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FE-005

LOINEXPL

VOL VIFAS.65

PI|\IIX?UCADOEL MUNDO DE LO EXTR,ANO,INSOLITO Y MISTER,IOSO

Publicado por Editoriai Delta, S.A.-Barcelonay comercializado en exclusiva por

Distribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

Vol. Vl-Fasc. 65

Director: José Mas GodayolJefe de Redacción: Gerardo RomeroCoordinacióneditorial: GloriaGutiérrez

Redactores y colaboradores:Prof , A. J. Ellison, Dr. J. Allen Hynek. Brian lnglis, Colin Wilson.Bealriz Podestá, José Lorman.

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(ó 1980 Orbis Publishing Ltd. LondonO 1981 Editorial Delta, S.A. BarcelonaISBN: 84-85822-47-1 (tomo 6) 84-85822-15-3(obra complela) 84-85822-1 6-1 (fascículo)Depósito legal: B, 126311982

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LO INEXPLICADO EL MUNDO DE LO EXTRAÑO INSOLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascÍculos de apari-ción semanal, encuadernables en diez volúmenes. Cada fascÍcu-lo consta de 20 páginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascículo que completa cada uno de los diez volúme-nes de que se compone la obra, se pondrán a la venta las tapaspara"su encuadernación. Además, coleccionando la tercera ycuarta páginas de cubierta, se obtendrá un interesante doss¡ersobre los MAESTBOS DE LO INSOLITO.

()VNIS DNBÓLIC()S

¿Son los OVNIS emisarios de Satanás, el

ángel caído? La maldad que emana demuchos encuentros con extraterrestresasí parece indicarlo.

EL REY ARTUR()José de Arimatea y los Caballeros Templariosdesempeñaron un papel importante en la trayectoria que

llevó al virtuoso sir Galaad a la contemplación del SantoGraal.

NÚMER()SEl famoso arquitecto del siglo xx Le

Corbusier elaboró su sistema estéticosobre proporciones regidas por la reglaáurea... cuyos orígenes se remontan a

miles de años.

JACK EL DESTRIPADORAl final de la década de los setenta, la aparición de un nuevo

"Destripador,, en Gran Bretaña conmovió a la opiniónmundial. Muchas personas pusieron sus dotes psíquicas a

disposición de la policía para intentar capturarlo.

SAN MALAOUIASNapoleón Bonaparte aparecÍa citado enla profecía sobre los papas; se le daba

el nombre de "Aquila rápdX».

fascículo

Foto cubiefta: Mansell Colle.tion

Uno de Ios héroes más conocidos de todos los tiemposes el rey Arturo, salvador de Gran Bretaña. Relatamossus legendarias hazañas e investigamos el permanenteatractivo de las leyendas artúricas.

LA srMpLE Ir,t¡NctóN del rey Arturo y la TablaRedonda es suficiente para invocar imágenesde galantería y romance: esbeltos castillos.blancos corceles, espadas desenvainadas... Esla materia de los sueños infantiles. que ha ins-pirado a generaciones de poetas y artistas. Losnombres de los caballeros sin miedo y sin ta-cha: Arturo, Bohort, Bedivere, Galaad, Ga-wain, Lanzarote, Perceval. Tristán. están im-buidos de una vibración v una resonancia espe-ciales, cuyos ecos han perdurado a través delos siglos.

Fue en una gran fiesta en Londres dondeUther Pendragon, rey de Inglaterra, vio porvez primera a la bella Ygraine (a veces llamadaIngerna), esposa de su amigo y fiel vasalloGorlois, duque de Cornualles; inmediatamen-te sintió un deseo irreprimible de poseerla.Gorlois adivinó sus intenciones, y encerró a

Ygraine en el inexpugnable castillo de Tinta-gel. Enloquecido por la pasión, Uther pidióayuda a Merlín, el gran mago. quien le entregóuna pócima que 1o volvió idéntico a Gorlois.Así disfrazado. Uther no tll\.o problemas paraenlrar en e1 castillo de Tintagel r en el lecho deYgraine. Esa noche fue concebido Arturov Gorlois fue asesinado por los hombres de

Úth.t. Éste e Ygraine se iasaron en seguicla,

A la derecha: Uther Pendragon y

el mago Merlín preparan el raptode Ygraine. esposa de Gorlois.duque de Cornualles, mientrasella les mira desconfiada. La

ilustración pertenece ala Crónicade lnglaterra medieval de Peterde Langtoft (foto The BritishLibrary).

Abajo: las ruinas del castillo deTintagel, en Cornualles, donde,según la tradición, fue conceb¡doArturo (foto Bobert Estall).

Merlín reclamó al recién nacido Arturo y loentregó a un caballero llamado Ector. quiencrió a Arturo como si fuera hijo suyo y herma-no de su hijo Kay. Cuando Arturo tenía casiquince años. Merlín convocó en Londres a lanobleza del país. A la salida de una iglesiadonde todos se congregaban para oír misa los

domingos. había una piedra con un yunqueempotradol del yunque sobresalía una magní-fica espada. En la piedra estaban grabadas laspalabras: eutEN ARRANQUE ESTA ESPADA DE LAptE,DRA y EL yuNeuE sgRÁ pon DERECHo PRoPIo

REY NA'TO DE TODA INGLATERRA.

Muchos señores y caballeros trataron de ex-

traer la espada de la piedra, pero todos fraca-saron. Mas cuando Arturo lo intentó. la espa-

da se deslizó sin que él se esforzara lo más mí-nimo. Fue proclamado rey ante la furia de mu-chos grandes nobles, entre ellos Loth de Lo-thian, y hubo muchos años de luchas antes de

que todos aceptaran a Arturo como rey.

El rey Arturo

Para hacer las paces. Loth envió a su bellaesposa, Morgause, en una embajada a Arturo.Ignorando que era su media hermana

-una de

las tres hijas de Ygraine y Gorlois-, Arturo lehizo el amor y ella concibió un niño. Merlínprofetizó que el fruto del involuntario incestode Arturo provocaría la destrucción del reino.El niño se llamó Mordred.

Mientras tanto, Arturo había roto en uncombate la espada que había sacado de la pie-dra. Merlín le condujo entonces a un lago y allíuna poderosa hada, la Dama del Lago, le en-tregó una espada mágica llamada Excalibur.

Más tarde, Arturo se casó con Ginebra y re-cibió una magnífica mesa redonda como regalode bodas. Alrededor de esa mesa se sentabanlos caballeros de la corte de Arturo. Pero unlugar, el "sitio peligrosor, quedaba vacío, re-servado para aquel caballero que tuviera éxitoen la búsqueda, esencialmente espiritual, delGraal, la reliquia más sagrada de la cris-tiandad.

Las aventuras de los caballeros están llenasde maravillas sobrenaturales, pero el tema másimportante de la leyenda artúrica es el amor deLanzarote y Ginebra. Su pasión les volvió tanindiscretos que Arturo se enteró y fue obliga-do por Mordred y sus pares a reconocer el he-cho en público y a acusar a la pareja de adulte-rio y traición . Lanzarote, con Ginebra y varioscaballeros, huyó a Francia, perseguido por elejército de Arturo. Ambas fuerzas se encon-traron. Se perdieron vidas y se mancillaron ho-nores. El código de caballería, que había sidola columna vertebral de la Tabla Redonda, se

transformó en su debilidad, empujando a losparticipantes, por razones emocionales, a unaterrible catástrofe final que no pudieron evitar.

En ausencia de Arturo, Mordred, que se ha-bía quedado en lnglaterra para cuidar del rei-no, reunió un ejército y se apoderó de la coro-na. Arturo volvió a Inglaterra y su ejército se

enfrentó con el de Mordred en Camlan. Se li-bró una terrible batalla en la que murieronmuchos caballeros. Arturo infligió un golpemortal a Mordred pero éste, antes de morir,clavó su espada a Arturo.

Moribundo, Arturo ordenó a Bedivere quearrojara Excalibur al lago de donde había sali-do. Bedivere tiró la espada lo más lejos quepudo y un brazo salió del agua, la cogió y desa-pareció. El rey, herido de muerte, fue condu-cido entonces a la orilla del lago, donde unabarca le esperaba para trasladarlo a la isla en-cantada de Avalon

-generalmente se identifi-

ca con Glastonbury (Somerset), por aquel en-tonces rodeado de marismas- donde se diceque murió. Pero el pueblo se negó a aceptarque el rey Arturo hubiese muerto y corrió elrumor de que se había escrito en su tumba: r¡rcIACET ARTHURUS REX QUONDAM REXQUE FUTU-nus (Aquí yace Arturo, rey actual y futuro).

Esta es, para la mayoría de la gente, la histo-ria del rey Arturo que el cine ha conseguidohacer aún más atractiva. Pero, ¿de dónde salióesta imagen romántica?

Existe la creencia, no comprobada, de queexistió un Arturo real, en el siglo v, pero desi-

t262

Arriba: Arturo y sus cadalleros enuna partida de caza (ilustración

de Gustave Doré para el poema

épico de lord Tennyson). Juntocon los cuadros románticos de lasleyendas artúricas que pintaron

los prerrafaelitas, Tennysonayudó a crear la imagen popular

de los caballeros de la TablaRedonda (foto MansellCollection).

A la izquierda: ilustración de unmanuscrito flamenco. de principios

del siglo xvr que representa a doscaballeros enfrentándose en unajusta ante Arturo y su corte. Seconsideraba que el ganador habíalogrado una victoria tanto físicacomo moral. Era práctica comúnque los caballeros llevaran los

"colores" de qna dama

-pañuelos de colores- en la

justa, y la victoria podía

considerarse una muertesimbólica en honor de la dama(foto Biblioteca Bodleyana).

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lusiona saber que en la historia real no hubo niTabla Redonda, ni castillo mágico llamado Ca-melot. ni caballero Lanzarote. Todas ésas soninvenciones medievales: todos los detalles decaballería, armaduras, amor cortés y galante-ría derivan de condiciones e ideales muy aleja-dos de los que conoció el Arturo histórico.

La historia de Arturo no nació como una na-rración única y coherente, sino que se desarro-lló a partir de una serie de relatos dispersosque, al principio, quizá no tuvieran ninguna re-lación con una figura histórica concreta. Estasleyendas tradicionales fueron adjudicadas a

una figura heroica y, más tarde, reunidas en unsolo relato al que diversos escritos fueron aña-diendo aventuras. La historia de Arturo, talcomo ha llegado a nosotros -a través de Mor-te d'Arthur (La muerte de Arturo) de ThomasMalory, Idylls of the King (Idilios del rey) de

Abajo:Arturo, representado en un

mosaico del año 1 166 en lacatedral de Otranto (ltalia). Susorígenes son oscuros, peroparece probable que las leyendasartúricas fueran llevadas a ltaliapor los normandos (foto MansellCollection).

