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Usted que me enamora Salvador Pliego

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El amor simple y sencillo que nos enamora...

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  • Usted que me enamora

    Salvador Pliego

  • Copyright 2015 COPYRIGHT by Salvador Pliego. All rights reserved. Mxico Todos los derechos reservados. Este libro no puede ser parcial o totalmente copiado o reproducido de cualquier forma sin autorizacin del autor.

    ii

  • NDICE

    1 Introduccin

    3 Usted

    26 Biografa del autor

    iii

  • Introduccin 1.- Por qu?

    Todos los das que abrimos una ventana hacia la realidad escuchamos o leemos noticias.

    La mayora de ellas son tristes: guerras, conflictos, injusticias, muertes Pero yo creo

    que hay otra realidad, la que todava sigue siendo un sueo para muchos: la del amor.

    Por qu, me pregunto, he de someterme a la primera y no a la segunda? Creo, y estoy

    convencido, que es cuestin de eleccin, que aunque los ms poderosos, los que rigen el

    poder de las naciones o las economas por su capacidad de riqueza, dicten la historia por

    el camino de la violencia, siempre hay una respuesta alternativa.

    Profeso la doctrina de la no violencia de Gandhi y la reconciliacin que dej como

    enseanza Mandela: hay que dar la lucha, la lucha pacfica: la del amor Esa es mi

    bandera!

    Desde mi trinchera, desde este grito que me nace, desde este corazn que a mil me late,

    yo pulso y lucho, engendro mi bandera: el amor.

    2.- Por qu?

    Hace aos que la poesa dejo de circular por las calles. La poesa de hoy se ha vuelto

    elitista. La gente comn se qued con Neruda, Garca Lorca, Hernndez, Nervo los

    clsicos de antao. Los nuevos poetas de la lengua castellana son poco ledos. Pareciera

    que cada uno se esfuerza por hacer la imagen potica ms compleja, ms abstracta y ms

    surrealista posible. Mientras las academias y grandes escuelas literarias les aplauden, para

    la gente sencilla pasa inadvertida. Resulta entonces que la poesa ya no se vende. Las

    grandes editoriales no se comprometen con ningn poeta pues saben que no van a vender

    mucho. Los recitales poticos, por lo general, son encuentros de unos cuantos oyentes. Y

    la gente de la calle sigue recitando a sus clsicos.

    Volver a la sencillez, donde al pan le llamamos pan y al beso, beso. Volver a sentir que la

    palabra nace, no de la abstraccin ms pura, sino del sentimiento hondo. Que tiene el

    significado de la lgrima o del suspiro, porque a ambos le llamamos por su nombre y la

    gente as los reconoce. Que si esto es volver al romanticismo... No importa! Crear para

  • la gente sencilla: la de la calle y las fbricas, para las mujeres que hacen el nido en el

    arrullo de sus casas y amamantan la palabra con su sonrisa diaria; para los que trabajan en

    la tierra construyendo los frutos dulces de las primaveras y los que con sus ojos, con su

    mirar fresco y simple, se llevan el pan hacia la boca y la boca a la armona del beso.

    S, el amor no reconoce laberintos ni complejos argumentos, ni postula alocuciones ms

    all del sentimiento. Simplemente, se da! Y se da en el mirar del compromiso, en las

    manos que acarician, en el corazn revoloteando. Es tan sencillo el amor, tan simple y

    tan humano!

    3.- S, usted que me enamora!

    2

  • USTED

    3

  • I

    Disculpe, creo que al abrir usted los ojos se le escap una mariposa. Slo vengo a devolvrsela.

    II

    Desde que escuch que el mundo es maravilloso, me puse a pensar en usted.

    Y, s, es maravilloso!...

    De vez en cuando le agrego el tinte de sus ojos.

    III

    Levante su hermosura,

    que hoy est de largo mi alegra

    y viene de gala a enamorarla!

    4

  • IV

    Siento que es enorme mi mundo junto al suyo:

    usted pone su mano en mi frente,

    yo pongo el corazn donde su tacto.

    Por eso, qu linda es usted llena de vida:

    me pinta la noche, me da cita con un mundo

    al que yo llamo alegra.

    Y todo porque extiende mi vida a su caricia.

    V

    Crame, me estoy enamorando.

    Si tiene sentido o no, es asunto de correspondencia.

    Crame, que nada tiene altura sino el corazn que siento,

    y por eso canto y vuelo, respiro y vuelo.

