vivienda recuperada previ

8/13/2019 Vivienda recuperada PREVI

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Editores:

Romn Caracciolo VeraPablo ElinbaumBiel Horrach Estarellas

Equipo editorial

Mariana DebatNicols tugasChristine Van Sluys

Colaboradores

Luz DuqueMaira PurmanGustavo Pires de Andrade Neto

Colaboraciones

Estamos abiertos a cualquier tipo de colaboracin o sugerencia, reservndonos la decisin ltima sobre su inclusin en cualquiera de los diversos temas a tratar.Para recibir las indicaciones sobre las formalidades de presentacin de los artculos, la direccin de envo o de consulta es [email protected]

Todos los artculos de esta edicin han sido revisados por un comit cientfico conformado por doctores e investigadores de diversas universidades

ISSN:2013-6242


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La problemtica de la vivienda se ha convertido en uno de los puntos quizs msesquivos del urbanismo actual. Constituye an un problema urbanstico?

La emergente diversidad de demandas sociales, expresadas en los nuevos tiposurbanos, se contrapone a la moral disciplinar dominante de los urbanistas quese ha limitado, exclusivamente, a la ciudad a travs su estructura fsica: la ciudadde los espacios pblicos, de las centralidades, la ciudad del imaginario de la

representatividad colectiva; pero tambin, la ciudad comprometida con losvalores ecolgicos, la ciudad sostenible y compacta. Estamos ante una reflexinespecializada, por un lado, de cariz cientfico (lo sostenible) y, por otro, cultural(culturalista) asociada a la nostalgia por la ciudad perdida.

Este proyecto reproduce la esencia bsica del housing: bloques colectivos(connotacin de lo sostenible en el tipo arquitectnico), espacio pblicoindiferenciado (connotacin de la integracin social en la ciudad) y un mismomodelo de gestin pblico-privado (confirmacin de la asociacin entre el Estadoy la Empresa). Mejor o peor diseadas, la mayor parte de las transformacionesresidenciales se construyen en base al canon de la promocin inmobiliaria.Consecuentemente, las aproximaciones morfologisistas han restringido, en torno a la

autonoma de los hechos urbanos, la problemtica urbanstica a la epidermis, segnel trmino utilizado por Manuel De Sol Morales. Esta omisin del proyecto del lleno,ms que estratgica o estructural, confirma la imposibilidad de incidir en torno a laresidencia como componente vital de la ciudad.

Se torna imperioso recuperar la dimensin transversal que cohesiona la transicinde lo pblico a lo domstico (de lo colectivo a lo individual), pero no slo comoinnovacin de diseo (representacin de los estilos de vida) sino para reconsiderarel problema del tipo-edilicio (su forma productiva como lenguaje social) comolegitimidad de la esfera de lo pblico, hacia una identidad morfolgica y unasprcticas urbanas mas plenas, mas reales.

En esta edicin presentamos cuatro enfoques que recuperan la problemticaresidencial como uno de los puntos centrales de la cohesin disciplinar delurbanismo contemporneo. En el primer artculo, Zaida Muxi indaga sobre elsentido poltico que tiene la arquitectura de la vivienda sentando las bases de unaproblemtica comn. De algn modo, esto nos conduce a una consideracin delos modelos de desarrollo urbano donde el desvo de las determinaciones de laarquitectura-como-cono (pblico o privado) permite, por un lado, un giro en lareflexin sobre los procesos evolutivos de la vivienda hacia un renovado enfoquemorfolgico (interfase fsico-social) tal como se expone en el anlisis sobre la ciudad-barrio PREVI-Lima. En la misma lnea, Javier Fernandez Castro explica la posibilidad dela reivindicacin vecinal, a travs de un proyecto urbano en Buenos Aires, en torno amodelos residenciales heterogneos, superpuestos y sujetos a procesos antagnicoscoexistentes. Finalmente, de forma complementaria, el cuarto artculo, expone elproyecto residencial como un medio no slo de la cultura del habitar sino de laspolticas del hbitat en iberoamericano.

PE

EDITORIAL

Algo ms que volmenes


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REVISAR Y REPENSAR ELHABITAR CONTEMPORNEO1

Para repensar el habitar contemporneo nos hemos de plantear el sentido polticoque tiene la arquitectura de la vivienda: Responde a la diversidad de la sociedad?,Contribuye a mejorar la calidad de la ciudad y el territorio?, Se hace un usorazonable y responsable de las tecnologas disponibles?, Responde a unos objetivossostenibilistas?. stas son las cuatro cuestiones claves desde las que una revisindel habitar ha de comenzar sobre la base incuestionable que la vivienda, hacedorade ciudad, espacio de convivencia y crecimiento personal, no es una escenografa,sino que es un espacio de complejidad creciente y de mltiples capas de anlisisy lecturas. Como respuesta primera a las cuatro preguntas iniciales, a las que lesumamos el anunciado aumento demogrfico2de las ciudades en las prximasdcadas, consideramos la vivienda colectiva como base imprescindible de lareflexin en torno al habitar contemporneo.

Por qu el problema de la vivienda es clave y por qu actualmente se produce

en unas condiciones distintas que en anteriores perodos histricos?

Ms all de la mera denominacin funcional de los espacios, la vivienda ha depermitir la realizacin de una innumerable cantidad de tareas, ha de conjugar loindividual y lo colectivo: vivir juntos e independientemente a la vez, descansary trabajar, moverse cmodamente y poder almacenar. Pensar en la vivienda deprincipios del siglo XXI significa replantear los presupuestos que le dieron forma.La familia victoriana burguesa se configur en el siglo XIX sobre la base de un nicosalario y una persona responsable de lo domstico, sojuzgada al arbitrio de quientraa el dinero; su espacio de habitar corresponda a un interior pautado y jerrquico.Estas familias, en apariencia inquebrantables, van quedando superadas. La vida decada individuo en nuestro tiempo es cada vez ms larga e indeterminada, pasando

por fases muy diversas. Y a cada fase le ha de poder corresponder una forma distintade vivienda. Hoy los presupuestos de modos de vida muy estables ya no existen,sin embargo la distribucin espacial y el concepto de vivienda ha variado poco enrelacin a estos grandes cambios sociales. A todo ello se ha de sumar los cambiostecnolgicos.

La voluntad del racionalismo de crear una vivienda social, funcional y mnimaobedeca al inters por encuadrar a la clase obrera dentro del modelo burgus, Si nohubiera sido as se hubiera podido apostar por modelos ms comunitarios, basadosen compartir espacios y equipamientos, que salvo excepciones no se han realizadoy, adems, la historia ha olvidado. Han sido muchos los ejemplos, como las casa-comunas soviticas, el Karl Marx Hof en Viena o la Casa de las Flores en Madrid, que

contaban con otros espacios adems de la vivienda. Pero a la historiografa oficial y alos promotores les ha gustado hacer hincapi en la solucin individual de la vivienday en demostrar el fracaso del colectivismo. Sin embargo, se presenta la paradojaque en la actualidad uno de los factores de venta de las viviendas de renta libre es

Zaida Mux Martnez

Dra. Arquitecta, Co-directora MasterLaboratorio de la vivienda del siglo XXI,

ETSAB-FPC


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Zaida Mux Martnez Revisar y repensar el habitar contemporneo

el tener equipamientos de ocio y deporte comunitarios. De hecho Unwin y Parker,siguiendo la idea de Ebenezer Howard, propusieron en las ciudades jardn casas conequipamientos, sin cocinas, para matrimonios de trabajadores, que respondieran auna necesidad ingente de viviendas y que resultasen pagables por la clase obrera, ala vez que solucionaba parte de las tareas domsticas externalizndolas.

El hombre ideal y el modelo de familia feliz para los que se plantearon esas

soluciones hoy ya no existen o no es posible defender su existencia como el tipoideal de referencia. La posmodernidad ha trado el fin de una historia construidaen tanto que discurso nico y pretendidamente neutro y, por lo tanto, tambin hadesaparecido la posibilidad de pensar la vivienda para una persona ideal y desdeuna ptica nica y privilegiada. La sociedad del siglo XXI es necesariamente diversa:hombres y mujeres; infancia, juventud, adultez y vejez. Cada uno de nosotros ycada una de nosotras tenemos muchas identidades a lo largo de nuestras vidas y lavivienda nos ha de albergar en nuestras diferencias.

Responde la vivienda a la diversidad de la sociedad?

La vivienda es el primer espacio de sociabilizacin y la representacin espacial de

las agrupaciones familiares, por lo tanto, ha de ser capaz de albergar las diversasmaneras de vivir a principios del siglo XXI. Los proyectos de vivienda tienen queatender a la diversidad de agrupaciones familiares al tiempo que dan cabida aldeseo de individualidad de cada usuario. Como espacio de relaciones las viviendashan de atender adecuadamente a la creacin de unos espacios sin jerarqua y sindiscriminacin de gnero.

La sociedad urbana occidental de las ltimas tres dcadas ha cambiadoconsiderablemente su composicin y esto nos debera llevar a preguntarnos cmose refleja esto en la arquitectura de las viviendas que habitamos, en qu medida lavivienda da cuenta de la evolucin de la relacin entre las familias y sus espacios.La sociedad actual es, como primera definicin bsica, muy heterognea.

Heterogeneidad que no se refiere nicamente a la llegada de nuevos ciudadanosde otras culturas y regiones, sino que la evolucin de la sociedad ha llevado aprogresivas diferenciaciones que ya no responden nicamente a regiones olocalizaciones geogrficas.

Los cambios en las dinmicas de movilidad geogrfica, los niveles de estudios, laemancipacin, el primer matrimonio, el primer hijo/a y la pirmide demogrfica noshablan de una sociedad de hoy muy diferente a la de hace treinta aos. Por lo tanto,el nmero de viviendas no depende solamente de variables clsicas del movimientodemogrfico, vegetativo y migratorio, sino que vara influida considerablementepor los cambios endgenos en la estructura de los hogares. Ya no es posiblehacer proyecciones de las necesidades de vivienda -es decir, nuevas viviendas-linealmente, solamente considerando que se hacen y se deshacen nuevos hogaresvegetativamente, sino que en las proyecciones deviene necesario incorporar lastendencias al cambio estructural en la concepcin del hogar que han demostradoseguir los diferentes grupos de edad de la pirmide.

