un paseo por las estrellas - navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... ·...

22
1 Un paseo por las estrellas «Yo la quise, y ella a veces también me quiso. / En las noches como ésta la tuve entre mis brazos... / ¡La besé tantas veces bajo el cielo infinito! / (...) Pensar que no la tengo. / (...) Mi alma no se contenta con haberla perdido.» Pablo Neruda Aquel día habíamos decidido ir a la playa para pasar una velada romántica ya que pocas veces teníamos ocasión. Mientras escuchábamos el ruido de las olas en su baile constante de salitre y espuma, mientras el viento despeinaba cada palmera y jugaba con las dunas y el mar, nosotros seguíamos hablando de nuestras cosas, como si no existiera nada más en el mundo... Solamente ella y yo.

Upload: others

Post on 11-Apr-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

1

Un paseo por

las estrellas

«Yo la quise, y ella a veces también me quiso. / En las noches como ésta la tuve entre mis brazos... / ¡La besé tantas veces bajo el cielo infinito! / (...) Pensar que no la tengo. / (...) Mi

alma no se contenta con haberla perdido.»

Pablo Neruda

Aquel día habíamos decidido ir a la playa para pasar una

velada romántica ya que pocas veces teníamos ocasión. Mientras escuchábamos el ruido de las olas en su baile constante de salitre y espuma, mientras el viento despeinaba cada palmera y jugaba con las

dunas y el mar, nosotros seguíamos hablando de nuestras cosas, como si no existiera nada más en el mundo... Solamente ella y yo.

Page 2: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

2

—Siempre he soñado con ver la Tierra desde el espacio... —sonreía—, saber lo pequeñitos que somos... y ver las nubes desde lejos, los mares..., todo ¿tú no? —me dijo ella recostada en la fina arena de la playa. Ella solo estaba iluminada por un rayo de luna.

—Te recuerdo que yo no soy un amante de la Astronomía ni de la Biología —dije riéndome— yo me conformo con ir al Santiago Bernabeú a ver un partido entre el Madrid-Barça... —ella me miró algo enojada a lo que yo la respondí con una sonrisa — hagamos algo...

—¿El qué? —se incorporó.

—¡Una promesa! —me incorporé yo también para verla mejor.

—¿Cuál? —sus ojos brillaban.

—Si tú me regalas tu sonrisa todas las mañanas, tu mirada todas las tardes, tus brazos todas las noches y tu corazón y alma para siempre... prometo que algún día encontraré la forma y manera de que viajemos juntos al espacio... para que veas la Tierra desde allí... —miré hacia el cielo y le señalé un pequeño sendero de estrellas— ¿ves aquél caminito de estrellas? Pues prometo que pasearemos por allí... mientras tú me explicas todo sobre tu amada Tierra y practicas conmigo, tu eterno alumno, para ser profesora de Biología el día de mañana... —me reí y recibí una cachetada cariñosa por su parte— ¿qué te parece?

Todavía recuerdo cómo me asusté porque no contestaba.

Quizás aquello le había parecido mal... Quizás no debería haberme precipitado... Me maldije y me martiricé a mí mismo, pero cuán equivocado estaba...

—Cariño... —sus ojos estaban húmedos, sus labios temblaban... al igual que el resto de su cuerpo. La tomé suavemente de las manos.

—Dime.

—¿Me prometes que algún día haremos eso? ¿De

Page 3: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

3

verdad me lo prometes? —dos lágrimas se habían deslizado por su blanca tez.

—Claro que sí, te lo prometo —dije sonriéndome.

—Que idiota eres... —me dijo llorando y riéndose a la vez.

—Eso es el amor, cariño... ¡Me hace ser un idiota feliz! Pero no puedes negar que soy increíblemente ingenioso, infinitamente maravilloso e inusitadamente encantador —arqueé una ceja, sonreí y nos besamos bajo esas estrellas que desde aquel entonces serían testigos de nuestro amor.

De aquella promesa hace dos años. Dos años llenos de

magia y amor, hasta que llegó el día en el que ella se tenía que marchar para no regresar.

Era una fría tarde de diciembre, tan solo faltaban dos días

para Navidad y habíamos quedado para ir a cenar nosotros dos solos por primera vez. Siempre habíamos cenado con amigos y con familiares pero... ¿nosotros dos? Nunca.

