bacterias patógenas

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CIENTIFICA Investigación Volumen 6, número 2 enero–julio 2012, issn 18708196 Bacterias patógenas en teléfonos celulares del personal y alumnos de la CLIMUZACUAO /UAZ JOSÉ DE JESÚS MUÑOZ ESCOBEDO PERLA BERENICE CHÁVEZ ROMERO LAURA VARELA CASTILLO ARIAN BECERRA SÁNCHEZ Unidad Académica de Odontología Universidad Autónoma de Zacatecas MARÍA ALEJANDRA MORENO GARCÍA Unidad Académica de Biología Experimental Universidad Autónoma de Zacatecas Correo–e: [email protected]

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En 1861 Semmelweis demostró que las bacterias se trasmiten a los pacientes a través de las manos contaminadas de los trabajadores de salud. En 1978 Cozanitis y colaboradores describieron la contaminación bacteriana de teléfonos en cuidados intensivos. Dial–a–Phone asegura que los teléfonos son portadores de un sinnúmero de bacterias.

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CIENTIFICAInvestigaciónVolumen 6, número 2 enero–julio 2012, issn 1870–8196

Bacterias patógenas en teléfonos celulares

del personal y alumnos de la climuzac–uao/uaz

JoSÉ DE JESÚS muÑoz EScoBEDo PERla BERENicE cHÁVEz RomERo

lauRa VaREla caSTillo

aRiaN BEcERRa SÁNcHEz

Unidad Académica de OdontologíaUniversidad Autónoma de Zacatecas

maRÍa alEJaNDRa moRENo GaRcÍa Unidad Académica de Biología Experimental

Universidad Autónoma de Zacatecas

Correo–e: [email protected]

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Resumen

En 1861 Semmelweis demostró que las bacterias se trasmiten a los pacientes a través de las manos contaminadas de los trabajadores de salud. En 1978 Cozanitis y colaboradores describieron la contami-nación bacteriana de teléfonos en cuidados inten-sivos. Dial–a–Phone asegura que los teléfonos son portadores de un sinnúmero de bacterias. Karabay y colaboradores aislaron bacterias asociadas a infec-ciones hospitalarias que fueron Escherichia coli, En-terococcus faecalis, Pseudomonas aeruginosa y Klebsiella pneumoniae.

El objetivo de este trabajo fue identificar las espe-cies bacterianas patógenas de los teléfonos celulares del personal y alumnos de la climuzac de la uao/uaz. El método que se llevó a cabo fue la aplicación de encuestas sobre medidas de aseo de celulares y recolección de muestras, además del procesamiento bacteriológico en medios de cultivo, pruebas fisioló-gicas, morfológicas, tintoriales y bioquímicas para la identificación.

De acuerdo con los resultados el 63 por ciento de los muestreados no efectuó limpieza del teléfo-no. El uso en el área de trabajo clínico fue de 81 por ciento. Las bacterias encontradas tuvieron los siguientes porcentajes: Staphylococcus sp. 16.7, S. au-reus 38.7, Klebsiella sp. 11.6, K. pneumoniae 0.6, Strep-tococcus sp. 8.3, S. pneumoniae 1.2, Micrococcus sp. 0.6, Pseudomonas sp. 1.9, P. aeruginosa 0.6, Enterococcus sp. 0.6, E. faecalis 3.2, Salmonella sp. 1.9, Bacteroides vulga-ris 0.6, y E. coli 1.9 por ciento.

Con base en lo anterior se concluyó que la totali-dad de los muestreados fueron portadores de bacte-rias patógenas. Lo que justifica la restricción de los celulares en áreas de trabajo clínico para prevenir infecciones cruzadas por el uso de teléfonos. Se su-giere agregar al reglamento vigente de las clínicas odontológicas una prohibición del uso del celular, limpiar el celular regularmente con antiséptico que no dañe el sistema del aparato.

Palabras clave: teléfono celular, bacterias, infección cruzada.

