arco flechas y aljabas
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ARCOS
FLECHAS
Y
ALJABAS
Referencias Bíblicas Valera 60, Félix Torres Amat, Dios Habla Hoy.
Comentario y Diccionario Bíblico Adventista del 7ª Día
Espíritu de Profecía E. W.
BALLESTA
ARCO:
Arma de cazadores y guerreros (Gn. 21:16, 20, etc.). Fue introducida en Canaán
en tiempos comparativamente tardíos. Sinhué el egipcio, peleando en el s XX a.C. con
arcos, flechas y daga, se encontró con un enemigo sirio que sólo tenía un hacha, una
daga y una lanza, pero no tenía arco y flechas. Tutmosis III (s XV a.C.) enumera los
despojos tomados en la batalla de Meguido, entre los cuales había 924 carros, pero sólo
502 arcos. En la tumba de un noble en Gezer, de mediados del 2º milenio a.C., se
encontraron sólo 2 puntas de flecha, pero 130 puntas de lanza.
El arco egipcio, antes del período de los hicsos, era de madera reforzada con
cuero. Sin embargo, los hicsos introdujeron el "arco compuesto", hecho con láminas
superpuestas de hueso o marfil con las de madera para aumentar su elasticidad y poder
de tiro. Se han encontrado arcos de esta clase en las tumbas reales egipcias. Algunos
tenían láminas de metal, probablemente bronce, para aumentar su elasticidad (2 S.
22:35; Job 20:24; Sal. 18:34). Para manejar tales arcos, con los que se podían hacer
cosas increíbles, se necesitaba un largo adiestramiento, como lo revelan los registros
egipcios. Parece que en el Israel temprano sólo los nobles poseían arcos, pero en el
tiempo de los reyes los usaban los soldados comunes (1 Cr. 5:18; 2 Cr. 26:11, 12, 14;
Sal. 78:9). Los arameos tenían arqueros (1 R. 22:34), como los tenían los enemigos que
vendrían del norte, predichos por Jeremías (4:29; 6:23). En el lenguaje poético del AT
el arco representa la fuerza y el poder (Gn. 49:24; Job 29:20), y "quebrar el arco"
del enemigo significa destruir sus fuerzas (Jer. 49:35; Os. 1:5).
SAETA o FLECHAS:
Proyectil que se dispara con el arco. Las saetas o flechas antiguas consistían
de:
1. Una punta o cabeza, hecha en tiempos primitivos de pedernal, más tarde de
bronce y en tiempos romanos de hierro.
2. Una vara larga, mayormente de caña, ocasionalmente de madera pulida.
3. Unas plumas en su extremo para mantenerla en un curso rectilíneo. A
veces, la cabeza de la flecha o saeta se insertaba en un extremo de la caña o tenía un
tubo para recibirla. Las puntas primitivas fueron planas, pero más tarde mostraron
secciones triangulares. Los asirios inventaron las flechas barbadas, que eran difíciles de
remover de las heridas. Los soldados usaban aljabas de cuero para llevarlas. Algunas
veces se embebían en veneno (Job 6:4). También se usaban flechas incendiarias para
prender fuego los equipos de guerra, el campo o la ciudad del enemigo. Se han
encontrado puntas de estas saetas, que muestran los orificios por donde se atravesaban
pedazos de estopa saturadas con aceite.
ALJABA:
Recipiente para llevar las flechas, generalmente hecho de cuero (Gn. 27:3; Sal.
127:5; etc.). Un soldado de infantería generalmente la llevaba sobre sus hombros,
mientras que en los carros iba colgada al costado (ls. 22:6) para que los arqueros
que iban en ellos las tuvieran a mano.
Génesis 9
13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.
14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.
15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá
más diluvio de aguas para destruir toda carne.
16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser
viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
Isaías 49
9 Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían
sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré.
10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi
misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
2 Samuel 22
14 Y tronó desde los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
15 Envió sus saetas, y los dispersó;
Y lanzó relámpagos, y los destruyó.
Salmos 18
13 Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego.
14 Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó.
15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del
mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del aliento de tu nariz.
Ezequiel 5
16 Cuando arroje yo sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que serán para destrucción,
las cuales enviaré para destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros, y
quebrantaré entre vosotros el sustento del pan.
