acción educativa - num5
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Revista del Centro de Investigaciones y Servicios Educativos de la Universidad Autónoma de Sinaloa - MéxicoTRANSCRIPT
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Editor ResponsableLiberato Tern Olgun
COMIT EDITORIAL
Rodrigo Lpez Zavala, Miguel ngel Rosales Medrano, Martn Pastor Angulo y Emigdio Urrea Moreno
CONSEJO EDITORIAL
Margarita Baz y Tllez, Universidad Autnoma Metropolitana / Ana Rodrguez, Universidad Autnoma de Madrid / Blanca Margarita Norie-ga Chvez, Universidad Pedaggica Nacional / Ana Hirsh Adler, cesu Universidad Nacional Autnoma de Mxico / Jos Contreras Domin-go, Universidad de Barcelona / Axel Didriks-son, cesu Universidad Nacional Autnoma de Mxico / Juan Delval, Universidad Autnoma de Madrid / ngel Daz Barriga Casals, cesu Universidad Nacional Autnoma de Mxico / Olac Fuentes Molinar, die Instituto Politc-nico Nacional / Gilberto Guevara Niebla, ffyl Universidad Nacional Autnoma de Mxico / Manuel Prez Rocha, Universidad Autnoma de la Ciudad de Mxico / Jos ngel Pescador Osuna, El Colegio de Sinaloa / Hugo Aboites, Universidad Autnoma Metropolitana Xochimil-co/ Juan Luis Pintos, Universidad de Santiago de Compostela/ Prudenciado Moreno Moreno, Universidad Pedaggica Nacional.
UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOACENTRO DE INVESTIGACIONES Y
SERVICIOS EDUCATIVOS
DIRECTORIO
RECTORMC. Hctor Melesio Cun Ojeda
SECRETARIO GENERALMC. Renato Palacios Velarde
DIRECTOR DE SERVICIOSESCOLARES
Ing. Csar Snchez Montoya
CENTRO DE INVESTIGACIONES YSERVICIOS EDUCATIVOS
DIRECTORAMC Ana Luca Escobar Chvez
SECRETARIA ACADMICAMC Carmen B. Audelo Lpez
SECRETARIO ACADMICOProf. Guillermo Ramrez Blanco
REVISTA ACCIN EDUCATIVA
DOMICILIO Y CORRESPONDENCIA: Centro de Investigaciones y Servicios Educativos (CISE). Calle Platn 856, Villa Universidad, Culiacn, Sinaloa, C.P. 80010, telfono (667)753 41 69
Fax (667)753 19 63, Culiacn, SinaloaCORREO [email protected]
DISEO EDITORIAL: Rosi Aragn / Juan Bonardel / El Alquimista IMPRESIN Y ENCUADERNACIN
Imprenta de la UASTRADUCCIONES: Emigdio L. Urrea Moreno
DISTRIBUCIN: CISE y Editorial UASAccin Educativa gura tambin en versin virtual:
Revista Accin Educativa Electrnica (RAEE), http://cise.uasnet.mx/revista bajo la responsabilidad del MC Emigdio L. Urrea Moreno y apoyo del MC Julio G. Ruz Nava
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Editorial
Restricciones a la evaluacininstitucional en la educacinsuperior de Mxico
La reforma integral de la educacin secundaria (RIES) y la crtica a sumodelo pedaggico
Qu importa saber quin soy, ni de dnde vengo, ni por dnde voy (Una letrilla contra la exclusin y la mar-ginacin)
El papel del profesor de matemticas en la pelcula Con ganas de triunfar
Familia, mando y riqueza:genes educativos y porvenir
El estilo de enseanza, una realidad compleja
Los valores docentes en escuelas pro-fesionales de la regin centro norte de Sinaloa
Colombia ante las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin (NTIC)
Contenido4
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45
56
67
74
88
Santos Lpez Leyva
Prudenciano Moreno Moreno
Rosa Vzquez Recio
Olivia Izaguirre Fierro/Salvador Hernndez Vaca
Norberto Gaxiola Carrasco
Hctor F. Castro Montoya
Mara Concepcin Mazo Sandoval
Jhobana Herrera Daz
A fondo
Adelantos
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Sociedad del conocimiento:definiciones y escenarios
La institucin rosalina ante la educa-cin socialista, 1934-1940
De las improntas pedaggicas a las creencias en los modelos docentes
Un acercamiento a la promocin sociocultural
Cien aos de extensin universitaria en Amrica Latina
El modelo poltico en organizaciones educativas. Un estudio de caso
Diplomados de Formacin y Actualizacin Docente
Novedades bibliogrficas del CISE, con circulacin internacional
ndices de Accin Educativa
Protocolo para colaboradores
Emigdio L. Urrea
Moreno
Dina Beltrn Lpez
Valentn Flix Salazar
Filogonio Snchez Peralta
Vctor Hugo Aguilar Gaxiola
Jos Bastidas Morales
Experiencias
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102
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177
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Reseas
Noticias
Ilustra este nmero:
Marielos Conde / Apuntes del centro / fotografa
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Editorial
El nmero 5 que ahora ponemos en manos de nuestros lectores, corres-pondiente a la tercera poca de Revista Accin Educativa, pasa, por este mismo hecho, a ser objeto de tu consideracin y mejor juicio. Reaparecemos con ms de una novedad, adems del contenido obligada-
mente distinto: en primer trmino, el diseo modificado por completo, as como la edicin lo ms cuidada posible, todo lo cual nos proponemos mante-ner inalterable en los nmeros siguientes, con la mejor intencin de marcar el perfil de esta publicacin dentro del conjunto de publicaciones mexicanas especializadas. En segundo, pero no en ltimo trmino, la plantilla de cola-boradores y sus respectivas intervenciones, que procuran ser la esencia de Accin Educativa y siempre una aportacin, as sea modesta, a las reflexiones, respuestas y preguntas que se formulan todos los colegas del espacio educativo en Sinaloa, Mxico y el mundo.
Ceidos al novsimo diseo que, con el aporte de valiosos amigos y los propios responsables del CISE, pudimos conseguir, fue nuestra intencin mante-nernos en la tesitura de contenidos diversos, para, luego de un proceso, pasar a las ediciones monotemticas de la revista. Segn las bsquedas y preocupacio-nes particulares, cada lector ir encontrando, seccin por seccin, el material de su mayor inters.
El Comit Editorial de la Revista Accin Educativa ha estado recibiendo nu-merosas colaboraciones de acadmicos tanto de la UAS como de instituciones hermanas del pas y del extranjero, gesto que agradecemos porque dice de la difusin y consideracin que est recibiendo la propia revista. Con indepen-dencia de ello, y atenidos a los lineamientos de la misma, hemos sido y nos disponemos a seguir siendo sobremanera escrupulosos en mantener el nivel de seriedad y trato, siempre fundamentado y original, de lo que se exprese en cada artculo.
Esperamos que esta entrega impresa y su correspondiente versin electr-nica, que desde luego pueden ya consultar todos los interesados en el portal de la Universidad Autnoma de Sinaloa, sea una nueva propuesta para investiga-dores, estudiantes, docentes y directivos de la educacin donde quiera que se encuentren. Como siempre, sern bienvenidas las crticas y colaboraciones.
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A Fondo
Introduccin
El propsito de este trabajo es marcar las dificultades que ha tenido el proce-so de evaluacin institucional en Mxico.
En su desarrollo, se tom la opinin del
Comit de Evaluacin de Administracin y Gestin Institucional, que es uno de los nueve Comits Inter-
institucionales de Evaluacin de la Educacin Superior (CIEES).
El trabajo lo integran cinco apartados, que son: a) caracters-
ticas y resistencias al proceso de evaluacin, que comprende
los principios con los cuales se han realizado las evaluaciones,
las particularidades que le han dado los comits de evaluacin
y tambin se consideran algunas caracterizaciones provenien-
tes de estudiosos de la temtica; b) en cuanto a los mtodos,
se parte de un modelo propuesto y, recogiendo la opinin de
los miembros del comit mencionado, quienes otorgaron una
calificacin, se lleg por esta va a establecer una jerarquiza-
cin en las restricciones; c) utilizando este ordenamiento y
un esquema definido para las restricciones, stas se presen-
Restricciones a laevaluacininstitucionalen la educacinsuperior de Mxico
Santos Lpez Leyva
Doctor en Economa,
miembro del Sistema
Nacional de Investigadores
y evaluador nacional de los
CIEES. Desde junio de 2006
es director de la Escuela de
Economa de la UAS.
A fondo
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ndo
tan en cuatro grupos; d) el siguiente punto
establece una discusin de la problemtica,
con la idea de exponer algunas propuestas y,
por ltimo, e) una conclusin busca cerrar el
trabajo. La idea es promover, entre quienes
trabajamos en las tareas de la educacin su-
perior en Mxico, cierto compromiso hacia
la reflexin y realizacin de estudios sobre el
comportamiento de nuestras universidades.
Caractersticas y resistencias del pro-
ceso de evaluacin
En Mxico se aprob el Sistema Nacional
de Evaluacin de la Educacin Superior en
1990, el cual est sustentado en el Progra-
ma de Modernizacin Educativa 1989-1994,
Resumen:A partir de 1991, en que se crean los Comits Interinstitucionales de Evaluacin de la Educacin Superior (CIEES), se ha venido realizando la evaluacin institucional, sobre todo a las instituciones pblicas. Este proceso ha enfrentado un conjunto de restricciones, las cuales son de tipo poltico, estructural, metodolgico y econmico. Este trabajo, utilizando el apoyo de los miembros del Comit de Evaluacin de la Administracin y Gestin institucional, hace un ordenamiento y discute esas restricciones, llegando a establecer una serie de propuestas que tienen como propsito disminuir sus efectos.
