña ala gente por medio de supuestos actos piadosos tras loscuales golpea fuertemente y destruye.

Esta movida histórica del dragón, no tiene nada de cu-

rioso ni intrigante para quienes leen la Santa Escritura,no obstante, la historia confirma fielmente el relato delos profetas tal como aquí se demuestra. Lo cierto es quesiendo el diablo la fuente que alimentaba a ambas bes-tias apocalípticas, y sabiendo que al Imperio Romano deoccidente le quedaba poco tiempo para desaparecer,empezó a transferir todo el poder del Imperio a la Igle-sia, de esa manera siempre continuaría manipulando a lahumanidad.

La narración de cómo el poder fue transferido a favorde la Iglesia es interesante, pero escribir al respecto to-maría cientos de páginas. Baste decir que mientras tantoel Imperio languidecía el poder de la Iglesia Católica sefortalecía, con lo cual el plan del dragón se iban desarro-llando a como se lo había propuesto. Venido el tiempoel Imperio terminó pero la Iglesia estaba allí, preparadapara sustituirlo. Hoy en día es aceptado universalmenteque el Imperio Romano de occidente terminó, pero debesaberse que terminó sólo ante los ojos humanos; en elcampo de las realidades espirituales al cual nuestro es-píritu tiene acceso, el Imperio continúa vivo, escondidodetrás de la segunda bestia.

Capítulo 5Ortodoxia, Heterodoxia

Ortodoxia es un término acuñado por la Iglesia Cató-lica para identificar a quienes obedecen sus enseñanzas.¿Qué es ortodoxia? La definición más simple se obtieneleyendo cualquier diccionario de los que proporcionanla etimología de las palabras, así, ortodoxia es una pala-bra formada por dos palabras griegas: orthos= correctao recta y doxa= opinión o creencia. De esta manera, enmateria de religión, ortodoxia significa poseer la creenciacorrecta, es decir, poseer la enseñanza o doctrina de laIglesia Católica. La definición de los diccionarios reza:«Que sigue fielmente los principios de una doctrina oque cumple unas normas o prácticas tradicionales, gene-ralizadas y aceptadas por la mayoría como las más ade-cuadas en un determinado ámbito». Viendo de cercaesta definición se concluye en que ortodoxos son única-mente aquellos que obedecen fielmente las doctrinas yprácticas establecidas por la Iglesia Católica.

Heterodoxia es una palabra también acuñada dentrodel lenguaje teológico de la Iglesia Católica, desde ahíla toman los protestantes y evangélicos para demeritar aquienes rechazan la Trinidad y guardan el sábado. Deesta manera, Jesucristo y la Iglesia ganada por su san-gre, incluyendo los Apóstoles, son heterodoxos. ¿Quésignifica heterodoxia? Significa: «Que está en desa-cuerdo con los principios de una doctrina o que no siguelas normas o prácticas tradicionales, generalizadas yaceptadas por la mayoría como las más adecuadas en undeterminado ámbito». En comparación con los 2300 mi-llones de cristianos que existen en el mundo, el Maestroy su iglesia, siendo una minoría extremadamente visible,son heterodoxos porque no obedecen a la Iglesia en laobservancia del domingo, del viernes santo, domingo deresurrección, trinidad, el día del nacimiento del sol in-

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EL SURGIMIENTO DE LAS DOS BESTIAS Andrés Menjívar

victo, o sea, 25 de diciembre, etc.Por supuesto que dentro del reino de la Iglesia Cató-

lica, y únicamente ahí, estar señalados con ese califica-tivo, para ellos despectivo, equivale a la condenacióneterna puesto que la Iglesia se ha tomado para sí elpoder de condenar a quien no obedece sus enseñanzas;de manera que siendo así, hasta el Salvador del mundoha perdido todo derecho a estar a la diestra del Padre.

