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60 Virología y Sociedad LA BURBUJA DEL MEDICAMENTO Rosario Sabariegos y Antonio Mas MÁS ALLÁ DE LA VIROLOGÍA Virología | Volumen 18 - Número 3/2015 “Todo necio confunde valor y precio” “Toda persona tiene derecho a […] la salud […]” (Antonio Machado, 1875-1939) (Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948) S i tuviéramos que definir cuáles son los medicamentos más importantes, estaríamos de acuerdo en que son aquellos que sal- van la vida de las personas. Existe una lista de medicamentos esenciales (aprobada por la OMS) formada por los que cubren las necesidades de atención de salud prioritarias de la población. El estar incluido en esta lista supone “estar disponible en todo momento, en cantidades suficientes, en las formas farmacéuticas apropia- das, con una calidad garantizada, y a un precio asequible para las personas y para la comunidad” [1] . Desde mayo de este año varios tratamientos frente al virus de la hepatitis C (VHC) han pasado a formar parte de este listado, entre ellos el sofosbuvir. Que en África carecen de los medi- camentos esenciales no es una nove- dad. Lo que sí llama la atención es que en España haya medicamentos esenciales, como este, que no sean accesibles a todo el mundo. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí? En el año 2011, Gilead compró Pharmasset por 11 000 millones de dólares. Esta pequeña empresa, fun- dada por Raymond Schinazzi en 1998, descubrió el sofosbuvir. A comienzos del año 2014 comenzó la comercialización de este fármaco bajo el nombre de Sovaldi®. En EE.UU., el fármaco salió al mercado a un precio de 84 000 $ el trata- miento (unos 1 000 $ la pastilla). En España, tras las negociaciones opacas del gobierno con la empresa, se van a pagar 25 000 euros por cada trata- miento [2] . En nuestro país se estima que mueren unas diez personas al día a causa de este virus. Según el plan estratégico contra la hepatitis C [3] : “Serán tratados con los fármacos de última generación todos los pacien- tes con fibrosis en grado F4, F3 y F2”. Sin embargo, el plan, que lleva fun- cionando desde abril de este año, tiene todavía lagunas de procedi- miento importantes [4] . ¿Es justo el precio fijado por la farma- céutica? ¿Cuál es su valor real? En EE.UU., el Senado ha abierto una investigación sobre el precio del medicamento [5] . En la carta que diri- gen a Gilead dicen: “Para que el mer- cado funcione correctamente debe ser competitivo, justo y transparente. No está claro cómo Gilead llegó a fijar el precio para el Sovaldi®. El precio parece mayor que el esperado teniendo en cuenta el coste del desa- rrollo, la producción y los descuentos ofrecidos a otros países”. No parece ético imponer un precio a cada país en función de su PIB. Además, en dicha carta se especifica que Pharmasset atribuyó a la investiga- ción y desarrollo unos costes de 176,7 millones de dólares durante los años fiscales de 2009, 2010 y 2011 en su declaración financiera anual. De este total, tan solo 62,4 millones de dóla- res se debían al desarrollo del sofosbu- vir. Si en EE.UU. se tratara a los tres millones de portadores del virus a los precios actuales, la compañía ingresa- ría 250 000 millones de dólares [6] . Por otro lado, no sabemos qué nos sor- prende más, que el Estado pida cuen- tas a la farmacéutica o que se haga de una manera tan transparente que nos permita leer la carta del Comitte on Finance del Senado estadounidense [5] . En todo caso, nos satisface que el Senado sea tan útil en EE.UU. ¿Por qué no se fabrica el sofosvubir como un genérico más? Porque tiene una patente que da a la empresa far- macéutica el monopolio de su fabrica- ción. Y aquí es donde aparece una ONG como Médicos del Mundo que, en febrero de este año, presentó una oposición a la patente [7] . Este es un recurso legal en el que se cuestiona la legalidad de la patente. "Es la primera vez que en Europa se usa este arma legal por parte de una ONG para mejorar el acceso a los medicamentos […] Gilead tiene muchas aplicaciones pendientes de patentar en Europa que se relacionan con el sofosbuvir, aun- que hasta ahora tan solo la patente del sofosbuvir ha sido otorgada por la Ofi- cina Europea de Patentes. Por tanto, incluso si esta batalla legal se ganara, no está claro que se pudieran producir versiones genéricas del sofosbuvir”. Lo que pretende Médicos del Mundo es llamar la atención de los ciudadanos sobre el debate que se debe abrir

