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52 / ArqueologíA MexicAnA Dosier 1a. En la Estela 25 de Izapa, Chiapas, se reproduce la escena del Popol Vuh, libro maya sobre la creación de la humanidad, en que los héroes gemelos se enfrentan al dios 7 Guacamaya, quien tiene forma de ave y quería convertirse en el nuevo Sol, poco antes de la actual creación. DIbujo: john Clark 1b. Esta representación hecha en computadora de la bóveda celeste ac- tual muestra a la Vía láctea alineada de norte a sur. Se dice que quizás este mapa representa el lagarto-árbol que se ve en la Estela 25 de Izapa. DIbujo: TomaDo DE FrEIDEl et al., Maya CosMos, 1993 Las profecías mayas de Anthony F. Aveni ¿Está escrito el fin del mundo en los mapas celestes mayas? ¿Fin dEL mundo? El 21 de diciembre de 2012 el sistema calendárico maya conoci- do como cuenta larga retornará al cero, para reiniciar su ciclo de 1 872 000 días (5 125.36 años). Al acercarse la fecha, proliferan en los medios, la prensa, internet y hasta en películas las profe- cías asociadas al fin del mayor ciclo temporal de los mayas. un profeta anuncia: “hay un agujero negro en el centro de nuestra galaxia”; atrae energía, materia y tiempo, al abrirse por primera vez en 26 000 años romperá el equilibrio del sistema solar debi- do a una singular alineación del Sol con el plano de la Vía Lác- tea. En 2012, las colosales erupciones de la superficie solar al- canzarán su punto máximo, lanzando hacia la Tierra una cantidad extraordinaria de partículas. Se modificará el eje magnético de nuestro planeta y las consecuencias serán nefastas; la inusitada cantidad de desastres naturales que hemos atestiguado última- mente están relacionados con tales circunstancias. Los profetas que anuncian lo que ocurrirá en 2012 afirman que los mayas pre- dijeron el cataclismo hace siglos. no todos son tan pesimistas, algunos visionarios opinan que nos espera un despertar radiante, previsto cósmicamente, y que una nueva y clara conciencia colectiva nos permitirá resolver los problemas más apremiantes del planeta. otro sabio apunta: el solsticio de invierno “se mueve lentamente hacia el corazón de la galaxia”; el 21 de diciembre de 2012 se transformará el mundo al atravesar el Sol la “gran grieta”, fragmento de la Vía Láctea que los mayas consideraban “la matriz de la creación”. Será entonces cuando nos “conectaremos nuevamente con nuestro corazón cós- mico”, escribe un tercero. Alegan que todo lo anterior está vincu- lado con cálculos astronómicos mayas. Se supone que monumentos como la Estela 25 de izapa, Chia- pas, sitio periférico maya del Preclásico (400 a.C. aproximadamen- te), son mapas celestes de la alineación galáctica presenciada por los antiguos mayas, y que fueron erigidos para conmemorar el si- guiente ciclo de la creación, previsto por los astrónomos mayas con dos mil años de anticipación. Esta interpretación supone que la Vía Láctea fue considerada por los mayas un árbol cósmico, se- mejante al que vemos en la Estela 25 (fig. 1a). 7 Guacamaya Escorpión

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52 / ArqueologíA MexicAnA

Dosier

1a. En la Estela 25 de Izapa, Chiapas, se reproduce la escena del Popol Vuh, libro maya sobre la creación de la humanidad, en que los héroes gemelos se enfrentan al dios 7 Guacamaya, quien tiene forma de ave y quería convertirse en el nuevo Sol, poco antes de la actual creación. DIbujo: john Clark

1b. Esta representación hecha en computadora de la bóveda celeste ac-tual muestra a la Vía láctea alineada de norte a sur. Se dice que quizás este mapa representa el lagarto-árbol que se ve en la Estela 25 de Izapa.DIbujo: TomaDo DE FrEIDEl et al., Maya CosMos, 1993

Las profecías mayas de 2012Anthony F. Aveni

¿Está escrito el fin del mundo en los mapas celestes mayas?

¿Fin dEL mundo?