Introducción

Los teléfonos celulares se han convertido en una parte indispensable de nuestras vidas. Hoy en día los adolescentes, jóvenes y adultos de la mayoría de los países usan teléfono celular para la intercomuni-cación y otras necesidades cotidianas. Las manos y los instrumentos utilizados por los trabajadores de la salud pueden servir como vectores para la trans-misión de microorganismos, ya que no se dispone de directrices de limpieza que cumplan con las nor-mas de higiene. En el área médica de los hospitales, clínicas odontológicas y consultorios, tales instru-mentos de comunicación se emplean de manera cotidiana; esto aumenta el riesgo de contaminación microbiana, que se convierte en vectores para la transmisión de enfermedades.

Antecedentes

En 1973 el Dr. Martin Cooper fue considerado el inventor del primer teléfono portátil, es decir «el pa-dre de la telefonía celular». Ya para 1978 Cozanitis y colaboradores habían descrito la contaminación bacteriana de teléfonos en la unidad de cuidados in-tensivos. Tal aspecto es notable si se considera que, según los expertos, la cifra de usuarios de teléfonos celulares en el mundo ascendió a 6.7 billones en el 2005.

Un reciente estudio realizado por la empresa Dial–a–Phone del Reino Unido aseguró que los telé-fonos son portadores de un sinnúmero de bacterias. Si se revisa el uso del celular es cierto que éste se mantiene en manos, bolsillos y orejas; lugares óp-timos para la rápida reproducción de las bacterias debido a sus temperaturas. Ello hace que el celular sea un transportador de bacterias altamente pató-genas, que si logran entrar al cuerpo pueden causar infecciones.

En el presente estudio se tomaron muestras de objetos de la vida diaria y se analizaron las bacterias encontradas. Se notó que había más suciedad en un teléfono celular que en la manija de una puerta, un teclado de computadora, la suela de un zapato e incluso en el asiento de un baño público. Se confir-

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mó la presencia de bacterias de la piel incluyendo el Staphylococcus aureus.

Durante el 2002 se llevó a cabo un estudio en un hospital de Israel donde a médicos y enfermeras se les sacó muestras de las manos y de sus teléfonos celulares; se halló que en ambos existía Acinetobacter sp. y que hubo contaminación cruzada entre las ma-nos, los teléfonos celulares y los pacientes. El uso de alcohol isopropilo al 70 por ciento en una esponja como agente de limpieza es eficaz en la reducción de la colonización. La limpieza infrecuente del equipo médico se ha documentado por varios y es apoyado por estos datos.

Karabay y colaboradores recolectaron muestras de teléfonos celulares de ciento veintidós miem-bros del personal de salud de un hospital docente en Turquía; se observó crecimiento en ciento once, donde se aislaron bacterias asociadas a infecciones hospitalarias en diez muestras (9 por ciento), cuatro de las cuales fueron Escherichia coli, dos Enterococcus faecalis, dos Pseudomonas aeruginosa, una Pseudomo-nas fluorescens y una Klebsiella pneumoniae.

En un análisis microbiológico efectuado en la ciudad de Amrabati en la India se estudiaron setenta y cinco teléfonos de médicos. Se detectaron noven-ta tipos de bacterias patógenas, las más importantes fueron Staphylococcus aureus (20 por ciento), Micrococ-cus luteus (18 por ciento), Pseudomonas aeruginosa (15 por ciento), Proteus mirabilis (11 por ciento), Escheri-chia coli (11 por ciento), Klebsiella pneumoniae (10 por ciento), Enterobacter aerogenes (9 por ciento) y Salmo-nella typhi (5 por ciento). El estudio demostró que los celulares contenían una contaminación significativa a causa del contacto con el área de trabajo, por ello se consideró la restricción del uso en tal área.

Jeske y colaboradores analizaron las manos, telé-fonos fijos de la sala de operaciones y los teléfonos celulares de cuarenta anestesistas del Hospital Uni-versitario de Innsbruck en Austria. Se pidió a los doctores limpiar sus manos con alcohol al inicio del día y después del uso de los teléfonos celulares. En los anestesistas se percibió una contaminación bac-teriana en las manos de 38/40, de los cuales cuatro son bacterias patógenas en el hombre. En teléfonos fijos del cuarto de operaciones se llevó a cabo el mis-mo análisis, se encontró una contaminación bacte-

riana de 33/40, con las mismas bacterias patógenas en el hombre. El uso de celular puede tener más graves consecuencias en materia de higiene porque, a diferencia de los teléfonos fijos, se utilizan a me-nudo cerca del paciente.

