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BIBLIOTECA DEL NISO MEXICANO 4: A) tM! AUSfflT tMPER I 0 EF IME 11 di I s. I' I •\ tm \ : I"! it IF Ar I MAUCCI H9 MEXICO

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BIBLIOTECA DEL NISO MEXICANO

4: A) tM! AUSfflTtMPER I0 EFIME 11

di

I

s. I'

I •\ tm\ :

I"!

it IF Ar

I

MAUCCI H9 MEXICO

BIBLIOTECA DEL NffiO MEXICANO

tutitna serb. Epoca ruoderna

e

MAtaxmuhano die stñaon

Un imperio efimero

FOR

HERIBERTO FRIAS

ii

MEXICO

MATJCCL HERMANO2. PRLMm DEL Rnox, 1.

1901

Propledad exciusiva do losseñores Mauecl flermanos.

Maximiliano do Austria

El poderoso ejército francé8 habia triunfa-do entrando en Puebla1 jen la heróica Pueblat

jLlorad, liorad, ninos mexicanos al recuer-do de aquella.s solemnes epopeyas diarias, deaquellos combates magnificos de los menca-nos exhaustos, débiles y muerto de hambrecontra las enérgicas, robustas y aguerridasfuerzas francesas..1 joh! si brad, porque des-pués de semejahtes lides, y traa de esas lu-chas sin igual, cayeron miles de hombres quedieron su vida or la patria, batallando con-tra cuerpos más ertes y tremendos... brad,

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sor los buenos hermanos nuestros caidos,efendiendo Ia tricolor bandera mexicanaL.

• • • S S S S S S S S S S • •

Ya os he referido el formidable sitio dePuebla... 1Las tropas rompieron - us armas,los oficiales sus espadas, y en tomb del tern-torio nacional, flotó una inrnensa nublazOnobscurisirna, corno si ya para Mexico empe-zara una eterna, una siniestra Noche de Se-puicro y Deshonra!S a • • S • • S S S S • S •

***

1Ah! imAs no fué asP...1N o!... 1oh! jflO, amiguito info! imuy al con-

trario la Gloria, ci santo Arcangel de la Woe

Ha, tendió sus magnificas alas sobre Ia patria,protegiendola y arrojando sobre ella, un di-luvio explendido do guirnaldas... guirnaldasSe rosas blancas, y de verdes laurelesL.

1Más también, y acaso pam mayor gloria,entre ci torrente de aquel diluvio, una iluviaincesante de espina.s, de negras y punzadorasespinas!...

Cuá1es podrlan ser aquellas rams espi-nas?...

51Eran :las traiciones de los malos mexica•

nos!...En el huracàn, en que parecla hundirse la

nacion mexicana, bajo la tempest.ad que tro-naba lobregarnente en avalanchas de sangre,surgian a veces ins puntas fatidicas de los pu-nales de los asesinos!...

Ma1diciOn!... 1 Eterna maldiciOn, sobre esostraidores que ayudaron a los extranjeros ti-ranos, en su obra de arrebatarnos lit patria,clue va nos habia dado ci indOmito y altoJuarez!... Ma1dici6n!...• . . S • S S * S • S . .

;Oh! ;Si mis amables lectores, jovencitosque por ahora no podeis comprender toda lainiquidad de la villania de los que, renegan-do de ser mexicanos, se unieron con france-ses, austriacos y belgas, para hacer guerra ala misma nación mexicana... 1oh! si, UegarSpronto el dia, en que lancéis el anatema so-bre todos los traidores, levantando a un tiem-

0 mismo generoso, afanoso, pant los que 1108dieron tranquilidad, paz, harmonia, progresol• . S • - S S • S S . S S S

&No es verdad, que el corazón juvenil sosiente henchido de entusiasmo y gloria, remcordando esa página maravillosa de la patria.

6historia que se llama, y que todo el mundoconoce con el nombre ya eterno, ya imborra-ble, ya grabado en oro y diamante, en todos

los si glos?

