espaÑa en África - 10. la exploración del desierto desde el espacio
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La ciencia española en elSáhara Occidental, 1884-1976
José A. Rodríguez Esteban (Ed.)
Españaen África
© 2011, José A. Rodríguez Esteban
y de cada texto su autor
Fotografía de portada:
Mías nómadas del Sáhara Occidental.
Fotografías de contraportada:
Eugenio Morales Agacino en la segunda
expedición antiacridiana por el Sahara
(1942); ibídem, en Tifariti (1942); Morales en
el insectario del CICLA (1951).
Archivo fotográfico de Eugenio Morales
Agacino, Universidad Autónoma de Madrid.
Realización gráfica: Calamar Ediciones
ISBN: 978-84-96235-39-7
calamar ediciones
UNIVERSIDAD AUTONOMA
Índice
Exordios .................................................................................................. 7
Presentación .......................................................................................... 11
Introducción y agradecimientos ........................................................... 13
1. HISTORIA (hasta la llegada de los europeos) ..................................... 17
2. HISTORIA (desde la llegada de los europeos) .................................... 25
3. GEOGRAFÍA ....................................................................................... 33
4. LOS GRANDES NÓMADAS ................................................................. 41
5. JOAQUÍN COSTA: GEOGRAFÍA Y COLONIALISMO ............................. 47
6. EXPLORADORES Y CIENTÍFICOS ....................................................... 55
7. LA EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS ................................................ 63
8. TRANSMISIÓN ORAL: “LOS HIJOS DEL VERSO” ................................ 69
9. ETNOBOTÁNICA ................................................................................ 79
10. LA EXPLORACIÓN DEL DESIERTO DESDE EL ESPACIO ..................... 87
Participantes en el proyecto ................................................................. 97
10. La exploración del desiertodesde el espacio
José Antonio Rodríguez EstebanGeógrafo, Universidad Autónoma de Madrid
Juerg LichteneggerGeógrafo, miembro de la Agencia Espacial Europea (1982-2003) y asesor de Eduspace
Resumen
La observación de la Tierra desde el espacio ha sido desde siempre un sueño
para el hombre, como muestran el antiguo poema acadio de El mito de
Etana. Pero solo hace unas pocas décadas ha sido posible elevarse a la altura
suficiente como para ver desde el exterior la Tierra. Esta visión ha cambiado,
ciertamente, nuestra forma de ver el mundo, como han puesto demanifiesto
las declaraciones de los astronautas que se han alejado lo suficiente para
comprender la fragilidad planeta2.
Es curioso, pero en los inicios de la exploración espacial no se pensaba
que esta visión pudiera enseñarnos nada nuevo del lugar en el que vivimos.
Sí, desde luego, con la observación de las nubes para la predicción del
tiempo. Pero los astronautas insistieron ante los ingenieros en llevar esco-
tillas para observar el planta. Luego quisieron llevar cámaras para tener un
recuerdo personal. Cuando los físicos vieron estas fotos comprendieron
que, pese que nomostrabanmuchos detalles, o precisamente por ello, eran
adecuadas para mostrar los patrones de comportamiento del medio, es de-
87
––––––––––––––––––––2. Pueden verse al respecto algunas consideraciones en Rodríguez Esteban, J. A. (2007): “ LaTierra vista desde el Espacio”, Boletín de la Sociedad Geográfica Española, nº 27, págs. 36-47.
cir, la distribución de las regularidades: las masas boscosas y sus peculiari-
dades, etc.
De esta forma se abrían nuevas posibilidades de conocer nuestro pla-
neta. No se trataba de subir cámaras con grandes objetivos para observar
detalles del territorio enemigo, como muy pronto, desde los inicios de los
años sesenta, hicieron norteamericanos y soviéticos: lo que solo se podían
hacer con películas de gran formato que tras unas cuantas tomas eran eyec-
tadas por naves hechas para durar unos pocos días. Las películas eran re-
cogidas en vuelo por aviones especialmente preparados y reveladas en tie-
rra. En los estudios geográficos ymedioambientales no se buscaba el detalle,
al contrario, se trataba de detectar regularidades, patrones de comporta-
miento, formas de combinar las bandas del espectro para detectar los fe-
nómenos. Por primera vez se podía estudiar la Tierra, no solo con datos dis-
persos y métodos dispares, sino de una manera uniforme y constante.
