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UNA COMEDIA PROBLEMÁTICA : EL EMPERADOR FINGIDO DE GABRIEL BOCÁNGEL por Trevor J. DADSON (The Queen's University of Belfast) El Emperador fingido presenta al lector varios problemas, de los cuales los más intrigantes son la cuestión de autoría y la fecha de su composición. Resulta extraño que en una época dominada por la comedia, en un país gobernado por un monarca locamente aficionado al teatro, Bocángel escribiese, al parecer, solamente una comedia ; y, además, una comedia que no se publicó hasta veinte años después de su muerte. Como se desprende del prefacio a La lira de las Musas, libro de poesías publicado en 1637, Bocángel era muy consciente de las depredaciones hechas por libreros y editores sin escrúpulos a los libros de autores poco conocidos : Advirtiéndose asimismo que, si quedasen manuscritos estos versos, les amenazaba el daño que ha sucedido a los más autores, especialmente modernos que, omitiendo en sus días divulgar sus obras, padecen difuntos el arbitrio y adulterio de falsos moldes, donde el interés vende el nombre, y no las obras de ¡os escritores ; injuria, como postuma, irreparable, y nuevo contagio que halló como prender en las cenizas. (1) Parece por tanto muy extraño que nuestro autor no dirigiese la publicación de su única obra puramente dramática. (1) T. J. Dadson (éd.), Gabriel Bocángel, La lira de las Musas, Madrid, Cátedra, 1985, p. 110.

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UNA COMEDIA PROBLEMÁTICA :

EL EMPERADOR FINGIDO

DE GABRIEL BOCÁNGEL

por Trevor J. DADSON(The Queen's University of Belfast)

El Emperador fingido presenta al lector varios problemas, de los cualeslos más intrigantes son la cuestión de autoría y la fecha de su composición.Resulta extraño que en una época dominada por la comedia, en un país gobernadopor un monarca locamente aficionado al teatro, Bocángel escribiese, al parecer,solamente una comedia ; y, además, una comedia que no se publicó hasta veinteaños después de su muerte. Como se desprende del prefacio a La lira de lasMusas, libro de poesías publicado en 1637, Bocángel era muy consciente de lasdepredaciones hechas por libreros y editores sin escrúpulos a los libros de autorespoco conocidos :

Advirtiéndose asimismo que, si quedasen manuscritos estos versos, lesamenazaba el daño que ha sucedido a los más autores, especialmentemodernos que, omitiendo en sus días divulgar sus obras, padecen difuntosel arbitrio y adulterio de falsos moldes, donde el interés vende el nombre,y no las obras de ¡os escritores ; injuria, como postuma, irreparable, ynuevo contagio que halló como prender en las cenizas. (1)

Parece por tanto muy extraño que nuestro autor no dirigiese lapublicación de su única obra puramente dramática.

(1) T. J. Dadson (éd.), Gabriel Bocángel, La lira de las Musas, Madrid, Cátedra,1985, p. 110.

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En diversas ocasiones Lope de Vega señala la desgracia que pudieraocurrir a cualquier dramaturgo conocido que de repente encontrase su nombreañadido a cualquier comedia, por mala que fuese, con el fin de atraer al público(2). A esto hay que añadir las práticas poco honradas de libreros que publicaronediciones piratas de las comedias, con gran detrimento para la reputación delpoeta. Cotarelo y Morí ha resumido admirablemente la situación desastrosa queprevalecía entonces :

Lo menos a que tenía derecho, ya que al hacer representar una comedia ycederla al director de la compañía perdía el dominio exclusivo de ella, eraa que se la imprimiesen tal y como la había escrito. Sino que aquí sejuntaban dos dañas : uno el de que, al copiarla, ya los cómicos alterabanla obra, poniendo y quitando versos, y otro era que ni aun a veces estamisma copia, ya maleada, era la que iba a la imprenta, sino otra obtenidaa retazos ; de cada farsante un fragmento, el papel que hacía ; por cuantoel dueño del manuscrito, el autor o jefe de la compañía, quería tambiénlucrarse con él y se negaba muchas veces a entregárselo al editor que se lopedía para formar la docena hasta que la comedia era muy vista y notentaba la codicia de los demás autores de compañías. El editor que noquería esperar tanto, porque entonces nadie le compraría el tomo,brujuleaba el texto del modo dicho y así lo daba al público. Todo lopagaba la reputación del poeta, que llegaba a ver impresa su comediamutilada y llena de disparates ajenos. (3)

