1 precogniciÓn y efecto de hora sideral en aves

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1 PRECOGNICIÓN Y EFECTO DE HORA SIDERAL EN AVES ESTRILDINAS Instituto de Psicología Paranormal. E-BOLETÍN PSI. Vol. 6, No. 2, Mayo 2011 Fernando Alvarez* http://fernando-alvarez.com Fernando Alvarez INTRODUCCIÓN Presentaré en forma resumida los resultados obtenidos en dos experimentos en que se exploró la capacidad precognitiva a corto plazo (no más de nueve segundos) de dos pequeñas aves estrildinas (la Isabelita de Japón y el Mandarín Listado) (Alvarez, 2010, en prensa). Dado que la predación es una de las más importantes fuerzas selectivas, habiendo modelado en el curso de la evolución multitud de características morfológicas, fisiológicas y de comportamiento de los animales, la respuesta de alarma ante la presencia de un predador parece a primera vista una variable interesante a explorar cuando se trata de detectar la capacidad precognitiva de un animal presa. Además, el comportamiento de alarma es indefectiblemente producido en presencia del peligro, y es lo suficientemente conspicuo como para ser registrado y cuantificado de forma fiable (Alvarez et al., 1976, 2006; Alvarez, 1993; Alvarez y Sánchez, 2003). Como en el primero de estos experimentos se trató tan solo de detectar la capacidad precognitiva, y en el segundo se intentó relacionarla con la hora sideral, resumiré la información disponible en los dos apartados. Precognición a corto plazo Aunque el estudio experimental de la precognición inconsciente a corto plazo en humanos (utilizando la respuesta electrodérmica) parece haberse iniciado con Vassy a finales de los años sesenta (los resultados fueron tardíamente publicados, 1978), no fue hasta el primer trabajo de Radin (1997a) en que cobró cierto interés el estudio experimental de la precognición. El análisis de los cambios en el nivel de conductancia dérmica en respuesta a estímulos presentados al azar (principalmente imágenes en una pantalla) ha proporcionado la mejor evidencia de anticipación fisiológica inconsciente. Así, el nivel de conductancia se incrementaba más intensamente dos o tres segundos antes de que se presentara una imagen de contenido emocional (por ejemplo, escenas eróticas o de autopsias), en comparación con la respuesta a imágenes agradables o neutras (sobre naturaleza,

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PRECOGNICIÓN Y EFECTO DE HORA SIDERAL EN AVES ESTRILDINAS

Instituto de Psicología Paranormal. E-BOLETÍN PSI. Vol. 6, No. 2, Mayo 2011 Fernando Alvarez* http://fernando-alvarez.com

Fernando Alvarez

INTRODUCCIÓN Presentaré en forma resumida los resultados obtenidos en dos experimentos en que se exploró la capacidad precognitiva a corto plazo (no más de nueve segundos) de dos pequeñas aves estrildinas (la Isabelita de Japón y el Mandarín Listado) (Alvarez, 2010, en prensa). Dado que la predación es una de las más importantes fuerzas selectivas, habiendo modelado en el curso de la evolución multitud de características morfológicas, fisiológicas y de comportamiento de los animales, la respuesta de alarma ante la presencia de un predador parece a primera vista una variable interesante a explorar cuando se trata de detectar la capacidad precognitiva de un animal presa. Además, el comportamiento de alarma es indefectiblemente producido en presencia del peligro, y es lo suficientemente conspicuo como para ser registrado y cuantificado de forma fiable (Alvarez et al., 1976, 2006; Alvarez, 1993; Alvarez y Sánchez, 2003). Como en el primero de estos experimentos se trató tan solo de detectar la capacidad precognitiva, y en el segundo se intentó relacionarla con la hora sideral, resumiré la información disponible en los dos apartados. Precognición a corto plazo Aunque el estudio experimental de la precognición inconsciente a corto plazo en humanos (utilizando la respuesta electrodérmica) parece haberse iniciado con Vassy a finales de los años sesenta (los resultados fueron tardíamente publicados, 1978), no fue hasta el primer trabajo de Radin (1997a) en que cobró cierto interés el estudio experimental de la precognición. El análisis de los cambios en el nivel de conductancia dérmica en respuesta a estímulos presentados al azar (principalmente imágenes en una pantalla) ha proporcionado la mejor evidencia de anticipación fisiológica inconsciente. Así, el nivel de conductancia se incrementaba más intensamente dos o tres segundos antes de que se presentara una imagen de contenido emocional (por ejemplo, escenas eróticas o de autopsias), en comparación con la respuesta a imágenes agradables o neutras (sobre naturaleza,