El primer programa de estudios geográficos ymedioambientales se puso
en marcha por la NASA en 1972, tras amplias consultas entre las adminis-
traciones interesadas, con el nombre de ERTS (Earth Resource Technology Sa-
tellite), para pasarse a llamar definitivamente Landsat tras el lanzamiento del
segundo satélite en 1975. Su importancia ha sido tal, que aún hoy existe un
Landsat 7 que toma imágenes bajo condiciones equiparables a los primeros
Landsat, formando una serie temporal de un enorme valor.
Aunque los programas de la Agencia Espacial Europea fueron posterio-
res a los rusos y americanos, su satélite ENVISAT se convirtió en el más com-
88
Figura 10a. Reconocimiento numérico de los patrones de comportamiento de los objetos terres-
tres. Eduspace, proyecto de la Agencia Espacial Europea. [Disponible en Red]
pleto dedicado a los estudios medioambientales, con diez sensores a bordo
que tienen su continuación en la flota de los Sentinel satelites.
Quizá uno de los espacios terrestres que más atención ha despertado
en los científicos espaciales es el estudio del desierto. La ausencia de vege-
tación hacía posible observaciones de gran interés. Cuando se pudieron in-
corporar al espacio sensores con una gran demanda energética, como los ra-
dares, cuyas emisiones podían penetrar las arenas del desierto, se tuvo la
oportunidad observar los cauces dejados por antiguos ríos. Con los radares
actuales, más sofisticados, se puede penetrar variosmetros en las zonas are-
nosas, permitiendo comprender mejor el sistema de drenaje del desierto del
Sáhara y la influencia dejada por los antiguos acuíferos.
Otros trabajos realizados con ayuda de imágenes de satélite han per-
mitido estudiar la diferente disposición que muestran las dunas del Azefal,
que atraviesan la punta sureste del Sáhara Occidental desde Mauritania,
mostrando que las tres direcciones que presentan obedecen a la dirección
que el viento tuvo en momentos ambientales distintos, desde hace 25.000
años hasta la actualidad.
Igual de fascinante es el seguimiento que los satélites hacen de los ae-
rosoles y, en concreto, de las partículas de polvo que desde los desiertos se
expanden por todo el planeta. Del desierto del Sáhara salen enormes canti-
dades de estos materiales que atravesando el Atlántico, terminan por ferti-
lizar el Amazonas al desplazar oligoelementos que en su día se depositaron
en grandes lagos africanos hoy desecados, como el que existió en la depre-
sión de Bodelé, contigua al Chad, impulsados por el efecto que provoca su
situación entre dos sistemas montañosos.
Pero con imágenes de satélite se estámitigando hoy en día el problema
de las plagas de langosta, se guía a los pastores del Sahel en su búsqueda
de pastos y, lo más importante, se busca agua y se racionaliza su uso. La
Agencia Espacial Europea destaca en estas tareas con sus proyectos Tiger y
Aquifer.
Vocabulario
ENVISAT: acrónomo de ENVIronment SATellite, del satélite multisensor ad-ministrado por la ESA.
Landsat: primer satélite de observación de la Tierra dedicado, lanzado porla NASA en 1972 con continuidad hasta nuestros días.
Radar: abreviatura de radio detection and ranging, que emite artificialmente
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pulsos de energía electromagnética de longitud de onda comprendida en-
tre 1 mm y 1 m producida, posibilitando el conocimiento de los objetos te-
rrestres mediante la interpretando la radiación reflejada.
SAR: radar de apertura sintética, sigla de synthetic aperture radar que utilizauna técnica bien conocida para simular una antena de mayores dimensio-
nes, aumentando su efectividad.
Sensores activos: los que emiten energía electromagnética generada arti-ficialmente en la plataforma, la cual será después detectada y grabada por
la propia plataforma.
Sensores pasivos: los que solamente registran la energía emitida por los ob-jetos de la superficie estudiada o la que, procedente del sol, es reflejada por
dichos objetos.
Sensores remotos (remote sensing): hay que distinguir entre el satélite, queda vueltas en órbita alrededor de la Tierra, y los instrumentos de observa-
ción que lleva, denominados sensores.
Signatura espectral: forma característica única del espectro de emi-sión/reflexión de una determinada superficie. La teledetección hiperespec-
tral proporciona una gran cantidad de bandas para cada imagen, cuyo dia-
gramamuestra la verdadera signatura espectral de la superficie, mejorando
la precisión de la localización de los objetos terrestres.
Teledetección: término español para calificar el estudio de los objetos a dis-tancia, haciendo referencia igualmente a la disciplina que utiliza los senso-
res remotos para el estudio de la Tierra.
Comentarios
Aunque los satélites nos ayudan enmultitud de facetas diarias (desde las co-
municaciones hasta la conducción de vehículos), su conocimiento parece
que está reservado para carreras universitarias. Pero esto no es necesaria-
mente así: hay multitud de conocimientos sobre estas cuestiones que pue-
den integrarse en la enseñanza secundaria, incluso en la escuela3.
