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MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PARA SUELOS POTENCIALMENTE EROSIONABLES Tesis en opción al título de Master Science en Fertilidad del Suelo Autor : Ing. Orlando Pacheco Borroto Tutor: MSc. Sigfredo Hernández Ortega Dr. Julio Gandarilla Benítez

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MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PARA SUELOS POTENCIALMENTE EROSIONABLES

Tesis en opción al título de Master Science en Fertilidad del Suelo

Autor : Ing. Orlando Pacheco Borroto

Tutor: MSc. Sigfredo Hernández Ortega Dr. Julio Gandarilla Benítez

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INTRODUCCIÓN La demanda, cada vez mayor, de alimentos para la población a conducido ha la explotación intensiva de las tierras agrícolas; generalmente basada en la mecanización con tractores y arados inadecuados para una u otra condición de suelo. Lo que ha generado un agudo proceso de degradación, manifiesto en las pérdida de nutrientes y suelo, originado por el golpeteo de las gotas de lluvia y la escorrentía, causa fundamental de la pérdida de capacidad productiva de los suelos cultivados. L a FAO (1994), señala que una de las causas principales de la degradación de los suelos en América Latina es, sin dudas, la aplicación de técnicas de labranzas inadecuadas, con el consiguiente deterioro de las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos, la disminución de los rendimientos agrícolas y, más importante aún, el deterioro del medio ambiente. El 56% del fondo de suelo del territorio nacional está clasificado como potencialmente erosionable, Riverol, (1985). El 40% de los suelos cultivables de Cuba están erosionados en mayor o menor grado, (Pérez et al, 1990); lo cual es alarmante en un país con taza demográfica alta y en constante crecimiento. El estudios sistemático de los procesos erosivos, en Cuba, inician con los trabajos desarrollados por Radkov et al, (1973), en la Estación Experimental del Tabaco, provincia Pinar del Río. En la década de los 80, comienzan trabajos de mayor envergadura (Bouza et al. 1981; Castro et al. 1989; Peña et al. 1995 y Riverol et al. 1999), que han generado un paquete tecnológico para el uso y manejo de los suelos dedicados a tabaco fundamentalmente. La generalidad de los estudios están referidos a los suelos donde se manifiestan con mayor fuerza los procesos erosivos; para los suelos potencialmente erosionables de la región Central y Oriental de Cuba, ubicados en pendiente menor de 5%, no existe un manejo agrícola científicamente fundamentado. Con este fin, la Estación de Suelo de Camagüey, comenzó desde 1996 estudios de uso y manejo de suelos en relieve de llano a ondulado, donde se manifiestan signos de degradación por erosión y uso intensivo. El agro - ecosistema "La Victoria" dedicado a la producción agrícola, en la provincia de Camaguey, ha experimentado la caída de los rendimientos agrícolas producto del mal manejo del suelo sometido durante más de 30 años a explotación continua, sin tener en cuenta las características del relieve y el suelo en sí. Ello evoca la necesidad de introducir un paquete de medidas de conservación que permita amortiguar las pérdidas de suelos y nutrientes, y elevar la capacidad productiva de los cultivos.

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RESEÑA BIBLIOGRÁFICA ü Degradación de los suelos. Se entiende por degradación del suelo cualquier proceso que conduzca a una reducción gradual o acelerada, temporal o permanente, de su capacidad productiva, o al incremento de los costos de producción. La degradación no solo depende de la intervención del hombre, sino del clima y de la naturaleza de los suelos, (Pla, 1989). ü Formas de degradación del suelo. La erosión, compactación, salinización y sodificación están entre los procesos de degradación del suelo, que pueden ser, directa o indirectamente, provocados o acelerados a través de la actividad agrícola. · Erosión. ü De todos los procesos que producen la destrucción del suelo y la pérdida de fertilidad, el más

peligroso es la erosión. El 70 % de la superficie del territorio nacional de cuba sufren mayor o menor grados el efecto de los procesos erosivos Pérez et. al. 1990). En Brasil, Argentina, Bolivia, Chile y Paraguay las pérdidas de suelo por la erosión pueden llegar a 202 millones de ha (FAO, 1993).

ü Conceptos de erosión. La definición clásica del proceso de erosión hídrica considera ésta como: el complejo proceso de separación y transporte de las partículas del suelo pendiente abajo, por la acción de las gotas de lluvias y la escorrentía (Bennett, 1939; Ellison , 1947 y Wischneir y Smith, 1962). Emerson, (1920); De Castro,(1965); Furnier, (1975) y DNSF, (1979), definen la erosión como el desgaste de la tierra por efecto del viento y del agua. Baver et al. (1972) y Cabrer y García (1976), formulan el concepto de una manera más amplia, al considerar la erosión como el proceso físico que consiste en el desprendimiento y transporte de los materiales del suelo por los agentes de la erosión y del intemperismo. Viers (1978) y Roose (1981) definen la erosión, considerando no solo el flujo de partículas sólidas arrancadas a la superficie del suelo en t/ha/año, sino también el escurrimiento que constituye el flujo líquido que transporta y a veces arrancan estas partículas. Febles y Miranda (1988), señalan que la erosión no es una entidad, sino un fenómeno concreto, esencialmente discontinuo, cambiante en modalidad y en efectos. Pla, (1989), señala que la erosión no es más que la perdida de suelo total o parcial del material del suelo arrastrado por el agua y a veces por el viento y que este efecto es mayor cuando la superficie está roturada, sin cubierta vegetal o con plantas muy poco desarrolladas, en dependencia de la pendiente y de las lluvias. Este autor plantea que los efectos provocados por la erosión pueden ser directos e inmediatos, a mediano y largo plazo.

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Duarte y Couso (1994), definen la erosión como el proceso de remoción, desprendimiento y arrastre de las partículas de suelos por el agua o por el viento, provocando muchas veces la disminución irreversible de su capacidad productiva ü Mecanismo de la Erosión. La erosión no sólo hace improductivas grandes extensiones de suelo, sino que provoca considerables daños ambientales y se ha convertido en la causa principal de contaminación (Pérez, 1984). La erosión hídrica es el proceso erosivo determinado por la acción del agua sobre el suelo y comprende la acción de dos agentes: la lluvia y la escorrentía. · Acción de la lluvia: El impacto de las gotas de lluvia es la causa principal del

desprendimiento de partículas de suelo. · Escorrentías. Cuando el volumen de agua caída supera a la infiltrada, el liquido comienza a

correr sobre la superficie siguiendo la pendiente. Los daños de la erosión en Cuba, tienen gran influencia en los cultivos económicos porque disminuye los rendimientos. Estudios de Pérez, (1989) demuestran que un suelo fuertemente erosiona puede dejar de producir hasta un 70%, medianamente erosionado hasta 50% y, los que sufren erosión leve, pueden reducir la capacidad de producción hasta 20%. Según Riverol et al. (1990) Se denominan tierra con erosión potencial a aquellas donde la combinación de los factores naturales condicionan la posibilidad de que surja una erosión acelerada durante la utilización agrícola de estos, sin aplicar medidas antierosivas necesarias y suelos que han sido roturados y tienen pendientes mayor de 0.5% están propenso a la erosión (CNSF, 1979). El índice erosivo del suelo (erodabilidad) es la vulnerabilidad o susceptibilidad del suelo a la erosión en función, tanto de las características físicas y químicas del suelo, como del tratamiento de estos .El grado de erosión es la magnitud que el proceso erosivo alcanza en un punto y momento determinado. ü Tipos de erosión:

· Erosión laminar. Es la remoción que hace el agua de manera más o menos uniforme de una capa o lamina delgada de suelo en superficie en pendiente.

· Erosión en surcos o pequeños cauces. Es la remoción del suelo por la correntía de agua que se acumula y se concentra en las depresiones o surcos.

El desprendimiento y acarreo de suelo es mayor en la erosión en surco que en la erosión laminar, ello se debe a la mayor velocidad del agua en movimiento cuando se concentra y desplaza en surcos. En la erosión en surco el desprendimiento se origina principalmente por la energía del flujo de agua y no por el choque de las gotas de la lluvia, como ocurre en la erosión laminar.

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· Erosión en cárcavas. Es un tipo de erosión que produce canales mayores que los producidos durante la erosión por surcos, a tal grado, que no pueden eliminarse con el laboreo. Casi siempre se derivan de los primitivos surcos que no han sido borrados por las labores, también puede formarse a partir de las huellas de los tractores u otras máquinas, trillos hechos por el paso del ganado o senderos practicados en las pendientes.

