areíto sábado 31 de enero de 2015

8
Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 31.01.2015 N N i i k k k k i i D D e e S S a a i i n n t t P P h h a a l l l l e e revelación y rebelión de la obra Página 7 CÁPSULA GENEALÓGICA Manuelico González, gestor de Villa González Página 4 ¿QUIEN ES JOSEF SVEJK Y QUIEN ES JOSEPH K? Durante la Primera Guerra Mundial,JaroslavHašek sintió en vida propia que el hombre se hallaba reducido de su condición de ser humano, pero no así su personaje Švejk. Pá g i n a 8 DEL CANTO TAINO y la música regional española Es la propia Historia, aportando referencias testimoniales de más de un cronista, quien confirma a viva voz, que la música del aborigen de La Española no era, de ninguna manera, primitiva ni elemental. Pá g i n a 6 Andanzas policiales de febrero de 1973 detrás de comunistas y caamañistas El Distrito Nacional está ahí con calles, casas, sectores intervenidos, pero también Higüey, La Romana, Salcedo, Tamayo, Nagua, Mao, Hato Mayor, Baní, Santiago, Santiago Rodríguez...Pá g i n a 5

Upload: periodico-hoy

Post on 07-Apr-2016

221 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Areíto sábado 31 de enero de 2015

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Aimée PiccirilloS Á BA D O 31.01 .2 015

NNNiiikkkkkkiii DDDeee SSSaaaiiinnnttt PPPhhhaaalllllleeerevelación y rebelión de la obra

Página 7

CÁPSULA GENEALÓGICA

Manuelico González, gestor de VillaGonzález Página 4

¿QUIEN ES JOSEF SVEJKY QUIEN ES JOSEPH K?Durante la PrimeraG u e rraM u n d i a l , J a ro s l av H a š e ksintió en vida propiaque el hombre sehallaba reducido de sucondición de serhumano, pero no asísu personaje Švejk.Pá g i n a 8

DEL CANTO TAINOy la música regional española

Es la propia Historia,aportando referenciastestimoniales de más deun cronista, quienconfirma a viva voz, quela música del aborigende La Española no era,de ninguna manera,primitiva ni elemental.Pá g i n a 6

Andanzas policiales defebrero de 1973 detrás decomunistas y caamañistasEl Distrito Nacionalestá ahí con calles,casas, sectoresintervenidos, perotambién Higüey, LaRomana, Salcedo,Tamayo, Nagua, Mao,Hato Mayor, Baní,Santiago, SantiagoRo dríguez...Pá g i n a 5

Page 2: Areíto sábado 31 de enero de 2015

2 Sábado 31 de e n e rode 2 015H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoAp

orte E spa i l l a t , ni liberal ni tan “cá n d i do”

sino todo lo contrario según su vidaL a importancia de contextualizar los he-

chos, opiniones y consecuencias de las ac-ciones de cada personaje histórico –man -tra recurrente en mi reciente biografía de

Buenaventura Báez- resalta sobremanera en elcaso del comerciante santiaguero Ulises Fran-cisco Espaillat (1823-1878).

Uno de los mejores ejemplos de cómo la des-contextualización y la inversión de valores hadesfigurado la importancia de muchos próceresdominicanos es el desmedido aprecio profesadopor muchos historiadores por Espaillat.

Antes de seguir, quiero definir a qué me refieroal referirme al contexto histórico. Cada sucesodel pasado digno de memoria, al ser narrado,requiere situarse en medio del ambiente social,cultural, económico y político particular de sumomento. Sin ese contexto, es difícil apreciar oentender su significado. Que un estudiante anó-nimo se parase frente y detuviese a un tanque enla Plaza Tian-an-Men en Pekín en 1989, foto icó-nica del siglo XX, no significó lo mismo que loscientos de estudiantes muertos por tanques trasla primavera de Praga en 1968. Pero volvamos deesas escenas internacionales a este pequeño yantillano lugar de los hechos: la descontextua-lización puede favorecer a algunos, como el casode Espaillat, o perjudicar a otros, como a Báez.

Tras el gobierno del baecista arrepentido Ig-nacio María González, del 20 de enero de 1874 al23 de febrero de 1876, un consejo de secretarios seencargó del Poder Ejecutivo hasta el 29 de abril,cuando asumió la presidencia Espaillat tras la pri-mera elección dominicana por voto directo, ga-nada abrumadoramente con apoyo de Luperón.

Sobre Espaillat pudiera decirse, sin faltar paranada a la verdad, que fue un resentido reaccio-nario opuesto a que las mujeres participasen enla política u otros asuntos públicos; que sin em-bargo como articulista de la prensa cibaeña cu-riosamente usaba como pseudónimo el nombrefemenino de “Ma r í a”; que sostuvo más de unavez su creencia de que el pueblo dominicano yparticularmente los agricultores del Cibao eranholgazanes; que discriminaba al realizar críticasocial, pues mientras varias veces señaló los da-ños del ejercicio ilegal de la medicina por char-latanes, privadamente celebraba cómo Luperónse hizo pasar por médico meses antes de ini-ciarse la guerra por la restauración.

Igualmente, que pese a sus pujos intelectua-les, fue incapaz de completar estudios de me-dicina según los deseos de su familia, prefiriendoholgar como farmacéutico y comerciante; queha sido quizás el único escritor suficientementeatrevido como para burlarse de la obra intelec-tual de Antonio Sánchez Valverde, abuelo deBáez; y que, pese a dizque nunca haber apete-cido el poder, fue uno de los cerebros detrás delgolpe infructuoso (para ellos mismos pues San-tana les traicionó) que en 1857 iniciaron comer-ciantes de Santiago y Puerto Plata contra Báez yluego fue una de las eminencias grises del go-bierno restaurador, mencionado como autor in-telectual o instigador del asesinato del Presiden-te Pepillo Salcedo.

Sus propios colegas (o competidores) del co-mercio se opusieron vigorosamente a sus planesde crear un “banco de anticipo y recaudación”,idea adelantada por Báez dos décadas antes. Sele puede enrostrar también su enorme incapa-cidad política, cuando alcanzó la presidenciadespués que Luperón declinara ser candidatopor preferir seguir enriqueciéndose como co-merciante en Puerto Plata.

Su fugaz gobierno, del 29 de abril de 1876 has-ta el 5 de octubre, o sea apenas 156 días, fue unode los peores o más ineficaces de toda la historiadominicana. No pudo pagarle sus sueldos a losempleados públicos. Pese a buscarlos afanosa-mente, no consiguió ganarse la confianza de in-versionistas foráneos. Permitió confiscacionesilegales a empresarios realizadas por ministrossuyos a quienes luego los periódicos, y hasta eldecimero Juan Antonio Alix, calificaron como“a b u s a d o re s” y “c o m u n i s t a s”. Consintió a sus co-rreligionarios azules o luperonistas excesos igua-les o peores a los que criticaba cuando los per-petraban rojos o baecistas.

Años antes de ser presidente, al conocerse enSantiago la frase de Báez, “el Ozama piensa, elCibao trabaja”, Espaillat produjo varios artículosde prensa con la firma de su afeminada iden-tidad de “Ma r í a” para referirse al tema:

El Cibao representa con alguna exactitud en lagran máquina que haya de sacar al país del es-tado de postración en que se encuentra, la sólidacaldera donde el vapor comprimido pugna vio-lentamente por escaparse al dar el necesario im-pulso a todo el sistema, y Santo Domingo seríacon muchísima propiedad el regulador, la vál-vula de seguridad, por donde debe escaparse elexceso de fuego. ¿Convenido?

Extraña el deseo de convenir esa idea con loscapitaleños, a los cuales desdeñaba tanto que en

medio de la euforia revolucionaria de 1857, antesde despertar de ese sueño de poder por la trai-ción de Santana, Espaillat había impulsado jun-to con los demás complotados la absurda idea demudar la capital de Santo Domingo hacia San-tiago, lo cual llegó a deliberarse durante la asam-blea constituyente de Moca.

Como escritor, Espaillat abusaba de términosy expresiones en lenguas foráneas, como el fran-cés, el inglés, el italiano y hasta el latín, pese a quebajo su pseudónimo de “Ma r í a” pretendía escri-bir para el hombre común. Repetía hasta exte-nuar al lector citas ramplonas de refranes, de fra-ses manidas o extraídas de “ElQu i j o t e”. Se refería a todos losempleados públicos como “ma -m a d o re s”, entendido que “ma -m a r” significaba vivir del erario.Su buen humor muchas vecesera a expensas de la ignorancia opobreza de la mayoría de los do-minicanos y cuando aparentababurlarse de sí mismo a la usanzaanglo-sajona tan elogiada por él,en verdad se trataba de un au-to-bombo: por ejemplo, “sin que se diga que melisonjeo a mi misma, creo que he hecho un des-cubrimiento tan brillante como el de Pitágoras”.