Las diferentes variables que se dan actualmente en las unidades familiares noshacen replantear la respuesta tradicionalmente empleada para solucionar la viviendamasiva, es decir, ya no podemos pensar, como ocurra antes de la dcada del setenta,en una solucin nica de vivienda para una familia nuclear sino que el abanico deelecciones de formas de vida se ha ampliado considerablemente.En definitiva, se ha de considerar la capacidad de adecuacin que ofrecen lasviviendas a los diversos agrupamientos familiares existentes, que cada vez tienenuna mayor diversidad. Si tomamos como referencia la sociedad espaola de latotalidad de los hogares un 20% son unipersonales, un 25% est conformado por


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Revista Iberoamericana de Urbanismo I 3

dos personas; las agrupaciones de 3 y 4 personas significan cada una un 21%, gruposen los que se podran encuadrar las tpicas familias nucleares con uno o dos hijos.En la sociedad espaola al igual que en otras sociedades europeas se ha dado enlos ltimos aos un aumento considerable de las personas que viven solas y delas parejas sin hijos, estos ltimos denominados DINKIS (del ingles doble ingresossin hijos) de entre 25 y 35 aos deciden retrasar la descendencia, habra en Espaa800.000 parejas de este tipo, siendo un segmento de poblacin que ha aumentado

en un 75% desde el ao 2000.

Incluso en el dominio de una familia tradicional es muy distinto si est habitadopor nios o por adolescentes. El modo de vida contemporneo de los adolescentescomporta unas pautas que, necesariamente, exigen ciertas condiciones del espacio,como que sus habitaciones sean independientes, de cierto tamao para poderestudiar, estar con amigos y novios y, de manera imprescindible, es el lugar donde el

joven est conectado a internet y trabaja con el ordenador.

La solucin para afrontar la diversidad necesaria de tipos de viviendas radica endesarrollar mecanismos de la flexibilidad. Siendo la primera regla de la flexibilidadla existencia de espacios con la mnima jerarqua posible, es decir, de tamaos

semejantes de manera que cada grupo lo pueda apropiar de manera singular. Unsntoma de esta flexibilidad inicial lo es tambin que se puedan distribuir los mueblesen el espacio de ms de una manera y esto no siempre es posible. Se trata de quela vida cotidiana de cada grupo de convivencia se vea reflejada en el espacio quehabita, colonizndolo con sus usos y mobiliarios.

Por ltimo, dentro del apartado de adecuacin de las viviendas a la variedad derequerimientos, es importante la previsin de espacios de trabajo remunerado yaque se trata de una situacin que es cada vez ms frecuente. Los nuevos mediostcnicos y las nuevas estructuras laborales han producido que la casa vuelva a serun lugar de trabajo para ciertos profesionales. Por ello, es adecuado disponer dealguna estancia prxima a la entrada que pueda dedicarse a esta actividad y que

sirva, incluso, para recibir visitas; o disponer en pasillos y distribuidores de pequeosespacios de trabajo, unos muebles, ordenadores y estanteras.

En qu consiste una vivienda que no condicione los roles de gnero y que potencierelaciones de igualdad y no jerrquicas entre sus habitantes?

Hay otra cuestin social crucial a resolver en el interior de la vivienda: la igualdad degneros. Para ello se han de tener en cuenta elementos clave imprescindibles: queno haya jerarqua entre los habitantes y por lo tanto que no haya habitaciones ensuite, con bao de uso exclusivo, o principales y otras secundarias y de superficiesnotoriamente inferiores. Posiblemente las necesidades de espacio no sean lasmismas durante toda la vida ni en todas las circunstancias: durante la infancia se pasamucho tiempo en la vivienda y la habitacin es el mundo; es por esto que es un sinsentido que el intercambio de habitaciones est impedido por la jerarqua de reas.La premisa de disponer de un espacio propio, tan necesario para todos, no se cumplecon la persona que se encarga del cuidado del hogar, generalmente mujer, queno posee ms que espacios de trabajo y no tiene ningn lugar propio e ntimo dedescanso, aislamiento o trabajo propio.

La cuestin de la igualdad de gneros se afronta con lo que podramos llamarmecanismos de desjerarquizacin que consisten en hacer visibles las tareasdomsticas, que los espacios para el trabajo domstico y cotidiano, como cocinar,permitan el uso compartido del mismo; que se prevean espacios para las tareas delcuidado del hogar, como por ejemplo, la cadena de la ropa que nunca est resuelta.Esto significa que debe haber espacio para las distintas etapas de la ropa, entre elmomento en que se usa, se lava, se plancha y se guarda; que haya espacios para lostrabajos domsticos; y que haya suficiente y variado espacio de guardado.


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Zaida Mux Martnez Revisar y repensar el habitar contemporneo

Se han de considerar los grados de accesibilidad de cada vivienda, desde la malahasta la ptima, por lo que respecta a la existencia de desniveles y escaleras, a laposibilidad de moverse en silla de ruedas, a las facilidades de movimiento parapersonas ancianas o con minusvalas, ya sean permanentes o accidentales, osimplemente para un cochecito de nio.

Publicidad que muestra familias espaolas en las dcadas de los sesenta, setenta, noventa y dos mil. Extradas del catalogo de la exposicin HABITAR EL PRESENTE, Vivienda en Espaa:sociedad, ciudad, tecnologa y recursos, MONTANER, Josep Ma y MUX, Zaida, Ministerio de Vivienda, Madrid, noviembre 2006.


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Favorecer la vida comunitaria al tiempo que la individualidad de cada

componente del grupo.

Se tiene que tener en cuenta que la vivienda es un lugar en el que se trabaja, por

ello, se tienen que considerar los espacios necesarios para realizar las tareas y

guardar los elementos que se utilizan.

La distribucin de los baos: ahorrar espacio favoreciendo la mxima posibilidadde usos simultneos. Es decir, mejor que dos baos completos que no favorecen

usos multiplicados y que generalmente fomentan la jerarqua de una de las

habitaciones, se tiene que pensar en separar funciones y que los espacios faciliten

la atencin de infantes y personas mayores o con minusvalas.

Favorecer la visibilidad y el compartir el trabajo en la cocina, por ello, se

recomienda huir de los mnimos establecidos que la consideran un lugar de

trabajo solitario e individual.

Integracin de cocina y comedor separado del saln da la posibilidad de tener

dos espacios comunitarios para el grupo. Considerando especialmente que el

saln pueda ser un espacio de encuentro y ocio compartido por todos, dejandoun espacio ms laboral y de obligaciones en la cocina comedor. Permitir la

obstaculizacin visual de la cocina cuando as se requiera.

Espacios no jerrquicos. Las diferentes habitaciones todas del mismo tamao (en

lo posible un mnimo de 10 m2) que permitan diferentes actividades segn los

grupos.

Espacios de guardado suficientes, considerando las caractersticas de los

elementos a guardar y ofrecer soluciones diferenciadas. Espacios de guardado de

estancias o habitaciones que abran a los pasillos favorecen la flexibilidad del uso

del espacio de las mismas, misma rea mayores posibilidades de ordenacin.

Mayor intimidad y menor molestia entre viviendas colindantes si coinciden reas

de estar y reas de dormir.

En definitiva tenemos la responsabilidad de replantear el habitar contemporneoa partir de la premisa inicial de conocer la realidad social a la que se ha de darrespuesta y desde all formular nuevas aportaciones olvidando las generalizacionesy modelos nicos. Y desde este conocimiento saber que la vivienda es el elementofundamental en la creacin de ciudad y comunidad; que las tecnologas han deser parte de un pensamiento integral y que la utilizacin de los recursos ha deproponerse desde la conciencia perdurabilidad y no del desplifarro.

Recomendaciones

para una casa sinjerarquas


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PREVI Lima y la experiencia del tiempo

Compuesto por 26 proyectos, y a ms de treinta aos de su inicio, la experiencia del

Proyecto Piloto 1 del PREVI1 en Lima, Per, es materia de investigacin por la valiosa

complejidad de factores que intervienen: el collage de proyectos, la variedad tipolgica,

el carcter experimental de la propuesta y el tiempo que lleva sometida a diferentes

intervenciones autogestionadas.

EqA viaj a Lima a reconstruir el proceso de transformacin de los proyectos realizados

a partir de levantamientos de croquis sobre los planos originales, levantamientos

fotogrficos y entrevistas a las familias que los habitan. A partir del levantamiento de las

viviendas actuales y el cruce con la historia familiar, se descubre el proceso que articula el

proyecto profesional y el proyecto del habitante.

Palabras clave:Vivienda progresiva. Inversin social. Lima.

Resumen

Fernando Garca-Huidobro

Arquitecto. Pontificia Universidad Catlica de Chile

Diego Torres Torriti


Nicols Tugas


Estudio EqA

El contexto de escasez de recursos en el que se produce la vivienda econmica enLatinoamrica impone ciertas restricciones que entran en crisis cuando el habitantese ve incapacitado para adaptarla al cambio y desarrollo de las necesidades familiares.Esta presin que el usuario impone a su entorno al tratar de superar la escasez inicialobliga a entender la vivienda como parte de un proceso dinmico. El grado de crisisdepender, entre otras cosas, en qu medida dicha escasez ha calado en el proyecto;cuanto ms se haya empobrecido el proyecto, entendido en su sentido ms amplio,mayor ser la crisis.

En el contexto de pases con pocos recursos econmicos, el esfuerzo de cada

habitante debe aprovecharse para conseguir lo que el Estado slo podra llevar acabo si dejara de lado tantos otros aspectos del gasto social. Por ello, entender lavivienda como una plataforma de transformaciones permite abordar el problemadesde la ptica de un proceso incremental, donde la intervencin del habitantepuede producir una valorizacin de la propiedad, el barrio, la propia ciudad y, enltima instancia, las inversiones estatales.Sin embargo, no basta simplemente con introducir nuevas nociones considerandola vivienda unifamiliar de un modo aislado; las transformaciones autogestionadascasa a casa generan a su vez una complejidad urbana aportando riqueza yconsolidando el tejido urbano. La ciudad entendida como un collage compuestano slo de diferentes intervenciones a gran escala, sino tambin de un sinfn de

transformaciones a escala de la vivienda fortalece las redes sociales y favorecela integracin urbana de los barrios populares; por tanto, la ciudad collage es unaciudad viva, una ciudad compleja.

Presentacin


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Fernando Garca Huidobro, Diego Torres Torriti, Nicols Tugas PREVI Lima y la experiencia del tiempo

El proceso de transformacin que llevaron a cabo cada una de las familias pone demanifiesto que, en el fondo, la vivienda y la urbanizacin originales son slo la etapacero, el soporte de una obra colectiva.

