migración y remesas en olancho, honduras

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Migración y remesas en Olancho, Honduras Manuel Antonio Flores Fonseca 1 Antecedentes Honduras no ha sido un país muy atractivo para inmigrar; el por- centaje de extranjeros nunca ha superado el 5% de la población. Sus mayores porcentajes fueron alcanzados en las décadas del veinte, trein- ta y más modernamente en los años sesenta del siglo pasado. En el úl- timo censo de población del año 2001 no alcanzó ni al 1%. En términos absolutos la franja de extranjeros se ha situado entre 28.000 y 50.000 personas en todas las épocas de la historia censal hondureña. En la emigración, tanto las estimaciones directas como las indirec- tas muestran que a principios de los años ochenta había en el exterior entre 50.000 a 125.000 hondureños. En el censo de población de los Estados Unidos del año 2000 se empadronaron 217.569 personas de origen hondureño y los estados donde mayormente residían eran Florida, Nueva York, California, Texas y New Jersey. En la Encuesta de Hogares y de Propósitos Múltiples de Honduras del 2006, se estimó que el total de hogares con emigrantes asciende a 179.051 hogares, los cuales representan aproximadamente el 11,3% del total nacio- nal; el 53% de ellos se ubican en el área urbana y el 47% en el área rural. La estructura de la población emigrante tiene un perfil joven comprendida entre los 20 y los 34 años de edad. Estados Unidos es el principal país de atracción para los hondureños, ya que en promedio el 91,4% de la población total emigrante reside en este país; el 2,2% en México; el 2,1% en España y 1,9% en Centroamérica y el restante diseminados en diferentes países del mundo. 1 Profesor del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Investigador Asociado de la Red de Desarrollo Sostenible de Honduras, mafl[email protected]; www.poblacion.rds.hn 81

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Migración y remesas en Olancho, Honduras

Manuel Antonio Flores Fonseca1

AntecedentesHonduras no ha sido un país muy atractivo para inmigrar; el por-

centaje de extranjeros nunca ha superado el 5% de la población. Sus mayores porcentajes fueron alcanzados en las décadas del veinte, trein-ta y más modernamente en los años sesenta del siglo pasado. En el úl-timo censo de población del año 2001 no alcanzó ni al 1%. En términos absolutos la franja de extranjeros se ha situado entre 28.000 y 50.000 personas en todas las épocas de la historia censal hondureña.

En la emigración, tanto las estimaciones directas como las indirec-tas muestran que a principios de los años ochenta había en el exterior entre 50.000 a 125.000 hondureños. En el censo de población de los Estados Unidos del año 2000 se empadronaron 217.569 personas de origen hondureño y los estados donde mayormente residían eran Florida, Nueva York, California, Texas y New Jersey. En la Encuesta de Hogares y de Propósitos Múltiples de Honduras del 2006, se estimó que el total de hogares con emigrantes asciende a 179.051 hogares, los cuales representan aproximadamente el 11,3% del total nacio-nal; el 53% de ellos se ubican en el área urbana y el 47% en el área rural. La estructura de la población emigrante tiene un perfil joven comprendida entre los 20 y los 34 años de edad. Estados Unidos es el principal país de atracción para los hondureños, ya que en promedio el 91,4% de la población total emigrante reside en este país; el 2,2% en México; el 2,1% en España y 1,9% en Centroamérica y el restante diseminados en diferentes países del mundo.

1 Profesor del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Investigador Asociado de la Red de Desarrollo Sostenible de Honduras, [email protected]; www.poblacion.rds.hn

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En la migración internacional desde la segunda mitad de la déca-da de los noventa el flujo de emigrantes se ha venido incrementando por las deplorables condiciones económicas del país, con una mayor aceleración después del fenómeno natural que azotó el país en 1998 (huracán Mitch), y no es casualidad que inmediatamente después Es-tados Unidos aprobara Programas de Protección Temporal (TPS) para frenar la emigración. Sin embargo, el mecanismo más usado es la deportación de grandes contingentes de hondureños desde el país del Norte y a este se suman los países de la travesía. Sin duda, la emigra-ción hondureña ha alcanzado dimensiones de importancia y si bien ha producido impactos considerados positivos como un gran flujo de remesas (convertida en una de las principales fuentes de divisas del país), ha provocado otros impactos que son considerados negativos: problemas de desintegración familiar, mutilaciones y muertes en el camino a la búsqueda del sueño americano.

Olancho, el departamento de mayor extensión territorial de Hondu-ras, siempre ha estado inmerso, a través de su historia, en procesos migratorios; no está de más decir de los flujos que llegaron al departa-mento procedentes de todo el país, e incluso de El Salvador, a la bús-queda de tierras en la frontera agrícola, a su vez también fue receptor de inmigrantes de Nicaragua en los años ochenta por el conflicto arma-do en el vecino país. Fue contribuyente de población que buscó empleo en las compañías bananeras en la costa norte del país. En los últimos años tiene un saldo migratorio interno negativo, patrón que es similar a nivel internacional, que ha convertido al departamento con mayores recursos naturales del país en uno de los mayores expulsores de per-sonas al exterior, que aumentó desde el paso del huracán Mitch y que tiene un crecimiento acelerado en los últimos años.

