el domingo historia teología tareas pastorales. la celebración del misterio de cristo en el curso...

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EL DOMINGO Historia Teología Tareas pastorales

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El domingo

El domingoHistoriaTeologaTareas pastorales

La celebracin del misterio de Cristo en el curso del ao, aunque gira en torno a la mxima solemnidad de la Pascua, se apoya ante todo en el ritmo semanal marcado por el domingo.Origen apostlicoEl Concilio Vaticano II atribuye el origen del domingo a una tradicin apostlica.

Testimonios bblicosLos pasajes del NT que se refieren al domingo, presuponen de alguna manera la observancia del da del Seor:1Cor 16,2Hch 20,7-12Ap 1,9-10

Testimonios no bblicosDentro de los tres primeros siglos, cuando el primer da de la semana se consolida como da del Seor, aparece un importante bloque de textos que se refieren de forma explcita al domingo y que amplan la zona geogrfica a Egipto, el norte de frica y Roma:Didach:San Ignacio de Antioqua:Carta del Pseudo-Bernab:San Justino:

didach

San ignacio de antioqua

Carta del pseudo-bernab

San justino

Originalidad cristiana del domingoEl da del Seor es una creacin genuinamente cristiana que se remonta a los primeros tiempos y que no depende ni del culto al sol, ni del sbado judo, ni de los usos del Qumrn.La causa inmediata de la institucin dominical se encuentra en las apariciones del Seor, que comunica a sus discpulos el don del Espritu Santo y les hace ver que ha resucitado.Por tanto en el origen del domingo no est solamente el acontecimiento de la resurreccin, sino tambin la singular experiencia de los testigos que Dios design, en las manifestaciones que vinieron despus.Los nombres del domingoPrimer da de la semanaDa seorialSeor de los dasDa del SolOctavo daDa de la asambleaDa de la Palabra de DiosDa de la EucaristaFiesta de los cristianosDa de alegra y liberacin

Segn juan pablo IIDies DominiDies ChristiDies EcclesiaeDies HominisDies DierumDies domini, de juan pablo IIEl da del Seor ha tenido siempre, en la historia de la Iglesia, una consideracin privilegiada por su estrecha relacin con el ncleo mismo del misterio cristiano.Es la Pascua de la semana, en la que se celebra la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte; es el da de la evocacin adoradora y agradecida del primer da del mundo y, a la vez la prefiguracin del ltimo da.1La resurreccin de Jess es el dato originario en el que se fundamenta la fe cristianaCada domingo, el da de la resurreccin de Cristo, la Iglesia indica a cada generacin lo que constituye el eje central de la historia, con el cual se relacionan el misterio del principio y del destino final del mundo.

2Redescubrir importancia fundamental: historia, misterio, valor de la celebracin, significado para la existencia cristiana y humana.3Hasta un pasado relativamente reciente: la santificacin del domingo estaba favorecidaHoy se han modificado profundamente los comportamientos colectivos y la fisonoma del domingo.Se ha consolidado ampliamente la prctica del fin de semana, entendido como tiempo semanal de reposo, caracterizado por la participacin en actividades culturales, polticas y deportivas.Por desgracia, el domingo pierde el significado originario y se reduce a un puro fin de semana.4No confundan las celebraciones del domingo, que debe ser una verdadera santificacin del da del Seor, con el fin de semana, entendido fundamentalmente como tiempo de mero descanso o diversin. La situacin es confusa:Iglesias que muestran mucho fervorRegiones con baja participacin en la liturgia dominical5Por escasez de sacerdotes a veces no se puede garantizar la celebracin eucarstica dominical en cada comunidadNecesario:Recuperar las motivaciones doctrinales profundas que son la base del precepto eclesial, para que todos los fieles vean muy claro el valor irrenunciable del domingo en la vida cristiana.6SC 106: los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y participando en la Eucarista, recuerden la Pasin, la Resurreccin y la gloria del Seor Jess y den gracias a Dios, que los hizo renacer a la viva esperanza por la Resurreccin de Jesucristo de entre los muertos (1 Pe, 1,3) El deber de santificar el domingo, sobre todo con la participacin en la Eucarista y con un descanso lleno de alegra cristiana y fraternidad, se comprende bien si se tienen presentes las mltiples dimensiones de ese da

7Este es un da que constituye el centro mismo de la vida cristiana.Exposiciones