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Centro de Estudios Literarios "Antonio Cornejo Polar"- CELACP is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Revista de Crítica Literaria Latinoamericana. http://www.jstor.org Alegorías de la heterogeneidad cultural en "Espejo de paciencia" de Silvestre de Balboa (1608) Author(s): Raúl Marrero-Fente Source: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Año 28, No. 55 (2002), pp. 7-20 Published by: Centro de Estudios Literarios "Antonio Cornejo Polar"- CELACP Stable URL: http://www.jstor.org/stable/4531198 Accessed: 19-08-2014 04:44 UTC Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. This content downloaded from 134.84.192.103 on Tue, 19 Aug 2014 04:44:51 UTC All use subject to JSTOR Terms and Conditions

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Alegorías de la heterogeneidad cultural en "Espejo de paciencia" de Silvestre de Balboa (1608) Author(s): Raúl Marrero-Fente Source: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Año 28, No. 55 (2002), pp. 7-20Published by: Centro de Estudios Literarios "Antonio Cornejo Polar"- CELACPStable URL: http://www.jstor.org/stable/4531198Accessed: 19-08-2014 04:44 UTC

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REVISTA DE CRITICA LITERARIA LATINOAMERICANA Afo XXVIII, N0 55. Lima-Hanover, ler. Semestre del 2002, pp. 7-20

ALEGORIAS DE LA HETEROGENEIDAD CULTURAL EN ESPEJO DE PACIENCIA

DE SILVESTRE DE BALBOA (1608).

Raul Marrero-Fente Columbia University

En su libro Escribir en el aire. Ensayo sobre la heterogeneidad socio-cultural en las literaturas andinas (1994) Antonio Cornejo Polar, articula una reflexion teorica sobre la categoria de hetero- geneidad y su relacion con los estudios literarios y culturales en la regi6n andina1. De este libro una muestra excelente del estudio de la heterogeneidad cultural en los textos del periodo colonial apare- ce en el capitulo I "El comienzo de la heterogeneidad en las litera- turas andina: Voz y letra en el "dialogo" de Cajamarca". En los ul- timos afios el campo de estudio de la propuesta de Cornejo Polar se ha ampliado hasta alcanzar el panorama de las literaturas lati- noamericanas. La actualidad de las consideraciones de Cornejo Polar sobre la condici6n heterogenea de la cultura americana han encontrado una recepcion favorable en los modelos de analisis de amplios circulos de especialistas2.

En este trabajo examino las diferentes formas que asume la re- presentacion de la heterogeneidad cultural americana en el poema epico Espejo de paciencia (1608) de Silvestre de Balboa(1563- h.1648). El poema de Balboa se organiza en dos momentos. El primero, definido por un tradicionalismo literario y cultural, a par- tir de la imitaci6n modelica de la poesia epica europea; y el segun- do, en el que prima una lectura revisionista que se aparta de las normas epicas para seguir los impulsos imaginativos de la subjeti- vidad poetica. Estos dos momentos se manifiestan en el poema de forma especial en las escenas dedicadas a la representacion de un paisaje y una naturaleza diferentes a las de los poemas epicos eu- ropeos. De la lectura del poema podemos apreciar como Balboa po- ne de manifiesto una incipiente subjetividad poetica critica, que si bien todavia sigue muy de cerca las reglas mas importantes del genero epico; a la misma vez, apunta hacia la busqueda de nuevos espacios poeticos de representaci6n de lo heterogeneo americano. Es necesario aclarar, que el poema de Balboa esta circunscrito

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dentro de los limites de un genero estrictamente definido que con- taba en esa epoca con modelos americanos importantes como la Araucana de Alonso de Ercilla (1569), la Primera parte de las ele- gias de varones ilustres de Indias (1589) de Juan de Castellanos, Corte's valeroso (ca. 1582) y Mexicana (1594) de Gabriel Lobo Lasso de la Vega, El Arauco domado (1596) de Pedro de Onia, El peregri- no indiano (1599) de Antonio Saavedra Guzmain, y Argentina y conquista del Rio de la Plata (1602) de Martin del Barco Centene- ra3.

Desde mi punto de vista la caracteristica ma's destacada del Espejo de paciencia es la imaginacion expansiva que permite tra- tar temas y asuntos nuevos sin antecedentes en la tradicion epica europea. Entre ellos la representacion de la naturaleza cubana, que mezcla los modelos epicos tradicionales con elementos locales, y que se manifiesta por un uso importante del vocabulario insular dedicado a los animales y plantas. La paradoja principal de la ma- yoria de las lecturas criticas sobre el poema de Balboa es que ante una obra imaginativa de caraicter renovador se empenian en redu- cir el alcance de la misma, reiterando lugares comunes, y pasando por alto lo que hay de novedoso en el poema. Quiza's la caracteris- tica principal que define el conjunto de lecturas criticas sobre el Espejo de paciencia es la subvaloracion del lenguaje poetico y la indeterminacion del sentido poetico, que se manifiestan en la rei- teracion de la figura de Balboa como un creador limitado en sus posibilidades. Esta idea viene condicionada por una lectura super- ficial que solo insiste en una aparente continuidad de las conexio- nes de imagenes, topicos y motivos literarios, sin tener en cuenta, adema's, que la formacion de las categorias de percepcion poetica del paisaje y la naturaleza es un fenomeno historico y subjetivo4. En el caso de Balboa, su percepcion del paisaje cubano responde a sus anios de residencia en la isla, y a sus experiencias vitales ante- riores, entre ellas su origen canario. Esta subjetividad perif6rica es, salvo con muy pocas excepciones, una de las condiciones gene- ralmente omitidas por la critica en la interpretacion del tema del paisaje y la naturaleza en Espejo de paciencia5.

