victoriano lorenzo en la historia de panamá

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un relato de uno de los primeros guerrilleros en latinoamericana, luchando por la soberanía de su país y la separación de la Gran Colombia.

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  • Victoriano Lorenzoen la Historia de Panam

    Herbet George Nelson Austin

    Panam, abril de 2003

    CIDPACentro de Investigacin

    y Docencia de Panam

  • Victoriano Lorenzo en la Historia de PanamHerbert George Nelson Austin

    Direccin de TrabajoGrupo PioneroAvenida Americas 1536, Colonia ProvidenciaGuadalajara, Jalisco, C.P. 44620Tel.: (91) (3) 8 1750508174409

    DomicilioPaseo de Los GranadosColonia Paseos de TsqueaMxico, D.F., C.P. 04250Tel.: (91) (5) 6702146

    Correo Electrnico: [email protected]

    Centro de Investigacin y Docencia de Panam (CIDPA)Balboa, Corregimiento de Ancn, Calle Akee, 1507ACiudad de PanamTel./Fax: (507) 228-2354Correo electronico: cidpa@yahoo,comApartado Postal:6-6427 El DoradoPanam, Rep. de Panam

    Primera edicin, mayo de 2003Reservados todos los derechos conforme a la Ley.Prohibida la reproduccin total o parcial sin previa autorizain del autor.

    Impreso por SilverlaserTiraje: 2 mil ejemplares

    Portada: Silverlaser. Composicin grfica con detalles de oleo y carboncillo de losartistas panameos, Carlos Palomino e Inocente Duarte, respectivamente.

    Nelson Austin, Goerge NelsonVictoriano Lorenzo en la Historia de Panam / Herbert George Nelson Austin - Panam:Centro de Investigacin y Docencia de Panam, 2003.ISBN:

  • Presentacin / 7

    Prlogo /9

    1. Antecedentes de la Guerra de los Mil Das /23

    2. Victoriano y la Guerra de los Mil Das enPanam /61

    3. Juicio Histrico por la muerte de VictorianoLorenzo /173

    Bibliografa /207

    Contenido

  • PresentacinAl observar un siglo despus las imgenes fotogrficas de

    Victoriano Lorenzo durante los ltimos momentos de su vida, o seaen el tribunal donde se celebr el amaado juicio o en el parednal pie del mar en lo que hoy conocemos como Las Bovedas, palpa-mos de inmediato a un hombre sumergido en la ms profunda sole-dad, traicionado por ex compaeros de armas, alejado de su pue-blo ya desarmado, vctima de un complot fraguado por poderosasfuerzas representadas por los dos bandos de la oligarqua criollacon la bendicin de los imperialistas del norte que se aprestaban aasaltar nuestro territorio para abrir sus entraas y establecer aquun enclave colonial que, desde ese momento, suscitara la dolorosay heroica lucha del pueblo panameo por hacer valer su soberana.Para materializar ese proyecto de expansin imperialista en el con-tinente, ordenaron a liberales y conservadores la firma del Tratadode Winsconsin en momentos en que el triunfante Victoriano, Gene-ral de Divisin del Ejrcito Liberal, se aprestaba a tomar la ciudadde Panam.

    Pero estas imgenes muestran tambin la figura de un pana-meo genuino, humilde, valiente, patriota, que enfrenta la muertecon dignidad y firmeza, como siempre inclaudicable y fiel a la cau-sa de su pueblo. Su asesinato fue el desenlace lgico de la injusti-cia y la traicin; el precio que debi pagar quien ante el enemigose mantuvo consecuente con sus ideales y su trayectoria revolucio-naria.

    Cunto tard en llegar la noticia de su fusilamiento a ElCacao? Por cules calles o callejones transit su cadver y quimpacto tuvo entre los espectadores? A dnde fueron a parar susrestos? A quines record en sus ltimos pensamientos? Quinderram alguna lgrima en su morada final?

    Es probable que despus de cien aos estas interrogantes ja-ms obtengan respuestas. Y es que la oligarqua no slo conden aVictoriano a la muerte, sino que pretendi lanzarlo al olvido.

    Sin embargo, como resultado del esfuerzo de honestos y nota-bles ciudadanos que lograron desentraar la verdadera historia de

  • este hroe nacional, hoy la figura de Victoriano emerge gloriosajunto a sus huestes, como un smbolo de rebelda o como el ejemplovital del que beben los panameos y panameas que luchan poruna patria justa, sin oprimidos ni opresores, sin explotados ni ex-plotadores.

    CIDPA tiene el honor de ofrecerles esta obra fruto de la inten-sa labor investigativa del historiador panameo, Herbert GeorgeNelson Austin, en el centenario de la muerte de uno de los precur-sores de la lucha guerrillera en Amrica Latina del siglo pasado.Lo hacemos como un aporte al pueblo panameo en el rescate desu verdadera historia, de su identidad, en especial a la juventudestudiosa y trabajadora, desprovista de sus autnticos hroes porla labor de dominacin ideolgica de la clase dominante.

    Es un esfuerzo que hacemos como contraposicin a quienes,desde los llamados Comits del Centenario de la Repblica, pre-tenden seguir negndole al pueblo el conocimiento de su verdad,exaltando falsos prceres y escondiendo o ignorando a quienes,como Victoriano Lorenzo, representan la lucha del Panam profun-do, de las masas indgenas, campesinas, del pueblo de los arraba-les, que escribieron con sangre las pginas ms hermosas de nues-tra historia patria.

    Gracias a la obra del profesor Nelson, Victoriano Lorenzo senos muestra como lo que fue en el campo de batalla: el dirigenteaguerrido, sagaz e inteligente; el jefe imbatible, victorioso e invic-to. Pero, sobre todo se nos proyecta como el luchador social, eldirigente de las masas irredentas y el lder de la cholada vilipen-diada.

    Es la primera vctima de la reparticin del pas entre las frac-ciones oligrquicas bajo el tutelaje yanqui, en ese entonces repre-sentadas por liberales y conservadores, hoy reagrupadas en los prin-cipales partidos polticos burgueses que vienen alternndose en elpoder.

    Victoriano, por su parte, reencarna en los sectores popularesque enarbolan su figura como estandarte de lucha en la construc-cin de su propia alternativa, inspirados en su grito de batalla tanactual e indispensable: La pelea es peleando.

    Silvestre DazDirector Ejecutivo

    CIDPA

  • Prlogo

    Para quienes participan del fragor de las luchas sociales,patriticas y revolucionarias, es importante poder contar conobras de investigacin y reflexin cientfica, producto del que-hacer intelectual panameo, que contribuyen a romper con elmanejo falaz e interesado que de la historia de Panam hanvenido haciendo por ms de cien aos quienes han disfrutadode manera exclusiva de nuestra privilegiada posicin geogrfi-ca y de la riqueza generada por el sudor y la vida que los cho-los, campesinos y obreros dejan en los surcos y centros de tra-bajo.

    Como un instrumento ideolgico para mantener su domi-nacin econmica y poltica, la oligarqua ha inventado quesomos un pueblo afable y sumiso que no lucha contra quienesnos explotan y expolian ni contra quienes mancillan nuestrosentido profundo de Patria. Por mucho tiempo se nos ha tratadode ocultar un pasado heroico de resistencia y se distorsionan lasesforzadas e ininterrumpidas luchas que ha librado y libranuestro pueblo por la existencia, por la justicia social, por unaPatria libre y soberana y por la transformacin radical de las yacarcomidas estructuras de la sociedad panamea. De maneratal que, como pueblo, hemos tenido que ir rescatando y recons-truyendo la historia de los de abajo. Es la historia de lucha ydignidad escrita con sangre por Urrac y Quibian; es la historia

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    Prlogo

    de los negros cimarrones, como Bayano y Felipillo, quienes nosensearon que los hombres no pueden vivir sin libertad.

    Al ir recuperando la memoria histrica de nuestro pueblodescubrimos la mentira mil veces repetida por las plumas alservicio de la oligarqua de que Panam logr su independen-cia de Espaa sin derramamiento de sangre. No slo es unintento por fragmentar la historia, es un irrespeto a los istmeosque formaron parte de los batallones Voltjeros, Pichincha yVencedores, del Ejrcito Libertador, que combatieron y derra-maron su sangre por la independencia de Amrica guiados porlas espadas de Bolvar y de Sucre en las batallas de Pichincha(mayo-1822), Junn (agosto-1824), Matar (diciembre-1824)y de Ayacucho (diciembre-1824) con la cual se sella definitiva-mente el ciclo de dominacin de Espaa en el Nuevo Mundo.Es en batallas como estas que el coronel panameo JosAntonio Mir y los generales Toms Herrera y Jos DomingoEspinar, ganan sus grados militares.

    Algo similar ocurre cuando nos adentramos en las luchassociales y polticas que se escenificaron en el Istmo de Panamen las ltimas dcadas del siglo XIX. Se ha tratado de minimi-zar, y an ocultar, los alcances y el profundo significado de laagudizacin de la lucha de clases y de los especficos aspectosnacionales expresados a travs de confrontaciones polticas muchas veces llevadas al enfrentamiento armado entre elconservadurismo centralista y el liberalismo popular asentadoen los arrabales de Panam y en la ciudad de Coln, encabeza-do por Buenaventura Correoso, estadista y hombre de armastomar, y por Pedro Prestn, luchador social e incuestionablepatriota, entre otros.

    Siguiendo con esta lnea de reflexin, resaltamos el hechode que fuera precisamente el doctor Belisario Porras, posterior-

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    Prlogo

    mente electo varias veces Presidente de la Repblica y recono-cido por todos como el ms grande estadista que ha dado lanacin, quien hubiese iniciado y dirigido como jefe poltico ymilitar la Guerra de los Mil Das en el Istmo, la ms cruentaguerra civil de la historia panamea. Esto nos indica de mane-ra incontrovertible que Panam no escapa a la verdad cientficade que la guerra es la continuacin de la poltica por otrosmedios.

    Al acercarnos al centenario del infame y cobarde fusila-miento de Victoriano Lorenzo, el Cholo Guerrillero es objeto deatencin en la labor investigativa del licenciado Herbert G.Nelson A., autor de la sustancial y slida obra de anlisis einterpretacin histrica publicada en 1999 por el Centro de In-vestigacin y Docencia de Panam, CIDPA, FundamentosIdeolgicos de las Intervenciones de Estados Unidos en Pa-nam, que estudia el expansionismo imperialista norteameri-cano y su expresin en Panam hasta el momento de la invasinde diciembre de 1989.

    El profesor H. G. Nelson pone en nuestras manos su nuevaobra Victoriano Lorenzo en la Historia de Panam, fruto desu laboriosa investigacin en bibliotecas pblicas y privadas,en hemerotecas, rescatando escritos en revistas y peridicos,desempolvando documentos que contribuyen a articular en todasu dimensin las venturas y desventuras de un VictorianoLorenzo orgulloso de su pueblo indgena, de sus tradiciones yde su cultura.