El Emperador fingido de Gabriel Bocángel es probable que sufriese detodos estos defectos. La edición más temprana conocida data de 1678, cuando fuepublicada por Antonio González de Reyes (a costa de Manuel Meléndez) en la

(2) Véase lo que dice Lope en uno de ses prólogos sobre las prácticas de losautores e impresores : "Cuanto a la queja de los 'autores', se responde que los unoslas hurtan a los otros o las venden a los lugares que para sus tiestas las codician ;y destruyéndose ellos a sí mismos, o haciendo componer de otros versos lasinvenciones que agradan, o hurtándolas o comprándolas a sus papelistas ysecretarios cómicos, que con gran facilidad las venden, el mayor daño esimprimirlas ; que no ha de andar el poeta guardándolas, y más quien les da sumismo original y en su vida guardó traslado", (del Prólogo a la parte XVII de lascomedias de Lope de Vega [1621], citado por A. Castro y H. Rennert, Vida de Lopede Vega (1562-1635), New York, 1968, p. 262). Comentan Castro y Rennert :"Después de todo su queja estaba bien fundada, dada la frecuencia con que editorespoco escrupulosos desfiguraban los textos, y autores mediocres ponían el nombrede Lope a sus comedias para asegurarse una buena acogida del público" (p. 242).(3) E. Cotarelo y Morí, Ensayo sobre la vida y obra de D. Pedro Calderón de laBarca, Madrid, 1924 (Primera Parte), p. 340.

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Parte 43 de las Comedias nuevas, de los mejores ingenios de España (4). Luegofue impresa en Madrid en 1732 (imprenta de Antonio Sanz), y finalmente enSevilla entre 1748 y 1793 (imprenta de José Padrino). Es poco probable que elmismo Bocángel preparase una edición para la imprenta, y el hecho de queapareciese por primera vez unos veinte años después de su muerte sugiere que elimpresor-editor utilizó un manuscrito o copia teatral

Son de poca importancia las divergencias o variantes entre las tresediciones, y las que hay se deben más a la mala transmisión que al uso de untexto distinto para cada edición. Sin embargo, las dos ediciones más tardías sí queayudan a solucionar dos trozos del texto de 1678 que parecen ilógicos. Un diálogoentre Flor y Bernardo, al principio de la primera jornada, carece de sentido, puestoque el nombre de uno de los dialogantes ha desaparecido :

Fl. — No es Fernando hijo segundodel rey D. Sancho el Primerode Portugal ? Ber.— De esso infierosegún las leyes del mundo,que no es mucha su riqueza,no, mas el cielo le ha dadolo que le negó de Estado,de valor, y de gentileza.Y para que echéis de verquantos sus méritos son,oíd la imaginaciónque he tenido desde ayer,que entramos los dos en Gante.

Ber.— Yes, Madama ? [...](BOC, H, p. 372) (5).

(4) Los otros dramaturgos incluidos en esta Parte eran Francisco de Leiva, Luis deUlloa, Tomás Osorio, Salvador de la Cueva, Francisco Lanini Sagredo, AgustínMoreto. No es, ni mucho menos, una lista de figuras de primera fila, y uno llega apreguntarse acerca de la viabilidad comercial de tales volúmenes. Sobre estostomos, Véanse E. Cotarelo y Mori, Catálogo descriptivo de la gran colección de"Comedias Escogidas" que consta de cuarenta y ocho volúmenes, impresos de 1652a 1704, en Boletín de la Real Academia Española, 18, 1931, pp. 232-280, 418-468, 583-636, 772-826, y 19, 1932, pp. 161-218, y F. Medel del Castillo, índicegeneral alphabet ico de todos los títulos de comedias que se han escrito por variosingenios antiguos y modernos, Madrid, 1735, reimpreso en Revue Hispanique,LXXV (1929). pp. 144-369.(5) Todas las citas se han tomado de la edición de las obras de Bocángel preparadapor R. Benítez Claros, 2 vols., Madrid, CSIC, 1946.