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paisajes, o personas de buen humor) (Radin, 1997a, Bierman y Radin, 1997, 1999). La tasa de latidos del corazón y la reducción del volumen sanguíneo en el extremo de los dedos respondieron también de forma anticipatoria, aunque con menor intensidad que la respuesta electrodérmica (Radin, 2004). Además, el hecho de que los participantes prevean mejor la presentación de escenas emocionalmente positivas (generalmente eróticas) que la de imágenes emocionalmente negativas (violentas o dañinas) (Radin, 1997b) sugiere que el significado emocional del futuro acontecimiento pueda ser relevante en la precognición a corto plazo. Otra investigación en que también se utilizaba la conductancia dérmica (Globish et al., 1999) aprovechó un estudio convencional publicado anteriormente (es decir, con objetivos completamente diferentes) en que se medía el tiempo de respuesta en sujetos con fobia hacia animales. Cuando se reanalizaron los datos en bruto en busca de un efecto de precognición (Bierman, 2000) se hizo patente un efecto mayor y significativo ante estímulos eróticos, en comparación con estímulos neutros (con resultados marginalmente significativos) y ante los estímulos fóbicos (serpientes o arañas) (con resultados no significativos). Para evitar el problema de la idiosincrasia en la respuesta a estímulos visuales, se utilizaron también bruscos estímulos sonoros, presentados aleatoriamente, así como controles de silencio. En este caso, el efecto de anticipación se mostró en un mayor incremento de la conductancia dérmica antes el estímulo de sobresalto que antes del control (Spottiswoode y May, 2003; May et al., 2005). Asimismo, se analizó el registro del ritmo cardiaco (RC) mientras los sujetos elegían una de cada serie de cuatro fotografías neutras, registrándose el acierto o el fallo en la coincidencia con la fotografía elegida al azar por un programa informático (esta última elección realizada, sin conocimiento del sujeto, antes o después de que éste hiciera su elección). El experimento produjo resultados significativos en los cambios del RC en los casos de coincidencia de elecciones, con mayor intensidad cuando la elección al azar por el programa informático se hacía antes de que el sujeto hiciera su elección (Sartori et al., 2004; Tressoldi et al., 2005). El uso de la variabilidad del ritmo cardiaco (VRC, que se suele considerar como indicador de control autonómico cardiovascular) durante la presentación de fotografías neutras y de contenido emocional produjo efectos aún más intensos. En este experimento tuvo lugar a una desaceleración cardiaca significativamente mayor inmediatamente antes de la presentación del estímulo emocional, en comparación con la respuesta ante el estímulo neutro. Esa respuesta ante el estímulo emocional comenzaba aproximadamente 4,75 segundos antes de la presentación de estímulo, mostrando además algunas diferencias de género. La comparación de estos resultados con los de la literatura médica relativa a la aceleración/desaceleración cardiaca sugiere que el sistema psicofisiológico procesa la información del estímulo futuro de la misma manera que lo hace ante estímulos convencionales (McCraty et al., 2004a). Varios resultados importantes se obtuvieron también en un diseño experimental similar en que los datos se obtenían a partir del electrocardiograma (ECG) y el electroencefalograma (EEG). Los datos procedentes del EEG se referían a potenciales corticales Event-Related, de interés especial en cuanto a respuesta a estímulos

