voy en tu ayuda ¡los sÚper solidarios!
DESCRIPTION
Un libro imaginador para que los niños de 6 años en adelante incorporen el valor de la solidaridad por medio de cuentos, actividades, reflexiones, curiosidades sobre el reino animal y notas de color. Totalmente ilustrado.TRANSCRIPT
Es fácil, se usa como cualquier libro, dan-do vuelta las páginas... pero este libro tiene algo especial que me parece que tengo que explicarles.En todas las páginas de la izquierda encon-trarán cositas para leer (curiosidades, anéc-dotas, historias de animales solidarios y un minicuento que va transcurriendo de página a página). En las páginas de la derecha, en cambio, leerán dos cuentos, uno a continua-ción del otro.Y, sí... es un libro un poco loco, pero lindo, ¿no?
¿Cómo usar EstE libro?
6 Voy en tu ayuda ¡Los súper solidarios!
Hay un langostino
un poco loco que se mete
adentro de la boca de la more-
na (uno de los peces más temibles
del mar) para limpiarla y dejarla im-
pecable. La morena se queda quieta
y lo deja trabajar, porque para ella es
una gran ayuda. Por su parte, el lan-
gostino no limpia porque sí... ¡en la
boca de la morena hay muchos
restos de comida!
ayuda animal
el locolangostinolimpiadorla boca
de la morena
¿Qué se imaginan que es esa cosa que hace todos esos ruidos en el cuento?sin hacer trampa (¡ni se les ocurra dar vuelta la página!), piensen qué puede llegar a ser (¿un extrate-rrestre?, ¿un muñeco?), bus-quen una hoja (nuevita y sin usar), lápices de colo-res, fibras, pinceles, lanas, papelitos, lapiceras, saca-puntas, regla, compás o sim-plemente un lápiz negro, así nomás, que ande perdido por ahí, y dibujen lo que se imaginan.
Así lo dibujó
un amigo
Había una vez tres chanchitos hermanos que vivían en una granja, junto a dos patos, una gallina un poco vieja y una vaca que todas las mañanas, muy temprano, los despertaba con un “muuuuuuuu” largo y ruidoso.
Un cuento de chanchitos 1PARTE
¡a dibujar!
7El robot morido
Lo primero que pasó fue que se apagó la luceci-ta verde brillante que siempre tenía en el centro de los ojos. Después, se desenganchó el alambrecito que mantenía unido uno de los brazos al cuerpo.
fssssssssss
PUFFCracCLINC
Para Coti y Beni, este cuento y todo mi amor.
12 Voy en tu ayuda ¡Los súper solidarios!
¿Y qué era lo que le dijeron los chanchitos a Florencio? Nada más y nada menos que sen-tían muchas ganas de conocer qué había más allá de la granja, y que les parecía que había llegado la hora de recorrer el mundo.
¿Qué pasa si nos convertimos por un rato en periodistas y averiguamos algunas cosas entre las personas que tene-mos más cerca?si les parece buena idea, pregunten a sus amigos, a la familia, a los vecinos, al perro de la vecina de al lado, si les gusta ayudar (seguro que van a decir que sí), y cuándo fue la última vez que ayudaron a alguien... ¡Van a tener respuestas muy interesantes!
Cuando un amigo nos pide algo, la palabra “mañana” no existe.George Herbert
Un cuento de chanchitos 4PARTE
PrEGuNtoNEs
13El robot morido
Lo que me parecía raro era que el nuevo no apareciera. ¡Si se pasaba todo el día con el control remoto en la esquina!
Yo no sabía ni cómo se lla-maba. Llegó un día en un auto con la mamá, el papá, un gato gordo medio pelado y el bicho ése. Todo el día con el control remoto:
Yo lo miraba pero qué me iba a acercar... si ya ten-go mis amigos. Y, además, el nuevo tampoco me mi-raba a mí. Dale que dale con el bicho de las lucecitas verdes, hasta que la mamá lo llamaba para que entrara cuando ya se empezaba a hacer de noche.
bzzzz bzzzz pi-pi-pi-pi...
¡yo no hice
nada!