    Crame, a usted la quiero

    As, as de simple! Y lo que vivo nace en m.

    Crame, yo soy testigo, a usted la quiero.

    5

  • VI

    Quiz el amor sea eso,

    o el quererla sea su mundo que al mo le comparte.

    De igual forma me sabe decirle que la quiero,

    decirle que usted tiene la llave de esta puerta,

    de una cerradura vieja, tan vieja y maltratada,

    que solamente su cario puede lubricarla.

    Para quin, debo decirle, para quin son esos besos?

    Quiz el amor sea eso y usted tiene la llave,

    usted tiene el cerrojo,

    usted tiene mi puerta!

    VII

    Bermejo mi corazn, lleno de ilusiones,

    no tiene otra razn ms linda que mirarla,

    porque no hay palabras ms bonitas que decirle:

    Usted, corazn, me colma de fantasas.

    Y mi mente divaga, y un beso a su corazn le suple.

    6

  • VIII

    Hagamos de cuenta que usted me mira,

    que yo le comparto una caricia,

    que usted me sopla su rostro

    y yo lo introduzco por debajo de mi piel que igual le mira,

    que usted baila sus ojos en mis hombros

    y yo intento abrazarles para que no murmuren un intento de escaparse,

    que, de hecho, usted mueve mi existir hacia el tope

    y yo agarro las nubes para no volarme ms arriba,

    que, en fin, le diga que sus manos son la locura de mis manos

    y su sonrisa, la puerta de mi dicha.

    Ve, entonces, por qu distraigo mis quehaceres

    para ir barriendo yo mi vida, y limpiarla y sacudirla,

    para que usted habite esta casa y se acurruque en ella

    y abra de mi pecho sus ventanas?

    IX

    Vamos, yo la hago ma!

    La beso Y usted cierra los ojos.

    La beso Y la sueo tal cual usted se mira.

    Y la beso!

    Dgame, al besarla, qu es lo que usted se imagina?

    7

  • X

    Si a ti te llamo usted y la palabra en su tacto me responde,

    el no se vuelve un s, la sombra es una luz resplandeciente,

    siento que el nudo en mi garganta se convierte en avecilla

    y no deja de aletearme, y todo porque t, usted,

    acerca sus labios a mis labios, los roza,

    y un beso suyo, tuyo, me bombea el corazn desde su boca.

    XI

    Lo que valoro de usted es su capacidad de responderme,

    que diga que son ganas lo que el latir contiene,

    porque la he elegido y por lo mismo me ha elegido

    a hacer de esta rutina una memoria imborrable.

    8

  • XII

    Usted que me enamora y llena de sorpresas mi mente y mis caminos,

    no le bajo el cielo, ni la estrella, ni le doy la luna hecha de rosa.

    Le doy, a cambio, estas ganas de quererla,

    de llevarla a la casa donde albergo un sentimiento por nadie igualado:

    el de verla a usted sonriente, bailando por la vida, saltando,

    porque entiende que el amor lleva su nombre

    y equivale a ms de un cielo, y es ms grande que el brillar del firmamento.

    Y todo porque usted me pinta: me pinta el corazn, me pinta todo el pecho,

    me pinta un beso por quererla

    Usted me pinta el alma, me pinta y enamora!

    XIII

    Cmo es que puede usted, con una simple mirada,

    sacarme el corazn y que se ponga a corretearse con el alba?

    XIV

    A esa combinacin suya de ojos,

    brazos, boca, instantes y sentimientos,

    le llamo: mi pasaje a la alegra

    Y van en un Discovery, en plena caminata espacial

    hacia el infinito.

    9

  • XV

    Usted perdone, aqu se lee el universo,

    se escribe un firmamento

    y se resuelven algoritmos de alegra.

    Y en caso de que usted se acerque,

    todo eso se convierte en poesa.

    XVI

    Si usted dijera que no, qu importa!,

    yo sabr quererla a usted de mil maneras;

    igual su no o su s que nunca expresa.

    De todas formas tiene usted un lugar

    en mi necio corazn e impertinente,

    que a su no le dice s y es mi forma de quererla.

    XVII

    Yo no cuento estrellas en la noche.

    Cuento el lunar de su mejilla tantas veces

    que termino incorporando el universo a su mejilla.

    10

  • XVIII

    Ah!... Slo si usted quisiera

    Su boca Qu tentacin la ma!

    Bajar sus cuestas, subir por sus laderas,

    dejarle mi nombre para que usted a l le platicara,

    mientras yo le respondiera que es usted tan bella.