Cul es entonces el papel del proyecto en un proceso que se someter a lasms diversas modificaciones con el paso del tiempo? En qu medida es capaz elproyectista de fijar las caractersticas iniciales del diseo, y tiene sentido hacerlo?

Cules son las decisiones estratgicas o reglas que deben fijarse para asegurar unasbuenas condiciones potenciales para la vivienda y el barrio? Estos son algunos de losaspectos sobre los que intentamos arrojar luz en el presente trabajo sobre el PREVI,despus de ms de tres dcadas de su construccin.

La precariedad de los asentamientos espontneos y el deterioro de sectores de Limaen la dcada de los 60, estimularon una iniciativa promovida por el Gobierno y co-financiada por el PNUD2 , con el objetivo de incorporar a las polticas de vivienda losresultados de tres proyectos piloto a realizarse en Lima metropolitana. El Gobiernoy el PNUD convocaron a Peter Land, arquitecto ingls, para asesorar las polticasde vivienda social a travs del Banco de la Vivienda del Per. De esta convocatoria

surgi la forma inicial del PREVI con sus tres proyectos piloto, los cuales intentabanenfrentar el problema de la vivienda desde perspectivas complementarias. Elprimero, se encarg de disear un conjunto de viviendas con nuevas variables dediseo. El segundo, propona planes para la renovacin de viviendas y su entornoen sectores deteriorados de la ciudad. El tercero, un proyecto de lotes y servicioscon viviendas autoconstruidas. Despus del terremoto de 1970, se incluy uncuarto proyecto piloto, dedicado al desarrollo de sistemas de autoconstruccinsismorresistente. De los cuatro, el de mayor relevancia fue el Proyecto Piloto 1, quea travs de un concurso internacional y uno nacional , pretenda incorporar lasrecientes discusiones de la arquitectura en torno a la vivienda en gran medida,una contrapropuesta a los paradigmas modernos de la vivienda multifamiliar dealta densidad. Como lo plantea Peter Land coautor y director del proyecto entre

1968 y 1973, los aspectos experimentales del proyecto eran el de un barrio y unproyecto basado en un concepto de baja altura y alta densidad, como modelo parala futura expansin urbana; la idea de casa patio con posibilidades de crecimiento;configuraciones de casas en clusters (racimos) dentro del plan general del barrio;un barrio de prioridad peatonal y a escala humana; mejores y nuevos mtodos deconstruccin sismorresistente y, un plan general para la arquitectura paisajstica delbarrio.

Entre los conceptos propuestos por las bases del concurso estaban la racionalizacin,modulacin, tipificacin, crecimiento progresivo, flexibilidad y funcin. Cada tipologapropuesta por los arquitectos de ambos concursos, planteaba versiones distintaspara diferentes grupos familiares: las casas deban alojar de cuatro a seis personasen una primera etapa, y de ocho a diez personas en una segunda, para lo cual cadaproyecto propona su sistema de crecimiento.

El Proyecto Experimentalde Vivienda PREVI


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Si bien el objetivo original del concurso era la construccin de 1.500 viviendas apartir del proyecto ganador, el inters demostrado por el jurado se tradujo en unhecho decisivo para el futuro de PREVI: la construccin de las 26 propuestas delconcurso en un conjunto de 467 unidades. El nfasis estuvo en la exploracinarquitectnica y tcnica propuesta por los proyectos, para lo cual se instal en ellugar una planta del ININVI para la prefabricacin de los componentes constructivos

y la posterior asistencia a los usuarios en la ampliacin de las viviendas.

La ejecucin de PREVI se vio enfrentada a circunstancias polticas que retrasarondiversas fases de su desarrollo. Las crisis institucionales de los setenta fueron unobstculo para la continuidad del proyecto. Aun as, el Grupo de Desarrollo fuecapaz de llevar a cabo los proyectos, y hacer un seguimiento detallado de losprocesos constructivos, demostrado su viabilidad en trminos econmicos, entreotros aspectos. Las tensiones PREVI-gobierno de turno, tuvieron como resultadofinal, un retraso en el proceso de adjudicacin de las viviendas, discontinuidad en losprocesos de asesora y, finalmente, un cierto olvido voluntario de la importancia de laexperiencia.


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Peter Land y el Grupo de Desarrollo propusieron una estructura de pequeasplazas, interconectadas por pasajes peatonales, que articulan las mltiples formasde agrupacin de los proyectos originales. Se fund de esa manera un ordenurbano basado en una unidad urbana la plaza de vecindad, y la unidad social lacomunidad capaz de organizarse. Segn su tamao, cada plaza serva entre 6 y18 viviendas (en la actualidad de entre 10 y 30), en una relacin que promueve laapropiacin colectiva y el cuidado y mantenimiento del espacio pblico. El sistema

de plazas y pasajes peatonales son un soporte para la densidad del barrio; gracias ala segregacin del trfico rodado, las pequeas plazas constituyen oasis dentro de unbarrio que triplic su altura. stas son algunas de las claves en la plusvala del barrio,que se manifiesta entre otros motivos, en la demanda de los hijos de los habitantesoriginales por seguir viviendo en PREVI.


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La familia Zamora, en una casa de James Stirling, detalle de un caso de estudio.

Esta casa est construida con tres elementos prefabricados: los muros que conformanun permetro rgido, de difcil modificacin y que delimitan la propiedad; los pilaresque marcan las esquinas del patio y permiten una relacin fluida y permeable entrelas estancias y el patio; y el forjado que recibir las posteriores ampliaciones. Encuanto a la distribucin del programa, la sala de estar y los dormitorios se ubican

alrededor del patio central; la cocina, bao y zona de servicio alrededor de unsegundo patio menor. Las ampliaciones previstas se plantean sobre el patio enesquina y la planta primera.

Las piezas de Arquitectura

El proceso de transformacin de esta casa se desarrolla aprovechando su particularlocalizacin en el barrio. El mayor flujo de peatones dada su ubicacin en esquina,se aprovecha en una primera fase para construir un comercio en el patio en esquina.

Tras la ampliacin de las plantas primera y segunda, la planta baja se destina aoficinas de alquiler (una consulta mdica y un estudio) y a una guardera queadministra la hija. Se aprovechan de esta manera el excedente de superficie por lamigracin de dos de los hijos y la ubicacin de la casa frente a una plaza de vecindad.

El comercio y las oficinas, alimentados por los flujos peatonales, y la guardera infantil,que utiliza la plaza para realizar ciertas actividades, son ejemplos que grafican cmoel proceso de transformacin de una casa y su ubicacin en el barrio aprovechanlas oportunidades urbanas, lo que a su vez, favorece un uso intensivo del espacio

pblico. As mismo, el diseo de la casa y su estructura, que se resume en unpermetro de muros infranqueables y un interior ms libre definido por cuatro pilares,genera las condiciones para la incorporacin de usos que benefician la economafamiliar.

1978 2003

Plaza vecindad Agrupacin edificatoria

guardera+consulta


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Dado que han debido enfrentar la demanda ocupndose de la cantidad, las polticaspblicas han tenido una visin homognea y tipificada del usuario, que ha rigidizadoel proyecto de vivienda econmica. ste, multiplicado varias veces en la ciudad, entraen conflicto con la variabilidad de las realidades de las familias, con las dificultadesque esto representa en la conformacin de barrios y sus efectos en la ciudad.

El cruce de las historias familiares con la transformacin de la vivienda, devela una delas claves del proceso. El patrn de evolucin familiar es el motor segn el cual cadafamilia va satisfaciendo requerimientos que varan con los aos, de acuerdo con las

siguientes etapas:

Instalacin, la familia introduce modificaciones menores para asegurar la propiedady definir la propia imagen de la casa; Densificacin, la familia crece e incorporanuevos ncleos, lo que demanda el mayor esfuerzo constructivo, se construyenprincipalmente dormitorios y nuevos baos, y en muchos casos, se incorporanotros usos; Consolidacin y diversificacin; adems de las ltimas inversiones enterminaciones, la casa se subdivide funcionalmente en departamentos para variasfamilias.

La comprensin de este patrn demanda pensar ms que en un usuario en ungrupo familiar diverso y dinmico en el tiempo. El patrn Instalacin / Densificacin

/ Diversificacin arroja resultados como el de la vivienda multifamiliar. Si bien lamayora de las tipologas no prevean transformaciones al extremo que aqu sepresentan, proyectos como el de Stirling o Morales y Montagne, mostraron mayorflexibilidad para responder a este tipo de transformaciones.

Procesos familiares


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La casa y el barrio inicial propuesto, son la etapa cero en un proceso de sucesivastransformaciones; proponen las claves que el usuario interpretar para adaptar la casay el barrio a sus necesidades de espacio y programa.

La virtud de la propuesta es acoger ampliaciones y cambios que aadan plusvala alcapital inicial. Para lograrlo, la etapa cero debe marcar una pauta que sepa articularla relacin entre holguras y rigideces satisfaciendo las condiciones de seguridad, de

habitabilidad y medioambientales en las diferentes fases de crecimiento del grupofamiliar. Esta relacin no es otra que la disposicin de los elementos estructuralesy los espacios del cual dispone el habitante para llevar a cabo las ampliaciones. Elusuario deber leer las reglas para identificar los elementos permanentes, como elpatio, el zcalo, la calle, la plaza, o la acera.

La importancia de estas reglas es que de ellas dependen las posibilidades finales dela casa y el barrio. La etapa cero debe iniciar un proceso que favorezca la economadomstica, la formacin de redes sociales y la incorporacin de unidades de renta.Ejemplos de esto son la casa Multifamiliar y en mayor medida, la Hipercasa. En estaltima, la vivienda se transforma en un artefacto de renta: su valor reside no slo ensu capacidad de satisfacer la necesidad de vivienda, sino tambin en el potencial de

utilizarla para generar ingresos, fortaleciendo las economas familiares.

Soporte

Multifamiliar 1 Multifamiliar 2 Hipercasa

El carcter experimental del proyecto puede haber hecho de PREVI un evento ens mismo, eventualmente poco replicable en el contexto de la alta demanda porvivienda en los pases en desarrollo. Sin embargo, sintetizamos las lecciones de PREVIen un objetivo y dos principios, los cuales debieran guiar las nuevas iniciativas envivienda (y lo estn haciendo). El objetivo, transformar el gasto social (en vivienda) eninversin social. Para esto, un proyecto de vivienda debiera cumplir tres condiciones:satisfacer una demanda hoy, capitalizar a los sectores de escasos recursos y reducirlas demandas futuras o colaterales gracias al acceso a las oportunidades que esta

capitalizacin permite. A su vez, los principios que pueden guiar este proceso sondos: la casa-artefacto de renta y el diseo urbano comunitario. Cada uno apuntandoa agregar valor tanto a la casa como al barrio. As, se podr asegurar la sustentabilidadeconmica y social de cada vez ms sectores de la ciudad .

