TESTIMONIAL CRISTIANO Y DE SU OBRA ENTRE LOS HOMBRE S: RELACIONES FRATERNAS ALTAMENTE EXPRESIVAS DEL GRADO PERFECTO DE FILIACIÓN “ Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timot eo, al amado Filemón, colaborador nuestro …” ( Filemón V. 1 ) I. “ Pablo, prisionero de Jesucristo ...” Biografía humana cristiana. La confesión de fe, como toda una profes ión de vida, del hombre convicto de Jesús-Cristo. La expresión más íntegra y perfecta del yugo cristiano , en la vida humana. El cristianismo, es la historia de vida humana, en conformación y gran contentamiento con l a voluntad de Dios, en total consagración y santifica ción. El testimonio de cuando Dios se reserva el derecho de vida y de formas de vida, para dar cumplimiento a t odo su propósito: 1) llamamiento, 2) santificación en absoluta consagración y 3) comisión a sus siervos cristianos. Es también el testimonio del efectivo llamado del J esús-Cristo resucitado, viviente y reinante. El testimon io del señorío cristiano sobre el sistema de vida de los hombres. La sujeción cristiana de todos los otros sistemas de vida existentes arriba, abajo y debajo. Jesús-Cristo, realidad viviente gloriosa y suficien te para el ejercicio del cristianismo plenamente convi cto. II. “… y el hermano Timoteo ...” Las relaciones fraternas cristianas. La obra cristiana en los hombres asegur a bondades espirituales y humanas. Con fundamento en la obra de reconciliación con Dios, haciendo la paz, e l ministerio cristiano en lo que se refiere a las relaciones humanas, concede la reafiliación de los hombres. El cristianismo, además de ser la mayor hermandad existente en los hombres, por sí mismo, d efine las propiedades, cualidades y virtudes sobre la que se construye y edifica tal fraternidad. Pero la base p ara tales relaciones, sobretodo y antes que acciones, a fectos actitudes, buenos principios y valores, es el propi o creador, Jesús-Cristo. Un testimonial que, necesari o,

pugna por hacer que prevalezcan los valores del Rei no Cristiano de Dios, Cuando Jesús-Cristo no sólo no s e avergüenza del género humano cristiano, sino que lo s llama hermanos. III. “... al amado Filemón...” Dedicatoria personal del testimonial cristiano. La propositividad de La Pala bra Cristiana de Dios. El lenguaje espiritual de los hi jos de la Deidad. Un testimonio de la sublimidad de la filiación, las relaciones y los mejores afectos cristianos. La evidencia suficiente de cuando aquel estilo de vida cristiano en obligada santificación y consagración, no se ve menguado en su expresividad del amor por su Señor hacia sus congéneres cristianos. Testimonial suficiente demostrativo de cuando, aun por malas y negativas que sean las experiencias cristia nas, por procedentes estas de Dios, no infundirán la men or infección en el carácter cristiano, por el contrari o, depurarán las impurezas existentes a fin de que permanezca lo más preciado y valioso. IV. “...colaborador nuestro ...” El Reconocimiento y justificación de la vida y acciones cristianas. Testimonial con carácter apostólico, honrando la vo cación cristiana en la vida hermana. Como Palabra de Dios, una palabra gratificadora a los buenos colaboradores en Su Reino Cristiano. Las acciones cristianas en abierta identificación e indicativas de aquellos obreros fi eles. Solamente el cristianismo, por obra de Dios, integr a de manera armónica, responsable y placenteramente a tr avés de las mayores responsabilidades, la colaboración h umana. El cristianismo, como la expresión del Reino Espiri tual pero Militante de Dios, asegura a los hombres, en s us luchas agónicas por la fe, efectuarlas con placer y gran gozo.

PLURALIDAD Y EXCELENTÍSIMO CARÁCTER INTERPERSONAL DEL CRISTIANISMO, EL PUEBLO DE DIOS “…y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro comp añero de milicia, y a la Iglesia que está en tu casa …” (Filemón v. 2) I. “… y a la amada hermana Apia …” La mujer cristiana. La especificación directa y personal de La Palabra Apostólica Cristiana de Dios, del carácter de la mu jer en el cristianismo. Un testimonio que inmortaliza, mediante el amor cristiano, en un acto justificativ o, a la eterna compañera del hombre. La mujer, ha experimentado la transición generacional de su espe cie, y a partir de la caída, su propia degradación, y co n ello la relegación a un plano de vida inferior. El cristianismo, significa la justificación y por ello la reivindicación integral de persona, la vida y su experimentalidad para la mujer ante Dios y los homb res. II. “… y a Arquipo nuestro compañero de milicia …” Reconocimiento personal del carácter militante de aquellos colaboradores cristianos que son dignos de mencionar. Su plena incorporación a la comunión cri stiana espiritual y eterna, por acción y efecto de La Pala bra de Dios. Un testimonial que inmortaliza al hombre q ue es de la fe en Jesús-Cristo, y por cuya causa se solid ariza en las luchas y batallas del género cristiano. Ciertamente Dios no se olvida del arduo trabajo de sus siervos, aún y cuando la salvación por gracia es la mejor recompensa para estos. III. “… y a la Iglesia que está en su casa …” La Iglesia Cristiana, el Cristianismo entre los hombres, en pl ena convivencia armónica de los que son de la fe de Je sús-Cristo. El santuario de Dios entre los hombres. La expresiva presencia de Dios, en su santuario terren al humano. Es la in-corpora-ción a La Palabra de Dios del sistema de vida cristiano encarnado en y por los ho mbres, como acción divina. El testimonial acerca del

cristianismo y su carácter familiar humano de dimen siones domésticas, sin mayores pretensiones ni presuncione s, sin alardes ni despliegues sensacionalistas, sino con t oda la naturalidad propia de su mayor constituyente Jes ús-Cristo.

