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EL CLIMA CAMBIA, CAMBIA TÚ TAMBIÉN: OPCIONES DE ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO Y MITIGACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y LAS COMUNIDADES LOCALES EN FUNCIÓN A LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA ESTUDIO DE CASO– PERÚ Comunidad campesina de Huasta Instituto de Montaña, Florencia Zapata y Pablo Financiado por: Lima, enero 2012

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EL CLIMA CAMBIA, CAMBIA TÚ TAMBIÉN: OPCIONES DE ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO Y MITIGACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y LAS

COMUNIDADES LOCALES EN FUNCIÓN A LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA

ESTUDIO DE CASO– PERÚ Comunidad campesina de Huasta

Instituto de Montaña, Florencia Zapata y Pablo

Financiado por:

Lima, enero 2012

Tabla de contenido

Índice de Anexos………………………………………………………………………………………………………4

Introducción……………………………………………………………………………………………………………..5

Descripción y condiciones del sitio……………………………………………………………………………6

Caracterización geográfica………………………………………………………………………………………………….6

Ubicación y extensión……………………………………………………………....6 Acceso………………………………………………………………………………6 Pisos altitudinales…………………………………………………………………...7 Clima y estacionalidad…………………………………………………………….10 Suelos……………………………………………………………………………...11

Caracterización socioeconómica y cultural……………………………………………………………………….13 Huasta: Comunidad y distrito……………………………………………………...13 Datos poblacionales………………………………………………………………..14 Etnicidad…………………………………………………………………………...17 Principales actividades económicas: Ganadería y agricultura……………………17 Organización, autoridades y niveles de gobierno………………………………….22 Situación de tenencia de la tierra: Posesión y propiedad………………………….23 Procesos sociales contemporáneos………………………………………………...25 Mapa de actores sociales…………………………………………………………..27

Ecosistemas y recursos naturales……………………………………………………………………………………..28 Unidades de paisajes andinos……………………………………………………...28 Ecosistemas………………………………………………………………………..28 Recursos naturales…………………………………………………………………30 Agua………………………………………………………………………………………..30 Suelos………………………………………………………………………………………34 Pastizales………………………………………………………………………………….36 Bosques…………………………………………………………………………………….37

Principales problemas ambientales derivados de las variaciones climáticas……………39 Efectos documentados de las variaciones climáticas en la región y en la CC de

Instituto de Montaña

3

Huasta……………………………………………………………………………...39 Efectos de las variaciones climáticas percibidos por la población de la CC de Huasta……………………………………………………………………………...41 Proyecciones de impactos………………………………………………………….47

Bosques de Polylepis: su importancia, conservación y manejo………………………………..48 Los bosques de Polylepis: localización, distribución y principales características..48 Importancia de los bosques de Polylepis………………………………………………..51 Los bosque de Polylepis en Huasta………………………………………………..53 El Proyecto Polylepis……………………………………………………………………..57

Respuestas desde los conocimientos y tecnologías locales………………………………………60 Descripción de las técnicas y tradicionalidad de las tecnologías…………………60 Percepciones locales: ¿Cómo nos preparamos o enfrentamos los cambios?...........69 Descripción y evaluación de la técnica priorizada y mejoras percibidas…………70 Identificación de otras acciones y medidas………………………………………76

Aportes desde la ciencia para validar los conocimientos y tecnologías locales: el caso

de la reforestación con Polylepis…………………………………………………………………………......77 Interpretación sobre los procesos de adaptación relacionados con el recurso priorizado……………………………………………………………………………77 Vacíos de información que pudieran existir y que es necesario cubrir……………79 Problemas o efectos negativos o no deseados a raíz de la implementación de la práctica y posibilidades de potenciar y replicar estos procesos en otros sitios……80

Conclusiones y recomendaciones…………………………………………………………………………….81

Bibliografía…………………………………………………………………………………………………………….82

Instituto de Montaña

4

Índice de Anexos

Anexo 1. Indicadores demográficos del distrito de Huasta comparados con los indicadores

nacionales y regionales………………………………………………………………………………………………………………….87 Anexo 2. Descripción de la Clases de Capacidad de Uso Mayor de Suelos………………………………………91 Anexo 3. Cuadros resumen de las respuestas a la encuesta sobre problemas ambientales realizada

por el IM en el año 2009 en la localidad de Huasta………………………………………………………………………..93 Anexo 4. Lista de personas entrevistadas……………………………………………………………………………………….96 Anexo 5. Siglas y acrónimos de instituciones y organizaciones de base presentes en Huasta…………96 Anexo 6. Tiempo óptimo para visitas interesadas en los impactos del cambio climático en Huasta.97

Instituto de Montaña

5

Introducción

El proyecto “El Clima Cambia, Cambia Tú También: Opciones de adaptación al cambio climático desde la

perspectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales en función a la diversidad biológica”

busca identificar prácticas de adaptación al cambio climático con base en los conocimientos,

tecnologías y prácticas tradicionales de comunidades indígenas y campesinas, a fin de generar

recomendaciones de políticas públicas y marcos normativos sobre las opciones de adaptación al cambio

climático a partir del aporte del conocimiento tradicional. El proyecto es coordinado por la Unión

Internacional para la Conservación de la Naturaleza –Sur (UICN SUR) y la Sociedad Peruana de Derecho

Ambiental (SPDA). La SPDA, que es responsable de las actividades en Perú y Bolivia, ha suscrito un

convenio con el Instituto de Montaña (IM) —Programa Andino de The Mountain Institute—para la

elaboración de la ficha técnica, línea de base mínima y estudio de caso de una de las áreas de estudio: la

Comunidad Campesina de Huasta.

Este documento constituye el estudio de caso de la Comunidad Campesina de Huasta y se ha elaborado

de acuerdo al esquema proporcionado por la SPDA. El documento sigue la estructura recomendada por

los coordinadores del proyecto y se ha organizado en seis capítulos: (1) descripción y condiciones del

sitio; (2) principales problemas ambientales derivados de las variaciones climáticas; (3) bosques de

Polylepis: su importancia, conservación y manejo; (4) respuestas desde los conocimientos y tecnologías

locales (tradicionales y otras); (5) aportes desde la ciencia para validar los conocimientos y tecnologías

locales; y (6) conclusiones y recomendaciones. Se ha destacado el análisis y descripción de la actividad

de reforestación que se realiza en la comunidad, que fue la práctica priorizada por la SPDA.

Este estudio de caso fue elaborado por la antropóloga Florencia Zapata y el geógrafo Pablo Dourojeanni

del Instituto de Montaña y se basa en información recogida en trabajo de campo por personal del

Instituto de Montaña y la SPDA, así como en información generada en trabajos previos del Instituto de

Montaña en la zona y en la revisión de fuentes secundarias.

Descripción y condiciones del sitio

Caracterización geográfica

Ubicación y extensión

Instituto de Montaña

6

La Comunidad Campesina (CC) de Huasta está localizada en el distrito de Huasta, provincia de Bolognesi,

departamento de Ancash, en el centro norte del Perú (ver figura 1). La CC se ubica en la vertiente

occidental de la cordillera de los Andes y tiene como límite superior (altitudinalmente) la cordillera

Chaupi Janca, divisoria de aguas entre oriente y occidente en la parte sur del departamento de Ancash.

La cordillera de Chaupi Janca es uno de los más relevantes elementos del paisaje de Huasta, su nombre

proviene del quechua y significa “cordillera del medio”, en alusión a su posición geográfica entre las

cordilleras Blanca y

Huayhuash.

La Comunidad de

Huasta forma parte

de vertiente

izquierda de la

cuenca alta del río

Pativilca y posee

una superficie de 29

027.78 hectáreas

(INEI, 1994).

Foto 1. Vista de la comunidad de Huasta (foto: Florencia Zapata, 2010)

Acceso

El acceso principal a la CC de Huasta desde la costa es por medio de la carretera Panamericana Norte (PE

1N) a la altura del kilómetro 200 en Paramonga y se vira a la derecha con dirección a Huaraz y el callejón

de Huaylas por la carretera nacional PE 16. Al llegar a la localidad de Conococha se llega a la carretera

nacional PE 3N. Unos diez kilómetros después de Conococha hay un pequeño desvío a la derecha con

dirección a la capital provincial de Bolognesi, Chiquián. Al llegar a Chiquián hay que seguir hacia la

localidad de Pampam, donde hay un cruce con otra carretera que en dirección Este se dirige al distrito

de Aquia y en dirección Sur se dirige a Huasta. Por la costa también se puede llegar usando una

carretera regional que se dirige hacia Cajatambo (LM 112) y que empalma con la carretera

Panamericana Norte un poco antes que la carretera nacional 3N antes mencionada.

Instituto de Montaña

7

Figura 1: Mapa de la CC de Huasta. Elaboración propia.

Pisos altitudinales

La CC de Huasta se ubica en una zona estrictamente montañosa, con altitudes que van desde los 2700 a

los 5400 metros sobre el nivel del mar. El relieve alterna laderas escarpadas y valles en “V” en la parte

baja (de 2700 a 3800 o 4000 msnm) con pocas áreas planas donde se practica la agricultura, ya sea en

los fondos de valle o en terrazas naturales. Además, gran parte de la agricultura se asienta en terrenos

con pendientes que varían de 5˚ a 60˚ aproximadamente. La agricultura se practica principalmente en la

zona Quechua y en la zona Suni (ver figura 2) según la tradicional nomenclatura propuesta por Pulgar

Perú

Instituto de Montaña

8

Vidal (1981). Para este trabajo se ha adaptado debidamente esta clasificación a las condiciones de la CC

de Huasta; de esta manera, las altitudes que fungen de fronteras entre las regiones han sido

ligeramente modificadas.

Encima de la zona Suni (de 3800 a 4800 msnm)

el relieve se suaviza por efecto de la erosión

generada por glaciares en los reiterados

periodos de glaciales que ha sufrido la cordillera

de los Andes en la época cuaternaria, formando

valles amplios en forma de “U”.

Cuadro 1: Porcentaje de Ecoregiones en el

distrito

Es en los fondos de estos valles y las laderas aledañas que se practica la ganadería extensiva ya que los

pastos y bofedales brindan la mayor cantidad de espacio para dicha actividad. Sin embargo, en las parte

más altas (encima de los 4800 msnm) las laderas se vuelven otra vez muy escarpadas y con escasa o nula

vegetación.

Siguiendo a Pulgar Vidal (Ibid.), por encima de la Puna se encuentra la Janca, en cuya parte baja

encontramos suelo desnudo, rocas y afloramientos rocosos de la roca madre con pequeños parches de

vegetación alpina. Más arriba, están los glaciares de la cordillera Chaupi Janca.

En la figuras 2 y el cuadro 2, a continuación, se detallan los pisos altitudinales del distrito de Huasta y las

principales actividades productivas asociadas.

Ecoregión Porcentaje del territorio de

Huasta

Quechua 12%

Suni 16.5%

Puna 68%

Janca 3.5%

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Figura 2: Pisos altitudinales del distrito de Huasta. Elaboración propia.

Zonas de producción

Piso asociado

Recursos Principales actividades productivas

Forma de acceso

Puna grande Puna

Praderas naturales, árboles, Polylepis y arbustos

Pastoreo mixto vacuno-ovino. Crianza de toros de lidia

Acceso temporal con permiso de la comunidad; posesión privada familiar no definitiva.

Ratay o temporal Suni

Praderas naturales, tierras aptas para cultivos en secano; arbustos. Plantación nueva de Polylepis

Pastoreo mixto vacuno-ovino; agricultura de secano de tubérculos andinos y gramíneas

Posesión privada (no definitiva) de pastos por familias o grupos familiares y posesión privada de chacras agrícolas. Posesión privada definitiva de pequeños fundos.

Regadío o zona baja

Quechua

Ladera con pasturas en

Pastoreo común, plantación de árboles de

Árboles de posesión privada; pasturas de uso

Instituto de Montaña

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secano; arbustos. eucalipto. común. Tierras de cultivo bajo riego.

Producción de alfalfa y, en menor medida, maíz y otros productos de panllevar para el autoconsumo. Crianza de vacunos para la producción lechera.

Posesión individual privada definitiva de chacras; chacras comunales bajo riego. Proceso de privatización de chacras bajo riego.

Cuadro 2: Pisos altitudinales del distrito de Huasta y principales actividades productivas asociadas.

Fuente: Neira (2009: 30)

Clima y estacionalidad

En Huasta las lluvias se concentran entre los meses de octubre y abril, mientras que las temperaturas

son relativamente constantes a lo largo del año, con una leve disminución entre mayo y agosto. La

precipitación anual promedio en Huasta es de 390 mm, con temperaturas mensuales promedio de entre

8 ºC en julio y 10 ºC en enero (IWMI, 2009).

Lo tipos climático-ecológicos presentes en la comunidad comprenden una secuencia gradual térmica

desde el patrón semi-frío a frígido, dependiendo principalmente de la altitud y posicionamiento

topográfico, que se hace evidente en temperaturas más calurosas en las partes bajas y en una mayor

sensación de frío en las zonas altas (Ruiz, 2010).

A continuación se muestran diferentes figuras que describen la estacionalidad en la CC de Huasta,

comenzando por la precipitación (períodos de lluvias/época seca) y temperatura: en la figura 3 se

presenta la precipitación y temperatura promedio mensual y en la figura 4 se muestra la cantidad de

días con ocurrencia de heladas en Huasta (IWMI, 2009).

Instituto de Montaña

11

Figura 3: Precipitación y temperatura en el pueblo de Huasta. Fuente: (IWMI, 2009).

Figura 4: número de días con ocurrencia de heladas en la CC de Huasta. (IWMI, 2009).

En el anexo 4 se ha incluido información sobre las fechas óptimas para visitas interesadas en los

impactos del cambio climático en Huasta.

Suelos

En Huasta se observan variaciones importantes en términos de la calidad agrológica --síntesis de la

propiedades de fertilidad, condiciones físicas, relaciones suelo-agua, características de relieve y

0 20 40 60 80

100 120 140

En Fe Mar Abr Ma Jun Ju Ag Sep Oct No Dec mes

mm º C

0

2

4

6

8

10

12

Precipitación Temperatura

0

5

10

15

20

25

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dec mes

# de días

HUASTA

Instituto de Montaña

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climáticas dominantes-- que determinan mayores potencialidades de ciertas zonas para la práctica de

actividades agrícolas, ganaderas, forestales o de conservación (Ruiz, 2010).

El estudio de suelos1

realizado por Ruiz (Ibid.) para determinar la Capacidad de Uso Mayor de las tierras

(CUM) --en el marco de una investigación exploratoria del sistema de producción agrícola-ganadero de

la comunidad—arrojó diferentes resultados según las unidades de estudio, tal como se resume en el

siguiente cuadro. No obstante, en términos generales los resultados para las diferentes zonas de estudio

refieren suelos con textura franco-arenosa y Ph ligera o moderadamente ácido.

Cuadro 3. Reporte de análisis de caracterización de suelos de las unidades de estudio

Fuente: Ruiz (2010), a partir de los resultados del Laboratorio de Análisis de Suelos de la UNALM

1 Se estudió desde el aspecto el suelo desde la óptica edafológica; es decir el estudio y análisis estuvo direccionado a la capacidad del suelo de influir en el desarrollo de las plantas, específicamente del pastizal y de los cultivos desarrollados en la comunidad campesina de Huasta. Cabe notar que el estudio no se hizo para toda la comunidad sino solo para la zona más baja.

2 La descripción de las clases de capacidad de uso mayor de suelos se detalla en el Anexo 2.

LAB Unidad

de Campo2

pH

CE CaCO3 MO P K Clase

Textural

CIC % Sat. De

Bases

(1:1) (1:1) % % ppm ppm

dS/m meq/100 g

7985 C2 6.45 0.3 0 9.1 13.5 542 Fr. A 22.72 96

7986 P1 5.83 0.1 0 9.65 2.9 142 Fr. A 13.6 68

7987 P2 5.54 0.27 0 4.76 5.5 171 Fr. A 14.72 80

7988 P3 6.25 0.11 0 4.14 1.6 28 Fr. A 16 88

7989 X 5.33 0.16 0 7.45 4 302 Fr. A 16.32 32

Instituto de Montaña

13

Caracterización socioeconómica y cultural3

Huasta: Comunidad y distrito

Si bien este estudio de caso se refiere a la Comunidad Campesina de Huasta, es necesario hacer una

referencia a la relación entre la comunidad y el distrito. Como señala Neira (2009: 11) el distrito de

Huasta originalmente coincidía territorialmente con la Comunidad de Huasta, con la excepción de unos

fundos de propiedad privada, pero con el paso del tiempo algunos anexos se separaron para constituirse

en comunidades independientes y, posteriormente, la Comunidad de Huasta a su vez recuperó diversos

territorios. Se dio así lo que Neira describe como “un proceso de fragmentación territorial de una

comunidad rural tradicional, y esto junto a un proceso de constitución de un una división política

distrital ‘moderna’” (Ibid.).

Cuadro 4. Información estadística general del distrito de Huasta

Fuente: INEI - Censos Nacionales 2007

3 Además de la información recogida en campo y los datos demográficos del INEI, esta sección se basa el documento “El patrimonio de Huasta. Diagnóstico de la Comunidad de Huasta: aproximaciones socioculturales”, un completo análisis elaborado por el consultor Eloy Neira (2009) para el Instituto de Montaña. Además, para la descripción de las actividades agropecuarias se ha consultado el informe de la “Investigación Exploratoria del Sistema de Producción Agrícola-Ganadero” de Huasta, realizada por el consultor José Ruiz (2010). Recomendamos la lectura de ambos textos a quienes estén interesados en profundizar la comprensión de las características socioeconómicas y culturales de Huasta.

Distrito HUASTA

Provincia BOLOGNESI

Departamento ANCASH

Dispositivo de Creación LEY

Nro. del Dispositivo de Creación S/N

Fecha de Creación 28/01/1863

Capital HUASTA

Altura capital (m.s.n.m.) 3365

Población Censada 2007 2425

Superficie (Km2) 387.91

Densidad de Población (Hab/Km2) 6.3

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Según Neira (2009), en base a los datos del Censo Nacional 2007 y a la información recogida durante su

trabajo de campo, el distrito de Huasta tiene 11 unidades territoriales y de gobierno de diverso nivel

(ver cuadro 4), con una distribución poblacional diferenciada: los centros poblados tienden a estar

ubicados en las zonas más bajas, cerca de las vías de acceso y al río Aynín, mientras que las zonas más

altas (ratay y puna grande) están menos pobladas permanentemente.

Unidades territoriales y de gobierno en el distrito de Huasta

Dis

trit

o de

Hua

sta

Nombre Definición Observación Huasta Comunidad 1. Huasta Centro poblado, Capital

2. Pampán Centro poblado 3. Rampón Caserío 4. Villalta Caserío 5. La Merced Caserío

Pomapata 6. Comunidad Centro poblado Pocpa 7. Comunidad Centro poblado Mahuay 8. Comunidad Centro poblado Machcus 9. Comunidad Centro poblado Quero 10. Anexo Centro poblado Quisipata 11. Anexo Centro poblado

Cuadro 5: Unidades territoriales y de gobierno en el distrito de Huasta. Fuente: Neira (2009)

Datos poblacionales

Dado que los datos demográficos oficiales están disponibles a nivel distrital, a continuación se describen

los principales indicadores demográficos para el distrito de Huasta y luego se incluye información

específica para la Comunidad Campesina. El anexo 1 presenta los indicadores demográficos del distrito

de Huasta comparados con los indicadores nacionales y regionales.

El distrito de Huasta

Según los Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda (INEI, 2008a), la población del

Distrito de Huasta es de 2425 habitantes y es principalmente urbana (66.4%), con un 74.9% de la

población económicamente activa dedicada a las actividades agropecuarias, ya sea como pequeños

productores minifundistas o peones. Hay una leve mayoría de hombres (50.7% versus 49.3% de

mujeres) y la edad promedio es de 31.3 años (el 39.4% es menor de 15 años).

Instituto de Montaña

15

De acuerdo al INEI (2010), la pobreza alcanza al 33.5% de la población, con un índice de pobreza

extrema de 8.6%.

Cuadro 6: Gráfico de la pobreza en Huasta. Fuente: INEI (2010). Elaboración propia

De acuerdo al informe del INEI (2006) basado en el Censo de Población y Vivienda 2005, el 96.1% de los

hogares de Huasta tienen al menos una necesidad básica insatisfecha, situación que contrasta con las

cifras a nivel nacional (50.6%) y de la región Ancash (61.3%).

En Huasta hay una Institución Educativa (IE 86223) que integra los niveles primario y secundario El

70.4% de la población de 6 a 24 años asiste al sistema educativo regular; con un 92.3% de asistencia

entre los niños y niñas de 6 a 11 años, que disminuye a un 87.7% entre los jóvenes de 12 a 16 años y a

un 25.9% entre los jóvenes de 17 a 24 años.