ü Consecuencias de la erosión. La erosión disminuye la fertilidad del suelo al perderse con el

agua los nutrientes esenciales para los cultivos y; provoca además otro problema de gran envergadura, la sedimentación (suelos desplazados del lugar original y depositado en otro).En general los suelos sometidos a los procesos erosivos tienen grandes perdidas de nutrientes y de elementos vitales para las plantas, y de hecho decrecen los rendimientos de los cultivos económicos. En Cuba, con el ascenso del relieve y la intensidad de los aguaceros, que en la mayoría de los casos se producen en forma de turbonadas de gran intensidad, unido a la mala protección de los suelos y a la acción antropogénica a que están expuestos, por lo que es de esperar como consecuencia un rápido deterioro. La erosión puede ser controlada o reducida a un mínimo cuando se adoptan medidas apropiadas de conservación de suelos.

ü Factores físicos que influyen en la erosión hídrica. Los factores básicos que influyen en la magnitud de la erosión hídrica son la topografía, el clima, el suelo y la vegetación. · Topografía. Entre las expresiones topográficos que influyen en la erosión están el grado y

longitud de la pendiente y las dimensiones en la forma de la cuenca. · Clima. Entre los factores climáticos que influyen en la intensidad de la erosión hídrica están

las precipitaciones, la temperatura, el viento, la humedad, y la relación solar. La relación entre las precipitaciones, la escorrentía y las pérdidas de suelos son muy complejas. La lluvia es el factor climático más importante con relación a la erosión de los suelos., así en dos regiones puede caer la misma cantidad de lluvia en el año, sin que ello signifique que las situaciones son semejantes; en un sitio el total puede estar formado por lloviznas aisladas y en el otro pueden haber caído dos o tres aguaceros fuertes por lo que en este último pueden esperarse daños severos por la erosión. De la intensidad del aguacero dependerá en gran medida la capacidad erosiva del flujo liquido que se desplaza sobre la superficie del terreno, (De Castro, 1965).

· Suelos. Las propiedades del suelo que mayor efecto tienen sobre el valor de la erosión hídrica son: Estructura, textura, contenido de MO, humedad y densidad, además de sus características químicas y biológicas, pero hasta el presente no se ha podido encontrar una de ellas que, aisladamente, proporcione un medio preciso para predecir la erosión ( Pla,1989).

· Vegetación. Es un factor primordial de la conservación de los suelos. Toda planta defiende al suelo de la acción perjudicial de las lluvias, aunque en forma y proporciones diferentes, (De Castro, 1965; Fournier, 1975). Los principales efectos de la vegetación relacionados con la protección del suelo son: Intercepta las gotas de lluvia y reduce la escorrentía, retarda la erosión al disminuir la velocidad de la escorrentía, mejora la agregación y porosidad del suelo, aumenta la actividad biológica y la capacidad de almacenaje de agua del suelo.

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ü Prácticas comunes para el control de la erosión. Incrementar la cubierta vegetativa del suelo. Usar residuos vegetales para proteger el suelo. Usar técnicas mejoradas de labranza. Rotar cultivos y plantar especies de cobertura. Uso de abonos orgánicos. Plantar árboles con raíces profundas para estabilizar terrenos en declive. Usar técnicas de prevención mecánica. Construcción de terrazas y canales de desviación. Preparación y siembra en contorno, cultivos en franjas y reducir la longitud de los campos. · Compactación La compactación es la degradación del suelo provocada por las labores mecánicas de cultivo y tráfico de maquinaria, la cual es un aumento de la densidad, bien en la superficie o más comúnmente a la profundidad de las repetidas labores de cultivo, (Pla,1989). Henin et al (1960) consideran que la compactación es el proceso de degradación de la estructura donde pueden formarse terrones densos que se sueldan para constituir capas compactas en el interior del suelo o en superficie y según Manichon, (1982) la compactación es la formación de estructuras masivas de los materiales del suelo sean en parte o en el conjunto del perfil. ü Efectos derivados de la compactación. De este proceso se derivan deficiencias en el drenaje superficial que provocan encharcamiento prolongado en áreas planas e incrementos en la escorrentía del agua y, erosión en tierras con pendiente. Así como fallas en la germinación cuando se desarrolla la compactación a la profundidad de arar, donde se forman pisos de arados, generalmente se presentan deficiencias en el drenaje interno que impiden una rápida eliminación de los excesos de humedad, escaso desarrollo radicular y poco profundo. ü Tipos de compactación y causas que la provocan según (Jongerius, 1970): 1. Pedogénica o Natural: Es provocada por saturación temporal, cambios de humedad en suelos arcillosos, desecamiento del perfil, lixiviación de partículas finas y transformación de óxidos. 2. Antrópica o Artificial: Es la compactación producida por el peso y fuerza excesiva de los equipos y maquinaria, vibración de los equipos, manejo del cultivo, intensidad del suelo agrícola, uso inadecuado del riego y elevado coeficiente de perdida de materia orgánica. Entre las manifestaciones más frecuentes producida por la compactación están: sellado y costra superficial, encharcamiento temporal; agrietamiento del suelo; terrones grandes, masivos y duros; incremento de la densidad aparente; formación de piso de labor y horizontes masivos y la perdida del espacio poroso.

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ü Métodos más utilizados para contrarrestar la degradación de los suelos por compactación.

(Pla, 1989). Realización de las operaciones mecánicas en el momento adecuado. Reducción del número de labores mecánicas. Técnicas de laboreo que no inviertan el prisma. Sistema de labranza adecuado: labranza reducida, labranza mínima y labranza cero. Uso de aperos de labranza adecuados. Rotación eficiente de cultivos: uso de abonos verdes y combinación de especies con hábitos diferentes. Uso adecuado de las estaciones climáticas. Uso de enmiendas orgánicas y minerales. Uso de cultivo asociados. Elección adecuada de técnicas de riego. Manejo de residuo cosechas en superficies. Rotación de la actividad socio – productiva : pastos – cultivos varios – caña de azúcar – frutales y bosques. · Labranza como factor degradación del suelo. La labranza convencional, según Puentes, (1980) y Hernández et al (1980), tiene un efecto ecológico y económico negativo, elevado número de labores, altos gastos de energía y mano de obra y lo más importante, el perjuicio que produce a las propiedades físicas e hidrofisícas del suelo. El sistema convencional de labranzas invierte el prisma del suelo, resultando que en el medio climático tropical, influyen negativamente en la fertilidad, ya que mezcla el horizonte superficial de mayor reserva natural de nutrientes, con las capas profundas menos fértiles. Además, forma piso de arado, capa compacta subsuperficial que disminuye la capacidad de infiltración del agua y favorece los procesos erosivos, unido al alto costo de los discos y rodamientos que utilizan los arados (Hernández y Hernández 1999). Santana et al. (1999) entienden por labranza convencional a un sistema altamente agresivo en el cual se utilizan herramientas tradicionales, frecuentemente en un número excesivo de pases sobre el terreno, con implementos que invierten el prisma como arados de rejas, discos y vertederas en la labranza primaria seguida del uso de gradas de discos; con este sistema se dejan pocos residuos en la superficie del suelo. ü Efectos negativos de la labranza convencional, (FAO, 1994).

