el enfermo mental en san rafael. la resocialización: el difícil camino de volver a ser....

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EL ENFERMO MENTAL EN SAN RAFAEL. LA RESOCIALIZACIÓN: EL DIFÍCIL CAMINO DE VOLVER A SER. (1983-1986). BUXÓ Carlos Gustavo, RODRÍGUEZ Ángel Eduardo y UBILLA Mario Leandro. Profesorado en Historia. I.E.S. N° 9-011 “Del Atuel” San Rafael – Mendoza. 2010. 1

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Seminario de investigación histórica, donde se plantea la dificultad del enfermo mental de volver al camino de la socialización luego de un periodo de encierro. Contextualizado en el Dep. de San Rafael, Mendoza en el trienio inicial del del retorno a la democracia.

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El Enfermo Mental en San Rafael.La resocializacin: El difcil camino de volver a ser. (1983-1986).

Bux Carlos Gustavo, Rodrguez ngel Eduardo y Ubilla Mario Leandro.

Profesorado en Historia.

I.E.S. N 9-011 Del Atuel

San Rafael Mendoza.

2010.

ndice.Introduccin3

1. Captulo I. Sociedad. Socializacin. Sujeto.6

1.1. La Interaccin Social: elemento constitutivo de la sociedad.......8

1.2. Socializacin: condicin del ser social.11

1.3. Sujeto, sujetado?...13

2. Captulo II. El poder psiquitrico y la sociedad capitalista. La familia como pivote del sistema disciplinario...18

2.1. De la coercin en el encierro a los procesos imperceptibles de construccin de subjetividades: la infantilizacin.... 20

2.2. El engranaje necesario del sistema..30

3. Captulo 3. El egresado y el difcil camino de la re socializacin. Resultado del estigma: un hombre ms en el ejrcito de desempleados.40

3.1. Loco = Frontera de lo social = Pnico..43

3.2. No ser o No ser. Ausencia de dilema y sentido de la utilidad..50

Conclusiones...53

Bibliografa...57

Apndice Documental.60

Introduccin.

La sociedad es y ha sido un conjunto de seres humanos congregados en un espacio fsico, geogrfico y en un tiempo determinado, que se relacionan cotidianamente en su afn de sobrevivir. El individuo dentro de este conjunto de personas es entendido como un ser netamente social. Lo social en el ser humano constituye una dimensin esencial para la existencia. Es una condicin indispensable para el ser en el mundo. La no inclusin en lo social, es decir la exclusin del sujeto, implica la separacin, el distanciamiento de los dems y ello se traduce en dificultades serias para la existencia en el mundo.

En la gran cantidad de personas excluidas o que se encuentran en permanente esfuerzo por reinsertarse en la sociedad, nos ha llamado la atencin ese grupo de sujetos que por haber padecido una afliccin mental y haber quedado etiquetados socialmente, ven obstaculizada su capacidad de relacionarse con los dems.

Por qu una persona que padece una enfermedad de corte mental y que se ha encontrado internado, parece llevar consigo el calvario de su estada? La frontera de lo social molesta, atormenta, causa tanto temor que somos capaces de rechazarlos, alejarlos como extraos a nosotros? Por qu es tan difcil despojarse del rtulo de enfermo mental? Estos interrogantes movilizaron nuestro inters y nos propusimos intentar comprender las causales de dicha dificultad en el proceso de insercin social del ex paciente o enfermo mental. Cabe mencionar que esta marca es producida y sostenida por factores endgenos y exgenos del sujeto, generalmente es un prejuicio a nivel estructural no individual que no merma ni siquiera en circunstancias de buen clima social. Por ello nos aprontamos a considerar la insercin social de los ex pacientes, en el ltimo retorno democrtico en nuestro pas, pensando que el ambiente social, ms all de los residuos del terror, se encontraba ms acorde para la generacin de lazos y vnculos sociales grupales. Momentos en los que las identidades colectivas, que haban sido violentamente reprimidas al punto de ser casi erradicadas, comenzaron a resurgir. La msica, la cultura, la libre expresin, el teatro, la radio, la televisin, los encuentros grupales que poco a poco afloraron en las relaciones cotidianas de nuestra sociedad, indicaban lo antedicho, este momento era un fuerte aliciente para la insercin social de individuos que se encontraban, sino excluidos, en el margen de la sociedad. Sin embargo consideramos que ms all del clima social positivo que se observaba, la vestidura simblica de los ex enfermos no disminuy ni retrocedi, lo que contino atrofiando las capacidades de insercin social. De resocializacin.

La familia jug y juega un papel fundamental en los procesos de socializacin y re socializacin. Poseyendo funciones variadas, como por ejemplo controlar permanentemente al sujeto desde su nacimiento respecto a la apropiacin de conductas, hbitos y costumbres socialmente instituidas. Al ver alguna irregularidad en el mismo, en nuestro caso un comportamiento patolgico, se encarga de denunciarlo para que se trate en las instituciones profesionales acordes. A su egreso se avoca a aceptarlo nuevamente en su regazo para emprender la tarea de resocializacin del sujeto descarriado, siendo en su momento la iniciadora de un proceso estigmatizante.

Este resultado en el modelo liberal capitalista, implica el engrosamiento de la masa de hombres sanos y fuertes, pero desocupados que forman el afamado ejercito industrial de reserva. Esta masa de hombres acumulados sin ser tiles econmicamente, desplaza y retrasa los reclamos por aumento de salarios de los trabajadores. Produciendo una tendencia contraria: la disminucin del salario real, a entender de Carlos Marx. (Marx, 2008: 450).

Para intentar demostrar lo expresado en los prrafos anteriores, nos dispusimos a salir al campo, a la realidad. A recolectar a travs de entrevistas, los datos necesarios para comprender el estigma que carga una persona que ha sido internada y tratada en un servicio de salud mental, particularmente en el del Hospital Schestakow de San Rafael. Dialogamos con un director del Servicio de Salud Mental del hospital, con enfermeras, con personal administrativo, con familiares y enfermos.

La contrastacin de las herramientas analticas especialmente extradas del pensamiento de Michel Foucault y los datos recolectados, se apreciara a lo largo de los tres captulos que componen el presente trabajo.

En el captulo uno definimos algunos conceptos que consideramos necesarios para la comprensin ulterior, como sociedad, socializacin y sujeto. Primera incursin que nos permitir en el segundo captulo abordar los testimonios de pacientes, familiares y empleados del servicio de salud mental del Hospital Schestakow, intentando comprender y observar las huellas que deja el poder psiquitrico luego de su accionar. La funcin de la familia como pivote y derivadora entre distintas instituciones normalizadoras dentro del sistema social capitalista. Como corolario del proceso de internacin y de la funcin familiar observamos la construccin de un estigma.

Las consecuencias del traspaso del poder psiquitrico sern abordadas en el ltimo captulo, junto al camino dificultoso que debe transitar el egresado de una institucin psiquitrica al intentar retomar las riendas de su vida, al pretender resocializarse. Podremos observar que dicha tarea ser muy difcil para el ex interno, aun en una situacin de clima social altamente positivo como el retorno a la democracia en nuestro pas en el ao 1983. Resultando paralelamente siempre til a un sistema capitalista que siempre ha sabido reciclar lo supuestamente desechable. El concepto de estigmatizacin poseer gran peso en este ltimo captulo, entendindolo como un elemento complejo constituido por varios factores y como consecuencia del traspaso del poder psiquitrico, ser un mecanismo clave para la posterior utilizacin de todos los hombres en el actual sistema social.

Cabe aclarar que dentro del abanico de enfermedades mentales que se conocen, nos hemos circunscripto a las denominadas depresiones, dado que en las mismas se observan factores sociales, histricos y culturales en la resocializacin del sujeto que nos facilitan la comprensin del fenmeno, quedando subordinados los factores de corte fisiolgico y gentico que se encuentran fuera del alcance de nuestro conocimiento y del presente trabajo. Si bien consideramos que la totalidad de los enfermos mentales sufren un proceso similar aunque distinto en sus particularidades como enfermedades tratables y curables, la sociedad en su conjunto no separa en enfermos crnicos y no crnicos. Consideramos que al momento de actuar estructuralmente el sistema, necesita hacer utilizables esos cuerpos y la reaccin social respecto a los enfermos obedece a esta lgica. Captulo I:Sociedad. Socializacin. Sujeto.En cuanto al enfermo mental, es sin duda el residuo de todos los residuos, el residuo de todas las disciplinas, aquel que dentro de una sociedad, es inasimilable a todas las disciplinas escolares, militares, policiales, etctera. (Foucault, 2007: 76)

1.1. La Interaccin Social: elemento constitutivo de la sociedad.

Ely Chinoy en su trabajo titulado La Sociedad, manifiesta que la misma () se refiere meramente al hecho bsico de la asociacin humana. (1996: 46) Este concepto es utilizado en el sentido ms amplio donde se incluye todo tipo y grado de relacin entre seres humanos sea organizada o no, conscientes o inconscientes. Dicha definicin un tanto general permite observar, segn la autora, una amplia gama de fenmenos centrales con el objeto de analizar la conducta humana, en especial la variada gama de relaciones que se establecen entre los individuos en su cotidianeidad. Por ello se apronta a definir qu entiende por relacin social:

Puede decirse que una relacin social existe cuando individuos o grupos poseen expectativas reciprocas concernientes a la conducta de los otros, de modo que tienden a actuar en forma relativamente reguladas. Para decirlo en forma distinta, una relacin social consiste en un norma de interaccin humana. (Chinoy, 1996: 46)

Atento a lo expuesto; la sociedad, esa asociacin humana en donde se traman relaciones sociales cotidianamente, implica un grado de interaccin constante entre sus miembros que la construye y reproduce constantemente. Esta interaccin entre hombres () es un proceso persistente de accin y reaccin. (1996: 46) Siguiendo el anlisis de la autora, se desprende como una obviedad que la relacin social se vale de dos o ms polos en donde se encuentran posicionados los actores, algunos accionan y otros reaccionan. Esta relacin social se da indispensablemente entre ms de dos personas, una de sus caractersticas es ineluctablemente la otra parte.

Cabe aclarar que el desempeo diario de las relaciones sociales entre hombres en un grupo social dado, se ve condicionada por una serie de normas por medio de las cuales se llega a un entendimiento y a la interaccin. sta es posibilitada por el status (lugar espacio social) que ocupa el sujeto y el rol (funcin que espera la sociedad que se desempee con un status determinado) o papel que desempea en esas relaciones. Es decir, que cuando algunos accionan, se espera una reaccin acorde. Esta reaccin forma parte de una serie de patrones socialmente aceptados que podramos denominar como conducta normal. Cuando no se observa acciones y reacciones normales entre sujetos o en un solo sujeto, suelen surgir algunas alarmas sociales. Al observarse comportamientos extraos o socialmente no aceptados en las acciones o reacciones diarias de algunos sujetos, existen las instituciones que lo denuncian en primera instancia, para que luego busquen los medios necesarios para resocializarlos o normalizarlos.