    Caerme de rodillas su boca mirarla mientras habla.

    Y con esa tentacin desbordar el ansia,

    agitarme hasta la insuficiencia del derrame,

    hasta la obsesin ms inimaginable de la absoluta demencia,

    en la locura de mis nervios, en la ansiedad de mis desvelos,

    hasta lo profundo del amor y de su boca

    Ah!... Su boca Su boca Qu tentacin la ma!

    Slo si usted quisiera

    11

  • XIX

    Le dije: Muchacha hermosa, guapa y bonita!

    Usted era el encanto, la mar en tantas rosas,

    las abejas florecidas.

    Por mis ojos, mil praderas

    y la sombra del lamo que se llova.

    Las piedras su baile palpitante

    le vestan de tul, de alegre, de muchacha,

    y cabriolas al verde le ofrendaban.

    Muchacha linda Era todo! Era todo!

    Y el polvo de la tierra chapeaba al ro

    con su meloda.

    12

  • XX

    Usted me permanece

    -ve, qu linda, qu linda!-,

    me da un amor en blanco,

    me hace soar alientos

    de un pulso inimaginable,

    de un suspiro tan sutil

    que no le toca ni a sus manos.

    Ya ve, qu linda, qu linda!

    Usted que llueve aromas,

    usted que habla ternura:

    usted me hace ser hombre

    y me hace a m que exhale.

    Ya ve, qu linda,

    qu linda cuando llueve

    y qu linda al empaparme!

    Cada gota suya me envuelve

    y me arropa, me hace sentir presente,

    me hace sentir que hay algo,

    que hay algo aqu llamando,

    llamndome a seguirla,

    llamndome a quererla:

    usted me permanece,

    usted,

    usted que me desvive!

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  • XXI

    Usted sabr, lo digo adentro

    de mi nada, de mi todo,

    y no reparo en repetirlo,

    en decrselo callado,

    hablando, mirndole a los ojos,

    tocndole esas manos,

    besndole su rostro,

    suspirndole a su imagen,

    sabr cmo la quiero?

    Sabr usted, entonces,

    que no hay lugar que pueda

    contenerme el pecho al adorarla,

    que no hay nadie con boca

    que al hablarle a usted le mande

    no palabras sino rosas,

    porque todas salen

    de mi boca hacia su boca?

    Sabr usted, ahora,

    que yo la quiero adentro, afuera,

    en este mundo, en esta tierra,

    en estos brazos,

    para darle a usted mi boca?

    14

  • XXII

    Mire usted, que yo hara un faro desde su cuello hasta su vientre

    y ah alumbrara algn azul,

    el sueo de una vela, el xtasis de unas redes,

    para escuchar el canto de una ola y el pleamar

    cuando estalla en su morada.

    XXIII

    Vengo aqu a sus brazos, porque quiero y la quiero.

    Me impacta el amarle: su mundo me desdobla

    y batallo por su boca que acredita mi camino.

    Avalan sus caricias esta forma de quererle,

    donde todo se consagra juntndose de codos,

    besndose las manos, unindose los labios.

    Porque quiero y la quiero no hay ms impudicia:

    es usted el paso a un nuevo sentimiento,

    a una nueva escuela de tierra que se labra,

    a un ministerio donde hay pan de hacer justicia.

    Porque quiero y la quiero se desvanece mi hambre,

    y es que se unen nuestros ojos caminando por las calles,

    los que nunca se acongojan por ser pueblo y ser de nadie,

    y porque van gritando: la quiero Y eso es justicia!,

    Eso es de gente!... Eso es amarle!

    15

  • XXIV

    Ya ve que s, que amarle es lindo,

    que algo suena y que el corazn bombea,

    que son estrofas de vino y rosas.

    Ya ve que s, que est en m,

    y que es un mundo tenerla aqu,

    que hay algo suave para inspirarse,

    que brota un pecho para colmarse.

    Ya ve que s, la quiero en m!

    XXV

    Hubo una vez que usted,

    y los bosques y los castillos y las flores;

    Hubo una vez que usted fue un cuento,

    y una imagen y un sueo y un relato.

    Mas, despus de aquel encuentro,

    los dos fuimos una imagen, un sueo y un relato

    y un bosque y un castillo y unas flores.