Era racista. Al abogar por la inmigración paramejorar las costumbres nacionales, se quejó deque se abrieran las puertas del país a los cuba-nos, quienes competían con la naciente oligar-quía comercial de Santiago y Puerto Plata, por-que: “la inmigración que llega se modela sobretodo cuanto ve en el país y como lo que ve esbueno, ella, si no lo era, llega a ser buena. ¿Quécopiará en el nuestro? El uso del machete [nocomo apero de labranza sino como arma pararevolucionar, según Rodríguez Demorizi], o másbien del revólver; el andar descalzo [como losdespectivamente llamados ‘p a t a - p o r- s u e l o’], co-mer el debilitante sancocho, y jugar gallos, bailarmerengue y dejar para mañana lo que debía ha-cerse el día anterior. No nos impondrán sus cos-tumbres; recibirán las nuestras y esto es natural”.¡Sugirió muy seriamente prohibir el sancocho yel merengue! Su racismo se manifestaba, entreotras maneras, al abogar por una inmigración deblancos europeos. Estas y otras similares ideassuyas están en “In m i g ra c i ó n”, serie de artículospor Espaillat en periódicos de Santiago alrede-dor de 1876, incluidos en “Escritos de UlisesFrancisco Espaillat”, obra publicada por la So-ciedad de Bibliófilos en 1987, cuidada por JoséChez Checo con notas de Rodríguez Demorizi.

Como presidente, Espaillat apenas duró hastael cinco de octubre de 1876, apenas unos díasmás que la suma de mayo, junio, julio, agosto yseptiembre, o sea cinco meses, muy por debajodel promedio de los muchos gobiernos de esaépoca. Decir que gobernó quizás sea exagerado.Su presidencia fue otra demostración de que lapolítica dominicana requiere no solo de ideales,buenas intenciones y sueños vaporosos, sinotambién de lo que Pedro Santana llamó “dela q u e l”, imprescindible para hacer cumplir la leyy preservar el orden democrático (aunque elLeón de El Seibo empleara sus “a q u e l l o s” p a raviolar la ley e irrespetar la democracia…). Hacenfalta además, para gobernar, visión y vocación deestadista, como Báez.

Pero, ¿sería lo anterior un recuento veraz o justoacerca de Ulises F. Espaillat? Aunque los párrafosprecedentes no contienen una sola afirmacióninexacta ni mentirosa, la mera enumeración deesos hechos, sin ponerlos en su contexto o cir-cunstancia, oscurece más que iluminar la figurade este importante político cibaeño. Este ejemploilustra por analogía cómo ha sido desfigurada laimagen histórica de Buenaventura Báez por quie-nes solo han resaltado sus yerros sin referir ni re-

conocer sus innumerables aciertos.Espaillat merece ocupar un sitial de privilegio

entre los próceres dominicanos, por muchasbuenas razones. Están, por ejemplo, su preocu-pación por la educación, su apoyo al voto directo ypopular para elegir a las autoridades públicas, sudefensa de la rendición de cuentas, su participa-ción cívica y política en los asuntos públicos, suentusiasta promoción de los intereses del comercioy de su región cibaeña en particular, y su prédicacomo ciudadano creyente en el necesario predo-minio de la participación cívica en la política porencima de la incesante guerrilla entre caudillos mi-litares y sus clientelas partidaristas.

Pese a su origen francés en una época de granrechazo a la religión en Francia, Espaillat era unferviente defensor del catolicismo. Su invoca-ción de intereses puramente conservadores ysus cándidos apuntes sobre la democracia nohan impedido que algunos intelectuales cómo-dos le consideren una suerte de ideólogo criollodel liberalismo… En sus escritos, reunidos pós-tumamente, opinó, al respecto de los “i n t e re s e sde partido”, que “en los países combatidos porlas discordias civiles, como desgraciadamente loestá el nuestro, es imposible para el público elseparar los intereses puramente de la sociedad,de los intereses de partido, de tal modo que sonmuy pocos los que dejan de ver las cosas bajo elprisma de sus respectivos intereses personales”.¡Qué cantinflesca perogrullada! ¿En cuál socie-dad no es cierto que la mayoría de los ciuda-danos ve las cosas según sus propios intereses?Sobre la “unificación de los partidos”, según locita Mu-Kien Sang Ben en “Una Utopía Incon-clusa, Espaillat y el liberalismo dominicano delsiglo XIX”, publicada por INTEC en 1997, Espai-

llat escribió:Para unificar los partidos es indis-

pensable que los hombres más conno-tados de ellos, que hasta poco se ha-bían considerado como enemigos, yque de hoy en adelante han de ser con-siderados todos como amigos de la pa-tria, formen parte del nuevo gabinete.Así lo reclama la justicia, y basta estarazón. En la formación del presupuestodeben regirnos los mismos principiosde justicia. Antes que dar, se debe pa-

gar. Antes que ser generoso, es preciso ser justo.Como un manual para párvulos, así escribía

–por no decir pensaba- este elogiado prohombrecr iollo.

Espaillat poseía la figura de un patricio sajón:buena estatura, ojos azules, pelo claro, finos la-bios y perfil de aristócrata. De niño, su familiapudo costearle clases particulares de música, in-glés, francés y matemáticas, aparte de propiciar-le la lectura de clásicos griegos y romanos. Sindudas fue muy cultivado. Su tío el médico San-tiago Espaillat (quien rechazara la presidencia en1849), intentó hacer de él un doctor en medicina,pero el interés de Espaillat por el comercio loinclinó a establecer una farmacia.

¿Cómo puede seria y sensatamente conside-rarse “l i b e ra l” a un político defensor de los co-merciantes de Santiago y del catolicismo másrancio, cuyos llanos juicios nunca remontaronvuelo mayor que el de las chichiguas, y cuyasacciones y vida estuvieron siempre dentro del ca-non conservador? Si Espaillat era liberal Santanagobernó como monaguillo.

Espaillat ha tenido una descendencia agrade-cida de su significación histórica. El culto a sumemoria ha magnificado sus muchas virtudes yminimizado sus debilidades y vicios. El genea-logista Julio González ha resaltado que los des-cendientes del matrimonio de Espaillat con suprima-hermana Eloísa incluyen buena parte dela crema y nata social de Santiago, muchos de loscuales también descienden de Báez.

La imagen de Espaillat ha alcanzado tal pro-ceridad que parecería que sus aportes a la re-pública sobrepasaron los de Sánchez, Santana,Báez o Luperón. El recuerdo de Báez, en cambio,la mayor parte de las veces solo concita denues-tos e insultos, evidenciando cuán eficaces hansido los arteros y equivocados juicios fundadosen las opiniones de sus enemigos como José Ga-briel García, Gregorio Luperón, Rodríguez Objíoy el propio “c á n d i d o” Espaillat.

Aunque sea incómodo, quizás ha llegado lahora de una profunda revisión de cómo se hanarrado e interpretado hasta ahora la historiadominicana. Ese es uno de los objetivos de mibiografía de Buenaventura Báez.

* Este artículo es un extracto resumido de unaparte de “Buenaventura Báez”, biografía de796 páginas por José Báez Guerrero, en la quehay más detalles acerca de la relación entreEspaillat y el Presidente Báez.

‘‘ Espaillatm e re ce

ocupar un sitial deprivilegio ennuestra historia pormuchas buenasrazone s”.

Ulises Francisco Espaillat.

José

Báe

z G

uerr

ero

Page 3: Areíto sábado 31 de enero de 2015

A RE Í TO 3Sábado 31 de e n e rode 2 015 H OY

LOS CONFLICTOSdomínico-haitianos enlos discursos literarios(3. Según lectura de los textos)

Y elidá, de Tomás Hernández Franco,no es la historia de sus progenitores,el marino noruego Erick y su amantemamuasel Suquiete, sino la de su

hija, la mulata: “Esta no es la historia de Erickal fin y al cabo/que a los treinta años era ma-rinero/ y vendía arenques noruegos en sutienda de Fort Liberté/mientras la esposa deErick madamSuquí/rezaba a Legbá y a Ogúnpor su hombre blanco/rezaba en la catedralpor su hombre rubio.” (Obras literarias com-pletas (2000, p. 215). Este es el bovarismo queprima en Haití (y en el resto del Caribe, teo-rizado por Franz Fanon), constatado porLéon-François Hoffmann en Haïti. Couleurs,croyances, couleurs. Price Mars creía que elbovarismo era privativo de los dominicanos.