    El autor presenta diversos aspectos y facetas de la vida ylas luchas de Victoriano Lorenzo: dirigiendo la lucha de loscholos por la tierra y contra la injusticia de la cual eran vcti-mas, las causas que lo impulsan a proclamar la rebelin arma-da y ponerse al frente de las fuerzas insurgentes de indgenas y

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    Prlogo

    campesinos, como genial adalid guerrillero venciendo a susenemigos en los campos de batalla, traicionado por los libera-les, fusilado alevosamente por los godos y desaparecidos susrestos por la oligarqua panamea para que el pueblo no tuvieseun sitio adonde ir a rendirle honor y pleitesa.

    La historia oficial, escrita por esa misma oligarqua res-ponsable del asesinato de Victoriano Lorenzo, intent durantevarios aos de desmeritar y opacar la importancia histrico socialde este formidable revolucionario. Crean que as borraran sunombre de la memoria del pueblo y de la historia, que lo ente-rraran por siempre en el olvido para que su pueblo no pudierarecurrir a su ejemplo de aguerrido guerrillero capaz de enfren-tar en todos los terrenos a sus enemigos de clase, pero es obvioque han fracasado.

    La obra del licenciado Nelson expone un contexto socio-histrico que nos permite comprender los intereses en juego du-rante la Guerra de los Mil Das en el Istmo. Por un lado, tene-mos a los conservadores centralistas, feudales y clericales, porel otro, a los liberales de vigoroso discurso doctrinario, pero deuna prctica econmica y social deficitaria e inconsecuente.

    Victoriano, por su parte, representa otra cosa, es la encar-nacin de las reivindicaciones de los cholos coclesanos, su alian-za con los liberales se da esencialmente porque estos eran ene-migos del gobierno conservador que representaba a los terrate-nientes y a las tropas que los avasallaban. En este sentido,Victoriano Lorenzo era amigo de los enemigos de sus enemigosinmediatos.

    Los intereses del imperialismo yanqui tambin se hicieronsentir en medio de este conflicto sociopoltico, exigindole tan-to a liberales como a conservadores pacificar a los cholos

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    Prlogo

    alzados en armas por ser stos una amenaza a sus planestransitistas por el Istmo.

    Los Antecedentes de la Guerra de los Mil Das son trata-dos por el autor en el primer captulo de la obra. All se exponeampliamente el desarrollo del conflicto liberal-conservador enColombia, sus repercusiones y forma de expresin en Panamdurante la segunda mitad del siglo XIX.

    En este periodo se dan reiteradas intervenciones de Esta-dos Unidos en territorio panameo lo cual es objeto de pro-testas. Una de estas protestas fue protagonizada por el Prefectode Coln, Santander A. Golofre cuando al darse la ocupacinde la ciudad de Coln por tropas norteamericanas en enero de1885, y ante la pasividad del Presidente del Estado Soberanode Panam, General Ramn Santodomingo Vila, quien se justi-fic con la excusa de que el Tratado Mallarino-Bidlack as lopermita, le envi una carta con su renuncia en la cual seala-ba:

    En este momento no son las nueve estrellas del pabellnde Colombia las que arrojan luz sobre nosotros. No sonlas instituciones que Bolvar conquist con su espada ySantander sell con los resplandores de su genio, las quenos rigen. La bandera que envolvi a Lincoln al bajar alsepulcro, la veo izada sobre nuestras cabezas. Es incre-ble que despus de Boyac se ice una bandera extraa ennuestro territorio sin necesidad de muchos combates y sinque nuestra sangre o la extraa d color a nuestros ma-res!

    Tambin brilla con luz propia la digna y valiente conductapatritica y revolucionaria del abogado Pedro Prestn, mulatoque acaudillara el alzamiento de negros, pobres y liberales po-

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    pulares en la provincia de Coln. Vergonzosamente Prestnfue ahorcado el 18 de agosto de 1885 para dar satisfaccin alos cnsules de Estados Unidos y Francia.

    Vencida como fue la rebelin liberal de 1885 en Colombia,Rafael Nez impuso la Constitucin centralista de 1886. ElIstmo de Panam pierde su condicin de Estado Soberano y seve reducido a la condicin de territorio nacional dependientedel poder ejecutivo colombiano. Esta prdida de autonomaeconmica y poltica reaviv los sentimientos nacionalistasde los panameos y prepar las condiciones para un alza-miento. La revolucin liberal de 1899-1902 fue en el Istmo, ams de un movimiento poltico, una accin nacional contra elcentralismo regenerador (Digenes De la Rosa: VictorianoLorenzo, Punto de Vista).

    El Segundo Captulo, Victoriano y la Guerra de los MilDas en Panam trata de manera cuidadosa y documentadasobre los avatares de la guerra civil en el Istmo, de la participa-cin de los cholos coclesanos en tareas de logstica, en la guerrade guerrillas y en batallas regulares, encabezados siempre porsu lcido y aguerrido comandante. Nos habla del panel de lamujer durante la guerra civil. Tambin trata este captulo de latraicin, juicio y asesinato de Victoriano.

    Si las contradicciones entre liberales y conservadores tie-nen una explicacin cientfica, tambin la tiene la opcin deVictoriano por las armas y su capacidad para movilizar a laguerra a todo un pueblo, su pueblo indgena-campesino. Lapauprrima situacin socio-econmica en la cual vivan los in-dgenas al estallar la guerra civil, condiciona su incorporacina la misma.

    Y es que las condiciones materiales de existencia de los

    Prlogo

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    cholos en las montaas eran realmente miserables. Tras cam-paas de exterminio y desalojo fueron arrinconados en las se-rranas por los conquistadores espaoles, luego seran despoja-dos de sus tierras y bienes por los colonizadores criollos y, fi-nalmente, fueron usurpados y sometidos por los latifundistasoligarcas y su gobierno a la opresin feudal. Aunado a la ca-rencia de tierras para trabajar, los indgenas y campesinos eransometidos a terribles vejaciones por parte de los terratenientesy el mal gobierno que los agobiaba con el cobro de los diezmossobre cosechas y cra de aves y ganado, los impuestos de ma-tanza y caza, el estricto control de acceso a la imprescindiblesal para preservar la carne y los abusos de las autoridades y lasoldadesca. Esta vida miserable a la que eran sometidos tenaque llevarlos necesariamente, tarde o temprano, a alguna formade confrontacin directa con sus expoliadores y explotadores.La Guerra de los Mil Das propici la coyuntura poltica favo-rable para que los cholos empuaran las armas en pos desacudirse del yugo feudal al cual estaban sometidos.

    Victoriano Lorenzo no estaba comprometido ideolgicamen-te con el liberalismo. La vieja amistad de su padre con el Dr.Belisario Porras solo lo haba llevado a colaborar con tareas delogstica del Ejrcito Liberal en el Istmo, mas no se habainvolucrado como combatiente. Despus de la derrota liberalen la Batalla del Puente de Calidonia, Victoriano y sus hombresrecogen armas y municiones que se llevan de vuelta a la comu-nidad de El Cacao donde las ocultan.

    Al ser denunciado por un enemigo personal, las tropas con-servadoras caen violentamente sobre el humilde poblado en buscade Victoriano Lorenzo y de las armas. All someten al hermanode Victoriano a brbaras torturas arrancndole informacinsobre la ubicacin de algunas armas, mas no as sobre el para-dero de este. Llenos de ira los godos proceden a quemar los

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    ranchos del casero y a violar a todas las mujeres y nias dellugar. Concluyen sus reprochables actos vandlicos robndoseel ganado, las aves de corral y todo cuanto encuentran de valoren el poblado.

    Estos hechos cobran valor histrico, pues fueron el deto-nante a la plvora de la injusticia social acumulada tras dca-das de abusos y humillaciones. Indignado por los atropellos deque haban sido objeto los hombres y mujeres de su raza en ElCacao, Victoriano alza la voz y lanza su proclama de rebelinarmada al pueblo indgena:

    hay que levantarse contra los godos, para vengar losultrajes y el honor de nuestras mujeres, nuestras hijas, ycastigar a esos ladrones y facinerosos, reivindicando nues-tros derechos, aunque sea cada cual con sus escopetas,machetes y flechas (Jacobo Alzamora citado por G.Nelson)

    Este pasaje es de suprema importancia al determinar elmomento en el cual Victoriano Lorenzo se transforma en el CholoGuerrillero y entra en la historia de los oprimidos que se rebe-lan con fuerza colosal contra sus opresores. Victoriano Loren-zo da un paso gigantesco al asumir el papel que el momentohistrico le exiga y se proyecta con las acciones que desarrollacomo luchador social. El autor ruso, Jorge Plejanov en su es-crito, El Papel del Individuo en la Historia sealaba que Elgran hombre lo es no porque sus particularidades individua-les imprimen una fisonoma individual a los grandes aconte-cimientos histricos, sino porque est dotado de particulari-dades que le hacen el individuo ms capaz de servir a lasgrandes necesidades sociales de su poca, surgidas bajo lainfluencia de causas generales y particulares.

    Prlogo

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    Es innegable que Victoriano Lorenzo no figurara en laspginas de la historia ni en la memoria del pueblo panameo deno haberse dado la Guerra de los Mil Das y de no haber optadopor la crtica de las armas para defender los derechos, elhonor y la dignidad de su gente.

    La proclama de Victoriano responda a las condiciones ynecesidades del momento histrico y por esta razn tuvo unresonante eco entre la poblacin indgena y campesina que sealz en armas blandiendo el machete, estirando el arco y ha-ciendo tronar sus viejas escopetas y mosquetones. Dado el bajovolumen de fuego de sus armas y aprovechando su conocimien-to del terreno, la guerra popular campesina bajo la direccin deVictoriano Lorenzo tom la forma de guerra de guerrillas comomtodo de lucha.

    Durante meses Lorenzo dirigi sus fuerzas guerrilleras frenteal ejrcito del rgimen conservador y mantuvo vivas las llamasde la guerra en el Istmo. Sus constantes triunfos militares so-bre las tropas gubernamentales motivaron el retorno del Dr.Belisario Porras al pas para unirse a las tropas indgenas ycontinuar su lucha contra el gobierno conservador.

    Posteriormente las fuerzas liberales colombianas incorpo-raran un cuantioso contingente de tropas provenientes de otrasregiones de Colombia comandadas por Benjamn Herrera, LucasCaballero y Eusebio A. Morales. El Ejrcito Liberal se forta-leci y desarroll importantes campaas que le permitieronobtener resonantes triunfos en el campo de batalla.

    Las tropas indgenas y campesinas comandadas porVictoriano Lorenzo y el Dr. Belisario Porras dieron muestrasde su gran valenta y capacidad combativa durante losenfrentamientos de guerra regular que se suscitaron. Sin em-

    Prlogo

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    bargo, las divergencias entre el General Benjamn Herrera y elDr. Belisario Porras, motivadas por la forma desptica en queeran tratadas las tropas indgenas y las disputas por la direc-cin de la guerra en el Istmo, condujeron a la ruptura entreestos dos personajes, provocando que el Dr. Porras se vieraobligado a abandonar la lucha y huir del pas.

    A pesar de estos incidentes, Victoriano Lorenzo continucombatiendo con su gente en las filas del ejrcito insurgenteliberal donde haba ganado el grado de General de Divisin.

    Nos parece de suma importante destacar el significativoacierto del profesor Herbert G. Nelson al incorporar en su obrael resultado de sus investigaciones sobre el papel y desempeode las mujeres durante la Guerra de los Mil Das.