    16

  • XXVI

    A usted, y yo quisiera, decirle frente a frente,

    que usted me convalida el derecho de quererle,

    la forma de acercarme a un mundo inigualable,

    compuesto por sus manos, rehecho por su aliento,

    aquel que configura entre dos la travesa

    de hacerse sentimiento por la ruta concebida.

    Ser que usted me lleva atado de sus manos.

    Ser que a usted me une mi derecho a la alegra,

    la frrea voluntad que brota del pretexto de dos bocas

    cuando se dan la cara, cuando se inculpan siempre

    por no besarle a un labio,

    por no sentir que palpan la piel estremecida;

    y se vuelven como locas, tocndose, desesperadas,

    sintiendo como una se encarna sobre otra,

    turbando hasta los ojos que se pierden abatidos.

    A usted, y yo quisiera, besarle palmo a palmo.

    Ser que usted conjuga su boca en mi alegra.

    Ser que usted da nombre al quehacer de mi sonrisa.

    Qu bien se siente la vida al quererle!

    Usted, yo pienso, es la secuencia resuelta a un algoritmo puro,

    a ese pasodoble que une comps y movimiento,

    la que al besarla pone en marcha la luz en mi ventana.

    Qu bien que usted concilia su boca en mi sonrisa!

    17

  • XXVII

    Si usted, de prisa, me dijera de repente,

    que este amor la envuelve locamente,

    yo ira tras su mundo, lenta, lentamente,

    con el miedo en la mano

    y esa prisa de querer acariciarle.

    XXVIII

    Yo la invito a que usted me quiera.

    A cambio, insanamente,

    tendr esa locura de mi mente,

    la que abri un parntesis en un beso

    para que solamente sus labios lo entendieran.

    XXIX

    No me diga que tiemblo por usted

    cuando el corazn se sale y pasea alegremente.

    Lo que pasa es que usted

    ha puesto su casa en mis adentros

    y ha abierto todas las ventanas.

    18

  • XXX

    Un da, un da en que usted

    vaya y sacuda mi boca, la estruje,

    la muerda, le diga: ste es un beso

    y la quiera, yo dir que tengo labios,

    dir que tengo boca, y una lengua,

    la suya, que platica por mi boca.

    XXXI

    Si en usted mi boca se entretiene,

    no diga no ni haga reparos;

    tal vez algo, no s, querr decirle

    y estremecerla por un rato.

    XXXII

    Yo pongo aqu mi hombro

    para que ponga usted su mano;

    a modo de entendernos:

    yo pongo aqu mi pecho

    y usted el corazn adentro.

    19

  • XXXIII

    Con el infinito pensar de mis maanas,

    un da tocar sus labios.

    Y sin demora,

    pondr ah mi sof de cuero,

    mis almohadas

    y todos mis delirios.

    XXXIV

    Si usted me diera a saborear su boca,

    cuntas palabras nuevas introdujera yo a mi boca!

    XXXV

    Cuando usted su boca acerca

    y un nudo en mi garganta se revienta,

    siento que no son mis ojos ni mis labios,

    sino mi alma que se escurre hasta su boca,

    y es entonces que mi pecho es el que estalla

    a modo de abrigarla, a modo de abrazarla,

    a modo de besarla.

    20

  • XXXVI

    Cuando me rebaza la alegra

    y la sensacin de usted me recorre piel adentro,

    prendo sus ojos y hago que al latir mi corazn alumbre.

    XXXVII

    Cuando usted se acerca, me subo hasta su hombro

    y le soplo, le soplo, le soplo en el cuello.

    Usted voltea y risueamente me dirige un beso

    Me hace sonrojar, emocionarme hace hasta que tiemble.

    Y le soplo, le soplo, le soplo ms al cuello.

    S, ve qu linda es la manera de quererle!

    Ve qu hermoso es el amor que nos sorprende!

    Si, acaso usted siente cuando mi corazn se asoma y le sonre?

    21

  • XXXVIII

    De repente, usted me mira, se me pone enfrente

    y me hace nudo el corazn.

    En un instante, todo cambia, la vida es otra,

    se va poniendo azul el sol.

    No es que quiera decirme tanto

    Usted me mira, se pone enfrente,

    hace que el viento sople y me silbe,

    como una vela que empuja el corazn.

    Y yo la miro, me pongo enfrente,

    le doy la mano le doy mi vela,

    algn timn, para que flote en mi corazn.

    22

  • XXXIX

    Usted es lo ms lindo que el mundo me haya dado:

    el hecho de tenerla, el sentimiento en grande.