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Está claro que Bernardo contesta a una pregunta que le ha hecho Flor ; la ediciónde Sevilla resuelve el problema adjudicando a Flor la parte del diálogo que vadesde "No, mas el cielo le ha dado", y poniendo un punto final después de"riqueza".

El segundo ejemplo de un fallo textual ocurre al principio de la segundajomada. El Rey de Francia da las gracias a Juana por sus palabras de bienvenida yluego dice que el viaje no fue tan largo como para que se necesitase un período dedescanso. Parece evidente que está contestando alguna pregunta sobre el posiblecansancio ocasionado por el viaje. La edición madrileña de 1732 suple el versoque "falta":

Ju. — Vuestra Magestad sea bien venidoRey. — Y vuestra Alteza, prima, bien hallada.Juan — Tomad assiento, que vendréis cansado. (6)Rey. —Aunque fue larga la jornada,

no fue el viaje tan apresurado,que descansar intente.

Estas son dos ocasiones claras donde se ha transmitido mal el texto ;pero también hay razones para suponer que el texto que tenemos aquí es un textotruncado o abreviado. El Emperador fingido es más corta que la mayoría de lascomedias de mediados del siglo XVII, y las jornadas varían en tamaño. Laprimera y la segunda jornada son casi iguales en el número de versos que tienen—unos 990 para la primera, 940 para la segunda—:, pero la tercera es bastantemás corta —sólo unos 710. Vale la pena recordar que Lope de Vega, en el Artenuevo de hacer comedias, sugirió que la extensión media de una comedia de tresactos debería ser de unos 12 pliegos, lo que traducido en versos arroja un total deaproximadamente 3.000 versos (7). Bocángel se atiene, más o menos, a estasugerencia en lo que a las dos primeras jornadas se refiere, pero la tercera dista

(6) Este verso es el que falta en la edición de 1678.(7) En el Arte Nuevo, Lope dice lo siguiente : "Tenga cada acto cuatro pliegossolos, / que doce están medidos con el tiempo / y la paciencia del que estáescuchando" (vv. 338-340). Todos los comentaristas (de la época y posteriores)han interpretado esto en el sentido de que unos 3.000 versos serían la medianormal para una comedia de tres actos. Véanse los argumentos de J. M. Rozas,Significado y doctrina del "Arte nuevo" de Lope de Vega, Madrid, 1976, pp. 149-152, y J. de José Prades (éd.), Lope de Vega, El arte nuevo de hacer comedias eneste tiempo, Madrid, CSIC, 1971, pp. 218-219. La obra de Bocángel ocupa 36páginas en la edición de 1678, 14 hojas en la de 1732, y 24 páginas en lasevillana de ¿ 1760 ?. Más Hable es la cuenta aproximada de versos que hice de laedición de 1678.

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mucho de esta regla. No es descabellado pensar que una comedia de Bocángeltendría aproximadamente el mismo número de versos en cada jornada y un totalque se acercara a los 3.000.

En el reparto de la edición de 1678 encontramos nombrados a unosmúsicos. Pero ningún músico aparece en las direcciones ni se canta ningunapieza lírica en toda la obra. Es posible, desde luego, que los músicos estuviesenpresentes sólo para cantar antes y después de cada jornada, como ocurría confrecuencia entonces. Aun así, no era normal nombrarlos en el reparto si ésta erasu única función.

