el subdesarrollo del sector hipotecario: una mirada hacía

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1. Estudiante de Economía de la Universidad de los Andes 2. Profesor Titular de la Universidad de los Andes. Ph.D. en Urbanisme et Amenagement, Institut d´Urbanisme de Paris El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía El Futuro Camilo Gutiérrez Mejía 1 Asesor de Memoria de Grado: Samuel Jaramillo 2 Resumen La crisis financiera del año 1999 marcó la historia del sector hipotecario en Colombia, dejando al mismo tiempo una huella imborrable en la vida de muchos hogares que perdieron sus viviendas como consecuencia de un mal manejo de la política de vivienda en el país. Los datos encontrados muestran que el sector, 17 años después de este hito, no ha logrado recuperarse del todo. Este escrito intenta dar explicación al pobre desarrollo actual que muestra el sector, mediante un rápido recorrido sobre la historia financiera y económica del país desde el año 1972 hasta la actualidad. En aspectos muy generales, esta investigación concluye que la política de vivienda en Colombia, aunque ha estado orientada en los últimos años a darle vivienda gratis a un segmento de la población que definitivamente no puede pagarla y lo cual representa algo bueno, debe tener una participación estatal mayor en el mercado hipotecario, dando garantías a las instituciones financieras privadas para que tengan incentivos de cubrir esa demanda de crédito hipotecario de los segmentos bajos de la sociedad. Palabras clave: crisis, crédito hipotecario, UPAC, UVR, Estado, Intervención. Agradecimientos: Agradezco a Diego Rojas por la colaboración con su opinión respecto a esta investigación y por la ayuda que me brindo con muchos de los datos usados. De igual forma, Agradezco a Samuel Jaramillo y a Ximena Peña por la asesoría que me brindaron durante el semestre. Finalmente le agradezco a Alberto Gutierrez por su asesoría constante, y su opinión brindada respecto al desarrollo de la investigación. Códigos JEL: G1, G2

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Page 1: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

1. Estudiante de Economía de la Universidad de los Andes 2. Profesor Titular de la Universidad de los Andes. Ph.D. en Urbanisme et Amenagement, Institut d´Urbanisme de Paris

El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía El Futuro

Camilo Gutiérrez Mejía1

Asesor de Memoria de Grado: Samuel Jaramillo2

Resumen

La crisis financiera del año 1999 marcó la historia del sector hipotecario en Colombia, dejando al

mismo tiempo una huella imborrable en la vida de muchos hogares que perdieron sus viviendas

como consecuencia de un mal manejo de la política de vivienda en el país. Los datos encontrados

muestran que el sector, 17 años después de este hito, no ha logrado recuperarse del todo. Este

escrito intenta dar explicación al pobre desarrollo actual que muestra el sector, mediante un rápido

recorrido sobre la historia financiera y económica del país desde el año 1972 hasta la actualidad.

En aspectos muy generales, esta investigación concluye que la política de vivienda en Colombia,

aunque ha estado orientada en los últimos años a darle vivienda gratis a un segmento de la

población que definitivamente no puede pagarla y lo cual representa algo bueno, debe tener una

participación estatal mayor en el mercado hipotecario, dando garantías a las instituciones

financieras privadas para que tengan incentivos de cubrir esa demanda de crédito hipotecario de

los segmentos bajos de la sociedad.

Palabras clave: crisis, crédito hipotecario, UPAC, UVR, Estado, Intervención.

Agradecimientos: Agradezco a Diego Rojas por la colaboración con su opinión respecto a esta

investigación y por la ayuda que me brindo con muchos de los datos usados. De igual forma,

Agradezco a Samuel Jaramillo y a Ximena Peña por la asesoría que me brindaron durante el

semestre. Finalmente le agradezco a Alberto Gutierrez por su asesoría constante, y su opinión

brindada respecto al desarrollo de la investigación.

Códigos JEL: G1, G2

Page 2: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Introducción

El año 1998 significó mucho para la historia de Colombia en términos de aprendizaje. Este año

sería el comienzo de aquel periodo en donde muchos colombianos vieron amenazados sus sueños

de tener una casa propia. Años después de la crisis, el sector hipotecario no muestra una

recuperación significativa y la política de vivienda del país no parece ser totalmente exitosa al tener

unos de los indicadores más desalentadores de la región (cartera hipotecaria como porcentaje del

PIB, déficit habitacional, etc.) Por ende, abarcar este tema se convierte en algo importante, debido

a que el desarrollo de la cartera de vivienda parece afectar directamente varios pilares claves de la

economía como tasas de desempleo, de PIB, y de demanda agregada. Según el Banco

Interamericano de Desarrollo (BID), “La atención al mercado de crédito hipotecario no sólo es

importante por la contribución de éstos a resolver el problema habitacional…. sino también por

los efectos que tienen sobre el crecimiento de la economía nacional. Un mercado hipotecario más

desarrollado contribuye al desarrollo del sector construcción y otros sectores vinculados a éste,

tales como los de electricidad, agua y alcantarillado, y las industrias productoras de insumos para

la construcción. De otro lado, también favorece el desarrollo de intermediarios financieros como

las empresas encargadas de custodiar los activos hipotecarios titularizados y las compañías de

seguros” (BID, 2003). De esta manera, la intención de este escrito se centra en dar respuesta a la

pregunta de investigación, ¿Porque la cartera hipotecaria en Colombia no logró recuperarse

después de la crisis económica del año 1999, tras la inclusión de la ley de vivienda y lo fallos de la

Corte Constitucional? Así las cosas, el aporte de este escrito para dar respuesta a esta pregunta

radica principalmente en cuatro partes: un análisis del impacto de la política de rescate implantada

en el año 1999 (incluyendo Fallos de la Corte Constitucional), una evaluación de las condiciones

de la economía colombiana que han obstruido el desarrollo de la cartera hipotecaria, una

comparación con políticas de vivienda exitosas en la región para poder identificar aspectos claves

que podrían implantarse en la política de vivienda local, y finalmente, una serie de entrevistas a

actores claves en el desarrollo de la crisis, que permita reunir un concepto general de lo que fue

este fenómeno. La contribución principal de este artículo radica principalmente en 3 aspectos. En

primer lugar, se comparará detalladamente la política de vivienda en Colombia con las de algunos

países de la región que hayan mostrado sectores hipotecarios exitosos, para sacar conclusiones

sobre las falencias del sector local y las condiciones del mercado que han hecho del sector algo

muy limitado. En segundo lugar, se realizará una comparación entre crisis económicas para

Page 3: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

determinar qué políticas de rescate se llevaron a cabo y cuales se podrían aplicar en Colombia. Por

último, mediante las entrevistas realizadas a personas involucradas en las diferentes partes de la

crisis, este artículo intenta reunir los testimonios y sacar conclusiones generales y recomendaciones

de política para futuras eventualidades o crisis del sector financiero.

Marco Teórico

En el año 1972, el gobierno creó las Corporaciones de Ahorro y Vivienda (CAVs), entidades que

serían las encargadas de promover el crédito hipotecario entre las diferentes partes del sector de la

finca raíz a través de la captación de fondos por medio de cuentas de ahorro. Para llevar este

programa a cabo, se implementó el uso del sistema UPAC (Unidad de Poder Adquisitivo

Constante), el cual consistía en establecer créditos de vivienda y cuentas de ahorro en unidades

UPAC, las cuales estaban diseñadas para que absorbieran el aumento en precios que se daba en la

economía. De la misma manera, estas CAVs estaban en capacidad de pagar y cobrar intereses sobre

las unidades UPACS que los ahorradores y prestamistas tenían. La intención de este programa

llevado a cabo por el gobierno de Misael Pastrana, era que los préstamos de vivienda, que en

general son prestamos de un plazo prolongado, se ajustaran automáticamente con la inflación que

registrara la economía a lo largo del tiempo (corrección monetaria). De la misma manera, las

unidades UPAC de las cuentas de ahorro, corregirían este cambio de poder adquisitivo,

asegurándole al ahorrador una ganancia de a lo menos la inflación.

