000 tesis para imprenta 3

313
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD XOCHIMILCO DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES DOCTORADO EN DESARROLLO RURAL T E S I S ACCESO Y USO DE RECURSOS NATURALES COMUNITARIOS. UNA VISIÓN HACIA UN DESARROLLO BASADO SOBRE LA CONSERVACIÓN AMBIENTAL EN LA COMUNIDAD DE SANTIAGO QUIOTEPEC, OAXACA PRESENTA MARIE CLAUDE BRUNEL MANSE DIRECTORA: YOLANDA CRISTINA MASSIEU TRIGO COMITÉ TUTORIAL: ALEJANDRO CASAS FERNÁNDEZ RAÚL GARCÍA BARRIOS FEBRERO DE 2008

Upload: others

Post on 11-Jul-2022

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: 000 Tesis para imprenta 3

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

UNIDAD XOCHIMILCO

DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

DOCTORADO EN DESARROLLO RURAL

T E S I S

ACCESO Y USO DE RECURSOS NATURALES COMUNITARIOS. UNA VISIÓN HACIA UN DESARROLLO

BASADO SOBRE LA CONSERVACIÓN AMBIENTAL EN LA COMUNIDAD DE SANTIAGO QUIOTEPEC, OAXACA

PRESENTA

MARIE CLAUDE BRUNEL MANSE

DIRECTORA: YOLANDA CRISTINA MASSIEU TRIGO COMITÉ TUTORIAL: ALEJANDRO CASAS FERNÁNDEZ

RAÚL GARCÍA BARRIOS

FEBRERO DE 2008

Page 2: 000 Tesis para imprenta 3

2

Cuando me alejé de mis garrigas

mediterráneas, no sabía que mi ser espiritual

las iba a extrañar tanto.

Creo que pasé estos últimos 20 años

construyendo, a través de pedazos de vida,

estos momentos que me llevarían a

reencontrar este ambiente tan particular de

las zonas áridas.

Nunca más, me volveré a alejar...

Page 3: 000 Tesis para imprenta 3

3

AGRADECIMIENTOS

Estoy muy agradecida con quienes hicieron posible mi acercamiento a este maravilloso territorio que conforma el Valle de Tehuacán-Cuicatlán, me permitieron este reencuentro con el campo y me dieron las bases para analizar la relación entre sociedad y naturaleza. Ante un escenario con estas dimensiones y al terminar la tarea, uno queda con la impresión de no haber estado a la altura del reto, aunque enriquecido por estas lecciones de vida.

Al iniciar, no creí que esta investigación me iba a confrontar de esta manera con mi propio ser. Estoy apenas percibiendo lo “subversivo” de mi tema, que me obliga a poner en cuestión mis formas de pensar y actuar, y por extensión las relaciones que mantiene nuestra sociedad globalizada y consumista con el medio ambiente. Ojalá esta pequeña contribución sea sólo el principio de mi exploración en el mundo de la investigación. Ojalá el Valle de Tehuacán siga prestándose a mis elucubraciones.

Son innombrables los seres maravillosos que llenan mi vida, me han permitido iniciar este reto y darle un término temporal. Algunos ni saben lo que me aportaron por la fugacidad del encuentro. Los demás me han acompañado en algún momento o a lo largo de este camino que, a veces, me parecía un túnel sin salida y otras veces una gran fuente de riqueza. Nombrarlos es tomar el riesgo de olvidar a algunos. Pero es para mi indispensable enfrentar este reto con el fin de colmar un poco de la deuda que tengo con cada cual. Siguiendo un orden cronológico, no puedo omitir a Adolfo Álvarez pues a pesar de que nuestros caminos sentimentales se separaron, fue una gran guía en los primeros años de mi vida mexicana y en mi encuentro con el campo.

Mi trabajo en la SEMARNAP, gracias al apoyo de Pedro Alvarez-Icaza, fue determinante ya que me permitió avanzar hacia este nuevo pensamiento, como también lo fue el Diplomado de Economía del Medio Ambiente, donde me volví a encontrar como economista frente a la naturaleza. Gracias a Rafael Borrayo, Graciela Carrillo y Daniel Ruíz que nos guiaron con tanta paciencia y pasión, y a los compañeros con quienes formamos un equipo sólido de amistad y reflexión. Me debo de dar un reconocimiento inmenso a Miroslava Barragán por todos estos momentos ricos en amistad, reflexión y trabajo que hemos compartido, así como su gran disponibilidad cada vez que necesitaba apoyo; a Ken Oyama por el impulso que me dio hacia el doctorado, por sus palabras siempre cálidas y animadoras. A Olga Terrazas y Bernardo Lesser, gracias por su amistad que me sigue alimentando.

No hubiera sido posible este tema sin el gran apoyo de Alejandro Casas y de Alfonso Valiente que me han compartido su inmenso conocimiento del Valle de Tehuacán y abierto sus investigaciones. La convivencia en el campo y las discusiones alrededor de una fogata en el silencio del monte quedaron siempre presentes en mi memoria, juntos con los encuentros más familiares y siempre alentadores. Un reconocimiento más a Alejandro por aceptarme en su equipo, por animarme en los momentos necesarios y por su lucha incansable por transmitir sus conocimientos. También un agradecimiento muy particular a

Page 4: 000 Tesis para imprenta 3

4

sus estudiantes, en particular a Edgar Pérez-Negrón quien fue mi introductor en la comunidad de Quiotepec y un gran compañero de campo. Gracias a Juan Torres y Dora Velásquez, nuestros amigos peruanos que me animaron en algunas partes del camino, Juan me confirma que los poetas tienen ventajas para acomodar el mundo, sobre todo cuando son también biólogos.

Mi comprensión de las comunidades rurales latinoamericanas se reforzó acompañando el proyecto de Tradiciones para el Mañana. Gracias a Diego Gradis y a todo su equipo por estas discusiones de un lado o del otro del charco, por haberme enseñado la riqueza del diálogo intercultural, por su lucha incansable para el reconocimiento de la identidad indígena.

El encuentro con Raúl García Barrios es de los que cambian la vida de uno por su visión tan integradora y especializada, por su sensibilidad y su respeto del otro. Mil gracias por haberme transmitido tanto ánimo en momentos necesarios, por haberme ayudado a caminar en este laberinto. Si existe consistencia en mi tesis, se la debo al apoyo tan preciso de Raúl y a su insistencia para que caminara más lejos que lo que mi estructura mental podía imaginar.

Un reconocimiento especial a CONACYT por su apoyo financiero, a la UAM por aceptar este proyecto, a Yolanda Massieu por su interés por mi tema, su disponibilidad, sus consejos y su amistad, así como a todos los profesores que me acompañaron en este largo camino y me permitieron otra mirada. Sobresale Arturo León por sus comentarios críticos y constructivos sobre mi trabajo de campo, por su disponibilidad para leerme y comentarme, así como su optimismo. Gracias a Michelle Chauvet y a Roberto Diego por su interés y disponibilidad en leerme y apoyarme. A Elena Lazos, mi agradecimiento más profundo por su forma de ver y escribir, además de una gentileza que sólo conservan las almas más puras.

El doctorado, fueron también 15 compañeros, encaminados hacia la misma locura, cientos de intercambios, críticas constructivas, apoyo y solidaridad. Gracias en particular a las “chavas”, a nuestra identificación como “subgrupo” humano sin el cual la vida no tuviera el mismo sabor. Un reconocimiento particular a Lourdes Trujillo, por su amistad y ayuda mutua, a Karina Ochoa, Gabriela Guzman y Judith Chaffee por sus ánimos y luces, para cada cual un sentimiento especial.

Mi agradecimiento va también, por supuesto, hacia el Valle de Tehuacán y los que luchan desde su terruño para la conservación de sus riquezas. A la comunidad de Quiotepec, un reconocimiento profundo por haber aguantado mi intromisión en sus vidas con paciencia y sonrisa. Cada una de su gente queda grabada en mi memoria con un sentimiento especial, y más particularmente la familia Soriano que me abrió sus puertas y me brindó toda su confianza. Gracias por estos momentos tan sencillos y gratos que mi hija y yo pudimos compartir. Igualmente, me debo de agradecer a Pedro Romero Ojeda y a don Hipólito Orozco Pérez por haber aguantado cuantas discusiones les solicitaba. Espero sinceramente que este escrito no ha defraudado la confianza que me tuvieron.

Page 5: 000 Tesis para imprenta 3

5

Al personal de la Reserva, un agradecimiento especial por facilitarme esta investigación y enseñar interés para que se lleve a cabo. En particular, gracias a Juan Manuel Salazar, quien me proporcionó la información que le solicitaba, así como a Manuel Palma encargado de la oficina de Cuicatlán. Igualmente al personal del Centro Coordinador para el Desarrollo Indígena Cuicatlán por las facilidades que me otorgaron; otro agradecimiento fuerte a Ángel Nieva y a Nancy Salinas, por invitarme a sus talleres y compartirme sus estudios, su tiempo y su experiencia.

A mes frère et sœurs, même s’ils ne comprennent pas toujours ce qui me guide dans la vie, merci pour exister. Un merci particulier à ma mère, pour ce temps passé à vaincre les montagnes bureaucratiques, pour croire en moi et m’encourager. A mon père, qui sait bien comment son exemple m’est précieux. A leur couple. Qu’ils trouvent ici ma reconnaissance pour ce qu’ils sont et ce qu’ils donnent.

A mis amigos y familia ampliada, los que siguen aquí y los que nos dejaron, lo de siempre, con cariño y amor. Un gracias particular a Pascale por estos 22 años de amistad y convivencia, a Guillermo e Irene(s) por haber transformado nuestra coexistencia en un sentimiento muy especial que nos unirá siempre, a Paloma por su frescura e integración a mi familia, a Gabriela Torres por ser parte importante de mi aventura por crecer y a todos los miembros de la comunidad de Vivir Libre por esta solidaridad tan especial que nos otorgamos en los momentos necesarios. Gracias a mis demás amigos por existir, por ser ciudadanos del mundo, por soñar con un planeta más fraternal y luchar por él.

Finalmente, los que me rodean y aguantan a diario fueron los más castigados en estos últimos años. Qué decir a mis hijos Emmanuel, Rafael y Constanza de todos estos momentos de abandono y de estrés que les transmití. Ojalá no se les quiten nunca las ganas de luchar por algo en la vida, de compartir y de superarse, como ya han enseñado que están dispuesto a hacerlo. Gracias por ser para mi una fuente de inspiración y evolución permanente, por divertirme y ponerme en mi lugar, por su visión tan pura y sincera. Decirles que les amo y que dan un sentido único a mi vida es poco decirles.

En cuanto a Juan Luis, mi compañero de todos estos momentos, sé lo que le costó ser parte de esta historia. Le agradezco haberse resignado a aceptar este reto, esperando que algún día se atreva a volar hacia horizontes menos definidos pero más liberadores. Gracias por su creatividad y disponibilidad que salvan los momentos más difíciles, por su amor y apoyo incondicional.

Page 6: 000 Tesis para imprenta 3

6

Para aquellos que reconocen el valor de su presencia en la tierra y la necesidad de heredar lo mejor de nosotros mismos a los que nos siguen.

Page 7: 000 Tesis para imprenta 3

7

INTRODUCCIÓN GENERAL 12

PRIMERA PARTE. EL ESCENARIO DE LA INVESTIGACIÓN 25

CAPÍTULO UNO. ELEMENTOS CONCEPTUALES EN TORNO AL DESARROLLO 27 1. Naturaleza y desarrollo: de la indiferencia a la tibieza 29

1.1. La naturaleza sin valor 30 1.2. Desarrollo sustentable o la falsedad del cambio 34

2. Construcción social de una racionalidad ambiental 38 2.1. Cultura y naturaleza, los verdaderos pilares de la sustentabilidad 40 2.2. Lo local como perversión de lo global 44

3. Bienes comunes y acción colectiva 48 3.1. Los comunes: ¿Tragedia o potencial? 49 3.2. Neoinstitucionalismo: ¿Un enfoque para la acción colectiva? 52

CAPÍTULO DOS. EL TERRITORIO DEL VALLE DE TEHUACÁN-CUICATLÁN COMO

LUGAR DE INTERACCIÓN 59 1. Escenario natural. Un territorio de biodiversidad 60

1.1 El territorio como soporte 60 1.2. Diversidad biológica 63 1.3. Uso de recursos silvestres 64

2. De la intervención milenaria del ser humano sobre su territorio a la conservación intervenida 67 2.1. Una gran riqueza histórica 68 2.2. Paisaje socioeconómico del Valle de Tehuacán-Cuicatlán 70 2.3. Aparición de un nuevo actor: relación entre la Reserva de la Biosfera y las comunidades 74

3. Santiago Quiotepec, degradación productiva, riqueza natural y cambios sociales 79

CAPÍTULO TRES. MÉTODO DE ANÁLISIS. LAS HERRAMIENTAS PARA CONSTRUIR LA INVESTIGACIÓN 88

1. Integración de conocimiento y delimitación del tema de estudio 89 2. La comunidad desde sus capacidades y limitaciones 93 3. Herramientas para un conocimiento local dentro de un contexto global 97

Page 8: 000 Tesis para imprenta 3

8

SEGUNDA PARTE. ESTRATEGIAS DE PRODUCCIÓN Y REPRODUCCIÓN DE LAS FAMILIAS CAMPESINAS: USO DE RECURSOS NATURALES Y DIVERSIFICACIÓN DE LAS ACTIVIDADES 107

CAPÍTULO CUATRO. LA COMUNIDAD AGRARIA Y LA FAMILIA COMO PILARES DE

LA ECONOMÍA CAMPESINA 110 1. Comunidades agrarias: origen y división 111 2. La agencia municipal, sostén de la organización sociopolítica 117 3. La familia campesina: descomposición y persistencia 124

CAPÍTULO CINCO. LA CONSTRUCCIÓN DE UNA AGRICULTURA BASADA EN EL

RIEGO 130 1. Constitución de una agricultura comercial 130

1.1. Parcela(s) y agua en estrecha relación 131 1.2. El limón: cultivo dominante 135 1.3. Recesión en el cultivo de maíz 140

2. Uso común: ¿Complementariedad? 144

CAPÍTULO SEIS. REPRODUCCIÓN VINCULADA CON LA DIVERSIFICACIÓN DE

ESTRATEGIAS 151 1. Principales estrategias de subsistencia. Mirada a través de seis retratos familiares 151 2. Funcionamiento de los mercados. Consecuencias para los recursos naturales 176

PARTE 3. MÁS ALLÁ DE LA CONSERVACIÓN, EL DESARROLLO 191

CAPÍTULO SIETE. DEL DESARROLLO PRODUCTIVO A LA VALORACIÓN

AMBIENTAL Y SOCIAL 193 1. La conservación como nuevo proyecto de desarrollo 194

1.1. Las Reservas de la biosfera ¿instrumentos para un nuevo pensamiento? 196 1.2. Los retos de la participación social 199

2. Los grupos agrarios frente a la política de conservación 205 3. Percepción social de la conservación institucional 215

CAPÍTULO OCHO. LOS PROYECTOS COMO VÍNCULOS ENTRE POLÍTICA

AMBIENTAL Y COMUNIDAD. EL DESENCUENTRO 221

Page 9: 000 Tesis para imprenta 3

9

1. Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA) o una comunicación

equivocada 222 2. Establecimiento de barreras vivas, un proyecto sin seguimiento 229 3. Interpretación del desencuentro 236

3.1. Dos visiones divergentes 236 3.2. Una relación equivocada 240

CAPÍTULO NUEVE. EL CAMINO HACIA UN DESARROLLO MÁS COHERENTE 246 1. El ecoturismo ¿Una vía de desarrollo conservando? 247 2. Hacia el bien común 255

2.1. La necesidad de arreglos institucionales comunitarios 256 2.2. (Re)construcción del bien común, una tarea urgente 262

CONCLUSIÓN GENERAL 268

ANEXOS 290

Page 10: 000 Tesis para imprenta 3

10

LISTA DE CUADROS

Cuadro 1. Formas de uso de las especies útiles del Valle de Tehuacán-Cuicatlán p. 65

Cuadro 2 Clasificación de la población por tipo, en el Valle de Tehuacán-Cuicatlán.................................................................................................

p. 71

Cuadro 3 Comparación con la escala estatal y nacional........................................ p. 72

Cuadro 4 Población ocupada en el sector primario. Valle de Tehuacán-Cuicatlán P. 73

Cuadro 5 Repartición de las entrevistas entre pueblo y estación........................... P. 99

Cuadro 6 Autoridades comunitarias entrevistadas. Febrero de 2005.................... P. 100

Cuadro 7.1 Caso 1. Costo Beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005..................................................................

p. 155

Cuadro 7.2 Composición del ingreso monetario total anual. Caso 1........................ P. 158

Cuadro 8.1 Caso 2. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005..................................................

p. 161

Cuadro 8.2 Composición del ingreso monetario total anual. Caso 2......................... P. 162

Cuadro 9.1 Caso 3. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005..................................................

p. 164

Cuadro 9.2 Composición de los ingresos anuales para el caso 3............................. P. 165

Cuadro 10.1 Caso 4. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005..................................................

p. 167

Cuadro 10.2 Porcentaje de los principales costos de producción y comercialización respecto al ingreso agropecuario............................................................

p. 168

Cuadro 10.3 Composición de los ingresos anuales para el caso 4............................. P. 169

Cuadro 11.1 Caso 5. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005..................................................

p. 171

Cuadro 11.2 Composición de los ingresos anuales para el caso 5............................. P. 171

Cuadro 12.1 Composición de los ingresos anuales para el caso 6............................. P. 173

Cuadro 13 Porcentaje del ingreso agropecuario respecto al total............................ P. 175

Page 11: 000 Tesis para imprenta 3

11

Cuadro 14 Disponibilidad monetaria promedia al día, por familia y por miembro(1). Pesos mexicanos...............................................................

p. 176

Cuadro 15 Oferta y demanda de fuerza de trabajo asalariada................................ P. 177

Cuadro 16 Porcentajes de costos de comercialización............................................ P. 187

Cuadro 17 Percepción de los entrevistados sobre el papel de la Reserva de la Biosfera (RB)..........................................................................................

p. 217

Cuadro 18 Requerimientos financieros por rubro..................................................... P. 255

LISTA DE LOS MAPAS

Mapa 1 El Valle de Tehuacán-Cuicatlán............................................................. p. 60

Mapa2 Delimitación de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, respecto al Valle de Tehuacán-Cuicatlán...............................................

p. 76

Mapa 3 Ubicación de Santiago Quiotepec........................................................... P. 80

LISTA DE LAS GRÁFICAS Gráfica 1 Composición del ingreso anual del caso 1............................................. p. 159

Gráfica 2 Composición del ingreso anual del caso 2............................................. p. 163

Gráfica 3 Volumen mensual promedio de producción de limón (1 ha)................... P. 186

Gráfica 4 Precio de venta mensual promedio del limón......................................... P. 186

Gráfica 5 Ingreso promedio mensual para 1 ha de limón (sin deducción de los costos).....................................................................................................

p. 186

Page 12: 000 Tesis para imprenta 3

12

INTRODUCCIÓN GENERAL

Hace tres millones de años aparecieron los homínidos y, con ellos, inicia un proceso de

culturización de la naturaleza que lleva al planeta de hoy (Coppens, 2002). El surgimiento del

Homo sapiens es un fenómeno relativamente reciente dentro de la historia de la humanidad,

pero más novedosas aún son sus implicaciones para el sistema tierra, así como la toma de

conciencia de que el conocimiento “superior” que se ha logrado acumular a lo largo de estos

milenios de existencia no ha permitido aún mejorar la compleja relación que mantiene el ser

humano con su entorno natural. La naturaleza ha pasado miles de millones de años de

existencia y memorización sin lenguaje que permitiera una adaptación consciente entre

todos sus elementos; la evolución se dio en función de una adaptación de sus componentes

bióticos. La convivencia del ser humano con este entorno obedeció igualmente a una

evolución que llevó a un uso cada vez más tecnificado de la naturaleza, a medida que se fue

acumulando el conocimiento, provocando un desajuste entre los diferentes tiempos naturales

y sociales (Leff, 1999). El uso cada vez más intensivo de los recursos naturales lleva a su

escasez por imposibilidad de renovabilidad al ritmo de su extracción. A su vez los grandes

volúmenes de recursos usados y transformados dificultan su reciclaje y renovación natural,

provocando tasas de contaminación cada vez más insoportables tanto para la naturaleza

como para los habitantes del planeta (Leff, 2000a). Esta lógica de vida que domina en la

actualidad es consecuencia del progreso y de la búsqueda constante, por parte del ser

humano, de una superación para obtener un mayor bienestar.

La evolución social no se realizó de forma continua sino que obedeció a varias etapas. Si

bien el tipo de avances realizados está provocando hoy una crisis de civilización, cabe

remarcar que constituye también una oportunidad para buscar nuevas formas de disfrute,

más acordes con la vida misma.

Dicho de otra forma, se puede reconocer, junto con Daly (1989:22) que “Los seres humanos

son, por un lado, criaturas materiales que dependen absolutamente de su ambiente físico y,

por otro, seres racionales con propósitos y deseos de mejorar”. Este impulso humano por

una evolución cualitativa es lo que distingue al ser humano del resto de los seres vivos y le

da un lugar jerárquico superior. También, lo ha llevado a realizar sueños que parecían

Page 13: 000 Tesis para imprenta 3

13

inalcanzables. Así, la humanidad ha creado civilizaciones admirables que son el fruto de

adaptaciones a situaciones, entornos, épocas y regiones, que se han conjugado para formar

un pensamiento filosófico y moral adaptado a las condiciones materiales y defendido por

reglas y sanciones y, por consecuente, particular a cada territorio conquistado. La

subsistencia del planeta y de sus pobladores descansa sobre esta diversidad, creando una

coevolución única entre cada grupo humano y su medio ambiente.

Sin embargo, varios eventos han marcado cambios planetarios que han transformado la

relación del ser humano con su entorno natural, con una tendencia a la homogeneización de

las sociedades. Entre ellos, destaca el proceso de domesticación que inició hace

aproximadamente 10,000 años y que consistió en la selección y transformación de especies

para un beneficio humano más efectivo. Con él nace la agricultura y el sedentarismo. La

mayor productividad de las plantas gracias a sus modificaciones permitió a los humanos

liberar tiempo para pensar e inventar, además que éstas procuran una alimentación más

regular y equilibrada. En particular, la civilización mesoamericana se construyó en torno al

maíz, el cual aparece en el Valle de Tehuacán, hace aproximadamente 7,500 años en tierras

ubicadas cerca de ríos permanentes y se encuentra asociado con otros cultivos como la

calabaza, el frijol, jitomate y chile, igual que en la milpa tradicional actual (Casas et al., 2002).

La domesticación facilita la obtención de alimentos, permitiendo que parte de la población se

dedique a otras actividades, por lo que se efectúa un proceso de especialización,

urbanización e intercambio de productos, lo cual lleva de manera secundaria a

interrelaciones más frecuentes entre los diferentes grupos humanos. Igualmente, los paisajes

se transformaron, su construcción fue el fruto de esta nueva interacción entre la sociedad y

la naturaleza que le deja huellas definitivas, sobre todo si se toma en cuenta que las nuevas

condiciones de vida facilitaron el crecimiento demográfico. A la vez los intercambios

comerciales ampliaron los patrones de consumo y de producción, introduciendo cultivos

nuevos en cada territorio, en competencia con los tradicionales.

La Revolución Industrial es otro momento importante en la historia, que provocó una

aceleración del impacto del ser humano sobre sus recursos naturales y asoció la búsqueda

del bienestar con la necesidad de adquirir bienes materiales. En el siglo XVIII, el cercado de

las tierras agrícolas en Inglaterra preparó a la dominación de la propiedad individual sobre la

Page 14: 000 Tesis para imprenta 3

14

gestión colectiva de los comunes; por otra parte, la transformación del espacio agrícola en

tierras dedicadas a la cría de ovejas permitió una organización familiar de los campesinos

hacia la producción de lana, mismo que constituye uno de los vehículos de la Revolución

Industrial que siguió (Polanyi, 2000:63). En realidad, sería difícil distinguir una causa única

para un evento tan traumático que cambió totalmente el curso del mundo. Con la Revolución

Industrial, se desarrolló la tecnificación, se definió una forma de producción industrial, se

extrajeron materias primas en flujos más continuos, se concentró una población explotada y

de bajos recursos en ciudades cada vez más grandes, mientras que los propietarios

industriales acaparaban el capital formado, se especializaron las personas y los países y se

construyó el crecimiento económico con su contraparte de subdesarrollo. Asimismo, la

Revolución Industrial transformó la estructura de la sociedad en cuanto a que la producción a

gran escala se basó en la compra barata de materias primas y trabajo. De acuerdo con

Polanyi (2000:69), la conclusión inevitable de tal proceso reside en una alteración de las

relaciones humanas y una amenaza de aniquilación del medio natural. A nivel económico, el

nuevo orden instituido llevó a una economía mercantil, que es la que domina el mundo

actual.

Cabe destacar que estos dos acontecimientos, aunque muy diferentes entre sí, tienen en

común que representan cambios drásticos para la historia de la humanidad y participan en la

contradicción constante que existe en cualquier evolución. Así, el siglo XIX permitió el

mejoramiento de las condiciones de vida de una franja de la población mundial, al mismo

tiempo que erosionó el tejido social y planteó las bases de una degradación ambiental

masiva (Polanyi, 2000). Y así, es difícil imaginar la existencia de una solución integral y única

a los problemas planteados por la presencia humana sobre la tierra. Cualquier acción que

corresponde a una necesidad vital del organismo humano determina un impacto sobre el

entorno natural. Sin embargo, lo anterior no significa ni considerar inútil contrarrestar los

efectos negativos de nuestro paso por el mundo, ni dejar de vivir. Es, al contrario, una

invitación a la reflexión sobre nuestra concepción de las relaciones humanas y las de la

sociedad con la naturaleza, así como sobre los valores que guían nuestra actuación.

Nuestra forma actual de desarrollo se basa en la dominación de las relaciones mercantiles,

en las que el capital y el trabajo representan los factores fundamentales de la producción,

dejando fuera de la valoración la cultura y los bienes de la naturaleza. La economía no ha

Page 15: 000 Tesis para imprenta 3

15

podido cumplir con el papel preconizado por Adam Smith de ciencia de la producción, del

intercambio y de la distribución de riqueza entre los seres humanos y las naciones, los

cuales se basaban sobre algunos principios morales. Al contrario, el progreso impulsado

desde la Revolución Industrial por la acumulación de capital y la racionalidad del mercado ha

generado un intercambio desigual entre estos dos componentes, una marginación social

junto con una concentración de riqueza entre pocas manos y una degradación continua del

ambiente y de todos sus elementos. El capitalismo constituye un sistema invasivo porque se

basa sobre un crecimiento continuo de la economía que vuelve necesaria la producción de

bienes sin ninguna reflexión sobre su necesidad real para el bienestar. Además, la obsesión

por abaratar los costos de producción y en consecuencia aumentar los beneficios de los

dueños de la producción implica ocupar todos los rincones aprovechables del planeta, por lo

que se le reconoce como “una de las primeras formas económicas con capacidad de

desarrollo mundial” (Palerm, 1986:97).

La extensión del capitalismo a países periféricos con otras formas de producción y vida tomó

un carácter de explotación masiva de la mano de obra y de los recursos naturales, dejando

débiles posibilidades de ventajas para la población local. Al contrario, el resultado más visible

es una erosión de las culturas tradicionales junto con un empobrecimiento de las familias y la

destrucción ambiental. Signos de esta nueva visión del mundo, basada sobre el privilegio de

la economía por encima de criterios sociales y culturales se encuentran en la evolución del

lenguaje. Desde 1949, en un discurso ante las Naciones Unidas, Harry Trumann usó el

término “subdesarrollo” para referirse a las naciones consideradas como necesitadas del

apoyo de otras para alcanzar un nivel de vida más alto (Max-Neef, 1996:33). A partir de ello,

el mundo asume la dominación de unas naciones sobre otras de acuerdo con criterios

económicos, ignorando el valor de la diversidad cultural. Aunque en la actualidad las mismas

Naciones Unidas reconocen la necesidad de respetar las formas tradicionales de vida de las

comunidades, estas formas de vida se aceptan bajo estricto control institucional y el apoyo

financiero depende del deseo de colaboración de las poblaciones con los valores modernos.

El fracaso del desarrollo actual resulta evidente en multitud de contextos espaciales y

temporales. Además de la gran desigualdad de nivel de vida que existe entre los países

desarrollados y los otros, las naciones más ricas económicamente hablando también sufren

sus propias desigualdades internas. En México, las políticas de ajuste económico que

Page 16: 000 Tesis para imprenta 3

16

prevalecieron en los años 90 permitieron una tasa de crecimiento positivo y el control de la

inflación. Sin embargo, estos resultados contables supuestamente positivos para el conjunto

de la población no lograron una disminución de las desigualdades; al contrario, a la par de su

aparición se agudizó la pobreza. De la misma forma, el desempleo y su contraparte de

migración fuera del país en condiciones indignas, así como fallas en los sistemas de salud y

educación constituyen algunos de los lastres más visibles de la dominación de la economía

sobre el conjunto de la sociedad (Unrisd Report, 2000).

En el otro extremo, las clases que se han beneficiado del crecimiento económico del país

dedican la mayoría de sus esfuerzos a un consumismo exagerado que contribuye a un

agotamiento acelerado de los recursos naturales no renovables, como son el petróleo y otras

materias primas, rompiendo la regla tradicional tácita de solidaridad intergeneracional.

Conjuntamente, el aumento excesivo de la contaminación y de desequilibrios ambientales

refuerza el malestar actual personalizado tanto en problemas de salud como en conflictos

sociales y en pérdidas de valores esenciales a la convivencia humana.

Esta crisis de civilización es particularmente sensible en el mundo rural, después de décadas

de casi abandono por parte de las instituciones gubernamentales. Fuera de algunas regiones

físicamente favorecidas y dedicadas a una agricultura de alto rendimiento, la mayoría de las

comunidades rurales sufre la globalización de la economía (Leff, 1993). Más aguda que en la

ciudad, la pobreza constituye un círculo vicioso difícilmente reversible por sí mismo. Además

de la dificultad de obtener educación y salud, la falta de empleos remunerados, el relativo

aislamiento, el minifundio y el intercambio desigual vuelven difícil el acceso al bienestar, a la

vez que la entrada de lo global en estos lugares ha erosionado las instituciones sociales que

daban sustento a la organización comunitaria. La cultura, en tanto que estilos de vida y desarrollo, como derechos de las comunidades sobre sus territorios y sus espacios étnicos, sobre sus valores y prácticas tradicionales y sus instituciones para la autogestión de sus recursos, no está contemplada en los paradigmas de la economía (Leff, 1993:57).

En esta lógica, los campesinos aparecen como un sector atrasado, poco productivo y cuya

función no se valora.

Además de no lograr sus objetivos, los intentos de modernización de la agricultura a

mediados del siglo XX, a través de la intensificación y reorientación de los cultivos y de

Page 17: 000 Tesis para imprenta 3

17

cambios tecnológicos, provocaron un grave deterioro ambiental del campo debido a la

sobreexplotación y contaminación de los recursos agua y suelo. Las consecuencias actuales

se reflejan en una baja de los rendimientos y una dificultad de la unidad de producción para

cumplir con su papel de proveedor de satisfacciones de las necesidades familiares.

Paralelamente el territorio propiamente agrícola, los bosques y otros espacios de uso común

han perdido especies de fauna y flora por saqueos y apertura del suelo a los cultivos. En

este contexto, la migración representa más una escapatoria a la dificultad de subsistir que

una decisión personal, por lo que posee un alto costo de desagregación familiar y de

conflictos a varios niveles. Asimismo, la larga historia de interrelación y equilibrio que las

sociedades tradicionales mantenían con su entorno natural ha sido roto por la emergencia de

esquemas excluyentes de desarrollo, dejando lugar a un gran vacío.

El fracaso del paradigma de desarrollo actualmente en vigor tiene sus raíces en su visión

estrecha del concepto de economía como maximización de satisfacciones meramente

materiales, llevando a la creación de necesidades cada vez más artificiales e infinitas. Por

otra parte, la dominación de la economía tiende a exportar estas necesidades a todos los

rincones del planeta, destruyendo algunos principios básicos de vida como son la diversidad

y la adaptabilidad a las condiciones naturales. Otro efecto adverso es la inequidad en la

repartición de la riqueza creada, con la falacia de que la solución reside en el crecimiento

económico, mismo que sólo logra acentuar y globalizar la degradación ambiental y social

(Grinevald et al., 2006; Daly, 1989).

Por la semejanza del contexto actual a una verdadera crisis civilizatoria, queda puesta en

evidencia la necesidad de transitar hacia un desarrollo alternativo que permita un

reencuentro de la humanidad con su ser natural y espiritual. Para ello se requiere de la

formación de investigadores abiertos a la comprensión de un mundo integral y finito, y

comprometidos a la búsqueda de formas de vida socialmente justas y ambientalmente

equilibradas. Por mi formación de economista rural con experiencia en el campo de la

gestión ambiental, me interesó orientar este trabajo hacia la problemática rural y

particularmente las comunidades campesinas enfrentadas por la política ambiental a un

proceso de conservación de sus recursos naturales. Estas comunidades tradicionales,

aunque removidas por décadas de neoliberalismo, mantienen en su seno prácticas

Page 18: 000 Tesis para imprenta 3

18

productivas y sociales que son producto de siglos de interacciones con su medio ambiente y

podrían constituir una base para la construcción de otro desarrollo.

En contraparte, la globalización introduce formas de vida que van en contra de dos principios

que sustentan la vida: adaptabilidad y diversidad. Por lo tanto, se rompe el continuum que

existía entre cada grupo campesino y su entorno. Asimismo, el presente trabajo busca

entender lo que significa, desde el terruño, transitar hacia un desarrollo alternativo para las

comunidades rurales insertas en un programa de conservación ambiental.

Para facilitar, pero sobre todo para profundizar el presente análisis, éste se centró sobre una

sola comunidad campesina de la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán, al sureste

del estado de Puebla y noroeste del de Oaxaca. La elección de esta área ubicada en zona

oaxaqueña, encuentra su justificación en mi colaboración con un equipo interdisciplinario del

Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIECO) de la UNAM; sus líneas generales de

trabajo se enfocan sobre el estudio de la ecología y sustentabilidad del uso de recursos en la

región del Valle de Tehuacán-Cuicatlán.

Asimismo, la elección de Santiago Quiotepec consideró la disponibilidad de información de

un estudio etnobotánico previo del espacio de uso común (Pérez-Negrón, 2001), así como

de una Evaluación Rural Participativa realizada para el Procymaf1, con vista a la elaboración

de proyectos de “desarrollo sustentable” (Grupo Mesófilo A.C., 2002). Estos estudios no

dieron lugar a dudas en cuanto a la biodiversidad que alberga el monte de Quiotepec y

justifican el interés gubernamental por su protección. Pérez Negrón (2007 y 2001)

1 Proyecto de Conservación y Manejo Sustentable de Recursos Forestales en México (PROCYMAF). Depende de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y de la Semarnat.

Page 19: 000 Tesis para imprenta 3

19

documentó la abundancia de plantas útiles y su buen estado general de conservación,

debido a su uso moderado, al mismo tiempo que identificó aquellos recursos que por

extraerse a tasas elevadas se encuentran bajo riesgo. A pesar de que las unidades

familiares sufren un desajuste, entre otras razones por una disminución de la milpa y en

particular de la producción de maíz, la cual en 2001 involucró sólo a 48% de las familias

(Pérez-Negrón, 2007:361). La dependencia cada vez mayor al intercambio mercantil en

condiciones desfavorables dificulta el consumo de una dieta equilibrada, excepto en los

periodos del año en que se recolectan frutas de cactáceas y plantas comestibles silvestres,

arvenses o ruderales. Una consecuencia de la baja siembra de milpa es la pérdida de

germoplasma del maíz criollo, justamente en uno de los centros de desarrollo de la

civilización mesoamericana (Grupo Mesófilo A.C., 2002:13).

Se han detectado problemas vinculados con la apropiación de recursos mediante las

actividades económicas, como son la escasez de agua de riego para los comuneros, la

contaminación y degradación de los suelos productivos, así como un minifundio muy

marcado. A su vez, existe una deficiencia de la estructura organizativa comunitaria respecto

a la producción, comercialización y relación entre los diferentes grupos sociales. Ésta

repercute sobre las instituciones agrarias, que se distinguen por una carencia de normas

comunitarias con relación a la entrada de ganado de otras comunidades y a la extracción de

recursos (caza, pesca, leña, etcétera) por parte de pueblos vecinos (Grupo Mesófilo A.C.,

2002:23-24). Santiago Quiotepec, como la mayoría de las comunidades rurales del país,

sufre de una desarticulación entre sus diferentes actividades y necesidades, que la lleva a un

mal manejo productivo, ambiental e institucional.

Los cambios productivos introducidos por la política gubernamental en los años cuarenta,

permitieron a las unidades familiares mantenerse mientras seguía la intervención externa.

Sin embargo, el abrupto abandono de las explotaciones campesinas alrededor de los años

ochenta conformó un mundo rural pauperizado, con una base de la producción degradada,

prácticas sociales tradicionales debilitadas y necesidades materiales incrementadas sin

condiciones para satisfacerlas.

La política ambiental recién introducida en la región constituye otro punto de inflexión, ya que

viene a modificar algunas de las prácticas en vigor. El territorio del Valle de Tehuacán-

Page 20: 000 Tesis para imprenta 3

20

Cuicatlán es decretado Reserva de la Biosfera en 1998 e inició así un nuevo tipo de

relaciones basadas sobre la prioridad ambiental. Como parte de este proyecto, la comunidad

de Quiotepec ha recibido, en años recientes, propuestas de aprovechamiento de su espacio

comunal, las cuales representan una línea de acción para asociar el desarrollo con la

conservación. Sin embargo, existen dificultades para empatar tal política con los actores

locales. Los conflictos nacidos de la repartición del espacio territorial entre dos grupos

agrarios, no facilitan ni la cooperación interna, ni la llegada de apoyos externos. Lo anterior

justifica un análisis más detallado de la situación actual y de posibles vías de evolución.

Por lo tanto, la pregunta central que guía esta investigación es ¿Cuál es el potencial, las capacidades y las limitantes productivas, institucionales, sociales y ambientales de la comunidad de Santiago Quiotepec para alcanzar un desarrollo más armonioso basado sobre el acceso y uso de sus recursos naturales y sociales, en un contexto de conservación ambiental?

Para responder a esta preocupación, se pretende realizar un estudio desde la comunidad,

sus unidades familiares y sus instituciones sociales, poniendo el acento sobre las

interrelaciones con el entorno natural y global. En este esfuerzo por entender las fortalezas y

debilidades de Quiotepec, toma importancia la organización interna comunitaria, así como el

peso dado por cada familia a sus recursos naturales en su funcionamiento productivo, su

percepción de la conservación y la compatibilidad entre las reglas comunitarias y la política

ambiental implementada desde lo global, entre otros elementos. Asimismo, el análisis

prioriza el tema de los conflictos y las relaciones de poder, como ingredientes indispensables

para la comprensión de las posibles respuestas comunitarias a cualquier propuesta de

cambio y acción colectiva.

Por otra parte, existen temas colaterales relevantes para aclarar la problemática, como son

las características de las unidades familiares, las estrategias de subsistencia de éstas y el

lugar proporcionado al espacio colectivo. Así, tres tipos de recursos parecen ser la base de

la organización comunitaria, por lo que fungen como ejes transversales y fuente potencial de

conflictos pero también de cambio; la tierra es uno de ellos, que juega un papel primordial en

la producción y se ha repartido entre dos formas de propiedad social. El segundo elemento

está constituido por el agua, en cuanto existen problemas de acceso a pesar de una cierta

Page 21: 000 Tesis para imprenta 3

21

disponibilidad. El tercer tipo reside en el bosque como conjunto, llamado aquí el “monte”,

mismo que representa un patrimonio natural colectivo actualmente objeto de compromisos

entre la autoridad ambiental y la comunidad.

Con el fin de responder de forma detallada a la pregunta planteada, se exponen tres ejes de

trabajo que, si bien no pretenden agotar el análisis de la problemática indicada, intentan

reagrupar variables cuyo conocimiento favorece la toma de decisión en cuanto a proyectos y

acciones por emprender para transitar hacia un desarrollo más coherente. Un primer eje

integra los temas de la producción y reproducción de las unidades familiares de la

comunidad estudiada. Busca entender la relación que mantiene cada familia campesina con

sus recursos naturales, cuáles son las actividades desarrolladas por estas familias, su grado

de metabolismo y tecnificación, sus resultados económicos, sociales y ambientales, así

como las estrategias utilizadas para obtener ingresos de los intercambios comerciales. Por

supuesto, estas cuestiones se analizarán bajo los criterios de potencialidad, capacidades y

limitantes.

Un segundo eje de análisis se centra sobre el papel de las instituciones comunitarias en el

manejo de los recursos naturales individuales y colectivos. La importancia de estos aspectos

proviene de su influencia directa sobre la forma cómo el pueblo se organiza y aprovecha sus

recursos. Los conflictos que pudieran existir entre las instituciones agrarias o con éstas y

actores externos marcan las limitantes de un proceso de acción colectivo; también la falta de

reglas claras ante un manejo deficitario de los bienes comunes o la inadaptación del

reglamento al contexto actual de la institución, representan otros obstáculos a la promoción

de proyectos comunitarios. Por lo que este eje se revela particularmente pertinente en un

análisis que contempla la participación social desde la comunidad como el punto de lanza de

un desarrollo alternativo.

Finalmente, el tercer eje engloba a los dos primeros, ya que se enfoca sobre el desarrollo

comunitario basado en la conservación. Es la parte del análisis que intenta aterrizar los

conceptos defendidos, apoyándose sobre los resultados obtenidos tanto de las actividades

de las unidades de producción como de organización social. La confrontación del potencial

productivo, natural, organizativo y social de la comunidad, con las propuestas de un

desarrollo sustentable aportadas por la política ambiental amerita un análisis crítico que sirva

Page 22: 000 Tesis para imprenta 3

22

de guía para plantear las bases de una transición exitosa. Por lo que este último eje

complementa los precedentes a la vez que obliga a una mayor vinculación entre lo empírico

y lo conceptual, el conocimiento científico y el tradicional, y lo local con lo global.

Para responder a la pregunta central y explorar los ejes de esta investigación, después de un

proceso preliminar de trabajo metodológico e intercambio entre conceptos y práctica, se

construyó un índice para la narración de esta tesis. Tres partes principales estructuran su

contenido, cada una dividida en tres capítulos para facilitar la comprensión del escrito.

La primera parte plantea el escenario de la investigación, es decir que ubica los diferentes

contextos en los cuales se desarrolla este trabajo. El primer abordaje, correspondiente al

primer capítulo, tiene que ver con la justificación conceptual de este trabajo. Por lo tanto,

constituye un esfuerzo por presentar algunos de los argumentos que llevan a la necesidad

de ofrecer otro tipo de desarrollo, en este caso a las comunidades rurales. Lejos de ser

novedoso, el marco conceptual de dicho desarrollo pretende recuperar los principios y

valores que han sustentado la vida humana en los últimos 10,000 años, para su adaptación a

las condiciones actuales de las comunidades rurales de nuestro país.

Después de lo conceptual, el contexto territorial integra el segundo capítulo de esta parte

destinada a plantear el escenario de la investigación. Tres secciones estructuran dicho

capítulo, cuyo propósito principal es dar cuenta de las condiciones naturales excepcionales

de la región que abarca la comunidad de Santiago Quiotepec. La presentación de sus

principales características físicas y ambientales no dejan lugar a dudas sobre el carácter

excepcional de este espacio que alberga la mayor diversidad biológica de las áreas

semiáridas de México, además de la presencia de una gran riqueza social, gracias a una

presencia humana antigua que ha construido, en este espacio, uno de los centros de la

civilización mesoamericana. En estas condiciones, se hace evidente el interés de múltiples

organizaciones sociales y académicas por la conservación del lugar, misma que obliga a un

acercamiento con las comunidades rurales.

Tanto el capítulo conceptual como el ámbito regional sirven de base para el fundamento

metodológico de esta investigación. La exposición de cómo poner la teoría a disposición del

Page 23: 000 Tesis para imprenta 3

23

trabajo de campo y cómo obtener la información necesaria para responder al objetivo

planteado, es decir qué método de trabajo se usa, concluye este primer bloque.

La segunda parte ofrece un punto de partida para el análisis de la transición hacia un

desarrollo vinculado con el equilibrio ambiental. Asimismo, enfoca la presentación de la

comunidad seleccionada y de sus actores sobre el uso de los recursos naturales a los cuales

tienen acceso, de manera individual o colectiva. Otro punto de análisis pretende entender la

forma de subsistir de estas familias, a partir de su producción agrícola y de su organización

para obtener ingresos complementarios. Así, el capítulo cuatro propone un acercamiento a

partir de un mejor conocimiento de la organización familiar e institucional del pueblo.

Mientras que el capítulo cinco describe el funcionamiento de la unidad de producción,

enfocando la problemática a la relación entre el productor y sus recursos naturales, así como

el lugar que ocupa el monte para las familias. Finalmente, el último capítulo de esta segunda

parte da cuenta de la multiactividad como único recurso actual; de la misma forma se realiza

una síntesis de la situación presente que obliga a una integración a los mercados, con

consecuencias para la subsistencia socioeconómica y ambiental.

Lo anterior da paso a la necesidad de vincular proyectos de desarrollo con la conservación

ambiental, aprovechando la disposición gubernamental de apoyar proyectos de este tipo en

las comunidades rurales ubicadas en zonas protegidas. Las dificultades residen en varios

puntos que tienen que ver con percepciones, visiones e intereses de las dos partes

involucradas. Una forma de detectar esta problemática consistió en analizar los proyectos

propuestos a la comunidad de Quiotepec, con un intento por interpretar tanto los

desencuentros entre actores como las fortalezas, ellos dos a escala local y global. Es así que

se elaboró una tercera parte con otros tres capítulos. El capítulo siete busca recuperar el

significado del concepto de conservación desde la política gubernamental y los actores

locales, mientras que el capítulo ocho se apoya sobre dos proyectos promovidos por la

autoridad ambiental en la comunidad en estudio, aprovechando estos ejemplos para

explicitar causas frecuentes de fracaso en la construcción de un desarrollo alternativo.

Finalmente, el ultimo capítulo (capítulo nueve) utiliza un tercer proyecto aún en fase de

construcción, para analizar las posibles formas de lograr un desarrollo que reanude el

diálogo entre la sociedad y la naturaleza (Toledo, 2000:19). Este tema se tendrá que reforzar

Page 24: 000 Tesis para imprenta 3

24

y ordenar durante la conclusión general, dejando claras algunas de las lecciones aprendidas

a partir de los errores y avances.

Page 25: 000 Tesis para imprenta 3

25

PRIMERA PARTE

EL ESCENARIO DE LA INVESTIGACIÓN

La necesidad de un nuevo paradigma de desarrollo deriva de la constatación de los daños

ambiental y social provocados por el actual. Según la teoría neoclásica, el desarrollo

pretende otorgar a cada ser humano un mayor bienestar, a partir de maximizar la

satisfacción de sus necesidades a través de la adquisición de bienes y servicios en el

mercado. Esta visión provoca una frustración permanente porque la satisfacción de

necesidades mercantiles tiene sus propias limitaciones, tanto monetarias como tecnológicas.

Además, porque la sociedad consumista basa el bienestar sobre la posibilidad de adquirir

bienes materiales y servicios cada vez más sofisticados, menos duraderos y más

contaminantes, gastadores de recursos naturales no renovables, creadores de desechos

difíciles de eliminar y desdeñosos de un disfrute que no sea económico.

En este sentido, la asimilación del concepto de desarrollo al de crecimiento económico, obvia

los demás aspectos que lo componen, en particular en las esferas social y ambiental y niega

valores no monetarios. Otro problema reside en que el actual nivel de consumo de las clases

más favorecidas necesitaría de más planetas en caso de ser el modelo de consumo de la

población mundial, y que esta cuestión fue ya mencionada por el Club de Roma hace casi

cuatro décadas (citado, entre otros por Latouche, 2003:25). Eso significa que el consumismo

de una minoría rompe la solidaridad nacional e internacional, así como la intergeneracional.

De acuerdo con Schumpeter (citado por Grinevald, 2003:53), el crecimiento económico

significa producir más, mientras que el desarrollo se basa en producir de otra manera. Así, la

concepción de otro desarrollo tiene que tomar en cuenta esta diferenciación y reconsiderar

otras formas de producción.

La ubicación de esta investigación en el campo rural permite centrar la problemática del

desarrollo sobre fallas de origen, ya que la forma actual de crecimiento se basa en la

sobreexplotación de recursos naturales, en particular minerales, buscando un pago menor de

las materias primas. Paralelamente, la pérdida de cohesión social de las comunidades

Page 26: 000 Tesis para imprenta 3

26

rurales y la lucha por la supervivencia se remonta, en México, por lo menos a los tiempos de

la colonización española (Esteva, 1984) y persiste de forma desigual a pesar de la revolución

agraria que ha permitido la recuperación de tierras. Es que, además de la mala repartición

agraria, el desmantelamiento está viviendo otro de sus periodos más fuertes, con el asedio

permanente de las fuerzas productivas del ‘desarrollo modernizador’, en los términos de V.M.

Toledo (2000:199).

Esta primera parte del trabajo pretende ofrecer los elementos conceptuales, empíricos y

metodológicos que constituyen el escenario de esta investigación. El primer capítulo

reflexiona sobre el concepto de desarrollo y su significado para una sociedad que se

preocupa por restablecer una relación más sana con su entorno natural y reencontrar

prácticas productivas más adaptadas a ella, así como recuperar los valores sobre los cuales

se sustenta la vida. Para ello, se consideró necesario también analizar el aporte de las

sociedades campesinas a esta construcción y, a la vez, tomar en cuenta las formas de vida y

producción actuales.

El segundo capítulo se enfoca a la caracterización de la región sobre la que se basó este

estudio. Introduce los principales elementos tanto biofísicos como históricos, sociales y

económicos que marcan este territorio y le dan un carácter a la vez común y único. Se trata

en ese capítulo de entender la construcción histórica del Valle de Tehuacán, tanto en sus

aspectos biofísicos como sociales, como un punto de partida para el análisis de los procesos

actuales y futuros. El análisis se particulariza luego a la comunidad de Santiago Quiotepec,

buscando una visión panorámica del lugar.

Finalmente, el tercer capítulo nació de la conjunción de los dos primeros. Pretende presentar

las herramientas de análisis que se utilizaron para responder a los objetivos de este trabajo,

ellas mismas función del conocimiento teórico y práctico adquirido, así como de mis propias

capacidades y limitantes frente al tema y a la forma de abordarlo y analizarlo.

Page 27: 000 Tesis para imprenta 3

27

CAPÍTULO UNO. ELEMENTOS CONCEPTUALES EN TORNO AL DESARROLLO

En México, los cambios en el campo han ocurrido de forma acelerada desde la colonización

española, con base en un sistema de concentración privada de las tierras y otros medios de

producción. El interés gubernamental por las comunidades rurales se ha limitado a aquellas

que pudieran contribuir al crecimiento nacional o poseían recursos minerales de importancia

para la industria (Henao, 1980). Así, el sector primario mexicano se encarga, desde la

colonización, de proveer de productos agropecuarios o minerales a bajo precio, organizando

su base productiva sobre necesidades ajenas. La Revolución Industrial fue facilitada por la

organización de las colonias y la acostumbrada transferencia de materias primas desde los

países dependientes hacia los centros de transformación y consumo. Los apoyos

gubernamentales al campo de los años cuarenta tenían como objetivo la constitución de

unidades de producción de tipo empresarial que pudieran aumentar su productividad y

aprovisionar el mercado mundial y las ciudades a menor costo.

La política neoliberal, como sistema que busca reforzar la eficiencia económica, termina con

cualquier apoyo al campo que no signifique la generación de mayores ingresos, por lo que

ignora la reproducción de las unidades familiares dentro del esquema tradicional que

facilitaba la subsistencia. En este contexto, la construcción de estrategias individuales

constituye una respuesta inmediata pero poco satisfactoria para los involucrados y el

conjunto de la sociedad. La expulsión de mano de obra rural hacia las principales urbes del

país o del otro lado del río Bravo aumenta el subempleo y la violencia urbana, decompone la

estructura familiar sin ofrecer otro lugar de reciprocidad y solidaridad, y deja el campo en

estado de abandono, cada vez menos capaz de ofrecer los servicios ambientales necesarios

para la salud humana y de los ecosistemas.

Si bien se conocen comunidades que han logrado resistir a la invasión de la modernidad y

conservar prácticas productivas basadas sobre sus capacidades naturales y sociales, la

mayoría de los pueblos rurales del país se enfrenta a dificultades que tienen que ver con la

erosión de su capacidad de vislumbrar soluciones integrales y de actuar frente a la dificultad

de subsistencia y a la pobreza creciente.

Page 28: 000 Tesis para imprenta 3

28

Para profundizar en estos aspectos, se considera importante entender diferentes momentos

de la relación entre la sociedad y su entorno, lo cual podría aclarar de qué pérdidas se trata y

qué tipo de relación es deseable. Para ello, tres secciones estructuran este primer capítulo;

el primero analiza la relación actual entre la naturaleza y la sociedad, que se entiende más

bien como el consumo de un divorcio después de años de estrecha convivencia. La visión

antropocéntrica del ser humano vinculada con un distanciamiento de su sustento de vida, ha

provocado la crisis ambiental y social actual. En este contexto se analiza el concepto de

desarrollo sustentable, que surge de una concertación mundial para “salvar” el mundo sin

perder el nivel de vida adquirido por los países más ricos.

Una vez planteadas las expectativas provocadas por el término de desarrollo sustentable, en

tanto que permite un casi status quo en la repartición desigual de los bienes planetarios y no

transforma el orden económico global, una segunda sección se adentra en el análisis de los

elementos que permitirían la “construcción social de una racionalidad ambiental”, en

conformidad con el término utilizado por Enrique Leff (1999: 7). Esta construcción se basa

principalmente en el reconocimiento de la cultura y del ambiente como los verdaderos pilares

de la sustentabilidad, así como la necesidad de encontrar resistencias locales a la

globalización, sin por ello negar las aportaciones externas cuando vienen a reforzar la

cohesión interna y la acción colectiva.

En este orden de idea, dos conceptos despreciados por el neoliberalismo, ocupan el tercer

inciso por su importancia en las comunidades rurales. Se trata de los comunes y de la acción

colectiva. Los comunes fueron acusados por los regímenes “modernos” de mantener a los

campesinos en el atraso y la miseria, además de ser causantes de la degradación ambiental.

Por otra parte, la tendencia a la individualización de la producción, junto con el apremio de la

pobreza, ha provocado la degradación de las instituciones comunitarias, a tal punto que la

mayoría de los pueblos rurales han perdido el sentido de la acción colectiva. Así, esta tercera

sección busca justificar la necesidad de recuperar tales valores, sin menospreciar la

adquisición del derecho al pensar y actuar individual.

Page 29: 000 Tesis para imprenta 3

29

Este capítulo reúne así una base teórica de referencia para enfrentar el reto de transición de

las comunidades rurales hacia un desarrollo que permita un equilibrio ambiental y el

bienestar socioeconómico.

1. Naturaleza y desarrollo: de la indiferencia a la tibieza

Los primeros milenios de la vida humana se caracterizaron por una relación más directa

entre el ser humano y la naturaleza, en tanto la concepción y elaboración de instrumentos

que multiplicaran la fuerza de trabajo fueron en un principio rudimentarios y poco

impactantes para el medio ambiente. Aunque la domesticación de algunas plantas y

animales inicio un proceso de cambio de metabolismo, la población aún incipiente y el uso

moderado de instrumentos de trabajo limitó el efecto ambiental en el espacio y el tiempo.

Asimismo, las sociedades preindustriales utilizaban fuentes de energía naturales directas,

como son el sol, el viento o el agua.

Con la industrialización se añadió una fuente de energía nueva, el carbón, y más tarde

(desde finales del siglo XIX) el petróleo y el gas, con las características de que la extracción

y uso cada vez más acelerados de estos combustibles fósiles lleva a su agotamiento, sin

posibilidad de renovarse en los tiempos económicos de extracción. La economía actual

precipita los ciclos biogeoquímicos, impidiendo a la vez el reciclaje de los componentes

químicos (dióxido de carbono y fósforos en particular), lo que provoca un efecto invernadero

cada vez más destructor, así como la contaminación de los mares y suelos (Martínez-Alier,

1998:8).

Se puede decir que la agricultura no quedó excluida de la industrialización. El proceso

obedeció a irregularidades en el espacio, que tienen que ver con el grado de acceso a

algunos recursos como son el suelo, el agua y el capital, es decir con particularidades

locales. Sin embargo, existió un aporte tecnológico a este sector con el objetivo de

regularizar la producción, aumentar la productividad, liberar mano de obra para la industria y

abaratar los costos de producción de la industria. Aunque la incertidumbre que caracteriza

los resultados de la producción primaria no ha podido ser eliminada del todo, algunos

eventos como la Revolución Verde han llevado a creer, por un tiempo, en la posibilidad de

Page 30: 000 Tesis para imprenta 3

30

una productividad sin límites que deshiciera cualquier escenario pesimista acerca de la

capacidad del planeta para alimentar a toda su población.

Una de las principales consecuencias de la modernidad capitalista es una relación más

distante entre el ser humano y la naturaleza. Esto no significa que el primero utiliza menos la

naturaleza; al contrario, el ritmo de extracción de algunos recursos como el petróleo y otros

minerales se ha acelerado. El crecimiento poblacional crea más necesidades y la extensión

mundial de la clase media y el abaratamiento de bienes que no son de primera necesidad

pero facilitan la vida, ha ensanchando la base de acceso a bienes transformados. Sin

embargo, el distanciamiento proviene de una gran disparidad entre los ritmos económicos y

naturales, la cual canceló la sintonía que existió durante los primeros milenios de existencia

humana. Creando bienes cada vez más tecnificados y viviendo cada vez más lejos de las

fuentes de materias primas, el ser humano se desentiende de los procesos naturales,

además de despreciar el valor de la naturaleza.

En un primer inciso se analiza la relación entre la naturaleza y la sociedad desde el punto de

vista de la escuela neoclásica, poniendo en relieve sus consecuencias funestas para cada

uno de los sistemas. Enseguida, se discute un paradigma emergente, el desarrollo

sustentable. Aunque el concepto parte de buenas intenciones reconocidas, sus principales

limitaciones residen en su falta de ruptura con el modelo dominante, por lo que en una

sección posterior, se exploran detalladamente los ingredientes esenciales para la

construcción de un desarrollo socioeconómico realmente basado sobre valores sociales y

ambientales que sustenten la vida.

1.1. La naturaleza sin valor

Desde el punto de vista de la teoría económica neoclásica, la relación fundamental del ser

humano con la naturaleza se basa en la satisfacción de necesidades. Este sistema

totalmente antropocéntrico y crematístico ignora el valor de los recursos naturales por ellos

mismos. Sólo lo que sirve tiene precio, supuestamente como producto del nivel de oferta y

de demanda. Por su calidad de materias primas, es decir no transformadas, y porque se les

considera como ilimitados y gratuitos, los recursos naturales constituyen para la economía

neoclásica, el capital natural incluido en el factor tierra (Pearce et al., 1995).

Page 31: 000 Tesis para imprenta 3

31

Para calcular sus equilibrios internos esta perspectiva no toma en cuenta las repercusiones

de la actividad productiva sobre el medio ambiente, ni la diferencia de ritmos entre el

aprovechamiento de recursos naturales y sus tiempos de renovación (cuando son

renovables). La destrucción de los ecosistemas, su contaminación y/o a la pérdida de

biodiversidad representan efectos secundarios inevitables. El factor ecológico no está

contemplado en el óptimo económico, por lo que el mercado se encarga de rectificar la

degradación ambiental sólo en caso de que sea redituable (Leff, 2000a).

En esta misma lógica, el funcionamiento de la economía está garantizado mientras existan

zonas por explotar para nutrir a las sociedades capitalistas de bienes y servicios necesarios

para el bienestar. Por tanto, la degradación de cualquier área debida a su sobreexplotación

desplaza la presión económica hacia otra zona, aumentando cada vez más la devastación

ambiental a pesar de sus reconocidas consecuencias para la subsistencia humana (Leff,

1993). Asimismo, el sistema neoliberal no contempla valores que no sean crematísticos,

basando todos sus esfuerzos sobre la satisfacción presente y futura del Homo economicus.

En otro orden de ideas, la economía neoliberal sigue viviendo a principios del siglo XIX sobre

las bases conceptuales creadas por Adam Smith que parten de considerar una mano

invisible que regula las necesidades, cuando aún se ignoraba la termodinámica. Sin

embargo, a mediados del siglo XIX, cuando Sadi Carnot planteó las dos primeras leyes de

Termodinámica, la trascendencia de éstas alcanzó a los economistas, obligándoles a

cambiar su mirada. La primera ley enuncia que la energía no se pierde sino que se

transforma en calor disipado. Por lo que se deriva la segunda ley, que asegura que la

energía transformada no está disponible para otro uso, sino de forma muy marginal y con

grandes pérdidas (reciclaje), por lo que obedece a un proceso de entropía (Martínez-Alier,

2003; Georgescu-Roegen, 2006; Daly, 1989, entre otros).

Lejos de tomar conciencia de las consecuencias de este descubrimiento, la teoría económica

neoclásica siguió centrando sus preocupaciones sobre la manera de obtener un mayor

bienestar en función de una canasta de bienes y restricciones (tecnológicas y de

presupuesto, considerando la oferta y la demanda respectivamente), donde el capital natural

Page 32: 000 Tesis para imprenta 3

32

tiene atribuido un valor nulo (Pearce et al., 1995). La economía rechazó incluir los nuevos

conocimientos, manteniendo así una visión antigua del mundo.

Si bien las consecuencias de la teoría económica neoclásica afectan de forma brutal al

medio ambiente, se puede decir que la riqueza creada a costa de la sobreexplotación de

recursos no ha beneficiado al conjunto de la humanidad. Al contrario, se asiste a una

concentración de riqueza en pocas manos, por lo que el crecimiento económico no se

distribuye de manera equitativa entre todos los miembros de la sociedad. En consecuencia,

sigue aumentando la pobreza, junto con un mal manejo de la salud y de la educación, así

como fuertes desequilibrios en el mercado de trabajo, todos estos aspectos con fuertes

efectos en la calidad de la vida humana (Unrisd Report, 2000).

Ante este panorama y los lastres cada vez más visibles de la dominación de la economía

sobre el conjunto de la sociedad, surgieron varias propuestas de rectificación, dentro del

mismo rumbo de neoliberalismo. Paralelamente a la búsqueda de las variables a tomar en

cuenta para un desarrollo humano más integral, la economía ambiental se ha enfocado al

análisis de las interacciones entre la economía y el medio ambiente. Introdujo el término de

externalidades o deseconomías externas para explicar todos los costos ambientales (o

beneficios en algunos casos) que no son asumidos por quienes los causan y se transfieren a

otros agentes o sectores de la economía e inclusive a otras generaciones, lo que construye

circuitos acumulativos de pérdida de bienestar social (Vega, 1997). Este enfoque concede

tres funciones al medio ambiente: proveedor de materias primas; receptor de residuos o

desechos y generador de una utilidad indirecta que permite, entre otros, un disfrute estético

llamado valor de existencia (Pearce et al., 1995).

Page 33: 000 Tesis para imprenta 3

33

Para prevenir las fallas del mercado provocadas por no tomar en cuenta los costos

ambientales en el precio de los productos los economistas ambientales se centraron en

construir un sistema de medición que tiene como objetivo la internalización de las

externalidades. Es decir, calculan un valor ambiental total al sistema estudiado que proviene

de la suma de varios tipos de uso2.

Si bien la valoración ambiental de un ecosistema o de un recurso natural permitió poner el

acento sobre el disfuncionamiento de la economía en cuanto a su relación con el medio

ambiente, este enfoque presenta fuertes limitantes. Una de ellas es la “inercia” de método

(Borrayo, 2001:51), que difícilmente podrá revertir el agotamiento de los recursos naturales y

la degradación ambiental. La asignación de un valor a un bien ambiental a través de un

mercado artificial busca alcanzar el paradigma neoclásico del equilibrio general competitivo,

pero ha demostrado ser incapaz de detener la degradación entrópica que genera (Leff,

2000b:33).

Ante el desastre persistente y cada vez más visible, han emergido intentos de soluciones

más impactantes. Así en 1987, se creó el concepto de desarrollo sustentable que busca dar

un peso equivalente a lo ambiental, lo social y lo económico, así como preservar las

generaciones futuras (Comisión Bruntland, 1987). A continuación se discute sobre las bases

2 Valor de uso directo que se puede obtener a través del mercado (pesca, extracción de madera, colecta de plantas medicinales, etc.); valor de uso no extractivo (ecoturismo, investigación científica, etc.); valor de uso indirecto que se refiere a los beneficios derivados de la función reguladora de los ecosistemas (secuestro de carbono, recarga de acuíferos, etc.); valor de opción que se refiere a posibles usos en el futuro; y valor de existencia que intenta dar un valor monetario a la existencia, o valor de herencia (Alejandro Toledo, 1997).

Page 34: 000 Tesis para imprenta 3

34

que sustentan este concepto, así como el papel que juega en la actualidad frente al esquema

económico dominante.

1.2. Desarrollo sustentable o la falsedad del cambio

El término de desarrollo sustentable nació de la constatación del desastre ecológico mundial

vinculado con la pobreza. Como tal, aparece como una condición para la supervivencia

humana y para lograr un desarrollo durable, a partir de la problematización de los valores

sociales y las bases mismas de la producción (Leff, 2000b:22). Su propagación a partir de su

enunciado en 1987 por la Comisión Bruntland, no es más que el resultado de un consenso,

cuya generalidad permite borrar las diferentes visiones e intereses de los países “hasta

formar parte del discurso oficial y el lenguaje común” (Leff, 2000b:29).

El concepto de sustentabilidad tiene su origen en el renacimiento del espíritu de la historia

inicial de las ciencias, donde prevalecía una visión no fragmentaria y la integración de todas

las disciplinas en el análisis de una problemática. Paradójicamente esta historia surgió de la

economía en el siglo XVIII; más específicamente, de los fisiócratas, un grupo de filósofos

franceses que consideraban el trabajo de la tierra como la base esencial de la economía.

Para ellos, el crecimiento estaba supeditado a la capacidad del medio ambiente de sostener

tal actividad, creando así un orden social natural que excluía un aumento demasiado elevado

de la demografía o de la producción (Costanza, 2001).

Después de los fisiócratas se plantearon las bases de la economía moderna, dominada por

relaciones crematísticas. Adam Smith (1723-1790) rompió con sus precursores cuando ideó

al mercado como una “mano invisible” que guía a los individuos hacia un bien común.

Aunque Smith se ubica dentro de una base filosófica filantrópica, su teoría llevó al

crecimiento del individualismo y del materialismo, todo ello en contra de las relaciones

comunitarias (Costanza, 2001).

Al mismo tiempo, esta nueva corriente de economía idealizó el progreso científico como un

proceso que debe de conducir al control de la naturaleza y al desarrollo material pleno,

permitiendo así justificar el ritmo de destrucción del medio ambiente y el crecimiento no

sustentable de las sociedades. De acuerdo con Naredo (1993), la sustentabilidad establecida

Page 35: 000 Tesis para imprenta 3

35

por François Quesnay y los demás fisiócratas no pudo fructificar, pues la riqueza del mundo

industrial se construyó sobre la base del deterioro de los recursos naturales que dan origen a

los productos transformados.

El paradigma reduccionista de finales del siglo XIX provocó una especialización excesiva de

cada disciplina, considerando que el mundo es separable en unidades relativamente aisladas

que podrían ser estudiadas y entendidas por sí mismas (Costanza, 2001). En este sentido,

las ciencias sociales se alejaron de las ciencias naturales y la economía se olvidó de

contabilizar el componente natural en la producción. En contraparte del lado de la ecología,

predominó el enfoque de considerar al ser humano fuera de los sistemas naturales (Oyama,

2002).

A contracorriente de la especialización excesiva y de la parcelización del conocimiento,

desde mediados del siglo XX, crecieron nuevos enfoques que buscaron integrar otra vez las

ciencias de la naturaleza con las ciencias sociales y humanas, lo que ha motivado la

aparición de nuevas propuestas metodológicas y epistemológicas que son objeto de un

intenso debate hoy en día (Toledo et al., 2002).

El enfoque de desarrollo sustentable, en su definición general, conlleva tres elementos

básicos. Por un lado, pretende permitir la satisfacción de las necesidades básicas de la

presente generación, es decir aportar a la población actual un cierto nivel de bienestar

económico y equidad social. Para ello, el acceso a los recursos naturales se debe de realizar

a una escala que respete la renovación de los ecosistemas para, por último, lograr la

perpetuación de la especie humana en el tiempo, gracias a una relación ser humano-

naturaleza no destructiva (Borrayo, 2001).

Al respecto, algunos autores proponen el término de metabolismo socioeconómico para

medir el grado de presión que el ser humano ejerce sobre su entorno. Para Fisher-Kowalski

et al. (2000:22), este concepto, por analogía con la biología, constituye “un marco para

distinguir entre culturas, sociedades o regiones según sus relaciones de intercambio

características con la naturaleza”. En México, el término está retomado, en el campo de la

sociología ambiental, por Toledo et al., como

Page 36: 000 Tesis para imprenta 3

36

Un conjunto de acciones a través de las cuales los seres humanos, independientemente de su situación en el espacio (formación social) y en el tiempo (momento histórico), se apropian, producen, circulan, transforman, consumen y excretan productos, materiales, energía y agua, provenientes del mundo natural (Toledo et al., 2002:12).

El resultado es la “socialización” de partes de la naturaleza y, en contraparte, la

“naturalización” de la sociedad (Leff, 1993). El metabolismo presenta una situación de

relación recíproca entre la sociedad y la naturaleza que transforma las dos partes. Sin

embargo, la determinación del grado de metabolismo deseable para cumplir con los

propósitos de sustentabilidad constituye uno de los mayores retos empíricos y

conceptuales.¿Hasta dónde aprovechar para no destruir la base productiva? ¿Cómo medir

los efectos de la extracción sobre el conjunto del ecosistema? A pesar de diversos intentos,

en particular por parte de la economía ambiental y de la economía ecológica, es imposible

asegurar que los cálculos han abarcado todos los aspectos ambientales y sociales.

Esta realidad ha llevado a plantear la incommensurabilidad del valor de la naturaleza en los

criterios económicos y el principio precautorio en cualquier actividad dudosa (Martínez-Alier

et al., 2000). Asimismo ha conducido a visualizar que la capacidad de sustentación de las

actividades productivas es relativa, dependiendo de posibles cambios técnicos a futuro

(Naredo, 1993).

La elaboración de la Agenda 21, en 1992, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre

Medio Ambiente y Desarrollo se planteó como un programa global para normar el proceso de

desarrollo con base en la sustentabilidad. Con este programa “se fue prefigurando una

política global para disolver las contradicciones entre desarrollo y medio ambiente” (Leff,

2000b:29). Sin embargo, los intereses divergentes entre las naciones no han permitido,

hasta ahora, que el enfoque de sustentabilidad tenga la fuerza de desplazar el programa

globalizador actual, a pesar de su recurrencia en los discursos y la aparente voluntad de

organismos internacionales por lograrlo. La recuperación de este concepto desde las

tribunas de las Naciones Unidas modera su aplicación. En lugar de plantearse como

programa de Gobierno construido desde las trincheras de lo local con un verdadero objetivo

de equidad social y equilibrio ambiental, se ha arrinconado su aplicación a las zonas

marginadas, dejando a las clases favorecidas el privilegio de mantener su nivel de vida y

Page 37: 000 Tesis para imprenta 3

37

seguir consumiendo sin preocupación alguna. En estas condiciones, el desarrollo

sustentable no puede ser la clave para revertir los mecanismos de exclusión (Bartra, 2000).

La ambigüedad del término y su utilización burocrática y limitada, condenaron este concepto

a alimentar las ambiciones neoliberales y a ser rechazado por quienes plantean un

verdadero reencuentro entre la sociedad y la naturaleza. Así, el representante europeo del

Partido Verde, Alain Lipietz (2003:21), juzga el desarrollo sustentable como un “compromiso

mínimo, extremadamente formalista y abstracto”. Así, el desarrollo sustentable plantea una

regresión con respecto al concepto de ecodesarrollo de los años 70, que criticaba el sobre

uso de materias primas de los países desarrollados y la producción exagerada de desechos.

El rechazo del término de ecodesarrollo en las reuniones preparatorias de la Conferencia de

Río, en 1992, se resume en las palabras de la presidencia de Estados Unidos: “nuestro

modo de vida no es negociable”. Este planteamiento confirma la falta de compromiso de los

países desarrollados con la problemática que ha creado su consumismo exagerado, basado

en el saqueo de materias primas y la destrucción ambiental de los países subdesarrollados

(Leff, 2000a). Por su parte, los gobiernos de los países subdesarrollados han enfocado su

reivindicación hacia la necesidad de generar más riquezas económicas para una mayor

repartición interna. Aunque se reconoce un retraso económico de estas naciones con

respecto al primer mundo, la mala distribución interna debida a la corrupción y a la falta de

democracia cancela la posibilidad del restablecimiento de un equilibrio ambiental y social.

Ello, no obstante la presencia en su territorio de culturas tradicionales que testimonian otro

desarrollo basado sobre valores de diversidad y reciprocidad. Por lo tanto, más que un

progreso hacia una búsqueda de un desarrollo que permita una sociedad más equitativa y

preocupada por la conservación de su biodiversidad y recursos naturales, el concepto de

desarrollo sustentable sigue llevando al mundo a una “sobreeconomización, privatización y

mercantilización de la naturaleza” (Leff, 2000a:XXIX).

El término de desarrollo sustentable fue desvirtuado por su uso indiscriminado por quienes

persisten en ubicar el desarrollo dentro del paradigma neoliberal, dando preferencia al

sistema económico por encima de la problemática ambiental y social. Sin embargo, es

necesario reconocer que muchas aportaciones conceptuales y epistemológicas se

entrelazaron con este concepto, viéndolo como un paradigma emergente que busca

Page 38: 000 Tesis para imprenta 3

38

equilibrar las interrelaciones entre los subsistemas económico, social y ambiental. Enseguida

se esboza un esquema que puede servir de base para otro concepto de desarrollo.

2. Construcción social de una racionalidad ambiental.

Reconocer las dificultades de establecer el concepto de desarrollo sustentable como

paradigma de una sociedad posmoderna se conjuga también con el reconocimiento de las

aportaciones realizadas para una (re)construcción de la teoría de la sustentabilidad desde

las trincheras conceptuales, epistemológicas y empíricas. Es también aceptar que existen

varias corrientes que han enriquecido el término, desde conservacionistas a ultranza a favor

de una sustentabilidad “dura”, que no admite el uso de recursos no renovables; hasta la

misma economía ambiental, que busca atribuir un valor a los recursos naturales para su

integración a los mercados, pasando por la economía ecológica que aborda los conflictos

entre economía y ecología o la ecología política, que se interesa en estos conflictos y

acompaña las acciones y movimientos de los actores sociales que luchan por una justicia

social y ambiental.

Debo admitir que me atrae la corriente posmodernista que defiende un “decrecimiento

sostenido”, fundamentado en la falta de sustentabilidad ecológica de la economía y la

necesidad de reencontrar valores inmateriales y espirituales frente a la mercantilización y a

la dominación del materialismo (Grinevald, 2003). Para los posmodernistas, la finalidad

propiamente humana del proceso económico es esencialmente “inmaterial y espiritual”, parafraseando al fundador de la bioeconomía, Nicholas Georgescu-Roegen (citado por

Jacques Grinevald, 2003:55), lo que obligaría en la actualidad a producir menos y de forma

menos contaminante, así como retomar la diferencia existente entre crecimiento y desarrollo.

La bioeconomía, para Georgescu-Roegen, considera el desarrollo técnico económico de la

especie humana dentro de su arraigo biofísico, así como en la diversidad de su evolución

cultural e institucional, sin perder nunca de vista las limitaciones del planeta Tierra y de su

biosfera (Grinevald, 2003:56).

Eso significa que existen países “sobre desarrollados” (Georgescu, 2006:21), es decir que

consumen energía y materia en exceso y han adquirido un nivel de vida demasiado alto en el

sentido en que no se podría extender a toda la población del mundo y reduce drásticamente

Page 39: 000 Tesis para imprenta 3

39

las posibilidades futuras. El seguidor de Georgescu, el economista Herman Daly precisa que

en un mundo finito el crecimiento continuo es imposible. Pero además, “considerando los

estómagos finitos, las vidas finitas y la clase de hombres que no sólo de pan vive, el

crecimiento se torna indeseable mucho antes de que se vuelva imposible” (Daly, 1989:15).

Aunque una duda existe respecto a las necesidades básicas no cumplidas de amplios

sectores de las naciones subdesarrolladas y particularmente en el campo, por lo que estos

autores admiten la promoción de un esfuerzo de crecimiento económico en estos casos.

Así, se vuelve evidente que un uso desmedido de la energía y de la materia disponibles en la

actualidad pone en peligro a las generaciones futuras y que una alternativa reside en una

“sobriedad feliz” según los términos del ex candidato a la presidencia de la República

francesa y convencido posmodernista Pierre Rabhi (2003:107). Es decir, que los valores que

guían la vida humana tienen que reencontrar su inspiración espiritual y llenar otra vez los

espacios sociales, permitiendo así el disfrute de la convivencia humana y natural, por encima

de los conflictos que atraviesan cualquier organización.