Esta formidable mulata fue el resultadode aquella unión sexual, símbolo del mu-lataje caribeño: “Y así vino al mundo Yelidáen su vagido de gato tierno/mientras se sol-taba la leche blanca de los senos negros deSu q u í .” (p. 216). Luego de aventurar el relatolas vicisitudes de Yelidá personaje, el textoconcluye con el famoso estribillo: “Será di-fícil escribir la historia de Yelidá un día cual-q u i e ra” (p. 221), pues es pura ficción. Aun-que poema, está dialécticamente relaciona-do con la historia del Caribe y su difícil asun-ción por parte de negros y mulatos debido ala ideología colonialista hispanófila que go-bierna las mentes de la mayoría de ellos.

La posición de Juan Bosch con respecto aHaití es harto conocida. Es ética y política,anti etnocéntrica y no contiene ninguna delos cincos instrumentalismos que caracte-rizan al discriminador de sujetos (el lingüís-tico, el político, el social, el lógico, el político yel artístico-literario estudiados por HenriMeschonnic). La posición de Bosch se ase-meja a la del poema Yelidá en su historici-dad. Respeto absoluto al otro, reconoci-miento de las especificidades históricas yculturales de los dos países, cada cual en susitio, con su soberanía, su independencia,pero relaciones diplomáticas cordiales y unapolítica de cooperación y solidaridad cadavez que las circunstancias lo exijan.

No voy a reproducir las posiciones deBosch en torno a Haití, sino remitir a mi li-bro “Estudios lingüísticos, literarios, cultu-rales y semióticos” (2011: 342-351) que con-tiene la crítica de Bosch a las posiciones ra-cistas en contra de los haitianos sostenidaspor Ramón Marrero Aristy, Héctor Incháus-tegui Cabral y Emilio Rodríguez Demorizi,quienes se entrevistaron con Bosch en LaHabana en 1942, por instrucciones de Tru-jillo, y antes de que salieran para Santo Do-mingo Bosch les entregó una carta donde lesacusa de antihaitianos: “Los he oído a Uds.expresarse casi con odio hacia los haitianos,y me he preguntado cómo es posible amar alpropio pueblo y despreciar al ajeno, cómo esposible querer a los hijos de uno al tiempoque se odia a los hijos del vecino, así, soloporque son hijos de otro. Creo que ustedesno han meditado sobre el derecho de un serhumano, sea haitiano o chino, a vivir conaquel mínimo de bienestar indispensable pa-ra que la vida no sea una carga insoportable,que Uds. consideran a los haitianos puntomenos que animales, porque a los cerdos, alas vacas, a los perros no les negarían Uds. elderecho a vivir…” (348-49).

Luego, el propio Marrero Aristy sufrirá encarne propia la discriminación, en Cuba(donde no se le dejó entrar al Centro Vasco nia él ni a mulatos claros y de pelo lacio comoNicolás Guillén y José Luciano Franco queandaban con el embajador Incháustegui Ca-bral). En Miami también sufrió la humillantediscriminación. En aquella ciudad se encon-tró circunstancialmente el autor de Over conel autor de Poemas de una sola angustia. Pe-ro Marrero Aristy, para impedir que le dis-criminaran en Miami en restaurantes y otrossitios, se manejó, como fiel imitador de Tru-jillo, a golpe de dólares y malicia campesina,según cuenta Incháustegui Cabral en un ar-tículo muy jocoso titulado “Marrero y la dis-

cr iminación”, incluido en “Escritores y artis-tas dominicanos”. (UCMM: 1978: 103-104).

Aparte de la respuesta a los tres intelec-tuales trujillistas, hay que leer el cuento“Luis Pie”, que analizo en mi libro (supra-citado) como una extensión de la respuestaantirracista a los tres ideólogos de la dic-tadura. Los tres intelectuales trujillistas res-pondieron la carta de Bosch en “Para la his-toria. Dos cartas”. (El Diario, 1943). La cartaíntegra de Bosch está en Guillermo PiñaContreras (“Juan Bosch. Imagen, trayecto-ria y escritura, t. I. Imágenes de una vida”.(2000: 54). Queda pendiente de investiga-ción la posición de Incháustegui Cabral ensus obras poéticas y ensayísticas antes deentrar a colaborar con Trujillo.

Daniel Comprés, protagonista de “O ve r”,bodeguero en un batey del Este, odia a loshaitianos, pero al comprenderles, terminaqueriéndoles. Pero hay que puntualizar queOver fue escrita cuando Marrero Aristy eraun opositor “c o m u n i s t a” a la dictadura tru-jillista, a la que sirvió después con devocióncuando, al igual que Incháustegui Cabral,otro “c o m u n i s t a”, según Jesús de Galíndez,se pasó al régimen. Razón por la que su obra“Poemas de una sola angustia”, así comocualquier discurso ensayístico anterior a sucolaboración con Trujillo, debe verse con es-ta prevención.

En la posdictadura, Manuel Rueda escri-bió un importante poema titulado “La can-ción del rayano” (“La criatura terrestre”. (DelCaribe, 1963), donde traza la especificidadde este sujeto extraño, que no es ni haitianoni dominicano: “Ahora estoy desterrado delEdén, sobre la roca dura/atento a mis en-trañas, /roto mi corazón en dos pedazos deodio y abandono” (32).

En otro texto titulado “Cantos de la fron-t e ra”, la escritura de Rueda es un dolido la-

mento y una crítica a los gobernantes de am-bos países que solo han sabido mantenerdivididas a las dos comunidades mientras, agolpe de tratados y convenios, resuelven susdiferencias con lucrativos negocios. No sematan entre sí, como dice Valéry: “(¿En dón-de estás, hermano, mi enemigo de tantotiempo/y sangre?/ ¿Con qué dolor te quedas,pensándome a lo lejos?) (p.37). Rueda, mon-tecristeño, al igual que Jimenes Rivera, co-noce bien la cultura rayana, y por eso con-tinúa la tradición de “L’aitianitadivar iosa”,poema que conocía muy bien.

El final del poema es desolador, pues na-rra el encuentro protocolar de los presiden-tes haitiano y dominicano en la frontera.Luego de concluida la ceremonia, todo sevuelve desolación y abandono. Rueda sequeda con su sujeto rayano y su pena: “Lue -go los dignos visitantes, sin traspasar las lí-neas, /retiráronse al ritmo de músicas con-trarias, /–reverencias y mudas arrogancias–./Y volvimos a dar nuestros alertas, /a quedarcon el ojo soñoliento sobre los matorralesencrespados. /Y volvimos a comer nuestrapobre ración, /solos, lentamente, /allí don-de el Artibonito corre distribuyendo la ho-j a ra s c a”. (38). La única ideología etnocén-trica del poema está en este verso: “y la ron-da de hogueras donde al anochecer baila-bas/invocando a tus dioses sanguinarios”.(Ibíd.). Los dioses de la religión animista delvudú no existen, son humo metafísico. Exis -te el ritual del sujeto del vudú que apela alsacrificio de un cabrito o un gallo. Se viertesangre, pero eso no es sinónimo de salva-jismo, como lo pregonan los hispanistasque obvian ese mismo sacrificio en el ViejoTestamento. Los judíos pasaron de la rea-lidad a lo simbólico del sacrificio humano yanimal, pero los sujetos del vudú, no. “Sal -va j i s m o” para el etnocéntrico.

DIÓ

GEN

ES C

ESPE

DES

Apor

te

FUENTE EXTERNA

Ramón Marrero Aristy Juan Bosch Gaviño.

Manuel Rueda. Héctor Incháustegui Cabral.

Page 4: Areíto sábado 31 de enero de 2015

4 Sábado 31 de e n e rode 2 015H OY A RE Í TO

Podemos preguntarnos si los ecosistemasno son una especie de computers salvajesque se crean espontáneamente a partir de lasinter-computaciones entre los vivientes, loscuales (bacterias, animales) son todos serescuya organización comporta siempre unadimensión computante y su actividad unadimensión cognitiva. Incluso las plantas po-seen estrategias; algunas por ejemplo, se es-fuerzan en luchar unas contra otras por elespacio y la luz; así, los rábanos secretanunas sustancias nocivas para alejar a lasotras plantas de su vecindad; los árboles seempujan en los bosques para buscar el sol;las flores disponen de estrategias para atraera los insectos libadores. Existen incesantes fe-nómenos de intercomputaciones y de inter-comunicaciones que, a mi parecer, estable-cen una identidad computante global. Ed-gar Morín, El pensamiento ecologizado.