Esto quiere decir que según los principios de ese con-cepto, cuando los bandos de Ario y Atanasio disputabanen Nicea, fue Constantino quien definió al bando gana-dor, o sea, el bando de Atanasio algunas veces era orto-doxo y el de Ario heterodoxo. De ahí en adelante, dichocalificativo cambiaba según el ganador. Cuando el bandode Atanasio triunfaba se posesionaban de ese calificativoy el bando de Ario caía al rango de heterodoxo, ycuando el bando de Ario triunfaba tomaba el rango deortodoxo y el de Atanasio el de heterodoxo. Como sedice en este Estudio, unas siete veces fue desterradoAtanasio, otras tantas Ario; cuando la suerte no les favo-recía entonces bajaban al rango de heterodoxos. Con losdías Ario murió, su bando ya no tuvo la fuerza necesariapara defender el punto de vista en los concilios y elbando de Atanasio quedó como vencedor. De ahí enadelante la Iglesia vino a ser ortodoxa de manera defini-tiva y los demás que creían en Dios como es presentadoen las Escrituras pero que contradice a la Iglesia, son he-terodoxos, incluyendo a nuestro Señor Jesucristo.

Los credos formulados a partir de ese momento defi-nen que la única agrupación santa, correcta, etc, es laIglesia Católica; además, con su autoridad en pleno, de-claró que quienes no creyeran como ella quedaban bajoanatema o maldición. Pero por supuesto que esas ana-temas de ninguna manera hizo que los arianos sintieranpena o que habían perdido el derecho a la vida eterna,más bien continuaron trabajando y ganando miles deadeptos puesto que las iglesias que estaban de su parte,siendo bastantes en número, no terminaron su labor sinohasta que el diablo lo determinó. Al día de hoy, todoaquel que no cree en la Trinidad no sólo es calificadocomo heterodoxo sino como hereje.

Pero resulta incluso hilarante que algunos escritores dela misma Iglesia cayeron bajo el mismo calificativo: No-vaciano, Tertuliano, Hipólito, Marcelo de Ancira, ha-biendo sido primeramente fieles defensores de la Iglesiadisintieron del modo en que el grupo mayoritario creyóy fueron expulsados de la comunión y por lo tanto fueronheterodoxos y herejes. Incluso el mismo Atanasio estáubicado en tal categoría puesto que el credo que él com-puso dista mucho de ser el credo trinitario de Calcedo-nia. Algunos heterodoxos herejes fueron recogidosdespués de su muerte y limpiados por la Iglesia y hoyestán en el grupo de padres de la Iglesia.

Capítulo 6Surge la segunda bestia (segunda mitad del siglo I)

Porque ya está obrando el misterio de iniquidad:solamente espera hasta que sea quitado de en

medio el que ahora impide. 2 Tesalonicenses 2:7.La mayor parte de la narración, hasta este momento

hecha, corresponde más que todo, a lo sucedido entrelos siglos II-IV. Conviene retroceder hasta el siglo I paracomenzar a mirar el surgimiento de la segunda bestia.

Las palabras de Pablo en 2 Colosenses 2:7 significanque un grupo de personas estaba trabajando solapada-mente contra el cuerpo de Cristo en el siglo I. Él está in-formando a los redimidos acerca de ese movimiento conel propósito de no dejarse influenciar para no ser conta-minados. Menciona ese movimiento bajo el calificativode «misterio de iniquidad», o sea un fenómeno solapadode gran maldad que todavía no estaba trabajando delleno porque había quién se lo impedía; indudablementeeso que se lo impedía era la fuerte presencia de losApóstoles que con verdadero afán trabajaban impi-diendo que la iglesia de Dios fuera golpeada severa-mente por los servidores del dragón. Ese grupo inicuoera conocido por Juan que en su carta lo menciona dela manera siguiente:

Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros;porque si fueran de nosotros, hubieran cierto per-manecido con nosotros; pero salieron para que semanifestase que todos no son de nosotros. 1 Juan2:19.Si se observa con atención se notará que Juan men-

ciona a unos que habían abandonado la iglesia, el tras-fondo de sus palabras no sugiere que se volvieron a losplaceres de la carne, más bien sugiere que tenían pro-pósitos diferentes al de la comunión con Cristo. Pareceque esos fueron un grupo de herejes, es decir, que aban-donaron su fe original para seguir extrañas tendenciasentre ellas para empezar un movimiento que eventual-mente daría legitimidad a enseñanzas paganas. Poco onada de esto es mencionado por historiadores, porqueel diablo les ha desviado la atención hacia otros a quie-nes la Iglesia califica como herejes y heterodoxos; otrosimaginan que ese que se oponía era el Imperio Romano.