Un objetivo y dos ideas


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Notas 1. Proyecto Experimental de Vivienda, desarrollado entre 1966 y 1979 segn las siguientes etapas: iniciativa y concurso,1966-1969; desarrollo y construccin 1969-1976; entrega de las viviendas, 1978-1979.

2. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

3. Los 13 equipos invitados fueron:James Stirling - InglaterraKnud Svenssons - DinamarcaEsquerra, Samper, Senz, Urdaneta - ColombiaAtelier 5 - Suiza

Toivo Korhonen - FinlandiaCharles Correa - IndiaKikutake, Maki, Kurokawa - JapnIiguez de Onzoo, Vsquez de Castro - EspaaHansen, Hatloy - PoloniaAldo van Eyck - HolandaCandilis, Josic, Woods - FranciaChristopher Alexander - EEUU

4. Los equipos peruanos seleccionados mediante concurso abierto fueron:Miguel AlvarioErnesto ParedesMir-Quesada, Williams, NezGunter, SeminarioMorales, MontagneJuan Reiser

Eduardo OrregoVier, ZanelliVella, Bentn, Quiones, TakahashiMazzarri, LlanosCooper, Garca-Bry ce, Graa , NicoliniChaparro, Ramrez, Smirnoff, WiskowskyCrousse, Pez, Prez-Len

5. El jurado, compuesto por miembros nacionales y extranjeros, defini tres premios del mismo nivel para los equiposcada categora. Los internacionales fueron Atelier 5, Herbert Ohl y, Kikutake, Maki, Kurokawa. Los peruanos fueronMazzarri, Llanos; Chaparro, Ramrez, Smirnoff, Wiskowsky y, Crousse. Pez, Prez Len.

6. El jurado estuvo compuesto por Peter Land (ONU), Jos Antonio Coderch (Espaa), Halldor Gunnlogsson (Dinamarca),Ernest Weissmann (ONU), Carl Koch (EEUU, UIA), Manuel Valega (Per), Ricardo Malachowski (Per), Eduardo Barclay (Per)y asesores, Daro Gonzlez (Per) y lvaro Ortega ONU).

7. Instituto de Investigacin y Normalizacin de la Vivienda, dependiente del Ministerio de Vivienda del Per.

8. El Grupo de Desarrollo estuvo integrado por especialistas internacionales y nacionales, algunos de los cuales fueroncambiando en las diversas etapas del proyecto. En las etapas iniciales, el proyecto estuvo a cargo de Peter Landarquitecto, creador de la iniciativa PREVI y asesor principal, y lvaro Ortega (arquitecto, consultor interregional ONU)como supervisor. En la directiva nacional estuvieron, Fernando Correa Miller (arquitecto), Carlos Morales Macchiavello(arquitecto), Oscar Pacheco (arquitecto) entre los 10 co-directores que tuvo PREVI. Raquel Barrionuevo de Machicao(ingeniera civil e ingeniera sanitaria) y Javier Santolalla Silva (ingeniero civil) estuvieron en todas las fases del proyectoincluyendo la Evaluacin Integral PREVI.

_ Para ver como esto se consigui en PREVI, est disponible el libro El tiempo construye!, editado por Gustavo Gili, conuna versin extendida de este trabajo. Para ver un caso de cmo se puede hacer esto hoy, ver www.elementalchile.cl.

_ Como siempre, los agradecimientos a las familias de PREVI que han hecho posible este trabajo abriendo sus casas eninnumerables ocasiones.


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POLTICA URBANA E ACESSO HABITAOSOCIAL EM REGIES METROPOLITANAS DAAMRICA LATINA E EUROPA

O texto uma reflexo produzida a partir de diversos estudos desenvolvidos pela equipe

do Laboratrio de Habitao e Assentamentos Humanos da Faculdade de Arquitetura

e Urbanismo da Universidade de So Paulo LABHAB FAUUSP. Seu principal contedo

e dados utilizados advm de trabalho sobre as cidades de So Paulo (Br), Rosrio (Ar),

Barcelona (Es), Florena (It), realizado no mbito do Programa URB-AL, que consiste

em sntese produzida pela equipe, de diagnsticos locais de cada cidade e da anlise

comparativa, por continente e geral. Abrange as condies de carncia habitacional ou

dificuldade de acesso moradia e a um lugar na cidade, bem como as polticas pblicas

aplicadas para enfrentar a questo. Considera aspectos institucionais, financiamento,

marco legal e organizao social presente em cada pas e relaciona, na Amrica Latina,

a implementao de projetos e aes no s a diretrizes e programas nacionais, mas

tambm ao projeto poltico-ideolgico dos governos municipais.

Palavras chave:Habitao de Interesse Social, Poltica Urbana, Uso do solo - fatores

socioeconmicos, Habitao - So Paulo (Brasil), Habitao - Barcelona (Espanha),

Habitao - Toscana (Itlia), Habitao - Rosrio (Argentina)

El presente texto es una reflexin producida a partir de diversos estudios desarrollados

por el equipo del Laboratrio de Habitao e Assentamentos Humanos da Faculdade de

Arquitetura e Urbanismo da Universidade de So Paulo LABHAB FAUUSP. Su contenido

principal y los datos utilizados provienen del trabajo realizado, en el mbito del Programa

URB-AL, sobre las ciudades de So Paulo (Br), Rosario (Ar), Barcelona (Espaa) y Florencia

(IT). Consiste en una sntesis, un anlisis comparativo por continente y a nivel generalproducida por el equipo de diagnstico local de cada ciudad. La investigacin abarca las

condiciones de carencia habitacional, o dificultad de acceso a la vivienda y a un lugar

en la ciudad, tanto como a las polticas pblicas aplicadas para enfrentar esta cuestin.

Considera aspectos institucionales, financiamiento, marco legal y de organizacin social

presente en cada pas y relaciona, en Amrica Latina, la implementacin de proyectos y

acciones no slo en las directrices y programas nacionales, sino tambin en el proyecto

poltico-ideolgico de los gobiernos municipales.

Palabras clave: Vivienda de Inters Social, Poltica Urbana, Uso del suelo - factores

socioeconmicos, vivienda - So Paulo (Brasil), Vivienda - Barcelona (Espaa), Vivienda

- Toscana (Italia), Vivienda - Rosario (Argentina)

Resumen

Resumo

Profa. Dra. Maria Lucia Refinetti Martins

LABHAB FAUUSP - Coordenadora

Msc. Karina Oliveira LeitoLABHAB, Doutoranda FAUUSP

Msc. Roberta Menezes RodriguesLABHAB, Doutoranda PROLAMUSP

Arq. Luciana Nicolau Ferrara

LABHAB, Mestranda FAUUSP

Arq. Gustavo Pires de Andrade Neto

LABHAB FAUUSP, Mestrando UPC, Es


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Refinetti Martins, Oliveira Leito, Menezes Rodrigues, NicolauFerrara, Pires de Andrade Neto

Poltica urbana e acesso habitao social em regies metropolitanas da Amrica Latina e Europa

O presente texto foi produzido a partir de diversos estudos desenvolvidos pelaequipe do Laboratrio de Habitao e Assentamentos Humanos da Faculdade deArquitetura e Urbanismo da Universidade de So Paulo LABHAB FAUUSP . Seuprincipal contedo e dados utilizados advm de trabalho sobre as cidades de SoPaulo (Br), Rosrio (Ar), Barcelona (Es), Florena (It). Apesar de muito diferenciadas,so cidades que apresentam como aspectos em comum o fato de serem reasmetropolitanas com graves desigualdades, no que se refere s condies de acesso

ao solo e moradia, cujos governantes desenvolveram em algum momento ointeresse em promover o dilogo e intercmbio de formas de atuao frente a essasituao de crescente irregularidade, desregulamentao e impossibilidade deacesso habitao e ao solo para uma parcela significativa da populao. O estudo,desenvolvido no mbito do Programa URB-AL incluiu a elaborao de diagnsticoslocais de cada cidade, realizados por equipes locais de cada uma delas, segundo umaorganizao bsica em comum para todas as cidades e resultou num documentode Diagnstico Geral e Documento de Recomendaes. O diagnstico de cadacidade incluiu a caracterizao das condies de carncia habitacional ou dificuldadede acesso moradia, bem como das polticas pblicas aplicadas para enfrentaressa questo. Para tanto, foram considerados aspectos institucionais, urbansticos,financiamento, marco legal e organizao social presente em cada pas .

Os resultados do trabalho reiteram a evidncia cada vez maior de que as questesurbanas so afetadas pelas questes polticas mais amplas e pelos modelos dedesenvolvimento adotados, mas que a condio urbana no apenas reflete arealidade poltica e econmica, como nela interfere, amenizando ou reforandoprocessos que impactam a sociedade e a economia.

Nesses termos, os programas dos Governos Municipais e a Poltica Urbana por elespraticada tm significativa relevncia. Por isso, consideram-se tambm, para estasreflexes, trabalhos anteriores referentes a cidades brasileiras, em que se estudamPoltica Urbana e procedimentos institucionais e legais.

Cabe ressaltar, no entanto, que a identificao clara dos diferentes contextos fundamental para que se compreendam as prticas e programas desenvolvidos,dentro das circunstncias especficas em que estes se do. Conhecer as experinciasalheias e delas tirar proveito com uma viso crtica e atenta s condies em queocorreram e apropriao possvel em outras realidades um aprendizado da maiorimportncia. Aprender a situar prticas semelhantes em contextos bastante diversosem termos de estruturas institucionais, legais, socioeconmicas e particularmenteculturais uma experincia de inestimvel valor.

nas grandes cidades e em reas metropolitanas que os problemas urbanosdecorrentes de dificuldades de acesso ao solo e habitao apresentam dimensesmais relevantes, exigindo respostas na pauta das polticas urbanas. Essas reas estomais sujeitas s presses demogrficas e s transformaes da dinmica urbanadecorrentes de mudanas no modelo econmico-produtivo.