Había nevado y la carretera estaba helada. Aún así, aunque

corriéramos el riesgo de estrellarnos con el coche por el temporal, nuestro plan siguió adelante. Habíamos quedado a las 9, que la iba a recoger a su casa. Así fue. Se subió al auto y arranqué para dirigirnos al restaurante italiano La Stella. No sé cómo, ni cuándo ni por qué pero el coche resbaló y nos estrellamos contra una marquesina del autobús.

No sé cuánto tiempo pasaría, pero la ambulancia ya estaba

allí. Solo podía oír las sirenas y a los médicos hablar:

—Esta chica tiene un traumatismo craneoencefálico. Como no se opere de urgencia, no pasa de esta noche... —decía uno de los médicos del S.A.M.U.R.

—¡Vamos! —dijo el conductor de la ambulancia.

Yo no sentía el dolor de mi pierna derecha ni la contusión

que tenía en el brazo, tan solo podía mirar a mi chica; tumbada en una fría camilla de hospital. Nos llevaron al Hospital más cercano y a ella la operaron y la ingresaron en la U.C.I.

Page 4: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

4

Y despertó. Y fui a visitarla. Me impactó verla con tanto

tubo, conectada a tres o cuatro máquinas y con un millón de aparatos y cables que no sabía para qué servían.

—Si me pasa algo... recuerda que siempre nos quedan los viajes astrales para cumplir nuestra promesa... —me dijo con una sonrisa.

—¿No puedes dejar de pensar en Ciencias por un momento? —le dije algo preocupado— y no te va a pasar nada, ¿me oyes? Nada.

—Por favor... si me pasa algo, quiero probar ese método para encontrarnos.

—No creo en eso, y lo sabes bien...

Los pitidos de la máquina comenzaban a acelerarse.

—No... no por favor... —musité entre lágrimas— ¡No te vayas todavía!

—Te quiero... te quiero mucho. Recuérdalo siempre. —me dijo ella sonriendo y acariciando lentamente mi mano.

Y el pitido se hizo eterno.

—Lo siento... ha sufrido un derrame cerebral irreversible y no hemos podido hacer nada... —dijo el médico que la había atendido.

Pero ya no quiero pensar en eso... ahora solo quiero cumplir

nuestra promesa... Sea como sea. Y sé que estoy esperando algo que quizás nunca llegue... pero lo voy a intentar. El mundo está hecho para los soñadores; para los valientes; para los que se atreven. Y yo soy uno de ellos.

—¿Puedo pasar a verla? —dije entre lágrimas. No podía reaccionar, ni pensar en otra cosa que no fuera su cuerpo, tan bien esculpido. Sus ojos, tan azules como el cielo que tanto mirábamos y tan brillantes como las estrellas del firmamento. Y sus gélidas manos, frías como el mármol.

Page 5: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

5

—Por supuesto —dijo el médico— pero cinco minutos.

Pasé a aquella oscura habitación con los ojos cerrados.

Cuando me tropecé con la cama los abrí. Era ella, cubierta con una blanca sábana de hospital. Dicen que el blanco es símbolo de pureza pero en aquellos momentos sentí que era símbolo de muerte, de dolor… Y no pude evitar que dos lágrimas cayeran por mi rostro. La abracé, la besé… a pesar de que su cuerpo estaba helado y no tenía vida.

—Quiero quedarme aquí, junto a ti. Siempre.

Tras una dura batalla con Hipnos (dios griego del sueño)

para mantenerme despierto, fui derrotado. Antes de cerrar los ojos, pude tomarla de la mano y recostarme en su pecho.

«Y todo se desvaneció.» «Todo se veía negro.» «No había nada.» «Solo oscuridad.» «Parecía que la muerte me había visitado.» «Pero no.» «Simplemente estaba soñando.» «¿Soñando?» «Si esto era un sueño, ¿dónde estaba ella?»

—¡Ran! ¡Ran! ¡Despierta! —abrí los ojos, y la vi. Estaba tan preciosa como siempre— ¡al fin vamos a cumplir nuestra promesa! He estado esperando toda la vida… —miré alrededor. Tan solo veía estrellas y más estrellas. Miré hacia abajo. Oscuridad. Un pozo sin fondo— ¿Ran? ¿Estás ahí?

—Cintia… ¿dónde estamos? ¿Qué es esto? —Cintia rió.

—Estamos en el centro del Universo, tonto.

Page 6: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

6

—¿De qué centro me hablas? No… yo estoy soñando. Esto no puede ser real. Tú estás… —no me atrevía a decir esas palabras, «las palabras mágicas». Ella sonrió.

