zweig, stefan - el tren precintado

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El Tren Precintado Stefan Zweig EL HOMBRE QUE SE ALOJABA EN CASA DEL ZAPATERO REMENDÓN Suiza, la pequeña isla de paz cuyas costas eran azotadas de todos lados por las rompientes de la Guerra Mundial, fue durante los años 1915, 1916, 1917 y 1918, la escena ininterrumpida de una novela policíaca excitante. En los hoteles a la moda, los enviados de las potencias beligerantes, que un año antes habían jugado juntos al bridge en los términos más amistosos y habían cambiado invitaciones para banquetes, pasaban ahora unos al lado de los otros sin un leve saludo, como si fueran desconocidos. De sus departamentos salía un tren de figuras sin mayor relieve -delegados, secretarios, hombres de negocios, damas con velillo o descubiertas-, pero comprometidos, uno y todos, en comisiones secretas. Abajo se movían hermosos automóviles decorados con insignias extranjeras y, cuando se detenían, desembuchaban industriales, periodistas, virtuosos, o personas que pretendían que sólo viajaban por entretenimiento. Pero en casi todos los casos tenían la misma comisión: reunir informaciones, espiar el terreno. Los mismos porteadores que servían a tales personas, las criadas que limpiaban las habitaciones, estaban igualmente sobornados para observar y oír. En todas partes rivalizaban una con otra las organizaciones: en las tabernas, en las casas de huéspedes, en las oficinas de correo, en los cafés. Lo que pasaba como propaganda era más de la mitad espionaje; la traición se cubría con la máscara del amor; y detrás de la ocupación declarada de la mayoría de estos apresurados visitantes se escondían una segunda o una tercera que era desconocida. Todo se informaba, todo era inspeccionado, Apenas un alemán de cualquier posición podía poner el pie en Zurich sin que se enviara instantáneamente a Berna, y una hora más tarde a París, un informe sobre su llegada. Volúmenes completos de informaciones verdaderas o no eran enviados diariamente por agentes grandes y pequeños a los agregados, y eran pasados por éstos a sus jefes. Las paredes eran tan transparentes como el cristal, los teléfonos estaban conectados; con los residuos de las cestas papeleras y de las hojas de papel secante se reconstruía cuidadosamente la correspondencia; y tan loca llegó a ser la baraúnda, que muchos de los comprendidos en ella no podían ya saber si eran cazadores o cazados, espías o espiados, traidores o traicionados. Sólo respecto a un extranjero en Suiza se informó escasamente en aquellos días, acaso porque se destacaba tan poco, nunca entró en un hotel elegante, jamás se sentó en un café ni asistió a una reunión propagandista, sino que vivía retirado con su esposa en la casa de un zapatero de viejo en que se alojaba. Sus habitaciones estaban en la Spíegelgasse, cercana al Limmat, en el segundo piso de una de las casas de vecinos sólidamente construidas de la Ciudad Vieja, de fachada

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“El tren libre de circulación”, Zweig lo dedica a la llegada de Lenin en tren a la Estación de Finlandia. Cuenta desde que Lenin “con regularidad constante va cada día a las nueve de la mañana a la biblioteca pública, permaneciendo en ella hasta las doce, hora en que ésta se cierra. A los diez minutos está ya en su casa para tomar su frugal comida, y vuelve a salir a la una menos diez para ser nuevamente el primero en llegar a la biblioteca, donde permanece hasta las seis de la tarde” hasta su llegada a Petrogrado y el comienzo de los “diez dias que cambiaron el mundo”.