En el caso de los enfermos mentales se puede observar que el primer sntoma de una enfermedad es la denominada accin social o conducta diaria anormal.Una de las entrevistadas manifestaba, respecto a su madre enferma de depresin, lo siguiente: En ese momento mi mam empez con sntomas que no eran muy descriptibles, que eran dolor de cabeza y un montn de cosas y con grandes etapas de tristeza donde siempre se manifestaba llorando y todas esas cosas. Dolor y tristeza sin motivos presumibles. Llantos sin causas obvias. Reacciones sin acciones aceptables que las motivaran. Desfasaje del comportamiento socialmente establecido, de lo normal o esperable. Y aade:Una vez quera prender velas arriba de un mueble y prendi fuego el mueble, entonces bueno, ah el mdico decidi internarla porque era peligroso. Se levantaba de noche, nunca atento contra su vida, pero existan un montn de posibilidades de que algn da se le diera por hacer alguna macana, entonces el mdico prefiri que la internramos.

Esta serie de patrones y conductas que se observan como normales son apropiados por el sujeto e impuestos por el sistema en un transcurso inicial de nuestras vidas. Es un proceso a travs del cual la sociedad se reproduce constantemente y del que el sujeto se vale para sobrevivir. La dimensin social del hombre es una condicin indispensable para la existencia, esta dimensin social se vale de la capacidad para relacionarse, es decir de la relacin. Y la relacin est definida, como hemos visto, como un proceso coherente de accin y reaccin entre personas, dado que toda relacin es un proceso de interaccin. De lo expuesto podramos deducir que aquel sujeto que posee su capacidad para relacionarse atrofiada por motivos endgenos o exgenos, posee cierta dificultad para existir.

Creemos necesario esta breve exposicin respecto a los conceptos aqu tratados. Esto permitir observar con mayor claridad el proceso en el cual el ex enfermo de una institucin psiquitrica intenta resocializarse en un ambiente social que le es generalmente hostil. La intencin reside en intentar comprende el camino que transitan aquellas personas en su intento por incorporarse a la sociedad. Para ello, nos aprontaremos a ver un poco ms de cerca ese proceso que genera y reproduce la sociedad y el sujeto, el que se denomina: socializacin. 1.2. Socializacin: condicin del ser social.

El proceso de socializacin que comienza en cada ser humano al nacer, tiene que ver con una serie de estructuras y condicionantes pre-natales, que irn moldeando su conducta y su ser, obviamente no de forma definitiva. Esta serie de condicionantes, que tienen que ver con las estructuras formadas antes de nuestro nacimiento por un sistema de relaciones intersubjetivas aporta normas, reglas y formas de comportamiento acordes para el desarrollo y supervivencia de los sujetos y del sistema social en general. Es indispensable que el sujeto entable relaciones coherentes con sus pares, con los otros, para lograr una interaccin que convalide y le d significado a su existencia y a la de sus prjimos.

Con respecto a una definicin del trmino que nos ocupa, podemos tomar algunas palabras de Ezequiel Ander-Egg, el que manifiesta que la socializacin es un () proceso mediante el cual el individuo internaliza las normas y pautas de comportamiento que configuran su personalidad conforme a las expectativas de esa sociedad. (1998: 194). Otro tanto manifiesta Peter Burke, definindola () como el proceso en el que la herencia, y en particular las normas de una sociedad o reglas de comportamiento, se transmiten de una generacin a otra. (1994: 68), entendiendo que los mecanismos mediante los cuales se desenvuelve este proceso se hacen tangibles en la vida habitual de los sujetos y la sociedad; en la relacin social, en la interaccin humana diaria.

De las afirmaciones precedentes se puede deducir que para que exista vida en sociedad o vida social, deben existir una serie de pautas, normas que regulan conductas humanas que se homogeneizan y que son socialmente aprendidas en forma individual o grupal a travs de un proceso denominado socializacin. Las que () permiten establecer relaciones mutuas y capacitan para que los individuos y grupos cumplan con los requisitos de la vida social. (Ander-Egg, 1998: 194) En pocas palabras podramos afirmar que:

Estas costumbres, usos y convenciones colectivas actan coercitivamente sobre el individuo, que apela a ellas como soluciones habituales y respuestas prefabricadas. Mientras la naturaleza es para el hombre un `mundo exterior, la sociedad es un mundo en el cual el hombre existe como parte de l, al mismo tiempo que la sociedad configura existencialmente al individuo en su modo de ser y de actuar. (Ander-Egg, 1998: 194.)

Esta forma de imposicin/apropiacin, imposicin por parte del sistema social y apropiacin consciente/inconsciente por parte del sujeto, de las reglas que conducirn las acciones dentro de la vida social sostiene una intencionalidad intrnseca, un objetivo oculto (si es que se puede denominar de esta forma): la reproduccin del sistema social en general.

1.3. Sujeto, sujetado?

Aunque compartimos la opinin de Ander-Egg, cabe aclarar que el sujeto tambin es un ser activo dentro del entramado social, que esa accin coercitiva tambin puede ser resistida o modificada en la cotidianeidad individual o grupal, que el sujeto tambin crea realidad social, ms all de la que le impone el sistema a travs de la socializacin. En este dilema entre estructura e individuo nos posicionamos tericamente en la Praxeologa de lo Social instrumentada por Pierre Bourdieu, por considerar pertinente los postulados a travs de los cuales el socilogo francs le devuelve la actitud transformadora al agente, que seguiremos denominando sujeto social. Esto es, coincidimos con Bourdieu en la forma en que considera que el individuo tiende a poseer actitudes transformadoras respecto a la realidad que crea, aunque consideramos (dndole un valor ms notorio) que es imposible dejar de lado la imponente estructura que en concretos histricos particulares sojuzga, aprisionando al individuo casi como un chaleco de fuerza, dejndole poco espacio para la transformacin y la generacin de realidades alternativas. La materializacin de lo antedicho, creemos, estara dada por la grandes corporaciones mediticas o los medios de comunicacin de masa en Amrica Latina y particularmente en nuestro pas.

Para una mayor comprensin, expondremos brevemente las principales ideas que instrumenta el socilogo a los efectos de comprender un poco ms, por qu el sujeto no es una entidad pasiva por exclusividad, como as tampoco es constructor permanente de las condiciones de posibilidad que hacen a su existencia, las que generalmente se le imponen.

Parte de la labor de Bourdieu, se ve reflejada en el libro Una Invitacin a la Sociologa Reflexiva donde plasma ir () ms all de la antinomia entre fsica social y fenomenologa social (Bourdieu-Wacquant, 2005: 31) como la forma de conocer el universo social. As lo explica su discpulo Loic Wacquant:

Este universo tiene la peculiaridad de que sus estructuras llevan, por decirlo as, una doble vida. Son dos veces existentes: en la objetividad del primer orden constituida por la distribucin de recursos materiales y medios de apropiacin de bienes y valores socialmente escasos (), como as tambin en la objetividad del segundo orden, bajo la forma de sistemas de clasificacin, esquemas mentales y corporales que funcionan a manera de patrones simblicos para las actividades prcticas conducta, pensamientos, sentimientos y juicios- de los agentes sociales. (Bourdieu-Wacquant, 2005: 31 y 32.)

Para el francs la realidad social se ha desdoblado epistemolgicamente en dos rdenes: el primero altamente condicionado por lo material (Durkheim estructuralismo francs [F. Saussure, L. Strauss] marxismo althusseriano) el que trata a la sociedad como una estructura objetiva, a la manera de una fsica social, observada desde afuera, donde las articulaciones pueden ser observadas materialmente, medidas y cartografiadas independientemente de la representacin mental que de ellas se hagan los individuos inmersos en ella. El eje neurlgico del punto de vista objetivista reside en quebrantar la denominada ilusin de transparencia del mundo social. A este respecto P. Bourdieu, J.C. Chamboredon y J.C. Passeron en El oficio del socilogo dejaron en claro que ms all de las divergencias en sus teoras del sistema social, Marx, Durkheim y Weber coinciden en la teora con respecto al conocimiento sociolgico, al estar de acuerdo en el () `principio de no conciencia que postula contra la `ilusin de transparencia a la que todos los miembros de la sociedad estn inclinados- que la vida social se explica por causas irreductibles a las ideas e intenciones individuales. (Bourdieu-Wacquant, 2005: 33) Este estilo de objetivismo produce sujetos plenamente pasivos, que no hacen ms que actuar mecnicamente ante una realidad que les es ajena en esencia, por actuar independientemente a su voluntad. Este caso estara dado en los supuestos que la coercin de la que habla Ander-Egg fuera unilateral y no hubiera respuesta por parte del sujeto individual o grupal.

El segundo orden o la objetividad de segundo orden tiene que ver con el punto de vista subjetivista (Weber interaccionistas simblicos) o constructivista, el que manifiesta que la realidad social es una () `realizacin aleatoriamente desarrollada por actores sociales competentes que construyen continuamente su mundo social (Bourdieu-Wacquant, 2005: 34) a travs de las prcticas organizadas de la vida cotidiana. Por medio de esta visin la sociedad aparece como un constructo, producto del conocimiento, de las decisiones y de las acciones, conscientes o no, de los individuos que la forman. El mundo no tendra un sentido oculto o un trasfondo objetivo sino es pura y exclusivamente en las mentes y las acciones diarias de las personas que a travs de ellas le dan sentido a la realidad social hacindola familiar y significativa.

Para P. Bourdieu esta fenomenologa de lo social adolece por lo menos de dos defectos:

Primero, concibe a las estructuras sociales como la mera agregacin de estrategias y actos de clasificacin individuales, tornando imposible dar cuenta de su resistencia as como de las configuraciones emergentes y objetivas que estas estrategias perpetun o desafan. Esta especie de marginalismo social tampoco puede explicar por qu y de acuerdo con qu principios se produce el trabajo de la produccin social de realidad en s. (Bourdieu-Wacquant, 2005: 35)

Por ltimo, dice:

Si es bueno recordar, contra ciertas visiones mecanicistas de la accin, que los agentes sociales construyen realidad social, individualmente y tambin colectivamente, debemos tener cuidado de no olvidar, como a menudo lo hacen los interaccionistas y los etnometodologistas, que ellos no han construido las categoras que ponen en funcionamiento en este trabajo de construccin. (Bourdieu-Wacquant, 2005: 35)

Para el francs objetivismo y subjetivismo, estructuralismo mecnico e individualismo racional son falsas contradicciones, en realidad se complementan el uno al otro y () todos ellos se confabulan para ofuscar la verdad antropolgica de la prctica humana. (Bourdieu-Wacquant, 2005: 36). Bourdieu convierte lo que sera una contradiccin dilemtica, sin cierre, en momentos de un mismo anlisis que se ufana en conocer y comprender la dualidad intrnseca de toda realidad social: la praxeologa de lo social, es el entrelazamiento de un enfoque estructuralista y otro constructivista. En definitiva cabe recordar una frmula muy conocida, donde se da cuenta que el sujeto construye a la sociedad y la sociedad a este como persona, el sujeto es producto y productor social. La sociedad como sistema le impone al sujeto una serie de elementos (reglas, normas) con los que se desenvolver en la realidad, ello efectivizado en el proceso de socializacin, el que solo concluye con la muerte. Esta instancia es muy importante dado que el accionar individual del sujeto en su cotidianeidad se ver condicionado en gran medida por la coercin que aplica la objetivad de primer orden. La estructura objetiva, que se representa en lo material y en la capacidad de apropiacin de elementos socialmente significativos, construye en el sujeto una forma particular de construir la realidad y de relacionarse socialmente. Por otro lado es importante tener en cuenta que los sujetos individual o grupalmente construyen realidades y son capaces de generar realidades alternativas, no perdiendo de vista que los instrumentos con los que se construyen dichas realidades han sido depositados coercitivamente en un proceso de socializacin individual y grupal.