Los nacidos en Olancho tienen características particulares: una imagen sólida de machismo, lazos familiares muy extensos, identi-ficación fuerte con su terruño de nacimiento, costumbres, cultura gastronómica especial, patrones y costumbres culturales arraigadas y utilización de términos particulares en su lenguaje. Todos estos elementos de arraigo se incluyen en los procesos migratorios desde el punto de vista cultural que hacen de la emigración olanchana un flujo especial. Esto llevó a una organización no gubernamental2 con

2 La Red de Desarrollo Sostenible de Honduras (RDS-H) desarrolló la investigación acción «Impacto de la migración y remesas en la economía local de Olancho» con el patrocinio del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (CIID) de

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experiencia en temas del desarrollo a estudiar detenidamente el fenó-meno en esa zona para lograr la incidencia de políticas y estrategias de apoyo a las comunidades.

Planteamiento del problemaEl acto de migrar es parte de una estrategia de vida, a través de la

cual se da el traslado a un lugar lejano, en busca de más oportunida-des de empleo donde los salarios percibidos son mayores que los que se obtienen en el lugar de salida. Al tomar la decisión de migrar se buscan los medios para llevarla a cabo y los canales o redes que se utilizarán para ello. Si bien es cierto que llevar a cabo el traslado con éxito puede significar el poder mejorar las condiciones de vida del emigrante y sus familiares en el país de origen, también puede significar desmejorar las condiciones de vida, cuando los lazos afectivos con la familia en el país de origen se pierden o cuando las oportunidades laborales disminuyen y se encarece el nivel de vida en el lugar de emigración.

El emigrante ya insertado en el mercado laboral del país de aco-gida envía una parte de su salario a través de la remesa; ésta no es solamente el medio de ayuda económica a los suyos, sino una manera de expresar sus sentimientos de nostalgia a los receptores. Estas re-mesas no solamente tienen un impacto positivo en lo micro en los ho-gares receptores al mejorar las condiciones de vivienda, mayor acceso a alimentos, educación, salud y otras necesidades, sino también en el ámbito local (comunitario) porque ensanchan la economía local al agrandar y mover la masa monetaria en la comunidad por la compra y venta de productos y servicios locales. A su vez el mayor beneficio se obtiene en la economía regional que provee los productos y servicios que no pueda cubrir la comunidad y que son buscados en las ciuda-des de la región, que a su vez son suplidas por los grandes centros de producción nacional e internacional.

La emigración también produce impactos negativos en los hogares al romper las estructuras de los hogares y producir desintegración familiar y hacer que la crianza de los hijos recaiga en los familiares en el país de origen. Otro aspecto negativo de la emigración cuando se envían remesas es la dependencia económica de ésta, ya que afecta para que los receptores busquen trabajo o generen emprendimientos.

Canadá. El autor participó como asesor temático en demografía y en el diseño de la investigación, de donde se deprende este trabajo.

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En el ámbito comunitario los hogares que tienen emigrantes y reci-ben remesas son percibidos por los hogares que no tienen emigrantes y no reciben remesas como grupos privilegiados que tienen mejores condiciones de vida y que no se involucran tanto en las actividades productivas y comunitarias.

La emigración en Olancho como fenómeno social ha tenido impac-tos positivos y negativos en la región, en el ámbito local y en el hogar. Este trabajo es una aproximación a encontrar evidencias de algunos impactos que producen la emigración y las remesas en las poblacio-nes en el lugar de origen.

Fuentes de informaciónLa fuente principal de información para este trabajo es una Encuesta

de Hogares de Migración y Remesas en Olancho, diseñada con el objetivo caracterizar demográfica y socioeconómicamente a la población, conocer las características de las viviendas, la población con experiencia migra-toria, el perfil de los emigrantes, las remesas y sus usos e impactos en los hogares y sus comunidades. Otras fuentes de información utilizadas fueron de carácter cualitativo y significaron la utilización de técnicas participativas para un mayor involucramiento de todos los actores invo-lucrados con el fenómeno migratorio en la región.

MetodologíaLa investigación sobre migración y remesas en Olancho se enmarca

en una metodología de investigación no tradicional, ya que por un lado se utilizaron elementos de la investigación participativa, donde la po-blación estudiada se involucró en el proceso a través de la organización comunitaria y de familiares de remesantes, lo mismo que se utilizaron investigadores locales que participaron activamente en la investigación. Por otro lado, fueron tan altas las expectativas de la investigación que los involucrados han utilizado elementos de la investigación acción, con la organización de acciones de desarrollo, entre ellas la creación de una cooperativa de ahorro y crédito con los familiares de remesantes y a su vez llevó al diseño y ejecución de un proyecto de desarrollo econó-mico local en el cual participan todos los actores involucrados.

La amplia gama de recolección de fuentes cuantitativas y cualitati-vas llevó a poner en práctica muchas técnicas de investigación ya que cada una de ellas desarrolla una metodología de aproximación a los sujetos de investigación.