Los Decretos de la ley de 1972, regían el comportamiento del sistema UPAC, en donde se

establecía que las tasas de interés para ahorradores debían estar alrededor de un 4% EA, mientras

que para los deudores las tasas oscilaban entre 7 y 7.5 % EA. Sin embargo, la fórmula del cálculo

del UPAC se vio modificada numerables veces, en donde lo que cambiaba era el porcentaje que la

corrección monetaria debería absorber de la inflación. Para 1972, la corrección monetaria del

UPAC inicialmente era calculada a partir de la inflación del trimestre inmediatamente anterior. Ya

en el año 1973 y 1974, la corrección tenía en cuenta la inflación de los 12 y 24 meses anteriores

respectivamente. Finalmente, y después de una serie de cambios, para el año 1990 con el decreto

1127, la corrección monetaria debía hacerse teniendo en cuenta únicamente el 45% del IPC de los

12 meses anteriores, y además se le sumaba el 35% de la tasa DTF (tasa promedio de captación de

CDT a 90 días del total de los bancos y CAVs). Para este momento, nadie se imaginaría lo que atar

la corrección a las tasas de interés en el cálculo de la corrección monetaria del UPAC, traería

consigo a finales de la década. El Banco de la República trabajó de la mano con las CAVs,

Page 4: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

permitiéndole acceso al crédito e informándole mensualmente la cifra de corrección monetaria que

se debía realizar a las unidades UPAC para préstamos y cuentas de ahorro.

A comienzos de la década de 1990, la economía colombiana venía mostrando un comportamiento

satisfactorio con ritmos de crecimiento del PIB de un poco menos del 5% y una demanda agregada

de más del 10%. La apertura comercial del país y el aumento del gasto público, junto con el

desarrollo y el auge de la industria petrolera, permitían que otros sectores de la economía se

ilusionaran y aprovecharan al máximo este momento. El mejoramiento del grado de inversión de

Colombia en el año 1995 intensificó más este fenómeno, pero la apreciación de la moneda nacional

comenzaba a impedir el desarrollo de la exportación de productos típicos de la economía. De esta

manera, el dinamismo comenzó a trasladarse a otros sectores, en donde la cartera hipotecaria

comenzó a absorber gran parte de los recursos disponibles de la economía.

Grafica #1: Precio promedio de la vivienda en Colombia

Para comienzos de la década de 1990, las Corporaciones de Ahorro y Vivienda, aquellas

instituciones encargadas de promover el ahorro privado con el fin de aumentar los préstamos a

consumidores y constructores del sector de finca raíz a través de créditos hipotecarios, habían

gozado de una serie de beneficios que les permitían ser las únicas entidades autorizadas para captar

dinero a través de cuentas de ahorro atadas a la inflación. De esta manera las CAVs, financiaban

créditos de vivienda a largo plazo (15 años), mientras captaban dinero de los ahorradores en donde

se les aseguraba un mínimo de la inflación y se les pagaba una tasa de interés mensual. Los bancos

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Índice de precios de vivienda usada (IPVU)

Índice de precios de vivienda nueva (IPVN)

Fuente de datos: Camacol

Precios promedio de la vivienda en Colombia

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por su parte, se encargaban de cubrir el mercado de los créditos de consumo y créditos corporativos

e institucionales, a la vez que captaban dinero de los ahorradores mediante intereses bajos, la

entrega de premios, rifas y regalos. En línea con lo anterior, las CAVs constituían un tipo de

monopolio en donde los bancos comerciales no significaban algún tipo de competencia. Además

de esto, las CAVs gozaban de amplios beneficios de financiamiento de última instancia con el

Banco de la Republica en momentos donde se evidenciaban caídas en los depósitos, al igual que

tenían menos exigencias en requerimientos de capital por parte del gobierno.

Con la liberalización financiera en el año 1990 (Ley 45), las CAVs se vieron realmente amenazadas

debido a la desaparición del monopolio que tenían en el mercado de ahorro: se les permitió a los

bancos comerciales captar dinero con tasas de interés reales. De la misma manera, se les permitía

a todas las instituciones intermediarias en el sector financiero acceder a préstamos de última

instancia con el Banco Central. Así las cosas, la competencia en el mercado de captaciones

aumentó, lo cual causó una extensión significativa en los costos de fondeo de las instituciones

implicadas.

Como vimos anteriormente, las condiciones económicas para mediados de la década de 1990,

facilitaban el endeudamiento y el acceso al crédito. Era de esperarse entonces, que con este aumento

en el fondeo de vivienda vendría consigo un aumento en los precios en el mercado de finca raíz.

Con este aumento de la demanda, las CAVs optaron por acudir a un mecanismo de captación que

les permitiría competir con las otras entidades financieras que intervenían en el mercado de la

cartera hipotecaria. Para ese entonces, estas instituciones hacían uso pleno del sistema UPAC del

que se hablaba anteriormente, el cual corregía la inflación y ataba los montos a porciones de la tasa

DTF del mercado. Después de varios cambios, la corrección monetaria quedo aún más atada a las

tasas de interés del mercado, para que las CAVs fueran más atractivas para la captación de dinero

y pudieran competir con bancos y otras entidades financieras. La liberalización financiera significo

un paso importante para el sector, “….de hecho, el auge más espectacular de la historia del país

hasta entonces. Los activos del sistema financiero aumentaron en 17 puntos porcentuales del

PIB…” (Ocampo, J. 2015). El auge del sector financiero y el gran momento que atravesaba la

economía colombiana vino acompañado de un crecimiento del mercado de capitales internacional

al cual la mayoría de sectores del país tuvieron acceso.

El defender la banda cambiaria trajo consigo un aumento significativo en las tasas de interés del

mercado. Con una subida de la tasa interbancaria por parte del BR, retendría capitales dentro de la

Page 6: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

economía pudiendo contener así la tasa de cambio del mercado. Sin embargo los efectos fueron

dramáticos, ya que las correcciones monetarias del UPAC, que se encontraban vigentes para el año

1998, ya no tenían en cuenta la inflación, sino que únicamente se encontraban indexadas al 74%

del promedio móvil del DTF de las cuatros semanas anteriores a la fecha del cálculo. De esta

manera, los aumentos de las tasas interbancarias del BR que pretendían contener la TRM dentro de

la banda cambiaria, causaron aumentos sumamente importantes dentro del sistema UPAC.

Para José Antonio Ocampo, en su libro “Una Historia del Sistema Financiero Colombiano”, el alto

nivel de endeudamiento evidenció sus efectos cuando la burbuja de precios de la vivienda estalló.

Según él, “El incremento de las tasas de interés, aunado a la caída de los precios de la finca raíz,

tuvo un efecto particularmente severo sobre la carga financiera de los hogares, cuyos ingresos

cayeron , además, como resultado de la recesión.” (Ocampo, J. Pg 127). Tras los aumentos en la

tasa de interés del BR, transmitidos a la corrección monetaria del sistema UPAC, y sumado a la

difícil situación económica que comenzaba a vivir el país, el saldo y las cuotas de los créditos

hipotecarios comenzaron a escalar a montos exorbitantes que los hogares no estaban en capacidad

de pagar. De igual forma, la explosión de la burbuja inmobiliaria producto del evidente

sobreendeudamiento, y la caída en la demanda de bienes de finca raíz (por la recesión), hicieron

caer los precios de la vivienda a mínimos niveles (caída del 27% en los precios en términos reales).

Para noviembre de 1998 la crisis ya era evidente y el gobierno nacional declaró entonces el estado

de emergencia económica y social, esto con la intención de solventar la situación de las familias

deudoras de créditos hipotecarios. De esta manera, “…el punto de quiebre definitivo se alcanzó

cuando el monto de la deuda superó el valor comercial de la propiedad eliminando el incentivo

para el pago de la obligación y disparando las daciones en pago de los inmuebles en el último lustro

del siglo XX” (Gómez, H. Y Higuera, L. Pg. 429). Nace entonces el impuesto a las transacciones

financieras llamado en su momento el 2 por mil, donde los recursos recolectados irían a parar a

Fogafín (Fondo de Garantías de Instituciones Financieras), entidad del gobierno que era la

encargada en su momento de ayudar a fortalecer patrimonialmente a entidades financieras. Fogafín

ayudo de manera importante a atravesar la turbulencia con gran éxito con labores como:

reestructuración de la banca pública, compra de cartera y apoyos de liquidez a las instituciones

financieras, y responder a los clientes de entidades liquidadas mediante los seguros de depósitos.