EL MENSAJE APOSTÓLICO CRISTIANO DE LA PALABRA DE DI OS A SUS HIJOS, CONFIRIÉNDOLES LAS PROPIEDADES ESPIRITUA LES CORRESPONDIENTES DE SU REINO, BENEFICIOS DE LA SUMA DIVINIDAD

Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y de l

Señor Jesucristo. (Filemón V. 3) I. “… Gracia y paz a vosotros …” Mensajeros Cristianos. La comunicación efectiva de la voluntad de Dios agr adable y perfecta, traducida por medio de dones, como propiedades pertenecientes al sistema de vida espir itual de Dios, El Reino Cristiano de Dios. La bendición d e La Palabra Cristiana de Dios a sus hijos. Dones perfec tos, suficientes, la respuesta a la necesidad del cristianismo, como obra del Padre Dios. La gracia, como don de Dios, es la condición Estatal del cristiano, revestido de todas las bondades del ministerio sacrificial expiatorio del Jesús-Cristo, en plena justificación de Dios. La Paz, es el resultado de l a Gracia, por lo cual el cristianismo se desarrolla e n perfecta comunión armónica y sin ningún tipo de diferencias, desavenencias y/o conflictos. II. “… de Dios nuestro Padre …” El origen divino de los dones conferidos al pueblo cristiano. El testimonio de la consistencia, substancia, esencia y propiedades de los dones cristianos. Acciones que p or correspondientes a La Deidad, en su carácter Patern o a sus hijos, aseguran su incorruptibilidad, inmutabil idad, gradación. El cristianismo tiene como Garante y sup remo benefactor a La Divinidad misma. Es el testimonial de las acciones benéficas y edificantes de Dios para con s us hijos constituidos por medio del Jesús-Cristo. Los hijos cristianos de Dios reconstituidos de entre los homb res. La familia humana de Dios en Jesús-Cristo. III. “… y del Señor Jesucristo .” Las personas de La Suma Divinidad. La dimensión extraordinariamente augusta de aquellas personalidades autoras del cristianismo: 1) Dios, El Padre y 2) Señor Jesús-

Cristo, el resucitado, viviente y reinante Señor. Verdaderas y absolutas potestades, con existencias personales, perfectas, armónicas indivisibles, indisolubles, indisvinculables, expresivas del Monoteísmo Cristiano. El fundamento del cristianismo, del cual este obtiene su gloria inmortal, eterna, su carácter espiritual y su filiación con La Deidad. Es por tanto, el presente testimonial de La Palabra de Dios a sus hijos, un testimonio de por sí glorioso, de una obra proporcionalmente también gloriosa.

EL SISTEMA DE VIDA CRISTIANO, EN EL EJERCICIO PERSO NAL HUMANO, PRESENTADO COMO OFRENDA DE GRATITUD A DIOS EN EL ALTAR DE ADORACIÓN, A TRAVÉS DEL MINISTERIO DE INTERCESIÓN “ Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones …” (Filemón V. 4) I. “ Doy gracias a mi Dios …” La acción de gracias del cristiano a su Dios. Testimonial de vida del hombre de fe, expuesta en el altar de adoración. El reconocim iento de Dios por parte cristiana, como un acto racional, voluntario y caracterizado por la gratitud. Muy evi dente la satisfacción, gratificación y el pleno contentam iento del estilo de vida cristiano en perfecta piedad. La relación armónica entre el hombre cristiano y La Divinidad. El camino que el hombre tiene que recorr er, el mejor, es aquel cuyo final desemboca en la misma presencia de Dios. Y en el caso del cristiano, a fi n de que su vida como ofrenda sea plenamente acepta, es el de la piedad en oración. La teocentricidad del cristia nismo. II. “… haciendo siempre memoria de ti …” El ejercicio del ministerio intercesor cristiano. El testimonial ace rca del carácter espiritual cristiano, que favorece completamente el desarrollo de las relaciones interpersonales, más allá del ausentismo físico. La vida espiritual cristiana desarrollada en la mismísima presencia de Dios como testigo. Cuando la vida cris tiana de los hombres, en perfecta fraternidad, es la ocas ión para presentarla en ofertorio de gratitud y adoraci ón a Dios. La relación espiritual cristiana y sus cualid ades: En oración 1) constante, 2) perseverante 3) pacient e 4) En gratitud 5) Adoración 6) Intercesión. III. “… en mis oraciones …” Vida devocional cristiana. El quehacer espiritual de los hijos de Dios. Acciones cristianas, como tales, libres de vanidad, despropó sito y sin razón. Que son justificadas solo por ser El D ios cristiano, resucitado, viviente y reinante, el obje to de

la fe. Por su dedicación vocacional, seres en consagración y santidad. La espiritualidad cristian a y su ejercicio, en completo apego a su carácter natur al. El reposo, descanso y absoluta paz del hombre de la fe cristiana. Un estilo de vida reposado en Dios, imperturbable. El desarrollo de la vida cristiana y su despertar a la gloriosa realidad de Dios. El otro e stilo de vida de los hombres, en Cristo. No necesariament e la agitación propia del sistema de vida humano, es evi dencia de su rebosar, más bien da fe de su mayor necesidad , el estilo de vida a la manera y semejanza de Dios.

TESTIMONIAL SINGULAR DE LA EXPRESIÓN INTEGRAL Y EXCELENTÍSIMAMENTE SUBLIME DEL CRISTIANISMO, COMO PARTE DE LA PALABRA APOSTÓLICA CRISTIANA DE DIOS “ Porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos …” (Filemón V. 5) I. “ Porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús …” Virtudes espirituales, como propiedades del cristianismo encarnado por los hombres. El ejercici o del cristianismo como estilo de vida humano, conforme a la realidad del Cristo resucitado viviente y reinante. La respuesta idónea del hombre a la voluntad cristiana de Dios. La sublime incorporación cristiana al Reino d e La Divinidad. La integralidad del ser mediante la alin eación y armonización total de las facultades interiores h umanas 1) fe para salvación 2) amor para seguridad y confirmación. Ciudadanos del Reino espiritual crist iano militante de Dios conquistados en su racionalidad e intelecto y en el potencial de sus afectos. Ejemplo cristiano de vida. La única forma de ser y vivir cristiano. Una existencia libre de impurezas y de cualquier otro tipo de substancias aleatorias extra ñas. Un ser donde no existe cabida para nada más. El cri stiano en su carácter de santuario de La Deidad. II. “… y para con todos los santos ...” La religión cristiana. Las expresiones visibles externas de la profesión de fe cristiana. El pueblo santo del Dios santo. El cristianismo y su carácter consagrado en santidad. Relaciones interpersonales predeterminada s por Dios. El sistema de vida cristiano, el más congruen te de los sistemas vivientes. El testimonio de cuando la creencia y los afectos puestos en la persona correc ta, fructifican exponencialmente en la vida humana. El cristianismo no distingue entre el amor a Dios y el amor al prójimo. Por ello, el cristianismo se constituye y erige como la respuesta y solución a la necesidad y