Palabras clave:Educacin superior, evaluacin institucional, restricciones polticas, econmicas, metodolgicas y es-tructurales.
Abstract:Since 1991, when the Inter Institutional Committees of Evaluation of the Higher Education (CIEES) were created in Mexico, the institutional evaluation has been practiced, mainly to the public institu-tions. This process has faced a set of political, structural, methodological and economic restrictions. This work, using the support of the members of the Committee of Evaluation of the Administration and Institutional Management, orders and discusses these restrictions proposing some actions of policy to moderate the effects of them.
Key words:Higher education, institutional evaluation, political, economical, methodological and structural res-trictions.
donde se establece la modernizacin de la
educacin en trminos de calidad, eficien-
cia e innovacin y la evaluacin como me-
dio para alcanzarlas. Ese sistema integra tres
procesos: la autoevaluacin de las institucio-
nes, la evaluacin del sistema de educacin
superior y la evaluacin institucional llevada
a cabo por pares acadmicos; este ltimo
punto es abordado en este trabajo (Mendo-
za, 1997:315-339).
Los siguientes principios dan sustento a
este proceso: a) independencia, al no obede-
cer los mandatos de ninguna autoridad, insti-
tucin o individuos de las IES o fuera de ellas;
b) imparcialidad, al no tomar partido respec-
to de personas u rganos institucionales; c)
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respeto frente a todos los miembros de la co-
munidad institucional, tanto en actitud como
en la forma verbal y escrita; d) discrecin, ya
que no difunden por ningn medio los resul-
tados de la evaluacin; e)credibilidad, que se
respalda en el rigor metodolgico aplicado, la
calidad de expertos de los pares y la justifi-
cacin de los juicios y recomendaciones que
se emitan, as como con la disciplina, pun-
tualidad y seriedad del trabajo; f) calidad, ya
que sustenta slidamente toda apreciacin
y recomendacin; g) pertinencia, al no emi-
tir juicios, ni recomendaciones carentes de
oportunidad y factibilidad y, por ltimo, h)
seriedad, ya que cumple con los tiempos pro-
gramados para realizar la evaluacin (CIEES,
s/f:17).
Adems, el mismo documento caracteriza
la evaluacin institucional por ser: a) integral:
incluye todos los aspectos que afectan el fun-
cionamiento de la institucin o programa; b)
objetiva: explicita los criterios, indicadores
y parmetros que sern utilizados, conside-
rando la especificidad de la institucin y la
definicin de reglas en las que sustenta el
proceso de evaluacin, y c) analtica: detecta
las causas de sus logros y deficiencias, bus-
cando la justificacin precisa de cada una de
las recomendaciones emitidas.
Para facilitar la realizacin de las evalua-
ciones, la integracin del comit responde
a las siguientes funciones: legislacin y go-
bierno, planeacin y evaluacin, apoyo aca-
dmico (el cual es atendido por dos pares:
uno se encarga de revisar el nivel de licen-
ciatura y docencia y otro de la investigacin y
posgrado), vinculacin, apoyo administrativo
y finanzas. La realizacin de una evaluacin
a una institucin o programa comprende las
siguientes fases, cada una de las cuales tiene
sus caractersticas y restricciones
Solicitud de evaluacin. La institucin o
programa solicita voluntariamente la evalua-
cin de los CIEES, proponiendo los tiempos.
Esta solicitud es firmada por el responsable
institucional y las fechas de realizacin de-
ben ser compartidas entre la institucin y el
comit.
Recopilacin de la informacin. El comi-
t, por medio de su vocal ejecutivo, solici-
ta a la institucin la informacin necesaria;
adems, recoge elementos de otras depen-
dencias, como la Secretara de Educacin
Pblica (SEP) y la Asociacin Nacional de
Universidades e Instituciones de Educacin
Superior (ANUIES), recurriendo tambin a la
informacin proporcionada por expertos.
Elaboracin del prediagnstico y semblan-
za. Con la informacin recabada se elabora
un documento donde se expone la situacin
de la institucin y se adelantan algunos jui-
cios, adems de ofrecer una semblanza que
brinda una visin histrica, un perfil institu-
cional y ubica a la institucin en el contexto
regional. Esta fase y la anterior son atendidas
por el vocal del comit evaluador y su equi-
po de trabajo. Los pares revisan la documen-
tacin recibida, as como la semblanza y el
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ndo prediagnstico, con la finalidad de acercarse
lo ms posible a la institucin. Esta es la he-
rramienta que el evaluador lleva a la visita.
Cuando la institucin se evala por segunda
vez ya no es necesario realizar el prediagns-
tico; slo llevan a cabo una revisin previa
sobre el seguimiento que la institucin ha
dado a las recomendaciones.
La visita de evaluacin. El objetivo de esta
etapa es allegarse datos ms precisos y, ade-
ms, comparar la informacin enviada por
la institucin con la proporcionada por los
diferentes actores al interior de la misma.
Empezando con una reunin en la que to-
man parte los funcionarios de la institucin,
se dan a conocer los objetivos de la visita,
los mecanismos a seguir, los horarios de en-
trevista y la relacin de dependencias que
visitar cada evaluador. Le sigue una reunin
de trabajo slo con el rector o director para
conocer cules son, desde su perspectiva, las
reas de oportunidad de la institucin, los
planteamientos, acciones, mtodos y recur-
sos para el impulso de estas reas estratgi-
cas. El responsable institucional presenta su
plan de desarrollo, resaltando oportunidades,
fortalezas y debilidades para su implementa-
cin. Se realizan entrevistas con autoridades,
funcionarios y representantes de acadmi-
cos, alumnos y empleados administrativos,
autoridades gubernamentales e integrantes
de organismos sociales del entorno local, en
particular con los empleadores. Le sigue una
visita a las instalaciones y, en general, a la
infraestructura de la institucin, en especial
bibliotecas, talleres, laboratorios y equipo de
apoyo a las funciones acadmicas. Las activi-
dades terminan con una reunin con el res-
ponsable de la conduccin de la institucin;
ah se adelantan algunas observaciones que
el comit puede establecer sin an haber
realizado una revisin exhaustiva de la infor-
macin recogida en la visita.
Elaboracin del informe de evaluacin.
El comit prepara el reporte mediante tres
etapas: a) cada evaluador enva al comit su
reporte particular, con base en la informa-
cin obtenida, el marco de referencia y su
juicio personal; b) en una reunin posterior
se lleva a cabo una revisin y justificacin de
las recomendaciones y puntos de vista de los
evaluadores; estos elementos integran el re-
porte general; c) con la revisin final de ste
en el comit se integra el reporte definitivo,
que es entregado al responsable institucio-
nal. Una valoracin general de la institucin
es agregada al final del reporte general, con
el objeto de incluir los elementos que la ins-
titucin debe atender en corto plazo, con la
idea de mejorar su funcionamiento institu-
cional.
Entrega de informe de evaluacin a la ins-
titucin. El reporte es entregado al responsa-
ble de la institucin y ste es quien define el
destino que tendr el documento.
Seguimiento de recomendaciones. Es una
estrategia con la idea de mantener una revi-
sin sobre la atencin a las recomendacio-
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nes. Este seguimiento se hace generalmente
en una segunda visita a los cuatro o cinco
aos, para lo cual la institucin prepara un
reporte acerca de la atencin que ha dado a
las recomendaciones.
Cada una de las etapas cuenta con sus
dificultades. De esa manera, se tienen limi-
taciones para que las instituciones soliciten
su evaluacin; a lo largo de 15 aos de exis-
tencia del comit hay instituciones que slo
han sido evaluadas una vez y lo han hecho
en fecha reciente, porque no exista un gru-
po que promoviera un ejercicio de ese tipo
en la institucin, o bien se saba de antema-
no que un ejercicio de evaluacin externa
generara problemas a la universidad. Una
etapa de importantes dificultades es la que
se refiere a la informacin, pues las insti-
tuciones no cuentan con sta debidamente
sistematizada y se encuentra dispersa en
varias dependencias, a pesar de que por la
SEP se han impulsado una serie de programas
para estructurar los sistemas instituciona-
les de informacin. En la realizacin de la
visita tambin es posible encontrar una serie
de dificultades, sobre todo las relacionadas
con la definicin de las fechas de realizacin
de la evaluacin, los tiempos de entrevistas
y definir a quines hay que entrevistar. En
el proceso de elaboracin del informe hay
que considerar la opinin de todo el equipo
de evaluacin, lo que dificulta en ocasiones
llegar a una apreciacin comn sobre la ins-
titucin. El informe final es entregado slo
al responsable institucional, por lo que, en
ocasiones, se reciben reclamos de miembros
de la comunidad universitaria al no conocer
los resultados de la evaluacin.
Algunos autores han hecho caracteriza-
ciones del proceso de evaluacin en Mxico;
por ejemplo, Glazman (2001:59-60) lo des-
cribe como: a) economicista, al introducirse
con la finalidad de buscar restricciones de
carcter econmico en las IES, atentando de
esa manera contra las innovaciones acadmi-
cas y frenando la creatividad institucional e
individual de la educacin superior; b) cam-
bia el orden y operacin de las universida-
des, de acuerdo con el rumbo exigido por los
evaluadores; c) atenta contra la autonoma
universitaria; d) las instituciones enfrentan
decretos y modelos sin que haya un debate
previo sobre polticas de aplicacin, necesi-
dades de precisin o instrumentos requeri-
dos; e) los evaluadores han establecido sus
juicios en un ambiente poco claro y de es-
caso consenso, sin precisar el significado de
la calidad y la excelencia perseguidos como
meta, estando ausente la posibilidad de dis-
cutir sus criterios e impugnar sus acuerdos,
y f) las evaluaciones han tenido fundamental-
mente un carcter administrativista.
