origen, evolución, y transformación del romanticismo en europa e hispanoamérica

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Cátedra: Literatura Hispanoamericana Temática: Origen, evolución, y transformación del Romanticismo en Europa e Hispanoamérica. Proyecto de investigación bibliográfica Walter Arturo Escobar.

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Cátedra: Literatura Hispanoamericana

Temática: Origen, evolución, y transformación del Romanticismo en Europa e

Hispanoamérica.

Proyecto de investigación bibliográfica Walter Arturo Escobar.

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INDICE

TEMA PÁG.

Presentación 3

Justificación 4

Conceptos de romanticismo y sus características 5

Influencias políticas y filosóficas en el romanticismo 6

Romanticismo en España 12

El arte del siglo xix: el movimiento romántico 17

El romanticismo en Hispanoamérica 23

Conclusión 30

Bibliografía 31

3

PRESENTACION

Durante la primera mitad del siglo XIX, descolló en Europa un movimiento artístico

y literario que transformaría las expresiones artísticas como un todo y desde sus

bases esenciales, a la vez que llevaría su huella a Latinoamérica, la cual lo

desconocía hasta ese momento: El Romanticismo; este se origina en Alemania e

Inglaterra a finales del XVIII, nace como una reacción contra el pensamiento de la

ilustración, ya que los autores románticos no compartían el uso de la razón, para

mejorar los problemas de las diversas clases sociales. Los románticos justificaban

la creación fundamentada en lo fantástico, lo subjetivo, lo del alma, como

generador de las más excelsas virtudes.

Los sucesos políticos, que convergían en Europa en ese periodo, contribuyeron a

soterrar de una vez, las prácticas de los antiguos regímenes que gobernaban

hasta ese entonces. En los aspectos económicos, la naciente Revolución

Industrial trajo consigo importantes cambios, como la reorganización de la

sociedad en clases basadas en la posesión de la riqueza y la cimentación de la

burguesía como clase social más poderosa. En el terreno político, la primera mitad

del siglo XIX fue una etapa convulsa, marcada por las revoluciones liberales en

toda Europa, que enfrentaban a los partidarios del poder absoluto del rey y los

defensores de los modelos democráticos.

Incómodos en la sociedad, los escritores románticos reivindicaban la libertad y los

derechos individuales y evocaban en sus obras tiempos pasados y lugares

exóticos como forma de evasión de un presente cultural que les disgustaba. A la

vez que diversas corrientes de pensamiento filosófico, trataban de transformar e

influenciar con su verdad absoluta, cada una de ellas, a las sociedades europeas y

al pensamiento universal, todo estos factores, aunados a los diversos cambios

artísticos que afectaban a Europa como un todo, como la música, las artes, la

religión y las ciencias en toda su gama, también ejercían una trasformación y

producciones propias, que contribuirían a expandir el Romanticismo.

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Todos estos aspectos a la postre servirían como fundamento, para que el

romanticismo tomara fuerza y desarrollo propio, en la inspiración y transformación

de sus representantes, los cuales con el paso del tiempo, es digno hacer un

estudio de ellos.

CONCEPTOS DE ROMANTICISMO Y SUS CARACTERÍSTICAS

El Romanticismo es un movimiento cultural y político que se inicia en la primera

mitad del siglo XIX en Europa y América. Consiste en una nueva forma de ver el

mundo. La razón, tan ensalzada en el XVIII, no ha conseguido solucionar los

problemas de la Humanidad. Según el Romanticismo, el Hombre no es sólo razón;

también posee sentimientos, ideales, fantasías, sueños y deseará explicarlos,

olvidándose de las reglas dieciochescas, con absoluta y plena libertad íntima y

expresiva, en todo lo imaginario y sentimental, lleno de pasión, lo cual muestra en

el perfil el hombre romántico:

Individualista; defiende sus ideales; se enfrenta al mundo que le rodea, que

no logra comprenderlo.

Libre; la libertad de pensamiento y de expresión serán ideales suyos.

Rechazará todas las normas y reglas (tanto sociales como

literarias). *Nacionalista. Exalta lo peculiar del país (opuesto al

internacionalismo dieciochesco). Se notará en los temas tratados.

Idealista. Busca el amor, la justicia social, la felicidad...

Invadido por la angustia. Al no encontrar respuesta a sus ideales, se sentirá

solo e incomprendido. Ante esto, optará bien por la evasión (huida a

mundos ideales, lejanos-medievales-) o por el suicidio (acto muy

romántico).

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ESTÉTICA ROMÁNTICA

Originalidad: Se busca lo nuevo, no sometido a las reglas.

Experimentación constante para, evitando las repeticiones: Por esto se harán

constantes innovaciones (sobre todo métricas). Este proceso experimentador aún

no ha concluido (dará grandes frutos en los inicios del siglo XX). Muchos se

declaran iconoclastas.

Efectismo: El arte romántico busca impresionar, conmover (va dirigido a nuestros

sentimientos, no a nuestra razón). Esto se ve desde la fonética (de gran

sonoridad) hasta los temas (marginados sociales; grandes dramas).

INFLUENCIAS POLÍTICAS Y FILOSÓFICAS EN EL ROMANTICISMO

El periodo comprendido en la segunda mitad del siglo XVIII, destaca en Europa la

creación literaria fundamentada en llevar la contraria a los paradigmas

neoclásicos, lo que a la postre es conocido como los primeros visos del

prerromanticismo, con lo que inicia una transición de cierre de la Edad Moderna,

para apertura a la Edad Contemporánea

Los autores prerrománticos - que en si no es una escuela literaria, sino un grupo

de escritores inmersos en nuevas ideas y sentimientos - destacan sus obras por

el sentir, en que valoran más los sentimientos, que lo originado en la razón,

oponiéndose a los principios de los Iluminati. Admiran lo sencillo y bello, así como

lo natural, propio, el paisaje natural con lo rustico y antiguo. Priorizan la libertad

individual, y por ende se opone a las normas que regulan al ser y la sociedad. El

autor prerromántico enlaza patrones neoclasicistas, con acciones propias, que a

la postre parirían al Romanticismo, movimiento que no solo se expresa en lo

literario y arte, ya que valora lo social y sus claras consecuencias políticas, lo que

conlleva una transformación en todo sentido, del pensamiento y redacción

histórica.