Tanto Pablo como Juan identifican a mismo grupo depersonas que abandonaron la fe. Una tercera cita bíblicala proporciona Pablo al decir:

Rehúsa hombre hereje, después de una y otraamonestación. Tito 3:10.Varias citas similares hay en las cartas apostólicas por

medio de las cuales se informa que algunos hombres sehabían apartado de la genuina fe para predicar sus pro-pias ideas. Valga aclarar que estas notas de prevenciónfueron escritas cuando el primer siglo ya estaba avan-zado, posiblemente un poco antes o después del año 70,y aunque es imposible fechar con precisión cuándo losescritos apostólicos aparecieron, se cree que fue muchodespués de la primera mitad del siglo primero.

Entretanto los Apóstoles estaban vivos aquel misteriode iniquidad no pudo triunfar, pero triunfaría después desu muerte (más de cómo se desarrollaron se mencionaen el Estudio ¿Es el Domingo el día del Señor?). El pa-ganismo irrumpió, al parecer, en muchas congregacionesque fueron asaltadas por predicadores que no se habíandespojado de sus creencias y prácticas paganas de

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EL SURGIMIENTO DE LAS DOS BESTIAS Andrés Menjívar

donde provenían. Las primeras noticias que se tienen de cómo el vene-

rable día del sol, adorado por Roma, fue introducido enaquellas congregaciones, provienen del filósofo paganoJustino, posteriormente llamado Justino Mártir; él es unode los primeros líderes en declarar que él y su congre-gación adoraban en el día del sol (Justino, Primera Apo-logía contra el Emperador Capítulo 67). Se supone queJustino lideró una iglesia de convertidos paganos por laprimera mitad del siglo II EC. o sea por el año 150 dC.

Posterior a la muerte de aquellos grandes Apóstoleslos predicadores paganos fabricaron diferentes argumen-tos cuya meta era hacer creer que fue nuestro Señor que,prefiriendo el día del sol, había desechado el sábado quesu Padre instituyó. Sin lugar a dudas el misterio de ini-quidad triunfó ampliamente en las iglesias en las cualeslos convertidos eran gentiles, haciéndoles regresar a laadoración del sol que por el mensaje apostólico habíanabandonado.

Ya a finales del siglo segundo se levantó Víctor, unobispo de las congregaciones de Roma y decretó quelas iglesias dejaran de celebrar la Cena del Señor el 14de Nisán y que la resurrección de Cristo fuera celebradasiempre en domingo. (Eusebio. Historia Eclesiástica V. 2410 y siguientes). Esto significa que hasta finales del sigloII dC., todas las iglesias, incluyendo las lideradas por loslíderes de procedencia pagana, celebraban la Cena delSeñor el 14 de Nisán cuya fecha es movible, es decir, nocae en ni fecha fija cada año. A partir de la decisión deaquel hombre la fecha fue cambiada a un día fijo, demodo que el viernes santo y domingo de resurrecciónnacieron por orden de Víctor.

Fue a partir del siglo II que la segunda bestia surgió,suprimiendo el santo sábado el cual Dios Ordenó repo-sar e imponiendo el día de adoración de Roma, cam-biando la fecha de la Cena del Señor y, por el siglo IVdando inicio a la doctrina de la Trinidad.

En fin, todo iba llevándose a cabo como debía ser paraque aquella agrupación de iglesias, originalmente igle-sias de Dios como las llama Eusebio, más tarde fuerancatalogadas como herejes y «heterodoxas» y borradasde la historia contada por los escritores de la Iglesia.

Habiendo triunfado el misterio de iniquidad eclip-sando a las iglesias de Dios, el trabajo estaba por rendirlos más grandes frutos ya que a finales del siglo III EC.tomaría el poder Constantino, ya mencionado arriba, quelegalizaría el cristianismo católico. A su debido tiemposeguiría Teodosio quien oficializaría a la Iglesia, (o reli-gión cristiana que es lo mismo), como la religión del Im-perio. A partir de ahí las cosas, religiosamente hablando,estarían bajo el poder de la Iglesia quien tomaría la ini-ciativa de no permitir que ninguna otra iglesia le quitarael mando. Mil años más tarde, al ser disuelto el ImperioRomano de oriente, la iglesia tomaría el control total dela herencia imperial.El poder del engaño (siglos II-IV dC.)