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impredecibles. Más concretamente, se analizaron los potenciales cerebrales evocadores del ritmo cardiaco (PERC, en que ondas cerebrales características ocurren simultáneamente al ritmo cardiaco), conjuntamente con la aceleración/desaceleración cardiaca (derivada del ECG). Los resultados mostraron que: 1) Se daban diferencias significativas en las respuestas pre-estímulo referidas a VRC y PERC ante los estímulos neutros y los emocionales. 2) Tanto el corazón como el cerebro participan en la anticipación al estímulo, siendo aparentemente el corazón el que recibe y responde a la información pre-estímulo antes que el cerebro. 3) Las áreas del cortex frontal, temporal, occipital y parietal parecen estar implicadas en el proceso. 4) Una interacción entre VRC y PERC es especialmente evidente en el sexo femenino (McCraty et al., 2004b). El uso del sistema de imágenes por resonancia magnética funcional (SIRMf) para obtener información sobre el nivel dependiente de oxigenación sanguínea (NDOS, variación de la señal magnética relacionada con la entrada de oxígeno y la actividad neuronal) permite la observación de cambios relativamente rápidos en el cerebro. Esta técnica fue utilizada mientras a los participantes se les presentaban imágenes eróticas, violentas y de calma, resultando que los efectos anómalos anticipatorios arriba indicados se repetían con el uso de esta técnica: la activación anticipatoria del cortex visual precediendo a los estímulos emocionales era mayor que la precedente a los estímulos neutros (antes de los estímulos eróticos en los hombres y antes de los estímulos eróticos y violentos en las mujeres, Bierman y Scholte, 2002). Aunque no hay razón para suponer que los seres humanos estén mejor dotados que otros animales con respecto a su capacidad de prever el futuro a corto plazo, la literatura sobre precognición en estos últimos es muy escasa. En cualquier caso, los resultados de los pocos estudios son prometedores, y si el efecto se demuestra definitivamente en ellos, los mecanismos biológicos involucrados en precognición estarían mucho más abiertos a la investigación. En un experimento realizado con lombrices de tierra en que se registró la respuesta (pequeños cambios en la impedancia dérmica) a vibraciones mecánicas, los resultados cercanos a la significación estadística eran más positivos cuantos más ensayos se realizaran, extendiéndose en este caso la posible precognición a un segundo antes de la estimulación (Wildey, 2001). Los resultados de los experimentos realizados con perros pueden interpretarse como evidencia de precognición. En estos estudios los animales mostraron un comportamiento anticipatorio ante el momento de llegada de sus dueños mucho antes de que estos regresaran a su casa, siendo ese regreso realizado al azar y en vehículos diferentes al comúnmente utilizado (Sheldrake y Smart, 1998, 2000). Además, el análisis de las variables ambientales sugiere que el comportamiento anticipatorio de estos perros se ve significativamente afectado por los cambios en el flujo geomagnético global (Radin, 2002). Por tanto, la evidencia acumulada sugiere que la precognición a corto plazo se produce en los seres humanos y en otros animales, respondiendo fisiológicamente a un estímulo emocional varios segundos antes de que éste tenga lugar. Sería como si como si el mecanismo de percepción corporal estuviera continuamente explorando el futuro.

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Efecto de la Hora Sideral En un intento de comprender los mecanismos de transferencia de información en Cognición Anómala (CA), Spottiswoode (1997a) analizó la información previamente publicada sobre respuestas ganzfeld y visualización remota en relación con el Tiempo Sideral Local (TSL), es decir, respecto a la posición de los sujetos en la superficie de la Tierra respecto a las estrellas fijas en el cielo mientras se realizaban las pruebas. En este primer estudio, utilizando una base de datos de 2.483 pruebas de respuesta libre, Spottiswoode obtuvo muy alto efecto estadístico para aquellas pruebas que se dieron dentro de una hora por arriba o por abajo de las 13,5 horas TSL. No obstante, en un segundo análisis sobre una base de datos ampliada (en la que se habían añadido 842 nuevas pruebas a los datos originales), los resultados fueron ambivalentes: aunque el mayor efecto estadístico a 13,5 ± 1 h TSL era evidente, la aplicación del análisis de "running-wave power spectrum", que potencialmente pueden diferenciar efectos reales de los espúreos (Sturrock, 2004), no produjo evidencia significativa de un efecto del TSL (Sturrock y Spottiswoode, 2007). Por añadidura, la cuestión se complica por la coincidencia aproximadamente a las 13 horas TSL del rendimiento óptimo en AC (Spottiswoode, 1997a) y un gran incremento del valor de la correlación negativa entre los resultados de AC y las fluctuaciones geomagnéticas terrestres (Spottiswoode, 1997b). Sujetos del presente estudio

Las dos especies sujetos de estudio. A la izquierda la Isabelita de Japón, a la derecha el Mandarín Listado Dentro de los Passeriformes, tanto la Isabelita de Japón (Lonchura striata) como el Mandarín Listado (Taeniopygia guttata) pertenecen a la familia de los Estrildidae. Oriundos de Asia, Australia y el Pacífico Sur, ambas especies se mantienen y reproducen excepcionalmente bien en cautividad (Vriends y Heming-Vriends, 2002). Las dos son ampliamente utilizadas en investigación, siendo el Mandarín Listado hoy uno de los más comunes animales de laboratorio, utilizándose ampliamente en muy distintas disciplinas científicas, desde la anatomía a ecología evolutiva, tanto en el laboratorio como en estado natural (Zann, 1996), actuando además como modelo para la investigación en neurología, genética del desarrollo comportamental y otros procesos biológicos y de variables ambientales que afectan a la salud humana. El Mandarín

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Listado es la segunda especie aviar (tras el gallo doméstico) cuyo genoma ha sido secuenciado (Mossman et al., 2006; Ensembyl, 2009).