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E El l T Tr re en n P Pr re ec ci in nt ta ad do o Stefan Zweig EL HOMBRE QUE SE ALOJABA EN CASA DEL ZAPATERO REMENDN Suiza, la pequea isla de paz cuyas costas eran azotadas de todos lados por las rompientesdelaGuerraMundial,fuedurantelosaos1915,1916,1917y1918,la escenaininterrumpidadeunanovelapolicacaexcitante.Enloshotelesalamoda, los enviados de las potencias beligerantes, queun ao antes haban jugado juntos al bridgeenlostrminosmsamistososyhabancambiadoinvitacionespara banquetes,pasabanahoraunosalladodelosotrossinunlevesaludo,comosi fuerandesconocidos.Desusdepartamentossalauntrendefigurassinmayor relieve-delegados,secretarios,hombresdenegocios,damasconvelilloo descubiertas-,perocomprometidos,unoytodos,encomisionessecretas.Abajose movanhermososautomvi lesdecoradosconi nsigniasextranjerasy,cuandose detenan,desembuchabanindustriales,periodistas,virtuosos,opersonasque pretendanquesloviajabanporentretenimiento.Peroencasitodosloscasos tenanlamismacomisin:reunirinformaciones,espiarelterreno.Losmismos porteadoresqueservanatalespersonas,lascriadasquelimpiabanlas habitaciones,estabanigualmentesobornadosparaobservaryor.Entodaspartes rivali zabanunaconotralasorgani zaciones:enlastabernas,enlascasasde huspedes, en las oficinas de correo, en los cafs. Lo que pasaba como propaganda eramsdelamitadespionaje;latraicinsecubraconlamscaradelamor;y detrsdelaocupacindeclaradadelamayoradeestosapresuradosvisitantesse escondanunasegundaounaterceraqueeradesconocida.Todoseinformaba, todo era inspeccionado, Apenasun alemn de cualquier posicin poda poner el pie enZurichsinqueseenviarainstantneamenteaBerna,yunahoramstardea Pars,uninformesobresullegada.Volmenescompletosdeinformaciones verdaderasonoeranenviadosdiariamenteporagentesgrandesypequeosalos agregados,yeranpasadosporstosasusjefes.Lasparedeserantan transparentes como el cristal,los telfonos estaban conectados; conlos residuos de las cestas papeleras y de las hojas de papel secante se reconstrua cuidadosamente lacorrespondencia;ytanlocallegaserlabaranda,quemuchosdelos comprendidosenellanopodanyasabersierancazadoresocazados,espaso espiados, traidores o traicionados. Slo respecto a un extranjero en Sui za se inform escasamente en aquellos das, acasoporquesedestacabatanpoco,nuncaentrenunhotelelegante,jamsse sentenuncafniasistiaunareuninpropagandista,sinoquevi varetiradocon suesposaenlacasadeunzapaterodeviejoenquesealojaba.Sushabitaciones estabanenlaSpegelgasse,cercanaalLimmat,enelsegundopisodeunadelas casasdevecinosslidamenteconstruidasdelaCiudadVieja,defachada Stefan ZweigEl tren precintado Pgina 2 de 7 embarrada,parteporlaedadyparteporloshumosdelapequeafbricade salchichas que trabajaba debajo delasventanas. Susveci nos eran la esposa de un panadero,unitaliano,yunactoraustraco;yslosabandel(porsermuypoco comunicati vo) que eraun ruso conunnombre casi impronunciable. Talvezla mujer delzapatero,lahuspeda,sabaalgomsquelosotros:quehabasidodurante aosunrefugiado,yquesehallabaencircunstanciasdifcilespornotenerun trabajolucrati vo.Todoestofuededucidoenpartedelasexiguascomidasylas radasropasdelosdosrusos,cuyaspertenenciastotalesapenasllenabanel maltratado bal con que haban llegado all. Elhombre,bajoyfuerte,tenaunaspectonadallamativayeravisibleque deseabapasarinadvertido.Esquivabalasociedad;susveci nosraravezpodan captarunamiradadesusojososcuros,peroagudosyestrechos;ymuypocos