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En el caso de la Encuesta de Hogares de Migración y Remesas, que es la fuente principal de datos de este trabajo, se seleccionó una muestra de 1.099 hogares en los cuatro municipios con mayores flu-jos migratorios del departamento (Juticalpa, Catacamas, Santa María del Real y San Francisco de Becerra). Estos cuatro municipios tienen una población aproximada de 232.057 habitantes que representan el 49,3% de la población total y 45,7% de la extensión territorial del de-partamento. El muestreo fue polietápico. Aunque la encuesta es una fuente de carácter cuantitativo se construyó un marco muestral gene-rado de mapeos municipales, que con la utilización de técnicas par-ticipativas concientizó a los actores de las comunidades para formar grupos de apoyo a los investigadores locales, para elegir las comuni-dades de estudio a profundidad. Esta es la primera etapa (selección de información de todas las comunidades para selección de 16 uni-dades primarias de muestreo). En una segunda etapa, con los grupos de apoyo se recolectó información general de los hogares de todas las comunidades de la región, se aplicaron formularios de carácter esta-dístico en el ámbito comunitario para identificar hogares que podrían ser seleccionados de la muestra (selección de información de todos los hogares de las 16 unidades primarias de muestreo seleccionadas para conformar las unidades primarias de selección).

La encuesta recolectó información en varios capítulos, el primero de identificación geográfica y muestral, el segundo sobre las caracte-rísticas de las viviendas. El tercer capítulo sobre las características de las personas donde se rescató información demográfica. El cuarto sobre las características educativas de la población. El quinto sobre las características económicas de la población. El sexto recogió infor-mación sobre la experiencia migratoria de las poblaciones. El séptimo sobre las características de los emigrantes internacionales. El octavo sobre las remesas. El noveno sobre el costo y gestión de la remesa y el último sobre uso, ahorro e inversión de la remesa.

Perfil del emigrante olanchanoEn el 28% de los hogares de la región de estudio se encontró alguna

persona que vive actualmente en otro país. El número de emigrantes estimado es de 22.824 personas, casi un décimo de la población ac-tual. La mayoría son hijos o hijas del jefe actual del hogar, en menor medida son cónyuges y hermanos, existiendo mayor predisposición en la relación de parentesco en cónyuges cuando son hombres, e hi-jas cuando son mujeres.

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Han salido del país desde edades de la infancia hasta las edades adultas maduras. En general, migran más hombres que mujeres, e incluso sus edades abarcan más años que en las mujeres. Cuando emigraron en su mayoría tenían entre 18 y 30 años de edad, lo que indica que son jóvenes y en edades productivas. Cuando salieron del país eran cinco años más jóvenes en promedio. La edad promedio del emigrante cuando se fue era de 25,4 años, la actual es de 30,8 años.

Más de la mitad de los emigrantes tenía o había tenido alguna rela-ción de convivencia con una pareja. Los informantes dicen que el 46% era casado o unido. Un 47% era soltero y el resto tenía otra relación de convivencia o era menor de edad. En las mujeres se encontró los mayores casos de separación, divorcio y viudez que sin duda pudie-ron ser unas de las causales de la emigración.

El nivel educativo del emigrante no puede ser considerado tan bajo en la región, aunque dos tercios de ellos sólo han cursado algún grado de la educación primaria, lo cierto es que de ellos casi la misma rela-ción ha cursado el nivel de primaria completa, o sea al menos seis años de educación. Un 27,6% de los emigrantes cursó un nivel de educación mayor a la primaria, como ser educación media o superior, e incluso los que han cursado esos niveles más de dos tercios de ellos han termina-do el nivel medio y un tercio terminaron el nivel superior. Las mujeres que emigraron tienen un nivel de educación mayor que los hombres. El promedio de años de estudio de los emigrantes era de 5,4 años de estudio, que aunque indica un promedio bajo de estudios, es superior al de la población de la región, cuyo promedio es de 3,6 años.

La emigración de estos municipios de Olancho se remonta desde inicios de los años ochenta; sin embargo a partir de los noventa se continuó, y es en los años 1998 y 1999 cuando se dispara el flujo de emigrantes. Un hecho significativo de estos años fue el paso del hu-racán Mitch, que además de provocar la muerte de muchas personas y la destrucción de viviendas, caminos y cultivos, produjo un senti-miento de desesperanza que llevó a las personas a buscar nuevos ho-rizontes en el exterior. Estos migrantes se vieron favorecidos cuando algunos de ellos tenían familiares en el exterior. La mayor corriente de emigrantes olanchanos es a partir del año 2000 y es creciente cada año: más de la mitad de los emigrantes de la zona han salido reciente-mente del país. El flujo emigratorio básicamente se produce en mayor medida en los primeros meses del año, principalmente en el verano; los meses de marzo, abril y mayo son los de mayores salidas. Una excepción fue octubre de 1998 cuando ocurrió el Mitch.