La segunda jornada termina con un soliloquio —un romance— pero elúltimo verso no es asonante. Está claro que el soliloquio ha sido recortado, yposiblemente le seguía otra escena o cuadro. La última escena de la tercerajornada también parece haber sido truncada. Al término de la obra, no sabemosrealmente lo que va a pasar a ninguno de los personajes, aparte de Juana yFernando (que se van a casar). Los cuatros últimos versos hablados por el Infanteponen fin a la comedia de una manera precipitada, inesperada y brusca. Es posibleque hubiese una escena por delante en la que se lograba una solución mássatisfactoria del destino de cada personaje. Y en cuanto a los personajes, hay queseñalar que el papel de Brito, el gracioso, parece también algo reducido. Comopersonaje tiene alguna vitalidad, pero desenvuelve un papel mínimo en la obra :la mayoría de las comedias de entonces permitían a los graciosos mayor papel deprotagonismo.

Si esta comedia fue así de truncada y mal tratada, es probable queformase parte del lote de un autor de comedias. Así se explicarían la publicacióntardía y los fallos y debilidades textuales que tiene. De ahí no tendríamos másremedio que dudar de la autoría asignada a Bocángel ; como pocos"bocangelismos" típicos en el texto, aunque algunos podían haber desaparecido enlos cortes que sufrió la obra (8). Como comedia no está mal escrita del todo, e

(8) Véanse, sin embargo, los siguientes ejemplos : "Y en sus concabosrimbomba" (BOC, II, p. 414), y "a rimbombar los cóncavos del pecho" (La ¡ira delas Musas, núm. 114, v. 736) ; "No me aclaman / en la paz segundo Numa" (BOC,II, p. 427), y "Cataluña, Aragón le aclaman Numa" (La lira de las Musas, núm. 1,v. 141) ; el discurso sobre la astrología —"consulté de las Estrellas / caracteres, yfiguras / siendo ellas mismas el libro / y la luz que nos alumbra. / Libro incierto ypeligroso" (BOC, H, p. 375)— se parece bastante a una estrofa de El Cortesanoespañol : "No aprendas a leer osado / los caracteres del cielo / que Dios nos daaquel volumen / patente, pero no abierto" (vv. 197-200 ; texto establecido porT. J. Dadson en Avisos a un Cortesano. An Anthology of Seventeenth-CenturyMoral-Political Poetry, Exeter, Exeter Hispanic Texts, 1985). Igualmente,encontramos estos versos "ó que ambos sois verdaderos, / o ambos sois Condesfingidos" (BOC, II, p. 382), en El nuevo Olimpo (Madrid, 1648) : "Ambos sois

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igual podía haber sido escrita por Bocángel como por cualquier otro dramaturgode la época. Por tanto, ¿qué pruebas existen para adjudicarle a él la autoría de estaobra tan poco distinguida ?

Mirando por el lado negativo, no existe razón alguna por la que un editordeshonesto prefiriera poner el nombre de Bocángel a El Emperador fingido en vezdel de cualquier otro dramaturgo mucho más conocido y famoso. Es difícil creerque el nombre de Bocángel sonase mucho entre el vulgo ; su público secomponía, principalmente, de miembros de la corte, por tanto su nombre no ibaa atraer al gran vulgo al corral. Evidente parece, entonces, que si el impresorcogió el nombre de Bocángel, es porque pensó que él de verdad escribió la obra.

No he encontrado ninguna referencia o dato que confirmase que seestrenara la obra en los corrales madrileños (9), lo que hace harto difícil fecharla,pero sí podemos asignarla a un período en la vida artística de Bocángel, por lasrazones siguientes : en Para todos (Huesca, 1633), Juan Pérez de Montalbánincluye después del índice de ¡os ingenios de Madrid, una "Memoria de los queescriven Comedias en Castilla solamente". Primero nombra a los dramaturgoscastellanos, luego da otra lista de los que había olvidado ; entre éstos figurasnuestro autor. Puesto que Montalbán ya había incluido a Bocángel en el índice delos Ingenios (donde lo llama "perfeto Poeta, excelente Latino"), el que lomencionase luego en la Memoria tiene que indicar que Montalbán al menos loconsideraba dramaturgo, aunque sólo fuese de categoría menor. No tenemos porqué dudar del juicio de Montalbán : desde hacía varios años conocía muy bien aBocángel, pues ambos participaban en las actividades y reuniones de la Academiade Madrid (10).

