desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafíos

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  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

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    Desplazamientos internos

    en conflictos armaDos:responDer a los Desafos

    Temas

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

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    Comit Internacional de la Cruz Roja19, avenue de la Paix1202 Ginebra, Suiza

    T + 41 22 734 60 01 F + 41 22 733 20 57

    [email protected]

    www.cicr.org

    CICR, noviembre de 2009

    Fotografa de la portada: Stringer Pakistan/REUTERS

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

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    Desplazamientos internosen conflictos armaDos:

    responDer a los Desafos

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    Cm el prlema de ls desplaamiens persise,a veces durante perodos prolongados, ocasiona

    ingentes problemas de ndole humanitaria que exigen

    una respuesa cherene, crdinada e inegral prpare de la cmunidad inernacinal.

    En el presente informe especial, se analizan los

    aspecs fundamenales de la preccin la asis-tencia que se han de proporcionar a las personas

    desplazadas, desde la prevencin del desplaza-

    mien, si es psile, hasa sus eapas pserires,si resula ineiale.

    Cuando el Comit Internacional de la Cruz Roja (CICR)

    interviene para prestar asistencia a los desplazadosinternos, evala el contexto global en el que tiene

    lugar el desplazamiento. As se advierte que quienes

    permanecen en sus hgares, quienes acgen a lsdesplaads inclus ls que regresan pueden sertanto o ms vulnerables que quienes huyen. A veces,

    las persnas que aandnan su lugar de residencian escapan sl del cmae de ls aaques, sinde las cnsecuencias ecnmicas de la guerra dela impsiilidad de acceder a ls ienes sericissics.

    Las mayores necesidades las tienen las personas,desplaadas n, que sn inisiles para el munden general, a las que la mara de ls rganismsinernacinales n iene acces.

    N se sae cn cerea cuns ha, pues muchspasan inaderids, sin que se ls enga en cuena,sin que se los asista. Algunos gobiernos incluso

    niegan su existencia. Pero se estima que en el mundo

    ha cerca de 26 millnes de persnas desplaadasen el inerir de su prpi pas.

    En pases cm Afganisn, Clmia, la ReplicaDemocrtica del Congo, Georgia, Kenia, Liberia,

    Pakistn, Filipinas, Somalia y Sudn, estas personas,

    denominadas desplazados internos, han debido aban-

    donar sus hogares y carecen de seguridad, techo,

    alimen, agua, medis de susisencia ap dela comunidad. Muchas veces, las condiciones extre-

    mas que deben soportar hacen peligrar su

    superiencia.

    En los conflictos armados, los desplazamientos sue-

    len ser consecuencia de violaciones del derecho

    internacional humanitario (DIH) o de los derechos

    humanos fundamentales. De hecho, si se respetaran

    las leyes, la mayora de las personas desplazadas

    podra permanecer en sus hogares. Sin embargo,

    ell n es as , en casines, esas persnas se enligadas a desplaarse ms de una e prque lasfueras armadas, ls grups armads las auri-dades n cumplen cn sus ligacines.

    Muchs de ls acs que prhe el derech iner-nacional humanitario son muy comunes. Entre ellos

    se encuenran ls aaques a la placin ciil a la

    propiedad civil, la privacin de alimentos a los civilescomo estrategia de guerra, las represalias, el uso de

    civiles como escudos humanos, la destruccin de

    elementos esenciales para la supervivencia y la obs-

    truccin de la llegada de ayuda material o de la asis-

    tencia necesaria para la supervivencia de la poblacin

    civil. Sin embargo, a pesar de que el DIH es vinculante

    para los actores estatales y no estatales, muchas de

    sus nrmas n sn respeadas. Aunque la marade ls Esads recnce ls Principis Recres delos Desplazamientos Internos de las Naciones Unidas,

    que tienen su fundamento en normas del derecho

    internacional humanitario y del derecho de los dere-chos humanos, se necesita un profundo compromiso

    para poder hacer frente a los desafos del desplaza-

    miento interno, un fenmeno cuya gravedad va en

    aumen.

    Lbano: 40.000 personas se vieron obligadas a abandonar susviviendas, destruidas durante los enrentamientos de 2007.

    FrancoPagetti/CICR/VII

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    Mariam no tena la menor idea de adnde se diriga.

    Simplemente huy, llevando consigo a sus cuatro hijos.Fue un xodo masivo, repentino y catico. Atrapada en

    el conlicto de Darur, la regin ms occidental de

    Sudn, y la ms atormentada por el conicto iniciado

    en 2003, la tribu ellata, asentada al norte de la ciudad

    de Gereida, haba soportado numerosos ataques, pero

    el ltimo ue abrumador. Hubo muchos muertos y la

    aldea se incendi.

    Los ellata, un grupo seminmade de pastores y agri -

    cultores, no tenan muchas opciones. Aunque durante

    varias generaciones haban convivido pacfcamente en

    la zona con granjeros de la etnia masalit, que constituye

    la poblacin mayoritaria, las cuestiones tnicas que se

    entremezclaban en el complejo conicto dividieron alos vecinos, instalando entre ellos el miedo y la

    sospecha.

    Primero ueron rumores. Por un lado, se deca que los

    granjeros conspiraban para echar a los nmades de la

    regin. Por el otro, se aseguraba que los nmades que-

    ran desplazar a los granjeros para que los pastores lle-

    varan a sus animales a las tierras de cultivo.

    Durante un tiempo, el viejo rey masalit de Gereida logr

    contener la violencia y el desorden. El rey Malik ejerca

    su dominio en un radio de 30 kilmetros alrededor de

    la ciudad y, mediante un pacto de caballeros con las

    tribus y las partes en el conicto, mantuvo a Gereidacomo zona neutral. Pero, tras la muerte del rey, el con-

    trol de Gereida qued en manos de un grupo rebelde

    que se opona al Gobierno central. Las milicias partida-

    rias del Gobierno empezaron a recorrer las zonas

    Filipinas: anciana visita, con su nieto, el poblado que abandonaron; tiene mucho miedo de volver a casa.

    rurales. As las cosas, todo el mundo tena motivos para

    huir, y el campo qued deshabitado.Los granjeros masalit y otros pobladores, acosados por

    los grupos armados, abandonaron sus tierras y se diri-

    gieron a la ciudad de Gereida. En la actualidad, residen

    all ms de 100.000 desplazados, un nmero cinco veces

    mayor al de los habitantes de la ciudad. Los miembros

    de la tribu de Mariam huyeron en la direccin contraria.

    Como algunos ellata se haban incorporado a los gru-

    pos armados, se los consideraba a todos partidarios del

    Gobierno. Por esta razn, debieron abandonar Gereida

    y se dirigieron al norte, al sur o al este; en defnitiva, a

    cualquier sitio donde pudieran vivir tranquilos.

    El grupo de Mariam, ormado por alrededor de 300 ami-

    lias, parti hacia el sudoeste y luego no se supo msnada de l. En las semanas, los meses y los aos que

    siguieron a la partida, la historia de la joven estuvo mar-

    cada por el dolor y el surimiento: la prdida de un hijo,

    la lucha por la supervivencia, el completo aislamiento

    que la dej al margen de una importante operacin

    humanitaria. Lo ms alarmante es que la historia de

    Mariam no es un caso aislado, pues millones de despla-

    zados internos atraviesan experiencias similares en todo

    el mundo.

    A inales de 2008, el Centro de Control de

    Desplazamientos Internos, una institucin dependiente

    del Consejo Noruego de Reugiados, estim en 11,6millones la cantidad de desplazados en rica, 4,5 millo-

    nes en Amrica, 3,9 millones en Oriente Medio, 3,5 millo-

    nes en Asia meridional y sudoriental, y 2,5 millones en

    Europa y el centro de Asia.

    JamesNachtwey/CICR/VII

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    CRECIENtE PREoCUPACINEN LA CoMUNIDAD INtERNACIoNAL

    para cuidar sus escasos pero valiosos recursos o para

    ocuparse de los enermos, los discapacitados y los ancia-

    nos, que no pueden huir. Cuando se obstaculiza el

    acceso a estas personas, como suele ocurrir en las situa-ciones de conicto, nadie se entera de las difcultades

    que atraviesan y la ayuda no les llega.

    Nadie supo de las difcultades de Mariam. En Gereida,

    nadie saba adnde haban ido los suyos y, con excep-

    cin de algn trabajador humanitario que otro, a nadie

    le importaba demasiado. Es que haba otras preocupa-

    ciones. El campamento de desplazados, uno de los ms

    grandes del mundo, ya haca parecer pequea a la ciu-

    dad, y continuaba extendindose. Los incesantes ata-

    ques de las milicias a las aldeas, la tensin entre los

    ellata y los masalit, y los intensos enrentamientos entre

    las uerzas armadas en las proximidades de la ciudad nohacan ms que multiplicar el nmero de los recin

    llegados.

    Mariam haba salido de la aldea en 2005, a pie y car-

    gando en brazos a su hijo menor, Hamad, junto con una

    El desplazamiento de personas en el interior de sus pro-

    pios pases como consecuencia de la guerra es motivo

    de creciente preocupacin en todos los continentes.