MÉTODO Detección de la capacidad de precognición en la Isabelita de Japón Todas las aves eran adultas (23 machos y 24 hembras) y vivían regularmente en grupos unisexuales en aviarios de 1,5 x 3 x 2 m cerca de Sevilla, España. Los experimentos se realizaron entre el 1 de diciembre de 2008 y el 30 de abril de 2009, entre las 7:30 y las 10:30 horas UT. El sexo de los animales se determinó a partir de muestras de sangre (Griffiths et al., 1998). Los sujetos eran tomados de su aviario y sometidos individualmente al test. La jaula de experimentación medía 70 x 35 x 35 cm. En uno de sus extremos se situaba una pantalla TFT para la presentación de estímulos, y a través de un vidrio transparente en el otro extremo se filmaba al sujeto con una cámara de video. Los sujetos podían ver la vegetación exterior al aviario, ya que al parecer si se encuentran recluidas visualmente se reduce en ellas la expresión de alarma (Lombardi y Curio, 1985a).

Jaula de experimentación. A la derecha aparece el estímulo en la pantalla TFT. A la izquierda aparece la

cámara para el registro del comportamiento. Después de un período de acomodación de 15 minutos se presentaba en la pantalla un videoclip de 15 segundos de duración de una Culebra de Herradura (Coluber hippocrepis) reptando lentamente sobre un fondo de baldosas de arcilla roja. El momento de presentación de este estímulo lo determinaba un generador de números aleatorios (Orion Electronics), eligiendo al azar entre 20 opciones posibles (tiempos desconocidos para el observador durante la experimentación y el análisis de los datos) en los cinco minutos tras el período de acomodación de 15 minutos. El ordenador se

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encontraba en una habitación adyacente a la del test y estaba conectado a la pantalla TFT por un cable largo. Durante las pruebas control (su orden determinado al azar mediante el generador de números aleatorios) se utilizaban los mismos sujetos que en las experimentales. Los tiempos es estos tests eran los mismos, excepto que durante el tiempo de presentación del videoclip tan solo se mostraba el fondo de baldosas rojas, sin ningúna culebra reptando sobre ellas. Para 26 sujetos la secuencia de los tests fue de experimental a control, y para 21 de ellos fue de control a experimental.

Actos de la exhibición de alarma de la Isabelita de Japón. 1: Aleteo. 2: Golpe lateral de cuerpo y cola.

Las pantallas TFT se han utilizado con éxito presentando estímulos en forma de videoclips que provocaban las adecuadas respuestas en Isabelitas y Mandarines (Ikebuchi y Okanoya, 1999; Galloch y Bischof, 2006, 2007). En la realización de este experimento se aprovechó la el conspicuo comportamiento de alarma que las aves estrildinas presentan en presencia de predadores potenciales (principalmente movimientos de cola y sonidos, Goodwin, 1982; Lombardi y Curio, 1885a, b; Zann, 1996; Marler, 2004). En la Isabelita de Japón la señal visual es especialmente notoria: con una duración de 0,1-0,2 segundos, consiste primero en un rápido aleteo y después en un abrupto golpe lateral de cuerpo y, sobretodo, de cola. En el análisis de los datos se comparó la frecuencia de este comportamiento en bloques de 3, 6 y 9 segundos inmediatamente antes de la presentación del estímulo serpiente, con los periodos controles correspondientes, en que no se presentaba ningúna serpiente (control 1). Como control adicional (control 2) se comparó también la frecuencia durante la pre-estimulación con aquélla inmediatamente antes de los 10 minutos después de la iniciación del test (momento en que también se mostraba tan sólo el fondo de baldosas rojas y no la culebra). Durante el análisis fotograma por fotograma de la película (precisión de 0,04 segundos), se utilizó el programa informático VirtualDubMod 1.5.10.2. Al cuantificar el comportamiento en los cortes del registro de los videoclips, el experimentador no era