Es indudable que un proceso con las
caractersticas marcadas introduce una se-
rie de restricciones en las instituciones de
educacin superior. La principal de ellas es
la dificultad para incorporar al proceso a la
comunidad universitaria, al observar que las
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ndo evaluaciones han sido ms desde la perspec-
tiva administrativa y que poco incorpora a
los acadmicos. Otra gran restriccin es la
falta de confianza en la evaluacin; con la
intuicin de que sta ser utilizada para in-
troducir restricciones de tipo econmico, los
actores universitarios presentan resistencias
a ser evaluados. Un tercer elemento es refe-
rido al temor a la injerencia de elementos ex-
traos en la institucin, lo que puede inducir
rechazo de algunas comunidades universita-
rias a la intromisin de evaluadores.
En un trabajo desarrollado, Romney, Bo-
gen y Micek (1989:84-94) discuten un con-
junto de restricciones que puede encontrar
un proceso de evaluacin institucional; ste
constituye un esquema adecuado desde el
cual resulta factible analizar las diferentes
restricciones a la evaluacin de la educacin
superior. Las dividen en cuatro grupos: a) la
de tipo poltico, que incluye los problemas
de desconfianza, el temor a la quiebra de los
patrones establecidos, miedo al incremento
de la burocracia, amor a las prcticas tradi-
cionales, temor a establecer compromisos
con los resultados, creacin de expectativas
falsas, no atencin a las recomendaciones
y temor a la injerencia externa; b) la de ca-
rcter metodolgico, que encierra la mala
aplicacin de la evaluacin, limitaciones en
la informacin, juntar intereses de mltiples
participantes, fallas en la unidad responsable
del proceso de evaluacin en la institucin,
los tiempos establecidos y la capacidad de
los evaluadores; c) la de tipo econmico,
como el tamao esperado de los beneficios,
los costos de la evaluacin y el posible uso
alternativo de los recursos, y d) la de cober-
tura filosfica, que se refiere a la naturaleza
de las instituciones y las formas de ejercer
el control, este trabajo considera estas lti-
mas como de carcter estructural. El artcu-
lo pretende llevar a cabo un anlisis de las
restricciones a la evaluacin institucional,
atendiendo a esta ltima estructura y consi-
derando el caso particular de Mxico.
Mtodos
Este trabajo busca expresar la experiencia
adquirida en la evaluacin de varias institu-
ciones como miembro del Comit Evaluacin
de la Administracin y Gestin Institucional,
de las constantes reuniones, conversaciones
e intercambio de ideas con los miembros de
ese comit. Pero, adems, de los resultados
de un cuestionario aplicado a los evaluado-
res, que sirvi para ordenar un esquema de
restricciones y as conocer cules de ellas
consideraban los miembros del comit ms
importantes. El esquema que se utiliz fue
el planteado por Romney, Bogen y Micek
(1989:84-94), el cual fue enviado a los eva-
luadores para que pusieran una calificacin
del 0 al 5, segn el grado de dificultad de
cada restriccin, donde 0 era la de menor
dificultad y 5 la de mayor. De los 10 evalua-
dores recibimos respuesta de ocho de ellos.
Para cada una de las restricciones se sum
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la calificacin otorgada en cada caso, lo que
dio un determinado nmero de puntos. El
mximo puntaje que poda alcanzar un factor
era de 40. Las restricciones se ordenaron por
grupos; as, se tratan, primero, las de orden
poltico, que fueron las que alcanzaron ma-
yor puntaje; despus, las de tipo estructural,
las de tipo metodolgico y, por ltimo, las de
tipo econmico. En cada uno de los grupos
tambin se ordenaron los elementos de ma-
yor a menor. Todas las restricciones son pre-
sentadas en un cuadro, ordenadas de mayor
a menor y divididas en tres grupos: el grupo
de elementos de restriccin alta, las restric-
ciones consideradas medias y, por ltimo, el
grupo que se considera de restriccin baja.
Se ordenaron todas las restricciones por or-
den descendente, estableciendo tres grupos:
el primero de restriccin alta, el segundo de
restriccin media y el tercero de restriccin
baja.
Una estructura de las restricciones al
proceso de evaluacin institucional
en Mxico
En este apartado se elabora un anlisis
del esquema de restricciones a la evaluacin
planteado en el punto anterior, introducien-
do la valoracin que realizaron los miembros
del comit.
Restricciones desde la perspectiva
poltica
Este fue el grupo de factores que alcanz el
mayor puntaje, pues tuvo un promedio de
22.75, siendo el factor de restriccin ms
alto el temor a establecer compromisos con
los resultados por las instituciones, el cual
alcanz 30 puntos; adems, seis factores
polticos tuvieron calificaciones por encima
de la media general; slo dos quedaron bajo
esta medida. Pero si bien cuenta con el ele-
mento de ms alto puntaje, tambin tiene el
que slo logr 11 puntos, que es ms bajo. A
continuacin, se presentan cada uno de los
ocho factores y su ordenamiento, como apa-
rece en el Cuadro 1.
Temor a establecer compromisos con los
resultados. Este fue el factor de restriccin
que alcanz la mayor calificacin, que fue de
30 puntos. Como consecuencia del proceso
de evaluacin, los comits emiten ciertas
recomendaciones para la institucin; stas
se entregan al responsable institucional,
quien decide qu hacer con ellas. En la ma-
yor parte de los casos, son difundidas entre
los miembros de la administracin y entre
los diferentes actores, quienes adquieren
un compromiso para la instrumentacin de
esas recomendaciones y con la idea de llevar
a cabo un seguimiento de las mismas. Los
involucrados pueden no comprometerse con
la instrumentacin de las recomendaciones
y, por tanto, no surtir ningn efecto en la
institucin. Estos compromisos pueden ser
de dos tipos: los que se establecen al exte-
rior con los organismos responsables de la
conduccin de la educacin superior y al
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ndo interior con la comunidad universitaria; hay
instituciones que llevan estos compromisos
a nivel de los diferentes cuerpos de apoyo,
como los patronatos, comits y consejos; es
decir, involucran a un grupo amplio de ac-
tores.
Temor a la intervencin externa. Este fac-
tor alcanz 27 puntos y fue el segundo en
importancia a nivel general. Por experiencia
de tiempo, nuestras instituciones le tienen
temor a la intervencin de organismos ex-
ternos. Algunas de ellas recurren a la auto-
noma como argumento fundamental para no
practicar un ejercicio de evaluacin. Tambin
la intervencin externa se observa de parte
de grupos polticos de las entidades federati-
vas que no aceptan que a las instituciones se
les sugieran cambios que provengan de otros
organismos. En las entidades, la mayor parte
de las veces, existen grupos que mantienen
intereses en las universidades y un ejercicio
de evaluacin puede apuntar en contra de
esos intereses.
Temor a que se rompa con los patrones
culturales y estilos de trabajo de la institucin.
Cuarto factor en importancia y que alcanz
25 puntos. Los diferentes actores de las
instituciones tienen establecidos patrones
culturales en su trabajo y en su convivencia;
la evaluacin constituye un peligro, segn
ellos, para sus ambientes y sus mecanismos
y formas de conducirse. Esto se puede pre-
sentar en todos los niveles de la institucin
o bien slo en aquel sector que mantiene el
poder o que, como grupo, dicta las reglas de
conduccin y comportamiento en la institu-
cin. Los directivos solicitan la evaluacin,
precisamente con la idea de romper esos
patrones. De ello, hay varios ejemplos en el
pas.
Temor a crear falsas expectativas con los
resultados. Tambin como el factor anterior,
fue calificado con 25 puntos y ubicado en
cuarto lugar. Un ejercicio de esta naturale-
za puede traer consigo expectativas irreales.
Algunos directivos piensan que con el solo
hecho de practicar una evaluacin externa
la institucin ser otra; un ejercicio de eva-
luacin por s slo genera pocos efectos; lo
importante son las medidas instrumentadas
para el mejoramiento y la forma en que la co-
munidad asuma esos compromisos. El prin-
cipal objetivo de la evaluacin institucional
es lograr que la institucin se comprometa
consigo misma en la instrumentacin de
mejores prcticas. Sin embargo, en la mayor
parte de las ocasiones la sola realizacin del
ejercicio de evaluacin trae consigo benefi-
cios institucionales al lograr el ordenamien-
to de una serie de actividades y mecanismos
ejercidos en su interior. En algunas univer-
sidades, la evaluacin crea falsas expectati-
vas; incluso, para los grupos opositores a la
administracin, pues en varias instituciones,
durante la visita, se nos acercan elementos
de la comunidad universitaria y nos entregan
reclamos en contra de las autoridades de esa
institucin.
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A Fondo
No atencin a las recomendaciones. Este
factor alcanz 23 puntos y fue calificado en
sexto lugar. El resultado del trabajo de in-
vestigacin sobre la institucin es resumido
en las recomendaciones y la forma en que
stas son atendidas por la universidad. Por
diferentes razones, en algunas ocasiones, s-
tas no son tomadas en cuenta; entonces, los
efectos de la evaluacin son escasos. Los mo-
tivos fundamentales por los que no son aten-
didas provienen del cambio de autoridades,
el directivo que pidi la evaluacin ya no se
encuentra en el poder, o bien el ambiente
que se vive en la institucin no es el ade-
cuado para la instrumentacin de las reco-
mendaciones. O simplemente se solicit la
evaluacin por el efecto demostracin, con
la finalidad de manifestar que la institucin
ha sido evaluada.
Sujecin y amor a las prcticas tradicio-
nales. Por lo general, los miembros de una
organizacin le toman amor a los sistemas y
procedimientos que han utilizado y que en
muchas ocasiones ellos mismos han crea-
do, de manera que es difcil la implantacin
de nuevos procedimientos y sistemas en la
organizacin. Se despiertan los temores de
que una evaluacin pueda crear una nueva
estructura y procedimientos diferentes que
desechen aquellos establecidos y con los
cuales se ha convivido durante mucho tiem-
po. Hay ejemplos de instituciones donde se
sugiere la nueva estructura, se discute y se
aprueba, pero jams se instrumenta como
producto del grado de afianzamiento de es-
tas prcticas. Como se seal, se puede en-
contrar con una gran resistencia al cambio.