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Más de un tercio de los emigrantes dejó al cónyuge cuando salió del país. El porcentaje de emigrantes hombres que dejaron el cónyuge es más del doble que las mujeres. Más de la mitad de los emigrantes de-jaron hijos en el país cuando salieron; los hombres dejaron más hijos, 2,4 veces más hijos que las mujeres. El número total de hijos dejados en el país supera el número de emigrantes lo que indica el alto grado de desintegración familiar que fue producido, en gran medida, por la emigración. Los hijos de emigrantes prefirieron dejarlos a cargo de su

madre, esposa o abuela, esto porque en su mayoría son hombres y pre-fieren dejar a sus hijos con mujeres, incluso cuando las que emigran son mujeres no dejan a cargo a sus hijos a los hombres. Un porcentaje no despreciable declara que los emigrantes dejaron solos a sus hijos.

Los emigrantes en su mayoría trabajaban al momento de irse del hogar, prueba de esto es que cuatro de cada cinco de ellos trabajaba, o estudiaba y trabajaba, o tenía un negocio, lo que indica que eran altamente productivos. En el caso de las mujeres es lógico que deban tener un menor valor en la actividad económica, sin embargo, los porcentajes indican que era superior a las mujeres que no migraron. Estos resultados pueden indicar que no es la falta de trabajo una de las principales causas de emigración, sino que puede ser la calidad del trabajo que realizaban. Los emigrantes trabajaban al momento de irse del país en ocupaciones relacionadas con la agricultura y en menor medida con los servicios y el comercio.

Las principales causas para emigrar son superar la pobreza, bus-car nuevos horizontes. Esto está ligado a la situación de pobreza y al poder comprar su casa. En realidad, casi todas las causas están rela-cionadas, sin embargo, la poca generación de ingresos, mala calidad de empleo o fuentes de trabajo y la pérdida de las expectativas de me-joramiento son causas que están incidiendo en la salida de personas al extranjero.

La mayoría de los emigrantes salió del país utilizando como forma de viaje el contratar los servicios de un guía o coyote y en menor medi-da dijeron que viajaron por su cuenta. Muy pocos utilizaron una visa de entrada a otro país como forma de llegar al destino final. También se encontró que nueve de cada diez personas que salieron del país utilizaron formas no seguras para migrar al exterior.

Los emigrantes tenían como destino final Estados Unidos y casi la

totalidad pudo conseguir llegar a su destino. Muy pocos casos de las personas que salieron de la región no alcanzaron con éxito el país de destino final y se quedaron en México, o no saben el país donde resi-

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den actualmente ellos, otro número menor tenía como destino México pero vive en los Estados Unidos, lo que muestra que el destino final era en realidad el gran país del Norte. Los estados de la unión ame-ricana donde viven los emigrantes de la región son Florida, Nueva York, Massachusetts y Missouri. Las ciudades donde residen en su mayoría los emigrantes olanchanos son Miami, Nueva York, Boston y San Luis.

Más de la mitad de los emigrantes de la región no tienen papeles (documentos) que acredite que viven legalmente en el país de destino. Incluso un 8% de ellos afirman que no saben con certeza cuál es la situación migratoria en el exterior. Actualmente los emigrantes están participando en la actividad económica, prueba de ello es que el 94% de ellos trabaja en el país de residencia. En las mujeres también exis-te un nivel alto de participación económica. Las ocupaciones de los emigrantes en el país de destino generalmente son obreros, operarios, oficios, servicios y vendedores. Claramente se muestra que en el lugar de origen las personas se dedicaban a la agricultura, en cambio en el país de destino generalmente son obreros o trabajadores que se dedi-can a la rama económica de los servicios.

Ocho de cada diez emigrantes piensa volver al país y las principales razones de cuándo piensa volver es cuando tenga documentos en el país de destino, cuando tenga los medios, cuando construya su casa. Un porcentaje muy reducido ha afirmado que no piensa volver al país.

Los canales de comunicación entre los emigrantes y sus familiares son muy fluidos. Un 93% se comunica con sus hogares; la frecuencia de comunicación es muy alta, principalmente la que se hace sema-nalmente, lo que indica que los lazos de comunicación entre los emi-grantes y sus familias son muy fluidos. Muy pocos emigrantes han perdido comunicación con sus familiares. La inmensa mayoría utiliza el teléfono como medio de comunicación.

Experiencia migratoria de la poblaciónEn más de un décimo de los hogares (11,4%) de la región viven

personas que han realizado un viaje fuera de Honduras. Hay un to-tal de 6.306 personas que tienen esta experiencia migratoria en la región. La mayoría tuvieron en su última experiencia como destino Estados Unidos. De los que iban a Estados Unidos 1.004 emigrantes llegaron hasta México, éstos representan un 17% de los que iban con el deseo de cumplir el sueño americano y no lo cumplieron.

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La mayoría de las personas (73%) realizaron la última experiencia migratoria después del año 2000, donde el flujo de personas emigran-tes se acrecentó. La vía de transporte que se utilizó en mayor medida fue la vía terrestre, lo que indica que la mayoría de las experiencias migratorias no fueron de carácter seguro. Los motivos que tuvieron los que experimentaron la migración para regresar al país en casi dos tercios de ellos admiten que fue por su propia voluntad o fue plani-ficado. Un 30% admite contundentemente que fue deportado por las autoridades de otro país.

