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CRECIMIENTO ECONÓMICO YSOSTENIBILIDAD

Hablar de consumo responsable en lavida diaria de los consumidores eshablar también del modelo de sociedad

imperante en España, en la Unión Europea yen una parte del mundo; es hablar del mode-lo de producción y consumo actual y de surelación con el medio ambiente, con la formade vida de las personas y con la salud de lospropios consumidores.

La Ley General para la Defensa de losConsumidores y Usuarios de España consa-gra y desarrolla el derecho del consumidor

El problema global del medio ambientepuede considerarse fundamentado entres pilares: superpoblación, consumo ytecnología. Somos muchos, se consu-me en exceso en los países desarrolla-dos y se disspone de una tecnologíaineficiente e inadecuada para garanti-zar el equilibrio ecológico. La naturaale-za no puede procesar los cambios queel hombre ha introducido en estos dosúltimos siglos. Frentte al consumismo yal despilfarro que se ha impuesto en ladenominada sociedad de consumo,FACUA proppugna hábitos responsablesen la producción y en el consumo.

Consumo responsabley sostenible

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a la educación y formación en materia deconsumo. Contempla entre sus objetivos elpromover la libertad y racionalidad en elmismo y adecuar las pautas a un usoracional de los recursos naturales.Asimismo, consagra el derecho de los con-sumidores a disponer de una informaciónveraz, eficaz y suficiente y establece losprincipios generales para la adecuada pro-tección de la salud y la seguridad.

En la misma línea, la Ley 13/2003, de 17de diciembre, de Defensa y Protección de losConsumidores y Usuarios de Andalucía reco-ge entre los derechos de los consumidoresla efectiva protección frente a las actuacio-nes que por acción u omisión ocasionenriesgos o daños que puedan afectar a lasalud, al medio ambiente o a la seguridad delos usuarios.

Los consumidores de las economíasindustrializadas se afa-nan por consumir más ymejores bienes de con-sumo. Se sufre unadependencia casi obse-siva de todo tipo debienes (electrodomésti-cos, automóviles, ropade vestir, alimentossofisticados, cuerpos modélicos, etc.), nosólo para satisfacer las necesidades reales,sino que también se persiguen símbolos deposición social, alcanzar más felicidad,estar más sanos, mejorar las relacionescon los demás, es decir, los valores quevende la publicidad. Se consume para imi-tar a los sectores de la sociedad que sepresentan como modelos, los ricos, losfamosos, etc. y al imitarlos se pierde lacapacidad de definir aquello que es digno ynecesario de verdad.

Gobiernos, industria y consumidores sonresponsables de la crisis ecológica y atodos involucrará la estrategia para alcan-zar un consumo y una producción sosteni-bles. Los gobiernos tienen la responsabili-dad de crear políticas de protecciónambiental que apunten hacia una produc-ción limpia y hacia la racionalización delconsumo. La industria, por su parte, comoresponsable directa de la mayor parte de ladegradación ambiental debe asumir esaresponsabilidad y transformar sus modosde producción y comercialización. Y losconsumidores también tienen que asumirsu cuota en la responsabilidad colectiva yadoptar pautas de conducta más responsa-bles y racionales en relación al consumo ydisfrute de bienes y servicios, a la vez queexigir mayor nivel de información en rela-ción a los mismos.

En ambas direccio-nes, los consumidorespueden desempeñar unpapel determinante. Porun lado, deben asumir,como ya se ha indicado,su parte de responsabi-lidad en la degradaciónambiental y el agota-

miento de los recursos. Al fin y al cabo sonlos que consumen lo que produce la indus-tria y sostienen con sus votos la política delos gobiernos. Por ello, ser conscientes desu responsabilidad y de su fuerza potenciales tan importante para evolucionar haciaun mundo ecológicamente (ambiental ysocialmente) sostenible. Así, la disminucióndel consumo debe plantearse como unobjetivo clave.

