acción social navidad

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· BLACK · CYAN · MAGENTA · YELLOW · Últimas Noticias 8 Actualidad Viernes 24 de diciembre del 2004 FILÁNTROPOS Un reconocimiento para quienes, según sus posibilidades, ayudaron a las personas cuyas historias mostró la página de Acción Social. ¿Quién dijo que los actos de bondad no son noticia? A veces, quien no tiene dinero aporta con algo que vale más que el oro. Decir ‘te entiendo’ no tiene precio. ‘No tengo mucho, pero igual lo doy...’ “N o quiero que se sepa quién soy, ni digan lo que hice", la repetición de esta frase resuena suave a tra- vés del teléfono. En esta ocasión, la tarea consistía en buscar a los benefactores en lugar de los be- neficiados. Pero no resultó tan fá- cil como parecía en un principio. “Él nos pidió que guardemos en reserva su nombre, que nos ayu- daba de corazón pero no le intere- saba que nadie sepa”, se escuchó en la extensión telefónica 5343 de la redacción de ÚLTIMAS NOTI- CIAS, de la voz de una madre agradecida. Luis A. (nombre ficti- cio) le regaló mil dólares, justo lo que le hacía falta para pagar la ci- rugía de corazón de su bebé. Si se puede definir a una noticia como un hecho notable y fuera de lo común, éste cumpliría con esos requisitos (en un país donde el 70 por ciento de sus 12 millones de habitantes es pobre, ¿cuántos pueden permitirse esos despren- dimientos?), pero su personaje central no concede entrevistas. La búsqueda sigue, pero se vuel- ve difícil porque otros protagonis- tas no dejaron señas para poder localizarlos. Mercedes G., que su- fre de un cáncer terminal, donó tres dólares para la misma causa. Los redujo del gasto mensual de sus medicinas, quiso dar más, pe- ro no le alcanzaba. Esa cantidad solo cubría el dos por ciento del tanque de oxígeno que había que comprarle cada mes a Jean Samael, el pequeño enfermo, desde que nació, ¿a quién le importa este detalle? "A nosotros", dice firmemente Ivon- ne Povea, la madre que habla de sus nuevos amigos como si fueran superhéroes de televisión. "Ella nos dijo que, aunque sien- te que su vida se va acabando, no podía quedarse tranquila sin ha- cer algo para que el niño viviera, que teníamos que luchar hasta el final. Nunca nos olvidaremos de eso". Y hay que ser muy bueno en matemáticas para calcular qué Fotos: Archivo / Últimas Noticias Para recordar al pequeño Jean Samael, que falleció en septiembre, su familia formó un grupo de autoayuda para padres de niños especiales. El mayor sueño de doña Rocío es que sus gemelitos lleguen a ser inde- pendientes. Quienes la conocen la animan: “No pierda la esperanza”. tanto por ciento de los cinco mil dólares que se necesitaban para este caso, representan los 50 cen- tavos que Pablo M., de diez años, no se gastó en el recreo y los en- tregó a sus vecinos cuando se en- contraron en la calle. Él dijo que también quería ayudar al bebé. Estos son solo tres ejemplos. Sin el apoyo de ninguna organización, esta mujer y su esposo reunieron más de seis mil dólares, poco a po- co, con este tipo de aportes. Varias familias cuyas historias se conocieron a través de la pági- na de Acción Social de este Dia- rio, conocieron este año a perso- nas que bien podrían encarnar la descripción que el escritor argen- tino Julio Cortázar hace de la raza 'famas', en su cuento Filantropía: "... Son capaces de gestos de gran generosidad, como por ejemplo cuando este fama encuentra a una pobre esperanza caída al pie de un cocotero, y alzándola en su automóvil la lleva a su casa y se ocupa de nutrirla y ofrecerle es- parcimiento hasta que la espe- ranza tiene fuerza y se atreve a su- bir otra vez al cocotero". Los ojos castaños y tristes de Rocío Tapia se llenan de lágrimas cuando empieza a hacer un re- cuento de todas las puertas que se han abierto para sus gemelos To- ñito y Paquito, de siete años, que sufren parálisis cerebral. Esta ex atleta estaba desespera- da en septiembre pasado: estaba sola con una deuda de cuatro mil dólares (que pidió prestados para operar a sus hijos), cuyos pagos absorbían por completo su sueldo de profesora, sus dos hijas mayo- res no iban a poder estudiar y era imposible que los niños asistieran a un centro de cuidado especial. "Si alguien me quiere ayudar, que llamen a la casa de mi vecina, ella me pasa al teléfono o me ano- ta el recado", dijo la primera vez que llegó a la recepción de la C.A. El Comercio a relatar su calvario particular. El dolor que transmi- tía conmovió incluso a la recep- cionista y al agente de seguridad. Y ellos mismos se asombraron por el cambio en su expresión ocho días después de publicar el caso. "Me dieron una beca para una de mis hijas, señorita, y a la otra ya le dieron cupo en un cole- gio. Pero también me han ofreci- do apadrinar a mis gemelitos, aunque sea con poquito...". Su an- gustia se había transformado en esperanza, y en sus labios ya em- pezaba a dibujarse una discreta sonrisa. Sin embargo, todavía se le quebraba la voz al recordar la voz serena de don Alfonso P., que la hizo llorar en el teléfono de su vecina. "Me dijo que él no tiene nada para darme, pero que tam- poco quería quedarse sin darme una palabra de aliento, me dijo que siga luchando por sacar a mis hijos adelante, que va a ser duro pero que con fe lo podía lograr". Hablar con estos amigos anóni- mos es casi más difícil que eludir al asesor de prensa de la Primera Dama, que una vez llamó a ofre- cer ayuda para un niño quemado. “Nosotros vamos a apoyar al cha- mo”, intención que quedó en el ai- re cuando no obtuvo la promesa de publicar la ‘buena obra’. El escritorio desde donde se re- ciben todos los posibles casos que necesitan una ayuda se inundó de lágrimas cuando a la extensión 5343 llegó la noticia de que Jean Samael Jaime Povea murió luego de la cirugía de corazón. Pero igualmente, el seguimiento de ca- da caso deja guardada la satisfac- ción de que hay mucha más gente buena que rica, ¡no hay duda! Por María Carvajal A. ¿QUIERE AYUDAR? El Departamento de Trabajo Social del Hospital Baca Ortiz continuamente busca financiamiento para cirugías o terapias de niños pobres de Quito y provincias. El teléfono es el 250 7645. Al sur de la ciudad, Fundación Tierra Nueva hace la misma labor con pa- cientes de todas las edades, que a ve- ces no pueden comprar ni una pasti- lla. Más información en el 263 6925. 300 ancianos pueden ser socorridos a través de la Fundación Abuelitos de la Calle. Teléfono 252 3919.