34 Voy en tu ayuda ¡Los súper solidarios!
Un cuento de chanchitos 15PARTE
Tenían muebles lindísimos hechos con tablas y maderas, una chimenea donde podían en-cender el fuego y, atrás de la casa, una pe-queña huerta donde ya habían comenzado a crecer las zanahorias.
Una de las cosas que más me
gusta dibujar es robots. Y cuando
era muy chiquito, con mi papá
fabricábamos un montón.
Pero mi robot favorito es
éste que me regaló el tío
Pepe, porque como le
doy cuerda no se cansa
nunca.
Fabricar un robot es una de las cosas más fáciles del planeta tierra. Eso sí, que funcione con pilas y
control remoto es otro tema.Para fabricar un robot, busquen cajas, cajitas, vasitos de plástico, papel de aluminio, pa-pel de colores, cinta adhesiva, resortes y algo para pegar una cosa con otra.
No les digo nada más y no les voy a dar instruccio-nes porque cada robot es único. apilen, peguen, prue-ben... ¡fabricarán un robot impresionante!
robot CasEro
35El robot morido
Al final, cuando Cata ya tenía las manos rojas de aplaudir, se encendieron las lucecitas verdes. Y cuando Luqui empezó a mover la palanquita...
...hacía el robot caminando por la parte lisita de la vereda.
Ese día fue uno de los mejores. Nos tuvieron que venir a buscar los grandes, porque ya era de noche y seguíamos juntos, inven-tando historias de robots y científi-cos, y de princesas rescatadas, y de un gato gordo y medio pelado que se llamaba Ramón.
Track, trackTrack, track...
¿Quién anda diciendo que soy gordo y medio
pelado?
Un cuento de chanchitos 16PARTE
El bosque se convirtió, desde ese día, en su mundo. La huerta se fue haciendo más y más grande. Florencio les había enseñado a cul-tivar lechugas, tomates, zanahorias y hasta enormes y redondos zapallos.
Todo aquello que te pidan y lo puedas hacer, hazlo.
José María Pemán
Fabricar una lámpara con un zapallo es muy fácil pero, eso sí, los tiene que ayudar un adulto. los pasos son:
Elegir un zapallo lin-do y grandote y, con un cuchillo, abrirle una “puertita” en la parte de atrás.
ahuecarlo por comple-to, o sea, sacar todo lo que tiene adentro.
del lado de adelante, hacer cortes con el cu-chillo para los ojos, la nariz y la boca.
buscar una vela grue-sa, ponerla en un pla-tito y meter el pla-to dentro del zapallo.
CoN aYuda
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36 Voy en tu ayuda ¡Los súper solidarios!
37El robot morido
40 Voy en tu ayuda ¡Los súper solidarios!
Un cuento de chanchitos 18PARTE
La verdad es que extrañaban un poco a Flo-rencio, a los patos, a la gallina vieja y hasta a la vaca, pero eran felices.Pasaban las semanas, y fueron guardando en una alcancía con forma de chanchito todas las monedas que les iban sobrando. Tenían un plan.
Cultivo una rosa blanca,en julio como en enero,para el amigo sinceroque me da su mano franca.
Y para el cruel que me arrancael corazón con que vivo,cardo ni ortiga cultivo,cultivo una rosa blanca.
Encontré este poema en un cuaderno de mi abuela, y me gustó, aunque antes tuve que buscar en el diccionario el significado de cardo y ortiga. ¿Ustedes saben qué son?
41Un cuento mojado
A ella le pasaba algo. Es-taba harta de estar siempre ahí arriba, mirando desde tan alto. ¿Por qué justo a ella?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?Las demás gotitas bajaban, se divertían y después
de un tiempo volvían a subir. Y ella no. Siempre arriba.
Eso sí: no se podía quejar. Un día un campo con miles de verdes, otro día arena y médanos... océanos, ríos, bosques, ciudades. Sabía que había otras que es-taban quietas días y días en su nube sobre el mismo árbol, apretaditas de a miles, bajitas pero sin llegar a caer del todo, atra-padas entre sus ramas.
a ella le pasaba
algo