En la parte inferior: las primeras

ilustraciones de un manuscritoiluminado del siglo xv sobreLanzarote (de izquierda a

derecha y de arriba abaio). En laprimera aparece su nacimiento;luego Lanzarote es educado por

la Dama del Lago; Lanzarote en

un torneo, y finalmente su visióndel Santo Graal (foto Giraudon).

El rey Arturo

to libro muy antiguo» que le había sido entre-gado por su amigo Walter, archidiácono deOxford. Se puede discutir si ese libro existió ono en realidad, pero desde luego la Historia noera una pura y simple traducción de otro libroya existente.

La Historia comienza con la fundación deGran Bretaña por Bruto, nieto de Eneas, hé-roe de la Eneida de Virgilio, y continúa conuna larga línea de reyes que incluye nbmbrestan familiares como Lear, Cimbelina y Cole yllega hasta Arturo, que ocupa una quinta partedel libro.

Aunque la Historia cita los nombres de per-sonajes, lugares y cosas familiares en la actua-lidad

-Merlín, Ginebra, Mordred, Kay, Bedi-

vere, Tintagei, Camlan, Avalon y la espada deArturo, que aquí se llama Caliburn- la acciónse desarrolla en el siglo v y no aparecen la Ta-bla Redonda, Lanzarote, Galaad o el SantoGraal.

La Historia fue inmensamente popular. Enella los reyes normandos, que ya se habíanaflanzado en la conquistada Gran Bretaña, en-contraron un héroe que era digno rival de Car-lomagno, cuyas leyendas daban un envidiablelustre a los reyes de Francia. Arturo había lu-chado contra los sajones, y los normandos, porsu parte, habían derrotado a éstos, 1o cual, porlo menos, proporcionaba a los normandos unvínculo con los británicos nativos y con losideales de Arturo. Sin embargo, fue en Fran-cia donde en mayor medida se desarrollaronlas historias sobre Arturo.

Alrededor de 1154, Robert Wace, canónigode Bayeux, escribió Roman de Brut, una trans-

Tennyson y The Once and Future King (El reyactual y futuro), de T. H. White- es un com-pendio de esas muchas historias que se cono-cen colectivamente como Materia de Bretaña.

La fama de Arturo se extiendeLa leyenda se desarrolló en los años que si-guieron a la conquista normanda de Gran Bre-taña, en 1066. En Gales, Cornualles y Brita-nia, la franja céltica de las tierras anglonor-mandas, las historias sobre Arturo habían sidopreservadas y esparcidas por los juglares am-bulantes; a fines del siglo xr Arturo era conoci-do en toda Europa. Una talla en piedra sobrela puerta norte de la catedral de Módena, enItalia, da testimonio de su fama: se supone quees anterior a ll20 y representa una escena dela saga artúrica que representa el rapto de Gi-nebra y su rescate por Arturo.

Arturo de 1136, un monje benedictino lla-mado Geoffrey de Monmouth reunió las can-ciones pseudohistóricas de los bardos, el fol-klore y las tradiciones, y las combinó con lahistoria genuina y un poco de imaginación pa-ra crear una narración coherente que llamó laHistoria regum Britanniae (Historia de losreyes de Gran Bretaña) y que ha sido justa-mente descrita como uno de los libros que máshan influido en aquel país. Geoffrey presentósu libro como una historia auténtica, diciendoque no había hecho más que traducir «un cier-

t263

El rey Arturo

cripción dela Historia de Geoffrey con amplia-ciones poéticas, la más importante de las cua-les fue la introducción de la Tabla Redondaque, según é1, fue diseñada por Arturo paraque ningún caballero tuviera la primacía. Wa-ce dice que los bretones contaban muchas his-torias acerca de la Tabla Redonda, pero la for-ma que tomaban esas historias se había perdi-do en las brumas del tiempo. Escritores poste-riores desarrollaron el tema de la Tabla Re-donda, que se transformó en una excelsa or-den de caballería.

Arturo y el «Amor cortés»El autor que mayor influencia tuvo en el desa-rrollo de los romances artúricos fue el francésChrétien de Troyes. Fue é1, más que ningúnotro, quien determinó la naturaleza 1, el signifi-cado de la leyenda en la literatura moderna.Chrétien escribió varios romances en verso:Erec y Enide (1 170) , en el que Perceval y Lan-zarote hacen su primera aparición en la litera-tura artúrica Cligés (1176); Ivain El caballerodel león (ambos en ll77). Este último fue elprimero que situó la corte de Arturo en Came-lot; su última obra (inacabada), que consta de9 000 versos, fue Perceval o El cuento delGraal, del que hablaremos más adelante.También escribió un poema sobre Tristán e

Isolda, que se perdió. Probablemente, la apor-tación más importante de Chrétien de Troyes

1264

fue la introducción de la relación amorosa en-tre Lanzarote y Ginebra.

Alrededor del año 1200 un caballero borgo-ñón llamado Robert de Boron (o Borron) creó1o que se convirtió en la leyenda básica de lajuventud de Arturo, desarrollando la impor-tancia de Merlín en la carrera del joven héroe.También redactó la narración más antigua quese conoce de la primitiva historia del SantoGraal, y la incorporó al ciclo artúrico.

Mientras tanto. otros escritores -Thomasde Inglaterra (c. 1160), Eilhart de Oberg (c.

1170), Beroul (c. 1190) y, por supuesto, Chré-tien de Troyes- habían desarrollado la histo-ria no artúrica de Tristán e Isolda: pese a susinhibiciones morales y su lealtad hacia los de-más, Tristán e Isolda se enamoran apasionada-mente al tomar una poción afrodisíaca, y luegose separan gradualmente. Alrededor de 1230una historia llamada Le roman de Tristan deLeonis absorbió a Tristán dentro del ciclo artú-rico. convirtiéndolo en caballero de la TablaRedonda.

Entre l2l5 y 1230 se produjo un intento deintegrar 1as numerosas historias del ciclo artú-rico en un todo coherente. en una serie de ro-mances franceses de diferentes autores que seconocen en la actualidad como el «ciclo Vulga-ta», ya que se considera la «Biblia» de la litera-tura artúrica. Fue aquí donde Galaad hizo su

En la página anterior, arriba: el

cuadro de W. Hatherall La batalla

entre el rey Arturo y sir Mordredque se exhibe en el denominadosalón del rey Arturo, en el castillode Tintagel (foto Mansell.

Collection); abajo: una visióndecimonónica de la muerte deArturo, representada por esteboceto para un tapiz del pintor

crerraf aelita Edward Burne-Jonesrfoto Robert Harding/Museo deArte de Ponce, Puerto Rico).

La perdurable fascinación de la

leyenda artúr¡ca en el siglo xx se

ha visto reflejada en varias

creaciones cinematográficas,

entre ellas la irreverente Los

caballeros de la mesa cuadrada(a la derecha) y Excalibur (abaio),

ferozmente realista (foto Kobal

Collection/20th CenturY Fox

Company, Kobal Collection/OrionPictures).

primera aparición, ocupando su lugar en el«asiento peligroso".

Alrededor de 1469 se creó la más bella florde esta leyenda; su autor fue sir Thomas Malo-ry, un granuja cuya carrera criminal le habíallevado a la prisión de Newgate. Fue allí dondeescribió La morte d'Arthur, cuyo título no de-bemos a Malory, ya que fue adjudicado al libropor William Caxton, quien lo corrigió y publi-có en 1485, 14 años después de la muerte deMalory.

La historia de Arturo atrajo a muchos escri-tores y artistas, desde la iconografía medievalhasta la contemporánea, pasando por los pre-rrafaelitas. El cine tardó bastante en aprove-char el tema y el ciclo artúrico comenzó conuna serie de 15 episodios, producida en 1949'.Las aventuras de sir Galaad. Pero la primerapelícula fue la clásica El príncipe Valiente, de1954, basada en la historieta de Hal Foster.Más recientemente llegaron la versión de lacomedia musical Camelot (1967) de JoshuaLogan, la jocosa comedia Los caballeros de lamesa cuadrada (1975), del grupo Monty Py-thon. la desmitificadora Lancelot du Lac$97a) de Robert Bresson y el intento, más re-ciente, de recuperar la grandeza épica quecontiene la historia: Excalibur (1981) de JohnBoorman.

Existen muchas teorías que tratan de expli-

El rey Arturo

car la profunda y arraigada atracción que ejer-cen las leyendas artúricas. Una sugerencia quevale la pena comentar es que por debajo de laanécdota corre el tema de las fuerzas sobrena-turales que controlan el destino. Ese temaexiste. cierlamente. pcro no es muy incitante.Uther, un buen rey, se transforma en una ma-rioneta del destino cuando seduce a Ygraine.traiciona a Gorlois y causa la muerte de éste.Del mismo modo, Galaad está destinado a

cumplir la búsqueda del Graal; Lanzarote yPerceval están condenados a fracasar y Mor-dred está destinado a destruir a Arturo y a laTabla Redonda. Estos intrincados paralelis-mos poseen un extraño simbolismo arquetípi-co, pero éste no es suficiente para explicar elatractivote las historias.

Quizá la historia sea una metáfora en la quelas luchas de Arturo y sus caballeros represen-tan las luchas de la vida en general. O quizá larespuesta sea, simplemente, que en todas las

generaciones y en todas las sociedades. la leal-tad y el honor son valores importantes, repre-sentados por los caballeros de la Tabla Redon-da. Y, por supuesto, subsiste un deseo persis-tente de que en alguna época, en algún lugar,la historia haya sido cierta.

¿,Cuál era el significado de la búsqueda del San-to Graal? ¿Se trataba de una empresa puramen-te mística? Véase página 1286.

726s

.

t,

,i:

Lejos de descansar en paz, hay qu¡en asegura que losmuertos IIevan una ex¡stenc¡a act¡va y labor¡osa; queestán, de hecho, más «v¡vos» que nosotros. ¿Cuáles elsignificado de esa vida ulterior?

lo que sus acciones y palabras causaron en losdemás.

Al experimentar el proceso estremecedor.pero a la larga provechoso, de la segundamuerte., el espíritu «se gana» su entrada en e1

segundo cielo. Descttbre entonces que lo quese ha desmontado en ese trauma es tan sólo suyo exterior, su personalidad que tan esencialparecía en su vida terrenal. Personalidad esuna palabra derivada del latín persona, quesignifica .máscara de actor»; tras haberse des-pojado de ella durante su segunda muerte.puede salir de la prueba como su verdadero«yo indivisible».

El propósito de este segundo cielo es, al pa-recer, el de permitir que el espíritu crezca y sedesarrolle. El proceso tiene lugar en 1o quemuchos textos denominan .el gran silencio».Durante este período, la identidad anterior sedisuelve y el espiritu experimenta una sensa-ción de inmensa paz. Ya no sabe quién es nidónde se encuentra, pero esto no resulta des-concertante ni mucho menos. como no lo espara una mariposa el cumplir el proceso natu-ral de abandonar su capullo.