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Físicos: Formación de costras, compactación general de la capa arable, formación de pisos de arados, mayor susceptibilidad a la erosión, menor infiltración de agua de lluvia, disminución del intercambio gaseoso, problemas de germinación en los cultivos y dificultades del desarrollo radical. Biológicos. Los arados al invertir el prisma de tierra ubican los organismos superficiales en condición menos oxigenada, sucediendo lo contrario con las capas inferiores, al pasar nuevamente estos arados tienden a disminuir la población que viven en el suelo, quizás más importante aún es el encostramiento superficial que reduce la aireación del perfil, perjudicando a los organismos vivos (FAO, 1994). Los sistemas de labranza para controlar los efectos degradantes del suelo deben evitar o reducir el sellado mediante la protección (cobertura de residuos, vegetación, etc.) y la estabilización (roturación adecuada del suelo superficial en etapas críticas del suelo y desarrollo del cultivo), producir una rugosidad superficial, roturación en terrones grandes y estructuras (camellones en contornos, terrazas de absorción, etc.) que reniegan temporalmente el exceso de agua para facilitar la infiltración o proveer el drenaje superficial para evacuación de los excesos de agua, capaces de provocar escorrentía y erosión. La FAO, (1994) ha identificado que una de las causas principales de la degradación de tierras, en varias partes del mundo, es la aplicación de técnicas de preparación de tierras y labranza inadecuadas; que conducen a un rápido deterioro físico, químico y biológico de gran proporción de suelo, trayendo como consecuencia un fuerte descenso en la productividad de los cultivos y el deterioro del medio ambiente. · Métodos de conservación de Suelos. Existe una gran variedad de métodos para el control de la erosión hídrica, ellos se agrupan en 3 categorías fundamentales (Pérez, 1984): ü Métodos culturales: Son aquellos donde intervienen ciertos aperos de labranza para dar una

disposición determinada a la capa arable entre ellos. ü Siembra con labranza mínima: Como el nombre lo indica la preparación del terreno se realiza

con el mínimo de alteración de estructura del suelo. El laboreo mínimo es un sistema agrotécnico con el cual se disminuye la cantidad de pases de máquina sobre el campo, disminuyendo la compactación del suelo y la destrucción de la estructura, es un método ampliamente utilizado en el mundo para la conservación de los suelos contra la erosión hídrica, además de favorecer la conservación de la humedad (Rodríguez, 1986). La labranza conservacionista contribuye a evitar la compactación a la que son propensos los suelos, lo que pudiera ser desastroso, ya que el deterioro físico debido a la compactación puede según Altiere (1996a) reducir el potencial productivo de los mismos, a demás de disminuir las pérdidas por erosión.

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La labranza mínima o de conservación disminuye las pérdidas de suelo por la erosión así lo demostraron Johanson (1979); Klinski (1980); Blair (1982); Ellery (1982). En Cuba varios investigadores han demostrado el carácter antierosivo y conservador de este tipo de labranza entre los que se puede señalar a Bouza et al (1981); Porra y Otero, (1984); Cancio et al (1990); Riverol et al (1990 y 1995) y Cabrera et al (1996). En Pinar del Río se encontró, además, un efecto antierosivo y conservador del suelo con la utilización del tiller y el multiarado (Porras et al 1989 y Otero et al 1996). Delgado (1993) señaló que la labranza mínima, la subsolación, los surcos en contorno y, los canales recubiertos de vegetación pueden reducir la erosión hasta el 90 %. ü Siembra en contorno: Consiste en disponer las líneas de siembra y realizar todas las labores

de cultivo en forma transversal a la pendiente, en curvas de nivel o contorno, conservando la fertilidad del suelo y el aprovechamiento de la humedad al proteger los terrenos de las escorrentías.

En Camagüey en terrenos con pendientes entre 2 y 5 % (Pacheco et al. (1999), al combinar medidas sencillas como laboreo mínimo, siembra en sentido contrario a la mayor pendiente y, siembra en contorno, aplicación de abonos orgánicos y una agrotécnia correcta además de un manejo adecuado de los suelos Pardos sin Carbonatos obtuvieron incrementos en los rendimientos superiores al 10 %, investigaciones que se realizan por primera vez en áreas de topografía de llana a ondulada. La siembra en contorno es utilizada en diferentes cultivos en Brasil, Africa del Sur y EUA, (Santana et al. 1999). ü Ventajas adicionales de la siembra en contorno: · Conservar mejor la humedad del suelo. · Aumentar la retención de agua de lluvia. · Mejor uso de la red natural de drenaje. · Reduce el consumo de energía durante el laboreo al traficar siempre por pendiente mínima. · Da uniformidad a las condiciones del terreno para realizar las labores mecanizadas, ya que la

franja de cultivo conserva la misma posición fisiográfica en toda la extensión, no existen zonas altas ni bajas en franja.

· Incrementa los rendimientos agrícolas al conservar la fertilidad y la humedad residual del ü Labranza con implementos especiales. Emplean arados de gran profundidad, subsoladores,

gradas especiales, con el objetivo de aumentar la profundidad en zonas de arado y romper las lozas u horizontes compactados que se forman a determinadas profundidades, que impiden el movimiento del agua y de las raíces a través del perfil del suelo.

ü Métodos agronómicos: Utiliza especies vegetales que protegen al suelo de las gotas de lluvias

y las escorrentías. · Cultivos en faja. Es una práctica compleja donde se combinan la rotación de cultivo,

siembra en contorno, operaciones apropiadas de labranza, manejo de residuos de cosecha y cultivos de cobertura.

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· Barreras vivas. Son hileras de plantas perennes de crecimiento denso, sembradas transversalmente a la pendiente, casi siempre por las curvas de nivel, que quedan dispuestas en el terreno a determinadas distancia unas de otras.

· Labranza con cobertura vegetal. Consiste en que los restos de cultivo anterior se han dejado sobre la superficie del suelo o a poca profundidad. Este método es muy útil para combatir la erosión sobre todo durante los períodos en que las plantas que se cultivan no protegen adecuadamente al suelo.

· Rotación de cultivos. Es una sucesión que se repite en un mismo terreno en forma mas o menos regular, de diferentes cultivos. El éxito de este método depende de la selección que se haga en la siembra.

· Siembra en cobertura y abonos verdes. Las siembras en coberturas, también llamados cultivos de protección tienen como finalidad impedir o reducir la erosión. Estos cultivos protegen al suelo cuando no está ocupado con los cultivos habituales durante la época de las lluvias.

· Siembra entre líneas. Es la siembra de gramíneas y leguminosas entre las hileras del cultivo principal, para controlar la erosión.

ü Uso de abono orgánico como mejorador de suelo. Los abonos orgánicos se han utilizado desde tiempos remotos en todas las civilizaciones del mundo, siempre con buenos resultados, permitiendo la producción de alimentos en cantidades suficientes (Guerrero, 1993). Peña et al. (1988) asegura que los residuos orgánicos al ser aplicados al suelo mejoran las propiedades físicas, químicas y biológicas, resolviendo el problema de la fertilidad del suelo, además de aumentar la capacidad de resistencia a factores ambientales negativos. Los materiales orgánicos se comportan como fertilizantes completos, aportan macro y microelementos, por el alto contenido de materia orgánica que presentan mejoran las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos y el rendimiento de los cultivos (Gandarilla, 1988). Jeavouns, (1991) plantea que el abonado orgánico es una de las prácticas más importante para mantener un suelo productivo. Mayea (1993) afirma que esto es posible porque los ácidos orgánicos del abono trabajan sobre los nutrientes del suelo, lo solubilizan y hacen asequible a las plantas. También, Alvarez et al. (1995) señala que los abonos pueden ser transformados a biofertilizantes, de alta calidad nutritiva, por la acción de los microorganismos. Yagodin (1986) plantea que los estiércoles son ricos en microflora aportando gran cantidad de microorganismos y, Szegi (1988) afirma que al aplicar abono produce cambios en las propiedades del suelo, que transforman los procesos biológicos profundamente e intensifican la actividad biológica y que ocurra mejor aprovechamiento de los nutrientes por las plantas. Por otra parte, Ramón et al. (1987) y Pronatura (1987) consideran que el humus de lombriz mejora la estructura, la textura y la capacidad de retención de humedad del suelo. También, Caballero et al. (1993, 1994, 1995 y 1996) señalan incrementos de los rendimientos del ají chay, tomate y plátano burro en suelos Pardos sin Carbonatos de Camagüey al aplicar 4-6 t/ha de humus de lombriz. Resultados satisfactorios reportan Pérez y Rodonet, (1985), Pacheco et al.