verdaderos, ó fingidos ambos" (BOC, II, p. 153) y en la Prosa primera (Madrid,1627) : "Aut vtramquè putabis esse fíctam, aut vtramquë putabis esse veram" (BOC,I, p. 134). Según Bocángel, el autor de esta frase fue Ausonio. Las diversasreferencias a bridones, a imágenes pictóricas, a ciertas figuras míticas, seencuentran todas en otros poemas de Bocángel, pero también, y ahí está elproblema, en las obras de casi calquier otro autor de esta época. Por tanto, seríaarriesgado asignarles la categoría de "bocangelismos".(9) Para comprobarlo, he consultado los siguientes repertorios : N. D. Shergold &J. E. Varey, Sortie Palace Performances of Seventeenth-Century Plays, en Bulletinof Híspanle Studies, 40, 1963, pp. 212-244 ; Varey & Shergold, Teatros ycomedias en Madrid : 1600-1699. Estudios y documentos, 4 vols., London,Támesis, 1971-1979, y Representaciones palaciegas 1603-1699 : estudio ydocumentos, London, Támesis, 1982.(10) Sobre esta Academia, véanse J. Sánchez, Academias literarias del siglo de oroespañol, Madrid, Gredos, 1961, y Willard F. King, Prosa novelística y academiasliterarias en el siglo XVII, Madrid, Anejo X de la Real Academia Española, 1963.

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La comedia desempeñaba un papel mayor en las reuniones de estaAcademia. En la lista de participantes en la Academia que nos proporcionaSebastián Francisco de Medrano figuran todos los dramaturgos, mayores ymenores, de la época (11). Además, el mismo Medrano presentó ante los reunidosdiversos tratados teóricos sobre el drama. Bocángel estaba rodeado por tanto dedramaturgos de primera fila e inmerso en un ambiente de creación y actuacióndramática. Tentadora podría ser entonces la idea de que Bocángel compuso su obrapara la Academia de Madrid durante una de sus reuniones teatrales. Sin embargo,el estado truncado en que se encuentra El Emperador fingido indica claramente quefue puesto en escena en uno de los corrales, aunque sigo sin establecer en cuál nicuándo. Pero donde fuera que se estrenase, diversas copias del texto deben de habersobrevivido, y fue presumiblemente uno de tales, mutilado y corrupto, que llegóa las manos de un impresor que lo incluyó entre otras piezas menores de la Parte43 de las Comedias nuevas. Sobre estas colecciones y su valor para el críticoliterario, Pfandl es tajante :

Las Sueltas y Colecciones son, con raras excepciones, el fruto deespeculaciones mercantiles de los libreros, y así sucede que en lo referentea la pureza del texto (y en las sueltas a su integridad), lo mismo que a laautenticidad de los autores a quienes se atribuyen, no ofrecen la menorseguridad para la investigación, pues en muchos casos aparece el textotruncado, falsificado o de mérito discutible. (12)

El Emperador fingido es una comedia histórica que trata los sucesos algocomplicados que tuvieron lugar en tiempos de la Cuarta Cruzada. En la batalla deConstantinopla de 1203 es derrotado Teodoro I Láscaris, yerno del tirano AlejoIII. Este huye y su hermano Isaac II (anteriormente emperador pero depuesto porAlejo en 1196) vuelve a gobernar con su hijo Alejo IV. Bajo los impulsos deéstos se latiniza el culto religioso, pero, a la muerte de Isaac en 1204, la fuerteoposición a los cambios religiosos introducidos provoca la muerte de Alejo IV.Constantinopla es capturada de nuevo por los cruzados y, a falta de sucesióndinástica, Balduino, conde de Flandes, es elegido Emperador. Tampoco disfrutamucho tiempo de su nuevo rango, pues pierde, frente a Teodoro Láscaris, la

Sobre la participación de Bocángel en ella, T. J. Dadson (éd.), La lira de lasMusas, pp. 73-80.(11) Esta lista se encuentra en la carta introductoria que Medrano incluye en suFavores de las Musas, Milán, 1631, páginas sin foliar.(12) L. Pfandl, Introducción al Siglo de oro, Barcelona, 1942, p. 199.