Para una mejor comprensin de lo antedicho, retomamos las palabras del discpulo de Bourdieu:

Primero, dejamos de lado las representaciones mundanas para construir las estructuras objetivas (), la distribucin de recursos socialmente eficientes que definen las tensiones externas que se apoyan en las interacciones y representaciones. Segundo, reintroducimos la experiencia inmediata y vivida de los agentes con el fin de explicar las categoras de percepcin y apreciacin () que estructuran su accin desde el interior. Es preciso enfatizar que, si bien los dos momentos de anlisis son igualmente necesarios, no son iguales: se le asigna a la ruptura objetivista una prioridad epistemolgica sobre la comprensin subjetivista. (Bourdieu-Wacquant, 2005: 37)

Por lo tanto, para poder comprender la objetividad de segundo orden es condicin indispensable analizar las condiciones objetivas, la capacidad de apropiacin de recursos socialmente eficientes porque, segn Wacquant:

Si las estructuras de objetividad de segundo orden (hbitus) son la versin encarnada de las estructuras de la objetividad del primer orden, entonces (Bourdieu-Wacquant, 2005: 39) continua Bourdieu, el anlisis de las estructuras objetivas acarrea lgicamente el anlisis de las disposiciones subjetivas, destruyendo de esa manera la falsa antinomia comnmente establecida entre la sociologa y la psicologa social (Bourdieu-Wacquant, 2005: 40).

Es aqu donde cabe preguntarse cmo es posible y mediante qu mecanismos se insertan y consolidan nuevamente en un sujeto tratado por aflicciones mentales en el proceso de re socializacin, ingredientes coercitivos tan importantes como para generar comportamientos, conductas, realidad/des que legitiman y reproducen el propio sistema social? Si es que este sujeto ha escapado transitoriamente a la realidad articulada por el capitalismo.

En el caso que nos ocupa, la excelente explicacin que da el pensador francs Michel Foucault de la constitucin de la Psiquiatra como una de las ciencias mdicas modernas que construye, confisca e impone realidades en pro y en beneficio del surgimiento y asentamiento del capitalismo y de los elementos que ste demandaba para su normal desenvolvimiento (hombres tiles en la produccin de mercancas), es una respuesta a la pregunta planteada.

Por ello, en el prximo captulo nos aprontaremos a darle significado al concepto de poder psiquitrico, entendido como herramienta gestada en un proceso histrico mundial que demandaba el apoyo de cierto conocimiento (poder-saber) para la utilizacin o no, dira Foucault, de todos los hombres habidos y por haber. Esta idea generalizada de utilidad pas a conformar una norma permanente en las imposiciones en el proceso de socializacin.

Capitulo II:

El Poder Psiquitrico y la Sociedad Capitalista. La Familia como pivote del sistema disciplinario.La funcin psi naci, entonces, como esa suerte de contracara de la familia. sta solicitaba la internacin; el individuo quedaba sometido a la disciplina psiquitrica y se supona que la misin consista en refamiliarizarlo. (Foucault, 2007: 110.)Creo posible decir lo siguiente: la familia, en cuanto obedece a un esquema no disciplinario, a un dispositivo de soberana, es la bisagra, el punto de enganche absolutamente indispensable para el funcionamiento mismo de todos los sistemas disciplinarios. (Foucault, 2007: 105)

2.1. De la coercin en el encierro a los procesos imperceptibles de construccin de subjetividades: la infantilizacin.

Como medida preventiva que ayudar al entendimiento de la siguiente exposicin deberemos definir qu entendemos por poder, o mejor dicho que entiende por poder Michel Foucault. El poder se caracteriza por ser mltiple, diverso, variado; sin ser algo singular, ni bipolar. Son fuerzas en pugna. La fuerza no tiene otro objeto ni sujeto que la fuerza. Dado que la fuerza tiene como objetivo otras fuerzas, lo que la define entonces, es la relacin, () Las relaciones de poder se caracterizan por la capacidad de unos para poder conducir las acciones de otros. Es una relacin entre acciones, entre sujetos de accin. (Daz, 2003: 101.) As mismo Foucault afirma, () creo que el poder no se construye a partir de voluntades (individuales o colectivas), ni tampoco se deriva de intereses. El poder se construye y funciona a partir de poderes, de multitud de cuestiones y de efectos de poder (1992: 168.)

Luego de una sistematicidad en la lectura del pensamiento genealgico nietzscheano, el filsofo francs aplicando similares tcnicas, llega a una serie de hiptesis en su pensamiento con respecto al poder que enuncia Esther Daz en su libro, a saber:

- el poder pasa a travs de dominados y dominantes;

-el poder no es una propiedad, es una estrategia; no se posee, se ejerce;

-poder y saber son de distinta naturaleza, pero interactan;

-el poder, en esencia, no es represivo. Es productivo. (2003: 102.)

Esta afirmacin en la teora de Foucault posee un gran valor a nuestro entender dado que, si existen relaciones de fuerzas (poder) que se desarrollan cotidianamente dentro de las instituciones (psiquitrica en nuestro caso), tal que son capaces de influenciar determinantemente al individuo, es porque modifican las condiciones de posibilidad de la construccin de subjetividades. Es decir, que las relaciones de poder (entre hombres) en el da a da producen, generan, constituyen sujetos indirectamente. El poder es productor, antes que represor, de realidad, de discurso, de saberes y de verdad, por lo tanto, siempre en ltima instancia modifica, acta sobre las condiciones de posibilidad de construccin de subjetividades, es decir, constituye sujetos.Ya que si el poder no tuviese por funcin ms que reprimir, si no trabajase ms que segn el modo de la censura, de la exclusin, de los obstculos, de la represin, a la manera de un gran superego, si no se ejerciese ms que de una forma negativa, sera muy frgil. Si es fuerte, es debido a que produce efectos positivos a nivel del deseo () y tambin a nivel del saber. El poder lejos de estorbar al saber, lo produce. (Foucault, 1992: 115.)

La posibilidad de producir saberes, formas organizadas de epistemes sobre el cuerpo orgnico anatmico psicolgico, le evita al poder utilizar fuerzas coercitivas directas sobre el mismo, hacindose imperceptible, inmaterial.

Con respecto al nacimiento del poder moderno, Foucault lo sita en el siglo XVIII donde estas fuerzas toman un status impersonal, des-corporeizado, annimo, en contraposicin del poder soberano que resida en la figura de una persona, especialmente del rey, en el Antiguo Rgimen. Una microfsica del poder en contraposicin a una macrofsica del poder. Estas nuevas tcnicas son a la vez mucho ms eficaces y mucho menos dispendiosas (menos costosas econmicamente, menos aleatorias en sus resultados, menos susceptibles de escapatorias o de resistencias) que las tcnicas que se utilizaban hasta entonces () (Foucault, 1992: 193.) Un poder despersonalizado, annimo en contra de un poder personificado por el soberano. Un poder reticular capaz de accionar en las ms pequeas de las acciones cotidianas de los sujetos.

Es un poder annimo, sin nombre, sin rostro, un poder repartido entre diferentes personas; y es, sobre todo, un poder que se manifiesta en el carcter implacable de un reglamento que ni siquiera se formula pues, en el fondo, nada se dice, y en el texto se escribe con claridad que todos los agentes del poder permanecen mudos. (Foucault, 2007: 38)

Este poder, es un poder moderno, un poder despersonalizado, que no habla, no gesticula, acta subrepticiamente, es el poder que deviene con el proceso de conformacin y consolidacin del modo de produccin capitalista. Es un poder que se metamorfosea, que se transfigura, que evoluciona, que adopta nuevas formas, paralelamente al proceso de acumulacin de capital explicitado magistralmente por Marx en el primer tomo de El Capital. Es decir, que el poder moderno se consolida con la sociedad moderna, con la sociedad capitalista. Ambos procesos se dan imbricadamente, hacindose difcil distinguir el nacimiento de uno sin el otro. Uno sirve al otro y viceversa.

() se instala un poder annimo mltiple, macilento, sin color, que es en el fondo el poder que llamar de la disciplina. Un poder del tipo de la soberana es reemplazado por un poder que podramos calificar de disciplina y cuyo efecto no consiste en absoluto en consagrar el poder de alguien, concentrar el poder en un individuo visible y con nombre, sino en recaer nicamente en su blanco, sobre el cuerpo y la persona misma del rey descoronado, al que ese nuevo poder debe hacer dcil y sumiso. () el poder disciplinario es un poder discreto, repartido; es un poder que funciona en red y cuya visibilidad slo radica en la docilidad y la sumisin de aquellos sobre quienes se ejerce en silencio. (Foucault, 2007: 39)

Poder y red de disciplinamiento. Resultado acumulacin de hombres. Nueva concepcin de la utilidad social. La docilidad y la sumisin se consiguen fcilmente en el caso que nos ocupa. La segunda parece ser consecuencia de la primera. Y entre ambas conspiran para hacer utilizable los ltimos residuos de un sujeto en la frontera de lo social.

El poder se materializa en las relaciones, es en donde se muestra, se ejerce. En la sala de psiquiatra del Hospital Schestakow se dan una serie de relaciones particulares entre los agentes que usufructan el poder sin saberlo y los pacientes que se encuentran subordinados sabindolo. Estos ltimos han perdido mucho como para perder algo ms. Su capacidad de relacionarse casi atrofiada retorna a los primeros pasos de la vida de cualquier ser: la infancia. Una de las entrevistadas manifestaba Me trataron como a una hija. Dorita, Tuky, las enfermeras que estaban ah, la doctora Robinson, todos, me trataron muy bien. Este pequeo comentario mucho no dice respecto a la infantilizacin a la que hacemos referencia. Pero si tomamos los comentarios de una de las enfermeras y del personal administrativo el ngulo cambia y se constata el tipo de relacin que se imprime en el proceso de cura. Veamos. Esto nos deca la enfermera Jefa, Dora Aguirre respecto al trato que se les dispensaba a los pacientes a principios de la dcada del ochenta. Y los pacientes, que se yo, me han dado mucho amor, mucho, mucho cario. Yo les he dado mucho pero he recibido el doble. Conmigo ellos Dorita, Dorita. Con decirte que a veces estaba haciendo los partes y venan y me decan Dorita ven cambiame vos que me ha venido el periodo yo iba y las cambiaba. Era como una madre, siempre con las mujeres.

