algunas consideraciones sobre la transmisión textual del tratado de facie de plutarco

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EUROPA RENASCENS

CRISTÓBAL MACÍAS VILLALOBOS, JOSÉ MARÍA MAESTRE MAESTRE, JUAN FRANCISCO MARTOS MONTIEL (EDS.)

EUROPA RENASCENS

La cultura clásica en Andalucía

y su proyección europea

ZARAGOZA

2015

LibrosPórtico

© FEDERACIÓN ANDALUZA DE ESTUDIOS CLÁSICOS

INSTITUTO DE ESTUDIOS HUMANÍSTICOS

LIBROS PÓRTICO

I.S.B.N.: 978-84-7956-149-9

DEPÓSITO LEGAL: Z 1713-2015

MAQUETACIÓN: Yanira Macías Fuentes

IMPRIME: Ulzama Digital

Impreso en España / Printed in Spain

Europa Renascens. La cultura clásica en Andalucía y su proyección europea / Cristóbal Macías Villalobos, José María Maestre Maestre, Juan Francisco Martos Montiel (eds.). Federación Andaluza de Estudios Clásicos, Instituto de Estudios Humanísticos, Libros Pórtico, Zaragoza, 2015.

1 vol.; 1124 pp.; 17 x 24 cms.

I.S.B.N: 978-84-7956-149-9

1. Filología Clásica Griega y Latina, Historia Antigua. 2. Filología Greco-Latina Me-dieval. 3. Humanismo y Tradición Clásica. 4. Didáctica de las Lenguas Clásicas. ed. I. Macías Villalobos, Cristóbal; ed. II. Maestre Maestre, José María; ed. III. Martos Montiel, Juan Francisco; ed. IV. Federación Andaluza de Estudios Clásicos; ed. V. Instituto de Estudios Humanísticos; ed. VI. Libros Pórtico.

Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo sanciones estable-cidas en la legislación vigente, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento.

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA TRADICIÓN

TEXTUAL DEL TRATADO DE FACIE DE PLUTARCO

LUISA LESAGE GÁRRIGA

Universidad de Má[email protected]

ABSTRACT

The treatise De facie quae in orbe lunae apparet has a long and rich textual transmission through the ages: ever since our oldest testimonies (two manuscripts from the 14th and 15th centuries) to the latest editions of the 20th century, many scholars have studied, translated, corrected and commented upon its text. In this article we will go through the fi rst stages of the textual tradition, focusing on the manuscripts and the 16th century’s editions, in order to classify and value all the work that has been done over this treatise, as part of the thesis project we are working on.

KEY WORDS

De facie, Plutarch, Parisinus Gr. 1762, Parisinus Gr. 1675, Aldine, H. Ste-phanus, W. Xylander, M. Pohlenz, H. Cherniss.

1. INTRODUCCIÓN

El tratado De facie quae in orbe lunae apparet es una obra compleja, tanto por su estructura y temática como por la historia de la transmisión del texto. El ensayo trata sobre la condición y esencia de la Luna: desde aspectos puramente físicos como la sustancia de que está compuesta, su tamaño o el fenómeno de los eclipses, hasta otros de tipo alegórico como puede ser su función en la vida del ser humano. Al tratarse este tema desde puntos de vista tan diferentes, generalmente se ha considerado que la obra tiene dos partes, una científi ca y una mítico-alegórica —unidas por una breve parte de transición—, y los estudiosos de su contenido generalmente han presentado trabajos centrados en alguno de estos aspectos1.

1 Como mero botón de muestra, sirvan de ejemplo los trabajos de M. Baldassarri (1992), “Condizioni e limiti della scienza física del De facie Plutarcheo”, en I. Gallo (ed.),

202 LUISA LESAGE GÁRRIGA

En este artículo nos centramos en el estudio de las primeras etapas de la historia de la transmisión del texto; en especial del primer soporte en que se ha conservado —dos manuscritos— y de las primeras ediciones impresas del siglo XVI. Hacemos asimismo un breve repaso de las edi-ciones posteriores relevantes para la fi jación del texto, destacando las dos del siglo XX en las que se suelen basar aquellos que citan o traducen este tratado.