CINCO DE MAYO, DE MrL OCHOCIENTOS

SESENTA Y DOS),

es verdad, que muchas veces, amigui-tos, habéis Ilorado en las fiestas que relebranese aniversarlo, oyendo las palabras de losoradores, oyendo las estruendosas descargas

de [as baterlas, durante las saivas de vein-te y an canonazos?... jHabéis ilorado con lasanta emoción de los que se sienten orgullo-sos con ser mexicanos, y haber pertenecido aesa raza de heroes, que disputaron a las judo-mable8 fuerzas francesas, a las formidablealegl?nes galas el triunfoL.

1Y también vistéis el atroz infierno del si-tio de Puebla] También debéis haber sufrido

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con la impresión de tanto desastre, hasta quepor fin, como ya sabéis, rotas las armas, todo

acabo j dispersàndose las Iegiunes mexicanas,

fieles y leales, en guerrillas por todas las obs-curas sinuosidades de las sierras.., jay1 de

esaa sierras abruptas y salvajes, en que lasfieras y los pinos mezclan sus eternos mgi-

8dos, para amedrentar a los malvados y hacerlevantar el espiritu de los heroes!

S -v

Poco tiempo después, entró a itt capital dela RepUblica, el ejercito frances, preparandola entrada, del que los enemigos del progresoy de la libertad, habian ilautado como Ernpe-rador de Mexico.

En efecto, ci dia 12 de Junio de 1864, entraba solemnernente en las calles adornadasde la ciudad, que tantas veces habia sidoasieflt() de la causa liberal, aquel pobre prin-cipe, traido desde tierras rnuy lejanas, enga-nado por los mismos que le tueron a ilamar,aquel pobrecito arehiduque austriaco, quepot tener unaa corona, vino a Mexico, a per.der su imperial cabeza, rodando ensangrenta-do, alià en el polvo y el fango del cerro deeampanas, en Querétaro.

jPobre Maximiliano!

9En su memoria, por su buena alma, cmlxi-

tas lágrirnas se han derramado!10h! 1infeliz archiduque, noble austriaco,

que tan sereno y tranquilo dormias al ladode tu casta y buena esposa 1 la ErnperatrizCarlota, tu no tuviste culpa alguna en ci grancnmen de que hicieron victima a nuestra pa,,tria, los ambiciosos, los malos rnexicanosL.1oh! jno, Maximiliano, tu fuiste leal, magnifi-co, generoso y puro... Ms a jay! tu bondad,y la arnbiciOn, y el orgullo de tu raza, te ce-garon, cuando te ofrecieron un tronoL. 1Qui-siste ir a ocupar ese trono ficticio, que toofrecian unos cuantos aventureros, e, impul-sado por el tirano de la Europa, que se llama-ba entonces, Maximiliano! el Erriperador,Napoleon HI, icaiste en la tentaciOn, y liegas-te a Mexico, A este glorioso Mexico, nuestrapatria, de donde no habrias de volver sino ca-daver!

jPobre Maximiliano!01 11 1 1 . . I 1 0 1 040

101 Pobredc tu augustasposa, Carlota!

***

Los malos, los que son hajos, Iv se 'hurniftBan para alabar a los que siempre están enlo alto, a los que tienen dinero 6 glorias, em-pleos, titulos o halagos que repartir, todoslos enemigos declarados de los republicanos,Jos traidores, Los viles, los poderosos, y los ri-cos que habian hecho su capital, con la san-gre y el sudor do los pobres, los que odiahanIa libertad y la Iuz, porque eran hijos del en-men, sr de la sombra, joh! is!... en una pala-bra, amiguitos mios, todos los (Tue son mal-ditos de Dios y de la Historia, que es la mis-ma Conciencia de la Hurnariidad, es dectir, elmismo Dios, todo aquellos abominables ene-migos de la patria, salieron a recibir al Archi-duque, Maximiliano de Auspburgo, liamadoy diz que aclaniado, Emperador de Mexico!

jEl Ilegaba tranquilamente, convencido de

11 -Sn poder y de su fuerza, ereyendo que efecti-vamente teñIa derecho pam ilamarse rey, yEmperador do una naciOn, que apenas cono-eta de nombre, sin sentir hacia nuestro pals,ningUn sentimiento de cariño y simpatia,solo cediendo a su orgullo imperial, que leexigiera que these el que haM a de ilevar laCorona de los Moetecuhzoma y Cuachtemo-chzinf

Cuân engañado estaba, el tñste y rubioprincipe!

•y cuánta, cuánta sangre mas, iba a costarA la naciOn mexicana aquel orgullo!