Sin embargo, el consumo sosteniblesupone mucho más que cambiar un producto

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FACUA propugnahábitos responsablesen la producción y enel consumo frente al

consumismo y despiilfarro

perjudicial para la Tierra o para los humanospor otro más respetuoso: implica, ante todo,cuestionar el modo de consumo y un modode vida; conlleva examinar el papel de losconsumidores y usuarios ante las desigual-dades de la economía mundial; significa retara los gobernantes para que realicen políticasque favorezcan un cambio en el estilo de vidade los ciudadanos.

CONSUMO RESPONSABLE

El desarrollo de las sociedades industria-les propias del sistema capitalista con-llevó, junto a las mejoras de las condi-

ciones de vida de una buena parte de lapoblación de una partedel planeta, la apariciónde fenómenos nuevosque propiciaron la apari-ción de la sociedad deconsumo y sus efectosnegativos para la conser-vación del medioambiente.

No se puede obviar el problema que gene-ra el consumo y su incidencia en el medioambiente. Este problema global puede consi-derarse fundamentado en tres pilares: super-población, consumo y tecnología. Somosmuchos, se consume en exceso en los paísesdesarrollados y se dispone de una tecnologíaineficiente e inadecuada para garantizar elequilibrio ecológico. La naturaleza no puedeprocesar los cambios que el hombre ha intro-ducido en estos dos últimos siglos.

La Cumbre de Río de Janeiro de 1992señaló la modificación de las actuales pautasde consumo en el mundo industrializadocomo una de las tareas principales de lahumanidad para el próximo siglo. La Tierra no

dispone de los medios suficientes para garan-tizar que todos sus habitantes puedan dispo-ner de un nivel de consumo y despilfarrocomo el existente en los países desarrollados.Por tanto, hay que admitir que la forma actualde vida sólo se puede mantener si la mayoríade los habitantes del planeta, es decir el80%, siguen viviendo como hasta ahora en lapobreza utilizando el 20% de los recursosdisponibles.

Sin embargo, buena parte de los aspectosrelacionados con el consumo requiere que lasociedad se pregunte sobre su propio estilode vida y ponga en entredicho y cuestione laidea imperante de que tener más y consumirmás conlleva ser más feliz y disfrutar de una

mayor calidad de vida.Los modelos de con-

sumo actual no sóloestán produciendo ungrave deterioro del medioambiente como conse-cuencia de la superpro-ducción provocada por lapuesta en el mercado de

cada vez más productos y del mayor consu-mo de energía, sino que también se estásufriendo un proceso de degradación de lasalud como consecuencia de los nuevospatrones alimentarios o sociales. Algunosejemplos se encuentran en el aumento delcolesterol y de las enfermedades cardiovas-culares, el aumento de la obesidad y, en elotro polo, de la bulimia y de la anorexia, asícomo en multitud de nuevas patologías.

Por todo ello es desde cada consumidor ydesde las Asociaciones de Consumidoresdonde la lucha por proteger el medio ambien-te y la salud cobra un sentido más claro,apuntando a las causas y no tratando deponer parches a las consecuencias.

Guías del Consumidor de FACUA: consumo responsable y sostenible

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Gobiernos, industria yconsumidores son

responsables de la crisisecológica y es tarea de

todos busccar soluciones

Consumo sostenible

El objetivo será alcanzar una modalidad deconsumo sostenible que no hipoteque lasupervivencia de las generaciones venideras.Los medios para alcanzarlo son por unaparte, la educación y concienciación para unconsumo responsable y por otra, el trabajo dedenuncia para conseguir producciones menosdañinas para el medio ambiente y para losconsumidores y denunciar los mensajespublicitarios o los modelos que limitan lalibertad de elección.

El consumo sostenible debe empezar porun consumo consciente y responsable y paraello el consumidor debe exigir una informa-ción clara, sencilla y actualizada acerca delas connotaciones ecológicas y sociales delos productos ofertados en el mercado. Hoy,a pesar de que el nivel de conciencia vaaumentando, aún existe una considerablecarencia de información precisa y de fácilacceso al público en general de estos

temas. Por ello, la falta de información nopermite una correcta comprensión del pro-blema, ni la participación pública activa endefensa del medio ambiente y de la saludhumana por parte de la mayoría de los con-sumidores.