Las remesas en OlanchoMás de un tercio de los hogares de la región reciben remesas, que

incluso supera el porcentaje de hogares en cuya condición migratoria aduce tener emigrantes en el exterior. Un total de 81.201 personas viven en hogares que reciben remesas (tengan o no emigrantes en el hogar), es decir están directamente beneficiados de las remesas.

La relación de parentesco del principal receptor de la remesa con el emigrante en mayor medida está relacionado con el sexo femenino: dos tercios de los que reciben la remesa son la madre, esposa, herma-na, hija y abuela, aunque esto es de esperarse porque los emigrantes en su mayoría son hombres.

En el monto de la remesa los mayores porcentajes se ubican en los intervalos de menores de mil lempiras,3 y en segundo lugar entre tres a cinco mil lempiras. El monto promedio mensual de la remesa asciende a 3.470 lempiras.

La frecuencia de envío de la remesa es mayoritariamente cada mes o cada quince días, lo que indica la importancia de ese flujo de dinero en las familias. Las compañías remesadoras Western Union y Money Gram son los principales canales de envío de las remesas a la región. Más del 90% de los receptores de remesa sólo hace un intento para co-brar la remesa. Las dos principales ciudades de la zona (Catacamas y Juticalpa) son los lugares donde en mayor medida se cobra la remesa.

La seguridad alimentaría, la educación y la salud son los princi-pales usos que hacen los hogares que reciben remesas. En el 91% de los hogares se afirma utilizar la remesa para alimentarse (nue-

3 Lempira: héroe indígena nacional. En su honor se designa a la moneda nacional de la República de Honduras con su nombre, al cambio de 18,90 por dólar al momento de la investigación.

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ve de cada diez receptores, mientras que solo uno no la utiliza para esto), un 86% la utiliza también para sufragar gastos relacionados con la educación de los hijos y un 83% para cubrir costos de salud. De los hogares receptores, el 40% utiliza la remesa para transporte; este dato se encuentra asociado al traslado diario que los jóvenes estudiantes de ambos sexos realizan para asistir a clases desde sus comunidades rurales hasta las ciudades principales, que es donde se encuentran los centros educativos de educación media y universitaria en la región. Es claro que los montos y porcentajes destinados para la educación y la salud ocupan los primeros lugares en la mayoría de las familias receptoras de remesas, lo que se encuentra directamente asociado a la ausencia de educación pública de calidad y de los ser-vicios estatales de salud, razón por la que las familias envían a sus hijos e hijas a escuelas privadas ubicadas en las ciudades de mayor concentración poblacional y desarrollo relativo, como son Juticalpa y Catacamas, lo que encarece los costos de dichos servicios, recayendo en los esfuerzos de los familiares emigrantes. De ahí que desde un punto de vista estratégico y de tiempo, ambas constituyen inversiones sociales de largo plazo.

Después de los usos familiares, los hogares están utilizando poco la remesa para la inversión. Sólo un 1% ha invertido en otros activos fijos como terrenos, compra de ganado, fincas, vehículos, etcétera. Además, se evidencia que la gran mayoría de los receptores no son en realidad personas con capacidad para invertir o ahorrar en grandes cantidades. Con lo que se intuye que la remesa está sirviendo prin-

Gráfico 1. Olancho: monto mensual de las remesas

Fuente: RDS-HN, 2007

10.001 y más

5.001 - 10.000

3.001 - 5.000

2.001 - 3.000

1.001 - 2.000

1 - 1.000

0

3,2%

17,9%

27,2%

6,1%

17.7%

27,8%5 15 20 25 30

M(.!&'()$ 5 !"4"#&# "$ O-&$'6* 91

cipalmente para el sustento familiar (consumo). Sólo un 15% de las familias receptoras está ahorrando dinero de la remesa. Otro aspecto en los hogares receptores es que, además de cubrir sus necesidades básicas, logran adquirir algunos bienes como electrodomésticos, te-léfonos, artículos para el hogar, ropa, etcétera, y esta capacidad de consumo refleja en otras familias no receptoras la idea de que la úni-ca forma de superar la pobreza es a través de la emigración.

Del total de hogares receptores de remesa, sólo un 5% ha utiliza-do la remesa en la vivienda y, de este porcentaje, el principal uso de remesa son las mejoras, evidencia que pudo constatarse en las carac-terísticas de vivienda de la encuesta de hogares, donde predominan las paredes de concreto, el piso de cemento y el servicio sanitario conectado a pozo o red de alcantarillado.

La percepción de los pobladores de las comunidades indica que la ganadería es uno de los rubros favoritos de los emigrantes. Un 29% del total invertido está en la compra de ganado, al que debe sumársele el 15,2% utilizado en compra de potreros, así que este rubro esta te-niendo la mayor inversión de la remesa en la zona (un 44,6% del total de la remesa destinada a otros activos fijos), mientras que las fincas sumadas a los terrenos agrícolas sólo alcanzan un 28% del total.

