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  • 7/27/2019 Documentos-Historicos-del-MST-Vol-II.pdf

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    Volumen II

    Escuela Socialista Pablo Soto Carriat

    Movimiento Socialista de Trabajadores

    Documentos de Estudio

    Historiadel MovimientoSocialistade Trabajadores

    Volumen IIDeclaracin Conjunta MSP-PSRSobre la Base Muiz MSPTerrorismo individual versus lucha de masas PSRAlgunos postulados del MST

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    Tomo I Historia del MST

    Primer Tomo de la Escuela Socialista

    Pablo Soto Carriat

    1. El Movimiento Socialista de Trabajadores surge dela fusin de dos organizaciones, el Movimiento Social-ista Popular (M.S.P.) y el Partido Socialista Revolucio-nario (P.S.R.), en el ao 1982.

    2. El MST es una organizacin esencialmente compu-esta por trabajadores y estudiantes universitarios.

    3. Su objetivo fundamental es la lucha por la indepen-dencia y el socialismo. A diferencia de otros sectoresindependentistas, para nosotros la independencia no esun fin en si mismo sino un medio para que los traba-jadores ejerzan su poder revolucionario a travs del so-cialismo. Concebimos la lucha por la independencia yel socialismo como parte de un mismo proceso ininter-rumpido; pero no descartamos la posibilidad de que laindependencia pueda producirse en un momento dadosin que necesariamente implique el socialismo.

    4. Sostenemos que Puerto Rico es una colonia in-dustrial y que el conflicto fundamental de la sociedadocurre entre de una parte, la clase obrera y sus alia-dos (por ejemplo estudiantes), y de la otra la burguesanorteamericana y sus apndices locales. Por tal motivo

    definimos el carcter socialista del proceso revolucio-nario puertorriqueo.5. Para el MST el trabajo poltico con la clase obrera

    y los trabajadores constituye la primera prioridad deltrabajo socialista en esta etapa de la lucha. El social-ismo, para ser verdadero, tendr que ser obra de las ma-sas trabajadoras. En ese conjunto de fuerzas sociales,el proletariado junto a los dems trabajadores ( activoso inactivos ) conforman la fuerza social revolucionariacapaz de impulsar la transformacin socialista de la so-ciedad. No negamos la importancia extraordinaria de

    otras reas de trabajo, tales como el trabajo comunal,ambiental, estudiantil y contra la opresin de la mujer.Estos representan en muchas ocasiones trabajo con laclase obrera en contextos que no se relacionan directa-mente a la produccin, pero estn ntimamente asocia-dos a la produccin de la fuerza de trabajo.

    6. El Movimiento es una organizacin democrtica,en la cual el individuo tiene derecho a disentir tanto in-terna como pblicamente de las posturas asumidas porla mayora. Existe el derecho a organizar tendencias y

    a estas expresar libremente sus posiciones. Todo lo an-terior no niega la bsqueda de la unidad de propositoy accin producto del convencimiento. En nuestra or-ganizacin la existencia de diferencias polticas no seve como un mal, no creemos en el partido monolticoentendemos que producto del debate y la confrontacinde distintos puntos de vista en la organizacin podrenriquecer sus anlisis y acciones.

    7.El socialismo si no es democrtico no es social-ismo El MST dedico su congreso de fusin en prim-era instancia a los universitarios que desarrollaron lahuelga estudiantil de 1981 y en segundo lugar a los ob-reros polacos y el sindicato Solidaridad por su luchacontra el estado polaco supuestamente socialista. Desdenuestro origen nos hemos comprometido con las luchasde los trabajadores por la critica contra los mal llama-dos estados socialistas que oprimen a sus respectivasclases obreras bajo un falso socialismo que desprestigianuestro objetivo estratgico. En ese sentido rechaza-mos las teoras defensoras del partido nico y la faltade derechos democrticos en dichos pases. Luchamos

    por el pleno disfrute de los derechos democrticos enuna democracia socialista, donde los derechos de cadacual no estn determinados por la riqueza individual.

    8. Desde el punto de vista organizativo, el Movimien-to es una organizacin selectiva en la cual aspiramosa agrupar a los sectores mas conscientes y combati-vos del pueblo trabajador y su estudiantado. Interna-mente, desarrollamos un proceso de educacin polticaque permita el reclutamiento consciente de los nuevosmiembros.

    9. El MST es una organizacin marxista revoluciona-

    ria y como tal combina distintas formas de lucha. Sos-tenemos el derecho a la autodefensa y entendemos quela clase tiene que crear las condiciones materiales paradirigir la sociedad y cambiar el rgimen de produccinactual basado en el lucro de unos pocos y la explotacindel pueblo trabajador.Lo aqu expuesto es un resumen parcial de algunas delas principales tesis polticas del Movimiento Socialistade Trabajadores, MST.

    Algunos de los postulados del

    Movimiento Socialista de Trabajadores

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    COMPANEROS TRABAJADORES:Los sectores ms alertas del movimiento obrero puer-torriqueo celebramos hoy el Primero de Mayo, DaInternacional de los Trabajadores. En una fecha de tansingular importancia el Movimiento Socialista Popular(MSP) y el Partido Socialista Revolucionario (PSR)hemos decidida exponer unitariamente ante ustedes al-gunas reflexiones sobre la situacin poltica del pas ylas prioridades o tareas centrales del movimiento revo-lucionario en esta etapa.

    CARACTERISTICAS DE LA ETAPA ACTUAL

    Esta celebracin se enmarca dentro de un contextoeconmico-social con unas caractersticas especficascuyo anlisis y comprensin es de fundamental impor-tancia para todo el movimiento obrero y revoluciona-rio. La valoracin que hagamos de las diferentes ten-dencias de la lucha de clases que definen la coyunturapoltica actual en Puerto Rico determinara la naturalezade los objetivos que nos tracemos a corto y largo plazopara el desarrollo de la lucha revolucionaria. Veamosalgunas de las caractersticas principales de la coyun-tura poltica.

    Durante los ltimos anos la crisis estructural de laeconoma de Puerto Rico se ha profundizado a diferen-tes niveles lo cual ha trado serias consecuencias para laclase obrera y el pueblo. El desempleo crnico, el creci-ente aumento en el costo de la vida, la falta y deteriorode las facilidades de vivienda, los psimos servicios desalud, los bajos salaries y la criminalidad rampante sonsolo algunos de los graves problemas que sufrimos daa da en este pas. La situacin es tan grave que ningunode los paliativos que ha utilizado el rgimen colonial

    para tratar de capear la crisis ha podido aminorar susserios efectos. Los fondos federales y los cupones dealimentos, que han sido los principales mecanismos decontrol de crisis con que ha contado el gobierno, hancomenzado a evidenciar sus limitaciones ante la avasal-ladora realidad de crisis social y econmica.Junto al empeoramiento de las condiciones de existen-cia de los trabajadores se han incrementado las medi-das represivas contra el movimiento sindical y diversossectores de las fuerzas independentistas. En las fbri-cas y centros de trabajo los patronos estn asumiendo

    polticas cada vez ms duras contra los trabajadores ensu afn por evitar que estos puedan oponer resistenciaa la explotacin y a los abusos a que estn sujetos o lo-gren algn nivel de organizacin sindical. De hecho, laactitud del gobierno y los patronos ha adquirido, cadavez ms, un claro carcter represivo y anti-obrero ensus intentos por destruir o al menos debilitar a los sin-dicatos ms combativos.Esto ha trado aparejado el incremento en la persecucincontra las organizaciones independentistas, particularmente en torno a la lucha del pueblo de Vieques porsacar la marina yanqui de esa Isla Municipio. El arresto

    y encarcelamiento de luchadores independentistas, easesinato de ngel Rodrguez Cristbal, la utilizacinde la Corte Federal y el Gran Jurado, la persecucin yhostigamiento permanente a travs del FBI y la policason evidencias del recrudecimiento en las medidasrepresivas contra diversos sectores del pueblo. Resultaobvio que, aunque todava la represin asume un carct-er selectivo, segn se profundice la crisis econmica yaumenten las protestas y las luchas sociales este factorasumir un papel ms significativo.

    EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIOPor otro lado, el movimiento revolucionario en su con-junto se encuentra en una posicin de defensiva car-acterizada por una gran debilidad frente a la fortalezarelativa de la burguesa y el imperialismo. El factor mssignificativo en ese panorama es el bajo nivel de con-ciencia de clase y organizacin de la clase obrera y elpueblo. Nos guste o no, la mayora de los trabajadoresapoya a los partidos de la burguesa y mantiene expec-tativas de mejoramiento econmico y social bajo el r-

    gimen capitalista-colonial. Aunque la crisis econmicase ha agudizado, lo cual ofrece condiciones mas propi-cias para la realizacin de las tareas revolucionarias, laclase dominante ha podido mantener la inestabilidaddentro de unos mrgenes que todava permiten su con-tinuada dominacin. Los mecanismos de cohercionideolgica, la manipulacin de las necesidades msurgentes de las masas y los mecanismos de control decrisis permiten la hegemona ideolgica y poltica de laburguesa y sus partidos sobre las grandes masas tra-bajadoras del pas. No podemos olvidar que la base ma-

    Situacin actual y tareas centrales del

    movimiento revolucionario

    Declaracin conjunta

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    terial de ese dominio ideolgico ha sido el proceso depenetracin imperialista a desarrollado en Puerto Ricoa partir de la invasin yanqui de 1898. Proceso que de1940 en adelante ha asumido caractersticas dramticasen el capitalismo industrial y financiero, una de cuyas

    consecuencias fue el incremento de los niveles de viday expectativas de mejoramiento social de la clase obre-ra y el pueblo, asentado sobre la integracin de nuestraeconoma a la de los Estados Unidos.Hoy, cuando ya han comenzado a deteriorarse los nivelesde vida del pueblo producto de la crisis estructural denuestra formacin social, se mantiene bajo diferentesformas la dependencia ideolgica fruto directo de la de-pendencia econmica y poltica. Esa base material es elmarco de maniobras del imperialismo para bregar conlas alternativas polticas que mejor puedan garantizar

    sus fabulosos intereses econmicos y polticos en elpas: ya sea la culminacin del ELA, la anexin total ola independencia pelele. Factor que se ha con vertido,por tanto, en la base material de la ofensiva anexionistaque ha venido impulsando el Partido Nuevo Progresistaa raz de su ascenso al gobierno colonial y a partir delcrecimiento del apoyo hacia la estadidad entre sectoresimportantes del pueblo.Ese aplastante dominio ideolgico burgus sobre laclase obrera y el pueblo es la ms grande traba a la ex-presin independiente de la clase obrera. Acelerar elrompimiento de esa dominacin, segn las condicionesobjetivas de crisis econmica y social se vayan desar-rollando, es el gran reto de los revolucionarios puertor-riqueos. Pero hay que reconocer, a su vez, la gran difi-cultad que las particulares condiciones de la formacinsocial puertorriquea plantean al logro de esa tarea.

    NACIONALISMO, REFORMISMO,ECONOMISMO Y MILITARISMO

    En segundo lugar, las fuerzas independentistas sonsumamente minoritarias respecto a los grandes partidoscolonialistas, con un claro predominio de las concep-ciones burguesas y pequeo burguesas.La caracterstica ms notable del movimiento indepen-dentista hasta el momento ha sido su carcter burgusy pequeo-burgus. Durante las ltimas dcadas la di-reccin de la lucha por la independencia ha estado enmanos de la pequea burguesa independentista. Sien-do el Partido Nacionalista, el Partido Independentista

    Puertorriqueo y el Partido Socialista Puertorriqueolos principales exponentes de las posiciones e interesesde esa clase social. El nacionalismo ha sido la expre-sin ideolgica principal en la lucha revolucionaria: ladefensa de la patria y la cultura nacional; la concepcin

    de la nacin como un todo homogneo ajeno a los con-flictos de clase; la tesis de luchar por la independenciaprimero; la concepcin de la estadidad como la muertede la nacionalidad; la direccin de las luchas sindicalesdesde la perspectiva de crear conciencia nacional enlos trabajadores, etc. son parte de la concepcin nacio-nalista, burguesa esa poca. Sin embargo, la luna demiel les duro poco; no tardo mucho para que la lucha declases se desatara en crisis y se comenzara a desenmas-carar ante la militancia revolucionaria el carcter bur-gus y pequeo-burgus nacionalista de ambos parti-

    dos. La difusin del marxismo-leninismo, la educacinde pequeos crculos de la militancia revolucionaria ysu envolvimiento en las luchas econmicas de la claseobrera, el anlisis de las experiencias de las diversas lu-chas de liberacin a nivel internacional y el proceso deformacin de organizaciones marxistas como el PartidoSocialista Revolucionario y el Movimiento SocialistaPopular, entre otras, han sido aspectos importantes deldebate entre las posiciones nacionalistas y las jvenespero en crecimiento, posiciones marxista-leninistas.

    LA PEQUENA-BURGUESIA ES UNA CLASE SO-CIAL EN DECADENCIA ECONOMICA Y POLITICAQUE HA SIDO ACORRALADA POR EL PROCESODE PENETRACION IMPERIALISTA EN PUERTORICO; EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO IN-DUSTRIAL LA HA DEJADO SIN PROGRAMA PO-LITICO Y POR TANTO SIN PERSPECTIVAS DEPODER.

    La hegemona ideolgica del nacionalismo en el mov-

    imiento revolucionario le ha impreso el sello de su clasesocial a la mayora de las manifestaciones de la lucharevolucionaria lo cual ha trado serias consecuenciaspolticas e ideolgicas. Algunas de estas han sido:1) el anlisis deformado, parcial e idealista de la reali-dad social que ha difundido unos esquemas de interpre-tacin y accin polticas totalmente inadecuados para edesarrollo de la lucha revolucionaria en una formacinsocial tan compleja como la de Puerto Rico;2) el culto a una practica ciega e incoherente (practi-

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    cismo) reflejo de un menosprecio casi absoluto haciael estudio terico y la formacin cientfica del militanterevolucionario;3) el culto al voluntarismo y al espontaneismo comoformas especificas de reaccionar ante la problemtica

    social;4) la conciencia de que nacionalismo y socialismocientfico son compatibles y complementarios por locual en el caso de Puerto Rico se puede ser simultnea-mente nacionalista y marxista lo que ha implicado enel campo terico la perversin del marxismo y en lapractica la colaboracin de clases;5} las vacilaciones en lo tctico y lo estratgico cay-endo en el campo del reformismo, el economicismo yel militarismo.Por tales razones, organizaciones como el PSP, la Liga

    Socialista Puertorriquea, la Liga Internacionalista delos Trabajadores y la mayora de las organizaciones ar-madas del pas que en un momento dado se han proc-lamado marxista-leninistas lo que han hecho es cubrirsus posturas pequeo burguesas con una fraseologasocialista. En realidad, no han pasado por un procesode formacin poltica dirigido a dominar y asimilarlos principios fundamentales del marxismo por lo cualsus anlisis y posiciones polticas principales han es-tado permeadas por una visin de mundo nacionalista.Esto ha trado como resultado el vulgarizar el marx-ismo y sembrar la confusin arraigando la ideologaburguesa en la militancia revolucionaria. Adems hatenido graves consecuencias, particularmente en elmovimiento obrero y sindical donde se ha evidenciadoun fortalecimiento del reformismo y el economismo enimportantes sectores del liderato de las uniones msprogresistas, principalmente en aquellas cuyo lideratoha estado ligado de alguna forma al PSP.El reformismo -el sacrificio de los objetivos estrat-gicos fundamentales de la clase obrera y el pueblo en

    aras de lograr unas reformas parciales o momentneas-y el economismo- el creer que el fortalecimiento de lalucha econmica y las formas y estilos de lucha pro-pios de ese medio a la larga conducen al desarrollo dela conciencia de clase de los obreros- son dos formasconcretas de la ideologa burguesa en el seno del mov-imiento obrero y revolucionario que solo conducen alfortalecimiento de la burguesa y el capitalismo. Ambosconstituyen obstculos enormes para el desarrollo dela conciencia de clase de los trabajadores, corrompi-

    endo y burocratizando a importantes sectores de estosque terminan convirtindose en enemigos de su propiaclase. Constituyen, por tanto, desviaciones de derechaen el movimiento revolucionario. La otra vertiente dela ideologa burguesa en el movimiento revolucionario

    lo constituye el militarismo; desviacin que duran-te los ltimos aos ha cobrado auge en Puerto Ricodada la proliferacin de organizaciones armadas. Estese caracteriza por creer que el aspecto militar (la luchaarmada) es el principal en esta etapa, independiente-mente de las condiciones subjetivas de las masas (nivelde organizacin, conciencia de clase, actitud hacia lamovilizacin revolucionaria etc.) y del nivel de desar-rollo que haya alcanzado la lucha en su conjunto (augereflujo, estancamiento, etc.). Esa actitud demuestra laincapacidad de estos grupos para poder analizar cient-