Todos los estudios rigurosos que se estánrealizando por instituciones prestigiosasdemuestran que no es posible que todos loshabitantes del planeta puedan alcanzar, algúndía, el mismo nivel de consumo de los habi-tantes de los países desarrollados. No es posi-ble porque el planeta llamado Tierra no tienesuficientes recursos como para que 6.000millones de habitantes, y no digamos 9.000,puedan consumir y despilfarrar de la mismamanera que lo hacen los que viven en la parteprivilegiada de este mundo. Harían falta tresplanetas como la Tierra para poder disponerde los recursos necesarios para que los 6.000millones de habitantes vivieran con estemismo nivel de consumismo insostenible.

Se entiende que hay que decir que esta

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El objetivo es alcanzar unamodalidad de consumosostenible que no hipotequelas generaciones veniideras

situación se puede cambiar, pues otro mundoes posible, otros sistemas son viables y esposible globalizar la cultura, la sanidad, elrespeto al medio ambiente y, sobre todo, esposible globalizar una alimentación justa paratodos los habitantes del planeta. Para ello síhay recursos en la Tierra, pero sólo se podrállevar a cabo si se pone freno a la carreraarmamentística, al dominio de unos paísessobre otros y a la destrucción de los recursosnaturales.

Hay que optar por un consumo racional yresponsable en una sociedad justa y sosteni-ble. El logro de esos dosobjetivos debe ser para-lelo y eso es algo másque cambiar un productoperjudicial para el medioambiente o para loshumanos por otro másrespetuoso, o seleccionarlos residuos urbanos enlos hogares; implica, ante todo, cuestionar elsistema de sociedad actual.

EDUCACIÓN PARA LASOSTENIBILIDAD

La importancia dada por los expertos ensostenibilidad al papel de la educaciónqueda reflejada en numerosos textos

internacionales. Así lo señala la Unesco: "ElDecenio de las Naciones Unidas para la edu-cación con miras al desarrollo sostenible pre-tende promover la educación como funda-mento de una sociedad más viable para lahumanidad e integrar el desarrollo sostenibleen el sistema de enseñanza escolar a todoslos niveles. El Decenio intensificará igualmen-te la cooperación internacional en favor de laelaboración y de la puesta en común de prác-

ticas, políticas y programas innovadores deeducación para el desarrollo sostenible".

En esencia, se propone impulsar una edu-cación solidaria -superadora de la tendencia aorientar el comportamiento en función deintereses a corto plazo, o de la simple cos-tumbre- que contribuya a una correcta per-cepción del estado del mundo, genere actitu-des y comportamientos responsables y prepa-re para la toma de decisiones fundamentadasdirigidas al logro de un desarrollo cultural-mente plural y físicamente sostenible.

Una educación para el desarrollo sosteni-ble es incompatible conuna publicidad agresivaque estimula un consumopoco inteligente; esincompatible, en particu-lar, con el impulso de lacompetitividad, entendidacomo contienda paralograr algo contra otros

que persiguen el mismo fin y cuyo futuro, enel mejor de los casos, no es tenido en cuenta,lo cual resulta claramente contradictorio conlas características de un desarrollo sostenible,que ha de ser necesariamente global y abar-car la totalidad de este pequeño planeta.

Frente a todo ello se precisa una educa-ción que ayude a contemplar los problemasambientales y el desarrollo en su globalidad,teniendo en cuenta las repercusiones a corto,medio y largo plazo, tanto para una colectivi-dad dada como para el conjunto de la huma-nidad y el planeta; a comprender que no essostenible un éxito que exija el fracaso deotros; a transformar, en definitiva, la interde-pendencia planetaria y la mundialización enun proyecto plural, democrático y solidario. Unproyecto que oriente la actividad personal ycolectiva en una perspectiva sostenible, que

Guías del Consumidor de FACUA: consumo responsable y sostenible

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Es necesaria unaeducación que ayude a

entender el desarrollo y losproblemas ambientales

en su globbalidad

respete y potencie la riqueza que representatanto la diversidad biológica como la cultural yfavorezca su disfrute.