Com a reestruturao econmica empreendida na maior parte dos pases nasltimas dcadas, houve maior flexibilizao de mercados, diminuio da demandapor mo-de-obra e simultaneamente retrao das polticas de Estado de Bem-Estar Social implementadas anteriormente. Da a importncia de avaliar hoje asformas de enfrentamento da demanda habitacional de interesse social. As polticasurbanas, sejam na Amrica Latina ou Europa, em maior ou menor escala, e com suasespecificidades, devem recorrer a mecanismos de ajustes que possam fazer faceaos impactos dessas mudanas no meio urbano, buscando formas de promoo doacesso ao solo e a habitao.


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No Brasil, nos ltimos cinqenta anos, as estratgias governamentais de polticaspblicas urbanas alternaram medidas de assentamento da populao em reasperifricas das cidades, com perodos de ausncia de polticas, o que, associadoa uma regulamentao apenas restritiva, colaborou significativamente para quea ilegalidade urbana seja to elevada. Essa situao no muito diferente do queacontece nas cidades latino-americanas em geral. Na Europa, processos semelhantesocorreram quase um sculo antes e deixaram marcas que o Estado de Bem-Estar

Social procurou reverter. No entanto, a reduo destas polticas nas ltimas dcadastem contribudo para o aumento do dficit social nas cidades centrais. Na AmricaLatina, esse Estado de Bem-Estar Social praticamente no chegou a existir. Assiste-sehoje o aparecimento de problemas novos, associados s mudanas econmico-produtivas, como a reduo do nvel de emprego formal e a precarizao dotrabalho, que se sobrepem a problemas antigos, nunca superados nos pases latino-americanos.

Dentre as quatro regies metropolitanas envolvidas, a diversidade bastantesignificativa, desde o porte s condies socioeconmicas e estrutura institucional.So Paulo constitui-se numa Regio Metropolitana de indstria e servios comquase 20 milhes de habitantes vivendo em 39 Municpios, dos quais o Municpio

central So Paulo conta com mais de 10 milhes de habitantes. O PIB per capitado conjunto da aglomerao (RMSP) em 2004 era da ordem de 14.384 Reais (3.974Euros), bem acima da mdia brasileira de 9.729 Reais (2.687 Euros) e o crescimentodemogrfico anual entre 1991/2000 foi de 1,65% .

Na cidade de So Paulo, transformar o imenso estoque de cortios, casas precriasconstrudas em lotes irregulares e favelas, em moradias dignas, atravs de processosde recuperao fsica e regularizao, constitui o principal componente dasnecessidades habitacionais do Municpio. Diante do incremento populacionalocorrido desde a dcada de 40, e da quantidade de famlias com renda insuficientepara acessar as unidades habitacionais produzidas regularmente pelo mercadoimobilirio, a proviso estatal de habitao social foi insuficiente para constituir-se em

resposta efetiva questo habitacional. A irregularidade ocupa aproximadamenteum quinto do territrio do Municpio, sendo que uma tera parte dos loteamentosirregulares situam-se em reas de proteo ambiental. As estimativas apontam queuma tera parte da populao reside em assentamentos precrios e/ou informais:favelas, loteamentos irregulares, cortios.

O enfrentamento da questo da moradia em So Paulo exige um enfoque queabarque uma diversidade de programas, para responder aos diversos tipos decarncias e demandas: urbanizao e regularizao de favelas e de loteamentos,requalificao de conjuntos habitacionais, construo de moradias pelo poderpblico e em mutiro, reforma e reciclagem de prdios vazios e abandonados,reforma e melhoria de cortios, modernizao e informatizao na prestao deservios.

Os maiores desafios advm no s da necessidade de vultosos recursos financeiros,mas tambm da difcil coordenao entre aes dos trs nveis de governo, todoseles constitucionalmente responsveis pelo tema.

Rosrio constitui a segunda cidade do sistema urbano da Repblica Argentina edo eixo de desenvolvimento fluvial industrial do setor inferior da Bacia do Prata.O conjunto urbano, designado por rea Metropolitana conta com pouco mais de1,2 milho de habitantes, dos quais quase um milho no Municpio de Rosrio. Ocrescimento demogrfico entre os anos de 1992 e 2001 na rea Metropolitana deRosrio foi da ordem de 4,27% enquanto que o crescimento do Municpio de Rosriofoi de 0,06%. O PIB per capita mdio da Provncia de Santa F entre os anos de 1991 e2003 foi da ordem de US$ 6.411,45 (18.812 Pesos ou 5.074 Euros) .

So Paulo

Rosario


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Na rea Metropolitana de Rosrio, conforme o censo de 2001, 11,8% da populaoapresentava Necessidades Bsicas Insatisfeitas (NBI) e 23,19% dos domicliospossuam algum tipo de inadequao . Os casos de moradias precrias comadensamento excessivo so os mais expressivos, atingindo quase um dcimo dototal dos domiclios na rea Metropolitana de Rosrio.

Tais dados refletem o processo de crise econmica pelo qual o pas passou

desde a dcada de 1990, agravada no incio dos anos 2000. Nesse perodo, a reaMetropolitana de Rosrio se transformou, por um lado, em uma regio com umaalta oferta de servios avanados e, por outro, atraiu populao empobrecidaoriunda de outras provncias, formando no interior da rea metropolitana bolsesde pobreza, especialmente em Rosrio e em Villa Gobernador Glvez, constituindoassim uma realidade metropolitana heterognea e fragmentada, com desequilbriossocioeconmicos entre as diferentes partes.

Na rea Metropolitana de Rosrio a pouca capacidade de extenso do servio degua e esgoto tem sido um dos limitadores para a oferta de habitao social. Outrolimitador reside na dificuldade de articulao entre os diferentes nveis de poder paratratar de forma conjunta os problemas da rea metropolitana. A crise econmica

recente tambm significou uma forte retrao do financiamento privado para aaquisio habitacional, ampliando as solues realizadas informalmente.

Barcelona, como a maioria das grandes metrpoles, sofreu o problema dahabitao irregular, que se mostrou mais agudo nas dcadas de 50-60 quando ocrescimento demogrfico acelerou-se e nasceram inmeros bairros de barracas. Depois de quinze anos sem apresentar grandes variaes, nos ltimos 5 anos area Metropolitana de Barcelona voltou a crescer e tem 3.077.154 habitantes em 35Municpios, sendo 1.582.738 no ncleo central, Barcelona. A Catalunha possua em2001 um PIB per capita de cerca de 20 mil Euros, superior mdia espanhola, depouco mais de 16 mil Euros .

Observa-se um efeito de descentralizao da populao do centro metropolitano atsua coroa imediata, originado pelas migraes internas. Se por um lado, a populaoda rea Metropolitana de Barcelona - AMB se mantm estvel ao redor dos trsmilhes de habitantes, o conjunto da Regio Metropolitana de Barcelona RMB- aumentou em 3% sua populao no perodo de 1991-2001, aumento atribuvel aosmovimentos migratrios que se produziram no resto da RMB, ou segunda coronametropolitana, e que foram acompanhados de um forte ritmo de construoresidencial.

A partir de 1962, com o incio dos chamados Planos de Desenvolvimento, o Estadoespanhol passou por um perodo de crescimento econmico. A Prefeitura deBarcelona reativou o Patronato Municipal da Habitao enquanto que, em nvelfederal, se iniciavam os planos de absoro do barraquismo. A Comisso deUrbanismo de Barcelona desenvolveu muitos destes planos, em vrias fases entre osanos 1965-1972. A construo se realizou tanto em Barcelona, como em Municpiosda periferia atravs de uma atuao chamada UVA Unidades de Absoro deVizinhana. Ao final do perodo o Patronato Municipal da Habitao de Barcelonadeclarava o barraquismo erradicado da cidade. A questo atual a qualificaodessas extensas reas de conjuntos habitacionais.

O principal desafio poltica habitacional como um todo, presentemente, oenfrentamento do forte incremento de preos que o mercado imobilirio vempraticando. Houve um decrscimo do nmero de habitaes protegidas, o que afetaespecialmente os setores sociais com menores recursos. A anlise dos ltimos trsPlanos da Habitao, 1992-1995, 1996-1998 e 1998-2001, mostra um decrscimosucessivo do percentual de habitaes protegidas de aproximadamente 39%,21% e 10%, respectivamente. A legislao mais recente tem por foco assegurar

Barcelona


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Se atualmente, aps pouco mais de duas dcadas de ajuste econmico e retraodas polticas pblicas praticadas pelo Estado de Bem-Estar Social construdo naEuropa aps a Segunda Guerra Mundial, as cidades europias comeam a deparar-se com crescente processo de desigualdades sociais, com concentrao de renda epauperizao, e de dificuldade de acesso moradia por parcelas de sua populao,na Amrica Latina esse quadro muito mais severo.

Entre reas da cidade que se articulam aos circuitos globais, e se movem nessa esferade padres econmicos e culturais, e a massa popular que sobrevive margem doprocesso, num contexto visivelmente concentrador e excludente, h uma distnciato grande, que no h padro possvel de regras urbansticas, ambientais e deprocedimentos institucionais capaz de dar conta do conjunto. A informalidadecrescente a resposta que a sociedade vem encontrando.

Nessas condies, a funo de regularizao, que deveria ser apenas um expedienteadministrativo, complementar a uma poltica robusta de investimentos em habitao,acaba assumindo uma dimenso muito maior, como portal por onde milhares deexcludos passam em busca de alguma aquisio de direitos e do acesso cidade e cidadania.

A qualificao urbanstico-ambiental tem se mostrado como o primeiro passopara a reorganizao espacial, tanto das condies de infra-estrutura quanto dasremodelaes de espaos pblicos e reas verdes, promovendo a reorganizao daesfera pblica de consumo do espao, assim como o tratamento individual do lote eda habitao. Coloca-se assim, na perspectiva de acesso cidade e da aquisio dedireitos.

As duas realidades apresentadas por So Paulo e Rosrio demonstram primeiramenteuma escala bastante diferente do problema da habitao social, uma vez que So

Paulo caracteriza-se como uma metrpole de mais de 10 milhes de habitantes,enquanto a rea Metropolitana de Rosrio conta com pouco mais de 1 milhoe duzentos mil. Apesar das diferenas, as situaes que caracterizam o dficithabitacional nas duas cidades apresentam semelhanas importantes, o que aproximaas cidades quanto s caractersticas do problema estudado.

A Regio Metropolitana de So Paulo (RMSP), por seu porte, apresenta um dficithabitacional extremamente expressivo no contexto brasileiro, com uma estimativade cerca de 361 mil unidades, sendo que o fator mais significativo do dficithabitacional bsico na RMSP a coabitao familiar, atingindo 298.484 domiclios .