—¿Muerta? Sí, bueno no estaré corpóreamente… pero mi alma sigue contigo. A cada paso, a cada minuto… Y antes de empezar a olvidarme, tenías que cumplir tu promesa, ¿no? —volvió a reír.

—O sea… que todo esto… es el «viaje astral» del que tanto hablabas cuando aún estabas… viva.

—Sí —su semblante se puso serio, pero a los dos segundos, volvía a sonreír. Me encantaba ese optimismo que llevaba siempre consigo, a todos los lados, a todos los rincones y que desprendía a cada minuto que pasaba— pero ahora olvidemos eso, ¿vale? Tenemos que cumplir nuestra promesa antes de que despiertes. —Sonrió y me tendió la mano. — ¿Acepta usted esta travesía por la Vía Láctea, mi caballero andante?

—Acepto, mi bella y dulce dama. Siempre y cuando me instruya para aprobar ese maravilloso examen de Ciencias que tengo pasado mañana… —dije con algo de ironía y riéndome.

—Ah… —puso cara de estar enojada y comenzó a tratarme de «tú»— que solo te intereso por la maldita asignatura esa… ¿no? Vale, vale… lo tendré en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo instante. Momentos como aquél hacían que mi vida tuviera más sentido.

Comenzamos a «navegar» por el espacio. Aquella era una

sensación fantástica. La misma que sientes al dejarte llevar por las corrientes marinas en un día tranquilo y calmado, sin nubes negras a la vista.

—¡Que guaaay! —exclamé entusiasmado cual niño con zapatos nuevos. En aquellos momentos no me importaba parecer infantil, pequeño e inmaduro porque… ¡estaba flotando! Y aquello no se vivía todos los días.

—Eso es por la ausencia de campo gravitatorio… es decir, estamos a una distancia infinita de cualquier

Page 7: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

7

astro o planeta y no sentimos ninguna atracción. —dijo Cintia sonriendo.

—Y en el espacio… se llama «gravedad cero», ¿no? Porque no hay gravedad.

—Exacto. No la hay y por eso estás flotando. —Un segundo de observación al Universo— A este paso te vas a convertir en Stephen Hawking y todo… —reímos.

Me tomó de la mano y me sonrió. Comenzamos a «nadar»

en la misma dirección pero ¿hacía dónde íbamos? No lo sé. Lo importante era aprovechar el momento.

De pronto, ella me miró a los ojos y me sonrió.

—¿Quieres que vayamos hacia el Sol? Te enseñaré lo más importante que hay que saber.

—Vayamos donde tú quieras, con tal de que apruebe ese examen… —reí y recibí un tortazo cariñoso por su parte.

Y nos dirigimos hacia el Sol. A medida que íbamos

avanzando, el calor iba aumentando. De pronto me paré. No aguantaba más el calor.

E intentamos mirar al Sol pero no pudimos. Era demasiado

molesto. Así que le dimos la espalda.

—Bueno, Ran… ¿y qué sabes del sol? —Me dijo Cintia arqueando una ceja.

—Pues a ver… Sé que se formó hace 5 mil millones de años por un proceso que aún no está del todo muy claro. Las nubes estelares del espacio comenzaron a colapsar de forma progresiva. Mientras iba avanzando este proceso, fue aumentando la fuerza gravitacional en su centro y fue atrayendo y aglomerando más y más material hacia él. En un momento determinado, en su núcleo… —hice una pausa para coger aire y para mirar de nuevo al Sol —la temperatura y presión se elevaron tanto que esto permitió que se iniciara la reacción nuclear de fusión.

Page 8: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

8

»En ese momento nació una estrella: el Sol. A su alrededor quedó un gran disco plano de sustancia primordial, orbitando cerca de su ecuador. Y lo llaman la «estrella amarilla» porque al mirarlo es de color amarillo —reí. Aquello era una broma, aunque sin mucha gracia pero Cintia, original en su especie, se rió. — Es debido a que se compone de gas incandescente que ahora mismo está en ese estado de fusión termonuclear. Esta fusión se produce porque su núcleo se compone de hidrógeno en fusión nuclear y su fotosfera tiene una temperatura media de 6 000ºC.

»La estrella ha pasado por fases en las que era diferente, y aún pasará por más… ¡Ah! Se me olvidaba… Existirá otros cinco mil millones de años más, hasta que se consuma todo el hidrógeno. Cuando esto ocurra, se convertirá en gigante roja y engullirá a la Tierra.