problemática humana. Porque el cristianismo no es u n sistema alimentado directa y únicamente por hombres devotos de cualquier tipo de fe, sino sustentado po r su Señor Resucitado, viviente y reinante.

LA FRUCTIFICACIÓN DE LA FE CRISTIANA EN UNA CONCIEN CIA PLENA, FAVORECIENDO EL APROPIAMIENTO DE LAS BONDADES ESPIRITUALES CONCEDIDAS A LA IGLESIA POR MEDIACIÓN DEL JESÚS-CRISTO “…Para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros p or Cristo Jesús.” (Filemón V. 6) I. “…para que la participación de tu fe sea eficaz…” Objetivo de la oración apostólica. La fructificació n de la fe cristiana. El ejercicio eficiente de la fe. L a procuración a través de esfuerzos píos, de la obten ción de las bendiciones y bondades espirituales. La colaboración fraternal cristiana para el alcance de toda bendición. Objetivos espirituales que justifican plenamente el ejercicio de la piedad en oración. Testimonial de la importancia de ocuparse en las co sas del Espíritu. La fe como instrumental humano a fin de apropiarse de la herencia cristiana prometida.

II. “…en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros …” La adquisición de la conciencia cristiana perfecta. Una racionalidad capaz de asimilar la obr a de Dios en La Iglesia. El despertar espiritual raciona l del hombre de fe a la realidad de Dios en medio de su p ueblo. Con toda capacidad para palpar el caudal de bendici ones y bondades procedentes de Dios, conferidas a La Igl esia. El mensaje apostólico cristiano revelando a sus hij os la demandante necesidad de recurrir a la fe, para part icipar de sus dones derramados ya, y que se ven limitados por la nula y corta visión espiritual de su pueblo. La gracia de Dios superando la capacidad cristiana para recib irla. III. “…por Cristo Jesús .” Jesús-Cristo, el instrumental de La Deidad para sus acciones benignas entre los h ombres y en su pueblo. La realidad de Jesús-Cristo en La I glesia, es el fundamento para el crecimiento espiritual. El pueblo cristiano, en lo que se refiere a su conocim iento de su Señor, aún debe seguir esforzándose hasta alc anzar

la conciencia plena. La amplísima dimensión del ministerio en activo del Jesús-Cristo resucitado, s ujeta al ejercicio de por vida al cristianismo militante a desarrollarse esta por fe, para asegurar la complet a obtención de aquel conocimiento que le prepara y ca pacita para la vida eterna.

TESTIMONIAL CRISTIANO ACERCA DEL AMOR FRATERNAL Y S U OBRA PLENARIA EN LA CONGREGACIÓN DE LOS SANTOS “Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, p orque por ti, oh hermano, han sido confortados los coraz ones de los santos.” (Filemón V. 7) I. “ Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor …” La obra completa del amor fraternal cristiano. La expresión cristiana de plenitud del amor, un testim onial gratificante de seres que habiendo sido engendrado s en amor, encuentran su mayor contentamiento a partir d e relaciones interpersonales permeadas por la mayor virtud cristiana. Testimonio ejemplificativo acerca del cumplimiento de la voluntad agradable y perfecta de Dios el Padre, mediante la encarnación del amor cristian o por cada hijo humano suyo. De todas las bendiciones de Dios El Padre a sus hijos, el carácter fraternal cristia no es la mayor. Cuando cada creyente procura las mayores virtudes cristianas para desarrollarlas como cometi do personal en favor de los demás. II. “… porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos .” Sistema de vida personal cristiano. El cristiano bienhechor. La edificación del pueblo de Dios con base en el ejercicio de la vida personal cristiana. La respuesta de Dios a la neces idad de su pueblo, cuando este da cumplimiento a cada mandamiento cristiano, disponiendo su vida como instrumental de edificación, más allá de seguir pretensiosos modelos de vana piedad, en oración, cu ando El Padre ya ha determinado los tiempos, medios y fo rmas para bendición. Un caso en el cual, el testimonio d e Dios evidencia que su respuesta a las necesidades de su pueblo, se encuentra en el ejercicio de todo lo bue no por parte de sus hijos. El cristianismo, con base en Je sús-Cristo, y desarrollo en cada profesor de fe, signif ica la respuesta de vida para su pueblo y por extensión para toda la sociedad humana.

TESTIMONIO CRISTIANO DE RENUNCIA PERSONAL A POSICIO NES Y FUNCIONALISMOS AUTORITATIVOS Y SÍ DE ABNEGACIÓN AMOROSA, EN PROCURACIÓN DEL EJERCICIO DE VIDA ESPIRITUAL HAS TA ALCANZAR LA OBEDIENCIA PERFECTA “Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para

mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amo r, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo…” (Filemón vv. 8-9)