As situaes de inadequao habitacional dos domiclios particulares na RMSPindicam outro fator relevante onde a escala do crescimento informal da periferiametropolitana expressa pela situao de inadequao fundiria que afeta quasemetade dos domiclios de famlias na faixa de renda de at 3 salrios mnimos. Acarncia de infra-estrutura e de instalao sanitria prpria da ordem de 50%.J em Rosrio a irregularidade fundiria no se apresenta como caractersticapreponderante, ainda que na rea Metropolitana de Rosrio existam ocupaesilegais de terrenos, embora no costume ocorrer a ocupao ilegal de moradias. Asdificuldades de regularizao fundiria em Rosrio parecem estar mais relacionadas questo dos custos de tal processo, enquanto que no Brasil, tal situao corresponde,alm do aspecto econmico, a um conjunto de fatores mais complexos que envolvea estrutura fundiria e a distribuio de competncias entre os diferentes nveis degoverno.

Na rea Metropolitana de Rosrio, cerca de um tero das moradias (82.407 unidades,em nmeros absolutos) apresentam algum tipo de inadequao habitacional.

1. Especificidades na

Amrica Latina


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Desse total, 41,29% corresponde a moradias precrias com adensamento excessivo,sendo essa a situao mais grave . No entanto, a questo da oferta do servio degua e esgoto na AM de Rosrio merece destaque, uma vez que, ainda que osdados apresentem melhora, a oferta de tais servios caracteriza-se como o principalproblema de infraestrutura. Corroborou para tanto, o fato da privatizao do serviode gua e esgoto ter sido mal sucedida, tendo a concesso retornado aos cuidadosda Provncia. Alm do que, a capacidade de ampliao da cobertura dos servios

e sua qualidade tm sido comprometidas, no acompanhando a demanda que seapresenta.

Os cenrios atuais das duas cidades correspondem a processos de estruturao doespao urbano associados a dinmicas econmicas que desencadearam urbanizaointensa e constituio de periferias, com qualidade urbana muito baixa. So cidadesque podem ser caracterizadas como plos atrativos pela oferta mais intensa detrabalho em um determinado perodo, o que implicou em grande crescimento e naconstituio de contextos metropolitanos.

Em So Paulo, a expanso da economia local esteve diretamente relacionada industrializao do pas, o que desencadeou um processo de urbanizao intensa

ao mesmo tempo em que precria, enquanto componente necessrio e viabilizadorde tal expanso. O crescimento se deu a partir da formao de uma grande econtnua mancha urbana, com conurbao entre Municpios, consolidando a RegioMetropolitana, bem como um tipo de urbanizao de grandes contrastes entrea poro legal dotada de infra-estrutura e a ilegal com grandes precariedades ecarncias.

No caso de Rosrio, o perodo de crescimento econmico ligado atividadeporturia e posteriormente industrial, desde o sculo XIX e ao longo do sculo XX,proporcionou um fluxo de populao migrante que, em sua maioria conseguiuassentar-se apenas em precrias condies urbanas. A constituio da reametropolitana, no entanto, se deu mais em funo da estrutura viria, ferroviria e

rodoviria que da consolidao de uma mancha contnua como no caso da capitalpaulistana.

A Regio Metropolitana de So Paulo foi instituda no ano de 1973, sem que tenhasido criado, at hoje, um rgo institucional de governo metropolitano. No entanto,existe desde 1975 um rgo de planejamento, que elabora projetos e estudos epresta consultoria e assistncia tcnica, denominado Emplasa Empresa Paulista dePlanejamento Metropolitana SA. Em 1993 essa empresa desenvolveu entre outrostrabalhos o Plano Metropolitano da Grande So Paulo 1994/2010, sem, no entanto,dispor de capacidade de implementao.

Em nvel municipal, a aprovao do novo Plano Diretor Estratgico PDE, em 2002,configurou-se como um importante marco na agenda da poltica habitacional eurbana em So Paulo, contendo avanos significativos, principalmente no que dizrespeito ao sistema institucional e normativo, e ainda quanto s iniciativas referentes facilitao do processo de regularizao. No entanto, seus dispositivos carecemainda de procedimentos para a implementao.

Enquanto marco do processo de Planejamento em Rosrio, pode-se destacara elaborao em 1995 do Plan Estratgico Rosario, onde aparecia uma visometropolitana que somente foi melhor detalhada em 2004, com o Plan EstratgicoMetropolitano, que por sua vez props a formao do Conselho de Intendentes darea Metropolitana para o encaminhamento de questes sobre infra-estrutura eservios em comum. Entretanto, a questo metropolitana no tem sido encarada defato como prioridade na agenda local e provincial.


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Vale destacar o processo de descentralizao em ambas as cidades. Em So Paulo,houve em 2002 um passo decisivo quanto descentralizao administrativa, coma criao de 31 subprefeituras e de seus respectivos Planos Diretores Regionaisaprovados em 2004. Em Rosrio, os Centros Municipais de Distrito CMDs,materializaram a proposta de descentralizao posta em prtica desde 1995. Porm,a ampliao da autonomia municipal e o aprofundamento da descentralizao emRosrio encontramse limitados, uma vez que a regulamentao desse processo

por parte da Provncia de Santa F ainda no ocorreu, impedindo a possibilidadede aumentar a capacidade de arrecadao e de contrao de emprstimos peloMunicpio.

Do ponto de vista das estruturas vinculadas diretamente habitao de interessesocial, o momento atual para ambos os pases de reorganizao das estruturasde financiamento e tambm de debate sobre a utilizao dos recursos dos fundosnacionais: o FONAVI (Fundo Nacional de Habitao) na Argentina e o FNHIS(Fundo Nacional de Habitao de Interesse Social) no Brasil. Busca-se estabelecernovos patamares para o sistema de financiamento da poltica habitacional apartir de critrios mais especficos para cada demanda, ou seja, a priorizao doatendimento pblico para a demanda da populao de baixa renda (no Brasil

at 3 salrios mnimos) e ampliao da produo privada para a renda mdia. importante relembrar que o Estado de So Paulo contou desde 1989 com umacapacidade de gerao de recursos especificamente para o setor habitacional apartir da determinao da destinao de 1% do ICMS (Imposto sobre Circulao deMercadorias e Servios) arrecadado no Estado. Ainda que a efetividade e o impactoda aplicao desse recurso na reduo do dficit habitacional possam ser relativos,tal determinao uma exceo no cenrio brasileiro.

Um ponto importante e que pode contribuir sobremaneira para ampliar acapacidade de produo de novas unidades de habitao social em ambos oscontextos a disponibilizao de terra a custo baixo, assim como a disponibilizaode terra pblica para a produo em escala. Para tanto, a utilizao de instrumentos

urbansticos que possam viabilizar a funo social da propriedade torna-se umanecessidade, assim como se faz necessria a viabilizao de formas de apropriaopblica das mais valias urbanas decorrentes do investimento pblico e dodesenvolvimento urbano, como por exemplo, atravs da cobrana de contribuiode melhorias ou da outorga onerosa do direito de construir, conforme legislaopaulistana.

Essas e outras aes indicam a premente necessidade de explicitao de atribuiese articulao das diferentes esferas de governo e reas setoriais para a ao, de formaa combater a fragmentao das polticas e mesmo viabilizar a atuao na escalametropolitana. Alm disso, a articulao com a sociedade civil tambm tem semostrado importante para a viabilizao de solues mais adequadas aos problemasapresentados. No caso de Rosrio, relevante a continuidade administrativa dogoverno municipal de mais de duas dcadas (1995-2007), o que tem representadoo aprofundamento dos processos de planejamento, de participao social e deadequao dos programas implementados no sentido de articulao entre diferentesreas, em especial no campo das polticas sociais.

No caso de So Paulo, apesar de existir uma certa consolidao quanto smodalidades de programas para os diferentes tipos de carncias e necessidadeshabitacionais, sua continuidade e intensidade historicamente varivel conformemudam as administraes municipais.

Por outro lado, nas duas cidades a opo por programas de urbanizao deassentamentos irregulares, priorizando a permanncia da populao na rea e aexecuo de infra-estrutura mnima necessria (unidades sanitrias, ligaes redecoletora de esgoto e rede de guas pluviais, por exemplo), so programas assumidosenquanto poltica pblica.


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De qualquer forma, frente dimenso da demanda, evidente que a construode novas unidades urgente. No entanto, so indispensveis medidas estratgicasque ambas as cidades tm em seus planos ou programas e que, se implementados,podem contribuir positivamente. Contam-se entre elas: programas de assistnciatcnica para a preveno de riscos; aplicao de instrumentos urbansticos paraviabilizar a utilizao dos imveis vazios, terrenos subutilizados; induo da habitao

nas reas consolidadas, mais centrais, como alternativa expanso perifrica; oreconhecimento da regularizao fundiria como elemento fundamental da polticaurbana atravs de aes especficas para garantir a segurana na posse.

Desta forma, possvel dizer que a partir do confronto das situaes apresentadas,as cidades de Rosrio e So Paulo compartilham desafios caractersticos da realidadelatinoamericana, onde a questo habitacional decisiva para contribuir para adiminuio das desigualdades sociais. A moradia assume nesses pases no s acondio de abrigo, mas a possibilidade de insero no meio urbano e acesso aomercado de trabalho e a bens de consumo coletivo.

Os dois casos europeus descritos neste trabalho aproximam-se em muitas questesrelativas ao acesso ao solo e habitao social, no entanto, vale a pena destacaralgumas caractersticas gerais que diferenciam os casos.

A populao da aglomerao urbana em que se situa Barcelona significativamentesuperior, com mais de 4 milhes de habitantes, enquanto a Regio da Toscanacomo um todo, pouco supera os 3,5 milhes. A sua maior conurbao de nvelmetropolitano, a regio da Fiorentina (que tem como ncleo a cidade de Florena),conta com menos de 1 milho de habitantes.

As duas regies comparadas se assemelham quanto ao destaque que exercem nocenrio econmico de seus respectivos pases. Barcelona a capital da Catalunha,

regio que mais contribui, tanto em nmeros relativos como absolutos, com o PIBespanhol e se situa muito prximo mdia do PIB per capita europeu, enquanto amaior parte da Espanha est abaixo da mdia da Unio Europia. Da mesma maneira,a regio da Toscana se situa acima da renda per capita mdia da Itlia e tambmacima da mdia europia.

