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    La compleja construccin contempornea de la identidad:habitar 'el entre'

    Lic. Vctor [email protected]

    Universidad de la Repblica Oriental del UruguayUniversidad de Sevilla

    "Yo es otro"

    " 'Yo es otro' significa en primer lugar queYo es la estructura-Otro; luego, de modo ms fundamental,

    que Yo es el tiempo; el tiempo ser el lmite del pensamientoque obliga al pensamiento a proyectarse

    en el ms all ideal de las singularidades;el 'desarreglo de todos los sentidos' es condicin

    para alcanzar esa transmutacin"Pierre Verstraeten

    "La lnea de ruptura o verdadera fuga,no tendr su peligro, peor an que los otros?"

    Gilles Deleuze

    La construccin de la identidad y la alteridad se complejiza en este mundo revolucionado por las

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    tcnicas del simulacro y la virtualidad. Una Identidad (identidades), que construye el pensamientooccidental, al 'hominizar' el saber, hace aproximadamente dos siglos, en un umbral del pensamiento quesepara al pensamiento clsico (Michel Foucault)1 de la modernidad. La etnologa, la sicologa y laliteratura surgen en ese contexto, no obstante fue fundamental el papel del lenguaje que abandon sutransparencia representacional. Jenaro Talens, que dirige su mirada a la literatura, escribe que stadisciplina "surgi como forma discursiva en el interior de un modo de informacin determinado y, porello, puede no tener sentido ignorar que su estatuto es histrico, es decir, que su carcter 'social' noproviene tanto -o, al menos, no como dato fundamental- de su carcter 'representativo sino del modelode intercambio comunicativo que la constituye como 'literatura' y permite que sea concebida como tal".Para Talens el modelo conlleva formas de emisin, transmisin, circulacin, recepcin, interpretacin,en el interior de "circuitos" no naturales, sino ideados y construidos culturalmente, en sistemascartesianos.

    Los cambios radicales se producen en la actual posmodernidad, sobremodernidad o modernidad tarda,donde el Mismo y el Otro se des-relacionan, habilitan los mrgenes, las multiplicidades y lasheterogeneidades. La hibridez intenta definir (se podr definir desde lo hbrido?) este momentohistrico y se habilita un pensamiento del 'Entre'2. La multiplicidad del 'Entre' otorga estatus (siguiendoun pensamiento deleuziano) a la fuga, la velocidad y al accidente, en palabras de Paul Virilio, (paraotros tericos el riesgo). Las crisis pueden pasar de la transitoriedad a la regularidad en el tiempo(paradoja histrica?), mientras que las estabilidades pueden llegar a ocupar momentos coyunturales.Se producir un accidente global a lo Virilio? Sin pretender ser apocalpticos no se puede negar que larevolucin tecnolgica est produciendo transformaciones profundas y mutaciones socio-culturales, queestn afectando directamente a 'las comunidades'.Las multiplicidades dinamitan las identidades y por consiguiente a las alteridades. Las multiplicidadesson "dispositivos" heterogneos, hbridos, que se construyen especularmente en la simulacin. Los"dispositivos" foucaultianos, como plantea Gilles Deleuze, son conjuntos multilineales, especie deovillos o madejas. "Est compuesto de lneas de diferente naturaleza y esas lneas del dispositivo noabarcan ni rodean sistemas, cada uno de los cuales sera homogneo por su cuenta (el objeto, el sujeto,el lenguaje), sino que siguen direcciones diferentes, forman procesos siempre en desequilibrio y esaslneas tanto se acercan unas a otras como se alejan unas de otras. Cada lnea est quebrada y sometida avariaciones de direccin (bifurcada, ahorquillada) sometida a derivaciones. Los objetos visibles, lasenunciaciones formulables, las fuerzas en ejercicio, los sujetos en posicin son como vectores otensores". Puede visualizarse la coincidencia que existe entre la figura del "dispositivo" y la del"rizoma". Como plantearon Gilles Deleuze y Flix Guattari, el "rizoma" conecta cualquier punto conotro cualquiera, no remitiendo cada uno de sus rasgos a elementos de la misma naturaleza. Es "unsistema acentrado, no jerrquico y no significante, sin General, ni memoria organizadora o autnomacentral, definido nicamente por una circulacin de estados". Puede plantearse una nueva coincidenciaesta vez con Internet, la red de redes, que puede ser definida a partir de estas dos figuras.