Una de las caracternsticas principales de la subjetividad poetica es la definicion de la relacion del poeta con la naturaleza. Precisa- mente este aspecto es el que ha causado mas de una lectura critica errada del poema, porque se pretende que Balboa haga una imita- ci6n contemplativa de la naturaleza insular. Es decir, que se limite a seguir los mismos patrones descriptivos de la naturaleza prove- nientes de la tradicion poetica espaiiola6. Para entender la repre- sentacion de la naturaleza en el poema de Balboa son necesarias unas consideraciones preliminares. El procedimiento de elabora- cion po6tica en Balboa es complicado porque a diferencia de la in- novacion renacentista, que incorpora el paisaje pastoril desde los presupuestos de una cultura libresca, es decir, como una creacion

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intelectual del humanismo, que lieva en sl misma la contradicci6n insoluble de una existencia en una realidad donde no hay lugar para la vida pastoril, Balboa concibe su poema desde un espacio bucolico, donde la cultura europea aparece presente en su condi- cion de cultura transferida, es decir, diferida, aplazada no s6lo en el espacio, sino en el tiempo. Esta demora temporal es la que mar- ca el desfase entre las lecturas humanistas de Balboa, propias del Renacimiento peninsular y su realidad diaria en un pequefio po- blado del interior de Cuba en el que la vida en contacto diario con la naturaleza es todavi'a un acto cotidiano y no un recuerdo melan- colico. Este hecho marca la diferencia entre la vision del paisaje en la poesia anterior y la manera de relacionarse con el mundo cir- cundante en Balboa. Tambien determina un rasgo esencial del poema la coexistencia de dos poeticas contradictorias. La primera, que podemos asociar con el nu'mero de octavas reales, es decir, con los modelos de imitacion italianizantes del endecasilabo renacen- tista que se manifiesta a primera vista por una representacion del paisaje que parece seguir la tradicion literaria proveniente de Vir- gilio, y que populariza Garcilaso en la literatura espafiola. Una tradicion estudiada por Orozco, quien sefiala que este regreso a la naturaleza durante el Renacimiento aparece en Garcilaso como un "paisaje sereno, de lineas tranquilas, de sombras, verduras, y hu- medad"7. Esta idea se popularizo en la literatura de la epoca y po- demos reconocerla en los versos de transicion sobre el regreso del obispo donde hay un paisaje similar a los prados floridos de Gar- cilaso, en el que las "verdes yerbas y pintadas flores"( 79)8 sirven de remedio terapeutico contra el dolor espiritual y fisico causado por el cautiverio, siguiendo un recurso de la poesia garcilasiana, que Morros llama "terapia medica"9.

Pero esta aparente modelacion imitativa es interrumpida cuando aparece por primera vez la mencion de un toponimo, que mas que un espacio fisico es una geograffa sentimental. Por eso cuando Balboa canta la llegada del obispo a las cercanias de Yara, tambien anuncia la recuperacion sentimental del obispo de sus males pasados. Es decir, esta mejoria subita se produce en el ca- mino de regreso, en los campos aledafios al poblado de Yara. La insistencia de Balboa en marcar un recorrido por la geografia local sirve para establecer la frontera entre un paisaje querido y los li- mites borrosos del espacio ajeno, donde reside el peligro represen- tado por los corsarios franceses. Este cambio en el paisaje se tras- lada hacia la persona del obispo, que sustituye suibitamente su es- tado de tristeza y congoja por "alegres ojos y contenta cara" (79). Escena donde la delicadeza del detalle poetico pasa, de la descrip- cion del paisaje y la naturaleza en las cercanias de Yara, al detalle del rostro del obispo, con una mirada detenida en los ojos y en el rostro, que aparecen como simbolo del feliz retorno. Por otra parte, a diferencia del motivo de la teoxenia, o recepcion del heroe en la

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tradicion literaria clasica, que prescribia la participacion de ami- gos y familiares en el acto de bienvenida del heroe, en el Espejo de paciencia la bienvenida es protagonizada por personajes de la mi- tologia clasica y local y no por los vecinos del lugar, criticados una estrofa antes:

Estaba el buen obispo muy sentido de las pobres ovejas de esta villa, porque del triste caso sucedido pens6 que tenfan culpa no sencilla. (79)

