la columna trajana

18
Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe San Juan, Puerto Rico RESEÑA 1: LA COLUMNA TRAJANA DENTRO DE LOS FOROS IMPERIALES ROMA, ITALIA Pieza de arquitectura y arte aplicado Interpretada con la ayuda de un estudio de Wilhelm Froehner de 1865 Incluye suplemento gráfico Completado como requisito parcial para la clase Historia 1414 Historiografía europeo-americana (Parte I) Profesora María F. Barceló Miller Jorge Ortiz Colom D0902-0047 8 de octubre de 2011

Upload: centeradvancedstudiespuertoricocaribbean

Post on 26-Nov-2023

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe

San Juan, Puerto Rico

RESEÑA 1:

LA COLUMNA TRAJANA

DENTRO DE LOS FOROS IMPERIALES

ROMA, ITALIA

Pieza de arquitectura y arte aplicado

Interpretada con la ayuda de un estudio de Wilhelm Froehner de 1865

Incluye suplemento gráfico

Completado como requisito parcial para la clase

Historia 1414

Historiografía europeo-americana (Parte I)

Profesora María F. Barceló Miller

Jorge Ortiz Colom

D0902-0047

8 de octubre de 2011

LA COLUMNA TRAJANA:

DOCUMENTO HISTÓRICO-ARQUITECTÓNICO DE LA ANTIGÜEDAD

La Columna Trajana es uno de los grandes monumentos de la antigüedad y posiblemente

una de las más reconocidas obras conmemorativas del mundo. Fue erigida en Roma imperial en

el año 116 por el emperador romano Trajano (¿53? -117 D.C.). Presenta de forma gráfica dos

aspectos: el poder del emperador y su majestad por sobre los ordinarios mortales; y su conquista

de la Dacia (actual país de Rumanía) en los años previos. Es la pieza central del denominado

Foro Trajano (ilust. 1), el cual sirvió para juntar dos secciones de los foros imperiales de Roma

construidos por emperadores anteriores, ya que su construcción implicó el nivelamiento de una

colina cuya altura es equivalente a la de esta columna. Se dice que esta columna, y el Foro que la

rodea, son las únicas obra positivamente vinculadas al arquitecto Apolodoro de Damasco, uno de

los muy pocos conocidos hoy día de la antigüedad.

La posición de la Columna dentro del Foro, entre una basílica (centro de reuniones

cívicas) y un propuesto templo, la denota como transición entre lo humano y lo divino. Queda

entre las Bibliotecas griega y romana enfocando su valor didáctico: así Trajano mostraba su

proeza militar y su victoria sobre el bárbaro dacio. Tiene algo de “casa del poder”: en planta, el

Foro tiene cierto antropomorfismo similar a representaciones primitivas del hábitat domestico.

Wilhelm Froehner, quien hizo en 1865 una extensa descripción de la Columna para el Museo del

Louvre, pensaba que el foro Trajano “recordaba un palacio egipcio construido en Tebas y

conocido bajo el nombre de la „Tumba del rey Ozimandías‟”1. La columna domina visualmente

el segmento inicial de la vía Flaminia, carretera que terminaba en el puerto adriático de Rímini,

en el cual se embarcó la primera expedición trajana a la Dacia.2

2

La columna libre tiene significados particulares en la tradición arquitectónica occidental.

Willliam R. Lethaby, arquitecto inglés del siglo XIX, en su estudio sobre el simbolismo en su

disciplina, ubica las columnas como representativas de al menos dos patrones simbólicos: a

veces como los arboles que sostienen el cielo3; o como centros de un mundo imaginado

4. Él no

percibe, a diferencia de muchos aficionados, asociaciones fálicas en estos objetos, y la mayoría

de las fuentes consultadas desvalorizan o descartan la raison d’être erótica para las columnas y

otros monumentos verticales.

Esta columna parece ser afín con los obeliscos y estelas grabadas usadas por varias

civilizaciones, como los de los egipcios. Según el naturalista romano Plinio el Viejo (23-79 DC),

estos, cubiertos con inscripciones jeroglíficas, eran como rayos de sol caídos a la tierra, y por

tanto, manifestaciones del dios Ra o Sol.5 El uso de columnas conmemorativas no es un

desarrollo romano – existió por ejemplo una, estriada, que conmemoraba la importante victoria

griega de Maratón en el año 490 A.C. Pero Roma usó las columnas para exponer narrativos

históricos. Así la Columna Trajana trasciende un fin puramente mnemónico y se hace portadora

de una historia, de un relato a través del tiempo, expresado gráficamente.