Tras del Emperador, y delante éI, estaban]as legiones francesas, que habia mandadoNapoleon III, para sostener aquel trono im-puesto por cuarenta y cinco mil bayonetasl

jDos cientos mil. pesos, costaron a la na-cion, solamente las fiesfas que la ciudad doMexico, hizo a la entrada de Maximiliano y-de Carlota, el dia I de Junio de 1864.

Poco antes ci Femperador, escribió a Juarez,el indio sublime! juna earta, en que le

12ofrecia miles de favores y de empleos, haciéu-dole figurar como un gran hombre entre lacorte, que aquel improvisado monarca pensa-ba formar!...

;'Ia os podeis imaginar, cual seria Ia con-testación del heróico presidente de la Repü-blica, que era en realidad y justicia, el verda-dero y Cnico gobernante del pals!

1Le contesto diciéndole, que estaba dondele habla ordénado su deber, y que los intere-8es de la patria, le ilamaban a sostenerse fir-me, inquebrantable y alto, delante de Ia Trai-don, que ayudaba a la Tirania Extranjera,para expulsarla con todo el heroismo de losbuenos mexicanosL..

***

Entonces principió la vida éfimera, de loque algunos Haman el Imperio de Maximi-liano.

Empezaron en Mexico, miles de fiestaA,bailes, banquetes, orgias y paeos ostentosoe...

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C-,

Se (luiso itnita.r ci tiempo de los antiguosreyes, las farsas de los nobles, y de los caba-Ileros.., y se empezaron a nombrar eouibs,marqueses, duq'te.s-.0 rhatnbelaux, guardias de laEmperatriz, y miles y miles de tonterias porel estilci. que causaban nsa, porque aquellotipos usaban trajes rnuy ridleulos como deespanta-pájaros.

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Pero mientras pasaban todas estas tristesfarsas en la capital de la Repüblica, allã enlos cam pos, los defensores de la patria, insul-

tada y hundida, haclan proezas de valor in-domable, y de un heroismo inmortal...

En Mazatlain, el General Sanchez Ochoa,hizo prodigios de valor, rechazando Con WIsolo cañOn, a toda una fragata francesa... ;De.

15 -rrotô a has tropas francesas, el bravo general,siendo aclamado por toda la población!

jAllá en las asperezas de Oaxaca, el ilustreGeneral Porflrio Diaz, se batia con muy po"cas tropas, contra los ejércitos franceses, re-rechazándolos por todas partes, teniendo ma-gos de sublime civismo; siendo mártir, perse-guido a través de las sierras, indomable comoun genio del amor a la patria!

1Y lo que fue más admirable en este geniode la guerra, lo que le hizo ser aclamado has,t.a de Bus mismos enemigos, fue que, hechoprisionero por los franceses, con astucia, y sinfaItar a su honor, burlo a sus guardianes; es-capó por entre las montañas, y muchos me-see vivió en el fondo de barrancos, y precipi-dos horrendos, combatiendo con ci hambre,la sed, y las fieras; hasta que logró volver aser el caudillo indómito, que tantas gloriasiba it dar a Mexico!

jSaive el augusto adalid, de aquellas tern-bles guerras!

1(3 -,Quién habria de adivinar, quc niãs tarde,

seria aün niás grande?

• En (Al it;tei½o; ; RepübIi, en ]as Sie-rras de Querétaro, on las de la Sierra Madredel Norte. otras bravas guerrillas I uch abancon denuetlo, al rniSiim tienipo que en ci Pa-lacio de N êxico, bailaban loS nobles v los ri-cos delante del nuevo 11anado EmperadorMaximiliano",

1 Horrendas páginas de in histona: mientrasunos muctren en los desiertos dc los montes,defendiendo lit libertad v el honor de Ia P-tria, otros la roban y con sus valores st 1 em:-briaga, se visten de seda v terciopelo. V

cabeles V C;lflhI)a flill a s de oro, para dauzaralegrernente, ocultando su intanciaL..

Pero, notad, ninos amigos, quc después lie-ga la hora de la expiaciôn... ;Viene ci castigo,y corre la sangreL.

1Se acercaba ci lugubre: ..Cerro de las Cam-panask

Barcelona.—Imp. de Is Casa Edttortal Maucci