Falta de confianza de las IES a la evalua-
cin institucional. Es posible encontrar este
tipo de problemas en tres sentidos. Algunos
directivos de instituciones no desean o no
solicitan la evaluacin porque piensan que
sus instituciones estn trabajando en forma
adecuada y un proceso de esta naturaleza al-
terara sus formas de trabajo. La desconfianza
central es hacia los organismos evaluadores,
ya que los directivos piensan que no cuentan
con el personal suficiente y preparado que
pueda realizar una autntica evaluacin en
su institucin. Un ejemplo de este tipo son
las universidades tecnolgicas, donde uno de
sus argumentos que esgriman para no parti-
cipar en un ejercicio de esta naturaleza era
que el comit de evaluacin no contaba con
pares que conocieran ese sistema universi-
tario. A pesar de ello, inici la evaluacin
de esas instituciones con el comit dispo-
nible; despus, se integraron elementos de
esas universidades y el proceso se ha lleva-
do a cabo en forma exitosa. Por otro lado,
es posible encontrar directivos que saben
de antemano que no estn trabajando de la
manera ms adecuada, pero no desean que
personas externas conozcan sus debilidades,
porque adems corren el peligro de que las
den a conocer a otros niveles e instancias o,
incluso, en la institucin. La desconfianza
es tambin hacia lo interno, porque piensan
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CENTRO DE INVESTIGACIONES Y SERVICIOS EDUCATIVOS
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ndo que los actores internos no tendrn un com-
portamiento adecuado durante el proceso de
evaluacin; pero es indudable que la mayor
desconfianza es hacia lo externo, porque de-
sean que se conozca lo menos posible lo que
se est haciendo.
En el tercer grupo estn los que piensan
que la evaluacin no acarrea ningn bene-
ficio a las instituciones, que slo sera una
prdida de tiempo promover un ejercicio de
esta naturaleza y que lo mejor es no impulsar
acciones de ese tipo. Tienen desconfianza de
todo el proceso. Para vencer todos esos te-
mores, lo ideal sera que en las universidades
se impulsaran ejercicios de evaluacin entre
sus mismos pares acadmicos y entre las
mismas dependencias universitarias, lo cual
resultara muy saludable para la institucin.
Esos ejercicios seran fortalecidos por la vi-
sin externa de los evaluadores.
Miedo al incremento de la burocracia.
Existe el temor, bien fundado, por cierto,
de que al momento de la evaluacin y de
las recomendaciones se sugiera una nueva
estructura administrativa para la institucin,
lo cual puede ser aprovechado por los sindi-
catos y los grupos de poder de la institucin
para levantar la exigencia de nuevas plazas,
o bien la recategorizacin de las existentes
al presentarse nuevos puestos en el organi-
grama. Las recomendaciones de los comits
no van en ese sentido, sino ms con la idea
de perfeccionar los procesos de las institu-
ciones, con base en el mejoramiento de las
condiciones de trabajo del personal contra-
tado. Hacer ms funcionales los puestos que
se tienen y participativos a los funcionarios
y trabajadores que se encuentran en las de-
pendencias. Una de las recomendaciones
centrales del comit ha sido la de lograr una
definicin en los documentos centrales de la
institucin de cules son los elementos de
carcter acadmico y cules los de carcter
laboral.
Restricciones de carcter estructural
Este grupo de restricciones fue ubicado en
segundo lugar, al alcanzar un puntaje de
20.5, casi igual a la media general, que fue
de 20.44.
Formas de ejercer el control. Este factor
qued en tercer lugar a nivel general, alcan-
zando una puntuacin de 26 unidades. En
la prctica de una evaluacin se debe tener
claro cmo y quin ejerce el poder en la
universidad; en ella hay grupos disputndo-
se la hegemona, por lo que es importante
tambin descubrir cules son las formas por
medio de las cuales esos grupos actan; de
ah es posible deducir la utilidad y eficiencia
que tendr el ejercicio de evaluacin. Exis-
ten instituciones en las cuales se manifiesta
el poder de los sindicatos, o bien la burocra-
cia universitaria, o el poder es ejercido des-
de fuera por grupos polticos asentados en la
regin. Las experiencias son variadas.
La naturaleza y tipo de instituciones. Este
factor slo alcanz 15 puntos. Ms que li-
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MAYO 2006 / 15
UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOA
A Fondo
mitaciones, es adecuado entender que cada
institucin presenta sus formas de organiza-
cin; incluso entre instituciones del mismo
tipo, por ejemplo, entre las universidades
pblicas, las culturas organizacionales y las
formas de trabajo son muy diferentes. En
ello interviene el tamao, la historia y la
cultura que han prevalecido. No significa lo
mismo el proceso de evaluacin para la Uni-
versidad Autnoma de Nuevo Len que para
el Instituto Tecnolgico de Sonora, o para la
Universidad de Occidente, en Sinaloa, aun
cuando las tres son universidades pblicas.
Lo mismo ocurre con las universidades tec-
nolgicas; existen diferencias importantes
entre la de Aguascalientes con la de Puebla,
Torren o San Lus Potos. Los criterios de
evaluacin tienen que ser tambin diferen-
tes. Un ejercicio de evaluacin encuentra
serias limitaciones cuando se pretende usar
los mismos indicadores y mecanismos simi-
lares para todas las instituciones en su rea-
lizacin.
Restricciones de tipo metodolgico
Este grupo de restricciones fue ubicado en
tercer lugar, alcanzando 19.85 puntos; aun-
que cont con cuatro factores de restriccin
por encima de la media, tuvo uno con 12
puntos, que fue la posibilidad de una aplica-
cin incorrecta de la evaluacin.
Definicin del tiempo y no cumplimiento
con los plazos establecidos. Una limitacin
proviene de los tiempos de los comits y
los tiempos de la institucin. Cuando una
evaluacin se pospone en varias ocasiones,
pierde credibilidad. Hemos observado casos
donde las autoridades de la institucin no en-
cuentran el tiempo adecuado para practicar
la evaluacin y el ejercicio se va retrasando
sin un motivo importante en apariencia; esto
crea ciertas circunstancias de animadversin
de los evaluadores y ya no se juzga con el
mismo sentido. En una institucin se estu-
vo posponiendo la evaluacin por cerca de
tres aos y cuando se dio el cambio de rector
el ejercicio fue practicado en un plazo muy
corto; en este caso, la realidad era que el an-
terior rector no tena buena disposicin para
llevar a cabo la evaluacin. Deben existir ra-
zones justificadas que lleven a la institucin
y a los evaluadores a posponer la realizacin
de una actividad de ese tipo.
Limitaciones en la informacin. Aunque
fue calificada en quinto lugar con 24 puntos,
en la realidad es una de las restricciones ms
importantes. Hay problemas sobre el tipo de
informacin que proporcionan las institucio-
nes: debe ser verdica y actualizada porque
de ello depende la viabilidad de las recomen-
daciones. La institucin es la nica respon-
sable de la informacin que proporciona y
desde el momento que hace llegar todos los
requerimientos solicitados es posible definir
la seriedad con la que asume la evaluacin.
Este punto se ha aligerado en forma notable
con la introduccin de tecnologas informati-
zadas; sin embargo, todava en 2004 nos toc
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CENTRO DE INVESTIGACIONES Y SERVICIOS EDUCATIVOS
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ndo visitar una institucin donde cada alumno
contaba con una caja donde se depositaba su
expediente de servicio social; entonces, esta
sola actividad ocupaba una gran cantidad de
espacio. Otro problema en este aspecto es
que la informacin tiene muchas lagunas y
resulta muy diferente, considerando la fuen-
te que se utiliza.
La unidad responsable de las institucio-
nes. Su evaluacin fue de 23 puntos. Ge-
neralmente, quien conduce el proceso de
evaluacin en la institucin es el funcionario
encargado de la planeacin institucional. El
xito de este proceso depende, en gran par-
te, del liderazgo que ejerza ese funcionario.
En ocasiones, se presenta cierto tipo de celos
entre los mismos funcionarios y eso obstruye
el proceso; lo mejor es que haya un equipo o
un comit que apoye la evaluacin. Existen
universidades que cuentan con un consejo de
planeacin y evaluacin donde los ejercicios
de evaluacin han sido muy exitosos. Por lo
menos dos instituciones, consideradas de las
de mayor calidad en nuestro pas, cuentan
con consejos y comits de planeacin y eva-
luacin, los cuales han brindado dinamismo
a la institucin en esas funciones. Todas las
acciones, incluso los propios reportes de eva-
luacin, son difundidos y analizados en esos
organismos.
Conjuntar los intereses de los mltiples
participantes. Este factor alcanz 21 puntos.
Es posible encontrar diferencias entre la in-
formacin que proporcionan los participan-
tes, de ah que sea importante la pericia y
experiencia del evaluador para unir los inte-
reses de los diferentes actores, de manera
que se puedan formular recomendaciones
adecuadas y factibles de implementarse.