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Virología y SociedadLA BURBUJA DEL MEDICAMENTO

Rosario Sabariegos y Antonio Mas�MÁS ALLÁ DE LA VIROLOGÍA�

Virología |Volumen 18 - Número 3/2015

“Todo necio confunde valor y precio” “Toda persona tiene derecho a […] la salud […]”(Antonio Machado, 1875-1939) (Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948)

Si tuviéramos que definir cuálesson los medicamentos másimportantes, estaríamos de

acuerdo en que son aquellos que sal-van la vida de las personas. Existeuna lista de medicamentos esenciales(aprobada por la OMS) formada porlos que cubren las necesidades deatención de salud prioritarias de lapoblación. El estar incluido en estalista supone “estar disponible en todomomento, en cantidades suficientes,en las formas farmacéuticas apropia-das, con una calidad garantizada, y aun precio asequible para las personasy para la comunidad”[1]. Desde mayode este año varios tratamientos frenteal virus de la hepatitis C (VHC) hanpasado a formar parte de este listado,entre ellos el sofosbuvir.

Que en África carecen de los medi-camentos esenciales no es una nove-dad. Lo que sí llama la atención esque en España haya medicamentosesenciales, como este, que no seanaccesibles a todo el mundo. ¿Cómo seha llegado hasta aquí?

En el año 2011, Gilead compróPharmasset por 11 000 millones dedólares. Esta pequeña empresa, fun-dada por Raymond Schinazzi en1998, descubrió el sofosbuvir. Acomienzos del año 2014 comenzó lacomercialización de este fármacobajo el nombre de Sovaldi®. EnEE.UU., el fármaco salió al mercadoa un precio de 84 000 $ el trata-

miento (unos 1000 $ la pastilla). EnEspaña, tras las negociaciones opacasdel gobierno con la empresa, se van apagar 25 000 euros por cada trata-miento[2]. En nuestro país se estimaque mueren unas diez personas al díaa causa de este virus. Según el planestratégico contra la hepatitis C[3]:“Serán tratados con los fármacos deúltima generación todos los pacien-tes con fibrosis en grado F4, F3 y F2”.Sin embargo, el plan, que lleva fun-cionando desde abril de este año,tiene todavía lagunas de procedi-miento importantes[4].

¿Es justo el precio fijado por la farma-céutica? ¿Cuál es su valor real? EnEE.UU., el Senado ha abierto unainvestigación sobre el precio delmedicamento[5]. En la carta que diri-gen a Gilead dicen: “Para que el mer-cado funcione correctamente debe sercompetitivo, justo y transparente. Noestá claro cómo Gilead llegó a fijar elprecio para el Sovaldi®. El precioparece mayor que el esperadoteniendo en cuenta el coste del desa-rrollo, la producción y los descuentosofrecidos a otros países”. No pareceético imponer un precio a cada paísen función de su PIB. Además, endicha carta se especifica quePharmasset atribuyó a la investiga-ción y desarrollo unos costes de 176,7millones de dólares durante los añosfiscales de 2009, 2010 y 2011 en sudeclaración financiera anual. De estetotal, tan solo 62,4 millones de dóla-

res se debían al desarrollo del sofosbu-vir. Si en EE.UU. se tratara a los tresmillones de portadores del virus a losprecios actuales, la compañía ingresa-ría 250000 millones de dólares[6]. Porotro lado, no sabemos qué nos sor-prende más, que el Estado pida cuen-tas a la farmacéutica o que se haga deuna manera tan transparente que nospermita leer la carta del Comitte onFinance del Senado estadounidense[5].En todo caso, nos satisface que elSenado sea tan útil en EE.UU.

¿Por qué no se fabrica el sofosvubircomo un genérico más? Porque tieneuna patente que da a la empresa far-macéutica el monopolio de su fabrica-ción. Y aquí es donde aparece unaONG como Médicos del Mundo que,en febrero de este año, presentó unaoposición a la patente[7]. Este es unrecurso legal en el que se cuestiona lalegalidad de la patente. "Es la primeravez que en Europa se usa este armalegal por parte de una ONG paramejorar el acceso a los medicamentos[…] Gilead tiene muchas aplicacionespendientes de patentar en Europa quese relacionan con el sofosbuvir, aun-que hasta ahora tan solo la patente delsofosbuvir ha sido otorgada por la Ofi-cina Europea de Patentes. Por tanto,incluso si esta batalla legal se ganara,no está claro que se pudieran producirversiones genéricas del sofosbuvir”. Loque pretende Médicos del Mundo esllamar la atención de los ciudadanossobre el debate que se debe abrir