    ficamente la realidad y captar las tendencias reales dela lucha de clase desde un punto de vista objetivo, locual los lleva a actuar basndose en un punto de vistasubjetivo (voluntarismo, espontaneismo) tomando susdeseos e impaciencia como criterios rectores del accio-nar poltico-militar. Fenmeno que no solo obstaculizay desva la atencin de los problemas principales delproceso revolucionario en una etapa determinada sinoque adems perjudica y reduce a un nivel de efectividadmnimo su propio accionar militar. Esto es as ya quecarecen de una adecuada teora militar que correspondaa las condiciones concretas de la formacin social puer-torriquea que solo es posible desarrollar a la luz de unanlisis cientfico (especifico) de esa formacin socialLa superficialidad y la falta de formacin cientfica enel trabajo legal y rutinario conllevan errores seriospero en el accionar militar conduce al suicidio o al martirologio.Las caractersticas generales de esta etapa y las priori-dades que se desprenden de esa caracterizacin determi-nan en trminos generales las formas de lucha que de-

    ben definir nuestro trabajo revolucionario. En una etapadonde el movimiento revolucionario en su conjunto esmuy dbil y asume una posicin de defensiva, el nfasisde nuestro trabajo debe estar en los aspectos polticosde la lucha de masas, legales o clandestinos. Es decirlo poltico (la formacin terica, el debate ideolgicoel trabajo con la clase obrera, etc.) debe asumir la pri-maca sobre lo militar. Las tareas militares deben estarestrictamente subordinadas a las necesidades polticasde la lucha de masas. Concebido as creemos que las

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    tareas militares en esta etapa deben ir dirigidas a la for-macin de los cuadros para poder enfrentar con xitolas tareas derivadas de los conflictos de clase en que es-temos envueltos, segn lo aconsejen las circunstancias,y a complementar el trabajo poltico enmarcado en el

    proceso de la lucha de clases.

    LA TAREA DEL MOMENTO:LA CONSTRUCCION DELPARTIDO REVOLUCIONARIOLa superacin de los serios obstculos que hemos se-alado dentro de la caracterizacin de la etapa actualsolo puede lograrse a partir de la construccin de unverdadero Partido Revolucionario marxista-leninista,comunista y proletario, que pueda orientar, educar, di-rigir y organizar polticamente a la clase obrera en la

    lucha por la independencia y el socialismo.

    Sin embargo, ese partido no existe todava en PuertoRico; las organizaciones marxistas que planteamos laconstruccin del mismo como la tarea central en estaetapa no hemos logrado aun el grado de consolidacinpoltica y organizativa y la unidad de principios quehace falta entre nosotros para hacer realidad ese ob-jetivo. De ah que sea esa la tarea principal a la cualdebemos dedicar todos nuestros esfuerzos y recursosen esta etapa.

    Estamos convencidos de que la construccin del Par-tido Revolucionario que hace falta en Puerto Rico serproducto de la integracin dialctica de la formacinterica en el marxismo-leninismo, el trabajo con la claseobrera, priorizando en sus sectores mas avanzados y deun intenso debate ideolgico para lograr la primaca delmarxismo en EL seno del movimiento revolucionario.Esas tareas constituyen a nuestro entender las tareascentrales en el proceso de construccin del partido. Son

    los pilares que nos permitirn comenzar a cumplir lostres objetivos fundamentales del proceso revoluciona-rio en esta etapa:

    1) el desarrollo de una teora revolucionaria adecua daa las condiciones particulares de la formacin socialpuertorriquea, en lo poltico, lo organizativo y lo mili-tar;2) la formacin de cuadros ton una gran capacidadterica y poltica, una slida formacin moral y estre-

    cha-mente ligados a los sectores mas avanzados de laclase obrera, y;3) el desenmastaramiento, la derrota o la neutralizacinde las tendencias burguesas en el seno del movimientoobrero y revolucionario.

    Sabemos por la experiencia de muchos anos, que adel-antar esas tareas no es cosa fcil, por el contrario es unproceso lento y difcil lleno de contradicciones que hayque enfrentar en distintos momentos. Mxime cuandoestamos hablando de contribuir a crear un Partido Rev-olucionario en las difciles y complejas condiciones dePuerto Rico, colonia industrial del estado imperialistayanqui. Condiciones que influencian directamente lastareas de construccin revolucionaria en diversos sen-tidos y niveles dado que un Partido Revolucionario nosurge y se desarrolla ajeno a la realidad social. El par-

    tido como expresin de los intereses de la clase socialque tiene el potencial para impulsar y dirigir el procesorevolucionario, la clase obrera, se desarrolla a partir dedesarrollo de la conciencia de esta y de las condicionesobjetivas que afectan esa conciencia. Es decir, el Par-tido contribuye a elevar el nivel de conciencia de clasede los obreros dentro de unas condiciones dadas, perode ninguna manera determinadas mecnicamente por laaccin del partido. Es la interaccin dialctica, con suscontradicciones propias, de la accin consciente y edu-cadora del partido y las condiciones econmicas, polti-cas y culturales de la clase obrera en una etapa dada loque propicia el desarrollo de la conciencia de los secto-res mas firmes y consecuentes de la clase obrera y a suvez el grado de desarrollo del Partido como vanguardiade la clase. Eso es precisamente lo que diferencia a unPartido Revolucionario de una secta; esta solo necesitaque sus miembros estn de acuerdo en los principiosgenerales. El Partido, lo es en sentido real en la me-dida que conjuga la teora (los principios generales) conuna practica social adecuada a sus recursos y capacid-

    ades, lo que implica su constante desarrollo, evitan-docaer en el teoricismo o en el dogmatismo, corrientestotalmente ajenas al marxismo.

    LA FORMACION TEORICALa formacin terica en el marxismo-leninismo partedel reconocimiento de este como una ciencia, nica ca-paz de permitir un anlisis profundo y totalizador de lasociedad capitalista dndole a los revolucionarios unosinstrumentos de anlisis que les ayuden a desarrollar

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    desarrollo en que se encuentra el marxismo en este pasy la hegemona del nacionalismo pequeo-burgus enlas filas del movimiento revolucionario.En esta etapa el debate ideolgico debe estar dirigido alograr dos objetivos concretos: 1) fortalecer ideolgica-

    mente a la militancia de nuestras organizaciones en ladefensa de los principios fundamentales del marxismopara depurar nuestras posiciones polticas de la influen-cia de la ideologa burguesa tanto en el campo tericocomo practico; 2) combatir las principales tendenciasburguesas nacionalistas (el reformismo, el economicis-mo y el militarismo) en el seno del movimiento revolu-cionario. El logro de ambos objetivos solo puede ase-gurarse a partir del anlisis concreto de nuestra realidady de un intenso trabajo con los sectores mas avanzadosde la clase obrera. Esto es as para evitar caer en un de-

    bate libresco, que por estar ajeno a la relacin teri-ca-prctica solo conduce a castrar la esencia de la luchaideolgica, que no es otra que afianzar el marxismo enlas filas revolucionarias proveyendo anlisis que con-tribuyan a la clarificacin de los problemas cardinalesde la revolucin en un periodo dado.Adems de ser factor para delimitar campos con lastendencias burguesas, el debate ideolgico debe ser in-strumento principal para ir construyendo la unidad deprincipios entre las organizaciones y grupos marxistasdel pas. Lo que presupone despojarnos de las postu-ras olmpicas y dogmticas que tanto hemos criticadoa los partidos pequeo-burgueses y asumir una actitudde gran seriedad terica ante cada grupo; es decir, som-eter al ms riguroso anlisis a cada organizacin vien-do crticamente sus principales posiciones polticas, elnivel de formacin en el marxismo y su prctica polti-co-organizativa. Solo as podemos hacernos una cor-recta caracterizacin de cada grupo, de sus tendenciasideolgicas principales y de su capacidad de desarrolloy contribucin al proceso de construccin del Partido

    Revolucionario. Solo as podremos mantener una ac-titud de principios verdadera-mente firmes y sabremosdistinguir entre los amigos y los enemigos.Por otro lado, la realidad nos plantea en distintos mo-mentos tareas que debemos acometer, aunque en unorden de prioridades secundario, dndole la importan-cia y atencin que nuestros recursos nos permitan. Nosreferimos al trabajo en los frentes de masas en pro deobjetivos democrticos, tales como la lucha en defensade Vieques, la lucha contra la represin, etc. El trabajo

    en los frentes puede ser de gran importancia en un mo-mento dado, porque contribuir al logro de los objetivosde estos puede crear condiciones positivas, tales comoelevar el nivel de conciencia de sectores del pueblopara el adelanto de las tareas de construccin del par-

    tido. Adems, nos permite hacer contacto con elemen-tos avanzados de la clase obrera o intelectuales revo-lucionarios que participen en los mismos a los cualespodemos influenciar y ganar para nuestras posiciones.