»Después de esto, se transformará en enana blanca, que

cuando se enfríe totalmente, su final será su estrella negra.

—Muy bien, Ran… Sorprendida me has dejado… Ahora dime qué son las manchas solares y las protuberancias.

—Jo… yo prefiero verlas e irte explicando… Sería más bonito —sonreí inocentemente y me sonrojé.

—¿Te hace «ilu»? —arqueó una ceja— Entonces vamos… —sonrió—

Al fin pude ver el sol con unas gafas

especiales que me había prestado Cintia. Ya se sabe que esto de los sueños es una realidad bastante ilógica que no podemos comprender, pero bueno…

El sol estaba ahí, tan redondo, tan

grande… Lleno de fuego. Era bonito verlo.

—Venga, explícame las protuberancias… —me dijo Cintia.

—No me dejas ni disfrutar de semejante espectáculo… —puse cara de enojado y después me reí. La tomé de la mano y la llevé a ver una

Page 9: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

9

protuberancia de cerca— A ver… las protuberancias… si miras bien, parecen mangueras de magma… que salen de la superficie, o sea, de la fotosfera…

—Explícamelo mejor, como si fueras un científico profesional… —me sacó la lengua.

—Es una erupción del gas candente del sol. Está relacionada con los campos magnéticos del sol. Es bastante complejo… pero por ponerlo fácil: están moviéndose y cambiando todo el rato;

así que, de vez en cuando… ¡pum! Mira, ahí hay una «protu».

—Muy bien… —rió— ¿y las manchas solares?

—La profesora no explicó ese tema justamente. Y el libro… bueno… no me apetece leerlo, ¿sabes? Demasiado aburrido.

—Vaya morro que tienes… —sonrió— Bueno… las manchas solares son unas regiones del sol donde la temperatura es más baja que en el resto de sus alrededores y hay una intensa actividad magnética… Mira… ahí hay una mancha solar —me

señaló con el dedo una manchita en el sol y nos acercamos para verla mejor.

—¡Que guay! —dije— Oye… y una duda existencial que tengo yo desde hace tiempo… ¿qué tiene que existir para que haya vida en los planetas? Es decir… ¿por qué la Tierra tiene vida? ¿Tiene que ver el Sol con eso?

—Bueno… —comenzó a pensar— los elementos indispensables para que haya vida en la Tierra son principalmente el carbono, el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno, ya que con ellos se forman las

Page 10: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

10

biomoléculas, como los llamados «principios inmediatos»: lípidos, glúcidos, proteínas y ácidos nucleicos. Con ellos y otros compuestos, como el agua o el anhídrido carbónico, se forman y mantienen los seres vivos. También es importante la distancia del sol al planeta, por ejemplo… la Tierra y el Sol tienen una distancia de una Unidad Astronómica, es decir, 150 millones de kilómetros aproximadamente.

—También date cuenta que la Energía Solar la aprovechan los autótrofos y que ésta misma energía permite las cadenas tróficas sobre el planeta.

—Que inteligente… —dije yo sin salir de mi ensimismamiento.

—Claro que también conviene que el planeta sea estable, tenga una atmósfera que lo proteja de las radiaciones gamma y ultravioleta del sol, que no sea blanco frecuente de asteroides, que su gravedad sea suficiente, que su eje no cambie con frecuencia…

—Vale, vale, creo que ya me ha quedado claro —sonreí.

—No tan rápido jovencito —siempre me solía llamar de aquella forma, y eso que era mayor que ella, por dos meses— cuando vayamos a visitar la Tierra, te enseñaré más cosas, ¿vale?

—Jo —puse pucheros. Y no sirvió de nada—.

—Si quieres aprobar el examen ya sabes. O me escuchas o… te despierto.

—No, vale, vale… te escucho, te escucho… —rió malévolamente— eres mala, ¿eh?

—No sabes tú cuánto… Bueno, ahora… antes de visitar la Tierra, vamos a ver la Luna; su satélite, ¿vale?

—¿Siempre tienes que dejar lo bueno para el final?

—Sí. ¿Ahora te das cuenta?

Page 11: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

11

Comenzamos a flotar para ver la Luna más de cerca. Si había alguna cosa del espacio que realmente me gustaba, ésa era la Luna. Sin duda… Más que nada porque el nombre de «Cintia» significa «diosa de la Luna» y bueno… aunque me cueste admitirlo, siempre que miro nuestro satélite me acuerdo de ella. Qué le voy a hacer si no tengo remedio.