    Como afrma el presidente del CICR, Jakob Kellenberger,

    los desplazamientos internos son uno de los problemas

    ms graves en los que interviene la accin humanitaria.

    Su impacto en los varios millones de desplazados y en

    el sinnmero de amilias y comunidades de acogida es

    dicil de evaluar, si no imposible.

    Los ataques directos y los malos tratos, la prdida de

    bienes, el riesgo de que las amilias queden separadas

    y los nios alejados de sus amiliares, el mayor peligro

    de la violencia sexual para las mujeres y las nias, los

    mayores riesgos sanitarios, y la restriccin del acceso a

    la atencin mdica y a otros servicios esenciales son

    algunas de las amenazas con las que se enrentan los

    desplazados internos. En sus intentos por procurarse lo

    necesario para sobrevivir, estas personas corren aun

    ms riesgos, debido a las tensiones con las comunidades

    de acogida, el reclutamiento orzoso, los asentamientosen lugares peligrosos o inadecuados y el retorno obli-

    gado a zonas inseguras.

    En algunas ocasiones, el acceso a los desplazados es un

    problema sumamente complicado. Los campamentos

    ofciales donde viven poblaciones enormes son slo la

    punta del iceberg. Las necesidades suelen ser mayores

    uera de esos campamentos, particularmente en las

    comunidades donde los residentes, que a menudo

    luchan por su propia subsistencia, proporcionan

    vivienda y alimento a los desplazados. Fuera de los cam-

    pamentos de desplazados, donde hay servicios mdicos

    y se distribuyen alimentos y agua en un entorno seguroy uera del alcance de la mayora de las organizaciones

    humanitarias, los ms vulnerables deben valerse por s

    mismos. Entre los ms desprotegidos se encuentran

    quienes deciden permanecer en su lugar de residencia

    Slo pensabaen protegera mis hijos,en sobrevivir,y no en el lugaradonde iramoso en las cosasque tena que llevarme,recuerda Mariam.Todos pensbamosen lo mismo:salvarnos.

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    columna de gente que caminaba tan rpido que sus

    otros nios apenas podan mantener el ritmo. La mayo-

    ra de la gente iba a pie, unos pocos montaban en burro

    y lo s meno s l levaban co nsigo unas po caspertenencias.

    Slo pensaba en proteger a mis hijos, en sobrevivir, y

    no en el lugar adonde iramos o en las cosas que tena

    que llevarme, recuerda Mariam. Todos pensbamos

    en lo mismo: salvarnos.

    Sin embargo, no pudo salvar a Hamad. Al fnal del pri-

    mer da, el nio comenz a sentirse mal, con diarrea y

    vmitos. Nadie quera detenerse y no haba nadie que

    pudiera ayudarlo. No me quedaba ms que seguir cami-

    nando. A los dos das, muri.

    Mariam cuenta que el viaje acab cuando llegaron a un

    lugar desconocido dentro de las tierras de su tribu. Elgrupo se sent a la sombra de unos rboles que se alza-

    ban cerca de una aldea de cuatro o cinco viviendas.

    Estaban en el medio de la nada, pero cuando divisaron

    un pequeo pozo de agua, decidieron quedarse. All

    permanecieron escondidos durante cuatro aos, aisla-

    dos del mundo, sin recibir ayuda ni proteccin.

    Vivan realizando tareas rurales espordicas. El lugar de

    trabajo ms cercano estaba a dos horas de camino. Elagotamiento y las enermedades eran moneda

    corriente. Haba das en que no podan trabajar y das

    en que algunos pasaban hambre; la mayora de los

    enermos no reciba tratamiento. No podan procurarse

    ni siquiera la asistencia mdica bsica, pues estaban

    lejos de todo y no tenan dinero. Mariam no puede olvi-

    dar a los bebs allecidos durante esos aos.

    Los ellata debieron esperar a que las uerzas guberna-

    mentales tomaran Gereida para poder regresar. Cuando

    el CICR los hall en 2009, algunos miembros de la tribu

    de Mariam haban vuelto a acampar bajo un rbol,

    mirando a la nada, al antiguo emplazamiento de sualdea, planeando empezar todo de nuevo. Pero no

    tenan los medios para hacerlo. Se aproximaba la poca

    de lluvias. Con slo arar la tierra y sembrar, podran

    empezar a reconstruir su comunidad.

    PedrumY

    azdi/CICR

    Sudn: tras cuatro aos de desplazamientos,Mariam y su tribu regresaron a Gereida en2009 para rehacer su vida.

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    de proteger a los desplazados internos y a otros civiles

    que lo necesitan. En virtud del DIH, el desplazamiento

    de civiles impuesto por una de las partes de un conicto

    est prohibido, a menos que la seguridad de la pobla-

    cin civil est en peligro por motivos militares. En esecaso, los desplazados tienen derecho a recibir la misma

    proteccin que el resto de la poblacin.

    En el derecho queda bien en claro que la principal res-

    ponsabilidad por la proteccin y cobertura de las nece-

    sidades bsicas de los desplazados internos recae en el

    Estado o, en situaciones de conlicto armado, en las

    autoridades que controlan el territorio en el que se

    encuentran asentadas dichas personas. Muchas veces,

    quienes deben asumir esa responsabilidad no lo hacen,

    y eso constituye una enorme difcultad para el CICR en

    el dilogo que entabla con las partes en conicto en su

    calidad de guardin del DIH.

    En tanto civiles, los desplazados internos tienen dere-chos que son ms ciles de sealar que sus necesida-

    des. Para algunas organizaciones humanitarias, el

    nombre con el que se los designa no es muy til. Un alto

    uncionario de una de esas organizaciones con expe-

    riencia en el terreno en Asia y rica explica: Desde el

    punto de vista operacional, es muy rustrante. La deno-

    minacin desplazado interno puede ser engaosa,

    pues una persona desplazada puede estar en mejor

    situacin que una persona no desplazada aectada por

    el mismo contexto. El trmino en s no dice nada.

    En Jartum, Jordi Raich Curco, jee de la delegacin del

    CICR en Sudn, sonre ante lo que considera una obse-sin por poner rtulos y los criterios obsesivos en los

    que se unda. Disculpe, usted es un desplazado

    interno, un reugiado o un migrante? Es usted vctima

    de un conicto o de alguna otra situacin de violencia?

    La historia de Mariam revela que los desplazados tienen

    necesidades de corto, mediano y largo plazo: alimento,

    agua, techo, seguridad, asistencia sanitaria, educacin,

    integracin econmica y social. Asimismo, muestra que,

    para que la accin humanitaria sea efcaz, deben consi-

    derarse las necesidades de los desplazados en cada

    etapa de su traslado, y que la proteccin y la asistencia

    deben ir de la mano.

    La defnicin de desplazado interno que se emplea con

    mayor recuencia es la enunciada en los Principios

    Rectores de los Desplazamientos Internos, de las

    Naciones Unidas:

    personas o grupos de personas que han sido orza-

    das u obligadas a huir de sus hogares o lugares de resi-

    dencia habitual, o a abandonarlos, en particular, a causa

    de un conlicto armado, de situaciones de violencia

    generalizada, de violaciones de los derechos humanos

    o de desastres naturales o causados por el hombre, yque an no han cruzado una rontera entre Estados

    reconocida internacionalmente.

    Son muchos los motivos que pueden hacer que una

    persona se convierta en desplazada dentro de su propio

    pas; por ejemplo, que deba escapar de circunstancias

    que van ms all de un conicto armado o una situacin

    de desastre. A veces, el conicto es el punto crtico,

    dice Angela Gussing, directora adjunta de Operaciones

    del CICR. Puede ser la gota que colma el vaso, tras una

    sequa o la prdida de uentes de sustento o una suce-

    sin de malas cosechas. La violencia, o el miedo a la

    violencia, a veces da el empujn fnal. Las armas no sonla nica causa.

    Los marcos jurdicos, como las leyes nacionales, el dere-

    cho de los derechos humanos y, en un conicto armado,

    el derecho internacional humanitario, tienen la uncin

    personas o grupos de personasque han sido orzadasu obligadas a huir de sus hogares

    o lugares de residencia habitual,o a abandonarlos, en particular,a causa de un conicto armado,de situaciones de violencia generalizada,de violaciones de los derechos humanoso de desastres naturaleso causados por el hombrey que an no han cruzadouna rontera entre Estadosreconocida internacionalmente

    QU SoN LoS DESPLAzADoS INtERNoS?

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    Ah, es nmade! Se traslada porque huye de una guerra

    o porque se es su modo de vida?, ironiza.

