UN MODELO GESTALT DE INNOVACIÓN EDUCATIVA

Germán Sergio Monroy Alvarado y Eduardo de la Fuente Rocha

Aprobado para publicación en la revista Pedagogía-Hacia el Tercer Milenio, Centro Estudios Superiores en Educación (CESE),

México, Diciembre 1994.

RESUMEN

El ciclo de experiencia como un proceso para la satisfacción de necesidades educativas en el nivel superior se analiza bajo las posibles interferencias de auto interrupciones: desensibilización, proyección, introyección, retroflexión, deflexión, confluencia, fijación y retención, y se establecen propuestas innovadoras al proceso enseñanza-aprendizaje, con las que se busca coadyuvar con docentes y alumnos para que conozcan y desarrollen la experiencia de su potencialidad y de su posibilidad de cooperar en el mejoramiento del proceso educativo.

INTRODUCCIÓN

Dado que un cambio educativo en el grupo de educación superior habrá de tener repercusiones importantes en el futuro, surge la necesidad de buscar nuevas apreciaciones en el modelo de educación. Dichas opciones deberán apoyar los procesos de enseñanza, abatiendo problemas de aprendizaje, atención, memoria, capacidad de síntesis, capacidad de socialización, reconocimiento e interrelación con la realidad, capacidad para la toma de decisiones, para la obtención de información en forma adecuada, así como para aquellos aspectos relevantes en las esferas psicomotriz, cognositiva y afectiva, que deben ser fortalecidas en el estudiante de educación superior. Con base en lo anterior y enmarcando en la teoría de la gestalt se propone un modelo que coadyuvará a reencuadrar y dar solución a algunos problemas educativos. Diversas propuestas educativas han generado dependencia en el educando, lo cual a la larga inmoviliza el desarrollo y crecimiento del alumno. Por ello, esta propuesta considera la posibilidad de lograr en alguna etapa el auto apoyo del alumno, con la posibilidad de que su proceso educativo pueda después continuarse de manera autónoma. Con base en lo anterior se propone la utilización del siguiente modelo para que coadyuve en el mejoramiento de los procesos de aprendizaje.

OBJETIVOS

Con este trabajo se pretende plantear un modelo relativo a las auto interrupciones que el alumno puede presentar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, con la finalidad de que se les conozca y se les de una solución innovadora.

Construir un modelo específico, que aporte conocimientos teóricos y prácticos a la investigación educativa.

Estudiar las estructuras mentales empleadas para aprender de la realidad, con el fin de proponer opciones que fortalezcan el proceso educativo en alumnos de educación superior.

Proponer estrategias de auto educación que permitan a los alumnos de educación superior apropiarse y construir su propio conocimiento. Coadyuvar al conocimiento del perfil psicológico y educativo de la población estudiantil en educación superior.

Coadyuvar a revolucionar la didáctica y a propiciar la autoformación del alumno, para llevarlo del apoyo externo al auto apoyo.

Apoyar los distintos procesos de la docencia.

MARCO TEÓRICO

Las vivencias del ser humano siguen un ciclo que va marcando los niveles de alcance que el individuo logra al concientizarse simultáneamente de si mismo y de su entorno. Este ciclo señala las etapas que se siguen para la satisfacción de las necesidades en cada ser humano, y recibe el nombre de ciclo de la autorregulación organísmica o ciclo de la experiencia. Este ciclo ha sido estudiado por diversos autores, tratando de establecer el proceso con el que las personas entramos en contacto para después retiramos. Entre tales autores, podemos mencionar a Frederick Pearls (1951), a su colaborador Paul Foodman (1951), Joseph Zinker (1979), Erving y Miriam Polster (1974), Joel Latner (1973), Celedonio Castañedo (1988) y Héctor Salama (1988).

Según el ciclo de la experiencia de Salama-Castañedo, las fases son las siguientes: reposo, sensación, formación de figura, movilización de la energía, acción, precontacto, contacto y poscontacto. Entre una y otra fase se pueden dar las auto interrupciones o bloqueos. Así, entre el reposo y la sensación, se da la desensibilización; entre la sensación y la formación de figura, la proyección; entre la formación de figura y la movilización de la energía, la introyección; entre la movilización de la energía y la acción, la retroflexión; entre la acción y precontacto, la deflexión; entre el precontacto y el contacto, la confluencia; entre el contacto y el poscontacto, la fijación y entre el poscontacto y el reposo, la retención. A continuación se presenta un modelo gráfico del ciclo de la experiencia así como la definición de cada tipo de bloqueo aplicado al ámbito educativo.

En el modelo se señala el movimiento que sigue la energía en el organismo desde que se genera la necesidad que queda totalmente satisfecha y se pueda pasar a la atención de una nueva necesidad.