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Últimas Noticias 8 Actualidad Viernes 24 de diciembre del 2004

FILÁNTROPOS Un reconocimiento para quienes, según sus posibilidades, ayudaron a las personascuyas historias mostró la página de Acción Social. ¿Quién dijo que los actos de bondad no son noticia?

A veces, quien no tiene dinero aporta con algo que vale más que el oro. Decir ‘te entiendo’ no tiene precio.

‘No tengo mucho,pero igual lo doy...’

“N o quiero que se sepaquién soy, ni digan loque hice", la repetición

de esta frase resuena suave a tra-vés del teléfono. En esta ocasión,la tarea consistía en buscar a losbenefactores en lugar de los be-neficiados. Pero no resultó tan fá-cil como parecía en un principio.

“Él nos pidió que guardemos enreserva su nombre, que nos ayu-daba de corazón pero no le intere-saba que nadie sepa”, se escuchóen la extensión telefónica 5343 dela redacción de ÚLTIMAS NOTI-CIAS, de la voz de una madreagradecida. Luis A. (nombre ficti-cio) le regaló mil dólares, justo loque le hacía falta para pagar la ci-rugía de corazón de su bebé.

Si se puede definir a una noticiacomo un hecho notable y fuera delo común, éste cumpliría con esosrequisitos (en un país donde el 70por ciento de sus 12 millones dehabitantes es pobre, ¿cuántospueden permitirse esos despren-dimientos?), pero su personajecentral no concede entrevistas.

La búsqueda sigue, pero se vuel-ve difícil porque otros protagonis-tas no dejaron señas para poderlocalizarlos. Mercedes G., que su-fre de un cáncer terminal, donótres dólares para la misma causa.Los redujo del gasto mensual desus medicinas, quiso dar más, pe-ro no le alcanzaba.

Esa cantidad solo cubría el dospor ciento del tanque de oxígenoque había que comprarle cadames a Jean Samael, el pequeñoenfermo, desde que nació, ¿aquién le importa este detalle? "Anosotros", dice firmemente Ivon-ne Povea, la madre que habla desus nuevos amigos como si fueransuperhéroes de televisión.