2. MANUSCRITOS

Para comprender qué posición ocupan los dos manuscritos que han conservado nuestro tratado —Parisinus gr. 1672, conocido como E, y Parisinus gr. 1675, B— dentro de la familia de manuscritos plutarqueos, debemos retrotraernos a la labor que inició Máximo Planudes. Este monje, conocido por su labor de copista y recolector de obras de autores an-tiguos, quiso elaborar un corpus que incluyera toda la obra de Plutarco. Este proyecto se inició con la copia —por parte de diez copistas, entre los que se incluía él mismo— del manuscrito Ambrosianus gr. 859 (α). Tras ser revisado, se copió en un nuevo manuscrito, el Parisinus gr. 1671 (A); labor que se terminó en el verano de 1296 y que el propio Planudes revisó y corrigió. Este manuscrito contiene las Vidas y los tratados 1-69 de los Moralia, todo lo que Planudes pudo recopilar en vida2. Tras su muerte, sus discípulos siguieron con su iniciativa. Primero compusieron el Vaticanus gr. 139 (γ), que contiene las mismas obras que A y, además, las Quaestiones Convivales. Más tarde, y probablemente a través de uno o varios manuscritos intermedios que no han llegado a nosotros —Flacelière (1952: 354) lo denominó δ, mientras que Manfredini (1976: 461) propone como fuentes al menos dos manuscritos diferentes—, copiaron el Pari-sinus gr. 1672 (E), que contiene las Vidas, los Moralia de A y γ y los tratados 70-77; es decir, toda la obra de Plutarco hoy en día conocida. A

Plutarco e le scienze, Sagep Editrice, Génova, 263-269; B. Van Meirvenne (2001), “Earth and ambrosia (De facie 24-25): Plutarch on the habitability of the Moon”, en A. Pérez Jiménez & F. Casadesús Bordoy (eds.), Estudios sobre Plutarco: misticismo y religiones mistéricas en la obra de Plutarco, Ediciones Clásicas, Madrid, 283-296; o A. Pérez Jimé-nez (2002), “Valores literarios del mito de Sila: anotaciones estilísticas a la antropología de Plu., De facie 943a-943b”, en L. Torraca (ed.), Scritti in onore di Italo Gallo, Edizioni Scientifi che Italiane, Nápoles, 463-478.

2 Así se desprende de la nota ταῦτα πάντα εὑρέθησαν, escrita de su puño y letra en la parte fi nal del Marcianus gr. 481 junto a una lista de las Vidas y 69 tratados de Moralia —es decir, exactamente el contenido del A—.

203Algunas consideraciones sobre la tradición textual del tratado De facie

partir de este manuscrito, aunque muy probablemente a través de algún manuscrito intermedio, se copió el Parisinus gr. 1675 (B).

Por supuesto, existen otros muchos manuscritos que contienen parte de la obra de Plutarco, pero ninguno de ellos conserva el De facie, por lo que quedan fuera del alcance de este artículo.

Bien, el manuscrito E es, por tanto, el más antiguo de los que han conservado el De facie. En ocasiones se hace referencia a él como Corpus Planudeum3, dado que es el único que contiene todas las Vidas y los 78 Moralia; el sueño de Planudes, cumplido. Contiene los 69 tratados de Moralia que reunió Planudes hasta 1302, junto con las Quaest. Conv., ya presentes en γ, y los tratados 70-77. En este manuscrito, el De facie ocupa el número 71.

Se trata de un pergamino de gran formato (435 x 330 mm.) que consta de 962 folios en los que el texto se dispone en dos columnas y que ha sido datado en torno a principios de la segunda mitad del siglo XIV. En él los estudiosos (Caballero: 163-164) han distinguido la mano de hasta 4 copistas4, de los cuales los dos últimos han sido identifi cados con Manuel Ticandiles (tratado 77) y Jorge Disípato Galesiotes (tratado 78); las Vidas y los tratados 1-57 de los Moralia fueron copiados por una primera persona, otra se encargó de los tratados 58 al 76 —incluido el nuestro, por tanto—. Todavía hoy la identidad del segundo copista sigue siendo anónima, aun-que algunos estudios5 parecen apuntar a la posibilidad de que se tratara de la misma persona que ha sido identifi cada como Anónimo G.