Planteamiento del problema

Dentro del horario de la práctica odontológica en la climuzac de la uao/uaz no hay una restricción en el uso de celulares. Esta actividad es común en horarios de consulta, a pesar de que las manos son el principal instrumento del odontólogo, lo cual puede facilitar la transmisión de bacterias patógenas. Se tiene claro que una vez adquirida la contaminación bacteriana desde el teléfono celular, se puede transmitir al área bucal del paciente por medio de las manos del opera-dor, incrementando así el riesgo de infección.

Justificación del estudio

La justificación del trabajo es debido al uso no regu-lado de teléfonos celulares por parte de alumnos y personal de las áreas dedicadas a la atención de pa-cientes, como es el caso de la clínica de odontología climuzac de la uao/uaz. El hecho trae como conse-cuencia el riesgo de adquirir infecciones cruzadas por bacterias patógenas presentes en una constante interacción teléfono–médico–paciente.

Objetivo general

Aislar e identificar los géneros o especies bacteria-nas patógenas oportunistas aerobias que más se confinan en los celulares del personal y alumnos de la climuzac de la uao/uaz.

Objetivo específico

Determinar el porcentaje de bacterias patógenas oportunistas aerobias en celulares de alumnos y personal de la climuzac de la uao/uaz.

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Universo de estudio

Para el presente estudio se tuvo una población de trescientas cuarenta y tres personas (veintinueve do-centes, doscientos setenta y ocho alumnos, veinte alumnos pasantes, quince enfermeras, un laborato-rista dental), a las que se les aplicó el método es-tadístico de selección para poblaciones finitas, que arrojó cuarenta y nueve números aleatorios corres-pondientes a la numeración de esas personas. Poste-riormente se agregaron tres personas voluntarias, lo que dio un total de cincuenta y dos celulares para su análisis. Criterios de exclusión: alumno o personal que no contara con teléfono celular al momento de la toma de muestra.

Material y método

El presente trabajo se elaboró en dos etapas:1) Aplicación de encuestas sobre las medidas de

aseo de teléfonos celulares, así como la recolección de muestras directas para análisis bacteriológico de cincuenta y dos celulares del personal y alumnos de climuzac. La superficie donde se trabajó para la toma de muestras se desinfectó con una gasa im-pregnada con fenol al 5 por ciento, luego se prosi-guió a la organización del material a utilizar.

Los operadores se equiparon con guantes estéri-les, cubrebocas y bata. Se localizó a las personas en su área de trabajo, se les pidió prestado el celular y se explicó el procedimiento a realizar con el aparato. Los celulares fueron depositados por cada dueño en una bolsa de plástico nueva y ésta fue cerrada inme-diatamente para que no fuesen contaminados con otras zonas del ambiente hasta que se les tomara la muestra; después de entregar los aparatos se efectua-ron las encuestas escritas.

La muestra se hizo con dos mecheros de alcohol encendidos paralelamente, separados por alrededor de veinte centímetros. Se sacó el aparato de la bol-sa de plástico, se apagó como medida de seguridad para así evitar posible corto circuito por la humedad que se empleó. Se colocó entre los dos mecheros y, con un hisopo estéril previamente humedecido en caldo BHi, se tomó la muestra en el celular pasando

el hisopo por la zona de las teclas y los costados, se simuló limpiar las zonas de mayor contacto con la piel del usuario (manos, cara y orejas).

Se hizo un movimiento rotatorio del hisopo en su mismo eje, después de realizar la toma de inme-diato se acercó el tubo de caldo BHi, se colocó el hisopo dentro del tubo y se rompió el palillo sobre-saliente, se flameó para cerrarse en el acto. Después se limpió el celular con una gasa y jabón, se desli-zó la gasa por todos los sitios del mismo; luego de limpiarse y desinfectarse se entregó a su respectivo dueño. Se llevó a cabo el mismo procedimiento en cada celular para llevarlo al laboratorio e incubarlo.