De igual forma, se implementaron programas de ayuda para aquellos deudores que no se

encontraban en mora a través de préstamos con tasas de interés mínimas. Por otra parte, el gobierno

Page 7: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

creó entidades especializadas en vender los activos “basura” de las entidades en liquidación, y

también intervino en los modelos de amortización de los bancos y CAVs, en donde solo podían

financiar un 70% de la vivienda.

La Corte Constitucional (CC) tuvo un papel protagónico en las políticas adoptadas después de la

crisis (algo que ha sido bastante criticado por expertos en el tema). En primer lugar, redujo

drásticamente las tasas de interés de préstamos vigentes con el fin de beneficiar a deudores

morosos, y obligó al BR a establecer una tasa de interés máxima para los créditos de vivienda. En

uno de sus fallos, la CC declaró el fin del sistema UPAC en donde transformó la fórmula de

indexación de los créditos a las tasas de interés del mercado DTF y únicamente la vinculó con el

IPC. Además, obligó a las entidades financieras a hacer un recálculo de los saldos pendientes de la

cartera hipotecaria, donde el gobierno asumiría las perdidas.

Con la creación de la Ley Marco de Vivienda de 1999, se oficializó el uso del sistema UVR (Unidad

de Valor Real) el cual solo y únicamente estaría ligado a la inflación, transformando así la cartera

hipotecaria restante del sistema UPAC en UVR. La ley también establecía un plazo mínimo de

financiación de 5 años y un máximo de 30 años para créditos de vivienda. De igual forma,

únicamente se podría dar financiación al 70% del total de la vivienda (excluyendo VIS la cual sería

de 80%). Del mismo modo, la ley eliminó el termino CAV y les otorgó el título de bancos

comerciales. Otro aspecto importante que abarcó la Ley de Vivienda fue la capacidad que le daba

a las personas de devolver la casa a los bancos como totalidad de su pago del crédito.

Evolución de la cartera hipotecaria

A pesar de todas las medidas tomadas para recuperar la profundidad del sector financiero, los

indicadores no muestran una evolución significativa 17 años después de la crisis. Como veremos

más adelante, la confianza del consumidor no se ha recuperado, los bancos e instituciones

financieras también conservan el temor (en menor magnitud) a los préstamos a largo plazo, y el

sector constructivo trabaja con los recursos de las preventas que recoge sobre planos (menor nivel

de apalancamiento). Las cifras muestran claramente el impacto que tuvo la crisis de final de milenio

en Colombia. Datos del DANE y de la Titularizadora Colombiana muestran que el saldo de cartera

pasó de constituir un 37% del PIB en el año 1997, a significar algo más del 20% a finales del 2003.

Aunque la cartera total ha venido mostrando una recuperación en los últimos 5 años, ha sido por

un aumento en el crédito comercial y de consumo, mientras que la cartera hipotecaria se mantiene

en un nivel levemente mayor que en el que se ubicaba en el año 2005.

Page 8: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Grafica #2: Cartera hipotecaria como porcentaje del PIB. Varios Países

Fuente de datos: Titularizadora Colombiana

De igual forma, la cartera hipotecaria en Colombia (casi 20 años después), no muestra la

profundidad que mostraba en los años previos a la crisis. Pasó de estar en el año 1997 en su punto

más alto del 10% como porcentaje del PIB, para llegar a niveles mínimos del 3% en el 2006 (Es

importante resaltar que los efectos de la crisis sobre el crédito hipotecario solo empezaron a

recuperarse después de la primera mitad de la década del 2000). Sin embargo, y aunque las cifras

muestran un sector golpeado, en los últimos 10 años la cartera hipotecaria ha mostrado un

crecimiento del 16,9% anual. La reducción de la inflación (no en el último año), los subsidios del

gobierno al crédito hipotecario, y las bajas tasas de interés que se presentaron en la última década,

han creado un ambiente más amigable para respaldar estos avances de la cartera, aunque han sido

insuficientes.

Implicaciones de las sentencias de la Corte Constitucional y de política:

Los fallos jurídicos de la CC para mitigar los efectos de la crisis, tuvieron repercusiones. Aunque

muchos resaltaron dicha labor en su momento, los efectos de muchas de sus acciones y de sus

mandatos que fueron aplicados de inmediato, continúan afectando pilares del sistema financiero en

la actualidad.

Como veíamos anteriormente, muchas de sus políticas se concentraron en la Ley Marco de

Vivienda de 1999, la cual cambio drásticamente el funcionar del sector financiero. En primer lugar,

el cambio de la fórmula de la corrección monetaria de los créditos hipotecarios fue sin duda alguna

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Cartera Hipotecaria % / PIB

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una de las políticas más efectivas que se introdujeron durante la crisis. La implementación de la

UVR como base del sistema crediticio, le proporcionaba al consumidor del sistema financiero

mayor seguridad (este no se llevaría sorpresas al transcurrir de los años con aumentos

significativos de los saldos de la deuda, ya que la indexación se daba únicamente al IPC y no al

DTF). En segundo lugar, es pertinente resaltar la importancia de las políticas implantadas referentes

a las formas de amortización y al mínimo de cuota inicial. La CC exigió a los bancos el deber de

eliminar el sistema de “cuotas súper mínimas” y pedir a los consumidores de crédito un mínimo de

cuota inicial de la vivienda del 30%, donde la carga financiera de los hogares no sería insostenible

en la maduración del crédito. En este aspecto, el Congreso de la Republica , proporcionó ayuda a

través de mecanismos que le dan incentivos a los consumidores de ahorrar la cantidad de dinero

suficiente para una cuota inicial a través de las cuentas AFCs (cuentas de Ahorro y Fomento a la

Construcción).

A pesar de las anteriores contribuciones de los decretos y mandatos de la CC, a la transparencia de

sistema crediticio colombiano, sus efectos negativos radican principalmente en la “excesiva”

restricción del acceso al crédito, cuando se compara con los requerimientos necesarios para obtener

un crédito que se usan en otros países de la región. Una de las políticas que probablemente hayan

sido las causantes de la poca profundización de la cartera hipotecaria, fue la de obligar al Banco de

la República a implantar tasas de interés “techo” para los créditos hipotecarios vigentes hasta el

momento. Con esta implementación, se generó un ambiente de incertidumbre en el sector

financiero, debido a que cada vez que el Banco de la República considerara pertinente un recorte

en la tasa “techo”, los bancos comerciales debían atender esta directriz y reconvertir sus créditos

vigentes a menores tasas. “Lo que si resulta contrario a la eficiencia que debe perseguir todo sistema

competitivo es la imposición permanente e indiscriminada de controles de precios a determinadas

industrias o negocios. El resultado histórico ha sido siempre el de la contracción de la oferta de

esos productos o, lo que es lo mismo, el surgimiento de un mercado ilegal del mismo”. (S, Clavijo.

2004). Esta política, junto con la de la directriz que obligaba a los bancos a recalcular los saldos y

las liquidaciones vigentes, trajo consigo un ambiente de “inseguridad jurídica” que lo único que

hizo fue restringir el mercado de la cartera hipotecaria.

Análisis de las condiciones del mercado

Después de realizar un análisis de las condiciones de la economía colombiana, se pueden identificar

algunas que pueden ser determinantes a la hora de estudiar el subdesarrollo del mercado

Page 10: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

hipotecario. En primer lugar, y a partir de datos que proporciona la ASOBANCARIA y el Banco

de la Republica, se puede identificar un fenómeno de desconfianza por parte de los “deudores”

hacia el sector financiero, que aparece como secuelas del sistema UPAC. No obstante, el sector

constructor también muestra repelencia hacia el crédito hipotecario: el fenómeno radica

principalmente en que los constructores están trabajando sobre planos, haciendo uso del sistema de

preventas en donde se apalancan cada vez en menor magnitud, y trabajan con la plata de los

primeros compradores quienes adquieren viviendas cuando el proyecto se encuentra en maquetas

y planos.

Grafica #3: Porcentaje % de la cartera vencida

Pais Carterade

vivienda/PIB

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Panamá 0.6%

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Mexico 9.1%

USA 1.8%

Francia 1.5%

Reino Unido 1.8%

Fuente: HOFINET

Por otra parte, se puede observar que los “requisitos” que exige el sector financiero para obtener

un crédito hipotecario son bastante altos en comparación a los que exigen países pares de la región

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% Cartera vencida

Fuente de datos: Asobancaria, Dirección de Vivienda.