Para ello se puede empezar por distinguir entre satélites y sensores, co-
nocer a qué altura se sitúan en función de su misión y entender el tipo de
sensor que cada tarea requiere. Es interesante saber distinguir las distintas
“resoluciones” que presentan: espacial, temporal, radiométrica y angular. Es
90
––––––––––––––––––––3. Véase ESA Kids. [Disponible en Red]
importante, igualmente, tener una idea aproximada de la altura a las que
se sitúan los satélites en función del cometido que desempeñan.
Empezando por esto último, hay que saber que aunque no hay un límite
preciso, se considera que la atmósfera llega hasta los 100 km desde la su-
perficie terrestre. Es a partir de esta altura cuando los satélites apenas son
frenados en su trayectoria y por lo tanto pueden mantenerse por más
tiempo en órbita. La primera franja con satélites creados para observar la
Tierra se sitúan entre los 100 km y los 1.300 km: es lo que se denomina ór-
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Figura 10b. Las tres principales órbitas seguidas por los satélites. Adaptado de Mark Merce, 2008,
JARE, 2011. [Disponible en Red]
bita baja o, en sus siglas en inglés, LEO (Low Earth Orbit). Los satélites espía
se sitúan por debajo de los 250 km, la Estación Espacial Internacional a 350
km, buena parte de los satélites para estudios geográficos y el medioam-
biente entre los 500 y los 800 km y unos pocos en torno a los 1.200 km.
Luego estarían los satélites situados a una altitud de entre 19.000 y
22.000 km (poco menos que el doble que el diámetro terrestre, para imagi-
narse su situación). Es la franja donde se sitúan los sistemas de posiciona-
miento global, como la constelación de los GPS americanos, el GLONASS
ruso, y el nuevo sistema europeo Galileo. En lugar de satélites individuales,
son una flota perfectamente coordinada en sus trayectos para que, en cada
lugar de la Tierra, se pueda conectar en cada momento con, al menos, cua-
tro satélites: lo que permite a los receptores, con la información que reciben,
calcular las coordenadas de su situación.
Finalmente, estaría la órbita de los 36.000 km, cuya característica más
sobresaliente es que los satélites se mueven siguiendo el giro terrestre, lo
que les permite observar de forma constante sobre lamisma franja de la Tie-
rra. Se denomina por ello órbita geoestacionaria (los satélites se estacionan
en un punto respecto a la Tierra). Es donde se sitúan dos de los tipos de sa-
télites más utilizados: los de comunicaciones y los meteorológicos, porque
ambos necesitan “ver” una serie de países de forma constante.
Con relación a la resolución, resulta fácil de entender pensando en las
cámaras de fotografía digital para poder comprender mejor sus aplicacio-
nes (aunque es recomendable tener presentes otros textos e imágenes,
como los indicados en la bibliografía). La resolución espacial está relacionada
con la superficie de terreno que capta cada píxel4 o celda del sensor, que equi-
valdría a la nitidez de lo que se ve, aunque, salvo para análisis visuales no
tiene por qué ser lo más importante. Los satélites Landsat tienen una reso-
lución de 30 m por pixel, más una banda pancromática de 15 metros, lo que
permite obtener, combinándolas, imágenes en color de 15 metros por píxel.
La espectral tiene que ver con la cantidad de canales y su amplitud en
relación a las ondas electromagnéticas que puede captar cada sensor, entre
las del visible al ojo humano (0,4 y 0,7 micrómetros) pasando por el infra-
rrojo (cercano, medio y térmico) y las longitudes de onda tipo radio, supe-
riores al metro en su frecuencia. Con unos pocos canales se crean las imá-
genes multiespectrales y con muchos las hiperespectrales.
La resolución radiométrica es la variedad de información que captan por
píxel, 8 es lo normal (esto es 256 datos posibles por cada píxel) pero algunos
92
––––––––––––––––––––4 Abreviatura de picture x element.
como NOAA-AVHRR lo hacen a 10 bits (1.024 datos), 11 Ikonos (2.048 datos)
o a 16 bits, como ERS y Radarsat (65.536 datos).
Finalmente, la resolución temporal está relacionada con el tiempo que
el satélite pasar por el mismo punto terrestre, lo que puede variar entre unos
días y varias semanas. Landsat 7, por ejemplo, tarda 16 días en visitar el
mismo punto. En algunas tareas es tan importante, como el seguimiento
de incendios, que en lugar de un satélite, se utiliza una constelación o una
combinación de satélites para tener datos puntuales de los procesos.