    Las personas consideradas migrantes econmicos son

    vctimas de esa obsesin con los rtulos, porque no

    cumplen con los criterios que guan la accin de algunasorganizaciones humanitarias. A menos que hayan esca-

    pado de un conicto o de una amenaza de conicto, no

    cuentan como benefciarios de asistencia, pues se sos-

    pecha que pretenden benefciarse de una ayuda que no

    necesitan. Si bien siempre hay personas que se aprove-

    chan de la situacin, los conictos suelen aectar los

    mercados y las personas no reciben los servicios esen-

    ciales, por lo cual se ven obligados a ir en su busca. La

    ayuda con la que podra evitarse el desplazamiento a

    veces no llega a determinadas comunidades, que luego

    se encuentran con que las organizaciones humanitarias

    las discriminan a causa de un rtulo.

    Lo que Jordi Raich Curco quiere decir es que la ayudahumanitaria debera guiarse por la necesidad y no por

    un conjunto de categoras. En palabras del jee de la

    delegacin del CICR en Sudn, las personas desplazadas

    rara vez orman grupos homogneos. Detrs del mismo

    rtulo, hay personas que son vulnerables por distintos

    motivos y tienen necesidades dierentes y especfcas.

    Las necesidades especiales de las mujeres, los nios y

    los ancianos estn reconocidas en las normas jurdicas

    existentes y se las enuncia asimismo en los Principios

    Rectores. No obstante, en las situaciones de conicto

    normalmente no se respetan sus derechos. Mama

    Louise (nombre fcticio), violada junto con sus hijas y sumadre, de 81 aos, en la provincia de Kivu Sur de la

    Repblica Democrtica del Congo, puede dar e de ello.

    JeroenOerlemans/CICR

    Pakistn: en2009, unos2,5 millonesde personastuvieron que huira causa de losenrentamientos.

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    Adems, en tales circunstancias, se interrumpe el acceso

    a la educacin.

    Las ciras son preocupantes. En Colombia, ms de la

    mitad de la poblacin desplazada son nios. Segn unestudio de mortalidad llevado a cabo en zonas de con-

    icto de la Repblica Democrtica del Congo, alrededor

    de un 50 por ciento de las muertes registradas corres-

    ponden a nios, pese a que constituyen slo un 19 por

    ciento de la poblacin. De acuerdo con un inorme de

    la Comisin Internacional de Rescate, la mayora de esos

    nios alleci como consecuencia de enermedades que

    podran haberse prevenido o curado con acilidad.

    Los ancianos, por su parte, corren el riesgo de que los

    abandonen. A veces no pueden y otras no quieren des-

    arraigarse con la premura que exige una situacin de

    conicto; entonces permanecen en su lugar y arontan

    las consecuencias. Cuando los ejrcitos de Georgia yRusia se enrentaron en Osetia del Sur, los habitantes

    ms jvenes huyeron. Cuando lleg el invierno, los

    ancianos que se haban quedado tuvieron difcultades

    para conseguir alimentos y asistencia mdica.

    Las instalaciones sanitarias estaban en ruinas, el precio

    de los alimentos aument debido a la mala cosecha, y

    el precario estado de las rutas dej aisladas a las comu-

    nidades ms remotas. En poblados como Avnevi, la

    angustia era cada vez mayor. Tamara, una mujer de 68

    aos, comenta: Se ue mucha gente. Es muy importante

    para mi hermana y para m saber que alguien se acuerda

    de nosotras.El lugar de asentamiento de los desplazados tambin

    incide en sus necesidades. No es lo mismo, por ejemplo,

    vivir en el campo que en la ciudad.

    En Colombia, la mayora de los desplazados est en las

    Su historia es muy comn. La violencia sexual y de

    gnero contra los civiles no da tregua en la Repblica

    Democrtica del Congo, y en Kivu Norte y Kivu Sur en

    particular. Sin duda, el desplazamiento incrementa el

    peligro. Durante la huida, en las cercanas e incluso den-

    tro de los campos, los desplazados son sumamente

    vulnerables. Ningn grupo est a salvo. A Mama Louise

    la capturaron en el camino de regreso a su aldea.

    Cuando comenzaron los ataques por parte de hombres

    armados en los alrededores de la ciudad de Minova,

    Mama Louise huy con su amilia al bosque y, cuando

    crey que el peligro haba pasado, retorn a su aldea.

    Por eso nos encontraron. Nos pidieron dinero y ame-

    nazaron con quemarnos. Tras saquear la vivienda, tres

    de ellos se quedaron, me hicieron callar y cerraron la

    puerta. Despus nos violaron.

    Para las mujeres y los nios de muchos pases, la violen-cia sexual y la explotacin no cesan nunca. Las mujeres

    adems deben soportar la violencia domstica, el

    acceso defciente a los servicios de salud reproductiva

    y, en muchos casos, la responsabilidad de mantener a

    sus amilias. En Somalia han muerto tantos hombres que

    es comn que las amilias desplazadas estn encabeza-

    das por mujeres. Algo similar ocurre en las principales

    ciudades de Colombia, donde ms del 90 por ciento de

    las amilias monoparentales desplazadas tienen por jea

    a una mujer.

    Los nios desplazados continan siendo presa de gru-

    pos armados que los usan como soldados, sirvientes oesclavos sexuales. Durante un conicto, la separacin

    de los nios de sus amilias plantea graves peligros. En

    2008, el trabajo orzado y la explotacin econmica de

    nios se dieron con recuencia al menos en 20 pases.

    FredClarke/CICR

    Colombia: entre 1,8 y 3 millonesde colombianos han tenido quedesplazarse desde 1985; la mayorade ellos ahora vive en la pobreza, enzonas urbanas.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

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    zonas suburbanas pobres cercanas a las grandes ciuda-

    des. Los cuarenta aos de conicto han causado el desa-

    rraigo de casi el 10 por ciento de la poblacin, y las ciras

    se incrementan ao a ao.Los pobladores de las zonas rurales luchan por adap-

    tarse al entorno urbano. Sin tierras que cultivar, los gran-

    jeros, cuyos ingresos son magros e inestables, se ven

    obligados a comprar el alimento. Para ellos no es cil

    encontrar empleo, pues sus conocimientos son de poca

    utilidad en las ciudades. A estas difcultades se suma el

    delito, el hacinamiento y la condicin insalubre de las

    viviendas. A veces es necesario sacrifcar la atencin

    mdica y la educacin, porque el dinero slo alcanza

    para cubrir las necesidades bsicas.

    La alta de experiencia en la jungla de cemento no

    saber desenvolverse ni a quin recurrir puede empeo-

    rar la situacin de las personas desplazadas, tal comose aprecia en un estudio realizado por el CICR y el

    Programa Mundial de Alimentos. La cuarta parte de las

    personas entrevistadas no haba inormado de su situa-

    cin a la autoridad correspondiente, con lo cual no reci-

    ban ayuda estatal.

    As como los ellata desaparecieron en el entorno rural,

    los colombianos desaparecen en las ciudades. En

    Colombia, las tribus minoritarias y los arocolombianos,

    obligados a abandonar su tierra por los grupos armados,

    son los ms propensos a perderse en las ciudades.

    Primero enrentarse con la situacin de conlicto, y

    luego entrar en contacto con el mundo moderno, esdemasiado para ellos, asegura Christoph Vogt, jee

    adjunto de Operaciones para Amrica Latina del CICR.

    Algunos ni siquiera hablan espaol, agrega.

    Se ue mucha gente.Es muy importantepara mi hermanay para m saber quealguien se acuerda denosotras.

    FredClarke/CICR

    Muchos peligros acechan a losdesplazados, sobre todo si sonpersonas mayores.

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    Tras veinte aos de conlicto armado en Somalia, la

    Media Luna Roja Somal no ha cejado en sus esuerzos

    por recordar a las uerzas armadas y las milicias su obli-

    gacin de proteger y respetar a la poblacin civil, los

    soldados heridos o capturados y el personal sanitario y

    humanitario y sus respectivas inraestructuras.

    No se sabe con exactitud cuntos desplazados internos

    hay en Somalia. Las personas son desplazadas una y otra

    vez; slo unos pocos tienen la suerte de no haber sido

    vctimas de este agelo. El presidente de la Media LunaRoja Somal, Ahmed Mohamed Hassan, se pone serio

    cuando habla del tema: La situacin no es nada cil,

    pero la diusin de los principios del DIH sigue siendo

    de vital importancia. Hacemos hincapi en sus relacio-

    nes con el Corn, las enseanzas del Islam y el derecho

    consuetudinario somal.

    Ninguna palabra sera ms adecuada que vital. Los

    ataques a las organizaciones y los trabajadores que han

    participado en operaciones de ayuda en 2009 son una

    muestra de la alta de respeto por la accin humanitaria,

    que suele ser la tabla de salvacin de las personas atra-

    padas en un conicto. El desorden ocasionado por losataques tambin representa una amenaza para el bie-

    nestar de los desplazados.

    El derecho internacional humanitario obliga a quienes

    portan armas a permitir que el personal humanitario

    llegue a salvo donde se encuentran las personas que

    necesitan ayuda; sin embargo, muchas veces esto no

    ocurre. En Oriente Medio, las ambulancias de la Cruz

    Roja Libanesa y la Media Luna Roja Palestina han sido

    atacadas mientras se dirigan a buscar heridos. Muchos

    voluntarios han muerto o han resultado heridos.