visitantesllegabanaverlo.Regularmente,datrasda,ibaalabibliotecapblicaa lasnueveyestabaallhastamedioda,horaenquesecerraba.Alasdoceydiez estabaderegresoensucasa,parasaliralastreceydiezyserdelosprimerosen llegar denuevo a la biblioteca en donde se quedabahasta las dieciocho. Pero como losagentesdelosvariosbeligerantesqueseencontrabanenlaConfederacin seguanlospasosnicamentealoslocuaces,ynosabanque,invariablemente,el solitario,elqueleemuchoyaprendemuchoesmspeligrosoyelquemuy probablementerevolucionaalmundo,noescribieroninformacionesacercadeeste hombrequepasabainadvertidoysealojabaenlacasadelzapateroremendn.No se conocamucho de l enlos crculos socialistas, salvo que en Londres haba sido editordeunperiodiquitosinimportanciadetendenciarevolucionariaydeescasa circulacinentrelosrefugiadosrusos;queantesdesalirdeSanPetersburgohaba sidolderdeunafraccincuyonombre,comoelpropio,eraimpronunciable;que hablabaduraydesdeosamentedelosmiembrosmsrespetadosdelpartido socialista, declarando que sus mtodos eran absolutamente equivocados; que l era inasequible,pendencieroeintransigente.Porlotanto,eranaturalquese preocuparan por lmuy poco. Alas reuniones a que l concurra,una que otravez, enunpequeocafdeobreros,asistanslocontadaspersonas,quinceovei nte cuando msy, como regla general,jvenes. El salvaje camarada estaba encasillado como uno de los numerosos refugiados rusos que aguzan su ingenio con mucho t y discusionesintermi nables.Cmopodraelobstinadohombrecitoserimportante? EntodocasonollegabanatresdocenaslaspersonasqueenZurichconocanel nombredeVladimirUlichUlianov,elinquilinodelzapateroremendn.Siunode aquelloshermososautomvilesque,entalesdas,corrandeembajadaen embajadalehubieraatropelladoenlacalleycortadoprematuramentesuvida,el mundoengeneral,tambin,nohabraodohablarjamsdelbajoelnombrede Ulianov o de Leni n. REALIZACIN... Un da -fue el 15 de marzo de 1917- el empleado de la biblioteca de Zurich qued unpocosorprendido.Habansonadolasnueveyellugardelmspuntualdelos lectores estabavaco. Pas media hora, dieron las diez, pero el infatigable lectorno haballegadoynollegarams.Porquecuandosedirigaaquellamaanaala biblioteca se le acerc un amigo, ms an, le cerr el paso, dndole la noticia de que haba estallado en Rusia la revolucin. Lenin,alprincipio,nopodacreertalesnuevas.Lasrecibicomosihubierasido untrueno.Despus,concortasyrpidaszancadassedirigialquioscosituado Stefan ZweigEl tren precintado Pgina 3 de 7 frente allago, donde, afuera de la agencia de diarios, esper hora trashora, da tras da.S,eraverdad,sefuehaciendomsgloriosamenteverdadamedidaque transcurraeltiempo.Primeramentepareciquenoseramsqueunarevolucin palaciegaounsimplecambiodeministerio.No,elZarhabaabdicado;sehaba nombrado un gobierno provisional; se crearauna Duma; la libertad haballegado a Rusia;sedecretlaamnistaparatodoslosprisionerospolticos.Estoesloquel haba estado soando durante aos.Tenareali zacin alfintodo aquello por lo que l haba estado trabajando por espacio de dos dcadas: en sociedades secretas, en las crceles, en Siberia y en el destierro. Como si, por arte de magia, pareciera que losmillonesdemuertoscadosenestaguerra,despusdetodo,nohabanmuerto envano.Nofueronhombressacrificadossinfruto.Eranmrtiresennombredel nuevoreinodelibertad,justiciaypazperpetua;elnuevoreinoqueserainstalado. Estabacomointoxicadoelhombrequehastaahorahabasidounvisionario calculador,froysereno.Comol,tambinvociferabanexpresando.sujbilolos