Todas estas precisiones, quizámenos complicadas quemuchas sagas de
entretenimiento, hacen mucho más fácil entender el esfuerzo espacial por
estudiar la Tierra desde el espacio, y a saber qué satélite ofrece determinada
información y los límites que presentan sus datos.
Preguntas y respuestas
1. Se puede decir que es una casualidad que se utilicen lo satélites para estudiar la Tie-
rra situándose varias decenas de veces más alejados que los aviones en vuelo (3-12 km).
Sí, en el sentido de que nunca se pensó en todas aquellas funciones que han
sido desarrolladas, y esto ha sido así hasta con el sistema de navegación GPS.
El motivo de esta sorpresa ha venido del creciente dominio técnico de las
herramientas que portan y de los nuevos algoritmos y métodos para inter-
pretar los datos que aportan, junto a lo económico que resulta una vez
puesto el satélite en órbita su mantenimiento mientras toma datos per-
manentemente de la Tierra, día y noche, con imágenes que pueden ser com-
paradas entre sí por haber sido tomadas a la misma hora del día, esto es,
con una incidencia solar equiparable (órbita sincrómica al Sol).
2. ¿Por qué se caen los satélites?
Aunque el roce es cada vez menor por encima de los 100 km, poco a poco
disminuyen su velocidad y van descendiendo de órbita hasta ser atrapados
por la atmósfera, en la que se incendian y volatilizan casi en su totalidad.
Por ello, los satélites llevan una pequeña cantidad de combustible que per-
mite restituirlos a su órbita con órdenes desde las estaciones terrestres.
Tarde o temprano se acaba este combustible provocándose entonces su des-
trucción con una reentrada a la atmósfera. Dado que la tecnología avanza
rápidamente, se calcula la vida útil de un satélite en función de su uso.
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3. ¿La principal utilidad de los satélites que estudian la Tierra es sobre las zonas de-
sérticas?
Los ejemplos se han elegido por ser el desierto el protagonista de los docu-
mentales, pero hay muchas más aplicaciones para los distintos ecosiste-
mas terrestres. Es el caso las zonas cubiertas con bosques, donde los sa-
télites nos dan información de su estado de salud en función de las
características con la que emiten los componentes de sus hojas. También
se estudian las masas de hielo, las corrientes oceánicas y prácticamente
todos los componentes importantes del sistema terrestre: un ejemplo, los
satélites que estudian la gravedad terrestre son capaces medir en milí-
metros la dilatación que experimenta, durante el periodo estival, cada he-
misferio terrestre.
4. ¿Tienen todos los países satélites propios? ¿España tiene sus propios satélites? ¿Cada
país tiene una política espacial diferente?
Aunque iniciar y mantener una estrategia espacial es muy costoso para un
país, tras la carrera espacial emprendida desde 1957 por la antigua Unión So-
viética y Estados Unidos, cada vez son más los países que tienen satélites
propios o convenios con las naciones que los poseen. India y China son las
últimas grandes potencias en desarrollar su propia política espacial, pero
tienen también satélites de observación propios países como Brasil y Ar-
gentina.
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Figura 10c. Estudio de los índices de vegetación sobre la Universidad Autónoma deMadrid operando
con las bandas tres y cuatro de una imagen de Landsat 5 de 1995. JARE, 2001.
España forma parte desde el primermomento de la Agencia Espacial Eu-
ropea y participa activamente en sus programas, pero además posee saté-
lites propios, que en un principio eran solo para las comunicaciones pero que
ahora alcanza a las tareas de observación con varios satélites en órbitas e
importantes planes de futuro.
Aunque, por lo general, los satélites no están tomando datos de forma
continua y lo hacen solo por encargo, la gran información que han produ-
cido y producen no se utiliza en todas sus posibilidades. Por ello, las agen-
cias espaciales han ido liberando parte de sus datos, o los venden e inter-
cambian con otros países. Pasos fundamentales en este sentido se dieron
en Estados Unidos durante el mandato de Clinton y Al Gore; liberando las
imágenes de alta resolución del proyecto de espionaje CORONA de los años
sesenta y setenta [Disponible en Red] y del medioambiental Landsat desde1972 [Disponible en Red], y dando uso civil al sistema GPS. Gracias a ello dis-ponemos de tierras virtuales como la de Google Earth [Disponible en Red]o lamás científicaWorldWind de la NASA [Disponible en Red], provenientesdel proyecto de Tierra Digital de Al Gore5.
5. ¿Puede un centro educativo pedir imágenes a la Agencia Espacial Europea?