En cuanto a los negocios realizados con inversión parcial de las remesas, los datos de la encuesta señalan que un 52,3% de éstos son pulperías; un 15,7% lo destinó a la compra de bueyes para el acarreo de materiales y un 11,8% para instalar cafeterías. Como se observa la mayor inversión se encuentra en las pulperías que comercializan productos de consumo básico y no requieren de montos elevados para operar. En orden descendente aparece la venta de ropa, calzado, per-fumes y cosméticos con un 5,0%. Resulta interesante observar que solo un 1,9% ha invertido parcialmente en agricultura para el cultivo del maíz

Con relación a si han logrado hacer algún tipo de negocio o em-prendimiento familiar, apenas un 1,5% respondió tener un negocio con fondos totales provenientes de remesas, y un 2,0% respondió que ha financiado parcialmente su negocio con dinero de las remesas.

Migración y remesasEn la relación entre la migración y las remesas se verificó el nú-

mero de hogares donde han salido emigrantes al exterior y también el número de hogares que reciben remesas. Al cruzar estas dos variables

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encontramos que la mayoría de los hogares en la región de estudio no tienen emigrantes ni reciben remesas (62%); en segundo lugar se en-cuentran los hogares que tienen emigrantes en el exterior y que reciben remesas (24,8%); en tercer lugar se encuentran los hogares que no tienen emigrantes pero que reciben remesas (10,2%) y en último lugar están los hogares que tienen emigrantes pero que no reciben remesas (2,8%). De ellos sorprende el porcentaje de hogares sin emigrantes y que recibe remesas cuyo origen puede estar en la fuerte solidaridad que existe entre la población de la región y en la mayoría de los casos por los lazos familiares extensos que rebasan la condición residencial del hogar, pero que está ligado a la familia.

Fuente: RDS-HN, 2007

En el caso del número de habitantes que viven en estos hogares, los que reciben remesas y tienen emigrantes suman 59.477 personas y los que reciben remesas y no tienen emigrantes suman las 21.725 personas.

Impactos de la migración y remesas en OlanchoCon los resultados de la Encuesta de Hogares en Olancho se cons-

truyeron algunas tabulaciones que permitieran aproximaciones a al-gunos impactos de la migración y las remesas en los hogares de la región. Se formaron grupos de poblaciones que viven en hogares con

Gráfico 2. Olancho: hogares por condición migratoria según recibo de remesas

70

60

50

40

30

20

10

0Hogares con migrantes

Sí reciben remesas No reciben remesas

Hogares sin migrantes

24,8%

2,8%10,2%

62,2%

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emigrantes y sin emigrantes y poblaciones que viven en hogares con remesas y sin remesas. Las áreas que se estudiaron son: las condi-ciones de las viviendas, las características demográficas, educativas, la fuerza de trabajo y las estructuras familiares.

Diferencias en las condiciones de las viviendas entre hogares receptores y no receptores de remesasSe construyó una caracterización de las condiciones de las viviendas

de los hogares que reciben remesas y de los que no reciben. En el tipo de vivienda existe una mayor predisposición a vivir en vivienda independien-te cuando se reciben remesas en el hogar. En los materiales predominan-temente usados en las paredes y pisos de las viviendas se observa más predisposición a usar materiales durables cuando se reciben remesas.

Fuente: RDS-HN, 2007

En el acceso a agua potable, hay mayor predisposición a tener tu-bería de agua, conexión de tubería a red de servicio privado y tenerla dentro de la vivienda cuando se reciben remesas que cuando no se

Gráfico 3. Olancho: características de las viviendas según recibo de remesas

0 20 40 60 80 100 120

Paredes durables

Techos durables

Pisos durables

Con acceso a tubería de agua

Con acceso a eliminación de excretas

Con acceso a electricidad

Con acceso a energía moderna para cocinar

Tenencia propia de la vivienda

Tenencia de vehículos

No reciben remesas Reciben remesas

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reciben. Hay mayor acceso y exclusividad a sistemas de eliminación de excretas en las viviendas, cuando se reciben remesas. Lo mismo pasa, en el acceso a electricidad en las viviendas y acceso a energía para cocinar, cuando se reciben remesas.

El número de piezas en las viviendas es mayor, la tenencia de vivienda es propia y la tenencia de vehículos en el hogar es superior cuando se reciben remesas. En general, puede afirmarse que los ho-gares que reciben remesas tienen mejores condiciones de vivienda que aquellos que no reciben, aunque esta mejora no es espectacular, si permite una ventaja y es un aliciente de la emigración al exterior.

Diferencias demográficas en poblaciones con migrantes y sin migrantesLa población total de los cuatro municipios estudiados según nues-

tra estimación asciende a 232.057 que representa el 49,3% de la pobla-ción del departamento. La estructura por edad es joven, con una pirá-mide de carácter expansivo con una base ancha que va disminuyendo hasta tener una cúspide estrecha. En ella en el caso de la población masculina y en las edades jóvenes se observan reducciones producto de la emigración. En la población de los hogares donde hay emigrantes hay grandes reducciones en las edades jóvenes y adultos jóvenes.