6

El prerromanticismo se cimenta en Alemania, donde comienzan a divulgar la

belleza natural y la historia antigua de los pueblos nórdicos, enfatizando la poesía

legendaria o individual, en donde comienzan a destacar los escritores como

Johann Gottfried von Herder (1744-1803) —pastor luterano, escritor, filósofo y

poeta— que fue un prolífico pensador alemán, que no tuvo una línea determinada

de pensamiento o producción escrita, lo cual precisamente lo hace especial. De

esta manera juega un rol importante en la consolidación del Aufkldrung o

Ilustrismo germano, el cual se opone a la Iluminación francesa. Desarrolla su obra

en el periodo del prerromanticismo alemán, y por ende instiga la creación del

Sturm und Drang – Tormenta e Impulso – en donde convergen grandes

románticos alemanes como un tal Johann Wolfgang von Goethe, quien a la postre

se separaría de su amigo y mentor von Herder, quien cimenta sus textos, en

contra del clasicismo, racionalismo, el cosmopolitismo y el moralismo que pregona

la Ilustración. Los escritos de Herder poseen un carácter insurreccional contra todo

lo iluminado, que predomina hasta finales del siglo XVIII, con lo cual es

considerado el padre conceptual del Romanticismo, movimiento que política e

ideológicamente se expande por Europa desde Francia, pero con claras raíces

culturales e ideológicas alemanas.

Johann Gottfried von Herder, fundamenta su literatura, para ir contra la ilustración,

en que el autor debe dar salida a su inspiración de genio, acorde a su cultura y

tiempo, a la vez que duda de la contemporaneidad de la tragedia griega, la cual

limita las circunstancias concretas que dan origen a toda creación literaria. Con su

obra “Otra filosofía de la historia para la educación de la humanidad. Contribución

a otras muchas contribuciones del siglo”, comienza a transformar el pensar

filosófico histórico de su tiempo, lo que a la postre le lleva a crear su obra

cumbre: “Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad'. La esencia del

pensamiento filosófico de von Herder, radica en el hecho que el ser humano debe

comprender cada tiempo y espacio, o época, desde sí misma y no desde la última

conocida y redactada o las pre- establecidas, ya que en la relatividad y especificad

de cada época concreta y vivida, se encuentra la verdadera apreciación general e

7

imparcial del quehacer social y humano. Con estos paradigmas, von Herder

redacta “Otra filosofía de la Historia”, en donde critica la concepción impuesta por

los Iluminati, de que los pueblos e historia, hay que juzgarlos y analizarlos, en

todos sus procesos, por medio de los modelos griegos y neoclasicistas.

Para von Herder, la cultura, el arte, costumbres e identidades de los pueblos,

deben ser analizadas desde dentro de ellos mismos, y no desde patrones externos

impuestos o racionalizados, quitándole el carácter cosmopolita universal que

pretenden los Ilustrados, ya que para él, lo particular desde dentro del ser, y el

amor a la existencia, es lo que permitirá al ser alcanzar el progreso como fin

primordial del espíritu humano. Según él, los Iluministas, han distorsionado o

separado la Naturaleza Humana, como estado total original de la humanidad, ya

que las virtudes de cada individuo y sus aportes de estas a su comunidad, son

propias del espíritu humano, las cuales se mueven o son canalizadas por medio

de unos impulsos, emociones, sentimientos, lo que a la postre muestra la esencia

y carácter de los pueblos y su grandeza, así como el papel fundamental de los

sentidos, a lo que se llamó el Sensualismo Herderiano.

Johann Wolfgang von Goethe es todo un poeta alemán nacido dentro de la

burguesía alemana, de hecho su padre tenia el cargo de consejero imperial,

puesto que muy pocos tenían el privilegio de ocupar. Desde pequeño Goethe

aprendió varias lenguas y de adolecente estudio leyes en Leipzig, de

adolecente era asiduo estudiante del esoterismo y de la alquimia, en 1770

cuando se establece Frankfort donde se enamora del Gótico y Shakespeare,

en 1771 cuando escribe la primera parte del drama Wilhem Meister, la rebeldía

del personaje exalto los ánimos del grupo de escritores que formaban el

Sturm und Drang zeit dando ya visos de un carácter romántico. Todas sus

obras están influenciadas por el grupo social al que pertenece dentro de la

corte, asiduo estudiante de las ciencias naturales y de la física.

En los años de aprendizaje de Meiter, se reflejan por medio de situaciones

simbólicas y personajes realistas su vida, otra vez de un personaje principal

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burgués; antirrevolucionario de corazón y admirador de Napoleón. Estudia las

culturas inglesa francesa e italiana así como la china , todo esto aunado al

amor que siente por Ulrrike lo catapultan a llegar a ser un maestro del

romanticismo en Europa, a pesar de contrastar con su desmedida fe en el

racionalismo ilustrado y su poco interés por la democracia.

En Fausto marca los limites al poder del hombre y de la ciencia, en un

mensaje profundamente filosófico y religioso a la ves de donde se destaca

que la racionalidad no e suficiente para guiar al hombre a vivir en armonía con

las reglas divinas, las morales así como el sentir espiritual ; y por ende muestra

que la soberbia del hombre solamente le servirá para reflejar cuan pequeño es

ante la grandeza y pureza de la naturaleza y la creación . con estos términos

descritos se muestra la total afinidad de Goethe con los conceptos y

postulados de el Sturm und Drang zeit , que cuestionan el racionalismo y la

inclinación mística.

Goethe: es la máxima figura de la literatura alemana. Comenzó militando en el

Sturm und Drang, hasta que un viaje a Italia lo convirtió al clasicismo; más tarde

evolucionó hacia un simbolismo difícil, con el que intenta trascender la realidad.

Goethe escribió en todo género literario, dejando una riqueza productiva

incomparable. Los tiempos y espacios de su producción, incluyen la Germania del

Medioevo, lo renacentista y lo contemporáneo; lo antiguo de la Grecia y el

deslumbrante mundo cultural oriental.

Un aspecto importante de los pensamientos filosóficos que preceden al

romanticismo , es que sus autores primarios están en un constante devenir

político, por lo que las corrientes ideológicas que se mueven en Europa, les

influyen en su creación literaria y teniendo como principal vertiente el idealismo

que surge como reacción al neo clasicismo y por ende rompe contra todos los

ordenes establecidos, en el campo literario artístico, social, moral , político que se

expande por Europa desde Alemania vía Francia, Inglaterra, España.

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FRANCIA

Por sus planteamientos filosóficos, por sus ideas pedagógicas y por su

sentimentalismo, Rousseau ha sido considerado una de las figuras más ilustres

del Prerromanticismo francés. No debemos olvidar que Rousseau es un filósofo de

transición: por una parte, un digno representante del racionalismo del Siglo de las

Luces; pero al mismo tiempo, su concepto de moral sentimental lo convierte en el

maestro indiscutible de los prerrománticos.

La sociedad cultural francesa, así como el pueblo, ya no cree en los misterios y

oráculos dizques verdaderos de la Grecia clásica, y lo dictado por la antigua roma.

La ira expuesta de los falsos dioses, y la actitud de héroes vengadores, ya no

convence el intelecto Parisino, por lo que es necesario cambiar o retomar, nuevos

paradigmas, que liberen el pensamiento.

En Francia , surge el Aristócrata y pre revolucionario François René que por sus

influencias políticas termina exiliado en Inglaterra en donde da rienda suelta a

su creación por medio de la fe y la defensa de la religión, entre estas el genio

del cristianismo y los mártires .