Como se intuye por el nombre, el Parisinus gr. 1672 actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia (en París), pero permane-ció en Constantinopla hasta 16686, momento en el que fue adquirido para la biblioteca del rey de Francia, Luis XIV.

El manuscrito Parisinus gr. 1675 (B) es el único, junto con E, en con-servar los tratados 70-76 de los Moralia y, por tanto, el segundo de los dos manuscritos que conservan el De facie. Ha sido fechado en torno al 1430,

3 Lo entiende así Manfredini (1976: 453); otros estudiosos, entre los que se encuentra Babbitt (1927: XIX), consideran que el Corpus Planudeum es el manuscrito A, al ser el que contiene las obras que Planudes pudo reunir en vida.

4 A estos habría que añadir un quinto amanuense, encargado de la copia del πίναξ o catálogo bibliográfi co y los excerpta de Apiano, presentes en los últimos folios del manus-crito (cf. Manfredini [1976: 354, n. 5]).

5 Cf. el artículo de Pérez Martín (2008).6 Esta es la fecha que señala Manfredini (1976: 475, n. 93), mientras que Caballero

(2000: 164) afi rma que no llegó a París hasta 1688.

204 LUISA LESAGE GÁRRIGA

su tamaño es algo menor que su predecesor (275 x 195 mm.) y cuenta con 526 folios.

Aunque ya Wyttenbach en el prefacio de su edición de Moralia (1795: LXXIII) afi rmaba que B deriva de E, desde Treu (1881: VI) hasta me-diados del s. XX —pasando por editores como Bernardakis, Raingeard y Flacelière, este último antes de cambiar de opinión— se consideró que B era independiente de E. No obstante, si se tienen en cuenta las lagunas, errores, omisiones y transposiciones que comparten, se observa que hay una relación de dependencia. Además, B presenta varias lectiones dete-riores con respecto a E y, aunque tiene algunas lectiones potiores, no se sabe con certeza si son debidas a tradición o conjetura. En todo caso, parece improbable que esa relación sea directa; quizá haya, de nuevo, un manuscrito intermedio hoy en día perdido —η, según Manton (1949: 104)—.

El manuscrito, alojado en París al igual que E, llegó a esta ciudad en 1540, tras ser vendido por Antonio Eparco a Guillaume Pelicier. An-teriormente, había pertenecido a su padre, quien, al parecer, pudo habérselo dejado a Aldo Manucio y Demetrio Ducas para la elaboración de la edición Aldina.

3. PRIMERAS EDICIONES. S. XVI

La editio princeps de los Moralia de Plutarco es la edición Aldina, publicada en 1509. Fue llevada a cabo por el griego Demetrio Ducas en los talleres de Aldo Manucio, en Venecia. Mantiene el orden de tratados de EB, pero las concordancias que comparte con B frente a E son numerosas, por lo que durante un tiempo se pensó que Ducas se había basado en este manuscrito para su edición. Un mero ejemplo de esas concordancias podría ser el inicio de nuestro tratado —la Aldina comienza con ὁ µὲν

οὖν σύλλας, al igual que B, frente a E, que presenta la forma corrupta οαυνοσúλλας—, aunque Manfredini (1976: 463, n. 57) encuentra hasta 600 casos en los que concuerda con B frente a los 36 en los que sigue a E en contra de la lectura de B.

No obstante, debido al hecho de que la Aldina presenta numerosas omisiones con respecto a B y de que no hay rastro en B del tipo de anotacio-nes que Ducas hizo en el manuscrito Ambros. gr. 881 (J) cuando lo utilizó para elaborar su edición de otros tratados, parece posible, como plantea L. Pear-son (1959: 257-259), que de ese supuesto manuscrito al que Manton llamó η

205Algunas consideraciones sobre la tradición textual del tratado De facie

provengan tanto B como otro manuscrito desconocido: αλδ. Sería de este último del que se sirvió Ducas para la edición Aldina7.

Algunos de los ejemplares conservados de la Aldina son particular-mente interesantes, ya que pertenecieron a eruditos de la época que inclu-yeron sus apreciaciones y correcciones en los márgenes de su copia. Cabe citar, verbi gratia, la Ald. J 94 (París), pues perteneció a A. Turnèbe; o la Aldina conservada actualmente en Leiden, propiedad en su día de D. Gia-notti, quien incluyó las correcciones propuestas por N. Leonico.