Por otro lado la Sra. Mara Rosa Encargada de la parte administrativa de la Sala de Psiquiatra desde el ao 1976 hasta el ao 2008 nos manifestaba una experiencia vivida a finales de la dcada del 70:Y vos sabes que l no entraba a que el mdico lo atendiera si yo no lo tomaba de los brazos y lo haca como que lo haca dormir. Cuando yo estaba un rato con l, cantndole canticos del arrorr y que se yo, el muchacho se pona mejor e iba al mdico.

Hay una especie de disposicin en las relaciones establecidas con los enfermos que retrotraeran a los pacientes a sus primeros momentos de socializacin. Es decir a la infancia. Un primer momento que pareciera atravesar todo el periodo de internacincaracterizado por el intento de normalizar al sujeto, re socializarlo. Es este periodo de resocializacin introducido a travs de formas reticulares imperceptibles de ejercer el poder, a travs de relaciones, lo que hace posible la modificacin en las condiciones de posibilidad en la re construccin de subjetividades.

Esta capacidad productora del poder, capacidad tcnica, fctica y emprica de construir nuevas subjetividades o de modificar las condiciones de posibilidad de esa construccin generando consecuencias distintas a las planteadas por los actores, no se detiene en el sujeto que se encontraba en el interior de la sala de psiquiatra sino que se extiende con l hacia sus allegados. Observemos la resignacin con la que reaccionaba la hija de Manuela respecto a la enfermedad de la madre, ella manifestaba: Bueno a m en ese momento... para m era lo que me tocaba y yo lo aceptaba de esa manera, en realidad creo que siempre lo acept as. Como que esto me toc a m y lo tengo que aceptar. Luego agregaba:Y a m la enfermedad de mi mam si me afect mucho. Yo me he dado cuenta, despus de ms grande que en ciertas actitudes mas que, si me afect. Porque bueno, yo tuve que dejar de estudiar, tampoco pude decir bueno me voy y me voy a estudiar. Yo siempre viv muy pendiente de ella, an despus que me cas.

Si bien el enfermo es el afectado directamente, por las relaciones de poder en primer instancia, estas se despliegan a las personas de su entorno modificando pautas, conductas, hbitos a los fines de normalizar a la persona afectada. Ello repercute directamente sobre las vidas de los que no estn internados disponiendo todas las energas, al servicio de la institucin y del redisciplinamiento del enfermo. Se busca sistemticamente incorporar a la familia a este mecanismo, a este dispositivo, a los efectos que ella misma sea la que imprima tambin las formas de comportamiento normal en el sujeto.

Aqu observamos junto con Foucault la emergencia de tcnicas, mecanismos, instrumentacin para una sociedad que debe ser disciplinada.

La sociedad que se inicia con el proceso de conformacin capitalista en Europa dista mucho de ser disciplinada. No lo es en absoluto dice le francs. El proceso de acumulacin de capital exige domesticar, re socializar, disciplinar, reconstruir los cuerpos de aquellos sujetos que fueron separados de la tierra, de aquellos que lo nico que tienen para ofrecer es su pellejo, fuerza de trabajo, mano de obra. El capital viene chorreando sangre y lodo manifiesta Marx, lo que hay que entender es que ese chorrear lodo y en especial sangre posee un lmite, para no alcanzarlo, emergen en los siglos XVII y XVIII las denominadas tcnicas disciplinarias: militar, hospitalaria, psiquitrica, mdica, educativa, etc. segn Foucault. Salvando las distancias espacio temporales en nuestro pas pareciera ser que la forma extrema de disciplinamiento, sin dispositivos, sin intermediarios, solamente a travs de la fuerza cruel y de la denostada cara salvaje de un estado autoritario, se vivencio en el periodo de la ltima dictadura militar. Al retornar la democracia los dispositivos se hicieron silenciosos, imperceptibles junto con el poder moderno, su capacidad homeosttica estaba inserta ya, a travs de mecanismos que haban sido explcitamente coercitivos en el periodo militar.

La democracia en nuestro pas vino acompaada de una sociedad disciplinada. En donde la forma, la sustancia de la disciplina se consolida a travs de una coercin ininterrumpida, imperceptible, constante que recae sistemticamente sobre los procesos de conformacin y no sobre los resultados; y se ejerce fragmentando, clasificando, codificando con la mayor aproximacin posible el tiempo, el espacio y los movimientos. Estas formas, mtodos de contralor sobre los movimientos y operaciones del cuerpo, () que garantizan la sujecin constante de sus fuerzas y les imponen una relacin de docilidad-utilidad, es a lo que se puede llamar las disciplinas (Foucault, 2004: 141.) La disciplina es una anatoma poltica del detalle (2004: 141)

Las disciplinas surgen como una forma nueva de dominacin conjuntamente con un nuevo modelo de sociedad que emerge econmica y polticamente hablando. Este nuevo tipo de dominacin es distinta a las dems, a las que la anteceden, distinta a la esclavitud, al vasallaje, a la domesticidad, al ascetismo y a la disciplina del tipo monstico, como bien explica Foucault en su libro Vigilar y Castigar. Cabe sealar que en Latinoamrica y en especial en Argentina adquiri rasgos singulares a nuestro entender. Propio de su idiosincrasia y cultura. Un disciplinamiento, una nueva forma de dominacin que solamente pudo ser instrumentada mediante la coercin y la violencia fsica ininterrumpida de dictaduras militares que se bambolearon en el poder desde 1955 siendo la ms significativa la que comenz en el ao 1976 y finaliz en 1983.

Esta forma de dominacin constituida a travs de un largo proceso de relaciones de poder, produjeron sistemticamente saberes precisos, puntuales, que incansablemente atravesarn los cuerpos internados, encerrados, visualizados, hacindolos tiles econmicamente: El cuerpo slo se convierte en fuerza til cuando es a la vez cuerpo productivo y cuerpo sometido. (Foucault, 2004: 33.) Y dciles polticamente: Es dcil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado, que puede ser transformado y perfeccionado. (Foucault, 2004: 140.) Con estas afirmaciones sabemos que en nuestro pas los cuerpos fueron fuertemente sometidos a travs de la tortura, la represin y la desaparicin en la dcada del 70, adems del establecimiento de un sistema de terror que modific conductas, pautas y hbitos transformando a sujetos activos en sumisos y dciles econmica y polticamente.

Este proceso permiti una cierta acumulacin de hombres en palabras de Foucault. El estado se comport como un aparato capaz de hacer dciles y someter cierta cantidad de cuerpos a los efectos de hacerlos tiles en un nuevo proceso de acumulacin capitalista. Protagonizada por las clases terratenientes de nuestro pas. En este intervalo terico se puede apreciar las claras relaciones que poseen el proceso explicitado por Marx y el que se aprontara a exponer el francs.

() tengo la impresin de que detrs de esta introduccin general de los dispositivos disciplinarios se encuentra lo que podramos llamar la cuestin de la acumulacin de hombres. Esto es: en paralelo con la acumulacin de capital -y como necesidad de sta, por otra parte-, fue preciso proceder a cierta acumulacin de hombres o, si lo prefieren, cierta distribucin de la fuerza de trabajo que estaba presente en todas esas singularidades somticas. (2007: 94)

La acumulacin de hombres y de fuerzas de trabajo consiste en: primeramente, maximizar la utilizacin posible de los individuos: hacerlos utilizables, no con el objeto de tener que utilizarlos a todos sino para no hacerlo. Generar el denominado ejrcito de reserva que regulara indirectamente el salario obrero hacia abajo. En esencia hacer utilizables a todo el mundo, tanto en el proceso de produccin como a desocupados que podran hacerlo; es decir, por un lado hacer rentable a los sujetos como mano de obra utilizada y cuerpo dcil sometido y, por otro como cuerpo dcil sometido y mano de obra inutilizada o no til directamente en el proceso de produccin, aunque potencial para ello.

En segundo lugar, continua diciendo Foucault, en la clase dictada el 28 de noviembre de 1973 en el Collge de France perteneciente al Curso llamado El Poder Psiquitrico: () hacer utilizables a los individuos en su multiplicidad misma; hacer que la fuerza producida por la multiplicidad de esas fuerzas individuales de trabajo sea al menos igual y, en la medida de lo posible, superior a la suma de las fuerzas singulares. (2007: 94.) Es decir potenciar al mximo individualmente, cuerpo por cuerpo, sujeto por sujeto, espritu por espritu, las fuerzas capaces de otorgar. Esta forma de sujecin, de dominacin, de produccin de cuerpos y espritus doblegados, sumisos, manejables, mansos, en fin disciplinados se lleva adelante implementando la maquinaria panptica en el caso europeo. En nuestro caso la maquinaria panptica se recluyo en las instituciones como en el europeo pero con funciones de restablecimiento y mantencin de ciertas conductas. El sistema haba sido creado por la dictadura militar.

Por ltimo permitir la acumulacin de tiempo y no solamente de las fuerzas, del tiempo de educacin y aprendizaje, de capacitacin, de perfeccionamiento, de ocio, de adquisicin de saberes y aptitudes. Hegemonizar el tiempo bajo el ropaje de un dispositivo que subrepticiamente construye al individuo en un sujeto disciplinado.

Esta triple funcin de los tcnicas de acumulacin de hombres y fuerza de trabajo es, me parece, la razn por la cual se introdujeron, probaron, elaboraron y perfeccionaron los diferentes dispositivos disciplinarios. La extensin de las disciplinas, su desplazamiento, la migracin de su funcin lateral a la funcin central y general que ejercen a partir del siglo XVIII, estn ligados a esa acumulacin de hombres y su papel en la sociedad capitalista. (2007. 94.)

El dispositivo por excelencia, la maquinaria suprema que el francs considera se ha utilizado para disciplinar a la sociedad devenida en burguesa, liberal, democrtica y capitalista es El Panptico mencionado prrafos atrs. El formalizador de lo que sera la microfsica del poder disciplinario. Jeremy Bentham el creador de El Panptico dice en el libro que lleva el mismo nombre con respecto a las ventajas del mismo: El saberse constantemente observado por un inspector, hace perder en efecto, la fuerza para obrar mal y casi la idea de desearlo. (2004. 18.) Lo que no saba este utilitarista ingles que estaba ideando la mquina, el dispositivo que disciplinaria a toda una sociedad con la implementacin del modelo a instituciones tales como el ejrcito, la escuela, el hospital. La generacin de una sociedad panptica.