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MÁS ALLA DE LA VIROLOGÍA LA BURBUJA DEL MEDICAMENTO �

Virología |Volumen 18 - Número 3/2015

Virología y Sociedad

acerca de la sostenibilidad de nuestrossistemas de salud y, concretamente,sobre la equidad en el acceso a losmedicamentos. El sistema de patentesse ideó en un principio para recom-pensar inversiones que traen nuevasinvenciones. Lo que denuncia estaONG es que, si la esencia de este sis-tema se pervierte, si se permitenpatentes abusivas, se matará la inno-vación. Consideran esta patente abu-siva porque “Pharmasset/Gileadpervirtió el sistema genuino de paten-tes al patentar miles de moléculas conla perspectiva de una eficiencia tera-péutica potencial basada en la prác-tica común de la ciencia. Esasasunciones obstaculizan a otros inves-tigadores para desarrollar medicamen-tos complementarios y potencial-mente más innovadores “[8].

Desde Farmamundi, una ONG sani-taria de nuestro país, se transmitió alos grupos parlamentarios una serie depreguntas cuando se estaba trami-tando en el Congreso la Ley de Paten-tes (16 de abril de 2015). “¿Es lo

mismo patentar un fármaco que evitael cáncer de hígado que patentar unbolígrafo convertible en paraguas? Oaún más: ¿es lo mismo patentar unmedicamento que salva vidas queotro para la disfunción eréctil? Cree-mos que no. Los legisladores debenpor ello dar un enfoque social a estaley que permita un trato diferenciadoa productos, como los medicamentos,que salvan vidas”—Xosé MaríaTorres Bouza, portavoz de Farma-mundi en materia de patentes[9].

Los gobernantes han deresolver este dilema entre elderecho a la vida de aquellosque representan y los dere-chos de las farmacéuticas. Sedebe abrir un gran debatenacional, europeo, mundial,sobre el acceso a los medica-mentos esenciales. El sofos-buvir es tan solo un casoparadigmático, habrá más enel futuro. Hay que exigir unatransparencia total a las far-macéuticas en cuanto a los

gastos de investigación y desarrollo.Hay que cuantificar y hacer valer todala investigación financiada por fondosestatales de la que se aprovechan estasempresas. Y todo esto para establecerun precio asumible por los sectorespúblico y privado de la sociedad.

¿Se acuerdan del programa televi-sivo de “El Precio Justo”? Se abre unescaparate, la característica voz deJoaquín Prat nos presenta un frascode Sovaldi®. ¿Cuál es su preciojusto? Ahora el premio es la vida.

[1] “Farmamundi pide a la OMS que incluya los antihepatíticos en supróxima lista de medicamentos esenciales”. Farmamundi, Área decomunicación, 16/4/2015.

[2]Mariola Lourido: “El oscurantismo del Gobierno y de Gilead sobre elfármaco que cura la hepatitis C”. Cadena SER, Sociedad,13/1/2015.

[3] Nota de Prensa: “Los pacientes de hepatitis C serán tratados con losnuevos medicamentos de acuerdo con los criterios del PlanEstratégico”. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,26/2/2015.

[4] José María López Alemany: “No sabemos cómo hay que pasar lasfacturas de la hepatitis C a Hacienda”. Diario Farma, 5/7/2015.

[5] Carta del Senado de los EE.UU. a Gilead Sciences Inc., 11/7/2014.[6] Brennan, T. y Shrank, W. (2014). “New Expensive Treatments forHepatitis C Infection”. JAMA 312: 593-594.

[7] Presentación del escrito de oposición de Médicos del Mundo a lapatente europea EP2203462-B.

[8] Doctors of the World - Médecins du Monde (MdM) opposes thepatent on sofosbuvir: “Hepatitis C: scourge, remedy and scandal”.

[9] Xosé María Torres Bouza: “La Hepatitis C y la nueva ley depatentes”. EL PAÍS, Opinión, 5/3/2015.

REFERENCIAS

Sugerencia de lectura:

Pablo Martínez Romero: “Gilead, Sovaldi y hepatitis C: La bolsa o la vida”. Farmamundi, 8/1/2015.