    Muchos estudios y escritos sobre esta guerra y sobreVictoriano simplemente ignoran la presencia de la mujer comoprotagonista social de primer orden en la guerra civil y conmayor razn omiten por completo el papel desempeado poraquellas mujeres que quedaron solas al frente de sus hogares alpartir sus compaeros para los frentes de combate.

    Las Juanas, Cholas o Rabonas, como eran llamadas lasmujeres que marchaban detrs de las fuerzas guerrilleras porsimpatizar con estas, o bien, siguiendo a su marido o amante,prestaron grandes servicios a la causa de la revolucin comococineras, lavanderas, enfermeras; sembrando y recolectandocosechas, cuidando aves y ganado, conformando redes de abas-tecimiento de medicinas y alimentos; haciendo postas, creandoredes de vigilancia y cadenas de comunicacin; realizando la-bores de logstica para dotar a la guerrilla de armas y municio-nes; como espas recabando informacin entre tropas del go-bierno, desinformndolas e incluso desarrollando la guerra

    Prlogo

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    psicolgica.

    Tambin fue de gran importancia la participacin de aque-llas mujeres que utilizaron sus hogares como hospitales de san-gre y de fiebre, o bien, como sitios de escondite para los insur-gentes.

    Debemos poner de relieve el significativo nmero de muje-res que reclamaron el derecho a participar como combatientesen el ejrcito insurgente y que no pocas llegaron a ostentar elgrado de teniente o de capitana mximo grado al cual podaaspirar una mujer en dicho ejrcito en aquel entonces al sobre-salir en el campo de batalla por su arrojo, sagacidad e inteligen-cia.

    Estas pinceladas histricas que nos presenta el profesorNelson sobre la participacin femenina en Panam durante laGuerra Civil de los Mil Das constituyen un valioso aporte porrescatar nuestra memoria histrica al describirnos como estasvalerosas mujeres del pueblo asumieron su compromiso con lalucha social y revolucionaria.

    Cuando en Colombia los altos dirigentes del Partido Libe-ral fueron presionados por diplomticos norteamericanos paraque detuvieran la guerra civil y firmaran la paz a fin de permi-tirle a los norteamericanos negociar en un clima de paz las con-cesiones para proseguir la construccin del canal obra inicia-da por los franceses se apresuran a firmar la Paz de Neerlandiaen Colombia. Pero como quiera que en el Istmo de Panam losliberales venan ganando la guerra, le giraron instrucciones alGeneral Benjamn Herrera para que procediera a entablar con-versaciones de paz con las fuerzas del gobierno conserva-dor.

    Prlogo

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    El cese de las hostilidades sorprendi a Victoriano Lorenzohaciendo los preparativos para tomarse militarmente la Ciudadde Panam. La jefatura del Ejrcito Liberal en Panam emitila orden de desarmar a todos los elementos integrantes de lastropas. Sin embargo, la tropa indgena consider que no habarazn para capitular cuando ellos estaban ganando la guerracontra el gobierno.

    Victoriano Lorenzo es vctima de la traicin de los jefesliberales Benjamn Herrera, Lucas Caballero y Eusebio A.Morales, quienes pactaron con el gobierno conservador un acuer-do de paz en el buque de guerra Wisconsin de la armada norte-americana. Luego entregaran a Victoriano a las tropas conser-vadoras pretextando un incidente intrascendental de cantina enla poblacin de San Carlos.

    Desde su encarcelamiento hasta el da de su muerte, Loren-zo sostuvo que los lderes del Partido Liberal lo haban traicio-nado: estoy preso dira en una carta entregado por (Benja-mn) Herrera al Gobierno. Es necesario recordar el despre-cio tnico que senta el general Benjamn Herrera por las tropasindgenas y por los mtodos de guerra de guerrillas que emplea-ban en la guerra civil. Adems, tanto este como su lugartenien-te, Lucas Caballero saban perfectamente cul sera el desti-no de Victoriano, puesto que en los otros departamentos (deColombia) se haba iniciado el proceso de fusilamiento deguerrilleros, inmediatamente despus de firmarse el Tratadode Neerlandia.(H.G.Nelson)

    El juicio y fusilamiento de Victoriano Lorenzo constituyenun acto infame de venganza del gobierno y el ejrcito conserva-dor contra el combatiente guerrillero que los derrot en el cam-po de batalla y al cual nunca pudieron atrapar. El enjuicia-miento de Lorenzo pas incluso por encima del propio Pacto de

    Prlogo

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    Wisconsin que protega a los combatientes por los actos de gue-rra y remita los delitos comunes a los tribunales civiles.Victoriano fue juzgado por supuestos delitos comunes en unTribunal Militar en un juicio a todas luces amaado.

    Frente al escuadrn de fusilamiento, Victoriano Lorenzopronunci estas palabras: Soy inocente de los crmenes quese me achacan. Si los actos de guerra son crmenes, yo solofui un cmplice. Conservadores y Liberales: yo los perdono!Aqu resalta el hecho de que Victoriano ubica a liberales y con-servadores en el mismo plano, es decir, no hace distincin algu-na entre unos y otros. Por el otro lado, su perdn es un ndiceacusador pues solo puede perdonarse a quien ha cometido unafalta o crimen.

    En el Tercer Captulo, Juicio Histrico por la Muerte deV. Lorenzo, el autor hace algunas valoraciones interpretativasde lo que representaba Victoriano para godos y liberales, ascomo para su pueblo. Igualmente, enjuicia las responsabilida-des que caben por la vil traicin al Cholo Guerrillero, la farsadel Tribunal Militar que lo condena al patbulo y por su cobar-de asesinato.

    Las responsabilidades, si bien tienen nombre propio, tam-bin corresponden a los intereses de clase en juego. Es por estoque no se puede exculpar a la oligarqua colombiana ni a lapanamea, a los conservadores ni a los liberales, as como nose pueden ignorar los intereses que mueven al imperialismo enel Istmo y su responsabilidad en la pacificacin de los cholos enarmas.

    Victoriano Lorenzo, autntico hroe popular, fue difamadoy vilipendiado por la oligarqua criolla que lo acus de ser unbandido, asaltante y asesino. En otras ocasiones simplemente

    Prlogo

  • fue excluido de la historia oficial. Pero, poco a poco el mantode bandolero que la oligarqua teji para ocultar los valoresrevolucionarios que representaba el Cholo Guerrillero se fue-ron diluyendo para dar paso a su gloriosa dimensin de lucha-dor social.

    Victoriano ha ido resurgiendo de las brumas de la historiagracias a la memoria colectiva para presentarse majestuoso,aguerrido y combativo como jefe guerrillero de su pueblo ind-gena explotado y vejado por los terratenientes.

    Lo que mantiene al Cholo Guerrillero en la memoria hist-rica del pueblo panameo es el contenido social de su rebelincontra la injusticia, es el profundo significado subversivo y re-volucionario de su lucha. Su ejemplo de combatiente guerri-llero y como tal de transformador social es el que mantienevivas las esperanzas de poder romper con el orden constituido,de poder producir un cambio radical favorable a las masasirredentas de la ciudad y del campo.

    La obra que hoy nos presenta el licenciado Herbert G.Nelson, Victoriano Lorenzo en la Historia de Panam, cons-tituye un peldao en el rescate, reconstruccin e interpretacincientfica de nuestra historia y es de lectura obligada para todoaquel que tenga un mnimo de conciencia y sensibilidad social,as como lo es para todo aquel que crea como VictorianoLorenzo que La Pelea es Peleando! y pretenda poner su gra-no de arena en los niveles de confrontacin ms elevados de lalucha de clases en Panam.

    Federico BrittonPanam, abril de 2003

    Prlogo

  • Al escudriar en la historia poltica del Istmo de Panamen la segunda mitad del siglo XIX, resaltan dos temasfundamentales: la lucha de los istmeos por mantener suautonoma poltica y econmica respecto al gobierno central dela federacin (asentado en Colombia) y las reiteradas protestaspor las intervenciones de Estados Unidos en territorio panameo.

    En 1860 el Estado de Panam formaba parte de unafederacin de estados que conformaban la ConfederacinGranadina. En se entonces gobernaba a la federacin el seorDon Mariano Ospina Rodrguez, hombre identificado con lasideas conservadoras de su poca. Con el propsito de colocarlesobstculos a sus adversarios liberales, promulg algunas leyeselectorales que establecan pocas posibilidades de alcanzar elpoder a los partidarios del Partido Liberal. Como reaccin aestas medidas, los gobernantes de tendencia liberal de los estadosde Santander, Bolvar, Magdalena y Cauca entraron en rebelday se pusieron de acuerdo para separarse de la confederacinexistente y formar una nueva.

    1. Antecedentes de laGuerra de los Mil Das

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    Para hacer acatar a los estados las leyes emitidas por elgobierno central, el mandatario Ospina promulg otras leyes deorden pblico, que le otorgaba facultades al gobierno paradesconocer y apresar a los gobernantes o jefes de los estados.El primero en protestar por la promulgacin de la ley electoraly la del orden pblico fue el gobernador del estado de Cauca, elGeneral Cipriano Mosquera.

    Ese mismo ao el presidente Ospina invadi los estados deSantander, Bolvar, Magdalena y el Cauca. En la lucha que seextendi por toda la Repblica entre conservadores y liberales,el nico estado que se mantuvo al margen de la guerra fue el dePanam. El 18 de julio de 1861 el General Mosquera entrtriunfante a Bogot y puso trmino al gobierno constitucionalde la Confederacin Granadina. Este triunfo sirvi de inyeccina los partidarios liberales de otros estados, afectando tambin ala vida poltica del Istmo de Panam.

    El General Mosquera inici inmediatamente una guerra amuerte contra las estructuras latifundistas heredadas del perodocolonial.

    Cuando en 1861 el General Cipriano Mosquera desplazdel poder por la fuerza al gobierno conservador colombiano deMariano Ospina Rodrguez, entabl plticas con el gobernadorde Panam y lo invit a que se integrara a una nueva federacinde estados basada en el Tratado Cartagena de 1860, quehaban acordado previamente los estados del Cauca y Bolvar.El resultado de las conversaciones fue el llamado Convenio deColn del 6 de septiembre de 1861, que el gobernadorconservador utiliz como pretexto para no integrarseinmediatamente a una entidad dominada por liberales.

    En ese acuerdo se pona como condicin para la integracin

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

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    a la nueva federacin el que se respetara la autonoma polticay econmica del Estado Federal de Panam.

    Sin embargo, el General Mosquera, quien guardabaresentimientos hacia el estado de Panam por haberse mantenidoneutral en el conflicto, no estuvo muy convencido de lascondiciones expuestas por Panam en el Convenio Coln y enviel 7 de junio de 1862 una guarnicin del ejrcito para ocuparmilitarmente la capital del Istmo, argumentando que la presenciade las tropas tena el propsito de prestar apoyo y mano fuertepara que se cumplieran en todo el territorio del estado los decretosy disposiciones que le fueron conferidos al gobierno centraldespus del Pacto de la Unin Colombiana del 20 de septiembrede 1861.