    ILas identidades y las alteridades son construcciones intelectuales que se confirman en su carcterrelacional y se afirman en la singularidad y la diferencia. La singularidad reclama necesariamente unexterior de confrontacin que mida a la identidad en tanto y en cuanto son construcciones que inauguran

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    el campo de lo humanamente posible. La diferencia, presencia fantasmagrica de la singularidad,necesita poseer un 'locus' que tambin habilite y permita su existencia. Por tanto no hay identidad queno postule al mismo tiempo una alteridad: no hay el Mismo fuera del Otro, o bien LO MISMO y LOOTRO, (para aquellos que no depositan sus creencias en el sujeto)3.Concordando con Marc Aug se puede sealar que se ha aprendido a dudar de las identidades absolutas,simples y sustanciales, en el plano colectivo y en el individual. Lvy Strauss se acerca a un concepto deidentidad como huida virtual, a una potencialidad que no se consuma en acto. "La identidad es unaespecie de fondo virtual al cual no es indispensable referirnos para explicar cierto nmero de cosas, perosin que tenga jams una existencia real", escribe el antroplogo.

    En las identidades y en las alteridades, participan "la percepcin individual del tiempo" y su relacincon el espacio" (Marc Aug). Visin que se acerca a la conceptualizacin cronotopica de Bajtin. Sinembargo ese esquema relativamente lineal se puede complicar si se ingresa a indagar la construccinactual de la identidad y la alteridad. Siguiendo el pensamiento deleuziano el yo puede ser visto comootro, como una alteridad que se interioriza en la identidad. Esta visin esquizoide se relaciona con eltiempo como lmite del pensamiento, "que obliga al pensamiento a proyectarse en el ms all ideal delas singularidades". La alteridad del Yo, lo coloca fuera del s por el tiempo, "el 'tiempo' es el Otro detodo pensamiento, de todo Yo, la 'forma pura y vaca'" en palabras de Pierre Vertraeten. Para este autor:"La comprensin del Yo como Otro en Deleuze, esa elevacin al campo problemtico, efraccin de lasideas inconscientes en la fisura del Yo, robo del pensamiento por el inconsciente, pasa por una etapatransitoria, aparentemente ms tradicional, a saber, la de la relacin con Otro: Yo es Otro porque eshecho otro por los otros, y recprocamente. Pero la interpretacin rectificada de esta primera etapa no esms que una mediacin provisional: la plataforma para una nueva superacin, hacia lo completamenteotro del Otro otra vez".

    Como no es posible encontrar una identidad absoluta, tampoco es factible hallar una alteridad sustancialy estable, sino que 'el alter' se disemina en otros. Los 'otros' pueden ser: tnicos y culturales; sociales einteriores.

    Las identidades pueden adquirir sentido en su construccin discursiva. Un discurso que construye una'realidad', pero que tambin valida intelectualmente la creacin identitaria y marca las fronteras con ElOtro, el diferente, el qu est ubicado fuera de mis lmites discursivos. "El discurso (...) construye unarealidad exterior con vistas a validarla. Se trata de una especie de tautologa que esconde algo msimportante: de qu manera este juego retrico fue instituido para justificar discursivamente lo que estabapasando fuera del discurso, de qu manera el poder y las diferencias de clase fueron distribuidas, nodesde la perspectiva de la explotacin, sino de una verdad que se basaba en la capacidad del discursopara construirla", escribe Jenaro Talens. El discurso como productor de sentido implica laconceptualizacin de un 'lector' o lectoautor en palabras de Nuria Voulliamoz (pero que puedeextenderse a 'espectador', 'receptor') como coproductor de sentido y no como un simple y pasivoreceptor. Para Jenaro Talens el sentido a diferencia de la significacin no surge de un desciframiento, esproducto de una elaboracin individualizada. La lectura significativa de un objeto cultural implica elconocimiento previo de una serie de cdigos y subcdigos que les permiten ser descodificados, "demodo que la informacin de llegada fuese equivalente a la informacin de salida". El sentido es msactivo y la significacin no surge previamente sino con posterioridad. De ah esa presencia dellectoautor. Para Marc Aug "el sentido social" se construye al instituir significaciones y simbolizacionesque implican la relacin intelectual e ideolgica entre uno y los dems. Para Deleuze y Guattari, visin