Familiarización del espírituLlegado a este punto, el espíritu pierde contac-to con todos aquellos a quienes había conocidoen la vida terrenal. Es una fase temporal, peroal parecer esencial, puesto que debe concen-trar sus energías para afrontar el nuevo pai-saje, inconmensurablemente más amplio, quele espera. Allí le aguardan ya encuentros signi-ficativos con otros espíritus, con los que sesiente un profundo vínculo espiritual y una ín-tima familiaridad. Se dice que esto es comovolver a encontrar viejos amigos en la tierra,amigos con los que uno ha compartido profun-das experiencias. Sin embargo, los amigos eneste plano, aunque se trate sin duda de anti-guos amigos, corresponden a muchas vidas, yeste hecho es esencial para la comprensión dela vida ulterior. Con esos amigos de antaño, elespíritu revive antiguos recuerdos a los que supersonalidad inmediatamente anterior no te-

sI LA MUERTE no representa el final de la perso-nalidad del hombre, sino más bien el comienzode una especie de «peregrinación», como ase-guran muchos investigadores psíquicos, enton-ces ¿cuáles son las etapas de esta aventura? Elespíritu desencarnado, tras encontrar a los se-res queridos fallecidos antes que é1, vive pri-mero en el país de verano o en el país de in-vierno (véase página 1230). creados ambos apartir de sus propios hábitos de pensamiento,buenos o malos. Los dos se encuentran en elplano ideopltistico y sirven, al parecer, paraque se desprenda de sus preocupaciones terre-nas y anhele los beneficios de unas facultadesmás elevadas y espirituales. Pero primero debesometerse al "juicio» y a la «segunda muerte».procesos que presentan un espejo ante la per-sona que fue el difunto, despojándolo implaca-blemente de sus ilusiones sobre sí misma y ha-ciéndole comprender

-convirtiéndose mo-

mentáneamente en otras personas de su vida-

t266

Arriba: el dios hindú Visnú,reencarnado por segunda vez enforma de tortuga. La creencia enla transmigración de las almasentre hombres y animales siguesiendo muy común en Oriente.Pero todo parece indicar que elhombre se reencarna siemprecomo otro ser humano (fotoMichael Holford).

En la página siguiente: las

culturas antiguas solían creer en

un dios supremo de los muertos,

como el tibetano Yamantaka(arriba) o el azteca Mictaltecuhtli(derecha) [fotos archivo W.

Forman/Col. Philip Goldman,

archivo W. Forman/Museo deAntropología de la Universidad deJalapal.

Abajo: el noveno infierno de

Dante, por Gustave Doré. En estahelada desolación, las almascondenadas quedan congeladaspara siempre.

nía acceso. En conjunto, los miembros de lareunicin reviven acontecimientos que compar-tieron anteriormente, y con ello empiezan aver cómo emergen una finalidad y un significa-do diferentes de las personalidades aparente-mente dispares y fragmentarias que habían si-do en el pasado. Cada alma se ha reencarnadovarias veces.

Ahora ven que sus vidas no han sido arbitra-rias, ni mucho menos; que forman parte deuna norma y una finalidad que todavía se estánelaborando. Cada uno despierta lentamente alreconocimiento de lo que se denomina su yocausal, y. participa en é1. Este yo causal llevaen sí semillas de cada vida anterior, pero tam-bién contiene indicios de lo que va a ser enfuturas encarnaciones:El segundo cielo es a lavez retrospectivo y perspectivo; un plano depercepción a la vez del pasado y del futuro.Como se asegura que dijo con carácter póstu-mo Frances Banks, que fue en vida monja an-glicana: se trata de «la etapa inicial de un viajealal:uz, durante el cual la entidad supervivien-te se reúne gradualmente con toda el alma". Yahora ve su anterior vida terrenal en su autén-tica perspectiva, es decir, como un fragmentode unas expectativas mucho más amplias.

Después de la muerte

La vida pasada es únicamente el último capí-tulo de un libro muy largo, cuyo «argumento»puede abarcar muchos siglos terrenales. Cuan-do el espíritu empieza a presenciar el panora-ma de sus vidas, comprende inevitablementeque gran parte de su vida pasada fue la conse-cuencia directa de actos de otras encarnacionesanteriores. Nada carece de sentido. y ahora,por fin, conoce la respuesta a la pregunta quetoda persona se hace en algún 'momento:«¿Por qué yo?»

. La mayoría de los espíritus cuentan con va-rias encarnaciones. ya que casi todos necesita-mos varias oportunidades para aprender todaslas lecciones necesarias. A todos se nos pre-sentan esas oportunidades a lo largo de los si-glos. No todos aprovecharán igual su experien-cia o aprenderán al mismo ritmo, pero hay mu-chas posibilidades de enmendar errores come-tidos o compensar oportunidades perclidas. E,s

posible que los fallos de la última vida sean si-milares a los experimentados antes. pero tam-bién cabe que el espíritu haya superado unalarga serie de equivocaciones. Dijo FrancesBanks: «Todavía es una continuación. una se-

1267

Después de la muerte

5l:ü:5:F:!:li;::r:!

cuela. Hay un hilo bien definido que con-tinúa. »

Este enriquecimiento del alma a través delas revelaciones del pasado .es el primer pasodel proceso de afianzamiento en el segundocielo. pero hay otros dos pasos importanles.

El primero incluye el consejo de seres mássabios respecto a cómo enfrentarse a la vidafutura de cada uno. El segundo paso clarificala verdadera naturaleza de la relación del espí-ritu con sus iguales. aquellos "viejos amigos,con 1os que acaba de reunirse. Comprendeahora que están todos ellos unidos para toda laeternidad y con el mismo propósito general.Juntos forman parte de una unidad importantí-sima llamada alma grupo. Se dice que estarcon sus miembros implica sentir un profundobienestar espiritual.

t268

Las balanzas y la espadarepresentan, en la imagentradicional de la Justicia,misericordia y retribución. No

obstante. se dice que la justicia

absoluta sólo puede ser hallada

en la vida ulterior, en la que las

acciones adquieren la dimensiónreal que tuvieron en vida (foto

Robert Estall).

A Ia derecha: una obra deprincipios del siglo xv muestra a

san Pedro recibiendo a tres almas

en las puertas del cielo. En la

visión cristiana, la admisión en el

cielo era en sí una especie dejuicio, aunque todavía tuviera que

llegar el terrible día del juicio final(foto Michael Holford)

Los miembros de una familia terrenal pue-den estar espiritualmente próximos o tan sólogenéticamente vinculados, y en cambio serverdaderamente extraños entre sí. Su «fami-lia" espiritual se encuentra en otra parte, y sedice que ésos son los auténticos familiares. Pe-ro en la vida del más allá no existen estas vin-culaciones casuales; el alma grupo sólo agrupaa miembros totalmente entregados a su parti-cular misión espiritual a largo plazo, bajo ladirección del que podríamos calificar comohermano mayor. Los componentes de cadagrupo mantienen una mutua responsabilidadentre sí y frente al mundo, para cumplir la ta-rea específica que les fue asignada al ser crea-do su grupo.

La vida continúaSi son ciertas aquellas narraciones que preten-den describir las condiciones que reinan en lavida ulterior -y determinar, de paso, cuál esla finalidad de la propia vida-, nuestras exis-tencias individuales sobre la Tierra pueden serconcebidas como parte de un plan mucho másgrandioso. Y aunque estos relatos parecen ar-monizar básicamente con la creencia cristianaconvencional en purgatorio, infierno y cielo,los estados aproximadamente similares exis-

ten, no como castigos o recompensas finalespor una sola vida terrenal, sino como etapas enuna educación continuada. Cada uno debe re-dimir aquellas partes de sí mismo que estánaherrojadas por cadenas que él mismo ha crea-do. Incluso en el segundo cielo prosiguen losprocesos de autopurificación y de servicio de-sinteresado. Allí. el espíritu aprende que exis-ten ulteriores estados de beatitud. pero éstoss()n loda\ ía demusiado intensos para que pue-da acceder a ellos.

Resulta evidente que la vida terrenal y la vi-da entre encarnaciones aportan simplementediferentes oportunidades de *crecimiento".Cada espíritu pasará de una dura labor al des-canso. y de éste a nuevas tareas, y aunque sediga que en los planos del más allá éstas sonmás agradables que en la Tierra, el trabajo es

I!5i.1::rÉir:--:ll|Eiü;:jt¡.i=:.

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¡:::

ul

básicamente igual en cuanto a intensidad. Acada espíritu le exige un esfuerzo enorme elrealizar cualquier progreso duradero. pero noestá solo y le cabe esperar un tipo de ayuda,consejo e inspiración que le hubiera sido impo-sible encontrar en la tierra. Alentado e inspira-do, el individuo puede progresar hacia su ma-durez definitiva.

El destino de cada alma sólo se realizará. di-cen los comunicadores, cuando quede comple-tada el alma grupo, 1o cual puede requerir untiempo indefinido. Existen muchas almas gru-po; se dice que pueden comprender desde re-lativamente pocos miembros hasta varios cen-tenares de ellos. Frecuentemente, la inquietudinterior de una persona sobre la Tierra es unreflejo de la búsqueda de su alma grupo, suequivalente del Santo Graal. Cada uno conser-va su libre albedrío para separarse del caminoseguido por el alma grupo, pero el apremio desu naturaleza interna acabará finalmente. se-gún se cree, por llevarlo de nuevo con ella.

Durante su estancia en el segundo cielo, elespíritu aprende a descubrir, mediante la «re-visión» de sus vidas anteriores. su verdaderopotencial y qué medidas debe tomar para satis-facerlo. Reforzado por la percepción y el amorde sus compañeros, está ahora preparado parauna nueva expansión de la conciencia, que tie-ne lugar en el tercer cielo. Sin embargo, estaexpansión es una experiencia demasiado inten-sa, y muchos espíritus no pueden soportarlamucho tiempo, si bien les está abierta precisa-mente mientras les sea dable resistirla. Aun-que a nosotros nos resulte casi imposible en-tenderlo, los comunicantes nos dicen que en eltercer cielo un espíritu llega a los límites de suconciencia. Tras un breve vistazo a este plano,descubre que no puede ir más allá de lo que sunaturaleza le permite, y, frente a esta limita-ción, no tiene más opción que regresar a laTierra.

Otras vidas, otros mundosSin embargo, si su siguiente encarnación da unbuen resultado que permite un crecimiento es-piritual, descubrirá que puede entonces aden-

En la parte superior: pintura sobrecofteza de árbol realizada por el

artista aborigen australianoBunia: representa la vida ulterior(foto Axel Poignant).