    Lo importante en estos casos es analizar cada frente ensus particularidades, composicin, objetivos, etc., parapoder determinar acertadamente su relevancia y el tipode participacin que debemos asumir, enfatizando quela misma debe darse ubicada dentro del contexto de laconstruccin del Partido y segn los recursos con que

    contamos.

    UNIDAD DE PRINCIPIOSEs en ese contexto terico-practico que se puede lograrla unidad de principios entre las organizaciones marx-istas de este pas. Cada agrupacin debe entender queel proceso para llegar a esa unidad no se da en formamecnica ni mucho menos en base a estar de acuerdonicamente en los principios generales del marx-ismo. La unidad real de los marxistas-leninistas exigeestar de acuerdo en la aplicacin de esos principiosgenerales a las condiciones concretas de la formacinsocial puertorriquea y a los problemas mas candentesque nos plantea la lucha de clases.

    DEBEMOS PROCURAR DESARROLLAR COMOPRIORIDADES LA FORMACION TEORICA EN ELMARXISMO, EL TRABAJO DE VINCULACION ALOS SECTORES MAS AVANZADOS DE LA CLASEOBRERA Y EL DEBATE IDEOLOGICO.

    Por tal razn las agrupaciones marxistas que nos plan-teamos la necesidad de contribuir a la creacin de unverdadero partido revolucionario en este pas, cada unaindependiente o conjuntamente, segn lo permitan lascondiciones, debemos procurar desarrollar como prio-ridades la formacin terica en el marxismo, el trabajode vinculacin a los sectores mas avanzados de la claseobrera y el debate ideolgico. El fortalecimiento decada agrupacin en esas tareas prioritarias ser la basemas firme para depurarse ideolgicamente y dar pasos

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    concretos hacia la unidad de principios entre las orga-nizaciones marxistas. La experiencia de muchos aosdurante la pasada dcada nos ha demostrado que esa esla va correcta.Hacemos un llamado a los sectores marxistas y simpa-

    tizantes del marxismo y a los elementos mas alertas yavanzados de la clase obrera a considerar crticamenteesta Declaracin Conjunta. Los invitamos al debatefranco, fraternal y firme conscientes de que a travs deeste iremos dando pasos certeros hacia la construccindel Partido Revolucionario que hace falta en PuertoRico.

    POR LA CONSTRUCCION DE UN VERDADE-RO PARTIDO REVOLUCIONARIO

    Direccin NacionalPARTIDO SOCIALISTA REVOLUCIONARIO

    (PSR)Comit CentralMOVIMIENTO SOCIALISTA POPULAR (MSP)

    1 de mayo del 1980

    Luis ngel TorresLa reciente accin militar del Ejrcito Popular Boricua(EPB-Macheteros) contra la Base Area Muz ha de-jado un saldo sin precedentes para el ejrcito norteam-ericano en los 82 aos de coloniaje a que ha estadosometido nuestro pueblo: nueve aviones de combatedestruidos y tres ms averiados parcialmente.La reaccin del gobierno colonial y de los voceros delgobierno imperialista norteamericano tena que ser dealarma y sorpresa ante lo que para ellos ha constitu-ido el acto terrorista ms grande llevado a cabo enterritorio norteamericano. Por eso mismo era de es-perarse el que Romero Barcel arremetiera contra losautores del atentado tildndolos de fanticos, locosy delincuentes. Sin embargo, lo que sucede es que elladrn juzga por su condicin; Romero Barcel es unfantico, un loco y un delincuente confeso responsablede la masacre de Cerro Maravilla y encubridor de dece-

    nas de actos de corrupcin. Su virulento ataque contralos Macheteros es un ataque contra todo lo que huela alucha contra sus amos imperialistas; su condena de laviolencia es pura hipocresa para tratar de confundir alpueblo para que ste no comprenda la necesidad de, enun momento, utilizar la violencia revolucionaria con-tra el imperialismo. Para Romero la violencia represivade la polica, el FBI y el ejrcito yanqui es justificable,pero cuando son los revolucionarios los que hacen usode la violencia no pierde tiempo en condenarla.

    Ahora bien, ms all de la demagogia y las condenashistricas de los voceros de la burguesa y el imperialis-mo, los revolucionarios debemos evaluar la correccinde acciones como la desarrollada por los Macheterosen la Base Muz. Debemos repudiar enrgicamente loscantos de sirena y la hipocresa de los polticos colo-nialistas, pero no podemos quedarnos ah.Se justifica desde el punto de vista revolucionario laejecucin de acciones de esa naturaleza en este mo-mento en Puerto Rico Al analizar acciones de este tipodebemos partir de las siguientes consideraciones: a) lasituacin concreta del movimiento revolucionario enP.R. y las caractersticas de la etapa de desarrollo delproceso revolucionario en su conjunto; y b) los objeti-vos que cumplen y las consecuencias concretas de lasacciones desarrolladas. Esto es as porque lo que de-termina la correccin de una forma de lucha en un mo-mento dado es si la misma contribuye o no a adelantar

    efectivamente el proceso revolucionario. Es decir, sicontribuye a elevar el nivel de conciencia, organizaciny movilizacin de la clase obrera y el pueblo, y a laacumulacin de fuerzas por parte del movimiento revo-lucionario (mejor preparacin, ganar aliados, etc.) parahacer posible los objetivos revolucionarios.A primera vista el operativo de la Base Muz presentavarios aspectos positivos que debemos mencionar. Lacontundencia y la eficiente ejecucin ratifica una vezms (ya que otras acciones similares haban puesto en

    Posicin del MST en torno a la lucha armada en

    Puerto Rico

    Sobre la base aerea muiz

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    relieve ese factor) una leccin de gran importancia:las fuerzas militares yanquis no son todopoderosa, seles pueden asestar golpes contundentes por parte de lafuerzas revolucionarias. El mito de la invensibilidad delos yanquis y la supuesta incapacidad de nuestro pueb-

    lo para poder enfrentarla militarmente queda bastantemaltrecho con acciones como la de la Base Muz,aunque sea de manera incipiente todava. En tal sentidoacciones de esa naturaleza tienen un importante efectodescolonizador para diversos sectores del pueblo, efec-to que segn vaya avanzando el proceso revolucionarioir adquiriendo una mayor relevancia e ir abriendo po-sibilidades de entendimiento para vastos sectores de lasmasa trabajadoras.En segundo lugar, el impacto internacional de esa accines uno de innegable envergadura. Por un lado, denun-

    cia en forma dramtica la condicin colonial de PuertoRico ante los pueblos del mundo y, por otro lado, llevaun claro mensaje de preocupacin a los crculos gober-nantes de los Estados Unidos. La cubierta periodsticaobtenida en los principales peridicos de la clase domi-nante norteamericana y las declaraciones, en ocasioneshistricas de algunos personeros del gobierno yanquiatestiguan lo que estamos sealando.Sin embargo, el reconocimiento de esos elementos pos-itivos no puede llevarnos a perder de vista el anlisisdel conjunto de los factores y las consecuencias nega-tivas que entraan acciones de ese tipo en las actualescircunstancias en Puerto Rico. Lo contrario sera ide-alizar como correctas, bajo toda circunstancia, todas lasacciones armadas desarrolladas contra el imperialismosin tomar en consideracin las consecuencias de lasmismas para el movimiento revolucionario.En tal contexto creemos que la accin de la Base Mu-z vista junto a otras acciones similares desarrolladasen los ltimos aos contiene una serie de elementosnegativos que pueden ser sumamente peligrosos para

    el desarrollo futuro de la lucha revolucionaria en estepas y que lejos de contribuir al adelanto del procesorevolucionario contribuyen a su estancamiento y debili-tamiento en el mediano y largo plazo.