El índice de masculinidad4 para la población total es de 94,1 que muestra que es menor el número de hombres con respecto a las mu-jeres. En los hogares con migrantes el índice de masculinidad asciende a 89,4 y los hogares sin migrantes es de 95,9 lo que indica que los primeros tienen menos hombres.

El promedio de edad en la región es de 23,8 años, es mayor casi dos años en las poblaciones de los hogares con migrantes que en los hogares sin migrantes. Esta estructura demográfica hace que en la región, la relación de dependencia5 sea de 87,3. En los hogares con migrantes la relación de dependencia de la población asciende a 88,2 y los hogares sin migrantes a 87,0 lo cual muestra leves diferencias entre ambas.

4 Índice de masculinidad: es la relación de varones a mujeres en una población dada, que de ordinario se expresa como el número de varones por cada cien mujeres. En la región hay 102 varones por cada 100 mujeres.

5 Relación de dependencia: relación entre las personas en edades dependientes (me-nores de 15 y mayores de 64 años) y las personas en edades económicamente pro-ductivas (15 a 64 años). En la región hay 104 personas en edad dependiente por cada cien personas en edades productivas.

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Gráfico 4. Olancho: población por edad y condición migratoria del hogar

Fuente: RDS-HN, 2007

En hogares con migrantesEn hogares sin migrantes

0 1,000 2,000 3,000 4,000 5,000 6,000 7,0001

5

9

13

17

21

25

29

33

37

41

45

49

53

57

61

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69

73

77

81

85

89

93

97

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Existe una mayor diversificación en las relaciones de parentesco

cuando hay emigrantes en el hogar. Un tercio de la población de la zona declara estar en unión conyugal, ya sea está casado o unión libre. Un 10% de la población femenina tiene un estado civil en rup-tura, ya sea está separada, divorciada o es viuda. Más de un 60% declara ser soltero o menor de doce años.

Diferencias educativas de las poblaciones con migrantes y sin migrantesLa condición de alfabetismo en la zona de estudio es relativamente

baja (75,6%) y en los hogares donde hay emigrantes es más alta en un 8%, que donde no hay emigrantes, lo que indica que hay mejores niveles de alfabetismo en hogares donde hay emigrantes.

La asistencia escolar de la población gira alrededor de 35% y es más alta entre las edades de cinco a veinticuatro años. Cuando hay emigrantes en el hogar la asistencia es mayor en casi 8% que la de la población que vive en hogares sin emigrantes.

Los niveles educativos de la población son bajos, sólo el 57% del total de la población ha alcanzado algún grado de la educación pri-maria. Apenas un 9% ha cursado el ciclo común, sólo un 7,6% ha logrado completar el nivel secundario y un 1,4% ha cursado algún año de educación superior. Los niveles educativos de la población de hogares con emigrantes son mayores que en aquellos hogares donde no hay emigrantes.

Diferencias económicas de las poblaciones con migrantes y sin migrantesLa población en edad de trabajar (PET) dentro de la región de es-

tudio representa el 82% de la población total. Solo el 38% de la PET conforma la población económicamente activa (PEA) y por sexo las diferencias son abismales a favor de los hombres. Los niveles de ocu-pación formal por parte de mujeres son bajísimos. Las tasas brutas de participación económica (TBP) son bajas, ya que existen solo 31 personas económicamente activas por cada cien habitantes. Las di-ferencias por sexo, muestran que los hombres tienen un indicador tres veces superior al de las mujeres en la participación de activida-des productivas. Las tasas netas de participación económica (TNP) muestran a nivel total un valor de 38%, los hombres alcanzan 60%, mientras las mujeres sólo el 18%.

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El hallazgo más relevante es en la PEA y la PEA ocupada que es menor cuando hay emigrantes en el hogar y es mayor la población económicamente inactiva (PEI) cuando hay emigrantes en el hogar. En esta relación hay varios factores, entre ellos se puede mencionar que en los hogares con emigrantes un destino de las remesas se dedica a lograr que los niños estudien y por otro lado la seguridad de acceder a un flujo de dinero constante mella en el interés por trabajar.

En los ingresos mensuales menores de dos mil lempiras la po-blación de hogares sin migrantes son mayores que los con migran-tes, pero a partir de ingresos mayores desde dos mil hasta veinte mil lempiras la población de los hogares con migrantes son mayores, en los ingresos superiores de veinte mil lempiras se encuentran en las poblaciones de hogares sin migrantes. El promedio de ingresos de la población total asciende a 5.162,19 lempiras, en la población de hogares con migrantes a 3.694,29 lempiras y en la población de hoga-res sin migrantes a 5.493,45 lempiras. Estos resultados revelan una franja de ingresos medios en los hogares con migrantes con respecto a los que no tienen migrantes que están en los estratos bajos y altos.