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    con la que ms concordamos, el sentido es una paradoja. Como se explcita en Qu es la Filosofa?, esaparadoja se puede repetir al infinito, por cuanto un sentido reenva a otro sentido, y un concepto a otroconcepto, "el sentido es un ciervo, metfora de la huida", seala Leopoldo Mara Panero.

    IILa delimitacin de las identidades y las alteridades encontraban su estabilidad socio-cultural en surelacin con el territorio, definido como LUGAR, (y sus lmites y fronteras) y la construccin espacio-temporal. En otras palabras EL AQU y El AHORA "emplazaban" y estabilizaban, localizando espacialy temporalmente a las identidades. Parafraseando a Bajtin, y su concepcin cronotopica, se puedesealar que no hay espacio sin tiempo, ni tiempo sin espacio. El idntico y el alter se emplazaban en las"comunidades imaginadas" definidas por Benedict Anderson. El punto de partida de Anderson es que"la nacionalidad o la 'calidad de nacin' (...) al igual que el nacionalismo, son artefactos culturales deuna clase particular". La creacin de estos artefactos Benedict Anderson la sita a fines del siglo XVIIIy Kemilinen sostiene que la palabra nacionalismo conoci un uso generalizado a fines del siglo XIX(tener en cuenta la coincidencia con las fechas manejadas por Foucault como lmite entre elpensamiento clsico y la modernidad. Asimismo a estas fechas se refiere Jacques Derrida al referirse al"nacionalismo filosfico"4). La denominacin de "comunidades imaginadas" se refiere, a su vez, a unaconstruccin discursiva que le otorga sentido y que se encuadra dentro del rgimen de lo imaginado.Pero tambin es imaginada "porque aun los miembros de la nacin ms pequea no conocern jams ala mayora de sus compatriotas, no los vern ni oirn siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cadauno vive la imagen de su comunin". La "comunidad imaginada" de Anderson es "violencia simblica"5(en el sentido de Pierre Bourdieu) en marcha y se le puede plantear como crtica, junto con Baba, queAnderson le devuelve el carcter monolgico a la idea de Nacin. Sin embargo es bueno aclarar quepara las comunidades lingsticas, la homogeneidad es producto de "la violencia simblica" . Es que"...no hay comunidad lingstica homognea (...) No hay lengua-madre, sino toma del poder de unalengua dominante en una multiplicidad poltica" (Deleuze-Guattari; 1977: 18). Con Nicols Guigou sepuede establecer centralizando la mirada en el caso de Uruguay: "(...) no hay comunidad imaginadahomognea, sino las representaciones escriturales de una comunidad que pretenden acallar a otrasposibles, o bien la imposicin de una identidad (nacional) mediante la inscripcin de una escritura laica,gratuita y obligatoria, en el marco del Estado-Nacin escolarizado y escolarizador". A la metfora delEstado-Nacin se le pueden agregar dos metforas ms: el valor de la tradicin como modelo y laasuncin de que la historia tiene un sujeto nico de carcter individual (Otorgndole sustancia a laIdentidad). La historia no se discute, es evolutiva, se integra como metarrelato y se aparta del mito. Elparadigma evolucionista para Marc Aug separaba tiempo y espacio; eran espacios de simbolizacin,que apuntaban a ser legibles a todos aquellos que frecuentaban el mismo espacio cierta cantidad deesquemas organizadores, de puntos de referencias ideolgicos e intelectuales que ordenaban lo social.La modernidad intent reconstruir la historia a partir de una concepcin exacta y verdadera de loshechos del pasado, elaborada por un sujeto central de carcter individual (Hombre como objeto y sujetode estudio, parafraseando a Michel Foucault).