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(1993) y Pérez et al. (1997), al estudiar distintas fuentes de residuales orgánicos, ya que aumentaron los rendimientos del cultivo y mejoraron las propiedades del suelo. ü Abonos verdes y cubierta vegetal Hoy, existe una nueva tendencia al uso de abonos verdes, principalmente mediante la siembra de especies leguminosas y gramíneas de crecimiento rápido, para conservar y aumentar la capacidad productiva de los suelos cultivados. En Cuba, ha pesar de los resultados positivos de investigación, no se ha extendido esta práctica a grandes superficies agrícolas. Pueden destacarse los trabajos realizados por Cordero et al. (1984), Fernández et al. (1989), Riverol et al. (1990) y Cabrera et al. (1996), todos coinciden en un efecto positivo en la conservación del suelo ante los procesos erosivos. Además, de mejorar las propiedades del suelo, los abonos verdes fijan nitrógeno atmosférico a través de las bacterias que viven en simbiosis con las leguminosas (Pérez, 1984). Bonilla (1992) señaló que para mejorar los suelos erosionados es necesario enriquecerlos de materia orgánica y, los abonos verdes constituyen una fuente apropiada, ya sea sembrándolos independiente o combinados. Por otra parte, Kouke y Veltrán, (1992) en el estado de Texas, lograron con la incorporación de una cosecha de millo, a los 50 días del ciclo vegetativo, mejorar las propiedades físicas del suelo. El manejo de otras formas de cubierta vegetal, ya sea, coberturas muertas, rotación de cultivo, asociaciones, intercalamiento, métodos de labranza mínima y, cero labranza, utilizados independientes o combinados son medidas eficaces para la conservación del suelo y el agua. Hernández et al. (1980) consideró necesario investigar un método agrotécnico de rotación de cultivos que incluya la siembra de abonos verdes. El cultivo continuado o la cubierta con residuos de cultivo proveniente de sistemas manejados apropiadamente, es importante para mantener el potencial productivo (Altieri, 1996a). Bonilla (1992) plantea como aspectos esenciales en la conservación del suelo, mantener cobertura vegetales y árboles de sombra que protejan al suelo de la insolación y del impacto de las gotas de lluvias. Rivero et al. (1998) señala que la intensidad de la erosión no depende sólo del clima y otros factores naturales, sino también del estado de la cobertura vegetal. La intensidad de los efectos erosivos es más pronunciada en los suelos donde la vegetación es débil. · Aptitud agrícola de los suelos Pardos.

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Los suelos Pardos sin Carbonatos pueden ubicarse desde el punto de vista agrícola en tierras arables (Riverol, 1985) pero las divide según el grado de pendiente que predomina en la región. Los suelos Pardos sin Carbonatos con pendientes menores de 1 %, son recomendados para cultivos como la caña de azúcar, tabaco, cítricos, viandas y vegetales, con pocas limitaciones erosivas con estos cultivos, obteniendo dos o tres cosechas al año aunque considera preciso aplica fertilizante cada año. Los suelos con pendiente de l – 3 % tienen apenas limitaciones erosivas, se pueden utilizar intensivamente, pero en la época de lluvia deben estar protegidos del efecto de las gotas de lluvias mediante cobertura vegetal. Es preciso al nivel de 3 – 5 % de pendiente que la preparación del suelo debe hacerse antes de que se inicie en período lluvioso o después de este. Se recomienda la aradura y siembra en contorno o perpendicular a la mayor pendiente (Riverol, 1973; Riverol et. al. 1999). Los suelos Pardos sin Carbonato de la UDCT “La Victoria” se caracterizan por presentar adecuadas propiedades físicas, químicas para el desarrollo de una amplia gama de cultivos, (DPSF, 1980). El subtipo Típico es poco profundo se recomienda para el cultivo de hortalizas y granos; cuando excede 30 cm de profundidad es adecuado para la plantación de plátano, yuca y frutales. El subtipo Plastogénico ocupa topografía casi llana y poca capacidad de infiltración del agua, ya que son más arcillosos, con drenaje moderado; cuando no existen colectores artificiales o los naturales están obstruidos este puede constituir el único factor que limita la producción de los cultivos deseados. MATERIALES Y METODOS ü Descripción y Ubicación del lugar. La Victoria es una Unidad de Desarrollo Científico Técnico (UDCT) que pertenece a la Empresa de Cultivos Varios de la Delegación de la Agricultura en la Provincia de Camagüey, cuenta con 48 campos distribuidos en 5 fincas y un área agrícola de 350,5 ha. Se encuentra enclavada a 18 km aproximadamente de la ciudad de Camagüey, en la carretera Camagüey - Nuevitas, a 2 km del poblado de Altagracia, entre las coordenadas N (311,00 - 315,00) y E (40300 - 40700) en las hoja cartográfica Altagracia (4680-III-b) y San Serapio (4680-II-a) a escala 1:25000 (DNSF, 1989). Para adecuar los métodos de labranza e introducir un sistema de manejo conservacionista en el área se realizó un estudio previo a la investigación, donde se actualizaron los mapas existentes de suelos, pendiente y factores limitantes a escala 1:10 000 (Montejo et al. 1997) y; así conocer las principales características agroproductivas de la U.D.C.T, relacionadas con la producción agrícola: Relieve: El relieve va desde llano a ondulado con pendientes que oscilan entre 0,5 y 5%, en campos aislados existen pendientes mayores al 5%. Suelo: Los suelos del área agrícola están representados por los Pardos sin Carbonatos (68.9%), Fersialíticos Pardo Rojizo (16.26%) y Oscuro Plástico no Gleyzados (14.84%). El suelo Pardo

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sin Carbonato predomina en la UDCT, representado por los subtipos Típico y Plastogénico que abarcan 241.5 ha. La arcilla es predominante en el horizonte superficial. Se desarrollan bajo el proceso de sialitización, en el cual se forman minerales arcillosos del tipo 2:1, o mezclas de 2:1 y 1:1. El contenido de materia orgánica oscila entre 2 y 4% con valores bajos de P2O5 y K2O. Predomina el calcio en el complejo de cambio. En campos de poca profundidad efectiva hay gravillosidad o pedregosidad. Clima: Las variables climáticas, más importantes, han sido evaluadas a partir de 9961 pluviogramas en 27 años (1973-1998) de la Estación Meteorológica 355 de Camagüey, por ser la más cercana al poblado de Altagracia. Tabla 1 .- Variables climáticas de la región de estudios. Estación 355 Camaguey.

Términos E F M A M J J A S O N D ANUAL Rad. Solar (langley/día) 346.6 399.8 470.8 522.8 506.1 503.3 529.3 515.4 471.5 409.9 360.6 324 163.1Ep (mm) 84.2 98 133 146.2 138.1 145.8 163.6 155.6 122.5 112 90.1 78.8 1468Precip. (mm) 9.1 30.6 70.2 50.3 132.7 154.7 69.5 102.9 123.6 129.5 43.8 13.1 930W (%) 17.7 14.9 22.9 24.1 37.7 54.7 38.5 29.5 44.3 52.9 45.7 30.8 Ind. Aridez 0.11 0.31 0.53 0.34 0.96 1.06 0.042 0.66 1.01 1.16 0.49 0.17 0.63Ind. Sequía 0.26 0.2 0.3 0.32 0.51 0.07 0.56 0.41 0.68 0.78 0.55 0.39 0.48Días lluvia erosivas 0.5 0.8 1.3 1.3 4 3.9 2.6 3.3 3.9 2.9 0.9 0.3 25.7 ü Manejo convencional del suelo. Las labores de preparación de tierras se hacía mediante sistema convencional de labranzas, empleando de 6 a 7 labores, utilizando tractor DT- 75, arado A-10 000 y grada de 4500 libras, sin tener en cuenta el sentido correcto del laboreo, ni el de mantener la mayor parte posible del tiempo el suelo cubierto o protegido de los procesos erosivos. ü Método conservacionista introducido Para establecer las medidas de conservación de suelos acorde a las características de la UDCT, según los estudios previos de suelos, relieve, clima y manejo actual, se seleccionaron campos demostrativos lo cual se realizo teniendo en cuenta la mayor pendiente de los suelos, la representatividad en el área agrícola y la susceptibilidad a los procesos erosivos. Se escogieron dos campos con pendientes mayor del 2% (9 y 17ª) y uno con pendiente menor del 2% (12ª), para introducir el sistema de labranza conservacionista y medir las variaciones de indicadores físicos, químicos y biológicos del suelo; así como, el control de los rendimientos por cultivo y campo, comparándolos con los rendimientos históricos de la UDCT, durante el período 1989-1995.

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Tabla 2 - Condiciones agroproductivas y sistema de manejo aplicado en campos demostrativos.

Tipo de Labor Año Sucesión

de Cultivo Abonado

Labranza Nivelación Siembra Campo 9

Superficie: 2.68 ha, predomina suelo Pardo sin carbonato Plastógenico

sobre roca ígnea intermedia, saturado, medianamente profundo, medianamente humificado, arcilla, poco gravilloso, pedregoso, 28 cm profundidad efectiva ligeramente ondulado, erosión potencial leve a

moderada.