En cuanto a los niveles de analfabetismo, el 5.5% de la población mayor de 15 años es analfabeta, cifra

menor al promedio nacional (7.1%) y de Ancash (12.4%). No obstante, cabe notar que el índice de

analfabetismo masculino (2.5%) es inferior al femenino (8.7%).

Huasta cuenta con un único centro de salud básico, donde atienden un doctor y dos enfermeras solo

por la mañana. Para atenderse por la tarde, o ante cuadros de mayor gravedad, los pobladores deben

dirigirse a los centros de salud de otras localidades, siendo el más cercano el de Chiquián. Las

enfermedades más comunes son las respiratorias y gastrointestinales. Según el INEI (2008a), el 15.3% de

la población cuenta con Seguro Integral de Salud (SIS) y el 4.2% cuenta con ESSALUD.

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En cuanto al acceso a servicios básicos, según los Censos Nacionales 2007 el 61.2% de las viviendas

cuentan con electricidad pero solo el 21.7% cuentan con servicios higiénicos dentro de las viviendas a

través de la red pública de desagüe. Sin embargo, es notorio que solo el 3% de las viviendas tendrían

abastecimiento de agua a través de red pública de acuerdo a los resultados del censo.

Cuadro 7: Acceso a servicios básicos. Fuente: INEI (2008a). Elaboración propia

También cabe destacar que el 95.3% de la población del distrito utiliza la leña como principal fuente de

combustible para cocinar.

La Comunidad Campesina de Huasta

La Comunidad Campesina de Huasta tiene unos 200 comuneros empadronados, de los cuales están

activos 120 (Instituto de Montaña: 2009). Como explica Neira (2009:26-27), contestar la pregunta sobre

el número de pobladores de la comunidad “tiene múltiples respuestas dependiendo de si estamos

preguntando por comuneros empadronados y sus familias nucleares, o por comuneros empadronados y

sus familias extensas (con hijo/as con familia nuclear pero no empadronados), o por comuneros

empadronados y ciudadanos. Asimismo, la respuesta dependerá de hasta dónde extendamos el ámbito

territorial de la Comunidad de Huasta4

4 “Si bien legalmente Pampán pertenece a la Comunidad de Huasta en términos territoriales, en la práctica es una unidad autónoma; otro tanto sucede con Rampón. El caso de Quisipata y Qero es más claro todavía pues tienen el rango de anexos del distrito de Huasta” (Neira, 2009:27).

”. Entonces, como él mismo nota, el número de pobladores

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Viviendas con abastecimiento de agua (red pública dentro de la

vivienda)

Viviendas con servicio higiénico (red pública de

desagüe dentro de la vivienda)

Viviendas con alumbrado eléctrico (red

pública)

Instituto de Montaña

17

oscilará entre unos 650 habitantes si nos referimos solo a los comuneros activos y sus familias y 1775

habitantes si se incluye a toda la población que vive en el territorio de la comunidad (Ibid.). Por lo

demás, la información demográfica referida al distrito es también aplicable a la Comunidad.

Etnicidad

Según Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda (INEI, 2008a), el 97.4% de la población

tiene como idioma materno el castellano. Los pobladores de Huasta, mayoritariamente mestizos, no se

auto identifican con un grupo étnico en particular sino como campesinos5. No obstante, cabe mencionar

que según Robles (2005; citado por Neira, 2009:7) en la zona habitaron los “antiguos pastores llacuaces

de las altiplanicies, mientras que [la zona baja] representa a la etnia de los huaris, primitivos

agricultores, que con el tiempo se fusionaron con los llacuases y formaron la cultura Cajatambo,

conquistada luego por el Inca Pachacutec”. De hecho, tal como señala Neira, ya sea que existiera una

forma de organización previa o fuera impuesta con la invasión inca, “la región de Cajatambo se habría

convertido en un centro administrativo importante del Tawantinsuyo”. Posteriormente, las profundas

transformaciones que se dieron durante los períodos colonial y republicano marcados por la

aculturación forzada, así como los procesos migratorios y de mestizaje, explican la configuración

poblacional actual6

.

Principales actividades económicas: Ganadería y agricultura

Como se mencionó, el 74.9% de la población económicamente activa se dedica a la actividad

agropecuaria, en especial la ganadería, que ocupa a la amplia mayoría de la población. La ganadería se

ha ido orientando hacia la crianza especializada de ganado lechero en las partes bajas (para venta de

leche y producción de quesos) y la crianza de ovinos o rebaños mixtos de ovinos-vacunos en los demás

pisos de la comunidad.

5 Esta auto-denominación, que con diversos matices se extiende a lo largo de gran parte de la sierra peruana, tiene una explicación histórica y se remonta a la época de la Reforma Agraria durante el gobierno de Velasco Alvarado. Ver: Bonilla et al (1987), Mayer (2002) y Pajuelo (2000). 6 No se describe en este documento la historia de la ocupación de Huasta por no ser un tema de este estudio, pero pueden consultarse al respecto a Burga (2005), Neira (2009) y Robles Mendoza (2004 y 2006).

Instituto de Montaña

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Foto 2 (composición). Crianza de ganado y producción de quesos en Huasta (fotos: Florencia Zapata,

2010)

En los siguientes párrafos tomados de Ruiz (2010) se detallan las principales características de la

actividad agropecuaria en Huasta.

La ganadería constituye la principal actividad de la comunidad de Huasta, se caracteriza

principalmente por ser extensiva y mixta, conducida fundamentalmente por comuneros

individuales; sin embargo los animales vacunos principalmente utilizan en su alimentación

pastos comunales para la clases de animales jóvenes y en seca, mientras que las vacas en

producción se alimentan en potreros de pastos cultivados como la alfalfa y cultivos asociados

gramíneas leguminosa. Por su parte, los ovinos en su mayoría son criados en sistemas

extensivos y alimentados básicamente con pastos naturales en la zona alta, mientras que los

vacunos son criados en la zona baja y zona media y en menor escala en la zona alta. Asimismo

tenemos que señalar que los camélidos son escasos en la comunidad; también se cuenta con

los equinos como animales de carga para el traslado de cosecha y principalmente para el

traslado de leche (…) En el distrito de Huasta se tiene un importante mercado de la leche, que

es impulsado por los queseros, quienes son los intermediarios que compran la leche en el

campo y la trasladan al pueblo para la fabricación de quesos y proveer a las ciudades de

Chiquián, Huaraz y Lima. Este tipo de comercialización brinda al ganadero una importante

oportunidad de negocio, y favorece a un importante porcentaje de familias ganaderas e

impulsan la economía del distrito de Huasta. (…) En el distrito de Huasta, existen

aproximadamente siete fábricas de queso.

La agricultura que se desarrolla en el área de estudio de la comunidad campesina de Huasta

se caracteriza fundamentalmente por ser cultivos en secano y bajo riego; la magnitud de sus

cultivos son para autoconsumo y en menor escala para la comercialización, principalmente los

cultivos conocidos como primerizas, que son cultivados con fines comerciales. Los cultivos que

Instituto de Montaña

19

predominan en las partes altas son la papa, el olluco, la oca, mashua, habas; mientras que en

las partes medias y bajas desarrollan cultivos como habas, trigo, cebada, avena, y arvejas;

además predomina el cultivo del maíz blanco y de colores asociados con frijoles y

cucurbitáceas (calabazas). (…) La rotación de cultivos en las zonas intermedias y altas se inicia

sembrando primero papas, luego la oca, olluco, mashua y finaliza con trigo y cebada, periodo

después del cual descansa y se convierte en zona de pastoreo comunal. Las rotaciones siempre

son iniciadas con el cultivo de la papa porque este cultivo requiere de una prolija preparación

del terreno, abonamiento, fertilización, cultivo, aporque y cosecha que prácticamente prepara

el terreno para los cultivos posteriores.

Fuente: Ruiz (2010: 56, 65, 73, 75)

Campaña Agrícola Zona Baja Zona Media Zona Alta

Primera Papa Papa Papa nativa

Segunda Maíz Oca, Mashua, Olluco Descanso - Pastoreo

Tercera Habas Cebada - Avena Descanso - Pastoreo

Cuarta Trigo Descanso- Pastoreo Descanso - Pastoreo

Quinta Arvejas Descanso- Pastoreo Descanso - Pastoreo

Sexta Cebada Descanso- Pastoreo Descanso - Pastoreo

Cuadro 8: Rotación de cultivos por zonas en la comunidad de Huasta Fuente: Ruiz (2010)

En Huasta se realizan dos campañas agrícolas: la campaña grande, cuya siembra se realiza en octubre y

la cosecha en mayo; y la campaña chica, cuya siembra se realiza en septiembre y la cosecha en febrero

(IM: 2009).

A continuación se presenta el calendario agropecuario, festivo y de faenas (figura 5) y el calendario

anual de siembra, cultivo, aporque y cosecha en CC Huasta (cuadro 9).

Instituto de Montaña

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Figura 5: Calendario agropecuario, festivo y de faenas de la CC de Huasta (IM, 2011).

Mes Actividades

Enero: Siembra de cebada y trigo.

Febrero: Siembra de alfalfa, cosecha de campaña chica. Fiesta de carnavales, faena de

forestación.

Marzo: Barbecho de las chacras, celebración de semana santa.

Abril: Mejoramiento de pircas, faenas de limpieza de canales, caminos y reservorios.

Mayo: Cosecha de campaña grande: cultivos nativos. Celebración del día de la madre.

Junio: Riego de las partes bajas, maíz.

Julio: Cosecha de maíz. Celebración de las fiestas patrias.

Agosto: Feria ganadera. Fiesta patronal el 6 de agosto.

Setiembre: Preparación de terrenos en la parte alta. Siembra de campaña chica.

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Octubre: Siembra campaña grande

Noviembre: N/D

Diciembre: Festividad de Los Negritos.

Cuadro 9: Calendario anual de siembra, cultivo, aporque y cosecha en CC Huasta

Fuente: Neira (2009).

La producción agrícola tiene diversos destinos. Según la información brindada por los pobladores de

Huasta, un 50% es para autoconsumo, un 40% para el mercado y un 10% para semilla (IM: 2009).

Asimismo, los productores agropecuarios venden7

sus productos en diversas ferias y mercados:

7 La venta de animales (vacunos ovinos) en la feria de Huaraz se realiza los días lunes, jueves y sábados, con mayor intensidad en los mese de Abril-Mayo y agosto. Los quesos se venden todo el año a nivel regional y nacional. Precios de referencia: Ovino para carne S/.150.00 a S/.180.00 nuevos soles c/u Ovino para cría (corderos) de 120.00 a S/.150.00 nuevos soles c/u Vacuno para carne: S/.2,000.00 a 2,500.00 nuevos soles c/u Vacuno para cría -reproductores: s/. 6,000.00 nuevos soles c/u Queso: s/.12 a s/.13.00 nuevos soles el Kilo

Ítem Especies de cultivares Fecha de

siembra Cultivo o

deshierbo Aporque Fecha cosecha

1 Papa Jun- Jul Set - Oct

Agos - Set Nov- Dic

Set - Oct Ene - Feb

Dic - Ene Abr- May

2 Oca Jun - Jul Oct - Nov Dic - En Jun - Jul 3 Olluco Jun - Jul Oct - Nov Dic - En Jun - Jul 4 Mashua Jun - Jul Oct - Nov Dic - En Jun - Jul 5 Arvejas Dic - Ene Feb - no requiere Jun - Jul 6 Habas Set - Oct Nov- Dic Dic - Ene May - Jun 7 Trigo Ene -Feb Feb - no requiere Jun - Jul 8 Cebada Ene -Feb Feb - no requiere Jun - Jul 9 Maíz Set -Oct Nov - Dic Ene - Feb Jun - Jul

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Mes Lugar Tipo de feria Distancia Frecuencia

Agosto Chiquián Ganadera 40 minutos Una vez al año

Agosto Huasta Ganadera 1 hora Una vez al año

Septiembre Aquia Ganadera 40 minutos Una vez al año

Todo el año Huaraz Agropecuaria 2 horas y

media

3 veces por semana

Julio Huaraz Regional 2 horas y

media

Una vez al año

Cuadro 10: Mercados y ferias donde venden sus productos los productores de Huasta Fuente: IM (2009).

Organización, autoridades y niveles de gobierno

En Huasta encontramos los dos niveles de gobierno correspondientes al distrito y a la comunidad

campesina y ambos funcionan de acuerdo a lo previsto en la Ley. Sin embargo, Neira (2009:36-37)

propone que, prestando atención al proceso de división territorial de Huasta, también posible construir

otro modelo de niveles de gobierno partiendo de la familia nuclear, que es la unidad encarga de la

producción-reproducción básica de sus miembros; continuando con la familia extensa, donde se da un

segundo nivel de gobierno de recursos, ayudas mutuas, resolución de conflictos, abastecimientos

colectivos, etc., y que en los casos en que comparten praderas toman las decisiones sobre estas. Incluso,

cuando la extensión del territorio lo permite, encontramos que dos o más familias extensas pueden, por

ejemplo, establecer un “sitio” donde comparten el acceso a ciertos recursos (como humedales o

bosques) y toman decisiones en conjunto para su gestión, aunque manejen sus rebaños por separado.

Siguiendo a Neira, el siguiente nivel de gobierno sería el de los anexos de la comunidad, que tienen un

alto grado de autonomía, y luego sí ya la comunidad campesina8

y por último el nivel del distrito.

En cuanto a órganos de gobierno, en Huasta entonces encontramos la municipalidad distrital,

conformada por el concejo municipal y la alcaldía y que cuenta con dos órganos de gobierno adicionales:

el Consejo de Coordinación Local Distrital y la Junta de Delegados Vecinales Comunales. A su vez, los

órganos de gobierno de la Comunidad Campesina son la Asamblea General, la Directiva Comunal y los

Comités Especializados. La máxima autoridad comunal es la Asamblea, que tiene funciones normativas y

fiscalizadoras, siendo la Directiva Comunal el órgano responsable del gobierno y administración de la

8 Como señala Neira, en términos de gobierno la comunidad campesina se guía por un principio de descentralización, de autonomías relativas y de subsidiaridad; en la práctica, esto significa que en todo aquello en lo que, por ejemplo, la familia extensa puede gobernarse sola, no gobierna la comunidad (Ibid.).

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Comunidad. La Directiva está integrada por un presidente, vice-presidente, secretario, tesorero, fiscal y

los vocales. En el marco de la comunidad aún se realizan faenas comunales que se asignan en cada

reunión, como por ejemplo para subir el ganado a las zonas altas o la limpieza de canales. Finalmente,

también debemos mencionar al gobernador y a los tenientes gobernadores, representantes formales

del poder ejecutivo en la zona.

Situación de tenencia de la tierra: Posesión y propiedad

La comunidad de Huasta, al tener el título de propiedad de buena parte del territorio del distrito, tiene

la potestad de decisión sobre el destino y uso de su patrimonio. Es decir que, “si bien, en teoría, el

gobierno municipal puede establecer políticas de zonificación y cuidado del medioambiente, es muy

probable que estas no avancen sin el aval comunal” (Ibid.: 39). Dado que la propiedad de la tierra y otros

recursos comunales en un tema particularmente complejo, vale la pena transcribir la detallada

explicación que Neira hace sobre este particular.

Posesión privada, propiedad privada

Es necesario también distinguir entre estas dos categorías con el fin de evitar confusiones. En

Huasta, en la práctica operan dos sistemas jurídicos. Uno, que denominamos consuetudinario,

guiado por la costumbre y no escrito; y otro que se rige por las normas oficiales del estado

peruano. Para evitar confusiones, en este texto se emplea “propiedad privada” para referirse al

título que tiene una persona jurídica sobre un bien, el mismo que es respaldado por la

legislación peruana según procedimientos establecidos (Contratos, registros, etc.). En este

sentido el territorio de la Comunidad de Huasta es de “propiedad privada”, donde la titular es la

comunidad, y es ella, a través de las decisiones de su órgano de gobierno —asamblea y, en su

representación, su dirigencia—, la que puede decidir sobre la compra-venta de bienes de la

comunidad.

No obstante, al interior de la comunidad se reconoce también que ciertos terrenos —en

particular los ubicados en la zona baja de regadío— son de propietarios individuales, sean

comuneros o ciudadanos. Esto se debe entender dentro del derecho consuetudinario

mencionado; y aquí denominaremos a esta “propiedad” como “posesión privada”. En la

práctica, quienes tienen los títulos consuetudinarios sobre estas posesiones privadas, pueden

disponer de estos bienes, ya sea vendiéndolos, arrendándolos o transfiriéndolos en herencia, y

esto incluso con contratos hechos ante autoridades provinciales. Si bien este derecho se respeta

al interior de la comunidad y hasta a nivel provincial, no sucede lo mismo ante la sociedad

mayor. Estas posesiones privadas, por ejemplo, no pueden ser empleadas como garantías

bancarias u otro tipo de hipoteca.

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Como hemos visto, hoy en día estamos ante un proceso de “privatización” de “posesiones

privadas”, tanto de los terrenos en las zonas bajo riego como de las propias viviendas (terrenos y

viviendas que para el estado peruano no son “propiedad privada”). Este proceso de privatización

parcial de tierras comunales de posesión privada se está dando a través de COFOPRI Rural. Esto

dará como resultado que las familias, o algunas de ellas, sean comuneras con relación a los pisos

suni (secano) y puna (praderas), ya sea bajo la forma de posesión privada familiar de tierras

agrícolas o praderas, o mediante el “uso común” (véase más adelante) de las mismas (sobre

todo praderas de puna). Para lograr este doble estatus, la comunidad viene realizando un

“simulacro de venta” de sus tierras bajo riego a sus propios comuneros (respetando sus

posesiones privadas) y, emitiendo certificados de compra-venta; los nuevos propietarios

individuales están a la espera de su titulación y registro a través de COFOPRI. Se puede señalar

también que la estrategia descrita es una forma de contar con un título-respaldo para poder

beneficiarse de la oferta crediticia existente. Demás está decir, la zona de producción

privatizada es aquella donde se produce sobre todo para el mercado, y donde se puede

encontrar mayores innovaciones tecnológicas y la búsqueda de una mayor capacitación. Es

también la zona productiva para la cual existe la mayor oferta de programas de asistencia

tecnológica y de mercadeo, oferta provista tanto por las ONG especializadas como por

dependencias estatales, e incluso por la propia empresa privada dedicada a la comercialización

de productos agropecuarios.

Finalmente, añadimos que uno de los bienes que los comuneros y ciudadanos de Huasta tienen

como “posesión privada” son los árboles de Eucalipto ubicados en las laderas que rodean a la

zona urbana de Huasta. Estos árboles pueden ser negociados de diversa manera.

Posesión privada temporal

La diferencia entre esta categoría y la “posesión privada” del título anterior tiene que ver con la

temporalidad de la posesión privada. Mientras que el derecho consuetudinario reconoce como

“posesión privada” a perpetuidad de algunos bienes (los terrenos bajo riego, por ejemplo), y en

este sentido sus titulares no pierden sus derechos sobre los mismos por ausencia o alejamiento

de la comunidad, en el caso de la “posesión privada temporal” (que se da sobre todo en la zona

de secano), existe también la posibilidad de que el terreno revierta a la comunidad y esta pueda

entregarlo a otro posesionario. Es decir, estaríamos ante un caso en el que es el uso el que

define la continuidad de la posesión privada; al mismo tiempo, este tipo de posesión no

autorizaría su enajenación. No obstante, en la práctica se percibe que incluso en el piso

temporal se transita hacia un modelo de “posesión privada permanente”, dado el mayor

número de encerramientos y clausuras de los que comentan los comuneros, ciudadanos.

Una variante de esta forma de posesión privada temporal es la que se da en la zona de secano

(piso suni). En este caso lo que sucede es que durante el periodo descanso de los suelos, estos

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son utilizados como sitios de pastoreo por las familias a las que se les ha asignado dichos lugares

(como “posesión privada” para pastorear). Sin embargo, tras el periodo de descanso y cuando

comienza un nuevo ciclo de cultivos en el mismo lugar, los comuneros y ciudadanos “entran” a

producir en esos lugares como “posesión privada” durante un período de tres años (tres

rotaciones de cultivos). Es decir, de posesión privada de pasturas por algunas familias se pasa a

un período de posesión privada de tierras agrícolas por muchas familias. Es más, algunos

testimonios recogidos señalan que en estos terrenos “ya se sabe cuál es el terreno que te toca”.

“Pastos colectivos”

En las descripciones de las zonas de producción de las comunidades se suele denominar así a las

praderas ubicadas sobre todo en el piso puna, y la impresión general es que son de uso común,

“que cualquiera entra”. En la práctica en este piso se puede encontrar praderas que han sido

asignadas a familias individuales o extensas y que solo estas usan, como una forma de “posesión

privada”. En este caso, las familias suelen producir en este piso permanentemente. Es claro, las

decisiones productivas de estas familias no solo tienen que ver con las praderas sino también

con los otros recursos que se hallen ahí, incluidos los bosques naturales de queñuales.