Es cierto que esta amonestacion apunta a un perdon real, por- que uno de sus prop6sitos es servir de apoyo a los testimonios y documentos sobre el rescate del obispo y la venganza de los veci- nos. Es decir, el poema busca enfatizar el punto de vista favorable al obispo y a los vecinos acusados de contrabando con los corsarios franceses. En este sentido es una obra que propone una estetiza- cion de la realidad, en la que el poeta exhibe su conocimiento y se presenta como un cronista que sigue de cerca a los testigos presen- ciales de las acciones y aventuras del obispo y los bayameses. Al adoptar Balboa el recurso poetico de estetizacion de la realidad sustituye los vecinos por el catailogo de figuras mitologicas10. Este pasaje es el ma's famoso del poema, por la riqueza de las descrip- ciones y por la mezcla del mundo clasico y el insular que ponen de manifiesto el caracter heterogeneo de la cultura americana. La no- vedad de la representacion de la naturaleza americana, con su rasgo esencial de heterogeneidad cultural, rememora aqui la tecni- ca del epilio de la poesia clasica, por medio de la cual se contaba un tema tradicional desde un nuevo punto de vista. En la literatu- ra sobre el Nuevo Mundo esta tecnica tambien se asocia al motivo de "contar cosas nunca vistas", inaugurado desde la carta del des- cubrimiento de Cristobal Colon. En el pasaje que comentamos, Balboa esta siguiendo un antiguo recurso literario liamado, en griego, topografia, que significa "situacion o descripci6n de un lu- gar"'". Este pasaje puede ser visto tambien como un ejemplo del topico literario del lugar amenol2 y funciona como una especie de egloga intercalada porque el obispo aparece como pastor, en su do- ble sentido religioso y poetico. Pero es necesario matizar que, a di- ferencia de la egloga, en el poema de Balboa el obispo es un pastor silencioso y sus penas no son amorosas, sino consecuencias del cautiverio entre los piratas franceses. La complejidad de formas y modelos literarios anotados no deben ser entendidos como una se- rie de conexiones superficiales, sino como resultado de la tendencia incluyente de la epica, que tiende a representar una vision enci- clopedica de la cultura que la produce"3. Este rasgo de inclusividad aparece en el Espejo mediante el uso de varios recursos de la tra- dicion literaria europea, que coexisten junto a la cultura local ex- presada a traves de una mitologia y una naturaleza heterogeneas.

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Es esta tendencia a la inclusividad la que permite a la epica esta- blecer conexiones entre diferentes culturas, de ahi que, en el poe- ma de Balboa, la heterogeneidad cultural sea uno de los modos de intercambio entre la cultura peninsular y la cultura local.

Es una caracteristica reconocida que en los poemas epicos apa- recen intercaladas escenas bucolicas para cambiar la monotoni'a de las descripciones belicas. Como ha sido ya senialado por la critica sobre el Espejo de paciencia, Balboa parece seguir de cerca la Egloga II de Garcilaso, porque la enumeracion de los personajes mitologicos es similar; la diferencia mayor esta' en el catalogo de frutas y plantas, que en el poema de Balboa responde a la natura- leza americana y no a la tradicion europea, como en Garcilaso, y es precisamente este aspecto el rasgo diferenciador mas destacado entre los dos poemas . Pero un detalle importante, y en el que no se ha reparado, es que en las eglogas de Garcilaso, ejemplos de lec- turas renacentistas de los modelos de las Georgicas y la Eneida virgilianas y de la Arcadia de Sannazaro, las ninfas aparecen con una sensualidad que expresa un erotismo de gran imaginacion; mientras en Balboa, el espiritu de contrarreforma religiosa parece ser uno de los motivos de autorrepresion de la subjetividad poeti- ca, que se manifiesta en una lectura que intenta corregir la carna- lidad sensual de las ninfas garcilasianas. Veamos los dos pasajes de las Eglogas II y III de Garcilaso:

iOh drfadas, d'amor hermoso nido, dulces y graciosisimas doncellas que a la tarde salis de lo ascondido, con los cabellos rubios que las bellas espaldas dejan d'oro cubijadas!...(172) ..................................... Poniendo ya en lo enjuto las pisadas, escurriendo del agua sus cabellos, los cuales esparciendo cubijadas las hermosas espaldas fueron dellos;...(228)

En la versi6n de Balboa las ninfas sufren un cambio significativo:

Bajaron de los arboles en naguas las bellas amadriades hermosas con frutas de siguapas y macaguas y muchas pitajayas olorosas. (79)

La sustitucion de las ninfas desnudas por las hamadriades ves- tidas viene motivada por la presencia del personaje del obispo, a quien se dedican las ofrendas; pero es ademas un ejemplo de transferencia cultural, porque esta prenda de vestir parece proce- der de la lengua taina. Asi aparece desde los primeros cronistas, como una especie de pedazo de algodon con el que las mujeres in- digenas se cubrian el cuerpo. La primera mencion aparece en la

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entrada del dia 16 de octubre de 1492 del diario del primer viaje de Cristobal Colon:

Y aun en esta isla vide panlos de algod6n fechos como mantillos, y la gente mds dispuesta, y las mugeres traen por delante su cuerpo una co- sita de algod6n que escassamente les cobija su natura.15

Posteriormente este termino se transformo en espaniol en ena- guas y designa una saya interior usada por las mujeres. Tambien en el canto II de Os Lusiadas (1572) de Camoes aparece una refe- rencia a ninfas vestidas con velos casi transparentes, una imagen que Camoes pudo haber imitado del Orlando furioso de Ariosto, y que por su erotismo era utilizada para representar escenas de nin- fas y amores. Dice Cam6es:

Cum delgado cendal as partes cobre De quem vergonha 6 natural reparo; Por6m nem tudo esconde nem descobre 0 v6u, dos roxos lfrios pouco avaro; Mas, pera que o desejo acenda e dobre, Lhe poe diante aquele objecto raro. Ja se sentem no C6u, por toda a parte, Ciume em Vulcano, amor em Marte.16