    No obstante esta concepcin abrigada en la modernidad pierde centralidad con la irrupcin de losmedios de comunicacin y las tecnologas 'a distancia'. Ya el cine -como arte del siglo- con su complejoentramado industrial y esttico implic un cambio radical. Se quiebra el AQU y el AHORA y seasumen tele-tiempos y tele-espacios planetarios. Las identidades y las alteridades como construcciones

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    intelectuales inician un proceso de alejamiento de los LUGARES y de las comunidades imaginadas quese ubicaban y se estabilizaban en un LUGAR. El lugar, para Marc Aug, tena tres caractersticasprincipales que se imbricaban entre s: es un sitio de IDENTIDAD, RELACIONAL e HISTRICO. Lasimbolizacin del espacio construa la experiencia del todo y personalizaba performativamente a cadaindividuo (el habitus de Bourdieu). "(...) esa simbolizacin es a la vez, una matriz intelectual, unaconstitucin social, una herencia y condicin primera de toda historia, individual o colectiva".De esta forma comienzan a asumirse los mismos y los otros en los NO-LUGARES: espacios a-identitarios; sin historia pero con memoria -en el sentido de Marc Aug- y no relacionales. Lasrelaciones se establecen a distancia y las identidades no encuentran marcas estables para consolidarse.Los lugares de memoria difieren de la historia, para Marc Aug, en la medida en que "la memoria no eracomo la historia, una representacin del pasado sino que es 'un fenmeno siempre actual, un vnculovivido con el presente eterno'(...) El actual gusto por las conmemoraciones traduce, en virtud de unaparadoja que es slo aparente, esta disolucin de la memoria colectiva y muestra el contraste que hayentre un pasado del que slo subsisten signos muertos y un presente inseguro de su identidad". Loslugares de memoria, para Pierre Nora, tiene la intencin de "encerrar el mximo de sentido en el mnimode signos". Como sealaba Lvy Strauss "en el monumento vemos invertirse la relacin entresignificante y significado". Este cambio radical en las comunidades imaginadas o el pasaje de losLUGARES a los NO LUGARES se puede observar empricamente analizando aspectos histricos delUruguay, como por ejemplo la llamada religin civil (el estado); la literatura onettiana o el sistemaeducativo; en esos LUGARES se intent crear intelectualmente una identidad como homogeneidad.Intentar equilibrar un pasado inexistente (ya en 1939 Juan Carlos Onetti en El Pozo escribi: "Qu sepuede hacer en este pas? Nada, ni dejarse engaar. (...) Detrs de nosotros no hay nada. Un gaucho, dosgauchos, treinta y tres gauchos") con un futuro incierto (concepcin evolutiva de la historia). CarlosReal de Aza escriba que todo prospecto naca de un balance, ms all de la diversidad de posicionesrespecto a cmo situar al presente en la tensin entre pasado y futuro.

    IIILas comunidades imaginadas y LOS LUGARES, y la construccin relacional entre la identidad y laalteridad, se pueden situar en el modelo de sociedad disciplinaria tal cual fue planteada por MichelFoucault. El filsofo francs las ubic entre los siglos XVIII, XIX y principios del XX.Para Foucault el mejor modelo para definirlas era el Panptico, figura creada por Jeremas Bentham, queproporcion un modelo de funcionamiento que se instaur en todas las organizaciones del corpussocietario. Una forma particular de existencia: el encierro y la disciplina, eufemsticamentecaracterizadas como orden y funcionalidad, pasaron a ser consideradas como inherentes a todapragmtica que pretendiera ser operativa. El Panptico implicaba un control espacial, temporal,arquitectnico y corporal. En palabras de Gilles Deleuze: "Dichas sociedades procedieron a laorganizacin de los grandes espacios de encierro. El individuo pasa sin cesar de un espacio cerrado aotro, cada uno con sus leyes: primero la familia, despus la escuela ('ya no ests en tu casa'), ms tardeel cuartel ('ya no ests en el colegio'), luego la fbrica, de vez en cuando en el hospital, y eventualmentela crcel, que es el espacio de encierro por excelencia". Es interesante tener en cuenta esos espacios deencierro y las instituciones que los albergaban, a partir de los discursos que se elaboraron en Uruguay,para conformar y crear una identidad "nacional" y agrupar en torno a la misma a la comunidad. Por slo