Por otro lado, dentro de la zonificación comunal de las praderas del piso puna, existen también

las de ingreso temporal (unos meses al año), el mismo que es controlado por la autoridad

comunal. Este sería el caso más cercano a la noción de “pasto colectivo”; no obstante, existen

reglas de zonificación.

Fuente: Neira (2009: 20-22)

Procesos sociales contemporáneos

Al igual que en tantas otras regiones de la sierra peruana, en Huasta se viven importantes procesos de

cambio. Tal como señala Neira (2009: 13-16), los procesos sociales que mayor relevancia han tomado en

las últimas décadas incluyen la migración hacia la costa y otros pueblos o ciudades de la sierra; la

desterritorialización de la comunidad, vinculada al proceso de migración y que se refleja en que

“muchos líderes de opinión o personas con posibilidades de influir o movilizar recursos viven hoy fuera

de Huasta” (Ibid.: 14); la creciente urbanización al interior del distrito y la comunidad; la educación y

profesionalización de la población, que es una de las principales metas de los padres con relación a sus

hijos; los procesos de privatización de chacras comunales de posesión privada (ver págs. 16-17 en este

documento); la transición del control vertical del territorio hacia un control más horizontal9

9 “Junto con la privatización y la tendencia a la especialización productiva orientada al mercado, es posible percibir una pérdida relativa con respecto a una comprensión integral del patrimonio ecológico de Huasta (la lógica de control vertical) y el auge de lo que denominamos “control horizontal” por pisos. Si bien actualmente Huasta sigue utilizando sus tres zonas productivas, esto ya no significa que las familias controlen las tres zonas, ni que la comunidad organice de manera directa y permanente su aprovechamiento y conservación” (Neira, 2009:16).

, con una

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tendencia hacia la especialización por piso productivo; y la “descampesinización”, que se refiere a la

transformación de la economía campesina basada en la agricultura de subsistencia hacia otro tipo de

economías.

Con respecto a este último fenómeno, cabe mencionar que la “descampesinización” no solo se da a

causa de la migración definitiva y la proletarización de la mano de obra de los campesinos sin tierras o

recursos sino también que encontramos un proceso de “descampesinización” en el mismo campo. Como

señala Neira, “la producción de ganado mejorado realizando inversiones en pastos cultivados,

especialización en crianzas, crianza de reproductores o vientres, inversiones en animales PPP o PPC,

proyectos de riego, creación de asociaciones de ganaderos, etc., permiten pensar que estamos ante el

tránsito de economías campesinas basadas en la subsistencia hacia una de acumulación a cargo de

microempresarios rurales (productores agropecuarios o farmers)” (Neira, 2009: 15).

Por último también cabe señalar la presencia de la mediana y gran minería en la zona, así como la

actividad minera informal. Actualmente, la empresa minera Milpo se encuentra en la etapa de

exploración para el desarrollo de un proyecto minero que de implementarse impactará de manera

directa la puna de Huasta y generará o agudizará una serie de procesos sociales en la comunidad.

Además, también cabe mencionar a la empresa minera Antamina, que opera en la región y es una de las

mayores productoras de concentrados de cobre y zinc y una de las diez minas más grandes del mundo

en términos de volumen de operaciones; si bien no opera directamente en Huasta, su influencia se

siente de múltiples formas en el distrito. Por su parte, la minería informal también opera en la zona y ha

sido identificada como una de las principales amenazas a la conservación de uno de los bosques de

Polylepis mejor conservados de Huasta (IM, 2010a: 17).

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Mapa de actores sociales

A continuación se ilustran los principales actores sociales presentes en Huasta y su relación con la

Comunidad Campesina. El diagrama, que fue elaborado por un grupo de pobladores de Huasta durante

un taller facilitado por el Instituto de Montaña en marzo 2011 (IM, 2011) adjudica un tamaño y

ubicación a cada actor social respecto a la C.C. de Huasta (en el centro), lo que indica cuán “querida” es

cada organización (ver lista de siglas en el anexo 3)

Figura 6: Mapa de actores sociales y su relación con la CC Huasta

Comisaría Chiquian

Gob. Regional

Iglesia católica (catequista párroco de chiquian)

Agencia Agraria

UGEL Bolognesi

RENIEC

Fiscalía Chiquian

C. C HUASTA

Junta directiva Comité

de riego

JASS

Vaso de leche

APAFA

Org. Evangélica

Legión de María

Asociación crianderos

Comedor popular

ADRA

Hidrandina SIS

Municipalidad Distrital

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Ronderos

Centro musical

Juez de Paz

Gobernador del Distrito

Municipalidad provincial.

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Ecosistemas y recursos naturales

Unidades de paisajes andinos

De acuerdo al Atlas de los Andes del Norte y Centro (Jose et al., 2009c), la CC de Huasta se encuentra

dentro de dos de las grandes unidades de paisajes andinos: la puna húmeda y los valles interandinos. La

puna húmeda es característica de los Andes del Centro y se encuentra aproximadamente entre los 2000

y 6000 msnm. Su humedad varía considerablemente de acuerdo a la estación. La vegetación

característica está conformada por gramíneas, arbustos y cactáceas. En los valles interandinos

predominan las plantas leñosas cuyos troncos, generalmente, no sobrepasan los 4 o 5 metros de altura.

Se estima que gran parte de esta formaciones aparecieron como resultado de la alteración de los

bosques a causa de la agricultura, el pastoreo o la extracción de madera (Josse et al., 2009b).

Ecosistemas

Según el Atlas de Ecosistemas Andinos elaborado por la CAN (Josse, et al. 2009a y 2009b), existe una

gradiente de ecosistemas dentro de la CC de Huasta (ver figura 6): descendiendo desde la zona nival y

hasta llegar a la parte más baja de la CC se atraviesan nueve tipos de unidades distintas, cinco de las

cuales corresponden a los ecosistemas que se describen a continuación.

La zona nival (que no es un ecosistema en sí misma) se ubica en la parte más alta y se corresponde con

el sector superior de la Ecoregión Janca descrita por Pulgar Vidal (1981). Es una zona donde la

precipitación es principalmente sólida y existe una cobertura glaciar perenne. En esta zona no hay

vegetación alguna ni actividades humanas relevantes, excepto el ocasional escalador de montaña.

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29

Figura 7: Mapa de ecosistemas del distrito de Huasta. Adaptado del Atlas de Ecosistemas Andinos elaborado por la CAN (Josse, et al. 2009a)

Por debajo del piso nival y en orden altitudinal decreciente encontramos los siguientes ecosistemas:

• Vegetación Geliturbada Subnival de la Puna Húmeda: corresponde a la Ecoregión Janca de

Pulgar Vidal (Ibid.)y a la parte más alta de Puna. Es donde la escasa, pero muy especial,

vegetación alpina se asienta en suelos poco profundos y de formación reciente por el retiro de

los glaciares. La temperatura del suelo y del ambiente es por lo general inferior al punto de

congelación. Actividades humanas en esta zona son pocas pero pueden ser de gran impacto,

como por ejemplo la minería.

• Pajonal Altoandino de la Puna Húmeda: corresponde a grandes rasgos a la Ecoregión Puna

expuesta por Pulgar Vidal (Ibid.). La vegetación está compuesta, en su mayoría, por pastos de

diferentes tipos y ppor equeños parches boscosos donde predomina el género Polylepis. Hay en

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30

esta zona una intensificación en las actividades humanas tales como el pastoreo extensivo, la

tala de bosques, extracción de leña y plantas medicinales, quema de pastos y vías de

comunicación pedestres.

• Pajonales y Matorrales Altimontanos de la Puna Húmeda: también a grandes rasgos

corresponde a la Ecoregión Suni y parte de la Ecoregión Quechua de Pulgar Vidal (Ibd.). La

vegetación en esta zona es variada y existen pajonales, matorrales y pequeños parches de zonas

boscosas. Es a partir de esta zona donde las actividades humanas empiezan a modelar el paisaje

de manera más notoria debido a la agricultura, pastoreo de animales, pequeños (o medianos)

asentamientos humanos dispersos, vías de comunicación, canales, reservorios, torres de alta

tensión y sitios arqueológicos, entre muchas otras manifestaciones culturales.

• Bosques y Arbustales Montanos Xéricos Interandinos de la Puna Húmeda: este ecosistema se

encuentra aproximadamente en la parte baja de la Ecoregión Quechua y se caracteriza por ser

un ambiente menos húmedo y con vegetación rala y pocos árboles. Hay poca intervención

humana en esta zona debido a la escasez de agua.

• Para finalizar, la parte más baja de la CC corresponde al ecosistema Matorrales Desérticos

Montanos Noroccidentales, caracterizado por una vegetación tipo Yunga según Pulgar Vidal. La

actividad humana allí es también casi nula.

La clasificación de Josse et al. (2009a, 2009b y 2009c) también incluye cuerpos de agua, áreas

intervenidas y áreas pobladas, presentes en la CC de Huasta.

Recursos naturales

A continuación se describen los principales recursos naturales de la Comunidad de Huasta: agua, suelos,

pastizales y bosques. La descripción incluye su grado general de conservación, usos y presiones a las que

están expuestos.

Agua

El distrito de Huasta pertenece a la cuenca alta del río Pativilca, que desemboca en el océano pacífico

entre las localidades de Barranca y Pativilca. Las microcuencas existentes en el área de estudio son

Taulla Ragra, Huamanrin–Puncori y Shulan, todas ellas tributarias de la cuenca del río Pativilca. En estas

microcuencas discurren numerosos riachuelos, manantiales y ojos de agua que proveen el recurso

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31

hídrico de las zonas altas a las partes medias y bajas. Además, varios canales de riego permiten

aprovechar el agua de los principales manantiales de las quebradas; un conjunto de reservorios

completan la infraestructura hídrica en Huasta. A continuación se presentan las principales

características de las microcuencas y del sistema de canales y reservorios:

Microcuenca de Taulli Ragra • Esta vertiente cuenta con cinco ojos de agua, que en conjunto suman 10 l/s aproximadamente, distribuidos de la siguiente manera; Huaylanpuquio con 1.5 l/s, Laurel 1.0 l/s, Huampo 1.5 l/s, Hultucocha con 2.00 l/s, Cococha 3 l/s. Microcuenca de Huamanhuarin y Puncori • Esta microcuenca es una de las más importantes aportantes de agua a los chacras del distrito de Huasta, en conjunto aportan aproximadamente 13.0 l/s para el mes de junio, distribuidos de la siguiente manera; Riachuelo Huamanhuarin, con 6 l/s, Manantial Puncori con 3 l/s, y Manatial Ucrun con 3.5 l/s. Microcuenca Shulan • El Riachuelo de Shulan es la más importante fuente de agua del distrito. Su caudal para el mes de junio es de 23.3 l/s, el mismo que es compartido para la localidad de Huasta y para el sector de Pucush. Canales y reservorios Al ser el distrito de Huasta deficitario de fuentes de agua, han construido canales y reservorios con la finalidad de un mejor manejo del agua: • Canal de Shulan con un recorrido de 3.41 Km y un caudal aproximado de 25.5 l/s.

• Canal de Puytic con un recorrido aproximado de 0.9 Km, y un caudal aproximado de 8 l/s, para el mes de junio.

• Canal de Coris, fuente de agua del fundo Coris de propiedad de la comunidad, tiene un recorrido aproximado de 2 km., y su caudal es de 160 l/s. es alimentada con aguas del río Pativilca. Se recomienda su mantenimiento para reducir la perdida de gua así como para un uso más eficiente.

• Reservorio Leoncio Prado: Ubicado en el sector de Hultucocha, recoge agua del canal Shulan y su capacidad de almacenamiento es de 1206 m³.

• Reservorios de Huampo y de San Antonio: Ubicados cerca a la población y de capacidad pequeña, almacenan entre 38 a 70 m³ e irrigan zonas cercanas.

Fuente: Ruiz (2010:98-99)

Como parte de su estudio, Ruiz (2010) analizó la calidad del agua de las principales quebradas y canales.

En todos los casos los análisis arrojaron que las aguas pueden ser usadas para riego de cultivos --si bien

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32

en la mayoría de los casos presentan niveles ligeramente altos de salinidad-- y en todo tipo de suelos

(Ruiz, 2010: 21-35).

Sin embargo, más allá de la buena calidad del agua, una de sus principales preocupaciones de los

poblaores de Huasta es la poca disponibilidad de agua, en especial durante la época seca que va de

mayo a octubre. Como señalan Neira (2009) y Ruiz (2010), este es el problema productivo más

apremiante en la comunidad.

Foto 3. Vista del reservorio Leoncio Prado, el mayor depósito de agua del distrito de Huasta (foto: José Ruiz, 2010).

Las zonas bajas y medias de la comunidad dependen de la provisión de agua de las zonas altas. Como

indica Ruiz (2010), la “cosecha de agua” en las zonas altas se basa principalmente en la infiltración del

agua proveniente de la temporada de lluvia, que alimenta la napa freática; por lo tanto, el manejo que

se brinde a los pastizales y bosques en la zona alta influirá en la calidad y volumen de agua en la zona

media y baja. En los últimos años las autoridades están priorizando la construcción de represas y canales

de riego para mejorar el abastecimiento del agua, que sigue siendo insuficiente.

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33

Tanto Ruiz (2010) como Neira (2009) coinciden en que si bien los huastinos vienen realizando grandes

esfuerzos para mejorar su disponiblidad de agua en la zona de regadío, en particular a través de las

obras que ejecuta el gobierno municipal, es necesario introducir nuevas mejoras y contar con una visión

integral del problema del agua así como definir políticas de largo plazo en el distrito y específicamente

en la comunidad. Como señala Neira, “si bien la Municipalidad viene realizando acciones con el fin de

encarar esta limitación (para unos ejemplos, véase recuadro), estas acciones están focalizadas en la zona

baja y todavía no han pasado a formar parte de un plan distrital de manejo y cuidado del recurso

hídrico” (Neira, 2009: 47-48).

Algunas obras municipales referidas al cuidado del recurso hídrico

• Mejoramiento de canales de riego Huasta

• Mejoramiento canal de riego Quisipata

• Mejoramiento canal Pomapata - Ullcococha

• Mejoramiento canal de riego Mahuay

• Mejoramiento de mini represa - La Merced

• Mejoramiento de reservorio - Villalta

• Mejoramiento de reservorio - Huasta

• Mejoramiento de reservorio - Machcos

• Construcción de alcantarillado -Pocpa

• Construcción de alcantarillado - Quero

• Ampliación sistema de agua potable - Rampón

Cuadro 10: Algunas obras municipales referidas al cuidado del recurso hídrico (año 2007) Fuente: Revista Informativa 01-2007. Gobierno local de Huasta. Informe económico Huasta 2007. Tomado de Neira (2009:35)

Las deficiencias hídricas obligan a los hustinos a desarrollar una agricultura en secano que abarca el 70%

de las áreas potenciales para la agricultura y solamente el 30% de las áreas cultivables cuentan con

riego, estas últimas generalmente están destinadas al cultivos de forrajes como la alfalfa y asociaciones

de pastos cultivados (ryegrass) con trébol para la alimentación del ganado vacuno de leche (Ruiz, 2010).

Además, la limitada disponibilidad de agua repercute en las posibilidades de crecimiento de la crianza de

vacunos y la consiguiente producción de leche, lo que a su vez afecta la industria de lácteos del distrito,

que dinamiza también a otros sectores y es fuente de trabajo e ingresos para muchas personas. En

conclusión, tal como señala Neira (2009:49), en Huasta “es necesario recuperar una ‘visión vertical’ de

su territorio, una que permita comprender que el problema del agua en el piso bajo empieza (o podría

tener solución) en la puna grande”. La recuperación de esta visión se ve facilitada por una serie de

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medidas que ya pone en práctica la comunidad --prácticas de rotación de cultivos y de descanso de

suelos la en la zona de temporal o ratay, así como un calendario de acceso, rotación de pastoreo de

rebaños y reglas sobre tenencia de ganado equino en la puna grande (Ibid. y ver también capítulo IV)--

pero necesita de más acciones para la conservación y buen manejo de las zonas altas complementadas

por medidas para el mejor aprovechamiento del agua en las zonas media y baja.

En cuanto al agua para consumo humano, los huastinos señalan que la fuente es el manantial Shulan-

Huaylapuquio y que el agua recibe tratamiento a base de cloro a cargo de una directiva de agua potable

(IM: 2009). Además, en el centro poblado disponen de dos pilones públicos y de sistema de desagüe.

Suelos

Tal como se indica en la sección de caracterización geográfica, en Huasta se observan variaciones

importantes en términos de la calidad agrológica --síntesis de la propiedades de fertilidad, condiciones

físicas, relaciones suelo-agua, características de relieve y climáticas dominantes-- que determinan

mayores potencialidades de ciertas zonas para la práctica de actividades agrícolas, ganaderas, forestales

o de conservación (ver página 12).

Como señala Ruiz (2010), los suelos de la comunidad campesina de Huasta tienen zonas definidas por el

uso tradicional que desarrollan, incluyendo áreas de pastoreo, zonas agrícolas y pequeñas superficies

boscosas. Las principales conclusiones de su estudio, para el aspecto de suelos, se detallan a

continuación:

• En la comunidad de Huasta se encontró que el 4.48 % de los suelos son aptos para cultivos,

el 30.56% califican aptos para pastos y 64.97% califica como protección.

• Por la calidad agrologica clasifican como C210

• Por la calidad agrologica clasifican como C3, una extensión de 88.98 hectáreas y representa

el 3.345 del área del estudio. Por tanto requieren de prácticas intensas de manejo y de

conservación de suelos

, una extensión de 30.37 hectáreas y representa

el 1,14%. Es decir que estos suelos requieren de prácticas moderadas de conservación de

suelos.

10 La descripción de las clases de capacidad de uso mayor de suelos se detalla en el Anexo 2.

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35

• Por la calidad agrologica clasifica como P1, en una extensión de 250.67 Has. y representa

9.40% del área de estudio. Estos suelos son aptos para todo tipo de cultivo de pastos y

requieren de mínimas prácticas de manejo y conservación de suelos.

• Por la calidad agrologica alcanzan la clasificación de P2, en una extensión de 355.23 Has. y

representa 13.32% del área estudiada, y requieren de moderadas prácticas de manejo y

conservación de suelos

• Asimismo por su calidad agrologica alcanzan la clasificación P3, en una extensión de 208.89

Has. y representa el 7.83% de la comunidad, y requieren intensos programas de manejo y

conservación de suelos.

• Los suelos de protección abarcan 1732.29 Has., y constituyen el 64.97% del área estudiada.

Áreas que no deben ser usufructuadas por la comunidad

• Existen cinco sectores de conflicto en una extensión aproximada de 236.09 Has., y

representan el 8.85% del área estudiada, debido a que califican como áreas de protección,

que sin embargo están siendo utilizadas como zonas de pastoreo,

• Recomendamos implementar programas de capacitación en manejo y conservación de

suelos, a cargo de la escuela campesina de ganadería de la UNALM, debido a que la

topografía del territorio comunal obliga a mantener programas de conservación de suelos.

Fuente: Ruiz (2010:12-20 y 97)

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36

Pastizales

Los pastizales constituyen la vegetación natural que crece en los campos de la comunidad de Huasta,

están formados por asociaciones de gramíneas, hierbas y arbustos y son el principal alimento que

disponen los animales en las zonas altas. Recordemos que en cuanto a la ganadería, en Huasta

predomina la crianza extensiva: para el caso de la crianza de ovinos es extensiva en pastizales comunales

y para el caso de vacunos es extensiva en terrenos comunales y en pastos cultivados privados.

En Huasta, los pastizales comprenden cuatro tipos de vegetación: arbustos, pajonales, bofedales y

césped de puna. El cuadro a continuación detalla las principales especies de plantas para cada grupo:

Tipo de vegetación Principales especies

Nombre científico Nombre común

Arbustos

Baccharis latifolia Chilca

Minthostachys mollis Muña

Robus robustus Zarzamora

Senna versicolor Chipi

Pajonal

Festuca inarticulata Chiligua

Calamagrostis antoniana Hatun Porke

Stipa ichu Ichu

Calamagrostis rigida Huaylla ichu

Césped de Puna

Achiachne pulvinata Ucushcasha

Liabum ovatum Mula pilli

Werneria nubigena Condor cebolla

Calamogrostis vicunarum Crespillo

Bofedales

Distichia muscoides Kunkuna

Alchemilla pinnata Sllu Sillu

Azorella diapensoides Champa cruz

Werneria pigmaea Puna pilli

Hipochoeris taraxacoides Pilli

Cuadro 11: Especies de pastos comunes por tipo de vegetación Fuente: Ruiz (2010:57)

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37

A partir de un estudio realizado en más de 2600 Ha de la comunidad, Ruiz (2010) llegó a los siguientes

resultados sobre las características y condiciones de los pastizales de la comunidad:

• Las áreas de pastoreo comprenden 934.14 hectáreas y comprenden 35% del área estudiado.