    NO CORRESPONDE A LA ETAPADE DESARROLLO DEL

    MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO

    Creemos que una accin de la envergadura de la real-izada en la Base Muz no corresponde a la etapa dedesarrollo de la lucha de clases actualmente en PuertoRico. Como hemos sealado en otras ocasiones, la eta-pa que vive el movimiento revolucionario actualmente

    se caracteriza, entre otros, por los siguientes factores:1. A pesar de que existe una profunda crisis econmi-ca del capitalismo, la misma no se refleja con toda suintensidad sobre la clase obrera y el pueblo debido a losmecanismos de control de crisis (cupones, transferen-cias federales, etc.) Estos mecanismos fomentan en lasmasas una actitud de dependencia material y sicolgicahacia el imperialismo y la burguesa nativa.

    2. Existe una situacin de reflujo en la lucha de masasAunque existen seales que apuntan hacia una lentareanimacin en las luchas sociales, las caractersticas

    generales del reflujo se mantienen. Es decir, no esta-mos ante una situacin de ascenso y flujo de la luchade masas.

    3. El movimiento revolucionario se encuentra en unasituacin de defensiva estratgica definida por:

    1. el recio dominio ideolgico del imperialismoy la burguesa nativa sobre nuestro pueblo lo cual serefleja en el apoyo masivo y mayoritario del pueblo alPNP y al PPD;

    2. dentro del independentismo la fuerza mayori-taria es el PIP, el cual es un partido nacionalista burgusy anti-comunista;

    3. el movimiento revolucionario est dividido yfragmentado en diversas tendencias poltico-ideolgi-cas y dentro de su seno predominan las concepcionesdel nacionalismo-burgus;

    4. no existe un Partido Revolucionario de laclase obrera. El movimiento marxista-leninista es joveny dbil y est escasamente vinculado a la clase obrerarecin comienzan durante la dcada pasada.En esas condiciones acciones militares de ese tipo con-

    stituyen un escalonamiento de la lucha armada en unasituacin en que el movimiento revolucionario no estapreparado para enfrentar las consecuencias represivasy polticas de las mismas. El ataque de la Base Muzes un ataque directo contra las fuerzas militares de E.Uen un momento en que la mayora del pueblo apoya alos partidos de la burguesa y el movimiento revolucio-nario es muy dbil, precisamente por la falta de apoyo

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    popular de masas. El problema principal del movimien-to revolucionario en esta etapa no es la presencia de lasfuerzas armadas yanquis en P.R., sino la falta de apoyopopular para la independencia y el socialismo. De hechola forma en que se manifiesta la presencia de las fuerzas

    militares de los E.U. actualmente en este pas se debeprecisamente el bajo nivel de conciencia, organizaciny movilizacin de la clase obrera; si la mayora de lasmasas trabajadoras tuviera conciencia revolucionaria yla lucha de clases hubiera alcanzado un nivel superiorde desarrollo el carcter represivo de las fuerzas milita-res yanquis sera de seguro ms evidente, no solo paralos revolucionarios sino tambin para el pueblo.En una situacin como la que se vive actualmente enP.R. los mtodos de lucha utilizados por los revolu-cionarios - incluyendo la accin armada - deben ir di-

    rigidos a ganar poblacin favorable para la revoluciny por ende restarle apoyo a la burguesa y al imperi-alismo, partiendo de que ese es el problema principalque enfrentan las fuerzas revolucionarias en esta etapa.En tal sentido las acciones revolucionarias, armadas ono, deben procurar el desarrollo de la conciencia, orga-nizacin y movilizacin de sectores especficos de laclase obrera y el pueblo lo cual permita ir acumulandofuerzas y fortaleciendo al movimiento revolucionarioen su conjunto. Es decir, el accionar revolucionario entodas sus formas debe corresponder al grado de desar-rollo de la lucha de clases para asegurar la organizacinrevolucionaria del pueblo. Lanzar ataques como el de laBase Muz es desconocer el estado real de la lucha declases en esta etapa y no entender la correlacin desfa-vorable de fuerzas existente entre los revolucionarios yel imperialismo.La experiencia de las luchas revolucionarias en otrospases nos ensea que el desarrollo de acciones arma-das que no corresponden al nivel de la lucha de clasesen una etapa dada conduce a polarizar la lucha entre

    una vanguardia armada y el imperialismo y no a la or-ganizacin y preparacin de la clase obrera y el pueblo.En tales condiciones el imperialismo logra aislar a losrevolucionarios de su base de apoyo fundamental, elpueblo, y se facilita la represin contra el movimientorevolucionario. En una situacin cono la nuestra dondeel aislamiento del pueblo es la nota predominante delproceso revolucionario las consecuencias de desatar unaguerra de vanguardia pueden ser sumamente gravespara el conjunto del movimiento revolucionario.

    NO ESTA LIGADA A UNALUCHA DE MASAS CONCRETA

    Otro aspecto de gran importancia que caracteriza aataque a la Base Muz es que el mismo no est vin-

    culado a una lucha de masas concreta donde la accinarmada fuera complemento o culminacin de la mismaLa accin de los Macheteros ocurre en un momento enque no se est escenificando en el pas ninguna lucha(poltica o reivindicativa) de envergadura como podraser un proceso huelgario, manifestaciones de algn sec-tor de las masas, etc. De hecho lo mas sobresaliente eneste periodo ha sido el jolgorio electoral montado enla Comisin Estatal de Elecciones a raz del cuatro denoviembre.En este sentido es muy importante tomar conciencia de

    la diferencia existente entre una accin armada que sedesarrolla dentro de un proceso de lucha de masas, rei-vindicativas o polticas, y otra que se desarrolla ajenaa una lucha de masas concreta, basada solamente enla justificacin o la voluntad de sus autores. No es lomismo recurrir a la lucha armada para profundizar yhacer triunfar un proceso de lucha de algn sector de lasmasas, donde los intereses de stas estn en juego, queplanificar y ejecutar una accin armada en un contextodiferente. Cuando la lucha armada es parte de algunalucha de masas importante, si se aprovechan correcta-mente las condiciones favorables, contribuye sin duda ala educacin, organizacin y movilizacin de diversossectores de las masas que acumulan unas experiencias yse preparan para defender sus intereses de clase en unaforma mas efectiva; en los prximos combates de claseadems de la vanguardia es posible que sectores espec-ficos de las masas estn preparados para ejercer la luchaarmada, partiendo de la experiencia acumulada. Eso esprecisamente lo que se debe procurar.En ese contexto un ataque a las fuerzas represivas

    (policas, Guardia Nacional), en contestacin a su in-tervencin contra los trabajadores no solo contribuyea lograr los objetivos del proceso, sino que, ademsengarza con la denuncia concreta del carcter repre-sivo y antipopular de las fuerzas militares burguesaslo cual contribuye a elevar el nivel de conciencia delos sectores envueltos. Lo mismo podra decirse de unasituacin donde los cuerpos represivos actan criminal-mente contra un sector de las masas que esta luchandopor alguna reivindicacin democrtica. En ese caso la

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    accin o acciones armadas que se realicen no solo es-taran justificadas desde el punto de vista poltico, sinoque adems, podra ser un ingrediente de gran impor-tancia para la toma de conciencia de diversos sectoresde las masas.

    Por el contrario, la accin de los Macheteros en la BaseMuz se da fuera del contexto a que hacemos refer-encia y refleja principalmente la voluntad de una or-ganizacin armada independentista que, ante el dbildesarrollo de conciencia y movilizacin de los traba-jadores ha optado por compensar esos factores negati-vos con una ofensiva armada.