Nos casos estudados, detectou-se a ocorrncia de caractersticas comuns sobre aconstituio da demanda, sobretudo de baixa renda, com dificuldades de acesso habitao, destacando-se a populao de imigrantes e de idosos. A previso docontnuo envelhecimento das populaes comum em ambas as regies e permitesupor o crescimento desta demanda, o que aponta para a necessidade de umaestratgia especfica para garantir o acesso habitao para este segmento.

No caso dos imigrantes, mais imprevisvel a sua dinmica de crescimento, e aspolticas habitacionais atuais tm dificuldades em incorpor-los como beneficiriosdos produtos habitacionais produzidos. Resta tambm a considerao de que osimples acesso moradia aos imigrantes no suficiente para resolver problemasmais abrangentes, como a coeso social e integrao econmica destas populaes.No entanto, no h dvida de que a garantia moradia digna um dos direitossociais que mais contribuem fixao desta populao e a sua integrao sociedade.

A maneira como se estrutura a questo do acesso habitao tanto em Barcelonacomo na Toscana bastante semelhante. O modo como historicamente foi tratada,tambm permite estabelecer paralelos. No ps-guerra europeu se produziu grandequantidade de habitaes nas duas regies, sendo que o enfrentamento diretoao problema do dficit quantitativo existente foi resolvido atravs da construo

2. Especificidades na Europa


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massiva de habitaes sociais, geralmente sob a forma de grandes conjuntoshabitacionais.

A rigidez deste tipo de interveno - construo de conjuntos habitacionais -,comum aos dois casos, evidentemente com as diferenas e peculiaridades de cadaregio, especialmente devido escala das construes, teve como efeito sobreo espao urbano o aparecimento de reas monofuncionais, de pouca qualidade

urbana. A escala urbana de maiores propores da capital catal determinou que aconstruo destes conjuntos ocorresse em reas perifricas, enquanto na Toscana foipossvel integr-los cidadede maneira mais favorvel.

No caso de Barcelona houve um efeito adicional, no percebido na Toscana, que foio surgimento de alguns barrios marginales que no foram erradicados pelas polticaspblicas produzidas durante a ditadura franquista, pois se considerava que tinhamcondies mnimas de habitabilidade e que permaneceram at os dias hoje comoreas perifricas de pouca qualidade urbana.

Tanto nos conjuntos habitacionais de ambos os casos, como nos barrios marginales

de Barcelona, a deficiente qualidade do hbitat, considerada inadequada ao usohabitacional, configura-se atualmente como dficit habitacional do ponto de vistaqualitativo, sobre o qual atua significativa parcela das polticas habitacionais.

Equacionado o problema do dficit quantitativo, as polticas habitacionais, tanto emBarcelona como na Toscana, passaram a dedicar-se sobretudo a resolver o dficitqualitativo, mais especificamente: promover remodelaes tanto no patrimnioedificado quanto nos espaos pblicos e construo de equipamentos sociais, como objetivo de melhorar as condies de vida das populaes moradoras. Nos dizeresdo Diagnstico de Barcelona, tratou-se de se dignificar as reas centrais precrias ede se monumentalizar a periferia .

A presena de moradias subsidiadas em reas de novas urbanizaes ou emremodelaes de reas urbanas subutilizadas tem sido facilitada atravs da obtenode solo pblico, conseguido com as cesses obrigatrias nas intervenes urbanas.No caso de Barcelona, os Planos Parciais exigem a cesso obrigatria de 20% dosolo para a construo de habitao subsidiada, em casos de novas urbanizaes.De maneira semelhante, est em andamento em Florena pelo menos um grandeprojeto de remodelao de estruturas urbanas, onde se prev a recuperao demoradias e construo de novas unidades de habitao social. Com recursosprovenientes da Unio Europia e com parcerias com empresas privadas, a Regiode Toscana est investindo na requalificao da periferia de Firenze - distrito LePiagge -, de maneira integrada poltica urbana regional . Trata-se da construo deum parque urbano linear com vrias intervenes pontuais, articulando a questourbana com a ambiental.

Trata-se, na prtica, em ambas as cidades, da realizao de projetos urbanos parapartes da cidade. So fragmentos urbanos, em que se promove a mistura de funes(no se trata apenas da habitao e infra-estrutura urbana). Esse tipo de propostabusca compreender a complexidade da cidade consolidada e incluir a periferia nasua dinmica. Busca portanto integrar a produo habitacional com a dinmicaqualificao urbana.

Embora tambm considerem positiva a obteno de solo pblico atravs de projetosde intensificao do uso do solo urbano (renovaes urbanas), como no caso do PERIde Ciutat Vella, o Diagnstico de Barcelona avalia que em muitas das intervenesurbanas ocorridas, esta atividade no foi acompanhada de uma poltica igualmenteativa no mbito da habitao. A produo pblica de habitao, nestes casos, serviude modelo quanto qualidade, mas foi pouco expressiva quantitativamente. A


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habitao pblica foi suficiente apenas para realojar os afetados pelas atuaesurbansticas (ou seja, para possibilit-las), mas no conseguiu mudar as dinmicasresidenciais nas reas.

Uma outra caracterstica comum aos casos analisados refere-se orientaopblica sobre o funcionamento espontneo do mercado imobilirio privado. Coma finalidade de induzir a atividade do mercado para atender s necessidades da

coletividade, tm sido implementadas polticas que buscam ampliar as condiesde acesso ao solo e habitao aos setores mdios da sociedade. Com parte dademanda sendo atendida pelo mercado privado, as administraes pblicas podemconcentrar o atendimento habitacional direto s famlias sem condies de acesso moradia por seus prprios meios. Historicamente este modelo privilegiava, no casodas classes mdias, modelos de poltica baseados na aquisio da propriedade dacasa.

No entanto, atualmente identificam na formao de um mercado de aluguis amaneira mais apropriada de se garantir o acesso moradia das faixas inferiores darenda mdia. Entre as estratgias de interveno para atender a esta populaodestaca-se o fomento ao mercado privado de aluguis, para que este viabilize

locaes para famlias sem capacidade de aquisio do imvel, possibilitandoassim a soluo de parcela do problema habitacional pelo mercado privado,sem que haja gasto pblico. Pelo menos no caso da Toscana, h ainda uma outramodalidade de atuao pblica sobre o mercado de aluguis, que o apoio renda das famlias locatrias, que atravs de um fundo pblico destina recursos sfamlias com dificuldade econmica, para auxili-las no pagamento do aluguel. Osdestinatrios potenciais de tal interveno so representantes dos ncleos familiarescom rendimento insuficiente para obter a propriedade da habitao residencial nomercado privado, mas com rendimento elevado para obter a concesso de umaunidade habitacional subsidiada em edificao pblica.

No entanto, o prprio Diagnstico produzido pela Toscana expe uma possvel

contradio genericamente apontada para as intervenes deste tipo, como o riscode que o auxlio, ao permitir que as famlias consigam manter o pagamento dosaluguis, produza impactos sobre os nveis de oferta e conseqente elevao dospreos, cuja contenso deveria ser o objetivo da interveno pblica. Ao contrrio,consente, e s vezes incentiva, a manuteno dos aluguis em um nvel elevado.

Se as transformaes do capitalismo no final do sculo XX pautaram o tema dacidade competitiva, muitas delas comearam a empreender investimentos queprivilegiassem a visibilidade, o marketing e a produo de obras e equipamentosatraentes ao capital internacional, o que se observa hoje que a qualidade doambiente urbano depende mais que tudo que seja adequadamente equacionado oassentamento do conjunto de sua populao de modo sustentvel e garantindo afuncionalidade urbana.

Tendo por referncia o desafio que para a Poltica Urbana o acesso ao solo e habitao social e os casos europeus e latino-americanos observados, foi possvelrealizar algumas importantes aproximaes, assim como identificar diferenas nosaspectos econmico, histrico e social, no tamanho e qualidade do dficit e nasprincipais polticas pblicas praticadas com relao ao tema.

Primeiramente necessrio lembrar que a situao demogrfica nos casos estudadosapresenta significativas variaes, com reflexos sobre a demanda por novasmoradias. A Toscana destaca-se por apresentar taxa de crescimento negativo, comsignificativas perdas de populao. Barcelona tem se mantido com uma taxa decrescimento estvel em que a reduo compensada pela chegada de imigrantes.J Rosrio e So Paulo possuem taxas de crescimento positivo, ainda que em nveis

3. Buscando uma sntese


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inferiores ao verificado em dcadas anteriores. Em So Paulo, no entanto, deve-sedestacar que o crescimento populacional ocorre sobretudo em reas favelizadas eem loteamentos irregulares, muitas vezes sobre reas frgeis ambientalmente, comoo caso das ocupaes nos mananciais da cidade. O que se evidencia, no entanto,de modo comum em todas as cidades e de modo enftico nas latino-americanas eespecialmente em So Paulo o esvaziamento do centro em termos de populaoresidente e a forte expanso em reas perifricas, sem infra-estrutura.

As cidades de Rosrio e So Paulo caracterizam-se por possurem um significativodficit habitacional quantitativo e qualitativo, este ltimo decorrente da precariedadehabitacional, do adensamento excessivo ou da coabitao familiar, indicandoa necessidade de novas unidades habitacionais e melhoria das existentes,particularmente no que se refere infra-estrutura e condies fundirias.

Por outro lado, em Barcelona e na Toscana, tendo equacionado o problema do dficitquantitativo, as polticas habitacionais de ambos os casos passaram a dedicar-sesobretudo a resolver o dficit qualitativo, com o objetivo de melhorar as condiesde vida das populaes moradoras de reas degradas, conjuntos habitacionais oumesmo reas perifricas de pouca qualidade urbana.