De esta superficie 476.41 hectáreas son arbustos, 280.24 hectáreas son pajonales, 140.12

hectáreas son bofedales y 37.3 hectáreas son césped de puna, y comprenden el 51%, 30%,

15%, 4% respectivamente.

• En el área de estudio se identificaron aproximadamente 95 especies de plantas, que

corresponden a 24 familias.

• La calificación general los pastizales de la comunidad de Huasta es que son aptos para

vacunos como primera opción y en segunda opción para ovinos.

• En cuanto a la condición de los pastizales para vacunos, se encontró que 30.37 Ha son de

condición buena, 339.65 Ha son de condición regular y 564.12 Ha son de condición pobre;

mientras que los pastizales para ovinos en 281.04 Ha son de condición regular y en 653.1 Ha

son de condición pobre.

• La tendencia de los sitios de pastizales estudiados para vacunos y para ovinos es en un 50%

estable y en otro 50% en proceso de degradación. Esto indica que la comunidad debe

implementar estrategias para mejorar la condición de los pastizales.

• La capacidad de carga hallada para el área en el estudio es de 217 unidades animal para

vacunos y de 748 unidades animal para ovinos. En el área estudiada se observa una intensa

crianza de vacunos y lo cierto es que la capacidad de carga se muestra mayor a primera

impresión; sin embargo, hay que señalar que se ve compensada con los cultivos de alfalfa,

pastos asociados bajo riego y los residuos de cosecha.

• Se recomienda implementar programas de mejora de pastizales con la finalidad de mejorar la

condición y tendencia de las praderas del distrito.

Fuente: Ruiz (2010:36-47 y 99-100)

Bosques

Si bien la actividad forestal no tiene mayor relevancia económica en el distrito de Huasta, las áreas

forestales son de gran importancia ya que proveen madera y leña y cumplen un rol ecológico clave al

proteger las laderas de los cerros para evitar los deslizamientos de terreno, sobre todo en épocas de

lluvias, además de colaborar en la regulación y retención del agua y aportar materia orgánica y

nutrientes, entre otras importantes funciones.

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En la comunidad campesina de Huasta las zonas forestales están compuestas por árboles nativos y

árboles introducidos o exóticos. Los árboles nativos se desarrollan en dos zonas: la zona alta,

caracterizada por la presencia del quenual (Polylepis spp.) y el quishuar (Buddleja incana), y la zona

media y baja, donde crecen principalmente el aliso (Alnus jorullensis) y el sauco (Sambucus peruviana).

Ya en su visita a la zona a fines del siglo XIX, el naturalista Antonio Raimondi destacaba que “Lo que hace

a la meseta de Huasta más pintoresca son los grupos de árboles de sauco y aliso (Sambucus peruviana y

Alnus acuminata) diseminados entre las casas” (Raimondi, 1873; citado por Neira, 2009:12).

Dado que la reforestación con quenuales es una de las actividades priorizadas del proyecto coordinado

por la SPDA, la situación e importancia de los bosques de quenuales se tratarán de manera detallada en

los capítulos III, IV y V.

Los arboles exóticos observados en la comunidad campesina de Huasta son principalmente eucaliptos

(Eucaliptus globulus) y en menor proporción pinos (Pinus radiata) y cipreses (Cupressus spp.), estas

últimas más como árboles ornamentales. La madera de eucalipto es muy apreciada para la construcción

y principalmente para leña, que es usada extensamente como combustible, tanto para uso doméstico

como para producción de lácteos en las queserías (Ruiz, 2010).

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Foto 4. Bosques de eucaliptos en las laderas de acceso y parte alta de Huasta (foto: Ruiz, 2010)

Algunos pobladores mencionan que las plantaciones con eucalipto se iniciaron en las décadas de 1950-

1960 y que en los año de 1970 se inició la reforestación con cipreses (comunicación personal). En la

actualidad, desde hace 5 años trabajan con Agrorural en la reforestación de eucaliptos.

Principales problemas ambientales derivados de las variaciones climáticas

Efectos documentados de las variaciones climáticas en la región y en la CC de Huasta

El calentamiento global está elevando la temperatura gradualmente en la región. Los registros históricos

de los últimos 150 años indican que la temperatura global ha aumentado entre 0.2 y 0.6º centígrados

con respecto a una media calculada entre los años 1961 y 1990 (IPCC, 2007; Bates et al, 2008). Todos

los escenarios proyectados por diferentes modelos climáticos a nivel mundial indican un aumento de la

temperatura en el futuro (IPCC, 2007). A pesar que no existen modelos detallados para la zona, varias

proyecciones regionales (a nivel de América del Sur) indican tanto un aumento en la temperatura como

un ligero aumento en la precipitación (IPCC, 2007; Bates et al, 2008). Además, la ocurrencia de eventos

extremos viene en aumento. Eventos tales como lluvias torrenciales, sequias, heladas y días calurosos

son percibidos por la población local. La alteración de los patrones tradicionales de lluvia es evidente

para los pobladores de la CC de Huasta (entrevistas personales, 2011).

Los efectos más llamativos de la elevación de la temperatura en la región Ancash son la desglaciación, el

retroceso de los glaciares e inclusive su desaparición en algunos casos. Estos efectos son además los que

mejor se han estudiado, teniendo un registro de más de tres décadas. La institución del Estado que se

dedica a esta labor es la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos, ubicada en la ciudad de Huaraz. Esta

institución ahora depende la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y ha publicado recientemente el último

inventario de glaciares de la Cordillera Blanca, que se ubica directamente al norte de la CC de Huasta, a

solo unos 5 kilómetros de distancia en línea recta. Lo que está ocurriendo en los glaciares de la cordillera

Blanca es exactamente lo mismo que lo que ocurre en los glaciares de la cordillera Chaupi Janca (o

cordillera de Huallanca) ubicada, en parte, en la cabecera de los ríos que fluyen por la comunidad. La

siguiente cita del Inventario de Glaciares Cordillera Blanca ilustra perfectamente el escenario actual:

“transcurridos más de 30 años desde el primer Inventario de Glaciares, han desaparecido 141 glaciares,

todos ellos con una superficie menor a 1km²; 112 glaciares han experimentado procesos de

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fragmentación, y la masa glaciar total cuantificada en la década del 70 se ha reducido hasta en un 27%

(195.75km²). El 65% de los glaciares muestra un índice de recesión de moderado a crítico, y son los

glaciares de superficie mayor a 1km² los de menor recesión” (ANA, 2011).

Además del reciente inventario publicado, la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos mantiene un

monitoreo continuo del control de frente de 6 glaciares, 4 de ellos desde el año 1948 y dos desde 1980:

“Durante el periodo 1948-1976 (28 años) el retroceso promedio anual de estos glaciares [los 4 glaciares

monitoreados desde 1948] fue de 8.2 mts (…) Durante el último periodo, 1977-2009, [33 años] el

retroceso promedio anual [de los 6 glaciares monitoreados] fue de 19.12 mts, lo cual muestra la

aceleración del fenómeno [de retroceso glaciar] en la cordillera Blanca.” (ANA, 2010).

Para la cordillera Chaupi Janca se han hecho algunos estudios al respecto, en especial en el flanco

oriental (aquel que está en el lado del distrito de Huallanca, justo detrás de Huasta). El último estudio

hecho entre el año 2008 y el 2010 indica lo siguiente: “En Setiembre del 2009, al revisar los resultados

del balance de masas de este glaciar, encontramos un balance negativo con una pérdida de medio millón

de m3 de agua en ese año, y una reducción de espesor de 2 a 5 mts. en la zona de ablación.” (Morales,

2011). A pesar de que las mediciones de la Unidad de Glaciología y las de Morales son de parámetros y

unidades diferentes --control de frentes/masa glaciar (mts/%) y espesor del glaciar (en m3 y mts de

espesor)-- de todas maneras se puede inferir que la reducción de los glaciares en la cordillera Chaupi

Janca es dramática, en especial porque son glaciares de pequeña extensión.

Los fenómenos relacionados al derretimiento, retroceso y fragmentación de glaciares son básicamente

tres: la formación de lagunas glaciares, el desprendimiento de fragmentos de hielo y el relativo aumento

de los caudales en los ríos que provienen de los glaciares. La formación de lagunas, en conjunción con el

desprendimiento de fragmentos de hielo sobre ellas, es potencialmente muy peligroso, pudiendo

generar el quiebre de los diques naturales de las lagunas y un desbordamiento de estas que, si generan

avenidas de agua, lodo y piedras, pueden afectar a poblaciones asentadas aguas abajo. Casos de estos

fenómenos abundan en la Cordillera Blanca siendo el caso más sonado el de la laguna Palcacocha,

ubicada sobre la ciudad de Huaraz (comunicación personal con Cesar Portocarrero, ANA, 2011).

Lamentablemente no se tiene ningún dato sobre lo que está ocurriendo en la cordillera Chaupi Janca en

relación a estos fenómenos.

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Efectos de las variaciones climáticas percibidos por la población de la CC de Huasta

Durante las visitas de campo realizadas por los equipos del IM y la SPDA en los meses de marzo, junio y

septiembre del año 2011, y en base a varios estudios elaborados a pedido del Instituto de Montaña

(Neyra, 2009; Ruiz, 2010), se han podido registrar en la CC de Huasta numerosas manifestaciones

asociadas al cambio climático. Además, el IM realizó una encuesta entre finales del año 2009 e inicios

del 2010 en varias localidades de Ancash, incluyendo Huasta, a fin de registrar los conocimientos y

percepciones de los pobladores sobre el cambio climático (IM, 2010b). En esta sección se presentan los

testimonios y percepciones de los pobladores de Huasta recogidos durante las encuestas y entrevistas

con relación a las variaciones climáticas. Los resultados de la encuesta y los nombres de las personas

entrevistadas se detallan en los anexos 3 y 4 respectivamente. Los testimonios corresponden a las

entrevistas realizadas durante la visita del equipo de la SPDA a Huasta en el mes de junio (SPDA, 2011a

y 2011b).

Los pobladores de Huasta coinciden en que el clima está cambiando. Durante la encuesta realizada por

el IM en el año 2009 (IM, 2010b) más del 95% de los encuestados manifestó que había observado

cambios en el clima en los últimos años, siendo los cambios más notorios el aumento de la temperatura,

cambios en los patrones de lluvias, sequías, frío intenso y heladas y el retroceso de los glaciares y

nevados. Los testimonios también dan cuenta de estos cambios:

“Anteriormente, en los años cuando yo me instalé en esta comunidad era muy diferente todavía el

clima a lo actual que estamos percibiendo. Actualmente el clima es bastante cambiado, pocas

lluvias, poco viento, escasez de pastos y poca agua.” (Aníbal Loyola)

“Ahora se está notando más la helada y más el frío.” (Máximo Jara) “…anteriormente veíamos nomás habían seis meses de invierno, ahora ya no está habiendo de

esos seis meses de invierno, es poco ya ahora, entonces las nevadas inclusive ya se van

deshelando, ya se van secando, entonces los puquiales también ya se van secando muchos. Por

ejemplo yo tengo una estancia donde vivíamos donde ya no existe el puquial, entonces lo cual

mucho está cambiando el clima, la calor es inmensa. (…) los glaciares cuando estaba chico

realmente vemos cerros allí al frente nomás donde vivimos, estaba cubierto totalmente de

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nevaditos, de nevada, lleno, lleno… ahora ya se va deshelando y ya van quedando cerros

negros… entonces ya va desapareciendo prácticamente.” (Edmundo Morales Cano)

“El frío sí es bastante, antes no era tanto, ahora es mucho, mucho hielo” (Cira Velásquez

Valderrama)

Los pobladores también advierten con mucha alarma el retroceso de los glaciares que coronan la

cordillera Chaupi Janca y la notoria variación en el régimen de lluvias al que ellos estaban

acostumbrados: las precipitaciones ya no se presentan en los períodos usuales y eso afecta sus cultivos

en secano y al pasto para sus animales, perjudicando también los ingresos de las familias.

“Todos los cerros estaban cubiertos de nevados. Y ahora ya la media parte se ha derretido, ya no

es igual” (Santosa Alba Zavaleta)

“En la tarde se desprenden esos nevados y caen en cantidad” (Marilda Julca Montes)

“Por ejemplo en los pastos, poca lluvia, no hay como deben ser los pastos y duran menos tiempo.

En los meses de octubre, noviembre entonces hay bastante escasez de pasto y a veces en esas

épocas los animales comen lo que se llama el garbanzo que es un pasto muy malo para los

animales. (…) Cuando los animales consumen este pasto prácticamente hay pérdida de animales

y cuando hay pérdida de animales pues hay pérdida de economía. No hay un ingreso económico,

prácticamente estás perdiendo. Esos animales a veces mueren, por ejemplo el ganado lechero en

las punas, el ganado no da leche como debe de ser, inclusive a veces los becerros nacen y

mueren, entonces es pérdida de economía, pérdida de trabajo.” (Aníbal Loyola)

Asimismo, los pobladores mencionan que hay un incremento marcado de la temperatura en la época de

lluvias (verano austral), especialmente en los días despejados. Este hecho fue manifestado por la

población en reiteradas oportunidades, refiriendo también que lo mismo ocurre con la sensación

térmica en la época seca (invierno austral): “…El sol quema y nos tenemos que proteger de él…”

manifestó el secretario de la CC de Huasta al ser entrevistado. De acuerdo a los testimonios, eventos

extremos tales como lluvias torrenciales, fuertes vientos, heladas y granizadas también se están

manifestando con mayor frecuencia en la comunidad.

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“Anteriormente te digo que cuando era más chico, más pequeño, notaba que no había

afectación del viento pero hoy en día ya en el centro poblado donde vivimos en el distrito más

abajo, ha habido inclusive el año pasado, como una tornada, ha destechado casas. Están

viniendo y afectando en la cual también vemos, ¿no? Pero mucho tiempo que he sido pequeño

no he visto eso. Inclusive yo me quedé asombrado que las casas todas, totalmente las pusieron al

piso. Y ahora en este mes también, igual ya está sucediendo. Sí, ya se va acercando en serio los

meses de junio, julio, agosto, dan miedo ya.” (Edmundo Morales Cano)

Igualmente, la gran preocupación sobre algunos cultivos tradicionales y los pastos también fue varias

veces reiterada. Las habas, papas y otros tubérculos andinos tradicionalmente sembrados en la zona alta

sufren de enfermedades tales como la rancha o no maduran bien. La desaparición de algunas plantas y

animales también fue señalada, tal es el caso de los sapos en las inmediaciones de los puquiales

(comunicación personal, 2011).

“…más antes me recuerdo sembrábamos papas nativas sacábamos 20, 30 sacos, pero ahora ya

cuando sembramos sin el abono de las ovejas ya no produce ya y sacamos a veces 5 sacos, 3

sacos, así nomás.” (Marilda Julca Montes)

“…la naturaleza que actualmente estamos viviendo me parece que ha afectado a toda la

comunidad en el distrito de Huasta en cuanto a nuestra producción de nuestros productos… en

cuanto a las papas, en todos los cereales. Y también en cuanto a los animales, en los pastos, que

es muy escaso.” (Aníbal Loyola)

“Sí, es poco agua. En los años anteriores era más abundante el agua, había por ejemplo cantidad

de trucha en todos los ríos, cantidad de trucha, pero ahora ha bajado, ya poca trucha hay.”

(Marilda Julca Montes)

“Cuentan nuestros antepasados que había seis meses de lluvias y que no había nada, ni

enfermedad de las plantas ni de los sembríos y todo era natural, pastos en abundancia, todo era

bueno11

11 Tal como se sugiere luego, sería conveniente cotejar los testimonios con fuentes documentadas de la época.

” (Raquel Fernández)

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En todos los casos hay una coincidencia en que la mayor preocupación de la población es la falta de

agua, especialmente por el desabastecimiento de agua en los puquiales (manantiales), algunos de los

cuales ya se han secado o han disminuido su flujo considerablemente en los últimos años debido a los

cambios en los patrones de lluvias.

“Sí, había más agua, es que… llovía pues seis meses, en agosto, setiembre comenzaba la lluvia

hasta marzo abril. Ahora llueve en invierno tenemos dos meses bien dado la lluvia… tres meses,

eso no aumenta las aguas, arriba lo que tiene que filtrar las aguas, poco agua. Más en agosto

esto baja más poquito.” (Máximo Jara)

“…más antes llovía pues seis meses. Seis meses de invierno y seis meses de verano. Ahora ya no

ya, poco ya se está alejando… tres meses… mínimo, cuatro meses, mínimo, entonces hay más

verano, hay más calor. Es por eso que también nuestros pastos naturales ya no duran, la

sequedad más consume y nuestros animales a veces ya en tiempo de mayo, junio, julio ya están

verdaderamente ya careciendo de pasto” (Edmundo Morales Cano)

“Sí, me recuerdo cuando era niña, la lluvia era de seis meses de lluvia y seis meses de verano.

Pero ahora los últimos tiempos ha cambiado porque hay poca lluvia, las cordilleras, los nevados

se están derritiendo…” (Marilda Julca Montes)

“Porque hay varios que riegan y no alcanza el agua. Poco agua. A veces una vez al año regamos

porque es poquita agua” (Cira Velásquez Valderrama)

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La población también ha identificado la recurrencia cada vez más marcada de ciertas enfermedades

tales como neumonía, tos, gripe y diarrea. A continuación se muestra en el cuadro 12 lo que la población

identificó como cambios ocurridos en las últimas tres décadas y algunas acciones tomadas al respecto

(IM, 2011).

AÑOS FENOMENO

1980-1990 1990-2000 2000-2010 Efecto (Medidas que está tomando la comunidad)

Temperatura TEMPLADO Clima normal

MUCHO CALOR Y FRIO MUCHO FRIO Demasiada variación del clima en forma brusca. (No tirar basura y evitar quema)

Lluvias SOLO NUBES, tiempo normal.

POCA LLUVIA con sequias 90-91 verano prolongado.

La lluvia en los últimos años genera desastres, huaicos, derrumbes, desbordes de los ríos. Desastres en caminos de herraduras.

Vientos VIENTOS NORMALES No hubo vientos fuertes.

En el año 2000 hubo vientos muy fuertes.

Heladas Heladas continúas, con variación por años.

Heladas continúas, con variación. Helada masiva que produjo pérdida de semillas, a inicio de los 90’s.

HELADAS DEMASIADO FUERTES con pérdida de cosechas. Muchas lluvias y neblinas enferman con rancha a las plantas.

Desastres Huaicos. Desbordes de ríos. Tierra removida.

Huaicos por tierras sueltas en Shulan. Derrumbe Pomkori

No hubo o S/D

Enfermedades humanas

Tos, fiebre, gripe, neumonía. (Campañas preventivas, vacunas y tratamientos)

Diarrea, fiebre, gripe, dolor de estómago, neumonía, cólicos. (Campañas preventivas, vacunas)

Con más intensidad: Neumonía, gripe, toz, cólera, diarrea. (Campañas de sanidad, desparasitación, vacunas)

Enfermedades de las plantas

Rancha, papas y ortiga. (No se hizo nada porque no hubo medios)

Quema por heladas, maíz cultivos, pastos, etc. (No se puede controlar porque es la naturaleza)

Roya en paltas, saucos, chancor. Quema por heladas. (Se está realizando investigaciones)

Enfermedades de los animales

Pedera, neumonía, conjuntivitis, fiebre aftosa, angina. (Campañas de sanidad)

S/D Septicemia, pediculosis o piojera, carbúnculo, neumonía con mayor intensidad. (Campañas sanidad, preventivas, tratamientos, capacitaciones sobre sanidad)

Desglaciación Permanecido. (Forestación nativa, Quenuales, Alisos,

Mayor desglaciación. (Forestación, pinos, eucaliptos, cipreses.

Con más intensidad el retroceso glaciar. (Reforestación, Quenuales, Cipreses. Capacitaciones, talleres

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Pino, Ciprés. Cuidar y conservarlo)

Conservación y manejo de pastizales)

de conservación)

Agua Cantidad de agua normal, suficiente para todos. (Trazos para la irrigación, estudios)

Bajó la cantidad del caudal de algunos ríos, manantiales, ojos de agua. Bofedales secados. (Construcción de reservorios)

Menos agua y mayor demanda. (Solicitud de mejor uso del agua del comité de regantes. Reglamento de agua. Construcción de canales. Mejoramiento de reservorio)

Plagas P. loritos y/o pulgones, Gusanera de la papa. (No se hizo control alguno)

P. loritos o pulgones, ratones, ratas, polilla de la papa. (Con fumigación desaparecieron las ratas)

P. loros choclo, pulgones de alfalfa, gorgojo.

Cuadro 12: Tres décadas de cambios en algunos fenómenos identificados por la CC de Huasta. Entre paréntesis se señalan acciones tomadas por la comunidad. Fuente: IM (2011). Con respecto al cuadro anterior, al parecer la década de 1980 es la que población identifica como

“normal” y los niveles de temperatura, lluvias, vientos, heladas, desglaciación y agua son aceptables. Es

en las décadas siguientes que las alteraciones empiezan a manifestarse. Las heladas en especial, al igual

que la abundancia de agua y la desglaciación, son llamativas en el cuadro anterior.