No me sorprendió que EdgarMorín escribiera sobre ecolo-gía, como lo testimonia estepequeño ensayo que fue pu-blicado por el Centro Nacio-nal de la Investigación Cien-

tífica (CNRS, siglas en francés) de París en1991.

Inicia su ensayo con el tema de la “con -ciencia ecológica”. Define a la ecología comouna disciplina científica que fue creada en elsiglo XIX por el biólogo alemán Jaeckel. Pos-teriormente, en 1935, el botánico inglés,Tansley, concibió el “e c o s i s t e m a”, un con-cepto que distinguía y distingue el tipo deobjeto de esa nueva ciencia. Años más tarde,en 1969, en los Estados Unidos, se establecióun importante vínculo entre la ecologíacientífica y la conciencia humana sobre eldeterioro del medio ambiente, tanto en elámbito local, como los ríos y lagos; sino tam-bién en los aspectos globales, como los océa-nos que afecta a todo el planeta. “Se produjo,así, un paso desde la ciencia ecológica a laconciencia ecológica”. A partir de entonces,Morín señala que esa conciencia se unió conla versión moderna del sentimiento román-tico de la naturaleza que se había desarro-llado en la juventud de los años 60:

Hasta entonces todo retorno a la natura-leza había sido percibido en la historia oc-cidental moderna como irracional, utópico,en contradicción con las evoluciones progre-sivas. De hecho, la aspiración a la naturalezano expresa solamente el mito de un pasadonatural perdido; expresa también las nece-sidades, hic et nunc, de los seres que se sien-ten vejados, atormentados, oprimidos en unmundo artificial y abstracto. La reivindica-ción de la naturaleza es una de las reivin-dicaciones más personales y más profundas,que nace y se desarrolla en los medios ur-banos cada vez más industrializados, tecni-ficados, burocratizados, cronometrados.

Plantea que en los años siguientes, a prin-cipios de los años 70, la conciencia ecológicagenera una profecía casi apocalíptica, en laque se anuncia el daño irreversible al queconduce el crecimiento industrial, para latierra y para la humanidad misma. A pesarde que quizás sus conclusiones eran exage-radas, constituyó un hito indiscutible en lasensibilización acerca de la necesidad depreservar el ambiente. Pero….

La profecía ecologista de los años 70 se haautodestruido parcialmente: la difusión bas-tante rápida de la conciencia de las conta-minaciones, degradaciones locales o provin-ciales desencadenó la puesta en práctica dedispositivos jurídicos y técnicos que, de algúnmodo, han atenuado y ralentizado el procesocataclísmico. Pero una buena profecía suscita,justamente, las reacciones y las luchas queevitan la catástrofe que predice. Sin embargo,quince años más tarde, diversos accidentesespectaculares, como los de Seveso y Cher-nobil, la han verificado, y se ha lanzado ya laalerta máxima sobre la biósfera.

Planteaba que existían tres elementos cla-ves para la conciencia ecológica:

1. La reintegración del medio ambienteen nuestra conciencia antropológica.

2. La resurrección ecosistémica de la ne-cesidad de preservar la Naturaleza como unt o d o.

3. La incorporación de la biósfera a nues-tra conciencia planteria.

Morín le da vital importancia al conceptode ecosistema, porque, afirma, contiene unavisión global, completa en la que se unen lasinstancias geológicas, geográficas, físicas,climatológicas y, sobre todo, los seres vivosde todas clases, desde las vidas unicelulares,bacterias y vegetales y animales. Pero enten-der el ecosistema no significa no ver sus pro-pias contradicciones y debilidades. Estos se-res vivientes interactúan unos con otros “pa -ra generar y regenerar sin cesar un sistemaorganizador o ecosistema producido por es-tas mismas inter-retro-acciones. Dicho deotro modo, las interacciones entre los seresvivientes son, no solamente de devoración,de conflicto, de competición, de concurren-cia, de degradación y depredación, sinotambién de interdependencias, solidarida-des, complementariedades. El ecosistema seautoproduce, se autorregula y se autoorga-niza de manera tanto más notable cuantoque no dispone de centro de control alguno,de cabeza reguladora alguna, de programagenético alguno. Su proceso de autorregu-lación integra la muerte en la vida, la vida enla muerte…Es necesario maravillarse de estaasombrosa organización espontánea, peroes también preciso no idealizarla, pues es lamuerte quien regula todos los excesos de na-cimientos y todas las insuficiencias de ali-mento. La Madre Naturaleza es al mismotiempo una Madrastra.”

Me sorprendió agradablemente cómoevalúa Morínesta dialécticavital, al afir-mar que losecosistemastal vez seancomputado -ras salvajesque se creanespontánea -mente a partirde las relacio-nes intercomputacio -nales entre los

seres vivientes, que son todos seres cuya or-ganización tiene siempre una relación“computante y una dimensión cognitiva. In-cluso las plantas poseen estrategias, algu-nas… se esfuerzan en luchar… por el espa-cio y la luz… ”.

Esta realidad lo lleva a plantear que elmundo está en presencia de una nueva cien-cia, sustentada sobre un sistema complejo,que tiene dos dimensiones e interacciones,las particulares y el conjunto global, peroademás, obliga al necesario diálogo entre lahumanidad y la naturaleza.

Estamos en presencia de un nuevo pa-radigma, dice Morín, el pensamientoecologizado, que no apela a la visión pa-radigmática tradicional, sino a un para-digma complejo en el que se combinan laautonomía y co-dependencia de los seresvivientes:

El organismo de un ser viviente (au-to-eco-organizador) trabaja sin cesar, puesdegrada su energía para automantenerse;tiene necesidad de renovar esta alimentán-dose en su medio ambiente de energía frescay, de este modo, depende de su medio am-biente. Así tenemos necesidad de la depen-dencia ecológica para poder asegurar nues-tra independencia. La relación ecológica nosconduce muy rápidamente a una idea apa-rentemente paradójica: la de que, para serindependiente, es necesario ser dependien-te; cuando más se quiere ganar independen-cia, más es necesario pagarla mediante ladependencia.

Finaliza su reflexión diciendo que todossomos seres vivientes, por tanto, seres físi-cos. Estamos constituidos de macro-molé-culas complejas que fueron formadas en laépoca pre-biótica de la tierra. Partiendo deesta idea, el pensamiento ecologizado, dice,no puede separar un ser autónomo (Autos)de su propio hábitat biológico y cosmofísico(Oikos); “sino también es necesario pensarque Oikos está en Autos sin que por ello Au-tos deje de ser autónomo…” ¡Qué interesan-te! ¿verdad?

De vuelta conEDGAR MORÍNComplejidad y ecologíaDedicado a mi hermana-amiga mexicana Patricia Gascón Muro

‘‘ Estamos enpresencia de un

nuevo paradigma, elp ensamientoecologiza-do, que noapela a la visiónp a ra d igm á t i catradicional, sino a unparadigma complejo”.

MU

-KIE

NAD

RIAN

ASA

NG

E n

cu e n

tro sCÁPSUL AS

G E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o

Manuelico González,gestor de Villa González

Edwin Espinal Hernández

E n recuerdo de su ascendiente, losherederos de Manuel de JesúsGonzález Estévez dejaron cons-tancia el pasado 20 de enero de su

complacencia por la celebración del cen-tenario de la designación de Las Lagunascon el nombre de Villa González con ladevelización de un busto suyo en el par-que de este municipio. Evocar su trayec-toria nos obliga a remontarnos a la cons-trucción del Ferrocarril Central Domini-cano en la década de 1890.

Después de la inauguración de la víaférrea en 1897, el sitio de Las Lagunas, em-pezó a cambiar rápidamente: en formasucesiva aparecieron un cementerio, unaescuela particular (1898), una escuela pa-ra varones y otra escuela particular (1900)y una junta de fomento (1901). El procesode tránsito hacia una incipiente forma-lización se inició en 1904 y en él jugó unpapel preponderante Manuel de JesúsGonzález Estévez (Manuelico), uno de susmás prominentes vecinos.