René es descendiente de una familia noble bretona su dominio literario le

permite influir en Goethe y en Lord Byron, el emperador Napoleón Bonaparte

quiso utilizar a François en su proyecto de restauración social y lo nombro en

diferente cargos diplomáticos , a los que este luego renuncio. Ya con las

instauración de los Borbones regresa nuevamente a la política y retoma sus

cargos diplomáticos, y luego escribe “El ultimo Abencerraje “, que narra los

sufrimientos de los últimos árabes en España, a sus obras les pone un estilo

cálido, exaltado y melancólico por lo que François René Chateaubriand es

considerado el iniciador del romanticismo francés

Definitivamente los hechos políticos franceses como la revolución la

instauración de la república y el golpe de estado napoleónico , marca el paso

ideológico político a los románticos franceses, influenciados ya por las ideas

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transferidas del Sturm und Drang alemán, así también Alphonse de Lamartine fue

el primero que convirtió en poesía su experiencia personal , en su obra

“Meditaciones poéticas” celebra el amor por una dama casada y luego llora su

muerte, en la muerte de Sócrates , y “Armonía poéticas religiosas” alcanza el

éxito y la admiración popular, el cual se ve posteriormente sumergido en un

fracaso por sus vanas aspiraciones políticas. Murió olvidado por todos.

Tenemos a Alfred de Musset que como oficial político, vivió y disfruto el

desmoronamiento del imperio napoleónico, y en su obra los destinos refleja una

lejanía con una sociedad que le admira pero que no le comprende , sus obras

están en una constante del hombre solo que se siente superior a los demás.

Alfred de Musset desnuda su intimidad evocando la soledad nocturna en sus

creaciones: “ la noche de diciembre “ “ ala noche de octubre”.

Víctor Hugo, acérrimo critico del emperador, se exilia políticamente en Inglaterra ,

y en su creación “Los castigos” critica duramente la situación política de

Francia , lo que a la postre influiría en su producción novelística inmersa dentro

de la narrativa romántica

INGLATERRA.

La rebeldía y pasión inglesa es reflejada por Lord Byron en sus obras, vago

europeo donde se ve influenciado por los movimientos políticos y filosóficos ,

lo que permite reflejar su gusto por lo nuevo clásico mas que con lo romántico,

en su obra “El corsario” presenta héroes inadaptados he inconformes ,

aunque faltos de profundidad. Muere en Grecia donde luchaba por defender la

independencia de esta nación.

El poeta , Percy Bysshe Shelley al igual que Lord Byron, tienen una vida

fatigosa y escandalosa, autor de “ Frankestein”, su obra tiene influencia

enorme del idealismo así como también una gran melancolía ante el problema

de la existencia humana. John Keats, tercer poeta romántico ingles practicante

de medicina la abandona por dedicarse a la literatura y muere de tuberculosis,

11

su obra es pequeña pero con un lirismo tan profundo que lo a consagrado

como uno de los mayores poetas ingleses.

El iluminismo francés, donde Francia es esclarecida por la enciclopedia y los

aportes de la revolución, otorgan un modelo político social en donde la razón

triunfante vence y derrota al absolutismo y al oscurantismo académico para dar

paso a un estilo de gobierno donde se prioriza la igualdad, la libertad y

fraternidad de los hombres, así también el estilo neoclásico plantea un modelo

de personalidad ideal, apto para hacer aplicado a las patrias nacientes , un

personaje que encierra el valor arrojo altruismo amor, y abnegación pero ante

todo el sacrificio propio por el bien común.

De las revoluciones surgen frutos que han sido tomados de los regímenes

abolidos, pero el espíritu de los hombres comienza a transformar estos

procesos para dar propiedad ya no a la razón si no al sentimiento que se

opone a lo neoclásico y que llega a ser conocido como romanticismo.

ROMANTICISMO EN ESPAÑA

Lo pintoresco y singular de España, dentro de Europa, así como la forma de su

literatura, el teatro y la poesía, le parecieron a los hermanos Augusto y Federico

Schlegel, que fueron a lo largo de los siglos y sin excepción, formas creativas

románticas. Esto lo respaldaron grandes escritores como Menéndez Pelayo, al

comentar: “Nunca antes de la época romántica, fueron adivinadas de un modo tan

hondo, como en la Celestina, las crisis de pasiones imperiosas y agudas “. Todo

viajero ilustrado o romántico, que cruzaba España, confirmaba en el territorio

Ibérico, que el paisaje y el paisanaje eran ricos en monumentos conservados,

ruinas, así como los usos y costumbres diarias, y veían en ellos determinados

sucesos. Tal observación permitía ver el peso de la tradición literaria española,

como elementos que contribuyeron al nacimiento del movimiento Romántico,

aparecido tardíamente en España, después de haber brotado en Alemania e

12

Inglaterra, y estos elementos autóctonos, junto a la influencia foránea, y los

autoexilios generados por la persecución de Fernando VII, así también las

relaciones con otros escritores, como la del duque de Rivas con J.H. Frere en

Malta; Martínez de la Rosa con románticos franceses en Paris; la introducción de

obras de Walter Scott, D´Arlincourt, y las creaciones que exaltan la edad media

cristiana y las revolucionarias o liberales, y las de nacionalidad, dieron luz al

romanticismo hispano, por lo cual no solo se tomo en cuenta la influencia

romanticismo francés, el cual ya habían denunciado Lista y Alcalá Galiano, como

muy absorbente y peligroso, por el hecho que se imitan mucho las obras de Víctor

Hugo y Alejandro Dumas.

Romanticismo en el Siglo XVIII: El Hispanista Norteamericano Russel P. Sebold,

señala en 1983, un romanticismo español en los años 70 del Siglo XVIII, ya que

unos autores, paralelo al pensamiento Ilustrado, producen obras de anticipación

romántica o prerromanticismo español, como Cadalso, que produce “Noches

Lúgubres”; Meléndez Valdés “Determinados Poemas“y Jovellanos con la comedia

lacrimosa “El delincuente Honrado”. Pero una clara obra en el umbral del teatro

romántico es “El si de las niñas” de Moratín en 1806.