Resumiendo, la empresa econmica emprendida por la acumulacin capitalista implicaba y requera de una revolucin en las tcnicas de sometimiento. Esta revolucin la constituyeron las disciplinas. La maquinaria que facilit y materializ esta revolucin fuel el panptico. En nuestro trabajo esa maquinaria estara representada por el Hospital, especficamente la sala de salud mental.

Una de las tantas disciplinas que se constituyeron con el proceso de disciplinamiento de la sociedad, con los saberes producidos por las tramas de poder, fue la psiquiatra. Su auge se encontr en el siglo XIX. El conocimiento del alma, del espritu del hombre comenzaba a tener lugar. El objetivo implcito, que subyaca era el mismo que el de los dems dispositivos: la normalizacin de los sujetos, la utilizacin de los cuerpos; proceso que tendr distintos nombres: resocializacin, refamiliarizacin, normalizacin, pero que sostendr el mismo objetivo: la utilizacin econmica y poltica de esos cuerpos. He aqu lo que determinaba la funcin psi.

Consideren lo que paso histricamente. La funcin psi naci, por supuesto del lado de la psiquiatra; vale decir que se origin a principios del siglo XIX, del otro lado de la familia, como si se tratara de su contracara. Cuando un individuo escapa a la soberana de la familia, se lo interna en el hospital psiquitrico, donde la cuestin consiste en adiestrarlo en el aprendizaje de una disciplina lisa y llana, () y la psiquiatra va a presentarse paulatinamente como empresa institucional de disciplina que permitir la refamiliarizacin del individuo. (Foucault, 2007: 110).

La funcin psi estaba definida abiertamente por la capacidad de retrotraer al sujeto a un nivel familiar, por considerarse que la familia era la que fallaba en el proceso de socializacin del mismo. Esta falta de normalidad era considerada como un defecto de la familia, as pues, La funcin psi naci, entonces, como esa suerte de contracara de la familia. sta solicitaba la internacin; el individuo quedaba sometido a la disciplina psiquitrica y se supona que la misin consista en refamiliarizarlo. (Foucault, 2007: 110.)

Hay que destacar que la base fundamental en el proceso de socializacin es la familia. Que al fin y al cabo hablar de refamiliarizacin en la terminologa que utiliza el francs, no es otra cosa que lo que denominamos resocializacin. Es inevitable suponer que es en el mbito familiar cotidiano donde se genera y se traspasan coercitivamente todas las normas y pautas de comportamiento que llevaran a ser al sujeto lo que debe ser como se vio en el captulo anterior.

El loco era considerado el ltimo residuo del residuo. Lo indisciplinable por esencia. El Poder Psiquitrico (y la funcin psi) desempear el papel de disciplina para todos los descarrilados, los indisciplinables. Toda vez que un sujeto no fuera capaz de continuar con una disciplina enmarcada en lo escolar, en lo laboral, en lo militar o en la prisin misma;

() intervena la funcin psi. Y lo haca con un discurso en el cual atribua a la laguna, a la flaqueza de la familia, el carcter indisciplinable del individuo. As vemos aparecer, en la segunda mitad del siglo XIX, la imputacin a la carencia familiar de todas las insuficiencias disciplinarias del individuo. Y por fin, a comienzos del siglo XX, la funcin psi se convierte a la vez en el discurso y el control de todos los sistemas disciplinarios. Es el discurso y la introduccin de todos los esquemas de individualizacin, normalizacin y sujecin de los individuos dentro de los sistemas disciplinarios. (Foucault, 2007: 111.)

Por lo tanto la funcin psi, se conform como la instancia de control de todas las instituciones disciplinarias y de todos los dispositivos implementados, emitiendo sin contradiccin alguna, afirma Foucault () el discurso de la familia, () la verdad que ella constituye [la funcin psi] y forma y que designa para ella su referencial, es siempre la familia. La funcin psi tiene como referencial constante la familia () y ello en la medida misma en que es la instancia terica de todo dispositivo disciplinario. (2007: 111)

Entindase que en el proceso del siglo XIX la funcin psi, (como parte integrante del poder psiquitrico que haba constituido un saber, un conocimiento del espritu del hombre, a travs de psiquiatras como Pinel, Esquirol que implementaron diferentes dispositivos sobre los cuerpos de los internos en el encierro de los diferentes asilos), reemplazo en el proceso de normalizacin y refamiliarizacin a la familia, sin dejar de remitirse permanentemente a ella.

La familia cumple una funcin esencial en el establecimiento de los dispositivos disciplinarios en la sociedad capitalista, aunque ella no pertenece a la sociedad disciplinaria, segn el francs, por constituir ineluctablemente una forma de poder soberano, (esto es, una forma de poder ejercido generalmente por el padre, el que se encuentra individualizado, el apellido es la rama que ata a ste con sus hijos y sus esposa, por lo tanto es corprea, se encasquilla en una figura y en un papel dentro de la institucin familiar); en contraposicin al poder disciplinario que se ha descrito anteriormente, el que tiende a ser impersonal, macilento, annimo, subyacente, descorporeizado. Cmo se da esta situacin? Lo vemos.2.2. El engranaje necesario del sistema

Como se plante al cierre del apartado anterior, la familia se corresponde con una microfsica del poder soberano ms que disciplinario, as () es la bisagra, el punto de enganche absolutamente indispensable para el funcionamiento mismo de todos los sistemas disciplinarios. (Foucault, 2007: 105.) Es decir, la familia es la instancia de coaccin directa sobre los individuos que los va a insertar, colocar en las diferentes instituciones disciplinarias. Por ejemplo la fijacin del trabajo como valor, como necesario, como dignificante, en el proceso de acumulacin capitalista se debi a que la soberana familiar trabaj a pleno. Otro ejemplo es que en el proceso de reclusin del loco la denunciante en los procesos de interdiccin y de reclusin siempre era la familia. La funcin psi y el poder psiquitrico siempre se valieron de la familia. Ella en primer instancia deposita al sujeto enfermo en la institucin con la confianza de su curacin, para luego ausentarse por largos periodos, prctica en la que se observa el ejercicio del poder soberano.

Elisa comenta respecto a sujetos que se encontraban internados en psiquiatra cuando ella iba a ver a su madre, A veces los mdicos llamaban a la familia para que se los llevaran. Tambin nos explicaba respecto a una internada lo siguiente. Bueno ella viva y contaba su ancdota de que ella tena una hija pero pasaban aos que no la vena a ver porque la criaba una ta, en sus estados que a lo mejor la mujer estaba bien. Luego del proceso de curacin y al hacerse presente nuevamente en busca del paciente resocializado, normalizado o disciplinado, la familia funciona como soporte y continuacin de esa disciplina. () Luego de algunos minutos, encuentra un folleto que nos da. El mismo, se les entrega a los familiares cercanos cuando se le da de alta al paciente, contiene una serie de consejos con respecto al proceso que afrontaran la familia, o los seres cercanos y el paciente].Esto es psico-educacin [haciendo referencia al folleto]. Ustedes que son docentes. Psico-educacin. Eso es lo que puede llegar a hacer un docente, organizar grupos de gente para hacer esa psico-educacin. Para que la familia colabore con el mdico, nosotros hemos hecho en una poca que juntbamos familias de una patologa y hablbamos y bueno. Hee esto es docencia.

Continuando con la funcin vertebral de la familia como derivadora y denunciante de conductas anormales en la sociedad constituida como capitalista moderna y liberal, una ex paciente nos deca: Y bueno, mi mama me llevo al mdico porque creo,. Yo no haca nada, absolutamente nada en casa, me entristec mucho, y bueno, creo que mi mama no soporto esa situacin y me llevo a que me internaran. Obsrvese que adems de haber sido internada por la madre, funcin denunciante de la familia, en esta situacin se puede percibir el sentido de utilidad como un patrn normal socialmente instituido que responde a ciertas y determinadas conductas. Al manifestarse ella diciendo () yo no haca nada (), denota cierto tipo de conducta considerado como normal. Este desfasaje en su comportamiento lleva a su madre a depositarla en la sala. Claro ejercicio del poder soberano en una sociedad disciplinada.

Cuando se le consult al respecto al Dr. Montenegro el mismo respondi La familia siempre es fundamental. La familia siempre es fundamental. Otro tanto hacia Dora Aguirre la enfermera Jefa respecto a cmo la familia deposita al sujeto, Porque antes, antiguamente, se los depositaba la familia, porque hay que tener un paciente en casa. Entonces he era ms fcil lo dejaban internados y algunos pasaban a Mendoza, que es lo que paso cuando empezaron a derivar pacientes.

Pensar a la familia como un agente que funciona pura y exclusivamente al servicio del sistema capitalista obviamente que resulta un tanto acotado, por ello se habl y se hizo referencia en el primer captulo al proceso de socializacin, como aquel trayecto donde el ser humano se apropia de herramientas que le sirven a su existencia espiritual y material. Por otro lado, la familia constituida por sujetos tambin se presenta como un espacio de decisin y de ejercicio de la libertad de los mismos. Pero tenemos que tener en cuenta circunstancias ms pragmticas, reales e inmediatas. Todos los entrevistados manifiestan la incapacidad palpable de relacionarse con una persona que no responde a los parmetros normales lo que se radicaliza al tornarse la conducta agresiva o autodestructiva. Los momentos donde estuvo internada mayor tiempo Manuela fueron los ltimos diez aos de su vida, habiendo fallecido en 1986. Los motivos que llevaron a internarla no fue un agravamiento general en el cuadro de la enfermedad (bastante incierta por cierto) sino la emergencia de conductas agresivas como bien lo expresa la hija: Yo creo que fue en el 75, ponele entre el 75 y el 78 que ella tiene una crisis muy fuerte y ah la ve otro mdico y este le cambia la medicacin. Bueno anda un tiempo bien, vuelve otra vez a esos estados depresivos de ella, que lloraba, pero ya empiezan a aparecer algunos cuadros ms, un poco como agresivos. Viste cuando ella se quera ir y le decas, no, no quiero que te vayas o A dnde vas? era como que se enojaba.

Por otro lado los profesionales nos manifestaban unnimemente que es extremadamente difcil para los familiares sostener una situacin en donde no se sabe que hacer siendo el desconcierto el que empieza a hegemonizar el ambiente familiar. El Dr. Montenegro manifestaba respecto a quien es el que denuncia la anormalidad Depende la enfermedad. En el caso de la esquizofrenia es la familia y de forma rpida. En el primer brote, porque son inaguantables.

El cambio en las conductas junto con la agresividad, son claros desencadenantes para que la familia opte necesariamente, por la internacin o el tratamiento del enfermo mental. No obstante, el abandono que luego se aprecia es una clara decisin por parte de los sujetos. La causa puede ser diversa la consecuencia no. El sujeto enfermo queda depositado a los efectos de ser re socializado.