El 21 de diciembre de 2012 el sistema calendárico maya conoci-do como cuenta larga retornará al cero, para reiniciar su ciclo de 1 872 000 días (5 125.36 años). Al acercarse la fecha, proliferan en los medios, la prensa, internet y hasta en películas las profe-cías asociadas al fin del mayor ciclo temporal de los mayas. un profeta anuncia: “hay un agujero negro en el centro de nuestra galaxia”; atrae energía, materia y tiempo, al abrirse por primera vez en 26 000 años romperá el equilibrio del sistema solar debi-do a una singular alineación del Sol con el plano de la Vía Lác-tea. En 2012, las colosales erupciones de la superficie solar al-canzarán su punto máximo, lanzando hacia la Tierra una cantidad extraordinaria de partículas. Se modificará el eje magnético de nuestro planeta y las consecuencias serán nefastas; la inusitada cantidad de desastres naturales que hemos atestiguado última-mente están relacionados con tales circunstancias. Los profetas que anuncian lo que ocurrirá en 2012 afirman que los mayas pre-dijeron el cataclismo hace siglos.

no todos son tan pesimistas, algunos visionarios opinan que nos espera un despertar radiante, previsto cósmicamente, y que una nueva y clara conciencia colectiva nos permitirá resolver los problemas más apremiantes del planeta. otro sabio apunta: el solsticio de invierno “se mueve lentamente hacia el corazón de la galaxia”; el 21 de diciembre de 2012 se transformará el mundo al atravesar el Sol la “gran grieta”, fragmento de la Vía Láctea que los mayas consideraban “la matriz de la creación”. Será entonces cuando nos “conectaremos nuevamente con nuestro corazón cós-mico”, escribe un tercero. Alegan que todo lo anterior está vincu-lado con cálculos astronómicos mayas.

Se supone que monumentos como la Estela 25 de izapa, Chia-pas, sitio periférico maya del Preclásico (400 a.C. aproximadamen-te), son mapas celestes de la alineación galáctica presenciada por los antiguos mayas, y que fueron erigidos para conmemorar el si-guiente ciclo de la creación, previsto por los astrónomos mayas con dos mil años de anticipación. Esta interpretación supone que la Vía Láctea fue considerada por los mayas un árbol cósmico, se-mejante al que vemos en la Estela 25 (fig. 1a).

7 Guacamaya

Escorpión

lAs profecíAs MAyAs de 2012 / 53

Dosier

1c. la escena de la creación de la humanidad se ve en esta figura, dibujada en un vaso de cerámica, de uno de los héroes gemelos, quien, con una cerbatana dis-para al dios 7 Guacamaya, quien está parado en la copa de un árbol. al pie del árbol está la representación de la constelación de Escorpión. la disposición de estos personajes en la escena recuerda el arreglo de las constelaciones en el mapa de la bóveda celeste; en el mapa, la osa mayor sustituye al dios 7 Guacamaya. DIbujo: CéSar FErnánDEz / raíCES

Las profecías mayas de 2012Anthony F. Aveni

¿Predijeron los profetas mayas el fin del mundo en 2012? Sin dejarnos llevar por el tremendismo, al examinar los datos científicos y culturales, las predicciones de un cataclismo fechado resultan muy dudosas.

unA CríTiCA ASTronómiCA

Tan sombrías predicciones pueden refutarse seriamente median-te argumentos científicos y culturales. En primer lugar, desde el punto de vista astronómico, hay poca evidencia de que los anti-guos mayas consideraran importante la Vía Láctea. Cuando se re-fieren a ella la perciben como un sendero. Considerarla como un árbol, a pesar de cuanto se diga, aparece solamente en la etnogra-fía contemporánea.

En segundo lugar, cualquier persona que se tome el trabajo de ver el cielo nocturno descubrirá que la Vía Láctea es una banda ancha, luminosa y lejana que envuelve a la Tierra; poco se parece a su representación en los mapas computarizados que con dema-siada frecuencia usan los profetas contemporáneos para especu-lar sobre lo que contemplaban en el cielo los antiguos sabios ma-yas (figs. 1b-1c). Es realmente muy difícil definir el plano galáctico, inclusive cuando el Sol no está alineado a él; no hay ma-nera de predecir exactamente un alineamiento solar-galáctico con más de 300 años de anticipación.

En tercer lugar, los astrónomos mayas debieron conocer la precisión de los equinoccios y el lento giro del eje terrestre en-tre las estrellas para predecir tal alineación. Este ciclo, descrito por primera vez en 128 a.C. por el astrónomo griego Hiparchus, es el que determina el movimiento de los puntos que marcan las estaciones en las constelaciones del zodiaco en un lapso de 26 000 años. dado que los astrónomos mayas tuvieron un zo-diaco, bien pudieron haber notado una lenta desviación entre el ciclo solar y el estelar, pero no hay evidencia confiable que de-muestre que lo tomaran en cuenta.