2) Una vez inoculada la muestra en BHi e incu-bada durante 24 horas a 37° c, bajo condiciones de esterilidad, se homogenizó el cultivo. Más tarde se tomaron una o dos asadas y se resembró en los si-guientes medios de cultivo: Agar Sangre, Agar Eo-sina Azul de Metileno, Agar Soya Tripticasa, Agar Mac Conkey, Agar Sal Manitol, y Agar Salmonella Shigella. Posteriormente se incubaron de 24–48 ho-ras a 37 °c, al cabo de ese periodo se sacaron las cajas de la incubadora y se hicieron pruebas fisiológicas (tipo de hemólisis en Agar Sangre, pigmentación en el medio, etcétera); después se efectuó análisis de morfología colonial de cada una de las colonias existentes y en cada uno de los medios de cultivo.

Luego del análisis de dichas colonias se hizo un frotis a partir de éstas y se les realizó tinción de Gram, la técnica que se usó se enuncia a continuación:

a) Con el asa previamente esterilizada en la fla-ma se tomó un poco de muestra.

b) Una vez conseguida la muestra se colocó una pequeña gota de agua potable en un portaobjetos, la cual sirvió para depositar y distribuir la muestra contenida en el asa.

c) Con el asa sobre el portaobjetos se hizo la dis-gregación de la muestra mediante movimientos gi-ratorios, de tal forma que al terminar la extensión se obtuvo como producto una muestra en la parte media de la laminilla.

d) Se pasó la laminilla sobre la llama de un me-chero dos o tres veces y se fijó la muestra, se procuró que el fuego no estuviera en contacto directo con aquella.

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Tinción de Gram modificada

El procedimiento de tinción de Gram se llevó a cabo de la siguiente manera:

1. A cada una de las muestras o frotis se le agre-gó solución de cristal violeta en basta cantidad para lograr cubrirla por completo, se dejó actuar por un minuto, se enjuagó con agua y se eliminó el exce-dente.

2. Se aplicó como mordiente solución de lugol durante un minuto, se lavó y se quitó el sobrante.

3. El frotis se decoloró con alcohol–acetona al 50 por ciento, se le dejó actuar aproximadamente durante diez segundos, se enjuagó y se eliminó el excedente.

4. Se le añadió solución de safranina, se dejó ac-tuar durante cuarenta segundos, se lavó y se quitó el sobrante.

Posterior al procedimiento de tinción, las laminillas se dejaron secar y luego se realizó observación al microscopio con objetivo de 100x; con ello se deter-minó la morfología celular, tipo de agrupamiento y afinidad al Gram. Las diferentes colonias represen-tativas de cada medio de cultivo se resembraron en Agar Sangre para su uso posterior.

Pruebas bioquímicas

De las resiembras de Agar Sangre se selecciona-ron las colonias correspondientes a Staphylococcus, de acuerdo con la morfología colonial, tinción de Gram y agrupación celular. Éstas se inocularon en caldo BHi para incubarse 24 horas a 37° c para su proliferación, y se sembraron en Agar Sal Manitol incubando en las mismas condiciones para hacer las pruebas bioquímicas correspondientes.

Cuando las colonias crecieron se dispuso en la campana de seguridad el depósito de 1 ml. del plas-ma humano a un tubo de ensayo de 6x60mm, des-pués con una asa bacteriológica se inocularon 3–5 colonias en el plasma; se incubaron 3–4 horas a 37° c y se dejaron cinco minutos en refrigeración, se observó la positividad o negatividad de la prueba coagulasa.

También se efectuó la prueba de la catalasa, para lo cual se colocó una pequeña muestra de cada colo-nia seleccionada como Stapylococcus en un portaob-jetos junto con una gota de agua oxigenada; inme-diatamente después se percató si existía reacción de efervescencia o burbujeo, que indica positivo para la prueba. Las mismas colonias identificadas como Staphylococcus se expusieron a la luz durante 24–48 horas, para verificar la existencia o no de cambio de color de las colonias a dorado.

DiaGRama GENERal DE PRocEDimiENTo

Resultados

La población muestreada se distribuyó así: seis docentes, seis pasantes, un laboratorista y treinta y nueve alumnos. El tiempo de adquisición de su teléfono celular tenía desde un mes hasta más de veinte meses (figura 1).