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como México, Chile, Panamá y Costa Rica: El deudor debe estar trabajando en el sector formal,

debe pagar una cuota inicial mínima del 30%, la relación cuota-ingreso no puede ser mayor del

30% (DTI por sus siglas en inglés): la cuota mensual no puede ser mayor al 30% del ingreso, etc.

Relacionado con lo anterior, el país posee uno de los niveles más altos de informalidad laboral en

la región con un 48,5%, por lo cual la capacidad de acceso a crédito hipotecario de la gente que

trabaja, se reduce inmediatamente a casi la mitad. Las cuotas de prepago, que corresponden a

aquellas cuotas que abonan los deudores espontáneamente con el fin de reducir el saldo del crédito,

han afectado la maduración promedio del crédito hipotecario reduciendo así la profundidad del

mismo (es importante aclarar que este aspecto ha sido también algo bueno en cuanto que ha

ayudado a suavizar la carga financiera de los deudores).

La grafica numero 3 muestra el porcentaje de la cartera vencida (que porcentaje de la cartera total

se encuentra en mora). Según esta gráfica, para el año 2016 únicamente el 2,1% de la cartera

hipotecaria se encuentra morosa, lo cual representaría un buen dato en comparación a la mayoría

de países de la región. Sin embargo, si se compara este dato con la cartera hipotecaria como

porcentaje del PIB (7% para Colombia en el año 2015), se puede concluir que la cartera vencida

en estos niveles tan bajos no es sinónimo de un buen momento del sector, sino únicamente de los

requerimientos excesivos que se están exigiendo a la hora de pedir un crédito hipotecario.

Si se observa la tabla de la gráfica número 3, hay muchos países que poseen niveles de cartera

vencida muy bajos (Chile, Panamá, USA, Francia, etc.). Sin embargo, y a diferencia del caso

colombiano, estos países poseen niveles de profundidad de la cartera hipotecaria mucho más altos

que los que tiene Colombia, lo cual, con una tasa de cartera vencida baja, corresponde al caso

óptimo de un sector hipotecario. Un nivel bajo de cartera vencida, con un nivel bajo de profundidad

del sector hipotecario, únicamente es sinónimo de restricción y difícil acceso al crédito.

Comparaciones y resultados:

La política de vivienda de Costa Rica ha mostrado ser una de las más efectivas en la región, pues

el país se encuentra con el menor déficit habitacional según el BID y una de las tasas más altas de

cartera hipotecaria como porcentaje del PIB (15,1% en el año 2014). Su política está basada en tres

pilares fundamentales: Político-administrativo, Físico-espacial y Económico-financiero. Para el

desarrollo del primero, el país ha encargado al Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos

(MVAH) la creación del Sistema Nacional de Habitad Humano (además del vigente Sistema

Financiero Nacional para la Vivienda), el cuál será la institución encargada de vincular y coordinar

Page 12: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

las políticas, planes, programas e intervenciones públicas y privadas para los temas de vivienda.

La integración de entidades públicas y privadas mediante un organismo ha permitido en Costa Rica

cubrir satisfactoriamente la demanda de cartera hipotecaria (vale la pena resaltar que estas

instituciones públicas trabajan también con subsidios a la demanda). De igual forma, es importante

resaltar, que mientras el sector privado se concentra en cubrir la demanda de crédito de vivienda

en sectores medios y altos de la sociedad, las instituciones públicas (como el BANHVI: Banco

Nacional Hipotecario de Vivienda) se encargan de llegar a los sectores más bajos y con mayor

informalidad.

Grafica #4: Cartera hipotecaria como porcentaje del PIB (Costa Rica – Colombia)

Fuente de datos: Titularizadora Colombiana

Para el desarrollo del segundo pilar, el gobierno ha eliminado trabas al “desarrollo de asentamientos

humanos congruentes con su entorno natural, que incluyan edificaciones, espacios abiertos,

infraestructura de servicios y equipamiento social a fin de coadyuvar a la disminución del déficit

habitacional” (MVAH). Finalmente, para el ultimo pilar, el MVAH está considerando abordar la

innovación de instrumentos financieros y económicos con el fin de aumentar la capacidad de

fondeo y recursos de las instituciones financieras (Titularización, leasing habitacional y mercado

secundario de viviendas).

El sistema hipotecario chileno también se ha consolidado como uno de los más exitosos de la región

latinoamericana. Está caracterizado básicamente por la integración entre bancos comerciales,

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Cartera Hipotecaria % / PIB

Chile Colombia Costa Rica Panama

Page 13: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

sociedades financieras y entidades del Estado, que financian créditos de vivienda a largo plazo (20

años), con tasas de interés fijas en pesos chilenos, o en Unidades de Fomento (aplica la misma

teoría del sistema UVR). Las entidades del sector brindan la posibilidad al consumidor de crédito

de crear cuentas de ahorro con el fin de lograr las metas estipuladas para acceder a subsidios del

Estado o lograr cuotas iniciales.

Un importante pilar de este sector es la institución BancoEstado, la cual administra los subsidios

del gobierno (9.700 millones USD) para créditos de vivienda, y abarca un 20% de la cartera

hipotecaria total del mercado chileno. Los pilares principales de la financiación del sistema chileno

comprenden las cuentas de ahorro bancarias, bonos hipotecarios, mutuos, subsidios y titularización.

Vale la pena resaltar, que en este caso, las Administradoras de Fondos de Pensiones constituyen

una pieza clave en la financiación ya que son los principales compradores de bonos, titularizaciones

y mutuos. Sin embargo, el financiamiento a través de titularización continúa siendo bajo (a pesar

de tener todo el respaldo institucional) debido a la gran concentración de capital dentro de los

bancos comerciales y las bajas tasas de interés, que hacen poco rentables los esquemas de

titularización.

A diferencia del caso chileno, el caso panameño se caracteriza por tener un sistema hipotecario

potenciado por los agentes privados del mercado. Específicamente, la demanda de crédito

hipotecario está cubierta en su mayoría por instituciones privadas locales las cuales tienen una

participación del 42%, mientras que los bancos privados extranjeros poseen una participación del

37% (el porcentaje restante lo cubren instituciones financieras del gobierno). Un aspecto clave en

este caso, es que los bancos participan en todos los procesos de financiación hipotecaria: invierten

en proyectos inmobiliarios, son prestamistas principales de los constructores, y otorgan créditos de

vivienda a los hogares.

De esta manera, el caso panameño corresponde a uno de los casos más avanzados en términos de

modernización de los países que componen la región. Sus altas tasas de rentabilidad, un mercado

con la participación de agentes internacionales, y regulaciones y estándares internacionales que

respaldan institucionalmente al mercado, son características que han asegurado el éxito en la

profundidad de la financiación hipotecaria en este país.

De esta manera, encontramos diferencias entre el sostenimiento y manejo de la política de vivienda

en Colombia, Costa Rica, Panamá y Chile. En primer lugar, Colombia no ha podido desarrollar

ninguna institución encargada de coordinar las intervenciones públicas y privadas en términos de

Page 14: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

vivienda como lo ha hecho Costa Rica y Chile. Aunque el país ha mostrado interés en desarrollar

programas como el de “Mi Casa Ya” y viviendas 100% subsidiadas a través del Fondo Nacional

del Ahorro, necesita la creación de un organismo diferente y autónomo capaz de desarrollar un

ambiente propenso para el financiamiento de vivienda (que integre sector público y privado). Del

mismo modo, comparando entre los casos, se puede observar que en Colombia hace falta un

organismo público (Banco público como en su momento lo era el BCH) encargado de cubrir esa

parte de la demanda de cartera hipotecaria que no abarca el sector privado. Entrando un poco más

a fondo, el problema en Colombia radica principalmente en que las entidades privadas no han

querido absorber esa demanda de crédito que solicitan los segmentos populares informales (como

se hablaba anteriormente, la informalidad en Colombia se acerca al 50%), y no existe una entidad

pública encargada de hacerlo. Como lo dice Samuel Jaramillo, “Estos veinte años de experiencia

parecen indicar que no parece conveniente limitarse a pensar la corrección de detalle del

funcionamiento de este sistema, sino que parece urgente replantearse el mismo esquema, que como

mínimo requiere complementos importantes que implican mayor involucramiento del Estado y

entender la actividad constructiva popular como un recurso y no solamente un problema”

(Jaramillo, S. 2009).