Deuteronomio 32
20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa,
Hijos infieles. 21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus ídolos;
Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación
insensata. 22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol;
Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes. 23 Yo amontonaré males
sobre ellos; Emplearé en ellos mis saetas.
Salmos 7
12 Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.
13 Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado saetas ardientes.
Jeremías 23
19 La ira del Señor es como una tormenta, como un viento huracanado
que se agita sobre los malvados.
20 La ira del Señor no cesará hasta que él haya realizado sus
propósitos. Vendrá el tiempo en que ustedes pensarán y entenderán
estas cosas
Salmo 127
Bendición de Dios sobre la familiaCántico gradual. De Salomón
1. Si el Señor no edificare la casa, en vano trabajan los que la
edifican. Si el Señor no guardare la ciudad, en vano vigila el centinela.
2 De nada sirve trabajar de sol a sol y comer un pan ganado con dolor,
cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen.
3 Sabedlo: Don del Señor son los hijos, merced suya es el fruto del
vientre.
4 Como flechas en mano de un guerrero, así son los hijos de la
juventud,
5 Dichoso el varón que de ellos llenó su aljaba: no será
avergonzado cuando litigaren con sus enemigos en la puerta.
defienda de ellos ante los jueces.
En hebreo, la expresión construir (banah) es la base para las palabras
“casa” (ceith), “hijo” (ben) e “hija” (bath).
Los hijos e hijas con los padres forman la familia, de la misma manera
que el hierro y las láminas constituyen un edificio. Dios, además de
edificar a la familia, también vela para que marche bien. Solamente así
el hogar conforta y da protección.
En la antigüedad, la puerta era un lugar de juicio. Los hijos servían de
testigos para comprobar la veracidad de un hecho; y, además, defendían
el hogar cuando los ladrones querían hacer daño.
La aljaba era una bolsa que los judíos usaban para guardar y llevar sus
flechas. Algunos creen que esto habla del hombre que tiene bastantes
hijos. Otros dicen que el hebreo da más credibilidad a su esposa que le da
muchos hijos. Sea cual sea la opinión, los hijos bien alimentados y
educados son una bendición para el hogar.
En esta analogía
La aljaba sostiene a los niños; la aljaba es el hogar. Las aljabas son simplemente hogares
temporales para los proyectiles que llevan.
Traer niños no solo requiere una aljaba, requiere también un arco.
No hace falta decirlo, no es opcional.
1 Reyes 22
34 Y un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la
armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido.
(2 Crónicas 18: 33)
Salmos 78
56 Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo, Y no guardaron sus testimonios;
57 Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; Se volvieron como arco engañoso.
58 Le enojaron con sus lugares altos, Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla.
(Oseas 7: 16)
Isaías 59
3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros
labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.
Jeremías 9
3 Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad en
la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová.
Isaías 49
1 Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las
entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.
2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso
por saeta bruñida, me guardó en su aljaba;
3 y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré.
4 Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas;
pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.
5 Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer
volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jehová, y
el Dios mío será mi fuerza);
6 dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que
restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi
salvación hasta lo postrero de la tierra.
7 Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al
abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes, y
adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.
A fin de conocerle
Martes 2 de febrero CRISTO EN EL HOGAR
Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron
también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. (Juan 2: 1, 2)
Cristo no vino a este mundo para prohibir el casamiento ni para derribar o destruir la relación
e influencia que existen en el círculo doméstico. Vino para restaurar, elevar, purificar y
ennoblecer cada corriente de puro afecto, para que la familia de la tierra pudiera convertirse en
un símbolo de la familia celestial.
Las madres están bajo el tierno cuidado de los ángeles celestiales. ¡Con cuánto interés llama el
Señor Jesús a la puerta de las familias donde hay niñitos que deben ser educados y preparados!
Cuán gentilmente vela por los intereses de las madres; y cuán triste se siente cuando ve que se
descuida a los niños... Los caracteres se forman en el hogar; los seres humanos se modelan para
ser una bendición o una maldición. El Señor ha confiado a la madre los miembros más jóvenes
de la familia que vienen a nuestro mundo débiles y desvalidos, La infinita sabiduría y el infinito
amor nos entregan a los padres, llenos de tareas y cuidados, ese tierno oficio, tan saturado de
resultados eternos. El corazón de la mujer está lleno de paciencia y amor, si esa mujer ha
entregado el corazón a Dios. Debe cooperar con Dios y con su esposo en la educación de las
preciosas almas confiadas a ella, para que crezcan en Cristo Jesús. Y el padre, confiando en la
gracia de Dios, debiera llevar la sagrada responsabilidad que descansa sobre él como esposo...