No solo la ESA pone a disposición general imágenes y datos de sus satéli-
tes, sino que tiene abiertas líneas específicas para proporcionar datos a los
investigadores en función de sus proyectos. El equipo de Eduspace, por otra
parte, viene desde hace años elaborando materiales para la enseñanza se-
cundaria, buena parte de ellos accesibles desde Internet, con explicaciones
en diversos idiomas. Eduspace ha colaborado en este proyecto.
Bibliografía
AA.VV. (2010): ESA School Atlas.Teacher’sHandbook and a digital version on twoDVDs.
[Información disponible en Red]Camino, Carlos: Tutoriales de teledetección. [Disponible en Red]Chuvieco, Emilio (2008): Teledetección ambiental: la observación de la tierra desde
el espacio, Editorial Ariel, 594 págs. [Disponible parcialmente en Red]Eduspace, proyecto de la Agencia Espacial Europea: Elementos de Teledetección
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––––––––––––––––––––5. Puede verse al respecto, Rodríguez Esteban, J. A. (2010): “El Planeta Google: Visiones vir-tuales del mundo”, Boletín de la Sociedad Geográfica Española, nº 35, págs. 34-43.
[Disponible en Red]: ¿Qué es la teledetección? - Teledetección, a fondo- Historia de la observación terrestre - La cartografía y los datos de los
satélites - Las órbitas de los satélites - Satélites de observación terrestre
Martínez Vega, J. y Martín Isabel, Mª P. -eds.- (2011): Guía didáctica de telede-
tección y medio ambiente. Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC),
Red Nacional de Teledetección Ambiental. [Disponible en Red]Pinilla, Carlos: Glosario de Teledetección. [Disponible en Red]Rodríguez Esteban, José A. (2007): “El espacio exterior: su utilización y sus
aportaciones”, en A. Lamela y F. Moliní, Estrategias para la Tierra y el Espa-
cio. Geoísmo y Cosmoísmo. [Índice disponible en Red]
Otros recursos docentes
Asociación Española de Teledetección: [Información disponible en Red]Eduspace, de la Agencia Espacial Europea, ha desarrollado un programa de
libre usos, para aprender a estudiar la Tierra utilizando imágenes to-
madas con distintos sensores remotos. En su página web se pueden en-
contrar, en distintos idiomas, eficaces ejercicios para estudiar de di-
versos ecosistemas terrestres.
ESA. Imágenes de la Tierra: [Disponible en Red]European Space Education Resource Office (ESERO): Materiales de educa-
ción: [Disponible en Red] y ayuda a profesores: [Disponible en Red]Programa para el procesamiento de imágenes LEOWorks (free). [Disponible
en Red]Visualizador del catálogo de imágenes de Eduspace: PlataformasWindows,
Mac, Linux y Manual (.pdf) [Disponible en Red]
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Lapresencia de España en el Sáhara Occidental es poco conocida, más allá de
los aspectos políticos del conflicto a que dio lugar una descolonización frus-
trada, y todavía inconclusa, por la denominada “Marcha verde”. El secreto ofi-
cial declarado sobre no pocos aspectos y la propaganda de las desdibujadas
imágenes del NO-DO sobre la presencia española en el territorio, han difuminado
este singular capítulo de nuestra reciente historia que todavía sigue condicio-
nando algunos aspectos de la política exterior e incidiendo en nuestra sociedad.
España en África: la ciencia española en el Sáhara Occidental, 1884-1976, contiene un
DVD con diez documentales, de una duraciónmedia de diez minutos, sobre los as-
pectos históricos, geográficos, económicos, científicos y culturales de lo que fue
esta presencia en el Sáhara Occidental y la relación con sus habitantes originarios;
y lo hacemediante descripciones explicativas del desierto y de sus habitantes, con
películas e imágenes lejanas y actuales, y con el indispensable apoyo de gráficos,
imágenes de satélite y una rica y variada cartografía.
La guía que acompaña al DVD facilita el uso de las distintas piezas documen-
tales en la docencia, y en especial en la enseñanza secundaria. En ella se incluyen
resúmenes de los guiones, un vocabulario básico, comentarios explicativos, y unas
oportunas preguntas y respuestas complementadas con una bibliografía básica
accesible en su mayor parte desde Internet. Todo para ayudar al profesor a com-
prender los problemas fundamentales en cada tema y poder así centrar los deba-
tes en el aula, con el objetivo último de crear vocaciones, tanto en el campo de las
ingenierías y las humanidades, como en el de las ciencias naturales y sociales.
calamar ediciones
UNIVERSIDAD AUTONOMA