    REPRESENTAN UNATENDENCIA MILITARISTA

    La accin de la Base Muz junto a otras acciones simi-

    lares, como el ataque a un vehculo de la Marina en Sa-bana Seca y el ataque contra oficiales del ejercito en laAvenida Domenech en Hato Rey entre otros, confirmael desarrollo de una tendencia militarista del indepen-dentismo que ha decidido desarrollar una guerra contrael imperialismo independientemente de las condicionessocio-econmicas, del nivel de la lucha de masas, elgrado de conciencia de la clase obrera y de la correl-acin de fuerzas entre los revolucionarios y el enemigoimperialista.Para los Macheteros y otros sectores del independen-tismo en P.R. existe una situacin de guerra con losEstados Unidos y, segn ellos, en la medida en que seprofundice el desarrollo de la lucha armada se crearncondiciones propicias para lograr la independencia dePuerto Rico. Su lgica parece ser la siguiente: a travsde la lucha armada se puede precipitar una confront-acin con el ejrcito yanqui que obligue al imperialismoa desatar la represin contra el independentismo ante locual el pueblo ir cobrando conciencia de la necesidadde luchar contra el imperialismo. A fin de cuentas lo

    que pretenden es transformar la realidad existente de le-galidad relativa en una de guerra contra el imperialismobajo el supuesto de que entonces el pueblo asumir unaconciencia revolucionaria. De ah que sostengan (y loestn llevando a la prctica) que la lucha armada es elmtodo principal de lucha en esta etapa.Esa concepcin refleja una postura voluntarista y sub-jetivista propio de la pequea burguesa independen-tista en su variante militar que carente de un anlisiscientfico de la realidad puertorriquea cree que la

    lucha armada puede ser el detonante de una situacinrevolucionaria en esta etapa. Por su visin deformadade la realidad pierden de vista cual es el estado real dela lucha de clases en P.R., la situacin de defensiva es-tratgica en que se encuentra el movimiento revolucio-

    nario y la fortaleza del enemigo. Al no tomar en cuentalas condiciones reales del movimiento revolucionariose envuelven en el desarrollo de acciones armadas quea quien nico pueden movilizar en este momento es aalgunos sectores del independentismo, en su mayorade extraccin pequeo burguesa con lo cual pasan poralto que la mayora de la clase obrera y los trabajadoresno tienen conciencia de sus intereses de clase y de lanecesidad de luchar por la independencia y el social-ismo. La persistencia en esas acciones de claro cortemilitarista a lo que lleva es a dejar de lado la educacin

    y movilizacin de la clase obrera, la nica clase capazde dirigir el proceso revolucionario hasta el final.Para que la accin armada pueda contribuir realmentea la toma de conciencia de la clase obrera y el pueblotiene que ser parte esencial de las luchas que esta clasedesarrolla; no puede ser un factor separado ejecutadopor especialistas. La educacin de la clase obrera y lostrabajadores en las difciles condiciones existentes enP.R. ameritan un trabajo paciente en las fbricas y loscentros de trabajo que no puede ser sustituido por ac-ciones espectaculares por ms contundentes que seanQuerer imponerle a la lucha de clases un accionar queno est basado en el nivel de conciencia de la clase so-cial fundamental es consagrar durante muchos aos elabismo existente entre los revolucionarios y el puebloEn el campo militar no es otra cosa que desarrollar unaguerra de vanguardias basada fundamentalmente enlos sectores desesperados de la pequea burguesa queante la difcil situacin que vive nuestro movimientorevolucionario optan por la lucha armada como la sali-da ms corta para lograr la independencia.

    Pero de lo que se trata no es de hacer una guerra entreuna vanguardia armada y el imperialismo. Se tratade desarrollar una guerra del pueblo, para lo cual nobasta con que exista una organizacin con gran capa-cidad militar, sino adems hay que garantizar que seael mismo pueblo quien desarrolle la guerra. No esta-mos planteando que todo o la mayora del pueblo tengaque tomar conciencia revolucionaria para que enton-ces se puedan desarrollar acciones armadas contra elimperialismo. No, lo que planteamos es que en todas

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    las etapas del proceso revolucionario las acciones ar-madas que se desarrollen deben estar ubicadas y cor-responder al nivel de conciencia y de lucha de sectoresespecficos de la clase obrera y el pueblo para que asla lucha armada pueda jugar el papel especfico que le

    corresponde en cada etapa. En una etapa definida porla defensiva estratgica del movimiento revolucionarioy la fortaleza el enemigo, como la que se vive actual-mente en P.R., la lucha armada debe asumir un papelsecundario subordinada a las tareas de organizacin dela lucha de masas. En una etapa de ofensiva estratgicadel movimiento revolucionario donde el enfrentamien-to militar sea la orden del da, la lucha armada puede ydebe pasar a primer plano como garanta del triunfo delproceso revolucionario.La guerra revolucionaria tiene sus leyes, las cuales de-

    ben ser observadas por los revolucionarios. En cadaetapa las leyes de la guerra asumen un carcter especf-ico segn las condiciones particulares que definen cadaetapa. Desconocer esa regla general es sobreponer losfactores subjetivos por encima de la realidad material,

    es querer dirigir una guerra desde un punto de vista sub-jetivo nicamente. Todo lo cual lleva por lo general auna concepcin militarista, cuyas consecuencias polti-cas pueden ser desastrosas.Por todo lo expuesto creemos que la accin desarrol-

    lada por los Macheteros en la Base Area Muiz, anreconociendo los aspectos positivos de la misma, esuna accin incorrecta que representa ntidamente unaconcepcin de lucha militarista que lejos de contribuiral desarrollo del proceso revolucionario constituye unadesviacin sumamente peligrosa.* Este artculo fue publicado en dos partes en las edi-

    ciones del 26 de enero al 8 de febrero y del 16 de febre-

    ro al 1 de marzo de 1981, en la seccin En la lucha,

    del peridico Bandera Roja, entonces rgano oficial

    del Movimiento Socialista Popular (MSP).

    Terrorismo individual...

    o lucha armada de masas?

    Ira Popular

    Partido Socialista Revolucionario (M-L)El artculo fue publicado en la revista Ira Popularpara los meses de septiembre a octubre de 1977 (ao9 edicin #43). Esta revista fue el rgano terico delPartido Socialista Revolucionario y se publicaba cadados meses.El tema de terrorismo individual est planteado nue-vamente ante los revolucionarios puertorriqueos mo-tivado especialmente por la acciones realizadas en las

    ciudades de Chicago, Nueva York y Washington porel grupo denominado Fuerzas Armadas de LiberacinNacional (FALN) y por la mas reciente accin de uncomando obrero en septiembre pasado al ejecutar alabogado norteamericano Alan Randall. Los revolucio-narios tenemos que asumir ante estas acciones, y ante laconcepcin poltico-ideolgica que est detrs de ellas,una posicin consecuente y clara acorde con los intere-ses de la lucha de clase de los obreros y trabajadoresy con los principios del socialismo cientfico. No esresponsable ni correcto apoyarlas meramente porque

    son acciones armadas ni el rechazarlas por lo mismoTampco es responsable ni correcto despachar el asuntocon una frmula sacada de otra experiencia ni con unalusin a cmo el imperialismo usa o deja de usar en subeneficio esas acciones.Ante todo, hay que establecer dos cosas en este asun-to:1) Corresponde la tctica o el mtodo del terrorismo a

    la preente etapa de desarrollo del proceso revoluciona-rio; esto es, es el mtodo acertado para cumplir con lasnecesidades del momento que impone la lucha revolu-cionaria?2) Cul es la concepcin poltico-ideolgica que estdetrs de las acciones de los terroristas individuales denuestros das, a que intereses de clase responden?En este artculo demostraremos, primero, por qucreemos y afirmamos que el mtodo del terror no es latctica correcta del momento, para entonces analizar loque ciertamente es el meollo de la cuestin, a qu con-

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    cepcin poltico-ideolgica y a que intereses de claseresponde el terrorismo individual.

    El mtodo del terrorismoEl terrorismo es un mtodo, una tctica, una forma de

    lucha armada. El terrorismo individual es la aplicacindel terrorismo en una circunstancia histrica en la cualdicha tctica no arranca de la lucha de las masas sinode la actividad individual de un grupo de personas des-ligado de las masas que cree errneamente que dichasacciones de por s adelantan la lucha revolucionaria.No es correcto, para los marxistas, el rechazar el terror-ismo per se, po r lo mismo que no rechazamos ningnmtodo de lucha ni ninguna tctica de antemano en aus-encia de un anlisis de la situacin particular de cadamomento dado. Pero es igualmente ajeno al marxismo

    el apoyar todos los mtodos de lucha a piori. Lo quecorresponde en cada etapa del proceso revolucionarioes determinar, en base al grado de desarrollo de la lu-cha de clases, y en base al grado de desarrollo de lascondiciones subjetivas de conciencia, organizacin ypreparacin de las diferentes clases, cules mtodoscontribuyen a adelantar el desarrollo de la lucha revo-lucionaria.Veamos qu dice Lenin acerca del problema de los m-todos de lucha.En primer lugar, el marxismo se distingue d etodas lasformas primitivas del socialismo en que no vincula elmovimiento a ninguna forma de lucha especfica y de-terminada. Reconoce las ms diversoas formas de luchapero sin inventarlas, sino simplemente generalizando,organizando e infundiendo conciencia a aquellas for-mas de lucha de las clases revolucionarias que por smismas surgen del movimiento. El marxismo, que re-chaza incondicionalmente todo lo qu esean frmulas ab-stractas o recetas doctrinarias, reclama que se preste lamayor atencin a la lucha de las masas en marcha que,