La imagen que nos interesa comentar aqui es la de la vestidura del cuerpo femenino, que apela a los relatos iniciales de la conquis- ta donde se narran los encuentros entre los espafioles y las muje- res indigenas, con su carga de erotismo y deseo por el cuerpo fe- menino que ya aparece en el diario colombino'7. La sustitucion de Balboa es un encubrimiento que pone de manifiesto uno de los rasgos de heterogeneidad de la cultura americana: la conciencia de ser objeto de deseo. Esto explica por ejemplo, como los pasajes de erotismo en el diario colombino aparecen mezclados con los de la bu'squeda de oro y riquezas que la naturaleza americana despierta en Colon y en otros cronistas de la conquista. Cuando Balboa es- cribe su poema lleva mas de veinte anios de relaciones con el Nuevo Mundo, una razo6n de peso para tener consciencia de esta circuns- tancia esencial de lo americano". Es necesario insistir que la ma- yoria de los comentarios sobre esta escena pasan por alto que toda percepci6n sobre el paisaje denota un imaginario consciente o in- consciente de la voz poetica. De ahi que la vision del paisaje en el poema de Balboa muestra una heterogeneidad cultural, en la que se mezclan rastros de la mitolog'a indigena americana y de los tes- timonios de los primeros cronistas. La figura de las hamadriades vestidas con enaguas sirve adema's de alegoria del predominio de la realidad americana sobre el lenguaje de la tradicion poetica eu- ropea, creando una imagen poetica nueva, que lleva en sf misma, como diria Rauil Bueno, las fisuras de su naturaleza pluricultu- ral"9. Recordemos que, de acuerdo a la mitologla clasica, las ninfas

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hamadrfades eran una personificacion de los espiritus femeninos que simbolizaban el poder divino de los robles, en particular, y de los airboles, en sentido general; asi aparecen en las Metamorfosis de Ovidio: "En los helados montes de Arcadia, entre las hamadria- des de Nonacris"20.

Esta coexistencia de distintas fuentes culturales y la represion y negociacion de sus signos opuestos es uno de los aspectos mas interesantes del poema de Balboa. Es necesario aclarar que en las culturas precolombinas tambien encontramos una etiologi a de las mujeres, que recuerda el personaje de las hamadrnades del poema de Balboa y que aparece en la Relacion acerca de las antigiiedades de los indios de Fray Ramon Pane donde se transcribe el mito fun- dacional sobre el origen de las mujeres entre los indigenas de la Espaniola. Dice Pane:

Pero aquel dIa, lavandose, dicen que vieron caer de algunos arboles, ba- jandose por entre las ramas, una cierta forma de personas, que no eran hombres ni mujeres, ni tenfan sexo de varon ni de hembra, las cuales fueron a cogerlas; pero huyeron como si fuesen anguilas.2'

El relato de Pane fue recogido en las cartas de Pedro Mairtir de Angleria, de donde paso a formar parte del imaginario fabuloso so- bre el Nuevo Mundo, y es posible que de ahi circulara dentro de las tradiciones orales de las Antillas. Es decir, en el poema de Balboa coexisten el personaje de las hamadriades de la tradicion poetica occidental, junto al mito del origen de las primitivas mujeres taf- nas, y a la figura retorica del descendimiento del mensajero que proviene de la tradicion epica. La riqueza de este pasaje pone de manifiesto las diferentes y contradictorias fuentes culturales y li- terarias de Balboa, y su representaci6n en el texto sirve para des- tacar la diferencias basicas entre cada una de las interpretaciones europeas y americanas que forman esta etiologi a pluricultural.

La superposicion de la naturaleza americana como una reali- dad posible de ser poetizada, tambien invita a la imaginacion poe- tica a buscar nuevos mitos, de ahi que el pasaje de las ninfas in- sulares recuerde la historia de Pomona cantada por Ovidio:

Y ya Proca tenfa el gobierno del pueblo palatino: bajo su reinado vivi6 Pomona, ninguna entre las hamadriades latina cultiv6 los jardines con mas habilidad que 6sta, ni hubo otra mas dedicada a los frutos de los arboles; de ellos tiene el nombre. Ella no ama los bosques ni las corrien- tes, ama el campo y las ramas que tienen abundantes frutas. Y a su diestra no le pesa la jabalina sino la curva hoz, con la que unas veces reprime la exuberancia y detiene los ramajes que se extienden por do- quier, otras veces, hendida la corteza, injerta madera y ofrece jugos a un pupilo ajeno. Y no permite que sientan la sed y riega con agua corriente las curvas fibras de las bebedoras raices. Esta es su pasi6n, esta su de- dicaci6n; tampoco tiene ningiin deseo de amor...22

Por otra parte, el recurso poetico de las hamadriades vestidas con una prenda local es similar al empleado por Ovidio en las Me-

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tamorfosis cuando crea el personaje de Pomona, en el que la ninfa aparece como un nuevo mito inventado por el poeta romano para crear una divinidad autoctona que se diferenciara de la tradici6on de los mitos griegos. La relacion aqui es mas interesante por dos elementos adicionales. En primer lugar, Ovidio inventa la ninfa Pomona como figura de la divinidad romana de los airboles fruta- les. En el poema de Balboa las hamadrnades aparecen en una fun- cion similar cuando hacen la ofrenda de frutas al obispo. En se- gundo lugar, Pomona es una ninfa sin deseo erotico, que la con- vierte en la ninfa ideal dentro de un poema dedicado al obispo Ca- bezas Altamirano, el representante ma's importante de la Iglesia catolica en la Isla de Cuba.