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conocedor de tratarse en cada caso de una filmación experimental o de cualquiera de los dos tipos de control. Como se realizaron también comparaciones con las frecuencias durante la presentación del estímulo, en este último caso no puede considerarse la prueba como de "doble ciego", pues la imagen de la culebra moviéndose estaba presente durante el cómputo de frecuencias durante el análisis de los videoclips. Cuando se analizaron por separado los datos para machos y hembras se utilizaron tests estadísticos no paramétricos (ANOVA de Friedman, tests de Wilcoxon y de la U de Mann-Whitney; Siegel y Castellan, 1988; Zar, 1996). Al aplicar pruebas paramétricas se aplicó la transformación log10(x+1) a las frecuencias del comportamiento, y las distribuciones resultantes no se apartaron de la normalidad (p = 0,10-0,20, test de Kolmogorov-Smirnov). Los datos se analizaron utilizando un ANOVA de medidas repetidas. El test de t para muestras dependientes se utilizó para comparar pares de distribuciones (Sokal y Rohlf, 1995, Zar, 1996). Hora sideral y capacidad de precognición en el Mandarín Listado

Jaula de experimentación. A ambos lados de la jaula se sitúan los altavoces que producen el estímulo

sonoro. A la izquierda aparece la cámara para el registro del comportamiento. Los métodos aquí utilizados están inspirados en los de Radin (1997a), Spottiswoode y May (2003) y May et al. (2005), dedicados a la relación entre la actividad electrodérmica y los presentimientos en humanos. En el presente estudio los sujetos eran 25 hembras adultas de Mandarín Listado. La localización del aviario (37º 17' 2'' N, 6 º 3' 58'' W) y las condiciones experimentales eran las mismas que los del estudio anterior. Las pruebas se llevaron a cabo entre el 29 de octubre de 2009 y el 10 de febrero de 2010, entre las 07:30 h y 11:00 horas UT. La jaula en que se realizaron los experimentos (individualmente a cada pájaro) era también como la del estudio anterior, excepto que no se utilizaba ningúna pantalla, ya

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que los estímulos en este caso eran acústicos, y se administraban mediante dos altavoces situados a ambos lados de la jaula. Durante cada sesión experimental, después de un período de acomodación de 20 minutos y a intervalos de 3 minutos se producía uno de un total de 10 estímulos, (con orden determinado al azar, inmediatamente antes de cada presentación, por un generador de números aleatorios de Orion Electronics). Cinco de los estímulos eran sonoros (gunshot.wav, de 44100 Hz y 0,03 segundos duración, descargados de internet) y los otros 5 "estímulos" eran de señal nula, es decir, de silencio. A fin de detectar una posible mayor capacidad precognitiva en la detección por las aves de los bruscos y molestos sonidos durante el corto período de mayor éxito encontrado por Spottiswoode (1997a) en humanos, cada uno de los 25 sujetos recibió dos veces el mismo test: entre el 29 de octubre y el 3 de diciembre de 2009 (en la ventana de 2 horas a 13,5 ± 1 horas TSL) y, como control, entre el 18 de enero y el 10 de febrero de 2010 (a 18 ± 1 horas TSL), un segmento de tiempo de muy bajo efecto en los resultados de Spottiswoode. La conversión de TUC a TSL se realizó mediante el programa Calendar Date and Time to Julian Day and Sidereal Times (versión 7.2.7), disponible en internet (http://www.csgnetwork.com/siderealjuliantimecalc.html). A partir de 1 minuto antes del final del periodo de acomodación de 20 minutos, y durante toda la prueba, cada sujeto era filmado a 25 imágenes por segundo con videocámara (la misma utilizada en el estudio anterior).

Varios cambios en la orientación de la mirada del Mandarín Listado.

El análisis de las filmaciones se concentró en la cuantificación de la frecuencia de dos comportamientos (aplicando la técnica de "doble ciego") en los 6 segundos inmediatamente antes de la presentación de los estímulos experimentales y controles: el cambio en la dirección de la mirada de cada pájaro y el número de actos de locomoción. El cambio en la dirección de la mirada es una forma de exploración del ambiente, en el Mandarín Listado puede estimarse a partir de la orientación de la cabeza (Eckmeier et al., 2008), y en este estudio se registró tan solo cuando las aves estaban en posición de pie. Este comportamiento puede registrarse fácilmente y de forma fiable, ya que las aves necesitan mover toda la cabeza para cambiar la orientación de la mirada de un punto a