La otra funcin esencial de la familia que detalla el filsofo galo, es que en ella, es donde se enganchan entre si todos los sistemas disciplinarios. Es la institucin derivadora general de los sujetos de un dispositivo disciplinario a otro. Esto es, que asegura el intercambio, el traspaso de un sistema a otro.

Creemos, con Foucault que la familia cumple ese doble papel en la emergencia y mantencin de la sociedad capitalista y en la conformacin de los mecanismos disciplinadores. Por un lado coloca los individuos en las instituciones disciplinares y por otro garantiza el traspaso de una institucin a otra.

Explica Foucault en el Poder psiquitrico, que con la construccin del cdigo civil en el siglo XIX, se potenci inmensamente el poder soberano de la familia, al designar como familia a una parte de lo que anteriormente se denominada como tal. El poder queda recluido a una esfera de cuatro personas aproximadamente, relaciones padre-madre y padre-hijos. El poder toma especial intensidad en el siglo XIX. Mediante esta transformacin el pequeo alveolo familiar soberano, hace que las singularidades, las particularidades individuales de lo familiar queden solapadas, apegadas a los dispositivos disciplinarios.

El proceso de explotacin humana que se observa en el siglo XIX en Europa coincide ampliamente con una revigorizacin de la familia. Esa clase que se encuentra en expansin descontroladamente: el proletariado, necesita de disciplina. sta ser instrumentada a travs de la familia con su doble funcin. De esta manera los bolsones de hombres y nios que pululaban de ciudades en ciudades dejaran de circular, abandonando esa trashumancia momentnea para verse obligados a consolidar y concretar familias a los efectos de insertarse en el sistema productivo. Cabe aclarar que la patronal, comenz a solicitar esta caracterstica en muchos de los obreros que se dispona a tomar.

Est claro que la transformacin del ncleo familiar responde a demandas concretas de una sociedad que est solicitando una nueva forma de sujetos. Pero si la familia tiene una participacin estelar en la denuncia y reclusin del enfermo, es porque ese papel no es tan central en el proceso central de cura (internacin) del sujeto enfermo. Retornando a poseer importancia al egreso del mismo como finalizacin del periodo de normalizacin. Intentemos ver por qu.

El poder psiquitrico como ya hemos visto se vale del asilo, del encierro, de la reclusin, desde donde genera, produce un saber determinado del individuo, un discurso que lo legaliza (donde emerge la figura del estado) y lo legitima como prctica. Valindose tambin de la familia alveolar, pequea, recortada de una sola rama de parentesco, que es la que le produce materia prima para el asilo, como ya hemos visto. Mencionemos desde Foucault, los saberes que se articulan en el siglo XIX con respecto a la cura del enfermo mental. A saber: en primer lugar, jams se puede curar al alienado en el seno familiar. El medio familiar es absolutamente incompatible con cualquier tcnica teraputica, de cierta forma es el denunciante y el productor del loco. () Yo no haca nada, absolutamente nada en casa, me entristec mucho, y bueno, creo que mi mama no soporto esa situacin y me llevo a que me internaran. En segundo trmino, el principio de aislamiento, aunque el individuo no est solo en el encierro. Cualquier contacto del enfermo en el proceso de cura, con su familia es contraproducente. En comparacin con el espacio familiar, el espacio delineado por el poder disciplinario del asilo debe ser absolutamente ajeno. (Foucault, 2007: 119.) Ello se debe a distintas razones. Primero: el principio de distraccin. El loco nunca debe pensar en su locura. Segundo: la familia es indicada como la oportunidad de alienacin, no es considerada como causa, pero si como facilitadora del desequilibrio del sujeto. Esto es, inconvenientes monetarios, contrariedades, celos amorosos, etc. Tercero: el sujeto alienado padece dolencias somticas, no sabe qu las produce, busca una explicacin, no sabe que est loco. Por lo tanto buscara los causantes en el exterior, en su entorno. Y la cuarta razn que alegan los psiquiatras de la poca es que dentro de la familia se producen ciertas relaciones de poder que potencian la locura, como por ejemplo: voluntad tirnica del padre sobre los hijos. En este segundo trmino planteado por el francs de saberes obtenidos por la prctica psiquitrica en el siglo XIX debemos discrepar. Dado que hoy luego de una produccin distinta de saberes, lo que se busca sistemticamente es la anexin de la familia en el proceso de cura. Se la solicita como una auxiliar.

Ahora bien, si el enfermo mental es () sin duda el residuo de todos los residuos, el residuo de todas las disciplinas, aquel que, dentro de una sociedad, es inasimilable a todas las disciplinas escolares, militares, policiales, etc. (Foucault, 2007: 76) Cmo es posible que se produzca su cura? Cmo es posible que se lo resocialice, refamiliarice, normalice? Seguiremos observando el papel de la familia en el proceso de cura del sujeto enfermo, intentando responder los interrogantes planteados.

Siguiendo con lo planteado en la historia de la psiquiatra de Foucault, se observan dos momentos importantes, el primero en el que el proceso de cura del alienado nada tiene que ver la familia, cuestin que se plante dos prrafos atrs. En donde el que cura, es el hospital mismo, la maquinaria panptica, que no representa en ninguna forma una reproduccin familiar, lo hace a travs de varios principios: 1) El de visibilidad permanente, vigilancia constante, donde ayuda insoslayablemente la estructura edilicia implementada que deja la forma estricta del Panptico, no as su objetivo. Siendo solamente de una planta, a los efectos que el mdico se pueda trasladar sigilosamente entre las habitaciones, llegar y observar sin ser escuchado, como es el caso de los hospitales en general y en particular de la sala de salud mental del Hospital Schestakow; 2) el principio de vigilancia centralizada de panptico se modifica, pasando a encontrarse el director en el centro siendo cambiada por la vigilancia piramidal, toda una serie de personas que se aprontan a vigilar discretamente: el enfermero, el vigilante, el camillero, el mdico. Teniendo as toda una estructura jerarquizada, piramidal de vigilancia. Aunque todos los informes de vigilancia deben converger en un poder saber central, absoluto, el del mdico jefe, el del director. 3) El principio de aislamiento, donde se remite al individuo a l mismo, a la observacin de su entorno dentro del asilo, a la percepcin triangular de la locura, en l, en los dems y la toma de conciencia de la misma desde el mdico. 4) El castigo incesante. Dentro del asilo, del hospital, esta prctica era cotidiana, pudindose observar toda una tecnologa en aparatos, en instrumentos que variaban desde sillas fijas o mviles hasta esposas, grilletes, camisa de fuerza, duchas fras, etc., aparatos utilizados desde el siglo XVIII para el tratamiento teraputico. En el siglo XIX se introducen en el proceso de disciplinamiento un nuevo tipo de aparatos denominados ortopdicos, que posean como funcin el debilitamiento, adiestramiento y enderezamiento del cuerpo. Podemos apreciar aqu la permanencia del poder en el cuerpo de los afectados, no son aparatos de marcacin del poder, no arrancan la verdad, no dejan marcas en el cuerpo:

En primer lugar, son aparatos de accin continua. Segundo, son aparatos cuyo efecto progresivo debe consistir en hacerlos intiles; es decir que, en ltima instancia, debemos tener la posibilidad de retirar el aparato y que el efecto logrado gracias a l est definitivamente inscripto en el cuerpo. () deben ser, en la medida de lo posible, aparatos homeostticos: cuanto menos resistencia se les opone, menos se los siente; a la inversa, cuanto ms se intenta escapar a ellos, mayor es el sufrimiento. (Foucault, 2007: 131.)

Se obtiene de esta manera el equivalente de la vigilancia permanente del Panptico. Una vez que la aparatologa ortopdica ha cumplido su cometido no es necesario seguir utilizndola. El alienado ha naturalizado el instrumento, ya es parte de l, parte de su cuerpo. La normalidad est cerca, la realidad tambin.

En una segunda instancia, las consideraciones con respecto a los sujetos enfermos comienzan a estar caracterizadas por considerarlos como nios, por lo tanto se considera colocarlo en un espacio anlogo a la familia, pero no en ella, dado que este procedimiento cuasi familiar comienza a tener caractersticas teraputicas. () esto significa que hubo dos pocas de la psiquiatra: una en la cual se utilizaban cadenas y otra, por el contrario, en la que se apel, digamos, a los sentimientos de humanidad. (Foucault, 2007: 134.) Los lugares donde se colocaran a los alienados seran las casas de salud, cabe aclarar Casas pagas de salud. stas pasaron a constituir una especie de gran familia. Y la cura paso a formar parte de una activacin de sentimientos de tipo familiar en el alienado. El asilo, el hospital pasa a cumplir dos funciones como familia: en primer trmino por considerarse una superfamilia y en segundo instancia por ser una subfamilia. Por un lado es una superfamilia, por su estado ideal y puro, () la familia tal como siempre debera ser; y en tanto es la verdadera familia, tiene sin duda la funcin ortopdica que se le atribuye. (Foucault, 2007: 141.) Por otro lado es subfamilia, porque desaparecer luego de su intervencin teraputica y ante el retorno de la verdadera familia, la biolgica.

Bien respecto a la cura del enfermo mental podemos observar una especie de mixtura en el proceso. En primera instancia la familia lo deposita al sujeto enfermo en la sala de psiquiatra, para luego en poco tiempo desentenderse. Es el primer momento en el que, el que cura es el Hospital, el personal sanitario, los profesionales y el poder. En la mayora de los casos se observara un abandono del sujeto por parte de los familiares por distinto motivos, temor, necesidad, desentendimiento, etc. Lo nico que, en realidad el enfermo psiquitrico en general es un enfermo abandonado. O sea la gente lo deposita en psiquiatra, de toda la vida () Pero el enfermo que estaba diagnosticado con una depresin, con una esquizofrenia, muy pocos eran los que tenan apoyo familiar. La mayora estaban depositados ah. Donde el mismo queda a manos y a disposicin del personal de la salud que trabaja en la institucin, a quienes se les refiere toda la confianza. Junto con este momento queda a expensas el sujeto de ser atravesado en su proceso de sanacin por el poder psiquitrico. No totalmente del modo en el que lo articula el pensador francs. Si bien el hospital cura, por la maquinaria panptica, que no representa una reproduccin familiar. Cura por 1) la visibilidad permanente, por la vigilancia constante donde adquiere peso la estructura edilicia, 2) por el principio de vigilancia piramidal donde toda una gran cantidad de personas se confabulan con la funcin de vigilar sigilosamente. No lo hace a travs de 3) el principio de aislamiento y mucho menos a travs del castigo incesante.