    Yousse, un voluntario de 40 aos, ayud a evacuar heri-

    dos del campo de reugiados Nahr el Bared, en el norte

    libans. En 2007, como consecuencia de los enrenta-mientos entre el ejrcito libans y el grupo armado

    Fatah al Islam, hubo 28.000 palestinos desplazados. Por

    la noche, apagbamos las luces de la ambulancia por-

    que tenamos miedo de que nos dispararan, recuerda.

    Para evitar los desplazamientos, es necesario solucionar

    las situaciones que inducen a las personas a abandonar

    sus hogares. En Kenia, por ejemplo, habra que intentar

    atenuar las tensiones que genera la escasez de recursos.

    Adems del desplazamiento causado por el conocido

    episodio de la violencia post-electoral, miles de perso-

    nas han tenido que desplazarse a raz de los enrenta-

    mientos entre tribus por la p osesin de la tierra, laspasturas, el ganado y el agua.

    Una solucin posible es omentar el desarrollo de

    medios de subsistencia y llevar a cabo acciones que

    generen mltiples benefcios. Si la Cruz Roja de Kenia

    El CICR tiene como una de sus prioridades evitar los des-

    plazamientos, pero el caos y la anarqua reinantes en las

    situaciones de conicto interno difcultan el cumpli-

    miento de ese objetivo.

    Qu podra retener a Mara Elena en Las Cruces, el

    poblado colombiano donde vive en el departamento

    de Nario? Desde que, una noche, una bala perdida

    atraves las paredes de su modesta casa de madera y la

    alcanz a ella, aunque milagrosamente no toc a la

    beba a la que estaba amamantando, ella y su amilia hanestado pensando en abandonar Las Cruces, como algu-

    nos de sus vecinos ya han hecho.

    En esta aldea habitada por 40 amilias, la vida suele ser

    muy tranquila. Nadie que pase por Las Cruces imagina-

    ra que es un lugar peligroso para vivir. Los vecinos

    saben que en cualquier momento puede llegar uno de

    los varios grupos armados apostados en los alrededo-

    res. Cuando se producen enrentamientos entre grupos

    rivales, o cuando uno de ellos se enrenta con una patru-

    lla del ejrcito en las cercanas de la aldea, los habitantes

    se meten en sus casas, se echan en el suelo y ruegan no

    quedar en medio del uego cruzado.

    Mara Elena perdi el brazo izquierdo se lo amputaron

    en el hospital, donde lleg tras un peligroso viaje que

    dur toda una noche, pero lo que recuerda con mayor

    nitidez es que su beba pataleaba tanto que crey que

    la pequea tambin estaba herida. Y si la prxima vez

    su hijita no tiene tanta suerte? Y si el choer de la ambu-

    lancia se niega a conducir de noche por caminos de

    tierra con baches que parecen crteres y con los puestos

    de control en manos de las milicias? Y si la prxima vez

    no pasa ningn camionero dispuesto a ayudarla?

    Por el momento, piensa quedarse. Su marido trabaja en

    la granja y ella tiene una pequea tienda de comestibles

    en su casa. No tienen mucho, pero es ms de lo quetendran si se desplazaran a la ciudad.

    Son valientes por aerrarse a su decisin de quedarse

    en casa, pero una incursin ms de un grupo armado y

    debern marcharse, como tantas otras amilias en

    Colombia.

    Este tipo de peligros podra reducirse si se respetaran

    los derechos de los civiles. Recordar a las partes en con-

    icto el cumplimiento de las disposiciones del DIH, ase-

    gurarse de que las uerzas y grupos armados tengan en

    cuenta las reglas de la guerra, supervisar su cumpli-

    miento e intervenir cuando sea necesario son acciones

    prioritarias para el CICR y las Sociedades Nacionales dela Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que promueven

    los principios del DIH en todos los lugares del mundo a

    los cuales tienen acceso, incluso durante los conictos

    ms prolongados.

    EvItAR LoS DESPLAzAMIENtoSy PRotEGER A LAS PERSoNAS DESPLAzADAS

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    13/2811

    nos hace saber que se han daado dos pozos en un

    lugar donde la escasez de agua puede contribuir a

    aumentar la tensin, nosotros enviamos personal tc-

    nico, explica Christophe Luedi, jee de la delegacin del

    CICR en Nairobi. No s si la fnalidad inmediata es evitar

    los desplazamientos, pero, concluye.

    En Kenia se superponen climas extremos que contribu-

    yen claramente al desplazamiento, independiente-

    mente de las tensiones tnicas. En las zonas ms

    proclives al conicto, la seguridad econmica es un ac-tor crtico.

    La fnalidad principal de los programas de seguridad

    econmica es preservar o restaurar la capacidad de los

    hogares o las comunidades para satisacer sus necesi-

    dades bsicas. En Sudn, la mayora de las tareas que

    realiza el CICR en pro de la seguridad econmica se vin-

    cula con la prevencin del desplazamiento, incluso en

    las montaas de Jebel Marra, la cordillera ms alta del

    pas. Esta zona, controlada en su mayora por uerzas

    rebeldes y rodeada por el ejrcito sudans, cuya pobla-

    cin es de ms de 300.000 habitantes, ha tenido que

    acoger a un nmero cada vez mayor de desplazados.Jebel Marra est situada en la rtil zona central de

    Darur y alguna vez ue el granero de la regin. En la

    tierra de los ur, campesinos que an cultivan los valles

    y las mesetas altas, los mercados se vieron aectados y

    hubo una brusca disminucin de la produccin agrcola.

    El problema de la escasez de recursos se agrav con la

    llegada de una gran cantidad de personas que huan del

    conicto que tena lugar en las estribaciones de la cor-

    dillera y en las llanuras cercanas. Mientras que antes,

    una amilia tena cuatro o cinco hectreas para sembrar,

    en la actualidad no hay ms de una hectrea disponible

    por grupo amiliar.

    Los desplazados se reugiaron en las aldeas de montaa,sobre todo en casa de parientes o amigos. All constru-

    yeron reugios y buscaron tierra para cultivar o trabajo

    en las tierras de otros. Pero, como los recin llegados

    haban dejado atrs todas sus pertenencias, la carga de

    la ayuda recay en las comunidades de acogida.

    El CICR ayuda tanto a los desplazados como a los miem-

    bros de la comunidad de acogida distribuyendo herra-

    mientas y semillas, as como alimentos que permiten

    que los agricultores continen trabajando la tierra sin

    interrupciones y eviten el consumo de semillas. No es

    posible estimar en qu medida estas acciones han evi-

    tado el xodo en Jebel Marra pero, segn PeterSchamberger, coordinador de seguridad econmica, la

    ayuda ha servido para que las condiciones de vida sean

    tolerables.

    FrancoPagetti/CI

    CR/VII

    Colombia: Mara Elena y su amilia han decidido quedarseen su casa a pesar de los riesgos, 2009.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    14/2812

    Buram, la principal ciudad de la zona. As, un proyecto que

    se inici como operativo de emergencia en la actualidad

    brinda servicios en orma regular.

    Si bien todos estos actores con recuencia contribuyen

    a salvar vidas, cabe preguntarse si son saludables desdeel punto de vista estructural. Segn el CICR y otras orga-

    nizaciones humanitarias, el atractivo de los servicios

    que se proporcionan en los campamentos es un ele-

    mento que agrava el problema del desplazamiento. Las

    personas se van de su casa por miedo e inseguridad,

    pero los servicios sociales que reciben en los campa-

    mentos, mejores que los que han conocido jams, pue-

    den alentar o acelerar el desplazamiento. De ese modo,

    la atraccin se transorma en un actor decisivo.

    Sin duda, estamos rente a un dilema. Durante aos, las

    organizaciones humanitarias han tratado de alcanzar

    un nivel mnimo de calidad en la asistencia proporcio-nada en situaciones de desastre o de conicto. Hoy en

    da, la pregunta es cul es el lmite mximo de la ayuda.

    El presidente Kellenberger lo explica as: Puede ser

    mucho ms sencillo prestar servicios en los campamen-

    tos, pero las autoridades y las organizaciones humani-

    tarias deberan hacer todo lo posible para que todos los

    aectados reciban un buen nivel de ayuda en las zonas

    de conicto.

    Tenemos que preguntarnos: Queremos que estas per-

    sonas tengan un incentivo para volver a sus hogares? El

    entorno que creamos puede ser tan bueno en compa-

    racin con su lugar de origen, que quiz luego no estn

    dispuestos a regresar.Nadie sabe a ciencia cierta cuntos desplazados se irn

    del campamento Gereida una vez terminado el con-

    licto. Los servicios orecidos se irn reduciendo a

    medida que haya mayor estabilidad y aparezcan signos

    de recuperacin. El rey Adam Mohamed Yagoob,

    sobrino del diunto rey Malik, se sorprendera si se que-

    dara menos de un tercio, lo que equivale al doble de la

    poblacin original de la ciudad.