A pesar de una tendencia a magnificar la corriente bioeconomista, entiendo la necesidad de

encontrar formas de transitar hacia tal pensamiento por la vía reformista. Así que, al igual

que Lipietz (2003:62), admito que No sabemos cambiar la sociedad del todo al todo, no podemos abolir con vara mágica la división del trabajo, ni las relaciones mercantiles que nos llevan a una catástrofe, por lo que tenemos el deber de ser reformistas, es decir buscar modificar (”infléchir” en el texto) la evolución de esta sociedad.

Tal vez, el mayor punto de intersección entre la utopía y la realidad se encuentra en las

comunidades rurales que han podido conservar algunas formas de producción y de pensar

alejadas del modelo dominante. Sin embargo, la mayoría de ellas han estado inmersas en

cambios productivos y culturales, como lo demuestra mi estudio de caso. Será cuestión,

entonces, de encontrar estas resistencias al modelo dominante y su significado para un

desarrollo alternativo, considerando vital para la población la recuperación de su capacidad a

ser actriz de su propio desarrollo y constructora de una forma renovada de relación con la

naturaleza.

Page 40: 000 Tesis para imprenta 3

40

En este contexto, los incisos que siguen pretenden primeramente analizar los principales

elementos que conforman un nuevo pensamiento, mismos que abarcan las esferas tanto

ambiental como social; en segundo lugar, se justifica un estudio desde lo local sin perder de

vista la inserción de estas comunidades en un mundo global.

2.1. Cultura y naturaleza, los verdaderos pilares de la sustentabilidad

Una premisa del presente análisis es que bajo los actuales patrones científicos y

tecnológicos, la plena satisfacción material de todos los seres humanos resulta imposible,

pues conduciría a la destrucción del ecosistema planetario (Toledo et al., 2001). El

metabolismo, como relación de intercambio entre los seres humanos y la naturaleza, se

intensificó en la época neolítica, cuando se desarrolló la agricultura y aumentó la capacidad

de carga del territorio (Lipietz, 2003: 45). El progreso provino de la posibilidad de dominar las

crisis ecológicas, caracterizadas en ese tiempo por la hambruna. El drama desde el siglo XX

es que el progreso constituye cada vez más una amenaza (es una causa directa de la

destrucción de la capa de ozono, del cambio climático, etcétera) y que a las crisis ecológicas

se sobreponen crisis sociales3.

3 No voy a entrar en el debate de si la pobreza es la responsable de la degradación ambiental, aunque me parece substancial el análisis de Martínez Alier (2000:386) sobre el hecho de que “es la riqueza y no la pobreza la causa del agotamiento de los recursos”. Si bien reconoce la presión ejercida por los pobres sobre algunos recursos naturales (por ejemplo la leña), se puede considerar que los problemas ecológicos de los países pobres provienen, ante todo, de su inserción en la economía mundial. Por otra parte, hay que recordar que son los pobres los más afectados por los desastres naturales cada vez más frecuentes y directamente relacionados con la degradación ambiental.

Page 41: 000 Tesis para imprenta 3

41

Retomando los efectos funestes provocados por la predominancia de la economía sobre los

demás componentes de la sociedad, Karl Polanyi (2000:218) considera que, si bien el

proceso económico constituyó un vehículo de destrucción de las sociedades tradicionales,

“la causa inmediata de su derrota no es por este motivo económico; se halla en el daño

mortal causado a las instituciones en que está encarnada su existencia social”. El

debilitamiento de las instituciones colectivas ha reforzado respuestas individuales de

subsistencia basadas en la mercantilización de la fuerza de trabajo y de los recursos

naturales, fragilizando en extremo los vínculos de solidaridad, reciprocidad y demás valores

que cimentaban las sociedades tradicionales. La hipereconomización transformó el mundo

en un inmenso mercado (Bové et al., 2000), “cosificó” la sociedad (Leff, 2000a), rompiendo

así el conocimiento que mantenía el ser humano de la naturaleza. De acuerdo con Polanyi

(2000: 223), “el hombre y la naturaleza son prácticamente uno en la esfera cultural”, pero

“nada obscurece nuestra visión social tan eficazmente como el prejuicio económico”

(Polanyi, 2000:220). Dicho en otros términos, la dominación de la economía, basada sobre el

progreso tecnológico, la productividad a ultranza y la generalización de intercambios

monetarizados lleva consigo la destrucción ambiental y el intercambio desigual, a la vez que

provoca la desintegración de gran parte de la cultura tradicional y de las relaciones sociales,

así como la “cancelación del diálogo entre los seres humanos y la naturaleza” (Toledo,

2000:19).

Lo anterior pone en evidencia el límite de la racionalidad económica y la necesidad de

enmarcar el desarrollo dentro de un concepto de sustentabilidad basado en valores de vida,

justicia social y compromiso con las generaciones venideras (Leff, 1999). En otros términos,

de acuerdo con Leff (1999:6) Si entendemos el problema de la insustentabilidad de la vida en el planeta como una verdadera crisis de civilización –de los fundamentos del proyecto societario de la modernidad- podremos comprender que la construcción del futuro (sustentable) no puede descansar en falsas certidumbres sobre la eficacia del mercado y la tecnología –ni siquiera de la ecología- para encontrar el equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación ambiental. La encrucijada en la cual se abre camino el nuevo milenio es un llamado a la reflexión filosófica, a la producción teórica y al juicio crítico sobre los fundamentos de la modernidad, que permita generar estrategias conceptuales y praxeológicas que orienten un proceso de reconstrucción social.

La construcción de un nuevo concepto de desarrollo busca entonces recuperar una identidad

o pertenencia a una entidad mayor, que es la naturaleza, a través de vínculos de solidaridad,

con el fin de “rescatar el invisible nudo del espacio y del tiempo” (Toledo, 2000: 34).

Page 42: 000 Tesis para imprenta 3

42

En la “construcción social de una racionalidad ambiental” (Leff, 2000 y 1999), el ser humano

y la naturaleza se convierten en el principal foco de atención y se consideran como partes de

un mismo sistema en coevolución. Si bien la cultura se plantea como “un sistema de valores,

de formaciones ideológicas, de sistemas de significación, de técnicas y prácticas

productivas, de estilo de vida” (Leff, 1993:55), en su asociación con la naturaleza, las dos se

moldean en búsqueda de un equilibrio conjunto. En la historia de la domesticación de plantas

y animales, los seres humanos iniciaron el proceso con las especies que estaban disponibles

en su entorno natural; sin embargo, las modificaciones ocasionadas fueron determinantes

tanto para este mismo entorno y su evolución, como para la organización sociocultural de

estos seres humanos. La ruptura de este proceso de coevolución entre el ser humano y su

entorno es lo que ha llevado al fracaso civilizatorio. Con una idea similar el ecólogo político

europeo Alain Lipietz opina que “las relaciones sociales moldean la manera en que la

humanidad organiza su actividad, y determinan cómo esta especie, así organizada, se

apropia su medio ambiente (él mismo siendo producto de un trabajo pasado)” (2003:23). En

consecuencia, la organización social tiene que construirse sobre el acceso y uso a los

recursos presentes en cada comunidad, tomando en cuenta la producción y la tecnología

existentes. Este aspecto será analizado más adelante en el caso de la comunidad de

Santiago Quiotepec, Oaxaca. Para ello se tendrá presente que la construcción social de una

racionalidad ambiental requiere de un conocimiento más concreto de la articulación entre los

procesos históricos, culturales y naturales, pero también de los procesos de producción

actuales y de su relación con la dinámica de los ecosistemas, el nivel tecnológico y las

condiciones institucionales y organizacionales de las comunidades usuarias de los recursos

naturales (Leff, 2000a).

La antropóloga económica Dolors Comas d’Argemir (1998:131) recuerda el concepto de

producción como un acto de apropiación de la naturaleza, que implica la transformación de

los recursos en productos utilizables mediante instrumentos y trabajo. Dentro de este

contexto, la producción representa la principal articulación entre la cultura y la naturaleza. En

consecuencia, el entorno y la tecnología se construyen socialmente a través de las

relaciones sociales que se establecen en la producción y cristalizan en el proceso de trabajo,

por lo que ecología, tecnología y trabajo mantienen una estrecha relación. Esta forma de

percibir la producción, desarrollada por teóricos del marxismo, fue descrita en particular por

Page 43: 000 Tesis para imprenta 3

43

Godelier (1981), quien considera que las sociedades tradicionales se adaptan a las

restricciones de la naturaleza a través de sus formas de producir, mismas que pueden ser

diversas dentro de cada sociedad y también con limitaciones. Godelier plantea que dentro de

la racionalidad económica de cada sociedad4, existe una “racionalidad no intencional” debida

a que los seres humanos no dominan totalmente las leyes de la naturaleza ni la dirección del

proceso evolutivo (Godelier, 1989, citado por Comas d’Argemir, 1998). Este punto de vista

lleva a considerar que cualquier sistema de interacción entre seres humanos y naturaleza

carga con errores. A mayor grado de intensidad del metabolismo, mayor dificultad de

reversibilidad, por lo que el principio precautorio que sugiere evitar actuar sobre el medio

ambiente cuando no se conoce las consecuencias futuras, debe constituir la regla número

uno de un desarrollo alternativo. Eso significa, a escala comunitaria, la elección y la

ejecución de proyectos de desarrollo que evitan poner en peligro el futuro ambiental, pero

también el social.

Lo anterior no significa evidentemente una nula actuación del ser humano sobre su entorno

natural. Más bien se trata, como lo señala V. M. Toledo (2000:223) De inducir un proceso donde se recobre la confianza, se recuperen los valores colectivos y culturales, se regenere la naturaleza y la conciencia acerca de ella, se reparen los sistemas productivos y distributivos, se restituyan los derechos de las familias y de las comunidades rurales, se restauren las instituciones sociales y políticas locales y, en fin, se restablezcan los vínculos que mantienen activo el metabolismo entre la sociedad humana y la naturaleza (subrayado por el autor).

Una vez más, se pone en evidencia la necesidad de un análisis basado sobre el

entendimiento de los elementos que permitirían una reconciliación entre la sociedad y la

4 Godelier utiliza el término de racionalidad económica porque considera que cada sociedad obedece a un esquema de optimización de recursos.

Page 44: 000 Tesis para imprenta 3

44

naturaleza. Si bien el estudio de los procesos de producción se plantea como un elemento

central, su análisis se tiene que insertar en un marco más amplio que incluya la articulación

de estos procesos con las formas de propiedad, la organización institucional y social y las

relaciones económicas mantenidas con lo global.

Esta reconstrucción social deseable, tiene que reconocer “la potencia de lo heterogéneo y el

valor de la diversidad” (Leff, 1999:6). Estos dos elementos constituyen los principales

soportes de la vida, sobre los cuales se apoyó la mayoría de las sociedades tradicionales

para perpetuarse, como individuos y como culturas. Las sociedades campesinas son un

ejemplo de ello, porque su subsistencia se ha fundamentado sobre su conocimiento

tradicional de un manejo de la unidad de producción basado sobre la diversidad de sus

actividades productivas (Bartra, 1982 y Barkin, 1998, entre otros). Paralelamente, la

asociación con diferentes cultivos y con ganado, así como el acceso a recursos naturales

útiles les permite un cierto grado de autonomía alimentaria, al mismo tiempo que limita la

degradación de los suelos.

Considerando lo anterior, las comunidades campesinas tienen mucho que aportar al conjunto

de la sociedad en la (re)construcción de un desarrollo alternativo, por sus prácticas

productivas, su relación estrecha con la naturaleza y su organización familiar y social. Su

adaptación y conocimiento de las características particulares de cada lugar han sido factores

favorables a su resistencia a la globalidad. Asimismo, sobresale la importancia de lo local en

una evolución hacia otras formas de vida, lo que ocupa los párrafos que siguen.

2.2. Lo local como perversión de lo global

Como se dijo anteriormente, la expansión del capitalismo se ha realizado a expensas de

crear centros y periferias, dominación y subordinación entre sociedades, lo que ha

provocado procesos de desestructuración que han afectado tanto a los medios de vida y de

trabajo de las sociedades tradicionales, como sus componentes sociales, ideológicos e

identitarios (Comas d’Argemir, 1998: 54).

Si bien la concreción de un nuevo estilo de desarrollo obliga a reconocer el desgaste

ambiental y social provocado por una visión homogeneizadora del mundo, también ayuda a

Page 45: 000 Tesis para imprenta 3

45

entender que la reversibilidad resulta imposible a partir de políticas globales que otorgan

remedios estandarizados a sociedades diversificadas y heterogéneas. Un desarrollo

diferente tiene que construirse desde el espacio donde se inician las interacciones entre la

sociedad y la naturaleza. Lo anterior lleva a reconocer la necesidad de un análisis a escala

local, con una revalorización del conocimiento local y de las prácticas sociales (Leff, 2000a).

De acuerdo con Escobar (2000), es imprescindible una redefinición desde el terruño, de los

significados y prácticas de la economía, la naturaleza y las relaciones sociales, para revertir

el tipo de desarrollo actualmente en vigor. Preguntas como las que plantea Escobar ¿(...)qué hay ‘sobre el terreno’ tras siglos de capitalismo y cinco décadas de desarrollo?” y “¿Cómo mirar la realidad social de manera que podamos detectar elementos de diferencias no reducibles a artefactos del capitalismo o de la modernidad, sino que pudieran servir como núcleos de la articulación de prácticas sociales y económicas alternativas? (Escobar, 2000:191)

me parecen preguntas centrales para una investigación acerca de formas alternativas de

desarrollo. Es de subrayarse que lo local representa un espacio con características propias,

resultado de su historia, su organización social, sus pertenencias naturales, su ambiente

físico-biológico y las relaciones que ha mantenido con el contexto global, lo que lo hace

portador de las semillas que permitirían construir un futuro más coherente.

Sin embargo, partir del conocimiento local y de su construcción social de la naturaleza, no

significa negar la inserción de cada comunidad en un mundo global, a través de la cual una

comunidad puede encontrar formas de desarrollo adaptadas a la conservación de sus

recursos. Tampoco se trata de idealizar sistemáticamente el conocimiento local, el cual no es

“puro, ni libre de dominación” (Escobar, 2000: 195).

Analizar formas de desarrollo desde la comunidad consiste principalmente en enfocar la

sustentabilidad sobre la revisión de la forma en que la gente vive y trabaja, tomando en

cuenta no sólo las relaciones de poder y los conflictos entre individuos y grupos, sino

también las capacidades y potencialidades de estos mismos individuos y grupos. Barkin

(1998:66) precisa que “no es simplemente un asunto de rescate de culturas antiguas, sino de

tomar ventajas de una herencia cultural y productiva importante para proporcionar soluciones

a los problemas de hoy y mañana”.

Page 46: 000 Tesis para imprenta 3

46

Sin embargo, las comunidades rurales tienen también mucho que aprender para adaptar el

conocimiento tradicional a nuevas situaciones, que pueden ser cambios naturales o nuevas

opciones de aprovechamiento (Marulanda, 2000; Ostrom, 2000b), estos mismos en función

de las posibilidades de superar los conflictos existentes y reencontrar valores mermados por

las desconstrucciones actuales. En consecuencia, un nuevo tipo de desarrollo consiste en

superar la dicotomía que ha creado el mundo moderno entre teoría y práctica, local y global,

sociedad y naturaleza, entre otras, (Escobar, 2000), partiendo de la capacidad de cada

sociedad de rescatar los elementos de sus prácticas sociales y de su conocimiento local, así

como asimilar elementos de conocimientos científicos y globales que la llevarán a construir

esquemas coherentes.

La dificultad de la tarea proviene de la complejidad de los sistemas involucrados. Estamos

ante el estudio de sistemas complejos por la multitud de interrelaciones que existen entre

todos los componentes en su interior. Si bien lo local no se rige sin lo global, ni lo social sin lo

ambiental y viceversa, existe además una multitud de redes de relaciones múltiples que no

obedecen a una visión lineal de causa y efecto. Asimismo, la complejidad niega la posibilidad

de respuestas automáticas y sistemáticas a la problemática existente. Presupone, además,

que las diferentes soluciones responden a una visión parcial y sesgada por la experiencia y

subjetividad de quien propone o construye.

En consecuencia, ha pasado el tiempo de respuestas mecanicistas a problemas

relativamente sencillos, como fue la planeación de la Revolución Verde para aumentar la

productividad del campo y permitir un consumo de materias primas más elevado. Estamos

conscientes, en la actualidad, de los impactos funestos de este tipo de política a largo plazo

y que la degradación social y medioambiental del mundo rural es consecuencia de una

modernización planeada masivamente desde arriba, sin tomar en cuenta los actores locales

en todas sus dimensiones y formas.

Así, la concepción de un desarrollo alternativo parte de algunos principios básicos. El

primero es reconocer la importancia del manejo comunitario de un saber local, que se forja

en una visión integral de las relaciones entre la sociedad y la naturaleza. La presencia de

agentes externos puede ser una oportunidad, para la mayoría de las comunidades rurales

inmersas en un proceso de degradación social y ambiental, de rescatar valores milenarios y

Page 47: 000 Tesis para imprenta 3

47

permitir su adaptación frente a la presencia de nuevos retos. Ostrom, (2000b:53) plantea que

“Los usuarios locales son buenos administradores de sistemas en pequeña escala para el

manejo de los recursos”, porque poseen un conocimiento fino de su entorno natural y

percepciones culturales acordes con un manejo coherente. Así, un análisis basado en los

comportamientos y estrategias de los actores locales resulta particularmente acertado

cuando se trata de fomentar la sustentabilidad de un espacio determinado. Sin embargo, la

autora subraya la importancia de un conocimiento científico para acompañar la acción

colectiva, que complemente el conocimiento tradicional y aporte la información a la cual los

actores sociales y, en general, las organizaciones locales no tienen acceso, así como una

visión más general de las relaciones de poder y conflictos existentes (Ostrom, 2000b).

Asimismo, poner un freno a la degradación ambiental local exige la participación de las

comunidades campesinas e indígenas presentes en una región, así como conocer y

reconocer los usos y manejos tradicionales de los recursos naturales de la comunidad. La

valoración de estos usos dentro de la unidad de producción y como bien ambiental, así como

la búsqueda de alternativas de manejo sustentable y la determinación de líneas de política

ambiental que mantengan un equilibrio entre el bienestar comunitario y la conservación de

los recursos existentes, aseguran el camino hacia un desarrollo alternativo.

Con lo anterior, se confirma igualmente el papel importante de la ética, para superar las

ambivalencias e incertidumbres de las tomas de decisiones, así como para diseñar los

diferentes marcos (jurídico, administrativo, etcétera) de las instituciones locales que llevarán

a cabo los proyectos (Naredo, 1993). Con la aparición de la biotecnología y la ingeniería

genética agrícola, la biodiversidad adquiere una nueva valoración. Los conocimientos

tradicionales sobre cultivos y plantas medicinales, junto con los recursos genéticos, son

ahora codiciados por corporaciones multinacionales biotecnológicas y las experiencias de

biopiratería son comunes (Massieu y Chapela, 2002 y 2006). Ante esto, el compromiso de

quienes acompañan a las comunidades rurales en su búsqueda de otra vía de desarrollo

tiene que ser claro y compartido.

La ética con la cual se debe de manejar la relación entre sociedad y naturaleza incluye tanto

la esfera rural como urbana, sin perder de vista que el consumismo a ultranza de las clases

con poder monetario y de las grandes urbes del planeta es el principal responsable del

Page 48: 000 Tesis para imprenta 3

48

estado en el cual se encuentran las comunidades rurales. “El complejo entrañado de

articulaciones de procesos en el interior y entre las naciones da lugar, finalmente, a una

realidad ecológico-social donde los fenómenos de carácter natural y los de estirpe social y

humano se determinan mutuamente” (Toledo, 2000:45). Por lo que una vez más, el concepto

de metabolismo representa un eje de articulación. En los límites de este trabajo, eso significa

que la forma en que deciden desarrollarse las comunidades rurales puede constituir un

detonador de cambio, o sea una “revaloración que desde una perspectiva económica-

ecológica se dé a los productos, bienes y servicios que estas comunidades y sus familias

ofrecen a la sociedad por entero (nacional e internacional)” (Toledo, 2000:120).

Se trata entonces de ubicar la cultura y la ética como componentes principales de una nueva

forma de relacionarse con la naturaleza y con la sociedad entera, revistiendo el aspecto de

un movimiento político contra la homogeneización mundial. Para Escobar, Son muchas las formas de lo local, desde el parentesco a la artesanía o el ecoturismo, que se ofrecen para el consumo global. El quid de la cuestión sería distinguir aquellas formas de globalización de lo local que se transforman en fuerzas políticas efectivas en defensa de los lugares y de las identidades centradas en ellos, así como aquellas formas de ‘localización’ de lo global que los locales pueden utilizar para sus propios fines (Escobar, 2000:194-195).

Dentro de este esquema, la discusión iniciada por Hardin a finales de los años 60 sobre el

uso de los bienes comunes sigue vigente, en tanto que las áreas utilizadas colectivamente

se perfilan como estratégicas, tanto por su potencial de desarrollo como por el reto de su

conservación.

3. Bienes comunes y acción colectiva

La discusión sobre un desarrollo rural alternativo no puede omitir el tema de los bienes

comunes, mismos que constituyen el principal blanco de la política de desarrollo sustentable

y conservación ambiental en México, en particular por ser la propiedad que predomina en

gran parte de las áreas naturales de México (INE, 1995:42).

La gran mayoría de los ejidatarios y comuneros del país poseen parcelas individuales, que

merecen particular atención por su tendencia a una baja productividad agrícola, debida a

varias causas vinculadas con programas gubernamentales ineficientes y degradantes. Sin

embargo, las acciones de conservación tienden a priorizar la biodiversidad de las áreas de

Page 49: 000 Tesis para imprenta 3

49

uso común. No obstante que esta investigación parte del análisis de la producción agrícola,

por ser la actividad principal de interacción entre el ser humano y su entorno natural, el

manejo de las áreas de uso común constituye un eje complementario de importancia, por el

potencial que representa para una política de desarrollo basado sobre la conservación. Lo

anterior justifica los apartados siguientes, que pretenden orientar el debate en torno a la

problemática planteada por un manejo colectivo de los recursos naturales hacia el verdadero

reto que representa “la construcción social de una racionalidad ambiental”.

Por lo tanto el siguiente apartado pretende discutir el concepto mismo de bienes comunes,

mientras que un segundo apartado pone el acento sobre las principales aportaciones de la

corriente neoinstitucional a la posibilidad de un manejo exitoso de estos recursos.

3.1. Los comunes: ¿Tragedia o potencial?.

La discusión en torno a los bienes comunes inició formalmente a fines de los años 60, con el

planteamiento realizado por Garrett Hardin (1968) en su artículo “tragedia de los comunes”5,

donde señala a la pobreza y al manejo comunitario de los recursos naturales como las

principales causas de la degradación ambiental. El autor planteó la problemática que

constituye el uso de recursos escasos y bajo libre acceso, toda vez que los usufructuarios

intentan obtener mayores ganancias sobre ellos.

Hardin toma el ejemplo de una tierra de pastoreo de propiedad común abierta a todos, donde

cada individuo recibe los beneficios de explotar el recurso, mientras que los costos se

distribuyen entre todos los usuarios. La “tragedia” aparece cuando uno o varios de los

5 Para este trabajo, utilicé una traducción al español aparecida en Gaceta Ecológica,1995. (37):47-57.

Page 50: 000 Tesis para imprenta 3

50

usuarios buscan maximizar sus beneficios, la manera económica más racional para cada

individuo consiste en intensificar el uso del recurso. “La ruina es el destino hacia el cual

corren todos los hombres, cada uno buscando su mejor provecho en un mundo que cree en

la libertad de los recursos comunes” (Hardin, 1995:51).

Esta descripción trágica de apariencia lógica prevaleció para difundir la irracionalidad del uso

común de los recursos naturales. Se puso el acento sobre el carácter saturable, no exclusivo

y en condición de rivalidad de las propiedades o de los recursos colectivos sometidos a la

acción de las comunidades. Un primer punto de discusión tiene que ver con el concepto

mismo de los comunes. Hardin subraya el carácter de libre acceso y la indefinición de sus

derechos de propiedad. Sin embargo, para Larson (et al., 2003: 1), El uso difundido de la metáfora de la ‘tragedia de los comunes’ ha provocado una confusión que tiende a igualar lo comunal con lo común aunque resulta claro que no son sinónimos. La tierra y sus recursos pueden poseerse de forma comunal o colectiva, mientras que la tragedia de los comunes es un problema de propiedad indefinida, relacionado principalmente con el aprovechamiento de poblaciones silvestres en vida libre (pesca o caza).

Sensu stricto los recursos colectivos se diferencian de los bienes comunes porque sus

derechos de propiedad son definidos y, en la mayoría de los casos, obedecen a acuerdos

acerca de quién lo puede usar o apropiarse de ellos. Sin embargo, el uso difundido del

término de bienes comunes para este tipo de recursos se debe a la dificultad que existe para

establecer reglas claras de acceso y manejo. Otro motivo de confusión entre estos dos

conceptos resulta de la consideración de la visión misma de la conservación. Aunque los

recursos naturales de un área de uso común son propiedad colectiva limitada a un cierto

número de usuarios, se ha difundido la idea de que la biodiversidad conformada por el

conjunto de fauna y flora del lugar es un bien común, cuyos beneficios pertenecen al planeta

entero, por lo que las consecuencias de un uso “irracional” del área tiene consecuencias

universales. Por otra parte, la apertura de estas áreas a un mercado de servicios

ambientales (por ejemplo ecoturismo) dificulta el control de sus propietarios, acercándolo a

un lugar de libre acceso.

Una definición menos estricta del término de bienes comunes es la de Elinor Ostrom

(2000a:66),

Page 51: 000 Tesis para imprenta 3

51

El término recurso de uso común alude a un sistema de recursos naturales o hechos por el hombre que es lo suficientemente grande como para volver costoso (pero no imposible) excluir a destinatarios potenciales de los beneficios de su uso.

Esta definición me permite ubicar la comunidad que es objeto de análisis en este trabajo,

dentro de la problemática planteada por los comunes y, así optar por un abordaje del análisis

que tome en cuenta el territorio comunal con gran potencial natural y las instituciones

comunitarias que lo rigen.

El planteamiento de Hardin generó múltiples reflexiones y críticas. En particular, Elinor

Ostrom (1998 y 2000a) analizó posibles alternativas a la gestión comunitaria (privatización

de los recursos naturales, control estatal, entre otras) sin encontrarlas totalmente

satisfactorias. En todo caso, la autora consideró que no existe una vía única y que

intervienen factores tanto internos como externos que orientan el manejo comunitario hacia

distintas alternativas. A partir de una reflexión sobre casos exitosos y fracasos en el manejo

comunitario de recursos naturales, y con base también en la teoría de juegos, determinó que

el arreglo institucional, centrado en la cooperación entre los agentes y la transparencia de

información, constituye probablemente un factor clave para un desarrollo colectivo, siempre y

cuando se apliquen reglas claras.

A pesar de la dificultad de encontrar las posibles causas de éxito o fracaso de un manejo de

los comunes, se percibe una tragedia similar a la que describe Hardin, cuando se abandonan

algunos principios que cimentaban las sociedades tradicionales y resultaban benéficas para

la cohesión comunitaria. Así, Elena Lazos (2005) describió la situación de un pueblo ejidal

del estado de Veracruz que ha procedido al parcelamiento de su territorio comunal. La

división se realizó en los años 70, debido a los conflictos que provocaba entre ganaderos y

milperos la presencia cada vez más fuerte de animales. Se inició un proceso de cercas y

siembra de pastoreo al detrimento de la superficie agrícola, con el apoyo del Gobierno

Federal en un periodo de apogeo ganadero. De tal forma que el espacio de uso común se

repartió entre los ejidatarios, transformándose en bien individual. Si bien la repartición

permitió a cada ejidatario obtener un pedazo de tierra propia, este derecho se limitó a los

jefes de familia con derechos ejidales, por lo que fueron excluidos los jóvenes, las viudas y

todos aquellos que no habían podido acceder a una propiedad nominal. Por otra parte, la

distribución incluyó los suelos forestales; aún así, el tamaño reducido de las parcelas y/o su

Page 52: 000 Tesis para imprenta 3

52

mala calidad llevaron a la sobreexplotación. A otra escala, cabe mencionar que el

parcelamiento ha profundizado los conflictos familiares y comunitarios y cancelado los

principios que prevalecían, como el trabajo en común, la ayuda mutua y la solidaridad con

los que no tenían derechos ejidales. Este ejemplo ilustra la “tragedia de los individuales”,

como lo nombra Elena Lazos (2005), para significar los daños a los cuales se puede llegar

cuando se pierden valores comunes en un contexto de escasez.

Asimismo, es imprescindible, dentro de un proyecto de desarrollo alternativo, profundizar la

cuestión de los comunes y el papel de las instituciones comunitarias para alcanzar un mayor

bienestar. En este sentido, el apartado siguiente analiza las posibilidades de acción

colectiva, a partir de algunos conceptos como es el neoinstitucionalismo.

3.2. Neoinstitucionalismo: ¿Un enfoque para la acción colectiva?

Las aportaciones de Elinor Ostrom a la corriente neoinstitucional confirman el papel esencial

de las instituciones en el manejo de recursos comunes. Éstas se definen como: El conjunto de reglas que articulan y organizan las interacciones económicas, sociales y políticas entre los individuos y los grupos sociales. Las instituciones son las construcciones históricas que a lo largo de su evolución (origen, estabilización y cambio), los individuos erigen expresamente (Ayala, 1998).

Es decir, las instituciones son todas las normas formales o informales, así como los acuerdos

que los miembros de una organización establecen a lo largo de su existencia, buscando, a

través de ellos, un funcionamiento óptimo y el cumplimiento de los objetivos que originaron la

organización. Un primer aspecto a considerar es que las instituciones no son perfectas y por

lo tanto evolucionan y son alteradas por los humanos (North, 1993). Los humanos que están

detrás de estas instituciones tienen que tener un lugar especial en el análisis, porque de ellos

depende la adaptación de las reglas a las necesidades, la formulación de objetivos claros

que permitan el establecimiento de normas adecuadas y la posibilidad de una evolución

institucional a medida que cambia el contexto socioproductivo.

Por otra parte, las instituciones son el producto de discusiones y negociaciones entre los

miembros de una sociedad, según la organización jerárquica que ésta tenga. Asimismo, su

elaboración, ejecución y vigilancia son forzosamente objeto de conflictos y resultan de

Page 53: 000 Tesis para imprenta 3

53

intereses opuestos, por lo que la escuela institucional pone énfasis sobre la necesidad de

enfocar los estudios sobre los conflictos, así como de ubicarse en el empirismo y la

transdisciplinariedad dentro de un marco dinámico de análisis (Ayala, 1998). Una aportación

esencial de este enfoque es el esfuerzo por incluir en los análisis costos que los neoclásicos

prefieren ignorar, como son los costos de transacción, derechos de propiedad e información

disponible; así, el análisis ubica las conductas humanas en una dimensión más realista.

Resalta también el papel de la cultura en la evolución de una economía ya que representa un

proceso acumulativo de conocimientos, hábitos y valores, así como la formación de

identidades individuales y colectivas. Igualmente, la incorporación de la variable tiempo es

fundamental porque es la dimensión en la que se va dando el proceso de aprendizaje, a la

vez que las decisiones tomadas en un momento determinado tienen consecuencias

posteriores (Barragán, 2001).

Una de las contribuciones más importantes de Elinor Ostrom al desarrollo rural comunitario,

es reconocer que pueden existir limitantes importantes al papel de las instituciones para una

acción colectiva. De acuerdo con su amplia experiencia mundial, existen elementos clave

que mejoran o disminuyen la capacidad de los individuos para resolver problemas. Entre

ellos, algunos factores son internos al grupo y otros no pueden estar controlados por la

comunidad, por lo que la organización para una acción colectiva es una tarea incierta y

compleja, aunque con secuencias determinadas. Además, las reglas particulares difieren con

cada caso ya que “toman en cuenta los atributos específicos de los sistemas físicos

circundantes, las distintas visiones culturales del mundo, y las relaciones económicas y

políticas que existen en cada región” (Ostrom, 2000b: 46).

Sin embargo, tanto Ostrom (2000a) como Leticia Merino (2004) ponen la capacidad y el

potencial institucional de las comunidades por encima de la tragedia de los comunes.

“Contemplar la destrucción como un destino ineludible de los bienes comunes niega la

existencia de comunidades como entidades portadoras de historia, identidad y valores”

(Merino, 2004:36). Además estas autores subrayan la necesidad de reconocer que existen

bienes que no se pueden manejar individualmente, como son el agua, las pesquerías o la

fauna silvestre, entre otros (Ostrom, 1990, citada por Merino, 2004:37).

Page 54: 000 Tesis para imprenta 3

54

Así, un manejo común de un territorio dado puede encontrar ventajas con respecto a otros

tipos de propiedad. Por ejemplo, Merino (2004:39) cita la posibilidad de que estos recursos

constituyan un elemento de identidad para la comunidad, por lo que no se subordina la

gestión a la obtención de la ganancia máxima, y las tasas de descuento del uso sostenido de

los recursos tienden a ser menores que las de usuarios privados, además que mantiene un

nivel más bajo de conductas oportunistas.

Sin embargo, ante la degradación ambiental y social de las comunidades, así como la

consideración de que la protección de estos recursos como bienes comunes universales

superan la responsabilidad comunal, es necesaria en muchos casos, una intervención

externa. De acuerdo con Merino (2004:39) La actuación de las autoridades externas puede afectar de forma significativa los resultados de la gestión comunitaria. Ya sea imponiendo medidas que desconozcan las instituciones y el capital social comunitario, o bien fortaleciendo las instituciones civiles de gestión colectiva, al reconocer el derecho que tienen las comunidades a organizarse para acceder a sus recursos, y proporcionándoles la información compleja sobre los sistemas de recursos de la que carezcan y requieran para manejarlos sustentablemente.

En todos los casos, la fortaleza organizativa de la comunidad y su capacidad de adaptación

a situaciones cambiantes es primordial. Aunque no se puede negar el nuevo peligro que

enfrentan las comunidades rurales frente a un esquema de cooperación que sigue

privilegiando la competencia y la eficiencia económica en aras de los valores y la ética que

predominaban en las instituciones tradicionales. Al respecto, me parecen constructivas las

críticas de Raúl García Barrios (s/f) al “institutional choice” al cual pertenece el enfoque

neoinstitucionalista, cuando subraya la reducción de sentimientos morales a normas

restrictivas y una forma de intervención ‘moral-tecnocrática’ que argumenta un ‘propósito

común y valores compartidos por todos nosotros’, que lleva a privilegiar soluciones

tecnocráticas e ignorar los conflictos sociales intracomunitarios. Esta crítica me parece

altamente constructiva y se relaciona directamente con los argumentos bioeconomistas de

que el desarrollo tiene que ser también y ante todo “inmaterial y espiritual” (Grinevald, 2003).

Esta consideración me parece aclarar porqué el institucionalismo económico no logra

explicar en su totalidad los éxitos o fracasos de los manejos comunitarios de recursos

naturales.

Page 55: 000 Tesis para imprenta 3

55

En este orden de ideas y en relación con un apoyo externo, Fernanda Paz (2005) argumenta

que una acción colectiva en torno a un bien común es posible sólo cuando este bien común

existe como tal, es decir cuando ha sido construido, valorado y significado colectivamente.

“Sin la carga valorativa, el bien común desaparece para convertirse sólo en un bien” (Paz,

2005: 151). Asimismo, la falta de carga valorativa facilita la división interna, las crisis de

identidad y el interés personal, por lo que predominan los conflictos sobre los acuerdos. La

intervención exterior, cuando se presenta, encuentra un terreno organizacional débil que

dificulta una negociación equilibrada entre las dos fuerzas y lleva a una profundización de la

crisis institucional.

Por las condiciones que prevalecen en Santiago Quiotepec, me parece pertinente insistir, en

este marco conceptual, sobre las dificultades que se presentan en un esquema de

conservación gubernamental, frente a un debilitamiento de las instituciones comunitarias. El

análisis realizado por Fernanda Paz en el Corredor biológico Chichinautzin, en el estado de

Morelos, constituye una buena base para entender la complejidad de la relación entre

desarrollo y conservación en caso de intervención de agentes externos. Si bien la autora

considera indispensable el apoyo del gobierno en varios casos de manejo común, subraya la

necesidad de una cierta autonomía de la comunidad para tener posibilidad de un manejo

exitoso. La intervención exterior comporta fallas. Algunas de ellas son intrínsecas al sistema,

como se mencionó anteriormente a propósito de la organización de interacciones insertas en

un pensamiento neoliberal moralista (García Barrios, s/f). Otras provienen de las formas de

intervención, cuando la autoridad ambiental no reconoce quiénes son los actores o piensa

que la acción empieza con su intervención, sin tomar en cuenta lo ya organizado (Paz,

2005).

De manera general, Campbell (2003) plantea varios problemas que surgen de la relación

entre la conservación y el desarrollo en un esquema de participación local. El primero tiene

que ver principalmente con la relación entre la teoría y la práctica, considerando que los dos

conceptos provienen y están manejados por disciplinas diferentes, por lo que existe un

alejamiento entre ellos que es difícil de conciliar. La construcción de un conocimiento

científico acerca de cómo desarrollar conservando, constituye otro aspecto que analizar y

adecuar en los lugares donde existe un conocimiento tradicional. Por último, la presencia de

agentes externos -sean éstos científicos, asociaciones civiles o instancias del gobierno-

Page 56: 000 Tesis para imprenta 3

56

tiende a tratar a las personas locales como “beneficiarios pasivos de las actividades del

proyecto, y han fracasado en involucrar a la gente en las decisiones relativas a un proceso

de cambio y en su propio desarrollo” (Wells and Brandon, 1992, citados por Campbell et al.,

2003: 430). En algunos casos, se ignora parte de los actores o grupos sociales y se favorece

a otros, por lo que se fomentan conflictos intracomunitarios. Otra problemática presente es la

tendencia, desde afuera, a simplificar los problemas socioeconómicos, asumiendo a las

comunidades como entidades homogéneas dispuestas a actuar colectivamente para lograr

metas medioambientales comunes.

Los problemas mencionados no significan que la relación entre desarrollo y conservación

sea un fracaso inevitable. Más bien refuerza la idea de que no existen respuestas sencillas a

problemas complejos (García, 2000). Por otro lado, ninguna solución puede imponerse

desde afuera y arriba porque su apropiación por parte de los usuarios legales es una de las

condiciones sine qua non del éxito de su manejo, la cual depende a la vez de las

características propias de la comunidad.

La construcción de un desarrollo alternativo para el caso concreto de manejo de áreas

comunes ubicadas bajo la política de protección ambiental gubernamental, es un tema que

se tratará más a profundidad en la tercera parte de la investigación. No obstante, una

primera conclusión ubica la problemática del manejo colectivo en el debilitamiento de las

instituciones comunitarias y del afán de nuestra sociedad por convertir cualquier potencial

productivo en capital, sin valorar su significado natural y social. En el caso de la gestión

comunitaria, la persistencia de los recursos naturales no se debe a la existencia de mercado.

Parece tener que ver más bien con un juego cooperativo, posible gracias a la existencia de

instituciones comunitarias suficientemente sólidas y flexibles para adaptarse a los cambios

que sufren las organizaciones (crecimiento poblacional, nuevas reglas impuestas desde

afuera, etcétera) (Ruíz, 1997). La construcción de un desarrollo alternativo requiere del

apoyo de todas las organizaciones, tanto gubernamentales como académicas, productivas y

sociales, para alcanzar un punto de equilibrio entre sociedad y naturaleza.

Page 57: 000 Tesis para imprenta 3

57

Conclusión del primer capítulo

Las comunidades rurales de los países subdesarrollados se encuentran en una situación

crítica, debido a la imposición de valores crematísticos por encima de las formas de vida que

predominaban en tiempos no tan lejanos. Si bien la globalización ha permitido un

mejoramiento en infraestructura y algunos aportes tecnológicos que facilitan el trabajo

agropecuario, también ha aportado efectos negativos difícilmente reversibles en el esquema

de crecimiento actual. La dominación de lo económico ha quebrado el frágil equilibrio que los

ser humanos buscaban establecer con su entorno natural desde tiempos milenarios, además

de disminuir prácticas productivas que restablecían la fertilidad del suelo y permitían un

consumo familiar más diversificado. Por otra parte, el esquema mercantil ha roto las

prácticas sociales que funcionaban con base a la solidaridad familiar e intergeneracional y la

reciprocidad.

Frente a este nuevo contexto, la conciencia ecológica emerge como una contrapropuesta y

determina un “salto cualitativo que toca el modo mismo de representarnos el mundo, o sea

nuestra mente y nuestras emociones” (Melucci, 1999:148). La dificultad actual es pasar de

una certeza científica a la conciencia de que la complejidad lleva a la incertidumbre y a la

parcialidad del conocimiento y, en consecuencia, a la necesidad de un actuar basado sobre

elementos más subjetivos. En esta forma de ver, lo local adquiere particular importancia por

ser un lugar de subjetividad, donde la construcción de prácticas culturales, ecológicas y

económicas tienen que ver con las características biofísicas del área, su historia y su

relación con el mundo exterior.

La cuestión del desarrollo se plantea entonces como una reconsideración de lo local, donde

el conocimiento científico viene a completar o rescatar las prácticas comunitarias, para

adaptarlas a las condiciones contemporáneas, sin destruir la compleja relación de respeto

entre el ser humano y la naturaleza.

Para ello, los comunes representan un área estratégica, siempre y cuando exista, por parte

de sus usuarios, una voluntad de valoración colectiva, paralelamente al trabajo individual que

predomina en la mayoría de los núcleos agrarios del país. La escuela neoinstitucional nos

enseña la importancia de la fortaleza institucional para un manejo exitoso de recursos

Page 58: 000 Tesis para imprenta 3

58

comunes. Aunque los conflictos son parte inherente de la vida institucional, se trata de

redefinir criterios de convivencia a partir de un esfuerzo para volver transparentes y

negociables las diferencias y así fundar una nueva solidaridad (Melucci, 1999). Estos

valores, basados en un reencuentro del ser humano con su ser íntimo a través de

interacciones con su entorno natural, son fundamentales para la construcción de un

desarrollo alternativo y de relaciones más equitativas con el mundo global.

El capítulo que sigue constituye un panorama regional y local del área estudiada y busca una

forma más concreta de abordar esta investigación.

Page 59: 000 Tesis para imprenta 3

59

CAPÍTULO DOS. EL TERRITORIO DEL VALLE DE TEHUACÁN-CUICATLÁN COMO LUGAR DE INTERACCIÓN

Durante años han prevalecido en las ciencias sociales los enfoques que asignan a la

naturaleza un rol pasivo (Comas d’Argemir, 1998). El determinismo ambiental de los siglos

XVIII y XIX se estableció sobre el supuesto que El hombre tiene como base fundamental para su existencia el territorio que lo rodea y del cual se apropia; de él extrajo los recursos necesarios para su manutención y su evolución cuando vivía en estrecha relación con el medio, pero aun en la actualidad, a pesar de su creciente separación del entorno natural, no puede desprenderse de esa ‘dependencia’ de la llamada naturaleza para la sobrevivencia de la humanidad (Ramírez, 2003: 174).

Aunque la separación con la naturaleza se ha profundizado, la problemática ambiental

presente obliga a retomar la idea de una dependencia estrecha del ser humano con su

entorno natural, pero también de una evolución mutua entre los dos protagonistas. La

llamada de atención del Club de Roma, en 1968, sobre la existencia de límites al crecimiento

económico, por la dificultad del medio ambiente a mantener una población que crece de

manera exponencial, constituye el inicio de una concientización global de que existe una

relación recíproca entre sociedad y naturaleza. Así, el territorio pasa de ser un soporte

pasivo a un “espacio vivido” o “espacio socialmente construido”, sujeto a cambios, “los

cuales se originan a partir de conflictos y contradicciones que todo grupo social vive en su

interior y en sus relaciones con otros grupos” (Velásquez, 1997:113).

Por lo anterior, la ubicación de esta investigación dentro de un contexto biofísico y social

concreto toma particular relevancia, ya que la relación establecida entre una comunidad y

sus recursos naturales es sujeta a las características propias del espacio y a la evolución

social, organizativa y económica de la sociedad que lo integra.

El Valle de Tehuacán constituye una de las varias áreas que vieron edificarse la civilización

mesoamericana, por lo que es objeto de una interacción entre el ser humano y su entorno

desde tiempos milenarios. Este segundo capítulo presenta los principales elementos

biofísicos, socioeconómicos e históricos del espacio donde toma forma esta investigación,

buscando entender su influencia sobre la situación actual del pueblo en estudio y su

significado dentro de un esquema de desarrollo alternativo.

Page 60: 000 Tesis para imprenta 3

60

1. Escenario natural. Un territorio de biodiversidad

El universo de estudio se encuentra dentro del territorio conocido como provincia florística o

fitogeográfica del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Fisiográficamente, es parte de la provincia

mixteca-oaxaqueña que integra la región xerofítica mexicana, siendo la región árida y

semiárida más meridional de México (Rzedowski, 1978, citado por Valiente-Banuet et al.,

2000).

1.1 El territorio como soporte

El Valle de Tehuacán-Cuicatlán se extiende sobre una superficie aproximada de 10,000 km2,

al sureste del estado de Puebla y noroeste de Oaxaca, localizada entre los 17° 48’ y 18° 58’

de latitud norte y los 97° 03’ y 97° 43’ de longitud oeste (Valiente-Banuet et al., 2000).

Asimismo, conforma la parte mediana alta de la cuenca hidrológica del Papaloapan rodeada,

al este, por la Sierra Madre Oriental (llamada localmente Sierra de Zongolica) y al sur por la

Sierra de Juárez (Valiente-Banuet et al., 1995).

Mapa 1: El Valle de Tehuacán-Cuicatlán.

Fuente. Casas et al, 2001.

Page 61: 000 Tesis para imprenta 3

61

En realidad, el territorio está conformado por varios valles internos como Cuicatlán,

Huajuapan, Tehuacán, Tepelmeme y Zapotitlán, separados por numerosas serranías. La

característica desértica actual de esta unidad se debe en gran parte a un fenómeno llamado

“sombra orográfica”, provocado por la Sierra de Zongolica, misma que impide el paso de los

vientos húmedos desde el Océano Atlántico hacia la región, limitando la precipitación (Dávila

et al. 1997).

La configuración actual del territorio es resultado de grandes transformaciones

geomorfológicas a lo largo del tiempo. La historia geológica ha evolucionado en varias fases.

Entre los eventos preponderantes destaca la formación del complejo basal en los tiempos

remotos del paleozoico, compuesto por rocas metamórficas, sedimentarias y volcánicas. La

invasión marina durante el periodo mesozoico, o sea hace más de 65 millones de años,

explica las grandes formaciones de calizas que se encuentran en la zona, particularmente en

los alrededores de Zapotitlán. Además de la presencia de salineras, Zapotitlán se distingue

por una producción de onix (Zavala, 2003). Al regresarse el mar, el Valle de Tehuacán-

Cuicatlán quedó separado del Golfo de México por el plegamiento de la Sierra Madre

Oriental, formando una cuenca endorreica. Estos movimientos orogénicos, así como la

actividad volcánica, llevaron a depósitos de nuevos sedimentos, conformando una región con

suelos productivos.

La configuración geomorfológica actual del Valle de Tehuacán, como parte media alta de la

cuenca del Papaloapan, se realizó a principios del cuaternario. Sin embargo, se calcula que

la geomorfía, pedología y biótica actual proviene de importantes variaciones climáticas en el

cuaternario tardío. Estas profundas transformaciones, conjugadas con una gran amplitud de

altitudes, orientaciones e inclinaciones de laderas, han permitido a este territorio desarrollar

una de las mayores diversidades ambientales entre las regiones semidesérticas del país.

Según Valiente-Banuet (1995:24), El entendimiento de eventos históricos, principalmente ocurridos durante los últimos 40,000 años, puede ser la base para la comprensión de procesos ecológicos actuales que determinan la diversidad de las comunidades (vegetales), así como el impacto de los procesos productivos de los grupos humanos que habitan dichas zonas.

El clima es característico de las zonas áridas y semiáridas, está determinado por un

promedio anual de precipitación pluvial muy bajo y una temperatura promedio elevada, con

Page 62: 000 Tesis para imprenta 3

62

la consecuencia de que la evaporación es mayor que la precipitación, provocando un déficit

hídrico. Además, la precipitación se concentra en los meses de verano, con una fase de

sequía que suele ser muy marcada a principios de agosto.

La diversidad climática del Valle de Tehuacán-Cuicatlán es uno de los principales

componentes de la heterogeneidad ambiental regional (Valiente-Banuet et al., 2000). García

(1981, citada por Rangel et al., 2002) determina para esta zona diferentes tipos climáticos,

desde los cálidos con precipitación media anual de 700 a 800 mm en la porción sureste,

pasando por los semicálidos con precipitación media anual de 400 a 500 mm en la porción

central y oeste, hasta los templados con 600 mm anual de precipitación en la Sierra de

Tecamachalco (noreste).

El clima está estrechamente relacionado con las altitudes, las cuales varían desde 500

msnm en la cañada de Cuicatlán hasta los 3,200 msnm en los puntos más elevados de las

Sierras de Juárez y Mazateca (Valiente-Banuet, 1995).

Si bien la escasez de precipitación constituye una característica marcada de la región, la

población local menciona que los años favorables a la agricultura de temporal coinciden con

la formación de huracanes en el Golfo. Sin embargo, este fenómeno natural conlleva el

riesgo de inundaciones destructivas, como ha ocurrido de manera recurrente.

Al respecto, en la historia más reciente, 1941 es recordado por las inundaciones que

destruyeron gran parte de la producción agrícola de esta región perteneciente a la Cuenca

del Papaloapan. La construcción de la presa Miguel Alemán se planteó como una respuesta

institucional al desastre, junto con la creación de la Comisión del Papaloapan. Estas medidas

tuvieron consecuencias importantes, ya que su objetivo primero fue de “modernizar” la

agricultura a través de apoyos gubernamentales, para la implantación de una producción

mercantil en las zonas de riego.

Más recientemente, la infraestructura hidráulica no pudo contener las aguas arrasadas por el

huracán Stan, en octubre de 2005; Santiago Quiotepec, en la parte de la Estación, sufrió la

pérdida de varias casas, parcelas y animales.

Page 63: 000 Tesis para imprenta 3

63

1.2. Diversidad biológica

La biodiversidad del Valle de Tehuacán-Cuicatlán resalta cuando se compara con otras

regiones áridas de México. En términos del número de especies, se reportan 2,703 especies

vegetales en la región, es decir un número similar al registrado para el desierto sonorense y

1,000 menos que el desierto chihuahuense, así como mayor diversidad que la Isla de

Cozumel (542), la península de Yucatán (1,936) y los estados de Querétaro (2,334) y

Quintana Roo (1,300) (Dávila et al., 1993). Si se comparan estas cifras con la extensión de

cada una de estas regiones, el Valle de Tehuacán constituye la zona seca con mayor

diversidad florística de México, además con un grado de endemismo6, de 30% (Dávila et al.,

1997).

Entre las clasificaciones de comunidades vegetales más detalladas, Valiente-Banuet et al.

(2000) reconocieron 29 tipos, destacando 9 dominadas por cactáceas columnares

(cardonales, tetecheras, chichiperas), 7 arboladas de zonas bajas (mesquital, selva baja), 6

tipos de matorrales así como 6 tipos de bosque y, cerca de cuerpos de agua, bosques de

galería y tulares. Cabe subrayar la importancia de los recursos vegetales utilizados por los

pobladores. Si bien existía documentación, en 2001, sobre 808 especies de plantas útiles

(Casas et al., 2001), en la actualidad, el número superó las 1,500 especies entre silvestres,

arvenses, ruderales y domesticadas (Casas, comunicación directa)7.

6 Los recursos naturales endémicos son los que tienen una distribución restringida a un lugar geográfico determinado. 7 Las plantas silvestres son las que se encuentran en hábitats naturales, tanto primarios como secundarios; las arvenses y ruderales ocupan hábitats perturbados que son campos de cultivo en el primer caso y orillas de camino en el segundo caso. Las domesticadas se encuentran en hábitats creados y controlados por el hombre para su reproducción, mantenimiento y recolección (Casas et al., 1995)

Page 64: 000 Tesis para imprenta 3

64

La fauna, aunque menos estudiada, parece también alcanzar tasas de diversificación

importantes. Además de los insectos, anfibios y reptiles, se ha documentado 91 especies de

aves en 5 localidades del Valle (Arizmendi et al., 1996), cifra elevada si se compara con

otras zonas áridas. Es de mencionarse que la presencia de la fauna referida es importante

por el papel que juega en el funcionamiento general de los ecosistemas, por ejemplo en la

reproducción de las plantas (dispersión de semillas o polinización) o el mejoramiento del

suelo (por descomposición de la materia orgánica), entre otras funciones (Dávila et al.,

1997).

Existen pocas contribuciones al conocimiento de los mamíferos presentes, aunque se

reporta que la dieta de los pobladores prehispánicos incluía al menos 38 especies de

mamíferos, entre las cuales destacan los tlacuaches, algunas especies de murciélagos,

liebres y conejos, ardillas, algunos ratones, coyotes, zorros, cacomixtle, mapaches, zorrillos

e incluso pumas, gatos montés, jabalís, y venados (Flannery, 1967, citado por Dávila et al.,

1997). Algunos de estos mamíferos han desaparecido de esta zona en la actualidad.

Un grupo de mamíferos estudiado en el Valle es el de los murciélagos, por su contribución al

mantenimiento de la diversidad biológica. Se han registrado 34 especies, lo cual resulta una

tasa alta respecto a otros desiertos mexicanos. Al parecer, algunas cactáceas no tienen

forma de reproducirse sin una interacción con ciertas especies de murciélagos, por lo que

estos animales son considerados de gran importancia para el mantenimiento de la

biodiversidad regional (Dávila et al., 1993).

1.3. Uso de recursos silvestres

Entre todas las especies vegetales registradas, los estudios etnobotánicos del Valle de

Tehuacán-Cuicatlán han reconocido, hasta ahora, más de 1,500 especies de plantas útiles,

la mayoría de las cuales estaban presentes desde que el ser humano hizo su aparición en

este territorio, por lo que constituyeron su principal medio de subsistencia, junto con la caza

de los animales mencionados. En la actualidad, la casi totalidad de las comunidades rurales

de la región sigue complementando su agricultura de subsistencia con la recolección de

plantas silvestres (Zavala, 2003). Según el caso, se aprovecha el fruto, el tallo, las semillas,

la flor y/o la raíz. A continuación se exponen varias formas de uso, las cuales fueron

Page 65: 000 Tesis para imprenta 3

65

reconocidas por la población del lugar de recolección. Varios de estos usos ya no se

practican en la actualidad.

Cuadro 1. Formas de uso de las especies útiles del Valle de Tehuacán-Cuicatlán.

Uso Número de

especies*

Ejemplos de especies.

Forrajero 492 Maíz, jiotillo, xoconochtle, chende, chichipe Medicinales 243 Oreganillo, cola de caballo, hierba buena, ruda,

mezquite, naranjo, manzanilla, pericón, chichipe Alimentación humana 242 Quelite, verdolaga, tuna de cardón, pitaya,

garambullo, ciruela, pipitza Leña 151 Mezquite, cucharito, ocote, palo de agua, guaje,

limón, encino, madroño, mala mujer Ornamental 95 Palma real, varias especies de cactus

Madera y material de construcción

91 Cardón, jiotillo, cuagulote, álamo, sauce, zapote blanco, encino

Artesanía 66 Maíz, palma, colorin, otate

Protección suelos y reforestación

63 Jiotilla, nopal de cerro, pitayo de mayo

Cercas vivas 48 Xoconochtle, nopal, baboso

Veneno 35 Gigante, casahuate

Resina, latex, savia 27 Copal, palo mulato

Fibras 19 Cuagulote, tule

Jabón 19 Calabaza, zapote blanco, silbato, cholulo

Colorante 13 Añil, cempasúchil, mezquite

Melíferas 12 Zapote blanco, guamúchil, laurel

Bebidas alcohólicas 11 Maguey, cardón, xoconochtle

Estimulante 11 Gigante, plátano

Sombra 11 Coagulote, barbarisco, guamúchil, guaje verde

Ceremonial 8 Tabaco, carrizo, copal, cempasúchil

Aromatizante 5 Copal, hierba santa, aguacate

Pegamento 4 Tamarindo, huizache

Conservación de alimentos

3 Limón

Fuente. Casas et al. 2001. Pérez-Negrón, 2001 y Rangel y Lemus, 2002.

* Las dos primeras columnas de esta tabla fueron elaboradas por Casas et al. (2001) sobre la base de 808 especies útiles, cifra correspondiente a 1999. Las investigaciones posteriores

Page 66: 000 Tesis para imprenta 3

66

permitieron encontrar casi 300 especies más. La columna 3 da cuenta de la variedad de plantas útiles.

Las plantas útiles encontradas en el Valle de Tehuacán obedecen a fines muy diversos (ver

Cuadro 1) y la gran mayoría posee más de un uso (Casas et al., 2001; Caballero et al.,

2001). Domina el aprovechamiento potencial forrajero, medicinal y como alimentación

humana, pero también el uso de varias especies como leña para la cocción de los alimentos.

El impacto humano contemporáneo ha provocado una sobreexplotación de ciertos recursos y

la afectación de otros. Al parecer, algunas plantas medicinales sufren una mayor explotación

por parte de personas ajenas a la zona, quienes las comercializan en diversos mercados y

tiendas naturistas, según lo ilustra Edgar Pérez-Negrón (2001) en Quiotepec8. De la misma

forma, el forrajeo mal manejado de las cabras suele afectar a cactáceas de largo ciclo de

vida y a las plántulas. En general, el ganado caprino ocasiona una pérdida de vigor en la

planta, el abatimiento reproductivo y el incremento de la mortalidad, así como alteraciones en

la población de nodrizas (especies que dan sombra a otras) (Casas et al., 1995).

En la actualidad, es posible encontrar diferentes formas de interacción ser humano-planta,

particularmente en las comunidades donde prevalecen formas tradicionales de subsistencia.

Mientras el aprovechamiento más común se realiza a través la recolección de plantas

silvestres, existen también complejas y variadas formas y grados de manipulación (Caballero

et al., 2001) que representan ejemplos de domesticación, e influyen en la estructura y el

comportamiento natural de las especies (Casas et al., 1995).

8 Se trata de la cuachalalá (Julania adstringes), la cola de caballo (Equisetum spp.) y la siempre viva (Selaginella lepidophylla).

Page 67: 000 Tesis para imprenta 3

67

Un ejemplo entre varios tipos de manejo está constituido por la práctica común de dejar en

pie unos individuos de especies silvestres útiles durante la apertura de terrenos a actividades

productivas (tolerancia), otra es la propagación de estructuras reproductivas en el mismo

espacio (inducción) y otra son formas de protección (Casas et al., 1995). Asimismo, la

domesticación es un proceso continúo de coevolución entre los pobladores y su entorno

natural.

A lo largo de esta evolución, transciende un dato relevante. Según estudios realizados en

dos microcuencas del Valle9, hace aproximadamente 900 años se presentó un fenómeno de

erosión severa de los suelos, que se atribuye al impacto de la agricultura desarrollada en

estos lugares por una población numerosa (McAuliffe et al., 2001). Estos estudios

demuestran la compleja relación ser humano-naturaleza, basada sobre ensayos y errores,

que mencionaba Godelier (1981) como “racionalidad no intencional”, así como las

imperfecciones que pueden surgir de esta interacción.

2. De la intervención milenaria del ser humano sobre su territorio a la conservación intervenida

La riqueza natural se relaciona en el Valle de Tehuacán-Cuicatlán con una gran riqueza

cultural. Si bien la historia más reciente muestra un paisaje socioeconómico heterogéneo,

donde resalta la dificultad de mantener un bienestar general de las poblaciones, el territorio

se distingue también por un pasado generoso que aún mantiene algunos rastros vivos en las

comunidades indígenas que han resistido a los efectos de la globalización.

9Los estudios se realizaron en la Barranca Nacional, formada por el Río Zapotitlan (65 km2) y ubicada en el territorio de Mezontla y, por otra parte en la barranca Agua la Iglesia, cerca de San Juan Raya, los dos en el estado de Puebla.

Page 68: 000 Tesis para imprenta 3

68

En los incisos siguientes, se presenta un esquema general de la población de este territorio,

desde su actuación en la edificación de una civilización mesoamericana, hasta su papel

actual más controvertido por la ruptura que han provocado los modos de vida modernos en

la relación con el entorno natural, lo cual llevó a la conformación de un estado de protección

ambiental por parte de las instancias gubernamentales.

2.1. Una gran riqueza histórica

Descubrimientos arqueológicos de los años sesenta pusieron en evidencia una presencia

humana en la región de aproximadamente 14,000 años, así como el inicio del sedentarismo

de los grupos humanos desde hace aproximadamente 6,000 años, con la domesticación de

varios tipos de plantas como son el maíz, el frijol y la calabaza, además de presencia de

aguacate, zapote, ciruela, jitomate, amaranto y cacahuate, entre otras (MacNeish, 1967). Es

posible que las nuevas prácticas surgieran de una escasez en la disponibilidad de recursos,

ocasionada por cambios ambientales surgidos en la última glaciación, hace 10,000 años

(Casas et al., 2002), hipótesis que retoma la estrecha relación existente entre evolución

social y natural.

El Arqueólogo Richard S. MacNeish (1967) sugiere 4 etapas principales de organización

social, cultural y tecnológica desde las primeras ocupaciones del Valle por seres humanos

hasta el origen de las primeras aldeas:

14,000-9,600 años Antes del Presente (A.P.)10. Fase Ajuereado. Cazadores-

recolectores nómadas, de 3 ó 4 familias. Caza de caballos y antílopes, pero al

10 Es decir, hace 9,600 a 14,000 años.

Page 69: 000 Tesis para imprenta 3

69

extinguirse estos animales, se cazaron pequeños animales (conejos, liebres,

etcétera). Recolección de cereales.

9,600-7,000 años A. P. Fase El Riego. La caza sigue siendo la principal actividad

pero la recolección de plantas crece. Primeros signos de domesticación de plantas.

7,000-5,400 años A. P. Fase Coxcatlán y 5,400-4,300 A. P. Fase Abejas. Aumenta el

uso de plantas domesticadas y el establecimiento de asentamientos humanos.

Introducción de nuevas plantas en el Valle, provenientes de zonas más húmedas

(zapote, así como maíz).

4,300-3,500 años A. P. Etapa de las aldeas agrícolas con asentamientos humanos

mayores. Tecnología de irrigación con la construcción de diques y de canales. La

presa del Purrón fue construida hace 2,800 años. Es la obra de manejo hidráulico

más antigua que se conoce de Mesoamérica (Casas y Otero, 2002).

Desde la fase El Riego hasta Abejas, probablemente se hablaba el idioma proto-otomangue,

lengua madre que dio origen a las lenguas cuicateca, chinanteca, chocho, ixcateca,

mazateca, popoloca y mixteca, de las cuales quedan descendientes en la región. Los

mixtecos probablemente llegaron al Valle de Tehuacán hace 2,000 años, por la extensión

mixteco-zapoteca de Monte Albán. La migración desde la zona nahua fue más tardía, hacia

el siglo XV (Casas y Otero, 2002).

Durante la época Clásica, mientras el norte de Oaxaca estaba bajo el dominio de Monte

Albán, el sur de Puebla recibió la influencia casa vez mayor de Teotihuacán y Cholula.

Posteriormente, durante el Horizonte Posclásico, toda la región es sometida al dominio

azteca. La llegada de los españoles inició un proceso de desaparición o transformación de

las sociedades locales (Zavala, 2003). Se calcula que antes de la conquista se encontraba

en la región una población de entre 95,000 y 150,000 habitantes (citado por Valiente-Banuet

et al, 2000). Tan importante cifra se debió al desarrollo de sistemas agrícolas y silvícolas,

incluyendo el manejo y domesticación de poblaciones silvestres de plantas y tecnología para

el manejo del agua (Casas et al., 2001).

Page 70: 000 Tesis para imprenta 3

70

2.2. Paisaje socioeconómico del Valle de Tehuacán-Cuicatlán

Este espacio de 10,000 km2 alberga actualmente 675,000 habitantes (INEGI, 2001)

repartidos en 51 municipios del sureste del estado de Puebla y noroeste del estado de

Oaxaca, con 1214 localidades. Se calcula que el 30% de los habitantes sigue manteniendo

su cultura en el habla, costumbres, prácticas productivas y organización social. Sin embargo,

predomina una población rural en su mayoría mestiza y cuya subsistencia se basa en la

combinación de cultivos de autoconsumo, principalmente maíz, frijol y, cuando las

condiciones biofísicas del lugar lo permiten, productos orientados a la venta al mercado

como son el chile, la calabaza, el limón, el mango, etcétera (Zavala, 2003). La extracción de

recursos naturales se presenta como complemento de esta subsistencia, igualmente

heredada de tiempos antiguos y adaptada a las plantas presentes en los variados

ecosistemas que componen el Valle.

La región presenta una población mayormente rural, sobre todo en su parte oaxaqueña. Sólo

3 entidades superan los 20,000 habitantes, todas pertenecientes a Puebla; se trata de:

1)Tehuacán (204,598 habitantes), la ciudad que funge como principal polo de atracción del

Valle. Tradicionalmente orientada hacia el turismo, por la presencia de manantiales a los

cuales se atribuyen propiedades relajantes y curativas (Zavala, 2003), la urbe ha

desarrollado un importante sector productivo; entre las actividades productivas más

importantes destacan la industria avícola del huevo y la embotelladora de aguas minerales.

En estos últimos años se han creado más de 300 maquiladoras de ropa de mezclilla, las

cuales emplean alrededor de 35,000 obreros, con condiciones de trabajo y salarios

lamentables, además de un aumento de la contaminación de los mantos acuíferos por el

lavado de la mezclilla (De Teresa, 2002).

2) Tecamachalco (24,108 habitantes), ubicada en la extremidad noroeste del Valle,

constituye la segunda ciudad en importancia, aunque su ubicación entre la ciudad de Puebla

y Tehuacán le quita relevancia en la dinámica del Valle. 3) Finalmente, Ajalpan (22,261

habitantes), muy cercana en distancia a Tehuacán, se presenta como el tercer municipio en

importancia de la zona, imponiéndose como un centro comercial regional, con un mercado

de una gran variedad de productos locales.

Page 71: 000 Tesis para imprenta 3

71

En consecuencia, se puede apreciar un polo de atracción socioeconómico construido por

estos tres municipios cercanos entre ellos, mientras el resto de la región se compone de

múltiples pueblos pequeños. El paisaje regional alberga 1,214 localidades11, de las cuales

702 forman parte de Puebla y 512 de Oaxaca, ilustrando así la dispersión poblacional.

Cuadro 2. Clasificación de tipos de población, en el Valle de Tehuacán-Cuicatlán.

Población rural

< 2,500 habitantes.

Población mixta Entre 2,500 y 14,999 hab.

Población

urbana

>15,000 hab.

Total Población por

estados.

Número % Número % Número % Número %

Puebla 157,997 27.2 171,257 29.5 250,967 43.3 580,221 100

Oaxaca 75,125 79.5 19,405 20.5 0 0 94,530 100

Total 233,122 34.5 190,662 28.3 250,967 37.2 674,751 100

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de INEGI, 2001

Para afinar el análisis, se introdujo una categoría adicional, que es la población mixta,

considerada ésta como una población intermedia entre la rural y la urbana, constituida por

localidades con un número de población superior a 2,500 habitantes pero inferior a 15,000.

Su carácter rural o urbano depende de varios factores, entre otros de su distancia a un

centro urbano así como de las actividades socioeconómicas y culturales desarrolladas.

11 Sin tomar en cuenta lo que INEGI llama “ranchos” y que son constituidos por una o dos viviendas.

Page 72: 000 Tesis para imprenta 3

72

Cuadro 3. Comparación de poblaciones: escala regional, estatal y nacional.

Población rural

%

Población mixta

%

Población urbana

%

Total

%

Valle de Tehuacán 34.5 28.3 37.2 100Estado de Puebla 42.3 31.8 25.9 100Estado de Oaxaca 55.5 22.0 22.5 100Escala nacional 34.4 18.6 47.0 100

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de INEGI, 2001

Tomando como referencia los estados involucrados, así como la escala nacional, se esboza

un esquema social de esta región. En primera instancia, la población rural es similar en

porcentaje a la que se encuentra a escala nacional. La parte poblana es más urbana que el

conjunto del estado, mientras que la porción oaxaqueña se distingue por su carácter

eminentemente rural.

Las cifras muestran una baja densidad de población en ola parte oaxaqueña. Junto con una

multitud de comunidades dispersas, tres localidades de la categoría mixta suman 20% de la

población por lo que, al parecer, el territorio oaxaqueño del Valle de Tehuacán-Cuicatlán

presenta una cierta homogeneidad poblacional. En contraparte, la porción poblana reúne una

población urbana dominante, pero también una población rural dos veces más importante

que la de Oaxaca. Estos datos confirman una fuerte dominancia económica de la ciudad de

Tehuacán y municipios aledaños, debido en parte a mayores facilidades de comunicación y a

su planeación como polo de desarrollo industrial, mientras que la parte oaxaqueña presenta

una población más fragmentada y aislada, en coincidencia con la conformación del paisaje.

Un rubro de interés para determinar el tipo de desarrollo existente, tiene que ver con los

ingresos percibidos por los pobladores de la zona, que llevan a caracterizar la región como

marginal. En conjunto, 84.2% de la población del Valle de Tehuacán-Cuicatlán percibe

ingresos inferiores a 3 salarios mínimos, repartida en 83.3% de la población para la parte

poblana y 90.9% para la parte Oaxaqueña. Las localidades semiurbanas y urbanas son las

únicas donde se presentan familias con sueldos superiores a 10 salarios mínimos, por ser

centros de negocios y de intercambio.

Page 73: 000 Tesis para imprenta 3

73

Las actividades productivas presentes en la región también contribuyen a un esbozo regional

y una caracterización del tipo de desarrollo existente. Este análisis se enfoca sobre las

actividades primarias, por sus relaciones evidentes con el entorno natural Cuadro 4).

Cuadro 4. Población ocupada en el sector primario. Valle de Tehuacán-Cuicatlán

Población ocupada Sector primario

Población ocupada total*

%

Parte poblana 51,546 193,076 26.7Parte oaxaqueña 16,656 28,609 58.2Estado de Puebla 438,312 1,632,538 28.5Estado de Oaxaca 464,879 1,044,933 42.0Escala nacional 5,338,299 32,717,631 16.3

Fuente. Elaboración propia con base a INEGI, 2001

* Se utiliza el rubro de “población ocupada especificada”.

En la parte oaxaqueña del Valle de Tehuacán-Cuicatlán predomina la actividad agropecuaria

por arriba del promedio estatal y muy por encima de las cifras nacionales; mientras que casi

27% de la población poblana se dedica a la actividad primaria, es decir 2% por debajo del

promedio estatal. Esta actividad se plantea como la ocupación predominante en la parte

oaxaqueña, con más de 58% de la población ocupada en este rubro, superando por 16

puntos las cifras estatales. Sin embargo, el número absoluto de población dedicada a

actividades agropecuarias es más elevado en Puebla, por lo que puede existir una presión

mayor sobre los ecosistemas.

Aunque en términos generales la región produce principalmente maíz elotero, frijol, trigo,

jitomate y tomate, el norte de la parte poblana se beneficia de condiciones agrícolas más

favorables por ubicarse en un valle y tener acceso a riego. En la subregión de la mixteca

poblana, al sur del estado, la producción se limita a maíz y frijol para autoconsumo en lomas

o cerros, excepto en los valles adaptados para una agricultura comercial (Zavala, 2003). En

la totalidad del Valle, la producción de maíz ocupa la mitad de la producción agrícola y se

orienta principalmente hacia el autoconsumo, con venta de los excedentes a mercados

locales o regionales, por lo que constituye el cultivo en torno al cual se organizan las

unidades campesinas y probablemente el espacio social.

Page 74: 000 Tesis para imprenta 3

74

La ganadería caprina es una de las actividades ganaderas más desarrolladas en la región,

se encuentra estrechamente vinculada con la cultura tradicional indígena, pues fungió como

manera de recuperar las tierras perdidas durante la colonia (Henao, 1980). Las cabras están

particularmente bien adaptadas a las condiciones de aridez y al escaso forraje que ofrecen

los ecosistemas de zonas áridas. Aunque se les considera como uno de los principales

agentes de perturbación del entorno natural, una investigación reciente parece contradecir la

afirmación, siempre y cuando pueda existir un buen manejo de los hatos con un número de

animales que no exceda la capacidad de carga. El papel de depredador generalista de la

cabra podría permitir la eliminación de plantas dominantes y restablecer un cierto equilibrio

entre todas las especies vegetales (entrevista con Valiente-Banuet, 2004).

En cuanto al sistema de propiedad, domina la propiedad comunal en el 70% del territorio,

mientras que 25% del suelo es ejidal y 5% es propiedad privada (Dirección de la Reserva,

Informe 2000). La presencia de montes de uso común en el seno de la propiedad social

constituye el punto de partida de la política gubernamental de conservación.

La presión demográfica ejercida sobre este territorio, junto con la generalización de las

actividades agropecuarias como medio de subsistencia, la necesidad de complementar el

ingreso familiar raquítico con la extracción de recursos silvestres y el saqueo de recursos

maderables por parte de empresas externas, son algunos de los elementos de degradación

ambiental que llevaron a transformar el Valle de Tehuacán en zona protegida.

2.3. Aparición de un nuevo actor: relación entre la Reserva de la Biosfera y las comunidades

En 1998, el gobierno federal decretó como Área Natural Protegida (ANP), con la categoría de

Reserva de la Biosfera, a un área que corresponde aproximadamente a la mitad de la

provincia florística Tehuacán-Cuicatlán (490,187 hectáreas). Esta decisión responde a

presiones exteriores (científicos, ONG, conocedores en general de la región) para proteger la

gran riqueza biológica y cultural del Valle de Tehuacán-Cuicatlán y frenar el deterioro

ambiental. La delimitación del ANP corresponde a la unificación, en una sola área, de dos

zonas sujetas a conservación ecológica estatal, el Valle de Cuicatlán al noroeste del estado

de Oaxaca y Tehuacán-Zapotitlán, al sureste del estado de Puebla.

Page 75: 000 Tesis para imprenta 3

75

Frente la degradación acelerada del medio ambiente y la responsabilidad de México como

país megadiverso, el sistema de Áreas Naturales Protegidas se ha planteado como la

institución de conservación de la biodiversidad por excelencia y uno de los pilares de la

gestión ambiental mexicana. La modalidad de Reserva de la Biosfera es la de mayor

alcance, correspondiendo a las Áreas geográficas relevantes a nivel nacional, representativas de uno o más ecosistemas no alterados significativamente por la acción del ser humano o que requieran ser preservados y restaurados, en los cuales habitan especies representativas de la biodiversidad nacional, incluyendo a las consideradas endémicas, amenazadas o en peligro de extinción12 (SEMARNAP, 1997).

Planteadas como el instrumento central para la protección de la biodiversidad y el

mantenimiento de un gran número de funciones ambientales vitales (INE, 1995), las ANP

constituyen un espacio complejo donde se interrelacionan varios espacios contradictorios o

heterotopías (Foucault, citado por Ramírez, 2003). La primera contradicción surge de la

prioridad dada a la conservación desde la esfera gubernamental, en un área donde persiste

una cultura milenaria de manejo de los recursos naturales, junto con zonas de pérdida de

una identidad indígena y de los valores que la acompañan, en particular la relación con la

naturaleza. Aunque la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente

(LGEEPA) ha evolucionado en los últimos años hacia la obligación de participación social y

de corresponsabilidad de las comunidades involucradas en el proceso de protección, en los

12 Artículo 48 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicada en el D.O.F. el 13 de diciembre de 1996. Las demás categorías de áreas naturales protegidas son: parques nacionales, monumentos naturales, áreas de protección de recursos naturales, áreas de protección de flora y fauna, santuarios, parques y reservas estatales y zonas de preservación ecológica de los centros de población.

Page 76: 000 Tesis para imprenta 3

76

hechos la construcción de las zonas protegidas obedece a un esquema que prioriza el

territorio por encima de su población.

Prueba de este comentario se encuentra en la forma como se diseñó la Reserva de

Tehuacán. La frontera física no coincide con los límites administrativos de los 51 municipios

que la integran, así como lo ilustra el mapa 2, por lo que el número de comunidades tomadas

en cuenta por la protección ambiental se limita a 199 (en lugar de las 1,214 del Valle) y a

35,000 habitantes (contra 675,000 para el conjunto del Valle)13. Inclusive, varios municipios

no tienen población dentro del polígono protegido. Esta situación lleva a una política de

segregación entre comunidades de una misma entidad local, que puede tener consecuencias

conflictivas contraproducentes14.

Por otra parte, el asentamiento de la Reserva entre dos estados obliga a consideraciones

políticas diferenciadas y plantea una separación artificial de un espacio con afinidades

ambientales y humanas. En consecuencia, se trata de una región “objetivamente organizada

y culturalmente inventada”, de acuerdo con Laurent Faret (citado por Canabal, 2001).

13 No se contabiliza la población de la Ciudad de Tehuacán, Puebla, dentro de las estadísticas de la dirección de la Reserva. 14 Por ejemplo, queda prohibido cazar en el monte de Quiotepec pero no en las tierras vecinas de Coyula, por lo que los comuneros de esta última comunidad se han visto favorecidos con los permisos de caza entregados a foráneos y los de Quiotepec han perdido esta entrada financiera.

Page 77: 000 Tesis para imprenta 3

77

Mapa 2. Delimitación de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, respecto al Valle de

Tehuacán-Cuicatlán.

Fuente. Zavala, 2003.

Fuente. Zavala, 2003.