Mientras íbamos «navegando», miraba el espacio. Era tan

grande, tan inmenso, tan poderoso… Y nos creíamos únicos, grandes, poderosos… Nos creíamos reyes. Pero éramos reyes, ¿de qué? Aquello era igual que comparar una hormiga con un elefante.

Seguimos nuestro paseo. De pronto, vimos la Luna; nuestro

satélite natural.

—Mírala… es genial —me dijo señalándola— me encanta…

—Sí… aunque no sé muy bien la función que tiene respecto a la Tierra, ¿sabes? Sé que es un satélite, que tarda más o menos 28 días en dar una vuelta entera alrededor de la Tierra y también 28 días para

girar sobre sí misma. Es por esto que siempre vemos la misma cara de la Luna con sus cráteres no erosionados ya que no tiene gravedad suficiente para retener atmósfera. También sé que tiene varias fases… ¡Ah, bueno! Y que produce las mareas marítimas, ¿no?

—Bien… para el examen, lo que sabes es suficiente. ¿Qué más te iba a preguntar la profesora?

—Hizo mucho hincapié sobre la teledetección.

—Bien… vayamos pues a la Tierra para ver los satélites y todo eso… ¿Vale?

—Me parece bien —sonreí.

En poco tiempo estábamos cerca de la atmósfera terrestre.

—Ran… Antes que nada. Si te preguntaran «¿qué es la teledetección?» tú, ¿qué responderías?

Page 12: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

12

—Ummm… —comencé a pensar— es la observación tanto de la atmósfera como de la superficie terrestre mediante aparatos tecnológicos.

—Vale. Veo que algo has estudiado… —reímos— bueno… Sabes bien que la existencia de satélites meteorológicos, como el famoso Meteosat, han puesto al alcance de todo el mundo imágenes obtenidas de este modo… Mira… metámonos en ese satélite —señaló al satélite más cercano. Pude ver que era el satélite espía L-21, perteneciente al gobierno de los Estados Unidos.

Teóricamente no te puedes meter en un satélite, más que

nada porque no es tan grande como el cuerpo humano. Pero bueno… seguía soñando. Y como decía Calderón «los sueños, sueños son».

—Bueno, ya estamos dentro… ¿Me puedes decir en qué se basa la teledetección? —dijo Cintia.

—La verdad, no lo sé —respondí yo cabizbajo.

—Es muy sencillo. Lo primero es tener un sistema de recogida de imágenes y datos, bien desde aviones o desde satélites. Esta última opción es la más desarrollada en la actualidad. Y como es la más desarrollada, es la que te entrará en el examen. Por eso, vamos a hablar de los satélites, ¿vale? —Cintia sonreía.

—Estoy de acuerdo. Bueno, ¿y lo segundo que se necesita?

—Un sistema de tratamiento e interpretación de estas imágenes y datos, como un ordenador que contenga un Software adecuado, porque si no, la resolución de la imagen sería pésima.

Page 13: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

13

Nuestro satélite se movía lentamente. Yo iba viendo la Tierra

desde arriba y aquello me recordaba al famoso Google Earth. Pero era más impactante vivirlo así, junto a la persona que

amabas. Aunque todo fuera un sueño.

—¿Sabes por qué el satélite se mantiene en órbita? —me dijo Cintia de repente.

—Dígame usted y sorpréndame —dije haciéndome el graciosillo, aunque sin mucho éxito.

—Porque se les coloca a una altura y con una velocidad en las que están compensadas la atracción gravitatoria con la fuerza centrifuga —sus ojos brillaban.

—Es decir… un satélite que esté en una órbita de determinada altura, si pierde velocidad cae y si se le incrementa la velocidad, sube a mayor altitud. Mientras que un satélite que esté en una órbita baja tiene un periodo orbital más corto, ¿no? —aclaré yo.

—Exacto. El periodo orbital aumenta cuando crece su distancia media a la Tierra. La lanzadera espacial en una órbita circular de baja altitud, completa una vuelta en 90 minutos más o menos. Y su órbita está a unos… 400 km de la superficie de la Tierra aproximadamente.

Page 14: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

14

Miré la Tierra desde aquel «cacharro». Era fascinante. Nada que ver con las fotos y los vídeos que me mandaba Cintia cada dos por tres.