La siguiente edición que se llevó a cabo de los Moralia fue la cono-cida como Basiliensis (Basilea, 1542), realizada en la casa editorial de Frobenius y Episcopius. Está basada en la Aldina, con la que coincide en omisiones y errores con respecto a EB. También ofrece algunas lecturas y propuestas propias; quizá no todas las que uno esperaría al leer en su portada: multis mendarum milibus expurgata.

En 1572 (Ginebra) H. Stephanus llevó a cabo una nueva edición que se ha convertido en la edición canónica en lo que al orden de tratados se refi ere: sigue el orden de la Aldina hasta el tratado número 18, pero a partir de ahí se aparta de ella y del orden de Planudes. El De facie, por ejemplo, pasa a ser el número 60, y así será considerado de ahí en adelan-te. Stephanus incorpora numerosas correcciones personales, pero a ellas les suma otras, tomadas de eruditos que las habían apuntado en los márgenes de sus ejemplares —entre ellos Jean Vulcob, Niccolò Leonico Tomeo, Donato Gianotti o Adrien Turnèbe—.

Dos años más tarde, Xylander presenta una nueva edición que cuenta con abundantes índices y cuyas correcciones son, en su mayoría, las mismas que las que ya incorporó en su traducción, publicada cuatro años antes, en 1570. Si bien estamos tratando en este artículo la tradición textual del De facie, hay que admitir que, en el caso de Xylander, su traducción tendrá, de lejos, más fortuna y repercusión que su edición. En ella no aporta conjeturas especialmente relevantes y, según él mismo afi rma en su prefacio, no ha encontrado ninguna ayuda en los manuscritos. En el prefacio de su traducción, redactado en 1572, se queja de la recién publicada edición de Stephanus y lo acusa de haberle robado parte de su trabajo —probablemente molesto porque aquella viera la luz antes de que él pudiera terminar la suya propia—.

7 Ya Raingeard (1935: XV) propuso en su momento la hipótesis de que tanto la Aldina como la Basiliensis fueron compuestas a partir de un manuscrito que no se corresponde ni con E ni con B.

206 LUISA LESAGE GÁRRIGA

En 1599 se publicaría en Frankfurt la última edición de las obras completas (Vidas y Moralia) del siglo, y su relevancia le valió dos reim-presiones (Frankfurt, 1620, y París, 1624). La importancia de esta edición se debe, principalmente, a que su paginación se ha tomado como referencia para citar a Plutarco8. Cada página viene dividida en párrafos de 10 líneas a los que se asigna una letra —A, B, C, D, E y las líneas que queden hasta acabar la página, F. Se afi rma que el De facie, por ejemplo, empieza en 920B porque es la página y el párrafo que ocupa en esa edición—. Irónicamente, la edición tiene erratas en la paginación, por lo que en la página en que empieza nuestro tratado pone 910, le sigue la 931, 932, 933 y recupera el orden correcto en 924, manteniéndolo hasta el fi nal, en 945. Otro aspecto notable de esta edición es que presenta en cada página el texto griego en una columna y una traducción latina en otra columna paralela. El texto griego es el que ofrecía Stephanus en su edición de 1572, mientras que las traducciones latinas son de Cruserius —para las Vidas— y de Xylander —para los Moralia—. Se trata de las versiones de sus respectivos trabajos, de 1573 y 1570, por lo que no hay coordinación entre el texto griego y las traducciones. Esta edición, además, contiene los prefacios realizados por ambos para sus propias traducciones. Resulta irónico que los editores de una edición que presenta el trabajo de Stephanus y Xylander en conjunto incluyeran el prefacio de este último, donde, si recordamos, acometía con-tra Stephanus. Sea como fuere, ambos habían muerto antes de la fecha de publicación de la presente edición, por lo que nunca llegaron a saberlo.