1996 Maíz Disco X Perpendicular a la mayor pendiente

1996 Calabaza Compost Disco X Perpendicular a la mayor pendiente

1997 Fruta bomba Compost Multiarado Contorno + Buffer 1998 Barbecho

Campo 12

Superficie 4.03 ha, Oscuro plástico no Gleyzado, gris amarillento sobre materiales transportados, medianamente profundo, medianamente humificado, arcilla, poco gravilloso, poco pedregoso, 32 cm

profundidad efectiva, casi llano, erosión potencial leve.

1996 Guayaba Compost Multiarado X Perpendicular a la mayor pendiente

1996 Pimiento Fosforina Tiro Animal Perpendicular a la mayor pendiente

1996 Ají Chay Humus Tiro Animal Perpendicular a la mayor pendiente

1996 Yuca Mineral Multiarado X Contorno 1997 Fruta bomba Compost Multiarado Contorno 1998 Fruta bomba Barbecho Contorno

Campo 17

Superficie 4.43 ha, pendiente > 2, suelo Pardo sin Carbonato Típico, sobre rocas ígneas intermedias, saturado, medianamente profundo, medianamente humificado, arcilla, gravilloso,

pedregoso, 30 cm profundidad efectiva, ligeramente ondulado. Erosión potencial leve a moderada.

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1996 Yuca Mineral Multiarado X Perpendicular a la mayor pendiente

1997 Fruta bomba Compost Multiarado Contorno 1998 Fruta bomba Barbecho Contorno

ü Actividades comunes realizadas en los campos demostrativos.

· Laboreo mínimo: En la preparación del suelo se utilizo tractor Yunz - 6M o MTZ-80, arados

de discos ADI- 3 o Multiarado M-750. El número de labores se redujo de 6 ó 7 a 2 ó 3 solamente, que incluye rotura y mullido con grada de 2200 libras.

· Se realizó la nivelación del terreno con landplane para eliminar montículos y cm de profundidad efectiva.

· Los restos de cosecha fueron incorporados con la preparación del terreno. El uso del implemento en la preparación del terreno ha estado en dependencia del cultivo anterior, regulando los discos del arado en función de la capa activa del suelo, par no mezclar los horizontes del suelo. · Abonado orgánico y mineral: Se utilizó compost, gallinaza y humus de lombriz de acuerdo a

las disponibilidades existentes (compost y gallinaza a razón de 11,5 kg/planta y, 0 y 4 t ha de humus de lombriz). La fertilización mineral se realizo de acuerdo al servicio agroquímico utilizando urea, Superfosfato triple y cloruro de potasio.

ü Labores de cultivos Las labores agrotécnicas fueron realizadas con tracción animal, con yunta de buey y aperos de deshierbe y aporque. En el campo 12 cultivado con Guayaba enana se aplicó riego por aspersión en los primeros estadios de vida, beneficiándose los cultivos de ají chay y pimiento introducidos para cubrir el suelo y obtener una cosecha adicional. Este campo se dividió en dos partes para estudiar la aplicación de fosforina y humus de lombriz en pimiento y ají chay y probar así las dosis recomendadas por el Instituto de Suelos (1991) y Caballero et al (1996). ü Observaciones y Métodos de comparación. Se calculó la erosión potencial según el programa EROS (Riverol et al, 1989). Se tomaron los rendimientos agrícolas por cultivo y se compararon con los promedios de la UDCT durante 7 años (1989-1995). ü Análisis de suelo realizados: Los muestreos se realizaron al inicio (1996) y final (1998).

ü Físicos. Se tomaron en 1996 y 1998, cinco muestras del campo para las determinaciones de humedad higroscópica y textura (MINAG, 1979).

ü Químico. En 1996 y 1998 se tomaron 20 muestras a 15 cm de profundidad para las determinaciones de pH (KCL), P2O5, K2O y M O (MINAG, 1979a).

ü Biológicos: En 1996 y 1998 se tomaron 20 muestras compuestas por 5 submuestras alrededor de un punto central para las determinaciones de la Respiración Basal (RB), Nitrificacion Real (NR) y Descomposición de la Celulosa (DC). La RB se determinó

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mediante el sistema de frasco cerrado propuesto por Isermeyer (1952), por humedecimiento de 25 g de suelo a 60% de la capacidad máxima de retención de agua y, la determinación de CO2 al cabo de 24 horas de incubación a 30 º C (Dommerguez, 1960). La NR por incubación de 25 g de suelo durante 15 días (Bolotina y Abramova, 1968) y la DC por los principios descritos por Szegui, (1988).

La evaluación estadística se realizó mediante análisis de varianza de clasificación simple y, donde hubo significación se aplicó la prueba de rangos múltiples de Duncan, para un nivel de significación del 5%. Para la evaluación económica se tuvo en cuenta el precio de venta vigente a Acopio y Frutas Selectas: maíz y ají chay 198.38 $/t; calabaza, yuca y pimiento 327/t y fruta bomba 392.40 $/t. El precio del combustible 0.19 $/l y el salario del operador ($ 225.00). RESULTADOS Y DISCUSIÓN. ü Comportamiento del sistema de manejo conservacionista. · Sistema de labranza: El suelo quedo listo para la siembra con sólo 2 ó 3 labores de rotura y

mullido, según el estado inicial del suelo, resultado que permite reducir el número total 3-5 labores. Caballero et al. (1992), en trabajo realizado en suelos infértiles de Camagüey, logro disminuir el número de labores al igual que Hernández et. al. 1998, al comparar la labranza mínima con la tecnología convencional, ambos autores señalan reducción de los gastos al disminuir el número de labor.

La disminución del número total de labores se logro al comenzar la labranza justamente después de la cosecha, roturando el suelo con la humedad remanente, efecto que favoreció el auto mullido de los terrones. Hernández et al. (1999), coincide en que el sistema convencional de labranza forma grandes terrones porque generalmente se ejecuta cuando el suelo esta muy seco. Al disminuir el tiempo de labranza a sólo 15-20 días, permite establecer más rápidamente el cultivo, lo que posibilita que el suelo éste la mayor parte del tiempo cubierto o protegido por un cultivo, lo que repercute positivamente sobre la producción agrícola, además de disminuir las pérdidas de suelos que se producen por los arrastres ocasionados por las lluvias (Bouza et al. 1990, Riverol et al. 1995). El sistema de laboreo mínimo no desmenuza excesivamente los rastrojos o desechos de cosechas, quedando estas en superficie, evitando la incidencia directa de los rayos del sol sobre el suelo y el golpeteo de las gotas de lluvias o riego conservando la estructura del suelo, (Bouza et al. 1990, Hernández et al. 1995 y Alfonso et al. 1999). Alfonso (1987), reporta que para evitar el deterioro de la estructura del suelo, debe reducirse el número de pases de equipos agrícolas, aplicar materia orgánica y sembrar siguiendo las curvas de nivel. El uso de equipos y aperos de menor peso que los utilizados por el sistema convencional, disminuyó la compactación del suelo, lo que pudiera ser desastroso, ya que el deterioro físico