En cuarto lugar, el singular alineamiento norte-sur de la Vía Láctea, el cual se cree que está representado en la Estela 25, ocurre cada año y no solamente al inicio de una nueva crea-ción. Lo más importante es que, conceptualmente, los mayas no usaban los mapas como representaciones, a diferencia de lo que sucede actualmente. Para terminar, diremos que no hay evidencia de que los mayas conocieran o concedieran impor-tancia a las explosiones solares, las manchas del Sol o los cam-pos magnéticos.

54 / ArqueologíA MexicAnA

Dosier

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La cuenta Larga

Todas las inscripciones de la cuenta larga fun-cionan conforme a un sistema basado en el 20; es decir, cada serie de números que for-man una fecha contiene 20 veces la cantidad anterior. El tercer lugar de esta categoría es la excepción: el tun contiene 18 veces 20, 360, y no 20 veces 20 o 400 días, probablemente porque 360 es una aproximación más exacta al año solar que 400 (en sus cuentas comer-ciales los mayas usaron el 400 cuando conta-

ban cosas, como semillas de cacao). Los con-tadores de días más hábiles extendían el ciclo multiplicando por 20 cada categoría sucesiva. Así, 20 tunes formaban un katún; 20 katunes, un baktún. Los ciclos de tiempo mayas suelen compararse con el marcador de kilómetros de un automóvil, donde en vez de computar-se la distancia, se marca el tiempo y cada día, en una sucesión interminable. Esta compara-ción puede ser engañosa, ya que no existe evi-

dencia alguna de que hayan tenido ni apara-tos ni instrumentos para anotar los ciclos temporales. Hay otra diferencia fundamental entre un automóvil y el universo temporal de los mayas: cuando el medidor termina, seña-lando el fin del ciclo de tiempo maya más lar-go, los 13 baktunes, el mundo comienza de nuevo; a diferencia de un automóvil, que so-lamente envejece y se convierte, a cada kiló-metro, en chatarra.

1 díakin

13

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2

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uinal20 kines

tun18 uinales

(360 días)(1 año)

katún20 tunes(7 200 días)(20 años)

baktún20 katunes(144 000 días)

(400 años)

21 de diciembre2012 d.C.

fin del baktún 13

11 de agosto3114 a.C.

inicio de la cuenta larga

kalabtún20 piktunes

(57 600 000 días)(160 000 años)

kinchiltún20 kalabtunes

(1 152 000 000 días)(3 200 000 años)

piktún20 baktunes (2 880 000 días)

(8 000 años)

9 baktún

19 tun

(0 días)

glifo de la serie inicial

14 katún

8 uinal

Cuenta larga en la Estela a de Copán, honduras.

DIbujo: lInDa SChElElos ciclos de la cuenta larga maya.

lAs profecíAs MAyAs de 2012 / 55

Dosier

EVidEnCiA ProCEdEnTE dE inSCriPCionES En monumEnToS y CódiCES

Cualquiera que esté familiarizado con los antiguos mayas sabe de su obsesión por un complejo cómputo del tiempo. Al examinar sus códices nadie duda de la capacidad de los antiguos astróno-mos, que predecían con exactitud acontecimientos celestes como los ciclos de Venus y marte. Por eso resulta fácil que sus defenso-res les atribuyan la capacidad de atisbar un futuro muy distante. ¿Pero qué nos dice en realidad el registro cultural sobre la natura-leza de los calendarios mayas o de sus ideas acerca de la creación?

A principios del periodo Clásico (200 d.C.), los mayas domi-naban la agricultura, habían desarrollado estados, comenzado a construir grandes ciudades y a erigir construcciones monumen-tales de gran complejidad. Estaban a punto de establecer una de las grandes civilizaciones del mundo antiguo. Apenas unos cuan-tos centenares de años antes, los dirigentes mayas habían hecho una modificación fundamental de su calendario: la cuenta larga, un sistema que incluía una especie de “monumento”, formado por la acumulación de varios ciclos, que permitió vincular el ori-gen de la cultura maya con el tiempo de la creación misma, ha-ciéndola contemporánea de los primeros dioses creadores.

Los textos inscritos en estelas de piedra que se observan en lu-gares muy visibles de los sitios mayas, suelen comenzar con una fecha de la cuenta larga. Los textos jeroglíficos que los siguen muestran que los marcadores temporales fueron una manera de hacer propaganda política y religiosa. Los gobernantes mayas los utilizaban para vincular sucesos mundanos –su ascenso al poder, una alianza matrimonial, una victoria o el mero fin de un ciclo– con la historia de sus predecesores, los dioses creadores del mun-do. La Estela B de Copán, Honduras, por ejemplo, es el monu-mento del fin de un katún. La cuenta larga de la estela le daba al gobernante el poder de proclamar la extraordinaria longevidad de su linaje en términos concretos, al hacerla partir del principio de los tiempos. Los mensajes de las inscripciones monumentales apuntan hacia el pasado, no hacia el futuro (fig. 2).