Pueden existir intereses opuestos entre pro-
fesores y alumnos, trabajadores y directivos,
etctera. Se ha podido comprobar que en el
grupo de profesores o de alumnos para ser
entrevistados hay posiciones muy opuestas
respecto del funcionamiento de la universi-
dad. Un ejemplo comn en las universidades
tecnolgicas es la visin opuesta de los de-
partamentos acadmicos con la Secretara de
Vinculacin; los profesores sealan que son
ellos quienes principalmente llevan la carga
de las estadas en cuanto a programacin y
evaluacin y la Secretara de Vinculacin slo
se remite a formular reportes de los logros
alcanzados. La opinin de los profesores res-
pecto de los investigadores y de stos hacia
los profesores, de los estudiantes que estn
fuera del campus central de la institucin
hacia los que se encuentran en el principal
campus, etctera. Como stos podemos ci-
tar varios ejemplos a nivel de los diferentes
tipos de instituciones. En un modelo de eva-
luacin ms participativo, la forma de unir
intereses sera el elemento central en el ejer-
cicio de evaluacin.
Desconocimiento de los indicadores. Este
factor no fue considerado muy importante,
pues tiene una calificacin de 18, el cual
est por debajo de la media. En nuestro pas
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MAYO 2006 / 17
UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOA
A Fondo
es necesario que se definan parmetros e
indicadores para la evaluacin de las institu-
ciones; en el comit de evaluacin se tienen
avances en ese sentido. Sin embargo, estos
esfuerzos no son suficientes todava, toman-
do en cuenta que en otros pases, como Esta-
dos Unidos y Australia, cuentan con comits
especiales que se encargan de revisar los es-
tndares con los cuales se deben realizar las
evaluaciones.
La capacidad de los evaluadores. Tuvo una
calificacin baja, lo que indica que los eva-
luadores cuentan con una capacidad adecua-
da. Para el caso de Mxico, esta capacidad es
adquirida en la prctica, pues nadie de los
integrantes del comit llev a cabo estudios
especiales en el campo de la evaluacin ins-
titucional. El xito de la evaluacin depende,
en gran medida, de la capacidad de los eva-
luadores para sortear cada una de las dificul-
tades que se han anotado. Los evaluadores
tienen que aparecer como un equipo, con
la finalidad de ofrecer mayor grado de con-
fiabilidad tanto a las autoridades como a los
diferentes sectores que participan, propor-
cionando informacin y posibles soluciones
a la problemtica presentada. Los evaluado-
res deben tener suficiente conocimiento del
proceso, pero adems, transmitir seguridad
en su trabajo.
Mala aplicacin de la evaluacin. Este fac-
tor tuvo una de las calificaciones ms bajas,
que fue de 12 puntos. Los pares no consi-
deran que sta pueda ser una restriccin
seria. Sin embargo, en ocasiones se tienen
fuertes dificultades para la aplicacin de la
evaluacin, las cuales pueden provenir de los
diferentes actores participantes en el ejerci-
cio. Desde los evaluadores hasta los sujetos
entrevistados, en ambos casos pueden no
ser los adecuados. La institucin no se com-
promete en facilitar los mecanismos para el
ejercicio de evaluacin, no proporciona los
informantes adecuados. Nos ha tocado vivir
la experiencia de que cuando se pide entre-
vistar a egresados slo proporciona egresados
que trabajan en la propia institucin, ya sea
como profesores o como administrativos; de
ah que no se puedan obtener conclusiones
que ayuden a los evaluadores y a la institu-
cin a conocer la valoracin que de la misma
tienen sus egresados. Esto hace que se incre-
mente el trabajo del evaluador y que tenga
que buscar otras alternativas para contar con
la informacin que le permita establecer jui-
cios con mayor apego a la realidad.
Restricciones econmicas
El grupo que se calific al ltimo fue el per-
teneciente a las restricciones econmicas,
pues slo alcanz 18.66 puntos. stas no
fueron consideradas restricciones fuertes,
debido a que las instituciones no pagan en
forma directa el costo de las evaluaciones.
Uso alternativo de los recursos. Los eva-
luadores asignaron una calificacin de 23 a
este factor; aunque las instituciones no cu-
bren el total del costo de evaluacin, de to-
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CENTRO DE INVESTIGACIONES Y SERVICIOS EDUCATIVOS
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ndo das formas tienen que comprometer algunos
recursos, los cuales pueden ser dedicados a
otras actividades. Las instituciones trabajan
bajo un esquema de recursos escasos y siem-
pre tendrn varias alternativas hacia dnde
destinar el dinero; de ah que, en muchos
casos, prefieran dedicar esos recursos a otras
actividades que consideran prioritarias. Des-
tinar recursos a la evaluacin depende del
juicio de valor que las autoridades universi-
tarias asignen a este ejercicio.
Los tipos de beneficios econmicos espe-
rados. Se calific con 21 puntos. Las insti-
tuciones se someten a procesos de evalua-
cin porque depositan en ello la esperanza
de contar con mayores apoyos econmicos;
desgraciadamente, en nuestro pas los pre-
supuestos para educacin superior no han
sido todo lo generosos que deseamos, pero
adems la distribucin de los mismos ha ado-
lecido de claridad. Cuando las instituciones
no son favorecidas con esos apoyos es ms
difcil que continen participando en un
proceso de esta naturaleza. Las evaluaciones
no deben estar ligadas en forma directa a
recursos financieros, pero s apoyar a la ins-
titucin en la definicin de polticas y a la
ejecucin de acciones para la realizacin de
su quehacer con mayor eficiencia.
Falta de recursos para realizar la evalua-
cin. Tuvo 12 puntos y fue de las ms bajas.
En la realizacin de un ejercicio de esta na-
turaleza se incurre en una serie de costos
monetarios para los diferentes actores. La
institucin requiere de recursos para dispo-
ner, en tiempo y forma, toda la informacin
que se le solicita y realizar preparativos de
la visita con funcionarios y equipo de apoyo;
cuando se cuenta con numerosos campus
hay la necesidad de trasladar estudiantes y
profesores al lugar donde se realizan las en-
trevistas. Para los organismos evaluadores,
en este caso la ANUIES y la SEP, representa
pago de salarios, pasajes, viticos y papele-
ra, etctera.
Discusin de resultados y propuestas
Como se observa, la instrumentacin de un
proceso de evaluacin conlleva un conjunto
de dificultades; buscar su aligeramiento es
una tarea primordial para quienes estamos
comprometidos con los quehaceres relacio-
nados con la educacin superior en Mxico.
Buscar formas de implementarlo es un com-
promiso que siempre debemos tener presen-
te; para ello, hay que considerar los elemen-
tos que a continuacin se discuten.
La evaluacin es un proceso sociopolti-
co. Los evaluadores califican, en primer lu-
gar, lo elementos considerados de carcter
poltico. Los dos factores que alcanzaron las
calificaciones ms altas, temor a establecer
compromisos con los resultados por parte de
las instituciones y temor por parte de las IES a
la intervencin externa, estn incluidos en el
grupo de restricciones de carcter poltico.
Por la forma en que se practica y se inter-
preta la evaluacin institucional en Mxico,
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MAYO 2006 / 19
UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOA
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ambos factores son de desconfianza hacia lo
externo, ya que los compromisos que con-
traen las instituciones se entiende que se
establecen con organismos pblicos respon-
sables de conducir la educacin superior y
no con la comunidad universitaria. Otro ele-
mento de tipo poltico, aunque se incluy en
las restricciones de carcter estructural, est
referido a las formas de ejercer el control en
las instituciones. Atender la evaluacin desde
esa perspectiva es admitir que, en su prcti-
ca, confluyen un conjunto de factores de tipo
poltico, social y cultural, los cuales tienen
que ser racionalizados mediante el juicio de
los actores. No es posible comprender la eva-
luacin slo como un ejercicio tcnico, don-
de se aplicar un cuestionario que atiende
un conjunto de indicadores por medio de los
cuales se otorga un atributo. La evaluacin
es parte de una cultura en la que intervienen
valores, expectativas, actores que surgen,
procedimientos y relaciones; en segundo
lugar, como seala Aboites (2000:111), ha-
blar de cultura con referencia a la evaluacin
abre la puerta a considerarla como una parte
importante del proceso de construccin de
lo que se quiere de la sociedad. La evalua-
cin no slo es cultura a secas; tambin es
cultura poltica, concluye el autor.
El impulso y desarrollo de polticas en
este campo no es slo responsabilidad de
organismos y comits externos. Los princi-
pales elementos del proceso deben ser los
actores de las instituciones, quienes hacen
de la evaluacin un proceso de transforma-
cin institucional. Como seala Daz Barriga
(2000:14), La responsabilidad del desarrollo
de estas polticas no es exclusiva de tales or-
ganismos; aunque el autor mencionado se
refiere a organismos internacionales, es vli-
do para nuestro caso.
Al considerarse la evaluacin desde la
perspectiva sociopoltica, sta tiene que
atenderse como un ejercicio de aprendizaje
conjunto. No debe verse desde una perspec-
tiva punitiva; los evaluadores no van a las
instituciones a otorgar o a quitar recursos,
como comnmente se observa. Es un ejerci-
cio participativo donde todos los involucra-
dos tienen algo que aportar por el bien de la
institucin. Los evaluadores no deben juzgar
y calificar resultados, sino constituirse en los
armadores de una red de trabajo para llevar
a cabo una investigacin cualitativa que de-
tecte las dificultades que tiene la institucin,
pero tambin los posibles caminos para re-
solverlas, lo que generar un nmero de re-
comendaciones compartidas por la mayora
de involucrados. Tradicionalmente se ha vis-
to el proceso de evaluacin dividido en dos
partes. Por un lado, estn los evaluadores y
promotores del proceso, en este caso los or-
ganismos oficiales responsables de conducir
las polticas educativas gobierno y, por otro,
se encuentran las instituciones, programas
y sujetos que sern evaluados. Esta es una
concepcin que prevalece en los ejercicios
actuales; existe una separacin marcada en-
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ndo tre los que evalan y lo que se evala. Las
instituciones deben acoplarse a un conjun-
to de indicadores y estndares a los cuales
no tienen acceso, ni cuentan con previo co-
nocimiento de los mismos. La planeacin y
evaluacin de las instituciones alcanzar me-
jores resultados cuando haya mayor involu-
cramiento de diferentes actores al proceso,
pero, sobre todo, la ntegra participacin de
las instituciones (ver Cuadro 1).