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batalla de Adrianópolis, donde muere. Le sucede como emperador su hermano,Enrique de Flandes (13).

El Emperador fingido de Bocángel sigue bastante de cerca los hechoshistóricos. Además de los que tomaron parte activa en la Cruzada —Balduino,Enrique de Flandes, el marqués de Montferra (a estos dos últimos los mencionaBalduino cuando discute los preparativos para la cruzada)—, Bocángel tambiénsitúa históricamente a otros dos personajes : Felipe II de Francia (que reinó de1180 a 1223), y el Infante Fernando, segundo hijo de Sancho I de Portugal, quereinó de 1185 a 1211. Bocángel parece confundir la primera batalla deConstantinopla con la segunda toma de la ciudad por los cruzados, y reduceambas batallas a una sola acción. No obstante, es posible que Balduino, en vez dedescribir los preparativos para la Cuarta Cruzada, esté hablando realmente deltratado entre los cruzados y los venecianos para la partición del Imperio, tratadoque provoca inmediatemente el segundo asedio y toma de Constantinopla. El Reyde Francia describe el asedio y saqueo de la ciudad a principios de la segundajomada, y nos relata cómo, a la muerte de Alejo IV, se elige Emperador aBalduino. El Infante Femando luego narra la batalla de Adrianópolis, la victoriade Teodoro Láscaris sobre Balduino y la horrible muerte de éste.

Además de su localización histórica, El Emperador fingido trata de cómoMadame Flor intenta ganar el amor del Infante Femando, utilizando para este finel parecido físico que existe entre Bernardo de Raíz, su criado, y Balduino, condede Flandes. Desgraciadamente para ella, Femando está locamente enamorado deJuana, hija de Balduino, y todos los intentos de Flor para separarlos vienen aparar en nada. Bernardo finge ser el conde Balduino cuando muere éste (de ahíviene el título de El Emperador fingido), pero es descubierto después de un brevemomento de gloria y éxito. Termina la comedia con la perspectiva de matrimonioentre Femando y Juana, pero, puesto que está en el aire el destino de Flor yBernardo, este fin resulta algo artificial y poco convincente.

Bernardo es sin lugar a dudas el personaje más interesante y mejordelineado de la obra. Verdadero "hijo de la tierra", tiene ambiciones como las deFaetón o cualquier soldado de fortuna del siglo XVII (14). Flor es parcialmente

(13) Para elaborar el trasfondo histórico de El Emperador fingido, se hanconsultado los siguientes libros : Pedro Mejía, Historia Imperial y Cesárea : en laqual en summa se contienen las vidas y hechos de todos los Cesares emperadoresde Roma : desde Julio Cesar hasta el emperador Maximiliano, Sevilla, Juan deLeón, 1545 ; Diego de Saavedra Fajardo, Corona gothica, Castellana y austríaca, 3vols, Madrid, Andrés García de la Iglesia, 1658-78 ; S. Runciman, A History of' tkeCrusades, 3 vols, London, Pélican Books, 1971, III, pp. 107-131.(14) En su primer soliloquio se llama "hijo del tiempo, y de la fortuna", y luegodice : "Este soy, este es Bernardo / de Raiz, à quien injurias, / viendo que el valor

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responsable de su subida y caída, pero el hecho indudable es que se parece alconde y, aunque es a veces jactancioso, es valeroso. También vacila :

No soy Bernardo de Raíz ?Si ; pues de qué me acobardo ?(BOC, H, p. 379)

Y Flor saca a relucir su cobardía durante la batalla (BOC, II, 407). Pero tambiéndemuestra resolución y determinación :

Pues no me dio el cielo en vanoesta viua semejança,estos pensamientos altos,esta condición altiva,y este espíritu bizarro.(BOC. n, p. 412)