Manuelico González nació en Hoya delCaimito, Santiago, en 1862. De su llegadaa Las Lagunas no tenemos referencia, pe-ro sabemos que aquí murieron sus padresManuel de Jesús González Ureña (+1904)y Matilde Emilia Estévez de Vargas (+

1899). En 1892casó en Santia-go con Francis-ca Irene MeraMadera, hija deSebastián MeraAlonso y MaríaMadera Espi-nal. Su primerahija, Julia Ce-

leste González Mera, nació en 1894; fueesposa, a partir de 1922, del puertopla-teño Carlos Enrique Finke Artiles y madrede Cristina Irene Finke González, esposade Diego Bordas Hernández y Miguel To-rres; Juan Federico Finke González, có-nyuge de Gladys Herrera Capestany, yCarlos Manuel (Ney) Finke González, es-poso de Lourdes Brugal Limardo y NubiaClark Reynoso. En 1895 nació su segundahija, Consuelo Irene González Mera,quien casó en 1918 con el puertoplateñoJosé Eugenio Kunhardt Freire y fue madrede Bolívar Kunhardt González, esposo deCarmen Hernández Asensio; Irma Con-suelo Kunhardt González, cónyuge de Pe-dro Villalón Lubrano; Carmen Irene Kun-hardt González, esposa de Andrés BrugalMateos, y Hugo Kunhardt González, par-ticipante de la expedición de Luperón de1949.

Comerciante de tabaco, González Es-tévez figuró en primera línea en la trans-formación de su comunidad adoptiva alpresidir la junta de fábrica que impulsó laconstrucción de la iglesia (1904); deslin-dar las cercas que colindaban con los te-rrenos que el ayuntamiento de Santiagoadquirió para ensanchar el poblado(1904); abrir las dos primeras calles (1905)y figurar como miembro de la “Junta deFomento y Ornato” (1908).

La muerte le sorprendió en Las Lagu-nas el 26 de enero de 1912, cuando eraregidor del ayuntamiento de Santiago. En1913, algunos pobladores elevaron unainstancia al ayuntamiento de Santiagopara que su nombre fuese cambiado porel de “Villa González”, para honrar la me-moria de su benefactor, y que al mismotiempo fuese erigida en cabecera de unDistrito Municipal. Al pedido se accedió el20 de enero de 1915.

Villa González ha transitado desde en-tonces cien años de vida municipal. Y enprovecho de esta efeméride y como tes-timonio de reverencia imperecedera a losdesvelos por el engrandecimiento de estacomunidad de Manuel de Jesús GonzálezEstévez, sus descendientes decidieronobsequiar su efigie para que sirva comopermanente exaltación de la memoriahistórica comunitaria. Enhorabuena.

Instituto Dominicano de Genealogía

‘‘ La muertele sorprendió

en Las Lagunas el26 de enero de1912 . . . ”

Page 5: Areíto sábado 31 de enero de 2015

A RE Í TO 5Sábado 31 de e n e rode 2 015 H OY

Andanzas policialesde febrero de 1973Detrás de comunistas y caamañistas

F ebrero de 1973 fue un mes intenso ymuy activo para el general de brigadaJosé Ernesto Cruz Brea, entonces jefede la Policía Nacional, que no solo se

ocupaba de que se persiguiera, apresara,allanara, investigaran y sometieran a la jus-ticia a “elementos de la extrema izquierda”relacionados con el desembarco del coronelCaamaño por playa Caracoles, sino de in-formar con detalles al presidente JoaquínBalaguer el resultado de sus acciones de in-teligencia.

Pocos expedientes pertenecientes al Fon-do Presidencia del Archivo General de la Na-ción contienen tanta información como elrelativo a este acontecimiento. Pero los re-portes del celoso militar no ofrecen tantosdatos del hecho mismo como los que aportaen torno a escondites, literatura, armas y ob-jetos a los que él parecía encontrarles vin-culación con la doctrina marxista-leninista.

Los nombres de apresados o buscados“a c t i va m e n t e” son numerosos. Estos docu-mentos tienen el mérito de dar a conocermilitantes y dirigentes que nunca, o muy po-cas veces, se habían mencionado aunquehay otros de identidad bastante familiar.

Pese a que no lo describe como izquier-dista, una figura reiterada en los informes deCruz Brea es Juan Bosch, porque a la Policíale notificaban varios domicilios donde su-puestamente se escondía y cuando allana-ban, no estaba. Y él se lo informaba a su co-mandante en jefe.

Los reportes, escritos directamente a Ba-laguer, dan la impresión de que práctica-mente todo el país conocía el desembarcopor la cantidad de “visitas domiciliarias” delos agentes localizando y apresando perso-nas presuntamente ligadas al retorno su-brepticio del líder de abril.

Si los perseguidos no se encontraban, es-taban sus obras escritas, fusiles, pistolas,uniformes, bombas de estruendo, perdigo-nes, balitas U, máquinas de escribir, sellosgomígrafos, grabadoras, fotos y otras perte-nencias que la Policía “o c u p a b a”.

El Distrito Nacional está ahí con calles, ca-sas, sectores intervenidos, pero también Hi-güey, La Romana, Salcedo, Tamayo, Nagua,Mao, Hato Mayor, Baní, Santiago, SantiagoRodríguez, Castillo, Barahona, Guaymate,Guayubín, Monte Plata, Neiba, Samaná, Vi-lla Jaragua, Jimaní, San José de Ocoa y otrossitios amenazados por “terror istas” y reco-nocidos “sujetos de la cortina de hierro” co -nectados con la guerrilla.

MARATÓN DE ALLANAMIENTOS. El 8 de febre-ro fue abundante en informes de registros enviviendas. Ese día Cruz Brea llevó al elevadoconocimiento de Su Excelencia que la Po-licía allanó la casa número 68 de la calle SanJuan Bautista del ensanche Atala, residenciade Somnia Vargas, donde fue detenido el ex-dirigente del Partido Comunista Dominica-no Diómedes Mercedes Batista, residente enla calle Santiago 42, al que encontraron yocuparon los libros: “Obras Escogidas”,“Ideología, organización y táctica”, “La alian-za de la clase obrera y el campesinado”, porLenin; “Miseria y filosofía” y “Sobre el sis-tema colonial del capitalismo”, por C. Marx;“Las enseñanzas de la insurrección y la gue-rra de guerrillas”, “Dictadura, militarismo y

el Partido Revolucionario” y “Estructura de laclase obrera de los países capitalistas”, segúnrelación de Cruz Brea.

Apunta que Mercedes “está preso para serinterrogado en relación con una declaraciónque hizo sobre un conflicto armado que su-cedería en nuestro país en el mes de febrerodel presente año”.

En la misma fecha se produjo otro alla-namiento en la Isabel la Católica 55, donde laPolicía detuvo “a los nombrados Nelson An-tonio Lorenzo de Peña Then y Juan Evacio dePeña Then”. El primero “es miembro de laLínea Roja del 14 de Junio, habiendo encon-trado y ocupado un revólver de fabricación

criolla, seis cápsulas para pistola calibre 38,un toca cintas con siete cintas grabadas so-bre la lucha interna del marxismo, tres milejemplares de la Línea Roja del 14 de Junio yuna licencia para conducir vehículos de mo-tor expedida a favor de Aníbal Espinal Félizen la cual tiene adherida una fotografía” deNelson de Peña, “quien la portaba”.

El jefe de la Policía comunica que “ambossujetos están siendo investigados por el De-partamento Secreto con relación al desem-barco de comunistas por playa Caracoles”.

Dos supuestos dirigentes del MovimientoPopular Dominicano poco nombrados sonRafael Aníbal Reyes Valenzuela y Miguel Es-teban Germán Ortiz “o Esteban Ortiz Cue-va s”, ubicados por la Policía en la primeraplanta de la casa número 23 de la avenidaFrancia, donde residía Americana Valenzue-la. Los arrestados ocultaban “gran cantidadde panfletos con literatura comunista, ejem-plares del Manual de instrucción militarcontra sabotaje, un libro de sublevación deFurmenon, una revista marxista-Leninistallamada Nuevo Rumbo y un grabador pe-q u e ñ o”. Los tenían detenidos en el ServicioSecreto para investigación y otros fines.

El día 7 fue allanada la vivienda de DiegoBordas, en la calle Santiago 76, “donde fue-ron encontrados y ocupados una macana demadera para Policía, 12 pequeñas bombasde estruendo y cinco cajitas conteniendop e rd i g o n e s”. Comunica que Gertrudis Patri-cio Lecler (sic), el sereno, informó que Bor-das había salido con destino a Miami.

Ese mismo día, según el jefe de la Policía,“efectivos del Sexto Batallón de Cazadoresdel Ejército Nacional, en compañía demiembros de esta institución realizaron sen-dos allanamientos legales a las residenciasde José Delio Guzmán y del encargado de lafinca de este, Elpidio Quezada, en Constan-za, encontrando y ocupando panfletos conliteratura comunista”. Añade que para finesde investigación fueron detenidos el encar-gado de la finca y el de la casa, Pedro AntonioRo d r í g u ez .