La voz monumento (monumentum) es latina y proviene del verbo monere (avisar o

recordar). Según analiza la historiadora urbana francesa Françoise Choay “el termino

monumento denomina a todo artefacto edificado por una comunidad de individuos para

acordarse de o para recordar a otras generaciones determinados eventos, sacrificios, ritos o

creencias.”6 El monumento tiene como función actuar de “dispositivo de seguridad”

7 y “calma la

inquietud que genera la incertidumbre de los comienzos. Desafío a la entropía y a la acción

disolvente que el tiempo ejerce sobre todas las cosas… el monumento intenta apaciguar la

angustia de la muerte y de la aniquilación.”8

3

La Columna de Trajano (ilust. 2) es un objeto (ad)monitivo, un recuerdo para la

posteridad de un hombre y unos eventos: columna funeraria y conmemorativa de unos cuarenta

metros totales de alto, con fuste y capitel dóricos, un pedestal bajo donde descansaban los restos

del emperador, y sobre el capitel una estatua del emperador en actitud vigilante sobre la ciudad

(ilust. 2, imagen pequeña). Su merito: lograr la última gran expansión del Imperio Romano con

la conquista de la Dacia, logrando pacificar un territorio, amortiguador de las hordas germanas y

escitas inciertas que pululaban hacia el norte.

Su forma general y dimensiones, según Barrette et al., se fundamentan en la altura del

promontorio eliminado para su obra9. El emperador observador quedaba a la misma altura que si

estuviese en la cima de la colina suprimida. Esta es una gran columna dórica de mármol macizo

con una escalera interior tallada que va a un mirador, y con un alto proyectado, sin base ni

estatua, de cien pies romanos (29.626 metros)10

, una proporción - en la parte del fuste o principal

cuerpo cilíndrico - de algo menos de siete de altura por uno de ancho mayor. De este estilo, uno

de los tres principales de la arquitectura grecorromana, dice el arquitecto romano Marco Vitrubio

Polión que Ion, líder de una de las grandes etnias grietas, los jonios, quiso y pudo extender el

poder ateniense a una amplia zona de Asia Menor. En la zona conquistada, denominada Jonia,

quisieron levantar un templo a Apolo que le recordara una obra vista en Aquea y hecha por los

dorios, otra de las tribus originarias de los griegos11

.

Establecieron en su tanteo la mejor proporción para las columnas del templo, que en el

caso de los varones, la altura es en promedio seis veces el largo del pie; y “por lo tanto la

columna dórica, según empleada en edificios, empezó a presentar las proporciones, fortaleza y

belleza del cuerpo de un hombre”12

. El orden jónico, sin embargo, seria representativo de la

esbeltez y gracia de la mujer.13

En resumen, “Así en la invención de los tipos distintos de

4

columnas, tomaron la belleza varonil, desnuda y sin ornamentos para una [la dórica], y para la

otra [la jónica] la delicadeza, el ornamento, y las proporciones características de las mujeres.”14

El gran narrativo de la guerra de Dacia (siguiendo fundamentalmente la interpretación de

Froehner) es una banda tallada en el propio mármol del fuste de la columna (ilust. 3), que

asciende un total de veintitrés vueltas, y expresa en secuencia cronológica las dos grandes

campañas de Trajano en su intento de vencer al rey Decébalo de los dacios, y conquistar la

región. El análisis de su técnica comprueba que es obra de múltiples escultores y tallistas cuya

identidad seguramente permanecerá anónima. La banda es de ancho irregular y según los

estudiosos parece haberse empezado a tallar cuando la columna no estaba completamente

levantada. Esta banda tiende a estrecharse un poco hacia la vuelta 21 y solo las últimas dos

vueltas se ensanchan razonablemente para permitir terminar el argumento y a la vez mejorar la

visibilidad de este segmento más difícil de observar15

. La banda, según Froehner, tiene una total

de 124 “escenas”, que “fluyen” entre sí, no siempre claramente.