Brito subraya su bajeza, pero de nuevo aparece su resolución cuando todo elmundo parece estar en contra suya (BOC, II, p. 434). Su última confesióntambién tiene su tanto de dignidad :

Pues porque ha de enmudecerquien tan altivo, y valientetuvo siempre el coraçony nunca temió la muerte ?Yo soi Bernardo de Rayz,hijo solo de mi suerte,y mis altos pensamientosen este punto me tienen.Yo soy el Cesar fingido,y si por serlo la muertemerezco, por haver sidocastigo de los rebeldesmerezco que me perdonevuestra Alteza ; aqui obedienteme tienes puesto à tus plantas.(BOC, H, p. 443)

me arrastra, / y el aliento me estimula / à emprender assuntos grandes" (BOC, H,pp. 374 y 378).

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Su papel durante toda la obra parece haber sido bien diseñado y tiene algún interéspsicológico. Los demás personajes, por el contrario, son todos de cartón yencierran poco interés dramático.

La gran debilidad de esta comedia radica en su estructura, pues no cabe enella posible desarrollo dramático. El argumento se desenvuelve en torno al amorde Fernando y Juana y los celos y sentido de la injusticia que siente Flor al verque se desprecia y rechaza su amor a Fernando. Pero puesto que no existe la másmínima posibilidad de que ella consiga el amor del Infante, la conducta de Flordurante la comedia carece de motivación y posible resolución. Se nos presenta, esverdad, el tema secundario del conde de Orléans y su petición de la mano de Juanacomo posible solución al amor frustrado de Flor, pero Bocángel destruye eldesarrollo estructural de este tema cuando hace que el rey de Francia, al ver lareacción de Juana después de haber sugerido la posibilidad de que ella se case consu hermano, diga :

Vamos que no es razón, si es que se aman,que yo me oponga al gusto de su Alteza.(BOC, JJ, p. 400)

La posición de Flor en la estructura de la comedia es, por tanto,totalmente ambigua. En la primera jornada ella parece ser la principal fuerzamotivadora de la obra, pero sus apariciones se hacen cada vez más infrecuentes ysu papel cada vez menos coherente, hasta que en la tercera jornada casi no sale alescenario.

La manera en que se termina El Emperador fingido resume de modoperfecto cómo el argumento ha llegado a ser desprovisto de motivación y sentido.El matrimonio anunciado entre Femando y Juana no es más de lo que esperamos,pues es evidente desde la primera jornada que van a casarse. El destino que el Reyde Francia promete a Flor :

y Flor, si acaso se quiere,yo tengo con quien.(BOC, H, p. 443)

parece una broma de malísimo gusto, cuando tomamos en cuenta que la obraempezó con Flor queriendo casarse con Fernando. Su respuesta tímida y apagada :

Yo estoysiempre à tu gusto obediente.

es comentario suficiente sobre el fracaso dramático y estructural de El Emperadorfingido.

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Si Gabriel Bocángel sobresale en algo es en su habilidad de artíficepoético. La compleja estructura temática de la Fábula de Leandro y H ero, lametáfora arquitectónica del Tiempo cristiano, y la transformación de la formapanegírica en el Retrato panegírico, todo demuestra su gran habilidad paracontrolar las estructuras poéticas y unificar los diversos y múltiples elementos desu poesía en una totalidad coherente. Por tanto, el que fracasara en la formaartística que más requiere y se presta a la unidad estructural nos sorprendetotalmente. Argumento de fuerza podía ser para arrebatarle a Bocángel la autoríade esta comedia. Sin embargo, a falta de otras pruebas más fuertes que me locontradigan, creo que Bocángel fue el verdadero autor de El Emperador fingido.Ningún impresor, por deshonesto y poco escrupuloso que fuese, podía habertenido razones de peso para asignar el nombre del desconocido Bocángel a unacomedia anónima. Tampoco se pueden rechazar a la ligera las referencias deMontalbán, amigo y compañero de nuestro poeta en esta época, a las actividadesdramáticas de Bocángel durante la década de 1620. Para entonces Bocángel tendríaunos veinte años y es bien posible que esta comedia fuese el producto de un poetajoven e inmaduro que aún no había encontrado su verdadero estilo y técnica.Existen suficientes pruebas para indicar que el texto que nos ha llegado es unaversión truncada (¿ y algo corrupta ?) del original, probablemente una copia quese utilizó en el corral de comedias. Está claro, por último, que Bocángel no hizoel menor esfuerzo por publicar su comedia, al contrario de lo que hizo con casitodas sus obras poéticas. O se dio cuenta él mismo o alguien le hizo ver que sustalentos no iban en la dirección del drama, y estuvo contento con dejar yacer laobra en el olvido. Tal vez, teniendo en cuenta los fallos y debilidades dramáticosque hemos señalado, Bocángel era mejor juez y crítico de El Emperador fingidoque su editor postumo.