La implementacin de un ejercicio de
evaluacin tambin encierra restricciones de
carcter estructural, las cuales son intrnse-
cas a la institucin evaluada y se refieren a
las formas de ejercer el control y a la natu-
raleza y estructura de las instituciones. Este
grupo de factores se consider en segundo
lugar por los evaluadores (ver Cuadro 2).
La evaluacin debe ser un proceso inte-
grado a la institucin. De ah que sobre ste
tengan gran influencia las formas de ejercer
el control y la naturaleza de las instituciones;
esto se manifest cuando inici la evaluacin
de las universidades tecnolgicas; estas ins-
tituciones solicitaron que se integraran eva-
luadores de ese sistema, con los que dio ma-
yor confianza al ejercicio. La evaluacin no
debe ser un proceso ajeno y separado de las
restantes actividades de la institucin. Cuan-
do la universidad se involucra en el proceso
de evaluacin es para la bsqueda de mejo-
res prcticas en su quehacer. Por ese moti-
vo, tiene que agregarse como una actividad
cotidiana ms que requiere de un ejercicio
celoso, pues sus resultados se convierten en
insumos para el desarrollo de varias activida-
des institucionales que no pueden partir de
bases y supuestos falsos. La evaluacin, en
primer lugar, es un compromiso y un ejer-
cicio de la institucin que debe integrarla
como una ms de sus actividades. Con todo
lo anterior, lo ms pertinente es sealar que
sta es un ejercicio de investigacin institu-
cional que debe mantenerse en forma per-
manente, integrada a la institucin, con la
responsabilidad de todos los involucrados y
realizada desde una lgica constructivista.
Aunque los evaluadores consideraron me-
nos importantes las restricciones de carcter
metodolgico, en nuestro pas adquieren
gran importancia. Se debe tomar en cuenta
que la evaluacin es un proceso formativo.
Es un ejercicio de enseanza y aprendiza-
je colectivo. Es un proceso de formacin
donde todos aprenden. Para los evaluadores
cada institucin es una nueva experiencia
y, como lo manifiestan quienes por 15 aos
han participado en su prctica al reconocer
que todas las evaluaciones son diferentes,
cada una tiene sus especificidades que se
deben atender. Hay mucho que aprender
de los estudiantes, de los directivos, profe-
sores y lderes de la comunidad, pues cada
uno debe ver reflejadas sus experiencias en
el documento de reporte. Se aprende de la
institucin que tiene todos sus procesos de-
bidamente digitalizados y utiliza las ms mo-
dernas tecnologas de informacin, como de
aquella que se dispone a presentar oficinas
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MAYO 2006 / 21
UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOA
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repletas de cajas que contienen expedien-
tes de alumnos. Es interesante entrevistar
a aquellos lderes sociales que tienen fuerte
participacin en la institucin, que asisten a
los eventos acadmicos y que son parte de
los mismos, pero tambin resulta interesan-
te entrevistar a aquellos que proponen que
la universidad debera vender los laborato-
rios y otras propiedades como terrenos para
resolver su crisis financiera, adems, para no
estar gastando ms en su mantenimiento. En
nuestro pas existe la necesidad de aplicar
mecanismos ms eficaces para la obtencin
y manejo de la informacin; contar con una
unidad responsable de la planeacin y eva-
luacin en las instituciones; tener ms clari-
dad y responsabilidad en la introduccin de
estndares y manejo de indicadores; no se
pretende que exista un comit de estnda-
res, pero s tener claros estos principios para
un adecuado ejercicio de evaluacin. En este
aspecto, se tiene que promover la formacin
de evaluadores e, incluso, impulsar progra-
mas de posgrado en el campo.
Es un ejercicio que construye. Como pri-
mera preocupacin, el ejercicio de evalua-
cin busca ser constructivo; es decir, apoyar
en la creacin de nuevas realidades. Un nue-
vo plan de desarrollo debe ser producto de
una evaluacin; la construccin de nuevas
y mejores relaciones institucionales es pre-
ocupacin de los involucrados. La definicin
de ms atinadas polticas en cada uno de los
mbitos institucionales tambin debe ser
producto de un ejercicio de evaluacin.
A las restricciones de tipo econmico se
les otorg la ms baja calificacin. El factor
que obtuvo mayor puntaje en este grupo se
refiere a que las instituciones prefieren des-
tinar esos recursos a otras actividades que a
la evaluacin; a este respecto tenemos que
decir, aunque ya se seal, que la evalua-
cin es un proceso integrado a la institucin,
pero adems debe ser permanente; de ah
que las instituciones deben destinar un fon-
do a ese tipo de actividades, con la finalidad
de que, en forma constante, estn revisando
su quehacer. Se ha demostrado que las ins-
tituciones interesadas en mantener este tipo
de ejercicios en forma continua fueron las
primeras en acreditar el mayor nmero de
programas.
Por otra parte, se hizo un ordenamiento
de las restricciones de mayor a menor, es-
tableciendo tres intervalos. El primero, de
30-24, donde se ubican siete restricciones;
el segundo, de 23-17, que comprende ocho
restricciones y, el tercero, de 16-10, con cin-
co. Al primero se le llam de restriccin alta
y ah se encuentran la mayor parte de las li-
mitaciones que se relacionan con el temor a
establecer compromisos con organismos ex-
ternos. Al segundo grupo se le llama de res-
triccin media, donde sus elementos estn
ms relacionados con el quehacer interno de
la universidad; por ultimo, el tercer intervalo
est ms referido a las cuestiones tcnicas y
metodolgicas de la evaluacin.
Las instituciones de educacin superior
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ndo deben estar convencidas de integrar la eva-
luacin en su quehacer diario y disear los
instrumentos para que sea posible. A este
respecto, Anderson (2004:17-27) menciona
que existen al menos ocho mecanismos para
promover la evaluacin entre las universi-
dades: 1) continuamente recordarse unas a
otras los beneficios que les puede traer la
realizacin de ejercicios adecuados de eva-
luacin; es decir, los principales promotores
de la evaluacin tienen que ser las propias
instituciones; 2) compartir ejemplos de eva-
luacin entre las instituciones a nivel gene-
ral, as como entre programas, apoyando a
aquellas que apenas inician en este proceso;
la mejor forma de aprender es compartir las
experiencias; 3) la institucin debe conocer
sus metas, objetivos y razones por los cuales
se compromete en un proceso de esta natu-
raleza; sin duda, ella es la mayor responsable
de los resultados del ejercicio; 4) articular y
comprometer a toda la institucin en la im-
plementacin y realizacin de la evaluacin;
aun cuando la experiencia es que las institu-
ciones trabajan de manera parcelada, es im-
portante que se asuman los ejercicios de eva-
luacin en forma integral; 5) incorporar a los
estudiantes en el ejercicio; este sector es un
informante de primera mano y por lo general
mantiene una visin muy crtica acerca del
funcionamiento de la universidad; 6) cono-
cer y manejar las barreras que se tienen para
la realizacin de este ejercicio. Las institu-
ciones no deben esperarse a tener todas las
condiciones para el impulso de la evaluacin;
el mejor desempeo puede venir como re-
sultado de este ejercicio; 7) que los adminis-
tradores, profesores y, en general, todos los
involucrados, entiendan y asuman su papel,
ya que la evaluacin no es responsabilidad
de un sector, sino de toda la institucin, y 8)
por ltimo, una pregunta que debe hacerse
la institucin: qu pasa si no participa o no
lleva a cabo el proceso de evaluacin?
En la instrumentacin de este ejerci-
cio es necesario, en primer lugar, impulsar
la investigacin institucional en las propias
instituciones. Las universidades tienen que
conocerse mejor a s mismas. sta es una
recomendacin que de manera general ha-
cemos en el comit; los planes de desarrollo
no deben transitar en forma automtica de
una institucin a otra, sin atender especifi-
cidades y las caractersticas de cada univer-
sidad. Para ello, hay la necesidad de impul-
sar la prctica de un modelo de planeacin
contextual; algunas universidades, como la
Universidad Autnoma de Baja California, ya
se desenvuelve bajo este esquema.
Los CIEES trabajan bajo un modelo consi-
derado iluminativo, el cual pretende encon-
trar las denominadas zonas oscuras de la ins-
titucin y recomendar algunas soluciones; es
decir, iluminarlas. Es tiempo, y ya ha habido
algunas discusiones en ese organismo, de
avanzar hacia un modelo de evaluacin ms
participativo y construido desde las acciones
de las propias instituciones de educacin su-
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UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOA
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perior. Trabajar hacia los modelos constructivistas y contextuales (Guba y Lincoln, 1989:21-
49; Peterson, 1997:127-157; Anderson, 2004:17-27; Banta, 2002:261-283, slo por citar a
algunos autores).
Conclusin
Este trabajo revisa una serie de restricciones para la implementacin de un proceso de eva-
luacin. stas se dividieron en cuatro grupos, de los cuales se desprenden cuatro direcciones
hacia donde hay que trabajar. Primero, un eje poltico donde todos los involucrados tienen
mayor exigencia en su participacin; el proceso deber contar con un mayor compromiso de
las instituciones de educacin superior. El segundo eje es el estructural, donde la evaluacin
debe ser parte del quehacer de las instituciones; buscar el fortalecimiento de la funcin de
planeacin y evaluacin en las instituciones. Un eje metodolgico que busque la definicin
de modelos de evaluacin ms participativos, cuide los estndares e impulse programas
para la formacin de personal en este campo. Por ltimo, un eje econmico que procure los
correspondientes respaldos financieros para esta actividad en las instituciones y se entienda
que el proceso de evaluacin no es slo un mecanismo para la bsqueda de recursos. Por
esta va, el camino ms adecuado es que las instituciones hagan suyo el proceso de evalua-
cin y puedan definir toda su instrumentacin.