    El gobernador del Estado de Panam de tendenciaconservadora, Santiago de la Guardia, consider que el envode tropas militares sin solicitar la autorizacin de las autoridadesgubernamentales del Istmo, constitua una violacin a lasoberana del Estado y por consiguiente al Convenio de Coln.Como acto de protesta, el gobernador De la Guardia traslad lasede de su gobierno a la ciudad de Santiago, provincia deVeraguas. Circunstancia que fue aprovechada por sectorespopulares de tendencia liberal, encabezados por BuenaventuraCorreoso y Gabriel Neira, para que con el apoyo del ejrcito lodespojaran de su cargo y fueran en su bsqueda.

    En un enfrentamiento armado con la fraccin poltica quele disputaba el poder, result muerto el gobernador De laGuardia. A partir de este suceso, los partidarios del liberalismointegraron a Panam a la nueva entidad y habran de mantenerel dominio poltico durante ms de una dcada.

    En 1863 el General Cipriano Mosquera reuni una

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    Constituyente integrada en su totalidad por representantes deestados liberales y promulg la Carta Magna de Ro Negroque estableci el sistema de los Estados Soberanos. Al convertira Colombia en una Confederacin de Estados Soberanos,fortaleci la autonoma de los Estados que formaban parte delpas. Esta constitucin intentaba mediatizar la intromisin deMosquera en los asuntos polticos de los estados.

    La Constitucin de Ronegro (1863) fue inspirada por el miedoa Mosquera: la creacin de nueve Estados con sus respectivospresidentes y sus nueve ejrcitos y sus nueve legislaturas confacultades omnmodas, hacan caso nula la accin delpresidente de la unin, con lo cual se buscaba oponer un diquea las ambiciones incontenibles del poderoso guerrero.1

    En aquel entonces Panam se encontraba unida a Colom-bia y polticamente formaba parte del rgimen federalcolombiano. Pero, debido a caractersticas propias de estefederalismo, el titular de la soberana radicaba en los Estados yno en el gobierno central de la federacin. De all los constantesintentos del gobierno central de la federacin por desconocer dehecho dicha soberana titular a los estados miembros de lafederacin.

    En efecto, en los regmenes federales, la nacin es siempretitular de la soberana y los estados miembros slo detentanuna de segundo grado. En cambio, segn las constitucionescolombianas de 1863, la cual organiza los Estados Unidos deColombia, lo contrario ocurre. Reside la soberana en losestados que conceden, al poder central, ciertas atribuciones2 .

    Los intentos del poder central de la federacin de suprimirla autonoma poltica que tena el Estado de Panam y cuyosprincipios estaban contemplados en la Constitucin de

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    1 Salazar, Victor M., Memorias de la Guerra, 1899-1902, Editorial ABC, Bogot, Colombia,1943, p. 16.

    2 Figueroa Navarro, Alfredo, Dominio y Sociedad en el Panam Colombiano (1821-1903),Impresora Panam, Panam, 1978, pp. 329-330.

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    Rionegro de 1863, se profundizaron con la subida a laPresidencia de la Repblica del Dr. Rafael Nez en 1880. Losmiembros de su partido, el Partido Liberal, le ofrecieron todo elapoyo para que llegara limpiamente a la Presidencia de laRepblica, en los perodos 1880 1882 y 1883-1884.

    Desde su advenimiento al poder, Nez ejerci su influenciapara que en las elecciones de los Estados Soberanos resultarantriunfantes gobernadores que pudieran apoyar incon-dicionalmente las medidas polticas, sociales y econmicas quedictaba para gobernar al pas. Se hizo rodear de elementosafines a su prctica poltica y gener divisin dentro del partidoque lo haba impulsado al poder. Tambin, durante su mandatose iniciaron los trabajos de construccin del canal por parte dela compaa francesa dirigida por Ferdinand De Lesseps.

    En 1884, en los Estados de Bolvar y Santander explotaronviolentas manifestaciones de protesta por las irregularidadesque se haban manifestado durante el torneo electoral para elegiral gobernador del Estado. Para tratar de darle una salida a lacrisis poltica, los involucrados en el Estado de Santanderllegaron al acuerdo de conformar una nueva convencinconstituyente, la cual se encargara de designar al nuevoPresidente del Estado. Como el elegido result ser un liberalque no se identificaba plenamente con las medidas polticas yeconmicas que emanaban del poder central, el Dr. Rafael Nezdecidi disolver esa convencin y suprimir las atribuciones deautonoma poltica que posea ese Estado.

    Disolvi por la fuerza la convencin de Santander, destruyendode un golpe la Constitucin Federal de la Repblica que ledaba a los Estados facultades amplias para su organizacin ymanejo internos. Y viol de ese modo todos sus juramentos desostener y cumplir las leyes fundamentales de la nacin. 3

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    3 Morales, Eusebio Antonio, Situacin Poltica y Econmica de Colombia (Artculo publicadoen ingls en The North American Review, a mediados de 1902), Traducido al espaol yreproducido en Morales, Eusebio A., Ensayos, Documentos y Discursos, Edit. ColeccinKiwanis, Impresora de La Nacin, Panam, 1977, p. 13.

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    Las medidas represivas impuestas por el Presidente Nezse resintieron inmediatamente en Panam, y en las ciudades dePanam y Coln comenzaron a agitarse algunos lderes delliberalismo radical. Lderes como Benjamn Ruiz y RafaelAizpuru levantaron las banderas de lucha para oponerse alrgimen de Nez. En las elecciones del Estado, las cualesestaban programadas para realizarse en ese mismo ao, 1884,el general Benjamn Ruiz propuso derrocar al candidato deNez, Dmaso Cervera, pues existan indicios de que steintentara manipular las elecciones para que saliera triunfanteun representante del Partido Conservador.

    El 2 de julio de 1884 el general Benjamn Ruiz dirigi unainsurreccin que despoj del poder al Presidente del Estado dePanam, Dmaso Cervera. Inmediatamente despus del golpe,Ruiz nombr como Secretario General del GobiernoRevolucionario a un eminente abogado cartagenero radicadoen la ciudad de Coln, llamado Pedro Prestn. Sin embargo,11 das despus las fuerzas gubernamentales logran reconquistarel poder y tanto Ruiz como Prestn fueron enviados a la crcel.Estando Pedro Prestn y otros liberales radicales en presidio, elgobierno procede a realizar las elecciones, en las que saletriunfante un candidato opuesto a las ideas conservadoras. Poresta razn, el jefe militar del Estado, General Carlos A. Gnima,desconoci a Juan Manuel Lambert y convoc a una asambleaconstituyente.

    Caso muy similar estaba sucediendo en Santander dondetambin se convoc a una asamblea constituyente que, paramala fortuna del gobierno la mayora de los delegados eranpartidarios del liberalismo. En desacuerdo con las medidas queestaba implementando la constituyente, el Presidente Nezprocedi en diciembre de 1884 a disolver la constituyente y aimponer como Presidente del estado de Santander a Sergio

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

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    Camargo. Estas son las circunstancias inmediatas que habrande provocar el inicio de una guerra civil en toda Colombia.

    La revolucin se hizo presente en varios Estados deColombia y su influencia se hizo sentir en Panam. En Panam,el 1 de enero de 1885, el Dr. Nez haba logrado imponercomo Presidente del Estado a uno de sus favoritos, el GeneralRamn Santodomingo Vila. Santo Domingo haba sido electoen una convencin, con la finalidad de que fungiera comogaranta de realizar torneos electorales limpios.

    Al final de la primera quincena de enero de 1885, soldadosnorteamericanos invadieron y ocuparon la ciudad de Coln, conel argumento de que no podan permitir que el orden se alteraray que se afectaran a los ciudadanos extranjeros que residan enesa ciudad. El Prefecto de Coln Santander A. Galofre protestpor la violacin de la soberana del pas y envi una nota alPresidente Santodomingo solicitndole una explicacin por lapasividad del gobierno ante la violacin de la soberanacolombiana de parte de los norteamericanos. La respuesta delPresidente consisti en argumentar que l no poda hacer grancosa puesto que el Tratado Mallarino-Bidlack le otorgabafacultades a los norteamericanos para ocupar el Istmo so pretextode preservar el libre trnsito.

    Al constatar mediante la repuesta del Presidente de que elgobierno actuaba como cmplice de esta violacin de lasoberana y que su figura poda ser utilizada para legitimar lainvasin norteamericana en Colombia, el Prefecto de Coln,Santander A. Galofre redact su renuncia, denunciando que losactos de los norteamericanos heran de muerte la soberana delpas y destruan su independencia.

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    Coln. Enero 18 de 1885.

    Seor Presidente del Estado Soberano de Panam.Presente.

    La infantera del buque de guerra americano anclado en estepuerto ha desembarcado esta tarde y ejercido actos de soberanaen el territorio colombiano.

    En este momento no son las nueve estrellas del pabelln deColombia las que arrojan luz sobre nosotros. No son lasinstituciones que Bolvar conquist con su espada y Santandersell con los resplandores de su genio, las que nos rigen. Labandera que envolvi a Lincoln al bajar al sepulcro, la veoizada sobre nuestras cabezas. Es increble que despus deBoyac se ice una bandera extraa en nuestro territorio sinnecesidad de muchos combates y sin que nuestra sangre o laextraa d el color prpura a nuestros mares!

    Estamos bajo el dominio de las fuerzas americanas y cierro losojos para no ver los colores de la vergenza que manchannuestros rostros.

    En presencia de estos actos que hieren de muerte nuestrasoberana y destruyan nuestra independencia, mi dignidad comocolombiano y mi deber como patriota, me impiden en absolutoservir a un gobierno que se considera impotente para vengartal afrenta y que no ha empleado ningn medio para rechazartal invasin.

    De Ud. Atento ServidorSantander A. Galofre.4

    La presencia de tropas norteamericanas en la ciudad deColn era un mensaje para las potencias europeas, hacindolessentir que el Istmo de Panam era una regin vital para sus

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    4 Carta de renuncia del Prefecto de Coln, Santander A. Galofre por la invasin norteamericana aColn, el 18 de enero de 1885. En Bethancourt Arosemena, Rmulo, Pedro Prestn bajo elfuror de las tormentas, Ediciones Formato Diecisis, Panam, 1985, p. 18.

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    intereses. Los soldados norteamericanos permanecieron variosdas y luego se retiraron hacia el buque de guerra que tenananclado en la baha.

    Pocos das despus, en febrero de 1885, el General SantoDomingo, rompiendo con una tradicin de neutralidad del Istmo,envi las pocas tropas que existan en el Istmo hacia Cartagenay El Cauca para apoyar a las tropas gobiernistas que estabansiendo asediadas por las del general Ricardo Gaytn Obeso.Adems, solicit licencia a la Asamblea para separarsetemporalmente del puesto y participar activamente en lascampaas militares, dejando como encargado del PoderEjecutivo del Estado al Dr. Pablo Arosemena.

    Al marcharse Santo Domingo hacia Cartagena y el Cauca,Panam y Coln quedaron con una raqutica guarnicin militar.Los descalabros sufridos en la expedicin, origin que en elIstmo se instituyera el reclutamiento forzoso de todos losciudadanos en edad de combatir. El malestar cundi en lamayora de la poblacin que manifestaba su desacuerdo concomprometer a los istmeos en la revolucin, cuandotradicionalmente la posicin de sus habitantes haba sido la demantenerse neutral con respecto a los conflictos que sesuscitaban fuera de su mbito geogrfico.