En mi mente, iba recitando la lección de Ciencias. «Un satélite que tarde en dar una vuelta a la Tierra 24 horas

exactamente y que gire en la misma dirección que el planeta, estará siempre encima del mismo sitio de la Tierra. A esta órbita se le llama “órbita geosincrónica” y a sus satélites “geoestacionarios” y su órbita se haya encima del ecuador terrestre. La distancia a la que se encuentra esta órbita es de 35 800 km, más o menos, de la superficie terrestre. Esta órbita es muy útil para colocar satélites de comunicaciones.»

—Recuerda que tres satélites de comunicaciones que estén espaciados uniformemente y que se comunique entre ellos, son suficientes para dar cobertura a toda la Tierra —dijo Cintia sacándome de mis pensamientos.

—¿Cómo has…?

—Es un sueño, hijo mío… —odiaba que me llamara así— magia… —rió malévolamente.

Salimos de aquel aparato. Yo seguía pensando en los

satélites. »Los satélites meteorológicos se encuentran también en

esta órbita; de forma y manera que en intervalos de tiempo reducido, estos satélites pueden enviar imágenes de una determinada zona de la Tierra. De esta forma, permiten observar la evolución de los frentes nubosos.

»El gran inconveniente de la órbita geoestacionaria es que

cada vez hay más satélites en ella. Cintia comenzó a recitarme la parte de la órbita polar.

—Estos satélites llevan una órbita prácticamente perpendicular a la anterior, próxima a los 90 grados. Es decir: orbitan pasando por encima de los Polos terrestres. Suelen ser satélites de observación que se encuentran a 1 000 km de altura.

Page 15: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

15

»Al estar tan bajos, dan varias vueltas al día a la Tierra, por lo que en cada órbita pasan por un lugar distinto.

»Además estos satélites suelen tener una órbita

“heliosincrónica”. ¿Sabes lo que es? —Negué con la cabeza— es una órbita que hace que pase por el mismo lugar siempre a la misma hora solar.

—Así que… —comencé a deducir por mí mismo— eso permite que las imágenes tomadas tengan siempre una iluminación parecida, ¿no? —Cintia asintió. —Y la mayor parte de los satélites utilizados en teledetección son de este tipo, ¿no? Como Terra y Aqua, ambos del EOS (Sistema de Observación de la Tierra de la NASA).

—Sí. Y los de la serie Landsat también son de este tipo. —me dijo Cintia sonriendo.

Comencé a reflexionar acerca de las órbitas inclinadas. «Estas órbitas están entre las órbitas ecuatorial y polar que

van entre los 0 y 90 grados de inclinación con respecto al Ecuador. Estas órbitas pueden estar determinadas por la región de la Tierra que se quiera estudiar. Son también generalmente de poca altura… Tan solo unos cientos de kilómetros.»

—Y el inconveniente que tienen es que no están sincronizados con el Sol —me dijo ella una vez más.

—¿Quieres dejar de leer mi pensamiento de una vez? —dije yo riéndome— ¡Violas mi privacidad! —Cintia rió.

—Es para asegurarme de que te lo sabes bien… —reímos.

—Oye, Cintia…

—Dime, Ran.

—Sé que sonará absurdo pero… ¿cuáles son los objetivos científicos de la teledetección? —me ruboricé.

—Según la NASA, los objetivos científicos del programa EOS, son proveer observaciones globales

Page 16: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

16

y comprensión científica de los cambios de la superficie terrestre, de la actividad global, del cambio y variabilidad del clima, de desastres naturales y del ozono atmosférico.

—O sea, que cualquier cosa que ocurra sobre superficie, mar y atmósfera puede ser estudiada con imágenes de satélite, ¿no? —pregunté yo, aún ruborizado.

—Exacto… —empezamos a flotar por el espacio. Veíamos la Tierra desde allí… Aún me seguía pareciendo impresionante. De repente Cintia pegó un brinco.

—¿Qué pasa, Cintia? —me asusté.

—¡Que se me había olvidado decirte lo de las cintas transportadoras, hijo!

—¿Eing? —arqueé mi ceja izquierda.

—Sí… ¿no sabes lo que es? —dijo Cintia a punto de estallar en una carcajada.

—Disculpe, excelsa reina de la inteligencia y de la sabiduría, no soy tan listo como usted… —dije mostrando cierto enojo. Cintia estalló en una carcajada, la cual me hizo sentir como un tonto.

—Bueno, bueno… no te cabrees, anda… —me abrazó con cariño—

—¿Y bien? ¿Qué son las cintas transportadoras?