Debemos aclarar que, al cumplir con las f6rmulas de los mode- los de imitacion poetica, Balboa prefiere usar los vocablos de la fauna y la flora insular para distanciarse de sus modelos europeos, y encontrar un espacio poetico nuevo desde el cual la voz del poeta alcance a diferenciarse de sus antecesores poeticos. En una prime- ra lectura esta imitacion puede aparecer como una continuaci6n de la tradicion poetica del genero, pero en una lectura detenida puede verse, ademas, como la bu'squeda de una diferenciacion de la sub- jetividad poetica. Es decir, la presencia de la fauna y flora islenia en el poema sigue una tradicion modelica que busca renovar la descripcion del paisaje bucolico ideal, a partir de la inclusion de elementos provenientes de la naturaleza americana. Pero la intro- duccion de estos nuevos detalles en la descripcion paisajistica de Balboa tienen una consecuencia epistemologica completamente nueva. Mientras que los elementos presentados por los poetas re- nacentistas espaiioles se leen desde una cotidianidad europea, y facilmente reconocible para sus lectores, el escenario descrito por Balboa viene cargado de una heterogeneidad cultural, que por su complejidad no puede ser totalmente entendida desde la perspecti- va europea de la epoca, ya que no hay en la tradicion de los mode- los epicos un aimbito de referencia que incluya estos nuevos esce- narios americanos y el vocabulario necesario para definirlos.

Como consecuencia de la peculiaridad anotada por la diferencia epistemologica del modelo americano, en el plano formal tambien se consiguen resultados sefialados para este tipo de composicion poetica. Entre los cambios mas significativos pueden senialarse, entre otros, la presencia de descripciones acumulativas que, por su reiteracion, modifican el punto de vista del lector, dando lugar a un cambio en la perspectiva e introduciendo aingulos nuevos y as- pectos ausentes en las descripciones anteriores. Es decir, Balboa consigue, a pesar del exotismo y extraniamiento de su descripcion, presentar una vision de un paisaje poetico de acuerdo a las normas del genero de la egloga, donde la fauna, la flora y los frutos tropi- cales alcanzan una visualizacion casi corporea. Los elementos loca- tivos del paisaje en el poema de Balboa se organizan en torno a los

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campos de Yara, pero en el pasaje de la ofrenda al obispo tambien encontramos alusiones a otras partes de la isla. Es decir, el aspec- to mas significativo de la modificacion de Balboa es que el plano de la realidad descrita sobrepasa, por su riqueza cultural, los esque- mas de los modelos literarios europeos. Es necesario insistir que una de las funciones de las etiologias en los poemas epicos es rela- tar el origen de lugares geograficos prominentes, de los airboles, las flores y las frutas. En este sentido Wofford seniala que las etiolo- gias tienen que ver con la descripcion del paisaje en el poema, y plantean la pregunta sobre como debe interpretarse este paisaje23. En el poema de Balboa, la naturaleza americana aparece como elemento predominante frente a las convenciones literarias. Esta innovacion se logra por la mencion de la fauna y flora tropicales, que se manifiestan como una naturaleza heterogenea en dos senti- dos. En primer lugar, por su propia condicion autoctona; y, en se- gundo lugar, por el lenguaje que nombra a esta flora y fauna, tam- bien formado por vocablos americanos. Es decir, la bu'squeda de una representacion modelica de la naturaleza americana, asumida desde la tradicion literaria europea, provoca que entren en crisis los modelos de instrumentalizacion impositiva europeos, orienta- dos a una supresi6on de las nociones heterogeneas de la naturaleza y, de manera especial, de las nociones panteistas de la naturaleza americana, esencia de las concepciones cosmologicas amerindias, y que en el poema de Balboa puedan aparecer como un subtexto de oculta lectura porque forma parte de las culturas aborigenes ani- quiladas en los momentos iniciales de la conquista de Cuba24.

Es necesario aclarar que la zona geografica donde se desarrolla la accion del poema, en las cercanias del hato de Yara, formaba parte del antiguo cacicato indlgena de Macaca, donde se produjo uno de los ma's fuertes enfrentamientos entre los conquistadores y los indigenas cubanos, que culmino con la muerte del cacique Ha- tuey quemado vivo en la hoguera el 10 de octubre de 1513. Este hecho fue relatado por Bartolome de Las Casas en la Brevissima relacion de la destruycion de las Indias (1542), y un testimonio grafico importante aparece en los grabados de Teodoro de Bry. Unos dias despues de la muerte de Hatuey, el 5 de noviembre de 1513, Diego Velazquez funda la villa de San Salvador de Baya- mo25. Desde entonces el lugar conservo un sentido de rebeldia ha- cia las autoridades coloniales, que se manifestara en un orgullo localista y en la practica del contrabando con otras naciones a pe- sar de las prohibiciones expresas de la corona espafiola. Asi, en 1602, dos anios antes de los hechos narrados en el poema de Bal- boa, una rebelion de vecinos de Bayamo impidio el cumplimiento de la orden de encarcelamiento dictada por el gobernador de Cuba contra los principales vecinos de la villa acusados de contrabando.