Rosario Sabariegos ([email protected]) y Antonio Mas ([email protected]) trabajan enel Centro Regional de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Castilla La Mancha, con el virus de la

hepatitis C como modelo de estudio de replicación viral

Virología y Sociedad

Las épocas y las civilizacioneshan condicionado el curso delsaber científico. Las ciencias

de la Grecia antigua y de la Moder-nidad desde Descartes fueron pro-movidas por diferentes anhelos ydieron igualmente frutos muy distin-tos. En Occidente, la evolución porselección natural se topó con la ideade un Hombre teológicamente fun-dado; mientras tanto, en China, laevolución no era ni siquiera un pro-blema, pues la escala de la naturalezaestaba bien establecida en funciónde la cercanía a la que estuviesen delEmperador los distintos animales yplantas, o en sus representaciones delos jarrones imperiales[1].

En nuestra época de Progreso, elliberalismo ha encontrado a travésdel Individuo de la teoría de la selec-ción natural, el respaldo de lo natu-ral. A cambio, esa teoría científicaha sido bonificada en detrimento deotras hipótesis comprobables. Ejem-plos son la “escasa atención” a lasgrandes discontinuidades en losorganismos en la evolución a escalageológica, con la excusa de que elregistro fósil era incompleto, o quehayamos tardado más de un siglo enrecuperar algo del prestigio deLamarck con el descubrimiento defactores que, sin alterar la secuenciadel DNA, confieren potencial paratransmitir un carácter adquirido.Nos hemos olvidado casi por com-pleto de Roux, quien postuló que laselección natural no era solamenteentre los individuos de una especie,sino también interna al individuo:“La lucha de las partes del orga-nismo”[2]. Por ejemplo, hoy sabemos

que las células del sistema inmunecompiten entre ellas, o a nivel intra-celular, los retroelementos. En lalínea de Roux, la crítica deNietzsche a Darwin, que fue tomadaen consideración por Heidegger, yque convierte el darwinismo enmetafísica, ha sido, sin embargo,obviada en la biología. Nietzscheinsiste en que los individuos medio-cres son más parecidos entre sí quelos tipos excepcionales; que los másparecidos cooperan más fácilmenteentre sí, y que esta colaboración esparte inherente de la lucha, dandocomo resultado el triunfo de estosúltimos. Esta propuesta implicabano sólo un resultado contrario alplanteado por Darwin, sino quesuponía una transmutación de losvalores liberales. Según Nietzsche,lo importante en la lucha ya no va aser el individuo, el miembro de laespecie que entra en ella, sino elresultado de la lucha, y por lo cual elindividuo va a sacrificar inclusoparte de su individualidad. La indi-vidualidad se sacrifica a través de lacolaboración con aquellos con losque se comparte más parecido.

En la misma línea de pensamientodesvelamos otra sombra del Progresosobre la biología. Se trata del signifi-cado de la célula. La idea central latomamos del filósofo francésMichael Foucault, del libro Vigilar yCastigar[3]. En esta obra, Foucaultnos muestra cómo el encierro hasido una especie de matriz para elprogreso, tanto el liberal como elcomunista. El encierro que hatomado como ejemplo la fórmula delpenal moderno, pero distribuida en

una multiplicidad de institucionespor las que pasa o se encuentra lapoblación durante el siglo XIX y lamayor parte del XX: el cuartel, elhospital psiquiátrico, el hospitalgeneral, la fábrica, los institutos deenseñanza secundaria, el mercadomunicipal de abastos, etc. Sus cons-trucciones comparten elementosarquitectónicos y diseño, como unmuro exterior y una estructura conun módulo central y naves que salende este en forma de estrella, lo quepermite la máxima visibilidad de lapoblación que hay dentro; el vigi-lante, el bedel, etc. se sitúan en elcentro. Este encierro permite untipo de control muy efectivo, pero lomás importante es que permiteextraer muchos conocimientossobre el comportamiento de las per-sonas que allí se encuentran, funda-mentales para la gobernabilidad delos nuevos estados-nación. MichaelFoucault descubre esa segunda deri-vada del significado del dispositivode control de la modernidad que hasido el encierro: aprender de losindividuos mismos que están allí,para utilizarlos y sujetarlos todavíamás eficazmente.