Al igual que ocurre con la Aldina, se conservan diferentes ejemplares de esta edición, almacenados en diferentes bibliotecas europeas. El que conservamos en la Biblioteca Nacional de España tiene “anotaciones” del que parece ser un estudioso español del s. XVII. Ha fi rmado y fechado la portada (1632), subrayado pasajes de la traducción latina y anotado en el margen “ojo” en numerosas ocasiones. Asimismo, ha intentado corregir el error en la numeración de páginas, sin mucho éxito —propone cambiar el 910 de nuestro tratado por 930, en lugar del 920 que le corresponde; quizá por hacerlo concordar con la página de la edición Aldina en que empieza esta obra—. De igual modo, aunque desconocemos el motivo, parece que ha cortado las hojas iniciales que correspondían al prefacio de Xylander y ha tachado el párrafo fi nal del mismo.

8 Aunque existe consenso general sobre este punto, Babbitt (1927: XXIV) afi rma, erróneamente, que la paginación de esta edición es la misma que la publicada por Xylander en 1574.

207Algunas consideraciones sobre la tradición textual del tratado De facie

4. EDICIONES DE LOS SS. XVIII-XIX Y GRANDES COLECCIONES

Pasará un siglo y medio desde esta edición y sus reimpresiones hasta la siguiente edición completa de los Moralia, la que llevó a cabo J. J. Reiske (Leipzig, 1774-1782). Este estudioso murió en 1774, por lo que se trata de una edición póstuma. Es importante por sus conjeturas, entre las que se encuentran algunas particularmente interesantes.

Curiosamente, en su prefacio se mofa de un joven que quería editar los Moralia y en el que no deposita su confi anza: este joven era D. Wyttenbach. Su edición se publicaría entre 1795 y 1830, en Oxford, y en ella presenta una lista de unos 30 manuscritos que contienen obras de Plutarco a los que asigna una letra para identifi carlos con mayor facilidad —de ahí las siglas E y B que nos conciernen—. Su edición representa una gran contribución para el estudio de los Moralia: revisa el texto griego y la traducción de Xylander, pero muere antes de acabar el comentario que estaba llevando a cabo —el cual se interrumpe abruptamente en 392D—.

El siguiente en presentar una nueva edición sería J. G. Hütten (1796-1805, Tübingen). Su trabajo es mucho menos importante que el anterior, del que, de hecho, depende en lo esencial.

Poco después aparecerían las grandes colecciones. La primera, la colección Didot (1839-1841, París), se publicó en dos volúmenes, y cuenta con traducción latina. De ella se encargó J. F. Dübner, quien incorporó ex-celentes correcciones —aunque algunos estudiosos (Babbitt, 1927: XXV) afi rman que las conjeturas son indistinguibles de las lecturas de los manuscritos—.

La Bibliotheca Teubneriana fue la siguiente en editar los Moralia, para los que constituyó dos ediciones. De la primera empezó a encargarse R. Hercher, quien publicó un primer volumen antes de morir. Su sucesor, G. N. Bernardakis, publicó los demás volúmenes entre 1888 y 1896. Este estudioso fue más dado a las conjeturas que a la colación de los manuscritos y, por ello, la crítica ha considerado que se trata de un trabajo insatisfactorio en líneas generales. Años después, la editorial vuelve a editar los Moralia, esta vez dedicándole más tiempo y esfuerzo. Los encargados del proyecto fueron M. Pohlenz y K. Hubert, quienes se rodearon de grandes fi lólogos y lograron una buena colección. Será precisamente Pohlenz el encargado del De facie, que publica en el vol. V fasc. 3, en 1955 —sería reeditado en 1960 con algunas correcciones de H. Drexler—.

F. C. Babbitt asumió la responsabilidad de la colección que preparaba la Loeb Classical Library, que se presentaba como mediocre en principio,

208 LUISA LESAGE GÁRRIGA

pero que gracias a la colaboración de grandes fi lólogos terminó siendo una de las más valoradas. Del De facie se ocupó H. Cherniss —fue publicado en el vol. XII, 1957—. Realizó un gran trabajo y, aunque admite en su introducción (1957: 29) que no consultó personalmente ni la Aldina ni la edición de Xylander y se lamenta de no haber podido contrastar su trabajo con la recientemente publicada edición de Pohlenz —estas dos ediciones se llevan apenas dos años—, lo cierto es que su edición es una de las más completas.

Desde 1963, Belles Lettres está llevando a cabo su edición de los Moralia; no obstante, todavía no han publicado el De facie.