Arriba: una pintura mural enTepantitla, México, que cuentamás de mil años. Se supone querepresenta el paraíso del dios dela lluvia (foto arch¡vo W. Forman).

Después de la muerte

trarse más en el tercer cielo. A su vez. esto locapacitará para sacar mejor partido de su si-guiente vida terrenal, ya que en el tercer cieloes donde se despliega la verdadera naturalezade la tarea del alma grupo, al expandirse laconciencia en los miembros individuales.

¿Y qué ocurre cuando una persona tiene po-co más que aprender en la Tierra? La mayoríade las versiones coinciden en que le aguardaentonces una elección. Puede dar un salto enel gran ámbito de lo desconocido. abandonan-do a la vez este planeta y sus sucesivas encar-naciones. y comenzar de nuevo en algún otrolugar. Las comunicaciones son vagas en estepunto, pero parecen implicar un nuevo ciclo devidas físicas en otro planeta. Pocos, dice F. W.H. Myers, son lo bastante fuertes como parairse la primera vez que surge esta oportunidad.Son mayoría los espíritus que prefieren espe-rar. ayudando a otros si es necesario. aunque

ello signifique nuevas reencarnaciones en laTierra. Un alma grupo sólo partirá cuando asílo quieran todos y cada uno de los miembros.

A menudo, la gente deplora la injusticia dela ovidar. aludiendo con ello a su existenciaterrenal. Pero si lós relatos del más allá, aquíresumidos. son sustancialmente verídicos, en-tonces existe una cosa a la que es dable llamarjusticia absoluta, y al propio tiempo hay moti-vos de esperanza,hay libre voluntad y hay unaconsciencia en continua expansión. Las narra-ciones que se atribuyen a personas situadas enla vida del más allá pueden ser consideradas

-creencias religiosas y piadosas esperanzas

aparte- como pruebas. Tal vez las últimas pa-labras de María, reina de Escocia, «In my endis my beginning» («En mi final está mi comien-zo"), expresen una verdad literal para todos.

t269

Dos naves espaciales americanasviajaron a Marte en busca de vida.Du rante meses estuvieronanalizando elsuelo e incubandomuestras de tierra para estimularel crecimiento de cualquierposible microorganismo.

pr20 op. JULIo DE 1976\a nave espacial ameri-cana Viking I se posó sobre las rojas arenas deMarte. Abrió sus ojos electrónicos para explo-rar el paisaje, aspiró el aire y alargó su brazomecánico para recoger varios puñados de tie-rra que serían analizados en un laboratorio au-tomático instalado a bordo. Había comenzadola búsqueda de vida en el planeta rojo.

La misión del Viking I se había iniciado on-ce meses antes. cuando fue lanzado desde Ca-bo Cañaveral, en Florida. Un segundo Viking,idéntico al primero, había sido lanzado tres se-manas después. Cada nave estaba compuestade dos vehículos: un módulo de aterrizaje, queera el que realmente se posaba sobre la super-ficie, y un módulo orbital, que permanecía gi-rando alrededor de Marte, explorando el pla-neta y transmitiendo señales entre el módulode aterrizaje y la Tierra.

Después de un viaje de diez meses el VikingI entró en órbita alrededor de Marte. Antes decomer,zar la misión, se habían seleccionado,

Secretos del planeta rojocon la ayuda de fotografías tomadas con el an-terior Mariner IX, diversos lugares de aterri-zaje que parecían prometedores. Se escogie-ron regiones de tierra baja, donde las tempera-turas debían ser más altas y se esperaba quehubiera más humedad. Estas regiones debíanser también llanas y no rocosas para permitiruna toma de contacto segura.

Finalmente el módulo de aterrizaje del Vi-king I fue enviado a una cuenca llamada Chry-se

-«tierra de oro>- situada a 22,27" N

-t'

47 ,94" O. La cuenca de Chryse parecía haberestado inundada en el pasado.

Controlado por su computadora de a bordo.el vehículo de aferrizaje del Viking I se separóde la nave y penetró en la atmósfera de Marte.Si el módulo de aterrizaje hubiera tenido pro-blemas, desde la Tierra no se hubiera podidohacer nada, ya que las señales destinadas a in-formar del peligro hubieran tardado unos 20minutos en ir del módulo a la Tierra, y otros 20minutos hubieran transcurrido hasta que larespuesta hubiera llegado al módulo.

A una altitud de 5,8 kilómetros la pantallaque protegía al módulo de aterrizaje del calorproducido por la fricción atmosférica se des-prendió, y la nave continuó su descenso con laayuda de un enorme paracaídas

-16,8 metros

de diámetro- para conseguir que el ligero airede Marte frenara al máximo su caída. La toma

72',70

F,'.=,.

Arriba: la superficie de Marte el 14

de septiembre de 1976, en un

collage de fotograf ías tomadaspor el Viking ll. La ligeraatmósferá, formada casiexclusivamente por dióxido decarbono, es irrespirable, y la

temperatura está por debajo delpunto de congelación (fotoNASA,/Science Photo Library).

A la derecha: la cresta de Tharsis,en otro tiempo zona volcánicaactiva de Marte. Los volcanes se

alzan a una altura promedio de 17

kilómetros por encima de lacresta. Más abajo, a la izquierda,puede verse un laberinto de fallasgeológicas (foto NASA).

A la izq.uierda: la interpretaciónque un artista hizo del Viking I

orbitando alrededor de Marte,después de un viaje de B1 0

millones de kilómetros. El módulode aterrizaje, dentro del«aerccapatazón» que había deprotegerle durante el descenso,acaba de separarse del cuerpoprincipal (foto NASA).

de contacto final fue suavizada por pequeñoscohetes retropropulsores. El Viking había lle-gado sano y salvo a Marte. el planeta conmayores posibilidades de albergar vida.

Algunos científicos optimistas habían afir-mado que en la superficie podían existir orga-nismos suficientemente grandes como para po-der ser vistos por las cámaras del Viking. Es-peculaban que estos organismos podían tenerprofundas raíces primarias hundidas en una ca-pa de permafrost y que se protegían de las ra-diaciones ultravioletas del sol mediante peque-ñas bóvedas de sílice a guisa de parasol.

Desgraciadamente, cuando en la Tierra sedescifraron las series de números transmitidas

Vida en Marte

por el Viking I y se tradujeron en fotografías a

color, se vio claramente que Marte no era na-da del otro mundo, al menos para los biólogos.La superficie del planeta se parecía a un de-sierto rocoso de Arizona o del altiplano andi-no. No se veía ninguna criatura viviente.

Algunos habían especulado que la vida enlos otros planetas podía basarse en el silicio, enlugar de en el carbono, como ocurre en la Tie-rra. En este caso, los seres vivos se asemeja-rían a rocas; y esparcidas por la superficie deMarte hay muchas rocas. Se ha comparadocuidadosamente las diversas fotografías que elViking tomó a lo largo de varios meses, peroninguna de las rocas se ha movido...

La arena de Marte resultó ser, en efecto.muy roja. La explicación que se había dadopara ello era correcta: contenía grandes canti-dades de óxido de hierro

-conocido en la Tie-

rra familiarmente como orín-. Una sorpresafue el color rosa del cielo, causado por unasfinas partículas de polvo suspendidas en la at-mósfera, muy ligera.

Los instrumentos meteorológicos del Vikingdieron pruebas de las duras condiciones at-mosféricas de Marte. La temperatura máxima

registrada en Chryse fue de -23 "C en una tar-de de verano. Justo antes de amanecer. la tem-peratura bajó a un mínimo de -85 "C. El Vi-king II, que aterrizó en septiembre de 1976, se

posó más al norte y en la cara más alejada delplaneta, en un lugar denominado Utopía(47,67 "N; 225,11"O). Allí, cuando llegó el in-vierno marciano, la temperatura descendiópor debajo de los - 120 "C, llegando a un pun-to tan bajo que la atmósfera comenzó a conge-larse, formando sobre el suelo una escarcha dedióxido de carbono. En ninguno de los lugaresde aterrizaje del Viking la temperatura superóel punto de congelación.

En ambos lugares la presión atmosférica era

t211

calentador

columna decromatografíade gas

muestra de suelo

detector

inyectorde sustanciasnutritivas

Vida en Marte

de 7,5 milibars, igual a la presión del aire a 35

kilómetros por encima de la Tierra -cuatroveces la altura del monte Everest-.

Después del análisis de los componentes dela atmósfera, surgió una chispa de esperanzapara los biólogos. Resultó que el aire de Martecontenía. además del 95 por ciento de dióxidode carbono que ya se sabía, un 2,5 por cientode nitrógeno; es decir, los tres ingredientesesenciales de la vida -el nitrógeno, el dióxidode carbono y el agua- se encontraban en elplaneta. Los análisis hechos por el Viking indi-caban que puede que en el pasado se hubierandado condiciones que llevaran a la apariciónde seres vivos en Marte.

¿Podía ser que hubiera microorganismos

-«pequeños microbios verdesr- viviendo en

las arenas de Marte? Eltrazo extensible teníaun radio de acción de unos 3 metros desde elmódulo para poder recoger muestras de tierra.Y esta tierra podía ser tratada de tres modosdistintos para intentar que los microbios mar-cianos se desarrollaran. Los dos módulos deaferrizaje llevaron a cabo los mismos experi-mentos en los distintos lugares.

En una de las pruebas, el llamado experi-mento del intercambio de gases, la tierra fuealimentada con un caldo de substancias nutriti-vas. Al añadir las primeras gotas, de la mues-tra de tierra se desprendieron oxígeno y dióxi-do de carbono. Cuando se añadió más sustan-cia nutritiva. se desprendió más dióxido de

carbono, pero el flujo de oxígeno cesó.

¿Estaban los microorganismos de Marte ali-mentándose de esa sustancia y desprendiendogases al respirar y reproducirse? Desgraciada-mente, no. Los experimentadores pronto se

dieron cuenta de que los gases se producíanpor reacciones entre la sustancia nutritiva y latierra, que no albergaba vida ninguna.

Otro test para detectar organismo vivos, elexperimento de descomposición pirolítica,buscaba pruebas de fotosíntesis realizada porcélulas de plantas presentes en la tierra. En lafotosíntesis la atmósfera absorbe dióxido decarbono. Se incubó una muestra de tierra deMarte junto con substancias nutritivas en unaatmósfera de dióxido de carbono que había si-do «marcado» con átomos de carbono radiacti-vo. Después se la sometió a un proceso de pi-

t272

Arriba: el experimento de

intercambio de gases del Viking.

La muestra de suelo fue incubada

durante meses junto con

sustancias nutritivas. Una

corriente de helio arrastrabaperiódicamente los gases de la

cámara hacia la columna de

cromatografía de gases. La

columna separaba los distintos \

componentes de los gases Y un

detector los identificaba (Studio

Briggs).

rólisis para que se descompusiera y liberara to-do el carbono que había absorbido, reconoci-ble gracias a su radiactividad.