Aqu es donde ingresa la segunda parte de la mezcla. El segundo captulo y articulacin del proceso de cura del enfermo mental, pareciera estar signado por las relaciones de familia que se establecen dentro de la sala de psiquiatra. La sala de psiquiatra constituye una nueva familia, un nuevo momento de socializacin. Una nueva oportunidad para enmendar aquel proceso llevado a cabo durante los primeros aos del ser humano. La infancia. Es tangible la forma en la que se relacionan los profesionales de la salud con los enfermos mentales. Observemos que Manuela al quedarse sola era capaz de hacer cualquier cosa pero no de encontrarse sola, adems de ser catalogada como muy caprichosa, conductas cercanas a la infancia.De hecho que cuando mi pap falleci, bueno ella a su vez era media caprichosa porque por ende todos siempre habamos estado muy pendiente de ella, y cuando mi pap falleci por ejemplo ella no quiso vivir sola. Se fue a mi casa a vivir un tiempo pero no quiso vivir en mi casa, bueno en definitiva me tuve que yo volver a vivir con ella porque ella no quera estar sola (...)

Por otro lado observamos con Dora Aguirre la relacin que mantena con los enfermos, Con decirte que a veces estaba haciendo los partes y venan y me decan Dorita ven cambiame vos que me ha venido el periodo yo iba y las cambiaba. Era como una madre, siempre con las mujeres. Tambin cuando se le consulto qu suceda luego de una crisis en un paciente nos manifest: Claro. Entonces vuelven a Psiquiatra, a su refugio. A su casa vuelven. Y ellos quieren ir, porque saben que ah los contenemos, entonces. Es muy llamativo como vuelven a su casa. A su refugio. Vuelven a su familia.

El modelo familiar es transferido a la sala de psiquiatra, como artilugio para modificar pautas, hbitos y costumbres y sobre todo las condiciones de posibilidad de construccin de subjetividades. El sujeto se reconstruye en sus hbitos y conductas. No totalmente, pero si en lo esencial. Es en esta segunda instancia del proceso de cura donde la familia comienza a retornar. De a poco el regreso a los afectos. La familia real (biolgica) va reemplazando a la familia ideal (sala de psiquiatra). A veces. Hay de todo. Hay gente [la familia] que no quiere desprenderse de su paciente, pero les hace tanto lio en la casa y tanta historia que no les queda ms que internarlo, pero a veces cuando ya estn medicados bien un tiempo, que los ven bien, se los llevan.

As como el modelo familiar se transfiere a las Casas de salud y a los asilos, hay tcnicas, instrumentos disciplinarios que se insertan en la familia. La familia se disciplina, se transforma en el lugar singular de control de lo normal, de extensin de lo educativo, aparecen los deberes en el hogar, el cuidado extensivo de la persona enferma por parte de familiares, el control sexual y repetimos ser la encargada de denunciar lo normal o anormal en el cuerpo y la mente. La familia encuentra al loco, al desviado, al dbil mental y lo deriva (doble funcin familiar denuncia y derivacin) a las institucin disciplinadora, sta le devuelve un sujeto capaz de actuar dentro de los parmetros normales. La familia funciona como un agente, una institucin capaz de hacer retornar al sujeto enfermo a la visualizacin de la realidad correcta o normal.

El sujeto loco entendido desde esta perspectiva no deja de encontrarse en un lmite en la sociedad que se encuentra en el capitalismo, ese lmite, esa frontera donde se encuentra el sujeto enfermo esta signada por la utilidad del mismo. Pareciera ser que el encargado de dar el marco de utilidad del sujeto loco es el saber, ya que si el parmetro de til no hubiera sido construido por el saber (producido por el poder psiquitrico) el sujeto hubiera dejado de existir. El poder adquiere as su faceta productiva, dado que como el loco no es asimilable por ninguna de las fuerzas disciplinadoras que se constituyen con el capital como centro hegemnico de la sociedad, el poder psiquitrico se encarga de construir una forma de reciclaje de ese sujeto descarrilado socialmente, instituyendo una forma de saber que lo considera recuperable. El poder psiquitrico junto con una ortopedia del saber proto psiquitrico articulan un esquema de conocimiento y de accin que salvan al sujeto desnormalizado.

Para concluir con este apartado diremos que () el poder psiquitrico es el complemento de poder en virtud del cual lo real se impuso a la locura en nombre de una verdad poseda de una vez por todas por ese poder con el nombre de ciencia mdica, psiquiatra. (Foucault, 2007: 157.) Clara relacin explicitada por el francs entre el poder individualizante, macilento, descorporeizado, que vigila incesantemente, que moldea y hace utilizable y sumiso los cuerpos a travs del modelo panoptiano produciendo saber; saber que termina siendo cooptado en nombre de un discurso de verdad, de normalidad, de realidad que se impone como ciencia mdica. La realidad slo es una: la realidad capitalista que se consolida. El disciplinamiento tambin. Instrumentado por el poder-saber hace uso de la familia, a los efectos de normalizar y sostener un modo de produccin que necesariamente requiere de hombres tiles. tiles en todo sentido. Bajo estos parmetros encontraremos a personas sanas en nuestra ciudad intentando ingresar nuevamente al ciclo vital de la sociedad. Donde se es reconocido, donde se construyen las identidades individuales y colectivas, donde se busca formar parte de. Es el proceso de re socializacin del ex enfermo mental. Capitulo III:

El Egreso y el difcil camino de la re socializacin. El resultado del Estigma: un hombre ms en el ejrcito de desempleados. De hecho los dos procesos, acumulacin de los hombres y acumulacin del capital, no pueden ser separados; no habra sido posible resolver el problema de la acumulacin de los hombres sin el crecimiento de un aparato de produccin capaz a la vez de mantenerlos y de utilizarlos; inversamente, las tcnicas que hacen til la multiplicidad acumulativa de los hombres aceleran el movimiento de acumulacin de capital. (Foucault. 2004. 223.)

Dividiremos este captulo en dos apartados. El primero y ms extenso, se centrara especialmente en el ex paciente enfermo que luego de un periodo de internacin ha adquirido el aval profesional (alta definitiva o transitoria) para desenvolverse en tareas habituales en la sociedad sanrafaelina entre los aos 1983 y 1986. Observaremos un sujeto diferente al que ingreso. No totalmente nuevo pero si significativamente distinto. Que comenzar a sentir el trato diferencial que le dispensar la comunidad en el difcil camino de re socializar, debido al estigma que carga producto del traspaso del poder psiquitrico. Veremos que este trato diferencial no solamente es producto de la marca que carga el sujeto, tambin lo es como resultado de prejuicios existentes en la misma sociedad. Las ramificaciones de esa relacin distintiva se extendern tambin a sus allegados y parientes. Comprobaremos tambin que el paso de una dictadura a una democracia en nada afecta la forma de relacionarse con los anormales que posee la sociedad, ms all de que haya existido objetivamente un clima social que potenciaba las relaciones sociales e identificaciones colectivas con la presidencia de Alfonsn.

Como consecuencia de lo ante dicho nos introduciremos en el segundo apartado, el que ya ha sido tratado a lo largo de este trabajo siendo por ende ms corto. La prctica de la institucin psiquitrica, la normalizacin y estigmatizacin del sujeto enfermo, el trato diferencial que les otorga la sociedad en el proceso de resocializacin conspiraran para hacer a estos hombres tiles en el sistema capitalista. tiles econmicamente. Dciles polticamente. Todos los hombres de la poblacin activa sern empleados, pero alguien tiene que no serlo. Ese preparar a alguien para no ser. Es un juego irnico del poder - saber psiquitrico. Normalizarlo, disciplinarlo. Para qu? Para no ser empleado. Para no ser ocupado. Para ser parte del ejercito de desempleados que pululan sin molestar. Lo irnico reside en ingresar a la sala psiquitrica para retornar a la normalidad y egresar para no serlo. Veamos.3.1. Loco = Frontera de lo social = Pnico.

Una vez que el poder psiquitrico atraviesa los cuerpos por intermedio del modelo panoptiano el sujeto se reconstituye de otra forma. El sujeto enfermo, sanado provisoria o definitivamente, lleva consigo la institucin que lo resocializ en sus espaldas, y se deja ver cada vez que el afirma su vivencia en ella. Lleva un estigma, una marca imborrable. Al ingresar tuvo que aprender que los roles dentro de la institucin cambian y se modifican, de acuerdo a los mandatos de la misma, no teniendo nada que ver con los que cumpla en su vida social. Un periodo de nueva infancia lo esperaba. Para luego asumir que su posicin al salir tampoco ser la misma que al entrar:

Con demasiada frecuencia el nuevo interno asume automticamente, por el mero hecho de ingresar, lo que podra denominarse un status proactivo: no slo su posicin social dentro de esos muros difiere radicalmente de lo que ocupaba fuera, sino que adems, como tendr que aprenderlo con amargura cuando salga si sale, su posicin social en el mundo exterior no volver a ser nunca la misma que antes de su ingreso. (Goffman, 2007: 80)

Veamos el caso de una entrevistada. Ella nos comentaba abiertamente que no haba tenido periodos de depresin o de tristeza muy amplios previo a su internacin. Se senta bien en su vida social amistosa. Mientras buscaba trabajo luego de la secundaria por el ao 1981.Yo haba terminado el secundario en el 80 y buscaba trabajo. Haba tenido algunas veces, algunos momentos, un poco tristes en mi adolescencia pero tena muy buenos amigos. Las salidas, que en realidad no eran muchas, pero que yo me senta bien con ellos.

Sin embargo luego de su internacin las cosas cambiaron un tanto, al preguntarle si se poda marcar un antes y un despus ella contestaba,Y no s. Pues. S. Algo as. Yo estuve internada un tiempo en el 81, quizs unos dos meses ms o menos. Estaba en el primer tiempo sedada, o algo as. Dorma mucho. Me despertaba a veces para comer, o para la pastilla. Despus me dieron el alta, por all, por septiembre si mal no recuerdo () Mis amigas se haban cansado, me parece. Es que no sala a ningn lado. Me empec como a aislar.

Circunstancias, momentos que dilucidan un cambio luego de la internacin. Ya no es la misma. Ha cambiado. El vnculo que la sostena antes de la internacin parece haber caducado. Las amigas se alejan hasta tanto est recuperada. La familia se har cargo de ella.

El caso de Manuela se presenta distinto. Nunca intent generar nuevos vnculos, mantuvo los que tena, con los que haba arribado de Espaa. Entonces ellos estaban siempre en el mismo crculo que tenan cuando vinieron, no, no, no generaron... Los mismos amigos y vecinos que tuvimos cuando ellos vinieron, eso s, siempre se siguieron contactando con ellos () Nunca realizo tareas fuera de la casa. Nunca trabajo fuera. Ama de casa. Nunca trabajo fuera. deca Elisa, su hija, al respecto. Y cuando se le daba el alta transitoria Ella en s volva a su rutina, estar arreglada, porque a ella le gustaba mucho, siempre estaba bien arreglada, bien pintada., tambin recuerda que () lo que si yo cuando yo era chica que iba a la escuela y que se yo, ella nunca fue una mam de ir a hablar con la maestra () como rememorando que ella nunca fue igual a las dems madres. Podemos decir que lo que vivencia luego de sus reiterados egresos de la sala de psiquiatra en sus ltimos aos de vida, era la normalidad, su normalidad. La de la familia.