En un segundo lugar, mientras en Costa Rica y Chile se intenta profundizar en el desarrollo de

terrenos aptos para la construcción, las cifras en Colombia (datos de CAMACOL) muestran que

los Planes de Ordenamiento Territorial han restringido la habilitación del suelo para construcción

de vivienda en los últimos años en las principales ciudades del país.

En tercer y último lugar, se puede observar cómo en Costa Rica la política económico-financiera

del MVAH está enfocada en encontrar recursos para la financiación de cartera hipotecaria (para

esto, se encuentra en el proceso de avalar la titularización como método de financiación de la

cartera hipotecaria). En Chile, por su parte, el sistema de fondeo a través de mutuos ha funcionado

extremadamente bien, en donde los Fondos de Pensiones se han convertido en sus principales

compradores. El sistema de mutuos está basado en que cada crédito de vivienda tiene la posibilidad

de poseer un “mutuo”, el cual puede ser transado en el mercado de capitales y puede ser bastante

provocativo por su bajo riesgo y alta rentabilidad.

Page 15: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Grafica #5: Cartera Titularizada en Colombia

A diferencia, en Colombia los instrumentos financieros para la financiación de crédito hipotecario

han tenido muchas trabas. El mecanismo de titularización, por ejemplo, se ha encontrado con varias

dificultades. Aunque desde el año 2004 hasta el año 2010 el saldo de cartera titularizada en

Colombia mostró un aumento significativo (el mercado hipotecario necesitaba fondeo y lo encontró

en los inversionistas institucionales y en el mercado de capitales) la cartera fue agravada con un

impuesto a la utilidad de los títulos en el año 2010, afectando drásticamente la oferta y la demanda

de los mismos.

Comparación crisis subprime de Estados Unidos – 2008

La crisis financiera internacional del año 2008, propiamente gestada en la economía

estadounidense durante los años previos a la crisis, puede ser un buen punto de partida para

comparar entre estructuras de sistemas financieros e hipotecarios en cualquier parte del mundo. El

grado de profundidad de la crisis, y la estructura del sistema hipotecario estadounidense para el año

2008, permiten comparar este fenómeno con la crisis hipotecaria de 1998 que se presentó en

Colombia.

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Saldo Cartera Titularizada

Fuente de datos: Titularizadora Colombiana .

Page 16: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Grafica #6: Cartera hipotecaria como porcentaje del PIB (EE. UU. – Colombia)

Fuente de datos: Titularizadora Colombiana

Aunque la intención no es propiamente discutir sobre el desarrollo de esta crisis financiera, sino de

su desenlace y de aquellas políticas de rescate que llevó a cabo el gobierno estadounidense en su

momento, es pertinente aclarar que en el año 2008, el sistema hipotecario de los Estados Unidos se

encontraba muy ligado al mercado de capitales, en el cual había encontrado mecanismos

importantes de fondeo que le permitieron recolectar los recursos necesarios para lograr un

cubrimiento casi total de la demanda de cartera de vivienda. Después del año 2008, el sistema

financiero se quedó sin los recursos necesarios para cubrir la demanda del crédito de vivienda, por

lo que la intervención estatal fue clave para darle liquidez a este mercado y mitigar los riesgos que

presentaba el sistema.

Esta solución, aunque ha sido cuestionada por diferentes analistas del mercado hipotecario con el

argumento de que todavía concentra un nivel de riesgo significativo, ha dado más solidez a la

estructura del sistema aumentando la capacidad de acceso al crédito hipotecario de la población

estadounidense. Tras el suceso de fenómenos tan delicados como la crisis financiera de Estados

Unidos y Colombia, los sistemas financieros resultan quedar sumamente débiles en cuanto a

términos de liquidez y confianza se trata, reduciendo drásticamente así el otorgamiento de crédito

y aumentando los requisitos para acceso al mismo. Este debilitamiento de las instituciones

financieras privadas (que se presenta normalmente después de una crisis financiera), impide el

cubrimiento total de la demanda de crédito de vivienda, dejando por fuera del mercado a un

segmento amplio de la sociedad. Según un artículo publicado por la Titularizadora Colombiana,

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Cartera Hipotecaria % / PIB

Estados Unidos Colombia

Page 17: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

“las actuaciones públicas se convierten en correcciones parciales a las fallas del mercado privado

e incentivan la participación de los actores privados cuando los riesgos son excesivos debido a

diversos factores estructurales (inestabilidad macroeconómica, sistemas legales deficientes, falta

de institucionalidad para el cumplimiento de contratos, informalidad del mercado laboral, altos

niveles de pobreza, entre otros).” (Titularizadora Colombiana, 2016)

El caso colombiano es bastante particular en cuanto a este tema se refiere. Actualmente, difiere

drásticamente al caso estadounidense debido a que la intervención estatal no se da en el ámbito del

sistema de financiamiento ni de garantías, sino que se da directamente a la demanda de crédito a

través de subsidios con programas tales como el de “Mi casa ya”. Aunque este sistema no es

precisamente malo, y por el contrario, ha mostrado resultados parcialmente buenos, no permite la

estabilidad a largo plazo del sistema hipotecario en cuanto a cubrimiento de la demanda de crédito

se refiere. En otras palabras, este actual sistema de subsidios (que además no es muy grande), no

da una “cura” a la enfermedad del sistema hipotecario, sino que únicamente “apacigua” sus

síntomas. Este método de intervención es aún más cuestionable cuando los recursos en una

economía son sumamente escasos, y existen otro tipo de problemas que también se convierten en

prioridad en cuanto a bienestar de la población se trata. Este es el caso colombiano, en donde no

precisamente el único problema es el déficit habitacional y las dificultades de la vivienda, sino

además existen problemas en el sistema de salud, en el de educación, otros problemas derivados

de la guerra bilateral, etc. De este modo, estos subsidios directos de intervención que actualmente

existen en el país, deben transformarse en mecanismos de intervención que intensifiquen y

profundicen las formas de financiación de crédito hipotecario.

Sin embargo, es importante aclarar que esta política llevada a cabo por los Estados Unidos, presenta

también enormes riesgos, e implica un gran gasto en cuanto a subsanar impagos se trata. Dado que

el sistema de intervención estatal radica en respaldar una serie de créditos que tienen una

probabilidad de impago más alta que los que normalmente adjudica la banca privada, los costos

han llegado a significar un 0,5% el PIB de los Estados Unidos.

Aunque la política de vivienda (y el sistema hipotecario) de los Estados Unidos no es la más exitosa

a nivel mundial, sí es ejemplo claro de cómo se debe afrontar una crisis financiera de la magnitud

de la del año 2008, de la cual Colombia tiene mucho por aprender. La intervención estatal después

de la crisis les permitió a los hogares de clase media y baja poder acceder al mercado hipotecario,

debido al respaldo que declaró el gobierno a este tipo de créditos. En línea con lo anterior, el estado

Page 18: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

actúa como garante de este tipo de créditos en el mercado de capitales local e internacional, dándole

credibilidad a los títulos hipotecarios que compran los inversionistas. De esta manera, la capacidad

de fondeo aumenta a tal punto que alcanza a cubrir la mayoría de la demanda del crédito de

vivienda, sin acudir necesariamente a subsidios directos para compra de bienes inmuebles para

aquellos de más escasos recursos.

Vale la pena resaltar que la solución no radica únicamente en copiar la política de vivienda

estadounidense que ha mostrado buenos resultados en los últimos años. Se debe, en primer lugar,

arreglar algunas condiciones propias de la economía colombiana que, como se hablaba en páginas

anteriores de esta investigación, impiden con el buen desarrollo del sistema hipotecario

(informalidad laboral, inseguridad jurídica, entre otros.).