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    citar un ejemplo se puede mencionar la escuela pblica de Uruguay, tanto por su peculiar capacidadabarcativa, como por el hecho de instituirse como un verdadero bastin de la Nacin. El estado, definidocomo religin civil por el antroplogo Nicols Guigou, trat al Otro como otros, bajo estrategias tandismiles que incluan desde la integracin, la jerarquizacin, privatizacin, hasta la expulsin lisa yllana (distintas maneras de producir la otredad). El laicismo en Uruguay, ilusin o simulacro deneutralidad que guardaba la religin civil, determinaba que igualdad era sinnimo de homogeneidad,por lo tanto consideraba que sujetos diferentes podan tener su lugar mediante la nominacin mgicaque menciona justamente a la diferencia para borrarla, bajo la impronta igualitaria. El carn escolardeca: "(...) los que una vez se han encontrado en los bancos de una escuela, en la que eran iguales, a laque concurran usando de un mismo derecho, se acostumbran fcilmente a considerarse iguales, a noreconocer ms diferencias que las de las actitudes y las virtudes de cada uno; y as, la Escuela gratuita esel ms poderoso instrumento para la prctica de la igualdad democrtica".Un caso extremo fue el de la dictadura militar y la produccin de sus discursos, etapa crtica delPanptico nacional, donde se conform un Estado-Nacin, plegado sobre s mismo, que buscabaamortiguar el peligro de la contaminacin externa.Es bueno remarcar que actualmente vivimos una crisis del Panptico y de la sociedad disciplinariafoucaultiana, ingresando nuevas formas de control, las que han sido definidas como sociedades decontrol (Gilles Deleuze), velocidades de control (Paul Virilio) o estrategia viral de control (JeanBaudrillard). "Actualmente vivimos una crisis generalizada de todos los espacios de encierro: crcel,hospital, fbrica, escuela, familia", escribe Deleuze.La posible omnipresencia de las tecnologas de la comunicacin (a las que se pueden agregar lastcnicas de la virtualidad y el simulacro) implican la conceptualizacin de nuevos tipos de control. ParaPaul Virilio asumen formas aceleradas y accidentadas y se producen al aire libre, la relaciona con laestrechez del planeta y el control a distancia (tele-control). Para Gilles Deleuze el nuevo tipo de control("monstruo" le llama. La palabra "monstruo" puede relacionarse con "mostrar" que por extensin puedeimplicar "mirar" lo que me "muestran", este sentido se lo otorgo porque Deleuze no se refiere a estaidea), es numrico y no analgico como el disciplinamiento. Asimismo son una modulacin, "con unmodulado autodeformante que cambiara continuamente de un momento a otro, o como un tamiz cuyasredes cambiarn de un punto a otro". En las sociedades de control, planteadas por Deleuze, en vez defirmas y nombres (el DNI es uno de los mejores ejemplos del control disciplinario) hay contraseas. "Nose necesita la ciencia-ficcin para concebir un organismo de control que d a cada momento la posicinde un elemento en un espacio abierto, una animal en una reserva, un hombre en una empresa (collarelectrnico)", escribe Deleuze. Una ltima caracterstica de este nuevo tipo de control es la asuncin deldividuo. "Los individuos se han convertido en dividuales", para Deleuze. El dividuo est divido,fragmentado. Pasamos de un individuo paranoico, el de las sociedades disciplinarias, a un dividuoesquizofrnico, el de las sociedades de control. En la estrategia viral de Baudrillard domina el virus.Desde los virus informticos hasta el virus total como es el sida.