En ocasiones surgen dudas acerca de laefectividad que pueden tener los comporta-mientos individuales, los pequeños cambiosen las costumbres, en los estilos de vida, quela educación puede favorecer: los problemasde agotamiento de los recursos energéticos yde degradación del medio -se afirma, porejemplo- son debidos, fundamentalmente, alas grandes industrias; lo que cada uno puedehacer al respecto es, comparativamente,insignificante y ridículo. Pero resulta fácilmostrar que si bien esos pequeños cambios ynuevos hábitos suponen, en verdad, un ahorroenergético per cápita muy pequeño, al multi-plicarlo por los muchos millones de personasque en el mundo pueden realizar dicho aho-rro, éste llega a representar cantidades ingen-tes de energía, con su consiguiente reducciónde la contaminación ambiental.

Se precisa un esfuerzo sistemático porincorporar la educación para la sostenibilidad

como un objetivo clave en la formación de losfuturos ciudadanos y consumidores.

TECNOLOGÍA PARA LASOSTENIBILIDAD

Con frecuencia se opone la conservaciónmedioambiental a la defensa de la viday el desarrollo humano, como si la

riqueza que supone la biodiversidad atentaracontra nuestra especie. Más bien todo lo con-trario. La posible extinción de seres vivos y lapobreza que alcanza a gran parte de lahumanidad son fruto de una misma actitud yde algunos de los valores dominantes en lassociedades más desarrolladas.

Es necesario analizar y valorar críticamen-te los efectos del desarrollo, científico y tec-nológico, en la evolución social y sus repercu-siones en el medio ambiente.

Cuando se plantea la cuestión de la contri-bución de la tecnociencia a la sostenibilidad laprimera consideración que es preciso hacer escuestionar cualquier expectativa de encontrar

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soluciones puramente tecnológicas a los pro-blemas a los que se enfrenta hoy la humani-dad, ya que como se ha dicho el problema esmucho más complejo.

Existe un consenso general en numerososforos internacionales acerca de la necesidadde dirigir los esfuerzos de la investigación einnovación hacia el logro de tecnologías favo-recedoras de un desarrollo sostenible, inclu-yendo la búsqueda de nuevas fuentes deenergía al incremento de la eficacia en laobtención de alimentos, pasando por la pre-vención de enfermedades y catástrofes, ellogro de una maternidad y paternidad respon-sables o la disminución y tratamiento de resi-duos.

Es preciso, sin embargo, analizar con cui-dado las medidas tecnológicas propuestaspara que las aparentes soluciones no generenproblemas más graves, como ha sucedido yatantas veces. Basta pensar, por ejemplo, en larevolución agrícola que, tras la SegundaGuerra Mundial, incrementó notablemente laproducción gracias a losfertilizantes y pesticidasquímicos como el DDT.Se pudo así satisfacer lasnecesidades de alimentosde una población mundialque experimentaba unrápido crecimiento. Perosus efectos perniciosos(pérdida de biodiversidad, cáncer, malforma-ciones congénitas...) fueron denunciados ya afinales de los 50 y a día de hoy han debidoser finalmente prohibidos como venenos muypeligrosos aunque, desgraciadamente, todavíano en todos los países. Algo parecido puedellegar a pasar con los alimentos transgénicos,que son hoy presentados por algunas vocescomo la panacea del hambre en el mundo.