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FiGuRa 1TiEmPo (EN mESES) DE aDQuiSiciÓN

DEl TElÉFoNo cElulaR

17 a 192%

14 a 164%

11 a 1329%

8 a 102%

4 a 717%

1 a 319%

Más de 2027%

Según el reporte, el 37 por ciento de los encuestados efectúa la limpieza de su teléfono celular (dos per-tenecen al personal y diecisiete son alumnos) con una frecuencia de dos o más veces al día hasta una vez cada dos meses o más. El material que más se emplea para asearlo fue la tela, 32 por ciento; para docentes hubo una relación igual entre tela y papel; para alumnos con más frecuencia fue el papel, 29 por ciento, y la toalla húmeda, 29 por ciento (figuras 2, 3 y 4).

FiGuRa 2limPiEza DEl TElÉFoNo cElulaR

No63%

Sí37%

FiGuRa 3FREcuENcia coN la QuE EFEcTÚa la limPiEza DEl TElÉFoNo cElulaR

Ninguna vez63%

2 o más veces al día8%

1 vez al día4%

1 a 3 veces por semana

13%

1 vez al mes8%

1 vez cada dosmeses o más

4%

FiGuRa 4maTERial coN El QuE SE EFEcTÚa la limPiEza DEl TElÉFoNo cElulaR

Toalla húmeda21%

Tela32%Papel

16%

Aire11%

Lysol11%

Benzal11%

También los resultados muestran que el uso del ce-lular en el área de trabajo clínico en la climuzac es muy frecuente (81 por ciento), la acción más común al necesitar atender el teléfono mientras se trabaja es no revisar hasta terminar esa actividad (33 por ciento); no es menos importante ni frecuente pedir-le a otra persona que lo revise aun en la actividad (29 por ciento), pese a que existe una restricción por parte de los docentes responsables (67 por ciento).

Las bacterias aisladas fueron Staphylococcus sp. con 16.7 por ciento, Staphylococcus aureus 38.7, Kleb-siella sp. 11.6, Klebsiella pneumoniae 0.6, 10.3, Strepto-coccus sp. 8.3, Streptococcus pneumoniae 1.2, Pseudomo-nas sp. 1.9, Pseudomonas aeruginosa 0.6, Enterococcus sp. 0.6, Enterococcus faecalis 3.2, Salmonella sp. 1.9, Bacte-roides vulgaris 0.6, y Escherichia coli 1.9 por ciento.

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Discusión

El ritmo de vida, las restricciones en ciertos lugares y la cotidianidad del uso de los celulares se presta para que este objeto esté en contacto con varios am-bientes contaminados, además de su relación direc-ta con manos, cara, boca y piel. En este análisis se comprobó que la contaminación microbiana de los celulares es esencialmente por bacterias patógenas —o patógenas oportunistas— y se da por varios fac-tores como el uso de los aparatos durante el trabajo médico, donde se exponen a una gama de microor-ganismos, aunado a la poca o nula limpieza e inco-rrecta manipulación.

Se debe crear conciencia en los trabajadores de la salud con respecto a que están en contacto con personas que acuden a recibir atención médica y que incluso ellos ya son portadores de microor-ganismos. Es preciso señalar que algunas de las personas que se encuentran en el área médica (per-sonal, alumnos y/o pacientes), pueden encontrarse susceptibles (inmunosuprimidos, enfermos cróni-cos, avanzada o corta edad, etcétera) a adquirir una infección por esos microorganismos, por lo cual se puede agravar su situación si no se toman las medi-das pertinentes de asepsia y antisepsia.

En un estudio realizado por Hassoun A. y colaboradores referente a métodos de limpieza en asistentes personales digitales (palm), demostró que el uso de una esponja impregnada en alcohol de isopropilo al 75 por ciento redujo la colonización bacteriana. Se tuvo un 96 por ciento de muestras positivas a la colonización y se redujo a 75 por cien-to después de llevar a cabo la limpieza (7). En otra investigación efectuada por Gómez M. P. y colabo-radores se comprobó que de los antisépticos que se utilizan en la práctica odontológica, el jabón líqui-do Member´s Mark resultó ser el mejor antiséptico contra bacterias Gram y Gram(11).