MODELO

DESENSIBILIZACIÓN EN EL ALUMNO

Este tipo de alumnos, ha perdido el contacto parcial o totalmente con la realidad tanto en forma interna como externa. Asimismo se ha deteriorado su atención, y no percibe o no se da cuenta de situaciones obvias que se dan en su derredor. Se caracterizan por tener aplanamiento efectivo y miedo a sufrir, por lo que niegan cualquier sensación que les pueda molestar. Generalmente han vivido momentos traumáticos, y su necesidad consiste en evitar que se les repitan. Estos alumnos, se cierran en si mismos sin contactar son sus propias vivencias, no asumiendo como propio ni lo que sienten ni lo que piensa. Con ellos, está dañada la honestidad y en su evasión se les mira como ensimismados, ausentes y sin contacto constructivo con el exterior.

PROYECCIÓN EN EL ALUMNO

Esta auto interrupción se produce en el alumno a consecuencia de una identificación inadecuada del causante o responsable de acciones, pensamientos o palabras, a las cuales atribuye su dificultad de aprendizaje. Esta falta de responsabilidad, tiende a debilitar su yo. Estos alumnos, sienten pero no comprenden las causas de sus dificultades educativas. Reprimen su entendimiento y señalan a los demás como causa de sus problemas. En consecuencia, llegan a estados de ansiedad y son arrollados por su estado

de conciencia. Este tipo de alumnos, considera en muchas ocasiones que los otros o el medio son difíciles o agresivos con él, y esto conlleva a un desconocimiento de una parte de si mismos, es decir, poseen puntos ciegos.

INTROYECCIONES EN EL ALUMNO

De acuerdo con Erving y Miriam Polster (1973), el individuo tiende a confiar desde pequeño en el medio y aprende de los “deberías” congruentes con sus necesidades. Los juicios externos prevalecen sobre el niño restándole confianza en si mismo. El alumno que traga los conceptos y creencias del medio, requerirá que todo siga igual. Si se encuentra cambios, se encerrará en una actitud dogmática y defensiva. Simultáneamente a su crecimiento, el alumno desarrolla su poder para reestructurar lo que existe. El alumno se capacita para acomodar la experiencia a sus necesidades y hasta crear lo que necesita, en vez de limitarse a aceptar o rechazar.

El movimiento que va de la temprana discriminación reactiva a la discriminación creativa, esta vinculada a la capacidad de análisis. Analizar, es el prototipo de la actividad que hace asimilable el mundo a las necesidades, si originalmente no lo era. El conflicto existirá siempre y estará dado entre tomar la vida como es y cambiarla. El alumno que se auto interrumpe con la introyección, tiene un sentido débil del yo. Minimiza la diferencia entre lo que se traga entero y lo que realmente querría, si pudiera discriminar. Neutraliza su propia existencia al evitar cualquier cosa, por el hecho de existir es inviolable y que el no debe cambiar nada y tiene que tomar todo como se presenta.

RETROFLEXIÓN EN EL ALUMNO

Esta auto interrupción hace que el alumno se haga a si mismo o a otra persona lo que originalmente trataba de hacerle a otras personas u objetos. Detrás de la falta de expresión libre de la energía del alumno, existe su miedo a un objeto o sujeto al que desea agredir, con resentimientos no expresados, la retroflexión es una consecuencia de obstáculos ambientales que impiden la expresión libre de la energía del alumno. Al reprimirse, el alumno se hace a si mismo lo que originalmente le fue hecho por su ambiente y para esta actividad utiliza la energía de sus propios impulsos. En algunos casos, le resulta funcional al alumno. Por ello, el alumno puede llegar a hacer consciente de que esta deteniendo deliberadamente su energía y tomar control sobre ella.

Este bloqueo de la energía se presenta en alumnos excesivamente reflexivos, o que se odian o se tienen lástima, o que son codiciosos o auto inhibitorios, pero, normalmente son auto agresivos. En ocasiones estos alumnos, convierten sus resentimientos en auto acusaciones y culpa. Derivan su temor al ridículo es sarcasmo. A veces, en casos extremos, odian, creyendo no tener ningún derecho a existir. En casos menos severos encontramos a los alumnos que planean una y otra vez lo que han de hacer sin llevarlo a cabo; se preocupan demasiado, padecen insomnio o se torturan

con pensamientos negativos.

DEFLEXIÓN EN EL ALUMNO

En esta auto interrupción, el alumno dirige su atención a aspectos secundarios de lo que sucede y no al objeto primordial del proceso de enseñanza-aprendizaje que se está dando en ese momento. El alumno en este bloqueo, no llega a la efectividad ni al objetivo. Tiende a hablar o a hacer actividades distintas de aquellas que requeriría el logro del objetivo buscado. Las actividades o actitudes a las que se recurre, no resultan amenazantes y le permiten al alumno salir del paso, aunque no el logro de su objetivo.

Evitar el cumplimiento de tareas, decidiendo anteponer actividades no relevantes, es características es estos alumnos, lo mismo que el solicitar ampliaciones a los plazos de cumplimiento y cuando estos se vencen, dar excusas y solicitar con cualquier pretexto nuevos prorrogas.