Otro punto a tomar en cuenta en este nuevo esquema impuesto por la presencia de un actor

externo a las comunidades de la región, es el tipo de relaciones que se puede establecer

entre éstos y la autoridad ambiental. En primer lugar, ¿Qué significa para esta población, la

transformación de su espacio en una Reserva de la Biosfera? Sin lugar a dudas, el anuncio

del decreto provocó sentimientos contradictorios, entre el orgullo de vivir en una región tan

privilegiada ambientalmente y últimamente valorada pero, sobre todo, la preocupación de

perder algo de autonomía en la decisión sobre las actividades extractivas o productivas

relacionadas con el monte.

Otro obstáculo de importancia proviene de la debilidad de las instituciones gubernamentales

(en el sentido de los neoinstitucionalistas, es decir de normas y reglas) para guiar la

promoción de un desarrollo aliado a la conservación de los ecosistemas. Por una parte, la

PA L M A R D E B R AV O

C A Ñ A D A M O R E L O S

T E C A M A C H A L C O

Y E H U A LT E P E C

T L A C O T E P E CD E B J C H A P U L C O

S T G O . M IH U AT L A NT E PA N C O

JU A N NM E N D E Z

T E H U A C A N

AT E X C A L

T O T O LT E P E CD E G R O . Z A P O T IT L A N C H IL A C

Z IN A C AT E P E C

A JA L PA N

C O Y O M E A PA N

C O X C AT L Á N

T E O T IT L A N

M A Z AT L A N V IL L A D E F.

T E X PA L A N .

L O S C U E S

S .J O S EM IA H U AT L Á N

C A LT E P E C

N A N A H U AT IPA M

S A N T IA G OC H A Z U M B A

S A N P E D R OY S N PA O L O

T E Q U IX T E P E C

S TA . C ATA R IN AZ O P O Q U IL A C O N C E P C IO N

B U E N AV IS TA

T E P E L M E M EV IL L A D E M

T E C O M AVA C A

IX C AT L A N

VA L E R IO T R U J A N O

S A N T O R E Y E SPA PA L O

C O N C E P C IO N PA PA L OS TA . M A PA PA L OC U IC AT L A N

S N . MT E Q U IX T E P E C

S N . JBC O IX T L A H U A C A

H U AT L A

A P O A L A

ATAT L A H U A C A

S .J T E P E U X L A

S T G O .N A C A LT E P E C

S N .P C A N TA R O S C O X C A LT E P E C

S .P JO C O T IPA CS TA M A . T E X C AT IT L A N

S N . P. JA LT E P E T E N G O

A PA Z C O

N O C H IX T L A N

S T G O H U A C C IL L A

Page 78: 000 Tesis para imprenta 3

78

Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán se decretó sin zonas núcleo y de

amortiguamiento, por lo que cada interventor toma sus propias decisiones en cuanto a la

política de conservación a poner en práctica, con criterios personales. La inexistencia, hasta

la fecha, de un plan de manejo, a casi diez años del establecimiento de la Reserva15, dificulta

la tarea de planeación de los directivos y frena la llegada de financiamiento internacional.

Asimismo, la política de participación social obligada por la Ley tiene tendencia a aplicarse

de forma mecánica, sin una verdadera interlocución comunitaria y sin respeto a los ritmos

propios de apropiación de los proyectos. Las acciones coercitivas, que fueron las primeras

en aparecer, ponen en cuestión las formas de vida de las comunidades y provocan

desconfianza y rechazo hacia el agente exterior, como fue el caso de la caza y extracción de

leña en la Reserva en estudio.

Vinculado con lo anterior, la administración de la reserva se enfrenta a una falta evidente de

personal para gestionar un territorio de casi 500,000 hectáreas. Son alrededor de 15

miembros (algunos con carga puramente administrativa), que no son suficientes para

establecer un verdadero diálogo con las comunidades, basado en un intercambio mutuo de

conocimientos y acciones que llevan a cabo.

La creación de esta región institucional ha abierto nuevos espacios de negociación y

diálogos frágiles, por la dificultad de encontrar un lenguaje común entre los diferentes

actores involucrados. En particular, obliga a las comunidades a un reacomodo interno que

puede nacer de un diálogo renovado con la naturaleza. El reto depende tanto de la posición

15 La LGEEPA restringe, en su artículo 49, las actividades posibles de realizar en las zonas núcleos, mientras que el artículo 65 obliga a la formulación de un plan de manejo en un plazo de un año a partir de la declaratoria de área natural protegida.

Page 79: 000 Tesis para imprenta 3

79

de las comunidades en el esquema de un desarrollo basado sobre la conservación, como de

la apertura de los agentes externos en respetar los tiempos de apropiación y los

conocimientos tradicionales.

Para concretizar el estudio se eligió la comunidad de Santiago Quiotepec, por lo que el

apartado que sigue pretende precisar algunas de las características físicas, socioeconómicas

e históricas que permitirán guiar la presente investigación.

3. Santiago Quiotepec, degradación productiva, riqueza natural y cambios sociales

Santiago Quiotepec pertenece a la unidad ambiental del Valle de Tehuacán-Cuicatlán y,

desde 1998, forma parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, considerándose

como una de las zonas mejor conservadas del área protegida. Esta comunidad constituye

una de las treinta localidades que integra el municipio de San Juan Bautista Cuicatlán, en

Oaxaca, a la vez que está compuesta por dos asentamientos humanos, el mismo pueblo de

Santiago Quiotepec y la Estación, los dos en la porción más norteña del municipio.

Se encuentra en una zona de depresión, identificada como “cañada poblana-oaxaqueña” en

el interior de la Sierra Madre Oriental, más precisamente en la parte más baja de la cañada

de Cuicatlán, entre la Sierra de Juárez y la Sierra Mazateca. Colinda con las comunidades

de Santa María Tecomavaca al norte y oeste, con San Juan Coyula al noreste, Concepción

Pápalo al este y Cuicatlán al sur (ver mapa 3).

Por su ubicación en la parte baja de la Cañada, con 545 msnm de altitud, la localidad tiene

un clima semiárido muy seco, que Enriqueta García (1988) determina como BS0 ya que

Page 80: 000 Tesis para imprenta 3

80

recibe una precipitación media anual de 500 mm, mientras que su temperatura media anual

supera los 25°C16. Las lluvias se concentran entre junio y septiembre.

Mapa 3. Ubicación de Santiago Quiotepec

Fuente: INEGI, carta topográfica 1:250000. E14-9.

16 Los climas de tipo BS0 se caracterizan por su tipo seco o árido, con precipitación anual (P) < 750 mm y una temperatura media anual (T) > 18°C, además de que P/T < 22.9 (García, 1988).

Page 81: 000 Tesis para imprenta 3

81

Esta comunidad se distingue por un potencial hídrico muy favorable, a pesar del tipo de

clima. Ello se debe a su localización a la orilla del Río Grande, el cual nace en la Sierra de

Juárez y recibe varios afluentes (Las Vueltas, Tomellín, Apoala y San Pedro), antes de

“labrar el importante cañón de Tomellin” (Tamayo, 1984: 124). Una corriente opuesta se

genera en el Valle de Tehuacán, con el nombre de Río Salado, “labra en terrenos

sedimentarios los hermosos cañones de Cues y Tecomavaca” (Tamayo, 1984: 124),

ubicados adelante de Quiotepec, más al norte. Los dos ríos se unen en Quiotepec,

atraviesan el profundo Cañón de Quiotepec, para transformarse después en el Río Domingo

y, más tarde, en el Papaloapan que descarga sus aguas en la laguna de Alvarado. Además,

el río Sendo alimenta de agua potable a la población mientras que, al sur, el Cacahuatal

constituye une frontera natural con la comunidad de Cuicatlán.

Las características anteriores justifican la inserción de esta comunidad en el área natural

protegida, por poseer una de las mayores riquezas biológicas del Valle de Tehuacán, con

ecosistemas en buen estado de conservación. Pérez-Negrón (2001) distingue 4 tipos de

vegetación natural17, de las cuales tres son dominadas por cactáceas columnares.

El origen del pueblo actual de Santiago Quiotepec sigue siendo una interrogante. Se

evidencia la importancia de esta localidad en tiempos prehispánicos por la presencia, en su

parte norte, de vestigios arqueológicos que denotan una gran organización de sus

antepasados. Se ha propuesto que este sitio, estratégico por su localización entre los

17 Se trata de 3 asociaciones vegetales dominadas cada una por una especie de cactácea columnar: Jiotillal (dominado por Escontria chiotilla), Tetechera (dominado por Neobuxbaumia tetetzo) y cardonal (dominado por Pachycereus weberi), así como de un bosque de galería en las zonas de barranca y márgenes de ríos.

Page 82: 000 Tesis para imprenta 3

82

estados de Puebla y Veracruz, fue edificado por migrantes toltecas a la caída de Tula, hacia

1,064 de nuestra era (INAFED, 2002).

Los cuicatecos lograron ser un grupo poderoso y numeroso, aunque fueron invadidos y

sometidos en varias ocasiones, en particular por los mixtecos y los zapotecos, atraídos por

las condiciones favorables de su territorio. Los mexicas, a los cuales se aliaron los

cuicatecos para liberarse de la opresión mixteca poco antes de la conquista española,

denominaron la región Cuicatlán, lo cual significa en náhuatl “lugar del canto”. Quiotepec, del

mismo origen, proviene de “cerro de maguey” (INAFED, 2002). Una leyenda, recordada por

algunos ancianos del pueblo, cuenta que, hace mucho tiempo hubo un diluvio que inundó el

sitio y “se perdió la gente de las ruinas”. Otra versión para explicar el abandono del antiguo

sitio gira en torno a una epidemia de viruela que obligó a cambiar de territorio.

Durante la colonia, los lugareños se instalaron en una zona cercana a los vestigios

arqueológicos, llamada en la actualidad Quiotepec Viejo (INAH, internet y entrevistas). No se

sabe cuánto tiempo quedó el pueblo asentado en ese lugar. Al decir de la gente, la presencia

de sal en la fuente abastecedora de agua llevó a optar por la ocupación de terrenos más

cercanos al río Sendo, entonces con agua abundante y limpia (Grupo Mesófilo, 2002). El

centro actual de Santiago Quiotepec, poblado por los descendientes de Quiotepec Viejo, se

reagrupa alrededor del río Sendo, con aguas hoy en día mucho más escasas.

En todo caso, cualquiera de los tres sitios descritos, todos ubicados en el territorio actual de

la localidad de Santiago Quiotepec, debe su ocupación humana, en diferentes momentos del

tiempo, entre otros, a una posición geográfica estratégica, a la facilidad de abastecimiento de

agua para consumo humano y agricultura, así como a la riqueza natural del territorio.

Es muy probable que en el periodo de la colonia el pueblo en su espacio actual haya sido

conformado por peones que se empleaban en la hacienda de la familia Bolaños Cacho. Esta

hacienda se localizaba en las playas del río Grande, hoy localidad de la Estación. Se puede

entonces pensar que otra razón para optar por la ubicación actual era acercarse a dicha

propiedad para facilitar los recorridos cotidianos. Por otro lado, es probable que el pueblo

haya sido la sede de muchas interacciones con las serranías vecinas, con la llegada de

peones empleados en la hacienda y la huida de las familias que rechazaron el trabajo

Page 83: 000 Tesis para imprenta 3

83

asalariado. Esta situación podría explicar la pérdida progresiva del habla cuicateca a favor

del español.

La hacienda, así llamada aunque se trataba de un minifundio, ocupaba, según recuerdan los

actuales pobladores, 30 hectáreas que constituían las mejores tierras irrigables de la zona.

Este tamaño, modesto para la época, da cuenta del acceso diminuto a la superficie agrícola

en este territorio. Las características semiáridas y la presencia de cerros limitaron la

extensión de las tierras irrigables, por lo que sólo las partes pequeñas ubicadas en las zonas

bajas pudieron ser cultivadas. De hecho, la hacienda poseía su propio canal de riego para

alimentar de agua las reducidas pero ricas tierras ubicadas en las playas del río Grande.

En la propiedad de Emilio Bolaños dominaban los cultivos de arroz y caña de azúcar, este

último con buena integración regional, ya que existió un ingenio en los Obos, un barrio de

Cuicatlán. De hecho, la caña de azúcar constituyó el cultivo dominante de todo el Valle de

Tehuacán durante el siglo XIX (Henao, 1980). La gente de mayor edad recuerda el

sufrimiento de sus padres, empleados en la hacienda. “Se prometía un salario seguro, pero

no alcanzaba” comenta Don Heriberto, cuyo padre luchó por la constitución del ejido. Sin

embargo, quedaba a los peones la gran superficie de “monte” que proveía el hogar de leña

para guisar, de frutos de cactáceas, de plantas medicinales y diversas hierbas comestibles,

entre otros recursos silvestres útiles que conforman el paisaje de Quiotepec (Pérez-Negrón,

2001). Por otra parte, existió sin dudas una agricultura de pequeña escala a lo largo del río

Sendo que permitía reducir las deudas con la tienda de raya o mantener a la población no

asalariada. Al contrario de otras zonas del Valle de Tehuacán donde hubo, durante todo el

tiempo de la colonización, presiones fuertes en cuanto al acceso y control de agua y tierra,

entre las comunidades indígenas y las haciendas (Henao, 1980), no se han encontrado

rastros, en Santiago Quiotepec, de conflictos de este tipo. Es muy probable entonces que la

hacienda no se dedicara a la cría de ganado, al contrario del conjunto de esta región,

especializada desde hace tiempo en la ganadería caprina. En todo caso, eso explicaría en

parte la escasez de cría de animales que persiste hasta la fecha, a pesar de la fuente de

alimentación que representa el monte.

En 1892 se inauguró el ferrocarril desde la ciudad de Oaxaca hasta la capital del país, el cual

cruzaba la hacienda. Aunque fue sólo a partir de 1945 que se reconoció la oficina de venta

Page 84: 000 Tesis para imprenta 3

84

de boletos de Quiotepec, el tren jugó un papel importante en la vida del pueblo, como

ventana abierta al mundo y primer medio de comunicación con las ciudades vecinas.

Al momento de la revolución, el hacendado Emilio Bolaños se refugió en la ciudad de

Oaxaca con su familia y dejó abandonada la propiedad que se transformaría más adelante

en propiedad ejidal, provocando la división del pueblo en dos asentamientos claramente

diferenciados, así como dos comunidades agrarias.

En el análisis general de las familias campesinas de Santiago Quiotepec, un hecho salta a la

vista en estas últimas tres décadas; la reducción drástica del número de habitantes y, por

consecuencia, la reducción cuantitativa de familias residentes y de sus miembros. Mientras

el Registro Agrario Nacional menciona un censo de población en enero de 1970, con un

registro de 610 habitantes, el número pasó a un total de apenas 354 pobladores en el último

censo de población realizado en el país (INEGI, 2001), incluyendo el pueblo y la Estación, es

decir una disminución de 41.3% de la población en treinta años.

La merma poblacional constituye un hecho generalizado a todo el campo mexicano. En

Quiotepec los entrevistados la atribuyen a la violencia de los años setenta, cuando varias

familias dejaron el pueblo por pleitos internos que seguramente tienen también que ver con

el acceso a la tierra y, más recientemente, con la búsqueda de una vida mejor en la ciudad

de México o al norte. Está claro que la imposibilidad actual de abrir tierras a la agricultura,

reforzada por la política de conservación, constituye un elemento clave de salida de los

jóvenes, al cual se añade la esperanza de acceder a los “frutos de la civilización” a través de

la migración. Una de las consecuencias más inmediatas es un descenso relativo de la

presión sobre el conjunto de los recursos naturales, en particular un monte considerado

como relativamente bien conservado, que alberga un cuarto de la riqueza florística del Valle

de Tehuacán (Pérez-Negrón, 2001).

El asentamiento principal es Santiago Quiotepec, el cual se ubica a poca distancia de los

restos arqueológicos que atestiguan la importancia pasada de esta comunidad. Está

integrado por 250 habitantes, según el censo INEGI de 2000, que corresponden a 61

viviendas. El otro asentamiento se construyó alrededor de la vía del ferrocarril, que

comunicaba la ciudad de Oaxaca con la capital del país a 3 km por terracería del pueblo de

Page 85: 000 Tesis para imprenta 3

85

Quiotepec. En la actualidad la Estación está poblada por 104 habitantes, repartidos en 23

familias (INEGI, 2001), formando el núcleo urbano del ejido.

Otro elemento de importancia reside en la relativamente buena comunicación vial de la cual

se beneficia Quiotepec, por su ubicación a 4 kilómetros de la carretera federal México-

Oaxaca. Es un lugar de relativo tránsito porque une los pueblos serranos con los principales

centros urbanos regionales (Cuicatlán, Tehuacán). Sin embargo, su aislamiento proviene de

su alejamiento de ciudades importantes. Cuicatlán, la cabecera municipal, constituye el

centro comercial más cercano, pero no juega un papel muy relevante en la economía

regional, por lo que se mantienen igualmente vínculos fuertes con la ciudad de Tehuacán, a

pesar de estar más distante (más de dos horas). Este relativo aislamiento ha mantenido la

población ocupada principalmente en el sector primario (83.3% según INEGI, 2001).

Difícilmente el pueblo de Quiotepec puede ser representativo de las 199 localidades que

pueblan la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán y se caracterizan por una gran

diversidad ambiental y cultural. Sus principales rasgos naturales, históricos y

socioeconómicos la ubican como una comunidad específica, a la vez que posee una

problemática común a la mayoría de las comunidades rurales del país, en cuanto a sus

dificultades de subsistencia, la falta de oportunidades de trabajo fuera de las actividades

agropecuarias, desigualdades en los intercambios mercantiles, pérdidas de una relación

apropiada con el entorno natural, entre otras. El reto de un análisis más detallado de esta

comunidad será encontrar las fortalezas y limitantes de su población en sus relaciones

internas y externas, así como en su forma de interactuar con sus recursos naturales y su

capacidad en tomar el camino de un desarrollo más equilibrado y armonioso con su entorno.

Conclusión capítulo 2

El Valle de Tehuacán constituye un espacio socialmente construido que la interacción entre

el ser humano y la naturaleza ha llevado, en las últimas décadas, a una perdida de salud

ambiental y social. La gran biodiversidad natural que guarda el territorio se debe a la

presencia de elementos físicos variados; ella ha permitido albergar una población desde

tiempos milenarios, la cual ha sabido aprovechar el contexto físico y progresar para lograr su

subsistencia y crecimiento. La grandeza del pasado se confronta, en la actualidad, con un

Page 86: 000 Tesis para imprenta 3

86

alejamiento evidente de las formas de vida pasadas, sin haber podido mantener un contexto

favorable de evolución. La conformación en esta zona de un polo de desarrollo con el

complejo urbano de Tehuacán, Ajalpan y Tecamachalco no ha resuelto los problemas

socioeconómicos regionales; al contrario, éstos se han visto acentuados, en el campo por los

intercambios desiguales y la estructuración de una agricultura comercial que compite con

formas tradicionales de producir y reproducirse.

A pesar de este contexto desalentador, existen aún focos de “resistencia”, que requieren de

una valoración general para servir de “núcleos de la articulación de prácticas sociales y

económicas alternativas” (Escobar, 2000:191) que permitan revertir el tipo de desarrollo no

deseable, actualmente vigente. Además de las prácticas productivas y organizativas que

persisten en las comunidades tradicionales, el uso aún generalizado de recursos silvestres

útiles podría entrar en esta categoría, por lo que merece una atención especial dentro de

esta investigación.

La transformación desde 1998 de esta área en una Reserva de la Biosfera representa

igualmente un hecho significativo, a la vez que será importante discernir, dentro de la

relación de este nuevo actor con los pobladores usuarios del espacio, los elementos que

podrían impulsar realmente una relación equilibrada entre el ser humano y su entorno

natural. La elección de la comunidad de Santiago Quiotepec, para concretizar este análisis a

escala local, no representa una solución fácil. Este pueblo mestizo de origen cuicateco

ofrece varios de los ingredientes que complejizan el reto. De tamaño reducido, Quiotepec se

ha visto inmerso en un proceso de aculturación. El acceso y uso de los principales recursos

naturales, como son la tierra, el agua y el monte, así como la pauperización creciente de las

familias y algunas intervenciones externas (partidos políticos, religión...), han provocado

conflictos internos duraderos que disminuyen drásticamente la eficiencia de las instituciones

tradicionales y la capacidad de una acción colectiva. A la vez, la riqueza del territorio local

requiere de acciones de desarrollo que prevengan la degradación ambiental y revierta el

círculo vicioso que ha transformado a la población de Quiotepec en sujetos pasivos del

desarrollo.

Page 87: 000 Tesis para imprenta 3

87

El capítulo que sigue busca ser un puente entre la conceptualización y la práctica, ya que

pretende utilizar los conocimientos teóricos y regionales adquiridos hasta ahora como base

para la construcción de las herramientas de estudio.

Page 88: 000 Tesis para imprenta 3

88

CAPÍTULO TRES. MÉTODO DE ANÁLISIS. LAS HERRAMIENTAS PARA CONSTRUIR LA INVESTIGACIÓN

Los capítulos precedentes permitieron analizar la concepción del desarrollo y dar una visión

general de los contextos regional y local. El método de trabajo vincula estos dos panoramas;

plantea la forma de adaptar los conceptos a este trabajo, función a la vez del conocimiento

práctico adquirido preliminarmente. Constituye, en síntesis, una estrategia de conciliación y

retroalimentación entre los marcos conceptual y regional, para responder a los objetivos que

guían esta investigación. Los conceptos presentados en la primera parte fueron elegidos

porque coinciden con mi propia visión del mundo, además de que me resultaron útiles para

abordar el análisis propuesto, así como adaptados al conocimiento que adquirí de la zona en

estudio. A su vez, esta base de conocimiento se pudo enriquecer y alcanzar mayor

coherencia gracias al método de trabajo utilizado.

En consecuencia, este capítulo detalla la forma en que se realizó la investigación, intentando

recuperar y justificar el proceso de interacción entre lo conceptual y lo práctico, desde mi

visión personal –basada sobre mi experiencia y mi visión del mundo- de cómo resolver las

preocupaciones que fueron expuestas al inicio del trabajo y lo motivaron. La explicación de

Elinor Ostrom acerca de su marco de investigación me resultó iluminadora pues, para esta

autora, La comprensión de cómo los individuos resuelven problemas particulares en situaciones concretas requiere una estrategia que consiste en moverse constantemente del mundo de la teoría al de la acción. Sin teoría no se comprenden los mecanismos generales subyacentes que operan de muchas formas distintas en situaciones diferentes. Sin la contención que significa tener que resolver problemas empíricos, el trabajo teórico puede elevarse con su propio impulso, reflejando poco del mundo empírico (Ostrom, 2000a: 87).

Me parece entonces clave abordar esta investigación desde mi propia estructuración

conceptual, nutrida a la vez por lecturas bibliográficas, pero con una visión suficientemente

amplia para escuchar la dinámica propia del mundo empírico en estudio y reformar parte de

mis esquemas interpretativos.

Esta parte se divide en tres secciones. La primera ubica mi tema de estudio dentro de la

problemática de los sistemas complejos y de la interdisciplinariedad. La segunda sección

Page 89: 000 Tesis para imprenta 3

89

delimita la comunidad como objeto de estudio y pone el acento sobre los temas más

relevantes para el análisis de un desarrollo potencial. Finalmente, una tercera sección

reconstruye las herramientas metodológicas utilizadas para llevar a bien este proyecto.

1. Integración de conocimiento y delimitación del tema de estudio

La ubicación de mi tema de estudio dentro de la problemática de sistemas complejos justifica

per se un abordaje interdisciplinario (Diego R., 2000:44). En efecto, la construcción de un

desarrollo que busque revertir la tendencia a la degradación de los recursos naturales y se

apoye sobre la organización social comunitaria para un mayor bienestar social y económico,

no se puede concebir desde una sola disciplina, sino que obliga a una colocación en

frontera, en un diálogo permanente entre varias disciplinas, para una (re)construcción social

de una racionalidad ambiental (Leff, 1999). Según García (2000:408) el trabajo

interdisciplinario exige un marco conceptual común entre las diferentes disciplinas, así como

una cierta distancia respecto a los problemas particulares de cada campo y un nuevo

planteamiento metodológico. La dificultad para lograr estas metas puede llevar a dos

extremos peligrosos: la especialización absoluta o la generalización excesiva. Una forma de

no caer en estos riesgos, según el mismo autor, demanda Una búsqueda constante, desde cada área de estudio, de los fenómenos específicos más poderosos vinculados con cada área, en la perspectiva de responder a incógnitas comunes que rebasan ampliamente los marcos de las disciplinas particulares, pero que, a su vez, son replanteados desde cada una de ellas (García, 2000:409).

De la misma forma, García (2000) comenta sobre la necesidad de un proceso de

“diferenciación de una totalidad dada”, con la identificación de elementos que caen dentro del

dominio de disciplinas particulares, se analizan desde esta materia pero con una perspectiva

diferente por considerarlos dentro de un sistema. Un proceso posterior consiste en la

integración de los resultados al problema global. En esta misma lógica, Enrique Leff (2000a)

utiliza la palabra “articulación” y plantea la necesidad de un conocimiento más concreto de la

articulación entre los procesos históricos, culturales y naturales para lograr un desarrollo

basado sobre la conservación. También añade la importancia de analizar, junto con lo

anterior, los procesos de producción actuales y su dinámica sobre los ecosistemas, así como

el nivel tecnológico y las condiciones institucionales y organizacionales de las comunidades

usuarias de los recursos (Leff, 2000a).

Page 90: 000 Tesis para imprenta 3

90

Me parece sumamente enriquecedora y portadora de soluciones coherentes la propuesta

realizada por García a partir de su propia experiencia, aunque él mismo subraya la dificultad

de seguir este paso. Además de lo anterior, el autor comenta que hay que tomar en cuenta

que “el desarrollo del quehacer interdisciplinario es también, en gran medida, la historia

natural de la formación de un equipo de investigación” (García, 2000:409).

En el caso que me ocupa, he mencionado con anterioridad, mi integración en un equipo

interdisciplinario18, cuyo objetivo es Analizar, bajo una perspectiva interdisciplinaria, diferentes sistemas de apropiación de recursos vegetales, con el fin de generar modelos de manejo y una metodología de investigación que permitan desarrollar propuestas de manejo sustentables aplicables a una amplia gama de recursos genéticos del país19.

Las investigaciones desarrolladas bajo este objetivo general tienen que ver con varias

subdisciplinas de la biología, con un gran esfuerzo por entender y mejorar el conocimiento

tradicional de los recursos analizados, por lo que alcanzan a la vez el campo de la

interrelación entre la naturaleza y la sociedad humana.

El amplio conocimiento de las excepcionales características biofísicas de la región del Valle

de Tehuacán-Cuicatlán, puestas de relieve en los detallados inventarios de fauna y flora,

numerosos estudios etnobotánicos, arqueológicos, así como en los cuidadosos diagnósticos

de los procesos de deterioro de los recursos vegetales y del mantenimiento de la diversidad,

entre otros (Dávila et al., 1998; Casas et al., 1995; Valiente et al., 1995) motivaron la

18 Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIECO) que se ubica en el Campus Morelia y pertenece a la UNAM. 19 Convocatoria SEMARNAT-2002-01. CONACYT.

Page 91: 000 Tesis para imprenta 3

91

transformación de parte del territorio en área natural protegida. Sin embargo, a pesar de que

algunos estudios han abordado la riqueza cultural y la situación socioeconómica actual de la

región, se reconoce una falta de atención a este tema, la cual impide que se lleve a cabo el

objetivo de conservación de manera satisfactoria.

Por lo tanto, mi participación en este proyecto pretende aportar elementos para enriquecer el

análisis de la problemática, tomando en cuenta el subsistema social de la Reserva de la

Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, hasta ahora tratado principalmente desde la ecología y la

etnoecología por el equipo de trabajo. La elección de mi tema de investigación se justifica

por mi formación de economista rural, mientras que mi sensibilización a la cuestión ambiental

se debe en gran parte a mi experiencia profesional, así como mi convicción de que la

participación comunitaria es una condición sine qua non para llevar a cabo cualquier

proyecto de desarrollo vinculado con la conservación, fueron determinantes en la fase inicial

de planeación de la investigación.

Asimismo, la búsqueda de un mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades

insertas en un área protegida, que se base sobre su potencial natural y social, constituye el

contexto general de la investigación, así como un puente entre las ciencias naturales y

sociales. La primera gran dificultad que se me presentó tiene que ver con “el proceso de

diferenciación de una totalidad dada”, que plantea García (2000). El recorrido bibliográfico

que inicié para adquirir un mejor conocimiento del Valle de Tehuacán, así como los primeros

recorridos de campo, fueron fuertemente influidos por la riqueza natural de esta región y los

trabajos realizados desde una preocupación ecológica.

Si bien mi investigación está estrechamente vinculada con este aspecto, busca aportar al

análisis de la problemática socioeconómica, política y cultural, tomando en cuenta la

necesidad de conservar los recursos naturales presentes. Por esta razón, mi trabajo

pretende girar en torno a un mayor conocimiento de la relación entre comunidades rurales y

sus recursos naturales, tomando en cuenta la situación socioeconómica de las familias, su

percepción del desarrollo y de la conservación, así como su capacidad de apropiarse de

proyectos que les permita dar coherencia a sus formas de vida y responder a la política

ambiental vigente en su región, sin alterar su integridad cultural. A la vez, concuerdo con

García (2000:392) de que “ningún estudio puede abarcar la totalidad de las relaciones o de

Page 92: 000 Tesis para imprenta 3

92

las condiciones de contorno dentro de un sistema complejo”, por lo que mi estudio considera

la necesidad de establecer criterios de selección. Es decir, se parte de un eje conductor,

constituido en este caso por la relación desarrollo-conservación, para luego definir los

componentes del sistema y de los subsistemas, mismos que consisten, según García (2000),

en límites, elementos e interrelaciones de los elementos y subsistemas y del sistema con su

entorno.

Primeramente delimité el espacio. Desde un principio consideré a la comunidad como un

escalón central de este estudio, por constituir un espacio de identificación y de organización,

así como un territorio limitado física y políticamente. Reconociendo que cada pueblo es fruto

de su historia y sus características físicas, además de su forma de relacionarse con el

exterior, me resultó importante lograr profundizar sobre las interrelaciones entre una

comunidad y su medio ambiente, a través del análisis de su historia, su cultura, su situación

socioeconómica, su relación con el exterior y sus percepciones.

Si bien la comunidad constituye la unidad de referencia, el estudio contempla, cuando es

necesario, un contexto geográfico más amplio, para entender los flujos citados en el párrafo

anterior. De acuerdo con mi preocupación por centrar el trabajo en la relación entre

aprovechamiento y conservación, el espacio de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-

Cuicatlán me pareció el más adecuado. No obstante fue útil en algunos momentos

considerar en el estudio a la totalidad del Valle, en particular porque los intercambios

comerciales se realizan en su mayor parte con la ciudad de Tehuacán, cuya población queda

fuera del polígono de protección.

Otra escala de análisis fue la unidad familiar porque constituye el lugar de producción y

consumo, así como de toma de decisiones. La comunidad está conformada por el conjunto

de las familias y sus interrelaciones, mismas que han generado la constitución de

instituciones para su producción y reproducción. La organización de estas instituciones

deriva de alianzas, acuerdos, conflictos y relaciones de poder. Si bien pueden existir

instituciones similares en otras comunidades vecinas fue importante observar las

características de organización y funcionamiento de la comunidad que determinan y están

determinados por las características naturales, culturales e históricas de la zona e imprimen

al pueblo una forma particular de reaccionar ante alternativas de desarrollo.

Page 93: 000 Tesis para imprenta 3

93

Una vez planteadas las diferentes escalas de análisis, surgió la necesidad de delimitar

subsistemas que permitieran responder al objetivo central del estudio. En la actualidad, la

principal forma de comunicación entre las familias y sus recursos naturales se establece a

través de la producción agrícola. Quiotepec es una comunidad rural con disponibilidad de

agua para riego, aunque con pocas tierras para cultivar. El análisis de las formas de producir,

entonces, se consideró como un elemento imprescindible del estudio. A su vez, el medio

físico como soporte de la producción y contenedor de un potencial natural que prefigura un

posible desarrollo de la comunidad y su evolución, se planteó como otro subsistema a

analizar. El subsistema socioeconómico constituye un tercer elemento de importancia, pues

permite ubicar las posibilidades de reproducción de las familias, a través de su situación

económica, social y de las interrelaciones que se construyen entre los tres subsistemas

comentados. De acuerdo con García (2000), sostengo que en un contexto de sistemas

complejos el análisis de los procesos de desestructuración o reestructuración es más

importante que la descripción de la estructura misma, porque constituyen los puentes entre

las diferentes disciplinas involucradas. Entre otras porque permite poner el acento sobre los

problemas y las ventajas, así como ubicar la comunidad como una entidad dinámica.

Un tercer tipo de delimitación fue el tiempo, en tanto que la forma de contestar a la

problemática propuesta depende en gran medida de la escala temporal considerada. Si bien

la historia constituye un elemento clave para entender la situación actual (Barragán, 2001),

consideré importante seleccionar para cada subsistema los elementos pasados que explican

el contexto presente y permiten identificar escenarios futuros posibles. Por lo que la escala

temporal varía según las variables consideradas. Por las mismas razones, privilegié la

memoria colectiva, porque representa un sentir propio a la comunidad que motiva la forma

de pensar y actuar de los diferentes subgrupos.

2. La comunidad desde sus capacidades y limitaciones

En este trabajo la articulación entre ciencias naturales y ciencias sociales, intentando

trascender la “objetividad fragmentaria” (Toledo et al., 2002) de las disciplinas, representa un

primer planteamiento transversal. Para seguirlo, desde las ciencias sociales, se propone

analizar los principales elementos sociales, económicos e institucionales relacionados con el

Page 94: 000 Tesis para imprenta 3

94

uso de los recursos naturales, así como sus interrelaciones, como una forma de comprender

las capacidades y las limitaciones de la comunidad frente al reto de un aprovechamiento

basado sobre la conservación, donde intervienen agentes externos. Asimismo, el análisis de

estas capacidades y limitaciones de las unidades familiares, y en general de la comunidad

de Quiotepec, para transformar su situación actual y crear alternativas de desarrollo

comunitario que obedezcan a criterios de conservación de sus recursos naturales, constituye

un eje transversal más preciso, derivado del anterior.

Para abordar estos aspectos, me pareció útil tener en mente la importancia de un análisis

que contemplara el aspecto institucional, en términos de la escuela del mismo nombre (cf.

Capítulo 1). Quiero insistir aquí sobre algunos componentes esenciales para la corriente

neoinstitucional y que considero también centrales para mi estudio. El factor tiempo es uno

de ellos, que ubica las instituciones de forma dinámica, siendo la dimensión en la que se va

dando el proceso de aprendizaje. Otro elemento son los conflictos y las contradicciones que

son inherentes a cualquier proceso social y permiten entender los limitantes de cualquier

acción. Un tercer aspecto es la cultura, la cual representa un proceso acumulativo de

conocimientos, hábitos y valores, así como de formación (o deformación) de las identidades

individuales y colectivas, las cuales conforman una materia prima para la acción. Así, Elinor

Ostrom (2000b) insiste sobre la necesidad de un análisis basado en los comportamientos y

estrategias de los actores locales para fomentar la sustentabilidad de un espacio

determinado.

Sin embargo, he mencionado con anterioridad la necesidad de ir más allá de cuestiones

normativas para un entendimiento de posibles evoluciones sociales hacia otro tipo de

desarrollo, construido sobre valores y principios de vida y que se apoya sobre prácticas y

percepciones que han cimentado las sociedades tradicionales. Para responder a esta

preocupación, me pareció usar en mi trabajo algunos conceptos desarrollados por la escuela

de Norman Long (1992) basados en el análisis de la cotidianeidad y el quehacer de los

actores. Este autor parte de las teorías existentes para reflexionar sobre la manera de

vincular los conceptos con la práctica, buscando una comprensión adecuada de la

complejidad que dé cuenta de los problemas específicos del desarrollo. Ante la dominación

de paradigmas estructuralistas en las ciencias sociales y considerando la imposibilidad de

comprender a través de ellos los cambios que ocurren en los espacios sociales, el autor ha

Page 95: 000 Tesis para imprenta 3

95

centrado su análisis en los diferentes actores del territorio estudiado. Asimismo, justifica su

construcción conceptual en la necesidad de un acercamiento más dinámico, que se nutra de

las experiencias y percepciones de los individuos y grupos sociales, para explicar sus

transformaciones a partir de las formas de la intervención exterior. Long (1992) introduce el

término “agencia humana”, tal vez desafortunado en su traducción al español, como “las

capacidades transformativas expresadas por individuos y grupos sociales” (Torres, 1997).

Así, la localización de los individuos en sus modos de vida, realizada desde el análisis de su

cotidianeidad y tomando en cuenta su evolución histórica, permite un mejor entendimiento de

procesos sociales variados y complejos, siempre y cuando se atribuya a los actores

conocimiento y capacidad (Giddens, citado por Long, 1992).

Esta forma de abordar el estudio no significa dejar de lado el contexto socioeconómico

general. Al contrario, se trata de entender cómo los procesos de globalización se han

introducido en las comunidades rurales y han transformado las formas de vida, tendiendo a

homogeneizar el conjunto de la economía y a imponer relaciones crematísticas por encima

de otros valores. Pero, de igual forma, existe en cada ser y grupo humano una capacidad de

resistencia y de transformación propia, cuyo análisis aclara el tipo de relaciones mantenidas

por la población con respecto al uso de sus recursos y a los agentes externos. Entre otras

explicaciones de resistencias a la introducción de proyectos de desarrollo, Gisela Landázuri

(2002) subraya las “huellas de la historia”, que explican los rechazos a ciertas propuestas

externas al grupo, debido a malos manejos anteriores.

En este trabajo me interesa particularmente destacar la relación que mantiene la población

con sus recursos naturales, visualizando hasta dónde el proceso de aprovechamiento de

estos recursos, sea individual o colectivo, responde a la política de conservación impuesta a

la región y qué posibilidades estratégicas existen de avanzar hacia la construcción de

proyectos alternativos de desarrollo. La carga del pasado, el peso de experiencias anteriores

y las percepciones constituyen entonces los principales retos del análisis.

Asimismo, el esfuerzo de delimitación tiene que realizarse también con los personajes y los

recursos naturales, para no caer en la “generalización excesiva” de la que advierte García

(2000). Si bien se entiende por actor social aquella persona que tiene la capacidad de incidir

en su entorno social, puedo decir que en la comunidad estudiada me costó trabajo encontrar

Page 96: 000 Tesis para imprenta 3

96

personas que correspondían a priori a tales características. Pero tampoco se trataba de

“forzar” la realidad para adaptarla a la teoría, sino de entender el significado de esta aparente

pasividad a través de un análisis de sus formas de vida y de organización. Por ello, interpreté

el término “capacidad de agencia”, como los factores internos y externos que podrían llevar a

la construcción de proyectos, considerando que esos son función de las estrategias de los

actores, de su manera de resolver problemas específicos y de resultados estructurales

(Long, 1992).

En este contexto, consideré importante abarcar al conjunto de la población de Quiotepec, al

mismo tiempo que intentaba definir las personas que en un pasado cercano y en la

actualidad, constituyen el sostén de las instituciones que estructuran esta comunidad.

Aunque estuve atenta a todo tipo de instituciones existentes (culturales, educativas...), centré

el estudio en las estructuras productivas y la forma de llevar a cabo el proceso de

subsistencia por parte de las unidades familiares, mediante estrategias individuales y

recursos comunes. Si bien existió una observación e interacciones con la población en

general, las dos comunidades agrarias que dividen el pueblo de Quiotepec fueron objeto de

mayores atenciones de mi parte, así como las prácticas productivas que realiza cada unidad

de producción, en el entendido de que las actividades productivas representan la mayor

vinculación de la comunidad con sus recursos naturales.

El estudio del aprovechamiento de recursos contempló tres ejes, la tierra (o parcela

individual), el agua y el monte de uso común. Como para los demás elementos o

subsistemas, me interesó la estructuración de cada uno pero igualmente la interrelación que

existe entre ellos, su importancia para la producción y la comunidad en general, el potencial

o las limitantes de desarrollo que subyace de cada uno de estos recursos y de sus

combinaciones.

En consecuencia, predomina un análisis basado en el funcionamiento general de la

comunidad, con la preocupación de entender el grado de agencia humana o capacidad de

transformación de la realidad y la influencia de fuerzas externas. Estas últimas representan

otro de los factores determinantes por la poca facilidad aparente de los actores locales en

transformar su realidad sin apoyo. Así, hago mía la exposición de Elinor Ostrom (2000b) en

cuanto al aporte de una intervención exterior para adquirir el conocimiento necesario que

Page 97: 000 Tesis para imprenta 3

97

complete el tradicional y recibir apoyos necesarios para la planeación e implementación de

proyectos de desarrollo. Pero en contraparte, hay que subrayar el peligro de hacer depender

las comunidades de fondos que aparecen como dinero fácil, erosionando la voluntad de los

usuarios de buscar la autonomía. Por lo que el análisis debe contemplar los objetivos de la

intervención externa, la forma que abarca y las consecuencias para los diferentes grupos

que conforman la comunidad.

Igualmente, cabe mencionar la existencia de otros interlocutores externos a la comunidad,

con quienes se tienen relaciones regulares u ocasionales. Es el caso de los mercados,

personificados por intermediarios que será importante reconocer, con el fin de entender las

formas de intercambio y reproducción. A otra escala, los partidos políticos, grupos religiosos

y ciertas agrupaciones campesinas han tenido algunos acercamientos que contribuyen a

profundizar la división interna. Aunque su intervención no se relaciona siempre con el

desarrollo o la conservación de los recursos naturales, hay que tenerlos presentes, al igual

que todos los procesos que permiten explicar el contexto comunitario.

Finalmente, del encuentro entre los pobladores e instituciones externas nacen proyectos,

entendiendo éstos como “formas de concebir el futuro y enfrentar el presente, construidas a

lo largo de la historia a partir de las interacciones sociales de los sujetos y, en este caso, a

partir también de sus interacciones con los recursos a través de las prácticas” (Paz, 2005:

157). En esta definición resalta la importancia de que los proyectos, independientemente de

quienes los formulen, tienen que “contar con formas organizativas que los sustenten, así

como con instituciones que los legitimen, ya sea por vía de la norma compartida, o bien a

través de su control” (Paz, 2005: 158). En el caso que nos ocupa, se trata entonces de

comprender hasta dónde los proyectos planeados desde afuera responden a interacciones

sociales y pueden integrarse como prácticas comunitarias de los propietarios con sus

recursos, facilitando así una organización comunitaria que garantice su desarrollo.

3. Herramientas para un conocimiento local dentro de un contexto global

Para analizar lo anterior, recurrí a varias fases de trabajo de campo. Mi introducción a la

región se realizó, en un inicio, a través de la visión de los investigadores del CIECO que

Page 98: 000 Tesis para imprenta 3

98

trabajan en varias comunidades del Valle de Tehuacán, así como por medio de una amplia

revisión bibliográfica regional, planteada principalmente desde la problemática ambiental.

Después de varias visitas de trabajo a la localidad y sus alrededores, con el objetivo de

familiarizarme con la región, conocer los estudios realizados sobre los recursos naturales y

su aprovechamiento y lograr un acercamiento y primeras conversaciones con la población

local y las autoridades, entre marzo y abril de 2004 levanté unas primeras entrevistas junto

con un compañero etnobotánico ya conocido en esta zona20. Esta herramienta se elaboró

tomando en cuenta tres de mis objetivos particulares del trabajo, a saber:

1) Entender la forma en que producen y se reproducen las familias campesinas, así como el

uso que se da a los recursos útiles presentes en la comunidad.

2) Analizar las formas de organización y regulación comunitaria para el acceso a los

recursos.

3) Estudiar la relación que mantiene la población con la conservación de los recursos

naturales

Asimismo, siguiendo el orden de preocupación, las primeras preguntas se centraron en las

unidades de producción familiar, siendo éstas la base de la comunidad. En consecuencia, las

preguntas correspondientes a este apartado buscaron recopilar tres tipos de información. El

primero es de carácter general, tiene que ver con la familia propiamente dicha, su

composición y la división de trabajo. El segundo representa un acercamiento al tipo de

propiedad, tamaño de la propiedad, así como a la producción parcelaria. El tercero es un

análisis costo beneficio mediante preguntas sobre los costos de producción, el destino de los

cultivos y los ingresos complementarios, en caso de que existieran.

20 Agradezco a Edgar Pérez-Negrón su apoyo y colaboración en esta fase del trabajo.

Page 99: 000 Tesis para imprenta 3

99

Una segunda parte del cuestionario me permitió obtener el contexto general de las

regulaciones y de la organización comunitaria con relación al acceso a los recursos

naturales, así como documentar algunos conflictos presentes. El cuestionario fue de tipo

cualitativo y semi estructurado. Incluyó preguntas sobre el trabajo comunitario, las

tradiciones, la participación en asociaciones, el acceso a apoyo para la producción y/o

comercialización y los tipos de conflictos existentes en la comunidad.

Finalmente, el tercer grupo de información registrado por las entrevistas se enfocó a la

percepción de la población respecto a la conservación de sus recursos colectivos. Por lo

subjetivo del tema, las preguntas fueron también de tipo abierto. Vertieron sobre la

percepción de los entrevistados con relación al estado actual de los recursos silvestres, a la

presencia de la Reserva de la Biosfera, así como las propuestas de los pobladores para

aprovechar y conservar los recursos naturales (Ver anexo 1).

Se realizaron 23 entrevistas semi-estructuradas repartidas en dos visitas, cifra que

corresponde al 26.2% del total de familias (Cuadro 5). Los entrevistados fueron elegidos al

azar durante recorridos tanto en el pueblo como en la zona de la estación, en varios

momentos del día. Algunas pláticas se realizaron sobre la plaza central de la comunidad,

lugar de encuentro y de reunión con las autoridades del pueblo y las demás entrevistas en

las casas de las familias encuestadas. De estas 23 entrevistas, 15 son de unidades

familiares pertenecientes al pueblo y 8 de la estación, lo que representa respectivamente

24.6% y 34.8% de las familias de cada asentamiento.

Cuadro 5. Repartición de las entrevistas entre pueblo y estación.

Número de viviendas

ocupadas*

Número encuestas % familias

encuestadas

Pueblo 61 (250 hab.) 15 24.6%

Estación 23 (104 hab.) 08 34.8%

Santiago Quiotepec 84 (354 hab.) 23 26.2%

* INEGI, 2001.

Page 100: 000 Tesis para imprenta 3

100

En esas mismas fechas se realizaron visitas a mercados locales con el objetivo de conocer

las formas de venta de los cultivos de las parcelas, así como el grado de intercambio de

recursos silvestres. Debo precisar igualmente que cada visita a la comunidad fue

aprovechada para conversar con informantes claves sobre datos históricos, percepciones,

conflictos, entre otros temas de importancia que se iban desarrollando según el interlocutor.

El año siguiente, es decir durante el mes de febrero de 2005, mi estancia en Quiotepec tuvo

como objetivo principal profundizar mi conocimiento de las diferentes instituciones del

pueblo, así como de los agentes externos involucrados en la conservación de los recursos

naturales. Se trataba de entender el grado de fortaleza y cohesión de las instituciones

comunitarias, su evolución en el tiempo y, por consecuencia, la organización de los actores,

y sus acciones para enfrentar problemas específicos. Además de constituir un punto de

unión entre lo social y lo ambiental, las instituciones reflejan el sistema de valores de quienes

las mantienen vivas, y también las relaciones de poder o su ausencia, a través de las formas

de solucionar o no conflictos.

Asimismo, las entrevistas vertieron sobre la función ejercida por cada autoridad y/o comité

entrevistado, las acciones realizadas, las formas de acceso a la tierra, al agua y al bosque

así como su evolución, los problemas relacionados con estos recursos naturales y la

regulación existente (derechos, obligaciones, sanciones, traspaso). Como resultado, se

realizaron las siguientes entrevistas:

Cuadro 6. Autoridades comunitarias entrevistadas. Febrero de 2005.

Severiano Ojeda Entonces Agente municipal

Hipólito Orozco Pérez

y 7 comuneros

Entonces Presidente y miembros del Comité de

Bienes Comunales

Daniel Orozco y 5 ejidatarios Entonces Presidente y miembros del Comité Ejidal

Domingo Osorio Entonces Presidente del Comité de Vigilancia de la

Fauna y Flora Silvestre (formado por la Reserva y la

PROFEPA)

Leopoldo Zizaña Regidor de Agua

Page 101: 000 Tesis para imprenta 3

101

La encuesta elaborada antes de la salida al campo sirvió de guión ya que las entrevistas se

efectuaron de manera semi abierta y en varias sesiones (anexo 2). La información obtenida

fue completada por datos y planos obtenidos en el Registro Agrario Nacional. En Quiotepec,

tuve acceso al mapa agrario elaborado por el Grupo Mesófilo conjuntamente con algunos

comuneros (2002). Igualmente, realicé un recorrido por algunas parcelas.

Paralelamente al trabajo con las instituciones, mantuve una plática con las autoridades de la

Reserva, orientada a la relación e interacciones de la instancia ambiental con la comunidad

de Quiotepec.

La cuarta etapa de investigación representó un regreso al análisis de las unidades familiares.

Si bien la información recopilada hasta ese momento permitía una cierta comprensión del

funcionamiento de las familias e instituciones comunitarias, sentí la necesidad de un puente

entre el presente y el futuro de la comunidad. Éste tomó forma mediante una introspección

más precisa en los ingresos familiares porque, a través de ellos, intenté captar, no sólo los

costos y beneficios de la unidad familiar, sino también los factores de producción utilizados,

los tiempos dedicados a las diferentes actividades y la estructura de los diferentes mercados

(productos agrícolas, trabajo, tierra...) con quienes interactúan las unidades de producción.

Me pareció entonces que este abordaje, junto con el análisis del funcionamiento de las

instituciones comunitarias y de la relación de la comunidad con los agentes externos, podía

facilitar el entendimiento del grado de capacidad institucional y familiar de planear y

apropiarse proyectos de desarrollo. En consecuencia, se trató de analizar las diferentes

estrategias implementadas por las familias de Quiotepec para obtener los ingresos

necesarios para su subsistencia y, a la vez, detectar el potencial de crecimiento.

Este tercer tipo de entrevistas fue realizado en el mes de julio de 2005, de forma

semidirigida, dejando la conversación vagar hacia percepciones, frustraciones y esperanzas.

Las preguntas formales giraron en torno a los principales costos sufridos por las unidades de

producción, así como las diferentes actividades desarrolladas por los miembros de la familia

para obtener una cierta ganancia o autoabastecerse. Logré realizar seis entrevistas, que

corresponden al mismo número de estrategias de subsistencia, aunque existen formas

comunes que se comentarán en su momento.

Page 102: 000 Tesis para imprenta 3

102

La realización de estas últimas entrevistas, y luego su análisis, me parecieron sumamente

complejos por varias razones. La primera tiene que ver con la discreción natural de cualquier

ser humano hacia sus ingresos y su desconfianza en aportar todos los datos acerca del

tema, por lo que es probable que exista una subvaluación de los ingresos. Otro problema

reside en la tendencia del entrevistado en dar más peso a lo vivido en el momento, es decir,

generalizar su producción presente al año. Por la fuerte temporalidad de la producción

agropecuaria, este sesgo se hizo evidente cuando comparé algunos datos obtenidos en julio

de 2005 con respecto a lo aportado en abril y mayo de 2004. Finalmente, no puedo negar

también un pudor mío al momento de abordar este tipo de preguntas, aunque creo que el

conocimiento que he adquirido a lo largo de estos años de la comunidad de Santiago

Quiotepec permitió corregir o rectificar algunos datos.

Finalmente, la última etapa del trabajo de campo fue orientada por la coyuntura. A partir de

fines de 2004, la comunidad de Quiotepec fue elegida por la administración de la Reserva

para implementar un proyecto de barreras vivas, después de un intento previo de

implementar una Unidad de Manejo Ambiental (UMA). Igualmente, a mediados de 2005, la

Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) propuso incluir este pueblo

dentro de una lista de posibles proyectos de ecoturismo que abarcarían la Cañada de

Cuicatlán. Paralelamente, la Comisión Nacional Forestal21 evaluó la posibilidad de llevar a

cabo, en Quiotepec, un Proyecto de Conservación y Manejo Sustentable de Recursos

Forestales (PROCYMAF) concretizado, en este caso, en un proyecto de ecoturismo. Ocurrió

entonces un acercamiento entre instituciones externas y parte de la comunidad que

consideré de prima importancia para mi tema de estudio. Por lo que realicé en el año 2006

varias salidas al campo para participar en reuniones de información y talleres comunitarios,

21 CONAFOR, Órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Page 103: 000 Tesis para imprenta 3

103

así como para entrevistar a los diferentes actores involucrados sobre su visión de los

proyectos, de las relaciones que se estaban estableciendo con actores externos, de las

consecuencias para la población de Quiotepec, entre otras preocupaciones.

Este último proceso de una interacción entre los pobladores e instituciones involucradas en

una política de desarrollo basado sobre la conservación de los recursos apenas está

iniciando. Nada presupone de su éxito, inclusive varios componentes parecen adversos a la

posibilidad de tal desarrollo desde la comunidad. En este contexto, mi investigación pretende

aportar elementos de reflexión sobre las formas de intervención externa y los posibles

grados de apropiación de proyectos por parte de los usuarios de los recursos en juego, ellos

mismos función de la organización productiva y organizativa de la comunidad.

Conclusión capítulo 3

El método de trabajo planteó la necesidad de un abordaje interdisciplinario para el análisis de

sistemas complejos, con un esfuerzo de cada disciplina en aportar elementos que abren el

diálogo entre todas. Esta investigación se realiza desde las ciencias sociales, buscando un

mayor conocimiento de la relación entre una comunidad y sus recursos naturales. Para ello,

es de vital importancia tomar en cuenta la situación socioeconómica de las unidades

familiares, sus formas de producir, sus estrategias de subsistencia, su percepción del

desarrollo y de la conservación, así como su capacidad de apropiarse de proyectos que

podrían dar coherencia a sus formas de vida, a partir de una profundización de su relación

con sus recursos naturales. El análisis se ubica en un proceso dinámico que permite

entender las capacidades y limitaciones de los individuos, de las familias y de las

instituciones comunitarias en transformar su realidad actual para crear alternativas de

desarrollo que constituyan un reencuentro con la naturaleza. Asimismo, los recursos

naturales fueron reagrupados en tres ejes: la tierra (o parcela individual), el agua y el monte

de uso común, con un esfuerzo por comprender la vinculación que existe entre ellos.

Otro punto importante reside en el análisis de la relación que mantiene esta comunidad con

el contexto global, a través de intercambios comerciales y de la intromisión de agentes

externos para cumplir con la política ambiental.

Page 104: 000 Tesis para imprenta 3

104

Con base a lo enunciado, el trabajo de campo se fundamenta en el uso de herramientas

tradicionales, aunque la observación y la participación en algunas actividades comunitarias

permitieron un análisis preferentemente cualitativo que, me parece, permite un mayor

acercamiento al proceso de transformación que está atravesando la comunidad de

Quiotepec en la actualidad.

Page 105: 000 Tesis para imprenta 3

105

CONCLUSIÓN PRIMERA PARTE

Esta primera parte del trabajo aporta los elementos conceptuales, regionales y

metodológicos que estructuran y orientan la investigación. Subyace la construcción de un

desarrollo que rescate y renueve los valores espirituales, culturales y ambientales que

cimentaban las sociedades tradicionales. Su espíritu se puede resumir con una reflexión del

agroecólogo de origen africano Pierre Rabhi, cuando comenta “En nuestra mente, desarrollar

no significa cancerizar, destruir sino preservar a toda costa los fundamentos vivos, en el

equilibrio y la armonía” (Rabhi, 2001: 151). Para ello, lo local adquiere particular importancia

por ser el espacio adecuado donde confluyen y se conjugan tanto las características

naturales como sociales y organizacionales.

Aunque existe una amplia corriente a favor de otro tipo de desarrollo, el reto de construirlo,

en la práctica, no se está logrando en las dimensiones necesarias para transformar el

concepto en paradigma planetario. Miles de obstáculos bloquean el camino, que obligan a

todos los sectores de la sociedad comprometidos con la subsistencia de la humanidad dentro

de la naturaleza a seguir analizando, desde sus trincheras, las posibles vías para alcanzar

un bienestar global e integral.

El objetivo central de este trabajo representa una humilde contribución a la tarea, buscando

analizar las capacidades y potencialidades presentes en la comunidad de Santiago

Quiotepec, para alcanzar un desarrollo más armonioso basado sobre el acceso y uso de los

recursos naturales, en un contexto de conservación ambiental y respeto a la organización

social.

Si bien se han subrayado, a lo largo del escrito, las condiciones naturales excepcionales de

las cuales se beneficia el Valle de Tehuacán-Cuicatlán, así como la presencia aún viva de

comunidades que luchan por conservar su lógica de vida, el caso que representa el pueblo

elegido para esta investigación constituye un reto. Santiago Quiotepec, como cientos de

otras comunidades rurales de esta región e inclusive del país, vive una situación difícil por la

dificultad de conciliar sus aspectos tradicionales con la modernidad presente. El resultado

actual es un malestar visible en tanto que las unidades de producción no permiten satisfacer

las necesidades de las familias, la producción es cada vez más incierta y la migración es una

Page 106: 000 Tesis para imprenta 3

106

de las pocas opciones para resolver el círculo creciente de pauperización. Otra solución se

podría encontrar en un uso más intensivo del monte que, en las condiciones actuales de

débil organización institucional, podría llevar a la llamada “tragedia de los comunes”,

poniendo en juego el frágil equilibrio de esta zona semiárida. Por otra parte, un estatus quo

podría orientar el territorio hacia la “tragedia de los individuales”, descrita por Lazos (2005).

Antes la fragilidad del equilibrio, es urgente encontrar formas de actuar para las

comunidades rurales del país, mismas que podrían ser la base de una reconstrucción

nacional fundamentada sobre valores de vida.

La parte que sigue pretende realizar un análisis de las estrategias actuales de producción y

reproducción de las unidades familiares de Quiotepec para luego, determinar las

posibilidades de apropiación, por parte de la población, de proyectos de desarrollo en un

contexto de conservación ambiental.

Page 107: 000 Tesis para imprenta 3

107

SEGUNDA PARTE

ESTRATEGIAS DE PRODUCCIÓN Y REPRODUCCIÓN DE LAS FAMILIAS CAMPESINAS: USO DE RECURSOS NATURALES Y

DIVERSIFICACIÓN DE LAS ACTIVIDADES

Esta segunda parte del trabajo representa un eje clave, pues analiza la situación actual de

las familias de Quiotepec, principalmente en su posición de interacción con sus recursos

naturales y sus instituciones. Dentro de este propósito, los procesos productivos juegan un

papel central porque constituyen el vínculo directo entre el ser humano y la naturaleza.

Se parte, de acuerdo con estudios preliminares (Pérez-Negrón, 2001; Grupo Mesófilo, 2002),

de que las unidades productivas de Quiotepec obedecen a una racionalidad productiva

campesina. Ello, con base en rasgos identificados, entre los cuales destacan la persistencia

de un autoconsumo a pesar de una orientación mercantil de los cultivos desde la década de

los cuarenta, la preponderancia del trabajo familiar y el uso de medios de producción

sencillos. La existencia de una economía campesina en México se origina en la colonización

(Henao, 1980), con algunos rasgos prehispánicos. Sin embargo, su estabilización como

sistema se vincula estrechamente con la revolución de 1910 y la creación de una propiedad

social para parte de una población rural sin tierra. El caso de Santiago Quiotepec se inscribe

en esta realidad, aunque con sus características propias que hace de este rincón y de su

gente un lugar único.

La persistencia de la economía campesina se sigue confirmando, tal vez gracias a su

evolución debida, en buena parte, a su adaptación a la evolución global (Brunel, 1989), a

pesar de un ajuste cada vez más traumático. Frente a los procesos de globalización, la

unidad de producción campesina ha sido fuertemente golpeada, a tal punto que se percibe,

en la mayoría de las comunidades rurales del país, una degradación del soporte productivo

junto con la pauperización de la familia y la erosión de las formas de vida. Será cuestión

entonces de entender los nuevos procesos de producción, cómo se realiza la actividad

campesina después de varias décadas de acceso a la tierra; hasta dónde persiste una lógica

y prácticas sociales tradicionales; cuál es el balance de tantos años de globalización y olvido

Page 108: 000 Tesis para imprenta 3

108

del campo y qué estrategias se han utilizado para subsistir a la adversidad, tanto a nivel

individual como social, entre otras preocupaciones. Estas preguntas tienen un interés

particular por la ubicación de este análisis dentro de la construcción de una visión diferente

del concepto de desarrollo, donde se considera esencial el aporte campesino para la

sociedad global. Así, la interpretación de las prácticas productivas y sociales se debe realizar

con vista a este contexto, así como el reconocimiento de que las pérdidas son múltiples, por

lo que la reconstrucción exige del esfuerzo de todos, y de un intercambio constructivo entre

las familias campesinas y el resto de la sociedad. El objetivo de esta segunda parte es

establecer un diagnóstico de la situación actual productiva para, en una tercera parte,

presentar algunas formas de interacciones que permitieran un desarrollo basado sobre la

conservación de los recursos naturales y la reconstitución de formas sociales más adaptadas

a la convivencia humana.

Asimismo, esta segunda parte se estructura en tres capítulos estrechamente vinculados

entre sí. Antes de analizar específicamente la producción y reproducción de las familias

campesinas de Quiotepec, el capítulo cuatro diseña una vista general de esta comunidad, a

través de dos niveles de análisis: la familia y la comunidad propiamente dicha. Se trata así

de ubicar la conformación actual como resultado de una evolución en el tiempo función de

circunstancias, de oportunidades y de capacidades o limitantes propios a esta población y a

su medio ambiente.

Luego, el quinto capítulo se adentra en el funcionamiento de las unidades de producción, con

un especial énfasis en la relación del campesino con su parcela, es decir de su forma de

usar los recursos naturales que le pertenecen. La orientación mayoritariamente mercantil de

la producción coexiste con rasgos propios del sistema campesino, donde la diversificación

productiva es indispensable y más importante que la intensidad de producción para enfrentar

los riesgos inherentes al mantenimiento de la unidad de producción y de la familia en

general. El lugar dejado al monte dentro del funcionamiento de la unidad de producción

merece una especial atención, sobre todo porque constituye un punto de intersección

potencial entre las comunidades agrarias y los actores externos.

Finalmente, el sexto capítulo de esta segunda parte analiza estas unidades de producción en

sus interrelaciones con los demás. Por un lado, se abordan las diferentes estrategias que

Page 109: 000 Tesis para imprenta 3

109

han encontrado las familias campesinas para enfrentar la pérdida de ingresos generados por

la producción campesina y satisfacer sus necesidades básicas. Por el otro lado, se

determinan las consecuencias de estas interrelaciones para la subsistencia familiar y los

principales recursos naturales locales.

Page 110: 000 Tesis para imprenta 3

110

CAPÍTULO CUATRO. LA COMUNIDAD AGRARIA Y LA FAMILIA COMO PILARES DE LA ECONOMÍA CAMPESINA

Dentro de los procesos permanentes de cambio y persistencia que caracterizan al

campesinado, es de destacar la presencia de instituciones que influyen directamente sobre

la sustentabilidad de este grupo y le permiten enfrentar la vida de hoy. Fuera de la capacidad

productiva, determinada por la cantidad y calidad de los recursos naturales, así como el

grado de metabolismo que se establece, y fuera de las actividades complementarias

orientadas a la obtención de productos necesarios a la unidad familiar, la economía

campesina requiere del apoyo de instituciones que administran y gestionan las actividades

productivas y no productivas, y de las cuales dependen la eficiencia de producción y

reproducción, dentro de la racionalidad propia de este sistema.

El presente capítulo se encarga de entender, de forma esquemática, la organización y

evolución de dos tipos de instituciones, correspondiendo a dos niveles de actuación. Por un

lado la familia, que fue considerada durante décadas como el principal pilar de la economía

campesina y cuyo papel está, en la actualidad, tomando matices diferentes por el fenómeno

generalizado de la migración. Por otro lado, la escala comunitaria representa el nivel de

organización socioeconómico y agrario de apoyo a las familias, ya que organiza las

actividades necesarias a una reproducción ampliada de la fuerza de trabajo, además de

proporcionar, cuando funciona, el fundamento de la resistencia y la renovación de valores

que sustentan la vida. Mientras las organizaciones agraria y socioeconómica integran

respectivamente las dos primeras secciones de este capítulo, la familia campesina estará

analizada en una tercera sección.

Page 111: 000 Tesis para imprenta 3

111

1. Comunidades agrarias: origen y división

Tal vez la forma más sencilla de acercarse a Quiotepec, es a través de sus instituciones

agrarias, que son las que dieron paso a una nueva era e influyen directamente y

continuamente en la organización actual del pueblo.

Durante la revolución, el hacendado Emilio Bolaños se refugió en la ciudad de Oaxaca con

su familia y dejó abandonada la propiedad. Ante el hecho, los ex-peones unieron sus fuerzas

para desmontar las tierras ya en estado de desuso. Sin embargo, 74 de ellos se reagrupan e

inician una solicitud de tierras, sin tomar en cuenta al resto de los pobladores. O tal vez la

población restante no supo responder en los tiempos a la propuesta22. Las primeras tierras

reclamadas se ubican en las playas del río Salado, y fueron complementadas por el territorio

de la ex-hacienda, localizado alrededor del río Grande en el lugar nombrado el Arenal,

tomando forma de una dotación ejidal el 12 de mayo de 1927. La superficie total inicial

abarca 748 hectáreas, de las cuales 134 conforman 74 parcelas y 593 hectáreas constituyen

la zona de uso común. El resto de la superficie está ocupada por 3 hectáreas de ríos y 18 de

infraestructura.

A la fecha de la repartición ocurrió una nueva deserción, principalmente por la falta de

cumplimiento de algunos recién nombrados ejidatarios con los requisitos de legalización, en

su mayoría porque no se encontraban en el pueblo al momento de la oficialización. En

consecuencia, quedaron sólo 23 ejidatarios productores de los 74 demandantes. Cabe

entender que el espíritu de los recién propietarios, forjados desde siempre al trabajo forzado,

sin responsabilidad alguna en cuestiones administrativas, de organización productiva y de

22 Este relato se basa principalmente sobre las entrevistas realizadas, la percepción diverge según la pertenencia agraria del entrevistado y quise, en la medida de lo posible, ser respetuosa de la forma cómo cada persona se apropió la historia.

Page 112: 000 Tesis para imprenta 3

112

comercialización, no podía adaptarse de la noche a la mañana a su nuevo estado, lo que

constituye otra de las explicaciones del abandono pronto de la mayoría de los nuevos

productores o de la no solicitud de tierra (Fromm et al., 1992).

Sin embargo, la legalización de las tierras ejidales abrió el paso a una nueva forma de

actuar, transformando la relación existente entre los recién nombrados ejidatarios y el resto

de pueblo. A pesar de la preponderancia de las tierras libres con respecto a la dotación

agraria, los ejidatarios se transformaron de hecho en los dueños del pueblo. En estos

tiempos, las autoridades administrativas se elegían casi exclusivamente entre los ejidatarios

y éstos imponen el pago del repasto a los no ejidatarios que utilizan el monte libre

(entrevistas), entre otras formas de despotismo.

Este tiempo de dominación ejidal se ve reforzado por los apoyos que se les otorga después

del ciclón de 1941; éste inundó toda la cuenca del Papaloapan y destruyó el canal de riego

existente en las tierras ejidales y que data del tiempo de la hacienda. Tal catástrofe natural,

frecuente antes de la construcción de la presa Miguel Alemán, llevó a la creación de la

Comisión del Papaloapan, la cual representa un parteaguas en la historia del desarrollo

regional, al igual que en otras cuencas del país23. En efecto, dicha Comisión apoyó al ejido

para la reconstrucción de la infraestructura de riego e impulsó la siembra de cultivos

comerciales tales como maíz, frijol, cacahuates, tomates y sandías, entre otros. La ayuda

estatal tuvo su reverso, ya que la Comisión pagaba a los ejidatarios para trabajar sus propias

parcelas, quedándose con la cosecha24, lo que impidió un aprovechamiento óptimo de la

23 Ver Bustamante et al., 2000, para el desarrollo regional de Guerrero a partir de la creación de la Comisión del río Balsas. 24 Entrevista con el que fungió como comisario de bienes comunales hasta 2006 y trabajó como operador en la Comisión del Papaloapan durante 12 años.

Page 113: 000 Tesis para imprenta 3

113

producción por parte de los propietarios. El interés gubernamental explica la instalación de

una oficina de boletos de ferrocarril en la Estación, en 1945, ya que la iniciativa facilitó la

comercialización de los productos agrícolas hacia las principales plazas del país (México,

Puebla y Oaxaca), con un abaratamiento de los costos.

Después de algunos años, los ejidatarios se rebelaron, rechazando el acuerdo que no les

dejaba ningún beneficio propio e inician, en los años setenta, la siembra de frutales con el

apoyo de la entonces SARH, vía Banrural. Algunas familias aprovecharon el camino recién

inaugurado entre la estación de ferrocarril y el pueblo (1969) para instalarse en los terrenos

ejidales que rodean la vía de ferrocarril. Además de acortar la distancia hacia las parcelas y

de las parcelas al tren, era también la oportunidad de organizar negocios con los viajeros en

tránsito. La red de comunicación se amplió, dando la oportunidad de intercambios

comerciales más extensos. En 1971 se construyó el camino que comunica las comunidades

serranas con Quiotepec, ésta siendo una etapa para llegar hasta la cabecera municipal

Cuicatlán (carretera Quiotepec-Cuicatlán construida en 197225). Otra obra que cambió las

formas de vida del pueblo fue la instalación de la electricidad, en 1972.

Frente a la organización ejidal, el resto del pueblo constituía una zona comunal de hecho

pero no de derecho. La falta de un reconocimiento legal impedía una producción agrícola y

sometía al control ejidal. Algunos no ejidatarios trabajaban el ladrillo o la teja, otros tenían

algunas cabezas de ganado que llevan al monte a pastorear a cambio de un pago de repasto

al comité ejidal y una minoría posee una pequeña parcela de riego a proximidad del río

Sendo.

25 Hay que esperar 1999 y el cierre del ferrocarril para que se construya un puente sobre el río Grande que agiliza el cruce del pueblo, sobre todo en tiempos de lluvias (entrevistas).

Page 114: 000 Tesis para imprenta 3

114

A finales de los años sesenta, según recuerda un entrevistado, llegó al pueblo un ingeniero26,

que planteó una propuesta al conjunto de los habitantes: organizarse para ser todos

ejidatarios o transformar todo el pueblo en área comunal. Ante el rechazo del comité ejidal a

perder sus privilegios, el resto del pueblo reaccionó y se empezó a organizar, bajo el

liderazgo de un personaje honrado y con gran visión, Don Octaviano Villareal Osorio27.

Asimismo, con fecha primero de noviembre de 1969, sesenta jefes de familias no ejidatarios

iniciaron un trámite para el reconocimiento y la titulación de las 3,683 hectáreas restantes

como bienes comunales28. Fue sólo hasta 1981 cuando los solicitantes lograron obtener un

reconocimiento legal como comunidad agraria. Durante estos doce años, pareció haber

existido una gran tensión entre los dos grupos presentes y discusiones sobre deslindes

territoriales con las comunidades vecinas. El Registro Agrario Nacional no reporta ningún

incidente con respecto a la creación del área comunal. Sin embargo, las entrevistas a

familias pertenecientes a cada comunidad no deja lugar a dudas en cuanto a los conflictos

que generó la solicitud agraria.

En efecto, el reconocimiento del monte como propiedad comunal dejaría a los ejidatarios sin

posibilidad de extender su territorio, en el momento en que ellos pretendían iniciar un trámite

en ese sentido. Por otro lado, la principal superficie de pastoreo quedaría en manos de los

comuneros, limitando esta vez la libre pastura del ganado del ejido, así como la recolección

26 El entrevistado comenta que “llegó un ingeniero a hacer un censo del agua”. Pero es probable que sea un funcionario de la Secretaría de Reforma Agraria. 27 En particular, es bajo su mandato de agente que Quiotepec fue la primera localidad regional a obtener la luz, operación que necesitó de la cooperación de todos. Tuve la suerte de platicar con él un par de veces, antes de su deceso a finales de 2004. 28 Archivo General Agrario. Existían algunas pequeñas propiedades dentro de la extensión comunal. Los propietarios aceptaron integrarse siempre y cuando se les reconocían sus parcelas como propias. La ventaja para ellos se ubica en un pago menor de impuesto predial.

Page 115: 000 Tesis para imprenta 3

115

de leña, entre los principales inconvenientes. Con el afán de calmar las tensiones y obtener

el reconocimiento sin mayores conflictos, el Comité de Bienes Comunales autorizó el acceso

de los ejidatarios al monte, a cambio de la renuncia de estos últimos a la extensión de sus

tierras; el trato se realizó de manera informal, sin ningún escrito de por medio.

Una vez obtenida la legalización de las 3,683 hectáreas que constituyen la dotación, los 60

comuneros se encontraron con terrenos definidos por la Reforma Agraria como “todos

cerriles, únicamente sirven para pastear” (RAN México). En realidad, el territorio es poco

apto para un uso agrícola aunque existe una estrecha franja de tierras parcialmente

irrigables en la proximidad del río Sendo, mismo que alimenta de agua potable al pueblo. Se

realizó entonces una parcelización de 68 hectáreas ubicadas alrededor de la fuente de agua

y se construyeron canales de tierra rudimentarios que, a la fecha, funcionan muy

parcialmente. En realidad, a falta de bombas para acarrear el agua, los cultivos en parcelas

comunales son limitados. Los mayores rendimientos se encuentran en los solares ubicados

cerca de las casas, con mejor accesibilidad al riego pero con una extensión limitada. Pues

además de la dificultad de acceder al río Sendo por la falta de infraestructura adecuada, el

nivel de agua ha bajado con el tiempo y el líquido se escasea en periodo de secas29. Esto se

debe a la brutal deforestación de los bosques ubicados en el área de nacimiento del río, que

se conjuga con un mayor uso del agua por el pueblo serrano de San Lorenzo Pápalo, desde

hace dos ó tres décadas. De hecho, existe un convenio entre los dos pueblos para compartir

el líquido, pero en la actualidad no se respeta.

29 En el año 2005, durante el fuerte calor de los meses de abril a junio, el pueblo no tuvo agua, la cual se acarreó desde el río Grande, ubicado a más de dos kilómetros de distancia del centro de Quiotepec.

Page 116: 000 Tesis para imprenta 3

116

Como consecuencia, existen diferencias de productividad entre ejidatarios y comuneros que,

si bien tensan la relación entre las dos comunidades agrarias, no parecen llevar a lógicas de

producción divergentes. Según Arturo Warman (1988:116) “No es posible distinguir al

campesinado sobre bases cuantitativas”, ya que la lógica campesina no depende sólo del

nivel de ingresos o del tipo de cultivos por si mismo, sino también del contexto en el cual se

inserta. En Santiago Quiotepec, las entrevistas llevadas a cabo y la observación enseñan

una cierta uniformidad en la diversidad, en el sentido en que la forma de producir y

reproducirse de las familias obedece a un conjunto de elementos indiferentes al tamaño o

calidad de la parcela cultivada. Más bien, esta diferenciación marcada entre los dos tipos de

propiedad social ha llevado a una fragmentación del pueblo, que bloquea posibles iniciativas

comunes y hace perder cohesión a la acción colectiva.

Sin embargo, la pertenencia a una comunidad agraria específica de cada familia campesina

no permite explicar por sí sola la dinámica de Santiago Quiotepec. Aunque esta división está

generando tensiones importantes que frenan acciones comunes al conjunto de la población,

las fuertes interrelaciones existentes en el espacio y el tiempo entre todos los miembros

podrían romper esta primera visión de callejón sin salida. Además, existen otros espacios,

creado por los miembros de esta comunidad, independientemente de su pertenencia a tal o

cual grupo agrario, que participan en la construcción de un tejido social. La sección que

sigue busca un acercamiento con instituciones aparentemente periféricas dentro de

propuestas de un desarrollo basado sobre la conservación ambiental y social, pero que

pueden atenuar los conflictos creados en el campo agrario. Asimismo, el tipo de desarrollo

está fuertemente vinculado con la identificación de los pobladores a otras instituciones

comunitarias.

Por lo anterior, el apartado siguiente pretende presentar la estructura comunitaria de

Santiago Quiotepec, poniendo el acento en las instituciones que la integran, en su

funcionamiento, en sus fortalezas y debilidades, sin obviar los conflictos presentes. La

sección que sigue analiza la organización sociopolítica en torno a la agencia municipal.

Page 117: 000 Tesis para imprenta 3

117

2. La agencia municipal, sostén de la organización sociopolítica.

Quiotepec se caracteriza por ser un pueblo de sólo 354 habitantes (INEGI, 2001), con

pérdida de población desde hace décadas, debida a la violencia de los conflictos agrarios en

los años setenta y, más recientemente, a una migración continua hacia centros urbanos. La

salida de población se acentúa debido a la falta de oportunidades de trabajo en el pueblo y

lugares cercanos. El resultado es una población envejecida y aparentemente poco activa. A

nivel institucional, el ausentismo afecta las tomas de decisiones y sus aplicaciones, por lo

que las reglas se debilitan.

Otro elemento a tomar en cuenta en el análisis de la estructura institucional de esta

comunidad, es su división física en dos localidades distantes entre sí por más de dos

kilómetros, por camino de terracería30. El resultado es un complejo entramado de

organizaciones, algunas más recientes, que descansan en su mayoría en un sistema

tradicional de usos y costumbres, reproducido inclusive para cumplir con necesidades

sociopolíticas más actuales.