El 8 de febrero la Policía detuvo en Mao,Valverde, durante otro allanamiento, a Car-los Juan Sarit, Antonio de Jesús García, Ra-món Alberto Echevarría, Francisco Fuente yFederico Augusto González, “todos de la Lí-nea Roja del 14 de Junio”, para ser interro-gados sobre la incursión caamañista. SeñalaCruz Brea que “Carlos Juan Sarit, quien es unreconocido terrorista, fue conducido al De-partamento Secreto donde se le investiga”.

Por las armas y otros objetos encontradosen algunos allanamientos, parecía que, cier-tamente, se esperaba el desembarco paradarle apoyo, como se verá en otras entregas.A veces se informaban rarezas, como dospresuntos hermanos que vinieron a la Ca-pital desde Caracoles. El general reporta,además, atentados, explosiones, fuegos y elapresamiento de “c o m u n i s t a s” por simplesospecha. En oportunidades los escritos delgeneral José Ernesto Cruz Brea a Balaguer noprovocarían alegría en el mandatario pueslos verdaderos líderes de la izquierda, al igualque el profesor Juan Bosch, se les adelan-taban a los agentes. El final invariable delgeneral en estos casos era: “Resultado ne-g a t i vo”. f

ÁNG

ELA

PEÑ

AA .

PE N

A @ .C

O M

. D O

Viaj

e po

r la

His

tori

a

José Delio Guzmán.

Nelson de Peña.

Somnia Vargas.

General José Ernesto Cruz Brea. Coronel Francisco Alberto Caamaño. Diómedes Mercedes Batista. Diego Bordas.

NAPOLEÓN MARTE

Page 6: Areíto sábado 31 de enero de 2015

6 Sábado 31 de e n e rode 2 015H OY A RE Í TO

DEL CANTO TAINOY LA MÚSICA REGIONAL ESPAÑOLA

E s la propia Historia, aportando refe-rencias testimoniales de más de uncronista, quien confirma a viva voz,que la música del aborigen de La Es-

pañola no era, de ninguna manera, primitivani elemental. Es notoriamente reveladorque, en función de su valor cualitativo in-trínseco, dentro del concepto creativo de laépoca, fueran considerados “MUY SIMILA-R E S” a algunos aires regionales, no solo es-pañoles, sino de otros lugares de Europa. Essignificativo y cabe señalarlo, que no hemosencontrado comparaciones entre las primi-tivas expresiones de la música africana querecibió la época y la belleza armónica delAreito aborigen, que no sea en términos desu estilo responsorial. De hecho, las africa-nías esclavistas no coinciden en el tiempocon las etapas “a n a c a ó n i c a s” del Areito. Elnotorio estilo responsorial, presente en am-bas culturas, es elemento característico degrupos primarios desde los inicios de la hu-manidad.

En “Las Mujeres de los Conquistadores”,la autora norteamericana N. O’Sullivan-Bea -re, recoge la confirmación más rotunda y vi-va sobre la música de los Areitos Indianos,reproduciendo una referencia feliz de Fer-nández de Oviedo. La afirmación es tanabrumadoramente crepitante y evidente,tan flameantemente recreada y soleada, quela racionalidad de la autora se sacude, en-casillada en la visión prejuiciada de la in-capacidad indiana estampada por el espa-ñolismo senil del siglo XV, exponiendo en te-la de juicio, riesgosa y contradictoriamente,un hecho testimonial vivencialmente ates-t i g u a d o.

Dudando de las capacidades indianas, suprejuiciada subjetividad pretende quebran-tar la realidad histórica, atribuyendo aquellafogosidad impresionante de iluminada es-pectacularidad a la inclusión absurda e irra-cional de “doncellas españolas” en aquelapocalíptico escenario, visceralmente abo-rigen. Olvida que quien confirma el eventofue, precisamente, el más feroz prejuiciadocontra la indiada. Desbarre que desató unabsurdo antagonismo filosófico, sobre la na-turaleza transcendente o intrascendente delalma del ser americano. Aberración que leenfrentó a Las Casas y al juicio eterno delf u t u ro.

De él proviene, precisamente, sin conce-siones y sin que fuese su intención, unacomparación cualitativa espléndida en favordel Areito y las capacidades realmente crea-tivas del aborigen, fundamentando su tras-cendental e invaluable referencia, en viven-cias coincidentes con otros cronistas en suenriquecedora apreciación, de una evidentesemejanza, a simple oído y observación delbaile, con algunos cantares y danzas regio-nales españolas y de otros lugares de Euro-pa.

Es evidente que no entró en los cálculosde la autora recordar que, luego de conclui-das las ceremonias del impresionante es-pectáculo de Jaragua y las celebraciones es-pléndidas que les acompañaran por días,ocurrió la matanza injusta e inmerecida másmonstruosa que recoge la historia en La Es-pañola. Mal pudiera el diabólico Ovando in-currir en acto tan bestial delante de “don -cellas españolas” por rústicas o desalmadasque fuesen. El dato histórico es claro y laspalabras de Oviedo lo resaltan: eran todasindiecitas vírgenes, “criadas suyas”, refirién-dose a la anfitriona, no al tenebroso Ovando.Habían preparado aquella hermosa cere-monia para halagar y calmar la bestia asus-tadiza que se revolcaba en él y aplacar sustemores patológicos a la indefensa indiadade Jaragua. Más que todo, a la inteligenciasuperior de aquella Reina. Un honor quenunca hubo de merecer.

El error imperdonable que desfasa a la au-tora para un trabajo tan hermoso, es asumirla pretensión absurda de que hubiesen“doncellas vírgenes españolas” en Jaragua,cuando es sabido que las primeras mujeresregistradas arribaron, precisamente, en épo-ca de Ovando. Si, como ella dice: “no se acla-ra si las “trescientas doncellas” eran todasespañolas o había indias con ellas”…¡¡¡Es, ra-cionalmente, porque ¡¡no habían!! “donce -llas españolas”.… HHOOOSTIA!!!.

Las Casas, en “Historia de Indias”, (T.2), sehace eco, igualmente, del trágico momento ydel acto de traición inverosímil a la inocen-cia consecuente del aborigen, quien solo ex-presaba su alegría y sumisión al poder im-

puesto por España:“Sabido por la reina Anacaona que el co-

mendador mayor la iba a visitar, como mujery muy prudente y comedida, mandó con-vocar todos los señores de aquel reino y gen-te de los pueblos, que viniesen a su ciudad deXaraguá a recibir y hacer reverencia y festejaral Guamiquina de los cristianos, que habíavenido entonces de Castilla… Allegóse unacorte maravillosa de gentes tan bien dis-puestas, hombres y mujeres, que era cosa deconsiderar. Ya se ha dicho que las gentes deaquel reino, en hermosura de gestos, eran engran manera sobre todas las otras desta islaseñaladas… Llegando el comendador ma-yor y su compañía de pie y de caballo [por-que se dijo venir 300 señores], sale Anacaonae innumerables señores y gentes infinitas alo rescebir, con gran fiesta y alegría, cantan-do y bailándole delante, porque así era suc o s t u m b re,”. (p. 236).

Rayaría en ignorancia supina asumir queaquel evento lo celebrara Ovando en honorde Anacaona y no Anacaona en honor deOvando, como evidencia el relato histórico.

Escuchemos la interpretación infortuna-da de la Sra. O’Su l l i va n :

“Más cierto es que el Comendador Ovan-do llevó consigo, cuando llegó a la Españolaen 1502 “familias principales que teníanbuen haber en sus casas”. No sabemos cuán-tas mujeres casadas o por casar, llegaron enesta expedición y en las siguientes, pero esevidente que debieron ser bastante nume-rosas a juzgar por un pasaje del cronista Fer-nández de Oviedo en que nos describe unbaile de doncellas que se celebró en la isla enhonor de la cacica Anacaona¿!¡?. Dice así:“Esta manera de baile pareçe algo a los can-tares o danças de los labradores quando enalgunas partes de España en verano con lospanderos hombres y mujeres se solazan; yen Flandes yo he visto la mesma forma de

cantar, bailando hombres y mugeres en mu-chos corros, respondiendo a uno que losguía o se anticipa en el cantar, según es di-cho. En el tiempo que el Comendador Mayordon frey Nicolás de Ovando, gobernó estaisla, hizo un “a re y t o” ante lAnacaona, mujerque fué del caçique ó rey Caonabo (la qualera gran señora): é andaban en la dança más(de) tresçientas donçellas, todas criadas su-yas, mugeres por casar; porque no quiso quehombre ni muger casada (o que oviese co-noçido varón) entrasen en la dança o arey-t o”.

