el ser humano y su parte espiritual
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El SER HUMANO Y SU PARTE ESPIRITUAL
Carolina Przychodny
Palmira. Julio 15 de 2010.
EL SER HUMANO Y SU PARTE ESPIRITUAL.
RESUMEN: El vacio del hombre en un mundo atareado en que vive se distingue cuando se
enfoca la experiencia del tiempo que lo caracteriza, la exasperación de pasado y futuro determina
trastornos individuales y colectivos que alientan una existencia carente de libertad, mecanizada y
aun fatalista, donde la parte espiritual del individuo toma cada día más importancia como única
alternativa para sentir que es un hombre.
PALABRAS CLAVE: ser humano, espiritualidad.
ABSTRACT: The man's emptyness in a overwhelmed assigned work in wich he/she lives, is
distinguished when the experience of time is focused that characterizes it, exasperation for the
past and future determines individual and collective dysfunctions that encourage a lacking
existence of freedom, automated and even fatalistic, where the individual's spiritual part takes
every day more importance like only alternative to feel that he/she is a man.
KEY WORDS: human being, spirituality.
La idea de este ensayo, es conocer al ser humano en su parte espiritual. El hombre en la
búsqueda del significado de la propia vida, y la respuesta a la misión que le ha estado confiada
por la vida misma.
Esta presente, entre los propósitos principales del trabajo, contribuir a la formación de agentes
que integren con equilibrio los aportes de la logoterapia a la psicología, comprendiendo sus
raíces filosóficas. Hablar del Ser Humano implica que no se puede dejar a un lado la reflexión
sobre su espiritualidad.
El hombre es dueño de una voluntad de sentido, y se siente vacio o frustrado cuando deja de
ejercerla; tiene libertad de elegir y es el único responsable de su existencia. Todo es producto de
su elección. Es probable que no tenga libertad de..., pero sí libertad para..., él determina qué será
y qué hará. Desde luego que la libertad para elegir no asegura que las elecciones sean sabias, sin
embargo, con esta posibilidad de elección, el hombre se va haciendo, para el existencialismo, la
existencia que vive el hombre tiene prioridad en cualquier reflexión que se haga sobre su esencia.
Como bien lo dice Patterson (1978) al existencialismo le interesa, sobre todo, la experiencia del
individuo, la experiencia que no se puede racionalizar, ni intelectualizar.
Los temas principales del existencialismo son la naturaleza del hombre, su existencia en el
mundo moderno, y el significado de esa existencia para el hombre. Se puede considerar al
filósofo danés S. Kierkegaard (1813-1855) como uno de sus fundadores y a Heidegger (1889-
1976), en Francia, Sartre (1905-1980) como otros de sus exponentes.
Para Víctor Frankl (1992) el ser humano es un todo múltiple, integrado por tres partes. La
biofísica (cuerpo), la psicosocial (la psique) y la espiritual (noetica). La primera de ellas se
refiere al nivel biológico o fisiológico en el que se desarrollan los procesos vitales
electroquímicos y físicos. En la dimensión biofísica, el ser humano se reconoce identificado con
las plantas y los animales. Aquí las investigaciones siguen principios experimentales de causa-
efecto, y son la especialidad de la ciencia médica, para el caso de los humanos.
La segunda dimensión, la psicosocial, comprende el mundo de los sentimientos, las sensaciones,
los instintos y los condicionamientos presentes tanto en los seres humanos como también en los
animales. Como dice José Arturo Luna (1996), en este nivel las investigaciones son mas difíciles
puesto que los fenómenos psicológicos y sociológicos presentan una menor regularidad. Los
espacios de libertad y plasticidad son mayores en comparación con el nivel anterior. La
subjetividad es mayor cuando las investigaciones tratan con las percepciones, sensaciones,
sentimientos e intensidad de los instintos.
La tercera dimensión, y esta es la más importante para Frankl, es la espiritual o noetica. Como
dice Lola Gómez (1992)” Frankl tuvo el gran merito de rescatar una dimensión olvidada del
hombre: la dimensión noologica, espiritual, axiológica (la conciencia)”. La consideración del
nous caracteriza a Frankl. Para el, cualquiera que desconozca este nivel se estará privando de
comprender realmente al ser humano.
La antropología tridimensional de Frankl es una visión integradora del ser humano, en la que se
subraya la dimensión espiritual. Sin embargo, no basta con afirmar que el considera la
espiritualidad como una dimensión fundamental del ser humano, sino que esa dimensión, junto
con las otras dos, constituyen una sola unidad: es un todo compuesto por tres partes, donde a lo
espiritual se le confiere preponderancia, es una dimensión especialmente comprensiva, es decir,
considera y asume la realidad bajo todos sus aspectos.