Pero el diablo es astuto que para conseguir sus pro-pósitos hace que las cosas engañosas parezcan sublimesy virtuosas; ¿Qué significa esto? Significa que a la par

de aquellos miles de judíos y gentiles convertidos aCristo, que por obedecer la ley de Dios se hacían sospe-chosos y dignos de la persecución y muerte a manos delos emperadores romanos, también provocó que milesde paganos convertidos a la Iglesia Católica cayeran bajola misma categoría y fueron condenados a la hoguera oa morir devorados por los leones aunque eran adorado-res del sol y obedientes a las enseñanzas católicas. Enverdad no habían razones para que la Iglesia Católicafuera perseguida a la par de la iglesia de Dios. Para losromanos era justificado que los redimidos por Cristo pa-decieran persecución y muerte puesto que eran guarda-dores del sábado, pero ¿Qué razón había para que laIglesia Católica padeciera persecución por adorar en eldía dedicado al sol? Ninguna en absoluto, sin embargo,las artimañas del diablo tenían el propósito de fortalecera la Iglesia haciéndola aparecer como mártir, lo cual con-siguió, de esa manera, hasta el día de hoy nada se dicede la persecución contra la iglesia de Dios pero sí semenciona y pondera a los mártires católicos. He ahí la ar-timaña del diablo. Otro de sus propósitos fue confundiral mundo haciéndole creer que las masas humanas ab-sorbidas por el cristianismo, que nunca abandonaron suscreencias paganas, adoradoras del sol, eran los genuinosredimidos por Cristo, entretanto la iglesia original cayóen el anonimato y hoy en día nada se dice a su favor.Hacer sublime y fortalecer a quien unos siglos más tardetomaría el lugar del Imperio Romano era parte de las ar-timañas diabólicas.

Capítulo 7Cayó el imperio romano de occidente (siglo IV)

Por fin el momento vino cuando Debido a su enormeextensión territorial e inconsistencia en sus ingresos eco-nómicos el Imperio cayó en serias dificultades; dividirloen dos era la mejor opción. No cabe la menor duda quela trama diabólica estaba sacando la mejor ventaja detodo cuanto estaba sucediendo. Respecto a esta división,la Ancient History Encyclopaedia dice:

En 285 dC, el Imperio Romano había crecidotanto que ya no era posible gobernar todas las pro-vincias desde la sede central de Roma. El empera-dor Diocleciano dividió el imperio en mitades conel imperio oriental gobernado desde Bizancio (mástarde Constantinopla) y el imperio occidental go-bernado desde Roma. Ambas secciones eran cono-cidas igualmente como "El Imperio Romano",aunque, con el tiempo, el Imperio Oriental adopta-ría el griego en lugar del latín y perdería gran partedel carácter del tradicional Imperio Romano. An-cient History Encyclopaedia. Art. Western RomanEmpire).Unos tres siglos, aproximadamente, fue el tiempo en

el cual, después de haberse apartado de la fe procla-mada por los Apóstoles, se levantaría el misterio de ini-quidad, o sea movimiento religioso cristiano querevolucionaría al mundo en todo aspecto: religioso, po-

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lítico social y económico. Aunque en los siguientes tressiglos, después del siglo primero, nadie imaginaba loscambios que se llevarían a cabo, las profecías de Danieltenían que empezar a cumplirse con el debilitamiento yposterior extinción del Imperio.

Durante ese tiempo el liderazgo de la Iglesia Católicase fortaleció enormemente; desde un insignificante con-glomerado de congregaciones salidas de la genuina igle-sia de Dios, hasta convertirse en un grupo organizadobajo el protectorado de Roma. Roma fue convertida enla capital del cristianismo por determinación del obispoVíctor, de Roma, y la Iglesia Católica floreció rápidamentepues debía tomar el lugar del imperio romano de occi-dente el cual se acercaba a un cambio de liderazgo queningún emperador jamás imaginó.