Aunque no propiamente después de una crisis, muchos otros países han mostrado intervenciones

estatales similares como la del país norteamericano. En Canadá, por ejemplo, el Estado se hace

cargo de las ganancias que dejen de recibir los inversionistas o tenedores de títulos de vivienda

como consecuencia de las cuotas prepago que aportan los deudores, (disminuyendo así los riesgos

para los inversionistas). Por su parte, en Corea del Sur, el mecanismo principal de fondeo parece

ser la titularización, la cual es realizada a través de una empresa del Estado, la cual absorbe el

riesgo del impago de créditos hipotecarios. En Malasia, la intervención estatal es bastante similar

a la que se presenta en Estados Unidos, en donde el Estado es el garante principal ante los

inversionistas y bancos, de todos los títulos de vivienda y créditos hipotecarios. Todos estos son

casos exitosos de intervención estatal, que han modificado los mecanismos de financiamiento en

sus respectivos países. Además, en todos ellos, se evidencia el trato preferencial (eliminación de

impuestos) que se le ha dado a los títulos y al mercado hipotecario, con el fin de aumentar el grado

de profundización y darle incentivos a los organismos privados cubrir la totalidad de la demanda

de crédito.

En conclusión, algunos mercados, como el hipotecario, muestran fallas evidentes y carecen de

incentivos para que algún partícipe privado se haga cargo de ellas. Es por esto que los Estados

deben intervenir, en diferentes medidas, para asegurar el acceso a la vivienda digna de toda su

población, proporcionando incentivos claros al sistema de financiamiento. Aunque los subsidios

directos son válidos y son comúnmente usados por algunos gobiernos (como Colombia), lo ideal

es que se logren las condiciones necesarias en el mercado y en los sistemas de financiamiento, para

facilitar el acceso de la clase media y baja de la población al crédito de vivienda.

Page 19: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Comparación crisis financiera de Chile - 1982

La crisis financiera chilena del año 1982, fue una las mayores crisis que haya sufrido ese país en

su historia, y una de las más grandes de la región durante el siglo. Por esta razón, es pertinente para

esta investigación realizar un análisis de las políticas de rescate que se llevaron a cabo por el Estado

chileno durante la década del 80, que permitieron la recuperación del sector financiero y un buen

desarrollo del crédito hipotecario en los último 30 años. Es de suma importancia aclarar que esta

crisis no fue causada en si ni por la banca privada ni por el mercado hipotecario, sino por las

condiciones económicas básicas de la economía, que llevaron a una devaluación drástica del peso

chileno y por ende a una carga financiera mayor de todas las empresas que se habían endeudado

en dólares con el mercado de capitales externo. Sin embargo, el desarrollo de la crisis chilena de la

década del 80 se desenvolvió de la misma manera que la crisis de final de siglo que se originó en

Colombia: La recesión y las altas tasas de interés obligaron al Estado a intervenir diferentes

instituciones del sector financiero y a liquidar algunas otras.

Ya gestada la crisis, y con una caída del PIB de 13.6% en el año 1982, el Estado chileno decide

tomar cartas en el asunto para contrarrestar los efectos de la recesión. En resumidas cuentas, fueron

dos las medidas tomadas. En primer lugar, al igual que en el caso colombiano, el Estado decidió

intervenir toda institución financiera para determinar cuáles de estas eran insolventes y debían

liquidarse, y cuales necesitaban una restructuración de sus activos y pasivos (traspasos). En

segundo lugar, se decidió comprar la mayoría de la cartera riesgosa respaldándola con una letra

remitida por el Banco Central de Chile, con un compromiso de recompra a un plazo de 10 años.

Según diferentes autores y analistas económicos, una de las lecciones que dejo la crisis fue la

necesidad de contar con una legislación fuerte que regulara al sistema financiero pero que a la vez

le diera las garantías e incentivos necesarios para dar crédito. En este aspecto, Colombia no mostró

fortaleza después de la crisis, y por el contrario, no le manifestó a la banca privada ningún tipo de

compromiso referente al fortalecimiento de las instituciones que regulaban los pleitos con sus

deudores. Como se explicaba unas páginas atrás en esta investigación, las decisiones que tomó la

corte en relación a los recálculos obligatorios de la deuda, la implantación sorpresiva de una tasa

máxima de tasa de interés para créditos vigentes, y los altos costos de los procesos judiciales en

temas de hipotecas, no ayudaron a crear un ambiente propicio para que los bancos privados tuvieran

Page 20: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

incentivos para profundizar la cartera hipotecaria en el país. En este aspecto, Chile logró plantear

una serie de reformas institucionales a través de la Ley de Bancos de 1986, en la cual tanto el

sistema financiero como los usuarios, tenían garantías estatales (en algún porcentaje) del pago de

su dinero.

Entrevistas

María Mercedes Cuellar

Para María Mercedes Cuellar, expresidenta de la Asobancaria, y en su momento presidenta de la

Asociación de Corporaciones de Ahorro y Vivienda, el sistema UPAC estaba bien pensado, pero

lo fueron desfigurando a través de los años, alejándolo cada vez mas de su objetivo inicial que

había sido incorporar un factor “constante” dentro de la formula, absorbiendo de esta manera los

cambios en el costo de vida de la población. Según ella, el problema actual no radica en que los

consumidores les tengan desconfianza a los bancos y al sector financiero, sino que estas

instituciones privadas no han profundizado en atención al cliente y trato al consumidor, y por ende

se han ganado una mala reputación. Cuellar resalta que, aunque los efectos de la crisis fueron

dramáticos en su momento y marcaron a muchas familias colombianas, el golpe como tal ya se ha

superado. Para la expresidenta de Asobancaria, los efectos de la crisis no se notan en el

comportamiento del consumidor, sino por el contrario, en las instituciones financieras, las cuales

quedaron bastante asustadas después de lo sucedido a finales de la década del 90.

Como dijo anteriormente, Cuellar considera que, aunque no hay un fenómeno de desconfianza por

parte del consumidor hacia los bancos, si existe un problema de trato al cliente. Sin embargo, ella

considera que en los últimos años han ido fortaleciendo este aspecto, pero les falta bastante por

mejorar en comparación a otros sectores de la economía.

Otro pilar importante en el que María Mercedes Cuellar enfatizo bastante, fue en el buen papel que

ha hecho el gobierno con los problemas referentes al déficit habitacional. Para ella, la política de

vivienda gratis a través de los programas “Mi casa ya”, han sido exitosos, pero falta hacer un

análisis detallado para aplicar una política de vivienda determinada a cada segmento de la sociedad.

Se debe segmentar a la sociedad por salario, para así poder determinar qué parte de la población

necesita vivienda gratis (porque nunca podrá pagarla), y qué otra puede acceder a vivienda a través

de subsidios a la tasa o subsidios a la cuota inicial (calculando adecuadamente el cierre financiero

de estos créditos).

Page 21: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Finalmente, Cuellar afirma que el gobierno ha tenido errores a la hora de fijar su política monetaria.

Considera que esta debe ser constantemente reformada según el estado de la economía. El error

que ha cometido el gobierno durante la última década, es dejar implantada una política de vivienda

constante sin tener en cuenta los ciclos económicos. María Mercedes Cuellar concluye que la

política de vivienda puede ser un arma importante para contrarrestar los efectos negativos en épocas

de crisis e impulsar la economía en momentos que sea necesario.

Luis Fernando Muñoz

Por su parte, Luis Fernando Muñoz, vicepresidente de crédito de Bancolombia y en su momento,

vicepresidente de crédito de Conavi, considera también que el sistema UPAC estaba bien diseñado

en un principio, y funcionó en su momento para canalizar dineros para la construcción (permitió el

auge del sector constructor en Colombia). Sin embargo, Muñoz fue claro en enfatizar que la

liberalización financiera averió totalmente el funcionamiento del sistema UPAC “desatando el

principio del fin”.

Luis Fernando Muñoz también resalta que actualmente los consumidores mantienen un grado alto

de desconfianza hacia el sector financiero debido a la poca transparencia que se manejó con el

cálculo del cierre financiero de los créditos en UPACs. Producto de esto, los efectos de la crisis se

vivieron en familia, dice Muñoz, por lo cual todavía las personas (jóvenes y viejos) recuerdan esos

momentos en los que sus sueños de obtener una casa propia se vieron directamente amenazados

(para él, una prueba clara de esto es que hoy en día el 87% de los créditos hipotecarios se toman

en tasa fija y no en UVR). A diferencia de Cuellar, Muñoz considera que los bancos ya superaron

el daño moral de la crisis y perdieron el miedo a prestar.