Como dice Santiago Flores (1954) Kant en su teoría estética, uso el termino Espíritu-dice- en el
significado estético es el principio vivificante del sentimiento. Pero lo que con este principio
vivifica el alma, la materia de la cual se sirve, es lo que confiere aliento a la facultad del
sentimiento y coloca en un juego que se alimenta de si y fortifica las facultades mismas de las
que procede. En ese sentido la palabra Espíritu ha permanecido para indicar lo que da vida o, sin
metáforas, el significado autentico de alguna cosa.
De todos los significados que se puedan encontrar, este significado es el estrictamente
relacionado con la filosofía moderna, con la cual daré respuesta a la pregunta del ¿Por qué el
hombre necesita del espíritu?
Fue Descartes quien hizo e introdujo este significado “yo no soy”, por lo tanto, precisamente
hablando, mas que una cosa que piensa, o sea un espíritu, un intelecto, o una razón. En sus
diálogos, precisa, en forma de definición, el significado del término: la sustancia en la cual reside
inmediatamente el pensamiento, es aquí denominada espíritu.
Leibniz, decía a su vez el conocimiento de las verdades necesarias y eternas es lo que distingue
de los simples animales y nos hace tener la razón y la ciencia, elevándonos al conocimiento de
nosotros mismos y de Dios. Esto es en lo que en nosotros se denomina alma racional o espíritu.
Socialmente Hegel, dio una especificación diferente a la noción de espíritu, a través de sus
nociones de espíritu objetivo y de espíritu absoluto.
En tanto que por espíritu subjetivo, entiende Hegel el espíritu finito, o sea, el alma, el
entendimiento o la razón (el espíritu en el sentido cartesiano).
Por espíritu objetivo, entiende Hegel, que son las instituciones fundamentales, el mundo humano,
o sea, el derecho, la moralidad y la ética, y por espíritu absoluto entiende el mundo del arte, la
religión y la filosofía. En estas dos concepciones, el espíritu deja de ser actividad subjetiva para
convertirse en realidad histórica y en un mundo de valores. Ahora, en tanto que el espíritu
objetivo es el mundo de las instituciones jurídicas, sociales e históricas y culmina en la ética, que
comprende las tres principales instituciones históricas, la familia, la sociedad civil y el estado; el
espíritu absoluto es el mundo de la conciencia de si que se revela a si mismo en sus productos
mas altos que sea el arte, la religión y la filosofía.
Las tres formas de espíritu según Hegel, son manifestaciones de la idea, o sea, de la razón
infinita, pero solamente en el espíritu objetivo se realiza la idea o razón plenamente a si misma o
llega a su total y adecuada manifestación. Se rescata la importancia que tiene el conocimiento
subjetivo el cual es la base para el objetivo y este a su vez, la base del conocimiento
fenomenológico. Este conocimiento fenomenológico es aplicable, principalmente al
conocimiento de la persona humana.
Uno de los aportes mas significativos que Frankl hace a la psicología fue el de haber incluido el
tema de la religiosidad y haber recuperado los conceptos de espiritualidad, Dios y fe en la
psicología. Thielicke (1985) reconoce que Frankl dedico capítulos enteros de sus obras al estudio
del Home Religiosus, reconociendo el importante valor de la vivencia religiosa, rompiendo con
las más grandes escuelas psicológicas. Freud, (1927) por ejemplo, considero la religión como
una neurosis obsesiva universal y a Dios como una ilusión infantil; jamás oculto su aversión a la
religión. Al explicar el origen de la religión, acogió las explicaciones etnológicas de la teoría de
Darwin y que se fundamentaban en los primeros clásicos de la historia de las religiones, para
concluir que los actos religiosos se asemejan a los actos compulsivos neuróticos. Freud no
reconoce valor alguno a la religión. La religión, según el, ha tenido siglos de tiempo para
demostrar lo que era capaz de hacer por la felicidad de los hombres y la mayoría de los hombres
siguen sintiéndose desgraciados.
A mi parecer, el hombre en cuanto espíritu da existencia a un orden que está constituido por
aquello que admira, que prefiere. Ese orden es el orden de los valores.
Sólo puede concebirse una vida espiritual cuando se acepta que los valores son incondicionales y
cuando se les atribuye un carácter universal. Nunca podrá el hombre sacrificar sus intereses
vitales a la realización de un valor, si éste aparece como una imposición de la sociedad.
BIBLIOGRAFIA
FLORES, Santiago. Doctrinas filosóficas. México: Editorial Aurora, 1954. 197-203p
FRANKL, Víctor. Teoría y terapia de la neurosis. Barcelona: Herder, 1992. 264p
FREUD, Sigmund. Obras completas. 4 ed. Madrid: Biblioteca Nueva, 1981. 2961-2992p
LUNA, José. Logoterapia. Un enfoque humanista existencial. Santafé de Bogotá: San Pablo,
1996. 209p
PATTERSON, C. Teorías del counseling y logoterapia. Bilbao: Desclee de Brouwer, 1978.651p.
THIELICKE, Helmut. Esencia del hombre. Ensayo de antropología cristiana. Barcelona: Herder,
1985.534p