Un aspecto revelado por el presente estudio determina que el 81 por ciento del personal inves-tigado usa el teléfono celular dentro de la climuzac uao/uaz, y que si al momento de estar trabajando en el área bucal del paciente es necesario atender su teléfono celular su acción más común es concluir

primero el trabajo clínico, pero contestando dentro de la clínica. Aunado a eso, el caso omiso por parte de los alumnos a las recomendaciones de los do-centes en cuanto al uso del aparato en el área de trabajo son ignoradas; la causa probable es la falta de un reglamento que aplique sin distinción a toda la clínica de atención.

Comparando los resultados obtenidos con los de otros investigadores (2, 4, 6–10), concuerdan con que la mayoría del personal en el área de la salud usa aparatos electrónicos (palm y/o teléfono celu-lar) dentro de su área de trabajo pese a que existe un reglamento implementado. Como se puede notar en la siguiente tabla hay una relación clara entre las bacterias patógenas aisladas en otros estudios (2, 9, 10) y las que se lograron aislar e identificar en esta investigación, ello permite evidenciar que las bacte-rias en ese tipo de aparatos en su mayoría tienden a coincidir.

Conclusiones

Todos los poseedores de teléfono celular son porta-dores de microorganismos patógenos que pueden llegar a causarle serios problemas de salud, o inclu-so y más grave, adquirir o propagar una infección cruzada a los pacientes que concurren a atención odontológica. Staphylococcus aureus fue la bacteria patógena que con más frecuencia se encontró co-rroborada por otros estudios al respecto, lo que per-mite afirmar que es reiterada su presencia en am-bientes internos de clínicas y hospitalarios.

Debido a lo anterior es fundamental restringir el uso de celulares en áreas de trabajo odontológico como de cualquier área prestadora de salud, para así poder contribuir a la prevención de infecciones mi-crobianas cruzadas a causa de tal factor, que sirven como depósito y vector de virus, hongos y bacterias patógenas. El lavado de manos es determinante en la transmisión bacteriana, lo cual permite afirmar que si se lleva cabo éste además de la antisepsia fre-cuente del teléfono disminuirá la contaminación bacteriana y por lo tanto el riesgo de infección en el área de trabajo.

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Sugerencias

Se aconseja agregar al reglamento vigente de la cli-muzac y resto de clínicas de atención odontológica de la uao/uaz una prohibición sobre el uso del ce-lular en los módulos de atención. Se sugiere limpiar el teléfono con un antiséptico que no dañe su siste-ma, como el jabón líquido Member´s Mark u otro químico. Limpiarlo con una gasa, algodón o hisopo impregnado con reducida cantidad del componen-te y pasándolo por todas las superficies.

BiBlioGRaFÍa

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comPaRaTiVo DE BacTERiaS aiSlaDaS E iDENTiFicaDaS

PoR oTRoS auToRES Y la PRESENTE iNVESTiGaciÓN

BacteriasAisladas Tambekar (9) Goldblatt (2) Jeske (10) Resultados del estudio

Staphylococcus sp. —— —— —— 16.7 %

Staphylococcus aureus 20% 10.3% 38.7%

Klebsiella sp. 10% —— —— 11.6%

Klebsiella pneumoniae —— —— —— .6 %

Streptococcus pneumoniae —— —— —— 1.2%

Pseudomonas sp. —— 8.2% —— 1.9 %

Pseudomonas aeuruginosa 15% —— —— .6%

Enterococcus sp. —— —— .6 %

Enterococcus faecalis —— —— —— 3.2 %

Salmonella sp. —— —— —— 1.9%

Escherichia coli 11% —— —— 1.9%

Acinetobacter sp. 53.6% —— ——

Indica la presencia de la especie bacteriana, aunque el autor no marca en que porcentaje.

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Volumen 6, número 2 enero–julio 2012, issn 1870–8196 9

Tambekar D. H., et. al., «Nosocomial Hazards of Doctor’s Mobile Phones in Hospitals, Depar-tament of Microbilogy», Network Scientific Infor-mation, vol.1, tomo 8, India, 1st january 2008.

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