    IVOtro punto crtico que problematizan la creacin identitaria es la produccin de imgenes en occidente.Es un universo transdiscursivo excedido de sentido por la poblacin de imgenes. Nos encontramos conun significante que se dispara y con significados que se multiplican. Asimismo presenciamos planteos

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    contemporneos sobre la muerte de la imagen (Debray; Virilio) y las asuncin de la llamada "granptica" (Paul Virilio).La creacin de simulacros (Baudrillard) y la irrupcin de las comunidades imaginadas virtuales ysimuladas, implican nuevos estados para El Mismo y El otro. Es que estamos inmersos en un mundocada da ms estrecho y mundializado, encogido y cerrado sobre s mismo (Virilio; Marc Aug) dondelas imgenes y las informaciones circulan aceleradamente. En las discontinuidades de la epistemeoccidental, los 'no-lugares'6 se encapsulan en lo imagnico y profundizan la crisis de la representacin;dando otro paso (sin pretender ser evolucionista) en el quiebre que ya se haba producido en el sigloXIX donde desapareca "la teora de la representacin como fundamento general de todos los rdenesposibles" en versin de Michel Foucault. El quiebre en 'la construccin' del concepto de realidad seprofundiza en las reflexiones que toman a 'la simulacin' y a 'la virtualidad' como sustitutas brutales de'la realidad' misma, con autores que instauran la consumacin del 'crimen perfecto'7. Para autores comoBaudrillard, la presencia absoluta de la tcnica ms que crisis produce vacos en la representacin: "Esla irrupcin de la tecnologa lo que lleva a este vuelco, de una tecnologa que Benjamn ya describacomo mdium total -gigantesca prtesis ordenando a la generacin de objetos y de imgenes idnticas,que ya nada podra diferenciar lo uno de lo otro- pero sin concebir todava el conocimiento profundo deesta tecnologa, que hace posible la generacin de seres idnticos, sin que se pueda volver a un seroriginal. Las prtesis de la sociedad industrial an son externas, exotcnicas- las que nosotrosconocemos se han ramificado e interiorizado: esotcnicas". Pero hay otros autores que parten dediagnsticos similares aunque discrepan en las conclusiones que plantean: Paul Virilio sostiene que lavirtualidad domina a la realidad, imposibilitando cualquier produciendo de sta. Sin embargo PierreLvy conceptualiza la idea de nuevos espacios y tiempos mutantes que inauguran novedosas formas derealidad (no se produce 'el crimen perfecto' de Baudrillard sino que Lvy salva a la realidad de esamuerte. En estos planteos se producen diferencias importantes: mientras que la reflexin apocalptica deVirilio apunta a la desaparicin 'dramtica de la realidad a manos de la virtualidad, Lvy niega esafagocitacin y sostiene la gestacin de nuevas formas de realidad). La 'clonacin' y la exactitud de las'imgenes' (profundizndose la inflacin de las mismas) ya no representan; quiebran la dualidad que essu naturaleza entre representacin y objeto representado. Se puede interpretar que visiones como las deBaudrillard y Virilio estn en la frontera de la construccin del propio concepto de Hombre. Comoescriba Foucault: "(...) reconforta y tranquiliza el pensar que el hombre es slo una invencin reciente,una figura que no tiene ni dos siglos, un simple pliegue en nuestro saber y que desaparecer en cuantoste encuentre una forma nueva". 'Hombre-maqunico', 'homo videns' (Giovanni Sartori) y tantos otrosconceptos que intentan conceptualizar ese ser se ubican en torno a esas reflexiones. "A imagen ysemejanza de la televisin, el mejor objeto prototpico de esta nueva era, todo el universo que nos rodeae incluso nuestro propio cuerpo se convierten en pantalla de control", en palabras de Baudrillard.Sartori, por su parte, plantea la hiptesis que el homo sapiens producto de la cultura escrita, se esttransformando en un homo videns, para el cual la palabra est destronada por la imagen8. Los planteosque ubican a la tcnica como productora de 'realidad' y de actitudes humanas (Subirats) no son nuevos,ya haban sido sostenidos, entre otros, por Eisenstein que se refera al cine como "una fbrica deactitudes y posiciones frente a los hechos". Una 'performatividad' de la historia, moldeada yempaquetada por los medios de comunicacin. Estos "no difunden concepciones globales del mundo.Ms bien producen, transforman o disean la realidad como una segunda naturaleza"(...) Lacomunicacin se transforma en un "factor productivo de lo real" que "lleva consigo la transformacin dela poltica y de la historia, y la transformacin de la propia conciencia cognitiva" (Subirats). En estecontexto Subirats apunta que en ese hbitat se produce el alejamiento del sujeto de la experiencia. Loscuestionamientos a la experiencia (visualizar la relacin con los conceptos de identidad y alteridad