Hoy en día las dos ediciones más relevantes son las de Pohlenz y Cherniss, por ser las más recientes, las que tienen en cuenta toda la tradi-ción anterior y las más acertadas. Así, P. Donini, que publicó una traduc-ción con comentario de nuestro tratado en 2011, afi rma en su introducción haberse basado en ambas —aunque una revisión atenta de su traducción indica una clara preferencia por el texto de Cherniss—. La traducción francesa de A. Lernould aparecida en 2013, por su parte, toma como base el texto de Cherniss, que modifi ca en contados casos. Sin embargo, tanto Pohlenz como Cherniss corrigen —omitiendo, añadiendo o cambiando de sitio— el texto transmitido por los manuscritos, y no siempre parece justifi cada tal acción. En más de una ocasión, sus propuestas no fueron tomadas a partir de criterios textuales, sino que fueron determinadas por el contexto y bajo la infl uencia de supuestos científi cos, religiosos, etc., por lo que es necesaria una nueva colación de los manuscritos y una revisión y refl exión sobre aquellas conjeturas e interpretaciones que modifi can injustifi cadamente el texto transmitido.

BIBLIOGRAFÍA

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CABALLERO, R. (2000), “La tradición manuscrita del De exilio de Plutarco”, ASNP IV, vol. V, 1, 159-185.

CHERNISS, H. (1957), “Introduction”, en Plutarch’s Moralia, vol. XII, Loeb Classical Library, Cambridge-Massachusetts, 2-33.

FLACELIÈRE, R. (1952), “La tradition manuscrite des traits 70-77 de Plutarque”, REG 65, 351-362.

209Algunas consideraciones sobre la tradición textual del tratado De facie

IRIGOIN, J. (1987), “Histoire du texte des Oeuvres Morales de Plu-tarque”, en Plutarque. Oeuvres Morales, vol. 1, Budé, París, CCXXVII-CCCII.

MANFREDINI, M. (1972), “Giorgio Gemisto Pletone e la tradizione manoscritta di Plutarco”, SNP III, vol. 2, 569-581.

MANFREDINI, M (1976), “La tradizione manoscritta dei Moralia 70-77 di Plutarco”, ASNP 6, 453-485.

MANTON, G. R. (1949), “The manuscript tradition of Plutarch Mo-ralia 70-7”, CQ, vol. 43, 3-4, 97-104.

PEARSON, L. (1959), “Notes on the text of Plutarch De malignitate Herodoti”, AJP LXXX, 255-275.

PÉREZ MARTÍN, I. (2008), “El estilo ‘Hodegos’ y su proyección en las escrituras constantinopolitanas”, <http://digital.csic.es/bitstream/10261/41 534/1/53.SeT2008.pdf> [03/05/2014].

POHLENZ, M. (1925), “Praefatio”, en Plutarchus Moralia, vol. V, fasc. 3, Bibliotheca Teubneriana, Leipzig, V-XLIII.

RAINGEARD, P. (1935), “Introduction”, en Le peri toy prosopoy de Plutarque, Belles Lettres, París, V-XXXIX.

TREU, M. (1881), Zur Geschichte der Überlieferung von Plutarchs Moralia, vol. II Ohlau.

ÍNDICE

PRÓLOGO ............................................................................................ 7

FILOLOGÍA CLÁSICA GRIEGA Y LATINA,

HISTORIA ANTIGUA

VIRGINIA ALFARO BECH, “Relectura del código doméstico de Col 3, 18-19 desde una perspectiva cultural” .......................................................

EULOGIO BAEZA ANGULO, “Plinio, un amante marido elegíaco” .........

MACARENA CALDERÓN SÁNCHEZ, “La catábasis y el ánodos de Persé-fone en su iconografía” ..............................................................................

INÉS CALERO SECALL, “Las viejas reinas del teatro de Eurípides: imbri-cación de rasgos femeninos y masculinos” ................................................

MARINA DEL CASTILLO HERRERA, “La perfección del parto sietemesino: una propuesta de lectura de Favonio Eulogio 14, 2” .................................

MATILDE CONDE SALAZAR, “Incunables y postincunables de historia-dores latinos tardíos en bibliotecas de Andalucía” ....................................