La Política Y Literatura: La convulsión política belicosa española en el siglo XIX,

atrasa el desarrollo literario en su forma más pura, en 1808, desde la resistencia

madrileña al invasor francés, comienza la guerra de independencia, y en 1812 la

cortes de Cádiz promulgan una constitución netamente liberal, la cual concluyen

en 1814 al derrotar a las tropas Napoleónicas, y retorna Fernando VII, llamado “El

deseado” por sus súbditos. Entre 1814 y 1820 en su gobierno absolutista, persigue

a todo liberal convicto de si; en la década del 1823 al 1833, en la llamada década

ominosa, hay un gran recelo por la creación literaria, como la del tristemente

recordado padre Carrillo, sin embargo en el teatro español surgen autores y obras

con talante burlón y critico como las de “Ramiro, conde de Lucena” de Rafael

Humara y Salamanca; los libros de Telésforo de Trueba y Cossío; Ramón López

Soler, Estanislao de Kostka y Vayo, grandes leedores de las novelas de Walter

Scott; Bretón de los Herreros con “La vejez” en 1824 y “Marcela o cual de los tres”

13

1831; Javier de Burgos con varias comedias y el mexicano Manuel Eduardo

Gorostiza con su obra “Contigo pan y cebolla” de 1833, año en que fallece el

monarca, surgen dos Españas opuestas, una en el exilio y la otra en el interior

patrio. En este tiempo algunos escritos se asoman a la corriente romántica, como

los exiliados Martínez de la Rosa, o el duque de Rivas, de clara tendencia

neoclasicista; y dentro de España algunas piezas del comediógrafo Manuel Bretón

de los Herreros, así como el periodista Mariano José de Larra. En 1834 la reina

María Cristina, regente del reino y cuarta esposa de Fernando VII, decreta

amnistía para todos los liberales, dando comienzo este año, al desarrollo y estreno

de dramas románticos en España, que perdurarían largo tiempo. La reina - que

por su tierna edad de catorce años – vive periodos de tranquilidad y lucha, en

constantes golpes del estamento militar, hasta la revolución de 1868, es testigo del

tiempo durante el cual el romanticismo se implanta plenamente en España.

Es en el año de 1839, cuando surge la primera señal publica del romanticismo

español en poesía, por medio de la revelación en el entierro de Larra, de un

desconocido Zorrilla, cuyo poema necrológico leído en el cementerio, conmovió a

los circunstantes; entre los años 1839 y 1840, aparecen las obras de Espronceda,

Pastor Díaz, Bermúdez de Castro, Arolas, Maury, la Avellaneda, Romero

Larrañaga, y los romances históricos de Rivas. A pesar de tener una rica

producción literaria, los poetas románticos españoles, no superan en intimidad al

teatro de la década del veinte, ya que su lenguaje primerizo, que se distingue por

su grandilocuencia, es comparada en muchas ocasiones con la garrulería y

vaciedad, lo que contrasta al supuesto modo autentico de los sentimientos

expresados por los autores extranjeros, que son mas intimistas o la siguiente

generación española de autores románticos, ante ello Antonio Machado comento

en 1930 “ Vistos desde hoy nos parecen enfáticos, a veces insinceros”.

Elementos importantes fueron en España. Los grupos académicos o tertulias que

se reunían en todo tipo de actividades afines, y que contribuyeron en gran medida

a divulgar y expandir el movimiento romántico en la península ibérica, entre estos

destacan el llamado tugurio “El Parnasillo”, donde convergían de manera animosa

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y jocosa, autores de nueva generación y con personalidad rebelde e innovadora,

como Antonio Gil y Zarate, Bretón de los Herreros, Larra, Patricio de la Escosura,

Ventura de la Vega, y muchos más, que a la postre darían origen al teatro

moderno español, y las asociaciones como el Ateneo científico, el Liceo artístico,

que posteriormente harían competencia teatral, poética, conferencias y

publicaciones diversas, y todo un sinfín de agrupaciones literarias, así como la

renovación académica y catedrática, contribuyeron al fortalecimiento de la prensa

escrita, el crecimiento de los oradores parlamentarios, que junto al regreso de los

exiliados liberales, los cuales habían tenido un contacto directo con el

romanticismo europeo, contribuyeron a transformar la sociedad y a que triunfara el

romanticismo en su totalidad en España.

En sus inicios, el romanticismo lucha palmo a palmo, por el corazón de los poetas,

con el neoclasicismo, y al final los practicantes de este, aceptaron modificar y

suavizar su preferencia, hasta llegar a escribir románticamente, para que en 1849,

Zorrilla presente en el teatro, “Traidor, inconfeso y mártir”; posteriormente en los

años del 1850, se exalta las conquistas de la revolución, y luego en los 60 aparece

Bécquer con “Rimas”, ya en 1865 García Gutiérrez escribe “Juan Lorenzo”. La

generación de románticos españoles, los clasifica Antonio Ferrer del Rio en 1946 –

año en que escribe “Galería de la literatura española” – en tres corrientes:

Quintana, Lista, Gallego y Javier de Burgos como dignos representantes del inicio

del Siglo; luego Gil y Zarate, el duque de Rivas, Bretón de los Herreros, son los

miembros de la transición literaria, para que Escosura y Ventura de la Vega, serian

los primeros de la generación moderna o mas joven – en ese tiempo - , sin

embargo la generación por excelencia romántica, la clasifica José Luis Varela, por

año de nacimiento, entre 1813 y 1817 ( Salas, Quiroga, Zorrilla, Campoamor, y

Gabriel García Tassara), y que convergen en sus estudios universitarios,

mayormente han estudiado leyes, así como su coincidencia en Madrid, en los

rincones de El Parnasillo, el Liceo, el Ateneo, y sus publicaciones en semanarios

románticos como “El Artista”, “No me olvides” y “Semanario Pintoresco Español”.

El líder o caudillo indiscutible para todos ellos y muchos mas, lo fue Espronceda,

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quien fue mas de una vez, conspirador político y miembro activo de las brigadas

del guerrillero “Chapalangarra”, que luchaban contra Fernando VII, ya que

subvertir el orden, incluso por las armas contra el orden social imperante, era una

practica común en la rebeldía romántica, contra los hechos y costumbres tenidos

por ingratos e injustos.

Conceptualización de Romanticismo: El clasicismo y el romanticismo, son dos

corrientes históricas constantes cada una en su tiempo, que se enfrentan en el

arte español en el siglo XIX, que toman nombre y apariencia distintos, pero con

un núcleo idéntico, así Goethe llamaba clásico a lo “sano”, y romántico a lo

“enfermo”, ejemplificándolo así: “los Nibelungos son tan clásicos cómo Homero,

pues ambos son sanos y fuertes; en cambio la mayor parte de lo moderno no es

romántico por ser nuevo, sino por ser débil, blando y enfermo, en cambio Carrit,

establece en “An Introduction to Aesthetics” en 1949, que la diferencia entre

clásico y romántico, radica en el grado de la emoción artística:”cuando no es

dominad, tenemos lo romántico, y entonces puede ser falsa y dura; cuando la

emoción es escasa, tenemos lo clásico, que puede ser frio”, con estas

aproximaciones, se pretende dar forma a una interrogante muy compleja, sobre lo

variante o invariante del romanticismo. En Europa como en España, se suscitaron

dos corrientes de romanticismo: histórica, medievalizante, y exaltadora de las

bellezas del cristianismo – Walter Scott, Chateaubriand, Zorrilla – y la

revolucionaria, comprometida políticamente con el liberalismo, ante lo que Víctor

Hugo afirmo: “el romanticismo no es otra cosa que el liberalismo llevado a la

literatura”, ante lo cual él, lord Byron y Espronceda, son los principales

comprometidos. A pesar de su penetración en España, al romanticismo se le

desecha por cierta masa de lectores ibéricos, a quienes por su misma fe religiosa,

les choca desagradablemente las nuevas procacidades y sentimentalismos, que

redundan en extravagancia literaria, según ellos.