    En los campamentos hay otras complicaciones. En

    Darur, como en otros sitios, los campamentos se han

    organizado segn las etnias y conorme a la inuencia

    de lderes polticos. Algunos grupos no podan ingresaren ciertos sitios y acusaban a sus rivales de usar los cam-

    pamentos como reugios despus de perpetrar un ata-

    que. Las acusaciones provocaban tensin entre tribus y

    a ello segua la violencia.

    Si los ur se hubiesen ido de Jebel Marra, habran ido a

    vivir en campamentos, la nica alternativa segura para

    ellos. Pero los campamentos de desplazados son una

    solucin al problema del desplazamiento interno o or-

    man parte de l? Los campamentos y el atractivo delos servicios que all se reciben contribuyen a incremen-

    tar y prolongar el desplazamiento y a erosionar los

    mecanismos de supervivencia ms tradicionales? Hay

    slidos argumentos en avor de esta idea, y los organis-

    mos de las Naciones Unidas y el CICR coinciden en con-

    siderar los campamentos como un ltimo recurso, una

    opcin a la que recurrir cuando no existe otra.

    El campamento de desplazados de Gereida, si se lo

    puede denominar as, es un buen ejemplo de lo expli-

    cado en el prrao anterior. Hoy en da, es dicil deter-

    minar dnde termina la ciudad, que antes tena 20.000

    habitantes, y dnde empieza el campamento, en el que

    se alojan casi 148.000 personas. Gereida podra ser una

    ciudad en expansin, en la que los reugios y los com-

    plejos habitacionales de los desplazados surgen como

    barrios nuevos.

    Si bien el campamento es una aglomeracin urbana, sus

    barrios son aldeas transplantadas. Comunidades ente-

    ras se han desplazado y asentado en la ciudad conser-

    vando el nombre, la identidad y la estructura de la aldea

    original.

    No obstante, no todo se ha mantenido igual. La sequa

    y las plagas ya no repercuten en la cantidad de alimento

    disponible. Gracias al Programa Mundial de Alimentos,

    los pobladores satisacen sus necesidades alimentariasy los nios van a la escuela, cosa que no ocurra en las

    aldeas.

    Donde antes haba pozos poco proundos, hoy hay agua

    potable, tan limpia como la que sale de cualquier grio

    de Jartum. El agua es transportada desde los pozos

    hasta los tanques y a los sistemas de grios pblicos de

    cada barrio. Antes, los pobladores de las aldeas se con-

    tentaban con un puesto sanitario; hoy tienen acceso a

    tres centros de atencin primaria de la salud. Uno de

    ellos, administrado por el CICR, brinda un servicio que

    bien podra ser la envidia del hospital de la ciudad.

    Adems, es gratuito, benefcio que no comparte el hospitalde la ciudad. Como en este centro de salud se atiende a

    todos los que acuden a l y quienes no son personas

    desplazadas tambin necesitan atencin mdica, los

    residentes de Gereida lo utilizan, y hay quienes llegan desde

    CAMPAMENtoS:UNA SoLUCIN o PARtE DEL PRobLEMA?

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    15/2813

    En algunos campamentos estaban presentes grupos de

    oposicin armados que, mediante la extorsin y el

    acoso, reclutaban a los desplazados, entre quienes dis-

    tribuan armas. En otros, se obligaba a los ms vulnera-

    bles a entregar sumas de dinero e incluso a compartirsus raciones de alimentos.

    El CICR estableci el campamento de Gereida cuando

    ninguna otra organizacin poda trabajar en la zona ni

    tena acceso a ella debido al conicto.

    En lugares sin mayores problemas de seguridad, sin

    embargo, los organismos de las Naciones Unidas y las

    ONG suelen ocuparse adecuadamente de los campa-

    mentos. En esos casos, el CICR se encarga de la enorme

    cantidad de personas vulnerables que no viven dentro

    de los campamentos, de otras personas desplazadas y

    de las comunidades aectadas que otras organizaciones

    no pueden atender.El acceso es un actor clave. La accin neutral e indepen-

    diente del CICR y el dilogo que ste mantiene con

    todas las partes en un conicto le garantizan el acceso.

    En el terreno, trabajando directamente con las comuni-

    dades, la Institucin les ayuda a hacer rente a la adver-

    sidad y a consolidar sus propias estrategias de

    subsistencia, trata de evitar el desplazamiento y apoya

    a las comunidades de acogida a las que recurren los

    desplazados inicialmente.

    No todas las personas desplazadas se dirigen a los cam-

    pamentos o se quedan a vivir all. Estos lugares desvan

    la atencin de la dura realidad del desplazamiento

    interno. Los campamentos pueden ser el ltimo recurso,pero con mucha recuencia estn en lugares accesibles,

    lejos de las lneas del rente, prximos a las ciudades o,

    al menos, a aerdromos. Los donantes y la prensa

    entran y salen de los campamentos y lo que ven all

    cobra visibilidad. En consecuencia, el debate sobre las

    personas desplazadas se ha centrado casi exclusiva-

    mente en aquellos que viven en los campamentos, en

    perjuicio de quienes no pueden llegar hasta ellos.

    Las provincias de Kivu, en el este de la Repblica

    Democrtica del Congo, en la zona limtroe con Uganda

    y Ruanda, ilustran esta afrmacin. Millones de personas

    han muerto en esa regin devastada por la guerra, quese inici en la dcada de 1990. Se estima que a mediados

    de 2009 haba en la RDC cerca de 1,4 milln de personas

    desplazadas, que en su mayora se encontraban en Kivu

    Norte y Kivu Sur, y en la vecina provincia Oriental.

    JeroenOerlemans/CICR

    BorisHeger/CICR

    RudyTolentino/CICR

    OlgaMiltcheva/CICR

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    16/2814

    puesto. Como a veces no encontraban vivienda en elmunicipio, vivan a la intemperie, soportando condicio-

    nes muy diciles. Entre ellos haba nios, mujeres emba-

    razadas, enermos y vctimas de abusos.

    Ruboneza, de 32 aos, huy de su casa de Kivu Norte

    tras el arribo de hombres armados que comenzaron a

    reclutar aldeanos por la uerza. Ruboneza se ue con su

    mujer y sus dos hijos, pero antes vio morir a sus herma-

    nos menores y sus vecinos. Poco tiempo despus, su

    madre ue asesinada en un lugar al que haban ido pen-

    sando que all estaran a salvo.

    Antes de llegar a Chebumba, se unieron al grupo dos

    nios que haban perdido contacto con su padre y cuya

    madre haba sido asesinada. Los traje conmigo,comenta Ruboneza. Siento la obligacin de ocuparme

    de ellos. Si consigo comida para todos, muy bien, y si

    no, todos pasamos hambre.

    Los desplazados de la Repblica Democrtica del Congo

    suelen permanecer con amilias de acogida. Se estima

    que lo hace el 70 por ciento de los desplazados. No obs-

    tante, el porcentaje de personas desplazadas que viven

    en campamentos ofciales ha registrado un importante

    aumento en los ltimos tiempos. En 2007 haba un solo

    campamento en Kivu Norte. A mediados de 2009, la cira

    haba llegado a 11.

    Segn Claudia McGoldrick, asesora del presidente delCICR, hay varios actores que explican esas ciras. Sin

    duda, el ujo incesante de personas desplazadas satura

    a las comunidades pobres, empeorando la depredacin

    econmica y creando tensiones. Adems, los perodos

    La mayora de los desplazados vive con amilias de aco-

    gida en zonas agobiadas, como Chebumba, un munici-

    pio ubicado 50 kilmetros al norte de Bukavu, la capital

    de Kivu Sur. Hay aqu tres veces ms desplazados que

    residentes permanentes, y en ocasiones la ciudad se ha

    visto saturada. Olas y olas de personas desplazadas han

    pasado por all, y la poblacin local ya no puede acoger

    a los recin llegados.

    La presin que soportan las comunidades de acogida

    es enorme, pues normalmente tambin estn aectadas

    por el conicto, de modo que, incluso antes de la lle-

    gada de los desplazados, los recursos suelen ser escasos.

    El abastecimiento de alimentos no es sufciente y la tie-

    rra cultivable, el agua, el saneamiento, y los serviciospblicos como las escuelas y los hospitales no alcanzan.

    Inevitablemente, la presencia prolongada de las perso-

    nas desplazadas hace que los recursos disminuyan ms

    an, creando tensiones entre los recin llegados y los

    residentes permanentes.

    El CICR conoce muy bien esa situacin, que se repite en

    todas partes del mundo. En Mindanao Central, en el sur

    de Filipinas, los numerosos desplazamientos causados

    por los combates han resultado una carga insoportable

    para los residentes, de por s vulnerables, que no slo

    se han empobrecido sino que han tenido que alojar

    hasta 20 personas desplazadas en viviendasamiliares.