Los instrumentos del Viking detectaron querealmente la atmósfera había perdido peque-ñas cantidades de carbono. como si una peque-ña cantidad de organismos semejantes a lasplantas estuvieran viviendo en la tierra deMarte. Para comprobar esto, se calentó unamuestra hasta 90 "C antes de incubarla. Unatemperatura tan alta debería haber sido sufi-ciente para matar cualquier organismo, sobretodo si éstos estaban adaptados a vivir en lasgélidas temperaturas marcianas. Pero e1 carbo-no captado por la tierra quedó inalterado des-pués de este proceso de calentamiento. Inclusola esterilización a 175 oC no evitó completa-mente la reacción. Fuera cual fuera el respon-sable de la absorción de carbono, no podía tra-tarse de vida. Una vez más, los experimenta-dores llegaron a la conclusión de que las reac-ciones químicas de la tierra eran las responsa-bles del fenómeno, aunque no podían especifi-car cuáles.

El tercer test biológico dio los resultadosmás controvertidos. Este experimento, deno-minado «de los residuos marcadosr. transcurreen sentido inverso al experimento de la des-composición pirolítica. Se inyectó una sustan-cia nutritiva que contenía carbono radiactivo a

la muestra de suelo, y el gas procedente de lamuestra fue controlado para comprobar si des-prendía carbono radiactivo.

Los resultados fueron inmediatos y muy es-peranzadores. Se desprendió suficiente carbo-

vapores orgánicos

A la derecha: el experimento de

os residuos marcados. Se

marcaba la sustancia nutritiva con

carbono radiactivo. Si este

carbono era ut¡lizado Pormicroorganismos del suelo, más

tarde sería desprendido comoproducto residual gaseoso. Éste

pasaría a la cámara suPerior,

donde se detectaría su

radiactividad. Después se Podríacalentar intensamente el suelcr

para ver si la reacción cesaba; lo

que ocurriría sólo en el caso deque los responsables de la

reacción fueran organismos vivos(Studio Briggs).

A la izquierda: el experimento dela descomposición pirolítica. Seiluminó una muestra de suelo conuna imitación de la luz solar deMarte, en una atmósfera dedióxido de carbono «marcado»por radiactividad. Después elsuelo fue descompuesto alsometerlo a un intenso calor y losgases que se desprendieronfueron arrastrados fuera de lacámara por una corriente de helio.Los gases resultantes de ladescomposición de seres vivosquedaban retenidos por elabsorbedor de vaporesorgánicos, para ser despuéssoltados y detectados gracias asu radiactividad (Studio Briggs).

no radiactivo como para hacer pensar que enel suelo existía una población mu¡, dispersa deorganismos marcianos. Otra muestra, esterili-zada por calor a 160 'C, suficiente para matara todos los microbios. no mostró tal reacción.

El Viking calentó otra muestra de tierra a

50 "C. 1o cual dio como resultado una reduc-ción a la mitad de la velocidad de reacción.Eso era un rompecabezas. ¿Significaba queexistía vida en Marte y era resistente a estatemperatura que estaba muy por encima de 10

normal para ella? ¿O se debía a reaccionesquímicas entre el suelo y la sustancia nutritiva?

Para confirmar los experimentos biológicoses necesario tener en cuenta los resultados deun instrumento denominado cromatógrafo degases - espectrómetro de masas (ccru), queanalizó el suelo marciano en busca de molécu-las complejas pesadas que pudiesen constituirla base de organismos vivientes. Aunque laquímica de la vida de Marte fuese bastante dis-tinta a la de la vida terrestre, este instrumentodebería ser capaz de detectar su presencia.Dos muestras de suelo fueron examinadas porel ccEtr¿ en cada uno de los dos lugares. Losresultados fueron siempre negativos: en el sue-lo sólo se detectó dióxido de carbono y oxíge-no; nada más.

Estos resultados desfavorables, junto conlos hallazgos poco concluyentes de los otrosexperimentos, han llevado a muchos investiga-dores a deducir que no existe vida en Marte.

Vida en Marte

A la izquierda: la escarcha drbujaun "mapa acotado" del terrenocercano al polo norte de Marte,

Los casquetes polares estáncompuestos de hielo de agua,generalmente cubierto por dióxidode carbono helado, No obstante,en pleno verano, cuando fuehecha esta fotografía, la capa dedióxido de carbono se evapora.Las futuras expediciones,'quequizás utilizarán vehículos-robot,explorarán indudablemente las

áreas polares -donde se

concentra la mayor parte del aguaexistente en el planeta- en

busca de vida (foto NASA).

Sin embargo, la cuestión sigue abierta. Los ini-ciadores de las experiencias con residuos mar-cados, Gilbert Levin y Patricia Straat. siguie-ron durante años intentando reproducir los re-sultados de sus ensayos, usando imitaciones desuelos marcianosl no obstante no tuvieron éxi-to. Este fracaso les condujo a argumentar queel experimento del Viking había seguramentedetectado actividad biológica en Marte. Su ex-perimento con residuos marcados es bastantemás sensible que el cceu y logró encontrar or-ganismos vivos en el suelo de la Antártida. allídonde el cc¡,rr.r había fracasado. Levin y Straathacen notar que ciertos organismos terrestres.incluidos las algas, líquenes, hongos y bacte-rias, son capaces de sobrevivir en condicionestan malas como las de Marte.

También destacaron que se vio cambiar len-tamente de color y de forma a ciertas manchasamarillo-verdosas de algunas rocas cercanas almódulo de aterrizaje del Viking l. Esto podíaser debido al viento y a las propias actividadesdel módulo, pero también podría ser que lasmanchas fueran líquenes. En contra de esta in-terpretación optimista se halla el hecho de quelos organismos vivos en la superficie del plane-ta estarían expuestos a las violentas radiacio-nes ultravioletas del sol. Y, desde luego, el fra-caso en reproducir los resultados del Vikingusando imitaciones de suelo no se debe a otracosa que a nuestra ignorancia acerca de laexacta naturaleza física y química del suelo deMarte.

Cualquiera que sea la verdad, está claro que

en Marte no abunda la vida. Se ha sugeridoque pueden existir microorganismos marcia-nos en cantidades detectables en algunos luga-res propicios, coino las regiones polares, endonde abunda el agua. Los planes para la ex-ploración futura de Marte incluyen un vehícu-lo-oruga robot que pueda recorrer los desier-tos en busca de «bolsas" de vida.

Pero la única forma de abordar la cuestiónde si hay vida o no en Marte, y que seguramen-te zanjaría definitivamente el asunto, es enor-memente costosa. Comprendería el traermuestras del suelo de Marte a la Tierra. Unavez aquí, los test científicos podrían determi-nar si el cargamento incluía la carga más pre-ciada de todas: seres marcianos vivos.

detectores deradiactividad

calentador

filtrosustanc¡anutritivaradiactiva

muestrade suelo

1273

No sólo científicos escépticos,sino también otrosinvestigadores psíquicos seenfrentaron a Targ y Puthoff alvalorar los experimentos sobrevidencia a d¡stanc¡a llevados acabo en el lnstituto Stanford.

LAS TNVESTTGACToNES or Russell Targ y HaroldPuthoff sobre la visión remota produjeron unverdadero impacto. Para muchas personas a1

margen de la parapsicología, incluidos estu-diantes y profanos interesados en la cuestión,su trabajo estaba totalmEnte respaldado por elpeso de su autoridad, puesto que ambos eranfísicos de cierta fama. Si ellos e,staban dispues-tos a arriesgar su reputación afirmando de ma-nera tan taxativa que la visión remota existe,

¿quién podía dudar, entonces, de la validez desu trabajo? Sin embargo, sus colegas científi-cos

-muchos de ellos con prejuicios contra la

parapsicología. y otros que, sencillamente, ac-tuaron con prudencia- no estaban tan dis-puestos a saludar los resultados como un éxito.

Dos de los escépticos eran David Marks yRichard Kamman. psicólogos de la Universi-dad de Otago, en Nueva Zelanda. Hasta ese

momento, a finales de la década de los setenta,ni Marks ni Kamman habían sentido un interésespecial por la rrs, y admitían su relativa igno-rancia en temas de parapsicología. Pero la pre-sión de sus estudiantes fue tan intensa que se

dieron cuenta de que tendrían que comenzar a

aprender. Se interesaron especialmente por

los experimentos del Instituto Stanford porqueTarg y Puthoff habían sostenido que práctica-mente cualquier persona, psíquicamente dota-da o no, era capaz de aprobar satisfactoria-mente los tests de visión remota. También ha-bían afirmado que los resultados de los experi-mentos eran fáciles de reproducir.

Por esta razón Marks y Kamman efectua-ron, entre 1976 y 1978.35 ensayos semejantesa las sesiones del Instituto Stanford. utilizandopara ello a cinco individuos: un graduado enpsicología, un hipnotizador, un ama de casa,un estudiante de arte y otro de medicina. To-

En un artículo escrito en 1927, suOliver Lodge citó el caso de las

señoritas Miles y Ramsden comouna evidencia de "telepatía" a

distancia. Ambas emprendieronuna serie de experimentostelepáticos, similares a los

realizados en los años setenta en

el lnstituto Stanford. La señoritaMiles fotografió la iglesia deHenbury en Cheshire (arriba),

mientras que la señoritaBamsden, en Escocia, dibujabasus impresiones mentales de la

'r imagen (izquierda). La señoritaI Bamsden. sin embargo, no se

,..1 l. ;

sintió satisfecha con el resultado.Efectivamente, la forma escorrecta, pero la falta de la hiedray las ventanas en forma dehendidura hacen pensar que, dealguna manera, la señoritaRamsden "recibió" una versiónde la iglesia anterior en el tiempo(folos Mind-reach. de Targ &

'Puthoff),

ffiW# ## Beeru.&ruffiffire tr#E€B#Mff

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l- [,1

1274

dos ellos habían declarado que creían poseeralguna habilidad psíquica.

Marks y Kamman siguieron los procedi-mientos rutinarios del Instituto Stanford lomás fielmente posible. Al equipo blanco de lainvestigación le fueron concedidos veinte mi-nutos para llegar al punto de destino que se leshabía designado previamente, mientras el indi-viduo que permanecía en el laboratorio apun-taba cualquier tipo de sensaciones o impresio-nes sobre el blanco desconocido durante quin-ce minutos. Posteriormente era recogido porel equipo que retornaba al laboratorio y juntosse dirigían al «objetivo» para controlar in situsus anotaciones.

Desgraciadamente los jueces que habían si-do llamados para intentar emparejar las des-cripciones con los «obietivos" reales fallaronen todos los casos en que les fue solicitada suconsideración.