Entre todas, la agencia municipal ocupa un lugar prioritario pues es un servicio común a las

dos localidades que conforman la comunidad. Por su carácter de representación municipal,

efectúa a la vez un vínculo con la administración local y regional. Su titular, el agente

municipal, es el representante directo del presidente municipal de San Juan Bautista

Cuicatlán, por lo que su injerencia se extiende al área urbana y al conjunto de la población.

Así como en todo el estado oaxaqueño, el agente municipal es elegido por mayoría por la

asamblea de los “ciudadanos”; es decir, por el conjunto de los jefes de familia según la regla

30 La población transita de una localidad a otra gracias a un atajo cuyo inconveniente es que cruza el río. En temporada de lluvia, cuando suben las aguas del río Grande, el tránsito a pie se vuelve más peligroso.

Page 118: 000 Tesis para imprenta 3

118

de usos y costumbres. Después de una ratificación oficial por parte del ministerio público, el

mandato tiene una duración de un año. Para cumplir con sus funciones, el agente municipal

se apoya sobre los servicios de uno o varios policías nombrados entre los adultos del pueblo,

así como de un topil, que es el encargado de “hacer los mandados” y un regidor de agua.

Todos prestan sus servicios a la comunidad gratuitamente, como parte de los servicios

colectivos a cumplir.

De la figura de agente municipal depende la relación con la cabecera municipal y la

posibilidad de algunas migajas financieras para el beneficio del pueblo, además de su papel

de mediador en caso de conflictos vecinales y organizador de los servicios. Por la poca

duración de esta responsabilidad, existe una gran rotación, que ha permitido a la mayoría de

los adultos ejercer este puesto. Esta misma limitación de tiempo difícilmente permite un

manejo eficiente de la función, sobre todo si se contempla la mínima compensación

ofrecida31, contrabalanceada por los múltiples viajes a la cabecera municipal y el tiempo

dedicado a la actividad.

Al parecer la percepción de la función del agente ha cambiado a lo largo de los años. En

efecto, durante la época de dominación del ejido sobre el conjunto del pueblo, en los años

treinta, el puesto era monopolizado por este grupo agrario porque permitía una posición

estratégica para someter al conjunto del pueblo, por ejemplo cobrando el derecho de

pastoreo a los no ejidatarios. A partir de la gestión de un no ejidatario, Don Victoriano, a

finales de los años sesenta, cambió la gestión comunitaria. El puesto resultó estratégico para

organizar a las familias sin tierra a transformarse en comuneros, además de gestiones más

31 1,540 pesos mexicanos en 2006 correspondientes a 150 dólares para el año.

Page 119: 000 Tesis para imprenta 3

119

generales como la instalación de la luz y la construcción del camino de terracería entre las

dos localidades.

En la actualidad existe desinterés por ocupar este cargo. La prueba fue la obligación del

anterior agente, don Severiano, de permanecer casi tres años en el lugar por dificultades

para reunir el quórum de votos en asamblea para un cambio de titular. La explicación dada

por las personas entrevistadas es que “se pierde mucho tiempo” y “da miedo tener

responsabilidades”, además de que no existe ninguna retribución para compensar los

frecuentes desplazamientos hasta la cabecera municipal. La falta de disposición para ocupar

la función de agente parece coincidir con un menor interés atribuido al puesto desde la

creación de la Reserva de la Biosfera, a la vez que obliga a negociaciones con el exterior y la

intromisión en conflictos intracomunitarios, que sólo la gente de experiencia y respetada

puede realizar sin consecuencias personales.

La creación de la Reserva de la Biosfera en 1998 ha dado prioridad a los espacios naturales

sobre los poblados; prueba de ello es que la mayoría de las decisiones pasan por los

comités agrarios antes que por la agencia. Es el caso, por ejemplo, cuando se sorprendió a

un cazador furtivo en el monte; la primera instancia informada fue la Reserva a través del

Comité de Bienes Comunales, pasando por alto el papel del agente como ministerio público.

Otro punto que parece desacreditar la función de agente municipal es la tendencia a una

politización del puesto. El interés de algunos partidos políticos por controlar a la comunidad,

como ocurrió a principios de 2005, lleva a promover en el puesto a algún miembro afiliado.

La intervención directa del presidente municipal recién elegido, así como de un diputado

local en el nombramiento del agente de Quiotepec, incomodó a los demás miembros de la

comunidad, a tal punto que se tuvo que desistir la persona impuesta. Aunque la ventaja de

un nombramiento decidido desde afuera reside en que se facilita el acercamiento entre la

comunidad y la cabecera municipal, parece más importante, para la mayoría del pueblo,

conservar una cierta autonomía.

La participación de solamente los jefes de familia en los cargos comunitarios excluye a las

mujeres de la posibilidad de acceder al cargo de agente. En la actualidad existe una gran

deserción en las asambleas, sin que se hayan tomado medidas para revertir la situación. En

Page 120: 000 Tesis para imprenta 3

120

un pasado cercano, la persona imposibilitada para participar en una asamblea tenía la

obligación de enviar un representante en su lugar (mujer, hijo mayor o peón). En caso

negativo pagaba una multa de 20 pesos. Esta costumbre tiende a desaparecer y hasta los

mismos asistentes votan por no otorgar multas a los ausentes.

La faena o tequio es parte de las obligaciones de los ciudadanos del pueblo, la cual consiste

en realizar los trabajos colectivos necesarios para la convivencia comunitaria. Constituye una

forma de involucrar a todas las familias para una mejora de algunos aspectos del pueblo, ya

sea la construcción de la clínica, el mejoramiento de las estructuras escolares, de los

caminos o cualquier otra obra. La instalación de la electricidad y la construcción del camino

de terracería que une al pueblo con la estación han sido posibles, en los años setenta,

gracias al trabajo colectivo. El agente municipal es el encargado de llamar a faena. Esta

costumbre se extiende a todas las funciones de la vida social y permite así cumplir con

tareas públicas no resueltas por el municipio32.

Ante las necesidades comunitarias, existen varias estructuras coordinadas por la agencia

municipal, con el fin de apoyar la organización del pueblo, entre las que destacan un Comité

de Agua Potable, uno del Programa Oportunidades, del PROCAMPO y el Comité de

Festejos Patronales.

Unas de las actividades constantes de los agentes de estos últimos años fue dar prioridad a

la salud y la educación. El primer tema ha constituido una continuidad al esfuerzo

comunitario de construir una clínica, gracias a apoyos gubernamentales complementados

32 Por ejemplo el barrido de las calles y quemado de la basura por parte de las mujeres de cada localidad.

Page 121: 000 Tesis para imprenta 3

121

por un trabajo colectivo del pueblo. Se necesitó de la presión de varios agentes municipales

para que se equipara la clínica y llegara un médico permanente, junto con una enfermera. A

pesar de la relativamente buena comunicación terrestre de Quiotepec, existen algunas

dificultades para mantener el personal de salud en la comunidad. Por otra parte, el equipo

material es mínimo, por lo que desde 2005 la agencia busca obtener una ambulancia que,

ante la escasez de medios de transporte en la comunidad, permitiera transportar a los

necesitados a centros médicos mejor equipados, rompiendo así el aislamiento que provoca

la falta de transporte.

El Comité de Oportunidades se organizó alrededor de la clínica. En efecto, el apoyo

financiero del gobierno a los niños escolarizados se conjuntó con una ayuda a la madre, a

cambio de su asistencia regular a pláticas de salud y educación, a faenas para mantener

limpio al pueblo, así como a su participación en las campañas nacionales de vacunación. El

Programa Oportunidades ha añadido una estructura organizacional más en el pueblo, ya que

su ejecución se somete a la organización tradicional de un Comité, con responsables en

turno que convocan a reuniones, vigilan la asistencia de los demás beneficiarios y llaman a

trabajo colectivo. Generalmente el funcionario encargado de la realización del Programa

nombra a la presidenta, ya que no hay candidaturas espontáneas. Pero tampoco se perciben

quejas ante la obligación de asistir. De estas pláticas se derivan compromisos, como el de

mantener limpias las calles, por lo que se convoca a trabajos colectivos para ello. Un efecto

negativo de la forma como se organiza este Programa se encuentra en la imposición del

Estado hacia una salud médica convencional, que no deja lugar al conocimiento tradicional

en la materia, a pesar de que no siempre se cuentan con los medios para curar al enfermo

en forma alópata. Si bien el derecho a la salud para todos debe constituir una meta de la

sociedad y su asociación con la educación a través de este Programa ha permitido un mayor

control, la confianza en la medicina tradicional representa uno de los pilares de la cultura

comunitaria, por lo que exige su promoción a través de un reconocimiento oficial.

La educación constituye otra de las prioridades de una comunidad que pretende

permanecer. En Quiotepec, los niños en edad de escolarización primaria se reparten entre

las dos escuelas existentes, en el pueblo y en la Estación. Un Comité de Padres de Familia

apoya a los maestros para la organización de algunos festejos. En general existe una cierta

estabilidad del personal docente, pero las deficiencias materiales y las carencias familiares

Page 122: 000 Tesis para imprenta 3

122

no permiten una educación de calidad. En 2006 se tensó la relación entre los padres de

familia y los maestros, a raíz del paro estatal iniciado el 15 de mayo y que duró todo lo que

quedaba de año escolar y principios del siguiente. El Partido Revolucionario Institucional

aprovechó su influencia en el pueblo para incitar a manifestarse en contra de los maestros.

Es cierto que el corte del Programa Oportunidades a los niños escolarizados por no asistir a

la escuela, no favoreció una buena opinión hacia el paro, sobre todo considerando que el

sueldo del maestro “es muy bueno” (comunicaciones personales) con respecto a los ingresos

campesinos.

En todo caso, la educación rural realizada por docentes externos a la comunidad y poco

integrados a la problemática local, no puede cumplir con objetivos de integración familiar y

valoración del niño y de su ambiente, y tampoco permite obtener las herramientas de

inserción a la sociedad global. Entrar en este debate nos alejaría del tema central de este

trabajo, por lo que me quiero limitar a observar aspectos de otro tipo. El establecimiento de

dos escuelas obedece a una separación física de las dos localidades que integran Santiago

Quiotepec; en este sentido constituyen un logro para la Estación, porque da vida al lugar y

facilita la organización familiar33. Pero en contraparte, contribuye a una mayor separación

física entre estos dos núcleos urbanos que, a la larga, pone en juego la unidad comunitaria.

Siguiendo con el tema de la educación, cabe mencionar la presencia de una telesecundaria

en el centro del pueblo. Amenazada hace unos años porque no tenía una clave propia y

subsistía en un local insalubre, la escuela fue rescatada por los padres de familia, apoyados

33 La costumbre de la escuela de la Estación es prender una grabadora con música infantil, a la hora de entrada, para que los niños lleguen a tiempo. También se advierte a la hora del lunch y así las mamás van preparando el almuerzo. Existe un continuo va y viene entre la escuela y la casa por parte del alumno.

Page 123: 000 Tesis para imprenta 3

123

por la agencia municipal que proporcionó otro local. El mantenimiento de un nivel

secundario, a pesar de sus dificultades en proporcionar la enseñanza correspondiente34

obedece en parte al interés de seguir recibiendo apoyo del programa Oportunidades. Por

otra parte, representa una esperanza de mayores conocimientos sin los gastos que

representan salir de la comunidad. De hecho, sólo algunas de las familias con ingresos

complementarios en comercio tienen la posibilidad de enviar a su hijo a estudiar afuera y, en

general, con el apoyo de familiares instalados en centros urbanos.

La mayoría de los eventos festivos del pueblo se relaciona con la religión católica, aunque

existe un templo evangélico en la Estación que reúne a dos o tres familias. La fiesta más

concurrida es la del santo patrón del pueblo, el apóstol Santiago, que culmina el día 25 de

julio. Los demás eventos han perdido importancia, aunque algunos persisten gracias al

esfuerzo de las mujeres en mantener viva la tradición. La construcción de una capilla en la

Estación se debe a la movilización de un grupo de mujeres y ha permitido retomar la

organización de algunos festejos religiosos, porque ya no hay necesidad de desplazarse

hasta el pueblo. Junto con la escuela, es evidente que la capilla contribuye a una mayor

autonomía del lugar con respecto al pueblo y, en contraparte, ha propiciado la competencia

entre las dos localidades.

Sin embargo, la fiesta patronal del pueblo es la oportunidad de reunir a todos los católicos de

la comunidad entera, sus familiares inmigrados y personas de los pueblos vecinos en torno a

la iglesia, pero también a la plaza pública donde se realizan eventos deportivos y baile, así

como la plaza de toros para los jaripeos rancheros. Su preparación se realiza con varios

meses de antelación, a partir del nombramiento de los miembros del Comité encargado de la

34 En 2005, los alumnos ni siquiera tenían acceso a la enseñanza computarizada por falta de equipo.

Page 124: 000 Tesis para imprenta 3

124

organización. Entre otras funciones, la colecta financiera a los miembros inmigrados es una

forma de integración de los ausentes a las actividades, además de ser la única manera de

obtener los ingresos necesarios para honrar adecuadamente al santo patrón.

En conclusión, la figura de la agencia municipal es indispensable para el mantenimiento de

una vida comunitaria, incluyendo sus festejos. En la actualidad, es fácil percibir un cierto

relajamiento de las reglas comunitarias que pueden dificultar una convivencia más sostenida.

Sin embargo, hay que reconocer también la persistencia de una estructura tradicional cuya

evolución depende de su adaptación y del interés que puede despertar entre la población

joven.

Por otra parte, si bien la comunidad se rige principalmente a través de su identificación con el

grupo agrario de pertenencia, varios elementos matizan lo dicho. La administración conjunta

del pueblo y de la Estación, a través de la agencia, a pesar de los tres kilómetros de

terracería, permite un convivio mínimo favorecido a su vez por las relaciones de sangre y de

compadrazgo que unen a los dos núcleos.

La comunidad, hoy, tiene que enfrentar retos fuertes, tanto sociales como productivos y

económicos. En este desafío, la institución familiar se plantea como un eslabón esencial,

donde se construye la racionalidad campesina, con sus principales valores y lógicas. De

acuerdo con Bartra (1982), en caso de disolución de las comunidades, “la célula de

reproducción campesina se repliega al reducto familiar”. Por lo que la siguiente sección está

dedicada al análisis de las principales características de funcionamiento de las familias

campesinas de Santiago Quiotepec, con un intento por entender su evolución y su papel

potencial en una transición hacia otras formas de desarrollo.

3. La familia campesina: descomposición y persistencia.

El censo de población de 2000 encuentra a la localidad de Quiotepec en franca disminución.

En la actualidad, existen 84 viviendas ocupadas, correspondiendo al mismo número de

familias, habiendo 61 en el pueblo y 23 en la Estación (INEGI, 2001). En consecuencia, se

constata un promedio de 4.21 miembros por familia, cifra por abajo de las 4.79 personas en

promedio para el conjunto del medio rural mexicano.

Page 125: 000 Tesis para imprenta 3

125

Las entrevistas realizadas permitieron detectar varios elementos para caracterizar estas

unidades de consumo. A la escasez general de núcleos familiares y, en su seno, de

miembros, resalta igualmente un envejecimiento de la población. Sobre los 23 cuestionarios

levantados, se encontraron 54 adultos y sólo 40 menores de edad, es decir 57.4% de adultos

en la población encuestada contra 42.6% menores de edad. Una vez más, la migración de

los jóvenes y adultos en edad de procrear explica la situación.

En realidad, no existe un modelo de familia campesina en cuanto a su composición. De

hecho, Eric Wolf (1982) encontraba más significativa la relación entre el número de

miembros y el tamaño de la parcela que el tipo mismo de familias por unidad de producción.

Asimismo, existe en este pueblo una multitud de esquemas familiares que tienen mucho que

ver con circunstancias, solidaridad familiar y búsqueda de alternativas fuera de la comunidad

(cf anexo 4). La familia núcleo constituye una de las figuras, donde el número de hijos

dependientes varía de uno a siete. En varios casos la dependencia no se relaciona con la

edad, sino con la falta de oportunidades de trabajo fuera de la unidad de producción y/o se

conjunta con la responsabilidad dejada por los demás hermanos en apoyar a los papás en

sus actividades. Es común igualmente encontrar a madres solteras que viven bajo el mismo

techo que sus progenitores, apoyando en el quehacer de la casa a cambio de la obtención

de satisfacciones de sus necesidades básicas. La aparente solidaridad familiar se extiende a

casos de hermanos solteros viviendo juntos. Es de resaltar la figura de mujeres jefe de

familia.

A los tres elementos que caracterizan a las actuales familias campesinas del lugar de estudio

–reducción del número de miembros, envejecimiento de la población y diversidad en la

composición familiar- hay que añadir un rasgo que explica los cambios ocurridos en la forma

de funcionar de las unidades de producción campesinas con respecto a las décadas

anteriores. Se trata de los apoyos otorgados a los hijos en edad de estudiar mediante el

programa gubernamental Oportunidades. De acuerdo con Bustamante et al. (2000:23), “Las

familias campesinas, quienes tradicionalmente se habían abocado a trabajar en conjunto la

tierra y otras actividades, actualmente han sufrido un proceso de fragmentación con origen

en la necesidad de nuevos arreglos”.

Page 126: 000 Tesis para imprenta 3

126

En efecto, si bien la literatura de los años setenta y ochenta considera el trabajo familiar en la

unidad de producción como la base de la economía campesina (CEPAL, 1985; Bartra, 1982;

Wolf, 1982; Warman, 1972 entre otros), se puede observar, en la actualidad, un trabajo

menor debido a la falta de familiares en la unidad de producción. Esta situación lleva a dos

caminos aparentemente contradictorios; por un lado la parcela recibe menos cuidados que

antes y, por el otro, se recurre más frecuentemente a un trabajo asalariado aunque uno

mismo tiene que emplearse después para recuperar el ingreso perdido.

Sigue vigente la división del trabajo según la edad y el sexo, a pesar de que la falta de mano

de obra familiar obliga a veces a la transgresión de estas reglas implícitas. De manera

general, las mujeres cumplen con las tareas tradicionales que les corresponden, al servicio

de los demás miembros del grupo familiar. La mayoría de ellas trabajan en la parcela sólo en

caso de emergencia o al momento de la cosecha. Cualquiera que sea su actividad extra para

apoyar a los ingresos de la familia, sus obligaciones primeras son atender al jefe de familia,

consiguiendo los alimentos necesarios para su subsistencia y cocinándolos. Por otra parte,

les incumbe el cuidado de los animales de traspatio y algunas son las encargadas de llevar a

vender la cosecha al mercado y de regresar con los bienes de consumo necesarios a la

subsistencia familiar.

La existencia del Programa Oportunidades constituye una fuente de satisfacción, para las

familias con hijos(as) en edad de estudiar. La aportación trimestral de una beca en efectivo

hace decir a varias familias que “nunca habían recibido tanto apoyo de un gobierno”

(entrevistas). La contraparte es la obligación de asistencia a la escuela, con la consecuencia

de una menor contribución a los trabajos de campo y a las actividades tradicionalmente

dejadas a los niños y últimamente cumplidas por las mujeres. Además, estas últimas tienen

la obligación de apoyar las festividades de la escuela así como de participar en reuniones de

salud a cambio de la aportación financiera del Gobierno. Las mujeres prestan igualmente

varios servicios “improductivos” a la comunidad, como son apoyo a la iglesia y faenas para

limpiar las calles. Por la multiplicidad de actividades que tienen que realizar, su relación con

el monte y la parcela es mínima, pero su esfera de movimientos supera el espacio familiar.

La organización de la unidad de producción descansa principalmente sobre el jefe de familia

con el apoyo, cuando hay, de un hijo mayor. La falta de mano de obra familiar es una

Page 127: 000 Tesis para imprenta 3

127

constante en el pueblo, a pesar de la posesión de parcelas reducidas, por lo que la gran

mayoría de las familias recurren al trabajo asalariado. En realidad existen pocos trabajadores

que se dedican al jornal a tiempo completo, más bien se crean tipos de intercambios entre

los mismos productores, aunque en muy pocos casos este intercambio se establece de

manera formal y explícita. Por lo general, el trabajo sobre otra parcela se paga, con algunas

excepciones entre hermanos, aunque se contabilizan los intercambios. El ser humano es

mayor conocedor de los recursos silvestres y aprovecha el burro para regresar con leña y/o

algunos recursos de temporada en periodos fuera de cosecha de la parcela. El vínculo con la

comunidad agraria se realiza a través de asistencias a las permanencias cotidianas de los

responsables, del cumplimiento de sus obligaciones, de la asistencia a asambleas y de la

faena, la cual se enfoca principalmente a la limpia de los canales de riego.

Aunque el número de personas por unidad familiar es relativamente bajo, la subsistencia

familiar se hace cada vez más difícil y dependiente de los ingresos de afuera, lo que

constituye un rasgo cada vez más acentuado de la economía campesina nacional. Para la

comunidad objeto de este estudio, las dificultades crecientes provienen en gran parte de

componentes que se analizarán más adelante, y que tienen que ver con productividad y

redituabilidad.

Para Santiago Quiotepec, la cancelación de la línea de ferrocarril ha llevado a un

agravamiento de las condiciones de subsistencia, a la vez que obliga a la dedicación de un

tiempo mayor para satisfacer necesidades básicas de alimentos y salud. A pesar de la

construcción de una clínica, varias consultas médicas se deben de realizar en Cuicatlán, lo

que obliga a un traslado relativamente costoso. A pesar de la relativa cercanía de la

cabecera municipal, su acceso se dificulta por la irregularidad de transporte desde Quiotepec

hasta la carretera federal. Por otra parte, si bien existe un conocimiento generalizado de las

numerosas plantas medicinales que crecen en el monte, su uso parece haber escaseado.

La alimentación es el principal gasto de las unidades familiares. Si bien la riqueza del monte

en recursos útiles (frutas y hierbas), así como de las parcelas en arvenses (quelites),

permiten una cierta diversidad de la dieta alimenticia, las familias son cada vez más

dependientes de compras en la ciudad. Al parecer, la carne se consumía gracias a la caza

de venados, iguanas y otros animales menores, así como el pescado por su afluencia en los

Page 128: 000 Tesis para imprenta 3

128

ríos. Las prohibiciones actuales impuestas por la política de conservación han reducido el

consumo de proteínas de origen animal. De la misma manera, la siembra de milpa se ha

visto reducida por la irregularidad del temporal y la preferencia dada, en las parcelas, a

cultivos comerciales.

En otro aspecto, la totalidad de las familias utiliza leña para cocinar, que encuentra

fácilmente en el monte, aunque 28% de las familias utiliza el gas como fuente alterna de

energía (Pérez-Negrón, 2001). El papel de la migración y de la televisión en los patrones de

consumo es sumamente importante y tiene como primera consecuencia un aumento de la

dependencia a bienes comprados y, tal vez, un cierto desprecio por lo que existe en la

comunidad, aunque se mezclan sentimientos contradictorios. Por un lado, la preferencia por

lo que viene del exterior encuentra limitaciones presupuestales fuertes y por otro lado, se

percibe un cierto orgullo por poseer riquezas propias a este territorio.

Frente a necesidades crecientes, el trabajo fuera de la unidad de producción y el apoyo de

los migrantes constituyen recursos indispensables a los cuales recurren por lo menos 87%

de las familias entrevistadas. El jornal representa la práctica más común para obtener un

ingreso monetario que permita, a su vez el pago de peones cuando es necesario suplir la

falta de mano de obra familiar. Permite igualmente obtener algunos productos para los

cultivos y los bienes de consumo necesarios a la reproducción de la familia. Se realizan

algunos trabajos de albañilería y, cuando hay posibilidad de más inversión, se instala una

tienda de abarrotes (entrevistas).

Fernando Rello (2005) plantea la existencia de un cambio estructural del sector rural

mexicano con el aumento del empleo rural no agrícola. Este ingreso, añadido a la aportación

del gasto público (Oportunidades) y a las transferencias privadas de familiares migrantes

(dentro del país o fuera) supera en la actualidad los recursos provenientes de la producción

campesina, hecho que se confirma en el último capítulo de esta parte. En cuanto a la

migración, cabe mencionar que en esta comunidad en particular, la salida definitiva del

pueblo se realiza hacia las principales urbes del país. La migración internacional no tiene a

fuerzas un carácter permanente y constituye generalmente un apoyo eventual e

improductivo, fuera de la compra de algunas cabezas de ganado.

Page 129: 000 Tesis para imprenta 3

129

Conclusión capítulo 4

A lo largo del tiempo, la comunidad de Santiago Quiotepec ha vivido grandes

transformaciones. Tuvo que defender su territorio de las invasiones de otros pueblos durante

la época prehispánica, someterse al acaparamiento de las mejores tierras durante la colonia

hasta su reapropiación después de la Revolución mexicana. Como resultado, se encuentra

en la actualidad dividida en dos comunidades agrarias y dos localidades administrativas, con

una población diminuta. Sin embargo, mantiene el control de sus principales recursos

naturales, principalmente la tierra, el agua y el bosque gracias al trabajo familiar y un cierto

grado de organización comunitaria.

El análisis anterior da cuenta de la adaptación de las formas de vida de las familias

campesinas. La producción agrícola ha perdido importancia con respecto a otros ingresos,

pero sigue siendo el eje constructor de las familias y de la comunidad. A la vez, esta

producción depende de la familia, por lo que existe una estrecha relación entre formas de

producir y las formas de vida, misma que se mantiene a través de los miembros que viven en

la unidad de producción y siguen dedicando gran parte de su tiempo a actividades

vinculadas con la producción y el consumo familiar.

En esta continuidad de ideas, el capítulo que sigue propone un mayor acercamiento a las

formas de producir y los medios utilizados para lograr un resultado, tanto de las parcelas

familiares como de las partes de uso común. Se trata de determinar la organización interna

de la producción agropecuaria y la relación que mantiene cada productor con sus recursos

naturales para, en un capítulo posterior, confrontarlas con los otros ingresos que

complementan la subsistencia familiar, así como las consecuencias de las interrelaciones

con los diferentes mercados agrícolas.

Page 130: 000 Tesis para imprenta 3

130

CAPÍTULO CINCO. LA CONSTRUCCIÓN DE UNA AGRICULTURA BASADA EN EL RIEGO

Dentro de las diversas estrategias que se plantean las familias y de manera más amplia la

comunidad, la forma de producir representa un eje estructural. Así, la descripción de las

condiciones dentro de las cuales se desarrollan diferentes prácticas productivas conforma el

presente capítulo, dirigido a entender las formas de producción como una de las principales

estrategias de reproducción de la economía campesina. La agricultura de Santiago

Quiotepec encuentra su origen en la presencia de ríos, que permite la accesibilidad a una

producción de riego basada sobre la parcela. Ésta característica conforma la primera

sección, mientras una segunda sección trata de entender el papel complementario de

algunas actividades agropecuarias asociadas a los espacios sin irrigación, como es el monte.

1. Constitución de una agricultura comercial

La producción agrícola en Santiago Quiotepec tiene como base las dos comunidades

agrarias mencionadas, mismas que se componen de parcelas individualizadas y de una

parte de uso común. La parcela representa el lugar cotidiano de trabajo, donde el campesino

pone en acción sus conocimientos productivos como parte de una “cultura heredada,

construida y recreada” (Bustamante et al., 2000), que lo hace partícipe de una estrecha

relación con la naturaleza, así como responsable de las estrategias que desarrolla a partir de

sus decisiones de uso del espacio.

Por lo general, las familias campesinas de Santiago Quiotepec, cualquiera que sea su

comunidad de pertenencia, son dueñas de una o varias parcelas que constituyen su soporte

productivo. Además, es común la posesión de un solar, es decir una parcela propia ubicada

en el área de asentamiento humano, cercana al río Sendo o Grande. De hecho, las familias

que no han tenido acceso a la repartición agraria limitan su producción agraria al cultivo del

solar, cuya dimensión varía, aunque raras veces supera las dos hectáreas.

Page 131: 000 Tesis para imprenta 3

131

Junto a la producción en parcelas, el monte constituye una zona (aún) abierta a toda la

comunidad, cuyo acceso facilita el cumplimiento de algunas de estas estrategias y, a la vez

representa una reserva de recursos para los periodos de necesidad.

1.1. Parcela(s) y agua en estrecha relación

La superficie parcelaria ejidal asciende a 133 hectáreas de un total ejidal de 747 hectáreas,

es decir que las parcelas representan 18% del conjunto ejidal, lo demás siendo monte o área

de asentamiento humano. Del lado de los comuneros, se calcula una superficie parcelada de

68 hectáreas, mínima con respecto a las 3,683 hectáreas de bienes comunales, alcanzando

apenas el 2%.

Cada ejidatario posee en promedio 3 hectáreas, mientras que esta cifra se reduce a 1.6

hectáreas por comunero. Sin embargo en la realidad, varias parcelas no se cultivan por

problemas de acceso al riego y otras están en estado de abandono por la ausencia de sus

dueños. Asimismo, la mitad de los 23 entrevistados (12) tiene acceso a un solar y éste, para

los comuneros, es a menudo el único terreno cultivado.

La exigüidad de las parcelas, y por consecuencia de la superficie cultivada por familia,

representa una de las características de la agricultura de este pueblo y de la producción

campesina en general. En el periodo sesenta-setenta, una corriente de análisis, nombrada

estructuralista por la CEPAL (1985), consideraba que el tamaño de la parcela,

complementado por el tipo de tenencia, era determinante para el análisis de la economía

campesina. Sin embargo, muchos otros autores (entre otros Warman,1988 y Bartra, 1982)

privilegian el análisis de Las formas de organización social de la producción y de la lógica del manejo de recursos que caracteriza a las diversas unidades que componen el conjunto. En este sentido, tanto el tamaño de las unidades como las formas de tenencia son sólo uno de los elementos que inciden en la caracterización de la estructura agraria (...) (CEPAL, 1985:49)

Este trabajo concuerda con la segunda tesis formulada. En esta línea de pensamiento, se

considera que las dos comunidades agrarias de Quiotepec obedecen a lógicas similares que

tienen que ver principalmente con las características tanto naturales como sociales y

económicas dentro de las cuales se mueven estas familias campesinas, a pesar de que

existen tamaños diferentes de parcelas.

Page 132: 000 Tesis para imprenta 3

132

La exigüidad de las parcelas obedece a la estrecha relación existente entre la producción

agrícola y el riego. De hecho, este vínculo se ha forjado desde tiempos prehistóricos en esta

región del Valle de Tehuacán, ya que se sabe de la presencia de una agricultura a pequeña

escala, localizada cerca de los ríos, desde 4,000 años A.P., con la construcción de canales

rudimentarios que permitían regar los terrenos al alcance (Henao, 1980).

A la vez, las características semidesérticas de esta zona, con lluvias cada vez más

escasas35, por lo menos irregulares y limitadas a pocos meses del año dificulta el

mantenimiento generalizado de una agricultura de temporal. La existencia misma del pueblo

de Quiotepec se debe a su situación privilegiada de cruce de varios ríos que han permitido

una irrigación agrícola, aunque restringida a las posibilidades de la infraestructura existente.

Este último punto es, por supuesto, dependiente de la tecnología utilizada y por

consecuencia, ésta marca la disponibilidad del agua para su uso agrícola.

El ejido se beneficia de una mayor abundancia del líquido, por su abastecimiento por el río

Grande, con aguas disponibles durante todo el año. Asimismo, la alimentación de los

terrenos provenía, hasta 2005, de la presencia de dos canales de cemento que se sabe

existían con este mismo trazo desde el tiempo de la colonia. Sin embargo, las dificultades

provenían de fugas importantes, que causaban un gran desperdicio y obligaban a un

mantenimiento constante por parte de los usuarios. En octubre de 2005, el huracán Stan

destruyó el canal del Arenal, el más concurrido. Ante el desastre provocado por este

35 No he comprobado científicamente este dato, más bien proviene del sentir de los pobladores. Es cierto que el año 2004 se caracterizó por una gran sequía que contrastó con las fuertes lluvias que azotaron gran parte del país. La población expresa que “Aquí, llueve sólo con huracanes” Efectivamente, el año 2005 recibió una gran cantidad de lluvias, iniciando con el huracán Emily. A principios de octubre de ese mismo año, Stan inundó gran parte de la Estación.

Page 133: 000 Tesis para imprenta 3

133

fenómeno natural, se orientó el apoyo de los diferentes niveles de gobierno hacia la compra

de una bomba eléctrica colectiva.

Un dato ya histórico pero que vale la pena destacar porque es significativo de las tensiones

existentes entre los dos grupos agrarios, es el conflicto provocado por el funcionamiento de

este mismo canal de El Arenal. La utilización de “rastras” (ramas de árbol cortadas) para

dirigir el flujo del agua desde el río Grande hacia la entrada al canal, provocó una llamada de

atención del personal del área protegida hacia la comunidad, por la gran cantidad de árboles

que requiere. Sin embargo, por la ubicación del principio del canal en zona comunal, los

comuneros fueron responsabilizados del daño ambiental, por lo que exigieron una solución al

Comité Ejidal. Finalmente, las ramas fueron reemplazadas por sacos llenos de piedras. Lo

anterior da cuenta de lo rudimentario de la infraestructura de riego. Cabe señalar que por lo

menos siete ejidatarios poseen una bomba personal. Esta opción requirió de una inversión

inicial para la compra del equipo, pero también de un presupuesto mensual elevado para el

combustible, razón por la cual se había limitado, hasta ahora, este método de irrigación.

Desde la destrucción del canal por el huracán, si bien el apoyo de la Comisión Nacional del

Agua, del Gobierno del estado de Oaxaca y del municipio de Cuicatlán a favor de los

damnificados puso esta inversión al alcance del grupo, queda planteada la cuestión del pago

de electricidad. Por esta razón, sólo la mitad de los ejidatarios usuarios del Arenal aceptaron

la propuesta y dieron su cooperación (1,000 pesos mexicanos de 2006) para la compra de la

bomba eléctrica.

En cuanto a la superficie agrícola, ubicada en las playas del río Salado, está sólo

parcialmente utilizada, ya que lo salado del agua limita la productividad. En consecuencia,

los productores prefieren concentrar su producción en los terrenos más favorables de la ex-

hacienda, dejando el otro canal en un estado de desuso.

Del lado de los bienes comunales, pocas parcelas tienen acceso al agua. Además de tierras

cerriles de pésima calidad, la escasez de agua es ya una constante y se acentúa en el

periodo de sequía. El río Sendo, que es el proveedor de líquido para esta zona, ha visto

reducir su flujo de manera drástica. Algunos lo atribuyen a las talas efectuadas en los

bosques de la comunidad de San Lorenzo, río arriba, y al aumento de cultivos en esa misma

comunidad, que le hace acaparar un volumen más importante, a pesar de un convenio

Page 134: 000 Tesis para imprenta 3

134

firmado por las dos partes, a mitad de los años 50, para repartir el recurso. Como ejemplo de

la gravedad de la situación, tanto los habitantes del pueblo como las parcelas agrícolas

comunales se quedaron sin agua durante los meses de abril, mayo y junio del año 2005.

Ante la necesidad urgente de encontrar una solución, el conjunto de la población de

Quiotepec, bajo la iniciativa de la agencia municipal, realizó una cooperación para la compra

de tuberías que pudieran transportar el agua desde una presa del río Cacahuatal hasta el río

Sendo. Sin embargo, el financiamiento recolectado no bastó para comprar los 15 kilómetros

de tubería necesaria y, además, la localidad vecina de Concepción Pápalo reclamó, ante la

intención de instalar el equipo sobre su territorio. La iniciativa se detuvo.

Cuando hay agua, ésta se conduce a las tierras cultivadas por medio de canales de tierra

construidos por los propios comuneros. Se totaliza un número de cinco canales grandes, que

miden entre cuatro y seis kilómetros, así como dos chicos. En este caso también lo

rudimentario de la infraestructura provoca grandes desperdicios y obliga a una

reconstrucción cíclica de los canales. De hecho, la iniciativa de tubería durante la sequía

proviene de un viejo proyecto propuesto por algunas dependencias gubernamentales y

apoyado por un diputado federal en campaña. La transformación de esta comunidad en área

natural protegida obliga a un nuevo análisis en términos de sustentabilidad, basado en la

búsqueda de un equilibrio entre los diferentes recursos y las necesidades sociales. Por

ahora, a la problemática del agua se añade la prohibición de nuevas aperturas de terrenos

para la agricultura. Eso significa que se cancela, para los comuneros, la posibilidad de rotar

tierras para dejar descansar las parcelas agotadas y, con ello, se puede predecir una

dificultad cada vez más aguda para las unidades de producción.

En consecuencia, la exigüidad y mala calidad de las parcelas, aunadas a condiciones cada

vez menos ventajosas de intercambio comercial, han llevado a la expulsión de una parte de

los miembros de las familias y a la búsqueda de mejores oportunidades de trabajo y vida.

Dentro de la unidad de producción, la reducción del tamaño familiar produce una situación

contradictoria. Si bien el trabajo de una mano de obra familiar en la unidad de producción

sigue siendo una característica principal de la economía campesina, se percibe en los años

recientes una evolución hacia el empleo más sistemático de personal asalariado. Está

puesta en cuestión en la actualidad la afirmación de Eric Wolf (1982) y de la mayoría de los

estudiosos del sistema campesino, de que existe una estrecha relación entre el número de

Page 135: 000 Tesis para imprenta 3

135

miembros y el tamaño de la parcela, tomando en cuenta que el trabajo se reparte según la

edad y el sexo, con una lógica particular que tiene más que ver con ocupación que con

eficiencia económica. Las condiciones adversas de producción y comercialización no

permiten ya mantener en la unidad de producción el mismo número de miembros, la falta de

tierra disponible cierra la posibilidad de instalarse de cualquier joven y el envejecimiento de

la población restante dificulta el trabajo de la parcela. Estas condiciones hacen peligrar las

prácticas productivas que reflejan aún la racionalidad campesina y, con ella, limitan una

mayor degradación ambiental y pobreza social. El apartado que sigue permite resaltar las

características particulares de la actividad agropecuaria de Quiotepec.

1.2. El limón: cultivo dominante36.

Las entrevistas y observaciones directas no dejan lugar a dudas de que el cultivo dominante

es el limón, producido por 20 de los 23 entrevistados, es decir, el 87% de los campesinos

participantes. Ocho de estos 23 productores declaran tener limón como monocultivo. Los

demás lo asocian con otros frutales como son el mango, el chicozapote, el aguacate, la

anona y el zapote negro, así como la milpa en ciertos años. Existen múltiples esquemas de

asociación, ya que en algunos casos se presenta una división de cultivos entre el solar y la

parcela agraria; en otros la diferencia entre los dos tipos de terrenos proviene de la

intensidad de plantación y, en los casos de productores sin solar, la repartición de los

cultivos en la parcela obedece al grado de accesibilidad al agua de las diferentes partes. El

cultivo de la milpa, aunque en regresión y pocas veces mayoritaria, constituye una

producción complementaria de autoconsumo. En contraparte, la producción generalizada de

36 Este apartado se basa principalmente sobre las 23 entrevistas realizadas en 2004.

Page 136: 000 Tesis para imprenta 3

136

limón y demás frutales inició en los años setenta, con un apoyo de Banrural para la compra

de variedades criollas.

En Quiotepec, las plantaciones de limón han encontrado condiciones agroclimáticas

adecuadas. Según Covarrubias (2004), el limón mexicano se localiza comúnmente entre los

15° y 20° de latitud norte y en zonas con altitudes menores a 500 msnm37. La temperatura,

según el mismo autor, representa otro de los factores determinantes, siendo la óptima entre

los 23°C y los 34°C, así como la disponibilidad de agua. Una de las ventajas de esta

producción es que Se ha visto que su cultivo puede desarrollarse aún en condiciones no óptimas (bajo sombra, suelos poco profundos o bajo contenido en materia orgánica, suelos arenosos, condiciones de temporal), siempre que los lugares estén libres de heladas y el suelo presente buen drenaje (Covarrubias, 2004:41-42)

Otra ventaja del limón reside en la obtención de un ingreso monetario a lo largo del año,

pues existe una producción cíclica aunque irregular. En Quiotepec, el manejo rústico de esta

producción sin insumos ni control técnico, hace coincidir las épocas de mayor producción

con los picos nacionales, lo que quita rentabilidad a la producción.

Anteriormente, el uso generalizado de los agroquímicos incluidos en el paquete financiado

terminó afectando los suelos y ríos, junto con un mal manejo del agua en las pendientes.

Actualmente las plantaciones sufren de envejecimiento, así como del “cansancio del suelo” y

de la plaga del amarillamiento, que se “introdujo junto con los agroquímicos”. La escasez de

la mano de obra familiar y la falta de apoyo financiero han provocado una disminución del

tiempo de trabajo en las parcelas. Todos los entrevistados concuerdan sobre el tipo de

tareas desarrolladas anualmente en su plantación de limón. La poda representa el único

37 Se recuerda que Quiotepec se ubica entre los 17° 48’ y 18° 58’ de latitud norte, a 545 msnm.

Page 137: 000 Tesis para imprenta 3

137

cuidado realizado directamente a los árboles frutales. Por el desgaste anterior, no se usan

fertilizantes a la fecha, además de que los productores consideran que “si se fertiliza el

limón, ya se acostumbra” y no resiste sin este gasto. Cuando existe una preocupación por

mejorar la productividad, se utiliza generalmente el abono orgánico, sea de chivos o de

murciélagos. Por otra parte, el único agroquímico empleado es el Folidol, para evitar la

invasión de hormigas.

Otra labor consiste en la limpia del terreno con machete, para quitarle la vegetación

creciente. Es, para la familia, la oportunidad de alimentarse de los quelites y otras hierbas

arvenses que complementan la dieta y representan forraje para los animales. Un tercer

trabajo importante tiene que ver con la rectificación de los pozos alrededor de cada árbol

para que penetre bien el agua de riego, así como de los canalitos que se realizan en el

terreno para conducir el recurso hasta su destino. Finalmente, la cosecha representa la labor

con más intensidad de fuerza de trabajo, por lo que ocupa la mayor parte de la mano de

obra. Todas estas actividades se realizan “cuando se necesita”, según los entrevistados; es

decir, que no existen fechas predeterminadas, sino el sentir campesino adaptado a la

disponibilidad de peones cuando se hacen necesarios. El análisis de estas actividades pone

de relieve la persistencia de prácticas tradicionales, en tanto que resalta la diversidad de

cultivos en la mayoría de las unidades de producción, así como la complementariedad entre

las plantas y los animales; por un lado, los animales permiten un abono natural y, a su vez,

las hierbas y ramas constituyen una alimentación substancial para el burro o las cabras. En

contraparte, se limita la degradación de los suelos.

Los costos en insumos se han reducido en las plantaciones de limón, y de frutales en

general, con respecto a los primeros tiempos de producción. Junto con el desgaste evocado

por los entrevistados, provocado por los paquetes tecnológicos, está claro también que los

productores no disponen de liquidez financiera para buscar alternativas de mejoramiento y

mayor eficiencia productiva. La exigüidad de la parcela y su trabajo de manera individual no

han favorecido tampoco un mayor grado de tecnificación.

De la misma manera, el retiro de apoyos a la producción campesina, por parte del Gobierno,

constituye uno problema central. El campesino, de manera general, no puede dominar el

proceso productivo de sus cultivos y depende de las migajas que algunas dependencias

Page 138: 000 Tesis para imprenta 3

138

vienen a ofrecer de vez en cuando. Como ejemplo, algunas personas comentan sobre una

visita de personal del programa Oportunidades para registrar las plantaciones de limón de la

comunidad, pero nadie sabe exactamente cuál fue el objetivo. Algunos se apuntan “por si

viene un apoyo” y otros desconfían y prefieren callar. Por lo tanto, existe un fuerte problema

de comunicación que vale incluir dentro del proceso de degradación de esta economía

campesina y sobre el cual abundaremos más adelante.

Sin embargo, ante la falta de mano de obra familiar, el gasto más importante de producción

reside en la contratación de peones, el cual tiende a transformarse en gasto fijo. Según el

resultado de las encuestas, es muy común el uso de uno o dos jornaleros en un promedio de

dos a tres veces a la semana, con un costo al día de setenta pesos mexicanos por peón

(2005). Este precio, relativamente alto en relación con los ingresos percibidos por la venta

del limón, se debe a la escasez de mano de obra disponible.

Otro gasto que debe tomarse en cuenta es el del agua. Más que el precio del recurso en sí

mismo, que se limita a la compra de una boleta de cinco pesos sacada en la agencia

municipal en promedio dos veces al mes, el mantenimiento de los canales puede requerir la

compra de materiales por parte de los usuarios. Si bien las unidades de producción aportan

el trabajo a través de faenas, en algunos casos, se requiere del apoyo de albañiles.

Lo anterior provoca una productividad baja de las plantaciones de limón en Santiago

Quiotepec. Aunque las respuestas a las preguntas sobre este tema fueron muy variables,

dando como resultado un promedio anual de tres toneladas por hectárea, muy por debajo de

estimaciones a escala nacional (12.6 toneladas/ha para el año 2001 según SAGARPA-

SIACON, 2002, citado por Covarrubias, 2004). Sin embargo, al analizar de manera más

precisa la producción mes por mes, el volumen cosechado se eleva de manera substantiva,

a un promedio de 9 toneladas anuales por hectárea (ver anexo 7). Varios factores explican el

bajo nivel de producción, entre los cuales destacan una baja densidad de árboles por

hectárea. Si bien no se tiene el dato cuantitativo para el conjunto de los productores, es

común encontrar sólo una porción de la parcela ocupada por árboles de limón, sobre todo en

el área de bienes comunales, debido a la falta de agua. La mayoría de los solares contiene

nada más “unos arbolitos”, al decir de los productores. Cabe destacar que en tiempos de

sequía, los comuneros no tienen con qué regar los árboles. En el año 2005 la sequía llegó a

Page 139: 000 Tesis para imprenta 3

139

tal grado que los árboles estaban a punto de morirse. Fue sólo a partir del mes de julio, con

las primeras lluvias, que reaparecieron los frutos. Otra causa de la baja productividad es

debida, según entrevistas, al fuerte viento que sopla en los meses de invierno, arrancando

parte de las flores y de los pequeños frutos de los árboles. En este contexto de inseguridad

productiva, prevalece la lógica campesina de preferir la diversidad de cultivos al monocultivo,

para disminuir el riesgo inherente a la producción, así como asegurar un ingreso a lo largo

del año.

Además de un nivel de producción bajo, la unidad campesina sufre desventajas en el

proceso de comercialización. Aunque este tema será detallado en el análisis de algunos

casos, es importante en este apartado poner énfasis en la impotencia de las familias frente a

la degradación de sus ingresos procedentes de la producción agrícola. Si bien el limón -y

demás frutales- ha representado, en años anteriores, una forma de solventar los gastos de la

familia, en la actualidad se percibe una gran dificultad para ajustar las cuentas.

En momentos de más alta producción, entre los meses de abril y julio, el precio puede bajar

hasta 20 pesos la bolsa de treinta kilogramos. En cambio, durante los meses de invierno

ofrecen una mayor oportunidad de venta, pudiendo alcanzar entre 150 y 300 pesos, a decir

de los entrevistados. Sin embargo, es un momento de escasa o casi nula producción.

Además, se confirma una tendencia decreciente del precio ofrecido al productor a lo largo del

año. Covarrubias (2004:84) estima un precio medio nacional pagado al productor de 233

USD/tonelada en el periodo de 1991 a 1995, mientras que durante 1996-2001 este mismo

precio disminuyó a 194 USD/tonelada.

En el periodo de alta cosecha las ventas se pueden realizar dos veces a la semana. Los

campesinos de Quiotepec recurren principalmente a dos mercados, o bien venden al pie de

la huerta o a camionetas que pasan por el pueblo. El mercado de San Juan de los Cues,

Oaxaca, funciona los días lunes y jueves y tiene como ventaja la proximidad (30 minutos de

Quiotepec). Instalado a la entrada del pueblo, se compone de un espacio amplio cubierto por

un techo de lámina, a donde llegan por un lado los campesinos con sus bolsas de treinta

kilogramos y, por el otro lado, camiones con cargadores y encargados de compra. Los

compradores son intermediarios, la mayoría con capacidad de compra limitada y margen de

negociación estrecha, ya que la fijación del precio depende de plazas más importantes. El

Page 140: 000 Tesis para imprenta 3

140

lugar se dedica principalmente a la compra-venta de limón, aunque se reciben también otros

tipos de frutales, según la temporada, como son las anonas, los mangos, entre los más

importantes.

Otro lugar preferido en momentos de menor venta y por lo menos dos veces al mes, es la

plaza de Tehuacán. Aunque obliga a salir desde la madrugada para obtener un buen sitio e

implica una mayor distancia (dos horas de camino), su atracción proviene de la posibilidad

de obtener productos de primera necesidad y, si la venta no fue tan mala, bienes de

consumo que no se encuentran en Cuicatlán.

La comercialización y el conjunto de proceso de producción se efectúan de manera

individual. Es decir que cada familia decide el lugar de venta y la forma de transportar la

mercancía. Por los costos de transporte y el tiempo necesario, suele desplazarse un solo

miembro de la familia, mediante camiones de carga que cobran pasajes y fletes. Es común

que sea la mujer la que se encargue de esta tarea, por sus cualidades de negociación, su

aguante de las malas condiciones del transporte y su papel de abastecedora en bienes de

consumo familiares. Ir a vender los frutales, es también encontrarse con otros miembros de

la comunidad y poder intercambiar información de todo tipo. Para la comunidad de Quiotepec

el cierre definitivo del ferrocarril, en 1999, es tal vez uno de los actos más trágicos de la

historia del pueblo, en el sentido de que rompió la fluidez de comunicación, los intercambios

comerciales se hicieron más lentos y caros, además de que los lazos familiares con los

miembros que han migrado hacia la capital del país se escasearon.

1.3. Recesión en el cultivo de maíz

En México la economía campesina privilegia y suele centrar sus actividades sobre el cultivo

de la milpa. En la región del Valle de Tehuacán, el maíz, el frijol y la calabaza se

domesticaron desde hace por lo menos 7,000 años (MacNeish, 1967), por lo que existe una

larga tradición de producción y consumo que se perpetuó hasta el periodo actual. El maíz y

el frijol siguen siendo cultivos esenciales para las familias campesinas de Quiotepec, ya que

componen la dieta alimenticia básica y sus subproductos también apoyan a la alimentación

del ganado. Sin embargo, su producción ha sido desplazada por la plantación de frutales en

los años setenta, por lo menos por parte de los ejidatarios.

Page 141: 000 Tesis para imprenta 3

141

La unidad de producción campesina tiene la característica de ser también unidad de

consumo (CEPAL, 1985; Chayanov, 1985; Bartra, 1982). De acuerdo con Chayanov (1985,

citado por Palerm, 1986: 142), “La actividad económica está dominada por el requerimiento

de satisfacer las necesidades de cada unidad de producción, que es al mismo tiempo unidad

de consumo”. Si bien la lógica campesina se diferencia de la empresarial, las necesidades

reales, así como las creadas por la articulación de este sistema con el contexto global,

llevan, cuando las condiciones productivas son favorables, a responder al impulso exterior de

una agricultura de intercambio que permita satisfacer necesidades de alimento, vestimenta,

salud, entre las principales.

La introducción de cultivos de intercambio modificó entonces las estrategias campesinas de

subsistencia, dejando un espacio más reducido a los cultivos de autosubsistencia, lo que

trajo como consecuencia la necesidad de ingresos monetarios que obligan a ampliar la gama

de actividades fuera de la unidad de producción.

Las entrevistas (2004), dejan ver que el maíz, junto con el frijol y eventualmente la calabaza,

se cultiva actualmente en apenas la mitad de las parcelas campesinas, con un único destino

hacia el autoconsumo humano y animal. Asimismo, de los 11 productores de maíz, sólo 2

son ejidatarios y utilizan una mínima porción de su parcela para sembrar milpa. Un caso

similar se presenta para dos propietarios únicamente de un solar, mientras que se calcula

que por lo menos la mitad de los comuneros entrevistados siembra milpa. Un hecho

significativo es que sólo dos productores producen su milpa en zona de temporal, aunque

hay que precisar que el resto de los comuneros no tiene asegurado el riego. Destaca que 8

de los 11 productores de maíz lo asocian al frijol.

Al parecer, la recesión en el cultivo de milpa está fuertemente asociada a la introducción de

frutales en los años setenta. Se justifica igualmente por un riesgo demasiado elevado en

cuanto a la relación entre costos de producción y cosecha esperada. De hecho, las

circunstancias climáticas de estos últimos años desanimaron la plantación de milpa de

temporal. Después de la sequía de 2004, los campesinos se motivaron a sembrar al año

siguiente ya que se anunciaba un “buen temporal”. Sin embargo, el paso de Stan quitó todas

las esperanzas, llevando a una casi desaparición de la milpa en la zona de temporal. Si bien

Page 142: 000 Tesis para imprenta 3

142

la falta de lluvias -o su exceso- constituye un obstáculo mayor para la siembra en tierras

secas, el cultivo en terrenos con relativa accesibilidad de riego comporta también riesgos. No

existe ningún apoyo a la producción de milpa si ésta se asocia con frutales, pues de acuerdo

con los entrevistados, la asociación milpa-frutales provoca enfermedades y plagas que

merman la producción.

En consecuencia, los productores que siembran maíz asumen los costos de producción sin

tener asegurada la cosecha, por lo que la siembra se realiza con un muy bajo nivel de

tecnificación, sin ninguna motorización y con un bajo o nulo uso de agroquímicos. De hecho,

varios productores comentan que no siembran cada año para evitar plagas y enfermedades,

aunque la mitad de los entrevistados que cultivan milpa declaran hacerlo dos veces al año,

cuando hay agua. Entre los que fertilizan, lo más común es el uso de bultos de urea,

mientras que un tercio de los entrevistados aprovecha el abono de sus chivas “por razones

tanto financieras como ambientales”. Un insumo indispensable es la aplicación de fumigación

una o dos veces durante el periodo para limitar las plagas del frijol.

Las semillas utilizadas varían según las unidades de producción. La mayoría de las familias

productoras de maíz selecciona semillas de su cosecha anterior, mientras que otras obtienen

semillas criollas que compran a otros campesinos. Sólo un productor entrevistado declaró

que prefería comprar semillas en el mercado “para asegurar la cosecha”.

La yunta utilizada para los trabajos de preparación del terreno se renta por lo general por un

periodo de tres días, a excepción de un productor entrevistado que trabaja en reciprocidad

con sus hermanos y otro que posee su propia yunta. La cosecha requiere de una numerosa

mano de obra por lo que, en la mayoría de los casos, se necesita del apoyo de jornaleros.

Page 143: 000 Tesis para imprenta 3

143

Los rendimientos obtenidos constituyen otra justificación al abandono de los cultivos de

autoconsumo en Quiotepec, a la vez que dan cuenta de que la persistencia en sembrar va

más allá de resultados económicos. Éstos, apenas superan la tonelada por hectárea38.

Pérez-Negrón (2001) estimó la producción anual de maíz a 44.8 toneladas en 2000, misma

que está lejos de permitir una autosuficiencia comunitaria, calculada por este autor en 75

toneladas. En los años más recientes, la producción es, sin dudas, más reducida. En cuanto

al frijol, se cosecha en el pueblo un promedio de 250 kilogramos por parcela sembrada,

alcanzando un total de unas escasas dos toneladas por periodo.

Así, la presencia de milpa en Santiago Quiotepec, aunque limitada, denota la persistencia de

características de las unidades de producción, que no tienen nada que ver con una eficiencia

económica y un pensamiento en términos de costos de oportunidad. La adaptación

constante de la economía campesina a las condiciones regionales no significa el abandono

de estrategias propias, aunque no se puede negar una tendencia a la disminución de esta

prácticas.

Las unidades productivas estudiadas se enfrentan a un bajo nivel de producción, debido a la

ocupación parcial de sus parcelas de por sí reducidas, a una pérdida de productividad de la

producción por la erosión de los suelos y a un acceso limitado a los recursos suelo y agua. El

nivel de tecnificación bajo y el intercambio desigual acentúan las dificultades encontradas y

bloquean cualquier posibilidad de mejora sin apoyo exterior. En estas condiciones, el espacio

de uso común está contemplado por la autoridad ambiental como un territorio potencialmente

38 Edgar Pérez-Negrón obtiene como resultado de sus encuestas, un promedio anual de 1.1 T de maíz por familia (1.8 T. por ha), para el año 2000. (Pérez Negrón, 2001:236).

Page 144: 000 Tesis para imprenta 3

144

utilizable y una alternativa a la producción agrícola. En este contexto, el análisis de su

situación presente adquiere sentido.

2. Uso común: ¿Complementariedad?

Además del área parcelada, cada comunidad agraria posee un espacio de uso común. En el

caso del ejido, éste se limita a 593 ha, de uso exclusivo para los ejidatarios, mientras que en

los bienes comunales abarca una extensión de 3,683 hectáreas aprovechables, hasta ahora,

por todos los habitantes del pueblo por acuerdos tácitos entre todos los productores.

El llamado “monte” está considerado como una de las áreas mejor conservadas del Valle de

Tehuacán, donde se encuentra un cuarto de la biodiversidad y 4 de los 29 tipos de

vegetación de esta región (Valiente-Banuet et al., 2000). Se sabe igualmente de la presencia

de por lo menos 203 especies silvestres útiles (Pérez-Negrón, 2001), aunque varias están

hoy en desuso.

En el Quiotepec de hoy, el monte sigue representando un espacio para el desarrollo de

algunas actividades inherentes a la unidad de producción. Al parecer, nunca recibió un

aprovechamiento intensivo, excepto para algunos recursos anteriormente mencionados

como son ciertas plantas medicinales y un sobrepastoreo en determinadas zonas (Pérez-

Negrón, 2001). Llama la atención este relativo poco uso; una de las causas puede ser la

excesiva atención prestada al trabajo cotidiano en la parcela y el tiempo dedicado al

empaque y comercialización de los frutales. A otra escala, la extensión del monte, su

ubicación en pendiente y sus características semiáridas imponen respeto a sus dueños,

Page 145: 000 Tesis para imprenta 3

145

representando el “guardadito” para los momentos difíciles, la caja de ahorro que se usa con

parsimonia, porque es lo único que queda cuando no queda nada.

Entre las actividades llevadas a cabo en el monte, se presenta el pastoreo. Aunque se

observa un número limitado de animales por explotación, el monte representa su espacio

predilecto. A la cría generalizada de animales de traspatio, compuesta principalmente por

gallinas y puercos, se añade la posesión de chivos o de borregos por algunas familias. En

realidad, el número es restringido excepto en dos casos39. Las entrevistas determinan sólo 6

familias, de las 23 entrevistado, con algunas cabezas de chivos, mientras que dos tienen

vacas y una borregos. Al parecer, la posesión de animales mayores se vincula con el envío

de dinero de afuera o la posibilidad de algún modesto crédito. El único animal presente en

todas las familias es el burro, por su papel trascendente en la unidad de producción, ya que

constituye un medio de transporte de la cosecha y otras cargas desde el predio hasta la

casa, así como del pueblo a la estación y viceversa.

Los entrevistados relacionan el número restringido de ganado con la sequía del monte y la

falta de solvencia económica. En tiempo de postcosecha de la milpa y después de lluvias, se

prefiere la alimentación arvense o ruderal, llevando los animales hasta el lugar de trabajo o

cortando alguna pastura o los restos de maíz para el corral. Cuando se acaba este tipo de

alimento, recurren al pastoreo en el monte. Pérez-Negrón (2001:239) ubica las plantas

forrajeras silvestres, junto con las arvenses y ruderales, como un “punto clave para la

subsistencia de la ganadería local, especialmente cuando se agota el alimento proveniente

39 Según un informante, una familia posee más de 60 chivos y otra 50 borregos.

Page 146: 000 Tesis para imprenta 3

146

de los cultivos”. Este punto explica igualmente por qué la ganadería es más presente con los

comuneros, más vinculados al espacio de uso común40.

Pérez-Negrón (2001) registra, en este espacio de uso común, 128 especies de plantas que

son consumidas por el ganado. Si bien la práctica de libre pastoreo no ha afectado, hasta

hoy, el conjunto de la zona por su número limitado, una sobre carga pondría en peligro la

biodiversidad, provocando erosión de los suelos y cancelando los procesos de sucesión en

caso del forrajeo más importante de plántulas y arbustos. De hecho, uno de los elementos de

degradación del monte, referido en las entrevistas, se relaciona con el libre pastoreo de los

animales de comunidades vecinas.

Según Pérez-Negrón (2001), la totalidad de las familias de Quiotepec acceden al monte para

proveerse, en diferentes grados, de algunas de las 74 especies de plantas comestibles

identificadas, las cuales se utilizan como complemento de la dieta familiar, principalmente

algunas hierbas y frutos silvestres. Los quelites constituyen las plantas más recolectadas

durante la temporada de lluvia. Igualmente, existen varios frutos de cactáceas, muy

apreciadas por las familias durante su corta temporada, entre las cuales destaca el chonosle

o jiotilla (Escontria chiotilla), la pitaya de mayo (Stenocereus stellatus), la tuna del cardón

(Pachycereus weberi) y el cocoche (Opuntia pilifera), entre otras.

Las entrevistas que realicé confirman la recolección de estas frutas o su compra en la

comunidad, algunas familias las venden en mercados vecinos o en el pueblo. Como un

indicador, calculé una extracción promedio de 5.7 kg de jiotilla por temporada y por familia. Si

40 Sobre los 8 productores que poseen animales que no son de traspatio (chivos, borregos y vacas), sólo dos son ejidatarios.

Page 147: 000 Tesis para imprenta 3

147

se considera que 95.7% de las familias consume jiotilla, la extracción anual de este fruto se

eleva a 456 kg41.

Igualmente, Pérez-Negrón (2001) identificó 88 especies de plantas medicinales, entre las

cuales predominan, por su uso, la cuachalalá (Juliania adstringens) y la siempreviva

(Selaginella lepidophylla).

La leña constituye, junto con la pastura, uno de los insumos más buscados del monte, ya

que todas las familias la utilizan para la cocción de alimentos, aunque en diferentes grados.

Hasta hace poco, representaba además una fuente de ingresos económicos para algunas

unidades de producción, pero la actual política de conservación obliga a reconsiderar esta

actividad. Pérez-Negrón (2001) estimó un consumo anual de leña de 464 toneladas para el

total de la población, lo que da cuenta de la presión ejercida sobre este recurso. Al contrario

de otras comunidades, Santiago Quiotepec se beneficia de una presencia aún abundante del

recurso. Las especies más apreciadas son el mesquite (Prosopis laevigata) y el cucharillo

(Acacia cochliacantha).

Otros tipos de utilidad se encuentran en el uso como madera (38 especies), ornato (34

especies), artesanía (23 especies), control de suelos (21 especies), cercas vivas (19

especies), veneno (16 especies), con fines ceremoniales (12 especies) y otros usos (Pérez-

Negrón, 2001), aunque a la fecha pocos recursos siguen siendo valorados por la comunidad.

41 Pérez-Negrón obtuvo una cifra de 151.5 kg de consumo anual de la comunidad, muy debajo de mis estimaciones. La diferencia se debe probablemente a entrevistas en tiempos diferentes.

Page 148: 000 Tesis para imprenta 3

148

La fauna ha sido menos estudiada a pesar de su abundancia y utilidad. Entre otros animales,

destacan el venado cola blanca, la iguana, el jabalí, la liebre, el tejón, los cuales abastecían

en proteínas a las familias de Quiotepec. Don Marciano comenta que “Los que les gusta el

venado comen carne diario”, a pesar de que la política de conservación deja sólo lugar a una

caza y pesca furtivas, mientras no se concretizan proyectos que permitirían un

aprovechamiento sustentable de alguna fauna (ver capítulo 2, sección 1).

Una cierta preocupación ha nacido por la evolución del área de uso común y la percepción

de escasez que predomina en la actualidad, como se verá más adelante (parte 3, capítulo 1).

Por ahora, queda por entender el papel esencial y a la vez marginal del monte en la unidad

de producción del campesino de Quiotepec. Sin lugar a dudas, su enorme riqueza apoya al

funcionamiento de las unidades familiares, y permite la satisfacción de necesidades básicas

sin recurrir al mercado. Sin embargo, todo parece indicar que la ausencia de reglas claras en

torno a su acceso y uso ha limitado, hasta ahora, un manejo individual intensivo. Pero es

probable que el acercamiento de la autoridad ambiental esté cambiando la forma de valorar

este espacio, provocando a la vez inquietudes y expectativas42.

La degradación económica que ha ocurrido a lo largo de estas décadas en el seno de las

unidades de producción obliga a imaginar alternativas de desarrollo que se extiendan más

allá de la producción agrícola, para una recuperación ambiental y social de las familias

campesinas. Las estrategias hasta ahora emprendidas desde la unidad familiar, se

caracterizan por su limitación, debida al contexto local de falta de oportunidades individuales.

42 Entrevistas y observaciones propias.

Page 149: 000 Tesis para imprenta 3

149

Conclusión capítulo 5

La generalización, en los años setenta, de una producción regional orientada al mercado

respondió a las pretensiones gubernamentales de capitalizar el campo, incorporando su

desarrollo al de la sociedad global. Para ello se utilizaron las mejores tierras y se aprovechó

el sistema de riego ya presente, así como la capacidad de las familias campesinas de

adaptarse a nuevas condiciones de producción. En este proceso de articulación entre el

sistema global y el campesino, este último sufrió modificaciones en sus formas de vida pues,

si bien la familia campesina sigue siendo la base de la unidad de producción, su

dependencia hacia el exterior ha crecido, obligando a parte de sus miembros a buscar

oportunidades de trabajo fuera de la unidad de producción para satisfacer nuevas

necesidades.

La falta de mano de obra sobre la unidad de producción, asociada a un aumento relativo de

ingresos monetarios, no ha provocado un cambio tecnológico en la explotación, ni logrado

una intensificación de la producción frutícola, por lo que las condiciones de producción y

venta se han visto degradadas con el tiempo. Aunque se ha conservado la racionalidad

campesina, que consiste en no apostar “todos sus recursos en una sola actividad, evitando

de esta manera tener pérdidas totales” (Bustamante et al., 2000: 117), se observa una

disminución de la producción de autoconsumo, mientras la actividad ganadera sigue siendo

relativamente escasa.

El espacio complementario para la producción que constituye el monte ha quedado al

margen del desarrollo. Hasta ahora sigue siendo un área de recolección que permite la

obtención de recursos útiles para la unidad de consumo y, por lo tanto, ayuda a la

permanencia del sistema campesino y a su identificación con un territorio con características

propias. Sin embargo, las dificultades de subsistencia en las condiciones actuales contrastan

con la riqueza del monte, el cual está visto por la autoridad ambiental como el espacio

adecuado para emprender un desarrollo basado sobre la conservación. Antes de entrar de

lleno a este tema, se aborda a continuación un análisis más detallado del funcionamiento de

algunas unidades de producción, encontrando en cada uno de estos casos fortalezas y

limitantes que desafían la construcción de un desarrollo comunitario.

Page 150: 000 Tesis para imprenta 3

150

Asimismo, la elaboración de estrategias de subsistencia obedece tanto al mantenimiento de

lógicas internas como a la adaptación de las familias a su dependencia creciente a factores

exteriores. Por ello, el capítulo que sigue pretende analizar estas interrelaciones de la

economía campesina con la sociedad global, tomando como ejes tanto la relación que existe

con los mercados y otras instituciones económicas, como los ingresos que se generan a

partir del trabajo asalariado desde la unidad de producción y afuera.

Page 151: 000 Tesis para imprenta 3

151

CAPÍTULO SEIS. REPRODUCCIÓN VINCULADA CON LA DIVERSIFICACIÓN DE ESTRATEGIAS

El análisis realizado en los dos capítulos precedentes se centró principalmente en la

organización de las familias en torno a sus prácticas agrícolas. Para obtener una visión más

integral de las unidades de producción de Santiago Quiotepec, el presente capítulo trata de

ampliar la escala de análisis, ubicando a las familias campesinas en sus interrelaciones con

los mercados e instituciones económicas. De esta manera se busca profundizar sobre la

reproducción de estas familias, a partir del estudio de sus múltiples ingresos y su forma de

obtenerlos.

Para analizar las estrategias de reproducción de las familias campesinas de Quiotepec, se

desarrollan dos secciones. En una se busca entender la composición del ingreso y de los

costos de producción agropecuarios de seis familias. Y en otra sección, se estudian los

mercados, con los cuales se relacionan, de una forma u otra, estas unidades de producción

en observación. Este capítulo analiza la situación de las unidades de producción campesinas

insertas en la sociedad global y, por otra parte, trata de entender la influencia de

interacciones mercantiles sobre los recursos naturales presentes en esta comunidad.

1. Principales estrategias de subsistencia. Mirada a través de seis retratos familiares.

A pesar de la diversidad de estrategias desarrolladas por cada familia estudiada, aparece

una forma de funcionar similar en todas, justificada por las características de esta

comunidad. Los capítulos anteriores confirmaron la predominancia de las actividades

agrícolas sobre cualquier otro sector económico, debido principalmente a la presencia de

riego, a la definición de los derechos de propiedad y, por otra parte, a un relativo aislamiento

de polos económicos, que no permite a los residentes un acceso al mercado de trabajo

regional, excepto en los casos de migración.

Existe igualmente una cierta homogeneidad en cuanto a los cultivos desarrollados en la

actualidad. El limón está presente en la gran mayoría de las unidades de producción,

Page 152: 000 Tesis para imprenta 3

152

constituyendo por lo general el principal cultivo. Está, según los casos, complementado por

otros frutales, por algunos animales con destino comercial y/o con una milpa de temporal.

Sin embargo, cabe destacar que el tiempo dedicado a la producción en las parcelas no se

relaciona en absoluto con los resultados financieros obtenidos, ni con las necesidades de

consumo en caso de autoabastecimiento. Por ello, la gran mayoría de las familias

campesinas se organizan para obtener ingresos de otras actividades, algunas relacionadas

con el campo y otras con los demás sectores económicos. Se puede también adelantar que

el apoyo gubernamental a la educación y la salud constituye un componente importante del

ingreso de las familias.

Para profundizar sobre las interrelaciones que mantienen las unidades de producción con el

exterior, voy a intentar describir, en un primer momento, los casos estudiados, para luego

resaltar algunas de las características que me parecen determinantes, tomando como eje las

consecuencias de estos nexos sobre los recursos naturales de la comunidad de Santiago

Quiotepec.

Caso 1. Esposo y padre de familia: las armas de la subsistencia43 El señor E. vive en la parte alta del pueblo de Quiotepec y es comunero. Obtuvo su parcela

de su padre, aunque tuvo que pagar a sus hermanos emigrados al D.F. la parte que

correspondía a cada cual. Su propiedad se compone de dos hectáreas de terreno comunal y

una hectárea y media de solar. Utiliza la primera parcela para la milpa de temporal pues,

aunque está ubicada cerca de un canal de riego, no se beneficia de agua durante los meses

de sequía. Esto se debe en parte a la falta de agua del río Sendo, ya mencionada

43 Por razones de confidencialidad, prefiero no citar el nombre de los entrevistados.

Page 153: 000 Tesis para imprenta 3

153

anteriormente. Además, la rusticidad del canal de riego provoca grandes desperdicios de

agua, cuando hay. En consecuencia, al igual que la mayoría de los comuneros, el señor E

casi no aprovecha su parcela comunal, aunque procura sembrar por lo menos media

hectárea de milpa una vez al año. En las temporadas buenas, la producción alcanza para el

abasto de la familia hasta la próxima cosecha, además de que constituye un alimento básico

para los animales. El ganado se compone de una yunta y cuatro vacas, más un caballo y un

burro que se alimentan de la pastura de maíz y de lo que encuentran en las parcelas.

Cuando faltan alimentos, compra pastura.

Como la mayoría de los comuneros, la parcela más productiva es el solar de una hectárea y

media, ubicado en la proximidad del pueblo, con más accesibilidad al agua del río Sendo. En

este terreno produce limones, así como unos palos de mangos, aguacates, anonas y maíz

sobre una porción vacía. Cabe destacar que en 2005, el mango casi no produjo fruta en el

pueblo debido a plagas y a la fuerte sequía que azotó la región en los meses de abril a junio.

Asimismo, los árboles de limón empezaron a secarse, por lo que no hubo cosecha durante

los cuatro meses de producción.

La familia se compone de ocho miembros, la pareja, la suegra y cinco hijos en edad escolar.

La mayor de las hijas cursa actualmente la preparatoria en México, apoyada por uno de los

tíos, mientras que los demás estudian en la primaria o telesecundaria de Quiotepec. Para

cubrir los gastos familiares, la mujer prepara y vende antojos (gorditas, bolis, elotes,

etcétera) en la plaza del pueblo, a la hora del recreo de la escuela y en las tardes.

Ante la escasez de limones en su parcela por la sequía, el señor E compró la producción de

la parcela ejidal de la escuela de la Estación este año de 2005, a razón de 30 pesos por

cada uno de los 100 árboles de limón. A cambio, se encarga de la cosecha y la venta.

Las actividades desarrolladas por el jefe de familia se centran principalmente en el trabajo de

las parcelas citadas. Con la excepción de la milpa que se dedica al autoconsumo humano y

animal, el resto de la producción tiene una orientación mercantil, permitiendo la obtención de

un ingreso financiero para satisfacer parte de las necesidades familiares monetarias.

Page 154: 000 Tesis para imprenta 3

154

Para ello, la ventaja del limón reside en su venta a lo largo del año en mercados regionales

organizados para captar una producción dispersa en múltiples unidades de producción de

pequeña escala. Otra característica de esta oferta es la irregularidad de su volumen en el

tiempo, a la cual la demanda en el mercado responde con cambios drásticos de precio, que

varían en sentido contrario de la oferta. Para facilitar el cálculo de los ingresos generados por

la producción de limón, estimé a partir de toda la información recopilada en las múltiples

entrevistas y discusiones con los habitantes, un precio promedio anual, el cual se eleva a

ochenta pesos la bolsa de treinta kilogramos (ver cuadro anexo 7)44.

El mercado de los Cues, ubicado a menos de una hora de Quiotepec, abre sus puertas los

días lunes y jueves de cada semana. Confronta físicamente a los pequeños productores de

limones y otros frutales que llegan de la cañada y pueblos serranos vecinos, con una

cantidad importante de intermediarios modestos, cuya ventaja sobre los campesinos es

poseer una camioneta de carga. Aunque el rango de fijación del precio es estrecho por

depender de otras plazas más importantes, la negociación aparenta ser ruda entre las dos

partes. Los intermediarios se abastecen en función de su capacidad de carga que no supera,

en la mayoría de los casos, las cien bolsas de treinta kilogramos. Se revenderá en la misma

semana en las principales plazas regionales (Huixcolotla, Puebla o Tehuacán), ya sea por

bolsa o por kilogramo.

Otro lugar de venta para los productores de Quiotepec es la plaza de Tehuacán, los viernes.

Al decir de éstos, el precio de venta se eleva ligeramente, aunque con éste los costos de

transporte, pero Tehuacán constituye el principal polo económico de atracción, siendo el

44 Este resultado se obtuvo tomando en cuenta las cantidades vendidas por mes, así como la variación de precios.

Page 155: 000 Tesis para imprenta 3

155

centro urbano más cercano (dos horas de camino por carretera). La venta de limón se

transforma entonces en intercambio ya que, una vez en posesión de efectivo, las familias se

surten de los bienes necesarios para el consumo familiar.

Retomando el caso analizado, se calculó un volumen de producción del cítrico de 300 bolsas

al año45, con un precio de venta promedio de ochenta pesos por bolsa de treinta kilogramos.

Sin embargo, el beneficio aportado por la venta de frutales se reduce fuertemente al

contemplar los costos de producción, así como lo muestra el cuadro 7.1.

Cuadro 7.1. Caso 1. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de

producción para el año 200546.

Caso 1.

Ingreso

($)

Costo total

($)

Beneficio

($)

Limón 24,000 16,900 7,100

Mango 1,080 102 978

Anona 2,000 170 1,830

Aguacate 1,500 255 1,245

Ganado 3,000 500 2,500

Milpa 0 2,740 -2,740

TOTAL 31,580 20,667 10,913

45 Se incluye aquí la producción de la parcela escolar, que compensa la falta de cosecha de los meses de sequía. 46 Ver en el anexo 6 los cálculos intermedios.

Page 156: 000 Tesis para imprenta 3

156

Como se constató anteriormente, las compras de plaguicidas o productos de fumigación son

mínimas o nulas, reduciéndose acaso a la aplicación de un abono químico u orgánico. Sólo

un insumo es imprescindible y grava de manera substancial los beneficios, se trata de la

fuerza de trabajo asalariada. Aunque el señor E. se beneficia del apoyo de su familia en

algunos momentos del año (principalmente vacaciones y fines de semana), la siembra de la

milpa y algunos trabajos de la parcela necesitan del apoyo de una mano de obra externa,

evaluada en un promedio de dos veces a la semana, para el limón, a la cual se añade el

empleo de mozos para el trabajo de la milpa dos veces por semana durante cuatro meses. El

segundo costo importante para la unidad de producción está representado por el transporte

de la mercancía hasta el lugar de venta. Por no contar con una camioneta, se necesita pagar

un flete por bolsa y el pasaje. Para el señor E, la venta se realiza una vez a la semana, en el

mercado de Tehuacán para aprovechar la capacidad de abastecimiento.

En consecuencia, a pesar de que la mayor parte del tiempo activo del jefe de familia se

dedica al trabajo sobre las parcelas, los resultados son diminutos. El total de los ingresos de

la producción agropecuaria, antes de la deducción de los costos de producción, corresponde

a un salario apenas superior al pago diario de un mozo47, elevándose a 31,580 pesos

anuales. Sin embargo, considerando los principales costos que tiene que enfrentar este

campesino para obtener una entrada financiera, el beneficio que queda a la familia se reduce

de manera abrupta (Cuadro 7.1), ya que 65.4% del total de las ventas sirve para pagar los

costos generados por la producción y comercialización de los productos. En particular, en

este caso, 29.3% de los ingresos se dedica al pago de la mano de obra asalariada necesaria

para la producción y 23.5% a los costos de transacción. Así, los beneficios de la producción

47 86.5 pesos diarios a comparar con un pago diario de 70 pesos por jornalero.