    En esas situaciones, todos suren. Al haber huido de sus

    casas a toda prisa debido a los enrentamientos arma-

    dos, las personas llegaban a Chebumba slo con lo

    AndrewMcCo

    nnell/Panos

    Repblica Democrtica del Congo: una amilia desplazada a causa del actualconficto construye un reugio en un campamento que alberga a ms de 10.000personas, 2008.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    17/2815

    de desplazamiento son ms largos. Por ltimo, las ONGinternacionales, coordinadas por el ACNUR, el orga-

    nismo de las Naciones Unidas para los reugiados, asig-

    nan cada vez ms recursos a los campamentos en vez

    de a las comunidades, que los necesitan desesperada-

    mente. En consecuencia, escasea la ayuda para los des-

    plazados que viven con amilias de acogida.

    A la difcultad de acceder a los desplazados que viven

    uera de los campamentos se suma la de conseguir on-

    dos, pues muchos donantes, segn parece, no recono-

    cen las necesidades que son menos visibles.

    Desde hace mucho tiempo, la visibilidad o la alta de

    visibilidad es un tema preocupante en Kenia, donde

    los desplazamientos comenzaron cuando el pas seindependiz de Gran Bretaa. A partir de entonces, los

    enrentamientos entre tribus, la violencia post electoral

    y los conictos por la distribucin de tierras, an sin

    resolver, se cuentan entre las principales causas de los

    desplazamientos. La violencia generalizada que sigui

    a las elecciones presidenciales de diciembre de 2007

    provoc el desplazamiento de medio milln de perso-

    nas; sin embargo, de acuerdo con las organizaciones

    humanitarias, en ese momento ya haba 350.000 des-

    plazados en el pas.

    El tema cobr prominencia con el estallido de violencia

    que tuvo lugar a principios de 2008, recuerda BillOmamo, responsable de protocolo del CICR en Nairobi,

    pero la nocin de los desplazados kenianos se materia-

    liz slo con el establecimiento de los campamentos

    inmediatamente despus de las elecciones. La

    magnitud y la naturaleza de la violencia se reejaron

    con gran claridad en los campamentos, asegura

    Omamo.

    Como en otros lugares, los medios de comunicacin

    fjaron su mirada en los campamentos porque tenan

    acceso a ellos. De modo que se prest menos atencin

    a la dicil situacin que atravesaban las comunidades

    de acogida, y nunca se supo cuntas personas despla-

    zadas vivan uera de los campamentos.

    James Kisia, secretario general adjunto de la Cruz Roja

    de Kenia, relata que las comunidades de acogida ya

    estaban en una situacin complicada debido a una

    sucesin de malas cosechas. Fueron tiempos diciles.

    Las comunidades eran pobres y les costaba mucho ayu-dar a los desplazados, pero lo hicieron, recuerda.

    En general, las consecuencias que la huida de los habi-

    tantes de los suburbios tiene para los pobres que viven

    en zonas rurales han pasado inadvertidas. Barrios enteros

    se incendiaron en las zonas periricas que caracterizan

    a las ciudades de Kenia y, entre las personas que huyeron,

    haba muchas que mantenan a amiliares pobres del

    campo. La situacin se invirti. No slo se haba perdido

    una uente de ingresos, sino que los que enviaban el

    dinero a sus parientes, de pronto golpeaban a su puerta.

    Los que antes ayudaban ahora necesitaban ayuda.

    Para muchas personas, la situacin era insostenible. Sesabe que algunos desplazados pedan dinero prestado

    para satisacer sus necesidades bsicas pues, como

    pocos saban de su existencia, no reciban ayuda

    humanitaria.

    Los campamentos desvan laatencin de la dura realidadde los desplazamientosinternos.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    18/2816

    una desgracia. La tierra recin arada es un smbolo de

    esperanza. Todos piensan que, con seguridad, una pro-

    visin sustentable de agua, semillas y herramientas para

    empezar, Um Kara puede volver a ser una aldeaprspera.

    Ahora mismo, las semillas y las herramientas constitu-

    yen un problema, pues no todos las han conseguido.

    Hawa Issa Mahady, una viuda de unos 50 aos con seis

    hijos, no tiene semillas. Pasa las maanas limpiando un

    terreno, preparando el campo para la siembra. Por las

    tardes, vende t y ca cerca del carnicero, el panadero

    y los dems comerciantes que procuran revitalizar el

    mercado.

    Ahorro todo lo que gano para poder comprar semillas;

    en cuanto las tenga, las sembrar, explica. Quiz le lleve

    algn tiempo. El t cuesta barato; las semillas son caras.El nico cliente que ha tenido hoy es el autor del pre-

    sente artculo.

    No obstante, la vendedora de t es tesonera. Da tras

    da, se sienta en su banquito, rente a una llama donde

    calienta el agua. Tiene muchas responsabilidades, por-

    que, adems de criar a sus hijos, cuida a su anciana

    madre y a una ta ciega. Um Kara, adems, no es su

    destino fnal, sino un lugar de residencia temporaria.

    Hawa Issa Mahady y su amilia provienen de la remota

    aldea de Gortobok, la primera que suri los ataques de

    los hombres que mataron a su marido y sus vecinos.

    Hasta ahora, nadie se ha atrevido a regresar all para ver

    qu ha quedado en pie y evaluar las condiciones deseguridad.

    Las semillas y las herramientas agrcolas son los medios

    que le permiten a una poblacin trabajadora con acceso

    a la tierra volver a su antigua orma de ganarse la vida,

    a encontrar lo que las organizaciones humanitarias

    denominan una solucin duradera. Pero, en Darur,

    muchas personas deben conormarse con menos, sean

    agricultores locales, desplazados que viven en campa-

    mentos o en comunidades de acogida, o personas que

    procuran reasentarse, como Hawa Issa Mahady. O los

    medios no estn disponibles, o su costo es demasiado

    alto para la muy exigida economa de los hogares.Algunas personas quedan uera del sistema de distribu-

    cin a causa de la inexibilidad de las organizaciones

    de ayuda. En todo el mundo, los paquetes de asistencia

    para las personas que regresan a sus lugares de origen

    Ha empezado a llover, y reverdece el paisaje desrtico.

    En las aueras de Gereida, hay gente labrando la tierra

    y plantando semillas en terrenos que ueron, durante

    aos, tierra de nadie. La seguridad parece volver a susniveles normales. Por in existe la esperanza de una

    cosecha.

    Los granjeros van a lomo de burro de la ciudad al

    campo, donde los animales luego servirn para tirar del

    arado. Un burro arrastra un carro muy cargado, en el

    que viaja una amilia y al cual estn amarradas unas

    cabras. Todos regresan a la aldea de Um Kara, a la que

    llegarn en una o dos horas.

    Antes de que comenzaran los problemas, como se

    referen al conicto los habitantes de Darur, Um Kara

    era la principal de unas 15 aldeas habitadas por los

    masalit. Los nmades vivan alrededor de ellas. Cuando

    lleg la violencia a la zona y algunos de esos poblados

    ueron atacados, los masalit se dirigieron a Gereida y los

    nmades se quedaron. Ansiosos por retomar su vida

    normal, los masalit una minscula raccin de los

    cientos de miles de personas que tratan de regresar a

    sus hogares en el mundo han iniciado un regreso

    cauteloso.

    De la vieja aldea no queda nada. Las casas ueron incen-

    diadas y las nuevas se parecen, por ahora, a las viviendas

    de un campamento de desplazados: tiendas hechas de

    lona y de elementos recogidos en el bosque. La copiosa

    lluvia de la noche anterior se col por los agujeros de

    las viviendas improvisadas. Las mujeres se quejan amar-gamente: No podemos dormir en un lugar como ste.

    Tenemos miedo por nuestros hijos. Ve esto?, pregunta

    una mujer con cinco hijos, mientras nos muestra un

    puado de arena mojada que levant del suelo de su

    vivienda. Agua, agua y ms agua.

    Como tantos otros que han venido a este lugar, la mujer

    no est convencida de que volver a Um Kara sea una

    buena idea. An quedan amiliares suyos en el campa-

    mento de Gereida y por eso ella no termina de irse de

    all; en algn momento, quizs necesite regresar.

    Discretamente, los campamentos proporcionan a las

    personas que se han ido una parte de los alimentos quese distribuyen en el campamento, y les prestan asisten-

    cia mdica. Por estas razones, muchas mujeres deciden

    volver.

    La lluvia puede ser tanto una bendicin como

    LA vUELtA AL HoGAR

    No sabemos cundo vamos a volver.

    Me preocupan mi casa y mis animales,pero qu voy a hacer.Todava es peligroso.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    19/2817

    estn vinculados con los campamentos de desplazados,

    o llegan a ellos para su distribucin. La idea es que las

    personas que dejan los campamentos tienen derecho

    a los benefcios que reciben las personas que regresana sus lugares de origen. Pero muchos desplazados que

    no viven en campamentos, nunca pasan por uno o vuel-

    ven a sus hogares directamente desde un lugar desco-

    nocido, pasan inadvertidos para las redes de seguridad

    y proteccin.

    Eso no signifca que no haya que tenerlos en cuenta.