Si bien es muy valioso poder contar con este tipo de información, recogida en un taller en el cual

participaron más de 20 personas de diferentes edades y género, cabe destacar que es estrictamente

referencial. Fue validada por los participantes al ser consensuada conjuntamente, sin embargo sería un

trabajo interesante poder cotejar esta información con fuentes documentadas de la época. Por ejemplo,

la desglaciación sí se puede cotejar y el retroceso acelerado de los glaciares en las últimas dos décadas

coincide con lo descrito por los pobladores de la CC de Huasta. Sin embargo, al ser entrevistados ellos

expresan que las enfermedades (humanas, de plantas y animales) y plagas se han incrementado en las

últimas décadas, situación que no se muestra claramente en el cuadro, sino que pareciera que estos

fenómenos se han dado con la misma intensidad en las tres décadas.

De todas maneras, lo que sí se evidencia en el cuadro claramente es la capacidad de tomar medidas al

respecto de ciertos fenómenos. En los temas de agua, plagas y enfermedades se manifiestan varias

acciones tomadas en las últimas dos décadas, tales como estudios, construcción e reservorios, canales

de regadío, campañas informativas, de vacunación y de fumigación. Este tema se verá con más detalle

en el capítulo IV.

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Proyecciones de impacto

Esta sección se ha elaborado tomando a las preguntas incluidas en el “Documento de Orientación para

Actividades de la Primera Fase del Proyecto” proporcionado por la SPDA. Las respuestas se basan en los

testimonios de la población recogidos durante las visitas de campo y en un taller facilitado por el

Instituto de Montaña en marzo de 2011 (IM, 2011):

a. ¿Qué tipo de impactos climáticos son previsibles o comprobables?

• Erosión de suelos agrícolas por lluvias torrenciales.

• Escasez de agua por falta de precipitación, infiltración y recarga de los acuíferos.

• Pérdida de terrenos de cultivo y cultivos por deslizamientos, derrumbes o huaicos

(aluviones).

• Lluvias torrenciales que pueden generar derrumbes y huaicos que pueden afectas otras

zonas (caminos, casas).

• Truenos (rayos) que pueden generar muertes de animales o personas.

• Heladas que pueden malograr los cultivos, pastizales y generar escasez de pastos.

• Sismos que pueden generar derrumbes (nota: los pobladores también identificaron los

sismos como un fenómeno climático).

• Sequias que pueden generar escasez de pastos y pérdida de cultivos.

• Deshielo de los glaciares, que puede generar escasez de agua y huaicos (por

desprendimiento de glaciar en lagunas de las alturas o lagunas recientemente formadas por

el deshielo que pueden ser inestables).

b. ¿Cuán intensos parecen estos impactos (problemas)?

La percepción de la población es que la intensidad de estos impactos se está acrecentando. La

escasez de agua es un tema principal. De los impactos mencionados arriba, la mayoría está

estrechamente relacionada al tema del agua (o precipitación). Solo los sismos y las heladas no

tendrían relación con el agua.

c. ¿Cómo se focalizan estos impactos y qué actividades y medios de vida pueden ser o ya están

siendo afectados?

La población básicamente ha identificado a sus actividades y productos agrícolas como los principales

afectados por el cambio climático. La relación de impactos se muestra a continuación:

• Algunos productos están desapareciendo (kiwicha, quinua, alverja, lima)

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• Enfermedad para el maíz (neblina, helada, rampa)

• Enfermedades para el ganado.

• Muerte de algunas plantas naturales a causa del quicuyo.

• Los arboles no crecen bien, se secan de adultos.

d. ¿Quiénes son posiblemente los principales afectados y más vulnerables?

Los principales afectados son todos aquellos pobladores de la CC de Huasta que viven en la

parte baja de la comunidad debido a que la mayor escasez y demanda de agua es en la parte

baja. De acuerdo al censo de población del año 2007 (INEI, 2007) existen 2425 habitantes en

todo el distrito de Huasta y 1059 viven en la parte baja, en los centros poblados de Huasta (681

personas), Rampon (77 personas) y Pampam (301 personas). Esto suma un total de 1059

personas, casi la mitad de toda la población del distrito de Huasta. Si tomamos en cuenta que la

CC de Huasta no abarca todo el distrito de Huasta sino solo casi la mitad del mismo, se puede

decir que la mayoría de la población de la CC de Huasta se vería afectada por el cambio

climático.

Las familias más vulnerables son las de menores ingresos, las que dependen principalmente de

la agricultura de subsistencia y aquellas cuyas actividades no están diversificadas.

Bosques de Polylepis: su importancia, conservación y manejo

Los bosques de Polylepis: localización, distribución y principales características

Actualmente, a altitudes por encima de los (3000-)3500 m, la vegetación de los Andes

centrales está dominada por zonas agrícolas, pastizales y zonas arbustivas. Los árboles son

escasos y están mayormente representados por especies introducidas de los géneros

Eucalyptus y Pinus. Los bosques naturales son aún más raros y están comúnmente restringidos

a localidades especiales, como laderas rocosas o quebradas. Estos relictos de bosque son

dominados por especies del género Polylepis”

Kessler (2006:110)

En los Andes, por encima de la línea de bosque (unos 3500 msnm), e incluso en altitudes que superan

los 4500 msnm, es posible encontrar parches de bosques de quenuales (Polylepis), también conocidos

como queñoa, queñua o quinawiro, entre muchos otros nombres locales. El género Polylepis, que

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pertenece a la familia Rosacea, es endémico de los Andes e incluye entre 15 y 28 especies (Kessler,

2006: 111; Fjeldså y Kessler, 1996).

Los árboles del género Polylepis se caracterizan por poseer una corteza compuesta por múltiples láminas

delgadas y por tener hojas pequeñas y resinosas, que no son sino adaptaciones admirables a los hábitats

fríos y áridos de los altos Andes (Ibid.). La mayoría de los árboles, cuyos troncos inclinados y ramas de

formas retorcidas también son característicos, crecen de 5 a 10 m de altura, aunque algunas especies

pueden superar los 25 metros (Kessler, 2006).

Foto 5 (composición). Detalle de la corteza y hojas y una vista de un bosque de Polylepis (fotos: Florencia

Zapata, 2008 y 2010)

Los bosques de Polylepis representan la vegetación natural de una gran parte de los Andes desde

Venezuela hasta Chile y Argentina, a altitudes entre 3500 m y 5000 msnm. La distribución actual de

estos bosques es muy fragmentada y se limita mayormente a parches y relictos boscosos en sitios de

difícil acceso. “Hasta hace pocas décadas, este patrón de distribución fue considerado como natural,

interpretando laderas rocosas y quebradas como microhábitats favorables para el desarrollo de

Polylepis” (Weberbauer 1911, Troll 1929, Koepcke 1961, Simpson 1979, 1986; citados en Kessler, 2006).

Sin embargo, estudios posteriores atribuyen la extensión limitada y la fragmentación de los bosques de

Polylepis a la presión de las actividades humanas durante miles de años, en especial el sobrepastoreo, el

manejo de pastizales a través de la quema y la tala (Fjeldså y Kessler, 1996; Kessler, 2002 y 2006). No

obstante, estudios recientes de polen fósil muestran fluctuaciones en la abundancia y continuidad de

estos bosques antes de la expansión humana en los Andes, indicando que los factores climáticos podrían

generar cambios bruscos en la vegetación y ser también la causa de la disminución de la superficie de

estos bosques (Gosling, 2009).

Instituto de Montaña

50

Los partidarios de la teoría del impacto humano en la distribución actual de los bosques de Polylepis

calculan que en la actualidad solo queda un 5% de la superficie de estos bosques en los Andes (Fjeldså y

Kessler, 1996; Fjeldså, 2002; Kessler, 2002 y 2006). Para el Perú, Fjeldså y Kessler estimaron que la

superficie remanente de bosques de Polylepis es de solo unos 1000 km², que representa apenas un 3%

de su área de expansión potencial. Específicamente para el ámbito que comprende las Cordilleras Blanca

y Huayuash –que incluye la zona de Huasta— estos mismos investigadores calculan el área actual de

bosque de Polylepis en unos 200 km²; aunque “el área potencial en esta zona es muy grande, tal vez

tanto como 12000 km², lo que significa que solo queda menos del 2%”12

(Fjeldså y Kessler, 1996:149).

Ecología de los bosques de Polylepis

Las condiciones ecológicas de los bosques de Polylepis se pueden caracterizar principalmente en

relación a condiciones de temperatura, humedad y suelos. Debido a su localización a grandes

elevaciones en los Andes, los bosques de Polylepis están sujetos a amplias fluctuaciones diurnas

de temperatura, comúnmente con diferencias de 20-30°C entre las temperaturas máximas del

día y las heladas nocturnas. Estas fluctuaciones representan un estrés enorme para las plantas.

Sobre todo a altitudes por encima de los 4.000 m, la gran mayoría de las especies muestra

adaptaciones a temperaturas bajas. Estas pueden ser morfológicas como las gruesas cortezas de

Polylepis y el crecimiento en cojines en Azorella o fisiológicas como la resistencia al

congelamiento que también se observa en Polylepis.

Kessler (2006:114)

Si bien las especies del género de Polylepis son los árboles dominantes en estos bosques, hay también

un número importante de otras plantas asociadas, incluyendo especies arbóreas y arbustivas e incluso

musgos, bromeliáceas y algunos helechos (Kessler 2006). Además, los bosques de Polylepis representan

hábitats naturales de una gran variedad de mamíferos, aves e

insectos, incluyendo numerosas especies endémicas y algunas de las

especies de aves más raras del mundo (Fjeldså, 1995; Fjeldså et al.,

1999; citado por Kessler, 2006; Sevillano et al., 2011). Como indican

Fjeldså y Kessler, una característica importante de los bosques de

Polylepis es que “la diversidad biológica está altamente agregada en

áreas reducidas, lo que probablemente refleja condiciones

ecoclimáticas estables y especiales en estos lugares” (Fjeldså y

Kessler, 1996: 16).

12 Traducción de los autores.

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51

Foto 6. Colibrí rayo de sol brillante (Aglaeactis cupripennis), una de las aves que habita los bosques de Polylepis (fuente: IM, 2010c)

Importancia de los bosques de Polylepis

Tal como señalan numerosos especialistas, los bosques de Polylepis representan uno de los ecosistemas

más amenazados del mundo, aunque cumplen un rol central en la ecología altoandina como hábitat de

muchas especies de plantas y animales, formación de suelos, retención y regulación de agua, protección

de cabeceras de cuenca y como importante fuente de recursos para los habitantes locales (Fjeldså,

2002; Fjeldså y Kessler, 1996; Herzog et al., 2002; Kessler, 2002 y 2006; Sevillano et al., 2011).

Entre los principales atributos y servicios ecosistémicos de los bosques montanos andinos, entre los que

se encuentran los bosques de Polylepis, Fjeldså y Kessler (1996: 31-36) y Kessler (2006) destacan:

• Incremento de la precipitación y retención de la humedad atmosférica en el área de bosque:

Aunque la relación lluvias-bosques es un fenómeno aún poco estudiado, según los autores hay

cada vez más evidencias que sustentan esta hipótesis.

• Almacenamiento de agua: los bosques retienen el agua en la vegetación y el suelo y la van

liberando lentamente. Grandes cantidades de agua son captadas por los musgos presentes en

los bosques y por el suelo, siendo muy importantes para mantener esta función la materia

orgánica y la materia mineral características del suelo de los bosques. Cabe notar que si bien en

zonas áridas la vegetación puede consumir más agua de la que libera, en regiones más húmedas

el “efecto esponja” es positivo (Fjeldså y Kessler 1996:32) (ver más sobre este tema en el

capítulo V).

• Regulación del flujo del agua: al retener la humedad y regular la escorrentía, los bosques ayudan

a liberar el agua lentamente, disminuyendo los picos de los caudales de agua y colaborando a

que haya más agua disponible en la época seca.

• Control de erosión: gracias a su cobertura vegetal, los bosques protegen al suelo del viento y la

lluvia evitando su erosión, a la vez que potencian la estabilidad del suelo. Además, “algunas

especies de Polylepis germinan en suelos desnudos, cubriendo así las zonas cuyos riesgos de

erosión son más altos” (Ibid.: 33).

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52

• Retención de sedimentos y nutrientes: los bosques no solo producen materia orgánica sino que

además retienen los sedimentos y partículas que provienen de zonas más altas, conservando así

nutrientes que van liberando lentamente

• Producción de madera: para muchas comunidades altoandinas los bosques de Polylepis son una

fuente importante de leña y madera para herramientas y construcciones, si bien esta situación

ha ido cambiando en aquellas comunidades que disponen de bosques de pino y eucalipto.

• Productos no maderables: las extremas condiciones ambientales (bajas temperaturas bajas y

periodos secos prolongados) en el ámbito de los bosques de Polylepis han favorecido la

evolución de especies de plantas con propiedades útiles para el hombre, como por ejemplo

tubérculos o plantas con propiedades medicinales, por lo cual “más de la mitad de las especies

de plantas en estos bosques es utilizada por los habitantes locales, aunque muchas de éstas

están en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat” (Kessler, 2006: 110).

Además, muchas comunidades dependen de los bosques de Polylepis para alimentar al ganado

en la época seca y también cabe mencionar que numerosas plantas de estos bosques tienen uso

ritual (Fjeldså y Kessler, 1996: 34). Igualmente, en estos bosques es posible hallar plantas

aromáticas y con potencial para extraer aceites esenciales (Ibid.).

• Microclima: la cobertura boscosa reduce la alta radiación solar característica de los altos Andes y

a la vez evita la pérdida de temperatura durante la noche, logrando así un microclima más cálido

y menos propenso a las heladas. Estas características no solo son aprovechadas por la fauna que

reside en los bosques sino también por las poblaciones que utilizan los árboles de Polylepis para

prácticas agroforestales (Ibid.).

• Salud: el suelo de los bosques, caracterizado por su alto nivel de materia orgánica, ayuda a filtrar

el agua, eliminando impurezas y mejorando así la calidad del agua que se usa para consumo

humano, consumo de animales y riego (Ibid.).

Además de los ya mencionados, otros servicios y valores de los bosques de Polylepis que cabe destacar

incluyen:

• Captura de carbono: Aunque las investigaciones sobre la capacidad de captura de carbono de

estos bosques son aún preliminares, un estudio realizado en bosques secundarios en los Andes

ecuatorianos (Fehse et al., 2002) ha permitido calcular que la productividad (expresada como la

acumulación anual de biomasa sobre la superficie) en un bosque de Polylepis incana puede ser

de hasta 15 toneladas métricas de materia orgánica por año a los 6 años de plantado (Ibid.:14).

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53

A su vez, análisis hechos sobre estos resultados indicarían que un bosque de Polylepis puede

fijar hasta 2 toneladas de carbono por hectárea por año (Hofstede y Aguirre, 1999: 39). Lo

sorprendente de estos resultados es que las cifras son comparables a las de bosques tropicales

que crecen en zonas más bajas, lo que indicaría que tasas altas de captura de carbono son

posibles a grandes altitudes en zonas andinas (Fehse et al., 2002: 22).

• Biodiversidad: En la sección descriptiva se hizo mención a la diversidad de flora presente en los

bosques de Polylepis, que incluye especies silvestres de los cultivos andinos domesticados como

la papa, la oca y el olluco, así como plantas medicinales y de uso ritual. También es destacable la

diversidad de fauna: mamíferos, insectos y especialmente aves. Como se sabe, las aves son

indicadores clave de diversidad biológica y en el caso de los bosques de Polylepis Fjeldså y

Kessler listan 120 especies de aves, muchas de ellas endémicas (Fjeldså y Kessler, 1996:77-87).

Como señalan otros autores, esto podría representar incluso el 57% de las aves endémicas de

los Andes (Recharte et al, 2002: 790)

En síntesis, como señalan Fjeldså y Kessler, aunque aún faltan datos y mayor investigación las evidencias

indican que el valor total de los bosques de Polylepis (incluyendo los valores de uso tanto directos como

indirectos, así como los valores de no-uso) gracias a los servicios que brindan excederían largamente lo

que se gana al convertir los bosques en áreas agrícolas o de pastoreo (Fjeldså y Kessler: 1996: 35-36).

Los bosques de Polylepis en Huasta

En el caso de Huasta, la superficie de bosque de Polylepis es de solo el 3.65% del área del distrito,

aunque se estima que de acuerdo a su potencial el distrito podría haber estado cubierto en hasta un

90% de su territorio por bosques (Dourojeanni, 2010: 51). Sin embargo, aun siendo una superficie

pequeña, es significativamente mayor a las áreas de bosques de distritos vecinos como Aquia o

Huallanca (ver cuadro), hecho que se explicaría por su historia de crianza intensiva de ganado

relativamente reciente y por su baja actividad minera en el pasado13

(Ibid.: 84-93).

13 La minería de carbón en la zona se señala como una de las causas de la tala de bosques de Polylepis (Ibid.).

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Distrito Área (ha) Área de bosque (ha) Porcentaje del territorio cubierto

de bosque

Aquia 43519 719 1.65

Huasta 39810 1455 3.65

Huallanca 77021 45 0.05

Cuadro 13: Áreas distritales y de bosque y porcentajes de área de bosque por distrito. Fuente: Dourojeanni (2010: 38)

Figura 8: Mapa de los parches de bosques de Polylepis (en rojo) en el distriro de Huasta. Fuente: Dourojeanni (2010: 39)

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55

De acuerdo a la evaluación de la biodiversidad de los bosques de Polylepis que realizó ECOAN (2005) en

Huasta y otros tres distritos vecinos, en esta zona hay cuatro especies de Polylepis: Polylepis

weberbaueri, Polylepis sericea, Polylepis incana y Polylepis peipei, siendo Polylepis weberbaueri la

predominante (ECOAN, 2005).

El estudio de ECOAN incluyó la evaluación de trece bosques de Polylepis, dos de ellos ubicados en el

distrito de Huasta: los bosques de Winco y Jupaymarca. En total, el estudio identificó un total de 59

familias de plantas, con 386 especies, de las cuales se encontró una nueva especie del género Senecio.

También se identificaron 91 especies de aves y un total de 19 órdenes y 62 familias de artrópodos

terrestres. Además, se capturaron 168 ejemplares pertenecientes a 7 especies de mamíferos pequeños,

incluyendo una nueva especie para la ciencia perteneciente al género Akodon (Ibid.).

Un estudios más recientes fueron realizados por el Instituto de Montaña en otro bosque de Polylepis

localizado en la comunidad de Huasta, el bosque de Jurao, (IM, 2010: 14; Castro, 2010), que tiene una

extensión de 767 hectáreas. Debido a la envergadura de sus árboles, gran presencia de materia orgánica

en el suelo, muy bajo porcentaje de mortandad, alta densidad y alto ritmo de regeneración, el estudio

concluyó que se trata de un bosque que se encuentra en muy buen estado. Específicamente, el estudio

recogió importante información sobre la flora, incluyendo una gran abundancia de plantas útiles: los

comuneros de Huasta reconocieron 28 especies

útiles, principalmente por su uso como medicina

en humanos y animales además de otros usos

como alimento, adorno y mordientes para

teñidos (Ibid.). Además, el estudio destaca la

abundancia de especies de fauna especialistas

de Polylepis, en particular aves, algunas de las

cuales son reconocidas como especies de

importancia para la conservación.

Foto 7. Bosques de Jurao (Foto: IM. Fuente: IM,

2010a)

En cuanto a la valoración y al uso de los bosques por parte de la población, Neira (2009) señala que,

salvo las familias que integran los comités forestales y a las que nos referiremos más adelante,

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56

pareciera no haber una marcada preocupación por parte de la población con relación a los bosques de

Polylepis ni una asociación entre los bosques y la conservación del agua o los suelos (Neira, 2009: 72).

Esta apreciación coincide con la encuesta realizada por el Instituto de Montaña en los años 2009 y 2010,

en la que ninguno de los encuestados identificó la deforestación como un problema ambiental

prioritario, aunque llamativamente un 24% sí señaló la reforestación de bosques de quenual como una

medida de adaptación al cambio climático (IM, 2010b; ver Anexo 3).