Page 157: 000 Tesis para imprenta 3

157

agropecuaria, alcanzados por esta familia campesina se ubican por debajo del salario

mínimo (30 pesos diarios).

Es oportuno recordar que los ingresos comentados en los párrafos anteriores son

meramente monetarios, por lo que es necesario ubicar el circuito económico de esta familia

dentro de su contexto campesino, tomando en cuenta la producción no mercantil de esta

explotación. Así, en el caso de la siembra de una milpa para autoconsumo de esta familia, no

estoy tomando en cuenta la ganancia realizada por la familia al evitar comprar maíz en el

mercado. El señor E realiza una siembra de milpa (maíz y frijol), por lo menos una vez al

año, de manera que la cosecha permita un autoabasto de estos productos para la familia48.

Aunque el objetivo no se logra siempre, por problemas relacionados con la disponibilidad de

agua y la sequía, la milpa tiene también el propósito de alimentar a los animales, reduciendo

el costo de compra de forraje, así como el tiempo de recolección de pasto o de pastoreo. En

otro ámbito, los costos relacionados con estos cultivos se reducen a lo estrictamente

necesario; es decir, a la fumigación del frijol y al uso de peones para la limpia del terreno.

Las semillas salen de la cosecha anterior, la yunta es propia y el maíz no se fumiga. Por lo

anterior, se puede apreciar que el riesgo tomado al sembrar milpa está a la altura de los

beneficios esperados, considerando además que el maíz y frijol, junto con el arroz

constituyen la base alimentaria de las familias, (Pérez-Negrón, 2001).

Asimismo, debe señalarse que el Cuadro 7.1 omite varios de los costos que enfrenta la

familia en el proceso de producción y comercialización agropecuaria, como son la compra

48 Pérez-Negrón (2001) calcula un consumo promedio anual por familia de 17.6 kg de maíz y de 4.03 kg de frijol.

Page 158: 000 Tesis para imprenta 3

158

del material necesario para transportar las frutas (cajas y bolsas), la propina ofrecida al

cargador en el mercado, las boletas de agua para el riego, entre ls más importantes.

En este caso particular, la familia tuvo que desarrollar estrategias más amplias de

reproducción, en función de sus posibilidades y de las oportunidades a su alcance. El

Cuadro 7.2 integra esta información.

Cuadro 7.2. Composición del ingreso monetario total anual. Caso 1.

Caso 1. Beneficios($) % del total.

Actividad agropecuaria de la unidad de

producción 10,913 26.4

Actividad no agropecuaria 12,000 29.0

Trabajo asalariado agrícola 2,500 6.0

Transferencias públicas15,960 38.6

Migración 0 0

TOTAL 41,373 100.0

En el caso analizado, además de la actividad agropecuaria relacionada con la unidad de

producción, el ingreso monetario se compone de otros tres rubros: el empleo del jefe de

familia como jornalero en momentos de menor actividad propia, lo cual aporta 6% del ingreso

total; el apoyo de su mujer a partir de la preparación de antojitos (29% del ingreso total) que

aporta apenas menos que el resultado de la actividad masculina y que es de donde “sale el

gasto diario” y, sobre todo, la recepción de un apoyo gubernamental a través del programa

Oportunidades.

Page 159: 000 Tesis para imprenta 3

159

Gráfica 1. Composición del ingreso anual del caso 1.

Actividad agropecuaria dela unidad de producciónActividad no agropecuaria

Trabajo asalariadoagrícolaTransferencias públicas

26.4%

29.0%6.0%

38.6%

Así, a pesar de que la familia vive como campesina, el ingreso originado por las actividades

agropecuarias cubre solamente 26.4% del total de ganancia anual. Por el número de hijos en

edad escolar (5), las transferencias públicas a través del programa Oportunidades

constituyen más de un tercio del ingreso familiar (38.6%). Hay que precisar, para este caso,

que si bien no existe una retribución monetaria directa de familiares migrantes, la hija mayor

cuenta con el apoyo de los hermanos del jefe de familia para estudiar la preparatoria en la

ciudad de México, por lo que sus gastos se reducen a sus necesidades propiamente

escolares (menos de 5,000 pesos al año).

Caso 2. La difícil transición hacia un cambio productivo El segundo caso analizado es similar al anterior en algunos aspectos. El señor P es

comunero, también con dos hectáreas de parcela comunal y una hectárea y media de solar.

A diferencia del caso anterior, su mujer posee una tienda de abarrotes establecida que

procura el mayor ingreso de la familia, aunque las ventas han bajado en estos últimos años

por la gran competencia existente en el pueblo. El mayor beneficio del negocio se obtiene de

la venta de pan y empanadas de arroz que ella misma confecciona cada tercer día en

promedio (alrededor de 100 panes con un valor de entre 1 y 4 pesos), por lo que se calcula

una ganancia promedio anual de 40,000 pesos, una vez deducidas las compras de la

Page 160: 000 Tesis para imprenta 3

160

mercancía. La familia se compone además de una sola hija, estudiante de un bachillerato en

la cabecera municipal de Cuicatlán. Los gastos en educación son fuertes, ya que tienen que

pagar mensualmente un cuarto (500 pesos), su alimentación (400 pesos), la colegiatura (300

pesos), además de otros gastos semanales (250 pesos). El apoyo otorgado por el programa

Oportunidades se eleva a 5,160 pesos por año pero sin la tienda, no se podrían pagar los

costos de educación, calculados a 22,000 pesos anuales.

El señor P, tiene cincuenta años de edad y está en proceso de independientizarse en su

oficio de campesino. Hasta hace poco, la parcela comunal estaba manejada en conjunto

entre sus hermanos y él, dedicando principalmente los esfuerzos a la cría de chivos. El señor

P mantiene intercambio de trabajo con sus hermanos, lo que le permite limitar el pago de

mozos y tener acceso a una yunta, entre otras facilidades. Sin embargo, su preocupación por

la conservación del monte y del medio ambiente en general lo ha orientado hacia la

producción agrícola. A pesar de que tiene una visión más integral de la problemática del

campo, de que pertenece a una agrupación campesina regional, que valora las riquezas

naturales de su comunidad y quiere producir con mayor valor agregado, el señor P se

conformó con la siembra de árboles de limón, hace cinco años, además de algunos otros

frutales que están en su solar. No obstante, mantiene la esperanza de que, con un impulso

exterior, se podría pensar en cultivos con un mejor proceso de comercialización (algunas

hierbas o especias como epazote, manzanilla, hierbabuena...). Mientras, completa su

producción con la siembra regular de una milpa que le permite autoabastecerse la mitad del

año y completar la alimentación de su burro, su vaca con cría y los dos puercos “de su

mujer”.

Por su participación en un Fondo Regional, ha tenido acceso al manejo de una caja de

ahorros que permite, en la actualidad, la distribución de 40,000 pesos a 40 campesinos de

Quiotepec, con una tasa de interés mínima (1%), a devolver a los seis meses de entregados.

Este monto, según sus comentarios, se invierte en la siembra de la milpa o en la compra de

una cabeza de cría.

El análisis de los ingresos generados por la actividad agropecuaria de la unidad de

producción se presentan en el Cuadro 8.1 (véanse detalles en el Anexo 6).

Page 161: 000 Tesis para imprenta 3

161

Cuadro 8.1. Caso 2. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción 2 para el año 2005.

Caso 2.

Ingreso

($)

Costo total

($)

Beneficios

($)

Limón 9,600 3,000 6,600

Chicozapote 800 85 715

Mango 320 85 235

Anona 240 51 189

Venta de animales 3,500 2,500 1,000

Milpa 3,860 -3,860

TOTAL 15,380 9,581 5,299

Cabe precisar que la producción de limones se ha iniciado apenas, por lo que el volumen

cosechado es aún limitado y crecerá probablemente en los próximos años. A pesar de una

recolección reducida de este frutal, el señor P logra obtener un beneficio gracias a que

reagrupa sus ventas sobre sólo dos días al mes. Por otra parte,accede al pago de jornaleros

sólo en momentos de apuro, principalmente para la milpa, ya que en general trabaja en

intercambio con sus hermanos. Así, los costos ocasionados por el empleo de una mano de

obra exterior y la comercialización de los frutales se reducen aquí respectivamente a 21.8% y

20.9% de los ingresos originados por la actividad agropecuaria (contra 29.3% y 23.5% para

el primer caso analizado).

Al igual que en el primer caso analizado, la posesión de animales permite la obtención de

crías y la venta de la progenitora, dejando intacta la base de la producción. Además, no se

compran alimentos, las sobras de maíz constituyen la dieta de estos dos animales y de sus

crías. La alimentación se completa con el monte, donde los animales aprovechan, entre otros

recursos, el mesquite, la cáscara de frutos de cardón (Pachycereus weberi) y el nopal

mientras su propietario recolecta la leña necesaria para la cocción del pan.

El cuadro anterior da cuenta, una vez más, de los pocos beneficios monetarios del campo,

evaluados a 5,299 pesos anuales, por lo que la subsistencia de esta familia campesina, sin

Page 162: 000 Tesis para imprenta 3

162

vínculos con la migración, depende de otros ingresos generados dentro de la comunidad,

como lo enseña el Cuadro 8.2.

Cuadro 8.2. Composición del ingreso monetario total anual. Caso 2.

Caso 2. Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de producción5,299 10.5

Actividad no agropecuaria 40,000 79.3

Trabajo asalariado agrícola 0 0.0

Transferencias públicas 5,160 10.2

Migración 0 0.0

TOTAL 50,459 100.0

Como en el caso analizado anteriormente, esta familia obedece a la lógica campesina de

diversificación productiva, a la cual se añade una diversificación de actividades económicas.

Dentro del primer proceso, se observa un esfuerzo por conservar recursos no mercantiles y

limitar así el desgaste provocado por la desventaja económica en la cual se encuentra. Sin

embargo, esta posición exige otros tipos de desgaste por los riesgos inherentes a las

condiciones climáticas y físicas, así como un mayor aporte de trabajo. En este contexto, las

transferencias públicas constituyen una oportunidad aunque, en este caso en particular no

compensa en absoluto los gastos ocasionados por la educación. Por otra parte, la

multiplicidad de tiendas de abarrotes revela la imposibilidad de vivir sólo del campo, a la vez

que constituyen una alternativa cada vez más difícil. Sin embargo, para esta familia la

actividad terciaria aporta casi 80% de los beneficios monetarios, mientras que las demás

entradas financieras se reparten equitativamente entre la actividad agropecuaria y las

transferencias públicas.

La gráfica 2 permite visualizar más claramente la composición del ingreso familiar para el

caso 2.

Page 163: 000 Tesis para imprenta 3

163

Gráfica 2. Composición del ingreso anual del caso 2.

Actividad agropecuaria de launidad de producción

Actividad no agropecuaria

Transferencias públicas

79.3%

10.5%10.2%

Caso 3. Subsistencia basada en la renta de la fuerza de trabajo El tercer comunero entrevistado se establece como otra figura de funcionamiento, donde la

búsqueda de subsistencia obliga a una multiplicidad de actividades poco redituables, pero

que tienen el objetivo de mantener parte de la familia en la comunidad. El jefe de familia, Don

V, tendría la edad de descansar y de hecho, traspasó su parcela comunal al hijo que se

quedó en el pueblo. El otro hijo vive en Oaxaca, pero no gana lo suficiente para apoyar, por

lo que la humilde vivienda alberga a Don V, su esposa, su hijo, su nuera y dos niños en edad

escolar (primaria).

La parcela comunal proviene de un terreno privado adquirido antes de los años sesenta,

cuando no se había realizado aún las escrituras de la propiedad agraria, donde se invirtieron

horas de trabajo para abrir un kilómetro de canal hasta el río Sendo. En la actualidad, no

llega el agua, por su escasez y sobre todo las malas condiciones de la infraestructura, por lo

tanto el terreno está sin uso. Sin inversión en una bomba, no hay forma de cultivar. Don V se

quedó con un solar de apenas media hectárea y constituye el sustento físico de la

producción. En él coexisten “un poco de limón”, un palo de mango y la milpa que consiste en

una maquila de maíz (200kg) y otra de frijol. La milpa se siembra con semillas propias, no se

Page 164: 000 Tesis para imprenta 3

164

pone abono y se fumiga sólo el frijol para evitar la invasión de gusanos. El trabajo más

importante es la limpia del terreno, para la cual se utilizan mozos en promedio dos veces a la

semana, ya que el hijo se ocupa casi diario en parcelas ajenas. La unidad de producción se

completa con dos burros y ocho chivos, que subsisten “de puro monte”. Los animales se

venden en caso de necesidad después de dejar crías.

En consecuencia, los beneficios que resultan de la unidad de producción están

representados en el Cuadro 9.1.

Cuadro 9.1. Caso 3. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005

Caso 3

Ingreso ($)

Costo total

($) Beneficios

($)

Limón 12,000 9,680 2,320

Mango 700 0 700

Compra venta de animales 1,500 500 1,000

Milpa 600 -600

Total 14,200 10,780 3,420

El resultado de un beneficio anual agropecuario de menos de 4,000 pesos demuestra la falta

de rentabilidad económica de una unidad de producción con tierra tan reducida, donde la

falta de mano de obra familiar obliga a dedicar la mitad de los ingresos al pago de jornaleros.

Asimismo, los costos de esta producción agropecuaria alcanzan casi 76% del total de los

ingresos (anexo 6), de los cuales el 49.3% se utiliza para el pago de jornaleros y el 18.9%

para cubrir los costos de transacción. Ante una situación tan dramática, la familia está en la

imposibilidad de tomar riesgos de inversión.

La falta de posibilidad de invertir repercute sobre las actividades no agropecuarias, como lo

muestra el cuadro 9.2.

Page 165: 000 Tesis para imprenta 3

165

Cuadro 9.2. Composición de los ingresos anuales para el caso 3.

Caso 3. Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de

producción 3,420 9.2

Actividad no agropecuaria 10,000 26.8

Trabajo asalariado agrícola 17,500 46.9

Transferencias públicas 6,360 17.1

Migración 0 0.0

TOTAL 37,280 100.0

Frente a los escasos 3,420 pesos que forman el beneficio agropecuario de esta unidad de

producción, una de las actividades emprendidas se origina en un complicado sistema de

compra-venta de frutas y verduras en el mercado de Ajalpan (cerca de Tehuacán). Esto se

debe al acceso a un camión de carga de un familiar que les cobra a cambio, según el

entrevistado, solamente el pago de la gasolina. La venta de los productos se realiza delante

de la casa y permite obtener 26.8% del ingreso total.

Sin embargo, la mayor entrada monetaria se debe al empleo del hijo como jornalero de

tiempo completo, misma que representa 46.9% del ingreso total. Por otro lado, el aporte

gubernamental a la educación se ubica, una vez más, como un ingreso significativo

proporcionalmente hablando. Sin embargo, con un total anual ligeramente superior a los

37,000 pesos para seis miembros, el jefe de familia considera importante, además, de utilizar

los recursos útiles del monte para satisfacer algunas necesidades alimentarias.

Es importante precisar que con la constitución de la Reserva de la Biosfera, desapareció uno

de los medios de subsistencia de la familia de Don V., la venta de leña seca obtenida del

monte.

Caso 4. Equilibrio en la diversidad Este cuarto caso difiere de los demás principalmente por la pertenencia del señor R a la

comunidad ejidal. Por lo tanto, él y su familia viven en el lugar de la Estación. La familia se

Page 166: 000 Tesis para imprenta 3

166

compone del jefe de familia, de su esposa, sus papás y tres hijos, mientras que otros dos

hijos han emigrado a Estados Unidos y dos otros se casaron y viven en Oaxaca y Teotitlán.

El señor R posee dos parcelas. Una de ellas es de una hectárea y se ubica en el lugar “el

Arenal” que corresponde a la ex-hacienda. Ésta se beneficia de riego todo el año gracias al

río Grande y posee tierras de buena calidad. Aproximadamente tres cuartas partes de este

terreno está sembrada de limón desde el tiempo que pertenecía a su padre. Sin embargo, el

nuevo propietario va cambiando poco a poco los árboles, ya viejos de más de cuarenta años,

con la siembra de semillas seleccionadas de la huerta. Una de las características del terreno

de don R es que no tiene un acceso directo al río por situarse más arriba del canal, así que

la irrigación se efectúa mediante una bomba. La otra parcela es un pedazo de tierra (media

hectárea) del lado del río Salado, está actualmente casi en estado de abandono, al igual que

la mayoría de las parcelas de ese lugar, ya que tiene aguas saladas que dañan a las

plantaciones. Como consecuencia, el canal que permitía la irrigación no se ha beneficiado de

mantenimiento, ya que los ejidatarios prefirieron dar toda la atención a la parte de “El

Arenal”, con tierras de buena calidad y más cercanas al núcleo urbano. Así, los cien árboles

que poseía esta familia en “El Salado” se secaron.

Al parecer, los ejidatarios tienen un menor interés en sembrar milpa. En este caso, se explica

por los costos de irrigación que se elevarían demasiado. Además, el productor prefiere

ocupar el máximo de espacio para el limón y argumenta que el maíz no crece bien a la

sombra de los árboles. Otra razón invocada reside en la falta de acceso a un crédito, y más

si el maíz se asocia con frutales.

Por su situación de monocultivo, el limón recibe un cuidado máximo, que se refleja en su

volumen de producción. Aunque acostumbrado a trabajar la parcela solo, el señor R declaró

ocupar un mozo durante una semana al mes para la poda. Otra inversión que le interesa

realizar es abonar los árboles; para ello utiliza el abono de los chivos y complementa con la

compra de un promedio de ocho bolsas por año de abono de murciélago. Para la cosecha

participan los hijos en edad escolar.

En cuanto a actividades pecuarias, esta familia cuenta con un burro y algunos borregos

(ocho adultos y dos crías), estos últimos pertenecen a unos de los hijos emigrados pero

Page 167: 000 Tesis para imprenta 3

167

mientras éste regresa, están integrados a la unidad de producción familiar. Es posible que la

venta de animales de vez en cuando represente un complemento al ingreso agrícola. Los

beneficios agropecuarios que provienen directamente de la unidad de producción se

describen en el cuadro 10.1.

Cuadro 10.1. Caso 4. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005.

Caso 4

Ingreso ($)

Costo total ($)

Beneficios ($)

Limón 28,000 17,410 10,590

Compra venta de animales 4,000 3,000 1,000

Total 32,000 20,410 11,590

La cantidad cosechada de limón supera ampliamente la de los solares comunales, ya que

alcanza un promedio de 350 bolsas al año, o sea 10.5 toneladas por tres cuartos de hectárea

(13 toneladas por hectárea). Sólo el caso 1 se acercaba a este volumen de producción (300

bolsas), pero en una parcela más grande (1 ha) y tomando en cuenta la cosecha de la

parcela escolar, también ejidal.

A pesar de que esta unidad de producción soporta costos importantes por el precio del riego

por bomba y los cuidados otorgados a los árboles, éstos son proporcionales al ingreso

agropecuario, comparables con los otros casos estudiados hasta ahora, como lo enseña el

Cuadro 10.2.

Cuadro 10.2. Porcentaje de los principales costos de producción y comercialización respecto al ingreso agropecuario.

Caso 4.

Ingreso

Costo mano de obra

Costo de comercialización

Costo riego

Costo total

Limón ($) 28,000 4,200 7,050 5,040 17,410

Ganado ($) 4,000 3,000

Total ($) 32,000 4,200 7,050 5,040 20,410

% sobre ingreso 13.1 22.0 15.8 63.8

Page 168: 000 Tesis para imprenta 3

168

La mayor ganancia, debida a una productividad más elevada, explica en parte la situación, a

la cual se añade un uso de mano de obra exterior limitado y la ausencia de costos vinculados

con las actividades de la milpa. A pesar de este tipo de manejo, los costos derivados de la

producción e intercambio gravan casi las dos terceras partes del ingreso (63.8%).

Dado que el señor R cuenta con dos hijos solteros “del otro lado”, ha pensado en varias

ocasiones en la posibilidad de adquirir una camioneta, para disminuir sus costos de

transporte (22.0% de los ingresos). Sin embargo, se queja del abandono de Banrural y

Procampo. Aunque él pertenece a un grupo de Procampo, en los últimos años no le han

otorgado ningún apoyo, alegando que no cumple con el requisito de superficie.

Así, a pesar de tener una mayor productividad, este caso se asimila a los demás, obligando

a la familia a la búsqueda de ingresos complementarios, mismos que obedecen a los

esquemas ya descritos.

Cuadro 10.3. Composición de los ingresos anuales para el caso 4.

Caso 4. Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de

producción 11,590 19.3

Actividad no agropecuaria 18,000 30.0

Trabajo asalariado agrícola 10,500 17.5

Transferencias públicas 9,960 16.6

Migración 10,000 16.7

TOTAL 60,050 100.0

Page 169: 000 Tesis para imprenta 3

169

Hace apenas un año que esta familia instaló una tiendita de abarrotes delante de su casa,

por lo que la inversión inicial proviene aparentemente del apoyo de los hijos emigrados. La

tienda tiene como objetivo principal, según el señor R, permitir un acceso a productos

básicos a precio de mayoreo para la familia. En realidad está poco surtida y, debido a la

religión de esta familia, no vende cigarros ni licores49. No obstante su sobriedad, se calcula

que los beneficios originados por este negocio son los más importantes de la unidad de

producción (30% del total).

Como la mayoría de los productores de Quiotepec, el señor R declara emplear su fuerza de

trabajo en otras unidades de producción, con un promedio de 140 días al año. Este ingreso

representa 17.5% del total, que se puede comparar con el empleo de mozos en su parcela

del orden de 60 días al año.

El resto de las entradas monetarias proviene de dos tipos de transferencias que constituyen,

en conjunto, un tercio de los ingresos totales. Se trata del programa Oportunidades y de las

remesas, las cuales mejoran los recursos financieros de la familia por partes iguales.

Caso 5. Producir con escasa tierra El siguiente caso debe su complejidad a la falta de tierra cultivable de la unidad de

producción y, además, a la relación mantenida con los dos grupos agrarios. Aunque el padre

del señor I poseía una parcela ejidal, decidió traspasarla a otra persona, dejando a su hijo

con pocos medios de producción. El señor I se quedó solamente con un solar de 400 m sin

49 Desde 1985, esta familia se ha convertido al Evangelismo, convirtiendo también a dos familias más de la Estación.

Page 170: 000 Tesis para imprenta 3

170

casa2 en el ejido, lo que lo pone en situación de avecindado. En 2005 el terreno no se

sembró. Posee además en el pueblo una casa con un solar comunal de media hectárea

plantado de “algunos” árboles de limón. La unidad de producción cuenta con cuatro burros

pues cada año vende uno y se queda con la cría. Los animales se alimentan en el monte en

temporada de lluvia y, cuando no hay rastrojo, les compra pastura para el resto del año.

La relación de don I con el campo es muy irregular. La falta de tierra cultivable lo obliga a

buscar otras formas de producir. En algunos años, este jefe de familia siembra milpa en

terreno ajeno, “a medias”. A cambio del terreno, él pone la mano de obra y los demás gastos

se dividen entre los dos productores, así como la cosecha. En el pasado alquilaba una

parcela para cultivar melón, pero hace más de diez años que no lo intenta debido a la

carestía de los costos de producción, como consecuencia de la incidencia de plagas. El

ingreso de esta familia, compuesta solamente de su esposa y una joven que ayuda en el

trabajo de la casa, se completa con una tienda cada vez menos surtida, cuyos principales

beneficios provienen de la elaboración de pan y de la presencia de una caseta de teléfono.

Los ingresos agropecuarios anuales generados por la unidad de producción se muestran en

el Cuadro 11.1.

Cuadro 11.1. Relación costo beneficio de la actividad agropecuaria de la unidad de producción para el año 2005. Caso 5.

Caso 5

Ingreso ($)

Costo total ($)

Beneficios ($)

Limón 5,760 1,104 4,656

Compra venta de animales 400 500 -100 Milpa 2,185 -2,185

Total 6,160 3,789 2,371

El ingreso monetario generado por la actividad agropecuaria de la unidad de producción es

casi inexistente, limitándose a 2,371 pesos anuales. Los esfuerzos desarrollados por este

jefe de familia superan este resultado monetario y revelan, de manera más acentuada que

en los otros casos analizados, una lógica de producción fuera de la eficiencia económica. Se

puede entender que la actividad agropecuaria de esta unidad de producción se mantendrá

Page 171: 000 Tesis para imprenta 3

171

mientras no ocasione pérdidas que tendrían que gravar los beneficios de las otras

actividades productivas. Así, la reducida producción de limón aporta los recursos financieros

necesarios para la siembra de maíz, misma que se resulta necesaria para la manutención de

los burros y la necesidad de limitar sus riesgos de alimentación.

Los bienes de consumo y de primera necesidad se pueden adquirir gracias al desarrollo de

dos tipos de actividades, comunes a la mayoría de los habitantes de Quiotepec y que

resaltan en el Cuadro 11.2.

Cuadro 11.2. Composición de los ingresos anuales para el caso 5.

Caso 5. Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de producción 2,371 5.9

Actividad no agropecuaria 28,800 72.1

Trabajo asalariado agrícola 8,750 21.9

Transferencias públicas 0 0.0

Migración 0 0.0

TOTAL 39,921 100.0

Por una parte, el comercio familiar provee la mayoría de los ingresos monetarios, a pesar de

su decline. Por otra parte, el jefe de familia trabaja en parcelas ajenas a razón de dos o tres

días por semana.

Caso 6. Mujer y jefa de familia, un reto mayor Este caso presenta una variante en el sentido en que el jefe de familia, J, es mujer, teniendo

a su cargo una hija de diez años a punto de salir de la escuela primaria. El papá de J es

ejidatario. Además de la parcela que él recibió al momento de la repartición agraria de 1929,

a sus escasos 17 años de vida, heredó otra de su papá y de hermanos, por lo que se ubica

como uno de los más favorecidos en cuanto a posesión de tierras. Asimismo, su unidad de

producción le permitió mantener a ocho hijos y tener en algún momento de su vida una

camioneta. Recientemente, repartió la mayoría de sus pertenencias a sus hijos, quedándose

con un solar y una parcela. Por su parte, su hija J recibió una parcela ejidal y una casa. Sin

Page 172: 000 Tesis para imprenta 3

172

embargo, la parcela está sin desmontar y su irrigación requeriría de una bomba, por lo que

está sin explotar.

Hasta 1999 J vivía de la preparación de comidas y venta de bebidas y alimentos a los

viajeros del tren. La ubicación de su casa cerca de lo que era la estación de ferrocarril

favorecía su negocio. Sin embargo, después del cierre del tren en ese año, tuvo que recurrir

a otros medios de subsistencia. La vejez de su papá y la salida a Estados Unidos de los

hermanos que lo apoyaban la obligaron a tomar el relevo, por lo que durante varios años se

dedicó a cosechar y vender limón a cambio de comida para ella y su hija. Sin embargo, al

momento de la entrevista, J acababa de decidir volver a ser más independiente. Aprovechó

el periodo de Semana Santa, cuando llegan foráneos a disfrutar el río Grande, para vender

cervezas y refrescos en la playa. La ganancia, que alcanzó 4,000 pesos se invirtió en

productos de abarrotes. Aunque sigue apoyando a sus papás en la venta de limón y, a

veces, en la cosecha, su actividad principal actual gira en torno a la venta de lo que se

puede, cervezas, refrescos, bolis, gelatinas, galletas, etcétera Dos veces a la semana, se

levanta a las tres de la mañana para ofrecer café a los viajeros provenientes de México que

regresan a los pueblos serranos y esperan el siguiente camión delante de su casa. Cuando

hay oportunidad, sirve comidas corridas. En sus tiempos libres busca quelites en los terrenos

ruderales para alimentar a sus dos marranos y su chivo, cuando falta comida les compra

maíz. El traspatio integra también algunas gallinas.

Así, la señora J y su hija viven al día, buscando siempre las circunstancias que les permitan

sobrellevar el gasto cotidiano. En los momentos de mejor ganancia, invierten en algunos

arreglos de la casa o en la compra a crédito de algún aparato (televisión, equipo de

sonido...). Esta jefa de familia ha sabido aprovechar las ofertas de los partidos políticos que

llegan al pueblo. Así, tomó un curso de costura y confección organizado en el pueblo durante

quince días, con el apoyo del PRI a cambio de recibir dinero ($1,400).

En este momento de transición, J. no sabe qué puede ser su futuro. Le atrae salir del pueblo

para “hacer dinero”, que podría invertir en su terreno o en la educación de su hija. Al mismo

tiempo, le preocuparía alejarse y dejar a sus papás hundirse en la pobreza; es buena

cosechadora de limón y le gusta el campo, aunque quisiera poder trabajar “menos duro”. Por

ahora, sus ingresos se reparten como lo indica el Cuadro 12.1.

Page 173: 000 Tesis para imprenta 3

173

Cuadro 12.1. Composición de los ingresos anuales para el caso 6.

Caso 6. Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de producción600 2.0

Actividad no agropecuaria 25,000 84.6

Trabajo asalariado agrícola 0 0

Transferencias públicas 3,960 13.4

Migración 0 0

TOTAL 29,560 100.0

En este caso, los ingresos generados por actividades agropecuarias son casi nulos, aunque

J vive preocupada por la producción de limón. Sin embargo, las circunstancias la llevaron a

buscar ganancias accesibles con una inversión mínima. Hay que precisar que, como en los

casos anteriores, no fue posible tomar en cuenta la totalidad de los ingresos eventuales que

provienen de apoyo de familiares, de instituciones políticas o administrativas o de venta de

recursos naturales50. Aunque se puede predecir que no cambia la forma de vida de las

familias de Quiotepec, constituye un ingreso extra que aliviana lo cotidiano o permite la

adquisición de algún bien productivo (cabeza de ganado) o improductivo (televisión).

La descripción de estrategias de vida no sería completa sin tomar en cuenta algunas familias

con más facilidades gracias a un manejo más amplio de las circunstancias. Es el caso por

ejemplo de un ejidatario que pasa temporadas fuera del país, “a lo que va”: obtener

50 Como ejemplo, se puede citar la extracción regular de arena de las playas del río Grande por camiones de carga. El ejidatario en turno encargado de vigilar la llegada de estos camiones se queda con el 30% de la venta.

Page 174: 000 Tesis para imprenta 3

174

ganancias para mejorar su unidad de producción y las condiciones de vida de su familia. Así,

el señor A, ejidatario, comenta que sus idas a Estados Unidos le han permitido comprar una

bomba eléctrica y una camioneta. Además, adquirió otra visión de su situación de campesino

y busca en la actualidad cómo mejorar sus ganancias agropecuarias: Además de estar

renovando sus árboles de limón con híbridos sin espinas para facilitar el corte y evitar las

plagas, está analizando varias opciones de producción más redituable51.

Síntesis Este recorrido a través diferentes estrategias desarrolladas por las familias campesinas de

Quiotepec para obtener los ingresos necesarios para su subsistencia deja varios mensajes

claros. El primero es que, de manera general, no hay forma de subsistir con las actividades

agropecuarias de la unidad de producción, aunque éstas ocupan la mayor parte del tiempo

de por lo menos una persona de la familia. El Cuadro 13. confirma lo anterior. Sólo en un

caso, el ingreso agropecuario representa más de un cuarto de los ingresos totales.

Cuadro 13. Porcentaje del ingreso agropecuario respecto al total.

Caso 1 Caso 2 caso 3 caso 4 caso 5 caso 6

Ingreso agropecuario ($) 10,913 5,299 3,420 11,590 2,371 600

Ingresos totales ($) 41,393 5,0459 3,7280 60,050 39,921 29,560

% ingreso agropecuario

respecto al total 26.4 10.5 9.2 19.3 5.9 2.0

En segundo lugar, hay que reconocer una cierta uniformidad en las formas de vida de las

familias campesinas de Quiotepec, por las pocas oportunidades presentes en cuanto a

51 Comenta, entre otras, la compra de un terreno para sembrar tomates o pastura para animales.

Page 175: 000 Tesis para imprenta 3

175

actividades productivas y el bajo nivel económico de las familias. El jornal constituye, en

varios casos, la única actividad accesible para completar el ingreso monetario, aunque

prefigura más un intercambio que un ingreso bruto. Por otra parte, para las unidades de

producción que han podido invertir en algún momento de su evolución, las actividades no

agropecuarias representan generalmente la mayor ganancia. La migración juega un papel

más irregular en la vida de las familias de Quiotepec, ya que los miembros emigrados suelen

aprovechar su salida del pueblo para lograr su independencia, dando un apoyo más bien

puntual al resto de la familia. En cambio, las transferencias públicas representan en varios

casos una entrada de dinero substantiva, aunque limitada al tiempo de estudio de los hijos y

a la voluntad gubernamental.

La estimación del ingreso diario de cada familia analizada y, aún más, del ingreso diario por

miembro, da cuenta de la poca solvencia económica de estas familias (Cuadro 14).

Cuadro 14. Disponibilidad monetaria promedia al día, por familia y por miembro(1). Pesos

mexicanos.

Caso 1 Caso 2 Caso 3 Caso 4 Caso 5 Caso 6

Ingreso promedio diario por familia ($)

113 138 102 164 109 81

Ingreso promedio diario por

miembro ($)

14 46 17 23.5 36.5 40.5

(1) Estimaciones a partir del ingreso anual y del número de miembros por familia. Síntesis de los cuadros anteriores.

En dos de los casos, el ingreso promedio diario por persona presente en la familia se ubica a

nivel de los criterios internacionales de pobreza (menos de dos dólares por día), lo que

denota una lucha diaria por la subsistencia, aunque las circunstancias naturales del lugar

permiten un desahogo en algunos periodos del año. Según los entrevistados, “no falta

comida”, pero tampoco sobra. La existencia gira alrededor del trabajo, la vida social se limita

a faenas, festivales de escuela, fiesta del santo patrono y algunos festejos religiosos. A diario

existe un solo escape, reservado a los poseedores de televisión: las telenovelas, con su

mundo artificial y sus finales felices.

Page 176: 000 Tesis para imprenta 3

176

Para la mayoría de las familias campesinas de Quiotepec, la falta de medios de producción y

de conocimiento de los mecanismos económicos globales impidió hasta ahora pensar el

futuro y valorar el potencial natural a su alcance. La transformación de este territorio

privilegiado en un área protegida representa, tal vez, la oportunidad de acercar la población a

un desarrollo más justo y equilibrado, siempre y cuando se haga presente esta preocupación

en la población local, para un intercambio más beneficioso y equilibrado entre los diferentes

actores del desarrollo.

En todo caso, cualquier intento por mejorar el bienestar de la población de Quiotepec,

basado en un mejor manejo y la conservación de sus recursos naturales, debe de entender

las interacciones existentes entre las unidades productivas de esta comunidad y la sociedad

global (Ray, 1998). El apartado siguiente es un intento por analizar las principales fallas que

se presentan en los diferentes mercados regionales, así como sus consecuencias sobre los

recursos naturales.

2. Funcionamiento de los mercados. Consecuencias para los recursos naturales.

El análisis de los seis casos precedentes refleja las condiciones de producción y

comercialización de las unidades de producción, así como la necesidad, para éstas, de

recurrir a otras actividades productivas para acceder a bienes de primera necesidad. Esta

situación tiene múltiples raíces, todas relacionadas con la inserción de la economía

campesina en un contexto global y con el estado de sus recursos naturales. Del apartado

anterior se desprende la confrontación o falta de incidencia de los campesinos de Quiotepec

en cuatro tipos de mercados agropecuarios esenciales para llevar a cabo sus actividades

productivas; se trata de la fuerza de trabajo, la tierra, el crédito y la comercialización de sus

productos. Éstos conforman el presente análisis.

Fuerza de trabajo Para la gran mayoría de las familias de Quiotepec, el intercambio de fuerza de trabajo

consiste en la compraventa de jornales. Su particularidad reside en que casi todos los

oferentes son también demandantes, aunque generalmente la relación es asimétrica. Como

consecuencia, el costo de pago de jornaleros se atenúa con el salario obtenido del trabajo

Page 177: 000 Tesis para imprenta 3

177

como peón. Otra característica es la estabilidad del precio y la homogeneización de las

condiciones de trabajo.

Cuadro 15. Oferta y demanda de fuerza de trabajo asalariada.

Caso 1 Caso 2 Caso 3 Caso 4 Caso 5 Caso 6

Ganancia para empleo como jornal

($) 2,520 0 17,500 10,500 8,750 0

Pago de jornaleros ($) 9,240 3,360 7,000 4,200 1,680 0

Ganancia/pérdida ($) -6720 -3,360 10,500 6,300 7,070 0

Una explicación a esta situación puede encontrarse en lo que significa el trabajo asalariado

agrícola fuera de la unidad de producción. En la mayoría de los casos complementa el

ingreso agropecuario o por lo menos aminora los costos provocados por la necesidad de

recurrir a jornaleros. Por la falta de mano de obra familiar generalizada a todas las unidades

de producción, pero también porque hay unos periodos menos demandantes en trabajo

agrícola, este mercado es muy cambiante a lo largo del año, con una oferta probablemente

inferior a la demanda, lo que obliga a algunas unidades de producción a descuidar ciertas

tareas de la parcela.

De manera contradictoria, el funcionamiento de este mercado tiene también su regularidad,

en el sentido de que el tiempo de trabajo campesino se reparte, a la semana, entre las

parcelas propias y las ajenas. Esta organización permite el trabajo en equipo sobre la

parcela, echándose la mano unos a otros para las cargas más pesadas. Igualmente la

relación de trabajo entre campesinos puede ayudar a reforzar los vínculos de solidaridad

entre ellos, lo que favorece los intercambios en caso de necesidad. Otra ventaja para los

campesinos que obtienen un excedente monetario en este mercado, se encuentra en la

posesión de una liquidez para enfrentar la compra de los bienes de consumo necesarios.

Como se ha comentado anteriormente, la escasez de miembros en cada familia, así como la

repartición de tareas según el género y la edad son los principales factores que llevan a

recurrir al empleo de peones. La ausencia de maquinaria y la migración de los jóvenes

acentúan la necesidad de trabajo asalariado, aunque la simplificación de los trabajos

Page 178: 000 Tesis para imprenta 3

178

agrícolas a lo mínimo indispensable y el tamaño reducido de las parcelas limitan esta misma

necesidad.

Sin embargo, es muy probable que el empleo de una fuerza de trabajo externa quite

eficiencia a la unidad de producción. En efecto, la homogeneidad de la producción agrícola

de Quiotepec presupone que todas las unidades de producción requieren de un trabajo

similar, en los mismos momentos, y que cada productor va a privilegiar su unidad de

producción, excepto en casos de urgente necesidad de liquidez.

De hecho, se puede percibir, a través del análisis de los casos anteriores, que los

campesinos que venden con más frecuencia su fuerza de trabajo son los que poseen una

menor extensión de tierra cultivable y no han tenido acceso a otro tipo de actividades

productivas más redituables. Pero es probable que influyan también en esta relación, las

transferencias recibidas desde la migración o por el gobierno. Así, ante la falta de

oportunidades de mejores ganancias, el apoyo público o privado exterior puede jugar un

papel de desestímulo para el productor, en cuanto al manejo de sus factores de producción

tierra y trabajo.

Fuera de la parcela o de la renta de su fuerza de trabajo, la mayoría de los campesinos de

Quiotepec mantiene una relación estrecha con el monte. El trabajo en este espacio de uso

común no tiene forma de producción directa, sino de proporcionar algunos recursos

necesarios al funcionamiento de la unidad familiar. Son contadas las familias que utilizan el

monte como medio de intercambio mercantil y, en dado caso, se trata de una ganancia

temporal. Sin embargo, su importancia reside en sus costos de oportunidad, ya que permite

no recurrir al mercado para algunas necesidades de producción o consumo pero, a cambio,

quita tiempo al trabajo sobre la parcela.

En consecuencia, a pesar de un impacto relativamente bajo del monte para las unidades

productivas, es importante mencionarlo por su papel compensatorio para los ingresos

familiares, además de que representa una complementariedad al trabajo en parcelas. Por

ahora parece ser que el uso puntual del bosque no pone en peligro sus recursos naturales,

excepto en casos contados de sobreexplotación de algunos recursos. Sin embargo, la

Page 179: 000 Tesis para imprenta 3

179

ausencia de alternativas productivas podría, a la larga, provocar una sobreexplotación del

espacio común, así como un fuerte conflicto institucional.

Tierra Todas las familias instaladas en la comunidad de Quiotepec son propietarias de una porción

de terreno cultivable, por lo menos de un solar. El pueblo se divide entre dos tipos de

propiedad social debido a que la repartición agraria se realizó en dos etapas y absorbió la

totalidad del territorio. En los dos casos, la tierra cultivable, entendida ésta como la que se

ubica en la proximidad de uno de los cuatro ríos que cruzan el territorio, fue repartida de

manera equitativa entre todas las familias de cada comunidad agraria. Sin embargo, la

distribución inicial ha ido cambiando con el tiempo. En la actualidad se observa un acceso

diferenciado. La imposibilidad de recurrir al mercado de crédito tiene su mayor consecuencia

en la casi inexistencia de un mercado de tierra. Como se ha observado en el apartado

anterior, existe un cierto número de terrenos sin cultivar. La inversión necesaria para

hacerlos productivos impidió su utilización y la política de conservación impuesta a la

comunidad canceló la posibilidad de desmontar dichas tierras.

Para compensar la falta de parcelas propias sin acceder al mercado de tierra, algunos

productores han recurrido a arreglos interpersonales a través de la mediería (por ejemplo el

caso 5). Sin embargo, la inseguridad vinculada con la temporalidad del alquiler y las

condiciones de temporal de los terrenos accesibles para este tipo de acuerdo, añadido a la

reducción de los resultados a la mitad de la cosecha, vuelve poco rentable y estimulante este

esquema, aunque a veces constituye la única forma de obtener una cosecha (Ray, 1998).

Tres elementos inherentes a la tierra influyen directamente sobre la producción

agropecuaria, que son el tamaño de la parcela, la calidad de los suelos y su accesibilidad a

riego, los cuales se relacionan a su vez con la fuerza de trabajo utilizada y las posibilidades

de inversión.

Las entrevistas sobre costo beneficio realizadas en julio de 2005 permiten percibir una

estrecha relación entre el tamaño de la parcela y el ingreso agropecuario de la unidad de

producción. También dejan apreciar la diferencia de productividad entre tierras ejidales

(entendiendo como ejidales las de la ex-hacienda) y comunales. Las primeras se benefician

Page 180: 000 Tesis para imprenta 3

180

de agua durante todo el año y se consideran de mejor calidad, comparadas con las

comunales que provienen del desmonte del bosque y sufren sequía durante parte del año. El

cotejo de los casos 1 y 4 permite determinar una diferencia de productividad de 133% en

cuanto a producción de limón52. Además de explicar este gran contraste debido a las

diferencias de disponibilidad en agua entre las dos comunidades agrarias, intervienen

igualmente los cuidados procurados a los árboles como lo ilustra el caso 4. Todo parece

indicar que mejores resultados productivos estimulan los esfuerzos personales y la inversión,

porque el riesgo de perder parte de la cosecha es menor. Sin embargo, el ingreso obtenido

en el caso 4 se aminora por los costos de producción. En este caso el uso de una bomba

para acceder a la irrigación deja poco margen para inversiones más importantes53. De hecho,

es de mencionarse que los daños realizados por el huracán Stan en octubre de 2005

afectaron principalmente a ejidatarios. Las pérdidas fueron de tal magnitud que desanimaron

a los campesinos a continuar la siembra de la milpa, así como a invertir un mayor esfuerzo

sobre la parcela. Por otra parte, es de mencionarse un agotamiento de la tierra cultivada,

evidente en los resultados productivos, causado por tantos años de cultivos ininterrumpidos

sin los cuidados adecuados. Se puede decir que la milpa tradicional pudiera ser un apoyo a

la renovación del suelo, por los aportes en nitrógeno de las leguminosas y los nutrientes que

representan los rastrojos. Sin embargo, la falta de apoyo para la siembra ha sido la mayor

limitante en las parcelas de riego, así como las plagas que invaden al frijol.

52 En el caso 4, se produce 10.5 T. de limón (350 bolsas de 30 kg.) sobre ¾ ha, lo que corresponde a 14 T. por Ha. En el caso 1, se calculó un promedio de 200 bolsas para este año sobre 1 Ha, es decir 6 T. En consecuencia, el caso 4 produce 133% más que el 1. Hay que recordar que los comuneros no tuvieron cosecha durante los 4 meses de sequía. 53 El caso 4 se queja de no tener acceso a un crédito de Procampo por el tamaño reducido de su parcela y tampoco a la compra de una camioneta para el transporte de su producto.

Page 181: 000 Tesis para imprenta 3

181

En otro aspecto, cabe destacar la figura de productores propietarios de un terreno cultivable

tan reducido que la producción agropecuaria es casi simbólica, dejando ingresos marginales,

como en los casos 3 y 5. Igualmente, el caso 6 constituye otro esquema donde se posee una

parcela ejidal, pero el acceso al riego depende de una inversión en infraestructura de riego

(bomba) y en desmonte, imposible de obtenerse sin crédito. Por otra parte, el bajo precio

ofrecido por los escasos compradores existentes54 no favorece la creación de un mercado, a

la vez que los pocos rendimientos obtenidos del campo no motivan a la compra.

La generalización del tamaño restringido de las parcelas agrícolas, vinculada con la falta de

oportunidades de empleo en la comunidad y la búsqueda de un mayor bienestar, han llevado

a una migración substancial de los hijos en edad de trabajar. Los que emigran en el país

viven principalmente en grandes ciudades vecinas (México, Puebla, Oaxaca) y mantienen

una relación más o menos estrecha con sus familiares, sobre todo si dejaron una casa o un

terreno. En general, transportaron con ellos sus dificultades de subsistencia, por lo que su

ayuda financiera se limita a menudo a llevar víveres o comprar bienes durables para sus

familiares.

En cuanto a la migración “al otro lado”, presenta en la mayoría de los casos un carácter

temporal. Tiene el objetivo de obtener una mayor solvencia económica para enfrentar los

retos productivos de la unidad de producción en el pueblo, invertir en un medio de

producción redituable y apoyar, de manera irregular, a los familiares con la compra de bienes

de consumo que parecían inaccesibles. Un hecho, confirmado por otras fuentes (Rello, 2005;

World Bank, 2005) salta a la vista; las familias con pocos recursos económicos no migran,

54 Al parecer, se ha vendido u ofrecido 1 ha de monte a 10,000 pesos; 1 ha de tierra cultivable a 60,000 pesos.

Page 182: 000 Tesis para imprenta 3

182

por lo que junto con las diferencias de tamaño de tierra cultivable se perciben desigualdades

cada vez más marcadas entre la población en acceso a bienes de consumo, tipo de casa,

inversiones en negocio, etcétera Sin embargo, las desigualdades parecen abarcar más la

esfera del consumo, sin aportar cambios relevantes en la forma de producir.

El funcionamiento del mercado de tierra, junto con el de trabajo, tiene como consecuencia un

desaprovechamiento de parte del suelo, así como una falta de intensidad productiva que

limita el ingreso campesino y el buen manejo de las parcelas. En este contexto, el monte

complementa algunas necesidades de la familia y de su unidad productiva, aunque son

relativamente pocos los recursos silvestres utilizados.

La mayoría de los problemas detectados en relación con la tierra y la fuerza de trabajo se

origina en el mal funcionamiento de un tercer factor de producción, que es el crédito, como

se analiza a continuación.

Crédito El apoyo financiero directo al tipo de producción presente en Quiotepec es casi inexistente y,

sin él se esfuman las posibilidades de crecer, como lo demuestra lo anterior. Los ingresos

adicionales de las familias se dedican prioritariamente al consumo alimentario e, inclusive en

los casos contados de familias enriquecidas gracias a la migración o la posesión de una

camioneta de carga, la inversión de excedentes monetarios en la unidad de producción

implica demasiados riesgos para realizarse.

La ausencia de créditos genera la aplicación mínima de insumos, así como una tecnología

limitada al uso de yunta, de un burro para el transporte de la cosecha desde la parcela hasta

la casa y de una infraestructura de riego rudimentaria e ineficiente. Antes de 2005, se

contabilizaban siete ejidatarios con bombas y menos productores con camioneta. En el caso

de los ejidatarios, es de recordar la reciente adquisición de una bomba colectiva después de

la destrucción del canal de riego del Arenal por el huracán Stan.

A excepción de la buena respuesta gubernamental al desastre natural provocado por Stan,

se evidencia un abandono general de los pequeños productores por el Gobierno. El único

apoyo atribuido a todas las familias con hijos en edad escolar parece tener como función

Page 183: 000 Tesis para imprenta 3

183

expulsar la fuerza de trabajo futura del campo, ya que la educación promovida no tiene nada

que ver con las oportunidades de vida en el pueblo.

La falta de apoyo en general abarca tanto la imposibilidad de tener acceso a insumos que

permitirían mejorar la productividad, como la falta de asistencia técnica; el impedimento de

acceder al agua disponible a través de la construcción de infraestructura de riego (río

Cacahuatal) y el mejoramiento de los canales presentes; la imposibilidad de reducir los

costos de transporte de los productos comercializados con la compra de camionetas; la no

renovación de los árboles frutales o su conversión en cultivos más rentables; la falta de

perspectivas de transformación de los productos del campo para obtener un valor agregado

como la falta de apoyo para un mejor aprovechamiento de las partes comunes.

Frente a esta situación, algunos productores se han agrupado gracias a la pertenencia de un

comunero a un Fondo Regional de Ahorro. A la fecha, son cuarenta agricultores los que

pueden beneficiarse de un crédito a la palabra de 1,000 pesos, a reembolsar seis meses

después de su otorgamiento con un interés de 1%. Los interesados dicen aprovechar este

modesto monto para comprar un animalito o sembrar maíz, aunque algunos lo destinan a

gastos de consumo más urgentes.

Comercialización de productos agropecuarios La generalización de una producción de limón en toda la cuenca del Papaloapan, a partir de

los años setenta, ha ido a la par con la creación de mercados regionales donde entregar los

frutales. Además del limón, Banrural promovió, en esta mismo década de los setenta, la

producción de mango, pero varios ejidatarios lo rechazaron y sólo algunos comuneros

Page 184: 000 Tesis para imprenta 3

184

aprovecharon la oferta55. La mayor ventaja del limón reside en una producción casi continua

a lo largo del año, mientras los demás frutales presentes son de temporada.

El mercado de los Cues es uno de los principales centros regionales de venta del limón,

junto con el de Tehuacán. Abre sus puertas dos veces a la semana, reuniendo una multitud

de productores y de intermediarios. A pesar de su importancia para los campesinos de la

región, y su apariencia de verdadero mercado tradicional, donde se confrontan físicamente la

oferta y demanda, carece del principal atributo que define un mercado: la fijación del precio.

Aunque el acercamiento de los intermediarios con los productores se realiza con la pregunta

clásica de “¿a cuánto?”, los primeros conocen con antelación su estrecho margen de

compra, la cual no tiene nada que ver con los costos de producción, ni con las ganancias de

los compradores directos, sino con los valores fijados en otras plazas comerciales de

impacto nacional. Existe entonces un desequilibrio entre las dos partes con respecto a tal

información, lo que crea una subordinación de los campesinos a condiciones exteriores,

independientes de su propio funcionamiento. En cuanto a los compradores, su espacio de

libertad se limita a la posibilidad de decidir el volumen de limones que van a adquirir ese día.

La subordinación campesina al sistema mercantil está reforzada por varios elementos

desfavorables. La pequeña cantidad ofrecida en el mercado por cada uno de los productores

y su desconocimiento de los mecanismos que lo regulan les impide influir en la fijación del

precio. Por otra parte, la falta de infraestructura y de capacidad de almacenamiento y

transformación les obliga a vender el producto en el momento de la cosecha. La

55 En aquel tiempo no se había aún reconocido la parte comunal, aunque existía el trámite.

Page 185: 000 Tesis para imprenta 3

185

comparación de la cantidad promedio ofrecida mensualmente con los precios de venta en

estos mismos periodos confirman la situación de desventaja (Gráfica 3)56.

Gráfica 3. Volumen mensual promedio de producción de limón (1 ha).

Cantidad/mes (bolsa de 30 Kg)

0204060

Ene

ro

Mar

zo

May

o

Julio

Sep

tiem

b

Nov

iem

br

Cantidad/mes(bolsa de 30Kg)

Gráfica 4. Precio de venta mensual promedio del limón.

Precio/bolsa ($)

050

100150200

Ene

ro

Mar

zo

May

o

Julio

Sep

tiem

b

Nov

iem

br

Precio/bolsa($)

El trabajo de campo confirma que el precio del limón a lo largo del año varía de manera

inversamente proporcional al volumen producido (Gráfica 5), generando para el campesino

una pérdida relativa en sus ganancias por su nula influencia sobre los factores físicos y

económicos.

56 Las estimaciones que sostienen estas gráficas se encuentran en el anexo 7.

Page 186: 000 Tesis para imprenta 3

186

Gráfica 5. Ingreso promedio mensual para 1 ha de limón (sin deducción de los costos).

Ingreso al mes ($)

01000200030004000

Enero

Marzo

Mayo

Julio

Septie

mbre

Noviem

bre

Ingreso almes ($)

Mientras el volumen promedio de limón ofrecido varía en una proporción de uno a ocho en el

año (entre 5 y 40 bolsas mensuales), el ingreso se mantiene en un margen de uno a cuatro

(entre 750 y 3,000 pesos mensuales).

Otro elemento que desequilibra profundamente el ingreso, ya de por sí diminuto, de cada

productor tiene que ver con los costos de comercialización. Éstos alcanzan entre 25 y 36%

de los costos totales de la producción agropecuaria y entre 18 y 24% del ingreso

agropecuario, en los cinco casos analizados (Cuadro 16)57.

57 El sexto caso no tiene producción agrícola.

Page 187: 000 Tesis para imprenta 3

187

Cuadro 16. Porcentajes de costos de comercialización.

Caso 1 Caso 2 caso 3 caso 4 caso 5

Costo de comercialización

respecto a costos totales (%) 35.9 33.6 24.9 34.5 29.1

Costos de comercialización

respecto a ingreso (%) 23.5 20.9 18.9 22.0 17.9

Los mecanismos que encarecen el costo de transporte y ubican a las familias campesinas en

franca desventaja en el mercado son bien conocidos. La multitud de intermediarios y la

capacidad de negociación de las grandes compañías transformadoras y exportadoras

representan uno de los problemas más difíciles de superar para la sociedad campesina. La

falta de camionetas propias acentúa el desequilibrio. En este contexto, donde el estado se ha

desentendido de los productores no competitivos, es difícil esperar un comportamiento

racional del productor, ante la necesidad de resolver agudos problemas de subsistencia.

Conclusión capítulo 6

La conjunción de un contexto político hostil con un mal funcionamiento de los principales

mercados regionales puede explicar la inercia campesina en la forma de producir, ella misma

provocando a su vez una degradación de los ingresos originados por el campo. En estas

condiciones de subsistencia, los recursos naturales se aprovechan de forma irracional. La

tierra cultivada no recibe los cuidados apropiados para un mejoramiento de las condiciones

de producción, el agua está mal distribuida y se desperdicia; el monte funciona como reserva

disponible cuando la producción empeora. Así, la riqueza natural de esta región contrasta

con las formas de vida de sus habitantes, que no han logrado organizarse para enfrentar la

adversidad exterior. En síntesis, la agricultura no funge en la actualidad como una actividad

sustentable, que se adecúe a la política de conservación iniciada en la región. Por otra parte,

la necesidad de ingresos fuera de la unidad de producción tiene sus propias limitantes

debido a las condiciones externas.

A pesar de ello, resalta la existencia de un potencial cultural, organizativo y natural que

podría asegurar la persistencia comunitaria permitir a las futuras generaciones que lo

Page 188: 000 Tesis para imprenta 3

188

elegirían ser parte de un esquema de desarrollo diferente. Para ello, queda un largo camino

por recorrer y la necesidad de unir fuerzas entre varios sectores de la sociedad. El análisis

de este inmenso reto ocupa la última parte del trabajo.

Page 189: 000 Tesis para imprenta 3

189

CONCLUSIÓN SEGUNDA PARTE

La construcción de la agricultura de esta comunidad, al igual que la regional, data de

periodos muy antiguos y del aprovechamiento de la riqueza natural, en particular de la

disponibilidad de riego. Su estructuración actual proviene de la Revolución mexicana, que ha

permitido la conformación de una propiedad social, y con ella el acceso a la tierra del

conjunto de las familias establecidas en la comunidad. Las particularidades locales llevaron a

la creación, en 1927, de la sociedad ejidal, sobre las mejores tierras irrigables. La parte

comunal se constituyó más de cincuenta años después, provocando un primer conflicto

abierto entre la población, cuyo origen se relaciona directamente con un acceso desigual a

los principales recursos naturales de la comunidad: la tierra, el agua y el monte.

En los años setenta los productores iniciaron una agricultura comercial sobre sus reducidas

parcelas, gracias al apoyo gubernamental para la plantación de frutales y la constitución de

mercados regionales. Aunque persistió, hasta fechas recientes, un cultivo anual de tomate o

melón a muy pequeña escala, el limón se transformó en la producción dominante, seguido

por el cultivo de otros frutales en menor escala (mango, anona, aguacate y zapote negro,

principalmente).

En esta nueva etapa, las familias siguen siendo el eje principal de la unidad de producción

junto con la tierra y el agua disponibles. Por la exigüidad de las parcelas y a pesar de una

escasez de mano de obra familiar, los medios de producción son muy limitados. Los

mayores costos se deben a la necesidad de emplear una mano de obra asalariada y a los

costos de transacción para la comercialización de los productos. Estos últimos se han

acentuado desde el cierre del ferrocarril en 1999.

Además del problema general de exigüidad de las parcelas, los comuneros deben enfrentar

una severa crisis de acceso al riego y una menor calidad de sus terrenos, por lo que se

observa una mayor diversificación productiva de la unidad de producción. Para ellos, el

acceso al monte favorece la alimentación animal, mientras que parte de la parcela o del solar

recibe el cultivo de una milpa. Sin embargo, tanto los ejidatarios como los comuneros han

Page 190: 000 Tesis para imprenta 3

190

tenido que complementar el ingreso agropecuario con otras actividades o la migración de

algunos familiares.

Así, la familia campesina ha pasado a una diversificación de sus actividades productivas a

una diversificación de sus estrategias de reproducción. Sin embargo, Santiago Quiotepec

sigue presentando un nivel de vida bajo donde “el papel del gobierno nacional y la realidad

económica mercantil han sido decisivos” (Henao, 1980:15). El apoyo otorgado a las familias

a través del programa Oportunidades facilita la subsistencia pero no mejora las condiciones

productivas, por lo que parte de las unidades de producción está en peligro de extinción a

mediano plazo. En la actualidad, la transformación de esta área en una zona protegida

constituye tal vez la única oportunidad de contrarrestar la situación, siempre y cuando el

pueblo demuestre su capacidad de construir arreglos institucionales que armonicen sus

actividades con la conservación de sus recursos naturales, reencuentre valores que

sustentan la vida y, a través de ellos, decidan ser actores de su propia vida y guardianes de

la salud del planeta, exigiendo una retribución digna para lograrlo. Para ello, su propia

historia personal y colectiva, su entorno natural y su forma de relacionarse con actores

externos son decisivos.

Page 191: 000 Tesis para imprenta 3

191

PARTE 3

MÁS ALLÁ DE LA CONSERVACIÓN, EL DESARROLLO

El texto anterior ubica a la comunidad de Quiotepec en un contexto socioeconómico difícil,

donde los apoyos externos no han podido mejorar la situación agrícola, sino que por el

contrario han creado un círculo vicioso de dependencia económica y degradación

socioambiental. Una de las críticas más fuertes al modelo de desarrollo impuesto al campo

es su perversión, en cuanto a que creó un modelo disfuncional de unidades de producción

incapaces de subsistir por ellas mismas al mismo tiempo que se autodestruyó para obtener

una satisfacción inmediata. En el caso de Quiotepec, el cambio generalizado en la forma de

producir, después de la constitución de la Comisión del Papaloapan en 1945, se encargó de

dar una orientación mercantil a la producción. Si bien las unidades de producción pasaron de

una autosuficiencia relativa a una dependencia de los mercados, su situación económica no

sólo no mejoró, sino que dejó secuelas ambientales duraderas, en particular con respecto a

la calidad de los suelos. A medida que se degradaban las parcelas se fueron construyendo

formas de salir adelante más individualizadas. En la actualidad, la migración representa una

alternativa a la falta de acceso a tierras agrícolas o a su baja productividad. Para la política

de conservación que prohíbe la constitución de nuevos centros de población y restringe las

actividades agropecuarias a las áreas ya dedicadas sin posibilidad de más extensión, la

migración puede parecer una solución, aunque a largo plazo significaría el abandono del

campo y una mayor degradación natural. En todo caso, la migración no es una respuesta

satisfactoria para las familias y la comunidad, sobre todo si se vive como una imposición ante

la falta de alternativas comunitarias.

En la actualidad, el apoyo productivo al campo no se dirige a comunidades como Quiotepec,

donde sólo una ínfima parte de los productores logra satisfacer los criterios de programas

tales como Procampo. El análisis anterior confirmó una orientación no productiva de la ayuda

gubernamental, en particular a través del programa Oportunidades, dirigido a los niños

escolarizados y a sus madres. Existe también una donación financiera directa a los

campesinos que aceptan integrar un partido político. Con ello, se puede decir que algunas

Page 192: 000 Tesis para imprenta 3

192

organizaciones políticas y religiosas han aprovechado los huecos dejados por el Gobierno,

pero no buscan en absoluto resolver la problemática productiva sufrida o satisfacer de

manera duradera las necesidades familiares.

Tal vez es cuestión de aceptar, lo planteado por Elena Lazos (2005), de que En esta nueva ruralidad, donde la producción agrícola ha pasado a un plano secundario y los miembros familiares siguen continuos vaivenes migratorios y cuando la política de incentivos para la producción agrícola se ha colapsado, encontramos transformaciones culturales e ideológicas que reformulan, de forma constante, las expectativas de vida, las experiencias, los tipos de información y los deseos de los diferentes miembros del grupo doméstico (Lazos, 2005: 116).

En el caso de Quiotepec, la política de conservación viene a plantear nuevas propuestas de

actividades, así como nuevos arreglos institucionales, los cuales representan una posibilidad

de crecimiento vinculado con el uso potencial y racional de los bienes comunes. No cabe la

menor duda que la concretización es azarosa y hasta peligrosa, como lo enseñan las cientos

de experiencias fracasadas en el país, donde la búsqueda de un aprovechamiento racional

de los recursos resultó contraria al planteamiento original.

Por esta razón, y con el objetivo de encontrar las actitudes, prácticas e interrelaciones que

permitirían alcanzar formas alternativas de desarrollo basadas sobre un nuevo pensamiento,

esta tercera parte presenta tres capítulos tejidos en torno al significado de una relación

estrecha entre conservación y desarrollo. El primero de ellos (capítulo siete) elabora los

elementos que pudieran favorecer la construcción de un desarrollo más coherente, en este

caso la política de conservación y los restos de una organización social tradicional. El

capítulo ocho analiza qué se ha hecho concretamente en la comunidad en estudio, y qué ha

determinado el fracaso de los primeros proyectos que iniciaron una relación más formal entre

la comunidad y la autoridad ambiental. Finalmente, el noveno capítulo disecta un proyecto de

ecoturismo actualmente en fase de planeación, para examinar cuáles son las posibilidades

de forjar un nuevo sustento de vida a partir de la interrelación de la sociedad con la

naturaleza.

Page 193: 000 Tesis para imprenta 3

193

CAPÍTULO SIETE. DEL DESARROLLO PRODUCTIVO A LA VALORACIÓN AMBIENTAL Y SOCIAL

Ante la constatación del desastre ambiental y social provocado por las actuales formas de

producir y desarrollarse, y ante el pensamiento cada vez más generalizado de que estamos

frente a una crisis civilizatoria, surge la necesidad de un reencuentro con otros paradigmas

que nos permitan “encarar cada vida humana como un todo” (MacIntyre, 2004:252). Es decir,

la conciencia de vivir en sociedades complejas niega la posibilidad de respuestas

automáticas y sistemáticas a cualquier problemática existente, a la vez que obliga a una

visión no fragmentaria, sino sistémica. Por otra parte y derivado de lo anterior, la certeza

científica debe dejar un espacio para respuestas de sentido común, ante la incertidumbre y la

necesidad de tomar en cuenta valores que van más allá de lo material.

El cambio de paradigma requiere de una transición, vinculada con una forma más íntegra de

pensar la conservación, el desarrollo y los proyectos que unen estos dos conceptos, así

como a los actores sociales involucrados en ellos. Igualmente necesita de transformaciones

humanas e institucionales en el abordaje de la sociedad y la naturaleza. Al mismo tiempo,

esta fase de experimento no puede abarcar un espacio tan amplio del territorio, por lo que

las Reservas de la Biosfera se convierten en espacios interesantes para forjar un nuevo tipo

de relaciones, sobre todo si se toma en cuenta la justificación de su establecimiento. Éste se

fundamenta sobre la definición de un espacio donde “se busca unir a la función de

conservación de la biodiversidad y del medio, la búsqueda de alternativas de desarrollo que

reconcilien el desarrollo con el uso sustentable de los recursos naturales” (Halffter, 1995:9).

Asimismo, y de acuerdo con este mismo autor, que es a la vez uno de los constructores de

esta modalidad de protección ambiental en México, las Reservas de la Biosfera pueden ser

los lugares con un nuevo estilo de desarrollo regional y búsqueda de formas post-industriales

de explotación agrícola, pecuaria y forestal, dentro de un esquema de equilibrio ambiental.

Este tema ocupa la primera sección del capítulo presente, al mismo tiempo que permite

profundizar sobre algunos conceptos necesarios para la orientación de este trabajo, como

Page 194: 000 Tesis para imprenta 3

194

son la participación social, el bien común y, a otra escala, los proyectos que pueden integrar

las ANP.

La segunda sección se enfoca en el análisis del potencial social de la comunidad de

Quiotepec. Una vez entendido el marco gubernamental de la conservación y las

posibilidades existentes de cooperación entre todos los tipos de integrantes de las áreas

naturales protegidas (ANP), es importante examinar la capacidad institucional de la

comunidad, como una forma de vincular los potenciales natural y social a escala comunitaria.

Finalmente, me pareció oportuno dar un espacio a las percepciones campesinas de la

conservación y de sus instituciones, porque de ellas se desprenden posibles cooperaciones

o conflictos entre los diferentes actores involucrados en la conservación de los recursos

naturales de Quiotepec.

1. La conservación como nuevo proyecto de desarrollo

Frente al deterioro del medio ambiente y la responsabilidad de México como país

megadiverso, las ANP se han planteado como la institución de conservación de la

biodiversidad por excelencia y uno de los pilares de la gestión ambiental mexicana. En este

ámbito, la creación, financiamiento y administración de estas áreas se transformó en un

instrumento central para la protección de la biodiversidad y el mantenimiento o recuperación

de funciones ambientales vitales (INE, 1995a:80). Entre tales funciones sobresalen el

resguardo del patrimonio genético natural, la función reguladora de la naturaleza en cuanto a

absorción de gases de efecto invernadero, la regulación climática, el mantenimiento de

recursos hídricos, la conservación de suelos, la preservación de valores paisajísticos, la

producción de recursos maderables y no maderables y la estructuración de hábitats para

miles de especies, que representan millones de años de procesos evolutivos y son objeto de

una creciente valorización intrínseca por parte de las sociedades modernas (INE, 1995a).

Ante la preocupación mundial por la pérdida acelerada de estas funciones vitales, los

gobiernos han experimentado en los últimos años esquemas de recuperación, como el pago

por servicios ambientales, en donde las Reservas de Biosfera pueden jugar un papel de

vanguardia. En un país como México, la política ambiental se ha vuelto urgente por la

situación crítica de varios recursos en diferentes lugares de la República. Valen como

Page 195: 000 Tesis para imprenta 3

195

ejemplos la trágica deforestación, el ritmo de extracción de los minerales, la degradación de

los suelos y la escasez de agua potable. A la par de esta fuerte problemática que pone en

peligro la vida humana, la propiedad colectiva de 80% de los bosques facilita la gestión de

una política cuyo objetivo es restablecer la salud ambiental con la participación de sus

pobladores.

En el Valle de Tehuacán, el territorio reúne todas las condiciones que predisponen a la

conservación ambiental, así como lo plasmaron durante décadas los miembros de la

sociedad civil que se acercaron a esta zona (académicos y ONG principalmente), debido a

sus características excepcionales en diversidad biológica y cultural58.

La declaración de la mitad del Valle de Tehuacán-Cuicatlán como Reserva de la Biosfera, el

18 de septiembre de 1998, permitió reunir en una misma ANP, dos áreas ubicadas entre dos

regiones políticas y antes separadas en dos zonas sujetas a conservación ecológica, pero

constituyendo “una sola unidad biogeográfica relevante a escala nacional” (DOF, 1998:2)59.

Además de ser el resultado de años de trabajos académicos, la declaratoria advierte del

peligro que representan las actividades antropogénicas sobre el patrimonio natural y cultural

de esta región, poniendo de relieve algunos de los impactos ambientales más generalizados.

En particular el desarrollo industrial, agropecuario, urbanístico y turístico desordenado de la

región han ocasionado graves daños al patrimonio natural, provocando que algunos

58 Ver capítulo 2 de la primera parte. 59 La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán se creó a partir de la conjunción de dos zonas protegidas estatales; por una parte la denominada “valle de Cuicatlán”, que se creó en 1996 como zona sujeta a conservación ecológica; y por otra parte, con el mismo título, el estado de Puebla emitió una declaratoria, en 1997, para la región “Tehuacán-Zapotitlán”, reuniendo a su vez dos áreas decretadas con anterioridad, que son “Valle de Zapotitlán” y “Filo de Tierra Colorada”.

Page 196: 000 Tesis para imprenta 3

196

ecosistemas sufran perturbaciones y que numerosas especies estén en peligro de

desaparecer; esta situación amenaza la posibilidad de continuar obteniendo los beneficios y

recursos que la naturaleza proporciona (DOF, 1998). Otros daños son ocasionados por la

tala, la transformación de suelos para la realización de actividades agrícolas y ganaderas, la

construcción de carreteras, la deforestación, la constitución de tiraderos clandestinos de

basura y el saqueo de flora, fauna, fósiles y leña, entre otras (Ecoprodes, 2001).

1.1. Las Reservas de la biosfera ¿instrumentos para un nuevo pensamiento?

La modalidad mexicana de Reserva de la Biosfera parte del reconocimiento de México como

un país donde coexisten las riquezas naturales con una población tradicional. Ante este

esquema, el planteamiento de una conservación que excluya al ser humano no permite

resolver los conflictos de interés, ni tampoco cumplir con la preservación de funciones

ambientales (Halffter, 1992). En consecuencia, las Reservas de la Biosfera se construyeron

para responder a la necesidad de conservar espacios relativamente amplios pero habitados.

Las ANP mexicanas abrigan generalmente una población con presencia anterior a la

expedición de la declaratoria, con derechos de propiedad y organización propia y, en su

mayor parte, perteneciente a las esferas más pobres de la sociedad, con problemas sociales

tangibles y con actividades directamente vinculadas con el medio ambiente. La puesta en

evidencia por diversos autores del vínculo estrecho que existe entre indigenismo o

campesinado y la biodiversidad, llevó a desechar el concepto de conservacionismo sin

desarrollo y, más bien, considerar estos pueblos como los responsables de la persistencia de

la biodiversidad a lo largo del tiempo. Otra justificación se encuentra al analizar la

problemática vivida por la comunidad europea. Después de fomentar en los años setenta la

salida de los jóvenes del medio agrícola por la decreciente necesidad de mano de obra, la

Unión Europea ha tenido que reorientar su política hacia un cierto mantenimiento de

población, pues la desertificación amenazaba las zonas más aisladas y poco habitadas

(Viau, 1978). Volviendo a México, una política que intentaría disminuir drásticamente el

número de habitantes de las ANP, para aplicar una protección estrictamente ambiental,

llevaría el gobierno a asumir el riesgo social y político que significaría despojar a la población

Page 197: 000 Tesis para imprenta 3

197

del derecho de gozar de sus tierras, así como un aumento demográfico de las urbes

industriales con las consecuencias de desempleo y vida precaria.

La modalidad mexicana de Reserva de la Biosfera se inspiró fuertemente en el programa de

la UNESCO “El hombre y la Biosfera” (MAB, por sus siglas en inglés), derivado de la

Conferencia de Estocolmo y de la creación del Programa de Naciones Unidas para el Medio

Ambiente (PNUMA). En este sentido revoluciona la noción de conservación que hasta

entonces se tenía, con un enfoque conceptual que es “el de reconciliar la conservación con

la satisfacción de las necesidades humanas” (Jardel, 1993, citado por Paz, 2005:70). Por

supuesto, la priorización de la conservación en áreas habitadas por múltiples comunidades

plantea a la vez un enorme reto que, en el caso de las Reservas de la Biosfera mexicanas,

está apoyado por la investigación científica, considerada como la actividad más importante

de estas áreas, en particular porque permite un conocimiento más profundizado que debe

llevar a análisis integrales que vinculen los aspectos sociales, económicos y ambientales de

la región (Halffter, 1995).

El trabajo académico desempeña también un papel importante en la fase anterior a la

declaratoria, ya que permite dividir cada ANP en distintas zonas según su estado de

conservación y habitación, lo que deriva en varias categorías de protección. Éstas se

detallan en el Programa de Manejo a elaborar en el año que sigue a la creación del ANP, de

acuerdo con el artículo 65 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al

Ambiente (LGEEPA,1997). En consecuencia, se determinan zonas núcleo, las cuales se

definen como las superficies que merecen especial atención por alojar fenómenos naturales

de particular importancia, o flora y fauna que requieran una protección especial. En éstas, las

actividades humanas se limitan a la investigación científica o educación ambiental y, en

general, el aprovechamiento de sus recursos está prohibido o muy limitado.

En cambio, las zonas de amortiguamiento tienen como función proteger a las zonas núcleos

del impacto exterior. La LGEEPA prevé la realización de actividades productivas en ellas,

cuando son emprendidas por las comunidades que ahí habitan al momento de la declaratoria

o cuando estas comunidades participan. Así que estas áreas son las propicias para la

implementación de una conservación vinculada al manejo de los recursos. La política

ambiental, apoyándose sobre el conocimiento científico y local debe impulsar o reforzar un

Page 198: 000 Tesis para imprenta 3

198

aprovechamiento “estrictamente” compatible con los objetivos, criterios y programas de

aprovechamiento sustentable existentes. Otro tipo de áreas que pueden ser tomadas en

cuenta son las denominadas de influencia, ubicadas fuera del área protegida, pero tan

cercanas que existen influencias recíprocas entre los dos territorios, por lo que es importante

vigilar las actividades que se desarrollan en ese espacio.

Esta estructuración normativa de las Reservas permite controlar la ocupación del espacio a

partir de propuestas de uso que son función del potencial de cada área, con un intento por

encontrar un equilibrio entre necesidades sociales y naturales. En los hechos, la aplicación

de la normatividad ambiental ha sido difícil y la constatación actual no permite un optimismo

desbordante. Fernanda Paz (2005:16) constata varios desajustes entre lo pensado y

concretizado, entre otros porque las áreas naturales protegidas mexicanas No se han conformado como polos de desarrollo regional; la población local no se ha involucrado de manera activa y contundente en su manejo; el uso de sus recursos opera en un marco altamente conflictivo debido a la presencia de intereses encontrados; y en la mayoría de ellas, se observan procesos de deterioro similares a aquéllas de zonas que no se encuentran en un esquema de protección.

Podemos pensar que estos problemas son resultados de fallas en la aplicación o falta de

claridad de la misma. El segundo capítulo de la primera parte expuso varios defectos que

sufre la Reserva específica de Tehuacán-Cuicatlán, algunos se retomarán a continuación.

Una cosa cierta es que la disfuncionalidad se extiende a todas las zonas protegidas,

mostrando la dificultad de manejar pedazos de territorios en sentido contrario de la lógica

nacional, donde domina esencialmente el objetivo de crecimiento económico.

En el caso de Tehuacán-Cuicatlán, la gran extensión de la zona, de 490,187 hectáreas,

facilita una visión regional más integral, sobre todo porque el territorio corresponde a una

unidad geofísica clara. Sin embargo, la superposición a esta zona del espacio social es

bastante preocupante, dejando ver el enorme peso dado a lo ambiental sobre lo social, en la

construcción de territorios protegidos. Este planteamiento dominantemente ambiental de las

Reservas de la Biosfera, contradice abiertamente el objetivo oficial de involucrar a la

población local en la conservación. Es en efecto sumamente complejo integrar a la política

de conservación los municipios, cuya mayoría de la población o del territorio está fuera del

polígono protegido, sobre todo si la cabecera municipal queda excluida (para Tehuacán-

Cuicatlán, ver mapa 2 en el segundo capítulo de la primera parte).

Page 199: 000 Tesis para imprenta 3

199

Por otra parte, la exclusión de algunos de los núcleos poblacionales del polígono de las

Reservas puede representar una “trampa” en el sentido en que, en la mayoría de los casos,

esta misma población es propietaria de las tierras protegidas. Así, para Tehuacán-Cuicatlán,

las estadísticas oficiales contabilizan 35,000 habitantes diseminados entre 199 comunidades.

En realidad son 674,751 las personas que pueblan los 51 municipios, en más de 1,200

localidades (INEGI, 2001). De hecho la Dirección de la Reserva contabiliza un área de

influencia compuesta por 600,000 habitantes (Dirección Reserva, 2002). La diferencia

numérica reside en que el núcleo urbano de la ciudad de Tehuacán no está considerado

dentro del polígono, a pesar de ejercer una presión directa sobre el área protegida.

