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Poemas vampíri cos  Que los muertos descansen en paz -Laß die Verstorbenen ruhen- (Kaspar Stieler, 1632-1707) ¡Muere, Filidor! ¿por qué no moriste por tu deseo? El coro de promesas de las musas anunciaba herederos a tu nombre, aunque pensara Florilis que ninguno se lamentaría por ti Florilis, ciertamente, reir con tu muerte" #, de seguro, chistes contar encima de tu ata$d # brincar, vitorear # cantar sobre tu tumba %i alguien menciona tu nombre, tras tu muerte, como, cuando o donde sea, ella se burlar sobre tu lpida, ella misma sacudir tus roídos huesos Mas, orgullosa ni&a, no imagines

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Poemas vampricos

Poemas vampricos

Que los muertos descansen en paz -La die Verstorbenen ruhen- (Kaspar Stieler, 1632-1707)

Muere, Filidor! por qu no moriste por tu deseo? El coro de promesas de las musas anunciaba herederos a tu nombre, aunque pensara Florilis que ninguno se lamentara por ti. Florilis, ciertamente, reir con tu muerte; y, de seguro, chistes contar encima de tu atad y brincar, vitorear y cantar sobre tu tumba. Si alguien menciona tu nombre, tras tu muerte, como, cuando o donde sea, ella se burlar sobre tu lpida, ella misma sacudir tus rodos huesos. Mas, orgullosa nia, no imagines que te dejar ir as. Un rostro espectral, parecido al mo, te atormentar; te perseguir mi fantasma e ir a la cama contigo. Un opresivo sueo te despertar frecuentemente. Con dificultad creers cmo entonces puedo asustarte: Har miserable tu vida con lamentos y golpes. Si por la maana te encontraran contusiones, di que te las hice por vengarme. Si caes enferma te atormentar en tus pensamientos. Ms vale entonces te corrijas mientras tiempo hay para hacerlo. Si me desvaneces en las aguas vaporosas del Aquern no tendr sentido quejarse cuando te atormente mi fantasma.

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Thalaba el destructor -Thalaba the Destroyer- (Robert Southey, 1799)

Una noche de tinieblas y tormenta! Dentro de la cripta Thalaba deposit al anciano, para protegerle de la lluvia. Una noche de tormenta! El viento barra el cielo sin luna, y gema entre las columnas de los sepulcros; y en las pausas de su barrer oan el caer de la espesa lluvia sobre el monumento. En silencio, sobre la tumba de Oneiza su padre y su esposo se hastiaban. El almacn desde el minarete cant la medianoche. "Ahora, ahora!", grit Thalaba; y sobre la cripta de la tumba se esparci un plido resplandor, como los reflejos de ureo fuego; y en esta espantosa luz Oneiza apareci ante ellos. Era ella... Sus mismas facciones..., alteradas por la muerte, lvidas mejillas, azulados labios; pero en sus ojos apareca un brillo ms terrible que toda la horridez de la muerte. "Vives an, infeliz?", pregunt con apagada voz a Thalaba; "y debo abandonar cada noche mi tumba para decirte, en vano, que Dios te ha abandonado?" "No es ella! _exclam el anciano_, es un espectro, nada ms que un espectro!" Y dirigindose al joven que empuaba la lanza: "Arrjasela t mismo!" "Arrjala!", grit Thalaba, y, desprovisto de toda fuerza, clav sus ojos en la estremecedora forma. "S, arrjala!", grit una voz cuyo tono inund sbitamente su alma con tanto alivio como cuando la lluvia en el desierto de la muerte le libr. Pero, obediente a aquella conocida voz, fij sus ojos en aquello, cuando Moath, firme de corazn efectu el lanzamiento: a travs del cadver del vampiro vol la lanza, cay, y gimiendo por el dolor de la herida su diablico morador huy. Una azulada luz cay sobre ellos, e inundados de gloria, ante sus ojos el espritu de Oneiza descans.

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The Giaour (fragmento) (Lord Byron, 1813)

Pero primero, sobre la tierra, como vampiro enviado, tu cadver de la tumba ser arrancado; luego, lvido, vagars por el que fuera tu hogar, y la sangre de todos los tuyos has de chupar; all, de tu hija, hermana y esposa, a media noche, la fuente de la vida secars; Aunque abomines del banquete, debes, forzosamente, nutrir tu lvido cadver viviente, tus vctimas, antes de expirar, en el demonio a su seor vern; maldicindote, maldicindose, tus flores marchitndose estn en el tallo. Pero una que por tu crimen debe caer, la ms joven, entre todas, la ms amada, llamndote padre, te bendecir: esta palabra envolver en llamas tu corazn! Pero concluir debes tu trabajo y observar en sus mejillas el ltimo color; de sus ojos el ltimo destello, y su postrera y vidriosa mirada debes ver helarse sobre el azul sin vida; con impas manos deshars luego las trenzas de su dorado cabello, que fueron en vida bucles por ti acariciados y con promesas de tierno amor despeinados; pero ahora t lo arrebatas, monumento a tu agona! Con tu propia y mejor sangre chorrearn tus rechinantes dientes y macilentos labios; luego, a tu lbrega tumba caminars; ve, y con demonios y espritus delira, hasta que de horror estremecidos, huyan de un espectro ms abominable que ellos.

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La tumba inquieta -The Unquiet Grave- (Cancin tradicional del folklore britnico)

El viento no sopla hoy, mi amor, y caen algunas pequeas gotas de lluvia; nunca tuve ms que un verdadero amor y en la tumba fue encerrado.

Har tanto por mi nico amor como cualquier joven hara; me sentar y llorar junto a su tumba durante doce meses y un da.

Transcurridos los doce meses y un da, la muerta empez a hablar: "Oh, quin llora junto a mi tumba y no me deja dormir?"

"Soy yo, mi amor, el que junto a la tumba est y no te deja dormir; implorando un beso de tus helados labios, eso es todo lo que deseo."

"Imploras un beso de mis helados labios, pero mi aliento huele fuertemente a tierra; si te beso con mis helados labios, tus das estarn contados."

Esta maana, en el lejano y verde jardn, amor, donde solamos pasear, la ms bella flor que all creca se ha marchitado en su tallo.

Tambin el tallo est seco, mi amor, y as se marchitarn nuestros corazones; as que, procrate felicidad, mi amor, hasta que Dios te llame.