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Tópicos Y Estilo: Los escenarios románticos – no solo teatrales – convergen en

elementos o fuerzas, ya sea en grupo o aisladamente entre si, para lograr efectos

de acompañamiento: la noche y la luna, signo de melancolía que alumbra en la

primera; los cementerios, como sentida meditación al paso de la muerte próxima e

inevitable; las ruinas arquitectónicas, son símbolo del paso del tiempo y habitantes

agoreros; la soledad que produce pavor en el animo, todos dentro de un

entusiasmo superficial y momentáneo. Se hace uso de vocablos sonoros y

altisonantes, esdrújulos por lo común. cárdeno, mísero, lóbrego, fúnebre, que

refuerzan desde fuera el tono, sentimental o lúgubre, con abundantes epítetos, y el

gusto por el contraste.

EL ARTE DEL SIGLO XIX: EL MOVIMIENTO ROMANTICO

El arte romántico se presenta como un fenómeno extraordinariamente nuevo,

inspirado por la voluntad de romper completamente tanto con el clasicismo como

con el Rococó. Socialmente había nacido un hombre nuevo de las alteraciones

políticas y de las violentas corrientes de ideas que señalaron el final del siglo

XVIII. Este hombre nuevo aspira a formas plásticas tan liberadas de las formas

antiguas como podían serlo, por su parte, las estructuras de la sociedad. Pero ese

apetito de novedad se volvió, por hostilidad contra el pasado reciente, hacia el

pasado lejano. Volver a la Edad Media, instaurar una nueva Edad Media, era

consumar la ruptura total con el Rococó.

Por toda Europa se extiende el Romanticismo como un reguero de pólvora. Los

pueblos europeos hallan en él un modo de expresión para todas las fuerzas

confusas e impacientes que habían estado reprimidas durante la Edad Media. A

medida que las liberan, sacan a la Edad Media del despreciado olvido en que

estaba enterrada, con ello se afirmaba su individualidad al mismo tiempo que su

espíritu nacional. Al cosmopolitismo artificial del “Siglo de las luces” se hacia

suceder un sentimiento nacional vigoroso, auténtico, nutrido en las fuentes mas

íntimas de la raza. La nostalgia de lo que se había perdido, de la fresca y pura

17

espiritualidad de la Edad Media, de su fantasía copiosa y alegre, del sentimiento

subordinándose a la razón, condujo a una idealización de esos siglos que el

Clasicismo llamó oscuros y que para los románticos se iluminan con las luces

más vivas y más cálidas.

Con "El genio del cristianismo" de Chateaubriand se estimula la imaginación y s

empuja al ardor de la piedad medieval, tan rica de matices, de sentimientos y de

pensamientos, al lado del escepticismo y del pragmatismo del siglo XVIII. En

Francia y sobre todo en Alemania, florece una renovación católica de especial

esplendor. Al mismo tiempo se vuelve hacia los textos poéticos de la Edad Media:

"La chanson de Roland” en Francia, “El anillo de los nibelungos” en Alemania y

"El Ossian en Inglaterra”, proporcionan temas a los artistas y un nuevo concepto

del mundo, moral y espiritual. Si se vuelve a la Edad Media, no es por el gusto de

desarraigarse como ocurre con el orientalismo, sino al contrario, como retorno a la

fuente esencial del pensamiento y del arte europeos. La vuelta a la Edad Media,

a su religiosidad y a la unidad cristiana que representa la Europa de antes de la

Reforma protestante, entraña la conversión al catolicismo de gran número de

artistas protestantes sobre todo en Alemania.

La arquitectura: En arquitectura los artistas se enamoran del gótico. Estudian

con entusiasmo las técnicas constructivas medievales y descubren soluciones

imprevistas y muy perfectas que les mueven a admirar más a los constructores

góticos. El Romanticismo no se cree obligado a planear una nueva arquitectura.

Le basta con imitar el arte Gótico. La Iglesia de Santa Clotilde, El Ayuntamiento de

París o la Biblioteca Nacional de París, son obras góticas casi literalmente

copiadas.

En Alemania, el Romanticismo no engendró un retroceso hacia lo medieval, sino

que se proyectó hacia un pasado muy remoto: la Grecia Clásica. Pero no se trata

de Neoclasicismo sino de. Romanticismo por cuanto los neoclásicos se inspiraban

18

en las proporciones y fachadas clásicas, pero hacían con ellas lo que deseaban.

En cambio los románticos copian casi literalmente todas las producciones.

Inglaterra seguía superviviendo el gusto gótico. En pleno siglo XVIII se

construyeron algunas obras de este estilo. Los ingleses reciben el Rococó como

una prolongación florida y fantástica del gótico flamígero. El gótico inglés de esta

época no sigue para nada las consignas del estilo medieval. Aprovecha, eso si,

algunos elementos y los conjuga de forma fantástica y caprichosa, dando lugar a

obras inverosímiles como el Parlamento de Londres de Charles Barry y Pugin.

Escultura

En cuanto a escultura los románticos se niegan a aceptar el valor de esta rama.

Gautier dice:"De todas las artes, la que se presta menos a la expresión de la idea

romántica es seguramente la escultura”. Todo escultor es forzosamente clásico,

el Romanticismo pretende luchar con el estilo Neoclásico anterior, este estilo

estaba inspirado en las formas clásicas grecorromanas, Pero cuando quiere hacer

escultura, el romántico no defiende con la misma intensidad la escultura gótica

como la arquitectura porque no la entiende, ya que le resulta torpe y rudimentaria,

comparada con las grandes obras antiguas. El romántico no se atreve a

proclamar la unidad artística del Gótico - arquitectura y escultura - a la hora de

elegir un tipo escultórico apropiado, vuelve la vista al pasado, como hizo en

arquitectura y encuentra la plenitud clásica como producto insuperable de este

campo. Sin embargo, se ve obligado a rechazar esta herencia porque la habían

aceptado los clásicos y de esta forma la escultura pasa a ser el arte que menos

se presta a la expresión de la idea romántica.

El escultor francés intenta sumergirse en la historia e ilustrar con imágenes el

pasado nacional. El nacionalismo llega al arte en estos primeros años del siglo

XIX, parece con ellos una nueva escultura caracterizada por el dinamismo de las

masas, en contraste con las formas estáticas neoclásicas y el patetismo de los

gestos y actitudes siempre evitado por los neoclásicos.