Em So Paulo, a questo da irregularidade fundiria representa significativa parcela dainadequao habitacional. Favelas e loteamentos irregulares h muito so refernciasconstantes na histria e na paisagem da cidade. As estratgias governamentaisde interveno nesses assentamentos, ao contrrio, variaram bastante ao longodeste ltimo sculo. Alternaram-se medidas de remoo de favelas mais centraispara reas perifricas cidade com o mero desconhecimento da existncia dessesassentamentos, tornando-os invisveis aos olhos da lei e das polticas pblicas.Relativamente aos loteamentos houve aes administrativas de regularizaoiniciadas no final dos anos 70. A partir da dcada de 1980, um conjunto de demandaspopulares colocou para a agenda pblica das administraes locais, a necessidadedo reconhecimento formal dos assentamentos populares, e da sua integrao

ao restante da cidade mediante processos de urbanizao e de regularizao deposse da terra em favor dos moradores. Teve incio ento, no pas, um perodo dealteraes no conceito do direito propriedade, que resultou na inscrio da funosocial da propriedade na Constituio, que incluiu tambm o direito moradia entreos direitos sociais constitucionalmente institudos. Em 2001, o Estatuto da Cidaderegulamentou os instrumentos para promoo da funo social da propriedade eda garantia de posse. No entanto, o processo caminha lentamente e com muitasdificuldades na esfera jurdica e na disponibilidade de recursos. Na cidade de Rosrio,a irregularidade fundiria no se apresenta com a mesma expresso, ainda que emsua rea metropolitana existam ocupaes ilegais de terrenos.

No entanto os anos recentes, de crise econmica, presenciaram o surgimento deocupaes muito precrias em reas pblicas nos interstcios do tecido urbano daprpria cidade central, Rosrio. Em Barcelona, alguns bairros marginais possuamprecariedade na titulao da terra, alm de apresentarem irregularidade do ponto devista urbanstico, e hoje so objeto de interveno de polticas pblicas, no apenashabitacionais e urbanas, mas tambm de assistncia social. Na regio da Toscana esteproblema no foi mencionado.

Outro fator de grande importncia o diferenciado papel desempenhado pelomercado imobilirio privado na promoo da habitao em cada caso. Enquantoo mercado, nas cidades europias atende grande maioria da demanda, emSo Paulo, o mercado formal atinge uma parcela muito pequena. O aumento dacapacidade de promoo de empreendimentos que ampliem o acesso da classemdia como forma de diminuir a presso sobre recursos e financiamento pblicopara que esse se concentre de fato nas faixas de renda mais baixas imprescindvelpara a produo em escala no Brasil e na Argentina. Ainda assim os subsdios so


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necessrios para parte da demanda na Amrica Latina, fundamentais para umaampla faixa da populao. No caso europeu a participao do mercado parece cobrirmaior espectro de faixas de renda em funo da capacidade de pagamento maishomognea e em longo prazo.

Em qualquer dos casos a questo sobre como evitar que a maior oferta definanciamento a longo prazo (ampliando portanto a faixa de consumidores com

capacidade econmica de acesso) e o investimento pblico (sob forma de subsdios)impliquem principalmente num aumento de preos (particularmente pela parcelacorrespondente ao custo da terra) em lugar de maior oferta e ampliao do acesso.

A produo de aluguel social vista como alternativa a demandas especficas, porexemplo, idosos e imigrantes como ressaltado nos casos europeus, mas tambmse apresenta como uma alternativa a situao latino americana uma vez que parteda demanda por habitao est em faixas de rendimento totalmente insuficientepara qualquer tipo de pagamento para a aquisio da moradia, alm de servir comoalternativa em casos temporrios.

De uma forma geral as diferenas histricas entre Europa e Amrica Latina

demonstram que a escala e as situaes do problema do acesso ao solo e ahabitao social so muito distintas. Na Amrica Latina a questo maior e estrutural.Assim, considerando-se ainda o impacto que o processo de globalizao impe scidades e s pessoas, seja atravs da limitao da ao do Estado ou da precarizaodas condies de trabalho, o cenrio que se apresenta requer transformaesestruturais, alm das necessrias aes na esfera local. A relevncia dessa aolocal, no entanto, fica evidente no caso de Rosrio que, em meio a um perodo decrise nacional na Argentina, conseguiu no perodo 1992-2001 reduzir o nmerode domiclios com N.B.I (Necessidades Bsicas Insatisfeitas) e com adensamentoexcessivo, conforme aponta o Censo de 2001.

O entendimento de que a cidade e a propriedade devem cumprir uma funo social

indispensvel enquanto princpio em todos os casos e necessrio para orientara conduo das polticas pblicas urbanas e dos interesses privados. Isso significatambm o reconhecimento da moradia dentre os direitos humanos, ou seja, apoltica de habitao entendida como poltica social e econmica com explcitocarter redistributivo.

Nesses termos, a existncia de um considervel parque de imveis nodisponibilizados moradia, como na Espanha, a segunda residncia e imveis deturismo fechados em grande parte do ano e, no caso de So Paulo, imveis vazios eabandonados em reas centrais, aponta uma situao polmica.

relevante tambm mencionar a importncia de se respeitar a diversidade social ecultural de cada lugar, rejeitando-se a adoo de modelos que se aplicam a qualquerpas, indistintamente, o que exige, entre outras coisas, uma mudana na lgica deoperao das agncias multilaterais de financiamento atravs de seus programasamplamente presentes no continente latino-americano bem como das prpriasinstncias de governo. Ainda assim, questes como a flexibilizao de conceitosquanto regularidade do imvel e da terra necessria para a facilitao daaprovao de financiamentos que podem gerar grandes impactos positivos para aimplementao de solues mais adequadas s situaes existentes.

Dentre as prticas observadas, alguns destaques devem ser mencionados: no Brasil econseqentemente em So Paulo, o procedimento do clculo do dficit habitacionalem termos numricos muito relevante, j que permite aferir uma dimenso dosrecursos que faltam para seu enfrentamento. Rosrio relativiza mais a questo, aotrabalhar com situaes de deficincia. Enquanto em So Paulo se dispe de umrecurso amplo e barato de financiamento de mbito nacional, que a poupana


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compulsria representada pelo Fundo de Garantia de Tempo de Servio, Rosriotem tirado proveito de uma longa continuidade administrativa local relativamente spolticas pblicas.

Barcelona e Toscana tm um atendimento da demanda pelo mercado de umamaneira bastante ampla. Dispem de consistentes instrumentos de induo eregulao desse mercado, aplicando vrias formas para garantir a destinao de

parte da produo habitao social. Contam com frmulas que obrigam, nos novosempreendimentos, a reserva de determinada parcela das unidades (da ordem de20%, no caso de Barcelona) como habitao protegida, promovendo a diversidadesocial. Barcelona tem como perspectiva de que, num prazo de 20 anos, 15% dasmoradias existentes sejam destinadas s polticas sociais. Para promover essesobjetivos, Barcelona recorre mais regulao urbanstica, como um todo, Toscanamais edilcia especfica habitao.

Algo que chama a ateno de modo enftico o quadro legal em cada um doscontinentes. Enquanto a legislao nas cidades europias parece corresponder scondies reais da sociedade, sendo por isso respeitada, na Amrica Latina no hessa correspondncia, o que, associado insuficincia de programas habitacionais

leva ampla prtica da informalidade como nica condio de acesso cidadepara grande parcela da populao. O tema da regularizao ou da flexibilizao danorma no algo levantado nas condies europias. Mostra-se difcil aos europeuscompreenderem tal necessidade, tanto quanto a condio de leis que no pegam.

Outro tpico interessante, colocado no diagnstico da Toscana a insero dosobjetivos e instrumentos das polticas habitacionais dentre as estratgias dedesenvolvimento e de gesto dos sistemas econmicos locais.

Por fim, cabe observar que a dupla natureza da casa - sua funo social, como usohabitacional, e a reserva de valor econmico que representa, o que a torna objetode investimento e passvel de sofrer processos especulativos, que torna o acesso

habitao um aspecto prioritrio e ao mesmo tempo to desafiador e complexo nasestratgias das polticas pblicas. sempre entre esta dupla natureza que condicionao andamento dos preos e das negociaes no mercado imobilirio e na ofertapblica, que so as variveis mais determinantes para as condies de acesso ao soloe habitao social nas cidades estudadas.

Ainda que haja, mesmo mesmo para as cidades da Amrica Latina, uma certaconsolidao quanto ao escopo de programas e propostas necessrias em termosde alternativas de acesso moradia, a imensa defasagem entre a necessidade ea disponibilidade de de alternativas para a maioria da populao, faz com que aefetividade dos programas e aes dependam sobremaneira das prioridades eorientaes de cada gesto.

Assim, necessrio um olhar mais focado a experincias municipais de governanaurbana que buscaram avanar novas possibilidades, mesmo dentro das limitaesda ao do Estado nessa esfera e mesmo dentro de um contexto de economiasnacionais dependentes, que se inserem de forma subordinada na economia global,como o caso da Amrica Latina.

O perodo moderno estabeleceu, enquanto planejamento, um padro racionalistae funcionalista, com modelos arquitetnicos e urbanos conceitualmenteuniversalizantes. Na Amrica Latina, no final do sculo XX, prevalecem governosautoritrios que reforam formas centralizadas de planejamento e deciso. O finaldesses governos, mais a adoo de ampla desregulamentao e a globalizao docapital, pautaram-se novas propostas de planejamento: de um lado o conceito dePlanejamento Estratgico de Cidades, em resposta busca por competitividade e de

4. Amrica Latina: acesso

Habitao, Poltica Urbanae Governana


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outro, projetos de gesto participativa, atendendo aos anseios de democratizao,descentralizao e transparncia na poltica, gestados na Amrica Latina no bojo dosmovimentos por democratizao dos regimes autoritrios de ento.

Entre essa duas vertentes configurou-se o novo conceito de Planejamento e dePoltica Urbana, em que as diferentes formas de equacionamento acabam porrepresentar a expresso de projetos poltico-ideolgicos antagnicos.

Num ou noutro sentido, foram formas de respostas dos municpios mingua derecursos dos governos nacionais em investimentos urbanos, no quadro de cortes dosgastos pblicos em funo dos planos de ajustes econmicos.

Assim, a maneira de lidar com a contraposio colocada no final do sculo XX Poltica Urbana, entre a competitividade e a gesto participativa levou a que diversascidades na Amrica Latina buscassem no limitado campo de suas atribuiesconstruir alternativas que fossem alm e propiciassem a melhoria das condies doconjunto social e consequentemente um desenvolvimento mais sustentvel e umainsero econmica menos fragilizada e dependente.

No Brasil foram vrios exemplos: Porto Alegre, Santos, Santo Andr, Diadema, Niteri,Belo Horizonte, Belm, entre outras . Na Argentina paradigmtico o caso de Rosario;no Uruguai, o de Montevidu.

So projetos que buscaram fomentar novas perspectivas de planejamento e dePoltica Urbana que propiciassem transformao na lgica de organizao, decisoe planejamento dos governos municipais reduzindo o processo de reproduono espao urbano das desigualdades scio-econmicas e de oportunidades.Entre os princpios que adotaram

vivienda recuperada previ

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