La correlación con la biología ya seve venir. Los biólogos hemos pasadopor alto la célula como lugar de con-finamiento. Mientras todo elesfuerzo de la biología molecular ycelular se dirige a entender cómoson las estructuras de los constitu-yentes celulares, cómo funcionan ycómo evolucionan, pensando en lacélula como un objetivo alcanzadopor la evolución, siempre capaz depreservarse y mejorar:

LA SOMBRA DEL PROGRESO EN LA INTERPRETACIÓN DE LA CÉLULA

Y LOS VIRUS

Jordi Gómez, Isabel Cacho y Ascensión Ariza-Mateos

�FILOSOFÍA Y CIENCIA�

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(i) nos hemos olvidado por com-pleto de lo que significa la reducciónde los grados de libertad de las bio-moléculas que la constituyen, o lalimitación de sus posibilidades enrelación a una eventual vida “libre”,o al menos no estrictamente confi-nada. Esta represión es una condi-ción necesaria para que muchasbiomoléculas puedan permanecerunas al lado de otras y cooperarentre sí, en lugar de interferir, com-petir o engullirse mutuamente. Estaacción sobre esos grados de libertades a veces de una forma modulable,y otras, irreversible;

(ii) hemos puesto el acento enconocer todos los mecanismos decontrol celular, pero desde el puntode vista de “Rey”, del “Estado”,desde la perspectiva de aquello quees necesario, útil, para que la célulafuncione óptimamente, y lo quehemos descubierto es que los meca-nismos de control son tan increíble-mente diversos a la vez queredundantes, tan complejos y sim-ples, tan económicamente ajustadosy derrochadores, que da pie a pensarque la célula pudiera ser un espacioprivilegiado, una “institución”,donde se han podido desarrollartoda una nueva suerte de mecanis-mos de control, de jerarquías deunas biomoléculas sobre otras de

subespacios para la compartimenta-lización, etc. Es decir, la célulahabría sido el lugar que permite unaexpansión de las posibilidades decontrolar lo que, de otra manera,sería mucho más huidizo, difuso oincontrolable, mucho más difícil demantener en comunicación y que,de retruque, hace a la célula tam-bién más eficaz como elementoreproductivo. Es decir, la evoluciónhacia las fórmulas celulares de vida,desde un mundo precelular habríatenido que ver, en primer lugar, conla tendencia a desplegar y a estable-cer el control y el aprovechamientode unos elementos precelularessobre otros; y ya en segundo lugar, ysolamente como consecuencia delprimero, con todo lo que reconoce-mos como eficacia bio-lógica, reproducción yselección natural,acorde con el postu-lado nietzscheano: “lavida es voluntad depoder y nadie detrás”;

(iii) finalmente, esposible que los virusnos ayuden a entenderlos mecanismos deaprendizaje por losque unas moléculas oredes de moléculashan ganado el control

sobre las otras. No en el sentido dela evolución de los mecanismos decontrol, sino de los mecanismos deaprendizaje para el control. Losvirus podrían ser signos de contes-tación, activadores de los mecanis-mos de resistencia de lasbiomoléculas al encierro[4], porta-dores de memoria del pasadoremoto en forma de secuencia debases y del pasado reciente enforma de distribuciones de varian-tes. Descifrar las señales virales y loscódigos ocultos al control celular, sies que existen, sería un campo deindudable interés para la virología yla biología de la célula.

Jordi Gómez ([email protected]) , Isabel Cacho ([email protected]) y Ascensión Ariza-Mateos([email protected]) trabajan en el Laboratorio de Arqueología del RNA, Dpto. Biología Molecular delInstituto de Parasitología y Biomedicina «López-Neyra» (IPBLN-CSIC), Parque Tecnológico de Ciencias de laSalud, en Armilla, Granada; Jordi Gómez y Ascensión Ariza-Mateos son miembros del consorcio Centro deInvestigación Biomédica en Red en el Área temática de Enfermedades hepáticas y digestivas (CIBERehd, ISCIII)

Virología |Volumen 18 - Número 3/2015 ��

[1] Foucault, M. (1966). Les Mots et les choses. Une archéologie dessciences humaines. Collection Bibliothèque des Sciences humaines,Gallimard, París.

[2] Roux, W. (2012). La lutte des parties dans l’organisme (original1881). Éditions Matériologiques, París.

[3] Foucault, M. (1975). Surveiller et punir. Naissance de la prison.Collection Tel (n° 225), Gallimard, París.

[4] Gómez, J., Ariza-Mateos, A. y Cacho, I. (2015). “Virus is a Signalfor the Host Cell”. Biosemiotics 8: 483-491.

REFERENCIAS

© Jaime Lechuga Rodríguez del Castillo