Principios para el desarrollo sostenible

Conviene, pues, reflexionar acerca de algunasde las características fundamentales quedeben poseer las medidas tecnológicas paraque cumplan lo que se denomina principiospara el desarrollo sostenible:

- Las tasas de recolección no deben supe-rar a las de regeneración (o, para el casode recursos no renovables, de creación desustitutos renovables).- Las tasas de emisiónn de residuos debenser inferiores a las capacidades de asimila-ción de los ecosistemas a los que se emi-ten esos residuos.- En lo que se refiere a la tecnología, lanorma asociada al desarrollo sostenibleconsistiría en dar prioridad a tecnologíasque aumenten la productividad de losrecursos más que incrementar la canti-dad extraída de recursos. Esto significa,por ejemplo, bombillas más eficientes de

preferencia a más cen-trales eléctricas.- Dar prioridad a tecnolo--gías orientadas a la satis-facción de necesidadesbásicas y que contribu-yan a la reducción de lasdesigualdades.- Aplicar el Principio de

Prudencia (también conocido como deCautela o de Precaución), para evitar laaplicación apresurada de una tecnología,cuando aún no se han investigado suficien-temente sus posibles repercusiones.- Diseñar y utilizar instrumentos que garan-ticen el seguimiento de estos criterios,como laa Evaluación del Impacto Ambiental,para analizar y prevenir los posibles efectos

Guías del Consumidor de FACUA: consumo responsable y sostenible

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Hay que superar labúsqueda de beneficiosparticulares y potenciar

tecnologías para undesarrollo gglobal

negativos de las tecnologías y facilitar latoma de decisiones en cada caso.

Se trata, pues, de superar la búsqueda debeneficios particulares a corto plazo que hacaracterizado, a menudo, el desarrollo tecno-científico y potenciar tecnologías básicas sus-ceptibles de favorecer un desarrollo sosteni-ble que tenga en cuenta, a la vez, la dimen-sión local y global de los problemas a los quese enfrenta la sociedad.

Hay que señalar que existen ya solucionestecnológicas para muchos de los problemasplanteados -aunque, naturalmente, será siem-pre necesario seguir investigando- perodichas soluciones tropiezan con las barrerasque suponen los intereses particulares o lasdesigualdades en el acceso a los avancestecnológicos, que se acrecientan cada día.

Por otro lado, la sociedad se está haciendocada vez más cautelosa respecto a losimpactos del desarrollo tecnológico. Losmedios de comunicación dedican muchoespacio a las noticias relacionadas con laciencia y la opinión pública es enormementesensible a los resultados científicos que iden-tifican peligros potenciales. El debate en mar-cha dentro de la comunidad científica referen-te al panorama del medio ambiente a nivelmundial ha entrado en una nueva fase de altocontenido político.

Los responsables políticos necesitan aseso-ramiento científico fiable y a tiempo con el finde emprender acciones relativas a las cuestio-nes medioambientales que preocupan a lasociedad. Los intereses económicos y políticossubyacentes pueden ser considerables y son aveces lo bastante fuertes para conducir a unadistorsión o mala interpretación de la informa-ción científica. Sin un marco fiable de análisisde la información científica, la aplicación del

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principio de precaución no es suficiente.La visión pesimista de la tecnología ve el

peligro de que el progreso tecnológico destru-ya el medio ambiente mientras que, por elotro lado, la visión optimista cree que la tec-nología es la solución definitiva.

El asesoramiento científico a menudodesempeña un papel secundario en el proce-so de toma de decisiones,ya que la información queproporciona no siempre esfácilmente comprendidapor los responsables polí-ticos o por el público.

Un informe reciente dela Agencia Europea delMedio Ambiente proporcio-na muchos ejemplos donde la inacción de losresponsables de la regulación ha tenido conse-cuencias costosas e imprevistas para la saludhumana y para el medio ambiente o donde seignoraron claramente las alertas precoces oincluso alertas claras y tardías.

EL COMERCIO JUSTO Y SOLIDARIO

En los últimos años se viene observandoque una parte importante de la sociedadcivil está asumiendo un papel cada vez

más activo en la vida pública de sus países res-pecto a problemas relacionados con el medioambiente y con las discriminaciones sociales oeconómicas. Esto se está expresando a travésde protestas públicas contra la globalización, degrandes campañas para defender aspectosfundamentales sobre el medio ambiente o pormedio de la puesta en marcha de redes mun-diales de lucha contra la pobreza.