Recordemos las numerosas maquiladoras instaladas en esta ciudad, dedicada a la

fabricación de mezclilla, con un alto grado de contaminación del agua por el lavado de la tela

(De Teresa, 2002). En consecuencia, aunque la ciudad de Tehuacán no se considere

oficialmente dentro del área protegida, es evidente que su influencia es de tal tamaño que no

puede ser excluida de acciones de conservación

En otro tema, la inexistencia de zonas núcleos en esta ANP específica, debido

principalmente al alto grado habitacional del territorio, refuerza la necesidad de que la

autoridad ambiental lleve a cabo una política de conservación asociada a un

aprovechamiento sustentable de los recursos. Las consideraciones anteriores llevan a una

reflexión sobre el concepto de participación social.

1.2. Los retos de la participación social

Frente al reto que constituye la conservación de áreas habitadas, la investigación se ha

planteado como un elemento esencial que permite entender el desarrollo de los procesos y

actuar sobre ellos. La participación social es el otro eje imprescindible para llevar a cabo esta

política, pues es imposible imaginar la conservación sin la colaboración de la población

dueña de los predios. Sin embargo, el grado y la forma de participación siguen siendo retos

que requieren un examen cuidados y que justifican una discusión sobre el tema.

Fernanda Paz (2005), en su trabajo sobre la participación en el manejo del Corredor

Biológico Chichinautzin, Morelos, define el concepto de participación social

Page 200: 000 Tesis para imprenta 3

200

Como un proceso político de construcción de acuerdos para la acción entre diferentes actores sociales, que se da en un marco conflictivo, derivado de sus relaciones sociales y de la divergencia de intereses que en ellas se manifiestan (Paz, 2005: 239).

La gran ventaja de esta definición es que integra elementos esenciales para la comprensión

de lo que significa la participación en ANP. En primer lugar, es obvio que cualquier

intervención que busque compatibilizar el desarrollo con la conservación tiene un carácter

político y, de una cierta forma subversiva, porque pone frente a frente dos conceptos que la

sociedad moderna considera antagónicos. En este contexto, la participación se plantea como

la única vía de convergencia entre intereses no siempre compatibles, por lo que su

planteamiento no puede ser unilateral, sino que se ve como un encuentro entre actores con

visiones y necesidades diferentes.

Dentro de este esquema, pueden intervenir muchos tipos de actores, en la medida en que

confluyen varios grupos en interacción con los recursos naturales (cazadores y pescadores,

ganaderos de comunidades vecinas, extractores de leña o diversas plantas, turistas,

académicos, etcétera). Sin embargo, consideramos que, ante la necesidad de plantear

convenios de uso, control y vigilancia del territorio, los dueños de la tierra constituyen la

contraparte principal de la autoridad ambiental o de cualquier organización encargada por la

administración de la Reserva para apoyar el objetivo de encontrar un equilibrio entre el

contexto ambiental y social. La propiedad de la tierra en el territorio de Tehuacán-Cuicatlán

está repartida, según datos oficiales, en 70% comunal, 25% ejidal y 5% privado (Dirección de

la Reserva de la Biosfera Tehacán-Cuicatlán, 2000), por lo que domina ampliamente la

propiedad social. De una cierta forma, la situación está facilitada por la existencia de

organizaciones con quien negociar, en lugar de múltiples propietarios.

Lo más común en territorios protegidos es que la autoridad ambiental construya la política de

participación y que las comunidades respondan con diferentes grados de integración. Esta

actitud da un carácter vertical a la participación, con un dominio de los intereses

gubernamentales sobre los demás grupos. Varias razones explican este proceso, entre ellas

la falta de preparación de las comunidades al diálogo con agentes externos, así como una

visión equivocada de la participación por parte del gobierno. La consecuencia directa de esta

mala aplicación de la participación social tiene que ver con la falta de involucramiento de las

comunidades en la política de conservación, lo que puede llevar al fracaso de los proyectos,

Page 201: 000 Tesis para imprenta 3

201

así como a una mayor degradación ambiental y desestructuración social de las comunidades

involucradas. Es importante mencionar que la participación de los habitantes debería iniciar

desde el decreto del área protegida, mismo que se elabora generalmente al margen de ellos.

Considero importante poner el acento en estos aspectos, que son determinantes para un

nuevo tipo de desarrollo. A continuación me abocaré a entender cómo la Reserva de

Tehuacán-Cuicatlán ha construido su política de participación social. Para ello, se presenta a

continuación la estructura ideada por la administración de la Reserva para tal fin.

Para mantener una relación permanente con todos los agentes interesados en su

funcionamiento y respetar el carácter estatal de algunas decisiones, el ANP Tehuacán-

Cuicatlán ha establecido un esquema de alianzas, por medio de un consejo asesor por

estado, cada cual incluyendo tres tipos de estructuras. El subconsejo científico académico es

una de éstas, que integra actores de las ONG y de la academia, en este caso sin

diferenciación estatal. Su papel es aportar un mayor conocimiento del territorio, de su

biodiversidad y de las interrelaciones ambientales y sociales que se establecen en su seno,

con el fin de plantear líneas de acciones públicas coherentes con los objetivos de

conservación y manejo sustentable de los recursos. Una segunda instancia es el subconsejo

institucional, el cual tiene un papel político administrativo, que justifica una división por

estado. Finalmente, los subconsejos regionales integran representantes de la vida

socioeconómica: dueños de la tierra, etnias, autoridades municipales y habitantes en

general. Tienen como función trabajar con representantes locales en las 6 subregiones

establecidas en función de criterios biogeográficos (3 en Puebla, 3 en Oaxaca)60 (Reserva de

la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán, 2002).

60 Los tres subconsejos conformados en el estado de Oaxaca son el subconsejo de la Mixteca de Coixtlahuaca, el subconsejo de la Cañada (donde se incluye Quiotepec) y él de Chazumba. En

Page 202: 000 Tesis para imprenta 3

202

La ventaja de esta estructura reside en que constituye un espacio permanente de

interlocución entre representantes de los principales tipos de actores involucrados en la

Reserva y del Gobierno Federal. Por la diversidad de sus integrantes y de sus intereses, es

muy fácil que existan conflictos diversos y disputas de poder en su seno, que reduzcan el

margen de acción o la dominación de algunos actores sobre otros. A pesar de estas

limitantes, los subconsejos asesores fungen como la organización que apoya a la Reserva

de Tehuacán-Cuicatlán para una reflexión y aplicación de una política ambiental que permita

conservar la biodiversidad, así como encontrar formas de aprovechamientos sustentables.

Por otra parte, busca abrir espacios de alianzas e intercambios que deben de repercutir

sobre las comunidades a través de talleres de participación social, cursos de capacitación,

etcétera (Dirección de la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán, 2002).

Si bien este esquema establece las bases teóricas para una participación amplia de los

actores interesados por la conservación y el manejo sustentable de la Reserva de Tehuacán-

Cuicatlán, la práctica no refleja siempre las pretensiones conceptuales. A primera vista,

existe una sobre-representación de los actores no propietarios con respecto a los actores

comunitarios, por lo que domina en el escenario la voz externa, a la vez que se aniquila la

posibilidad de una participación comunitaria diversificada. No se puede descartar que

algunas organizaciones civiles se adjudiquen la representación de las comunidades donde

trabajan pero, en todo caso, la participación real de las comunidades, con su abanico de

clases, género, edad y preocupaciones, es la única forma de garantizar la apropiación de los

proyectos y su aplicabilidad.

Puebla, se trata del subconsejo del Filo de la Tierra Colorada, él de la Mixteca poblana y él del Valle de Tehuacán y Sierra Negra.

Page 203: 000 Tesis para imprenta 3

203

Las autoridades ambientales tuvieron que superar la falta de criterios legales de la ANP

(ausencia de zonas núcleos y de un plan de manejo) y entonces determinar líneas de acción

a partir de los conocimientos parciales especializados de los sectores de la sociedad civil y

de un diagnóstico más integral de la región. Este último propósito se cumplió oficialmente

con la entrega, por parte de la ONG Ecoprodes en el año 2001, de un documento titulado

“Diagnóstico social y diseño de la estrategia operativa para la Reserva de la Biosfera

Tehuacán-Cuicatlán”. Un diagnóstico socioeconómico y cultural de la región, así como una

evaluación rural rápida participativa fueron los productos entregados, frutos de trabajo

documental y de la organización de 21 talleres (7 municipales y 14 comunitarios). Por su

posición biofísica privilegiada, Quiotepec se benefició de la organización de una Evaluación

Rural Participativa, la cual estuvo a cargo de la asociación oaxaqueña Grupo Mesófilo A.C.

Los datos recopilados se integraron al diagnóstico citado, aunque el objetivo primero del

taller fue la elaboración de un mapa comunitario que proporcionara alternativas para un

manejo racional del espacio comunal común61.

Así, la creación de esta región institucional ha abierto nuevos espacios en competencia

directa con los viejos, por lo que se necesita un reacomodo de todos los actores, a

sabiendas que el eslabón más débil está constituido por los cientos de comunidades que

habitan este territorio. Aunque la participación de estas comunidades es esencial, tal

participación se ha reducido a menudo a propuestas de cambios generados desde afuera, lo

que disminuye la eficiencia y el funcionamiento de los proyectos. La presencia de la Reserva

61 El proyecto de taller fue iniciativa de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), a través de su Programa de Conservación y Manejo Sustentable de Recursos Forestales (PROCYMAF). De hecho, los proyectos de UMA y de ecoturismo propuestos a la comunidad de Quiotepec se derivan del documento entregado por el Grupo Mesófilo, A.C. (2002).

Page 204: 000 Tesis para imprenta 3

204

y de organizaciones civiles y académicas, podría ser un elemento de cohesión y de impulso

para las comunidades carentes de financiamiento y de un conocimiento más global. O al

contrario, la presencia de estas organizaciones podría percibirse como imposición y provocar

rompimientos, tan es cierto que la intervención externa suele dejar “una huella interna

cultural” (Landázuri, 2001) que puede propiciar la exteriorización de conflictos, sobre todo en

caso de pérdida de fortaleza de la comunidad.

Así, se puede notar en Quiotepec una dificultad general para establecer relaciones

institucionales de la comunidad o algunos de sus grupos, con agentes externos. Las causas

no son tan visibles y varias se originan en el pasado. Por ejemplo, la relación que

mantuvieron los ejidatarios con la Comisión del Papaloapan, así como la poca atención y

valoración recibida por parte de los gobiernos, son parte de estas “huellas” que llevan a una

cierta desconfianza hacia lo desconocido y externo.

En el proceso de pauperización y degradación ambiental que sufren las comunidades rurales

del país, la relación entre conservación y desarrollo se ha vuelto compleja, por lo que es

necesaria una reflexión sobre cómo lograr un aprovechamiento sustentable y cómo se

involucran las comunidades en la construcción de una política ambiental respetuosa de sus

valores y formas de organización. No existen soluciones preestablecidas y fáciles, sino

múltiples esquemas de ensayo y error que se van construyendo según las características del

lugar y de su gente (Ostrom, 2000a). Si bien tiene mucho que ver la relación mantenida entre

cada comunidad y los agentes exteriores, otro factor esencial se ubica en las instituciones

que componen el paisaje social, que podrían jugar un papel clave en la construcción de una

política ambiental más coherente. En particular, para una comunidad rural como Quiotepec,

los grupos agrarios son los que definen la dinámica del pueblo y marcan los ritmos. Sobre

todo en este momento, cuando la política de conservación se ha vuelto prioritaria, obligando

a las demás organizaciones administrativas y sociales a (re)definirse, como se ha comentado

anteriormente para el caso de la agencia municipal. Por lo anterior, se dedica la sección que

sigue al análisis de los grupos agrarios, poniendo énfasis en el grado de estructuración de

estos grupos, así como en su papel respecto a la conservación ambiental.

Page 205: 000 Tesis para imprenta 3

205

2. Los grupos agrarios frente a la política de conservación

El papel preponderante de la estructura agraria en Quiotepec se debe ante todo a la

importancia dada por los pobladores a la actividad agrícola, a pesar de su capacidad limitada

para aportar los ingresos necesarios a la subsistencia. La sección presente se enfoca en el

análisis del funcionamiento y las instituciones que organizan las dos estructuras agrarias de

esta comunidad. Este análisis busca una mejor comprensión de sus potencialidades de

cambio o de adaptabilidad a los retos que se plantean con la nueva situación ambiental.

Como ya se mencionó, la repartición agraria conformó dos grupos de productores

beneficiarios de la Reforma, el Comité Ejidal y el Comité de Bienes Comunales. Se

eliminaron las propiedades privadas existentes, quedando éstas integradas a los Bienes

Comunales. En consecuencia, la propiedad colectiva marca el ritmo de la organización

comunitaria y divide el pueblo en dos grupos excluyentes. A continuación, se abordan los

principales aspectos que caracterizan la organización institucional de cada uno de estos

grupos agrarios.

Comité Ejidal El Comité Ejidal fue conformado en 1927, principalmente a partir de las tierras que

integraban la ex Hacienda, ubicada en las playas del río Grande, y se complementó con

parcelas del río Salado. En el presente, 47 productores integran el Comité Ejidal y se

reparten 74 parcelas de riego sobre una superficie de 134 hectáreas, ubicadas alrededor de

estas dos corrientes de agua (32 parcelas alrededor del río Salado y 44 en el río Grande). El

ejido se compone de una zona de uso común seis veces más reducida que la de Bienes

Comunales (593 hectáreas) y 18 hectáreas de infraestructura.

En los hechos, la división física de Quiotepec en dos núcleos urbanos tiene su origen en esta

división agraria. Si bien siempre han existido viviendas construidas a lo largo de la vía del

ferrocarril, en la localidad de la Estación, la desaparición del tren ha permitido al Comité

Ejidal recuperar este espacio y formalizarlo como núcleo urbano del ejido. Cabe mencionar

que esta propiedad colectiva está integrada por un número de avecindados casi igual al de

productores (42), entre otros, por la aceptación de la asamblea de respetar las casas de

comuneros instalados con anterioridad en el lugar.

Page 206: 000 Tesis para imprenta 3

206

La estructuración del ejido responde a los requisitos establecidos por la SRA (1993). Un

comisariado ejidal encabeza el Comité, apoyado por un secretario y un tesorero; los tres son

nombrados por un periodo de tres años. Les secundan en su gestión un topil, el mensajero

entre las autoridades y los ejidatarios; dentro de esta misma estructura, un consejo de

vigilancia controla la gestión de las autoridades en turno. Su nombramiento, como en el caso

de la agencia municipal, se realiza según los usos y costumbres del pueblo, con un voto por

mayoría en asamblea. Asimismo, existe un acuerdo implícito entre las diferentes estructuras

comunitarias de alternar los puestos para que no haya acumulación por una persona de

varias responsabilidades y se permite un año de descanso después de un año de servicio

diario.

Otra variable que la Ley Agraria prevé tomar en cuenta es la edad. Un joven que tiene

acceso a la tierra puede ser nombrado a un cargo, generalmente inicia con puestos que le

permiten aprender como el de topil (o policía en la agencia). Supuestamente, la elegibilidad a

los cargos termina a los setenta años; sin embargo, la disminución constante del número de

jefes de familia y el desinterés de la población joven en tomar responsabilidades ha llevado a

un relajamiento de esta regla. Por lo menos en Quiotepec, el nombramiento a un puesto de

importancia de una persona mayor es frecuente.

El comisario ejidal tiene como obligaciones convocar a asamblea y acatar las decisiones

tomadas. El reglamento prevé por lo menos una asamblea al mes, por ser ésta “el órgano

supremo” (SRA, 1993) donde se discuten y resuelven los problemas del ejido. El comisariado

tiene igualmente la función de llamar a los trabajos colectivos (faenas), además de

representar al ejido en las demás instancias del pueblo, considerándose como impulsor de la

vida social y cultural a través del apoyo de actividades de las escuelas, del equipo de

básquet, etcétera Las asambleas se llevan a cabo en el edificio ejidal, en Quiotepec se trata

de un salón recién edificado en el centro del pueblo, ubicado simbólicamente entre la

agencia municipal y el salón de bienes comunales. Su construcción se ha dificultado por las

tensiones existentes entre los dos grupos, que hacían rechazar a los comuneros la donación

del terrenito donde se erigió, por pertenecer éste al núcleo urbano comunal. La construcción

ha sido posible gracias a la aportación financiera que procura la extracción de arena en las

playas del río Grande. La posesión de un salón permite una permanencia de las autoridades

todas las tardes, para atender los asuntos pendientes.

Page 207: 000 Tesis para imprenta 3

207

Tanto los servicios como la participación en las asambleas y las faenas son obligatorios para

los propietarios de tierra ejidal. Sin embargo, se observan cambios en las reglas. En

particular, la migración de parte de las familias rurales limita su participación. Existen varios

esquemas de compensación previstos por el reglamento, como son la posibilidad de delegar

a un miembro de la familia o a un peón la asistencia a la asamblea y, si no es posible, el

pago de una multa. En realidad, las sanciones por no cumplir con las obligaciones se dejan

al criterio del tesorero. De vez en cuando, la necesidad de efectivo para el apoyo a la

realización de algunos trámites, motiva una recaudación financiera por concepto de multa.

Pero su aplicación no es sistemática y depende en gran parte de los responsables en turno.

El relajamiento de las obligaciones se extiende también al trabajo colectivo. Aunque el

manejo de las actividades vinculadas con la producción es cada vez más individualista,

persiste la faena en todas las estructuras institucionales, constituyendo ésta el corazón de la

convivencia y de la cooperación. En la organización ejidal, se realizan menos faenas que

antes, según lo comentan algunos de sus miembros. Citan en particular una actividad

colectiva ya en desaparición que es el establecimiento de una cerca de las parcelas, para

evitar que se escapen los animales.

Un recurso necesitó una atención colectiva hasta el año 2005; se trata del agua para el riego

de las parcelas, cuyo abastecimiento representa una preocupación para los productores.

Aunque no existe queja de escasez, como ocurre con los comuneros, hasta estos años las

dificultades residían en el alto costo de mantenimiento de los dos canales de riego. Éstos

tenían varios puntos de fugas que obligaban a dedicarle la mayor parte de las faenas y

financiar obras de albañilería y compra de cemento. Cabe mencionar que desde hace varios

años el ejido resolvió estos problemas financieros dando autorización y cobrando a camiones

de volteo, provenientes de las serranías vecinas, de extraer la arena de las playas del río. Al

parecer no existe ningún permiso oficial, pero un promedio de 3 a 5 camiones a la semana,

de cinco toneladas cada uno, se llevan la arena del río a cambio de un pago 150 pesos por

camión. De hecho, ante la alta demanda de este material en la región y el provecho

obtenido, el Comité Ejidal estableció un turno de vigilancia que permite evitar la extracción

furtiva. La motivación individual reside en la decisión, en asamblea, de que el ejidatario

encargado de vigilar se quede con el 30% del pago que realiza cada camión. Sin embargo,

Page 208: 000 Tesis para imprenta 3

208

no parece existir preocupación alguna en cuanto al ritmo de extracción de este recurso, ni

intento alguno de regulación.

Regresando al tema del agua, todos los ejidatarios tenían la obligación de estar presentes

para el trabajo de mantenimiento del canal de riego que les corresponde o, en su caso,

mandar a un representante o presentarse otro día para hacer su parte. Surgían algunos

pleitos entre los que ya no cultivan y no están interesados en el canal, pero también porque

algunos productores mandaban a un niño o un anciano para representarlos. No estaba

previsto cómo resolver estos casos, que quedaban entonces como focos de tensión.

Las reglas relacionadas con el manejo del agua se derivaban de la organización de la

infraestructura de riego. Cada ejidatario es usuario de uno o los dos canales, el Arenal o el

Salado, cada cual con su regidor. Se repartía el agua por turnos de 24 horas a partir de una

lista de los usuarios que lo solicitaba. Los canales contaban con una compuerta por parcela,

que se cerraba con piedras y tierra cuando no le tocaba utilizar el agua. Según los

entrevistados, todos respetaban el turno de agua, pero si no la sanción consistía en una

multa o a la negación del próximo turno.

El año 2005 representa un viraje en la organización ejidal, cuyas consecuencias no se

conocen aún. Ante la catástrofe provocada por la subida del agua del río Grande en la zona

de la Estación y personalizada por la pérdida de parcelas, de cosecha62, de animales, de 12

casas y del canal de riego, las autoridades ejidales empezaron a tocar puertas. La amplitud

del desastre y la solidaridad de todos los sectores de la sociedad presionaron a los

62 El temporal se anunciaba tan bien, en junio de ese año, que la mayoría de los productores sembraron milpa, superando por mucho el número de milpas de los años anteriores. Ningún ejidatario pudo cosechar.

Page 209: 000 Tesis para imprenta 3

209

diferentes niveles de gobierno para una reacción positiva. En Quiotepec, la relación existente

entre el Comité Ejidal y el Partido de la Revolución Institucional facilitó la llegada de ayuda

oficial, principalmente a través del municipio y del Gobierno Estatal; cabe destacar

igualmente el gran apoyo de vecinos y de la sociedad civil, en particular de organismos

vinculados con la Dirección de la Reserva de la Biosfera.

Así, se desechó la posibilidad de reconstruir el canal de riego, a cambio de la obtención de

una bomba eléctrica de ocho pulgadas que se pudiera instalar debajo del puente del

ferrocarril y con ello ofrecer riego casi a la totalidad de las parcelas ejidales del río Grande

gracias a una red de tuberías. De manera secundaria, se eliminó la principal faena ejidal que

consistía en reconstituir y limpiar el canal en forma periódica, dejando lugar a la tecnificación.

Otra ventaja reside en la cancelación de un punto de tensión entre el ejido y los bienes

comunales, que se originó con el corte de ramas para la orientación del agua hacia el canal.

El financiamiento de este proyecto se repartió entre la Presidencia Municipal de Cuicatlán,

que aportó la mitad del costo, la Comisión Nacional del Agua (CNA) del estado de Oaxaca y

una cooperación de los ejidatarios interesados que se eleva a 20,000 pesos. En los hechos,

aproximadamente la mitad de los ejidatarios decidió integrar el proyecto en un primer tiempo,

pagando una cuota de 1,000 pesos, aunque algunos no lograron cumplir con la totalidad de

la aportación requerida. Los técnicos de la CNA se encargaron de la instalación y de la

capacitación de los beneficiarios.

Algunos ejidatarios no se decidían a participar en un principio. Algunos, porque poseen ya su

propia bomba, ya que la posición de su parcela no ha permitido nunca un riego con el agua

del canal. Otros no habían podido juntar la participación financiera necesaria y se

preocupaban por los gastos de electricidad que conlleva el uso de la bomba. Un tercer grupo

tiene la mayor parte de sus parcelas en el Salado y se molestó por no ser tomado en cuenta.

En cuanto a los productores participantes, el cambio de método de riego constituye la

esperanza de cambios productivos, ya que consideran que sin una mejor productividad, los

gastos de electricidad y de mantenimiento del equipo no serán sostenibles. Un entrevistado

comenta “a ver lo que se puede pedir al gobierno”, para la obtención de mayores beneficios.

Un dato relevante es la poca atención dirigida a proteger los recursos naturales. Ni los

Page 210: 000 Tesis para imprenta 3

210

ejidatarios, ni las instituciones gubernamentales buscaron la inversión que permitiera un

ahorro de agua. Este hecho deriva ante todo de una falta de coordinación interinstitucional y

de la poca atención prestada por los gobiernos a la política de conservación, prefiriendo

atender a intereses partidistas63. Del lado de los ejidatarios, llama la atención la ausencia de

concertación con la Reserva de la Biosfera, que les hace dejar en el olvido algunos términos

de su reglamento interior

Finalmente, el Comité Ejidal logró convencer a (casi) todos sus miembros para que

participaran, ante la evidencia de que ésta era la única solución actual para obtener riego en

las parcelas. La decisión fue individual pero presionada por la necesidad de agua. Una vez

instalada la bomba, se logró un buen nivel de organización ejidal, con acuerdos sobre los

turnos y los tiempos de uso. La potencia del aparato ha mejorado la accesibilidad a riego, ya

que son tres o cuatro los productores que pueden recibir agua al mismo tiempo. La principal

limitante se encuentra en la tendencia del río Grande en disponer de aguas turbias; cuando

ocurre, se detiene el riego.

Con la adquisición de la bomba, los ejidatarios se encuentran frente a un mejoramiento del

acceso al recurso agua. Pero para lograr mantener su vocación agrícola, requieren aún de

esfuerzos interinstitucionales y de sus propias instituciones. Dentro de las metas, tendrá que

enfrentar la indiferencia de la Reserva y los conflictos existentes con su par comunal, si no

quiere quedar fuera de un desarrollo más armonioso.

63 La falta de coordinación es también intrainstitucional, pues la CNA es parte de la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales, al igual de la Comisión Nacional de las Áreas Naturales Protegidas, de la cual depende la Reserva.

Page 211: 000 Tesis para imprenta 3

211

Comité de Bienes Comunales

El reconocimiento de todo el territorio no ejidal del pueblo como comunal se realizó

oficialmente en 1981, otorgando esta propiedad social a 60 productores, hoy reducidos a 42

propietarios.

Al momento en que se conformó el Comité de Bienes Comunales, la asamblea decidió

otorgar a cada comunero de una parcela para la producción familiar. Se repartieron las

tierras ubicadas en la proximidad del río Sendo por partes iguales entre cada productor,

aunque se respetó el acuerdo tácito realizado con los entonces dueños de una parcela

privada de que siguieran gozando de su propiedad. Lo que permite en la actualidad

encontrar tamaños de parcelas variables, dentro de un rango limitado de 1 a 4 ha. Sin

embargo, la inmensa mayoría de las 3,683 hectáreas del territorio comunal quedó para un

manejo colectivo.

En realidad, la parcelización no impulsó una producción agrícola eficiente. La dificultad de

acceder al riego provoca que la mayoría de las parcelas estén sólo parcialmente ocupadas y

otras no están ni siquiera desmontadas. Al respecto, cabe recordar que la integración de

Quiotepec a la política de conservación prohíbe cualquier desmonte, así que las parcelas no

ocupadas antes de la declaratoria de la ANP han dejado de tener un potencial agrícola, lo

que ha cancelado las pretensiones de varios comuneros de usarlas con tal fin.

La estructura comunal se conforma de acuerdo a lo requerido por la Ley Agraria, por lo que

se ésta se asimila a la del ejido. En este caso también es la asamblea de bienes comunales,

formada por todos los comuneros propietarios, la elige por mayoría de votos al comisariado,

al secretario y al tesorero, así como a los suplentes, por tres años. El comisariado es el

encargado de aplicar las decisiones tomadas por la asamblea, de representar la comunidad

y de convocar a las asambleas y al trabajo colectivo (SRA, 1993).

Las reglas más importantes de esta comunidad agraria, al igual que para el ejido, tienen que

ver con la distribución del agua. Pero a diferencia del ejido, la escasez de agua, aunada a la

pobreza del suelo, dificultan la producción y la organización. La forma de distribución del

líquido, cuando hay, es regulada por un regidor, cuya función es determinar el turno de cada

beneficiario y el tiempo posible de irrigación para satisfacer todas las necesidades; en los

Page 212: 000 Tesis para imprenta 3

212

hechos estos datos surgen de una concertación entre los usuarios. El agua es llevada hacia

las parcelas gracias a la presencia de canales de tierra, cuyo mantenimiento constituye una

inmensa labor. El más grande mide alrededor de 6 km, todos se caracterizan por su

permeabilidad, lo que provoca un gran desperdicio de agua.

La falta de accesibilidad de las parcelas está compensada, para los comuneros, por el

otorgamiento a cada familia de un solar, es decir un terreno ubicado en la proximidad de la

vivienda. Éste constituye generalmente el lugar de mayor producción, aunque su superficie,

nunca superior a una hectárea, no permite una aportación suficiente para la subsistencia

familiar.

En los dos casos, la fuente de abastecimiento está constituida por el río Sendo. Los

entrevistados comentaron que “antes”, el agua era suficiente y que un acuerdo entre

Quiotepec y la comunidad serrana de San Lorenzo Pápalo, desde el año de 1955, permitía

una repartición equitativa del líquido. Sin embargo, la falta de lluvia, acentuada en este caso

por el desmonte forestal ocurrido en el pueblo vecino, aunado a la transformación de los

habitantes de San Lorenzo en cultivadores de hortalizas, han disminuido el flujo. Al mismo

tiempo, las mayores necesidades de la comunidad vecina la han llevado a no respetar el

acuerdo. Según los miembros del Comité de Bienes Comunales entrevistados, una comisión

se desplazaba cada año a San Lorenzo para negociar la repartición del agua con esa

comunidad. En la actualidad, el esfuerzo de negociación se ha detenido ante la falta de

resultados debido, principalmente, a la necesidad creciente de agua del pueblo vecino, el

cual también se queja de escasez.

Page 213: 000 Tesis para imprenta 3

213

Aún sin el respaldo formal de la asamblea comunal, los mandos comunales en turno son los

que han tenido que lidiar con esta problemática. Asimismo, las autoridades nombradas en el

periodo de 2004-2006 realizaron varias negociaciones con la Comisión Nacional del Agua,

con diputados oriundos de la región o con la misma comunidad de San Lorenzo. También

intervino la Agencia Municipal, ya que el agua del río Sendo tiene una utilidad de consumo

humano además de agrícola. En este sentido se creó una comisión conjunta del

Cacahuatal64, para impulsar medidas que permitieran beneficiarse de este recurso a lo largo

del año. Ante la terrible sequía que azotó la región en la primavera de 2005 y dejó a los

comuneros sin agua en el campo y en sus casas, se intensificaron los trámites de dicha

comisión. Sin embargo ésta se confrontó con tales dificultades -principalmente financieras,

técnicas y de atribuciones de poder- que no resultó, por lo que el agua sigue constituyendo

una problemática central para el pueblo y sus agricultores, que limita en la actualidad

cualquier impulso de desarrollo. Por otra parte, la forma de enfrentar esta limitante da cuenta

de la dificultad de los comuneros para plantear colectivamente sus necesidades y hacerlas

reconocer a sus interlocutores.

El desánimo por la dificultad de obtener una producción regular ha reducido la importancia

de las asambleas, que no logran reunir al conjunto de los comuneros presentes en el pueblo.

En consecuencia, las autoridades comunales suelen tomar las decisiones en “petit comité”,

llamando a los comuneros sólo cuando se necesita el acuerdo explícito de todos.

Igual que para los ejidatarios, las faenas conciernen principalmente el mantenimiento o

remodelación de los diferentes canales de riego, por lo que se realizan entre los interesados,

64 Del nombre del río que separa el territorio de Quiotepec y de Cuicatlán. Pero, el abasto de agua del pueblo podría provenir de un segmento de este río situado más arriba, en el límite de las comunidades vecinas de San Lorenzo y Concepción Pápalo, nombrado en esta parte río Lagarto.

Page 214: 000 Tesis para imprenta 3

214

en torno a cada canal de riego. Otro elemento contribuye sin duda a una baja de interés de

los comuneros por sus asambleas. Se trata de la pérdida de ingresos propios del comité.

Persisten ganancias por la extracción de arena, al igual que los ejidatarios. Pero la creación

del área protegida ha cancelado la posibilidad de obtener ingresos por pesca, cacería o

extracción de algunos recursos naturales del monte. El sobrante financiero, una vez

satisfechas las necesidades colectivas, se solía repartir, en el fin de año, como aguinaldo; el

monto atribuido a cada comunero se realiza en función de su asistencia y participación a las

asambleas y trabajos colectivos. Los jornales ofrecidos como parte del Programa de Empleo

Temporal (PET) para realizar un trabajo de información sobre la Reserva de la Biosfera

fueron bien recibidos porque compensaron algo de las pérdidas; pero a final de cuentas el

beneficio fue sólo individual y limitado a los comuneros designados por las autoridades.

Por otra parte, desde 2002 se inició un acercamiento de los responsables de la Reserva para

elaborar proyectos de conservación con la comunidad. Este tema es objeto de los capítulos

que siguen pero aquí quisiera resaltar la dificultad que existe para el Comité de Bienes

Comunales de asimilar la posibilidad de un trabajo con las autoridades ambientales desde su

posición de dueños colectivos del monte. Es probable que influya la desconfianza conjugada

con experiencias negativas previas de apoyo externo.

A pesar de ello, se constituyó una nueva estructura dentro del Comité que podría

desempeñar un papel de colaboración con la Dirección de la Reserva de la Biosfera. El

Comité de Vigilancia de la Fauna y Flora Silvestre representa un esfuerzo conjunto con la

Reserva, donde el Comité de Bienes Comunales otorga a cinco de sus miembros el cargo de

vigilar el monte, a cambio de una capacitación de los nombrados a este puesto. El

funcionamiento de este nuevo comité resultó complejo y el trabajo se realizó de forma muy

irregular. Cabe resaltar de esta experiencia la dificultad de cada uno de los grupos por

delimitar sus responsabilidades y responder a las expectativas creadas. En particular, si bien

los comuneros aceptaron la organización tradicional de servir a su pueblo o su comité en

forma gratuita durante el tiempo requerido, se les dificultó a algunos prestar su servicio en un

comité cuya iniciativa fue impulsada por agentes externos a la comunidad. Ello, a pesar de

que está claro que la vigilancia del monte es un beneficio colectivo.

Page 215: 000 Tesis para imprenta 3

215

A la luz de lo anterior, el Comité de Bienes Comunales aparece como una organización débil,

que ha perdido poder de negociación por la ausencia de propuestas que pudieran contribuir

a un mayor bienestar de sus miembros. El acercamiento de la Reserva ha provocado

sentimientos contradictorios en tanto que las restricciones de uso y manejo de algunos

recursos han provocado una cierta desesperación, sobre todo para los comuneros que

aprovechaban el monte para complementar sus ingresos. Por otra parte, este espacio

colectivo se ha abierto a proyectos potenciales. El nombramiento, desde 2006, de un

presidente de Bienes Comunales más joven quizás podrá facilitar la organización de algunas

iniciativas.

La sección que sigue complementa el análisis presente con una reflexión sobre la forma de

concebir la conservación por parte de los comuneros.

3. Percepción social de la conservación institucional

La prioridad dada por cada comunidad agraria al área parcelada ha permitido, hasta ahora,

una menor presión sobre los recursos de uso común. Sin embargo, hoy en día los recursos

suelo y agua parecen haber rebasado su capacidad para proveer a las familias de Quiotepec

de los bienes necesarios para su subsistencia.

Por otra parte, el monte ha sido centro de atención gubernamental en estos últimos años,

después de una llamada de atención de las organizaciones civiles y académicas para que se

otorgara un estatus especial a la región de Tehuacán-Cuicatlán. A raíz del decreto de zona

protegida, varios actores locales y en particular los comuneros de Quiotepec, han sido

solicitados por la autoridad ambiental para participar en la política de conservación. Esta

invitación les obliga de una cierta forma a ordenar sus pensamientos y actuar con respecto a

este bien de uso común.

Asimismo, parece de suma importancia dedicar un espacio a la percepción que tienen los

habitantes de Quiotepec acerca de la conservación, así como a su visión de la institución de

la Reserva porque estos dos elementos influyen fuertemente en la su relación con agentes

externos, además de que son partes de las capacidades y limitantes para una acción

colectiva. Este inciso es principalmente el resultado de las entrevistas realizadas a 23

Page 216: 000 Tesis para imprenta 3

216

productores de Quiotepec, entre marzo y abril de 2004, cuando aún la Reserva de la

Biosfera no era muy visible en el pueblo, pero sí había tomado medidas de uso restrictivo de

varios recursos del monte.

De los principales resultados se desprende que la población considera en general que “hay

menos recursos que antes”, pero sin poner una fecha precisa a este “antes”, aunque parece

no remontar a tiempos no más lejanos que una generación, porque los entrevistados se

refieren luego a recuerdos de niñez o comentarios de ancianos. Sólo tres entrevistados

juzgaron que todo sigue igual.

Las palabras se animan para contar lo privilegiado que era el área, la facilidad con la cual se

pescaba en el río, se cazaba todo tipo de animales (tejones, iguanas, coyotes, venados,

etcétera) y se extraían recursos vegetales del bosque. Según los mismos entrevistados,

nadie se moría de hambre y había manera de obtener proteínas de origen animal gracias a

la caza y la pesca. Por otra parte, el acuerdo establecido entre ejidatarios y comuneros de

que el conjunto del pueblo tenía acceso a los recursos naturales del monte comunal no

afectaba a los verdaderos propietarios y permitía a cada cual aprovechar los recursos

necesarios para la subsistencia familiar. Los comuneros aceptaban el libre acceso a su

propiedad, tanto de los ejidatarios como de los vecinos que llevaban a pastorear al ganado o

buscaban cazar un venado.

En la actualidad, los pocos peces que se encuentran en el río fueron reintroducidos, algunos

atribuyen su desaparición a la contaminación del agua por la agricultura; otros

responsabilizan a la presencia anterior de una mina de asbesto río arriba, cerca de San

Lorenzo Pápalo. Actualmente la Reserva apoya un estudio relacionado con las nutrias, en

varios puntos del río Grande, cuyo objetivo es analizar la calidad del agua.

Otro punto mencionado por los entrevistados es que ya no se ven venados con tanta

frecuencia. Es posible que haya disminuido el número de animales, aunque el diagnóstico

realizado para estudiar la factibilidad de realizar una UMA de venados cola blanca en la zona

determina un promedio de entre 13 y 15 venados por hectárea (Ecozootecnia, 2002). La

percepción de menor abundancia se extiende también a las frutas de cactáceas. La principal

causa de estos cambios, citada por 9 entrevistados (39.1%), se atribuye a la falta de lluvia.

Page 217: 000 Tesis para imprenta 3

217

Otros tres (13.0%) comentan que el exceso de caza y pesca ha llevado a la merma de la

fauna; dos más (8.7%) acusan la presencia de plagas, uno (4.3%) argumenta que “se va

cansando la tierra” y otro que el desmonte y la introducción de ganado han provocado daños

al monte. Ante esta situación, sólo dos personas (8.7%) aceptan que cazan, “pero animales

chicos”; los demás cazaban “antes”, aunque algunos comentan que continúa esta actividad

cinegética, pero “por parte de los pueblos vecinos”.

Otro bloque de preguntas tuvo que ver con la relación que mantiene la población con la

Reserva de la Biosfera. Las restricciones vividas por el hecho de pertenecer a un área

protegida representan la preocupación central, aunque la mayoría de los entrevistados

poseen una opinión contradictoria sobre la institución de conservación, como lo demuestra el

Cuadro 17.

Cuadro 17. Percepción de los entrevistados sobre el papel ambiental de la Reserva de la Biosfera (RB)

Entrevistas

La RB beneficia La RB perjudica

1 Beneficia Perjudica a los que cazan o pescan, también a la gente de afuera

2 No perjudica 3 Por una parte beneficia, dicen que va a

haber apoyo para la comunidad este año Perjudica si no dan permiso para desmontar

4 Cuida los recursos No dejan hacer nada aunque la gente sigue cazando

5 Perjudica 6 Afecta tanta vigilancia. No se puede sacar

leña, no se puede cazar 7 Se cuida más todo No se sabe aún si ayuda 8 Permite conservar Perjudica a los ejidatarios por el problema

de riego, ya no se puede cortar ramas para dirigir el agua

9 Se prohíben muchas cosas (leña...) 10 No opina No opina 11 Ayuda porque hay más vigilancia contra

los cazadores

12 Bien que se cuide los recursos Hay que pedir permiso hasta para cortar un árbol

13 Puede ayudar Mientras, perjudica

Page 218: 000 Tesis para imprenta 3

218

14 Falta vigilar más para limitar la pesca de gente de afuera

15 Perjudica al ejido por los problemas de riego

16 “bueno para nosotros” Limita la caza exterior

17 Perjudica por las prohibiciones 18 La RB apoyó a los comuneros para un

proyecto con 70,000$ Se prohíbe cazar venado, iguana, animalitos y pescar

19 Está bien limitar la caza 20 Se prohíbe mucho: tumbar árboles, vender

leña Bronca de los cazadores con el Comité de Vigilancia

21 Ya no se puede cazar, ni pescar 22 Bien que se vigile 23 Ayuda a cuidar el medio ambiente Fuente: Elaboración propia a partir de 23 entrevistas. Marzo y abril de 2004

De los 23 entrevistados, 15 (65.2%) expresan una opinión favorable al decreto de

conservación y al cuidado que obliga de los recursos naturales. Pero 9 de éstos opinan que

también perjudica, por lo que totalizan 16 (69.6%) los que se preocupan por la presencia de

la Reserva en su comunidad. Ante la escasez cada vez más evidente de recursos, sobre

todo fauna, un apoyo exterior para preservar algo perteneciente a cada uno de los miembros

de la comunidad tiene un efecto tranquilizador. Al mismo tiempo, tal apoyo ayuda a valorar lo

que uno suele considerar como el último recurso lo que le queda cuando no hay más.

A la vez, tanta preocupación desde afuera por la conservación de bienes pertenecientes al

pueblo no deja de inquietarlos. Lo expresa Don Heriberto cuando comenta “La gente del

pueblo tiene que tener derecho de disfrutar sus recursos”. La principal preocupación de la

población gira alrededor de las prohibiciones y dejan así ver la dificultad de aceptar una

restricción en el uso de un bien propio. Cabe destacar una priorización diferente de las

preocupaciones en torno a las limitaciones de uso según la pertenencia agraria. Así, los

ejidatarios citan con frecuencia la prohibición impuesta por la Reserva a través del Comité de

Bienes Comunales de utilizar ramas del monte para orientar el canal de riego. Aunque este

problema ya no se plantea, tensó durante varios meses la relación entre los dos grupos

agrarios. Otra frustración de los ejidatarios se ubica en las posibilidades de empleos

temporales otorgados a los comuneros sin que se les tomara en cuenta a ellos. En general,

Page 219: 000 Tesis para imprenta 3

219

los ejidatarios sufren de una ausencia de comunicación con la autoridad ambiental. Del lado

de los comuneros, las principales quejas residen en la prohibición de desmontar y la falta de

apoyo para acceder al agua de riego. Sin embargo, atrás de la preocupación personal, surge

un interés por restablecer un cierto equilibrio ambiental y “dejar algo a los hijos”. Los

entrevistados en general reciben de manera favorable el cuidado impuesto por la autoridad

ambiental, así como la vigilancia, sobre todo si se aplica a gente externa a la comunidad.

Asimismo, las respuestas sobre posibles acciones de aprovechamiento o conservación de

los recursos naturales son poco precisas y reducidas. Los comuneros más activos presienten

la necesidad de una labor comunitaria para “concientizar”, sobre el valor de sus recursos

naturales. La mayoría de los entrevistados expresa la necesidad de cuidar, pero también de

vigilar el monte, sobre todo contra los que no tienen ningún derecho sobre éste. En este

papel de cuidado y vigilancia, el apoyo que puede ofrecer el decreto toma sentido. Ante tarea

tan compleja, los comuneros consideran que el Gobierno tiene que jugar un papel clave, tal

vez porque más allá del aprovechamiento que les pertenece, tienen conciencia de que la

existencia de esta biodiversidad es un bien común, con beneficios para todos. Don Cenobio

resume así la situación: “Necesitamos recursos del gobierno para no andar matando

venado”.

Conclusión capítulo 7

Este capítulo da cuenta de la evolución de las estructuras que ritman la vida de la región y

más específicamente del pueblo de Santiago Quiotepec, donde el concepto de conservación

ha tomado un papel predominante. Aunque la descripción de los comités que dan vida al

pueblo revela una organización basada principalmente sobre la producción agrícola,

manteniendo las instituciones tradicionales y asimilando la legalidad formal, cabe destacar

que se percibe una expectativa, por parte de algunos miembros de la comunidad, en cuanto

al monte como bien común. De hecho, la conjunción del nivel regional con el local hace

evidente una necesidad de adaptación para cumplir con los objetivos de conservación. Al

mismo tiempo que la persistencia de la estructuración social es esencial para que la

población local se apropie de los conceptos y les proporcione una mejor aplicabilidad. Frente

a la individualización creciente de los comportamientos, es importante tomar conciencia de la

necesidad de una organización colectiva para que el manejo del espacio común sea la

Page 220: 000 Tesis para imprenta 3

220

oportunidad de construir un desarrollo armonioso que combine bienestar social con equilibrio

ambiental.

Así, se están desdibujando transformaciones regionales y locales que las catástrofes

naturales tal vez han acelerado, pero que constituyen una respuesta directa o indirecta a la

situación actual de cada grupo agrario con respecto a la política de conservación. Los

ejidatarios orientan sus esfuerzos hacia el mejoramiento de su agricultura a través, en primer

lugar, de la tecnificación del riego; su falta de preocupación por la política ambiental proviene

de un error de la Dirección de la Reserva de la Biosfera por ignorar la presencia de dos

grupos agrarios en el pueblo. La planeación del riego gracias a una bomba colectiva puede

ser una respuesta a la destrucción del canal de riego, pero representa a la vez una forma de

evitar las tensiones que han nacido con los comuneros por el corte de ramas para orientar el

agua. Por otro lado, los comuneros, poco favorecidos en la cuestión agrícola, están

encontrando en la política de conservación una forma de mejorar sus ingresos, a través de

proyectos no productivos, de servicios ambientales o de uso indirecto. En todo caso, la

política de conservación podría ser un eje vinculador para un nuevo pensamiento en el cual

la agricultura constituiría una de las actividades, permitiendo así una nueva forma de

multifuncionalidad campesina. Inclusive el reglamento municipal adoptado el 31 de marzo de

2005 por la presidencia municipal de San Juan Bautista Cuicatlán define la conservación

como una alternativa económica siendo “una forma de aprovechamiento de los recursos

naturales que permite su máximo rendimiento y evita el deterioro del ambiente” (Gobierno del

Estado de Oaxaca, 2005:1371). Sin embargo, aunque quede evidente la necesidad de

reforzar la conservación de los recursos naturales con la participación plena de sus

propietarios, nada predispone al éxito. Los capítulos que siguen constituyen un acercamiento

a esta problemática.

Page 221: 000 Tesis para imprenta 3

221

CAPÍTULO OCHO. LOS PROYECTOS COMO VÍNCULOS ENTRE POLÍTICA AMBIENTAL Y COMUNIDAD. EL DESENCUENTRO

El análisis de la política oficial de conservación y de las instituciones tradicionales locales

permite entender la dificultad de la búsqueda de un bien común entre los diferentes actores.

Pero también permite visualizar que sólo la conjunción de esfuerzos permitirá un desarrollo

que priorice el equilibrio ambiental y la equidad social.

Aunque el paradigma de otro desarrollo tiene que surgir a partir de lo que hay, exige también

un resignificado de lo existente y su inserción en un pensamiento que sepa establecer

puentes entre conceptos aparentemente antagónicos, como son lo local y lo global, la teoría

y la práctica, lo urbano y lo rural, lo tradicional y lo moderna. Igualmente se vuelve urgente

reencontrar el sentido de la vida, a través del rescate de valores espirituales e inmateriales,

así como el encuentro de cada ser humano con el lugar que le corresponde.

Para una comunidad rural inserta en una región ambientalmente protegida, es probable que

el cambio requiera de la asistencia de actores externos a través de la construcción de

proyectos de desarrollo que permitan mejorar la situación económica, social y ambiental de

la comunidad. En realidad, poco sabemos sobre la razón del éxito o no de proyectos

comunitarios en torno al manejo de su bien común. La virtud de Elinor Ostrom y

colaboradores (Ostrom, 2000a; Merino, 2004) es haber revisado cientos de estos proyectos

para determinar algunos elementos que parecen clave para que una comunidad logre

desarrollar proyectos colectivos de manera exitosa, así como se analizará en el tercer

capítulo. Sin embargo, la misma Elinir Ostrom (2000a) reconoce que en un mundo de

incertidumbre y complejidad, el éxito de un proyecto no está garantizado aunque se cumpla

con los criterios enunciados, tampoco la estabilidad del éxito a pesar de un buen inicio del

mismo.

Tal vez una de las lecciones aprendidas del análisis neoinstitucional sobre estos aspectos es

que el éxito requiere de más que sólo elementos organizativos. Más allá de características

biofísicas, ambientales, sociales, económicas e institucionales de un área y de su gente,

existen condiciones inmateriales difíciles de medir pero esenciales, que tienen que ver con

Page 222: 000 Tesis para imprenta 3

222

cuestiones subjetivas. Difícilmente este trabajo podría profundizar más sobre estos aspectos,

pues no tengo la formación para ello. Pero me parece sumamente importante argumentar,

una vez más, sobre la imposibilidad de confiar sólo en elementos palpables o científicos y,

por lo mismo, considerar los fines que sustentan a cada institución, proyecto o grupo

humano, así como los medios utilizados para lograrlos. Más allá de los resultados concretos

de cualquier proyecto, la actitud de los que lo emprenden es lo que garantiza una cierta

estabilidad, más allá de los conflictos y relaciones de poder que implica cualquier actividad

dentro de una organización humana.

Asimismo, este capítulo analiza los dos proyectos socio ambientales que formaron el inicio

de una relación más formal entre la Dirección de la Reserva de la Biosfera y la comunidad, y

las actuaciones y actitudes que llevaron esta relación hacia el fracaso de su objetivo. En el

año 2002, es decir seis años después de la creación del área protegida, personal de la

Reserva convocó al Comité de Bienes Comunales para informarle de la posibilidad de

desarrollar un proyecto de UMA en el monte de su propiedad. Otro proyecto de índole

diferente se relacionó con las parcelas comunales. El relato y análisis de estos dos

acercamientos son portadores de lecciones, en particular sobre la dificultad de establecer

relaciones coherentes entre una comunidad y los actores externos, a pesar de un aparente

objetivo común.

1. Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA) o una comunicación equivocada

El proyecto de la UMA Venado Cola Blanca representó el primer acercamiento formal de la

Reserva con la comunidad en estudio, en 2002. Las UMA, como su nombre lo indica,

constituyen una unidad básica, incluida en un Sistema de Unidades de Manejo para la

Conservación de Vida Silvestre, autorizada y controlada por la Secretaría de Medio Ambiente

y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través de su Dirección General de Vida Silvestre. Su

objetivo principal consiste en “promover el desarrollo de alternativas de producción

compatibles con el cuidado de la biodiversidad y el ambiente a través del uso racional,

ordenado y planificado de los recursos naturales, en particular la vida silvestre” (INE, 2001)

Como tal, representan una de las principales herramientas institucionales puestas a

disposición de las áreas naturales protegidas, para lograr la vía de un aprovechamiento

vinculado con la conservación. De hecho, la Ley General de Vida Silvestre (DOF, 2007) les

Page 223: 000 Tesis para imprenta 3

223

otorga un abanico de orientaciones a manera de facilitar su adaptación a las características

propias de cada lugar, como son “restauración, protección, mantenimiento, recuperación,

reproducción, repoblación, reintroducción, investigación, rescate, resguardo, rehabilitación,

exhibición, recreación, educación ambiental y aprovechamiento sustentable” (artículo 39).

¿Por qué un proyecto de UMA en el monte de Quiotepec? En realidad, las UMA son para la

autoridad ambiental una de las principales formas de controlar los recursos silvestres

presentes en el área protegida y de orientar el manejo que se les quiere otorgar. Constituyen

un esquema legal de aprovechamiento que pretende abatir las formas ilegales de manejo de

plantas y animales silvestres, con una supuesta coparticipación y corresponsabilidad

comunitaria. En contraparte, se ofrece a los propietarios legítimos obtener parte de los

beneficios económicos, además de retribuciones sociales (INE, 2001:1). Para Quiotepec, la

elección de este esquema y especie obedecía, sin duda, a la necesidad de frenar la caza

ilegal de venados, de la cual tiene conocimiento el personal de la Dirección de la Reserva de

la Biosfera, además de proponer un esquema de aprovechamiento que podría compensar

las restricciones impuestas al uso del bien común que constituye el monte, desde que se

creó el área natural protegida.

Una de las principales dificultades de esta herramienta es inherente al conjunto de la política

de conservación. ¿Cómo se evalúa la sustentabilidad? Si bien uno de los requisitos

indispensables para la puesta en marcha de una UMA consiste en la elaboración de un

documento técnico que determine las condiciones para un aprovechamiento racional del

recurso, se reconoce la dificultad de construir “normas basadas sobre el conocimiento

científico para determinar qué actividades y con que intensidad son compatibles con la

conservación de la biodiversidad” (Halffter, 1992:277). Por otra parte, aunque la Ley General

de Vida Silvestre insiste sobre la necesidad de una conservación integral, la prioridad dada a

una especie en particular puede poner en peligro el objetivo inicial. Así, un aumento de la

población de venados podría tener como consecuencias la disminución de la vegetación que

les sirve de alimento. Finalmente, la motivación de la población local en participar en este

tipo de proyectos se vincula estrechamiento con la posibilidad de obtener un beneficio visible

–ya sea económico, social o ambiental- que se contraponga a las restricciones impuestas

sobre el conjunto de los recursos y a la pobreza de sus ingresos.

Page 224: 000 Tesis para imprenta 3

224

En Quiotepec, quedaba puesto en evidencia por la comunidad científica, y confirmado por la

población local, que el territorio comunal posee condiciones favorables a la presencia de

venados y otra fauna menor. Aunque existe también una percepción de disminución de la

población de estos mamíferos por su caza y por la falta de lluvia, que escasea la vegetación

necesaria para su mantenimiento (entrevistas, 2004). Antes del decreto de Reserva de la

Biosfera, el venado era cazado por varios pobladores locales, y representaba un aporte

financiero al comité comunal, quien otorgaba permisos de caza a quien venía de afuera. En

la actualidad, ha disminuido la caza por su carácter ilegal y por la aceptación del Comité de

Bienes Comunales de colaborar con la conservación de los recursos silvestres a través de la

creación de un Comité de Vigilancia. Sin embargo, sigue existiendo una caza furtiva.

En sentido contrario, otros entrevistados expresan su apoyo a la protección de una especie

que se ha escaseado, aunque también externan su frustración por haber perdido la

posibilidad de consumir proteínas de origen animal; además, de no recibir ya el ingreso

generado por las autorizaciones de caza. Lo anterior pone de relieve la sensibilidad del tema

del venado para la comunidad de Quiotepec. En este contexto, la presentación de un

proyecto relacionado con el manejo de este mamífero toma un sentido particular.

Pormenores del desencuentro. En la primera fase de planeación del proyecto, la Reserva siguió los pasos que le indicaban

las leyes ambientales. Por un lado, la LGEEPA determina que es obligatorio el

consentimiento “previo, expreso e informado, del propietario o legítimo poseedor del predio

en el que el recurso biológico se encuentre” (1997, artículo 87 bis). Por otro lado, la Ley

General de Vida Silvestre responsabiliza a estos propietarios o legítimos poseedores, de las

actividades de aprovechamiento para registrarlos como Unidades de Manejo para la

Conservación de la Vida Silvestre (artículo 39 de la LGVS); además, de establecer un plan

de manejo para su autorización. Con el fin de gestionar estos dos requisitos, la Dirección de

la Reserva de la Biosfera convocó, en el año 2000, al Comité de Bienes Comunales de

Quiotepec, designando previamente un consultor para realizar el documento técnico de

apoyo. De esta forma, la asamblea de comuneros recibió al mismo tiempo información sobre

el concepto de UMA y sobre la intención de la autoridad ambiental de implementar tal

proyecto en las tierras comunales “para el propio bien de la colectividad”. En esta misma

reunión se les solicitaron las firmas de autorización para iniciar el trabajo de consultoría, así

Page 225: 000 Tesis para imprenta 3

225

como el apoyo de varios comuneros para acompañar a los expertos contratados en sus

recorridos de campo.

Durante la asamblea, los comuneros reunidos escucharon con atención la propuesta lanzada

por el subdirector de la Reserva, misma que se presentó como una forma de apoyo a las

familias y a su patrimonio, gracias al doble propósito de generar ingresos y de proteger el

monte.

Ante la desconfianza generalizada de los comuneros, la autoridad ambiental puso el acento

sobre la participación activa de la población en el proyecto. Se formaría un comité que

tuviera como función la gestión de los fondos financieros liberados para realizar un

diagnóstico de la zona, y se pagaría un día de jornal a quien acompañara a los consultores al

monte. A cambio, los miembros de la asamblea comunal tendrían que confirmar su acuerdo

al proyecto con su firma de conformidad.

La propuesta generó sentimientos contradictorios. Por un lado, el proyecto en sí mismo es

diferente de los tradicionalmente propuestos en el pueblo. Hasta ahora los pocos apoyos

obtenidos tenían que ver con el ámbito productivo y se abocaban principalmente a

implementar nuevos cultivos o mejorar los existentes. En los casos anteriores, la decisión de

participar o no, era meramente individual a pesar de una oferta lanzada al conjunto de la

colectividad.

En cuanto al proyecto de UMA venado cola blanca, se trató de una propuesta que abarcaba

el espacio colectivo del monte, por lo que se dirigió a los comuneros como conjunto. El

esquema de manejo comunitario de la tierra no tiene antecedentes en Quiotepec, fuera de

Page 226: 000 Tesis para imprenta 3

226

un aprovechamiento individual de lo colectivo, tácitamente aceptado por todos por su

impacto relativamente limitado. Si bien el pueblo está regido por instituciones tradicionales

comunitarias, a través de las cuales se organizan algunas tareas, no existen reglas formales

acerca del uso y acceso al monte aprobadas explícitamente por el conjunto de propietarios

legítimos65. En consecuencia, el proyecto de UMA de venado cola blanca, anunciado como

un hecho por las autoridades ambientales, encuentra respuestas individuales sin referente a

una gestión colectiva.

Otra dificultad residió en que el proyecto fue planteado por una instancia aún poco conocida

por la comunidad, excepto por su imposición de restricciones al uso de recursos propios

(prohibición de caza, de extracción de leña para su comercialización, entre las medidas más

controvertidas), lo que no facilitó un contacto fluido entre autoridades y comuneros. Aunque

se espera de quien quitó un derecho de uso que lo restituya de una u otra forma, la

confianza en las sociedades tradicionales se establece con el tiempo y el compromiso de las

dos partes. La habilidad del subdirector de la Reserva, para poner adelante su conocimiento

de la región y su disposición en valorar los recursos naturales con la participación de sus

dueños, planteó una base de diálogo importante pero insuficiente. Sin embargo, el temor a

perder las ventajas financieras enunciadas en un principio, así como el papel de las

autoridades comunales de no querer despreciar a quienes reconocen las cualidades

naturales de Quiotepec y constituyen una autoridad superior llevaron a una aceptación

moderada de la propuesta. Otro argumento importante para que no se rechazara el proyecto

fue el aparente reconocimiento, por parte de los agentes externos, del Comité de Bienes

65 Hay que notificar la existencia de un antecedente de acuerdo colectivo, a través del arresto de unos militares que cazaron iguanas por algunos comuneros. Ante el hecho, las autoridades comunales convocaron a una asamblea, misma que obligó a los militares a pedir disculpa a la colectividad. Se les sancionó con el pago de medicamentos para la comunidad.

Page 227: 000 Tesis para imprenta 3

227

Comunales como estructura organizativa de los propietarios legítimos del monte. La promesa

realizada por la Dirección de la Reserva de la Biosfera de entregar el financiamiento

disponible al tesorero del comité relajó la primera impresión de desconfianza resentida por

los comuneros. El control financiero se asoció con el control territorial. Con este último

argumento, se logró recolectar las firmas necesarias al inicio del diagnóstico.

El paso siguiente fue la presentación de los “expertos” encargados del diagnóstico ante las

autoridades comunales y el inicio de los recorridos de campo con el apoyo de algunos

comuneros designados por éstas. Con ello, los actores locales cumplieron su parte del

acuerdo realizado en asamblea, pero no fue así por parte de la Reserva. Después de haber

recolectado las firmas de autorización, pasaron varios meses sin noticias de la autoridad

ambiental. Los comuneros presionaron en las oficinas de la Reserva, hasta que se les

prometió enviar un representante para presentarles el diagnóstico realizado. De

financiamiento, no se habló.

A este nivel, quiero dejar clara la viabilidad técnica del proyecto. La elaboración del

documento técnico se realizó en los tiempos previstos y cumplió con sus objetivos de

generar un mayor conocimiento del espacio de uso común, así como determinar el perímetro

más favorable para una UMA de venado cola blanca, a partir de la identificación de las áreas

clave (alimentación, descanso, anidación, crianza, etcétera), además de estimar el número

de animales y sus capacidades de reproducción en esta área. Asimismo, el documento

justifica plenamente la propuesta, confirmando la presencia de ecosistemas favorables al

mantenimiento de venados cola blanca en el monte de Quiotepec, al mismo tiempo que

plantea la presencia de rastros de estos animales, calculando que la abundancia de

vegetación permite sostener un promedio de 14 venados por hectárea (Ecozootecnia, 2002).

Page 228: 000 Tesis para imprenta 3

228

Aunque la presencia de otros animales, tales como reptiles, anfibios, aves, y otros

mamíferos, resta alimentos a los venados. Contempla entonces que para incrementar la

población de venados cola blanca en esta área, sería necesaria una mayor vegetación

herbácea en el sotobosque, así como una diversificación en leguminosas. Igualmente, el

estudio amplía el proyecto a la posibilidad de observar otras especies, como la guacamaya y

diversas aves66.

El estudio no excluye algunos obstáculos que podrían limitar este proyecto. Es el caso de la

actividad ganadera desarrollada en el perímetro previsto para la UMA, en particular la

presencia de caprinos sin control. Otro elemento mencionado es la cacería furtiva, que pone

en riesgo las poblaciones de ciertas especies con interés cinegético o les relega hacia otras

zonas. A la vez, se remarca la gran biodiversidad del área, que permitiría abarcar varios tipos

de UMA, además de la de venado cola blanca.

Asimismo, al día previsto para la presentación del diagnóstico, la mayoría de los comuneros

esperaron a la autoridad ambiental. Habían exigido que fuera el director de la Reserva quien

llegara a la cita. En su lugar, se presentan con retraso el entonces recién encargado de la

oficina de Cuicatlán, con otra persona no identificada, que resultó ser parte del equipo de la

Dirección de la Reserva laborando en Tehuacán. Después de disculpar al director, ocupado

en otros asuntos y con imposibilidad de presentarse ante esta asamblea, inició la reunión. A

medida que avanzaba la presentación, se hizo más evidente que los enviados no tenían que

ver con el proyecto. La discusión que siguió dio vuelta al asunto, ya que los comuneros no se

atrevían a explicar el objeto de su disgusto. Finalmente, Don Pedro Ojeda, tesorero de

66 De hecho, tanto la Conabio como la Reserva recibieron un fondo para promover la protección de la guacamaya, por lo que se organizaron, posteriormente, talleres de sensibilización en varias comunidades (incluida Quiotepec), donde participaron jóvenes y adultos.

Page 229: 000 Tesis para imprenta 3

229

Bienes Comunales y gente de experiencia regional, expresó. ¿Dónde está el dinero

prometido? ¿Por qué se les manda personas sin competencia en el proyecto? ¿Cuánto se

pagó a la consultora encargada del proyecto? Expresa el sentimiento generalizado de

sentirse abusado, de no haber jugado el papel que les correspondía. El personal de la

Reserva presente no tiene el rango para tomar decisiones, por lo que los comuneros exigen

la próxima presencia de los directivos para no cerrar las puertas de Quiotepec a la autoridad

ambiental. Finalmente, en otra ocasión, apareció el subdirector de la Reserva, quien calmó el

ambiente con el pago de los jornales correspondientes. Del proyecto no se habló más. A

pesar de los resultados del diagnóstico y de la disponibilidad de un presupuesto para llevarlo

a cabo, éste se consideró definitivamente cancelado a mediados de 200667. Antes de

abordar el análisis de los elementos que, según mi punto de vista explican el fracaso,

quisiera presentar un segundo proyecto introducido por la Dirección de la Reserva en la

comunidad de Quiotepec.

2. Establecimiento de barreras vivas, un proyecto sin seguimiento

La restauración del suelo agrícola o la prevención de su erosión representan otra línea de

trabajo de las áreas naturales protegidas con las comunidades rurales. Si bien el

mejoramiento de la productividad forma el objetivo central del proyecto, el vínculo con la

conservación es primordial. Se trata de relajar la presión que pudiera existir sobre los

recursos colectivos, gracias a un aprovechamiento ambientalmente más racional de las

parcelas individuales. Los resultados agrícolas se pretenden obtener por medio de una

técnica sencilla y natural, que consiste en plantar una línea continúa de especies nativas en

los límites de las parcelas, cuya función es retener el suelo y aumentar la infiltración de agua,

67 Entrevista con Juan Manuel Salazar, subdirector de la Reserva de la Biosfera.

Page 230: 000 Tesis para imprenta 3

230

a la vez que fijar nitrógeno gracias a la siembra de algunas leguminosas (Dirección de la

Reserva de la Biosfera, s/f). De forma colateral, la elección de especies nativas útiles permite

un beneficio económico y social, además que este tipo de obras requiere poca mano de obra

y ocupa un espacio reducido del terreno, por lo que no se pierde mucha tierra cultivable. Otra

ventaja reside en la accesibilidad de su financiamiento.

El proyecto contempló el establecimiento de 25 kilómetros lineales de barreras vivas sobre

las parcelas agrícolas comunales, con un costo total de 75,000 pesos. De este monto,

60,000 pesos, es decir el 80%, provenía de fondos pertenecientes al Programa de Desarrollo

Regional Sustentable (PRODERS)68. El resto estaba supuestamente a cargo de los

beneficiarios directos. En un inicio, se previó el uso de cuatro especies nativas: el mesquite,

el guaje, el nopal y el maguey. En tanto, se consideró que el mantenimiento de las barreras

vivas sería sencillo, consistiría en una revisión periódica para reemplazar las plantas que se

hubieran secado y la eficiencia estaría vinculada con el cumplimiento de instrucciones

precisas para la construcción de los bordos y zanjas. Éstas consisten en construir los bordos

perpendiculares a la pendiente, con una profundidad de 50 cm.

Pormenores del proyecto

El proyecto se enfocó, una vez más, hacia el Comité de Bienes Comunales, confirmando su

papel protagónico en la preservación de las áreas comunes. Una de las explicaciones a

posteriori de la exclusión de los ejidatarios se basó en la estrechez del presupuesto, así

como en la ausencia de acercamiento del Comité Ejidal con la Dirección de la Reserva. En

68 Los PRODERS son Programas creados por la Semarnat y manejados por la Comisión Nacional de las Áreas Naturales Protegidas, para “impulsar procesos de tránsito hacia el desarrollo sustentable en las Áreas Naturales Protegidas, sus zonas de influencia y en regiones pobres de gran biodiversidad, vía la promoción de un modelo de planeación y gestión integral, descentralizado y participativo con visión a largo plazo” (Conanp, 2001).

Page 231: 000 Tesis para imprenta 3

231

todo caso, la segregación entre los dos grupos agrarios significó un revés en la relación de

poder entre ellos. Es evidente que no se puede culpar a los agentes externos de la división

que prevalece dentro de la comunidad, pero que cualquier intervención tiene que ser

cuidadosa de no profundizar las tensiones existentes, como lo expresa uno de los ejidatarios

entrevistados: “Si todos apoyan, no puede haber ayuda sólo para los comuneros” (Entrevista

marzo 2004).

Para este proyecto el contacto formal de la Dirección de la Reserva con la comunidad de

Quiotepecse efectuó en otro contexto que para la UMA. En primera instancia, los cambios de

director y encargado de la oficina de Cuicatlán permitieron reiniciar la relación sobre otras

bases. Por otra parte, este segundo proyecto fue precedido por una solicitud de colaboración

con la política ambiental, a través de la realización de tareas de información y

concientización, como fueron la instalación de pancartas anunciando el ANP, de plumas para

prohibir el paso de vehículos en algunas brechas, la formación de un Comité de Vigilancia de

la Fauna y Flora Silvestres, exposiciones y talleres de educación ambiental, entre otras. Las

dos primeras actividades fueron remuneradas a través de un Programa de Empleo Temporal

(PET). De esta manera, existía un vínculo más cercano entre las dos partes, establecido a

partir del involucramiento de algunos comuneros a la política de conservación.

En cuanto a la Dirección de la Reserva, su recién encargado de la oficina de Cuicatlán tomó

un tiempo tanto para la preparación del proyecto como para su propuesta ante la asamblea

comunal. Después de una revisión bibliográfica sobre las técnicas de establecimiento de

barreras vivas y de un trabajo previo de campo, que consistió en entrevistas con comuneros,

visitas de parcelas y localización del material vegetativo (Reserva de la Biosfera, 2004), se

inició el proceso de realización. Una vez avalada la solicitud de establecimiento de barreras

vivas por las autoridades comunales, el presidente del Comité de Bienes Comunales, don

Hipólito Orozco, convocó en octubre de 2004 a una asamblea, donde Manuel Palma expuso

las ventajas de la propuesta.

Desde un principio, el proyecto atrajo a los comuneros presentes, por su pretensión en

aportar una solución sencilla a la baja productividad agrícola. Es que los productores se

sienten muy castigados en sus cosechas agrícolas, por el suelo delgado de sus parcelas que

lo hace poco productivo, además de una tendencia visible a la erosión por un mal manejo del

Page 232: 000 Tesis para imprenta 3

232

agua. De hecho, la subutilización de las parcelas proviene de la dificultad de obtener una

producción que justifique el trabajo realizado. Por otra parte, la posibilidad de retener el agua

permitiría atenuar la escasez del líquido durante los meses más secos.

Otra ventaja residía en la libre elección dejada a los comuneros sobre las plantas a

introducir, a partir de una lista presentada por la Reserva. La selección se realizó en función

del posible uso de cada una, de su apreciación y conocimiento, por lo que se orientó hacia

el guaje, el maguey, el mesquite y el nopal. Además de su uso como alimentación animal y

leña, estas plantas se benefician de un mercado regional. Dentro de las especies propuestas

por los promotores se encontraba el agave mezcalero que fue descartado, según algunos

comuneros, por su carácter espinoso, que ahuyentaría a los animales domésticos. Esta

anécdota confirma la vinculación existente entre la ganadería, a pesar de su relativa escasez

y las parcelas agrícolas, así como la pretensión de los comuneros de aprovechar las plantas

sembradas para la alimentación animal. Cabe precisar que finalmente, sólo dos especies

estuvieron disponibles en el vivero designado. Así la variedad se limitó al guaje (Leucaena

macrophyla) y al mesquite (Prosopis laevigata). El guaje no representa una especie muy

extendida en la comunidad, sin embargo posee un mercado local por su destino de

alimentación animal y, en algunas zonas, humana. Además satisface el aporte en nitrógeno

al suelo por ser una leguminosa. En cuanto al mesquite, su leña es muy apreciada por las

familias y aguanta suelos pocos profundos. En los dos casos, no se cumplió con el objetivo

de introducir plantas nativas, ya que el guaje se presentó como injerto y el mesquite era una

especie mejorada. Lo anterior tuvo consecuencias, pues algunos participantes rechazaron

sembrar especies desconocidas a pesar de haber ya realizado la preparación del terreno.

Esta actitud pone de relieve un rasgo dominante en las comunidades tradicionales, que es la

desconfianza hacia lo desconocido y la dificultad de adaptación a nuevas técnicas, reforzado

por imposiciones históricas que no dieron los frutos esperados.

Otra modificación de la propuesta inicial se encontró en el número de participantes locales.

Inicialmente, estaba prevista la colaboración de la asamblea comunal para que la plantación

se realizara de forma continua, sobre 25 km lineales. En los hechos, si bien el ofrecimiento

de establecimiento de barreras vivas se generalizó a todos los comuneros inscritos, no se

exigió la participación de todos. Es más, la principal regla para ingresar al proyecto era

poseer una parcela cultivada o por lo menos desmontada, como lo requieren las reglas de

Page 233: 000 Tesis para imprenta 3

233

conservación impuestas a los habitantes de la ANP. La Reserva dejó a las autoridades

comunales la tarea de organizar al grupo de participantes, mismas que aplicaron la medida

al pie de la letra, dejando varias parcelas fuera del proyecto. En total sólo 30 de los 42

comuneros pudieron acceder al apoyo directo. Los demás tuvieron sólo la oportunidad de

participar en las diversas actividades requeridas, para llevar a bien el proyecto y con ello

obtener una retribución financiera. En cuanto a las barreras vivas, ni se obtuvo una línea

continua, ni se alcanzó la meta fijada de 25 km.

Después de la selección de las parcelas se inició la fase de realización del proyecto con una

supervisión de técnicos de la Reserva y, por parte de los comuneros, la creación de un

Comité de Guaje y Mesquite que tuviera como función controlar y gestionar el

financiamiento. La construcción de las zanjas constituyó la primera labor, facilitada por la

compra de herramientas para tal efecto, tales como palas, picos, machetes, manguera,

carretillas y limas, mismas que representan una donación al Comité de Bienes Comunales.

Sin embargo, una de las primeras dificultades fue la excavación de las zanjas ya que, al

decir de algunos entrevistados, no siempre se logró su perpendicularidad con respecto a la

pendiente del terreno. Varios comuneros argumentan una supervisión técnica muy leve, a la

cual se puede añadir la falta de experiencia de la Dirección de la Reserva en cuanto al

proceso. La consecuencia fue una disminución de las ventajas que se pretendía obtener de

este proyecto, en particular en la retención de agua.

El tiempo dedicado al establecimiento de las barreras vivas fue retribuido con el pago de

jornales. De hecho, el financiamiento de la mano de obra constituyó el monto más importante

del proyecto, alcanzando 86.5% del presupuesto (64,850 pesos sobre los 75,000 previstos).

Incluyó el trazo de la obra (50 jornales), la elaboración de las zanjas (120 jornales), el

transporte del material vegetativo (37 jornales) y su trasplante (441.5 jornales). En realidad,

parece que el Comité de Guaje y Mesquite sancionó a los comuneros que no terminaron la

obra, con un pago menor de jornales. Es muy probable que esta medida haya permitido

reducir el gasto del trabajo, de forma que la aportación en efectivo (15,000 pesos) solicitada

al Comité de Bienes Comunales no se realizara.

El periodo en el cual se elaboró el proyecto facilitó su implementación. Los meses de

diciembre y enero se caracterizan por una escasez de limón y, en consecuencia, una entrada

Page 234: 000 Tesis para imprenta 3

234

menor de ingreso. Por lo mismo, el trabajo temporal se reduce, acentuando la falta de

liquidez. Con la realización de las barreras vivas, todos los comuneros -integrantes del

proyecto o no- pudieron recibir jornales mayores a lo que se acostumbra en la comunidad,

por la construcción de las zanjas y bordos y el trasplante de la vegetación69, en el periodo

económicamente más crítico del año.

En total fueron 5,000 plantas de guajes y 3,000 de mesquite las que fueron entregadas para

su siembra, de una altura de alrededor de 20 cm, lo que dio un promedio de 100 plantas de

cada especie por parcela. El mesquite se sembró en las extremidades mientras el guaje

ocupó el centro de las zanjas. Uno de los puntos más débiles del proyecto, considerando sus

objetivos enunciados de mejorar la productividad del suelo y retener el agua, fue la falta de

previsión para su seguimiento. Si bien el documento técnico que sirve de respaldo al

proyecto prevé la necesidad de “dar un seguimiento al proyecto”, especificando que la

Reserva es la responsable de ello, nada de eso ocurrió. El mismo texto precisa lo que se

entiende por seguimiento, que consiste en “revisar la barrera para ver si hay espacios vacíos

por plantas muertas y resembrarlos”. Pero, de manera contradictoria, el presupuesto

establecido no planteó la posibilidad de una nueva entrega de plantas para mantener densas

las líneas sembradas.

Una vez realizadas todas las actividades de siembra de las plantas, la Reserva consideró

este proyecto como asunto arreglado, ya que la meta principal de establecimiento de

69 La Reserva pagó un total de 440 jornales, de cien pesos cada uno. En esta zona, el salario normal cotidiano es de setenta pesos (2005).

Page 235: 000 Tesis para imprenta 3

235

barreras vivas se había cumplido70 y el financiamiento destinado a tal objetivo había sido

agotado de la forma indicada. En realidad, los comuneros vieron secarse muchas plantas a

los pocos meses de su siembra, lo que atribuyen a la fuerte sequía que azotó la zona en el

año 2004, así como a la construcción imperfecta de las zanjas. Al parecer, pudieron

aprovechar escasos forraje y leña durante el primer año. Luego, en 2005, el huracán Stan

inundó algunas de las parcelas, llevándose las plantas a su paso, sobre todo en los terrenos

donde no se realizó bien la excavación. En la actualidad, prácticamente no existen plantas

sobrevivientes de este proyecto.

A pesar de ello, el comité comunal no ha solicitado nuevo apoyo técnico a la Reserva. Esta

actitud parece vinculada al pensamiento de que ya recibieron mucho y no se puede pedir

más a las instituciones, para no verse oportunista. También por el sentimiento de no haber

entendido y realizado bien todas las etapas del proyecto, aunque igualmente existe un cierto

fatalismo ante lo ocurrido. El resultado es un aprovechamiento marginal de las barreras

vivas, las cuales no han dado los resultados esperados y dejan a la comunidad en el mismo

estado de desamparo en cuanto a su situación agrícola.

El apartado siguiente se propone explicar algunas razones del fracaso de los dos proyectos

presentados, con el fin de trazar algunas pistas de los obstáculos que impiden la transición

hacia otro tipo de desarrollo y buscar soluciones.

70 Entrevista con Juan Manuel Salazar, subdirector de la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán. Enero de 2006. Confirmado por Manuel Palma, encargado de la oficina en Cuicatlan que reconoce no haber dado seguimiento al proyecto.