“No se aclara si las “trescientas doncellas”eran todas españolas (¿!!?)o había indias conellas, pues que dice el cronista que eran “to -das criadas suyas”. Es posible que hubiese deambas razas, pues que debieron ser las es-pañolas las que enseñaron aquella danza se-mejante a las de Castilla, pero que a la vezdebieron aprender aspectos de ellas de losbailes nativos, ya que no era danza caste-llana pura, sino semejante nada más.” ( p.36).

Herrera describe con objetividad y pre-cisión, quiénes y cuántos acompañaban aOvando en esta tétrica aventura. Se percibeclaramente, a quiénes pertenecían: “CRIA -D O S”, “C A N TO R E S” y “DANZ ANTES”, así-como que “! ! TO D O S ! ! ” los restantes eran ló-gicamente “S O L D A D O S”. (T.I-141):

“… puso en marcha con su persona, TRE-CIENTOS INFANTES, Y SETEMTA DE CA-VALLERIA, BIEN APERSEVIDOS DE ARMASY MUNICIONES… ”.

“Sabido por Anacaona… llamó sus Casi-ques, y señores de la Provincia… Y CADAUNO CON MAS DE QUINIENTOS CRIA-DOS; con muchos de sus INSTRUMENTOSMUSICOS, DANZAS Y CANTARES;… hastala Corte de Anacaona, donde lo aposenta-ro n … y en otras inmediatas TODOS LOSS O L D A D O S”.

FERN

AND

O C

ASAD

OFo

l kl o

re

Page 7: Areíto sábado 31 de enero de 2015

A RE Í TO 7Sábado 31 de e n e rode 2 015 H OY

Nikki de Saint Phallerevelación y rebelión de la obra

N ikkide Saint Phalle ocupa un espa-cio exclusivo en la historia del artecontemporáneo a partir de los años60’s. Se ha escrito mucho sobre su

obra, cuya factura desborda de vida y len-guajes cuya trayectoria existencial arrancaen Francia, donde nació y se prolonga enEstados Unidos de Norteamérica. De mane-ra que esta joven franco-americana, hija deun aristócrata francés, dejará su vida neo-yorquina en los años 50’s, para instalarse enParís con su esposo Harry Mathews y su hijo.Llega a Francia en el momento en que el“pop art” ocupa un espacio privilegiado enNew York y en Los Ángeles, aportando re-sonancias en Europa donde la figura de An-dy Warhol se impone en los medios.

En Francia, el Nouveau Realisme (NuevoRealismo), abre una tendencia del perfor-mance, del arte “in situ” y de las instalacio-nes. Esta formidable artista independiente,libre y atrevida, con la fuerza de un lenguajevisual que encontró en ella misma, en su in-timidad, ajena a todas las tendencias, perosi, forjado en una inteligencia aguda y asu-mida que ella añade con determinación a suobra. Autodidacta y autónoma, se mantienefuera de las corrientes surrealistas, dadaístasy hasta nuevo realistas, pero siempre con unojo abierto a todas las manifestaciones ar-tísticas que se manifestaban frente a los girospolíticos de esos años. En Francia, suenanlas guerras post coloniales de Argelia, de In-dochina, y los movimientos de independen-cia de África del Oeste. Dentro de este con-texto, Nikki de Saint Phalle inicia sus seriesde Tirs, (Disparos), con la famosa pinturasangrante King Kong, frente a la cual estaartista dispara en una obra pintada de blan-co que pone en relieve las figuras de Ken-nedy, Nikita Kruschev, Charles De Gaulle, Fi-del Castro y el mismo semblante de KingKong Godzilla, símbolos de la guerra. Frenteal cuadro, la artista, armada de una carabinadispara y de los rostros en relieve se derramala sangre, por eso ella precisó estas honrascomo pinturas sangrantes, como expresiónde exorcismo y de rebeldía frente a todas lasguerras nutridas por los campos ideológicosde la guerra fría…

En una entrevista para la televisión fran-cesa de aquellos años, ella declaró. ..Je tiraissur la violence du temps… ”. Yo disparaba so-bre la violencia y el momento”.

La exposición retrospectiva que se pre-senta en París en Le Grand Palais, responde auna necesidad de volver a reflexionar sobreel conjunto de una obra coherente e intensade una artista que no se expuso en un marcocuratorial de retrospectiva desde hace másde veinte años. Las pinturas que responden alos tiros, canalizan el compromiso contra labomba atómica y las guerras encaminadashacia Vietnam y Corea.

Después de esta etapa de pinturas per-formance, la artista, instalada en Francia,entrará en una etapa de mucha alegría yenergía que corresponde a un momento quedesemboca en sus serie de Les Nanas, lasChicas…Esculturas monumentales pinta-das, con verdes y rojos vivos, cernidos de ne-gro y amarillo, como para dinamizar con elcolor ardiente cuerpos de mujeres carnosas,altas y con una figura armada en formas en lacintura, con nalgas macizas.

Estas mujeres voluptuosas, cantan y bai-lan con un gesto de alas, son gruesas y aé-reas, revelan el disfrute de la artista en unavisión del mundo a través de sus mujeresopulentas y alegres. Nikki de Saint Phalle, ensu relación amorosa con Jean Tinguély, (unpintor y escultor suizo, famoso por sus "má-quinas escultura" o arte cinético, entronca-do en la tradición Dada; conocido oficial-

mente como metamecánica), disfruta deuna comunicación conceptual y pasionalque sella la obra con nuevos desafíos y len-guajes. Los dos se acompañaron en sus bús-quedas y lograron mantenerse en su arte conautonomía y complicidad. La pareja acertóproyectos en común, siendo la obra HON, lamás relevante solicitada por el Museo de Ar-te Moderno de Estocolmo, representandouna mujer acostada, en posición de parto,pero con la ocurrencia de ser visitada por elpúblico, invitado a entrar a través de la ma-triz de la mujer…La obra se expuso durantetres meses y después fue destruida convir-tiéndola en un recuerdo efímero, que hoypodemos ver y analizar gracias a la red You-Tube. El conjunto de la colectiva retrospec-tiva que va a mantenerse hasta el 2 de febrerode 2015 en París, pasará el Guggenheim deBi l b a o.

Es indiscutible que Niki de Saint Phallemantiene el eco de las influencias del neodadaísmo con el refuerzo del nuevo realismofrancés que le abrió un gran espacio encuanto a la libertad de acceso a los mate-riales más ecléticos para lograr resultados vi-suales con un lenguaje que navega entre lasaguas libres del post surrealismo y neo da-daísmo y se nutre con la gran diversidad derecursos técnicos que permite el nuevo rea-lismo. Nikki de Saint Phalle nos ha dejado

una obra singular muy propia que no po-demos profundizar sin entender el carácterterapéutico de la relación con la creación vi-sual, ella se identificó con una imagen demujer que responde al sueño de la artista ensu compromiso feminista, compromiso quetambién asumió sin pertenecer a ningúngrupo. Su personalidad fue suficiente paraque sus posturas públicas por la paz, y ladiversidad de opinión, acompañaran el mo-vimiento de libertad y libertario entre losaños 60 y 80, cuando en sus esculturas decráneos evidenció su compromiso en favorde la protección y tolerancia frente a los en-fermos del sida. Ella fue de las artistas que nodudaron en aportar un soporte moral y eco-nómico a las víctimas.

La poética de su obra alcanza una dimen-sión particular en sus esculturas en movi-miento que podemos presenciar en la Fuen-te Stravinky, frente al Museo Pompidou, aquílas obras en movimiento cumplen con la in-teractividad del arte público de la ciudada-nía, pues tanto en la primavera, como enotoño y verano, parisinos y sus visitantes, pa-san horas y horas frente al sol viendo pasarlos labios pulposos y mojados de una bocaroja como la pasión, y todo se mueve en unconcierto acuático de una fuente que animatodo el barrio.

A manera de anécdota, les cuento que minieto Miguel Eduardo Columna Houelle-mont, es un admirador de la Saint Phalle, ycada vez que vamos al Centro Pompidou sequeda admirado frente a la fuente; quizássea el colorido, pero también, en el LiceoFrancés de Santo Domingo le enseñaron aanalizar grandes obras contemporáneas, y lade esta artista es una de las preferidas por losniños y niñas.