En la infancia y la niñez, cuando la naturaleza es dócil, Dios quiere que se graben las más
firmes impresiones para el bien. Continuamente prosigue la batalla entre el Príncipe de la vida
y el príncipe de este mundo. La cuestión a decidir es: ¿A quién elegirá la madre como su
colaborador para modelar y formar los caracteres de sus hijos? (Manuscrito 22, 1898). 42
Miércoles 3 de febrero EL QUE AMA A LOS NIÑITOS
Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los
discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque
de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí. (Mat. 19:
13-15)
Los niños son la heredad del Señor. El alma del niñito que cree en Cristo es tan preciosa a su
vista como son los ángeles que rodean su trono. Han de ser llevados a Cristo y educados para
Cristo. Han de ser guiados en la senda de la obediencia, no consentidos en el apetito o la
vanidad...
Sobre los padres descansa una gran responsabilidad: pues se reciben en la tierna niñez la
educación y la preparación que dan forma al destino eterno de los niños y jóvenes. La obra de
los padres es sembrar la buena semilla diligente e incansablemente en el corazón de sus hijos,
ocupando sus corazones con una semilla que dará una cosecha de hábitos correctos, de
veracidad y obediencia voluntaria. Los hábitos correctos y virtuosos que se forman en la
juventud generalmente señalan el curso del individuo a través de la vida. En la mayoría de los
casos, los que reverencian a Dios y honran lo correcto habrán aprendido esta lección antes de
que el mundo pueda grabar su imagen de pecado en el alma...
¡Ojalá los padres fueran verdaderamente hijos e hijas de Dios! Sus vidas exhalarían la
fragancia de las buenas obras. Una atmósfera santa rodearía su alma. Ascenderían al cielo sus
tiernas súplicas en demanda de gracia y de la dirección del Espíritu Santo; y la religión se
difundiría en sus hogares como se difunden los brillantes y cálidos rayos del sol sobre la tierra
(Review and Herald, 30-3-1897). 43
Viernes 5 de febrero EJÉRCITOS DE NIÑOS MISIONEROS
Aun el muchacho es conocido por sus hechos, si su conducta fuere limpia y recta. (Prov. 20: 11)
Dios quiere que los niños y los jóvenes se unan al ejército del Señor... Al igual que los soldados de
mayor edad, los niños tienen poderosas tentaciones que afrontar, a diestra y a siniestra. Satanás y
sus legiones usarán de toda trampa posible para enredar a los jóvenes. Los niños tienen el
privilegio de alistarse en el ejército del Señor, y procurar persuadir a otros de que se unan a sus
filas. Los niños deben ser educados y preparados para Jesucristo. Deben ser preparados para
resistir a la tentación y pelear la buena batalla de la fe. Dirigid su mente a Jesús tan pronto como
puedan comprender vuestras lecciones con palabras sencillas, fáciles de entender. Enseñadles el
dominio propio. Enseñadles a comenzar la obra de vencer cuando son jóvenes, y recibirán la preciosa
ayuda que Jesús puede dar y dará junto con los esfuerzos de los padres que se unen en oración...
Los padres deben mantener en la memoria los preciosos dichos de Cristo. Los niños repetirán las
palabras que oigan con frecuencia en los labios de sus padres: en cuanto a Cristo, la fe y la verdad. Los
niños pueden hablar preciosas verdades. Ejércitos enteros de niños pueden colocarse bajo la bandera de
Cristo como misioneros... Nunca rechacéis el deseo de los niños de hacer algo para Jesús, el Maestro...
Mantened su corazón tierno y sensitivo por vuestras propias palabras y ejemplo (Manuscrito 55,1895).
Los ángeles de Dios están muy cerca de vuestros pequeñitos... Sean siempre el amor, la ternura, la
paciencia y el dominio propio las leyes de vuestro hablar. El amor que triunfa ha de ser como las
aguas profundas que siempre fluyen en la conducción de vuestros hijos. Durante toda su vida,
Cristo ejecutó actos de amor y ternura para los niños (Review and Herald, 17-5-1898). 45
Conducción del Niño
Considerad a los hijos como un legado.