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    asociados a los lugares y las comunidades imaginadas. Sitios donde se viva la experiencia) ya habansido apuntalados radicalmente por Descartes y Kant, contemporneamente lo que se producira sera sutrivializacin semntica. El trabajo crtico de la duda cartesiana parta de la base de un cuestionamientoradical de la percepcin tctil, de la aprehensin inmediata de los objetos, de la visin intuitiva de lascosas y de la propia conciencia. Las imgenes literarias del discurso del mtodo muestran a lo real desdeel punto de vista de la intuicin sensible inmediata e ingenua como alucinaciones. En su lugar, y enconsonancia con una tradicin idealista que recorre la historia de la filosofa hasta la crtica platonianade la sofstica, el conocimiento apriorstico de la geometra y de las matemticas se elevaba a un nicoparadigma vlido de una realidad crticamente sancionada. La desmaterializacin de la experiencia y la'des-individualizacin', profundizadas por la tcnicas en Comunicacin, quiebran la 'objetividad' tancara al estructuralismo. O como plantea Vattimo: la sociedad meditica aligera la realidad permitiendola anulacin de la dicotoma entre el sujeto y el objeto. La mxima de Lvi-Strauss de que "es precisoestudiar a los hombres como si fuesen hormigas", se encuadra en ese contexto estructuralista.Radicalmente enfrentado al estructuralismo Deleuze sustituye las 'estructuras' ("arborescentes", es unade sus metforas) por la figura del 'rizoma': "...a diferencia de los rboles o de sus races, el rizomaconecta cualquier punto con otro punto cualquiera, cada uno de sus rasgos no remite necesariamente arasgos de la misma naturaleza" Nuevamente se plantea a lo Baudrillard la desterritorializacin and-infinitum? Con Internet, el ciberespacio y las nuevas tcnicas en comunicacin no puede realizarse unparalelismo con el rizoma? En este marco conceptual los medios de comunicacin participan en unproceso que agudiza las interpretaciones y ampla los relatos, transformando a las ciencias tambin enconstrucciones narrativas9. Frente a ello se profundizan las polmicas y diversos autores salen endefensa del empirismo y de la objetividad cientfica. Alan Sokal y Jean Bricmont denuncian las"imposturas intelectuales" del posmodernismo que lo caracterizan como "una corriente intelectualcaracterizada por el rechazo ms o menos explcito de la tradicin racionalista de la Ilustracin, porelaboraciones tericas desconectadas de cualquier prueba emprica, y por un relativismo cognitivo ycultural que considera que la ciencia no es nada ms que una 'narracin', un 'mito' o una construccinsocial". Por su parte Pierre Bourdieu (casualmente? particip en el proyecto Sokal-Bricmont) saltadesde las Ciencias Sociales defendiendo la objetividad cientfica, a travs de su nocin de 'campo'.

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    Talens, Jenaro (1994): Escritura contra simulacro: el lugar de la literatura en la era electrnica.Valencia, Centro de Semitica y Teora del Espectculo, Universitat de Valencia y AsociacinVasca de Semitica

  • 11-03-15 23:42Vctor Silva: La compleja construccin contempornea de la identidad - n 18 Espculo (UCM)

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    (2000): El sujeto vaco. Madrid, Frnesis, Ctedra y Universitat de Valencia.

    Vattimo, Gianni (1989): El sujeto y la mscara, Barcelona, Ediciones Pennsula.Virilio, Paul (1998): La mquina de visin. Madrid, Ctedra

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    (1987): Diseminario. La deconstruccin otro descubrimiento de Amrica. Montevideo,XYZ(1966): Problemas del estructuralismo. Mxico, siglo XXI.