Por otra parte, esta enumeracion extensa de Balboa cumple adema's la funcion de enfatizar la autenticidad de los hechos na-

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rrados en el poema. Para acentuar su credibilidad Balboa adopta el papel de un testigo de los hechos narrados, y uno de los topicos que usa es el extenso cata'logo de los dones, que es un ejemplo de cornucopia tropical. Este topos era un recurso tipico de la poesi'a de la epoca y alcanza su maiximo desarrollo en el siglo XVII. Seguin aclara Woods, el motivo de la cornucopia se caracteriza por su pre- ciosismo y preferencia en el detalle de la descripcion, a partir de tres momentos26. En primer lugar, dando la impresion de que el poeta esta' cautivado por su tema. Esto explica el enfasis que hace Balboa en la emoci6n, personificada en la bienvenida regocijada que los satiros, faunos, y silvanos tributan al obispo. Balboa pre- senta a estos seres mitologicos en una intimidad con el obispo Ca- bezas Altamirano, que oscila entre los sentimientos paterno- filiales y la devocion fisica, hasta alcanzar, curiosamente, una per- formatividad propia de los rituales paganos, con sus escenas de ofrendas y adoraciones que inician la extensa serie de productos nativos, en este caso las frutas (guanarbanas, caimitos), y las flores (gegiras). Desde este primer encuentro el obispo comienza a sen- tirse recuperado de los malos recuerdos del secuestro y cautiverio.

En segundo lugar, la necesidad de hacer enumeraciones mas extensas para demostrar la riqueza de la naturaleza, determina las descripciones acumulativas. Asi aparece la escena de la cornu- copia en el poema de Balboa, que presenta en rapida sucesion un listado de frutas, vegetales y animales de deliciosas connotaciones gastronomicas: guanabanas, caimitos, mameyes, pinfias, aguacates, platanos, mamones, tomates, dajao, lisa, camarones, biajacas, guabina, jicoteas, iguanas, patos, y jutias. Es necesario insistir en que este catalogo, junto al catailogo de airboles y plantas insulares, contribuye a crear un sentimiento territorial, porque son productos endemicos de la zona geografica descrita en el poema de Balboa. Este sentimiento territorial puede ser considerado como un ele- mento crucial en una percepcion ecologica del paisaje27; y denota la estrecha relacion del poeta con la naturaleza en el poema.

En tercer lugar, el preciosismo de las descripciones, permite concentrar la atenci6n en los detalles, y su capacidad de maravi- llar. El valor mayor del recurso de la cornucopia en Balboa es la capacidad de representar lo nuevo con lo conocido, en una mezcla que necesariamente implica una consciencia de la diferencia entre la naturaleza europea y la americana, vistas desde la perspectiva del Nuevo Mundo. Esta posicion de la voz poetica en el Espejo de paciencia pone de manifiesto una sensibilidad hacia el paisaje y la naturaleza americana en la que, a pesar de las convenciones de los modelos de imitaci6n poetica, Balboa mantiene la separacion entre los elementos americanos y europeos, que aparecen juntos pero sin liegar a confundirse. Se destaca, en este caso de manera especial, la escena de las hamadriades en naguas donde la imagen poetica se crea por una superposicion de dos realidades opuestas, y en la

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que la presencia del vocabulario taino sirve de marca distanciado- ra permanente entre lo insular y lo peninsular. El recurso parece ser la bu'squeda de un punto de analogia entre elementos en con- flicto, pero el simil, contrario a su funcion tradicional, tiene aqui por objeto resaltar los aspectos que identifican las realidades del Nuevo y del Viejo Mundo. Asi vemos la mencion al paisaje, las cos- tumbres, las flores, los animales, las frutas, los vegetales y otros aspectos de la naturaleza islenia que no tienen una exacta corres- pondencia con la contraparte peninsular, y que ilustran una per- cepcion cosmograifica, que es la manera en que las concepciones religiosas y filosoficas aparecen reflejadas en la percepcion que so- bre el paisaje y la naturaleza tiene el poeta28.

En el Espejo de paciencia la cornucopia pagana aparece subor- dinada al cristianismo, de ahl la reiteracion de las escenas de ofrendas al obispo. Recordemos que seguin la tradicion cristiana la percepci6n del paisaje proponia una lectura atenta del "Libro de la naturaleza" como un ejercicio de piedad29. Esta lectura aparece en el poema de Balboa como un acto de humildad ante la figura del obispo. Otro elemento importante es la identificacion de esta cor- nucopia con una lectura anagogica cristiana30, en la que esta ofrenda funciona como un acto de reparacion por los pecados come- tidos por los vecinos del lugar que intentarian, de acuerdo a una interpretacion cristiana, redimir su ofensa al obispo. Es decir, de acuerdo a la percepcion cosmografica, la visi6n del poeta Balboa subordina la mitologia pagana a la religion cristiana. Pero si la lectura anagogica cristiana busca claves simbolicas, es decir, tien- de a una interpretacion que privilegie unos simbolos sobre otros, la percepcion analogica tiende a restaurar las correspondencias, por- que busca la analogia31 a traves de la similitud entre los elementos de la naturaleza americana descritos en el poema. De esta forma Balboa trata de superar el sentido de heterogeneidad de la natu- raleza americana, vista desde la perspectiva de la tradicion cultu- ral europea. De ahi que el poeta haga uso de los recursos de la tra- dicion epica, en particular de las figuras de la mitologi a clasica, que sirven de enlace entre el Nuevo Mundo y Europa. La inclusion de las figuras mitologicas en el escenario americano es un recurso adoptado por el poeta para cumplir con las normas literarias del genero; pero a la misma vez, ponen de manifiesto el conflicto cau- sado por la apropiacion de la maquinaria mitologica, siguiendo los preceptos de Tasso de subordinar la maquinaria mitologica pagana a las necesidades de la epica cristiana, porque su presencia es un acto interpretativo que mueve el poema de Balboa en un sentido epistemologico de este a oeste, es decir, de Europa a America; mientras la representacion de la naturaleza insular es un acto in- terpretativo que situta el poema en un sentido epistemologico con- trario, es decir, que lleva la imagen de America a Europa. Es pre- cisamente en el cruce de estos dos caminos que se produce el en-

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cuentro entre dos mundos diferentes: un espacio de heterogenei- dad cultural en el que se mantiene la individualidad de los compo- nentes de las culturas americanas y europeas, que se superponen sin Ilegar a confundirse porque su identidad viene dada precisa- mente por los elementos que diferencian una cultura de la otra32.