CONFLUENCIA EN EL ALUMNO

El alumno en este bloqueo no distingue límite alguno entre él y su medio, confundiendo fronteras de contacto con las del medio educativo que le rodea, faltándole responsabilidad. Este alumno tiene en ocasiones temor a ser rechazado o abandonado, por lo que muestra una conducta dependiente y sumisa buscando apoyo del medio externo. Al no tomar responsabilidad de sus propias decisiones, pide consejos y recomendaciones en exceso e incluso que otros decidan por él. Tiende a sentirse perdido cuando está solo, y cuando está acompañado, pierde sus límites de contacto al no diferenciarlos de los límites de los demás.

Estos alumnos tienen una pauta generalizada de emocionalidad y búsqueda de atención exagerada; demandan aprobación y elogios por parte de los demás y se muestran incómodos en situaciones en las que son el centro de atención de los demás.

La habilidad emocional es típica y extremosa en estos alumnos y es el resultado del manejo de la angustian ante la baja tolerancia a la frustración demandando como urgente cualquier necesidad que presenten sin responsabilizarse de ella.

La confluencia es una ilusión por la que optan quienes prefieren limar diferencias a fin de atemperar la experiencia desquiciadora de la novedad y la alteridad. Es una medida paleativa para comprometerse superficialmente, faltando el sentido profundo de unión más íntima.

La confluencia es una base demasiado precaria para una relación ya que dos individuos, cualesquiera que sean no pueden tener la misma mentalidad.

Cuando los requerimientos de entrega personal se vuelven excesivos, llevarán al alumno a la frustración y al agotamiento por las exigencias impuestas por semejante vida, y el contacto real puede desaprovecharse. Es el mismo caso de un matrimonio en el que cada uno termina por hartarse uno del otro. La confluencia tiende a no disentir, y cuando se hace, aparecen las perturbaciones.

FIJACIÓN EN EL ALUMNO

Los alumnos que se encuentran en este bloqueo, después de haber estado en contacto, no lo han cerrado y su proceso se mantiene reviviendo en la fantasía, y hechos anteriores, pasando por alto su situación y experiencia aquí y ahora. Estos alumnos, sistemáticamente regresan a un tema pasado, debido a que no pueden dejar de pensar en ello. El alumno fijado se afirma a si mismo en una situación rígida competitiva, que aunque establece el contacto, le cuesta trabajo el romperlo.

El alumno, permanece mentalmente en situaciones incompletas, que aunque las observa una y otra vez, siempre es desde el mismo punto de vista. El resto de sus capacidades de experimentar, hace que las relaciones y eventos del aquí y del ahora tengan una fortalización fluctuante que no permite el logro de la experiencia ni del cierre.

La frase de estos alumnos es “no dejo de pensar en”, con ello, se pueden también referir a sentimientos, pensamientos o acciones en las que los alumnos no se despegan de lo que ya ha pasado. El alumno se aferra a los demás, a situaciones o cosas por temor a la libertad. Es una adicción o enganche que señala una incapacidad para desligarse del satisfactor, por lo que crea dependencia. Es un temor a ser libre que ancla en el pasado, con el propósito de no enfrentarse al momento presente y correr riesgos. Es una forma de no comprometerse, perdiendo energía para no continuar el proceso de crecimiento.

RETENCIÓN EN EL ALUMNO

Esta auto interrupción, mantiene al alumno detenido en una experiencia educativa incompleta con miedo a concluida y darla por terminada para comenzar otra, apegándose a situaciones que nada le habrán ya de aportar. Algunos alumnos se perciben como a punto de lograr una meta pero que es bloqueada en su último momento por algún obstáculo, señalando que de no ser por el lo lograrían.

Con esta auto interrupción se impide la continuidad natural de cada elemento, evitando el proceso de asimilación-alienación de la experiencia, e impidiendo el reposo. Los alumnos en este bloqueo, evitan concluir un asunto dependiente, dejándolo para después. En el fondo subyace la creencia de no merecer, y por ello sabotean su propio éxito e impiden la integración de la experiencia. Un ejemplo clásico de esta auto interrupción es

el de los alumnos que concluyen una carrera pero que nunca se titulan.

PROPUESTAS

Corresponde en parte a los responsables de la dirección y la administración de la educación superior el innovar acciones que partan de una filosofía educativa.

La filosofía Gestalt retoma cuatro valores fundamentales que promueven el avance y crecimiento del individuo, llevándolo del apoyo externo al auto apoyo. Estos valores fundamentales, articulados objetiva y sistemáticamente al proceso de enseñanza-aprendizaje, permiten el avance del alumno en el ciclo de la experiencia, rompiendo las auto interrupciones antes descritas.

A partir de lo anterior y con el fin de lograr un mejoramiento en el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumno, se proponen las siguientes líneas generales de intervención.

Para los bloqueos de insensibilidad y deflexión se recomienda fomentar la honestidad en el alumno.

Para los bloqueos de insensibilidad y confluencia se recomienda fortalecer en el alumno la responsabilidad.

Para los bloqueos de introyección y fijación se recomiendo fortalecer en el alumno el respeto.

Para los bloqueos de retroflexión y retención se recomienda fomentar la auto estima en el alumno.

BIBLIOGRAFÍA

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