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debido a la compactación puede reducir el potencial productivo; además, disminuye las pérdidas por erosión (Rojas et. el. 1992 y Altieri, 1996a). La introducción del multiarado en la primera o segunda labor de preparación del suelo, logro dejar en superficie mayor cantidad de rastrojos, posibilitando la protección del mismo, al no invertir el prisma, no se forman surcos remanentes de emberga, como ocurre con los arados de discos, surcos que facilitan la organización del agua de escorrentía y elevan el arrastre de suelos. El corte horizontal forma menor terrones lo que posibilita disminuir el número de labores. Varios autores consideran al multiarado como un implemento antierosivo y conservador del suelo, como múltiples ventajas con relación a los arados de disco y vertedera (Bouza et al. 1981, Porra et al. 1989, Hernández et al. 1995 y Otero et al. 1996). El multiarado propicia la conservación del suelo, logra la preparación del lecho adecuado para la siembra más rápidamente, al no tener que esperar el tiempo prolongado para la descomposición de los residuos en el interior del suelo, disminuye el número de pases de araduras, pues realiza varias funciones simultaneas y favorece el control de las malezas que proliferan en los campos (Hernández y Ronzoni, 1997). ü Manejo de la pendiente. El sentido del laboreo perpendicular a la mayor pendiente se realizó en el campo 12, con pendientes que oscilan entre 0.5-2%, independientemente del cultivo, ya que constituye una técnica agronómica eficiente para la conservación de los suelos a este nivel de pendientes según CNSF, (1984) los suelos labrados se destruyen por la erosión incluso en las pendientes menores del 1%, cuando a simple vista parece que se trata de una superficie llana. La siembra en contorno se realizó en los campos 9 y 17, terrenos de topografía variables con pendientes entre 2 – 5%, constituyendo un complemento a la labranza mínima y a la orientación del laboreo, si se tiene en cuenta que la pendiente en estos campos genera procesos erosivos. La franja buffer se ubicó en el campo 9, donde la pendiente excede el 5%, se construyó con la vegetación natural en forma de césped, que sirvió de filtro a las aguas de escurrimiento, colocándolas a 30 m de distancias con ancho de 2 m adecuadas en dependencia del valor de la pendiente Investigaciones realizadas por Bouza et al. (1981), CNSF, (1984), Castro et al. (1989) y Riverol et al. (1999), recomiendan el empleo de la labranza mínima, las medidas de conservación y la dirección correcta de los surcos para el control de la erosión. Así Delgado señala que los suelos de pendientes elevadas, la labranza mínima, la subsolación, la siembra en contorno y los canales recubiertos de vegetación pueden reducir la erosión hasta el 90 %. Roose (1981); Leprum et al. (1986) y FAO, (1993) han demostrado la efectividad de los medios de labranza conservacionista en el control de la erosión, en trabajos realizados en regiones tropicales; así, como las ventajas para los cultivos. ü Respuesta del cultivo al manejo conservacionista.

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Los rendimientos alcanzados en los campos demostrativos (Tabla 3) son superiores a la media de siete años obtenidos por la UDCT con incrementos superiores al 10%, producto de una agrotécnia correcta, al empleo de abonos orgánicos y a un manejo adecuado de los suelos que incluye las medidas de conservación propuestas (laboreo mínimo, sentido correcto del laboreo, siembra en contorno y barreras vivas) en dependencia de la pendiente. Domínguez (1989), comprobó que, en Cuba, todos los suelos con pendientes superiores a 0.5% que han sido roturados, están afectados en mayor o menor medida por la erosión y, Pérez (1989) demuestra que los suelos que sufren erosión leve pueden reducir la capacidad de producción hasta 20%.

Tabla 3. Rendimientos e incrementos obtenidos ($) en los campos demostrativos

Campo (#) Cultivo Rendimiento

(t/ha)

Rendimiento media/ 7 años

(t/ha)

Incremento de Rendimiento

(%)

9 Maíz 1.31 1.30 0.77

9 Calabaza 3.19 2.92 9.25 9 Fruta Bomba 16.90 13.83 22.20 12 Guayaba 4.33 4.38 12 Ají chay 31.31 9.20 240.30 12 Pimiento 12.61 4.62 172.90 17 Yuca 9.63 8.22 17.15 17 Maíz 2.21 1.30 70.00 17 Fruta Bomba 14.06 10.86 29.46

Son pocos los trabajos realizados en suelos potencialmente erosionables que refleje el comportamiento del manejo, los estudios han sido desarrollados fundamentalmente en áreas donde se manifiesta con fuerza los procesos erosivos, o sea en suelos con pendientes elevadas. Investigadores como Cancio et al. (1990), Peña et al. (1993), Riverol et al (1995), Quintana et al. (1995) y Cabrera (1996) han logrado incremento de los rendimientos del cultivo al aplicar medidas de conservación respecto al sistema tradicional, además del control efectivo de la erosión. En el campo 12, además de las medidas agronómicas de conservación de suelo se aplicó fosforina al cultivo de pimiento, como suplemento de la fertilización mineral. Biofertilizante que elevó el rendimiento con relación a la media de la UCDT (tabla 4), lo que demuestra ser una alternativa económica de la fertilización por ser de fácil manipulación y bajo costo. Resultados ya señalados por Ferrán et al. (1992), Placencia et al, (1996) y Mendoza et al, (1997), los que señalaron además el efecto positivo que ejerce sobre los cultivos.

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Tabla 4. Rendimiento obtenido con las dosis de Fosforina y humus de lombriz

Cultivo: Pimiento Cultivo: Ají Chay Dosis de

FOSFORINA (l/ha)

Rendimiento (t/ha)

Dosis de humus (t/ha)

Rendimiento (t/ha)

0 10,08b 0 18,01b 20 12,67ª 4 31,31ª

E.S.X 0,3820* 1,6271* También, altos rendimientos se obtuvieron, en el campo 12, al aplicar humus de lombriz en el cultivo del ají chay (tabla 4), con incrementos del rendimiento superiores a la media histórica de la UDCT. Respuesta positiva al humus de lombriz han reportado Caballero et al, (1995 y 1996) en estudios realizados en suelos Pardos sin Carbonatos de Camaguey, quienes obtuvieron incrementos de los rendimientos del ají chay, tomate y plátano burro, respectivamente, al aplicar entre 4 – 6 t/ ha de humus de lombriz. En trabajos realizados por Gandarrilla (1988); Caballero et. al. (1992), Pacheco et al. (1993), Gandarilla et. al. (1995), y Pérez et al (1997) en suelos infértiles del norte de Camagüey con la aplicación de estiércol vacuno, gallinaza, cenizas de caña de azúcar y cachaza han encontrado incrementos de los rendimientos de los cultivos; además, de mejorar las propiedades químicas, físicas y biológicas del suelo. Comportamiento de indicadores físicos, químicos y biológicos. Los índices físicos evaluados (tabla 5) denotan la acción degradante incipiente que el manejo convencional ha dado lugar en los suelos estudiados. El contenido de arena gruesa es superior e inferior el de arcilla, en los tres campos demostrativos y en las dos pendientes evaluadas, en el primer muestreo, independientemente del subtipo de suelo. Esto significa que hay pérdida de las partículas más finas y tendencias al predominio de más pesadas y difíciles de arrastrar (Stalling, 1962). Tabla 5. Algunos parámetros físicos al inicio de la experiencia.

Campo 9 Pendiente

2-5 %

ES x Campo 17 Pendiente

2-5 %

ES x Campo 12 Pendiente

1-2 %

ES x Indices

(%) inicio final inicio final inicio final

Hy 14.16 14.51 11.40 10.84 8.72 9.17 Arena Gruesa

3.47 2.89 5.47 4.26 10.27 8.15 Arena Fina

12.71 14.70 19.92 18.14 28.64 24.23 Limo 27.98 24.58 30.56 30.26 19.68 22.74 Arcilla 55.84 57.71 44.05 47.00 41.37 44.88

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Esta observación se corrobora al analizar el comportamiento de los contenidos de materia orgánica, P2O5 y K2O, en el muestreo inicial, que son ligeramente inferiores bajo esta condición (tabla 6). Tabla 6. Propiedades químicas de los campos estudiados.

Campo 9 Campo 17 Campo 12 Indicadores

Inicio Final Esx Inicio Final Esx Inicio Final Esx

pH (KCl) 5,20 5,0 5,11 5,05 6,08 6,15 6,10 6,15 5,9 P2O5 (mg/100 g) 12,10 15,10 15,89 16,89 42,57 46,43 46,25 48,54 24,55

K2O (mg/100 g) 42,22 45,17 44,45 46,64 36,36 36,58 40,80 44,20 41,54

M.O (%) 3,29 3,37 3,22 3,14 2,92 3,07 3,04 3,23 2,97

En los campos 9 y 17 el proceso de degradación por erosión es más acentuado producto de estar ubicados a mayor pendiente; el campo 17 ha sufrido mayor grado de deterioro; valoración que se confirma al analizar los resultados de la respiración basal (tabla 7), la cual está relacionada con el número de microorganismos presentes y las reservas energéticas de la materia orgánica del suelo (Alef y Nannipieri, 1995), que resultó mayor en la zona de menor pendiente lo que demuestra que existió arrastre de fracciones lábiles de la materia orgánica. La Actividad microbiana asociada a los ciclos del carbono y el nitrógeno representadas por la nitrificación real y la descomposición de la celulosa, tuvieron comportamiento similar a la respiración basal (tabla 7). Tabla 7 . – Actividad microbiológica del suelo.