I. “ Por lo cual, aunque tengo mucha libertad para mandarte lo que conviene …” La revelación de la gloria escondida en el sistema de vida militante cristian o. Existencias libérrimas. La gloria propia de Jesús-C risto, conferida al cristianismo. La Palabra Cristiana Esc rita de Dios a su pueblo, una palabra autoritativa. La facultad exclusiva cristiana para predisponer y predeterminar el estilo de vida de su pueblo. La vo z cristiana, plenamente autorizada y suficiente para dar a conocer al Reino de Dios, con fundamento en la verd ad, propiedad inherente de La Divinidad. Fidelidad y ve rdad y autoridad, propiedades como valores intrínsecos d e La Palabra Cristiana de Dios, las cuales, pese al tono suavizado de su voz y la vestidura humana ya gastad a, no menguan su gloriosa cualidad. II. “… más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano …” El amor cristiano, la vía más excelente cuando de alcanzar el fin se trata. La le y cristiana del amor, el imperativo ético en las relaciones interpersonales del pueblo de Dios. La exposición revelacional de la Palabra Cristiana de Dios del fundamento de vida de su pueblo. Criaturas del Reino de Dios que en el ejercicio del amor cristiano obtienen la total satisfacción. El amor y su capacidad dignante de los hombres, por sobre su constitución degradual humana. La sublime benignida d del amor, toda la máxima potencia moral, en activo.

III. “… y ahora, además prisionero de Jesús-Cristo …” La obra cristiana de Dios en los hombres. La, hasta es o, profesión humilde de fe cristiana. Y que no puede s er de otra manera. Toda la exponencial potencia moral y espiritual del hombre cristiano, contenida en vasos de barro. El perfil del hombre de Dios, como un testimonial de repudio a los falsos ministros y fal sos maestros y falsos apóstoles y falsos profetas. Los cuales no solo no han aprendido, sino que no es par te de sí, la doctrina de la unión hipostática cristian a, que presente y experimental de cada cristiano, le permite vivir la sublimidad de la gloriosa vida cristiana en perfecta conciliación de las luchas y mil batallas del presente, y aun así en absoluto contentamiento.

CRISTIANISMO: LA HISTORIA DEL SISTEMA DE VIDA ESPIR ITUAL PUJANTE Y FÉRTIL, FRUCTIFICANDO EN LAS CONDICIONES MÁS ADVERSAS Y GARANTE DEL BIENESTAR Y PLENA REALIZACIÓ N DE SUS HIJOS

“…te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones…” (Filemón V. 10) I. “… te ruego por mi hijo Onésimo …” Acciones paternales cristianas. La procuración del bienestar de los hij os. La ocupación muy a-propia-da de los padres cristian os. Todo un ministerio intercesor familiar de padres a hijos. Aquella labor de dimensión espiritual, cuando los recursos humanos llegan a su límite y es necesario apelar a la voluntad divina agradable y perfecta. Es, adem ás el testimonial acerca del ejercicio convenientemente d el carácter cristiano en las relaciones interpersonale s. Iniciativas y acciones cristianas todas ellas encam inadas a procurar lo mejor, la voluntad de Dios para la fa milia. Una figura de dimensiones espirituales, atestiguand o las mismísimas acciones de Dios el Padre Cristiano, vel ando por la vida de sus hijos. II. “… a quien engendré en mis prisiones …” Afiliación espiritual cristiana. El fruto del ministerio sacri ficial cristiano entre los hombres. Un ministerio harto fructífero. La causa y efecto de los padecimientos cristianos entre los hombres. La liberación de los cautivos. El cristianismo como sistema de vida huma no, no conoce límites, barreras u obstáculos en su conclusión. Es un sistema de vida capaz de fructifi car en las más adversas condiciones, y es por ello la esperanza de salvación de hombres sumidos en tenebr osas tinieblas. Es la historia de vida humana detrás de cada ser cristiano. Es el testimonial divino para espera nza y fortaleza de cada hijo suyo, y para fe y salvación de cada ser humano. La justificación del descenso cris tiano al abismo, en acciones salvíficas de los presos y oprimidos por el Diablo.

TESTIMONIAL CREDITICIO ACERCA DE UN SER PLENAMENTE REHABILITADO, Y AHORA INSTRUMENTADO ÚTIL A LOS PROPÓSITOS CRISTIANOS; LA HISTORIA DEL CRISTIANISMO “…el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil.” (Filemón V. 11) I. “… el cual en otro tiempo te fue inútil …” La historia de vida humana. Hombres en inutilidad discapacitant e. Hombres quienes ante el sistema de vida y propósito s divinos han sido fuertemente evidenciados en su incompetencia, insuficiencia, impotencia y nulidad. La contrastante diferencia entre el sistema de vida hu mano, este con sus facultades naturales, y el glorioso Re ino de Dios espiritual, por consistencia, substancia y carácter, así como propósitos que, por demandantes, requieren instrumentales competentes y plenamente potenciados para su ejecución. El registro escrito, en su carácter de Palabra Inspirada de Dios, de los antecedentes humanos negativos que atestiguan la necesidad de los hombres.

II. “… pero ahora a ti y a mí nos es útil .” Es también, el registro escrito, en su carácter de Palabra Insp irada de Dios, de la declaratoria de restauración y rehabilitación de la vida humana en su nuevo caráct er cristiano. La obra cristiana de Dios a los hombres, con su profundo grado de dignificación. Es absolutament e cierto que cuando Dios descalifica, no hay poder ni arriba ni abajo ni debajo que anule su resolución, como también es maravillosamente cierto que cuando Dios, por otro lado, legitima, no existe la mínima posibilida d de contradictoria oposición. El testimonial magnificen te de la obra cristiana de Dios en los hombres, dando dob le honor y honra. El cristianismo, un sistema de vida rehabilitado, restaurado, potenciado, empoderado, e l cual en toda dirección existente es apto para el se rvicio con propósito utilitario.

LA OBRA DE REGENERACIÓN HUMANA COMO ACCIÓN DIVINA, CON LA TIPOGRAFÍA CRISTIANA COMO BASE, GARANTIZANDO LA REASIGNATURA DE CADA CREYENTE DE LOS PROPÓSITOS DE LA DEIDAD.