cientos de rusos que ocupaban estrechas viviendas en Zurich y Gi nebra, en Lausana yBerna.Estasnuevasplacenterassignificabanquepodranvolverasushogares. Sin pasaportes forjados,si nnombressupuestos,sinarriesgarsusvidas,podranvolveraentrar en lo que haba sido el reino delZar.Retornaran como ciudadanos libres de un pas libre. Prontamente empezaron a empaquetar sus escasos efectos, porque los diarios habanpublicadoellacnicotelegramadeGorki:"Vengantodosalhogar ."Se cambiabancartasytelegramasentodadireccin:vengaacasa,voyacasa, reunmonos,estemosunidos.Unavezmspodanconsagrarseabiertamenteala causaqueleshabafasci nadodesdelaprimerahoraconscientedesusvidas,la causa de la revolucin rusa. ...Y DESILUSIN Peropocosdasdespusllegaronnoticiasconsternadoras.Larevolucinrusa, cuyoadvenimientohabaelevadosuscorazonescomollevadosenalasdeguilas, noeralarevolucinconquehabansoado,noeralarevolucinporcompleto. HabasidonadamsqueunalzamientopalaciegocontraelZar,unalzamiento fomentadoporlosdiplomticosbritnicosyfranceses,cuyopropsitoeraimpedir queNicolsfirmaraporseparadolapazconAlemania.Noeralarevolucinde pueblo-quequera,enrealidad,lapaz,perotambinestablecersuspropios derechos.Noeralarevolucinporlaquelosrefugiadosrusoshabanvividoy estabandispuestosamorir;eraunaintrigadelospartidariosdelaguerra,delos imperialistasylosgeneralesquedeseabanproseguirsinestor-"bosusplanes. Leniny sus amigos se dieron cuenta prontamente de quela invitacin a regresarno comprendaaaquellosrefugiadosquequeranunarevolucingenui na,radical, marxiana. Mili ukovy otroslderesliberaleshabanya dado las rdenes para queno fueranreadmitidos.Mientrasquelosmoderados,socialistastalescomoPlekhanov encuyosserviciospodaconfiarseparalaprolongacindelaguerra,fueron enviadosmuyamablementeentorpederosbritnicosaSanPetersburgo,con guardias de honor,Trotsky era detenido enHalifaxy los otros revolucionarios en las fronteras.Entodoslospasesdela"entente"habansidoenviadaslistasnegrasa lasfronterasconteniendolosnombresdelosquehabantomadoparteenel CongresodeZimmerwald.EnvanoenviLeni ntelegramatrastelegramaaSan Petersburgo.Fueroni nterceptadosodejadossincontestacin.Loquese desconocaenZurichoenotraspartesdelaEuropaOccidental,eramuybien Stefan ZweigEl tren precintado Pgina 4 de 7 sabidoenRusia:queVladimirIlichLeninerafuerte,enrgico,delargavisiny peligroso para sus adversarios. No tuvo limites la desilusin de los refugiados impotentes. Por espacio de muchos aos, en reuniones en Londres, Parsy Viena,haban estado considerando con todo detallelaestrategiadelarevolucinrusa.Pordcadashabandiscutidoensus peridicossobrelosplanestericosyprcticos,lasdificultades,lospeligros,las posibilidadesdesusproyectos.ElmismoLeni n,durantetodasuvida,consagrla mayorpartedesutiempoaestetema,revisandolosplanesdelarevolucinunay otravezhastahaberalcanzadounaformulacindefinitiva.Ahora,mientrasestaba acorraladoenSuiza,surevolucinibaaserdiluidaydesmenuzadaporotros;la santificadanocindehacerdelosrusosunpueblolibreibaaserenvilecidapara serviranacionesextranjeras.Porunasingularanaloga,Lenintuvoquesufriren estapocaloquehabasidolatristesuertedeHindenburgdurantelasfasesde aperturadelaguerra.PorcuarentaaosHindenburghabamaniobradoyhechoel juego de guerra conun ojo puesto enla campaa deRusia,yluego, cuando estall elconflicto,fueobligadoaestarseensucasa,entrajecivil,ymoverbanderitas sobre el mapa, registrando las ganancias ymarcando los desatinos de los generales