    Entonces, cabe plantearse un interrogante que suele dar

    lugar a la polmica: durante cunto tiempo puede una

    persona entrar en la categora de desplazada, y quin

    lo decide? En las organizaciones humanitarias suele

    considerarse que el desplazamiento persistir en tanto

    contine la situacin que le dio origen.En cambio, el derecho establece que el desplazamiento

    slo puede durar mientras los motivos que justifcan su

    existencia, sean stos imperiosas necesidades militares

    o la seguridad de la poblacin civil aectada, lo exijan.

    Se trata de que las autoridades asuman la responsabili-

    dad de restablecer las condiciones que permitan a las

    personas desplazadas encontrar soluciones duraderas

    a las difcultades que arontan. Asimismo, las autorida-

    des deberan proporcionar los medios para acilitar esas

    soluciones. Las opciones deberan incluir el retorno al

    lugar de residencia y la reinsercin en l, la integracin

    en el lugar de acogida, o el reasentamiento y la integra-

    cin en un nuevo sitio. Las decisiones de los desplaza-dos deben ser voluntarias y avorecer su seguridad y

    dignidad, y las acciones deben apuntar al restableci-

    miento del nivel de vida adecuado y el acceso a los ser-

    vicios esenciales.

    Con recuencia, la realidad se presta a distintas interpre-

    taciones. A veces, los gobiernos consideran que el rea-

    sentamiento o la reintegracin han ocurrido mucho

    antes de que los trabajadores humanitarios perciban

    signos de una solucin duradera. Las autoridades a

    menudo quieren que el desplazamiento llegue a su fn

    porque es un indicio de que el conicto contina; enton-

    ces, uerzan los acontecimientos. Otras veces, losgobiernos optan por hacer la vista gorda y desenten-

    derse del problema, lo cual puede generar nuevos con-

    ictos y ms desplazamientos de poblacin.

    PedramY

    azdi/CICR

    VirginieLouis/CICR

    Ch

    ristophVonToggenburg/CICR

    BorisHeger/CICR

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    20/2818

    Congo. Entre otras cosas, el estudio revela la verdadera

    magnitud del problema de los desplazamientos

    internos.

    Segn la encuesta, ms de la mitad de las personas aec-

    tadas por las hostilidades haban tenido que abandonar

    sus hogares. En promedio, los desplazados representa-

    ban el 56 por ciento de los encuestados, pero en algu-

    nos pases el porcentaje era mucho mayor. En

    Aganistn, por ejemplo, la cira ascenda al 76 por

    ciento y en Liberia, casi 9 de cada 10 encuestados era

    un desplazado interno. A estos dos pases les segua

    Lbano, con un 61 por ciento de personas desplazadas.

    En total, los desplazados sumaban varios millones. Unode los ms grandes temores entre los entrevistados era,

    justamente, el desplazamiento.

    Adems de haber tenido que dejar su lugar de residen-

    cia, muchos desplazados tuvieron que soportar el

    saqueo de sus casas y la destruccin de sus bienes, y las

    penurias econmicas eran una realidad constante. Uno

    de cada cinco encuestados haba perdido su medio de

    subsistencia. El alimento, el agua y la electricidad esca-

    seaban, y el acceso a la salud era limitado. En Aganistn

    y en Hait, la mayora de las personas careca tanto de

    recursos bsicos como de atencin mdica.

    Sobre todo, la encuesta deja en claro dos cuestiones: laimportancia de que las partes en conicto se atengan a

    las disposiciones del DIH y la necesidad de que las

    comunidades mejoren sus mecanismos de superviven-

    cia, como cuestin prioritaria.

    No siempre se tiene en cuenta la participacin de las

    personas desplazadas en lo que los Principios Rectores

    de los Desplazamientos Internos denominan la planif-

    cacin y la gestin de su regreso o de su reasentamiento

    y reinsercin. Despus de todo, de quin es la vuelta a

    casa? A quin le tiene que servir?

    Es imprescindible escuchar la voz de los desplazados en

    las distintas etapas de su desplazamiento. En primer

    lugar, necesitan estar inormados acerca de dnde se

    proporciona asistencia y cules son sus opciones. A

    veces, las personas recorren grandes distancias en con-

    diciones muy peligrosas porque han odo el rumor de

    que en algn lugar distante se est brindando asistenciahumanitaria, pero cuando llegan all se dan cuenta de

    que el rumor era also. Los desplazados deben tomar

    decisiones y para ello deben estar inormados.

    Por otra parte, las personas desplazadas apor tan datos

    que son importantes para que los trabajadores huma-

    nitarios tambin estn inormados y acten en

    consecuencia.

    En un estudio realizado en 2009, donde se entrevist a

    personas aectadas por conictos armados en ocho pa-

    ses, el CICR propone una perspectiva aleccionadora e

    interesante. Titulado Nuestro mundo. Perspectivas del

    terreno, el estudio se centra en las experiencias perso-nales, las necesidades, las preocupaciones, las expecta-

    tivas y las rustraciones de vctimas de conlictos

    armados en Aganistn, Colombia, Filipinas, Georgia,

    Hait, Lbano, Liberia y Repblica Democrtica del

    LA voz DE LAS PERSoNAS DESPLAzADAS

    En un estudio realizado en 2009,donde se entrevist a personasaectadas por conictos armadosen ocho pases, el CICR proponeuna perspectiva aleccionadora einteresante.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

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    JasonTanner

    /CICR

    Filipinas: mujer desplazada que se ha reugiado en unalmacn desocupado, provincia de Cotabato. 2008.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    22/2820

    realizadas con tal fn, al igual que la gestin de progra-mas relacionados con la remocin de minas o la distri-

    bucin de aparatos ortopdicos.

    El pensamiento y la accin del CICR diferen de los de

    otras organizaciones en que aqul toma en cuenta a

    todas las personas aectadas por el conicto y no slo

    a los desplazados. Si bien el CICR considera que el des-

    plazamiento aumenta la vulnerabilidad, no cree que un

    desplazado interno, por el solo hecho de serlo, sea ms

    vulnerable que otro miembro de la poblacin civil.

    Muchos de quienes permanecen en su lugar de resi-

    dencia, los ancianos, los enermos o las amilias de aco-

    gida que alojan desplazados internos provenientes de

    otros sitios y comparten sus magros recursos con ellosson a veces sumamente vulnerables y necesitan nuestra

    ayuda, explica Kellenberger.

    Por ese motivo, el CICR ayuda no slo a quienes huyen

    de sus hogares sino tambin a quienes no pueden

    hacerlo aunque lo deseen, a los que se quedan por otras

    razones y a los que regresan. Adems, la Institucin est

    muy preocupada por la tendencia, cada vez ms pro -

    nunciada entre las organizaciones humanitarias y las

    comunidades de donantes, de considerar que las nece-

    sidades de los desplazados son distintas de las de la

    poblacin que permanece en su lugar de residencia.

    Kellenberger advierte que poner etiquetas a las per-sonas y compartimentar la ayuda humanitaria entraa

    el peligro de que determinados grupos incluso los

    que ms necesitan esa ayuda queden librados a su

    suerte, como ha ocurrido en Repblica Democrtica del

    Jakob Kellenberger reexiona sobre un tema muy deba-

    tido. Uno de los desaos que presenta la aplicacin de

    los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos

    de las Naciones Unidas es su calidad de instrumento no

    vinculante; por otra parte, muchos gobiernos los consi-

    deran una intererencia en sus asuntos internos. Hay

    quienes creen que los Principios deberan convertirse

    en un convenio con carcter vinculante.

    El presidente del CICR casi no puede disimular su irrita-

    cin: Creo que siempre es conveniente saber con qu

    se cuenta. Si los gobiernos y los grupos armados noestatales cumplieran con las normas relativas a la con-

    duccin de las hostilidades, habra muchas menos per-

    sonas desplazadas. Si vamos a hablar de normas

    vinculantes, yo apuntara a las que ya orman parte del

    derecho internacional humanitario y los derechos

    humanos.

    Kellenberger hace una pausa antes de hacer la siguiente

    reexin: Es hora de imaginar un mundo en el que no

    existan ataques a la poblacin civil. Un mundo en el que

    no se perpetren ataques indiscriminados. Un mundo en

    el que la poblacin civil y sus bienes no suran prdidas

    ni daos. Imaginemos un mundo as.

    Con millones de desplazados en el mundo, no es una

    tarea sencilla. Garantizar el respeto de los derechos de

    las personas atrapadas en zonas de conicto es uno de

    los aspectos centrales del cometido del CICR, pero en el

    caos que acompaa a un conicto interno, ese objetivo

    puede transormarse en una misin imposible.

    Kellenberger admite que, por ejemplo, no era mucho lo

    que se poda hacer para proteger a la gente o evitar su

    desplazamiento en Darur, en 2003. Uno muchas veces

    se encuentra en esa situacin, pero no por ello hay que

    pensar que no se puede hacer nada. Si se reuerzan las

    operaciones, con el tiempo se puede inuir ms sobre

    las partes en el conicto. Hay que hacer todo lo posiblepor lograr que se respeten las normas relativas a la con-

    duccin de las hostilidades.