Cuadro 1
Ordenamiento de las restricciones carcter poltico
N Factores 1 2 3 4 5 6 7 8
1 Temor a establecer compromisos con los resultados por las instituciones 0 5 5 4 3 4 4 5 30
2 Temor de las IES a la intervencin externa 1 3 5 3 2 4 4 5 27
3 Temor a crear falsas expectativas con los resultados 1 1 5 4 3 3 4 4 25
4 Temor a que se rompan los patrones culturales y estilos de trabajo de la institucin 1 3 2 4 4 4 3 4 25
5 No atencin a las recomendaciones 0 3 5 3 3 3 3 4 236 Sujecin y amor a los mecanismos establecidos 0 3 1 4 2 4 4 4 22
7 Falta de conanza de las IES a la evaluacin institucional 5 1 1 2 3 1 3 3 19
8 Miedo al incremento de la burocracia 1 1 0 2 3 0 1 3 11
Promedio 22.75
Fuente: elaboracin del autor.
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ndo Cuadro 2
Ordenamiento de las restricciones de carcter estructural
No. Factores 1 2 3 4 5 6 7 8
1 Formas de ejercer el control en las institucionesFormas de gobierno de las instituciones 0 5 4 5 3 4 0 5 26
2 La naturaleza y estructura de las institucionesCada institucin y sistema son diferentes 0 5 4 0 1 1 0 4 15
Promedio 20.5
Fuente: elaboracin del autor.
Cuadro 3
Ordenamiento de las restricciones de carcter metodolgico
No. Factores de carcter metodolgico 1 2 3 4 5 6 7 81 No cumplimiento con los plazos establecidos 0 3 5 4 4 4 4 3 272 Limitaciones de informacin 4 3 4 3 0 3 4 3 24
3 Limitaciones de la unidad responsable en lasinstituciones 0 3 4 1 4 4 4 3 23
4 Dicultades para conjuntar los intereses delos diferentes participantes 0 3 4 1 4 4 3 2 21
5 Limitaciones en la medida y desconocimientode los indicadores 4 1 3 1 1 3 2 3 18
6 Debilidad en la capacitacin de los evaluadores 0 1 4 1 1 1 4 2 147 Aplicacin incorrecta de la evaluacin 0 1 3 1 1 1 1 4 12
Promedio 19.86
Fuente: elaboracin del autor.
Cuadro 4
Ordenamiento de las restricciones de carcter econmico
No. Factores 1 2 3 4 5 6 7 8
1 La institucin preere destinar estos recursosa otras actividades mejor que a la evaluacin 0 5 3 3 4 1 4 3 23
2 Los tipos de benecios econmicos esperadospor las instituciones no son altos 0 5 4 2 1 2 1 5 21
3 La falta de recursos para realizar la evaluacin 0 1 3 2 1 1 1 3 12
Promedio 18.67
Fuente: elaboracin del autor.
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UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOA
A Fondo
Cuadro 5
Ordenamiento de las restricciones que estn por encima de la media
No. Factores Puntos Intervalos
1 Temor a establecer compromisos con los resultadospor las instituciones 30 A
2 No cumplimiento con los plazos establecidos 27 A3 Temor de las IES a la intervencin externa 27 A
4 Formas de ejercer el control en las institucionesFormas de gobierno de las instituciones 26 A
5 Temor a crear falsas expectativas con los resultados 25 A
6 Temor a que se rompan los patrones culturales y estilosde trabajo de la institucin 25 A
7 Limitaciones de informacin 24 A8 No atencin a las recomendaciones 23 M9 Limitaciones de la unidad responsable en las instituciones 23 M
10 La institucin preere destinar estos recursos a otrasactividades mejor que a la evaluacin 23 M
11 Sujecin y amor a los mecanismos y procedimientosestablecidos 22 M
12 Dicultades para unir los intereses de los diferentesparticipantes 21 M
13 Los tipos de benecios econmicos esperados por lasinstituciones no son altos 21 M
14 Falta de conanza de las IES a la evaluacin institucional 19 M
15 Limitaciones en la medida y desconocimiento de losindicadores 18 M
16 La naturaleza de las instituciones y estructurade las instituciones 15 B
17 Debilidad en la capacitacin de los evaluadores 14 B
18 Aplicacin incorrecta de la evaluacin 12 B19 Falta de recursos para realizar la evaluacin 12 B20 Miedo al incremento a la burocracia 11 B
Fuente: elaboracin del autor. A=Restriccin alta. M=Restriccin media. B=Restriccin
baja.
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CENTRO DE INVESTIGACIONES Y SERVICIOS EDUCATIVOS
A Fo
ndo
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MAYO 2006 / 27
UNIVERSIDAD AUTNOMA DE SINALOA
A Fondo
1. Los puntos centrales de la RIES
L a RIES fue planteada como uno de los puntos nodales del Programa Nacional de Educacin 2001-2006, en virtud de que
la ltima reforma a la secundaria haba sido
realizada desde 1992. Segn la crtica principal al currculo de secundaria establecido por la RIES, es
que ste estableca un poco de todo, es decir, conocimientos
tericos, especializados y tambin aplicativos.
El Plan Nacional de Educacin (PNE) 2001-2006 establece
lneas generales y necesidad de la reforma, pero fue hasta no-
viembre de 2002 que la SEBN-SEP public un documento base
explicando los alcances de la RIES y diagnosticando el estado de
las condiciones de desempeo como, por ejemplo, el dato de
que 43% de los profesores de ese nivel estaban contratados por
horas hasta el ciclo 2000-2001 y que desde 1993 el ciclo se
haba convertido en obligatorio, dndolo carcter de ley.
Desde sus primeros intentos de su puesta en marcha, la
RIES recibi ms crticas que adhesiones; en junio de 2004 en
la Comisin Permanente del Congreso de la Unin, el PRI, PRD
y PT rechazaron la reforma light de la SEP (La Jornada, 24 de ju-
La reforma integral de la educacinsecundaria (RIES) y la crtica a su modelopedaggico
Prudenciano Moreno Moreno
Universidad PedaggicaNacional, Unidad Ajusco.Doctor en Economa.Acadmico titular
A fondo
[27]
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CENTRO DE INVESTIGACIONES Y SERVICIOS EDUCATIVOS
A Fo
ndo
nio de 2004, Mxico, pp.13-16), aunque la
SEP ofreca la RIES como una poltica educativa
innovadora y a consulta pblica.
Los primeros debates se centraron en lo
conveniente o no de la reduccin de 34 a
21 asignaturas del plan de estudios y sus re-
percusiones especficas, como la reduccin
de los contenidos del rea de Historia, ex-
cluyendo todo lo anterior al siglo XV. La Aca-
demia Mexicana de Historia (29 miembros)
consider inadmisible ese cambio. El investi-
gador Eduardo Wiess (DIE-CINVESTAV-IPN) pidi
abrir el debate a las otras materias.
La Coalicin Trinacional de Defensa de
Resumen:El artculo tiene por objeto mostrar cmo la denominada Reforma Integral a la Educacin Secundaria (RIES) a mediados de 2000 y la Reforma a la Educacin Secundaria (RES) a partir de 2006, constituyen lo peor de las reformas educativas del rgimen foxista. Tal reforma se limit a una mera reduccin curricular, reforzando el modelo pedaggico de la llamada educacin por competencias, impulsada por el Banco Mundial, el cual considera la educacin como un simple epifenmeno de la globalizacin econmica, imponiendo tambin un concepto chato, monocromtico y gris de ciencia y tecnologa, obviando por omisin premeditada o por ignorancia los avances ms importantes de la ciencia y la investigacin educativa del siglo XXI.
Palabras clave:Educacin secundaria, educacin por competencias, crtica al modelo pedaggico, nuevo paradigma unificado de ciencia, reforma integral.
Abstract:This article has the objective to show how the denominated Integral Reformation to Junior High School Educacion (RIES) in the middle of the year 2000 and Reformation to the Junior high Education (RES) at the beginning of the year 2006, they are constituted in the worse thing of the educative reforms of the president Foxs regime. With this reform was reduced to a single curricular reduction reinforcing the pedagogical model of the competitions education, impelled by the World Bank, where it considers education like a mere epiphenomena, of the economic globalizacin, also imposing a flat concept, monochrome and gray of science and technology. Avoiding default premeditaded or ignoran-ce the important advances of science and the educative investigation of century XXI.