El arte aplicado en la columna es evidentemente una crónica y discurso de cómo la

majestad romana sometió definitivamente a los dacios “bárbaros” bajo Trajano. Las imágenes

achatadas y estilizadas de los contendientes en las guerras presentan visiones encontradas y

representaciones distintas de vencedores y vencidos. Los dacios, generalmente, son imaginados

como desaliñados, primitivos y vestidos de forma cruda como se refleja en el espía que llega al

campamento en la escena 11 (ilust. 5A). Cuando se agrupan en batalla, no presentan

organización sino ataque al azar, a menudo desorganizado como se ve en la escena 28 (ilust. 6A).

Contrasta esto con la formación del testudo o tortuga vista en la escena 56 (ilust. 9), eficiente

forma de protección mutua de los legionarios.

5

Las viviendas dacias son generalmente construcciones primitivas y sin permanencia,

hechas en madera, las cuales son fácilmente incendiables por las antorchas romanas (escena 16,

ilustración 5B). Froehner las compara con las casuchas tracias descritas por Heródoto16

. Su

exiguo tamaño se enfatiza en el poco espacio que ocupan en el friso, mientras que las fortalezas y

casas romanas son macizas e imponentes, una y otra vez ocupan todo el ancho del friso como

visto en la escena 39 (ilustración 3B).

Los dacios se aliaron a los partos, sucesores de los persas que otrora amenazaron a

Grecia. Los caballeros partos son misteriosas figuras forradas de cuero y argollas de hierro,

quienes huyen en pánico cuando los romanos los acometen (escena 27, ilust. 6A). Pero entre los

dacios los seres más temibles posiblemente son sus mujeres. Ellas son las carceleras y las

castigadoras, capaces de quemar y marcar a los malhadados romanos que cayeron presos ante las

armas de sus varones (escena 38, ilustración 6B). En el mundo del guerrero romano la mujer es

la ausente: si acaso solo se presenta bajo el manto de divinidad como la diosa Noche (escena 28,

ilust. 6B) o como Venus en el umbral de un templo del puerto de Ancona, saludando en su

partida al emperador, rumbo a Dacia (escena 65, ilust. 7B). Esta, diosa representativa del amor,

se queda “en casa”, despide al bravo guerrero pero no lucha junto a los varones valientes.

La tierra de Dacia es silvestre, montañosa, y forrada de robles (querci), árbol asociado

tradicionalmente a resistencia y durabilidad; y surcada de ríos y arroyos (escena 17, ilust. 5B). El

ingenio y la tecnología romanos “civilizarían” este territorio, y la escena más elocuente en este

sentido es la 77 (ilust. 8A) donde se presenta el imponente puente fortificado sobre el Danubio.

Esta estructura enorme sirve como escenario a una escena de triunfo: en este sentido doble, sobre

los bárbaros dacios y sobre la naturaleza impetuosa representada por el gran río europeo. Este

gran puente – uno de los mayores construidos por los romanos – sirvió para que en los años

6

subsiguientes se trasladaran grandes grupos de militares romanos en busca de territorio para

asentarse a su retiro17

. Estos movimientos facilitados por el puente latinizaron la comarca y

empujaron a los dacios y otros bárbaros fuera por casi tres siglos.

El relieve escultural en su continua progresión va presentando detalles de las legiones

romanas y de su tecnología militar, en apariencia imponente e invencible. También las

yuxtaposiciones de las figuras y de su entorno muestran a las huestes militares y su hábil

emperador como agentes de historia. Pocas escenas muestran personas civiles o artefactos de uso

cotidiano. La naturaleza es documentada de forma indiferente, si no como accidentes naturales

que deben ser franqueados o estorbos al empuje imperial. No hay detalle particular en los

soldados, sean romanos, dacios o partos: son números, tropas que se sabe mermarán en algo al

fragor de la batalla. En si las imágenes de las etnias y culturas en pugna son estereotipadas y no

hay individuos protagónicos (fuera del emperador) capaces de cambiar las cosas.