Hasta aquel momento todos los involucra-dos se habían sentido muy seguros con respec-to al resultado de los experimentos, ¿qué ha-bía salido mal? Marks y Kamman decidieronacompañar al individuo y i,l grupo en una desus excursiones hasta el sitio elegido para laprueba una vez concluido el experimento devisión remota, lo que debería revelar las im-perfecciones más graves del ensayo y, en con-secuencia, de los efectuados por Puthoff yTarg, cuya metodología había sido respetadacon tanto cuidado.

Los investigadores neozelandeses califica-ron el problema como una nvalidación subjeti-va»; en términos más sencillos. esto significaque si se pretende que un experimento resultebien, se logrará. porque se tenderá a seleccio-nar los resultados deseados y a desestimar elresto. Dado que todos los individuos habíansido fuertemente motivados para salir triun-fantes de la prueba, habían tendido a aferrarsea coincidencias -entre

sus propias impresio-nes y el objetivo real- que. según los jueces,sencillamente no existían. «El hecho es que.

-concluyeron Marks y Kamman- cualquier

La PES a prueba

descripción puede, hasta cierto punto, coinci-dir con cualquier objetivo."

Por su parte los jueces se habían esforzadopor verificar las descripciones comparándolascon el objetivo y sentían que habían consegui-do las verificaciones más detalladas de las quehabían sido capaces. Lamentablemente no se

trataba de los mismos detalles que habían vali-do como «prueba» para el equipo experi-mental.

Fue entonces cuando el equipo de Otago se

hizo la pregunta obvia: si nosotros hemos to-pado con esta dificultad, ¿cómo se las ingenia-ron Targ y Puthoff para obtener tantos acier-tos? Comenzaron a examinar más cuidadosa-mente los hallazgos del lnstituto Stanford, lo-grando algunos descubrimientos flagrantesacerca del modo en que habían sido juzgadaslas descripciones apuntadas por los individuosparticipantes. Descubrieron, por ejemplo, quelas transcripciones del Instituto Stanford se ha-llaban desordenadas. incluso todo tipo de ma-

El proyecto Scanate (de laexpresión inglesa scannlng by co-ord¡nate, exploración por

coordenadas) fue uno de los

aspectos más polémicos de los

experimentos sobre visión remotadel lnstituto Stanford. SegúnPuthoff y Targ, lngo Swann (a la

izquierda) demostró un talentonotable para este tipo de pruebas.

A Swann se le entregaron las

coordenadas del mapa de la isla

-de Kerguelen, situada en el

Océano lndico (en la parte

superior), y respondió con unadescripción del lugarextremadamente exacta. Su

versión del mapa (arriba) es, sin

embargo, mucho menosconv¡ncente, y más teniendoen cuenta que Swann es también

artista de profesión, y por tanto

está acostumbrado a pensar en

términos visuales (fotos Mind-reach, de Targ & Puthoff, Psychic

Maoazine).

R*hq Sqlqa¡colO 20 Statlt! Miles

f. sol¡¿o¡nft Eq,*t

0 l0 20 40 Kilomet es

(\t{

7275

La PES a prueba

terial adicional a la descripción efectuada porel sujeto. Muy pocas de éstas estaban fechadasy otras

-significativamente- hacían referen-

cia a experimentos previos.Una de las transcripciones de Pat Price -eltest de Redwood City (véase página 1242)-

mencionaba explícitamente el objetivo del díaanterior. Marks y Kamman vieron en esto unapista potencial para el juez, quien intentabaevaluar el material únicamente sobre la basede su contenido descriptivo. En efecto, estaobservación aparentemente desechable podríaestar diciéndole al juez que, cualquiera quefuese el objetivo, no se trataba de un paseonormal, ya que se refería al objetivo del díaanterior. Con indicaciones semejantes el juezbien podría haber resueltó la serie completa,consciente o inconscientemente. y dar por re-sultado puntuaciones más altas.

Lo que las pruebas del lnstituto Stanford nohabían incluido y que, según el equipo de Ota-go, era de fundamental importancia, era una

Dos "estrellas,, del lnstitutoStanford dibujan sus ¡mpresionesdel objetivo, una máquina deescribir. El boceto dé lngo Swann(a la izquierda) resultasorprendentemente exacto,aunque no mencionaexpresamente el nombre delobjetivo, apuntando, en cambio.que «parece constar de dospartes, una encima de la otra". El

boceto de Hella Hammid noresulta convincente, aunque las

líneas entrecruzadas podrían

verse como el tablero de lamáquina de escribir (folos Mind-reach, de Targ & Puthoff).

tentativa de enjuiciamiento remoto. ¿Es posi-ble, se preguntaron, que los jueces pudieranhaber obtenido buenas verificaciones utilizan-do solamente las anotaciones. sin visitar paranada el sitio designado para el experimento?

Los dos psicólogos obtuvieron de un asesordel proyecto del Instituto Stanford cinco de losapuntes de Price que no habían sido publica-dos. Estos aparecían cubiertos de indicacio-nes, tales como las que hacían referencia a «losdos objetivos de ayerr, más específicamente al«segundo del día", e incluían un comentarioentusiasta de Targ: «No hay nada como tenertres resultados positivos detrás de uno.» Otraspistas sutiles mencionaban la hora del experi-mento, lo que resulta de utilidad cuando se lle-van a cabo más de un experimento en el mismodía. Si se hubiera tratado de un experimentocientífico estrictamente controlado. no deberíareferir más que las impresiones del individuo yque se ciñeran específicamente a una determi-nada sesión de visión remota.

Siguiendo la pistaMediante un inteligente trabajo de adivinacióny un poco de lectura entre líneas

-añadi-das-. Marks verificó correctamente las cincodescripciones con los objetivos, «únicamentesobre la base de las pistas que contenían y sinvisitar los sitios antes de una verificación posi-tiva. »

Marks y Kamman sostuvieron que la actua-ción de los jueces del Instituto Stanford difícil-mente podía ser calificada de «ciega». Su con-clusión, tal como fue publicada en Nature, es

la siguiente:Nuestra investigación del experimento devisión remota efectuado con Pat Price enel lnstituto Stanford nos obliga a concluirque era imposible, por parte de los jueces,una identificación correcta de los objeti-vos, a menos que se utilizaran las indica-ciones extrañas que incluían las transcrip-ciones originales. Además, la serie deobjetivos entregados a los jueces hubieradebido escogerse al azar y no presentarseen el mismo orden en que fueron efectua-dos los experimentos.

¿Y qué pensar de los tests de visión remota, deresultados increíblemente positivos, llevados acabo en el Instituto Stanford utilizando a lngoSwann y a Hella Hammid? El veredicto finalde Marks y Kamman, publicado en su libroThe psychology of the psychic (La psicologíade lo psíquico, 1980), afirma: «A nuestro pare-cer. el efecto de visión remota no es, actual-mente, más que un montaje de metodologíadefectuosa y pensamientos ilusionados.»

Robert Morris, sin embargo, que había rese-ñado La psicología de lo psíquico en la revistade la Sociedad Americana para la Investiga-ción Psíquica (asrn), analizó las críticas reali-zadas por los científicos de Nueva Zelanda,encontrando, a su vez, mucho que criticar.Marks y Kamman se habían precipitado a lahora de extraer conclusiones. de la misma ma-nera que, según su opinión. 1o habían hechoTarg y Puthoff. Afirma Morris que Marks y

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RESPUESTA DE SWANN (S3)

){r

RESPUESTA DE HAMMID (S4)

t216

La PES a prueba

de los tests Ganzfeld realizados por eldoctor Carl Sargent (véase página 320) enCambridge, Inglaterra, en junio de 1981.Peter Brookesmith, editor de Lo Inexpli-cqdo, actuó como .emisor». Un dibujo es-cogido al azar (a la izquierda) fue coloca-da en un sobre sellado; otros tres dibujosfueron descartados. Sin embargo Broo-kesmith recibió impresiones vívidas y de-talladas de uno de éstos, que se hallabatambién en un sobre sellado (abajo).'Na-die los estaba «enviando»; por lo tanto,¿,cómo pudo ocurrir?

o

DistracciónEl doctor Kit Pedler observó el curioso fe-nómeno llamado «efecto de desplaza-miento» durante unas pruebas de visiónremota efectuadas en el Instituto Stanford(véase página 1243). Pero el hecho deapartarse del objetivo real para concen-trarse en uno de los descartados se produ-ce con una frecuencia que intriga en otrosexperimentos de pss.

Uno de tales casos tuvo lugar durante uno

E

O

Kamman habían manejado datos incompletoso mal comprendidos, llegando así a conclusio-nes inexactas. Morris acepta que los experi-mentos del Instituto Stanford habrían requeri-do controles más severos y que la metodologíaempleada pecaba de serios defectos. Pero losque se habían dedicado a desenmascararlos,como tantos otros <<desenmascaradores» de te-mas psíquicos, tampoco entendieron el puntoprincipal. Una metodología defectuosa, ¿pue-de invalidar por completo la premisa básica deque diferentes personas, en diferentes lugares,pueden de alguna manera «ver» telepática-mente con los ojos de otro?

Nada más que anotac¡onesTeniendo en cuenta los métodos de verifica-ción del Instituto Stanford -y sus defectos in-herentes- Marks y Kamman se dedicaron, di-cen ellos, a oponerle otra versión. A este finretiraron las pistas de las anotaciones del Insti-tuto, entregaron a los jueces los objetivos yanalizaron las verificaciones sobre la base úni-ca de las descripciones escritas, obteniendo so-lamente resultados casuales.

Sin embargo, el doctor Charles Tart, de laUniversidad de California, también aceptó eldesafío. É1, además de ser un gran parapsicó-logo, se ha forjado una sólida reputación poremplear controles estrictos en sus experimen-tos. Tras separar todas las pistas y las indica-ciones adicionales sometió las anotaciones a la

consideración de un juez que ya había tenidoéxito al verificar material de respuesta libre,aunque no en el Instituto Stanford: logró iden-tificar las anotaciones con los objetivos por en-cimq de toda probabilidad de error.

En consecuencia, por imperfectos que fue-ran, quizá los experimentos de visión remotadel Instituto Stanford sí hayan demostrado queexiste una extraña habilidad telepática, quehasta el momento sólo hemos podido vislum-brar. Las áfirmaciones entusiastas de Targ yPuthoff de que cualquier persona puede obte-ner este tipo de fenómeno resultan momentá-neamente un poco fantasiosas. Sin embargoexiste una evidencia creciente que sugiere queotras habilidades psíquicas

-doblar metales,

por ejemplo- pueden ser aprendidas. Tam-bién existe una gran evidencia en otras áreasde la investigación psíquica, de que una actitudpositiva puede animar activamente para que se

produzcan determinados fenómenos.Por eso, talvez los experimentos de Puthoff

y Targ no deberían desestimarse. Es verdadque nadie más que ellos ha logrado obtener unnúmero tan alto de resultados afirmativos. Pe-ro es posible también que nadie más haya ver-tido el entusiasmo necesario para alentar talesdescubrimientos. Y en el caso de que ellos hu-bieran fracasado, nadie puede negarles el mé-rito de haber estimulado a otros para queaceptaran el desafío de descubrir los poderesocultos de la mente humana.

t2'77

OVIIüIS asesinosDESDE euE putpszó la oleada de observacionesde OVNIS de la postguerra, se planteó entrelos ufólogos el debate acerca de las posiblesintenciones hostiles de los objetos que se veíanen el cielo.