PAMINA FERNÁNDEZ CAMACHO, “La tumba de Heracles en Gades: una indagación fi lológico-literaria” ..................................................................

ALEJANDRO FORNELL MUÑOZ, “El aceite bético y su difusión por Occi-dente a través de los autores clásicos y otras fuentes antiguas” ................

RAFAEL J. GALLÉ CEJUDO, “La perversión progimnasmática en las Epístolas de Filóstrato” .............................................................................

FUENSANTA GARRIDO DOMENÉ, “Las fuentes del libro IV de Las nupcias de Filología y Mercurio: lecturas paralelas” ................................

JULIÁN GONZÁLEZ, “Augusto y su transformación de la Hispania Ul-terior” .........................................................................................................

LUISA LESAGE GÁRRIGA, “Algunas consideraciones sobre la tradición textual del tratado De Facie de Plutarco” ..................................................

JESÚS LUQUE MORENO, “Historia, retórica y poética: para la defi nición de un antiguo género literario” ..................................................................

15

27

43

63

85

95

111

119

139

149

167

201

211

1120 ÍNDICE

FILOLOGÍA GRECO-LATINA MEDIEVAL

CRISTÓBAL MACÍAS VILLALOBOS Y DELIA MACÍAS FUENTES, “Simbolis-mo de las aves saturninas en los textos grecolatinos” ...............................

BENITO MÁRQUEZ CASTRO, “El concepto de conventus en el siglo V en Hispania según la crónica de Hidacio de Chaves y el mantenimiento del signifi cado de época clásica” .....................................................................

JUAN FCO. MARTOS MONTIEL, “Sexo y género en los textos astrológicos de la Antigüedad grecolatina” ....................................................................

Mª PILAR MOLINA TORRES, “Mujer y religión romana: una visión his-toriográfi ca en la Europa del s. XXI” ........................................................

JUAN CARLOS PÉREZ ARQUES, “Tradición épica en la obra de Juvenco y su infl uencia posterior” ..............................................................................

AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ, “Religiones orientales e iconografía numis-mática antigua” ..........................................................................................

FERNANDO PÉREZ LAMBÁS, “Sobre algunos paralelismos en Áyax y Antígona” ...................................................................................................

SANDRA I. RAMOS MALDONADO, “Nemo dulcius, nemo aptius...: Cice-

rón extractado por Plinio el Viejo” ............................................................

MIGUEL RODRÍGUEZ-PANTOJA, “El latín de los soldados” .....................

SANDRA RODRÍGUEZ PIEDRABUENA, “Boeotica incerti auctoris?” .........

HELENA RODRÍGUEZ SOMOLINOS, “El valor de repetición / continuidad en ἐπι- preverbio” ......................................................................................

LUCÍA P. ROMERO MARISCAL, “El texto escénico de Las Troyanas de Eurípides: maquinaria, objetos, vestuario, escenografía y comunicación trágica” .......................................................................................................

EMILIA RUIZ YAMUZA, “Periferias derecha e izquierda en griego an-tiguo”..........................................................................................................

EUSTAQUIO SÁNCHEZ SALOR, “S. Leandro, S. Isidoro y el papa Grego-rio Magno. La unidad de España en época visigoda como parte de un programa europeo” ....................................................................................

ÁNGEL URBÁN FERNÁNDEZ, “La edición y estudio fi lológico de un manuscrito inédito bilingüe, greco-árabe, del Evangelio de Lucas del siglo XI (BnF, suppl. gr. 911, año 1043): problemática de la edición de textos bíblicos” ..........................................................................................

247

297

313

327

347

365

395

409

449

469

483

495

513

553

579

1121ÍNDICE

HUMANISMO Y TRADICIÓN CLÁSICA

JOSÉ IGNACIO ANDÚJAR CANTÓN Y JUAN MIGUEL LLODRÁ PERIS, “El hé-roe trágico y el universo épico de John Ford” ...........................................

JESÚS BERMÚDEZ Y RUBÉN MONTAÑÉS, “La traducción al latín de Alessandro Pazzi en el comentario a la Poética de Aristóteles de Frances-co Robortello: criterios para su evaluación” ..............................................

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO, “La biblioteca grecolatina de Isaac Newton” .....................................................................................................