"Ella nos dijo que, aunque sien-te que su vida se va acabando, nopodía quedarse tranquila sin ha-cer algo para que el niño viviera,que teníamos que luchar hasta elfinal. Nunca nos olvidaremos deeso". Y hay que ser muy bueno enmatemáticas para calcular qué

Fotos: Archivo / Últimas Noticias

Para recordar al pequeño Jean Samael, que falleció en septiembre, sufamilia formó un grupo de autoayuda para padres de niños especiales.

El mayor sueño de doña Rocío es que sus gemelitos lleguen a ser inde-pendientes. Quienes la conocen la animan: “No pierda la esperanza”.

tanto por ciento de los cinco mildólares que se necesitaban paraeste caso, representan los 50 cen-tavos que Pablo M., de diez años,no se gastó en el recreo y los en-tregó a sus vecinos cuando se en-contraron en la calle. Él dijo quetambién quería ayudar al bebé.

Estos son solo tres ejemplos. Sinel apoyo de ninguna organización,esta mujer y su esposo reunieronmás de seis mil dólares, poco a po-co, con este tipo de aportes.

Varias familias cuyas historiasse conocieron a través de la pági-

na de Acción Social de este Dia-rio, conocieron este año a perso-nas que bien podrían encarnar ladescripción que el escritor argen-tino Julio Cortázar hace de la raza'famas', en su cuento Filantropía:"... Son capaces de gestos de grangenerosidad, como por ejemplocuando este fama encuentra auna pobre esperanza caída al piede un cocotero, y alzándola en suautomóvil la lleva a su casa y seocupa de nutrirla y ofrecerle es-parcimiento hasta que la espe-ranza tiene fuerza y se atreve a su-

bir otra vez al cocotero".Los ojos castaños y tristes de

Rocío Tapia se llenan de lágrimascuando empieza a hacer un re-cuento de todas las puertas que sehan abierto para sus gemelos To-ñito y Paquito, de siete años, quesufren parálisis cerebral.

Esta ex atleta estaba desespera-da en septiembre pasado: estabasola con una deuda de cuatro mildólares (que pidió prestados paraoperar a sus hijos), cuyos pagosabsorbían por completo su sueldode profesora, sus dos hijas mayo-

res no iban a poder estudiar y eraimposible que los niños asistierana un centro de cuidado especial.

"Si alguien me quiere ayudar,que llamen a la casa de mi vecina,ella me pasa al teléfono o me ano-ta el recado", dijo la primera vezque llegó a la recepción de la C.A.El Comercio a relatar su calvarioparticular. El dolor que transmi-tía conmovió incluso a la recep-cionista y al agente de seguridad.

Y ellos mismos se asombraronpor el cambio en su expresiónocho días después de publicar elcaso. "Me dieron una beca parauna de mis hijas, señorita, y a laotra ya le dieron cupo en un cole-gio. Pero también me han ofreci-do apadrinar a mis gemelitos,aunque sea con poquito...". Su an-gustia se había transformado enesperanza, y en sus labios ya em-pezaba a dibujarse una discretasonrisa. Sin embargo, todavía sele quebraba la voz al recordar lavoz serena de don Alfonso P., quela hizo llorar en el teléfono de suvecina. "Me dijo que él no tienenada para darme, pero que tam-poco quería quedarse sin darmeuna palabra de aliento, me dijoque siga luchando por sacar a mishijos adelante, que va a ser duropero que con fe lo podía lograr".

Hablar con estos amigos anóni-mos es casi más difícil que eludiral asesor de prensa de la PrimeraDama, que una vez llamó a ofre-cer ayuda para un niño quemado.“Nosotros vamos a apoyar al cha-mo”, intención que quedó en el ai-re cuando no obtuvo la promesade publicar la ‘buena obra’.

El escritorio desde donde se re-ciben todos los posibles casos quenecesitan una ayuda se inundó delágrimas cuando a la extensión5343 llegó la noticia de que JeanSamael Jaime Povea murió luegode la cirugía de corazón. Peroigualmente, el seguimiento de ca-da caso deja guardada la satisfac-ción de que hay mucha más gentebuena que rica, ¡no hay duda!

Por María Carvajal A.

¿QUIERE AYUDAR?

El Departamento de Trabajo Socialdel Hospital Baca Ortiz continuamentebusca financiamiento para cirugías oterapias de niños pobres de Quito yprovincias. El teléfono es el 250 7645.

Al sur de la ciudad, Fundación TierraNueva hace la misma labor con pa-cientes de todas las edades, que a ve-ces no pueden comprar ni una pasti-lla. Más información en el 263 6925.

300 ancianos pueden ser socorridos através de la Fundación Abuelitos de laCalle. Teléfono 252 3919.