Gráfico 5. Olancho: PET por condición migratoria del hogar

0 10 20 30 40 50 60 70 80

PEA

Ocupada

Desocupada

Cesante

Busca primera vez

PEI

Vivió de su jubilación

Vivió de sus rentas

Solo estudió

Quehaceres del hogar

Incapacitado

Otro

En hogares con migrantes En hogares sin migrantes

Fuente: RDS-HN, 2007

98 M&$,"- A$%*$(* F-*!"# F*$#"'&

Diferencias entre estructuras de los hogares con migrantes y sin migrantesLos hogares familiares en aquellos que tienen migrantes son gene-

ralmente extendidos, en cambio los hogares sin migrantes son nuclea-res. Este hallazgo es efecto de la emigración.

Los hogares familiares con migrantes giran en torno a arreglos fa-miliares conformados por pareja e hijos y jefe solo e hijos, casi en igual proporción, con los agregados familiares en el caso de los extendidos y los agregados familiares y no familiares que son los compuestos. Hay un menor porcentaje de hogares no familiares unipersonales con migrantes.

En cambio los hogares sin migrantes se estructuran generalmente como hogares conformados por pareja e hijos, con los agregados fa-miliares y no familiares. Los hogares unipersonales sin migrantes son levemente mayores que los hogares con migrantes.

Mientras en los hogares con migrantes las diferencias entre bipa-rentales y monoparentales son minúsculas, en los hogares sin migran-tes los biparentales son mayoría. Esto indica que los hogares con migrantes han sufrido grandes cambios estructurales porque uno de los miembros de la pareja no está en el hogar.

Existe en la región de estudio un porcentaje alto de jefaturas fe-meninas a nivel general, que es agravado cuando en los hogares hay emigrantes en el exterior y casi existe la misma proporción entre jefas con respecto a los jefes. En las tasas de jefatura según la condición migratoria y sexo del jefe se observa cómo las mujeres asumen las jefaturas de los hogares en las edades de emigración, desde 20 a 40 años principalmente.

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Gráfico 6. Olancho: ingreso mensual de la población por condición migratoria del hogar

0 5 10 15 20 25 30 35 40

1 -1.000

1.001 - 2.000

2.001 - 3.000

3.001 - 5.000

5.001 - 10.000

10.001 - 20.000

20.001 - 30.000

30.001 - Más

En hogares sin migrantes En hogares con migrantes

Fuente: RDS-HN, 2007

Gráfico 7. Olancho: tipos de hogar por condición migratoria

Con migrantes Sin migrantes Total

0

20

40

60

80

100

120

Hog. Familiar

es

Nucleares

Extendid

os

Compue

stos

Hog. No F

amiliares

Uniperso

nales

Otros no

familiar

es

Fuente: RDS-HN, 2007

100 M&$,"- A$%*$(* F-*!"# F*$#"'&

Cuadro 1. Olancho: estructura de los hogares por tenencia de migrantes

Tipos de Hogares Con migrantes Sin migrantes TotalHogares familiares 97,6 96,5 96,8Nucleares 30,4 53,6 47,2Jefe, cónyuge e hijos 14,6 45,2 36,7Jefe solo e hijos 15,7 7,9 10,0Jefe, cónyuge e hijos y empleada 0,2 0,3 0,3Jefe solo e hijos y empleada 0,0 0,2 0,1Extendidos 63,7 36,9 44,2Jefe, cónyuge, otro pariente 11,0 3,9 5,9Jefe, cónyuge e hijos, otro pariente 20,9 18,5 19,1Jefe solo e hijos, otro pariente 22,6 9,6 13,2Jefe solo, otro pariente 8,7 4,7 5,8Jefe, cónyuge, hijos, otro pariente, doméstico

0,5 0,2 0,3

Compuestos 3,6 6,1 5,4Jefe, cónyuge, otro no pariente 0,0 1,2 0,9Jefe, cónyuge, hijos, otro pariente, otro no pariente

2,1 3,4 3,1

Jefe, cónyuge, otro pariente, otro no pariente

0,0 0,1 0,1

Jefe, cónyuge, hijos, otro pariente, otro no pariente, doméstico

0,2 0,0 0,1

Jefe solo, otro pariente, otro no pariente

0,3 0,2 0,3

Jefe solo, otro no pariente, doméstica 0,0 0,1 0,1Jefe, cónyuge, otro pariente, otro no pariente, doméstica

0,1 0,0 0,0

Jefe, cónyuge, hijos, otro no pariente 0,0 0,1 0,1Jefe solo, hijos, otro pariente, otro no pariente

0,8 0,9 0,9

Hogares no familiares 2,4 3,5 3,2Unipersonales 2,4 3,1 2,9Unipersonales y empleada 0,0 0,1 0,1Otros no familiares 0,0 0,0 0,0Jefe y otro no familiar 0,0 0,3 0,2Total 100,0 100,0 100,0

Fuente: RDS-HN, 2007

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Gráfico 8. Olancho: hogares familiares por condición migratoria según integración parental

Con migrantes Sin migrantesBiparentales Monoparentales

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Fuente: RDS-HN, 2007

102 M&$,"- A$%*$(* F-*!"# F*$#"'&

BibliografíaRDS-HN (2007) Base de datos Encuesta de Hogares Migración y Remesas en

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Encuesta de Hogares, Migración y Remesas en Olancho, Tegucigalpa, RDS-HN.