19

El gran escultor romántico es Auguste Preault (1809-l879), dotado de una

formidable fuerza de expresión lírica que raya en el expresionismo, pero más

conocido que Preault es François Rudé (1784-1855). Rudé prefiere inspirarse en

temas más próximos a su época, pero recurre como buen romántico a todos los

retrocesos históricos que cree necesarios. Su obra más famosa es el bajo relieve

del Arco de la Estrella y titulado "La partida de voluntarios”, aunque popularmente

conocido como La Marsellesa, porque se identificó con el himno y el espíritu

nacional francés. Otro de los grandes escultores es Carpeaux, discípulo de Rudé,

se enfoca más en la apariencia real de sus figuras, con un mayor detallismo en

rostros y cuerpos, actuando así de puente hacia el Realismo. Su obra más famosa

es La Danza, un alto relieve que recuerda a la Marsellesa de su maestro.

Pintura: La pintura es el terreno plástico más apropiado para expresar la

sensibilidad romántica, ello no es extraño porque el romanticismo es un arte

subjetivista e íntimo que renuncia a las cosas exteriores y concentra su atención

en el interior del ser humano. Por eso es el campo plástico preferido por el artista

romántico, un campo ficticio, liberado de toda sumisión a la realidad es un terreno

que permite realizar toda suerte de fantasías y conjeturas cromáticas, entre 1820 y

1840 se entabla una dura lucha en Francia entre los pintores neoclásicos y los

románticos. Pintores románticos como Delacroix pretendían subvertir el orden de

valores establecido, se emprende una auténtica batalla contra los románticos por

considerarlos artistas totalmente desvariados, pero ya en 1819 empieza a notarse

el primer destello romántico. En el Salón de París de ese año, en medio de las

cuidadas y exquisitas obras neoclásicas que se dan cita en tal exposición , Gericault presenta “La balsa de la Medusa”, donde resplandece, tanto en el fondo

como en la forma, un nuevo estilo emocionado y trémulo que recurre al color como

principal elemento pictórico, aquí se advierte un furor nuevo, una especie de

hoguera espiritual que trata de abatir y derribar el equilibrio anterior.

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Eugene Delacroix (1798-1863) es el patriarca del romanticismo, su arte se formó

en contacto con la pintura flamenca, italiana e inglesa del Louvre. Extrae sus

temas de las leyendas antiguas o de la literatura romántica, de esta forma

comienza a presentar obras románticas desde 1823 como “La libertad guiando al

pueblo” de 1830, obra que se convertirá en el símbolo de las revoluciones del siglo

XIX, en 1832 hace un viaje al norte de África y descubre la sugestión exótica del

alma musulmana, desde entonces siente decidida atracción por los temas

musulmanes y descubre una potencia cromática insuperable. En estos cuadros su

tensión romántica llega a extremos de paroxismo y su éxito social empieza a ser

extraordinario.

Otros pintores olvidan el exotismo musulmán y prefieren los temas históricos: las

diferentes epopeyas napoleónicas fueron un tema preferido por los pintores

románticos franceses, por el hecho que la figura de Napoleón tiene carácter

romántico y nacionalismo que posee el tema. Se pintan también grandes batallas,

enormes conjuntos religiosos e históricos, empapados de dramatismo y

grandilocuencia teatral, frecuentemente estos temas históricos describen pasajes

de la historia medieval de cada país en particular.

La pintura del paisaje nace con propia personalidad en esta época. Hasta el siglo

XIX el paisaje había sido una realidad exterior y circundante. En este siglo el

paisaje es la posibilidad para el pintor de expresar unos sentimientos íntimos, y

que es un paisaje lírico, nada objetivo, que supone la existencia de un espectador

que lo interpretó. Es un paisaje muy influido por la pintura barroca de los Países

Bajos. Es un paisaje de cielos brumosos y cargados de tormentas, dramáticos, de

tempestades, inundaciones, y otros fenómenos naturales, donde los románticos

descargan su apesadumbrado espíritu. En 1830 se produce un movimiento de

gran importancia que, aunque convive con la pintura romántica francesa, se

despega de ella en los temas y en la técnica, preparando el advenimiento de la

pintura realista. Es la Escuela de Barbizón o escuela de 1830, formada

principalmente por Theodor Rousseau, Jean François Millet, J. Dupré y G. Corot.

Ésta escuela supone la transición del romanticismo al realismo por el camino del

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paisaje y es otro eslabón más de la cadena que se inicia en el paisaje holandés y

flamenco, que pasa por el paisaje romántico, luego por la Escuela de Barbizón, de

ahí pasa al paisaje realista inglés y termina en la pintura impresionista y pos

impresionista.

La escuela de Barbizón ha tenido mucha importancia en la evolución del paisaje,

desde el punto de vista técnico, porque al obligarse a sí misma a pintar exteriores,

rompió con los convencionalismos lumínicos neoclásicos e incluso románticos.

Sus cuadros son exteriores ficticios, imaginados en un interior y resueltos en un

interior. Sus colores, su luz y sus sombras son imaginarios. La Escuela de

Barbizón extrae sus cuadros de la propia naturaleza, porque sus artistas están

convencidos de que la propia naturaleza tiene vida espiritual. Con esta escuela

pasamos a otra fase del Romanticismo. El primer romanticismo desprecia las

cosas y se sumerge en la intimidad del espíritu. Este segundo, Romanticismo

proyecta esta intimidad sobre la naturaleza y cree ver en ella el latido de un

espíritu universal

El gran pintor de esta escuela es Millet. Amante de la vida natural y propugnador

de una auténtica religión de la naturaleza, en sus cuadros los árboles, los

animales, las hierbas y las piedras cobran un sentido nuevo y desconocido. Las

obras más importantes de Millet son: El Ángelus, El sembrador, El hombre de la

azada y Las espigadoras. Todo son temas rústicos pero, a diferencia de sus

compañeros de escuela, Millet incluye la figura humana en sus cuadros y de una

forma además que intuye el acercamiento de la estética realista.

La pintura romántica no tiene demasiado éxito en Italia, sede de tanto clasicismo

plástico. En Bélgica aparecen pintores de temas históricos, medievales y de

paisaje romántico pero carecen de importancia y siguen las consignas de los

maestros franceses. Lo mismo ocurre en Holanda donde surgen algunos

paisajistas de influencia francesa. En Alemania es G. David. Friedrich,

representante del Romanticismo en su vertiente más idealizada. Sus paisajes son

absolutamente espirituales, de donde emanan sensaciones casi místicas, como si

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quisiera captar el latido de una. Naturaleza del alma, como en su Fraile junto al

mar o en su Naufragio de la Esperanza entre los hielos, obra esta que encarna

toda la desazón romántica del siglo XIX. Mucho interés tiene también la pintura

romántica inglesa que es precursora, en muchos aspectos, de la francesa y aún

del impresionismo por el uso de la acuarela que permite unas transparencias y

filtraciones de luz, así como por su interés desmesurado por los problemas

lumínicos. El paisaje vuelve ser uno de los puntos fuertes de la pintura inglesa y el

gran maestro del paisaje, coetáneo a los de la Escuela de Barbizón, es John

Constable (1776-1837)

EL ROMANTICISMO EN HISPANOAMÉRICA

Una larga espera, en 1825 terminaba la guerra de independencia; dejaba en toda

América española un legado nada liviano: ruptura de las estructuras coloniales,

provocadas a la vez por una transformación profunda de los sistemas mercantiles,

por la persecución de los grupos más vinculados a la antigua metrópoli que habían

dominado esos sistemas, por la militarización que obligaba a compartir el poder

con grupos antes privados por él.