    El malestar de la poblacin aument de intensidad cuandose emitieron decretos que autorizaban a las autoridades utilizarlos fondos del Estado para sufragar servicios de la guerra. Elclima poltico se fue enrareciendo.

    Las condiciones eran propicias para que se acentuaran laspugnas polticas. Ante la posibilidad de que los liberalesradicales pudieran aprovechar la escasez de tropasgubernamentales en el Istmo para provocar una revolucin, las

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    altas esferas del gobierno de Nez entablaron contactos conlas autoridades norteamericanas y le insinuaron que el gobiernono se opondra a una penetracin de tropas norteamericanas enPanam.

    El Dr. Pablo Arosemena, aprovechando el puesto dePresidente con que haba sido investido, emiti una orden deamnista para los presos polticos, logrando de esta manera laexcarcelacin del lder del arrabal colonense Pedro Prestn.

    Prestn aprovecho su libertad para reunirse con un gruposelecto de liberales, contndose entre ellos al Dr. Jos MaraVesga y Avila, para planear un alzamiento contra el gobierno.En stas reuniones se establecieron contacto con los liberalesque radicaban en Panam, concretamente con el general RafaelAizpuru y se decidi iniciar la sublevacin en Panam.

    En ese sentido, el 16 de marzo de 1885, en Panam se alzen armas el general Aizpuru, circunstancia que oblig al gene-ral gobiernista Carlos A. Gnima a dejar Coln y retornar aPanam con las escasas tropas que estaban estacionadas enColn. Los combates se entablaron en Panam alrededor delcuartel de la polica nacional. Debido al poco armamento conque contaban los revolucionarios, Aizpuru dio la orden dereplegarse hacia los alrededores de Farfn. Los rebeldes liberalesquedaron acampados en los alrededores de Corozal, a pocadistancia de la ciudad.

    La ausencia de tropas gubernamentales en Coln, cre lascondiciones idneas para que el prestigioso mulato Dr. PedroPrestn reuniera a un grupo de afroantillanos y se levantaratambin en armas proclamndose Jefe Civil y Militar de eseDepartamento. Las oficinas del Ferrocarril de Panam y las delCanal fueron tomadas por los rebeldes del arrabal colonense.

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    Es de resaltar que el Dr. Prestn se sublev con escasas armasy municiones.

    Inmediatamente despus de asumir el control de la ciudad,Prestn nombra a su estado mayor, el cual qued compuestopor: Jos Mara Vesga y Avila, Jefe; general Antonio Pautricelli,subjefe; miembros los coroneles Juan Evangelista Ayarza,Leoncio Ambulo, Leopoldo Dacail y el Dr. Peralta. La primeraaccin de gobierno consisti en emitir una proclamadesconociendo la autoridad del Presidente de la Repblica, Dr.Rafael Nez.

    PROCLAMAEL JEFE CIVIL Y MILITAR DEL

    DEPARTAMENTO DE COLONA NACIONALES Y EXTRANJEROS

    CONCIUDADANOS!

    Desde que el Sr. Doctor Rafael Nez, burlando las legtimasaspiraciones de los pueblos y las justas exigencias del partidoque lo llev al Poder, rompi el pacto federal hacindose jefede una Dictadura que significaba al propio tiempo traicin ala doctrina liberal; desde ese momento, el Sr. Nuez, ha dejadode ser el representante legtimo de la autoridad colombiana ylos que an lo acompaan en su ignominiosa cada, rebeldes ytraidores.Compatriotas! Con vuestro valioso concurso, los derechos delpueblo han sido reivindicados en esta seccin de la Repblica,y con ese mismo concurso, que espero no habr de faltarme,me prometo que prximamente nuestros hermanos rebeldeshabrn vuelto al camino del deber y a la sombra de la comnbandera o pagado su obstinacin en una derrota inevitable.Conciudadanos de todas las nacionalidades! La causa delderecho es una, indivisible y eterna y la libertad siempre tuvoel orbe por Patria; pero en contiendas como sta, la neutralidad

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    os compete y nada os exijo; pero en cambio os ofrezco ampliasgarantas para vuestras vidas y propiedades por parte de lasfuerzas de mi mando, siempre que alguna medida de hostilidadno me diera el derecho a justas represalias.

    Nacionales y extranjeros! Mi mejor deseo en todo caso, esevitar la efusin de sangre entre hermanos; pero sidesgraciadamente se me obliga a combatir, para ello estoyresuelto con los valientes voluntarios que me acompaan; ypara el caso de un conflicto, conjuro formalmente a los quepuedan temer algo, a la pronta evacuacin de esta plaza quepuede ser teatro de combates ms o menos sangrientos.

    Conciudadanos Todos! Confiemos en la victoria

    Viva el Partido Liberal!, Cuartel General en Coln a 18 de marzo de 1885. FIRMA: Pedro Prestn El Ayudante Secretario.5

    El 17 de marzo el General Gnima nombr al GeneralBuenaventura Correoso en el cargo de Secretario General delEstado y le confi la misin de establecer conversaciones deconciliacin con los alzados, General Rafael Aizpuru y el DoctorPedro Prestn. Correoso se traslad ese mismo da a Coln,acompaado por el Capitn Luis Salazar. En Coln, varioselementos afines a la causa de Prestn arrestaron al capitnSalazar y Prestn justific el arresto argumentando que elgobierno estaba manipulando la figura de Correoso paragarantizar la presencia de Salazar ah, cuyo propsito erasorprenderlo y realizar un pronunciamiento pblico en el centrode la ciudad, lo cual hubiera debilitado el movimiento.

    Ante la imposibilidad de poder proporcionar fusiles ymuniciones a la gran cantidad de voluntarios que se haban

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    5 Proclama de Pedro Prestn, el 18 de marzo de 1885. En Bethancourt Arosemena, Rmulo,Pedro Prestn bajo el furor de las tormentas, Ediciones Formato Diecisis, Panam, 1985,p. 29.

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    incorporado al movimiento revolucionario, Prestn procedi aentablar negociacin con una agencia privada con el propsitode lograr la compra de 200 rifles y municiones. En ste sentido,Prestn convino con el negociante norteamericano William P.Maal la compra de las armas, las cuales deberan sertransportadas por la agencia privada desde Estados Unidos hastael puerto de Coln.

    Ante la agudizacin del conflicto, el General Gnima asumiel cargo de Jefe Civil y Militar y declar la neutralidad delIstmo en la guerra nacional. El 26 de marzo de 1885 el Dr.Pablo Arosemena, que funga en ese entonces como jefe civildel Estado despus de la renuncia de Santo Domingo, presentformalmente su renuncia al Poder Ejecutivo del Estado, bajopresin del general Carlos A. Gnima..

    El Comandante General de las fuerzas nacionales delAtlntico y Panam.

    CONSIDERANDO:

    1. Que la difcil situacin porque atraviesa el Estado, requiereque se tomen medidas enrgicas, para salvar la integridad delEstado y de la Nacin:2. Que habiendo el seor doctor Pablo Arosemena hechorenuncia del puesto de Presidente del Estado, que conpatriticos y desinteresados esfuerzos ha desempeado,mereciendo por ello el reconocimiento de nacionales yextranjeros;

    DECRETA:

    Art. nico, Desde esta fecha se asume el mando de ambospoderes, en su carcter de Jefe Civil y Militar del Estado.

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    Comunquese este decreto A LOS SEORES Cnsules residentesen el Estado, y publquese en Gaceta extraordinaria.Dado en Panam a 26 de marzo de 1885.C. A. Gnima.6

    De regreso a la ciudad de Panam, Correoso entablconversacin con el general Aizpuru. De las plticas sostenidaspor Correoso con los cabecillas alzados en la Conferencia DeFarfn, se logr redactar un convenio de paz que, entre otrasclusulas, se aceptaba reconocer como Jefe Civil y Militar delDepartamento al General Carlos A. Gnima, declarar laneutralidad del Istmo en la revolucin que azotaba a Colombia,nombrar al General Aizpuru Comandante General de las Fuerzasdel Estado, y al abogado Pedro Prestn Jefe inmediato de laguarnicin militar de Coln.

    Hlas aqu, tal cual la memoria nos indica:

    Las fuerzas que representan el movimiento revolucionario aquy en la ciudad de Coln, reconocen al Gobierno que encabezaen el Estado el General Carlos A. Gnima, con el carcter dejefe Civil y Militar, y quedan sometidas a su autoridad.

    La neutralidad del Gobierno en la guerra nacional actual,proclamada ya por el Gobierno del General Gnima serfielmente cumplida.

    Como garanta de justo avenimiento, en el presente tratado,ser nombrado Comandante General de las fuerzas del Estado,el Sr. General Rafael Aizpuru, quedando incorporadas en stas,la parte que ahora figura como Guardia Colombiana haciendola guarnicin de la plaza. Y el Sr. Pedro Prestn quedarencargado de la Prefectura del Departamento de Coln, y Jefeinmediato de la guarnicin militar de all.

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    6 Vase DECRETO NUMERO 1 (DE 26 de mayo de 1885), citado en Correoso, Buenaventura,Sucesos en Panam: Informe a la Nacin, Revista Cultural Lotera, Nos. 340-341, Jul-Agos. 1984, Panam, p. 114.

    7 Correso, Buenaventura, op. cit., pp. 116-117.

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    Ser convocada una nueva Asamblea Constituyente, conacuerdo de los dos Jefes de las fuerzas que aceptan esteconvenio.7

    En la Conferencia de Farfn, el General BuenaventuraCorreoso adverta a los sublevados acerca del peligro que secorra si se entablaban combates en las ciudades de Panam yColn, pues los norteamericanos estaban a la expectativa de unpretexto para poder intervenir militarmente.

    El General Gnima se neg a firmar el convenio de Farfny consider que Correoso inclin la negociacin a favor de lossublevados. Esta acusacin molest a Correoso, quien el 28 demarzo present su renuncia al cargo que Gnima le habaasignado. Inmediatamente emiti rdenes a los coroneles RamnUlloa y Santiago Brum para que fueran a recuperar la ciudadde Coln. Simultneamente, envi un correo a losnorteamericanos solicitndoles evitar en el muelle la entrega dearmas a los rebeldes de Prestn.

    Los enfrentamientos armados haban cesado, pero se sentaun ambiente pesado en las dos ciudades. Mientras se mantenala tregua, Prestn reclutaba a gran cantidad de ciudadanos dedistintas nacionalidades, llegando a aglutinar alrededor de 200elementos. Lo que le faltaba a Prestn eran armas y municiones.

    El da 30 de marzo de 1885 hizo su aparicin en las aguasmarinas de Coln el barco que traa de Estados Unidos las armasy municiones compradas por Prestn. Las autoridadesdiplomticas de la fragata norteamericana Galena, que en esemomento se encontraba surta en el puerto, haban ya recibidordenes desde Washington para que evitaran que el embarquede armas fuese entregado a los rebeldes de Coln. Por los hechosque despus sucedieron, se colige que las autoridades

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

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    gubernamentales de Colombia haban solicitado la intervencinmilitar de los Estados Unidos.