Sigamos con el status proactivo. ste segn Goffman puede tomar dos formas, la primera de ellas puede ser favorable como en el caso de las academias militares, con internacin de los conscriptos, donde seguramente el momento de egreso de la institucin ser recordado con jbilo en ceremoniosas reuniones anuales. En la segunda sucede todo lo contrario. Cuando el status es desfavorable como en el caso del egreso de las instituciones psiquitricas () puede hablarse de un `estigma y prever que los ex internos harn todos los esfuerzos imaginables por ocultar su pasado y superarlo. (Goffman, 2007: 81).

Al principio es como que oculte eso. Lo de que haba intentado suicidarme y que me internaron. No s. Me daba vergenza. Me senta un poco, como lo dira, quizs como avergonzada. No quera que se supiera. Pero despus me acostumbre y lo acepte. Es que por ah si la gente tiene prejuicios ac o te trata bien como a un nio, como si fueras una estpida o te da vuelta la cara y se te re o te toma el pelo. Eso tambin te hace sentir mal. Y bueno a veces vea eso y me senta peor.

El testimonio es por dems ejemplificador. El ocultamiento de una situacin que obviamente ha provocado dolor. Un estigma. Un producto individual, institucional y social. Individual porque lo padece el sujeto enfermo luego de su alta. Institucional porque es producto del traspaso del poder y de la normalizacin de las conductas anormales en la sala de psiquiatra. Y social porque es la comunidad toda la que considera al enfermo mental como una frontera. Un lmite. Al que se le tiene miedo, pavor diramos. Ese lmite, es el lmite de lo social. Es el lmite de lo relacional. La relacin social constituye la sustancia de la interaccin entre sujetos. Esta interaccin es la que le da vida a la sociedad como ya se vio en el primer captulo. Unos accionan, otros reaccionan. La interaccin mantiene una coherencia normada por la lgica, por la razn. El loco no tiene razn. La ha perdido. Est en la frontera. Es el lmite de la sociedad. En l se representan el miedo social y el maltrato en la forma de relacionarse con las fronteras de lo social. Cabe suponer que en este confn social no estaran solamente los sujetos sinrazn, irracionales, los locos. Sino tambin los ex reos, los marginados, los pobres extremos. Todos aquellos que se encontraran con distintos obstculos al momento de re socializar aunque ninguno de ellos lidiarn con un obstculo como el del enfermo mental. El desecho de todos los desechos. Lo indisciplinable por esencia. En el loco se encarna el miedo de la sociedad. Un miedo racional a lo irracional. Con l un trato despectivo y diferencial, por no decir discriminatorio, hacia el enfermo y el ex paciente.() yo tena que o despus comprarlas, pero bueno no tena una buena situacin econmica. Y le dije a mi encargado que me diera unos minutos, diez minutos as le dije. Para ir hasta el hospital a buscar las pastillas. Y nunca me voy a olvidar, en realidad era un pelotudo, pero nunca me voy a olvidar la cara que me puso. Y me dijo algo as como yo saba que vos no eras muy cuerdita pero yo no le haba dicho de qu eran las pastillas.

En el caso de la entrevistada es bastante explcito, el trato diferencial. Esta experiencia vivenciada en pleno periodo democrtico indica la transversalidad en el tiempo del temor, del miedo a la sinrazn. El momento de retorno democrtico, de expresin libre, de cultura, de desinhibiciones, puede haber existido, aunque ese buen clima social era una brisa contra el poderoso huracn que ejerce el temor a la locura.

Veamos el caso de Manuela, que ya observamos que difiere de la entrevistada que denominamos Annima. Aunque notaremos que en el trato distintivo no escapara. Siendo tratada de forma despectiva por sus allegados. Esas amistades que haba sostenido desde su llegada de Espaa: ( ) Una ancdota que me acuerdo de una seora que era de los que haba venido de Espaa con mi mam, una hija de esa mujer cuando se hace grande va al mdico y el mdico le receta la misma pastilla que tomaba mi mam, entonces la mujer cuando llega la casa no se la quiere tomar porque consideraba que mi mam supuestamente, no s si ella consideraba nunca me lo haba dicho, pero considerara que mi mam estaba loca. Entonces me acuerdo la chica no la quiso tomar o le empez a tomar y la dej y tuvo un cuadro muy grave, estuvo muy mal. Y la madre de esta chica lo cont, entonces mi mam dijo "al final no entiendo, yo tampoco estoy tomando nada que sea tan malo, como para que hagan ese tipo de comentario", "Ha, porque Manuela la toma tampoco la voy a tomar yo."

El temor que sostienen los allegados, discreto, oculto, subrepticio es igual que el tratado anteriormente. Lo que atena el trato diferencial o despectivo en este caso es el vnculo amistoso si se quiere. Pero la lgica es la misma. El miedo a pertenecer y ocupar un status que se encuentra en el linde, en la frontera de lo social. Lleva a la persona quizs a poner en riesgo su existencia fsica aunque no su existencia racional. Luego de esto es muy particular la forma de ocultamiento que manejaban los allegados. Obviamente signados por su tiempo y por sus construcciones histricas culturales, ellos consideraban que manuela no estaba enferma, sino que exista algo as como una puesta en escena. Un fingir permanentemente las crisis: Exacto. Consideraban que era no s, un capricho de mi mam estar en esa situacin. aade luego: La gente, en sus allegados sus conocidos, como cuando empieza esta enfermedad y toda la gente que haba venido de Espaa y todo, era a gente que no crea en todo eso, que pensaba que era un capricho porque la enfermedad, toda enfermedad mental tiene una parte que a veces uno se pregunta est tan enferma o no est tan enferma?

El estigma del sujeto, aunque atenuado signa a las personas de su entorno, cercndolos, marcndolos, ramificndose la marca y el trato diferencial que le corresponde: () no s si por su enfermedad o por lo que fuera y a m s en la escuela, por ejemplo si comentaban "la mam de esta nia est enferma, tiene tal problema" Era una cosa media como, no s si discriminativa porque no me senta yo en esa situacin. Si por ejemplo cuando yo desde el secundario, que tuve que hablar con el director de la escuela y le expliqu la situacin para que me dejaran rendir no libre sino como regular y algunos profesores hicieron hincapi en el tema. El director no quiso porque consider que no era una enfermedad ni un motivo para que mi pap hubiese decidido que yo no fuera la escuela.

Otro tanto observamos cuando tratan a la mama de la entrevistada denominada Annima, No s. A m, a mi vieja por ah le supieron decir ah va la madre de la loquita en el barrio. Pareciera ser un mecanismo, un dispositivo precautorio implementado por el sistema ante los posibles anormales, los futuros indisciplinados, lo que obviamente no deja de ser un supuesto para corroborar.

Como se podr deducir no resulta fcil volver a entablar relaciones luego del egreso de la institucin psiquitrica. La capacidad de socializar se ve nuevamente atrofiada por las mismas causas que generaron el estigma. Un primer momento individual, Pero no s, creo que yo inconscientemente saba que era difcil entablar una amistad. Un segundo momento signado por la herencia en la forma de relacionarse que aprendieron dentro de psiquiatra. Hablamos de la pseudo retroversin a la infancia. Ahora del servicio no tengo nada que decir. Me trataron como a una hija. Dorita, Tuky, las enfermeras que estaban ah, la doctora Robinson, todos, me trataron muy bien. Y por ltimo por el prejuicio social que acabadamente hemos tratado. Una cita conjuga varios de estos parmetros analizados:Entrevistador: La hacan sentir distinta por tener una enfermedad de esa ndole, digo usted, cuando intento recomponer algunas cosas cuando, en su periodo de alta transitoria, como el trabajo, los vnculos amistosos y la familia, notaba que la trataban distinto?

Annima: Es que no se,. Cmo? Es decir, Para m que era yo. Ba, no s. Por ejemplo el capataz del trabajo del secadero fue el. Me trato mal, pero no s. l no saba que yo haba estado internada. Bah se enter pero despus creo. Porque yo le cont a una chica que estaba conmigo en la lnea, que despus nos hicimos un poco amigas. Por poco tiempo. No. Quizs ya saba. Pero no intente mucho conseguir trabajo, porque no s, no poda trabajar, no me senta bien. Y no quera someterme a,. Aparte despus de un tiempo iba de cama seguro [pequea risa]. En mi casa que la verdad que segua todo ms o menos igual. Siempre mi hermano me ayudo. Y bueno con mi vieja. No. Las amigas las perd. Despus recupere algunas. No. Una. Que despus de cinco aos ms o menos, ya muri pobre. Despus de un tiempo por el 87 ms o menos me la encontr en el centro, Susana. Y de ah nos empezamos a ver de nuevo. Y le cont todo lo que me haba pasado. Era como que no lo crea.

Como primera medida responde a la pregunta manifestando que era ella, su enfermedad, su carga, el estigma. Ella era culpable de que los dems dispensaran un trato despreciativo en su tentativa por incluirse socialmente. Ella es culpable y prisionera de sus vivencias. Obsrvese que en primera instancia al capataz del secadero quien haba respondido muy despectivamente a una solicitud de ella lo responsabiliza, aunque inmediatamente despus lo exculpa manifestando que l no saba, aunque saba. Por qu? Por una persona que ella crea amiga. Tambin se apreciara a mitad del prrafo una frase cortada que refiere a una negacin a someterse. A seguir sometindose. Que conforme lo que ya hemos planteado nos animamos a manifestar que es esa herencia, ese resabio, esa huella que queda marcada luego de una relacin de ndole infantil. Pocas veces estamos tan sometidos a una autoridad como en nuestros primeros aos de vida, en la infancia. El resultado de la internacin es diverso y de variadas consecuencias.

En cada trato dispensado, en cada momento en que el estigma emerge hacindolo explicito el portador, la institucin psiquitrica se expande. Ampla sus fronteras en cada afirmacin del ex enfermo relatando sus vivencias o su paso temporario dentro de la misma. Trasciende los espacios fsicos, se propaga recordndole al ex paciente que an est all, en cualquier lugar. La funcin homeosttica de los aparatos ortopdicos y de la vigilancia mdica surte su efecto en esta afirmacin. No es necesario que estn. Se han insertado en el sujeto para normalizarlo. Para disciplinarlo. Su reinsercin social se lograr pero con el pesado matiz que propaga la marca.

3.2. No ser o No ser. Ausencia de dilema y sentido de la utilidad.

Como ya anunciamos en los primeros prrafos de este captulo, El poder materializado en la prctica de la