    con el desarrollo del movimient, con el crecimiento dela conciencia de las masas, con la agudizacin de lascrisis econmicas y polticas, engendra constantementenuevos y cada vez ms diversos mtodos de defensa yataque... el marxismo aprende, si avale expresarse as,de la prctica de la lucha de masas y nada ms ajeno al que la pretensin de ensear a las masas formas delucha caviladas por sistematizadores de gabinete.En segundo lugar, el marxismo exige incondicional-mente que el problema de las formas de lucha se en-

    foque histricamente que el problema de las formas delucha se enfoque histricamente. Plantear este prob-lema al margen de la situacin histrica concreta estranto como no entender los rudimentos del material-ismo dialctico... querer contestar que s o que no a un

    determinado medio de lucha, sin entrar a considerar endetalle la situacin concreta del movimiento de que setrata en una fase dad de su desarrollo, equivale a salirsetotalmente del terreno del marxismo.A la luz de lo anterior, tenemos que ver si el mtodo delos terroristas individuales corresponde a la lucha delas masas, si est enmarcado en el proceso de toma deconciencia, organizacin y preparacin de las masasCorresponde a eso o a conclusiones caviladas al mar-gen de la situacin real de la lucha de masas? Surge laaccin de las organziaciones terroristas de un intento

    verdadero de elevar la conciencia y la comprensin delas masas o de un intento de sustituir a las masas en elpapel protagnico de la lucha revolucionaria?Y, cules son los logros de los terroristas individuales?Qu adelanto de la lucha por la independencia, quadelanto en la toma de conciencia por las masas, quaccin revolucionaria de las masas han promovido o si-quiera detonado nuestros terroristas? Qu terror hancausado al enemigo en estas circunstancias? A quinhan logrado aterrorizar, echar hacia atrs, y retrocederque no sea a las propias masas de obreros y trabajadoresan dominados por la ideologa de la burguesa?Cul es la situacin del movimiento revolucionariopuertorriqueo, cules son las tareas necesarias? He ahlas preguntas que hay que responder para que el mov-imiento revolucionario no contine dando tumbos deuna tctica a otra. Estamos en una de las etapas inicialesdel proceso revolucionario, que se caracteriza pro unasuperioridad poltica y militar enorme del enemigo enestos momentos, por un bajsimo nivel de desarrollo delas condiciones subjetivas en las masas explotadas, y

    por un aislamiento y dispersin de las fuerzas revolu-cionarias. En estas condiciones, es ineludible que nostracemos una tctica que contribuya a unificar a las ac-tuales fuerzas y elementos revolucionarios, a dar unadireccin acertada a la lucha, a esclarecer a las masassobre su situacin de explotacin y opresin y, con esoa ir cambiando el enorme desbalance de fuerzas en quenos encontramos con respecto al imperialismo.Cualquier mtodo, concepcin, actitud o costumbre queretrase o impida lograr lo anterior tiene que ser echa-

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    do a un lado. Hay que echar al zafacn de la historiatanto ilusionismo, tanto reformismo, tantas consignashuevas, tanto actuar a espaldas de las masas, y hay quempuar firmemente la tarea de construir un partido co-munista revolucionario capaz de dar direccin poltica,

    ideolgica y organizativa al proceso , tarea que implicalanzarnos de lleno a las labores de denuncia y propa-ganda, de movilizacin y organizacin en el seno delpueblo.

    La concepcin ideolgica delterrorismo individual y el foquismo

    La base del auge del terrorismo individual y el fo-quismo en nuestros das, as como de todas las tenden-ciasque se oponen al anlisis cientfico de la realidad ya la lnea de concientizar, movilizar, organziar y armar a

    las masas para la lucha revolucionaria, est en el carct-er pequeo burgus e intelectual del movimiento inde-pendentista y de izquierda en Puerto Rico. En oposicina la exigencia del marxismo de que al socialismo se letrate como la ciencia que es, la idelologa del pequeoburgus concibe el socialismo como una doctrina ms,como una mera alternativa de edificiacin econmicaante el capitalismo. Nada de comprensin de la dialc-tica del desarrollo social e histrico y s a la creencia enla teora idealista del papel predominante del individuoen la historia.Para el socialismo cientfico, la revolucin es un pro-ceso que se organiza, se dirige, se acelera o atrasa, selleva por un camino victorioso o no, pero que se da fun-damentalmente debido a profundas casuas que radicanen la estructura de la sociedad. Es un proceso que estdeterminado por el desarrollo de la lucha de clases quese da en esta sociedad llena de contradicciones y en lacual esas contradicciones llegan a un punto de antago-nismo que las saca a flote de la forma ms descarnada.Un proceso que los revolucionarios tienen que estudiar

    y comprender y darse a la tarea de preparar a las ma-sas organizndolas y armndolas poltica, ideolgicaymilitarmente para ese proceso. En palabas de Lenin, lamisin de los socialdemcratas (comunistas de aquellapoca) consiste en hacer comprender claramente a lasmasas esta base econmica de la crisis en gestacin yen forjar una seria organizacin de partido, capaz deayudar al pueblo a asimilar las valiosas enseanzas de

    la revolucin y de dirigirla en la lucha, cuando madurenlas fuerzas, hoy en proceso de maduracin, para unanueva campaa revolucionaria. Tal es la concepcinmarxista de la revolucin y sobre la funcin de los rev-olucionarios concientes.

    Para el ultra-izquierdista pequeo burgus la revolu-cin es una cosa distinta. Este ve la revolucin comoun proceso que depende principalmente de la accinconcertada de los revolucinarios concientes. Que se dla revolucin depende para l de muchos o pocos hom-bres se lo propongan y la preparen. Es la confusin derevolucin con insurrecin, de revolucin con el merodesencadenamiento de la lucha armada. Lo que importaentonces son los arreglos tcnicos, las armas, los con-tactos entre algunos revolucionarios, la conspiracin serealiza y el golpe se efecta. Pero las masas no se le-

    vantan ni siguen la accin. Como l no ve la profundacausa de los intereses de clase poltico econmicos queimpulsan la revolucin, ni comprende cules son lascontradicciones que la originan ni como se desenvuel-ven las mismas, el idealista pequeo burgs ve la revo-lucin como un proceso exclusivamente poltico, en elcual el problema del poder, la toma del poder (problemafundamental en la estrategia de toda revolucin) para lest planteado en primer plano desde el primer momen-to como el asunto principal. Sin atender al desarrollo dela capacidad de la clase revolucionaria y sus dirigentespara plantearse como tarea inmediata la toma del poderel idealista se lanza por los medios que sean a la tomadel poder. Le ocurre entonces lo mismo que al reform-ista, que empieza viendo en la participacin parlamen-taria un medio hacia el poder y termina acomodndosetotalmente al sistema parlamentario burgus y negandola posibilidad de su transformacin. As mismo el ter-rorista forquista que cree que su lucha armada aisladaha de acercarlo a la toma del poder, al caer en la rutinade su propia actividad individual y falta de apoyo de

    las masas, va directo a la negacin total del potencialrevolucionario de las masas y, por ende, a la prdida dela esperanza en la posibilidad de la revolucin.