    Cuando los rebeldes de Prestn exigieron al agente del buqueprivado que les entregara los rifles y municiones, (John M. Downse neg a entregarlas y argument que las autoridadesnorteamericanas se lo haban impedido. Prestn entr en cleray mand a su gente a arrestar al agente, a dos yanquis del barcoGalena y al Cnsul norteamericano en Coln.

    La prepotencia que haba mostrado el Cnsulnorteamericano hacia los lderes de color, provoc en Prestnun estado de rabia y de orgullo. En su mente volvi a revivirseaquel pensamiento que formaba ya parte de su concepcinpoltica en relacin con la forma de calificar a los misionerosdel Destino Manifiesto.

    Yo siento en m una fuerte pasin que me lleva a enfrentarmea dificultades superiores a m. Cuando pienso en el desprecioque los blancos norteamericanos y franceses sienten por losnegros y mulatos y veo que estos le rinden honores a aqulloscomo si aceptaran ser inferiores ellos, me dan ganas de gritary actuar en forma que los blancos norteamericanos y francesescomprendan que hay entre los mos un hombre, que soy yo, queno les teme y que los mira de igual a igual, como amigos ocomo enemigos, segn ellos escojan.8

    A stos rehenes los desplaz a tierra firme e inform auno de los oficiales yanquis que no dejara en libertad a losarrestados a menos que le entregaran el cargamento de armas, yamenaz con fusilar a los rehenes en caso de que los yanquishicieran el intento de desembarcar tropas en Coln.

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    8 Urriola De Len, Rubn Daro, Proyeccin Histrica del General Pedro Prestn, Trabajo deGraduacin, Universidad de Panam, 1980. Citado por Brenes, Ren, Meditacin ante lafotografa histrica de un ahorcado, Editorial universitaria, 1985,Anexo, p. 18.

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    El Cnsul norteamericano entabl negociaciones con Prestny se comprometi a entregarle el embarque a cambio de quedejara en libertad a los rehenes. Sin embargo, cuando Prestnenvi a sus hombres en pequeas embarcaciones a recoger lasarmas, la fragata norteamericana se lo impidi, cruzndose ensu camino. Las embarcaciones tuvieron que retornar a tierrasin los fusiles y municiones.

    Pero ocurri que el Coronel Ramn Ulloa lleg en la nochedel 30 de marzo a Coln, procedente de Panam para combatira Prestn, con un reducido nmero de soldados. Losenfrentamientos se iniciaron esa misma noche en las periferiasde la ciudad, presentando los morenos de Prestn una fuerteresistencia a las tropas gubernamentales. Un significativo grupodel arrabal colonense se mostr combativo en las periferias deColn: Negros, sambos, mulatos y mestizos del arrabal desataroncombates urbanos. La duracin de la batalla se hizo larga.Cuando alumbr el sol el 31 de marzo, los encuentroscontinuaban y los rebeldes de Prestn se replegaron hacia elcentro de la ciudad, levantando barricadas y confeccionandotrincheras.

    En el fragor de la lucha, las tropas norteamericanasdesembarcan en la ciudad y comienzan a combatir contra losrebeldes de Prestn. Las tropas del gobierno y de los yanquisse mostraban incapaces de desalojar de sus trincheras a losrebeldes, quienes se escondan en las casas de madera y desdeall disparaban contra los gringos y las tropas del gobierno.Vindose en una amplia desventaja numrica y material, Prestndecidi a la una de la tarde replegarse y escapar por mar convarios de sus seguidores.

    Montados en frgiles pangas o cayucos, unas 5 docenas desus seguidores se adentraron en el mar. Desde la fragata

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    norteamericana se pudo detectar a las pangas que haban iniciadosu navegacin desde el muelle y se hicieron intentos pordetenerlos. Prestn y algunos de sus colaboradores lograronescapar. Sin embargo, otros como Leopoldo Dacail y LeoncioAmbulo no tuvieron igual suerte y ms tarde fueron fusilados.

    En las frgiles pangas, Prestn logr llegar hasta Portobeloy, desde all habra de proseguir su huda hacia Cartagena,Colombia, para tratar de incorporarse a las fuerzas del lderliberal Ricardo Gaytn Obeso..

    Mientras Prestn y un grupo de sus tropas hua por mar, elgrueso de los liberales se quedaba en la ciudad tratando de buscarrefugio contra las tropas norteamericanas y del gobierno, a lavez que seguan hostigando a los invasores. Las tropasnorteamericanas comenzaron a arrestar a las personas que fueransospechosas de estar participando en la refriega. Desde lafragata Galena se hicieron varios disparos de caones sobre laciudad para desbaratar las trincheras de los rebeldes.

    A eso de las 2 de la tarde se desat en la ciudad de Coln unincendio que poco a poco fue adquiriendo proporciones enormes,comenzaron a consumir las frgiles casas de cartn y de maderade toda la ciudad. Es muy probable que el incendio haya sidoocasionado: o por los caonazos que desde el barco Galena seestuvieron disparando contra las trincheras de los rebeldes, opor la parte gobierno-invasor para desalojar de las trincheras alos revolucionarios, o por un accidente. Las evidencias detiempo y lugar indican que antes de que se produjera el incendio,Prestn ya haba abandonado la ciudad de Coln. Por otraparte, no existen elementos probatorios que nos hagan suponerque Prestn hubiese ordenado a los elementos que se quedaroncombatiendo, prender fuego a la ciudad como acto de represaliapor la ocupacin yanqui.

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    Al finalizar el da 31 de marzo, las tropas norteamericanasmantenan el control absoluto de la ciudad de Coln y volvi areinar la autoridad del gobierno conservador. La representacindel gobierno estuvo compuesta por el Coronel Ulloa, los seoresGeneral Wenceslao Ibez, Doctor Manuel Amador Guerrero,Tiberio Snchez y Luis Napolen.

    Mientras Coln Arda, convertida en cenizas, las fuerzasde Aizpuru le propinaban una gran derrota a las fuerzasconservadoras del gobierno, inclusive fue hecho prisionero elGral. Gnima. Simultneamente, las fuerzas del GeneralAizpuru se tomaron la ciudad capital y Aizpuru se hizo cargodel Gobierno del Estado. Dos das despus, el 13 de abril unacomisin enviada por Aizpuru a Coln lleg a un acuerdo conlos conservadores, comprometindose ambos bandos en declararla neutralidad del istmo en los conflictos armados que sesuscitaban en Colombia.

    El acuerdo convenido entre Aizpuru y el Coronel Ulloaestableca los siguientes acuerdos:

    1. Se suspenden hostilidades por 30 das.2. Se manda a Coln un Prefecto (Gobernador) a

    satisfaccin de Brum y Ulloa.3. Sostener la fuerza de Ulloa con fondos de Panam.4. Soltar los prisioneros que tenga Aizpuru.5. Reconocer que el incendio de Coln ha sido obra de los

    revolucionarios.6. Juzgar y castigar severamente a los incendiarios.7. Ulloa se compromete a no aumentar su fuerza sin

    reconocer al gobierno de Aizpuru.

    El general Aizpuru requiri la colaboracin del generalBuenaventura Correoso y lo nombr General en Jefe de las

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

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    fuerzas del Estado. A fin de conseguir la neutralidad efectiva,encomend a Correoso desplazarse al Cauca para queconferenciara con el Presidente del Cauca y proponer el cese delas hostilidades con la condicin de que aceptara la neutralidadde Panam en la revolucin poltica que estaba desatada en elpas. Con esa misin, el 14 de abril de 1885 viaj el GeneralBuenaventura como Comisionado de Paz al Cauca.

    Al da siguiente las tropas que se encontraban en Coln,fueron desplazadas hasta la ciudad de Panam, destruyeron lasbarricadas que se haban erigido en preparacin de una posibleexpedicin colombiana, y conminaron a los generales RafaelAizpuru y Francisco Ruiz Sandoval a que se rindieran. El gene-ral Aizpuru fue arrestado por las tropas invasoras y conducidoa las instalaciones del consulado norteamericano. La represinnorteamericana lleg hasta las inmediaciones de Santana dondefueron reprimidos violentamente un grupo de personas queprotestaban por la invasin.

    Mientras esto suceda en Panam, la delegacin enviadapor Aizpuru al Cauca desconoca la tragedia que estabaocurriendo en el Istmo. El Presidente del Gobierno del Cauca,General Payn, no se encontraba presente, pero en representacindel Presidente Nez estaban Jos C. de Obalda y los JefesMilitares de la Plaza, Sres. Coroneles Miguel Montoya y RafaelReyes. Los militares gobiernistas mantuvieron entretenidos alos representantes del Istmo, Buenaventura Correoso y AgustnClement, mientras preparaban una expedicin militar para tomarel control efectivo del Estado.

    La invasin a las ciudades de Panam y Coln por parte delas tropas norteamericanas, incendi el sentimiento patriticoen la poblacin al observar cmo los norteamericanos destruanlas trincheras de los revolucionarios y emplazaban caones en

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

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    distintos puntos de la capital. Ms an, las tropas invasorasenarbolaron la bandera de las barras y las estrellas en diversosedificios de la capital. Los historiadores Enrique J. Arce y JuanB. Sosa describen lacnicamente esta escena en los siguientestrminos:

    El patriotismo de los regionales, sin distincin de colorespolticos, se resinti hondamente al ver las tropasnorteamericanas, entrar en son de guerra y ocupar militarmentela capital, destruyendo las trincheras, ocupando las iglesias,colocando sus caones y ametralladoras en puntos estratgicosde la poblacin, as como frente a los cuarteles de las tropasrevolucionarias, y enarbolando la bandera de los EstadosUnidos en varios edificios.9

    A los representantes de los revolucionarios BuenaventuraCorreoso y Agustn Clement, se les mantuvo en destierro pro-visional, envindolos el gobierno a la ciudad de Cali. Pocosdas despus de su regreso, fue que el General Correoso pudoconstatar personalmente el dao que haban causado a lospanameos la ocupacin norteamericana.

    El general Buenaventura describe el clima existente en elIstmo el 24 de abril de 1885 en los siguientes trminos:

    Aunque en nuestra salida de Panam ya vimos estacionadaslas tropas norteamericanas en todo el trayecto de la lnea delferrocarril, hasta la misma oficina de Panam, y esto nos heraprofundamente, quisimos atribuir esa ligereza de procedimiento,a exceso de celo por la mantencin del libre trnsitointerocenico, sin ms pretensiones que la de dar eficaz garantaal comercio. Y cul sera nuestra justa sorpresa, al saber queesas tropas haban ejercido actos de suma hostilidad tambinen Panam, intimando rendicin a las fuerzas de Gobierno, y

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    9 Arce y sosa, Gua Histrica, pg. 625, Edicin original, coleccin de Juan A. Susto Lara. Citadopor Conte-Porras, Jorge, Buenaventura Correoso y las Luchas Polticas del S. XIX en elIstmo de Panam, en Boletn de la Academia Panamea de la Historia, Tercera poca,Panam oct-nov-dic 1975, enero-febrero-marzo-1976, pp. 195-196.