Los padres deben considerar a sus hijos como un legado de Dios para ser educados para la
familia celestial. Educadlos en el temor y amor de Dios, porque "el temor de Dios es el
principio de la sabiduría" (Ibid.).
Los que son leales a Dios lo manifestarán en la vida doméstica. Considerarán la educación de sus
hijos como una obra sagrada encomendada por el Altísimo (Manuscrito 103, 1902).
Los padres deben calificarse como maestros cristianos.
La importantísima obra de los padres es muy descuidada. Despertad, padres, de vuestro
sueño espiritual y comprended que la primera enseñanza que reciben los niños debéis
dársela vosotros. Debéis enseñar a vuestros pequeños a conocer a Dios. Debéis realizar esta
obra antes de que Satanás siembre sus semillas en sus corazones. Dios llama a sus hijos, y
deben ser conducidos hacia él, educados en hábitos de trabajo, limpieza y orden. Esta es la
disciplina que Cristo desea que reciban (Review and Herald, 9-10-1900). 24
El pecado estará a la puerta de los padres a menos que se despierten y se capaciten para ser
maestros inteligentes, seguros y cristianos (Manuscrito 38, 1895).
Considerad la preparación precoz. (27)
La preparación precoz de los niños es un tema que debería estudiarse cuidadosamente.
Necesitamos convertir el tema de la educación de nuestros hijos en una preocupación,
porque su salvación depende mayormente de la educación que se les imparte en la niñez.
Los padres y guardianes deben mantener pureza en el corazón y en la vida, si desean que
sus hijos sean puros. Como padres y madres, deberíamos educarnos y disciplinarnos.
Luego como maestros del hogar, podremos formar a nuestros hijos, preparándolos para la
herencia inmortal (Review and Herald, 8-9-1904).
Realizad un buen comienzo. (28)
Vuestros hijos son la propiedad de Dios, comprada por precio. Tened mucho cuidado,
padres y madres, en tratarlos en forma cristiana (Manuscrito 126, 1897).
Los jóvenes deberían ser educados cuidadosa y juiciosamente, porque los malos hábitos
formados en la infancia y la juventud a menudo perduran durante toda la vida. Que Dios
nos ayude a ver la necesidad de realizar un comienzo correcto (The Gospel Herald, 24-12-
1902).
La importancia de educar al primer hijo.
El primer hijo debería ser educado especialmente con mucho cuidado, porque él
educará al resto. Los niños crecen de acuerdo con la influencia de los que los rodean. Si
son manejados por aquellos que son ruidosos y turbulentos, ellos también se convierten
en ruidosos y casi insoportables (Manuscrito 64, 1899).
Enseñad con bondad y afecto. (32)
Los padres y las madres tienen a su cargo la obra especial de enseñar a sus hijos con
bondad y afecto. Deben demostrar que como padres son los que sujetan las riendas, que
gobiernan, y que no son gobernados por sus hijos. Deben enseñar que de cada uno se
requiere obediencia (Carta 104, 1897).
El espíritu inquieto se inclina naturalmente a la travesura; la mente activa, si no está
ocupada con cosas mejores, prestará atención a lo que sugiere Satanás. Los niños
necesitan . . . ser instruidos, ser guiados por las sendas seguras, ser mantenidos fuera del
vicio, ser ganados por la bondad, y ser confirmados en el bien hacer (Carta 28, 1890).
Proverbios 23
13 No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.
14 Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.
15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón;
16 Mis entrañas también se alegrarán Cuando tus labios hablaren cosas rectas.
17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de
Jehová todo el tiempo;
18 Porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada.
19 Oye, hijo mío, y sé sabio, Y endereza tu corazón al camino.
20 No estés con los bebedores de vino, Ni con los comedores de carne;
21 Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el sueño hará vestir vestidos
rotos.
22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no
la menosprecies.
23 Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la
inteligencia.
24 Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con
él.
25 Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te dio a luz.
26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
27 Porque abismo profundo es la ramera, Y pozo angosto la extraña.
Jeremías 50
29 Haced juntar contra Babilonia flecheros, a todos los que
entesan arco; acampad contra ella alrededor; no escape de
ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que
ella hizo, haced con ella; porque contra Jehová se
ensoberbeció, contra el Santo de Israel.
Lamentaciones 3
1 al 65