Del mismo modo, considera que el tema de la profundidad del crédito de vivienda, y el déficit

habitacional que se vive actualmente en el país, son problemas a los cuales se les debe poner la

misma atención que a los problemas relacionados con salud, trabajo y educación. Para él, la

vivienda es un arma de doble finalidad que le funciona perfectamente al gobierno. Por un lado, es

la locomotora perfecta para darle impulso a la economía debido a que toca e interviene a 7 sectores

de producción, y por el otro, aborda un problema social como lo es el déficit habitacional (que trae

consigo problemas de salud y educación a la misma vez).

Finalmente, Muñoz considera que la labor de los bancos y el gobierno va por un buen camino.

Según él, la vivienda gratis y los subsidios a la tasa, son armas bastante fuertes contra los problemas

de vivienda. De igual forma, considera que una intervención estatal a través de garantías al sector

Page 22: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

privado para incentivar el préstamo de créditos de vivienda a los segmentos más bajos de la

sociedad puede ser contraproducente porque actualmente en Colombia no tenemos una cultura de

pago fuerte.

Camilo Congote:

Camilo Congote, constructor y ex gestor de proyectos de la firma Amarilo, considera que la

liberalización financiera, en donde CAVs y bancos comerciales entraron a competir libremente,

fue lo que causó la catástrofe. Sin embargo, considera que el sistema UPAC era ideal porque le

permitió organizarse al sector constructor y acceder al crédito (tanto a los que compraban vivienda

como a los que realizaban los proyectos). Del mismo modo, Congote considera que el negocio de

la vivienda y la construcción es un negocio netamente financiero, y que debe ser una herramienta

para no temerle si se sabe usar, pero él es enfático en decir que esta herramienta se le salió de las

manos al gobierno hasta el punto en el que el monto pendiente de los créditos valía más que el

valor total del bien raíz.

Al Igual que Luis Fernando Muñoz, Camilo Congote considera que el temor al endeudamiento se

mantiene post-crisis debido a que “el temor se hereda. A muchas personas les toco ver a sus padres

de pelea con los bancos para posteriormente tener que entregar la casa”.

Por otra parte, él considera que, aunque los problemas de salud y educación pueden llegar a ser una

prioridad de mayor grado, los problemas de déficit habitacional y vivienda deben siempre estar

controlados y en la mira de la política gubernamental. Para Congote, la política de vivienda es un

arma importante para darle impulso a la economía. Al igual que Muñoz, él considera que es el

único sector que genera de manera inmediata gran cantidad de empleo no calificado.

Finalmente, Congote concluye la entrevista afirmando que la política de vivienda gratuita que se

ha venido llevando a cabo en la última década ha sido importante para beneficiar a aquellos

segmentos de la sociedad que no tienen como pagar un crédito. Sin embargo, acepta que existen

falencias grandes cuando nos comparamos con países de la región que tienen buenos sistemas de

crédito hipotecario y políticas de vivienda que han mostrado resultados. Para Congote, el caso

“Brasil” es esencial para lograr una cultura de pago necesaria para una economía que funciona a

través del crédito. Esta política consiste en entregar casas a un monto súper mínimo, el cual el

deudor tendrá que pagar durante un periodo largo de maduración. Aunque este monto no representa

ni siquiera el 30% del valor del bien raíz que se le entrega a las familias, ayuda a que la gente sepa

que no se está regalando e incentiva la cultura de pago en la sociedad. Sí el deudor llega a faltar

Page 23: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

con su compromiso de pago de estas pequeñas cuotas, inmediatamente se le transfiere la casa a otra

familia con las mismas condiciones. En Brasil, este tipo de políticas han mostrado resultados

alentadores en temas de reducción del déficit habitacional y de cultura de pago. Por otra parte,

Camilo Congote considera, como constructor que es, que nos falta hacer uso de la vivienda masiva

en arriendo como lo hacen muchos países alrededor del mundo. Con este tipo de política se asegura

primero una vivienda digna que una vivienda propia.

Miguel Urrutia:

Miguel Urrutia, actualmente es profesor de la Universidad de los Andes en la Facultad de

Economía, y en su momento, fue presidente del Banco de la Republica de Colombia. Para Urrutia,

el problema no fue en si el UPAC, sino el haber tenido dos tasas en el mercado financiero, la UPAC

(para las CAVs) y la interbancaria (para los bancos comerciales). Por su parte, considera que la

gente no le tiene miedo al sector financiero, sino que, por el contrario, son los bancos los que por

miedo no han querido profundizar en cubrir el total de la demanda por crédito hipotecario. De igual

manera, Urrutia considera que la vivienda propia no es un tema primordial para el gobierno que

vaya antes que los problemas de salud, empleo y educación. En muchos casos, el arriendo puede

ser una solución bastante simplificada a este problema, a la cual el gobierno le ha impuesto barreras

y controles que han impedido su buen desarrollo.

Miguel Urrutia concluye la entrevista diciendo que a la política de vivienda en Colombia le ha

faltado “una buena reglamentación del uso del terreno y una planificación urbana mejor”. Para

Urrutia, este déficit en habilitación de terrenos y planificación urbana han restringido bastante el

desarrollo del crédito hipotecario en Colombia.

Jaime Peña:

Jaime Peña fue uno de los miles de deudores que después de una ardua batalla con los bancos, se

vieron obligados a entregar su casa para subsanar el pago. Según este deudor, el problema del

sistema UPAC radicó en que la labor de los bancos, a la hora de explicarle el funcionamiento de

este a los tomadores de crédito, nunca fue sincera y transparente. Según Peña, no era justo que una

persona que tomara un crédito hipotecario a 25 años, en el año 12 debiera una cantidad de dinero

al banco, mayor de lo que correspondía el valor total del bien (casa) que había comprado con dicho

crédito.

Peña también recalca que los bancos nunca le prestaron un buen servicio al consumidor, y que, por

el contrario, se dedicaron a amenazar e intimidar a los deudores, los cuales, como era evidente,

Page 24: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

tenían una carga financiera desproporcionada producto de las condiciones económicas que

atravesaba el país y que afectaban el cálculo de la deuda mediante el sistema UPAC.

Peña considera, que el consumidor aun desconfía arduamente en el sector financiero, porque,

aunque sabe que es un negocio y una empresa como cualquier otra, siempre están tratando de

cobrarle más al cliente de lo que se había pactado (no solo con créditos hipotecarios, sino con

servicios financieros que no son totalmente transparentes y que el deudor no sabe lo que está

comprando en su totalidad por culpa de un mal servicio que nunca ha sido 100% transparentes con

el consumidor).

Conclusiones generales:

Para aprovechar el desarrollo de esta investigación, se debe hacer un análisis de todas las partes

que la componen y concluir a nivel general acerca de los aspectos que han limitado el mercado

hipotecario en Colombia y las debilidades que tiene (y ha tenido) la política de vivienda en el país.

Para esto, es de suma importancia reunir los resultados obtenidos a partir de: el análisis de las

implicaciones de los fallos de la CC en el subdesarrollo del mercado hipotecario; el análisis de las

limitaciones a las que se enfrenta el mercado hipotecario (y de vivienda) en Colombia; la

comparación entre las diferentes políticas de vivienda de algunos países de la región; la

comparación entre las políticas de rescate llevadas a cabo por los gobiernos de Chile (1982) y

Estados Unidos (2008) después de sus respectivas crisis financieras; y las entrevistas realizadas a

diferentes personajes involucrados en la crisis (crisis financiera en Colombia en el año 1998-1999)

que vivieron la crisis desde diferentes puntos de vista.

En primer lugar, se puede afirmar que en Colombia (en comparación con otros países) no existe

una libertad plena de capital en el mercado secundario de la financiación de la vivienda como lo es

el leasing habitacional y la titularización. Esto ha hecho que solo se evidencien dos compradores

de títulos de vivienda (fondos de pensiones Porvenir y Protección), los cuales actualmente tienen

un poder de mercado notorio y manejan las tasas de rentabilidad de este tipo de títulos a su favor,

creando así ineficiencias en este instrumento financiero.

En segundo lugar, se puede concluir que para que en Colombia haya un mercado hipotecario

desarrollado y comparable con el de otros países de la región, se deben revisar detalladamente las

políticas de habilitación de suelo para la construcción de vivienda. Las administraciones locales de

las ciudades más importantes del país han restringido en los últimos años la disponibilidad de suelo

apto para la construcción en sus respectivos Planes de Ordenamiento Territorial. De esta manera,

Page 25: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

es incoherente si quiera pensar en un mercado hipotecario saludable y profundo cuando el mercado

de la vivienda y la construcción está restringido. Sintetizando este concepto, se puede decir que no

habrá demanda de crédito hipotecario si no hay viviendas disponibles en las cuales se pueda hacer

efectivo.