Capítulo 8La gran transición (siglo IV)

Tan intrigante como son las cosas en el campo de lasrealidades espirituales, el Imperio Romano de occidentecolapsó durante los últimos 25 años del siglo IV dC. sinque los historiadores concuerden en el año exacto. Contodo, el Imperio, a la vez, no ha muerto por varias razo-nes: Su estructura gubernamental y su religión continúantestificando de su poder y grandeza por medio de su re-presentante que la Iglesia Católica Apostólica y Romanaque tomó su lugar. Apocalipsis 18:9 dice:

La bestia que has visto, fue, y no es; y ha de subirdel abismo, y ha de ir á perdición: y los moradoresde la tierra, cuyos nombres no están escritos en ellibro de la vida desde la fundación del mundo, semaravillarán viendo la bestia que era y no es, aun-que es.Aunque para el lector sin experiencia este texto de la

Biblia podría parecer un poco enredado y difícil de en-tender, la última frase claramente reporta que la bestia(Imperio Romano), murió o dejó de ser, pero a la vez con-tinúa siendo, eso es así pues la organización religiosa quetomó su lugar es su fiel imagen. Obsérvese esta otra citade Apocalipsis 13:12 al hablar de la segunda bestia sim-bolizada por la Iglesia.

Y ejerce todo el poder de la primera bestia enpresencia de ella; y hace á la tierra y á los morado-res de ella adorar la primera bestia, cuya llaga demuerte fue curada.Aunque este texto es similar en profundidad al de

Apoc. 18:9, el punto principal en este Estudio es mostrarque esta segunda bestia ejerce todo el poder que el Im-perio Romano poseía. Esta delegación de poder co-menzó cuando Constantino legalizó la Iglesia, le hizograndes donaciones incluyendo templos, propiedades,autoridad civil y religiosa sobre los pueblos bajo sus do-minios.

Cuando Constantino marchó hacia Bizancio (llamadadespués Constantinopla en honor a su nombre) a esta-blecer la sede de su Imperio su plan consistió en dejaren Roma a su representante, que en esta ocasión fue elobispo católico al cual no solo autorizó como su repre-

sentante sino que le dio el palacio de Letrán para quefuera su residencia oficial.

No fue coincidencia que el obispo de Roma haya to-mado el título de sumo pontífice o romano pontífice(nombre con el cual era engrandecido cada emperadoren Roma), sino por razones de su posición de represen-tante del Imperio Romano. Así, en el ambiente históricolas cosas cambiaron para continuar siendo lo mismo, esdecir, la Roma imperial cedió su lugar a la Roma eclesiás-tica para continuar presente entre la humanidad con unrostro diferente.

Entre los mosaicos en la catedral de santa Pudenciana,en Roma, está uno del siglo IV que posee una historia in-teresante: Cristo se muestra en el centro sentado en untrono incrustado de joyas. Él lleva una toga de oro conel ajuste púrpura, ambos colores asociados con la auto-ridad imperial. Su mano derecha se extiende en el gestoad locutio convencional en representaciones imperiales.Sosteniendo un libro en su mano derecha, Cristo es mos-trado proclamando (supuestamente) la palabra. Esto de-pende de otra convención del arte imperial romano dela llamada traditio legis, o la entrega de la ley. Un platode plata hecho para el Emperador Teodosio en 388 paramarcar el décimo aniversario de su acceso al podermuestra al Emperador en el centro entregando el rollode la ley. Cabe destacar que el emperador Teodosio semuestra con un halo muy parecido a la figura deCristo.De esa manera cristo es «honrado» imitando a losemperadores romanos.

En otras palabras, la figura original de ese mosaico esla del emperador Teodosio, más tarde copiada para re-presentar a Cristo vestido a la usanza de los emperadoresromanos, sentado y en posición de las autoridades ro-manas; la inspiración para realizar ese mosaico fue la po-sición en que el dios Zeus y el emperador Teodosiofueron representados por los paganos. Otro emblemacon el cual es adornada la cabeza de cristo, de sus após-toles y de todas las demás figuras de santos, es el halosobre sus cabezas, lo cual no es otra cosa sino la figuradel sol adorada por Roma.

Interesante es saber que el mausoleo (tumba) de Dio-cleciano (el más fiero perseguidor de la iglesia de Dios),en el palacio que él mandó construir para pasar sus últi-mos días, en lo que hoy es Croacia, después fue tomadopor la Iglesia Católica y hoy en día es catedral. Resultacurioso que el más grande y despiadado opositor delevangelio de Cristo haya sido honrado, después de sumuerte, tomando el edificio donde yacen sus restos, paraconvertirlo en catedral, lo cual, por cierto es grandehonra que la Iglesia rinde el hombre diabólico que in-tentó destruir al cuerpo de Cristo.