—Bueno… sabes que todos los mares y océanos del mundo están comunicados entre sí, y que en conjunto podríamos hablar de un único océano… —asentí— esta concepción global dio lugar al modelo de la “cinta transportadora oceánica”. Este modelo considera el conjunto de las corrientes superficiales y profundas, a lo largo y ancho del océano global, como una corriente oceánica continua que actúa como un intercambiador de calor a escala planetaria… Lo entenderás mejor así… —sacó una especie de mapa dibujado, en el que se veían las corrientes.

—Como puedes ver… —dijo Cintia— La corriente tiene su origen en el Atlántico Norte, donde el agua

Page 17: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

17

superficial es muy rica en sales y, por lo tanto, bastante densa debido al desequilibrio que existe en la zona entre la evaporación y la precipitación.

»En esas zonas se produce una gran corriente descendente

que libera una enorme cantidad de energía, alrededor de 600 millones de megavatios por segundo, que hace que la temperatura de Europa noroccidental sea entre 5 y 10ºC más elevada que si no se produjera este fenómeno.

»En el continente Antártico, se incorporan nuevas aguas con

las mismas características: frías y densas. »Mientras que, en los mares tropicales, el agua se calienta e

incorpora aguas menos salinas… perdiendo densidad y emergiendo hasta varios centenares de metros de la superficie.

»Una vuelta completa de circulación global tiene una

duración de varios cientos de años. Una interrupción o, incluso, una ralentización de esta corriente oceánica tendrían efectos dramáticos sobre el clima global.

»La primera consecuencia sería un enfriamiento del

Hemisferio Norte, especialmente de Europa. Esta situación podría darse por un incremento considerable de la precipitación sobre el Atlántico Norte, o si se funden los hielos de Groenlandia. Entonces la salinidad, y por lo tanto, la densidad de las aguas disminuirían notablemente afectando o interrumpiendo la generación de las aguas profundas. —dijo Cintia, instruyéndome como siempre.

—Eso pasó hace 13 000 años, ¿no? Que esta circulación global estuvo interrumpida durante 200 años… —dije yo cual amante de la Historia.

—Exacto. Estos cambios en la circulación oceánica son considerados por algunos autores como un factor determinante en el desarrollo de las glaciaciones del Cuaternario. Pero los mismos

Page 18: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

18

efectos se podrían producir por un calentamiento global a causa de un incremento del efecto invernadero de la atmósfera provocado por la actividad humana. Además, el aumento de las emisiones de gases con dicho efecto, especialmente del dióxido de carbono, podría desencadenar un proceso de realimentación positiva que incrementaría la cantidad de CO2 atmosférico al disminuir su captación por la menor formación de aguas profundas.

Estábamos llegando a nuestro fin. Poco a poco sentía como mi cuerpo astral se iba uniendo al

real y como recobraba la consciencia paulatinamente a cada segundo que pasaba.

—Tienes que despertar, Ran… —me dijo sin derramar una sola lágrima.

—No quiero, Cintia… Quiero quedarme aquí siempre. No quiero volver. No me dejes volver. —Me aferré a su cuerpo con fuerza. No quería separarme de ella. Nunca.

—Vamos… —Cintia sonreía— siempre que me llames en sueños, me tendrás ahí… Junto a ti.

—¿No te das cuenta que solo quiero despertar si sé que al abrir los ojos vas a estar tú a mi vera?

—Ran… Ran… —mis ojos comenzaban a ver la oscuridad. Una voz desconocida me llamaba.

—Suerte con el examen, Ran… —dijo Cintia sonriéndome y alejándose por momentos— sé que aprobarás…

Una canción nacida de la voz de Cintia comenzaba a sonar.

Qué sueño más surrealista… pensé:

Sé que estoy viajando mientras sueño y sé que no será real

Page 19: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

19

si en alguno de mis sueños te veo.

Sé que esta noche te estoy buscando... y te encontraré sentada en una estrella

bebiendo café bajo la luz de la luna llena conversando a solas con los planetas,

sin esperar una respuesta.

Sé que ésta va a ser la noche perfecta patinaremos en una pista de galaxias,

y soñaremos bajo las auroras boreales.

Prometo que tomaremos juntos el Sol tumbados en las nubes de Magallanes protegidos por la sombrilla de Plutón.

Quisiera que este sueño nunca acabara,

pues en las estrellas está escrito el destino y sé que el mío es estar contigo.

Toma fuerte mi mano

de este sueño no quiero despertar y saber que al abrir los ojos tú no estarás.