El romanticismo hispanoamericano, como movimiento literario, está vinculado

directamente a un largo período que va desde 1930 hasta 1860,

aproximadamente, y que se conoce con el nombre de anarquía. En este período

turbulento de la vida política de las naciones del continente, el signo más evidente

será la inestabilidad social, las guerras civiles, el despotismo. Es la etapa de los

caudillos que luchan por imponer la supremacía regional frente al vacío político en

el orden nacional. Aparecen en ese panorama los hombres fuertes que ejercen el

gobierno imponiéndose sobre sus adversarios. Juan Manuel de rosas toma la

suma del poder público y domina la Argentina desde Buenos Aires entre 1829 y

1852. Las provincias del Río de la Plata sostienen durante diez años serias

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disputas por la separación del Uruguay, lo cual da lugar al sitio de Montevideo,

entre 1842 y 1851. En el ecuador se impone Gabriel García Moreno, que instaura

una teocracia que se extiende desde 1854 a 1861. Bolivia y Perú luchan por la

separación de sus respectivos estados y en 1862 aparece en esta última nación la

figura del caudillo Ramón Castilla. En Venezuela, la dictadura de Antonio Guzmán

Blanco dura desde 1829 a 1899, y en el Paraguay el doctor Francia se mantiene

en el poder desde 1814 hasta su muerte (1840). En México se intenta el retorno

de gobiernos monárquicos, como el de Iturbide en 1822 y el de Maximiliano de

Habsburgo que, a pesar de la invasión de las fuerzas francesas en su apoyo, es

derrotado finalmente por Benito Juárez en 1867.

Tras años de luchas civiles signadas por la violencia, comienza a definirse una

estabilidad política que modifica la imagen de una Hispanoamérica de grandes

tensiones sociales. Concluye una” larga espera” y se hace presente una

generación que inicia la organización nacional.

La formación de los pueblos hispanoamericanos, que establece cronológicamente

diferencias entre la anarquía y la organización nacional, nace bajo el signo del

romanticismo literario que puede ser comprendido en dos grandes grupos o

generaciones: 1º período inicial, del romanticismo social (1830-1860), y 2º período

secundario, del romanticismo sentimental (1860-1890).

El romanticismo social: La primera generación está sustentada en el

pensamiento del liberalismo que nace con el enciclopedismo del siglo XVIII y con

las ideas de libertad y democracia. Es una generación en la cual el escritor está al

servicio del esclarecimiento ideológico de corrientes liberales y de progreso ante al

panorama desolador de una sociedad que enfrenta a grandes núcleos humanos

desposeídos de definiciones culturales, con los grupos minoritarios ilustrados.

Son poetas, novelistas o ensayistas que asumen las responsabilidades políticas

de su tiempo y como escritores incorporan a las letras la visión polémica que

define al ser nacional. Muchos de ellos, como Bartolomé Mitre y Sarmiento

ocuparán más tarde la primera magistratura del país; otros, como Alberdi, influirán

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en la redacción de las constituciones nacionales. Entre todas se destaca la figura

de Esteban Echeverría.

El romanticismo sentimental: La segunda generación determina una separación

entre las preocupaciones políticas de la primera y un romanticismo más puro y

sentimental, a través de obras literarias que intentan conmover al lector e imponer

el reinado del mundo subjetivo las descripciones están circunscritas a categorías

espirituales, el paisaje idealizado se sitúa en un regionalismo que anuncia el

triunfo del costumbrismo localista. A esta segunda etapa que señala el triunfo del

romanticismo pertenecen, entre otros, Juan Montalvo (Ecuador, 1823-1889), Jorge

Isaacs (Colombia, 1837-1896), Ricardo Palma (Perú, 1833-1919), Olegario V.

Andrade (Argentina, 1839-1882) y Juan León Mera (Ecuador, 1832-1894).

La poesía Gauchesca: El romanticismo adquiere en América características

propias, mantiene y adopta modalidades del movimiento romántico europeo, pero

logra rasgos de originalidad que nos permiten hablar de un “romanticismo

americano”. Ante una falta de pasado medieval al cual habían vuelto sus ojos los

poetas y novelistas del romanticismo europeo, el romanticismo americano sitúa

sus búsquedas de color local en lo inmediato y lo conocido.

La idea del nacionalismo literario proclamada por los románticos coincide en

Hispanoamérica con la separación y definición territorial y de gobierno de los

nuevos países independientes. Como consecuencia de esto se quiebra la

continentalidad proclamada por San Martín y Bolívar, y surgen las naciones que

intentan su propia definición regional. Aparece entonces la preocupación por

delimitar una lengua propia y buscar en el pasado americano huellas de la

supervivencia de raíces autóctonas y folklóricas.

Este proceso explica claramente la aparición de dos tipos humanos que tendrán

una importancia decisiva en el esclarecimiento y fundamentos del americanismo:

el indio y el gaucho.

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El indianismo romántico proyectará sobre la literatura hispanoamericana una

interpretación que sufre distintos cambios desde la época del descubrimiento

hasta el presente. L a literatura gauchesca circunscribirá esa interpretación a un

período de nuestras letras que se inicia con Bartolomé Hidalgo y culmina con el

Martín Fierro de José Hernández. Una vertiente de esa literatura, que tiene al

gaucho como protagonista, es culta, como en la cautiva de Echeverría; y otra es

popular como en el Martín Fierro de Hernández. Ambas arraigan en un medio

físico -La Pampa- y ensanchan la perspectiva de una literatura nacional desde el

Facundo de Sarmiento a Don Segundo Sombra de Ricardo Guiraldes.

Elementos interiores y exteriores del romanticismo

El alma romántica: La crisis de la conciencia europea del siglo XVIII fue

intelectual porque estaba basada en la preeminencia de la razón. El equilibrio y la

estabilidad del arte de bien expresarse según normas de la tradición clásica y

buscar el perfeccionamiento del hombre.

La crisis de la conciencia en el siglo XIX es sentimental, con un desplazamiento de

las facultades de alma que ahora adquieren una importancia capital para

interpretar la realidad exterior.

Las características del romántico son:

-Egocentrismo (el yo es el centro del mundo).

-Excentricidad (el romántico se cree un ser distinto y único).

-Originalidad (la obra de arte es producto dela inspiración y no está sujeta a

cánones)

-individualismo (el sentimiento debe expresarse libremente y la emoción de cada

uno debe reinar por sobre todas las cosas).

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-Imaginación (frente a un mundo prosaico el alma se hunde en la ensoñación y

rompe las fronteras del tiempo y del espacio que lo constriñen).