MARÍA JOSÉ CEA GALÁN, “La fi gura de Agesilao Palmireno en el mar-co del humanismo español o del laboratorio doméstico del maestro Juan Lorenzo Palmireno” ...................................................................................

JEAN-LOUIS CHARLET, “Trois lectures du mythe d’Orphée dans la poésie néo-latine: Pétrarque (Bucolicum carmen), Politien (Siluae), Pon-tano (Urania, Eclogae)” .............................................................................

CRISTIANA FIMIANI, “Navigare necesse est, vivere non necesse: las (re)lecturas del Odiseo homérico y del Ulises dantesco en la cultura an-daluza y europea” .......................................................................................

HELENA GUZMÁN, “Ulises y Circe en la escena de la ópera cómica francesa del siglo XVIII” ...........................................................................

ÁLVARO IBÁÑEZ CHACÓN, “Cíane de Siracusa, o Las Bacanales de Cándido María Trigueros: argumento mitológico y fábula impleja” .........

JUAN CARLOS JIMÉNEZ DEL CASTILLO, “Las profecías de la Austriaca siue Naumachia de Francisco de Pedrosa” ................................................

YULIA KOVARSKAYA, “Querelle des Anciens et des Modernes en la estética literaria rusa del siglo XIX” ..........................................................

INMACULADA LÓPEZ CALAHORRO, “La sombra de Grecia y Roma en la obra poética de José Hierro” ......................................................................

DELIA MACÍAS FUENTES, “Una Medea cubana: la versión de Reinaldo Montero” ....................................................................................................

JOSÉ MARÍA MAESTRE MAESTRE, “Las anotaciones de Rodrigo Fer-nández de Santaella a los Quinque articuli contra Iudaeos en la copia de esta obra sacada en 1773 (ms. 125-3-28 de la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla)” ..............................................................................

CLELIA MARTÍNEZ MAZA, “El mundo clásico en la forja de una nueva nación: apodos grecorromanos en los albores de los EEUU (1776-1790)..

MANUEL MOLINA SÁNCHEZ, “El teatro humanístico español: claves para su estudio” ..........................................................................................

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1122 ÍNDICE

DIDÁCTICA DE LAS LENGUAS CLÁSICAS

MARIA CRISTINA PIMENTEL, “Leena y Epícaris, dos ejemplos de valor femenino” ...................................................................................................

EDUARDO DEL PINO GONZÁLEZ, “Identifi cación de dos poemas latinos de Levino Torrencio en el ms. &-IV-22 del Monasterio del Escorial” .......

Mª DOLORES RINCÓN GONZÁLEZ, “El eco en Roma de la toma de Má-laga: La Oratio de victoria Malachitana de Pedro Bosca (1487)”.............

ALEJANDRO RODRÍGUEZ DÍAZ DEL REAL, “La antigua Grecia en María Zambrano” ..................................................................................................

MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ HORRILLO, “El De Xenophonte historico de Friedrich Creuzer y las causas de la decadencia de la historiografía griega”

VICTORIA E. RODRÍGUEZ MARTÍN, “Aproximación a la simbología del

topo en Pierio Valeriano: sus fuentes” ........................................................

THEODORICUS SACRÉ, “De bellis Pygmaeorum iocosis sive de argu-mento antiquo quod in carmen heroico-comicum sive poema ludicrum convertit Iacobus Moireau poeta (saec. XVII)” ..........................................

JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ MARÍN, “Aportaciones al estudio de la poética renacentista italiana en lengua latina” ........................................................

MARÍA SEBASTIÀ SÁEZ, “Manuel Lassala como dramaturgo neoclásico del Settecento: de Ifi genia a Andrómaca” ..................................................

GEMA SENÉS RODRÍGUEZ, “El vuelo del fénix: de los clásicos a los Hieroglyphica de P. Valeriano y la tradición simbólico-emblemática” ......

FRANCISCO J. TALAVERA ESTESO, “Pierio Valeriano y la fi lología clásica”

GALA LÓPEZ DE LERMA, “Benignus Juanes y la didáctica del latín”.....

ALBERTO REGAGLIOLO, “Latin in England’s Primary Schools: The 2013 National Curriculum as a Refl ection Point”.................................................

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