    Hacer respetar la ley y prestar asistencia son los compo-

    nentes centrales de la estrategia del CICR para ayudar a

    los civiles atrapados en un conicto armado. El objetivo

    de la estrategia, explica el presidente del CICR, es resta-

    blecer condiciones de vida aceptables, reorzar los

    mecanismos de adaptacin existentes y, hasta que los

    civiles puedan volver a valerse por s mismos, tratar de

    que el entorno sea lo ms parecido posible al normal.

    El restablecimiento de los vnculos amiliares, la distri-

    bucin de artculos de primera necesidad, el restableci-miento del abastecimiento de agua, la provisin de

    primeros auxilios y atencin quirrgica, la ejecucin de

    programas de higiene y salud, y la generacin de

    medios de subsistencia orman parte de las tareas

    HACER FRENtE A LoS DESAFoSEl punto de vista del presidente del CICR

    Es hora de imaginar un mundoen el que no existan ataques

    a la poblacin civil. Un mundoen el que no se perpetrenataques indiscriminados.Un mundo en el quela poblacin civil y sus bienesno suran prdidas ni daos.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    23/2821

    Congo, donde los campamentos acaparan valiososrecursos que se necesitan con mayor urgencia en otros

    lugares.

    Con la etiqueta de personas desplazadas se ha desvir-

    tuado la discusin sobre el desplazamiento, en particu-

    lar desde que los desplazados que estn ms a la vista

    de todo el mundo son los que buscan reugio en los

    campamentos. Durante mucho tiempo el debate ha

    girado casi exclusivamente en torno a los desplazados

    que viven en los campamentos. La nocin de persona

    desplazada y el destino de esas personas han quedado

    asociados a la vida en los campamentos, afrma el pre-

    sidente del CICR.

    Cuando uno piensa en todos los desplazados que seencuentran en la provincia de la Frontera del Noroeste

    de Pakistn, en los distritos de Swat, Dir y Buner

    Cuntos eran? 360.000 en mayo? Se produjo un des-

    plazamiento masivo sin precedentes, y la mayora de las

    personas desplazadas ha optado por vivir con amilias

    de acogida. Recibir a los amiliares que lo necesitan es

    una tradicin pashtu que se respeta independiente-

    mente de lo precaria que sea la situacin de quien los

    acoge. Hemos observado que en el mediano y el largo

    plazo, la presencia de los desplazados sera una carga

    importante para las amilias de acogida. Por eso deci-

    mos que el hecho de etiquetar, de verlo todo desde laperspectiva de los desplazados que viven los campa-

    mentos, puede ser peligroso.

    Los aspectos polticos tampoco deberan pasarse por

    alto, advierte Kellenberger. Si no ayudamos a los que

    permanecen en sus casas, de alguna manera promove-

    mos el desplazamiento, reexiona.

    Para el CICR, la constante brecha entre la asistencia y la

    recuperacin es motivo de preocupacin. Saber en qu

    momento fnaliza realmente un conicto, y cundo la

    ase de emergencia cede el paso a la de desarrollo, es

    tema de debate entre los expertos pero, en el terreno,

    esa transicin es compleja y tiene distintas aristas.

    Hay quienes dicen: Las organizaciones humanitarias

    tienen que tener una estrategia de salida. Mi respuesta

    es: S, perecto, pero tambin necesitamos una estrate-

    gia de entrada para las agencias responsables del desa-

    rrollo y, de ser posible, sin que haya separacin entre

    ambas. Cuando las primeras se preparan para irse, lassegundas an no se han aproximado.

    Las brechas y las duplicaciones pueden evitarse con una

    mejor coordinacin y un dilogo ms uido entre las

    organizaciones y, segn Kellenberger, el CICR est dis-

    puesto a comprometerse con iniciativas orientadas en

    esa direccin. Ninguna organizacin puede, por s

    misma, proporcionar una respuesta integral a un pro-

    blema de la magnitud del desplazamiento interno.

    Si bien ha habido algn progreso, todava hay mucho

    camino por recorrer en lo reerente a la coordinacin.

    Para que sea ms efcaz y coherente, debe basarse en

    las capacidades que ya existen en el terreno y en el res-peto autntico de ciertos principios bsicos, y no en

    mecanismos y procedimientos cada vez ms sofstica-

    dos, sentencia Kellenberger.

    Las organizaciones humanitarias que se ocupan de la

    PhilippeMerchez/CICR

    Ruanda: millones de ruandeses desplazados regresan asus hogares tras la guerra civil, 1996.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

    24/2822

    adonde otras organizaciones no llegan. Tras casi dos

    dcadas de conicto armado y anarqua, la Cruz Roja

    Somal sigue operando a travs de una red de 19 ofcinasy 114 subdelegaciones distribuidas por todo el pas.

    El presidente del CICR destaca que, adems de prestar

    asistencia mdica a los heridos de guerra, administrar

    programas de atencin primaria de la salud, suministrar

    agua, brindar apoyo en el desarrollo de proyectos de

    subsistencia, proporcionar socorros de emergencia,

    colaborar en el restablecimiento del contacto entre

    amiliares separados por la guerra y prestar servicios

    comunitarios esenciales, los socios del Movimiento con-

    tinan creando conciencia en la sociedad somal acerca

    de las normas undamentales del DIH.

    Hasta que esas normas no se apliquen en todo el

    mundo, concluye Kellenberger, el desplazamientoseguir existiendo y, junto con l, las difcultades que

    plantea en el plano humanitario. Slo mediante esuer-

    zos conjuntos podr la comunidad internacional orecer

    la respuesta integral que la situacin exige. Pero para

    que eso ocurra, insiste, es preciso ocuparse de cuestio-

    nes undamentales que trascienden los lmites de los

    campamentos.

    Hasta que esas normas no se apliquen en todo el

    mundo, los desplazamientos de poblacin seguirn

    existiendo y, junto con ellos, las difcultades que plan-

    tean en el plano humanitario. Slo mediante esuerzos

    conjuntos podr la comunidad internacional orecer larespuesta integral que la situacin exige. Pero para que

    eso ocurra, es preciso ocuparse de cuestiones unda-

    mentales que trascienden los l mites de los

    campamentos.

    coordinacin deberan estar presentes y activas en el

    terreno, y tendran que dar prioridad a la transparencia

    en lo que concierne a recursos, capacidades y acceso.

    Las asociaciones operacionales del Movimiento

    Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

    son prioritarias para el CICR. Kellenberger observa que

    las Sociedades Nacionales estn bien posicionadas para

    ayudar a los desplazados porque orman parte de las

    comunidades donde tienen su sede, en su mayora

    cubren la totalidad de los territorios nacionales y tienen

    acceso privilegiado a las autoridades. Otras ventajas de

    que gozan todos los asociados del Movimiento son la

    identidad comn que otorgan el uso de los mismos

    emblemas y la aplicacin de los mismos principios, las

    normas compartidas relativas a unciones y responsa-

    bilidades, y el hecho de tener una poltica comn enmateria de desplazamiento interno.

    La poltica del Movimiento en cuanto a la ayuda a los

    desplazados tiene por fnalidad optimizar la coherencia

    y el impacto de la accin de la Cruz Roja y la Media Luna

    Roja. Asimismo, incluye el trabajo coordinado con otras

    organizaciones sobre la base de su presencia y capaci-

    dades en el terreno, pero sin perjuicio de sus Principios

    Fundamentales. Por ltimo, junto con la poltica relativa

    a la migracin para el ao 2009 de la Federacin

    Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la

    Media Luna Roja, proporciona las bases para las tareas

    que realiza el Movimiento con los migrantes.Kellenberger da el ejemplo de Somalia como modelo

    de asociacin operacional. En ningn otro lugar se

    observa mejor la accin del Movimiento. Con el apoyo

    del CICR, la Media Luna Roja Somal opera en zonas

    Hasta que esas normas no se apliquen en todo elmundo, los desplazamientos de poblacin seguirnexistiendo y, junto con ellos, las difcultades queplantean en el plano humanitario.

    Georgia: este hombrevive en un centrocolectivo para personasdesplazadas en Abjasiadesde 1993.

    Repblica Democrticadel Congo: nio esperarecibir noticias de susparientes.

  • 8/9/2019 Desplazamientos internos en conflictos armados: responder a los desafos

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    AntoninKratochvil/CICR

    RonHaviv/CICR/VII

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    MISINEl Comit Internacional de la Cruz Roja (CICR), organizacin

    imparcial, neutral e independiente, tiene la misinexclusivamente humanitaria de proteger la vida y la

    dignidad de las vctimas de los conictos armados y de

    otras situaciones de violencia, as como de prestarles

    asistencia.

    El CICR se esuerza asimismo en prevenir el surimiento

    mediante la promocin y el ortalecimiento del derecho y

    de los principios humanitarios universales.

    Fundado en 1863, el CICR dio origen a los Convenios de

    Ginebra y al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de

    la Media Luna Roja, cuyas actividades internacionales en

    los conictos armados y en otras situaciones de violencia

    dirige y coordina.

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