De esta manera, es bien conocido que la iglesia ro-mana es la sucesora del Imperio Romano tanto en el do-minio de los pueblos ya sea por la fuerza o por la religión.Bien está dicho que la primera bestia desapareció perocontinúa ejerciendo todo su poder por medio de la se-gunda bestia.

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Capítulo 9Cambio de imagen, no de propósito (a partir del

siglo IV)Las multitudes que antes eran gobernadas por el Im-

perio de ninguna manera fueron obligadas por la Iglesiaa cambiar su adoración idólatra ni se vieron amenazadaspor políticas de intimidación religiosa, por el contrario,ahora en vez de espadas y aniquilación se les reforzabala adoración al sol y no tenían que abandonar sus creen-cias paganas ancestrales. El modo de «evangelizar» delos líderes de la Iglesia era consistente con la adoraciónque las masas habían estado teniendo desde antes deser cristianizadas. Tan fácil fue el trabajo desarrollado porlos misioneros que simplemente abrieron las puertas delcristianismo por ellos establecido, para que las multitu-des entraran trayendo consigo sus costumbres paganas.Más tarde algunos obispos de la Iglesia demuestran queesto que se dice era cierto ya que escribieron sendos tra-tados llamando la atención a los paganos convertidospara que abandonaran su adoración al sol pero sin quese les prohibiera continuar creyendo el día que desdesus ancestros habían escogido como día para adoración.

Al día de hoy se confirma que al haber tomado la Igle-sia el lugar del Imperio la victoria fue para los paganosque introdujeron su costumbres dentro de la Iglesia lascuales hoy en día predominan.

La Roma Imperial desapareció sólo en apariencia, y sedice sólo en apariencia puesto que al tiempo en que su-cumbía, la Iglesia se fortalecía, prácticamente aquellofue un traspaso de poder con el propósito de que el Im-perio Romano continuara vivo pero con un rostro dife-rente.

Apocalipsis 13:11-15 es tan claro que el lector puedefácilmente notar cómo la Roma Imperial murió sólo enapariencia, en la realidad continúa viva. Obsérvese elcontenido de este texto citado:

Después vi otra bestia que subía de la tierra; y

tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero,mas hablaba como un dragón. Y ejerce todo elpoder de la primera bestia en presencia de ella; yhace a la tierra y a los moradores de ella adorar laprimera bestia, cuya llaga de muerte fue curada. Yhace grandes señales, de tal manera que aun hacedescender fuego del cielo a la tierra delante de loshombres. Y engaña a los moradores de la tierra porlas señales que le ha sido dado hacer en presenciade la bestia, mandando a los moradores de la tierraque hagan la imagen de la bestia que tiene la he-rida de cuchillo, y vivió. Y le fue dado que diese es-píritu a la imagen de la bestia, para que la imagende la bestia hable; y hará que cualesquiera que noadoraren la imagen de la bestia sean muertos.El significado de esta declaración revela que existen

dos bestias; la primera supuestamente murió pero conti-núa viva por que la segunda la hace vivir.

La segunda bestia adquirió toda su fuerza y esplendorcuando en el Edicto de Tesalónica del año 380 d.C. fuedeclarada por el Emperador Teodosio como la sola yúnica autoridad eclesiástica autorizada por el Imperio.Esto significa que aun existiendo otras religiones másantiguas, la Religión Católica recibió el poder de las altasautoridades romanas.

Bien se puede concluir en que con el correr de losaños, aquella transferencia vino a ser a manera de true-que iniciado por Constantino, es decir algo así como«dame y yo te daré». Así el Imperio y la Iglesia se bene-ficiaron pues las enormes masas cristianas vinieron a serfieles servidores del Imperio y de la Iglesia, y fieles ado-radoras del sol, de la saturnalia y de otras creencias quedesde siglos antes del cristianismo habían sido practica-das en Roma.

Así nacieron las dos bestias. Así hoy en día ambas ma-nejan las multitudes. FIN.

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