Y desperté. Y la luz de aquel hospital apareció ante mis ojos. Y todavía seguía agarrando la mano del cuerpo sin vida de

Cintia. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Cómo había llegado hasta

allí? Estaba tan desconcertado… Un mar de dudas apareció ante mí.

—Ya han pasado los cinco minutos, Ran. —dijo el médico con el que intuyo que había hablado antes de entrar en aquella habitación. De pronto, su semblante se tornó serio— Chico, ¿estás bien? Estás demasiado pálido… Ve a descansar, muchacho… Te hará falta.

Page 20: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

20

¿Cómo no iba a estar pálido? Acababa de despertarme del sueño perfecto, me sabía la lección de Ciencias al completo por arte de magia, sin pegar palo al agua, y todavía me preguntaba que… cómo es que estaba pálido. Aquello era desconcertante.

Aún así decidí marcharme a casa. Recorrí con la mirada toda mi habitación. Miré la mesa; ordenada por Cintia. Y recordé lo que me

había dicho días atrás, cuando aún estaba viva. —¿Así pretendes tú aprobar los exámenes? —echó a reír— ¡Con esta mesa! ¡Llena de dibujitos, de garabatos! —No son dibujos… —protesté yo— son esquemas… Comencé a llorar en silencio. Me acerqué a la cama y me

senté, acariciando la colcha en la que Cintia se había sentado. Acerqué la almohada hacia mi nariz y pude comprobar que todavía seguía oliendo a ella. Recordé los momentos que habíamos pasado en aquel lugar, abrazados, mirándonos en silencio.

—Te quiero, Ran —dijo Cintia abrazándome y agarrándome fuerte de las manos. Era su primer “te quiero”… Miré debajo de la mesa. Había una camiseta de Piolín de

Cintia. Sonreí entre lágrimas y la cogí. También seguía oliendo a ella… Recordé nuestra pequeña “riña”.

—¡Ran! ¡Yo no soy infantil! Simplemente me gustan los dibujos animados… —Cariño… —sonreí y le hice cosquillas. Ella estalló en una carcajada— admite que eres infantil… —¡No, no y no! ¡Ahora por listo no me quedo a cenar! —se fue y a los dos minutos volvió— lo siento… pero me quedo. Mis padres no están en casa y yo me estoy muriendo de hambre. Todos esos momentos se iban al traste… Y éstas iban a ser

las primeras Navidades que pasara sin ella. Un montón de pensamientos mal hilvanados jugueteaban por mi cabeza.

«No podía…» «Era Navidad…» «Y ella…»

Page 21: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

21

«Yo…» «La necesitaba.» El 25 de diciembre, llegó. Y con él, un montón de

sentimientos agarrados de la mano. —Ran, vamos, tienes que comer algo. —dijo mi madre,

preocupada. —No puedo, mamá… De pronto, el timbre sonó. Para evitar a mi madre, fui a

abrir. —¿Ran Langa Villegas? —Soy yo… —miré lo que llevaba entre sus manos. Era un

paquete bastante grande, con agujeros. —Aquí tiene… —me entregaba el paquete. Aquello parecía moverse— tiene que firmar aquí… —firmé. Entré a casa con esa caja gigante. La abrí. «No puede ser…» «¿Cómo…?» «Pero si ella…» Era un perro. Un Husky Siberiano… Se lo había pedido a

Cintia hacía tiempo atrás. —Guau… ¡guau! —el perro salió de la caja y comenzó a lamerme. Vi que llevaba una tarjetita entre el lacito rosa y su piel. Desplegué la tarjetita y comencé a leer. “En esta caja hay un diario. En él está escrita nuestra

historia. Quiero que tú sigas redactándola. Toda historia tiene derecho a tener un final. Y quiero que te

acuerdes de lo que te dije una vez cuando hablábamos del destino de la Tierra: Cada uno elige el final de su propio cuento de hadas.

Suerte con el examen. Sé que lo harás muy bien, tan solo

tienes que respirar hondo y recordar lo que soñaste. Besos,

Page 22: Un paseo por las estrellas - Navarraieszizurbhi.educacion.navarra.es/antigua/revista_digital... · 2013-04-22 · en cuenta para la próxima vez —los dos echamos a reír al mismo

22

Cintia Palacios” Comencé a llorar abrazando al perro. Tenía razón. Nuestra

historia aún no había terminado… Mientras viviera yo, ella de alguna forma u otra, seguiría viviendo a mi lado.

“Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche."

Edgar Allan Poe