Neira también indica que con excepción de algunas familias de las partes más altas o del caserío La

Merced, los pobladores de Huasta ya no usan los bosques de Polylepis como fuente de leña sino los

bosques de eucalipto ubicados más cerca del pueblo (Neira, 2009: 72); si bien menciona que varias

personas recordaban que antes la tala de Polylepis “incluso estaba calendarizada y ritualizada” (Ibid.).

También señala que “una persona clasificó las especies de Polylepis en términos de ‘macho’ y ‘hembra’,

agregando que la especie macho es durísima y muy difícil de cortar, mientras que la especie hembra

sería propicia para la tala” (Ibid.).

En cuanto a las principales amenazas para la conservación de los bosques de Polylepis en Huasta, hay

que mencionar la minería, tanto informal como formal (esta última en fase exploratoria), el

sobrepastoreo asociado a las quemas no controladas de pastizales (IM, 2010a) que aún son vistas por

los pobladores locales como una

manera de renovar las pasturas

durante la época seca, la

extracción de leña y cortezas.

Foto 8. Leña proveniente de un bosque de Polylepis en Huasta (Foto: P. Dourojeanni. Fuente:

Dourojeanni, 2010).

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57

El proyecto Polylepis

Entre los años 2004 y 2009 el Instituto de Montaña implementó el proyecto “Corredor de conservación

de Polylepis en el sur de los Conchucos“, también conocido como Proyecto Polylepis14

. El proyecto tenía

como meta restaurar y conservar la biodiversidad andina altamente amenazada, mejorando el estatus

de bosques de quenual (Polylepis sp.) a través del apoyo a las comunidades que los restablecen y

mantienen. Sus objetivos eran: (1) conectar y aumentar la superficie de los parches de bosques de

quenual y (2) crear un ejemplo de trabajo para lograr la restauración y manejo de los bosques de

Polylepis involucrando a las comunidades locales.

El proyecto se implementó en dos departamentos: Ancash y Huánuco; en los distritos de Aquia, Huasta,

San Marcos (Challhuayacu), San Pedro de Chana (comunidad de Ayash) y Pachas y Llata (comunidad de

Taparaco).

Una de las principales estrategias del proyecto consistió en la firma de acuerdos de conservación con

pobladores de las comunidades involucradas, a través de los cuales se comprometían a la conservación y

ampliación de los bosques recibiendo a cambio diversos incentivos, tales como ganado mejorado,

cocinas mejoradas, semillas de pastos, etc. El proyecto también incluyó un fuerte componente de

investigación y difusión.

Algunos de los principales resultados del proyecto incluyen:

• Firma de 12 acuerdos de conservación con 226 familias participantes.

• 127,300 quenuales plantados en zonas adyacentes a bosques nativos de quenuales.

• 7 organizaciones de base cuentan con cocinas mejoradas.

• Evaluación de biodiversidad de 13 bosques de quenuales.

• Nuevas especies registradas para el Perú: 1 roedor, dos insectos y una planta.

• 50 has de pastos naturales sembrados y mejorados.

• Valor agregado a la producción lechera (manjar-blanco, alfajores, yogurt).

14 Esta sección fue elaborada a partir de diversos documentos del proyecto: IM et al. (2004), IM (2009b, 2009c y 2010a) y Schaub (2009).

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58

• Educación y difusión de la importancia de los bosques a través de acciones de comunicación

(radio, títeres, escuelas).

• La iniciativa de crear el área de conservación privada (ACP) en Huasta

La comunidad de Huasta se integró al proyecto en el año 2007. Para ello los interesados conformaron un

comité forestal que se dividió en grupos que trabajaban de manera autónoma pero manteniendo

permanente el contacto y la comunicación entre ellos. Durante el proyecto trabajaron siete grupos y en

la actualidad cuatro de ellos aún continúan.

Figura 9: Ubicación de las plantaciones de Polylepis realizadas en Huasta en los años 2008-2009. Fuente: IM (2009b)

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59

Como parte de las actividades del proyecto, los comités forestales fueron capacitados en diversas

técnicas de reforestación, incluyendo reproducción por esquejes, estacas y acodos aéreos (ver la

descripción de la técnica en el capítulo IV).

Foto 9. Socio del Proyecto Polylepis alistando una rama de quenual para aplicar la técnica de

reforestación (Foto: IM. Fuente: IM, 2009b)

Además de las acciones de reforestación y conservación de los bosques, los acuerdos de conservación

en Huasta incluyeron la siembra de pastos y la crianza de ovinos mejorados como apoyo a las familias

participantes.

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Foto 10. Socio del Proyecto Polylepis en Huasta mostrando uno de los ovinos mejorados adquiridos con

el proyecto (Foto: IM. Fuente: IM, 2009b)

Respuestas desde los conocimientos y tecnologías locales

Esta sección describe las principales prácticas y tecnologías vigentes en Huasta, tanto ancestrales como

contemporáneas, relacionadas con el manejo de la biodiversidad, de los recursos naturales y la agro-

biodiversidad que tienen potencial para la adaptación al cambio climático. Los datos provienen de la

información recogida durante las visitas de campo realizadas por los equipos del IM y la SPDA en los

meses de marzo, junio y septiembre del año 2011 y los testimonios corresponden a las entrevistas

realizadas durante la visita del equipo de la SPDA a Huasta en el mes de junio (SPDA, 2011a y 2011b).

Asimismo, esta sección presenta tanto las explicaciones técnicas basadas en la observación de los

profesionales del proyecto y fuentes secundarias como los testimonios de los pobladores.

Descripción de las técnicas y tradicionalidad de las tecnologías

Nuestras culturas ancestrales fueron capaces de reconocer su medio y adecuarse a él, tomaron en

cuenta las características de las tierras altas, intermedias y bajas para crear numerosas

tecnologías y sistemas productivos que les permitieron contrarrestar los rigores y eventos

climáticos extremos, destacando el fitomejoramiento y la domesticación de plantas y animales –

aportando con 40 % de plantas que consume la humanidad–, sistemas de rotación descanso de la

tierra en aynuka, milli y kapana, alimento al suelo “vivo” con abonos orgánicos, sistemas de riego,

técnicas de conservación de alimentos, y numerosas infraestructuras conservacionistas como los

sukakollus, las tarazukas, las taqanas, la q’otas, q’otañas, campos elevados, cultivo en lomas o

terraplenes, sistemas de drenaje, asociados a sistemas de manejo y preservación de los recursos

naturales. Una parte significativa de estos conocimientos y tecnologías ancestrales se mantienen

vigentes y se constituyen en alternativas de reducción de los riesgos, que en la actualidad nos

plantea la problemática del cambio climático global.

Chilon (2011: 18)

Al igual que en muchas comunidades altoandinas, en Huasta persisten una serie de prácticas ancestrales

que han ayudado a sus pobladores a responder a los desafíos de la variabilidad climática a lo largo de las

generaciones y que hoy presentan un particular potencial para la adaptación al cambio climático. En la

actualidad, junto con esas prácticas tradicionales también coexisten otras tecnologías contemporáneas

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61

que también ayudan a los huastinos a responder a los desafíos del clima. El cuadro a continuación

resume las principales tecnologías ancestrales y contemporáneas de adaptación y mitigación que se

practican en Huasta en respuesta a las heladas, sequías y un conjunto de diversos eventos climáticos.

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Eventos climáticos

Tecnología de mitigación y adaptación en ecosistemas de montaña

Tecnologías apropiadas ancestrales Tecnologías apropiadas contemporáneas Objetivo Nombre de la tecnología ¿Hay en Huasta?

Objetivo Nombre de la

tecnología ¿Hay en Huasta?

Heladas

Adaptación

Andenes de piedra, adobe, pata patas, champas; barreras vivas con “queñoa”, “colle”,“mutuy”; protección de bosques; huertas Uso de especies cultivadas nativas resistentes

Sí, hay andenes de piedra en casi toda la parte baja de la comunidad (zona de cultivos bajo riego) y toda esa zona también se encuentra bajo riego gracias a una extensa red de canales y reservorios. También hay barreras vivas en la zona de” ratay” o zona de cultivos bajo secano en la parte media de la comunidad.

Adaptación

Agroforestería con especies nativas resistentes (p.e., tola) Invernaderos (“toldos”) Reservorios de agua

Hay cercos vivos y reforestación. Los cercos vivos de la zona de ratay son más bien las áreas de matorral que no han sido desmatadas, es decir que toda esa zona era de matorrales pero al abrir chacras de cultivo se ha mantenido el matorral para que funcione como cerco vivo. También hay un gran proyecto de reforestación en la parte alta de la comunidad, en diferentes sectores con quenuales (ver capítulo III)

Sequía

Almacenamiento de agua

Reservorios hechos a base de champas de ichu en quebradas

Tienen reservorios hechos a la “antigua” son grandes hoyos de más o menos 5 a 6 metros de diámetro y unos 3 metros de profundidad.

Adaptación

Reforestación Introducción de especies resistentes a la sequía

Reservorios pequeños Canales de regadío

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Protección de puquiales, bofedales y manantes

Deciden no alterar los puquiales, no los cercan pero no los alteran. Se cree que al alterarlos (ampliarlos) se secan o cambian de curso.

Cercado y creación de humedales, bofedales

No

Riego presurizado (por aspersión, goteo)

Sí, pero solo unos cuantos pobladores.

Inundacio-nes

Adaptación

Construcción de barreras vivas Zanjas de infiltración Reforestación

Reforestación (ver capítulo III)

Granizada Reducción del impacto

Disparo de cohetes disipadores de granizo

Saben de esto pero no es practicado en la comunidad. En Baños, (Huánuco) sí es practicado

Conjunto de eventos climáticos

Seguimiento del clima

Bio-indicadores (insectos, aves, plantas, etc.), cabañuelas, fases de luna

Meteorológicos: lluvia a fin de agosto es malo (santa rosa) será un año con lluvia a destiempo. Lluvia a fin de setiembre buen año. Lluvia a tiempo. Cuando la lluvia no venía subían a una laguna que se llama Maca para dar ofrenda de alimentos, ahora nadie lo hace. Fases de la Luna: cuando forma un cuenco (cuartos) inclinado hacia la tierra lloverá, cuando el cuenco inclinado hacia el cielo secará. Truenos y lluvia: proveniente del norte es malo para los cultivos. Truenos y lluvia provenientes del este es bueno para los cultivos. Biológicos: cuando el zorro aúlla antes que el trueno será un buen año para los cultivos. Muchqui (planta): cuando florece bastante en los meses de abril y mayo será un buen año para la producción de papa.

Monitoreo del clima

Estaciones meteorológicas Palinología /Dendrocronología Historia: crónicas Arqueología. Geología

La persistencia, la continuidad

Transformación de chuño, charqui, cecina Almacenes, pirhuas, trojes,

Charqui de vaca, tocosh. Soberanía alimentaria

Secados, mermeladas,

Producción de lácteos (quesos)

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64

colcas, coyunas, huayuncas, tocosh, etc.

productos lácteos, nuevos cultivos (hortalizas)

Dispersión de parcelas en diferentes pisos ecológicos: laymes, frutales en partes bajas; maíz, papa, cereales en partes medias y pastizales comunales en partes altas

Dispersión de en diferentes pisos, bajo medio y alto. Tierra comunal de la parte media y alta “ratay” tiene tiempos largos de rotación, entre 7 a 14 años. Pastos de la puna grande son descansados por 6 meses al año, de enero a junio.

Manejo in situ de diversidad de cultivos alimenticios (p.e., hasta 100 variedades de papas nativas por parcela)

Hay muchas variedades de papas nativas, no saben exactamente cuántas pero se calcula que no menos de 30 variedades.

Ganadería diversificada con hatos compuestos por ganado criollo resistente a las zonas áridas y semiáridas (caprinos, camélidos y ovinos)

Sí, ganado criollo vacuno y ovino.

Disponibilidad de semillas

Almacenes de semillas Uso de parientes silvestres

Hay diferentes formas de almacenar semillas, depende la familia: “catre de paja”: repisas revestidas de paja para aislar papas del suelo y evitar propagación de gusanos. También en sacos para disminuir plaga de polillas. La papa bota muchos brotes en los sacos pero se les quitan los brotes 3 o 4 días antes de sembrar hasta que salgan nuevos brotes pequeños, luego está bien para sembrar.

Cuadro 14. Tecnologías ancestrales y contemporáneas de mitigación y adaptación en la Comunidad de Huasta. Fuente y elaboración: IM.

Formato adaptado de Torres (2011).

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65

Como se resume en el cuadro anterior, las manifestaciones físicas más relevantes de las

tradiciones para el manejo del agua (principal problema en la CC de Huasta) son la presencia

de andenería, canales de riego, reservorios de agua y la captación de los puquiales.

Efectivamente, hay evidencias de captación y canalización de puquiales alrededor de la CC de

Huasta; a continuación se muestran fotografías de algunos de estos ejemplos (fotos 11, 12 y

13).

Foto 11: Puquial manejado y asociado a una pequeña área de pastoreo en plena época seca. Foto: Pablo Dourojeanni, 2007.

En la fotografía 11 se muestra un puquial de la parte baja de la CC, en donde se ha construido

un barraje o dique que logra almacenar el agua de dicho puquial y que distribuye el agua a una

pampa que se encuentra adyacente. La pampa está cercada con una pirca que limita el acceso

de animales a dicha zona, demostrando que existe un interés por controlar su uso. Como se ve,

el paisaje que rodea esta pampa es árido, siendo que la fotografía fue tomada en el mes de

agosto, es decir en plena época seca. Sin embargo, los animales (básicamente ganado ovino)

pueden seguir aprovechando los pastos naturales existentes gracias al manejo de esta fuente

de agua.

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66

Foto 12 5: Puquial y andenería asociada y manejada, sector Villalta. Foto: Pablo Dourojeanni, 2007.

En la fotografía 12 se ve un puquial canalizado y estabilizado por andenes. En el sector Villalta

(que hoy en día no forma parte de la CC de Huasta pero sí se ubica dentro del distrito) hay una

serie de puquiales y una andenería extensa que sirve para aprovechar el empinado espacio del

cual disponen. Se puede notar que el caudal de este puquial es relativamente grande para ser

plena época seca (agosto, 2007).

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Foto 13: Puquial de Manyanpaccha en el centro poblado de Huasta (foto: Pablo Dourojeanni, 2011).

El puquial de Manyanpaccha (foto 13) es el principal puquial del centro poblado de Huasta. La

moderna infraestructura que lo rodea hoy en día es un reflejo de su importancia actual y

pasada. Varias personas entrevistadas en la salida de campo de marzo (2011) indicaron que el

caudal de este puquial se ha reducido drásticamente en los últimos años. Se aprovechó la

presencia de este grupo de mujeres lavando ropa en el puquial para conducir una entrevista

grupal con ellas. Si bien no sabían bien a que se refiere el término “cambio climático”,

expresaron contundentemente los cambios que ellas han percibido en su entorno. Cambios

como la falta agua para los cultivos y las chacras, variación en el régimen de lluvias y la

disminución de sapos en los alrededores de fuentes de agua.

Además, entre las prácticas tradicionales relacionadas con la organización y mejor

aprovechamiento de los recursos hay que mencionar la rotación de cultivos, el descanso de los

suelos y la rotación de áreas de pastoreo. Hay una cita interesante que comprende las

Instituto de Montaña

68

prácticas tradicionales en la CC de Huasta y que vale la pena reproducir en su integridad. Esta

cita es del informe escrito por Eloy Neira en el año 2009 para el IM:

Por ejemplo, con respecto a este sistema de andenes, interesa resaltar la conducción, a través de un sistema de canales, del agua que vierten manantiales o puquiales bien conocidos por los pobladores de Huasta, agua que a su vez proviene de las aguas que se almacenan y discurren en forma subterránea, desde muy lejos, desde la Puna Grande, donde se hallan las praderas naturales y los bosques de árboles como los queñuales, plantas todas estas que ayudan a que el agua de la lluvia o los deshielos se filtre, entre a la tierra cuidadosamente, y baje o discurra por el subsuelo, hasta llegar con suavidad a los andenes. Este cuidado del agua, de su almacenamiento en el subsuelo, está relacionado con prácticas hoy en día vigentes. En la zona de Temporal o Ratay, por ejemplo, existen prácticas de rotación de cultivos y de descanso de suelos. Estos descansos, además de posibilitar la recuperación de nutrientes en el suelo y ser un método de control fitosanitario —al permitir la eliminación o disminución de la presencia de agentes nocivos para las plantas—, son una forma de lograr la convivencia entre la producción agrícola en terrenos, cuidando que ese terreno no se dañe irreparablemente, y posibilitando que siga contribuyendo a la filtración de las aguas. Otra práctica de cuidado de las praderas se da hoy en día en la Puna Grande, donde la Comunidad de Huasta tiene establecido un calendario de acceso, y, en los sitios asignados, las familias realizan prácticas de rotación de pastoreo de rebaños. El cuidado de las praderas tiene que ver también con las reglas sobre tenencia de ganado equino (caballos, mulas, burros) que la Comunidad ha establecido.

Neira (2009:49)

Si bien la quema de pastizales no es hoy en día reconocida como una práctica saludable para el

medio ambiente y la biodiversidad, sí es una práctica tradicional que se sigue haciendo

ampliamente en la región y también en la CC de Huasta. Varias comunidades han prohibido la

quema de pastos en las punas, aunque esta es un practica que sirve para renovar los pastos y

generar rebrotes tiernos que son de fácil digestión para los animales que pastean en las

alturas. En la fotografía 14 se puede apreciar una gran extensión de pastos quemados en una

ladera de la quebrada Puntahauyi, ubicada en las alturas de la CC de Huasta en el año 2007.

Quizá el mayor problema de la quema de pastos naturales es cuando estos se esparcen sin

control alguno, pudiendo quemar otra vegetación que no se renueve tan rápidamente como

los pastos, como por ejemplo árboles o arbustos.

Instituto de Montaña

69

Foto 14: Pastos naturales

quemados (área negra) en la

quebrada de Puntahuayi (foto

Pablo Dourojeanni, 2007).

Percepciones locales: ¿Cómo nos preparamos o enfrentamos los cambios? En los cuadros 12 y 14, referidos a los cambios percibidos en las últimas tres décadas y a las

tecnologías ancestrales y contemporáneas de mitigación y adaptación respectivamente, se

mencionan varias acciones tomadas por la población para mitigar los efectos de los cambios

sufridos por la comunidad. Organización de turnos de riego, construcción de andenes, canales

de riego, reservorios para agua, educación y capacitación sobre plagas y enfermedades,

reforestación y campañas preventivas ante enfermedades, son algunas de las varias acciones

que han sido tomadas.

La mayoría de los testimonios que se recogieron se refieren a la reforestación y conservación

de bosques de Polylepis, que es la práctica que ha sido seleccionada por la SPDA y que se

tratará en detalle en la siguiente sección. No obstante, también se registraron algunos

testimonios sobre otras prácticas, tanto ancestrales como contemporáneas, que se presentan

a continuación.

Entre las prácticas tradicionales destacan la rotación de zonas de pastoreo, mención

comprensible si se toma en cuenta que la actividad ganadera y de producción de lácteos es la

principal fuente de ingresos de la población.

“La rotación de pasto se está realizando en este sector de la puna, aquí en Palca, se hace

todos los años. Actualmente está ya ingresado al animal en los pastos conservados. Hace

15 días que se ha hecho el ingreso de esos animales en el sector aquí de Paria, de

Jupemarca y Puntahuai. Estos pastos se consumen hasta los meses de Diciembre y ya a

partir de Enero entran en conservación hasta el mes de junio (…). …antiguos que han

vivido años en estos lugares cuentan de que había abundancia de pasto, crecía

suficiente. Pero actualmente estos pastos que se están conservando ya no es como los

años anteriores, es un poco menos.” (Aníbal Loyola)

Instituto de Montaña

70

Entre las prácticas contemporáneas destacan el represamiento del agua a través de

reservorios, el cultivo de pastos mejorados y la reforestación.

Allá hay dos reservorios, uno arriba, otro abajito. Otro tenemos acá adentro. Sí, con eso

regamos pues, represamos… si no, no tenemos agua. El agua pues estamos cada vez

escaseando, queremos traer de allí, de ese río grande en la altura para acá, pero nos

cierran el paso las autoridades superiores de Barranca todo ese… dicen que por qué?

para nosotros… si ustedes levantan, para nosotros ya no hay, dicen... (Máximo Jara)

“Bueno, preparar reservorios, ahora con la participación de la municipalidad, del

presupuesto participativo, allí nos han invitado a todas las autoridades y sobretodo allí

se ha tratado también así para forestar a nivel distrital con todos sus centros poblados,

caseríos, anexos, con sus autoridades, primeramente se ha quedado para que auspicie el

consejo para sembrío de plantas forestales, que es el quinual”. (Edmundo Morales Cano)

“Para contrarrestar este problema (escasez de pastos y agua) ahorita estamos

trabajando con el Instituto de Montaña hace tres años y ellos nos están dando

capacitaciones para poder contrarrestar estos problemas, en caso por ejemplo, hacer los

cultivos de pastos naturales o pastos mejorados en nuestro sectores, donde nos

ubicamos.” (Aníbal Loyola)

Descripción y evaluación de la técnica priorizada y mejoras percibidas

A continuación se describe la actividad de reforestación con quenuales (Polylepis Spp) que se

realiza en la comunidad, que fue la práctica priorizada por la SPDA. La reforestación es llevada

a cabo por parte de grupos organizados de comuneros (comités forestales) y se inició en el

marco del Proyecto Polylepis ejecutado por el Instituto de Montaña entre los años 2004 y 2009

y que en Huasta se inición en el año 2007 (ver capítulo III). Luego de la descripción de la

técnica se presentan algunos testimonios brindados por los mismos pobladores.