    Teoria del papel de las masas yde los individuos en la revolucion

    El marxismo entiende que la historia de la humanidades la historia de la lucha de clases, y , por ende, explica

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    los procesos sociales en funcin de las clases envueltas,de sus intereses comunes y contradictorios y de sus re-spectivos desarrollos. Por esto concebimos a las masa sproductoras, explotadas y oprimidas en todos los siste-mas basados en la propiedad privada como los princi-

    pales protagonistas de la historia. Son las masas las quehacen la historia, producen las riqueas, crean la cul-tura. Son las clases las que , luchando entre s y desar-rollndose, motorizan el desarrollo social y el progreso.EL individuo se da dentro de una clase determinada yello determina en lo fundamental su pensar y su actuar.El lder es lder y es reconocido como tal en la medidaen que logra captar y expresar a travs de sus ideas y suaccin los intereses y aspiraciones de X clase o Y sectorde clase. El lder, el idelogo, etc., son funcionales enla medida en que logran expresar el sentir y el inters,

    falso o verdadero, de un sector de la sociedad divididaen clases. De lo contrario, no es lder ni idelogo y esabandonado y olvidado.Pero para el pequeo burgus el intelectual ultraiz-quiedista, con la ideologa propia del pequeo propi-etario y del trabajador mental, las masas son unaturba que se deja explotar por los grandes capitalistasy deja que los imperialistas se apoderen del pas, a lascuales hay que ensear a hacer una revolucin. Unosle pretenden ensear a hacerlo mediante los sagradosmtodos del reformismo, el legalismo y el sindicalismocolaboracionista, mientras la seccin ultraizquierdistade la pequea burguesa pretende ensearle tomandola sarmas por su cuenta e iniciando la lucha armada almargen del desarrollo de la lucha de masas. El foquistarazona, que las masas nos sigan, que comprendan queestamos bien, hagan otros el trabajo poltico y nosotrosel militar. Es el individuo pensante el que es capaz detransformar la sociedad, las masas le seguirn una vezvean que las acciones se estn llevando a cabo.Es la visin idealista de la preeminencia del individuo

    sobre la colectividad, es la ideologa del individualismoburgus trada al terreno de la lucha revolucionaria. En-tonces el es lder el que marca las pautas, es el idelogoel que crea la ideologa y son los cuadros avanzadosde la pequea burguesa y la intelectualidad los qu em-prenden la accin militar tengan o no el respaldo delpueblo. Ese respaldo popular es un factor secundarioy que ha de venir despus segn el esquema de los fo-quistas. Lo importante es formar el foco, regularizar laaccin militar del pequeo grupo armado y lograr la

    eficiencia en las acciones realizadas. Para ello hay quepasar entrenamiento, preparar el equipo necesario, perono hay que concientizar ni movilizar ni organizar a lasmasas porque stas se concientizarn cuando empiecenlas acciones. Ms la historia de CAL y MIRA en Puerto

    Rico y de tantas organizaciones terroristas y guerrill-eras de Amrica Latina, lo que regitra es fracaso trasfracaso de la lnea foquista cada vez que es aplicadaPorque la funcin de las masas no es seguir sino hacerla revolucin y porque slo es posible vencer al impe-rialismo ms poderoso de la historia si se cuenta con elverdadero respaldo del pueblo en la lucha econmicapolticay militar contra el imperialismo.En el esquema del foquista el partido no es ms que unaspecto secundario ya que la direccion suprema de lalucha se encuentra en el frente armado. Es la poltica de

    el fusil manda al partido y no de el partido mandaal fusil como dice Mao. En algunos de los mvimientosfoquistas fracasados de Amrica Latina surge ahora lateora foquista revisada planteando el partido armadoPero siempre el partido en funcin de la lucha armaday no la lucha armada en funcin del desarrollo de lalucha de la clase obrera y sus aliados bajo la direcciondel partido. Lo que hace falta es levantar la concienciay la organizacin de las masas para que sean capaces deenfrentarse victoriosamente a las fuerzas del imperial-ismo y para ello hace falta un partido marxista leninistacapaz de movilizar a las masas en un frente popular yen un verdadero ejrcito popular para forjar el triunfode la guerra popular revolucionaria. Lo dems es retar-datorio y estanca el proceso.

    La lucha armadaNo toda lucha armada, por el mero hecho de ser lu-cha armada es revolucionaria o es capaz de transformarrevolucionariamente nuestra sociedad. Cuando deci-mos que la violencia es la partera de toda vieja sociedad

    que lleva en su seno el germen de una nueva sociedad,y cuando decimos y afirmamos que el imperialismo yel capitalismo no se van a acabar en nuestro pas si nose desarrolla una lucha armada, no podemos por elloapoyar cualuqier tipo de lucha armada que se d.La lucha armada que ser capaz de eliminar el yugo dela explotacin en nuestro pas es la guerra popular revo-lucionaria de las masas explotadas con el proletariado asu cabeza. Una guerra que no se desencadenar a partirde la cabeza de un estratega sino cmo resultado de la

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    agudizacin de las contradicciones de nuestra sociedady del desarrollo de las condiciones subjetiva de con-ciencia y organziacin de las masas. Una lucha cuyasgarantas fundamentales de victoria son: la existencia deuna coyuntura de crisis nacional qu elance a las grandes

    mayoras d elos explotados a luchar; la integracin a lalucha poltico-militar de cada vez ms importantes sec-tores de las masas explotadas; la direccin de la luchapoltico-militar por el proletariado revolucionario, loque slo se lograr en la mediad en que surja, crezca yse fortalezca su destacamento de vanguardia, el partidocomunista, a nivel de todo Puerto Rico.Una lucha armada cuyo carcter ser prolongado porcuanto se parte d eun desbalance de fuerzas descomu-nal a favor del enemigo. Pero sabemos que la aplicacinde una justa lnea ha de ir transformando ese balance,

    igualndolo primero y luego tornndolo a nuestro fa-vor. Esto es as ya que aunque el imperialismo es fuertea nivel tctico, a nivel estratgico est en ascenso ysus fuerzas son incontenibles. Ms son las fuerzas delpueblo las que son poderosas en el plano de lo estrat-gico, y la lnea revolucionaria de la lucha armada popu-lar se tiene que basar en el desarrollo de esas fuerzas almximo, en el levantamiento de las masas hacia la tomadel poder.Los foquistas ven la lucha armada en funcin de su pro-pio convencimiento de la necesidad de sta, y no entrana bregar con el problema de movilizar a las masas ala lucha. Para el idealista pequeo burgus ultraizqui-erdista, los principios son todo, ellos son su riqueza, supropiedad y ante ellos pone una barrera infranqueable.No hay tregua posible, la lucha armada hay que em-pezarla cuanto antes. Ms sus altisonantes argumentosde principios se caen ante el peso de la realidad quees mucho mas fuerte y se impone. El enemigo tan sloest en jaque en su cabeza ilusionista porque en la crudarealidad an y por basante tiempo cuenta con el apoyo

    de las masas por medio de la enajenacin y el sobronode las clases obrera y trabajadora y de su aparato repre-sivo.Otras concepciones que vienen acompaasas del terror-

    ismo individual y el foquismo son:1)El ultraizquierdismo de palabra; es la frase revolucio-naria y la consigna hueca con las que se pretende llenarel vaco poltico de masas. Esta corriente tan slo lograatraer a los elementos principiantes, bsicamente, de

    la juventud estudiantil, a los que la prdica come-can-delera y ultraizquierdista hace creer que estn en algocuando realmente estn en nada. Es el citar al Ch encada esquina, es el vocear consignas muy revolucinar-ias pero que no condensan ni resumen un lineamientopoltico para nuestro movimiento y nuestra etapa deproceso; consignas que no se traducen en una prcticaconsecuente con lo que se dice.2) La creencia de que es necesario y conveniente quehaya ms represin y que la situacin del puebl oem-peore, por que as ste se ver lanzado a la lucha. Son

    los que no confian en la capacidad del pueblo de com-prender la necesidad de la revolucin, los que no con-fan en la capacidad de los revolucionarios concientesde concientizar y organziar a las masas. Entonces hayque ayudar a crearle la crisis al sistema, esto tiene queponerse verdaderamente malo, como si las condicionesobjetivas de la revolucin no estuvieran dadas ya.Lo que hace falta que se emprenda como tarea en estepas, y que no se descanse un momento en llevarlo acabo, es que los marxistas leninistas y los simpatizantesde dicha ideologca nos unamos para construir el in-strumento de la clase obrera que posibilite una direc-cin acertad del proceso revolucionario. Para organizarese partido de vanguardia hay que ir a los talleres y alas comunidades a encontrarse con los verdaderos el-ementos de vanguardia de la clase obrera y organizarlosen el Partido. No hay camino corto ni atrecho en esteproceso. Vamos a acometer las tareas que nos imponela etapa en que nos encontramos para que el procesorevolucionario avance aceleradamente ! Vamos a ar-mara ideolgica, econmica, poltica, organizativa y

    militarmente a las masas de obreros y trabajadores denuestro pas! Para que entonces podamos escuchar entoda nuestra nacin:

    PUERTO RICO EN ARMAS... PRESENTE!

  • 7/27/2019 Documentos-Historicos-del-MST-Vol-II.pdf

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    Tomo I Historia del MST

    Escuela Socialista Pablo Soto Carriat

    Movimiento Socialista de Trabajadores