“…el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele com o a mí mismo.” (Filemón V. 12) I. “…el cual vuelvo a enviarte…” Apóstoles cristianos. Seres que de su propios caminos de sombra y de muer te, transitan ahora por los caminos del arrepentimiento , el camino que vuelve a Dios. Hombres que habiendo sido confrontados con su creador y Dios, han dado media vuelta a su vida y hoy tienen como comisión y propósito la voluntad agradable y perfecta cristiana. Dios y su Voluntad expresada por Su Palabra Escrita, apostóli ca cristiana, autorizada, fiel y verdadera, como dispo sitivo de la vida humana cristiana. La gracia divina garan tiza a los infieles hombres, que en su encuentro con su Creador y Dios, mediante el evangelio cristiano, en el luga r de recibir como condena por sus pecados, la pulverizac ión eterna, obtengan: el perdón, la salvación, la consagración de vida, llamamiento y comisión de sus propósitos eternos. A Dios, el creador de los hombr es le ha placido, no desechar la primera criatura, sino regenerarla, rehacerla, reformarla hasta su perfect a rehabilitación. II. “…tú, pues, recíbele como a mí mismo.” Pero hasta eso, la regeneración cristiana del hombre, ocupació n de La Divinidad, cuenta en su haber, como máximo y sup remo modelo de recreación, con el Jesús-Cristo, el prime ro de muchos hermanos. Por eso, cada creyente en Jesús-Cr isto, un cristiano. Cuando la fe cristiana es la regla normativa de la persona, vida y acciones de los hom bres cristianos. El camino de arrepentimiento de los hom bres volviendo a Dios, es sólo el comienzo, no de nuevas experiencias meramente, ni exclusivamente de caráct er religioso; sino, el comienzo de una nueva identidad , de tal manera que, el que está en Cristo nueva criatur a es,

no una criatura más, ni una criatura arbitraria cualquiera, sino un hijo cristiano de Dios.

EL SERVICIO VOCACIONAL CRISTIANO: SACRIFICIAL, ABNE GADO Y SUFRIDO, QUE JUSTIFICA POR NECESIDAD, LA SALVACIÓ N DE LOS HOMBRES POR JESÚS-CRISTO

“Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tu yo me sirviese en mis prisiones por el evangelio …” (Filemón V. 13)

I. “Yo quisiera retenerle conmigo…” La palabra apostólica cristiana de Dios, en su carácter person al, confidente de aquellos anhelos propios. Solamente l a expresión de la voluntad humana. Por experiencia pe rsonal cristiana, la necesidad de luchar esforzadamente po r aprobar lo mejor. Un ejercicio de agudo discernimie nto para diferenciar los meros intereses personales, de aquellos que corresponden convenientemente al Reino de Dios. Actitudes y acciones reflexivas cristianas, c omo necesaria base para determinaciones que tienen que ver con el sacrificio personal, renuncia y abnegación .

II. “… para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio …” El servicio cristiano. Vocación de carácter espiritual. Llamamiento cristiano de Dios a los hombres a salvación, traducido como vivificación, rehabilitación, reinstrumentación, consagración y comisión, una obra integral. Siendo el servicio cri stiano de carácter espiritual, una tarea sublime dignante de los hombres, no un quehacer oprobioso ni denigrante ni pernicioso, es todo un privilegio el yugo cristiano . Bienaventurados los que son llamados mediante salva ción, al ejercicio de una vida útil en el servicio. Un si ngular servicio, el cristianismo es el único sistema de vi da donde cada cristiano experimenta las mayores contradicciones humanas. El dignísimo ciudadano del Reino de Dios, en prisiones por proclamar los valores pro pios de su Ciudad celeste, y con él, su servidor .

TESTIMONIAL CRISTIANO ACERCA DE LA RELACIÓN DE PACT O EN VASALLAJE DEL SOBERANO REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES Y SU REINO: DIOS Y EL REINO DE DIOS

“…pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntari o.” (Filemón V. 14)

I. “… pero nada quise hacer sin tu consentimiento …” Voluntades afines en relación personal armónica. La compartición de propósitos cristianos de Dios y/a l os hombres. La obra cristiana de Dios, como acciones q ue apelan a la razón y voluntad de los hombres cristia nos. La consideración divina del carácter humano cristia no, incorporándole como instrumental en la conclusión d e su voluntad. En cuanto a autoridad, su naturaleza y carácter, y su ejercicio en el Reino Cristiano de D ios, la autoridad cristiana, es singular y majestuosamen te conciliatoria. No recurre a manipulaciones, ni imposiciones, ni desplantes autoritativos, ni arbitrariedades, mucho menos apela a la más grotesc a expresión de suyo, la despótica aplicación de la fu erza. La autoridad tiene por fundamento la verdad, con ejercicio de la justicia, en prosecución de sistema tizar la armonía como estilo de vida.

II. “…para que tu favor no fuese como de necesidad… ” La más perfecta expresión de la libertad cristiana, co mo libertad de conciencia e independiente de la redenc ión espiritual. La sublime articulación de La palabra Inspirada y Escrita de Dios, no como simple concesi ón, sino como procedimiento regular, a fin de que sea plenamente validada toda acción, pensamiento e inte nción de los colaboradores cristianos. Por ello: “cada un o dé como propuso en su corazón…” es la fórmula escrita cristiana que se convierte en dispositivo condicion ante del servicio cristiano, como ofrenda para que sea g rata y acepta a Dios. Las atenciones y cuidados propios de Dios hacia su pueblo, para evitar el ejercicio de u na soberanía arbitraria, y del lado de los adoradores, la

exposición de una ofrenda caracterizada por los pes ares, la inconformidad y murmuración, que es propia de se res explotados y sometidos a la deshonra y el oprobio.

III. “…sino voluntario.” La revelación del designio/diseño de Dios de la base para el ejercici o de la comunión, relación personal y servicio cristiano . El cristianismo de Dios a los hombres, promueve y proc ura el potencial desarrollo de su capacidad exponencial volitiva, no su aniquilación. Para el ejercicio de la ciudadanía celestial, en la esfera de vida terrena, se requiere y es necesario, una voluntad empoderada po r La Divinidad, no una voluntad debilitada por el pecado y esclava del Reino del mal. La historia humana en su s experiencias relativas a su Creador y Dios, atestig ua de las batallas y luchas libradas a nivel volitivo con este, debido a la disparidad de naturaleza y carácter ent re ambos, al grado de que es la voluntad humana contra Dios y contra su Cristo, la primera causa de perdición e terna.