¿Qué nos dice el registro maya acerca del último ciclo de crea-ción? El día inicial de la cuenta larga actual coincide con el 11 de

Somos una sociedad materialista, de algún modo perpleja ante

el futuro que nos ofrece una ciencia empírica y racional. Tal vez

por esto las explicaciones escapistas y místicas de un fin del

tiempo galáctico del ciclo maya, preñado de cálculos matemáti-

cos precisos y de detalles cósmicos (disfrazado siempre como

ciencia), resultan tan atractivas para la cultura de masas.

2. Waxaak lahun ubah kawiil, señor de Copán, ataviado con traje real y a punto de hacer un autosacrificio de sangre con un punzón hecho con la cola de una mantarraya. En la parte posterior de este monumento se ve la mon-taña Guacamaya, lugar de los ancestros, cubierta de nubes. la inscripción glífica avala que el autosacrificio está vinculado al katún apenas terminado. a diferencia de los jeroglíficos que aparecen en los códices, relacionados sobre todo con artes adivinatorias, las inscripciones labradas de los monu-mentos en piedra, colocados en lugares muy visibles de los sitios mayas, exaltan generalmente a los gobernantes y sus hechos, y a su linaje. Estela b. Copán, honduras. DIbujo: TomaDo DE VollE maErE, 1997

punzón de autosacrificio hecho con la cola de una mantarraya

inscripción glífica

Guatemala honduras

beliCe

CampeChe

YuCatán

quintana roo

Chiapas

tabasCo

Golfo de México

Tortuguero

Izapa Copán

Quiriguá

56 / ArqueologíA MexicAnA

Dosier

agosto de 3114 a.C. de nuestro calendario. Al adelantarnos 13 bak-tunes llegamos a la fecha inicial del siguiente ciclo: 21 de diciem-bre de 2012. Ahora bien, el 11 de agosto cae cerca de uno de los dos cursos del Sol, justamente sobre las latitudes mayas, donde probablemente se inició la cuenta larga. Se sabe, además, que el paso cenital del Sol fue importante en el mundo maya. El 21 de diciembre ocurre el solsticio de invierno (el Sol “se detiene”) y marca el día que el Sol llega a su posición más al sur en el cielo; por lo tanto, es razonable suponer que los inicios de los ciclos de la cuenta larga fueran asociados intencionalmente a posiciones significativas del ciclo anual del Sol.

Esto es válido para todas las fechas estacionales. ¿Por qué 3114 a.C.? Si consideramos la manera en que las fechas cero se establecieron en calendarios de otras partes del mundo, veremos que esta elec-ción fue posiblemente una réplica ya sea de un acontecimiento re-ciente en la historia maya, o bien una fecha cultural o histórica-mente significativa por sí misma (la presunta fecha del nacimiento de Cristo, por ejemplo, marca el día cero en el calen-dario cristiano). Entre las fechas que pueden asociarse a esa répli-ca arbitraria se encuentra 7.6.0.0.0 (236 a.C.). Por una parte, esta fecha corresponde más o menos al tiempo de las inscripciones más tempranas de la cuenta larga; por otra, contiene un conjun-to completo de katunes, y, finalmente, señala otros ciclos tempo-rales empleados por los mayas que pueden asociarse o equivaler a la fecha 3114 a.C. Sin embargo, no hay nada especial respecto a la posición de la Vía Láctea o el zodiaco en esa fecha; en el cielo de aquel día cero no ocurrió nada significativo.

A pesar de que los mayas creyeron en creaciones sucesivas y cíclicas, cuando comparamos los datos de los códices, la única re-ferencia a lo que aconteció al fin del ciclo anterior se encuentra en la última página del Códice de Dresde (fig. 3).

Las inscripciones no dicen casi nada respecto a acontecimien-tos en los finales de los ciclos anteriores. En la Estela C de Qui-riguá, Guatemala, aparecen textos jeroglíficos que se refieren al descenso de las deidades después de la fecha 13.0.0.0.0 (relacio-nadas con el gobernante vigente, por supuesto), las cuales crean el primer fogón colocando tres piedras (fig. 5). respecto al año 2012, en el monumento 6 de Tortuguero, Tabasco, se dice cuán-do terminará el ciclo actual y lo que sucederá después: el descen-so de un ser sobrenatural; pero justo cuando la historia comien-za a ponerse interesante, el texto está erosionado (fig. 4).