En tercer lugar, es importante resaltar que los agentes del mercado hipotecario en Colombia

continúan actuando bajo el miedo de la crisis. Las entidades financieras no prestan de la manera en

la que lo hacían pre-crisis al igual que los consumidores prefieren no endeudarse con los bancos

privados. Del mismo modo, los constructores, a causa del resultado de la crisis financiera, ya hoy

en día no construyen a partir de apalancamiento bancario, sino con la plata que recogen trabajando

sobre planos. Un estudio realizado por la Titularizadora Colombiana revela que el crédito de

consumo es usado en muchos casos para fines hipotecarios. De esta manera, los usuarios acceden

a un crédito de consumo para comprar una casa, por el simple hecho de que el crédito hipotecario

es sinónimo de UPAC y de crisis. Como varios de los entrevistados en esta investigación lo

mencionaron, el miedo que dejó la crisis se hereda y se comparte en familia, y por ende hasta el

día de hoy, los tomadores de crédito hipotecario no confían en la estructuración de este tipo de

deuda.

Del mismo modo es claro que uno de los problemas más arduos que tiene el mercado hipotecario

en la actualidad es el tema de la informalidad laboral en Colombia, la cual corresponde actualmente

a casi la mitad de la población que compone la fuerza laboral del país. De este modo, y al ser tan

alta la informalidad, la cantidad de personas aptas para acceder a un crédito hipotecario en el país

se reduce inmediatamente a la mitad de la población, afectando así directamente la profundidad de

la cartera hipotecaria.

Por otra parte y como conclusión principal de esta investigación, se puede afirmar que en Colombia

el marco jurídico que rige este mercado es obsoleto y está diseñado para un momento de crisis en

donde se debe proteger al consumidor al igual que se debe rescatar (cueste lo que cueste) al sector

financiero. Sin embargo, y como es claro, las condiciones de la economía ya no son las mismas

que las de hace 17 años y por ende la ley respecto a este tema debe ser modificada. La relación

Loan-to-value, el tope a la tasa de los créditos y el alto costo de los procesos hipotecarios para la

recuperación de las garantías (temas que se discutieron en páginas anteriores de esta investigación),

son aspectos que en la actualidad limitan el buen desarrollo de este mercado y que se encuentran

definidos en algunos fallos de la CC. Reuniendo todo lo anterior, se puede concluir que los fallos

Page 26: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

de la CC que se llevaron a cabo en su momento, y la ley que actualmente regula el mercado

hipotecario, estaban diseñados para la protección de los deudores en épocas de crisis en donde su

capacidad financiera se atrofiaba. Sin embargo, el punto clave es que, por exceso de restricción y

regulación, el mercado ya no tiene deudores a los cuales proteger y por ende se vuelve

completamente innecesario un marco jurídico tan estricto como el que está hoy en día vigente.

Vale la pena mencionar que este estudio tiene varias limitaciones y que por ende los resultados

hallados no constituyen una solución única del problema planteado al comienzo de esta

investigación. En primer lugar, este estudio comprende un análisis a partir de la historia y de las

comparaciones entre políticas de viviendas exitosas con un poco de datos y análisis empírico, lo

cual significa que puede haber diferencias entre resultados con otras investigaciones que hayan

abordado este tema. En segundo lugar, las recomendaciones de política que se hacen en esta

investigación parten de casos exitosos de política de vivienda aplicada en países semejantes de la

región, lo cual no significa en totalidad que estas políticas puedan llevarse a cabo en Colombia

debido a las diferencias entre las condiciones económicas y culturales entre cada país. Finalmente,

la última limitación que se percibió en el desarrollo de este artículo, involucra temas de profundidad

de investigación en aspectos como los fallos de la CC y las políticas de vivienda de los otros países

en cuestión (el límite de páginas de la investigación y el tiempo máximo para desarrollarla de 4

meses, limita parcialmente la exactitud de los resultados).

Recomendaciones de política:

Cuando se observan todas las anteriores limitaciones y problemas que enfrenta el mercado

hipotecario en Colombia, se puede pensar en desarrollar algunas ideas con el fin de llegar a

mecanismos que actúen como mitigantes en este caso. Aunque la intención principal de este estudio

no es dar una solución clara y detallada sobre el mercado hipotecario y la política de vivienda que

aplica el gobierno en la actualidad, sí permite desarrollar y plantear unas recomendaciones básicas

que se deben tener en cuenta a la hora de abarcar este problema.

No obstante, vale la pena aclarar que Colombia en la última década ha venido desarrollando una

política de vivienda bastante buena en comparación a los trabajos realizados en años pasados. El

Fondo Nacional del Ahorro, y los programas de vivienda gratis “Mi Casa Ya”, significan un gran

avance en cuanto a temas de política social. Sin embargo, el camino es largo y quedan aún muchos

retos y temas por superar.

Page 27: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Llegando así al final de esta investigación, se recomienda estudiar la posibilidad de una

intervención estatal mucho más fuerte y directa en este mercado. Como todos los mercados, el

hipotecario no es perfecto y requiere urgentemente que el Estado intervenga de alguna manera y

se encargue de proveer vivienda a aquellos que no pueden acceder a la posibilidad de un crédito.

Los programas de “Mi Casa Ya”, aunque han sido buenos y han sido socialmente bien vistos, no

logran abarcar ni un 20% del déficit habitacional cuantitativo del país que corresponde a 1.5

millones de viviendas. De esta manera, el gobierno podría crear algunos incentivos para que los

bancos e instituciones financieras privadas, puedan abarcar una parte de este déficit habitacional.

En línea con lo anterior, se puede pensar en una política en la cual el gobierno dé garantías reales

(actualmente existe el Fondo Nacional de Garantías pero los bancos no hacen uso de el) en algún

porcentaje a los impagos de los créditos de estos segmentos informales de la sociedad. Este tipo de

política es usada en países como Canadá, Malasia, Estados Unidos, etc., con resultados sumamente

exitosos. Sin embargo, es válido pensar que este tipo de políticas puedan ser contraproducentes en

un país donde a la gente no le gusta pagar. Para contrarrestar este efecto y poder llevar a cabo este

sistema de garantías por parte del gobierno, se puede hacer uso del programa de vivienda llevado

acabo por Brasil denominado “Mi Casa, Tu Casa”, en el cual se otorgan vivienda casi gratis pero

se exige que las personas paguen una cuota mínima mensual con el fin de generar cultura de pago

en el país. Aunque la intención no es cubrir el costo total de la casa entregada (se cobra en total un

30% del valor de la casa), se genera una cultura de pago en donde la gente sienta que pagando y

trabajando por las cosas, se logran los objetivos. En el caso en donde la gente deje de pagar, se

retira inmediatamente a la persona o familia de la casa, y se le da la oportunidad a otra para que

entre al programa. De esta manera se intenta crear un cultura de pago en la sociedad para que la

gente que no alcance a entrar en este programa, pueda acceder a un crédito debidamente

estructurado otorgado por un banco privado (con garantías del gobierno por impagos).

Del mismo modo, el gobierno puede hacer uso de políticas de arriendo masivo que se han llevado

acabo con resultados exitosos en muchos otros países como Brasil, Chile y Dinamarca. Como lo

dice el Constructor Camilo Congote, es más importante una vivienda digna que una vivienda propia

cuando el asegurar una vivienda digna y propia para toda la población es un problema bastante

difícil por la escases de recursos. En Colombia no se han llevado a cabo políticas de este estilo, y

podrían ser de gran ayuda a la hora de combatir el déficit habitacional.

Page 28: El Subdesarrollo Del Sector Hipotecario: Una Mirada Hacía

Finalmente, es importante aclarar, que estas recomendaciones de política que surgen del desarrollo

de esta investigación, deben estar acompañadas con la concentración del gobierno en solucionar

los problemas de los que se hablaron anteriormente (informalidad laboral, marco jurídico del

mercado hipotecario, confianza del consumidor en los bancos, etc.)

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