Campo Pendiente (%)

RB (mg CO2/100g)

NR (mg NO 3 /100g)

DC (%)

1 – 2 9 2 – 5 1 – 2 17 2 – 5

El comportamiento general de la actividad microbiana se corresponde con los estudios realizados por Alvarez et. al. (1996), que obtuvo mejor estado de la microflora y su actividad en las subcuencas de menor pendiente. Al comparar el muestreo inicial y final (tabla 5), se observa que en los tres campos estudiados existe tendencia ha disminuir el contenido de arena gruesa y a aumentar el por ciento de arcilla en el último año de establecido el sistema conservacionista de manejo del suelo. Cabrera (1996) encontró disminución de los valores de algunos índices físicos en un estudio de suelo de segmentos de cuenca erosionable.

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Después de tres años de establecido el nuevo sistema de manejo se puede observar que existe diferencias significativas entre los índices químicos evaluados en los campos 9 y 17 (tabla 6), con aumento de los contenidos de P2O5 y K2O asimilables del suelo, manteniéndose estable la materia orgánica y el pH. En campo 12 no se encontró diferencia entre ninguno de los indicadores. Aunque los valores no se deprimen con relación al muestreo inicial. Los resultados alcanzados al final de la investigación indican que el sistema establecido logra mantener y conservar la fertilidad del suelo. Resultados que coinciden con los obtenidos por Cabrera (1996) en suelos tabacaleros de Pinar del Río. También, Bonilla (1992) asegura que para establecer y mejorar los suelos erosionados, es necesario enriquecerlos con materia orgánica. Altiere (1996) recomienda, para suelos con pendientes, mejorar la fertilidad con barbecho natural, abono verde e incorporación de residuos o compost. ü Valoración económica. Por el valor del incremento (tabla 8 y 9) alcanzado en los campos demostrativos, con relación a la producción histórica de los últimos 7 años registrados por la UDCT, se logra una ganancia de 914,82 $/ ha.

Tabla 8. Comportamiento de indicadores económicos en los campos demostrativos.

Campo

(#) Cultivo

Rendimiento

(t/ha)

Incremento de Rendimiento

(t/ha)

Valor del incremento

($) 9 Maíz 1.31 0.01 1.98 9 Calabaza 3.19 0.27 88.29 9 Fruta Bomba 16.90 3.07 1204.67 12 Ají chay 31.31 22.11 4386.18 12 Pimiento 12.61 7.99 2612.73 17 Yuca 9.63 1.41 461.07 17 Maíz 2.21 0.91 180.53 17 Fruta Bomba 14.06 3.20 1255.68

Valor del Incremento por unidad de superficie ($/ha) 914.82 También se obtiene un ahorro de $ 20,46/ha por la reducción del gasto de petróleo y el costo de la preparación de tierra (tabla 7).

Tabla 9. Ahorro obtenido por la disminución de las labores.

Indicadores Costo de 6 labores ($/ha)

Costo de 2 labores ($/ha)

Diferencia ($/ha)

Petróleo 4,50 2,19 2,31 Prep. Tierra 11,18 4,21 6,27 Total 26,86 6,40 20,46

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Ø Paquete de medidas propuestas para la conservación de los suelos potencialmente

erosionables. Los resultados discutidos muestran la efectividad de la combinación de las medidas de conservación de suelo utilizadas, las cuales deben quedar establecidas bajo las siguientes consideraciones. ü Manejo del suelo § Nivelación: Realizar en los campos que lo requieran la nivelación del terreno, para eliminar

montículos, depresiones y desniveles causadas por el remate de embergas, que ocasionan encharcamiento y la organización de la escorrentía.

§ Preparación del suelo: Sustituir el sistema convencional (6 ó 7 labores) por el sistema conservacionista (laboreo mínimo).

§ Reducir el número de labores a 2 ó 3. § Evitar el mullido excesivo de suelo y realizarlo solo en función del tipo de semilla a

establecer. § Reducir el tiempo que el suelo permanece descubierto o desnudo a no más de 20 días. § Realizar las labores de labranza en el momento óptimo (tempero). § La profundidad de la aradura será entre 20-30 cm, en dependencia de la profundidad

efectiva del suelo o según el hábito radical del cultivo § Evitar el uso de equipos pesados para disminuir la compactación del suelo, usando

preferiblemente tractor de goma (Yunz - 6M y MTZ-80 de 1.4 t de peso). § Introducir aperos de corte horizontal como el multiarado que facilitan dejar restos

orgánicos en la superficie y reducen el uso de gradas y de labores innecesarias. § Reducir el uso de arados de discos y gradas que invierten el prisma del suelo, entierra

los restos orgánicos y crean piso de labor. Fomentar el uso del tiller como apero de mullido que deja a su vez mayor número de restos orgánicos en superficie y posibilita la infiltración del agua, evitando el desarrollo de procesos erosivos.

§ Momento de siembra: Realizar las siembras de los cultivos de primavera antes del comienzo

de las lluvias el suelo tenga una cubierta vegetativa que lo proteja. § Manejo de la pendiente

§ Sentido del laboreo: Se realizará en sentido perpendicular a la mayor pendiente en todos los suelos potencialmente erosionables, puede resultar la única medida necesaria por su efectividad en aquellos campos con pendiente ligeras entre 0,5-2 %.

§ Siembra en contorno: Cuando las pendientes estén comprendidas entre 2 y 5 %. Consiste en disponer las líneas de siembra y realizar todas las labores de cultivo en forma transversal a la pendiente, en curvas de nivel o contorno, conservando la fertilidad del suelo y el aprovechamiento de la humedad al proteger los terrenos de las escorrentías.

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§ Franjas buffer o barreras vivas. Se realizará además del contorno en aquellos campos en que la pendiente sea superior al 5 %. Son hileras de plantas sembradas transversalmente a la pendiente casi siempre por las curvas de nivel, dispuestas en el terreno a 30 m una de otra y 2 m de ancho, pudiendo ser de vegetación natural o de algún cultivo en específico.

§ Realizar las siembras de los cultivos de primavera antes del comienzo de las lluvias para que al comenzar las mismas, el suelo tenga una cubierta vegetativa que lo proteja.

§ Labores de cultivo § Organizar, perpendicular a la mayor pendiente, los residuos de las cosechas para

amortiguar el volumen de escurrimiento del agua. § Utilizar la tracción animal en las labores de cultivo, para disminuir la compactación del

suelo. § Establecer cultivos intercalados o asociación, que cubren mayor superficie de suelo e

incrementa el índice de utilización de la tierra. § Enmienda orgánica.

§ Fuentes de Abonos orgánicos: Localizar y cuantificar las fuentes cercanas de abonos orgánicos para incrementar el uso de las mismas como mejoradores y conservadores del suelo.

§ Dosis y formas de aplicación: § Aplicar localizado 4-6 t/ha de estiércol vacuno, compost, gallinaza o humus de

lombriz. § Aplicar 11,5 kg./planta de estiércol vacuno, compost y gallinaza en los cultivos

de guayaba, fruta bomba y calabaza entre otros frutales. § Fomentar el uso de la fosforina a razón de 20 l/ha.

Conclusiones ü El sistema de labranza mínima utilizado en los campos demostrativos disminuye el número de

labores y el tiempo entre éstas, establecer el cultivo sucesor más rápido, lo que permite mayor cantidad de cultivo / año; además de reducir el costo de preparación de suelo.

ü La sustitución parcial o total del arado de disco y la introducción del multiarado proporcionó: Alcanzar el mullido requerido con menor número de labores, disminuir el uso de grada de discos, aumentar el por ciento de rastrojo en superficie y evitar el efecto del golpeteo de las gotas de lluvia sobre el suelo.

ü El laboreo del suelo en el sentido perpendicular a la mayor pendiente, la siembra en contorno y el establecimiento de franjas buffer reducen el escurrimiento superficial del agua de lluvia y amortiguan el desprendimiento y arrastre del suelo.

ü El uso combinado de medidas sencillas de conservación de suelo y el empleo de abonos orgánicos, unido a una agrotécnia correcta, incrementan el rendimiento del cultivo y mantienen la fertilidad del suelo.

ü Se obtiene un beneficio económico por la reducción del número de labores en la preparación del terreno de 20.46 $/ha y, 914.82 $/ha por el incremento de los rendimientos de los cultivos establecidos en la sucesión.

Conclusión general

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El establecimiento del paquete de medidas agronómicas comunes de conservación del suelo demostró ser un método de manejo útil para evitar la degradación de los suelos, de la UDCT “La Victoria”, situados en relieve potencialmente erosionable e incrementó el índice de uso, sostenible, del fondo de tierra y los beneficios económicos del productor.