Page 236: 000 Tesis para imprenta 3

236

3. Interpretación del desencuentro

Los dos proyectos descritos en las secciones anteriores tienen en común un intento por

poner en práctica la voluntad gubernamental de incluir a las comunidades rurales en su

política de “desarrollo sustentable”, basada sobre la conservación de los recursos naturales y

la búsqueda de un bienestar socioeconómico. Para ello, la autoridad ambiental tiene a su

disposición un abanico de herramientas generales que adapta localmente. En el caso de

Quiotepec, los dos proyectos comentados en los apartados precedentes cumplieron con el

objetivo de conservación y aprovechamiento y tocaron aspectos importantes para la

comunidad. Sin embargo, la cuestión de la participación social constituye un tema

controvertido aún mal aplicado. Si bien existe un esfuerzo de las instituciones públicas por

trabajar a nivel local y partir de un previo conocimiento de la localidad, en los hechos se

cometen errores recurrentes, que tienen mucho que ver con la construcción misma de las

instituciones.

A su vez, los pobladores tienen dificultades para encontrar un eje de trabajo común con

agentes externos, a pesar de reconocer la necesidad de financiamiento y del apoyo de un

conocimiento científico. Estos dos aspectos merecen un análisis especial, que se realiza a

continuación.

3.1. Dos visiones divergentes

Las ANP se establecen con base en argumentos ambientales, sus delimitaciones obedecen

primeramente a criterios biológicos, por lo que la consideración de lo social se tiene que

construir a posteriori, dando un carácter impositivo a la política de conservación que

incrementaa la dificultad de relación entre las autoridades ambientales y las comunidades.

Por otra parte, en el caso de Quiotepec, su población se debate en supervivencias cotidianas

que significan, actualmente, una búsqueda individual de ingreso en detrimento de la

construcción de un bien común. Asimismo, las entrevistas dejan en claro la preocupación

general por la percepción de un deterioro ambiental, pero también la dificultad de reaccionar

ante la situación. En este punto, la creación de la Reserva es reconocida como algo positivo,

a pesar de que la relación con la institución Reserva ha traído decepciones y desconfianza,

como lo hemos subrayado en varios momentos. Los conflictos intracomunitarios añaden su

dosis de complejidad. Por un lado, permiten a los comuneros ser considerados y valorados

Page 237: 000 Tesis para imprenta 3

237

como interlocutores únicos. Por otro lado, excluye al grupo de los ejidatarios, cancelando las

posibilidades de un esfuerzo común para la conservación y de una reconciliación

comunitaria. Por ahora, no vamos a abundar en este tema porque es evidente que, para el

caso de la UMA y de las barreras vivas, este conflicto no tuvo que ver con el fracaso de las

iniciativas. Sin embargo, será importante retomarlo más adelante, por ser un factor decisivo

en la construcción de proyectos para otro tipo de desarrollo.

Tal vez el punto clave de la relación fallida entre los dos grupos protagonistas reside en las

diferentes visiones tradicionales de cada tipo de actores y en el reconocimiento de que las

instituciones son entes dependientes de la actuación humana, lo que les quita objetividad y

eficiencia. Así, MacIntyre (2004) describe la burocracia como una organización ocupada en

una lucha competitiva por unos recursos siempre escasos que poner al servicio de fines

predeterminados. Por lo que es responsabilidad central del encargado el dirigir y redirigir los

recursos disponibles de su organización, humanos y no humanos, hacia esos fines con toda

la eficacia que sea posible. Toda organización burocrática conlleva una definición explícita o implícita de costos y beneficios, de la que derivan los criterios de eficacia. La racionalidad burocrática es la racionalidad de armonizar medios con fines económica y eficazmente (MacIntyre, 2004:43).

A través del análisis de MacIntyre (2004), resalta el criterio de eficiencia económica como

valor principal de la organización burocrática. Esto significa la búsqueda del cumplimiento de

los objetivos a partir de límites financieros que repercuten en el tiempo y personal dedicado a

cada meta. Eso es particularmente cierto en el campo de la política ambiental que, si bien es

objeto de discursos oficiales generosos, en la realidad está supeditada y opacada por la

necesidad de crecimiento económico a gran escala.

Otro aspecto relevante que establece una relación desigual entre la autoridad ambiental y la

participación comunitaria se ubica en el control territorial atribuido a la autoridad en cuanto se

establece la declaración de área natural protegida. La LGEEPA así lo enuncia en su artículo

44 Los propietarios, poseedores o titulares de otros derechos (que no sean zonas del territorio nacional y aquéllas sobre las que la Nación ejerce soberanía y jurisdicción) sobre tierras, aguas y bosques comprendidos dentro de áreas naturales protegidas deberán sujetarse a las modalidades que de conformidad con la presente Ley, establezcan los decretos por los que se constituyan dichas áreas, así como a las demás previsiones contenidas en el programa de

Page 238: 000 Tesis para imprenta 3

238

manejo y en los programas de ordenamiento ecológico que correspondan (Semarnap, 1997:91).

La prioridad absoluta otorgada a la conservación natural sujeta las actividades realizables

por los legítimos dueños de la tierra al control federal. Además, las posibilidades de

financiamiento quedan limitadas a la planeación gubernamental, lo que restringe la iniciativa

local.

Asimismo, la visión gubernamental de la conservación es abierta a un aprovechamiento de

los recursos naturales por los grupos comunitarios, siempre y cuando corresponda a los

criterios establecidos desde sus instancias. Por otra parte, tiende a ser sesgada por

problemas de eficiencia, por lo que busca ver a las comunidades como entes homogéneos

que responden con una sola voz a las propuestas realizadas. En caso contrario, se elige

trabajar con el grupo que más se presta lo que, a largo plazo, pone en riesgo la eficiencia

misma del concepto de conservación, además del frágil equilibrio comunitario.

Al contrario de la visión burocrática, las comunidades se guían según otro tipo de valores. A

pesar de la diversidad de situaciones, determinadas tanto por el grado de adaptación a la

modernidad como por las características particulares biofísicas y culturales de cada

localidad, existe un eje general de comportamiento que las distingue del resto de la

sociedad. Uno de los principales rasgos es la identificación del individuo a través de su

pertenencia a una multitud de grupos sociales, siendo hermano, primo, nieto, miembro de tal

familia o pueblo. Según MacIntyre, “no son características que pertenezcan a los seres

humanos accidentalmente, ni de las que deban despojarse para descubrir el ‘yo real’. Son

parte de mi sustancia, definen parcial y en ocasiones completamente mis obligaciones y

deberes” (MacIntyre, 2004:52). Siguiendo con la afirmación de MacIntyre, los individuos

heredan un lugar concreto dentro de un conjunto interconectado de relaciones sociales, sin

lo cual no son nadie o, a lo más, son forasteros.

Estas relaciones interpersonales permiten y a la vez refuerzan la vida comunitaria,

personalizada por las obligaciones, los deberes pero también por encuentros más gozosos a

través de las fiestas comunitarias. Cada miembro de la comunidad se construye a través de

su grupo de pertenencia y socialmente, por medio de las instituciones a las cuales pertenece

Page 239: 000 Tesis para imprenta 3

239

y a las cuales debe servicios y trabajo colectivo. Al mismo tiempo, esta construcción social

forja valores esenciales al mantenimiento de la comunidad, que son el apoyo mutuo, la

disposición a servir y a cumplir con las obligaciones, el compromiso social y una relación

respetuosa hacia el entorno natural, entre otros. Las prácticas productivas y sociales son

procesos en los que se concretizan estos valores, aunque no son estáticas y evolucionan de

acuerdo con las necesidades. Todo ello no significa unidad, tan es cierto que existen

conflictos internos debidos principalmente a distintas formas de interpretación de las reglas o

sus desviaciones para un aprovechamiento más personal. En todo caso, la intervención de

agentes externos, así como la introducción de nuevas tecnologías tiende a romper el frágil

equilibrio que se ha construido a lo largo de años de convivencia, sobre todo cuando se ha

relajado el tejido social y la ganancia parece prometedora.

El pensamiento comunitario tiende igualmente a ser más concreto, con una percepción y

visión del mundo desde el terruño. Se forja en la lucha diaria para sacar cosechas, en una

estrecha relación con el mundo natural, que puede llevar a una cierta sabiduría y un actuar

concreto relacionado con las prácticas cotidianas y el ritmo de la naturaleza. A la vez, cada

uno de los integrantes de la comunidad tiene un papel asignado según sus características. Si

bien los hombres adultos son los dueños de la tierra y cumplen con las obligaciones

comunes que corresponden a esta actividad, las mujeres se dedican más a la casa, a los

niños, a la producción de traspatio y a las actividades sociales vinculadas con la educación y

la salud.

La vitalidad comunitaria se ha basado, durante años, en la vitalidad productiva, en particular

gracias a la multifuncionalidad y complementariedad de la producción y de las tareas que

permitían obtener una autosubsistencia. En la actualidad, esta funcionalidad se ha visto

frustrada por la orientación comercial de los cultivos y la política económica global. El maíz

no ocupa ya el lugar privilegiado que tenía, lo que dificulta la subsistencia humana y animal,

además de una pérdida cultural. El déficit actual de autoconsumo es un factor central para

explicar la crisis de identidad, que lleva a una desvalorización de la cultura propia, una

desorientación en cuanto a estrategias, terminando por privilegiar las decisiones personales

sobre las comunitarias. La pérdida de confianza de la comunidad en sus propias

capacidades, ha degradado la noción de bien común, dejando como saldo una debilidad

institucional que limita las acciones colectivas y no permite relaciones equitativas con los

Page 240: 000 Tesis para imprenta 3

240

agentes externos. En este contexto, se va erosionando también el metabolismo que la

comunidad mantenía con su entorno natural, dando preferencia a la subsistencia diaria.

A la luz de este comentario, el inciso que sigue discute diferentes aspectos que condujeron

al fracaso de los dos proyectos conservacionistas presentados anteriormente.

3.2. Una relación equivocada

Si bien los proyectos son producto de interacciones sociales, requieren contar con formas

organizativas que los sustenten e instituciones que los legitimen (Paz, 2005:158), para

orientar el futuro de sus actores locales a través de su construcción presente. En el caso de

la relación entre la Dirección de la Reserva de la Biosfera y la comunidad de Quiotepec, los

proyectos presentados consistieron en una interacción de los actores locales con sus

recursos a través de un cambio de prácticas. El agente externo enfocó estos proyectos a la

conservación del medio ambiente, privilegiando la asociación de este resultado con la

obtención de un beneficio socioeconómico. Por su parte, los comuneros perciben la

importancia de conservar, aunque su prioridad inmediata es la supervivencia de su familia.

Asimismo, existe una convergencia en el planteamiento general de los proyectos entre las

dos partes involucradas en los proyectos, pero las fallas más importantes se pueden

encontrar en la forma de abordarlos.

En primer lugar, ninguno de los proyectos fue solicitado explícitamente por la comunidad

como ente organizado. Pueden haber existido planteamientos individuales en algún

acercamiento de la Reserva con la comunidad, pero no existe antecedentes de solicitud

explícita de la institución comunidad de transformar sus prácticas. Lo único expresado fue

una esperanza de poder compensar las restricciones impuestas sobre el uso de los recursos

comunes, lo cual se puede percibir como una cierta disposición a participar a la

conservación, sobre todo después de 2002, cuando se realizaron algunos actos de

cooperación entre la instancia gubernamental y los comuneros. Al respecto, se puede pensar

que la falta de iniciativa comunitaria en solicitar un apoyo externo para la realización de

proyectos no facilita su apropiación, ni una discusión sobre bases de equidad cuando el

proyecto se presenta.

Page 241: 000 Tesis para imprenta 3

241

Otro elemento a considerar es que los dos proyectos presentados enfocaron su actividad

sobre temas particularmente importantes para la comunidad. Por un lado, el recurso venado

parece considerado como de los más vulnerables, además que constituye una de las

primeras afectaciones sufridas por la población al establecer el área protegida. En cuanto a

las barreras vivas, pretendían revertir la deficiencia agrícola y, con ella, la falta de resultados

positivos en las parcelas comunales. En los dos casos, la Reserva supo adaptar sus

instrumentos de gestión a necesidades tangibles, lo que revelaba un cierto conocimiento de

lo local, a la vez que una valorización de la biodiversidad contenida en esta comunidad.

Los dos proyectos fueron abordados de distinta manera y en diferentes tiempos, aunque

abarcaron a los mismos actores. Para el caso de la UMA venado cola blanca, la imposición

del proyecto se percibe desde el primer contacto entre las dos partes. Varias lecturas se

pueden realizar que confluyen hasta la evidencia de una comunicación fallida de las dos

instituciones en juego, donde predominó la falta de experiencia de la Reserva en cuanto al

acercamiento a la comunidad y a sus autoridades, una ausencia de medición previa del

grado de aceptación del proyecto y la no-consideración de la importancia de establecer

relaciones personales y compromisos comunes con el Comité de Bienes Comunales. A esto

debe agregarse, la dificultad de adecuar los tiempos administrativos con los ritmos de

apropiación del proyecto, así como una falta de conocimiento de la estructura comunitaria,

por lo que no se determinaron los incentivos apropiados y realistas de los proyectos.

En este conjunto de desencuentros, un valor no fue compartido, que generó una

desconfianza definitiva hacia este proyecto. Se trata del compromiso que se establece entre

dos partes cooperantes. La Dirección de la Reserva se preocupó por la obtención de las

firmas de los comuneros, las cuales eran obligatorias para pasar a la etapa de elaboración

de documentos, porque es contractualmente la forma de expresar la participación comunal.

Sin embargo, los comuneros consideraron más el compromiso moral de la Dirección de la

Reserva de transferirles el financiamiento, como una forma de reconocer su participación

activa en el proyecto. Derivado de la frustración de sentirse utilizados, la resistencia de la

Reserva en presentar los resultados prometidos y en finiquitar los acuerdos de pago de

jornales provocó un gran enojo colectivo de los comuneros, que bloqueó una posible

colaboración. Es evidente que la Dirección de la Reserva deseaba llevar a cabo este

proyecto, porque era parte de su meta y tenía dedicado un presupuesto para tal efecto. Por

Page 242: 000 Tesis para imprenta 3

242

ello no se puede culpar a la autoridad ambiental de saboteo, sino de una relación equivocada

con su contraparte, donde se dio prioridad a la eficiencia administrativa (obtener las firmas

de aprobación) sobre la búsqueda de la construcción de un lenguaje común.

Por parte de los comuneros, la desconfianza “natural” hacia iniciativas externas que

pretenden transformar sus formas de vida y producción se explica por condiciones históricas

y humanas. El conocimiento científico ha podido aportar modificaciones ventajosas en la

unidad de producción, pero ha dejado también saldos negativos cuando ha obligado al grupo

a depender del apoyo externo en condiciones cada vez más desfavorables. Igualmente, es

importante tomar conciencia de lo que significa, para los dueños de las tierras, una

intromisión en sus propiedades. Por otra parte, el acompañamiento de los consultores al

monte fue una manera de compartir conocimientos prácticos con gente externa a la

comunidad. El incumplimiento del acuerdo de pago del jornal puede ser percibido como una

forma de desprecio y desvalorización de lo aportado por los anfitriones, rompe la

comunicación personal que había podido establecerse entre las dos partes y confirma la

dificultad en construir relaciones de confianza entre los dos protagonistas. La falta de rumbo

de los comuneros con respeto al manejo del territorio de uso común es un elemento que

acentúa la mala comunicación y deja al grupo agrario sin propuestas alternas colectivas.

Asimismo, se puede reconocer, para el proyecto de UMA, la falta de cumplimiento de los

acuerdos como un punto clave que generó desconfianza mutua y afectó las expectativas de

reciprocidad y apoyo mutuo entre los diferentes actores.

En cuanto a la propuesta de barreras vivas, su particularidad consistió en centrarse sobre la

parcela individual como forma indirecta de conservar el territorio de uso común. Por lo

mismo, aunque el logro del proyecto necesitaba de la participación del conjunto de los

comuneros, su carácter de decisión individual facilitó que se llevara a cabo. De la misma

forma y a pesar de haber sido impuesto al igual que la UMA, este proyecto encontró un eco

favorable en el seno del Comité de Bienes Comunales. Además del carácter individual, el

hecho de que la propuesta se centrara sobre la principal preocupación de los comuneros, a

saber la productividad de sus parcelas, fue una gran ventaja. Sobre todo que la parcela

significa, para las familias, el medio más visible de obtención de los ingresos necesarios para

el mantenimiento de la unidad de producción.

Page 243: 000 Tesis para imprenta 3

243

Otro punto positivo fue la construcción de una fase previa por parte de la Reserva, con un

acercamiento a las parcelas y pláticas con los dueños antes del inicio de la construcción de

barreras vivas, además de dejar al Comité de Bienes Comunales la responsabilidad del

manejo del proyecto. Este último punto es discutible, por la forma en que las autoridades

comunales aplicaron las reglas de la Reserva en cuanto a prohibición de desmonte, que

crearon tensiones internas con los campesinos excluidos. A la vez, esta regla per se limitaba

las posibilidades de éxito, ya que no se podía lograr la construcción de una línea continua de

barrera viva. La aceptación sin discusión de esta restricción por parte de la asamblea

comunal habla de una tendencia individualista de resolver las situaciones, con una cierta

pérdida de la idea de bien común.

En todo caso, la Dirección de la Reserva, en su informe técnico, considera como fortaleza

del proyecto que “existe buena organización de la comunidad” refiriéndose a la pronta

aceptación y realización del proyecto sin aparentes tensiones. De forma contradictoria, la

instancia ambiental, en el mismo informe, considera como debilidad del proyecto el que “se

tiene que adecuar a la organización presente de la comunidad”, a sabiendas que se dejan de

lado varias parcelas, por lo que no se obtendrá una barrera continua. Desde mi punto de

vista, la aplicación de la prohibición de desmontar las parcelas distribuidas por la Ley Agraria

es un tema que merece particular atención y debería ser analizado de manera más precisa.

Sus efectos podrían ser contrarios al objetivo de conservación, además de realizar una

segregación interna al grupo de comuneros. En todo caso, debería de existir un mecanismo

de vínculo entre la Reserva y la comunidad para el análisis de casos particulares y su

resolución, en función del cumplimiento de una política de aprovechamiento que permita la

conservación de los recursos y satisfaga a las dos partes, sin que se tenga que pasar por el

instrumento tan complejo de evaluación de impacto ambiental. Para evitar un trato

discrecional, se podría invitar a una tercera parte como representante de la sociedad civil.

Sin embargo, este tipo de medidas necesita ante todo de la voluntad de los dos

protagonistas por resolver la problemática planteada en función de un bien común. En

realidad, no hubo tal visión de los comuneros, ni preocupación por parte de la Dirección de la

Reserva por resolver el asunto.

A pesar de entender que existen diferencias internas del grupo, la “buena organización”

denotada por la Dirección de la Reserva permitió el inicio del proyecto, es decir su

Page 244: 000 Tesis para imprenta 3

244

realización. Es evidente que la motivación financiera constituyó un detonador, como lo fue en

otro sentido en el caso de la UMA. Además de no tener nada que perder, una ganancia

segura se ubicaba en los jornales pagados para las diferentes actividades necesarias para la

implementación del proyecto de barreras vivas, en un momento de escasa posibilidad de

obtener ingresos agrícolas. Por encima de la motivación financiera, la participación de todos

los comuneros en la construcción de bordos y zanjas confirma la práctica aún viva del trabajo

colectivo.

Sin embargo, la causa más evidente del fracaso se ubica en una falta de seguimiento, tanto

de la Reserva como de los comuneros. La construcción imperfecta de algunas zanjas no fue

rectificada por los técnicos de la Reserva. En cuanto al Comité Comunal encargado del

seguimiento, sancionó el trabajo mal hecho con un pago sólo parcial de las horas

efectuadas, pero no exigió la reconstrucción, ni un seguimiento más preciso de los

promotores. Al parecer cada parte cumplió sus términos del contrato; la Dirección de la

Reserva distribuyó el financiamiento en función de los acuerdos (pago de jornal, compra de

herramientas, elección conjunta y transporte de las especies hasta las parcelas...); los

comuneros recibieron el material vegetativo, las herramientas y el pago de los días

trabajados. Con ello se agotó el compromiso común, dejando a los comuneros la

responsabilidad completa del seguimiento. En estas condiciones, los beneficios reales

esperados no aparecieron; las plantas se fueron secando, no existió un mecanismo de

reemplazo del material vegetativo. Casi nadie obtuvo leña de mesquite, ni guaje para los

animales y menos para la venta de los excedentes. Para colmo, el huracán Stan, a finales

del verano de 2005, se llevó la mayoría de lo que quedaba.

Conclusión del capítulo 8

La transición hacia un nuevo tipo de desarrollo que se centre sobre la conservación de los

recursos naturales exige un reacomodo de los actores involucrados en el proceso. Las

lecciones aprendidas de estos dos proyectos convergen hacia varios puntos. Ante todo, es

importante reconocer que la viabilidad técnica de un proyecto no garantiza su éxito, como lo

comprueban los ejemplos anteriores. Es que detrás de cualquier proceso de transformación

existen actores con visiones e intereses divergentes, además de su inserción en contextos

sociales, económicos, políticos y culturales diferentes.

Page 245: 000 Tesis para imprenta 3

245

Aunque la comunidad posee un área común bien conservada, la presencia de la autoridad

ambiental obliga a una reflexión sobre las prácticas productivas y sociales, pone en cuestión

los hábitos productivos de una sociedad reticente al cambio y a la intervención exterior. Del

lado de la autoridad ambiental, domina una lógica conservacionista, obligada a la

participación social por la presencia de una múltiple población dentro del ANP.

Detrás de la cortina, se perciben dos tipos de visiones difícilmente compatibles, pero cuya

convivencia es necesaria. Las personas que manejan cada una de estas instituciones tienen

mucho que ver con la relación que se puede establecer, como lo comprueban las diferentes

fases vividas por el grupo de comuneros y la administración de la Reserva, desde 1998.

La construcción de un nuevo tipo de contrato entre los propietarios de terrenos ubicados en

zonas con prioridad ambiental y los planificadores es de hecho compleja, como lo enseñan

los múltiples análisis realizados por autores de la corriente neoinstitucional (Ostrom, 2000a).

Sin embargo, la transición hacia un desarrollo basado sobre un nuevo pensamiento, que

centra la atención sobre la lucha por un bien común a la humanidad, va más allá de una

relación contractual, porque abarca la necesidad de un reencuentro con nuestro ser

inmaterial y espiritual, para lograr una coherencia humanitaria.

El capítulo que sigue presenta un tercer proyecto, con un intento por vincularlo con la

búsqueda de una construcción más coherente del desarrollo.

Page 246: 000 Tesis para imprenta 3

246

CAPÍTULO NUEVE. EL CAMINO HACIA UN DESARROLLO MÁS COHERENTE

El fracaso de proyectos de desarrollo es ampliamente entendible por las dificultades que se

presentan al querer cambiar el paradigma existente de un crecimiento como el actual (Daly,

1989). La propuesta de construir un desarrollo alternativo, que rearticule a las comunidades

rurales tanto con sus recursos naturales como con su propia historia cultural (Toledo, 2002),

no puede nacer de la noche a la mañana ni concebirse aislada del resto del país. Por ello los

logros y errores deben ser analizados como avances significativos, para una lectura diferente

de la sociedad en su conjunto.

Es en este espíritu que presento ahora un tercer proyecto, concebido también desde la

esfera gubernamental. Se trata de la propuesta de llevar a cabo actividades de ecoturismo

en la comunidad de Santiago Quiotepec, como parte de un programa regional, que parte del

aprovechamiento de los recursos naturales, históricos, culturales y humanos existentes en

varias comunidades de la Cañada de Cuicatlán. Las características de este proyecto residen

en su planeación integral por la intervención de varias instituciones, aunque la fase de

ejecución es responsabilidad de los actores locales, lo que les exige alcanzar un grado

elevado de organización e institucionalidad. A la fecha, el reto sigue vivo.

Asimismo, resulta útil asomarse al significado de llevar a cabo este tipo de iniciativa en un

pueblo con las características de Quiotepec; esta preocupación es objeto de la primera

sección. Una vez confirmada la factibilidad técnica del proyecto, surge el problema de cómo

llevarlo a cabo, es decir, cuál soporte organizativo y humano lo va a sustentar y, finalmente,

qué principios, metas y valores permiten darle coherencia, para que permita a sus

integrantes ser más que la suma de cada uno de ellos. Estos dos últimos comentarios

conforman respectivamente los dos incisos de la segunda sección del presente capítulo.

Page 247: 000 Tesis para imprenta 3

247

1. El ecoturismo ¿Una vía de desarrollo conservando?

En el abanico de potencialidades, el ecoturismo constituye tal vez la propuesta más realista

por la precisión de la propuesta y su visión integral. Aunque muchos obstáculos obscurecen

el paisaje, existen elementos de peso para predecir su factibilidad. La conjunción de varias

instituciones para su planeación económica y financiera y los resultados del análisis de las

potencialidades permite apostar por su viabilidad, siempre y cuando responda la comunidad

a la convocatoria lanzada para la construcción del proyecto.

Por la ubicación de Quiotepec en un territorio habitado desde la época prehispánica, en

donde quedan vestigios de un pasado prestigioso; por su excepcional belleza escénica

gracias a las múltiples e impresionantes cactáceas columnares que pueblan el monte,

dominando el cardonal, que puede alcanzar más de diez metros de altura; por el buen

estado de conservación de su bosque, por su localización a la orilla de cuatro ríos y a poca

distancia de la carretera federal que une las ciudades de Tehuacán y Oaxaca, así como por

la presencia de otros sitios de interés en un perímetro accesible, la comunidad de Quiotepec

constituye un lugar estratégico para el desarrollo de un proyecto ecoturístico.

La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), a través de su

Centro Coordinador ubicado en Cuicatlán, inició una comunicación con las autoridades del

Comité de Bienes Comunales, a mediados de 2005, para plantear la construcción de este

proyecto. Asimismo, el responsable del Centro Coordinador, junto con el representante de la

Dirección de la Reserva en la Cañada de Cuicatlán, realizaron una visita a la zona

arqueológica, en julio de ese año. Igual que para los demás proyectos, éste fue construido

desde oficinas gubernamentales. En octubre del mismo año, un consultor especializado en

ecoturismo entregó un “Estudio técnico de potencialidades para el desarrollo ecoturístico”,

mismo que constituye un documento de las estrategias a desarrollar con el fin de obtener un

intercambio de información con los comuneros, hasta lograr concretizar algunas actividades

de turismo alternativo. Conjuntamente, se elaboró una propuesta de talleres de capacitación

de la población local, con el objetivo de Fomentar en las autoridades municipales y agrarias de la región cuicateca los procesos organizativos al interior de sus comunidades, para la gestión de programas y proyectos que ayuden a fortalecer la comunidad, mediante la implementación de actividades de turismo alternativo en la región (ADTS, 2005:3).

Page 248: 000 Tesis para imprenta 3

248

Cabe señalar que este proyecto se inserta en una iniciativa más amplia que ambiciona ubicar

la Cañada de Cuicatlán como un nuevo polo de desarrollo turístico especializado en turismo

comunitario alternativo, razón por la cual lo retomó, una vez realizada la fase de diagnóstico,

la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), a través de su Programa PROCYMAF II. Se

dirigió, en una primera instancia, a todos los municipios de la región cuicateca, para luego

seleccionar los sitios que más concuerdan con el objetivo inicial. Además de criterios más

generales, se analizó el potencial histórico, cultural y/o ambiental de cada lugar, así como la

disposición de su población a participar. De hecho, el proyecto se planteó como una

actividad que contribuyera a la conservación del patrimonio cultural y ambiental de la región,

al mismo tiempo que generara utilidades económicas para sus administradores (Asesores en

Desarrollo Turística Sustentable ADTS, 2005) y la condición sine qua no para su ejecución

es la participación organizada de la población del lugar.

La forma de abordar el turismo constituye un buen principio para impulsar la acción. El viajar representa un sinónimo de recreación y descanso, también es una de las formas más expresivas de establecer y desarrollar valores físicos, intelectuales, morales y emocionales, por ello, el turismo como actividad económica y social debe responder a los movimientos, cambios y exigencias que satisfagan las expectativas imaginadas por un turista que está en busca de nuevas experiencias, estos son unos de los principales compromisos y expectativas de la comunidad de Santiago Quiotepec, Municipio de San Juan Bautista Cuicatlán, Estado de Oaxaca; de hacer sentir bien a quien los visita mediante la interpretación y reflexión del valor de su patrimonio natural y cultural (ADTS, 2007: 6).

Las expectativas planteadas se insertan en un objetivo de conservación y valoración, en la

medida en que existe una concientización de lo que significa conservar y compartir el

patrimonio cultural y ambiental de una comunidad, mediante una planeación integral del uso

y manejo de los recursos forestales que contemple impactos mínimos y medidas de

mitigación y control de algunas afectaciones. Asimismo, el turismo que se pretende

establecer es el reflejo de este cambio de tendencia en el mundo, representando una nueva forma de hacer turismo, que permite al hombre un reencuentro con la naturaleza y un reconocimiento al valor de la interacción con la cultura rural, y al mismo tiempo, una oportunidad para la comunidad de Santiago Quiotepec, Oaxaca, y en particular a la Zona Arqueológica de Ciudad Vieja (también conocida como Quiotepec) de participar en el segmento con mayor crecimiento en el mercado en los últimos años (ADTS, 2007:6).

En la comunidad de Quiotepec, una vez más, el interlocutor fue el Comité de Bienes

Comunales. Sin embargo, a diferencia del proyecto de UMA analizado anteriormente, la CDI

Page 249: 000 Tesis para imprenta 3

249

se preocupó por establecer un contacto previo con sus correspondientes locales, con el

apoyo de la Dirección de la Reserva, así como incitar a los interesados a participar en el

diseño del proyecto. Está claro que en su fase de gestión, la CDI manejó el presupuesto, el

contacto con especialistas en tema de ecoturismo, el abanico de posibilidades de rutas a las

cuales se tiene que adecuar el proyecto y los tiempos. Sin embargo, el margen dejado a los

comuneros de realizar propuestas en función del análisis de sus capacidades individuales e

institucionales, ha sido determinante para la propuesta final, constituyendo una forma de

corresponsabilidad y un paso previo –aunque no seguro- a una apropiación del proyecto por

parte de los dueños de la tierra. Es de destacar también que este proyecto se conjuga con la

preocupación de algunos comuneros por valorar su capital histórico y recuperar las piezas

prehistóricas resguardadas por ellos bajo el control del INAH (entrevista con el actual

presidente de Bienes Comunales, 2004).

Durante diciembre de 2005 y enero del año siguiente, se llevaron a cabo tres eventos bajo la

forma de curso-taller, con el objetivo de difundir información acerca de la normatividad del

turismo y la diversidad de actividades que se pueden desarrollar en la comunidad; identificar

y gestionar programas y proyectos de turismo alternativo, así como de las áreas donde se

pueden llevar a cabo; y promover y fortalecer la organización en la comunidad para el

aprovechamiento de rutas de ecoturismo, a través de la formación de un comité de

ecoturismo (ADTS, 2005). El curso se dirigió a las autoridades municipales y agrarias de la

Región Cuicateca, por lo que asistieron los entonces presidente y tesorero del Comité de

Bienes Comunales de Quiotepec, mismos que se responsabilizaron del proyecto hasta fines

de 2006, cuando fueron substituidos debido a la finalización legal de los cargos.

Entre otras funciones del taller, la creación de un lenguaje común entre los promotores del

ecoturismo y los participantes se complementó con la responsabilidad dejada a estos últimos

de promover, a su vez, esta actividad con los miembros de su comunidad. También se

trataba de reflexionar sobre las potencialidades de turismo en cada lugar, la forma de

encontrar un financiamiento para llevarlas a cabo y la necesidad de capacitación de la

población para recibir y guiar a los turistas en sus recorridos (ADTS, 2005).

A pesar de la certeza de que la comunidad de Quiotepec tiene objetivamente el potencial

natural y cultural para desarrollar actividades de turismo en su territorio, existen obstáculos

Page 250: 000 Tesis para imprenta 3

250

de orden organizacional –que serán tratados más adelante- y otros de carácter técnico, que

cualquier proyecto que pretende aumentar el flujo de personas tiene que considerar. Ante

todo, cabe destacar que el tamaño poblacional de Quiotepec obliga a limitar la escala del

proyecto, lo cual finalmente representa un factor positivo para atenuar sus impactos

socioambientales, aunque también obliga a reconocer una limitación de los resultados

económicos.

La falta de infraestructura básica de servicios constituyó un tema de amplia discusión en los

talleres organizados por la CDI, ya que antes de implementar cualquier ruta ecoturística, es

necesario contar con servicios básicos para la población en tránsito. A la fecha, no existe

ningún comedor formal, ni rentas de cuartos para la noche. Los únicos negocios vigentes se

componen de “tienditas” de abarrotes. Sólo en la parte de la Estación (ejidal), algunas

familias ofrecen una comida sencilla a los viajeros cuando éstos lo solicitan, y varias mujeres

buscan vender antojitos y refrescos a los pasajeros originarios de las comunidades serranas

que esperan el camión para ir a México o regresar a su casa.

Otras características desfavorables a cualquier tipo de proyecto que impulsa un crecimiento

de población, tiene que ver con la ausencia de organización para los desechos sólidos.

Actualmente, cada familia se hace cargo de su basura, quemándola cuando se junta una

cierta cantidad. Otra infraestructura deficiente ya conocida es el agua. Se abre la tubería que

alimenta de este líquido a cada casa una hora cada mañana, por lo que el consumo familiar

es muy medido. Además, es frecuente la escasez de agua a finales del periodo seco. Como

se comentó en otros momentos del trabajo, esta problemática fue objeto de iniciativas tanto

de la agencia municipal como del Comité de Bienes Comunales. En la actualidad, existe un

Comité del Agua que estableció contacto con la comunidad vecina de San Lorenzo, para

solicitar el respeto de un convenio de repartición del agua firmado en los años 50. Pero las

necesidades crecientes del líquido de una parte y otra no permitieron resolver la situación.

Otra opción, aparentemente comentada con personal de la SAGARPA, de atraer con tubería

el agua del río Cacahuatal, no se ha llevado a cabo, aunque es probable que la previsión de

un aumento poblacional obligaría a buscar fondos para resolver esta problemática, sobre

todo porque la escasez del recurso coincide con la temporada de mayo afluencia turística

(Semana Santa). Será importante, en este caso, un análisis de los impactos que podría tener

el acarreo de agua para un proyecto de conservación, así como una evaluación de las

Page 251: 000 Tesis para imprenta 3

251

necesidades reales de este bien, para los diferentes usos (consumo humano, agricultura,

proyecto, entre otros).

Por otra parte, Quiotepec se beneficia de vías de comunicación relativamente correctas con

sus alrededores, como se ha comentado anteriormente. Sin embargo, la llegada al pueblo se

logra mediante un camino de terracería desde la bifurcación de la carretera Tehuacán-

Oaxaca, hasta la Estación, sobre una distancia de alrededor de dos kilómetros. Desde la

Estación se sigue el camino de terracería hasta subir al pueblo, sobre una distancia de tres

kilómetros. El estado de dicha vía de comunicación no permite un acceso fácil, sobre todo en

temporada de lluvia. Es probable que el arranque del proyecto contemple la pavimentación

de esta vía.

Otro de los aspectos a considerar es la compatibilidad de las actividades de turismo con las

propias a la población. La diversidad de las funciones exige la colaboración de las mujeres

(comedor) y de los jóvenes (guías), así como una planeación comunitaria. Por ahora cada

jefe de familia concentra sus esfuerzos en su parcela agrícola y, aunque se ha mencionado

una cierta disponibilidad de fuerza de trabajo en algunos momentos del año, es

indispensable una reorganización familiar para que se pueda cumplir con todo lo previsto. A

mediano plazo es de esperar, en caso de que el proyecto se lleve a cabo, una

reorganización total de las actividades productivas, ya sea que se concentre el trabajo en la

parcela en los días hábiles, o que se cree otra forma de trabajar para ahorrar tiempo, o que

las mujeres y los niños sean los principales responsables de atender al turismo. Este último

punto cambiaría, por supuesto, las relaciones entre géneros y generaciones dentro de cada

familia.

A otro nivel, pero no menos importante, el contacto con personas externas a la comunidad

contiene su propio riesgo que puede, a la larga, proporcionar resultados contrarios a lo

esperado. La confrontación de dos formas de vivir antagónicas suele provocar una

frustración y un desprecio de los valores culturales, sociales y naturales que forman el

contexto actual. El segmento de población joven es el más sensible a la comparación entre

niveles de vida y a la obtención de bienes de consumo. La atracción por la apariencia y el

consumismo puede acentuar la fractura –ya iniciada con la migración- del tejido social,

provocando un efecto contrario a lo esperado.

Page 252: 000 Tesis para imprenta 3

252

Finalmente, después de idas y vueltas entre el campo y la ciudad, y entre actores locales y

regionales, la consultora ADTS concluyó la fase de planeación de este proyecto. En abril de

2007 presentó el informe final a la asamblea comunitaria, reunida para la ocasión bajo el

mandato de las autoridades comunales recién nombradas. El documento entregado apuesta

a la viabilidad financiera y técnica del proyecto; constituye una carta de presentación para la

asamblea de comuneros en los trámites necesarios con instancias externas, al mismo tiempo

que sintetiza los pasos a seguir para la concretización de un turismo comunitario.

Asimismo, retoma la valoración de los recursos culturales y ambientales disponibles

realizada por los participantes al taller y se preocupa por incluir la iniciativa dentro de la

propuesta general de ecoturismo en la región cuicateca. De la misma forma, prevé un

turismo primeramente regional, pero con posibilidad de atraer a una población nacional y

hasta internacional. Esto, gracias a la posición geográfica del pueblo entre las ciudades de

Oaxaca y Tehuacán, dos urbes concurridas respectivamente por sus atractivos histórico-

arqueológicos y su entorno natural, así como por el interés arqueológico y ambiental del

lugar.

De forma colateral, pero no menos importante, se recuerda la cercanía de Huautla, pueblo

enclavado en lo más alto de las montañas de Oaxaca y “corazón palpitante de la cultura

mazateca”, cuya fama se debe al conocimiento milenario de sus habitantes sobre el uso de

los hongos alucinógenos, para despertar la conciencia, penetrar al conocimiento y curar con

ellos (ADTS, 2007:61). Más cerca aún está la cabecera municipal, San Juan Bautista

Cuicatlán, pueblo provinciano tradicional con un paisaje impresionantemente bello, típico del

semidesierto, su mercado tradicional y la posibilidad de bajar el río Grande en dirección de

Page 253: 000 Tesis para imprenta 3

253

Quiotepec en balsas71; otro atractivo está constituido por la cueva Cheve, en la localidad de

Concepción Pápalo, que recibe desde hace años a espeleólogos internacionales y

estudiosos de las aguas subterráneas y geología; estos sitios son parte del proyecto de

desarrollo turístico comunitario de la región cuicateca, donde Quiotepec se ubica en un lugar

estratégico de transición que favorece, por él mismo, la llegada de turistas. De forma muy

optimista, la consultora considera viable el proyecto y que, de realizarse según lo indicado,

se recuperaría la inversión prevista de casi tres millones de pesos a partir del quinto año de

ejercicio.

La propuesta, aceptada por los comuneros, orienta la actividad turística hacia la generación

de visitas a la zona arqueológica de Ciudad Vieja como eje principal, para apreciar los

vestigios históricos–arqueológicos, así como la abundante vegetación presente en el

recorrido, mediante el diseño de un sendero interpretativo y la visita guiada con personas

capacitadas de la comunidad.

Para ello, se contaría con servicios complementarios de apoyo. Por una parte, se fomentaría

la venta de alimentos a través de cursos de capacitación. Por otro lado, está prevista la

construcción de cuatro cabañas para el alojamiento de los turistas que quieran disfrutar de

una mayor estancia en el pueblo. Éstas están diseñadas para respetar la tipología

arquitectónica regional. De hecho, las autoridades de Bienes Comunales se adelantaron a

comprar un terreno en la parte alta del pueblo para su construcción. Tal vez era una forma

de cancelar la otra opción de alojamiento, que consistía a renovar algunas casas no

71 Al parecer, esta actividad se realizaba hasta 1984 (ADTS, 2007)

Page 254: 000 Tesis para imprenta 3

254

habitadas72. Probablemente se lograron juntar los 35,000 pesos para adquirir el predio

gracias al cobro de extracción de arena.

Otro servicio consistiría en formar guías de turismo para realizar, además de actividades de

senderismo interpretativo y ecoarqueología en la zona arqueológica de Ciudad Vieja,

cabalgatas en las zonas aledañas a la población y por la ribera del río, descenso de río con

balsa inflable y kayak, visitas con motivos culturales a la iglesia del pueblo, observación de

aves, venta de artesanías de bordados, entre otras.

Otro atractivo del proyecto reside en la planeación de un puente colgante de 120 metros, que

permitiría el cruce del río Grande para acceder a la zona arqueológica desde el pueblo. La

otra ruta de acceso parte de la vía de ferrocarril, lo que le da igualmente un cierto encanto73

pero tiene el defecto, para los comuneros, de ubicarse en territorio ejidal. En consecuencia,

las obras de las cuatro cabañas y del puente colgante añaden un atractivo al proyecto, a la

vez que permiten a los comuneros un beneficio total, cancelando la discusión que ha existido

en algún momento acerca de la necesidad de una unión de los dos grupos agrarios, para un

desarrollo integral del pueblo.

Finalmente la preparación del proyecto prevé una inversión de casi tres millones de pesos

repartidos de la siguiente manera.

72 En realidad, la mayoría de las casas registradas como no habitadas en el pueblo pertenecen a ejidatarios que las dejaron para instalarse en la Estación o que han migrado. 73 Los consultores habían previsto la creación de un museo en las antiguas instalaciones del ferrocarril, pero la idea fue vetada por los comuneros.

Page 255: 000 Tesis para imprenta 3

255

Cuadro 18. Requerimientos financieros por rubro

Concepto Importe $

A) Sendero interpretativo de la zona arqueológica de Ciudad Vieja

172,876.10

B) Construcción de alojamiento tipo casona rural (4 unidades) 1,156,509.19

C) Construcción de puente colgante en el paraje de El Niño 596,291.60

D) Equipamiento, instalaciones, capacitación, terreno 955,529.20

Total 2,881,206.00

Fuente: ADTS, 2007

Cabe destacar que este monto constituye un valor aproximado, de acuerdo a los

requerimientos expresados por la comunidad y las diferentes instancias gubernamentales

involucradas en el proceso (CDI, CONAFOR, CONANP e INAH principalmente). Obliga a la

comunidad como tal a un gran esfuerzo de tramitación y búsqueda de colaboradores

financieros, mismo que no puede efectuar sin un mínimo de organización interna. Una vez

más, la suerte de la concretización de este proyecto se remite al grado de organización e

institucionalización, que tiene que ver con el compromiso de la asamblea de Bienes

Comunales de actuar para el bienestar comunitario. Para ello, la figura institucional comunal

es primordial, siempre y cuando sea el medio para lograr juntos una meta inalcanzable sin la

contribución de todos. Asimismo, el último apartado recapitula las dificultades que enfrentan

los comuneros para funcionar como organización formal. De este análisis espero se puedan

desprender algunas líneas de reflexión y acción para la construcción de un desarrollo al

servicio del bien común.

2. Hacia el bien común

El caso del ecoturismo o como sea que se le pueda llamar -turismo alternativo, sustentable o

comunitario- revela en primera instancia la dificultad de pasar de un paradigma a otro.

Recordemos la reflexión de Alain Lipietz (2003:62), de que “no sabemos cambiar la sociedad

del todo a todo (...) tenemos el deber de ser reformistas” comentada en la primera parte

(capítulo 1). Sin embargo, en esta transición hacia otras formas de vivir el desarrollo, los

proyectos que se implementan en áreas naturales protegidas contienen las contradicciones

Page 256: 000 Tesis para imprenta 3

256

que encierra el mundo actual, por lo que su ejecución es un esfuerzo de todos los actores

por superar la dicotomía existente, a partir de esquemas de ensayos y errores.

A la vez, es factible reconocer que cualquier proyecto lleva consigo impactos ambientales, y

los que se ubican en zonas aún bien conservadas y tienen que ver con una mayor afluencia

de población se pueden considerar como particularmente arriesgados en sus objetivos de

conservación. Esta contradicción es una entre las múltiples que resolver, a sabiendas que la

conservación es ante todo un proceso social y político (Alcorn, 1989, citado por Toledo,

2005) es decir que no puede depender exclusivamente del conocimiento biológico, además

que está impulsada por seres humanos. Otro reto por enfrentar es construir mecanismos de

coparticipación entre los dueños de la biodiversidad y los demás actores, ya que la

responsabilidad de la conservación ambiental debe ser ampliamente compartida. Siguiendo

este razonamiento, un reto complementario es reencontrar los valores que permiten una

acción colectiva para la conservación, en un mundo donde se ha intentado borrar cualquier

colectividad para una supuesta eficiencia de los mercados (Daly, 1993).

Frente a estos retos y considerando la importancia del componente social para alcanzar un

equilibrio ambiental, es necesaria una reorganización que, en el caso de los comuneros de

Quiotepec, debe reflejarse en la institucionalización de su órgano colectivo.

2.1. La necesidad de arreglos institucionales comunitarios

La introducción de proyectos que vinculen la conservación con un crecimiento económico

constituye un nuevo proceso, que obliga a los pobladores a reconsiderar sus prácticas

sociales para un ajuste entre las diferentes ocupaciones del territorio y de las personas. Se

trata entonces, para retomar los términos de Fernanda Paz (2005), de encontrar un “sentido

de la acción”, así como la “unidad en la diversidad” a través del fortalecimiento de la

estructura comunitaria, para una verdadera apropiación de las propuestas de desarrollo, que

permita establecer una relación más igualitaria con sus promotores.

El tema de arreglos institucionales tiene como referencia obligada a Elinor Ostrom, por su

inmenso esfuerzo en encontrar la clave de instituciones exitosas en el manejo de los

recursos naturales puestos a su disposición, a partir del análisis de cientos de experiencias

Page 257: 000 Tesis para imprenta 3

257

en múltiples partes del mundo. De hecho, dicha autora llegó a considerar que existen

algunos “principios de diseño” (Ostrom, 2000b y 1997) que permiten lograr el objetivo de un

buen funcionamiento institucional, aunque tampoco constituyen una ley absoluta.

Entre estos principios, destaca en primera instancia la constitución de límites claramente

definidos, es decir, un conocimiento claro y aceptado por todos los que pueden aprovechar

los recursos colectivos y cuáles son estos recursos. “El definir los límites del recurso y a

aquellos autorizados a utilizarlo puede verse como el primer paso de la organización

colectiva” (Ostrom, 2000b:46). Aparentemente sencillo, este principio se inscribe como un

reto. En el caso de los bienes de uso común de Quiotepec, llamado comúnmente “el monte”

y objeto de la discusión actual, los usufructuarios formales son los comuneros desde 1981.

Sin embargo, la conformación de dos grupos agrarios en esta comunidad hace más compleja

la situación. Antes de 1981, los ejidatarios se sentían dueños del conjunto del pueblo, por ser

el único grupo agrario reconocido, aunque su propiedad alcanzara una parte mínima del

territorio total. Ya se ha mencionado el derecho de repasto que se cobraba a los no

ejidatarios que llevaban sus animales al monte. Sin embargo, el decreto que transformó en

zona comunal todo el espacio no ejidal fue aceptado por los ejidatarios, a cambio de un

acuerdo tácito de que el monte comunal fuera considerado como territorio accesible a todos

los habitantes del pueblo, cualquiera que sea su grupo agrario de pertenencia.

En consecuencia, hasta hace pocos años el monte de Quiotepec fungía casi como un

espacio de libre acceso, abierto tanto al conjunto de los habitantes de Quiotepec como a los

vecinos. La política de conservación impuesta a la zona ha cambiado la situación. La

restricción de extracción de leña, la prohibición de caza y pesca, así como la formación de un

Comité de Vigilancia del monte en colaboración entre la Reserva y el Comité de Bienes

Comunales para hacer respetar las medidas, constituye un paso hacia la reapropiación de

los bienes comunes por parte de los comuneros. Cabe destacar que la recuperación aquí es

un proceso mental, ya que no hay ninguna duda sobre la propiedad formal del espacio,

confirmado desde 1999 por el PROCEDE; la dificultad mayor para los comuneros es

reivindicar este espacio como propio, a la vez que buscar formas de convivencia con los

ejidatarios.

Page 258: 000 Tesis para imprenta 3

258

Este último punto merece una atención especial por su carácter conflictivo ampliamente

comentado a lo largo del texto. Si bien el manejo del espacio común para llevar a cabo el

ecoturismo se ha podido plasmar en un informe técnico, la exclusión de los ejidatarios de

cualquier provecho puede poner en riesgo el objetivo mismo de la conservación. En efecto,

es probable que las familias no comuneras busquen sacar provecho de la afluencia de

foráneos a la comunidad. La ubicación del núcleo ejidal en un lugar de paso, junto al río

Grande, favorece esta hipótesis. Sobre todo porque existe ya una tradición de turismo

familiar durante la Semana Santa en torno al río, que aprovecha la población de la Estación

para ventas diversas (antojitos y bebidas), además de que el río Grande, pensado para

efectuar viajes recreativos en balsas desde Cuicatlán, pasa por el territorio ejidal. Así, de no

ser tomados en cuenta y no contar con recursos financieros para integrar un proyecto

comunitario, las familias podrían seguir con un aprovechamiento individual no sustentable,

sin control e inclusive insalubre, que contrarrestaría los esfuerzos emprendidos por otra parte

para una planeación de la actividad.

De hecho, la actitud de los comuneros de excluir a su contraparte ejidal del proyecto de

ecoturismo, debe ser materia de reflexión, porque pone en cuestión la unidad del pueblo a

mediano plazo. El problema no está en la recuperación del bien de uso común por parte de

los comuneros, sino más bien en la negación en compartir la propuesta de ecoturismo o

cualquier proyecto que se presenta entre todos los miembros de la comunidad de Quiotepec

y, así, perder la posibilidad de un desarrollo integral para el beneficio de todos. Si bien la

división entre los dos grupos agrarios obedece a actuaciones pasadas, el papel del agente

externo no facilita el saneamiento de la fractura. En el periodo de construcción de barreras

vivas, la Dirección de la Reserva justificaba la exclusión ejidal debido a la falta de

presupuesto y el nulo acercamiento de este grupo hacia la institución ambiental. En la fase

actual de proyección de un ecoturismo comunitario, la eliminación de los ejidatarios se ubica

más como una revancha de los comuneros y su temor a que los ejidatarios recuperen el

proyecto a su favor.

Además de la necesidad de una redefinición de quiénes son los dueños del monte y cuáles

son los recursos que se pueden aprovechar, entra en juego un segundo principio que Elinor

Ostrom nombra “congruencia entre las reglas de apropiación y de abastecimiento y las

condiciones locales” (Ostrom, 2000b y 1997). De acuerdo con la autora, este principio

Page 259: 000 Tesis para imprenta 3

259

plantea el tiempo, el lugar, la tecnología y/o las cantidades del recurso a utilizar para

adecuarlo a las condiciones locales y con las reglas de abastecimiento que demandan

trabajo, materiales y/o dinero (Ostrom, 2000b:54).

Para la actividad de ecoturismo y una vez establecido el primer principio, éste requiere de

seguir con una discusión que se inició con los agentes externos a raíz de los talleres

organizados por el CDI, sobre las acciones necesarias para recibir a turistas. El informe final

entregado a los comuneros por la consultora ADTS constituye, supuestamente, puntos de

acuerdos con las autoridades comunales en cuanto a las actividades a desarrollar en

Quiotepec (senderos ecoarqueológicos, cabalgatas y balsas sobre el río Grande), así como

los servicios a establecer (cuatro cabañas, puente colgante, comedores, guías). Es

necesario ahora que se retome la discusión en asamblea para acordar el grado de

participación de cada una de las familias, la repartición de los beneficios, las condiciones de

participación y los derechos de pago. Un punto inicial sería la construcción de compromisos

en cuanto a la búsqueda de financiamientos. Aunque es el papel de las autoridades

comunales convocar a asamblea y responder a las decisiones tomadas, la organización de

tal proyecto requiere del interés y de los esfuerzos de todos. Asimismo, una acción colectiva

no excluye la presencia de “free rider”74, es decir, de que una persona que decidió no

participar en el proyecto, ve de repente el provecho económico posible y le entra sin

restricción. Esta actitud desanimaría a los que han aceptado el riesgo de ganar o perder

desde el principio, aunque tampoco se puede excluir el acceso a la actividad de nuevos

participantes, por lo que es importante construir reglas que se puedan adaptar a las

condiciones que se presentan, sin afectar a los participantes.

74 La palabra “free rider” puede ser traducida por “oportunista”. Se trata de una persona que rechaza participar a la construcción de un bien común, pero se aprovecha de las ventajas que ofrece el bien.

Page 260: 000 Tesis para imprenta 3

260

Otro punto de discordia se puede presentar, al promoverse algunos comuneros para realizar

el proyecto, en detrimento de los demás. En caso de éxito, se podría disparar el nivel de vida

de las familias y perder el sentido colectivo de la acción, lo que haría vivir una crisis

institucional grave en torno al uso de este bien común. El aprovechamiento más sistemático

de un espacio hasta ahora manejado de manera errática y poco intensiva cambia la

percepción que se tiene del bien. Es probable que, en caso de obtención de beneficios, la

exclusión de algunos de los usuarios conduzca a un conflicto que pondría en cuestión el

futuro del proyecto y de la comunidad. Es sumamente difícil la construcción de reglas que

fomenten la operatividad del proyecto y sean lo suficientemente justas para retribuir a cada

quien según su grado de participación. Por otra parte, es necesario plantear límites físicos al

proyecto, en caso de éxito, para mantener los recursos naturales en el estado de

conservación que les permita seguir siendo objeto del crecimiento de la comunidad, así

como no destruir el equilibrio social. En este proceso de ensayos y errores, es probable que

los actores externos puedan jugar un papel clave, poniendo a disposición de los actores

locales experiencias de otras comunidades o el conocimiento científico que haga falta para

un diseño congruente. Asimismo, los comuneros tendrán que valorar tanto las aportaciones

externas como sus propias decisiones.

De hecho, los siguientes principios planteados por Ostrom (2000b), tienen que ver con la

posibilidad de modificar las instituciones por parte de los que se ven afectados por las reglas

de operación, así como la supervisión de estas reglas y la elaboración de sanciones

graduales en caso de violación. La Ley Agraria Mexicana constituye una buena base para la

organización colectiva, ya que obliga a los productores que conforman los grupos agrarios a

una estructura mínima de organización, donde cada copropietario tiene voz y voto para

cualquier decisión colectiva, a cambio del cumplimiento de sus obligaciones, que incluye la

participación en las asambleas. Igualmente, existe la estructura tradicional para supervisar la

actividad y plantear las sanciones correspondientes por faltas de respeto a los acuerdos.

Para los comuneros el reto será retomar las decisiones colectivas que están cayendo en

desuso para adaptarlas a la situación actual. Por otra parte, es inevitable un enfrentamiento

sobre el tema del trabajo colectivo, que puede ser un buen indicador de las dificultades a

transitar por nuevos caminos; el tequio (o faena) ha permitido al pueblo modernizarse

Page 261: 000 Tesis para imprenta 3

261

cuando se utilizó para construir caminos, instalar la electricidad o, más recientemente,

participar en la edificación de la clínica.

Los servicios gratuitos y obligatorios para los ciudadanos se han extendido últimamente a la

vigilancia del monte, a través de la organización de un Comité de Vigilancia de la Flora y

Fauna Silvestres. Su funcionamiento irregular parece tener que ver con la dificultad, para los

comuneros, de participar gratuitamente en las actividades propuestas por un agente externo,

sobre todo porque hay antecedentes de pago de jornales para otras labores de apoyo a la

conservación. Al respecto, el planteamiento de sanciones graduales constituye una forma de

fortalecer las instituciones, buscando diferenciar entre quien ha fallado en forma no habitual y

quien abusa del bien colectivo para un aprovechamiento individual, amenazando el recurso

de degradación.

Otro aspecto que hay que resaltar es la importancia, para los comuneros, de encontrar las

formas de resolver los conflictos que surgen en cualquier fase del proceso, de manera que

sea menos costosa la organización que la ausencia de reglas. Por otra parte, me parece

esencial que la autoridad externa reconozca la organización local, la respete y la apoye,

dentro del compromiso de lograr el objetivo común de conservación y desarrollo con respeto

a la cultura y el conocimiento local. Es de subrayar, y la descripción de los proyectos

anteriores lo confirma, que la cooperación entre los agentes es uno de los eslabones débiles

de la cadena, a la vez que es una pieza imprescindible de permanencia de las instituciones

locales, por lo menos en sus primeros momentos.

El financiamiento es uno de los aportes exteriores sin el cual ningún proyecto puede

concretizarse. Sin embargo, tanto las organizaciones externas como los actores locales

deben ser muy cuidadosos de lo que envían o reclaman, con el afán de no se crea una

dependencia que pone en peligro el proyecto en caso de ruptura. Ostrom (2000b:55) llama la

atención sobre el “dinero fácil” que socava la capacidad de las instituciones comunitarias

para mantenerse a largo plazo, reduce la autonomía local y desactiva los esfuerzos, con

males endémicos como la desviación de fondos, generando desconfianza intracomunitaria y

desagregación social.

Page 262: 000 Tesis para imprenta 3

262

Pero también sería oportuno pensar que un mayor control del proyecto debe pasar por su

autonomización, es decir, encontrar su propia estructura dentro de una organización más

amplia. En consecuencia, parece congruente imaginar la creación de un Comité de

Ecoturismo que se sujete al Comité de Bienes Comunales, pero con sus propias autoridades,

representando las diferentes actividades a cubrir para satisfacer las necesidades del

proyecto de la mejor manera. Eso significa la inclusión de las personas activas (diferentes

guías, administradores de cabañas, encargados de comedores, vigilantes, etcétera) a las

decisiones en torno al proyecto, que tengan el título de comunero o que sean familiares.

El análisis anterior es una ínfima muestra de la dificultad que existe para iniciar un manejo

más intensivo de un bien colectivo, dentro de una sociedad cada vez más individualista y

poca acostumbrada a valorar sus recursos culturales y ambientales. La misma Elinor Ostrom

reconoce límites importantes para una acción y organización colectiva (Ostrom, 2000b).

Asimismo, existen elementos clave que mejoran o disminuyen la capacidad de los individuos

para resolver problemas, que sean factores internos al grupo o sobre los cuales la

comunidad no tiene ningún control. En consecuencia, la organización de los apropiadores

para una acción colectiva resulta una tarea incierta y compleja, además de que las reglas

particulares deben tomar en cuenta tanto atributos físicos del territorio, como la visión cultural

y las relaciones económicas y políticas que existen en el lugar.

En este contexto, los arreglos institucionales constituyen una base necesaria para la

organización colectiva, pero ésta no es suficiente. Pues detrás de la organización material de

una institución, trascienden valores que han llevado a tales arreglos, de la misma forma que

los medios están a disposición de un fin y se justifican dentro de metas concretas. El inciso

que sigue es un intento por definir el bien común y, así, entender el verdadero significado de

un pensamiento que pone el desarrollo al servicio de la conservación.

2.2. (Re)construcción del bien común, una tarea urgente

Al determinar el nivel actual de destrucción de las instituciones sociales, se plantea la

necesidad de una reconstrucción que permitiera un manejo comunitario de proyectos

asentados en propiedad colectiva como un requerimiento para lograr la conservación. La

individualización a la cual se ha llegado permite a cada individuo preocuparse por su propio

Page 263: 000 Tesis para imprenta 3

263

bien, mostrándose indiferente al éxito o al fracaso de los otros. Esta actitud va de acuerdo

con el progreso de la teoría económica, porque facilita el movimiento de los trabajadores y

del capital hacia una mayor productividad; en contraparte, ha debilitado los patrones de

relaciones sociales (Daly, 1993: 152) y producido la destrucción ambiental. En los países del

tercer mundo, hasta se considera que la persistencia de sociedades tradicionales ha limitado

la productividad desactivando las economías de escala, por lo que existe una lucha continua

entre los dos conceptos, que ha llevado a una situación dramática el campo y su gente.

Sin embargo, la crisis ambiental constituye a la vez un buen punto de partida para entender

la necesidad de un cambio de paradigma y el error realizado al creer que el progreso y la

productividad podían ser las únicas claves del bienestar humano. Karl Polanyi, hace ya

sesenta años, confirmaba el propósito anterior cuando apuntaba que Aunque la sociedad humana está naturalmente condicionada por factores económicos, los motivos de los seres humanos solamente en caso excepcional están determinados por las exigencias de la satisfacción de las necesidades materiales (Polanyi, 2000:213).

Mediante la conciencia de que el mundo actual no es sostenible en su forma de producir,

consumir e interrelacionarse, se desdibuja la necesidad de reconocer que el ser humano

construye su identidad gracias a sus relaciones. De acuerdo con Daly (1993), esto no niega

que cada persona sea algo más que un mero producto social y que los individuos tienen

cierta libertad para constituirse para sí mismos. Sin embargo, “El carácter social de la

existencia humana es algo primordial” (Daly, 1993:151) y la pérdida de relaciones más

personales como existían dentro de las sociedades tradicionales, aunque ha permitido a

algunas familias mejorar sus ingresos, declina generalmente la calidad de la existencia

personal por la falta de calidad en las relaciones sociales (Daly, 1993).

Es evidente que la degradación ambiental ha sido facilitada por una búsqueda individual de

beneficios que ha llevado a la sobreexplotación de recursos, como lo ha constatado Elena

Lazos para la Sierra Santa Martha, Veracruz, denominando la situación “la tragedia de los

individuales” (Lazos, 2005). Por otra parte, la preferencia dada al bienestar material

individual ha ido borrando un pensamiento basado sobre la convivencia de los seres

humanos con la naturaleza, entre ellos y hasta con su propio ser. La colectividad ha sido

superada por el mercado, perdiendo su capacidad de unir a los individuos sobre la base de

valores comunes que actúan como freno a la ambición destructiva del ser humano,

Page 264: 000 Tesis para imprenta 3

264

permitiendo una valoración de un bienestar más integral, donde caben satisfacciones más

espirituales.

Lo anterior tiene que ser matizado para las comunidades rurales y las clases sociales más

desfavorecidas. En estos casos, se nota más bien una degradación en las relaciones

sociales y las interacciones mantenidas con el medio ambiente, por la necesidad de resolver

los problemas apremiantes de hambre y otras satisfacciones de primera necesidad. La

integración a los mercados facilita el rompimiento con los vínculos sociales tradicionales sin

por ello permitir la obtención de los bienes materiales indispensables. La solución no está en

el abuso de los recursos naturales para crear más bienes, sino en una distribución más

equitativa de las riquezas creadas (Daly, 1989 y Grinevald et al., 2006, entre otros).

A escala de las comunidades rurales, los proyectos que unen la conservación con el

desarrollo constituyen una de las formas de cambiar el paradigma vigente, siempre y cuando

intenten superar los defectos relacionales que impone el pensamiento actual y de los cuales

presentamos una muestra en los capítulos precedentes. Asimismo, hemos subrayado la

importancia de una intervención externa a la comunidad por varias razones, entre las cuales

destacan necesidades financieras pero sobre todo, la conciencia, por parte de la sociedad

global, de su responsabilidad en la destrucción de los recursos naturales. Por ello, el apoyo

externo debe verse como una forma de regresar a las comunidades parte de la deuda que la

sociedad ha acumulado con ellas y además aprender de ellas. En este contexto, el apoyo a

los dueños de bienes de uso común debe verse como una manera directa y eficiente de

organizar el rescate de los recursos naturales y sociales, de los cuales se ha alejado el resto

de la sociedad.

El reto de la construcción de proyectos comunitarios en áreas naturales protegidas debe ir

más allá del mero concepto de conservación del ambiente biofísico por sí misma, si se trata

de reconstituir el equilibrio social y ambiental de la sociedad. Los arreglos institucionales a

los cuales pueden llegar los comuneros son un paso indispensable para la organización del

manejo del monte, frente a la posibilidad de ganancia económica; sin embargo el costo de

supervisión sería demasiado alto si no existe un compromiso colectivo del conjunto de los

miembros del grupo agrario hacia la meta de la construcción de un bien común. Existe el

peligro, explicitado por Fernanda Paz en el Corredor Biológico Chichinautzin, Morelos, de

Page 265: 000 Tesis para imprenta 3

265

que el bien común se transforme en mercancía y pierda así su función de “lugar de vida”

(Paz, 2005). Eso ocurre cuando las familias de la comunidad no logran reencontrar los

vínculos relacionales perdidos y buscan soluciones inmediatas a sus problemas económicos,

sin asumir las consecuencias futuras.

Está claro que la comunidad constituye el eslabón básico para una reconstrucción social y

ambiental, porque en su territorio se experimenta la posibilidad de diálogo entre los seres

humanos y el entorno natural. Por otra parte, la comunidad ha sido por miles de años la

depositaria del conocimiento que permitía la satisfacción de las necesidades humanas sin

quitar a las generaciones futuras su potencial de vida. Está igualmente entendido que la

reconstrucción de un equilibrio ambiental y social requiere de un cambio de actitud de todos

los seres vivos y que las sociedades tradicionales son las principales portadoras de los

valores que sustentan la vida, por lo que tienen mucho que aportar al resto de la sociedad.

Así, el ecoturismo adquiere un sentido particular si se inscribe en la participación de

comunidades rurales para la construcción de un bien común y permite al foráneo un

reencuentro con su ser humano más profundo, que lo puede llevar a transformar sus formas

de vida habituales para actuar de manera más coherente. Las sociedades modernas

requieren de un pensamiento más integral, que vuelva a reunir conceptos artificialmente

separados por cuestiones de eficiencia económica, como son rural y urbano, teoría y

práctica, global y local; igualmente necesitan subordinar los diferentes tipos de

conocimientos a la búsqueda de una equidad social, económica y ambiental que permita la

satisfacción material y espiritual de todos los individuos.

En consecuencia, el concepto de bien común representa un elemento central en la

construcción de un nuevo paradigma, que sólo se puede alcanzar gracias a la participación

social, a la búsqueda de consenso y a la prioridad dada al interés colectivo sobre el

individual. Para ello, es imprescindible la formulación de metas que requieren de la

participación de todos, obedezcan a valores compartidos y difundidos por el conjunto de la

comunidad y den a sus integrantes una mayor conciencia del significado social, el cual

incluye el respeto por las diversas individualidades de sus miembros.

Page 266: 000 Tesis para imprenta 3

266

CONCLUSIÓN DE LA TERCERA PARTE

La meta de conservación impuesta desde 1998 a la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-

Cuicatlán constituye tal vez el elemento de mayor peso para un reacomodo económico y

social de las comunidades insertas en este territorio. A la vez que no pueden existir

beneficios sin una estrecha colaboración de estas comunidades con actores externos y un

trabajo de organización interno que lleve a la reconstrucción de un equilibrio comunitario,

destruido por décadas de supuesta modernización del campo.

Esta tercera y última parte del trabajo da cuenta de la dificultad que existe para transitar

hacia otro paradigma, el cual exige un trabajo de cambio de actitud en varios niveles, sean

éstos individual, comunitario y global. Sin embargo, los proyectos de desarrollo previstos en

zonas de conservación representan un campo de ensayos y errores que pueden prefigurar

nuevas formas de pensar, crecer e intercambiar. El análisis precedente se realizó en este

sentido, dejando ver la importancia de construir metas comunes entre propietarios legítimos

del territorio colectivo y otros actores conscientes de la necesidad de compartir esta

experiencia. Entre estos últimos, el Gobierno ha elegido a las ANP para contribuir a la

edificación de un desarrollo alternativo. Aunque su decisión de apoyar a las comunidades

rurales a desarrollarse dentro del objetivo de conservación representa un gran avance para

un cambio de paradigma, es de precisar que enfrenta contradicciones con la política global,

así como resistencias a una participación social efectiva cuando pone en cuestión el criterio

de eficiencia económica. La prueba está en las medidas políticas tomadas en estos últimos

años para el campo y contra la pobreza rural. El programa PROCEDE va en el sentido de un

rompimiento del sentido colectivo, mientras el programa Oportunidades privilegia los

ingresos no productivos y temporales. Asimismo, la relación de la autoridad ambiental con

los actores locales constituye una de las principales limitantes a la construcción de otro

desarrollo, por la contradicción existente entre la actuación gubernamental en zonas

protegidas y con el resto de la sociedad.

Otro límite, muy vinculado con lo anterior, se ubica en la organización comunitaria. La

ausencia de fortaleza de las instituciones se debe, sin lugar a dudas, a una pérdida de

coherencia interna, que no tiene nada que ver con la homogeneidad. Al contrario, sólo la

diversidad garantiza la vida plena. Más bien, las comunidades han creído que la satisfacción

Page 267: 000 Tesis para imprenta 3

267

de sus necesidades pasaba por el abandono de sus prácticas sociales y su participación a la

economía regional. Poco a poco, han privilegiado la búsqueda de un bienestar personal y

material en detrimento de la estructura social, sin que la modernidad y todas sus facilidades

materiales les hayan sido accesibles. Al contrario, la distancia se ha hecho cada vez más

grande entre ellas y los beneficiarios de la globalización.

En el estado actual del planeta, cuando la subsistencia exige un manejo más conciente de

los recursos naturales por parte de todos, la organización colectiva se plantea como la

estructura más eficiente para lograr esta meta. A la vez, es tiempo de reconocer que el

estado de bienestar requiere de formas de vida más coherentes donde ser vale más que

tener. De acuerdo a Daly, discípulo escrupuloso de Georgescu-Roegen, el fundador de la

bioeconomía y partisano de un estado sin crecimiento material, “El estado estacionario

demandaría menos recursos de nuestro medio, pero mucho más de nuestros recursos

morales” (Daly, 1989:35).

Para la comunidad de Quiotepec, como para todas las comunidades rurales de nuestro país,

la exigencia de otro tipo de crecimiento debe pasar por la valoración de los recursos aún

disponibles y de su manejo dentro de una estructura colectiva que se consolide, gracias a la

búsqueda de un bienestar comunitario como fruto del bienestar de cada uno de las personas

que la integran, poniendo adelante valores que sustentan la vida.

Page 268: 000 Tesis para imprenta 3

268

CONCLUSIÓN GENERAL

La parte final de esta investigación pretende resolver varias tareas pendientes, entre las

cuales destaca el darse la oportunidad de una mirada retrospectiva hacia el trabajo en su

conjunto y sus ejes, así como plasmar algunas reflexiones finales, provocadas por el estudio

de una comunidad particular y la generalización de los elementos que pueden serlo y que

constituyen una aportación para una transición hacia un nuevo pensamiento.

A la pregunta central de ¿Cuál es el potencial, las capacidades y las limitantes productivas,

institucionales, sociales y ambientales con los cuales cuenta la comunidad de Santiago

Quiotepec para alcanzar un desarrollo más armonioso basado sobre el acceso y uso de sus

recursos naturales y sociales, en un contexto de conservación ambiental? , se desprendió la

necesidad de orientar la investigación hacia un conocimiento integral del funcionamiento de

esta comunidad. Es decir, un entendimiento de los nexos que vinculan los miembros de la

comunidad entre ellos, con sus recursos naturales y con la sociedad global. Para ello, se

intentó conocerla a través de su historia, sus características ambientales, sus actividades

productivas, sus instituciones, sus relaciones con diferentes mercados y finalmente sus

interacciones con agentes externos. El análisis eligió resaltar tanto los conflictos

intracomunitarios, como las prácticas productivas y sociales, las percepciones y las

relaciones mantenidas con el entorno natural, como una manera de responder a la primera

parte de esta pregunta. Asimismo, los proyectos de conservación y desarrollo que han sido o

son actualmente objeto de negociación permitieron acercarse a la segunda parte de esta

misma interrogación, a saber que sirven de base para una mejor comprensión de las

dificultades que existen para transitar hasta otras formas de desarrollo.

Del texto anterior deriva la peligrosidad de seguir viviendo dentro del modelo neoliberal

ilustrando, al igual que decenas de investigadores ruralistas, el desastre provocado por este

sistema. En México, la reforma al artículo 27 de la constitución, el Tratado de Libre Comercio

y el abandono de las políticas de regulación y fomento agropecuarios “desfondaron la nave

rural” y facilitaron el “éxodo rural”, provocando a la vez que se redujera la contribución de las

actividades agrícolas al ingreso de las familias rurales, mientras que aumentaba la

dependencia respecto de los recursos públicos y las remesas (Bartra, 2007:2). Estos

resultados de “restringidas alternativas de sobrevivencia para las poblaciones campesinas e

Page 269: 000 Tesis para imprenta 3

269

indígenas” (Frausto, 2005: 165) llevan a dos constataciones que son la pérdida de

capacidades humanas y de recursos naturales, de forma cada vez más irreversible.

El ejemplo de la comunidad rural de Quiotepec, en la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-

Cuicatlán, estados de Puebla y Oaxaca, representa un testimonio más de la dificultad de

seguir siendo lo que uno siempre ha sido, así como del despojo cultural del cual han sido

víctimas los campesinos.

En Quiotepec, como en múltiples comunidades rurales del país, el campesinado nació de la

repartición agraria que impulsó la Revolución mexicana. Sin embargo, su particularidad

reside en una distribución de tierras por etapas que provocó un acceso inequitativo entre los

dos grupos agrarios formados, y un conflicto duradero que a la fecha no ha sanado. Si bien

esta división bloquea la acción colectiva y frena la cohesión y cooperación entre las

instituciones agrarias, hay que precisar que tiene sus propios límites, ya que se han

comprobado actos individuales de solidaridad y apoyo entre personas de diferentes grupos.

Lo anterior da cuenta de la persistencia de la comunidad como sociedad tradicional, donde

dominan vínculos interpersonales confeccionados por el compadrazgo y la pertenencia a una

familia ampliada.

Paralelamente, no se puede negar una evolución en la forma de ser de la familia campesina,

donde los papeles no son tan definidos como hace algunas décadas y las actividades de los

miembros no giran sólo alrededor de la unidad de producción. En la actualidad, la falta de

mano de obra es una constante para las unidades de producción de Quiotepec, como lo es

también la dificultad de mantener los pocos miembros y de conseguir algunos ingresos para

la subsistencia diaria. Así, la migración juega un papel clave en la evolución de la mayoría de

las unidades familiares, con su contraparte que es un envejecimiento de la población

restante, así como una dificultad para concebirse autónoma y valorar sus recursos naturales

y culturales. Las instituciones comunitarias también han resentido el choque con la sociedad

global, por lo que cuesta mantener una cohesión colectiva frente a la búsqueda individual de

subsistencia (Lazos, 2005).

Entre las diversas transformaciones de la unidad de producción, destaca la orientación

mercantil de los años cincuenta, a raíz de la formación de la Comisión del Papaloapan,

Page 270: 000 Tesis para imprenta 3

270

impulsada por apoyos gubernamentales, en un contexto de capitalización de la agricultura y

expulsión del campo de la población “sobrante”. Los ejidatarios cambiaron entonces sus

cultivos tradicionales y diversificados por productos desconocidos de ellos (frutales,

principalmente limón), con la promesa de ingresos monetarios más importantes gracias a la

instalación de una infraestructura regional de comercialización. En un principio, los paquetes

tecnológicos y la asistencia técnica de extensionistas enviados por dicha Comisión,

facilitaron un cierto nivel de productividad. Estos efectos positivos compensaron, en un

primer momento, la sensación de pérdida del conocimiento tradicional y, con él, de un poder

de control sobre los recursos propios. La ilusión de mejoramientos económicos contagió a

los comuneros quienes, a pesar de tener tierras no adaptadas a una producción agrícola,

sembraron frutales como pudieron e iniciaron una relación de comercialización con los

mercados regionales.

Sin embargo, al abandonar los paquetes tecnológicos a consecuencia del desaire

gubernamental, los campesinos se encuentran con tierras cansadas, plagadas y menos

productivas. Al mismo tiempo que disminuye la producción, se reduce el precio ofrecido en el

mercado. Así, los productores de Quiotepec viven la paradoja de seguir con una producción

perenne en condiciones cada vez más desfavorables y restablecer una base de producción

menos necesitada de insumos, para mantener funcionando su unidad de producción. En las

sociedades tradicionales, la fertilidad del suelo tiene que ver con la asociación entre la

agricultura y la ganadería, así como el dejar descansar las tierras. Los campesinos retoman

la primera opción aunque la poca presencia de animales en esta comunidad no permite

obtener todo el abono orgánico necesario, a la vez que la dificultad de sembrar maíz, y así

obtener alimentos ganaderos de las sobras, frena el impulso hacia la adquisición de

animales. Se crea entonces uno de estos círculos viciosos en los cuales están metidos los

campesinos desde su contacto con una sociedad global poco favorable a su mantenimiento.

Por otra parte, el uso más generalizado de abonos orgánicos no ha permitido, a la fecha,

recuperar la productividad anterior, ya que falta una aplicación integral de los conocimientos

de agricultura orgánica.

Vinculado a lo expuesto, la diversidad productiva ha perdido igualmente fuerza en Quiotepec.

El desplazamiento de la milpa por una producción mercantil de preferencia orientada hacia el

monocultivo se junta, en este caso, con la incertidumbre de una plantación en temporal, con

Page 271: 000 Tesis para imprenta 3

271

la baja productividad cuando se siembra a la sombra de árboles y con la dificultad de

conseguir un financiamiento para invertir en cultivos de autoconsumo asociados a frutales.

Por otra parte, la rotación de los cultivos, tan importante en una producción tradicional, se

dificulta por la presencia de limón en la mayor parte de la parcela, por lo que queda como

única opción la ausencia de siembra sobre varios años, para limitar las plagas. Este hecho

constituye otro círculo vicioso que lleva a pérdidas culturales, económicas y ambientales y

deteriora el metabolismo que ha podido existir.