En este último contexto de apoyo a lapoblación de menos recursos del planetaestá destacando también una forma de com-

promiso social y solidario bajo la denomina-ción de movimiento por un comercio justo ysolidario que progresivamente viene incre-mentando constantemente su presencia ennumerosos mercados de países de Europa,Japón o Canadá y también, aunque enmenor nivel, en España, donde los primerosestablecimientos que promocionaron el

comercio justo se abrie-ron en 1986. En la actua-lidad funcionan más de3.000 tiendas de comer-cio justo en quince paísesde Europa.

El denominado comer-cio justo, tal como lo defi-nen sus promotores, es

un tipo de comercio que surge de una nuevarelación libre, directa y honesta -no fraudu-lenta- entre tres nuevos sujetos económicos:los productores en vías de empobrecimiento,los consumidores solidarios y los intermedia-rios sin ánimo de lucro.

Unos nuevos sujetos que han aprendidolas lecciones de la historia y quieren introdu-cir unas nuevas relaciones de mercado másjustas y distributivas que las actuales.

El actual mercado mundial no es neutral,ya que es un instrumento económico queestá sirviendo para generar cada vez másdiferencias entre los países pobres y losricos. El mercado puede servir para construiro destruir y aunque es un medio generadorde grandes diferencias puede llegar a sertambién un medio para el reparto de lariqueza, según afirman los promotores delcomercio justo, de la misma manera que laciencia y la tecnología pueden ser dirigidaspara la paz o para la guerra. Todo dependeráde la voluntad de los que controlen el mer-cado y de la acción de los consumidores

Guías del Consumidor de FACUA: consumo responsable y sostenible

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El comercio justo creeen un mercado diferente

que sirva como mediopara el reparto de la

riqueza

solidarios y conscientes.Repitiendo los argumentos de los defenso-

res de este tipo de nuevo mercado, el comer-cio justo implica a esos tres nuevos sujetoseconómicos. La misión de las organizacionesque lo promueven debe limitarse a ser facilita-dora. En el movimiento de comercio justo hayque distinguir entre tiendas e importadoras,que desarrollan dos funciones imprescindibles.La tienda o el grupo de distribución se poneen contacto con el consumidor y actúa comoagente de los productores y de los consumi-dores: es un facilitador de primer orden queemplea la sensibilización como un poderosomedio de conciencia. La tienda compra el pro-ducto a la organización de comercio justoimportadora, lo procesa, lo transforma y locomercializa, ayudando a que dichos produc-tos puedan llegar al consumidor de los paísesmás ricos y desarrollados.

El sobreprecio

Para que este comercio pueda recibir el califi-cativo de justo y solidario tiene que existir unacondición imprescindible: el sobreprecio, es

decir, la compra del producto en origen con unporcentaje por encima del precio fijado por elmercado. Desde el principio de su nacimiento,el sobreprecio acompaña al comercio justo yello no podría ser de otra manera, pues noconstituiría novedad alguna si un supuestomediador-facilitador comprara a los productoresde los países pobres determinados productos almismo importe que impone el mercado mun-dial, precios que están arruinando cada vezmás a los pequeños productores de los paísesdel Tercer Mundo.

En este contexto es fundamental la exis-tencia de consumidores solidarios que esténdispuestos a pagar dicho sobreprecio y con-sumir los productos que llegan de dichospaíses a través de las tiendas de comerciojusto y así contribuir de una forma conscientepara poder ayudar a salir de la extremapobreza a dichos productores. Sólo con laexistencia de este sujeto, es decir, el consu-midor solidario, puede funcionar con éxitoeste nuevo sistema de comercio más justo ydistributivo y por ello FACUA debe apostarpor el fomento de estas nuevas formas decomercio y de distribución de la riqueza.

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