vii jornada de humanizaciÓn de hospitales para niÑos

Un Espacio para la Adolescencia:

Érase una vez…

Madrid, 22 de Mayo 2014

Érase Una Vez un lugar especial. Había sido construido para que allí vivieran chicos especiales.

Y la misión de cuidarles, les había sido encomendada a unos ángeles.

Nuestro espacio tenía un sueño, que no se atrevía a contar a nadie, aunque él sabía que los ángeles tenían el mismo

sueño, ¡¡para algo convivían juntos desde hacía años!!

Al final de su pasillo había una ventana, que, a primera vista parecía como todas las demás, pero ésta era su ventana

mágica.

Un día le vinieron a visitar unos magos.

Y vio cómo los ángeles les llevaban a la ventana mágica, la abrían y saltaban afuera!!!

No podía ser!! No quería hacerse muchas ilusiones. Él sabía mejor que nadie lo que había allí, y no era lo mejor para sus

niños.

Pasó el tiempo y todo siguió igual.

Bueno, no del todo igual, los magos iban y venían y a veces traían con ellos a otros magos, sus amigos.

Y todas, todas las veces, se dirigían a la ventana mágica, saltaban y salían afuera.

Hacían fotos, tomaban medidas, miraban el suelo una y otra vez y luego hacían dibujos muy raros!!!

Él, la verdad, no entendía nada!!!

Pero, qué clase de magos eran aquellos??, pensaba enfadado.

Ese verano, el ángel jefe, porque sí, los ángeles también tienen jefes, tuvo una idea, de esas que

sólo los ángeles pueden tener.

Habló con una amiga suya. Él no estaba seguro, pero había oído que era un Hada Madrina.

Y, si era verdad, quién mejor que ella para ayudarle??

El Hada Madrina escuchó al ángel muy atentamente y le dijo que enviara a los magos a verla.

Los magos fueron y le enseñaron todas las ideas y dibujos que habían estado haciendo.

Y el Hada Madrina, no dudó. Ella podía conceder deseos.

Hizo así y así con su varita mágica

Y puso a sus ayudantes a trabajar con los magos.

El espacio no podía creer lo que veía, todos los días

había gente allí, al otro lado de su ventana mágica.

A veces levantaban mucho polvo y a ratos hacían mucho

ruido, pero aquello empezaba a tener otra pinta!!!

Oía cosas, que si allí iban a poner mesas y sillas para sus niños: que si un futbolín, un ping-pong y una canasta de baloncesto para que

pudieran jugar.¡Y hasta varias bicicletas estáticas, para que pudieran hacer ejercicio!!

¡Ahh! Pensó. Los sueños, por inalcanzables que parezcan, se pueden cumplir. Así que, gracias a todos los profesionales que trabajan

en esta unidad, los ángeles.

Eso era evidentemente magia, y magia de la buena!!

Como ya habréis adivinado algunos de vosotros, el protagonista de nuestro cuento, nuestro espacio,

es la Unidad de Psiquiatría de Adolescentes de este Hospital.

Gonzalo LlanoArquitecto Técnico

A los magos amigos, que nos han ayudado a darle un aspecto más

agradable y humano a nuestro espacio.

Miguel Llano

Arquitecto

Jaime LÓPEZ VALDÉS

A los magos amigos, que nos han ayudado a darle un aspecto más

agradable y humano a nuestro espacio.

Y sobre todo, muchísimas gracias a nuestra Hada Madrina, Doña Esther Koplowitz, sin ella, su

Fundación y sin Fomento de Construcciones y Contratas, hoy no estaría contándoos esta historia, la

historia de una terraza, que dentro de pocas semanas, tendrá su colorín, colorado, porque quedará…

¡MUCHAS GRACIAS!

Fundación curArte

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