enservicioactivo.Sometidoaunesfuerzosimilar,Lenin,usualmenteunrealistade slidasconvicciones,resolviensumenteelmslocoymsfantsticodelos sueos.NopodraalquilarunaeroplanoycruzarasporAlemaniaoAustria?La ideaeraenloquecedora.Nopodraatravesarunpasuotroconlaayudadeun pasaportefalsificado?Elprimerhombrequeseofreciaayudarleenestaidea result serun espa. Sufantasa se extravi msy sehizo ms absurda. Escribi a Sueciapidiendounpasaportesueco,intentandofingirsesordomudoparaevitarque sulengualodenunciara.Porsupuesto,despusderevolvertalesproyectos descabelladosenlasnochesdei nsomnio,cuandoapuntabaeldalosreconoca impracticablesydesati nados.Perotantodedacomodenochepermaneca convencido de que, de unaforma o de otra, debavolver aRusia. Debatransformar larevolucinrusaensupropiarevolucin,envezdepermitirquefueraladealgn otro;debahacerdeellaunarevolucingenuina,envezdeunasemblanza puramente poltica. Debaregresar a Rusia,ms pronto o ms tarde, costara lo que costara. A TRAVS DE ALEMANIA? S O NO? SuizaestcercadaporItalia,Francia,AlemaniayAustria.Elcami noatravsde los pases aliados estaba cerrado para Leni n porque era un revolucionario, y a travs deAlemaniayAustriaporqueeraruso,unodelossbditosdeunapotencia enemiga.No obstante, por lo absurdo de la situacin, tena ms razn para esperar amistaddelaAlemaniadelEmperadorGuillermoquedelaRusiadeMiliukovola FranciadePoincar.CuandolosEstadosUnidosestabanapuntodetomarlas armascontraella,AlemanianecesitabapazconRusiadecualquiermodoy,por consiguiente,unrevolucionariocapazdeembarazarlasgestionesdelos embajadores britnico yfrancs en San Petersburgo erauna persona que poda ser considerada con favor. PeroparaLennenvolveragravesresponsabilidadeslaaperturade negociaciones con la Alemania imperial, un pas al quehaba amenazado e injuriado cientosdevecesensusescritos.Deacuerdocontodoslos"standards"morales aceptados,seraclaramenteunatraicinentraryviajarcruzandounpasenemigo conpermisoyconlaaprobacindesuestadomayorgeneral.Leni ndebasaber Stefan ZweigEl tren precintado Pgina 5 de 7 perfectamente que con semejante curso de accin comprometera a su partidoy su causa;quelmismoseharasospechosodehabersidoenviadoaRusiacomoun mercenariodelgobiernoalemn,yquesiconseguaxitoenasegurarlapaz inmediataparaRusiasunombrequedaraescritoenlahistoriacomoeldelhombre querobaasupaselfrutodelavictoria.Eranatural,porconsiguiente,quenoslo los revolucionarios fros de entre los refugiados rusos, sino aun la mayorparte de los que eran de su mismamanera de pensar, se si ntieranultrajados cuando anunci su determinacindeadoptar,encasonecesario,estemtodopeligrosoy comprometedor.Airadamentei ndicaronquemediantelosbuenosoficiosde demcratassocialesdeSui zaseestabanllevandoacabonegociacionesparael retornodelosrevolucionariosrusosporlavalegtimayneutraldeuncambiode prisioneros.Leninsabaqueesteplanerainsufriblementetedioso,quelas autoridadesrusasadoptarantodaslasastuciasposiblesparadiferirlo indefinidamente-enunmomentoenquecadada,cadahora,eradevital importancia-.Elmantuvofijossusojosenelfinquedebaseralcanzado,mientras quelosdems,menosrealistasymenosaudaces,rechazaronunplanque,segn los"standards"prevalecientes,eratraicionero.Leninacallsusescrpulosy, desconociendolos argumentos en contrario, sehi zojusticia por s mismo para abrir negociaciones con el gobierno alemn. EL PACTO PrecisamenteporqueLeninsabaquesupropuestaseraconsideradacomoun desafoyatraeramuchaatencin,sepusoatrabajartanabiertamentecomoera