    Notas1. Michel Foucault en Las Palabras y las Cosas muestra dos grandes discontinuidades en la episteme

    de la cultura occidental: aquella con la que se inaugura la poca clsica, hacia mediados del sigloXVII, y aquella que, a principios del XIX, seala el umbral de la modernidad. En ese momento elhombre se convierte en sujeto y objeto de estudio. Con Foucault concuerda tambin JenaroTalens.

    2. Jacques Derrida en La Doble Sesin ensayo que integra el volumen La Diseminacin. El Entre seaparta de lo orgnico y sustancial; no se identifica con el sujeto como sustancia identitaria perotampoco con los otros, enmarcados y producidos en tanto que otros y habilita el movimiento y lavelocidad. El Entre a su vez implica un vaco. En palabras de Derrida: el Entre no es "puramentesintctico (...) Adems de su funcin sintctica, mediante la remarcacin de su vaco semntico sepone a significar. Su vaco semntico significa, pero el espaciamiento y la articulacin; tiene porsentido la posibilidad de la sintaxis y ordena el juego del sentido. Ni puramente sintctico, nipuramente semntico, seala la abertura articulada de esa oposicin". (Derrida, 1975: 335).

    3. Las luchas en busca de la muerte del sujeto se encuentran con un punto crtico en el debate entreJacques Derrida y Michel Foucault. Para el segundo incluso Foucault preserv la idea de sujetoas sea bajo el manto tan irreconocible como el de ese sujeto llamado locura. Es bueno recordarque el estudio foucaultiano integraba: el saber; el sujeto y el poder.

    4. "Concierne a aquella estructura de la conciencia del sentimiento y de la reivindicacin nacionalque hace que una nacin se plantee no slo como portadora de una filosofa sino de una filosofaejemplar, es decir a la vez particular y potencialmente universal -y filosfica por eso mismo-. Noslo el nacionalismo no llega como un accidente o como un mal hacia una filosofa que le sera

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    ajena y que sera por vocacin esencial cosmopolita y universalista, sino un nacionalismo deesencia filosfica, una filosofa, un discurso estructuralmente filosfico. Y es universalista ycosmopolita" (Jacques Derrida; 1987: 34).

    5. Para Pierre Bourdieu la violencia simblica es padecida por una comunidad que no asumeexplcitamente que la est sufriendo. Pero tampoco es directamente asumida por quien la ejerce.

    6. Marc Aug en su diagnstico de la sobremodernidad designa al 'no-lugar' bajo "dos realidadescomplementarias pero distintas: los espacios constituidos con relacin a ciertos fines (transporte,comercio, ocio), y la relacin que los individuos mantienen con esos espacios". Son espacios sinidentidad, ni memoria, no relacional, ni histrico. Sin embargo ya Michel Foucault ubica al 'no-lugar' (ubicacin como paradoja) en el lenguaje, como forma de ordenar en el devenir el espaciode orden que ha constituido el saber occidental (metfora del encuentro y desencuentro posteriorentre "las palabras y las cosas".

    7. Baudrillard en la introduccin de "El crimen perfecto" anuncia: "Esto es la historia de un crimen,del asesinato de la realidad. Y del exterminio de una ilusin, la ilusin vital, la ilusin radical delmundo. Lo real no desaparece en la ilusin, es la ilusin la que desaparece en la realidad integral"

    8. Quizs en ayuda de la discutida defensa que hace Sartori de su hiptesis se puede sostener que elsapiens ha vivido sin imgenes 'materiales' en la mayor parte de su historia, de los 200 mil aosde existencia, las imgenes se han producido en los ltimos 30 mil, es decir la sptima parte de suhistoria

    9. Para Vattimo la crisis en la modernidad se explica por "un gran factor" como es el "advenimientode la sociedad de la comunicacin".

    Vctor Silva 2001Espculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de MadridEl URL de este documento es http://www.ucm.es/info/especulo/numero18/compleja.html