NOTAS

1. Antonio Cornejo Polar, Escribir en el aire. Ensayo sobre la heterogeneidad socio-cultural en las literaturas andinas, Lima: Horizonte, 1994. Idem, "Mestizaje, transculturaci6n, heterogeneidad". Revista de Critica Literaria Latinoamericana, Aino XX, No. 40, Lima-Berkeley, 2do, semestre de 1994, pp. 363-374. Para un analisis de la evoluci6n del concepto de heterogeneidad en la obra de ACP, vease Rauil Bueno, "Sobre la heterogeneidad literaria y cultural de America Latina". en Asedios a la heterogeneidad cultural. Libro de homenaje a Antonio Cornejo Polar, Jose Antonio Mazzotti y U. Juan Ze- vallos Aguilar, (coordinadores), Philadelphia: Asociaci6n Internacional de Peruanistas, 1996, pp. 21-36.

2. Sobre la difusi6n e importancia de la obra de Antonio Cornejo Polar pueden consultarse Asedios a la heterogeneidad cultural. Libro de homenaje a Anto- nio Cornejo Polar donde aparece una selecci6n de estudios sobre su obra y una amplia bibliograffa; El numero especial de homenaje a la trayectoria in- telectual de ACP en la Revista de Critica Literaria Latinoamericana, Ano XXV, No. 50, Lima-Hanover, 2do, semestre de 1999; Friedhelm Schmidt- Welle (editor) Antonio Cornejo Polar y los estudios latinoamericanos, Pittsburgh: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Berlin: Ibero-Amerikanisches Institut, 2001; Raul Bueno, Antonio Cornejo Polar y los avatares de la cultura latinoamericana, Lima: Fondo Editorial de San Marcos, en proceso de publicaci6n.

3. Un panorama de la 6pica hispanoamericana aparece en Margarita Pefia, Literatura entre dos mundos. Interpretaci6n critica de textos coloniales y pe- ninsulares. M6xico: Ediciones del Equilibrista, 1992, pp. 211-269; y Pedro Piniero Ramirez, "La 6pica hispanoamericana colonial" en Historia de la Li- teratura Hispanoamericana. Epoca colonial, ed. Luis niigo Madrigal. Ma- drid, Catedra: 1982, pp. 166-68. De consulta imprescindible es Jos6 Lara Garrido, Los mejores plectros. Teoria y prdctica de la epica culta en el Siglo de Oro, Malaga: Universidad de Mdlaga, 1999.

4. Para un juicio critico de estas posiciones puede consultarse Roberto Gonza- lez-Echevarria, "Reflexiones sobre Espejo de Paciencia", Nueva Revista de Filologia Hispdnica, XXXV, 2 (1987), pp. 571-590.

5. Entre los trabajos que reconocen la presencia canaria en la obra de Balboa estdn los estudios de Raimundo Lazo, Historia de la literatura cubana, M& xico, 1974, pig. 26; Joaquin Artiles e Ignacio Quintana, Historia de la litera- tura Canaria, Excma Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, 1978, pp. 39-42; Manuel Gonzalez Sosa, "Breviloquios en torno a Espejo de paciencia", en Homenaje al profesor Sebasticn de la Nuez, Canarias, Universidad de La Laguna, 1991, pp. 93-102; Ldzaro Santana, "Silvestre de Balboa, un poeta para dos islas", en II Jornadas de estudios Canaria-America, Santa Cruz de Tenerife, 1981, pp. 83-104; Idem, Introducci6n, a su edici6n de Espejo de pa- ciencia, Biblioteca Basica Canaria, Madrid, Viceconsejeria de Cultura y De- portes del Gobierno de Canarias, 1988, pp. 9-20; Manuel Lobo Cabrera, "Sil- vestre de Balboa, poeta y mercader de Indias", El Museo Canario, XLVII (1985-1986-1987), pp. 213-216; Bel6n Castro Morales, "Cultura colonial e

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insularismo en Espejo de Paciencia de Silvestre de Balboa", VIII Coloquio de Historia Canario-Americana (1988), Tomo II, Las Palmas, 1991, pp. 731- 749; Idem, "Relectura de Espejo de Paciencia, de Silvestre de Balboa. Mitos insulares y transgresi6n", en Actas del XXIX Congreso del Instituto Interna- cional de Literatura Iberoamericana (1992). Tomo I. Barcelona: Universidad de Barcelona-PPU, 1994; Idem, "La Arcadia caribe de Espejo de Paciencia: Ninfas, satiros y desculturaci6n", Revista de Critica Literaria Latinoameri- cana, Anio XXV, no. 50, Lima-Hanover, 2do. semestre de 1999, pp.133-146.

6. Me refiero aquf al estudio clasico de Emilio Orozco Diaz, Paisaje y senti- miento de la naturaleza en la poesia espaniola, Madrid: Editorial Prensa Es- paniola, 1968.