posible. Siguiendo sus i nstrucciones, el secretario delaunin obrera de Suiza, Fritz Platten, se present al embajador alemn, quienyahaba tenido previamentetratos conlosrefugiadossuizos,yleexpusolascondicionesdeLenin.Esteoscuro refugiado,comosiprevieselaautoridadqueejercerapronto,nosedirigial gobiernoalemnconunapeticinsinoqueanunci,lisayllanamente,las condiciones en que ly sus asociados estaran dispuestos a aceptarla autori zacin alemana para cruzar el pas enemigo. El coche de ferrocarril en que viajaran gozara de derechos extraterritoriales. Nohabra inspeccin de pasaportes ni de personas al entrarosalirdeAlemania.Losviajerospagaransuspasajesalatarifaordinaria acostumbrada. Ni nguno de ellos abandonara el coche por rdenes de los alemanes niporpropiainiciativa.Elembajador,Romberg,envienseguidalapeticinal cuartelgeneral.SinelmenortitubeoLudendorffdiosuconformidad,aunquesus MemoriaslelaGuerranocontienenunasolapalabrarespectoaunadecisinque habraderesultardemayorimportanciahistricaquetodaotradesuvida.El embajadorhabatratadoenvano,hastaahora,deconseguirmodificacionesenel texto del pacto, que Leninhabaredactado a propsito tan ambiguamente quehasta Radek (un austraco) podraunirse a los viajeros rusos que no seran fiscali zados. El hechoesqueelgobiernoalemnestabanomenosapresuradoqueLeni n,yaque los Estados Unidos haban declarado la guerra el 5 de abril.Enconsecuencia,almediodadel6deabril,FritzPlattenrecibilamemorable misiva: "Asuntos arreglados como se deseaba." El 9 de abril de 1917, a las catorce y media, un pequeo grupo de personas malvestidas, llevando sus propios equipajes, salieron delrestaurante Zahringer Hof parala estacin deZurich. Eran treintay dos entotal,i nclusomujeresyni os.Deloshombres,sloLenin,Zi novievyRadekse hicieronfamosos.Despusdehabercomidounmodestolunch,firmaron conjuntamenteundocumentodeclarandoquehabantenidoconocimientoporel Stefan ZweigEl tren precintado Pgina 6 de 7 PetitParisiendeladeterminacindelgobiernoprovisionalrusodetratarcomo traidoresatodoelqueregresaraaRusiaporvadeAlemania.Elmanuscrito declaraba adems que los firmantes aceptaban la completa responsabilidad del viaje yaprobabanlascondicionesenquesereali zaba.Habiendofirmado,tranquilay resueltamente iniciaron un viaje que la historia habra de considerar transcendental.Su llegada a la estacin no despert inters. No estuvieron presentes cronistas de diarios ni fotgrafos. Nadie en Suiza sabanada acerca deHerrUlianov, quien, con unchambergodefieltro,untrajeradoybotasconclavos(queushastaqueel grupollegaSuecia),comomiembrodeunabandadehombres,mujeresynios cargados de equipajes, silenciosamente y si n llamar la atencin buscaba unlugar en el tren.Nohabanada quelos disti nguiera de los innumerablesrefugiados -servios, rutenosyrumanos-alosqueseveaconfrecuenciaenlaestacindeZurich sentados sobre sus cajas de maderatomndose un descanso en suviaje aGinebra y ms all. El partido laborista sui zo, que desaprob el vi aje, no envi representante. Sloconcurrieronunoscuantosrusos,algunosparadecirlesadis;otrospara llevarles algo delo poco de que podan disponer,y algn alimento para losviajeros; algunosparaenviarsaludosalosamigosenRusia;yotrosquetodavaesperaban disuadiraLeninde"suempresadescabelladaycriminal".Perosudecisinera irrevocable. Alas 15.10 son el silbato del guarda,ylas ruedas comenzaron a girar mientrasqueeltrenpartaparaGottmandingen,laestacindelafronteraalemana. Eran las 