LA ACCIÓN CON SU EFECTO, DEL QUEHACER JUSTIFICADOR CRISTIANO, REINCORPORANDO Y REINTEGRANDO A LOS HOMBRES, POR TRANSGRESORES FUGITIVOS, AL REINO CRISTIANO DE DIOS EN PERFECTA COMUNIÓN ARMÓNICA Y PARA SIEMPRE

“…Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre…” (File món V. 15)

I. “…porque quizás para esto se apartó de ti por al gún tiempo…” Registro escrito de la vida humana y sus experiencias personales llenas de complejidad, difí ciles de discernir y entender. Como Palabra de Dios, declaratoria justificativa de los hombres de la fe cristiana. Ha sido en aquel alejamiento humano, por caminos sinuosos, y de extravío en los cuales Dios ha venido a su rescate. Cuando y cuanto más perdido, m ás cercano y más hallado. “Cuando abundó el pecado, sobreabundó la gracia…” Sólo Dios con sus prerrogat ivas y facultades exclusivas de suyo, como el Un Gran Ju ez de los hombres, está en la posición de absolver y reso lver la existencia humana. Y sin la obligación y/o neces idad de dar explicaciones personales de sus acciones y determinaciones. Pero lo hace. II. “…para que le recibieses para siempre…” Declaratoria resolutiva de La palabra de Dios en el caso de aque l hombre fugitivo, con la maldición de la esclavitud de por vida pesando sobre sus hombros, hallado en caminos de extravío de sombra de muerte, de vuelta a casa. La labor judicial divina de abogacía por los transgresores, en procuración de redención y salvación, así como restauración y restitución, por medio del ejercicio ministerial de la justificación, efectuada a tal gr ado que sus frutos pueden ser plenamente experimentales de los beneficiados. La comunicación de propósitos div inos no son meramente una insinuación, sino aquella declaratoria gloriosa, que por procedente de La Dei dad está destinada a fructificar en la concepción y alumbramiento de todo su consejo. La reincorporació n y restitución del hombre a la gloria divina, para sie mpre.

EL CRISTIANISMO Y SU OBRA ENTRE LOS HOMBRES, CAUSAL DEL GÉNESIS DEL GRADO PERFECTO DE FILIACIÓN, DESPOJÁNDOLES DE VESTIDURAS DEGRADADAS Y CORROMPIDAS E INVISTIÉNDOLOS CON EL CARÁCTER Y LA NATURALEZA FRATERNAL CRISTIANA “…no ya como esclavo, sino como más que esclavo, co mo hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.” (Filemón V . 16) I. “…no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado…” La acción regeneradora del carácter y la naturaleza humana. La abolición de la esclavitud, d el orden de erradicación, como anulación de la maldici ón pronunciada sobre los hombres, hasta la misma encarnación, mediante el pronunciamiento con caráct er de declaratoria de la gloriosa palabra apostólica cris tiana de Dios, El Glorioso Evangelio Cristiano para salva ción. A la vez, la acción gloriosa propiamente cristiana, compartiendo su gloria, cubriendo (expiando) a los hombres de fe con sus propiedades y características gradantes y dignantes, fructificando en la generaci ón cristiana de hijos de Dios, de los cuales, Él, el J esús-Cristo, es el primogénito. II. “…mayormente para mí, pero cuanto más para ti…” La generación cristiana de los hijos de Dios. Hijos mu y amados, cuyo valor estimativo corresponde con el va lor real y efectivo de la recreación de Dios. El aprend izaje empírico de los hombres, mediante su relación y con tacto directo, con el ministerio reivindicador cristiano, constatando la revaluación de la vida humana, ahora en su carácter cristiano. Es, El Jesús-Cristo viviente y reinante, quien, mediante el ejercicio de su minist erio redentor, salvífico y restaurador de los hombres, g enera la conversión de personas y/con sus valores. III. “…tanto en la carne como en el Señor.” La dimensión integral del ministerio cristiano. Su aplicación pa ra el sistema de vida presente, en su carácter militante, y su validez para el sistema espiritual de vida eterno d el

Reino Cristiano de Dios. El cristianismo, en su dis eño original, ha dado testimonio de su carácter perfect ivo de la vida humana, así como de sus estructuras soci ales. Y con base en la eficiencia y suficiencia del minis tro Jesús-Cristo, y los alcances temporales y eternos d e su ministerio, de toda aquella serie de disposiciones y determinaciones que tienen por objeto la regulación de la nueva vida para los hombres en Él, y de la normalización de las relaciones interpersonales, y definitivamente; no hay lugar para las clases socia les, diferencias raciales, no hay lugar ninguno para la esclavitud del hermano, ni arriba, ni abajo ni deba jo. Y sí toda obligación para la restitución de los derec hos, privilegios, con los deberes morales, espirituales y sociales de la nueva vida.

“Si tuviese cerca de él algún elocuente mediador mu y escogido, que anuncie al hombre su deber; que le di ga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de desce nder al sepulcro, que halló redención; su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su ju ventud. Orará a Dios, y éste le amará, y verá su faz con jú bilo; y restaurará al hombre su justicia.” (Job. XXXIII. 23-26)

“Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.” (Filemón VV. 17-18)

I. “…así que si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo.” El ejercicio del ministerio piadoso de intercesión cristiana por el hermano. Un ministerio integral, completo, que va desde la justificación de los homb res pecadores, para salvación, hasta el sostenimiento d e su existencia mediante la prolongación del ministerio de la piedad en intercesión. La evidencia palpable del sacerdocio universal de cada creyente, esgrimido co n toda capacidad y facultad, mediante la exposición de la vida misma en favor del hermano. En términos de legalida d, es también el testimonio del ejercicio del ministerio de defensa, abogacía, con toda suficiencia y autoridad , de donde la parte aludida, por encima de aplicaciones llanas y mecánicas de los principios regentes, debe aplica r el grado máximo de potencialidad moral para la resolu ción justa y satisfactoria. Es la procedencia de aquel ministerio cristiano, mediante el cual se efectúo l a sustitución del pecador, en su comparecencia ante e l máximo tribunal de justicia implementado entre los hombres, para cargar con las penalidades propias de la maldición, y lograr la redención de estos. La ley de la sustitución: El justo por los injustos para llevarn os a Dios.