7. Orozco: ob. cit., p. 109. 8. Silvestre de. Balboa, Espejo de paciencia (ed. de Cintio Vitier), La Habana:

Comisi6n Nacional Cubana de la UNESCO, 1962. Todas las citas correspon- den a esta edici6n. Una extensa bibliografia aparece en ELirique Sainz, Sil- vestre de Balboa y la literatura cubana, La Habana: Letras Cubanas, 1982. Una bibliografia mas reciente puede encontrarse en Rauil Marrero-Fente, "Espejo de Paciencia de Silvestre de Balboa: Tradici6n epica y originalidad". en Al margen de la tradici6n. Relaciones entre la literatura colonial y penin- sular en los siglos XV, XVI y XVII, Madrid: Fundamentos, 1999, pp. 133- 156.

9. Garcilaso de la Vega, Obra po6tica y textos en prosa. Edici6n de Bienvenido Morros, Barcelona: Critica, 1995, p. LXXXVIII.

10. Es necesario esperar hasta el canto segundo del poema para que aparezca el catalogo de los heroes, donde se mencionan por sus nombres los vecinos que intervienen en el combate contra los piratas franceses. Es interesante apun- tar que la mayoria de estos nombres tambien aparecen en el padr6n de ve- cinos acusados de contrabandistas por las autoridades, entre los cuales tam- bi6n se encontraba el propio Silvestre de Balboa. Sobre este tema aparece amplia documentaci6n en Levf Marrero, Cuba: economia y sociedad, Madrid: Playor, 1975, Tomo IV, p. 134.

11. Ernest Robert Curtius, Literatura europea y Edad Media Latina (trad. de Margit Frenk Alatorre y Antonio Alatorre), M6xico: Fondo de Cultura Eco- n6mica, 1955, Tomo I, p. 286.

12. Curtius, ob. cit., p. 280. 13. Margaret Beissinger, Jane Tylus, y Sussane Wofford, (editores). Epic Tradi-

tions in the Contemporary World,. The Poetics of Community, Berkeley: Uni- versity of California Press, 1999, p. 2.

14. Un anailisis detallado del modelo de imitaci6n diferencial aparece en Juana Goergen: Literatura fundacional americana: El Espejo de paciencia, Madrid, Pliegos, 1993. Ver ademas Jos6 Carlos Rovira, "La imagen reflejada en el Espejo de Paciencia de Silvestre de Balboa". en Imagenes e imaginarios na- cionales en el Ultramar espaniol, Consuelo Naranjo Orovio y Carlos Serrano (editores), Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, 1999, pp. 255-268.

15. Crist6bal Col6n, Los cuatro viajes. Testamento, (ed. de Consuelo Varela), Madrid, Alianza, 1999, p. 70.

16. Luis de Camoes, Os Lusiadas ( Ed. de Faria e Sousa), 2 Vols., Lisboa: Im- prensa Nacional-Casa da Moeda, 1972, p. 108.

17. Una lectura que explora las relaciones entre erotismo y conquista en el dia- rio colombino aparece en Margarita Zamora, Reading Columbus, Berkeley: University of California Press, 1993, pp. 152-179.

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18. e acuerdo a documentos notariales, en 1588 Balboa viaj6 al Nuevo Mundo, regres6 a Canarias en 1590, y en 1592 viaja a Cuba donde reside hasta su muerte ocurrida probablemente hacia 1648. Esta informacion aparece en Manuel Lobo Cabrera, op. cit.

19. R. Bueno, "Sobre la heterogeneidad literaria y cultural de Am6rica Latina". en Asedios a la heterogeneidad cultural. Libro de homenaje a Antonio Cor- nejo Polar, p. 28.

20. Ovidio, Metamorfosis (ed. de Consuelo Alvarez y Rosa Ma. Iglesias), Madrid: Catedra, 1997, p. 227.

21. Fray Ram6n Pan6, Relaci6n acerca de las antiguiedades de los indios (ed. de Jose Juan Arrom), M6xico: Siglo XXI, 1988, p. 14.

22. Ovidio, ob. cit., p. 738. 23. Wofford, ob. cit., p. 242. 24. Dice R. Bueno: "desde el primer contacto Europa aporta una noci6n instru-

mental de la naturaleza que no se compadece para nada de la noci6n fuer- temente panteista de los precolombinos". Ob. cit., p. 29)

25. L. Marrero, ob. cit., Tomo I, p. 107. 26. M. J. Woods, The Poet and the Natural World in the Age of G6ngora, Oxford:

Oxford University Press, 1978, p. 100. 27. Chris Fitter, Poetry, Space, Landscape. Toward a New Theory, Cambridge:

Cambridge University Press, 1995, p. 15. 28. Fitter, ob. cit, p. 19. 29. Idem. 30. Idem. 31. Idem., p. 21. 32. R. Bueno: "La heterogeneidad, en cambio, tiende a la individuaci6n de los

especfmenes en contacto, dentro de la lInea alterizante basada en la afirma- ci6n de las diferencias. Su caracteristica es la insolubilidad de los elementos en juego, es decir, su capacidad de afirmar la discontinuidad cultural, esto es, de marcar fisuras que establecen la pluricultura. Lo que no significa que la heterogeneidad destruya las posibilidades de mestizaje, entendimiento o conflictos culturales. No ignora el contacto, sino que lo explica y aun busca plantearlo en un sentido constructivo". ob. cit. p. 28.

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