Además del suelo y de su producción, el agua es otro de los recursos esenciales que, en

Quiotepec, es a la vez fuente de conflicto y de unión. La diferenciación de acceso a este

recurso ha provocado fuertes tensiones entre las dos comunidades agrarias y con

comunidades vecinas, las cuales persisten en la actualidad. Al mismo tiempo, el agua

constituye un elemento que reúne y gracias al cual se ha mantenido un cierto nivel de

manejo colectivo de cada estructura agraria. En efecto, el acceso a riego requiere de una

organización comunitaria entre sus usuarios. Ésta abarca tanto la repartición del líquido entre

las parcelas como el sostenimiento de la infraestructura. Aunque los ejidatarios poseen,

desde 2007, una bomba colectiva que reemplazó el canal de riego destruido por el huracán

Stan, subsiste la necesidad de una estructura colectiva para decidir y vigilar la repartición.

Desde otro ángulo, es importante observar el gran desperdicio existente en torno al uso de

este recurso, no obstante una frecuente escasez para los comuneros en algunos momentos

del año. A pesar de una marcada voluntad gubernamental por la conservación ambiental,

este tema no ha sido abordado de forma directa en la comunidad en estudio. De hecho, no

existen cálculos del agua necesaria para la producción agrícola y tampoco de la utilizada,

aunque se está realizando pruebas para conocer la calidad de los ríos que atraviesan la

Reserva.

Retomando la fractura abierta en la comunidad durante la repartición agraria, puede ser que

la homogeneización productiva sea una de las causantes del mantenimiento del conflicto

entre los dos grupos agrarios. Mientras los ejidatarios se benefician de condiciones agrícolas

más favorables, aunque en minifundio pronunciado, es evidente que la vocación del suelo

comunal y la irregularidad del agua no se prestan a una producción agrícola eficiente. A

cambio, un manejo diferencial de las tierras, basado sobre las potencialidades reales,

Page 272: 000 Tesis para imprenta 3

272

permitiría evitar una comparación y poner cada propiedad social frente a sus posibilidades y

capacidades.

Lo anterior se justifica al tomar en cuenta el potencial de riquezas naturales que encierran las

3,600 hectáreas de monte a disposición de los comuneros. El poco uso actual de este

espacio se explica desde varios ángulos. Tal vez, la dedicación de los campesinos a sus

parcelas productivas constituye una primera justificación. Además que la inserción de la

comunidad a la sociedad de consumo ha tenido como consecuencia un menor interés por la

extracción de recursos útiles del monte, tales plantas medicinales, arbustos para cercas

vivas, madera para construcción de viviendas, entre otros elementos disponibles en este

espacio. En la historia reciente, las restricciones impuestas por la política de conservación a

la extracción de fauna y flora, incluyendo la leña, obligó a abandonar estas fuentes de

ingresos. La prohibición de cazar ha llevado a un mayor desequilibrio de la dieta alimenticia

familiar, además de la pérdida de un ingreso económico. Actualmente, la insatisfacción

generalizada está dejando lugar a una mayor valoración de los recursos existentes. Se inició,

entre los actores gubernamentales y los comuneros, una cooperación aún errática pero más

constante, que podría llevar a un manejo colectivo de algunos espacios del monte.

Al contrario de los comuneros, los ejidatarios no poseen una superficie colectiva de

importancia para la conservación pero algunas de sus parcelas, aunque muy reducidas, se

encuentran en posición ventajosa para la producción agrícola, siempre y cuando tengan la

oportunidad de una reflexión común sobre la forma de restaurar sus parcelas y de realizar

cambios productivos para cultivar conservando. Para ello, sería importante un

reconocimiento mutuo entre los ejidatarios y la Dirección de la Reserva, así como una

valoración, por parte de la autoridad ambiental, de la agricultura como un medio de

Page 273: 000 Tesis para imprenta 3

273

conservación. Tal vez un efecto secundario de este reconocimiento se encontraría en una

necesaria colaboración entre los dos grupos agrarios, que podría resultar positiva si la

Dirección de la Reserva o cualquier agente externo cercano aceptara ser mediador.

El análisis de proyectos de conservación vinculados con el desarrollo comunitario, constituyó

el tercer eje de estudio para este trabajo. Para realizarlo, se partió del diagnóstico

establecido en los dos ejes anteriores75, buscando revertir el desarrollo actual para ubicarlo

en su dimensión social y ambiental. Para ello, se retomaron los elementos que caracterizan a

la comunidad, así como los aportes externos a través de la propuesta de proyectos de

conservación.

Esta reflexión da cuenta de la dificultad de experimentar manejos colectivos de recursos,

sobre todo en sociedades donde se ha desgastado el sentido de bien común a medida que

se priorizaba la búsqueda individual de subsistencia. Además de instituciones comunitarias

cada vez más débiles que resuelven difícilmente los problemas planteados a cada grupo, se

han degradado algunos conceptos tradicionales, como la solidaridad y reciprocidad que han

permitido, en otros tiempos y espacios, enfrentar las dificultades planteadas en la relación

del grupo con su ambiente y entre sus miembros.

La presencia de actores externos comprometidos con la búsqueda de un equilibrio ambiental

vinculado con el bienestar de la población podría, en comunidades como Quiotepec,

constituir una forma de impulsar el desarrollo. Aunque los proyectos diseñados obedecen a

75 El análisis de la producción y reproducción de la unidad familiar, en particular respecto al acceso y uso de sus recursos naturales, constituyó el primer eje de esta investigación, mientras que el papel de las instituciones comunitarias en el manejo de estos mismos recursos conformó el segundo eje de trabajo (cf introducción general).

Page 274: 000 Tesis para imprenta 3

274

formatos predeterminados, exigen una retroalimentación entre la población involucrada y los

agentes externos. El principal obstáculo reside en la dificultad de empate entre los

responsables de la política ambiental y los actores locales. Es decir, cada parte obedece a

lógicas y ritmos propios que no coinciden con el otro, al mismo tiempo que el soporte natural

también tiene su propio ciclo. De la misma forma, el aporte gubernamental a la comunidad

campesina puede ser esencial para una concretización del proyecto que permita

retribuciones tanto financieras como ambientales. Sin embargo, en su planteamiento actual,

contribuye poco a valorar la función campesina sobre el ambiente. Igualmente, a pesar de

contemplar el fortalecimiento de las instituciones como la única forma de llevar a cabo un

proyecto comunitario en forma exitosa, en los hechos no existen mecanismos de

recuperación de la organización colectiva, como instrumento de una relación más racional y

equitativa entre un grupo y sus recursos naturales.

La construcción de este eje se justifica por mi intención declarada de ubicar este trabajo en

un cambio de paradigma. La contrapuesta al neoliberalismo nace de la necesidad para el ser

humano de un reencuentro consigo mismo. Por las consecuencias desastrosas de la

modernidad sobre nuestro “oikos” (casa), por la destrucción masiva que realiza nuestra

sociedad de su sustento de vida, la conciencia ecológica me parece representar un

pensamiento central para la subsistencia de la humanidad, además de que obliga al

acercamiento a valores esenciales para una continuidad de la vida humana, tales la equidad,

la justicia y la democracia.

Hoy más que nunca es fundamental recordar hasta el hartazgo, que nuestro planeta tierra es

un sistema finito, que el ser humano es un ser tanto fisiológico como psicológico y que las

sociedades se conformaron como reagrupamientos necesarios y voluntarios, para una mejor

vivencia humana (Daly, 1989). Una conciencia ambiental más generalizada surgió de la

Conferencia de Estocolmo, en 1972, y ha propagado ampliamente los límites de la

racionalidad económica y los desafíos que genera la degradación ambiental al proyecto de

modernidad (Leff, 2000:24). Desde más recientemente, es sabido también que esta

problemática “ya no es resoluble mediante el progreso técnico, la sustitución de recursos

escasos por otros más abundantes, o el aprovechamiento de espacios no saturados para la

disposición de los desechos generados por el crecimiento desenfrenado de la producción”

(Leff, 2000:25). La transición hacia un nuevo paradigma de desarrollo requiere de un

Page 275: 000 Tesis para imprenta 3

275

esfuerzo colectivo para limitar el saqueo de materias primas y reducir los niveles de

desechos producidos, además de privilegiar la vida como riqueza (Ruskin, citado por Daly,

1989:18), a través del (re)florecimiento de la diversidad ambiental y social, según las

características de cada lugar.

Si la comunidad de Santiago Quiotepec, al igual que la Reserva de la Biosfera en su

conjunto, se prestó a una reflexión sobre cómo transitar hacia un nuevo pensamiento, no es

porque está más preparada para ello, sino porque carga con el mismo peso de miseria,

degradación, soledad y desamparo que miles de comunidades rurales de México, inclusive

del mundo. En realidad, el estudio encuentra sus limitantes en la relación de décadas

mantenida con la sociedad global, que ha llevado a la población de Quiotepec a una gran

apatía después de la ilusión de una vida mejor bajo fuerte consumismo, mientras que los que

persiguieron el sueño migraron. Sin embargo, este análisis encuentra su dinámica, en este

caso, cuando la mirada externa permite a los locales valorar sus recursos y resignificar sus

prácticas.

Una primera lección reside en la persistencia de la economía campesina. Cada vez más

afectada en su racionalidad y su organización, despreciada y destruida por la lógica

neoliberal; sin embargo, ha sobrevivido en la mayoría de los terruños y su persistencia

misma es signo de su adaptación a las características locales. Esta misma adaptación ha

significado contradictoriamente transformaciones importantes que no siempre representan

garantías de longevidad. En particular porque las unidades de producción campesinas viven

la contradicción entre modernidad y tradición en su seno y no siempre han podido establecer

una buena combinación entre ambos. Así, las familias siguen girando en torno a la

producción agrícola, aunque esta última representa un porcentaje mínimo de los ingresos

familiares. Por otra parte, la mano de obra expulsada del campo no era sobrante como

parecía y tampoco fue reemplazada por la tecnología, por lo que su falta representa una

causa mayor de irracionalidad.

En cuanto al rasgo de diversidad productiva, tan céntrico en la caracterización de la

economía campesina del siglo XX, se puede percibir que ha sido desplazado por la

multiactividad familiar. En la actualidad, la combinación de actividades se establece a una

escala más amplia que la unidad de producción y ésta se mantiene principalmente cuando

Page 276: 000 Tesis para imprenta 3

276

existen ingresos externos, que sean pesos o, mejor aún, dólares. Asimismo, el vínculo entre

unidad de producción e ingresos parece fragilizarse con el tiempo, a medida que se da un

alejamiento emocional entre los miembros de la familia separados físicamente, y que los

migrantes van construyendo su propio núcleo familiar y aumentando sus necesidades.

Por lo tanto, la persistencia campesina tiene que descansar sobre bases más estables y

provenir de su capacidad interna de mantener a sus miembros. Para ello, es necesario

retomar los elementos que establecen su racionalidad porque son los que le procuran la

mayor eficiencia productiva y energética, a nivel de parcela y de organización del espacio. La

política ambiental posee, de hecho, un instrumento importante para ordenar un territorio en

función de criterios ambientales y sociales; se trata del ordenamiento ecológico local, basado

sobre la concertación y la elaboración de normas para sostener las decisiones de la

población. En una Reserva de la Biosfera, donde intervienen actores a varios niveles, este

instrumento se vuelve indispensable por constituir un primer paso de organización entre

todos y poner adelante la visión de los usuarios.

Por otra parte, las parcelas requieren de una adaptación de las prácticas productivas

tradicionales a la situación actual. Aunque el cultivo es individual, es evidente que la

eficiencia necesita de los conceptos de complementariedad, solidaridad y reciprocidad

quienes facilitaban la producción de antaño, porque resolvían los problemas de escala y

permitían una buena repartición del tiempo de trabajo. Por lo mismo, eran factores de

cohesión social para la comunidad. De forma complementaria, la obtención de ingresos

justos está vinculada con la posibilidad de crear mercados que permitan un intercambio más

igualitario gracias a la oferta de productos de calidad o correspondiente a una demanda

precisa.

Lo anterior representa una segunda lección, con relación a las instituciones comunitarias. La

inserción de la economía campesina a la sociedad global en forma tan desventajosa, ha

creado medios de defensa individuales, ante las disparidades de interpretaciones de la

situación y la urgente necesidad de comer para sobrevivir. Esta descripción parece convenir

particularmente a las comunidades, como Quiotepec, de las cuales no han surgido líderes

con una visión más allá de los conflictos comunitarios y luchando para la construcción de la

convivencia de su gente con sus recursos naturales colectivos. En realidad la forma como se

Page 277: 000 Tesis para imprenta 3

277

ha desarrollado dicha comunidad, la división del pueblo en dos grupos agrarios y dos

localidades, y el manejo individual de la producción, entre otros elementos, no facilitan la

construcción de un compromiso común, a pesar de una larga tradición de servicios a la

comunidad. Es precisamente la vigencia de usos y costumbres que rige las comunidades

oaxaqueñas lo que podría permitir un reencuentro con valores tradicionales porque

constituye una base estructural de convivencia y responsabilidades. El problema actual es

convencer a los jóvenes de la importancia de su participación en la organización colectiva de

su pueblo, ya que muchos han declinado la posibilidad de intervenir y asumir

responsabilidades. Pero también algunos, como Alfredo, han tomado conciencia, después de

una estancia del otro lado, de la importancia de vivir en su comunidad. Él insiste que “si

queremos vivir en un lugar, hay que convivir” (entrevista 2006), es decir, hay que darse los

medios de subsistencia para la familia y las generaciones futuras, con el apoyo de las

institucionales comunitarias y la unión del pueblo.

La tercera lección de este trabajo se desprende de lo anterior. Muchas comunidades se

ubican a un nivel de degradación ambiental, social y económica que desanima la acción

colectiva. Para ellas, la única opción de desarrollo proviene de propuestas externas. La

relación de una comunidad con actores foráneos institucionales no resulta fácil porque

existen muchos antecedentes de paternalismo, corrupciones, engaños y desencuentros. En

el caso de Quiotepec, el acercamiento de la autoridad ambiental, después del

establecimiento de la Reserva de la Biosfera, generó desconfianza y enojo en un primer

tiempo. En la actualidad, la fragilidad del vínculo reside en la dificultad de comunicación,

debido a diferencias de abordajes de las propuestas de desarrollo, como se analizó en este

trabajo. Asimismo, sería cuestión de tomar nota de las dificultades existentes, a sabiendas

de que el éxito de un desarrollo colectivo, cuando se logra, se debe principalmente a la

capacidad institucional comunitaria que trasciende los conflictos y permite un verdadero

diálogo con los actores externos, mismo que desemboca en negociaciones, concertaciones,

acuerdos, compromisos y vigilancia del cumplimiento de los dos lados.

Tomando en cuenta la afirmación precedente, sería preciso lograr un acercamiento diferente

entre las dos partes que integran un proyecto, así como revisar las bases de cooperación e

intervención a la luz de los problemas que se plantean. Un gran número de organizaciones

civiles y académicas han adquirido una experiencia valiosa sobre cómo impulsar un

Page 278: 000 Tesis para imprenta 3

278

desarrollo comunitario armonioso; aunque es evidente que el éxito depende en primera

instancia del comportamiento de la comunidad considerada y que el factor tiempo es

primordial en la apropiación común de proyectos de desarrollo y conservación. Así, la

propuesta de una orientación ecoturística en el monte de Quiotepec se presenta como

técnicamente factible pero requiere de una maduración comunitaria del proyecto, así como

de una valorización de su significado para una sociedad campesina. Se trataría de

reencontrar los valores que pueden cimentar la comunidad, por encima de los conflictos y

relaciones de poder, pero también de una inmersión de cada familia comunera en su

identidad, sus tradiciones y su relación con el entorno, para encontrar la capacidad de

transmitir estos conocimientos y sentimientos a quienes se acercan. En este ámbito, destaca

igualmente la necesidad de una revalorización de los papeles sociales de cada miembro de

la comunidad, para una mayor complementariedad entre hombres, mujeres, jóvenes y

ancianos. Para ello, la aportación externa es esencial porque pone otros medios a

disposición de la población, en particular financieros y de otras experiencias, pero también

puede hacer visibles rasgos olvidados por la comunidad. Sin embargo, ninguna comunidad

puede ahorrarse el proceso de reflexión común, organización y reivindicación a partir de la

construcción de una identidad colectiva que permita plantear metas claras de desarrollo,

dentro de un contexto de diversidad.

Estas lecciones aprendidas nos llevan a considerar que la construcción de nuevas formas de

desarrollo obliga a romper con un pensamiento mecanicista del mismo para abordarlo con

otra actitud, dentro de una ética que integre valores que sustentan la vida y ofrecen un

disfrute más allá de un consumo inmediato de bienes materiales. Está claro que las

comunidades rurales mexicanas requieren ante todo satisfacer necesidades básicas, pero

que éstas serán más fáciles de obtener dentro de un modelo tradicional de metabolismo

sustentable y de intercambios equitativos con la sociedad global, promoviendo así una

reubicación de las unidades de producción dentro de una construcción social de la

racionalidad ambiental.

En este campo de ensayos y errores, el fracaso de proyectos de desarrollo basados sobre la

conservación del patrimonio natural está ampliamente justificado por las dificultades de

cambiar el paradigma actual y construir procesos locales diferentes del sistema global. En

este contexto, la necesidad de conservación es consecuencia de la ruptura que ha

Page 279: 000 Tesis para imprenta 3

279

provocado el neoliberalismo al esquema tradicional campesino en sus formas de producir,

relacionarse, construirse y pensar. Asimismo, se trata de aplicar un proceso con tintes

artificiales, hasta que surja una fusión entre las prácticas de desarrollo y conservación,

gracias a la apropiación de estos proyectos por un campesinado renovado en su diversidad.

Para ello, es de esperar una contribución de todos los sectores que forman la sociedad. Uno

de los mayores pasos sería una valoración universal del sector campesino, cuya racionalidad

descansa sobre la multifuncionalidad, la diversidad, prácticas productivas y sociales en

armonía con la naturaleza y una preocupación intergeneracional, entre los principales

rasgos. Reconocer la aportación campesina a la sociedad permitiría a la población urbana

reconocer la necesidad del ser humano de reinventarse como ser natural y social y abriría

las puertas a una solidaridad espacial. Es en este sentido que se deben de pensar algunos

proyectos, sean de ecoturismo o de servicios ambientales, como un intercambio mutuo y la

puesta en común de experiencias que podrían llevar a una mayor solidaridad humanitaria.

Devaluadas en estas últimas décadas por un sistema degradante, las sociedades

campesinas tienen mucho que aportar a la humanidad, por lo que se plantean como focos de

resistencia para restaurar la diversidad ambiental y social, contribuyendo de la mejor forma

a la valoración de la vida humana. Asimismo, el apoyo externo para el desarrollo de las

comunidades rurales debe verse como un reconocimiento del aporte campesino a la salud

ambiental, una contribución a la subsistencia humana y a la reconstrucción de nuestro

patrimonio natural y social.

La evolución de la humanidad se debe a la búsqueda constante de progreso, mejorando las

condiciones materiales y facilitando el trabajo y el acceso a las materias primas. La

revolución neolítica redujo drásticamente las crisis de escasez con el comienzo de un

proceso de artificialización del medio ambiente y de diferenciación social (Lipietz, 2003:45).

No obstante, a partir de la revolución industrial, las crisis ecológicas se relacionan

directamente con el funcionamiento de la economía y tiene su origen en la avidez financiera

de algunos grupos. Se llega entonces a la paradoja de que el progreso, inventado para

borrar las hambrunas se transforma en amenaza (Lipietz, 2003:50). Es tiempo de encontrar

un nuevo significado de este concepto. La relación entre el ser humano y su territorio obliga

a replantear las relaciones mismas de los humanos entre ellos, así como el sentido de la

Page 280: 000 Tesis para imprenta 3

280

vida, la importancia de la convivencia y solidaridad, como pasos obligados para la defensa

unánime del sistema tierra, nuestro bien común.

Page 281: 000 Tesis para imprenta 3

281

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Arizmendi, Ma. del Coro y Laura Márquez V., (1996), Áreas de importancia para la conservación de las aves en México, Conabio, México.

Asesores en Desarrollo Turístico Sustentable, S.C. (ADTS), (2007), Estudio de ecoturismo comunitario para Santiago Quiotepec, municipio de San Juan Bautista Cuicatlán, estado de Oaxaca. Informe final, C.D.

________________________________________________, (2005), Estudio técnico de potencialidades para el desarrollo ecoturístico. Propuesta técnica y económica, fotocopia, México.

Ayala Espino, José, (1998). Instituciones y economía. Una introducción al neoinstitucionalismo económico, UNAM, Facultad de Economía, México (versión preliminar).

Bartra, Armando, (2007), “Segundo tiempo”, en La Jornada del Campo número 1 (9 de octubre), p.2.

_____________, (2000). “Pulso regional ¿Pulso nacional? Un siglo XXI centrado en el hombre y la naturaleza”, en Pulso regional (2):24-26, SEMARNAP, México.

_____________, (1982), El comportamiento económico de la producción campesina, colección Cuadernos Agrarios, UACH, México.

Barkin, David, (1998). Riqueza, pobreza y desarrollo sustentable, Ed. JUS-Cecodes y Centro Lindavista, México.

Barragán Robles, Miroslava, (2001), Los ferrocarriles mexicanos en el siglo XIX: una perspectiva neoinstitucional, Tesis de licenciatura, UNAM, Facultad de Economía, México.

Borrayo López, Rafael, (2001), Sustentabilidad y desarrollo económico, Mc Graw Hill/IIES/UNAM, México.

Bové, José y François Dufour, (2000), Le monde n’est pas une marchandise. Des paysans contre la malbouffe, La découverte, París.

Brunel, Marie Claude, (1989), Analyse des systèmes productifs paysans dans une région agricole de l’état de Colima, Mexique, Tesis de doctorado de tercer ciclo en Ciencias Económicas, Universidad de Montpellier I, Francia.

Bustamante Álvarez, Tomas; León López, Arturo y Beatriz Terrazas Mata, (2000), Reproducción campesina y agroindustria en Tierra Caliente, Guerrero, Sep-Conacyt, Plaza y Valdes editores, México.

Caballero, Javier y Laura Cortés, (2001), “Percepción, uso y manejo tradicional de los recursos vegetales en México”, en Plantas, cultura y sociedad (Beatriz Rendón et al. Ed.), UAM Iztapalapa- SEMARNAP, pp. 79-100.

Page 282: 000 Tesis para imprenta 3

282

Campbell, Lisa M. y Arja Vainio-Mattila, (2003), “Participatory development and comunity-based conservation: opportunities missed for lessons learned?, en Human Ecology, (31) 3:417-437.

Canabal, Beatriz (coord.), (2001), Los caminos de la montaña. Formas de reproducción social en la montaña de Guerrero, CIESAS/UAM/Porrúa (presentación, pp. 13-23).

Casas, Alejandro, S. Rangel –Landa, I. Torres, E. Pérez-Negrón, L. Leo Solís, F. Parra, A. Delgado, J. Blancas, B. Farfán y A.I. Moreno, (en prensa), In situ management and conservation of plants resources in the Tehuacán-Cuicatlán Valley, México: an ethnobotanical and ecological approach.

______________ y Adriana Otero, (2002), “Origen de la agricultura y desarrollo de la civilización” en El Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Patrimonio natural y cultural, Fomento cultural Banamex, A. C./ Fundación ICA/ Fundación Cuicatlán, México.

______________ y Alfonso Valiente-Banuet, (1995), Etnias, recursos genéticos y desarrollo sustentable en zonas áridas y semi-áridas de México. IV curso sobre desertificación y Desarrollo sustentable en América Latina y Caribe, PNUMA-FAO, 21 de agosto al 15 de septiembre, Colegio de postgraduados en Ciencias Agrícolas, Edomex, México, pp. 37-66.

CEPAL, (1985), Economía campesina y agricultura empresarial (tipología de productores del agro mexicano), Siglo veintiuno editores, México.

Comas d’Argemir, Dolors, (1998), Antropología económica, Ariel antropología, España.

Comisión Nacional de las Áreas Naturales Protegidas, (2001), www.conanp.gob.mx/proders.

Coppens, Yves, Prefacio, en Wermus: ¡Madre Tierra! Por el renacimiento indígena, pp.7-8.

Costanza, Robert, (2001), “El desarrollo histórico de la economía y ecología” en Morales y Rodríguez (coord.) Economía para la protección ambiental. Ensayos teóricos y empíricos, (Traducción del capítulo 2 de: An introduction to ecological economics), pp. 262-309.

Covarrubias Guttiérrez, Ignacio, (2004), Competitividad del sistema agroindustrial del limón mexicano (Citrus aurantifolia swingle) y perspectivas económicas para los pequeños productores, Tesis de Doctorado, Universidad Autónoma de Chapingo (Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y de la Agricultura Mundial), Estado de México.

Daly, Herman y John B. Cobb, (1993), Para el bien común. Reorientando la economía hacia la comunidad, el ambiente y el futuro sostenible, FCE, México.

___________, (1989), “Introducción a la economía en estado estacionario”, en Daly (comp.) Economía, ecología, ética. Ensayos hacia una economía en estado estacionario, FCE, México, pp. 11-43 (introducción).

Page 283: 000 Tesis para imprenta 3

283

Dávila, Patricia; Arizmendi, Ma. Coro; Valiente-Banuet, Alfonso; Medina, Rosalinda y José Luis Villaseñor, (1997), “Diversidad biológica en el Valle de Tehuacán-Cuicatlán”, en Setién E. Tehuacán horizonte del tiempo, Club Rotario Tehuacán Manantiales, pp 27-41.

De Teresa, Ana Paula, (2002), “La modernización sin sus pobladores. Del megaproyecto del Istmo al Plan Puebla Panamá” en El campo mexicano, revista Universidad, N° 612, México.

Diario Oficial de la Federación (DOF), (2007), Ley General de Vida Silvestre, última reforma del 1 de febrero (Nueva Ley publicada el 3 de julio de 2000), México.

______________________________, (1998), Decreto por el que se declara área natural protegida, con el carácter de Reserva de la Biosfera, la región denominada Tehuacán-Cuicatlán, ubicada en los estados de Oaxaca y Puebla, publicación del 18 de septiembre, México.

Diego, Roberto, (2000), Los avatares en la investigación del desarrollo rural comunitario, en R. Diego (coord.) Investigación Social Rural. Buscando huellas en la arena, UAM/Plaza y Valdés ed., México, pp.43-62.

Dirección de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, (2002), Presentación de la Reserva de Tehuacán-Cuicatlán ante el Banco Mundial, CD.

Ecología y Producción para el Desarrollo Sustentable (Ecoprodes), (2001), Diagnóstico Social y Diseño de Estrategia Operativa para la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán” (Resumen Ejecutivo), CD.

Ecozootecnia, (2003), Estudio de flora y fauna para la implementación de la UMA venado cola blanca (Odocoileus virginianus mexicana) en Santiago Quiotepec, Cuicatlán, estado de Oaxaca, fotocopia, México.

Escobar, Arturo, (2000), “El lugar de la naturaleza y la naturaleza del lugar: globalización y posdesarrollo”, en Andreu Viola (comp.), Antropología del desarrollo. Teorías y estudios etnográficos en América Latina, Paidós, México, pp. 169-216.

Esteva, Gustavo, (1984), La batalla en el México rural, Siglo XXI editores, México.

Fischer-Kowalski, Marina y Helmut Haberl, (2000), “El metabolismo socioeconómico”, en Ecología Política, (19): 21-33, Icaria editorial, España.

Fraustro Leyva, Juan Manuel, (2005), “Organizaciones campesinas y áreas naturales protegidas: el caso de Calakmul, Campeche”, Tesis de Maestría en Desarrollo Rural, UAM-X, México.

Fromm, Eric y Michael Maccoby, (1992), Sociopsicoanálisis del campesino mexicano, (primera edición 1973), FCE, México.

García, Rolando, (2000), “Conceptos básicos para el estudio de sistemas complejos”, en E. Leff (coord.) : Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo, 2° edición revisada, Siglo veintiuno editores, México, pp. 381-409.

Page 284: 000 Tesis para imprenta 3

284

García-Barrios, Raúl y Beatriz de la Tejera, (s/f), Cooperación económica y tradición: del optimismo tecnocrático al optimismo social, fotocopia, México.

Georgescu-Roegen, Nicholas, (2006), La décroissance. Entropie, écologie, économie, (tercera edición revisada y aumentada), Sang de la terre, París.

Gobierno del Estado de Oaxaca, (2005), “Reglamento para la protección al ambiente y la preservación ecológica municipal”, en: Periódico Oficial, 1 de octubre, Oaxaca, pp. 1370-1381.

Godelier, Maurice, (1981), Instituciones económicas, editorial Anagrama, Barcelona.

Grinevald, Jacques e Ivo Rens, (2006), « Introduction a la deuxième édition », en Georgescu-Roegen, La décroissance. Entropie, écologie, économie, Sang de la terre, París.

________________, (2003), “Georgescu-Roegen, bioéconomie et biosphère », en Bernard et al. (coord.), Objectif décroissance. Vers une société harmonieuse, Parangon, Francia, pp. 44-57.

Grupo Mesófilo A.C., (2002), Evaluación rural participativa de la comunidad de Santiago Qiotepec, Cuicatlán, Oaxaca. Informe de resultados, Procymaf, fotocopia.

Halffter, Gonzalo, (1995), Reservas de la Biosfera y conservación de la biodiversidad en el siglo XXI”, en Ciencias, (39):9-13, Facultad de ciencias, UNAM, México.

_____________, (1992), “Áreas Naturales Protegidas de México: una perspectiva”, en Sarukhan y Diego (comp.): México ante los retos de la biodiversidad, Conabio, México.

Hardin Garett, (1968), The tragedy of commons, en Science, v.162, pp. 1243-1248. (traducción al español en Gaceta Ecológica, 1995. (37):47-57. Traducción de Horacio Bonfil Sánchez).

Henao, Luis Emilio, (1980), Tehuacán. Campesinado e irrigación, Edicol, colección Ciencias Sociales, México.

INEGI, (2001), XII censo de población y vivienda.

Instituto Nacional de Ecología (INE), (2001), www.ine.gob.mx/dgvs/suma.htm.

_____________________________, (1995a), Principios, orientaciones y agenda de trabajo del Instituto Nacional de Ecología, Cuadernos de trabajo N°1, INE/Semarnap, México.

______________________________,(1995b), “Áreas naturales protegidas: economía e instituciones” (documento para la discusión), en Gaceta ecológica (37):37-46, INE, México.

Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) y Gobierno del Estado de Oaxaca, (2002), Enciclopedia de los municipios de México, http://www.e-local.gob.mx.

Page 285: 000 Tesis para imprenta 3

285

Landázuri, Gisela, (2002), Encuentros y Desencuentros en Cuentepec, Morelos, UAEM y UAM-X, México.

_______________, (2001), “Las huellas de la confrontación cultural en la construcción identitaria de los cuentepequenses”, fotocopia.

Larson, Jorge y José Sarhukán, (2003), « Cuando los bienes comunes son menos trágicos”, en Gaceta ecológica (67):7-26, INE, México.

Latouche, Serge, (2003), « A bas le développement durable ! Vive la décroissance conviviale! », en Objectif décroissance. Vers une société harmonieuse, Parangon, París, pp. 19-27.

Lazos, Elena, (2005), “La tragedia de los individuales, el futuro ambiental y los devenires de las familias rurales del sur de Veracruz”, en Massieu et al. (coord. generales): Los actores sociales frente al desarrollo rural, Tomo 5: transformaciones del campo mexicano: una mirada desde los estudios de género, ed. AMER, Gobierno de Zacatecas, CONACYT, Praxis, México, pp. 113-159.

Leff, Enrique (coord.), (2000a), Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo (Presentación a la segunda edición), Siglo veintiuno editores, México, pp. XXV-LX.

__________, (2000b), “La insoportable levedad de la globalización. La capitalización de la naturaleza y las estrategias fatales de sustentabilidad”, en: Desarrollo sustentable ¿Realidad o retórica?, Serie Pluriminor Abya-Yala, Quito, Ecuador, pp. 22-43.

__________, (1999), “Tiempo de sustentabilidad”, en Gaceta ecológica (52):5-12, INE, México.

__________, (1993), “La dimensión cultural del manejo integrado, sustentable y sostenido de los recursos naturales », en E. Leff et al. (coord.), Cultura y manejo sustentable de los recursos naturales, Vol. I, CIIH-UNAM y Porrúa editorial, México, pp. 55-88.

Lipietz, Alain, (2003), Qu’est-ce que l’écologie politique ?. La grande transformation du XXI° siècle, La découverte, París.

Long, Norman, (1992), “Battlefields of knowledge. The interlocking of theory and practice in social research and development”, (Preface y parte I: An actor oriented paradigm), pp.1-43.

McAuliffe, Joseph; Sundt, Peter, Valiente-Banuet, Alfonso, Casas, Alejandro y Juan Luis Viveros, (2001), “Pre-columbian soil erosion, persistent ecological changes, and collapse of a subsistence agricultural economy in the semi-arid Tehuacán Valley, Mexico’s ‘cradle of maize’”, en Journal of arid environments (47):47-75.

MacIntyre, Alasdair, (2004), Tras la virtud, Crítica, Barcelona.

Page 286: 000 Tesis para imprenta 3

286

MacNeish, R. S., (1967), “A summary of the subsistence”, en Environment and subsistence. The prehistory of the Tehuacan Valley (ed. Douglas S. Byers), (1)290-309, University of Texas Press, Austin & London.

Martínez Alier, Joan y Jordi Roca, (2000). Economía ecológica y política ambiental. PNUMA y FCE, México.

________________, (1998), Curso de economía ecológica, Serie Textos Básicos para la Formación Ambiental Nº 1, PNUMA y Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe (con la colaboración de Jordi Roca y Jeannette Sánchez), México.

Marulanda, Oscar, (2000), “Cultura y manejo integrado de los recursos en la perspectiva ambiental del desarrollo”, en E. Leff (coord.) Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo, siglo veintiuno editores, 2° edición revisada, México, pp. 255-305.

Massieu, Yolanda y Francisco Chapela, (2006), “Valoración de la biodiversidad y el conocimiento tradicional: ¿Un recurso público o privado”, en L. Concheira y F. López (coord.), Biodiversidad y conocimiento tradicional en la sociedad rural, CEDRSSA-LX Legislatura, Congreso de la Unión, México, pp. 329-364.

_______________________________, (2002), “Acceso a recursos biológicos y biopiratería en México”, en El Cotidiano N° 114, año 19, UAM-A, México, pp.77-87.

Max-Neef, Manfred, (1996), “El drama de las identidades perdidas (sobre males que hicimos, creyendo que éramos buenos)”, en América Indígena/Tradiciones para el Mañana, LVI, número especial, Instituto Indigenista Interamericano, pp. 33- 37.

Melucci, Alberto, (1999), Acción colectiva, vida cotidiana y democracia, Colmex. pp. 55-68 y 147-159.

Merino Pérez, Leticia, (2004), Conservación o deterioro. El impacto de las políticas públicas en las instituciones comunitarias y en los usos de los bosques en México, Semarnat/INE/CMS, México.

Naredo, José Manuel, (1993), “Desde el sistema económico hacia la economía de los sistemas”, en Naredo y Parra (comp.) Hacia una ciencia de los recursos naturales, Siglo veintiuno de España Editores, S.A.

North, Douglass C.,(1993), “El desempeño económico a lo largo del tiempo”. Discurso presentado en la recepción del Premio Nobel de Ciencias Económicas, Fotocopia.

Ostrom, Elinor, (2000a), El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción colectiva, UNAM/CRIM/FCE, México.

____________, (2000b), “Diseños complejos para manejos complejos” en Gaceta Ecológica, (54): 43-58. INE, México.

____________, 1998. “Reflections on the commons”, en Managing the commons, Ed por John A. Baden and Douglas S. Noonan. Indiana University Press, pp. 95-116.

Page 287: 000 Tesis para imprenta 3

287

Oyama, Ken, (2002), “Nuevos paradigmas y fronteras en ecología”, en Ciencias, (67):20-31, Facultad de Ciencias UNAM, México.

Palerm, Ángel, (1986), Modos de producción, ediciones Gernika S.A. (primera edición 1976).

Paz Salinas, María Fernanda, (2005), La participación en el manejo de áreas naturales protegidas. Actores e intereses en conflicto en el Corredor Biológico Chichinautzin, Morelos, CRIM/UNAM, México.

Pearce, David W. y R. Kerry Turner, (1995), Economía de los recursos naturales y del medio ambiente, Colegio de economistas de Madrid-Celeste ediciones, Madrid.

Pérez-Negrón, Edgardo y A. Casas, (2007), “Use, extraction rates and spacial avaibility of plants resources en the Tehuacán-Cuicatlán Valley, Mexico: the case of Santiago Quiotepec, Oaxaca”, en Journal of Arid Environments, (70):356-379, Elsevier.

____________________, (2001), Etnobotánica y aspectos ecológicos de las plantas útiles de Santiago Quiotepec, Cuicatlán, Oaxaca, Tesis de Licenciatura, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia.

Polanyi, Karl, (2000), La gran transformación, ediciones casa Juanpablos, México.

Rabhi, Pierre, (2003), « Pour une sobriété heureuse », en Objectif décroissance. Vers une société harmonieuse, Parangon, France, pp. 107-111.

___________, (2001), L’offrande au crépuscule, Ed. L’Harmattan, París.

Ramírez Velásquez, Blanca, (2003), Modernidad, posmodernidad, globalización y territorio. Un recorrido por los campos de la teoría, Porrua/UAM-X, México.

Rangel, Selene y Ricardo Lemus, (2002), Aspectos etnobotánicos y ecológicos de los recursos vegetales entre los ixcatecos de Santa María Ixcatlán, Oaxaca, México, Tesis de Licenciatura, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia.

Ray, Debraj, (1998), Development economics. Princeton University Press. (Capítulos 11-14), pp.403-589.

Registro Agrario Nacional (R.A.N.), Archivo General Agrario de la Ciudad de México, Caja 1276, Expediente 1936, 6 legajos.

Rello, Fernando, (2005), “Evolución de la pobreza rural en México y sus principales determinantes. 1992-2002”, Ponencia presentada en el V Congreso de AMER, Oaxaca.

Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, (2004), Establecimiento de barreras vivas para conservación y restauración de suelos de vocación agrícolas, en la comunidad de Santiago Quiotepec. Municipio de Cuicatlán, estado de Oaxaca, anteproyecto, CD, Tehuacán.

___________________________________, (s/f), Expediente técnico del proyecto de barreras vivas, fotocopia, Tehuacán.

Page 288: 000 Tesis para imprenta 3

288

Ruíz Sandoval, Daniel, (1997), “Las instituciones comunitarias en el contexto de la economía de mercado”, en Gaceta Ecológica (42): 21-27, INE, México.

Secretaría de la Reforma Agraria (SRA.), (1993), Ley Agraria, Diario Oficial de la Federación del 9 de julio, México.

Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), (1997), Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicación SEMARNAP, México.

Tamayo, Jorge, (1984), Geografía moderna de México, Trillas, 9° edición, México.

Toledo O., Alejandro, (1997), “La valuación económica de la biodiversidad: alcances y limitaciones”, en Economía ambiental: lecciones de América Latina. INE/SEMARNAP, México, pp. 229-240.

Toledo, Víctor Manuel, (2005), “Repensar la conservación ¿Áreas Naturales Protegidas o Estratagia Bio-regional?” en Gaceta Ecológica (77):67-83, INE, México.

__________________, Alarcón-Chaires, Pablo y Lourdes Barón, (2002), La modernización rural de México. Un análisis socioecológico, Semarnat-Ine y Unam, México.

_________________ y Leonor Solís, (2001), “Ciencia para los pobres. El programa ‘agua para siempre’ de la región mixteca”, en Ciencias (64):33-39, UNAM, México.

_________________, (2000), La paz en Chiapas. Ecología, luchas indígenas y modernidad alternativa, Ediciones Quinto Sol-Unam, México.

Torres, Gabriel, (1997), La fuerza de la ironía. Un estudio del poder en la vida cotidiana de los trabajadores tomateros del occidente de México, El colegio de Jalisco-CIESAS.

Unrisd Report, (2000), “Globalization with un human mask” (capítulo 1) en Taking responsibility for social development, Ginebra, pp. 2-18.

Valiente-Banuet, Alfonso; Casas Alejandro; Alcántara Ariel; Dávila Patricia; Flores-Hernández Noé; Arizmendi Ma. del Coro; Villaseñor José Luis y José Ortega, (2000), “La vegetación del Valle de Tehuacán-Cuicatlán”, en Bol. Soc. Bot. (67):24-74. México.

Valiente-Banuet, Alfonso; Dávila Patricia; Arizmendi Ma. del Coro; Rojas-Martínez Alberto y Alejandro Casas, (1995), “Bases ecológicas del desarrollo sustentable en zonas áridas: el caso de los bosques de cactáceas columnares en el Valle de Tehuacán y Baja California Sur, México”, en IV curso sobre desertificación y Desarrollo sustentable en América Latina y Caribe, PNUMA-FAO, 21 de agosto al 15 de septiembre, Colegio de postgraduados en Ciencias Agrícolas, Edomex, México, pp. 20-36.

Vega L., Eduardo, (1997), “La valuación económica de la biodiversidad en México”, en Economía ambiental: lecciones de América Latina, INE-SEMARNAP, México, pp. 213-228.

Page 289: 000 Tesis para imprenta 3

289

Velásquez, Emilia, (1997), “La apropiación del espacio entre nahuas y popolucas de la Sierra de Santa Martha, Veracruz”, en Hoffmann y Salmerón (coord.): Nuevos estudios sobre el espacio. Representación y formas de apropiación, CIESAS-ORSTOM, México, pp.113-131.

Viau, Pierre, (1978), L’essentiel sur l’agriculture française, Editions économie et humanisme, París.

Warman, Arturo, (1988), Los campesinos, hijos predilectos del régimen, (Primera edición 1972), Ed. Nuestro Tiempo, México.

Wolf, Eric, (1982), Los campesinos, Ed. Labor S.A., México.

World Bank, (2005), Beyond the City: The Rural Contribution to Development, capítulo 2 (traducido al español): “La contribución de la economía rural al desarrollo: síntesis de los resultados y de las implicaciones para las políticas públicas”, (internet).

Zavala, J. Alejandro, (2003), Estudio de caracterización y diagnóstico del área cubierta por la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, CD.

Page 290: 000 Tesis para imprenta 3

290

ANEXO 1. PRIMERAS ENTREVISTAS A UNIDADES FAMILIARES.

1. DATOS GENERALES. Nombre___________________________________________________________

Número de personas en la familia (descomponer). __________________________________________________________________

2. PROPIEDAD Y COSTO-BENEFICIO DE LA UNIDAD DE PRODUCCIÓN.

Propiedad

Tipo de propiedad Superficie (ha) Cultivos Riego Volumen producción

Ejidal

Pequeña propiedad

Comunal

Solar

Otro

¿Quién trabaja las tierras?

__________________________________________________________________

DESTINO Destino

Recursos silvestres

Autoconsumo

(cómo)

Mercado

(Cuál, cuánto, cuando)

Otro (intermedio,

organización, etc.)

Page 291: 000 Tesis para imprenta 3

291

Destino

Cultivos

Autoconsumo Mercado (Cuál, cuánto)

Otro (intermedio, organización, etc.)

2. Ganadería – Tipo – Número – Destino:

INGRESOS

Venta cultivos Lugar de venta Precio más bajo

Periodo

Precio más alto

Periodo

Venta ganado (Dónde, cómo, precio, periodo)

__________________________________________________________________________________

___________________________________________________________________________

Otros ingresos (Otra actividad, trabajo hijo, migración, etc.)

__________________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________

COSTOS

Mano de obra (periodo, para qué hacer, costo)

__________________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________

Page 292: 000 Tesis para imprenta 3

292

Costos de producción cultivos

Cultivos Riego Fertilizante Insecticida Compra semillas

Maquinaria Renta terrenos

Transporte Otros

Costos de producción Ganadería:

3. ORGANIZACIÓN COMUNIDAD Y RECURSOS NATURALES

Practican todavía el tequio en la comunidad?

Tradiciones que existen todavía en su comunidad (incluyendo las relacionadas con los ciclos

productivos)

Tiene hijos fuera de la comunidad? (Dónde, Actividad...)

Participa en organizaciones o asociaciones?

Ha tenido algún cargo en su comunidad o a nivel regional?

Ha tenido algún apoyo institucional para su producción u comercialización?

Ha tenido conflicto dentro o fuera de su comunidad?

¿Qué más le hace falta para mejorar sus ingresos?

¿Cómo se organizan para usar los recursos naturales de los comunales?

¿Ha cambiado la forma de usar los recursos?

¿Caza animales del monte?

Le parece que hay recursos naturales en peligro. ¿Porqué?

¿Cómo ve el hecho de vivir dentro de una reserva de la biosfera? ¿En qué lo afecta o

beneficia?

¿Qué ha cambiado?

¿Qué relación tiene, usted y su comunidad con la reserva?

¿Qué propone para conservar los recursos naturales?

¿Qué propone para que su comunidad quede unida?

Otros comentarios.

Page 293: 000 Tesis para imprenta 3

293

ANEXO 2. Guión para entrevistas a autoridades de Quiotepec.

I. DATOS GENERALES E HISTÓRICOS

¿Desde cuándo existe el pueblo de Quiotepec?

¿Desde cuándo es localidad? (Cómo se hizo?)

¿Con cuáles pueblos colinda? (conflictos...)

¿En qué año se hizo el ferrocarril y la estación en Quiotepec? ¿Qué cambió para el pueblo?

¿Se acuerda del cuicateco o de haberlo oído hablar? ¿Cuáles son los usos y costumbres que

han conservado de la cultura cuicateca? (fiestas, palabras, comportamientos, relación a la

tierra, etc....)

II. FUNCIONES

¿Cuál es su función actual?

¿Hace cuántos años que la ejerce?

¿En qué consiste? ¿Con quién tiene que mantener relaciones para ejercer su función?

¿Cómo lo nombraron?

¿Qué otras funciones ha ejercido en el pueblo o afuera?

¿Qué problemas le parecen importantes resolver ya en el pueblo?

¿Qué ha hecho durante su mandato para apoyar a su pueblo?

¿Le parece que se trabaja bien en el pueblo?

III. DISTRIBUCIÓN TIERRA Y CULTIVOS

Origen ejido y/o parcelización de lo comunal

Localización física de los diferentes tipos de tierra (dibujar plano si posible)

¿Cuántos ejidatarios se beneficiaron de la distribución de tierra al principio? ¿Cuántos

comuneros? Dimensión parcela. Dimensión partes comunes (checar porqué las parcelas son

tan reducidas, reglas de acceso)

Tipo de tierra (riego, temporal, bosque, cultivos, etc.)

Actualmente ¿Cuántos ejidatarios y cuántos comuneros? ¿Cuántas parcelas privadas?

¿Cuáles fueron las condiciones para tener acceso a una parcela? ¿Siguen vigentes?

Fechas de extensión del ejido o de la parcelización comunal. ¿A quién? ¿Quién decidió?

Consecuencias.

Page 294: 000 Tesis para imprenta 3

294

Organización del ejido o de las tierras comunales (dirección, comités, reglamento, herencia

parcelas, organización espacios comunes, etc.)

PROCEDE: fechas, problemas encontrados, problemas resueltos...

Principales cultivos, porqué éstos, origen, tipo, comercialización, evolución (en particular

limón).

¿Existen reglas comunitarias de manejo de los cultivos (compra, insumos, yunta, etc.)?

¿Interviene la autoridad cuando hay un conflicto entre dos productores (por ejemplo, el burro

que se come la milpa del vecino)?

¿Cómo se organiza el riego? (Profundizar más adelante)

¿Le parece que los jóvenes tienen futuro en el pueblo?

¿Qué ha cambiado para ustedes el hecho de ser parte de la Reserva de la Biosfera?

¿Qué relación mantiene con las autoridades exteriores a la comunidad?

IV. AGUA

¿Cuántas hectáreas se riegan (ejidal, comunal, privado, total localidad)?

¿Pertenece a un distrito de riego?

¿Qué tipos de riego existen? Describe... (y qué tipo de agua se utiliza: río, pozo,

subterránea...)

¿Cuáles son los principales problemas de acceso al agua?

Organización del ejido respecto al agua. Reglas, uso, costos, límites y sanciones.

Organización de las parcelas comunales respecto al agua. Reglas, uso, costos, límites y

sanciones

¿Existen acuerdos con pueblos vecinos respecto al uso del agua?

¿Qué proyectos existen para mejorar el acceso y la distribución del agua?

¿Cuáles son los principales problemas para implementarlos?

¿Tienen problemas con la Reserva de la Biosfera por el agua?

¿Cuándo inicia y termina la época de lluvia? ¿Cómo estuvo en 2004? ¿Respecto a los años

anteriores?

V. BOSQUE

¿Cuántas hectáreas de comunal pertenecen a Quiotepec? Historia de la legalización.

¿Qué hay en el bosque? ¿Qué plantas o animales le parece importantes? ¿Porqué?

¿Qué plantas o animales se extraen más? ¿Quién tiene derecho utilizarlos?

¿Se venden recursos del monte? (Cómo, dónde, a quién, cantidad, uso, destino...)

Page 295: 000 Tesis para imprenta 3

295

¿Se permite sacar leña? A quién? ¿Existen reglas? ¿Qué pasa si viene alguien de afuera a

sacar?

¿Existen proyectos ahorradores de leña (estufas Lorena, etc.)

¿Existen otros proyectos para el monte?

¿Cómo se organiza la presencia de ganado en el monte?

¿Intervino el pueblo en la autorización de los postes de luz en el monte?

¿Ha cambiado el monte? ¿En qué? ¿Porqué?

¿Hubo en algún momento que recuerda o le han comentado catástrofe natural (incendios,

sequía exagerada,...) Consecuencias.

¿Qué se ha realizado y quién para cuidar el monte?

¿Le parece que se respetan las prohibiciones? (caza, pesca, recolección leña, ...) ¿Cuáles

son las consecuencias? ¿Sanciones?

¿Qué puede cambiar el hecho de ser parte de la Reserva de la Biosfera?

VI. ORGANIZACIÓN COMUNITARIA

¿Qué tipos de organizaciones (comités, consejos, comisiones, asociaciones, etc.) y

autoridades existen en la comunidad? (ejidal, comunal, escuela, clínica, fiestas...)

Organización, objetivos, número de socios y tipo de participación.

(Comunes o ejido)

¿Existe un reglamento? Fecha de puesta en vigor. Aplicación. Cada cuánto se revisa y cómo.

Derechos: superficie individual y común, votos en asambleas, quien puede ocupar cargos,

otros derechos...

Obligaciones: pagos, tiempo, tequio, vigilancia, asambleas, cargos...

Sanciones: por no cumplir, quien aplica las sanciones, quién decide la sanción.

Transferencias de derechos: se puede, cómo

Tequio: qué tipo de tequio existe en la comunidad. Cada cuanto. Quien lo tiene que cumplir.

Qué pasa si no se hace. Qué piensa del tequio. Asambleas: cada cuánto, para qué, son obligatorias, sanciones en caso de no asistir, cómo se

toman las decisiones (voto mayoritaria, consenso, decisión del presidente,...)

¿Usted participa a las actividades de la iglesia, de la escuela, del centro de salud u otros?

Fiestas y tradiciones. Origen, periodo, quién organiza, descripción fiesta, financiamiento.

Proyectos implementados desde afuera, quién, cómo, para qué. Qué opina.

¿Su organización ha recibido dinero de afuera o apoyo a cambio de alguna extracción o

utilización de recursos del pueblo (concesiones...)?

Nombre de la persona responsable del proyecto.

Page 296: 000 Tesis para imprenta 3

296

¿Quién decide de la utilización de dinero existente en la organización?

Qué piensa en general de la organización de la comunidad. Qué hay que cambiar. Porqué.

Qué ha cambiado durante su cargo. Qué quiere cambiar.

¿Cuáles son los principales problemas del pueblo? Comentar sobre pobreza, degradación

medio ambiente, migración, situación del campo, relación a los recursos naturales...

Page 297: 000 Tesis para imprenta 3

297

ANEXO 3. Entrevistas a agentes externos a la comunidad involucrados en la gestión de los recursos naturales de Quiotepec.

Nombre organización, objetivos y funciones, influencia geográfica.

¿Cuál es su relación con la comunidad?

Nombre de la(s) persona(s) de la organización encargada de la relación con Quiotepec

¿Desde hace cuánto tiempo conoce esta comunidad y trabaja con ella? Frecuencia de visitas.

¿Dentro de Quiotepec, con quién trabaja más específicamente y con qué recursos?

Proyectos previstos y realizados. ¿Quién los diseñó?

¿Porqué eligió Quiotepec para implementar sus proyectos?

¿Cómo entró en contacto con la comunidad?

¿Qué tipo de apoyo aporta? (financiamiento, trabajo, recursos, información...)

¿Organizó reuniones o asambleas en el pueblo para explicar su proyecto? ¿Qué respuestas

tuvo?

¿Qué resultados se han obtenido? Porqué, cómo. Qué falta.

Más comentarios, sobre todo sobre el último tema.

Page 298: 000 Tesis para imprenta 3

298

ANEXO 4. Resultado de entrevistas (23 encuestas realizadas en marzo y abril de 2004).

COMPOSICIÓN DE LAS FAMILIAS.

Número de

personas en la UF

Descomposición Observaciones

1 3 2 adultos + 1 menor Hija estudia secundaria en Cuicatlán

2 3 3 adultos Jefe familia + hermana + papá

3 8 3 adultos + 5 menores Jefe familia + mama +mujer + hijos

4 4 2 adultos + 2 menores + dos hijos en México

5 3 3 adultos Hija mayor vive en la UF

6 2 2 adultos 5 hijos afuera

7 1 1 adulto Una hija en el pueblo, un hijo en México

8 6 3 adultos +3 menores 1 hija con 3 menores + 5 hijos afuera

9 2 2 adultos Pareja de adultos mayores

10 3 1 adulto + 2 menores Madre soltera, 1 hijo estudia en México

11 4 2 adultos + 2 menores

12 9 3 adultos + 6 menores 2 hijos estudian afuera (21 y 16 años)

13 7 3 adultos + 4 menores De los 5 hijos, 4 ya no estudian

14 4 3 adultos + 1 menor Hija mayor + su hijo + 1 hijo en el norte

15 7 3 adultos + 4 menores Vive la mamá con ellos

16 2 2 adultos Jefe de familia + mamá

17 2 2 adultos Jefe de familia + hermana

18 4 4 adultos 2 hijos en el hogar +1 hijo en México

19 6 2 adultos + 4 menores 2 hijos adultos en el norte

20 2 2 adultos Pareja de adultos mayores

21 3 2 adultos + 1 menor Madre soltera + 1 hijo casado en México

22 3 2 adultos + menor 1 hija casada (4 nietos)

23 6 2 adultos + 4 menores

Total 94 50 adultos + 24 menores

Promedio de 4 personas por familia

Page 299: 000 Tesis para imprenta 3

299

ANEXO 5. Resultado de entrevistas (23 encuestas realizadas en marzo y abril de 2004)

SUPERFICIE PARCELARIA POR UNIDAD DE PRODUCCIÓN

Ejidal (ha) Comunal (ha) Solar (ha) TOTAL por UF (ha)

1 3.5 3.5 2 1.0 1.0 3 2.0 2.0 4.0 4 0.5 0.5 5 3.75 3.75 6 1.0

3.5 mínimo 4.5

7 3.0 0.5 3.5 8 1.0

0.25 mínimo 1.25

9 1.0 1.0 10 1.0 1.0 2.0 11 2.0 2.0 12 1.0 2.0 3.0 13 0.5

1.0 0.5 2.0

14 3.0 1.0 4.0 15 1.0 1.0 16 1.0 1.0 17 3.0 1.0 4.0 18 3.0 1.0 4.0 19 1.0 1.0 20 2.0 Unos árboles 2.0 21 0.5 0.5 22 4.0 4.0

23 0.5

Total

superficie.

13.75 26 13.75 54.75

Promedio 1.5 2.4 1.4 2.3

Page 300: 000 Tesis para imprenta 3

300

ANEXO 6. Estimaciones de costo beneficio e ingresos a partir de las seis encuestas realizadas en julio de 2005.

Caso 1.

1. Cálculos de los costos anuales para la producción agropecuaria de la unidad de producción. Caso 1.

Caso 1. categoría Cantidad

Unidad

Precio ($) Costo ($)

Costo total

($)

Limón Fletes (1) 300

Bolsa de 30

kg. 17 5100 16900

Pasaje (2) 45

Viaje ida y

vuelta 40 1800

Mano de obra 100 días 70 7000

Compra cosecha

(3) 100

árboles

30 3000

Mango Fletes (4) 12 cajas de 20 kg 17/2 102 102

Anona Fletes (4) 20 cajas de 20 kg 17/2 170 170

Aguacate Fletes (4) 30 cajas de 20 kg 17/2 255 255

Ganado (5) Pastura 500 500 500

Milpa(6) mano de obra (7) 32 días 70 2240

otros gastos (8) 0 0 500 2740

TOTAL 20667

(1) El costo del flete se calcula multiplicando la cantidad de bolsas vendidas en el año, por el precio del transporte. En este caso, el productor suele llevar su mercancía a Tehuacán. Desde el pueblo de Quiotepec, le cuestan 17 pesos por bolsa.

(2) Este productor lleva sus limones a vender en promedio una vez a la semana. Se calculó un total de 45 semanas, ya que hay algunas semanas en el año que no se cosecha.

(3) Este rubro corresponde a la parcela escolar. El productor compró la cosecha a razón de 30 $ por árbol.

(4) No se contabilizaron costos de pasaje para el mango, el aguacate y la anona ya que el productor los vende junto con el limón. Por otra parte, el flete para dos cajas de 20 kg corresponde al flete de una bolsa de 30 kg. de limón.

(5) No hay costo de venta del ganado ya que está a cargo del comprador. (6) Este año, sembró sobre media hectáreas, 300 kg. de maíz y 300 kg. de frijol. (7) Dos días a la semana durante 4 meses. (8) Los otros gastos corresponden a la compra de fertilizantes y plaguicidas. En este caso la yunta es

propia y las semillas provienen de la cosecha anterior.

Page 301: 000 Tesis para imprenta 3

301

2. Cálculo del costo beneficio de las actividades agropecuarias de la unidad de producción

Caso 1. Cantidad Unidades Precio ($) Ingreso ($) Costo total ($) Beneficios ($)

Limón (1) 300

bolsa de 30

Kg. 80 24000 16900 7100

Mango (2) 6

cajas de 20

Kg. 80 480 102 978

6

cajas de 20

Kg. 100 600

Anona (2) 10

cajas de 20

Kg. 120 1200 170 1830

10

cajas de 20

Kg. 80 800

Aguacate 30

Cajas de 20

Kg. 50 1500 255 1245

Ganado 1 vaca 3000 3000 500 2500

Milpa 2740 -2740

Total (3) 31580 20667 10913

(1) El precio del limón es resultado de cálculos propios función del resultados de las entrevistas que fueron confrontados con visitas al mercado de los Cues (ver otro anexo). Por lo tanto, se utilizó este precio promedio anual para todos los casos estudiados.

(2) Tanto para el mango como para la anona, se toma en cuenta la evolución de los precios a lo largo del tiempo, por lo que el cálculo de los ingresos generados por estos frutales se divide en dos renglones, correspondiente a dos precios diferentes.

(3) Los costos totales corresponden al resultado del cuadro anterior.

3. Cálculos de la proporción de los principales costos que gravan el ingreso (1).

Caso 1. Ingreso Costo mano de

obra Costo de transporte

(2) Costo total Total ($) 31580 9240 7427 20667% respecto a ingreso 29.3% 23.5% 65.4%(1) Todos los costos adscritos aquí provienen de los cuadros anteriores. (2) El costo de transporte incluye el flete y el pasaje del productor.

Page 302: 000 Tesis para imprenta 3

302

4. Composición del ingreso monetario anual.

Caso 1. Beneficios($) % del total. Actividad agropecuaria de la unidad deproducción 10913 26.4Actividad no agropecuaria (1) 12000 29.0Trabajo asalariado agrícola (2) 2520 6.0Transferencias públicas (3) 15960 38.6Migración (4) 0 0TOTAL 41393 100.0

(1) Corresponde a la venta de antojitos por parte de la esposa, delante de la telesecundaria y, en las tardes, en la plaza del pueblo. Se calculó un beneficio diario de 40 pesos durante 300 días (entrevista y observación).

(2) Jornal en promedio durante 3 días al mes, es decir 36 días a 70 pesos la jornada. (3) Los dos niños de primaria reciben cada uno 400 pesos por bimestre, los dos de secundaria, 500

pesos por bimestre, el de preparatoria 600 pesos por bimestre y la mamá 260 pesos por bimestre.

(4) Aunque no hay ingresos de migración, los gastos de alimentación y vivienda de la hija mayor estudiando en México están absorbidos por los tíos.

Caso 2.

1. Cálculos de los costos anuales para la producción agropecuaria de la unidad de producción. Caso 2.

Caso 2. categoría Cantidad Unidad Precio ($) Costo ($) Costo total ($)Limón(1) fletes 120 Bolsa de 30 kg. 17 2040 3000

pasaje 24 Viajes ida y vuelta 40 960

Chicozapote (2) fletes 5 2 cajas de 20 kg. 17 85 85

Mango (2) fletes 5 2 cajas de 20 kg. 17 85 85

Anona (2) fletes 3 2 cajas de 20 kg. 17 51 51

Ganado (3) 1 Vaca 2500 2500 2500

Milpa mano de obra(4) 48

días 70 3360

otros gastos (5) 500 3860TOTAL 9581

(1) El limón se vende en Tehuacán, desde el pueblo, por lo que el precio del flete es de 17 pesos por bolsa. El productor vende en promedio dos veces al mes, por la mínima cantidad de producción (árboles jóvenes), lo que corresponde a 24 pasajes ida y vuelta. Por otra parte, no hay costos de producción ya que se abona con orgánico y hojarasca. La mano de obra asalariada se dedica a la milpa.

(2) No se contabiliza costo de pasaje en estos rubros, pues se aprovecha la venta de limón para comercializar los demás frutales.

(3) No hay costos de producción para el ganado, se alimenta de “puro campo” y rastrojos.

Page 303: 000 Tesis para imprenta 3

303

(4) Se calcula el empleo de 3 mozos al mes, durante 4 días de los 4 meses de trabajo en la milpa, lo que corresponde a 48 días.

(5) Corresponden a la fumigación y la compra de semillas. La yunta está prestada a cambio de trabajo.

2. Cálculo del costo beneficio de las actividades agropecuarias de la unidad de producción.

CASO 2 Cantidad Unidades Precio ($) Ingreso ($) Costo total ($)

Beneficios

($)

Limón (1) 120 bolsa de 30 Kg. 80 9600 3000 6600

Chicozapote 10 cajas de 20 Kg. 80 800 85 715

Mango (2) 4 cajas de 20 Kg. 80 320 85 235

6 cajas de 20 Kg. 100 600 600

Anona (2) 2 cajas de 20 Kg. 120 240 51 189

4 cajas de 20 Kg. 80 320 320

Ganado (3) 1 vaca 3000 3000 2500 500

1 Marrano 500 500

Milpa (4) 3860 -3860

TOTAL (5) 15380 9581 5299

(1) El precio del limón es resultado de cálculos propios función del resultados de las entrevistas que fueron confrontados con visitas al mercado de los Cues (ver otro anexo). Por lo tanto, se utilizó este precio promedio anual para todos los casos estudiados.

(2) Tanto para el mango como para la anona, se toma en cuenta la evolución de los precios a lo largo del tiempo, por lo que el cálculo de los ingresos generados por estos frutales se divide en dos renglones, correspondiente a dos precios diferentes.

(3) No se contabilizan costos de producción ni de comercialización para el ganado. (4) La milpa es de autoconsumo animal y humano por lo que no genera ingresos monetarios. (5) Los costos totales corresponden al resultado del cuadro anterior. Beneficios = ingresos – costos.

3. Cálculos de la proporción de los principales costos que gravan el ingreso (1)

Caso 2. Ingreso Costo mano de obraCosto de Transporte

(2)

Costo total(3) Total ($) 15380 3360 3221 9581% respecto aingreso 21.8 20.9 62.3Todos los costos adscritos aquí provienen de los cuadros anteriores.

(1) El costo de transporte incluye el flete y el pasaje del productor (2) El costo total corresponde a los cálculos anteriores.

Page 304: 000 Tesis para imprenta 3

304

4. Composición del ingreso monetario anual

Caso 2. Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de

producción 5299 10.5

Actividad no agropecuaria (1) 40,000 79.3

Trabajo asalariado agrícola (2) 0 0.0

Transferencias públicas (3) 5,160 10.2

Migración 0 0.0

TOTAL 50459 100.0

(1) Corresponde a la tienda de abarrotes. La ganancia principal proviene de la fabricación de panes.

(2) El jefe de familia no vende su mano de obra, la intercambia con sus hermanos. (3) Consiste en 600 pesos por bimestre para la hija estudiando un bachillerato + 260 pesos por

bimestres para la mamá.

Caso 3.

1. Cálculos de los costos anuales para la producción agropecuaria de la unidad de producción. Caso 3.

Caso 3 categoría Cantidad

Unidad Precio ($) Costo ($) Costo total ($)

Limón (1) fletes 150 Bolsas de 30 kg. 12 1800 9680

pasaje 40

Pasajes ida y

vuelta 22 880

Mano de obra 100 días 70 7000

Mango (2)

Ganado (3) compra 1 Chivito 500 500 500

Milpa (4) yunta 3 días 100 300

fumigación 4 litros 75 300 600

TOTAL 10780(1) En este caso, el limón se vende en los Cués, desde el pueblo, por lo que el precio del flete es de

12 pesos por bolsa. El productor vende en promedio máximo una vez a la semana, por lo que los pasajes se calculan sobre 40 semanas. Por otra parte, El único costo de producción es la mano

Page 305: 000 Tesis para imprenta 3

305

de obra asalariada, ya que se abona con el abono orgánico de los chivos. Ésta corresponde al empleo de jornaleros en promedio dos veces a la semana.

(2) No hay flete para el mango porque lo vende desde su casa, junto con las frutas compradas en el mercado de Ajalpán con este objetivo.

(3) No hay costos de producción para el ganado, se alimenta de “puro campo” y rastrojos. Se calcula que compra un chivo al año para renovar su rebaño.

(4) Este productor siembra aproximadamente 200 kg. de maíz y 200 kg. de frijol, una vez al año, con semillas seleccionadas de la cosecha anterior, no pone abono al maíz, sólo al frijol por la jicarilla. La yunta es rentada.

2. Cálculo del costo beneficio de las actividades agropecuarias de la unidad de producción.

Caso 3 Cantidad Unidades Precio ($) Ingreso ($) Costo total ($) Beneficios ($)

Limón (1) 150 bolsa de 30 Kg. 80 12000 9680 2320

Mango (2) 100 Kg. 7 700 0 700

Venta Ganado (3) 3 chivitos 500 1500 500 1000

Milpa (4) 600 -600

Total (5) 14200 10780 3420(1) El precio del limón es resultado de cálculos propios función del resultados de las entrevistas que

fueron confrontados con visitas al mercado de los Cues (ver otro anexo). Por lo tanto, se utilizó este precio promedio anual para todos los casos estudiados.

(2) El mango se vende por kilógramo en el pueblo por lo que no genera costos de transporte. (3) No se contabilizan costos de producción ni de comercialización para el ganado. (4) La milpa es de autoconsumo animal y humano por lo que no genera ingresos monetarios. (5) Los costos totales corresponden al resultado del cuadro anterior. Beneficios = ingresos – costos.

3. Cálculos de la proporción de los principales costos que gravan el ingreso (1).

CASO 3. Ingreso Costo mano de obra

Costo de comercialización

(2) Costo total (3)

Total ($) 14200 7000 2680 10780

% sobre ingreso 49.3 18.9 75.9

(1) Todos los costos adscritos aquí provienen de los cuadros anteriores. (2) El costo de transporte incluye el flete y el pasaje del productor (3) El costo total corresponde a los cálculos anteriores.

Page 306: 000 Tesis para imprenta 3

306

4. Composición del ingreso monetario anual.

Caso 3 Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de

producción 3420 9.2

Actividad no agropecuaria (1) 10000 26.8

Trabajo asalariado agrícola (2) 17500 46.9

Transferencias públicas (3) 6360 17.1

Migración 0 0.0

TOTAL 37280 100.0

(1) Consiste en la compra de frutas en el mercado de Ajalpán (Puebla), una vez a la semana, para su reventa en el pueblo. Se calculó una ganancia neta aproximada de 80 pesos al día.

(2) El hijo trabaja como jornalero agrícola un promedio de 5 veces a la semana, calculado sobre 50 semanas.

(3) Corresponde al programa Oportunidades, para dos niños en primaria, es decir 2,600 pesos al año por cada uno, más 1,560 pesos al año para la mamá.

Caso 4.

1. Cálculos de los costos anuales para la producción agropecuaria de la unidad de producción. Caso 4.

Caso 4 categoría Cantidad Unidad Precio ($) Costo ($) Costo total ($)

Limón (1) fletes 350 Bolsa de 30 kg. 15 5250 17410

pasaje 45 Pasajes ida y vuelta 40 1800

Mano de obra 60 días 70 4200

Gasolina bomba

720

Litros

7 5040

Abono 8 bolsas 140 1120

Ganado (2) (compra)

Borregos

2

borregos 1500 3000 3000

TOTAL 20410

Page 307: 000 Tesis para imprenta 3

307

(1) El costo del flete se calcula multiplicando la cantidad de bolsas vendidas en el año, por el precio del transporte. En este caso, el productor suele llevar su mercancía a Tehuacán. Desde la Estación, le cuesta 15 pesos por bolsa. Este productor lleva sus limones a vender en promedio una vez a la semana. Se calculó un total de 45 semanas, ya que hay algunas semanas en el año que no se cosecha.

(2) No hay costo de venta del ganado ya que está a cargo del comprador.

2. Cálculo del costo beneficio de las actividades agropecuarias de la unidad de producción.

Caso 4 Cantidad Unidades Precio ($) Ingreso ($) Costo total ($)Beneficios

($) Limón (1)

350

bolsa de 30 Kg

80 28000 17410 10590

Ganado (2) (compra venta)

2

Borregos 2000

4000 3000 1000

Total (3) 32000 20410 11590(1) El precio del limón es resultado de cálculos propios función del resultados de las entrevistas que

fueron confrontados con visitas al mercado de los Cues (ver otro anexo). Por lo tanto, se utilizó este precio promedio anual para todos los casos estudiados.

(2) No se contabilizan costos de producción ni de comercialización para el ganado. (3) Los costos totales corresponden al resultado del cuadro anterior. Beneficios = ingresos – costos.

3. Cálculos de la proporción de los principales costos que gravan el ingreso (1).

CASO 4

Ingreso

Costo mano de obra

Costo de

comercialización (2)

Costo riego

(3)

Costo total

Total ($) 32000 4200 7050 20410

% sobre ingreso 13.1 22.0 15.8 63.8

(1) Todos los costos adscritos aquí provienen de los cuadros anteriores. (2) El costo de transporte incluye el flete y el pasaje del productor (3) El costo del riego corresponde al precio de la gasolina que alimenta la bomba.

4. Composición del ingreso monetario anual.

Caso 4 Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de

producción 11590 19.3

Actividad no agropecuaria (1) 1800000 30.0

Page 308: 000 Tesis para imprenta 3

308

Trabajo asalariado agrícola (2) 10500 17.5

Transferencias públicas (3) 9960 16.6

Migración (4) 10000 16.7

TOTAL 60050 100.0

(1) Consiste en la tienda construida delante de la casa. Se calculó un beneficio promedio de 80 pesos al día. La tienda, al contrario de las demás, no vende cigarros ni licor.

(2) Corresponde al empleo del jefe de familia como jornalero en un promedio de 3 días a la semana, o sea 150 días al año, si se consideran 50 semanas.

(3) Dos niños en primaria, es decir 400 pesos por cada uno por bimestre y uno en bachillerato, con 600 pesos por bimestre, además de loo 260 pesos bimestrales de la mamá.

(4) En realidad, no se pudo obtener una información precisa de las remesas por lo que fue una estimación a partir de lo observado.

Caso 5.

1. Cálculos de los costos anuales para la producción agropecuaria de la unidad de producción. Caso 5.

Caso 5 categoría Cantidad Unidad Precio ($) Costo ($) Costo total ($)

Limón (1) fletes 72 bolsas 12 864

pasaje 12 pasaje ida y vuelta 20 240 1104

Ganado (2) pasto 500 500 500

Milpa (3) semillas maíz 300 Kg. 20 60

semillas frijol 300 Kg. 50 150

yunta 3 días 100 300

fertilizante 2 bultos 90 180

fumigación 4 litros 80 320

Mano de obra 24 días 70 1680 2185

TOTAL 3789

(1) En este caso, el limón se vende una vez al mes en el mercado de los Cues, desde el pueblo, por lo que el flete por bolsa es de 12 pesos y el pasaje de 20 pesos cada uno.

(2) Este productor declara comprar bultos de pasto para sus 4 burros, cuando no llueve. No hay compra de ganado.

(3) La siembra se realiza “a medias” sobre un terreno perteneciente al socio, por lo que se comparte los gastos de producción a la mitad, excepto la mano de obra asalariada que es responsabilidad suya.

Page 309: 000 Tesis para imprenta 3

309

2. Cálculo del costo beneficio de las actividades agropecuarias de la unidad de producción.

CASO 5

Cantidad

Unidades

Precio ($)

Ingreso ($)

Costo total ($)

Beneficios ($)

Limón (1) 72

bolsa de 30

Kg. 80 5760 1104 4656

Ganado (2) 1 burro 400 400 500 -100

Milpa (3) 2185 -2185

Total 6160 3789 2371

(1) El precio del limón es resultado de cálculos propios función del resultados de las entrevistas que fueron confrontados con visitas al mercado de los Cues (ver otro anexo). Por lo tanto, se utilizó este precio promedio anual para todos los casos estudiados. El costo total corresponde a la comercialización (flete y pasaje).

(2) Se vende en promedio un burro al año, para quedarse con su cría. (3) La milpa es de autoconsumo humano y animal, por lo cual no hay ingresos monetarios.

3. Cálculos de la proporción de los principales costos que gravan el ingreso (1).

Caso 5

Ingreso

Costo mano de obra(2)

Costo de comercialización

(3)

Costo total

Total ($) 6160 1680 1104 3789

% sobre ingreso 27.3 17.9 61.5

(1) Todos los costos adscritos aquí provienen de los cuadros anteriores. (2) El costo de la mano de obra se contabilizó en la milpa, no hay para el limón (3) Los costos de comercialización consisten en los fletes y pasajes para la venta de limón.

4. Composición del ingreso monetario anual.

CASO 5 Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de producción 2371 5.9

Actividad no agropecuaria (1) 28800 72.1

Trabajo asalariado agrícola (2) 8750 21.9

Transferencias públicas 0 0.0

Migración 0 0.0

Page 310: 000 Tesis para imprenta 3

310

TOTAL 39921 100.0

(1) Se trata de una tienda, donde la mayor venta proviene del pan y de la caseta de teléfono aunque

la competencia entre todos los negocios del pueblo han reducido los beneficios netos a un promedio de 80 pesos al día.

(2) El productor estima vender su fuerza de trabaja aproximadamente 125 días al año, es decir entre 2 y 3 días a la semana.

Page 311: 000 Tesis para imprenta 3

311

Caso 6.

1. Cálculos de los costos anuales para la producción agropecuaria de la unidad de producción. Caso 6.

Caso 6 categoría Cantidad Precio ($) Costo ($) Costo total ($)

Traspatio (compra) (1) puercos 2 500 1000 1200

Granos de maíz 200 200

TOTAL 1200

(1) Se decidió no contabilizar los demás animales de traspatio, que son principalmente pollos, pues son de autoconsumo.

2. Cálculo del costo beneficio de las actividades agropecuarias de la unidad de producción.

Caso 6 Cantidad Unidades Precio ($) Ingreso ($) Costo total ($) Beneficios ($)

Ganado (venta) 2 Puercos 900 1800 1200 600

3. Cálculos de la proporción de los principales costos que gravan el ingreso. En este caso, existe sólo el precio de compra del ganado y de alimentos en periodo de escasez.

4. Composición del ingreso monetario anual.

Caso 6. Beneficios($) % del total

Actividad agropecuaria de la unidad de

producción 600 2.0

Actividad no agropecuaria (1) 25000 84.6

Trabajo asalariado agrícola (2) nc

Transferencias públicas (3) 3960 13.4

Migración (4) nc

TOTAL 29560 100.0

Page 312: 000 Tesis para imprenta 3

312

(1) Consiste en la venta de comidas, café, refrescos, cervezas, etc. a los camiones que llevan a México, así como en casa. Se estima una ganancia promedia diaria neta de 500 pesos a la semana.

(2) Apoyo en la parcela de su papá y vente de los limones. (3) Programa Oportunidades para una niña de primaria, lo que corresponde a 400 pesos por

bimestre y 260 pesos bimestrales para la mamá. (4) Es probable que reciba apoyo de parte de sus hermanos emigrados para la vestimenta de su hija.

Page 313: 000 Tesis para imprenta 3

313

ANEXO 7. Cálculo del precio promedio anual de venta de una bolsa de limón de 30 kg.

Cálculos realizados a partir de la cantidad de limón cosechada mensualmente sobre una parcela de 1 Ha, así como el precio promedio mensual de mercado.

Cantidad/mes (bolsa de 30

Kg.)

Precio/bolsa($)

Ingreso al mes ($)

Precio promedio/bolsa

($)

Enero 5 150 750 Febrero 5 150 750 Marzo 30 80 2,400 Abril 40 60 2,400 Mayo 40 60 2,400 Junio 40 60 2,400 Julio 40 60 2,400 Agosto 30 100 3,000 Septiembre 20 100 2,000 Octubre 20 100 2,000 Noviembre 20 100 2,000 Diciembre 10 150 1,500 Total 300 24,000 80