Vale tomar nota también del plinto que aguanta la columna (ilust. 4), construido en

mármol sólido también. Exhibe imágenes de los expolios dacios traídos por los romanos:

escudos, corazas, espadas, sayas, cascos, etc., y particularmente los escudos exhiben en su

anverso formas exóticas: “mascaras de león, medias lunas, estrellas, rosetones, palmetas, coronas

entrelazadas, peltas de Amazona18

, escamas, en fin, arabescos (sic) de todo género”19

. También

hay cuernos serpentiformes, arietes, sables curvos y banderines con franjas. En fin, el bárbaro se

representa por códigos simbólicos misteriosos, geométricamente complejos, a menudo grotescos.

La Columna Trajana sirvió como modelo para otra posterior del emperador Marco

Aurelio, conocido éste por su vena humanista y filosófica. Otras columnas fueron erigidas en

otros lugares del imperio, y no se pueden olvidar los arcos triunfales que también llevan

7

mensajes históricos “oficiales” y alabanzas a la gloria de los emperadores que los levantaron.

Tras el hiato medieval y el regreso del renacimiento, se han vuelto a erigir columnas

conmemorativas, usualmente sin la esplendidez de la Trajana, en el mundo occidental y las

colonias del mismo. En Puerto Rico tenemos, por tanto, el conocido monumento a Cristóbal

Colón ubicado en la homónima plaza sanjuanera.

La columna Trajana fue resignificada en 1587 para el cristianismo, por el papa Sixto V,

con una gran estatua en cobre dorado de San Pedro donde estuvo la largamente desaparecida del

emperador20

. Luego, durante los procesos de rescate de las ruinas de los Foros, se le prestó

atención, y la banda narrativa se ha copiado frecuentemente como testimonio de la escultura

cívica romana. Y también tiene un valor documental: como dice Froehner, “De todos los

comentarios escritos por los historiadores contemporáneos de la guerra dacia, ninguno sobrevivió

la barbarie del Medioevo”21

. Ese momento, punto de referencia vital en la evolución del imperio

romano, ha sido laboriosamente reconstruido con inscripciones, alusiones breves en historias

posteriores, y la indispensable arqueología. Pero el largo friso de la Columna de Trajano, según

se ha reconocido por expertos en lo grecorromano, fue el hilo vertebrador que ha traído la

memoria de las guerras dacias como el ultimo gran momento de expansión imperial romana.

Aun muchas toponimias de esa zona de Europa, hoy en Rumania y partes de Bulgaria,

Serbia y Hungría exhiben el nombre TRAJANO recordando la presencia del hombre más

poderoso de su época22

, el que culminó el crecimiento de Roma por tres continentes y que será

recordado por su brillante pensamiento estratégico y una tenacidad poco usual. Pero aunque

Roma imperial pereció, sus trazos de palimpsesto nunca se borraron de este rincón del mundo.

jo

8

ILUST. 1. FORO DE TRAJANO CON LA UBICACION DE LA COLUMNA según Wilhelm

Froehner, La Colonne Trajane, 1865. Anotación por Jorge Ortiz Colom, 2011.

1) Arco de triunfo (desaparecido). 2) Patio ceremonial con estatua ecuestre del emperador. 3)

Basílica. 4) COLUMNA DE TRAJANO. 5) Biblioteca griega. 6) Biblioteca latina. 7) Templo no

edificado posiblemente dedicado a Marte y en honor a Trajano.

LA COLUMNA TRAJANA

9

ILUST. 2. LA COLUMNA TRAJANA en tiempos imperiales, reconstruida según Froehner

(1865), dibujo de Jules Duvaux. La imagen miniatura es una moneda romana del siglo II D.C.

mostrando la columna con la estatua de Trajano arriba.

10

ILUST. 3. Segmento inicial de la Columna (primeras tres vueltas). Tomado de

www.rome-roma.net. (La imagen original digital tiene 12,407 pixeles de largo.)

ILUST. 4. Base de la Columna Trajana con el plinto, vista frontal, según Froehner (1865),

dibujo de Duvaux.

11

ILUST. 5 A-B. Escenas 11 y 12 (arriba) y 16 y 17 (abajo) de la Columna según Froehner (1865),

dibujos de Duvaux.

12

ILUST. 6 A-B. Escenas 27 y 28 (arriba) y 37 a 39 (abajo) de la Columna según Froehner (1865),

dibujos de Duvaux.