Debate sobre la ponencia de T. DADSON

1) La comedia de Bocángel y las técnicas de composición dramática

a) Falta de proporción de las jornadas

La brevedad relativa de la tercera jomada de El emperador fingidose puede interpretar, opina F. SERRALTA, como prueba de la inexperiencia deun dramaturgo novel. Lo mismo le ocurre a Solís en la primera versión de LaGitanilla, cuyo equilibrio restablece en la segunda versión ampliandoconsiderablemente el último acto. Hay indicios, además, de que la tercera jomadaera la más difícil de componer, razón por la cual se atribuía en las comedias en

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colaboración —pero esto habría que confirmarlo con un estudio estadístico— aldramaturgo más capacitado. Le parece sin embargo peligroso a V. DIXON basarconclusiones en la extensión de cada acto, porque sobre el particular en laComedia hay de todo.

b) El problema del desenlace

No cree M. VITSE en el "convencionalismo" ni en el carácter"artificial" de los desenlaces del teatro aurisecular, por lo cual le parece excesivohablar de fracaso dramático del personaje de Flor simplemente porque al final nose casa, o se le promete un casamiento lejano. Su fracaso, según T.DADSON, yaestá anunciado desde el principio, cuando queda claro que no conseguirá casarsecon el Infante a quien persigue, pero se concreta al quedar ella fuera del definitivoreparto matrimonial.

Para C. FALIU, en cierto tipo de comedias, particularmente lasque incluyen personajes de infantas, la dama que se casa al final es la más débil,quedándose sin pareja la más sobresaliente y útil para la acción, precisamente enrelación con la función de esta última, que tiene valor dramático intrínseco y nonecesita la "consagración" del desenlace matrimonial. No es éste exactamente elcaso, según T. DADSON, del personaje de Flor, cuya inconsistencia dramáticaqueda demostrada por su ausencia durante toda la tercera jornada. Observa F.SERRALTA que el no casamiento final hay que interpretarlo bajo dos aspectosdiferentes : el de los reyes e infantas, que tiene su lógica propia, y el de lospersonajes de la comedia urbana, para los cuales no casarse sí que era una especiede sanción de tipo social-teatral.

2) Interpretación de El emperador fingido

Sugiere J.M. RUANO un paralelismo con Góngora, poeta cuya comediaLas firmezas de Isabela es, según la investigadora María Cristina Quintero, unfracaso dramático, pero que tiene otros valores muy apreciables. Los únicosvalores interesantes de la comedia de Bocángel, contesta T. DADSON, losencarna el personaje de Bernardo, pero quedan muy desdibujados en una pésimaestructura dramática.

A F. RUIZ RAMÓN, a quien el título de la obra había sugerido laposibilidad de algún tema de tipo político, y a C. FALIU, que pregunta si algúndato de la vida del autor se traluce en el texto, T. DADSON responde que no haencontrado nada subversivo en la vida "aburrida y ejemplar" de Bocángel, y que leparece sumamente dudosa la posibilidad de que se trate de una obra en clavedirigida, por ejemplo, contra Olivares. Tampoco opina, contestando a otrapregunta de C. FALIU, que tenga nada que ver con un obligado "asunto deacademia".