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otro, y debido al típico comportamiento espasmódico característico de los estrildinos, cada orientación de la cabeza se distingue claramente de la siguiente. Además, su observación también se facilitó por la vistosa coloración de la cabeza y sus conspicuas y marcas coloreadas. Se incluyeron en el registro de actos de locomoción los vuelos, pasos y saltos. Las distribuciones de frecuencias de todas las variables no difirieron significativamente de la normalidad (p > 0,20, test de Kolmogorov-Smirnov). El ANOVA de medidas repetidas se utilizó para probar la hipótesis nula de que las frecuencias totales antes de los estímulos de sobresalto y antes de los controles para los mismos sujetos a las 13,5 ± 1 horas y 18 ± 1 horas TSL procedían de la misma población. En las comparaciones post hoc entre parejas de variables se empleó el test t para muestras dependientes (Sokal y Rohlf, 1995; Zar, 1996).

RESULTADOS Precognición en la Isabelita de Japón Cuando se compararon las frecuencias del comportamiento de alarma para los tres períodos de 0-3, 3-6 y 6-9 segundos antes de la presentación del estímulo, todas resultaron pertenecer a la misma población, tanto para hembras ( ² = 0,24, N = 24, gl = 2, p = 0,886; ANOVA de Friedman) como para machos ( ² = 1,73, N = 23, gl = 2, p = 0,421). En consecuencia, se agruparon los tres períodos y se consideró para el resto del análisis el lapso pre-estímulo de 0-9 segundos para ambos sexos.

Frecuencia de la conducta de alarma durante los bloques de 9 segundos de los dos períodos control y en el

período inmediatamente antes y durante la presentación de estímulo.

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Las comparaciones de las frecuencias del comportamiento entre el período pre-estímulo y los dos períodos control produjeron resultados significativos para ambos sexos (hembras: X2 = 9,06, N = 24, gl = 2, p < 0,018; machos: X2 = 12,312, N = 23, gl = 2, p < 0,001; ANOVA de Friedman). Las comparaciones post hoc entre parejas de variables mostraron, también para ambos sexos, que las frecuencias de comportamiento para los dos períodos control eran estadísticamente similares (hembras: N = 24, T = 106, p = 0,682; machos: N = 23, T = 112,5, p = 0,650; test de Wilcoxon). Por otra parte y también para ambos sexos, el período de pre-estímulo mostró significativamente mayores frecuencias de comportamiento que el control 1 (hembras: N = 24, T = 62, p < 0,036; machos: N = 23, T = 29,5, p < 0, 008) y el control 2 (hembras: N = 24, T = 27,5, p < 0,002; machos: N = 23, T = 35, p < 0,005). Las frecuencias durante el período pre-estímulo de 9 segundos fueron mayores que aquéllas para el período correspondiente durante la estimulación para las hembras (N = 24, T = 17,5, p < 0,002), y también mayores, aunque no estadísticamente significativas para los machos (N = 23, T = 64,5, p < 0,331). Consideré un buen índice de la capacidad de precognición (CP) individual la relación entre la frecuencia del comportamiento de alarma durante los 9 segundos precedentes a la estimulación y el valor de la frecuencia media más 1 durante los dos periodos control. Cuando se compararon los valores para ambos sexos, la diferencia no resultó ser significativa (CP: media ± SE; hembras: 1,59 ± 0,26, N = 24; machos: 1,77 ± 0,27, N = 23; U = 247, p = 0,537, test de Mann-Whitney). Este resultado permite el análisis combinado de la información para ambos sexos. En este caso, los valores normalizados durante los tres periodos pre-estímulo de 0-3, 3-6, y 6-9 segundos también resultaron pertenecer a la misma población (F2, 92 = 0,60; p = 0,552, ANOVA de muestras repetidas). En consecuencia, se consideró el periodo pre-estímulo de 0-9 segundos para el resto del estudio. El análisis conjunto de los valores durante la pre estimulación y los dos controles proporcionó un resultado altamente significativo (F2, 92 = 10,12, p < 0,001). Las comparaciones post hoc de parejas de variables mostraron que los valores pre estimulación eran significativamente mayores que aquéllos para los controles 1 y 2 (t = 3,56, p < 0,001; t = 4,49, p < 0,001; respectivamente; gl = 46; test t para muestras dependientes). Los valores para ambos controles no fueron significativamente diferentes (t = 0,93, gl = 46, p = 0,357). Los valores de la conducta de alarma durante la estimulación resultaron ser más bajos que inmediatamente antes de la estimulación (t = 2,67, gl = 46, p < 0,011), mayores que durante el control 1 (t = 2,73, gl = 46, p < 0,009) y similares a los del control 2 (t = 1,76, gl = 46, p = 0,085). Estas comparaciones deben considerarse menos fiables, pues, como ya se indicó en el apartado de Métodos, el análisis de los videoclips durante la estimulación no fueron de "doble ciego". Durante la estimulación el número de vuelos fue significativamente mayor que durante el período correspondiente inmediatamente antes (media ± SE; pre-estimulación: 0,23 ± 0,04, durante la estimulación: 4,26 ± 0,46; N = 47; t = 8,60, gl = 46, p < 0,001). La gran parte del tiempo dedicado a volar durante el período de estimulación, evidentemente,