15.10 y, desde entonces, el reloj del mundo ha marcado tiempo diferente. EL TREN PRECINTADO EnlaGuerraMundialfuerondisparadosmillonesdetirosdestructivos-los proyecti les ms poderosos diseados hasta entonces y del mayor alcance conocido-. Peroninguno de ellos fue tanfataly detanlargo alcance como el tren que estaba poriniciarelcrucedeAlemaniadesdelafronterasui za,cargadoconlos revolucionarios ms peligrososyresueltosdelsiglo,ycondestinoaSan Petersburgo, donde haran pedazos el orden existente. SobrelosrielesdelaestacindeGottmadingenseencontrabaesteproyectil nico,compuestodeuncochedesegundayterceraclase,enelquelasmujeresy losniosocupabanlasegundayloshombreslatercera.Trazosdetizasobreel terrenomarcabanunazonaneutral,elterritoriodelosrusos,comoseparacindel departamentodelosdosoficialesalemanesqueacompaaronestetransportede altoexplosivovi viente.Eltrensemovisinincidentesdurantelanoche,ysloen Frankfurtseacercaronalgunossoldadosalemanesquehabanodoqueunos revolucionarios rusos estaban en camino a travs de Alemania;yunavez los social-demcratasalemanestratarondecomunicarseconlosviajeros,peroselesimpidi el acceso. Leninno ignoraba con cunta sospecha se levera si cambiabauna sola palabra con un alemn en suelo alemn. En Suecia fueron recibidos con alegra. Los hambrientosrusosparticiparondelasgolosi nassuecasqueselesofrecieronpara almorzar;luegoLeni nsequitlasbotasclaveteadas,cambindolasporunos zapatos nuevos quehaba comprado, as comountraje. Al fi nllegaron ala frontera rusa. EL PROYECTIL PECA EN EL BLANCO Stefan ZweigEl tren precintado Pgina 7 de 7 LaprimeraaccindeLeninensuelorusofuecaracterstica.rstica.Noprest atencinalossereshumanos,selanzsobrelosdiarios.Habantranscurrido catorceaosdesdesusalidadeRusia,desdelaltimavezqueviotierrarusa,una banderarusaoununiformeruso.Peroesteidealistafrreonoderramlgrimas comohicieronlosotros,noabrazalossoldadoscomohicieronlasmujeresdel grupo.Loquelnecesitabaerandiarios.Pravda,sobretodos,paraversiel peridico,superidico,sostenafirmementeelpuntodevistainternacional. Colricamentearrugelpapelylotiralsuelo.Noerabastanteadicto.Todava dislatespatriticos;noloquelconsiderabarevolucinverdaderamenteroja."Era tiempodequeyoregresara-pens-.Tiempoparaponermismanoseneltimn,y guiarelbarcoalavictoriaoaladestruccin...Podrhacerlo?"Estabaansioso, intranquilo.SiMiliukovlehubierapuestoenprisintanprontocomollegaSan Petersburgohabracambiadoelnombretantotiempollevadoporlaciudad?Los amigos quehabanllegado a recibirle, Kamenevy Stalin, sonrieron misteriosamente en el compartimiento detercera clase,malamente iluminado; perono contestaron, o no quisieron contestar. La respuesta dada por los hechos fue sin precedentes. Tan pronto como el tren se detuvoenlaplataformadelaestacinfi nlandesa,laenormeplazaexteriorestaba colmadaporobrerosennmerodedecenasdemilesyportropasdetodaslas armas,quehabanacudidoadarlabienvenidaaldesterradoqueregresaba.Como unasolavoz,lamultitudempezacantar"LaInternacional".CuandoVladimirIlich Ulianov descendi deltren, elhombre que dos o tres das antes haba sido inquilino delzapateroremendnfuelevantadoporuncientodemanosysubidoaun automvi lblindado.Losfocosdesdelascasasylosfuertesseconcentrabansobre l,ydesdeelautomvilpronuncisuprimerdiscursoalpueblo.Lascallesse estremecanconlasaclamaciones,ynotardmuchoenquetuvierancomienzolos "Diez das que hicieron estremecer al mundo". El tiro haba pegado enel blanco para hacer pedazos un reino, un mundo.