Como parte de las actividades del proyecto, los comités forestales fueron capacitados en

diversas técnicas de reforestación con quenuales, incluyendo reproducción por esquejes,

acodos aéreos y estacas. Las figuras a continuación describen cada una de las técnicas:

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Figura 10. Reforestación por medio de la técnica de reproducción por esquejes. Fuente: IM 2009c

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Figura 11. Reforestación por medio de la técnica de reproducción por acodos. Fuente: IM 2009c

Instituto de Montaña

73

Figura 12. Reforestación por medio de la técnica de reproducción por estacas. Fuente: IM 2009c Los miembros del Comité forestal de Huasta conocen la importancia de los quenuales, que fue

explicada por los técnicos del proyecto.

“Muy bien, claro, el quinual es un árbol nativo muy importante para nuestra

comunidad porque los quinuales son pues árboles que captan el agua (…) por ejemplo,

en estos momentos tenemos musgos… Entonces estos son colchones que captan el

agua durante el invierno y cuando entra el verano ellos sueltan el agua de poco a poco,

entonces eso es lo que mantiene a nuestros animales y así también para nosotros

poder percibir el agua que es muy importante para los animales, plantas, personas y

así también para la agricultura. En este caso porque esta es la cuenca de cabecera.

Nosotros prácticamente aquí estamos trabajando con la reforestación de los quinuales,

venimos trabajando en diferentes sectores de nuestra comunidad de Huasta.” (Aníbal

Loyola)

“Ahora, hace tres años… cuatro años, antes gracias al Instituto de Montaña hemos

tenido charlas para cuidar más que todo el quinual, que el quinual tiene mucha

Instituto de Montaña

74

importancia: las hojas las cortezas retienen agua en la atmósfera y las raíces absorben

agua en el subsuelo y todas son importantes sabiendo que allí existen muchas hierbas

medicinales y bueno… ya está casi la mayoría… ya están llegando a entender que

tenemos que sembrar quinuales para tener agua.” (Marilda Julca Montes)

“(…) cuando entramos a un bosque de quinual es la naturaleza, el ambiente bien fresco

y cobija plantas medicinales, también humedad. También muchos pajarillos viven allí,

contiene la flora, la fauna y de esa manera es un bosque que contiene muchas

riquezas. (…) Bueno la importancia de quinuales es pues, según la capacitación que nos

han llegado y como conocemos, es que en tiempo de invierno esos bosques que hay

depositan agua, cosa que en verano ya de eso que han depositado agua, baja ya a la

parte baja donde vive la gente, entonces de esa manera nos alimentamos pues, de este

líquido que es muy importante para el ser humano.” (Edmundo Morales Cano)

Algunos miembros del Comité Forestal manifiestan que están comenzando a percibir cambios

a partir de la reforestación, aunque son conscientes de que es un proceso y que en realidad los

cambios se irán notando poco a poco.

“Desde luego, se está viendo ya más o menos, aunque tal vez este es un proyecto de

largo plazo que se va a ver poco a poco. Claro no se podría ver de un año para el otro

pero de todas maneras se necesita mantenerlos, conservarlos para en el futuro, en lo

posterior poder ver más los resultados.” (Aníbal Loyola)

“Lo único que vemos es que recién estamos recuperando esas plantas y es difícil que

crezca inmediatamente. Poco a poco de repente más tarde pueda cambiar, de aquí a un

año, porque difícil que esas plantitas chiquitas que lo hemos plantado, recién están… Te

digo que todavía no podemos sacar provecho, pero de acá posteriormente, por lo

menos… sí, seguro.” (Edmundo Morales Cano)

“Mire ve cómo está esto [mientras toma un puñado de hojarasca y tierra húmeda del

suelo del bosque], está bien abonado y se mantiene y da buen resultado. Y estamos

viendo que efectivamente es así. Entonces nos abastece casi todo el tiempo de agua”

(Raquel Fernández)

Instituto de Montaña

75

“No… recién yo… todavía un poco no. Sí, pero por ejemplo estamos sembrando bastante

quinual y creo que está mejorando la situación.” (Marilda Julca Montes)

En general, los miembros del Comité Forestal de Huasta están orgullosos de conservar sus

bosques de Polylepis si bien son conscientes de los desafíos de la conservación y de la

necesidad de involucrar a toda la población.

“Yo creo que todos los huastinos nos sentimos muy contentos y satisfechos por tener

esta riqueza natural porque prácticamente e sun tesoro natural del mundo para todos

los peruanos y como repitp para los huastinos que seguramente nos sentimos orgullosos

por tener esta maravilla en este lugar y diferentes lugares de los sectores de nuestra

comunidad de Huasta.” (Aníbal Loyola)

“Por el calentamiento global, nos están capacitando y ya nos estamos dedicando al

sembrío, a recuperar todas esas plantas de los quinuales, a eso estamos abocados y

quisiéramos también así que se mantenga pues algunos lugares de nuestro distrito que

está con quinuales emboscados, que se recuperen y que entren en conservación. (…)

como no sabe la gente fácilmente entran al bosque, talan, queman y fácilmente lo

destruyen pues y nosotros también anteriormente hacíamos igual. Pero hoy, de tres años

atrás ya estamos nosotros abocados más bien a su cuidado, entontes la cual más bien en

vez de destruir, a la gente estamos ilustrando, estamos enseñando que es una planta de

mucho valor y a la cual tenemos que cuidar más bien en vez de destruir. (…) Sí, lo que

quisiéramos es que la comunidad y nosotros comprendiéramos que es una planta de

mucha importancia, sobre todo para este cambio climático, para de esa manera

sobrevivir, pues, ¿no? De acá a futuro, porque si no hacemos, si realmente no

rescatamos esa planta que es de mucho valor, de mucha importancia, peor vamos a ser

azotados de este cambio climático.” (Edmundo Morales Cano)

“En este caso creo que recién el comité estamos viendo esos casos para poder hacer una

adaptación pero quisiéramos que toda la comunidad, los diferentes pueblos hagan esto,

tomen conciencia para poder hacer al menos un cambio aunque no en su totalidad pero

al menos podamos contrarrestar estos problemas del tiempo”. (Aníbal Loyola)

Instituto de Montaña

76

Identificación de otras acciones y medidas15

Existen tres iniciativas orientadas a la adaptación a los efectos del cambio climático en la CC de

Huasta. La primera es la creación de un área de conservación privada, impulsada por el IM a

través del Proyecto Polylepis, segundo es un programa de conservación de recursos naturales y

culturales que impulsa el Instituto de Montaña (IM) a través del proyecto Cumbres-Costa y la

otra es la recientemente formada Mancomunidad Tres Cuencas.

El IM es una ONG dedicada desde hace más de 15 años en el Perú a ayudar a las poblaciones

rurales de montaña a buscar formas de avanzar en la conservación de sus recursos naturales y

culturales tomando como fundamento principal los valores, el conocimiento y la capacidad

organizativa de las comunidades con las cuales trabaja. Como se mencionó, el trabajo en la CC

de Huasta empezó en el año 2007 con grupos de comuneros organizados en comités forestales

dedicados a la reforestación de las partes altas de la comunidad en el contexto del Proyecto

Polylepis. La siembra de quenuales en las partes altas de la comunidad forjo el camino para

impulsar una cultura de aprendizaje e intercambio de conocimientos sobre los cambios

climáticos que están aconteciendo en la CC. La culminación de este proyecto fue la elaboración

de un expediente técnico que busca crear un área de conservación privada en las alturas de la

CC de Huasta (IM, 2010a). La motivación principal de la comunidad en crear ésta área de

conservación es la preservación del paisaje, la flora y la fauna que se ve amenazada por la

presencia de actividad minera en dicha zona. Una segunda motivación para la creación del

área de conservación fue que dicha zona es cabecera de cuenca y posee grandes bofedales,

parches de bosques de Polylepis y algunos glaciares que fungen como fuentes de agua y de

regulación hídrica para las partes bajas de la comunidad.

El proyecto Cumbres-Costa impulsa aún más este intercambio de conocimientos e incita a los

pobladores a repensar su rol como agentes y participantes de los cambios que están

ocurriendo. Además, el proyecto busca que la población identifique acciones a realizar que

ayuden a mitigar los efectos del cambio climático que están produciéndose en la comunidad,

de esta manera incrementando la capacidad de adaptación de la población. Si bien el proyecto

Cumbres-Costa tiene un tiempo de duración limitado (hasta junio del año 2012) el IM

15 Políticas, normas, programas, proyectos de conservación/manejo sustentable de recursos impulsadas desde el sector gubernamental, ONGs, cooperación internacional, gobiernos regionales, etc., a nivel de plan y/o con aplicación en la zona, y en especial relacionados con la adaptación al Cambio Climático.

Instituto de Montaña

77

continuará apoyando a la comunidad con nuevos proyectos dentro del programa de

conservación de recursos naturales y culturales.

La Mancomunidad Tres Cuencas es una iniciativa municipal impulsada por el IM dentro del

contexto del proyecto Cumbres-Costa y se basa en la asociación de 10 municipalidades

colindantes y que están en las cabeceras de tres cuencas. Las cuencas son del río Fortaleza,

Pativilca y Santa, tres de las cuencas más importantes de la costa peruana. El distrito de Huasta

participa de esta mancomunidad que tiene como Misión la siguiente premisa: “la

mancomunidad municipal tres cuencas es una entidad pública que, en el contexto del cambio

climático, implementa políticas publicas basado en la gestión integral e integrada de recursos

hídricos; liderando el proceso de gestión territorial participativa, que se sustente en el

desarrollo humano, a través de proyectos que integren la conservación, medios de vida

sostenible y respeto a la cultura originaria.” (Mancomunidad, 2011), La conformación de esta

mancomunidad ayudará mucho a la consolidación de proyectos encaminados a solucionar los

problemas de gestión integrada del agua y conservación de recursos naturales en el ámbito de

la CC de Huasta.

Aportes desde la ciencia para validar los conocimientos y tecnologías locales

Interpretación sobre los procesos de adaptación relacionados con el recurso priorizado

Como ya se ha señalado, los bosques de Polylepis brindan múltiples servicios ambientales y

juegan un rol central en la ecología altoandina como hábitat de muchas especies de plantas y

animales, formación de suelos, regulación del ciclo hídrico, protección de cabeceras de cuenca

y como importante fuente de recursos para los habitantes locales (Fjeldså, 2002; Fjeldså y

Kessler, 1996; Herzog et al., 2002; Kessler, 2002 y 2006; Sevillano et al., 2011).

En esta sección nos centraremos en el rol de los bosques de Polylepis en función de su

capacidad de retención y regulación del agua, que es uno de los principales resultados

esperados de la reforestación en Huasta y que, en general, es uno de los roles de los bosques

altoandinos que la mayoría de las fuentes consultadas coinciden en destacar en el contexto del

cambio climático. Como señalan Fjeldså y Kessler:

“Aún con su limitada extensión actual los bosques relictuales juegan un importante rol

en los frágiles ecosistemas altoandinos. Especialmente aquellos localizados con

Instituto de Montaña

78

frecuente neblina son importantes para la formación de suelos y para la acumulación

de agua y la regulación de fuentes de agua. La realidad estratégica del agua que es en

situación de escasez de este recurso, se convierte en un tema extremadamente

conflictivo y difícil de resolver. Aunque no es posible presentar una relación

cuantitativa completa, parece obvio que estos valores exceden altamente a lo que se

ha ganado al convertir los bosques de Polylepis en pastizales” (Fjeldså y Kessler,

1996:16).

El ciclo hidrológico en los bosques andinos es complejo y comprende numerosos procesos de

entrada y salida de agua, incluyendo entradas por precipitación (tanto vertical como

horizontal: lluvia que es transportada por el viento y la niebla), precipitación neta, agua en el

horizonte orgánico, escorrentía superficial, infiltración de la precipitación, evapotranspiración,

agua en el suelo, percolación profunda y drenaje a nivel de cuenca (Ibid.: 18).

Figura 13. Ciclo hidrológico en los bosques andinos. Fuente: Tobón (2009:18)

Los investigadores coinciden en que los bosques andinos actúan como reguladores hídricos

gracias a su capacidad de almacenar agua en la vegetación y el suelo y liberarla lentamente,

disminuyendo los picos de los caudales de agua y colaborando a que haya más agua

Instituto de Montaña

79

disponible en la época seca (Tobón, 2009; Fjeldså, 2002; Fjeldså y Kessler, 1996; Herzog et

al., 2002; Kessler, 2002 y 2006). Sin embargo, como señala Tobón, “existe una gran

variabilidad en los valores presentados en la literatura en cuanto al rendimiento hídrico de

los bosques andinos” (Tobón, 2009:43). Es decir, más investigación es necesaria,

especialmente antes de plantear alternativas de manejo para la recuperación o

restauración de bosques perdidos o degradados y a fin de evitar “propuestas que pudieran

no ser las óptimas o, peor todavía, que perjudicarían la función hidrológica del ecosistema

forestal andino” (Tobón, 2009: 7).

Como indican Galo Medina y Bert De Bievre en la introducción al libro “Los bosques andinos y

el agua”, si bien es un amplio consenso el considerar a los bosques andinos como ecosistemas

“fuentes de agua”, este es un axioma que necesita mayor debate e investigación,

especialmente en lo que refiere al impacto en el ciclo del agua en los bosques intervenidos y

en los casos de cambios de uso de la tierra (Ibid).

Vacíos de información que pudieran existir y que es necesario cubrir

A partir de una exhaustiva revisión bibliográfica, Tobón (2009: 87-93) identificó los siguientes

vacíos de información y prioridades de investigación con relación a los bosques andinos y el

agua:

• Ausencia o escasez de información climática e hidrológica

• Ausencia de series de datos con las cuales se pueda evaluar las tendencias espacio-

temporales del clima y la hidrología de estos ecosistemas.

• Cuantificación inexacta de la precipitación total (en especial la precipitación horizontal

y el aporte de la neblina) en las investigaciones debido a la escasa instrumentación

utilizada para su medición.

• Necesidad de utilizar la información de sensores remotos existentes actualmente

(Worldclim, MODIS, LANDSAT, SPOT, ASTER, etc.) y realizar los análisis respectivos en

paralelo al stablecimiento de redes de observación hidrológica.

• Necesidad de profundizar en el conocimiento del papel que desempeñan los suelos

sobre la hidrología de las cuencas andinas y los efectos causados con el cambio en el

uso del suelo, separadamente de los efectos del cambio climático.

• Establecer programas de investigación en los ecosistemas de bosque andino que han

sido alterados, para evaluar las tendencias en la infiltración de la precipitación durante

la regeneración del bosque natural o en plantaciones con fines de restauración.

Instituto de Montaña

80

• Teniendo en cuenta que el cambio climático podría generar una gran variedad de

efectos de diferente magnitud, según el alcance del cambio, sobre los bosques andinos

y su hidrología, es necesario realizar ejercicios de modelación de los efectos del

cambio climático sobre estos ecosistemas separadamente de sus efectos en el uso del

suelo.

Otro campo de investigación que necesita mayor desarrollo es el de la dinámica del carbono

en los ecosistemas de altura de los Andes, incluyendo los bosques de Polylepis. Este es un

tema que si bien no está directamente asociado a la relación bosques-agua, es clave para

entender el papel de los bosques andinos en el contexto del cambio climático y para analizar

las decisiones sobre su manejo. En este sentido, información la máxima capacidad de fijación

de carbono de los árboles --incluyendo estudios sobre los bosques primarios y secundarios y

sus diferencias bajo distintas circunstancias--, contenido de materia orgánica en el suelo y la

dinámica del carbono en los suelos de ecosistemas naturales y de plantaciones, tanto

comparativos como de monitoreo, son de la más alta prioridad. (Hofstede y Aguirre 1999:44-

45).

Problemas o efectos negativos o no deseados a raíz de la implementación de la práctica y

posibilidades de potenciar y replicar estos procesos en otros sitios

Hasta el momento no se han detectado efectos negativos a raíz de la implementación de la

práctica en la comunidad de Huasta y en principio las posibilidades de potenciar y replicar

estos procesos en otros sitios es alta. Sin embargo es necesario mencionar que no se ha hecho

investigación para medir el impacto de la reforestación con Polylepis en la capacidad de

retención y regulación del agua en los bosques y por lo tanto no se cuenta con información

para evaluar su impacto, sea este positivo o negativo.

Es decir, si bien la práctica de reforestación está sustentada en los múltiples servicios

ecosistémicos que brindan los bosques y que han sido consensuados por la comunidad

académica, no podemos ofrecer datos que permitan cuantificar los resultados, ya sea en

términos de rendimiento hídrico o captura de carbono, por solo mencionar dos de los servicios

ecosistémicos más valorados.

Instituto de Montaña

81

No obstante, una recomendación importante al momento de evaluar la posibilidad de réplica

es la de utilizar las especies de Polylepis nativas del sitio a reforestar, aun cuando tengan un

crecimiento más lento que otras especies de Polylepis. Por ejemplo, una reciente publicación

(Segovia-Salcedo, 2011), analiza el caso de reforestación con Polylepis racemosa en los

páramos de Ecuador, siento esta una especie exótica para la zona reforestada y que se priorizó

por su rápido crecimiento y facilidades de propagación. No obstante, como señala la autora,

las especies nativas de Polylepis en el sitio están siendo amenazadas por la introducción de una

con características ecológicas diferentes y que puede convertirse en una planta invasora, y que

además podría generar un impacto hídrico negativo en el ecosistema dadas las sospechas de

que esta especie consume más agua que las otras del género que son de crecimiento más

lento (Ibid.:2).

Conclusiones y recomendaciones

La práctica de reforestación con Polylepis está respaldada por el consenso general de los

investigadores sobre los importantes servicios ambientales que brindan estos bosques y el rol

central que tienen en la ecología altoandina como hábitat de muchas especies de plantas y

animales, formación de suelos, regulación del ciclo hídrico, protección de cabeceras de cuenca

y como importante fuente de recursos para los habitantes locales. No obstante, hace falta más

investigación que permita cuantificar los resultados de las acciones de reforestación y su

impacto, particularmente en términos de rendimiento hídrico y capacidad de captura de

carbono.

Los investigadores coinciden en señalar que son necesarios más estudios en aspectos clave

como la relación bosque-agua, incluyendo información climática e hidrológica, tendencias

espacio-temporales del clima y la hidrología de estos ecosistemas, precipitación total (en

especial la precipitación horizontal y el aporte de la neblina), el rol que desempeñan los suelos

sobre la hidrología de las cuencas andinas y los efectos causados con el cambio en el uso del

suelo, tendencias en la infiltración de la precipitación durante la regeneración del bosque

natural o en plantaciones con fines de restauración y ejercicios de modelación de los efectos

del cambio climático sobre estos ecosistemas. También son necesarios más estudios sobre la

dinámica del carbono en estos ecosistemas, en particular información sobre la capacidad de

fijación de carbono de los árboles, contenido de materia orgánica en el suelo y la dinámica del

carbono en los suelos de ecosistemas naturales y de plantaciones.

Instituto de Montaña

82

Esas investigaciones permitirán validar los resultados de las prácticas de reforestación y

evaluar la conveniencia de la ampliación y/o réplica de estas iniciativas como medidas de

adaptación al cambio climático en comunidades altoandinas.