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    apresando a su primer Jefe, General Rafael Aizpuru, que fuellevado, con tal carcter, al Consulado de esa Nacin. El 24 deabril, que estas cosas pasaban, era el Sr. Cnsul de la GranRepblica el Soberano rbitro en nuestro propio suelo, y elPabelln y armas de esa gran nacin ostentaban su poder sobrenosotros (!!) Mientras tanto, y con posteridad a esto, elAlmirante Jouet ejerca tambin con su Escuadra, actosjurisdiccionales en nuestras aguas de Barranquilla a Coln,muy depresivas por cierto, de la dignidad de Colombia.Intervencin directa esta, en nuestros asuntos, a fuerza deespeciosos pretextos! Y la doctrina sostenida por el Gabinetede Washington, sobre el clebre asunto del vapor Alabama,es abiertamente contraria a esa conducta.10

    Argumentando que las confrontaciones que se estabanrealizando en Panam ponan en peligro el libre trnsito por elIstmo, especficamente el del ferrocarril interocenico, y tomandocomo base legal las atribuciones que le confera el TratadoMallarino-Bidlack del 12 de diciembre de 1846, los EstadosUnidos de Amrica desembarcaron tropas militares en las zo-nas de conflicto y neutralizaron las protestas istmeas. En elconsulado norteamericano los diplomticos norteamericanosejercen presin sobre Aizpuru y lo amenazan con pasar por lasarmas a todos los rebeldes si no estableca el cese de hostilidadescon el gobierno.

    El 27 de abril arribaron a Panam desde Colombia las dosexpediciones que haban sido organizadas por los coronelesMiguel Montoya y Rafael Reyes y se enviaron representantesal consulado norteamericano para negociar la rendicin deAizpuru. Dos das despus, los comisionados de los tres bandos:liberales, conservadores y norteamericanos, llegaban a unacuerdo para el cese de las hostilidades. En la ciudad de Panama los 29 das del mes de abril se reunan en la estacin deferrocarril, por parte del gobierno: Belisario Losada, Manuel J.

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    10 Correso, Buenaventura, Sucesos en Panam: Informe a la Nacin, op. cit., p. 128.

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    Diez y Samuel Crdoba; por parte de los alzados: BernardoVallarino, Ricardo Arias y Gerardo Lewis; y por parte de losnorteamericanos: el Cnsul Adamson y los almirantes McCallay Jouett.

    En esta capitulacin liberal se estipul que el gobierno defacto del Sr. Aizpuru reconoce y se somete al Gobierno Nacionalrepresentado por los seores Coroneles Miguel Montoya, Jefecivil y Militar de Panam, Rafael Reyes, Comandante de lasFuerzas Nacionales Caucanas, Jos C. de Obalda,Comandante de la Caonera Boyac y Ramn Ulloa, Jefede las Fuerzas Nacionales acantonadas en Coln y enconsecuencia entrega la plaza, armas y municiones y demselementos de guerra que en su poder existen.

    Derrotada la rebelin en Panam, la oligarqua tradicionalen el Istmo de Panam por su propia iniciativa se ofreci apactar con los invasores extranjeros.11 La delegacinnorteamericana hizo entrega a las autoridades conservadorasde dos rebeldes que haban sido arrestados en los desrdenes deColn. Los arrestados entregados fueron el haitiano AntoinePautricelli y el jamaicano George Davis, alias Cocobolo. Aambos se les hizo un juicio militar, acusados de haber iniciadoel incendio de Coln y fueron ahorcados en pleno centro de laciudad el 6 de mayo de 1885.

    Poco despus que las tropas invasoras se retiraron de lasciudades de Panam y Coln, el gobierno central de RafaelNez procedi a instrumentar legalmente la desintegracin dela autonoma poltica de que gozaba el Istmo de Panam. Pero,para compensar y agradecer la ayuda que haba recibido departe de los norteamericanos en Panam, el gobierno de Nezarm un juicio militar contra Pedro Prestn, quien haba sido

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    11 Conte-Porras, Jorge, Buenaventura Correoso y las Luchas Polticas del S. XIX en el Istmode Panam, en Boletn de la Academia Panamea de la Historia, Tercera poca, Panamoct-nov-dic 1975, enero-febrero-marzo-1976, p. 196.

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    capturado el 11 de agosto en el Departamento de Magdalena.Los norteamericanos continuaban indignados porqueconsideraban una grave afrenta el que un negro hubiese tenidola insolencia y osada de someter a humillacin a tres desus nacionales y, especialmente, al que portaba la representacindiplomtica de los Estados Unidos.

    El juicio militar estuvo plagado de mentiras, arbitrariedadesy de profundas fallas legales. El juicio no era ms que un procesode trmite, la sentencia ya se haba dictado de antemano. Lostestigos de cargo fueron cuatro comerciantes extranjerosblancos portadores de una ideologa que justificaba ladiscriminacin racial.

    Los testigos de cargo fueron cuatro: Giovanne Beltrame,italiano, comerciante; Clement Dupuy, gringo, superintendentede la Compaa del Ferrocarril; Hugo Dietrich, alemn,comerciante, y William Connor, sbdito ingls, empleado dela agencia naviera Pacific Mail S.S. Co. Los cuatro eranextranjeros de tez blanca, con el pensamiento enquistado en lasupuesta superioridad de su raza. Ninguno de ellos dominabael idioma espaol 12

    Sobre las vas del ferrocarril se levant el cadalso y el pueblocolonense fue testigo del festn poltico que se realiz ese 18 deagosto de 1885. En el ltimo pronunciamiento de Prestn,minutos antes de ser ahorcado, ste recalca que era inocente dela acusacin que se le imputaba y que en qu cabeza podacaber la idea de que l poda haber mandado a incendiar lascasas de la ciudad, cuando su propia familia estaba en peligrode muerte.

    Hago uso del derecho de la palabra, no para defender mivida, porque demasiado veo la corriente que me arrastra, desde

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    12 Salabarra Patio, Max, Por la reivindicacin de Pedro Prestn, en Revista Maga: revistapanamea de cultura No. 7 (Jul-Sept. 1985), Editorial Signos, Panam, p. 9.

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    la cual diviso a un lado, la oscura fosa que espera mi cuerpo,y del otro, la aureola que brinda la palma del martirio.

    Hago uso de este derecho para protestar contra el horrendocrimen que me imputis, y para que el mundo sepa que el quehoy llamis incendiario de Coln, es inocente ante Dios y antelos hombres de buena voluntad. Y para pediros que, por elbuen nombre de nuestra amada Colombia y cuando vuestrosespritus reposados por el transcurso del tiempo, ya no abriguenpasiones polticas, hagis comparecer ante este banco, almonstruo que ejecut tan horrendo crimen, para que d cuentade su obra, y luego la expe en ese cadalso, que hoy habislevantado para mi difamacin.

    Sostenedor incansable de la Constitucin de Rionegro, melevant en sostenimiento de la fuerza que en su mayor partequed envuelta entre las llamas. Desgraciadamente, la suertede nuestras armas fue adversa tanto aqu como en los demscampamentos de la Repblica en que hubo de levantar la mismabandera, adversidad de la cual se han valido mis enemigospersonales para confundirme con el pavoroso criminal.

    Qu mvil podra inducirme para destruir la florecienteciudad de Coln? Yo llegu a ella ignorado y sin recursospara la subsistencia y a fuerza de luchar cuerpo a cuerpo conel infortunio, logr conquistar una posicin no ventajosa, perosi halaguea. Aqu en mi hogar, tena los seres ms queridosde mi vida y cmo podra yo atentar contra esas vidas queeran la savia de la ma? Con gusto hubiera dado mi sangremejor del corazn por haberles ahorrado, no digo un dolor,sino una lgrima.

    Me resigno, seores miembros del Consejo a recibir vuestroveredicto que de antemano s cul es. Yo perdono a mis juecesde la tierra, para que el juez supremo me reciba como mrtir.13

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    13 ltimas palabras de Prestn ante el cadalso. En Salabarra Patio, Max, Por la reivindicacinde Pedro Prestn, en Revista Maga: revista panamea de cultura No. 7 (Jul-Sept. 1985),Editorial Signos, Panam, pp. 13-14.

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    As se despeda de su pueblo el mrtir, el hroe, elantimperialista y el que sembr las semillas que siguierongerminando en la Guerra de los Mil Das: autonoma yautodeterminacin, respeto por la nacionalidad y defensa de lasoberana nacional. Alguien dira muchos aos despus, quePrestn dej un ejemplo brillante del caudillo innato.

    Prestn, no obstante su extraccin netamente popular y mes-tiza, es un ejemplar brillante del caudillo innato que, superandolimitaciones del medio original, emerge en el plano de la accinpoltica para plantear y sustentar una posicin nacionalista,patritica y unificadora que trasciende las clsicas divisionesde raza, credo y clase social. Su diferencia fundamental conaqullos, consiste en que era un hombre urbano, un autnticoproducto de la ciudad, ubicado en una jerarqua intelectualsuperior a todos ellos y a la masa de sus contemporneos. Poreso, su causa no poda ser la de un grupo ni un sectordeterminado sino la de una nacin frente a la prepotencia y laintervencin extranjera.14

    Para barrer con todo residuo de rebelda en el Istmo, elgobierno de Nez orden el fusilamiento de los partidarios dePrestn y de Aizpuru y mantuvo en las mazmorras de lasprisiones de Panam y Coln a un nmero considerable depatriotas. Al general Aizpuru lo juzgaron ese mismo ao y fuecondenado al destierro de Panam por un lapso de 10 aos.

    Aplicando la tctica de divide y vencers, el PresidenteNez atrajo hacia su esfera de influencia a un sector oportunistadel Partido Liberal y a la cpula del Partido Conservador.Aprovechando la coyuntura poltica que les permita integrarseal gobierno sin necesidad de transitar en ese instante por el difcilcamino del torneo electoral, el Partido Conservador entr alrescate del Dr. Nez y le rest fuerza al movimientoinsurreccional de los liberales radicales. Con ese apoyo, el Dr.

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    14 Brenes, Ren, Meditacin ante la fotografa histrica de un ahorcado, Editorial universitaria,1985, p. 10.

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    Nez logr vencer en 1885 a los inconformes y una vezconseguido el cese de las hostilidades procedi a emitir leyes ydecretos que le proporcionaron argumentos legales para imponersus directivas en la mayora de las 9 provincias que integrabana La Repblica.

    Al ao siguiente, en 1886, Rafael Nez promulg unanueva Carta Magna que decapit las conquistas federalistasque haban obtenido los liberales panameos en la Constitucinde 1863 y convirti al Estado de Panam en un Departamentosujeto al Jefe de Estado. La nueva Constitucin se confeccionbajo los principios de centralizacin poltica y descentralizacinadministrativa. Esta Constitucin estableci en su artculo 201que El Departamento de Panam est sometido a la autoridaddirecta del gobierno y ser administrado con arreglo a leyesespeciales. A partir de ese instante, se institucionaliz unrgimen tirnico de opresin poltica y desorden financiero.

    La Constitucin expedida el ao 1886 declar irresponsableal Presidente de la Repblica; lo facult para declarar al pasen estado de sitio cuando lo creyere conveniente, autorizndoloen esos casos para dictar leyes; le dio poder absoluto parasuprimir la prensa an en tiempo de paz y para aprisionar ydesterrar a los escritores pblicos; y en suma, puso en manode un gobernante declarado irresponsable, poderes que no tienehoy ningn monarca europeo.15

    El perodo de la llamada Regeneracin (1885-1890) oReforma emprendida por Nez coart el derecho de lospanameos de tomar decisiones sobre el futuro de los recursosgeogrficos del Istmo de Panam. La supresin del status fede-ral del Estado de Panam agudiz el resentimiento de losistmeos contra los gobernantes conservadores de La Repblicay abri el espacio para que se incrementaran los simpatizantes

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    15 Morales, Eusebio A., op. cit., p. 14.