13

ILUST. 7 A-B. Escenas 48, 49 (arriba) y 65 (abajo) de la Columna según Froehner (1865),

dibujos de Duvaux.

14

ILUST. 8. Escena del puente sobre el Danubio (numero 77) de la Columna según Froehner

(1865), dibujo de Duvaux.

ILUST. 9. Formación del testudo o tortuga en la escena 56 de la Columna según Froehner

(1865), dibujo de Duvaux.

15

BIBLIOGRAFIA Y FUENTES

Autores desconocido(s). Rome-Roma.net: Colonna di Traiano. (Pagina sobre Columna Trajana.) Sitio

cibernético en Internet. ¿Roma?, ca. 2010. http://www.rome-roma.net/colonna-di-traiano.html , accesado

entre el 3 y 6 de octubre de 2011.

Barrette, Paul con Martin Beckmann, Michele George, Saul Rich, Geoffrey Rockwell y Gretchen

Umholtz. Trajan’s Column. Sitio cibernético en Internet. Hamilton, Ontario, Canadá: McMaster

University, 1999 en adelante. http://www.stoa.org/trajan/index.html, accesado entre el 17 de septiembre y

5 de octubre de 2011.

Choay, Françoise. Alegoría del patrimonio. Traducción de María Bertrand Suazo. Barcelona, Editorial

Gustavo Gili, 2007. (Edición original: L’Allégorie du patrimoine. París: Éditions du Seuil, 1992.)

Curran, Brian A., con Anthony Grafton, Pamela O. Long, y Benjamin Weiss. Obelisk: A History.

Cambridge, Massachusetts, EE.UU.: Burndy Library [actualmente en San Marino, California, EE.UU.] y

Massachusetts Institute of Technology Press, 2009.

Froehner, W[ilhelm]. La Colonne Trajane décrite par W.Froehner. Texte accompagné d’une carte de

l’ancienne Dacie et illustré par M. Jules Duvaux. París: Typographie Charles de Mourgues Frères, 1865.

Edición facsimilar digitalizada en formato PDF obtenida por medio de Google Books

(http://books.google.com/).

Lethaby, W[illiam] R[ichard]. Architecture, Mysticism and Myth. Londres: Percival and Company, 1892.

Reproducción facsimilar editada por Dover Publications, Nueva York/Mineola, en 2004. Capitulo IV, at

the centre of the earth, pp. 71- 93, Capitulo V, the jewel-bearing tree, pp. 94-121, capitulo X, ceilings like

the sky, pp. 221-234.

Thayer, Bill: Trajan's Column: A Record of the Dacian Campaign and a Monument to Logistics. Sitio

cibernético en Internet. Chicago: University of Chicago, 2006.

http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Gazetteer/Places/Europe/Italy/Lazio/Roma/Rome/Trajans_Colum

n/home.html, accesado entre el 1 y 5 de octubre de 2011.

Vitrubio Polión, Marco. De architectura. Conocido por Los diez libros de la arquitectura. (Se uso la

traducción al idioma inglés hecha por Morris Hicky Morgan: The Ten Books of Architecture. Cambridge,

EE.UU.: Harvard University Press, 1914. Reproducción facsimilar editada por Dover Publications, Nueva

York, en 1960.) Textos latinos sacados de la página de William (“Bill”) Thayer de la Universidad de

Chicago: http://penelope.uchicago.edu/Thayer/L/Roman/Texts/Vitruvius/home.html, accesado 4 octubre

2011.

16

NOTAS 1 Froehner, W[ilhelm]. La Colonne Trajane décrite par W.Froehner. Texte accompagné d’une carte de l’ancienne

Dacie et illustré par M. Jules Duvaux. París: Typographie Charles de Mourgues Frères, 1865, p.49.

2 Thayer, Bill: Trajan's Column: A Record of the Dacian Campaign and a Monument to Logistics. Sitio cibernético

en Internet. Chicago: University of Chicago, 2006. http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Gazetteer/Places/Europe/Italy/Lazio/Roma/Rome/Trajans_Column/h

ome.html, accesado entre el 1 y 5 de octubre de 2011. 3 Lethaby, W[illiam] R[ichard]. Architecture, Mysticism and Myth. Londres: Percival and Company, 1892.