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Anexos

Anexo 1 Indicadores demográficos del distrito de Huasta comparados con los indicadores nacionales y regionales

VARIABLE / INDICADOR PERÚ Dpto. de ANCASH Distrito HUASTA

Cifras Absolutas % Cifras Absolutas % Cifras Absolutas % POBLACION Población censada 27412157 100 1063459 100 2425 100 Hombres 13622640 49.7 529708 49.8 1230 50.7 Mujeres 13789517 50.3 533751 50.2 1195 49.3 Población por grandes grupos de edad 27412157 100 1063459 100 2425 100 00-14 8357533 30.5 335040 31.5 780 32.2 15-64 17289937 63.1 646825 60.8 1334 55 65 y más 1764687 6.4 81594 7.7 311 12.8 Población por área de residencia 27412157 100 1063459 100 2425 100 Urbana 20810288 75.9 682954 64.2 1610 66.4 Rural 6601869 24.1 380505 35.8 815 33.6 Población adulta mayor (60 y más años) 2495643 9.1 113249 10.6 401 16.5 Edad promedio 28.4 28.9 31.3 Razón de dependencia demográfica 1/ 58.5 64.4 81.8 Índice de envejecimiento 2/ 29.9 33.8 51.4 ESTADO CIVIL O CONYUGAL (12 y más años) 20850502 100 802493 100 1790 100 Conviviente 5124925 24.6 195583 24.4 370 20.7 Separado 714242 3.4 28510 3.6 63 3.5 Casado 5962864 28.6 239567 29.9 703 39.3 Viudo 809707 3.9 36607 4.6 92 5.1 Divorciado 114093 0.5 3094 0.4 2 0.1 Soltero 8124671 39 299132 37.3 560 31.3 FECUNDIDAD Mujer en edad fértil (15 a 49 años) 7356048 53.3 269234 50.4 515 43.1 Total de madres (12 y más años) 6821386 64.5 271207 66.9 644 74.6 Madres solteras (12 y más años) 487321 7.1 16531 6.1 50 7.8 Madres adolescentes (12 a 19 años) 160258 7.3 5604 6.5 11 7.2 Promedio de hijos por mujer 1.7 1.9 2.3 Urbana 1.5 1.6 2.3 Rural 2.5 2.5 2.3 MIGRACION Población migrante 3/ (por lugar de nacimiento) 5460296 19.9 116040 10.9 185 7.6 Población migrante 3/ (por lugar de residencia 5 años antes) 1537099 6.2 40720 4.2 87 4 Hogares con algún miembro en otro país 704746 10.4 27896 10.7 35 4.7 EDUCACION Asistencia al sistema educativo regular (6 a 24 años) 7308023 70.5 291252 72 570 70.4 De 6 a 11 años 3143247 94.9 128976 94.8 298 92.3 De 12 a 16 años 2572208 88.3 105688 88.9 207 87.7

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De 17 a 24 años 1592568 38.4 56588 37.8 65 25.9 Pobl.con educ. superior (15 y más años) 5922674 31.1 196502 27 388 23.6 Hombre 2996418 32 103245 28.7 229 26.8 Mujer 2926256 30.2 93257 25.3 159 20.1 Pobl.analfabeta (15 y más años) 1359558 7.1 90482 12.4 90 5.5 Hombre 336270 3.6 21848 6.1 21 2.5 Mujer 1023288 10.6 68634 18.6 69 8.7 Urbana 548790 3.7 27397 5.6 54 5 Rural 810768 19.7 63085 26.2 36 6.4 SALUD Población con seguro de salud 11598698 42.3 381364 35.9 507 20.9 Hombre 5732970 42.1 193356 36.5 242 19.7 Mujer 5865728 42.5 188008 35.2 265 22.2 Urbana 8748433 42 248021 36.3 327 20.3 Rural 2850265 43.2 133343 35 180 22.1 Población con Seguro Integral de Salud 5075779 18.5 174231 16.4 371 15.3 Urbana 2565744 12.3 61105 8.9 202 12.5 Rural 2510035 38 113126 29.7 169 20.7 Población con ESSALUD 4920046 17.9 170065 16 101 4.2 Urbana 4650535 22.3 153654 22.5 100 6.2 Rural 269511 4.1 16411 4.3 1 0.1 DISCAPACIDAD (Hogares censados) Hogares con algún miembro con discapacidad 735334 10.9 27549 10.6 23 3.1 Urbana 609972 11.9 20005 11.9 15 3 Rural 125362 7.7 7544 8.2 8 3.1 ETNIA (Idioma o lengua aprendida en la niñez de la población de 5 y más años) 5/ Idioma castellano 20718227 83.9 653576 68.1 2103 97.4 Idioma o lengua nativa 4/ 3919314 15.9 303806 31.7 53 2.5 IDENTIDAD Población sin partida de nacimiento 277596 1 9748 0.9 18 0.7 Hombre 121591 0.9 3265 0.6 6 0.5 Mujer 156005 1.1 6483 1.2 12 1 Urbano 155413 0.7 4562 0.7 12 0.7 Rural 122183 1.9 5186 1.4 6 0.7 Población sin DNI (18 y más años) 564487 3.2 23740 3.6 89 5.9 Hombre 245025 2.9 8141 2.5 19 2.4 Mujer 319462 3.6 15599 4.6 70 9.5 Urbano 329955 2.4 11790 2.6 61 6.1 Rural 234532 6.4 11950 5.5 28 5.3 RELIGION (Población de 12 y más años) 6/ Católica 16956722 81.3 665755 83 1231 68.8 Evangélica 2606055 12.5 99427 12.4 332 18.5 PARTICIPACION EN LA ACTIVIDAD ECONOMICA( 14 y más años) Población Económicamente Activa(PEA) 10637880 363862 826 Tasa de actividad de la PEA 54.1 48.3 48.9 Hombres 71.2 68.5 66.8 Mujeres 37.7 28.6 29.7

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PEA ocupada 10163614 95.5 343834 94.5 796 96.4 Hombres 6561246 95.4 239859 94.1 562 96.1 Mujeres 3602368 95.8 103975 95.3 234 97.1 PEA ocupada según ocupación principal 10163614 100 343834 100 796 100 Miembros p.ejec.y leg.direct., adm.púb.y emp 26941 0.3 1033 0.3 5 0.6 Profes., científicos e intelectuales 1055223 10.4 34975 10.2 52 6.5 Técnicos de nivel medio y trab. asimilados 655316 6.4 14475 4.2 8 1 Jefes y empleados de oficina 524744 5.2 13820 4 5 0.6 Trab.de serv.pers.y vend.del comerc.y mcdo 1575018 15.5 47091 13.7 35 4.4 Agricult.trabaj.calif.agrop.y pesqueros 1311748 12.9 62146 18.1 217 27.3 Obreros y oper.minas,cant.,ind.manuf.y otros 995165 9.8 29320 8.5 9 1.1 Obreros construc.,conf.,papel, fab., instr 1041408 10.2 33466 9.7 12 1.5 Trabaj.no calif.serv.,peón,vend.,amb., y afines 2590430 25.5 97094 28.2 431 54.1 Otra 98230 1 1720 0.5 1 0.1 Ocupación no especificada 289391 2.8 8694 2.5 21 2.6 PEA ocupada según actividad económica 10163614 100 343834 100 796 100 Agric., ganadería, caza y silvicultura 2342493 23 102156 29.7 596 74.9 Pesca 59637 0.6 6886 2 Explotación de minas y canteras 133706 1.3 4937 1.4 12 1.5 Industrias manufactureras 943954 9.3 25404 7.4 6 0.8 Suministro de electricidad, gas y agua 24181 0.2 1043 0.3 1 0.1 Construcción 559306 5.5 23757 6.9 25 3.1 Comercio 1689396 16.6 49730 14.5 35 4.4 Venta, mant.y rep. veh.autom.y motoc 207206 2 6101 1.8 Hoteles y restaurantes 468208 4.6 14811 4.3 4 0.5 Trans., almac. y comunicaciones 848916 8.4 24383 7.1 7 0.9 Intermediación financiera 72459 0.7 1181 0.3 Activid.inmobil., empres. y alquileres 616687 6.1 15625 4.5 4 0.5 Admin.púb. y defensa; p. segur.soc.afil 343331 3.4 11371 3.3 11 1.4 Enseñanza 610159 6 24236 7 44 5.5 Servicios sociales y de salud 241335 2.4 6368 1.9 4 0.5 Otras activ. serv.comun.soc y personales 335250 3.3 9904 2.9 24 3 Hogares privados con servicio doméstico 318455 3.1 6920 2 2 0.3 Organiz. y órganos extraterritoriales 567 0 3 0 Actividad económica no especificada 348368 3.4 9018 2.6 21 2.6 VIVIENDA Viviendas particulares censada 7/ 7566142 99.8 314221 99.7 1242 100 Viviendas particulares con ocupantes presentes 6400131 84.6 248398 79.1 742 59.7 Tipo de vivienda Casa independiente 6477401 85.6 298798 95.1 1013 81.6 Departamento en edificio 378926 5 2024 0.6 VIVIENDA CON OCUPANTES PRESENTES Régimen de tenencia Propias totalmente pagadas 4241044 66.3 173082 69.7 575 77.5 Propias pagándolas a plazos 293051 4.6 7814 3.1 8 1.1

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Alquiladas 979657 15.3 22524 9.1 76 10.2 Material predominante en paredes Con paredes de Ladrillo o Bloque de cemento 2991627 46.7 81643 32.9 3 0.4 Con paredes de Adobe o tapia 2229715 34.8 142584 57.4 643 86.7 Con paredes de Madera 617742 9.7 3150 1.3 Con paredes de Quincha 183862 2.9 2613 1.1 Con paredes de Estera 144511 2.3 15150 6.1 1 0.1 Con paredes de Piedra con barro 106823 1.7 1587 0.6 85 11.5 Con paredes de Piedra o Sillar con cal o cemento 33939 0.5 201 0.1 Otro 91912 1.4 1470 0.6 10 1.3 Material predominante en pisos Tierra 2779676 43.4 148405 59.7 701 94.5 Cemento 2441884 38.2 81483 32.8 38 5.1 Losetas, terrazos 597734 9.3 14342 5.8 Parquet o madera pulida 288703 4.5 1306 0.5 Madera, entablados 217547 3.4 693 0.3 3 0.4 Laminas asfálticas 45493 0.7 459 0.2 Otro 29094 0.5 1710 0.7 Viviendas con abastecimiento de agua Red pública dentro de la vivienda 3504658 54.8 151733 61.1 22 3 Red pública fuera de la vivienda pero dentro de la edificación 568800 8.9 19345 7.8 5 0.7 Pilón de uso público 243241 3.8 6895 2.8 Viviendas con servicio higiénico Red pública de desagüe dentro de la vivienda 3073327 48 114145 46 161 21.7 Red pública de desagüe fuera de la vivienda pero dentro de la edificación 393506 6.1 9055 3.6 12 1.6 Pozo ciego o negro / letrina 1396402 21.8 48455 19.5 12 1.6 Viviendas con alumbrado eléctrico Red pública 4741730 74.1 181804 73.2 454 61.2 HOGAR Hogares en viviendas particulares con ocupantes presentes 6754074 100 260087 100 750 100 Jefatura del hogar Hombre 4831779 71.5 187453 72.1 591 78.8 Mujer 1922295 28.5 72634 27.9 159 21.2 Equipamiento Dispone de radio 4869621 72.1 172994 66.5 498 66.4 Dispone de televisor a color 4116857 61 140615 54.1 192 25.6 Dispone de equipo de sonido 1978281 29.3 59269 22.8 86 11.5 Dispone de lavadora de ropa 957125 14.2 20124 7.7 3 0.4 Dispone de refrigeradora o congeladora 2191585 32.4 59607 22.9 5 0.7 Dispone de computadora 998222 14.8 25132 9.7 7 0.9 Dispone de tres o mas artefactos y equipos 2529856 37.5 72884 28 64 8.5 Servicio de información y comunicación Dispone de servicio de teléfono fijo 1868953 27.7 52317 20.1 16 2.1 Dispone de servicio de telefonía celular 2898406 42.9 90827 34.9 111 14.8

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Dispone de servicio de conexión a Internet 458158 6.8 8813 3.4 1 0.1 Dispone de servicio de conexión a TV por cable 1045708 15.5 27641 10.6 Combustible o energía usado para cocinar Utiliza gas 3751930 55.6 110726 42.6 22 2.9 Utiliza leña 2036901 30.2 133846 51.5 715 95.3 Utiliza bosta 282660 4.2 1042 0.4 4 0.5 Utiliza kerosene 199860 3 4293 1.7 3 0.4 Utiliza carbón 170643 2.5 2083 0.8 2 0.3 Utiliza electricidad 103343 1.5 1515 0.6 1/ Relación de la población de 0 a 14 años más la población de 65 y más años, entre la población de 15 a 64.

2/ Relación de la población de 60 y más años sobre el total de menores de 15 años.

3/ Excluye a la población nacida en otro país y la que no especificó su lugar de residencia 5 años antes. 4/ Incluye la lengua Quechua, Aymara, Asháninka y Otra lengua

nativa. 5/ Excluye idioma extranjero y a los que no hablan ni escuchan.

6/ Excluye otra religión. 7/ Excluye las viviendas colectivas.

Fuente : INEI - Censos Nacionales 2007 : XI de Población y VI de Vivienda. Elaboración propia.

Anexo 2 Descripción de la Clases de Capacidad de Uso Mayor de Suelos

Grupo de CUM

Símbolo de Grupo

Clase CUM Símbolo Descripción de Clase (Calidad Agrológica)

Tierras aptas para

el cultivo en Limpio

A

Alta ( A1)

Agrupa a las tierras de las más alta calidad, con ninguna ó muy ligeras limitaciones que restrinjan su uso intensivo y continuado, las que por sus excelentes características y cualidades climáticas de relieve o edáficas, permiten un amplio cuadro de cultivos, requiriendo prácticas sencillas de manejo y conservación de suelos para mantener su productividad sostenible y evitar deterioro

Media (A2)

Agrupa a las tierras de moderada calidad, para la producción de cultivos en limpio con moderadas limitaciones de orden climático, edáfico y de relieve. que reducen un tanto el cuadro de cultivos, requiere de moderadas prácticas de manejo y de conservación de suelos, afín de evitar su deterioro y mantener una producción sostenible.

Baja (A3)

Agrupa a las tierras de baja calidad, con fuertes limitaciones de orden climático, edáfico y de relieve. que reducen significativamente el cuadro de cultivos y la capacidad productiva. Requieren de prácticas más intensas y a veces especiales, de manejo y conservación de suelos para evitar el deterioro y mantener una producción sostenible.

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Tierras aptas para

cultivos permanente

s

C

Alta ( C1)

Agrupa a las tierras de las más alta calidad, de este grupo, con ligeras limitaciones para la fijación de un amplio cuadro de cultivos permanentes, frutales principalmente. Requieren de prácticas de manejo y conservación de suelos poco intensas para evitar el deterioro de los suelos y mantener una producción sostenible.

Media (C2)

Agrupa a tierras de calidad media, con limitaciones más intensas que la clase anterior de orden climático edáfico o de relieve que restringen el cuadro de cultivos permanentes. Las condiciones edáficas de estas tierras requieren de prácticas moderadas de conservación y mejoramiento a fin de evitar el deterioro de los suelos y mantener una producción sostenible.

Baja (C3)

Agrupa a las tierras de baja calidad, con limitaciones fuertes o severas de orden climático, edáfico y de relieve para la fijación de cultivos permanentes y por tanto, requieren de la aplicación de prácticas intensas de manejo y de conservación de suelos a fin de evitar el deterioro de este recurso y mantener una producción sostenible.

Tierras aptas para

pastos P

Alta ( P1)

Agrupa a las tierras de la más alta calidad, de este grupo, con deficiencias o limitaciones para el crecimiento de las pasturas naturales y cultivadas que permiten el desarrollo sostenible de una ganadería. Requiere de prácticas sencillas de manejo de suelos y manejo de pastos para evitar el deterioro del suelo.

Media (P2)

Agrupa a tierras de calidad agrológica media, con limitaciones y deficiencias más intensas que la clase anterior para el crecimiento de pasturas naturales y cultivadas, que permiten el desarrollo sostenible de una ganadería. Requieren de la aplicación de prácticas moderadas de manejo de suelos y pastos para evitar el deterioro del suelo y mantener la producción sostenible.

Baja (P3)

Agrupa tierras de baja calidad agrológica baja en este grupo, con fuertes limitaciones y deficiencias para el crecimiento de pastos naturales y cultivados, que permiten el desarrollo sostenible de una determinada ganadería. Requieren de la aplicación de prácticas intensas de manejo de suelos y pastos para el desarrollo de una ganadería sostenible evitando el deterioro del suelo.

Tierras aptas para producción

forestal

F

Alta ( F1)

Agrupa a las tierras de la más alta calidad agrológica, de este grupo, con ligeras modificaciones de orden climático, edáfico o de relieve para la producción de especies forestales maderables. Requieren de prácticas sencillas de manejo y conservación de suelos y de bosques para la producción forestal sostenible sin deterioro del suelo.

Media (F2)

Agrupa a tierras de calidad agrológica media, con restricciones ó deficiencias más acentuadas de orden climático, edáfico o de relieve , que la clase anterior para la producción de especies forestales maderables . requiere de prácticas moderadas de manejo y conservación de suelos y de bosques para la producción forestal sostenible sin deterioro del suelo.

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Baja (F3)

Agrupa tierras de baja calidad agrológica baja, con fuertes limitaciones de orden climático, edáfico o de relieve para la producción forestal de especies maderables. requiere de prácticas más intensas de manejo y conservación de suelos y bosques para la producción forestal sostenible sin deterioro del recurso suelo.

Tierras de protección X Única

Estas tierras no presentan clases de capacidad de uso, debido que presentan limitaciones tan severas de orden edáfico, climático o de relieve, que no permiten la producción sostenible de cultivos en limpio, cultivos permanentes, pastos ni producción forestal

Fuente: Adaptado del diario el Peruano - Cuadernillo de normas legales del 02 de setiembre del 2009

Anexo 3 Cuadros resumen de las respuestas a la encuesta sobre problemas ambientales realizada por el IM en el año 2009 en la localidad de Huasta

Instituto de Montaña

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Instituto de Montaña

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Instituto de Montaña

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Anexo 4 Lista de personas entrevistadas

Anexo 5 Siglas y acrónimos de instituciones y organizaciones de base presentes en Huasta

ADRA: Adventisit Development and Relief Agency, realizan proyectos de salud pública en

la zona, en especial la construcción de cocinas mejoradas y salud en el hogar.

APAFA: Asociación de Padres de Familia, se dedica a velar por los intereses educativos de

los alumnos y la institución educativa en coordinación continua con las

autoridades educativas.

JASS: Junta Administradora de Agua y Saneamiento, institución local que administra los

sistemas de agua potable y desagüe de los centros poblados del Perú; conforman

un red nacional.

RENIEC: Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, institución pública nacional.

SIS: Seguro Integral de Salud, red nacional pública de salud, en Huasta está

representada por la posta medica.

Nombre Localidad / Organización

Aníbal Loyola Huasta / Comité Forestal

Máximo Jara Huasta

Cira Velásquez Valderrama Huasta

Edmundo Morales Cano Huasta / Comité Forestal

Marilda Julca Montes Huasta / Comité Forestal

Marta Pinto Garra Huasta

Santosa Alba Savaleta Huasta

Raquel Fernández Huasta / Comité Forestal

Pablo Dourojeanni Huaraz / Instituto de Montaña

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UGEL: Unidad de Gestión Educativa Local, en este caso la UGEL de la provincia de

Bolognesi, encargada de administrar todo lo relacionado a la educación en su

jurisdicción.

Anexo 6

Tiempo óptimo para visitas interesadas en los impactos del cambio climático en Huasta

Debido a que la mayor preocupación de la población es la falta de agua y cómo esta escasez

está afectando la distribución de agua potable y de agua para el riego, se considera que el

mejor momento para realizar visitas interesadas en los impactos del cambio climático en

Huasta es en la cúspide de la época seca. Es decir, entre los meses de julio y agosto o quizá

inclusive los meses antes de noviembre (antes de que empiece la época de lluvias). De esta

manera se podrá registrar la falta de agua en los puquiales, lo complicado que es la

organización de turnos de riego en la parte baja de la comunidad, los conflictos que se pueden

suscitar por ello y el fenómeno de las heladas sobre los cultivos de la parte baja.

Fenómeno Efectos Tiempo de visita sugerido

La elevación de la temperatura

Días extremadamente calurosos, afecta a la población, enfermedades (puede causar cáncer a la piel), radiación muy elevada. Sequedad.

De diciembre a marzo, en especial enero y febrero.

Alteración en los patrones de precipitación

La lluvia ya no se presenta en las épocas tradicionales. Afecta el ciclo de los cultivos y puede causar enfermedades como la rancha en la papa. Los pastos naturales no reciben agua en los tiempos tradicionales alterando la rotación de pastos. Los acuíferos no se recargan en el tiempo tradicional.

Posiblemente a lo largo de todo el año.

Escasez de agua Afecta la captación de agua en los puquiales, el almacenamiento y riego de los cultivos y la dotación de agua potable en la ciudad. Afecta la rotación de turnos de riego en la parte baja de la comunidad y por ende crea conflictos entre los comuneros regantes.

En la cúspide de la época seca en los meses de julio, agosto hasta posiblemente noviembre.

Cuadro: Resumen de los fenómenos, efectos y tiempo óptimo de visita para su observación