    Usted es lo que anhelo y mi triunfo por la vida,

    el pacto que he ganado a fuerza de buscarla,

    a fuerza de encontrarla y a fuerza de quererla.

    Usted es ese pacto de amor que se descubre:

    mi lgrima presente, mi sonrisa que desvive,

    la serena tarde de un beso inigualado.

    A usted a usted yo la he besado!

    Y le he besado el alma, le he besado un sueo.

    Y cada beso ha sido un beso ms alegre!

    Usted es mi presea

    Usted es lo ms lindo que el mundo me haya dado!

    23

  • XL

    Entre a mi corazn y tquele.

    Dgale que viene usted sin prisa; a quedarse.

    Que no es husped, sino la duea y quiere repintarlo;

    que trae en los labios una brocha, cuadros, adornos,

    nuevo mobiliario.

    Deje le entrego la llave, los latidos,

    la ilusin que tengo de amarle,

    el sueo de un beso que tuve al conocerla

    y sobre todo, el cario que he guardado desde siempre

    y abre mi ventana todas las maanas,

    para que entre usted, ventile, recorra su casa,

    y sienta a mi alma profundamente enamorada.

    XLI

    Traigo la mariposa en la mano,

    la que se le sali al abrir usted los ojos.

    Deje ponrmela en el pecho,

    para que vuele libremente donde a usted la quiero.

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  • XLII

    -Y usted, qu sueo tiene?

    -A usted.

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  • SALVADOR PLIEGO:

    Nacido en la ciudad de Mxico. Con estudios en Antropologa Social y una Maestra en Sistemas de Computacin. Como escritor inicia su carrera a finales de 2005 y desde entonces ha publicado ms de 20 libros.

    Fue premiado como segundo lugar en poesa por la ENSL en Mxico y nominado como finalista por el II Certamen Internacional de Poesa San Jordi en Espaa, 2006. Particip como jurado en el Primer concurso literario Atina Chile en 2007. Su poema Espadas y papiros fue entregado como parte de los premios otorgados al ganador del Segundo concurso de cuentos cortos HdH Medieval. De sus viajes ha recibido mltiples reconocimientos, entre otros, el de ser visitante ilustre del Municipio de Urrao, Colombia.

    Durante 2007 y 2008 participa activamente en el foro MundoPoesia, considerado uno de las ms grandes de la red de Internet en cuanto a escritores, publicaciones y lecturas. En ese periodo es premiado en 18 ocasiones, entre ellas, otorgndosele el premio de Poeta del mes.

    En 2011 gana los siguientes premios: Ganador del premio de poesa Rubn Daro Rumbaut con el poema Dulzura, y Primera mencin de honor en el concurso internacional de poesa Trofeo Memorioso organizado en Chilo, Chile, con los siguientes poemas: Corcel de alas blancas, Dnde los olivos? y Templanza.

    En enero del 2012 se le otorga el premio al primer lugar del Primer Concurso Literario Andrs D. Puello a su libro Crepitaciones, y en el mes de mayo se incorpora su poema Oda a la risa a libros de texto para el aprendizaje del espaol en Puerto Rico. La radio satelitevisin/Americavisin de Chile le otorga un reconocimiento por su participacin en la Poesa destacada, mes de septiembre 2012, de los programas radiales Msica y declamacin de poesas.

    En abril de 2013 Radio Satelitevisin/Americavisin le otorga un nuevo reconocimiento como poesa destacada por su poema: Arde la poesa. En el mes de mayo, otro ms por su

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  • poema Desnudez de tu mirada. Y en junio, un nuevo reconocimiento por el poema: Cancin de viento y brisa.

    En mayo de 2014 recibe 3 reconocimientos en Mxico: el primero de la Universidad Tecnolgica de Huejotzingo y la Secretaria de Educacin Pblica (Puebla); el segundo de la Presidencia Municipal de Quertaro a travs de su Instituto de Cultura, y el tercero del H. Ayuntamiento Constitucional de Tlalnepantla de Baz (Estado de Mxico) a travs de la Direccin General de Educacin y Cultura y el Instituto Municipal de la Cultura y las Bellas Artes.

    En el mes de octubre se le notifica que su poema Miguel Hidalgo fue incluido en un dvd en conmemoracin a Miguel Hidalgo, por parte del municipio Miguel Hidalgo, del estado de Hidalgo, Mxico.

    A la fecha ha realizado lectura de su potica en Estados Unidos, Mxico, Per, Chile, Argentina, Colombia y Espaa.

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