Nace el héroe romántico distinto de los demás, superior por la fuerza de sus

sentimientos con rasgos psicológicos y físicos propios que lo aíslan de la sociedad

y lo distinguen como un tipo humano y peculiar. El héroe romántico es joven,

sensible y hermoso seduce y atrae creando a su alrededor un halito de

admiración. Vive intensamente sus pasiones y a veces, como en el caso de Lord

Byron, identifica al personaje con el autor.

La naturaleza: El sentimiento de la naturaleza es uno de los pilares de la obra

literaria que identifica a los escritores de este movimiento. El poeta romántico se

adhiere a la naturaleza porque –aislado del mundo- encuentra en ella una

respuesta a sus sentimientos.

La naturaleza comienza por ser un espectáculo acogedor y luego se transforma en

amiga y confidente. La tristeza del romántico se identifica con paisaje grises, la

melancolía proyecta sobre los cielos sensaciones de vacío o abandono y, por

último, todos los estados de ánimo se funden con sentimientos que son atribuidos

a la misma naturaleza, esta adquiere entonces un carácter religioso, como si Dios

se manifestara a los hombres a través de ella. Se la adora y se la convierte en

deidad bienhechora. Se puede dialogar con las nubes, las olas, los árboles o ver

en la noche el momento propicio para la meditación, la soledad y el ensueño. La

frecuencia de este sentimiento frente a la naturaleza como deidad y como

confidente se refleja en la reiteración de determinados tópicos literarios: los

momentos del día (el crepúsculo, la noche, la inmensidad), o de temas como la

luna o la tempestad que comparten la serenidad o las pasiones del héroe

romántico. El romanticismo en su afán de escapar delas luchas de la civilización

busca en la naturaleza un descanso y un albergue.

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El exotismo: La regresión del hombre romántico fuera de la civilización que lo

quiere someter explica las búsquedas de lo exótico y los viajes a paisajes

maravillosos. Se lo encuentra en las novelas de Bernardín de Saint Pierre o de

Chateaubriand, en las obras de Lord Byron o Víctor Hugo, en donde aparece

como fondo histórico las selvas africanas o americanas, o la reconstrucción de

aventuras ubicadas en el pasado Walter Scott, Alejandro Dumas Víctor Hugo y los

románticos alemanes introducen la novela histórica, que es una forma de ese

exotismo. La literatura es una invitación para viajar a una geografía distinta y una

manera de soñar con un pasado heroico que promete la felicidad al hombre

sensible. Los escritores románticos descubren paisajes que luego incorporan a

sus obras.

El amor: Como consecuencia de la liberación de los sentimientos que ahora

pueden exponerse públicamente a través de la literatura, adquieren una

importancia decisiva en el romanticismo los estados propios del amor idealizado.

El amor es ennoblecido y elevado a la categoría de deidad, junto con la

naturaleza. La mujer amada es un ángel que desciende de los cielos para purificar

el alma de los románticos. Adquieren así una importancia que no había tenido

nunca, como lo demuestran las innumerables novelas sentimentales que las

tienen como protagonistas y dan nombre a esas obras.

Los géneros literarios del romanticismo

La poesía: La identificación del romántico con el poeta es casi absoluta. La poesía

es tan importante dentro de este movimiento que, la opinión corriente, un

romántico es, ante todo, un poeta. El excepcional florecimiento de este género

ofrece en el siglo XIX un panorama muy amplio. La poesía será la expresión

directa más adecuada con los estados del alma.

El poeta romántico comunica directamente sus sentimientos, reviven sus

emociones y otorga al verso calidad de confidencia, de secreto compartido con el

lector. Siente la necesidad de hablar de sus estados melancólicos y aliviar su

tristeza comunicando su dolor. Se extiende la influencia de una poesía que es

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eminentemente subjetiva y lírica. Los acentos del amor humano son los recogidos

en una poesía del gran lirismo. En un cuadro general encontramos:

-El poema sentimental. Tema: el amor, la religión la meditación.

-El poema descriptivo. Tema: el paisaje.

-El poema narrativo. Tema: anécdotas históricas.

La novela: La creación más original del romanticismo fue la novela histórica,

abundantemente cultivada desde Walter Scott, Alejandro Dumas, y Víctor Hugo.

Tiene una base verídica y busca en el pasado la reconstrucción de costumbres y

ambientes nacionales que permitan precisar los detalles del color local. La obra de

carácter documental presenta cuadro de tipos humanos y de situaciones políticas

de la época.

La novela sentimental se caracteriza por su subjetividad. Los personajes ofrecen

el juego de sus pasiones y del sentimentalismo desnudando las intimidades de su

alma. La influencia de esta novela (desde la nueva Eloísa, de Rousseau, Pablo y

Virginia de Saint Pierre, y Átala, de Chateaubriand) fue avasalladora durante el

siglo XIX, sobresaliendo La novela Histórica, cuya temática es la reconstrucción

del pasado y la novela sentimental, con el tema del amor desdichado, así también

la novela social y política, que trata las relaciones del individuo con la sociedad de

su época y también esta la novela exótica, que toca la recreación de paisajes

lejanos y desconocidos, y sobresale también la novela costumbrista, que trata las

escenas populares de color local.

El teatro: Los románticos intentan una renovación de las formas dramáticas.

Renuncian a componer tragedias clásicas, rechazan las unidades y se interesan

por la acción melodramática o histórica Stendhal defiende el teatro en prosa.

Víctor Hugo, jefe del movimiento romántico, en cambio, afirma en sus obras la

supremacía del verso.

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CONCLUSIÓN

El romanticismo fue un movimiento vital, porque rompió con los cánones clásicos y

empezó una nueva manera de expresarse, manera revolucionaria que marcó un

precedente vital para las futuras literaturas y escuelas que surgieron a principios

del siglo XX.

El movimiento neoclásico decayó y junto con las crisis que afectaban la Europa de

finales del siglo XVIII surgió una nueva manera de ver el mundo y de interpretarlo,

es así que en la primera mitad del siglo XIX floreció el romanticismo sentimental

en Europa y realista en América, el primero a consecuencia del desgaste de una

sociedad que estaba hundida en la crisis económica y política , empalagada de la

ilustración y deseosa de expresar los grandes anhelos y sentimientos individuales

personales e individuales colectivos, el segundo a consecuencia del ideal

independentista de los criollos que gobernaban el nuevo mundo y que cansados

de dar tributos a España decidieron cortar los lazos de unión entre ambas tierras.

Estos sucesos fueron el germen de un movimiento que influyó y sigue influyendo

en muchos escritores y artistas de Europa y América aunque no tal como se

desarrolló en el siglo XIX pero lleva mezcla de ese movimiento que cambió el

cerrado y tradicional pensamiento de aquella época. Ahora cada día que pasa y

cada obra que sale a la luz lleva consigo una chispa de libertad y desprecio por las

reglas producto de aquel movimiento que atrajo a muchos literatos quienes

expresaron sus sentimientos e ideales y que le gritaron al mundo la crisis del

hombre en ese momento.

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BIBLIOGRAFIA

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