Recomendaciones Introducir las medidas de conservación propuestas en los suelos potencialmente erosionables de “La Victoria” y en agro ecosistemas con características de topografía semejantes. BIBLIOGRAFIA Altieri, M. A. 1990. Proyecto agrícola en pequeña escala en armonía con el medio ambiente.

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Resumen Corto El proyecto desarrollado en la UDCT “La Victoria” brinda una metodología que permite aumentar la producción de alimentos, conservando los suelos potencialmente erosionables, haciendo un uso más adecuado de los mismos. Durante su ejecución se introdujo en todos los campos el laboreo mínimo, utilizando los equipos os e implementos más ligeros, disminuyendo las labores de preparación de 6 a 7 que se realizaban por el sistema tradicional a 2 por el sistema conservacionista , logrando aumentar los rendimientos agrícolas en más de un 10% con relación a la media de 7 años obtenidas por la UDCT con un ahorro de $ 20.46 por hectárea debido a la disminución de las labores y de $ 6 722,71 por el valor del incremento obtenido en los tres campos evaluados ( 11,14 ha) . Otras medidas aplicadas han sido: realizar el laboreo en el sentido correcto que incluye la siembra en contorno y las franjas buffer en dependencia de la pendiente, efectuar la nivelación en todos los campos que así lo requieran dándole el mantenimiento a los colectores y redes naturales para mejorar los problemas del drenaje de los suelos, aplicación de los residuales orgánicos y de los desechos de las cosechas con la preparación del terreno. Esta metodología contempla el aumento de la producción en áreas de topografía de llana a ondulada con un manejo adecuado de los suelos para evitar su degradación, cuestión que sólo era tomada en cuenta en pendientes elevadas y puede ser aplicada en cualquier agroecosistema con características semejantes a las estudiadas.

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RESUMEN AMPLIADO La producción de alimento en un agroecosistema potencialmente erosionable de

la provincia de Camagüey La Victoria es una Unidad de Desarrollo Científico Técnico (UDCT) que

pertenece a la Empresa de Cultivos Varios de Camagüey, cuenta con 48 campos

distribuidos en cinco fincas y un área agrícola de 350,5 ha. Su relieve va desde

llano a ondulado con pendientes que oscilan entre 0,5 y 5,0 %, aunque en campos

aislados se pueden encontrar valores mayores al 5 %. A pesar de predominar las

pendientes bajas, se consideran suelos potencialmente erosionables por llevar más

de 30 años de explotación agrícola intensiva con un inadecuado manejo de los

suelos, que lo han hecho vulnerables a los procesos erosivos. Para la

caracterización del área se actualizaron los mapas de suelo, agroproductividad,

drenaje, factores limitantes, pendiente y erosión y se realizó el estudio hidrográfico

e hidrogeológico, para conocer los recursos naturales de la zona. Los datos

meteorológicos más importantes fueron procesados tomando de referencia los de la

estación Camagüey por ser la más cercana al lugar. Para la adecuación de los

métodos de labranza conservacionista y establecimiento de medidas antierosivas se

tomaron 3 campos como demostrativos, dos de ellos con pendiente mayor del 2 %

y uno con pendiente menor del 2 %, para realizar correctamente el sentido del

laboreo que incluye la siembra en contorno y franjas bufer, aplicación de abonos

orgánicos, fertilizantes minerales y biofertilizantes, medir las variaciones de algunos

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parámetros físicos, químicos y biológicos, así como el control de los rendimientos

alcanzados comparándolo con los rendimientos históricos de 7 años obtenidos por

la UDCP. En el resto de los campos se aplicaron paulatinamente las medidas

obtenidas en los campos demostrativos. Los suelos predominantes en la UDCT son

los Pardos sin Carbonatos (68,9 %) Plastogénico y Típico, seguido por los Oscuros

Plásticos no Gleyzados (14,84 %), Fersialítico Pardo Rojizo (13,69 %) y Pardo con

Carbonatos Plastogénico (2,57 %). En gran parte de ellos se presentan problemas

de drenaje, considerándose el 67,2 % como pobre, por lo que es necesario la

nivelación del terreno, el mantenimiento de los colectores de drenaje y redes

naturales y la creación de la red colectora de drenaje donde se requiera. El 32,8 %

de los suelos poseen problemas de erosión vinculado a terrenos con pendiente

predominante de 2-5 % y en algunas ocasiones mayor del 5 % relacionados con los

suelos Fersialíticos Pardo Rojizo Típicos y Pardos sin Carbonatos Típicos, por lo

que las medidas de conservación deben aplicarse para evitar las pérdidas de suelo.

Dado la tendencia que existe actualmente del incremento de las precipitaciones en

el período poco lluvioso, parece presumible que el mayor peligro de erosión hídrica

se encuentran a finales del período seco y comienzos del lluvioso por lo que la

protección del suelo es indispensable en esta etapa para disminuir las pérdidas que

se producen por las escorrentías. En los campos demostrativos se introdujo el

laboreo mínimo que simplifica el trabajo de preparación de las tierras, al disminuir

el número de labores de 6-7 empleadas por el sistema tradicional a 2-3 que se

utiliza en el sistema conservacionista, aplicado en la actualidad, con lo que se

reduce considerablemente el tiempo en que el suelo permanece desnudo, el gasto de

petróleo y el costo de la preparación de tierra. Se establece el sentido correcto del

laboreo que incluye la siembra en contorno y las franjas bufer en dependencia de la

pendiente. Los rendimientos alcanzados se elevan con respecto a la media de 7

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años obtenida por la UDCT, con incrementos superiores a un 10 %. La fosforina y

el humus de lombriz pueden ser utilizados como alternativas de fertilización al

incrementar los rendimientos del pimiento y ají chay respectivamente. En los

análisis químicos del suelo se observa una estabilización de los valores de P2O5,

K2O y M.O., lo que indica que se ha detenido el deterioro de los suelos,

manteniendo la fertilidad en los 3 años de conducción del proyecto. En el resto de

los campos fueron introducidas todas las medidas obtenidas en las áreas

demostrativas. En los platanales en producción sembrados en el sentido de la

pendiente, se colocaron los desechos del deshoje, deshije y cosecha de forma

perpendicular para disminuir las pérdidas de suelo con las escorrentías y cuando

estos sean demolidos la preparación se realizará en dependencia del grado de

pendiente. En los campos de plátano y guayaba en fomento se intercaló otro cultivo

como frijol, calabaza y pepino, con el propósito de proteger el suelo, además de

obtener una cosecha adicional, práctica que debe ser extendida a todos los campos

con posibilidades, incrementado el índice de utilización de la tierra. Los

rendimientos alcanzados en estos campos están por encima de la media de 7 años

obtenida por la UDCT, aunque por debajo del potencial varietal de los cultivos. A

través de plegables, eventos científicos, publicaciones y conferencias impartidas, se

capacitó a los productores sobre la necesidad de producir alimentos conservando el

suelo, además de divulgar los aspectos más importantes del proyecto. La

metodología propuesta brinda una organización para la producción de alimentos

mediante un uso más eficiente de los suelos, con la que se elevan los rendimientos

en más de un 10 %y se detienen los procesos erosivos que comienzan a presentarse

en el agroecosistema, con beneficio sobre el medio ambiente a través de la

conservación del suelo. Desde el punto de vista social se obtiene mayor producción

de alimentos que satisfacen las necesidades de los productores y elevan su nivel de

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vida, además de contribuir a una entrega mayor de alimentos a la población. Desde

el punto de vista económico se logran $ 20,46/ha de ganancia en cada preparación

de tierra por la reducción del gasto de petróleo y el costo de la preparación de tierra

y $ 6 722,71 por incremento de los rendimientos de los cultivos en los 3 campos

evaluados (11,14 ha). Desde el punto de vista científico la metodología ofrece

cómo aumentar la producción de alimentos con un manejo más eficiente de los

suelos. Este estudio es el primero que se realiza en la provincia de Camagüey en

una zona de topografía de llana a ondulada donde sus pendientes no son

pronunciadas pero existen áreas afectadas por procesos erosivos. Esta metodología

ha sido introducida en los campos que conforman la UDCT y puede ser aplicada en

cualquier agroecosistema con características semejantes a las estudiadas.

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