Algunos observadores se aferran a la creen-cia de que hay exporadores extraterrestres vi-gilando nuestro planeta. Otros van un pocomás lejos y proclaman que «seres del espacio"vienen a la Tierra a advertir al hombre acercade su mal proceder. Y otros creen que los ex-lraterfestres -o metaterrestres, si uno creeque son habitantes de «universos paralelos"-están luchando por la posesión de la raza hu-mana y que no les interesa el bienestar de lahumanidad.

Hay otro grupo.de investigadores convenci-dos de que los OVNIS son fenómenos psíqui-cos; otra corriente invierte los términos y afir-

El terror, la ceguera y lamuerte fueron el resultadode tres casos de OVNISocurridos en Brasil.

ma que los OVNIS pueden causar manifesta-ciones de fenómenos psíquicos. Y, finalmente,están los que piensan que los OVNIS son pro-ducto de la imaginación de los testigos.

De todos modos, los investigadores suelenpensar que los OVNIS son un fenómeno bené-volo. Creen que, si los seres humanos sufrenocasionalmente daños causados por los OV-NIS, se trata de consecuencias no previstas, ode respuestas puramente defensivas.

En los casos relatados aquí, los testigos hu-manos de los OVNIS sufrieron daños tempo-rales o permanentes y, en un caso, la muerte.En dos de los casos podría decirse que losperjudicados provocaron la situación. Aún así,estos incidentes recuerdan el espectro que in-vocó por primera vezH. G. Wells en La gue-rra de los mundos'. un ataque de extraterres-tres a la humanidad.

«Una misteriosaluz naranja,

Encuentro en la segunda fase:Sáo Vicente, Sáo Paulo, Brasil,4 de noviembre de 1957

El fuerte costeño de Itaipú está situado en SáoVicente, cerca del Puerto de Santos, en el esta-do de Sáo Paulo. Todo parecía tranquilo a losdos centinelas que vigilaban los emplazamien-tos de los cañones en la madrugada del 4 denoviembre de 1957. Nada les avisó que pocosminutos después se verían sometidos a una du-ra prueba para la que aún no se ha encontradouna explicación.

A las 2 de la madrugada los centinelas ob-servaron una «estrella brillante» que apareciósúbitamente en el horizonte sobre el Atlánti-co. Se volvía cadavez más brillante y los solda-dos se dieron cuenta de que se aproximaba a

ellos a gran velocidad. El objeto brillante lesasombró; pensaron que era un avión y no se

les ocurrió dar la alarma.En pocos segundos el OVNI, que se despla-

zaba en silencio, llegó a un punto situado enci-ma del fuerte y se detuvo. Después flotó haciaabajo hasta que quedó inmóvil a unos 50 m porencima de la torreta de cañones más elevada,bañando el terreno con una misteriosa luz na-ranja. El objeto parecía circular y, según dije-ron los soldados. tenía el tamaño de .un Dou-glas grande" (se referian. presumiblemente. a

un Douglas DC-6). Los centinelas oyeron enese momento un zumbido suave que parecíaasociado a é1.

Sin advertencia previa, una onda de calorabrasador cubrió súbitamente a los soldados.Parecía como si sus uniformes estuvieran ar-diendo. mientras el zumbido se intensificaba.

Uno de los centinelas se tambaleó y despuéscayó al suelo, sin sentido. Su compañero logróllegar, tropezando, hasta un lugar relativamen-te protegido, debajo de uno de los cañones.Pero cuando llegó allí, su mente cedió: estabaaterrorizado y empezó a dar gritos que hela-ban la sangre.

Esto despertó al resto de la guarnición, peropocos segundos después se cortó la luz y lasmáquinas se detuvieron. Un oficial trató deponer en funcionamiento el generador deemergencia, pero no pudo. Mientras, se se-

guían escgchando los gritos, y la confusión se

transformó en pánico en los oscuros pasillossubterráneos.

De pronto, las luces volvieron a encenderse.Los primeros oficiales y soldados que salieronantes tuvieron tiempo de ver una gran luz ana-ranjada que trepaba verticalmente antes dealejarse a toda velocidad. E1 último soldadoque llegó encontró a quienes le habían precedi-do examinando al centinela inconsciente,

mientras el otro seguía acurrucado en su es-condite. llorando histéricamente.

En la enferryrería se descubrió que los dossufrían <<quemaduras de primer y segundo gra-do. profundas, la mayor parte en zonas que ha-bían estado protegidas por sus ropas». E,l cen-tinela que había conservado el conocimientopadecía una profunda conmoción nerviosa ypasaron varias horas antes de que pudiese ha-blar.

Los relojes eléctricos del fuerte se habíandetenido a las 2.03; eso sugería que la pesadi-llesca experiencia sólo había durado unos cua-tro minutos.

Esa misma mañana, el coronel al mando delfuerte de Itaipú dio una orden que prohibía co-municar el incidente. Los oficiales de inteli-gencia se pusieron rápidamente a investigar yenviaron un informe al cuartel general. Unosdías después llegaron al fuerte oficiales de lamisión militar norteamericana, junto con ofi-ciales de las Fuerzas Aéreas brasileñas. Mien-tras tanto. los centinelas fueron enviados enavión a Río de Janeiro e ingresados en el Hos-

DOGUMENTO§ OVf,¡lpital Central del Ejército, donde quedaroncustodiados por fuerzas de seguridad.

Tres semanas después, un oficial del fuerteque se interesaba en los OVNIS buscó al doc-tor Olavo Fontes, que había participado en lainvestigación del famoso Antonio Villas Boas(véase página 1231). El oficial había estado enel fuerte durante eI incidente y después de ase-gurarse de que su nombre nunca sería divulga-do, comunicó todos los detalles de lo sucedidoal doctor Fontes. Éste consultó a sus colegasdel hospital. quienes le confirmarcut que dossoldados eran atendidos por quemaduras gra-ves. pero no quisieron decirle nada más.

Sin más pruebas. el doctor Fontes no podíadar publicidad al caso. de.modo que quedó ensu archivo hasta mediados de 1959 cuando, porcasualidad. el doctor cc¡noció a otros tres ofi-ciales que. eR el curso de una conversación.confirmaron lo sucedido. Gracias a las indis-creciones no autorizadas de los oficiales quehablaron con el doctor Fontes. el mundo sabealgo, bastante incompleto, de la visita que hizoun OVNI poco benévolo al fuerte de ltaipú.

=

((como unapalanganaboca abaio»

Encuentro en la tercera fase:Pilar de Goiás, Brasil,13 de agosto de 1967

Analfabeto, simple, honrado, reservado y dig-no de confianza; así fue descrito por su patrónInácio de Souza, peón de una hacienda brasile-ña. Le esperaba un trágico fin. aparentementecomo resultado de un encuentro con un OVNIen el cual, a consecuencia del temor que sintió.utilizó la violencia v fue pagado con la mismamoneda.

El 13 de agosto de 1967, a eso de las,l de latarde, De Souza y Luiza, su muier, padres decinco hijos, volvían andando a la hacienda des-pués de haber ido de compras al pueblo máscercano. La hacienda estaba cerca de Pilar deGoiás, a unos 240 km de Brasilia, la capital deBrasil. La pareja alcanzaba ya el primer edifi-cio de la hacienda cuando vieron a tres «perso-nas» que, aparentemente. estaban jugando enla pista de aterrizaje. (El propietario de la ha-cienda, un homtire muy conocido v extrema-damente rico. poseía varios aviones.) De Sou-za creyó que los intrusos iban desnudos, pero

su mujer dijo que llevaban ropas amarillasmuy ajustadas. Al mismo tiempo. los intrusosparecieron ver a la pareja y se dirigieron haciaellos.

Fué entonces cuando De Souza distinguióuna extraña aeronave al final de la pista. Esta-ba sobre el terreno. o flotaba justo por encima,v parecía una palangana boca abajo. Súbita-mente. el peón sintió miedt¡. descolgó su cara-bina

-que llevaba en aquel momento colgan-

do del hombro-. apuntó y disparó a la figuramás próxima.

Casi inmediatamente. la extraña aeronaveemitió un rayo de luz verdosa. El rayo dio enla cabeza ¡r el hombro de De Souza, que cayóal suelo. Mientras su esposa corría hacÍa él vic'r

a las tres «personas» entrar en la aeronave queentonces despegti verticalmente a gran veloci-dad, emitiendo un ruido parecido al zumbidode las abejas.

Durante los días siguientes De Souza sequejó de insensibilidad, hormigueos por todoel cuerpo y fuertes náuseas^ Al tercer día lasmanos y la cabeza comenzaron a temblar. E,sedía el patrón de la hacienda fue informado de1o ocurrido y trasladó a su empleado a Goia-nia. a más de 30(l km, para que lo examinaraun médico.

Se le descubrieron «quemaduras, en la ca-beza y el tronco; tenían la forma de círculosperfectos, de unos 15 cm de diámetro. El mé-dico pensó que podía tratarse de una erupcióncausada por irlguna planta venenosa.

Mientras el doctor exponía su opinión. el ha-cendado le contó la historia del encuentro deDe Souza con el OVNI y sus ocupantes. Elsorprendido médico prescribiii análisis de san-gre. orina y materias fecales, recetó un un-g.üenlo para las qucmaduras y expresri su opi-nión de que De Souza habría sufrido una aluci-nación, consecuencia de alguna enfermedad

?

previa. Expresó claramente su desinterés porlas historias de platillos volantes: no creía a DeSouza, y mejor sería que no se hablase más delasunto.

El enfermo y su patrón se quedaron cincodías en Goiania. mientras continuaban los exá-menes y el tratamiento. Cuando De Souza fuedado de alta la enfermedad había sido diagnos-ticada: se trataba de leucemia. El pronósticoera sumamente malo: no le daban más de 60

días de vida. Y, de hecho, el enfermo decayórápidamente, cubierto de manchas blancas yamarillentas. De Souza murió el 11 de octubrede 1967.

DOCUMENTOS OVNI¿Mataron los extraterrestres al peón? Tal

vez el médico de Goiania prefirió silenciar lahistoria pensando que podía provocar el pá-n1co.