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deja poco tiempo para realizar la conducta de alarma, ya que este comportamiento requiere que el animal para esté de pie sobre el posadero. Efecto de la hora sideral en el Mandarín Listado Las frecuencias individuales totales de los dos comportamientos durante las cuatro condiciones de pre-estímulo y control a las 13,5 ± 1 y 18 ± 1 horas TSL no resultaron pertenecer a la misma población (dirección de la mirada: F3, 72 = 9,42, p < 0,0001; locomoción: F3, 72 = 2,98, p = 0,037; ANOVA de muestras repetidas). Las comparaciones post hoc de parejas de variables de la frecuencia del cambio de dirección de la mirada, llevadas a cabo para detectar una posible respuesta anticipatoria en cada uno de los dos segmentos de Tiempo Sideral Local produjeron un resultado significativo a las 13,5 ± 1 horas TSL, de forma que las frecuencias pre-estimulación fueron sistemáticamente superiores respecto a sus controles (t = 3,11, gl = 24, p = 0,005; test t para muestras dependientes). Por otra parte, las frecuencias pre estimulación a las 18 ± 1 horas TSL fueron solo ligeramente superiores y no significativamente diferentes a sus controles (t = 0,54, gl = 24, p = 0,596).

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Frecuencias del cambio de dirección de la mirada y de locomoción en los bloques de 6 segundos inmediatamente antes de la estimulación y antes del control a las 13,5 ± 1 y 18 ± 1 horas

TSL (*: p = 0,053, **: p = 0,005, NS: No Significativo)

Las comparaciones post hoc entre parejas de variables de la frecuencia de locomoción también produjeron un resultado significativo a las 13,5 ± 1 horas TSL, aunque en la dirección opuesta al resultado para la conducta de cambio en la dirección de la mirada: previo a la estimulación, la frecuencia de locomoción decreció, en comparación con la frecuencia durante su control (t = 3,08, gl = 24, p = 0,005). A las 18 ± 1 horas TSL la distribución de frecuencias durante la pre-estimulación fue solo ligeramente menor que durante el control y solo marginalmente significativa (t = 2,04, gl = 24, p = 0,053).

DISCUSIÓN Precognición Las comparaciones de frecuencias de varios comportamientos de alarma inmediatamente antes de la estimulación y durante los controles apoyan la idea de que ambas especies de aves estrildinas aquí estudiadas son capaces de anticiparse a corto plazo (unos pocos segundos) a los acontecimientos futuros, sugiriendo que la percepción transtemporal no se limita a los seres humanos. Por otra parte, y contrariamente a las conclusiones en humanos (Bierman y Scholte, 2002; McCraty et al., 2004b), en la Isabelita de Japón no se hallaron diferencias de género. Si la precognición inconsciente humana fuera un antiguo rasgo evolutivo en el que el cerebro y el sistema nervioso autónomo desempeñara una función (Bierman y Scholte, 2002; McCraty et al., 2004a, b; Sartori et al., 2004; Tressoldi et al., 2005), y si esta capacidad estuviera también presente en otros animales (Sheldrake y Smart, 1998, 2000; Wildey, 2001; Alvarez 2010, en prensa), podemos preguntarnos si los diferentes sistemas nerviosos pueden realizar funciones más amplias de la clásica elaboración de la información recibida a través de los órganos de los sentidos ordinarios (Laszlo, 2009). Aunque la existencia de precognición fue ya hace tiempo demostrada (Rhine et al., 1938; Schmidt, 1969), la cuestión permanece respecto al mecanismo de funcionamiento. Por un lado, no se ha encontrado por ahora ningúna explicación al fenómeno en el marco determinista de la física clásica, ya que la precognición parece violar el principio de causalidad. Por otra parte, tampoco parece encajar en el esquema impredecible de la física cuántica, lo que sugiere que ésta, cuando aplicada a los seres humanos y otros sistemas vivos, puede no ser siempre correcta (Schmidt, 1993). De acuerdo con la teoría psicofísica de Bierman (2008), el cerebro como base de la conciencia podría restaurar parcialmente el salto en la simetría temporal, invirtiendo los procesos temporales, y permitiendo la precognición. A pesar de que en un sentido amplio los datos de nuestros pájaros pueden acomodarse a esta hipótesis, el hecho de que la respuesta pre-estímulo sea superior a la que ocurre durante la presentación del estímulo no se ajusta a ella. Obviamente, la capacidad de anticipar la presencia de un depredador por la Isabelita de Japón y otras especies presa aumentaría sus posibilidades de sobrevivir. Además, si se demostrara una clara relación entre la respuesta precognitiva y la intensidad o cualidad del evento emocional, y dado que este último probablemente difiera entre ambas partes