II. “Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cu enta.” La responsiva cristiana, en pleno ejercicio ministe rial de su quehacer justificador de los hombres. La suficiencia cristiana para abrazar en un acto de

aceptación y de ejercicio legal como El Garante de la vida humana, sus deudas, por ello, comprometida has ta la eternidad. Testimonial de los alcances espirituales , pero materiales, eternos, pero temporales de las bendici ones conferidas mediante el ministerio, por suficiente, del Jesús-Cristo a los cristianos. Todo un principio, a partir de la ley cristiana, que beneficia al pueblo cristiano de Dios, en sus relaciones, tratos, conve nios y compromisos, donde los ofendidos tienen la obliga ción moral cristiana de perdonar, los agraviados de pasa r por alto la ofensa, y los defraudados a negociar con su señor Jesucristo, el adeudo pendiente. Es así, la responsabilidad de la Iglesia en su cometido de pre dicar el evangelio de la gracia, el evangelio del perdón, y de recibir a los transgresores arrepentidos, como aque llos nuevos ciudadanos del reino cristiano de Dios a qui enes les han sido perdonados sus pecados y condonadas su s deudas.

EL CRISTIANISMO ENCARNADO EN LOS HOMBRES, LA GLORIOSA EXPRESIÓN DE UN SISTEMA DE VIDA SUFICIENTE, PODEROS O, CON LA FACULTAD PROPIA, DE SUYO, DE DISPONER TODO SU POTENCIAL PARA EL SERVICIO REDENTOR Y BIENHACER AL GÉNERO HUMANO “Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también.” (Fil emón V. 19) I. “Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré…” Com-promesa cristiano. El garante cristiano redentor de los hombres. La atracción de las transgresiones humanas sobre si, para efectos de expiación y redención del escla vo hombre. La Palabra Apostólica Cristiana de Dios y s u parte dando fe de la obra de expiación, mediante de creto emitido, como acción cristiana. El sometimiento voluntario cristiano a los términos contractuales d el hombre y sus condiciones irregulares de vida, asumi endo la deuda de estos, escribiendo su nombre ahí, en reemplazo del faltante. El cristianismo, un sistema de vida comprometido con la redención y exensión del g énero humano transgresor. II. “…por no decirte que aun tú mismo te me debes también.” La expresión apostólica cristiana de La palabra de Dios, que da fe del grado de soberanía, así como las dimensiones de esta en la experiencia de vida human a. El cristianismo y su sobrepujante autoridad con base e n la soberanía divina, reclamando y apropiándose de sus derechos de creacionismo redención y paternidad. As í: “El espíritu que Dios ha hecho morar en nosotros, nos a nhela celosamente.” La perfectísima obra de Dios poniendo su sello en cada hijo Suyo, ciudadano del reino espiri tual cristiano militante, da fe de pertenencia y exclusi vidad cristiana a La Divinidad. En el trato y relaciones interpersonales cristianas, La palabra de Dios emit e su testimonial a fin de evitar las arbitrariedades y l as faltas en el ejercicio de la misma. En el cristiani smo todos son deudores, no al pecado, sino a Dios.

DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES DE CARÁCTER FORMAL EN EL CRISTIANISMO DE DIOS, SIENDO CADA HERMANO, PARTE DE LA RESPUESTA DE LA DIVINIDAD, A LA NECESIDAD DE EDIFICACIÓN INDIVIDUAL Y CORPORATIVA DE SU PUEBLO

“Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el S eñor; conforta mi corazón en el Señor.” (Filemón V. 20)

I. “ Sí hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor …” Un llamado fraternal cristiano a la participació n recíproca y altamente práctica de todo el bien tene ncial, existente en el cristianismo. La búsqueda cristiana entre los de su pueblo, por ver si hay en el algún fruto. Conforme a la voluntad de Dios, la petición y procu ración de la satisfacción y contentamiento. La vida herma na constituida como ofertorio mediante el cual necesid ades varias en el pueblo de Dios se ven satisfechas. Cua ndo la oración de los hijos cristianos de Dios, obtiene la respuesta mediante el hermano en la fe. Cuando de a cuerdo a la disposición de La palabra Cristiana de Dios, d ebe ser a través del sometimiento a la obediente prácti ca de sus mandamientos, que el pueblo de Dios suple toda su necesidad. El riesgo es alto, de que a causa de la ignorancia, desobediencia, indolencia e indiferenci a y hasta rebeldía, y en algunos casos, de malos administradores y malas administraciones, haya un p ueblo de Dios insatisfecho y en necesidad.

II. “… conforta mi corazón en el Señor .” El ruego clamoroso cristiano. La evidencia como testimonial de La Palabra Escrita Inspirada Cristiana de Dios, acerca de la necesidad humana interior y más que meramente emocional, intelectual, sicológica, si altamente espiritual. El hombre a través de sus necesidades, atestiguando que es más que solo un pedazo de mater ial. Tal necesidad, siendo tan real y por ello válida, e s por Dios de quien recibe satisfacción y gratificación y consolación. La causa del ejercicio ministerial cristiano. La razón urgente por la que cada cristia no, en respuesta al exordio divino debe comenzar desde ya un

examen e inventario de sus recursos materiales y do nes espiritual otorgados por Dios, para iniciar con las acciones procuradoras de la satisfacción de necesid ades en su derredor. Obras por dignas, sublimes, que est án destinadas a acompañar al cristiano hasta la eterni dad dando testimonio de su fe y del triunfo sobre la corrupción del sistema de vida presente maligno y perverso.