BuSCAndo LA VErdAd dE LAS ProFECíAS mAyAS

¿Estamos hablando de historia o se trata de una metáfora? ¿real-mente anuncian estos textos mayas un cataclismo generalizado? o bien, ¿su intención es servir como marco para la transmisión cultural de ritos tradicionales de renovación que tienen lugar al cambio de todos los ciclos temporales (por ejemplo, la aparición de Venus como estrella matutina o el fin de la rueda calendárica de 52 años, en la que se combina el año solar con el calendario ritual de 260 días)? Piénsese en nuestras conmemoraciones de año nue-vo: celebramos el fin de nuestro ciclo anual –frecuentemente con grandes excesos– cuando suenan las campanadas a medianoche. Hacemos entonces actos mundanos de penitencia –los propósi-

3. Esta terrible escena muestra el fin del mundo por un diluvio. un lagarto celeste vomita agua, que también brota de los jeroglíficos del Sol y la luna que se ven en el fragmentado cuerpo del animal. El agua también sale de una vasija que sostiene una deidad femenina vieja, que aparece suspendi-da a la mitad de la escena. abajo, una deidad masculina porta flechas y una lanza. Esta imagen está acompañada con glosas (textos) agregadas en tiem-pos coloniales tempranos que relatan la historia del diluvio. Códice de Dres-de, p. 74. rEproGraFía: marCo anTonIo paChECo / raíCES

lAs profecíAs MAyAs de 2012 / 57

Dosier

tos de año nuevo– para puri-ficarnos a la siguiente maña-na y emprender un futuro más próspero. La mayor par-te de los pueblos relaciona-dos con la cultura maya ven las profecías de fin de ciclo como lecciones para resta-blecer un equilibrio en el mundo, renovando su reci-procidad con los dioses, ofre-ciéndoles pagos a cambio de buenas cosechas. no en bal-de admiramos a los mayas: ¡realmente son partícipes de su cosmogonía!

nuestro mundo, en cam-bio, está inmerso en la tecno-logía. Somos una sociedad materialista, de algún modo perpleja ante el futuro que nos ofrece una ciencia empírica y racio-nal. Tal vez por esto las explicaciones escapistas y místicas de un fin del tiempo galáctico del ciclo maya, preñado de cálculos matemáti-cos precisos y de detalles cósmicos (disfrazado siempre como cien-cia), resultan tan atractivas para la cultura de masas. En tiempos de miedo y angustia, atribuimos un conocimiento más profundo a nues-tros ancestros o a los ancestros de otros pueblos, un conocimiento llegado de muy lejos, oculto por la arena de los tiempos. Tal vez la única manera de volver a entender el mundo caótico de hoy consis-ta en descubrir los conocimientos perdidos y ponerlos en práctica. y es así como idealizamos a los mayas. Sin embargo, las lecciones históricas y logros de los mayas –y de otras culturas antiguas com-plejas– tienen un atractivo intrínseco; ¿por qué vestirlas entonces con atuendos occidentales?

Traducción: Elisa ramírez

Anthony Aveni. Profesor russell Colgate distinguido de astronomía, antropología y estudios nativos de la universidad de Colgate. Entre sus libros se cuentan Los observadores del cielo en el México antiguo y Astronomía en la América nativa; el último lleva por título The End of Time: The Maya Mystery of 2012.

Para leer más

Aveni, Anthony, The Maya Mystery of 2012 and Other Ends of Time, universidad de Colorado, Boulder, 2009.

_____ , “Apocalypse Soon? What the maya Calendar really Tells us About 2012 and the End of Time”, en Archaeology, noviembre-diciembre de 2009, pp. 30-35.

Coe, michael, Breaking the Maya Code, Thames and Hudson, nueva york, 1992.

4. En el monumento 6 de Tortuguero, Tabasco, está escrita la fecha 2012, cuando terminará el ciclo actual según la cuenta larga maya, y lo que su-cederá entonces: descenderá una entidad divina, pero, desafortunada-mente, porque el texto esta erosionado en esa parte del monumento, no es posible la continuación de la lectura. FoTo: marCo anTonIo paChECo / raíCES

5. Fecha de creación de una era (13.0.0.0.0, 4 ajaw, 8 kumk’u). Detalle de la Estela C, quiriguá, Guatemala. DIbujo: lInDa SChElE

Tal vez la única manera de volver a entender el mundo caótico de hoy

consista en descubrir los conocimientos perdidos y ponerlos en prác-

tica. y es así como idealizamos a los mayas. Sin embargo, las lecciones

históricas y logros de los mayas –y de otras culturas antiguas comple-

jas– tienen un atractivo intrínseco; ¿por qué vestirlas entonces con

atuendos occidentales?