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(depredador y presa potenciales), la carrera de armamentos evolutiva (Vermeij, 1987) en lo que respecta al carácter de precognición podría ser asimétrica y quizás con ventaja para la presa. En relación con los sujetos de estudio, varias áreas están más abiertas a la investigación cuando aquéllos son animales, tales como la cría selectiva con el fin de obtener una mayor capacidad de precognición hereditaria, así como la exploración de los mecanismos fisiológicos implicados en la precognición, la relación con las clases de edad y sexo, y con la organización social y con los perfiles de personalidad. Aunque la mayor parte de los estudios psi necesitan realizarse en las condiciones controladas de laboratorio, la observación y el experimento con animales en condiciones naturales no debería descartarse, ya que pueden proporcionar sugerencias sobre la selección natural del carácter en cuestión, así como sobre su valor adaptativo. Efecto de hora sideral Los resultados del estudio en el Mandarín Listado replican la relación detectada por Spottiswoode (1997a) entre precognición humana y hora sideral. El máximo detectado en humanos a las 13,5 ± 1 horas TSL parece ocurrir también en nuestras aves. Si otras especies animales muestran el mismo efecto anómalo en relación con el tiempo sideral local deberá comprobarse en futuros estudios, usando preferentemente sujetos con sistemas nerviosos de diferente complejidad y menos relacionados genéticamente entre sí que lo están estrildinos y humanos. Posibles temas y sujetos animales podrían ser: precognición en lombrices de tierra (Wildey, 2001), pájaros estildinos (Alvarez, 2010, en prensa) y perros (Sheldrake y Smart, 1998, 2000), psicoquinesis en pollos de gallina (Peoc'h, 1995), percepción extrasensorial y refuerzo en insectos y roedores (Duval y Montredon, 1968; Schmidt, 1970; Parker, 1974) y orientación en perros y palomas (Rhine y Feather, 1962; Sheldrake, 2002). A primera vista, los resultados de Spottiswoode (1997a) y del presente estudio apuntan a una influencia (o señal) sobre diferentes capacidades anómalas procedentes de la franja del cielo con la ascensión recta (el equivalente cósmico de latitud) de las 13,5 ± 1 horas TSL, y declinación (equivalente a la latitud en la esfera celeste) desconocida, una influencia cuyo origen podría estar fuera del sistema solar. Se ha llamado la atención (Swanson, 2003) sobre el hecho de que cuando el meridiano se halla precisamente a las 13,5 hora sideral, se encuentra enfrentado a una región del universo de gran anomalía gravitatoria, conocida como Gran Atractor. Puesto que no comprendemos la naturaleza de la cognición anómala y los procesos relacionados con ella, sería utópico tratar de identificar la manera de cómo que actuaría la presunta señal. Por otra parte, si finalmente se demuestra que existe dicha señal, no tendría por qué ser de la misma naturaleza que la cognición anómala, no estando por tanto ambas sujetas a las mismas reglas. Por ejemplo, la cognición anómala y la presunta señal podrían no disminuir con la distancia, mientras que esta última parece ser al menos parcialmente bloqueada por la masa de la Tierra (Spottiswoode, 1997a), lo que no parece afectar a la cognición anómala.

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AGRADECIMIENTOS Agradezco a Manuel Vázquez su dedicación al cuidado de los pájaros, y a Enrique Collado la preparación de los programas informáticos para la presentación aleatoria de los estímulos.

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