Única y singular, Nikki de Saint Phalle estáconsiderada como una artista cuya obra lla-ma a muchos análisis estéticos y sicoana-líticos. Ella utilizó todos los medios, toman-do en cuenta también el cine, con su película“Da d d y ” de 1972. La herida mayor fue con supadre, todo en su obra parece señalar unaurgencia de curación a través del arte, bus-cando siempre en la libertad!

DEL

IA B

LAN

COD

e Se

ñal a

Señ

al

FUENTE EXTERNA

Page 8: Areíto sábado 31 de enero de 2015

8 Sábado 31 de e n e rode 2 015H OY A RE Í TO

¿QUIEN ES JOSEF SVEJKY QUIEN ES JOSEPH K?D urante la Primera Guerra Mun-

dial,JaroslavHašek sintió en vidapropia que el hombre se hallaba re-ducido de su condición de ser hu-

mano, pero no así su personaje Švejk. En unode los pasajes clave de su novela “Las aven-turas del buen soldado Švejk”,cuando Šve-jkes internado en manicomio y el médico lepide que dé cinco pasos hacia delante y cin-co hacia atrás, Švejk da diez.El médico le re-procha: “Le dije a usted que sólo diera cincop a s o s”.Švejk le responde: “Para mí unos pa-sos de más o de menos no me importa doc-t o r”.

Ahí está la clave para comprender a Švejk:el hombre tiene que estar siempre enmar-cado dentro de un sistema que está racio-nalmente pre-calculado y en un espacioqueda reducido a algo inhumano. A Švejk nole importa dar unos pasos de más porque éles incalculable. El hombre no es un objetopara ser reducido a algo y es más que unsistema de relaciones premeditadas.

El soldado Švejk es un bonachón, es un lis-to, es un loco, es un tonto, es un oportunista, esun espía y muchas veces es declarado por lasautoridades estatales como un idiota total.Esas son las máscaras que Švejk se pone deacuerdo a las circunstancias, pero en realidadesas mascaras le sirven para ocultar su ver-dadero rostro de revolucionario.

Los personajes de JaroslavHašek se en-cuentran en las estaciones de trenes, en losprostíbulos, en las tabernas, en los hospi-tales y en los manicomios. Para el soldadoŠvejk el manicomio es el único lugar en elmundo donde las personas son realmentelibres. Entonces, la pregunta sería: ¿En quésentido son libres? ¿Eso quiere decir que pa-ra ser libre hay que hacerse el loco o tengoque estar loco para poseer libertad?

Esa ambigüedad de Švejk nos lleva a con-cebir que el manicomio es un refugio de lalibertad o ¿La libertad necesita estar ence-rrada en el manicomio para no le pueda ha-cer daño a la gente o la gente no le puedahacer daño a la libertad?

El soldado Josef Svejk no busca respues-tas, él ya las tiene. Responde a todas las in-terrogantes, incluso sin habérselas plantea-do. Josef Švejk no muere, siempre sobrevive.En el mundo de Švejk lo absurdo es lo gro-t e s c o.

Joseph K. no. Siempre está condenado a lamuerte. No tiene respuestas, solo interro-gantes. Las interrogantes son las respuestasmismas. El mundo de Josef K. es absurdo. Esel absurdo mundo del pensamiento, del actoy de los sueños humanos. Un mundo comoun horrible laberinto y sin sentido, un mun-do de impotencia humana ante la maqui-naria burocrática, la perpetuación de losaparatos de poder. El mundo de los seres hu-manos es la perpetuación de la impotencia,una alienación de la realidad.

Tanto el mundo kafkiano como el mundode Švejkson expresión de ese otro mundoque existe independientemente de las obrasde sus autores. Los mundos de los perso-najes de ambos escritores son un fenómenode la condición humana.

Los personajes de Kafka están amuralla-dos en un laberinto de posibilidades petri-ficadas en relaciones alienadas, materializa-das en la vida cotidiana, que va adquiriendorasgos de un ser sobrenatural y fantasma-górico, que le exige constantemente comouna obsesión inquebrantable la búsquedade una respuesta a la interrogante: ¿Qué es laverdad?Los personajes de Kafka están con-denados a vivir en un mundo en donde ladignidad humana es el únicovalorposibledelarealidad, puesto que el desarrollo y lastransformaciones en el mundo son determi-nados por otras fuerzas, por otros poderesque no dependen de las decisiones de losindividuos simples.

Los personajes de Hašek expresan que elhombre es una forma materializada porquees un producto y un productor. Está por en-cima desupropia materialización. No puedeser reducido a una cosa, es más que un sis-tema. No poseemos aún un nombre apropia-do para ese hecho milagroso de que el hom-bre tiene en su interior un poder enorme yuna indestructible fuerza que le hace capaz detransformar sus ideas y materializarlas.

Así pues, en la primera mitad del siglo XXdos escritores praguenses dieron dos visio-nes del mundo moderno y describieron dostipos de seres humanos distanciados y con-

trapuestos, pero que en realidad se comple-mentan. Por un lado Kafka visualiza la ma-terialización humana del mundo cotidiano ymuestra que el hombre moderno tiene quevivirla, conocer las formas básicas de alie-nación para poder sentirse un ser humano.Por el otro, Hasek muestra que una personaes más que la materialización, puesto que nopuede ser reducida a una cosa o a un pro-ducto de relaciones materializadas.

Švejk no es Sancho Panza, el fiel acompa-ñante del Quijote que, a sabiendas de que sutravesía es una quimera, sigue cabalgando allado de su amo. Švejk siempre tiene un amo,pero solo es fiel a las circunstancias, a sus pro-pias circunstancias que le llevan día a día a so-brevivir en un mundo delque forma parte porimposición, pero al cual niega pertenecer.

Las obras de Kafka se leen para ser in-terpretadas, descifradas, mientras la deHašek se lee para que el lector se divierta y sería. Kafka se lee de modo difícil, enigmático yproblemático. La obra de Kafka ha sido so-metida a diversos estudios y métodos deanálisis:psicológicos, sociológicos, antropo-lógicos, teológicos. Una infinita exploraciónde su relación con el judaísmo, el cristianis-mo, con Kierkergard o con Dostoyevski.

Hašek se lee y se comprende fácil. Sin em-bargo, la realidad es otra. La novela “Lasa -venturas del buen soldado Švejk” está llenade enigmas por interpretar. Hay muchos sig-nos ocultos en el comportamiento y en lasexpresiones verbales del personaje Švejk.Hašek es un refinado crítico del ámbito po-lítico de la sociedad y la época que le tocóvivir. Es un excelente expositor de esa rea-lidad, de esa incertidumbre provocada porlos imperios monárquicos hacedores de uncapitalismo bélico y antagónico que condu-jo a una de las más sangrientas guerras, laPrimera Guerra Mundial.

Podríamos intentar un sinnúmero de in-terpretaciones y sucumbir a infinitas espe-culaciones. Lo único que podríamos afirmarcategóricamente es que ambos escritoresafamaron su ciudad natal y que Praga estáintrínsecamente ligada a sus obras como susobras lo están a Praga.

Ottla, la hermana menor de Kafka, le ha-bía entregado a su esposo checo Josef Davidtodas las correspondencias que poseía de suhermano Franz antes de que fuera depor-tada al campo de concentración de Aus-chwitz. Josef David, por temor a que estascorrespondencias cayesen en mano de laGestapo, se las dio a un amigo para que lasguardase. Sin hacerle ningún comentariosobre el origen de las misivas el desconocidoamigo se las confió a aquel anciano, que casicincuenta años después las ofreció al anti-cuario de la calle Dladena. Las correspon-dencias nunca fueron reclamadas por los fa-miliares sobrevivientes de Kafka y hasta en-tonces quedaron olvidadas en una caja dez a p a t o s.

Muchas veces me imaginaba ver al sol-dado Švejk escoltado como prisionero pordos soldados que le llevaban desde la cárcelde Hradcany al barrio Karlin, y bajando porla calle Neruda de MaláStrana se detenía enel puente de Carlos para saludar a Josef K.,quien iba en sentido contrario acompañadopor dos agentes secretos que le conducían almonte de Strahov, donde iba a ser ejecutadode una puñalada en el corazón.

(NOTA DE RECTIFICACIÓNEn la edición anterior de Areíto, co-

rrespondiente al sábado 24 de enero, sedeslizó un error en la página 6. En efec-to, la autoría del artículo titulado “Hic EtNu n c” le fue atribuida a Ariosto Sosa,pero su autor es el escritor y colabora-dor de esta revista Fidel Ernesto Mun-nigh Eusebio.)

ARIO

STO

SO

SA D

’MEZ

AL i

t e ra

t u ra

Jaroslav Hašek.

FUENTE EXTERNA