Reproducción facsimilar editada por Dover Publications, Nueva York/Mineola, en 2004. Capitulo IV, At the Centre of the Earth, pp. 71- 93.

4 Ibid., Capitulo V, The Jewel-bearing Tree, pp. 94-121; Capitulo X, Ceilings like the Sky, pp. 221-234.

5 Plinio el Viejo, Naturalis historia, libro XXXVI, capitulo XIV, 1. También citado en Curran, Brian A., con Anthony

Grafton, Pamela O. Long, y Benjamin Weiss. Obelisk: A History. Cambridge, Massachusetts, EE.UU.: Burndy Library [actualmente en San Marino, California, EE.UU.] y Massachusetts Institute of Technology Press, 2009, página 14.

6 Choay, Françoise. Alegoría del patrimonio. Traducción de María Bertrand Suazo. Barcelona, Editorial Gustavo

Gili, 2007, p.12. (Edición original: L’Allégorie du patrimoine. París: Éditions du Seuil, 1992.)

7 Ibid., p. 13.

8 Ibid., p. 15.

9 Barrette, Paul con Martin Beckmann, Michele George, Saul Rich, Geoffrey Rockwell y Gretchen Umholtz.

Trajan’s Column. Sitio cibernético en Internet. Hamilton, Ontario, Canadá: McMaster University, 1999 en adelante. http://www.stoa.org/trajan/index.html, accesado entre el 17 de septiembre y 5 de octubre de 2011.

10

Froehner (p. 56 y nota 1 en esa misma página)indica que hay un error de 30 centímetros adicionales que tiene la columna según construida.

11

Vitrubio Polión, Marco. De architectura. Libro IV, Capítulo I, 5. Se uso la traducción al idioma inglés hecha por Morris Hicky Morgan: The Ten Books of Architecture. Cambridge, EE.UU.: Harvard University Press, 1914, p. 103. (Reproducción facsimilar editada por Dover Publications, Nueva York, en 1960.)

12

…ita dorica columna virilis corporis proportionem et firmitatem et venustatem in aedificiis praestare coepit… – mi énfasis en el texto latín. (Vitrubio, libro IV, capitulo I, 6 [traducción Morgan, p. 103])

13

Como comparación, relata Vitrubio (Ibid.), cuando los jonios luego montaron un templo en honor a la diosa [Artemisa o] Diana, generaron un orden basado en las proporciones del cuerpo de la mujer en el cual la columna tenía una altura de ocho veces su ancho, reflejando el pie más pequeño de la hembra. Este sería el orden jónico: las volutas de sus capiteles metaforizarían los rizos del cabello femenino y las estrías del fuste los pliegues de los trajes.

14 …ita duobus discriminibus columnarum inventionem, unam virili sine ornatu nuda specie, alteram muliebri

subtilitate et ornatu symmetriaque sunt mutuati). (Vitrubio, libro IV, capitulo I, 7 [traducción Morgan, p. 104])

15 Barrette et al., op.cit.

17

16

Froehner, op.cit. pp. 91-92 y nota 1 al pie de página 92. 17

Tras la expulsión de los dacios “para repoblar este vasto país, se necesitó de un número considerable de colonos; se les reclutó de todas las partes del Imperio, de suerte que la Dacia trajana parecería muy bien asemejarse a la América de nuestros tiempos. Pero la mayor parte de los colonos vinieron de Italia, la lengua latina prevaleció, y la provincia fue tan pronta y completamente romanizada, [aunque] la población indígena no desapareció del todo.” (Froehner, op.cit., pagina 28 y nota 3, entre páginas 28 y 29. Mi énfasis y traducción.)

18

Las peltas eran escudos pequeños de forma de media luna o elíptica, y la alusión a la Amazona debe ser mitológica.

19

Froehner, op.cit., pp. 63-64. 20

Froehner, op.cit., p. 52 y nota 2 en esa página. 21

“De tous les commentaires écrits par les historiens contemporains de la guerre dace aucun n’a survécu à la barbarie du moyen âge” Froehner, op.cit., pp. 15-16. (Mi traducción en el texto del ensayo.)

22

Froehner, op.cit., pp. 27-28 y las notas de la pagina 27.