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    del Partido Liberal. Adems, de suma importancia, hizo quePanam abandonara su tradicional postura de neutralidad enlos conflictos escenificados entre el gobierno central y los estadosde la nacin.

    Por otra parte, la Constitucin de 1886 aboli la existenciade presidentes a nivel regional e introdujo la modalidad de quelos gobernadores seran nombrados por el presidente de laRepblica. La eleccin del presidente pas a realizarse porelectores elegidos, no por eleccin directa), es decir, losciudadanos que supieran leer y escribir y que podan demostrarcierta solvencia econmica eran los nicos autorizados parapoder participar en la eleccin de los electores. Una veznombrados los electores, estos decidan con sus votos alcandidato que ocupara la silla presidencial.

    La figura presidencial se fortaleci con poderesadministrativos y judiciales, asignndosele atribucionesexclusivas para nombrar a los magistrados de la Corte Supremay los tribunales regionales. En este sentido, la esfera poltica,dominada por los conservadores y los nacionalistas, tenaentonces una apariencia no solamente centralista sino tambinautoritaria.16

    Las expresiones de inconformidad contra las acciones delgobierno conservador se manifestaron en brotes insurreccionalesen varios estados colombianos y en manifestaciones de protestaen Panam. La sistemtica represin en el Istmo contra cualquiermanifestacin de inconformidad contra el rgimen de laRegeneracin, alcanz tanto a los estratos ms humildes de laszonas urbanas como a los de las zonas rurales. Sern loscampesinos colombianos y panameos los que ms resentirnlos efectos de la represin emprendida por los militares, as

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    16 Fischer, Thomas, Antes de la separacin de Panam: La Guerra de los Mil Das, el contextointernacional y el Canal, Ed. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, Vol. 25,Bogot, Colombia, 1998, p. 75.

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    como los estratos ms humildes de las zonas urbanas (arrabalesen Panam y Coln).

    En esta etapa sobresale la figura liberal de BuenaventuraCorreoso, quien manifiesta pblicamente su inconformidad porel nulo respeto que muestra el gobierno colombiano hacia elsufragio libre, el autogobierno del Istmo, la libre expresin delas ideas polticas. Adems de su enrgica condena a laingerencia de los Estados Unidos de Amrica en los asuntospolticos del Istmo.

    Los destacamentos militares del ejrcito colombiano sehacan presentes en la mayora de las ciudades del pas yarrestaban y encarcelaban a toda persona que expresara simpatapor los planteamientos liberales o que fuera sorprendidadivulgando consignas contra el gobierno. Como las hojasvolantes y los peridicos servan de vehculo a los partidariosliberales para denunciar las atrocidades que cometa el ejrcitocontra la poblacin, Rafael Nez emiti en 1888 unadisposicin que le confera poderes extraordinarios paradesmantelar los peridicos que criticaban su gestin y arrestary encarcelar a los periodistas que se oponan al rgimen de laRegeneracin. En este sentido, fueron varios los periodistasque fueron a dar a las crceles, contndose entre ellos el caudilloliberal Buenaventura Correoso.

    El rgimen de la Regeneracin encontr sus msfervientes aliados en los miembros de la institucin castrense,en los latifundistas, los grandes comerciantes y en loscomerciantes extranjeros. Los terratenientes propietarios degrandes extensiones de tierra, que controlaban las actividadesganaderas y agrcolas cerraron filas con el rgimen implantadopor Nez y se hizo comn que despojaran de sus tierras a loscampesinos indgenas, y que ante cualquier querella que

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

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    formularan contra un campesino, el ejrcito lo vejaba, maltratabay hasta le robaba sus pertenencias. Las regiones de Chiriqu,Veraguas, Cocl y Bocas del Toro fueron, entre otras, lasregiones rurales del Istmo de Panam en las que ms agudamentese manifestaron estas expresiones de la corriente conservadoranacionalista.

    Durante la dcada de 1890 las confrontaciones polticasentre liberales y conservadores fueron subiendo de intensidad.Tanto en los torneos electorales nacionales comodepartamentales, se hicieron comn los fraudes, maquinadosdesde el Poder Ejecutivo, dando triunfantes a los candidatos delPartido Conservador. A cada fraude electoral le segua unperodo de mayor represin poltica y el crecimiento desimpatizantes a las filas del Partido Liberal. Tambin, dentrode las filas del Partido Liberal se experimentaron fracturas queoriginaron corrientes antagnicas y oportunistas.

    Una caracterstica palpable en el periodo de la Regeneracines la existencia de confrontaciones no solamente entre partidos,sino tambin en el interior de esos mismos partidos. Dentro delPartido Liberal eran fcilmente identificables los liberalesradicales, quienes eran vctimas de persecucin. Otra pequeafraccin de los liberales se mantena ligada a Nez, quien eraliberal de forma pero conservador de contenido.

    Por la otra parte, exista el grupo de los conservadoresnacionalistas que apoyaban ciegamente al Dr. Nez y el grupode los conservadores histricos, quienes criticaban a suscolegas nacionalistas por prestar sus servicios a un miembrodel partido contrario. De estas condiciones se deduce que tantomilitantes del Partido Liberal como del Conservador,renunciaban a sus principios ideolgicos y se colocabanpolticamente en el lugar que ms convena a sus intereses

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

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    personales.

    Esta situacin tambin va a propiciar que fracciones de lospartidos Conservador y Liberal, lleguen a acuerdos polticospara hacer un frente comn de oposicin a la administracindel Presidente Nez. Opuestos en sus ideas, pero unidos endesgracia, unen sus fuerzas liberales radicales y conservadoreshistricos, para llevar a cabo levantamientos, contra losnacionalistas, desatando una de las ms cruentas luchas civiles,la llamada Guerra de los Mil Das.17

    Es en ste entorno nacional que comienza a destacar en elDepartamento de Panam la figura del Dr. Belisario Porras,quien empua el estandarte de la corriente liberal radical y atraela simpata de campesinos indgenas, negros, mulatos, mestizosy algunos grupos de descendencia hispana, al erigirse en unimplacable crtico de las acciones del gobierno colombiano. Aligual que Buenaventura Correoso, el Dr. Belisario Porras habrade ser perseguido, arrestado en varias ocasiones y amenazadode ser asesinado si continuaba en su actitud crtica.

    Debido a la implacable y sistemtica presin a que estabasometido por parte del ejrcito colombiano y las autoridadesque gobernaban al Departamento de Panam, el Dr. BelisarioPorras decidi irse a radicar desde 1896 a Centroamrica, reageogrfica en la que un significativo grupo de pases estabangobernados por liberales.

    En toda Colombia exista la esperanza de parte de losliberales de que a la muerte del Dr. Rafael Nez, lo cual acaecien 1897, la situacin econmica y poltica poda cambiar haciaun rumbo positivo. El sucesor de Rafael Nez, el conservadorMiguel Antonio Caro asumi como Presidente interino laresponsabilidad de organizar las elecciones nacionales para elegir

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    17 Figueroa, Dalva-Barahona, Lisandro, , Las Luchas Polticas en Panam Durante la segundamitad del Siglo XIX, en Revista Tareas, No. 16, Julio-Nov de 1965, Panam, p. 22.

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    al nuevo Presidente que le correspondera asumir las riendasdel pas al siguiente ao. Sin variar en un pice el estilo degobernar del fallecido Presidente, Miguel A. Caro impusomediante un escandaloso fraude la nmina conservadorapresidida por el Dr. Manuel A. Sanclemente como Presidente yde Jos Manuel Marroqun como Vicepresidente. En la mayorade los estados estall la violencia, incluyendo a Panam, perola respuesta del gobierno fue violentamente desproporcionada,logrndose sofocar los brotes armados.

    Debido a su avanzada edad (ms de 80 aos), el Dr. ManuelA. Sanclemente tuvo que cederle la conduccin del PoderEjecutivo al Vicepresidente Jos Manuel Marroqun. Desde elinstante en que Marroqun asumi la jefatura del pas, el 7 deagosto de 1898, exterioriz su propsito de hacer respetar desdeese momento en adelante el sufragio y darle participacin atodos los partidos en los Consejos, Juntas que formaban lamaquinaria electoral y que eran los llamados a establecer lapureza de las elecciones populares. 18

    En los escasos cuatro meses en que gobern Marroqun, laoposicin poltica interpret sus medidas y acciones como undistanciamiento de la herencia impositiva del fallecido presidenteNez. Coincidentes, pero desde otro ngulo, tambin as lointerpret una fraccin del Partido Conservador (conservadoresnacionalistas), grupo que durante el perodo de laRegeneracin haba cosechado los beneficiados sociales,econmicos y polticos de un rgimen tirnico. Temerosos porel rumbo que le estaba imprimiendo el Presidente Marroqun ala prctica poltica, la cual se traduca en una prdida de losprivilegios y prebendas con que hasta entonces gozaban, el grupodisidente opt por resucitar la figura del Dr. Sanclemente parafrenar la tendencia que le haba impreso Marroqun al gobierno.

    Antecedentes de la Guerra de los Mil Das

    18 Morales, Eusebio A., op. cit., p. 21.

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    Los partidarios del Partido Liberal y un nmero significativode miembros de la Cmara de Representantes se opusieron aque Marroqun restituyera a Sanclemente al puesto de Presidentede la Repblica. Sin embargo, Marroqun cedi ante laspresiones de una fraccin del Partido Conservador y Sanclementefue restituido al poder ejecutivo. Ante la protesta de los lderesdel Partido Liberal, la respuesta del gobierno fue implacable:arrestos, vejaciones, cesacin de los liberales de los puestospblicos y afectacin a los bienes y haciendas de lossimpatizantes liberales.

    Son estas circunstancias polticas las que van a generar lacrisis poltica que habra de servir de caldo para el estallido dela Guerra Civil de Tres Aos, conocida comnmente comola Guerra de los Mil Das. La guerra civil que nos azotafue, pues, el efecto de aquella reaccin nacionalista....enoctubre de 1899 comenz la sangrienta lucha de las armas.19

    En esta crisis poltica sobresale la figura del caudillo RafaelUribe Uribe, quien dejando en el camino la postura indecisa delos liberales civilistas, escoge el camino de la lucha armadacomo forma de acabar con el rgimen de la Regeneracin.Rafael Uribe Uribe no solamente arenga a sus partidarios paraque enfrenten al gobierno con las armas, sino que se convierteen una de las figuras responsable de coordinar los ejrcitosliberales desde dentro y fuera del pas.

    En Panam se dieron en los meses finales de 1898 algunoslevantamientos armados en la ciudad capital y en Cocl. Ellevantamiento en Cocl fue dirigido por un grupo formado porAlfredo Patio, Don Francisco Fils, Csar Fernndez, BasilioSimit y Victor Manuel Vega Este grupo proclam el 27 deoctubre la revolucin en Nat y se tom los cuarteles deAguadulce y Penonom. En la