Key words: Junior high school, education by competitions, critic to the pedagogical model, a new unified para-digm of science, the integral reformation.
la Educacin Pblica argument que la RIES
reduca la secundaria a un taller de redac-
cin, computacin y matemticas. El modelo
pedaggico es el implementado para la me-
dia superior tecnolgica desde principios de
los noventa: el modelo educativo basado en
competencias (MEBC). Aunque el investigador
educativo Carlos Ornelas (UAM-X) consider
razonable reducir el nmero de materias de
34 a 21, Geografa se reduca a un ao esco-
lar. El SNTE guard silencio en esta etapa (La
Jornada, 25 de junio de 2004). Pero en julio
de 2005 tanto el SNTE como la SEP convocaron
a una consulta nacional sobre la RIES con los
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A Fondo
siguientes puntos:1. Modalidades de participacin
2. Instancias organizadoras
3. Organizacin de las distintas modalidades de participacin
4. Temario de la consulta
5. Sistematizacin de resultados
Anexo a la convocatoria de julio, apareca un nuevo documento sinttico (de fecha junio de
2004) con el ttulo RIES: por qu es necesario reformar la educacin secundaria?, destacando
la siguiente problemtica:
Problemas cuantitativos Indicadores Tasa lograda (2004)
1. Cobertura 85.6%
2. Eficiencia terminal 80.1%
3. Desercin 6.4%
4. Absorcin 95.4%
Problemas cualitativos1. No se alcanzan las expectativas de aprendizaje
2. Persiste la inequidad
3. No se aprovechan plenamente los recursos
4. Organizacin escolar rgida
5. Sobrecarga de contenidos
6. Exceso de actividades no acadmicas
7. Nula interaccin maestros/alumnos y anonimato de alumnos
8. Estructura celular de la enseanza
Datos generales de la educacin secundaria
Modalidad # Escuelas Matrcula Docentes
1. General 9,776 2,920.800 190,383
2. Tcnica 4,102 1,592.600 79,978
3. Telesecundarias 15,871 1,146.600 54,872
T O T A L 29,749 5,660.000 325,233
Propuestas principales de la RIES1. Formacin democrtica, integrada, competitiva y global
2. Avanzar en los indicadores anteriores
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ndo 3. Pertinencia, transformar el ambiente y condiciones escolares para hacerlas
interesantes y motivantes
4. Que asista casi 20% de jvenes que no lo hace en el medio comn, 28 % en el
medio indgena
5. Desarrollar competencias superiores del pensamiento (lectura compleja, comunica-
cin oral/escrita, pensamiento crtico, creatividad, tica y trabajo en equipo)
6. Responder a las necesidades e intereses del adolescente para desplegar sus poten
cialidades individuales
7. Escuela abierta a la comunidad
8. Integrar en un solo grado la carga de horas de asignaturas que estaban en dos o tres grados
9. Que los docentes reduzcan su nmero de alumnos
10. Organizacin de colectivos docentes por grado
11. Flexibilidad curricular mayor a definir por entidades
12. Introduccin de la investigacin en la enseanza
Propuesta de mapa curricular de la RIES
No. deasigna-turas Hr Primer Grado Hr
Segundo Grado Hr Tercer Grado Total 93
Diferen-cias
1 5 + 1 Espaol I 5 + 1 Espaol II5 + 1 Espaol III
15+3=18 15 +3
2 5 Matemticas I 5 Matemticas II 5 Matemticas III 15 15 0
3 6
Ciencia y Tecnologa I(nfasis en Biologa)
6
Ciencias y Tecnologa II(nfasis en Fsica)
6
Ciencia y Tecnologa III(nfasis en Qumica)
18 20 -2
4 5 Geografa 8 Historia 8 Formacin Cvica y tica 21 22 -1
5 3 Lengua Extranjera I 3Lengua Extranjera II 3
Lengua extranjera III 9 9 0
6 2 Educacin Fsica I 2 Educacin Fsica II 2Educacin Fsica III 6 6 0
7 2
Artes (Msica, Danza,Teatro, Artes Visuales)
2Artes (Msica, Danza, Teatro, Artes Visuales)
2
Artes (Msica, Danza, Teatro, Artes Visuales)
6 6 0
5
Asignaturas estatales, talleres y actividades cocurriculares
2
Asignaturas estatales, talleres y actividades cocurriculares
2
Asignaturas estatales, talleres y actividades cocurriculares
9 12 -3
1
Orientacin y tutora con el coordinador del grupo
1
Orientacin y tutora con el coordinador del grupo
1
Orientacin y tutora con el coordinador del grupo
3 0 +3
Total 35 35 35 0
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Perfil de egreso
1. Manejo de competencias orales y escritas
2. Argumentacin y razonamiento. Competencias formales
3. Competencias de manejo de la informacin y recursos tcnicos
4. Capacidades racionales/analticas en procesos sociales, econmicos, culturales y naturales
5. Conocimiento de derechos humanos y valores democrticos
6. Convivencia e interculturalidad
7. Conocimiento de sus potencialidades
8. Arte
9. Deporte, capacidad motriz, recreacin y desarrollo fsico
2. Crticas a la RIES en el contexto de
la investigacin pedaggica contem-
pornea
Adems de las crticas hechas sobre los as-
pectos externos de la RIES, como la exclusin
de la mayor parte de los docentes de la con-
sulta y tambin la exclusin de temas como
las condiciones laborales, fracaso escolar,
ausentismo, violencia escolar/familiar/social,
valores de visin amplia, formacin, prcti-
ca docente, etctera, es importante elaborar
una revisin desde la ptica interna de la
RIES, pensando en su dimensin pedaggica
formulada, donde observamos lo siguiente:
El cuestionamiento de hablar de una Re-
forma (que implica varios factores no consi-
derados en la misma), en vez de una modifi-
cacin en la disposicin curricular y algunos
aspectos conexos. De ninguna manera se
puede usar el adjetivo integral, pues no tiene
una visin holstica, sino fragmentada de la
cuestin pedaggica educativa, la investiga-
cin educativa de punta y el debate de mode-
los pedaggicos est ausente en la RIES.
El enfoque educacin para la vida, como
un subproducto del MEBC que tiene la RIES, no
trasciende la dimensin racional/tcnico/ins-
trumental/cognitiva/formal de la educacin y
el desarrollo humano. Hay una diferencia en-
tre concebir al sujeto como hacedor humano
que como ser humano; el MEBC se enfoca al
primero, pero deja un hueco o un comps de
espera en el segundo.
Aunque la RIES enfatiza la creatividad, la
deja al aire al formular nicamente un con-
junto de conocimientos curriculares y lgicos
dentro de las disciplinas, pero sin ocuparse
del cmo y el porqu de tales conocimientos;
esto implicara desentraar el otro 50% del
proceso creativo: el conocimiento metacurri-
cular y metalgico, es decir, la enseanza de
la creatividad mediante sus procesos univer-
sales.
Esos procesos genricos de la creatividad
y la innovacin se pueden agrupar en la ca-
tegora problematizadora de polimata, esto
es, la combinacin de formas, mecanismos y
movimientos dinmicos diversos donde con-
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ndo fluyen conocimientos dismbolos, como la
razn, lgica, imaginacin, intuicin, formas
prelgicas y preverbales del pensamiento, co-
nocimiento corporal, sensacin, sentimiento,
emocin, ludismo, interdimensiones y pro-
psito existencial que despus se expresan
en sistemas formalizados de comunicacin
oral/escritos/simblicos. Como culminacin
de procesos intangibles, en muchos casos.
Esta confluencia diversificada se le puede
dar el nombre tambin de ensamble polmata
(la polimata es la combinacin de distintas
sabiduras). Su repercusin en una visin de
educacin integral es que, a diferencia de la
nocin de coeficiente intelectual/racional/
tcnico/instrumental del MEBC, ac se trata
de una propuesta pedaggica que enfatiza la
participacin alumno docente en una o ms
actividades (o tambin aficiones) que pro-
duzcan una integracin conceptual/actitudi-
nal multiintereses, agrupados en conjuntos
o redes de actividades que ensamblen (con
diferentes niveles) cosas distintas.
En la visin polmata, la educacin para
la vida no se reduce a las competencias, sino
principalmente a educar el talento: a abrir
muchas puertas que conduzcan a muchas ha-
bitaciones que, a su vez, tengan otras puer-
tas de salida (hacia otros campos y niveles) y
ventanas de oxigenacin y recreo ldico.
Por tanto, la urdimbre (naturaleza del
pensamiento creativo), su desenmaraa-
miento, proporciona una nueva visin (epis-
temolgica) sobre los procesos no aclarados
en la formacin, desarrollo y trayectoria del
conocimiento creativo e innovador. Una muy
alta proporcin de este tipo de conocimiento
no puede ser entendido a la luz del MEBC de
la RIES, ni tampoco mediante la epistemologa
constructivista, que reduce el conocimiento
a la interaccin sujeto objeto, pero deja fuera
la mitad de su origen. A saber:
Las seales simblicas, visin prelgica
preverbal, sensacin, emocin, lenguaje cor-
poral, compromiso con las decisiones (fuerza
de voluntad), imaginacin tctica, propsito
vivencial y conexin a una inteligencia uni-
versal superior sin causa y campos energ-
ticos intangibles (alma, causacin sutil y es-
pritu).
En sntesis, todo lo que se denomina la
sensibilidad (interna, externa y no dual). El
autor creativo se conmueve con sus proce-
sos intangibles/tangibles y su comunicacin
al pblico.
En esta direccin, que aparece como
conocimiento ya acabado, disponible, no es
otra cosa ms que la respuesta comunicati-
va en sistemas formalizados, con estructura
lgica, lo que fue una masa informe de dis-
tintos vectores informales y desorganizados
de lneas invisibles (empricamente) de sabi-
duras, destrezas, habilidades e inteligencias
innatas, y que hoy aparecen como ciencia,
disciplinas, arte, tecnologa, filosofa y nue-
vos saberes (que incluyen los que an no
aparecen).
Entonces, las tesis del ensamble polmata
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A Fondo
permite vislumbrar una posible ignorancia
pedaggica clave: la lgica matemtica (for-
ma de expresin de la realidad, que no su
contenido), la lgica lingstica y la discipli-
nar en general no son la base de la creati-
vidad, sino slo su expresin formalizada.
La verdadera base es metalgica; sin sta es
como el caso de un escritor muy diestro en
las reglas gramaticales, pero despojado de
toda idea original, esto es, un mero analista
tcnico del lenguaje, un ascptico.
Por tanto, la crtica al diseo curricular
es que los programas de estudio se definen
en funcin de disciplinas (contenidos), sin
su contraparte (otra cara de la moneda), el
desentraamiento de sus procesos epistemo-
lgicos (teora o visin sobre la produccin
de conocimientos). Al comprender a medias
la urdimbre, los docentes slo comprenden a
medias cmo ensear y los alumnos a medias
cmo aprender. Ello soslaya la multiplicidad
de facetas que esconde el conocimiento
creativo/inn