TESTIMONIAL DE LA PALABRA APOSTÓLICA CRISTIANA ESCR ITA INSPIRADA DE DIOS, DE LAS PROPIEDADES DEL CRISTIANI SMO COMO SISTEMA DE VIDA ENCARNADO EN Y POR LOS HOMBRES, ALTAMENTE COMPETENTE PARA EL EJERCICIO DE LA VOLUNTAD DE LA DEIDAD, ASÍ COMO DE TODO SU DESIGNIO ETERNO, Y A UNQUE DESARROLLADO EN PACTO DE VASALLAJE, EN ARMONIZACIÓN PERFECTA DE LAS VOLUNTADES “Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aún más de lo que te digo.” (Filemón V. 21) I. “Te he escrito confiando en tu obediencia…” El diálogo cristiano. La comunión de Dios con los hombres a tr avés de Jesús-Cristo. Testimonial del reino de Dios con sus propiedades y virtudes. Relaciones cristianas de lo s hombres restauradas, sanas. Un dialogo pacífico y d e absoluta confianza. La regeneración de los hombres mediante Jesús-Cristo, les ha asegurado su conforma ción plena a Dios y sus propósitos, por lo que su experi encia de vida en desobediencia y rebeldía ha quedado en e l pasado. La Palabra Gloriosa, Regeneradora y recreat iva, Autoritativa de Dios, Infundida en la persona crist iana de los hombres. II. “…sabiendo que harás aún más de lo que te digo. ” Por gloriosa y autoritativa, además profética, dando fe de la omnisciencia, presciencia, preconocimiento crist iano y de la ocurrencia de todo el consejo y la voluntad de la divinidad. Es también el testimonial de la efici encia y suficiencia de la acción cristiana en los hombres , capaz de otorgar total seguridad con respecto a la rehabilitación instrumental de estos como colaborad ores de Dios en toda su obra. La potenciación cristiana de los hombres que los lleva a la perfecta justificación d e su vida y acciones ante Dios. Declaración tipológica d e la palabra de Dios describiendo el perfil de cada crey ente justificado por el Jesús-Cristo.

TESTIMONIAL DE FE CRISTIANA: CON FUNDAMENTO EN EL MINISTERIO SACERDOTAL EN ACTIVO DEL JESÚS-CRISTO, VIVIENTE Y REINANTE, LA SEGURIDAD DE LA LIBERTAD: REDENCIÓN Y VIDA ETERNA DEL CRISTIANO “Prepárame también alojamiento; porque espero que p or vuestras oraciones, os seré concedido.” (Filemón V. 22) I. “Prepárame también alojamiento…” Acciones preparatorias cristianas para abrazar la voluntad d e Dios agradable y perfecta. La proclamación de la esperan za apostólica cristiana en relación con los programas eternos de La Divinidad. La perfecta y plena comuni ón de los santos. La visitación cristiana a los hombres anticipando su llegada por medios epistolares: La P alabra Apostólica, Cristiana, Escrita Inspirada de Dios. L a preparación cristiana para el ejercicio de relacio nes personales directas, tocando a la puerta de la vida de los hombres para una digna recepción y una todavía mejor comunión. II. “…porque espero que por vuestras oraciones, os seré concedido.” El ejercicio confidente de la oración. La concesión divina de las peticiones cristianas. Testimonial de la plena comunión espiritual entre e l Dios cristiano y su pueblo. El fruto de la vida piadosa, en oración intercesora por el hermano. La seguridad de la salvación y vida eterna con fundamento en las accio nes ministeriales cristianas de intercesión ante el tro no de la gracia: La eficiencia y suficiencia de la acción expiatoria de Cristo en favor de los hombres. La suficiencia y eficiencia ministerial del Cristo viv iente y reinante en su ejercicio sacerdotal intercesor de su pueblo ante Dios el Padre.

SALUTACIONES CRISTIANAS: TESTIMONIAL DEL REINO DE D IOS, EL REINO ESPIRITUAL CRISTIANO EN MILITANCIA DE LA G RACIA DE DIOS

“Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por C risto Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores. La gracia de nuestro Señor Jesucrist o sea con vuestro espíritu. Amén.” (Filemón VV. 23-25) I. “Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones p or Cristo Jesús…” (v. 23) La causa cristiana entre los hombres. Ciudadanos del Reino Cristiano de Dios militante, en extranjería y peregrinaje, hasta pris iones a modo de malhechores. La vinculación cristiana de hombres, copartícipes de las mil y un batallas por la fe. Seres que aun en cautiverio, pero mayormente por la causa de su cautividad, son exhibidos por la Palabra de D ios en completo estado de justificación. La trascendenc ia de sus relaciones fraternas cristianas, por sobre los abismos humanos de separación. II. “…Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.” (v. 24) El cristianismo, un sistema de vida que por encima de adversarios y adversidades, cuenta con colaboradores en señal clara de triunfo y victo ria como sobrepuesto vencedor, fructificando en medio d e las mayores vicisitudes. Reconocimiento personal cristi ano y de nombre, de La Palabra de Dios a aquellos fieles obreros, dignísimos seres inscritos en el Libro de la Vida. Verdaderas personalidades, por fieles y humil des servidores que experimentan así su constitución eje mplar como héroes de la fe, y a la vez, el efecto eterno del Dios Cristiano. Los firmantes de la fe cristiana III. “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.” (V. 25) El cristianismo, el pueblo de la gracia, la gracia cristiana de Dios. E l don divino cristiano a los hombres. La infusión de la g racia de Dios, como acción decretada por la Palabra para con el cristianismo. Acciones espirituales como corresponden, por proceder de Dios, a su pueblo, la obra

de la gracia. Acciones sustentadoras. Las acciones del Jesús-Cristo viviente y reinante. La bendición cristiana de Dios a su pueblo. La gracia cristiana, el instrumental salvador de los hombres de la fe en Je sús-Cristo. La Gracia, el fundamento y cimiento del pue blo cristiano de Dios, El Reino Espiritual Cristiano Militante.