Ése pudo ser el motivo de que el doctor for-mulara su teoría de la «alucinación», que nosoportaría un examen. Si De Souza sufrió unaalucinación, su esposa la compartió, a menosque mintiera por lealtad hacia su marido. Y sise produjo una alucinación conjunta, entoncesalgo debe haberla causado, un agente cuya na-trraleza es tan misteriosa como la extraña «ae-ronave» y las «personas>) que creyó ver la pa-reJa.

«¡Estoy ciego!»

Encuentro en la segunda fase:Itat¡án¡a, Río de Janeiro, Brasil,30 de agosto de 1970

Brasil parece tener una elevada proporción de

incidentes con OVNIS en los que algunos testi-gos han sufrido daños o han muerto. Pocosaños después de la desastrosa experiencia deInácio de Souza, otro brasileño padeció unbreve y terrible encuentro con un objeto mis-terioso, que le causó un daño irreparable. Enesta ocasión. la víctima fue Almiro Martins deFreitas, un vigilante que estaba de servicio enese momento.

El incidente ocurrió a las 9.30 de la noche el30 de agosto de 1970. De Freitas. casado y pa-dre de tres hijos, trabajaba en el servicio espe-cial de patrullas de seguridad interna de la re-presa de Funil de Itatiánia. en el estado de Ríode Janeiro. Esa noche había salido de patrulla,inspeccionando la zona de la que era responsa-ble. Había llovido mucho y el terreno estabamojado. Había llegado casi al final de su rondacuando vio en la cima de un montículo una ma-sa redondeada que exhibía una hilera de lucesmulticolores. El naranja, el rojo y el azul figu-raban entre los colores de la luz que emitía elobjeto.

De Freitas se sintió inquieto. pero se sobre-puso a su primer impulso instintivo de retirarserápidamente. Comenzó a acercarse cautelosa-mente al objeto. pero aún a unos 15 m de dis-tancia no consiguió distinguir su forma con cla-ridad.

En ese momento un ruido intenso llegó a sus

oídos. Era como el sonido de un motor a reac-ción y lo ensordeció. Sorprendido, sacó su re-vólver y comenzó a disparar hacia las luces.Después de su segundo disparo el objeto emi-tió un brillante destello, aparentemente dirigi-do a é1. De Freitas quedó cegado... Disparó untercer tiro y después se sintió rodeadr¡ por unaola de calor. Descubrió que estaba inmovili-zado.

Poco después otro vigilante y un motoristaque pasaba llegaron al lugar. Presenciaron unaescena surreal. De Freitas estaba de pie, rígi-do, junto a un montículo de tierra, blandiendosu revolver y gritando advertencias: ¡«No mi-réis! ¡Cuidado con el destello! ¡Estoy ciegol»Los dos recién llegados lograron llevarlo hastael coche. Al cabo de un rato consiguió mover-se, pero no recobró la vista.

Un hecho significativo. que confirmaba elrelato de De Freitas, fue comprobado en el lu-gar de los hechos. En el punto en que apare-cieron las luces multicolores había una zonacircular de terreno que habia permanecido se-ca. a pesar del diluvio que había empapado latierra en todos lados.

Desde ltatiánia. el vigilante fue trasladado a

un hospital de Guanabara. donde psiquiatras yoftalmólogos le sometieron a exámenes físicosv psicológicos. Las pruebas mostraron que. fi-siológicamente. el paciente era normal. Los in-vestigadores decidieron que su ceguera habíasido provocada por un shock. De Freitas se

mostraba muy inquieto siempre que hablabade su experiencia.

El 3 de septiembre el incidente apareció re-señado en varios periódicos brasileños. Cuan-do aparecieron esos artículos. aunque ya ha-bían pasado tres días, De Freitas no había re-cuperado la vista.

A partir de ese momento, las investigacio-nes quedaron en manos de las autoridades deseguridad del gobierno; el papel principal co-rrespondió al departamento encargado del es-

tudio de los OVNIS. Los investigadores civilesde OVNIS que trataron de saber más detallesdel caso descubrieron que la investigación ofi-cial se llevaba en secreto. Evidentemente. elgobierno brasileño se tomó en serio este últi-mo incidente en la cadena de hechos violentoscon participación de OVNIS acaecidos en elterritorio nacional.

1280

JAfufiosdrrla

J";étlt )

A la derecha: C. S. Lewis (1898-1963), creador de la uteología-ficción".Abajo: portada de Nicollet para laedición francesá de Viaje a Venus(Nouvelles Editions Oswald). EnLewis, la ciencia-ficción se veenriquecida por una indagaciónsobre las grandes pretensionescientílicas modernas.

Teología-ficción

Tras la guerra, en 1954, CliveStaples Lewis fue nombradoprofesor de literatura medieval ydel Renacimiento en la Univer-sidad de Cambridge. Como losingleses admiten perfectamentelamezcla de géneros, la obra deC. S. Lewis, que no cesó de au-mentar hasta su muerte en1963, comprende la literaturareligiosa (El diario del diablo),los cuentos infantiles (la serie deEl mundo de Narnia\, trabajosuniversitarios, diversas novelas(como Hasta que tengamos ros-fros) y una de las más célebrestrilogÍas de la historia de laciencia-ficción.

El primer volumen de estegrupo, llamada nTrilogía deRansom,, apareció en 1938. C.S. Lewis se habÍa convertidohacía ya diez años y se lanzó ala construcción de un gran fres-co en el que se oponen el Bien yel Mal. Más allá del planeta si-

lencioso (Out of the silent pla-net) no es, sin embargo, unaobra de propaganda teológica.Es una auténtica novela de cien-cia-ficción que nos presenta alprofesor Ransom, de Cambrid-ge, envuelto en una increíbleaventura en el planeta Marte.

AIIí tres razas de nmarcianos,de aspecto no humano. pero in-teligentes, conviven pacífica-mente bajo la dirección de uneldil (una especie de "ángel,).En Marte no se conoce el mal, alcontrario que en la Tiena, cuyoeldil -iSatán!-

se rebeló con-tra la ley de los eldiles. Para evi-tar que la Tierra contaminase a

los otros planetas, los eldiles larodearon de una barrera de ra-diaciones (cabe precisar, para

C. S. LEWIS

Algunos de los maestros de la li-teratura inglesa de lo extrañohan sido poco reconocidos. Se-rios profesores de universidaddurante el dÍa, al llegar la nochetoman la pluma para transpor-?rnos a los lugares más sor-::¿rCentes de la fantasía, de la::agia y de lo invisible. Menos:::ocido que J.R.R. Tolkien,

--¿i:al autor de El Señor de losf-::;]os. C. S. Lewis es, sin em-:,a:go. tan original como éste y,: su manera, igualmente ocrea-t:: ce universosr.

\acido en lrlanda en 1898, el:.¿n Clive Staples Lewis reci-

bió sin entusiasmo la dura edu-cación que las élites británicasreservaban a sus herederos. Desus años de pensionado no con-servó más que una cierta simpa-tÍa hacia los jóvenes. A pesar desus brillantes estudios en Ox-ford, el joven Lewis se apasionódesmesuradamente por el ocul-tismo. Sobre esta afición escribi-ría en sus memorias: uEs un de-seo espiritual. Y, como el deseocarnal, tiene el poder de des-pojar de interés, mientras dura,el resto del mundo.,

Comprometido en una bús-queda espiritual sin fin, C. S.

Lewis se impregnó de filosofÍasherméticas cuya influencia se

reflejaría posteriormente en sus

rrovelas. De repentq desertó delo oculto para convertirse al cris-tianismo. Dios existe, lo habÍadescubierto en 1929. Con elmismo ardor con que habÍa em-prendido sus estudios herméti-cos. se convirtió en propagadorde la fe bíblica y se vendieron:¿:::: :e =iles de ejemplares:¿ .- s :bns religiosas.

STRENCTHC.S.Lewis

Má¡alláq,etplaneta$lcrrloúo

resaltar la capacidad visionariade Lewis, que la existencia deesa barrera serÍa descubiertapor científicos americanos a fi-nales de los años cincuenta).

Tras el retorno de Ransom anuestro planeta, se inicia el se-gundo volumen cie la trilogÍa,Viaje a.Venus (Voyage to Ve-nus, 1943), titulada inicialmentePerelandra.. En esta ocasión,Venus es el campo de batalladel eterno enfrentamiento entrelas fuerzas del Bien y del Mal. EIeldil de la Tierra ha obligado aalgunos sabios a desembarcaren este astro, que no es másque un mar recubierto de islasflotantes. Ransom, una vez más,es puesto a prueba para evitarque los verrusianos conozcan lancaída, en el Mal.

Afortunadamente, ya que enVenus viven eternamente loscuerpos desencarnados de losmás nobles terrícolas, de Mel-quisedec al profeta ElÍas. El sa-bio enviado por el diabólico el-dil de la Tierra resultará final-mente vencido, tras unos avata-res dignos de las mejores nove-las de capa y espada.

Ea honible fortaleza (That hi-deous strenghfl, última obra dela trilogía de Ransom, aparecióen 1945 y anunciaba, por su te-ma, toda una corriente de la lite-ratura fantástica y de ciencia-fic-ción. Esta vez, la batalla (¿la últi-ma?) tiene lugar en la Tierra.Los adoradores secretos del el-dil oscuro intentan tomar el po-der; son, en su mayorÍa, sabiosque sueñan en una nueva era,

Arr¡ba: portadas dpl primer y deltercer volúmenes (edicionescastellana e inglesa) de la trilogíade'C. S. Lewis (Ediciones Adiax,PAN-Books).

generatriz de un hombre nuevoy «tecnocrático». Sus ideas se

asemejan a las pretensionescientíficas de los grandes totali-tarismos modernos, y algunosde los sabios recuerdan a los delIII Reich o de la Rusia soviética.

Al mismo tiempo, Ransomdescubre que él es en realidadel Pendragon de las leyendascélticas, el gran reanimador delalma bretona. El hará resucitar aMerlín para liquidar

-¿provi-sionalmente?- la uodiosa fuer-za» (sl malvado eldil, y partirápara reunirse en Venus con los

grandes inmortales, tras unaepopeya que mezcla alegre-mente un retorno a las raÍcescélticas con las más sofisticadastécnicas totalitarias.

Auténtico ejemplo de nteolo-gÍa-ficción,, la admirable sagade Ransom constituye. mereci-damente, uno de los monumen-tos de la literatura de lo extraño.Para Jacques Bergier, en ella«puede encontrar§e. todo, desdelas grandes pasiones humanashasta el descubrimiento de loAbsoluto,.

La "Trilogía de Ransom" ha sidopublicada por la editorial argentinaAdiax (colección Fénix).

Créditos de ilustración: Edit¡onsNéO-Nicollet, Collins Publishers.